Ambiente, Ambiente Saludable y Legislación
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Contenidos
Concepto de Ambiente, Ahora bien, para continuar debemos preguntarnos ¿Qué es el
Ambiente Saludable y ambiente? El ambiente es un sistema conformado por elementos
Contaminación. bióticos (organismos vivos) y abióticos (energía, suelo, aire, etc.)
Historia de la Contaminación que integran la delgada capa de la tierra llamada biosfera. La
Lluvia ácida biósfera se define como el espacio comprendido entre los 10 km por
Legislación Ambiental debajo del nivel del mar y los 8 km por encima del mismo; integra a
Bibliografía la litosfera (suelo), la hidrosfera (agua) y la atmósfera (aire).
Además, debemos considerar factores naturales, culturales y sociales
interrelacionados entre sí que condicionan la vida del hombre y que
a su vez son constantemente modificados y condicionados por éste.
La relación con el ambiente es la relación que se establece entre el
individuo y el mundo que lo rodea. Puede ser limitado, en cuyo caso
se habla de microambiente, o incluir regiones extensas, a lo que se
llama macroambiente.
Entonces, consideramos ambiente a todo lo que nos rodea y las relaciones que establecemos
con ese “todo que nos rodea” (Fig. 1), y este sistema debe satisfacer todas nuestras necesidades
básicas sin que ello represente un riesgo para nuestra salud o calidad de vida, es decir, debe ser
“saludable”. Por consiguiente, podemos definir como “ambiente sano o saludable” a aquel
ambiente en el que todos los factores físicos, químicos y biológicos externos de una persona que
pudieran dañar a la salud de los habitantes actuales o futuros de un determinado lugar se
encuentran en un mínimo aceptable (Organización Mundial de la Salud, 2016). Y, ¿cuánto es
este mínimo aceptable? Depende de cada factor que consideremos, los cuales, a lo largo del eje
ambiente de la asignatura medicina, hombre y sociedad vamos a ir tratando.
Pero, ¿Qué importancia tienen los efectos del ambiente en la salud? La OMS en 2006
estimó que en todo el mundo el 24% de la carga de morbilidad (años de vida sana perdidos) y
aproximadamente el 23% de todas las defunciones (mortalidad prematura) eran atribuibles a
factores ambientales. En los niños de 0 a 14 años, el porcentaje de muertes que podían atribuirse
al ambiente era de hasta un 36%. Existen grandes diferencias entre regiones en la contribución
del ambiente a las diversas enfermedades, principalmente debido a las diferencias en la
exposición ambiental y el acceso a la atención sanitaria entre las diversas regiones. Por ejemplo,
aunque el 25% de todas las muertes registradas en las regiones en desarrollo son atribuibles a
causas ambientales, en las regiones desarrolladas sólo el 17% de las muertes se atribuían a estas
causas (Fig. 2).
La mayor diferencia global entre las regiones se registra en la categoría de las enfermedades
infecciosas. El número total de años de vida sana perdidos por habitante a consecuencia de
factores ambientales es 15 veces mayor en los países en desarrollo que en los países
desarrollados.
Por su parte, en los países desarrollados hay una mayor carga de enfermedades
cardiovasculares y cánceres atribuible a factores ambientales. Las cifras de años de vida sana
perdidos por habitante a causa de enfermedades cardiovasculares es siete veces mayor que en
las regiones en desarrollo, y las tasas de cáncer son cuatro veces mayores. La inactividad física
es un factor de riesgo de diversas enfermedades no transmisibles, entre ellas la cardiopatía
isquémica, los cánceres de mama, colon y recto, y la diabetes mellitus. Se ha calculado que en
determinadas regiones desarrolladas, como América del Norte, los niveles de inactividad física
podrían reducirse en un 31% mediante intervenciones ambientales, una utilización de la tierra en
zonas urbanas y un transporte adecuados para peatones y ciclistas, e instalaciones y políticas de
esparcimiento y del lugar de trabajo que favorezcan estilos de vida más activos.
Entre las enfermedades con la mayor carga absoluta atribuible a factores ambientales
modificables se encuentran:
Y, ¿Cuál es la población que más sufre debido a los riesgos para la salud relacionados
con el ambiente? En todo el mundo, el número de años de vida sana perdidos por habitante
debido a factores de riesgo ambientales es aproximadamente cinco veces mayor entre los niños
de 0 a 5 años que en la población en general.
