Derecho Constitucional

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DERECHO

CONSTITUCIONAL I
2021 / 2022

2º Derecho / 1º Cuatrimestre
Profesor: Josu De Miguel Bárcena
Alumno: Francisco García Cobo
Índice – Derecho Constitucional I

Bloque 1: Los órganos constitucionales.......................................................................................1


Tema 1: La organización constitucional del Estado: conceptos básicos...................................1
1.1. Introducción: el Estado como organización política (NO EXAMEN)...............................1
1.2. Órganos constitucionales y órganos de relevancia constitucional.................................3
1.3. Las funciones del Estado constitucional: separación de poderes, dirección política y
control..................................................................................................................................4
1.4. Los conflictos entre órganos constitucionales...............................................................5
Tema 2: La corona....................................................................................................................5
2.1. Introducción: La monarquía parlamentaria: forma política, accidentalismo y presentis-
mo........................................................................................................................................5
2.2. La jefatura del Estado: justificación histórica y separación de poderes.........................6
2.3. La constitucionalización de la Corona: herencia, orden sucesorio y regencia...............6
2.4. El estatuto constitucional del jefe del Estado: inviolabilidad, irresponsabilidad y re-
frendo...................................................................................................................................7
2.5. La posición del Rey en una democracia constitucional: ejemplaridad, conservación,
credibilidad y proximidad.....................................................................................................7
2.6. Las funciones constitucionales del jefe del Estado........................................................7
Tema 3: Las Cortes Generales..................................................................................................7
3.1. Las Cortes Generales como órgano complejo: el bicameralismo..................................7
3.2. Organización interna, funcionamiento y prerrogativas de las Cámaras........................8
3.3. La composición de las Cámaras y el estatuto de los parlamentarios.............................8
3.4. Las funciones de las Cortes Generales: legislativa, presupuestaria y de control...........8
Tema 4: El Gobierno.................................................................................................................8
4.1. La posición constitucional del Gobierno........................................................................8
4.2. El presidente del Gobierno............................................................................................8
4.3. La composición del Gobierno, el estatuto de los miembros del Gobierno y el Gobierno
en funciones.........................................................................................................................8
4.4. Las funciones del Gobierno...........................................................................................8
4.5. Principios constitucionales de la Administración Pública..............................................8
Tema 5: Las relaciones entre las Cortes Generales y el Gobierno............................................8
5.1. El procedimiento de investidura del presidente del Gobierno......................................8
5.2. Parlamento y responsabilidad política: la moción de censura y la cuestión de confian-
za..........................................................................................................................................8
5.3. La disolución de las Cortes Generales...........................................................................8
Tema 6: El Poder Judicial..........................................................................................................8
6.1. La configuración constitucional del Poder Judicial........................................................8
6.2. Principios constitucionales de la función jurisdiccional.................................................8
Índice – Derecho Constitucional I

6.3. El estatuto de los jueces y magistrados.........................................................................8


6.4. La estructura del Poder Judicial: el Consejo General del Poder Judicial y el Ministerio
Fiscal.....................................................................................................................................8
Tema 7: El Tribunal Constitucional...........................................................................................9
7.1. El Tribunal Constitucional y la separación de poderes..................................................9
7.2. Composición y organización..........................................................................................9
7.3. El funcionamiento del Tribunal Constitucional..............................................................9
Bloque 2: La organización territorial............................................................................................9
Tema 8: Los principios de la organización territorial del Estado..............................................9
8.1. Los modelos de organización territorial del Estado.......................................................9
8.2. La conformación histórica del Estado autonómico........................................................9
8.3. El principio dispositivo: el derecho a la autonomía.......................................................9
8.4. El principio de unidad y el principio de solidaridad.......................................................9
8.5. Los entes locales: democracia y garantía constitucional...............................................9
Tema 9: La organización institucional de las Comunidades Autónomas..................................9
9.1. Las instituciones políticas..............................................................................................9
9.2. La distribución de competencias y el sistema de financiación autonómica...................9
9.3. Las relaciones entre el Estado y las Comunidades Autónomas: cooperación y conflicto
.............................................................................................................................................9
9.4. El conflicto positivo y negativo de competencias y el recurso de inconstitucionalidad
por motivos competenciales................................................................................................9
9.5. Coerción estatal: el artículo 155 de la Constitución......................................................9
Tema 10: La integración de España en la Unión Europea.........................................................9
10.1. La Unión Europea como organización supraestatal.....................................................9
10.2. Las instituciones comunitarias.....................................................................................9
10.3. La integración constitucional del Estado español en la Unión Europea: el artículo 93
de la Constitución...............................................................................................................10
10.4. Efectos de la integración constitucional del Estado...................................................10
Derecho Constitucional I

Bloque 1: Los órganos constitucionales


Tema 1: La organización constitucional del Estado: conceptos básicos
1.1. Introducción: el Estado como organización política (NO EXAMEN)
Todas las comunidades humanas han poseído algún tipo de organización colectiva que obliga -
ba a sus miembros a respetar una serie de normas dirigidas a permitir y asegurar la pervivencia
de la misma por encima de voluntades individuales. Para nosotros, esa organización es el Esta-
do constitucional, el cual ha tenido unos precedentes (la polis griega, la antigua Roma y el feu -
dalismo), los cuales están marcados por un pensamiento caracterizado por el organicismo.

El precursor del organicismo es Aristóteles. En este modelo, la forma política se asemeja a un


cuerpo humano, en la que el todo siempre precede a las partes y el Estado al individuo. La fina -
lidad es lo que marca la interpretación del Derecho y del Estado, por lo que la Constitución no
tiene como objetivo limitar las acciones de los gobernantes, sino que solo describe cómo se or -
ganiza el poder: monarquía, aristocracia y democracia. En todo este modelo, la comparación
de la política con la vida era habitual dada la cercanía de los hombres con los animales y la na -
turaleza. En cualquier caso, poneos en su lugar: la inteligencia hacía imposible que en este sis -
tema el hombre pudiera dar sentido al funcionamiento de las cosas a partir de la suma del co -
nocimiento de las partes: era más fácil buscar la legitimidad del poder a partir de cosmologías
como la religión o equivalente. La existencia de Dios y su conexión con el poder resolvía no
solo el problema de la legitimidad, sino de la función que el poder tenía en la organización polí-
tica. El organicismo era la base filosófica de las comunidades humanas en Grecia, Roma y el
medievo:

 En Grecia (Esparta y Atenas) estábamos ante sociedades muy pequeñas recluidas en ámbitos
territoriales muy limitados. Eran también sociedades esclavistas. En ellas era habitual la exis -
tencia de asambleas ciudadanas con algunas características democráticas: por ejemplo, el
método asambleario (ágora) de toma de decisiones y la utilización de sorteo para que los ciu-
dadanos. Pese a ello, en el modelo descrito se producía una identidad entre el ciudadano y el
poder, por lo que no había separación entre ellos, sino que las partes formaban un todo (or -
ganicismo) y la libertad individual era imposible de precisar. No había separación entre poder
político y poder social.
 En Roma tampoco se dio esta diferenciación entre la organización política entre Estado y so -
ciedad. Pese a ello, resulta evidente que en el periodo republicano y del imperio se da una
gran innovación institucional gracias al empuje del Derecho. En la fase republicana los pilares
de la organización política eran los magistrados, las asambleas y el senado. En todos los casos
estaban presentes las clases dominantes. Con el imperio se profundiza la burocracia y apare -
ce el Consilium Principis como órgano asesor del emperador. La gran dispersión del poder
hace imposible pensar que Roma fuera un Estado tal y como lo conocemos. El Corpus Iuris Ci-
vilis, entre otras obras, llevó a cabo una gran unificación del Derecho aplicable a particulares
y, además de aflorar por primera vez una especie de Derecho Público. Pero no hay Estado, en
cualquier caso, porque el individuo no es el fundamento del poder político y éste último se
confundía enteramente con el poder social y económico.
 A pesar de que hubo muchos sistemas feudales diferentes, en todos ellos el esclavismo es
sustituido por la servidumbre, es decir, los ciudadanos de clase baja pertenecían a un señor.
La teoría aristotélica del poder sigue plenamente vigente durante este tiempo, pues la legiti-
midad de los sistemas de dominación solía residenciarse en lealtades religiosas, en las que el
Papa y la Iglesia jugaban un gran papel. En este sistema el tiempo no pasa, las reformas son

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innecesarias y el devenir de la forma política permanece ajena al destino de los hombres: es


un todo superior lo que determina la suerte de una sociedad que está muy regulada jurídica -
mente: cada privilegio necesita un reconocimiento formal, pero dicho reconocimiento formal
resistía en una combinación de derecho consuetudinario y de derechos particulares que ha-
cían imposible el avance de una sociedad con casi total ausencia de libertad y autonomía.

La progresiva caída y crisis del feudalismo se produjo porque su incapacidad de renovarse eco -
nómicamente, pero también porque a partir de los siglos XV y XVI apareció un nuevo tipo de
pensamiento, el mecanicista, que se separa claramente del organicismo, en el cual el ser hu -
mano comienza a ser capaz de reconstruir conscientemente la realidad jurídica y política. El
paso de la agricultura a la artesanía y la industrialización es importante, ya que ahora lo que
vale es descomponer en partes los artilugios. De esta forma, se empezó a reconocer la realidad
política como un artefacto teniendo en cuenta las leyes de Newton: Hobbes pensaba que el Es -
tado era como un reloj al que el monarca daba cuerda. Maquiavelo, Locke, Bodino, Altusio em -
pezaron a esbozar la necesidad de que sean las partes y no el todo las que se presenten como
motor de cambio “constitucional”. El análisis racional hará aparecer el derecho racional, los
contratos y la burocracia, es entonces cuando se da el salto cualitativo. Aparece un Estado ab -
soluto que pretende expropiar el poder a los señores feudales y centralizarlo jurídicamente al -
rededor del soberano/monarca.

El Estado moderno que quiere dejar atrás el feudalismo se compone de tres elementos: el pue-
blo, el territorio y la soberanía. El soberano es productor del Derecho, que ya no se basa en la
costumbre, que servirá para garantizar la paz, la seguridad y las nuevas relaciones capitalistas.
La aplicación de este requería nuevos jueces y una nueva administración burocrática muy pro-
fesionalizada y altamente tecnificada. Comienzan las codificaciones del Derecho Privado y co-
mienza a crearse una sociedad protoburguesa que desea que en ella se residencie la libertad.
Por supuesto, la Hacienda y el sistema impositivo también han de modernizarse. En el modelo
absolutista el “ciudadano” básicamente tenía obligaciones, no derechos. Pero poco a poco,
toma conciencia de las contradicciones del mecanicismo: los ciudadanos son el fundamento
del todo, por lo que no tiene sentido que el Derecho que recae sobre sus conductas no proven -
ga de la legitimidad de la sociedad. Entre el siglo XVII y el XVIII se generaliza el contractualismo
como corolario del mecanicismo: la base del Estado solo puede ser un contrato entre las par-
tes que lo componen. Y esas partes son los ciudadanos, que conforman la sociedad y el pueblo.
Esto desemboca en la necesidad de una norma que regule el contrato entre ciudadanos: la
Constitución. Porque la diferencia entre el Estado constitucional y el absoluto, es que mientras
en este último los ciudadanos pactan ceder al monarca su libertad, en el primero pactan entre
ellos para crear el poder, el Estado en sí.

Seguimos hablando, pese a esto de órganos del Estado ya que el principio organizativo se ha
encarnado a otros principios que aparecen en la lógica de las revoluciones burguesas que de -
rriban el Estado absoluto con el objetivo de reconstruirlo a partir de dos principios: el demo-
crático (poder constituyente, poder de hacer una Constitución, atribuido al pueblo) y el liberal
(separación de poderes y derechos fundamentales).

Curiosamente, hay una tercera vía, poco estudiada, pero que ha tenido una enorme repercu -
sión para que hoy hablemos con lenguaje organicista: Alemania construyó su propio Estado a
partir de la idea de Estado de Derecho. En Alemania el mecanicismo no fue muy popular, sino
que su principal pensador, Hegel, idea una vía para no tener que aplicar los principios revolu-
cionarios liberales y democráticos. En vez de atribuir la soberanía al pueblo o al monarca, deci -
de atribuírsela a un tercero, al Estado. Los grandes juristas alemanes recuperaron la idea del

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organicismo cuando tratan de describir el Estado a partir del Derecho. Porque a finales del si -
glo XIX, Laband, Jellinek o Gerber, habrán logrado poner las bases para trasladar la soberanía
desde el Estado hacia el Derecho. En tal sentido, se postulan como analistas jurídicos del Esta-
do en todas sus dimensiones: el territorio, el pueblo y la soberanía son juridificables. El territo-
rio es el ámbito de aplicación del Derecho y se delimita por tratados internacionales. El pueblo
no existe más que como una suma de derechos de ciudadanos, que ejercen un compendio de
obligaciones y facultades. Por último, la soberanía se concreta en instituciones, las cuales son
un conjunto de órganos que sirven, a partir de la separación de poderes, para producir (parla-
mento y administración) y aplicar (poder judicial y administración) Derecho. La teoría del ór -
gano permite atribuir a cada institución unas competencias y que cada una se realice de acuer-
do con unos límites.

