Aquidah

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Publicación: www.nurelislam.

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Nota del Editor

Todas las alabanzas pertenecen a Allah, Señor del universo. Que la paz y
las bendiciones de Allah sean con el último de los Profetas, Muhammad
Ibn ‘Abdullah, su familia, sus Compañeros y todos aquellos que siguen su
senda hasta el día del Juicio Final.

La creencia en Allah, Uno, único, Sublime, es el centro del la doctrina


islámica. Todos los aspectos de vida islámica, ya sea socio-económica,
política, internacional, y demás, se encuentran relacionadas con la
creencia en Allah.

El Sheij Al Ashqar como es su costumbre se ha explayado notablemente


exponiendo todas las pruebas y evidencias relacionadas al tema de las
dos fuentes de la que emanan todas las ciencias Islámicas: El Corán y la
Sunnah.

Sin duda este libro será de gran ayuda para todos aquellos que quieran
profundizar su conocimiento sobre Allah, sus bellos nombres y
sublimes atributos.

Quiera Allah bendecir nuestros esfuerzos en la propagación de las


ciencias islámicas, y aceptar el esfuerzo de todos aquellos que
participaron en la edición de este libro.

Muhammad A. R. Al Tuwaijri

Riyadh, Arabia Saudita


Introducción del Autor

La alabanza pertenece a Allah. Lo alabamos y buscamcis Su ayuda,


perdón, guía y a Él nos arrepentimos. Buscamos refugio en Allah de
los males de nuestro propio ego y de nuestras acciones malas. A quien
Allah guía, nadie puede desviarle, y a quien desvíe nadie podrá guiarlo.
Atestiguo que nada ni nadie tiene el derecho de ser adorado sino
Allah, y atestiguo que Muhammad es su siervo y Mensajero.

Este libro tiene el objetivo de explicar la creencia islámica (‘aquidah) sobre


Allah . Ruego a Allah que sea de beneficio para su autor, los lectores
y el editor. Quiera El aceptar esta obra sincera por su causa, y que
represente para mi una salvación el Día del juicio Final.

Este libro está basado en las dos fuentes de Islam, el Corán y la Sunnah de
Su Mensajero . Es sobre estas dos fuentes que las primeras
generaciones de musulmanes construyeron su doctrina.

No creo que nadie discrepe en que la doctrina de la primera generación


era pura como el agua de los mares, pero firme como las montañas.
Fue a través de estas personas que Allah cambió el curso de historia
humana. ¿Existe entonces algún peligro en rastrear y ahondar en las
fuentes de estos antepasados virtuosos?

Encontramos lamentablemente muchos musulmanes que dan prioridad


a las afirmaciones de los seres humanos por sobre las palabras del Corán
y la Sunnah. Vemos que buscan la guía con otra metodología que la
enseñada por Allah y su Mensajero. Es por esta cauda que decidí
escribir este libro refiriendo todo asunto a las dos fuentes sobre las
que se basa el Islam, refutando a aquellos que las ignoran y desprecian.
El libro encierra distintos temas, aunque he tratado de exponer la
creencia desde su significado lingüístico hasta su más delicada
implicancia, para que sirva de guía a los lectores.

En los primeros capítulos describí la metodología del Corán al enseñar


la creencia y las diferencias que existen entre la creencia, la filosofía y la
teología escolástica, ya que la introducción de estos dos últimos trajo
grandes comple jos a la creencia de la nación Islámica.

En un capítulo posterior enumero las evidencias que prue ban la


existencia de un creador siguiendo siempre la metodología Coránica,
refutando los argumentos de los ateos y quienes aseguran que la
creación del Universo se debe a un simple accidente.

En otro capítulo enumero los principios necesarios para comprender


los atributos y nombres divinos, refutando los argumentos de quienes los
niegan o los interpretan tendenciosamente.

Finalmente, expongo el tema del monoteísmo evidenciando los desvíos


en que cayeron algunos musulmanes y las politeístas.

Para concluir hago una breve reseña del concepto de la divinidad que
tuvieron distintas culturas, y refuto la teoría sobre la evolución de la
creencia.

Este libro puede agradar a algunas personas y enojar otros. Allah sabe que
solo buscaba complacerlo a Él cuando inicié su redacción. Eso no significa
que todo en este libro es correcto, al punto de considerarme infalible,
porque los únicos infalibles son los profetas. Me retracto por adelantado
de cualquier error que pueda haber cometido al escribir este libro, si Allah
toma mi alma antes de que pueda corregirlo. Parafraseando al Imam As
Shafi’i digo: “Sí el es auténtico, entonces esa es mi escuela de
pensamiento (Madhab). Si encontráis algún dicho mío que contradice
las enseñanzas del Profeta, arrojad mis palabras contra una pared.”

Ruego a Allah que nos guíe por el camino recto, nadie puede sino Él.

Dr. 'Omar Sulaiman Al Ashqar


INTRODUCCIÓN

(1) ‘AQÎDAH: DEFINICIONES

'Aqîdah: significado y uso

La palabra “'aqîdah (creencia o doctrina)” es constantemente repetida en las


conversaciones cotidianas. Oímos decir: “yo creo tal cosa” o “esa creencia
es sana” o “nuestras diferencias son doctrinales” y tantos otros ejemplos.

¿Qué es lo que las personas quieren decir con esta palabra? ¿Qué significa
esta palabra en el idioma árabe? ¿Cuál es el concepto de 'aqîdah según el
Islam?

La palabra 'aqîdah alude a aquellas cosas que las personas afirman en sus
corazones y creen o aceptan como verdaderas. Las creencias son conceptos
que se sostienen como ciertos, sin dudar de ellos.

En el idioma árabe, el significado de la palabra 'aqîdah (o su raíz ‘aqd) gira


entorno al concepto de adhesión, certeza y afirmación.

