Aquidah
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Nota del Editor
Todas las alabanzas pertenecen a Allah, Señor del universo. Que la paz y
las bendiciones de Allah sean con el último de los Profetas, Muhammad
Ibn ‘Abdullah, su familia, sus Compañeros y todos aquellos que siguen su
senda hasta el día del Juicio Final.
Sin duda este libro será de gran ayuda para todos aquellos que quieran
profundizar su conocimiento sobre Allah, sus bellos nombres y
sublimes atributos.
Muhammad A. R. Al Tuwaijri
Este libro está basado en las dos fuentes de Islam, el Corán y la Sunnah de
Su Mensajero . Es sobre estas dos fuentes que las primeras
generaciones de musulmanes construyeron su doctrina.
Para concluir hago una breve reseña del concepto de la divinidad que
tuvieron distintas culturas, y refuto la teoría sobre la evolución de la
creencia.
Este libro puede agradar a algunas personas y enojar otros. Allah sabe que
solo buscaba complacerlo a Él cuando inicié su redacción. Eso no significa
que todo en este libro es correcto, al punto de considerarme infalible,
porque los únicos infalibles son los profetas. Me retracto por adelantado
de cualquier error que pueda haber cometido al escribir este libro, si Allah
toma mi alma antes de que pueda corregirlo. Parafraseando al Imam As
Shafi’i digo: “Sí el es auténtico, entonces esa es mi escuela de
pensamiento (Madhab). Si encontráis algún dicho mío que contradice
las enseñanzas del Profeta, arrojad mis palabras contra una pared.”
Ruego a Allah que nos guíe por el camino recto, nadie puede sino Él.
¿Qué es lo que las personas quieren decir con esta palabra? ¿Qué significa
esta palabra en el idioma árabe? ¿Cuál es el concepto de 'aqîdah según el
Islam?
La palabra 'aqîdah alude a aquellas cosas que las personas afirman en sus
corazones y creen o aceptan como verdaderas. Las creencias son conceptos
que se sostienen como ciertos, sin dudar de ellos.
(Allah no os castigará por los juramentos [que hagáis] sin intención, pero sí
por los que hayáis hecho deliberadamente ['aqqadtum]) (5:89)
(El Mensajero y sus seguidores creen en lo que le fue revelado por su Señor.
Todos creen en Allah, en Sus Ángeles, en Sus Libros y en Sus Mensajeros.
No hacemos diferencia entre ninguno de Sus Mensajeros. Y dicen: Oímos y
obedecemos. Perdónanos Señor nuestro, pues ciertamente a Ti volveremos.)
(2:285)
“El Îmân (la fe) es creer en Allah, Sus ángeles, Sus Libros, Sus Mensajeros,
y la resurrección” .
(Por cierto que los verdaderos creyentes son quienes creen en Allah y en Su
Mensajero y no dudan… ) (49:15)
(Este Libro [el Corán], en el cual no hay duda, es una guía para los
piadosos.) (2:1-2)
(¡Señor nuestro! Tú eres Quien reunirá a los hombres el Día sobre el cual no
hay dudas.) (3:9)
(No creen en Allah ni en el Día del Juicio; sus corazones están llenos de
dudas, y por ello vacilan.) (9:45)
Puede notarse que las creencias que todo musulmán debe obligatoriamente
sostener, son intangibles y forman parte de lo oculto. A este concepto alude
Allah cuando elogia a los creyentes:
Allah es para nosotros intangible, así como lo son Sus ángeles y el Día
del Juicio. Con respecto a Sus Libros y profetas, si bien éstos son visibles,
la creencia de que ellos provienen de Allah, es decir que los Profetas fueron
enviados por Allah y que asimismo los Libros fueron revelados por Él, es
algo también intangible.
Todas las religiones y escuelas de pensamiento tienen creencias que influyen inevitablemente en sus
vidas. Esto se aplica a individuos así como a sociedades.
Desde el principio de la creación hasta el Día del Juicio Final, las creencias son de dos tipos:
(a)
La doctrina ('aqîdah) correcta, que es aquella que difundieron los profetas
enviados. Esta doctrina ha sido una sola a lo largo de los años, porque fue
revelada por Allah, el Sapientísimo, el Omnisciente. No puede siquiera
imaginarse que esta creencia difiera de un Profeta a otro, o de un tiempo a
otro.
(b) Doctrinas falsas, que son, de hecho, numerosísimas. Son falsas por ser el
producto del pensamiento e intelecto humano. No importa qué grado de
desarrollo alcance la humanidad, su conocimiento será siempre limitado e
influenciado por las costumbres, las tradiciones y los pensamientos que la
rodean.
Lo ignoro
Lo ignoro
Lo ignoro
Me pregunto: Cuando pertenecía al mundo inadvertido, y me encontraba
seguro,
Lo ignoro
Lo ignoro
¡Qué confusión! ¡Qué ansiedad causa esta incertidumbre que aflige al alma
humana! ¿Acaso los niños de esta generación, que han perdido el
conocimiento de las "grandes verdades" universales sin las cuales sus vidas
no pueden completarse, merecen sufrir estas inquietudes en sus corazones?
Imposible comparar tal situación con la del musulmán que conoce todas
estas verdades, a través de las cuales alcanza la paz y la serenidad, viajando
por un camino recto hacia una meta definida y clara.
Lo ignoro
Lo ignoro
Lo ignoro
Lo ignoro
Lo ignoro
Este poeta ignora su destino, el destino que todo ser ha de alcanzar, pero
quiere conocerlo. Vemos el dolor del poeta porque no sabe cuál será su
destino y lo qué pasará con su ser. Se aleja de la verdad, su corazón está
lleno de tristeza y pesar. ¡Cuántas personas similares a este poeta hay en el
mundo! Algunos pueden expresar su tristeza y confusión, pero otros sólo
sufren, y sus pensamientos lloran atrapados en sus almas sin respuestas.
(Se aproxima la hora en que los hombres deberán comparecer [ante Allah
para ser juzgados], mientras que ellos se muestran indiferentes alejados del
Mensaje.) (21:1)
(Tú sabes bien que sólo el Señor de los cielos y de la tierra ha enviado estos
signos claros.) (17:102)
Por eso, los Salaf dijeron: “El îmân (fe) es creer en el corazón, proclamar
esa creencia con las palabras, y ponerla en práctica con los miembros del
cuerpo”
.
El rechazo a la creencia
La creencia en Allah requiere que también se crea en los ángeles, los Libros
sagrados, los Profetas y el Último Día. La creencia en los Libros requiere la
creencia en los principios básicos de la fe (usûl al îmân). La creencia en los
Profetas también implica creer en sus enseñanzas. Por eso es que Allah
consideró a quien cree en un principio de la fe y niega otro como incrédulo
(kâfir).
Allah dice:
Dice Allah :
(a) La actitud de los Salaf hacia aquellos que cometen pecados mayores
Indudablemente, cuado una persona descuida los deberes y obligaciones que
Allah le ha encomendado, como el Zakât, el ayuno, la realización de la
peregrinación, honrar a los padres, y demás prescripciones, o comete
pecados, como por ejemplo el adulterio (Zinâ) y la usura (Ribâ), su fe se
debilita proporcionalmente a las obligaciones en las que ha sido negligente y
a los pecados que ha cometido. ¿Pero es acaso la persona considerada
incrédula por el sólo hecho de ser negligente con sus obligaciones hacia
Allah y cometer pecados, a pesar de no considerar innecesarias las primeras
y lícitas las segundas?
Los textos a nuestro alcance indican que el musulmán no apostata por el sólo
hecho de cometer un pecado o descuidar sus obligaciones, pero si indican
que su fe disminuye, y que la decisión final respecto a su destino le
pertenece a Allah. Si Él quiere ha de perdonarle, y si no ha de castigarle.
Entre los textos que claramente aluden a este significado encontramos la
Aleya:
(Allah no perdona que se Le asocie nada a Él; pero fuera de ello perdona a
quien Le place.) (4:48).
Se relata que ‘Utbân Ibn Mâlik dijo: “El Mensajero de Allah dijo:
“Allah ha salvado del Fuego a todos aquellos que proclamen que no existe
otra divinidad que Él (La ilâha illa Allah), buscando con ello complacer a
Allah” [3].
Narró Yâbir que el Mensajero de Allah dijo: “Quien muera sin haber
asociando nada a Allah entrará al Paraíso” [4].
Dijo Abu Sufiân: “Conviví con Yâbir Ibn ‘Abdullah en Makkah durante seis
meses. Un hombre le preguntó en cierta ocasión: “¿Acaso llamaban a alguna
de las personas de la Qiblah (es decir el musulmán) incrédulo (kâfir)?”.
Respondió: “Allah me proteja de ello”. Preguntó una vez más: “¿Acaso
llamaban a alguien idólatra (mushrik)?”. Respondió: “No”[7].
Estos textos llevaron a los más prominentes sabios de los Salaf de esta
Ummah a decir que aquella persona que comete pecados y abandona sus
obligaciones es: “creyente debido a su fe e inmoral (fâsiq) debido a su
pecado”. Los sabios atribuyeron la fe a esta clase de personas, pero no la fe
completa que es el atributo de aquellos que cumplen con sus obligaciones y
se abstienen de los pecados.
Primero:
Dicen: “Vosotros coincidís con nosotros en que las obras son parte de la fe,
porque la fe se encuentra compuesta por la creencia, su testimonio verbal y
las buenas obras, y por lo tanto si las obras son abandonadas, la fe
desaparece”.
Segundo:
Citan como evidencia el hecho de que Allah describe algunos pecados como
inmoralidad (fisq), como en la Aleya: (¡Oh, creyentes! Si se os presenta
alguien corrupto con alguna noticia corroborad su veracidad…) (49:6). La
palabra “fâsiq” aquí se aplica al mentiroso, lo cual es obvio para quien
observa el contexto de la Aleya. Dijo el Profeta : “Insultar a un creyente
es una inmoralidad (Fusûq)”[8].
Dicen también que Allah denominó a algunos pecados como una terrible
injusticia (dhulm), como es el caso de apropiarse de la riqueza de los
huérfanos: (Quienes se apropien injustamente los bienes de los huérfanos, el
fuego consumirá sus entrañas…) (4:10).
Tercero:
Argumentan también que el Mensajero se desentendió de quienes
cometían ciertos pecados, como cuando dijo:
“Quien levanta contra nosotros sus armas no es de los nuestros, y quien nos
engaña no es de los nuestros”[12].
Asimismo en un hâdîz narrado por Al Bujâri y Muslim de Abû Hurairah ,
el Mensajero de Allah dijo: “Por Allah que no cree; por Allah que no
cree; por Allah que no es creyente”. Dijeron: “¿Quién? ¡Oh, Mensajero de
Allah!”. Dijo: “Aquel cuyo vecino no se encuentra a salvo de su
perjuicio”[13].
Cuarto:
También argumentan: Algunos pecados fueron descritos como incredulidad
(kufr), como cuando Allah dice: (Es una obligación para los hombres
peregrinar a esta Casa si se encuentran en condiciones de hacerla [físicas y
económicas]. Y quien niegue lo que Allah ha prescripto, sepa que Allah
prescinde de todas las criaturas.) (3:97)
Primero:
Con respecto a la primera prueba, donde asumen que las obras son parte
integrante de la fe, estamos de acuerdo, pero el error se encuentra en
considerar las obras como una condición indispensable para la existencia de
la fe. En realidad, no es de tal modo, sino que la inexistencia de obras alude
a la inexistencia de la integridad de la fe mínima obligatoria (kamâl al îmân
al uâyib).
Segundo:
En cuanto a la alegación de que la inmoralidad (fisq) y la injusticia (dhulm)
son actos de incredulidad (kufr), es una gran equivocación. El significado de
un acto inmoral (fisq) es un acto en desobediencia a Allah, y los actos de
desobediencia a Allah no pueden ser considerados todos en un mismo nivel.
Algunos actos de desobediencia pueden traer aparejada la incredulidad, y
otros simplemente no. Una persona que niega la existencia de los ángeles
desobedece a Allah de una manera que constituye un acto de incredulidad
(kufr), y una persona que bebe alcohol también desobedece a Allah, pero de
una manera que es considerada un pecado y no un acto de incredulidad
(kufr).
Tercero:
En cuanto a los textos citados para apoyar su concepto de que la fe es
anulada por los pecados, o de que el Mensajero se declaró inocente de las
personas que cometen pecados, o de que ciertos pecados son un acto de
incredulidad, no significan que la fe de quien comete uno de dichos pecados
es anulada y deviene incrédulo, sino que todos estos textos aluden a que los
pecados anulan la perfección y sinceridad de la fe, porque Allah condicionó
esas características numerosas veces en Su Libro. Dice Allah:
(Ciertamente Allah recompensará con el Paraíso a los creyentes que
sacrifican sus vidas y sus bienes combatiendo por la causa de Allah hasta
vencer o morir. Ésta es una promesa verdadera que está mencionada en la
Torá, el Evangelio y el Corán; y Allah es Quien mejor cumple Sus promesas.
Alegraos pues, por este sacrificio que hacéis por Él, y sabed que así
obtendréis el triunfo grandioso. Albríciales [¡Oh, Muhammad!] a los
creyentes que se arrepientan, adoren a Allah fervientemente, Le glorifiquen,
ayunen, se inclinen y se prosternen [en las oraciones], ordenen el bien y
prohíban el mal, y respeten Sus preceptos [que ingresarán al Paraíso].)
(9:111-112)
(Por cierto que triunfarán los creyentes que observen sus oraciones con
sumisión, se aparten de las conversaciones vanas, paguen el Zakâh, se
preserven de cometer adulterio o fornicación…) (23:1-5)
Luego de citar estas Aleyas Abû ‘Ubaîd Al Qâsim Ibn Salâm dijo: “Estas
Aleyas indican las obligaciones que el Islam ha ordenado cumplir a sus
seguidores. Los Ahâdîz y la Sunnah describieron los rasgos completos de la
fe (îmân). Cuando los pecados se mezclan con la fe, puede decirse que esto
no es lo que Allah ha ordenado a los creyentes, y que esas no son las señales
por las que se identifica la fe, es decir, que esa no es la realidad de la fe, pero
eso no significa que no haya fe en absoluto.
Podemos observar en el Hadîz del hombre que oró mal, narrado por Al
Bujâri y Muslim donde el Mensajero dijo: “Ponte de pie y ora
nuevamente, porque no has orado”[17]. Y repitió esa frase en más de una
ocasión, aunque el hombre había realizado la oración en cada una de las
oportunidades, pero no correctamente.
“Con respecto a los textos que aluden a que algunos pecados implican la
incredulidad o la idolatría, deben interpretarse de la siguiente manera: Estos
textos no indican que quienes cometen dichos pecados son incrédulos o
idólatras, sino que tales acciones son obras de los incrédulos y los idólatras”.
Los sabios de la exégesis coránica interpretan dicha Aleya como quien juzga
con otra ley distinta a la revelada por Allah es musulmán, pero se asemeja a
las personas de la ignorancia pre-islámica.
Dijo el Profeta también: “Las señales del hipócrita son tres: cuando habla
miente; cuando promete no cumple; cuando le es depositada una confianza
la traiciona”[20].
Dijo Abû ‘Ubaid: “Estas narraciones no significan que quien comete alguna
de estas acciones deviene pagano, incrédulo o hipócrita, siendo que cree en
Allah y en Su Mensajero, y cumple con sus obligaciones. Estas narraciones
evidencian acciones que pertenecen a la incredulidad y que son severamente
prohibidas por el Corán y la Sunnah, para que los musulmanes se aparten de
ellas y no imiten a los incrédulos al cometerlas”.
Quizás cuando Abû ‘Ubaid Al Qâsim Ibn Salâm dijo que “juzgar con otra ley
diferente a la prescrita por Allah no representa incredulidad ni expulsa a su
autor fuera del Islam” se refería a un juez (qâdi), cuando en algunos casos
particulares juzga acorde a su propio parecer, siendo que en el resto de las
situaciones juzga con la legislación revelada por Allah. En cambio gobernar
con leyes legisladas por los incrédulos, y aplicarlas en sociedades islámicas
por la fuerza, persiguiendo a quienes llaman a la aplicación de la legislación
islámica, es una gran injusticia que nada tiene que ver con el Islam.
Dice Allah :
(Pero no, [Juro] por tu Señor que no creerán a menos que te acepten como
juez de sus disputas; y no se resistan a aceptar tu decisión y se sometan
completamente.) (4:65)
Esta posición puede ser refutada también con aquellas narraciones que
exhortan al musulmán a apartarse de todo pecado, como el Hadîz del Profeta
:
Ambas sectas han dejado efectos negativos. La primera secta acusa a los
musulmanes de incrédulos al cometer un pecado y les hacen desesperar de la
misericordia de Allah, mientras que la segunda secta anima e invita a las
personas a cometer pecados. El camino recto es seguir el equilibrio entre
ambos extremos, considerando a quienes cometen pecados como
musulmanes, aunque su fe sea imperfecta e incompleta, mientras que su
destino se encuentra en las manos de Allah: si quiere ha de castigarlos, y si
quiere ha de perdonarlos.
[1] Narrado por Ahmad en su libro Musnad, considerado auténtico (Sahih) por Al Baihaqi. Ver Tafsir
Ibn Kazir (15:15)
[2] Narrado por At Tirmidhi en su libro Sunan, 4/49, no.3540. Dijo: “Este Hadiz es conocido sólo a
través de esta cadena de narración. Ver Sahíh Sunan At Tirmidhi por Al Albâni, 3/175, no. 2805.”
[3] Al Bujâri, 1/519, no. 425
[4] Muslim, 1/94, no. 94
[5] Al Bujâri, 13/474
[6] Al Bujâri, 1/72, no. 22
[7] Narrado por Abu ‘Ubaid Al Qasim Ibn Salâm en su libro Al îmân (La fe) editado por el Sheik
Naser Ad din Al Albâni, pág. 98. Dijo: Esta narración es autentica acorde a las condiciones de
Muslim. La persona de nombre Abu Sufiân que narró el Hadîz era Tâbi’t.
[8]
Muslim, 1/80, no. 64
[9]
Muslim, 1/76, no. 57
[10]
Muslim, 1/86
[13]
Mishâh Al Masâbîh, 2/607, no. 4962
[14]
Muslim, 1/82, no. 65
La filosofía en todas sus manifestaciones es un "desarrollo" humano que se encuentra sujeto a todas
las restricciones, limitaciones y progresos paulatinos hacia un objetivo desconocido que es inherente
a la naturaleza humana. Está sujeta al potencial humano para el cambio, la alternación entre la guía y
el desvío, y la cercanía o lejanía a las metas estipuladas.
Dijo el sabio Al 'Aqqâd sobre Platón: “El ambiente idólatra en que Platón
vivió agobió sus pensamientos, por lo que incluyó en sus creencias la idea
de distintas divinidades y semidioses que no tienen relación alguna con las
religiones monoteístas”[3].
La metodología filosófica difiere de la islámica en todos sus aspectos. Los filósofos comienzan
estudiando la psique humana, transformándola en su base y punto de partida. Cuando hablan del
conocimiento, sostienen que en ocasiones es empírico (basado en la experiencia), en ocasiones es
racional (basado en la razón), y en ocasiones es una combinación de ambos.
Muchas de estas personas no consideran los valores éticos, como la justicia y la honestidad, como
parte de los principios básicos; sino que los ven como asuntos menores que requieren factores de
conveniencia que los sustenten.
La metodología utilizada por los filósofos y los teólogos puede consumirles la vida sin que alcancen
ninguna conclusión de consideración. Todo principio presentado se encuentra siempre rodeado de
dudas, vacilaciones y confusión.
( Y por cierto que a todos los Mensajeros que envié antes de ti [¡Oh,
Muhammad!] les revelé que no existe más divinidad que Yo, [y les ordené:]
¡Adoradme sólo a Mí!) (21:25)
Y agregarán: Si hubiéramos oído o razonado, no estaríamos ahora con los condenados al Fuego.
Los filósofos examinan la mente y el espíritu humano, adentrándose en un mundo interminable, tan
interminable que aun hoy no ha podido develar la verdadera naturaleza del ser humano. La
humanidad ha realizado un grandioso esfuerzo para descubrir su naturaleza, pero a pesar de que
poseemos una inmensidad de observaciones realizadas por filósofos, científicos, poetas y líderes
espirituales de todo las eras, sólo podemos comprender algunos aspectos del ser humano, pero aun no
conocemos al ser humano en su conjunto.