Los niños de los países en desarrollo pierden, como promedio, ocho veces más años de vida
sana por habitante que los de los países desarrollados, debido a enfermedades causadas por el
ambiente.
En algunas regiones muy pobres del mundo sin embargo, la diferencia es mucho mayor; en
ellas, el número de años de vida sana perdidos por habitante debido a infecciones de las vías
respiratorias inferiores en la infancia es 800 veces mayor; el de traumatismos causados por el
tránsito es 25 veces mayor, y el de enfermedades diarreicas 140 veces mayor. Estas estadísticas
no reflejan los efectos a largo plazo de las exposiciones que se producen a una edad temprana
pero no se manifiestan como enfermedad hasta años después.
Contaminación ambiental
Las actividades humanas actúan hoy en el mundo y ejercen presiones sobre el ambiente en
forma de emisiones de contaminantes, agotamiento de los recursos, cambios del uso de la tierra
y otras modificaciones. Estas presiones alteran la calidad del mismo. La degradación de la
calidad del ambiente puede, a su vez, causar exposiciones nocivas para el hombre, con posibles
efectos para su salud. Sin embargo, la magnitud de estas exposiciones depende no solo de su
nivel, sino también de la proximidad de la población a la amenaza. Por consiguiente, incluso
cantidades relativamente pequeñas de contaminantes pueden tener un gran impacto en la salud,
si se liberan cerca de asentamientos humanos.
Por su parte, los contaminantes se pueden clasificar de acuerdo con su estado físico, el tipo,
la rapidez con que se transforman en el medio ambiente y por el lugar donde se depositan.
Físicos: Los contaminantes físicos son diferentes formas de energía que pueden producir
alteraciones en el medio y afectar la salud de las personas. Básicamente, las formas de energía
capaces de afectar la salud de las personas son las radiaciones, el ruido y las vibraciones
(energía vibratoria) y la energía térmica (incremento de la temperatura ambiente).
Biológicos: son organismos con un determinado ciclo de vida que al penetrar en el hombre,
determinan en él un efecto adverso para su salud, distinto en cada caso según su agente causal.
También se consideran contaminantes biológicos a las sustancias y/o secreciones procedentes de
estos seres vivos.
Psicológicos: Son los contaminantes relacionados con la percepción del ambiente geográfico
y el paisaje, incluye aspectos tales como: el espacio personal, el territorio, la intimidad, el
hacinamiento, los edificios, los muebles, la luminosidad, el color, y todo lo que afecte la estética
o visualización de una zona.
Sociales: Son los contaminantes causados por las relaciones humanas, sobre todo laborales,
que desencadenan tensiones emocionales, y llevan a la angustia, depresión y enfermedades.
Algunos ejemplos son: la división del trabajo y la especialización en tareas simples y rutinarias,
el salario, la promoción y el mando.
los plásticos.
Si bien la problemática ambiental ha tomado relevancia en las últimas décadas, lejos está de
ser un problema reciente. Debemos tener en claro que TODA actividad humana que modifique
la naturaleza provoca algún desecho. De hecho, desde su aparición hace aproximadamente
4.000.000 de años en África pueden apreciarse en los yacimientos arqueológicos restos de
material de fabricación lítico, cueros y partes de plantas no comestibles.
Fig. 4. A. Primeras ciudades del Neolítico. B. Modelo de asentamiento y actividades humanas que
llevaron a la revolución Neolítica.
Estas ciudades estaban construidas sobre enormes montañas de basura, conformada por
restos carbonizados de alimentos y las heces fosilizadas (coprolitos), así como los restos de
plantas y animales, dan información invalorable sobre las técnicas agrícolas y las dietas de las
sociedades antiguas.
