Manual de Derecho Penal. Parte Especial. 2021. Gonzalo Javier Molina
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. 2021. Gonzalo Javier Molina
Manual de Derecho Penal. Parte Especial. 2021. Gonzalo Javier Molina
DERECHO PENAL
PARTE ESPECIAL
GONZALO JAVIER MOLINA
MANUAL DE
DERECHO PENAL
PARTE ESPECIAL
2021
Molina, Gonzalo J.
Manual de Derecho penal: parte especial | Gonzalo J. Molina. - 1a ed. - Resistencia:
ConTexto Libros, 2021.
1017 p.;22x 15 cm.
ISBN 978-987-730-564-7
AS.
ConTexto
LibreríajEditorial
de Rubén Duk
ÍNDICE GENERAL
eos 0
1, La DIVISIÓN DEL DERECHO PENAL EN PARTE GENERAL Y PARTE ESPECIAL ¿coccion 39)
2. PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES APLICABLES AL DERECHO PENAL occccoccnnnconccinacrnarara FO
a. El principio de lesividad................... O Ll
b. El principio de legalidad Cartigalo 18 de de c. N Ne dar A
b.1. Ley Pi acciona socorincaronsanenciscnaercriescnic 12
¡ER AAPP PP. ..-.-..... A
Dd, Ley Elric aran
b.4, Ley cierta.. sucio 00
c. El principio de enipabilidad arca 18) y 175,1 inciso022, de ls: Cc. N. de 44
d. El principio de ultima ratio .. ET eonmscnncas AS
3. LA INFLUENCIA DE LOS TRATADOS INTERNACIONALES EN EL DERECHO PENAL .......... 45
4. LA POLÍTICA CRIMINAL EN ARGENTINA.. OS % ano 49
5. Los DELITOS CALIFICADOS POR EL RESULTADO Y LA RESPONSABILIDAD OBJETIVA..... 50
6. METODOLOGÍA DEL LIBRO SEGUNDO DEL CÓDIGO PENAL. .oooonconnonranoncoronconcorenronnos 51
7. LOS DELITOS DE OMISIÓN IMPROPIA EN EL CÓDIGO PENAL ARGENTINO .ccoocoocconcocaron: IZ
Los elementos de la tipicidad objetiva en los delitos de omisión propia .. 52
a. Situación típica generadora de un deber de actua .ooooncncnnnnncmsnms 53
b. La no realización de la acción mandada... A ET 54
c. Posibilidad física o material de realizar laaacción debida. SES 56
Tipo objetivo de los delitos impropios de OMisiÓN...oooccncnnncncenerrrns 57
d. La producción del resultado tÍpiCO ...oocicidonnicinnnnnnnmerrerrnss 58
Es: NEXO AE EVA 59
E, POSICION EPA 00
TÍTULO 1
LOS DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
Eutanasia .. EEE
€. El Heidi por omisión..
2. HOMICIDIOS AGRAVADOS..
a, El homicidio agravado por el vínculo...
a.l, La reforma de la ley n.? 26,791 ...........
a.2. El elemento sabiendo que lo son.. usa ceñás
a.3. Problemas de participación en este delito... e. ... 88
a.4, Problemas de aberratio ¡ictus en el homicidio amavado pe porrel vinendo. .89
a.4.1. Casos con sujetos que no sean intercambiables para la figura penal.....89
Segundo caso.. eno |
a.4.2, Casos con autos infecaiabdes.... nnsonnncr aca nonranran anna ran saner canas DZ
a.5. Problemas de error in personam.......... bernrrrneos 92
b, Homicidio agravado por ensañamiento 94
c. Homicidio agravado por alevosía... . a.
c.1, El caso de comienzo de homicidio (simple) y resimineción como
homicidio agravado por alevosía... usd O
d. Homicidio agravado por uso de veneno u otro procedimiento insidioso... 101
e. Homicidio agravado por precio o promesa remuneratoriA ...occocicncnncnooo DO
e.1. La participación en el artículo 80, inciso FP oanncninninnrnoriorcccno. 104
e.2. La agravante del artículo 22 bis del Código Penal........................... 105
e.3. Las agravantes de los incisos 2? y 3? en el Anteproyecto de
Código penal (2014)... E
f. Homicidio por placer, codicia o o pOr odio... sacas 105
f.1. La agravante del inciso 4? en el Anteproyecto de Código de 2014... .. 109
g. Homicidio agravado por el medio idóneo para generar pon común
(artículo 80, inciso 5* del C.P.).... ja cra 109
g.1. Diferencia con los delitos del artículo 186 del C. P. sn TAN
h. Homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más
personas (artículo 80, inciso 6% del CP... . .... 112
i. Homicidio agravado criminis causa ¡A 80, incisoo 7, del C. >. .. 114
j. Homicidio agravado contra un miembro de las fuerzas de seguridad
(artículo 80, inciso 8%, del C.P.)..oononccioniccconininonionnonconcononancnoncornoconcanconaor 115
3.1. Elementos de la tipicidad ...ooococnonononocmnocrerarcerenenccrnnrrrnrrrrrarernrnos 116
k. Homicidio agravado por abuso de las funciones de un miembro de
fuerzas de seguridad (artículo 80, inciso 9%, del C.Phocooncnicnnicicnnanccanno 119
k.1. Elementos de la tipicidad ... .. 119
Homicidio agravado cometido contra uunn superior militar.
MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
10
MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
TÍTULO H
DELITOS CONTRA EL HONOR
11
GONZALO JAVIER MOLINA
TÍTULO IM
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
CAPÍTULO HH
1. Los ABUSOS SEXUALES... AE
a. El abuso sexual simple... ...276
a.l. La categoría de Delitos deppropia mano.. ¿278
a.2, Tocamiento en partes “no sexuales” 279
UI UJELOS ACTO Y PA 280
3,4. Falta del consentimiento... ini iiaido 2.281
a.5. El acoso sexual.. 2... 286
a.6, El tipo subjetivo... «207
b. Abuso sexual gravemente ultrajante.... ...288
c. Abuso sexual con acceso Caral caococonnoninnccinnaninonn cinc carr ra rnnon cnn nr cnn rn 290
cnn nonononrnnrononeno rene rorenr rre ran rn arenero 290
c.l, Acceso Caral aconnccnnncccnnccnnnononnn
c.2, Sujetos del delitO ..ooncninionnicicninencrnororcrncncrno coran ro rrcncaoo nor rar aran 291
€.3. Tipo SUDjELIVO ...oocnocniciccionononnoncnccnonncorcoco
noo narran on ronco ron r rca o can onnncincn nos .292
c.4, Tentativa 0... 293
d. Agravantes ... ..293
e. Abuso sexual exconon aprovechamiento de la inmadurez: sexual de la victima... 298
e.1, Tipo objetivo: elementos 299
€,2. SUJEÍOS:ACÍVOS: Y PASIVOS ccoriiicnceninscaddasconcern sidnn eii dina nia n een .300
e3. Tipo subjetivo... 20300
e.4, Agravantes deesta figura... EOI E ...300
e.5. Agravante del art. A 302
CAPÍTULO HI
1. PROMOCIÓN Y FACILITACIÓN DE LA CORRUPCIÓN DE MENORES .cocociciccononincanncncnnnnss 304
a. El bien jurídico protegido... ...304
b. Discusión sobre su constiticionalidad.. 305
0 CONAUCA PICS sii AA -306
12
MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
TÍTULO IV
DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVILY LAS RELACIONES DE FAMILIA
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GONZALO JAVIER MOLINA
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MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
TÍTULO V
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
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MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
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GONZALO JAVIER MOLINA
TÍTULO VI
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
CaríruLo I: HurTo
1. EL DELITO DE HURTO ..cooonnconcnncccnncnncnnonnnnaran
carr nro arrancar SO
a. El bien jurídico protegido. A
b, Tipo objetivo... o esas
b.l. Apoderamiento... banos col
b.2, legitimidad del Lapoderamiento.. ar 0S
b.3. Cosa mueble... EE coco. $04
DAA STO 506
6: TIPO SUCIO as E mon: S06
2. LOS HURTOS AGRAVADO 07
LO CAMS
b, Hurto cálamitóso... : TE aa 20... 508
c. Hurto mediante Ariza o Nave sala... pa
d. Hurto con escalamiento ........ O
e. Hurto de mercaderías o cosasmb les rinaportadar... ... 509
f. Hurto de vehículos dejados en la vía Pb ccacoroctaoroonemesecrrccns 510
£g. Agravante por la calidad del sujeto actiVO.....oocnicicnninincmmonmccnrrcrececoo DIO
18
MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
. ABIGEATO AGRAVADO eoccconcoconconnonncinnon cnn ooononnran con onn rro rra rca raro nro crac rara rarccncnas IDA
19
GONZALO JAVIER MOLINA
. RESPONSABILIDAD POR LAK QUIEBRA D DE UNA SOCIEDAD O PERSONA JURÍDICA ........ 603
Lu
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MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
TÍTULO VI
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
21
GONZALO JAVIER MOLINA
22
MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
A 10)
b, Estructura del delito... bennrens es ere rornecaneremecarserecraoascsros GAN
11. VENTA ILEGAL DE SUSTANCIAS MEDICINALES.. miads m0 092
12. VIOLACIÓN DE MEDIDAS PARA IMPEDIR UNA EPIDEMIA......... si 093
13. VIOLACIÓN DE MEDIDAS DE POLICÍA SANITARIA ANIMAL ..... 005
14. INHABILITACIÓN ESPECIAL PARA EL FUNCIONARIO PÚBLICO O PROFESIONAL ........ 696
15. EJERCICIO ILEGAL DE LA MEDICINA .ccononcccncnnnccnnonncccnnnanennennarncra
rra roca 097
a. El bien jurídico protegido....... 2.097
b. El delito de curanderismo.... 2... 098
E Delito de CHArAtAMSDO miii 009
d. Préstamo de MOMbTE..ooococcnicio cs... a 00
16. Los DELITOS VINCULADOS A ESTUPEFACIENTES(RE NO 2. 137). ar 0d
a. Aclaraciones previas en relación a estos delitos.. seas asisisnios TO]
b. Los instrumentos internacionales que an al Estado argentino
a legislar en la materia............... A |
c. Consideraciones de política criminal en , relación 2a estos delitos... A [0
d. Las figuras penales más importantes en la ley (o las más habituales
en la práctica) cocoonninninnnmmm.. A
d.l, Transporte de estupefacientes... bones eomrsora 205
d.2, La tenencia de estupefacientes yxcon fines de comercialización ....... 708
d.3. La llamada tenencia para consumo personal cocciciccicininionarncnrnccnras DIO
d.4, La tenencia simple de estupefacientes ..ccoconccinonionocnnonnornrcanarnnnrono DIO
e. La punición de la tenencia para consumo personal. Su.
cons a e O]
17. Los DELITOS CONTRA EL MEDIO AMBIENTE... E as 7 14
a. El sistema penal argentino y el medio ambiente c+comoo bien
jurídico protegido... a paar TA
b. Las distintas concepciones del derecho ambiental. Sistemas
constitucionales... carnes
c. Los proyectos de retomó al Códi ye ¡Pala en relación a médioio
ambiente .. Gus cr s
d. Las hgutas penslese enAde ley de eds peligrosos. as si 19
e. Los delitos en la Ley de maltrato animal (Ley N? 14. 346)... al
e.1. El bien jurídico protegido y la concepción de los animales!
como objetos o sujetos de dertchO..ooocnnnininoninonmmsecrrrs. 721
e.2. Los delitos AN enla ley coconcinicincninonicnnonacconnonacrnronoracananonnranio 72D
f. La Ley N* 27.330... bona envrrancenearersoscosanero 127
g. Los delitos previstos en la Ley de Pana (ne 2. 421)... A
g.1. La caza sin autorización del tenedor legítimo del predio
(Caza furtiva)... Ñ sresranarscncacosarao
cacao ARI
g.2. La Caza de especies prohibidas;(Depredación). annonraraananannanes 129
g.3. La Caza con medios prohibidos ...oooncncnnninnsnnnncanerrerccccrs 791
24. Comercializar piezas de caza prohibida ias 731
CASOS DE DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA ocoocnconconononannnnnnncrnorocroroccncrocenross DIO
23
GONZALO JAVIER MOLINA
TÍTULO VII
DELITOS CONTRA EL ORDEN PÚBLICO
TÍTULO IX
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN
|. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO ..ococoncccnncnonncnncn can cnn nacinnonan cnn rro nen nannnon ano nan nan on nac ona caraccaana 199
24
MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
TÍTULO X
DELITOS CONTRA LOS PODERES PÚBLICOS Y EL ORDEN
CONSTITUCIONAL
2, EL MOTÍN... a a O
a. La indebida atribución de los. derechos. del pueblo pl
b. Alzamiento PÚBLICO cocccoconnononnnnnnnenenaniannaninas. 791
25
GONZALO JAVIER MOLINA
TÍTULO XI
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
8. ATENTADOS LEVES. . 3 .
a. Perturbación del. ajillo de funciones públicas. dl
b. Impedimento de un acto funcional... o... oncininnnonoonocinoncnnonaron
cnc soooonocanracnonanas
9. INSUBORDINACIÓN MILITAR..
10. VIOLACIÓN DE FUEROS.. AAA
11. INCOMPARENCIA DE TESTIGO, PERITO O INTÉRPRETE ooooonncononanconnnonaconaresrcaran
conan
26
MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
27
GONZALO JAVIER MOLINA
. ENRIQUECIMIENTO ILÍCITO
.. ..864
a. Consideraciones de politica critninals y reonstitucionalidad de la
figura penal... Pa ce. A]
. El tipo objetivo; ¿Delito activo uHomisio?.. se. 868
oa g
28
MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
CAPÍTULO X: PREVARICATO
. PREVARICATO DEL JUEZ... 2.874
a. La figura básica .. A TO
b. Agravante y aplicación a.a otros5 sujetos SN 076
. PRISIÓN PREVENTIVA ILEGAL .cooconoconincccicicnrn
cnn cnn canoa rar ana canas 877
is DeEcrctatla prisión proventva aunar aña 0
b. Prolongar la pa pos AN ss 878
c. El tipo subjetivo ... 2.....879
. PREVARICATO DEL ABOGADO.. Do Pos ......880
a. Discusión sobre la unidad o deidaa 8 delito... LS
b.. Elementos del'tipo penal miccional
. PREVARICATO DE OTROS FUNCIONARIOS .evirccccrerinrararirarairirrcnr
entraran errar OZ
29
GONZALO JAVIER MOLINA
TÍTULO XII
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
30
MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
TÍTULO XIII
DELITOS CONTRA EL ORDEN ECONÓMICO Y FINANCIERO
31
GONZALO JAVIER MOLINA
TÍTULO XIV
LOS DELITOS ADUANEROS
TÍTULO XV
DELITOS TRIBUTARIOS
32
MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
33
PRÓLOGO
En el año del centenario del Código Penal Argentino se publica esta obra
dedicada exclusivamente a la parte especial del derecho penal.
En el tiempo de vida que lleva el Código Penal, ha recibido una gran
cantidad de modificaciones, tanto en la parte general, pero principalmente en
la parte especial y en las leyes especiales. Se cuentan ya aproximadamente mil
reformas al sistema penal argentino desde el año 1921.
Muchas de esas reformas han sido una verdadera necesidad para adaptar la
ley penal a los cambios sociales. No se podía pensar en el año 1921 en el delito
de grooming, por ejemplo, y es por ese motivo que se justifica la introducción
de nuevas figuras o la necesidad de modificación de muchas existentes (actual-
mente los delitos de duelo parecen una muestra de museo).
Pero la gran mayoría de las reformas penales que ha tenido nuestro código
obedecen a reformas demagógicas en las que el legislador, en su pretensión de
atraer nuevos votos para la próxima elección, se muestra preocupado por la
seguridad ciudadana y no tiene otra idea más que modificar el Código Penal,
generalmente creando nuevos delitos, agregando agravantes a los ya existentes
o aumentando las penas de los que siempre existieron. Pareciera que se sigue
la idea de “criminaliza que algo queda”.
La propuesta de mayor punitivismo, concebida como solución a todos los
problemas de la sociedad, no es nueva, y ya se ha demostrado a lo largo de la
historia que no resuelve esos problemas de inseguridad, que siempre existie-
ron, sino que, por el contrario, dejan como consecuencia un sistema legal que
coloca a los operadores en situaciones muy problemáticas cuando advierten
que los delitos de peligro tienen más pena que los delitos de lesión, o cuando
deben aplicar al caso una pena absolutamente desproporcionada a la verdadera
afectación del bien jurídico protegido.
Es indudable la necesidad de una reforma integral de nuestro Código Penal
con la finalidad de que vuelva a ser un código verdadero, con sistematicidad y
coherencia, cosa que ha perdido después de tantas reformas parciales.
35
GONZALO JAVIER MOLINA
36
MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
Se incluyen al final de cada grupo de delitos (cada título del libro segundo
del Código Penal) una serie de casos prácticos, pensados para poner a prueba los
conceptos teóricos señalados en cada tema. En definitiva, el estudio de la teoría
tiene como objetivo resolver los casos prácticos, especialmente en el ámbito
del derecho penal, en el que los operadores judiciales hacemos eso diariamente.
También se incluye al final de cada título una indicación de bibliografía
con las obras más relevantes sobre cada tema, con el convencimiento de que
las referencias bibliográficas serán más útiles separadas por materia, para quien
pretenda profundizar o consultar temas o problemas específicos de cada delito.
Espero que la obra sirva al estudiante de grado, de posgrado y a los ope-
radores judiciales que pretendan tener una visión más actualizada de la parte
especial del derecho penal argentino.
37
INTRODUCCIÓN A LA PARTE ESPECIAL DEL
DERECHO PENAL
39
GONZALO JAVIER MOLINA
A. EL PRINCIPIO DE LESIVIDAD
| “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la
moral pública ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios y exentas de la
autoridad de los magistrados [...]”.
z Se podría pensar que el suicidio no es punible porque no habrá autora quien enjuiciar
(estará muerto y la acción penal se extingue). El verdadero motivo de la no punición
del suicidio no es la extinción de la acción penal, sino la atipicidad de la conducta. Por
ello, tampoco es punible la tentativa de suicidio o autolesión.
40
INTRODUCCIÓN
Sin embargo, al día de hoy se puede ver en muchos códigos contravencionales dispo-
siciones que sancionan este tipo de conductas.
4 Artículo 18 de la C. N.: “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio
previo fundado en ley anterior al hecho del proceso”.
41
GONZALO JAVIER MOLINA
Precisamente una de las grandes críticas hechas por Beccaria en su obra De los delitos
y de las penas tiene vinculación con la arbitrariedad que reinaba en la imposición de
las sanciones penales de los sistemas absolutistas. Cfr. BECCARIA, Cesare. De los
delitos y de las penas. Bogotá: Temis, 2000,
42
INTRODUCCIÓN
43
GONZALO JAVIER MOLINA
44
INTRODUCCIÓN
6 Por ejemplo, en la causa “Kimel vs. Argentina”, sentencia del 02 de mayo de 2008 de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Por ejemplo, en el ámbito de los delitos contra el honor, y a consecuencia de la causa
“Kimel...”, mencionada en nota anterior, el congreso nacional modificó no solamente
la estructura del delito de injuria —exclusión de la tipicidad en casos de interés públi-
co— sino que además, y para todos los supuestos, modificó la clase de pena (pena de
multa en reemplazo de prisión).
45
GONZALO JAVIER MOLINA
a través del Poder Legislativo sólo puede habilitar punición (crear delitos) en
la medida en que se lo permitan los principios constitucionales y los tratados.
De allí, las limitaciones que surgen para el legislador o los operadores judicia-
les al momento de crear leyes penales, o aplicarlas. El principio de lesividad,
culpabilidad, legalidad, mínima intervención, o intrascendencia de la pena, le
imponen al legislador y operadores judiciales los límites hasta los que puede
llegar el sistema penal.
Sin embargo, desde hace muchos años existen tanto en la Constitución
Nacional como en los tratados, algunas disposiciones puntuales que imponen
al legislador la obligación de criminalizar ciertas conductas humanas. De este
modo, así como existen disposiciones que limitan la punición, existen otras que
obligan a criminalizar. Es el caso del artículo 29 de la Constitución Nacional
que obliga a tipificar el delito de concesión de poderes tiránicos (previsto ac-
tualmente en el artículo 227 del Código Penal).
Del mismo modo, en la Constitución Nacional encontramos también en el
artículo 22 la obligación de tipificar el delito de sedición, que está previsto en
el artículo 230 del código penal.
Esta obligación de criminalizar ciertas conductas, puede surgir también de
instrumentos internacionales (tratados, convenciones) que hayan sido ratificados
por el Estado argentino, y serán una obligación para el legislador, tengan o no
rango constitucional.* Si existe el instrumento al cual se ha obligado el Estado
argentino ante la comunidad internacional, entonces deberá crear en su legis-
lación interna el correspondiente delito. Asimismo, en caso de que la conducta
delictiva ya exista en nuestra legislación interna antes de la ratificación del
Tratado o Convención, el Estado argentino tendrá la obligación de mantener
la existencia de ese delito, y no podría derogarlo. Por ejemplo: muchos delitos
contra la administración pública existen en el código penal desde 1921, antes
de la ratificación por parte de la Argentina de la Convención Interamericana
Contra la Corrupción. Se considera en ese caso, que el Estado argentino ya
tiene cumplida esa obligación de tipificar la conducta, pero no podría derogarla
si es que está impuesta por la respectiva convención.
El incumplimiento de los instrumentos internacionales traería como conse-
cuencia, la responsabilidad del Estado argentino ante la comunidad internacional.
Aunque el Tratado no tenga rango constitucional, en los términos del art, 75 inciso
22, siempre tendrá rango superior a la ley interna, e impondrá la obligación (interna-
cional) de crear el delito o mantenerlo en los límites del instrumento internacional, si
ya estuviera previsto,
46
INTRODUCCIÓN
47
GONZALO JAVIER MOLINA
1
Se ha discutido en la Argentina durante mucho tiempo, si el art. 4? de la Convención
Americana de Derechos Humanos establece una obligación de penalizar los homicidios
y abortos en todos los casos, o si sería posible desincriminar el aborto u homicidio en
algún supuesto.
Considero que ese es un ejemplo de los casos de protección de un derecho en forma
genérica, sin la obligación de criminalizar determinadas conductas. La simple mención
a la protección de la vida desde la concepción no implica la obligación de criminalizar
una conducta que pueda implicar una afectación a ese derecho. Cuando el tratado
pretende imponer esa obligación de criminalizar, lo dice expresamente.
Para más detalles vinculados a esta discusión, ver MOLINA, Gonzalo, “El aborto en
el bloque de constitucionalidad”, en Briicken bauen. Festschrifi fiir Marcelo Sancinetti
zum 70 Geburstag, Ed. Duncker € Humblot, Berlín, 2020,
48
INTRODUCCIÓN
13 Para un tratamiento más detallado del tema, ver MOLINA, Gonzalo. Estudios de
Derecho Penal. Resistencia: Contexto, 2013, p. 37 y ss.
49
GONZALO JAVIER MOLINA
50
INTRODUCCIÓN
de delitos por la producción de ciertos resultados más graves, como por ejemplo
las lesiones o muerte de la víctima.
Una interpretación racional y respetuosa de los principios constitucionales
obliga a pensar que esas agravantes sólo podrían aplicarse en los casos concretos
en la medida en que pueda imputarse ese resultado al autor por una relación
de imputación objetiva entre la conducta y ese resultado. De modo que si la
conducta del autor no puede vincularse con ese resultado más disvalioso por el
dolo o la culpa, sino sólo por una relación de causalidad, entonces será imposible
justificar la imputación del resultado, con la imposición de una pena más grave.
Si el autor no tuvo dolo, o al menos culpa en relación a ese resultado más grave,
entonces no se justifica el aumento de pena. La aplicación de agravantes en estos
casos serían simplemente una consecuencia del llamado versari in re illicita.
Pero además, en muchos supuestos de agravantes por el resultado, tal vez
sea razonable sólo admitir dolo y ni siquiera la culpa o imprudencia, teniendo
en cuenta que las penas se agravan considerablemente'*. Se supone que la
conducta dolosa siempre es más grave que la culposa.
Como se advierte de una lectura de la segunda parte del código penal ar-
gentino, los delitos están divididos en distintos títulos que agrupan las figuras
penales de acuerdo a los bienes jurídicos protegidos. Así, encontramos el título
I que se refiere a los delitos contra las personas, el título 11 que se refiere a los
delitos contra el honor, el Il a los delitos contra la integridad sexual, etc.
Teniendo en cuenta esta división que la misma ley impone, y las discusiones
dogmáticas que puedan presentarse para tratar de resolver dudas que surjan de
la interpretación de la ley, el bien jurídico cobra una enorme importancia. Es
por ello que necesariamente hay que detenerse en cada figura penal para tratar
de explicar primero cuál sería el bien jurídico protegido. Esto permitirá resolver
16 Esta discusión se da por ejemplo, en el caso del artículo 165 del código penal. Un
sector de la doctrina penal argentina sólo acepta el dolo en relación a la producción
de la muerte de la victima en el robo, argumentando la gran diferencia en la pena que
existe entre el artículo 165 del C.P. y los artículos 164 y 84 aún por aplicación de las
reglas del concurso.
51
GONZALO JAVIER MOLINA
52
INTRODUCCIÓN
53
GONZALO JAVIER MOLINA
óptica de la imputación del delito de omisión simple o pura, todas las personas
están obligadas en principio, y en la medida de sus posibilidades a realizar una
acción de salvamento.
El fundamento de este deber general para todas las personas es el principio
de un “mínimo deber de solidaridad social”. Se supone que por la misma vida en
sociedad, esperamos que las demás personas presten una mínima colaboración
en caso de peligro para ciertos bienes jurídicos protegidos penalmente.
Esta situación típica que genera un deber de actuar, puede tener su origen
en un acto humano'*, o en un acto de la naturaleza. El primer caso, sería por
ejemplo: X atropella con su auto a Z, quien queda herido de gravedad. A pasa
por el lugar, advirtiendo el estado de la víctima. En el segundo caso, por ejem-
plo: Z está herido de gravedad como consecuencia del golpe en su cabeza de
la rama de un árbol.
Incluso en estos casos, a su vez la situación puede haberse originado en una conducta
de la misma víctima cuyo bien jurídico se pone en peligro, en una conducta de la mis-
ma persona que luego omitirá, o en una conducta de un tercero. En el segundo caso,
probablemente estemos en presencia de un delito impropio de omisión, con posición
de garante por el hecho precedente,
“La omisión no se identifica con la inactividad. Cuando el individuo no hace nada
está inactivo, pero se puede estar inactivo sin incurrir en omisión. El de inactividad
es un concepto natural: mira el no hacer, en si mismo, como ausencia de movimiento
corporal. El de omisión es un concepto normativo, porque sólo tiene sentido cuando
la inactividad del individuo se mira con referencia a una norma que demandaba una
actividad”. Cfr. NÚÑEZ, Ricardo. Tratado de Derecho Penal. Parte general. Tomo
L Córdoba: Editorial Marcos, 1987, p. 237. También Eduardo Novoa Monreal se
expresa al respecto: “A nuestro juicio, la omisión no puede ser considerada como la
negación de una acción, porque en ella cabe tanto la inactividad total (muy rara en la
vida real) como la realización de una acción diversa de la ordenada. Esto demuestra
que la omisión se vincula más a lo normativo que a una realidad natural”. Cfr. Novoa
MONREAL, Eduardo. Los delitos de omisión en Doctrina Penal, año 6, n.* 21, p, 34,
54
INTRODUCCIÓN
2% Existen algunas figuras de omisión simple que prevén la obligación de realizar más de
una conducta, en forma alternativa. De manera que la norma otorga la posibilidad al
autor de quedar al margen de la tipicidad, incluso cuando no pueda realizar la primera
acción mandada. Como ejemplo típico, en el código penal argentino, la figura de omisión
de auxilio (artículo 108) manda al sujeto a prestar el auxilio, Pero en caso de que esa
conducta no fuere posible para el autor (omitente), aún le queda la posibilidad de actuar
conforme a Derecho, si da aviso a la autoridad. Según la interpretación mayoritaria en
nuestra doctrina penal, la posibilidad de cumplir con el mandato legal dando aviso a la
autoridad, es subsidiaria: sólo podria omitir la primera conducta el autor si le resultare
imposible su realización.
55
GONZALO JAVIER MOLINA
21 Luego se verá que si el error del autor es invencible, se excluye responsabilidad penal
a título de dolo y también a título culposo. Si el error fuera vencible, se excluirá sólo
la responsabilidad penal dolosa, pero subsistirá la posibilidad de penar a título de culpa
(imprudencia) siempre que estuviera prevista esta forma de tipicidad para la figura penal
que estemos tratando, Si en nuestro caso imputáramos un homicidio por omisión (esto
sólo sería posible, si nuestro omitente además fuera garante) podría penarse al sujeto
por homicidio culposo. Si lo que se imputa es la simple omisión de auxilio (artículo
108 del C.P. argentino) por falta de dolo, la conducta sería impune, ya que no existe
una figura de omisión de auxilio culposo. Por lo demás, la solución es valorativamente
aceptable en el ejemplo, considerando que la persona (sin ser garante) actuó con la
voluntad de salvar.
56
INTRODUCCIÓN
57
GONZALO JAVIER MOLINA
Sobre la distinción entre homicidio por omisión y abandono de persona (artículo 106
del C.P.) ver “El delito de abandono de personas en el Código Penal argentino. Su
relación (como delito de peligro) con los delitos de lesión”, en MOLINA, Gonzalo J.
Estudios de Derecho Penal, ob. cit., p. 287. Sobre este mismo tema, SANCINETTI,
Marcelo, comentario al caso “Travi Basualdo, Lorenzo Juan de Dios Pedro” de la
Cámara Nacional de Casación Penal, Sala I, del 21/10/03, publicado en Ziffer, Patricia
(directora), Jurisprudencia de Casación Penal. 1, Buenos Aires: Hammurabi, 2009, p.
247 y ss.
En este caso se imputará el delito por omisión impropia consumado.
En estos supuestos se imputará el delito por omisión impropia en grado de tentativa,
Se aplican las reglas de la tentativa en todos sus alcances. Por ejemplo, se tratará de
tentativa idónea o inidónea, aplicándose la reducción de la pena correspondiente en
cada caso,
58
INTRODUCCIÓN
E. NEXO DE EVITACIÓN
La vinculación con el resultado —en estos delitos— requiere de cierta
precisión respecto al grado de vinculación entre el no hacer y la producción del
cambio físico en el mundo exterior relevante para el Derecho Penal. Así como
los delitos activos exigen una relación muy estrecha entre la acción y el resul-
tado típico, en los delitos omisivos se requerirá también un vínculo hipotético
entre el no hacer y el resultado.
En los delitos activos se exige —como requisito indispensable— la relación
de causalidad, que se comprueba utilizando la fórmula de la supresión mental
hipotética. Una condición será causa del resultado, solamente si de suprimirse
mentalmente tal condición, el resultado no se produce”. Ejemplo: A dispara a
B con un arma de fuego, y lo mata. Para saber si la acción de A de disparar ha
sido causa de la muerte, debería suprimirse mentalmente —en forma hipoté-
tica— esa acción de A. En este caso, la muerte de B no se hubiera producido.
Entonces, la acción de A de dispararle a B es causa de su muerte.
De tal modo, una condición no será causa del resultado, si suprimida men-
talmente, ese resultado igualmente se produce. Según la teoría de la equivalencia
de las condiciones, todas las condiciones que han influido serían causas de la
producción del resultado.
En los delitos omisivos, el análisis lógico es totalmente inverso. Una omi-
sión no puede ser causa de nada (ex nihilo, nihil fit). Es por ello que aquí no
debemos proceder con la supresión mental hipotética”, sino con una “agrega-
ción mental hipotética”*!, Debemos imaginarnos hipotéticamente qué hubiera
ocurrido si la acción mandada se hubiera realizado. Si la acción mandada —que
no se realizó— hubiera impedido la producción del resultado, eso significa que
existe un nexo de evitación entre la pura omisión del autor y el resultado”. Se
59
GONZALO JAVIER MOLINA
dará por cumplido este elemento de los delitos impropios de omisión, y deberá
continuar el análisis con la posición de garante.
En cambio, si la acción mandada —que el autor no realizó— no hubiera
impedido la producción del resultado, no existirá nexo de evitación. En conse-
cuencia, no podrá imputarse el resultado a la omisión del autor, al menos no a
título de delito consumado.
En estos supuestos en que no se comprueba el nexo de evitación, solo podría
imputarse el delito a título de tentativa en ciertos casos en que el resultado podría
haberse producido razonablemente desde una perspectiva ex ante. Pero, además,
si la conducta es imprudente —no dolosa— cuando no puede comprobarse
el nexo de evitación, la consecuencia será la impunidad”. Ejemplo: B se está
ahogando. Aunque no sabe nadar, A tiene en sus manos un salvavidas que no lo
arroja en ningún momento, porque desea la muerte de B. Finalmente se produce
la muerte de B, y se comprueba además que en el caso particular si 4 hubiera
arrojado el salvavidas, de todas maneras, B hubiera muerto porque debido a las
condiciones de la corriente del agua, éste no hubiera podido agarrarlo, En este
caso sólo podría penarse por tentativa. Si además, el autor hubiera actuado sin
dolo —sólo con imprudencia— la consecuencia sería su impunidad.
Entonces, en los delitos omisivos lo que debe hacerse es imaginar —hipo-
téticamente— un curso de acción no acontecido, no realizado por el autor. Hay
que suponer la realización de la acción debida, y si de esa manera el resultado se
hubiera evitado, sólo entonces existirá el nexo de evitación, y en consecuencia
podrá imputarse objetivamente el resultado.
E. POSICIÓN DE GARANTE
Finalmente, para completar el tipo objetivo de los delitos impropios de
omisión, hace falta la posición de garante. No toda persona que omite un sal-
vamento pudiendo hacerlo, responderá como si hubiera causado el resultado.
Y esto es así, aunque se compruebe el nexo de evitación entre su omisión y
el resultado típico; porque faltará que esa persona tenga con el bien jurídico
afectado, una relación especial que lo obligue por encima del resto de la gente.
60
INTRODUCCIÓN
4 Pueden darse casos de omisión en los que exista más de un garante. En estos supues-
tos, todos los garantes que omitan responderán como si hubieran causado el resultado,
siempre que se den también a su respecto, los demás elementos objetivos de la tipicidad
impropia omisiva.
3% Ciertamente, podría discutirse si la figura penal a aplicar al padre sería la del artículo
80, inciso 1%, o solamente la del artículo 79. A favor de imputar solamente ésta última,
se podría decir que aplicar el homicidio agravado por el vínculo implicaría una doble
desvaloración de una misma circunstancia: la relación entre el padre (omitente) y su
hijo (victima). Por ello se podría afectar el principio constitucional ne bis in idem. El
razonamiento sería el siguiente: se considera la relación padre-hijo para construir la
imputación por un delito de omisión impropia (homicidio), en referencia a la posición
de garante que es uno de sus elementos esenciales. Luego, se valora otra vez esa misma
circunstancia (relación padre-hijo) para agravar el ilícito, llevando la conducta a la
figura más grave que exige precisamente —como motivo de la agravante— la relación
de descendencia o ascendencia, Por ello, la relación entre el padre y el hijo que ya se
valoró en la construcción de la figura básica del homicidio por omisión impropia, no
podría volver a valorarse para agravarla,
61
GONZALO JAVIER MOLINA
62
INTRODUCCIÓN
Los elementos de los delitos de omisión pueden graficarse del modo si-
guiente:
[ Situación Típica Y
Sá : q DOLO
Omisión Impropia Producción del iS
Resultado Típico (Representación de
los 6 elementos)
Nexo Evitación
Posición de
Garante )
63
TÍTULO 1
LOS DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
1. EL HOMICIDIO SIMPLE
El artículo 79 del código penal argentino establece que será sancionado con
una pena de 8 a 25 años de reclusión o prisión el que matare a otro, siempre
que en el código no se estableciere otra pena.
El bien jurídico protegido por el delito es la vida de todo ser humano.
Actualmente, en el ámbito del código penal argentino, se entiende también que
actúa como bien jurídico protegido (secundario) la autodeterminación de la
victima sobre su propia vida!. Esto surgiría de las disposiciones del código en
cuanto no impone pena al suicida. Si no se pena a quien afecta su propia vida,
será porque la conducta prohibida está relacionada con la afectación de la vida
de otro que no consienta el homicidio. En algún momento se pensó que la no
punición del suicidio se debía a la falta de culpabilidad (inimputabilidad) en el
autor al momento de cometer el hecho?.
! En este sentido, BACIGALUPO, Enrique. Estudios sobre la parte especial del Derecho
Penal. 2* edición. Madrid: Akal, 1994, p, 14.
2 Como señala García Calderón, al estar tipificadas en el código penal español las con-
ductas de participación en el suicidio, se reconoce al menos que el hecho de querer
morir no convierte a la persona necesariamente en inimputable, Si así fuera, bastarían
las figuras de homicidio para castigar a los participes en autoria mediada. Cfr. ESCU-
DERO GARCÍA-CALDERÓN, Beatriz. “Sobre la disponibilidad de la vida”. En
GARCÍA VALDÉS, Carlos (coordinador). Estudios penales en homenaje a Enrique
Gimbernat. Madrid: Edisofer, 2008, p. 1959. Lo mismo podría decirse en el Código
Penal argentino.
65
GONZALO JAVIER MOLINA
También se podría decir que es imposible imponer una pena a la persona que
se suicida, al extinguirse la acción penal por la misma muerte? Sin embargo, debe
tenerse en cuenta que en nuestro sistema penal, tampoco la tentativa de suicidio
está penada. Esta es la demostración más cabal de que la autodeterminación de
las personas sobre su propia vida, debería considerarse en el ámbito de estas
figuras delictivas. Una prueba más de esta valoración de la autodeterminación
es que tampoco está penada la automutilación en nuestro sistema penal*,
En definitiva, aunque el consentimiento de la víctima no sea suficiente para
excluir la punición por homicidio —se impone pena porque se considera que,
aún con su voluntad, la vida interesa a toda la sociedad*— debe ser considerada
al menos a los fines de la determinación de la pena, y al analizar los problemas
de la eutanasia”,
A su vez, en el código penal —y en referencia a la protección de la vida
humana— es necesario hacer una distinción en cuanto a la intensidad de la pro-
tección. Al principio, señalamos que el delito de homicidio protege la vida de
todo ser humano nacido del vientre materno; por ello se impone una distinción
con la otra forma de proteger la vida humana, a través de la figura de aborto.
66
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
67
GONZALO JAVIER MOLINA
Esta teoría otorga gran importancia a las disposiciones del Código Civil en relación al
comienzo de existencia de las personas, Con la vigencia del Código Civil argentino de
1871, se invocaba el artículo 70 del C. C.:*[...] desde la concepción en el seno materno
comienza la existencia de las personas”; articulo 63 del C. C.: “Son personas por nacer
las que no habiendo nacido, están concebidas en el seno materno”. A su vez, la C. A.
D. H. establece en su artículo 4 que: “Toda persona tiene derecho a que se respete su
vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la
concepción”, Conjugando las normas del Código Civil mencionadas, con el artículo 4
de la Convención, estos autores sostenían que el comienzo de la protección del aborto
regiria a partir del momento de la concepción en el seno materno de la persona por
nacer; es decir, a partir de la fecundación. A partir de la vigencia del nuevo Código Civil
argentino (agosto de 2015), considero que no cambiaría la discusión en este sentido, ya
que en el artículo 19 establece: “Comienzo de la existencia. La existencia de la persona
humana comienza con la concepción” (cfr. Código Civil argentino, aprobado por ley
n.* 26.994; promulgado por decreto n.* 1795/2014). Se sigue hablando de la concep-
ción, de modo que podrá seguir discutiéndose si por concepción hay que entender el
momento de fecundación o anidación.
!0 Esta teoría de la anidación, es la que adoptó la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en la causa “Artavia Murillo y otros Vs. Costa Rica”, noviembre de 2012,
especialmente en los considerandos 186 y siguientes y 264 y siguientes.”
68
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
Sobre esta última consecuencia, alguien podría objetar que los supuestos de destrucción
de óvulos fecundados in vitro serían impunes, y eso sería inaceptable, En primer lugar,
es discutible que el sistema penal deba intervenir también en esos casos. Pero aunque
lleguemos a la conclusión de que las destrucciones de óvulos fecundados in vitro deban
ser consideradas delictivas —y por lo tanto, penadas— lo que correspondería —en
virtud del principio de legalidad penal— es que se legisle especialmente el caso como
un supuesto delictivo, mediante la creación de una ley especial. Es lo que ocurre por
ej. en España.
69
GONZALO JAVIER MOLINA
70
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
sostuvo Roxin que es el criterio mayoritario en España, Cfr, ROXIN, Claus, ob. cit.,
p. 1198.
Roxin está de acuerdo en considerar como comienzo del nacimiento, el momento de las
contracciones de dilatación. Cfr. ROXIN, Claus, ob. cit., p. 1197, El autor mencionado,
le da la razón al Tribunal Supremo alemán que establece como momento de inicio del
nacimiento al de las contracciones dilatantes, que abren el canal del parto hasta alcanzar
plenamente la posibilidad de atravesar dicho conducto.
En este punto, Roxin considera que el momento de inicio del nacimiento debería ser
en caso de cesárea: el momento de la apertura del útero. Ver ROXIN, Claus, ob. cit.,
p. 1198.
Considero acertado este criterio de fijación como comienzo del nacimiento, y por tan-
to, como comienzo de protección del delito de homicidio. En contra de esta posición,
confrontar CASABONA, Carlos M. Romeo, “Los delitos contra la vida humana: el
delito de homicidio”, en Revista de Derecho Penal, Santa Fe: Rubinzal Culzoni, 2003,
p. 9 y ss., en las cuales se sostiene que el momento de inicio de protección del homi-
cidio debería ser el de la expulsión del feto. A su criterio, adelantar la protección del
homicidio al momento del parto plantearía problemas probatorios por resultar dificil
determinar en el caso concreto a partir de qué momento empezaría el nacimiento.
Ver caso N? 1, en el anexo de casos prácticos.
m1
GONZALO JAVIER MOLINA
Estos motivos son los que determinan que desde una perspectiva político
criminal sea más correcto adoptar una teoría que considere la protección de
la figura del homicidio ya desde el momento del comienzo del nacimiento'”.
De lo contrario, muchas conductas imprudentes, por ejemplo, por parte de los
facultativos médicos, que maten o provoquen lesiones al feto durante el naci-
miento, serían impunes. Esta tesis puede imponer pena en esos casos, en los que
un mínimo criterio de justicia indicaría que no pueden considerarse impunes.
En este mismo sentido, ROXIN, Claus, ob. cit., p. 1197. También, en nuestro país,
DONNA, Edgardo, Derecho Penal: Parte Especial, tomo 1, Buenos Aires: Rubinzal
Culzoni, 1999, p. 21.
Los llamados casos de “estado vegetativo”.
TE
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
La ley penal (artículo 79 del C.P.) exige que una persona mate a otra.
Debemos recordar que sólo forma parte de la tipicidad objetiva, aquello que
sume algo a la materia de prohibición. En el caso del artículo 79 del C.P., la
expresión: “[...] siempre que en este Código no se estableciere otra pena [...]”,
obviamente que no forma parte de la tipicidad objetiva. Por otra parte, en nada
cambiaría la interpretación de esta figura, si se suprime dicha referencia.
Artículo 23, ley n.? 24,193: “El fallecimiento de una persona se considerará tal cuando se
verifiquen de modo acumulativo los signos, que deberán persistir ininterrampidamente
seis horas después de su constatación conjunta: a) ausencia irreversible de respuesta
cerebral, con pérdida absoluta de conciencia; b) ausencia irreversible de respiración
espontánea; c) ausencia de reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no reactivas;
d) inactividad encefálica corroborada por medios técnicos y/o instrumentales adecuados
a las diversas situaciones clínicas, cuya nómina será periódicamente actualizada por el
Ministerio de Salud y Acción Social con el asesoramiento del Instituto Nacional Único
Coordinador de Ablación e Implante”.
22
Artículo 93, Código Civil: “Principio general. La existencia de la persona humana
termina por su muerte”, Artículo 94: “Comprobación de la muerte. La comprobación
de la muerte queda sujeta a los estándares médicos aceptados, aplicándose la legislación
especial en el caso de ablación de órganos del cadáver”.
73
GONZALO JAVIER MOLINA
El otro debe ser, necesariamente, una persona con vida. En caso de que
el autor crea que la persona está con vida, cuando en realidad está muerta, se
podría presentar un caso de tentativa inidónea”.
Los elementos de la tipicidad objetiva serían entonces: 1) una acción hu-
mana y 2) un resultado (muerte de una persona). Además, entre esa acción y
ese resultado debe existir, en primer lugar, 3) una relación de causalidad, más
4) una relación de imputación objetiva.
Si no existiera relación de causalidad entre acción y resultado, no podría
hablarse de una conducta de homicidio. La excepción a esta exigencia es que
tratemos un supuesto de omisión impropia (comisión por omisión) en el cual
no existe nunca una relación causal. En los homicidios por acción, en cambio,
debe darse necesariamente esa relación de causalidad, y además la relación de
imputación objetiva.
La relación de causalidad se comprueba haciendo aplicación de la teoría
de la supresión mental hipotética. La relación de imputación objetiva es más
compleja, y exige la comprobación de la existencia de dos elementos: la crea-
ción de un riesgo jurídicamente desaprobado, más la realización de ese mismo
riesgo en el resultado. De modo que si no se diera alguno de estos elementos,
no existiría un homicidio consumado.
Sólo podría existir un homicidio en grado de tentativa, si se diera el primer
elemento, y además existiera dolo de parte del autor. Los supuestos que excluyen
cada uno de estos elementos dependen de qué parte de la doctrina penal se siga.
No obstante, existe acuerdo mayoritario en sostener que no existirá creación
de riesgo jurídicamente desvalorado, cuando estamos en presencia de un caso
de riesgo permitido, principio de confianza, competencia de la víctima. De la
misma forma, no existirá realización del riesgo en el resultado, en supuestos
como la no coincidencia del fin de protección de la norma en el caso concreto
de afectación, o en los problemas de comportamiento alternativo conforme a
derecho. El tema es objeto de estudio en profundidad de la parte general del
Derecho Penal.
Con la imputación objetiva se solucionan una gran cantidad de problemas,
que antes la doctrina penal estudiaba bajo el nombre de los “medios morales”
para cometer el homicidio. Se discutían ciertos casos en los cuales, a través
de ciertos medios (plan de conducta) una persona causaba la muerte de otra.
Ejemplo: el sobrino le daba al tío una mala noticia, con la esperanza de que
74
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
C. EL TIPO SUBJETIVO
75
GONZALO JAVIER MOLINA
D. EUTANASIA
76
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
71
GONZALO JAVIER MOLINA
que ese bien jurídico —vida humana— está en cierta forma afectado por la
declaración de irreversibilidad de la enfermedad mortal. Sin embargo, en estos
casos debe considerarse otro bien jurídico al que se reconoce como el derecho
a una muerte digna. Desde esta perspectiva, las personas tenemos derecho a
distintas expectativas de vida, y también expectativas a morir dignamente.
Es por ello, que la muerte sobrevenida por los previos dolores crueles de una
enfermedad terminal, van en contra de ese derecho a morir dignamente, Ante
este conflicto de intereses, Bacigalupo considera que debe prevalecer el derecho
a morir dignamente, y es por ese motivo que llega a justificar por estado de
necesidad, los casos de eutanasia activa o pasiva, siempre que se realicen con
el consentimiento (expreso o presunto) de la víctima.
De esta manera, los casos de eutanasia, podrían ser no punibles incluso
en un sistema penal como el del código penal argentino que no prevé expre-
samente atenuación alguna para la eutanasia, según la opinión de la doctrina
mayoritaria tradicional”.
78
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
79
GONZALO JAVIER MOLINA
2. HOMICIDIOS AGRAVADOS
32 En este sentido, BACIGALUPO, Enrique, Estudios de Derecho penal, ob. cit., p. 29.
s0
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
Ver en este sentido, por ejemplo, la sentencia de la Cámara Criminal n.? 11 de Córdoba,
en la causa “Bachetti, Sebastián Alejandro y otra p. ss. aa. de homicidio calificado por
el vinculo”, sentencia n.? 39 del 02/11/07, publicada en el Dial-AA431C, En esta causa,
el tribunal declaró la inconstitucionalidad de la pena de prisión perpetua prevista para
el delito de homicidio calificado por el vinculo por afectación al artículo 1? de la C. N.
(Razonabilidad de los actos de gobierno en un Estado democrático de Derecho).
4 El texto actual del inciso 1? del artículo 80 fue impuesto por ley n.? 26,791 (14/12/12).
El texto anterior decía: “Se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua, pudiendo
aplicarse lo dispuesto en el artículo 52, al que matare: 19A su ascendiente, descendiente,
o cónyuge, sabiendo que lo son”.
8l
GONZALO JAVIER MOLINA
Esto implica, que en el primer caso, estarían incluidos los padres, abuelos,
bisabuelos, etc., sin límites de ascendencia. En el segundo supuesto, se com-
prenden los hijos, nietos, bisnietos, etc., sin límites de descendencia. No se
incluyen los casos de muerte a los hermanos, tíos y otros parientes que no están
previstos expresamente en la ley penal, por imperio del principio de legalidad
(ley estricta). Estrictamente, esos parientes no son ascendientes ni descendientes.
Tampoco lo son los hijos adoptivos, en ninguna de las formas de adopción. Cabe
aclarar que si bien en estos casos (hermanos, tíos, hijos adoptivos) no se aplica
la agravante por el principio de legalidad, serían casos de homicidio simple, y se
podría aumentar la pena dentro de la escala que prevé el artículo 79, aplicando
las reglas de la determinación judicial de la pena (artículos 40 y 41 del C.P.).
Con respecto al fundamento de esta agravante, se ha mencionado, por
ejemplo, el argumento de una mayor culpabilidad de parte del autor del hecho,
o también el respeto al vínculo de sangre. Podemos decir que el fundamento de
la agravación de la pena en este tipo de homicidios, se debe al especial respeto
que debe tener el sujeto respecto de la víctima. Las reglas de la vida social im-
ponen un mayor respeto al padre, hijo, etc., por los verdaderos lazos afectivos
que generan las relaciones reales de vida entre parientes. El hijo, padre, abuelo,
etc. esperan mucho mayor respeto y protección de parte de estos parientes con
quienes tienen una verdadera vida en común. Sólo por ese motivo se debería
aceptar que la pena se eleve a prisión perpetua.
No se puede aceptar semejante agravante por el mero vínculo de sangre
o vinculo matrimonial. Sí se justificaria la modificación de pena, en casos en
que, además de ese vínculo existan verdaderas relaciones afectivas surgidas
por la convivencia y el respeto mutuo. Por este motivo, debería considerarse
especialmente problemático el caso en que el autor del homicidio de su as-
cendiente, descendiente o cónyuge nunca tuvo con la víctima una verdadera
relación de ese tipo. Existen muchos casos en la vida real, en los que la relación
de los padres con sus hijos o cónyuges entre sí, distan mucho de lo que deberían
ser. Tomemos como ejemplo el caso de un padre que nunca cumplió con las
obligaciones respecto de su hijo. Lo abandonó desde el día de su nacimiento,
incumpliendo durante toda la vida el mandato legal de velar por su hijo. Por
el contrario, aparece en un determinado momento de la vida de su hijo, mal-
tratándolo y castigándolo. El hijo, reacciona en un momento contra su padre,
dándole muerte.
En casos como éste, sería muy difícil justificar el aumento significativo del
monto de la pena prevista por el artículo 80, inciso 19, del C.P. Parecería que
la pena está prevista para casos en que entre padres e hijos, existe una relación
normal, caracterizada por el amor y respeto mutuo. Lo mismo se podría decir
82
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
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GONZALO JAVIER MOLINA
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DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
85
GONZALO JAVIER MOLINA
cualquier relación puede ser considerada entonces “pareja” en los términos del
artículo 80, inciso 1?.
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DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
11. Cfr. DONNA, Edgardo, Derecho Penal. Parte Especial, ob. cit., p. 32, donde señala:
3) La expresión “sabiendo que lo son” excluye a nuestro juicio cualquier forma de dolo
que no sea el directo, El autor debe matar sabiendo con certeza que mata a su cónyuge,
a un ascendiente o descendiente. La duda del autor descarta, a nuestro juicio, el dolo
eventual”.
87
GONZALO JAVIER MOLINA
Vinculo
Dolo directo Hijo - Padre -
Cónyugue - etc.
88
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
a.4.1. Casos con sujetos que no sean intercambiables para la figura penal
Pueden darse por lo menos dos problemas distintos en relación a este caso
con el artículo 80, inciso 1*:
Primer caso
El autor quiere matar a un tercero (con quien no tiene los vínculos que señala
el inciso 1? del artículo 80) por ejemplo a su vecino. Dispara con un arma de
fuego apuntándole, y resulta que mata a su padre que se encontraba detrás. En
principio, no debería responder por el homicidio agravado, al desconocer que
estaba matando a su padre. En este caso, la persona contra la cual se dirigía el
curso causal y la que termina matando, no son equivalentes a los efectos de la
figura del parricidio (artículo 80, inciso 1?, del C.P.), aunque sí serían equiva-
lentes a los efectos del homicidio simple.
89
GONZALO JAVIER MOLINA
Es por ello que tendremos dos propuestas de solución para este caso.
a) Poruna parte, se puede decir que el autor debe responder por homi-
cidio (simple, artículo 79) en grado de tentativa —por la intención
de matar al vecino—, en concurso con homicidio culposo —por la
muerte causada a su padre—.
b) Porotra parte, algunos autores imputarían un homicidio simple con-
sumado (artículo 79 del C.P.)*?. El razonamiento de esta posición es
básicamente el siguiente: el autor quiso matar a otro, y exteriorizó
un curso causal con esa tendencia, que finalmente mató a otro*,
c) Una tercera posición tendría que hacer una distinción muy sutil en
relación a las representaciones del autor al momento de actuar. Si el
autor se representó como probable o posible la producción de muerte
del padre —aunque su intención era directamente matar al vecino—se
podrá decir que tiene al menos un dolo eventual (o dolo alternativo)
en relación al curso causal que finalmente acontece. Como ese dolo
eventual sería suficiente para imputar el homicidio agravado por el
vínculo —siempre que el autor reconozca efectivamente a su padre—
se imputará homicidio agravado por el vínculo (consumado) artículo
80, inciso 1?, del C.P.
2 Pero incluso estos autores nunca podrían imputar el homicidio agravado consumado, ya
que el autor desconoce el elemento objetivo referido al vinculo entre autor y víctima.
4 Ladiscusión sería la misma que se analiza en la parte especial en relación a las posibles
soluciones de los problemas de aberratio ictus. Particularmente no estoy de acuerdo con
esta segunda solución que le quita relevancia al disvalor de acción, y hace prevalecer
el disvalor de resultado,
90
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
Segundo caso
Ahora el autor quiere matar a su padre (es uno de los vínculos previstos
por el artículo 80, inciso 19) y termina matando al vecino que se encontraba
detrás, por un error al apuntar el revólver,
Nuevamente tratándose de sujetos no intercambiables, el error debe tener
alguna relevancia. Está claro que no se podrá imputar la figura de homicidio
agravado por el vínculo, porque objetivamente si bien se mata a otro, ese “otro”
no es el padre del autor. Falta el elemento objetivo de la agravante que exige
entre autor y víctima, un vínculo especial. Quedando en claro que no se imputa
la figura agravada (consumada) las propuestas de solución serían:
a) Tentativa de homicidio agravado (por la intención de matar al padre)
en concurso con un homicidio culposo. El homicidio agravado no se
consuma, porque el padre no muere, sino que muere otro con quien
el autor no tiene ese vínculo especial. Además, la muerte de éste no
se imputaría a título doloso, sino culposo,
b) Tentativa de homicidio agravado en concurso (aparente) con homi-
cidio simple. En definitiva, el autor quiso matar a otro y mató a otro.
El querer matar a otro que además era su padre le agrega el aditivo
de la tentativa de homicidio agravada.
De acuerdo a lo que vimos en la solución del 1? caso, habría que in-
corporar también una tercera forma de solucionar el caso, de acuerdo
a cuáles hayan sido las representaciones del autor en relación al sujeto
“de atrás” que en este caso es el vecino:
c) Solamente si el autor se representó como probable o posible la pro-
ducción de muerte también del vecino, se le podrá imputar su muerte
a título doloso (dolo alternativo) y, en consecuencia, la figura de ho-
micidio simple consumada, En caso de que no se haya representado
esa muerte, sino sólo la del padre —que además, él deseaba— sólo
se le podría imputar la tentativa de homicidio agravado en concurso
con un homicidio culposo.
M4 Particularmente considero que esta es la solución más correcta para los casos de abe-
rratio ictus. La consideración de la posibilidad del “dolo alternativo” lleva a soluciones
más justas, a diferencia de las dos primeras opciones.
91
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DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
93
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DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
15 Eneste sentido, FONTÁN BALESTRA, Carlos, Tratado de Derecho Penal, ob. cit.,
p. 96.
16 Según el diccionario de la Real Academia española, alevosía significa: “Cautela para
asegurar la comisión de un delito contra las personas, sin riesgo para el delincuente.
Es circunstancia agravante de la responsabilidad criminal”.
95
GONZALO JAVIER MOLINA
alevosía cuando se mata a otro de modo traicionero, es decir: sin riesgo para el
autor y ante un estado de indefensión de la víctima”.
De modo que la tipicidad objetiva de esta figura, se completaría de la
siguiente manera: además de la acción homicida y el resultado persona muerta
que debe existir en todo homicidio simple, aquí es necesario que al momento de
matar, exista falta de riesgo para el autor, y además un estado de indefensión
de parte de la víctima.
Existe indefensión de la víctima, incluso cuando ella pueda ejercer una
minima defensa o cuando lo haga otra persona en su beneficio. Lo determinante
es que al momento del ataque no exista verdadera posibilidad de defensa. Por
este motivo, si otras personas pudieran reaccionar con posterioridad al ataque
mortal, en contra del autor, esto tampoco se puede considerar posibilidad de-
fensiva, por lo tanto habrá también alevosía en este caso**,
No es necesario que el estado de indefensión haya sido provocado por el
autor, bastando con que éste se aproveche de esa situación”,
Un sector de la doctrina nacional, considera necesario que exista un tercer
elemento para que se configure la alevosía: el ocultamiento del autor o de la
agresión misma del autor”, Considero que este elemento no es necesario en
47 Elcódigo penal español define, en su parte general, lo que debe entenderse por alevosía,
diciendo: Artículo 22.1. “Existe alevosía cuando el autor comete el hecho empleando
en la ejecución medios, modos o formas que tiendan directa o especialmente a ase-
gurarla, sin el riesgo que para su persona pudiera proceder de la defensa por parte del
ofendido”. No existe en el código penal argentino una definición sobre lo que debe
entenderse por alevosía, quedando el concepto librado a la interpretación de la doctrina
y jurisprudencia.
48 Cfr. CREUS, Derecho penal. Parte especial, tomo 1, Buenos Aires: Astrea, 1999, p,
20, la cual deja leer un ejemplo del autor según el cual un individuo entra a un bar a
matar a la víctima. En el bar se encuentra con otras personas que no podrían impedir
el golpe mortal, pero que podrían reaccionar después de él. Creus sostiene, y considero
que con razón, que de todas maneras se daría en el supuesto mencionado la agravante
por alevosía. Lo determinante es que no existe posibilidad de defensa para evitar el
hecho.
En estesentido, CREUS, ob. cit., p. 20.
50
En este sentido, por ejemplo: BUOMPADRE, Jorge E., Derecho penal. Parte espe-
cial, tomo 1, Ed. Mave, 2003, p. 137, También Verde, Claudia en BAIGÚN, David
y ZAFFARONI, Eugenio Raúl (director), Código penal y normas complementarias.
Análisis doctrinal y jurisprudencial, tomo 3, 2* edición, Buenos Aires: Hammurabi,
2010, p. 299.
96
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
el Derecho penal argentino para que se configure la agravante por este motivo
del homicidio”.
Veamos un ejemplo para explicar los motivos. 4 quiere matar a B, que está
internado en una habitación de un hospital, imposibilitado de todo movimiento
a causa de un accidente. Además, no tiene posibilidades de hablar o gritar. 4,
sabiendo el estado físico de B, planea matarlo aprovechándose de esa situación.
Por ello, ingresa en la habitación en un momento en que está solo. Acercándose
a la víctima, le dice directamente que planea matarlo en esas condiciones, y
efectivamente lo mata.
En el caso señalado, obviamente no se puede decir que existe ocultamiento.
Sin embargo, no hay ningún motivo para excluir la agravante, si consideramos
que el autor obró sobre seguro, sin posibilidades de defensa de la víctima, y sin
riesgo para su persona. ¿Qué diferencia habría entre este caso —en el que no
existe ocultamiento— y otro típico de alevosía citado por la doctrina tradicional?
¿Qué condimento le falta a este caso —como circunstancia agravante— que
los otros clásicos de alevosía sí tengan?
Si por algún motivo se justifica la agravante del homicidio por la alevosía,
es por la forma de matar que implica un mayor disvalor en la conducta del autor.
Algunos autores dirían también una mayor peligrosidad en su conducta. Pero en
esto, el carácter de ocultamiento de la agresión, o del agresor, no suma nada si
ya podemos confirmar la falta de posibilidades de defensa de la víctima y la falta
de riesgo del autor. Con ello ya es suficiente para que se configure la agravante.
Con esta interpretación, quedarán comprendidos en la agravante, más casos que
con la otra forma de interpretar la figura que exige, además, el ocultamiento”.
Un problema especial presenta la agravante por alevosía en el derecho
penal argentino, ante casos puntuales de victimas indefensas: ancianos, niños,
desvalidos, personas dormidas o inconscientes. Un sector prácticamente ma-
yoritario sostiene en la Argentina que no se podría aplicar la agravante en estos
casos, salvo los supuestos de personas dormidas o inconscientes. El argumento
que se utiliza es que la alevosía requiere una previa aptitud defensiva natural
de parte de la víctima que al momento del homicidio no pueda ejercerse por
distintos motivos. Siendo así, se dice que los ancianos, niños y desvalidos no
Según BUOMPADRE, Jorge E., ob. cit., el tercer elemento surgiría del artículo 22,1
del Código Penal español. Sin embargo, como se ha visto, de ninguna manera se puede
afirmar que sea una exigencia incluso para el código español. Y aunque lo fuera, no lo
sería en el Código Penal argentino.
2 Vercaso N? 4, en el anexo de casos prácticos.
97
GONZALO JAVIER MOLINA
tienen naturalmente esa aptitud de defensa, por lo cual cuando son víctimas de
homicidios, la imputación que corresponde será la de homicidio simple y no
agravado por este motivo”.
Considero que si se agrava un homicidio cometido contra una persona
dormida, por ejemplo —porque de esta forma el autor no tiene riesgo para su
persona, y además no tiene defensa de parte de la víctima— también deberían
considerarse agravados los homicidios contra personas que naturalmente no
tienen esa capacidad de defensa. Es tan reprochable este hecho como el otro.
No hay que confundir el argumento utilizado en el Derecho penal español
para excluir la agravante en estos casos. Según una gran cantidad de autores
españoles”, la agravante no se aplicaría a estos supuestos de ancianos, niños,
etc., porque el artículo 22.1 de su código penal al definir la alevosía requiere la
adopción de medios, modos o formas en la ejecución que tiendan directamente
a asegurarla. En el caso de personas indefensas no existe esa organización de
la ejecución del hecho con tendencia a la indefensión, sino que, indefectible-
mente, la indefensión es inherente a la naturaleza o estado de la víctima. Por
tanto, por más que materialmente pudiera estar justificada, la interpretación que
propugna el castigo de tales supuestos como homicidio agravado vulneraría el
principio de legalidad”,
En el código penal argentino no tenemos una fórmula que defina la alevosía
en los mismos términos que utiliza el código español, pese a que el principio de
legalidad en nuestro sistema tiene la misma fuerza. Por ello, el argumento no
En este sentido, DONNA, Edgardo, Derecho penal. Parte especial, ob. cit., p. 41.
Asimismo, BUOMPADRE, Jorge E., ob. cit., p. 138.
Buompadre, por ejemplo, al tomar partido en este problema, se adhiere a la posición
de aquéllos autores que sostienen que en casos de niños, ancianos y desvalidos no
debería agravarse el homicidio. Como refuerzo de su posición, Buompadre cita una
gran cantidad de autores españoles. Entiendo que los españoles en este punto, tienen un
argumento muy fuerte para impedir la aplicación de la agravante y que en el Derecho
penal argentino no tenemos: el principio de legalidad impide que se aplique en estos
casos porque ellos tienen en el código penal una definición de alevosía que exige “la
utilización de medios y modos específicos que tiendan a asegurar el hecho”.
35 Eneste sentido, SILVA SÁNCHEZ, Jesús M., Lecciones de derecho penal. Parte es-
pecial, Barcelona: Atelier Libros Jurídicos, 2006, p. 34, También invoca el principio
de legalidad y la literalidad del código penal español (artículo 22.1). Cfr. MUÑOZ
CONDE, Francisco, Derecho Penal. Parte Especial, 12* edición, completamente
revisada y puesta al dia, Valencia: Tirant lo Blanch libros, 1999, p, 51.
98
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
99
GONZALO JAVIER MOLINA
Y Ver“El ocasionamiento de muerte que empieza como asesinato y acaba como homici-
dio” en GIMBERNAT ORDEIG, Enrique, Estudios de Derecho Penal, Madrid: Tecnos,
1990, p. 266.
2 —— Tbídem, p. 39,
BUOMPADRE, ob. cit., no está de acuerdo con este requisito exigido por Bacigalupo,
por considerar que hace referencia al sistema penal español. Por ello, considera que no
se puede aplicar la exigencia al Derecho argentino.
100
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
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GONZALO JAVIER MOLINA
102
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
necesario una división de funciones para cometer el hecho. En los casos del artículo
80, inciso 39, sólo quien ejecuta el homicidio tiene el dominio del hecho. El que ofrece
el pago nunca lo tuyo.
Cfr. BACIGALUPO, Enrique, ob. cit., p. 44. El autor considera que los participes en
estos hechos no deberían responder con la misma pena que la del autor principal, sino
con la del homicidio simple por “tratarse de una circunstancia personal que caracteriza
la disposición moral del delincuente y cuyo conocimiento por parte del inductor, que
utiliza el precio, la promesa o la recompensa como medio para mover la voluntad
del autor, no es suficiente para dar a su hecho una mayor reprochabilidad, pues es
caracteristico de la instigación que el instigador se valga de medios que movilicen al
autor [...] por lo tanto, el móvil de la recompensa deberá tratarse como un elemento
personal vinculado a la culpabilidad del autor y al inductor sólo deberá aplicársele la
pena correspondiente a la inducción al homicidio [...]”. El citado autor, considera que
sólo se podría penar también a los partícipes cuando al ofrecer el dinero o prometerlo,
ellos también hayan actuado motivados por el precio. Algunos autores en la doctrina
penal argentina, han tomado esta interpretación de Bacigalupo, trasladándola directa-
mente al código argentino, Cfr, Verde, Claudia en BAIGÚN, David y ZAFFARONI,
Eugenio Raúl (director), ob. cit., p. 342, donde queda señalada la posición de Baciga-
lupo como una interpretación aplicable a nuestro artículo 80, inciso 3%. Sin embargo,
entiendo que la interpretación que hace Bacigalupo para negar la misma punición a
los participes en estos casos, no se puede trasladar al código argentino, ya que tiene
su fundamento enraizado en el texto del código penal español, concretamente en la
limitación que surge del artículo 60.1 de ese cuerpo legal (se refiere al código penal
anterior a la reforma de 1995), Allí, expresamente se disponía que: “las circunstancias
agravantes que consistieren en una disposición moral del delincuente servirán para
agravar la responsabilidad sólo de aquéllos culpables en quienes concurran”. Con una
disposición tan clara, obviamente que Bacigalupo no podría decir otra cosa. No podria
hacer la misma interpretación que hacemos en el código penal argentino. En nuestro
código (artículo 48) las circunstancia agravantes del autor principal, sólo deben ser
conocidas por el participe.
103
GONZALO JAVIER MOLINA
En este sentido, por ejemplo, ZAFFARONTI, Eugenio R.; Alagia, Alejandro y Slokar,
Alejandro, Derecho penal. Parte general, Buenos Aires: Ediar, 2000, Alli señalan que:
“[...] el desistimiento que opera sobre una tipicidad en curso la revoca, pues modifica
la configuración del hecho: el desistimiento cancela el peligro de lesión y por ende, se
trata de una etapa posterior atípica”.
104
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
6% Ensentido contrario, CREUS, Carlos, ob, cit., p. 27, sin dar mayor explicación,
105
GONZALO JAVIER MOLINA
del autor. Por un lado se puede cuestionar porqué un homicidio debe agravarse
cuando se provoca por placer u odio; en definitiva se estaría afectando al mismo
bien jurídico de la misma forma: se mata a otro. Se puede decir además, que en
el caso de homicidio por odio, sería difícil que exista un supuesto de homicidio
sin odio hacia la víctima.
Parece más claro que no es válida la objeción constitucional que se funda
en que se estarían penando creencias y opiniones”. De cualquier manera, autores
como Zaffaroni entienden que la agravante es legítima como casos de motiva-
ciones especialmente calificadas. Así como se considera en cualquier delito que
“la calidad de los motivos que lo llevaron a delinquir” (artículo 41 del C.P.)
pueden influir al momento de aumentar la pena dentro de la escala específica
que corresponda a cada figura penal, asi también se puede considerar especial-
mente que estos motivos justifican el aumento de la pena en estos homicidios”.
Placeres la sensación de contento o satisfacción que produce cierto hecho o
circunstancias”. Lo determinante en esta agravante es que el autor haya matado
por el placer de matar. Es necesario que ése haya sido el motivo que lo llevó a
actuar, aunque después de matar en el caso concreto, no lo haya experimentado
efectivamente.
Codicia es el ánimo de lograr ganancias o provecho material mediante la
obtención de dinero, bienes, o liberándose de cargas, y ocupando posiciones
que puedan suministrar ventajas patrimoniales.
Es cierto que no se pueden penar los pensamientos; pero cosa diferente es que se im-
ponga pena por conductas criminales motivadas en el odio a un conjunto de personas.
Cfr. ZAFFARONI, E., “Observaciones sobre la delincuencia por odio en el Derecho
Penal argentino”, en García Valdés, Carlos (coordinador), ob. cit., p. 1735 y ss., esp.
p. 1744,
Como sostiene Zaffaroni, al menos para los casos de homicidios agravados por odio
(racial, religioso o de una nacionalidad) no se trata de cualquier odio, sino del odio
fundado en un prejuicio de pretendida superioridad y dirigido al grupo de pertenencia
de la víctima que, en la mayoría de los casos puede ser perfectamente remplazable. “No
se pena el prejuicio, que es una mera actitud, sino la conducta delictiva que, además
de lesionar el correspondiente bien jurídico, resulta más reprochable por ser discrimi-
natoria”. Cfr. ZAFFARONTI, E., “Observaciones sobre la delincuencia por odio en el
Derecho Penal argentino”, en Garcia Valdés, Carlos (coordinador), Estudios penales
en homenaje a Enrique Gimbernat, Madrid: Edisofer, 2008, p. 1735 y ss.
7 CREUS, Carlos, ob. cit., p. 27.
106
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
Sostiene Zaffaroni que la selección de agravar los homicidios sólo por odio racial,
religioso o por nacionalidad, en definitiva, es arbitraria. Según su opinión, deberían
incluirse también a otros grupos humanos discriminados: personas con necesidades
especiales, ancianas, obesas, bajas de estatura, portadoras de HIV, etc. Él sostiene:
“No parece haber razón para una selección arbitraria de los grupos victimizados por
odio. Si bien el legislador es soberano en cuanto al disvalor de las motivaciones que
toma en cuenta, sería el colmo de la paradoja que una ley antidiscriminatoria incurra
en discriminación”. Cfr. ZAFFARONI, E., “Observaciones sobre la delincuencia por
odio en el Derecho Penal argentino”, en García Valdés, Carlos (coordinador), ob. cit.,
p. 1748,
107
GONZALO JAVIER MOLINA
En todos los casos del inciso 47, tratamos de figuras dolosas en las que los
elementos objetivos y subjetivos no deben coincidir exactamente. El aspecto
objetivo para el homicidio por placer, codicia, odio racial o religioso es siempre
el mismo: igual al del artículo 79. Para ello, hace falta que el autor realice una
acción, un resultado muerte, y entre esta acción y resultado, una relación de
causalidad e imputación objetiva.
En el aspecto subjetivo, además del dolo de matar (el autor se representa
que con su acción provoca la muerte de otro) hace falta la motivación especial
por odio racial o religioso, codicia o placer. Este aspecto del elemento subjetivo,
no necesariamente debe tener su correlato en la realidad.
Debemos destacar que con la sanción de la ley n.? 23.592, el odio racial
o religioso viene a ser una agravante común a cualquier delito, ya que dispone
en su artículo 2? que cualquier delito que sea cometido por persecución u odio
a una raza, religión o nacionalidad sufrirá un aumento en la pena en un tercio
del respectivo delito.
En relación al homicidio, debemos decir que esta ley sólo sería de aplica-
ción para el caso de persecución y odio a una nacionalidad”*, ya que los casos
de odio a una raza o religión estarían comprendidos por el artículo 80, inciso
42, que prevé una pena mayor.
%—— Enestos casos, debería aplicarse la escala penal del artículo 79 elevando un tercio el
minimo (quedaría 10 años y 8 meses) y manteniendo en veinticinco años el máximo, que
es a su vez, el máximo de la especie de pena. En consecuencia el homicidio cometido
por odio racial o religioso es más grave que el cometido por odio a una nacionalidad
y el cometido con objeto persecutorio. Sobre esta distinción, señala Zaffaroni: “Cabe
preguntarse si se justifican las diferentes penas previstas para los casos en que la mo-
tivación sea el odio racial o religioso y para el supuesto en que se trate de odio a una
nacionalidad o de finalidad persecutoria. En rigor, no existe un fundamento racional
para esa distinción. Todo indicaría que en el curso de la elaboración del proyecto al-
guien pensó agregar el odio a una nacionalidad y la persecución en el artículo 2? de
la ley antidiscriminatoria, sin percatarse de que introducía una injustificada diferencia
punitiva en los casos de homicidio y lesiones”. Cfr. ZAFFARONTI, E., “Observaciones
sobre la delincuencia por odio en el Derecho Penal argentino”, en García Valdés, Carlos
(coordinador), ob, cit., p. 1739.
108
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
La agravante se introduce por Ley n.? 17,567, ya que el texto original enunciaba es-
pecificamente al “incendio, inundación, descarrilamiento, explosión o cualquier otro
medio capaz de causar grandes estragos”.
En este sentido, CREUS, Carlos, ob. cit., p. 36. Creus cita en este punto el siguiente
ejemplo: “explosivo que el agente arroja al paso de la víctima dentro del marco de una
manifestación pública, que la mata al golpearla en la cabeza, sin estallar, por haber
sido desactivado sin que él lo supiera”.
109
GONZALO JAVIER MOLINA
medio utilizado sea naturalmente peligroso para generar peligro común y que
además, en el caso particular haya generado ese peligro común (aunque no es
necesario que se haya dañado efectivamente a otro bien jurídico).
El fundamento de la agravante es, precisamente, la peligrosidad de la con-
ducta para otros bienes jurídicos. Entonces, para que se configure la tipicidad
objetiva, es necesario que realmente haya existido ese peligro. No basta con
que el autor se lo haya representado por tratarse de un medio que generalmente
cause ese peligro, como parece entenderlo Creus en su ejemplo y quienes lo
siguen en este punto”.
g.1. Diferencia con los delitos del artículo 186 del C.P.
Un grave problema genera esta figura penal, si pensamos en su diferencia
con los delitos previstos en el artículo 186, incisos 4? y 5? del C.P.”.
Los delitos de incendio y otros estragos previstos en el artículo 186 son
delitos contra la seguridad pública y tienen una estructura de delitos de peligro.
El inciso 1? del artículo 186 pena la mera causación de incendio, explosión o
inundación cuando haya provocado peligro común para los bienes. En el inciso
4” se agrava la conducta cuando hubiere peligro de muerte para alguna persona,
y en el 5 se agrava por la muerte de alguna persona.
El problema sería entonces encontrar un criterio para distinguir el inciso 5%
del artículo 186 (estrago agravado por muerte) del artículo 80, inciso 5? (homi-
cidio agravado por el medio). A la vez, ese criterio debe servir para distinguir
el inciso 4 del artículo 186 (estrago con puesta en peligro de vida humana) del
artículo 80, inciso 59, en grado de tentativa.
110
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
Cfr. LÓPEZ BOLADO, Jorge, Los homicidios calificados, Buenos Aires: Plus Ultra,
1975. Aquí parecería también la opinión de Villar en BAIGÚN, David y ZAFFARONI,
Eugenio Raúl (director), ob. cit.
$0 Enestesentido, SOLER, Sebastián, Derecho Penal Argentino, tomo III, Buenos Aires:
Tipográfica Editora, 1996, p 79.
De tres a diez años (inciso 19) se pasaria a 3 a 15 (inciso 4%) o a 8 a 25 (inciso 59).
82 Ver SANCINETTI, Marcelo, Teoría del delito y disvalor de acción, Buenos Aires:
Hammurabi, 1991, p. 241 y ss,
111
GONZALO JAVIER MOLINA
112
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
$8 Cooperadores subsequens serían los que prestan una colaboración posterior al hecho,
habiendo realizado su promesa previa (artículo 46 del C.P.).
$6 Porejemplo, cfr. BUOMPADRE, Jorge E., ob. cit., p. 156, Este autor incluye los casos de
minoria de edad como supuestos de inimputabilidad. Asimismo, sostiene que si uno de
los autores ha sido violentado, engañado o coaccionado para intervenir en el homicidio,
no se dará la agravante tampoco para los otros. Es decir, en su criterio, la inimputabilidad
o exclusión de la culpabilidad de alguno de los agentes beneficiaria al otro autor que si es
imputable. Particularmente, considero que si el motivo de la agravante es el mayor poder
ofensivo que tiene el autor, y la disminución de posibilidades defensivas de la víctima,
no habría porqué descartar la agravante en casos de que uno de los tres atacantes sea, por
ejemplo, un menor de edad. Tampoco cuando haya estado coaccionado, en la medida en
que haya sumado poder ofensivo al grupo atacante. En todo caso, cada uno de los menores
(no punibles), o de los coaccionados o amenazados quedarán sin pena —si correspon-
diera— en el hecho de homicidio por sus circunstancias personales, Pero eso no debería
beneficiar al otro u otros sujetos que se valen de sus acciones como mayor poder ofensivo
para concretar el homicidio. Los motivos que fundamentan la agravante existen de igual
manera, por lo cual —y siguiendo los principios del ilícito personal— cada uno de los
intervinientes responderá en su medida. En rigor de verdad, los autores como Buompa-
dre, descartan la agravante por esos motivos, porque la intervención de un inimputable,
coaccionado, amenazado o quien es engañado, no prestarian su voluntad, y eso llevaría a
la invalidez de la premeditación o acuerdo. De todos modos, considero que son diferentes
los casos de quien actúa engañado o quien actúa coaccionado, y del inimputable, En esto
tiene la razón Creus cuando sostiene que quien no participa voluntariamente no actuaría
como concurrente, sino como mero instrumento. Cfr. CREUS, Carlos, ob. cit., p. 25.
di Entre otros, CREUS, Carlos, ob. cit., p. 25.
113
GONZALO JAVIER MOLINA
114
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
En este grupo de casos, la agravante del inciso 7? es más parecida a la agravante del
inciso 4? que se refiere al homicidio por odio.
2% Ej: DONNA, Edgardo, ob. cit., p. 50.
91 Ej.: LÓPEZ BOLADO, Jorge, ob. cit., p. 231 y ss.
115
GONZALO JAVIER MOLINA
La agravante fue introducida por Ley n.? 25.601 del año 2002 que pretendía
fundamentar el aumento de la pena por la mayor exposición o vulnerabilidad
en que se encontrarían los agentes policiales debido a la “escalada de violencia
criminal”, Por una parte se ha criticado la agravante por considerarse una
afectación del principio de igualdad ante la ley al “dar valor a la vida humana
de algunos por sobre la de otros”.
Más allá de las supuestas desigualdades, considero que es criticable la
introducción de la agravante desde la óptica de la política criminal, por ser una
manifestación más de la excesiva e indiscriminada inflación del sistema penal.
El recurso al derecho penal simbólico, el pretender que se van a disminuir ciertos
delitos mediante el aumento de penas, es claramente una propuesta condenada
al fracaso”. Por otra parte, se puede considerar que la mayoría de los casos que
puedan ser captados por esta agravante, ya estaban previstos por la agravante
del inciso 7?, Al menos en la gran mayoría de los casos, quien mate a un policía
o agente de seguridad, lo hará para ocultar, consumar, facilitar otro delito, o
para lograr impunidad por el delito anterior”,
116
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
96 Fiszer, Fernando en BAIGÚN, David y ZAFFARONI, Eugenio Raúl (director), ob, cit.,
p. 422. Más claramente en la p. 423 siguiente, donde señala: “Quedan comprendidos
en la agravante los homicidios perpetrados contra personas que están prestando algún
auxilio a las fuerzas de seguridad, siempre que se coopere con un acto propio de sus
funciones”,
27 Lo más común sería que se mate a un policía (por su condición) en tanto esté cumpliendo
esa función. Por ello sería difícil —aunque posible— que se mate a otra persona por el
solo hecho de motivarse en su condición de policía, aunque no esté trabajando como tal.
9% CASTRO y GUARDIA, citados por Fiszer, Fernando en BAIGÚN, David y ZAFFA-
RONI, Eugenio Raúl (director), 0b. cif., p. 424. Para estos autores: “[...] la exigencia
de dolo directo se impone como única respuesta. Si el autor duda, conforme a una
interpretación restrictiva del tipo penal, corresponde la aplicación de la figura básica”.
117
GONZALO JAVIER MOLINA
debe saber que mata a un policía y además, debe haberse motivado en ese dato,
el dolo eventual puede estar en la representación del curso causal. Al igual que
sucede en el supuesto de la agravante por el vínculo (parricidio) es posible que el
autor dude sobre la producción del resultado (ejemplo: dispara con el arma contra
el policía sin estar seguro de acertar). Si sabe que es policía y además su acto
se motiva en esa condición, entonces debe darse por configurada la agravante.
En consecuencia, cualquier supuesto de error (vencible o invencible)
sobre su condición de policía o integrante de fuerzas de seguridad, excluye la
agravante. Ejemplo: el autor mata sin saber que la víctima es policía (sólo se
imputaría homicidio simple).
Podría darse el siguiente supuesto de error: 4 mata a B creyendo que es
policía, y por su condición. En realidad, B no es policía, sino que sólo estaba
disfrazado. En este caso no se puede configurar la agravante, ya que si bien se
da la motivación especial que lleva al homicidio, falta el elemento objetivo:
“ser integrante de las fuerzas policiales”. La motivación especial —si bien es
un requisito indispensable para la configuración de la tipicidad subjetiva— no
puede remplazar la exigencia de ese elemento objetivo”.
De acuerdo a lo expuesto, se podría graficar la tipicidad de esta figura, de
la siguiente manera:
y penitenciarias.
d) + elemento distinto del Dolo: matar EN
2% Incluso para una teoría subjetiva del injusto, no se podría configurar el delito agravado
consumado, sino —como máximo— sólo una tentativa inidónea del homicidio agrava-
do por el inciso 8? en concurso con el homicidio simple. En cambio, otro sector de la
doctrina penal diría que la conducta es atípica del homicidio agravado —no imputarían
ni la tentativa inidónea— ya que no se dan en el sujeto pasivo (tentativa inidónea por
inidoneidad en el objeto) los requisitos necesarios para hablar de un comienzo de eje-
cución de la figura del artículo 80, inciso 8*. Sólo se imputaría el homicidio simple.
Entiendo que Zaffaroni, por ejemplo, debería llegar a esta segunda solución en este
casó,
118
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
119
GONZALO JAVIER MOLINA
102 El abuso de la función implica excederse de los límites que la ley le acuerda, o hacer
uso de facultades que no tiene por su función.
105 Como aquí se propone.
104 Si se sostiene que el elemento abuso es sólo un elemento subjetivo especial, entonces
parecería que en este caso se podría penar por la agravante (excepto que se excluya la
antijuricidad de la conducta por alguna causa de justificación; solución a la que también
se puede llegar en la otra interpretación). En cambio, si se lo considera un elemento
de la tipicidad objetiva, diríamos que no hay abuso, aunque el autor lo haya creído,
porque objetivamente actuó en el marco de la ley.
120
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
105 El artículo 656 del Código de Justicia Militar disponía: “Se impondrá pena de muerte
o reclusión por tiempo indeterminado al militar que frente al enemigo o frente a tropa
formada con armas, ataque, con o sin armas, a un superior, aunque éste no sufre daño
alguno”.
106. MOLINAPICO, Diego, en BAIGÚN, David y ZAFFARONI, Eugenio Raúl (director),
ob. cit., p. 447.
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DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
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GONZALO JAVIER MOLINA
género en la que haya sido víctima la mujer. Ello implica una situación de some-
timiento de la mujer hacia el varón, basada en una relación desigual de poder'"'.
En la tipicidad subjetiva no hay otra exigencia más que el dolo: el autor
debe conocer los elementos objetivos del tipo penal.
124
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
jefe (A), y por ese motivo mata al hijo de Y. ¿Por qué razón se agravaría sólo
cuando la víctima del sufrimiento haya sido alguna de las parejas anteriores o
la actual, y no se agravaría cuando alguien mata para hacer sufrir a otra persona
a quien odia por cualquier motivo?
Parece más lógico que si el fundamento se refiere a las motivaciones del
autor, se debería haber previsto para todos los casos en que la intención sea
hacer sufrir. Es lo que hace precisamente el Anteproyecto de Código Penal
2014 en su artículo 77, inciso 2.b!!?,
El artículo 77, inciso 2,b, agrava el homicidio a quien lo cometiere: “Para causar dolor
a un tercero, mediante la muerte de un pariente o persona afectivamente vinculada a
éste”. Adviértase que se refiere a cualquier persona (un tercero) y requiere una vincu-
lación entre la víctima del homicidio y la otra a quien se pretende hacer sufrir. Es más
adecuada la fórmula desde el principio de legalidad y desde una visión axiológica,
125
GONZALO JAVIER MOLINA
3, HOMICIDIOS ATENUADOS
113 El estado de emoción violenta del artículo 81 inciso 1? a) no es una causa de justifica-
ción, sino un motivo de disminución de la culpabilidad.
126
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
127
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117” Cfr, ZAFFARONI, Eugenio R.; Alagia, Alejandro y Slokar, Alejandro, ob. cit., p. 682.
11%
Ver caso N? 5, en el anexo de casos prácticos.
128
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
112 C.S.J,N., “Antiñir, Omar M. y otros s/homicidio en riña”, rta. el 4/07/2006. Cfr. en
este mismo sentido el caso “S, A. Parafina del Plata”, registrado en Fallos 271: 297,
asi como también los precedentes de Fallos 303: 1548; 312: 149:312: 447; 316: 1190,
disidencia del juez Petracchi; 316: 1239, disidencia de los jueces Petracchi y Belluscio;
316: 1261,consids. 11 del voto de la mayoría y 9 de la disidencia de los jueces Petracchi
y Belluscio.
2% Enel caso del artículo 81, inciso 1? bh, del C.P, argentino, la pena había sido elegida,
considerándose que al momento de sancionarse ese artículo, la pena para el homicidio
culposo era menor a la actual, El artículo 84 fue luego modificado por Ley n.? 25.189
que elevó el máximo de la pena hasta cinco años.
129
GONZALO JAVIER MOLINA
21 Sin embargo, de admitirse este criterio, quedarían fuera del artículo 81, inciso 1? bh,
los casos en que el sujeto actúa con dolo eventual de lesionar, provocando además la
muerte de la víctima de forma culposa. De modo que un hecho “más leve” pasaría a
regirse por las reglas generales del concurso, que tendría una pena mayor si es que
la pena de reclusión del artículo 81 se considera derogada. Quien quiere lesionar, y
causa la muerte de la víctima —sin quererlo — tendría la pena menor del artículo 81
(máximo 3 años de prisión). Pero, en cambio, quien realice una acción de lesionar con
dolo eventual, causando un homicidio (con imprudencia) tendría la pena del artículo
84 del C.P., que llegaria hasta 5 años de prisión. La consecuencia es inaceptable desde
la óptica del principio de proporcionalidad de las penas, si es que la pena del artículo
81 es solamente admisible en su forma de prisión, y no de reclusión.
130
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
2 — El minimo sería el doble de la pena prevista por el concurso, y el máximo (25) años
sería cinco veces más que la que surgiría del concurso,
El máximo de ocho años se corresponde con la previsión en el Anteproyecto del llamado
homicidio con culpa temeraria que tiene ese máximo precisamente.
12 Tal como lo señala BACIGALUPO, Enrique, ob. cit., p. 14.
131
GONZALO JAVIER MOLINA
ayuda a una persona que por un especial estado emocional, toma una decisión
con “vicios” en su consentimiento!””.
De todos modos, como una demostración de que la autodeterminación es
un bien jurídico secundario en los delitos contra la vida, debemos considerar
que la disminución en la escala penal de este delito (1 a 4 años de prisión), en
relación al homicidio (8 a 25 años de prisión) es notoria.
A. INSTIGACIÓN Y AYUDA
La instigación significa una acción del sujeto activo por medio de la cual
se persuade al sujeto pasivo de que se quite la vida, Puede darse de forma ver-
bal, escrita, o por medio de gestos, en la medida en que hayan sido suficientes
para crear en la otra persona la voluntad de suicidarse, o hayan reforzado esa
decisión'”,
125 Sobre esto, ver SANCINETTI, Marcelo, “Suicidio y Estado: ¿Vale la máxima: “Debes
vivir para ser penado”? (Reflexiones a propósito del caso Febres)” en LL, 2008-B-01, p.
01. Allí, el autor señala que: “En todo caso, la ayuda al suicidio podría ser punible con
legitimidad moral en la medida en que pudiera pensarse que el cómplice ha apoyado
una decisión apresurada, poco reflexiva, del suicida [...] es decir, que podría estar en
juego el querer evitar suicidios con vicios de consentimiento”.
126 En contra de esta posición Enrique Gimbernat sostiene que —al menos en el código
penal español— la instigación al suicidio debe entenderse de la misma forma que cual-
quier instigación a cometer un delito. Cfr. GIMBERNAT ORDEIG, Enrique, Estudios
de Derecho Penal, Madrid: Tecnos, 1990., p. 276, También SILVA SÁNCHEZ, Jesús,
ob. cit., p. 41. No parece que en el código penal argentino, la expresión “instigación”
que utiliza el artículo 83 del C.P., esté tomada en el sentido técnico de la participación
criminal, según lo entiende la dogmática penal: sólo como “creación de la voluntad de
cometer el hecho”. Adviértase que ni siquiera en el artículo 45 del C.P. (que en nuestra
legislación prevé la instigación) se utiliza la expresión “instigación”, sino que se habla
de la “determinación” a otra persona a cometer un delito. En el código penal español
—en cambio— las expresiones coinciden. En el artículo 143.1 (inducción al suicidio)
se prevé la conducta de quien induzca al suicidio de otro, En el artículo 28,a se define
al instigador como aquél que “induce directamente a otro u otros a ejecutarlo”. De este
modo, en el derecho español, tiene sentido exigir la identificación de la instigación
de la parte general, con la instigación especifica del delito de instigación al suicidio.
Por ello, se justificariía exigir que la instigación al suicidio sólo se admita cuando sig-
nifique la creación en el sujeto pasivo de la voluntad de matarse. No así cuando sólo
implique un reforzamiento de su decisión ya tomada. De todas formas, Gimbernat
trata los casos de reforzamiento, como supuestos de auxilio moral (cfr. GIMBERNAT
ORDEIG, Enrique, ob. cit., p. 276). A favor de considerar los casos de reforzamiento
132
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
133
GONZALO JAVIER MOLINA
127
2 El problema en el Derecho penal alemán sobre este tema, se vinculaba con la falta de
previsión de una norma penal que penara la instigación o ayuda al suicidio, al estilo
de la legislación argentina o española, Como la conducta hubiera quedado impune, la
jurisprudencia alemana decidió tipificar la conducta como homicidio en autoría mediata,
afectándose gravemente el principio de legalidad.
De la misma manera que se resuelve el caso de los amantes que se suicidan, deben
resolverse aquéllos en los que se engaña al suicida sobre un acontecimiento no ocurrido
en la realidad, con la única intención de provocar su muerte. Ejemplo: A le dice a B
que ha muerto C, (una persona muy allegada a 5). Como consecuencia del dolor que
le provoca la noticia, B se suicida. En verdad, € no había muerto. Era sólo un plan de
Á para que B se quite la vida. En estos casos, también existe un error en la motivación
inducido por el autor. Adviértase que B, en definitiva, decide voluntariamente quitarse
la vida. El “vicio” que pueda tener B —por el error de pensar en C muerto— no afecta
la voluntariedad de la decisión de quitarse la vida. En contra de esta forma de resolver
los casos, DONNA, Edgardo, ob. cit., p. 96, quien considera que la decisión de morir
no ha sido resultado de una voluntad autónoma, sino debido a un error o engaño del
tercero, y por ello, propone penar como homicidio en autoría mediata. No alcanzo a
entender a qué se refiere Donna cuando dice que la voluntad está viciada por un error
o engaño del tercero, Si cualquier error del tercero convertiría el caso en un homicidio
por autoría mediata, tendríamos que aceptar que es un homicida (por autoría mediata)
quien le miente al fanático de River Plate que su equipo acaba de perder contra el
clásico rival, Boca Juniors, si por este motivo, el hincha de River se suicida.