El éxtasis de esta tesis organicista es una mistificación o ficción de gran importancia, dotar al
Estado de personalidad jurídica. ¿Era organicista esta teoría? En puridad, el pensamiento ale-
mán era conservador y creía que el todo, la nación alemana representada por el monarca, ten -
dría que determinar las partes. Como sabéis, esa idea imperial terminó distorsionada en el
marco del periodo de entreguerras y el advenimiento del totalitarismo. Ahora bien, dejó un
poco técnico deslumbrante que aún hoy usamos y es de gran utilidad. Porque la ficción de la
personalidad jurídica del Estado de Derecho permite que este tenga relaciones con individuos
u otros Estados, que implican que tendrá obligaciones y los ciudadanos derechos frente a él.
Con razón Kelsen decía que habrá Estado cuando éste tenga órganos que sean capaces de
crear y aplicar Derecho.

En España, durante el siglo XIX, se hablaba de personalidad jurídica de la Administración, lo


que en gran medida pervive hoy. Al comienzo de la Constitución de 1978 hubo un gran debate
sobre si podía persistir esa idea de personalidad jurídica del Estado, ya que muchos dijeron que
era incompatible con la soberanía popular del artículo 1.2 de la Constitución. Esta cuestión es
algo sin importancia, ya que la personalidad jurídica del Estado tiene peso porque la Constitu-
ción (artículos 95 y 137) lo considera un ordenamiento con personalidad para concretar rela-
ciones internacionales, una comunidad que integra un hecho social o, incluso un aparato. En
cualquier caso, hablaremos de órganos constitucionales: de aquellas instituciones que pode -
mos identificar con los poderes que Locke y Montesquieu fueron capaces de vislumbrar y, que,
de algún modo, vienen realizando las tareas de crear el Derecho, aplicarlo y controlarlo, bien
política o jurídicamente.

1.2. Órganos constitucionales y órganos de relevancia constitucional


Nuestra Constitución, con sus diferentes títulos, marcan la diferencia de los poderes creando
órganos de carácter constitucional, como decidió el poder constituyente. Dentro de estos ór-
ganos, se hay que distinguir entre los propios órganos constitucionales y los órganos de rele-
vancia constitucional.

Esta distinción esta discutida en la doctrina, pero entendemos que los órganos constituciona-
les, como el Tribunal Constitucional, las Cortes Generales, el Gobierno, el Poder Judicial o la
Corona, son los que cumplen dos requisitos: estar en la Constitución y ser determinantes en la
forma de gobierno que esta organiza, por lo que además su modificación o desaparición re-
quiere un proceso agravado de modificación de la Constitución. Todos los órganos que no
cumplen este último pero están en la Constitución, son órganos de relevancia constitucional,
como el Defensor del Pueblo, el Consejo de Estado, el Tribunal de Cuentas, o el Consejo Gene -
ral del Poder Judicial.

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Hay otra diferencia importante, y es que los órganos constitucionales son referidos en la Cons-
titución de una forma más profunda, por lo que en muchos casos podrían solo funcionar única -
mente con la regulación de la Constitución, sin necesidad de normas de desarrollo, al contrario
que los órganos de relevancia constitucional, que siempre van a necesitar normas de desarro-
llo.

Además, los órganos constitucionales tienen también su autonomía presupuestaria, de perso-


nal (aforados) y organizativa, más profunda y marcada que los órganos de relevancia constitu-
cional.

De todas formas, estas diferencias no están siempre del todo claras.

1.3. Las funciones del Estado constitucional: separación de poderes, dirección polí-
tica y control
Un Estado constitucional tiene tres funciones fundamentales:

La división de poderes
Este principio viene de confrontar el pensamiento político-constitucional con la física debido a
la desconfianza hacia el poder por parte de los liberales, lo que fundamenta que el Estado
debe tener algún limite. En términos actuales, esta separación es más bien una hipótesis que
guía las actuaciones del Estado, pero está bastante lejos de la realidad.

EEUU fue el primer experimento constitucional que la incluyó, con el nombre de check and ba-
lance, estableciendo 3 poderes separados pero con correlaciones para intentar neutralizarse
entre ellos, ya que tenían miedo a un parlamento con gran poder, por lo que el ejecutivo era
elegido por los ciudadanos, no por el Congreso, y tenía capacidad de veto, mientras que el Po -
der Judicial era totalmente autónomo, para controlar y anular las leyes del Congreso. En Fran -
cia hubo una exigente separación de poderes, sobre todo respecto al ejecutivo y judicial, ya
que si creían en el poderío legislativo, y desconfiaban de los jueces. En Europa, la transforma-
ción de la monarquía marcó un hito en la transformación de esta idea, produciéndose un des-
glose del monarca en el poder ejecutivo y la jefatura del Estado, por lo que aparece un cuarto
poder, sobre el que Benjamin Constant dijo que sus funciones tenían que ser las de garantizar
y estabilizar, a través del principio de neutralidad, el Estado constitucional.

La primera modificación a este principio vino de Reino Unido, y es que el ejecutivo no es abso -
lutamente independiente, sino que, a consecuencia de la democracia, es responsable frente al
Parlamento, además de necesitar su confianza. La separación que existe entre ejecutivo y legis-
lativo es la relación entre la minoría y mayoría parlamentaria, porque el Gobierno se adueña
de la mayoría, frente a la que es responsable y por la que es elegido, y la oposición, que ejerce
una nueva función: controlar al Gobierno desde la idea de oposición.

La segunda es que no solo el legislativo hace las normas, sino que el Gobierno también ejerce
potestades normativas, además de la reglamentaria, convirtiéndose actualmente en el princi-
pal instrumento legislador, al realizar también proyectos de ley, decretos leyes y legislativos…
Además, el Tribunal Constitucional también es un legislador negativo, por no hablar de su fun -
ciones creadoras e interpretativas.

Por todo esto, un órgano puede cumplir varias funciones constitucionales, a la vez que una
función constitucional puede ser cumplida por carios órganos constitucionales. Solo la función
moderadora del jefe del Estado y la función jurisdiccional ordinaria cumplen en gran medida
los ideales de separación de poderes.

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Además, existe una división de poderes diferente, ya que venimos hablando de la horizontal,
pero en nuestro Estado también existe una división de poderes vertical, el federalismo (auto-
nomismo en nuestro caso), entre el Estado y las Comunidades Autónomas.

Dirección política
Este es un fenómeno asociado al Estado social o de bienestar que consiste en la capacidad de
los órganos constitucionales para llevar a cabo el programa político presentado por los parti-
dos durante el proceso electoral. La dirección política, o indirizzo político, se manifiesta funda-
mentalmente en la colaboración entre el Gobierno y el parlamento, concretamente con la ma -
yoría parlamentaria. Algunos de los elementos esenciales de este principio son la realización
de decretos-leyes, de proyectos de ley, de normas reglamentarias de gran calado, pero sobre
todo, el poder de mando del presidente del Gobierno sobre su partido y su mayoría. Cuando
había mayorías absolutas estables era muy fácil volcar este principio a la realidad, pero cuando
la mayoría no depende solo de un partido, sino de negociaciones, este principio se desvanece
en cierta medida. De todas formas, ahora el Gobierno no dirige demasiado, porque muchas
normas vienen obligadas por la Unión Europea.

El control del poder


Este control, tiene en primer lugar un carácter puramente político, ejercido por la minoría des-
de el parlamento hacia el Gobierno, ya que el pluralismo político implica que la minoría de hoy
puede ser mañana mayoría e incluso convertirse en el Gobierno, por lo que el sistema ofrece a
esta una cantidad importante de mecanismos de control de carácter ordinario, como las sesio -
nes de control, y extraordinario, como las mociones de censura o las cuestiones de confianza.

En segundo lugar, tiene un carácter jurídico o jurisdiccional, puesto que el Tribunal Constitucio-
nal ejerce gran cantidad de potestades de control, ya no solo anula leyes, sino que tiene mu-
chas más funciones de control y resolución de conflictos jurisdiccionales. Esto es debido a que
una democracia no se puede llamar constitucional si no hay mecanismos de control para que la
minoría pueda defender sus intereses.

1.4. Los conflictos entre órganos constitucionales


Cuando surgen conflictos entre los poderes suelen tener una dimensión jurídico-constitucio -
nal, por lo que la LOTC prevé mecanismos normativos para ellos. En su artículo 79 establece
que los órganos que pueden presentar un conflicto entre órganos constitucionales son el Go-
bierno estatal, el Congreso, el Senado y el Consejo General del Poder Judicial. El objeto del
conflicto ha de ser una decisión de un órgano constitucional que afecte competencias o potes-
tades de otros, pero basta con que esta decisión frustre o menoscabe las competencias de
otros órganos constitucionales.

El procedimiento del conflicto dura 5 meses:

 En el primero, se realiza el requerimiento, que debe hacerlo el pleno del órgano constitucio -
nal que cree su competencia frustrada.
 En el segundo, el órgano que frustra la competencia del otro se ha de pronunciar
 En el tercero, se abre la fase jurisdiccional, con la presentación de la demanda.
 En el cuarto, el órgano demandado y los que quieran coadyuvarse (unirse a la demanda) ex-
pusieran su parte.
 En el quinto, el Tribunal Constitucional decide sobre el conflicto, dando una resolución (sen-
tencia), y anulando el acto si corresponde.

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Tema 2: La Corona
2.1. Introducción: La monarquía parlamentaria: forma política, accidentalismo y
presentismo
La cláusula que define el sistema político español es el artículo 1.3, que establece una monar-
quía parlamentaria. Se optó por esta definición intermedia entre la monarquía constitucional,
y la monarquía parlamentaria pura. Este artículo evita hablar de forma de Gobierno, pero tam -
poco tiene sentido hablar de forma de Estado, porque al hablar de monarquía sería decir que
estamos ante un rey absoluto. Al nombrar a la monarquía en la forma de Gobierno (política), lo
que quiso hacer el constituyente es que la Corona tiene una dimensión simbólica de unidad y
permanencia del Estado, tal y como dice el artículo 56.1 de la Constitución, no cumpliendo fun -
ciones relevantes.

Nuestra jefatura del Estado es accidental, ya que España es un país al que le cuesta institucio -
nalizarse. En 1947 se aprobó la ley se sucesión que convirtió a España en reino sin rey, atribu -
yéndose Franco la función de nombrar un sucesor, que fue establecido en la Ley Orgánica del
Estado de 1967, en la que se nombró sucesor a Juan Carlos I, para lo que Juan, su padre, tenía
que rechazar sus derechos sucesorios, aunque no era realmente importante. Finalmente, la
Constitución se encontró al rey como jefe del Estado, por lo que tuvo que integrar una realidad
previa.

Es además un régimen presentista, es decir, que debido al accidentalismo siempre va a existir


el debate monarquía-república, es decir, que su legitimidad siempre va a estar en entredicho,
por lo que la existencia de la corona depende en gran medida de su praxis y de su capacidad
de presentarse como órgano funcional e integrador, donde sus comportamientos privados tie -
nen que ser absolutamente ejemplares.

2.2. La jefatura del Estado: justificación histórica y separación de poderes


La jefatura del Estado es un órgano constitucional que actúa como un cuarto poder, el cual
apareció en Europa como consecuencia de los restos históricos del Antiguo Régimen. Tras los
períodos revolucionarios de Francia, las sociedades europeas se ven ante 2 disyuntivas:

 La ilustración y racionalidad pura, consistente en construir un sistema político de carácter ló -


gico-racional, es decir, ya que se había luchado contra el Antiguo Régimen, y el Rey era su
principal exponente, tenía sentido que las formas políticas de los siglos XVIII y XIX se hicieran
contra la monarquía. El único país donde se llevó esta lógica hasta el final es EEUU, ya que su
presidente es el poder ejecutivo, y no existe jefe del Estado como tal, pero el presidente tie-
ne poderes comparables a este.
 Al contrario, Europa no fue capaz de eliminar la monarquía, convirtiéndola finalmente en un
cuarto poder, la jefatura del Estado, que cumpliría con la función de defender el equilibrio y
separación de poderes, a la sociedad de los poderes públicos, y la Constitución, al no ser ele-
gido por los ciudadanos. Este tenía más funciones que actualmente, con las prerrogativas
(nombrar jefe de Gobierno, disolver el parlamento, sancionar y vetar leyes).
 Hay una tercera tesis, de Carl Schmitt, comenzado ya el siglo XX, que decía que el jefe del Es -
tado debía ser el defensor de la Constitución, lo que se dio en la República de Weimar o en la
II República Española.

2.3. La constitucionalización de la Corona: herencia, orden sucesorio y regencia


La Corona puede ser definida como un órgano complejo, integrado por el rey y por quien la
propia Constitución designe como refrendante de sus actos, es decir, estamos ante un órgano

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plural, formado por el rey y un órgano contingente, es decir, que puede ir cambiando, y pue -
den ser el presidente del Gobierno, los ministros y el presidente del Congreso.

En cuanto a su legitimidad, hay que partir del artículo 57.1, que dice que es hereditaria en los
sucesores de Juan Carlos I, legitimo heredero de la dinastía histórica. La segunda parte se aña-
dió para justificar que no ostentaba la jefatura del Estado por las Cortes franquistas, dotándole
de legitimidad democrática, aunque ya estaba configurado antes de que el padre de Juan Car-
los I renunciara a sus derechos dinásticos. A partir de aquí ha habido otras lecturas: algunos di-
cen que la Constitución vino a legalizar algo que era evidente, por la fuerza normativa de los
hechos, otros dicen que la Constitución da legitimidad a la propia corona al ser aceptada por
las Cortes y por el pueblo, y otros dicen que querían romper hasta con el 18 de julio de 1936.