Otros de los problemas de estas sociedades primitivas fue deshacerse de los excrementos y la
orina humana y asegurarse un abastecimiento de agua potable que no estuviese contaminada por
estos desechos. Dado que el abastecimiento de agua tiene dos problemas estrechamente
relacionados: la necesidad de garantizar la cantidad y la calidad. Los grupos dedicados a la
recolección y la caza buscaban el agua en los arroyos y en los manantiales, cuya ubicación a
menudo condicionaba los lugares donde acampaban, y al desplazarse de forma bastante regular
normalmente evitaban grandes problemas de contaminación. La formación de sociedades
sedentarias convirtió en esencial la existencia de un suministro fiable de agua, y la mayoría de
los asentamientos crecieron alrededor de un arroyo, de un manantial o de un pozo. En la
A B
Fig. 6. A) Asentamiento nómade, al borde de un espejo de agua. B) Ciudad Sumeria bordeada por el Río
Éufrates.
Miles de años más tarde (499-336 a.C.), algunos de los primeros acueductos para llevar agua
a las ciudades desde fuera de ella se construyeron en Grecia. El sistema adoptado fue el de
túneles subterráneos en Samos y en Atenas (Fig. 7. A). El sistema se extendió por todo el
Mediterráneo antiguo desde España y el sur de Francia hasta Cartago y Alejandría. Hacia el 312
a.C., los romanos advirtieron que el río Tíber estaba demasiado contaminado para usarlo como
agua potable y construyeron su primer acueducto. Hacia el siglo I de nuestra era, Roma
dependía de nueve sistemas de este tipo, que tenían una extensión total de 423 kilómetros y
suministraban toda el agua potable de la ciudad, abasteciendo además a 1.000 baños públicos
(Fig. 7. B,C).
Este sistema de distribución de agua fue y es utilizado por las grandes ciudades desde el
mediterráneo clásico hasta la actualidad, aunque en nuestros días también se incorporaron los
sistemas de potabilización y depuración de las aguas transportadas, estos dos últimos procesos
fueron inventados en Inglaterra en el año 1869.
C
Fig. 7. A) Túneles acueductos Griegos; B) Baños públicos romanos; C) Sistemas de
acueductos Romanos.
A B C
D E F
Fig. 8. Microorganismos que afectan la salud humana presentes en aguas contaminadas con excretas humanas. A)
Salmonella typhi, B) Salmonella paratyphi, C) Shigella dysenteriae, D) Vibrio cholerae, E) Ancylostoma duodenale,
F) Entamoeba histolytica.
Por lo menos tres brotes de esta pandemia fueron registradas en la historia en un lapso de
tiempo de casi 200 años llegando a infectar a poblaciones de India y China donde se tornó
endémica para estas regiones. Estos últimos son los orígenes de La peste negra, esta pandemia
La peste, según el autor árabe Ibn al-Wardi, pudo tener origen en el «País de la Oscuridad», el kanato
de la Horda de Oro, en territorio del actual Uzbekistán. Desde los puertos a las zonas interiores, la
terrible plaga procedente de Asia se extendió por toda Europa en poco tiempo, ayudada por las pésimas
condiciones higiénicas, la mala alimentación y los elementales conocimientos médicos.
La escala de colores se refiere a la incidencia de la enfermedad. En rojo se encuentran las áreas más
afectadas.
La peste negra también fue causada por el bacilo Y. pestis La bacteria rondaba los hogares
durante un período de entre 16 y 23 días antes de que se manifestaran los primeros síntomas de
la enfermedad. Transcurrían entre tres y cinco días más hasta que se produjeran las primeras
muertes, y tal vez una semana más hasta que la población no adquiría conciencia plena del
problema en toda su dimensión. La enfermedad se manifestaba en las ingles, axilas o cuello, con
la inflamación de alguno de los nódulos del sistema linfático acompañada de supuraciones y
fiebres altas que provocaban en los enfermos escalofríos, rampas y delirio; el ganglio linfático
inflamado recibía el nombre de bubón o carbunco, de donde proviene el término «peste
bubónica».
A B
La peste negra de mediados del siglo XIV se extendió rápidamente por las regiones de la
cuenca mediterránea y el resto de Europa en pocos años. El punto de partida se situó en la
ciudad comercial de Caffa (actual Feodosia), en la península de Crimea, a orillas del mar Negro.