134
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
2 Donna, en contra de la posición aquí sostenida, señala que no se comprenden los casos
de complicidad secundaria, “ya que de lo contrario se estarían violando las reglas de
la participación que distinguen entre ambas colaboraciones”. Cfr. DONNA, Edgardo,
ob. cit., p. 99. Sin embargo, parece no advertir el autor mencionado, que en el texto del
artículo 83 del C.P. argentino no se exige una participación necesaria, Se utiliza la pala-
bra ayuda, no se habla de una participación necesaria. La expresión ayuda comprende
naturalmente lo que en la dogmática penal se entiende como participación necesaria,
como también los casos de mera complicidad. No hay problemas desde el principio de
legalidad en admitir esta interpretación. Tanto ayuda al suicida prestándole una soga
para ahorcarse, quien tiene la única soga del lugar, como quien tiene una más de tantas
que podria haber conseguido el suicida. Los autores españoles, en cambio exigen que la
ayuda sea del tipo de colaboración necesaria. Nuevamente debemos decir que el texto
del código penal español requiere expresamente (artículo 143) actos necesarios para
el suicidio, a diferencia del código penal argentino que no hace distinción.
130. En el caso de que Á se hubiera suicidado utilizando su propia arma, pese a tener a su
alcance la que le había prestado B, la acción de éste último de haberle prestado un arma
no habrá significado ningún aporte objetivo al hecho de suicidio. Sin embargo, en casos
como éste que se plantea en la variante, el aporte de B de prestar el arma, puede llegar
a ser una instigación, en la medida en que esa acción implica un reforzamiento de la
decisión de A de quitarse la vida,
135
GONZALO JAVIER MOLINA
13! Sobre la atipicidad (artículo 108) de la omisión de quien no evita el suicidio de otro.
Cfr. “La renuncia voluntaria al bien jurídico en los delitos de omisión” en MOLINA,
Gonzalo, Estudios de Derecho Penal, ob. cit., p. 313 y ss.
32 Nuevamente discrepo aquí con Donna. Según este autor, parecería que el dolo del delito
del artículo 83 surge de los principios de la parte general: sólo puede haber instigación
dolosa en un delito doloso. Cfr. DONNA, Edgardo, ob, cit., p. 98. El dolo de esta figura
(es dolosa, sin dudas) surge de la misma redacción del texto legal. No se utiliza una
fórmula característica de los tipos culposos, por lo tanto, el delito es doloso, Pero no
porque la inducción (instigación) de la parte general siempre tenga que ser dolosa, sino
por la misma redacción del texto del artículo 83 del C.P. La figura del artículo 83 no
es exactamente una instigación igual a la que se estudia en la parte general,
136
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
5. EL HOMICIDIO IMPRUDENTE
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DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
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134 La muestra más reciente en este sentido, ha sido la cuestión del femicidio. Se modificó
la ley penal, y sin embargo en los últimos años parece no haber disminuido la cantidad
de casos.
140
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
35
Claro que conducir bajo los efectos del alcohol o estupefacientes, o a exceso de
velocidad, etc. son conductas en sí mismas peligrosas, pero de ahí a vincularlas con
un resultado concreto es otra cuestión. Para esto la dogmática penal se ha dedicado
durante mucho tiempo —y sigue discutiendo aún— a tratar de explicar los criterios de
la imputación objetiva del resultado.
141
GONZALO JAVIER MOLINA
6. EL DELITO DE ABORTO
136 Laexpresión “culpa temeraria” fue utilizada por la comisión encargada del anteproyecto
de modificación al código penal (año 2014) y por cierto, muy criticada por la doctrina
argentina,
142
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
143
GONZALO JAVIER MOLINA
139 Artículo 4? de la C, A, D, H.: “Derecho a la vida: 1, Toda persona tiene derecho a que
se respete su vida, Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del
momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”.
140 Artículo 1? Convención de los Derechos del Niño: “[...] niño es todo ser humano hasta
los dieciocho años de edad”. Artículo 6?.1: “Los Estados parte reconocen que todo niño
tiene el derecho intrínseco a la vida”.
141 Es la opinión de autores como Pedro Frías y Germán Bidart Campos. Éste último
consideraba el derecho a la vida como uno de los derechos implícitos del artículo 33
del C. N., y sobre este tema sostenía expresamente: “En nuestro Derecho, por eso y
aunque ninguna norma infraconstitucional hiciera arrancar el derecho a la vida desde
la concepción, entendemos que el aborto lo viola, y que abortar con o sin ley que lo
autorice es inconstitucional. Ni siquiera el aborto por motivos terapéuticos, eugené-
sicos, sentimentales, podria purgarse”. Cfr, BIDART CAMPOS, Germán J., Tratado
elemental de Derecho Constitucional, tomo UL, Buenos Aires: Ediar, 1991, p. 177. En
nuestra jurisprudencia se pueden encontrar también diversos fallos en este sentido; por
ejemplo, del Juzgado de Instrucción 7*, nominación de Rosario del 4 noviembre de
1987, que declaró de oficio la inconstitucionalidad del aborto terapéutico y sentimental.
Cfr. LL, Suplemento Penal y Procesal Penal, 21 julio de 2006, p. 16, nota 17.
142 En detalle en GIL DOMÍNGUEZ, Andrés, 4borto voluntario, vida humana y consti-
tución, Buenos Aires: Ediar, 2000,
144
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
Hechas las aclaraciones previas sobre la punición del aborto, veamos ahora
cuáles son los distintos sistemas de legislación en materia penal sobre el aborto.
Existen códigos penales que directamente no penan el aborto. En estos casos,
abortar es una conducta atípica.
Luego, los códigos penales que penan el aborto pueden seguir el sistema
de plazos o el sistema de las indicaciones.
143 A es agredido ilegitimamente por B al punto de ver amenazada su vida. Por ese moti-
vo, Á extrae un arma de fuego y dispara contra B, provocándole la muerte. 4 actúa en
legítima defensa, Si bien está protegida la vida de todo ser humano (vida de B, en el
caso), esta protección tiene excepciones: la legitima defensa del artículo 34, inciso 6*,
del C.P.
145
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DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
E. DELITOS DE ABORTO
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DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
tal sentido podemos decir que aborto es provocar la muerte del feto con o sin
expulsión del seno materno.
85 La ley 27.610 modificó la expresión mujer por persona gestante. Esto se debe a que,
de acuerdo a nuestra legislación vigente, una persona que haya nacido biológicamente
mujer y que haya cambiado su identidad por autopercibirse una persona del género
masculino, podría quedar embarazada. Entonces, debemos reemplazar la expresión
mujer (del código penal original) por persona gestante.
146 Si faltan la persona embarazada de más de 14 semanas, el feto con vida o las manio-
bras abortivas provocadoras de la muerte del feto, la conducta será atípica por falta de
un elemento objetivo del tipo. Sin embargo, si en el caso, pese a faltar ese elemento,
el autor tuviera la intención de matar al feto, porque tiene un “error de tipo al revés”
entonces podría imputarse una tentativa (inidónea) de aborto. Para un sector de la
doctrina penal (por ejemplo: Zaffaroni) éste será un caso de atipicidad por “carencia de
tipo” (Mangel am Tatbestand). El razonamiento de este sector doctrinal es el siguiente:
toda tentativa implica un “comienzo de ejecución de un delito determinado”. No se
puede comenzar a ejecutar un aborto si no existe una persona embarazada, o un feto
con vida, por ejemplo.
149
GONZALO JAVIER MOLINA
1. Persona gestante
Elementos de más de T4 semanas
Aborto con >
consentimiento 2. Feto con vida « Dolo
3. Maniobras abortivas
que provoquen muerte
1. Persona gestante
Elementos
Aborto sin + 2. Feto con vida
consentimiento
3. Maniobras abortivas — «Dolo
que provoquen muerte
d. Falta de consentimiento
de la persona gestante
150
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
muerte del feto. El con consentimiento no debería formar parte del tipo objetivo
en este caso, porque el dato de que la mujer consienta el aborto no suma nada
a la materia de prohibición de esta figura'”,
Está prohibido penalmente provocar un aborto, con o sin consentimiento de
la persona gestante. El delito se configura ya con esos tres elementos señalados
anteriormente; el dato de que la persona gestante consienta no agrega nada a
lo prohibido penalmente. Si en el texto está mencionado expresamente, ello se
debe a una necesidad de técnica legislativa al momento de crear estas figuras
penales, El legislador necesitó hacer referencia al consentimiento de la mujer
(ahora: persona gestante) para indicar que este caso se diferencia (en cuanto a
ilicitud y pena) con el aborto sin consentimiento, que se considera más grave.
Pero no todo lo que está expresado en el texto forma parte de la tipicidad objetiva.
En el caso del aborto sin consentimiento (artículo 85, inciso 1*, del C.P.) en
cambio, la expresión sí forma parte del tipo objetivo. La falta de consentimiento
de la mujer (el sín consentimiento del texto) sí forma parte del tipo objetivo
porque suma algo a la materia de prohibición del delito de aborto agravado. Está
prohibido penalmente causar un aborto a cualquier persona gestante, pero más
grave se considera la conducta de quien lo hace además sin el consentimiento
de esa persona, porque se afecta otro bien jurídico: la autodeterminación de
esa persona. Á diferencia del con consentimiento del inciso 2”, en este caso del
inciso 1? del artículo 85, la expresión sín consentimiento sí forma parte del tipo
objetivo porque completa la conducta prohibida. Para este delito sí es necesario
comprobar la falta de consentimiento de la persona gestante.
147 Por ello, considero errónea la inclusión de este elemento que hacen algunos autores,
por ejemplo, DONNA, Edgardo, ob. cit., p. 77.
151
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DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
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154
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
o la funcionaria pública...”.
Está claro que la idea del legislador es hacer uso del lenguaje que signifique
un reconocimiento y respeto por las mujeres y la diversidad. Sin embargo, el
problema que puede generar la utilización de estas expresiones es la confusión,
ya que el artículo que se incorpora y los que se modifican están dentro de un
cuerpo sistemático y coherente de leyes que se refieren a una misma temática
general (código penal). Por ese motivo, si se utiliza esta modalidad, se podría
interpretar que el resto de las figuras penales del código penal y leyes penales
especiales se refiere solamente a autores hombres, ya que mencionan simplmente
**...el que...matare, se apoderare ilegítimamente, etc...”. Sien alguna parte del
sistema se hace referencia a “...el que o la que...” y en el resto solo a “...el
que...”, esto provoca confusión, ya que invocando el principio de legalidad (ley
estricta) se podría decir ahora que sólo pueden ser autores de todos los delitos
del sistema penal los hombres y nadie más. Sólo podría ser también autora una
mujer en el caso de los artículos 85 a 88, pero no en el resto de los delitos. Por
este motivo, hubiera sido mejor que el legislador respete la tradición de entender
que las expresiones genéricas (...el que...) también comprenden a las mujeres
y toda clase de identificación de género.
En cuanto a la figura penal incorporada, también hubiera sido más apro-
piado incorporarla entre los delitos contra la administración pública, ya que
se refiere —especialmente— al personal médico que se negare a practicar un
aborto en los casos autorizados legalmente.
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156
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
ción especial por doble tiempo que el de la condena, los médicos, cirujanos,
parteras o farmacéuticos que abusaren de su ciencia o arte para causar el
aborto o cooperaren a causarlo.”
,
157
GONZALO JAVIER MOLINA
152 Causa “F, A. L.”, “Aurora, Lisa s/ Medida Autosatisfactiva” del 13/3/12.
155 Cfr, AA, VV,, Enciclopedia Juridica Omeba, tomo 1, Buenos Aires: Omeba, p. 92,
158
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
15: Enesta argumentación, SILVA SÁNCHEZ, Jesús, ob, cit., p. 57, indica: “El fundamento
de esta indicación no es de base colectiva (un pretendido interés del Estado en la pureza
de la raza o en evitar los gastos sociales que comportan las personas discapacitadas),
sino de tipo individual (la grave limitación al libre desarrollo de la vida y la persona-
lidad de la mujer y, eventualmente, del padre que supone la asunción del embarazo
y paternidad en tales condiciones). Por tanto, lo relevante no es la importancia de la
anomalía o dolencia del feto, sino su posible incidencia en el desarrollo futuro de la
vida de los padres”,
159
GONZALO JAVIER MOLINA
153 Entre otros argumentos, se decia que por faltar la coma después de la palabra violación,
se trataba de un solo supuesto, Si se hubiera querido diferenciar la violación (mujer
normal) del atentado al pudor de mujer idiota o demente, se hubiera puesto una coma
como tenía el texto legal del código suizo que le sirvió de antecedente. En segundo
lugar, se invocaba que la expresión “en este caso” hacía referencia a un solo caso, y
no a dos. Si se trataba de dos casos, se habria dicho: “en este segundo caso”. En tercer
lugar, se habla en el artículo del representante legal, cosa que no tendría sentido si se
aceptara el supuesto para violación de una mujer normal, En cuarto lugar, se invocaba
también la exposición de motivos del senado, que como vimos se refería exclusivamente
a un fundamento eugenésico a favor de la sociedad.
156 En contestación a los argumentos de tipo gramatical, vistos en la nota anterior, la
doctrina argentina que aceptaba el aborto sentimental, contestaba que: en relación al
primer argumento no es necesario que se utilice una coma para las conjunciones como
en el caso del artículo 86, inciso 2?. Tanto Jiménez de Asúa como Soler abogaron por
incluir también el aborto sentimental considerando que sería ridículo que violación
y atentado al pudor se refieran a lo mismo, por lo cual debía tratarse de supuestos
distintos: el primero hacía referencia a la violación (de toda mujer) y el segundo, al
mencionar el atentado al pudor, quería significar el abuso sexual en contra de mujer
idiota o demente.
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DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
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DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
161 Se puede ver en detalle las consecuencias de la naturaleza jurídica del aborto terapéutico
en “El aborto terapéutico como causa de justificación especial” en MOLINA, Gonzalo,
Estudios de Derecho Penal, ob. cit., p. 259 y ss.
162 Para más detalles de la fundamentación como causa de justificación ver “El aborto
terapéutico como causa de justificación especial” en MOLINA, Gonzalo, Estudios de
Derecho Penal, ob. cit., p. 267 y ss.
163
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este requisito, y está bien que así sea si se trata de una causa de justificación, y
pensamos que, igualmente, se podría aplicar el art. 34 inc. 3%,
Luego, es necesario el consentimiento de la persona gestante. Este consen-
timiento puede ser expreso o tácito, pero no se daría la causa de justificación
que analizamos si ella no lo consiente. En este aspecto, la ley 27.610 no ha
modificado nada.
Por último, como tercer elemento sería necesario el estado de necesidad
de la acción abortiva. Esto significa que debe existir un peligro para la vida o
la salud de la madre y que éste no pueda ser evitado por otros medios'**, Que
no exista objetivamente ninguna otra forma de evitar ese peligro que no sea
practicando el aborto. Sólo cuando el aborto sea la única modalidad para evitar
la muerte o grave peligro en la salud de la persona gestante, se autorizará el
aborto terapéutico.
No se consideran supuestos de grave peligro para la salud los casos de
pequeñas afectaciones a la salud de la madre. En relación a la expresión “sa-
lud integral” que estaba prevista en el texto original de la ley, en el Decreto
de promulgación del Poder Ejecutivo!*, se suprimió la expresión “integral”.
Ahora bien, esa supresión, ¿significa una interpretación diferente del con-
cepto de salud? Entiendo que no. Como ya hemos visto, el concepto de salud
de la Organización Mundial de la Salud comprende no solamente la salud
física, sino también síquica y social. De modo que, aunque el texto legal no lo
diga, se podrá seguir sosteniendo que el concepto de salud es el concepto de
salud integral.
En el aspecto subjetivo, como toda causa de justificación, es necesario que
el autor sepa que está practicando un aborto para salvar la vida o salud de la
persona gestante. Sólo así estará justificado realmente.
164
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
H. EL ABORTO PRETERINTENCIONAL
165
Una vieja y mala práctica en nuestro pais ha llevado en muchos casos a exigir de parte
de los médicos una autorización judicial para realizar el aborto. Así como nadie va a
pedir autorización a un juez para defenderse contra quien lo agrede ¡legítimamente con
intenciones de matarlo, tampoco debería solicitarse ninguna autorización a ningún juez
para realizar un aborto justificado por la misma ley. La C. S. J. N. ha aclarado también
este punto en el fallo “F, A, L.” al negar que sea necesaria ninguna autorización judicial,
166
Entre los autores que interpretan la figura como preterintencional, podemos mencio-
nar a: Soler, Jiménez de Asúa, Rivarola, etc. Otros autores consideran que se admite
también que en relación a la muerte del feto exista dolo eventual. Entre estos, Donna y
Creus. Entiendo que esta interpretación parte de la idea de pensar que el dolo eventual
es “menos grave” que el dolo directo. Si uno piensa que el dolo eventual es tan grave
(o, a veces, más) como el dolo directo, entonces no debería admitir que quien cause un
aborto con dolo (eventual) y al mismo tiempo ejerza violencia contra la mujer tenga
una pena máxima de dos años; mientras que si sólo provoca la muerte del feto con dolo
(directo) tenga una pena de hasta cuatro años,
165
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166
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
167 En este sentido, afirma Rivarola: “Si la ley, mediante la disposición que comentamos,
trata de evitar un escándalo, sin utilidad apreciable para la sociedad, el escándalo se
produciría lo mismo llevando la acción contra el partícipe, puesto que no sería fácil
investigar su conducta sin hacer llegar tal investigación hasta el conocimiento de los
hechos ejecutados por la mujer”. Citado por FONTÁN BALESTRA, Carlos, ob. cif.,
p. 227.
167
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A. ÁTIPICIDAD DE LA AUTOLESIÓN
198. Seentiende por salud, según la Organización Mundial de la Salud, el “estado completo
de bienestar fisico, mental y social, y no apenas ausencia de afecciones o enfermedades”.
16% Por ejemplo, el Código Penal alemán en su párrafo 228 prescribe que quien cause
lesiones con el consentimiento del lesionado sólo actúa antijurídicamente si el hecho
infringe las buenas costumbres a pesar del consentimiento, El código penal español
(1995) en el artículo 155 reduce la pena en los delitos de lesiones si ha mediado el
consentimiento del ofendido.
168
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
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DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
las lesiones graves al feto del artículo 90 tendrían una pena más grave que el
mismo aborto doloso.
Es por ello que debe considerarse que las lesiones al feto son impunes en
el código penal argentino. Tal vez sea recomendable desde el punto de vista de
política criminal su previsión expresa, pero intentar penar actualmente, sería
una afectación al principio de legalidad.
172 Ver FARRÉ TREPAT, Helena “Sobre el concepto de aborto y su delimitación de los
delitos contra la vida humana independiente”, publicado en Comentarios a la jurispru-
dencia penal del Tribunal Supremo, Bosch, Barcelona, p. 219, donde analiza las dis-
171
GONZALO JAVIER MOLINA
tintas posiciones al respecto. También SILVA SÁNCHEZ, Jesús María, “La dimensión
temporal del delito y los cambios del “status” jurídico-penal del obejto de la acción”,
publicado en “Nuevas formulaciones en las ciencias penales”, libro de homenaje al
profesor Claus Roxin, Lerner, Córdoba, 2001, p. 157.
172
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
las lesiones que le quedarán como secuela a la víctima, una vez nacida, será
necesario que se haya representado esa posibilidad al momento de actuar.
A. TIPICIDAD OBJETIVA
173 En este sentido, por ejemplo, DONNA, Edgardo, ob. cit., p. 136. También CREUS,
Carlos, ob. cit., p. 71. Asimismo, SOLER, Sebastián, ob. cit. p. 133.
17% De esta opinión, por ej., NÚÑEZ, Ricardo. en Tratado de Derecho Penal, tomo III,
volumen 1, p. 187. Núñez aclara a continuación que sí constituye lesiones el daño que
173
GONZALO JAVIER MOLINA
B. TIPICIDAD SUBJETIVA
Tratándose de un delito doloso, exige dolo de parte del autor, que debe
representarse los elementos objetivos del tipo penal. Es decir, basta con que el
autor se represente que con su acción provoca un daño en el cuerpo o salud de
la víctima. No existen motivos para excluir ninguna clase de dolo.
4, LESIONES GRAVES
produzca la pérdida del cabello o uñas o que afecten su esencia normal, porque entonces
se elimina o afecta algo que no está destinado a ser eliminado o afectado normalmente.
En el mismo sentido, BUOMPADRE, Jorge E., ob, cit., p. 216.
El supuesto de la sola provocación de dolor es discutido (como sería por ejemplo: torcer
un brazo). Algunos autores (por ejemplo: Núñez) no aceptan que exista lesiones sólo por
haber provocado dolor sin alteración física. Los otros que sí consideran el caso del dolor
como lesiones, exigen el requisito de cierta permanencia en el tiempo que implique la
afectación a la salud de la víctima. El dolor pasajero no sería un caso de lesión,
174
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
116 Es difícil en un caso determinar que el autor se representó (o quiso) que su lesión
provocara a la víctima una incapacidad laboral mayor a un mes, o que provoque el
debilitamiento de un órgano o un sentido, o la puesta en peligro de la vida del ofendido.
175
GONZALO JAVIER MOLINA
Ejemplos: la pérdida de un ojo, un oido, un pulmón o un riñón implica una lesión grave
porque significa el debilitamiento del órgano visual, auditivo, respiratorio o renal que
pueden seguir funcionando con el otro ojo, oído, pulmón o riñón, La pérdida de las
piezas dentales dan lugar a discusión, Podemos afirmar que los dientes en conjunto
cumplen con la función de masticación. Probablemente la pérdida de un diente no
implica un debilitamiento de la función, pero sí la pérdida de varios dientes. Por otra
parte, en algún caso la pérdida de un diente podría provocar la deformación del rostro
que es otro supuesto diferente de las lesiones graves.
178
En esta interpretación, BUOMPADRE, Jorge E., ob. cit., p. 221. Donna, por su parte,
no está de acuerdo con esta posición y considera que la pérdida de una mano o un pie
sería sólo lesión grave. Cfr. DONNA, Edgardo, ob. cit., p. 168,
176
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
179
Cfr, CARRARA, Francesco, Programa de Derecho Criminal, Bogotá: Temis, 1972,
p. 104 y ss.
180
Este es el problema central planteado por CARRARA, Francesco, ob. cit., p. 104: “El
problema preliminar es éste: ¿la gravedad de una lesión deberá deducirse del pronóstico,
del resultado, o de ambos criterios conjuntamente?
181
Según la mayoría de nuestra doctrina nacional tradicional no es lesión grave el hecho
de que naturalmente y desde una perspectiva ex-ante ya demuestre un pronóstico de
peligro para la vida de la víctima. Por ejemplo: el clavar un cuchillo en órganos vitales
de la víctima, o disparar con arma de fuego. Sólo lo considerarán lesiones graves si
luego el médico indica que existió realmente ese peligro para la vida, Cfr, NÚÑEZ,
Ricardo, ob. cit., p. 211; SOLER, Sebastián, ob. cit., p. 147; DONNA, Edgardo, ob.
cit., p. 168; BUOMPADRE, Jorge E., ob. cit., p. 222, Un criterio absolutamente atado
al resultado, incompatible con los criterios de imputación imperantes en la dogmática
penal actual, A continuación se citan textualmente los autores mencionados. “La ley
atiende al estado fisico realmente causado por la lesión y no a la posibilidad, por
grande que haya sido, de que en el trance hubiera podido morir la víctima, sea por
la posibilidad de que la lesión se produjera en otra forma (el disparo pudo dar en o
interesar un órgano vital); sea por la posibilidad de que la lesión tomara otro carácter;
sea porque el tipo de lesión por regla pone en riesgo de muerte. El peligro para la vida
no existe por grave y peligrosa que sea la lesión, mientras no se hayan producido en
la víctima los fenómenos generales de significado letal que la ciencia médica indivi-
dualiza como tales y que son propios de todo estado de inminente desenlace mortal”.
Cfr. NÚÑEZ, Ricardo, ob. cit. “[...] la doctrina y la jurisprudencia concuerdan en que
177
GONZALO JAVIER MOLINA
178
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
Como en este caso el delito es doloso, es necesario afirmar que ese resultado
puesta en peligro de la vida del ofendido —comoquiera que se lo interprete:
como pronóstico o como comprobación posterior— debe ser abarcado por la
representación del autor'*. Solo de este modo se podría admitir desde la óptica
del principio constitucional de culpabilidad, un aumento en la escala penal en
relación al delito de lesiones leves.
El problema que plantea este supuesto es el siguiente. Suponiendo que
para el dolo eventual sea suficiente con la representación de la posibilidad del
resultado y que además, sea admisible la tentativa de cualquier delito con dolo
eventual'**, Entonces, si esta forma delictiva que prevé el artículo 90 exige
dolo, ¿cómo diferenciar estos delitos de las tentativas de homicidio? ¿Qué caso
sería un supuesto del artículo 90 (lesiones por puesta en peligro) y no sería ya
tentativa de homicidio?
Quiero remarcar que si el autor al momento de lesionar se representa (o
quiere) provocar una lesión de tal gravedad que pondrá en riesgo de muerte a
la víctima, entonces seguramente se representará lo suficiente para tener dolo
de homicidio (tentativa). Por el principio de oclusión que surgiría en este caso
de concurso aparente, la figura más grave (artículo 79 en relación con el 42)
debería desplazar al artículo 90 del código penal'*.
Este problema no fue advertido por la mayoría de la doctrina penal ar-
gentina. Sólo Sancinetti ha puesto de manifiesto el problema que genera la
179
GONZALO JAVIER MOLINA
186
Ver SANCINETTI, Marcelo, Teoria del delito y disvalor de acción, p. 222 y ss., donde
trata los problemas: lesiones graves/tentativa de homicidio; abuso de armas/tentativa
de homicidio y abandono de personas/tentativa de homicidio por omisión.
187
Si hay que interpretar la figura de este modo, tendríamos un problema en las escalas
penales, como bien señala SANCINETTI, Marcelo, Teoría del delito y disvalor de
acción, 0b. cit., p. 223, Un delito de lesiones (preterintencionales) graves tendría igual
pena que el homicidio preterintencional (artículo 81 del C.P.).
138
Donna interpreta que el autor debe representarse también la gravedad de la lesión. Cfr.
DONNA, Edgardo, ob. cit., p. 170. Pero además, exige que el autor quiera el resultado,
con lo cual parece exigir dolo directo en relación al resultado riesgo de muerte, Con
este criterio la distinción con la tentativa de homicidio sería imposible, Sin embargo,
el mencionado autor nada trata sobre este problema.
189
Sancinetti considera que un sentido de existencia podria ser quitar el efecto excusante
de pena para quien desista de una tentativa de homicidio. Según los artículos 42-44
del C.P. el desistimiento de la tentativa trae aparejada la no punición por el delito que
se intentara, pero se aplica pena por el delito ya cometido.
180
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
En este caso, la lesión debe provocar la inutilización para trabajar por más
de un mes!”, Se ha discutido si la incapacidad debe tener en cuenta el trabajo
particular de la víctima, o si hay que tomar una capacidad general para realizar
cualquier trabajo, Puede ocurrir que la víctima no necesite de tanto esfuerzo y
movilidad física para realizar su trabajo particular, pero que la lesión le provo-
que estar internado o casi inmovilizado por más de un mes. En este caso ¿hay
lesiones graves, o solo leves?
Considero que tiene razón Soler al fijar como primer criterio el trabajo
particular de la víctima. Si la lesión le provoca una imposibilidad de trabajar por
más de un mes, entonces habrá lesiones graves. Ejemplo: la víctima es locutor
y utiliza su voz como herramienta de trabajo. A consecuencia de una lesión,
no puede hablar por 40 días. En este caso, si bien podría movilizarse y realizar
alguna otra tarea, debe considerarse que hay lesión grave.
En caso de que la víctima no trabaje, entonces deberá considerarse como
criterio la capacidad de trabajo en general'”, Ejemplo: la víctima vive de rentas.
Pero la lesión es de tal característica que provoca que no pueda desarrollar el
trabajo de una persona normal durante 40 días. También habrá lesiones graves
en este caso. No interesa si la víctima igualmente percibe sus remuneraciones
durante ese período, ya que el criterio de la ley penal no es económico,
0 También los autores clásicos como por ejemplo, Carrara, proponían suprimir esta
agravante, aunque no por la confusión con la tentativa de homicidio, sino por los pro-
blemas de dejar en manos de un médico la decisión de cada caso al ser difícil determinar
objetivamente si existió peligro para la vida o no.
19! Se computa el término de un mes, de acuerdo al artículo 77 del C.P. que remite al código
civil sobre la forma de computar los plazos.
12 En este caso hay que pensar no solamente en los adultos desocupados, sino también
en los niños y ancianos o jubilados. El criterio para ellos será el criterio general de
cualquier persona.
181
GONZALO JAVIER MOLINA
5. LESIONES GRAVÍSIMAS
El artículo 91 establece:
193 En esta interpretación, por ej., CREUS, Carlos, ob. cit., p. 79.
19 SOLER, FONTÁN BALESTRA. Ob, cit.
195 Una postura minoritaria exige esa alteración repulsiva, siguiendo la legislación italiana
que era más exigente en una de las agravantes. A criterio de Soler, la referencia a la ley
italiana es incorrecta, porque se refiere a otro tipo de agravante. Cfr. SOLER, Sebastián,
ob. cit., p. 150.
182
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
A. EL TIPO OBJETIVO
A diferencia de las lesiones graves del artículo 90, no se habla aquí de
debilitamiento, sino de pérdida de una función vital, un sentido o de una capa-
cidad. Esa es la diferencia central.
Enfermedad mental cierta o probablemente incurable. Enfermedad es
un proceso patológico claramente definido que no debe confundirse
con una simple debilitación. Debe ser cierta o probablemente incu-
rable, lo cual significa un proceso con pronóstico de incurabilidad o
que muy excepcionalmente sea curable.
Inutilidad permanente para el trabajo. En este caso, la diferencia con
el artículo 90 sería el tiempo de inutilidad. En aquél caso se exige
más de un mes, en éste un pronóstico de toda la vida.
Pérdida de un sentido, órgano o miembro o del uso de un órgano o
miembro. Se refiere a la pérdida anatómica o a la perdida funcional'”
de un órgano o miembro, tal como se definió en las lesiones graves.
Pérdida de la palabra. Es la pérdida de la capacidad de expresarse
por la palabra de manera inteligible para comunicarse con terceros.
Pérdida de la capacidad de engendrar o concebir. La ley se refiere
a la esterilidad. Es la capacidad para reproducirse, no a la capacidad
para tener acceso carnal, Se refiere a la capacidad presente o futura.
Por ello, podría ser víctima también un niño, y no un anciano que
haya perdido esa capacidad.
B. EL TIPO SUBJETIVO
196
La pérdida del uso. Ej.: una parálisis.
183
GONZALO JAVIER MOLINA
197 Un gran sector de la doctrina penal argentina considera que si el autor causa una
enfermedad incurable, aún en caso de que esa enfermedad provoque la muerte de la
víctima, se deberá imputar sólo las lesiones gravísimas y no el homicidio simple. En este
sentido, SOLER, Sebastián, ob, cit., p. 154, donde señala: “Al hacer la ley una figura
típica de las lesiones que implican la producción de un estado de enfermedad crónica
incurable, evidentemente absorbe la hipótesis de que ulteriormente muera el sujeto a
consecuencia de esa enfermedad. Siempre que haya suficiente distancia temporal entre
las lesiones y la muerte, y pueda afirmarse que la víctima ha sobrevivido a la lesiones
con una enfermedad crónica, ya resulta indiferente que luego esa enfermedad que ya
como incurable era prevista, produzca la muerte. De este artículo es forzoso deducir que
no es típico para el homicidio causar la muerte a través de mucho tiempo y por haber
determinado una enfermedad incurable, que tenga caracteres de cronicidad”. También
NÚÑEZ, Ricardo, ob, cit., p. 222, que indica: “Es posible también, que las cosas sucedan
al revés y que la victima muera por la enfermedad incurable. En este caso, mediando el
espacio de tiempo suficiente para estabilizar y darle autonomía al estado de enfermedad
incurable, el hecho no se transforma en homicidio, pues la ley, al prever independien-
temente una agravante cuyo normal desenvolvimiento puede terminar con la muerte
de la víctima, implícitamente excluye la aplicabilidad de la figura del homicidio”. En
sentido similar, BUOMPADRE, Jorge E., 0b. cit., p. 227. También DONNA, Edgardo,
ob, cit., p. 176, donde agrega el ejemplo de la transmisión del Sida que desemboca en
la muerte. Aclara este autor a continuación que debe imputarse lesiones gravísimas y
no homicidio, “Salvo que el sujeto activo haya tenido la intención de matar mediante
el contagio de la enfermedad”. Considero que si existió dolo del autor en relación a
184
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
Las agravantes se remiten a las previstas para el homicidio, por lo que nos
remitimos a lo expresado en relación a aquélla figura.
185
GONZALO JAVIER MOLINA
El artículo 93 establece:
Al igual que en el caso del homicidio, se atenúan las lesiones por el estado
de emoción violenta.
No está previsto el caso de concurrencia entre agravantes y atenuantes de
las lesiones, como sí está para el homicidio con una pena especial. El problema
surgiría entonces cuando el autor lesiona a otro en estado de emoción violenta,
y se da alguna de las circunstancias del artículo 80, por ejemplo: el vínculo. En
ese caso, ¿se debe aplicar el artículo 92 o 93? Considero que debe prevalecer
la ley más favorable al imputado, y aplicarse el artículo 93. El autor estaría en
ese estado emocional, y sería encuadrable en la atenuante'”,
8 . LESIONES CULPOSAS
El artículo 94 determina:
198 De esta misma opinión es DONNA, Edgardo, ob. cit., p. 181 y SOLER, Sebastián. En
sentido contrario, Núñez, quien considera que se trata de un concurso ideal de leyes y
propone aplicar la pena más grave (artículo 92). Cfr. NÚÑEZ, Ricardo, ob. cif. p. 232.
186
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
187
GONZALO JAVIER MOLINA
El artículo 96 establece:
A. ELEMENTOS
Los elementos de esta figura son: riña o agresión, resultado muerte o lesio-
nes, falta de determinación del autor y ejercicio de violencia sobre la victima.
188
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
200 Algunos autores exigen que además el acometimiento debe ser confuso y tumultuario,
Ej.: García, J. en BAIGÚN, David y ZAFFARONI, Eugenio Raúl (director), Código pe-
naly normas complementarias, Análisis doctrinal y jurisprudencial, tomo 3, 2* edición,
Buenos Aires: Hammurabi, 2010, p. 1073. Creus sostiene que no son necesarios estos
requisitos y ejemplifica con un caso en el que se agreden mutuamente dos grupos de
personas con disparos de armas de fuego. Indica que en este caso también puede haber
homicidio en riña mientras no pueda identificarse al autor/es. Cfr. CREUS, Carlos, ob.
cit., p. 88.
201 Elartículo 95 exige que hayan intervenido más de dos personas, es decir, como minimo
tres. Dos en un grupo y una del otro ya sería el mínimo de personas,
202
Como el tipo penal exige que tomen parte más de dos, entonces sólo se cuenta entre
ellos a los que agreden: tres o más, Del otro lado, defendiéndose, por lo menos uno.
203
Por ejemplo: en una agresión reciproca entre los integrantes del grupo 4 y el grupo
B, surge la muerte de uno de ellos como consecuencia directa del disparo de arma de
fuego de parte del sujeto C que pasaba cerca del lugar y aprovechó la ocasión para
matar a su enemigo. En este caso, C será autor de homicidio y los que participaron en
la riña no serán punibles por este delito.
189
GONZALO JAVIER MOLINA
naturales"%. No basta con que la muerte se haya producido en la riña, sino que
es necesario que haya surgido por la riña.
- Falta de determinación del autor. Como un requisito negativo del tipo
penal del artículo 95, es necesario que no pueda determinarse quien fue el autor
o autores del golpe mortal. Es decir que debe quedar duda al respecto. Ante
este estado de incertidumbre, se sanciona a todos por la muerte o lesiones que
sufre la víctima.
Precisamente la figura que comentamos ha sido criticada por su posible
contradicción a los principios constitucionales de culpabilidad" y presunción
de inocencia”,
La mayoría de la doctrina penal argentina ha sostenido que se trata de
una figura que afecta claramente los principios constitucionales mencionados.
Coincido con esta opinión, aunque la C. S. JN. en un fallo muy reconocido ha
sostenido —por mayoría de votos— la posición contraria.
La posición que considera que la figura es inconstitucional, argumenta
básicamente que se pena a varias personas por lo que ha hecho sólo una de ellas.
Como no puede determinarse cuál ha sido la persona causante del resultado
muerte, entonces se distribuye la pena del homicidio entre todos los que hayan
participado de la riña. La afectación a los principios constitucionales es evidente:
la presunción de inocencia postula precisamente que el imputado es inocente,
hasta que se demuestre suficientemente lo contrario. Si no existen pruebas
suficientes para demostrar que una persona es autora del homicidio, entonces
debería ser absuelto por ese delito. Sin embargo, lo que hace la figura penal es
considerarlo autor de “una parte” de ese homicidio y por ello le impone una pena.
Al mismo tiempo se afecta el principio de culpabilidad porque no se veri-
fica en el caso el dolo, la culpa y ni siquiera la relación de causalidad entre una
acción del sujeto y la muerte o lesión de la víctima.
Ejemplo: uno de los que participan en la riña muere por “muerte súbita” y los peritos
aseguran que la muerte no se vincula con golpes o agresión de ningún tipo.
203 El principio de culpabilidad surgiría del artículo 18 de la C. N., y para algunos autores
del artículo 1 de la C. N. Exige como requisito para habilitar la punición que una persona
haya sido causante de un determinado resultado con dolo o, al menos, culpa.
206 El principio de presunción de inocencia es un principio constitucional aplicable al
derecho procesal penal (de forma), no al derecho penal (de fondo). Sin embargo, es
imposible desvincularlo del tema que estamos tratando al comentar la figura.
190
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
207
Fallo del 04/7/06. En minoría el voto de C. Fayt quien sostuvo con una brillante argu-
mentación que la figura es inconstitucional,
208 Cfr. “La constitucionalidad del homicidio y lesiones en riña en el código penal argen-
tino”, en MOLINA, Gonzalo, Estudios de Derecho penal, ob. cit., p. 339 y ss.
20% Entre muchos otros, DONNA, Edgardo, ob. cit., p. 190,
191
GONZALO JAVIER MOLINA
El artículo 2? establece:
192
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
tenido mucha confianza en el poder preventivo del sistema penal al pensar que
con un incremento de las escalas penales se van a prevenir este tipo de conductas.
1. ABUSO DEARMAS
Será reprimido con uno (1) a tres (3) años de prisión, el que
disparare un arma de fuego contra una persona sin herirla.
Esta pena se aplicará aunque se causare herida a que
corresponda pena menor, siempre que el hecho no importe
un delito más grave.
Será reprimida con prisión de quince (15) días a seis (6)
meses, la agresión con toda arma, aunque no se causare
herida.
Del texto del artículo surgen dos figuras delictivas diferentes. Del primer
y segundo párrafos, surge la figura de disparo de arma de fuego, y del párrafo
tercero surge la figura de agresión con cualquier otra arma. En ambos casos se
trata de delitos de peligro (concreto) en los que el legislador opta por “adelantar
la punición” a una etapa previa a la lesión al bien jurídico vida e integridad
física. Por ello, no se exige la muerte ni la lesión de la víctima para tener por
configurados los delitos.
193
GONZALO JAVIER MOLINA
Por arma de fuego se entiende aquélla que dispara proyectiles por medio
de un mecanismo que producen gases que lo impulsan. Ejemplo: pistola, rifle,
revólver, escopeta, etc.?'”
Para que se configure el tipo penal, es necesario que el sujeto activo dirija
el disparo hacia el cuerpo de la víctima. No se configura el tipo penal si se
dispara al aire o al suelo, en forma amenazante. Se trata de un delito de peligro
concreto, y por ello es necesario que se ponga en peligro (concreto) en el caso,
la vida o integridad física de la víctima.
El delito se consuma cuando se produzca el disparo hacia la víctima. Por ello,
sólo podría haber tentativa en los casos en que el arma se trabe cuando el autor
quiere disparar, o falle el proyectil en su mecanismo de ignición. Tampoco será
consumado (sólo podría ser tentativa) en los casos en que se desvía la dirección
del disparo en el momento en que el autor apuntaba a la víctima. Se trata de un
delito doloso, y no habría motivos para excluir alguna de las clases de dolo. Por
ello, podría darse con dolo directo, indirecto o eventual. Los casos de error in
personam serían irrelevantes, ya que la figura exige solamente que se dispare
contra una persona, sin exigir el conocimiento de la identidad de esa persona.
210 No se considera arma de fuego aquélla que arroja proyectiles por medio de procedi-
mientos impulsores mecánicos. Ej.: arcos, ballestas. Tampoco son armas de fuego las
que utilizan explosión de gases pero que son impulsadas por la fuerza física del hombre,
Ej.: una granada.
11 El abuso de armas tiene pena de uno a tres años de prisión, mientras que la tentativa
de homicidio tendría una pena de 8 a 25 años de prisión. En cualquiera de la formas de
reducción de la pena de la tentativa, el monto es considerablemente mayor en el caso
del homicidio en grado de tentativa,
194
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
195
GONZALO JAVIER MOLINA
196
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
El artículo 106:
El artículo 106 del Código Penal argentino en su primer párrafo prevé el tipo
básico de abandono de personas, bajo dos modalidades de ejecución, luego, en
el segundo y tercer párrafo, se establecen agravantes para el abandono cuando
además se produzca un resultado de lesión o muerte a la víctima. Finalmente,
en el artículo 107 se prevén agravantes cuando el autor del abandono tenga con
la víctima cierto vinculo de parentesco.
Por la ubicación y la forma de estar descripta la figura penal, se trata de un
delito contra la vida y la salud de las personas””?, lo que no debe ser confundido
con algunos tipos penales previstos en otras legislaciones.
212 Precisamente por proteger el mismo bien jurídico que otras figuras penales, como el
homicidio y las lesiones, se presentan problemas de delimitación entre estas figuras,
197
GONZALO JAVIER MOLINA
213
Artículo 229.1 del C.P. español deja leer: “El abandono de un menor de edad o un
incapaz por parte de la persona encargada de su guarda, será castigado con la pena de
prisión de uno a dos años”. Cfr. C.P. español de 1995.
214 Sin embargo, sí se exige una concreta puesta en peligro de la vida, o la salud en el
apartado 3 del mismo artículo 229, que establece: “Se impondrá la pena de prisión
de dos a cuatro años cuando por las circunstancias del abandono se haya puesto en
concreto peligro la vida, salud, integridad física o libertad sexual del menor de edad o
del incapaz, sin perjuicio de castigar el hecho como corresponda si constituyera otro
delito más grave”. Esta figura es la que más se relaciona con nuestro artículo 106 del
C.P., excepto por la referencia al peligro a la libertad sexual, que en nuestro cuerpo
legal no está previsto,
215
C.P. Alemán: 221.I.: “Quien exponga a una persona necesitada por su juventud, vejez,
fragilidad o enfermedad, o quien abandone a estas personas en situación de desam-
paro cuando ella se encuentre bajo su protección o cuando él tenga que ocuparse de
su alojamiento, alimentos o acogida, será castigado con pena privativa de libertad de
tres meses a cinco años”. 11.: “Cuando la acción sea cometida por los padres contra su
hijo, se aplicará pena privativa de libertad de seis meses a cinco años”. TIL: “Cuando
a través de la acción se haya causado un grave daño físico (224) del expuesto o de
la persona abandonada, se aplicará pena privativa de libertad de uno a diez años, y
cuando a través de la acción se haya causado la muerte, pena privativa de libertad no
inferior a tres años”. C.P. de Brasil: Abandono de incapaz. Artículo 133.: “Abandonar
a una persona que está a su cuidado, guarda, vigilancia, o autoridad, y por cualquier
motivo incapacitado para defenderse de los riesgos resultantes del abandono: Pena
de detención de 6 meses a tres años. Si del abandono resulta una lesión corporal de
naturaleza grave: Pena de reclusión de uno a cinco años. Si resulta la muerte: pena de
reclusión de cuatro a doce años”. Aunque no se requiera expresamente en estas dispo-
siciones legales (Códigos de Brasil y alemán), la puesta en peligro de la vida o salud,
por la ubicación de la figura entre los delitos contra la vida o salud de las personas,
necesariamente debe interpretarse que se trata de un requisito objetivo de la figura, En
cuanto a la exigencia expresa de la puesta en peligro, es más acertada la redacción de
nuestro código, para que no exista ninguna duda al respecto,
198
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
22% Por este motivo no se configura el delito previsto en el artículo 106, por la falta de
asistencia de deberes familiares. Por ejemplo, no pasar alimentos, o mero abandono del
hogar, por sí mismos. Para que se configure el delito del artículo 106 del C.P. mediante
esta modalidad, será necesaria la concurrencia de todos los elementos objetivos que
exige esa figura.
217 Según Teresa Rodríguez Montañés, puede hablarse de peligro concreto desde el mo-
mento en que el bien juridico protegido entra en el ámbito de eficacia de la acción típica
peligrosa y deja de ser segura la evitación de la lesión. Cfr. RODRÍGUEZ MONTAÑÉS,
Teresa, Delitos de peligro, dolo e imprudencia, Santa Fe: Rubinzal Culzoni, 2004, p.
58.
218 — Enrigor de verdad, no existe ningún abandono propiamente dicho, pues no se puede
abandonar a un cadáver. La figura penal protege la vida o salud de las personas, y cesa
la protección de esta norma cuando se produce la muerte de la víctima. Es por ello
que falta la tipicidad objetiva en este tipo de conductas, y es de imposible aplicación
el delito consumado, No obstante, está claro que subsiste la punición por un eventual
homicidio culposo —si el hecho precedente fuera ilícito y además determinante del
resultado— si se dieran todas las condiciones que exige esta figura (artículo 84 del
E...)
199
GONZALO JAVIER MOLINA
En nuestro país, ZAFFARONTI, Eugenio, Derecho Penal. Parte General, ob, cit,, p.
798, y, anteriormente, Luis Jiménez de Asúa.
220
2% El caso sería similar al ejemplo de quien quiere matar a quien ya está muerto. El argu-
mento para descartar el artículo 42 consiste básicamente en afirmar que no se puede
“comenzar a matar” a alguien que está muerto. Trasladado al supuesto de abandono,
el argumento sería: no se puede “comenzar a abandonar” a alguien que ya está muerto.
21 Esla solución adoptada por autores como BACIGALUPO, Enrique, ob, cit., p. 172-
173.
222
Sebastián Soler no estaba de acuerdo con la aceptación de la tentativa en el abandono
de personas. Derecho Penal Argentino, tomo Úl, pág. 177/8.
200
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
C. TIPICIDAD OBJETIVA
Coincido con la doctrina que sostiene que la conducta típica es una sola,
con dos medios comisivos diferentes”, La acción típica es “poner en peligro
la vida o la salud de otro”, que se puede realizar “colocando en situación de
desamparo” (exposición) o “abandonando” a la persona.
Pero, sea que se adopte esta posición, o la otra que entiende que surgen del
artículo 106 dos tipos diferentes, lo determinante para la configuración objetiva
del tipo penal, es que se compruebe en el caso concreto a analizar, la efectiva
puesta en peligro de la vida o salud de una persona.
La primera modalidad de la puesta en peligro, es la exposición o colocación
en situación de desamparo.
Existe exposición cuando se traslada a la víctima a otro lugar, siempre
que con ello se la sustraiga de la ayuda ajena, y ella entre por esa vía en una
situación de desamparo. Por este motivo, si, en el lugar en que estaba la víctima
originariamente, no tenía ella por qué esperar una ayuda ajena, la variación
del lugar no conduce a un empeoramiento de la situación”*. De manera que se
consumará la exposición recién cuando la víctima, luego de ser trasladada a
otro lugar, entra en grave situación de necesidad y no recibe ayuda. Si el autor
luego de cambiar a la víctima de lugar, aún puede ayudarla por sí mismo, y
la ayuda, el tipo no se realiza. Asimismo, cuando el autor retorna a la víctima
al lugar originario, antes de la producción de la situación de necesidad grave,
tampoco será típica la conducta.
Abandonar implica privar a la víctima de los cuidados que le son debidos y
que para ella son imprescindibles para su vida o salud. Se discute si es necesario
273
25 Para otro sector doctrinal, esta figura prevé dos tipos distintos, que serían: la exposición
a peligro de una persona colocándola en situación de desamparo, y la exposición a pe-
ligro, por abandono a su suerte, Entre estos, ESTRELLA y GODOY LEMOS, Código
Penal: Parte especial, Buenos Aires: Hammurabi, 1995,
24 STRUENSEE, Eberhard, “Exposición y abandono de personas”, en JAKOBS, Giinter
y STRUENSEE, Eberhard, Problemas capitales del Derecho Penal Moderno, Buenos
Aires: Hammurabi, p. 84, donde brinda el siguiente ejemplo. El conductor que, en fría
noche de invierno, recoge a un ebrio en un paraje olvidado de la mano de Dios, y lo
lleva consigo apoyándolo en la superficie abierta de su pequeño acoplado, pero, luego
de una discusión, lo deja nuevamente en la calle, no agrava, por esa variación del lugar,
el peligro de muerte por enfriamiento.
201
GONZALO JAVIER MOLINA
202
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
203
GONZALO JAVIER MOLINA
cuando nuestro código penal se refiere a “[...] la que deba mantener o cuidar
[...J”, es posible entender que ese deber sólo puede surgir de una disposición
legal o convencional (ley o contrato). Asimismo, cuando hace referencia a
“[...] la que el mismo autor haya incapacitado [...]”, está claro que se refiere
a la incapacitación por un hecho previo.
De este modo, se puede concluir que nuestro código en este punto prevé
exactamente las mismas fuentes generadoras de posición de garante que for-
mulaba la teoría formal. Es importante esta toma de posición, si tenemos
presente que existen muchas teorías para tratar de determinar cuáles son las
fuentes generadoras de posición de garante en los delitos de omisión impropia;
la teoría formal es sólo una de ellas*”*, Claro que luego viene la gran tarea de
dilucidar qué debe entenderse por ley, contrato y hecho precedente como fuentes
que generan esa obligación especial de evitar resultados dañosos. No estoy de
acuerdo en absoluto con quienes sostienen que es una cuestión que “no ofrece
en principio mayores inconvenientes””*.
Aun cuando estemos de acuerdo en que el artículo 106 adopta esta teoría
formal de las fuentes generadoras de la posición de garante, se puede discutir
infinitamente sobre qué supuestos abarca la “ley”, el “contrato”, y sobre todo
el “hecho precedente”2*,
204
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
205
GONZALO JAVIER MOLINA
trágico resultado se hubiera evitado si el guía iba con ellos, ya que conocía por qué lugares
era inconveniente internarse en el monte. En este caso, pese a existir un incumplimiento
contractual de parte del guía, está claro que no se puede hablar de posición de garante de
su parte. Más allá del incumplimiento de los contratos, en este supuesto de posición de
garantía lo que debe primar es que el sujeto (a quien pretendemos atribuirle el título de
garante) neutralice o no, ciertos cursos causales de salvamento. Si con su asunción voluntaria
impide que la víctima se procure otra vía de protección para el bien jurídico, será garante.
En cambio, si asume voluntariamente la protección de cierto bien jurídico, aunque luego
haya incumplido un contrato, no será garante de los bienes jurídicos, si no ha neutralizado
objetivamente, con su accionar, otros eventuales cursos causales de salvamento, El tema
ha sido tratado con extensión en MOLINA, Gonzalo, Delitos de omisión impropia, ob, cit.
Ej.: A conduce a exceso de velocidad por una calle y como consecuencia de esa impru-
dencia, lesiona a B, a quien deja desamparado sin prestarle auxilio y poniendo en peligro
su vida. Parecería que en este supuesto no habría mayores inconvenientes en afirmar la
posición de garante por el hecho precedente, El problema sería si, por ejemplo, la colisión
y posterior estado de incapacidad de la víctima, se produce ahora porque se trataba de
un ciclista suicida que se había tirado a las ruedas del automóvil, comprobándose que el
conductor del auto venía manejando correctamente, sin violar ninguna norma,
2% Intencional no sería lo mismo que doloso. Cfr. “La teoría de la imputación objetiva
como criterio de solución a viejos problemas en el Código Penal argentino”. En Re-
vista de Derecho Penal y Procesal Penal, enero, Lexis Nexis, 2006, p. 09. También
en MOLINA, Gonzalo, Estudios de Derecho Penal, ob. cit., p. 73.
240. Cfr. “La teoría de la imputación objetiva como criterio de solución a viejos problemas
en el Código Penal argentino”, ob. cit., p. 09, También en MOLINA, Gonzalo, Estudios
de Derecho Penal, ob. cit., p. 73 y ss.
206
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
tuvo que haber sido creador de un riesgo jurídicamente desvalorado, y que haya
sido ese mismo riesgo —y no otro— el que se haya producido en el resultado
“víctima necesitada de auxilio”.
207
GONZALO JAVIER MOLINA
22 No hay dudas de que la exposición del autor 4 es causa del resultado: utilizando la
fórmula de la supresión mental hipotética deberíamos decir: si 4 no exponía a B, de-
jándolo en ese lugar, C no lo hubiera encontrado, y si no lo encontraba no lo hubiera
matado. Por consecuencia, la acción de A es causa del resultado muerte. La cuestión
es si esa muerte puede serle imputada a esa acción ¡licita —acción de exponer a una
persona—, desde un punto de vista normativo.
243 Posición de FONTÁN BALESTRA, ob, cit., y Oderigo M. A. en Código Penal Anotado,
Buenos Aires: Editorial Coni.
244 Posición de NÚÑEZ, Ricardo, ob. cit. y ESTRELLA y GODOY LEMOS, ob. cif., p.
230.
25 Artículo 106, 2? párrafo: 3 a 10 años de prisión.
246 Artículo 90: 1 a 6 años de prisión.
208
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
247
Una lesión de un mes de incapacidad laboral sería en principio una de las previstas
en el artículo 89 del C.P., ya que el artículo 90 exige que la incapacidad laboral sea
“mayor” a un mes.
248 Se analiza más adelante el elemento subjetivo exigido por la figura, sobre todo la
problemática del “dolo de puesta en peligro”,
209
GONZALO JAVIER MOLINA
210
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
211
GONZALO JAVIER MOLINA
250 Enel primer caso las posibilidades son: si se aplica el artículo 106 básico, la pena es
de 2 a 6 años de prisión. Si hablamos de lesiones graves en grado de tentativa, la pena
es de 1 a 6 años reducida de un tercio a la mitad. Si hablamos de homicidio en grado
de tentativa, la pena será de 8 a 25 años reducida de la misma forma. En el segundo
caso (de producirse objetivamente las lesiones graves o la muerte) la pena es de 3 a 10
años de prisión para el abandono con lesiones graves, mientras que si decimos que se
trata de lesiones graves por omisión, será de 1 a 6 años. Si el resultado es la muerte, la
pena será: si lo consideramos un abandono de personas del tercer párrafo del artículo
106 del C.P.: de 5 a 15 años de reclusión o prisión. Si lo consideramos un homicidio
por omisión impropia, la pena será de 8 a 25 años de prisión o reclusión. Lo mismo
podría aplicarse tratándose de agravantes por el vínculo, remitiéndonos al artículo 107,
y al artículo 80 del C.P.
251 Para la evolución histórica en la dogmática penal alemana sobre el tema, ver MOLINA,
Gonzalo, Estudios de Derecho Penal, ob. cit., p. 305 y ss.
212
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
232 M,SANCINETTI, 7eoría del delito y disvalor de acción, ob. cit., p. 221.
25 NÚÑEZ, Ricardo, Derecho Penal Argentino, tomo 1II, Buenos Aires: Editorial Biblio-
gráfica Argentina, 1964, p, 304,
254 SOLER, Sebastián, ob. cit., p. 213. Cfr. CREUS, Carlos, ob, cit., p. 122.
235 SANCINETTI, Marcelo, Casos de Derecho Penal, 2* edición, Buenos Aires: Hammu-
rabi, 1975, p. 140.
22% SANCINETTI, Marcelo, Teoría del delito y disvalor de acción, ob. cit., p. 233 y ss.
Conocer o representarse el Sindrome de riesgo sería representarse el conjunto de cir-
cunstancias que colocan al objeto de bien jurídico en peligro de lesión (dolo de puesta
en peligro). Conocer ya los riesgos concretos de lesión, sería un dolo de lesión,
213
GONZALO JAVIER MOLINA
257
Puntualmente la crítica es la siguiente: si se interpreta el 106 con sus agravantes como
un delito preterintencional, las consecuencias valorativas serían alarmantes: “la lesión
grave preterintencional incluida en el artículo 106, 2? párr., C.P., estaría reprimida con
una escala penal más grave en su mínimo (3 años), e igual en su máximo (6 años), que
la correspondiente lesión grave por comisión dolosa del artículo 90, C.P, (1 a 6 años),
en contra de dos intuiciones valorativas firmemente asentadas: a) que es más grave la
realización dolosa que la imprudente; b) que es más grave la comisión que la omisión”.
Ób. cit. pág. 234.
258
Cfr. SILVESTRONI, Mariano, “Homicidio por omisión”, en Cuadernos de doctrinay
jurisprudencia penal, año 11, n.? 1-2, Buenos Aires: Ad-Hoc, 2004.
25% Tema que no puede tratarse aquí, por exceder el marco de este trabajo.
214
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
litos culposos y a las lesiones dolosas o culposas. Según esta posición, serían
impunes los delitos por omisión culposos, casos que muy frecuentemente se
presentan en la jurisprudenci a
6) Por último, la posición que comparto respecto a esta distinción, es la
que sostiene Marcelo Sancinetti, en su reciente obra Casos de Derecho Penal”,
modificando sus dos opiniones anteriores.
Dice al respecto Sancinetti:
Lo determinante para distinguir entre los delitos de resultado directo de
lesión contra la persona (homicidio, lesiones) y el delito de abandono
de persona es la clase de riesgo creado o desatado al momento de cada
hecho. Para el (mero) delito de exposición o abandono de persona, el ries-
go existente al momento de la exposición o abandono tiene que ser aún
un riesgo “abierto”, “general”, en el que los cursos que pueden llegar a
afectar al abandonado—si bien tienen que ser previsibles— son diversos
e indeterminados en su configuración concreta: el niño puede morir de
hambre, o bien como consecuencia de una caída por algún despeñadero,
o acaso comido por un animal salvaje, etc., pero también puede encontrar
un camino por sí solo y regresar ileso.
215
GONZALO JAVIER MOLINA
216
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
217
GONZALO JAVIER MOLINA
tiene la figura dentro del código penal argentino, ya que se encuentra ubicada
entre los delitos contra las personas, y no entre los delitos contra la seguridad
común, por ejemplo.
No tendría sentido hacer referencia a la solidaridad social (en general) ya
que se trataría de un bien jurídico muy abstracto, y de difícil delimitación. Lo
que se protege es esa solidaridad humana en relación a la integridad física y la
vida. Esta afirmación nos servirá también para fijar los alcances de la tipicidad
objetiva de la figura, al discutir, por ejemplo, qué implica la amenaza de un
“peligro cualquiera”.
218
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
una acción de salvamento. El fundamento de este deber general para todas las personas
esel principio de un “minimo deber de solidaridad social”. Se supone que por la misma
vida en sociedad, esperamos que las demás personas presten una minima colaboración
en caso de peligro para ciertos bienes jurídicos protegidos penalmente.
267 Eneste sentido, CREUS, ob. cit., p. 120, También DONNA, Edgardo, ob. cit., p. 293.
268 En este sentido, entre otros, SOLER, Sebastián, ob. cit., p. 219. También BUOMPADRE,
Jorge E., 0b. cit., p. 269,
219
GONZALO JAVIER MOLINA
269
Ver en extenso la discusión y argumentación en MOLINA, Gonzalo, Estudios de De-
recho Penal, ob. cit., p. 313 y ss.
270
Según el diccionario de la Real Academia Española, desamparar es: abandonar, dejar
sin amparo ni favor a alguien o algo que lo pide o necesita. Cfr. MOLINA, Gonzalo,
Estudios de Derecho Penal, ob. cit., p. 321 y ss.
220
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
Adviértase que el mismo texto legal dice luego: “[...] o no diere aviso
inmediatamente a la autoridad”.
Es un caso especial de delito de omisión en el que la ley prevé una conducta
debida “subsidiaria”. Es decir, en principio, la conducta obligada es prestar el
auxilio necesario. Sólo si el autor no pudiera prestar ese auxilio necesario para
salvar la vida o integridad fisica de la víctima, se salvaría de la imputación,
dando aviso a la autoridad. De modo que si el autor pudiere realizar el salva-
mento, pero en vez de hacerlo personalmente, acude a dar aviso a la autoridad,
se configura el delito de omisión.
El aviso a la autoridad como conducta alternativa, debe ser inmediato.
Mayoritariamente, se entiende que es un delito de pura actividad (no de
resultado). Por ello, no es necesario que luego de la omisión se produzca algún
resultado””. Sin embargo, es necesario que la conducta que se exija realizar al
sujeto, tenga aptitud para salvar a la víctima. De lo contrario se estaría exigiendo
una acción completamente irrelevante para salvar un bien jurídico en peligro y
ello podría atentar contra el principio constitucional de lesividad?”.
C. TIPO SUBJETIVO
Se trata de un delito doloso. Por ello, el autor debe representarse los tres
elementos del tipo objetivo: debe saber que hay alguien en peligro, cual es la
conducta debida y que él puede realizarla. Cualquier error sobre alguno de
221
GONZALO JAVIER MOLINA
estos elementos, trae como consecuencia la exclusión del dolo por error de
tipo. Como el código penal argentino no prevé una figura culposa de omisión
de auxilio, no interesa si el error de tipo es vencible o invencible. En cualquier
caso, la conducta será atípica.
El mismo texto aclara que la acción de salvamento debe ser realizada por
el obligado, siempre que no exista riesgo personal. Este riesgo no es cualquiera
sino sólo aquél que implique la seria posibilidad de sufrir un daño físico de
cierta consideración para el sujeto que ayuda, a consecuencia de la acción de
prestar el auxilio.
Aunque no haya estado expresado en el texto, este es un requisito que deriva
de los elementos de la teoría del delito: no se puede exigir acciones heroicas a
las personas, o que impliquen asumir un grave riesgo para su vida o integridad
física. Por ello, se excluye la culpabilidad a quien no tenga un cierto ámbito
de autodeterminación. A quien no puede comportarse de otro modo en el caso
concreto no se le puede reprochar su accionar (estado de necesidad exculpante).
En ciertos casos, incluso se podría pensar en un estado de necesidad justificante
(causa de justificación) si el riesgo personal para el sujeto que omite fuera mayor
incluso que el riesgo que está sufriendo la víctima.
En el caso del artículo 108, al igual que en cualquier otra figura, no se
podrá imputar el delito. La cuestión aquí es si se trata de un elemento de la
culpabilidad —como en todas las otras figuras penales— o un elemento de la
antijuricidad, o si se trata de un elemento de la tipicidad. Según algunos autores
como por ejemplo, Donna””, se trataría de un elemento de la tipicidad. Es decir
que el legislador ha tratado este requisito —que habitualmente se exige a nivel
de la culpabilidad”*— en el ámbito de la tipicidad.
La cuestión no es meramente una discusión teórica, sino que tiene con-
secuencias prácticas importantes; fundamentalmente en materia de error. Si el
autor se equivoca sobre el riesgo personal de la conducta debida de salvamento,
tendremos que ver si se trata de un error de tipo o de un error de prohibición.
222
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
Considero que el error sobre este elemento sería un error de tipo””, El fun-
damento es precisamente que hay que darle una explicación a la intención del
legislador de incluir expresamente la frase en el texto de la ley. Naturalmente la
no exigibilidad es un elemento del delito en cualquier figura penal, aunque no
esté expresamente previsto en el texto. Pero si además el legislador lo incorpora
al texto, entonces habrá de tener consecuencias en la interpretación sistemática
del tipo penal?”*, Por ello, un error sobre este elemento (riesgo personal para el
autor) llevará a la exclusión del dolo, la conducta será atípica.
Está claro que la falta de riesgo personal solo se refiere a la conducta de
prestar el auxilio debido, y no a la obligación de dar aviso a la autoridad”, De
todos modos, en estos casos, si hubiera algún peligro, habrá que acudir a los
principios generales de la teoría del delito?”,
E. TENTATIVA
A diferencia de lo que sostuvieron los autores tradicionales de la doctrina
penal argentina?”, sí es admisible algún caso de tentativa, Al menos, de tentativas
inidóneas en estos delitos. Su consideración como un delito de pura actividad
no debe llevarnos a pensar que se excluyen siempre los casos de tentativas. Por
ejemplo: una persona que está en la playa cree ver ahogándose al niño que jugaba
un rato antes cerca de él y no hace nada para evitarlo. Sin embargo, no se trataba
del niño, sino de un muñeco vestido con ropa muy similar a la que tenía aquél.
25 En el mismo sentido Donna, aunque este autor llega a esa conclusión por interpretar
que el legislador no puede ser contradictorio y obligar a realizar una conducta que sea
peligrosa para el autor: “[...] la existencia de un mandato de actuar que pretende evitar
el peligro creado para la víctima, no puede generar al mismo tiempo un riesgo para la
vida, la integridad o la libertad del sujeto activo”. Cfr. DONNA, Edgardo, ob. cit., p.
293. De cualquier modo, está claro que si se trata el problema como un elemento de la
tipicidad, el fundamento no puede ser considerarlo como un supuesto de “Disminución
de riesgos” que excluiria la imputación objetiva, porque no es verdaderamente un caso
de disminución de riesgos, sino de “sustitución de riesgos”.
276 Algo similar ocurre con las expresiones “ilegalmente” o “ilegitimamente” que contienen
los textos de los articulos 141 y 162 del C.P.
227 SOLER, Sebastián, ob. cit., p. 220,
278
Podría ocurrir que el sujeto obligado para dar aviso tenga que pasar por un camino
peligroso. En ese caso, podría estar justificado en su omisión, por un estado de nece-
sidad, por ejemplo.
7% Porejemplo, SOLER, Sebastián, ob. cit., p. 221.
223
CASOS DE DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
224
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
225
GONZALO JAVIER MOLINA
226
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
del sicario, no puede hacer nada para evitar la acción homicida. Finalmente,
Pedro mata a Alberto de dos puñaladas, y se escapa sigilosamente del lugar.
Por una cámara oculta del sanatorio, pueden reconstruir todo lo hecho y
descubrir la verdad de todo lo ocurrido. Juan y Pedro son sometidos a proceso,
por el delito de homicidio agravado por el vinculo —padre e hijo— (80, inciso
19), por alevosía (inciso 29), por precio (inciso 39) y por promesa remuneratoria
(inciso 37).
Usted deberá decidir como juez: 1) Si corresponde responsabilidad penal
de Juan y Pedro. 2) En caso afirmativo, por qué figura penal, indicando fun-
dadamente si corresponde cada una de las agravantes mencionadas, respecto a
cada uno de ellos. Fundamente su respuesta.
Variante del caso. ¿¡Variaría en algo el caso, según nuestro código penal, si
se comprueba que Alberto no era realmente el padre de Juan (a contrario de lo
que éste siempre creyó), sino que había sido adoptado cuando era muy pequeño
(dos meses de vida)? Fundamente su respuesta.
23]
GONZALO JAVIER MOLINA
228
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
el único de los amigos que había visto a Bernardo luego del choque— apurado
por ira ver a su perro. En realidad, cuando Alberto se retiró del lugar, no había
advertido la gravedad de las lesiones de Bernardo, sólo creyó que Bernardo
exageraba, aunque deseaba que otro auto pasara por el lugar y lo matara.
Nadie más pasó por el lugar, y Bernardo murió desangrado a consecuencia
de las heridas. Se comprueba todo lo ocurrido, luego de una minuciosa investi-
gación fiscal, demostrándose además que se hubiera salvado Bernardo si alguien
lo hubiera llevado con urgencia al hospital que estaba a menos de 100 metros
de ocurrido el accidente, circunstancia conocida por todos.
Alberto y Pedro son sometidos a proceso penal por la muerte de Bernardo.
Usted es el juez de la causa y debe resolverla. ¿Les cabe responsabilidad penal
a ambos? ¿Por qué delito? ¿Cree que alguien más debe responder penalmente?
Fundamente exhaustivamente su respuesta, analizando por separado la conducta
de cada uno de ellos.
229
GONZALO JAVIER MOLINA
Variante 1. ¿Cree usted que cambiaría en algo la solución del caso origi-
nal, si el error se produjo, no por culpa exclusiva del médico Juan —como se
describe en el caso— sino que la confusión es atribuible al médico Vázquez?
Variante 3. Suponga ahora que —en las mismas condiciones del caso
original— antes de iniciarse la operación, el novio de Laura (Alberto) que
estaba esperando en la antesala entra abruptamente a la sala de operaciones
y advierte al médico del error. No obstante, éste lo ignora —por creer que se
trataba de un loco— y ordena desalojarlo. Alberto logra zafarse del personal
de seguridad, y golpea al médico Vázquez con un cenicero, provocándole un
corte en el cuero cabelludo. De esa forma evitó que operen equivocadamente
a su novia. Vázquez denuncia a Alberto por lesiones. ¿Cree usted que Alberto
es penalmente responsable? Fundamente su respuesta.
Como ejercicio complementario
¿Considera usted que habría algún obstáculo para el inicio del proceso,
teniendo en cuenta la especie del delito que se investiga?
Aclaración del autor: el caso fue elaborado especialmente para verificar
en el alumno la coherencia en sus respuestas.
Fundamentalmente, las soluciones dependen de cómo se considere el error
en el que actúa el médico (de tipo o de prohibición) al ignorar que la paciente
no presta el consentimiento para esa operación.
230
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
231
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232
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
sin advertir que pasara alguien más por allí, ya que por la hora avanzada no se
veía gente. En un momento, (luego de un cuarto de hora) el auto comienza a
prenderse fuego lentamente y los 3 sujetos miran pasivos y distantes cómo A
corre serios riesgos dentro del auto, Después de 40 minutos del hecho, llega al
lugar una ambulancia y operarios de rescate que habían sido llamados por un
extraño. Estos logran rescatar a A con serias quemaduras. Lo trasladan urgente al
Hospital, donde le salvan milagrosamente la vida y se recupera favorablemente.
Sin embargo debió estar inmovilizado durante 35 días.
Preguntas:
1) Siusted fuera juez, ¿cómo cree que debería resolverse correctamente
las conductas de B, C y D?
a) ¿Son penalmente responsables?
b) ¿Qué norma o normas penales se aplicarian?
c) Indique la escala penal que cree aplicable.
234
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
Preguntas:
a) ¿Es responsable penalmente Javier? En caso positivo: ¿por qué
figura/s penal/es?
b) ¿Cree que cambia en algo la situación de las variantes? En caso
positivo explique cuál sería la variación.
236
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DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
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TÍTULO ll
DELITOS CONTRA EL HONOR
245
DELITOS CONTRA LAS PERSONAS
243
GONZALO JAVIER MOLINA
ser tenidas en el concepto público por afrentosas”. Ver Lecciones de Derecho Penal.
Parte Especial, p. 146, Silva Sánchez (Dir.), Ed. Atelier 2006.
Por este motivo, Bacigalupo ha puesto en discusión que en las injurias y calumnias se
proteja realmente el honor de una persona, Se pregunta si en realidad no se trataría de
delitos de indiscreción (ver BACIGALUPO Enrique, Delitos contra el honor, p. 15,
Ed. Hammurabi).
El delito significaría una afectación a la intimidad de las personas al divulgarse una
característica negativa de la personalidad de alguien en caso de que esa expresión sea
cierta. Dicho con un ejemplo: si una persona le dice a otra “ladrón”, y ése otro efecti-
vamente es un ladrón, ¿qué afectación al honor podría haber, si el sujeto está diciendo
una verdad? Lo que sí parecería afectarse en el caso, sería un derecho a la privacidad
y a la no divulgación de una característica personal,
Como señala Bacigalupo: “¿Hasta qué punto los derechos penales no excluyen la
prueba de la verdad en los delitos contra el honor y protegen realmente el honor? En
efecto, una legitima protección penal del honor se deberia limitar a la defensa del honor
merecido, pues la intervención del Estado mediante la pena para proteger un honor
sólo aparente e inmerecido no parece en modo alguno justificada. Por otra parte ¿qué
razón puede existir para que una persona que ha sido injuriada mediante la imputación
de hechos falsos no pueda exigir la prueba de la verdad, como ocurre en el Derecho
español, para reparar públicamente la afrenta?” BACIGALUPO, Delitos contra el
honor, ob. cit., p. 60, (El resaltado me pertenece).
24 Se afecta el honor objetivo mediante la difamación. En cambio, el honor subjetivo se
afecta mediante el ultraje. En ambos casos, en nuestra legislación, se trataría del delito
de injurias, de acuerdo a que se manifieste la expresión ofensiva ante terceros (honor
246
DELITOS CONTRA EL HONOR
objetivo) o ante la misma víctima (honor subjetivo). En el art. 110 C.P, se utilizan las
expresiones: deshonrar (para el ultraje), y desacreditar (para la difamación).
285
Art. 11 C.A.D.H.: “Protección de la honra y de la dignidad. 1. Toda persona tiene
derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad. 2. Nadie puede ser
objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en
su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o reputación.
3, Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos
ataques”.
286
Art. 13, C.A.D.H.: “Libertad de pensamiento y de expresión. 1. Toda persona tiene
derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la liberta
de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda indole, sin consideración de
fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artistica, o por cualquier
otro procedimiento de su elección. 2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso
precedente no puede estar sujeto a previa censura sino a responsabilidades ulteriores,
las que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar: a. el
respeto a los derechos o a la reputación de los demás, o b. la protección de la seguridad
nacional, el orden público o la salud o la moral públicas”.
247
GONZALO JAVIER MOLINA
Eduardo Kimel fue un periodista que en los años 90 publicó el libro titulado
“La masacre de San Patricio” donde relataba una investigación sobre el asesinato
nunca resuelto de cinco religiosos católicos durante la última dictadura militar.
En este libro, el autor se refirió a las actuaciones judiciales dirigidas a investi-
gar el crimen. Por ello, el Juez mencionado en el libro por Kimel le inició una
querella por calumnias. Kimel fue condenado como autor del delito de injurias
a un año de prisión. En grado de apelación, la Cámara que intervino revocó la
sentencia y absolvió al periodista. Llegado el caso a la C.S.J.N., ésta revocó la
sentencia de la Cámara y remitió la causa a otra sala que terminó condenando
al periodista por el delito de calumnias. Aunque la defensa intentó llegar a la
Corte Suprema de Justicia nuevamente, sus recursos fueron rechazados.
248
DELITOS CONTRA EL HONOR
A raiz de este caso, el Estado argentino fue condenado por la C.I.D.H. por
afectación al derecho de libertad de expresión”” y al principio de legalidad."
Entre las medidas de reparación que dispuso la Corte en esa sentencia, obligó
a Argentina a modificar su legislación penal en lo referente a los delitos contra
el honor,
Fundamentalmente, la Corte Interamericana señaló que los arts. 109, 110 y
concordantes de la ley penal argentina violaban el principio de legalidad dada su
amplitud al definir el delito de injurias como “el que deshonrare o desacreditare
a otro”, Además, indicó que en virtud del principio de ultima ratio, existen otras
formas de defender el honor de las personas en un Estado democrático. En virtud
de este principio, las reformas de la Ley N* 26551 —dictada en consecuencia
del fallo— tienen como característica común la limitación de la punición en
estos delitos contra el honor, y una amplitud en la tolerancia a la crítica a los
funcionarios públicos, como base de un sistema democrático.
Entre las principales reformas, encontramos la sustitución de la pena de
prisión por la pena de multa, la exclusión del honor de las personas jurídicas,
la exclusión como delito de las expresiones no asertivas y las vinculadas a un
interés público.
249
GONZALO JAVIER MOLINA
204
El texto actual del art, 110 C.P. dice: “El que intencionalmente deshonrare o desacredi-
tare a una persona física determinada será reprimido con multa de pesos mil quinientos
a pesos veinte mil. En ningún caso configurarán delito de injurias las expresiones re-
feridas a asuntos de interés público o las que no sean asertivas. Tampoco configurarán
delito de injurias los calificativos lesivos del honor cuando guardasen relación con un
asunto de interés público”,
250
DELITOS CONTRA EL HONOR
251
GONZALO JAVIER MOLINA
penal, es un grupo de delitos muchas veces cuestionado para resolver este tipo
de conflictos en la vida social.
De cualquier modo, me parece importante tener en cuenta que del fallo
Kimel de la Corte Interamericana, parece surgir la idea de que no todo derecho
consagrado en la Convención Americana debería tener una figura penal que lo
proteja en el derecho interno de los Estados parte.
4. EL DELITO DE INJURIAS
A. TIPO OBJETIVO
227 Comose podrá advertir, el texto no se modificó con la Ley N? 26.551 en este sentido,
ya que sigue siendo igual a la redacción original, Pese a que la Corte Interamericana en
la causa Kimel sancionó al Estado Argentino por la afectación al principio de legalidad,
sosteniendo que las expresiones “deshonrar” o “desacreditar” a otro eran imprecisas.
Pese a la sanción de la Corte interamericana y a la reforma legal, seguimos teniendo
incertidumbre respecto a los alcances de la figura penal.
En cambio, es más respetuosa del principio de legalidad la fórmula del delito de ca-
lumnia: “imputar falsamente un delito concreto y circunstanciado”.
252
DELITOS CONTRA EL HONOR
253
GONZALO JAVIER MOLINA
expresiones que son recibidas por el ofendido o terceros, sin que sea necesario
que el sujeto pasivo se sienta deshonrado, o sin que se produzca efectivamente
el descrédito.*% Lo interpretan como un delito de pura actividad, y no como
delito de resultado. Es por ello que consideran que la tentativa nunca podría
darse en estos delitos.
Considero que esto no es correcto. El tipo penal exige la deshonra o
descrédito, por lo cual, sólo podría considerarse consumado el delito cuando
efectivamente el sujeto pasivo se vea afectado, o cuando se produzca su des-
crédito ante terceros. Ésta era la opinión de Francisco Blasco y Fernández de
Moreda.** Por ello, es posible la tentativa en este delito en los casos en que el
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DELITOS CONTRA EL HONOR
255
GONZALO JAVIER MOLINA
el art. 110 exige que las expresiones sean asertivas. Respecto a esta clase de
injurias equívocas también existe modificación en el plano del tipo objetivo.
Por ello, si el autor manifiesta expresiones no asertivas, la conducta quedará
fuera del tipo penal.
El elemento negativo: que no se refiera a una cuestión de interés público.
A partir de la reforma de la Ley N* 26.551, las expresiones que se refieran
a asuntos de interés público no configuran delito, aunque puedan ser ofensivas
al honor de otro.
Se debe entender que refiere a un interés público, todo asunto vinculado con
los funcionarios públicos,** o que sea de utilidad de la sociedad en general.*%
Si bien antes de la reforma, ya estaba prevista la no punibilidad en estos
casos, la cuestión estaba supeditada a ciertos requisitos?” y, además, se entendía
que técnicamente el resultado era la exclusión de la antijuricidad.
Los sujetos pasivos del delito: hay una serie de casos discutidos a efectos
de considerarse los posibles sujetos pasivos de la injuria.
En primer lugar, se discutía en la doctrina nacional si las personas jurídicas
podian ser sujetos pasivos de la injuria. Actualmente —luego de la reforma de
la Ley N? 26.551-— se considera que sólo pueden serlo las personas físicas, ya
que así lo indica el texto de la ley. Cualquier persona física podría ser víctima
de este delito. Se considera que no existen personas sin honor, ya que éste es
un atributo de la dignidad humana poseída por todos.
Los menores de edad pueden ser sujetos pasivos del delito, aunque habrá
que considerar en cada caso la razonabilidad de la expresión injuriante en
relación al sujeto. Por ejemplo, decirle “atorrante” a un bebé de pocos meses,
obviamente que no es una injuria, y nadie podría tomarlo como una manifes-
tación injuriante. Pero sí podría ser delito el manifestarle “ladrón” a un menor
de 16 años, ya que podría afectarse su buena fama o propia estima.
30% Porejemplo: la crítica a un funcionario público, siempre que se trate del ejercicio de
sus funciones. No sería de interés público lo que se refiera a la vida privada o intimidad
de los funcionarios públicos.
305 Por ejemplo: la crítica a las personas que no cumplen con el aislamiento social obli-
gatorio dispuesto por el gobierno nacional o provincial durante una pandemia.
306 La cuestión relativa a un interés público era considerada uno de los supuestos que daba
lugara la exceptio veritatis. Por ello, para quedar exento de pena, además de tratarse de
una cuestión de interés público, el autor debía demostrar la veracidad de la expresión.
256
DELITOS CONTRA EL HONOR
Los muertos no puede ser sujetos pasivos de este delito, ya que el honor
se acaba con la muerte.*” Decir que X —que está muerto— era un corrupto, no
es una injuria. Hay que diferenciar los casos en que se dirija la expresión al
muerto y a otras personas —por ejemplo, familiares del muerto— que sí están
vivas, En estos casos, podría considerarse una injuria y los sujetos pasivos serían
exclusivamente las personas aún con vida.
307 Distinto es el caso en que se hubiera manifestado una expresión injuriante contra una
persona viva que inicia querella y en el trámite del expediente muere. En estos casos
si hay delito. Sólo habría un problema en cuanto a la prosecución de la acción penal ya
que tratándose de un delito de acción privada es necesario que el mismo titular inicie y
culmine la acción. Sin embargo, en estos casos, se admite que la acción penal privada
sea continuada por algún heredero.
308 Se distinguía entre el animus ¡ocandi (intención de bromear), animus retorquendi
(devolver la injuria por haber sido provocado), animus defendendi (intención de de-
fenderse), animus injuriandi (intención de injuriar), entre otros, Este último es el que
exigían algunos autores para sostener una interpretación restrictiva de la figura penal,
aunque sin una fundamentación clara que surgiera del texto legal.
257
GONZALO JAVIER MOLINA
3449 Antes de la reforma de la Ley N* 26.551, existía otro supuesto de excepción de la ver-
dad: cuando se trataba de un asunto de interés público. Ya hemos visto que estos casos
pasan a ser un elemento negativo de la tipicidad, y por ello, de darse una circunstancia
que se acepte como asunto de interés público, la conducta será directamente atípica.
No hará falta probar la verdad de la afirmación.
310 Según Donna sería un motivo de justificación, aunque no explica el porqué, Conf.
DONNA, ob. cit., p. 348.
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DELITOS CONTRA EL HONOR
6. EL DELITO DE CALUMNIA
A. TIPO OBJETIVO
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DELITOS CONTRA EL HONOR
hacen un delito. Esto marca una gran diferencia con los delitos de injuria, ya que
en ésta no existe la posibilidad de probar la verdad de los dichos del autor. En
cambio, en la calumnia la falsedad de la imputación del delito es un elemento
objetivo del tipo penal que debe ser probado por la acusación.
Al igual que en la injuria, también en esta figura penal existe un elemento
negativo. Es necesario que la imputación no se refiera a asuntos de interés
público.*” De ser así, la conducta será atípica. Tampoco serán calumnias las
expresiones que no sean asertivas, de modo que no se han pronunciado sin dejar
dudas de lo que quiere manifestar el autor.
B. TIPO SUBJETIVO
Al hablar de la injuria hemos definido lo que debe entenderse por cuestiones de interés
público.
318: DONNA exige dolo directo, ob. cit., p. 341. El fundamento de Donna es que sólo el
dolo directo sería compatible con el conocimiento de la falsedad de la imputación.
Sin embargo, creo que no necesariamente el autor debe actuar con dolo directo, También
con dolo eventual podría configurarse el delito. Ejemplo: el autor tiene dudas respecto
a la veracidad del hecho que imputa al damnificado, sin embargo, lo dice.
Entiendo que la aclaración que hace el texto legal, al referirse a la “falsa” imputación
de un delito no tiene como objetivo exigir una clase especial de dolo, sino dejar en
claro que cuando la expresión injuriante se refiere a la comisión de un delito, no será
calumnia si se imputa un delito verdadero. En esto tiene relevancia el interés público
en conocer la comisión de un delito por parte de un sujeto.
Admite el dolo eventual, aunque refiriéndose al código penal español, Teresa Castiñeira
Palou en Lecciones de derecho penal. Parte especial, ob. cit., p. 148, SILVA SÁNCHEZ
(Dir.).
El art. 205 del C.P. español sostiene: “Es calumnia la imputación de un delito hecha
con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad”.
Pese a que el código español se refiera expresamente al temerario desprecio hacia la
verdad y el argentino no, creo que se puede hacer la misma interpretación. En primer
lugar, porque no se exige en el texto del código argentino ningún elemento subjetivo
especial, y además la jurisprudencia adopta la llamada teoría de la real malicia que
precisamente acepta el supuesto del temerario desprecio hacia la verdad, fuente del
código español.
261
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9, INJURIAS EN JUICIO
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DELITOS CONTRA EL HONOR
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GONZALO JAVIER MOLINA
El art, 117 bis fue incorporado en el año 2000 por Ley N* 25,326* de
protección de datos personales, que agregó este artículo al Código Penal con
distintas figuras delictivas vinculadas con el manejo de datos.
La incorporación de estas figuras entre los delitos contra el honor, fue objeto
de críticas por parte de la doctrina penal que consideraba no había coincidencia
entre los bienes jurídicos protegidos por las injurias y calumnias por un lado; y
el suministro de información falsa a terceros, por el otro. En un caso, se decía,
el bien jurídico protegido es el honor y en el otro la veracidad de la información.
La reforma de la Ley N” 26,338 (25 de junio de 2008), suprimió directamen-
te el primer inciso, que es el que se refería a la conducta concreta de: “insertar o
hacer insertara sabiendas datos falsos en un archivo de datos personales”. Con
esta modificación —poco feliz— no sólo se suprime esa conducta como delito,
sino que se produce un grave problema de interpretación de la pena aplicable
para las conductas que se prevén en los otros incisos.
Está claro que seguirán siendo consideradas delictivas las conductas de
proporcionar a un tercero información falsa (inc. 2), y que a su vez prevén un
incremento de pena para los casos de perjuicio para alguna persona (inc. 3) y
para el caso de tratarse de un funcionario público el autor (inc. 4). El problema
es que en el inciso 1 —actualmente derogado-— estaba prevista la clase de pena
a la cual se remitían todos los otros incisos.
Por ello, actualmente se puede decir que las conductas previstas como deli-
tos para los incisos 2, 3 y 4 no tienen pena. Esta es la consecuencia obligada del
principio de legalidad que no sólo obliga al legisladora describir con precisión
20 El texto del art. 117 bis, incorporado al C.P. por la Ley N* 25,326 decia:
*1?, Será reprimido con la pena de prisión de un mes a dos años el que insertara o
hiciera insertar a sabiendas datos falsos en un archivo de datos personales.
2”. La pena será de seis meses a tres años, al que proporcionara a un tercero a sabiendas
información falsa contenida en un archivo de datos personales.
3". La escala penal se aumentará en la mitad del minimo y del máximo, cuando del
hecho se derive perjuicio a alguna persona.
4”. Cuando el autor o responsable del ilícito sea funcionario público en ejercicio de sus
funciones, se le aplicará la accesoria de inhabilitación para el desempeño de cargos
públicos por el doble tiempo que el de la condena”.
El art. 1* fue derogado por Ley N? 26.338, art. 14 (B.O. 25/6/08).
266
DELITOS CONTRA EL HONOR
la conducta punible, sino que también le obliga a describir con precisión cuál
es la pena que correspondería por realizar cierta conducta delictiva. Y esa pena
debe indicarse también con suma precisión.
Ahora bien, del art. 117 bis surge actualmente que “2. La pena será de seis
meses a tres años, al que...”. La pregunta es: ¿seis meses a tres años de qué?
Podría decirse que la referencia al “tiempo” de la pena indica que se trataría
de una pena de prisión. De hecho, en el inciso 1 (hoy derogado) se hablaba
claramente de pena de prisión. El artículo tal como estaba antes tenía sentido.
La cuestión es que hoy —con el inciso 1 derogado— se ha suprimido tam-
bién la indicación de la clase de pena a la cual los incisos siguientes se siguen
remitiendo. Todo esto con la agravante de que ya ahora en ninguna parte del
título en que se encuentran estos delitos, se habla de pena de prisión. Actual-
mente las penas son penas de multa en todo el título de delitos contra el honor.
Entonces, entiendo, que aunque uno pueda suponer que se trata de la pena
de prisión, como el texto de la ley no lo dice, por aplicación del principio de
legalidad, no se puede imponer ninguna pena en estos casos.
La conducta será delictiva, pero el juez no podría sancionar con pena. Para
imponer pena de prisión, reitero, es necesario que la ley penal lo disponga expre-
samente, y como en este caso no lo dice, la conducta no es punible. Si no surge
expresamente de la ley penal la pena a imponer, la consecuencia es la impunidad.
267
GONZALO JAVIER MOLINA
A) PELEA DE PROFESORES
En una reunión de profesores de la Facultad, Jeremías discute con Martín
por las modalidades de evaluación. Jeremías ofuscado, le dice a Martín que es
un profesor mediocre, que no tiene capacidad para elaborar sus propias argu-
mentaciones, y que todos sus libros son copias de obras de distintos autores
españoles.
Martín, que tenía una gran autoestima, no se siente agraviado por los
dichos de Jeremías. Asimismo, todos los profesores que estaban en la reunión,
consideran que Martín es un excelente docente e investigador, motivo por el
cual no dan crédito a los dichos de Jeremías que no logran cambiar la opinión
profesional que tienen de Martín.
Pregunta: ¿Considera que existe delito de injuria? ¿En caso positivo, estaría
consumado, o sólo queda en grado de tentativa?
B) EL LADRÓN EQUIVOCADO
En un grupo de WhatsApp, que reúne a 80 compañeros de facultad, Mateo
escribe un mensaje para todos. En el mensaje asegura haber visto, el día anterior
a Marcelo, uno de los integrantes del grupo, robando en un supermercado. Brinda
datos relativos a la forma y momento del robo. El mensaje fue visto por todos
los integrantes del grupo, quienes creyeron la versión de Mateo.
Lo cierto es que el autor de ese robo no había sido Marcelo, sino Nicolás,
su hermano gemelo, desconocido por Mateo.
Marcelo querella a Mateo por el delito de calumnias.
Pregunta: ¿Considera que existe delito?
268
DELITOS CONTRA EL HONOR
269
GONZALO JAVIER MOLINA
BACIGALUPO, Enrique. Delitos contra el honor. Ed. Hammurabi, 2002, Bs. As.
BERTONI, Eduardo y DEL CAMPO, Agustina. Calumnias e injurias: a dos años de
la reforma del Código Penal argentino. Facultad de Derecho. Universidad de
Palermo, 2012,
BLASCO Y FERNÁNDEZ DE MOREDA, Francisco. “La reforma penal y los delitos
contra el honor”, en El derecho penal en el exilio. Ed. Contexto, Resistencia,
2016.
CARRARA, Francesco. Programa de Derecho Criminal. Ed. Temis Bogotá, 1972.
CUADRADO RUIZ, María Ángeles. “La comisión por omisión como problema dog-
mático”, en Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales. T. L, Ministerio de
Justicia, Madrid, 2000,
DONNA, Edgardo. Derecho penal. Parte Especial. T. 1, Ed. Rubinzal-Culzoni, Bs.
As., 1999,
MOLINA, Gonzalo Javier. Estudios de derecho Penal. Ed. Contexto, Resistencia, 2013.
SANCINETTI, Marcelo A. Casos de Derecho Penal, T, 1, Ed. Hammurabi, Bs. As., 2005.
SILVA SÁNCHEZ, Jesús María. Lecciones de Derecho Penal. Parte Especial. Ed.
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- El delito de omisión. Concepto y sistema. Ed. B de F., 2? edición, Montevideo-
Bs. As., 2003,
SOLER, Sebastián. Derecho Penal Argentino, T. (MI, Ed, TEA, Bs, As., 1951,
270
TÍTULO IM
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
321
a Además, por la moralidad sexual de la época de la sanción del Código Penal (1921).
22 Enelart. 118 original del código penal estaba prevista la figura de adulterio, luego
derogada por la Ley N? 24.453, El texto legal disponía: “Serán reprimidos con prisión
de un mes a un año: 1) La mujer que cometiere adulterio; 2) El codelincuente de la
mujer; 3) El marido, cuando tuviere manceba dentro o fuera de la casa conyugal; 4)
La manceba del marido”.
271
GONZALO JAVIER MOLINA
3 Enel proyecto Tejedor se requería expresamente que la mujer fuera virgen para ser
víctima del delito, Luego, a partir del proyecto de 1891 se introdujo la expresión
honesta que quedó en el código penal original. Durante mucho tiempo se discutió el
significado de esa expresión. Algunos autores seguían exigiendo la virginidad y otro
sector lo entendía como “reserva sexual” en el sentido de inexperiencia sexual, (Ver
BONELLI, M., “El delito de estupro”, en Violación. Estupro. Abuso deshonesto, LÓPEZ
BOLADO, Jorge (Dir.), p. 99, Ed. Lerner, Bs. As., 1971,
24 Entre otros, SOLER. Ver Derecho Penal argentino, T. UL, p. 345. Allí sostenía que:
“No existe violación cuando media débito conyugal; pero por lo mismo, el matrimonio
no excluye la posibilidad de violación ya que ésta puede producirse por actos contra
natura, que no son debidos”.