¿Si éste es el conocimiento real que se ha obtenido hasta el siglo veintiuno, ¿cómo podría la
naturaleza del alma humana ser la base otras ciencias? En cuanto al conocimiento de asuntos que se
encuentran más allá de lo visible, es evidente que la filosofía ha perdido el rumbo.
(3) La influencia
El Sheij Muhammad ‘Abdullâh Darrâz explicó el misterio detrás de este fenómeno cuando dijo: “El
misterio detrás de este fenómeno, es el alcance de la creencia en la esencia humana, lo que establece
una diferencia inexpugnable con la filosofía. La diferencia se centra en el contraste existente entre la
mera información intelectual y la fe. Una persona puede intelectualizar el significado del amor, pero
puede que no llegue a experimentarlo.
Los conocimientos filosóficos son alcanzados a través de los sentidos, o el intelecto, o la mera
intuición. El alma, por su parte, es extraña a estos procedimientos superficiales, ya que no le infunden
cambios a su estado y comportamiento. En conclusión: Los pensamientos, ideas y principios de
origen humano no pueden asemejarse a la fe y la creencia.
Para hacer el tema aún más claro, él compara los efectos prácticos de la religión y la filosofía. Darrâz
explica que la religión llama la atención del hombre hacia Su Creador para que pueda conocerlo y se
vuelve a Él, amándolo y glorificándolo, mientras que el objetivo de la filosofía es meramente señalar
el conocimiento que hace la conexión entre la causa y el efecto.
La creencia islámica posee estilo, dinámica y ritmo distintivos, un abordamiento directo que trata
verdades universales que no pueden ser puestas en palabras, pero que las palabras y frases pueden
evocar. Se distingue por el hecho que se dirige a todos los aspectos de la condición humana,
motivando todos sus potenciales y facultades; no se dirige solamente al aspecto racional de
humanidad.
La filosofía, por otro lado, tiene un abordamiento diferente, buscando contener a la realidad universal
en frases, a pesar de que el tipo de realidad con el que busca tratar no puede definirse con meras
palabras. Es más, los aspectos esenciales de estas realidades van, por su misma naturaleza, más allá
de la arena en que el intelecto humano normalmente opera. El resultado inevitable de esto es que la
filosofía termina siendo excesivamente compleja, desconcertante y seca. Por consiguiente, la creencia
islámica no debe ser discutida y expresada de una manera filosófica, ya que esto la mataría,
extinguiendo su luz, confinándola a sólo un aspecto de la condición humana.
De aquí que podemos notar la complejidad, sequedad, limitaciones y desviación que existen en todos
los esfuerzos por discutir y presentar a la creencia de esta manera extraña a su naturaleza. La manera
en que el Corán explica la creencia islámica se caracteriza por su simplicidad y claridad las cuales
hacen posible para todas las personas el entenderla, sin importar cual es su nivel de entendimiento.
Así que cada persona la absorbe según su propia habilidad de entendimiento y convencimiento. El
estilo complejo de la filosofía –por el contrario- está lleno de terminologías entendidas por muy
pocos.
El saber que este universo fue creado por Allâh y que está bajo Su control es algo instintivo. No hay
necesidad de producir la evidencia y establecer la prueba. El hombre sabe instintivamente que este
universo que él ve necesita de un Creador, a Quien se somete. Este concepto no necesita de las
analogías que los filósofos producen para demostrar que el universo es una entidad creada y que hay
un Creador. Allâh, el Exaltado, dice:
[¿Acaso los incrédulos no reparan que los cielos y la Tierra formaban una
masa homogénea y la disgregamos, y que creamos del agua a todo ser vivo?
¿Es que aún después de esto no creerán?
Y por cierto que afirmamos las montañas en la Tierra para que no se sacudiera, y dispusimos caminos
para que viajéis por ellos.
E hicimos del cielo un techo, al cual contenemos para que no se desplome [sobre la Tierra], pero los
incrédulos a pesar de ello se niegan a reflexionar en Sus signos.
Ellos rechazaron los textos que afirman que Allâh está en el cielo, alegando que Allâh no puede estar
en una dirección en particular, porque eso significaría ponerle limites. Pero los textos claramente
afirman que Él está en el cielo. Su error residía en que ellos pensaron que si afirmaban que Allâh
estaba en el cielo estaban afirmando que los cielos lo contenían. Ellos también erraron cuando
intentaron aplicar analogías humanas a la naturaleza Divina.
El Corán nos describe a nuestro Señor, y nos dice que Él tiene Faz y Manos,
y que Él puede oír y puede ver. Nos enseña Sus Nombres y Atributos,
diciéndonos que Él es Ar-Rahmân (el Graciabilísimo), Ar-Rahîm (el
Misericordiosísimo), Al Mâlik (el Soberano), Al Quddûs (el Santisimo), As-
Salâm (el Pacificador), Al Mu'min (el Dispensador de seguridad), Al
Muhaîmin (el Celador), Al 'Azîz (el Poderoso), Al Yabbâr (el Compulsor)…
nos informa de Sus acciones y creaciones, y nos describe la Resurrección y
sus horrores, y al Paraíso e Infierno, y es como si los estuviéramos viendo.
Pero en el caso de 'ilm Al Kalâm, lo más que nos presenta es una fe descrita de la forma más
resumida, sin cualquier detalle en absoluto.
No existe conciliación total entre la religión y la filosofía, porque son dos metodologías diferentes,
desde el comienzo hasta el final, en sus métodos y estilos, en la influencia que ejercen, y - sobre todo
- en sus orígenes y fuentes.
El Islam no necesita que nada ni nadie lo quiera completar o perfeccionar, porque ha sido hecho
perfecto por el Omnisapiente, el Omnisciente,:
[Es inalterable y no ha sido negado [por ningún libro] que le precediera [ni
podrá ser refutado por ningún libro] que le suceda porque ciertamente es
una revelación del Sabio, Loable.] (Corán 41:42)
Cualquier otra cosa es falsa, o es verdad mezclada con falsedad. El Islam no vino para ser gobernado
por las ideas de las personas; más bien vino para gobernar la vida de los seres vivientes y a corregir
las creencias e ideas desviadas.
Si se mezcla con algo más, esto lleva a la confusión; confusión por la que Allâh reprochó a la Gente
del Libro cuando dijo:
[¡Oh, Gente del Libro! ¿Por qué mezcláis la verdad con lo falso y ocultáis la
verdad que conocéis? ] (Corán 3: 71)
2) La actitud de los estudiosos para con la filosofía
Los estudiosos se opusieron a las tendencias que llaman hacia mezclar los
temas de la ‘aqîdah - la creencia - con la filosofía y 'ilm Al Kalâm. Los
pioneros de esta tendencia son los llamados "filósofos del Islam," como Ibn
Sînâ (Avicenna), y fue contra las opiniones influenciadas por la filosofía de
estas personas que los sabios se opusieron.
Los más grandes estudiosos eran de dos tipos: un grupo estaba compuesto
de aquéllos que notaron el peligro de esta idea desde el primer momento y
se resistieron a esta tendencia desde su inicio, como el Imâm Ahmad y el
Imâm Ash-Shâfi'î (que la misericordia de Allâh sea con ambos). Ash-Shâfi'î
dijo que aquellos que estudian 'ilm Al Kalâm deberían ser castigados y
reprendidos fuertemente por haber abandonado al Corán y la Sunnah por
'ilm Al Kalâm.
El otro grupo está compuesto de estudiosos que siguieron los pasos de los filósofos y cuyos esfuerzos
fueron consumidos siguiendo sus métodos. Muchos de estos estudiosos no comprendieron lo que
estaba pasando hasta que alcanzaron los últimos años de sus vidas. Muchos de estos eruditos cuando
descubrieron el error que habían cometido y todo el tiempo que habían perdido con la filosofía
sintieron un gran pesar y se lamentaron mucho. Se arrepintieron pidiéndole perdón a Allâh y se
preocuparon en advertir a aquellos que vinieron después de ellos de su error, previniéndolos de seguir
el camino de la desviación.
Entre este grupo esta Muhammad ibn Omar Ar-Râzî quien dijo en su libro
Aqsâm Al Ladhdhât [12]:
Y leamos donde niega cualquier similitud entre los atributos humanos y Sus
atributos:
"Pasé toda mi vida estudiando en las diferentes escuelas de filosofía, estudiando todas sus opiniones.
Y no vi en ellas sino gente confundida o sumergida en un gran pesar."
Abû Hâmid Al Gazâlî (que la misericordia de Allâh sea con el) fue uno de
aquéllos que se pasaron un largo tiempo examinando y estudiando 'ilm Al
Kalâm, moviéndose de un grupo a otro, hasta que al final de su vida se
encontró vacilante y desconcertado sobre los asuntos filosóficos. Él escribió
un libro que tituló Ilyâm Al 'Aûuâm 'an ‘ilm Al Kalâm (Previniendo a las
masas de estudiar 'ilm Al Kalâm. Él consideró como Harâm estudiar la
filosofía excepto en ciertas circunstancias: "La verdad es que 'ilm Al Kalâm
es Harâm salvo para dos tipos de personas."
Antes de concluir este tema, me gustaría decir que lo que nosotros necesitamos son creyentes, y no
filósofos. Necesitamos personas que puedan tratar con las dolencias y problemas de esta ummah, y
los filósofos no pueden hacer eso.
El Profesor Ahmad Amîn (que la misericordia de Allâh sea con él) hizo una
comparación entre el filósofo y el creyente, y el efecto que ambos tienen en
la vida.
"Hay una gran diferencia entre sostener una opinión y creer en algo. Si usted tiene una opinión, ésta
simplemente se vuelve parte de la información que usted ha retenido; pero si usted cree en ella, ésta
fluye en su sangre y se introduce profundamente en su corazón y mente."
El filósofo que tiene una opinión o idea dice: ‘Yo pienso que esto es correcto pero en realidad puede
que sea incorrecto; esto es lo que la evidencia indica hoy, pero mañana la evidencia puede indicar lo
contrario; Puedo estar equivocado sobre esto como puede que tenga razón’
El que sostiene una idea u opinión es indiferente. Si lo que él piensa se demuestra correcto, él
simplemente sonríe discretamente, y si no se demuestra correcto, no le importa, porque él ya ha
tomado la precaución de mencionar que aunque él cree que su opinión es correcta, puede que este
equivocado, y que la opinión de la otra persona que él cree esta equivocada, puede que sea correcta.
En cambio el creyente es caluroso y entusiástico, y no se siente satisfecho a menos que cumpla los
postulados de su creencia.
Aquel cuya opinión es filosófica puede cambiar de opinión fácilmente y
adoptar nuevas ideas, porque él sólo sigue la evidencia, o a sus propios
intereses cuando estos vienen en forma de evidencia. En cambio la mejor
manera de describir la posición del seguidor de una creencia es la manera
en que el Mensajero (que la Paz y Bendiciones de Allâh sean con él)
describió su resolución ante la adversidad al decir: "Si colocaran el sol en
mi mano derecha y la luna en mi izquierda, para hacerme desistir de aquello
que he traído (el Islam), no lo haría."[17]
[10] Muchos estudiosos de la teología escolática (‘ilm Al Kalâm) y filósofos cometen el error de
pensar que le Corán y la Sunnah son meramente narrativos, y que no presentan evidencias racionales.
Pero la realidad es que le Corán representa toda la evidencia necesaria para enseñar el ser humano
acerca de Allah y Su Unicidad, con información que el ser humano jamás podría alcanzar por sí
mismo.
[11] Maymû Al Fatâûa de sheik Al Islam Ibn Taîmîah 4/50
[12] Ibn Al Qaîim, As Saûâ’iq Al Mursalah, pág. 7; Ar Râzî, I’tiqâdât firaq Al Muslimîn
[13] Sheîj Al Islam Ibn Taimiah, Al Fatua Al Hamauiîah Al Kubrá, pág. 7.
[14] Ash Shihristânî, Nihaiat Al Iqdam fi Ilm Al Kalâm, pág. 3.
[15] Maymû Al Fatâûa sheik Al Islam Ibn Taîmîah ver Al Fatua Al Hamauiîah, pág. 7.
[16] Es decir, la creación simple y clara, tomada del Corán y la Sunnah, pura y sin ningún tipo de
influencia.
[17] Este Hadiz es da’if, y fue narrado por At Tabaraní en su libro Târîj (2/326) y por Al Baîhaquî en
Dala’il An Nubûuah (2/187), de Ibn Isaac. En su isnad (cadena de narradores) es munqati’
(incompleto o discontinuo). Ver As Sîrah An Nabaûîiah de Ibn Hisham, 1/330
[18] Ahmad Amin, Faríd Al Játir, citado de Al Iìmân ual Haîat, pág. 22 de Al Qaradâûî
5. LA METODOLOGÍA DE LOS SABIOS PARA LA AFIRMACIÓN
DE LAS CREENCIAS
1. Decir que no pueden usarse los ahâdîz al âhâd para confirmar la ‘aqîdah
es una opinión innovadora que carece de fundamento en la sharî'ah. Este
tipo de opinión es totalmente rechazada.
5. Las pruebas que indican que es un deber aceptar las evidencias del Corán
y la Sunnah se refieren a la ‘aqîdah y a los preceptos legales (ahkâm).
Particularizar que estas pruebas mencionadas en los ahâdîz al âhâd se
refieren solamente a los ahkâm y no a la ‘aqîdah carece de total
fundamento.
8. Esta opinión implicaría que debemos dejar de obrar acorde a los ahâdîz
al âhâd en temas de ‘aqîdah y obras, porque si nosotros los rechazamos
para basarnos en temas de ‘aqîdah ¿cómo podemos aceptarlos para
basarnos en los ahkâm?
5. Todos los milagros del Profeta aparte del Corán, como la partición de
la luna. Aunque esto se menciona en el Corán, ellos lo interpretan de una
manera que contradice a los ahâdîz correctos (al sahîh) que claramente
mencionan que la luna se partió en dos.
12. La fe en la balanza divina, la cual posee dos platos (donde se pesarán las
obras de las personas) en el Día de Resurrección.
17. La fe en el designio y decreto divino (al qadâ' ual qadar), sea bueno o
malo, y que Allah ha predestinado para cada persona si él será feliz o infeliz
(si merecerá ir al Paraíso o al Infierno), su sustento y cuánto tiempo él
vivirá.
18. La fe en que el cálamo ha escrito todas las cosas.
Al Safârîni narró que Ishâq Râhauaih consideró que quienes rechazan los
ahâdîz al âhâd son incrédulos. La opinión más correcta es que ellos no son
incrédulos. Pareciera que los consideró incrédulos observando a los ahâdîz
que se deben aceptar unánimemente por la nación y que el consenso de los
sabios los consideró sahîh.
Nosotros decimos que ellos no son incrédulos, pero quien rechace los
ahâdîz sahîh del Mensajero y no los utiliza para fundamentar temas
relacionados con la ‘aqîdah está claramente equivocado, y se teme que se
descarríen debido a su rechazo de estos ahâdîz, y Allah pudiere enviarles
desgracias y desviarlos definitivamente, dice el Altísimo: [Y que aquellos
que desobedezcan las órdenes del Mensajero de Allah [y rechacen su
Mensaje] estén precavidos, no sea que les sobrevenga una desgracia o les
azote un severo castigo] (24:63)
Ésta es la metodología correcta
¿Qué efecto produjeron las aleyas del Corán en Umaiiah bin Jalaf, Al
Ualîd bin ‘Utbah, y otros, a pesar de su gran incredulidad y enemistad?
La respuesta a estas personas es que los árabes escuchaban las aleyas que se
les recitaba y penetraba lo más profundo de su corazón porque eran árabes
que entendían mejor los significados de las aleyas, y no había ninguna
barrera entre ellos y el significado de las mismas.
Por lo tanto, los que saben el Corán deben ocuparse de explicar sus
significados en un nivel comprensible para todos. Ellos tienen que lograr
poner a las personas en contacto con el Corán y al Corán con las personas,
explicarles sus significados, y renovar los significados de este Libro en sus
corazones, para que otra vez puedan apreciarlo y sentirlo… y que sus
significados alcancen también a quienes no creen y quienes niegan esta
manera de hacerlo llegar.
Nosotros ya hemos explicado que el Corán contiene evidencias que se
dirigen a la mente y aplaca la sed del corazón; no se trata meramente de
historias.
Los enemigos de Allah y aquellos de esta nación que han sido engañados
intentan transformar esta metodología, recurriendo a la difusión del
acercamiento con las demás religiones, realizando congresos y seminarios
con este propósito.
Nosotros podemos decir que estas personas tenían una excusa si ellos
asistieron y dijeron lo que el Corán dice: [Di: ¡Oh, Gente del Libro!
Convengamos en una creencia común a nosotros y vosotros: No
adoraremos sino a Allah, no Le asociaremos nada y no tomaremos a nadie
de entre nosotros como divinidad fuera de Allah. Y si no aceptan decid: Sed
testigos de nuestro sometimiento a Allah] (3:64)
Ellos deben explicar la falsedad de sus creencias de buena manera, y
explicarles la Verdadera religión, estableciendo así una prueba contra ellos,
y no pretender su amistad, y hacer cumplidos a sus creencias falsas y
aceptarlos con los brazos abiertos.
LA FE EN ALLAH
Nos informa sobre las personas de fe y cómo los ennobleció en este mundo,
y cómo los afirma, por haber creído, en la otra vida, ésta es la recompensa
de las personas que creen en Allah.
2. El estudio de las aleyas Coránicas que hablan sobre Allah, Su ser, Sus
Nombres, Sus atributos y Sus acciones.
Tercero: Afirmar que Allah es el Único que debe ser adorado, sin
copartícipe alguno, y desechar todo lo que se adora en vez de Él.
La respuesta es: que la fitrah (el instinto natural) llama al hombre a volverse
hacia su Creador, pero el hombre esta rodeado por muchas otras influencias
que lo hacen desviarse hacia el culto de otros dioses.
Los padres, escritores, maestros y otros, inculcan en las mentes de los niños
ideas que cambian y contaminan esta fitrah, colocando un velo entre éstos y
la fitrah imposibilitándolos de reconocer la verdad.
El Mensajero (que la Paz y las Bendiciones de Allâh sean con él) confirmo
con sus palabras la veracidad de esta afirmación. En Sahîh Al Bujârî y
Sahîh Muslim se informa que Abû Huraîrah (que Allâh este complacido con
él) dijo que el Mensajero de Allâh dijo: ' Cada niño nace en un estado de
fitrah, son sus padres los que después lo convierten en judío, cristiano o
zoroastriano. '"[2] El Profeta no dijo que ellos lo convierten en musulmán,
porque el Islam (la sumisión total a la voluntad divina) está en armonía con
el fitrah.
Puede que alguien argumente: ¿Quiere esto decir que si nosotros dejásemos
a un niño libre de las influencias que afectan su fitrah, éste llegaría a ser un
monoteísta, conciente de su Señor? La respuesta es que aún si los demonios
humanos lo dejan solo, y no contaminan su fitrah, los demonios entre los
Yinn (Ash-Shaiâtîn) nunca lo dejarán solo, ya que Shaîtân (Satanás)
prometió que descaminaría a los hijos de Adán:
(Dijo [Iblîs (Satanás)]: ¡Juro por Tu poder que les descarriaré a todos,
Cada persona tiene un compañero (qarîn) de entre los Yinn (genios) que lo
insta y anima a hacer el mal. En el Corán dice:
Nadie puede estar a salvo de esto a menos que se vuelva hacia Allâh
buscando refugio.
Del mal del susurrador [Satanás] que huye [cada vez que Allâh es
invocado],
Muchos hemos oído de como los pasajeros de un avión que estaba cayendo
o que se encontraba experimentando fuertes sacudidas oscilando de un lado
a otro, y ante la incapacidad del piloto de salvarlos -o de salvarse a si
mismo- se volvieron hacia su Señor. Su ateísmo desapareció y elevaron sus
plegarias a gritos, y sus corazones se volvieron hacia su Señor en completa
sinceridad. No había espacio para el shirk (politeísmo) y el ateísmo ante
semejante prueba espantosa.