La Constitución es algo inexacta al decir que la monarquía es hereditaria, ya que no hay entre
el rey anterior y el posterior una verdadera relación de herencia, ya que esta existiría si no ha -
bría un orden sucesorio y pudiera dividir el reino entre sus herederos, pero al existir este, tras
la muerte, renuncia o abdicación de un monarca se produce la sucesión automáticamente a
través de la propia Constitución, alejándonos de la idea de herencia en la teoría y convirtiéndo -
se las normas de sucesión de la monarquía en normas jurídicas de regulación de la jefatura del
Estado. Según el artículo 57.1, la Corona sigue un orden sucesorio regular de primogenitura y
representación, pero también dice que se prefiere la línea anterior a la posterior, el grado más
próximo al más remoto, y el hombre a la mujer. En caso de extinguirse todas las líneas suceso-
rias, son las Cortes las que tienen que proveer la sucesión a la Corona, las cuales además de -
ben aprobar por ley orgánica las abdicaciones y las renuncias a los derechos sucesorios y resol-
ver de la misma manera todos los conflictos dinásticos que se produzcan. El procesos suceso-
rio se abre por renuncia a los derechos sucesorios, por abdicación o por muerte, ya que es un
acto jurídico y lo que hacen las Cortes es proclamar a alguien que ya es jefe del Estado, aunque
no tiene plenas funciones hasta que jura la Constitución.

La regencia es una situación excepcional en la que las funciones del rey no son desempeñadas
por él mismo, sino por el o los regentes. En el caso de que sea porque el rey es menor de edad,
esta recae en su padre o madre si están vivos, y si no en el pariente mayor de edad más próxi-
mo en la línea de sucesión en la Corona. Si la regencia se debe a una inhabilitación, únicamen-
te posible por motivos de salud, será regente el príncipe o princesa de Asturias cuando sea ma-
yor de edad, y si es menor si es menor, se sigue el criterio anterior. Si hay problemas, las Cor-
tes pueden designar una regencia individual o colegiada. En cualquier caso, el/la regente tiene
que ser español, mayor de edad y realizar el mismo juramento que el rey.

2.4. El estatuto constitucional del jefe del Estado: inviolabilidad, irresponsabilidad


y refrendo
Una característica importante de la Corona viene establecida en el artículo 56.3, que dice que
la persona del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad, conceptos diferenciados
desde 2019 con la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.

La inviolabilidad significa que no puede ser juzgado, detenido, actuar como testigo, condenado
ni sancionado administrativamente, además de que el Código Penal establece tipos delictivos
especiales para quienes atenten contra él. Es una inviolabilidad casi total, que finaliza con la
abdicación, aunque únicamente a posteriori, aunque tiene un aforamiento. Con motivo de la
ratificación de España del Estatuto de la Corte Penal Internacional, en teoría permite juzgar al
rey por ciertos crímenes gravísimos. Esta inconstitucionalidad se “arregló” porque el Consejo
de Estado dijo que es imposible que el rey llegue a ser juzgado por estos delitos, porque la im -

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putación de esos delitos tiene que derivarse al órgano que refrenda los actos del rey. También
es inviolable en ámbitos civiles, lo que plantea un gran problema porque en este ámbito el da -
ñado es una persona con derecho a tutela judicial efectiva, pero esto es debido a que el rey no
tiene vida íntima.

La irresponsabilidad en términos políticos significa que no se le puede inhabilitar por motivos


políticos, sino únicamente por salud. Esto es debido a que sus actos están refrendados por un
tercero, por lo que el contenido del acto refrendado no es del rey, que lo realiza, sino del re -
frendante. De esta forma se garantiza que el principio de neutralidad sea posible.

Los actos refrendados aparecen como un conjunto de intervenciones jurídicas, que son nece-
sarias y convergen en un producto final que cumple la función de integrar dos voluntades, la
del jefe del Estado y la del refrendante. El artículo 64 de la Constitución acota los órganos re-
frendantes de los actos del rey: el presidente del Gobierno, los ministros, y el presidente del
Congreso. La consecuencia del refrendo es que la responsabilidad política y jurídica del acto
pasa a ser del refrendante. Se pueden hacer distinciones técnicas en cuanto a los refrendos:

 Uno ya desaparecido era el refrendo presunto, que ocurría cuando un refrendante no estaba
de acuerdo con alguna decisión del rey y dimitía, mientras que si estaba de acuerdo no dimi -
tía, refrendándolo tácitamente.
 Otro es el referendo expreso, cuando hay firma del refrendante tras la del rey, en las leyes.
 El otro tipo, aunque no siempre se les reconoce como tal, es el referendo tácito, que se da en
los actos de representación publica, como con los discursos, en los viajes internacionales o
por el territorio español, cuando está presente un ministro o el presidente del Gobierno.

Un problema es que existen algunos actos del rey no refrendados, como los nombramientos ci-
viles y militares de la Casa Real y la distribución de su presupuesto, pero se han buscado solu -
ciones a ello, tratándolo previamente con las Cortes y el Gobierno.

2.5. La posición del Rey en una democracia constitucional: ejemplaridad, conser-


vación, credibilidad y proximidad
Las jefes de Estado en las repúblicas no requieren de un esfuerzo de legitimación adicional,
que si necesitan las monarquías. Estas deben presentarse como una institución capaz de hacer
lo mismo que un presidente de la república, es decir, honrar y procurar que los poderes y los
ciudadanos honren la democracia como expresión del autogobierno, lo cual hace a través de
sus funciones constitucional de moderación y de arbitraje, intentando integrar el máximo nú-
mero de visiones de la realidad, lo que puede hacer de tres formas:

 Ejemplarizando, debido a la autoritas que tiene al ser el primer funcionario del Estado. Esto
consiste en instruir a los ciudadanos y a los poderes públicos en democracia, honradez y no
corrupción, tanto desde el punto de vista público como desde el privado.
 Esclareciendo, es decir, que debido a esa autoritas que tiene, puede plantear los verdaderos
problemas a los que se enfrenta la sociedad.
 Conservando la Constitución y el sistema institucional, como en el golpe de Estado del 23F o
la declaración de independencia del 3O.

Todas estas tienen que hacerse a través de funciones que no están en la Constitución, pero
que resultan evidentes en la praxis del monarca. También tiene que ser creíble, debido preci -
samente a la necesidad de legitimación continua. Además, el rey tiene que ser próximo a la
realidad y a los ciudadanos, por lo que tiene que hacer presentes a las instituciones y a sí mis -

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Derecho Constitucional I

mo, haciendo llegar a los ciudadanos el sistema institucional y contribuyendo a reforzar los re-
latos comunes.

2.6. Las funciones constitucionales del jefe del Estado


Las funciones del jefe del Estado están en el Título II de la Constitución. El artículo 56 nos dice
que el rey es jefe del Estado, símbolo de unidad y permanencia, que arbitra el funcionamiento
de las instituciones, asume la más alta representación del Estado internacionalmente y ejerce
las funciones que le atribuye expresamente la Constitución y las leyes. Este artículo es una
cláusula definitoria de integración, lo cual siempre tiene una doble dimensión, irracional y ra-
cional. De estas surgen otras subfunciones:

 En cuanto a los actos simbólicos, los más irracionales, serian por ejemplo la presidencia de
los patronazgos de las reales academias, el mando supremo de las fuerzas armadas, la admi-
nistración de justicia en nombre del rey y los actos públicos no específicos (no constituciona -
lizados), como la diplomacia económica internacional, la intervención por intereses de em-
presas u ONGs, los actos protocolarios, la apertura del año judicial y de las Cortes Generales
o los mensajes del rey.
 En cuanto a los actos de representación, el jefe del Estado expresa la voluntad del Estado
como persona jurídica, por lo que una de las principales es sancionar y promulgar las normas
jurídicas, la convocatoria y disolución de las Cortes Generales y de referéndums, el nombra-
miento separación de los miembros de los Gobiernos, la manifestación del consentimiento
en los tratados internacionales, da credenciales a los embajadores, firma el derecho de gra-
cia, nombra al Fiscal General del Estado, a los miembros del Consejo General del Poder Judi -
cial y del Tribunal Supremo.
 En cuanto a los actos de arbitraje y moderación, se concretan en 3 funciones: ser informado
de los asuntos del Estado, reuniéndose con el presidente del Gobierno semanalmente, la po-
sibilidad de que el rey presida el Consejo de Ministros, y el artículo 99, para la elección del
presidente del Gobierno, aunque realmente las consultas no deberían realizarse hasta que
quien ostente la presidencia del Congreso haya hecho un trabajo de consenso.

Tema 3: Las Cortes Generales


3.1. Las Cortes: sistema bicameral
El artículo 66.1 de la Constitución establece que las Cortes Generales bicamerales, formadas
por el Congreso y el Senado, representan al pueblo español. Las Cortes Generales tienen unas
funciones claras: hacer leyes, aprobar los presupuestos y controlar la acción del Gobierno.

El origen histórico del bicameralismo federal es la Constitución de EEUU, con una cámara de
representantes del pueblo, y una de representantes de los estados. Esto se hizo, además de
para conciliar los intereses de ambos, para fomentar el equilibrio de los poderes. Actualmente,
la segunda cámara no tiene un carácter territorial, al votar de acuerdo con los partidos.

Otro tipo de bicameralismo histórico es el de carácter aristocrático/religioso/militar, que se


opone al principio democrático para contener los impulsos de los representantes de los ciuda -
danos. Ejemplos de este modelo era el parlamento británico o el español de 1976. Contra esto,
en los procesos marcadamente democráticos en España como los de 1812, 1837 o 1931, he-
mos tenido sistemas unicamerales, con la excepción del de 1869, que fue la primera Constitu -
ción que establecía un senado elegido democráticamente.

En cuanto a la Constitución de 1978, tenemos unas cortes bicamerales debido a que las Cortes
Constituyentes también lo eran. Mientras que la izquierda defendía un senado federal, la dere -

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Derecho Constitucional I

cha defendía uno tradicional, quedando finalmente algo intermedio, ya que es una cámara de
representación territorial provincial. De todas formas, hoy en día ha perdido este carácter te-
rritorial, ya que se vota por partido. Su función es procedimental, ya que es la segunda cámara
de mejora técnica legislativa, además de servir para alcanzar consensos entre los partidos,
pero generalmente no tiene la última palabra, aunque si puede ralentizar el proceso legislati-
vo.

Como acabamos de decir, nuestro bicameralismo es imperfecto, es decir, que las funciones de
ambas cámaras no son simétricas, sino que en la mayor parte y en las más importantes, el Con-
greso tiene supremacía sobre el Senado:

 El Congreso tiene una serie de funciones en las que interviene en exclusiva, como la elección
del presidente del Gobierno, las cuestiones de confianza y las mociones de censura, la conva-
lidación de los decretos-leyes, la autorización de referéndums consultivos, y todas las medi -
das referentes a los Estados de alarma, excepción y sitio.
 En otras funciones participan ambas cámaras, pero el Congreso tiene preeminencia, como en
el procedimiento legislativo ordinario.
 Otro tipo de funciones son en las que se ha de llegar a un acuerdo entre ambas cámaras, en
caso contrario crear una comisión mixta, y en caso de no llegar a un acuerdo, el Congreso tie-
ne preeminencia por aprobando con mayoría absoluta, como la autorización de tratados in-
ternacionales, los acuerdos de cooperación entre Comunidades Autónomas y la distribución
de los recursos del fondo de compensación interterritorial.
 Otro tipo de funciones donde en principio tendría que haber acuerdo entre ambos y si no, no
habría decisión son los actos de la corona y las leyes de armonización, si las hubiera.
 La única función en la que participa el Senado en exclusiva es el artículo 155 de la Constitu-
ción, que permite al Estado intervenir en las Comunidades Autónomas.