Veremos que, en el sistema actual, la esposa si puede ser víctima de violación por
parte de su esposo. La negativa a tener relaciones sexuales implica la negación del
consentimiento como en cualquier otro caso en que no exista relación familiar entre
autor y victima.
26 Que, de hecho, no la tenia.
272
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
273
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274
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
CAPÍTULO Il
275
GONZALO JAVIER MOLINA
peligro de contagio;
d) El hecho fuere cometido por dos o más personas, o con
armas;
e) El hecho fuere cometido por personal perteneciente a las
fuerzas policiales o de seguridad, en ocasión de sus funciones;
f) El hecho fuere cometido contra un menor de dieciocho (18)
años, aprovechando la situación de convivencia preexistente
con el mismo.
En el supuesto del primer párrafo, la pena será de tres
(3) a diez (10) años de reclusión o prisión si concurren las
circunstancias de los incisos a), b), d) e) o f).
Como vimos, el art. 119 (primer párrafo) no define la figura penal, sino que
simplemente se refiere al que “abusare sexualmente de una persona”, y luego
enumera —a modo ejemplificativo— distintas modalidades de falta de consen-
timiento de la víctima. Es decir, que la figura consiste en abusar sexualmente
de una persona.
Ahora bien, ¿qué implica abusar sexualmente de la víctima? La ley penal
no lo explica. La doctrina penal ha tratado durante mucho tiempo de dar un
concepto indiscutido del abuso sexual, así se ha dicho que sería: “realizar actos
corporales de tocamiento o acercamiento, de carácter sexual con persona de uno
u otro sexo”, o que sería la “realización de contactos corporales con contenido
sexual sobre el cuerpo de una persona de cualquier sexo, sin que se alcance el
acceso carnal o su tentativa”.
Antes de tomar partido por algún concepto, debemos preguntarnos si el
contacto corporal es un requisito necesario para la configuración del abuso. En
34 TENCA, Adrián, Delitos sexuales, p. 19, Ed. Astrea, Bs. As., 2001.
276
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
333 Siel tercero no consentía el acto, también podría ser victima del delito de abuso sexual.
277
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parte del tipo penal, sabiendo que otro —que actúa conjuntamente— completa
la otra parte que exige la figura. Ejemplo: uno sostiene con fuerza a la víctima
y el otro la penetra o realiza los tocamientos en partes íntimas. Ambos serán
autores, aunque ninguno de los dos realizó toda la conducta del tipo, pero está
claro que entre los dos realizan el tipo penal completo.
278
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
336
En esta misma posición, DE LUCA en Código Penal y normas complementarias, ob.
cit., BAIGUN-ZAFFARON!I (Directores), T. 4, p. 593.
337
Es la postura de TENCA (ob. cit., p. 26 y ss.) entre otros autores.
279
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338 En este sentido, SANCINETTI (Teoría del delito y disvalor de acción, p. 334, Ed.
Hammurabi, Bs. As., 1991).
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DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
281
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discreta energia con que el varón vence el pudor de la doncella que, en realidad, desea
y consiente”. SOLER, ob, cit., T. TH, p. 342,
q41
En el delito de amenazas del C.P, argentino, la injusticia es un requisito esencial, Sólo
si el anuncio del mal es injusto, puede considerarse una amenaza en los términos del
art, 149 bis,
Aunque en el delito de coacciones (o amenazas coactivas) del art. 149 bis, última parte,
la injusticia no es un requisito, ya que puede configurarse el delito, incluso valiéndose
el autor del anuncio de un mal justo, siempre que no tenga derecho a exigir de ese
modo el acto pretendido. Volveremos al tema al referirnos al delito de coacciones.
22 Ver GIMBERNAT ORDEIG, “Sobre algunos aspectos del delito de violación en el
código penal español; con especial referencia a la violación intimidatoria”, en Estudios
de Derecho Penal, p. 287 y ss., Ed. Tecnos, Madrid, 1990,
343 Unaexcepción a esta afirmación, es la obra de GONZÁLEZ GUERRA, Carlos, Delitos
contra la libertad sexual, Ed. B de F, Bs. As,, 2015, donde se analizan con profundidad
282
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
esta cuestión. En primer lugar, quienes sostienen que la amenaza del mal debe
ser injusto.** Por otra parte, quienes sostienen que la injusticia del mal anunciado
no es un requisito indispensable de la amenaza en el abuso sexual,
Considero que la injusticia o ilicitud del mal futuro no es un requisito
de la amenaza en el delito de abuso sexual (simple, gravemente ultrajante o
con acceso carnal).*** Sí es un requisito la gravedad del mal amenazado y la
inminencia de producción de ese mal, de modo que no se pueda dar tiempo
a la víctima a procurar alguna alternativa de evadir el acto sexual al que se la
obliga. Si se anuncia un mal que se produciría en un término temporal lejano,
la víctima podría decidir denunciar el hecho a las autoridades y de ese modo
evitar el acto sexual no deseado. Lo mismo se podría decir si el mal que se
anuncia es insignificante y no afecta bienes jurídicos esenciales. La gravedad
deberá analizarse en cada caso concreto para poder así decidir si existió o no
consentimiento de la víctima.*
4) Abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, au-
toridad o poder: el sujeto activo debe estar en una relación de preeminencia
respecto de la víctima, con quien estaria unido por un vínculo de autoridad, o
jerárquico.
La relación de dependencia implica un vínculo de carácter laboral, educa-
cional, religioso o institucional.
La relación de autoridad se da en un ámbito jerárquico en el cual el superior
abusa del sujeto que le debe obediencia. Es propio de las fuerzas de seguridad.
283
GONZALO JAVIER MOLINA
La relación de poder parecería ser más amplia, ya que abarca todos los
casos en los que la víctima tenga que obedecer al autor. La mayoría de la doc-
trina penal argentina incluye aquí los casos de posiciones de garantía, como,
por ejemplo: el guía de montaña, el guardavidas.
Vale aclarar que no basta con la existencia de las relaciones mencionadas
entre autor y víctima, sino que el autor debe abusar de esa relación de supe-
rioridad.**%
3) Aprovecharse que la víctima por cualquier motivo no haya podido
consentir libremente la acción: esta fórmula final, demuestra que los casos
enumerados previamente, significaban una enumeración ejemplificativa y no
taxativa. Además, nos obliga a interpretar cualquiera de los casos anteriores en
función de la falta de posibilidad de consentir el acto. Tanto la amenaza como
la coacción o el abuso de poder o de relación de autoridad o dependencia se-
rán suficientes como medios sólo cuando la víctima no haya podido consentir
libremente la acción. Esto es lo determinante.
Ahora bien, dentro de esta fórmula general, podemos mencionar como
ejemplos de exclusión del consentimiento libre de la víctima, el caso de la sor-
presa, o del error de la víctima o el de su falta de razón o de sentido. Ninguno
de estos supuestos está mencionado en la lista de ejemplos que preceden la
fórmula general, y, sin embargo, habrá que considerarlos como excluyentes de
ese consentimiento libre de la víctima, cuando revistan la suficiente gravedad.
En los casos en que la víctima es tomada por sorpresa por el autor, sin
dudas existe un abuso sexual. Ejemplo: A, aprovechando que B está distraída
y de espaldas, toca sus glúteos rápidamente antes de que B pueda reaccionar.
En este caso, la víctima no ha consentido libremente el acto, ni ha tenido
la oportunidad de expresar su consentimiento o negativa, es por ello que debe
considerarse un caso de abuso sexual.
En los casos de error de la victima respecto al significado del acto que
realiza, también se puede ver un supuesto de abuso sexual. Por ejemplo: A,
aprovechando la oscuridad, se hace pasar por el esposo de B, para besarla en
la boca y realizar tocamientos en sus partes intimas.
248 En una sentencia del Tribunal Supremo español se sostuvo que para apreciar prevali-
miento es necesario un desnivel notorio entre las posiciones de ambas partes, en el que
una de ellas se encuentra en una manifiesta situación de inferioridad que restringe de
modo relevante su capacidad de decidir libremente. (STS 24 junio de 2004. Ponente
Sánchez Melgar).
284
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
Es importante precisar sobre qué datos o elementos recae el error que ex-
cluye el consentimiento de la víctima. Dicho de otro modo: no cualquier error
de la víctima excluye su consentimiento libre, sino sólo aquel que se refiere a
la identidad del sujeto con quien lo hace, o respecto al significado*” del acto
sexual realizado.
Ejemplo 1: A le dice a B, que si accede a tener relaciones sexuales con
ella esa noche, se casarían al mes siguiente. B acepta, pero resulta que era una
mentira de A, quien nunca tuvo la intención de casarse. B fue engañado. Aquí
hubo un engaño en la motivación del acto, sin embargo, no se puede decir que
exista abuso sexual,
Ejemplo 2: A le dice a B que si accede a tener relaciones sexuales con él
esa noche le haría el regalo que siempre quiso. B accede motivada por el regalo
que nunca llegó.
En ambos casos existe un error de parte de B, y hasta es posible que el
único motivo para acceder al acto sexual haya sido la promesa de matrimonio
o el regalo prometido, También es cierto que A engañó a B. Sin embargo, la
existencia de ese error no puede ser considerado una falta de consentimiento o
un consentimiento sin libertad. El error sobre las motivaciones para acceder al
acto sexual, no pueden ser un supuesto de exclusión de la libertad de consentir.
Los casos de privación de razón o de sentido (desmayo, sueño, sonambu-
lismo, ebriedad total) son supuestos de falta de consentimiento. En estos casos
falta el consentimiento, sin interesar la confirmación posterior de la victima.
También los casos de imposibilidad física de resistir el acto (ej. Parálisis) son
casos de falta de consentimiento.
La fórmula es abierta, de modo que en cualquier otro caso en que la víctima
no pueda consentir libremente la acción, habrá abuso.
6) Víctima incapaz: los casos de enfermedades mentales de la víctima han
generado discusión en la doctrina penal. Históricamente,*%% se ha considerado
que quien tenga relaciones sexuales con una persona con trastornos mentales,
comete un abuso sexual. Precisamente, el texto original del Código Penal ar-
gentino preveía como un supuesto especial de abuso deshonesto o violación
el caso de privación de sentido, dentro de los cuales la doctrina consideraba
285
GONZALO JAVIER MOLINA
3 MUÑOZ CONDE, Derecho Penal, Parte Especial, p. 201, Ed. Tirant lo Blanch,
Valencia, 2015.
352
Es el concepto del código Penal español, art. 184.1. El tipo penal se agrava cuando el
autor logra concretar el acto sexual (art. 184,2 C.P, español).
286
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
353 El acoso sexual en realidad es una figura de peligro que se constituye con algunos
elementos del abuso sexual (simple o con acceso carnal) sin requerirse el contacto
sexual. Serían actos preparatorios de las figuras de abuso sexual en el código penal
argentino,
Muchos autores de la doctrina española critican la figura por la dificultad para probar
el hecho. Sin embargo, considero que actualmente, con la diversidad de medios tecno-
lógicos no sería un problema determinante el referido a la dificultad de pruebas. Pero,
además, no debe descartarse una figura penal simplemente porque sea dificil su prueba
en los casos concretos.
Otros autores critican la figura por abundante (MUÑOZ CONDE, Derecho Penal.
Parte Especial, 20? edición, Tirant lo Blanch).
334 Si el error de prohibición es invencible, se excluye la culpabilidad. Si es vencible, la
culpabilidad no se excluye, y hay delito.
287
GONZALO JAVIER MOLINA
TE | TS
4 Tocamiento de oa la
víctima en partes íntimas
Dolo
2 Falta del consentimiento
libre para el acto sexual
El Código Penal argentino prevé en el segundo párrafo del art. 119 la figura
de “abuso sexual gravemente ultrajante”.**
Al tratarse de una agravante del abuso sexual simple, en principio deben
darse sus elementos: el tocamiento o contacto como abuso sexual, y la falta de
consentimiento libre. Además de los elementos mencionados y ya analizados
previamente, es necesario que el abuso, por su duración o circunstancias de
realización, configure un sometimiento sexual gravemente ultrajante para la
víctima,
Los elementos que se agregan a un abuso sexual simple, entonces serían
la configuración de un sometimiento gravemente ultrajante para la víctima por
su duración o circunstancias de realización.
La doctrina penal argentina señala que, en lo referente a la duración, se
pueden encontrar dos modalidades:
a) Reiteración de actos con contenido sexual objetivamente similares
en los que coinciden autor y víctima.
b) Que el acto se prolongue por un tiempo superior al normal para rea-
lizar dicho acto.
355
Art. 119, 2? párr.: “La pena será de cuatro a diez años de reclusión o prisión cuando
el abuso por su duración o circunstancias de su realización, hubiere configurado un
sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima”.
288
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
36% Esta es una crítica que hacia De Luca antes de la reforma de la Ley N* 27,352
(17/5/17). Cabe señalar que luego de esa ley, está claro que el supuesto de fellatio in
ore encuadraria en el tercer párrafo del art. 119. Pero el problema se podría plantear
actualmente con otro ejemplo que indiscutiblemente sea gravemente ultrajante para
la víctima en forma natural, independientemente de su duración o circunstancias de
realización. Por ejemplo: el autor, utilizando violencia, pasa su pene sobre la cara y
pechos de la victima, eyaculando, si haberla penetrado.
289
GONZALO JAVIER MOLINA
Se trata de una figura dolosa, igual que el abuso sexual simple. En este
caso, el dolo debería abarcar también el conocimiento de estar realizando el
abuso sexual de esas características.
T.O. | T.S.
1 Tocamiento de o a la
víctima en partes íntimas
3 Sometimiento
E gravemente
dl
ultrajante para la víctima
En el tercer párrafo del art. 119 se prevé el abuso sexual agravado por
acceso carnal.
Los elementos del tipo objetivo son los mismos del abuso sexual simple ya
analizados. Se agrega el acceso carnal (vía anal, vaginal u oral) o la introducción
de objetos o partes del cuerpo por vía anal o vaginal.
357
“La pena será de seis (6) a quince (15) años de reclusión o prisión cuando mediando
las circunstancias del primer párrafo hubiere acceso carnal por vía anal, vaginal u oral
o realizare otros actos análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo por alguna
de las dos primeras vías”,
290
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
como la introducción en la boca. Por ello se decía que el acceso carnal era la
introducción en cualquier cavidad natural de la víctima.
Por otra parte, la postura más restrictiva, solamente aceptaba como acceso
carnal la penetración vía anal y vaginal, porque decían que la boca no era un
órgano apto para el coito, por no generar glándulas erógenas.
La cuestión pretendió resolverse con la reforma de la Ley N? 25,087
(1999) y el agregado que se hizo al código original. El tipo quedó redactado
del siguiente modo “tuviere acceso carnal por cualquier vía”.
Esa última parte por cualquier vía pretendía ser la aclaración para que no
se discutiera más el caso de fellatio in ore. Los mismos legisladores en la discu-
sión parlamentaria eran conscientes de que el agregado podría no ser suficiente.
Efectivamente, una vez en vigencia la nueva ley generó discusiones sobre el
alcance del agregado. Por una parte, se sostuvo que la expresión cualquier vía
incorporaba también el caso de la introducción del pene en la boca. Por otra
parte, se decía que el caso de fellatio in ore no quedaba incorporado en el texto
legal porque no era un caso de acceso carnal, y, por consiguiente, el agregado
por cualquier vía sólo servía como una aclaración para hacer referencia a las
dos únicas vías posibles de acceso carnal: vía vaginal y vía anal. De modo que,
aunque el legislador quiso incorporar el supuesto de fellatio, no estaba claro en
el texto legal que quedara incorporado.
Finalmente, la Ley N* 27.352 pone fin a la discusión al respecto y establece
que el acceso carnal puede ser también vía oral.
Además de aclarar el supuesto de fellatio in ore, la ley agrega otros nuevos
casos equiparables al acceso carnal y que consisten en la introducción de objetos
o partes del cuerpo por vía anal y vaginal.
En cualquiera de estos supuestos la pena será de 6 a 15 años de prisión, es
decir, la misma pena que para el supuesto de acceso carnal.
Quedan fuera del tipo penal los casos de introducción de objetos o partes del
cuerpo (excepto el pene) por la boca de la víctima. Por ejemplo: la introducción
de dedos. En caso de introducirlos en la vagina o ano, serán el abuso sexual
agravado del tercer párrafo. En caso de introducirlos en la boca de la víctima, no.
291
GONZALO JAVIER MOLINA
358 Antes de esa reforma, el texto exigía que el autor tuviere acceso carnal,
292
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
T.O. T.S.
c.4. Tentativa
D. AGRAVANTES
359
Con respecto al daño mental, señala Donna que es necesario que sea diferente al que
se supone podría provocar cualquier caso de abuso sexual “porque no hay duda de que
293
GONZALO JAVIER MOLINA
los arts. 90 y 91 C.P.? ¿O se podría entender por grave daño algún otro, aunque
no sea de los enumerados en esos artículos? Parecería que no hay otra opción
que recurrir al criterio que remite a los arts. 90 y 91, por respeto al principio de
legalidad y proporcionalidad de las penas.*%
Por otra parte, hay que aclarar que el resultado de las lesiones no puede
ser cualquiera, sino aquel que tenga un vínculo determinante con el hecho del
abuso sexual,
En muchos de los supuestos señalados por el art. 119 es imposible pensar
que surja una relación de causalidad (y de imputación objetiva) entre el acto del
abuso y el resultado lesiones. Por ejemplo, tratándose de una victima menor de
13 años o de otra que hubiere actuado sin consentimiento por el abuso coactivo
por una relación de poder. ¿Qué relación tendría el acto inicial (ilícito) del abuso
sexual, con la lesión producida a la víctima?
Generalmente, en las leyes penales, esta agravante por la producción del
resultado es asociada a los casos de ejercicio de violencia física. Sin embargo,
como está redactada en nuestra ley penal, parece prevista para todas las moda-
lidades de abusos sexuales (del 2? y 3* párrafo del 119). Es por ello que surge
la duda respecto a la posible relación entre esos ejemplos dados previamente
y el resultado lesión.
La solución a este problema viene dada por la teoría de la imputación ob-
jetiva. Para imputar la agravante por la producción de lesiones, será necesario
que entre el acto inicial de abuso y el resultado lesiones exista una relación de
causalidad más una relación de imputación objetiva. Será necesario verificar que
además de la relación puramente causal entre acción y resultado se verifique la
creación de un riesgo jurídicamente desvalorado (para la salud de la víctima)
y que sea ese riesgo el que se concretó en el resultado.
Ejemplo 1: el autor golpea a la víctima para lograr el abuso sexual con
acceso carnal y a consecuencia de esos golpes, la víctima resulta con lesiones
que le imposibilitan trabajar por más de un mes. Éste sí será un caso en que
pueda imputarse la agravante. La lesión es un resultado imputable objetivamente
al acto violento del autor.
294
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
261 Dicho de otro modo, el autor del abuso sexual podría decir: “Yo reconozco que se me
imponga la pena del abuso sexual, Pero ¿por qué tendrian que imputarme a mi también
sus lesiones? Si lo hubiera hecho de otra forma, el resultado no se hubiera producido”.
362 DELUCA, ob, cit. p. 616.
295
GONZALO JAVIER MOLINA
296
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
366 A diferencia del homicidio que se agrava por el concurso de dos o más personas (se
requieren por lo menos tres) en el caso del abuso sexual bastaría con dos personas para
aplicar la agravante.
Se le llama contaminación ambiental, según palabras del Tribunal Supremo español.
Ver ALCÁCER GUIRAO, Rafael, Delitos contra la libertad sexual: Agravantes es-
pecíficas, p. 34, Ed. Atelier, Barcelona, 2004.
368
La cuestión del uso de armas tiene un gran desarrollo en el delito de robo agravado
por ese motivo (art. 166 C.P.).
169 DONNA, ob, cit.. p. 89.
297
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298
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
299
GONZALO JAVIER MOLINA
377
2 El tipo objetivo del art. 120 sólo requiere la minoría de 16 años. No exige, además,
la mayoría de 13, como en algún momento entendió una parte de la doctrina penal
argentina. La materia de prohibición se constituye con el dato de que la víctima es
menor de 16. Es por ello que, si el autor piensa que la víctima tiene 12 años, cuando
en realidad tiene 14, el tipo objetivo y subjetivo de esta figura, estará cumplido. No se
puede invocar un error de tipo.
Como tal, sigue las reglas del error de prohibición: si es invencible se excluye la cul-
pabilidad. Si es vencible no la excluye, sólo la atenúa al momento de la determinación
de la pena.
300
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
e LeyN*12.331,
Algunos autores consideran que también podría aplicarse en ese caso, el art, 202 del
código penal que sanciona la propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa (Ver,
PARMA, ob. cit., p. 237). Considero que el art, 202 no sería aplicable en caso de con-
tagio a una persona determinada, porque esa figura está prevista para la propagación
de enfermedad, que sería el acto de dirigir el contagio a una gran cantidad de personas,
de forma indiscriminada, De hecho, es un delito contra la salud pública, lo cual implica
la necesidad de que se ponga en peligro la salud de una cantidad indeterminada de
personas, y no solamente de una.
Es por eso que no tiene sentido lo que indican Parma, Mangiafico y Doyle cuando
señalan que “cada uno de los sujetos activos debería responder por el delito del art. 120
agravado por ser cometido por dos o más personas” (ob. cit., p. 239), sosteniendo que
la agravante por el número de personas se debería aplicar al delito del art. 120 C.P.
No se debe aplicar, en primer lugar, por el principio de legalidad: si no está previsto
en la ley es imposible, aunque no le agrade la ley al intérprete. Y, en segundo lugar,
porque sería insensato: si la base de la figura es la seducción, la presencia de dos o más
personas no refuerzan la seducción. Sí refuerzan la violencia o intimidación.
301
GONZALO JAVIER MOLINA
302
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
tiene vínculo en el plan delictivo del autor del abuso. No se puede aplicar la
agravante con la pena prevista de prisión perpetua, cuando el autor no ha tenido
dolo ni culpa en relación a la muerte. Ejemplo: A amenaza con un arma a B para
accederla carnalmente. En ese momento interviene C (un ladrón que no tiene
vinculación con el acto de A) y con la intención de apoderarse ilegítimamente
de las cosas de ambos, dispara y provoca la muerte de B. Este resultado muerte
no se le podría imputar al sujeto A, sólo al sujeto C.
Descartados esos supuestos, debemos pensar ahora en los casos en que el
autor del abuso mata a la víctima para preparar, ocultar, facilitar, consumar el
abuso, o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad o por no haber
logrado el fin propuesto con el abuso. Estos supuestos van directamente al art.
80 inc. 7, y se trataría de un homicidio agravado criminis causa.
Entonces las únicas opciones que quedarían para la aplicación del art. 124
serían los casos de abusos sexuales con muerte de la víctima cuando esa muerte
sea imputable al autor a título doloso y/o culposo.
Un sector de la doctrina penal argentina sostenía que los dos supuestos son
aplicables al art. 124, es decir que se aplicaría cuando el autor del abuso tuvo,
además, dolo de matar o fue imprudente respecto a la muerte de la víctima.*””
Parecería que, teniendo en cuenta la pena aplicable, sólo debe aplicarse
la agravante cuando la muerte se imputa al autor a título doloso, por respeto
al principio de culpabilidad.*”* Si la muerte sólo se puede imputar al autor del
abuso a título de imprudencia, entonces se tratará de un concurso entre el abuso
sexual y un homicidio culposo.
Además, debemos aclarar que, para imputar esa muerte, el resultado en
relación a la acción de abuso, debe superar el filtro de la imputación objetiva.*?
7 Soler consideraba que el resultado muerte debía imputarse como en una figura pre-
terintencional, es decir que el art. 124 se aplicaba —a su criterio— cuando el autor tenía
dolo de abuso sexual e imprudencia respecto al resultado muerte. Aunque debemos
aclarar que Soler sostenía esta posición (incluía los homicidios culposos) cuando la
norma del art. 124 preveía una pena de prisión de 15 a 25 años. Con la pena de prisión
perpetua que prevé actualmente el art. 124 la solución debería ser diferente, incluso
para un autor como Soler.
18 Asílo entienden DONNA (ob. cit., p. 82), DE LUCA (ob. cit., p. 679), PARMA (ob.
cit., p. 241), entre otros.
39 Esto significa que la acción de abuso sexual debe ser al mismo tiempo una creación
de riesgo jurídicamente desvalorado para la vida de la víctima y debe ser ese riesgo
ereado por el autor el que se realiza en el resultado, y no otro,
303
GONZALO JAVIER MOLINA
CAPÍTULO HI
a Entre otros, NÚÑEZ (Tratado de Derecho Penal, T. TIL, Vol. IL, p. 338), SOLER
(Derecho Penal argentino, T. TIL, p. 329).
304
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo serían anormales”,
¿Creen que ciertas prácticas sexuales serían anormales? ¿cuáles serían?
Por ello, es muy criticable sostener que lo que se protege es el normal de-
sarrollo de la sexualidad como si hubiera una sexualidad normal. Si el Estado
pretende imponer una sexualidad como “normal”, se estaría contradiciendo el
art. 19 CN,
Es más aceptable, como sostiene Donna, decir que lo que se protege es el
derecho de toda persona a elegir qué conducta sexual tendrá en su vida, libre
de la indicación del Estado sobre la normalidad sexual.
305
GONZALO JAVIER MOLINA
C. CONDUCTA TÍPICA
Según el artículo 125, la conducta sería promovero facilitar la corrupción.
No se define el significado de la corrupción, y por ello la doctrina penal se ha
esforzado por caracterizarla a través de la identificación con actos perversos,
prematuros O excesivos.
Según la doctrina penal son perversos los actos que tienen una naturaleza
suficiente para crear el vicio de prácticas sexuales depravadas puramente luju-
riosas o que impliquen un ejercicio anormal de la sexualidad.
Prematuro sería el acto realizado antes de su debido tiempo. Excesivos
serían los que se reiteran en el tiempo de manera extraordinaria.
Además, de alguna de estas tres características, es necesario que el acto
corruptor tenga alcance y consecuencias psicológicas en la víctima, de modo
que pueda alterar el comportamiento sexual de una persona.
El consentimiento de la víctima no quita el carácter delictivo, y cuando
además exista violencia o cualquier modo de intimidación o coerción, se con-
figura la agravante.
Promover significa iniciar al menor en las prácticas corruptas como si fueran
normales, también el acto de influenciar para un mayor grado de depravación.
Facilita quien contribuye para que el menor se corrompa o se mantenga en ese
estado. La diferencia sería que en este segundo caso se actúa sobre un menor
ya corrompido. Es posible en el caso de la facilitación que se realice mediante
una omisión, no así en el caso de la promoción,
Sujeto activo puede ser cualquier persona, de cualquier sexo. Sujeto pasivo
debe ser una persona menor de dieciocho años de edad y se agrava la figura si
es menor de trece.
Para la consumación de la figura penal no es necesario que se logre la
corrupción, sino que basta con que se la haya facilitado o promovido.
Es un delito doloso, lo cual requiere que el autor sepa que está promovien-
do o facilitando la corrupción de un menor de edad. No hace falta el elemento
subjetivo especial “con ánimo de lucro o para satisfacer deseos ajenos” que se
exigía en la redacción del texto anterior.
306
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
307
GONZALO JAVIER MOLINA
B. LA PROSTITUCIÓN. SU CONSTITUCIONALIDAD
382 El texto anterior del art. 126 decía: “Será reprimido con reclusión o prisión de cuatro
a diez años el que con ánimo de lucro o para satisfacer deseos ajenos, promoviere o
facilitare la prostitución de mayores de dieciocho años de edad mediando engaño,
abuso de una relación de dependencia o de poder, violencia, amenaza o cualquier otro
medio de intimidación o coerción”.
308
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
Sin embargo, tal como está nuestra legislación penal actualmente, existen
muchas restricciones en cuanto a las actividades de las personas que de algún
modo cooperan, promueven o facilitan esa prostitución. Se sanciona no sola-
mente la promoción y facilitación de la prostitución (arts. 125 bis y 126) sino
también la trata de personas con esa finalidad, es decir su captación, traslado,
ofrecimiento, recepción, etc. (art. 145 bis). También se sanciona penalmente
la explotación económica de la prostitución (art. 127) como el sostenimiento y
regencia de las casas de tolerancia (Ley N? 12,331, art. 15).
En la figura del art. 125 bis se sanciona a quien promueva o facilite la
prostitución ajena. No es necesario, como en la redacción de la ley anterior,
que el autor tenga fines de lucro o de satisfacción de deseos propios. Tampoco
es necesario que logre beneficios económicos o explote económicamente a la
victima, ya que esto es una exigencia de la figura del art. 127.
Se sanciona el acto de contribuir a la prostitución de otro, ya que se parte
de la idea de que no existe una persona que se prostituya por placer** y que
esa persona no puede pactar un contrato de trabajo en condiciones de igualdad,
sino que es víctima de una explotación de parte del otro que se aprovecha de
su situación de necesidad.
Existe una presunción de parte de la ley penal de que la víctima no puede
consentir libremente un acto de ese tipo (someterse a la prostitución) porque
estaría en juego su dignidad, por ello se sanciona a todo el que promueva o
facilite ese estado.***
Ahora bien, aun suponiendo que exista esa presunción de que la persona
prostituida no puede consentir libremente, debe aclararse qué conductas pueden
ser típicas del delito de promover o facilitar la prostitución.
No toda acción causante del acto de prostitución se puede incluir en el
tipo penal, sino tan sólo aquellas que de alguna manera impliquen un abuso de
la situación de vulnerabilidad de una persona que se prostituye, de modo que
pueda decirse que se afectó el bien jurídico protegido: la libertad o integridad
sexual de la víctima.
309
GONZALO JAVIER MOLINA
310
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
Sujeto activo y pasivo del delito puede ser cualquier persona. En ciertos
casos, la calidad del sujeto activo o pasivo, podría dar lugar a las agravantes
por la relación entre ellos, o por la calidad de funcionario público, por ejemplo.
311
GONZALO JAVIER MOLINA
sujeto para convencera otro, también en este caso se exige una conducta activa
para convencer al otro a prostituirse.
Sí es posible la facilitación por omisión. En este caso, por tratarse de una
omisión impropia, es necesaria la posición de garantía en el autor.
E. TIPO SUBJETIVO
Es un delito doloso, por ello el autor debe saber que está promoviendo
y facilitando la prostitución de la otra persona. El desconocimiento de esta
situación lleva a la atipicidad.
En el caso de las agravantes, además, el autor debería conocer las cir-
cunstancias que agravan, por ejemplo, la edad de la víctima en el supuesto del
último párrafo del art. 126,
El error sobre las circunstancias agravantes descartaría la posibilidad de
aplicar la figura agravada, pero queda subsistente la figura básica.
No se exigen elementos subjetivos distintos al dolo como lo requería el texto
de la ley anterior que pedía ánimo de lucro o satisfacción de deseos en el autor.
El delito se consuma con los actos de promoción o facilitación, no es nece-
sario que efectivamente se haya logrado la prostitución, se trata de un supuesto
de adelanto de la punición a una etapa previa a la afectación del bien jurídico,
lo cual lo hace más cuestionable desde la óptica del art, 19 CN,
312
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
En este caso, el motivo es la mayor indefensión del menor de edad para tomar
decisiones en cuanto a su libertad sexual.
Obviamente que, para aplicarse estas agravantes, es necesario que el au-
tor conozca el motivo agravante, según cada caso. De no ser así, sólo podría
aplicarse la figura básica, siempre que se dieran sus requisitos, y a mi criterio,
cuando además exista un aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad
de la víctima.
3. RUFIANERÍA
Será reprimido con prisión de cuatro (4) a seis (6) años, el que
explotare económicamente el ejercicio de la prostitución de
una persona, aunque mediare el consentimiento de la víctima.
La pena será de cinco (5) a diez (10) años de prisión, si
concurriere alguna de las siguientes circunstancias:
1) Mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier
otro medio de intimidación o coerción, abuso de autoridad o
de una situación de vulnerabilidad, o concesión o recepción
de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una
persona que tenga autoridad sobre la víctima.
2) El autor fuere ascendiente, descendiente, cónyuge, afín en
línea recta, colateral o conviviente, tutor, curador, autoridad
o ministro de cualquier culto reconocido o no, o encargado
de la educación o de la guarda de la víctima.
3) El autor fuere funcionario público o miembro de una
fuerza de seguridad, policial o penitenciaria.
Cuando la víctima fuere menor de dieciocho (18) años la pena
será de diez (10) a quince (15) años de prisión.
313
GONZALO JAVIER MOLINA
Según surge del texto de la ley, y aunque se haya agregado la parte que
pretende restar importancia al consentimiento de la víctima, debemos interpretar
que la figura básica exige que el autor del hecho explote económicamente el
ejercicio de la prostitución de otra persona.
Aunque la intención del legislador haya sido incluir en la figura también los
casos en que exista el consentimiento de la víctima, el texto sigue exigiendo la
explotación económica de la otra persona. Se entiende por explotación econó-
mica el abuso en provecho propio del trabajo de otra persona. El acto de abusar
del trabajo económico de otra persona es incompatible con el consentimiento
de esa persona, son conceptos lógicamente contrapuestos. No se puede abusar
de alguien que consiente,
Es cierto que, en algunos casos, el legislador ha considerado que la falta
de oposición no significa un asentimiento: es lo que ocurre, por ejemplo, en
los casos de abusos sexuales a menores de 13 años. Allí el legislador sanciona
la conducta por considerar que un menor de 13 años no tiene capacidad para
prestar consentimiento, pero si se trata de un mayor, en este caso que ejerce
la prostitución, ¿cómo podría considerar que su consentimiento no es válido?
Por ello, y por respeto al principio de legalidad (lex certa) y de lesividad,
debe interpretarse que la figura exige la explotación económica de la víctima, y
ello no puede darse con el consentimiento de la víctima. Claro que ese consen-
timiento se puede afectar en muchos casos con el simple aprovechamiento de
la situación de vulnerabilidad de la víctima, pero ello será un elemento objetivo
que deberá demostrarse en cada caso. Lo mismo que se ha indicado en relación
al delito de facilitación y promoción de la prostitución ajena, se puede señalar
aquí en cuanto a la posible afectación del art. 19 CN.
314
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
Sirve como comparación el art. 187%” del Código Penal español (según
reforma del año 2015) que prevé los delitos de promoción y facilitación de la
prostitución y también el de explotación de la prostitución ajena. En el caso
de la primera figura (promoción de la prostitución) exige que exista violencia,
intimidación, engaño, o abuso de una situación de superioridad o de necesidad
o vulnerabilidad de la víctima. En el caso de la explotación de la prostitución
de otra persona, exige que el autor lucre explotando la prostitución de otro, aun
con su consentimiento. Y a continuación, aclara que habrá explotación cuando
la víctima se encuentre en situación de vulnerabilidad personal o económica,
y se le impongan para su ejercicio condiciones gravosas, desproporcionadas
o abusivas.
Es decir, en el caso de la legislación española, expresamente se dice que
la situación de vulnerabilidad personal es un caso de explotación económica.
La acción típica en el art. 127 es aprovecharse económicamente de la
situación de la victima que ejerce la prostitución. Anteriormente, la conducta
consistía en hacerse mantener por una persona que ejerza la prostitución, explo-
tando las ganancias provenientes de tal actividad. En aquel caso era necesario
el mantenimiento económico de la persona.
No es necesario en la figura actual que la actividad de explotación satisfaga
todas las necesidades económicas del autor. Cualquiera puede ser sujeto pasivo
y activo del delito.
Es una figura dolosa, por lo cual el sujeto debe conocer que explota eco-
nómicamente la prostitución ajena.
38% Art, 187C.P. Español: “1, El que, empleando violencia, intimidación o engaño, o abu-
sando de una situación de superioridad o de necesidad o vulnerabilidad de la víctima,
determine a una persona mayor de edad a ejercer o a mantenerse en la prostitución,
será castigado con las penas de prisión de dos a cinco años y multa de doce a veinti-
cuatro meses. Se impondrá la pena de prisión de dos a cuatro años y multa de doce
a veinticuatro meses a quien se lucre explotando la prostitución de otra persona, aun
con el consentimiento de la misma. En todo caso, se entenderá que hay explotación
cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias: a) que la víctima se encuentre
en una situación de vulnerabilidad personal o económica, b) que se le impongan para
su ejercicio condiciones gravosas, desproporcionadas o abusivas”,
315
GONZALO JAVIER MOLINA
4. DELITOS DE PORNOGRAFÍA
Será reprimido con prisión de tres (3) a seis (6) años el que
produjere, financiare, ofreciere, comerciare, publicare,
facilitare, divulgare o distribuyere, por cualquier medio, toda
representación de un menor de dieciocho (18) años dedicado
a actividades sexuales explícitas o toda representación de
sus partes genitales con fines predominantemente sexuales,
al igual que el que organizare espectáculos en vivo de
representaciones sexuales explícitas en que participaren
dichos menores.
Será reprimido con prisión de cuatro (4) meses a un (1) año
el que a sabiendas tuviere en su poder representaciones de
las descriptas en el párrafo anterior.
Será reprimido con prisión de seis (6) meses a dos (2) años
el que tuviere en su poder representaciones de las descriptas
en el primer párrafo con fines inequívocos de distribución
o comercialización.
Será reprimido con prisión de un (1) mes a tres (3) años
el que facilitare el acceso a espectáculos pornográficos o
suministrare material pornográfico a menores de catorce
(14) años.
Todas las escalas penales previstas en este artículo se elevarán
en un tercio en su mínimo y en su máximo cuando la víctima
fuere menor de trece (13) años.
316
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
sesión plenaria del 25 de mayo de 2000). Su art. 2” inc. c), que dice que: “por
pornografía infantil se entiende toda representación, por cualquier medio, de un
niño dedicado a actividades sexuales explícitas, reales o simuladas, o toda repre-
sentación de las partes genitales de un niño con fines primordialmente sexuales”.
Luego en el art, 3? del Protocolo (aprobado por Ley N? 25,763), en su art.
3? establece:
Todo Estado parte adoptará medidas para que, como mínimo, los actos y
actividades que a continuación se enumeran queden integramente compren-
didos en su legislación penal, tanto si se han cometido dentro como fuera
de sus fronteras, o si se han perpetrado individual o colectivamente (...) c)
la producción, distribución, divulgación, importación, exportación, oferta,
venta o posesión, con los fines antes señalados, de pornografía infantil.
B. TIPOS PENALES
317
GONZALO JAVIER MOLINA
30 Enelart, 189 del Código Penal español, además de los menores se protege también a
las personas con discapacidad necesitadas de especial protección.
318
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
319
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320
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
5. EXHIBICIONES OBSCENAS
A. FIGURA BÁSICA
Las conductas típicas consisten en ejecutar por sí mismos o hacer ejecutar
por otros esos actos de exhibiciones obscenas. En el caso de hacer ejecutar por
otros, hay que incluir los supuestos de autoría mediata, en que el autor se vale
de otros que actúan irresponsablemente o han sido engañados.
Sujeto activo puede ser cualquier persona, al igual que el sujeto pasivo en
la figura básica.
321
GONZALO JAVIER MOLINA
322
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
acto de exhibición obscena, y la minoría de edad (13 años) del sujeto pasivo
que ve esos actos. No es necesario en este caso la falta de consentimiento como
elemento objetivo del tipo penal, porque se considera que el menor no tiene
la capacidad para consentir la contemplación de esos actos. Por ello, el dolo
debe comprender: saber que se están realizando actos obscenos y que quien los
contempla es un menor de trece años. En este caso no es necesario que el dolo
abarque el con o sin consentimiento del menor de trece años.
6. DELITO DE RAPTO
323
GONZALO JAVIER MOLINA
396 PARMA, ob, cit.. p. 265, exige como elemento objetivo que la víctima sea mayor
de dieciséis años. Según el mencionado autor, la victima sólo podría ser una persona
mayor de 16 años. Esto no es correcto, ya que podría ser también víctima una persona
(hombre o mujer) de 15 años, por ejemplo. Siempre que se utilice violencia o alguno
de los medios mencionados en la figura, se aplicará el primer párrafo. El segundo es
una figura distinta, que exige la minoría de 16 años de edad, pero también el consen-
timiento de la víctima. Sería un contrasentido que al autor se le imponga menor pena,
porque su victima es menor de 16 años, habiendo utilizado violencia,
324
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
con esa finalidad y utilizando los medios para anular su consentimiento. Luego,
si la víctima es menor de trece años, se configurará la materia de prohibición
de la figura agravada indicada en el tercer párrafo del artículo.
Pero en el caso de la figura básica, la edad de la víctima no forma parte del
tipo objetivo. Incorporarla como un elemento objetivo del tipo penal básico,
traería errores en la solución de aquellos casos en que el autor actúa contra una
persona menor de 16 años utilizando violencia, intimidación o fraude.*”
3) La fuerza, intimidación o fraude deben ser los medios utilizados por
el autor para anular el consentimiento de la víctima.
227 Porejemplo: el autor sustrae a una persona de 15 años, utilizando violencia, con fines de
menoscabar su integridad sexual, pensando que tiene 17. Si se considera que la minoria
de 16 es un elemento del tipo objetivo, en este ejemplo habría atipicidad objetiva (de
la figura básica) por falta de adecuación de la edad, y además no se lo podría incluir
en la figura del segundo ni tercer párrafo si se considerara al consentimiento como un
elemento objetivo también en la figura del tipo penal del segundo párrafo. De cualquier
modo, si se lo sanciona por el segundo párrafo, la pena es inferior a la del primero,
y eso en el caso del ejemplo seria injusto, ya que el autor sabe que está sustrayendo
a una persona con violencia (o alguno de los otros medios) con fines de menoscabar
su integridad sexual. ¿Por qué sería menor la pena de este caso, que la pena que le
corresponde a aquél que sustrae a una persona de 35 años con los mismos fines? La
solución correcta del caso sólo podría darse si se considera que la mayoría de edad
(mayoría de 16 años) en esta figura no es parte del tipo objetivo. Por lo demás, sería
la consecuencia acertada de considerar que la regla siempre es llevar al tipo objetivo
solamente aquello que forme parte o agregue algo a la materia de prohibición.
En este caso (figura del primer párrafo), la materia de prohibición es: está prohibido
sustraer a una persona con fines de menoscabar su integridad sexual,
325
GONZALO JAVIER MOLINA
Lo que sí se discute en este punto es qué clase de actos son los que debe
tener en mira el autor: ¿debe tratarse de actos que impliquen delitos contra la
integridad sexual, tal como están previstos en nuestro Código Penal?, ¿o bastaría
con realizar conductas que, aunque no sean delitos, impliquen una afrenta a esa
integridad sexual, como, por ejemplo, sería el supuesto de obligar a la víctima
a masturbarse mientras el autor la contempla?
Considero que no es necesario que los actos que tiene en mira el autor sean
estrictamente conductas típicas, ya que no todas las formas de afectación a la
integridad sexual están tipificadas en nuestro Código Penal, El ejemplo mencio-
nado de obligar a la víctima a masturbarse o a desnudarse puede significar un
acto de contenido sexual (excitación sexual para el autor) que afecte la libertad
sexual de la persona, pero, como hemos visto, no configura un delito de abuso
tipificado en nuestro código.*” De ser correcta esta segunda interpretación,
entonces ese caso sería un supuesto típico de rapto.
C. RAPTO IMPROPIO
En este supuesto, la ley penal presume que el menor de dieciséis años no
tiene capacidad para consentir libremente el acto de sustracción del autor con
fines de afectar su integridad sexual, Es por ello que no le da ningún valor al
consentimiento de esa víctima, y tampoco requiere la existencia de alguno de
los medios mencionados en el primer párrafo: intimidación, violencia o fraude.
De un modo similar a la existencia del delito de abuso sexual por aprove-
chamiento de la inmadurez sexual de la víctima (art. 120 C.P.) en este caso, la
ley penal protege a los menores de dieciséis años, suponiendo que no tienen
capacidad para prestar el consentimiento. Por ello, no considero correcta la
posición de los autores que exigen, además de la minoría de 16 años, que ese
consentimiento esté “viciado”.
88 Distinto será el caso del delito de grooming, como veremos luego, ya que en el artículo
131 se exige que el autor tenga el propósito de cometer un delito contra la integridad
sexual de la víctima,
9 PARMA (ob, cit., p. 265) sostiene, citando a Buompadre, que el consentimiento al
que alude la figura del segundo párrafo, debe ser un consentimiento viciado, ya que si
el consentimiento ha sido prestado libremente, la conducta sería atípica.
Lo que no advierten los autores citados es que el consentimiento de un menor de 16 años
no es válido para la ley penal en estos casos. Precisamente se presume que el sujeto no
puede consentir ser sustraído con fines de que se menoscabe su integridad sexual,
326
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
490 Citandoa Arocena, PARMA (ob. cit., p. 266) critica que la figura agravada exija además
de la minoría de 13 años, la utilización de violencia, fraude o intimidación, considerando
que el simple dato de la minoría de esa edad sería suficiente para restarle toda validez
a un consentimiento de una persona que todavía no tiene la capacidad para consentir
ese tipo de actos.
Lo que no parecen advertir estos autores es que está sancionada la conducta (en el se-
gundo párrafo del art, 130) de quien sustrae o retiene a un menor de 13 años (y también
a los menores de 16) ya con la pena de seis meses a dos años. Luego, esta se agrava
si, además, tratándose de menor de 13 se utiliza violencia, fraude o intimidación.
327
GONZALO JAVIER MOLINA
T. O, T. S.
» Sustraer o retener
a otro
T.O. T.S,.
* Menor de 16 años
328
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
401 Aunque noes claro que surja claramente del texto de los instrumentos internacionales,
una obligación expresa de sancionar penalmente ese tipo de conductas,
329
GONZALO JAVIER MOLINA
Este texto propuesto por la Cámara de Diputados era más aconsejable, pero
lamentablemente no se tuvo en consideración, y finalmente tenemos la redac-
ción actual que es pasible de muchas críticas que podríamos habernos evitado.
Las críticas que se hacen al texto actual son las siguientes:
a) En primer lugar, se cuestiona el monto de la escala penal para un de-
lito de peligro que significa el adelanto de punición de otras conductas contra
la integridad sexual que ya están penadas en nuestro código, provocando una
desproporción en las penas. El texto del art. 131 actual tiene pena de seis meses
a cuatro años de prisión, lo que significa una pena igual al abuso sexual simple
del art. 119 (1? párrafo), cuando en el caso de la figura de grooming todavía no
hay una afectación cierta al bien jurídico integridad sexual, en cambio en el
abuso, ya existe esa lesión.
El delito de peligro debería tener una pena menor al delito de lesión que
protege el mismo bien jurídico. La pena que prevé el grooming es igual a la
pena del delito de rapto (art. 130 C.P.), lo cual tampoco es aceptable, ya que
en el caso de rapto la afectación a la integridad sexual es más cercana que en
el grooming.*?
Pero adviértase que la pena del grooming es incluso más grave que la
prevista en el art. 128, 3? párrafo C.P. (delito de facilitación al acceso de es-
pectáculos pornográficos).
Esta desproporción de las penas se hubiera evitado si se tomaba la su-
gerencia del texto de la Cámara de Diputados que preveía una pena de tres
meses a dos años de prisión, inferior a cualquiera de los delitos tomados como
referencia, y de ese modo las penas hubieran sido proporcionales y respetuosas
de la idea de que la lesión del bien jurídico siempre es más grave que su mera
puesta en peligro abstracto.
b) Por otra parte, se critica en el texto actual del art, 131 que autor pue-
de ser cualquier persona, lo cual contradice las intenciones del legislador de
combatir la pedofilia. De acuerdo al texto legal actual, también un menor que
tuviera 16 años podría ser responsable de este delito, pero no era ese el caso
102 El mero contacto por internet con fines de menoscabar la integridad sexual está más
lejos de la afectación a la integridad sexual que la sustracción o retención de la victima
con esa misma finalidad.
330
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
que se trataba de evitar, sino el de los mayores de edad que abusan de menores.
Por ello, hubiera sido recomendable exigir que el autor fuera mayor de edad,
como lo hacía el texto de la Cámara de Diputados.*”*
c) Además, el texto de Diputados era mejor en el sentido de explicitar las
acciones consideradas punibles, lo que significaba un mayor respeto al principio
de legalidad (ley cierta) y daba claridad en relación a las conductas incluidas.
Se mencionaban expresamente la solicitud de conductas con contenido sexual
explícito o imágenes con contenido sexual del menor. En cambio, en el texto
actual existe una gran imprecisión al exigirse que el autor contacte a un menor
de edad con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual
de la misma. Ello significa como ya veremos, que la solicitud de imágenes de
un desnudo del menor podría ser cuestionado como delito de grooming.
B. TIPO OBJETIVO
La conducta típica es contactar a un menor de edad por medio de comu-
nicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de
transmisión de datos, con el propósito de cometer cualquier delito contra la
integridad sexual de la misma.
Autor puede ser cualquier persona, y aquí viene la primera crítica al texto
legal, ya que un menor de entre 16 y 18 años también podría serlo según nuestra
legislación penal, teniendo en cuenta que la punibilidad se fija a los 16 años.*"* El
joven de 16 años que se contacta con su novia de 15 podría ser autor según este
texto legal, Por eso era mejor el texto propuesto por la Cámara de Diputados.
Sujeto pasivo podría ser cualquier menor de 18 años. Esto también es
criticado por un amplio sector de nuestra doctrina,*”* teniendo en cuenta que
331
GONZALO JAVIER MOLINA
406 Elart. 131 exige que además del contacto, el autor tenga ese propósito de cometer un
delito sexual distinto.
332
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
107 El Código Penal español (art. 183 ter) exige el contacto más una propuesta de concertar
un encuentro que debe ir acompañada de actos materiales encaminados al acercamiento.
El art. 183 ter del C.P. español dice: “El que a través de internet, del teléfono o de
cualquier otra tecnologia de la información y la comunicación contacte con un menor
de dieciséis años y proponga concertar un encuentro con el mismo a fin de cometer
cualquiera de los delitos descritos en los artículos 183 y 189, siempre que tal propuesta se
acompañe de actos materiales encaminados al acercamiento, será castigado con la pena
de uno a tres años de prisión o multa de doce a veinticuatro meses, sin perjuicio de las
penas correspondientes a los delitos en su caso cometidos. Las penas se impondrán en
su mitad superior cuando el acercamiento se obtenga mediante coacción, intimidación
o engaño”.
408 Ésta es otra crítica que se puede hacer al texto de la ley actual.
333
GONZALO JAVIER MOLINA
B. PRESCRIPCIÓN
En materia de prescripción de la acción penal, existe una disposición es-
pecial referida a los delitos contra la integridad sexual.
La regla general en cuanto a los términos de la prescripción de los delitos
dispone: “La prescripción de la acción empezará a correr desde la medianoche
del día en que se cometió el delito, o si este fuese continuo, en que cesó de
cometerse” (art. 63 C.P.).
409 Sin embargo, en caso de los delitos sexuales de los artículos 119, 120 y 130 C.P, si
la víctima fuere menor de 18 años o haya sido declarado incapaz sí se puede proceder
de oficio, según lo establece el art, 72, inc. a).
334
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
Esto significa, que, si la víctima del delito sexual es una persona mayor de
edad, el plazo de prescripción se rige por lo previsto en el art. 63. En cambio, si
la víctima es un menor de edad, entonces el plazo de prescripción de la acción
se comienza a contar a partir de que la víctima, siendo ya mayor de 18 años,
formule la denuncia. Ello podría ocurrir mucho tiempo después de cumplir esa
edad, por ejemplo, cuando cumpla 45 años.
Es una forma de interrumpir la prescripción en los delitos sexuales, cuando
las víctimas fueren menores, y la intención del legislador ha sido dar “protec-
ción” penal a esas personas, tratando de cumplir con tratados internacionales
que protegen los derechos de los menores y de las víctimas de delitos.
Sin embargo, la excepción a la forma de prescripción, ya es muy cues-
tionable. Si bien es cierto que no existe acuerdo respecto al fundamento de la
prescripción de la acción penal,*'" no es aconsejable que los delitos prescriban
en algunos casos y en otros no. Ya existe un grupo de delitos considerados
imprescriptibles: los de Lesa Humanidad,*'* y por otra parte, otros delitos que,
+11 Esuno de los temas más discutidos en el derecho penal. ¿Cuál es el fundamento por el
cual, después de transcurrido cierto tiempo, no se puede perseguir más a una persona
por la supuesta comisión de un delito? Existen distintos fundamentos que tienen que
ver con la dificultad probatoria (argumentos procesales) o con la pérdida de eficacia
de los fines de la pena: la pena no tendria más sentido después de mucho tiempo para
intimidar (prevención general negativa) o para reafirmar el valor de la norma (preven-
ción general positiva) o para resocializar (prevención especial positiva).
Si no tenemos en claro cuál es el fundamento del instituto de la prescripción, es más
difícil justificar en uno u otro caso, la imprescriptibilidad del delito.
Que, por cierto, no está muy claro en la doctrina y jurisprudencia penal hasta dónde
llega el catálogo de estos delitos de Lesa Humanidad considerados imprescriptibles,
335
GONZALO JAVIER MOLINA
412 Enel fallo “Bueno Alves” de la C.I.D.H. (Sentencia del 11 de mayo de 2007 Fondo,
reparaciones y costas; y posteriormente la sentencia de revisión del año 2011) se pueden
ver los argumentos de la imprescriptibilidad de estos delitos. La Corte Interamericana
sostiene la existencia de un grupo de delitos llamados de “grave afectación a los dere-
chos humanos”, en los que no rigen las normas internas de los estados en materia de
prescripción, al igual que los de Lesa Humanidad.
113 En este sentido, se puede ver en la sentencia de fecha 13 de mayo de 2019 del S.T.J. de
la provincia del Chaco, un claro ejemplo de que la suma de argumentaciones falaces,
no pueden formar un argumento correcto. En el fallo se trata de sumar argumentos para
sostener que el principio de legalidad “no pesa tanto”,
Enel mismo sentido, la Cámara Federal de Casación penal, Sala IV, fallo del 22/03/16,
en autos A., J.
336
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
337
GONZALO JAVIER MOLINA
116 Paralos instigadores y participes necesarios no habría ninguna modificación a las reglas
generales de la participación criminal, ya que ellos, según el art. 45 C.P. ya tienen la
misma pena que el autor.
+17 Parma critica esta disposición del art, 133 considerando que podria afectar el principio
de igualdad ante la ley (ob. cit., p. 278), ya que la pena para los simples cómplices no
se reduciría de un tercio a la mitad, como sí se hace en los otros delitos.
Considero que no existiria una afectación al principio de igualdad ante la ley, ya que el
legislador puede disponer —en cumplimiento de sus funciones de implementar la política
criminal- distintas escalas penales, teniendo en consideración -como en este caso— que
ciertos delitos pueden ser diferentes a otros en cuanto a su forma de comisión. No hay
dudas de que estos delitos (sexuales) a diferencia de otros, se cometen generalmente en
un marco de privacidad, y en ese ámbito de privacidad u ocultamiento, los familiares o
personas allegadas a los menores son quienes más facilidades tienen para cometerlos. Es
lo que demuestran las estadísticas referidas a estos delitos: en la mayoría de los casos
los abusos sexuales se cometen entre familiares o personas allegadas. No habría, por
ello, una afectación al principio de igualdad, ya que se trata de situaciones diferentes.
338
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
2) EL DEPRAVADO
Carlos intercepta en la calle a Bárbara y la amenaza con un cuchillo. La
obliga a sacarse la camisa y tocarse los pechos. Bárbara, asustada y por temor
a ser lastimada, sin posibilidades de pedir ayuda, hace lo que Carlos le indica,
se quita la camisa y se toca los pechos. Carlos se masturba mirándola, y en ese
momento Bernardo, que pasaba ocasionalmente por allí advierte lo que está
pasando e interviene en defensa de Bárbara.
Bernardo denuncia a la policía el hecho ocurrido, e identifica a Carlos para
que puedan detenerlo.
Pregunta: ¿Ha cometido Carlos algún delito contra la integridad sexual?
¿En caso de que su respuesta anterior fuera positiva, existe algún impedimento
de carácter procesal en el caso para que avance la investigación?
339
GONZALO JAVIER MOLINA
3) LA FIESTA DESCONTROLADA
Diego organiza una fiesta en su casa, aprovechando que no están sus
padres. Invita a 20 amigos, todos jóvenes universitarios, que llevan una gran
cantidad de alcohol,
Después de haber bebido una gran cantidad, una de las invitadas, Ame-
lia, se acostó en la cama de la habitación de los padres, ya que estaba muy
mareada. Sergio se acerca a Diego y le pregunta por Amelia. Diego responde
que Amelia está acostada en la habitación esperándolo (a Sergio) para tener
relaciones sexuales, ya que le había manifestado minutos antes que deseaba a
Sergio y que no se animaba a decírselo. Agrega que Amelia se haría la dormida
en todo momento, porque su timidez no le permitía expresar lo que realmente
sentía por Sergio. Todo era una mentira de Diego para divertirse, ya que Amelia
apenas conocía a Sergio y nunca había manifestado nada al respecto, ni estaba
dispuesta a consentir una relación sexual en ese momento. Carlos y Guillermo
escuchaban todo lo que Diego le decía a Sergio, sabiendo que no era verdad.
Sergio, entusiasmado con lo que le manifestó su amigo, entró a la habi-
tación, le sacó la ropa a Amelia, y convencido de que ella consentía el acto,
tuvo acceso carnal. En todo momento, Sergio creyó que Amelia simulaba estar
dormida, tal como le dijo su amigo, y pensaba que ella consentía el acto.
Pregunta: ¿Considera que existe un delito contra la integridad sexual? En
caso positivo, ¿Quién/es sería/n el autor/es? ¿Cómo fundamentaría su posición?
4) EL TAXISTA APROVECHADOR
Arjona es un taxista con antecedentes penales por delitos sexuales. Una
noche circulando por el centro de la ciudad, sube una pasajera muy atractiva
llamada Norma que le hizo señas, y le pide que la lleve hasta un lugar que que-
daba del otro lado de la ciudad. Arjona, en un momento determinado, detiene
340
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
5) EL BRUJO GIMÉNEZ
Giménez es un hombre que vive solo en su casa. Un día golpea la puerta
de su vecina, Clarisa y le propone tener relaciones sexuales. Clarisa no acepta y
le pide que se retire inmediatamente. Sin embargo, Giménez insiste, diciéndole
que, si no accedía a sus requerimientos sexuales, le haría un embrujo que le
provocaría muchos males en su vida futura. Giménez sabía que Clarisa creía
en sus poderes sobrenaturales, ya que se decía en el barrio que él era un prac-
ticante de magia negra.
Clarisa, asustada por las posibles consecuencias de su negativa, acepta
tener relaciones sexuales con acceso carnal, ya que está convencida de que el
poder mágico de Giménez es muy fuerte
Pregunta: ¿Existe algún delito contra la integridad sexual?
Variante: suponiendo que fuera Clarisa quien le solicita a Giménez tener
relaciones sexuales, amenazándolo con hacerle un embrujo si no acepta. Gi-
ménez, que es muy supersticioso, se siente asustado por las consecuencias de
su negativa, y accede ¿hay delito?
341
GONZALO JAVIER MOLINA
El Fiscal acusa a Emilio por el delito de abuso sexual con acceso carnal
(art. 119, 3? párrafo C.P.) considerando que la intención de Emilio era acceder
a una menor de 12 años. Subsidiariamente, en caso de que el juez considere que
no se aplica ese delito, solicita se encuadre la conducta de Emilio en la figura
del art. 120 C.P., sin dar mayores argumentos.
El defensor solicita que se absuelva a Emilio del delito de abuso sexual con
acceso carnal, porque la víctima tiene 14 años. En relación al delito del art. 120,
solicita que también se lo absuelva porque Emilio se representó que la víctima
tenía 12 años que es un elemento del art. 119 y no del 120.
Pregunta: Si usted fuera juez del caso, ¿considera que le asiste la razón al
fiscal o al defensor? Explique su respuesta.
Variante: imaginemos ahora que Laura tiene realmente 12 años, pero
por su desarrollo físico prematuro, Emilio está convencido de que tiene 14.
¿Cambiaría la situación?
7) ME EQUIVOQUÉ DE ESPOSO
Perkins trabaja como mayordomo en la casa de Julián y Ana. Una noche,
Perkins, se hace pasar por Julián, sabiendo que Ana esperaba a su esposo en
la habitación para tener relaciones, como era costumbre a la misma hora y con
la luz apagada. Después de tener relaciones, y haber disfrutado el acto, Ana
enciende la luz y se da cuenta de que no era su esposo, como ella pensaba, sino
que era Perkins. Lo denuncia por abuso sexual con acceso carnal.
Pregunta: ¿Cree que existe delito?
342
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
9) EL PLAN FRUSTRADO
Gustavo sustrae con violencia a Susana de su casa, quien vive con sus
padres. Lo hace para llevarla a un lugar en el que no lo vean y poder allí,
343
GONZALO JAVIER MOLINA
344
DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD SEXUAL
345
TÍTULO IV
DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS
RELACIONES DE FAMILIA
Desde el articulo 134 y hasta el 139 bis, el Código Penal argentino prevé
los delitos contra el estado civil. El título se divide en dos capítulos, el primero
corresponde a los matrimonios ilegales y el segundo a la supresión y suposición
del estado civil y la identidad de las personas.
En el ordenamiento jurídico argentino, en leyes especiales, existen otras
figuras penales vinculadas a estos delitos: el incumplimiento de deberes de
asistencia familiar (Ley N* 13.944), la insolvencia alimentaria fraudulenta (N*
24029) y el impedimento de contacto de los padres no convivientes con sus
hijos menores (N* 24270). En otras legislaciones, estos delitos se complementan
con lo que el código argentino llama delitos contra el estado civil, y entonces el
bien jurídico protegido es más amplio: los derechos y relaciones de familia.*'*
Nosotros seguiremos el orden del Código Penal argentino, y por ello,
veremos en primer lugar estos delitos contra el estado civil, y luego, por se-
parado los delitos de incumplimiento de deberes de asistencia familiar y el
impedimento de contacto.
118 El Código Penal español prevé en su título XII los Delitos contra las relaciones fami-
liares (arts. 217 a 233). En el capítulo l están los matrimonios ilegales, en el capítulo
TT la suposición de parto y alteración de la paternidad, estado o condición del menor,
en el capítulo MI los delitos contra los derechos y deberes familiares (quebrantamiento
de deberes de custodia e inducción de menores al abandono de domicilio-sustracción
de menores-abandono de familia, menores y personas con discapacidad).
347
GONZALO JAVIER MOLINA
Se entiende por estado civil la situación jurídica que las personas ocupan
en el seno de la sociedad en virtud de sus condiciones o cualidades personales o
de acuerdo con sus vinculaciones y relaciones familiares. Hay cualidades que el
sujeto adquiere desde su nacimiento y para toda la vida, y hay otras cualidades
que son adquiridas con posterioridad. Ejemplo de las primeras es el nombre, la
fecha de nacimiento; ejemplo de las segundas es el matrimonio.
Desde el año 1995 (Ley N” 24.410) se protege también en este título, la
identidad personal.
A. EL TIPO OBJETIVO
348
DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
41% Hay autores como Parma, que consideran a éste como un delito de “codelincuencia”
(PARMA-MANGIAFICO-ÁLVAREZ DOYLE, Derecho penal. Parte Especial, p.
349
GONZALO JAVIER MOLINA
interpretar el texto: sólo forma parte de la tipicidad objetiva aquello que agre-
gue algo a la materia de prohibición. En la figura básica lo que está prohibido
penalmente es contraer matrimonio pese a la existencia de un motivo que
cause su nulidad absoluta. Nada más que ello. El dato agregado en el texto por
el legislador, de que ambos contrayentes deben conocer el impedimento, no
es un elemento objetivo, ni un elemento subjetivo del tipo penal, porque no
suma nada a la materia de prohibición. Sólo es un recurso lingúístico utilizado
por el legislador para diferenciar el caso de la otra figura más grave que está a
continuación en el art. 135, inc. 1.
Si además, en el caso, el motivo de nulidad absoluta del matrimonio es co-
nocido por uno de los contrayentes que se lo oculta al otro, entonces la figura es
más grave porque se afecta otro bien jurídico que es la buena fe del otro sujeto.
La relación entre las figuras entonces, es de figura básica a figura agravada. En
los dos delitos lo que está prohibido es contraer matrimonio existiendo uno de
esos motivos de nulidad absoluta.
B. TIPO SUBJETIVO
La figura es dolosa, y exige que el autor o autores tengan dolo. El dolo
es la representación de los elementos objetivos del tipo penal, entonces, el
autor o autores deben saber que existe ese motivo de nulidad absoluta. Si no
lo conocen, no tendrán dolo. Esto podría ocurrir respecto de uno de ellos, o
respecto de ambos.
Si, por ejemplo, A y B pretenden contraer matrimonio, sin saber ninguno
de ellos que existe un motivo que lleve a su nulidad absoluta, no tendrían dolo.
Podría ocurrir que fueran hermanos y nunca lo hayan sabido. Objetivamente
existen todos los elementos que exige el tipo penal, pero en la tipicidad subje-
tiva veremos que se excluye el dolo en el caso de los dos sujetos, su conducta
es atípica porque no conocen ese vínculo que significa un motivo de nulidad
absoluta del matrimonio.
350
DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
Una variación del caso mencionado anteriormente nos servirá para demos-
trar los motivos por los cuales la expresión “sabiendo ambos” no es un elemento
objetivo del tipo penal.90
Imaginemos en las condiciones del caso anterior, que ese mismo impedi-
mento para el matrimonio sea conocido sólo por uno de los contrayentes y no
por el otro. Por ejemplo: en el mismo caso, Á sabe que es hermano de B, pero
éste no lo sabe. En principio, pensaríamos que se estaría dando un supuesto
de la agravante, pero como veremos, para la agravante del art. 135 inc. l, es
necesario que el contrayente que conoce la agravante, a su vez, se la oculte al
otro. Supongamos que, en nuestro ejemplo, el sujeto 4 conoce la agravante y
supone, erróneamente, que 2 también la conoce.**! Contraen matrimonio en esa
condición y son sometidos a proceso penal. Probados todos estos extremos, no
se podría imputar al sujeto B por ninguna de las dos figuras (134 o 135 inc. 1)
porque no tiene dolo, es decir no conoce la existencia del impedimento, y el
Código Penal sólo podría penar a quien la conociera.
Ahora bien, ¿qué pasaría con el sujeto 4? Él sí conoce el motivo de nulidad,
pero no lo ocultó a B, ya que creyó que también lo conocía. Entonces, ¿responde
penalmente por alguna de estas figuras? Según gran parte de la doctrina penal
argentina, la figura prevista en el art. 134 es un delito de “codelincuencia”,
motivo por el cual es necesario que siempre existan dos autores punibles.*?
20 Del mismo modo que en el delito de aborto básico (art. 85 inc. 2 C.P.) la expresión “con
consentimiento” no es un elemento objetivo del tipo penal, en este caso podemos ver
que no todo lo que está en el texto de la ley penal forma parte de la tipicidad objetiva.
Sólo forma parte de ella el elemento o dato que nos sirva para conformar la conducta
prohibida penalmente, De allí la diferencia entre lo que se llama el “tipo del texto” y el
“tipo de la interpretación”, En muchos casos el legislador necesita utilizar expresiones
que le sirven para diferenciar los supuestos distintos, pero esas expresiones no deben
incluirse entre los elementos objetivos del tipo penal.
21 O, como en el caso mencionado por Molinario y Aguirre Obarrio, uno de los contra-
yentes reconoció ante el otro que se encontraba casado, aunque este último se tomó
en broma la aserción, por ello no habria ocultamiento. Citado por DONNA, ob, cit., T.
ILA, p. 39,
+2 DONNA, ob, cit, T, TEA, p. 24. Parma, ob, cit., p. 290. Ambos autores utilizan la
expresión “codelincuencia”, dando a entender que necesariamente deben existir por
lo menos dos autores para el delito, de no existir dos, no podría sancionarse sólo a uno
de ellos.
351
GONZALO JAVIER MOLINA
A. TIPICIDAD
352
DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
25 Esun caso mencionado por distintos autores de la doctrina penal, entre ellos, Donna
citando a Bustos Ramírez. DONNA, ob, cit., TILA, p. 39.
424
DONNA, ob. cit., p. 39. Allí el autor se suma a la posición de que en un caso como
el del ejemplo, deben responder por la figura básica (art. 134). De alguna manera, la
solución de Donna es contradictoria con sus afirmaciones respecto a que se trata de
un delito de codelincuencia. Si bien el mismo autor aclara, igual que gran parte de la
doctrina argentina, que en el tipo subjetivo del art. 134 no es necesario que ambos
autores conozcan el mismo impedimento, lo contradictorio es que se exija la “codelin-
cuencia”, es decir la punición de dos sujetos (los contrayentes) como única alternativa
de punición.
La figura puede aplicarse a una sola persona en casos como los que mencionamos de
ejemplo, en que existe una burla a la ley civil, pero no al otro contrayente.
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3. SIMULACIÓN DE MATRIMONIO
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Estos casos son una muestra más de lo absurdo que es la previsión especial
del 136 primer párrafo.
En el párrafo segundo se prevé un caso de intervención causal culposa en
el delito de matrimonio ilegal (bilateral o unilateral). Ahora el oficial público
por no haber llenado los requisitos que le determina la ley civil, no se ha dado
cuenta de la existencia de un motivo de nulidad absoluta del matrimonio, y lo
ha celebrado.
La pena es de multa e inhabilitación, ya no de prisión como en el caso del
primer párrafo, lo cual es proporcional al grado del injusto culposo en relación
al doloso.
Es necesario que exista una relación de determinación o de imputación
objetiva entre la norma incumplida y la ignorancia del motivo nulificante que
llevó a la celebración del matrimonio. De modo que sólo sería imputable al
oficial público la celebración, cuando la ignorancia proviene de esa falta por él
cometida, y no de otro motivo.***
En el tercer párrafo se prevé una pena de multa para los casos del oficial
público que celebre un matrimonio sin haber cumplido con los requisitos exi-
gidos en la ley, aunque no existiera en el caso puntual algún motivo de nulidad
del matrimonio. Es una figura de peligro, similar al incumplimiento de deberes
de funcionario público. No se requiere ningún resultado, sino que basta con
el incumplimiento de ciertas formalidades que se consideran muy importantes
para el cuidado del estado civil de las personas.
Este caso exige dolo de parte del autor, a diferencia del supuesto anterior
(136, 2” párrafo). Esta exigencia de dolo (ilícito mayor) explica la imposición de
la misma pena sin exigir un resultado ligado al incumplimiento. En el segundo
párrafo la conducta es culposa, pero se exige que ella se vincule con un resultado
específico: el matrimonio celebrado irregularmente. En cambio, en este tercer
párrafo no se exige un resultado determinado, basta con celebrar un matrimonio.
425 De alguna manera, la redacción del texto del art. 136, segundo párrafo está estructurado
en el razonamiento de la teoría de la imputación objetiva: el riesgo creado debe ser el
que se realice en el resultado, y no otro.
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GONZALO JAVIER MOLINA
16 Un sector de la doctrina penal (SOLER, CREUS. Ambos citados por DONNA, ob. cif.,
p. 53) en referencia a otras modificaciones anteriores a la ley civil, pretendió entender
que, para el tipo penal en cuestión, impúberes serían todos aquéllos que no pueden
casarse. Sin embargo, en su momento, la “analogía” era in bonam partem, ya que la
ley civil comprendía una edad diferente para la capacidad de contraer matrimonio.
Con la legislación civil vigente, hacer la interpretación que se proponía para los me-
nores impúberes, sería una extensión ampliatoria de la punición, y, por consiguiente,
analogía in malam partem, prohibida por el principio de legalidad.
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DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
Luego, el art. 404 dispone que el menor de edad que no haya cumplido
la edad de dieciséis años puede contraer matrimonio previa dispensa judicial,
y el menor que haya cumplido dieciséis años puede contraer matrimonio con
autorización de sus representantes legales. A falta de ésta, puede hacerlo previa
dispensa judicial,
Es recomendable la modificación del texto del art. 137 para adaptarlo a las
reglas establecidas en la materia por el código civil y comercial. De lo contrario,
y mientras se mantenga el texto actual, es inaplicable.
Se lo consideraba un tipo especial propio, ya que se exige en el autor
cualidades especiales: sólo podía ser sujeto activo el representante del menor
de acuerdo a las previsiones legales.
La conducta típica era prestar el consentimiento para que el menor con-
trajera matrimonio.
En el tipo subjetivo, se exigía el dolo: que el autor supiera que estaba
otorgando ese consentimiento. Se consumaba el delito al momento de otorgar
el consentimiento, independientemente de que se celebrase efectivamente el
matrimonio.
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A. TIPO OBJETIVO
El delito consiste en alterar, hacer incierto o suprimir el estado civil de
otro, por un acto cualquiera. Debemos aclarar en primer lugar, que queda fuera
del tipo cualquier alteración o supresión del estado civil propio, ya que el tipo
exige que el acto recaiga sobre el estado civil de otro.
Hacer incierto significa provocar una situación de inseguridad o duda
sobre el estado civil de una persona, de modo que no se permita establecer con
exactitud cuál es su verdadero estado. Por ejemplo: mediante cualquier acto,
generar dudas sobre la fecha o lugar de nacimiento de una persona.
Alterar es cambiar o sustituir el estado civil que tiene la persona. Esto se
hace modificando o sustituyendo todos o algunos de los datos que componen
el estado civil de una persona. Por ejemplo: modificar su fecha de nacimiento
o nacionalidad.
Suprimir es quitarle a una persona su verdadero estado civil, sin atribuirle
otro, de modo que esa persona no sabría a qué familia pertenece. Por ejemplo:
destruir su partida de nacimiento.
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DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
Sujeto activo y pasivo puede ser cualquier persona. Sin embargo, hay
autores que consideran que sujeto pasivo sólo puede ser una persona mayor
de 10 años, ya que si la víctima tuviera menos de 10 años, se configuraría el
delito del art. 139, inc. 2,4
B. TIPO SUBJETIVO
El autor debe tener dolo: debe representarse que está alterando, suprimiendo
o haciendo incierto el estado civil de otro.
Antes de la reforma de la Ley N? 24.410 se exigía como elemento subje-
tivo especial, el propósito de causar perjuicio, De modo que hacía falta que
el autor tuviera un elemento subjetivo especial que implicara la intención de
perjudicar a la víctima.
En el texto de la ley actual, no es necesario ese elemento subjetivo especial,
de modo que cualquiera sea el propósito o intención del autor (aunque sea para
ayudar al sujeto pasivo) se configura el dolo, bastando con que sepa que está
alterando el estado civil.
Esto provoca un problema en la práctica judicial, ya que muchos de estos
casos de alteración del estado civil tienen propósitos que no implican un per-
juicio, sino que el autor intenta beneficiar al sujeto pasivo. Por ejemplo: Juan se
casa con María, quien tiene un hijo (x) de una pareja anterior. Con el propósito
de beneficiar a X, Juan lo inscribe como hijo propio para que pueda acceder a
los beneficios de su obra social,
En este caso, la conducta será típica, ya que no se exige una intención
especial de perjuicio. Las “buenas intenciones” del autor, no influyen en la
exclusión de la tipicidad. Es cierto que ese caso tendrá que analizarse desde la
óptica de la antijuricidad, para ver si no existió una causa de justificación, o
incluso desde la culpabilidad para pensar si no existe un estado de necesidad
exculpante. También muchos de estos casos podrían considerarse errores de
prohibición si el autor (o autores) desconoce la prohibición de tal conducta.**
450 Esla opinión de Donna y Aguirre Obarrio (Ver DONNA, ob. cit., p. 79).
131 En muchas regiones de nuestro país es común tal práctica de hacer pasar como hijo
propio a quien no lo es con la intención de beneficiarlo económicamente o con las
prestaciones de la obra social. Y, en muchos de esos casos, es habitual que los autores
del hecho no reconozcan la conducta como delictiva, en el convencimiento de que están
haciendo un favor a su pareja o al hijo de ella,
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GONZALO JAVIER MOLINA
A. TIPO OBJETIVO
Autor del delito sólo puede ser una mujer. Ella debe fingir la preñez o
parto. Sujeto pasivo es un niño recién nacido al que se le otorgarán derechos
que no le corresponden como consecuencia de la conducta del sujeto activo,
que provocará una alteración de su estado civil.
La acción típica es fingir, y para ello es necesario que la mujer simule todo
o parte de un proceso de embarazo o el nacimiento del niño vivo, o sustituya al
niño nacido muerto, por uno vivo. Es decir, que se trata de simular la existencia
de un embarazo o nacimiento que en realidad no existieron, o en condiciones
distintas a las que sí existieron, en los casos de reemplazo de la criatura muerta
por otra viva.
Además de la simulación de la preñez o parto, es necesario la presentación
del niño con vida. La simple simulación del embarazo no es una conducta típica
sino va acompañada de esta presentación.
Para la consumación del delito no es necesaria la inscripción en el registro
civil.
Podría concursar con otros delitos de falsedad documental.
b. Tipo subjetivo
Es un delito doloso, la mujer tiene que saber que está presentando una
eriatura que no es su hijo, como si realmente lo fuera.
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DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
Además del dolo, la mujer debe tener una intención especial: “dar al su-
puesto hijo derechos que no le corresponden”. Estos derechos deben surgir del
estado civil que se finge, independientemente de que sean de carácter patrimonial
o de otra naturaleza.
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GONZALO JAVIER MOLINA
una identidad diferente al darlas a otras familias para que actuaran como si
fueran sus verdaderos padres.
B. TIPO OBJETIVO
Sujeto activo puede ser cualquier persona, mientras que el pasivo debe ser
un menor de diez años.**?
La primera parte de la figura se refiere a hacer incierto, alterar o suprimir.
A ello ya nos referimos en relación a la figura del art. 138.
En la segunda parte, se refiere a quien retuviere y ocultare al menor. Retiene
quien tiene al menor en un espacio físico determinado, sin permitir que se aparte
de allí. Oculta quien impide que la existencia de esa persona sea conocida por
otros, lo esconde,
Esta última parte del inc. 2 que se refiere a retener u ocultar, es necesario
interpretarla en el marco de las figuras penales que se vienen tratando, Como
ya existen figuras independientes que contemplan esas conductas en los delitos
contra la libertad (art. 141), entonces, aunque del texto no surja expresamente,
es necesario que la retención u ocultamiento del menor de 10 años en el caso del
art. 139 se dirija a alterar, suprimiro hacer incierta la identidad de la víctima.**
Si no se exigiera esta finalidad especial de parte del autor, entonces la figura se
confundiría con un delito contra la libertad, y no tendría sentido.
De cualquier modo, es aconsejable suprimir la última parte del inciso que
se refiere a retener u ocultar.
C. TIPO SUBJETIVO
Es un delito doloso, exige que el autor sepa que está realizando una de las
acciones señaladas previamente. Y en caso de que se trate del ocultamiento o
retención del menor, será necesario como elemento subjetivo especial, que lo
haga con la finalidad de hacer incierta, alterar o suprimir la identidad.
Algunos autores de nuestra doctrina critican el hecho de que el sujeto pasivo sólo pueda
ser el menor de diez años, y no cualquier persona, ya que sería posible que se haga
incierto, altere o suprima la identidad de una persona y esa conducta resulte atípica
si no significa, a su vez, la alteración, supresión o hacer incierto el estado civil (art.
138 C.P). Por ello, proponen una modificación legal y que la figura básica se refiera a
cualquier persona como sujeto pasivo, y una agravante (el actual supuesto del 139,29)
para el caso de victimas menores de 10 años de edad. Ver, Parma, ob. cit., p. 302.
13 En este sentido, CREUS, Derecho Penal, Parte especial, Y. 1, p. 267.
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Se exige dolo, lo cual en este caso significa que el autor sepa que está
actuando como intermediario.
En el segundo párrafo del art. 139 bis se agrava la pena para los que in-
tervengan como intermediarios y sean profesionales de la salud o funcionarios
públicos. En este caso, es necesario que ellos realicen el acto en ejercicio de
esa función.
El motivo de la agravante en este supuesto es el mayor deber que se les
exige a los funcionarios y profesionales de la salud por estar en contacto con
el nacimiento de las personas y el registro de las mismas.
44 Veremos muchos otros fallos de la Corte, al tratar los delitos contra la libertad.
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DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
435 Enla discusión sobre la reforma a la penalización del aborto, se sostuvo por una parte
que la reforma sería inconstitucional porque en el art. 4? de la Convención Americana
se protege “el derecho a la vida desde la concepción”. Sin embargo, esa protección
genérica de la vida humana (incluso desde la concepción) no implica la obligación por
parte del Estado de penalizar el aborto. Se puede ver un resumen de las opiniones al
respecto en GIL DOMÍNGUEZ, A., Aborto voluntario, vida humana y constitución,
Ed. Ediar, 2000, También en GONZÁLEZ PRADO, P., Aborto, y la autonomía sexual
de las mujeres, Ediciones Didot, Bs. As., 2018. Ver: MOLINA, Gonzalo, El aborto en
el bloque de constitucionalidad, en Brúcken Bauen, Festschrift fir Marcelo Sancinetti.
Duncker £ Humblot. Berlin, 2020.
456 Sentencia de la Corte IDH del 27/4/12, Ver especialmente Considerandos 137 y ss.
437 Ver considerando 139 del fallo,
En el delito de sustracción de menores, previsto en el art. 146 y siguientes del código
penal, se sanciona la sustracción y ocultamiento de los menores de diez años en contra
de la voluntad de sus padres. En cambio, cuando se habla de la venta de bebés se hace
referencia a los casos en que los padres son los que, en acuerdo con otras personas,
deciden entregara los niños, a cambio de alguna retribución en dinero o equivalente.
Por ello se considera que existe actualmente un “vacío legal” en esta materia.
Es interesante ver que la Corte considera que Argentina tiene la obligación de crimi-
nalizar la venta de niños ya a partir de la Convención sobre los derechos del niño (art.
35) que establece: “Los Estados Partes tomarán todas las medidas de carácter nacional,
bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir el secuestro, la venta o la trata
de niños para cualquier fin o en cualquier forma”,
Con el criterio adoptado por la Corte Interamericana en este caso, debemos preguntar-
nos si la protección genérica de la vida humana desde la concepción establecida en el
art. 4% de la Convención Americana no obliga también al Estado Argentino (y a todos
los Estados parte) a criminalizar el aborto en todos los supuestos, tal como lo sostiene
un sector de la doctrina en nuestro país. Particularmente, considero que no. Pero lo
cierto es que con esta interpretación que hace la Corte, se podría derivar también de la
obligación genérica de protección a la vida, aquella conclusión.
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+0 “La República Argentina considera que la venta de niños debe ser criminalizada en
todos los casos y no solo en aquéllos enumerados en el artículo 3, parágrafo 1”.
1 El trámite del proyecto puede verse en la página del Congreso de la Nación: [www.hcdn.
gob.ar] El proyecto lleva el número 3114-D-2018,
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su art. 17 inc. 1 y la Convención de los Derechos del Niño en sus arts. 27, incs. 1, 2 y
4 de alguna manera determinan una obligación de penar estas conductas. En realidad,
las normas citadas hablan de las obligaciones del Estado de tomar medidas apropiadas
para asegurar el pago de la pensión alimenticia por parte de los padres. Considero que
no surge de esas normas una obligación para el Estado argentino, que, si bien es parte de
esos Tratados, no se ha comprometido a penalizar dichas conductas. La referencia genérica
de comprometerse a asegurar el pago, no implica necesariamente utilizar el derecho penal
para ello, ni tampoco el derecho penal es un medio idóneo para ello.
Este tipo de obligaciones (penalizar ciertas conductas) para el Estado parte de un Tratado,
sólo surge cuando expresamente el Tratado o instrumento le impone la utilización del
derecho penal, en muchas veces, incluso se hace referencia a cómo debe estar redactada
la figura penal.
Por ejemplo, Fontán Balestra trata los delitos de incumplimiento de deberes de asis-
tencia familiar en su Tratado de Derecho Penal en la parte de los delitos contra las
personas (Ver FONTÁN BALESTRA, Tratado de Derecho Penal, T. IV, p. 393 y ss.,
Ed. Abeledo Perrot, 2? edición actualizada, Bs. As., 1996).
Fontán Balestra vincula este delito con los delitos de abandono de personas y omisión
de auxilio.
Hay un sector minoritario en nuestra doctrina penal que considera que el bien jurídico
protegido en estos delitos es la persona perjudicada por la falta de prestación de ali-
mentos, ya que no se puede proteger la familia como un bien jurídico cuando ya está
separada.
Esta distinta concepción del bien juridico protegido podría tener consecuencias prác-
ticas importantes en algún caso de incumplimiento de los deberes respecto a varios
hijos en una misma familia. Si el bien jurídico es la familia el hecho de no cumplir las
obligaciones de alimentos respecto a los tres hijos (hermanos entre sí) sería un solo
delito, En cambio, si el bien jurídico es la persona afectada individualmente por el
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DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
Los delitos que surgen de los arts, 1? y 2? de la Ley N? 13.944 son delitos
de omisión simple, y de peligro abstracto que exigen especiales cualidades en
el autor.
A pesar de que la ley menciona determinadas personas como únicas autoras
posibles del delito (padre, hijo, cónyuge), no hay que confundir la figura con
un delito de omisión impropia. Lo que caracteriza la omisión impropia no es
la especial calidad del autor (garante) sino la vinculación de la omisión (acción
debida) con la producción de un resultado típico. En el caso de este delito de
incumplimiento de deberes, no se exige un determinado resultado que se vincule
con la conducta debida no realizada. Simplemente se configura el delito con el
hecho de no cumplir la obligación alimentaria.
No hace falta nada más para que el delito esté completo. Si uno de los
autores mencionados no cumple con la obligación que le corresponde ya es
suficiente, no se exige que las víctimas efectivamente tengan hambre, o sufran
carencias determinadas.
Por eso, el delito es de pura omisión, aunque la misma ley indique que sólo
pueden ser autores los sujetos mencionados por ella (garantes del bien jurídico
protegido). Esta característica de delito propio de autor no debe hacernos creer
que es una omisión impropia.
Además, el delito es permanente ya que el estado consumativo permanece
en el tiempo mientras dure el incumplimiento de la obligación alimentaria. Si el
autor no cumple con la obligación pactada mensualmente, por ejemplo, durante
los meses de enero a diciembre del año 2020, entonces se sigue cometiendo
durante todo ese tiempo.
373
GONZALO JAVIER MOLINA
A. TIPICIDAD OBJETIVA
Como todo delito de omisión propia, exige la concurrencia de los tres pri-
meros elementos de toda omisión: a) Una situación típica que genera el deber
de actuar, b) La no realización de una acción mandada, c) La posibilidad física
o material de realizar la acción.
Es necesario que concurran los tres elementos, de no ser así, la conducta
no será típica objetivamente.
1) La situación típica generadora del deber de actuar está prevista ex-
presamente en el texto de la ley: ante la obligación determinada (exista o no
sentencia judicial) de prestar alimentos, el obligado debe comenzar a cumplirla.
Es cierto que, en muchos casos, esa obligación estará determinada judi-
cialmente o por acuerdo de las partes. En caso de no ser así, la obligación que
surge de la Ley N” 13.944 ha generado discusión en doctrina, ya que algunos
autores consideran que esa obligación debe entenderse igual que en el derecho
civil se habla de prestar alimentos, y ello significa no solamente la suma de
dinero necesaria para subsistir en la compra de alimentos básicos, sino también
lo necesario para que esa persona tenga el nivel de vida que tenía antes la situa-
ción causante de la obligación alimentaria (por ejemplo: antes del divorcio). En
cambio, otro sector de la doctrina** considera que la Ley N* 13.944 no hace
referencia a ese concepto de alimentos de la ley civil, sino a otro, ya que habla
de los medios para la subsistencia. Entonces, el concepto sería más restringido
que el de alimentos que surge del derecho civil: aquí se trataría solamente de
los medios económicos para la subsistencia de la víctima. Considero que éste
es el criterio correcto, por respeto al principio constitucional de legalidad (Ley
estricta) y de ultima ratio del derecho penal.
El tema tiene relevancia práctica en aquellos casos puntuales en que se
fija una cuota de alimentos muy por encima de lo necesario para la adquisición
de alimentos y medios para la subsistencia. Si el autor cumpliera sólo con una
parte de esa cuota alimentaria, de modo que pudiera alcanzar para lo básico
(subsistencia) ¿realiza la omisión típica? Está claro que no cumple con las
obligaciones que surgen del derecho civil, y tendrá las consecuencias que se
establecen en el derecho civil. La pregunta es si puede considerarse típica desde
la óptica de este delito que analizamos.
Pues bien, para un sector de la doctrina la conducta será típica, y para el
otro, no. Eso se debe a que algunos interpretan que la ley penal se refiere al
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DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
concepto de alimentos del derecho civil, y otros entienden que se trata de los
medios indispensables de alimentación.*”
2) La no realización de la acción mandada: se configura este segundo
elemento cuando el autor no realiza el pago o cumplimiento de la obligación
alimentaria, o lo hace parcialmente. Recordemos que la realización de la acción
mandada no significa cumplir de cualquier modo con una conducta destinada a
ayudar al bien jurídico en peligro, sino que significa la mejor manera posible de
realizar esa acción. Si en un caso concreto la sentencia judicial obliga al padre a
pasar $10,000 mensuales, entonces el padre no estaría cumpliendo con la acción
mandada si pasa $9.000. La acción mandada es cumplir con los $10.,000,**
3) Posibilidad material de realizar la acción: sólo se puede considerar
típica la conducta omisiva si el autor hubiera tenido la posibilidad de realizar
esa acción debida. No se puede afirmar la tipicidad si el autor no tuvo a su al-
cance en el caso concreto la posibilidad de realizar ese aporte de los alimentos
debidos, por distintos motivos. Por ejemplo: si el padre obligado al pago es
un trabajador que vive de sus ingresos como taxista, y durante un mes estuvo
internado en el hospital, y eso le impidió trabajar y ganarse el dinero, entonces
no tendría la posibilidad material de realizar esa acción debida.** Si no pasa el
alimento por esos motivos, la conducta es atípica.
En esta figura de omisión en particular, este requisito adquiere una dimen-
sión especial, vinculada a disposiciones constitucionales. En el art. 11 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, está prohibida la prisión por
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B. TIPO SUBJETIVO
C. ACCIÓN PRIVADA
El delito es de acción pública o de acción privada, según quien sea la
víctima.
Si la victima es el cónyuge, el delito será de acción privada. En este caso
sólo se podría iniciar causa penal si la víctima promueve la acción penal, nunca
de oficio.
450
Sentencia STS de 28 de julio de 1999, ponente Conde-Pumpido Tourón.
376
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B. TIPO OBJETIVO
El delito consiste en frustrar (en todo o en parte) el cumplimiento de las
obligaciones alimentarias que tuviera el autor, por alguno de los medios es-
pecíficos enumerados en el mismo artículo: destrucción, inutilización, daño,
ocultamiento, desaparición o disminución del valor de los bienes. Pero a esa
frustración del cumplimiento de las obligaciones alimentarias, debe llegarse
mediante el acto de insolventarse, ya que de ello se trata el delito.** De no
exigirse el acto de insolventarse, se podría considerar completo el delito con
el mero incumplimiento de los deberes de asistencia en una cuota, ya que allí
también se estaría frustrando el cumplimiento.
Las acciones mencionadas serían los medios para llegar a esa finalidad:
dañar, ocultar, inutilizar, etc. El delito se consuma cuando se ha logrado frustrar
en todo o en parte el cumplimiento de esas obligaciones alimentarias.
Existe una discusión también en esta figura, similar a la que vimos en
relación al delito de incumplimiento de deberes de asistencia familiar. La cues-
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DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
C. TIPO SUBJETIVO
Es un tipo penal doloso, y, como tal, requiere el conocimiento de parte del
autor de estar provocando la frustración del cumplimiento de sus obligaciones
alimentarias. Pero además, se exige un elemento subjetivo especial, ya que el
autor debe tener la finalidad de eludir las obligaciones alimentarias. Por ello, se
dice que el autor debe tener dolo directo. La expresión maliciosamente denota
también esa finalidad especial de frustrar el cumplimiento de las obligaciones.
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157 Laley tiene en total 6 artículos. En los dos primeros están previstas las figuras penales,
luego en el art. 39 se establece la facultad del juez para restablecer el contacto del menor
con sus padres, y en el art, 4? la incorporación de los supuestos de la ley como delitos
dependientes de instancia privada (art. 72 C.P.). Los arts, 5? y 6” son de forma.
458. Creus trata estos delitos dentro de los delitos contra la libertad individual. Ver CREUS,
Derecho Penal, ob. cit., T. L p. 325.
22 — Según se ha dicho en los antecedentes parlamentarios de la ley: “El derecho de visitas
significa mucho más, se impone también compartir obligaciones respecto de tareas
escolares, tomar a su cargo controles médicos, etcétera. En definitiva, debe comprender
una participación más activa en los distintos aspectos de la vida del hijo” (“Fundamentos
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A. EL TIPO OBJETIVO
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465 Según las teorías del error, todo error invencible sobre un elemento del tipo objetivo
lleva la exclusión de la tipicidad dolosa y culposa. Si el error fuera vencible sobre un
elemento del tipo objetivo, entonces subsistirá la tipicidad culposa.
En relación a la figura que estamos analizando, vale recordar que no existe figura
culposa. En consecuencia, si la ilegalidad del impedimento es un elemento del tipo
objetivo, cualquier error sobre esa circunstancia llevará a la exclusión de la tipicidad
de la conducta.