Los árabes con los que se confrontó el Mensajero de Allâh (que la Paz y las
Bendiciones de Allâh sean con él) reconocían y afirmaban la existencia de
Allâh y que Él Solo es el Creador del universo. Ellos también creían que
solo Él era el Proveedor y que solo Él podía beneficiar o perjudicar… pero
ellos adoraban a otros junto con Él, y no le consagraban la adoración.
Sin duda que dirán: Allâh. Diles: ¿Cómo entonces desvariáis [y os apartáis
de la verdad]? ) (Corán 23: 84-89)
Es bien sabido que los Árabes veneraba al Ka'bah (el primer santuario
erigido para adorar a Allâh) y peregrinaban hacia el Ka’bah durante el
Hayy, etc.
Esta idea se ha extendido por todas partes, libros enteros han sido escritos
sobre élla y ésta ha dado lugar a una filosofía que es tema de estudio en los
diferentes círculos intelectuales. Sus defensores han intentado desarrollarle
una metodología científica y presentar pruebas que la soporten.
[1] Incluso los comunistas, quiénes quisieron librarse del culto a los dioses – como alegaban – le
rendían culto al fundador de su partido (Lenín), así pues los veíamos visitando y agachando sus
cabezas en humildad ante su cuerpo preservado en la Plaza Roja durante el aniversario de su muerte.
Ellos lo habían hecho un dios; ¡en lugar de rendirle culto al Creador del hombre ellos le rendían culto
a un hombre muerto!
Hoy en día, los otrora defensores del Comunismo acabaron con su propio partido, destronando a sus
líderes y desligándose del cuerpo de su fundador así como lo hicieron con sus creencias e ideas.
[2] Bujârî, 3/245, no. 1385; también lo narro Muslim, 4/2047, no. 2658.
[3] Es decir que Satanás y sus huestes se encuentran acechando y susurrando al ser humano
constantemente, así como la sangre que fluye constantemente por el cuerpo.
[6] Los Yinn (Genios) pueden ser creyentes o incrédulos (kuffâr). Los Yinn incrédulos son demonios
(Shaiâtîn).
[7] Lit. “Licito”. El hadîz indica que todas las cosas con las que Allâh ha agraciado a sus siervos son
licitas (es decir que su utilización y el beneficiarse de ellas esta permitido) en su origen. Se exceptúa
de esta regla todo aquello que ha sido prohibido por los textos del Corán y la Sunnah.
El Corán les dice: ustedes existen, y no pueden negar esto; los cielos y la
tierra también existen, no hay la más mínima duda al respecto. El más
simple sentido común nos indica que las cosas que existen deben tener una
causa para su existencia. El pastor de camellos en el desierto sabe esto. Él
sabe que: "La presencia de estiércol de camello indica la existencia de un
camello y la presencia de pasos indica que alguien caminó. Por lo tanto, los
cielos con sus estrellas y la tierra con sus montañas y valles deben indicar la
existencia del Omnisapiente, Omnisciente". Los más grandes científicos
que investigan la vida y los seres vivientes también saben esto.
Hace unos años, las arenas de (cierta parte del) desierto Rub' Al Jâlî fueron
azotadas por fuertes vientos dejando al descubierto las ruinas de una ciudad
que había sido sepultada por las arenas. Los arqueólogos empezaron a
examinar las ruinas de la ciudad para intentar determinar el periodo en que
ésta había sido construida. Ni uno solo de los arqueólogos sugirió que esta
ciudad pudiera haber aparecido como resultado de las acciones naturales del
viento, lluvia, calor y frío, y no así por la acción del hombre.
¿Por qué? Porque la nada no puede crear algo, lo cual simplemente es una
cuestión de sentido común, y una cosa no puede crearse a si misma.
Es extraño que (todas) las personas estén seguras que la ciudad no pudo
originarse sin un creador, y que ésta no pudo construirse a si misma, así
como están seguros que alguien bebió haber llevado la piedra al techo del
edificio, pero aún así entre ellos hay quienes insisten en que este universo
vino a existir sin un creador, siendo que la estructura del universo es
infinitamente más compleja que la de la ciudad.
(Por cierto que la creación de los cielos y la Tierra es más grandiosa que la
creación de los hombres …) (Corán 40: 57)
Cuando estos negadores se ven confrontados con lógica científica que apela
a sus intelectos, no tienen sino dos opciones: aceptar la evidencia o
rechazarla obstinadamente.
Ésta es la evidencia con la que los eruditos del Islam todavía están
confrontando a los negadores. Uno de los eruditos fue abordado por algunos
de estos ateos que niegan al Creador. Él les preguntó: ¿Qué dirían ustedes
sobre un hombre que les dice: “He visto un barco sobrecargado, lleno de
mercancías, en el medio del océano, siendo azotado por las olas y vientos, y
a pesar de todo esto éste se encuentra navegando tranquilamente y
siguiendo su curso, sin marineros que lo controlen o dirijan.” ¿Les parece
esto algo racional?
Al Bujârî narró en su Sahîh que Yubaîr ibn Mut'im dijo: "Oí al Mensajero de
Allâh (que la Paz y las Bendiciones de Allâh sean con él) recitando Sûrat
At-Tûr durante la oración del Magrib (el ocaso). Cuando él alcanzó el
pasaje que dice:
Al Baîhaqî dijo: Abû Sulaîmân Al Jattâbî dijo: "La razón de que él se haya
conmovido así al oír estas aleyas es su perfecto entendimiento del
significado de las mismas y la fuerte evidencia que contienen lo cual toco
su naturaleza sensible, y que su inteligencia supo reconocer…"
(…Dijo Abraham: Por cierto que Allâh hace que el sol salga por el oriente,
haz tú que salga por el occidente… ) (Corán 2: 258)
Supongamos que alguien diga, "Yo mismo me creé". ¿Podrá alegar también
que creó los cielos y la tierra? Si la nada no creo los cielos y la tierra, y si
los cielos y la tierra no se crearon a si mismos, y si estas personas no
pueden alegar que ellas los crearon, entonces inevitablemente debe haber un
Creador que creó todo eso, y este Creador es Allâh, glorificado y exaltado
sea.
Una verdad simple que la razón no tiene más opción que admitir
Jân cita a otro científico que denunció esta opinión diciendo: "La idea que
la vida se originó como el resultado de un accidente es como decir que una
explosión accidental en una imprenta podría originar como resultado un
diccionario."
Jân también afirma: "Las Matemáticas mismas, que nos han dado el
concepto de las probabilidades, afirman que es matemáticamente imposible
para este universo el haberse originado por accidente."
Analicemos este ejemplo que Ûahîd Uddîn Jân cita del estudioso americano
Christie Morrisson que explica la imposibilidad de que el universo se haya
originado por accidente. Él dijo: "Tome diez monedas, y escriba en ellas los
números del uno al diez, introdúzcalas en su bolsillo y mezclelas bien,
después intente sacarlas de su bolsillo (una por una) en un orden numérico
ascendente (es decir, del uno al diez). La probabilidad de que usted saque la
moneda en que esta escrito el numero uno en el primer intento es de uno en
diez. La probabilidad de que saque todas las diez monedas en el orden
numérico deseado (1, 2, 3, 4…) es de uno en diez mil millones."[6]
Basándonos en esto, ¿cuánto tiempo tomaría para que este universo tome su
forma actual si se hubiera originado por accidente? Si quisiéramos calcular
esto de la misma manera (que calculamos el orden de las monedas), no
podríamos imaginar o calcular los números, y peor aún comprenderlos.
Vides, hierbas,
Olivos, palmeras,
Frondosos huertos,
Frutos y forraje
¿Cómo podría el ser humano haber sido creado y formado por accidente,
siendo que su comida es creada de tal perfectamente planeada manera que
requiere la cooperación de los cielos y la tierra? Allâh el Exaltado, describió
acertadamente al hombre como:
Si dicen que todo eso se creo por accidente, nosotros les decimos que
sabemos con seguridad que no hubo accidente alguno involucrado en la
creación del universo. Ya hemos explicado esto anteriormente.
Una de las cosas que ayudaron extender esta nueva idolatría (la opinión de
que la naturaleza es el creador) fue la observación de los científicos de la
aparición de gusanos en los excrementos humanos y animales, y la
formación de bacterias que se comen los alimentos y hacen que se pudran.
Los científicos dijeron que éstos son seres vivientes generados
exclusivamente por la naturaleza.
Ûahîd Uddîn Jân dice: "Los hombres de la antigüedad sabían que la lluvia
venia del cielo y hoy en día nosotros sabemos todo sobre cómo el agua se
evapora del mar hasta que las gotas de lluvia caen sobre la tierra (el ciclo
del agua). Todo esto no es sino una descripción de lo que pasa, pero no es
en sí mismo una explicación. La ciencia no nos dice cómo es que estos
fenómenos se volvieron leyes, o cómo es que estos se dieron entre el cielo y
la tierra de esta forma tan beneficiosa e impresionante. Es de estos
fenómenos que los científicos derivaron estas leyes.
La naturaleza no explica nada (acerca del origen del universo), sino que ella
misma está en necesidad de ser explicada. Analicemos este debate que
podría tener lugar entre un hombre inteligente y un doctor prominente en su
campo:
Interrogador: Perfecto, pero ¿de dónde vienen estas células que transportan
la hemoglobina?
Interrogador: Pero ¿por qué es que estas fuerzas siempre producen el mismo
resultado? ¿Cómo es que las cosas son reguladas para que los pájaros
vuelen en el aire, los peces vivan en el agua y los hombres vivan en este
mundo con todos sus asombrosos potenciales y capacidades?
Hay aquéllos que dicen que la naturaleza es una fuerza que creó el universo,
y que es una fuerza viviente, oyente, vidente, sabia y poderosa… Lo que
dicen es correcto por un lado e incorrecto por otro, el error esta en que ellos
llaman a esta fuerza de "naturaleza". Esta fuerza creativa e innovadora nos
ha enseñado el nombre por el que merece ser llamada, y ése nombre es
"Allâh" o Dios. Allâh nos ha enseñado Sus bellos nombres y sublimes
atributos, por lo tanto debemos llamarlo por los nombres con los que Él se
ha llamado, Exaltado y Elevado sea.
(2) La selección Sexual. Este postulado indica que tanto los machos como
las hembras de cada especie dan preferencia, al aparear, a los especímenes
más fuertes, para que las características de los más fuertes sobrevivan y que
las características de los más débiles sean eliminadas debido a la renuencia
de los otros a aparear con ellos.
(3) Cada vez que una nueva característica surge es heredada por la
descendencia.
(1) Darwin dice que hay una ley cuyo objetivo es el exterminio y extinción
de los seres vivos para que sólo los más fuertes o aptos sobrevivan y
‘pasen’ sus características a sus descendientes, hasta que las características
fuertes se combinen para formar una nueva especie. Ciertamente hay una
ley cuyo objetivo es la aniquilación de todos los seres vivos, fuertes y
débiles por igual, ya que Allâh ha decretado la muerte para todos los seres
vivientes. Pero hay también una ley paralela, una simbiosis entre los seres
vivientes y su medio ambiente, porque cuando Allâh creó la vida, también
creó los medios para mantenerla. Así pues, vemos como el sol, los océanos,
el viento, la lluvia, las plantas, la gravedad y otras muchas creaciones
cooperan para mantener la vida humana y animal.
(2) La selección natural, la tendencia de aparear solo con los individuos más
fuertes lo que motiva la extinción de los individuos más débiles, no es
prueba de que haya ocurrido evolución en esa especie. Lo qué entendemos
de ésta situación es que individuos más fuertes de una especie dada
sobreviven mientras que los especimenes más débiles desaparecen.
Estos rayos pueden afectar a los genes, pero este efecto en realidad
distorsiona (deforma) en vez de mejorar, como pasa en el caso de los rayos
atómicos (la radiación). Esto además del hecho que la ciencia de la genética
refuta la teoría de Darwin, como nos lo demuestra la experiencia. Los
judíos, y los musulmanes, han estado circuncidando a sus hijos durante
siglos, pero esto no ha llevado a que alguno de sus niños nazca ya
circuncidado. Mientras más se adelanta la ciencia, la teoría de Darwin
demuestra estar más y más equivocada.
(4) Las ranas se distinguen del hombre por su habilidad de vivir tanto en la
tierra como en el agua. Las aves se distinguen del hombre por su habilidad
de volar y su velocidad de movimiento. El olfato de un perro es más
sensible que el de un humano - ¿es el olfato del perro más adelantado que el
del ser humano? ¿Son las ranas y aves más adelantadas que los humanos en
algunos aspectos? Los ojos del camello, el caballo y el asno ven claramente
tanto de día como de noche, mientras que los ojos humanos son incapaces
de ver en la oscuridad. La visión de un águila es más aguda que la del
humano. Entonces, ¿Son las águilas y asnos más adelantados que el
hombre? Si tomamos a la autosuficiencia como base de la superioridad,
entonces las plantas son superiores al hombre y a todos los animales,
porque ellas fabrican su propio alimento y no necesitan que las alimenten.
Éstas son algunas de las opiniones de los científicos que se oponen a esta
teoría citadas por el Prof. Ibrâhîm Hûrânî: "Los científicos no han podido
demostrar la teoría de Darwin; de hecho ellos la han refutado y
criticado…". Entre ellos están los científicos Nechel y Dallas cuyos
comentarios pueden resumirse como sigue: "La evolución por selección
natural no puede aplicarse en el caso del hombre; éste sólo puede haber sido
creado directamente."
Otro científico, Farkho, dijo: "Se nos hace claro de la vida real que hay una
diferencia grande entre humanos y monos. No podemos decir con seguridad
que el hombre desciende de los monos o de cualquier otro animal, por lo
que no debemos decir tal cosa."
Tyndall, que era como Haeckel, dijo: "Indudablemente aquéllos que creen
en la evolución no están al tanto del hecho que esta está basada en
principios que no han sido demostrados (es decir, son principios
hipotéticos). Es obvio que la teoría de Darwin necesita cambios."
Por todas estas razones, lo que Darwin dijo sobre la evolución es llamado
de ‘la teoría de la evolución’. Para los científicos, hay una gran diferencia
entre una teoría y un hecho o ley. Según su terminología, una teoría es algo
que puede ser verdadero o falso, mientras que un hecho o ley es algo que no
puede ser falso.
¿Cómo es que las personas son tan audaces e insolentes al hablar sobre sus
orígenes siendo que no fueron testigos del momento de la creación?
Abû Mûsâ Al Ash'arî dijo: "Oí al Mensajero de Allâh (que la Paz y las
Bendiciones de Allâh sean con él) dijo: ' Allâh creó a Adán de un puñado de
tierra que Él recogió de toda la Tierra, es por eso que los hijos de Adán
varían como la tierra varía; algunos son rojos, algunos son blancos, algunos
son negros, y algunos son de colores intermedios[13], algunos son afables,
otros son difíciles, algunos son malos y otros son buenos."[14]
(Y Allâh creó todo ser vivo a partir de agua…) (Corán 24: 45)
(Dijo Allâh: ¡Oh, Iblîs! ¿Qué te impide hacer la reverencia ante lo que creé
con Mis manos?… ) (Corán 38: 75)
Allâh, el Elevado, nos informa acerca del lugar dónde lo hizo morar
después de haberlo creado:
(Y enseñó a Adán los nombres de todas las cosas, luego se las expuso a los
Ángeles y dijo: Decidme sus nombres, si es que decís la verdad.
Dijo: ¡Oh Adán! Infórmales sus nombres..) (Corán 2: 31-33) Abû Huraîrah
(que Allâh este complacido con él) dijo: El Mensajero de Allâh (que la Paz
y las bendiciones de Allâh sean con él) dijo: "Cuando Allâh creó a Adán e
insufló en él Su Espíritu, Adán estornudó y dijo, 'Al Hamdu lillâh (alabado
sea Allâh), ' alabando a Allâh por Su permiso. Su Señor le dijo, ' Que Allâh
tenga misericordia de ti, Oh Adán. Ve hacia esos ángeles – un grupo de
ángeles que estaban sentados- 'y diles, As-Salâmu 'alaîkum. ' Ellos dijeron,
"Wa 'alaîk As-Salâm ûa rahmatullâh."[16]
Este primer hombre era Adán que es el padre de todas las personas. De
Adán, Allâh, el Omnipotente, creó a su esposa Hauâ' (Eva),
Esta idea acerca del hombre de la antigüedad que fuera y es enseñada por
los estudiosos y profesores de historia, que lo presentan como un salvaje
que no puede hablar y no puede hacer nada bien, que aprende de los
animales, ha desacreditado el noble origen del hombre.
Conclusión
Debemos poner fin a esta derrota intelectual que ha hecho que nos
apresuremos en aceptar cada cosa nueva sin detenernos a pensar. Sólo nos
damos cuenta de nuestros errores cuando aquéllos que los originaron y
difundieron perecen.
[5] Huxley es un pensador y escritor ateo autor del famoso libro Man Stands Alone. Allâh hizo que
uno de sus propios compatriotas, A. Christie Morrisson, el director de la New York Academy of
Science y miembro anterior del Comite Ejecutivo del US National Research Council, escribiera el
valioso libro Man Does Not Stand Alone para refutar a Huxley. Este libro ha sido traducido al árabe
bajo el titulo Al-‘Ilm iad’u ilâ Iîmân (La Ciencia llama hacia la fe).
[7] Este tema será tocado cuando analicemos los signos de Allâh en el universo, in shâ Allâh (si Dios
quiere).
[14] Ahmad, At-Tirmidhî y Abû Daûud (Mishkât Al Masâbîh, 1/36, no. 100).
[16] At-Tirmidhî, Mishkât Al Masâbîh, 2/542, no. 4662. El editor de Al Mishkât dijo: Fue clasificado
como Sahîh por Al Hâkim y Adh-Dhahabî lo secundó. Y lo que ambos dijeron es correcto.
[17] Bujârî, 6/362, no. 3326; Muslim, 4/2183, no. 2841. esta redacción es del Bujârî.
INTRODUCCIÓN
Ya hemos afirmado que el Corán trata este asunto de dos maneras para
confirmar esta gran realidad:
El Corán nos lleva en un viaje a través de los confines del universo y las
diferentes partes de la tierra, haciendo una pausa para que reflexionemos
sobre las flores de los prados, elevándonos hasta las estrellas y sus órbitas.
Abriendo de esta manera nuestros ojos y corazones, mientras nos muestra
cómo el poder y decreto de Allâh operan en Su creación, descubriendo para
nosotros los misterios de la creación, guiándonos hacia la sabiduría por
detrás de la creación, y explicando las inmensas bendiciones con las que Él
nos ha agraciado y al universo alrededor nuestro.
He estudiado mucho acerca de lo que la ciencia y los científicos han descubierto sobre todos los
aspectos de la vida, explicando los misterios de la creación y cómo la creación indica la existencia
del Creador, pero nunca he encontrado algo como las bellas descripciones que da el Corán, con tanto
detalle que estimula las emociones y que guían al corazón, alcanzando conclusiones precisas. ¿Y
cómo podría ser de otra manera, siendo que es la revelación del Omnisapiente, el Más digno de
Alabanza?
Hace que el alba despunte, dispuso que la noche sea para descansar, e hizo
que el sol y la luna os sirvan para computar [el tiempo]. Esto es el decreto
del Poderoso, Omnisciente.) (Corán 6: 95-96)
(¿Acaso no observas que Allâh impulsa las nubes lentamente, luego las
agrupa hasta formar cúmulos, y después ves caer la lluvia de entre ellas?
¿Acaso no reparas que Allâh hace caer del cielo granizo con el que azota a
quien quiere y protege de él a quien Le place, cuando sólo el resplandor del
relámpago podría enceguecerles?.) (Corán 24: 43)
(Di: ¡Oh, Allâh, Soberano del Reino! Tú concedes el poder a quien quieres
y se lo quitas a quien quieres, dignificas a quien quieres y humillas a quien
quieres. En Tus manos está el bien. Allâh tiene poder sobre todas las cosas.