3.2. Posición constitucional de las Cortes


Debido al paso de poderes a funciones, una de las luchas del Derecho Constitucional era des -
hacerse del concepto de soberanía, por la desconfianza hacia el poder. Aunque las Cortes Ge -
nerales representen al pueblo, no son ya órganos soberanos ilimitados, sino que tienen unas
funciones delimitadas por la Constitución. Además, la Unión Europea también cobra importan-
cia en la huida de la soberanía, al haber cedido el ejercicio de ciertas competencias a esta.
Dentro de esta posición constitucional se engloban las 3 funciones siguientes:

 El mandato representativo significa que el diputado, senador, parlamentario autonómico o


concejal no está vinculado a ningún mandato imperativo, según el artículo 67.2. Esto es algo
completamente teórico, ya que reciben ordenes de los partidos a través de la disciplina de
voto. Estos es una de las más flagrantes violaciones constitucionales.
 La inviolabilidad de las cámaras establecida en el artículo 66.3, se atribuye a través del Códi-
go Penal (9 artículos destinado a protegerla) y garantiza la posición del parlamento como ins -
titución y la tranquilidad en el ejercicio de sus funciones, para asegurar su plena independen -
cia.
 La autonomía parlamentaria se establece en el artículo 72.1 de la Constitución. Este principio
es una manifestación de la búsqueda de no injerencia del resto de los poderes en el legislati-
vo. El residuo más claro de la antigua soberanía parlamentaria es la teoría de los interna cor-
poris acta, actos internos del cuerpo legislativo. Gran parte de la doctrina señala que las cá-
maras podrían adoptar actos propios que en principio no estarían sometido al control juris-
diccional. El acto más importante es la ley, pero está fiscalizada y limitada por el control de

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Derecho Constitucional I

constitucionalidad. Los actos de carácter parlamentario, es decir, como se relacionan la mesa


con los diputados, están controlados por el recurso de amparo. También hay actos de carác-
ter administrativo, como ejercer la autonomía presupuestaria, o la relación laboral que tie-
nen las cámaras con los trabajadores de los parlamentos, pero todos estos están controlados
por la jurisdicción contencioso-administrativa. Autonomía reglamentaria, el reglamento par-
lamentario , las Cortes Generales deberían tener 3 reglamentos (falta el conjunto para las
decisiones conjuntas), cuando estamos ante estas normas (también autonómicos) estamos
ante normas primarias, con valor, fuerza y rango de ley (27 LOTC), su contenido son varias
materias y son indispensables: establecen el estatuto de los parlamentarios (inviolabilidad,
inmunidad y otras prerrogativas), concretan y desarrollan el procedimiento legislativo,
también la regulación del control del Gobierno, repiten desarrolla e innovan la Constitu-
ción. En algunos casos la vulneración flagrante del reglamento pudiera llevar a la anulación
de una ley. Autonomía presupuestaria supone que dispone libremente de las partidas que
los PGE le destina y transfiere. PGE se inicia siempre con proyecto del Gobierno, quien hace
la cantidad de dinero para las cortes normalmente establecen las mesas el presupuesto
que necesitan para el año siguiente y normalmente lo incluye integro. Incorpora tanto lo
que necesitan ambas cámaras por separado para funcionar, como los servicios dependien-
tes orgánicamente de ambos en su conjunto. Gestión y liquidación del presupuesto lo ha-
cen las mesas. De Gobierno interno implica que la elección de los órganos de Gobierno de
las cámaras la realizan las propias cámaras, así mismo implica también que hay facultades
de orden y policía que se dirige desde los propios órganos de las cámaras. El orden interno
suele ser competencia exclusiva de la presidencia de la cámara. La autonomía administrati-
va se concreta en la existencia de Administración parlamentaria, tiene personal propio, la
elección de este corresponde a los propios parlamentos y lo mismo con contratos de servi-
cios.

3.3. Composición y sistema electoral de las Cámaras


El Congreso está compuesto, según la Constitución, de entre 300 y 400 diputados, pero la LO -
REG establece que son 350. La circunscripción para la elección de estos es la provincia, además
de Ceuta y Melilla, que eligen como mínimo a dos diputados cada una, excepto las ciudades
autónomas, que eligen a uno. El resto de diputados, hasta llegar a los 350, se atribuyen en fun-
ción de la población. En estas elecciones, las listas son cerradas y bloqueadas.

El Senado tiene un doble sistema electoral: popular y por parte de las Comunidades Autóno-
mas. Algo más de 200 son elegidos por ciudadanos y unos 60 de las Comunidades Autóno-
mas. Este segundo sistema, siempre al inicio de la legislatura de las Comunidades Autóno-
mas, eligen un senador fijo cada una, y después otro por cada millón de habitantes, es desig-
nado por el parlamento autonómico y no tiene porque ser parlamentario en ella. Este sena-
dor no esta sometido al mandato imperativo del parlamento y las Comunidades Autónomas
no pueden anular esa elección. La otra parte se elige por sufragio universal, la Constitución
establece 4 senadores por provincia, 3 a islas mayores y 1 a las menores, Ceuta melilla 2.
Esta elección es complicada, las circunscripciones de islas peques y Ceuta y melilla es un sis -
tema mayoritario puro, las islas mayores y provincias es sistema mayoritario corregido que
impide que un mismo partido se lleve todos, esto se hace obligando al votante a elegir un
máximo de 3/2 senadores. Las listas del senado son abiertas, aunque no desbloqueadas (no
número).

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Derecho Constitucional I

3.4. Funciones de las Cortes


El procedimiento legislativo
Esta debería ser la función más importante de un parlamento, aunque actualmente no lo es.
El procedimiento legislativo ordinario tiene 3 fases: iniciativa, constitutiva e integrativa. La
primera es la que pone en marchar el procedimiento legislativo (87 Constitución ). La consti-
tutiva es la fase central y la que tiene mayor reconocimiento constitucional (81-90 Constitu -
ción más reglamentos parlamentarios). La integrativa es en al que entra en el ordenamiento
jurídico.

Fase 1: el 87 de la Constitución dice que la iniciativa legislativa la tienen las propias Cortes
Generales con proposiciones de ley (15 dipus o un grupo, 25 senadores o un grupo), el Go-
bierno a través de proyectos de ley, las asambleas de las Comunidades Autónomas o la ini-
ciativa legislativa popular con medio millón de firmas. Estas 2 ultimas son muy poco comu-
nes.

Fase 2: ya dentro de las Cortes Generales, siempre comienza en el congreso, con una excep-
ción a la inversa (fondo de compensación interterritorial). Los del Gobierno se acompañan de
expo de motivos y antecedentes y se tramitan directamente, sin toma en consideración por
parte del congreso. si es proposición, depende de esta toma en consideración, excepto que
provengan del senado, que se hace en el propio senado antes de enviarlas al congreso. tras
admitir a trámite la mesa lo publica y se abre plazo enmiendas 15 días prorrogables. Los ti -
pos son al articulado (adicción, de supresión o de modificación) individual o colectiva, a la to-
talidad por grupos parlamentarios (devolución o texto alternativo), si es proposición tam-
bién individuales solo alternativo, y devolución si es del senado. Estas últimas las tiene que
aceptar o no el pleno. Una vez admitida a tramite y pasadas enmiendas a la totalidad la
mesa lo envía a la comisión parlamentaria que corresponda. Esta manda una ponencia para
discutir enmiendas al articulado, esta aprueba un informe, después se trabaja en la comisión
donde hay 2 meses (prorrogables) y puede rechazar informe, votar enmiendas y aprueba un
dictamen para que pase al pleno del congreso. después se debate en el congreso, si es pro-
yecto defiende el Gobierno, si es proposición quien presenta. El pleno puede rechazar el dic-
tamen, votar las enmiendas y aprobar el dictamen. Si el pleno lo aprueba se pasa al senado,
y excepcionalmente el pleno lo puede volver a mandar a la ponencia. La mesa lo publica, y se
abre plazo de enmiedas, igual que en congreso, va a la comisión, que puede nombrar ponen-
cia, es prácticamente igual que en congreso, pero aquí si hay un plazo de 2 meses improrro-
gables para que se pronuncie. El congreso puede aprobar sin enmiendas, puede realizar cual-
quier enmienda (aceptadas o rechazadas por simple), o realizar un veto, que se puede supe-
rar por mayoría absoluta del congreso.

de ahí se pasa a la fase integrativa artículo 91 Constitución, realmente la incorporación de la


sanción no tiene sentido actualmente porque esa potestad era para poder vetar leyes, ahora
es algo simbólico, sino que sanción y promulgación son dos momentos integrativos conjun-
tos sin diferencia

Hay procedimientos legislativos especiales, el 87.2 asambleas autonómicas, no es habitual,


pero prevé que los hagan enviando a 2 o tres miembros para defenderla frente al pleno del
congreso. también las leyes orgánicas necesitan mayoría absoluta del pleno del congreso an-
tes de pasar al senado. Y si hay enmiendas senado en congreso tiene que volver a mayoría
absoluta, sino queda lo inicial. Lectura única el pleno a propuesta de la mesa aprueba que no
pase por la comisión, sino solo debate de pleno, este procedimiento se tiene que utilizar en
los sencillos (o acordado fuera del congreso -cupo vasco-) y no permiten enmiendas (en algu-

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Derecho Constitucional I

nas Comunidades Autónomas sí). La Constitución también prevé en el 90.3 la posibilidad de


procedimiento de urgencia, cambiando 2 meses de senado a 20 días. También esta la compe -
tencia legislativa plena en comisión, artículo 75, supone que el pleno solo debate al inicio y
la toma en consideración, y luego se acaba en la comisión.

Función presupuestaria
La Constitución atribuye a las Cortes Generales la función de aprobar los PGE, una ley parti-
cular, aunque actualmente es muy importante el semestre europeo, un control bastante
grande de la Unión Europea del presupuesto del Estado. Se tienen que aprobar como tarde
el 31 de diciembre del año anterior, si no se hace, se entra en prorroga presupeustaria, solo
puede ser a través de proyecto de ley, no proposición, y se pueden hacer cualquier tipo de
enmiendas. El Gobierno puede utilizar el veto 134.6 para hacer desaparecer enmiendas que
supongan aumento de créditos o disminución de ingresos, si es mientras la elaboración, pue-
de vetar todas las enmiendas destinadas a disminuir los ingresos previstos en el proyecto, en
el ejercicio presupuestario en curso, aquí se pueden vetar ambos tipos de enmiendas de
cualquier ley que tenga consecuencias para el PGE. El Tribunal Constitucional ha dicho que
generalizar el veto es incorrecto, y ha establecido en la STC 34/2018, es e veto solo puede
efectuarse si las consecuencias de la enmienda afectan al ejercicio presupuestario en curso,
no en el futuro, la incidencia tiene que ser directa e inmediata, y tiene que ser aceptadas por
la mesa de la cámara, esta aceptación hace que la pesa deba controlar la motivación del Go-
bierno.

3.5. Estructura de las Cortes


Se divide entre órganos de Gobierno y de trabajo

La mesa
Es un órgano pluripersonal, está compuesta por un/a presi, unos vices y unos secretarios.
Son elegidos en la sesión constitutiva. El presi mayoría absol en primera votación, sino con
simple en segunda vuelta, los vices y secre son elegidos a través de un sistema de limitación
de voto (cada Derecho Internacional Público pone el nombre de una persona para cada car-
go, designados por orden sucesivo los que obtengan más votos). Las mesas dirigen trabajos
de las cámaras, tramitando las propuestas normativas, registrando la entrada de documen-
tos, iniciativas, llevan todo el tema presupuestario y Administración de la cámara. Es el ór-
gano central de la Cámara. Antes eran algo más técnico, pero ahora tiene un margen de
apreciación política por parte de las mesas, respaldado por el Tribunal Constitucional.

La presidencia
No está muy reforzada en en Constitución ni en reglamentos pero tiene funciones muy im-
portantes: coordinación de los trabajos de la Cámara, representación de la institución al ex-
terior, orden y seguridad en el congreso, interpretación de reglamentos parlamentarios, si
surge una duda, se puede recurrir a su interpretación, donde se dictan resoluciones interpre-
tativas de algunas normas del reglamento, que tienen que tener el apoyo y acuerdo de mesa
y junta de portavoces, es importante, ya que estas normas se convierten en normas de ac-
tuaciones de los dipus y grupos. El papel de la presidencia en la investidura del presi Go-
bierno es clave,

La junta de portavoces
Es de facto el órgano de dirección política de la Cámara, creación reciente y su surgimiento
se deriva de la importancia en el sistema de los partidos y grupos. Se reúne siempre bajo la
presidencia asistida por un vice y un secre, se compone de los dirigentes de los grupos parla -

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Derecho Constitucional I

mentarios. Cada vez que se reúne se avisa al Gobierno, para que envie un representante. Sus
decisiones se acuerdan al voto ponderado (diputados) la función de la junta es política y pa-
ralela a la función que realiza la mesa del congreso, puesto que la junta fija el orden del día y
la incorporación de las iniciativas que acepta la mesa. Por tanto, junta articula como van a
ser los debates, pudiendo incorporar asuntos al orden del día que un hubieran pasado por la
mesa, por unanimidad.

Pleno y comisiones
La cámaras funcionan el pleno o comisión. Pleno todos los miembros de la cámara y es la for-
ma más característica y la que más se ve. Adopta decisiones por mayoría, normalmente sim-
ple, y puede establecer en los reglamentos un quorum mínimo. Realmente lo importante son
las comisiones, que son públicas, pero no suelen ser muy conocidas. Realizan un trabajo de
carácter especializado y preparatorio. El parlamento moderno es el de trabajo en comisión,
donde se estudian los futuro trabajo del pleno. Su composición es política, atiende a la re -
presentación de los partidos en el pleno. En nuestro sistema se dividen en permanentes, fija-
das normalmente por el reglamento de la cámara, aunque ocasionalmente por leyes tam-
bién (legislativas-se dedican a hacer proyectos y proposiciones del ley [constitucional, de-
fensa, educación, industria…]- o no legislativas[reglamento, Estatuto de diputados, peticio-
nes]) y no permanentes, que se formalizan para un objeto determinado y se extinguen al ter-
minarlo, las más características son las de investigación. Las permanentes legislativas suelen
designar una ponencia para cada proyecto/proposición de ley, que trabaja cerrada al públi-
co. Hay que señalar que estas pueden aprobar proyectos o proposición de ley sin pasar final-
mente por el pleno, aunque para esto hay unas condiciones: el pleno siempre puede recabar
el debate o votación sobre cualquier proyecto/proposición delegado a una comisión, no cabe
delegación en caso de reforma constitucional, cuestiones internacionales, leyes orgánicas y
pge.

