Tarea Viii Español
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ESTUDIANTE:
Katherene Acevedo
ASIGNATURA:
Filosofía General
ACTIVIDAD:
Unidad VIII
MATRICULA:
100065066
FACILITADOR:
Tania Hernandez
Sede- Santiago
INTRODUCCION
Pensamiento filosófico de San Agustín: Para San Agustín el hombre está compuesto
por dos sustancias, alma y cuerpo. El cuerpo está formado por los cuatro elementos; y
el alma, principio vital del hombre y de los animales, está dotada de memoria, apetito y
facultad cognoscitiva. Respecto al origen del alma duda entre un creacionismo y un
generacionismo o traducianismo.
El hombre tiende por naturaleza a le felicidad, que consistirá en la unión íntima con
Dios: ascenso a Dios desde la intimidad humana. Para conseguirlo es necesario el
esfuerzo humano y la ayuda de Dios, la razón y la fe: ambas se necesitan
mutuamente. La ayuda de Dios se efectúa por medio de la fe, que purifica la mente, y
de la iluminación, que permite ver e Dios (Dios es el sol que ilumina la inteligencia para
que esta pueda ver las verdades eternas que están en el interior). El esfuerzo humano
lo realiza el hombre con sus potencias más nobles: la voluntad (amor a Dios, que es el
Bien sumo) y la inteligencia (poseyendo por la iluminación la suma Verdad, que es
también Dios).
El mundo sensible es creado por Dios de la nada, conforme a las ideas inmutables y
eternas que previamente existían en la mente del Creador (ejemplarísimo). Y junto con
el mundo aparece el tiempo: el tiempo aparece con la creación.
Para San Agustín la historia tiene un destino marcado por Dios. Así, distinguirá entre la
ciudad terrena, fundada sobre el amor egoísta, y la ciudad eterna, fundada sobre la
caridad cristiana. Toda la historia es una lucha entre estas dos ciudades o amores y
concluirá con el triunfo de la ciudad de Dios.
La obra de San Agustín tuvo enorme influencia en toda la Edad Media y en la moderna
(racionalismo), extendiéndose al espiritualismo y personalismo actuales.
Pensamiento filosófico de Santo Tomás de Aquino: La filosofía de Santo Tomás es
tributaria de una larguísima tradición histórica. En algún sentido puede decirse que el
tomismo nace de la confluencia de las grandes corrientes de pensamiento que
cruzaron la antigüedad y el Medievo: platonismo y aristotelismo, helenismo y
arabismo, paganismo y cristianismo, sin olvidar otras corrientes secundarias, como la
filosofía hebrea. Habiendo nacido en un momento histórico bien concreto y teniendo el
sello cristiano medieval, el pensamiento de Tomás de Aquino es un pensamiento
esencial y dialogante. No le importó enfrentarse a los prejuicios de su tiempo y se
mostró siempre abierto a toda aportación valiosa, dando acogida a toda partícula de
verdad, sin importarle que ésta procediera de filósofos paganos, griegos, hebreos o
musulmanes. Ese era el auténtico espíritu de Tomás de Aquino y, probablemente, una
de sus más valiosas herencias. Su obra constituye un esfuerzo por integrar en un
sistema simple, pero coherente, el legado de sus antecesores. En este sentido,
conviene señalar que su pensamiento no es la simple suma de elementos de sus
predecesores, sino que constituye un sistema propio cuya nota distintiva y original es
su noción filosófica del ser, la cual recorre y vertebra el conjunto de su pensamiento.
REFLEXION