(Él es Quien creó para vosotros todo cuanto hay en la tierra…) (Corán 2:
29)
Y él no nos dice esto sólo a manera de información; sino que nos explica el
sometimiento que Allâh ha creado en el universo:
(¿Acaso no veis que Allâh os sometió todo cuanto hay en los cielos y en la
Tierra…) (Corán 31: 20)
La creación de las estrellas nos ayuda a guiarnos por la noche, ya sea que
viajemos por tierra o por mar:
(Y Él es Quien ha creado las estrellas para que vosotros podáis guiaros por
ellas (cuando os encontráis viajando] en las tinieblas de la tierra y del mar.
Por cierto que hemos evidenciado los signos para quienes reflexionan.)
(Corán 6: 97)
La tierra y el cielo, la caída de lluvia del cielo, las naves que navegan en el
mar, los ríos que fluyen a lo largo de la tierra, el sol y la luna, la sucesión de
la noche y el día… todo esto ha sido creado para nuestro beneficio:
(Allâh es Quien creó los cielos y la Tierra e hizo descender la lluvia del
cielo con la que hace brotar los frutos para vuestro sustento. Él os sometió
las naves para que con ellas surquéis el mar por Su designio, y os sometió
los ríos [para que os beneficiéis de ellos].
También sometió el sol y la luna, que siguen su curso incesantemente, y dispuso que la noche suceda
al día.
El Corán habla en detalle sobre las bendiciones con las que Allâh, el
Omnipotente, ha agraciado a Sus siervos:
(Él creó a la Tierra como un lecho [propicio para que la habitaseis], y puso
en ella caminos, para que pudierais orientaros y transitarla.
Él hace descender agua del cielo en la justa medida, y así vuelve a dar vida a un territorio árido; de la
misma manera seréis resucitados.
Él creó todas las especies [de a pares], y os sometió las embarcaciones y los
animales que montáis.… ) (Corán 43: 10-13)
Él, el Omnipotente, ha creado el sol y la luna para nosotros de una manera que sirve nuestros
intereses y nos beneficia:
(Él es Quien hizo que el sol tuviese luz propia y determinó que la luna
reflejase su luz en distintas fases para que podáis computar el número de
años y los meses…) (Corán 10: 5)
Llevan vuestras cargas a lugares que vosotros no podríais llegar sino con mucha dificultad. Por cierto
que vuestro Señor es Compasivo, Misericordioso.
Y [creó] los corceles, las mulas, los asnos como montura y para que os
luzcáis con ellos. Y creó muchas otras cosas que no conocéis.) (Corán 16:
5-8)
(Él es Quien ha sometido el mar para que podáis comer de él carne fresca y
extraer adornos para engalanaros. Las naves pueden surcarlo, y vosotros
podéis beneficiaros con esto para procurar la gracia de Allâh [vuestro
sustento]. ¿Por qué no sois agradecidos?) (Corán 16: 14)
Allâh, elevado sea, creó a las abejas, las cuales producen para nosotros
deliciosa miel, que nos alimenta y es una fuente de curación para el
hombre,:
(Tu Señor les inspiró a las abejas: Habitad en las moradas que hayáis
construido en las montañas, en los árboles y en las que el hombre os
construya.
(Di: Observad lo que hay en los cielos y la tierra.) (Corán 10: 101) - y en
términos específicos:
El Corán usa los fenómenos del universo material como argumentos para
debatir con los mushrikin (los politeístas) y establece la prueba contra ellos:
(¿Acaso los incrédulos no reparan que los cielos y la Tierra formaban una
masa homogénea y la disgregamos, y que creamos del agua a todo ser vivo?
¿Es que aún después de esto no creerán?
Y por cierto que afirmamos las montañas en la Tierra para que no se sacudiera, y dispusimos caminos
para que viajéis por ellos.
E hicimos del cielo un techo, al cual contenemos para que no se desplome [sobre la Tierra], pero los
incrédulos a pesar de ello se niegan a reflexionar en Sus signos.
(Di [¡Oh, Muhammad!]: ¡Alabado sea Allâh! La paz sea sobre Sus siervos
elegidos. ¿Quién es mejor: Allâh o lo que Le asocian?
¿Acaso Quién creó los cielos y la tierra e hizo descender para vosotros agua
del cielo, con lo cual hizo surgir jardines espléndidos cuyos árboles no
hubierais podido hacer brotar vosotros [puede compararse a quien no es
capaz de crear nada de eso]? ¿Acaso puede haber otra divinidad junto con
Allâh? Realmente son desviados.
¿Acaso Quién hizo de la tierra un lugar firme, dispuso en ella los ríos, fijó
las montañas y puso entre los dos mares una barrera [puede equipararse a
quien no es capaz de crear nada de eso]? ¿Acaso puede haber otra divinidad
junto con Allâh? Realmente que la mayoría no saben lo que hacen.
Mûsâ [Moisés (que la Paz de Allâh sea con él)], el hombre que habló con
Allâh, usó el mismo argumento cuando confrontó al tirano de su época,
Fir’aûn (Faraón). Musa se mantuvo produciendo evidencia tras evidencia
hasta que Faraón se quedo sin argumentos, y finalmente recurrió al uso de
amenazas:
Dijo [el Faraón a su pueblo]: En verdad, el Mensajero que os ha sido enviado es un demente [y no
responde lo que le pregunto].
De aquí que el Corán haga una pregunta que indica cuan extraña es la
actitud escéptica de los incrédulos siendo que las pruebas y evidencias son
tan claras:
É
Él os creó en etapas sucesivas.
Después os hará volver a ella [al morir], y os hará surgir nuevamente de ella
[el Día del Juicio]) (Corán 71: 13-18)
(4) Aquellos que se benefician de las señales del universo son los
dotados de intelecto
Éstas son las personas que se benefician de las señales del universo, porque
ellos no se detienen en el límite de las cosas físicas que pueden ver; sino
que ven más allá, ven la Mano que está haciendo funcionar al universo y el
Poder que lo creó. Ellos usan sus ojos, oídos y mentes de la mejor manera
posible en este asunto, y siguen la guía de las aleyas del Corán las cuales
ayudan a que los ojos, oídos y mente comprendan de la mejor manera que
un hombre puede comprender:
(Y entre Sus signos está haberos creado esposas de entre vosotros para que
encontréis en ellas sosiego, y puso entre vosotros amor y misericordia. Por
cierto que en esto hay signos para quienes reflexionan.
Y entre Sus signos está la creación de los cielos y de la Tierra, la diversidad de vuestras lenguas y de
vuestras razas. Por cierto que en esto hay signos para quienes lo comprenden.
Y entre Sus signos está [haberos creado] la noche para que descanséis en ella, y el día para que
procuréis Su gracia [el sustento]. Por cierto que en esto hay signos para quienes escuchan.
Y entre Sus signos está hacer que el relámpago sea para vosotros motivo de
temor y anhelo [de las lluvias] y hace descender agua del cielo para
vivificar con ella la tierra árida. Por cierto que en esto hay signos para
quienes razonan) (Corán 30: 21-24)
Así, las señales se hacen claras para aquéllos que reflexionan, escuchan y
cuyo entendimiento sigue la dirección correcta que los lleva hacia su
objetivo.
Los kuffâr (los incrédulos), por otro lado, observan (sólo) el fenómeno, y
sus pensamientos no van más allá de él, hacia el Creador. Ellos no
entienden la sabiduría detrás de la creación.
Es por esto que no se benefician de las señales universales, pues no las ven
a través del lente del Corán:
[1]
Fî Dhilâl Al Qur’an, Tafsîr Sûrah Qâf, aleya (versículo) 8.
(6) Evidencias en la creación de los atributos del Creador
Si observamos una máquina bellamente diseñada con gran precisión, fuerte y sólidamente construida,
que hace su trabajo de la mejor manera posible, descubriremos, con el mínimo esfuerzo mental, que
su fabricante está vivo y es sapiente, y que tiene poder y voluntad… y otros atributos de los que la
máquina nos informa.
Este universo nos informa acerca de muchos de los atributos de su Creador, tales como:
(…Sabe lo que hay en la tierra y en el mar. No hay hoja que caiga que Él no
lo sepa, ni grano en el seno de la tierra, o algo que esté verde o seco sin que
se encuentre registrado en un libro evidente.) (Corán 6: 59)
Luego vuelve la vista [y observa] por segunda vez [y todas las veces que
quieras] que tu mirada volverá a ti cansada y derrotada [pues no encontrarás
falla alguna por mucho que observes]) (Corán 67: 3-4)
(¿No reparas [¡Oh, Muhammad!] que Allâh envía agua del cielo y con ella
la tierra se reverdece? Allâh es Sutil, Informado.
(¡Oh, hombres! Recordad las mercedes de Allâh sobre vosotros. ¿Acaso hay
otro Creador fuera de Allâh que os sustente del cielo [con las lluvias] y de
la Tierra [con los cultivos]? No hay nada ni nadie con derecho a ser adorado
salvo Allâh ¿Por qué entonces os apartáis? ) (Corán 35: 3)
(Creó los cielos sin columnas, afirmó la Tierra con montañas para que no se
sacuda, diseminó en ella toda clase de animales e hizo descender del cielo la
lluvia para que brote generosamente toda clase de vegetación.
Ésta es la creación de Allâh, mostradme pues, qué han creado otros fuera de
Allâh. Ciertamente los inicuos están en un evidente extravío.) (Corán 31:
10-11)
De esta manera Allâh, el Altísimo, hace que Su creación le recuerde, a
través de las señales universales y la manera en que Él controla todos sus
asuntos. En muchas aleyas del Corán, Dios agrega después del recordatorio:
(Ese es Allâh, vuestro Señor) (Corán 39: 6), es decir, éste es el Dios, el
Único que merece la adoración.
(Creó los cielos y la Tierra con un fin justo y verdadero, hizo que la noche y
el día se suceden ininterrumpidamente, y sometió el sol y la luna haciendo
que cada uno recorra [su orbita] por un plazo prefijado [hasta que llegue el
Día del Juicio] ¿Acaso Él no es Poderoso, Absolvedor?
Mientras que lee estas citas, el lector debe tener en mente las palabras de
Mûsâ (Moisés) a Fir’aûn (Faraón):
(…Nuestro Señor es Quien creó cada cosa con una naturaleza y una forma
particular, y luego dispuso un orden entre ellas.) (Corán 20: 50).
Allâh, el Omnipotente, ha dotado a cada cosa que creó con lo que necesita,
y la ha guiado hacia lo que le conviene. A continuación veremos ejemplos
de esta dotación y guía.
(a) ¿De qué y cómo están conformados los cuerpos de los seres vivos?
Cuando una célula se divide en dos en nuestros cuerpos, cada célula debe
contener el mismo número de cromosomas, es decir, cuarenta y seis. Si este
número es cambiado, el hombre ya no sería hombre. Como hemos
mencionado, esta división de las células esta ocurriendo continuamente,
todas las horas del día, incluso cuando estamos durmiendo. Hasta ahora,
aún no sabemos la naturaleza real de las fuerzas que controlan esta acción
asombrosa de división celular. La ciencia simplemente se limita a describir
las diferentes etapas que se han observado a través de microscopios
regulares o microscopios electrónicos los cuales pueden magnificar el
tamaño de las cosas mucho más que los microscopios regulares."
(c) ¿Por qué las células reproductivas son diferentes a las otras células?
El Dr. Iûsuf dice: "Todas las células que se producen por la división celular
en nuestros cuerpos deben contener cuarenta y seis cromosomas, salvo dos
tipos de células que son las células reproductivas es decir, el esperma
masculino y el óvulo femenino. Cuando las células del tejido se dividen
para producir estas células reproductivas, producen células que no
contienen cuarenta y seis cromosomas; en cambio, estas contienen la mitad
del número, así cada célula reproductiva, ya sea masculina o femenina,
contiene veintitrés cromosomas."
"Esto pasa por una gran razón: la célula masculina (el espermatozoide) debe
unirse con la célula femenina (el óvulo) para formar la primera célula del
cuerpo del embrión, que nosotros llamamos de célula fertilizada, dónde los
veintitrés cromosomas en la célula masculina se unen a los veintitrés
cromosomas en la célula femenina, para que el número de cromosomas en
la nueva célula sea restablecido al número original de cuarenta y seis
cromosomas.
"No podría haber ocurrido por medio del método de prueba y error (que
alega el evolucionismo) que las únicas células que no se dividen son las
células nerviosas que forman el cerebro y el resto del sistema nervioso. Si
estas células se dividieran al igual que otras células, los resultados serían
desastrosos. En este caso las células del cerebro no podrían conservar la
personalidad de una persona y todos los rasgos de su memoria
desaparecerían dentro de unas horas.
(e) La razón de por qué varia la fuerza de los músculos del cuerpo.
Los siguientes músculos más fuertes después de aquéllos del útero son los
músculos de la mandíbula, y el corazón. Los músculos del corazón deben
trabajar continuamente, noche y día, para bombear la sangre alrededor del
sistema circulatorio por un periodo que puede durar más de cien años.
Semejantemente, los músculos de la mandíbula deben permanecer capaces
de juntar los dientes para que mastiquen toneladas de comida durante toda
una vida."
2. CONOCIENDO A ALLAH A TRAVÉS DE LOS TEXTOS DEL
CORÁN Y LA SUNNAH
He citado los textos en la mayoría de los temas, pues son más precisos y
sólidos que los argumentos de quienes simplemente utilizan su limitado
razonamiento humano para intentar comprender la naturaleza de Allah, y
por lo tanto tergiversan los significados claros y evidentes por meras
conjeturas.
Hasta dónde puede la mente humana comprender los atributos de Allah
(a) Atributos que la mente humana jamás podría deducir y comprender por
sí sola, es decir sin ser informado por los textos sagrados, como el caso del
generoso rostro de Allah .
(b) Atributos divinos que la mente humana puede deducir, como los
atributos de Omnipotencia y Sabiduría.
Allah, glorificado sea, tiene un ser o una esencia que se caracteriza por la
perfección y no es limitado. Dice Allah en el Corán describiéndose a sí
mismo:
Su "Yo" (nafs)
Allah en este versículo nos informa que tiene un “yo” y que ha prescrito
para sí mismo la misericordia.
(Tú conoces lo que encierra mi alma, mientras que yo ignoro lo que encierra
la tuya. Tú eres Quien conoce lo oculto.) (5:116)
"Dice Allah: Yo soy con Mi siervo como él cree que soy. Estoy con él
cuando me recuerda. Si Me recuerda a solas lo recuerdo a solas. Si Me
recuerda en una reunión, lo recuerdo en una reunión mejor." [3]
Dice Allah :
Esta posición fue refutada por Ibn Juzaimah, quien dijo: “Ésta afirmación
sólo puede ser hecha por un ignorante en el idioma árabe, porque Allah
dice: (Y sólo el majestuoso y noble rostro de tu Señor ha de perdurar por
siempre) (55:27) y la palabra “rostro” es nominativa (marfû’), mientras que
la palabra “Señor” se encuentra en genitivo (mayrûr)...” [2]
Entre estas obras se encuentra gastar dinero en obras de bien buscando encontrar Su generoso Rostro:
Allah ha descrito a Sus siervos como aquellos que obran buscando encontrar Su generoso Rostro, y
nada más que Su Rostro:
Narró ‘Alî Ibn Abî Tâlib que el Mensajero de Allah solía decir
cuando iniciaba su postración: “¡Oh, Allah! Busco refugio en tu generoso
rostro y en tus perfectas palabras del mal de todo ser que Tú conoces.”
(Allahumma inni a‘ûdhu bi uayhik al karîm, ua bi kalimâtik at tâmmât min
sharri kulli dâbbah anta âjidh bi nâsiatihâ). [3]
[1]
Sahîh al Bujâri bi Sharh Fath al Bâri, 1/519, no. 425; Muslim 1/455
[2]
Sahîh al Bujâri, 13/388, no. 7406
[3]
Yâmi’ al Usûl, 4/271, no. 2263.
[4]
Narrado por Abû Dâûd 3/961, no. 4260. Al Albâni dijo: es una narración Hasan Sahîh. También Ver
al Asmâ' ua as Sifât por Al Baihaqi, 1/306
[5]
Narrado por Ibn Juzaimah en At Tauhîd, pág. 12
[6]
Al Asmâ' ua as Sifât por Al Baihaqi, pág. 308
[7]
Narrado por Muslim, 1/163, no. 180
[8]
Narrado por al Bujâri, 13/423, no. 7444. También narrado en 8/623, no. 4878, con una redacción
similar. Narrado por Muslim, 1/163, no. 180. Narrado por Ibn Juzaimah, también en al Asmâ' ua as
Sifât por Al Baihaqi pág. 222.
Cuando el Profeta oraba durante las noches, decía en sus súplicas: "¡A
Tu disposición, Oh Señor, toda la bondad descansa en Tus manos!"[3]
Allah tiene Sus Manos extendidas
Dijo en Su Libro:
1. Adán
(¿Qué te impide hacer la reverencia ante lo que creé con mis dos manos?)
(38:75)
Según el Hadîz que describe el debate entre Adán y Moisés, este último
dijo: "Tú eres quien Allah creó con Sus Manos insufló en ti Su Espíritu."
[6]
Allah nos informa que creó a Adán con sus Manos, y el Mensajero
Muhammad nos dice que las personas se dirigirán a Adán para que
interceda por ellos, y éstos mencionarán la bendición que Allah le concedió
al crearlo con Sus Manos. El Profeta Moisés también mencionó la
mayor bendición que Allah concedió a Adán. La mención de esta única
característica indica el grado de distinción de Adán sobre el resto de los
seres humanos. Por otra parte, si como alegan aquellos que niegan los
atributos de Allah, el significado de las manos es meramente una metáfora
que alude al poder de Allah, ¿Por qué sería entonces Adán superior al resto
de la humanidad si todos hemos sido creados por el poder de Allah?
Dice en el Corán:
[1]
Narrado por al Bujâri, 13/487, no. 7518
[2]
Narrado por al Bujâri, 11/388. Muslim, 1/201, no. 201
[3]
Narrado por Muslim, 1/534, no. 771
[4]
Narrado por Muslim, 4/2113, no. 5572
[5]
Mishkâh al Masâbîh, 3/69, no. 5572
[6]
Narrado por Muslim, 4/2043, no. 2652
[7]
Sahîh Sunan Abû Daud, 3/891, no. 3934; Sahîh Sunan Ibn Mâyah, 1/20, no. 65
[8] Sahîh al Bujârî, 11, no. 6614; Muslim, 4/2042, no. 2652
[9]
Narrado por Muslim, 1/176, no. 189
[10]
Narrado por Al Bujâri, 8/551, no. 4812; Muslim, 4/2148, no. 2787
[11]
Narrado por Muslim, 4/2148, no. 2788
[12]
Al Asmâ' ua as Sifât por Al Baihaqi, 1/324
[13]
Al Asmâ' ua as Sifât por Al Baihaqi, 1/324
En el libro Sahîh Muslim se registra que 'Abdullah Ibn 'Amr Ibn al 'Âs
oyó al Profeta decir: "Los corazones de los seres humanos se encuentran
entre dos dedos del Misericordioso, y Él los cambia de estado según desea."
Solía el Profeta decir: "¡Oh, Allah! Tú que modificas los corazones,
dirige nuestros corazones hacia Tu obediencia." [2]
[1]
Narrado al Bujâri, 13/393, no. 7414; Muslim, 4/2147, no. 2786
3. Fue narrado que Ibn ‘Abbas dijo acerca del Escabel del Trono (Al
Kursi): “(Su Trono se extiende en los cielos y en la tierra.) (2:255) es el
escabel de los pies”.[4]
[1]
pág. 348
[2]
Sahîh al Bujâri, 8/594, no. 4848, 4849; Muslim, 4/2187, 2188, no. 2848.
[3]
Sahîh al Bujâri, 8/595, no. 4850; Muslim, 4/2186, no. 2846.
Es obligatorio para el musulmán creer en todo cuanto Allah haya mencionado en el Corán.
Dice Allah :
Fue registrado en los libros de Al Bujârî y Muslim un Hadîz que explica esta
Aleya, evidenciando su significado. Narró Abû Sa‘îd Al Judri haber oído
al Mensajero de Allah decir: "Nuestro Señor expondrá Su pierna, y caerá
postrado todo creyente, excepto los hipócritas que sólo se postraban para
presumir y obtener reputación, y que al intentar postrarse sentirán sus
espaldas como una tabla rígida." [1]
[1]
Narrado por al Bujâri, 8/664, no. 4419; Muslim, 1/167, no. 183.