En 1346, Caffa estaba asediada por el ejército mongol, en cuyas filas se manifestó la
enfermedad. Se dijo que fueron los mongoles quienes extendieron el contagio a los sitiados
arrojando sus muertos mediante catapultas al interior de los muros, pero es más probable que la
bacteria penetrara a través de ratas infectadas con las pulgas a cuestas. En todo caso, cuando
tuvieron conocimiento de la epidemia, los mercaderes genoveses que mantenían allí una colonia
comercial huyeron despavoridos, llevando consigo los bacilos hacia los puntos de destino, en
Italia, desde donde se difundió por el resto del continente.
Los indicios sugieren que la plaga fue, ante todo, de peste bubónica primaria. La transmisión
se produjo a través de barcos y personas que transportaban los fatídicos agentes, las ratas y las
pulgas infectadas, entre las mercancías o en sus propios cuerpos, y de este modo propagaban la
peste, sin darse cuenta, allí donde llegaban. Las grandes ciudades comerciales eran los
principales focos de recepción. Desde ellas, la plaga se transmitía a los burgos y las villas
cercanas, que, a su vez, irradiaban el mal hacia otros núcleos de población próximos y hacia el
campo circundante. Al mismo tiempo, desde las grandes ciudades la epidemia se proyectaba
hacia otros centros mercantiles y manufactureros situados a gran distancia en lo que se conoce
como «saltos metastásicos», por los que la peste se propagaba a través de las rutas marítimas,
fluviales y terrestres del comercio internacional, así como por los caminos de peregrinación.
A pesar de que muchos contemporáneos huían al campo cuando se detectaba la peste en las
ciudades (lo mejor, se decía, era huir pronto y volver tarde), en cierto modo las ciudades eran
más seguras, dado que el contagio era más lento porque las pulgas tenían más víctimas a las que
atacar. En efecto, se ha constatado que la progresión de las enfermedades infecciosas es más
lenta cuanto mayor es la densidad de población, y que la fuga contribuía a propagar el mal sin
apenas dejar zonas a salvo; y el campo no escapó de las garras de la epidemia. En cuanto al
número de muertes causadas por la peste negra, los estudios recientes arrojan cifras
espeluznantes. El índice de mortalidad pudo alcanzar el 60 por ciento en el conjunto de Europa,
ya como consecuencia directa de la infección, ya por los efectos indirectos de la
desorganización social provocada por la enfermedad, desde las muertes por hambre hasta el
fallecimiento de niños y ancianos por abandono o falta de cuidados.
Los efectos del movimiento de personas y bienes a lo largo del globo como ya vimos es el
responsable de la dispersión de agentes infecciosos. Aunque, debido al aislamiento de más de
5000 años del continente americano, los habitantes del mismo se vieron exentos de los efectos
de la peste negra y de muchas enfermedades presentes en el viejo mundo (Asia, África y
Europa) como la Viruela, enfermedad transmitida por el virus Variola mayor. Al llegar a
América los conquistadores diseminaron la enfermedad por todo el nuevo mundo provocando la
gran epidemia de viruela de 1520. Ésta devasto a la población de nuestro continente llevándose
consigo la vida del 75% de la población nativa. Hoy en día se sabe que no fue solo la viruela la
“aliada” de los conquistadores, ya que la población nativa también estuvo expuesta al
sarampión, a la gripe y a la ya conocida peste negra.
Nuestro país no estuvo exento de los estragos generados por esta enfermedad ya que
en 1871 se desato el brote epidémico más grande de la misma. Desde principios del año
1870 se había tenido noticias en Buenos Aires de un recrudecimiento de la fiebre
Medicina, Hombre y Sociedad | Eje: Ambiente 18
amarilla en Río de Janeiro. En el mes de febrero y nuevamente en marzo se logró evitar
el desembarco de pasajeros infectados que llegaron en dos vapores desde esa ciudad. No
obstante, el presidente Sarmiento vetó el proyecto de extender la cuarentena a todos los
buques procedentes de esa ciudad y en una oportunidad ordenó autorizar el desembarco
de los pasajeros de dos buques provenientes de Río de Janeiro y la prisión del médico
del puerto de Buenos Aires por haberlo impedido.