383
GONZALO JAVIER MOLINA
conviva con el menor.*” Por ejemplo: no sería autor del delito el padre que retiró
al hijo de la casa del excónyuge que convive con el niño, y no lo reintegra al
domicilio en el plazo debido según lo acordado.** El argumento es que el mismo
texto de la ley exige que se obstruya el contacto con el padre no conviviente.
No hace referencia a la obstrucción del contacto con el padre conviviente. Por
aplicación del principio de legalidad, no se podría sancionar al padre no con-
viviente, como en el caso del ejemplo mencionado previamente, También se
invocan los antecedentes parlamentarios para argumentar en este sentido, ya
que los legisladores se referían expresamente al padre conviviente como autor,
La conducta típica es impedir u obstruir el contacto de los menores de
edad. Impedir significa anular la posibilidad de contacto entre el menor y los
padres; obstruir, serían las acciones que lo dificulten, sin llegar a impedir to-
talmente el contacto.
Es un delito de resultado, y como tal es necesario que se haya impedido
o dificultado el contacto.
B. EL ELEMENTO “ILEGALMENTE”
El elemento ¿legalmente forma parte del tipo objetivo, y como tal debe
comprobarse la ilegalidad del acto en el caso concreto para que la conducta sea
típica. Se trata de un adelanto de la antijuricidad a nivel de tipicidad.
En principio, las cuestiones vinculadas a la legalidad de un acto, se analizan
en la teoría del delito en el estrato de la antijuricidad: que un acto sea legal o
legítimo, es una cuestión que implica el análisis desde la óptica de la antijuri-
cidad y las posibles causas de justificación. Sin embargo, cuando el legislador
expresamente menciona en la redacción de la figura penal, expresiones de este
tipo,*** la doctrina penal entiende que hay que darle un sentido.
12 Ver LAJE ANAYA, Delitos contra la familia, p. 242, Ed. Advocatus, Córdoba, 1997.
También CARRIZO, Rubén, en /lícitos penales como producto de las relaciones fa-
miliares, p. 183, Ed. La Ley, 2000,
163 También se discute si en un caso como ese del ejemplo, se podría aplicar otra figura
penal, concretamente el art, 147, Ver SOLARI, Néstor, “¿Puede un padre ser sujeto
activo del delito de sustracción de menores contra su hijo?”, en La Ley, diario, lunes
11 de junio de 2007, p. 8,
16 Loveremos también en el art. 141 C.P. (Delito de privación de libertad), y en el art. 162
(hurto) cuando hacen referencia a la privación ilegal de la libertad o al apoderamiento
ilegítimo de una cosa mueble,
382
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En cambio, si la legalidad del acto como es regla en todas las otras figuras—
se analiza a nivel de la antijuricidad, entonces un error sobre esa circunstancia
será tratado como un error de prohibición.***
En resumen: el tratamiento de la ilegalidad del impedimento como un
elemento de la tipicidad nos lleva a darle el tratamiento de un elemento del tipo
objetivo, Por consiguiente, todo error sobre la ¡legalidad del impedimento será
un error de tipo. No importa si es vencible o invencible, excluirá la tipicidad
de la conducta en ambos casos. Por ilegal debe entenderse el impedimento u
obstaculización que sea contrario al ordenamiento jurídico en conjunto, es decir
que no esté autorizado en el caso particular a hacerlo,
C. TIPO SUBJETIVO
Es una figura dolosa, por lo cual el autor debe saber que está impidiendo
u obstaculizando ilegalmente el contacto del hijo con su padre no conviviente.
Cualquier error sobre los elementos objetivos del tipo penal llevan a la exclusión
de la tipicidad ya que no existe una figura culposa.
En el punto anterior se analizó el problema sobre el error que recae en
la ilegalidad de la conducta. Por ejemplo: la madre cree que tiene derecho a
impedirle la visita al padre no conviviente porque éste fue arrestado la semana
anterior, y una vez que recuperó la libertad, niega el contacto.
3. AGRAVANTE
496 El error de prohibición se trataría de una manera más rigurosa que el error de tipo.
Como regla, sólo el error de prohibición invencible excluye la culpabilidad. No así el
error vencible de prohibición, que deja subsistente la culpabilidad, y de tratarse de una
conducta dolosa, habilita la punición por dolo.
En el caso de la figura que analizamos, si el error sobre la ilegalidad se tratara como
un error de prohibición, entonces sólo en los casos de error invencible se podria ex-
cluir la culpabilidad, y por consiguiente el delito, En cambio, en los errores vencibles
tendría que penarse por la figura (dolosa), aunque tal vez el error pudiera influir en la
determinación de la pena.
384
DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
mento radica en que por razón de la edad del niño o la discapacidad es mayor
la afectación al vínculo con el padre no conviviente si se impide u obstaculiza
su contacto,**”
Tratándose de un elemento objetivo de la agravante, debe ser conocido por
parte del padre** para que se configure el dolo de la agravante.
T. O. E
4 Situación previa
de no convivencia
4 Menor de 10 años o
discapacitado Dolo agravante
AGRAVANTE
167 LAJE ANAYA, Delitos contra la familia, p. 255, Ed. Advocatus, Córdoba, 1997.
468 — Sería extraño el caso de que el padre o madre desconociera ese dato de su hijo (la edad
o una discapacidad).
385
GONZALO JAVIER MOLINA
5. AGRAVANTE
386
DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
T. O. T.S.
1 Situación previa
de no convivencia
Tal como lo establece la ley en el art, 4%, son delitos dependientes de ins-
tancia privada. Para ello es necesario que el damnificado promueva la acción
penal, de lo contrario, no se podrá proceder de oficio en la investigación y juz-
gamiento. El motivo es la preservación de las relaciones de familia por sobre
el derecho penal. Es preferible que los sujetos concilien o acuerden entre ellos
el conflicto, como una derivación del principio de ultima ratio.
387
GONZALO JAVIER MOLINA
1) EL “PROBLEMITA” DE GUILLERMO
Guillermo, de 49 años de edad, conoce a Patricia a través de unos amigos
en común: Javier y Wanda. Guillermo está impedido de contraer matrimonio
porque no se ha separado todavía de Marta, su primera esposa.
Luego de un tiempo de relación con Patricia, ésta insiste en casarse con
Guillermo, quien se negaba diciéndole que ella conocía “el problemita” que
tenía. Patricia no sabía que “el problemita” que invocaba Guillermo era su
casamiento anterior subsistente, siempre pensó que cuando mencionaba esa
expresión, se refería a su disfunción eréctil.
A su vez, Guillermo estaba convencido de que Patricia sabía de su ma-
trimonio anterior subsistente, ya que Javier le dijo que le había contado todo
sobre él a su amiga antes de presentarlos.
Con la intención de darle una alegría a Patricia, Guillermo decide contraer
matrimonio con ella, ante el oficial público. Se celebra el matrimonio, y Marta
denuncia a ambos por el delito de matrimonio ilegal,
El Fiscal acusa a Guillermo por el delito de matrimonio ilegal unilateral (art.
135 C.P.) y a Patricia por el delito de matrimonio ilegal bilateral (art. 134 C.P.).
El defensor solicita la absolución de Patricia argumentando que no sabía
nada del matrimonio anterior de Guillermo, En relación a Guillermo, afirma
que no cometió ningún delito ya que nunca ocultó el matrimonio anterior a
Patricia, no tuvo mala fe.
Usted es el Juez de la causa y debe resolver la situación de ambos impu-
tados. ¿Cree que le asiste razón al fiscal o al defensor? ¿Considera que el caso
debe resolverse de otro modo?
Variante: saponiendo que ahora Guillermo crea que está ocultando a Patri-
cia su matrimonio anterior, pero que Patricia lo sepa porque Javier sí le contó
sobre el tema. En esas condiciones, Guillermo y Patricia contraen matrimonio.
Marta los denuncia y el Fiscal requiere por el delito de matrimonio ilegal uni-
lateral contra Guillermo y Patricia.
Consigna: usted es el juez y debe resolver la situación de los dos.
388
DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
389
GONZALO JAVIER MOLINA
5) ¡POBRE CARLITOS!
Juan se va a vivir con María, quien tiene un hijo (Carlitos, de 8 años) de
pareja anterior. María le comenta a Juan que está preocupada porque su hijo no
tiene cobertura de obra social, y le propone a Juan que lo inscriba como hijo
propio para beneficiarlo con su obra social. Carlitos figura en el Registro de las
personas sólo como hijo de María.
Ante esta situación, y para complacer a María, Juan decide hacerlo, y lo
inscribe en el Registro como hijo suyo, para beneficiarlo con su obra social.
El fiscal acusa a Juan y María por los delitos de los artículos 138 y 139
inc. 2 del Código Penal.
El defensor de ambos alega que nunca tuvieron intención de perjudicar al
menor, sino de beneficiarlo, y que, además, ninguno de los dos imputados sabía
que ello podría constituir un delito.
Si usted fuera juez de la causa, ¿cómo resolvería la situación de ambos?
390
DELITOS CONTRA EL ESTADO CIVIL Y LAS RELACIONES DE FAMILIA
6) CUMPLIENDO A MEDIAS
Pablo se ha separado de su esposa Juliana, con quien tienen una hija de
tres años de edad, llamada Emilse. Pablo es un afamado médico cirujano, y
Juliana ama de casa.
Ante el juzgado de familia, convinieron en que la menor viviría con su
madre, Pablo tendría un régimen de visitas, y además la obligación de pasar
mensualmente la suma de $100,000 para que Emilse mantenga el nivel de vida
que tenía antes de la separación de sus padres.
Después de un año de cumplir rigurosamente con la obligación alimentaria,
Pablo decide durante dos meses pasar sólo la mitad de lo convenido ante el
juzgado, invocando que con esa suma era suficiente para que Emilse tuviera lo
necesario para su subsistencia. Luego, él le compraría lo que Emilse le pidiera,
cada vez que estuvieran juntos.
Juliana denuncia a Pablo por el delito de incumplimiento de deberes de
asistencia familiar, sosteniendo que durante esos dos meses ella y Emilse no
tuvieron el mismo nivel de vida que tenían antes de la separación. El Fiscal
acusa a Pablo por el delito del art. 1? de la Ley N* 13.944, sosteniendo que tenía
los medios económicos suficientes para cumplir con la obligación impuesta
por el juez de familia. El defensor de Pablo logra comprobar que con la suma
prestada ($50.000 por mes) era suficiente para la subsistencia de Emilse, aunque
ciertamente no lograra mantener el nivel de vida que tenía antes.
Si usted fuera juez ¿cómo resolvería el caso?
7) JULIANA ENOJADA
Juliana está separada de Pablo, su ex esposo. Emilse, la hija de ambos, de
3 años, vive con ella. Al haber incumplido Pablo con la cuota alimentaria dos
meses seguidos, Juliana cree que tiene derecho a impedir la visita de su padre,
dispuesta por la juez de familia, los días martes de 09 a 21 horas. El martes a
las 09 cuando Pablo acude a buscar a su hija, Juliana no le permite verla. Lo
mismo ocurre a la semana siguiente, y Juliana le dice que si no cumple con la
cuota alimentaria completa no le permitirá verla nunca.
Juliana estaba convencida de que en estos casos de incumplimiento de la
cuota podría impedir el contacto, porque había escuchado en un programa de
televisión que algo similar había ocurrido con personajes de la farándula. En
realidad, ella podía haber despejado su error si lo consultaba con un abogado.
391
GONZALO JAVIER MOLINA
392
MANUAL DE DERECHO PENAL. PARTE ESPECIAL
393
TÍTULO v
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
La libertad ha sido definida como “la autonomía del individuo para elegir
entre las diversas opciones vitales que se le presenten, de acuerdo con sus
propios intereses y preferencias”.
En el Título V del Código Penal argentino están previstos los delitos con-
tra la libertad. El título se divide en seis capítulos diferentes que en realidad
protegen bienes distintos:
D) Delitos contra la libertad individual. II) Violación de domicilio. III)
Violación de secretos y de la privacidad. IV) Delitos contra la libertad de tra-
bajo y asociación. V) Delitos contra la libertad de reunión. VI) Delitos contra
la libertad de prensa.
Esta diversidad de bienes jurídicos protegidos ha hecho decir a algunos
autores de la doctrina que todos estos delitos sólo se podrían aglutinar bajo la
óptica de un concepto muy amplio de libertad: la libertad protegida constitucio-
nalmente.*”” Es que, por una parte, se habla de la libertad de locomoción, pero
también de trabajar, de asociarse, de la intimidad, de reunirse, de expresarse, y
hasta se protege la dignidad de las personas (delito de tortura). Es por ello que
de modo muy genérico podríamos decir que existe un solo bien jurídico que
sería la libertad de las garantías constitucionales. Pero será necesario, en cada
figura que se analice, definir el bien jurídico protegido especialmente.
46% Esuna definición del Tribunal Constitucional español (S.T.C. 113/1994, del 14 abril).
10 Enel Código Penal español, entre los arts. 163 a 172 se protege la libertad. En ese
código sólo se tratan como delitos contra la libertad: las detenciones ilegales, secues-
tros, amenazas, coacciones y acoso. Luego, en forma apartada en otros títulos se tratan
figuras que nuestro Código Penal argentino incorpora como delitos contra la libertad,
como, por ejemplo, las torturas, la violación de secretos, etc.
395
GONZALO JAVIER MOLINA
+11 El texto actual corresponde a las modificaciones introducidas por la Ley N* 26,842
de diciembre de 2012. El texto anterior decia: “redujere a servidumbre o condición
análoga y al que la recibiere en tal condición para mantenerla en ella”.
El motivo de la reforma fue adecuar nuestra legislación interna a distintos instrumentos
internacionales: La Convención de la Naciones Unidas contra la Delincuencia Orga-
nizada Transnacional y del Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de
Personas, especialmente Mujeres y Niños que la complementa,
396
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
A. TIPO OBJETIVO
397
GONZALO JAVIER MOLINA
A. TIPO OBJETIVO
La privación de libertad es el acto de restringir cualquier libertad de mo-
vimiento, aunque quede a disposición de la víctima cierto grado de libertad
ambulatoria, como sería el caso de quien encierra a otro en un galpón. Lo de-
terminante sería que no se le permite a la víctima salir de ese lugar para ejercer
su libertad de decisión respecto a dónde quiere ir o estar.
398
GONZALO JAVIER MOLINA
C. TIPO SUBJETIVO
Es un delito doloso, de modo que el autor debe conocer todos los elementos
objetivos del tipo penal, incluyendo el conocimiento de la ilicitud del acto de
privación de libertad, y la falta de consentimiento de la víctima.
400
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
114 Enel ejemplo de Creus, se le impide a la victima la movilidad de los brazos, pero no
de las piernas. Ob. cit., p. 277. Soler da el ejemplo de una persona a quien se le colocan
esposas cerradas en las muñecas (SOLER, Sebastián, Derecho Penal Argentino, T. IV,
p. 35, 4” edición, Ed. TEA, Bs. As., 1996).
475
Ejemplos: el conductor del colectivo que no hace caso al pasajero que quiere bajar, y
lo deja en la próxima parada; quien le impide durante unos segundos al conductor de
otro auto que pueda salir del estacionamiento; el guardián del banco que demora unos
segundos para abrir la puerta del cliente que quiere salir, etc.
Ejemplos: el conserje del hotel no libera al huésped que se ha quedado encerrado en
el ascensor, pudiendo hacerlo. Los ejemplos dados en la nota anterior son casos de
omisión: el chófer del colectivo, el guardián del banco que no abre la puerta.
Otro caso de Roxin: el dueño del bar que —justificadamente, y para que no dañe la
propiedad— encierra al borracho en una habitación, luego de que ese sujeto ya haya
superado la ebriedad, debe liberarlo; si no lo hiciera ya sería una privación de libertad
(por omisión impropia) y la posición de garante surgiria del hecho previo, que si bien,
en principio estaba justificado, en algún momento se torna ilícito cuando se le pasa la
embriaguez, y entonces el dueño del bar debe liberarlo. (ROXIN, Claus, en “Injerencia
e imputación objetiva”, en Nuevas formulaciones en las ciencias penales, Ed. Lerner,
Córdoba, 2001).
477
La doctrina mayoritaria ha señalado que no podrían ser sujetos pasivos los menores
de edad ni personas que no puedan manifestar su voluntad al respecto. (Ver DONNA,
Derecho Penal. Parte Especial, TIA, p. 130; CREUS, ob. cit., p. 278).
399
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
401
GONZALO JAVIER MOLINA
4, SECUESTRO COACTIVO
402
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
19 Eneste sentido, DONNA (ob. cit., p. 146), Parma (Derecho Penal. Parte Especial, p.
316, Ed. Hammurabi, Bs. As., 2019), MARTINEZ, Stella Maris, en “Las figuras del
art, 142 bis del código penal”, en Delitos contra la libertad, p. 102, Ed. Ad-Hoc, 2003,
403
GONZALO JAVIER MOLINA
puede entender la figura del art. 142 bis como una forma agravada de la priva-
ción de la libertad.
La doctrina marca una diferencia entre el caso de sustracción y los otros
dos en relación a la clase de tipo penal. En el supuesto de sustracción, se tra-
taría de un delito de consumación instantánea, En cambio, en los supuestos de
retención y ocultamiento, serían casos de delitos permanentes, y en estos casos
la consumación se prolonga en el tiempo. Ello lleva a que se consideren de
modo diferente los supuestos de participación criminal* y de prescripción**!
según sea el caso.
Se exige que la conducta obligada sea contra la voluntad de la víctima, de
modo que, si ésta presta su voluntad, no se daría la figura del art. 142 bis. Podría
subsistir en estos casos, la figura de privación ilegal de la libertad.
Por otra parte, es indiferente que lo que se exige a la víctima o al tercero
sea algo lícito o ilícito, ya que la sanción se fundamenta en la injusticia del
modo de reclamar, y no en la injusticia de lo reclamado.
Sujetos activo y pasivo pueden ser cualquier persona. De acuerdo a la
redacción del tipo penal, es posible que la persona sustraída, retenida u ocul-
tada sea la misma que debe realizar u omitir la conducta impuesta; o también
podría ser que se trate de una persona diferente. En este caso, es necesario que
esa persona a quien se imponga la obligación de hacer, no hacer o tolerar algo,
tenga algún vínculo o relación estrecha con la persona sustraída, ya que sólo en
estos supuestos se justificaria la coacción que se impone sobre ella.
En el tipo subjetivo, como es un delito doloso, es necesario que el autor
sepa que está sustrayendo, reteniendo y ocultando a la víctima, y que además
lo haga con aquella finalidad especial de obligarlo (a él o a un tercero) a hacer,
no hacer o tolerar algo en contra de su voluntad. Se trata de un delito de “resul-
tado cortado”, considerando que no es necesario que se logre el fin propuesto
por el autor.
480 Enlos delitos permanentes se puede ser participe o incluso coautor. En los supuestos
de delitos de consumación instantánea, en cambio, el delito se consuma en el primer
momento, y luego los que colaboren ya serian encubridores. Excepcionalmente podrían
ser considerados simples cómplices por una participación posterior al hecho, cuando
hubiere existido una promesa anterior.
481 Laprescripción siempre comienza a correr a partir del último momento de comisión,
o cuando terminó de cometerse.
404
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
482. SANCINETTI, Teoría del delito y disvalor de acción, p. 685, nota 43, Ed. Hammurabi,
Bs. As., 1991.
483
Más desproporcionada será la pena si la víctima es mujer embarazada o menor o mayor
de la edad prevista en el art. 142 bis, entre las agravantes. En ese caso la pena sería de
10 a 25 años de prisión.
18% Tener fines de afectar la integridad sexual será siempre “más barato” para el autor,
405
GONZALO JAVIER MOLINA
406
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
48 — Por ejemplo, 4 secuestra a B para exigir la realización de cierta conducta por parte
de C. Sin embargo, B logra escaparse, y luego de ello, cruza una calle muy transitada
sin ver el tráfico vial, de modo que algún automóvil lo atropella y le causa lesiones
graves, Existe una relación causal entre el acto previo de secuestro y el choque (y las
lesiones) porque de suprimirse mentalmente la acción de secuestrar, la víctima de ese
secuestro no estaría en ese lugar en ese momento, sino haciendo su vida normal.
Pero no se podría decir que las lesiones producto del choque sean imputables a título
doloso o imprudente al autor del secuestro previo (A),
407
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
El art. 142 bis agrava el delito con pena de 15 a 25 años de prisión “si
del hecho resultara la muerte de la persona ofendida, como consecuencia no
querida por el autor”.
Y luego, establece pena de prisión o reclusión perpetua si se causare in-
tencionalmente la muerte de la persona ofendida.
¿A qué casos se refieren cada uno de estos párrafos?
En primer lugar, debemos aclarar que se refiere a la muerte de la persona
sustraída, retenida u ocultada, y no a la de quien se exige la realización o abs-
tención de una conducta determinada.
Por otra parte, debemos aclarar que es una expresión no utilizada en el
Código Penal original para ninguna de las agravantes, ni tampoco utilizada por
las leyes que modificaron el código durante mucho tiempo. Recién comienza
a utilizarse esta expresión a partir de esta modificación legal, precisamente.
Entiendo que cuando alude a la muerte de la víctima “como consecuencia
no querida” por el autor se refiere a los supuestos de imprudencia, dolo eventual
y dolo indirecto (de consecuencias necesarias).*%
A esta interpretación debe llegarse teniendo en cuenta el monto de la es-
cala penal (15 a 25 años de prisión), que ya de por sí es superior a la pena del
homicidio doloso, que acepta las tres clases de dolo.
Se podría pensar razonablemente que se aplica esa pena a lo que en realidad
es un concurso entre un secuestro coactivo y un homicidio culposo o doloso
(eventual o indirecto).
Pero debe quedar en claro que los casos de mera relación causal (sin dolo
ni culpa) entre la conducta de secuestro y el resultado muerte, de ningún modo
488. Hay un sector de la doctrina penal que sostiene que este supuesto sólo se aplica a los
casos de homicidio imputable a título de imprudencia, y no incluye a los casos de dolo
eventual o indirecto de la muerte. (por ejemplo, CONTI, ob, cit.).
Entiendo que la expresión consecuencia no querida (muerte), bien puede referirse a
los homicidios culposos, pero también a los dolosos (con dolo eventual e indirecto) ya
que, en estos casos, tampoco existe una intención de matar. La intención se identifica
solamente con el dolo directo, de modo que cuando en el próximo párrafo se refiere a
la intención de matar, se refiere al dolo directo. Y cuando se refiere a causar la muerte
como consecuencia no querida, se refiere a la muerte imprudente y con dolo indirecto
o eventual. En ninguno de estos tres casos el autor tiene la intención de matar, aunque
en los dos últimos supuestos puede saber que es posible su producción.
409
GONZALO JAVIER MOLINA
en este inc. 3, cuando además sean imputables a título doloso. En caso de que
las lesiones sean imputables a título culposo al mismo secuestrador, se tratará
de un concurso de delitos entre el art. 142 bis y el art. 94 C.P.*”
4) Cuando la víctima sea una persona discapacitada, enferma o que no
pueda valerse por sí misma.
En este caso, el motivo de la agravante es la mayor indefensión de la victima
y el mayor peligro que implica tener privada de libertad a una persona de esas
características. Queda claro que la persona a la que se refiere el inc. 4 no es el
tercero a quien se podría exigir realizar o abstenerse de determinada conducta,
sino la persona privada de su libertad (sustraída, retenida u ocultada).
Se podría discutir a qué tipo de discapacidades o enfermedades se refiere
la norma en este caso. Debe entenderse que se refiere a enfermedades o disca-
pacidades que impliquen una mayor vulnerabilidad de la víctima por este tipo
de actos de privación de libertad. Ejemplo: cualquier enfermedad que implique
la necesidad de un tratamiento especial.
5) Autor funcionario o empleado público o pertenezca o haya pertenecido
al momento de la comisión del hecho a una fuerza armada, de seguridad u
organismo de inteligencia del Estado.
En este caso, el motivo de la agravante tiene que ver con la calidad del
sujeto activo, quien es uno de los encargados de custodiar la libertad de todos,
precisamente.
Es por ello que, si bien en el art, 77 C.P. se describe quiénes son funcionarios
y empleados públicos, esta agravante sólo se aplicaría a aquellos que, además
de serlo, tienen —por esa circunstancia— una mayor facilidad para realizar el
hecho. De modo que no se aplicaría a cualquier funcionario o empleado público
que no vea facilitado el hecho de secuestro coactivo por su función o empleo.
6) Por la pluralidad de autores.
Finalmente, se agrava también el delito cuando los autores sean tres o más
personas. En este caso, al igual que en otras figuras, el motivo de la agravante
es la mayor facilidad que implica la comisión del hecho entre varias personas.
Eso significa, a su vez, una menor posibilidad de defensa de parte de la víctima.
187 Un sector de la doctrina penal interpreta el inc. 3 de este modo, argumentando que el
inc. 3, art. 142 bis se refiere a lesiones graves y gravísimas, y ellas son las contenidas
en los arts. 90 y 91, y además son dolosas. Por ello, no habría lugar para las lesiones
culposas en esta agravante. (CONTI, Néstor, Código penal Comentado. Asociación
Pensamiento Penal, [www.pensamientopenal.com.ar]).
408
GONZALO JAVIER MOLINA
48% Ver, por ejemplo, Parma, ob. cit., p. 322, donde citan el ejemplo de un caso de víctima
secuestrada que muere por el desplome de la habitación donde estaba confinada por un
sismo.
Si bien el autor mencionado (Con cita de Balcarce) reconoce que es una afectación al
principio de culpabilidad, considera que, de acuerdo al texto legal vigente, debe apli-
carse la agravante al secuestrador en ese caso, y propone una modificación del texto
para hacerlo más adecuado a principios constitucionales.
No se puede permitir la aplicación a casos como el mencionado en el ejemplo, por-
que ello significaría una flagrante afectación al principio de culpabilidad. Cuando el
legislador incorporó esta agravante (y todas las de este tipo) fue porque conductas de
secuestro podrían implicar un riesgo para la vida de las personas víctimas, pero se
habrá pensado en otros casos de riesgo para esa vida, diferente a ser atropelladas por
un auto en una avenida muy concurrida.
Como señala Enrique Gimbernat: “Para la existencia de un delito cualificado por el
resultado no basta la presencia de la acción base y de la cualificación; es necesario,
además, que ésta sea consecuencia del peligro creado por aquélla, pues dicho peligro
fue precisamente el que llevó al legislador a configurar el delito cualificado por el re-
sultado”, (Delitos cualificados por el resultadoy causalidad, GIMBERNAT ORDEIG,
Enrique, Ed. B de F, 2007, Bs. As.).
Es muy ilustrativo el ejemplo de este autor en la misma cita: “La víctima de una falsedad
puede también perecer al ir a denunciar el delito victima de un accidente de circula-
ción; pero este peligro es mínimo. Por eso no hay un delito cualificado de falsedad con
resultado muerte”.
Es por ello, que cuando el legislador establece una agravante por un determinado
resultado, sólo se justifica la norma cuando se refiere a resultados previsibles a partir
de ese tipo de acciones que sanciona como delitos base, de lo contrario, la agravante
no tendría sentido, sería irrazonable,
410
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
En este caso, el autor debe tener dolo directo en relación a la muerte. Si bien
hay autores que consideran que el dolo directo no debe ser considerado siempre
más grave que el dolo indirecto o eventual, en este caso, la decisión del legislador
implica una elección de la pena que no afectaría principios constitucionales.
A su vez, el autor no debe querer matar para facilitar, consumar, u ocultar
otro delito, ya que en ese supuesto sería de aplicación el art. 80 inc. 7 C.P.
411
GONZALO JAVIER MOLINA
de la persona.
La pena será de prisión perpetua si resultare la muerte o si
la víctima fuere una mujer embarazada, una persona menor
de DIECIOCHO (18) años, una persona mayor de SETENTA
(70) años o una persona con discapacidad. La misma pena se
impondrá cuando la víctima sea una persona nacida durante
la desaparición forzada de su madre.
La escala penal prevista en el presente artículo podrá
reducirse en un tercio del máximo y en la mitad del mínimo
respecto de los autores o partícipes que liberen con vida a la
víctima o proporcionen información que permita su efectiva
aparición con vida.
Vale aclarar que esta figura no estaba prevista en el Código Penal original,
sino que fue incorporada por Ley N* 26.679 del año 2011, en cumplimiento de
lo dispuesto en la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas 0 y de la Convención Internacional para la Protección de las Personas
490
La Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas fue adoptada
en Belém Do Pará, Brasil, el 9 de junio de 1994 en el 24? periodo ordinario de sesiones
de la Asamblea General de OEA. El objetivo de la Convención es contribuir a prevenir,
sancionar y suprimir la desaparición forzada de personas. En la Argentina se aprobó la
Convención por Ley N* 24,556 sancionada el 13 de septiembre de 1995 y promulgada
el 11 de octubre de 1995. De manera similar a otros instrumentos internacionales del
sistema interamericano, la Convención exige a los Estados Partes adoptar medidas
eficaces para prevenir la desaparición forzada de personas y fomentar la extradición
de personas acusadas por esos delitos. En este instrumento internacional se define a la
desaparición forzada de personas, del siguiente modo: “Para los efectos de la presente
Convención, se considera desaparición forzada la privación de la libertad a una o más
personas, cualquiera que fuere su forma, cometida por agentes del Estado o por personas
o grupos de personas que actúen con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del
Estado, seguida de la falta de información o de la negativa a reconocer dicha privación
de libertad o de informar sobre el paradero de la persona, con lo cual se impide el
ejercicio de los recursos legales y de las garantias procesales pertinentes”.
412
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
413
GONZALO JAVIER MOLINA
B. EL TIPO OBJETIVO
La conducta típica consta de dos partes, en la primera se trata de una
privación de la libertad del sujeto pasivo. En este sentido, valen todas las
aclaraciones efectuadas en relación al delito del art. 141 C.P. Sólo debemos
agregar que, en el caso de este delito, la privación de libertad también puede
ser inicialmente legal. No necesariamente la privación de libertad del sujeto
pasivo debe ser siempre ilegal desde el inicio, ya que podría darse un caso en
el que se prive de la libertad a un sujeto (por algún motivo legal) y luego esa
privación de libertad se transforme en ilícita en algún momento cuando ya no
existen los presupuestos para mantener a esa persona, privada de su libertad.
En /a segunda parte, el tipo penal exige una conducta que consiste en
no brindar información o negarse a reconocer dicha privación de libertad o a
informar sobre el paradero de la persona víctima de la privación de libertad
inicial. En algún momento, en la doctrina penal española se discutió la constitu-
cionalidad de una figura similar a ésta, por la posible afectación al principio de
414
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
3 Ver Estudios de Derecho Penal, GIMBERNAT ORDEIG, p. 103, Ed. Tecnos, “El
delito de detención ilegal con desaparición forzada”.
El planteo básicamente consistía en lo siguiente: se podría considerar un delito de
sospecha, y de esa forma se afectaria la presunción de inocencia (la duda de si ha ocu-
rrido o no la muerte de la víctima) ya que el tipo penal presume su comisión y altera el
principio de inocencia, invirtiendo la carga de la prueba. Por otro lado, podria afectar
el principio de culpabilidad ya que el autor de una detención ilegal se le imputaria una
muerte, pese a que no está probado que él la haya causado, ni que haya actuado con
dolo o imprudencia al respecto.
El mismo Gimbernat concluye sosteniendo que en el delito de desaparición forzada no
habría problema de inconstitucionalidad ya que se trataría de una privación de libertad
agravada. Claro que el artículo al que se refería Gimbernat, preveía una pena menor
que la prevista en el caso del art. 142 ter de nuestro C.P,, que tiene una pena superior
al delito de homicidio, lo que marcaría una diferencia en relación a la argumentación
del autor citado,
415
GONZALO JAVIER MOLINA
416
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
417
GONZALO JAVIER MOLINA
197 Parma considera que se trata de un delito de “omisión dolosa impropia” (ob. cit., p. 327).
Igualmente DELGADO, SECO PON y LANUSSE NOGUERA, en Código penal y
normas complementarias..., BAIGUN-ZAFFARONT (Directores), Ed. Hammurabi,
T. 5, p. 314, También BOMBINI y DI IORIO en Código penal comentado. Asociación
pensamiento penal. Versión online).
Es cierto que no hay acuerdo en la doctrina penal en relación a cómo se distingue la
omisión propia de la impropia, lo cuestionable es que estos mismos autores consideran
que se trata de un delito de pura (in) actividad, pese a lo cual, lo consideran una forma
de omisión impropia, aunque sin explicar cuál es su criterio para distinguir la omisión
propia de la impropia.
Entiendo que el criterio de distinción, debe ser su vinculación a la producción de un
resultado o no (ver MOLINA, G., Delitos de omisión impropia, Rubinzal-Culzoni, p.
29). De modo que si consideramos que es un delito de pura (in) actividad, difícilmente
se pueda afirmar que sea de omisión impropia. Algo similar ocurre, como vimos, en
el delito de incumplimiento de deberes de asistencia familiar: el hecho de que se trate
de una omisión de un autor especial, no lo transforma automáticamente en un delito
de omisión impropia.
De todas maneras, coincido con los autores mencionados en el análisis del tipo objetivo,
en general, y no creo que esta distinta forma de clasificarlo, pueda llevar a solucionar
418
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
419
GONZALO JAVIER MOLINA
al detenido,” de haberse enterado de esa situación, sino que basta con el incum-
plimiento de dicho mandato. Habiendo detenido a una persona, el funcionario
público debe dar aviso al juez competente, ya que es el único que puede decidir
sobre su privación de libertad.
De manera que, independientemente de qué es lo que decida el juez en
relación a la continuación (o no) de la detención de esa persona, el delito es-
tará consumado cuando haya transcurrido el plazo (según el código procesal
respectivo) para poner en conocimiento del juez esa situación. Por ello, es un
delito de peligro, y no de lesión, es de pura (in-) actividad, y no de resultado.
Inc. 3. Incomunicación indebida: en el inciso 3 se sanciona al funcionario
que incomunicare indebidamente a un detenido.
Para ello, es necesario hacer una aclaración previa, vinculada al derecho
procesal penal. Según lo establecen los códigos procesales penales, existe la
posibilidad de que una persona detenida sea incomunicada. Ello significa que,
como medida preventiva y para resguardar la investigación penal, evitando la
pérdida de pruebas importantes, se podría evitar que el detenido se comunique
con otras personas, por ejemplo, testigos, o cualquiera que pudiera ocultar o
eliminar pruebas en el proceso penal.
Para esa incomunicación, los códigos procesales establecen ciertos re-
quisitos, entre los que se enumera el plazo de la incomunicación: el preso no
puede estar incomunicado durante todo el proceso, sino por un término fijo,
que generalmente es de 48 h.
Nuevamente aqui, el elemento “indebidamente” debe considerarse un ele-
mento del tipo objetivo, como un adelanto de la antijuricidad. En consecuencia,
los errores sobre ese elemento, serán tratados como errores de tipo y no como
errores de prohibición.* Por ejemplo, si el policía de guardia en la comisaría
300 Parecen exigir este dato como elemento del tipo objetivo, BOMBINI y DITORIO, ob,
cit.
301 Hay un sector de la doctrina penal argentina que considera a estos supuestos (“indebi-
damente”) como “elementos normativos de recorte”. (En este sentido, ZAFFARONTI-
ALAGIA-SLOKAR, en Derecho Penal, p. 440, igualmente, RAFECAS, en su El
crimen de tortura, p. 331 y ss. ). Otro autor como Roxin, los denomina elementos de la
valoración global del hecho. Ver. ROXIN, Derecho Penal. Parte General, T. I, p. 299,
La consecuencia sería similar a la que hemos señalado en el texto, aunque limitada.
Según estos autores, el error sobre esos elementos (el “indebidamente”) no siempre
llevaría a un error de tipo. Distinguen entre los errores sobre los presupuestos fácticos
que llevarían a efectuar un tipo de valoración (estos errores sí serian considerados
errores de tipo) de los errores sobre la evaluación jurídica de la situación fáctica. En
420
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
este segundo caso, no considerarían un error de tipo, sino un error de prohibición. Por
ejemplo, al tratar el art. 141: el error del policía que confunde a una persona con un
ladrón y lo detiene, Este supuesto sería un error de tipo, porque recae sobre las cir-
cunstancias fácticas. En cambio, el policia que mantiene incomunicado al contraventor
detenido en la comisaría porque cree que está autorizado por la ley para ello, estaría en
error de prohibición, ya que, en este caso, el policia tiene pleno conocimiento de los
presupuestos fácticos, pero se equivoca en la evaluación jurídica.
02 Enun sentido similar, considerándolo como una figura de peligro, CREUS, ob. cit., p.
294. En sentido contrario, DELGADO, SECO PON, LANUSSE NOGUERA, ob.
cit., p. 328, siguiendo a Rafecas en este punto.
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503 Eneste sentido, DONNA, con cita de NÚÑEZ, ob, cit., T. A, p. 163.
4 El caso de flagrancia significa la detención al momento de la comisión del hecho,
inmediatamente después de cometido, o cuando presenta signos que indiquen que aca-
ba de cometerlo. La flagrancia, generalmente, está definida en los códigos procesales
penales,
422
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GONZALO JAVIER MOLINA
305 Enelart. 77 C.P. se dispone que debe entenderse por funcionario público “todo el que
participa accidental o permanentemente del ejercicio de funciones públicas, sea por
elección popular o por nombramiento de autoridad competente”, Asimismo, aclara el
código que “los términos funcionario público y empleado público son usados indis-
tintamente en el código”.
306 Al igual que los elementos “indebidamente” o “ilegalmente”, Rafecas los considera
elementos normativos de recorte, siguiendo a Zaffaroni, de manera que los trata como
supuestos de adelanto de la antijuricidad a nivel de tipicidad. Los errores al respecto, y
que se refieran a la situación fáctica, serán errores de tipo, y los errores sobre el alcance
normativo, serán errores de prohibición en su concepción.
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307
En esta opinión, RAFECAS en ob, cit., p. 354 y ss., con cita de Fontán Balestra. Por la
posición contraria, DONNA (Derecho Penal, T. 1-A, p. 175) con citas de Soler, entre
Otros.
308. Un concejal municipal puede ser un funcionario público. En caso de que detenga a
alguien y lo prive de su libertad, difícilmente se podrá decir que “abusó” de funciones
que nunca tuvo, Directamente, ha cometido el delito de privación de libertad, posible-
mente agravada por el art. 142, inc. 4, si es que realmente simuló orden de autoridad
pública o autoridad pública para el hecho.
“Y Son especialmente problemáticos, los casos de detención para averiguación de an-
tecedentes, por “actitud sospechosa”. Sobre este tema en particular, ver el fallo de la
C.S.J.N. en causa “Daray, Carlos”, del 22/12/94 (publicado en Fallos, 317:1985).
También los supuestos de detención sin orden judicial y las requisas personales sin
motivos que lo justifiquen podrían ser casos de abusos funcionales si no se dieran los
requisitos especiales previstos en los códigos procesales para proceder a una detención
personal,
425
GONZALO JAVIER MOLINA
ahora el funcionario tiene la facultad para detener, pero no cumple con alguna
formalidad establecida en la ley. El requisito fundamental para proceder a una
detención es una orden judicial, de no existir esa orden judicial, el personal policial
podría (excepcionalmente) proceder a una detención cuando existieren motivos
suficientes para sospechar que está cometiendo un delito, acaba de cometerlo, o
se fuga estando detenido. Estos requisitos para proceder a una detención sin orden
judicial, están previstos en los códigos de procedimientos penales,
Es un delito doloso, el autor debe saber que detiene a una persona sin las
formalidades previstas en la ley, o en el supuesto de la primera parte, debe saber
que lo hace abusando de sus funciones.
426
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
Autores, en este caso, sólo pueden ser los funcionarios públicos que tengan
a su cargo o bajo su custodia al preso.
Severidades son las formas de trato que por su excesivo rigor ilícito y
contrario a la ley provocan un padecimiento físico. Ejemplo: castigos, inmovi-
lización, privación de alimento o descanso, aislamiento, privación de visitas.
Las vejaciones y apremios serían iguales al inciso anterior, sólo se modifica
en este caso, que debe tratarse a los presos a su cargo. Es necesario que esos
apremios sean ilegales, es decir que no estén previstas en la ley o reglamenta-
ciones aplicables a los presos.
Todos los delitos son dolosos, lo cual implica el conocimiento de parte del
autor del carácter de esos tratos.
La última parte del artículo, agrava los supuestos cuando se configuran
alguno de los casos de los incisos 1, 2, 3 y 5 del art. 142, del mismo modo que
en el artículo anterior (144).
8. EL DELITO DE TORTURA
427
GONZALO JAVIER MOLINA
A. LA IMPOSICIÓN DE TORTURAS
El art. 144 ter del C.P. establece:
51
La Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura (de siglas “CIPST”)
es un instrumento internacional de los derechos humanos, creado dentro de la Organi-
zación de Estados Americanos con el objetivo de prevenir y sancionar casos de tortura
y otras actividades similares. La Convención Interamericana entró en vigor el 28 de
febrero de 1987, y, a partir de 2010, 18 países son parte de la misma. La Convención
también exige a los Estados Partes adoptar medidas eficaces para prevenir la tortura
dentro de sus fronteras, y fomenta la extradición de personas acusadas de tortura.
Adoptada en Cartagena de Indias, Colombia, el 9 de diciembre de 1985, Aprobada por
la República Argentina por Ley N* 23,652 el 29 de septiembre de 1988, Ratificada por
el Gobierno argentino el 31 de marzo de 1989.
Art. 19: “Los Estados Partes se obligan a preveniry a sancionar la tortura en los térmi-
nos de la presente Convención. Art, 29: Para los efectos de la presente Convención se
entenderá por tortura todo acto realizado intencionalmente por el cual se inflijan a una
persona penas o sufrimientos físicos o mentales, con fines de investigación criminal,
como medio intimidatorio, como castigo personal, como medida preventiva, como pena,
o con cualquier otro fin. Se entenderá también como tortura la aplicación sobre una
persona de métodos tendientes a anular la personalidad de la víctima o a disminuir su
capacidad física o mental, aunque no causen dolor físico o angustia psíquica. No están
comprendidos en el concepto de tortura las penas o sufrimientos físicos o mentales que
sean únicamente consecuencia de medidas legales o inherentes a éstas, siempre que
no incluyan la realización de los actos de aplicación de los métodos a que se refiere el
presente artículo”,
428
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
513
Rafecas sostiene que el concepto de tortura de la Convención Interamericana es más
amplio que el concepto del código penal argentino porque en este último se exige que
los sufrimientos síquicos tengan “gravedad suficiente”, mientras que en la Conven-
ción no se exige gravedad de los sufrimientos sean físicos o siquicos. De ser asi, los
sufrimientos síquicos “no graves” quedarian fuera del concepto de tortura que propone
la Convención Interamericana, Por otra parte, reconoce el autor que el concepto del
código penal argentino está más acorde con la definición de tortura de la Convención
de Naciones Unidas. (RAFECAS, El crimen de tortura..., 0b. cit., p. 104),
4 La Ley N? 23.097 del 29/10/84 dictada con posterioridad al periodo de la dictadura
militar, vino a suplir un “vacío legal” del código penal ya que en ese artículo sólo se
hablaba de la aplicación de “tormentos” a los presos que guarde un funcionario público,
y la pena era mucho menor a la actual,
429
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515 Éste era uno de los requisitos en el texto anterior de la ley: la víctima debía estar a
cargo formalmente del autor que aplicaba los tormentos, lo cual era una dificultad más
para la acusación que debía probar dicho requisito como un elemento objetivo del tipo
penal.
516
Art. 6? de la Convención.
El art, 2? de la Convención entiende por tortura la imposición de sufrimientos físicos o
mentales, con fines de investigación criminal, como medio intimidatorio, como castigo
corporal, como medida preventiva, como pena, o con cualquier otro fin”. (Sin cursiva
en el original).
Es decir que no exige una finalidad específica.
9% Una cuestión discutida en la doctrina y jurisprudencia penal se refería a la finalidad
del autor de los sufrimientos físicos o siquicos. ¿Necesariamente el autor debe tener la
finalidad de que la víctima confiese un hecho delictivo, o alguna otra finalidad especí-
fica?, ¿o basta con que el autor sepa que ocasiona esos sufrimientos?
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527
Según Rafecas, tampoco sería tortura las infligidas a personas privadas de su libertad
por parte de funcionarios que no tengan minimamente la facultad de detención. Por
ejemplo, el ministro de Salud Pública de la Provincia ordena encerrar a un paciente
que asiste a un hospital bajo su área y aplicarle torturas con una finalidad determina-
da vinculada al cargo, como podría ser investigar la desaparición de medicamentos.
Sostiene que no se daría el delito de torturas en ese caso, ya que el ministro carece por
completo de facultades de detención. Por el contrario, Reinaldi sostiene que sí podría
ser delito de torturas ese supuesto (cit. por RAFECAS, ob. cit., p. 125).
328 RAFECAS, ob. cit., p. 185 y ss.
433
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22% — Enun ejemplo de Rafecas: suponiendo que en el caso anterior, el funcionario peniten-
ciario que omite, tiene un rango inferior a los otros dos (RAFECAS, ob, cit,, p. 189),
530
Es difícil admitir que el delito por ser omisivo, ya merezca menor pena que el activo.
Sobre los argumentos para no disminuir la pena en el delito de omisión impropia en
relación al delito activo, ver LERMAN, Marcelo, La omisión por comisión, pp. 169
a 197 (Ed. Abeledo Perrot, 2013, Bs. As.), donde analiza especialmente el tema, criti-
cando los distintos argumentos que se han dado en la doctrina alemana para sostener
la atenuación facultativa del parágrafo 13, segunda parte del código penal alemán.
Sobre la posibilidad de justificar la menor pena en la forma omisiva de la tortura del
art. 144 quater, Sancinetti sostiene que sólo se justificaria ese “desacierto”, pensando
que el legislador que incorporó esa figura en el año 1984, pretendió dejar en claro que
sería más grave ese delito de tortura, cuando se ejecuta de “propia mano”, a diferencia
de la comisión por omisión de la misma figura. (Ver SANCINETTI, Marcelo, Casos
de derecho penal, T. 3, p. 113, Ed. Hammurabi, Bs. As., 2005).
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Por ejemplo: se engaña a la víctima que se está llevando fuera de las fronteras, di-
ciéndole que hacen un viaje de placer, cuando en realidad la llevan para alistarla en el
ejército extranjero.
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440
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Entre el año 2008 y el año 2012, fecha de la sanción de una nueva ley
referida a los delitos de trata de personas, se presentó la discusión en casos de
la jurisprudencia en distintas situaciones en que existía un “consentimiento”
de la víctima, pero en los que ese consentimiento era obtenido con abuso de su
situación de vulnerabilidad. Por ejemplo, los casos de víctimas de las conductas
de trata que por su especial situación económica apremiante aceptaban ejercer
la prostitución. Las dificultades probatorias (a la acusación le correspondía
probar que la víctima que consentía, estaba en una de esas situaciones de vul-
nerabilidad) que existían en algunos casos motivaron un cambio radical en la
figura de trata de personas.
La Ley N? 26.482 del año 2012 modificó las figuras de tal modo que el
consentimiento de las víctimas en ningún caso va a tener relevancia a fines de
excluir la tipicidad del delito. A partir de la sanción de esta ley, no solamente
en los casos de menores de edad, como señala el protocolo, sino también en
los casos de mayores de edad, el consentimiento de la víctima no tendrá valor
a fines de definir la tipicidad. Al menos ésta es la forma de interpretar la figura
en cuestión, de gran parte de la doctrina y jurisprudencia de nuestro país.
En caso de que exista alguno de los medios que el mismo protocolo enu-
mera para la configuración del delito de trata de personas, ahora será un delito
agravado. Dicho en otras palabras: lo que antes era un requisito objetivo para
la configuración del tipo básico, ahora pasa a ser una circunstancia agravante
del delito. Y en la figura básica no se exige ninguno de esos medios para afectar
el consentimiento de la víctima, ya que el consentimiento de ella no influye
en la tipicidad.
Este gran cambio en la legislación de nuestro país, llevó a un sector de
la doctrina penal a criticar por inconstitucional las figuras en análisis. Se
considera que afectarían el art. 19 de la Constitución Nacional, en la medida
que quitan relevancia al consentimiento de las personas mayores para decidir
su forma de vida.
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Si bien el delito está ubicado entre los delitos contra la libertad, el bien
Jurídico protegido es no solamente la libertad ambulatoria de las personas, sino
su dignidad, la libertad sexual, la salud e identidad de las personas.
Sujeto activo y pasivo puede ser cualquier persona, aunque en el caso de
que se trate de un menor de 18 años o mayor de 70 se configuraría la agravante.
En la redacción de la figura penal, se utilizan una gran cantidad de verbos
típicos que demuestran la intención del legislador de adelantar la punición a
etapas previas a la lesión del bien jurídico. Antes de afectarse la libertad sexual
o la dignidad de la persona ya se sanciona a quienes ofrezcan, capten, trasladen,
etc., con fines de explotación.
Las conductas típicas son:
Ofrecer: sería proponer, invitar, proponer.
Captar: es ganar la voluntad del otro, entusiasmar.
Trasladar: es llevar de un lugar a otro. No es necesario que se llegue al
lugar de destino, aunque sí es necesario que ese traslado implique un aporte en
la cadena de la trata.
Acoger: hospedar, esconder, alojar.
Recibir: tomar, admitir a la víctima.
Cualquiera de estas conductas hace autor a quien las realice, cuando, ade-
más, exista el dolo (conocimiento de la acción realizada y su significado) y la
finalidad de explotación'** de parte del autor.
No debe confundirse este delito con el tráfico ilegal o contrabando de
personas, previsto en la Ley N” 25,871 (arts. 116 a 121), En este caso, el bien
jurídico protegido es el regular flujo migratorio, no la libertad como en el delito
que estamos analizando.
338 La misma Ley N? 26,842 establece en su art, 1? que “se entiende por explotación la
configuración de cualquiera de los siguientes supuestos, sin perjuicio de que constitu-
yan delitos autónomos respecto del delito de trata de personas: a) Cuando se redujere
o mantuviera a una persona en condición de esclavitud o servidumbre, bajo cualquier
modalidad; b) Cuando se obligare a una persona a realizar trabajos o servicios forzados,
c) Cuando se promoviere, facilitare o comercializare la prostitución ajena o cualquier
otra forma de oferta de servicios sexuales ajenos; d) Cuando se promoviere, facilitare o
comercializare la pornografía infantil o la realización de cualquier tipo de representación
o espectáculo con dicho contenido; e) Cuando se forzare a una persona al matrimonio o
a cualquier tipo de unión de hecho; f) Cuando se promoviere, facilitare o comercializare
la extracción forzosa o ilegítima de órganos, fluidos o tejidos humanos”.
443
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En los supuestos del art. 145 bis la pena será de cinco a diez
años de prisión, cuando:
1%) Mediare engaño, fraude, violencia, amenaza o cualquier
otro medio de intimidación, coerción, abuso de autoridad o
de una situación de vulnerabilidad, o concesión o recepción
de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una
persona que tenga autoridad sobre la víctima.
29%) La víctima estuviere embarazada, o fuere mayor de
setenta (70) años.
39) La víctima fuera una persona discapacitada, enferma o
que no pueda valerse por sí misma.
49) Las víctimas fueren tres (3) o más.
5%) En la comisión del delito participaren tres (3) o más
personas.
69) El autor fuere ascendiente, descendiente, cónyuge, afín en
línea recta, colateral o conviviente, tutor, curador, autoridad
o ministro de cualquier culto reconocido o no, encargado de
la educación o de la guarda de la víctima.
7%) El autor fuere funcionario público o miembro de una
fuerza de seguridad, policial o penitenciaria.
Cuando se lograra consumar la explotación de la víctima
objeto del delito de trata de personas la pena será de ocho
(8) a doce (12) años de prisión.
Cuando la víctima fuere menor de dieciocho (18) años la pena
será de diez (10) a quince (15) años de prisión.
444
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445
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párrafo, que es la prisión de diez a quince años. Por ejemplo: si las victimas
fueran 4 menores de 16 años.
Lo mismo ocurriría si se superponen agravantes de las mencionadas en los
incisos del artículo. Por ejemplo: la víctima es una menor de 15 años embarazada.
En estos casos de superposición de agravantes que tengan la misma pena,
se aplica la escala penal prevista (5 a 10). Claro que sí podría considerarse el
“concurso de agravantes” a los fines de la determinación judicial de la pena.*”
D. EXIMENTES DE PENA
Este artículo debe aplicarse a todas las personas que se encuentran so-
metidas a la trata de personas, y en ese sometimiento realizan algún tipo de
conducta delictiva, especialmente cuando participen del mismo acto de trata
en perjuicio de otras.**”
446
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
Al estudiar los delitos contra el Estado Civil, hemos visto que la Corte
Interamericana en el fallo “Fornerón vs, Argentina” ha sancionado al Estado
argentino por violación a distintos artículos de la C.A.D.H. Entre otras cosas, la
Corte señaló que el Estado argentino tiene la obligación de sancionar la venta
de bebés, para cumplir con sus compromisos internacionales, al adherirse a
la Convención sobre los derechos del Niño, que en su artículo 35 establece:
“Los Estados Partes tomarán todas las medidas de carácter nacional, bilateral
y multilateral que sean necesarias para impedir el secuestro, la venta o la trata
de niños para cualquier fin o en cualquier forma”.
Hemos visto también el Protocolo Facultativo de la Convención sobre
los Derechos del Niño relativo a la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y
la Utilización de Niños en la Pornografía y la declaración interpretativa que
hizo Argentina, como, asimismo, los proyectos que existen actualmente en el
Congreso Nacional para tratar de tipificar el mencionado delito. Sin embargo,
al día de hoy no existe una figura que capte las conductas indicadas por la
Corte Interamericana, sino sólo conductas relacionadas con ella. La figura de
sustracción de menores es una de las figuras penales vinculadas.
En los delitos que veremos a continuación, no se protege la libertad indivi-
dual de los niños exactamente, ya que se sancionan las conductas independien-
temente del consentimiento de ellos. Un sector de la doctrina penal señaló que
lo que se protege en estos delitos son las relaciones de familia, o la tenencia de
los niños de parte de aquellos que legítimamente la ejercen.**! Con el agregado
del art. 148 bis, se protege también el derecho del niño al desarrollo futuro de
su personalidad.
541 Según Donna es la posición de CREUS y NÚÑEZ (DONNA, ob, cít., p. 214).
447
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B. No PRESENTACIÓN DE MENORES
542
Sujeto pasivo del delito son los padres o personas que lo tengan a cargo.
33 El ejemplo es de Moreno, según Creus; aunque el mismo autor señala que en estos
casos, se podría cometer el delito de privación de libertad (art. 141C.P.). (CREUS, ob.
cit., p. 320).
448
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
C. INDUCCIÓN A LA FUGA
El art. 148 C.P. establece:
3 Donna sostiene que se trata de un delito de omisión impropia, porque “el autor que lo
recibe queda en posición de garantía” (ob, cit., T. TIA, p. 226).
El delito es de simple omisión, porque no se exige una relación entre la conducta omitida
y un resultado típico. Sólo basta con que no se presente al menor (ante el requerimiento
de quienes tienen derecho a hacerlo) siendo el sujeto omitente la persona obligada: y
en el caso de la falta de explicación satisfactoria sobre su desaparición, basta con que
ese mismo sujeto obligado no de razón a quien tiene el derecho de pedir la explicación.
449
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c.2. Consumación
Se discute en la doctrina penal argentina el momento de la consumación,
ya que algunos consideran que el delito es de pura actividad, y otros lo consi-
deran de resultado. Los que sostienen la primera posición,** consideran que
está consumado cuando se instigue al menor, independientemente de que éste
se fugue o no del domicilio.
En cambio, otro sector de la doctrina penal** sostiene que es necesario que
el menor se fugue. Argumentan que sólo es punible cuando exista la conducta
instigada, ya que pretenden equiparar el delito a la figura de la instigación
como forma de participación criminal, aplicando las reglas de ésta última. Sin
embargo, si así fuera, por las reglas de la accesoriedad externa en materia de
participación criminal, deberían exigir sólo el intento de fuga como requisito
para penar al inductor.
Entiendo que no es necesario exigir la fuga (ni consumada ni tentada) de
parte del menor para penar al inductor, porque no se trata de una modalidad
450
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
$8 Una situación exactamente igual a esta se planteaba en los supuestos de estupro del
antiguo artículo 120 del código penal original, que exigía que la víctima tuviera entre
12 y 15 años de edad, y partir de alli, un sector de la doctrina penal argentina conside-
raba que la minoría de 12 años era un elemento objetivo del tipo penal. Correctamente,
451
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autores como Sancinetti han enseñado que no todo lo que está escrito en el texto legal
es parte del tipo objetivo, sino solamente aquello que defina la materia de prohibición
penal, En el caso del art, 120 (estupro) era delito tener relaciones con cualquier mujer
honesta menor de 15, incluso aunque tuviera menos de 12. Luego, si, además, el autor
sabía que la niña tenía menos de 12 eso era una violación (la figura más grave).
$2 Vale destacar que en el Anteproyecto de reforma del Código penal (año 2013) a cargo
de la Comisión presidida por Zaffaroni, en el art, 113 se prevé esta figura haciendo
referencia simplemente a la minoría de 15 años, sin mencionar la mayoría de 10 como
la norma actualmente vigente.
Art, 113 Anteproyecto 2013: “Será reprimido con prisión de seis meses a un año o
multa de quince a ciento cincuenta días, el que indujere a un menor de quince años, a
fugar de casa de sus padres, guardadores o encargados de su persona”.
452
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
Esta figura penal no pertenecía al Código Penal original, sino que fue
introducida en el año 2013, mediante la Ley N? 26,847,
Está ubicado entre los delitos contra la libertad, aunque se protege la li-
bertad de autodeterminarse y elegir su plan de vida futura,** ya que al menor
obligado a trabajar se le priva de una cantidad de derechos, como el derecho a
la educación y al libre desarrollo de la personalidad.
35% Muchos autores consideran que para quienes lo entienden como un delito de pura
actividad, no sería posible la tentativa. Por ejemplo, en este sentido, Parma, ob. cif., p.
347; también CREUS, ob. cit., p. 322.
Sin embargo, como en todo delito doloso, siempre es posible la tentativa, al menos la
tentativa inidónea.
351 Ver “Guía para la interpretación del delito de trabajo infantil”, Ministerio de Trabajo,
Empleo y Seguridad Social. Presidencia de la Nación.
En [https://www.ilo.org/legacy/spanish/argentina/l 00 voces/recursos/l0_normas/2.pdf!].
453
GONZALO JAVIER MOLINA
352 Se aprovecha del trabajo de un niño quien utiliza para el trabajo a un menor de 16
años. No existe tal aprovechamiento cuando el menor realice un trabajo para su propio
provecho.
Es necesario analizar también las disposiciones de la Ley N* 26.390 que prohibe el
trabajo infantil, y ha modificado a la N* 20744, También habrá que analizar la Ley
N? 26.727 sobre trabajo agrario, la N* 26844 sobre el contrato de personal de casas
particulares y el Decreto 1117/16 sobre trabajos penosos para menores de 18 años.
454
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
e.2. Sujetos
La persona a quien se oculta en la figura básica es un menor de quince
años. Por ello, en el tipo objetivo sólo debe exigirse la minoría de esa edad. No
es correcto exigir que la víctima, además, tenga más de diez años.** Si bien en
el caso de que tenga menos de diez años, se podría configurar la agravante del
segundo párrafo, esa mayoría de edad no constituye la materia de prohibición
penal, y por ello no debe exigirse que la víctima sea mayor de diez para la
configuración del tipo básico. Basta con decir que tiene menos de quince años.
Esto es importante a fines de definir el “tipo del error” sobre el cual se construye
luego el dolo del delito: en la tipicidad subjetiva será necesario que el autor sepa
35% El texto del Código Penal hace referencia a la justicia, cuando está claro que quiere
referirse al Poder Judicial. El primero es un concepto metafísico que no debe confun-
dirse con el Poder Judicial, que es uno de los poderes del Estado. Se entiende que en el
tipo penal que comentamos, el ocultamiento debe ser contra un funcionario del Poder
Judicial que busca al menor,
Considero que exigen erróneamente la mayoría de diez años, CREUS (ob. cit., p. 323),
BUOMPADRE (Derecho penal. Parte Especial, T. 1, Ed. Mave, p. 586, 2” edición) y
Parma (ob. cit., p. 349) entre otros.
455
GONZALO JAVIER MOLINA
que la víctima tiene menos de quince, pero no es necesario que, a su vez, sepa
que tiene más de diez, ni es necesario que efectivamente tenga más de diez.
Ejemplo: Carlos oculta de las investigaciones policiales a Juan, que tiene
9 años. Pero Carlos está convencido de que tiene 11.
Si alguien sostuviera que la mayoría de 10 años de edad es un elemento ob-
jetivo de la figura básica, entonces no podría sancionar penalmente este caso,*%
lo cual sería absurdo, ya que la creencia del autor de que la víctima tiene 11 y
no menos de 10, no lo podría beneficiar al extremo de hacer atípica la conducta.
El caso debe resolverse como típico de la figura básica, porque en el tipo
objetivo esa figura exige que la víctima tenga menos de quince años, y se oculte
de la policía, nada más. No es necesario que se exija que tenga más de diez.
Si en algún caso, objetivamente la víctima tuviera menos de diez años,*” se
configura la agravante del segundo párrafo. El objetivo es la mayor protección
del menor de esa edad. En este caso, la minoría de edad sí es un elemento del
tipo objetivo, y por tanto debe ser conocido por el autor. En caso de no cono-
cerlo, tendría un error de tipo.
En los artículos 149 bis y 149 ter se prevén figuras penales que protegen
la libertad psíquica de las personas, y ya no la libertad ambulatoria como en los
delitos anteriores. Tanto las amenazas como las coacciones atacan la libertad
psíquica en la medida que se interfiere en la autodeterminación de las personas,
ya que se les imponen limitaciones para ejercer esa libertad de decisión sobre
sus actos.
El art. 149 bis C.P. establece:
356 Tampoco se podría sancionar al autor por el segundo párrafo (y esto sí es correcto)
porque el autor desconoce la minoría de diez años (en el caso, cree que la víctima tiene
11).
Textualmente, el código dice: “si el menor no tuviera diez años”. La redacción es muy
poco feliz, porque tampoco tiene diez años quien tiene doce o trece. Sin embargo, debe
entenderse que se hace referencia a los niños menores de diez años.
456
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
A. EL DELITO DE AMENAZA
558
El ejemplo y la aclaración son de CREUS, ob, cit., p. 329,
457
GONZALO JAVIER MOLINA
Es necesario que ese mal anunciado sea futuro. Por ello, no será amenaza
la mención de un mal que hubiera podido ocurrir en el pasado (por ejemplo,
decir: “te hubiera matado cuando tuve la oportunidad”).
El mal que se anuncia debe ser gravey serio.% Son graves cuando el mal
amenazado tiene suficiente entidad para producir una efectiva afectación a la
libertad, creando un estado de alarma o temor. No sería grave el anuncio de
un mal para bienes jurídicos insignificantes, como, por ejemplo: amenazar con
negar el saludo. No sería serio el anuncio de un mal que parece imposible de
realizarse o de realizarse por el autor.
El análisis de la gravedad y seriedad del anuncio del mal debe hacerse en
principio desde una óptica puramente objetiva, y no en función de la entidad
que le otorga el sujeto pasivo.
Por ello, deben considerarse atípicos aquellos casos en que la víctima a
causa de su especial cobardía o sensibilidad se siente intimidada, pese a que las
palabras del autor no hubieran tenido esa capacidad de amedrentar a cualquier
persona normal.* Sin embargo, y en aplicación de los mismos principios de la
teoría de la imputación objetiva, se podría dar una amenaza cuando la víctima
es especialmente vulnerable y ello es conocido por el autor, que aprovecha ese
conocimiento especial.**!' Por ejemplo: se amenaza a un niño con el anuncio de
un mal que objetivamente parece imposible.
Por ello, el mal que se anuncia debe ser gobernable por quien lo manifiesta.
No sería gobernable por él el decirle a otro que le hará perder su trabajo, cuando
el autor no tiene forma de influir en esa situación. El mal que se anuncia debe
depender de la voluntad de quien lo manifiesta o de la acción de un tercero
supeditado voluntariamente a él.
El mal debe ser, además, injusto. Ello significa que no debe ser soportado
por el sujeto pasivo. Por ello, es injusto el mal cuando el autor no tiene derecho
a provocar el daño, y esto, aunque tenga por finalidad amedrentar al sujeto
pasivo. Por ejemplo: A le dice a B que le va a ejecutar su deuda. En este caso
559
El texto legal actual corresponde a la modificación realizada por la Ley N* 20,642,
Anteriormente, el texto correspondía a la Ley N* 17.567 que exigía expresamente que
la amenaza fuera injustay grave. Pese a que la ley modificatoria suprimió esos adjetivos
de la amenaza, igualmente la doctrina penal sigue exigiendo esos requisitos de injusta
y grave para la constitución de la figura básica de amenazas, entre otros requisitos más.
560 Eneste sentido, Ramón RAGUES I VALLÉS, en Lecciones de derecho penal. Parte
especial, SILVA SÁNCHEZ Dir.), p. 92.
36! Encoincidencia, Ragues Vallés (ob. cit., p. 92), también CREUS (ob. cit., p. 329).
458
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
se anuncia un mal, pero ese mal no es injusto, por ello no puede constituir un
delito de amenazas.
No existen limitaciones en cuanto a los modos de comisión siempre que
sea claro el mensaje. Se puede cometer la amenaza por medio de la palabra
(oral, escrita) por medio de gestos o dibujos.
El delito se consuma cuando el autor recibe la amenaza proferida por el
autor con la intención de alarmar o amedrentar, independientemente de que
se sienta o no alarmado. De acuerdo a la redacción del tipo penal, la conducta
consiste en usar una amenaza con el propósito de alarmar o amedrentar. Por
eso, no es necesario que el sujeto pasivo efectivamente se amedrente, aunque
sí es necesario que esa amenaza sea objetivamente suficiente para amedrentar
o alarmar a otro.
Sujeto activo puede ser cualquier persona.**” Sujeto pasivo también, en la
medida que se trate de una persona con la mínima capacidad intelectiva para
entender el significado del mensaje intimidatorio. Por ello, no podría ser sujeto
pasivo, por ejemplo, el bebé a quien se le dice que se lo va a matar, aunque en
este caso podrían ser sus padres si escucharan el anuncio. Tampoco podrías ser
sujetos pasivos quienes están en estado de inconciencia.
562
Aclara Creus que sujeto pasivo podría ser la misma persona sobre la cual recaería el
daño mayor, siempre que ello signifique, a la vez, un daño para el sujeto pasivo. Por
ejemplo: el hijo amenaza al padre con suicidarse (ob. cit., p. 332).
459
GONZALO JAVIER MOLINA
363 Art. 115 del anteproyecto 2013: “1. Será reprimido con prisión de seis meses a dos
años, el que hiciere uso de amenazas para alarmar o amedrentar a una o más personas.
2. La pena será de uno a tres años de prisión si se empleare un arma real o simulada o
si las amenazas fueren anónimas”,
460
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
B. EL DELITO DE COACCIONES
Según el art. 149 ter, última parte, realiza el delito de coacción** quien
hiciere uso de amenazas con el propósito de obligar a otro a hacer, no hacer o
tolerar algo contra su voluntad.
Vale aclarar que el texto anterior según Ley N* 17.567 se refería a las
coacciones como el caso de quien “mediante amenazas graves o violencias
compeliere a otro a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que no está obligado”.
Luego, la Ley N* 20.642 impuso el texto actual, excluyendo la violencia como
medio, la gravedad de la amenaza y el carácter de no obligada de la conducta
impuesta.
Así como en las amenazas se afectaba la libertad psíquica de la víctima,
aquí se hace prevalecer ¡legítimamente la voluntad ajena a la de la víctima. Se
trata de imponer un hacer o no hacer por sobre la voluntad del sujeto pasivo, se
afecta su libertad de decisión (o autodeterminación) sobre los actos que quiere
realizar. Por esto mismo, si el sujeto pasivo consiente la acción u omisión, no
habrá delito.
564 También llamado por algunos, amenaza coactiva, En este sentido, Javier E. DE LA
FUENTE, en “Amenazas simples y coactivas”, publicado en Revista de Derecho Penal,
2014-2, Delitos contra la libertad 1, p. 229 y ss. Ed. Rubinzal-Culzoni, Bs.As, 2014,
461
GONZALO JAVIER MOLINA
De modo similar al delito anterior, las amenazas en este caso deben ser un
mal futuro, posible y que recaigan sobre la víctima o un tercero.***
El daño amenazado tiene que ser injusto. Pero en este caso, debe entenderse
como “injusticia de la imposición”, y no solamente la injusticia intrínseca del
daño anunciado.*%* Por ello, la injusticia de la amenaza como medio coactivo
puede provenir de la injusticia de la forma en que se lo quiere obligar a reali-
zar el acto justo (ejemplo: “si no pagas lo que me debes, te mato”), o también
cuando se utiliza el anuncio de un mal lícito, pero para exigir del sujeto pasivo
algo que no está jurídicamente obligado a soportar, (por ejemplo: si no me
acompañas a cenar esta noche, te ejecuto la deuda).*” A diferencia del delito de
amenazas —en el que siempre el mal amenazado debe ser ilícito—, en este caso,
565
Fontán Balestra menciona el siguiente ejemplo: El hijo que amenaza al padre con
suicidarse si no cubre la deuda que él contrajo con un tercero. En este caso, el mal
(muerte) recaería en el mismo sujeto activo, aunque también recae un mal (la pena
de perder al hijo) sobre el padre, que se veria coaccionado. De este modo, trata de
explicar que a veces el mal mayor puede recaer sobre el mismo autor del delito, pero
igualmente otro mal recaerá (y este es el que se considera a los fines de la coacción)
sobre el sujeto pasivo. Ya habíamos visto este ejemplo, al hablar de las amenazas.
(FONTÁN BALESTRA, Tratado de Derecho Penal, T. V, Parte Especial, p. 295, Ed.
Abeledo Perrot, Bs. As., 1996).
566
Vale aclarar que, en otros sistemas legales, como, por ejemplo, en el código penal
español, se admite dentro de las coacciones la exigencia de un mal justo o injusto. Por
ejemplo, el código penal español, en su artículo 172 sostiene: “El que, sin estar legí-
timamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe,
o le compeliere a efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto, será castigado con la
pena de prisión de seis meses a tres años o con multa”.
También la figura de amenazas, del art. 169 del código español, prescinde de la injusti-
cia: “El que amenazare a otro con causarle a él, a su familia o a otras personas con las
que esté íntimamente vinculado un mal que constituya delitos de homicidio, lesiones,
aborto, contra la libertad, torturas y contra la integridad moral, la libertad sexual, la
intimidad, el honor, el patrimonio y el orden socioeconómico, será castigado: 1. Con
la pena de prisión de uno a cinco años, si se hubiere hecho la amenaza exigiendo una
cantidad o imponiendo cualquier otra condición, aunque no sea ilícita, y el culpable
hubiere conseguido su propósito. De no conseguirlo, se impondrá la pena de prisión
de seis meses a tres años”.
67 CREUS, ob, cit., p. 337. También DE LA FUENTE, en ob, cit., p. 253.
En sentido contrario, JAKOBS en “Las coacciones por medio de amenazas como delito
contra la libertad”, en Estudios de derecho Penal, p. 475 y ss. Allí sostiene Jakobs que
serían coacciones, solamente las privaciones de libertad jurídicamente reconocidas.
462
GONZALO JAVIER MOLINA
En los artículos 150 y 151 del C.P. (capítulo II del Título V) se prevén delitos
que atentan contra la intimidad del domicilio. Se trata de un ámbito dentro del
cual el sujeto puede desenvolverse sin la injerencia de terceros.
1. VIOLACIÓN DE DOMICILIO
464
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
entonces, también podría ser típico el anuncio de un mal lícito.*** Pero nunca
podría ser delito el obligar a realizar una conducta lícita, con el anuncio de un
mal lícito. Por ejemplo: quien le dice a su deudor que le pague la deuda o lo va
a demandar en los tribunales, no comete coacción.
Finalmente, el mal amenazado debe ser grave, aunque no necesariamente
debe ser un delito (conducta tipificada).*%
36% Enestesentido, MUÑOZ CONDE, en Derecho Penal. Parte Especial, 20? edición, p.
132, Muñoz Conde se refiere al tema, diferenciando lo que en el código penal español
se llama amenazas condicionales (con una estructura similar a las coacciones del C.P.
argentino) y no condicionales (con una estructura similara la amenaza del C.P. argen-
tino). Esto tiene que ver con el bien jurídico protegido en cada delito: en la amenaza
se protege la tranquilidad o seguridad del sujeto pasivo, y en las coacciones se protege
la libertad de decisión sobre sus conductas.
56% A diferencia de nuestro código penal, el español hace referencia (en las amenazas) a
una conducta que sea delito de homicidio, lesiones, aborto, etc.
463
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
A. TIPO OBJETIVO
La conducta típica es entrar, ello significa: pasar desde afuera hacia el in-
terior del domicilio. Es necesario que ingrese todo el cuerpo del sujeto activo,
no bastaría con ingresar una pierna o parte del cuerpo.
90 Entre otros autores, estarian en esta posición: Molinario, Aguirre Obarrio, NÚÑEZ,
todos citados por DONNA, quien se enrola en esta posición (ob. cit., T. A, p. 297).
71 El código penal español, en el art. 202 expresamente señala: “El particular que, sin
habitar en ella, entrare en morada ajena o se mantuviere en la misma contra la voluntad
de su morador”,
465
GONZALO JAVIER MOLINA
a.2. Domicilio
El concepto de domicilio no es el de la ley civil entendido como asiento
principal de la residencia o negocios del sujeto, que puede estar o no habitado
por el sujeto. En el caso del art. 150 es necesario que esté habitado actualmente
por el sujeto, aunque ocasionalmente haya salido en el momento del acto. No
466
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
hay que olvidar el bien jurídico protegido, por ello, existiría delito cuando se
afecte ese ámbito de intimidad, que no existe en un lugar que no está siendo
habitado por una persona.
En cambio, sí lo sería un lugar que no fuera el “asiento principal de los
negocios del sujeto”, pero que sea utilizado como lugar de morada, de habitación.
Por morada debe entenderse el lugar donde la persona reside y mantiene su
intimidad, aunque esté destinada a ser habitada sólo en determinados momentos
del día, y aunque el sujeto tenga varias. Se incluyen aquí las casas rodantes,
vagones, containers que sirven como habitación, etc.
La casa de negocio es el lugar destinado por su titular para realizar una
actividad de carácter comercial, científica o artística, sea lucrativa o no, siem-
pre que no esté destinado a la entrada de público o número indeterminado de
personas. No constituye violación de domicilio, la entrada a lugares de acceso
público,*” aunque se hayan realizado en contra de la voluntad del titular, ya
que no se afecta la intimidad o ámbito de reserva del sujeto pasivo. Claro que
en caso de que se acceda a lugares restringidos dentro de ese local público sí
se podría configurar el delito. Por ejemplo, el cliente que entró al negocio (lu-
gar público), pero que desde allí accedió a una oficina del contador del local,
restringida al público.
Dependencias son los espacios o recintos unidos materialmente a la mo-
rada o casa de negocios y que sirven como accesorios para las actividades que
se realizan en el local principal, siempre que estén cerrados o delimitados por
cercamientos que indiquen la voluntad del titular de preservar su intimidad
dentro de ellos, que signifiquen de parte del autor, un acto de entrar al lugar.
Por ejemplo: cocheras, jardines, patios, lavaderos, terrazas, balcones, etc.
Recinto habitado es el lugar destinado a habitación en forma transitoria,
que no es morada ni casa de negocios, por ejemplo, un cuarto de hotel o ca-
marote de barco.
No se consideran domicilio los automóviles, las oficinas públicas o lugares
de expresión religiosa, como templos.
467
GONZALO JAVIER MOLINA
a.3. Sujetos
Sujeto activo puede ser cualquier persona. Sujeto pasivo es quien tiene el
derecho de exclusión, Lo tiene quien mora legítimamente en el lugar, o realiza
actividades o habita con carácter de principal. Ejemplo: los padres en el hogar,
el dueño del negocio u oficina.
Otros moradores o habitantes pueden ejercer ese derecho, de forma subsi-
diaria, como, por ejemplo, los hijos en la casa, o empleados de un local. En caso
de discordancia en relación al permiso, prevalece el del titular de tal derecho
de exclusión. Por ejemplo, si el hijo hace entrar a un amigo no deseado por los
padres, y el sujeto sabe que no tiene el permiso de ellos, sería entonces un caso
de violación de domicilio.
B. TIPO SUBJETIVO
Es un delito doloso, por ello el autor debe conocer los elementos objetivos
del tipo penal: básicamente, que está ingresando a una morada o casa de negocio
ajena, sin el consentimiento de su titular.
Los errores sobre ese consentimiento serán errores de tipo que excluirán
el delito, independientemente de que se trata de un error vencible, ya que no
existe forma culposa.
2. ALLANAMIENTO ILEGAL
468
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
C. EL TIPO OBJETIVO
El delito previsto en el art. 151 se concreta cuando el funcionario público
ingresa al domicilio sin las formalidades prescriptas por la ley, o fuera de los
casos que ella determina. Se podría cometer entonces el delito con o sin orden
judicial, o faltando cualquiera de las formalidades.
Se trata de una ley penal en blanco en la medida que el artículo nos remite
a las disposiciones legales vigentes en la materia específica.
469
GONZALO JAVIER MOLINA
D. TIPO SUBJETIVO
Es un delito doloso, y por ello el autor debe saber que está realizando un
allanamiento sin las formalidades previstas en la ley.
Si creyera que está autorizado a realizar el allanamiento y que cumple con
todas las formalidades, entonces será un error de tipo que excluye la tipicidad.
3. SITUACIONES DE IMPUNIDAD
8 Porejemplo, la constitución de Chaco (art. 15). Muchos fallos de los tribunales supe-
riores han considerado la invalidez del consentimiento del titular de la vivienda.
470
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
A. ÁLCANCES
99 Lo entienden como causa de justificación, CREUS (ob, cit., p. 347), Parma (ob. cit,
p. 356), DONNA (ob. cit., p. 335), entre otros.
580
CREUS, ob, cit., p. 347 y ss. Adhiriendo a esta propuesta, Parma, ob, cit., p. 356.
También lo interpretan de este modo, GARIBALDI y PITLEVNIK, en Código penal
y Normas Complementarias, Ed. Hammurabi, BAIGÚN-ZAFFARONI (Directores),
ob. cit, T. 5, p. 706.
471
GONZALO JAVIER MOLINA
ingresó para salvara los moradores, estará justificado, aunque no haya existido
tal incendio, y el malentendido era producto de una representación teatral que
ensayaban los moradores.
Tal interpretación hace Creus partiendo de la expresión “para” utilizada en
el art. 152, Al igual que se hace al interpretar los tipos prohibitivos cuando se
presenta este tipo de expresiones (para, por), aquí también se propone interpretar
el mal grave, el deber de humanidad o el auxilio a la justicia como algo que
sólo debe estar en la mente del autor, sin importar que no ocurra en la realidad.
Esta forma de interpretar la causa de justificación, llevaría a darle un interés
práctico al art. 152, que de otra forma no tendría, por lo que decíamos respecto
a su margen de utilidad. Si se entiende estos supuestos como aquí se propone,
entonces la solución sería diferente a la que propone la doctrina penal para los
errores sobre las circunstancias fácticas de una causa de justificación. Según
esta concepción, el error llevaría directamente a la justificación, según la teoría
tradicional, el error sobre esas circunstancias fácticas sólo llevaría a excluir la
culpabilidad en casos de error invencible.**'
Considero que asiste razón a esta forma de interpretar los supuestos de
justificación del art. 152, Particularmente, considero que no es la primera causa
de justificación que tiene esta estructura (exclusivamente subjetiva), sino que
la primera que encontramos en la parte especial es el art. 86 inc. 1.
En los artículos 153 a 157 bis están previstos una serie de delitos que pro-
tegen la intimidad o privacidad de las personas. El derecho a vivir la intimidad
381 En esta posición se enrola expresamente DONNA, ob, cit., p. 339 y ss. al criticar la
solución de Creus.
2 Sobre el aborto terapéutico como causa de justificación especial, ver MOLINA G., “El
aborto terapéutico como causa de justificación especial”, publicado en Derecho Penal
y Estado de Derecho, Ed. Librería de la Paz, Resistencia, 2005, También publicado en
Estudios de Derecho Penal, Ed. Contexto, Resistencia, 2013,
472
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
473
GONZALO JAVIER MOLINA
2 Art. 234 del Código Procesal Penal de la Nación: “Siempre que lo considere útil para
la comprobación del delito el juez podrá ordenar, mediante autor fundado, la intercep-
tación y el secuestro de la correspondencia postal o telegráfica o de todo otro efecto
remitido por el imputado o destinado a éste, aunque sea bajo nombre supuesto”,
474
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
3% En este sentido, CREUS, ob. cit., p. 355. En minoría, Núñez sostenía que se trataría
de un concurso ideal entre esta figura y el hurto (cit, por CREUS),
475
GONZALO JAVIER MOLINA
La figura fue incorporada por la Ley N” 26,338 del año 2008, como un
delito que afecta la intimidad de las personas.
La conducta consiste en accedera un sistema o dato informático de acceso
restringido. Ello significa que no se refiere a los sistemas o sitios públicos de
internet.
El mismo texto de la ley menciona “sin la debida autorización o excediendo
la que posea”, lo cual debe entenderse al igual que el elemento “indebidamen-
te”, como un adelanto de la antijuricidad a nivel de tipicidad. De tal modo, los
errores sobre esa debida autorización o su alcance, serán tratados como errores
de tipo, con las consecuencias que ello implica.
En el caso de la agravante, se trata de un sistema de organismo público
estatal o de un proveedor de servicios públicos.
476
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
A. TIPO OBJETIVO
477
GONZALO JAVIER MOLINA
B. TIPO SUBJETIVO
Es un tipo doloso, y, en consecuencia, el autor debe conocer todos los
elementos objetivos del tipo penal: que está publicando indebidamente (sin
autorización legal) una comunicación que no estaba destinada a ser pública y
que pudiere causar perjuicio.
Como todos los delitos que venimos viendo, es un delito de acción pri-
vada.
5 — Elart. 73 C.P. establece: “Son acciones privadas las que nacen de los siguientes delitos:
(...) 2. Violación de secretos, salvo en los casos de los articulos 154 y 157”.
478
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
A. TIPO OBJETIVO
6 A diferencia de otras figuras, en esta no hace falta que se publique o ponga en cono-
cimiento de gran cantidad de personas,
479
GONZALO JAVIER MOLINA
387 Por ejemplo, sería justa causa, la revelación que hace el sacerdote que confesó al
violador del hijo de su concubina, si sabe que corre riesgo el niño de ser violado nue-
vamente.
Digo “posible” colisión de deberes, porque no es tal. Como se explica en el texto,
prevalece la obligación de no divulgar el secreto, En este sentido, ver “Violación de
secretos y obligación de denunciar: un dilema ficticio”, de Germán SUCAR, Jorge
RODRÍGUEZ y Agustín M. IGLESIAS, en Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia
penal, Número 8, B, p. 191 y ss.
480
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
58% Entre otros, los fallos de la C.S.J.N.: “Baldivieso” (causa resuelta el 20/4/10) y “Zam-
brana Daza” han tratado esta cuestión.
590
En muchos casos también se argumentó que el hecho implica el delito de violación
de secretos del art. 156.
1 Merefiero especificamente a los casos en que la persona acude al hospital para salvar
su vida: el caso de quien tiene cocaína en su estómago, o el de la mujer que acaba de
abortar,
481
GONZALO JAVIER MOLINA
222 Distinta sería la cuestión si en esa misma situación el médico está convencido (por
error) de que tiene la obligación de denunciar. En ese caso, podría existir un error de
tipo que excluye el dolo, y, en consecuencia, también la tipicidad.
92 En este sentido, PARMA (ob, cif., p. 373) NAVARRO, BÁEZ y AGUIRRE (en
Código penal y normas complementarias, BAIGUN-ZAFFARONI (Directores), T. 5,
p. 801).
482
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
483
GONZALO JAVIER MOLINA
94 Había antecedentes de este artículo 158 que si admitían las amenazas como medio
típico (DONNA, ob. cit., p. 388).
484
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
B. COMPULSIÓN AL LOCK-OUT
485
GONZALO JAVIER MOLINA
C. COMPULSIÓN ASOCIATIVA
En la última parte del artículo se sanciona al patrón, empresario o em-
pleado que por sí o por cuenta de alguien, ejerciere coacción para obligar a
otro a abandonar o ingresar a una sociedad obrera o patronal determinada. Se
protege en este caso, la libertad de una persona para afiliarse a una asociación
o permanecer en ella.
La conducta típica en este caso, es también el ejercicio de coacción, la di-
ferencia es el elemento subjetivo, que en este caso debe ser lograr que el sujeto
pasivo abandone una sociedad obrera o patronal o ingrese a une determinada
a la que aún no se afilió.
Autores sólo pueden ser los mismos mencionados en el delito anterior.
Sujeto pasivo puede ser un obrero, un patrón o un empresario.
D. CONCURRENCIA DESLEAL
El art. 159 C.P. establece:
El delito prevé una conducta que también se podría considerar que afecta
el patrimonio de las personas, sin embargo, el legislador ha decidido incluirla
entre los delitos contra la libertad, ya que se afecta la libertad de trabajo del
comerciante o industrial para desarrollar libremente sus actividades.
La conducta típica es realizar maquinaciones fraudulentas, sospechas malé-
volas o cualquier medio de propaganda desleal para desviar —en su provecho— la
clientela de un establecimiento comercial o industrial.
Maquinaciones fraudulentas son cualquier clase de ardid o engaño. Ve-
remos en detalle el concepto de ardid o engaño y sus alcances en la figura de
estafa. Un ejemplo en esta figura sería el vender una gaseosa de baja calidad,
usando las etiquetas de una marca conocida que se quiere afectar.
Las sospechas malévolas son especies particulares de maquinaciones
fraudulentas. En este caso, el autor trata de generar dudas sobre la utilidad del
producto o sobre la exactitud de los datos que tienen sus envases, en el ánimo
de la clientela del comercio o industria.
486
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
487
GONZALO JAVIER MOLINA
La reunión debe ser lícita, lo cual significa que no esté prohibida por el
orden jurídico en su conjunto. Es un elemento del tipo objetivo, por lo cual,
un error sobre este elemento de parte del autor de la interrupción o turbación,
sería un error de tipo.
Es un delito de resultado, motivo por el cual deben aplicarse los criterios
de la imputación objetiva para definir si la acción que se realiza es una creación
de un riesgo jurídicamente desvalorado que se concreta en el resultado. Dicho
de otro modo, en muchos casos, habrá que analizar si el resultado producido se
puede imputar objetivamente al acto del autor. Por ejemplo: si la amenaza del
autor no tiene suficiente gravedad para que objetivamente se puede considerar
idónea a fines de interrumpir el acto, pero de todos modos, por el temor especial
del organizador de la reunión, ésta se suspende.
Es un delito doloso, y por ello el autor debe conocer todos los elementos
objetivos del tipo penal.
488
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
2) ENCERRADO EN EL SÓTANO
Nicolás odia a Diego. Un día decide encerrarlo en el sótano de su casa
de campo, para vengarse de todos los malos momentos que le hizo pasar en el
colegio. Para ello, toma un arma y en su camioneta se dirige a buscar a Diego.
Cuando lo encuentra, lo amenaza con el arma y lo obliga a subira la camioneta.
Lo lleva a su casa y lo encierra en el sótano. Lo mantiene privado de su libertad,
489
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DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
4) FALTA INFORMACIÓN
Carlos es detenido en su domicilio el 20 de junio de 2020. Los familiares
logran reconocer a uno de los policías que actuaron en el procedimiento, y
saben que cumple funciones en la Comisaría Ira. . A los dos días de haber sido
detenido, se dirigen a esa comisaría para averiguar sobre la situación procesal
de Carlos. El mismo funcionario policial que intervino en la detención, llamado
Oscar, se niega a dar información sobre la detención de Carlos, llegando incluso
a negar que él hubiera participado en alguna detención.
Los familiares acuden a la Fiscalía en turno a denunciar su desaparición.
Probado el hecho, tal como se relata, Carlos aparece en su casa, luego de
estar detenido durante tres días y declara ante el Fiscal que en todo momento
estuvo detenido en la Comisaría 1?. El fiscal pide informes a la Comisaría men-
cionada y le contestan que lo habían detenido por una denuncia de violencia
de género realizada por una mujer, aparentemente la amante de Carlos. Conti-
nuaron con la investigación, citando a testigos y se descubrió que la denuncia
era mentira, por ello dispusieron la libertad de Carlos.
El Fiscal requiere contra Oscar por el delito de desaparición forzada de
personas (art. 142 ter C.P.) argumentando que lo había privado de libertad, y
que está probado que se negó a dar información cuando fue requerido en su
momento por los familiares.
Usted es el juez de la causa. ¿Considera que asiste razón al fiscal?
491
GONZALO JAVIER MOLINA
encontrar a Carlitos, dos meses más tarde, deambulando por las calles de la
ciudad. Enterados del hecho, denuncian a Sergio.
El fiscal requirió contra Sergio por los delitos de los artículos 146 y 148
C.P., y comprobó que era falso que en la casa maltrataran al menor. La defensa
de Sergio argumentó que no se configura ninguno de esos delitos, porque Sergio
tenía buenas intenciones, y además, la edad de Carlitos no encaja en ninguna
de las dos figuras.
Usted es el juez de la causa. ¿Cree que la asiste razón al fiscal o al defensor?
Fundamente su postura.
Variante: imaginemos en las mismas condiciones que el caso anterior,
pero ahora Carlitos tiene 12 años, y Sergio cree que tiene 8, porque su físico
así lo hace pensar.
El fiscal acusa por lo mismo, y el defensor sostiene igual alegato.
6) ESCONDIENDO A CARLITOS
En la misma situación del caso original anterior, imaginemos que María
ocultó a Carlitos en su domicilio durante un mes, para que no lo encuentren
las autoridades policiales que lo buscaban. María también conocía a la familia
de Carlitos y pensaba que lo maltrataban. En todo momento, María creyó que
Carlitos tenía 11 años porque jugaba al fútbol en la misma categoría que su hijo
Guillermito. En realidad, Carlitos tenía 9 años.
El fiscal enterado de esta situación, también requirió contra María, pero
por el delito del art. 149, segundo párrafo. El defensor de María considera que
no se aplica dicha figura porque ella no conocía la edad de Carlitos. También
solicita que no se aplique el primer párrafo, porque la doctrina penal sostiene
que, para aplicar esa figura, la víctima debe ser mayor de 10 años.
Usted es el juez. ¿Le asiste razón al fiscal, al defensor, o resolvería de
modo distinto?
492
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
8) INGRESÓ ESCONDIDO
Guillermo, de 18 años es el nuevo novio de Pamela, de 17. Una noche,
Pamela lo invita a ir a su casa, aprovechando que no estarían sus padres.
Guillermo ingresa a la habitación de Pamela, y en un momento determinado,
llegan los padres. El padre de Pamela denuncia a Guillermo por violación de
domicilio, sosteniendo que le había dejado en claro a su hija que no permitía
el ingreso a la casa de ninguno de sus amigos o novios. Guillermo desconocía
ese dato, ya que Pamela le había afirmado que no habría problema en ingresar
al domicilio de sus padres,
El padre denuncia Guillermo por el delito de violación de domicilio. ¿Cree
que existe delito?
Variante: en las mismas circunstancias del caso original, imaginemos
que ahora Guillermo sabe que el padre de Pamela no consiente su ingreso al
domicilio, pero está convencido de que lo que importa es el consentimiento
de Pamela, ya que leyó en la página web “Abogado en casa”, que prevalece
siempre el consentimiento del niño, por sobre el consentimiento de los padres,
y Pamela era técnicamente una niña de 17 años.
¿Cambia en algo la situación?
493
GONZALO JAVIER MOLINA
494
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD
495
GONZALO JAVIER MOLINA
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497
TÍTULO vI
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
En el Título VI del Libro II del Código Penal están previstos los delitos
contra la propiedad. Debemos aclarar que la propiedad no se entiende aquí como
el Dominio de la ley civil (art. 965 CCCN) sino en un sentido más amplio. El
dominio es el derecho real en virtud del cual una cosa se encuentra sometida a
la voluntad y a la acción de una persona,
Cuando se habla de propiedad como bien jurídico protegido en el Capítulo
VI, se comprende el patrimonio en su totalidad, es decir abarcando los derechos
reales y personales, bienes materiales e inmateriales, y en general, todos los
intereses apreciables económicamente.
Entonces, se protege no sólo el dominio y los demás derechos reales, sino
también el poder que se tiene sobre bienes o que se puede llegar a tener en vir-
tud de derechos que tienen su fuente en las obligaciones. Así es que se protege
entonces: la tenencia, posesión, dominio y demás derechos reales. Incluso se
protege el poder de hecho que las personas tienen sobre las cosas que llevan
consigo, aunque este reconozca un origen ilegítimo o delictivo,
Hay que aclarar también que se protege la propiedad común como opuesta
a la propiedad especial o intelectual, que está protegida por leyes especiales.*”
El título está dividido en nueve capitulos: Hurto, Robo, Extorsión, Estafas
y otras defraudaciones, Usura, Ouebrados y otros deudores punibles, Usur-
pación, Daños y Disposiciones generales. Para la exposición de estos delitos,
vamos a agruparlos en función de las conductas típicas centrales. Tratándose
499
GONZALO JAVIER MOLINA
CAPÍTULO 1: HURTO
1. EL DELITO DE HURTO
308 “El Derecho penal protege las situaciones de poder de hecho sobre las cosas (pose-
sión), pero, a su vez, no puede ignorar que el derecho de la titularidad legítima vence
en caso de conflicto. Por consiguiente, es dueño en el sentido del art. 234 el ladrón con
respecto de los bienes hurtados frente a terceros (que cometerían hurto si los tomaran),
pero no frente al propietario (que no cometería un hurto si los recuperara”. ROBLES
PLANAS, Ricardo, “Delitos contra el patrimonio”, en Lecciones de derecho penal.