(Los Ángeles estarán en sus confines, y ocho serán los [Ángeles] que
portarán el Trono de tu Señor ese día.) (69:17). En el Día de la
Resurrección.
(Los [Ángeles] que portan el trono, y los que están a su alrededor, glorifican
con alabanzas a su Señor, creen en Él, y piden el perdón por los creyentes.)
(40:7)
Allah nos informa que el Trono tiene portadores, y que éstos piden
perdón por los creyentes. Esto refuta la opinión de quienes afirmaron que el
Trono representa la Soberanía o el dominio de Allah .
Según una narración de Abû Sa'îd al Judri: "Moisés estará allí, aferrándose
a uno de los pilares del Trono." [3]
¿Cómo puede considerarse que el Trono no es una creación de Allah, cuando es el techo del Paraíso?
¿Cómo podría Moisés estar aferrándose de uno de los pilares del Trono si éste fuera tan sólo una
metáfora que alude a la Soberanía de Allah?
El Mensajero de Allah dijo: "Cuando Allah completó Su creación,
escribió en Su Trono: Mi misericordia es mayor que Mi ira."[4]
(Ta. Ha. No te hemos revelado el Corán para que te agobies [y sufras por la
incredulidad de tu pueblo ¡Oh, Muhammad!], Sino para que reflexionen con
él aquellos que temen a Allah. Esta revelación procede de Quien creó la
Tierra y los altos cielos, el Misericordioso que se ha establecido sobre el
Trono.) (20:1-5)
(Él es Quien creó los cielos y la tierra en seis días. Luego, se estableció en
el Trono.) (57:4)
(¡Glorificado sea Allah, Señor del Trono! Él está por encima de lo que Le
atribuyen.) (21:22)
Los eruditos del idioma árabe nos han narrado que aquellos que no se han
dejado influenciar por la filosofía se niegan a interpretar la elevación
(istaua) como toma de dominio (istaula).
Dijo Dâûd Ibn 'Ali al Asbahâni: “Me encontraba con Ibn al ‘Arabi, y un
hombre vino y preguntó el significado de la Aleya:
[1]
Sahîh al Bujâri, 13/404, no. 7423
[2]
Sahîh al Bujâri, 11/367, no. 6517, 6518; Muslim, 4/1834, no. 2373
[3]
Sahîh al Bujâri, 13/405, no. 7427
[4]
Sahîh al Bujâri, 13/405, no. 7422
[5]
Sahîh Sunan Abû Dâûd, 3/895, no. 3953
[6]
Narrado por Muhammad Ibn Abî Shaibah en el libro Kitâb Al 'Arsh, y al Asmâ' ua as Sifât por Al
Baihaqi.
[7]
Ver Sharh al Uâsitiiah por Al Harrâs, pág. 80
[8]
Maqâlât al Islâmiîn, pág. 157, 211
[9]
Maqâlât al Islâmiîn, pág. 211, 290,
[10]
Narrado por al Baihaqi y clasificado como Sahîh por Adh Dhahabi. Ver Mujtasar al ‘Ulu, pág. 141,
Hadîz no. 131.
[11] Tafsîr al Qurtubi, 2/219
¿Dónde se encuentra Allah ?
(¿Acaso os sentís a salvo de que Quien está en el cielo no os haga tragar por
la tierra cuando ésta tiemble? ¿o estáis seguros de que Quien está en el cielo
no os enviará un fuerte viento? Y si esto ocurre veréis cómo se cumple lo
que os advertí.) (67:16-17)
El Profeta testificó que la esclava era creyente cuando ella afirmó que
Allah se encontraba en el cielo. En Sahîh Muslim y Sunan Abû Dâûd se
registra que Mu'âuiah Ibn al Hakam as Sulami golpeó a su esclava por
haber descuidado sus ovejas. Se arrepintió de su comportamiento y fue
donde el Mensajero de Allah para expresar su pesar y consultarlo para
dejar en libertad a la esclava. El Mensajero de Allah preguntó a la
muchacha: "¿Dónde se encuentra Allah?" Ella respondió: “En el cielo”. Él
preguntó: “¿Quién soy?” Ella dijo: “Tú eres el Mensajero de Allah.”
Entonces el Profeta dijo: "Dejadla en libertad, porque es creyente."[2]
El Mensajero de Allah enseñó al enfermo a orar para su beneficio
personal y para beneficiar a su hermano en la fe con la siguiente súplica:
Rabbuna Allah alladhi fis samâ'i. Taqaddasa ismuka, Amruka fis samâ'i ual
ard. Kama rahmatuka fis samâ'i fay’al rahmatuka fil ard. igfir lanâ
haubana ua jataiâna. anta Rabb at taiibîn, anzil rahmatan min rahmatika
ua shifâ'an min shifâ'ika ‘ala hâdha al uay' fa iabra'
([Los Ángeles] temen a su Señor que está por encima de ellos, y ejecutan
todo cuanto se les ordena.) (16:50)
(Él tiene total dominio, está sobre Sus siervos, y Él es Sabio y está
informado de lo que hacéis.) (6:18)
(Ese día será enrollado el cielo como un pergamino, y así como os creamos
la vez primera vez [de la nada], os resucitaremos.) (21:104)
Numerosas evidencias
(Y no creáis que quienes han caído por la causa de Allah están muertos. Al
contrario, están vivos y reciben su sustento junto a su Señor.) (3:169)
5. Los textos que enuncian que algunas cosas son elevadas hacia Él, como la
Aleya que informa sobre la elevación de Jesús :
(Sino que Allah lo ascendió al cielo [en cuerpo y alma]. Allah es Poderoso,
Sabio.) (4:158)
[1]
Sahîh al Bujâri, 8/66, no. 4351; Sahîh Muslim, 2/742, no. 1064 1/382, no.537.
[2]
Narrado por Muslim, 1/382, no. 537
[3]
Sunan Abû Dâûd, 4/16, no. 3892
[4]
Narrado por at Tirmidhi. Ver Sahîh Sunan at Tirmidhi, 2/180, no. 1569.
[5]
Narrado por Muslim, 4/2084, no. 2713
"Allah ha de sonreír a dos hombres: Uno de ellos mató al otro, pero ambos
ingresarán al Paraíso. El primero luchó por la causa de Allah y fue muerto.
Luego Allah acepta el arrepentimiento de quien lo había matado, y éste
muere mártir por la causa de Allah." [1]
[1]
Narrado por al Bujâri, 6/39, no. 2826; Muslim, 3/1504, no. 1890.
[2]
Para que el invitado no repare en que sus anfitriones no comían junto a él.
[3]
Narrado por al Bujâri, 8/631, no. 4889; Muslim, 3/1625, no. 2054.
[4] Narrado por al Bujâri, 13/420, no. 7437; Muslim, 1/175, no.187
Su descenso y venida
[1]
Narrado por al Bujâri, 3/29, no. 1145; Muslim, 1/521, no. 758.
[2] Narrado por Ibn Mandah. Dijo Adh Dhahabi: “Su cadena de narradores es aceptable (isnâd
hasan).”
El habla de Allah
Al Bujâri dijo en su libro, Jalq af'âl al ‘ibâd (la creación de las obras de los
siervos de Allah), haciendo un comentario sobre este Hadîz: “Esto
demuestra que la voz de Allah no se asemeja a las voces de Su creación,
porque la voz de Allah puede oírse lejos tan claramente como puede oírse
de cerca, y los ángeles se desmayan ante Su voz.” [4]
(¡La paz sea con vosotros! Serán las palabras del Señor Misericordioso.)
(36:58)
Allah hablará a los habitantes del Paraíso.
Dice Allah :
Dice Allah :
(Si alguno de los idólatras te pidiera protección, ampárale para que así
recapacite y escuche la palabra de Allah.) (9:6)
(Si todos los árboles que hay sobre la Tierra se convirtieran en cálamos, y el
mar junto con otros siete mares en tinta no bastarían para escribir las
palabras de Allah. Ciertamente Allah es Poderoso, Sabio.) (31:27)
Dice Allah :
(Si todos los árboles que hay sobre la Tierra se convirtieran en cálamos, y el
mar junto con otros siete mares en tinta no bastarían para escribir las
palabras de Allah.) (31:27) es decir que aun cuando todos los árboles de la
tierra fueran transformados en cálamos, y los mares fueran transformados
en tinta, y se agregasen otros siete mares, y se escribieran todos las
descripciones de Allah referentes a Su Poderío, Atributos y Majestad, los
cálamos se romperían y los mares se secarían, imposibilitados de concluir
su tarea”. [7]
[1]
Narrado por al Bujâri, 13/461, no. 7485; Muslim, 4/2030, no. 2637.
[2]
Narrado por al Bujâri, 13/453, no. 7481
[3]
Narrado por al Bujâri, 13/452
[4]
Extraído del libro Jalq Af'âl al 'Ibâd, pág. 149
[5]
Narrado por al Bujâri, 13/487, no. 7518; Muslim, 4/2176, no. 2829.
[6]
Narrado por Muslim, 1/353, no. 486
[7]
Ver Tafsîr Ibn Kazîr, 5/394.
El amor de Allah
(Si juzgas entre ellos, hazlo con equidad. Allah ama a los justos.) (5:42)
Todas las acciones, actitudes y palabras que Allah ama son las que el
Profeta nos enseñó. Allah evidenció en una Aleya coránica que la
manera de alcanzar su amor es seguir al Profeta en todas sus enseñanzas
y características:
[1] Narrado por al Bujâri, 11/206, no. 1406; Muslim, 4/2072, no. 2694
[2] Narrado por Muslim, 3/1685, no. 2137
[3] Narrado por Muslim, 1/48, no. 17
[4] Narrado por Muslim, 4/2065, no. 2684
La ira de Allah
Existen acciones que Allah no ama, de hecho Él las detesta y se enoja con
quienes las llevan a cabo. Su ira y enojo tienen una realidad acorde a Su
naturaleza divina.
Narró 'A'ishah que el Profeta dijo: "La persona más detestada por
Allah es el discutidor empedernido." [2]
Éste es el caso en este mundo, pero en el más allá, en la otra vida, será diferente. Las personas serán
resucitadas y creadas nuevamente con una nueva contextura. En el más allá el sol se aproximará a las
cabezas de las personas en el Día de Resurrección, no existiendo entre él y ellos ni una milla de
distancia, y a pesar de ello, las personas no se quemarán ni fundirán. El ser humano, luego de la
resurrección ya no ha de morir.
(Por cierto que los justos gozarán de las delicias del Paraíso, recostados
sobre lechos, contemplando...) (83:22-23)
[4]
Narrado por Muslim, 1/163, no. 181
[5] Narrado por al Bujâri, 13/423, no.7444; Muslim, 1/163, no. 180
El Conocimiento de Allah
Sabemos que Allah tiene el atributo divino del conocimiento total, y que
se ha llamado a sí mismo con varios Nombres que reflejan este atributo,
como al 'Alîm (el Omnisciente):
Otro de estos Nombres es Al Jabîr (el informado) que evidencia que Él sabe
lo que sucederá antes de que ocurra; al Hakîm (el Sabio) porque conoce los
secretos de las cosas; ash Shahîd (el Testigo) porque conoce lo oculto y lo
evidente, es decir que nada Le es desconocido; al Hâfidh (el Protector),
porque no olvida lo que sabe; al Muhsi (el evaluador) porque el hecho que
sepa tanto no le impide conocer los detalles más diminutos.
Su Conocimiento abarca generalidades y detalles
(Sabe lo que hay en la tierra y en el mar. No hay hoja que caiga que Él no lo
sepa, ni grano en el seno de la tierra, o algo que esté verde o seco sin que se
encuentre registrado en un libro evidente.) (6:59)
(No existe criatura en la Tierra sin que sea Allah Quien la sustenta; Él
conoce su morada y por donde transita, todo está registrado en un Libro
evidente [la Tabla Protegida].) (11:6)
(Sabe lo que ingresa en la tierra, lo que surge de ella, y lo que desciende del
cielo y lo que sube hacia él.) (34:2)
El ser humano y los profundos secretos de su alma no son ajenos a la
Omnisciencia de Allah :
Éste conocimiento abarca los más recónditos e insignificantes detalles de la vida del ser humano:
(No hay situación en la que os encontréis, ya sea que recitéis el Corán u otra
obra que realicéis, sin que Nosotros seamos testigos de lo que hacéis. A tu
Señor no se Le escapa nada en la tierra ni en el cielo, ni siquiera algo del
tamaño de un átomo. Y no existe nada menor o mayor aún que no esté
registrado en un libro claro.) (10:61)
(¡Oh, hijito! Sabe que aunque una mala acción fuere del peso de un grano
de mostaza, y estuviese escondido en una roca o en [algún otro lugar de] los
cielos o la Tierra, Allah la sacará a luz [y os preguntará por ella].
Ciertamente Allah es Sutil, y está bien informado de lo que hacéis.) (31:16)
(Él es el Viviente, no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Él.)
(40:65)
[1]
Narrado por al Bujâri, 13/368, no. 7383
[2]
Narrado por Muslim, 1/162, no. 179
[3] Narrado por al Bujâri, 3/3, no. 1120; Muslim, 1/532, no. 799.
Allah oye y ve
Dice Allah :
Está registrado en los dos Sahîh: de Al Bujâri y Muslim que Abu Hurairah
narró que el Profeta dijo: “Allah tiene noventa y nueve nombres.
Quien los memorice y cuente entrará en el Paraíso. Allah es impar (Uno) y
ama lo impar”.
Este hadîz indica que Allah tiene un número limitado de nombres, y que
ellos son noventa y nueve.
Pero esto difiere con lo narrado por Ibn Mas'ûd que el Profeta dijo: “No
hay ninguna desgracia, ante la que el siervo diga : Allahumma inni ‘abduka
ibna abdika ibna amatika, nasiati bi iadika, mâdin fi hukmika, ‘adlun fîia
qadâ'uka, as'aluka bi kullismin hûa laka, sammaita bihi nafsaka au
‘allamtahu ahadan min jalqika, au anzaltahu fi kitâbika, auista'zarta bihi fi
‘ilmil gaibi ‘indaka, an tay'alal Qur'ana rabî'a qalbi ua nûra sadri, ua yala'
huzni ua dhahâba hammi (¡Oh, Allah! Soy tu siervo, hijo de otro siervo y
sierva Tuyos. Mi destino está en Tu mano, Tu designio está siempre sobre
mí, y lo que decretes para mí siempre será justo. Te imploro a través de los
nombres con los que Te has denominado, o que hayas enseñado a alguno de
Tu creación, o revelado en Tu Libro, o que has conservado en el
conocimiento de lo oculto para Ti mismo, que hagas que el Sagrado Qur'an
sea vida para mi corazón y luz para mi pecho, y que haga culminar mi
tristeza y mis preocupaciones) sin que Allah haga que se termine su tristeza
y preocupación, y ponga alegría en su lugar” Registrado por Ahmad y otros.
La verdad que debe notarse es que el número de nombres que Allah nos ha
enseñado en Su Libro, o a través de Su Mensajero , es noventa y nueve y
ninguno más, porque el Mensajero especificó este número, y porque él
dijo “quien los memorice y cuente”.
El Mensajero nos informó que los nombres de Allah que han sido
revelados y que nosotros podemos saber, contar y memorizar son noventa y
nueve nombres.
No ha sido registrado ningún hadîz sahîh, aparte, que los enumere de tal
manera que no deje lugar a discrepancias sobre cuáles son estos nombres;
sino por el contrario, han sido revelados en forma separada en el Libro de
Allah y en la sunnah del Mensajero de Allah . Es mencionado en una
aleya uno o dos nombres, o a veces más, o puede culminar una aleya con
uno o más nombres, o a veces las aleyas enumeran varios de estos nombres.
La razón para estas diferencias es que algunos sabios pensaron que todo lo
que el Qur'an menciona sobre Allah podría contarse como uno de Sus
sublimes nombres y podría usarse solo como uno de los nombres de Allah.
Abu Bakr ibn Al ‘Arabi consideró como uno de Sus nombres: Râbí‘uz
zalâzh (el Cuarto de tres) y sâdisu jamsah (el Sexto de cinco), basándose en
la aleya: [¿Acaso no ves [¡Oh, Muhammad!] que Allah bien conoce cuanto
hay en los cielos y en la tierra? No hay confidencia entre tres personas sin
que Él sea el cuarto, ni entre cinco sin que Él sea el sexto ] (58:7)
Por la misma razón, no hay ninguna mención de que entre Sus nombres se
cuente: Al Mutakallim (el portavoz), Al Murîd (el Que lega), Al Fâ'il (el
Hacedor), Al Sâni' (el Fabricante), porque estas palabras también pueden
implicar elogio y algo reprobable. Si fuera permisible derivar los nombres
de las acciones de Allah, como el Engañador, el Conspirador, basándose en
que estas acciones se mencionan en el Qur'an, entonces sería permisible
decir también que se consideran como nombres: El Invitador, el Visitante, el
que viene, el que se olvida, el Divisor, el Enfadado, el Encolerizado, el
Maldecidor, y otras derivaciones de las acciones que se mencionan en el
Qur'an acerca de Allah.
Entre los nombres de Allah existen algunos que no pueden ser atribuidos a
Él excepto junto con sus opuestos, porque si dichos nombre se usan solos,
pueden implicar imperfección. El ejemplos de los nombres que incluyen
esto son: Al Mâni‘ (el Preventor del mal), Al Darr (el Perjudicador), Al
Qâbid (el Retenedor), Al Mudhill (el Humillador), Al Jâfid (el
Empequeñecedor). Estos nombres no pueden aplicarse individualmente a
Allah; ellos deben acompañarse por sus opuestos, y decir: Al Mu'ti Al Mâni'
(el Dador el Preventor del mal), Al Darr Al Nâfi' (el Perjudicador el
Benefactor), Al Qâbid Al-Bâsit (el Retenedor el Abastecedor), Al Mu'izz Al
Mudhill (el Honrador el Humillador) Al Jâfid Al Râfi' (el Empequeñecedor
el Exaltador).
Comparando estos textos en los que se menciona que el más nombre más
grandioso de Allah sería : Allah, pues este nombre es el único que se
encuentra en todos estos textos en que el Mensajero de Allah dijo que
estaba mencionado.
Lo hace más firme que Allah sea el nombre más grandioso, es que se repite
en el Qur'an mil seiscientas noventa y siete veces (según el diccionario
alfabético del Qur'an) y otro nombre que es particular de Allah; Al Rahmân
se repite sólo cincuenta y siete veces. Esta idea que “Allah” es el nombre
más grandioso, también se apoya por el hecho que incluye muchos grandes
significados.
Los ahâdîz nos exhortan a que contemos los nombres de Allah, y por ello
fue prometido que quien los cuente ingresará al Paraíso.
Los sabios difirieron acerca del significado de las palabras del Profeta
“quien los cuente”
Primero: Que una persona los repite hasta que mencionarlos a todos, y no se
limita a alguno de ellos, entonces invoca a Allah a través de todos ellos, y
Lo alaba por todos ellos, para así alcanzar la recompensa prometida.
Aquellos atributos que implican una amenaza, el siervo debe sentir temor y
procurar evitar ser merecedor de que le alcance aquello con que se lo
amenaza.
1. Allah Allah
2. Al Rabb El Señor
3. Al Ilâh La divinidad
4. Al Uâhid
El Uno
5. Al Rahmân
El Clemente
6. Al Rahîm El
Misericordioso
7. Al Malik El Soberano
8. Al Quddûs El Santísimo
9. Al Salâm
El Pacificador
Pueden resumirse los beneficios reales que se logran al saber los sublimes
nombres y atributos de Allah bajo los siguientes puntos:
3. Invocarle a Él, glorificado sea, por Sus nombres y atributos, como dice:
[A Allah pertenecen los nombres y atributos más sublimes, invocadle pues
con ellos] (7:180).