A fines de ese año se declaró una epidemia de fiebre amarilla en Asunción del
Paraguay, donde la población vivía en un estado de pobreza extrema. La Guerra de la
Triple Alianza había finalizado recientemente con la derrota de Paraguay y los diarios
locales atribuyeron la epidemia a la llegada de algunas decenas de soldados paraguayos
prisioneros que habían sido repatriados desde el Brasil. La población, debilitada por el
hambre, tenía pocas posibilidades de resistir la epidemia y se llegaron a registrar
veinticinco muertes por día, no existiendo registros del total de víctimas.
La plaga de 1871 hizo tomar conciencia a las autoridades de la urgente necesidad de mejorar las
condiciones de higiene de la ciudad, de establecer una red de distribución de agua potable y de
construir cloacas y desagües
Aparte del olor y de los montones de basura, de excremento humano y animal de las
calles, y las enfermedades que aquejaban a las poblaciones de las grandes urbes otra de
las características distintivas
de la mayoría de estas era el
manto de humo que pendía
sobre ellas. Al igual que
ocurre con el agua, el aire
puro es una necesidad básica,
pero no es algo para cuya
conservación se hayan
Un hombre y una mujer protegen su boca y su nariz con máscaras en las calles
de Londres. Las medidas de prevención tuvieron escaso éxito. Foto: Mary
Evans.
La cepa mataba a sus víctimas con una rapidez sin precedentes. En Estados Unidos
abundaban las informaciones sobre gente que se levantaba de la cama enferma y moría de
camino al trabajo. Los síntomas eran espantosos: los pacientes desarrollaban fiebre e
insuficiencia respiratoria; la falta de oxígeno causaba un tono azulado en el rostro; las
hemorragias encharcaban de sangre los pulmones y provocaban vómitos y sangrado nasal, de
modo que los enfermos se ahogaban con sus propios fluidos. Como tantas otras, la cepa afectó a
los más jóvenes y a los más viejos, pero también a adultos sanos de entre 20 y 40 años.
El principal factor de la expansión fue, sin duda, la primera guerra mundial, que ya estaba en
su última fase. Aunque los epidemiólogos todavía debaten sobre el origen exacto del virus –
existe cierto consenso en que fue el resultado de la mutación de una cepa aviar originaria de
China–, lo que está claro es que el virus se globalizó gracias al masivo y rápido movimiento de
militares por todo el mundo.
En España, el sistema de salud se vio desbordado; muchos médicos murieron y fue difícil
reemplazarlos. Los ataúdes escaseaban. El alcalde de Barcelona solicitó ayuda al ejército para
transportar y enterrar a los muertos, ya que el Ayuntamiento no daba abasto. En España, el año
1918 fue el primero del siglo XX con un crecimiento vegetativo (nacimientos menos muertes)
negativo, y el único junto con 1939.
Tras una pausa en la expansión de la enfermedad a finales de 1918, en enero del siguiente
año comenzó la tercera y última fase. Por entonces la pandemia ya había perdido mucha fuerza.
La dureza del otoño del año anterior no se repitió, de modo que la tasa de mortalidad se
desplomó.
La pandemia no dejó intacta prácticamente ninguna región del mundo: sólo en la India las
víctimas mortales alcanzaron entre 12 y 17 millones. En Gran Bretaña murieron 228.000
personas. En Estados Unidos fueron aproximadamente medio millón. Ni la apartada isla de
Samoa, en el Pacífico sur, se libró del contagio: perdió el 23,6 por ciento de su población. En
España, estudios recientes elevan la cifra de muertes a 260.000, 70.000 más que las estimadas
oficialmente. Es difícil disponer de datos exactos sobre la cantidad de muertes, pero la tasa
global de mortalidad se sitúa entre el 10 y el 20 por ciento de los infectados.
Los científicos consideran que cada cincuenta años se produce una pandemia de gripe –que
debe distinguirse de las epidemias estacionales–. En 1957 se produjo en Asia oriental un nuevo
brote que se difundió por todo el globo y causó, hasta mediados de 1958, entre uno y dos
millones de muertes. En 1968 un nuevo tipo de gripe se declaró en Hong Kong y produjo entre
Como estamos leyendo, durante los últimos doscientos años la contaminación se ha tratado
como acompañante inevitable de la industrialización, y sobre todo, como parte del precio a
pagar por los beneficios derivados de los bienes producidos por la industria, también de la
riqueza que ésta genera. Cada uno en su nivel, los países industrializados tomaron medidas para
limitar los peores efectos y comenzaron a fijar estándares. EI objetivo, no obstante, no era lograr
un aire limpio y un agua pura, sino fijar niveles máximos permitidos para ciertos contaminantes,
y con multas a los infractores (por lo general bastante bajas). El objetivo último era mantener
los riesgos medioambientales y los riesgos para la salud en niveles “aceptables”.