Diputación permanente
Se pueden entender como órgano constitucional previsto en nuestro constitucionalismo his-
tórico (desde 1812 siendo el origen). Son órgano trabajo cámaras, hay una por cámara. Tie-
nen un numero fijo: 21 miembros, que representan a los grupos en proporción a su impor-
tancia numérica. Estas funcionan cuando las cámaras no están reunidas, como entre los pe-
riodos de sesiones, cuando están disueltas, ya sea automáticamente por pasar 4 años, o por-
que el presidente ha disuelto las cámaras. Es el órgano que permite a las cámaras seguir fun-
cionando en estos casos. Puede convocar sesión extraordinaria de las cámaras (entre sesio-
nes), convalidar decretos-leyes, autorizar la declaración del estado de excepción, sitio o pró-
rroga del de alarma. El artículo 78 dice que deben de velar por los intereses y poderes de las
cámaras cuando no están reunidas, dentro de lo que entran muchas funciones atribuibles a
estas. Estas son convocadas por el presi de la cámara, la propia diputación a instancia de 1/5
de sus miembros o 2 grupos parlamentarios.

Grupos parlamentarios
Es verdaderamente el prota de la vida de las cámaras, debido a que es la traducción del par-
tido político dentro de las cámaras. No son lo mismo, porque el partido surge del derecho de
asociación, mientras que el grupo es del de participación política. El grupo no esta regulado
por ley, sino por reglamentos de las cámaras. Esta integrado por parlamentarios que tienen
que tener algún vínculo ideológico, defender los intereses de los parlamentarios, incluso
ante el Tribunal Constitucional. La esencia del grupo es que debe tener una cierta coherencia
ideológica. En el senado para formar un grupo hacen falta 10 senadores, y también existen la

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Derecho Constitucional I

posibilidad de hacer subgrupos territoriales, sino al grupo mixto, donde están los que no se
han podido asociar a ninguno de los otros por no llegar al número o por expulsión. El proble-
ma de este es que tiene los mismos derechos pero se tiene que repartir los tiempos, los re-
cursos y las facultades entre todos, la LOREG establece que los que tienen grupo parlamenta-
rio propio tendrán fuerte extra de financiación pública, que el grupo mixto no recibe. En el
congreso es más complicado: se puede hacer con 15 diputados, pero hay más criterios, tam-
bién pueden formarle aquellos partidos que obtengan 5 dipus siempre que hayan obtenido
también el 15% de los votos en las circunscripciones en las que se presenta o el 5% de todo
el Estado. Los partidos también han prestado dipus/senadores, que es habitual en el senado,
estos se hacen prestando el senador, que luego vuelve a la disciplina del partido, lo que ha
sido recurrido ante el Tribunal Constitucional, que ha dicho que no es muy asimilable al re-
glamento, pero no cabe señalar que esto sea inconstitucional.

3.6. El estatuto de los parlamentarios


La condición de parlamentario (que no es lo mismo que representante: se adquiere cuando
en la circunscripción se obtiene el numero de votos necesarios para que la junta electoral
nos adjudique el escaño correspondiente, dándole una credencial que le acredita como tal).
Con las credenciales se va a la cámara para convertirse en parlamentario de pleno derecho,
donde la presenta, junto a la jura/promesa de acatar la Constitución Española (previsión re-
glamentaria esto último), si no lo haces sigues siendo solo representante. El primer proble-
ma que surgió fue que algunos diputados de HB decidieron acatar la Constitución añadiendo
“por imperativo legal”, que el presidente de aquel entones les negó la condición de parla-
mentario, por lo que presentaron un recurso de amparo al Tribunal Constitucional, que se
pronunció diciendo que con esa promesa no se obliga al parlamentario a adherirse la ideolo -
gía de la Constitución, sino únicamente a cumplir con el ordenamiento jurídico, y cabe añadir
algunas expresiones, como esa, a la hora de realizar la jura/promesa, pero en la sentencia de
1990/91, pero no tienen que desnaturalizarlo, es decir, que esa esta bien, pero no decir cual-
quier cosa. Sus prerrogativas son estas:

Cosas genéricas de ambas, en principio no pretenden ser privilegios, que funcionan como ga-
rantías del ejercicio de la representación política, no protegen al parlamentario sino a su fun-
ción. Tiene que ser aplicadas siempre al ser objetivas, independientemente de la opinión del
parlamentario, por lo que son irrenunciables.

Inviolabilidad
Esta trata de proteger al parlamentario la libertad de opinión y voto, no es responsable jurí-
dicamente por las opiniones expresadas ni por los votos emitidos en las decisiones parla-
mentarias. En relación al ámbito subjetivo, el 71.1 se refiere a dipus y senadores, pero los Es-
tatutos de Autonomía también lo han previsto para los autonómicos, excluidos sus colabora-
dores en ambos casos. Este artículo menciona solo opiniones, pero también incluye cual-
quier acto parlamentario durante el ejercicio del cargo. Esto hace que pueda expresarse y
votar libremente, aunque mandato imperativo. El ámbito de la protección, según el Tribunal
Constitucional haciendo una interpretación restringida, solo protege a parlamentarios en el
ejercicio de sus funciones. Esto es fácil cuando se manifiesta desde escaño, tribuna o simila-
res, pero nos podríamos preguntar si esta cubre las actuaciones cuando esta fuera de las se-
des. El Tribunal Constitucional ha dicho que todas las declaraciones y votos expresados fuera
de la cámara con el mismo contenido también están protegidas, ahora bien, cuando estos
sean realizados en calidad de ciudadano o político fuera de las competencias y función parla-
mentaria, la inviolabilidad no le protegerá. Es perpetua, ni durante el ejercicio ni después del

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Derecho Constitucional I

mandato representativo cabe acción alguna contra el parlamentario en el ejercicio de sus


funciones. Cualquier acción civil o penal dirigida contra parlamentario esta cubierta por esta
prerrogativa, la respuesta procesal oportuna, según el Tribunal Constitucional, que las opi-
niones y votos no pueden estar sometidas, por lo que el juez que lo reciba debe inadmitir di-
rectamente la acción presentada

Inmunidad
Es una institución recogida en muchos ordenamientos pero no tiene el carácter universal de
la inviolabilidad, esta es de origen medieval. En todo caso, esta afecta a la esfera procesal del
parlamentario, es decir, establece una serie de obstáculos jurídicos añadidos a la posibilidad
de actuar jurídicamente contra este. El ámbito subjetivo se sitúa en los dipus y senadores,
mientras que las autonómicas son parciales, no totales como las centrales. La inmunidad
protege frente a la detención y cualquier proceso judicial. La detención no es impedida abso-
lutamente por la Constitución, sino que solo puede producirse en caso de delito flagrante
(cuando es sorprendido en el momento de comisión del delito), también impide el procesa-
miento de los dipus y senadores, pero es relativa, porque la Constitución dispone que para
actuar procesalmente (en ámbito penal) hay que pedir autorización a la cámara correspon-
diente, el cual se llama suplicatorio: el Tribunal Supremo es el que tiene que pedir este per-
miso para actuar procesalmente. Ni el Tribunal Supremo ni el Tribunal Constitucional han
aclarado cuando se tiene que pedir, sino que el juez debe investigar libremente y pedirá el
suplicatorio para realizar actos que implique su sujeción a un proceso penal. La cámara tiene
que votar en pleno por mayoría si otorga o deniega el suplicatorio, en este ultimo caso, an -
tes eran absolutamente libres para decidirlo, pero actualmente pueden rechazarle solo moti-
vada y ponderadamente, es decir, deben explicar y razonar porque rechazan un suplicatorio,
pudiendo controlarlo el Tribunal Supremo. Esta es de carácter temporal, por lo que la protec-
ción esta limitada al periodo del mandato. Si ha existido una denegación del suplicatorio y se
ha dejado de ser parlamentario, la ley de 9 de febrero de 1912, que dice que en este caso se
comunica el acuerdo al tribunal que dispondrá el sobreseimiento, por lo que se podría pre-
sentar una cuestión de inconstitucionalidad, o la cláusula derogatoria de la Constitución cau-
se derogación implícita.

Tema 4: El Gobierno
4.1. La posición constitucional del Gobierno
El titulo IV de la Constitución se llama del Gobierno y la Administración, se dedica a la regula-
ción del órgano constitucional del Gobierno, como cabeza de la Administración Pública, sien-
do el último eslabón de esta. Es un órgano colegiado, formado por ministros y presidencia, al
que corresponde decidir de los asuntos políticos y administrativos que afectan a la sociedad,
es institución básica del Estado, y solo es factible en el marco del parlamentarismo. En un sis-
tema presidencial no hay gobierno como órgano colegiado, sino solo poder ejecutivo enca-
bezado por presi y los secres de Estado no tienen autonomía. La regulación está en 50/1997
además de Constitución, modificada por la 40/2015. Principios de la regulación constitucio-
nal del Gobierno:

 Principio dirección presidencial, otorga al presidente del Gobierno la competencia para de-
cidir las directrices políticas que seguirá el Gobierno y la posibilidad de configurar el propio
Gobierno. La investidura es solo al presi, y es el quien estructura el Gobierno (cuantos mi-
nisterios, quienes…), el Gobierno nace del propio impulso normativo reglamentario del
presi.

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Derecho Constitucional I

 Inmediatez, regulado en la propia Constitución. No es parte de la jefatura del Estado ni co -


misionado de las Cortes Generales. En nuestro Gobierno estatal hay que recordar que la
condición de parlamentario no es necesaria ni para presi ni ministro, que choca Constitu-
ción en el artículo 152, que dice que en las Comunidades Autónomas estos deben pertene-
cer a los parlamento autonómicos.
 Homogeneidad, no está expresado pero se entiende una exigencia de coherencia interna
que ha de trascender en las decisiones. Aunque tengamos Gobierno de coalición, implica
que la perspectiva política y normativa de las decisiones tienen tener un carácter homogé-
neo. Este principio se ha flexibilizado por tanto.
 Colegialidad, significa que el Gobierno delibera y decide en el seno del consejo de minis-
tros, el que tiene la iniciativa legislativa, disolución de cámaras… consejo de ministros y
Gobierno no es exactamente lo mismo, aunque la opinión publica si los asimila.
 Responsabilidad, es políticamente responsable antes las Cortes Generales, porque estamos
ante un modelo de confianza.

4.2. El modelo de Gobierno: canciller o gabinete


Es importante partir de la diferencia entre sistema y régimen de Gobierno, nombra y separa
miembros del Gobierno , dirige su actividad y tiene sus propias competencias y hay una pre-
minencia que se deriva del modelo. Nuestro sistema es parlamentarismo de presidente, el
modelo español es monarquía parlamentaria donde no se pensaba en un modelo presiden-
cializado, sino más en un modelo de gabinete, que el presi fuera primer ministro, pero no tan
importante. Por eso nuestro sistema es un sistema de canciller. La diferencia entre este y ga-
binete no es solo simbólica, sino también el modelo de confianza, en gabinete la confianza
del presi y Gobierno no se obtiene previamente del parlamento, sino del propio jefe del Esta-
do, que lo designa. Si estos no tuvieran luego la confianza de la cámara, existe moción de
censura o cuestión de confianza. El modelo de canciller la confianza y el inciio de un Go -
bierno se realiza siempre a partir de la investidura del parlamento, sin esta confianza no po -
demos tener presi del Gobierno. El jefe del Estado tiene un rol muy determinado que presen -
ta el candidato, pero es la ccamara la que otorga la confianza. Este modelo refuerza la figura
del presi. Las funciones que la Constitución y la ley de Gobierno dan al presi son muy am-
plias.

El presi determina la estructura del Gobierno, su organización y composición, mediante un


real decreto fundante del propio Gobierno, que además establece las denominaciones y
competencias de los departamentos ministeriales. El presi además coordina las funciones:
convoca y fija el orden del día del CDM que además preside, imparte instrucciones a los mi -
nistros, partiendo de la necesidad de cumplir un programa político. Junto a la función genéri-
ca de representación, la ley de Gobierno atribuye funciones concretas al presi, puede propo-
ner la disolución delas Cortes Generales, puede presentar una cuestión de confianza, convo-
car referéndum consultivo (con autorización), dirige política de defensa, refrenda actos del
rey, puede interponer recursos de inconstitucionalidad. Para cumplir funciones no suele te-
ner ministerio propio, sino que tiene a su disposición medios personales y materias del siste-
ma de presidencia del Gobierno. En sus tareas genéricas el presi recibe apoyo de alguna vice-
presidencia que dirige el ministerio de presidencia, que no se encarga tanto de los proyectos
normativos, sino de las relaciones del presi con las Cortes Generales. Más importante que
ese, es el real decreto que estructura la presidencia que establece un gabinete al servicio del
prsi, que es una figura esencial, según la ley del Gobierno es un órgano de apoyo política y
técnico al trabajo del presi. El gabinete suele estar dividido en departamentos.

17
Derecho Constitucional I

4.3. La composición del Gobierno


El artículo 98 de la Constitución establece que forman parte del Gobierno presi vices Minis-
tros, y los que diga la ley, que se quedo en este mismo criterio.