4. En los dos Sahîh (Al Bujâri y Muslim) se menciona que Ibn ‘Abbâs narró
que el Mensajero de Allah decía ante un sufrimiento: “La ilâha illa
Allahul ‘Adhîmul Halîm, la ilâha illa Allah rabbul ‘Arshil ‘Adhîm, la ilâha
illa Allahu Rabbus samauâti ual ard, Rabbul ‘Arshil karîm (no hay otra
divinidad excepto Allah, el Grandioso, el Tolerante, no hay otra divinidad
excepto Allah, el Señor del Trono grandioso, no hay divinidad excepto
Allah, el Señor de los cielos y el Señor de la Tierra, El Señor del Trono
generoso)”.
5. En el Sahîh Muslim está registrado que Samurah Ibn Yundub narró que el
Mensajero de Allah dijo: “Las palabras más amadas por Allah son cuatro
frases, no perjudica comenzar por cualquiera de ellas: Subhânallah, ual
hamdu lillah, la ilâha illa Allah, ua Allahu akbar (Glorificado sea Allah, la
alabanza es para Allah, no hay otra divinidad excepto Allaah, y Allah es el
más grande)” Según otra forma de que se registró: “Las mejores palabras,
luego del Qur'an, son cuatro frases: Subhânallah, ual hamdu lillah, la ilâha
illa Allah, ua Allah akbar”.
6. Los dos Sahîh (Al Bujâri y Muslim) mencionan que Abu Hurairah narró
que el Mensajero de Allah dijo: “Dos palabras que son livianas para la
lengua pero pesadas en la balanza divina, y amadas por el Clemente:
Subhânallah ua bi hamdihi, subhânallahil ‘Adhîm (Glorificado y alabado
sea Allah, glorificado sea Allah el Grandioso)”.
7. En Sahîh Muslim está registrado que Ibn ´Umar narró que el Profeta le
ordenó a un hombre que cuando se fuese a dormir dijese: “Allahumma anta
jalaqta nafsi, anta tatauaffâha, laka mamâtuha ua mahiâha, in ahiiataha
fahfadh ha, ua in amattaha fagfirlaha, Allahumma as alukal ´âfiah” (Señor
mío, Tú me has creado, Tú me darás la muerte, a Ti te pertenece mi vida y
mi muerte, si me dejas vivir protégeme, y si me das la muerte perdona mis
faltas, Señor mío te pido salud y bienestar”.
9. Se menciona en los dos Sahîh (Al Bujâri y Muslim) que Ibn ‘Abbâs narró
que el Mensajero de Allah solía decir, cuando se levantaba a orar
avanzada la noche: “Allahumma lakal hamd, anta nûrs samauâti ual ard, ua
man fîhinna, ua lakal hamd, anta rabbus samauâti ul ard ua man fîhinna,
ua lakal hamd, ua antal Haqq, ua ua‘dukal haqq, ua qaulukal haqq, ua
liqâ'ukal haqq, ual yannatu haqq, uan nâru haqq, uan nabiiûna haqq, ua
muhammadun haqq, uas sâ‘atu haqq. Allahumma laka aslamtu, ua bika
âmantu, ua ‘alaika tauakkaltu, ua ilaika anabtu, ua bika jâsamtu, ua ilaika
hâkamtu, fagfir li ma qaddamtu ua ma ajjartu, ua ma asrartu ua ma
a‘lantu, anta ilâhi, la ilâha illa anta” (Señor mío, para Ti son las alabanzas,
Tú eres la luz de los cielos, la Tierra y de cuantos hay en ellos, Tú eres el
Señor de los cielos, de la Tierra y cuantos habitan en ellos, contigo sean las
alanazas, Tú eres el Real, Tú promesa es verdadera, Tu palabra es la verdad,
el encuentro contigo es verdadero, el Paraíso es real, el Infierno es real, los
Profetas fueron verdaderos, Muhammad es real, la Hora es real. Señor
mío a Ti me entrego, por Ti discuto, y según Tu ley juzgo, perdóname lo
que haya realizado, malo o bueno, y lo que haya dejado de hacer, lo que
haya ocultado o manifestado, Tú eres mi divinidad, no hay otra divinidad
excepto Tú)
BAJO LA LUZ DE LA METODOLOGÍA POR LA QUE LOS
ATRIBUTOS DE ALLAH PUEDEN SER ENTENDIDOS
El desvío de quienes siguen sólo uno de estos dos principios sin el otro:
El que obtendrá el éxito y sigue el camino recto, es el que cree en los dos
principios mencionados, y no distingue entre ellos. Cree en los atributos que
Allah ha afirmado de Sí mismo, y declara que ninguna de las criaturas de
Allah se asemeja a Él en ninguno de Sus Atributos. Entonces es un creyente
a salvo del abismo de considerar que Allah tiene semejantes o que tiene
alguna característica de imperfección.
Estos dos principios están indicados en una sola aleya del Libro de Allah:
En esta aleya, Allah afirma que Él tiene los Atributos de oír y ver, aunque
negando al mismo tiempo la existencia de algo semejante a Él. Esto indica
claramente que no es permisible para alguien creado negar que Allah pueda
oír y ver, basándose en que las criaturas poseen oído y vista y que indicaría
semejanza con Allah. Todo lo contrario, deben afirmar que Allah tiene los
atributos de oír y ver bajo el principio de que no hay nada semejante a Él..
El significado a que la aleya apunta es que Allah tiene los atributos de oír y
ver, pero Su oído y vista de ninguna manera se parecen al sentido del oído y
vista de Sus criaturas. Su oído y vista van acordes a Su Majestad y
Perfección, en cambio el sentido del oído y vista de Sus criaturas son
acorde a sus necesidades. No hay lugar a comparación alguna entre los
atributos de Allah y los atributos de Sus criaturas.
El tercer principio: Dejar de pretender comprender la verdadera naturaleza
de los Atributos divinos, puesto que dicha comprensión es imposible. Allah
afirma esto claramente en sura Ta ,Ha dónde Él dice:
La desviación de la metodología correcta con respecto a los Nombres y Atributos de Allah son el
resultado de no reunir uno de los tres principios arriba expresados. Nosotros podemos dividir la
desviación de las personas desde el pasado al presente, acerca de los Nombres y Atributos de Allah,
en tres categorías:
La desviación en la que cayeron los idólatras fue mencionada por Ibn ‘Abbâs, Ibn Yuraiy y Muyâhid.
Los idólatras interpretaron mal los Nombres de Allah y les cambiaron su verdadero significado. Ellos
los usaron para nombrar sus ídolos, mermando o aumentando el significado. Así derivaron “Al Lât”
de “Allah”, “Al ‘Uzza” de “Al ‘Azîz” y “Manât” de “Al Mannân.”.
Otro aspecto de su herejía era que ellos negaron algunos de los nombres de Allah, como Al Rahmân:
Ellos están adorando a un ídolo. Los sabios entre los salaf dijeron: “Quienes consideran que Allah
tiene semejantes, en verdad le están rindiendo culto a un ídolo”. Ellos han cometido un acto de
incredulidad por estas palabras y han quedado fuera del Islam. Entre estas personas Daûd al Yauâribi
e Hishâm bin Al Hakam al Râfidi. Estos dos grupos cayeron en formas de herejías opuestas: Los
idólatras pensaron que algo creado tenía del mismo rango que el Creador y lo consideraron igual a Él,
y el segundo grupo pensaba que Allah tiene semejantes, consideraron que Allah tiene cuerpo, similar
a los de Su creación.
Exaltado sea Allah Quien está muy por encima de sus calumnias y desvíos.
Tercero: La desviación de los que niegan los atributos divinos se divide en tres categorías:
1. Un grupo que negó los Nombres y los significados de los mismos; dijeron que Allah no existe.
Este grupo se denomina Al Yahmiiah. La forma de desvío de este grupo es igual que la de los
idólatras.
2. Otro grupo afirmó los nombres de Allah en su forma expresiva, sin aceptar los atributos de
perfección que ellos implican. Ellos dijeron, Al Rahmân (el Clemente), Al Rahîm (el Misericordioso),
sin misericordia. Al Hakîm (el Sabio) sin sabiduría, Qadîr (Todopoderoso) sin poder, Samî'
(Omnioyente) sin oír, etc. Este grupo se denomina Al Mu'tazilah.
3. Un tercer grupo afirmó sólo siete de los Atributos divinos: la vida, el conocimiento, el poder, la
voluntad, el oído, la vista y la palabra, pero negaron todos los otros atributos. Éstos se denominan
Ash'aríes.
En el caso de aquellos que desmintieron los Nombres y Atributos de Allah, de quienes asemejaron
Sus Atributos a los atributos de Sus criaturas y de aquellos que negaron Sus Nombres y Atributos, el
desvío de todos éstos es bastante claro, porque se oponen a Allah y Su Mensajero, desmienten el
Qur'an y la Sunnah. Su posición está bastante clara y no requiere de una explicación extensa.
Los que necesitan que se exponga acerca de sus creencias equivocadas son los escolásticos islámicos,
puesto que suponen declarar que Allah no tiene semejanza alguna con Sus criaturas, y niegan los
atributos de Allah que se han mencionado en el Qur'an y la Sunnah, se basan en que esto puede
llevar a asemejarlo a Su creación. Así que recurren a la interpretación de estos atributos de una
manera que los aparta de su verdadero significado.
Sabed que los filósofos, aquellos que juegan con las palabras, produjeron lo que ellos llamaron
evidencia racional y las ordenaron acordes a las analogías racionales, dividieron así los atributos de
Allah en seis categorías:
1. Atributos nafsiiah (que se refieren a “las emociones”, por ejemplo, amar, odiar, etc.)
2. Atributos ma'na (que son parte del ser de Allah e indican su existencia)
Con respecto a los demás atributos, éstos los consideraron como atributos
aparentes que no existen en realidad, y ello motivó grandes confusiones y
desvíos.
La metodología del Corán:
Según ellos, los atributos al ma'âni son los que indican un significado de
existencia e independencia; sostienen que son solamente siete. Los siete
atributos que ellos aceptan son: el poder, la voluntad, el conocimiento, la
vida, el oído, la vista y la palabra; y negaron todo otro atributo. Los
Mu'tazilah niegan estos siete atributos pero aceptan sus implicaciones, ellos
dicen: Él es Omnipotente, Omnioyente, Sapientísimo, Viviente; y no
afirman que Allah tiene poder, conocimiento, vida, oído o vista, porque
ellos pretenden enumerar al Eterno, pero toda persona racional sabe que ello
es un desvío y una contradicción. Porque si Allah no tuviera
conocimiento sería imposible decir que Él sea es Sapientísimo, lo cual es
claramente contradictorio.
(definición y enumeración)
Para los filósofos musulmanes los atributos negativos son aquellos que
indican una ausencia absoluta de los mismos, es decir, ellos indicarían que
Allah no tiene atributos que no sean acordes a Allah . Ellos dicen
que son cinco los atributos negativos y sin la posibilidad de un sexto. Según
ellos, estos atributos son: la anterioridad (sin principio), perdurabilidad (sin
fin), ser diferente a Sus seres creados, la unicidad, y la independencia
absoluta (prescinde de todo lo creado), ellos lo llaman autosuficiencia que
significa que Él no está sujeto ninguna limitación de espacio y situación.
Definición de anterioridad:
Pasemos ahora a lo que los filósofos llamaron los siete atributos simbólicos
(al ma'nauiiah), que se refieren a que Allah es: Omnipotente, posee
voluntad, Omnisciente, Viviente, Omnioyente, Omnividente, y pose el
atributo de Hablar.
Él describe que Sus siervos también pueden dar: [Habiéndole dado una dote
cuantiosa] (4:20) y [Dad a vuestras mujeres su dote con buena
predisposición] (4:4).
Él describió que algunas de las cosas que Él ha creado son grandiosas: [El
mar se dividió en dos, y cada parte del mar semejaba a una enorme
montaña] (26:63) y [Decís, en verdad, algo muy grave] (17:40) y [Posee un
trono majestuoso] (27:23).
Y [Les hicimos que fueran recordados siempre con gran respeto] 19:50).
Nos referiremos a lo que los filósofos difirieron con respecto a los atributos:
Acaso son atributos de af'âl (que implican acciones) o atributos de ma'na
(que son parte del ser de Allah e indican su existencia). Y en realidad son
atributos ma'âni (la parte del ser de Allah). Como los atributos de
compasión (al ra'fah), misericordia (al rahmah) y tolerancia (al hilm).
Allah se ha descrito como Compasivo y Misericordioso: [Por cierto que
vuestro Señor es Compasivo, Misericordioso] (16:7)
Y Él describe que algunos de Sus seres creados saben perdonar: [Sabed que
[Allah recompensará a] quien es paciente y sabe perdonar porque tiene
entereza y resolución] (42:43) y [Hablar correctamente y perdonar] (2:263)
y [Diles [¡Oh, Muhammad!] a los creyentes que [tengan paciencia a las
agresiones y] perdonen a quienes no creen en la comparecencia ante Allah]
(45:14)
Así pues, ¿Cómo es que alguien puede negar uno de estos atributos que
indican Su Majestuosidad y Perfección?
¿Cómo es posible que alguien pueda negar uno de estos atributos que
indican Su Majestuosidad y Perfección?
¿Cómo es posible que alguien niegue alguno de estos atributos que indican
Su Majestuosidad y Perfección?
Estas personas alegan que el enojo implica cambio de ánimo, indignación y deseo de venganza, pero
podríamos responderles que la voluntad es el deseo del corazón de conseguir algo beneficioso o
prevenir un perjuicio. Ante esto, estas personas argumentarían que esa es la descripción de la
voluntad de un ser creado, y nosotros podríamos responderles que la descripción de la ira y el enojo
que han realizado corresponde, de igual modo, a los seres creados y no a la divinidad.
A estas personas les debemos decir que no existe diferencia alguna entre
afirmar los nombres de Allah y afirmar la existencia de los atributos
divinos. Porque cuando argumentan que afirmar que Allah tiene vida,
conocimiento y poder implica asemejarlo a los seres creados (tashbîh) o
caer en el antropomorfismo (taysîm), ya que sólo los cuerpos tienen
atributos, de igual manera nosotros podríamos argumentar que sólo los
cuerpos tienen nombres que los describen. Y si dicen que estos nombres
deben ser comprendidos acorde a Su divinidad y majestad, les
responderemos que de igual modo deben ser comprendidos Sus atributos.
Si alguien dijera: “niego que Allah se haya elevado sobre Su trono, por
temor a asemejarlo a los seres creados” le exigimos que niegue la existencia
y esencia de Allah para no asemejarlo a los seres creados. Pero si
responde que Allah tiene una existencia y esencia que no puede ser
asemejada a la existencia y esencia de los seres creados, pues le decimos
que asimismo la elevación de Allah sobre Su trono y Su descenso al último
cielo tampoco asemejan la elevación o descenso de los seres creados.
La negación general tiene lugar con todo aquello que implica limitación o
imperfección, y como ejemplo encontramos las Aleyas:
Dice Allah :
Dice Allah :
(Creamos los cielos y la tierra y todo cuanto existe entre ellos en seis días, y
no Nos agotamos en absoluto.) (50:38). El agotamiento negado, que es
cansancio y fatiga, implica la integridad de Su Omnipotencia.
Dice Allah :
(No pueden alcanzarlo las miradas.) (6:103) Es decir que ninguna visión
puede abarcarlo. Y aunque Él será visto en el Más Allá, debido a Su
grandeza y Majestad ninguna visión lo abarcará.
Este principio fue explicado por el Shaij Muhammad al Amîn Ash Shanqîti,
que Allah tenga misericordia de él, quien señaló que el origen de este
problema era la contaminación de los corazones con conceptos
antropomórficos (tashbîh). Por ello es que cuando una persona con su
corazón contaminado por los conceptos antropomórficos (tashbîh) oye
hablar de uno de los atributos de Allah , como Su descenso al primer
cielo durante el último tercio de la noche, o Su elevación sobre Su trono, o
Su venida en el Día de Resurrección, y otros atributos de majestad y
perfección, la primera cosa que cruza por su mente es que este atributo se
asemeja a los atributos de los seres creados. Así es que su corazón se
contamina con la suciedad de las ideas antropomórficas, y no aprecian a
Allah en su verdadera magnitud. Así es como en primer lugar su
corazón sólo comprende estas ideas y por ello niega los sublimes atributos
de Allah , pues supone que implican semejanza con los seres creados. Es
decir, que estas personas comienzan cometiendo antropomorfismo (tashbîh)
y finalizan negando los atributos divinos (ta'tîl); no hacen sino ofender la
divinidad de Allah negando Sus atributos, y argumentando que esos
éstos no concuerdan con la naturaleza divina de Allah .
El Shaij, que Allah sea misericordioso con él, mencionó luego un principio
que los sabios y eruditos aceptan de manera unánime. Éste es que no era
permisible para el Profeta posponer la enseñanza de algo cuando era
necesario, más aun en los asuntos referidos a la creencia ('aqîdah). Si
concordásemos, por un instante, con el falso argumento de que el
significado literal de las Aleyas que describen a Allah implican
incredulidad (Kufr), deberíamos notar que el Profeta no interpretó
atributos como la elevación (istiuâ') como dominación (istîlâ') o cualquier
otra interpretación. Si estas Aleyas significasen lo que estas personas
alegan, el Profeta se habría apresurado en explicar su significado, ya que
no es lícito para él posponer la explicación de un asunto tan importante.
El Shaîj, que Allah tenga misericordia de él, explicó que el musulmán, al oír
un atributo que el Creador de los cielos y la tierra se atribuye a sí mismo, o
que el Profeta menciona sobre él, debe llenar su corazón de glorificación
a Allah y tener certeza de que este atributo ha alcanzado el sumo de la
perfección, majestad, honor y alteza, siendo de esta manera imposible
considerar cualquier pensamiento antropomórfico (tashbîh). Es de esta
manera que el corazón del creyente glorifica a Allah y Lo declara lejos de
toda semejanza con los seres creados (tanzîh). Así el corazón será receptivo
a la fe y creencia en los atributos de Allah con los que Él se ha alabado y
con los cuales Su Profeta Lo glorificó. Dice Allah :
(No hay nada ni nadie semejante a Allah.) (42:11). El peor estado es no
glorificar ni venerar a Allah por pensar que los atributos del Creador son
semejantes a los atributos del ser creado, y luego, en consecuencia, negar
los atributos del Creador a causa de este falso argumento.
Séptimo principio: Las Aleyas que mencionan los atributos divinos no
pertenecen al grupo de las Aleyas de significado ambiguo
(mutashâbihât)
El Shaîj Ash Shanqîti, que Allah sea misericordioso con él, mencionó que
algunas personas consideran las Aleyas que nombran los atributos divinos
como las Aleyas de significado ambiguo (mutashâbih). Pero esta
concepción es un error desde un ángulo, pero desde otro ángulo podría ser
aceptable, acorde a las palabras del Imâm Mâlik Ibn Anas: "La elevación
divina (istiuâ') no es desconocida, el cómo no es comprensible, preguntar
sobre ello es innovación, pero creer en ello es obligatorio."
Acorde a estas conclusiones, ¿cuando leemos las aleyas que mencionan los
atributos de Allah, como (La mano de Allah está sobre sus manos...) (48:10)
u otra aleya similar, es acaso lo primero que cruza por nuestra mente
comparar los atributos divinos a los atributos de los seres creados con claros
conceptos antropomórficos, para que nos veamos obligados a reinterpretarlo
dándole un significado metafórico? o ¿el significado evidente que invade
nuestras mentes es glorificar y venerar a Allah y comprender dichos
textos acorde a Su divinidad, sin considerar siquiera la posibilidad de
semejanza entre Allah y Su creación? La respuesta obvia es que lo
primero que irrumpe en la mente del musulmán cuando oye cualquiera de
los atributos del Señor del cielo y la tierra es que Allah no es semejante
a nada ni nadie de su creación.
b) Una palabra puede ser interpretada por el jurista de manera tal que no
coincida con el significado literal u evidente de la palabra basado en una
prueba circunstancial, pero que en realidad no sea una prueba aceptable,
sino un error del jurista. Esto se denomina ‘interpretación improbable (ta'uîl
ba‘îd)’ o interpretación errónea (ta'uîl fâsid).