En el Corán, Allah dice:

(Allah no os castigará por los juramentos [que hagáis] sin intención, pero sí
por los que hayáis hecho deliberadamente ['aqqadtum]) (5:89)

Un juramento deliberado es aquel en el que hay resolución y determinación,


a diferencia del juramento involuntario que puede expresarse con palabras
pero sin verdadera intención.
La 'aqîdah es tan importante como la sharî'ah, porque el Islam está basado
en ambos. La palabra sharî'ah alude a las obligaciones que nos enseña el
Islam, como los actos de culto y las relaciones sociales.

La 'aqîdah reside en el corazón

La 'aqîdah no es un acto, sino que representa aquellos conceptos que el


musulmán debe conocer y creer en su corazón, porque Allah los ha revelado
en Su Libro a través de Su Profeta .

Los principios básicos de la 'aqîdah que Allah nos ordena creer se


encuentran mencionados en el siguiente versículo:

(El Mensajero y sus seguidores creen en lo que le fue revelado por su Señor.
Todos creen en Allah, en Sus Ángeles, en Sus Libros y en Sus Mensajeros.
No hacemos diferencia entre ninguno de Sus Mensajeros. Y dicen: Oímos y
obedecemos. Perdónanos Señor nuestro, pues ciertamente a Ti volveremos.)
(2:285)

El Profeta definió esta creencia en el conocido Hadîz de Yibrîl (ángel


Gabriel), donde dijo:

“El Îmân (la fe) es creer en Allah, Sus ángeles, Sus Libros, Sus Mensajeros,
y la resurrección” .

En resumen, la 'aqîdah en el Islam alude a los conocimientos auténticos


transmitidos por Allah y Su Mensajero que el musulmán debe creer en su
corazón.

'Aqîdah es creer sin la más ínfima duda


Para que los principios conformen una doctrina ('aqîdah) se debe creer en
ellos firmemente, sin ninguna duda. Si existe algún elemento de duda,
entonces estos principios son una mera especulación o idea, pero no una
firme creencia. En el diccionario árabe Al Mu'yam al uasît se menciona:
“'Aqîdah: Dícese de una creencia firme de la que no se duda en absoluto”.
La evidencia (dalîl) de esta afirmación se encuentra en los versículos
siguientes:

(Por cierto que los verdaderos creyentes son quienes creen en Allah y en Su
Mensajero y no dudan… ) (49:15)

(Este Libro [el Corán], en el cual no hay duda, es una guía para los
piadosos.) (2:1-2)

(¡Señor nuestro! Tú eres Quien reunirá a los hombres el Día sobre el cual no
hay dudas.) (3:9)

Allah criticó a los idólatras por sus constantes dudas:

(No creen en Allah ni en el Día del Juicio; sus corazones están llenos de
dudas, y por ello vacilan.) (9:45)

Las creencias son parte de lo oculto

Puede notarse que las creencias que todo musulmán debe obligatoriamente
sostener, son intangibles y forman parte de lo oculto. A este concepto alude
Allah cuando elogia a los creyentes:

(Aquellos que creen en lo oculto…) (2:3)

Allah es para nosotros intangible, así como lo son Sus ángeles y el Día
del Juicio. Con respecto a Sus Libros y profetas, si bien éstos son visibles,
la creencia de que ellos provienen de Allah, es decir que los Profetas fueron
enviados por Allah y que asimismo los Libros fueron revelados por Él, es
algo también intangible.

Creencias verdaderas y creencias falsas

Todas las religiones y escuelas de pensamiento tienen creencias que influyen inevitablemente en sus
vidas. Esto se aplica a individuos así como a sociedades.

Desde el principio de la creación hasta el Día del Juicio Final, las creencias son de dos tipos:

(a)
La doctrina ('aqîdah) correcta, que es aquella que difundieron los profetas
enviados. Esta doctrina ha sido una sola a lo largo de los años, porque fue
revelada por Allah, el Sapientísimo, el Omnisciente. No puede siquiera
imaginarse que esta creencia difiera de un Profeta a otro, o de un tiempo a
otro.

(b) Doctrinas falsas, que son, de hecho, numerosísimas. Son falsas por ser el
producto del pensamiento e intelecto humano. No importa qué grado de
desarrollo alcance la humanidad, su conocimiento será siempre limitado e
influenciado por las costumbres, las tradiciones y los pensamientos que la
rodean.

Existen también creencias falsas que son el resultado de la distorsión, los


cambios y la alteración, como es en la actualidad el caso de las creencias
judías y cristianas. Estas doctrinas fueron tergiversadas hace ya mucho
tiempo, y corrompidas como resultado de dicha distorsión, aunque
originalmente ambas eran doctrinas correctas.

¿Cuál es la verdadera doctrina?

La verdadera doctrina ('Aqîdah) hoy en día no se encuentra sino en el Islam,


porque ésta es la religión que Allah ha garantizado proteger.
Dijo :

(Ciertamente Nosotros hemos revelado el Corán y somos Nosotros sus


custodios.) (15:9)

Las creencias de otras religiones, aunque puedan contener ciertos aspectos


de la verdad, no representan la verdad completa en sí misma.

Quienquiera conocer la verdadera creencia ('Aqîdah) no ha de encontrarla


en el judaísmo o el cristianismo, ni en las palabras de los filósofos. Hoy
sólo se encuentra preservada en el Islam, en sus fuentes: el Corán y la
Sunnah, pura, clara y brillante, convincente al intelecto del ser humano,
capaz de llenar el corazón de fe, certeza, luz y vida.