Los vices son creados y dotados de sus funciones por el presi mediante real decreto, tienen
importancia porque en caso de vacante, ausencia o enfermedad asumirían la presidencia del
Gobierno. La experiencia indica que puede haber 1, varios o no haber ninguno. Estos presi-
den la comisión de secretarios de Estado y subsecretarios y asumir un departamento minis-
terial.

Los ministros son los directores de los departamentos ministeriales establecidos por el real
decreto. De acuerdo al 98.2 realizan sus tareas con responsabilidad directa de su gestión.
Son nombrados y cesados por el presi. No tenemos mociones de censura individuales para
ministros (solo existen en el parlamento vasco). Alguna vez ha habido ministros sin cartera
ministerial, ocurrió con Aznar con uno que era el portavoz del Gobierno, pero actualmente
uno de los ministros o vicepresidentes tiene asignada la función de portavocía del Gobierno.
El nombramiento y cese de ministros lo hace formalmente el rey (acto debido), que lo hace
siempre a propuesta del presi que es quien los decide materialmente. El instrumento para
ello es un real decreto y es de pura discrecionalidad, el ministro tiene que tener confianza
del presi, para serlo basta con ser español mayor de edad y disponer de derecho de sufragio
activo y pasivo (no inhabilitados). Corren la misma suerte del presidente si hay dimisión por
parte de este, si triunfa una moción de censura o fracasa cuestión de confianza, pasando a
estar en funciones hasta que se forme el siguiente Gobierno. Las funciones del ministros es
desarrollar ¿?? y teniendo en cuenta las directrices del presi, mediante ordenes ministeriales
correspondientes, ejercen potestades que atribuyan las leyes.

Responsabilidad penal de todos miembros Gobierno, su aforamiento hace que haya que diri-
gir las acciones al Tribunal Supremo, la Constitución establece dos supuestos excepcionales,
de difícil aplicación, el Tribunal Supremo se encarga de enjuiciar el delito de traición y contra
la seguridad del Estado en el ejercicio de las funciones, a iniciativa del congreso, por tanto no
hay acción particular ni por parte del Ministerio Fiscal. En estos delitos no cabrían indultos.
En nuestro Código Penal no hay delito de alta traición, el otro tipo podría encajar, pero nin-
guno como tal exactamente.

Régimen incompatibilidades: 98.3 de la Constitución. Los miembros del Gobierno solo reali-
zan actividades de noseq política, no funciones que no deriven de su cargo (con excepción de
si son miembros de las Cortes Generales ) no actividades profesionales o mercantiles. La ley
3/2015 regula el ejercicio de incompatibilidades de los altos cargos, como que no pueden
prestar servicios los 2 siguientes años en empresas privadas afectadas por sus decisiones. La
19/2013 transparencia para poca cosa.

Dentro de la composición del Gobierno hay órganos no permanente creados por real decre-
to, las comisiones delegadas del Gobierno, conformado por miembros del Gobierno, de los
cuales uno asume la presidencia de la comisión, conformada también por secres de Estado.
Se crean para examinar cuestiones de carácter general con relaciona los distintos departa-
mentos ministeriales que lo conforman, estudia asuntos de varios ministerios que afecten a
varios ministerios. Otra función es resolver asuntos de más de un ministerio que no tengan
por qué pasar al cdm.

18
Derecho Constitucional I

4.4. La formación del Gobierno


Es una tarea subordinada al principal cometido del congreso tras celebrar unas elecciones
generales, porque es quien inviste al presi, estando ante la expresión del parlamentarismo
racionalizado, que está muy asociado al modelo parlamentario de canciller, ya que buscan li-
mitar la capacidad decisoria de los parlamentos para que haya más estabilidad gubernamen-
tal. Con la ley fundamental de Bonn, y la copia de ello en el sistema español, no habrá go-
bierno sin confianza previa de la cámara parlamentaria. Si queremos dar estabilidad a los
Gobiernos, además de eso, hay que construir modelos electorales que tiendan más a la esta-
bilidad del sistema político y no a la más estricta proporcionalidad. La posibilidad de sustituir
mediante moción censura cuestión confianza será posibilidad pero difícil, estableciendo un
umbral alto (mayoría absoluta).

Regida en el artículo 99 de la Constitución, esta compuesta por 3 momentos:

 Propuesta candidato, el 99.1 dice que con la renovación del congreso (que podría darse
solo de este, aunque la costumbre hace que se hagan las 2 a la vez), porque el congreso es
la cámara que realiza la investidura, el rey previa consulta de los representantes de los par-
tidos con representación, a través del presi congreso propone un candidato a la presidencia
del Gobierno. No hay un límite temporal para realizar las consultas, solo que debe estar
constituido el congreso, para que antes de realizarlas este ya trabajado el apoyo y consen-
so parlamentario a un candidato por el presi congreso, aunque esto no está escrito en la
Constitución. Las consultas pueden activarse de manera más o menos automática al no ha-
ber consenso y dirigirse a investidura fallida, cuando el jefe del Estado designa un candida-
to a sabiendas de que no tendrá apoyo parlamentario, porque si no se hacen estas, hay
bloqueo institucional al no existir plazo. Podría ser candidato una persona externa al parla-
mento para no desgastar a los candidatos. Se ha sugerido reformar este artículo para poner
un limite de tiempo, e incluso establecer un candidato automáticamente, pero no se ha lle-
gado a hacer, por el cambio que esto supondría. La propuesta del rey, establecida por un
acto formal, no se puede rechazar.
 Investidura, 99.2, el candidato propuesto por el rey, una vez publicado en el boe, solicita la
confianza de la cámara, exponiendo un programa político, y se va realizando un debate con
los otros grupos parlamentarios. Los escenarios tras esta exposición son: si en la primera
votación hay mayoría absoluta, obtiene confianza y es nombrado presi del Gobierno, si no
se obtiene absoluta, tienen que transcurrir 48 para repetir el debate y la votación, en la
que se escoge por mayoría simple, también puede ser nombrado presi, si no es designado
en ninguna, comienza a correr el plazo de 2 meses (99.5) para realizar otras propuestas de
candidatos (con sus consultas), si pasan estos meses el rey firma automáticamente un de-
creto de disolución de ambas cámaras, refrendado por el presi del congreso.
 Nombramiento de presi y miembros del Gobierno, se entra tras la votación afirmativa. El
nombramiento del presi del Gobierno lo hace el rey a través de un real decreto con el re-
frendo de la presidencia congreso, y una vez este es presidente, los demás miembros son
nombrados por el rey pero elegidos por el presi, que lo refrenda. Cuando se celebran elec-
ciones, el Gobierno se cesa a si mismo con su propio refrendo.

4.5. Las funciones del Gobierno


Las establece el artículo 97, dirige política interior exterior, dirige Administración civil y mili-
tar…, lo dividimos en 2 grupos de funciones:

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Derecho Constitucional I

Dirección política
Es una función importantísima, porque supone la posibilidad de que se traslade el programa
de los partidos a la acción de Gobierno. Seria actividad materias de iniciativa, impulso y
orientación del sistema político, que se implementa a través de potestades: dirección políti-
ca interior, exterior, Administración Pública. Hay que fijar unos objetivos, fijar las medidas a
adoptar y ejecutarlas. La ejecución es es la búsqueda de actos y normas que se usan para
trasladar el programa.

Política interior: se manifiesta en distintos ámbitos: en relación con las Cortes Generales, el
presi puede disolverlas (deliberación CDM), lleva proyectos legislativos al congreso, y en
gran medida son importantes, porque a través de su grupo es dueño también del procedi-
miento legislativo, deciden su calendario, pueden intervenir e incluso retirarlo, y además tie-
ne el proyecto legislativo estrella, los PGE, puede convocar referéndums consultivos (previa
aceptación del congreso). la posibilidad de impugnar ante el Tribunal Constitucional normas,
aplicación artículo 155.

Política exterior: relaciones internacionales, tiene un protagonismo importante, son los eje-
cutivos quienes nombran diplomáticos, negocian tratados garantizan su cumplimiento. El
jefe del Estado tiene un papel importante, pero el Gobierno es quien tiene la competencia
fundamental.

Administración civil: se manifiesta en la fijación de decisiones que tienen que ser implemen-
tadas a través de procedimientos servicios públicas, la organización de la Administración Pú-
blica, las políticas de empleo público. Es la cabeza de la Administración Pública.

Administración militar: se atribuye simbólicamente al rey pero corresponde al Gobierno, que


dirige las fuerzas armadas, realiza planteamiento general anual, establece las necesidades de
personal y medios militares y es quien establece la composición de los ejércitos, dirige tam-
bién el régimen profesional militar.

Función ejecutiva
La potestad reglamentaria corresponde al Gobierno de acuerdo a la Constitución y a las le-
yes. La delimitación del objeto de la potestad reglamentaria esta en el 128 de la 39/2015, no
pueden vulnerar las leyes ni la Constitución, debe respetar el principio de reserva de ley, no
pueden tipificar delitos faltas o sanciones administrativas, y hay principios reguladores de
esta. La ordenación de reglamentos se vincula al principio jerárquico (reales decretos, órde-
nes ministeriales). Vinculada a esta esta la función puramente ejecutiva, actividades guber-
namentales realizadas mediante actos administrativos que tienen carácter puramente apli-
cativo (se agotan en el acto de realización).

4.6. Cese del Gobierno y Gobierno en funciones


Según el artículo 101 el Gobierno cesa con la celebración de elecciones (el día, real decreto
de cese del presi y por tanto del Gobierno), entra a estar en funciones, perdida de confianza
al perder cuestión de confianza o moción de censura, porque el presi dimite, porque el presi
fallece. Casi todas guardan relación con la confianza entre presi y congreso. se han producido
3 de estas: dimisión (Adolfo suarez), moción de censura (Rajoy->sanchez). Esto se hace a tra-
vés de real decreto de él mismo.

La responsabilidad penal del presi del Gobierno, su condena afectaría a uno de los requisitos
que la ley establece para ser parte de este por lo que debería dimitir.

20
Derecho Constitucional I

Incapacidad del presi, por enfermedad, si es temporal el artículo 13 de la ley Gobierno, sus
funciones son asumidas por los vices, si es permanente no hay mecanismo parlamentario/
gubernamental para resolver esto, cosa que si existe en los mecanismos autonómicos, habría
que entender que el vice habría asumido todas las funciones, y tendría que acudir a alguna
función constitucional de este (dimitir, disolver cortes…), pero se debería declarar antes la
incapacidad permanente.

Después del cese, para evitar vacíos políticos y administrativos, establece que el presi y Go-
bierno cesado pasan a ejercer sus tareas y competencias en funciones. Este esta regulado en
la ley de Gobierno, este no puede llevar a cabo su principal competencia (dirección política),
pasando a un Gobierno más técnico que político, no pudiendo presentar proyectos de ley, ni
realizar decretos legislativos, ni presentar una cuestión de confianza, ni disolver cámaras ni
presentar consultas refrendarias. Un Gobierno en funciones es el que se dedica al despacho
ordinario de los asuntos públicos y excepcionalmente puede realizar actos realizados con el
interés general que estén debidamente acreditados, pero esto son conceptos jurídicos inde-
terminados. La relación entre las Cortes Generales y el Gobierno en funciones, según el Tri-
bunal Constitucional, es que la primera función del congreso es escoger un nuevo Gobierno,
pero en cualquier caso hubo conflicto de órganos constitucionales, por el tema del control al
Gobierno, este acabo diciendo que este control, al igual que sus funciones, es limitado, y
además no hay confianza del Gobierno en el congreso, pero si es susceptible de control.

Una de las situaciones que se producen es el cese por celebración de elecciones, que implica
un Gobierno en funciones. Antes de celebrarse las elecciones, han tenido que convocarse.
Esta convocatoria se produce 54 días antes (según la LOREG). La convocatoria implica disol-
ver las Cortes Generales, velando por sus funciones la diputación permanente. Durante estos
54 dias, con las Cortes Generales disueltas, el Gobierno no esta en funciones, sino que su
cese se produce el día que se producen las elecciones, por lo que mantiene todas sus funcio -
nes, pero debe ser más contenido.

Tema 5: Las relaciones entre las Cortes Generales y el Gobierno


5.1. La función de control político en la forma de Gobierno parlamentaria
El artículo 66.2 de la Constitución dice que una función de las Cortes Generales es controlar
al Gobierno, es una de las esenciales. Es difícil de precisar y caracterizar pero es uno de los
elementos más importantes del parlamentarismo, ya que la función legislativa ha ido per-
diendo importancia en los sistemas contemporáneos. Al margen de esto, este control (tam-
bién autonómico) estaba pensado teniendo en cuenta un concepto de opinión pública, con-
cepto vertical donde los medios de comunicación ejercían una relación entre la política y los
ciudadanos, lo que actualmente se ha diluido en un opinión publica horizantalizada, influen-
ciada por redes y mayor participación de ciudadanos. En todo caso, este título de la Constitu-
ción establece un control política de las Cortes Generales al Gobierno de carácter inttit que
parte de una tesis: la superioridad política del parlamento respecto al ejecutivo. Este control
es de oportunidad, regulado y formalizado en la propia Constitución y en los reglamentos
parlamentarios. La supremacía del legis se debe a que es un órgano de representación popu-
lar, sin embargo, desde la Segunda Guerra Mundial esta superioridad se ha visto desafiada
por el parlamentarismo racionalizado, que busca estabilizar el Gobierno, dificultando algu-
nos instrumento y funciones de la labor del control (las del punto 2). No hay un sentido uni-
direccional de control, pero la doctrina dice que hay 2 tipos entre las cámaras y los ejecuti-
vos, estos dos son:

21
Derecho Constitucional I

De responsabilidad, es extraordinario y esporádico, contingente, recae sobre los titulares del


ejecutivo y tiene como consecuencia más clara la posibilidad de remover o hacer dimitir al
Gobierno. Este se ejemplifica en los del punto 2. Este le compete solo al congreso (y autonó-
micos). Como contrapeso a esto, la Constitución otorga al presi Gobierno la facultad de disol-
ver Cortes Generales.