[1]
Narrado por Ahmad, An Nasâ'i e Ibn Mâyah. (Muntaqa al Ajbâr, pág. 492, no. 3177)
[2]
Narrado por Al Bujâri, Abû Dâûd, At Tirmîdhi y Ahmad. (Muntaqa al Ajbâr, pág. 492)
[3] Narrado por Abû Dâûd, At Tirmîdhi, Ibn Mâyah y Ahmad (Muntaqa al Ajbâr, 539, no. 3452)
LA POSICIÓN DE AHL AS SUNNAH UA AL YAMÂ'AH ACERCA DE
LOS ATRIBUTOS DE ALLAH
"El principio básico con respecto a esta materia es que Allah debe ser
descrito con todo aquel atributo que haya mencionado sobre sí mismo o
haya sido mencionado por Su Mensajero , ya sea negando o afirmando.
Nosotros afirmamos de Allah lo que Él ha afirmado de sí mismo, y
negamos de Él todo lo que haya negado de sí mismo.
(¡Glorificado sea tu Señor, Señor del poder! Él está por encima de los que
Le atribuyen.) (37:180)
Ahl As Sunnah afirma que Allah oye y ve; y no lo niegan como la secta
Mu'tazilah. Afirma que Allah es Omnipotente, tal como dice: (¿Es que no
sabían que Allah es Quien los creó y que Él es más fuerte que ellos?)
(41:15)
Ahl As Sunnah cree en los Ahâdîz en los que se narra del Mensajero de
Allah que Allah desciende al cielo más cercano a la tierra y dice:
"¿Quién busca mi perdón?". Afirma que Allah ha de venir en el Día de
la Resurrección, tal como enuncia en Su libro: (Y llegue tu Señor, y se
presenten los ángeles en filas.) (89:22). Afirma que Allah está cercano a
Su creación de la manera que Él quiere, como dice: (Por cierto que creamos
al ser humano y sabemos cuáles son sus debilidades. Nosotros estamos más
cerca de él que su propia vena yugular.) (50:16).
Esto es en resumen lo que Ahl As Sunnah cree y transmite. Todo esto que he
mencionado es lo que también yo creo y opino. Nuestro éxito depende de
Allah. Él nos es suficiente, y ¡que excelente Protector! Sólo en Él nos
refugiamos y en Él hemos depositado nuestra confianza. A Él será nuestro
retorno."[4]
[1]
Maymû’ Fatâua Shaîj al Islâm Ibn Taimiiah, 3/3.
[2]
Ma'âriy al Qabûl, 1/88
[3]
Nótese que considera una prueba aceptable la utilización de Ahâdîz Sahîhah en el campo de la
creencia (‘aqîdah), ya que se encuentra exponiendo sobre asuntos de la creencia y la doctrina, y no
asuntos de la jurisprudencia (Fiqh). Nótese que no hace ninguna diferencia entre los Ahâdîz
mutauâtirah y los Âhâd.
[4]
Ver libro Maqâlât al Islâmiîn, pág. 290-297. Sólo hemos citado lo relacionado a los atributos de
Allah .
CAPÍTULO 3
1 - Su significado y clasificación
Allah es un solo ser, y no hay nada que pueda asemejarse a Él. ¡Exaltado
sea Allah! Él está por encima de tener esposa e hijos.
Sólo Él es el Creador, Quien da la vida y la muerte, y Quien sostiene los cielos y la Tierra. Aquella
persona que no está convencida de que sólo Allah posee estas cualidades no es considerada creyente.
No basta estar convencido de la unicidad de Allah, es necesario que esta creencia se refleje en
nuestras acciones
Creer en la unicidad de Allah sólo en la teoría no basta para que una persona sea considerada
creyente. Es necesario escoger a Allah como única divinidad y rendirle culto sincero sólo a Él.
Quien es el Creador, el Sustentador, el Dispensador de todas las gracias y bendiciones, Quien da la
vida y la muerte, Quien posee todos los atributos de la perfección y está exento de cualquier
deficiencia es Quien únicamente merece ser adorado. Todo cuanto existe fuera de Él está sujeto a Su
Soberanía y Designio, y no tiene poder para perjudicarse ni beneficiarse a sí mismo. ¿Cómo entonces
aquello que ha sido creado puede ser adorado en lugar de Allah?
Los idólatras árabes y otros incrédulos creían en Allah como único Creador y Soberano, y aseveraban
que sólo Él podía proveer el sustento y dar la vida y la muerte, pero al mismo tiempo rehusaban
adorarle e invocarle sólo a Él. Esto es una gran contradicción, pues Quien tiene poder para crear
todas las cosas es Quien únicamente merece ser adorado, enaltecido y obedecido. El Corán empleó
muchas de sus aleyas para argumentar en contra de los idólatras y aclarar su contradicción,
precisando que por haber reconocido que Allah era el único Creador, esto les obliga a adorarle y
rendirle culto sincero sólo a Él.
[1] Creer en el verdadero monoteísmo implica primeramente tener certeza de que Dios es un solo ser
y que posee todos los atributos de perfección, y, en consecuencia, adorarle sólo a Él. Este concepto
ha sido desvirtuado por algunas personas que sostienen que la unicidad de Allah implica la negación
de todos Sus atributos, porque la afirmación de estos atributos, según su opinión, determinan la
pluralidad de Allah. Algunos sufíes afirman que este monoteísmo, el que indicamos al comienzo, es
solamente para el común de la gente, y que existe otro tipo de monoteísmo que corresponde sólo a un
determinado grupo de personas que lo descubre a través de las realidades. También dicen que existe
un tercer monoteísmo, al que sólo acceden unos pocos elegidos, todo esto es falso..
2 - La oración con la que se expresa la unicidad de Allah, su
significado, su virtud y sus condiciones
Existen textos que indican la virtud y los grandes beneficios que tiene la
oración Lâ ilâha illa Allah. Anteriormente han sido citados algunos textos
que señalan que quien diga Lâ ilâha illa Allah con sinceridad entrará al
Paraíso. Con esta oración el siervo de Allah protege su vida y sus bienes, y
una persona se vuelve musulmana.
(Sabe [¡Oh, Muhammad!] que no hay nada ni nadie con derecho a ser
adorado salvo Allah...) (47:19)
(Por cierto que los verdaderos creyentes son quienes creen en Allah y en Su
Mensajero, y no dudan...) (49:15)
(Por cierto que éstos cuando se les decía: No hay nada ni nadie con derecho
a ser adorado salvo Allah, se ensoberbecían, y decían: ¿Acaso vamos a
dejar a nuestros ídolos por las palabras de un poeta loco?) (37:35-36)
Allah expresó que la razón por la cual los castigó fue porque se
ensoberbecieron negándose a aceptar esta proclamación y desmintieron a
quien se presentó con este mensaje.
Hacer el bien aquí significa ser monoteísta, y el asidero más firme ha sido
interpretado como la oración Lâ ilâha illa Allah.
6. Purificar las obras de cualquier idolatría con una intención sincera. Allah
dice:
(Y se les había ordenado [en sus legislaciones] que adoraran a Allah con
sinceridad, fuesen monoteístas...) (98:5)
7. Tener amor por esta declaración, por todo lo que esta proclamación
implica, y por quienes actúan acorde a ella y respetan sus condiciones, y
renegar de todo lo que es contrario a ésta. Allah dice:
(Hay hombres que toman en lugar de Allah a otras divinidades, y las aman
igual que Allah; pero los creyente aman más a Allah de lo que ellos aman a
sus divinidades....) (2:165)
Allah nos informa que el amor que Sus siervos creyentes sienten por Él
es mayor que cualquier otro amor, pues ellos no toman como aliados a
nadie fuera de Allah. Cuando un siervo ama sinceramente a Allah da
prioridad a lo que su Señor ama, aun cuando vaya contra sus propios
deseos, y aborrece lo que su Señor condena, aun cuando sus deseos se
inclinan hacia ello. Él toma como aliados a aquellos a los que Allah y Su
Mensajero tomaron como aliados, considera enemigos a aquellos a los que
Allah y Su Mensajero consideraron sus enemigos, y sigue al Mensajero de
Allah imitando sus pasos y aceptando su guía.
Una persona le preguntó a Uahb Ibn Munabbih si la llave del Paraíso era La
ilâha illa Allah, y él respondió: ‘Sí, pero no olvides que toda llave tiene una
serie de dientes. Si intentas con una llave con todos sus dientes la puerta se
abrirá, de lo contrario no podrás ingresar’.
[1]
1/55, no. 26
[2]
1/57, no. 27
[3]
1/60, no. 31
[4]
Narrado por Al Bujârî 1/226, no. 128
[5]
1/193, no. 99
[6]
1/519, no. 425
3 - La adoración
La definición de adoración
1. Atestiguar que Allah es un sólo ser, y que posee todos los atributos
más nobles.
El sabio Ash Shâfi‘ , que Allah tenga misericordia de él, dijo: ‘Si veis a un
hombre caminar sobre el agua o levitar en el aire no le creáis, a menos que
sepáis que sigue la guía del Mensajero de Allah.’
Dice Allah : (Sólo se sienten a salvo del designio de Allah los perdedores
que no creen.) (7:99)
Y lo mismo ocurre con quien sólo siente temor de Allah y no anhela Su
misericordia, pues cree que Allah no lo perdonará, y es entonces cuando
pierde todas sus esperanzas y desconfía que Allah se apiade de él.
1. La adoración basada en la fe
Ésta es la base para todos los actos de adoración, y consiste en creer con
convicción y certeza que Allah es la única divinidad, que sólo Él tiene
poder para crear todas las cosas, decidir su destino, y beneficiarlas o
perjudicarlas, que Él no tiene copartícipe alguno, que sólo se podrá
interceder ante Él con Su permiso, y que no existe nada ni nadie con
derecho a ser adorado excepto Él.
2. La adoración con el corazón
Es decir proclamar la unicidad de Allah, pues no basta con creer en ella sino
que es necesario expresarlo. Este tipo de adoración también comprende las
súplicas, el pedido de auxilio y protección de Allah, las alabanzas y
glorificaciones, y la lectura de Corán.
Es decir: pagar el Zakâh, hacer caridades, pagar las expiaciones por los
pecados, comprar animales para ofrendarlos a Allah, y sostener
económicamente a quienes corresponda.
[1]
Registrado por Al Bujâri y Muslim. Este es un Hadîz muy conocido, por ello no hay necesidad de
mencionar su cadena de trasmisores. Ver el análisis de su cadena de transmisión en el libro Maqâsid
Al Mukallafîn, pág. 519
[2]
Ibn Al Azîr en su libro Yâmi‘ Al Usûl, 1/289, no. 75 atribuyó este Hadîz a Al Bujâri, Muslim y Abû
Dâûd.
4 - Lo opuesto a la unicidad de Allah, y lo que anula el monoteísmo
1. La idolatría mayor
No está estipulado que para que una persona sea llamada idólatra deba
asociar a Allah lo que considera semejante a Él en todos Sus atributos. Al
contrario, la legislación islámica denomina idólatra a quien atribuye el más
mínimo copartícipe a Allah .
Con respecto al relato que Allah hace acerca de lo que decían los
idólatras: ([Juramos] Por Allah que ciertamente estábamos en un evidente
error. Pues equiparábamos a los ídolos con el Señor del universo [y los
adorábamos]) (26:97-98), la aleya se refiere a que ellos equiparaban sus
ídolos con Allah en el amor, el temor, la confianza, la obediencia y la
sumisión no en la facultad para crear, pues ellos afirmaban que sólo Allah
tenía el poder para crear todas las cosas.
El peligro de la idolatría
La idolatría mayor es muy peligrosa, pues ella invalida todas las obras.
Allah dice:
(Pero si hubieran sido de los que le asocian copartícipes a Allah, todas sus
obras habrían sido en vano.) (6:88)
(Allah no perdona que se Le asocie nada a Él; pero fuera de ello perdona a
quien Le place...) (4:48)
Allah dice:
(La idolatría es una enorme injusticia..) (31:13)
2. La idolatría menor
La idolatría menor comprende las acciones que sólo se realizan para ser
visto, o presumir delante de las personas. También incluye la adoración a
Allah sin una intención sincera. Esto significa que la persona a veces puede
hacer alguna obra motivado sólo por su ego, o con el fin de obtener algún
beneficio mundanal o alcanzar algún rango distinguido. Esta clase de
persona dedica una parte de sus obras para Allah y otra para los demás. A
esta clase de idolatría en las obras le sigue la idolatría en las expresiones,
como por ejemplo jurar por otro que no sea Allah, o decir: ¡esto es lo que
Allah y tú quisieron!, o ¡sólo tengo a Allah y a ti! y según la intención de
quien diga estas expresiones pueden convertirse en idolatría mayor.
Quien cae en este tipo de idolatría, si bien no queda fuera del Islam, se
encuentra en una situación bastante peligrosa, pues la recompensa de sus
obras se ven disminuidas enormemente, y hasta corren el riesgo de ser
invalidadas por completo.
[1]
Mishkâh Al Masâbîh, 1/21, no. 49
[2]
Al Bujâri, 6/28, no. 281; Muslim, 3/1512, no. 1904
[3]
Ver Yâmi‘ Al Usûl, 4/545, no. 2651
[4]
Mishkâh Al Masâbîh, 2/687, no. 5334
CAPÍTULO 4
Dice: “Las primeras creencias del ser humano eran propias de su vida
primitiva, al igual que sus conocimientos y habilidades. Estos
conocimientos primitivos no estaban más desarrollados que las creencias
religiosas y los actos de adoración, y los elementos de la verdad que
componían cualquiera de estas creencias no eran superiores a los que
componían las demás.”
1. Estos estudiosos sostenían que el primer hombre fue creado con una
insuficiencia, por lo cual no podía comprender en su totalidad y de una sola
vez la esencia de la verdad. Para ellos el hombre primitivo estaba más cerca
de ser un animal que un ser humano.
3. Una parte de la historia que tiene ver con la creencia en Allah no pasó en
la Tierra sino en el cielo. De allí que el único que puede relatarnos ésta
historia con la verdad y sin ambigüedades sea únicamente Allah .
[2]
Quien mostró inclinación por estas teorías es Mustafa Mahmûd en su libro titulado “Allah”.
2 - La historia de la creencia en Allah como la narra el Sagrado Corán
Fue registrado en Sahîh Al Bujâri que Ibn ‘Abbâs dijo: “Entre Adán y Noe
transcurrieron diez siglos, y durante todo este tiempo los hombres tuvieron
una vida de sumisión a Allah”.[2]
Si un siglo son cien años, entonces el tiempo transcurrido entre Adán y Noe
es de mil años. Pero este período entre un Profeta y otro puede haber sido
mayor que mil años, pues Ibn ‘Abbâs precisó que hubo diez siglos de Islam
y ello no niega la posibilidad de que haya habido entre ambos otros siglos
durante los cuales no se practicó el Islam.
Fue registrado en Sahîh Al Bujâri que Ibn Yuraiy transmitió de ‘Atâ' que Ibn
‘Abbâs, en su interpretación del siguiente versículo (Y [sus líderes] dijeron:
No abandonéis a nuestros ídolos. No abandonéis a Uadd, a Suuâ‘, a Iagûz, a
Ia‘ûq y a Nasr.) (71:23),
La evidencia más clara de que Noe fue el primer Mensajero enviado por
Allah es el Hadîz sobre la intercesión que se encuentra registrado en
Sahîh Muslim, y en el que se narra: “Los hombres después de recurrir a
Adán se dirigirán a Noe, y entre las palabras que le dirán se encuentran las
siguientes: ¡Oh, Noe! Tú eres el primero de los Mensajeros enviados a la
Tierra, y Allah te llamó «siervo agradecido»...”[5]
Los siguientes versículos del Libro de Allah nos evidencian claramente que
Noe divulgó la unicidad de Allah y el culto sincero. Él dijo a pueblo:
(¡Oh, pueblo mío! Adorad solamente a Allah, pues no existe otra divinidad
salvo Él. Por cierto que temo que [si no creéis en Él] os azote un castigo
terrible.) (7:59)
(No adoréis sino a Allah, pues temo que os azote el castigo de un día
doloroso [el Día del Juicio].) (11:26)
(¡Oh, pueblo mío! Adorad solamente a Allah, pues no existe otra divinidad
salvo Él ¿Es que no Le teméis?) (23:23)
(No eres más que un mortal como nosotros, y sólo te siguen los pobres y
débiles de nuestro pueblo que no piensan...) (11:27) Es decir: te siguen sin
recapacitar, analizar ni entender profundamente lo que les dices. Aquello
por lo que éstos los descalificaban en realidad era motivo para honrarlos,
porque cuando la verdad se manifiesta no necesita ser comprendida sino
seguida.
(Y los nobles que no creyeron de su pueblo dijeron [a los más débiles]: Éste
es un mortal como vosotros que sólo pretende poder. Si Allah hubiera
querido [que sólo Le adorásemos a Él] habría enviado Ángeles [en lugar de
hombres]...) (23:24)
Y le pidieron que rechazara a los pobres y a los débiles que creyeron en él,
pero Noe ignoró su demanda:
(Adorad solamente a Allah, pues no existe otra divinidad salvo Él.) (23:32)
(Por cierto que enviamos otros Mensajeros antes de ti; de algunos de ellos
te hemos relatado [su historia], y de otros no...) (40:78)
Una prueba de ello es que el Día del Juicio todos los pueblos que se
negaron a creer afirmarán y reconocerán que los Mensajeros que les fueron
enviados transmitieron el Mensaje. Allah dice:
Noe dijo:
(De acuerdo a ella, los Profetas que se sometieron a Allah emitían los
juicios entre los judíos...) (5:44)
(Hazme morir sometido a Ti, y reúneme [en la otra vida] con los justos.)
(12:101)
El Mensajero de Allah dijo: “Los Profetas son hermanos; sus madres son
diferentes pero su religión es una”.[6]
(Y cuando dijo Allah: ¡Oh, Jesús hijo de María! ¿Eres tú quien ha dicho a
los hombres: Tomadnos a mí y a mi madre como divinidades en vez de
Allah? Dijo: ¡Glorificado seas! No me corresponde decir algo sobre lo que
no tengo derecho. Si lo hubiera dicho Tú lo sabrías. Tú conoces lo que
encierra mi alma, mientras que yo ignoro lo que encierra la tuya. Tú eres
Quien conoce lo oculto. No les he dicho sino lo que Tú me has ordenado:
Adorad a Allah, mi Señor y el vuestro...) (5:116-117)
[1]
Este Hadîz fue registrado por Abû Hâtim Ibn Hibbân. Ibn Kazîr dijo: Este Hadîz cumple con las
condiciones del Imâm Muslim, aunque él no lo registró. Al Bidâiah Ua An Nihâiah, 1/101.
[2]
Ídem.
[3]
Í
Ídem.
[4]
8/667, no. 4920.
[5]
1/185, no. 194.
[6]
Sahîh Al Bujâri 6/478, no. 3443.
CAPÍTULO 5
Quienes entienden qué es lo falso y lo reconocen pueden comprender más cabalmente la verdad,
siempre que se aferren a ella estrictamente. Aquellos que siguen el Islam y no conocen la corriente
opuesta, es decir la falsedad, es posible que tengan algunos deslices. Las palabras de ‘Omar Ibn Al
Jattâb fueron certeras cuando dijo: “Pronto, cuando haya personas que habiendo crecido en el Islam
no sepan reconocer la ignorancia (Yâhiliiah) la cadena del Islam se romperá eslabón por eslabón”.
Indudablemente, quien conoce la oscuridad de noche sabe apreciar la luz de día.
Saiid Qutb que comprendió esta realidad dijo: “El hombre no podrá
entender la necesidad de este mensaje (el Islam), la necesidad de librarse
del desvío en el que la humanidad se encuentra sumergida, y la necesidad
de tener una creencia clara y estar totalmente convencido de ella hasta no
haber conocido la inmensa magnitud de la desviación y haber indagado
acerca de esa confusión de creencias y conceptos, de filosofías y fábulas, de
pensamientos e ilusiones, de rituales y tradiciones, de situaciones y
circunstancias que controlaban la conciencia del hombre en todo momento
antes de que el Islam llegara, y hasta no haber comprendido la verdadera
confusión, ambigüedad y complejidad que embebían las creencias religiosas
que fueron desvirtuadas y adulteradas, además de los extensos añadidos
colmados de filosofía, idolatría y mitos que los hombres insertaron en los
libros revelados.
Los investigadores consideran a los griegos como una de las naciones más civilizadas del pasado.