(Te hemos revelado el Corán por Nuestro designio; tú no conocías los


Libros [revelados anteriormente] ni la fe [en los preceptos divinos], pero
hicimos que él fuera una luz con la que guiamos a quienes queremos de
entre Nuestros siervos…) (42:52)

La importancia y necesidad de la doctrina islámica

La doctrina islámica es tan esencial para el ser humano como el agua y el


aire. Sin esta guía estará perdido y desconcertado. ¿Es la doctrina islámica
la única capaz de contestar las preguntas que siempre han preocupado al ser
humano, y que en ocasiones lo frustran? ¿Cuál es mi origen? ¿Cuál es el
origen del Universo? ¿Quién es su Creador? ¿Cuáles son Sus atributos?
¿Con qué objetivo creó al universo y a la humanidad? ¿Cuál es nuestra
función en este universo? ¿Cuál es nuestra relación con el Creador que nos
creó? ¿Hay otros mundos invisibles más allá de éste que podemos ver?
¿Existen acaso otros seres inteligentes aparte del ser humano? ¿Existe otra
vida después de ésta? ¿Si la respuesta es positiva, cómo es esa vida?
No existe otra creencia hoy en día aparte del Islam que pueda contestar
todas estas preguntas de manera clara y convincente. Toda persona que no
conozca la doctrina islámica no es diferente de este pobre poeta que declara
su ignorancia:

Vine, no sé de dónde, pero vine

Vi un camino ante mí, y lo seguí

Continuaré marchando por ese camino, me guste o no

¿De dónde provengo? ¿Cómo encontré este camino?

Lo ignoro

¿Soy nuevo o antiguo en este universo?

¿Soy libre o prisionero encadenado?

¿Controlo mi propio destino en esta vida, o soy controlado por él?

Cómo desearía saber, pero

Lo ignoro

¿Mi camino, cuál es mi camino? ¿Será largo o corto?

¿Estoy ascendiendo, o descendiendo?

¿Estoy atravesando esta vida, o es la vida la que está corriendo?

¿O estamos ambos detenidos y es sólo el tiempo lo que transcurre?

Lo ignoro
Me pregunto: Cuando pertenecía al mundo inadvertido, y me encontraba
seguro,

¿Acaso sabía que estaba allí?

... ¿Qué surgiría y sería un ser humano?

O, me pregunto... ¿Será que no sabía nada?

Lo ignoro

Me pregunto, antes de ser un ser humano completo,

¿Pertenecía a la inexistencia, o sólo era una posibilidad, algo?

¿Existe respuesta a este misterio? O he de permanecer eternamente

ignorando ¿Por qué ignoro?

Lo ignoro

¡Qué confusión! ¡Qué ansiedad causa esta incertidumbre que aflige al alma
humana! ¿Acaso los niños de esta generación, que han perdido el
conocimiento de las "grandes verdades" universales sin las cuales sus vidas
no pueden completarse, merecen sufrir estas inquietudes en sus corazones?
Imposible comparar tal situación con la del musulmán que conoce todas
estas verdades, a través de las cuales alcanza la paz y la serenidad, viajando
por un camino recto hacia una meta definida y clara.

Reflexión sobre las palabras de este pobre poeta acerca de la muerte y


el destino final de cada individuo:

¿Si la muerte es un castigo, por qué pecado es castigada el alma santa?


¿Si es un premio, qué bendición merece el alma promiscua?

Si no existe premio o castigo en ella,


¿Entonces cuál es el objetivo de las palabras: pecado y virtud?

Lo ignoro

Si la muerte es un sueño luego de la vida,

¿Por qué no permanecemos despiertos?

¿Por qué el hombre no sabe cuándo ha de partir?

¿Cuándo este secreto se revela?

Lo ignoro

Si la muerte es un sueño para descansar en paz

Y una liberación de las cadenas, un principio en lugar de un fin,

¿Entonces por qué yo no amo ese sueño?

¿Por qué el alma se ahuyenta de ella?

Lo ignoro

Luego de la tumba, tras la muerte, ¿seremos acaso resucitados?

¿Vida y eternidad, o sólo desaparición y olvido?

¿Acaso todos dicen la verdad, o algunos mienten?

¿Es acaso verdad que algunas personas conocen las respuestas?

Lo ignoro

Si soy resucitado luego de mi muerte, física y espiritualmente,


¿Me pregunto, seré resucitado sólo en parte o completo?

¿Me pregunto, seré resucitado niño o adulto?

¿Entonces, acaso me reconoceré al ser resucitado?

Lo ignoro

Este poeta ignora su destino, el destino que todo ser ha de alcanzar, pero
quiere conocerlo. Vemos el dolor del poeta porque no sabe cuál será su
destino y lo qué pasará con su ser. Se aleja de la verdad, su corazón está
lleno de tristeza y pesar. ¡Cuántas personas similares a este poeta hay en el
mundo! Algunos pueden expresar su tristeza y confusión, pero otros sólo
sufren, y sus pensamientos lloran atrapados en sus almas sin respuestas.

‘Lo ignoro’ es su respuesta a estas preguntas eternas. Pero estas no son


palabras exclusivas de este poeta. Sócrates, el gran pensador y filósofo,
dijo: “Si hay algo que no ignoro, es el hecho de que no sé”. De hecho, el
escepticismo es una antigua escuela de pensamiento filosófico.

Sólo a través de la guía del Islam el ser humano alcanza el conocimiento a


las preguntas: ¿de dónde vine? ¿Hacía dónde voy? ¿Cuál es el objetivo del
universo? Sólo así se alcanza la certeza y la fe. Sólo así se diferencia entre
aquellos que saben y aquellos que no saben:

(¿Acaso quien camina cabizbajo y tropezando [sumergido en la


incredulidad] está mejor encaminado que quien transita erguido [firme en la
fe] por el sendero recto?) (67:22)
2. LA RELACIÓN ENTRE 'AQÎDAH, îMÂN Y SHARÎ'AH

La relación entre 'Aqîdah e îmân

En el Corán, Allah elogia al îmân (fe) y a las personas de fe en los


siguientes versículos:

(Se aproxima la hora en que los hombres deberán comparecer [ante Allah
para ser juzgados], mientras que ellos se muestran indiferentes alejados del
Mensaje.) (21:1)

(Esos son quienes siguen la guía de tu Señor y quienes triunfarán.) (2:5)

Allah les promete el Paraíso:

(Todos éstos serán quienes heredarán el Paraíso, en el que morarán


eternamente.) (23:10-11)

El îmân (fe) al que se refieren estos versículos no es la 'aqîdah (creencia).