De fiscalización, es ordinario, permanente y continuado, que no recae tanto en las personas


titulares, sino sobre sus actos, comportamientos y políticas. Se caracteriza por no tener con-
secuencias jurídicas, no llevan a la dimisión. También lo ejerce el senado. A través de los me-
canismo del artículo 110, 111, 112. Cuando el Gobierno se encuentra en funciones se puede
controlar limitadamente, este siempre es de fiscalización.

5.2. Los mecanismos de responsabilidad política al Gobierno


Nuestra forma parlamentaria de Gobierno es de carácter de canciller, basándose en la rela-
ción de confianza/fiduciaria/ entre el presidente del ejecutivo y el congreso. la confianza
otorgada a través del 99, se puede extinguir por la aprobación de moción de censura o por la
denegación de una cuestión de confianza. Ambas son procesos regulados en la Constitución,
de acuerdo a la lógica del parlamentarismo racionalizado, para que se dificulte la ruptura de
esa relación de confianza (es muy difícil que salga adelante moción, y es básicamente imposi-
ble que presente cuestión confianza si no la tiene ganada).

La moción de censura
Esta inspirada en el modelo alemán. Es una moción pensada para dar estabilidad a los Go-
biernos, porque prevé que esta tenga carácter constructivo, es decir, es una moción que
cuando se presenta ante el congreso obliga a incorporar un candidato a la presidencia, por lo
que su triunfo implica la dimisión del censurado y la investidura automática del candidato de
la moción presentada. Con esto se busca evitar vacíos de poder. Por tanto hay dos procesos
que tienen que encontrarse, el deseo de censurar un Gobierno y el acuerdo de formar otro.

Los requisitos para presentar una moción son los siguientes: 1/10 de los diputados, que in-
cluya un candidato a presidente con su programa.

En cuanto a la tramitación parlamentaria, artículo 113 y reglamento congreso, los 35 diputa-


dos representado por un comisionado presentan un escrito motivado con el nombre del can-
didato ante la mesa del congreso, que debe comprobar únicamente los requisitos formales.
Comprobados estos trámites, tiene que dar parte y comunicársela a l presi Gobierno y a los
grupos. Cuando es admitida a trámite, hay 2 días para que se presenten mociones alternati -
vas, una vez que pasan se abre un periodo de al menos 5 días para que negocien (periodo de
enfriamiento), esto no es un tema menor. Después se tiene que producir una discusión par-
lamentaria. Comienza con la defensa de la moción por uno de los diputados firmantes, nor-
malmente el portavoz del grupo presentante, que habla sin limite de tiempo, una vez la de-
fiende, interviene el candidato propuesto para exponer su programa político. Tras esta, in-
tervienen los representantes de los grupos, con derechos a replica y demás. Una vez termina
la discusión, hay que votar, se vota en voz alta, diciendo si no o abstención, la particularidad
es que se necesita mayoría absoluta del congreso. sus efectos son que si se apruba es que el
presi de Gobierno presenta dimisión al rey, y el nuevo es investido por el rey, no teniendo
que acudir al artículo 99. Si no triunfa la moción, el Gobierno sigue en su puesto y el grupo
no puede presentar otra en el periodo de sesiones.

Se han planteado 5 mociones, solo ha triunfado la de Sánchez 2018. 1-psoe 1980, Adminis-
tración Pública 1987, podemos 2017, vox 2020.

22
Derecho Constitucional I

No solo busca la dimisión del Gobierno, puede servir para presentar un nuevo candidato a la
sociedad, como ocurrió en la de 1980, o para presentar la debilidad del Gobierno actual.

La cuestión de confianza
Regulada en el artículo 112, los términos se invierten, no siendo la oposición la que quiere
censurar al Gobierno, sino el propio presi del Gobierno quien presenta la cuestión ante el
congreso, esto es debido a que quien revive la confianza es el propio presi, no el Gobierno en
su conjunto. Aunque jurídicamente no este prevista la razón por la que el presi pueda querer
renovar esta confianza, se pueden identificar 5 situaciones en las que se puede ver abocado
a presentarlas: tener un Gobierno en minoría, haya un Gobierno con mayoría pero no cohe-
sionada dependiente de varios partidos, que el presi quiera llevar a cabo una decisión políti-
ca importante que pueda tener consecuencia jurídica y quiera presentarla a la sociedad es-
pañola (como Puigdemont en 2016 para el referéndum), si el presi del Gobierno decide mo-
dificar radicalmente el programa con el que se presentó, un cambio de circunstancias.

Por influencia de Francia, la cuestión se vincula al programa político del Gobierno o con una
declaración política general, no esta asociada como en Italia o algunos Estatutos de Autono -
mía a la aprobación de alguna ley.

Requisitos: el presi Gobierno debe someter la cuestión a la deliberación del consejo de mi-
nistros, incluso podría votarse y tener voto negativo, pero no vinculante.

La tramitación comienza enviando a la mesa un escrito motivado con la certificación de que


se ha deliberado en el consejo de ministros, después se admite a tramite y a través de la
mesa se comunica a la junta de portavoces y convocándose el pleno, una vez convocado
este, hay debate igual que la moción de censura, y de la misma forma que en una investidu -
ra. No se vota justo después del debate, sino que se hace 24h después, se hace públicamente
por llamamiento (igual que mocion), pero basta con mayoría simple. Si se aprueba, el presi y
el Gobierno siguen, además reforzados políticamente. Si se pierde la votación, el presi tienen
que presentar su dimensión, lo que implica la dimisión colectiva del Gobierno, pasando a es-
tar en funciones. De esta forma se empieza de nuevo el artículo 99 (investidura). Igualmente
apunta a la estabilidad gubernamental, al solo necesitar mayoría simple, y lógicamente, no
hay presi que presente cuestión sin tener previamente el apoyo, por lo que es un instrumen-
to poco eficaz y redundante, y se ha utilizado de forma muy escasa, de Suarez y González.

5.3. Los mecanismos de control político ordinario


son instrumentos de control fiduciario ordinario del congreso. su objeto es que la minoría
política trate de conformar o proyectar su programa y perspectiva política a la opinión públi-
ca.

Solicitudes de información y comparecencias


Están previstas en el artículo 109 se dispone que las cámaras pueden recabar información al
Gobierno y a sus departamentos. El reglamento les permite pedir datos infos, informes, a las
Administraciones con el conocimiento del líder del grupo. Siempre que se pide lleva una críti-
ca al Gobierno. Esta esta incluida en el derecho de participación política a través de los re-
presentantes del 23.2. cualquier negativa de los órganos de la cámara o del Gobierno tiene
que ser motivada, ya que podría dar lugar a un recurso de amparo ante el Tribunal Constitu-
cional. Las mesas suelen llevar a cabo controles de estas, pero no lo pueden hacer. Hay limi-
tes para pedir info, no se puede sobre secretos oficiales o tomados en el contexto de los gas-
tos reservados ni relativa a la intimidad de personas. Esta info no siempre se entrega con na-

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Derecho Constitucional I

turalidad, porque algunos diputados recurren a la ley de transparencia al fracasar el artículo


109.

Las comparecencias artículo 110, los plenos y comisiones pueden reclamar presencia de
miembros del Gobierno o entes administrativos con el objetivo de que informen de asuntos
de su competencia. Al margen de que sean los dipus o grupos quienes pidan la presencia
pueden ser los propios miembros del ejecutivo los que pidan autónomamente comparecer
ante las cámaras. Las comparecencias consisten en una exposición oral sobre una cuestión
determinada y con posterioridad se formulan preguntas de los portavoces de grupos y dipus,
creando un debate. La petición de esta es una facultad integrada también en el 23.2, igual
que lo otro. Los modelos que se pueden identificar en el congreso en los últimos años son 5:
las sesiones informativas en las comisiones (a petición propia o de la comisión), por acuerdo
de la mesa y la junta de portavoces, los miembros del Gobierno pueden informar sobre un
asunto concreto ante el pleno a petición de 2 grupos parlamentario o una quinta parte del
congreso. tercer modelo son las comunicaciones del Gobierno, que suelen realizarse en
pleno o comisión a propuesta del Gobierno. puede proponer programas y planes más con-
cretos en comisión y se vota en comisión la propuesta de resolución correspondiente. Una
de las clásicas, es la que se llamaba el debate sobre el estado de la nación, implicaba que el
presidente daba cuenta de la situación del país y las soluciones a los problemas al futuro… y
después se producía un debate, pero esto ya no se hace.

Preguntas e interpelaciones
Las preguntas son los medios más antiguos y característicos de las Cortes Generales, recono-
cidos en el artículo 111,que cada uno de los miembros del Gobierno están sometidos a las
preguntas que les formulen en las cámaras. Las preguntas se caracterizan por tener un obje-
to concreto, determinado y puntual. El reglamento atribuye la facultad de presentar pregun-
tas a los diputados a título individual, sin necesidad de autorización de grupo, pero en la
práctica son quienes deciden. Existen tres tipos de preguntas, que también forman parte del
artículo 23: cuyas respuesta se solicita por escrito, que requieren respuesta oral, bien ante el
pleno o ante la comisión correspondiente. Todas se presentan por escrito a la mesa y corres-
ponde a esta la admisión y tramite, con criterio general deben admitirse, y por contenido
personal o no tengan que ver con la política del Gobierno o por ser ofensivas pueden ser re-
chazadas. Las escrito y en comisión no interesan mucho, porque no se ven, las más conocidas
son las del pleno. La formulación de pregunta oral da a un debate entre el miembro del Go-
bierno preguntado y el diputado que pregunte. No pueden ser más de 5 minutos por pregun-
ta (pregunta, repuesta, replica y duplica). La formulación de todas requiere por lo menos 2
horas normalmente.

Las interpelaciones, artículo 111, dispone que el Gobierno y sus miembros están sometidos a
las interpelaciones que XX, completado con reglamento. Se diferencian de las preguntas por
su objeto u objetivo, tratan sobre conductas del Gobierno vinculadas a políticas generales
(no hechos concretas como las preguntas). Se examina al ejecutivo en sus líneas programáti-
cas. Su tramitación se puede realizar a través de dipus y grupos, solo pueden realizarse de
forma oral, intervenciones breves (autor, miembro Gobierno, portavoces del resto de gru-
pos.) tramitación sencilla, a través de la mesa, cada grupo puede hacer una por sesión. Nor -
malmente son de unos 10 mins (2 intervenciones, replica y duplica) y luego los grupos. Carac-
terística fundamental: pueden dar lugar a la presentación de mociones.

Las interpelaciones urgentes no están en reglamento, sino resolucion de la presidencia, con


lo que se trata de adaptar a los tiempos rápidos. Pueden presentarse la semana anterior a la

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Derecho Constitucional I

sesión (las ordinarias tardan más). Se dirigen a la presidencia, y si esta cree que hay que re-
chazar, hay que reunir a la mesa para decidir. Hay otra diferencia, las de los grupos tienen
preferencia a las de los dipus. Pueden dar lugar a moción para la siguiente sesión. Estas han
desplazado casi en la totalidad a las otras.

Proposiciones no de ley y mociones


Propos no de ley son manifestaciones de la voluntad de la Cámara, pero carecen de conse-
cuencias jurídicas, aunque utilizan el lenguaje jurídico. Solo pueden ser presentadas por los
grupos. Se presentan por escrito a las mesas que deciden, además de mandarla a pleno o a
comisión. No pueden interponer más de una por sesión por grupo. A diferencia de mociones,
los demás grupos pueden presentar enmiendas, pero serán votadas solo si el proponente de
la propo acepta que sean votadas. La pnl busca dar impulso a la labor del Gobierno o del par-
lamento. Se sustancian a través de un debate, primero el proponente, después enmiendas,
después resto, después proponente acepta, rechaza enmiendas o incluso retirar la propo.
Son debates más largos. Resulta claro que la votación de esta imputa una voluntad a la Cá-
mara en su conjunto, da igual sonde sea votada.

Mociones declaración de voluntad del pleno de la Cámara sobre una interpelación previa,
congruente con esta, la presentan siempre los grupos parlamentarios.