Veamos cuáles eran, entonces, las creencias de este pueblo. Ellos creían que Zeus era el señor de los
dioses. Su imagen era más parecida a la de Satanás que a la de un dios; estaba lleno de odio y
enemistad, y no hacía más que preocuparse por saciar su hambre y sus deseos. No le importaba la
situación de los dioses ni la de los hombres, y sólo se interesaba por aquellos asuntos que podían
ayudarle a mantener su dominio y tiranía. Solía enfadarse con Esculapio, dios de la medicina, porque
curaba a los enfermos, y ello lo privaba de recolectar el impuesto que las almas de los muertos debían
pagar para ser transportadas de la faz de la tierra a la otra vida.
También creían que Zeus se había enfadado con Prometeo, dios del conocimiento y la industria,
porque había enseñado al hombre cómo usar el fuego para la industria, y cómo del conocimiento se
podía obtener un poder similar al de los dioses. Entonces Zeus lo condenó al castigo eterno, pues no
se conformaba con su muerte o con quitarle su rango entre los dioses, y por eso inventó diferentes
maneras para torturarlo. Así fue que Zeus lo encadenó en la cima de una montaña y le envió águilas
que comían su hígado a lo largo del día. Durante la noche su hígado se reconstituía para que las
águilas pudieran, al día siguiente, seguir comiéndolo. Y todavía continúa siendo castigado, sin
posibilidad alguna de que alguien interceda por él, o de que sus súplicas sean escuchadas.
El filósofo y poeta griego Hesiodo dijo que Zeus se enfadó con Prometeo debido a que en uno de los
banquetes de los dioses, Prometeo sirvió a Zeus un plato de comida, el cual estaba lleno de huesos, y
tenía poca carne y grasa. Entonces Zeus pensó que Prometeo había hecho eso en una actitud de
altanería hacia él, debido a su gran conocimiento, sabiduría e inteligencia, pues era famoso por ello
entre los dioses.
Hesiodo, luego que el concepto de culto en la religión de los antiguos griegos evolucionara un poco,
se esforzó por exaltar a Zeus y dar una imagen sagrada y poderosa de él a los hombres, una imagen
propia de una divinidad.
No obstante, los estudiosos de la mitología griega narran que Zeus traicionaba su esposa Hera, y
enviaba al dios de las nubes a que estas cubrieran al sol durante su salida, para que no comenzara el
día y su esposa no regresara y lo descubriera con sus amantes sobre el trono del Olimpo.
En una ocasión su esposa lo descubrió besando al copero de los dioses, Ganimedes, el pastor esbelto
que Zeus encontró en un campo y lo secuestró llevándolo al cielo. Zeus no hizo ningún intentó para
ocultar su amor por el copero, y justificó el asombro de su esposa diciendo que ella no conocía el
placer de mezclar el néctar de una copa con el jugo de los labios.
É
Éste es un ejemplo representativo de las creencias idólatras que son producto de las ilusiones y los
mitos. Los dioses de los griegos eran muchos, y luchaban entre ellos, torturándose y matándose. Al
igual que el ser humano, estos dioses comían, bebían, contraían matrimonio, cometían adulterio,
practicaban la homosexualidad, y como si fuera poco, justificaban su mal comportamiento. ¿Qué
efecto puede tener esta doctrina en los corazones de quienes creen en ella? ¿Qué resultados pueden
causar estas creencias en el comportamiento de los hombres, individual y colectivamente? ¿Cuáles
son los valores que esta creencia idólatra, desviada, y falsa establece?
El Sagrado Corán narra el extravío de los Hijos de Israel, las mentiras que
decían acerca de Allah, y su idolatría. Ellos atribuyeron un hijo a Allah:
(Algunos judíos dicen: Esdras es el hijo de Allah...) (9:30) Además dijeron
que Allah era avaro y pobre: (Los judíos dicen: La mano de Allah está
cerrada [y no concede Sus gracias]. Sus propias manos quedaron cerradas y
fueron maldecidos por lo que dijeron. Por el contrario, Sus manos están
abiertas y sustentan como Él quiere...) (5:64)
“Oyeron a Yahvé Dios, que se paseaba por el jardín al fresco del día, y se
escondieron de Yahvé Dios el hombre y su mujer, en medio de la arboleda
del jardín. Pero llamó Yahvé Dios al hombre, diciendo: «¿Dónde estás?» Y
éste contestó: «Te he oído en el jardín, y temeroso, porque estaba desnudo,
me escondí». «¿Y quién, le dijo, te ha hecho saber que estabas desnudo?
¿Es que has comido del árbol que te prohibí comer?»... Díjose Yahvé Dios:
«He aquí el hombre hecho como uno de nosotros, conocedor del bien y del
mal; que no vaya ahora a tender su mano al árbol de la vida, y comiendo de
él, viva para siempre». Y le arrojó Yahvé Dios del jardín de Edén, a labrar
la tierra de que había sido tomado. Expulsó al hombre y puso delante del
jardín del Edén un querubín, que blandía flameante espada para guardar el
camino del árbol de la vida.”[2]
En este pasaje se describe claramente a Allah como ignorante, pues sólo
pudo saber donde se encontraba Adán recién cuando el mismo Adán se lo
dijo. También se Lo iguala al ser humano, pues menciona que camina al
igual que el hombre. Según este pasaje, la razón por la cual Allah expulsó a
Adán del Paraíso no es su desobediencia al Señor como el Corán declara,
sino que es porque Allah temía que Adán pudiera comer del árbol de la vida
y convertirse en un inmortal. También puede deducirse que Allah no le
enseñó al hombre el bien y el mal, y que éste recién lo aprendió cuando
comió del árbol. Pero todo esto acerca de Allah es una gran mentira.
Así como ellos consideran que Allah es ignorante, también consideran que
Él se entristece y se arrepiente de sus obras. Ellos mencionan que Allah se
entristeció por haber creado al hombre cuando vio cómo se incrementaba su
maldad y su corrupción durante la época de Noe:
“Viendo Yahvé cuánto había crecido la maldad del hombre sobre la tierra y
que su corazón no tramaba sino aviesos designios todo el día, se arrepintió
de haber hecho al hombre en la tierra, doliéndose grandemente en su
corazón, y dijo: «Voy a exterminar al hombre que creé de sobre la faz de la
tierra; y con el hombre, a los ganados, reptiles y hasta las aves del cielo,
pues me pesa haberlos hecho». Pero Noé halló gracia a los ojos de
Yahvé.”[3]
“Así, pues, Yahvé envió la peste a Israel desde la mañana hasta el tiempo
fijado. Desde Dan hasta Berseba murieron setenta mil hombres del pueblo.
El ángel de Yahvé tendía ya su mano sobre Jerusalén para destruirla; pero se
arrepintió Yahvé del mal y dijo al ángel que hacía perecer al pueblo: «Basta;
retira ya tu mano».”[5]
Luego de analizar resumidamente lo que el Corán dice sobre el extravío de
los judíos y el concepto desviado que tienen de Allah , y citar algunas de
las mentiras y falsedades que se encuentran en la Torá tergiversada, nos
detendremos ahora a indagar sobre algunos puntos del Talmud. Éste libro
fue escrito por sabios judíos y rabinos, y es para ellos aún más importante
que la Torá. En el Talmud encontramos que la gran desviación de los judíos
no sólo corresponde a su doctrina sino también a su legislación.
¿Y cuál es la ballena con la que Allah juega? Según los judíos, es una
ballena inmensa, tan grande que puede entrar en su garganta un pez cuyo
largo es de mil cuatrocientos cincuenta kilómetro aproximadamente.
Debido al enorme tamaño de esta ballena, Allah temió que si se reprodujese
podría destruir el mundo. Por ese motivo decidió mantenerlo alejado de su
compañera, para que el mundo no se llenara de estas bestias que terminarían
acabando con quienes lo habitan. Así fue como Allah retuvo al macho, y
a la hembra la mató y luego la condimentó y preparó con ella el alimento de
los creyentes en el Paraíso.
Ese templo era el símbolo de la gloria de los judíos, y por ello dicen que
desde que fue destruido Allah llora tres cuartas partes de la noche y ruge
como un león, diciendo: “Me maldigo a mí mismo. ¿Cómo pude permitir
que mi templo fuera destruido e incendiado, y mis hijos esparcidos?”
Afirman que Allah se empequeñeció debido al gran dolor que sintió por
la destrucción del templo: “Dios llenó (sólo) el espacio de cuatro cielos
después de haber llenado, en todo momento, todos los cielos y la tierra.”
¡Glorificado sea Allah! Él esta por encima de lo que Le atribuyen.
Otras de sus mentiras es decir que Allah se golpea las mejillas, llora, y
las lágrimas caen por su rostro, debido a la desdicha y miseria que azota los
judíos: “Dios se lamenta por haber dejado a los judíos abandonados en la
miseria. Él todos los días golpea sus mejillas y llora, y dos lágrimas caen de
sus ojos al océano. El sonido de su caída puede oírse desde un extremo del
universo al otro, las aguas del océano se agitan, la tierra se sacude, y ocurre
un terremoto.”
Ellos afirman que Allah se equivoca, reconoce sus faltas, y expía sus
pecados. Además consideran que la luna es un error en la creación de Allah.
En una de sus narraciones, cuentan que la luna le dijo a Allah :
“Cometiste un error al crearme más pequeña que el sol, entonces Dios
reconoció su error, y dijo: Sacrificad para mí un animal, que expiaré con él
mi falta, pues creé a la luna más pequeña que el sol.”
¡Cómo pueden proferir tales mentiras! ¡Cómo pueden decir que Allah expía
sus faltas! ¡Cómo pueden decir que Allah se equivocó en su creación!
Por cierto que quienes inventan estas mentiras y quienes creen en ellas
tienen una mente muy necia. ¡Alabado sea Allah que nos guía por el
sendero de la verdad!
Otras de sus mentiras dice: “A veces Dios se enceguece de cólera, como le
ocurrió el día que se enfadó con los Hijos de Israel y juró privarlos de la
vida eterna. Pero luego que reaccionó se arrepintió de lo que dijo y no
cumplió con su juramento, porque había prometido algo injusto.”
[1]
Adaptación de Jasâ'is At Tasauur Al Islâmi por Saiid Qutb, pág. 11.
[2]
Génesis 3:8-11, 22-24 (Versión directa de las lenguas originales) [Traductor]
[3]
Génesis 6:5-8 (Versión directa de las lenguas originales) [Traductor]
[4]
Génesis 11:1-9 (Versión directa de las lenguas originales) [Traductor]
[5]
2 Samuel 24: 15-16 (Versión directa de las lenguas originales) [Traductor]
[6]
Esto simplemente es un resumen muy pequeño de lo que los judíos han escrito en su Talmud.
3 - La desviación de los árabes del monoteísmo
‘Amr Ibn ‘Âmir Al Juzâ‘ instó a los árabes a adorar a los ídolos
introduciendo numerosas innovaciones en la religión de Allah, y
prohibiendo y permitiendo las cosas según su antojo, así fue como logró
cambiar la religión. Allah dice en Su Libro:
La razón por la cual los árabes siguieron a ‘Amr Ibn Luhai era que éste tenía
una posición muy alta entre ellos. Él era el líder de la tribu de Juzâ‘ah
cuando éstos tomaron Makkah y la Ka‘bah, después de expulsar a la tribu
de Yurhum. Los árabes lo consideraban su señor, y por eso siempre que él
introducía una innovación ellos la adoptaban como una ley. ‘Amr
alimentaba y vestía a la gente durante la peregrinación, y a veces sacrificaba
diez mil camellos para esa época y distribuía diez mil vestimentas entre los
peregrinos.[4]
Se dice que él fue quien llamó a las personas a adorar a Lât. Según una narración, había un hombre
en la ciudad de At Tâ'if que molía el trigo en una gran piedra para preparar el pan a los peregrinos.
Cuando éste murió, ‘Amr Ibn Luhai creyó que en realidad no había muerto sino que había entrado en
la piedra en la que solía moler el trigo, y entonces ordenó a la gente que la adoraran.
Los árabes adoraban ídolos. Hishâm Ibn Muhammad Ibn As Sâ'ib Al Kalbi dijo: Uno de los ídolos
más antiguos de los árabes era llamado Manâh, y se encontraba erigido a la orilla del Mar Rojo, cerca
de Al Mushallal, en un lugar llamado Qadîd, entre Makkah y Al Madînah. Todos los árabes lo
veneraban. Las tribus Al Aus y Al Jazray, y aquellos que se establecieron en las ciudades de Al
Madînah y Makkah y en las regiones aledañas a éstas, veneraban este ídolo y le ofrecían diferentes
oblaciones. Pero nadie honró más a este ídolo que las tribus de Al Aus y Al Jazray. Tanto lo amaba la
tribu de Al Aus y quienes vivían cerca de ellos que peregrinaban en su nombre, y cumplían con todos
los ritos de la peregrinación. Cuando dejaban Makkah, se dirigían hacia donde se encontraba Manâh
y recién allí afeitaban sus cabezas y permanecían un tiempo junto a él. Ésta era la condición para que
su peregrinación tuviera validez.
Tanto se propagó la idolatría que en todas las casas de Makkah había un ídolo, al que sus habitantes
adoraban. Cada vez que una persona se disponía a viajar, antes de emprender la partida tocaba el
ídolo y se frotaba las manos por su cuerpo pidiendo su bendición. Lo mismo hacía cuando regresaba
de su viaje.
Ibn Ishâq Al Kalbi dijo: Dhû Al Jalasah era un ídolo que pertenecía a Daus,
Jaz‘am, Bayîlah, y quienes vivían en sus tierras. Era una piedra blanca
tallada con la imagen de una corona, y se encontraba dentro de una
construcción erigida especialmente para él. El Mensajero de Allah le dijo
a Yarîr Ibn ‘Abdullah Al Bayali: “¿Puedes destruir a Dhû Al Jalasah por
mí?” Entonces se dirigió junto con los hombres de la tribu de Ahmas hacia
la casa donde se encontraba el ídolo, y en el camino se enfrentaron con
Jaz‘am y Bâhilah, pero los derrotaron. Finalmente pudo destruir la casa de
Dhû Al Jalasah, y prenderle fuego.
Fue registrado en Sahîh Al Bujâri y en Sahîh Muslim que Yarîr Ibn
‘Abdullah dijo: El Mensajero de Allah me dijo: “¿Podrías ayudarme a
descansar de Dhû Al Jalasah?” Había una casa en tierras de Jaz‘am llamada
la Ka‘bah del Yemen, así que me dirigí hacia allá con ciento cincuenta
jinetes de la tribu de Ahmas. Le dije al Profeta : ¡Oh, Mensajero de Allah!
No puedo montar bien un caballo. Entonces él golpeó tan fuertemente mi
pecho con su mano que pude ver las marcas de sus dedos en mi cuerpo, y
dijo: “¡Oh, Allah! Concédele firmeza, guíalo, y haz que sea motivo de guía
para muchas personas”. Luego de este suceso se dirigió a donde se
encontraba Dhû Al Jalasah y lo destruyó.
El número de ídolos que había en la época de la ignorancia (Yâhiliiah) es mayor que el mencionado
en este capítulo.
Los textos que han conservado la historia nos relatan que cuatro hombres sabios de Quraish se
apartaron de su pueblo durante una fiesta celebrada en nombre de uno de sus ídolos. Ellos eran
Uaraqah Ibn Naufal, ‘Ubaidullah Ibn Yahsh, ‘Uzmân Ibn Al Huairiz Ibn Asad Ibn ‘Abd ‘Uzza y Zaid
Ibn ‘Amr Ibn Nufail.
Éstos se dijeron unos a otros: “Sabemos, por Allah, que nuestro pueblo no está aferrado a ninguna
verdad. Ellos se han desviado de la religión de su padre Abraham. ¡Cómo pueden adorar a piedras
que no oyen ni ven, y tampoco pueden perjudicar ni beneficiar a nadie! Sigamos nosotros una
religión, pues nuestra gente no quiere seguir ninguna”. Entonces cada uno de ellos viajó a una tierra
diferente en busca de la religión de Abraham.
Uaraqah Ibn Naufal se aferró firmemente al cristianismo, y luego de
estudiar profundamente sus libros se convirtió en una de las personas de
más conocimiento entre la Gente del Libro.
Fue registrado en Sahîh Al Bujâri que ‘Abdullah Ibn ‘Omar dijo: “El
Profeta se encontró con Zaid Ibn ‘Amr Ibn Nufail en el valle de Baldah,
al oeste de Makkah, antes de recibir la revelación. Allí le fue ofrecida una
comida al Profeta pero se negó a comerla. Entonces Zaid dijo: ¿Acaso no
sabéis que yo no como la carne del animal que sacrificáis a los ídolos? Yo
sólo como la carne del animal sacrificado en nombre de Allah. ¿Acaso no
recordáis que yo, Zaid Ibn ‘Amr, rechazaba los animales sacrificados por
Quraish? Y agregó, en repudio a lo que su pueblo hacía: Allah es Quien
crea la oveja, y hace descender agua del cielo para que con ella brote de la
tierra su alimento, y luego vosotros, al momento de sacrificarla, mencionáis
otro nombre diferente a Allah”.[6]
Mûsa Ibn ‘Uqbah dijo: Sâlim Ibn ‘Abdullah – que siempre narra lo que le
transmitió Ibn ‘Omar – me relató lo siguiente: “Cuando Zaid Ibn ‘Amr Ibn
Nufail viajó a Siria en busca de una religión a la cual seguir encontró a un
sabio judío y le preguntó acerca de su religión, diciéndole: Quizás yo sigua
vuestra religión. ¡Infórmame sobre ella! El sabio respondió: No podrás
seguir nuestra religión a menos que aceptes cargar con una parte de la ira de
Allah. Zaid dijo: Estoy buscando escapar de la ira de Allah y no quiero
cargar con ella. ¡Cómo podría aceptar lo que me propones! ¿Acaso conoces
otra religión? El judío dijo: Sólo conozco la religión de Abraham. Zaid
preguntó: ¿Cuál es la religión de Abraham? Y el sabio respondió: Abraham
no era ni judío ni cristiano, él sólo adoraba a Allah.
Entonces Zaid se marchó, y en su camino encontró a un sabio cristiano y le preguntó lo mismo que
anteriormente le había preguntado al judío, y éste respondió: No podrás seguir nuestra religión a
menos que aceptes cargar con una parte de la maldición de Allah. Zaid dijo: Estoy buscando escapar
de la maldición de Allah y no quiero cargar con ella. ¡Cómo podría aceptar lo que me propones!
¿Acaso conoces otra religión? El cristiano dijo: Sólo conozco la religión de Abraham. Zaid preguntó:
¿Cuál es la religión de Abraham? Y el sabio respondió: Abraham no era ni judío ni cristiano.
Al Laiz dijo: Hishâm Ibn ‘Uruah me escribió para contarme que su padre le
había transmitido que Asmâ' Bint Abû Bakr dijo: “Vi a Zaid Ibn ‘Amr
Ibn Nufail de pie, con su espalda apoyada sobre la Ka‘bah, diciendo: ¡Oh,
Quraish! Por Allah, no hay entre vosotros nadie que, al igual que yo, siga la
religión de Abraham. Él no permitía que las niñas fueran enterradas vivas.
Cuando un hombre quería matar a su hija él le decía: ¡No la mates! Yo me
haré cargo de ella. Entonces la llevaba con él, y cuando la niña crecía le
decía a su padre: Si quieres te la devuelvo, de lo contrario yo cuidaré de
ella.[8]
Le fue preguntado al Mensajero de Allah acerca de Zaid, y dijo: “Él será
resucitado como un sola nación, entre ‘Îsa Ibn Mariam y yo”. [9]
[1]
8/283, no. 4623
[2]
8/283, no. 4624
[3]
Ver As Sîrah An Nabauiiah de Ibn Hishâm, 1/121.
[4]
Al Bidâiah Ua An Nihâiah, 2/187.
[5]
Ver As Sîrah An Nabauiiah de Ibn Hishâm, 1/122.
[6]
7/142, no. 3826
[7]
Sahîh Al Bujâri, 7/142, no. 3827
[8]
Sahîh Al Bujâri, 7/143, no. 3828
[9]
Ibn Kazîr clasificó su cadena de narradores Yaiid Hasan.