La 'Aqîdah es la base y el cimiento del îmân. El îmân es la fe que
firmemente se establece y se arraiga en el corazón, que se enuncia con
palabras y se traduce en obras.

La creencia que reside en el corazón pero no tiene manifestación visible es


una creencia vacía, nula y fría, que no merece ser llamada 'Aqîdah. Vemos
numerosas personas que conocen la verdad, pero que no viven acorde a ella.
Otros se resisten a la verdad que conocen, de la misma manera que Iblís,
que a pesar de que tuvo acceso a las grandes verdades universales con
certeza, conoció Allah y supo de la veracidad de los Mensajeros y los
Libros, se condenó oponiéndose a ella.

El Faraón se encontraba completamente seguro que los milagros realizados


por Moisés provenían de Allah , pero los negó por orgullo y
arrogancia. Dice Allah sobre él:

(Y a pesar de estar convencidos [de la verdad de los signos], los negaron


injusta y arrogantemente.) (27:14).

Moisés se había dirigido al Faraón diciéndole:

(Tú sabes bien que sólo el Señor de los cielos y de la tierra ha enviado estos
signos claros.) (17:102)

La Gente del Libro sabe que Muhammad es el Mensajero enviado por su


Señor:

(conocen al Mensajero como conocen a sus propios hijos…) (2:146) pero se


niegan a admitirlo y creer en él.

Abû Tâlib dijo al Mensajero de Allah como excusa para no creer:

“Sé que la religión de Muhammad es la religión más pura del mundo, y si


no fuera por el miedo al reproche y la calumnia me verías reconocerla
abiertamente”.
La fe no significa solamente reconocer la existencia de Allah, sino que es
creer en el corazón, corroborar esa creencia mediante las palabras, y adoptar
la forma de vida prescripta por Allah.

Por eso, los Salaf dijeron: “El îmân (fe) es creer en el corazón, proclamar
esa creencia con las palabras, y ponerla en práctica con los miembros del
cuerpo”
.

La relación entre 'aqîdah y sharî'ah

La fe, como hemos expresado anteriormente, tiene dos condiciones


esenciales: La creencia profundamente arraigada en el corazón, y hechos
que la manifiesten. Si alguno de estos dos componentes esenciales no se
encontrara presente, demostraría la nulidad o desequilibrio de la fe (îmân).

La fe es como un árbol bondadoso, fuerte, firmemente arraigado en la tierra,


con fuertes ramas que se elevan al cielo, cargado de abundantes frutos. La
fe (îmân) es el árbol, sus raíces son la creencia ('aqîdah) profundamente
arraigada en el corazón, y su tronco, ramas y frutos son las obras y
acciones.

Indudablemente, si las raíces son arrancadas el árbol morirá. De igual


manera la fe (îmân) dejará de existir si la creencia ('aqîdah) es extirpada. Si
el tronco y las ramas son cortados, el árbol se debilitará, y hasta puede
morir, porque la presencia de ramas y hojas es esencial para la existencia
del árbol. De igual manera, si las obras son abandonadas totalmente o en
parte, la fe (îmân) disminuirá o desaparecerá.
Especial atención a las obras

Es de esencial importancia prestar atención a las obras que Allah nos ha


ordenado o incentivado a realizar, como también abstenerse de cometer
aquello que Él nos ha prohibido, porque esto es parte del îmân (fe).
Cometer lo prohibido, aun cuando sea sólo algo pequeño, disminuye
proporcionalmente el îmân (fe).

Debemos mencionar aquí el peligro que corren aquellos que son


descuidados con sus obras, y se apartan de la Sunnah del Profeta ,
llegando al punto de describir algunos asuntos de la Sunnah o la religión
islámica como intrascendentes o insignificantes. Le rogamos a Allah que
guíe y perdone a estas personas, porque todo en el Islam es importante y
nada es insignificante, aunque existen distintos asuntos que varían en su
grado de importancia.

Esto no significa que no debemos prestar atención a las prioridades en el


conocimiento, las obras y la difusión del Islam. Sobre esto no caben dudas.
Sino que mi denuncia es hacia la negligencia de quienes abandonan asuntos
tendenciosamente, por considerarlos menores, así como critico a aquellos
que exageran en la aplicación de cada concepto de la Sunnah del Profeta
Escogido .

La actitud de ‘Omar Ibn Al Jattâb , luego de ser apuñalado, me


impresiona profundamente. Un joven vino a verlo, y al retirarse ‘Omar
observó que arrastraba su vestimenta por el suelo. Entonces le llamó y le
dijo: “Sobrino, alza tu vestido, porque es más higiénico y más agradable a
tu Señor”. La proximidad de la muerte no le impidió decir al joven algo que
muchas personas consideran hoy en día insignificante.
3. ÎMÂN Y KUFR (Fe e incredulidad)

El rechazo a la creencia

Todos aquellos que nieguen completamente la creencia, como los


comunistas que niegan la existencia de Allah, o rechacen a los Profetas y los
Libros sagrados, y no crean en el Día del Juicio Final y en la recompensa y
el castigo por las obras, o refuten parte de la doctrina islámica, son
considerados incrédulos (kâfirûn) y no musulmanes.

La doctrina islámica no puede ser aceptada en partes, ya que toda se


relaciona e interconecta entre sí.

La creencia en Allah requiere que también se crea en los ángeles, los Libros
sagrados, los Profetas y el Último Día. La creencia en los Libros requiere la
creencia en los principios básicos de la fe (usûl al îmân). La creencia en los
Profetas también implica creer en sus enseñanzas. Por eso es que Allah
consideró a quien cree en un principio de la fe y niega otro como incrédulo
(kâfir).