Parte Especial, SILVA SÁNCHEZ (Dir.), Ed. Atelier, Barcelona, 2006.
500
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
El hurto no puede recaer sobre una cosa sin dueño (res nullius), cosas
abandonadas por su dueño (res derelicta), cosas perdidas, o cosas que tiene el
mismo sujeto activo, aunque su dominio o propiedad pertenezca a otro. En todos
estos casos no puede haber hurto, porque para que exista este delito, es nece-
sario que una persona (el sujeto pasivo) tenga la cosa y sea desposeído de ella.
Hay que aclarar que no tiene la cosa en el sentido legal, quien es servidor de
la tenencia, por ejemplo, el empleado. Por ello, ese empleado sí puede cometer
hurto respecto a las cosas a cuya tenencia sirve. Ej.: el chofer se lleva el auto
de su jefe, para apoderarse de él.
En cambio, si el sujeto es un representante de la tenencia de otro con
facultades dispositivas, entonces no podrá cometer hurto sobre esas cosas que
están en la esfera de tenencia a cuyo titular representa. Por ejemplo, si 4 es
administrador de los bienes de B, y en algún momento, incumpliendo el contrato
decide quedarse con una de las cosas que administraba, entonces no será hurto,
sino un delito de defraudación.
El hurto es, entonces, el desapoderamiento de la cosa de la tenencia de otro,
y debe significar una disminución del patrimonio del damnificado, considerado
en su integridad material, aunque no sea, a la vez, un ataque a su integridad
económica. Por ejemplo: 4 se apodera de una vieja máquina de coser de B,
que le ocasionaba perjuicios económicos, porque tenía que repararla frecuen-
temente y comprarle repuestos importados muy costosos. Aunque el sujeto A
haya “beneficiado” a B desde el punto de vista de un balance económico del
patrimonio, existirá hurto.
B. TIPO OBJETIVO
b.1. Apoderamiento
La conducta típica es apoderarse” de la cosa mueble ajena. Ese acto de
apoderarse significa que primero el autor debe desapoderar al sujeto pasivo,
501
GONZALO JAVIER MOLINA
distintas etapas del ¿ter criminis, considerando que no se sancionaba la tentativa. Por
ello, se conocieron las teorías de la aprehensio (ya es hurto el acto de poner manos
sobre la cosa que se pretendía apoderar) de la amotio (es hurto el acto de remover la
cosa del lugar en el que estaba) de la ablatio (que requeria quitar la cosa de la esfera
de custodia de su tenedor) y de la i/latío (se consuma el hurto recién cuando el autor
pone la cosa en el lugar que pensaba como destino para usarla). Ninguna de estas teo-
rías sería satisfactoria para explicar actualmente el acto de apoderamiento que exige
el código penal argentino,
600 Esla concepción mayoritaria en el derecho penal argentino. Sin embargo, en minoría,
algunos autores sostienen que no es un requisito para el apoderamiento, el previo
desapoderamiento de la cosa a la victima. Entre ellos, SANCINETTI, Marcelo en “La
apropiación de cosa perdida como hurto atenuado”, en Sistema de la teoría del error
en el código penal argentino, p. 197 y ss., Ed. Hammurabi, Bs. As,, 1990,
601 Se considera esfera de custodia el ámbito dentro del cual el tenedor puede disponer
de ella. Esa esfera de custodia no es solamente el acto de llevar la cosa consigo, sino
la posibilidad de acceder y disponer de ella según la voluntad del sujeto. No es nece-
sario un contacto físico permanente con la cosa. Por ello, tiene la cosa no solamente
quien la lleva en la mano o en su bolso, sino también quien la deja en su casa, auto o
departamento, sabiendo que puede disponer de ella, usándola o destruyéndola cuando
quiera.
502
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
tiene en su bolsillo, pero también quien hace comer a su perro el costoso ali-
mento balanceado que el vecino sirvió para su gato.
A diferencia de la estafa (art. 172 C.P.) en la que existe un desplazamiento
patrimonial (entrega de la cosa de parte de la propia víctima engañada), en el
hurto es el autor quien toma la cosa mueble ajena, es decir, se apodera de ella
ilegítimamente, no por la entrega voluntaria de la víctima.
Para distinguir el hurto de la administración infiel y la retención indebida,
debemos considerar que, en estas dos figuras mencionadas, el autor entra en la
tenencia de la cosa de manera legítima, en cambio, en el hurto, el autor entra
en la tenencia de la cosa ya de manera ¡legítima.
Es un supuesto de apoderamiento también, el caso de los llamados hurto
de uso impropio.*” En estos casos, el autor toma la cosa ajena que está en po-
der de otro, para usarla, aunque con la intención de devolverla. Por ejemplo: A
toma la moto estacionada (sin el consentimiento del dueño o tenedor legítimo)
para pasear un rato. Luego la deja en el mismo lugar en que estaba. Hay hurto
porque el sujeto se apodera de una cosa mueble ajena.
42 No hay que confundir estos casos con los llamados hurto de uso propio. En el hurto
de uso propio, el autor tiene la cosa legítimamente y la utiliza para una finalidad no
autorizada. Este caso podría ser otro delito, pero no hurto,
Tampoco hay que confundirlo con el llamado hurto impropio previsto en el art, 173,
inc. 5: “El dueño de una cosa mueble que la sustrajere de quien la tenga legítimamente
en su poder, con perjuicio del mismo o de tercero”.
Son tres casos distintos: 1) Hurto de uso propio, 2) Hurto de uso impropio, 3) Hurto
impropio, Sólo el 2) se considera un caso de hurto del art, 162 C.P.
Sobre el hurto de uso, ver BLASCO FERNÁNDEZ DE MOREDA, “Hurto de uso”,
en El derecho penal en el exilio, Y. 1, p. 663, Ed. Contexto, Resistencia, 2016. Allí el
autor concluye en que el hurto de uso debe ser punible en nuestro sistema penal, pero
seria aconsejable una modificación legal que lo incorpore como un caso especial de
hurto (atenuado).
603 Creus entiende que sólo seria un adelanto del ejercicio de un derecho como causa
de justificación, pero no así de las otras posibles causas de justificación, que deberían
503
GONZALO JAVIER MOLINA
504
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
derecho civil de la Ley N? 17.711 que había modificado el Código Civil original
(art. 2311) equiparando la energía a las cosas.
Por otra parte, se puede decir que, aunque en el ámbito del derecho civil
se realice tal equiparación, ella no obliga a esa interpretación en el ámbito del
derecho penal, y podría significar una afectación al principio de legalidad al
tratarse de una analogía.“ Hay otros ejemplos que demuestran que los conceptos
del derecho civil y penal no coinciden. En el mismo delito, veremos que lo que
se entiende por mueble en el derecho penal es algo distinto a lo que se entiende
por mueble en el derecho civil.
De modo que, para quienes incluyan la energía en el concepto de cosa, es
posible imputar hurto en los casos de apoderamiento ilegítimo de la energía.*%
Se aplica a la figura de hurto el criterio de la insignificancia, cuando la
afectación al bien jurídico sea tan pequeña que se pueda considerar como no
afectado. Esto ocurriría en caso del apoderamiento ilegítimo de una cosa de
muy escaso valor. Ejemplo: la sustracción de un fósforo.
Quedan fuera del hurto los derechos, por ser inmateriales, aunque los
documentos que los representen sí pueden ser objeto del hurto.
Que la cosa sea mueble significa la posibilidad de ser desplazada o trans-
portada de un lugar a otro, por sí mismas o por una fuerza externa. Aquí se
advierte que claramente los conceptos del derecho civil y penal no coinciden.
Lo que para el derecho civil puede ser un inmueble (por representación); por
ejemplo, el título de propiedad de un inmueble, para el derecho penal es una
cosa mueble y objeto del hurto. Lo que para el derecho civil puede ser consi-
derado una cosa inmueble (por accesión); por ejemplo, una ventana, para el
derecho penal es una cosa mueble, y por tanto, objeto del hurto. Sobre esto no
hay discusión en la doctrina penal.
605 Particularmente, considero que esta es la forma correcta de interpretar el art. 162. La
energía no es una cosa. Si se la quiere incluir, se podría reformar el articulo, dejándolo
claro.
Los principios de legalidad (prohibición de analogía) y de última ratio del derecho
penal llevan a tal conclusión.
Ejemplo: quien se “cuelga” de los cables, obteniendo en forma clandestina la energía
para su casa. No hay que confundirse con los supuestos en los que el autor está legal-
mente conectado a la red de energía eléctrica, pero altera el medidor de consumo de
energía, para pagar menos de lo que realmente consumió. En esos casos podría haber
estafa y no hurto.
505
GONZALO JAVIER MOLINA
b.4. Ajenidad
La cosa debe ser, además, total o parcialmente ajena. Es ajena toda cosa
que no pertenezca al patrimonio del autor del hurto. Es totalmente ajena cuanto
el sujeto no tiene ni una parte ideal de la cosa en comunidad con otros, y par-
cialmente ajena cuando una parte ideal de la cosa está en comunidad con otros
sujetos propietarios (condominio).
No son cosas ajenas las que no tienen dueño ni las abandonadas por el
dueño. Quien se apodera de ellas no comete hurto.
Las cosas perdidas*” no pueden ser objeto de hurto, pero sí del art. 175
inc. 1 C.P.
Pero es necesario aclarar que no se consideran cosas perdidas las cosas
olvidadas por su dueño. Entonces, quien se apodera de una cosa olvidada, que
el dueño puede volver a buscar, sí comete hurto.
El delito se consuma al momento de lograr el apoderamiento, y éste existe
cuando el autor puede disponer de la cosa de acuerdo a su finalidad. Por ello,
no estará consumado el hurto cuando el autor logra desapoderar a la víctima de
la cosa, pero está siendo perseguido por la policía. Sólo si en algún momento
de esa persecución logra tener disponibilidad de la cosa, se podría considerar
consumado el delito de hurto. De lo contrario, quedará en grado de tentativa.
C. TIPO SUBJETIVO
Es un delito doloso, y por ello, el autor debe saber que se está apoderando
¡legítimamente de una cosa total o parcialmente ajena. Si el autor no conociera
alguno de estos elementos, entonces no habrá dolo. Es irrelevante la clase de
error (vencible o invencible), ya que no existe figura culposa de hurto.
Entre los elementos que el autor debe conocer se encuentra la falta de
consentimiento del dueño, ya que no puede haber afectación a la propiedad
ajena con consentimiento del titular.
607 Las cosas abandonadas son aquéllas de las cuales su dueño se ha desprendido con la
mira de no continuar en el dominio de ellas. En cambio, las cosas perdidas no dejan
de pertenecer a su dueño, porque el dueño no hizo abandono de su posesión.
506
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
608 El Código Penal español exige el ánimo de lucro en el art. 234.1 para la configuración
del delito de hurto: “El que, con ánimo de lucro, tomare las cosas muebles ajenas sin
la voluntad de su dueño será castigado, como reo de hurto”,
También en Argentina algunos anteproyectos de código penal exigían el ánimo de lucro,
pero no el texto actualmente vigente.
507
GONZALO JAVIER MOLINA
A. HURTO CAMPESTRE
B. HURTO CALAMITOSO
508
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
509
GONZALO JAVIER MOLINA
El art. 163 bis agrava el hecho cuando el autor fuere miembro de las fuerzas
de seguridad, policiales o del servicio penitenciario.
Debe entenderse que la agravante sólo se aplica cuando el funcionario
cometa el hecho en ejercicio de sus funciones. De otra forma la agravante
no tendría sentido, y puede ser considerada como una simple aplicación del
derecho penal de autor.
511 Según el art. 77 del Código Penal, se entiende por mercaderías, toda clase de efectos
susceptibles de expendio.
612 Arts, 225 a 240 del C.C.C.N,
812 SOLER, Derecho Penal Argentino, T. TV, p. 255, Ed. TEA, 1992, Bs. As.
Ver el comentario a fallo de DE LA FUENTE, en “La bicicleta como vehículo en las
circunstancias de agravación del hurto y el robo”, en Revista de Derecho Penal, Delitos
contra el patrimonio II, 2012-1, p. 385 y ss., Rubinzal-Culzoni, Bs. As.
510
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
1. ELDELITO DE ROBO
A. TIPO OBJETIVO
Se trata de una agravante de la figura de hurto, y es por ello que los ele-
mentos del tipo objetivo serán los mismos elementos que vimos en la figura de
hurto, a lo que hay que agregarle fuerza en las cosas o violencia en las perso-
nas. Cualquiera de estas dos modalidades hace que el hurto sea más grave, el
desplegarse una mayor energía criminal de parte del autor (un mayor esfuerzo
para consumar el delito).
511
GONZALO JAVIER MOLINA
Un gran sector de la doctrina penal exige que esa fuerza sea destructiva
y anormal.**
Que sea destructiva significa que se altere dañosamente lo que rodea la
cosa.*'* Que sea anormal la fuerza significa que la actividad del sujeto activo
debe ser distinta a la actividad del tenedor legítimo cuando él quiera tomar la
cosa. Por ejemplo:*** para sacar una rueda del auto es necesario usar fuerza con
las herramientas para hacerlo. Pero esa fuerza es la misma que haría el tenedor
o dueño de la cosa si tuviera que cambiar la rueda averiada, por eso no sería
una fuerza característica del robo. En consecuencia, el acto de sacar una rueda
aflojando los bulones, sería hurto y no robo, aunque el ladrón tenga que hacer
fuerza para apoderarse de ella.
Hay acuerdo en que la fuerza necesaria para mover la cosa debido al peso
de ella no sería suficiente para llevar el caso a la figura de robo. Por ejemplo:
para apoderarse de una garrafa el ladrón tiene que hacer un esfuerzo para alzarla
y llevarla. Sería hurto y no robo.
Es necesario que la fuerza haya permitido el apoderamiento, aunque no
se exige que haya sido el procedimiento indispensable para obtener la cosa.”
También es necesario que la fuerza haya sido realizada con la finalidad de
apoderarse de la cosa. De modo que si se ejerció fuerza sobre la cosa por otro
motivo (por ejemplo, el ladrón al momento de apoderarse de la cosa, impru-
dentemente rompe algo) habrá hurto y no robo.***
61% Otro sector de la doctrina penal sostiene que también la fuerza normal sería caracte-
rística del robo. de acuerdo a este criterio, el ejemplo de la sustracción de una rueda
del auto sería robo y no hurto.
$15 Donna considera que no es necesario que la fuerza sea destructiva, Ob, cit,, p. 107,
16 Otros ejemplos de la doctrina penal: cortar la fruta del árbol no es robo, pero sí sería
robo si el autor corta el árbol para hacerlo. Cortar el árbol para apoderarse de la leña
no sería robo, pero si cuando el autor rompió el cerco para sacarla. Los ejemplos son
de CREUS, ob, cit., p. 419.
517 Supongamos que en el caso el autor tenía dos posibilidades para apoderarse de la cosa.
La opción A requería hacer fuerza en las cosas (romper la cadena que la sujetaba) y la
opción B significaba la posibilidad de llevarse la cosa desenroscando la misma cadena.
Si el autor opta por la primera vía (romper la cadena) entonces hay robo. La fuerza no
era indispensable en el caso particular, pero fue la vía que le permitió el apoderamiento.
618 Tampoco sería robo si el ladrón que ingresó a la casa y está robando una computadora,
rompe un cuadro que no le gustaba.
512
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
513
GONZALO JAVIER MOLINA
2 Porejemplo: proyectos de 1906, de 1917, 1937, 1941, 1953, 1960, etc. Ver SCHIAVO,
ob. cit., p. 39 y ss.
623 El decreto-ley N* 21338 del 23/6/76 que estuvo vigente hasta el 22 de agosto de 1984.
Ver SCHIAVO, ob, cit., p. 63.
624
Anteproyecto de código penal argentino (2013) Art. 141, Robo: Será reprimido con
prisión de 6 meses a 6 años, el que se apoderare ¡legítimamente de una cosa mueble,
total o parcialmente ajena, con fuerza en las cosas o con intimidación o violencia en las
personas, sea que la violencia, intimidación o fuerza tuviere lugar antes del robo para
facilitarlo, en el acto de cometerlo o después de cometido para procurar su impunidad,
514
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
25 Sepodría decir que esta interpretación sería más perjudicial para el imputado, ya que
el delito de extorsión (figura básica del art. 168 C.P.) tiene pena más alta que el robo
del art. 164,
En realidad, esta interpretación sólo llevaria a mayor pena en el caso de robo simple
(con intimidación) y el caso de robo con armas cuya aptitud para el disparo no pueda
acreditarse o de utilería. En los demás casos de robos agravados, sería menor la pena
por el delito de extorsión (incluso aplicando el art. 41 bis), que las previstas en el art.
166.
Ahora bien, en relación a los casos mencionados del robo simple y con armas cuya
aptitud no se comprueba, al ser mayores las penas si se sanciona por extorsión, creo
que es una demostración de que debe modificarse tanto la redacción de los robos agra-
vados, como el supuesto de robo con intimidación, para que las escalas penales sean
coherentes y proporcionadas.
515
GONZALO JAVIER MOLINA
Es necesario que la violencia sobre las personas sea ejercida para lograr el
apoderamiento, y no por simple ánimo de dañar o vejar a la victima.
B. TIPO SUBJETIVO
Es un delito doloso, y por ello el autor debe saber que se apodera ilegíti-
mamente de una cosa mueble total o parcialmente ajena. Un error sobre estos
elementos, llevaría a la atipicidad de la conducta.
Entre el art. 165 y el 167 bis del Código Penal, están previstos distintos
supuestos que agravan la figura de robo por distintos motivos. Por una parte,
en el art. 165, la producción de un homicidio en ocasión de robo, Por otra,
la utilización de armas, la producción de lesiones (art. 166), la circunstancia
de despoblado o banda, efracción y todas las detalladas en el art. 163 (hurtos
agravados).
En todos los casos se deben configurar primero los elementos del robo
(art. 164), más la circunstancia prevista especialmente en la agravante concreta.
El bien jurídico protegido en todos los supuestos es la tenencia de la cosa,
igual a la figura del hurto.
516
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
626
Por ejemplo, A quiere robar en un negocio, le exige al dueño la entrega de la recauda-
ción. Cuando está huyendo, se produce la muerte de un peatón, a causa de un disparo
efectuado por el policía que pretendía detener al ladrón,
627
Por ejemplo: Á va a robar en un negocio, exigiéndole al dueño (sujeto B) la entrega
de la recaudación. Cuando el dueño (sujeto B) se resiste, comienzan a forcejear y se
le escapa un disparo del arma de fuego que tenía 4. Como consecuencia del disparo,
B muere,
628
Por ejemplo: A va a robar en un negocio, exigiéndole al dueño (sujeto B) la entrega
de la recaudación, Cuando el dueño ya entregó el dinero, A reconoce que B era su
excompañero del colegio a quien odiaba. Por ese motivo, le dispara con la intención
de matarlo. B muere.
629
Por ejemplo: 4 va a robar en un negocio, exigiéndole al dueño (sujeto B) la entrega
de la recaudación. Cuando advierte que no hay cámaras, le dispara a B para no ser
descubierto en caso de ser sometido a proceso penal. O lo mata para facilitar el robo,
o para consumarlo, etc,
517
GONZALO JAVIER MOLINA
518
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
homicidio culposo, llevaria la pena a la escala penal que prevé el art. 165. En
consecuencia, siendo una pena tan elevada la del art. 165, sólo la admiten para
los supuestos de la hipótesis 3. Creo que ésta es la interpretación más correcta
desde el principio constitucional de culpabilidad y proporcionalidad de las penas.
En primer lugar, debemos descartar la posibilidad de imputar los casos de
la hipótesis 4, ya que por una relación de especialidad esos supuestos deben ir
al art. 80 inc. 7 C.P.
Es decir, que toda vez que el autor del robo haya matado para facilitar,
consumar, ocultar, preparar el robo, se aplica el art. 80 inc. 7 que prevé la pena
de prisión perpetua.
En el otro extremo, los casos de la hipótesis 1 (no hay dolo ni culpa, sólo
relación de causalidad o muerte al momento del robo) nunca podrían llevar a la
aplicación del art. 165, porque eso implicaría habilitar el versare in re illicita.
Sería una clarísima afectación al principio constitucional de culpabilidad.
Los casos más discutibles serían entonces los de la hipótesis 2 y 3. Es decir
¿se aplica el art. 165 a los homicidios dolosos y culposos en ocasión de robo”,
¿o solamente se aplica dicha figura para los casos de homicidios dolosos?
Creo que la solución correcta es aplicar el art. 165 sólo a los supuestos
de homicidio doloso%* en ocasión de robo. Si bien puede estar claro que al
momento de la sanción del Código Penal la intención del legislador era apli-
carlo a los supuestos de homicidios culposos, no se admitiría en el estado de la
dogmática penal actual que se imponga una pena tan alta a casos a los cuales
un concurso de delitos de acuerdo a los principios de los arts. 54 y 55 darian
una pena mucho menor.
El supuesto previsto en el art. 165 es un caso de concurso —como muchos
otros— que el legislador decidió tratar en forma especial. Ahora bien, si pensa-
mos en la hipótesis de escala penal que correspondería al caso de un homicidio
culposo en concurso (aunque sea real) con un robo agravado (aunque sea por
uso de armas de fuego) no llegaría a la pena del art. 165. Y si comparamos la
pena del art. 165, veremos que es superior a la pena del art. 79 que prevé el
homicidio doloso.
Es por ello, que interpretando la figura del art. 165 de manera armónica
con el resto del Código Penal y principios constitucionales, debemos interpretar
que se aplica solamente a los casos de homicidios dolosos en ocasión de robo,
519
GONZALO JAVIER MOLINA
sin que la muerte haya sido —a su vez- producto de la intención del autor de
ocultar, preparar, facilitar etc. (art. 80 inc. 7) el robo cometido.
Durante un tiempo estuvo vigente el decreto 4778/63, que basándose en
el anteproyecto de Soler derogaba el art. 165 C.P., dejando subsistente el art.
80 inc. 7 para salvar las discusiones en relación a este tema.
En el anteproyecto 2013 se contemplaban expresamente los homicidios
culposos para el caso del robo agravado por homicidio, aunque con una escala
penal muy diferente a la actual del art. 165. El máximo de pena era de 18 años,
lo cual hace compatible la figura como preterintencional, con los principios
constitucionales y las reglas del concurso de delitos.***
En el anteproyecto 2018, en cambio, se mantiene la figura en el art. 165,
con la misma escala penal, para los casos de muerte de la víctima “como con-
secuencia no querida por el autor”.*”
Sería aconsejable en una reforma legal suprimir una norma como la del
art. 165 C.P., y que el caso se resuelva como lo que debe ser: un concurso de
delitos, aplicando las reglas de concurso previstas en la parte general,*
636 Elart. 141 del anteproyecto 2013 dice: “4. Si las violencias ejercidas para cometer el
robo causaren la muerte en los términos del artículo 83, el máximo de la escala penal
será de 18 años, si causaren las lesiones del inc, 29, del artículo 95, este máximo será
de 15 años”.
Una fórmula que claramente afecta el principio constitucional de culpabilidad (propor-
cionalidad de las penas) y además refuerza una fórmula extraña a la dogmática penal,
haciendo referencia a los casos de “consecuencia no querida”.
La supresión del art. 165 C.P. sería más aconsejable que la interpretación que se propone
en este trabajo para tal figura actualmente, ya que en muchos casos se podría “burlar”
la exigencia de mayor disvalor de acción de parte del autor (dolo de homicidio) mos-
trándose partidario de una interpretación en tal sentido, pero modificando los hechos
de modo que todo caso de homicidio culposo, sea considerado como homicidio con
dolo eventual, Para evitar estas “tergiversaciones” de los principios constitucionales,
lo mejor sería suprimir la figura y aplicar las normas del concurso de delitos, como en
todos los demás casos,
520
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
Por una parte, se interpreta que, en casos como éste, sólo se podría apli-
car un homicidio (doloso o culposo, según el caso) en concurso con el robo
en grado de tentativa, ya que el art. 165 exigiría el homicidio consumado y el
robo consumado,
Por otra parte,**” se entiende que el art. 165 hace referencia al homicidio en
ocasión de robo. Por ello, interpretan que se puede aplicar el art. 165 sin dismi-
nuciones, incluso cuando el robo haya quedado en grado de tentativa, siempre
que el homicidio esté consumado, La expresión en ocasión comprendería tanto
el robo consumado, como el robo tentado.
632 En esta posición, DONNA (ob, cif., p. 151), CREUS (ob, cit., 429), PARMA (ob. cit.,
p. 414).
50. DONNA (ob. cit.. p. 154), CREUS (ob. cit.. p. 430).
521
GONZALO JAVIER MOLINA
Por otra parte, se sostiene que sólo las lesiones dolosas serían de aplicación
al caso. No así las culposas.*'
Considero correcta esta segunda interpretación ya que debe partirse de
considerar la escala penal prevista para el delito: de 5 a 15 años. Por respeto
al principio de proporcionalidad de las penas, sólo deberían admitirse aquí las
lesiones dolosas. Suponiendo que tratemos un concurso entre el delito de robo
y lesiones culposas** nunca llegaría a esa pena, le correspondería una escala
penal de 1 a 9 años. Sólo un concurso (real) entre el robo y las lesiones graves
(l a 12 años), o entre el robo y las lesiones gravísimas (3 a 16 años) contendría
una escala penal asimilable a la prevista en el art. 166 inc, 1.
Además, si la referencia es a las lesiones de los arts. 90 y 91, se trata de
lesiones dolosas, no culposas** y por ello, sólo deberían admitirse las lesiones
dolosas en el art. 166 inc. 1.
Por otra parte, hay que comparar las lesiones del 166 inc. 1 con las pre-
vistas en el art. 92.** Si se aceptaran las lesiones culposas en el art. 166 inc.
l, entonces las lesiones culposas en el marco de un robo tendrían 5 a 15 años
de prisión, y las lesiones dolosas con intención de ocultar cualquier otro delito
tendrían pena de tres a diez años (si las lesiones son graves) o penas de tres a
15 años (si las lesiones son gravísimas). De modo que un delito más grave (las
lesiones dolosas con elemento subjetivo especial) tendría menos pena que otro
delito menos grave (lesiones culposas en el marco de un robo).***
522
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
523
GONZALO JAVIER MOLINA
que, sin embargo, sirve para ello. Por ejemplo: un cuchillo de cocina, un trozo
de madera, un destornillador.
A su vez, dentro de las armas propias se distingue entre las armas de fuego
y las armas blancas. Las primeras serían aquéllas que provocan la expulsión de
un proyectil mediante un mecanismo de deflagración de pólvora. Por ejemplo:
pistola, revólver, rifle, escopeta, etc.
Las armas blancas serían las ofensivas de hoja metálica punzante o cortante,
como las dagas, espadas, navajas, etc,
El art. 166 inc. 2 no hace distinciones respecto a qué tipo de armas debe
utilizar el autor del robo. Es por ello, que desde los orígenes de la norma penal
que se refería a las “armas” en forma genérica, se entendió que las armas pro-
pias están incluidas en todas sus formas: tanto las de fuego, como las armas
blancas. Asimismo, se entendió que ciertas armas impropias también estarían
lógicamente incluidas, como, por ejemplo, un cuchillo de cocina o un garro-
te.* Sin embargo, en la práctica se han visto una gran cantidad de casos en los
que se fueron aceptando como armas a una gran cantidad de objetos: trozos
de piedra, estilete, destornillador, un alfiler, una jeringa infectada con un virus,
una bufanda, etc. También se discutieron una gran cantidad de casos en los que
aparentemente se trataba de armas de fuego, con deficiencias o características
que hacían discutible su inclusión en el concepto de arma. Por ejemplo: una
pistola descargada, o con balas de fogueo, o una pistola de juguete o de utilería.
En la práctica judicial se resolvieron muchos casos en los cuales se discu-
tía la aptitud del arma de fuego que el autor del robo habría usado, pero cuya
eficacia no se podía demostrar.**
Esta incertidumbre respecto a hasta dónde debía llegar el concepto de arma,
especialmente el arma impropia, llevó al legislador a tomar una decisión (muy
465 SOLER, ob. cit., p. 300, que sostenía: “Por arma debe entenderse tanto aquel ins-
trumento especificamente destinado a herir o dañar a la persona como cualquier otro
objeto que sea transformado en arma por su destino, al ser empleado como medio
contundente”.
No había discusiones en cuanto al poder ofensivo que otorgaban objetos de ese tipo al
autor de un "obo ante su víctima que se veía disminuida para una eventual resistencia,
y además corría peligro en su integridad física.
47 Porejemplo: los testigos aseguraban haber visto que el autor del robo usó un arma al
momento de cometer el hecho, pero no se comprobaba que hubiera realizado disparos,
motivo por el cual no se podía afirmar que el arma utilizada reunía los requisitos para
ser motivo de la agravante del robo en los términos del art. 166 inc. 2. Además, no se
lograba recuperar el arma para someterla a pericias que determinen su aptitud.
524
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
cuestionable, por cierto) de reformar el art. 166 inc. 2, agregando los párrafos
que se refieren a las armas de fuego, de fuego cuya aptitud no se acredite y de
utilería.“ Es por ello, que se agregaron los dos últimos párrafos al art. 166 que
se refieren a esos supuestos específicos, y que no han solucionado los problemas
que pretendían solucionar.
El art. 166 inc. 2, primera parte, que se refiere al “uso de armas”, abarca,
como dijimos, las armas propias (de fuego y blancas) sin discusión.
Ahora bien, en relación a las armas impropias, hay al menos dos posicio-
nes. Por una parte, quienes sostienen que las armas impropias también estarian
incluidas, ya que sirven para aumentar el poder ofensivo del autor, disminuir el
poder defensivo de la víctima y a la vez puede generar un peligro para la vida e
integridad física de las personas. La cuestión, para estos autores, es hasta dónde
aceptan que llegue el concepto de armas impropias. Parece claro el caso de un
cuchillo de cocina, ¿pero una bufanda o una lapicera podría también considerarse
un arma? Y si se comprenden las llamadas armas impropias, ¿cuál sería el límite?
Por otra parte, quienes sostienen que cuando el art. 166 inc. 2 habla de
armas, se refiere sólo a las armas propias. Un argumento de tipo literal o lin-
gúístico, podría indicarnos al respecto, que las llamadas armas impropias no
son realmente armas, y por eso precisamente, son impropias. Se trataría de
una extensión del concepto de armas, y eso estaría prohibido por el principio
de legalidad en la forma de ley estricta.* Incluir un cuchillo de cocina, un
ladrillo o una bufanda, sería hacer analogía in malam partem, prohibida por el
principio de legalidad.
Lo que no se discute es que las armas deben ser utilizadas al momento del
robo, esgrimiéndolas o mostrándolas el autor, de modo que la victima pueda
verlas, ya que sólo de esa forma existiría la intimidación como fundamento de
la agravante. Entonces, no basta con que el autor lleva las armas, por ejemplo,
en su bolso, o entre su ropa, sino que es necesario que sea blandida, exhibida
en el acto del robo. Esto vale para todo tipo de armas.
$8 Enel año 2004 se sancionó la Ley N? 25,882 que modificó el régimen del delito de
robo con armas, agregando los dos últimos párrafos del artículo 166 C.P.
64% En este sentido, la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala
II, en causa “Rodríguez, Yarza, Sydney Junior”, Reg. N* 635/2016 (23/8/16) consideró
que un destornillador no puede ser considerado un arma, ya que no pertenece a tal
categoría, sino a las herramientas.
525
GONZALO JAVIER MOLINA
526
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
$50 En caso de que se las cargue con balas verdaderas que funcionen, sería apta para el
disparo.
61 En un caso de arma secuestrada, cuya ineptitud para el disparo se comprobó efecti-
vamente, se declaró la inconstitucionalidad del párrafo 3 del inciso 2 art. 166 C.P. por
afectación al principio de legalidad y de reserva. (Voto del Dr. Niño en causa Villaroel,
Dario; 9/9/16, Sala II, C.N.C.P.).
527
GONZALO JAVIER MOLINA
El anteproyecto de reforma del Código Penal (2013) era mucho más claro
en relación a todos estos casos discutidos. El art. 141 inc, 2 del mencionado
anteproyecto decía: “Se aplicará de tres a doce años: a) si el robo se cometiere
con arma real o simulada”. Con ese texto estarian más claros muchos de los
casos que estamos analizando.
El mismo art. 166 inc. 2 establece una pena de 5 a 15 años para los casos
de robo en despoblado y en banda.
El art. 166 inc. 2, establece:
62 Se puede ver un tratamiento profundo y muy claro del tema, con referencia a las dis-
tintas posturas, argumentos históricos y sistemáticos, en “El concepto de banda en los
528
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
aplicarse pra interpretar el art. 166 del Código Penal, ya que, en caso de uso de
armas, se configura la otra agravante ya prevista en el mismo artículo. Por eso es
necesario interpretar el concepto desde la sistemática de nuestro Código Penal.
Existen distintas posiciones sobre lo que debe entenderse por banda en el
art. 166, y que también sería aplicable al art. 184 C.P, (delito de daño agravado).
Por una parte, se entiende que banda es sinónimo de asociación ilícita,
tal como lo define el art, 210 C.P. Quienes sostienen esta tesis,%* acuden a los
antecedentes históricos del Código Penal, que, en el anteproyecto de 1891, de
1906 y de 1917 equiparaba los conceptos de banda y asociación ilícita.*% De ser
asi, el mínimo para conformar una banda seria de tres personas, pero, además,
deberían reunir los requisitos del art. 210 C.P., lo que requiere el fin de cometer
delitos indeterminados y el sentido de permanencia.
Por otra parte,%* se entiende que no pueden confundirse ambos conceptos:
banda no puede ser lo mismo que asociación ilícita. Si así fuera, no tendría
sentido la agravante en este artículo, ya que se trataría siempre de un delito
previsto en el art. 210, que, además, tiene la estructura de un delito de peligro.
Según esta concepción, robo en banda significa el apoderamiento cometido por
tres o más personas que de común acuerdo participan en el delito. El motivo
de la agravante es la pluralidad de sujetos actuando contra la víctima, por lo
cual, bastaría con la concurrencia de las personas, independientemente de que
tengan la finalidad de seguir cometiendo otros delitos en el futuro. En cuanto
al argumento histórico sostenido por la otra postura, se dice que la intención
del legislador no es lo que debe prevalecer en la interpretación de las normas
529
GONZALO JAVIER MOLINA
656
Decreto-ley N* 4778 (1963). Luego, la Ley N* 16,478 mantuvo en vigencia esa dis-
posición hasta que fueron derogadas por la Ley N* 16.648 del 18/11/64.
657
En la jurisprudencia tampoco existe acuerdo sobre el concepto de banda, Por tomar un
ejemplo, en la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, los jueces
entienden de manera diferente el concepto de banda:
“Mientras que el legislador no emita una norma que satisfaga el principio de legalidad
definiendo, de la manera que considere conveniente, pero con la mayor precisión
posible, qué se considera una banda, no es posible aplicar el art. 167, inciso2? C.P.,
debiendo optarse por la figura básica del robo” (Juez Jantus. Causa Reg. N* 796/15,
del 21/12/15).
“resulta ineludible que reúna los elementos de la asociación ilícita prevista en el art.
210 C.P.” (Juez Morín. Reg. 514/16, del 11/7/16).
*...exige una organización como estructura objetiva, de carácter estable y permanente
en el tiempo, cuyos miembros se unen con la finalidad de cometer delitos en general”
(Juez Bruzzone. Reg. 709/15, del 1/12/15).
“...se denomina a un grupo de -al menos- cuatro personas que actúan armadas para
la comisión de un delito o bien unidas, ligadas o confederadas para un cierto fin, es-
pecialmente para engañar o hacer daño a otro u otros” (Juez Niño. Reg. 514/16, del
11/7/16).
“está dada por una actuación conjunta de tres o más personas, único aspecto éste
(el del número de intervinientes) que corresponde extraer del artículo 210 de la ley de
fondo, a partir de la interpretación intrasistemática del Código Penal” (Juez Magariños.
Reg. 282/17, del 19/4/17).
530
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
Al igual que todos los casos de robo, el bien jurídico protegido es la tenen-
cia de la cosa. Los motivos de las agravantes son distintos según cada caso, y
serán analizados a continuación. La pena es de tres a diez años de prisión, una
pena más grave que el robo simple, pero a la vez, no tan grave como el robo
agravado por uso de armas,
En el inciso 1 se agrava el robo por cometerse en despoblado. Ya hicimos
referencia a este supuesto en el artículo anterior. Sólo cabe aclarar que, en este
caso, a diferencia del art. 166, la pena es menor porque en aquél se exigía ade-
más del despoblado, la banda. En este supuesto, los requisitos del tipo objetivo
serían los mismos que el robo simple, más la circunstancia de despoblado.
En el inciso 2 se agrava el robo por cometerse en banda, en lugar pobla-
do. También hicimos referencia a la banda al comentar el artículo anterior. La
tipicidad objetiva de esta figura exige los mismos elementos del robo simple
(sea con fuerza en las cosas o violencia física en las personas) más la banda. El
lugar poblado no debe agregarse aquí como elemento objetivo del tipo penal,
ya que no agrega nada a la materia de prohibición, y es un recurso del legislador
simplemente para diferenciarlo del supuesto anterior y del caso del art. 166 inc.
2, segunda parte. Como no forma parte del tipo objetivo, tampoco será parte de
lo que deba conocer el autor a fines de determinar el dolo.
El inciso 3 agrava el robo por cometerse con perforación o fractura de pared,
cerco, techo o piso, puerta o ventana de un lugar habitado o sus dependencias
inmediatas. Es el robo agravado por efracción.
El fundamento de la agravante es el mayor esfuerzo que tiene que realizar
el autor para vencer las defensas que se oponen el apoderamiento, y la violación
del domicilio del sujeto pasivo, pudiendo generar por ello, mayor peligro para
las personas.
La fuerza especial que se requiere para esta agravante es la perforación
o fractura.
La fractura exige el corte, destrucción o quebrantamiento. La perforación
significa atravesar la defensa por cualquier medio. Tanto la fractura como la
perforación deben recaer sobre las paredes, cercos, techos, pisos, puertas o
531
GONZALO JAVIER MOLINA
ventanas. Especialmente, sobre los objetos que cumplan una verdadera función
de defensa y no de adorno o accesorio. Por ello, deben tener cierta solidez para
oponerse realmente al apoderamiento, exigiendo un esfuerzo superior por parte
del autor del apoderamiento.**
Debe tratarse de un lugar habitado o de sus dependencias inmediatas.
Significa el lugar que está destinado a servir de morada a una persona.
Además, la efracción debe ser anterior o concomitante con la perpetración
del robo, no es válida para la agravante la efracción practicada después de
consumado el robo.
Finalmente, el inciso 4 del artículo 167 remite a los supuestos de hurto
agravado del art. 163. De modo que serían los mismos elementos analizados
en los distintos incisos del art. 163, cuando, además, exista violencia fisica en
las personas o fuerza en las cosas.
El art. 167 bis agrava el robo cuando el autor fuere miembro integrante
de las fuerzas de seguridad, policiales o del servicio penitenciario: “En los
casos enunciados en el presente Capítulo, la pena se aumentará en un tercio en
su mínimo y en su máximo, cuando quien ejecutare el delito fuere miembro
integrante de las fuerzas de seguridad, policiales o del servicio penitenciario”.
La agravante sólo se justifica si el integrante de esas fuerzas comete el
robo en ejercicio de sus funciones, ya que la agravante por el simple hecho de
ser integrante de la policía o fuerzas de seguridad no tendría sentido, y sería
objetable desde el derecho penal de acto.
1. EL DELITO DE ABIGEATO
65 Nose configura la agravante, si el autor tiene que romper la ventana mosquitera para
acceder al lugar. (DONNA, ob, cit., p. 184).
532
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
63% Unsector de la doctrina manifiesta que no se advierte el porqué del incremento de las
penas, cuando el objeto del hurto o robo sea de ganado (PARMA, ob. cit., p. 423). La
razón parece ser simplemente la influencia de ciertos grupos de poder en la etapa de
criminalización primaria.
661 El mismo Código Penal define lo que se entiende por establecimientos rurales en el
art. 77.
533
GONZALO JAVIER MOLINA
2. ABIGEATO AGRAVADO
661 Elart. 19 de la Ley N? 22,939 establece: “La marca es la impresión que se efectúa
sobre el animal de un dibujo o diseño, por medio de hierro candente, de marcación en
frío, o de cualquier otro procedimiento que asegure la permanencia en forma clara e
indeleble que autorice la Secretaría de Agricultura, Ganadería, pesca y Alimentos del
Ministerio de Economia y Producción”.
534
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
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A) TIPO OBJETIVO
La conducta típica es la de obligar a otro a entregar, enviar,*% depositar**
536
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DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
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Es necesario que la exigencia sea injusta y que esa injusticia sea conocida
por la víctima.*” Por ello, sería estafa si alguien decide entregar lo que realmente
debe a la administración, a algún farsante que se hace pasar por funcionario.
La intimidación es imprescindible en la extorsión.
En todos los casos el delito se consuma cuando el sujeto pasivo se ha desa-
poderado de la cosa, sin que sea necesario que el autor o un tercero se apoderen
de ella o exista el beneficio ilícito. Según se de cada caso, se consumará con el
acto de enviar, depositar o poner la cosa a disposición.
B. TIPO SUBJETIVO
2. LA EXTORSIÓN DE DOCUMENTOS
En la última parte del art. 168 se establece la misma pena de cinco a diez
años de prisión para quien “por los mismos medios o con violencia, obligue a
otro a suscribir o destruir documentos de obligación o de crédito”.
A. CONDUCTA TÍPICA
La conducta típica también es aquí obligar, sólo que en este caso la exi-
gencia se dirige a que la víctima suscriba o destruya el documento. Suscribir
es firmarlo, manifestando que el documento es la expresión de su voluntad.
Destruirlo es anular la materialidad del documento, convirtiéndolo en inútil
para sus finalidades.
540
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
Los medios que menciona el tipo penal son los mismos que en la figura del
primer párrafo, a lo que se agrega la posibilidad de la violencia. Precisamente
por esta posibilidad, es necesario distinguir la figura que analizamos, del robo,
que también exige violencia.
A pesar de que se pueden dar por el mismo medio (la violencia), las
conductas son diferentes, ya que en el robo se trata del apoderamiento, y en la
extorsión de la obligación de destruir o suscribir. Es cierto que en la extorsión de
documentos se podría dar el apoderamiento posterior a la firma del documento
que se obligó, pero eso sería la forma de agotar la acción típica de la extorsión.
El caso seguiría siendo extorsión de documentos.
En los casos en que el autor se apodera del documento de obligación o
crédito con violencia sobre la víctima, se tratará de un robo, aunque luego lo
destruya él mismo. En cambio, si obliga a la víctima a destruirlo, será extorsión.
541
GONZALO JAVIER MOLINA
absolutamente nulos ni los que no puedan producir efectos, como, por ejemplo,
el firmado por una persona que no tiene suficiente representación.
D. CONSUMACIÓN
Con respecto a la consumación, dependerá de qué caso se trate. Si se trata
de la destrucción de un documento, el delito se consuma cuando se produzca
la destrucción. Si se trata de suscribir un documento, la consumación se da
cuando el documento ha salido del poder del firmante y no cuando lo firme, ya
que recién cuando sale de su poder es que se puede afectar el patrimonio que
es el bien juridico protegido.
3. EL DELITO DE CHANTAJE
A. TIPO OBJETIVO
4. EL SECUESTRO EXTORSIVO
543
GONZALO JAVIER MOLINA
544
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
673 En este sentido, DONNA (ob. cit., p. 146), PARMA (Derecho Penal. Parte Especial,
p. 316. Ed. Hammurabi, Bs. As., 2019), MARTÍNEZ, Stella Maris, en “Las figuras del
art, 142 bis del código penal”, en Delitos contra la libertad, p. 102, Ed. Ad-Hoc, 2003,
674 Enlos delitos permanentes se puede ser participe o incluso coautor. En los supuestos
de delitos de consumación instantánea, en cambio, el delito se consuma en el primer
momento, y luego los que colaboren ya serian encubridores. Excepcionalmente podrían
ser considerados simples cómplices por una participación posterior al hecho, cuando
hubiere existido una promesa anterior.
La prescripción siempre comienza a correr a partir del último momento de comisión,
o cuando terminó de cometerse.
545
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676 Parecería que se valora más el patrimonio que la integridad sexual. El medio empleado
es el mismo: la privación de la libertad de la persona.
Una crítica similar, señalamos al tratar la figura de secuestro coactivo.
546
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
547
GONZALO JAVIER MOLINA
El art. 170 agrava el delito con pena de 15 a 25 años de prisión “si del he-
cho resultara la muerte de la persona ofendida, como consecuencia no querida
por el autor”.
Y luego, establece pena de prisión o reclusión perpetua si se causare inten-
cionalmente la muerte de la persona ofendida. Nos remitimos a lo manifestado
al analizar la figura de secuestro coactivo y sus agravantes,
¿A qué casos se refieren cada uno de estos párrafos?
548
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
617 Hay un sector de la doctrina penal que sostiene que este supuesto sólo se aplica a los
casos de homicidio imputable a título de imprudencia, y no incluye a los casos de dolo
eventual o indirecto de la muerte.
Entiendo que la expresión consecuencia no querida (muerte), bien puede referirse a
los homicidios culposos, pero también a los dolosos (con dolo eventual e indirecto) ya
que, en estos casos, tampoco existe una intención de matar. La intención se identifica
solamente con el dolo directo, de modo que cuando en el próximo párrafo se refiere a
la intención de matar, se refiere al dolo directo. Y cuando se refiere a causar la muerte
como consecuencia no querida, se refiere a la muerte imprudente y con dolo indirecto
o eventual. En ninguno de estos tres casos el autor tiene la intención de matar, aunque
en los dos últimos supuestos puede saber que es posible su producción.
549
GONZALO JAVIER MOLINA
678 Ver, por ejemplo, PARMA, ob, cit., p. 322, donde citan el ejemplo de un caso de víctima
secuestrada que muere por el desplome de la habitación donde estaba confinada por un
sismo.
Si bien el autor mencionado (con cita de Balcarce) reconoce que es una afectación al
principio de culpabilidad, considera que, de acuerdo al texto legal vigente, debe apli-
carse la agravante al secuestrador en ese caso, y propone una modificación del texto
para hacerlo más adecuado a principios constitucionales.
No se puede permitir la aplicación a casos como el mencionado en el ejemplo, por-
que ello significaría una flagrante afectación al principio de culpabilidad. Cuando el
legislador incorporó esta agravante (y todas las de este tipo) fue porque conductas de
secuestro podrían implicar un riesgo para la vida de las personas víctimas, pero se
habrá pensado en otros casos de riesgo para esa vida, diferente a ser atropelladas por
un auto en una avenida muy concurrida.
Como señala Enrique Gimbernat: “Para la existencia de un delito cualificado por el
resultado no basta la presencia de la acción base y de la cualificación; es necesario,
además, que ésta sea consecuencia del peligro creado por aquélla, pues dicho peligro
fue precisamente el que llevó al legislador a configurar el delito cualificado por el re-
sultado”, (Delitos cualificados por el resultadoy causalidad, GIMBERNAT ORDEIG,
Enrique, Ed. B de F, 2007, Bs. As.).
Es muy ilustrativo el ejemplo de este autor en la misma cita: “La víctima de una falsedad
puede también perecer al ir a denunciar el delito victima de un accidente de circula-
ción; pero este peligro es mínimo. Por eso no hay un delito cualificado de falsedad con
resultado muerte”.
Es por ello, que cuando el legislador establece una agravante por un determinado
resultado, sólo se justifica la norma cuando se refiere a resultados previsibles a partir
de ese tipo de acciones que sanciona como delitos base, de lo contrario, la agravante
no tendría sentido, sería irrazonable,
550
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
En la última parte del artículo 170 se prevé una atenuación de la pena para
el delator que lograre que la víctima recupere su libertad.
La figura del delator ya existe en el Código Penal argentino para otros
supuestos. Ingresó al sistema penal argentino con la ley de estupefacientes, y
es una figura muy cuestionada, ya que implica la negociación del Estado con
uno de los delincuentes, lo cual genera un dilema ético.
En el caso del artículo 170, se exige que la libertad de la víctima no ocurra
por haberse cumplido el propósito del autor o autores del delito, sino que se
deba al “aporte” efectuado por el delator para mejorar la situación de la persona
retenida.
La pena se reduce de la misma forma que está prevista para la tentativa
en el art. 44,
5. SUSTRACCIÓN DE CADÁVERES
Es una forma de extorsión, sólo que aquí el objeto utilizado para obligar
a otra persona a pagar, es un cadáver. El autor se vale del valor afectivo que el
cadáver representa para la familia o seres queridos.
La conducta típica es sustraer, ello significa que se debe quitar el cadáver
del lugar en el que se encuentre.
El objeto del delito es un cadáver, vale decir, los restos de lo que fue una
persona que vivió. No sería delito la sustracción del cadáver de un animal.?
551
GONZALO JAVIER MOLINA
552
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
1. LA ESTAFA
553
GONZALO JAVIER MOLINA
554
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
entiende por patrimonio ya que existen por lo menos cuatro teorías diferentes que
tratan de explicar su significado: teorías jurídica, económica, mixta y personal.
Teoría jurídica: según esta concepción, el patrimonio es el conjunto de
bienes reconocidos jurídicamente que pertenecen a una persona. Según esta
teoría, lo determinante es que esos bienes tengan reconocimiento del derecho,
por ello, no forman parte del patrimonio los bienes de origen ilícito. Por ejem-
plo: si dos ladrones se ponen de acuerdo para robar un banco y luego dividir
el botín en partes iguales, y uno de ellos no cumple con el acuerdo, llevándose
todo el dinero, no habrá estafa ya que el ordenamiento jurídico no reconoce
derechos sobre la cosa robada.**
Otra consecuencia importante de esta teoría, es que habrá estafa aunque
la cosa objeto de la disposición patrimonial no tenga un importante valor eco-
nómico en el mercado. Si tiene reconocimiento del derecho, ya es suficiente.
Para esta concepción las expectativas de derechos no forman parte del
patrimonio, en tanto no sean derechos adquiridos. Por ejemplo: la clientela de
un negocio.
Teoría económica: según esta teoría el patrimonio es el conjunto de bie-
nes con valor económico en el mercado, independientemente de que tengan
reconocimiento jurídico. Formarían parte del patrimonio las cosas que tienen
un valor económico, aunque no tengan reconocimiento jurídico, como serían
las cosas de procedencia ilícita.*%” También las expectativas (aunque no sean
un derecho adquirido) podrían ser objeto de estafa.
En cambio, las cosas que no tengan un valor económico en el mercado,
no serían objeto de estafa.
Teoría mixta: según esta concepción,** para que una cosa sea objeto de
estafa, será necesario que tenga reconocimiento jurídico y valor económico. De
modo que sería necesario que se cumplan con los requisitos de las dos teorías
66 Otros ejemplos serían: A realiza una conducta ilícita encargada por B a cambio de
dinero (por ejemplo, golpear a C). Luego, 8 no cumple con el pago y, por ese motivo,
A lo denuncia por estafa. No podría existir estafa, ya que la obligación asumida por 4
es ilícita.
Lo mismo se dice en los casos de ejercicio de prostitución: A brinda servicios sexuales
a Ba cambio de dinero, y luego B no paga como habían acordado previamente,
687 La consecuencia práctica de esta concepción indica que sí podria haber estafa en los
ejemplos mencionados en la nota anterior.
68 Sostenida, entre otros, por Welzel. Ver ROMERO, Gladys, Delito de estafa, p. 273,
Ed. Hammurabi, segunda edición, Bs. As., 1998,
555
GONZALO JAVIER MOLINA
anteriores para poder afirmar que la cosa es parte del patrimonio de una persona,
y por consiguiente, objeto de estafa.
Teoría personal: esta teoría agrega a la anterior, la consideración de las
expectativas del sujeto que contrata con otro en el ámbito de los negocios. Según
esta concepción*” podría existir estafa incluso en los casos en que se compensa
a la víctima el valor económico que ha salido de su patrimonio, siempre que se
hayan frustrado expectativas tenidas en consideración por el sujeto al momento
de realizar la transacción.
Por ejemplo: 4 vende a B un cuadro supuestamente de un artista muy
reconocido. Supongamos que el cuadro no pertenezca realmente a ese autor
famoso, pero el precio que pagó B es el precio que vale exactamente ese cuadro
en el mercado artístico. Es decir, que cualquiera pagaría exactamente ese monto
de dinero por ese mismo cuadro. Para cualquiera de las teorías anteriores, no
sería un caso de estafa, porque pese a existir engaño determinante de la dispo-
sición patrimonial, ha salido del patrimonio de la víctima el mismo valor que
ha ingresado con la adquisición del cuadro. Sin embargo, existe una expectativa
frustrada en esa operación. Esa expectativa frustrada es la que considera esta
teoría personal a los efectos de afirmar que en un caso así, podría existir estafa,
Si el motivo determinante de la compra fue la inversión de sus ahorros para
adquirir un cuadro de ese autor famoso que se utilizaría luego en una exposición,
entonces podría haber estafa.*"
En esta concepción, hay delito cuando se frustra la finalidad perseguida por
la víctima al contratar, no sólo se considera el valor monetario, sino también el
valor de uso. Por eso la valoración no es sólo objetiva, sino también subjetiva
(planes de la victima). Sin embargo, no deben considerarse los simples valores
afectivos del sujeto dentro del perjuicio patrimonial.”
556
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
B. TIPO OBJETIVO
557
GONZALO JAVIER MOLINA
696 La puesta en escena significa que para que el ardid tenga relevancia suficiente en los
términos de la estafa, serían necesario que el autor realice un despliegue de producción
importante para lograr una verdadera “escenificación” del engaño. Desde esta postura,
el vendedor harapiento no tendría suficiente escenario para inducir a error, en cambio
si lo tendría la persona que se presente bien vestida y acompañada de recursos de
marketing.
607 Lacompetencia de la victima, excluirá una serie de conductas en las cuales la victima
ha sido especialmente descuidada con sus propios bienes. Ejemplo: 4 compra un auto
usado a B, quien no es un vendedor oficial de concesionaria, y lo hace sin verificar el
estado de dominio del vehículo.
(98 BAJO FERNÁNDEZ, PÉREZ MANZANO y SUÁREZ GONZÁLEZ, Manual de
Derecho Penal. Parte especial, pp. 265-277, Ed. Centro de Estudios Areces, 1993,
558
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
02% Por ejemplo: el autor busca a una persona de edad avanzada o a un turista, sabiendo
que no tiene el mismo cuidado y conocimiento que una persona del lugar.
559
GONZALO JAVIER MOLINA
(omisivo), por eso tampoco existiría la relación necesaria entre los elementos
de la estafa.
Sin embargo, sí son casos de estafa los llamados actos concluyentes o
engaños implícitos. En estos casos, el autor realiza en realidad una conducta
activa, no omisiva, aunque no diga ni haga nada dirigido a prometer el cumpli-
miento de su contraprestación debida en el caso. Por ejemplo: el conductor del
vehículo, siguiendo las instrucciones del empleado de la estación de servicio,
coloca su auto al lado del surtidor y abre el tanque. El empleado le pregunta
si llena el tanque, y el conductor le dice que sí. Cuando termina de llenar el
tanque, lo enciende y se va, argumentando que nunca había prometido pagar
por el combustible.
Otro ejemplo: una persona aparentando tener capacidad económica, se
sienta en un restaurante y consume lo más caro de la carta. Cuando el mozo le
trae la cuenta, se retira sin pagar, aduciendo que nunca dijo que pagaría por lo
que consumía, sino que siguió las indicaciones del mozo.
En los dos casos se trata de una estafa (si es que todo el acto había sido
pensado por el autor desde el inicio) aunque no haya hecho nada para convencer
al empleado de la estación de servicio o al mozo. La cuestión es que esos actos
por él realizados (sentarse a la mesa del restaurante o abrir el tanque para car-
gar combustible) son actos concluyentes, eso quiere decir que en la vida social
tienen un significado claro y fuera de toda duda. El significado de los actos es
que el sujeto está dispuesto a pagar la cuenta en cada caso. Por eso, no se trata
de supuestos de omisión, sino de acción: sentarse en el restaurante o colocarse
en la fila de la estación, aparentando ser un cliente normal.
Adviértase que en estos casos, la conducta activa es la que produce un
error en la víctima y la lleva a realizar la disposición patrimonial. Hay estafa.
Distintos serían los casos en los cuales el sujeto no sabía que se había
olvidado la billetera. En estos supuestos no existe estafa, porque no se trata de
un ardid o engaño, sólo habrá responsabilidad civil.
b.2. El error
560
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
(erróneamente, por haber leído mal en una página web) que el televisor X que
quiere comprar es un televisor inteligente con acceso a internet por sistema
bluetooth. Por su parte, B quiere vender ese aparato a toda costa, y por eso le
dice a 4 (falsamente) que ese aparato es el más nuevo de la marca. A compra el
televisor, pagando un precio por encima de lo que vale el aparato, convencido
de que tiene Bluetooth. Lo que el vendedor le dice respecto a que se trata del
último modelo en realidad no le importa. No habría una estafa (consumada) en
este caso, porque el ardid del autor no fue determinante del error en la víctima.
Por otra parte, es necesario que la víctima de la estafa tenga una mínima
capacidad de comprensión de los negocios jurídicos. Es necesario un acto vo-
luntario de parte de esa víctima, y por ello los menores o incapaces no podrían
ser sujetos pasivos de estafa, sino de otras figuras.”
Por exigirse esta relación entre los elementos, tampoco los ejemplos del
“polizón” serían supuestos de estafa, ya que no existe en ellos la relación de
determinación entre el ardid y el error de la víctima.?”
También son especialmente problemáticos los casos de utilización de
aparatos mecánicos para lograr el apoderamiento de una cosa ajena. Como es
esencial que el error se produzca en una persona, son muy discutibles los casos
en los que se logra obtener dinero "mediante engaño— de un cajero automático,
7 Si el sujeto A advirtiendo que el niño B tiene un billete de 100 dólares le vende una
botella de agua, diciéndole que es la pócima mágica para convertirse en un superhéroe,
no comete estafa, sino hurto. Para que sea estafa, es necesario que la víctima tenga una
minima capacidad de negociación y reconocimiento de una mentira semejante,
También podría aplicarse en algunos casos el delito de circunvención de menores o
explotación de incapaces (art. 174 inc. 2).
701 En los ejemplos del polizón, éste se introduce de incógnito en un crucero y navega
durante varios días consumiendo todos los alimentos destinados a los pasajeros que
pagaran previamente el pasaje. Lo mismo ocurriría con quien se mete en un estadio
sin pagar la entrada para ver el recital.
No serían supuestos de estafa, porque (aun considerando que el lucro cesante fuera un
perjuicio patrimonial) no hubo un error en la víctima que le lleve a realizar la dispo-
sición patrimonial. La víctima ni siquiera conocía que habia un “polizón”, de modo
que igualmente haría el espectáculo, o la prestación en el barco. No existe la relación
entre los elementos del tipo objetivo de la estafa.
Distinto sería el caso del que usa una entrada falsa para subir al barco o para acceder al
espectáculo. En estos casos sí hay estafa porque se está realizando un ardid que provoca
un error en la víctima que lleva a la disposición patrimonial (permitir la entrada de
la persona para ver el espectáculo o disfrutar del barco, sin haber pagado el importe
correspondiente).
561
GONZALO JAVIER MOLINA
562
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
Del mismo modo, podría ocurrir que el autor engañe a la víctima para
poder apoderarse ¡legítimamente de la cosa (hurto). En este caso, pese a que la
víctima entrega de propia mano la cosa, no será estafa, sino hurto. Por ejemplo:
A engaña a B diciéndole que necesita usar su teléfono para hacer una llamada de
urgencia por un accidente que acaba de ocurrir. Cuando 5 le entrega el teléfono
para hacer la llamada, A lo toma y sale corriendo a toda velocidad.”
Si el engaño utilizado por el sujeto activo tiene como finalidad distraer a
la victima para lograr el apoderamiento, entonces se trata de un hurto, aunque
exista engaño y error. Pero no hay disposición patrimonial en ese caso, porque
la voluntad de la víctima no es disponer de la cosa, sino sólo permitir su uso
durante un breve tiempo.
Por ello, el criterio de distinción correcto entre el hurto y la estafa es la
disposición patrimonial. Si existe este elemento, es estafa. Si no existe verda-
dera disposición patrimonial, entonces no será estafa, sólo hurto, aunque haya
existido engaño y error en la víctima, y aunque ella haya dado de propia mano
la cosa al sujeto activo.
Generalmente, el error, la disposición patrimonial y el perjuicio patrimonial
recaen sobre una misma persona (la victima de la estafa).
Sin embargo, no siempre coinciden el sujeto engañado con quien sufre
el perjuicio patrimonial. Por eso, es posible hablar de una estafa en triángulo
cuando la persona que cae en error y realiza la disposición patrimonial es di-
ferente a la que sufre el perjuicio patrimonial.” En este caso, intervienen tres
personas: el sujeto activo (quien despliega el ardid) el sujeto pasivo o víctima
de la estafa (quien cae en error y realiza la disposición patrimonial) y el damni-
ficado, que sufre el perjuicio en su patrimonio. En estos casos, es necesario que
quien realiza la disposición patrimonial tenga el poder jurídico de disponer de la
cosa en nombre del titular del patrimonio. Si el sujeto que cae en error no tiene
705 Eneste caso no existe una verdadera disposición patrimonial de la cosa. La víctima no
“entrega” el teléfono para que el otro se lo lleve y disponga de él. Sólo tiene la finali-
dad de permitir su uso momentáneo y que se lo devuelvan de inmediato. Este ejemplo
demuestra que lo determinante de la disposición patrimonial (y, por consiguiente, de la
estafa) no es la entrega de propia mano de la cosa a la otra persona, sino la permisión
de que el otro tome la cosa para disponer de ella definitivamente como dueño.
e — Porejemplo: 4 engaña a B (representante legal de C), quien cae en error y dispone
patrimonialmente, afectando el patrimonio de C.
563
GONZALO JAVIER MOLINA
Tienen la facultad jurídica de disponer en nombre de otro los directores de una sociedad
anónima, o los administradores de un concurso, un Juez, o un representante legal. No
tiene esa facultad de disposición quien sólo tiene un poder de hecho sobre la cosa.
148 Enla doctrina penal se distingue el poder de hecho del poder jurídico para disponer
de la cosa. Según algunos autores, basta con el poder de hecho para realizar el acto de
disposición. Por ejemplo: el empleado del guardarropas que entrega el abrigo que no
le corresponde a uno de los asistentes al teatro, habrá realizado un acto de disposición.
Para otros, eso no sería un acto de disposición, sino un hurto ya que el empleado no
tenía un poder jurídico para disponer de la cosa, Ver BACIGALUPO, Enrique, Estudios
sobre la parte especial del derecho penal, p. 184, 2? edición, Ed. Akal, Madrid, 1990.
Por ejemplo: 4 le hace creer al juez que tiene un pagaré firmado por B, lo presenta con
una demanda para ejecutar la supuesta deuda a B. El juez cae en error, al creer que el
pagaré es verdadero y dispone la ejecución del patrimonio de B.
710 Otra pretensión podria darse en el marco de un proceso de derecho de familia, por
ejemplo. En este caso, aunque se engañe al juez, no sería una estafa procesal porque
no habria afectación patrimonial.
711 Enun ejemplo de Bacigalupo, el gerente del banco otorga un crédito sin verificar la
veracidad de los bienes del peticionante que había presentado una declaración falsa.
Si bien en este caso hay un engaño, error, disposición patrimonial y hasta perjuicio, no
será estafa consumada porque la disposición patrimonial no fue provocada por el error
inducido porel autor, sino por la propia negligencia o desidia de la víctima que hubiera
advertido la maniobra si revisaba la declaración. BACIGALUPO, Enrique, Estudios
sobre la parte especial del derecho penal, p. 184, 2? edición, Ed. Akal, Madrid, 1990,
564
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
7112 El caso de la persona que ejerce la prostitución, presta su servicio y luego no cobra
porque fue engañado/a por el cliente. Aquí podría darse el supuesto inverso: ahora la
persona que ejerce la prostitución cobra por adelantado y luego no presta el servicio.
Otro ejemplo: el asesino que cobra por adelantado por la muerte de X, pero después no
cumple con su promesa. También este caso se puede dar en forma inversa: el asesino
mata a X' por encargo de Z, y cuando va a cobrarle, éste se niega a pagar.
13 Ver ROMERO, ob. cit., p. 325.
565
GONZALO JAVIER MOLINA
C. TIPO SUBJETIVO
La estafa es un delito doloso, por lo cual es necesario que el autor sepa que
está provocando un error en la víctima para llevar a la disposición patrimonial
y al perjuicio patrimonial, Se supone que el autor tendrá siempre la intención
de obtener una ganancia económica en estos casos, aunque no hay motivos
para exigir un elemento subjetivo especial,?'* ya que el texto legal no lo exige.
2. DEFRAUDACIONES ESPECIALES
En el art. 173 del Código Penal se prevén una serie de supuestos espe-
ciales de estafa (incisos 1, 3, 4, 6, 8, 9, 10, 15, 16), otros son casos de abusos
714 Algunos autores exigen “ánimo de lucro”. Por ejemplo, DONNA, ob. cit., p. 338.
En nuestro texto no surge ese elemento como una exigencia, si es un elemento necesario
que surge de otros textos legales, como por ejemplo el código penal español que en su
art. 248 dice: “Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante
para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio
propio o ajeno”.
Romero aclara que en el texto argentino hay silencio respecto al elemento ánimo de
lucro (ROMERO, ob, cit., p. 336).
566
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
Los elementos del tipo objetivo son los mismos que en la estafa: ardid,
error, disposición patrimonial y perjuicio patrimonial. La diferencia es que, en
este caso, debe engañarse a la víctima en torno a la calidad o cantidad de las
cosas que le son entregadas por el autor, ya que se entrega una cantidad menor
o una cosa cambiada en su calidad a la que se debía. El caso es un ejemplo de
la estafa genérica del art. 172,
567
GONZALO JAVIER MOLINA
A diferencia de la estafa del art. 172, en este delito el autor tiene el dinero,
efectos o cosa mueble porque se lo han dado previamente por un título que
produzca obligación de devolver. Recordemos que en la estafa el autor debía
entrar en tenencia de la cosa, ya de forma ilícita y producto de su engaño que
determinaba el error en la víctima y la disposición patrimonial.
Como el título por el cual el sujeto tiene la cosa no le otorga el carácter de
dueño, no puede disponer de ella.
Hay que tener en cuenta que esta figura, a diferencia de otras vigentes en
distintos sistemas legislativos,”' considera típica la conducta de no restituir a
su debido tiempo o negarse a restituir, no se trata de la apropiación misma de
la cosa, como se prevé en otros sistemas legislativos. Por eso mismo, en nuestro
sistema actual es más fácil distinguir este delito del hurto. En el hurto el autor
entra en posesión de la cosa (se apodera de ella) ya de modo ilegítimo, en cambio
en la retención indebida entra en la posesión de la cosa de modo legítimo y la
ilegitimidad radica en la negativa a devolver en tiempo.”*
715 En el art. 252 del código penal español se sanciona la “apropiación indebida” y la
figura consiste en apropiarse o distraer dinero, efectos, valores, o cualquier otra cosa
mueble o activo patrimonial que haya recibido en depósito, comisión o administración,
o por otro título que produzca obligación de entregarlos o devolverlos. La diferencia en
relación a nuestro artículo 173 inc. 1 es el momento de la consumación. En el código
español se considera que el delito se consuma cuando el autor se apropia de la cosa,
lo cual puede ocurrir antes de que se cumpla el plazo para la devolución de ella. En
cambio, en nuestro Código Penal, el delito se consuma cuando, vencido el plazo el
autor no la restituye. Aunque previamente se haya apropiado y dispuesto de ella como
dueño, el delito se consuma por la no restitución en tiempo.
En nuestra legislación nacional, durante la vigencia de la Ley N? 17.567 la figura tenía
una estructura similar a la actual del código español, ya que el tipo penal disponía:
“El que con perjuicio de otro se apropiare, no entregare o no restituyere a su debido
tiempo, cosas muebles, dinero o valores ajenos, que tuviera bajo su poder o custodia
por un título que produzca obligación de entregar o devolver”, Por ello, Soler la llamaba
apropiación o retención indebida (ver SOLER, ob. cit., p. 426).
La Ley N* 17.567 fue derogada por la N* 20509. Luego, la Ley N* 21.338 retomó
el texto de la N* 17.567 y fue modificada por la Ley N* 23.077 que retornó al texto
original del código penal que es el que tenemos actualmente,
Igualmente pueden presentarse casos en los cuales sea más dificil diferenciar el hurto
de la retención indebida. Por ejemplo: a) El autor se apropia del equipaje que le ha
dejado una persona para cuidarlo; b) Un sujeto se apropia del vehículo que se le ha
entregado para el ejercicio de su profesión; c) El autor se apropia de bienes cuyo envío
o transporte se le ha encargado; d) El empleado de un banco se apropia del dinero con
568
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
el que trabaja; e) el empleado del estacionamiento recibe un auto para estacionar por
una hora y luego no lo devuelve,
Lo determinante en estos casos es pensar si al sujeto se le ha dado realmente la tenencia
de la cosa, por un título que le obligue a devolver o entregar, o sólo es representante
de esa tenencia de la cosa. Si sólo es representante de la tenencia, entonces al negarse
a devolver, comete hurto y no retención indebida.
117 SOLER, ob. cit., p. 429. El tipo penal se refiere a negarse a restituir o no restituir a su
debido tiempo.
En un ejemplo de Soler: 4 le presta unos prismáticos a B para ir a la carrera con la
obligación de devolverlos en 48 horas, pero B dispone de ellos (los vende a C) antes
del cumplimiento del plazo.
19 Ver SOLER, ob, cit., p. 437, que trata el caso como apropiación por interversión del
título.
Es el tiempo fijado expresamente en el título del contrato, o en su defecto el tiempo
determinado según los principios generales del derecho civil, en cuyo caso si no surge
el tiempo en el título, hay que constituir en moral agente para que su omisión resulte
penalmente típica (CREUS, ob, cit., p. 479).
569
GONZALO JAVIER MOLINA
570
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
5
Sin embargo, en algunos casos la sola firma del documento ya produciría el perjuicio
mny
patrimonial, Por ejemplo: cuando se engaña a la víctima para que firme un documento
liberatorio de una obligación.
7% Enesta opinión, NÚÑEZ, ob. cit., por CREUS, ob. cit., p. 482.
127 SOLER, ob. cit., p. 403.
78 CREUS, ob, cit., p. 483.
Aclara Soler que documento en blanco no es solamente aquél que fue firmado totalmente
en blanco, sino también el que fue firmado con alguna omisión, como, por ejemplo, la
fecha, cantidad o plazo. SOLER, ob. cit., p. 406.
571
GONZALO JAVIER MOLINA
72% Enel caso de perjuicio sobre un tercero, sería necesario que el firmante haya tenido
facultades juridicas para obligar a ese tercero. De no ser así, el caso podria ser estafa
del art, 172.
74 No es abuso de confianza porque el autor no tiene la cosa en su poder.
131 Tampoco es estafa porque no existe fraude.
132 También se encontraría en este grupo el desbaratamiento de derechos acordados (art.
173 inc. 11).
572
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
Sin embargo, no existe la concesión de un derecho sobre la cosa en caso del mero
guardador, como ocurre en los supuestos de depósito judicial.
Cosa mueble es lo mismo que se entiende por tal en la figura de hurto.
En este caso sería sólo delito de daño. Pero, si el autor la saca de la tenencia del sujeto
pasivo y luego la destruye, sí podría ser esta figura del 173 inc. 5.
573
GONZALO JAVIER MOLINA
574
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
575
GONZALO JAVIER MOLINA
Inciso 9: ESTELIONATO
El art. 173, inciso 9 establece:
Es una forma especial de estafa, motivo por el cual deben darse los
requisitos de aquélla figura genérica. La ley considera que el ardid consiste
precisamente en vender, gravar o arrendar bienes como si fueran propios y no
litigiosos, cuando en realidad no ocurre eso.
Las conductas típicas son las de vender,”* 741
gravar”*” o arrendar. 743
576
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
2% Esposible que la confusión provenga del tratamiento que hacía Soler al delito de este-
lionato, con una redacción diferente a la actual, en la que se destacaba el componente
“omisivo” del delito. El texto que comenta Soler dice: “El que recibiendo una contra-
prestación vendiere, permutare, gravare o arrendare bienes litigiosos, embargados o
gravados, callando u ocultando la condición en que se encuentran”, (SOLER, ob. cit,
p. 385). De todos modos, en ese texto tampoco debería interpretarse que el delito es
de omisión, sino que es de acción: la conducta de vender, permutar, gravar o arrendar,
se piensa en la modalidad activa.
Sobre los criterios para distinguir acción de omisión, ver MOLINA, “El criterio de
distinción entre los delitos activos y omisivos en el derecho penal argentino”, en De-
recho penal y procesal penal, p. 903 y ss., mayo 2014, Ed. Abeledo Perrot,
577
GONZALO JAVIER MOLINA
Es un delito doloso, y por ello, el autor debe conocer todos los elementos
del tipo objetivo, especialmente el carácter litigioso o ajeno del bien sobre el
que se realiza el acto.
28 Lo considera un abuso de confianza, SOLER (ob. cit., p. 455), DONNA (ob, cit., p.
442), y un abuso de situación, CREUS (ob. cit., p. 501).
24% En palabras de Soler: “Hay ciertas cosas que no se pueden hacer después de haberse
hecho ciertas otras” (ob. cit., p. 455).
75% Quitar el bien del lugar en que estaba, y siempre que no haya estado en lugar del sujeto
pasivo, porque en ese caso, sería un supuesto del inciso 5,
751 Negar su entrega para que el sujeto pasivo no ejerza el derecho.
579
GONZALO JAVIER MOLINA
ocultar”? o dañar.?*
El perjuicio consiste en que el sujeto pasivo verá frustrado el derecho sobre
el bien al no poder ejercerlo o no poder hacerlo libremente o con la certidum-
bre que lo adquirió, o ver disminuida la medida o efectividad de la garantía
constituida por el bien.
El inciso 12 establece:
712 Hacerlo desaparecer para que no se pueda ejercer el derecho o lograr el cumplimiento
de la obligación.
133 Menoscabarlo en su integridad.
154 Verart, 19 de la Ley N? 24.441.
580
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
Las letras hipotecarias son títulos valores con garantía hipotecaria que emite
el deudor y son transmisibles por endoso (arts. 35, 38 y 40 de la Ley N? 24,441).
183 Losrequisitos son: verificación del inmueble, remate público, publicidad de la subasta
en el boletín oficial y dos diarios de circulación masiva, condiciones de venta (precio,
forma de pago, de realización, etc.), notificación fehaciente al deudor de la fecha de la
subasta.
581
GONZALO JAVIER MOLINA
Es un delito doloso, como todos los del art. 173, y se exige un perjuicio
efectivo del deudor o un tercero.
El inciso 15 fue introducido por la Ley N? 25.930 (año 2004) con la in-
tención de comprender casos específicos vinculados al uso de tarjetas, alguno
de los cuales se discutían como estafas, especialmente cuando se utilizaban
medios o aparatos electrónicos.
El inciso prevé dos grupos de casos: el uso de la tarjeta y el uso no au-
torizado de los datos de la tarjeta. El medio siempre es la tarjeta de compra,
crédito o débito, que resulta un elemento normativo del tipo.”**
7156 Según la Ley N? 25.065, art. 49, la tarjeta de crédito es “el instrumento material de
identificación del usuario que puede ser magnético o de cualquier otra tecnología,
emergente de una relación contractual previa entre el titular y el emisor”,
582
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
La tarjeta de débito es “aquélla que las instituciones bancarias entregan a sus clientes
para que, al efectuar compras o locaciones, los importes de las mismas sean debitados
directamente de una cuenta de ahorro o corriente bancaria del titular” (art. 29, inc. “e”
de la Ley N* 25.065).
La tarjeta de compra es “aquella que las instituciones comerciales entregan a sus clientes
para realizar compras exclusivas en su establecimiento o sucursales” (art, 29, inc. “d”
de la Ley N* 25.065).
757 El caso debería encuadrarse como hurto.
583
GONZALO JAVIER MOLINA
haya querido incluir estos supuestos en el texto de la ley expresamente, *** por
respeto al principio de legalidad no podrán incluirse estos casos, ya que no es
una defraudación.
Distinta es la situación en otras legislaciones que, al igual que en la nuestra,
tratando de incluir con la misma pena que la estafa a estos casos de engaños a
sistemas informáticos o cajeros automáticos, han legislado de forma más clara y
no dejan dudas de que esos supuestos deben estar penados igual que la estafa. 7”
En nuestra legislación, como el art. 173 inc. 15 sigue exigiendo una de-
fraudación, entonces no sería admisible que se sancionen también los casos
de obtención de dinero de un cajero automático, o engaños a máquinas para
obtener dinero o ganancias económicas.”%
584
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
3. DEFRAUDACIONES AGRAVADAS
En el art. 174 del Código Penal, con una pena mínima superior a la del
art. 172, se establecen una serie de supuestos considerados de defraudaciones
agravadas por distintos motivos, que según el codificador original tenían su
in ore no debia ser considerada un “abuso sexual con acceso carnal”. Y ello, aunque
parecía no haber dudas de que la intención del legislador era equiparar los casos,
Tuvo que modificarse nuevamente ese artículo (Ley N* 27.352) para que quedara claro
que la fellatio in ore debe tener la misma pena que la violación.
585
GONZALO JAVIER MOLINA
586
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
741 En este sentido, CREUS, MORENO, NÚÑEZ. Citados por DONNA, ob. cit., p. 517.
El argumento de estos autores es que, por la forma de estar redactada la figura penal,
bastaría con l* conducta típica de incendiar o destruir para procurarse el provecho ile-
gal. Se trataría de una figura con un elemento subjetivo especial (de intención interna
trascendente) que no necesariamente debe darse objetivamente.
762
Entre estos, DONNA (ob. cit., p. 518). Estos autores, sostienen que se trata de una
estafa, y como tal necesariamente debe causar el perjuicio patrimonial, recién en ese
momento estaría consumado el delito,
165 Según la interpretación mayoritaria de la doctrina penal, no es necesario que el sujeto
pasivo actúe bajo error o engañado, sino que bastaría que haya sido llevado por sus
pasiones, necesidades o inexperiencia, que son aprovechadas por el autor. Por eso no
se trataría de una estafa,
Sin embargo, en minoría, Zaffaroni sostiene que sí debe existir engaño y todos los ele-
mentos de la estafa. (ZAFFARONTI, Eugenio Raúl, Circunvención o abuso de menores
e incapaces, p. 146, Ed. Ediar, 1996).
587
GONZALO JAVIER MOLINA
764 La ubicación del delito entre los delitos contra la propiedad, llevan a exigir esta afec-
tación específica. Podría tratarse del reconocimiento de una deuda, liberación de una
obligación,
588
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
763 Esto ocurre cuando por las deficiencias de los materiales o de la ejecución surge la
posibilidad de que la destrucción de las obras cause daños materiales a bienes o personas
indeterminados o que amenacen la seguridad del Estado. Con respecto a la seguridad
del Estado no hay acuerdo en la doctrina penal. algunos entienden esa seguridad del
Estado como el daño al patrimonio del Estado (Soler), y otros entienden que se trata
de peligro para la soberanía o estabilidad territorial (Núñez).
589
GONZALO JAVIER MOLINA
590
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
el inciso 6 al art. 174 con una redacción similar a la vigente en aquella ley del
año 1974,7%
La figura penal tiene como finalidad evitar que ciertos empresarios, ocultos
bajo la personalidad jurídica de un tipo societario, logran hacer imposible las
expectativas de sus acreedores, vaciando o afectando de cualquier manera el
desenvolvimiento de su empresa.
El inciso 6 prevé dos conductas típicas: por un lado, afectar maliciosamente
el normal desenvolvimiento de la empresa (establecimiento o explotación co-
mercial, industrial, agropecuaria, minera o de servicios). Por otro lado, disminuir
el valor de materias primas, productos y bienes de capital de la empresa.
En el primer caso, es necesario, como presupuesto, que exista una empresa
con un desenvolvimiento normal”” y la existencia de una relación jurídica por la
cual se encuentre pendientes de cumplimiento deudas por parte de la empresa,
que es lo que da origen al crédito.
La conducta de afectar el normal desenvolvimiento de la empresa significa
alterar o perturbar el desarrollo de la actividad estándar corriente y uniforme
que supone la naturaleza del negocio de acuerdo a sus antecedentes. No hace
falta que se interrumpa el desarrollo de la actividad empresarial, basta con
volverla anormal.
591
GONZALO JAVIER MOLINA
PENA ACCESORIA
El art. 174 último párrafo C.P. establece:
En el art. 77 se define:
592
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
4, DEFRAUDACIONES ATENUADAS
70 Las reglas en relación a la cosa perdida, están previstas en el nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación en los arts. 1955 y 1956,
393
GONZALO JAVIER MOLINA
También podría tratarse de un tesoro,””* que según las reglas de la ley civil
debe ser compartido entre quien lo encuentra y el dueño del lugar.
La conducta típica es apropiarse de la cosa perdida o de la parte que no
le corresponde al descubridor del tesoro, sin observar las prescripciones del
código civil, En cuanto al concepto de apropiación significa el adueñarse de la
cosa realizando actos de dueño (vender, destruir, regalar) o reteniéndolas sin
cumplir las obligaciones que le impone la ley civil.
El delito se consuma con la realización de esos actos de apropiación o con
la retención del tesoro más allá de lo impuesto por la ley civil.
Tesoro es todo objeto de valor sin dueño conocido, guardado por el hombre, oculto
o enterrado en un inmueble, de creación antigua o reciente, a excepción de objetos
puestos en sepulcros o en lugares públicos destinados a la sepultura de los muertos.
Según el art. 1951 del Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación se debe dividir
en partes iguales con el dueño del lugar.
En este caso, al igual que en el caso del error del tercero, es necesario que ese error
no haya sido provocado por el autor, ya que, de ser así, estariamos en un supuesto de
estafa.
594
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
713 Desde el edificio se cae la ropa a la casa del vecino, que no la devuelve.
74 El perrito se escapa de la casa y entra a la del vecino, que no lo devuelve.
775 El fuerte viento lleva las toallas a la casa del vecino, que no las devuelve,
595
GONZALO JAVIER MOLINA
La razón de ser de esta figura penal se relaciona con la sanción del cheque
sin fondos. Al sancionarse la emisión de cheque sin fondos, se comenzó a utilizar
como método de garantía del prestamista, la exigencia de un documento que
además de las consecuencias civiles, implicara también consecuencias penales
para el deudor en caso de no cumplir,””*
Se cuestiona la introducción de esta figura dentro de las defraudaciones,
ya que tiene más relación con la usura.
El delito consiste en exigir o aceptar el cheque o giro a título de documento,
crédito o garantía, no como instrumento de pago, sino como documento que
pueda ser empleado como medio compulsivo para amenazar con la denuncia
penal. Por eso es necesario que se trate de una obligación no vencida. No es
necesario que el cheque o giro carezca de fondos en el momento de ser librado,
el momento importante es el del vencimiento.
El delito no se consuma con la mera exigencia o aceptación del documento,
sino con su recepción por parte del acreedor, ya que recién en ese momento
nace el peligro para el patrimonio.
Es un delito doloso que exige un elemento subjetivo especial: a sabiendas.
Se entiende que el código se refiere al conocimiento de que se está utilizando el
cheque con funciones distintas a las cuales fue originalmente creado.
596
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
1. LA USURA
B. EL TIPO OBJETIVO
Las necesidades de las que habla la ley deben referirse a necesidades ma-
teriales, como la alimentación, vivienda familiar, atención de una enfermedad,
etc., y no a la simple intención de obtener el dinero para hacer negocios. Es
irrelevante el motivo por el cual el sujeto pasivo llegó al estado de necesidad
597
GONZALO JAVIER MOLINA
598
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
En todos los casos de las figuras se exige dolo de parte del autor. Especial-
mente en la negociación del crédito usurario se exige un elemento especial: “a
sabiendas”. Ello significa que el autor conozca el carácter del crédito usurario.
En la tercera parte del artículo, se agrava la figura si el autor fuere pres-
tamista o comisionista usurario profesional o habitual. La agravante parece
afectar el principio de derecho penal de acto, ya que considera como motivo
de agravación, una característica personal del autor.
Entre los artículos 176 a 180, el Código Penal prevé una serie de figuras
vinculadas con los quebrados punibles: la quiebra fraudulenta (art. 176), la quie-
bra culpable (art. 177), el concurso civil fraudulento (art. 179) y la connivencia
dolosa o maliciosa entre el deudor y un acreedor (art. 180).
Sobre el bien jurídico protegido no existe un acuerdo en la doctrina penal,
ya que mientras algunos consideran que es la propiedad, otros hacen referencia
a la fe pública y otros a la intangibilidad del patrimonio del deudor como prenda
común de los acreedores.
1. QUIEBRA FRAUDULENTA
599
GONZALO JAVIER MOLINA
600
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
2. QUIEBRA CULPABLE
601
GONZALO JAVIER MOLINA
merados allí serían conductas típicas, sino también cualquier otro efectuado con
negligencia o imprudencia y que cause la quiebra, perjudicando a sus acreedores.
Ahora bien, es necesario aclarar que no todos los supuestos mencionados
en el art, 177 se refieren a conductas culposas. No debe confundirse la expresión
quebrado culpable que utiliza el legislador, como casos necesariamente de im-
prudencia, descartando otros supuestos dolosos. Son supuestos de imprudencia
o negligencia los de la última parte, sin duda.
Ahora bien, en relación a los primeros supuestos mencionados por la ley,
se puede entender que se refiere también exclusivamente a casos culposos,?*
como sostiene un sector de la doctrina penal,
Particularmente, considero que se refiere a supuestos dolosos”** en esa pri-
mera parte, y a los casos de imprudencia o negligencia en la última. Debemos
784
DONNA (ab. cit., p. 679) siguiendo a Bacigalupo, sostiene que los supuestos culposos
solamente serian los de la última parte, ya que entiende que los casos mencionados en
la primera parte del artículo serian dolosos necesariamente.
Del mismo modo que Donna, llegaríamos a interpretar que el art. 177 prevé los casos
de quiebra dolosa siempre que se den las acciones de la primera parte del artículo, y
sería culposa si se diera cualquier conducta (incluyendo los supuestos de la primera
parte del artículo) que sea manifiestamente negligente o imprudente,
No sería razonable que el código sancione solamente esos casos con culpa y no con
dolo. Por lo demás, obsérvese que en la primera parte no se hace referencia a la fórmula
característica de la imprudencia (“negligencia, imprudencia, impericia, incumplimiento
de los deberes a su cargo”) que si se menciona (y sólo) en la última parte. La creencia
de gran parte de la doctrina penal argentina de que en la primera parte el artículo se
refiere a supuestos culposos proviene -muy probablemente- de la confusión del título
quiebra culpable, a partir de la cual, la expresión culpable pretende identificarse con
culposa. Pero ya se ha explicado que la expresión culpable no ha sido usada aquí con
referencia al delito culposo, sino a la quiebra culpable, que en la legislación comercial
de la época era una categoría dentro del derecho comercial con connotaciones que nada
tienen que ver con la imprudencia. Por lo demás, en un sistema causalista de la teoría
del delito (imperante durante la primera mitad del siglo XIX) culpable podría significar
doloso o culposo, ya que eran las formas de culpabilidad,
No creo que la interpretación que aquí se propone -que coincidiría en gran parte con la
sostenida hace tiempo por Bacigalupo y en tiempos más recientes por Donna- afecte el
principio de legalidad como sostienen algunos (por ejemplo, Ricardo FAVAROTTO,
en Código penal Comentado; Asociación Pensamiento Penal; disponible en www.pen-
samientopenal.com.ar) sin darse cuenta de que exigir dolo para sancionar una conducta
es más restrictivo de la punición que exigir simplemente imprudencia. El principio de
legalidad no se afecta cuando simplemente se hace una interpretación diferente a la
que parece surgir de la letra expresa de la ley, sino cuando esa interpretación sería más
perjudicial al imputado, único destinatario de las garantias constitucionales,
602
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
considerar que en todo supuesto doloso está incluida la forma culposa también,”*
es por ello que la primera parte se refiere a la causación dolosa o culposa de la
quiebra, siempre que se perjudique a los acreedores y se configure una de las
conductas especiales mencionadas allí. Esas conductas son:
Gastos excesivos con relación al capital y al número de personas de su
familia son los que exceden los gastos normales de atención a las necesidades
personales del autor y su familia con relación a su capital.”
Especulaciones ruinosas son las que tienen por finalidad obtener ganancias
arriesgando el propio patrimonio. Es ruinosa cuando el riesgo es extraordinario.
Juego es el de azar o habilidad, realizado por dinero o arriesgando el
patrimonio.
Abandono de los negocios es el descuido o desinterés por atenderlos.
El delito se consuma con la declaración de quiebra firme.
786
La figura dolosa es igual a la culposa, sólo que se agrega el aspecto subjetivo que es
el dolo: el conocimiento (y voluntad, según algunos) de los elementos objetivos del
tipo penal.
No sería razonable un gasto de una cosa de lujo que no es necesaria, aunque sí sería
razonable el gasto de una gran suma de dinero para afrontar una enfermedad de un
familiar.
603
GONZALO JAVIER MOLINA
Como el sujeto no comerciante no puede ser autor del delito de los arts.
176 0 177 C.P., existe esta figura para ellos, teniendo en cuenta el procedimiento
concursal (concurso civil) correspondiente al deudor no comerciante.
604
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
Autor del delito sólo puede ser el sujeto no comerciante concursado ci-
vilmente. La doctrina penal entendía que el auto de apertura del concurso civil
equivalía en este caso a la declaración de quiebra del art. 176 y cumplía las
mismas funciones como presupuesto del delito.
El problema que existe en relación a esta figura penal, se vincula con
la autoría, ya que las sucesivas leyes comerciales, en materia de quiebras y
concursos, ha llevado a que no exista actualmente un concursado civilmente,
sino un deudor no comerciante declarado en quiebra. En concreto: no puede
existir un sujeto (no comerciante) concursado civilmente. La pregunta, a partir
de esta modificación, es: ¿se puede reemplazar el concursado civilmente por el
no comerciante declarado en quiebra, según lo denomina la nueva ley?
Un sector de la doctrina penal interpreta que si se puede y sería lo que
corresponde, por tratarse de una ley penal que se remite a la ley especifica en
materia comercial. De ser así, todo cambio sufrido en esa legislación específi-
ca debe tenerse como complemento de la figura penal, salvo que plantee una
incongruencia tan importante que quite todo sustento a la ley que remite.”
Otro sector considera que este delito ya no existe, al no poder encontrar
un sujeto activo tal como lo exige la ley penal. Al no existir un no comerciante
concursado civilmente, no puede haber tipo penal.*”
5. INSOLVENCIA FRAUDULENTA
605
GONZALO JAVIER MOLINA
Sostiene Creus que en nuestro sistema hubiera sido más correcto llamar a
esta figura frustración del cumplimiento de obligaciones civiles.?” Sin embargo,
se impuso en la doctrina la denominación original de la exposición de motivos,
El bien jurídico protegido es la propiedad del acreedor que es el sujeto
pasivo del delito. Esa propiedad resulta afectada porque la conducta del deudor
impide satisfacer en su totalidad el crédito del que aquél es titular, al menoscabar
la integridad del patrimonio.
Se cuestiona también la inclusión de la figura entre los quebrados punibles,
ya que no se trata de un supuesto de quiebra o concurso del deudor.
B. TIPO OBJETIVO
606
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
C. TIPO SUBJETIVO
El delito es doloso, por lo cual se requiere que el autor conozca los ele-
mentos objetivos del tipo mencionados: que se cursa un proceso que se realizan
algunas de las acciones mencionadas, de modo que se frustre el cumplimiento de
las correspondientes obligaciones civiles. La exigencia de “malicia” se refiere
a la intención del autor de insolventarse para no cumplir con sus obligaciones.
607
GONZALO JAVIER MOLINA
6. COLUSIÓN
El art. 180 C.P. establece:
608
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
1. USURPACIÓN DE INMUEBLES
12 Elart 225 del Nuevo Código Civil y Comercial establece: “Inmuebles por naturaleza.
Son inmuebles por su naturaleza el suelo, las cosas incorporadas a él de una manera
orgánica y las que se encuentran bajo el suelo sin el hecho del hombre”.
Objeto del delito de usurpación sólo puede ser el suelo, ya que de quitarse las cosas
(orgánicas) incorporadas a él se convertiría en cosa mueble, objeto del hurto.
3 Art. 226 del Nuevo Código Civil y Comercial.
609
GONZALO JAVIER MOLINA
794 Según el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, hay posesión “cuando una
persona, por sí o por medio de otra, ejerce un poder de hecho sobre una cosa, compor-
tándose como titular de un derecho real, lo sea o no” (art. 1909).