Sin embargo, a mediados del siglo xx se empezaba a advertir que la contaminación no era
sólo un problema nacional, sino internacional. De hecho, algunas de las medidas adoptadas para
limitar la contaminación nacional resultaron ser medios sumamente eficaces para exportar el
problema. Las visiones ingenuamente optimistas de que los contaminantes se dispersasen con el
viento o las olas rápidamente quedaron sin soporte, al utilizar todos los Estados nacionales el
mismo método. Un buen ejemplo del desarrollo de un problema internacional de contaminación
es la historia de la lluvia ácida, que está directamente relacionada con procesos industriales
básicos como la quema de combustibles fósiles y la producción de metales.
El año 2009 nos encontró con el declive de la epidemia de cólera sin embargo dos nuevos
flagelos afectarán a América Latina, Argentina y al Mundo. En primer lugar la nueva
enfermedad surge como resultado de los procesos de producción agropecuaria actuales, estos
llevan a que en algunos lugares se encuentren presentes cerdos, aves, vacas y humanos en un
mismo ambiente, este acumulo no solo es de las especies antes citadas sino también de los
microorganismos que en ella habitan.
Rara vez los virus y bacterias que afectan a algunos de las especies tienen efectos nocivos
para la otra, sin embargo el virus de la Influenza es uno de los cuales puede transgredir las
fronteras específicas. El virus de la gripe H1N1, A (H1N1) pmd09, inicialmente denominado
virus de la gripe porcina H1N1, es una combinación de los virus de la gripe porcina, aviar y
humana y se transmite fácilmente de una persona a otra. La infección no se contagia a través de
la ingestión de carne de cerdo y rara vez lo hace por el contacto con cerdos infectados.
La epidemia reportó un total de 26.923 casos autóctonos confirmados, tres casos de fiebre
hemorrágica por dengue (FHD) y cinco muertes por esta enfermedad, afectando principalmente
a las provincias de Chaco, Catamarca, Salta, Jujuy, Santa Fe y Tucumán. Entre las causas de la
epidemia se describe el incremento de la población de mosquitos debido al aumento de la
temperatura y de las lluvias, la urbanización desordenada, la desigualdad social y la ineficacia
política y sanitaria.
Posteriormente, se dieron dos brotes más de esta enfermedad, en cual se registraron 41.207
casos (MSal) cuyas causas fueron:
La ausencia de trabajo mancomunado entre los gobiernos locales y áreas fronterizas con
regiones afectadas por la enfermedad.
La falta de un abordaje de emergencia con el objeto de solucionar cuestiones de
infraestructura, energía, vivienda, etc.
La subestimación de la enfermedad por parte de las autoridades sanitarias.
Suspensión de programas de lucha contra el dengue.
Desabastecimiento por parte del Ministerio de Salud de la Nación a las provincias de
medicamentos y equipos de fumigación.
Sin embargo, el primer análisis comparativo de esta nueva enfermedad determinó que el
2019-nCov (nombre provisional del virus que finalmente fue denominado SARS-CoV-2), era
"suficientemente distinto" de los otros dos betacoronavirus de gravedad detectados en humanos,
el SARS y el MERS, para ser considerado como una nueva enfermedad: la Covid-19.
El análisis filogenético de
Como todos hemos vivido todos la COVID-19 ha afectado nuestras vidas cotidianas debido
primero al Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio primero dictado el 20 de Marzo del
2020 en todo el país (Cuarentena) ya que, aunque en su origen fue una zoonosis, luego la
transmisión es de persona a persona, ya que el virus se puede propagar a través de pequeñas
partículas líquidas expulsadas por una persona infectada a través de la boca o la nariz al toser,
La OMS identifica los siguientes síntomas para la COVID-19: fiebre, tos seca y cansancio.