Allah dice:

(Por cierto que quienes no creen en Allah ni en Sus Mensajeros y pretenden


hacer distinción entre [la fe en] Allah y Sus Mensajeros diciendo: Creemos
en algunos y en otros no, intentando tomar un camino intermedio. Ellos son
los verdaderos incrédulos.) (4:150-151)

Negar alguno de los principios de la doctrina islámica ('aqîdah) que se


encuentran mencionados en el Corán o la Sunnah es considerado un acto de
incredulidad (kufr), como negar alguno de los Profetas o los ángeles.

Dichos y hechos que se consideran incredulidad (kufr)

La incredulidad (Kufr) no significa sólo negar los principios básicos de la


creencia ('aqîdah), sino que existen ciertas acciones y dichos que también
son actos de incredulidad; esto puede resumirse en una frase: “adorar a otro
en vez Allah”. La adoración es un derecho que sólo merece Allah, y por lo
tanto consagrar la adoración a otro en vez de Allah es un acto de
incredulidad.

El ser humano puede devenir incrédulo (kâfir) si profiriere palabras que


insultan al Creador , al Islam, o al Profeta, o se burla del Islam, o da
preferencia a otros principios, como el comunismo, sobre el Islam, o acusa al
Islam de ser imperfecto o retrógrado.

Nuestra actitud hacia la incredulidad y los incrédulos

El musulmán debe considerar a la incredulidad como su enemigo, debiendo


oponerse a su falsedad y llamar a la verdad. Es necesario declarar
abiertamente la verdad, así como saber que amamos para todo ser humano la
buena guía y la rectitud.

El incrédulo ante Allah

La persona que oye y comprende correctamente el mensaje del Islam, y


concientemente lo niega o rechaza es considerado un incrédulo (kâfir) que
ha de morar eternamente en el Fuego del Infierno, y no ha de tener excusa el
Día de Resurrección.

Pero aquellos que no alcancen a escuchar y comprender el mensaje del Islam


por cualquier razón, como vivir en áreas remotas o porque son sordos o
ciegos, o porque el mensaje del Islam los alcanzó cuando eran demasiado
ancianos para comprender, no serán castigados en el Día de la Resurrección
hasta que hayan sido probados.

Dice Allah :

(No hemos castigado a ningún pueblo sin antes haberles enviado un


Mensajero.) (17:15)

Narró Al Asuad Ibn Sarî’ : “El Mensajero de Allah dijo: “Existen


cuatro personas que serán excusadas en el Día de Resurrección: El sordo, el
deficiente mental, el anciano, y quien no haya sido alcanzado por el mensaje.
El sordo dirá: “¡Señor! El mensaje del Islam llegó, pero no pude oírlo”. El
deficiente mental dirá: “¡Señor! El Islam llegó, pero los jóvenes se burlaban
de mí”. El anciano dirá: “¡Señor! El Islam llegó, pero yo ya no podía
comprender”. Aquel que no tuvo acceso al mensaje dirá: “¡Señor! Ningún
Mensajero llegó hasta mí”. Entonces Allah les hará jurar obediencia, y luego
les ordenará ingresar al fuego. Y por aquel en cuyas manos se encuentra el
alma de Muhammad, cuando entren en él, éste será fresco y seguro para
ellos”[1].
Las obligaciones y las prohibiciones

(a) La actitud de los Salaf hacia aquellos que cometen pecados mayores
Indudablemente, cuado una persona descuida los deberes y obligaciones que
Allah le ha encomendado, como el Zakât, el ayuno, la realización de la
peregrinación, honrar a los padres, y demás prescripciones, o comete
pecados, como por ejemplo el adulterio (Zinâ) y la usura (Ribâ), su fe se
debilita proporcionalmente a las obligaciones en las que ha sido negligente y
a los pecados que ha cometido. ¿Pero es acaso la persona considerada
incrédula por el sólo hecho de ser negligente con sus obligaciones hacia
Allah y cometer pecados, a pesar de no considerar innecesarias las primeras
y lícitas las segundas?

Los textos a nuestro alcance indican que el musulmán no apostata por el sólo
hecho de cometer un pecado o descuidar sus obligaciones, pero si indican
que su fe disminuye, y que la decisión final respecto a su destino le
pertenece a Allah. Si Él quiere ha de perdonarle, y si no ha de castigarle.
Entre los textos que claramente aluden a este significado encontramos la
Aleya:

(Allah no perdona que se Le asocie nada a Él; pero fuera de ello perdona a
quien Le place.) (4:48).

Lo único que Allah no perdona es la incredulidad y la idolatría. En el caso de


los pecados, depende de Allah: Si Él quiere perdona, y si no castiga por
ellos.

Existen también numerosos Ahâdîz que claramente aluden a este mismo


concepto. Se menciona en un hâdîz qudsi:
“¡Oh, hijo de Adán! Si te presentaras ante Mí con tantos pecados como el
tamaño del planeta tierra, pero sin haberme asociado nada (sin haber
cometido idolatría), Yo te concedería tanto perdón como eso”[2].

Se relata que ‘Utbân Ibn Mâlik dijo: “El Mensajero de Allah dijo:
“Allah ha salvado del Fuego a todos aquellos que proclamen que no existe
otra divinidad que Él (La ilâha illa Allah), buscando con ello complacer a
Allah” [3].
Narró Yâbir que el Mensajero de Allah dijo: “Quien muera sin haber
asociando nada a Allah entrará al Paraíso” [4].

En el conocido Hadîz sobre la intercesión, se registra que Allah dijo: “Por


Mi Gloria, Mi Majestad, Mi Orgullo y Mi Poderío, he de extraer de él (el
Infierno) a todos aquellos que hayan atestiguado que no hay otra divinidad
que Allah (La ilâha illa Allah)”[5].