En cambio, hay tenencia “cuando una persona, por sí o por medio de otra, ejerce un
poder de hecho sobre una cosa, y se comporta como representante del poseedor” (art.
1910).
610
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
2. USURPACIÓN DE AGUAS
El art. 182 C.P, establece:
611
GONZALO JAVIER MOLINA
En estos casos, se considera el agua como inmueble (art. 1975 C.C. y C.N.)
es decir del flujo incorporado como parte del suelo. El agua que no se encuentra
en contacto con el suelo, que es sacada por el autor en recipientes, separándola
de aquel, pasa a ser cosa mueble, y como tal, objeto del hurto, pero no de este
tipo de usurpación. Por ello es necesario que se desvíe el curso del agua por
medio de canales o cañerías, o represarla. También serían típicas las conductas
de contaminarlas para impedir o estorbar su uso.
La conducta típica en el caso del inciso 1 es sacar aguas o sacarlas en
mayor cantidad a la que tenga derecho. se exige, además del dolo, un propósito
especial de causar un perjuicio, es decir impedir el uso y goce normal de quien
tiene derecho a ella,
En el inciso 2 se sanciona a quien estorbare los derechos que tuviera legí-
timamente un tercero sobre el agua. En este supuesto no se exige el elemento
subjetivo especial que sí se exige en los incisos 1 y 3.
Finalmente en el inciso 3 la conducta típica es represar (estancar el agua
impidiendo que fluya), desviar (alterar su curso) o detener (anular su corriente).
También aquí se exige el mismo elemento subjetivo especial, además del dolo
del autor.
Al final del texto del artículo se prevé una agravante para quien rompiere
o alterare las obras destinadas a la contención del agua.
612
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
A diferencia de las figuras que hemos visto hasta aquí entre los delitos
contra la propiedad, en este caso, no se exigirá la transmisión de la tenencia de
la cosa objeto del delito, sino que se trata de su destrucción o inutilización. Por
ese motivo, señalan algunos autores de la doctrina penal que el bien jurídico
protegido en este caso se asemeja al concepto de dominio del derecho civil.
Objeto del delito son las cosas muebles o inmuebles ajenas, incluyendo los
animales en cuanto pertenezcan a alguien. No puede haber daño sobre la cosa
totalmente propia, aunque sí sobre la cosa parcialmente propia.
1. DAÑO BÁSICO
El art. 183 C.P. establece:
613
GONZALO JAVIER MOLINA
2. DAÑOS AGRAVADOS
614
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
615
GONZALO JAVIER MOLINA
Se trata de una excusa absolutoria que está prevista por razones de política
criminal. El legislador considera que es más conveniente resolver un conflicto
de ese tipo, dentro de la familia y no acudiendo al sistema penal.
Es por ello que no se trata de una causa de justificación o atipicidad, ni
de exclusión de la culpabilidad. Es simplemente la decisión política de decir:
en estos casos no es conveniente imponer pena, aunque exista un delito con
todos sus requisitos.
La exclusión de pena sólo sería aplicable a los delitos mencionados en el
artículo 185, de modo que no se podría aplicar a otros.
Asimismo, sólo sería aplicable al grupo de relaciones de personas mencio-
nados allí, entre los que se menciona a los cónyuges, ascendientes, hermanos
y cuñados si convivieran, etc.
Como el artículo es originario del código, no están enumerados allí los
supuestos de concubinos, lo cual ha hecho discutir a la doctrina si había que
incluirlos, Considero que los casos de concubinos deben resolverse por vía del
art, 185. Debemos considerar que la analogía prohibida en el ámbito del dere-
cho penal es la analogía in malam partem, no asi la llamada in bonam partem.
Por ello, no habría ningún obstáculo para la solución por esta vía, tanto para
los casos de concubinatos, como para otros supuestos de relaciones familiares
estrechas que no estén expresamente contemplados en el artículo. El juez podría
aplicar analógicamente el art. 185 y dejar sin sanción penal los casos en que
se considere que no es la mejor manera de resolver el conflicto, y ello no sería
afectación a ningún principio constitucional.
Ahora bien, los casos de error de parte del sujeto activo, que cree estar
incluido dentro de este grupo de casos (no punibles) serían supuestos de errores
que no tiene incidencia a los fines de excluir o atenuar la pena, será delito y
además, punible.
Finalmente, la norma indica que no se aplica a los extraños que participen en
el delito, lo cual es lógico, ya que el fundamento es preservar el núcleo familiar,
y quienes no sean parte de ese núcleo familiar, no estarían alcanzados por esta
disposición. Por ello, podría ser punible el partícipe (que no tiene vínculo familiar
con la víctima) aunque no es punible el autor principal (que sí tiene ese vínculo).
795
Se trata de “reconocer en el núcleo familiar una instancia de control social informal
dotada de suficientes mecanismos reguladores como para afrontar el conflicto de un
modo preferente al Derecho Penal”. Ricardo ÁLVAREZ, en Código penal y normas
complementarias, ZAFFARONI-BAIGÚN (Directores), ob. cit., T. 7, p. 893.
616
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
1) EL CELULAR DE PABLO
Emanuel y Pablo son amigos de la infancia. Emanuel quiere conseguir un
teléfono como el de su amigo, pero ya se acabaron en el mercado, y tendría que
esperar un año para que salgan las nuevas ediciones del mismo aparato. Pablo
no lo usa mucho, y pese a los insistentes pedidos de Emanuel para comprárselo,
decidió no hacerlo porque es un fanático de la marca.
Como Emanuel no quiere esperar, decide tomar el teléfono de Pablo y a
cambio le deja una suma en dinero que es equivalente a lo que valía el aparato
en el mercado una semana antes de que se agote, más un diez por ciento “como
compensación” por las molestias, según pensó Emanuel.
Se descubre todo por las cámaras de seguridad que Emanuel no había visto,
y es denunciado por su amigo que se sintió ofendido.
El fiscal acusa a Emanuel por el delito de hurto (art. 162 C.P.) y el defensor
solicita que se lo absuelva ya que no existió ningún perjuicio económico.
¿Considera que asiste razón al fiscal o al defensor?
2) EL ESTUCHE VACÍO
Nicolás es un joven que no tiene trabajo y se dedica a apoderarse de cosas
ajenas. Un día ve estacionado un auto en la zona céntrica y cree ver dentro de
él una notebook valiosa. Para acceder, rompe la cerradura del vehículo y toma
lo que creía que era la notebook, pero se da cuenta de que no era una compu-
tadora en realidad, sino solamente el sobre o cobertor vacío. Deja el objeto en
su lugar y se retira rápidamente para no ser detenido.
El fiscal lo acusa por el delito de robo (art. 164 C.P.) y la defensa solicita que
se deje sin pena el caso, por tratarse de una conducta atípica o delito imposible.
617
GONZALO JAVIER MOLINA
que lo hubiera llevado ese día a clases. Sin tener la seguridad de que se trate del
suyo, lo toma. Cuando llega a su casa se da cuenta de que el código era de su
compañera Silvia a quien no le tenía mucho aprecio. Por ello, decide quedarse
con el código.
Silvia enterada del hecho, la denuncia.
¿Cree que existe delito de parte de Nadia? En caso positivo, ¿qué figura
penal sería aplicable?
Variante 1: cambiaría en algo el caso, si Nadia al momento de tomar el
código para llevarlo a su casa, estaba segura de que era su código, y no se
trataba de un ajeno?
Variante 2: ahora en las mismas circunstancias, pero Nadia se lleva el
código sabiendo que era de Silvia, pero creyendo erróneamente que se lo había
regalado.
618
DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
bitado, aunque en realidad estaba poblado, sólo que sus habitantes dormían la
siesta y salian muy poco a esa hora.
Los tres sujetos logran llevarse mucho dinero de las oficinas de la fábrica,
luego de amenazar al contador con un destornillador que encontraron en la
misma oficina. El hecho fue cometido en todo momento por los tres sujetos.
Descubierto el hecho, el fiscal acusa a Carlos, Guillermo y Neri por el delito
de robo agravado por el uso de arma (art. 166 inc. 2, 1? parte) y por cometerse
en poblado y en banda (art. 167 inc. 2).
El defensor sostiene que sólo debe imputarse el delito de hurto, ya que el
destornillador no es un arma, y que, además, sus defendidos no sabian que el
lugar era poblado (pensaban que era despoblado). En relación a la banda, alega
que no se configuran los requisitos para tal agravante.
Usted es el juez de la causa y debe resolver el caso. ¿Considera que le
asiste razón, al fiscal, al defensor o a ninguno de ellos?
6) EL LADRÓN DESINFORMADO
Carlos ingresa a la oficina de Jorge y le obliga a firmar un documento en
blanco, con la intención de utilizarlo luego, previo rellenado de una suma de
dinero ($5.000.000) a pagar.
Utilizando una pistola, hace firmar a Carlos el documento en blanco y se
aleja del lugar. Al otro día, cuando va a buscar de su mochila el documento, se
da cuenta de que lo perdió por el camino. Un peatón encontró el documento
con los datos de Jorge y se lo lleva. Jorge denuncia a Carlos.
Usted es el fiscal de la causa y debe formular requerimiento ¿Qué delito
le imputaría?
Variante: imaginemos que, en las mismas circunstancias, ahora Carlos
obliga a Jorge a firmar un cheque como representante de una empresa que
dirigía hasta dos meses antes del hecho. Carlos desconocía que Jorge ya no era
el representante de esa empresa, motivo por el cual su firma no era suficiente
para comprometer a la empresa.
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DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
¿Considera que sería responsable penalmente? En este caso indique por qué
figura penal debería responder, indique, además, el monto de la escala penal y
la pena concreta a imponer ¿O considera que directamente no le cabe ninguna
responsabilidad penal? En este caso, explique los motivos.
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DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
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Jorge toma su cuchillo y revienta un neumático del patrullero para evitar que
lleven a Diego detenido.
Pese a los esfuerzos de Sergio y Jorge, Diego es detenido y llevado a la
comisaría, junto a Jorge, quien es acusado por el delito de Daño agravado (art.
184 inc. 1).
El defensor de Jorge sostiene que no se configura el delito. Invoca que en
ningún momento evitó la acción de la autoridad y, además, que la rueda averiada
se arregla en una gomería con un parche.
¿Considera que asiste razón al defensor?
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DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD
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GONZALO JAVIER MOLINA
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TÍTULO VIH
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
Entre los artículos 186 y 208, el Código Penal argentino prevé los delitos
contra la seguridad pública. Durante la vigencia de la Ley N* 17,567, el título
se llamaba “Delitos contra la seguridad común”, para hacer referencia a la idea
central de que los delitos dentro de este grupo consisten en la creación de un
peligro común.
A diferencia de todos los delitos analizados previamente, en este título
trataremos con delitos que no protegen un bien jurídico individual (la vida, la
salud, la propiedad o integridad sexual) sino público o común. Eso significa
que se afectaría un interés de todos los integrantes de la sociedad. Se entiende
por seguridad pública o seguridad común la situación real en que la integridad
de los bienes y las personas se halla exenta de soportar situaciones peligrosas
que la amenacen.
La regla general en estos delitos es la utilización de figuras de peligro en
las que no se exige un resultado de lesión a los bienes jurídicos individuales
(vida, salud, propiedad), sino la creación de un peligro común. En su mayoría
son figuras de peligro concreto, pero también encontramos figuras de peligro
abstracto, con el consecuente cuestionamiento desde la óptica del principio
constitucional de lesividad.
Hay excepcionalmente figuras (generalmente agravantes) con la estructura
de delitos de lesión.
El título consta de cuatro capítulos: Incendios y otros estragos (Cap. D,
Delitos contra la seguridad del tránsito y de los medios de transporte y de
627
GONZALO JAVIER MOLINA
comunicación (Cap. II), Piratería (Cap. UD), Delitos contra la salud pública.
Envenenar o adulterar aguas potables o alimentos o medicinas (Cap. IV).
En el Capítulo I del Título VII se prevén una serie de figuras que se pueden
agrupar en los delitos llamados de incendios y otros estragos (arts. 186 a 189).
Luego, en el art. 189 bis se agregó (a partir del año 1968, con la Ley N? 17.567)
una serie de figuras delictivas que no son exactamente formas de estrago, sino
referidas a la tenencia y fabricación de armas y explosivos. Este artículo 189
bis no era parte del Código Penal original.
628
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
El texto actualmente vigente es el texto original del código, que había sido
reformado más de una vez, desde la Ley N? 17.567.
8 SOLER, Derecho Penal Argentino, T, TV, Ed. TEA, Bs, As,, p. 578.
629
GONZALO JAVIER MOLINA
riesgo debe ser concreto,” de modo que deberá probarse en cada caso puntual
cuál ha sido el riesgo para los bienes.
Es un delito doloso, por consiguiente, sería necesario que el autor se re-
presente todos los elementos objetivos del tipo penal. El autor debería saber
que está provocando un incendio, explosión o inundación y a consecuencia de
ello existe peligro común para los bienes. El problema que podría existir sería
la delimitación con una tentativa de homicidio o lesiones, especialmente en
los casos en los que exista peligro para la vida o integridad física de alguien.
Analizaremos con más detalle este problema al referirnos a los incisos 4 y 5.
B. ELinciso 2
En el inciso 2 se trata una figura especial, no calificada en relación a la
anterior. En realidad, la doctrina penal ha criticado la inclusión de este supuesto
entre los delitos contra la seguridad común, ya que se la considera más cercana
a un delito de daño agravado.
Obsérvese que la figura del inciso 2, a diferencia del inciso 1, no exige la
puesta en peligro de bienes indeterminados mediante una conducta de peligro,
sino que requiere la destrucción de las cosas mencionadas en los distintos su-
puestos. Por ello, Núñez sostenía que se protege en realidad la riqueza rural,
pero que no se corresponde con las otras figuras del art, 186,7%
197 Noes necesaria la lesión de esos bienes, ya que no se trata de un delito de lesión, sino
de peligro concreto.
PE Este inciso 2 no era originario del proyecto de código de 1906 ni estaba en los ante-
riores proyectos, sino que fue introducido por sugerencia del diputado Mario Guido,
tratando de justificarse en la necesidad de proteger los campos y las chacras de los
productores, El motivo determinante de la inclusión de este inciso sin requerir el peligro
común para la destrucción de estas cosas, había sido la huelga contra la explotación de
obreros ocurrida en esos tiempos y que derivara en lo que se conoce como los sucesos
de la “Patagonia rebelde” o “Patagonia trágica” en la provincia de Santa Cruz que
fuera reprimida violentamente por el Ejército Argentino y ocasionara gran cantidad
de muertos. Según el discurso del legislador que proponía la inclusión de este inciso:
“Nuestras últimas cosechas han sentido las consecuencias del huelguismo violento y
destructor. Este veneno, neutralizado en las ciudades por acción de una vigilancia in-
mediata, se difundió por la campaña, donde el productor está más indefenso. Y hemos
visto destruir grandes sementeras sin que los culpables de esta maldad inconsciente,
inaudita, se detuvieran en su obra. El incendio, fácil en la campaña abierta era el arma
de estos agitadores ignorantes y perversos”,
630
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
Una visión muy parcial de lo que fue ese episodio trágico en nuestra historia, y una
demostración de la influencia de ciertos grupos de poder en desmedro de otros sectores
sociales en lo que se denomina la “criminalización primaria”, es decir la elaboración
de las leyes penales,
99 El mismo Rodolfo Moreno (h) ha criticado la inclusión de este inciso en el art. 186:
“Hubiera sido mejor, por eso, no detallar tanto y haberse redactado un precepto general
y comprensivo” (El Código Penaly sus antecedentes, Y. 5, Ed. Tommasi, Bs. As,, 1923,
p. 333).
Luego, la mayoria de la doctrina penal criticaría la inclusión del inciso dentro del
artículo, por parecerse más a un delito contra la propiedad que a uno de los delitos que
estamos viendo en este título del Código Penal.
0% En esta misma interpretación, DONNA, Edgardo, Derecho Penal, Parte Especial, T.
II-C, Ed. Rubinzal-Culzoni, Bs. As., 2002, p. 53. En el mismo sentido, PALACIOS,
Juan Carlos, Código Penal y normas complementarias, (Baigún-Zaffaroni, Directores),
T. 8, Edit. Hammurabi, Bs. As., 2009, p. 61).
631
GONZALO JAVIER MOLINA
C. AGRAVANTES
En los incisos 3, 4 y 5 se prevén agravantes para la figura de incendio y
otros estragos,
En el inciso 3 se agrava la conducta cuando el peligro fuera para un archivo
público, biblioteca, museo, arsenal, astillero, fábrica de pólvora o de pirotecnia
militar o parte de artillería. El motivo de la agravante en este inciso se debe,
por un lado, al carácter valioso de los bienes que se ponen en peligro (archivo
público, museo o biblioteca), y, por otro lado, al mayor peligro que significa
que ciertos lugares (como los astilleros, fábrica de pólvora o pirotecnia militar,
parque de artillería) sean alcanzados por un incendio o explosión.
El problema es que en el Código Penal original se mezclaron todos los
casos en este mismo inciso. Luego este inciso tuvo distintas reformas legales,
que en algún caso hicieron separaciones según el motivo de agravación. Sin
embargo, después de la Ley N? 23.077 se volvió al sistema original del código,
que es el texto actualmente vigente.
Lo que se discute actualmente en este inciso es si el carácter de público
mencionado por la norma, sólo se refiere al archivo, o también a los otros luga-
res mencionados luego (biblioteca, museo, arsenal, etc.). En una interpretación
literal de la ley, debemos decir que sólo el archivo es público, los demás lugares
pueden no ser públicos, sino también privados. Aunque, seguramente, muchos o
la mayoría de esos lugares serán públicos, del Estado Nacional o provinciales.
Como el delito es doloso también en este caso, sería necesario que ese
peligro específico esté en la representación del autor del incendio, explosión
o inundación.
En el inciso 4 se agrava el delito si “hubiere peligro de muerte para alguna
persona”. Ello significa que además del peligro que el incendio significa de por
sí (incluso el peligro común para los bienes al que se refiere el inciso 1) es nece-
sario que se configure un peligro concreto para la vida de alguien, por lo menos
de una persona, como consecuencia de ese incendio, explosión o inundación.
Se requiere la comprobación efectiva del peligro para la vida, y que además,
ese peligro tenga una relación de causalidad y de imputación objetiva con la
conducta de incendio, explosión o inundación. El motivo de la agravante es,
en este caso, el riesgo “extra” que significaría el peligro (situación objetiva)
para la vida de alguien.
En el tipo subjetivo, sería necesario que el autor del incendio, explosión,
etc., se represente el peligro para la vida de alguien. En este punto, es necesario
precisar que la representación o dolo del autor no necesariamente debe ser un
632
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
WU! Deberíamos considerar, además, que al momento de la sanción del Código Penal, en
el art. 84 (homicidio culposo) la pena máxima era de dos años.
$02 La pena máxima para un homicidio preterintencional sería de tres años, si obviamos
la pena de reclusión mencionada en el art. 81 inc. 1, que se considera virtualmente
derogada, especialmente luego de la entrada en vigencia de la Ley N” 24.660 que sólo
habla de prisión.
Si se considera que esta figura del art. 186 inc. 5 es preterintencional, entonces una
tentativa de lesión con resultado muerte (imprudente) tendría pena de prisión de uno a
633
GONZALO JAVIER MOLINA
en este caso la culpa respecto al resultado muerte, sino que debe exigirse algo
más que la culpa.
Un sector de la doctrina penal parece admitir el dolo eventual respecto a
la muerte dentro del art. 186 inc. 5.”
Por otra parte, desde la posición contraria, la exigencia de que el autor del
incendio deba tener, además, dolo de homicidio (aunque sea un dolo eventual)
para imputar el art. 185, también nos llevaría a una solución que no parece
aceptable desde la proporcionalidad de las penas: un homicidio simple sería
más grave (8 a 25 años) que un homicidio cometido mediante incendio (8 a 20
años) ¡con el mismo dolo de matar!*%
Como se puede advertir es un gran problema la distinción entre el art. 186
inc. 5 y el art. 80 inc. 5. Pero la misma problemática se presenta para distinguir
los casos de tentativa del art. 80 inc. 5 con el art. 186 inc. 4 cuando el resultado
muerte no se produce, pero sin embargo la vida de una persona corrió peligro
como consecuencia del incendio o explosión.
El problema es similar al que ya hemos visto al analizar la relación entre las
figuras del art. 106 y el art. 79 (en grado de tentativa y por omisión impropia),
o entre el art. 106 tercer párrafo y el art. 79 (consumado por omisión impropia).
Es el problema de la coexistencia entre figuras de lesión y de peligro que
protegen el mismo bien jurídico. Cuando el legislador decide establecer una
agravante por la muerte o la puesta en peligro de una persona, parece olvidarse
de que ya está protegido ese bien jurídico (vida e integridad física) entre los
delitos contra las personas. El uso de las agravantes por el resultado, que signi-
fican una desconfianza a las reglas del concurso de delitos previsto en la parte
general, altera la coherencia entre las escalas penales aplicables cuando no se
tres años, mientras que un incendio doloso con resultado muerte (imprudente) tendría
pena de ocho a veinticinco años,
$03 Ésta parece ser la interpretación de Donna (ob. cit., p. 62) cuando señala que el art.
80 inc. 5 exige dolo directo y deja el art, 186 inc. 5 para los casos de dolo eventual
respecto a la muerte.
Sin embargo, considero que no hay motivos para exigir dolo directo en la agravante
del art. 80 inc. 5 C.P.
$04 Esto señala Sancinetti, en su Teoría del delito y disvalor de acción, Ed. Hammurabi,
1991, p. 246. Termina considerando que la diferencia entre ambas figuras debería ser
concebir al art. 186 inc. 5 como una especie de figura preterintencional, en la que el
autor tenga dolo de incendio y a la vez, se represente las condiciones de lo que se llama
“síndrome de riesgo” (dolo de puesta en peligro) de la muerte de alguien. Seria algo
cercano al dolo eventual de homicidio,
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
2. ESTRAGO
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$07 A pesar de que es necesario que la destrucción del dique u otra obra sea real, efectivo,
se considera un delito de peligro y no de lesión, teniendo en cuenta que el bien juridico
protegido es la seguridad común. Entonces, si se produjo la destrucción del dique u
obra, pero no hubo una afectación concreta a la seguridad común (peligro de inundación
u otro desastre) no habría delito consumado del art. 188, sino solamente una figura de
daño (art. 183 C.P).
$08 Esuna curiosidad esta figura penal en nuestro código, ya que se trata de un supuesto de
lo que se llama en la dogmática penal Interrupción de un curso causal salvador doloso
y tipificado expresamente. Existe toda una teoría para explicar que casos como éste
deben ser penados como delitos activos. Para un desarrollo detallado de los problemas
de la llamada interrupción de cursos causales salvadores y la omisión por comisión,
en general, ver la obra de LERMAN, Marcelo, La omisión por comisión, Ed. Abeledo
Perrot, Bs. As., 2013,
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las figuras que en el código original estaban entre los delitos contra la tranqui-
lidad pública, debían estar entre las figuras contra la seguridad pública. Luego,
por diferentes leyes —especialmente por la Ley N” 25,886—** el artículo sufrió
diversas modificaciones que crearon nuevas figuras penales y agravaron las
ya existentes. La sistemática es la misma que se viene utilizando desde hace
muchos años en nuestro Código Penal, con la idea de “combatir la inseguridad”
se aumentan las penas y se crean agravantes de figura penales ya existentes,
como si de esa forma se van a disminuir los delitos existentes en la realidad.
El problema que generan estas reformas parciales irreflexivas y demagógi-
cas, es que terminan dejando un Código Penal con escalas penales despropor-
cionadas y, además, muchas veces con figuras penales que afectan claramente
los principios constitucionales aplicables al derecho penal.
Por otra parte, en todos los casos de este artículo, lo que hace el legislador es
adelantar la punición a momentos en los que no existe todavía una lesión de bienes
jurídicos individuales, sino que se trataría solamente de un peligro para ellos.
El artículo contiene 5 incisos: el 1? trata los delitos relativos a la fabricación
y tenencia de materiales peligrosos, el 2? los delitos vinculados a la tenencia y
portación de armas de fuego, el 3? delitos atinentes al acopio y fabricación ilegal
de armas de fuego, el 4? los delitos relativos a la entrega indebida de armas de
fuego y el 5? los delitos vinculados a los fabricantes legítimos de armas de fuego.
$14 Esla llamada ley de “Reformas Blumberg” promovidas por el padre de una víctima de
un delito de secuestro extorsivo seguido de muerte. La modificación de esta ley a nuestro
Código Penal, apoyado por medios masivos de comunicación, terminó por sepultar
la poca coherencia y sistemática que tenía nuestro Código Penal hasta el momento,
y dejó muy lejos la verdadera coherencia que tenía el Código Penal original. Es por
ello que muchos autores de nuestra materia dicen que nuestro Código Penal ha dejado
de ser un código, por no tener ya las caracteristicas de tal: coherencia y racionalidad.
Para más detalles de las reformas demagógicas, ver MOLINA, Gonzalo, Estudios de
derecho penal, Ed. Contexto, Resistencia, 2013, p. 37 y ss.
815 Fabricar es elaborar algo nuevo, o transformarlo, reelaborarlo o perfeccionarlo.
$16 Suministrar es entregar o proveer a un tercero,
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
827 Así las define el Decreto-Ley 395/75. Por este motivo, no son armas de fuego, las
de lanzamiento y los dispositivos portátiles, no portátiles y fijos, destinados al lanza-
miento de arpones, guías, cartuchos de iluminación o señalamiento y las municiones
correspondientes (art. 7? del Decreto-Ley mencionado).
Las armas de fuego de uso civil están enumeradas en el art. 59, y las de guerra en el
art. 4? del decreto mencionado.
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GONZALO JAVIER MOLINA
$828 Existe una gran discusión dentro de la doctrina penal respecto a los delitos de te-
nencia. Muchos consideran que la mera tenencia no es una acción ni omisión, por lo
cual difícilmente se pueda considerar una conducta exterior sobre la cual edificar los
caracteres del delito: tipicidad, antijuricidad, culpabilidad. Para un mayor desarrollo
de esta cuestión, se puede ver el trabajo de STRUENSSE, Eberhard, “Los delitos de
tenencia”, en Problemas capitales del derecho penal moderno, Ed. Hammurabi, Bs.
As., 1998, p. 107 y ss.
822 Verla critica desde esta perspectiva que hacen Javier De la Fuente y Mariana Salduna
en Reformas penales, Ed. Hammurabi, Bs. As., 2004, p. 205.
$30 La autorización para la tenencia del arma está prevista en la Ley N? 20,429 (art, 14)
y Decreto reglamentario 395/75 (art. 53). De acuerdo a esa normativa, pueden ser
legítimos usuarios los miembros de las Policías Federal y provinciales, Servicio Peni-
tenciario e Institutos Penales provinciales, Fuerzas Armadas, Gendarmería Nacional
y Prefectura Naval, los pobladores de regiones con escasa vigilancia policial y otros
habitantes o personas que acrediten las razones de seguridad, entre otros.
81 Arts, 4% y 5? del Decreto 395/75,
646
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
En el tercer párrafo del inciso 2 se prevé la pena para quien portare armas
de fuego de uso civil sin la debida autorización. En este caso, la diferencia con
el primer párrafo del inciso 2 (simple tenencia de armas) es que el autor debe
portarla consigo. Ello significa llevar el arma en lugar público o de acceso
público, con la munición en el cargador, recámara o alvéolos, es decir, cargada
para su uso inmediato. El fundamento del incremento de la pena (en relación a
la simple tenencia) es el mayor peligro para la seguridad común de las personas
que implicaría que el sujeto circule con el arma, a diferencia de tenerla en su
casa, por ejemplo.
Hay discusión con respecto a ciertos casos en que se lleva el arma en un
lugar muy próximo, como podría ser en el bolso, o en el automóvil junto a
los documentos. Para algunos autores,**” esto sería solamente un “transporte”
del arma, pero no encuadraría en la figura que comentamos, solamente en la
tenencia de armas.
En cuanto a la debida autorización, debe considerarse dogmáticamente igual
que en el caso de la simple tenencia: es un adelanto de la antijuricidad a nivel de
tipicidad, y los errores sobre esa legalidad deben ser considerados error de tipo.
Es un delito doloso, y el autor debe saber que porta el arma sin autorización
para hacerlo.
Tanto la tenencia como la portación de armas deben considerarse atípicas
en caso de que sean inidóneas o estén descargadas,*** ya que en estos supuestos
no existiría ningún peligro para la seguridad pública. De lo contrario se estaría
penando una conducta que no afecta ni puede afectar ningún bien jurídico pro-
tegido, y sería contrario al principio constitucional de lesividad.
En el cuarto párrafo del inciso 2, se agrava la portación de armas si éstas
fueran de guerra.
En el quinto párrafo se atenúa la pena si el portador fuere tenedor autori-
zado del arma. Esta atenuación es criticada por un sector de la doctrina,** que
considera que la figura de portación es totalmente independiente de la figura
de tenencia de armas. Sin embargo, el legislador ha considerado que en estos
647
GONZALO JAVIER MOLINA
casos existe una afectación al bien jurídico que es menor por haberse observado
—en parte— el cumplimiento del deber legal referente a la tenencia de armas.***
En el sexto párrafo del inciso 2, se contempla otra atenuante de la pena
cuando “por las circunstancias del hecho y las condiciones personales del au-
tor” resultare evidente la falta de intención de utilizar las armas portadas con
fines ilícitos.
La doctrina penal** ha sido muy crítica con este párrafo, sosteniendo que
la referencia a las condiciones personales del autor y circunstancias del hecho o
falta de intención de cometer ilícitos, se vinculan con la idea del derecho penal
de autor y no de acto, y por ello sería una afectación a principios constitucionales
aplicables al derecho penal y procesal penal.*””
En el séptimo párrafo del inciso 2, se prevé pena accesoria de inhabilitación
para los dos casos precedentes. Se entiende que la inhabilitación se refiere a la
autorización legal para portar armas de fuego.
En el octavo párrafo del inciso 2, se prevé una agravante con pena de 4 a
10 años de prisión para quien portare un arma de fuego de cualquier calibre y
registrare antecedentes penales por delito doloso contra las personas o con el uso
de armas, o se encontrare gozando de una excarcelación o exención de prisión.
La conducta típica es aquí, nuevamente, la portación del arma. A ese acto
se agrega la situación de registrar antecedentes o tener concedida una excar-
celación. El fundamento de la agravante sólo se explica por la intención de
la Ley N* 25.886 que pretendía sancionar más gravemente todo supuesto de
648
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
838 — Ver los casos “Maciel” y “Taboada” del 05/2/13 de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación, en el voto de Zaffaroni que consideró inconstitucionales estas figuras, con
citas del fallo “Fermín Ramirez contra Guatemala” de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos. La jueza Argibay rechazó el recurso por no afectarse principios
constitucionales, y la mayoría no entró al tratamiento, aplicando el art, 280 C.P.C.C.N.
832 La finalidad de colección se halla prevista en el art. 8 del Decreto 395/75.
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Las piezas de las armas son las partes o repuestos separados o sueltos que componen
el arma. Por ejemplo: el cañón, el cargador, el percutor. Pueden utilizarse para la cons-
trucción de un arma de fuego o accesorio para ser acoplado.
$! Por ejemplo, el Código Penal español menciona cinco o más armas (art, 567,3 C.P.
español).
$42. DELANGHE, Marcela, ob. cit., p. 452.
$3 Según el art, IV de dicha Convención: “1. Los Estados Partes que aún no lo hayan
hecho adoptarán las medidas legislativas o de otro carácter que sean necesarias para
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
651
GONZALO JAVIER MOLINA
dolo. Un error sobre esa circunstancia, sería un error de tipo. Es un delito doloso,
y el autor debe saber que está entregando un arma de fuego a una persona que
no está autorizada para tenerla.
En el segundo párrafo del inciso 4, se agrava la pena de la figura básica si
se entrega el arma a un menor de dieciocho años de edad.** El fundamento de
la agravante pretende ser el mayor peligro que implica la existencia del arma
en manos de un menor de edad.
La escala penal prevista para esta figura es una demostración de la dema-
gogia legislativa: el mínimo es superior a los tres años (tres años y seis meses)
para impedir la condenación condicional y la excarcelación, como si de ese
modo se van a evitar los casos de entregas o circulación de armas de fuego. El
máximo es de diez años de prisión. Este delito tiene más pena que las lesiones
gravísimas.*”
El delito es doloso, y ello implica el conocimiento del autor de que está
entregando un arma de fuego a un menor de edad que no está habilitado para
tenerla.
Obviamente que a este delito no se debe aplicar la agravante genérica del
art. 41 quáter, ya que la intervención del menor en este delito lo es a fines de
recibir el arma, y no se lo utiliza como autor o coautor, que es el fundamento
de la mencionada agravante.
En el tercer párrafo del inciso 4, se agrava la pena si el autor hiciere de la
entrega de armas una actividad habitual.
A diferencia de la figura básica, en este caso se agrega la habitualidad en
la entrega de armas, y ello significa la repetición de las conductas típicas.
En el cuarto párrafo del inciso 4, se agrega la pena de inhabilitación espe-
cial absoluta y perpetua y multa de diez mil pesos si el autor de las conductas
del inciso 4 del art. 189 bis fuera una persona que tuviera autorización para la
venta de armas de fuego.
$48 Según el régimen legal de tenencia y autorización de armas, sólo un mayor de 21 años
podría estar autorizado a tenerla, Por ello, algunos autores consideran que la ley penal
debería referirse en esta agravante a la entrega del arma a un menor de 21 y no de 18,
Ver DE LANGHE, ob. cit., p. 482.
822 Es decir que, para nuestro Código Penal actual, es más grave dar un arma de fuego a
un menor que dejar ciego al vecino.
652
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
653
GONZALO JAVIER MOLINA
seguridad del tránsito fue agregada en el año 2008 por la Ley N* 26.362 que
agregó también el art. 193 bis con una figura penal que se vincula a la seguridad
del tránsito. De este modo, el capítulo lleva actualmente el nombre de “Delitos
contra la seguridad del tránsito y de los medios de transporte y de comunica-
ción”. Luego, en el año 2017, la figura del art. 193 bis sufrió una modificación.
Se tratan aquí una serie de figuras de peligro que pretenden proteger los
bienes jurídicos mencionados.
A. FIGURA BÁSICA
Se trata de una figura de peligro concreto, ya que se exige que se ponga en
peligro la seguridad de una nave, construcción flotante o aeronave.
La conducta típica es cualquier acto que ponga en peligro las naves, ae-
ronaves o construcciones flotantes y que, a la vez, derive en un peligro para la
seguridad común.
La nave es una embarcación de desplazamiento acuático, cualquiera sea
su medio de propulsión, destinada al transporte de personas o cosas. Aeronave
es todo aparato que se mueve en el aire y destinado al mismo transporte.
654
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
Construcción flotante es todo aparato que está destinado a flotar en las aguas
trasladándose por ellas o permaneciendo anclado, y que no están destinados
al transporte, sino a otros servicios. Por ejemplo: dragas, grúas, plataformas.
No es necesario que estén afectadas al uso público, ni importa quién sea su
dueño, lo que caracteriza al delito es el peligro común, y no la propiedad. Si es
necesario que los objetos estén actualmente destinados a prestar servicios. No
sería delito la realización de esos actos sobre naves o aeronaves varadas o fuera
de servicio. Tampoco es indispensable que la nave o aeronave esté prestando
el servicio en el momento exacto en que se produce el acto.
Es necesario que se configure el peligro para la seguridad del medio de
transporte. Ese peligro puede ser para el medio mismo (ejemplo: explosión en
un barco) o para las personas que viajan en él (ejemplo: gases tóxicos en un
avión que pueda afectar a los pasajeros) aunque no dañe la estructura de la nave.
Es un delito doloso, y por ello el autor debe saber que realiza esa acción
u omisión con el resultado que ello implica de peligro para la seguridad de
la nave, aeronave o construcción flotante. El texto menciona la expresión: “a
sabiendas”, lo cual genera una discusión en relación a su significado. Para
algunos eso implica que el delito sólo se podría cometer con dolo eventual, En
rigor de verdad, la expresión “a sabiendas” hace referencia a saber o conocer
los elementos objetivos del tipo penal que son, entre otros, la puesta en peligro
de la nave, como consecuencia de su acción. Por ello, entiendo que no necesa-
riamente debe exigirse aquí dolo directo, sino que bastaría con dolo eventual
de parte del autor. Bastaría que el autor se represente que, como consecuencia
de su acción, surgirá el peligro para la nave.
El problema que presenta esta figura (igual que las agravantes de los párra-
fos siguientes del artículo) es cómo se diferencia de las tentativas de homicidio.
La cuestión es la siguiente: si el autor del delito del art. 190 debe actuar
con dolo, entonces ese dolo, ¿no es ya un dolo de homicidio? ¿cómo podría
una persona que coloca una bomba en un avión que está a punto de despegar,
representarse el peligro para la seguridad común, pero a la vez, no representarse
la muerte de todas o algunas de las personas que van en ese avión?
El problema es, nuevamente aquí, el de la relación de los delitos de peligro
con sus respectivas figuras de lesión.
B. LAS AGRAVANTES
Entre los párrafos segundo y tercero del artículo 190 se agravan las penas
del delito si se produjeren distintos resultados: naufragio, varamiento o desastre
aéreo (párrafo 2), lesión a una persona o muerte de alguna persona (párrafo 3).
655
GONZALO JAVIER MOLINA
Está claro que, cualquiera sea el resultado, es necesario que exista una
relación de causalidad y de imputación objetiva. Ahora bien, la cuestión es
a qué título subjetivo deben imputarse esos resultados. Como señalamos al
referirnos a la figura básica ¿es posible que el autor se represente la acción que
realiza más el peligro concreto de la nave o aeronave, con el peligro común
que ello genera, y no se represente también la posibilidad de muerte, lesiones
o desastre aéreo o naufragio?
La cuestión, en otros términos, sería, toda conducta de la figura básica del
art. 190 ¿no es ya una tentativa de homicidio? Y si así fuera, ¿no debería apli-
carse ya la pena de la tentativa de homicidio (que es mayor) en vez de la pena
del art. 190? Y si consideramos que existe una agravante para el homicidio (art.
656
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
82 Debemos aclarar que el bien jurídico protegido en este título es la seguridad pública.
Ese mismo bien jurídico es el que se protege con la figura básica del art. 190, Sin
embargo, las agravantes por la producción de lesiones o muerte, ya protegen también
la vida o integridad física. Y es ahí donde se superponen con las figuras de homicidio
o lesiones ya previstas entre los delitos contra las personas,
657
GONZALO JAVIER MOLINA
resultado debería tener. Y si es así, ese dolo eventual ya es suficiente para im-
putar esa figura (homicidio, lesiones o daño)** a título de dolo.
También sería cuestionable que se pudiera llegar a la pena prevista en el
art. 190, tercer párrafo (10 a 25 años) si se tratara de un concurso entre la figura
básica del art. 190 y el art, 84 C.P.** Ésta es la argumentación de algún sector de
la doctrina penal para sostener que no basta con la culpa en relación al resultado
muerte o lesiones para aplicar el art. 190 tercer párrafo, sino que debe existir,
por lo menos dolo eventual respecto a esa muerte. De este modo, si el autor
tuviera dolo eventual en relación al resultado muerte sólo se imputaría el art.
190. En cambio, si el autor tiene dolo directo en relación a la muerte, entonces
se aplicaría el art. 80 inc. 5.4%
Parece más razonable esta última posición, para respetar el principio cons-
titucional de culpabilidad (proporcionalidad de las penas), ya que un concurso
(incluso real) entre el art. 84 y el 190 primer párrafo, nunca llegaría a la pena
que tiene el 3? párrafo del art. 190 en casos de muerte.
La otra opción sería imputar el art. 190 en todos los casos en que el autor
tenga un dolo de síndrome de riesgo, es decir que se representa el riesgo abierto
en relación a la muerte de alguna persona. En cambio, se debería aplicar el art.
79 (o 80 inc. 5) cuando al momento de realizar la conducta se representa el
riesgo concreto para la muerte de alguien como consecuencia de su acto.
853 El daño en caso de naufragio, varamiento o desastre aéreo, Vale aclarar que en relación
a esta agravante del segundo párrafo del art. 190 no habría mayor problema, ya que
la pena del delito de daño no alteraría la que ya le corresponde al autor por el art. 190
segundo párrafo.
El problema es más complejo en relación a los casos de resultado muerte, ya que las
penas del homicidio en grado de tentativa serian más graves que las del art. 190 primer
párrafo. Igualmente, la pena del art. 80 inc. 5 sería mucho más grave que la prevista
en el 190 tercer párrafo en relación a la muerte.
854 Parecería la posición de ZAFFARONLALAGIA-SLOKAR, en Derecho Penal. Parte
General, Ed. Ediar, Bs, As., 2000, p. 539.
$55 Ésta es la posición de DONNA, ob. cit., p. 147.
658
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
856 El trenes un conjunto de elementos rodantes (convoy) arrastrado por una máquina o
locomotora que circula exclusivamente por vía férrea y que está destinado al tránsito
ferroviario. Se entiende incluido en el concepto, el tren subterráneo.
Otros ejemplos podrían ser los casos de huelga o protesta que interrumpan la salida
o circulación del tren, pero sin que ello implique un riesgo o peligro para personas O
bienes.
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$58 En este sentido, por ejemplo, Creus, que parece entender que en todos los supuestos
de detención de un tren existiría —al menos— un peligro abstracto para el bien jurídico.
Ver CREUS, Derecho Penal. Parte Especial, T. 2, 3? edición, Ed. Astrea, 1999, p. 41.
88% — Enesta posición, MOLINARIO-AGUIRRE OBARRIO, en Los Delitos, T, MIL, Ed, Tea,
Bs. As., 1999, p. 84. Allí sostienen que: “Creo, pues, que es necesario que la acción de
detener o entorpecer la marcha del tren ocurra dentro de un cuadro de circunstancias
que origine el peligro común, es decir que hay probabilidades de que ocurra choque,
descarrilamiento, etc.”.
También es la postura de DONNA, ob, cit., p. 152, donde sostiene: “es necesario volver
arecordar que las acciones referidas deben ocurrir dentro de un cuadro de circunstancias
que origine el peligro común, pues la protección jurídica, de acuerdo a lo explicado al
inicio de este capítulo, recae sobre la seguridad común del medio de transporte”.
660
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
$61. Entre otros, DONNA, ob. cit., p. 158, exigiendo un peligro concreto. También CAS-
TELL I, Germán, en Código penal y sus normas complementarias, (Baigún-Zaffaroni,
Directores), T. 8, p. 658.
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
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conductas en la vida social. Éste es un ejemplo más del uso demagógico del
derecho penal, ya que, si bien es cierto que en nuestro país se producen mu-
chas muertes y lesiones por accidentes de tránsito, hay otras obligaciones de
parte del Estado, antes que acudir a lo más fácil e ineficaz, que es el aumento
de las penas o creación de nuevas figuras penales.*” Tengamos en cuenta que
la conducta ya estaba (y sigue estando) prevista en la mayoría de los códigos
contravencionales como una falta. Si pese a ello, se siguen cometiendo, no hay
muchos argumentos para pensar que dejarán de cometerse por el hecho de que
se eleve la conducta a la categoría de delito,
Figuras similares existen en otras legislaciones, por ejemplo, en el Código
Penal español, art. 381.1, la llamada conducción temeraria
**
867 Como hemos señalado al comentar el art, 84 bis C.P., se debería pensar en la creación
de nuevas rutas, mejorar las ya existentes, como asi también el estado de las calles,
semaforización, control de tránsito efectivo, educación vial, etc., como medidas ele-
mentales para evitar muertes y accidentes de tránsito.
868 — El art. 381.1. del Código Penal español establece: “El que condujere un vehículo a
motor o ciclomotor con temeridad manifiesta y pusiera en concreto peligro la vida o la
integridad de las personas, será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos
años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo
superior a uno y hasta seis años”.
862% Comúnmente denominadas “picadas”.
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
El texto se refiere tanto a los medios de transporte (por tierra, agua o aire) y
a los servicios públicos,”* sean estatales o concesionados a empresas privadas.
El objeto de la acción puede ser tanto los medios de transporte (vehículos,
trenes, barcos, aviones) como las instalaciones necesarias para prestar el servi-
cio (estaciones, terminales, aeropuertos) y los elementos o lugares por donde
funcionan esos medios de transporte o servicios (rutas, calles, tuberías).
Es un delito de resultado, y es necesario que se impida, estorbe o entor-
pezca el servicio.
El mismo texto legal establece que no es necesario “crear una situación
de peligro común”, con la intención de diferenciar esta figura de las anteriores,
en las cuales sí se exige como requisito la afectación concreta al bien jurídico
seguridad pública.
Esto genera en la doctrina penal argentina una discusión respecto a los
requisitos que exige el tipo penal para su configuración, y, en definitiva, respecto
a cuál es el bien jurídico protegido. El problema se ha hecho evidente a partir
de una gran cantidad de casos de interrupciones de las vías de comunicación.*”*
Según un sector de la doctrina penal, el bien jurídico protegido por este
delito es el “normal funcionamiento de los servicios y transporte públicos”.
Siendo así, entonces, no sería necesario que la conducta afecte a la seguridad
común o seguridad pública para que se consume, tal como lo menciona el texto
expresamente. Desde este punto de vista, los casos de cortes de ruta o calles
podrían ser conductas típicas.*”*
667
GONZALO JAVIER MOLINA
Esta idea fue sostenida inicialmente por Eugenio ZAFFARONTI, en “El derecho penal y
De
668
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
poder punitivo estatal que criminalice estas conductas revelaría una actitud irracional
y desproporcionada” (Ob, cit., p. 71).
669
GONZALO JAVIER MOLINA
882 Por ejemplo: el abandono de su puesto de parte del mozo del restaurante un buque no
significa un peligro, y por eso no sería delito.
CASTELLI (ob. cit., p. 752) indica que se trata de un delito de omisión impropia de
personas en posición de garantía, La confusión tal vez proviene de considerar que son
delitos de omisión impropia, todos aquéllos de omisión con “posición de garantía”.
Como ya hemos señalado, lo que caracteriza a una figura como de omisión impropia no
es la omisión de un sujeto indicado por la ley. Lo característico de la omisión impropia
es la imputación de un resultado típico a una omisión que no ha causado ese resultado,
como si el omitente lo hubiera causado. Para ello es necesario la verificación de los
seis elementos característicos de la omisión impropia.
Pero en el caso del art, 195 C.P no se exige ningún resultado típico que pueda vincularse
con una omisión, sino que basta con que los sujetos que menciona el texto, abandonen
sus puestos de servicio,
La figura que analizamos tiene, en este sentido, una similitud con otras figuras que ya
vimos, como, por ejemplo, el delito de incumplimiento de deberes de asistencia familiar
(art, 19 Ley N* 13.944). Se trata de omisiones (simples) de ciertos sujetos señalados
por la ley, y no se requiere la producción de un daño efectivo para el bien jurídico
protegido.
88% Elanálisis de este caso es igual al que se hace en el ámbito de las posiciones de garantia
por asunción voluntaria de riesgo, Lo que caracteriza a esta posición de garante no es el
mero hecho de comenzar a salvar o prestar la ayuda, sino que, con ese acto, se impide
que otro asuma esa función.
670
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
$5 — El resultado debe ser de los mencionados en los arts. 190 o 191: descarrilamiento,
naufragio, varamiento de nave, desastre aéreo.
671
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La figura del Código Penal original tuvo una modificación en el año 2008,
que agregó la expresión “o de otra naturaleza”. De esta forma se protegen
medios de comunicación más modernos, como los informáticos o electrónicos.
En el primer supuesto, la conducta típica es interrumpir o entorpecer la
comunicación telegráfica, telefónica o de otra naturaleza.
En el segundo supuesto, la conducta típica es resistir violentamente el
restablecimiento de la comunicación interrumpida. Esta modalidad tiene la
estructura de una “interrupción de curso causal de salvamento”, ya que se
presupone que existe una comunicación interrumpida y que alguien intenta
restablecerla. Es necesario en este caso que quien resiste ese restablecimiento,
lo haga con violencia en las personas.
Es un delito doloso en sus dos modalidades.
672
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
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doctrina penal considera que es posible cometer el delito sin usar otro buque.**"
La ley se refiere al mar o ríos navegables.
También se hace referencia a la falta de autorización de alguna potencia
beligerante o excediendo sus límites. Se hace esta aclaración en el texto legal, ya
que si el sujeto actuaba con dicha autorización (generalmente los corsos), esos
actos eran considerados acción bélica. Es un delito doloso, y ello presupone el
conocimiento de los elementos objetivos del tipo por parte del autor.
En el inciso 2, se establece el delito de piratería aérea, En este caso, las
conductas indicadas en relación al inciso 1, se producen en una aeronave y
durante los momentos indicados: en vuelo o mientras realiza operaciones in-
mediatamente anteriores al vuelo.
En el inciso 3 se trata la llamada “piratería impropia” o usurpación de
mando. La conducta la realiza quien quita la autoridad o mando de una aeronave
o buque a la persona que tiene legalmente esa autoridad. Los medios en este
caso son: la violencia, intimidación o engaño.
Es un delito doloso que exige un elemento subjetivo especial: el fin de
apoderarse del buque o aeronave o disponer de las cosas o personas que lleva.
No es necesario que se llegue a lograr esa finalidad. Sólo basta con que el autor
realice las conductas de quitar la autoridad con esa finalidad específica.
En el inciso 4 está prevista la connivencia con piratas. La conducta típica
es entregar a piratas un buque o una aeronave, o su carga o lo que perteneciere
a su pasaje o tripulación.
En el inciso 5 se sanciona la oposición a la defensa contra piratas. La figura
tiene una estructura similar a la interrupción de cursos de salvamento." Es
necesario el uso de violencia o amenazas como medio para cometer el delito,
y que el acto se dirija especificamente contra el comandante o la tripulación
que defiendan el buque o aeronave atacado por piratas.
En el inciso 6 se sanciona la conducta de equipar un buque o aeronave,
destinado a la piratería. Se trata de una conducta preparatoria al acto de piratería
882 Por ejemplo: un grupo de personas que van viajando en el mismo barco, realizan los
actos descriptos en el texto legal contra la tripulación del buque. A esta modalidad se
llama “motín a bordo”, ver MOLINARIO-AGUIRRE OBARRIO, ob. cit., T. II, p. 98.
R00
Se asemeja a las figuras del art, 188 (segundo párrafo) y 197 última parte, en cuanto a
su estructura. Se trata de tipificar como delitos autónomos las conductas con tendencia
a la destrucción de medidas de protección o salvamento de bienes jurídicos.
674
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
propiamente dicha, y por ello alejada de la lesión efectiva al bien jurídico prote-
gido, sin embargo, la ley le aplica la misma pena que en las conductas anteriores.
En el inciso 7 se pena el auxilio o tráfico con piratas. Trafica el que co-
mercia con piratas o recibe la producción de sus actos para introducirlas en el
comercio o lograr su venta. Suministra auxilio el que le otorga ayuda al pirata,
mediante el aporte de medios económicos, o ayudándolo de cualquier modo.
En este último caso (auxilio) se trata de una excepción a las reglas de par-
ticipación criminal, ya que, de no existir esta disposición legal, las conductas
se regirian por los arts, 45 y siguientes del Código Penal, incluso por las reglas
del delito de encubrimiento.
675
GONZALO JAVIER MOLINA
Entre los artículos 200 a 208 se prevén distintas figuras que pretenden
proteger lo que se llama salud pública. El capítulo lleva como subtítulo: “En-
venenar o adulterar aguas potables o alimentos o medicinas”, lo cual se refiere
solamente a los artículos 200 y 201, ya que los siguientes —si bien protegen la
salud pública—se refieren a otro tipo de conductas muy diferentes a envenenar
aguas y alimentos.*”
Se entiende por salud pública la salud de un conjunto de personas, es decir
la salud individual de un grupo de personas lo suficientemente amplio para ser
definido como una colectividad.
Veremos en el capítulo distintas figuras vinculadas a proteger esa salud
pública, y que se refieren al envenenamiento o adulteración de agua potable,
sustancias medicinales o alimenticias (arts. 200 a 201 bis), la propagación
de enfermedad peligrosa (arts. 202 y 203), suministro infiel y producción no
autorizada de medicamentos (arts. 204 a 204 quinquies), violación de medidas
adoptadas para impedir la propagación de epidemia (art. 205) violación de reglas
de policía sanitaria animal (art. 206) y ejercicio ilegal de la medicina (art. 208).
Debemos aclarar que en leyes penales especiales se establecen también
distintas figuras que atentan contra la salud pública: en la Ley N? 23.737 los
delitos vinculados a estupefacientes, en la Ley N* 24.051 delitos de contami-
nación del medio ambiente y en la Ley N* 24.827 la incorrecta rotulación de
alimentos para celíacos.
829 Indica Molinario que se trata de un error tipográfico, ya que el proyecto de 1906, que
es la fuente de este capítulo, tenia como título general “Delitos contra la salud pública”,
Luego, tenía un subtítulo referido a cada artículo, lo cual fue suprimido por el proyecto
Moreno. Por error quedó el subtítulo para todo el capítulo, que debía referirse sólo al
art. 200 (Ver MOLINARIO, ob, cit., p. 110).
676
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
892
Como ocurre con muchas figuras del Código Penal, hubo muchas otras modificaciones
en su historia. Entre ellas, la que agravaba la conducta cuando se cometiera con “fines
subversivos”, en cuyo caso, se preveía la pena de muerte (Texto según Decreto ley
21338/76).
893
Según el código alimentario nacional (art. 982): “Con las denominaciones de Agua
potable de suministro público y Agua potable de uso domiciliario, se entiende la que
677
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678
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
815 — Enelart. 77 del Código Penal se define a las mercaderías como “toda clase de efectos
susceptibles de expendio”.
679
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4. AGRAVANTES
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
art. 79 o incluso el art. 80 agravado por uso de veneno o por un medio idóneo
para generar peligro común (incisos 2 y 5 del art. 80).
¿Cómo distinguir entonces, cuándo aplicar esta figura agravada del art. 201
bis y cuándo aplicar las que corresponden al homicidio agravado? Lo mismo
podría decirse en caso de que no se produzca el resultado muerte de alguien.
Igualmente deberíamos pensar en la posibilidad de imputar el art. 80 (inc. 2 o
5) en grado de tentativa.
Si se produjeran lesiones graves o leves, tal vez no exista un problema, ya
que las penas que prevé el art. 201 para esos resultados es similar o igual a las
previstas por los artículos 90 y 91 con las agravantes del 92.
De modo que el problema se limita a los casos de muertes (art. 201 bis)
o cuando, aun sin producirse el resultado muerte, el autor se representó la
posibilidad de muerte de alguien (art. 200 o tentativa de homicidio agravado).
La doctrina tradicional en nuestro país ha propuesto la interpretación de
esta agravante como un delito preterintencional: el resultado muerte es impu-
table a título de imprudencia. El problema para aceptar esta interpretación es
que, si se admite que los homicidios se cometan también con dolo eventual, y
si se admiten las tentativas también con dolo eventual, entonces quien comete
la conducta del art. 200 ya tiene dolo de homicidio. Si se produce el resultado
muerte, ya tiene dolo del homicidio agravado.
Otro sector de la doctrina penal** propone aplicar el art. 201 bis cuando
hay culpa o dolo eventual respecto a la muerte. En cambio, si hay dolo directo
de matar (a una o más personas) utilizando veneno, entonces se debería aplicar
el art. 80 (homicidio agravado).
El problema de esta interpretación es que no habría motivos para pensar
que el art. 80 sólo se aplicaría con dolo directo, también es aplicable con dolo
eventual. Pero, además, la doctrina penal actual ha demostrado que no necesa-
riamente el dolo directo es más grave que el dolo eventual. Lo que caracteriza
y determina el dolo es el conocimiento, y no la voluntad.
508
DONNA, ob. cit., T. IEC, p. 215. Aclara este autor, además, que la muerte a título
culposo no se podría imputar por el principio de proporcionalidad de las penas. Según
este autor, y como lo señala en relación a otras figuras que presentan problema similar,
la sumatoria de la pena del art. 200 más el homicidio culposo jamás daría la pena de
10 a 25 años que es la prevista en el 201 bis.
Considero que en este punto tiene razón Donna, Pero también existe el problema de
cómo podemos aceptar que quien sabe que envenena aguas potables con peligro para
la salud humana no se represente (al menos dolo eventual) la muerte de esas personas,
681
GONZALO JAVIER MOLINA
Por ello, lo mejor sería nuevamente debemos señalarlo— excluir del Código
Penal estas agravantes por la producción del resultado, y resolver los casos por
las reglas del concurso de delitos.
Es un delito de peligro que protege la salud pública. El texto actual del art.
202 coincide con el original del Código Penal.
A. CONDUCTA TÍPICA
La conducta típica es propagar una enfermedad peligrosa y contagiosa.
Propagar significa “hacer que algo se extienda o llegue a sitios distintos de
aquel en que se produce”. Es necesario que el autor, mediante una conducta
determinada, multiplique, incremente o extienda una enfermedad de la men-
cionada en el tipo penal.
No debe confundirse la expresión propagar con contagiar. En el caso
del contagio, es necesario que el autor transmita la enfermedad con su propio
cuerpo mediante el contacto con otra persona. En cambio, en el caso de la pro-
pagación, el concepto es más amplio, y comprende el contagio, pero también
otras conductas en las que el autor, sin portar la enfermedad, pueda multiplicarla
por cualquier vía.
Es necesario que la propagación tenga potencialidad para abarcar a una
gran cantidad o a un número indeterminado de personas como destinatarios,
aunque la conducta sea una sola. Por ejemplo, inocular un virus en un tanque
de agua potable que va a ser tomada por una cantidad de personas.
682
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
$99 Ésta es la posición de SOLER, ob, cit., p. 660, donde sostiene: “No se comprende, en
efecto, cómo ha de considerarse consumado este delito mientras no se haya enfermado
alguien”,
También MOLINARIO, ob. cit., T. TIL p. 123.
900 Enesta posición, GARAVANO-ARNAUDO, ob, cit., p. 151.
683
GONZALO JAVIER MOLINA
C. TIPO SUBJETIVO
Es un delito doloso, por ello el autor debe saber que está propagando una
enfermedad peligrosa y contagiosa.
El problema podría surgir si se compara la figura con el delito de lesiones o
incluso la muerte provocada por la enfermedad. En este caso, no existe agravante
por el resultado muerte, como en el supuesto del art. 201 bis. De manera que,
si se produjere el resultado muerte de alguna o algunas personas contagiadas,
la conducta podría concurrir con el homicidio culposo o doloso, según el autor
se haya representado o no el riesgo de muerte concretamente de alguien.
6. FIGURAS CULPOSAS
684
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
201 Se puede ver una evolución del tratamiento de estos delitos en los distintos antepro-
yectos de reformas del Código Penal Argentino, en MOLINA, Gonzalo, “El delito de
propagación imprudente de enfermedad (art, 203 C.P.)”, en Covid-19 y Derecho Penal,
Editorial Contexto, Resistencia, 2020,
22 Siel error de tipo fuera invencible, entonces se excluirá la forma dolosa y también la
forma culposa del art, 203, la conducta será atípica,
685
GONZALO JAVIER MOLINA
sostuvo que el art. 203 sólo sería aplicable al art. 200 y al 202, cuando exista
culpa del autor, pero que el art. 201 nunca podía cometerse en forma culposa.
Esa posición no es correcta, ya que es obvio que, tratándose de la figura
culposa, no se exigirá que el autor oculte la nocividad del producto.” También
se puede cometer la conducta del art. 201 con culpa. Ejemplo: el comerciante
que pone en venta cajas de leche vencidas, que resultan peligrosas para la salud
de las personas, habiéndose equivocado (error imputable a él mismo) respecto
a la fecha de vencimiento.
En resumen, el art. 201 también podría cometerse en forma culposa.
Esta figura (básica) del art. 203 presupone la no existencia de un resultado
muerte, y que tampoco se produzca el resultado lesiones, ya que, de producirse
esos resultados, se aplicaría la agravante que prevé la última parte del artículo,
elevando la sanción a pena de prisión y no ya de multa.
Esta aclaración no vale respecto al delito del art. 202, ya que, en ese caso,
como vimos, sí es necesario que resulte una persona enferma (lesión). La agra-
vante por lesión del art. 203, en el caso de propagación culposa de la enfermedad,
sólo sería aplicable si el resultado es lesión gravísima?” o muerte, ya que para
la figura básica de la primera parte del art. 203, sería necesario que alguien se
enferme por esa enfermedad peligrosa para las personas.
Cabe observar que éste era el tratamiento expreso que se daba al tema en
el anteproyecto de Código Penal 2013 en el art. 194 inc. 6, según el cual sólo
se aplicaba la agravante por el resultado muerte o lesiones gravísimas para una
o más personas.”
93 Sostiene al respecto Fontán Balestra: “Apenas si es necesario aclarar que las exigencias
subjetivas específicas que hemos visto para los artículos 201 y 202, no rigen para las
formas culposas, con las que son conceptualmente incompatibles”. FONTÁN BALES-
TRA, Carlos, Tratado de Derecho Penal, Y. VI, Ed. Lexis Nexis-Abeledo Perrot, Bs.
As., 2003, p. 318.
904
Creus, uno de los autores que exigen daño (enfermedad) en la figura del art, 202 para
su consumación, sostiene que la agravante culposa por lesión del art, 203 no se aplica
en el caso del art, 202, CREUS, Derecho Penal. Parte Especial, T. 2, Ed. Astrea, Bs.
As., 1999, p. 77.
205 — El art. 194 en el inciso 3 del anteproyecto 2013 sancionaba a “quien propagare una
enfermedad contagiosa generando riesgo de epidemia”, Luego, en el inciso 6, indicaba:
“Si los hechos del presente artículo se cometieren por negligencia o imprudencia se im-
pondrá pena de multa de cincuenta a cuatrocientos días. Si resultare la muerte o lesiones
gravísimas para una o más personas, se impondrá también prisión de dos a doce años”,
686
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
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688
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
689
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A. ANTECEDENTES DE LA FIGURA
220 La Ley N? 26.524 es del año 2009, Anteriormente habia sido modificado el monto de
la multa por Ley N* 24,286 (año1993).
a11
En el art, 204 ter sólo se hablaba de expendio. Además, se hacía referencia a medica-
mentos y no a sustancias medicinales. Como ya aclaramos, esta última expresión es
más amplia que medicamentos.
912 Enesta posición, FONTÁN BALESTRA (ob. cit., p. 323), argumentando desde las
penas previstas. Según Fontán Balestra, siendo la pena tan reducida en relación a la
figura del art. 204, sería imposible pensar que por el sólo hecho de ser una participación
(por omisión impropia) en aquel delito, se pueda disminuir la pena de esa forma. Por
eso proponía interpretar la figura como culposa.
213 En esta posición, Aguirre Obarrio, en MOLINARIO-AGUIRRE OBARRIO, ob. cit.,
p. 131. También CREUS, ob. cit., p. 83.
690
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
bastaría con el dolo eventual que es el que se asocia con el “saber” o conocer
los elementos objetivos del tipo penal.
Es un delito de omisión impropia, no de omisión simple como interpretan
algunos.”* En este caso, se trata de una figura de omisión impropia escrita y
como tal no se puede cuestionar su constitucionalidad, ni siquiera por parte de
aquellos autores que lo hacen respecto a todas las figuras de omisión impropias
no escritas.
La forma de redactarse la figura en cuestión nos indica que se trata de un tipo
penal de omisión impropia. Se trata del incumplimiento de ciertas obligaciones
del sujeto especialmente indicado como garante, y por cuyo incumplimiento se
permite o posibilita la producción del resultado mencionado en el art. 204.” Es
obvio que esta vinculación entre la no realización de la acción debida y el resultado
típico, debe ser analizado como el nexo de evitación que se exige en estos delitos.
La posición de garantía está claramente expresada en el texto: “el que
tiene a su cargo la dirección, administración, control o vigilancia de un esta-
blecimiento destinado al expendio, almacenamiento, distribución, producción
o fabricación de sustancias medicinales”.
El resultado es el descripto en el artículo 204: que se suministre a una
persona sustancias medicinales en especie, calidad o cantidad que no correspon-
diere según receta médica, o diversa a la declarada o convenida o excediendo
las reglamentaciones para el reemplazo, o sin exigir la presentación de receta,
o sin archivarla.
Los elementos de la omisión impropia: la situación típica, la no realización
de la acción debida, la posibilidad material, el resultado, el nexo de evitación
y la posición de garantía, deberán analizarse como en toda figura de omisión
impropia.
Es interesante el planteo que hacía Fontán Balestra, defendiendo la inter-
pretación de la figura como culposa, argumentando que no se podría admitir que
la realización del mismo delito del art. 204 (pero ahora por omisión impropia)
tuviera una pena tan disminuida en relación a la prevista en aquel artículo.
691
GONZALO JAVIER MOLINA
Será reprimido con prisión de seis meses a tres años el que sin
autorización vendiere sustancias medicinales que requieran
receta médica para su comercialización.
226 — Yanosreferimos a ellas, por ejemplo, al analizar los delitos contra la libertad. Ejemplo:
art, 144 quater, inc. 1.
692
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
Al igual que en uno de los supuestos del art. 204, aquí es necesario que se
trate de sustancias medicinales que requieran receta médica para su comercia-
lización. No importa si el comprador tiene la receta, ya que lo prohibido es la
venta de parte de quien no está autorizado, de esos productos especificamente.
No hace falta que se dañe la salud de nadie, es un delito de peligro abs-
tracto. Del solo acto de vender en esas condiciones, la ley supone que existe
un peligro para la salud pública.
Al tratarse de un delito doloso, el autor debe saber que no tiene autorización
para vender sustancias medicinales que requieran receta médica.
217 Porejemplo, sería violar un mandato si la autoridad obliga a las personas a vacunarse
y el sujeto no lo hace.
En cambio, sería violar una prohibición si la autoridad dispone la prohibición de salir
de sus hogares y el sujeto sale sin autorización.
693
GONZALO JAVIER MOLINA
Se trata de una ley penal en blanco, ya que el texto del art. 205 remite a
las medidas que adopte la autoridad competente. Por ello, se ha discutido en
algún momento en nuestro país, la constitucionalidad de esta figura penal,”*
por la posible afectación al principio de legalidad en su forma de ley escrita.
Si bien es cierto que este subprincipio de ley escrita obliga al dictado de la
ley penal con ciertas formalidades, entre las que se encuentra el dictado por parte
del poder legislativo, también es cierto que estas leyes penales en blanco son la
excepción. Y serán consideradas constitucionales, en la medida en que esté esta-
blecido en la ley el marco de la conducta típica y la sanción penal, Si el legislador
necesita acudir a la “autoridad competente” para el dictado o complemento de
esa norma penal, es porque no tiene otra opción que dejar ese complemento a una
autoridad que de manera más ágil y con más conocimiento de la situación, pueda
definir cuáles son las conductas apropiadas en cada lugar y momento para evitar
la propagación de una epidemia.”” De modo que no se puede decir en abstracto
que una ley penal en blanco sea inconstitucional, y además, en el caso particular
del art. 205 no se puede decir que sea inconstitucional. Sin embargo, sí se podría
cuestionar por inconstitucional una norma que para evitar una determinada epi-
demia imponga a los ciudadanos una conducta totalmente irracional o inadecuada
para combatir o evitar esa epidemia. Pero entonces, el límite es la racionalidad,
como en toda norma jurídica. Sería inconstitucional (por irracional) una dispo-
sición de autoridad competente que no tenga ninguna vinculación o explicación
científica para evitar la epidemia de que se trate.
No se consideran en el tipo penal los consejos o recomendaciones que se
hagan incluso por organismos estatales para evitar la epidemia, pero que no
son medidas adoptadas obligatoriamente para impedir la propagación de la
enfermedad. Por ejemplo: la recomendación de lavarse las manos con jabón
tantas veces por día.
218 Fue Malagarriga quien primero cuestionó la constitucionalidad de esta figura penal, ya
que se delega en otras autoridades, distintas al Congreso nacional, el complemento de
la norma penal. (Ver MOLINARIO-AGUIRRE OBARRIO, ob. cit., p. 133). En la obra
señalada en defensa de la constitucionalidad del art. 205 se indica que: “El presupuesto
de la epidemia no admite dilación, y de no operar en esta forma, los virus y microbios
acabarían con los intérpretes, los jueces y quienes recurren por inconstitucionalidad”.
212 — Porejemplo: si no se sabe cómo se transmite el Covid-19, o ni siquiera se sabe de su
existencia al momento de dictar el Código Penal o una ley penal especial, entonces
será necesario que el legislador adopte esta técnica legislativa y se remita a la actividad
complementaria de otra autoridad que complete esa norma, una vez que se conozcan
los mecanismos científicos para combatir o evitar la epidemia,
694
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
El delito es doloso, y es necesario que el autor sepa que está violando una
medida impuesta para evitar la introducción o propagación de una pandemia.
Por esto es muy importante la difusión de parte de las autoridades de las
medidas que se tomen para evitar la pandemia.
Se consuma el delito con la realización del acto prohibido, independien-
temente de que alguien se haya contagiado o enfermado efectivamente. En la
opinión de la mayoría de la doctrina penal, no hace falta un peligro concreto,
porque lo entienden como una figura de peligro abstracto. En minoría, otro
sector” considera que no puede existir un delito sin peligro concreto, y por ello,
será necesario también en el caso de esta figura que se haya puesto en peligro
concreto el bien jurídico.
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la norma en cada caso particular. Ya Rodolfo Moreno”” sostenía que debía darse
este requisito de abuso, y actualmente la mayoría de la doctrina así lo exige.?**
El texto actual es igual al texto original del Código Penal. Se pretende evitar
que personas que no tienen preparación académica o con los conocimientos
científicos suficientes se dediquen al tratamiento de una enfermedad o dolencia
humana, actuando en reemplazo de los facultativos médicos.
Como se señalaba en la exposición de motivos original, la intención de
la norma es evitar que ciertas personas que no tienen el título de médicos o
profesionales de la salud, causen mayores daños a la salud de las personas,
23 Sostenía Moreno: “El abuso de la función, arte o profesión concurren cuando el agente
se sirve de uno u otra para cometer el delito, siendo lógico que, en caso de abuso, se le
impida el ejercicio como castigo, a fin de impedirle la repetición del hecho” (MORENO,
ob. cit., p. 407).
24 Soler, Núñez, Fontán Balestra, Citados por GARAVANO-ARNAUDO, ob. cit, p. 252,
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pero también evitar que las conductas de esos sujetos impidan acudir a los
profesionales que deben atender esos casos.”*
B. EL DELITO DE CURANDERISMO
En el inciso 1 se prevé la conducta de “curanderismo”. Las acciones típicas
en este caso son: anunciar,** prescribir?" administrar? y aplicar? de modo
habitual, cualquier medio destinado al tratamiento de enfermedades humanas.
25 “El curanderismo, en todas sus formas, es uno de los peores enemigos de la salud, a la
vez que un medio inicuo de explotación; lo primero, porque cuando no precipita la muerte
con procedimientos absurdos y antihigiénicos, deja avanzar las enfermedades mediante
el empleo de medios completamente pueriles e innocuos; lo segundo, porque aprovecha
del sufrimiento y del dolor para hacerse pagar generosamente su engaño y su mala fe”
(Exposición de motivos del proyecto de 1906, en MORENO, ob. cit., p. 408).
Anunciar es divulgar, proclamar u ofrecer a personas indeterminadas el tratamiento
curativo.
27 Prescribires indicar el tratamiento curativo,
28 Administrar es proporcionar el medio con el destino indicado.
22 Aplicar es ejecutar el tratamiento en el cuerpo del paciente.
250 Porejemplo: el psicólogo que receta medicamentos.
21 Porejemplo, Colegio de médicos o de odontólogos.
Con esto queda claro que el bien jurídico protegido no es la colegiación de ciertas
profesiones, sino la salud pública. Por este mismo motivo, si quien prescribe el medi-
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C. DELITO DE CHARLATANISMO”?
En el caso del inciso 2, es necesario que el autor tenga título o autoriza-
ción para ejercer el arte de curar. Por ello es un delito propio: sólo lo pueden
cometer ciertas personas,
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D. PRÉSTAMO DE NOMBRE
933
Anunciar es comunicar algo a una multiplicidad de personas, mediante publicidad.
2% Prometer la curación, sería asegurarla a una gran cantidad de personas, o de modo
público.
25 Atérmino fijo significa en una fecha cierta o en un periodo de tiempo determinado,
Serian los medios que sólo el autor conoce y mantiene en reserva,
237 Infalible sería el medio que no tiene margen de error y asegura el resultado,
238 Soler consideraba que el delito se daba solamente cuando el autor tuviera malicia, es
decir, que sepa que lo que promete no es real,
Otro sector de la doctrina (Núñez, Creus) considera que no es necesario tal requisito.
Incluso el autor que estuviera convencido de la eficacia de su tratamiento, cometería el
delito si anuncia o promete la curación a término fijo o por medio secreto o infalible.
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En realidad, no es un arrepentido, sino un delator. No es que la persona imputada que
delata a sus “cómplices” se arrepienta de nada, sino que acude a la delación para lograr
una mejor situación procesal.
Luego, esa figura, lamentablemente, se extendió (a través del art. 41 ter C.P.) a muchos
otros delitos, como si al codificador no se le hubiera ocurrido la “brillante idea” de
ofrecer esta alternativa al delincuente, a cambio de una negociación con él.
Si nunca se admitió en nuestro sistema esta figura del delator, es porque el Estado no
debe negociar con un delincuente, por respeto al principio de superioridad ética del
Estado. Claro que es más eficiente ofrecer negocios con una persona imputada, la cues-
tión es si es ético, y si, además, se respetan de esa forma los principios constitucionales
elementales del proceso penal.
Por otra parte, en la práctica el uso de esta figura se convirtió en abuso, y muchos opera-
dores judiciales la utilizan para imputar a cualquier persona que pretendan involucrar en
una causa penal cuando no tengan elementos probatorios suficientes contra ella. Siempre
habrá un imputado capaz de imputar a cualquiera con tal de obtener la libertad que se le
niega, o alguna disminución de la pena que muy probablemente se le impondrá. El pro-
blema es que si se maneja el Estado de Derecho como si fuera una empresa (en términos
de eficacia), el precio lo pagaremos en moneda de garantías resignadas.
340
Por regla general en el proceso penal, siempre se toman ciertos recaudos para recibir
una denuncia o una declaración testimonial. Entre esos recaudos, está el de la identifi-
cación del denunciante o testigo. Esto se hace para que la defensa pueda cerciorarse de
que la persona que denuncia o testifica no tenga algún interés particular en perjudicar
al imputado. Por ello mismo, se le da la posibilidad de que controle la producción de
esa prueba (testimonio o denuncia). Ahora bien, cuando se busca “eficacia” en la per-
secución penal y se renuncia a verificar la identidad del testigo o denunciante, entonces
existe una gravisima afectación al derecho de defensa, ya que la defensa y el imputado
nunca sabrán quien fue el que denunció o declaró en su contra.
Este instituto, en la práctica también ha llevado a los más insoportables abusos. A tal
punto, que en el ámbito de los delitos de estupefacientes son muy pocos los casos que
no se inician por denuncias anónimas, Para las fuerzas policiales siempre es más fácil
justificar el inicio de una causa con la excusa de un “llamado anónimo”, que justificar
como corresponde el inicio y avance de un proceso penal.
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241 Ejemplos: el que tenga estupefacientes para vender, el que los venda, el que siembre
o cultive, transporte. El que siembre o cultive plantas o guarde semillas, precursores
químicos o cualquier otra materia prima para producir o fabricar estupefacientes, El
que comercie con plantas o sus semillas, las entregue suministre, aplique o facilite, el
que facilitare un lugar donde se cometan algunas de estas conductas, etc.
Basta con leer el art. 5% de la Ley N* 23.737 para advertir la exagerada mención de
verbos típicos, que seguramente se hubieran cubierto (al menos las más importantes)
por las reglas de la participación criminal previstas en el Código Penal.
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22 Este artículo 40 modifica el art. 77 del Código Penal Argentino, incorporando entre
los conceptos que ya tenía ese artículo, el de estupefaciente.
A]
943
El artículo 5% inc. “c” se refiere también a transportar precursores químicos o cualquier
otra materia prima para la producción o fabricación de estupefacientes. Sólo analizare-
mos el transporte de estupefacientes porque es la hipótesis más común en la práctica.
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225 Además, si esta interpretación “del diccionario” fuera la correcta, entonces no existiría
la simple tenencia de estupefacientes, ya que siempre el que tiene, lo mueve de un lugar
a otro, Sería difícil pensar en un supuesto de tenencia sin mover el estupefaciente,
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2 Sería difícil justificar la pena de 4 a 15 años para quien tenga un gramo de marihuana
con la intención de venderlo a otro, No se puede decir que en ese caso exista una ver-
dadera afectación al bien jurídico salud pública, que deba sancionarse con la pena de
4 a 15 años de prisión. Comparemos el ejemplo que damos aquí, con el caso de quien
envenena aguas potables y provoca la gravísima lesión de una o más personas.
27 Sesupone que quien tiene estupefacientes en grandes cantidades, la tiene para comer-
cializar, no para consumirla.
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2% Apocotiempo de sancionarse el Código Penal, la Ley N* 11,331 agregó al art, 204 C.P,
Penal el delito de tenencia de estupefacientes. En un fallo de la Cámara de Apelaciones
en lo Criminal de Capital 17/10/30 se admitió la punición. Luego, en el año 1968, la
Ley N* 17.567, vigente hasta 1973, consideró no punible la tenencia para consumo. En
el año 1974, la Ley N* 20.771 sancionó la tenencia, sin distinguir el caso de la tenencia
para consumo personal, En relación a esa ley, un fallo de la C.S.J/N. en causa “Colavini”
(de fecha 28/03/78) consideró que era constitucional la punición de la tenencia (para
consumo personal), con fundamentos de “perfeccionismo” estatal, Luego, con otra
composición de la C.S.J.N., en la causa “Gustavo Bazterrica”, del 29/08/86, se declaró
la inconstitucionalidad de esa figura penal cuando es para consumo personal. Posterior-
mente, la C.S.J.N. en causa “Capalbo” declaró que la figura penal era constitucional.
En el año 1989 se dictó la Ley N* 23.737, que en su artículo 14 prevé expresamente
sanción para la tenencia para consumo personal, La C.S.J,N, en causa “Montalvo, E.”
del año 1990, reiteró que la punición es constitucional. Este criterio imperó, hasta que,
en el año 2009, nuevamente la C.S.J/N. (con otra composición) declaró que ese delito
es inconstitucional (Causa “Arriola”).
250 Se han hecho críticas al fallo Arriola por considerar que era una gran oportunidad
para la Corte para aclarar muchas otras cuestiones vinculadas al delito de tenencia para
consumo personal. Por ejemplo: se dice que ha elegido la Corte un caso muy fácil en
el que claramente no hay afectación a la salud pública.
Por otra parte, se dice que el argumento de las acciones privadas de las personas no
se debe confundir con las acciones realizadas en un ámbito de intimidad. Por ello, no
sería correcto que, en el voto de Zaffaroni, por ejemplo, se indique que podría haber
afectación a la salud pública si una persona fuma marihuana en una plaza, donde puedan
verlo. En rigor de verdad el argumento de las acciones privadas de los hombres no
se debe confundir con un ámbito de intimidad, sino con una serie de conductas que,
aunque realizadas en público, están al margen del juicio de los magistrados y la ley.
Esto llevaría a afirmar, que ni siquiera en un lugar público se podría considerar punible
la conducta que sólo podría afectar bienes jurídicos del autor del hecho,
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Vale aclarar que con este argumento del art. 19 CN sólo se puede defender
la despenalización de la tenencia de estupefacientes para consumo personal, no
se puede abogar, en cambio, a favor de la despenalización del suministro, venta
o tráfico de las mismas sustancias, como propone cierto sector de la doctrina.
La diferencia está, precisamente, en que, en estos casos de suministro a otras
personas, sí se están afectando intereses de terceros. Aunque se diga que ese
tercero recibe las sustancias, prestando su voluntad, lo cierto es que no siempre
se puede afirmar que esa persona pueda tomar decisiones con un óptimo estado
de ánimo, libre de ansiedad, depresión, excitación, miedo, etc. Éstos son motivos
que condicionan el “libre consentimiento” que pueda prestar el sujeto.?”* No
siempre existe una “plena voluntad” de parte de ese tercero dispuesto a recibir
la sustancia, y en esos casos está autorizado a intervenir el Estado.
253 NINO, “¿Es la tenencia de drogas con fines de consumo personal una de las acciones
privadas de los hombres?”, en La Ley 1979 “D”, p. 743.
954
Algo similar sucede con la categoria de la “competencia de la víctima” en el ámbito
de la imputación objetiva. Para que tenga validez esta categoría al punto de excluir la
imputación objetiva, es necesario que la victima haya actuado con “plena voluntad”.
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255 El Código Penal español en el Título XVI prevé delitos contra “La ordenación del
territorio y el urbanismo, la protección del patrimonio histórico y el medio ambiente”.
En el Capitulo II de ese título (arts. 325 hasta 331) prevé los delitos contra los recursos
naturales y el medio ambiente, y en el Capítulo IV de ese mismo título (arts. 332 a 337
bis) prevé los delitos relativos a la protección de la flora, faunay animales domésticos.
258 Enesta concepción, el mundo natural está “para el hombre” y éste debe apropiarse de
él. Es una visión claramente antropocéntrica. Presupone que el hombre conoce las leyes
del mundo natural y a partir de ahí puede apropiarse y dominar el mundo en busca del
progreso infinito.
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96! Allí se indica que debe entenderse por residuo peligroso a “todo residuo que pueda causar
daño, directa o indirectamente, a seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera
o el ambiente en general”. Aclara la ley que quedan excluidos “los residuos domiciliarios,
los radiactivos y los derivados de las operaciones normales de los buques, los que se
regirán por leyes especiales y convenios internacionales vigentes en la materia”.
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
Al igual que existe el art, 203 en el Código Penal argentino, para referirse
a las modalidades culposas de las conductas de los arts. 200, 201 y 202, aquí
también encontramos la sanción de la modalidad culposa de la figura del art. 55.
Se aplican las mismas observaciones que hicimos al art. 203 del Código
Penal, especialmente las reglas de la imputación objetiva, y recordar que se
puede cometer por acción o por omisión (impropia).
La pena de la agravante por el resultado enfermedad o muerte ha quedado
fuera de proporción con la prevista actualmente en el art. 84 C.P. En el caso
del art. 203 se modificó el máximo (elevándose hasta 5 años, igual que el art.
84), pero en esta ley, el máximo quedó acorde al antiguo máximo de la pena
del homicidio culposo que era de tres años.*”
El art. 57 de la Ley N? 24.051 establece:
%2 Enel Código Penal original, el máximo de pena del art. 84 era de dos años.
95 GONZÁLEZ, Ramón Luis, Responsabilidad penal de las personas jurídicas, Ed.
Mave, Corrientes, 2013.
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20% Este proyecto aumentaba las penas de la conocida como “Ley Sarmiento” (Ley N*
2786), que fue la primera en proteger de algún modo a los animales. Además, en el
proyecto se creaba un ente especial para la aplicación de la ley.
23 En este proyecto se impedían los espectáculos crueles con animales, especialmente
las corridas de toros.
2% El Juzgado de Garantias N? 3 de la ciudad de Mendoza, el 03/11/16 dictó una sentencia
en la causa “Presentación efectuada por Afada respecto de la Chimpancé Cecilia sujeto
no humano”. En esa causa se hace lugar a la acción y se traslada a la chimpancé a
un santuario en Brasil. Lo importante de este caso es que se lo trata como persona no
humana, y de un ser sintiente, lo cual se extrae de la Ley N* 14,346. En la sentencia
se sostuvo expresamente que: “La interpretación del fin perseguido por el legislador
implica que el animal no es una cosa, no es un semoviente sino un ser vivo sintiente”.
Cabe destacar que en esta sentencia se argumentó que los primates mayores especial-
mente —a diferencia de otros animales— tienen mayores argumentos para ser considerados
sujetos de derechos.
Distinta es la opinión de Zaffaroni, quien va mucho más allá y considera que “el bien
jurídico protegido en la ley mencionada es el derecho del propio animal a no ser objeto
de la crueldad humana, para lo cual es menester reconocerle el carácter de sujeto de
derechos”. (ZAFFARONLI, La Pachamama y el Humano, Ediciones Colhiue, 2012, p.
54).
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
debe ser tratados por sus dueños con deberes positivos que derivan de esa idea
de tenencia responsable. “Los animales adquieren el carácter de un tercer gé-
nero entre los sujetos de derecho y las cosas: el de un ser vivo sintiente con un
estatuto jurídico particular”.
Esta postura sería más aceptable por nuestro derecho privado, ya que no
produce las consecuencias de la doctrina que pretende considerar al animal
como sujeto de derechos.
No sería válido para los jueces de nuestro país invocar las constituciones
de Bolivia o Ecuador, o incluso pretender una interpretación “dinámica”** para
llegar a la conclusión de que se trata de sujetos de derecho. La interpretación
que hagan, debe surgir de nuestra constitución y nuestras leyes.
De las constituciones que adopten la concepción del buen vivir (como
sería el caso de Bolivia y Colombia), sí se podría extraer esa conclusión. Pero
de la Constitución Argentina no se puede extraer necesariamente la idea de
los animales como sujetos de derecho, ni siquiera haciendo una interpretación
dinámica como sostuvo parte de nuestra jurisprudencia. Sí se puede decir que
el animal es un ser sintiente, y como tal distinto de las cosas, y merecedor de
una protección jurídica (incluso penal) diferente a las cosas.
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El art. 3? establece:
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
26% Porserun delito de simple omisión, no es necesario que se produzca un resultado típico
o resultado determinado: ejemplo, la muerte o debilitamiento de la salud del animal.
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20 Esuna estructura omisiva muy particular, El delito consiste en el simple acto de aban-
dono, es decir, no prestar los cuidados necesarios al animal para preservar su vida y
salud. Pero no se trataría de cualquier animal, sino el que fue utilizado en experimen-
taciones. Parecería que el legislador coloca en posición de garante a quien lo utilizó
con esa finalidad.
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
FE La LkEy N* 27.330
La Ley N* 27.330 (sancionada en el año 2016) establece en su art. 2*: “El
que por cualquier titulo organizare, promoviere, facilitare, o realizare una carrera
de perros, cualquiera sea su raza, será reprimido con prisión de tres meses a
cuatro años y multa de cuatro mil pesos a ochenta mil pesos”.
También aquí se trata de proteger a los animales, en la misma forma que
la Ley N* 14.346,
Se trata de delitos de peligro que no requieren una lesión determinada en
los animales, sino que basta para su configuración, con la realización de alguna
de las conductas previstas: organizar, promover, facilitar o realizar una carrera
de perros.
g.1. La caza sin autorización del tenedor legítimo del predio (Caza
furtiva)
El art, 24 establece:
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Hay una cuestión importante a los fines de definir el concepto de caza: ¿es
necesario que se haya dado muerte o capturado al animal? ¿o basta con que se
persiga al mismo con esa finalidad?
Es una cuestión discutida en la doctrina penal argentina. Algunos conside-
ran que necesariamente el autor debe atrapar o dar muerte al animal para que
la conducta esté consumada.”” De ser así, el acto de perseguirlo con el fin de
someterlo bajo su dominio, pero sin lograr atraparlo o matarlo, sería tentativa
y no un delito consumado.””*
Por otra parte, se sostiene que el texto legal (art. 15) no exige que se haya
matado o sometido al animal, sino que bastaría con el acto de persecución del
animal, con la intención de someterlo o matarlo. Con ello ya estaría consumado
el delito, aunque no se lo haya matado o sometido.
En esta segunda concepción, el delito sería de peligro y de mera actividad,
mientras que, en la primera, el delito sería de resultado y de lesión.
972 En este sentido, CREUS, en Cuestiones penales, Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
1982, p. 296.
273 Considero que esta posición es más acorde al principio de legalidad, en la medida
que restringe la punición. Por otra parte, es más compatible con el concepto de Caza
que da el mismo código civil, en el art. 1948 al sostener que: “El animal salvaje o el
domesticado que recupera su libertad natural, pertenece al cazador cuando lo toma o
cae en su trampa”.
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
97 Elart. 16 establece: “Será requisito indispensable para practicar la caza: a) Contar con
la autorización del propietario o administrador o poseedor o tenedor a cualquier título
legítimo del fundo”,
25 Sila finalidad fuera otra, no se configura el tipo penal. Ejemplo: disparar con un arma
al animal para probar la punteria,
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
Es decir, que para que se configure esta agravante, sería necesario el requisito
del art. 25 primer párrafo, más el medio utilizado según el art. 26.
4 — Son medios prohibidos las armas de cierto calibre, determinadas trampas o utilización
de reflectores, por ejemplo.
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Es un delito doloso, y por ello el autor debe saber que esa pieza, producto
o subproducto proviene de la caza furtiva o depredación. De no saberlo, sería
un error de tipo.
La expresión “a sabiendas” parece indicar solamente que el autor debe
conocer esa procedencia, por lo cual sería admisible cualquier clase de dolo, y
no necesariamente el dolo directo, como parece entender parte de la doctrina.””
No se exige ningún elemento subjetivo especial.
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
1) GUILLERMO ENVIDIOSO””*
Guillermo prende fuego a la casa de campo de Carlos, por pura envidia.
Desconoce que Sergio (el jardinero de Carlos) se hallaba escondido en el sótano,
para robar durante la noche, Había revisado antes con mucho cuidado que no
hubiera nadie en la casa, para no provocar muertes o lesiones.
Como consecuencia del incendio, Sergio es trasladado al hospital, donde
milagrosamente le salvan la vida.
¿Ha cometido Guillermo algún delito? En caso afirmativo, ¿qué figura
penal sería aplicable?
Variante 1: ahora el jardinero estaba en el lavadero de la casa. Guillermo no
había revisado en detalle si había alguien en la casa. El resultado es el mismo.
Variante 2: ahora Guillermo sabe que el jardinero está en el lavadero. Sin
embargo, no le importa el peligro para su vida.
3) JORGE FURIOSO
Jorge sale muy enojado de su trabajo por una disputa con sujefe. A modo
de descargar su ira, toma un ladrillo y lo arroja contra el maquinista del tren
078
Este caso N* 1 y sus variantes están modificados de la versión original ideada por
Sancinetti, en Teoría del delito y disvalor de acción, p. 243.
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5) ORGANIZANDO LA PICADA
José y Ernesto organizan una “picada” de 500 metros por la avenida 9 de
julio. Se contactan a través de las redes sociales y convocan a 50 personas entre
competidores y curiosos que van a ver. La competencia consistía en correr en
ese trayecto y el ganador sería el que llegue primero.
Cuando se disponían a comenzar la carrera y los cinco corredores estaban
en el auto, listos para empezar, llega la policia y detiene a los cinco corredores
y también a José, Ernesto y Carlos.
Se comprobó que Carlos era quien prestó uno de sus autos a uno de los
corredores.
Van todos detenidos y se inicia contra ellos un proceso penal. llegados al
momento de los alegatos, el fiscal solicita que se los condene por el delito pre-
visto en el art. 194 C.P., primer párrafo a los cinco conductores. Y en relación
a José, Ernesto y Carlos solicita la condena por el segundo párrafo del mismo
artículo, en su carácter de organizadores (los dos primeros) y de posibilitador
al último.
El defensor solicita la absolución de todos porque no había comienzo de
ejecución.
Usted es el juez y debe resolver.
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
6) Kiosco 24 HORAS
Juan es el dueño de un kiosco que atiende las 24 horas. Durante la noche,
sabiendo que no hay controles, Juan vende también medicamentos y sustancias
medicinales.
Sergio (un cliente) le pide que le venda una caja de viagra, sin exhibir una
receta. Juan se la vende.
Todo ello es observado por personal policial, que detiene a Juan y a Sergio.
¿Cree que hay algún delito?
Variante 1: supongamos que, en las mismas circunstancias, ahora Juan
pide a Sergio la receta, y éste se la exhibe, En esas condiciones, Juan vende la
sustancia a Sergio.
¿Hay algún delito?
Variante 2: en las mismas circunstancias, pero ahora, lo que busca Sergio es
un antibiótico, y muestra la receta. Juan se lo vende y Sergio lo toma inmedia-
tamente. Suponiendo que ese antibiótico causó efecto y evitó una enfermedad
en Sergio.
¿Hay delito?
7) EL VIRUS MORTAL
Juan y María se fueron de luna de miel a Cancún durante un mes. En ese
tiempo comenzó a conocerse en distintos lugares del mundo la existencia de
un nuevo virus que podría provocar la muerte de muchas personas en caso de
contagiarse. Precisamente, el lugar de destino del matrimonio era uno de los
más afectados por el virus.
Al regresar a nuestro país, Juan y María, pese a sentir dolor de cabeza, y a
que se indicaba a ese como uno de los síntomas, no sospecharon tener el virus.
Siguieron haciendo su vida normal, y tuvieron contacto con 20 amigos suyos,
hasta que Juan sufrió una descompensación y fue internado. En el sanatorio le
diagnosticaron el virus mortal.
A partir de ese momento, Juan y María no tuvieron más contacto con nadie
y se aislaron.
Sin embargo, a los pocos días se enteraron que muchos de sus amigos —con
los que habían tenido contacto— también estaban infectados y enfermos por ese
mismo virus.
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El fiscal imputa a Juan y María el delito previsto en los artículos 202, 203
y 205 C.P.
La defensa solicita la absolución de ambos, porque no se comprobó que
fueran ellos quienes contagiaron, aunque hasta ese momento no se conocía de
otra persona contagiada en la ciudad.