Comisiones de investigación
Esta previstas en el artículo 76.1 de la Constitución. Ambas cámaras de manera de separada,
y también conjuntamente pueden realizarlas sobre cualquier asunto de interés público. Son
comisiones no permanentes, se agotan al acabar que tienen que ser creadas por los plenos
de las cámaras por mayoría. Pueden proponer su formación en congreso: el Gobierno, la
mesa, dos grupos, o 1/5 de dipus. En senado: Gobierno o 25 senadores necesariamente de
varios grupos. El problema es que la creación tenga que ser aprobada por la mayoría del
pleno. Para cumplir sus funciones, pueden solicitar y tener acceso a toda la documentación
sobre determinadas personas, procesos y políticas, aunque cumpliendo la ley de secretos ofi-
ciales y al honor, intimidad y propia imagen. Puede requerir la comparecencia de cualquier
ciudadano y es obligatorio participar si se nos requiere, tanto que está castigado por el Códi-
go Penal 502 el no acudir, pero no tienen por qué declarar, ya que esa obligación solo es al
ser testigo en un procedimiento penal, e incluso puede mentir. El artículo 76.1 dice que toda
comisión debe cerrarse con unas conclusiones sobre la investigación realizada. Pueden darse
varios escenarios: unas que se votan por consenso/unanimidad, a través de enmiendas de
los diferentes grupos, estando al final todos de acuerdo, y votándose en pleno; no hubiera
consenso/unanimidad, se podrían votar distintas conclusiones, y alguna sea la definitiva (la
más votada); que no hubiera ningún tipo de acuerdo, y no hubiera conclusiones. Si es apro-
bado, se publica en el BOCG, esas conclusiones y dictamen no son vinculantes para ningún
órgano jurisdiccional, no puede afectar a resoluciones judiciales. Se comunican al Gobierno y
si puede haber consecuencias penales, al Ministerio Fiscal. Las conclusiones no tienen por
qué decir la verdad y ser imparciales sobre el tema tratado. En España estas comisiones han
sido más un control al Gobierno que la búsqueda de la clarificación de un asunto concreto.

5.4. Los Estados de emergencia y el Derecho Constitucional


Derecho de crisis: Derecho Constitucional y derecho de necesidad
Los constituyentes creyeron necesario incluirlo en la Constitución. El artículo 116 prevé que
una LO regule los Estado de alarma, excepción y sitio. El Derecho de emergencia o crisis, es
un derecho de carácter constitucional y legislativo pensado para afrontar situaciones donde
la normalidad jurídica (las normas jurídicas ordinarias) es incapaz de regular la propia reali-

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Derecho Constitucional I

dad, pero el sistema ha previsto estas situaciones de anormalidad y ha previsto unos meca-
nismos jurídico-constitucionales para paliarlas. El Derecho de crisis tiene una doble dimen-
sión: el derecho de emergencia (previsto en la propia Constitución-artículo 116-, donde inclu-
so se podría suspender la Constitución), el derecho de necesidad (derecho de carácter legis-
lativo y reglamentario, dentro del derecho normal, que puede servir para solventar derecho
de crisis-ley general de sanidad, ljca, ley de protección civil, ley de seguridad nacional-).

Precedentes históricos: nuestros modelos constitucionales desde 1812 preveían situaciones


en las que se podían suspender derechos fundamentales para mantener el orden público li-
beral (combatir revoluciones, levantamientos, protestas, crisis sociales…), la llamada suspen-
sión de la monarquía, a través de una ley de cortes, que suspendía los derechos sobre las de-
tenciones e inviolabilidad del domicilio. Desde 1869, también se prevé la suspensión por ley
de algunos derechos fundamentales en concreto, más o menos lo mismo en 1876, aunque lo
podía hacer directamente el Gobierno cuando las Cortes no estaban reunidas, pero tenía que
dar cuenta cuando se reunieran. En la Constitución republicana era prácticamente igual y
tuvo varias normas concretas.

Derecho comparado: hay dos sistemas de derecho de emergencia, el sistema de plenos po-
deres (EE.UU. UK), ni la Constitución ni el sistema constitucional prevé situaciones de sus-
pensión del ordenamiento jurídico constitucional, plenos poderes significan que el parla-
mento aprobara que el Gobierno pudiera establecer las medidas necesarias, con el control
parlamentario y jurisdiccional. a partir del periodo de entreguerras se empieza a regular en
las constituciones. Y desde 1950 en Europa se generaliza un modelo de derecho de emergen-
cia constitucional: referenciado por la Constitución alemana y algo por la italiana, este mo-
delo tiene 3 características claras: establece un núcleo de derechos fundamentales que no
son en ningún caso suspenderles, en ningún caso la previsión de un derecho de emergencia
puede llevar a la suspensión del sistema institucional, el Gobierno y las Cortes Generales de-
ben de funcionar con normalidad (e implica que se le da el poder al Gobierno, pero con un
control mayor de lo normal), tiende a identificar situaciones objetivas (no es un sistema ten -
dencialmente abierto): alarma para enfermedades, catástrofes naturales…, excepción para
situaciones de carácter político, desordenes públicos… y sitio para guerras, rebeliones milita-
res internas…, esto para atar las manos al ejecutivo.

Antes de entrar con cada Estado de emergencia, vamos a nombrar cuestiones generales. Du-
rante la elaboración del artículo 116 se tuvieron pocos debates respecto al. Uno de estos
hizo que existieran el .5 y .6. algunos dijeron que el Estado de alarma sobraba, que con el de -
recho de necesidad era suficiente. Otro debate era como regular los diferentes, la ley orgáni-
ca 4/1981, teniendo en cuenta reglamentos de cámaras, artículo de ley Gobierno y el dere-
cho de necesidad. Solo desplazan el derecho que mencionen, y de manera temporal, hasta
que finalice

El estado de alarma
El estado de excepción, con especial referencia a la suspensión de derechos
El estado de sitio

supuestos de hecho: en principio, al leer la LO opto por dividir los estados a unas situaciones
de hecho concretas. Con la crisis del coronavirus, el dibujo de situaciones ha cambiado, por-

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Derecho Constitucional I

que el Tribunal Constitucional ha dicho que los supuestos de hecho no son puros, sino que se
pueden entrecruzar. Pese a esto (entre alarma y excepción), la ley continua separando los es-
tados por situaciones de hecho. El Tribunal Constitucional señalo que la aplicación del 116
era de aplicación únicamente a situaciones extraordinarias y por supuesto es muy importan-
te que cuando las circunstancias de hecho acaben se finalicen estos Estados. La declaración
de estos no modifica el principio de responsabilidad del Gobierno y sus agentes.

Las situaciones de hecho del Estado de alarma: catástrofes, calamidades, desgracias públicas,
crisis sanitarias, epidemias, paralización de servicios públicos siempre que no se paralicen
por cuestiones políticas, situaciones de desabastecimiento.

Al Estado de excepción: grave alteración del libre ejercicio de derechos y libertades, anormal
funcionamiento institucional democráticas, y una paralización de los servicios públicos esen-
ciales por cuestiones socioeconómicas.

Al Estado de sitio: en principio no existe comunicabilidad con los otros, se aplica a los actos
de insurrección o acto de fuerza contra su soberanía (militar de otro Estado), contra la inte-
gridad territorial (secesión interior), contra el ordenamiento constitucional.

Desde la sentencia 83/2016 (recurso de amparo frente al de 2010) los actos declarativos del
Estado de alarma, excepción y sitio son actos con rango y valor de ley, lo que quiere decir
que estos actos tienen las mismas consecuencias jurídicas que las de una ley, en lugar de
norma reglamentaria. Esto tiene consecuencias: el parámetro de constitucionalidad para que
el Tribunal Constitucional determine si de la declaración de uno de esos estados es constitu-
cionalidad o no, no es solo la Constitución, sino también la ley orgánica 4/1981, el Tribunal
Constitucional dice que tienen valor de ley para que no haya muchísimos ciudadanos recu-
rriéndolo, sino solo los órganos con poder para hacerlo, además de que no pueden ser recu-
rridas el contencioso-administrativo para que no lleguen muchísimos amparos al Tribunal
Constitucional, además, al declarar que tiene rango y valor de ley, desplaza la responsabili-
dad de esos actos desde la Administración al legislador, lo que es bastante más difícil de con-
seguir, pues necesita que el Tribunal Constitucional declare inconstitucional la norma.

Declaración, esta en la propia Constitución

Alarma: lo declara el Gobierno mediante un decreto acordado en consejo de ministros, el


cual puede tener un plazo máximo de 15 días, una vez declarado, hay que dar cuenta inme-
diata al congreso, que tiene que reunirse inmediatamente. Si esta quiere ser prorrogada, se
necesita la autorización del congreso de los diputados. Durante el primer Estado de alarma
covid se hizo con 5 o 6 prorrogas, respetándose la regla de los 15 días, aunque no hay anda
que obligue en principio que las prórrogas duren 15 días. El segundo Estado de alarma se
aplicó solo en Madrid durante 15 días, el tercero inicialmente se hace de 15 días, pero la pro -
rroga fue de 6 meses, el problema es q una prorroga excesiva puede contravenir el control
político del congreso q se establece en el propio artículo 116.2 o 116.5.

excepción: tiene q ser declarado por el Gobierno mediante un decreto aprobado por Consejo
de Ministros. Pero en este se necesita autorización previa del congreso, q tiene q declarar los
efectos, ámbito territorial y los derechos suspendidos, es decir se invierten los términos. El
problema es que se tarda más. Tiene particularidad: puede durar inicialmente 30 días, pro-
rrogables por otro plazo de 30, es decir, 60 días como máximo.

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Derecho Constitucional I

Sitio: declarado por el congreso por mayoría absoluta a propuesta exclusiva del Gobierno.
No tiene límite temporal Y cualquier prorroga o finalización la tiene que hacer el congreso.

Consecuencias:

Alarma: supone 2 cosas: limitación intensa de derechos fundamentales (los previstos en la


LO) y centralizar el poder, pudiendo dejar de hacer valer las normas de distribución del po-
der. Pero no es posible un Estado de alarma autonómico (tercer-segundo- estado de alarma
covid), lo que si se puede es que en una o varias se declare solo para esas y traslade compe -
tencias a la Comunidad Autónoma concreta. Se pueden limitar únicamente estos derechos:
limitar libertad circulación (pero lo general libertad, no excepción), requisar temporalmente
bienes, imponer prestaciones personales obligatorias, ocupación de todo tipo de industrias,
racionar consumo de artículos de primera necesidad, imponer ordenes para asegurar el fun-
cionamiento de servicios públicos.

Excepción: se pueden aplicar todas las medidas de Estado de alarma, y además, las propias.
Lo que puede hacer es suspender derechos fundamentales, es decir, detenciones mayor
tiempo, suspender inviolabilidad domicilio, suspender secreto comunicaciones, informando
al juez, suspender libertad circulación (primer Estado de alarma), secuestrar publicaciones,
se admite prohibición de huelgas y medidas de conflictos colectivos… estas medidas implican
una afectación directa a los derechos fundamentales, pero esto se puede hacer porque la
propia Constitución lo prevé. No cabe una división competencial en las Comunidades Autó-
nomas.

Sitio: es la ultima ratio del sistema. Se pueden suspender todos los derechos fundamentales
del Estado de excepción añadiendo la suspensión del artículo 17.3. en términos políticos y ju-
rídicos, este estado implica que se puede militarizar la situación para intentar reconvenirla,
es decir, las facultades del Estado de sitio se ejercen por medio de una autoridad militar de-
signada por el Gobierno, pero esto no significa que la autoridad militar este por encima de la
autoridad civil, es el Gobierno quien toma decisiones y medidas, y las ejecuta a través del
ejército. Hubo discusión sobre si la militarización era obligatoria o no. Durante este Estado el
congreso puede establecer que algunos delitos se sometan a jurisdicción militar. No cabe
una división competencial en las Comunidades Autónomas.

Tema 6: El Poder Judicial


6.1. La configuración constitucional del Poder Judicial

6.2. Principios constitucionales que rigen el Poder Judicial

Independencia y sumisión a la ley

Unidad jurisdiccional y Estado autonómico

Exclusividad jurisdiccional

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Derecho Constitucional I

Responsabilidad judicial

6.3. El estatuto de los jueces

6.4. Estructura y organización del Poder Judicial

6.5. El Consejo General del Poder Judicial

6.6. El Ministerio Fiscal

Tema 7: El Tribunal Constitucional


7.1. El Tribunal Constitucional y la separación de poderes

7.2. Composición y organización

7.3. El funcionamiento del Tribunal Constitucional

Bloque 2: La organización territorial


Tema 8: Los principios de la organización territorial del Estado
8.1. Los modelos de organización territorial del Estado

8.2. La conformación histórica del Estado autonómico

8.3. El principio dispositivo: el derecho a la autonomía

8.4. El principio de unidad y el principio de solidaridad

8.5. Los entes locales: democracia y garantía constitucional

Tema 9: La organización institucional de las Comunidades Autónomas


9.1. Las instituciones políticas

9.2. La distribución de competencias y el sistema de financiación autonómica

9.3. Las relaciones entre el Estado y las Comunidades Autónomas: cooperación y


conflicto

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Derecho Constitucional I

9.4. El conflicto positivo y negativo de competencias y el recurso de inconstitucio-


nalidad por motivos competenciales

9.5. Coerción estatal: el artículo 155 de la Constitución

Tema 10: La integración de España en la Unión Europea


10.1. La Unión Europea como organización supraestatal

10.2. Las instituciones comunitarias

10.3. La integración constitucional del Estado español en la Unión Europea: el ar-


tículo 93 de la Constitución

10.4. Efectos de la integración constitucional del Estado

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