Narró Abu Sa‘îd Al Judrî que el Mensajero de Allah dijo: “Los


moradores del Paraíso ingresarán en él, y los moradores del Infierno
ingresarán en él, entonces Allah dirá: “Extraed de él a aquellos en cuyos
corazones la fe alcanzaba el peso de una semilla de mostaza”[6].

Dijo Abu Sufiân: “Conviví con Yâbir Ibn ‘Abdullah en Makkah durante seis
meses. Un hombre le preguntó en cierta ocasión: “¿Acaso llamaban a alguna
de las personas de la Qiblah (es decir el musulmán) incrédulo (kâfir)?”.
Respondió: “Allah me proteja de ello”. Preguntó una vez más: “¿Acaso
llamaban a alguien idólatra (mushrik)?”. Respondió: “No”[7].

Estos textos llevaron a los más prominentes sabios de los Salaf de esta
Ummah a decir que aquella persona que comete pecados y abandona sus
obligaciones es: “creyente debido a su fe e inmoral (fâsiq) debido a su
pecado”. Los sabios atribuyeron la fe a esta clase de personas, pero no la fe
completa que es el atributo de aquellos que cumplen con sus obligaciones y
se abstienen de los pecados.

(b) La secta “Al Jauâriy” (los jariyitas) considera incrédula a la persona


que comete pecados.
En contraste con los sabios anteriormente mencionados (los Salaf), existe
otro grupo que acusa de incrédulas a las personas que abandonan cualquiera
de sus obligaciones o cometen algún pecado. Inclusive en la actualidad,
podemos ver a muchas personas que se apresuran a condenar a otros como
incrédulos igual que los integrantes de esta secta. Este grupo surgió del
ejército de ‘Ali Ibn Abi Tâlib luego de la mediación de Abû Mûsa Al Ash‘ari
y ‘Amr Ibn Al ‘Âs, quienes no pudieron culminar con la disputa entre ‘Ali y
Mu‘âuiah por el califato.
Este grupo alegó que fijar dos hombres como árbitros era un error según el
Islam, y consideraron tal acto como incredulidad (kufr). Así fue que
consideraron incrédulos a todos los musulmanes que habían aceptado ese
proceso, y testificaron que ellos mismos eran incrédulos [por haber aceptado
el arbitraje inicialmente], pero inmediatamente renovaron su testimonio de
fe. Entonces exigieron a ‘Ali que se considerara incrédulo por dicha acción y
renovara nuevamente su fe, como condición para que ellos volvieran a las
líneas de su ejército. ‘Ali los refutó y les envió al gran sabio de esta nación
Ibn ‘Abbâs, quien les evidenció la verdad y refutó tal punto de vista. Más de
mil de ellos se volvieron sobre sus pasos, pero dos mil persistieron en su
posición y combatieron a ‘Ali , quien los derrotó. Pero este pensamiento se
extendió, y fue adoptado por numerosas personas. La idea de denunciar a
otros como incrédulos surge de tiempo en tiempo, y ha emergido hoy en día
una vez más.
Los textos sobre los cuales se basan los adeptos a la secta Al Jauâriy
para considerar incrédulos a quienes cometen pecados mayores

Los adeptos a la secta Al Jauâriy consideran que quien comete un pecado


mayor deviene incrédulo, y por lo tanto ha de morar eternamente en el
Infierno. Para sustentar tal concepto citan los siguientes textos:

Primero:
Dicen: “Vosotros coincidís con nosotros en que las obras son parte de la fe,
porque la fe se encuentra compuesta por la creencia, su testimonio verbal y
las buenas obras, y por lo tanto si las obras son abandonadas, la fe
desaparece”.

Segundo:
Citan como evidencia el hecho de que Allah describe algunos pecados como
inmoralidad (fisq), como en la Aleya: (¡Oh, creyentes! Si se os presenta
alguien corrupto con alguna noticia corroborad su veracidad…) (49:6). La
palabra “fâsiq” aquí se aplica al mentiroso, lo cual es obvio para quien
observa el contexto de la Aleya. Dijo el Profeta : “Insultar a un creyente
es una inmoralidad (Fusûq)”[8].

Dicen también que Allah denominó a algunos pecados como una terrible
injusticia (dhulm), como es el caso de apropiarse de la riqueza de los
huérfanos: (Quienes se apropien injustamente los bienes de los huérfanos, el
fuego consumirá sus entrañas…) (4:10).

Allah consideró una terrible injusticia expulsar a la viuda de su casa


matrimonial durante el periodo del luto, porque significa transgredir los
límites puestos por Allah: (No las expulséis de sus hogares, a menos que
hayan cometido una indecencia evidente…) (65:1).

Esta secta menciona inmediatamente después que todos aquellos que


incurren en los pecados que implican inmoralidad (fisq) e injusticia (dhulm)
son declarados incrédulos en el Corán: (los incrédulos son los injustos.)
(2:254) y (Y [sabed que] quienes no crean [y no agradezcan Mis gracias]
estarán descarriados.) (24:55)
Dicen: Estos textos indican que quienes cometen estos pecados no son
creyentes, por ejemplo, el hâdîz narrado por Muslim donde se menciona que el
Profeta dijo: “Quien comete adulterio (zinâ) no es, en el momento en que
comete adulterio, creyente. Quien roba no es, en el momento en que roba,
creyente. Quien bebe alcohol no es, en el momento en que bebe alcohol,
creyente”[9]. Dijo también el Profeta : “Nadie que crea en Allah y Su
Mensajero puede odiar a uno de los Ansâr”[10]. Dijo también: “Por aquel
en cuyas manos se encuentra mi alma, vosotros no ingresaréis al Paraíso
hasta que creáis, y no creeréis hasta que os améis mutuamente”[11].