La defensa también invoca que, al momento en que los dos imputados re-
gresaron a la ciudad, no existían medidas oficiales por parte del gobierno que les
impidieran tener contacto con otras personas, las que recién se implementaron
el día en que internaron a Juan.
¿Son responsables Juan y María penalmente?
Variante: imaginemos que las medidas de aislamiento y prohibición de
contacto habían sido impuestas por las autoridades el día en que Juan y María
llegaron a la ciudad, pero ellos no las conocían. Salieron de su casa y decidieron
ir al cine.
A los pocos días, muchas personas que estuvieron en el cine ese día, se
contagiaron del virus.
¿Son responsables Juan y María penalmente?
8) LA DROGA EN EL BAÚL
Raúl invita a su amigo Rodrigo a viajar desde Corrientes hacia Posadas.
Rodrigo desconoce que, en el baúl del auto, Raúl lleva cinco kilos de co-
caína. Raúl se lo había ocultado, para no discutir con su amigo.
En un control de Gendarmería en la localidad de Ituzaingó, son detenidos
los dos y sometidos a proceso penal por el delito de transporte de estupefacientes.
¿Cree que son responsables penalmente los dos?
Variante: en este caso, Raúl lleva la misma droga en el baúl, y en el camino
se lo cuenta a Rodrigo, quien se sorprende, pero felicita a Raúl por su audacia y
le dice que le parece muy bien lo que hace porque se gana mucho dinero con eso.
Continúan viajando, y Rodrigo le prepara unos mates, hasta que son de-
tenidos en el control.
¿Cree que son responsables penalmente los dos?
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA
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El fiscal acusa a los tres imputados por el delito del art. 80 inc. 5 (homicidio
agravado por el medio utilizado) y tentativa de la misma figura, en relación a
las otras personas que estaban en el avión. La defensa solicita que se impute el
art. 190 C.P. y se imponga la pena mínima.
Usted es el juez y debe resolver la causa.
Variante: ¿cambiaría en algo la solución si los empleados que colocaron
el artefacto en el avión no sabían exactamente que era una bomba (aunque
tenían dudas al respecto) pero aceptaron el trato por la suma de dinero que les
ofrecieron?
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NINO, Carlos Santiago. “¿Es la tenencia de drogas con fines de consumo personal una
de las acciones privadas de los hombres?”, En La Ley 1979 “D”.
PALACIOS, Juan Carlos. Código Penal y normas complementarias. (Baigún-Zaffaroni,
Directores), T. 8, Ed. Hammurabi, Bs. As,, 2009,
PARMA, Carlos; MANGIAFICO, David; ÁLVAREZ DOYLE, Daniel. Derecho penal.
Parte especia. Ed. Hammurabi, Bs. As., 2019.
SANCINETTI, Marcelo A. Teoría del delito y disvalor de acción. Ed. Hammurabi,
Bs. As., 1991.
SOLER, Sebastián. Derecho Penal Argentino. T. IV, Ed. Tea, Bs, As., 1992,
STRUENSEE, Eberhard. “Los delitos de tenencia”. En Problemas capitales del derecho
penal moderno. Ed. Hammurabi, Bs. As., 1998,
ZAFFARONI, Eugenio Raúl. “El derecho penal y la criminalización de la protesta
social”. En Revista Jurisprudencia Argentina. T. 2002, IV, Lexis Nexis.
ZAFFARONI; ALAGIA y SLOKAR, Derecho Penal. Parte General. Ed. Ediar, Bs.
As., 2000.
740
TÍTULO VHI
DELITOS CONTRA EL ORDEN PÚBLICO
741
GONZALO JAVIER MOLINA
742
DELITOS CONTRA EL ORDEN PÚBLICO
B. REQUISITOS DE LA TIPICIDAD
El art. 209 exige como requisito que la instigación sea pública. Ello significa
que la instigación no debe dirigirse a una o algunas personas determinadas, sino
que debe ser hecha con la capacidad para alcanzar a un número indeterminado
de personas,”” a una generalidad.
El objeto de la instigación es la comisión de un delito determinado contra
una persona o institución. Por ello, quedarían fuera del tipo penal las instiga-
ciones a cometer actos que sólo sean considerados contravenciones o faltas,
Además, el delito debe ser determinado. Ello significa que debe tratarse
de un hecho concreto, contra una persona o bien jurídico definido y que el acto
al que se instiga constituya en sí un delito previsto como tal en nuestro sistema
penal. Claro que la conducta es típica si se instiga a la comisión de distintos
delitos contra esa persona o bien jurídico. El hecho de que se trate de una plu-
ralidad de conductas no excluye la tipicidad.
Es un delito doloso, el autor debe saber que está instigando a la comisión
de un delito determinado contra persona o institución.
Para la consumación del delito es necesario que esa instigación haya lle-
gado efectivamente al público (o número indeterminado de personas) al menos
a uno de ellos,
Se discute en la doctrina qué ocurre en aquellos casos en que el sujeto
instigado comete la conducta delictiva. Un sector de la doctrina considera que
el art. 209 desplaza a la instigación del art. 45,%% otros consideran que la insti-
gación del art. 45 desplaza al art, 209%! y un tercer sector estima que concursan
ambas formas delictivas.*”
Considero correcta la segunda posición. La idea de penar por el art. 209
“por la sola instigación”, hace suponer que la figura es subsidiaria: sólo se
aplica si no se puede imputar el art. 45, Si el hecho principal se ejecuta, y se
configuran los requisitos del art. 45, entonces el instigador es un partícipe en
ese hecho principal.
743
GONZALO JAVIER MOLINA
9% El art. 12 de la Ley N* 23.737 establece: “Será reprimido con prisión de dos a seis
años y multa de seiscientos a doce mil australes: a) El que preconizare o difundiere
públicamente el uso de estupefacientes, o indujere a otro a consumirlos; b) El que usare
estupefacientes con ostentación y trascendencia al público”.
285 Esta ley de prevención de violencia en espectáculos deportivos establece en su art, 5*:
“Será reprimido con prisión de uno a seis años el que instigare, promoviere o facilitare
de cualquier modo la formación de grupos destinados a cometer alguno de los delitos
previstos en el presente capitulo”.
26 LaLey N? 23,592 (actos discriminatorios) en su art. 2? establece: “Elévase en un tercio
el mínimo y en un medio el máximo de la escala penal de todo delito reprimido por el
Código Penal o leyes complementarias cuando sea cometido por persecución u odio
a una raza, religión o nacionalidad, o con el objeto de destruir en todo o en parte a un
grupo nacional, étnico, racial o religioso. En ningún caso se podrá exceder del máximo
legal de la especie de pena de que se trate”.
744
DELITOS CONTRA EL ORDEN PÚBLICO
987 Ver ZIFFER, Patricia, El delito de asociación ilícita, Ed. Ad-Hoc, Bs. As., 2005, p.
43 y ss.
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GONZALO JAVIER MOLINA
288 En general, los actos preparatorios de cualquier delito no son punibles por el principio
cogitationis poenam nemo patitur.
2% La idea de la innecesariedad de reunir pruebas es una mala práctica judicial, En rigor
de verdad, deberían probarse los elementos del tipo penal, y eso no es fácil.
%0 La Ley de facto N? 21.338 estableció: “Art, 210 bis, Se impondrá reclusión o prisión
de cinco a doce años, si la asociación dispusiere de armas de fuego o utilizare uniformes
o distintivos o tuviere una organización de tipo militar. La pena será de reclusión o
prisión de cinco a quince años, si la asociación dispusiera de armas de guerra y tuviere
una organización de tipo militar. Los cabecillas, jefes, organizadores o instructores
serán reprimidos de ocho a veinticinco años de reclusión o prisión. La misma pena
se impondrá si la asociación estuviere organizada total o parcialmente con el sistema
de células. Art, 210 ter.: En cualquiera de los casos previstos en el artículo anterior, la
pena será de muerte o de reclusión o prisión perpetua, para todos los intervinientes,
ya sea como cabecilla, instigador, autor o cómplice si se causare la muerte o lesiones
gravísimas a alguna persona y la asociación tuviere fines subversivos”,
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DELITOS CONTRA EL ORDEN PÚBLICO
2. TIPICIDAD OBJETIVA
747
DELITOS CONTRA EL ORDEN PÚBLICO
La última parte del artículo eleva el mínimo de la pena a 5 años para los
jefes u organizadores de la asociación.
Jefe es el que tiene la dirección operativa imponiendo a los demás, la
obediencia necesaria para cumplir los fines. Es la máxima autoridad en la
organización.
Organizador es el que diseña la estructura operativa en su forma y división
de tareas. es posible que jefe y organizador sean la misma persona.
749
GONZALO JAVIER MOLINA
3. ELTIPO SUBJETIVO
Es necesario que el autor sepa que forma parte de una asociación de al me-
nos tres personas con la finalidad especial de cometer delitos indeterminados. No
es necesario que conozca a los demás integrantes, o que conozca su identidad.
Como elemento subjetivo especial, es necesario la voluntad de permanencia
en la asociación.
La mayoría de la doctrina penal sostiene que los delitos cometidos por los
integrantes de la asociación, concurren realmente con el art, 210,
Sin embargo, hay que aclarar que los delitos cometidos por los miembros
como parte de la actividad de la asociación ilícita concurre en forma ideal con
el art. 210. Es que todos los hechos que impliquen tomar parte de la asociación
son un único hecho y por ese motivo no puede dar lugar a un concurso real, ya
que se afectaría el ne bis in idem.
748
GONZALO JAVIER MOLINA
Debemos aclarar que en el caso del art. 210 bis no solamente se contempla
la situación de quien tomare parte en la asociación, sino también la de quienes
cooperaren o ayudaren a la formación o mantenimiento de esa asociación. En
estos casos, se trata de verdaderos aportes como partícipes”” a los que la ley
expresamente los equipara con los autores. La cooperación o ayuda en este caso
es para organizarla o para mantener a la asociación.
Organizar es formar la asociación, por eso, el que coopera o ayuda debe
hacerlo en ese momento fundacional o para mantenerla. Por ejemplo, coopera
en la formación el que contribuye con un aporte financiero. Contribuye al
mantenimiento el que aporta armas para que ella subsista. En cualquier caso,
es necesario que ese aporte sea importante, ya que el monto de la pena es muy
elevado.
La conducta debe contribuir a poner en peligro la vigencia de la Consti-
tución Nacional. Ello no significa que necesariamente los delitos que pretende
cometer la asociación, deban ser delitos políticos. Basta con que, por las caracte-
rísticas de los delitos, o por el contexto en que se cometan, puedan atribuirle a la
asociación el carácter de peligrosa para la vigencia de la Constitución Nacional.
Es un requisito muy criticado en la doctrina, ya que no se sabe con precisión
cuándo una asociación ilícita contribuye a poner en peligro la Constitución.
Un sector de la doctrina penal pretende limitar este requisito, para darle mayor
compatibilidad con el principio de legalidad. Por ello, sostienen que el peligro
debe ser para el Sistema Republicano y la vigencia del Estado de Derecho como
fundamentos del orden constitucional.”* Otros autores” exigen que ese peligro
para la Constitución sea un peligro concreto, con la posibilidad de generar la
supresión de elementos definitorios de un régimen republicano, como en los
casos de asociaciones que se orienten a la toma del poder o al derrocamiento
violento o antijurídico de las autoridades constitucionales, por medio de deli-
tos que provoquen una inestabilidad institucional grave, o a impedir en forma
permanente el funcionamiento del Poder Judicial o del Legislativo.
Además, es necesario para la aplicación de esta agravante, que se configuren
al menos dos de los elementos que menciona el art, 210 bis.
2% Deno existir esta mención en el art. 210 bis, serían considerados participes en los
términos de los arts. 45 y 46 C.P.
2% ZIFFER, Patricia, en Código Penaly Normas complementarias. Análisis doctrinal y
jurisprudencial, (Baigún-Zaffaroni, Directores), T. 9, Ed. Hammurabi, Bs. As, 2010,
p. 403.
95 CREUS, Donna. Ver ZIFFER, ob. cit., p. 403.
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DELITOS CONTRA EL ORDEN PÚBLICO
Es un delito doloso y por ello el autor debe saber que está alabando la
comisión de un delito o a una persona que lo haya cometido.
Un sector de la doctrina aconseja la supresión de esta figura penal por la
posibilidad de que pueda afectar el derecho de libertad de expresión u opinión.'"”
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DELITOS CONTRA EL ORDEN PÚBLICO
1) EL PROGRAMA DE PavyY
Pavy es un periodista que tiene un programa de radio. En una oportunidad,
al comentar un robo ocurrido días antes, Pavy, con indignación, manifiesta:
Ya nos tienen cansados los motochorros, sólo hay Derechos Humanos
para ellos, pero no para nosotros, la gente decente. Hay que salir a la calle
a matarlos a todos. No les tenga piedad, mátenlos!, péguenles con lo que
tengan, no tengan miedo!
Si usted fuera fiscal, ¿cree que el periodista cometió algún delito? En caso
positivo, ¿cuál sería?
2) PAvY REINCIDENTE
Días más tarde, en otro programa de radio, y volviendo a comentar el
mismo hecho, el director del programa (Pavy) manifestó: “Al final, debería
volver Videla para terminar con todos estos chorros y delincuentes, que salgan
los falcons verdes a la calle y se termina todo el problema. Fue el único que
puso orden”.
Si usted fuera fiscal, ¿cree que el periodista cometió algún delito? En caso
positivo, ¿cuál sería?
157
GONZALO JAVIER MOLINA
CREUS, Carlos. Derecho penal. Parte Especial. T. 2, Ed. Astrea, Bs. As., 1999,
DONNA, Edgardo Alberto. Derecho Penal. Parte Especial. T. IL-C, Ed. Rubinzal-
Culzoni, Bs. As., 1999,
GÓMEZ, Eusebio. Tratado de Derecho penal. T. V, Compañía Argentina de Editores,
Bs. As., 1941.
SALAMA RIETTI, Gonzalo, “Instigación pública a cometer delitos: ¿Atentado a la
libertad de expresión?”. En Cuadernos de doctrina
y jurisprudencia penal. N*
10, A, Ed. Ad-Hoc, Bs. As., 2000.
SOLER, Sebastián. Derecho Penal Argentino. T. YV. Ed. TEA, Bs. As., 1992,
ZIFFER, Patricia. El delito de asociación ilícita. Ed. Ad-Hoc, Bs. As., 2005.
- Código Penal y Normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial.
(Baigún-Zaffaroni, Directores), T. 9, Ed. Hammurabi, Bs. As., 2010,
758
TÍTULO IX
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN
Los delitos previstos en este título del Código Penal protegen la seguridad
exterior del Estado, mientras que los previstos en el Título X protegen los poderes
públicos y el orden constitucional del Estado. Por ese motivo, Moreno señalaba
que en el Título IX se protege al país en su carácter de Nación y como persona
del derecho internacional, mientras que en el Título X se protege al país en su
organización interna.'**
Este Título IX se divide en dos capítulos: el Capitulo I denominado “Trai-
ción” que comprende los arts. 214 a 218, y el Capítulo II, llamado “Delitos que
comprometen la paz y dignidad de la Nación”, que abarca los arts, 219 a 225,
1. LA IMPOSICIÓN DE LA FIGURA EN LA
CONSTITUCIÓN NACIONAL
100% MORENO, Rodolfo (h), El Código Penal y sus antecedentes, T. 6, Tommasi editor,
Bs. As., 1923, p. 36.
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN
761
GONZALO JAVIER MOLINA
B. CONDUCTAS TÍPICAS
El acto de tomar las armas implica participar de las actividades bélicas en
sentido amplio, y no solamente luchar en combate. Pueden ser los actos para
defender a la nación enemiga, estando a sus órdenes en el frente o en retaguar-
dia. No es necesario haber combatido efectivamente, bastaría con haber estado
enrolado bajo bandera enemiga, o cumplir funciones de planificación, logística
o apoyo técnico o científico.
La otra modalidad del delito es unirse al enemigo de la Nación prestándole
ayuda y socorro. Como aclaramos previamente es necesario que se reúnan los
dos requisitos: unirse al enemigo de la Nación y, además, prestarle ayuda y
socorro. No bastaría entonces con unirse al enemigo simplemente.
La ayuda o socorro significan un acto de cooperación militar con el ene-
migo. Podría tratarse de un aporte financiero o comercial que indirectamente
implique un aumento de su potencia militar, o el acto de suministrar datos
relevantes que faciliten sus actos militares.
No se consideran ayuda típica, los actos de ayuda sanitaria a la población
civil o los servicios religiosos. Tampoco pueden serlo la simple manifestación
de apoyo moral o coincidencia con el enemigo.
762
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN
Sujetos activos sólo pueden ser los ciudadanos argentinos (nativos o por
opción) o las personas que deban obediencia a la Nación en razón de su empleo
o función pública.
Sujeto pasivo es el Estado nacional, como persona del derecho interna-
cional,
Es un delito doloso, y se admite cualquier clase de dolo. El autor debe
saber que existe estado de guerra y que está prestando colaboración al enemigo.
Es una curiosidad que la pena prevista para el delito sea de prisión o
reclusión de diez a veinticinco años o de reclusión o prisión perpetua, porque
en los casos en que el código prevé pena de prisión perpetua, ella está prevista
como pena única. En cambio, en este caso, es una pena alternativa, opcional.
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GONZALO JAVIER MOLINA
1010 En forma diferente lo interpreta Creus, al entender que el traidor “interviene, en primer
lugar, en el desencadenamiento de la guerra contra la Nación, en cuyo transcurso toma
las armas contra aquella o se une al enemigo prestándole ayuda y socorro”. CREUS,
Derecho penal. Parte Especial, T. 2, Ed. Astrea, Bs. As., 1999, p, 143,
764
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN
19! Un sector de la doctrina critica la cantidad de personas para la configuración del delito,
Bastaría que alguien converse con otro para que exista el acuerdo, En este sentido,
FONTÁN BALESTRA, Tratado de Derecho Penal. Parte Especial, T. VIL, con cita
de Molinario-Aguirre Obarrio, Ed. Lexis Nexis-Abeledo Perrot, Bs. As., 2004, p. 38,
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GONZALO JAVIER MOLINA
5. EXCUSA ABSOLUTORIA
2. DONNA, Derecho Penal. Parte Especial, Y. UI-C, Ed. Rubinzal-Culzoni, Bs, As.,
2002, p. 385.
766
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN
1. ACTOS HOSTILES
Será reprimido con prisión de uno a seis años, el que por actos
materiales hostiles no aprobados por el gobierno nacional,
diere motivos al peligro de una declaración de guerra
contra la Nación, expusiere a sus habitantes a experimentar
vejaciones o represalias en sus personas o en sus bienes o
alterare las relaciones amistosas del gobierno argentino
con un gobierno extranjero. Si de dichos actos resultaren
hostilidades o la guerra, la pena será de tres a quince años
de reclusión o prisión.
Cuando los actos precedentes fuesen cometidos por un
militar, los mínimos de las penas previstas en este artículo
se elevarán a tres y diez años respectivamente. Asimismo, los
máximos de las penas previstas en este artículo se elevarán
respectivamente a diez y veinte años.
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GONZALO JAVIER MOLINA
768
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN
Para que exista este delito es necesario, como presupuesto, que se dé alguna
de las situaciones siguientes:
1) que exista un estado de guerra recién concluido por un tratado o un
armisticio;
2) un estado de guerra (existente) y una tregua o salvoconducto.
769
GONZALO JAVIER MOLINA
3. VIOLACIÓN DE INMUNIDADES
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN
interno. Cualquier otro acto que pueda considerarse una ofensa a la persona,
pero que no signifiquen técnicamente una violación de inmunidades, sería una
conducta atípica. Por este motivo, los actos delictivos comunes (por ejemplo:
un hurto o robo contra estas personas) no serían típicos de esta figura penal.
Hay una discusión en relación a la posibilidad de autoría de este delito, Por
una parte, un sector de la doctrina!%* considera que cualquier persona podría ser
autor. Otro sector de la doctrina!” cree que sólo puede ser autor del delito un
funcionario público o persona dotada de autoridad pública que tenga el poder
de violar esas inmunidades. !%*
Es un delito doloso, y por ello, el autor debe conocer que se trata de un
jefe de estado o diplomático y que está violando una inmunidad que lo protege.
711
GONZALO JAVIER MOLINA
A. REVELACIÓN DE SECRETOS
En el primer caso, la figura de revelación de secretos de Estado, presupone
una situación de paz entre Argentina y otro Estado extranjero. La conducta típica
es revelar secretos políticos, industriales, tecnológicos o militares vinculados
a la seguridad, a los medios de defensa o a las relaciones exteriores de nuestro
país. El Código Penal original sólo hacía referencia a los secretos militares y
políticos, luego con la Ley N? 26,394 se agregaron las referencias a los secretos
tecnológicos e industriales.
Revelar es poner en conocimiento de alguien que no tiene la obligación
de mantener el secreto, Es necesario que el dato sea ignorado por el público
en general y el autor puede ser un funcionario público o cualquier persona que
haya obtenido el secreto. A diferencia de los secretos a los que hace referencia
el art. 157 C.P., en este caso no es necesario que una ley les atribuya tal carácter,
sino que viene impuesto el deber de guardar secreto por la naturaleza misma
de la cuestión.
El secreto es de tipo político cuando se refiera a la conducción o dirección
de los asuntos del Estado vinculados a la seguridad. Los secretos militares son
las noticias, informes, proyectos, obras o asuntos que en interés de la seguridad
nacional y de sus medios de defensa, deba ser conocida solamente por personas
autorizadas.
La referencia a los secretos industriales y tecnológicos deben referirse a
la seguridad y medios de defensa o relaciones internacionales de nuestro país.
No se exige un modo de realización específico, por lo que se admite cual-
quier modo de comisión, podría ser el envío de un mensaje, o la publicación
en medios de difusión, por ejemplo.
El delito se consuma con la revelación y es doloso.
772
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN
B. OBTENCIÓN DE LA REVELACIÓN
En el segundo párrafo del artículo, encontramos la modalidad de obtención
de la revelación del secreto. Es la modalidad del espionaje propiamente dicha.
En este caso, el autor consigue o logra el conocimiento del secreto por medio
de revelación, no por otro medio, como podría ser el hurto de documentación,
por ejemplo. Tampoco es típica la obtención espontánea del secreto, sino que
es necesario una actividad de parte del autor para conseguirlo.
Cualquier persona puede ser autor del delito, y cuando lo sea un militar, la
figura se agrava por lo dispuesto en el último párrafo del art. 222,
Es un delito doloso, de modo que no podría ser típica la conducta de quien
accedió “por culpa” a la información confidencial.
773
GONZALO JAVIER MOLINA
5. REVELACIÓN CULPOSA
6. ESPIONAJE
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DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN
7. INFIDELIDAD DIPLOMÁTICA
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GONZALO JAVIER MOLINA
1) SE VENDIÓ MARTÍNEZ
Martínez es un general retirado del ejército argentino que vive desde hace
10 años en un país vecino (X), Al momento de iniciarse una disputa política
entre Argentina y X, Martínez decide unirse a las tropas de ese país vecino e
iniciar una ofensiva contra las autoridades de la frontera de nuestro país.
Precisamente, a causa de ese ataque, Argentina y X entran formalmente
en guerra. Martínez sigue en las tropas enemigas, combatiendo a las fuerzas
argentinas. En uno de los ataques es capturado y sometido a las autoridades
judiciales argentinas, una vez finalizado el conflicto bélico.
El fiscal acusa a Martínez por todos los actos por él cometidos por el delito
del art. 241, agravado por el art. 215 incisos 1 y 3.
El defensor solicita la absolución, argumentando que cuando Martínez
inició sus actos, no existía estado de guerra entre nuestro país y X. Además,
agrega que ya no reviste condición de militar argentino.
Usted es el juez y debe resolver.
2) EL JUEZ APRESURADO
El Juez X, enterado de la posible comisión de un delito de violación, por
parte del presidente de la República Z, supuestamente cometido en un hotel
durante su estadía en nuestro país, dispone su inmediata detención para tomarle
declaración indagatoria. Las fuerzas policiales, cumpliendo con el mandato del
juez, detienen al presidente extranjero y lo llevan a los estrados judiciales. La
embajada del país Z solicita el enjuiciamiento de ese Juez, por no cumplir con
las inmunidades previstas en la Constitución Nacional y tratados internacionales.
¿Considera que el Juez X cometió algún delito?
776
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD DE LA NACIÓN
3) PROTESTA DE LA DIRECTORA
En un acto escolar, al momento de entonarse el himno nacional, la directora
del establecimiento, se mantuvo sentada en su silla y en silencio, mientras que
todos los presentes se pusieron de pie para cantar el himno.
El vicedirector del establecimiento, la denuncia por el delito previsto en
el artículo 222, segundo párrafo del Código Penal.
Al momento de declarar, la directora manifestó que esa fue una forma de
protestar contra el gobierno nacional de turno porque no aumentaban el presu-
puesto educativo en todo el país.
¿Considera que la directora cometió algún delito?
117
GONZALO JAVIER MOLINA
CREUS, Carlos, Derecho penal. Parte Especial. T, 2, Ed. Astrea, Bs. As., 1999,
DONNA, Edgardo Alberto. Derecho Penal. Parte Especial. T. U-C, Ed. Rubinzal-
Culzoni, Bs. As., 2002.
FONTÁN BALESTRA, Carlos. Tratado de Derecho Penal. Parte Especial. T. VIL Ed.
Lexis Nexis-Abeledo Perrot, Bs. As., 2004,
MORENO, Rodolfo. El Código Penal y sus antecedentes, T. 6, Tommasi editor, Bs.
As., 1923.
TORRES, Sergio y BARRITA, Cristian, Código penal y normas complementarias.
Análisis doctrinal y jurisprudencial. T. 9, (Baigún-Zaffaroni, Directores), Ed.
Hammurabi, Bs. As., 2010,
778
TÍTULO X
DELITOS CONTRA LOS PODERES PÚBLICOS
Y EL ORDEN CONSTITUCIONAL
779
GONZALO JAVIER MOLINA
780
DELITOS CONTRA LOS PODERES PÚBLICOS Y EL ORDEN CONSTITUCIONAL
A. TIPO OBJETIVO
La conducta típica es alzarse en armas con alguna de las finalidades espe-
cíficas que se menciona en el artículo: a) cambiar la Constitución, b) deponer
alguno de los poderes públicos del gobierno nacional, c) arrancarle alguna
medida o concesión, d) impedir el libre ejercicio de sus facultades, aunque sea
temporariamente, e) impedir la formación o renovación de esos poderes públicos
en los términos y formas legales.
El alzamiento en armas presupone una actividad grupal o movimiento
relativamente organizado. No es necesario que se produzca tumultuosamente,
aunque sí debe ser público, en el sentido de actividad masiva de un grupo.
Precisamente la diferencia de estos actos con los de subversión o terrorismo es
que estos últimos no son hostilidades abiertas.
Debe tratarse de una irrupción violenta con uso de fuerza, no basta la mera
desobediencia a una orden de la autoridad.
Es necesario que los autores dispongan de armas para el levantamiento,
aunque no las hayan utilizado concretamente.
B. TIPO SUBJETIVO
Es una figura dolosa, que exige, además, un elemento subjetivo especial.
De modo que los autores deben saber que se levantan en armas, y deben tener
alguna de las siguientes finalidades:
a) Cambiar la Constitución: el Código Penal se refiere aquí a la modifica-
ción total o parcial de la Constitución Nacional. Si se tratare de un alzamiento
con la finalidad de cambiar la Constitución provincial, sería típica del art, 229
C.P. (Sedición).
b) Deponer alguno de los poderes públicos del gobierno nacional: en
este caso, la acción se dirige a despojar del cargo a las personas que ejercen la
representación del poder (el presidente de la Nación, los miembros del Con-
greso Nacional, de la Corte Suprema de Justicia y demás tribunales inferiores,
o miembros de los Ministerios Públicos Fiscal y de Defensa).
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GONZALO JAVIER MOLINA
C. AGRAVANTES
782
DELITOS CONTRA LOS PODERES PÚBLICOS Y EL ORDEN CONSTITUCIONAL
Por otra parte, en la última parte del artículo se agrava el delito por la calidad
del autor: cuando el sujeto activo tuviera estado,'%' empleo!*” o asimilación'""
militar. El fundamento de la agravante en este caso, es que los integrantes de
las fuerzas armadas tienen armamentos y preparación para realizar este tipo de
actos, y, además, tienen la función de proteger a la Nación contra este tipo de
actos que atentan contra el orden constitucional y la vida democrática.
2. AMENAZA DE REBELIÓN
1021 Tienen estado militar quienes integran de forma permanente las fuerzas armadas, incluso
los que tienen situación de retiro o estén en las reservas, siempre que se encuentren
prestando servicio.
102 Tienen empleo militar los empleados y obreros de las reparticiones militares y de
aquellas dependencias oficiales o privadas que el Poder Ejecutivo haya militarizado
en tiempo de guerra o ante su peligro inminente.
1023 Están asimilados los miembros de la gendarmería nacional y los de todo otro cuerpo
militarizado.
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GONZALO JAVIER MOLINA
112% El art. 29 CN establece: “El Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, ni las
Legislaturas provinciales a los gobernadores de provincia, facultades extraordinarias,
ni la suma del poder público, ni otorgarles sumisiones o supremacias por las que la
vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona
alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a
los que los formulen, consienten o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames
traidores a la patria”.
102% Sinembargo, algunos autores consideran que sigue siendo un acto de Traición a la patria,
con el fundamento de la remisión de la pena al delito de traición a la patria, y el argu-
mento de que se trataría de una traición interna cuyo ataque es el orden constitucional.
(Ver DONNA, Derecho Penal. Parte Especial, T. U-C, Ed. Rubinzal-Culzoni, Bs. As.,
2002, p. 467).
784
DELITOS CONTRA LOS PODERES PÚBLICOS Y EL ORDEN CONSTITUCIONAL
4. CONSENTIMIENTO Y COLABORACIÓN EN EL
ESTADO DE REBELIÓN
1026 CREUS, Derecho Penal. Parte Especial, T. 2, Ed. Astrea, Bs. As., 1999, p. 185,
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GONZALO JAVIER MOLINA
786
DELITOS CONTRA LOS PODERES PÚBLICOS Y EL ORDEN CONSTITUCIONAL
787
GONZALO JAVIER MOLINA
6. VIOLACIÓN DE PATRONATO
788
DELITOS CONTRA LOS PODERES PÚBLICOS Y EL ORDEN CONSTITUCIONAL
1. DELITO DE SEDICIÓN
La conducta típica se vincula con el art. 226 C.P., ya que también se trata
de un levantamiento en armas, pero en este caso contra autoridades de una
provincia, y no las nacionales.
a) Armar una provincia contra otra: en este caso debe ser una moviliza-
ción oficial y hostil ordenada por las autoridades de una provincia contra otra.
No es necesario que exista invasión a la otra provincia, aunque sí deben existir
hostilidades de hecho.
b) Alzamiento en armas: es el caso de la rebelión del art. 226 C.P., pero
en el ámbito provincial. El concepto de alzamiento en armas es igual al del
art. 226. En este caso, se exige un elemento subjetivo especial: la intención de
cambiar la Constitución local, deponer alguno de los poderes públicos de la
789
GONZALO JAVIER MOLINA
2. EL MOTÍN
El art. 230 C.P. establece:
790
DELITOS CONTRA LOS PODERES PÚBLICOS Y EL ORDEN CONSTITUCIONAL
B. ALZAMIENTO PÚBLICO
791
GONZALO JAVIER MOLINA
1. REGLAS DE PROCEDIMIENTO
107 MOLINARIO, Los Delitos, T. 3, Ed. TEA, Bs. As., 1999, p. 286.
792
DELITOS CONTRA LOS PODERES PÚBLICOS Y EL ORDEN CONSTITUCIONAL
La disposición del art. 231 se complementa con ésta. La finalidad del ar-
tículo 232 es disuadir a los participes de la sublevación, para evitar que el acto
tenga consecuencias más nocivas,
Se trata de una excusa absolutoria, siempre que no haya otro mal que la
perturbación momentánea del orden. Esta excusa absolutoria vale para todos
los partícipes, excepto para los promotores o directores, en cuyo caso, se prevé
una disminución de la pena. No se cumple con los requisitos de la disolución
del tumulto, cuando sólo se trata de deserciones individuales, pero continúan
las actuaciones de una parte del grupo.
Es necesario que los intervinientes no hayan hecho uso de las armas para
atacar a las fuerzas leales, tomar lugares o atemorizar a la población.
Tampoco se aplica la excusa absolutoria cuando hayan cometido otros
delitos en el marco de la sublevación, como podrían ser homicidios, lesiones,
o cuando hayan logrado los objetivos de la rebelión o sedición (por ejemplo:
lograr la concesión de parte del gobierno).
No debe confundirse el concepto de promotor o director con el de instiga-
dor. El promotor es el que estimula la creación del grupo y la provisión de los
instrumentos necesarios para el alzamiento, tratando de aumentar el número
de agentes. El director es el que manda sobre el alzamiento, en relación a su
realización, oportunidad y forma de proceder.
793
GONZALO JAVIER MOLINA
794
DELITOS CONTRA LOS PODERES PÚBLICOS Y EL ORDEN CONSTITUCIONAL
102% Aclaraba Moreno: “En la primera parte se incrimina la acción; en la segunda la omisión
en el cumplimiento de los deberes”. MORENO, El Código Penal y sus antecedentes,
T. 6, Ed. Tommasi, Bs. As., 1923, p. 113,
795
GONZALO JAVIER MOLINA
art. 235 (primera parte). A los autores por omisión (impropia) de esos delitos
se aplicará también la pena de los arts. 226 o 229 (según el caso), más la pena
de inhabilitación prevista en la segunda parte del art. 235.
Quiero decir que no debe entenderse que la previsión del art. 235 (segunda
parte) sea la única pena prevista en el Código Penal para los autores por omisión
impropia de los delitos de rebelión o sedición.!'”* No se trata de la previsión legal
expresa de una pena única para esos casos, sino de una pena complementaria
a la de prisión que según los arts, 229 y 226 también les correspondería a los
autores por omisión impropia.
En la tercera parte del artículo, se prevé un aumento de la pena para los
sujetos activos de los delitos señalados en el Título X para quienes sean jefes y
agentes de la fuerza pública y que incurran en ellos usando u ostentando armas
o materiales ofensivos que se les hayan confiado en tal calidad.
6. CONCURSO DE DELITOS
102 Así lo entiende prácticamente toda la doctrina penal argentina. CREUS, ob. cit., p.
210; MOLINARIO, ob. cit., p. 283; DONNA, ob. cit., p. 681, entre otros.
796
DELITOS CONTRA LOS PODERES PÚBLICOS Y EL ORDEN CONSTITUCIONAL
2) MAYORÍA AUTOMÁTICA
El gobernador, cansado del incumplimiento de las medidas para prevenir el
contagio masivo de un virus, solicita al Poder Legislativo provincial, el dictado
de una ley que lo faculte a crear delitos y faltas y a juzgar dichas conductas
a través de funcionarios del Poder Ejecutivo, sin posibilidades de recurrir las
sanciones ante el Poder Judicial. Según el proyecto de ley, el juzgador, encar-
gado por el Poder Ejecutivo, es quien tendría facultades para definir los hechos
y la sanción a aplicar,
El Poder Legislativo sanciona el proyecto de ley que es luego promulgado
por el Poder Ejecutivo. Todos los legisladores votaron a favor.
Un ciudadano denuncia el hecho ante la Fiscalía invocando el artículo 227
del Código Penal.
Usted es el Fiscal, ¿considera que existe delito?
797
GONZALO JAVIER MOLINA
CREUS, Carlos, Derecho Penal. Parte Especial, T. 2, Ed. Astrea, Bs. As., 1999,
DONNA, Edgardo Alberto. Derecho Penal. Parte Especial. Y. 1U1-C, Ed. Rubinzal-
Culzoni, Bs. As., 2002.
MOLINARIO, Alfredo y Aguirre Obarrio, Eduardo. Los Delitos. T. 3, Ed. TEA, Bs.
As., 1999,
MORENO, Rodolfo, El Código Penal y sus antecedentes, T. 6, Ed. Tommasi, Bs. As,,
1923.
798
TÍTULO XI
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN
PÚBLICA
1030
En la doctrina española se destaca que no se protege la Administración Pública (con
mayúsculas), sino la administración pública (con minúsculas). La primera sería el
prestigio o dignidad de la organización administrativa. La segunda sería, en sentido
funcional, es decir, como instrumento al servicio de los ciudadanos. (IÑIGO ORTIZ
DE URBINA, Gimeno, en Lecciones de derecho penal. Parte especial, (Silva Sánchez,
Director), Ed. Atelier, Barcelona, 2006, p. 304,
1031
Dentro del derecho administrativo, se entiende por administración pública en un
sentido restringido los órganos centralizados y descentralizados del poder ejecutivo.
En un sentido más amplio, también se consideran dentro del concepto, los órganos
de los demás poderes: legislativo y judicial, en la medida en que ejercen funciones
administrativas en el ámbito de su competencia.
1032
Es el concepto de Soler sobre la administración pública. Ver SOLER, Derecho Penal
Argentino, T V, Ed, Tea, Bs. As., 1992, p. 122,
799
GONZALO JAVIER MOLINA
800
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
801
GONZALO JAVIER MOLINA
10 Artículo VIL Legislación interna. Los Estados Partes que aún no lo hayan hecho adop-
tarán las medidas legislativas o de otro carácter que sean necesarias para tipificar como
delitos en su derecho interno los actos de corrupción descritos en el Artículo VL 1. y
para facilitar la cooperación entre ellos, en los términos de la presente Convención.
105 “Artículo VI, Actos de corrupción. 1. La presente Convención es aplicable a los si-
guientes actos de corrupción:
a. El requerimiento o la aceptación, directa o indirectamente, por un funcionario público
o una persona que ejerza funciones públicas, de cualquier objeto de valor pecuniario u
otros beneficios como dádivas, favores, promesas o ventajas para sí mismo o para otra
persona o entidad a cambio de la realización u omisión de cualquier acto en el ejercicio
de sus funciones públicas;
b. El ofrecimiento o el otorgamiento, directa o indirectamente, a un funcionario público
o a una persona que ejerza funciones públicas, de cualquier objeto de valor pecuniario
u otros beneficios como dádivas, favores, promesas o ventajas para ese funcionario
público o para otra persona o entidad a cambio de la realización u omisión de cualquier
acto en el ejercicio de sus funciones públicas;
c. La realización por parte de un funcionario público o una persona que ejerza funcio-
nes públicas de cualquier acto u omisión en el ejercicio de sus funciones, con el fin de
obtener ilícitamente beneficios para sí mismo o para un tercero;
d. El aprovechamiento doloso u ocultación de bienes provenientes de cualesquiera de
los actos a los que se refiere el presente artículo; y
e. La participación como autor, co-autor, instigador, cómplice, encubridor o en cualquier
otra forma en la comisión, tentativa de comisión, asociación o confabulación para la
comisión de cualquiera de los actos a los que se refiere el presente artículo.
2. La presente Convención también será aplicable, de mutuo acuerdo entre dos o más
Estados Partes, en relación con cualquier otro acto de corrupción no contemplado en ella.
802
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
803
GONZALO JAVIER MOLINA
A. TIPO OBJETIVO
El texto actual es igual al original del Código Penal de 1921.Se protege la
libertad de determinación del funcionario en su actividad como tal.!1%*
La acción típica es emplear intimidación o fuerza para que el funciona-
rio adopte una decisión contraria a su voluntad, relacionada con su actividad
funcional,
Los medios son la intimidación (coerción moral)'”” y la fuerza (desplie-
gue de energía),'%* sin que sea necesario el contacto físico con el cuerpo del
agente,
10
Sujeto activo puede ser cualquier persona, incluso un funcionario públi-
co. Sujeto pasivo es el funcionario público, según lo define el art. 77 C.P.
También podría ser sujeto pasivo la persona que preste asistencia al funcionario
a su requerimiento o en virtud de un deber.'”'
1036 Enotrossistemas legislativos, este delito está previsto como delito contra el orden público.
Ocurre así, por ejemplo, en España, que en el art, 550 y siguientes de su Código Penal,
prevé el delito de atentado a la autoridad. Existen otras diferencias entre el delito en la
legislación española y la argentina, El art, 550 C.P, español dice: “Son reos de atentado
los que acometan a la autoridad, a sus agentes o funcionarios públicos, o empleen fuerza
contra ellos, los intimiden gravemente o les hagan resistencia activa también grave,
cuando se hallen ejecutando las funciones de sus cargos o con ocasión de ellas”,
1057 En la intimidación, se exigen los requisitos de la coacción: la amenaza debe ser seria,
grave e inminente (CREUS, Derecho penal. Parte especial, T. 2, Ed. Astrea, Bs. As.,
1999, p. 217).
103%
La fuerza puede dirigirse contra personas o cosas, lo importante es que se dirija a
vencer la voluntad del funcionario. Ejemplo de fuerza en las cosas, podría ser romper
el patrullero para evitar que el agente policial detenga a alguien.
105% — Si existiera ese contacto físico, ya podriamos estar en la agravante del art, 238 inc. 4,
1040 SOLER, ob. cit., p. 130.
10% No deben confundirse estos casos de actuación de un particular como auxiliares del
funcionario público, de otros en los que el ciudadano o particular actúa por iniciativa
804
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
B. TIPO SUBJETIVO
En el aspecto subjetivo, al tratarse de un delito doloso, es necesario que el
autor se represente el empleo de intimidación o fuerza contra un funcionario o
persona que le preste asistencia. En eso consiste el dolo del autor.
805
GONZALO JAVIER MOLINA
2. ATENTADOS AGRAVADOS
A. IMWMANO ARMADA
En el primer supuesto se agrava el delito por el uso de armas. Según
Moreno el fundamento de la agravante —el igual que en el caso del robo con
armas— tiene que ver con el mayor poder ofensivo e intimidante para el autor
104 El ejemplo de Soler es el de quien obliga a un profesor a que diga algo en su clase
(SOLER, ob, cit., p. 132). En este caso, aunque se utilice fuerza o intimidación, y el
sujeto pasivo sea un funcionario público, la conducta obligada no es un acto propio de
autoridad.
Otro ejemplo, de Creus, en este mismo sentido, sería el de impedir a un funcionario
que lleve a cabo una conferencia de prensa (CREUS, ob, cit., p. 218).
806
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
105 MORENO, El Código Penal y sus antecedentes, T. 6, Ed. Tomasi, Bs. As., 1922, p.
124.
1046
Soler consideraba que la agravante por el uso de armas en este caso sólo tenía como
fundamento el mayor poder intimidante del autor, y por eso sostenía que, en ese ejemplo
de arma descargada, si se daria la agravante (SOLER, ob. cit., p. 143),
807
GONZALO JAVIER MOLINA
La figura fue agregada por Ley N* 26.394 (año 2008) por la derogación
del código de justicia militar.
808
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
809
GONZALO JAVIER MOLINA
5. RESISTENCIA Y DESOBEDIENCIA
A. RESISTENCIA
A diferencia de lo que ocurre en el delito de atentado contra la autoridad,
en este caso es necesario la existencia de una orden o acto de la autoridad en
plena ejecución. La resistencia será, entonces, una oposición activa contra dicho
acto de la autoridad. Por ello, el delito sólo sería posible durante la ejecución
de ese acto, nunca antes o después de él.
Es necesario el ejercicio de fuerza física o amenazas de parte del sujeto
activo y contra el funcionario, como modo de no cumplir la orden o ejecución.
También es un elemento del tipo objetivo, la legitimidad de la orden o acto
del funcionario, ya que, si fuere ilegítima, su resistencia no sería un acto típico.
Sujeto activo del delito puede ser cualquier persona, y sujeto pasivo el
funcionario público o particular equiparado a él.
Es un delito doloso, y por ello el autor debe saber que se resiste (ejerciendo
violencia o amenazas) contra un acto u orden legítima de funcionario público.
B. DESOBEDIENCIA
810
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
6. EQUIPARACIÓN DE AUTORES
El artículo se refiere aquí a los casos previstos en los artículos 238 y 239. La
referencia a “los dos artículos precedentes” de este art. 240 original, estaba dirigi-
dos a esos dos artículos, ya que no existían a ese momento los arts. 238 bis y ter.
1051 Durante la vigencia de la Ley N* 17.567, el texto del art. 240 decia: “Será reprimido
con prisión de dos meses a dos años, el que desobedeciere la orden impartida por un
funcionario público en el ejercicio de sus funciones, salvo que se trate de la propia
detención”.
10% LLOBET ANGLÍ, Mariona, en Lecciones de Derecho Penal. Parte especial, (Silva
Sánchez, director), ob. cit., p. 365.
811
GONZALO JAVIER MOLINA
Se trata de una ley penal en blanco que debe ser completada con el conte-
nido de la norma instrucción.
Se entiende por norma instrucción aquella que es dictada por las máximas
autoridades jerárquicas militares en ocasión de conflicto armado y en zonas de
operaciones y combate para procurar la seguridad de las tropas, materiales e
infraestructura. Son deberes que fijan las autoridades militares para los civiles
en tiempos de guerra.
Sujeto activo puede ser cualquier persona en este caso, y se trata de un
delito doloso, lo cual presupone el conocimiento de la norma obligatoria com-
plementaria.
8. ATENTADOS LEVES
812
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Por otra parte, esta figura es subsidiaria del atentado (art. 237) y consiste
en impedir o estorbar un acto funcional, pero sin utilizar los medios previsto
en el art, 237,
Los medios de comisión en este caso serían la astucia, ardid, trampa,
inducción a error, etc.
Es necesario que el acto que se impida sea un acto funcional y no otro
cualquiera. Sujeto activo puede ser cualquier persona y sujeto pasivo será el
funcionario que procura o está ejecutando un acto propio de sus funciones.
También aquí para la consumación, es necesario que se impida o estorbe
el acto. Se trata de un delito doloso.
813
GONZALO JAVIER MOLINA
9, INSUBORDINACIÓN MILITAR
814
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1053 El fundamento de esos fueros es garantizar la libertad funcional, para evitar que sean
sometidos a persecuciones que limiten esa libertad de actuación,
815
GONZALO JAVIER MOLINA
105% Es más discutible el llamado a indagatoria. En este caso, algunos autores consideran
que sería parte del “formar causa” y por ello no podrian hacerlo sin desafuero (en esta
posición, CREUS, ob. cit., p. 232). Sin embargo, esta posición parece ignorar que el
acto de indagatoria es un acto de defensa, y como tal, muchas veces el sujeto acusado
esel principal interesado en brindar esa declaración indagatoria para ejercer su derecho
de defensa.
816
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Como en todo delito de omisión (propia) es necesario que se den los ele-
mentos que la caracterizan: la situación típica,'%* la no realización de la acción
mandada,'"* y la posibilidad material'”” de realizar la acción.
Como es una figura específica, este delito desplaza al de desobediencia
(art. 239) cuando se dan todos los requisitos.
Autor del delito sólo podría ser el testigo, perito o intérprete. Testigo es el
sujeto llamado a declarar como conocedor de ciertos hechos investigados que
interesan al juez o funcionario. Perito es la persona que tiene conocimientos
especiales en una ciencia o arte y que es llamado a dictaminar sobre circuns-
tancias que requieren tales conocimientos. Intérprete es el convocado a traducir
documentos en idioma distinto, en claves o signos.
Es un delito doloso, y ello supone el conocimiento de todos los elementos
objetivos del tipo penal, especialmente, el conocimiento de la citación o con-
vocatoria para declarar.
En el Código Penal original (1921), en los arts. 244 y 245, estaba previsto
el delito de desacato, que consistía en ofender el decoro de un funcionario pú-
blico.!%* Ese delito, después de varias modificaciones, fue derogado por la Ley
1055 En el caso de esta figura, y en la primera modalidad, la situación típica sería la citación
a comparecer como testigo, perito o intérprete. En la segunda modalidad, sería estar
ante el juez o funcionario citado como tal.
1056 La acción mandada en la primera modalidad es acudir al Juzgado o lugar donde fuera
convocado para prestar la declaración o exposición. En la segunda modalidad, la acción
debida es declarar o exponer.
1057
La posibilidad material en la primera modalidad sería tener la capacidad para llegar
hasta el lugar al que fue convocado. En la segunda modalidad, poder prestar la decla-
ración o exposición.
1058 Elart, 244 C.P. (1921) decía: “Será reprimido con prisión de quince días a seis meses,
el que provocare a duelo, amenazare, injuriare o de cualquier modo ofendiere en su
dignidad o decoro a un funcionario público, a causa del ejercicio de sus funciones o
al tiempo de practicarlas, La prisión será de un mes a un año, si el ofendido fuere el
817
GONZALO JAVIER MOLINA
N? 24198 del año 1993, que dejó en estos dos artículos solamente el delito de
falsa denuncia que había sido introducido especialmente en este capítulo, pero
que no era original del Código Penal, El motivo de la derogación del delito de
desacato se relaciona con una diferente concepción del sistema democrático y
el robustecimiento del derecho a la crítica a los funcionarios públicos. Por este
motivo, la ofensa al decoro de los funcionarios ya no se considera un delito
independiente, salvo que encuadre en otra figura penal.!%%
De modo que en este Capítulo II, sólo queda el delito de falsa denuncia
en el art. 245.
A. TIPO OBJETIVO
El bien jurídico protegido en este delito es el correcto funcionamiento de la
administración de justicia que se vería afectado si se iniciara una investigación
contra personas, por un delito falso.
La conducta típica es denunciar falsamente un delito ante la autoridad.
'*%
Denunciar es llevar a conocimiento de la autoridad, la comisión de un delito,
Esa denuncia se puede hacer personalmente, o por mandatario, por escrito o
en forma oral.
818
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1061 Aunque el texto legal no lo diga expresamente, quedarían fuera de la figura los delitos
de acción privada, ya que en ese caso debe procederse por querella. Una denuncia
(aunque fuera falsa) de un delito de acción privada no afectaría la administración de
Justicia, porque no se pondría en marcha el sistema judicial,
1062 Por ejemplo, la denuncia de un robo que realmente ocurrió, no convertiría la conducta en
delito de falsa denuncia, si quien hace la denuncia agrega algún dato irrelevante, como,
por ejemplo, que el autor lo miró con desprecio (cuando ello no ocurrió realmente).
1063
En esta posición, autores como Núñez y Buompadre, por ejemplo. Ver BUOMPA-
DRE, Código penal y normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial,
(Baigún-Zaffaroni, Directores), T. 10, Ed. Hammurabi, Bs. As., 2011, p. 188.
1064
En esta posición, Jiménez de Asúa y Blasco Fernández de Moreda que hablan de un
concurso aparente.. Ver JIMÉNEZ DE ASÚA, Tratado de derecho penal. Parte General,
T, II, Ed. Losada, Bs. As., 1964, p 549,
1065 Para analizar en detalle las distintas posiciones y sus argumentos en relación a la
distinción entre estas figuras, ver, “El delito de falsa denuncia. Aspectos generales y
su relación con el tipo penal de la calumnia”, de Javier Esteban DE LA FUENTE y
Genoveva Inés CARDINALI, publicado en Revista de Derecho Penal, 2004-2, Delitos
contra la administración pública-1I, Ed. Rubinzal-Culzoni, Bs. As., 2005, p. 151 y ss.
1066 En esta posición, DE LA FUENTE-CARDINALI, ob. cit., p. 170. También BUOM-
PADRE, ob. cit., p. 190.
819
GONZALO JAVIER MOLINA
C. EL TIPO SUBJETIVO
Es un delito doloso, y por ello el autor debe conocer todos los elementos
del tipo objetivo. Entre ellos, seguramente el más importante será la falsedad
de la imputación que hace. No habría delito si el denunciante hace su mani-
festación convencido de que el hecho ocurrió tal como lo relata, aunque fuera
objetivamente falso,
820
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
A. USURPACIÓN DE FUNCIONES
821
GONZALO JAVIER MOLINA
Autor puede ser cualquier persona y es un delito doloso. Por ello se requiere
el conocimiento de la falta de título o nombramiento válido y del carácter de
la función pública.
822
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
106% — Podría darse el caso de un abogado que tiene título de tal, pero que no ha sido ha-
bilitado por la autoridad correspondiente para el ejercicio de esa profesión: Colegios
de abogados, Superiores tribunales de Justicia, Suprema Corte de Justicia, etc., según
corresponda en cada jurisdicción.
823
GONZALO JAVIER MOLINA
Esa conducta típica se puede realizar en cualquier lugar, tanto en los juz-
gados, consultorios, oficinas particulares, etc. Lo determinante es que se actúe
en el ámbito de la función propia del profesional.
No es necesario que la actividad sea notoria, pública o habitual, bastaría
un solo acto de este tipo para que la conducta sea típica.
Sujeto activo puede ser cualquier persona y es un delito doloso.
Esta segunda parte del artículo era en el Código Penal original, el artículo
completo. Con posterioridad se agregó lo que actualmente es el primer párrafo.
La primera de las conductas típicas consiste en llevar insignias o distintivos
de un cargo que no ejerce.
Insignia es la señal honorífica constituida por objetos. Distintivo es cual-
quier objeto que sirva para distinguir de los demás a la persona que ejerce el
cargo. Se comprende el uso de uniformes que identifican cierta función o cargo
oficial.'”" Esa insignia o distintivo debe ostentarse públicamente de modo que
pueda ser visto por un número indeterminado de personas. No se daría el tipo
penal si se exhibiera ante un número de personas determinadas.
Tampoco se daría la conducta típica si el uniforme o insignia no corres-
ponde a un servicio estatal o son de un simple servicio público o cargos que no
asignen funciones administrativas.!”'
La segunda parte del segundo párrafo del artículo, se refiere al caso de
quien se arrogare grados académicos, títulos u honores. Se arroga el que se
los atribuye sin tenerlos, sin que sea necesario ejercer algún cargo o actividad,
Grados académicos son los títulos superiores expedidos por los estable-
cimientos de enseñanza superior, en especial el doctorado, maestría o especia-
lización.
El título profesional es la habilitación para ejercer un determinado arte,
ciencia, oficio o actividad que haya sido concedido oficialmente por las auto-
ridades del país.
824
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Éstos eran los delitos del Código Penal original dentro de este capítulo.
Luego, con distintas reformas, se introdujeron otras figuras, referentes a: la
omisión de inspección (art. 248 bis), el maltrato a inferior militar (art. 249 bis),
abandono de funciones militares de control (art. 250 bis), abuso funcional militar
(art. 253 bis), actuación militar imprudente en tiempo armado o catástrofe (art.
253 ter.). La mayoría de ellas se introdujeron luego de la reforma del código
de justicia militar, por Ley N? 26,394,
825
GONZALO JAVIER MOLINA
826
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
2. LA OMISIÓN DE INSPECCIÓN
1072
Autores como Donna hablan de una omisión impropia (DONNA, ob, cit., p. 167).
Entiendo que su interpretación como omisión impropia se debe a que identifican esa
forma omisiva cada vez que hay una posición de garantía. Particularmente, considero
que no es ese el criterio para entender una omisión como impropia, sino la vinculación
de la conducta debida con un resultado típico. Ver MOLINA, G., Delitos de omisión
impropia, Ed, Rubinzal-Culzoni, Bs. As., 2014,
827
GONZALO JAVIER MOLINA
828
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1073 El art, 249 fue tomado del proyecto de 1891, mientras que el art. 248 fue tomado del
proyecto de 1906.
197% Ladistinción se inicia con un fallo de la Cámara del Crimen de la capital. Ver DONNA,
ob. cit., p. 176.
1075 SOLER, ob. cit., p. 188.
1076 En esta posición, CREUS, ob. cit., p. 254,
829
GONZALO JAVIER MOLINA
5. DENEGACIÓN DE AUXILIO
830
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1077
Se coloca en situación de imposibilidad de actuar (omissio libera in causa) por una
acción o por una omisión previa. De este modo, se darían los supuestos llamados de
omissio libera in agendo y omissio libera in omitendo, Ejemplo del primer caso sería:
el autor se quiebra una pierna, con la intención de no poder luego realizar la maniobra
que se le exige. Ejemplo del segundo caso: el autor se queda dormido, sabiendo que
debería estar despierto para realizar el acto posteriormente.
831
GONZALO JAVIER MOLINA
Esta figura penal está muy vinculada con los delitos de resistencia y
atentado a la autoridad, y se considera una figura especialmente calificada en
relación a ellas.
Sólo puede ser sujeto activo un funcionario con la facultad para requerir
o manda a la fuerza pública.
La conducta es requerir la asistencia de esa fuerza pública para resistir una
orden legal de autoridad. Con eso ya estaría configurado el tipo penal, no es ne-
cesario que esa fuerza pública efectivamente se haya opuesto en forma efectiva.
Como presupuesto del tipo penal es necesario que exista previamente una
orden, disposición, sentencia o mandato judicial.
832
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
8. ABANDONO DE SERVICIO
833
GONZALO JAVIER MOLINA
1078 Prácticamente toda la doctrina penal argentina lo trata como un delito activo y de pura
actividad.
109 La figura penal está prevista para casos de cargos públicos en los que no existe un
reemplazo inmediato.
834
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
835
GONZALO JAVIER MOLINA
1050. Las personas que han sido inhabilitadas expresamente, no reúnen los requisitos formales
para la designación del cargo, ya que la mayoría de las legislaciones establecen entre
esos requisitos, el no haber sido inhabilitado previamente,
836
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
837
GONZALO JAVIER MOLINA
Sólo puede ser sujeto activo del delito un militar. Se trata de una figura cul-
posa, de producción de muerte de —al menos— una persona, o pérdidas militares.
Es presupuesto de esta figura —en sus distintas modalidades—'”* la situación
de catástrofe o de conflicto armado,
Como en todos los delitos culposos (activos) debería verificarse la acción,
el resultado, entre ellos el nexo de causalidad y de imputación objetiva.
En el caso de la conducta omisiva, deberán verificarse los seis elementos
de la omisión impropia.!%”
En los artículos 254 y 255, el Código Penal establece penas para los
supuestos de violación de sellos y documentos puestos por la autoridad para
probar determinados hechos. Se trata de proteger la credibilidad de los actos
de la administración.
838
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1. VIOLACIÓN SE SELLOS
839
GONZALO JAVIER MOLINA
840
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1. COHECHO PASIVO
841
GONZALO JAVIER MOLINA
Las conductas típicas son dos: 1) recibir dinero o cualquier otra dádiva o
2) aceptar una promesa.
El objeto puede ser dinero o cualquier otra dádiva. Se entiende por dádiva
cualquier objeto que se pueda transferir de una persona (dador) a otra (recep-
tor). Se discute en la doctrina si ese objeto debe tener, necesariamente, un valor
económico.!*** También se discute la entidad o cuantía de la dádiva.!%*
La promesa que se acepta debe ser en relación a la entrega posterior de
dinero o dádivas.
Es un delito doloso, lo cual implica de parte del funcionario el conocimiento
de que está recibiendo una dádiva o dinero o aceptando una promesa directa o
indirecta. Pero, además, debe existir en el autor un elemento subjetivo especial:
el sujeto debe hacerlo para hacer, retardar o dejar de hacer algo relativo a sus
funciones. Es decir que se exige una finalidad especial en el sujeto.
Se consuma el delito con el perfeccionamiento del pacto: al momento de
recibir la dádiva o dinero; o al momento de aceptar la promesa.
1083 Un sector de la doctrina exige que tenga valor económico, otros consideran suficiente
con que tenga un valor de cualquier clase para el receptor, aunque no sea económico.
De ser asi, se podrian aceptar “favores sexuales” por ejemplo, como dádivas. Moreno,
Soler y Núñez (entre otros) sostuvieron la tesis restrictiva, mientras que Fontán Balestra
(entre otros) consideraron que cualquier cosa podría entrar en el concepto de dádiva y
no solamente la que tenga contenido económico.
El significado de dádiva es “cosa que se da como regalo”. Y el concepto de cosa podria
abarcar también ese tipo de actividades (actos sexuales).
Muchas veces se utiliza la expresión: “tengo cosas que hacer”, para hacer referencia
a distintas actividades, Por este motivo, no habría limitaciones desde el principio de
legalidad para no incluir el ejemplo de los favores sexuales dentro de las dádivas. La
única limitación que se podría hacer es que ahora, en el art, 258 bis (delito de sobor-
no transnacional) se menciona “otras compensaciones tales como dádivas, favores,
promesas o ventajas”. De este modo, podria decirse que, si en este artículo (258 bis)
están mencionados los favores o ventajas como diferentes, entonces no entrarían en el
concepto de dádiva.
Lo determinante para la configuración del tipo penal es que el receptor se haya motivado
en la cosa recibida para hacer, retardar o dejar de hacer algo relativo a sus funciones.
1081. Entiendo que no necesariamente se debe exigir un cierto valor de la cosa, sino que
aquí, nuevamente, debe prevalecer como determinante que el autor se haya motivado
en esa cosa.
842
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
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GONZALO JAVIER MOLINA
1085 Se comprende la resolución judicial en sentido amplio: abarca los decretos de simple
trámite o autos que resuelven incidencias en el proceso.
844
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
5. SOBORNO TRANSNACIONAL
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GONZALO JAVIER MOLINA
1086 La última modificación del artículo fue la Ley N* 27,401 (año 2017).
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DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
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GONZALO JAVIER MOLINA
7. SANCIÓN COMPLEMENTARIA
En este capítulo se reúnen una serie de delitos que tienen en común la pro-
tección del regular cumplimiento de las actividades patrimoniales del Estado. En
esas actividades del Estado, se protegen sus bienes propios, e incluso algunos
bienes privados sobre los cuales el Estado ha asumido la tutela.
Debe quedar en claro que no se protege la propiedad de esos bienes, sino la
seguridad de su afectación a los fines para los que están destinados legalmente.
La propiedad de los bienes del Estado se protege dentro de los delitos contra
la propiedad.
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DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
108% En estos casos, los bienes del Estado afectados a actividades comerciales, tienen los
mismos riesgos que un particular titular de esos bienes.
10% Sería general si las partidas se asignan al “Poder Judicial”.
109 Sería especifica la partida asignada para la compra de un vehículo para el Ministerio
de Economia.
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GONZALO JAVIER MOLINA
C. AGRAVANTE
2. PECULADO
850
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
B. PECULADO DE BIENES
109% La figura de peculado de uso está entre los delitos cuya tipificación no es obligatoria
para los Estados parte, por ese motivo no puede decirse que Argentina haya incumplido
la Convención.
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GONZALO JAVIER MOLINA
852
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
3. MALVERSACIÓN CULPOSA
El art. 262 C.P. establece:
Será reprimido con multa del veinte al sesenta por ciento del
valor substraído, el funcionario público que, por imprudencia
o negligencia o por inobservancia de los reglamentos o
deberes de su cargo, diere ocasión a que se efectuare por
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GONZALO JAVIER MOLINA
En este artículo se prevé la forma culposa del delito anterior, pero con una
estructura particular. No se trata de la comisión de la malversación o peculado
(sustracción de caudales o efectos) con imprudencia, sino de la conducta culposa
(imprudente o negligente) que diere ocasión a que se efectúe la sustracción dolosa
de caudales o efectos por otra persona. Al hacerse referencia a la sustracción y
al artículo anterior (261) la figura debería llamarse peculado culposo, y no mal-
versación culposa, sin embargo, se la conoce históricamente con este nombre.
Da una ocasión para que el otro realice la sustracción, quien facilita por
acción o por omisión la sustracción de otro.
La sustracción del otro no necesariamente debe ser un delito de peculado,
''"
ya que podría tratarse de un sujeto que ni siquiera sea un funcionario público;
aunque sí es necesario que esa sustracción sea dolosa.
Es necesario que la conducta del funcionario que posibilita la sustracción
del otro, no sea dolosa, ya que, de ser así, podría ser un partícipe de la conducta
dolosa del tercero (hurto o estafa) o un autor!!'” del peculado doloso.
854
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1103 Esta situación típica requiere la existencia de un autor especial: el funcionario público,
855
GONZALO JAVIER MOLINA
856
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
2. TIPO OBJETIVO
857
GONZALO JAVIER MOLINA
No interesa que del hecho haya surgido una ventaja patrimonial para el
Estado, por ejemplo: el funcionario que actúa como proveedor del Estado,
aunque sea el más barato de todos los posibles. Por ello es un delito formal, y
se consuma, aunque no haya resultado un daño efectivo para la administración.
Es necesario que el contrato o la operación en la que se interesa el fun-
cionario, tenga una vinculación con la esfera de competencia funcional del
empleado. Por ejemplo: el ministro sugiere la contratación para el ministerio,
de una empresa en la que es abogado consultor.
Existe una discusión en doctrina con relación a la naturaleza del interés,
Por una parte, quienes sostienen que el interés del funcionario debe ser pura-
mente económico. Entre estos autores,''” se sostiene que el nombre del delito
“negociaciones”, y la expresión “contrato u operación” hacen referencia a un
interés económico y no de otro tipo. Otros autores (en minoría) sostienen que
cualquier interés particular es suficiente, aunque no tenga una finalidad estric-
tamente económica.
En una posición intermedia, Creus''” sostiene que dificilmente que existe
interés por un contrato u operación que no tenga alguna trascendencia de índole
económica, al menos en la esfera administrativa.
!!%
Las razones históricas podrían apoyar la interpretación restrictiva (del
interés económico) ya que, en su raíz hispánica, este delito nació entre los de
fraude y exacciones ilegales, del Código Penal español.'''"
1107
Entre estos autores, SOLER; ob. cit., p. 247. Agrega también Soler la expresión “ope-
ración de tasarlos”.
1108. CREUS, ob, cit., p. 300,
112 Sin embargo, Sancinetti menciona un ejemplo en el que no existiría un interés eco-
nómico, aunque sí podría afectarse a la administración: el funcionario que, al decidir
una licitación, elimina a la empresa de su enemigo político. (SANCINETTI, Marcelo,
“Negociaciones incompatibles con funciones públicas”, en Doctrina Penal, año 9,
Ediciones Depalma, Bs. As., 1986, p. 76).
Ho SANCINETTI, ob. cit., p. 76.
858
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
859
GONZALO JAVIER MOLINA
Las conductas típicas son. solicitar, exigir, hacer pagar o hacer entregar
indebidamente.
Lo que se solicita, exige, hace pagar, etc., es indebido, es decir, que no se
debe en su totalidad o no se debe en la medida legal.
Es necesario que el autor (funcionario público) abuse de su cargo, por ello,
debe actuar en el carácter que tiene dentro de la administración. En cambio,
el funcionario que exige o que se haga entregar cosas, invocando funciones
que directamente no tiene, comete usurpación de autoridad o algún delito de
defraudación, pero no éste que analizamos.
Son objetos del delito, las contribuciones (impuestos), derechos (tasas)
o dádivas. Con respecto a las dádivas, se aplica lo mencionado en relación al
artículo 256.
La gran diferencia con el cohecho y las exacciones ilegales, es que en esta
última no existe el acuerdo venal que caracteriza a aquel delito. En el cohecho,
el corruptor da porque quiere dar, en la exacción no existe el acuerdo, y el sujeto
entrega o paga por temor al poder del sujeto activo, o por error. En cualquier
caso, el sujeto que entrega, tiene su voluntad viciada.
También en el cohecho, el acuerdo gira en torno a un acto que el funcio-
nario debe cumplir; en cambio, en la exacción no hay vinculación con un acto
futuro, sino que se trata de un abuso de parte del funcionario, basta con el temor
genérico al funcionario.
El delito de exacción tiene un gran parecido con la extorsión, sólo que el
autor es un funcionario público que abusa de su poder para exigir.
Es un delito doloso, y por ello el autor debe saber que está exigiendo in-
debidamente y que está abusando de su cargo para ello.
860
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
El delito de exacción se agrava en este caso, por los medios empleados por
el autor: la intimidación o el engaño.
En el caso de intimidación, se trata de la amenaza de sufrir un mal determi-
nado futuro, como una posibilidad concreta y real. Se considera que en la figura
básica (art. 266) la intimidación está implícita en la condición de funcionario
público por lo que él representa. En el caso de la agravante, en cambio, es el
funcionario el que explícitamente o implícitamente, amenaza al contribuyente de
un daño futuro en caso de que no entregue lo solicitado. El mal que se anuncia
no necesariamente debe ser ilícito.
En el caso del engaño como medio típico, el autor invoca una orden supe-
rior, mandamiento judicial u otra autorización legítima. Esta orden, mandamiento
o autorización deben ser falsas.
3. CONCUSIÓN
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GONZALO JAVIER MOLINA
Este capítulo no estaba previsto en el Código Penal original, sino que fue
agregado por Ley N? 16.648 (año 1964) que preveía dos artículos: el 268.1 y
el 268.2.
Muchos años después, la Ley N* 25.188 incorporó el art. 268.3 y modificó
la redacción del art. 268.2, quedando el capítulo conformado como lo conoce-
mos actualmente.
862
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1115 El art. 36 CN, en su última parte, manda a dictar una ley de ética pública.
té Utilizar es sacar provecho o valerse del dato o información, con la finalidad específica
que indica la norma.
11! Hay muchos otros ejemplos en la doctrina tradicional: el funcionario municipal que
sabiendo de futuras obras públicas que se realizarían en un lugar compra los terrenos
vecinos del lugar que se van a revalorizar; el funcionario que —conociendo el futuro
cierre a la importación de cierto producto— acapara ese producto para sacar ganancia
por el encarecimiento interno.
863
GONZALO JAVIER MOLINA
Lo que debe utilizarse son informaciones o datos.'''* En los dos casos, debe
tratarse de decisiones o hechos vinculados al ejercicio de la función pública,
aunque no es necesario que se trate de situaciones (actos u omisiones) futuras.
Por ejemplo: una estadística,
Pueden ser o no de carácter económico, lo determinante es que puedan
serutilizados con finalidades lucrativas y que tengan carácter de reservados.!''”
Además, es necesario que haya adquirido esa información o dato en razón de
su cargo, es decir, que haya llegado a él en virtud de su desempeño funcional,
En el tipo subjetivo, se exigirá dolo (conocimiento de todos los elementos
objetivos) más la finalidad de lucro que beneficie al autor o a un tercero.
Se consuma el delito con la utilización del dato o información con la que
se piensa obtener el lucro, sin que sea necesario que ese lucro se obtenga efec-
tivamente, ni que se dañe a la administración.
Autor es el funcionario público que utiliza el dato con esa finalidad. Si el
dato se utiliza cuando el sujeto ya no es funcionario público, la conducta sería
atípica.
2. ENRIQUECIMIENTO ILÍCITO
HIS Sobre el concepto de informaciones y datos, se sostiene que las informaciones son
noticias y los datos son antecedentes. También se considera que las informaciones son
el género y los datos la especie: la información sería una aproximación global respecto
a una medida de gobierno, y el dato un aspecto concreto del que se infiere esa medida
(MOLINARIO-AGUIRRE OBARRIO, ob, cit., T. 3, p. 380).
11% Que sean reservados significa que sólo deben estar al alcance de determinadas per-
sonas dentro o fuera de la administración. El carácter de reservado se origina en una
disposición de la ley, reglamento o de la costumbre administrativa (CREUS, ob. cit.,
p. 311).
864
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
865
GONZALO JAVIER MOLINA
112 Tengamos en cuenta que el texto del Código Penal ya estaba vigente en nuestra legis-
lación interna desde el año 1964 (Ley N? 16,648) y que la Convención Interamericana
Contra la Corrupción se aprobó en el año 1996, Precisamente, como consecuencia de
esta Convención, se sancionó luego en el ámbito interno la Ley N* 25,188 que modificó
este artículo 268, entre otros delitos contra la administración pública.
El artículo IX de la Convención Interamericana Contra la Corrupción establece: “Con
sujeción a su Constitución y a los principios fundamentales de su ordenamiento jurídico,
los Estados parte que aún no lo hayan hecho adoptarán las medidas necesarias para
tipificar en su legislación como delito, el incremento del patrimonio de un funcionario
público con significativo exceso respecto de sus ingresos legítimos durante el ejercicio
de sus funciones y que no pueda ser razonablemente justificados por él”,
A partir de este artículo, surge la obligación para el Estado argentino, de tipificar el
delito de enriquecimiento ilícito,
1122
Ver “Evolución legislativa reciente y análisis de la figura penal en el derecho compa-
rado”, de COLOMBO-IPOHORSKI LENDIEWICZ, en 7eoría y práctica del delito
de enriquecimiento ilícito de funcionario público, (Bruzzone-Gullco, Directores), Ed.
Ad-Hoc, Bs. As., 2005, p. 112.
1122 SANCINETTI, ob. cit. p. 18.
También sosteniendo la inconstitucionalidad de la norma, DE LA FUENTE, “El delito
de enriquecimiento ilícito, La discusión sobre su inconstitucionalidad.”, en Revista
de Derecho penal. 2004-1. Delitos contra la administración pública-I, Ed. Rubinzal-
Culzoni, Bs. As,, 2004, p. 79.
866
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
112% El principio constitucional nemo tenetur se ipsum prodere (nadie está obligado a
traicionarse) significa que nadie está obligado a dar armas a su oponente para una
acusación en su contra. Por eso mismo, surge la facultad de no declarar (abstenerse)
en el proceso penal, Si se lo obliga a declarar para explicar el incremento de su patri-
monio, ya se estaría afectando ese principio constitucional, porque tiene el derecho de
quedarse callado ante una acusación.
1125 Se pueden ver reflexiones sobre los fallos de jurisprudencia al respecto en “El delito
de enriquecimiento ilícito de funcionario público (art. 268.2 C.P.) en la jurispruden-
cia”, de Omar SOSA y Elpidio PORTOCARRERO, en Teoria y práctica del delito de
enriquecimiento ilícito de funcionario público, (Bruzzone-Gullco, Directores), Ed.
Ad-Hoc, Bs. As., 2005, p. 33 y ss.
1126 SANCINETTI (ob. cit., p. 19) habla de la autodignificación indirecta que surge en
relación a esta figura penal: “Si es asumido de antemano que todo aquél que sea virtuoso
defenderá la estructura del tipo penal en cuestión, porque tendrá verdadero interés en
la persecución de los funcionarios corruptos, y que todo aquel que ataque esta clase
de incriminación sólo pretenderá amparar a funcionarios deshonestos, tanto el orador
político como el autor doctrinal que se pronuncie en sentido favorable al art. 268.2 C.P.,
ya obtendrá una dignificación de su posición y, posiblemente, también de su persona”.
867
GONZALO JAVIER MOLINA
1127 Entre estos autores, FONTÁN BALESTRA, en ob, cit,, T. VIL p. 241.
112% CREUS, ob, cit,, p. 312,
1129 NÚÑEZ, Derecho penal argentino, T. VIL p. 144.
1130 Al explicar esta cuestión y referirse a la tesis de la conducta activa, SANCINETTI
críticamente, se imagina el siguiente mensaje de la norma penal del art. 268.2 a los
destinatarios: “—Cuídate de enriquecerte mucho, porque puede llamarte a justificar el
enriquecimiento. Y si después no cumples tras mi llamado, te penaré”.
113! Por cierto, el delito se llama precisamente enriquecimiento ilícito y no omisión de
justificar el origen de los bienes.
868
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1132 Tneluso le dice expresamente al juez: “disculpe, señor Juez, pero no puedo justificarlo
licitamente”.
1133
A esta argumentación se podria contestar que debe aplicarse en esos casos la teoría de
la actio libera in causa (más correctamente en el caso: omissio libera in causa), lo cual
se podría resumir del siguiente modo: como el autor se ha incapacitado para justificar
el origen de su patrimonio por una conducta positiva (ilícita) anterior, entonces en ese
momento previo sí tuvo capacidad de actuar. Pero adviértase que esa conducta previa
es una conducta activa: el cohecho, peculado, etc., que acrecentó el patrimonio que
ahora no puede justificar. Entonces, de cualquier modo, se trata de un delito activo: el
acto de enriquecerse ilícitamente. La omisión de justificación posterior no constituye
el ilícito.
1124 El sujeto habría cumplido con su deber de dar información al ser requerido,
1135 Sancinetti, muy crítico con esta reflexión de Creus, hace ver la contradicción de este
autor que por una parte sostiene que el bien jurídico protegido por el delito es “la finali-
dad de evitar conductas anormales que persiguen un aumento patrimonial, prevaliéndose
869
GONZALO JAVIER MOLINA
del cargo”, y, sin embargo, en el ejemplo considera que existe delito cuando está claro
que el origen del incremento patrimonial es lícito (SANCINETTI, ob, cit., p. 105).
1136 El único reproche que se puede hacer en un caso así, es la desobediencia a la au-
toridad, que como bien señala Sancinetti (ob. cit., p. 108) debería tener una pena
similar al delito del art. 239, pero no la pena que tiene el art, 268.2, Con la reforma
de la Ley N* 25,188 tenemos ahora el art. 268.3, según el cual se pena el mero hecho
de no presentar la declaración jurada, como una forma de desobediencia de parte del
funcionario. A esa conducta se puede asimilar más el ejemplo de quien no justifica su
incremento patrimonial, aunque objetivamente haya sido lícito. Obsérvese que la pena
del art, 268.3 es de quince días a dos años de prisión, de ninguna manera comparable
con la pena del art. 268.2. De modo que la simple desobediencia es menos reprochable
que el enriquecimiento ilícito que no se explica. Esto debe ser un argumento más para
considerar que el núcleo de la conducta en el art. 268.2 no es la mera omisión de jus-
tificar el incremento patrimonial (como mero acto de desobediencia al requerimiento
de la autoridad), sino el acto de enriquecerse ilicitamente mediante casos de cohecho,
peculado, exacciones ilegales, etc.
1137 Claro que también podría cometerse por omisión, en la medida en que esos delitos
(peculado, cohecho, etc.) también puedan cometerse por omisión impropia.
Pero lo que se quiere marcar aquí es que la conducta típica de la figura del art. 268,2
no consiste simplemente en el no justificar la procedencia de los bienes.
113% SANCINETTI, ob. cit., p. 107.
870
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
E. AUTORES
El autor del delito debe ser un funcionario público. En la última parte del
artículo, además, se aclara que para la persona interpuesta se aplica la misma
pena que al autor del hecho. Esa persona no sería un coautor, ni autor del ilícito.
A fines de evitar la discusión en relación a su forma de participación criminal,
la ley expresamente considera que se aplica la misma pena.
Ello presupone que el sujeto interpuesto sepa en qué está participando, es
decir, que actúe con dolo.
871
GONZALO JAVIER MOLINA
Este artículo no estaba en el texto del código según Ley N* 16.648, sino
que fue agregado con posterioridad (año 1999) con la Ley N? 25.188,
En este caso, el bien jurídico protegido es la transparencia en los actos de
los funcionarios de la administración pública. A diferencia del art. 268,2 no se
trata aquí de prevenir conductas ilícitas de los funcionarios que se enriquecen
ilícitamente a costa del Estado.
Son dos las conductas que prevé el artículo: la primera es la no presentación
de la declaración jurada que corresponde presentar por ley, y la segunda el acto
de falsear los datos en la presentación.
1140 La Ley N? 25.188 establece en sus artículos 4%, 8% y 9? los requisitos y plazos para
las presentaciones de declaraciones juradas de funcionarios públicos. Pero en cada
provincia existe una ley especial que lo regula en su ámbito,
872
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Como es un delito doloso, el autor debe conocer esos tres elementos para
que se le pueda imputar el delito en cuestión. Cualquier error sobre estos ele-
mentos, dará lugar al error de tipo que excluye la tipicidad. El tipo penal exige,
además, la malicia en la omisión. Por ello, parecen excluirse los supuestos de
dolo eventual.
Se consuma el delito cuando vence el plazo para la presentación, sin que
ella se haya hecho efectiva.
CAPÍTULO X: PREVARICATO
A partir del Capítulo X y hasta el Capítulo XTV dentro del Título XT (Delitos
contra la administración pública), vamos a encontrar una serie de figuras, que
tienen la particularidad de proteger a la administración pública, pero en sentido
873
GONZALO JAVIER MOLINA
874
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
114 Porejemplo, el Juez de instrucción dicta auto de procesamiento con prisión preventiva,
basándose en los documentos aportados por el querellante, cuando de los documentos
aportados por ese sujeto procesal, no surge de ningún modo elementos que involucren
al imputado en el hecho investigado.
1145 Las resoluciones falsas son aquellas que se invocan como fundamento de la decisión,
y que deben considerarse especialmente importantes para resolver la cuestión. Por
ejemplo, afirmar que una excepción ha sido rechazada cuando en realidad todavía no
fue resuelta, o decir que es cosa juzgada cuando todavía no hay sentencia sobre ella.
(CREUS, ob, cit., p. 318).
1146
Menos aún puede considerarse como criterio para determinar la prevaricación, el hecho
de que la resolución en cuestión contradiga el criterio del tribunal superior del juez.
875
GONZALO JAVIER MOLINA
1147
Resolución del Tribunal Supremo español, del 07/02/97, citada por Guillermo BEN-
LLOCH PETIT, en Lecciones de Derecho Penal. Parte especial, (Silva Sánchez
director), Ed. Atelier, Barcelona, 2006, p. 333.
1148. El art. 447 del Código Penal español establece: “El Juez o Magistrado que por impru-
dencia grave o ignorancia inexcusable dictara sentencia o resolución manifiestamente
injusta incurrirá en la pena de inhabilitación especial para el empleo o cargo público
por tiempo de dos a seis años”.
1122 Gran parte de la doctrina entiende que en este caso sólo se podría cometer el prevaricato
de hecho, no el de derecho, ya que al fallar no tienen que sujetarse al derecho, sino a
876
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
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DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
C. EL TIPO SUBJETIVO
Existe una discusión en doctrina en relación a si se trata de un delito doloso
o culposo.
Un sector de la doctrina penal considera que el delito previsto en el art.
270 (en sus distintas modalidades) es una figura culposa. Argumentan para ello,
que el monto de la pena es menor al que prevé el art. 269 para cualquier caso
de prevaricato. Considerando que aqui se trata de una causa penal, y además
de la privación de libertad del imputado, sostienen que no sería razonable que
el art. 270 estuviese tratando un delito doloso. Por ello, concluyen en que basta
con la culpa del juez para aplicar esta figura.
Otro sector de la doctrina considera que es un delito doloso. El argumento
que se invoca en este caso es que en nuestro Código Penal se sigue el sistema
de numerus clausus en materia de delitos culposos, y en este caso el art. 270 no
aclara que sería una figura culposa, ya que no se utiliza la fórmula caracteristica
de la culpa.''**
Considero que esta segunda es la posición correcta por respeto al principio
de legalidad."
Por ello, el autor debe saber que está dictando una prisión preventiva que
no corresponde, o que está prolongando una que ya no corresponde mantener.
Autor de estos delitos sólo podría ser un juez con competencia penal.
1153 Para disponer la libertad del imputado en un caso como éste, no es necesario que exista
un pedido expreso de libertad. El juez debería disponerlo de oficio.
115 La fórmula clásica de la culpa refiere al que “por imprudencia, negligencia, impericia,
(...) etc.”.
1155 Además, sería contradictorio que estuviese prevista la forma culposa de la figura y no
la forma dolosa (al menos no específicamente para el supuesto de prisión preventiva,
sino sólo para la modalidad genérica del prevaricato en el art. 269).
879
GONZALO JAVIER MOLINA
1156
Ya no se puede decir actualmente que los abogados son “auxiliares de la justicia”,
como si fueran dependientes o empleados de los jueces. Los abogados representan y
defienden los intereses de las partes en el proceso, y como tales son operadores del sis-
tema judicial. Como tales, merecen el mismo trato y respeto que los jueces, o cualquier
magistrado, y se deben a sus representados, no a los integrantes del Poder Judicial.
1157
Entre éstos, CREUS (ob. cit., p. 323), BUOMPADRE (Codigo Penal y normas com-
plementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial, (Baigún-ZafTaroni, Directores), T.
10, p. 930).
1158
Entre éstos, MORENO (£l Código Penaly sus antecedentes, Y. 6, Ed. Tomassi Editor,
Bs. Ás., 1923, p. 287), SOLER (Derecho Penal argentino, T. V, p. 282). Sin embargo,
Soler, pese a hacer esta distinción entre dos conductas diferentes, termina exigiendo
para los dos casos el perjuicio material como elemento objetivo del tipo, con lo cual
la diferenciación se diluye y no parece tener sentido.
880
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881
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De ser correcta la interpretación que hace el citado autor de esta figura, el delito sólo se
daria cuando las partes desconocen que el mismo abogado representa también al otro.
1162 Son mandatarios las personas que representan en juicio a las partes de acuerdo a las
exigencias procesales.
882
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
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A. DENEGACIÓN DE JUSTICIA
La conducta típica en la primera parte del artículo es negarse a juzgar,
bajo el pretexto de que las leyes son oscuras, insuficientes o guardan silencio
sobre el tema a resolver.
Esta forma delictiva, ha sido interpretada por la doctrina mayoritaria de
nuestro país, como un delito activo:''* el acto de negarse a resolver debería
ser expreso. Mientras que el supuesto de negativa implícita sería el caso del
segundo párrafo: el retardo de justicia.
Es por ello que se habla de una conducta activa para la configuración de
la modalidad denegación, y no se aceptan como típicos de esta modalidad los
casos de incumplimiento del deber de juzgar.
Se requiere la negativa de parte del juez en una resolución que la exprese
o presuponga, invocando la insuficiencia, oscuridad o silencio de la ley.''* La
negativa debe ser a juzgar, a decidir sobre una cuestión planteada en el proceso
judicial. Por ello, no comete el delito el juez que se niega a intervenir en una
causa,'' sino el juez que se niega a juzgar en la causa en la que interviene.!'”
Se consuma el delito con la negativa expresa o implícita que surge de una
resolución del juez, sin que se produzca algún daño para las partes.
Autor es el juez o conjuez que intervenga en una causa judicial.
Se trata de un delito doloso, y por ello el juez debe saber que se está ne-
gando a juzgar en una causa en la que debe hacerlo, por la invocación de los
motivos expresados en la ley.
1164 En palabras de Creus: “estamos (...) ante un acto positivo que implica una omisión”
(ob. cit., p. 327).
1165
Visto de este modo, es, como dicen Molinario-A guirre Obarrio, una disposición inocua
(ob. cit., p. 411).
1166
Por ejemplo: el juez que considera que no debe intervenir por cuestiones de compe-
tencia o jurisdicción, o porque cree que debe inhibirse por motivos de enemistad.
1167 CREUS, ob. cit., p. 328.
884
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885
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Autor del delito sólo puede ser el juez,''** no el secretario del juzgado o
algún otro funcionario judicial, aunque éstos puedan ser considerados partícipes
eventualmente.
11é2 En el Código Penal español también pueden ser autores los secretarios u otros ma-
gistrados. El texto del art. 448 dice: “El Juez o Magistrado que se negase a juzgar, sin
alegar causa legal, o so pretexto de oscuridad, insuficiencia o silencia de la Ley, será
castigado con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público”.
117% Como ocurre con otros artículos del código, en este caso se utiliza como fuente una
legislación para un delito, y otra legislación para el otro.
La confusión de estos dos delitos se acentúa en la redacción actual del Código Penal.
En el Código Penal original la distinción entre el art, 274 y el art. 277 inc. 6 podía ser
más fácil.
Destaca Soler la “incorrecta y fea expresión represión de los delincuentes” (SOLER,
ob. cit., p. 289).
886
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Entre los artículos 275 a 276 bis, el Código Penal prevé los delitos de falso
testimonio en distintas modalidades. Se trata de un delito que fue reconocido
históricamente en los distintos sistemas penales, aunque con dos modalidades.
En una primera, lo determinante es la violación del juramento, por eso se
pena el perjurio.!'”* En la segunda modalidad, lo más importante es la distorsión
1172 “Otro aspecto poco afortunado de la disposición es el apartado final: a menos que pruebe,
etc. En el fondo, se trataba sencillamente del límite condicionante de la imputabilidad
de toda omisión: ultra posse nemo obligatur. No debió haberse enunciado, y mucho
menos bajo la forma de inversión de prueba” (SOLER, ob. cit., p. 290).
1173
Es el sistema anglosajón y germánico (SOLER, ob. cit., p. 293).
887
GONZALO JAVIER MOLINA
111% Porejemplo: decir que Juan estaba en el lugar del hecho, cuando en realidad no estuvo.
1155 Por ejemplo: se le pregunta al testigo si Juan estaba en el lugar del hecho, y el testigo
responde que no, cuando en realidad sí estaba.
1156 Negar que se sabe sería si el testigo dice que no sabe si Juan estaba en el lugar, cuando
si sabe (si estaba o no). En este ejemplo, se estaría callando la verdad.
888
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Calla la verdad quien omite lo que sabe o niega que lo sabe. Ésta es la
llamada reticencia.
Con respecto a esta modalidad, debemos diferenciarla del delito de des-
obediencia previsto en el art, 243, ya que en esa figura también se admite como
modalidad la abstención parcial. El criterio de distinción debe partir del bien
jurídico protegido: en el caso del art. 243 se trata de un acto de desobediencia
a la autoridad, en cambio en el falso testimonio por reticencia (art. 275) es una
forma de engañar al juez, y eso puede incidir en la resolución que éste tome
en la causa que trata. En el primer caso, el juez no puede sacar conclusiones ni
hacer una construcción de los hechos del caso. En el segundo caso, el engaño
puede inducir al juez a negar la existencia de algo realmente ocurrido.''”
En el primer caso se ve más afectada la autoridad del juez como funcionario
de la administración pública (o administración de justicia), y en el segundo caso
se afecta la correcta administración de justicia en la medida en que hay peligro
concreto de tomar una decisión incorrecta como consecuencia de esa reticencia
que puede hacer inducir a error.
1177 Señala al respecto Soler: “No debe confundirse el falso testimonio por reticencia con
el delito de desobediencia reprimido por el art, 243, (...) Sólo corresponde destacar en
esta oportunidad que el falso testimonio por reticencia se diferencia del incumplimiento
del deber de declarar porque la negativa a declarar no puede engañar al juez acerca
del contenido de la declaración, mientras que la reticencia es una forma de engaño.
En un caso, el testigo dice: me niego a contestar ni sí ni no. En el otro, dice: no sé, y
en realidad sabe, Sobre lo primero, el juez nada puede construir, sobre lo segundo sí,
porque la circunstancia de que determinado sujeto no sepa algo, tomando por veraz
el no saber, puede inducir al juez a negar la existencia de algo realmente ocurrido”
(SOLER, ob. cit., p. 307).
También Molinario-Aguirre Obarrio indican que: “Si un testigo, ante las preguntas de
la autoridad, se niega a declarar o simplemente permanece callado, nada falsea. En
cambio, deja de cumplir una obligación. Comete el delito previsto en el artículo 243,
Es una persona que niega una colaboración que debe prestar, pero a nadie engaña. En
cambio, calla la verdad quien declara y omite narrar alguna circunstancia de interés
que percibió y recuerda. Es corriente encuadrar este caso a quien dice no recordar o
no saber, siendo que lo sabe y recuerda. Pero así se niega una verdad, no se calla”
(MOLINARIO-AGUIRRE OBARRIO, ob. cit., p. 421).
889
GONZALO JAVIER MOLINA
115% Por ejemplo: si la declaración falsa fue realizada ante el empleado del juzgado, pero
sin la presencia del juez y secretario, como establecen los códigos procesales bajo pena
de nulidad. En este caso, al ser nulo el acto procesal no se podría imputar el delito de
falso testimonio, aunque lo declarado por el sujeto sea falso.
890
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
D. TIPO SUBJETIVO
11M MOLINARIO-AGUIRRE OBARRIO, ob. cit., p. 424. Sin embargo, aclaraba Molinario
que el falso testimonio en causa correccional sólo daría lugar a la figura básica,
891
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Entre los artículos 277 y 279, el Código Penal trata distintas modalidades
de encubrimiento.
Si bien el delito de encubrimiento (en todas las modalidades) está estrecha-
mente vinculado con otro delito cometido anteriormente, es considerado una
excepción a las reglas de la participación criminal, de modo que no se trata de
una participación en ese delito anterior, sino que es un delito independiente.
La diferencia entre el encubrimiento y la participación criminal en delito
previo es que, en los casos de encubrimiento, el autor realiza una conducta para
beneficiar a los autores o partícipes del delito anterior, pero sin haber prometido
esa contribución,!'* de modo que aquellos no contaban de antemano con su
colaboración. Esta desconexión causal con el delito anteriormente cometido
es lo que otorga al encubrimiento una independencia de las distintas formas de
participación criminal analizadas en la parte general del Código Penal.
Ya el Código Penal de 1921 regulaba al encubrimiento como delito inde-
pendiente del principal que se pretende ocultar y fue ubicado entre los delitos
contra la administración pública (más precisamente contra la administración de
justicia, por su ubicación entre figuras similares en este sentido).
Se protege entonces la administración de justicia que se vería afectada
cada vez que se oculta a las autoridades la comisión de un delito o el producto
de ese delito, dificultándose su investigación.
893
GONZALO JAVIER MOLINA
En este caso se agrava la conducta por el motivo que lleva al falso testi-
monio.
La declaración debe ser prestada mediante cohecho, es decir, que haya
sido determinada por la recepción de dinero o cualquier otra dádiva o por la
aceptación de su promesa directa o indirecta hecha por un tercero a la persona,
para que ésta declare falsamente. Por ello, debe haber una relación directa entre
la declaración falsa y el cohecho.
El sobornante sólo será sancionado si se comete el falso testimonio, con
la pena correspondiente a del simple testigo falso. De no cometerse el falso
testimonio, el sobornante queda impune.
Como consecuencia del agregado a la parte general del artículo 41 ter, que
permite la posibilidad del arrepentido o delator, se agregó también este artículo
entre los delitos de falso testimonio.
La conducta típica es proporcionar información falsa o datos inexactos.
