Ley de Reserva Tributaria - SophLizarraga PDF

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CENTRO DE ENSEÑANZA TÉCNICA Y SUPERIOR

Escuela de Derecho

Derecho Fiscal

Resumen sobre Reserva de Ley Tributaria

Presenta:
Sophia Lizarraga 28898

Tijuana, B.C., 25 de agosto de 2022


El principio de reserva de ley tiene su origen histórico en el surgimiento de los primeros
Parlamentos medievales, es decir, cuando el poder del Monarca se limitaba al atribuirse a las
Asambleas electivas toda decisión que afectara los derechos personales y patrimoniales de los
súbditos. Dietrich Jesch, afirma que históricamente, la reserva penal y la reserva tributaria son
precursoras del principio general de legalidad.

Miguel Carbonell, señala que “La reserva de ley puede entenderse como la remisión que hace
normalmente la Constitución y de forma excepcional la ley, para que sea una ley y no otra norma
jurídica la que regule determinada materia”. En otras palabras, se está frente a una reserva de ley
cuando, por voluntad del constituyente o por decisión del legislador, tiene que ser una ley en
sentido formal la que regule un sector concreto del ordenamiento jurídico.

En este sentido, varios autores concuerdan con que las normas que contienen reservas de ley son
una variante de las llamadas “normas sobre la producción jurídica”, ya que no se refieren de forma
directa a la regulación de la conducta humana, sino que tienen por objeto otras normas. Por lo
anterior, los destinatarios principales de las reservas de ley son los órganos que producen el
derecho, que lo crean, y no aquellos encargados de su aplicación; igualmente las reservas son
también normas sobre la competencia en tanto la misma técnica de la reserva de ley consiste en
una distribución o asignación de las potestades normativas: las normas que prevén las reservas de
ley autorizan a un órgano determinado (en este caso el poder legislativo) a dictar normas en una
materia concreta.

En la actualidad, la reserva de ley cumple una doble función:


a) La función liberal o garantista consiste en que, a través de la reserva se tutelan los derechos de
los ciudadanos contra las intromisiones del poder ejecutivo.
b) La función democrática tiene que ver con que, en virtud de la reserva, se reconduce la
regulación de ciertas materias al dominio del poder legislativo el cual es representante de las
mayorías –como el ejecutivo- pero también de las minorías políticas de un Estado.

Luego entonces, el principio de reserva de ley vincula tanto a la Administración, como al


legislador, debido a que el mismo deviene de la Constitución; y precisa, que el Estado solamente
puede ejercitar legítimamente sus potestades normativas por conducto del Poder Legislativo; se
puede aplicar a cualquier materia, y se consagra cuando se establece que una materia sé regulará
por la ley reglamentaria, o que se establecerá mediante ley.

Algunos autores clasifican la reserva de ley en absoluta y relativa. La reserva absoluta primera
aparece cuando la regulación de una determinada materia queda acotada en forma exclusiva a la
ley formal; en nuestro caso, a la ley emitida por el Congreso, ya federal, ya local. En este supuesto,
la materia reservada a la ley no puede ser regulada por otras fuentes. La reserva relativa, en cambio,
permite que otras fuentes de la ley vengan a regular parte de la disciplina normativa de determinada
materia, pero a condición de que la ley sea la que determine expresa y limitativamente las
directrices a las que dichas fuentes deberán ajustarse; esto es, la regulación de las fuentes
secundarias debe quedar subordinada a las líneas esenciales que la ley haya establecido para la
materia normativa.

La reserva de ley puede hallarse consagrada en dos formas puras diferentes:


a) En sentido positivo, cuando se asigna la competencia al órgano constitucional depositario
directo de la voluntad popular y concebido para cumplir el rol legislativo.
b) De modo negativo, en el caso de que se prive de ella al órgano al cual la Constitución
encomienda la función ejecutiva y, por demás está decirlo, al judicial.

La reserva de ley en el ámbito exclusivamente tributario:

- Cuando la exigencia de la ley formal material para disciplinar los aspectos sustantivos del
Derecho tributario (creación, modificación, exención, derogación de tributos, y
configuración de sus elementos estructurales) encuentra sustento explicito en la
Constitución, y tal ordenamiento, por una clara diferenciación entre el poder constituyente
y los poderes constituidos reviste carácter rígido e inderogable por ley ordinaria, podemos
afirmar que nos encontramos en presencia de un sistema jurídico en el cual impera en
plenitud el principio de reserva de ley tributaria.
- El principio de reserva de ley tributaria puede desarrollarse en forma absoluta o relativa,
es absoluta “cuando indiscriminadamente todo el sector tributario queda reservado para ser
objeto de regulación en forma exclusiva por normas de rango de ley; mientras que por el
contrario dicho principio rige en forma relativa cuando sólo determinados sectores o
aspectos del campo tributario se reservan en exclusiva a la ley.”