Tercero:
Argumentan también que el Mensajero se desentendió de quienes
cometían ciertos pecados, como cuando dijo:
“Quien levanta contra nosotros sus armas no es de los nuestros, y quien nos
engaña no es de los nuestros”[12].
Asimismo en un hâdîz narrado por Al Bujâri y Muslim de Abû Hurairah ,
el Mensajero de Allah dijo: “Por Allah que no cree; por Allah que no
cree; por Allah que no es creyente”. Dijeron: “¿Quién? ¡Oh, Mensajero de
Allah!”. Dijo: “Aquel cuyo vecino no se encuentra a salvo de su
perjuicio”[13].

Cuarto:
También argumentan: Algunos pecados fueron descritos como incredulidad
(kufr), como cuando Allah dice: (Es una obligación para los hombres
peregrinar a esta Casa si se encuentran en condiciones de hacerla [físicas y
económicas]. Y quien niegue lo que Allah ha prescripto, sepa que Allah
prescinde de todas las criaturas.) (3:97)

Y el Profeta dijo: “No regreséis a la incredulidad luego de mi muerte,


matándoos unos a otros”[14].

Dijo también : “Si un hombre acusa a su hermano de incrédulo, alguno de


ellos dos efectivamente lo es”[15].
Refutación a las evidencias citadas por la secta AL Jauâriy

Los textos anteriormente mencionados corresponden a las evidencias y


pruebas presentadas por la secta Al Jaûâriy, sobre las cuales se basan para
acusar de incrédulo a quien comete un pecado mayor. En este apartado
demostraremos que dichos textos fueron erróneamente interpretados y
sacados de contexto:

Primero:
Con respecto a la primera prueba, donde asumen que las obras son parte
integrante de la fe, estamos de acuerdo, pero el error se encuentra en
considerar las obras como una condición indispensable para la existencia de
la fe. En realidad, no es de tal modo, sino que la inexistencia de obras alude
a la inexistencia de la integridad de la fe mínima obligatoria (kamâl al îmân
al uâyib).

Segundo:
En cuanto a la alegación de que la inmoralidad (fisq) y la injusticia (dhulm)
son actos de incredulidad (kufr), es una gran equivocación. El significado de
un acto inmoral (fisq) es un acto en desobediencia a Allah, y los actos de
desobediencia a Allah no pueden ser considerados todos en un mismo nivel.
Algunos actos de desobediencia pueden traer aparejada la incredulidad, y
otros simplemente no. Una persona que niega la existencia de los ángeles
desobedece a Allah de una manera que constituye un acto de incredulidad
(kufr), y una persona que bebe alcohol también desobedece a Allah, pero de
una manera que es considerada un pecado y no un acto de incredulidad
(kufr).

De igual manera, las injusticias también varían en su grado de seriedad;


puede que sea gravísimo y alcance el nivel de incredulidad (kufr), o puede
que su grado sea inferior a eso.

Podemos imaginar esto si dibujamos un círculo mayor dentro del cual


dibujaremos un círculo menor. El círculo mayor representa la injusticia y la
inmoralidad, y el círculo menor representa la incredulidad. El círculo de la
incredulidad se encuentra incluido en el círculo de la injusticia y la
inmoralidad, porque ambos comportamientos tienen un alcance más amplio
que la incredulidad, ya que no todo comportamiento inmoral o injusto
implica necesariamente la incredulidad.

Otra prueba de que la inmoralidad (fisq) no implica necesariamente la


incredulidad, es que el Profeta dijo en el mismo Hadîz: “Calumniar a un
musulmán es una inmoralidad (fusûq), y combatirlo es un acto de
incredulidad (kufr)”[16]. El hecho de que el Profeta haya diferenciado
entre ambos niveles, indica necesariamente una diferencia sustancial entre
ambos casos. Aunque cabe mencionar que el acto de incredulidad al que se
hace mención en el Hadîz no implica la apostasía de quien lo comete.

Tercero:
En cuanto a los textos citados para apoyar su concepto de que la fe es
anulada por los pecados, o de que el Mensajero se declaró inocente de las
personas que cometen pecados, o de que ciertos pecados son un acto de
incredulidad, no significan que la fe de quien comete uno de dichos pecados
es anulada y deviene incrédulo, sino que todos estos textos aluden a que los
pecados anulan la perfección y sinceridad de la fe, porque Allah condicionó
esas características numerosas veces en Su Libro. Dice Allah:
(Ciertamente Allah recompensará con el Paraíso a los creyentes que
sacrifican sus vidas y sus bienes combatiendo por la causa de Allah hasta
vencer o morir. Ésta es una promesa verdadera que está mencionada en la
Torá, el Evangelio y el Corán; y Allah es Quien mejor cumple Sus promesas.
Alegraos pues, por este sacrificio que hacéis por Él, y sabed que así
obtendréis el triunfo grandioso. Albríciales [¡Oh, Muhammad!] a los
creyentes que se arrepientan, adoren a Allah fervientemente, Le glorifiquen,
ayunen, se inclinen y se prosternen [en las oraciones], ordenen el bien y
prohíban el mal, y respeten Sus preceptos [que ingresarán al Paraíso].)
(9:111-112)

(Por cierto que triunfarán los creyentes que observen sus oraciones con
sumisión, se aparten de las conversaciones vanas, paguen el Zakâh, se
preserven de cometer adulterio o fornicación…) (23:1-5)

(Ciertamente los creyentes cuando les es mencionado el nombre de Allah sus


corazones se estremecen, y cuando les son leídos Sus preceptos reflexionan
acrecentándoseles la fe, y siempre se encomiendan a su Señor. Éstos son
quienes realizan la oración y dan en caridad parte de lo que les hemos
proveído.) (8:2-3)

Luego de citar estas Aleyas Abû ‘Ubaîd Al Qâsim Ibn Salâm dijo: “Estas
Aleyas indican las obligaciones que el Islam ha ordenado cumplir a sus
seguidores. Los Ahâdîz y la Sunnah describieron los rasgos completos de la
fe (îmân). Cuando los pecados se mezclan con la fe, puede decirse que esto
no es lo que Allah ha ordenado a los creyentes, y que esas no son las señales
por las que se identifica la fe, es decir, que esa no es la realidad de la fe, pero
eso no significa que no haya fe en absoluto.