Según lo establecido en el art. 41 ter, cuando un imputado por los delitos
allí mencionados realice aportes de datos o información que puedan servir para
el esclarecimiento de los hechos investigados, se le podría disminuir la pena
en su caso,
892
GONZALO JAVIER MOLINA
1. ENCUBRIMIENTO
1. Será reprimido con prisión de seis (6) meses a tres (3) años
el que, tras la comisión de un delito ejecutado por otro, en el
que no hubiera participado:
a) Ayudare a alguien a eludir las investigaciones de la
autoridad o a sustraerse a la acción de ésta.
b) Ocultare, alterare o hiciere desaparecer los rastros,
pruebas o instrumentos del delito, o ayudare al autor o
partícipe a ocultarlos, alterarlos o hacerlos desaparecer.
c) Adquiriere, recibiere u ocultare dinero, cosas o efectos
provenientes de un delito.
d) No denunciare la perpetración de un delito o no
individualizare al autor o partícipe de un delito ya conocido,
cuando estuviere obligado a promover la persecución penal
de un delito de esa índole.
e) Asegurare o ayudare al autor o partícipe a asegurar el
producto o provecho del delito.
2. En el caso del inciso 1, c), precedente, la pena mínima será
de un (1) mes de prisión, si, de acuerdo con las circunstancias,
el autor podía sospechar que provenían de un delito.
3. La escala penal será aumentada al doble de su mínimo y
máximo, cuando:
894
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1182. Por ayuda se entiende toda conducta que facilite o haga posible que el favorecido pueda
eludir las investigaciones o sustraerse a la investigación de la autoridad, siempre que
se trate de una actividad material. Por ello no quedan incluidos los consejos.
895
GONZALO JAVIER MOLINA
112: DESPOUY SANTORO, Pedro, El delito de encubrimiento, Ed. Astrea, Bs. As., 2018,
p. 166.
118 Por ejemplo, los códigos procesales penales obligan a los jueces y funcionarios judi-
ciales a denunciar los hechos delictivos que conozcan en sus funciones.
1185 Existen leyes que obligan a denunciar ciertas personas, Por ejemplo: la Ley N? 26,485
(art, 18) obliga a las personas que se desempeñen en servicios asistenciales, sociales
educativos y de salud en el ámbito público o privado, que con motivo o en ocasión
de sus tareas tomares conocimiento de un hecho de violencia contra las mujeres, a
denunciar esos hechos.
También la Ley N* 26,061 (art. 30) obliga a los miembros de los establecimientos
educativos y de salud, públicos o privados que tuviere conocimiento de la vulneración
de derechos de las niñas, niños o adolescentes a comunicar esos hechos a la autoridad
administrativa de protección de derechos en el ámbito local.
896
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
277 inc. 1 porque el autor no actúa con dolo como en el caso del art, 277 inc. 1
Cc). Y aquí viene la discusión: ¿se trata de un delito culposo, o con dolo eventual?
Un sector de la doctrina lo entiende como un supuesto de delito culposo.'!**
Otros afirman que se trataría de un delito doloso (dolo eventual),''" y no falta
la tercera postura que considera que el artículo abarca el delito culposo y el
dolo (ambas modalidades estarían incluidas). "*
El problema es que el legislador (Ley N* 25.815 del 2003) incorporó una
fórmula extraña a nuestro sistema penal: “si, de acuerdo con las circunstancias,
1186
En esta posición, PARMA-MANGIAFICO-ÁLVAREZ DOYLE, Derecho Penal. Parte
Especial, Ed. Hammurabi, Bs. As., 2019, p. 670.
1187
DESPOUY SANTORO, ob. cit., p. 201. Este autor invoca para su interpretación (como
figura dolosa) que el texto de la reforma fue tomado del proyecto Soler 1960, y allí Soler
daría a entender que lo imaginó como una modalidad culposa: “En la nota al art. 324 del
Proyecto de 1960, fuente de la disposición actual, se señala el carácter doloso de este
delito, y se dice, a modo de ejemplo, que el dolo consiste en que el sujeto no hace algo
que en concreto debe hacer (verificar antes de comprar) o que no se abstiene de hacer
algo puramente facultativo (comprar)”. DESPOUY, ob. cit., p. 205.
Sin embargo, debemos aclarar que el texto del art, 324 del proyecto Soler no tenía la
misma redacción que el texto actualmente vigente en nuestro Código Penal, sino una muy
distinta. El art. 324 de ese proyecto decía: “El que, con fin de lucro, adquiriere o recibiere
cosas o bienes q'e de acuerdo con las circunstancias debía presumir provenientes de un
delito, será reprimido con multa” (El destacado me pertenece). (ZAFFARONFARNEDO,
Digesto de codificación penal argentina, T. 6, Ed. A-Z, Bs, As. 1996, p. 506).
Como se advierte, el proyecto Soler decía debía presumir, que no es lo mismo que podía
sospechar proveniente de un delito. En el caso del debía presumir si se puede decir que
es una referencia al dolo eventual concebido normativamente (adscripción de dolo). Pero
la expresión podía sospechar es más amplia, y podría abarcar casos en los que el autor no
se representó la procedencia ilícita, y ni siquiera debía presumir; sino que tan sólo podía
sospechar. Pero la posibilidad de sospecha de la procedencia ilícita, que él no advirtió
en el caso particular, es una clara referencia a los supuestos de culpa.
La norma le diría al sujeto: “Usted no se representó, ni sospechó el origen ilícito de la
cosa que recibió o adquirió, pero podía sospecharlo, existía la posibilidad si hubiera
puesto más atención”, Eso es lo que caracteriza a la culpa, no al dolo eventual.
1188
En esta posición, BUOMPADRE, en Código penal y normas complementarias. Análisis
doctrinal y jurisprudencial, Y 11, (Baigún-Zaffaroni, Directores), Ed. Hammurabi, Bs.
As., 2011, p. 168,
Buompadre menciona “tanto el dolo como la culpa”, de modo que parece referirse al
dolo en sus distintas modalidades, lo cual sería contradictorio con el art, 277 inc. 1,
€), ya que en ese caso se trata de un delito doloso. De ser así, ¿cuál sería el criterio de
distinción entre estas dos figuras? ¿cuándo se aplicaría el art. 277 inc. 1 c), y cuando
el 277 inc. 2?
897
GONZALO JAVIER MOLINA
112 El concepto normativo del dolo, según Jakobs, Pawlik, entre otros autores. Ver
PAWLIK, Michael, Ciudadanía y derecho penal, Ed. Atelier, Barcelona, 2016, p. 142,
Se trataría de la atribución del dolo a un autor que deberia haberse representado, y no
de la comprobación real, sicológica.
898
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Es necesario que el autor conozca que el delito anterior sea uno “espe-
cialmente grave”, ya que, de otro modo, el incremento de la escala penal sería
una afectación al principio constitucional de culpabilidad. Este conocimiento
no necesariamente significa que el autor del encubrimiento deba conocer la
calificación jurídica que le corresponde al hecho previo, sino que sepa las cir-
cunstancias fácticas esenciales del hecho.!'%
En el segundo supuesto (inciso b), se agrava el encubrimiento cuando el
autor (el encubridor) tuviera ánimo de lucro, es decir, la finalidad de conseguir
un provecho económico para sí o para un tercero, independientemente de que
se obtenga ese provecho o ventaja económica. Lo determinante es el ánimo,
el aspecto subjetivo. Se entiende que existe ese ánimo cuando el autor recibe
la cosa con la intención de comercializar con ella, es decir, usarla para una
operación comercial posterior.''”'
Está claro que en estos casos no debería aplicarse la multa del art. 22 bis
C.P., ya que implicaría una afectación al principio constitucional non bis in idem.
En el tercer supuesto (inciso c) se agrava el encubrimiento cuando el autor
(encubridor) se dedicare con habitualidad a estos hechos de encubrimiento.
Se entiende por habitualidad, la reiteración de hechos delictivos (plura-
lidad) de la misma naturaleza, y además cometidos con proximidad temporal
entre ellos.'!?”
Como no se trata de una característica del hecho cometido, sino del autor,
es una agravante claramente inconstitucional, ya que se hace referencia a las
cualidades personales del sujeto. Se afecta el principio de derecho penal de
acto, aplicándose la agravante por los principios de un derecho penal de autor.
En el cuarto supuesto (inciso d), se agrava el encubrimiento cuando el
autor sea un funcionario público. En este caso se entiende que no es necesario
que el delito de encubrimiento lo haya cometido el funcionario en ejercicio de
sus funciones, sino que basta con que el autor sea un funcionario público.'!*
119% Por ejemplo: que el arma que está ocultando sirvió para matar a otro, para cometer un
robo con armas, etc. aunque el sujeto no conozca la calificación jurídica que corres-
pondería, sí debe conocer las circunstancias fácticas “graves” del hecho cometido.
119! Por ello, no se debe entender que existe ánimo de lucro por el mero hecho de aprove-
char la cosa que se recibe, tratándose de un “buen precio”.
1182. DESPOUY SANTORO, ob. cit., p. 277.
119 DESPOUY SANTORO, ob. cit., p. 281. PARMA-MANGIAFICO-ÁLVAREZ DOYLE,
ob. cit, p. 670.
899
GONZALO JAVIER MOLINA
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DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
2. ENCUBRIMIENTO DE ABIGEATO
Se trata del encubrimiento del delito de abigeato. En este caso autor debe ser
un funcionario público que violando los deberes que le corresponden o abusando
de sus funciones, intervenga o facilite el transporte, faena, comercialización o
mantenimiento de ganado, sus despojos o los productos obtenidos.
Es un delito doloso, y por ello el autor debe conocer el origen ilícito de
las cosas.
901
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902
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
903
GONZALO JAVIER MOLINA
1. EVASIÓN
El art. 280 C.P. establece:
A. TIPO OBJETIVO
1196 Noesnecesario que el sujeto se encuentre bajo encierro, ya que también está legalmente
detenido el que estuviere custodiado por la autoridad competente en cualquier lugar.
1197 La evasión simple no es punible. Se reconoce “un instinto irresistible y moralmente
no censurable” a la libertad de la persona (SOLER, ob. cit., p. 352).
118% Por ejemplo: romper las rejas de la celda,
119% Ejemplo: las esposas que se colocan al detenido para evitar que se mueva de un lugar
(esposado a una reja). Sin embargo, un sector de la doctrina no considera típica la rotura de
las esposas colocadas en las dos manos, porque en ese caso se entiende que la finalidad no
es evitar la fuga, sino agresiones (MOLINARIO-AGUIRRE OBARRIO, ob, cit., p. 441).
1200 Por ejemplo: Romper la puerta del patrullero.
20 Porejemplo: el preso logra evadirse por una distracción de los guardias, y cuando se
está alejando, rompe un auto estacionado en el lugar, por pura intención de dañar. En
904
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
905
GONZALO JAVIER MOLINA
B. TIPO SUBJETIVO
2. FAVORECIMIENTO DE EVASIÓN
1206 El propio evadido no podría ser autor, porque no se pena a quien busca su propia libertad,
pero, además, porque es necesario en este delito que se favorezca la evasión de otro,
906
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Podría ser autor incluso otro detenido, siempre que no se fugue también él.
1207 Fuerza en las cosas o violencia en las personas.
120. SOLER, ob. cit., p. 360, Parece ser también la opinión de DONNA (ob, cit., p. 564),
ya que admite la tentativa cuando todavía no se consumó la fuga.
120% CREUS considera que ya se consuma el delito cuando el detenido comienza a intentar
la fuga, aunque no llegue a evadirse (CREUS, ob. cit., p. 355).
21% Se podría discutir la afectación al principio de prohibición de doble desvaloración en
este caso. En principio, para la forma activa no habría problema: si el autor es funcio-
nario público también se le aplica esa pena de inhabilitación,
La cuestión sería un poco más difícil en los casos de omisión: se considera su condición
de funcionario a cargo del preso para afirmar la posición de garantía (elemento esencial
de la tipicidad objetiva del delito de omisión impropia) y luego también se lo valora
para agravar la pena. Sin embargo, considero que no existiría tal afectación al principio
constitucional, porque la posición de garantía en este delito no estaría dada por la simple
calidad de funcionario público (podría haber un funcionario público que no fuera garante
de la privación de libertad del sujeto). De modo que no se valora dos veces el mismo
dato,
907
GONZALO JAVIER MOLINA
3. QUEBRANTAMIENTO DE INHABILITACIÓN
Esta figura penal no es original del Código Penal de 1921, sino que fue
incorporada con posterioridad, por la Ley N* 23.487 (año 1987).
El sujeto activo del delito es quien ha sido inhabilitado judicialmente,'?”
sea que se le haya aplicado esa inhabilitación como pena principal o accesoria,
absoluta o especial.
La conducta típica es quebrantar esa inhabilitación, lo cual implica el in-
cumplimiento de la inhabilitación, mediante una conducta contraria a la veda
que se le había impuesto.
Es un delito doloso, lo cual exige el conocimiento de parte del autor de que
existe una inhabilitación para realizar la conducta. El error sobre los alcances
de la inhabilitación sería un error de prohibición.
908
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
1) ¿ATENTADO A LA AUTORIDAD?
Diego, Jorge y Guillermo estaban tomando cerveza en la vereda de la
casa del primero de ellos. Llega un patrullero al lugar y bajan rápidamente dos
agentes de policía gritando: “¿contra la pared!”, sin dar más explicaciones. Los
tres amigos se levantan y empiezan a tirar piedras contra los agentes, tratando de
eludir lo que parecía un acto de detención sin motivos. Varias piedras golpean
el parabrisas del patrullero, destruyendo el parabrisas.
Los agentes no pueden cumplir con su objetivo —detener a los tres sujetos—
por la agresión recibida.
Todo se prueba con las cámaras del lugar, y el fiscal interviniente imputa
a Diego, Jorge y Guillermo el delito de atentado y resistencia a la autoridad.
Invoca los artículos 237, 238 inciso 2 y 239 CP,
El abogado defensor de los tres sujetos invoca una causa de justificación,
argumentando que los agentes de policía no tenían motivos para proceder a una
detención en ese caso.
Efectivamente, se comprobó también que los sujetos que buscaba la po-
licía como posibles sospechosos de un delito— no eran estos tres, sino otros,
Usted es juez y debe resolver,
2) ALLANAMIENTO A LA JUEZA
El Juez de instrucción X dicta una orden de allanamiento al domicilio del
imputado Fernández, sin saber que su esposa —que vivía con él en el mismo
domicilio— era Jueza y como tal, tenía las garantías que le otorgaba la consti-
tución provincial. Entre esas garantías, figuraba la exigencia de un permiso de
parte del Consejo de la Magistratura, previo al allanamiento de su domicilio.
La Jueza, luego de terminado el allanamiento, se presenta ante usted,
Fiscal de turno, para denunciar al Juez de instrucción X por el delito previsto
en el artículo 242 C.P.
¿Considera que existe delito?
909
GONZALO JAVIER MOLINA
4) EL SECRETARIO NUEVO
En el Juzgado de instrucción N? 5 asumió un nuevo secretario: Sergio.
A la semana de asumir como secretario, Sergio tiene que tomar una indaga-
toria a un sujeto por el delito de amenazas. Para ello, le explica al imputado la
prueba fundamental de la causa: una carta escrita por el imputado amenazando
de muerte a su ex esposa, que tenía guardada en un sobre lacrado y sellado.
En un momento de descuido, Sergio se dirige a otro sector del juzgado,
dejando al imputado sólo en su oficina. Ese momento es aprovechado por el
imputado que rompe el sobre y se traga la carta.
Usted es el fiscal, ¿Considera que existe algún delito?
5) LA DENUNCIA APRESURADA
Nicolás cree haber visto desde el balcón de su casa, a su antiguo profesor de
derecho penal (Jorge) que con violencia se apoderaba de la cartera de una señora.
Nicolás baja del edificio y se dirige a la comisaría a hacer la denuncia.
Relata los hechos e indica a Jorge como autor, aunque no estaba seguro de la
identidad del ladrón. Sin embargo, afirma ante el agente policial que le tomó
la denuncia, que podría asegurar haber visto al profesor Jorge golpeando a la
mujer y quitándole la cartera.
910
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
6) EL MINISTRO APOSTADOR
El ministro de educación (Pérez) estaba preocupado porque el presupuesto
no alcanzaba para arreglar una escuela. Como era un experto apostador, decidió
tomar una suma de dinero del ministerio y apostarla en carreras de caballos, ya
que tenía un gran “pálpito” por su preferido.
Sustrajo de la caja del ministerio la suma de $1.000.000 y apostó por un
caballo, con tal suerte que ganó $5.000.000. A los siete días devolvió el dinero
que sacó de la caja, y utilizó el resto para reparar la escuela.
El fiscal lo acusa por el delito de peculado.
¿Cree que la asiste razón al fiscal?
7) EL MINISTRO ESCUCHA
El ministro de educación (Pérez) escucha desde su despacho una conver-
sación entre el ministro de economía y el presidente del banco central. De esa
conversación surge que habrá una gran devaluación en las próximas semanas.
Aprovechando esa información, el ministro Pérez con todos sus ahorros
compra dólares y obtiene una enorme ganancia, por la gran devaluación de la
moneda.
¿Cree que cometió algún delito?
8) EL INCREMENTO DE SÁNCHEZ
Una vez terminado su mandato, el ministro Sánchez es requerido para que
explique el gran incremento en su patrimonio. Sánchez, que no se lleva bien con
los formularios y los requisitos formales de la contabilidad, se niega a explicar
su incremento patrimonial.
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GONZALO JAVIER MOLINA
9) LA DEFENSA DE PETROCHELLI
Ariel y Carlos están imputados en una causa por el delito de transporte
de estupefacientes. Ariel declaró que la droga no le pertenecía, sino que era de
Carlos, dueño del auto en el que viajaban ambos. A su vez, Carlos declaró que
la droga no le pertenecía a él, sino que era de Ariel.
Al momento de las declaraciones indagatorias, Petrochelli era el abogado
de Ariel, pero renunció a la defensa a los pocos días por desacuerdo en los
honorarios.
Tiempo después, y cuando la causa se había elevado a juicio, Carlos
contrata a Petrochelli para que lo defienda. El abogado se había olvidado que
meses antes había asistido al imputado Ariel. En el medio del debate, el fiscal
advierte esa situación y denuncia a Petrochelli por el delito del artículo 271 C.P.
¿Considera que existe delito?
Variante: supongamos ahora que Petrochelli recordaba que había asistido a
Ariel durante la instrucción, pero éste ya fue sobreseído antes de llegar a juicio.
Ahora Petrochelli asume la defensa de Carlos durante el juicio oral,
912
DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
913
GONZALO JAVIER MOLINA
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DELITOS CONTRA LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
915
GONZALO JAVIER MOLINA
MORENO, Rodolfo. El Código Penal y sus antecedentes. T. 6, Ed. Tommasi, Bs. As.,
1922.
NÚÑEZ, Ricardo. Derecho penal argentino. T. VI, Ed. Lerner, Córdoba, 1989,
PARMA, Carlos; MANGIAFICO, David y ÁLVAREZ DOYLE, Daniel. Derecho Penal.
Parte Especial. Ed. Hammurabi, Bs. As., 2019.
PAWLIK, Michael. Ciudadanía y derecho penal. Ed. Atelier, Barcelona, 2016.
RUBIO, Mercedes. “Atentado y resistencia a la autoridad: problemáticas abordadas en
el plenario Palienko”, En Revista de Derecho Penal, Delitos contra la adminis-
tración pública-l, 2004-1, Ed. Rubinzal-Culzoni, Bs. As., 2004,
SANCINETTI, Marcelo A. El delito de enriquecimiento ilícito, Ed. Ad-Hoc, Bs. As,
2000.
“Negociaciones incompatibles con funciones públicas”. En Doctrina Penal. Año
9, Ediciones Depalma, Bs. As., 1986.
SOLER, Sebastián. Derecho Penal Argentino. T. V, Ed. Tea, Bs. As., 1992,
SOSA, Omar y PORTOCARRERO, Elpidio. “El delito de enriquecimiento ilícito de
funcionario público (art. 268,2 C.P.) en la jurisprudencia”. En Teoría y práctica
del delito de enriquecimiento ilícito de funcionario público. (Bruzzone-Gullco,
Directores), Ed. Ad-Hoc, Bs. As., 2005.
ZAFFARONI, Eugenio Raúl; ALAGIA, Alejandro y SLOKAR, Alejandro. Derecho
Penal. Parte general. Ed. Ediar, Bs. As., 2000.
ZAFFARONI, Eugenio Raúl y ARNEDO, Miguel Alfredo. Digesto de codificación
penal argentina. T. 6, Ed. A-Z, Bs. As., 1996.
916
TÍTULO XII
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
1213 Como señalaba Carrara, el problema es que los documentos privados (a diferencia del
dinero, por ejemplo) no provienen de un acto de la autoridad superior.
De manera que lo que se protege no es la fe pública “en si misma”, sino la confianza
de los miembros de la sociedad en esos instrumentos. Por ello, no seria suficiente con
la simple deformación o alteración de los documentos u objetos, sino que, además,
seria necesario que la falsedad tenga la idoneidad suficiente para que cualquier persona
siga creyendo en su veracidad.
1215
“En general, el hecho de la vida social engendra en todas partes la formación de
organizaciones políticas y de relaciones públicas y privadas de toda clase, en las que
es necesario mantener una base de verdad y de confianza. El que confía en una deter-
minada institución, en una autoridad, en un símbolo, tiene fe en tales expresiones o
917
GONZALO JAVIER MOLINA
Estos objetos como signos y símbolos de crédito público, son también medios
probatorios de la realidad que representan.
De modo que la fe pública es el bien jurídico afectado en general. Luego
en cada delito o capítulo deberá analizarse el bien jurídico en particular.
Este título está conformado por seis capitulos:
Falsificación de moneda, billetes de banco, títulos al portadory documentos
de crédito (Capítulo I, que abarca los artículos 282 a 287);
Falsificación de sellos, timbres y marcas (Capitulo II, artículos 288 a 291);
Falsificación de documentos en general (Capitulo II, artículos 292 a 298
bis), Disposiciones comunes (Capítulo IV, artículo 299);
De los fraudes al comercio y a la industria (Capítulo V, artículos 300 a
301 bis); y
Del pago con cheques sin provisión de fondos (Capítulo VI, artículo 302).
918
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
1. FALSIFICACIÓN DE MONEDA
919
GONZALO JAVIER MOLINA
1216
MORENO, señalaba: “La moneda a la que se refiere el artículo es la metálica, no
haciéndose distinciones relacionadas en la clase del metal, y castigándose tanto a la
falsificación de monedas de oro como las de plata, cobre o niquel” (ob. cit., p. 373).
217 Por este motivo, el caso de quien le quite a la moneda una mitad no comete el delito,
ya que, en ese caso, la moneda perdería la capacidad de circulación,
920
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
1218 Señalaba Moreno: “Como el metal tiene un valor comercial, el hecho de cercenar las
monedas, o sea sacarles una parte del metal sin hacerles perder su carácter, equivale a
quitarles valor intrínseco sin alterar el que se revela por la presencia del sello. La mo-
neda se desgasta naturalmente por el uso y debido a eso, de tiempo en tiempo se retiran
de la circulación cantidades de discos sellados para ser reemplazados por otros. (...)
Resultaría así un negocio lucrativo, el de raspar las monedas de oro o someterlas a un
baño que las desgastara haciéndolas perder una parte del metal y repetir esa operación
con muchos ejemplares, lo que proporcionaría al autor del hecho una cantidad de oro
sin erogación alguna, pues la moneda cercenada sería puesta de nuevo en circulación
por el valor escrito, a la sombra del cual, esto es, de la fe pública, se habria consumado
el apoderamiento” (MORENO, ob. cit., p. 378).
Un sector de la doctrina exige que ese valor que aparenta luego de la alteración, debe ser
siempre mayor al que tenía originariamente. De modo que, si la alteración implica una
modificación a un valor menor que el original, la conducta sería atípica. Otros autores
sostienen que esto no es necesario, y que también la alteración hacia un valor menor
sería una conducta típica. En esta posición, CREUS, Derecho Penal. Parte Especial,
T, 2, Ed. Astrea, Bs. As., 1999, p. 367,
921
GONZALO JAVIER MOLINA
En este caso hay una atenuación de la pena, suponiendo que el autor haya
recibido previamente la moneda de buena fe.'-
Ello implica que la recibió pensando que era verdadera, y sin conocimiento
de que estuviera cercenada o alterada. Luego la expende o circula conociendo
la falsedad, cercenamiento o alteración.
En cuanto a la recepción, una gran parte de la doctrina!'”*
122
entiende que el
autor del hecho recibe la moneda a título oneroso (la recibe como pago de un
trabajo que hizo) o gratuito (la recibe como donación) y consideran indiferente
que la haya obtenido de modo lícito o ilícito (por ejemplo: la hurtó, pensando
que era verdadera). Otro sector de la doctrina entiende que la obtención ilícita
1222
de la moneda no justifica la atenuación de pena que establece la ley.'=-
Las conductas típicas son expender o circular. Con respecto a la primera
(expender) es la misma conducta que ya vimos en relación al artículo 282.
En relación a la conducta circular, vale aclarar que es más amplia que
poner en circulación, porque abarca a quien pone en circulación la moneda que
todavía no ha circulado (poner en circulación) y también a los casos de quien
sigue haciendo circular la moneda que ya está circulando.
Al momento de circular o expender, es necesario que el autor sepa que la
moneda es falsa o ha sido alterada o cercenada. Se entiende mayoritariamente,
que por la expresa mención del art. 284 (“con conocimiento”), sólo se admite
el dolo directo en este delito.!'?*
22 En esta posición, Soler: “Pero no parece que se cumpla la condición que funda la
escala penal menor en el caso de dinero encontrado o robado, haya sido o no robado
como dinero falso, en cuyo caso el ladrón sería circulador en el sentido del art. 282, a
pesar de la inexistencia de acuerdo en lo cual se muestra la diferencia entre nuestra ley
y la ley italiana. En estos casos no concurre la razón que funda el privilegio” (SOLER,
Derecho Penal argentino, T. V, Ed. Tea, Bs, As., 1992, p. 394).
Sin embargo, cabe recordar, una vez más que el conocimiento no es lo que caracteriza al
dolo directo, sino que ese conocimiento es el elemento cognoscitivo (diferente al volitivo)
de toda clase de dolo. Por ese motivo, exigir sólo el dolo directo implica decir que el autor
debe querer la producción del resultado. Pero ese resultado también lo podría querer quien
tiene dudas sobre la falsedad de la moneda que está circulando o expendiendo. Por ello,
considero que el texto no necesariamente se refiere al dolo directo, sino a la seguridad
del conocimiento de la falsedad de la moneda de parte del autor.
923
GONZALO JAVIER MOLINA
1224
Sólo se excluye el cercenamiento, ya que no seria posible con estos objetos,
924
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
925
GONZALO JAVIER MOLINA
El papel sellado es el que lleva impreso un sello que le otorga cierto valor
y que se usa en trámites administrativos o judiciales para facilitar el pago de
tasas. Los sellos de correo o telégrafos son las estampillas. Por otra clase de
efectos timbrados se entienden los papeles que representan mediante signos
un valor autónomo.
En todos los casos, debe tratarse de emisiones reservadas a la autoridad o
que tengan por objeto el cobro de impuestos.
Es un delito de peligro y se consuma con la falsificación o imitación del
sello o efecto timbrado. Es un delito doloso.
926
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
927
GONZALO JAVIER MOLINA
Se consuma el delito con la sola falsificación del billete, sin que sea nece-
sario ser usado para el viaje.
928
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
ello, la doctrina exige también que el removimiento del signo se realice en tales
condiciones que sirva para engañar respecto de la inutilización.!2”
En el segundo párrafo se sanciona a quien use o haga que otro use o ponga
en venta esos sellos y timbres inutilizados, El sujeto activo debe ser una perso-
na distinta a quien hizo la restauración, porque si se trata del mismo sujeto, el
hecho queda en el primer párrafo.
Es un delito doloso y el autor debe saber que se trata de sellos o timbres
inutilizados.
En este caso, para la consumación, será necesario que se produzca el uso
de parte del autor o de quien hace usar. En el caso de poner a la venta, no hace
falta que se venda efectivamente, basta con la puesta a la venta.
Entre los artículos 292 a 298 bis encontramos los delitos de falsificación de
documentos en distintas modalidades, incluyendo el uso de documentos falsos.
929
GONZALO JAVIER MOLINA
Por una parte, existe una gran discusión en relación al bien jurídico protegi-
do en estos delitos. Tradicionalmente, se ha dicho que el bien jurídico afectado
es la fe pública.'*” Sin embargo, no hay acuerdo sobre el significado específico
de la fe pública'*" en este caso.
Lo determinante en estos delitos no es tanto la lesión de la verdad objeti-
va, sino la lesión del derecho a confiar en determinados datos procedentes de
terceros, Lo relevante de esos datos no es su eventual correspondencia con la
realidad, sino que sean los mismos datos de los que parten las demás personas,
de modo que no se produzcan situaciones de desigualdad en la recepción de
información.'** Lo que pretende garantizarse con estos delitos es la confianza
en que la toma de decisiones en la interacción social tiene lugar en condiciones
de igualdad de información entre todos. Podemos decir, entonces que lo que se
protege es el tráfico jurídico dotado de fiabilidad.
2. EL CONCEPTO DE DOCUMENTO
1229
En general se entiende por fe pública, la fiabilidad objetiva del tráfico juridico. Por fe debe
entenderse la confianza, y por pública, la indeterminación de las personas que confían.
1230 Indica Bacigalupo que el concepto de fe pública había sido introducido por Filangari
y criticado por Binding quien decía que no existe un “derecho a la verdad de carácter
general”, por ello proponía llamarlos “delitos contra los medios de prueba y signos
de autenticación”, Ver sobre el tema, BACIGALUPO, Enrique, Delito de falsedad
documental, Ed, Hammurabi, Bs, As., 2002, p. 14.
Allí indica el autor que se distingue una doble dimensión en la protección jurídica de
los documentos, según sean públicos o privados. En los primeros se protege la fe del
público en las constataciones documentadas por el oficial público, en los segundos se
protege la fe del público en la atribución de una declaración a una determinada per-
sona. De allí deduce que en la falsificación del particular se requiere una intervención
material en el objeto protegido (documento o soporte material de la declaración) y en
el delito del funcionario se trata de una falsa documentación de hechos.
Para más detalles sobre la evolución del bien jurídico protegido en estos delitos, PÉREZ
BARBERÁ, Gabriel, en Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinal
y jurisprudencial, 11, (Baigún-Zaffaroni, Directores), Ed. Hammurabi, Bs. As., 2011,
p. 453 y ss.
1231 SILVA SÁNCHEZ, Jesús M. en Lecciones de derecho Penal. Parte especial, Ed.
Atelier, Barcelona, 2006, p. 288,
930
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
1232
22 “En resumen, el necesario tenor del documento se conforma juntamente con la signifi-
cación (representatividad) del documento y su asignación a una persona determinada”
(CREUS, ob. cit., p. 394).
2% PARMA-MANGIAFICO-DOYLE, Derecho Penal. Parte especial, Ed. Hammurabi,
Bs. As., 2019, p. 709,
931
GONZALO JAVIER MOLINA
3. LA FALSEDAD MATERIAL
932
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
B. AGRAVANTES
Según los párrafos 2? y 3? el delito se agrava cuando se trate de documentos
específicos. Es el caso de los documentos que tengan la finalidad de acreditar la
identidad de las personas (ejemplos: Cédula de identidad, Documento Nacional
de Identidad).
Están incluidos también, los destinados a establecer la titularidad de domi-
nio habilitación para circular con vehículos automotores (ejemplo: el título de
933
GONZALO JAVIER MOLINA
4. FALSEDAD IDEOLÓGICA
1237
Se considera que no ingresan en la agravante la falsificación de los documentos que
habilitan para circular a las personas, es decir, las licencias de conducir ni las autoriza-
ciones para que una persona conduzca un vehículo determinado (cédula azul) (CREUS,
ob. cit., p. 425).
934
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
Sujeto activo sólo puede ser un funcionario público autorizado para hacer
el documento.
El hacer insertar implica que una persona realiza una conducta dirigida a
que otro (el funcionario fedatario) inserte en el documento declaraciones falsas
relacionadas al hecho que debe probar.'?* En este caso, es necesario por lo menos
dos personas: el que confecciona el acta y el que hace insertar.
Es indiferente el medio utilizado para hacer insertar: podría ser por engaño,
coacción, amenaza.
Es necesario en esta figura penal, al igual que en la anterior, la posibilidad
de perjuicio.
Es un delito doloso, y por ello el autor debe representarse los elementos
objetivos del tipo.
123% Sisetrata de falsear datos o circunstancias que no son de la esencia, ni que el documento
deba probar, no sería típica. Por ejemplo: falsear la edad del testigo (en vez de decir
54 años, dice 49). Siempre que esos datos no sean imprescindibles para dar validez al
acto. Por ejemplo: decir que el testigo tiene 21 años, cuando en realidad tiene 15, sí
podría ser una conducta típica, ya que la minoría de edad llevaría a la nulidad del acto,
935
GONZALO JAVIER MOLINA
936
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
Lo que ocurre en este caso es que el texto legal describe el incumplimiento de los deberes
a cargo del sujeto utilizando la expresión “omitiendo”, pero ello no necesariamente
implica que se trate de un delito omisivo.
24 Indica Creus que la supresión o destrucción de la copia puede llegar a ser típica cuan-
do la copia sea el único testimonio que quede de un documento original destruido o
desaparecido por causas extrañas al agente (CREUS, ob. cit., p. 441).
937
GONZALO JAVIER MOLINA
938
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
Otros, como Fontán Balestra consideran que se trata de una figura agravada (FONTÁN
BALESTRA, ob, cit., p. 388).
1244
El certificado no exige formas determinadas. Si es necesario que se haga constar la
existencia o inexistencia de una enfermedad o lesión que el sujeto no tiene (o no tenía)
y se la afirma, o que sí tiene (o tenía) y se la oculta,
1245 No se exige el conocimiento efectivo del perjuicio provocado, ya que el perjuicio se
considera una condición objetiva de punibilidad, y no un elemento del tipo objetivo.
12% Señalaba Moreno: “La agravación de la pena en los casos del segundo apartado del
artículo es perfectamente sentada, dada la gravedad de los hechos previstos. Con un
certificado médico se puede privar de la libertad y se causan perjuicios de todo orden”
(MORENO, ob. cit., p. 41).
939
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
El artículo establece que, si el autor de los delitos del capítulo fuera fun-
cionario público, y lo haya cometido en abuso de sus funciones, se le aplicará
además de la pena prevista para el delito, la inhabilitación absoluta por doble
tiempo del de la condena.
El abuso de las funciones implica que el sujeto aproveche las potestades
o facilidades que le otorga el cargo para llevar a cabo la falsedad documental.
Es discutido lo que debe entenderse por funcionario público. Por una parte,
se dice que comprende a todos los sujetos del art. 77 C.P.'" Otro sector de la
doctrina'***' considera que el concepto debe ser más restringido para este caso,
y no incluir los escribanos públicos ni a los empleados públicos.
1250
En esta posición, FONTÁN BALESTRA (Tratado de derecho penal, T. VIL Ed. Lexis
Nexis-Abeledo Perrot, Bs. As., 2004, p. 388).
125
CREUS, ob. cit., p. 468.
941
GONZALO JAVIER MOLINA
9, INSTRUMENTOS EQUIPARADOS
El artículo no contiene ninguna figura penal distinta a las que vimos. Sólo
hace una equiparación de los objetos: todos los mencionados son equiparables a
instrumentos públicos. Esto no significa que el Código Penal pueda convertir estos
instrumentos en públicos,!?* sino que se los equipara a fines de la sanción penal.
1247
“Para determinar cuándo ha existido uso, debe tenerse presente la relación entre el
documento y su destino probatorio. De esto se deduce que quedará excluido como acto
de uso el empleo impropio del documento, por ejemplo, su exhibición privada a un
tercero con puro fin de vanagloria” (SOLER, ob. cit., p. 457).
1248. SOLER, ob. cit., p. 457.
1249 Esto lo determina el Código Civil y Comercial.
940
GONZALO JAVIER MOLINA
942
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
1231 No es suficiente la tenencia efimera, sino que sería necesario cierta permanencia o un
lapso de tiempo suficiente para poder utilizarla de acuerdo a los fines del delito.
125 Por ejemplo: tinta o papel para confeccionar los documentos.
1255 Por ejemplo: máquinas o impresoras aptas,
1255 Afecta la confianza en los negocios, en palabras de FONTÁN BALESTRA (ob. cit,
p. 393). El proyecto Soler (1960) denominaba al Título VII, “Delitos contra la buena
fe en los negocios”.
943
GONZALO JAVIER MOLINA
A. AGIOTAJE
En el inciso 1, las conductas típicas son hacer alzar o bajar el precio de las
mercaderías. Se debe comparar ese precio que baja o sube con el precio actual
vigente como término medio en un mercado, es decir de carácter nacional o
zonal.
La figura penal exige, además, determinados medios.
Las noticias falsas son la difusión pública de hechos presentes, futuros o
pasados —pero falsos— que puedan influir en el proceso productor o de comer-
cialización de una mercadería.
Negociaciones fingidas son los negocios jurídicos simulados idóneos para
influir en la oferta o demanda, incitando a una o la otra!”
944
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
1258. Son los documentos en los que se enuncian los bienes y datos necesarios para indivi-
dualizarlos.
1252 Es la enunciación del activo y pasivo, y el resultado de su confrontación, dentro de
determinados periodos temporales.
126% Son los informes que brindan conocimiento de datos al directorio o socios de la entidad,
relativos a la actividad de ésta,
126! Documentos que reflejan las sesiones de los directorios o asambleas y decisiones que
se toman en ellas.
1262
Son las referencias sobre la actividad de la entidad.
945
GONZALO JAVIER MOLINA
Autores del hecho sólo pueden ser los fundadores, directores, adminis-
tradores, liquidadores o síndicos de una sociedad anónima o cooperativa o de
otra persona colectiva.
El delito es doloso, y el tipo penal exige un elemento subjetivo especial:
a sabiendas. Un sector muy importante de la doctrina entiende este elemento
como la exigencia de dolo directo, Como ya hemos visto en otras figuras penales,
el conocimiento es lo que caracteriza a toda forma de dolo. Se excluirán los
casos de dudas de parte del autor sobre los elementos objetivos del tipo penal.
El inciso 2 (segunda parte) también prevé la conducta del informe falso. En
este caso, se trata de informar a la asamblea o reunión de socios, con falsedad
sobre hechos importantes para apreciar la situación económica de la empresa.
Son los hechos que pueden influir en las decisiones relativas a la evolución
económica de la empresa. Ese informe puede ser verbal o escrito, pero debe
ser relevante para la marcha económica, y haberse ofrecido a la asamblea o
reunión de socios.
También aquí rigen las limitaciones respecto a la autoría: sólo pueden
ser autores los sujetos mencionados en relación a las conductas anteriores. Es
también un delito doloso, y no se exige un propósito especial.
946
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
3. AUTORIZACIONES INDEBIDAS
1263 Por este motivo, algunos la consideran una ley penal en blanco (PARMA-MANGIA-
FICO-ÁLVAREZ DOYLE, ob. cit., p. 726).
126 Nuevamente aquí se utiliza la expresión “a sabiendas”, lo que algunos interpretan
como dolo directo.
947
GONZALO JAVIER MOLINA
Este artículo fue incorporado por Ley N* 27.346'** del año 2016.
Las conductas típicas son explotar, administrar, operar o de cualquier
otra manera organizar cualquier modalidad o sistema de captación de juegos
de azar, sin contar con la autorización emanada de autoridad jurisdiccional
competente.!?*
Este último elemento (la falta de autorización legal) debe considerarse un
adelanto de la antijuricidad a nivel de tipicidad, y, por tanto, los errores con
respecto a él, serán considerados errores de tipo que excluyen el dolo.
126% Esta ley realizó cambios en el régimen del impuesto a las ganancias y dispuso como
forma de financiar la disminución de los montos imponibles, la creación del impuesto
sobre la realización de apuestas en todo el territorio nacional,
1266 La regulación de los juegos de azar en nuestro país es facultad de cada provincia,
siendo materia reservada a ellas.
948
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
949
GONZALO JAVIER MOLINA
1267
Asi lo entiende la mayoria de la doctrina penal argentina. Por ejemplo: SOLER, ob.
cit., p. 499, CREUS, ob, cit., p. 494,
Sin embargo, no existe acuerdo en la doctrina penal argentina sobre la constitución del
delito como la destacan estos autores (activo en la primera parte, y omisivo en la segunda).
Para un sector minoritario, se trataría de un delito de omisión simple. Por ejemplo, Baci-
galupo entiende que sería un delito de simple omisión, que se consumaría recién con el no
pago del cheque rechazado. Según Bacigalupo, no es necesario que el autor, al momento
de librar el cheque tenga los fondos disponibles en el banco, sino que lo relevante es que
no pague luego de la intimación. En la concepción de Bacigalupo, lo determinante es que
se trata de una norma impositiva, y no de una norma prohibitiva (lo decisivo es la norma
que dice: “Debes pagar el cheque librado, a más tardar, luego de la intimación”, y no
“está prohibido librar un cheque sin fondos al momento de librarlo”), (BACIGALUPO,
Enrique; “Cuestiones relativas al delito de cheques sin fondos”, en Revista de Derecho
Penal y Criminología, N* 2, Abril-Junio 1968, LL, Bs.As., p. 57. Citado por BORINSKY,
Carlos, Derecho Penal del cheque, Ed. Astrea, Bs. As., 1973, p. 72).
Otros autores, consideran que se trata de un delito activo, y que el no pago posterior
tras la debida intimación, sería simplemente la posibilidad de una excusa absolutoria
(el “puente de plata” por utilizar la metáfora del desistimiento en la tentativa). En esta
posición, JIMÉNEZ DE ASÚA (Tratado de derecho Penal, T. VIL, Ed. Losada, Bs.
As., 1970, p. 71 [especialmente en nota 37 bis] y ss.). Precisamente Jiménez de Asúa,
criticando a Bacigalupo en este punto, señalaba que su discipulo convertía un delito
contra la fe pública en un delito contra la propiedad (no pagar). Además, indicaba que el
delito consistía en “dar en pago (...) un cheque”. Finalmente, señalaba que, si el delito
consistiere en “no pagar”, entonces sería un caso de prisión por deudas.
La consideración como delito activo, omisivo, o mixto (complejo), daría lugara diferen-
tes interpretaciones en relación al momento de la consumación del delito, al dolo y a la
participación criminal, entre otros problemas de la teoría del delito.
Por ejemplo: si el delito es de acción, se consuma al momento de dar el cheque sin
fondos. En cambio, si fuera de omisión (o complejo) se consumaria al momento del no
pago luego de la intimación,
Vale destacar que la C.A.D.H. en su artículo 7.7 establece que nadie será detenido por
deudas, También el art, 11 del Pacto de Derechos Civiles y Políticos establece que nadie
debe ser encarcelado por no poder cumplir una obligación contractual.
Ley N* 24,552, art. 6” excluye expresamente a los cheques de pago diferido de la
posibilidad de aplicar el art. 302 inc. 1 del C.P. Sin embargo, sí serían aplicables a los
950
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
cheques de pago diferido, los supuestos de los incisos 2, 3 y 4 del mismo artículo 302,
Un sector de la doctrina penal argentina ha cuestionado la posibilidad de imputar estos
delitos en los casos de cheque de pago diferido, El argumento es que el cheque de pago
diferido, siendo muy similar al pagaré, no debería tener la misma protección penal que
el cheque común, ya que implica la asunción de ciertos riesgos, al igual que el pagaré
o la letra de cambio. (SPOLANSKY, Norberto, en “Cheque diferido, delito y el nuevo
régimen legal del cheque”, en Cuadernos de doctrina y jurisprudencia penal, Año TV,
Número 8 A, Ed. Ad-Hoc, Bs. As., 1998, p. 110).
126% El término de 24 horas se cuenta desde la comunicación fehaciente al deudor.
1220 Soler consideraba que el término es de un año, acudiendo al código de comercio (art.
54) que establecía ese plazo para hacer valer la pretensión jurídica de cobro por parte
del tenedor (SOLER, ob, cit., p. 500).
951
GONZALO JAVIER MOLINA
1271
Los casos autorizados a dar contraorden para el pago son, por ejemplo, los supuestos
de extravio o sustracción de la chequera, adulteración del cheque librado, violencia en
el libramiento.
“Lo grave de este inexplicable apéndice consiste en que pareciera tornar impune el
hecho cuando el cheque ha sido extendido en formulario ajeno con la autorización del
titular de éste” (SOLER, ob. cit., p. 501).
952
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
1) ESTAFADOR ENGAÑADO
Ernesto vende a Carlos un televisor que no funciona, haciéndole creer que
sí funciona perfectamente. Carlos entrega 10.000 pesos falsos (sin saber que
eran falsos) ya que los había recibido de una persona de su confianza. Ernesto
recibe el dinero, convencido de que ha engañado a Carlos. Luego, Ernesto se
da cuenta de que los billetes recibidos son falsos y los hace circular: los entrega
como forma de pago de un teléfono que compra a Diego.
Usted es el fiscal de turno y recibe la denuncia de Diego. ¿Existe delito
de parte de Ernesto?
¿Cree que existió delito previamente de parte de Carlos o Ernesto en la
compra del televisor?
953
GONZALO JAVIER MOLINA
4) EL CERTIFICADO MÉDICO
El Dr. De Pedro atiende a un paciente (Juan) que simula estar enfermo,
de tal modo que hace creer a De Pedro que tiene una afectación intestinal. A
pedido de Juan, el médico otorga un certificado donde consta la enfermedad y
aconseja dos días de reposo.
Juan manda el certificado médico a la oficina donde trabaja (Juzgado Civil)
para justificar su inasistencia, En realidad, Juan no estaba enfermo, y sólo planeó
la excusa para quedarse en su casa viendo los partidos del mundial de fútbol.
Conocido el engaño por un vecino rencoroso, denuncia a Juan ante la Fis-
calía. El Fiscal requiere contra Juan y contra el médico por los delitos previstos
en los artículos 296 y 295 del C.P., respectivamente.
¿Considera que existe delito?
Variante: supongamos ahora que Juan es el jefe del Dr. De Pedro, ya que
ambos trabajan en una dependencia del Poder Judicial provincial, y el certifi-
cado fue expedido por el médico sabiendo que no existía la enfermedad, pero
bajo amenazas de que, si no lo hacía, Juan “le complicaría” el trabajo al Dr.
¿Existe delito?
5) CHEQUES VOLADORES
Carlos debe pagar una deuda a Jorge. Como no dispone de dinero, pide
consejos a su amigo Guillermo. Éste le sugiere que le entregue un cheque a
Jorge por el importe debido, sabiendo que Carlos no dispone de dinero en su
cuenta bancaria, ni autorización para girar en descubierto. Guillermo está con-
vencido de que, al momento de la intimación, ya Carlos conseguirá el importe
y podrá pagar el cheque.
Efectivamente, Carlos entrega el cheque a Jorge por el importe de $100.000
sin tener el dinero suficiente en su cuenta. Cuando Jorge va a cobrar al banco
954
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
se lo rechazan por falta de fondos. Jorge hace la intimación a Carlos por medio
fehaciente al otro día. Carlos no logra conseguir el dinero para cubrir el cheque,
porque fracasó el negocio que tenía pensado. Jorge denuncia a Carlos y a Gui-
llermo (como autor e instigador) por el delito previsto en el art. 302 inc. 1 C.P.
¿Considera que tiene razón el denunciante?
955
GONZALO JAVIER MOLINA
BACIGALUPO, Enrique. Delito de falsedad documental. Ed. Hammurabi, Bs. As, 2002,
BAIGÚN, David y TOZZINI, Carlos. La falsedad documental en la jurisprudencia. 29
edición, Ed. Depalma, Bs. As., 1992,
BORINSKY, Carlos. Derecho Penal del cheque. Ed. Astrea, Bs. As., 1973.
CREUS, Carlos. Derecho Penal. Parte Especial. T. 2, Ed. Astrea, Bs. As., 1999,
FONTÁN BALESTRA, Carlos. Tratado de derecho penal. T. VII, Ed. Lexis Nexis-
Abeledo Perrot, Bs. As., 2004.
JIMÉNEZ DE ASÚA, Luis. Tratado de Derecho Penal. Y. VIL, Ed. Losada S.A., Bs.
As., 1970.
MARUM, Elizabeth. Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinal y
jurisprudencial, T, 11, (Baigún-Zaffaroni, Directores), Ed. Hammurabi, Bs,
As., 2011.
MILLÁN, Alberto. Régimen penal del cheque. 3% edición, Ed. Abeledo-Perrot, Bs.
As., 1970.
MORENO, Rodolfo. El Código Penaly sus antecedentes. T. 6 y 7, Ed. Tommasi, Bs.
As., 1923,
NÚÑEZ, Ricardo. Tratado de derecho Penal. T. V, Vol. U, Ed. Lerner, Córdoba.
PARMA, Carlos; MANGIAFICO, David y ÁLVAREZ DOYLE, Daniel. Derecho Penal.
Parte especial. Ed. Hammurabi, Bs. As., 2019,
PÉREZ BARBERÁ, Gabriel. Código Penal y normas complementarias. Análisis doc-
trinal y jurisprudencial. 11, (Baigún-Zaffaroni, Directores), Ed. Hammurabi,
Bs. As., 2011.
SOLER, Sebastián. Derecho Penal argentino. T. V, Ed. Tea, Bs. As., 1992,
SPOLANSKY, Norberto. “Cheque diferido, delito y el nuevo régimen legal del cheque”.
En Cuadernos de doctrina y jurisprudencia penal. Año TV, Número 8 A, Ed.
Ad-Hoc, Bs. As., 1998,
956
TÍTULO XII
DELITOS CONTRA EL ORDEN ECONÓMICO Y
FINANCIERO
El Título XIII no era original del Código Penal de 1921, sino que fue
incorporado por Ley N* 26,683 (año 2011).
Como antecedente de este título, debemos mencionar, en primer lugar,
la Convención Sobre Tráfico Ilícito de Estupefacientes de 1988 y la Ley N?
23.737 (art. 25).'2” Luego, la Ley N? 25.246 (año 2000) que había introducido
entre los delitos de encubrimiento distintos supuestos vinculados al lavado de
activos (art. 278 C.P.).!9*
1233 Artículo 25 Ley N? 23.737 (actualmente derogado por Ley N? 24.246): “Será reprimido
con prisión de dos a diez años y multa de seis mil a quinientos mil australes, el que sin
haber tomado parte ni cooperado en la ejecución de los hechos previstos en esta ley,
interviniere en la inversión, venta, pignoración, transferencia o cesión de las ganancias,
cosas o bienes provenientes de aquéllos, o del beneficio económico obtenido del delito
siempre que hubiese conocido ese origen o lo hubiera sospechado. Con la misma pena
será reprimido el que comprare, guardare, ocultare o receptare dichas ganancias, cosas,
bienes o beneficios conociendo su origen o habiéndolo sospechado. A los fines de la
aplicación de este artículo no importará que el hecho originante de las ganancias, cosas,
bieneso beneficios se haya producido en el territorio extranjero. El tribunal dispondrá
las medidas procesales para asegurar las ganancias o bienes presumiblemente derivados
de los hechos descritos en la presente ley, Durante el proceso el interesado podrá probar
su legítimo origen en cuyo caso el tribunal ordenará la devolución de los bienes en el
estado en que se encontraban al momento del aseguramiento o en su defecto ordenará
su indemnización. En caso contrario el tribunal dispondrá de las ganancias o bienes
en la forma prescripta en el artículo 39”.
24 “El artículo 278 C.P., según Ley N* 25.246 decia: “1) a) Será reprimido con prisión de
dos a diez años y multa de dos a diez veces del monto de la operación el que convirtiere,
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1276
Expresamente sostuvo al respecto el legislador: “La calificación de lavado de dinero
como un delito contra la administración pública —es decir, la calificación de un accionar
que tiende a perjudicar, dañar o poner en peligro la administración pública o, más con-
cretamente, la administración de justicia— se muestra a todas luces escasa en su determi-
nación, porque este tipo de actividades daña o pone en peligro todo el orden económico
y financiero de un país. Es claro que el lavado de activos produce modificaciones en los
mercados económicos y financieros de un país y genera graves riesgos para la estabili-
dad, habida cuenta de los montos que se manejan [...] lo cual produce un desequilibrio
muy grande en las finanzas nacionales de los países, poniendo en riesgo su estabilidad”
(Versión taquigráfica de la Cámara de Diputados de la Nación, 04 de mayo de 2011).
Un sector de la doctrina habla de la administración de justicia como bien jurídico pro-
tegido (BACIGALUPO, citado por DONNA, en Derecho Penal. Parte Especial, Y. TV,
3” edición, Ed. Rubinzal-Culzoni, Bs. As., 2014, p. 486), El mismo Donna indica que
el bien jurídico protegido sería la igualdad económica en una economía de mercado
(ob. cit., p. 488).
Otros hablan de una afectación a distintos bienes jurídicos. Además de los mencionados,
también se afectaría el bien juridico afectado por el delito precedente.
Parma-Mangiafico-Álvarez Doyle consideran que la figura básica sería la del inciso
1. (PARMA-MANGIAFICO-ÁLVAREZ DOYLE, Derecho penal. Parte Especial, Ed.
Hammurabi, Bs. As., 2019, p. 745). En el mismo sentido, Reggiani, en Código Penal
comentado Asociación Pensamiento Penal.
En la exposición de motivos de la ley, los diputados mencionaban expresamente que la
figura básica sería la del inc. 1, y la del inciso 4 sería una atenuada (Versión taquigráfica
de la Cámara de Diputados de la Nación, 04 de mayo de 2011).
Sin embargo, eso no es motivo suficiente para considerar que la construcción del tipo
deba hacerse de ese modo.
960
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
Según el texto legal, las conductas típicas son: convertir, transferir, adminis-
trar, vender, gravar, disimular, o de cualquier otro modo, poner en circulación en
el mercado los objetos mencionados en el texto legal. Esos objetos son bienes!"
provenientes de un ilícito penal sean corporales o no, muebles o inmuebles.
12% CÓRDOBA, Fernando (El delito de lavado de dinero, p. 40) interpreta que la figura
básica es la del inciso 4, mientras que la del inciso 1 sería una agravante.
1279
El hecho de que el legislador comience en el inciso 1 por esa figura no significa que
sea la figura básica. Algo similar ocurre con el aborto (con consentimiento y sin con-
sentimiento). No es determinante qué figura esté antes en la enumeración de la ley, sino
cuál de ella contiene los elementos básicos comunes a todos los delitos relacionados.
1280 Bienes son los “activos de cualquier tipo, corporales o incorporales, muebles o raíces,
tangibles o intangibles, y documentos o instrumentos legales que acrediten la propiedad
u otros derechos sobre dichos activos”. Es la definición de bienes que da la Convención
de Palermo en su art. 2% inc. d); y también la Convención de Viena en el artículo 1 inc. q),
que son los antecedentes de instrumentos internacionales en relación a esta figura penal.
En el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación (art. 16) se entiende por bienes a todos
los objetos materiales (cosas) e inmaterial susceptibles de tener un valor económico,
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GONZALO JAVIER MOLINA
1281 En esta posición intermedia podríamos ubicar a Córdoba: “En cuanto a las cuestiones
procesales, es el tribunal que juzga el caso de lavado el que debe establecer, con la
prueba producida en el proceso, si existió un hecho ilícito precedente del que proceden
los bienes, pero no precisa hacerlo con la precisión y el detalle que sí sería necesario
si fuese el objeto de juzgamiento. Basta que se prueben las circunstancias a partir de
las cuales puede inferirse inequívocamente la comisión de un hecho ilícito que, en sus
detalles, puede mantenerse relativamente indeterminado. El grado de indeterminación
admisible en la reconstrucción del hecho precedente es el que todavía resulta compatible
con un adecuado ejercicio de la defensa en juicio, Por ello, desde un punto de vista
procesal penal, respetuoso del derecho de defensa, con la prueba producida sí debería
ser posible determinar de qué delito o, al menos, actividad ilícita genérica provendrian
los bienes” (CÓRDOBA, ob. cit., p. 193).
962
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
dicha suma. Está prohibido penalmente el lavado de dinero (es delito). Y es más
grave si el lavado se refiere a un monto superior a dicha cifra (delito agravado).
En consecuencia, no es necesario, en la figura básica del art. 303 inc. 4? que el
autor conozca el monto lavado.
En cambio, sí es necesario en el caso de la agravante (art. 303 inc. 1) que
el autor conozca el monto. De lo contrario (si no conociera que la operación
de lavado recae sobre un monto superior a $300.000) sólo podría imputársele
la figura básica, pero no la agravante por no conocer el elemento especial de
la agravante.
1282 En esta posición, Córdoba, que sostiene: “Se satisface con cualquier clase de dolo,
esto es, dolo directo, dolo de consecuencias necesarias (o directo de segundo grado) y
dolo eventual” (CORDOBA, Fernando, Delito de Lavado de dinero, Ed. Hammurabi,
Bs. As., 2015, p. 35.
En otras legislaciones está previsto también el delito en su forma culposa. Por ejemplo,
en el derecho penal español (art. 301.3).
12 CÓRDOBA, ob. cit., p. 35,
963
GONZALO JAVIER MOLINA
apariencia de origen lícito. Ello implica que la conducta debe tener cierta aptitud
general para que los bienes adquieran la apariencia de origen lícito. No tendría
esa aptitud una maniobra burda.
b.4. Autores
1285
En el debate de la ley, se mencionaba: “Mejorar la tipificación y la estructura legal, para
que la Argentina pueda combatir el delito en forma efectiva, el lavado y el autolavado
de dinero” (Versión taquigráfica de la Cámara de Diputados).
1286 En esta posición, Alejandro Tazza indica: “en primer lugar, la que tiene que ver con
la sanción de los actos posteriores copenados en la ilicitud principal. Vale decir, junto
a la sanción de un hecho ilícito se castigan todos los actos que, con posterioridad a la
consumación, lo único que hacen es agotar la conducta precedente. A modo ilustrativo,
con la punición del acto del robo está implícito todo lo que ulteriormente haga el autor
con el objeto sustraido, y no se lo volverá a penar por otro delito porque, por ejemplo,
haya destruido la cosa. A nadie se le ocurriría condenarlo por el delito de robo (art. 164
del Código Penal) más el de daño (art. 184 del Código Penal), ya que la primera sanción
punitiva contiene la previsión absoluta de las etapas posteriores, De esta manera, se es-
taría sancionando al autor dos veces por el mismo hecho, en contraposición a la garantía
constitucional que impide el doble juzgamiento y la doble imposición penal por un mismo
hecho delictivo. En segundo lugar, la objeción constitucional se enmarca dentro de la
invalidez de amenazar con una nueva respuesta punitiva a quien trata de evitar que lo
descubran en la previa comisión delictiva, o en usufructuar el producto del ilícito perpe-
trado, pues, de tal modo, se lo colocaría en una situación en la cual se lo estaría obligando
a declarar contra si mismo, ya que, de lo contrario, cualquier operación con el producto
obtenido por el acto delictivo previo implicaría una nueva actividad ilícita atrapada en
esta norma penal” (TAZZA, “El nuevo tipo penal de legitimación de activos”, en EDLA,
N? 12 (2011-B), cit. por REGGIANI, Carlos, en Comentario al art. 303 C.P en Código
Penal Comentado. Asociación Pensamiento Penal, Disponible diciembre de 2020: [http://
www. pensamientopenal.com.ar/cpcomentado/37803-art-303-lavado-activos].
87 Córdoba sostiene que el llamado “autolavado” a partir de la reforma de la Ley N*
26.683 es una conducta típica pero no necesariamente punible, Sería punible en forma
964
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
C. OTRAS AGRAVANTES
En el inciso 2 del art. 303 se prevén las agravantes para el delito de lavado
de activos. Se trata de dos supuestos diferentes: en el primero, el autor es una
persona que realiza el hecho con habitualidad, y en el segundo, un funcionario
público en ocasión de sus funciones.
En el primer caso, el requisito de la habitualidad (como hemos visto en
otras figuras, por ejemplo: el encubrimiento) implica la reiteración de hechos
de similar naturaleza.'** El formar parte de una asociación o banda'”” para la
comisión continuada de hechos de esa naturaleza implica el conocimiento de
parte del autor, de la existencia de esa asociación.
En el segundo caso, será necesario que el autor además de ser funcionario
público, abuse de sus funciones. También se agrava por cometer el hecho en
ejercicio de una profesión u oficio que requieran habilitación especial. En este
último caso, la agravante consiste en agregar la pena de inhabilitación especial.
D. RECEPTACIÓN
En el inciso 3 del art. 303 se prevé una conducta delictiva diferente: la re-
ceptación. Se trata de quien recibe los bienes provenientes de un ilícito penal, con
la finalidad específica de hacerlos aplicar en una operación de las previstas en el
inciso 1. Se trata de un intento de tipificar en forma autónoma un acto preparatorio
de lavado de dinero, cuando no llegan a darse las conductas típicas del inc. 1.
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E. EXTRATERRITORIALIDAD
El inciso 5 del artículo 303 establece una disposición similar a la que vimos
en el artículo 279 inc. 4 C.P.
Se aclara que también se sancionan los actos de lavado de conductas pre-
vias, aunque se hayan cometido en el extranjero (fuera del ámbito territorial de
aplicación del Código Penal Argentino), siempre que ese hecho fuera delito en
el ámbito en que se comete, por la legislación que corresponda, y además, que
de haberse cometido en nuestro país, pueda ser considerado hecho precedente
en términos de lavado de dinero (requisito de doble incriminación).'"*
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DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
Ésta es la otra gran diferencia con el sistema anterior del artículo 278 C.P.:
la responsabilidad de las personas jurídicas.
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DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
En este caso se prevén una serie de medidas cautelares para los procesos
de delitos de lavado de dinero. Se trata de una serie de disposiciones de derecho
procesal penal previstas en el mismo Código Penal.
La finalidad de estas medidas es asegurar la custodia y garantizar la ad-
ministración, conservación, eventual ejecución o disposición de los bienes que
sean el producto del delito o provecho del delito cometido.
El decomiso punitivo es una sanción anticipada a la sentencia condenato-
ria. La posibilidad de disponer del bien que supuestamente sería producto del
delito, sin la existencia de una sentencia condenatoria por ese delito, hace que
el instituto sea inconstitucional por afectarse el principio de inocencia y debido
proceso. Es una confiscación judicial anticipada.
Los requisitos legales para proceder al decomiso son la comprobación
de la ilicitud del origen o el reconocimiento del imputado de la procedencia
ilícita de los objetos. En cuando a la comprobación de la ilicitud dificilmente
se pueda aceptar tal comprobación, sin sentencia firme. Admitir que se puede
basar en otro tipo de resoluciones es ignorar el principio de inocencia tal como
se lo reconoce actualmente.
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Este artículo fue incorporado por Ley N* 26.734 con la intención de ade-
cuar la legislación interna al Convenio Internacional para la Represión de la
Financiación del Terrorismo.!”* Del mismo modo, se incorporó al Código Penal
el artículo 41 quinquies con agravantes genéricas vinculadas a esta actividad.
La conducta típica es recolectar o proveer bienes o dineros con la intención
de que sean utilizados en el presente o futuro a la comisión o tentativa de delitos
con finalidad terrorista coaccionante.
La finalidad del artículo 41 quinquies es aterrorizar a la población u obligar
a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una
organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo.
No es necesario que se cometa el delito al cual se destina el financiamiento,
se trata de un adelanto de la punición, y por tanto, un delito de peligro abstracto,
Es un delito doloso que exige un elemento subjetivo especial: la intención
de que su aporte sea utilizado para la comisión de un delito cuyo objetivo sea
aterrorizar o intimidar a la población y obligar a un gobierno u organización
internacional a realizar u omitir un acto,
También existe en este caso una norma en virtud de la cual no es necesario
que el otro delito se realice en el ámbito territorial del Código Penal Argentino.
1225 Según los artículos 4? y 2? de dicho instrumento internacional, el Estado argentino está
obligado a criminalizar las conductas que se tipifican en el artículo 306 que comentamos.
970
DELITOS CONTRA LA FE PÚBLICA
1296 Asi lo expresaba el Poder Ejecutivo en el mensaje 1644 del 13 de octubre de 2011.
1297 La Ley N? 26,831 en el artículo 2? define como valor negociable a “aquéllos títulos
valores emitidos tanto en forma cartular, así como a todos aquellos valores incorporados
a un registro de anotaciones en cuenta incluyendo, en particular, los valores de crédito
o representativos de derechos creditorios, las acciones, las cuotas partes de fondos
comunes de inversión, los titulos de deuda o certificados de participación de fideico-
misos financieros o de otros vehículos de inversión colectiva y, en general, cualquier
valor o contrato de inversión o derechos de crédito homogéneos y fungibles, emitidos
o agrupados en serie y negociables en igual forma y con efectos similares a los títulos
valores; que por su configuración y régimen de transmisión sean susceptibles de tráfico
generalizado e impersonal en los mercados financieros”.
971
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7. AGRAVANTES
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En este caso, se agrava la figura por distintos motivos que tienen que ver
con el resultado más grave producido.
La excepción es el caso del inciso 1, que agrava por la “habitualidad”. Al
igual que hemos visto en relación a otras figuras, la agravante por la “habituali-
dad” puede ser cuestionada por inconstitucional desde el principio de inocencia
y podría ser aplicación del derecho penal de autor.
8. AGIOTAJE FINANCIERO
Estas figuras penales fueron incorporadas en el año 2011 por Ley N* 26.733.
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1298 El argumento es que el artículo 300 C.P, habla de mercaderías y ese concepto abarca
también los títulos valores.
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Se trata de dos conductas típicas previstas en el mismo inciso: por una parte,
se sanciona la conducta de quien informe a los socios o accionistas ocultando o
falseando hechos importantes para apreciar la verdadera situación económica de
la empresa. Por otra parte, se sanciona también a quien, en los balances, memo-
rias u otros documentos de contabilidad, consignare datos falsos o incompletos.
Autor sólo puede ser un representante, administrador o fiscalizador de una
sociedad comercial de las que tienen obligación legal de tener un órgano de
fiscalización interna.
Es un delito doloso y se consuma con el acto de informar ocultando hechos,
o consignar datos falsos en el balance o memoria.
9. INTERMEDIACIÓN FINANCIERA
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C. AGRAVANTE
129% “El registro ficticio o inexistente de una operación financiera o bursátil, o la omisión
de su registro, menoscaba la transparencia y la confiabilidad de la actividad desarro-
llada por los mercados de valores y financieros, lo que pone en riesgo concreto no
solo la credibilidad pública sino que, además, puede generar perjuicios patrimoniales”
(SPESSOT, en Código Penal Comentado; Asociación pensamiento Penal. Disponible
a diciembre de 2020 [http://www.pensamientopenal.com.ar/system/files/comentadas/
comentadas47324.pdfiwviewer.action=download].
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Son dos conductas típicas las que prevé el artículo 311. Por una parte, la
falsa documentación de una operación crediticia de negociación de valores
negociables. La otra conducta es la omisión de asentar alguna de las operacio-
nes crediticias.
La primera es un delito activo y la segunda un delito de omisión.
Documentos contables son los soportes de contabilidad que sirven de base
para registrar las operaciones comerciales de una empresa.
Entidad o institución financiera son los intermediarios del mercado finan-
ciero. Las entidades financieras son los bancos, las cajas de ahorro y las coo-
perativas de ahorros, es decir, intermediarios que administran y prestan dinero;
también se comprende a las empresas financieras, que son un tipo distinto de
intermediarios financieros que, sin ser bancos, ofrecen préstamos o facilidades
de financiamiento de dinero.'%
La primera modalidad delictiva implica una especie de falsificación de
documentos: documentar una operación crediticia de negociación de valores
negociables, insertando datos falsos o mencionando hechos inexistentes. Es un
delito doloso que exige además del conocimiento de la conducta realizada, la
intención especial de obtener un beneficio o causar un perjuicio para sí o para
terceros.
En la segunda modalidad, se trata de directamente de omitir la constancia
de las operaciones de negociación de valores.
También es un delito doloso y se consuma con el no cumplimiento de la
conducta debida de parte de los obligados a dejar constancia de ese tipo de
Operaciones.
En los dos casos, el sujeto activo sólo puede ser el empleado o funcionario
de instituciones financieras o las que operen en los mercados de valores.
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2) EL CAMARO
Ahora Carlos compra con el dinero obtenido por la venta de drogas, un
automóvil muy costoso (Chevrolet Camaro) por un valor muy superior a los
$300.000. Por temor a ser descubierto, entrega el auto a su amigo Guillermo,
que tiene varias concesionarias, para que se lo venda.
Guillermo, que sabe del origen ilícito del vehículo, acepta recibir el auto
para venderlo en su concesionaria.
El fiscal descubre la maniobra y requiere contra Guillermo por el delito
previsto en el art. 303.3 del Código Penal Argentino.
¿Considera que asiste razón al fiscal?
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982
TÍTULO XIV
LOS DELITOS ADUANEROS*%%
1505 Es necesario aclarar que, por las características de esta obra, no se analizarán en
profundidad todas las figuras vinculadas a los delitos aduaneros, como las distintas
discusiones que existen al respecto, sino que el objetivo será tan sólo un análisis de las
principales figuras penales y problemas relacionados a los delitos aduaneros.
130% VIDAL ALBARRACÍN, Delitos aduaneros, Ed. Mave, Corrientes, 2006, p. 89, El
autor aclara allí, además, que “el papel general de la Aduana consiste en vigilar el
cumplimiento de las prohibiciones legales referentes al tránsito de las fronteras, y
dichas prohibiciones se fundan en diferentes razones: fiscales, económicas, sociales y
de higiene pública”.
983
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DELITOS ADUANEROS
una infracción aduanera y como tal, la sanción es una pena de multa, según lo
establece el art. 947.13
Se discute en la doctrina penal'*” si el monto establecido por la ley para
distinguir los delitos de las meras infracciones aduaneras, debe considerarse
un elemento del tipo o es una simple excusa absolutoria. El distinto tratamiento
traería consecuencias prácticas importantes en el ámbito del error, ya que, si
fuera un elemento objetivo del tipo, los errores sobre ese dato serían errores de
tipo. En cambio, si fuera una excusa absolutoria, el error sobre ese elemento
sería irrelevante.
Considero que deben considerarse elementos objetivos del tipo penal, y
por tanto, comprendidos por el dolo (conocimiento del autor) por respeto al
principio constitucional de culpabilidad.
Otra consecuencia importante es definir si una reforma legal en relación
al monto establecido en la ley se puede aplicar a hechos anteriores. Hay sobre
este tema distintos pronunciamientos judiciales,'*'” aunque mayoritariamente
se considera que estos cambios legislativos implican no sólo una actualización
de los montos legales como consecuencia de la inflación económica, sino un
verdadero cambio en la valoración social del hecho, motivo por el cual el
nuevo monto (que seguramente será mayor al anterior) se considera aplicable
a hechos anteriores.
Es un delito doloso, por ello el autor debe saber que está provocando un
engaño en el responsable del control aduanero.
1308 El art. 947 C.A, establece: “En los supuestos previstos en los artículos 863,
864, 865 inciso g), 871 y 873, cuando el valor en plaza de la mercadería objeto
de contrabando o su tentativa, fuere menor de pesos quinientos mil ($500.000),
el hecho se considerará infracción aduanera de contrabando menor y se aplicará
exclusivamente una multa de dos (2) a diez (10) veces el valor en plaza de
la mercadería y el comiso de ésta. Cuando se trate de tabaco o sus derivados
el hecho se considerará infracción aduanera de contrabando menor cuando el
valor en plaza de la mercadería objeto de contrabando o su tentativa, fuere
menor de pesos ciento sesenta mil ($160.000)”.
130% VIDAL ALBARRACÍN, ob. cit., p. 246.
1310 Por una parte, se sostiene que son meras actualizaciones monetarias por la depreciación
de nuestra moneda. En este sentido, se pueden ver las Resoluciones de la Procuración
General de la Nación N? 5/12 y la N? 2/18 que sostienen este criterio, instruyendo a los
fiscales del país a que se opongan a la aplicación de la nueva ley con montos mayores.
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1312
Para algunos, estos medios utilizados son demostración de mayor peligrosidad en el
autor, para otros el fundamento de la agravante es que, de esa forma, hay una mayor
efectividad para cometer el hecho (AROCENA, El delito de contrabando, Ed. Medi-
terránea, Córdoba, 2004, p. 104).
1313
Por ese motivo, no se configura la agravante, si el pasajero de un vuelo comercial
lleva la mercaderia de contrabando en su valija. En este caso, estará sometido al control
normal de los organismos correspondientes.
1514 LaC.S.J.N. sostuvo que: “En el supuesto de la figura agravada del contrabando cometido
con falsificación de documentos (...) los delitos contemplados en los artículos 292 y
296 del Código Penal pierden sustantividad al ser comprendidos en la figura especial”
(Fallos 247:695).
1315 Si se tratara de estupefacientes, se aplica el art. 866 del Código Aduanero.
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GONZALO JAVIER MOLINA
discutirá si el monto es parte del tipo objetivo (elemento del tipo) o simplemente
una circunstancia que califica el hecho objetivamente. La primera postura lleva
a considerar un error sobre ese dato como un error de tipo: el desconocimiento
del valor de la mercadería sería un motivo para excluir la agravante (error de
tipo). En cambio, si no formara parte del tipo objetivo, un error sobre el valor
de la mercadería que se transporta sería irrelevante.!*!*
También tendrá relevancia práctica la modificación de los montos en la ley.
Si después de un tiempo de eleva ese monto, ¿debe aplicarse retroactivamente
a casos ocurridos con anterioridad a la reforma legal? El problema es el mismo
que los montos que limitan el delito de la mera infracción aduanera.
¡516 La problemática tiene una gran importancia práctica, ya que en la práctica la valuación
que se hace judicialmente de las mercaderias, a través de los funcionarios de la AFIP,
dan por resultado montos mucho mayores a los valores reales en el ámbito comercial.
Es muy común que el autor del hecho piense y esté convencido de que el valor de la
mercadería es menor al que otorgue la AFIP,
990
DELITOS ADUANEROS
991
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En los dos supuestos, la conducta puede ser activa u omisiva. En este se-
gundo caso, se trata de una omisión impropia, ya que la conducta debida está
relacionada con un resultado típico.
Autor del delito sólo puede ser un funcionario o empleado aduanero (en
el primer supuesto) y un funcionario o empleado administrativo (en el segundo
supuesto).
En ambos casos debe tratarse del ejercicio indebido del control, a través
de actos u omisiones manifiestamente negligentes.
992
DELITOS ADUANEROS
Se trata de una figura culposa, que sólo puede ser cometida por autores
determinados: despachante de aduana,'*'” agente de transporte aduanero,'*'*
importador,!**” exportador!*” o cualquier otro sujeto que por su calidad, activi-
dad u oficio no pudiere desconocer la adulteración o falsedad del documento.
Según se explicaba en la exposición de motivos de la ley, la última parte
que se refiere a “no hubiere actuado dolosamente” tiene como finalidad que no
se confunda esta figura con la presentación dolosa de documentos.
Si bien las disposiciones del Código Penal argentino son aplicables en forma
subsidiaria a los delitos aduaneros, existe una norma especial que indica una
excepción en este punto. Es que el código aduanero establece una regulación
especial de la pena de la tentativa en estos delitos. Entre los artículos 871 a 873
se regula la tentativa de los delitos aduaneros.
15: Son despachantes de aduana, según el código aduanero (art. 36.1), las personas que,
en las condiciones previstas en ese código, realizan en nombre de otros ante el servi-
cio aduanero trámites y diligencias relativos a la importación, exportación y demás
operaciones aduaneras.
131%
Están definidos en el art. 57.1 del código aduanero (Ley N* 22.415) como las personas
de existencia visible o ideal que, en representación de los transportistas, tienen a su
cargo las gestiones relacionadas con la presentación del medio transportadory de sus
cargas ante el servicio aduanero.
Importadores son las personas que en su nombre importan mercadería, ya sea que la
trajeren consigo o que un tercero la trajere para ellos (art. 91 inc. 1, Ley N* 22,415).
1322 Exportadores son las personas que en su nombre exportan mercadería, ya sea que la
lleyaren consigo o que un tercero llevare la que ellos hubieren expedido (art. 91 inc.
2, Ley N* 22,415).
993
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13821 El problema es que en muchos casos no se puede precisar los límites precisos de la
llamada “zona aduanera”.
994
DELITOS ADUANEROS
Del mismo modo que ocurre con la tentativa, el código aduanero introdujo
un tratamiento especial para los casos de encubrimiento de los delitos aduaneros.
Vale aclarar que, en el supuesto de que no existieran los artículos que pasa-
mos a analizar, serían aplicables las disposiciones generales para todo delito de
encubrimiento, establecidas en los artículos 277 y siguientes del Código Penal.
Al igual que en el Código Penal, se exige como requisito para la punición
por encubrimiento (de contrabando) en este caso, que el autor del delito no haya
participado en el anterior de contrabando que se va a encubrir.
Se trata de una figura autónoma en relación al delito anterior, y no una
forma de participación criminal.
El art. 874 del código aduanero establece:
132 También la Cámara Nacional de Casación Penal en causa “Ortuño Saavedra” (18/5/12)
con votos de Angela Ledesma y Alejandro Slokar (mayoria).
995
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DELITOS ADUANEROS
1) DIEGO CONTRABANDISTA
Facundo encarga a Diego que lleve una cantidad de teléfonos celulares en
su camioneta desde Asunción (Paraguay) hasta Corrientes (Argentina). Diego
sabe que se trata de mercadería que debería pagar impuestos, pero se arriesga
a hacerlo sin declararla, para ganar dinero.
En el camino, Diego es detenido en un control de Gendarmería apenas in-
gresado a nuestro país y se le imputa el delito de contrabando (art. 863 C.A.), ya
que el valor de las mercaderías es de $700.000 según la valuación que hace AFIP.
Diego declara que sabía lo que llevaba, pero siempre pensó que se trataba
de una infracción aduanera, ya que el monto de la mercadería no superaba los
$350.000 según sus estimaciones.
Suponiendo que sea cierto lo declarado por Diego en cuanto a su apreciación
del valor económico, y que también sea correcta la valuación de AFIP. ¿Cree
que existe delito de contrabando, o sólo infracción aduanera?
Variante 1: ahora supongamos que la tasación de esa misma mercadería
que hace AFIP indica un valor de $3.400.000, Diego estaba convencido de que
no superaba los $2.800.000. El fiscal imputa ahora a Diego la agravante del art.
865 inc. i) del código aduanero. El defensor de Diego argumenta que hay un
error y sólo se puede imputar la figura básica del art. 863 del código aduanero.
¿Es correcta la imputación?
Variante 2: igual a la variante 1, pero ahora Diana acompañaba a Diego
desde la salida de Asunción hasta el momento de la detención. Ella sabía lo
que Diego llevaba, aunque no había efectuado ningún aporte causal al hecho.
2) CONTRABANDO AÉREO
Carlos lleva mercadería de contrabando en un avión de Montevideo a
Buenos Aires. Una vez que llega a Buenos Aires, supera todos los controles de
aduana, pero cuando se disponía a salir del aeropuerto, un agente de la policía
de seguridad advierte que no le habían revisado una mochila. Al controlar la
mochila, descubren la mercadería por un valor de $600.000 que no había sido
declarada.
997
GONZALO JAVIER MOLINA
3) MARIHUANA EN EL AVIÓN
Enrique llevaba 10 gramos de marihuana en su bolsillo, al momento de
tomar el vuelo desde Buenos Aires hasta Madrid. Es detenido en el control de
la policía de seguridad aeroportuaria y sometido a proceso penal.
El fiscal le imputa el delito del art. 866, 2? párrafo del código aduanero.
El defensor invoca que la sustancia es para consumo personal, y solicita
la absolución por tratarse de acciones privadas.
¿Le asiste razón al fiscal o al defensor?
998
DELITOS ADUANEROS
999
TÍTULO XV
DELITOS TRIBUTARIOS'*
132.
223 También aqui se hará referencia a las principales figuras y problemas vinculados a
los delitos tributarios, sin entrar a analizar en detalle todos los problemas específicos
reconocidos en estas figuras, porque su tratamiento excedería los objetivos de esta obra.
1322 Vigente desde el (30/12/17).
Un tratamiento detallado del bien jurídico protegido en estos delitos, y las distintas
propuestas al respecto, en MEDRANO, “Delitos tributarios: bien jurídico y tipos le-
gales”, en Delitos no convencionales, Julio Maier (Compilador), Ed. Del Puerto, Bs.
As., 1994,
1326 Sostiene Javier De Luca que el “bien jurídico ofendido en los delitos tributarios es
el patrimonio colectivo de todos los habitantes, administrado por la persona jurídica
Estado para sus fines específicos y que es lesionado cada vez que se realizan algunas
de las conductas que generalmente describen los delitos tributarios” (prólogo al libro
de Mariano BORINSKY, Fraude Fiscal, Ed. Didot, Bs. As., 2013).
Al hablar de bien jurídico ofendido y no de bien jurídico protegido, se trata de dar la
idea de que el derecho penal no protege bienes, ya que actúa luego de haberse cometido
el delito precisamente, Esa misma idea se puede trasladar a todos los bienes jurídicos
1001
GONZALO JAVIER MOLINA
1. EVASIÓN SIMPLE
El artículo 1? del Régimen Penal Tributario establece:
En este delito, al igual que en muchos otros del régimen penal tributario,
se exige que el autor sea especial: el obligado, es decir el contribuyente que
debe pagar tributos. El sujeto pasivo puede ser el fisco nacional, provincial o
de la C.A.B.A. No están incluidos los municipios.
La conducta típica es evadir total o parcialmente el pago de tributos,'*?”
mediante cualquier ardid o engaño. Debemos tener en cuenta que la mención a
las declaraciones engañosas u ocultaciones maliciosas son simplemente ejem-
plos de ardid o engaño.'*
Esa evasión de pagar tributos se puede realizar por acción o por omisión,
como el mismo texto legal lo indica. No se trata del mero incumplimiento de
del sistema penal, y en vez de decir bien jurídico protegido, deberíamos decir bien
jurídico ofendido.
327 Los tributos “son ingresos del derecho público que consisten en prestaciones pecuniarias
obligatorias impuestas unilateralmente por el Estado, exigido por una administración
pública como consecuencia de la realización del hecho imponible al que la ley vincule
en el deber de contribuir”. Se clasifica en impuestos, tasas y contribuciones especiales
(BERTAZZA, Humberto, Régimen Penal Tributario Comentado, Ed. La ley, Bs. As.,
2020, p. 7).
1328
No es una enumeración taxativa, sino meramente ejemplificativa.
1002
DELITOS TRIBUTARIOS
1329
Es necesario que por esa maniobra fraudulenta se impida al organismo recaudador
conocer la materia imponible o tener una convicción errada al respecto.
1330 En especial, el momento consumativo dependerá de cada impuesto (por ejemplo, en
caso de impuesto a las ganancias, será al vencimiento de la obligación al presentar la
declaración jurada), ya que no todos tienen el mismo procedimiento.
1331 Un tratamiento exhaustivo del tema y con minuciosa clasificación de doctrina y
jurisprudencia en uno y otro sentido, en GARCÍA BERRO, “La naturaleza jurídica
de los montos de la ley 24769”, en Derecho penal tributario. Cuestiones críticas, Ed.
Rubinzal-Culzoni, Bs, As., 2005, p. 159 y ss. El autor indica allí que la consideración
de este elemento como mera condición objetiva de punibilidad, no solamente afectaría
el principio constitucional de culpabilidad, sino también el de lesividad, última ratio,
proporcionalidad y fragmentariedad,
1332
Se puede ver un resumen de la discusión al respecto en Luciani: “Los montos de la
ley penal tributaria ¿Condición objetiva de punibilidad o elementos del tipo penal?”,
en Revista de Derecho Penal. Derecho Penal Económico 2007-1. Derecho Penal
Tributario, Edgardo Donna (Director), Ed. Rubinzal-Culzoni, Bs. As., 2007, p. 259
y ss.; aunque allí el autor se refería al texto de la ley anterior que no mencionaba la
expresión “condición objetiva de punibilidad para los montos, como lo hace la ley
actual. Era ese uno de los argumentos usados por el autor —aunque no el único, ni el
más importante— para sostener la posición de que deben ser considerados elementos
del tipo penal”.
1003
GONZALO JAVIER MOLINA
C. TIPO SUBJETIVO
Es un delito doloso, y por ello el autor debe conocer que es un sujeto
obligado, y está evadiendo el pago de tributos por medio de ardid o engaño.
1353 Por respeto al principio constitucional de culpabilidad, incluso para esta posición,
debería ser considerado un error de prohibición, con los alcances del mismo.
Sobre el error de tipo o de prohibición en los delitos tributarios, se puede ver el trabajo
de MAIWALD, Conocimiento del ilícito y Dolo en el Derecho Penal Tributario, Tra-
ducción de Marcelo Sancinetti, Ed. Ad-Hoc, Bs. As., 1997. Aunque se hacen referencias
a la legislación alemana, las reflexiones pueden servir para ver las distintas posiciones
sobre el error en los delitos tributarios.
133 Sin embargo, ya la Ley N* 24,587 (modificatoria de la Ley N? 23,771) en su artículo
10 había incluido la expresión “condición objetiva de punibilidad” para referirse a los
montos evadidos, y ello no fue determinante en relación a esta discusión. Aún con
esa referencia a las condiciones objetivas de punibilidad en la misma ley, se seguía
discutiendo si pertenecían al tipo o eran meras condiciones de punibilidad. Lo mismo
se podría decir en la actualidad: aunque esa haya sido la intención del legislador (al
menos para la figura básica, como lo menciona el art. 19) el principio constitucional
de culpabilidad no podría permitir la punición si el autor no conoce el monto de la
evasión, y, por consiguiente, la dimensión de su conducta.
1004
DELITOS TRIBUTARIOS
2. EVASIÓN AGRAVADA
El art. 2? del Régimen Penal Tributario establece:
La pena será de tres años y seis meses a nueve años de prisión
cuando en el caso del artículo 1 se comprobare cualquiera de
los siguientes supuestos:
a) El monto evadido superare la suma de quince millones de
pesos ($15.000.000);
b) Hubieren intervenido persona o personas humanas o
jurídicas o entidades interpuestas, o se hubieren utilizado es-
tructuras, negocios, patrimonios de afectación, instrumentos
fiduciarios y/o jurisdicciones no cooperantes, para ocultar la
identidad o dificultar la identificación del verdadero sujeto
obligado y el monto evadido superare la suma de dos millones
de pesos ($2.000.000);
c) El obligado utilizare fraudulentamente exenciones, desgra-
vaciones, diferimientos, liberaciones, reducciones o cualquier
otro tipo de beneficios fiscales, y el monto evadido por tal con-
cepto superare la suma de dos millones de pesos ($2.000.000);
d) Hubiere mediado la utilización total o parcial de facturas
o cualquier otro documento equivalente, ideológica o mate-
rialmente falsos, siempre que el perjuicio generado por tal
concepto superare la suma de un millón quinientos mil pesos
($1.500.000).
1555 BERTAZZA (ob. cit., p. 22) lo considera también una mera condición objetiva de
punibilidad.
1005
GONZALO JAVIER MOLINA
Pareciera que, en este caso de la agravante, a diferencia de la figura básica, se vería más
claramente la posible afectación al principio de culpabilidad si se aumentara la pena
aun cuando el autor no conociera el monto que está evadiendo (más de $4,000.000).
Si este monto fuera también una condición objetiva de punibilidad (de la agravante)
se estaría habilitando mayor punición sin dolo ni culpa del autor respecto al monto
evadido (resultado).
Considero que, al menos en los casos de las agravantes, el monto debe formar parte
del tipo objetivo, y, por consiguiente, debe ser conocido por el autor (dolo) para que
pueda imputarse la agravante.
1336 En derecho tributario se llama “gasto tributario” a esos beneficios fiscales.
Entiendo que en el caso de los incisos c) y d) se puede discutir en forma independien-
te al art. 19, y a la agravante del art. 2? inc. a), si el monto indicado (52.000.000) es
elemento del tipo o condición objetiva de punibilidad. Aquí, tratándose de un monto
diferente al de la figura básica del art. 19, no se hace una referencia expresa por parte
del legislador para definir si es condición objetiva de punibilidad.
1006
DELITOS TRIBUTARIOS
1358. No obstante, un sector de la doctrina entiende que, si el caso no supera ese monto,
podría considerarse un supuesto de fraude en perjuicio de la administración pública
(art, 174, inc. 5 C.P.), ya que la figura penal que estamos viendo contiene elementos
similares a la estafa (DE LLANO, en Régimen Penal Tributario Comentado, Bertazza
(Director), ob. cit., p. 34).
15% DE LLANO, en Régimen Penal Tributario Comentado, Bertazza (Director), ob. cit.,
p. 34.
1007
GONZALO JAVIER MOLINA
1340. Para más detalles, ver MANONELLAS, Graciela; “Apropiación indebida de tributos”,
en Régimen Penal Tributario Comentado, Bertazza (Director), ob, cit., p. 42.
1541. MANONELLAS, ob. cit., p. 45.
1322 La situación típica está descripta en el texto: el agente que ha retenido o percibido
tributos tiene la obligación de depositarlos dentro de los treinta días corridos de vencido
el plazo de ingreso.
133 La mejor conducta en este caso, implica depositar el importe total debido, dentro del
término legal.
Que no tenga ningún impedimento material para realizar el depósito.
1345 Si el monto fuera menor, se podría aplicar el art. 48 de la Ley N* 11.683 que prevé
multa,
1008
DELITOS TRIBUTARIOS
Entre los artículos 5? y 7?, la ley trata los delitos relativos a los recursos
de la Seguridad Social.
En este caso del artículo 5* se trata de una figura similar a la evasión sim-
ple del art. 19, sólo que existe una diferencia en el objeto: en vez de hablar de
tributos, en este caso se hace referencia a aportes o contribuciones del sistema
de Seguridad Social.“
La otra gran diferencia con la figura del art. 1? es el monto, ya que en este
caso es de $200.000.
También hay diferencias en cuanto al período, que en este caso es por mes
y no anual.
1009
GONZALO JAVIER MOLINA
1010
DELITOS TRIBUTARIOS
Entre los arts. 8? y 11, el Régimen Penal Tributario prevé una serie de
delitos que se agrupan con el nombre de delitos fiscales comunes.
El art, 8? establece:
1011
GONZALO JAVIER MOLINA
13 Enopinión distinta, Orce y Trovato, quienes consideran que el delito se consuma recién
cuando el autor obtiene para sí el comprobante que acredita el beneficio (citados por
DE LLANO, ob. cit., p. 95).
1348 Un sector de la doctrina ha criticado la utilización del derecho penal en este caso, ya
que el ordenamiento jurídico dispone de numerosos mecanismos de trámite sumario y
de indole cautelar con el objetivo de asegurar el cobro del crédito estatal sin necesidad
1012
DELITOS TRIBUTARIOS
1013
GONZALO JAVIER MOLINA
1014
DELITOS TRIBUTARIOS
1330 Sferco destaca la importancia de los medios informáticos en las operaciones de los entes
recaudadores tributarios desde que existe una clave fiscal o contraseña intransferible
para operar por sistema informático (Sferco, ob. cit., p. 112).
1015
GONZALO JAVIER MOLINA
2) EL CAMBIO DE LEY
El empresario Mario fue condenado por evasión (art. 19 de la Ley N?
27430) por el impuesto a las ganancias 2018, ya que había evadido la suma de
$1.600,000.
Cuando estaba cumpliendo la pena impuesta de prisión (en suspenso),
durante el año 2021 se modifica la ley y se eleva el monto de $1.500,000 (que
establecía la Ley N” 27430) a la suma de $2.000.000,
El defensor solicita se aplique la nueva ley, como ley más benigna, y en
consecuencia se absuelva a Mario y borre su registro de condena.
¿Considera que le asiste razón al defensor?
1016
DELITOS TRIBUTARIOS
BERTAZZA, Humberto. Régimen Penal Tributario Comentado. Ed. La Ley, Bs. As.,
2020.
DE LLANO, Hernán. “Aprovechamiento indebido de beneficios fiscales”. En Régimen
Penal Tributario Comentado. Humberto Bertazza (Director), Ed. La Ley, Bs.
As., 2020,
DE LUCA, Javier. “Prólogo al libro de Mariano Borinsky”. Fraude Fiscal, Ed. Didot,
Bs. As., 2013.
GARCÍA BERRO, Diego. “La naturaleza jurídica de los montos de la ley 24769”. En
Derecho penal tributario. Cuestiones críticas, Ed. Rubinzal-Culzoni, Bs. As,,
2005.
LUCIANI, Diego S. “Los montos de la ley penal tributaria ¿Condición objetiva de
punibilidad o elementos del tipo penal?”. En Revista de Derecho Penal. Derecho
Penal Económico 2007-1. Derecho Penal Tributario. Edgardo Donna (Director),
Ed. Rubinzal-Culzoni, Bs. As., 2007.
MAIWALD, Manfred. Conocimiento del ilícito y Dolo en el Derecho Penal Tributario.
Traducción de Marcelo Sancinetti, Ed. Ad-Hoc, Bs. As., 1997.
MANONELLAS, Graciela. “Apropiación indebida de tributos”. En Régimen Penal
Tributario Comentado, Humberto Bertazza (Director), Ed. La Ley, Bs. As., 2020,
MEDRANO, Pablo. “Delitos tributarios: bien jurídico y tipos legales”. En Delitos no
convencionales, Julio Maier (Compilador), Ed. Del Puerto, Bs. As., 1994,
SFERCO, José María. “Comentarios a los artículos 99, 10 y 11”, En Régimen Penal
Tributario Comentado, Humberto Bertazza (Director), Ed. La Ley, Bs. As., 2020,
1017