En el sistema tributario mexicano la reserva de ley se consagra en forma


positiva en el artículo 31 fracción IV (Contribuir para los gastos públicos,
así de la Federación, como del Distrito Federal o del Estado y Municipio
en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las
leyes) en relación con el 73, fracción VII, constitucionales y rige el
principio en forma relativa (Para imponer las contribuciones necesarias a
cubrir el Presupuesto)

Servando J. Garza, sostiene acertadamente, que el principio de reserva de ley tributario encuentra
su fundamento en los artículos 73, fracción VII, y 31, fracción IV, y significa que “el impuesto es
materia reservada a la ley... Ello implica que en la ley en que se establezca un impuesto, deben
encontrarse todos y cada uno de los elementos que en su conjunto integran el tributo...”.

Alvarado Esquivel afirma que a su juicio “la reserva de ley no se agota en la aprobación del hecho
imponible, sino que –por su carácter absoluto- dicha reserva debe también cubrir los elementos
determinantes o configuradotes de ese hecho, ya que de ellos depende que la obligación tributaria
que surja de su realización, respete el principio constitucional de legalidad tributaria. Los
elementos que integran el hecho imponible, tanto subjetivo como objetivo, y en relación con este
último, a todos sus aspectos (temporal, espacial, material y cuantitativo), deben ser materia de
reserva de ley…”

El artículo 49 constitucional establece el principio de división de poderes, y sus dos excepciones,


en las cuales encontramos reproducidas las excepciones al principio de legalidad y al de reserva
de ley tributaria:
1. La primera excepción está en el artículo 29 constitucional que contiene el decreto ley, y
establece que en los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, o de cualquier
otro que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, solamente el Presidente de los
Estados Unidos Mexicanos, de acuerdo con los Titulares de las Secretarías de Estado y la
Procuraduría General de la República y con la aprobación del Congreso de la Unión y, en
los recesos de éste, de la Comisión Permanente, podrá suspender en todo el país o en lugar
determinado las garantías que fuesen obstáculo para hacer frente, rápida y fácilmente a la
situación; pero deberá hacerlo por un tiempo limitado, por medio de prevenciones
generales y sin que la suspensión se contraiga a determinado individuo. Podemos decir que
se está en presencia de un decreto ley “cuando la Constitución autoriza al Poder Ejecutivo,
ante situaciones consideradas como graves para la tranquilidad pública, para asumir la
responsabilidad de dictar disposiciones transitorias para hacer frente a tal situación..”, y
tales disposiciones podrían establecer una contribución o modificar alguno de los
elementos de los ya existentes, actuando en excepción al principio de legalidad en su
aspecto formal, y al de reserva de ley en materia tributaria.

2. La segunda excepción se encuentra en el artículo 131 Constitucional; y para De la Garza


esta excepción “se refiere al aspecto formal del principio de legalidad”, a lo que agregamos,
que también es una excepción del principio de reserva de ley. Así pues el artículo 131
establece que el Ejecutivo podrá ser facultado por el Congreso de la Unión para aumentar,
disminuir o suprimir las cuotas de las tarifas de exportación e importación, expedidas por
el propio Congreso, y para crear otras, así como para restringir y para prohibir las
importaciones, las exportaciones y el tránsito de productos, artículos y efectos, cuando lo
estime urgente, a fin de regular el comercio exterior, la economía del país, la estabilidad
de la producción nacional, o de realizar cualquier otro propósito, en beneficio del país.

De lo expuesto podemos concluir que en el sistema tributario mexicano la reserva de ley se


consagra en forma positiva en el artículo 73, fracción VII, en relación con el 31 fracción IV
constitucionales, y rige el principio en forma relativa; y que se refiere a lo siguiente:

1.- Las contribuciones son materia reservada a la ley, por lo que deben estar establecidas en leyes.
2.- Las leyes que establezcan las contribuciones deben ser emitidas por el órgano competente,
investido constitucionalmente por la competencia legislativa, esto es, por el Congreso de la Unión.

3.- En la ley en que se establezca una contribución, deben encontrarse todos y cada uno de los
elementos, como son: los sujetos activo y pasivo, el objeto, la base, la cuota o tarifa, el período o
fecha de pago, forma de pago, las exenciones, formas de extinción de la obligación, autoridad ante
quien debe cubrirse, la determinación y exigibilidad del mismo, y los medios de defensa legal a
favor del gobernado.

4.- Los aspectos de las contribuciones que no son esenciales pueden regularse en normas
secundarias.

Bibliografías:
- Carbonell, Miguel, “Sobre la reserva de ley y su problemática actual”, Vinculo
Jurídico. Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de
Zacatecas, México, No. 42, Abril – Junio 2000, p. 33.
- De la Garza, Sergio Francisco, op. cit., nota 5, pp. 270-271.
- J. Garza, Servando, Las garantías constitucionales en el Derecho Tributario mexicano,
2ª ed., México, Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, 2002, p. 18-19.
- Ríos, Gabriela. (2020). Manual de Derecho Fiscal. Instituto de Investigaciones
Jurídicas. UNAM.

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