Otros síntomas menos frecuentes que afectan a algunos pacientes son dolores y molestias,
congestión nasal, dolor de cabeza, conjuntivitis, dolor de garganta, diarrea, pérdida del gusto u
olfato y erupciones cutáneas o cambios de color en los dedos de las manos o los pies. Estos
síntomas suelen ser leves y comienzan gradualmente. Algunas de las personas infectadas solo
presentan síntomas levísimos.
La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recuperan de la enfermedad sin necesidad
de tratamiento hospitalario. Mientras que 1 de cada 5 personas que contraen la COVID‑19
acaba presentando un cuadro grave y experimenta dificultades para respirar. Las personas
mayores y las que padecen afecciones médicas previas como hipertensión arterial, problemas
cardiacos o pulmonares, diabetes o cáncer tienen más probabilidades de presentar cuadros
graves. Sin embargo, cualquier persona puede contraer la COVID ‑ 19 y caer gravemente
enferma. Y, los cuadros más graves llevan a una Neumonía y finalmente la muerte.
Como hemos visto a lo largo de la historia varios eventos producidos por la acción del
hombre desencadenan estragos irreparables en el mundo, desde el simple comercio entre
naciones hasta la brutalidad de la guerra. Ello ha llevado a que en cierta medida las naciones
dicten normativas para protegerse de los efectos adversos que las acciones del hombre pueden
generar en el ambiente y la salud de sus pobladores.
.
Medicina, Hombre y Sociedad | Eje: Ambiente 38
LEGISLACIÓN AMBIENTAL
En nuestro país las normas ambientales son relativamente recientes, ya que recién en el año
1993 se sanciona la ley 24.295 que hace parte a nuestra Nación de los objetivos de la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático adoptada en 1992 cuyos
principales objetivos son la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero
en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema
climático. Ese nivel debería lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se
adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea
amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible.
Art. 41. Constitución Nacional Argentina: Todos los habitantes gozan del derecho a un
ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades
productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones
futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la
obligación de recomponer, según lo establezca la ley.
Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de
protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquéllas alteren
las jurisdicciones locales.
Como podemos leer el artículo tiene 4 párrafos, cada uno con significado distinto. El párrafo
1 establece el derecho que antes citamos y además índica la obligatoriedad de preservar el
ambiente y en caso de contaminarlo o corromperlo, recomponerlo según lo establezca la ley. Al
momento de sancionarse este artículo no existía ninguna ley, ya que para dar cumplimiento a
este párrafo se sancionó en el año 2002 la ley 25.675 comúnmente llamada Ley general del
ambiente cuyo artículo 2 establece los objetivos de la misma, los cuales son:
• Prevenir los efectos nocivos o peligrosos que las actividades antrópicas generan sobre el
ambiente para posibilitar la sustentabilidad ecológica, económica y social del desarrollo;
Ley 25.389 que incorpora las acciones y definiciones del Protocolo de Montreal
establecido en 1987 y que establece que los países firmantes se comprometen a la
reducción de los niveles de consumo y producción de clorofluorocarbonos (CFC)
según el nivel de desarrollo de sus economías. Es decir trata sobre las Sustancias que
Agotan la Capa de Ozono.
Medicina, Hombre y Sociedad | Eje: Ambiente 40
La Ley 25.438 la cual aprueba el Protocolo de Kyoto y lo incorpora a la legislación
nacional con estatus constitucional. Este protocolo tiene como objetivo principal
disminuir los gases de efecto invernadero, principalmente el Dióxido de Carbono
para evitar el calentamiento global. Además, establece el mercado de Bonos de
Carbono las cuales las economías avanzadas pueden vender a países en vías de
desarrollo para que estos últimos no emitan gases de efecto invernadero en función
de que las primeras sí puedan hacerlo.
Queda en evidencia que a nivel global ninguno de estos dos convenios tuvo mucha
efectividad ya que el calentamiento global es un hecho y la capa de ozono se sigue agotando.
Y, finalmente, quizás el más conocido (no como norma legal), es el Decreto 297/2020 el cual
estableció el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio desde el 20/03/2020 hasta el lunes
09/11/2020 con el objeto de minimizar el impacto del SARS CoV 2 y la enfermedad que este
virus produce (COVID-19) en la población argentina.
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