Luego refutó los argumentos engañosos de aquellos: ¿Cómo puede decirse


que una persona no es creyente y a la vez se afirma que no ha perdido toda
su fe? La explicación es la siguiente: En el idioma árabe se utiliza la
expresión: “No has hecho nada” cuando se quiere decir en realidad que “No
lo has hecho apropiadamente”. Asimismo el Corán fue revelado en idioma
árabe, y por lo tanto utiliza los estilos clásicos de su idioma.
Los textos que niegan la fe de quien comete un pecado se encuentran
expresados en dicho estilo lingüístico.

Podemos observar en el Hadîz del hombre que oró mal, narrado por Al
Bujâri y Muslim donde el Mensajero dijo: “Ponte de pie y ora
nuevamente, porque no has orado”[17]. Y repitió esa frase en más de una
ocasión, aunque el hombre había realizado la oración en cada una de las
oportunidades, pero no correctamente.

El significado de los textos en los que el Mensajero se desentendió de


aquellos que cometen pecados

Dijo el Shaij Abû ‘Ubaid: “Que el Mensajero de Allah se haya


desentendido o declarado inocente de ellos no significa que es ajeno a su
religión, sino que, acorde a nuestro juicio, significa que dicha persona no es
de aquellos que le obedecen o siguen completamente su ejemplo y su
legislación”.

El significado de los textos que indicarían la incredulidad y la idolatría


de quienes cometen pecados

“Con respecto a los textos que aluden a que algunos pecados implican la
incredulidad o la idolatría, deben interpretarse de la siguiente manera: Estos
textos no indican que quienes cometen dichos pecados son incrédulos o
idólatras, sino que tales acciones son obras de los incrédulos y los idólatras”.

Encontramos este concepto en textos, como las palabras de Ibn ‘Abbâs al


interpretar la siguiente Aleya: (Quienes no juzgan conforme a lo que Allah ha
revelado, ésos son los incrédulos.) (5:44)

Dijo Ibn ‘Abbâs : “Éste no es el tipo de incredulidad (kufr) que deja a la


persona fuera del Islam”. El sabio ‘Atâ' dijo: “Es una forma menor de
incredulidad”[18].

Juzgar con otra ley diferente a la prescrita por Allah es llamado


“incredulidad (kufr)” pero no implica que quien lo comete apostata del
Islam. La fe se encuentra aún presente, aunque mezclada con ese pecado. El
significado de “juzgar con otra ley diferente a la prescrita por Allah es una
modalidad y una costumbre de los incrédulos. Dice Allah: (¿Acaso
pretenden un juicio pagano?) (5:50)

Los sabios de la exégesis coránica interpretan dicha Aleya como quien juzga
con otra ley distinta a la revelada por Allah es musulmán, pero se asemeja a
las personas de la ignorancia pre-islámica.

A este significado alude el Hadîz:

"Tres asuntos pertenecen a la ignorancia pre-islámica: calumniar el linaje de


las personas, gritar en los entierros, y la astrología”[19].

Dijo el Profeta también: “Las señales del hipócrita son tres: cuando habla
miente; cuando promete no cumple; cuando le es depositada una confianza
la traiciona”[20].

Dijo Abû ‘Ubaid: “Estas narraciones no significan que quien comete alguna
de estas acciones deviene pagano, incrédulo o hipócrita, siendo que cree en
Allah y en Su Mensajero, y cumple con sus obligaciones. Estas narraciones
evidencian acciones que pertenecen a la incredulidad y que son severamente
prohibidas por el Corán y la Sunnah, para que los musulmanes se aparten de
ellas y no imiten a los incrédulos al cometerlas”.

Quizás cuando Abû ‘Ubaid Al Qâsim Ibn Salâm dijo que “juzgar con otra ley
diferente a la prescrita por Allah no representa incredulidad ni expulsa a su
autor fuera del Islam” se refería a un juez (qâdi), cuando en algunos casos
particulares juzga acorde a su propio parecer, siendo que en el resto de las
situaciones juzga con la legislación revelada por Allah. En cambio gobernar
con leyes legisladas por los incrédulos, y aplicarlas en sociedades islámicas
por la fuerza, persiguiendo a quienes llaman a la aplicación de la legislación
islámica, es una gran injusticia que nada tiene que ver con el Islam.

Dice Allah :

(Pero no, [Juro] por tu Señor que no creerán a menos que te acepten como
juez de sus disputas; y no se resistan a aceptar tu decisión y se sometan
completamente.) (4:65)

La afirmación de que quien comete un pecado mayor preserva completa


y perfecta su fe

La secta Al Jauâriy es un extremo, que ha malinterpretado los textos que


mencionan que quien comete un pecado habrá disminuido su fe. Pero en el
extremo opuesto está otra secta: Al Muryi'a, quienes alegan que aquella
persona que comete un pecado mayor conserva su fe intacta. Afirman que “el
pecado no perjudica la fe cuando la persona es creyente”. Afirman que la fe
implica sólo la creencia en el corazón y su testimonio con palabras, y que las
obras son ajenas a la fe. Dicen que la fe en el corazón es idéntica en todas las
personas, y citan evidencias que probarían que aquellos que cometen pecados
no dejan de ser creyentes y han de ingresar al Paraíso.

La refutación a sus afirmaciones es que en numerosos textos del Corán y la


Sunnah se mencionan las obras como parte integrante de la fe. Dijo el Profeta
:

"La fe (Al îmân) se manifiesta en más de setenta formas, la más sublime es


testimoniar que no existe nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo
Allah, y la menor es quitar los estorbos del camino. La modestia es una
manifestación de la fe”[21].

Esta posición puede ser refutada también con aquellas narraciones que
exhortan al musulmán a apartarse de todo pecado, como el Hadîz del Profeta
:

“Quien comete adulterio (zinâ) no es, en el momento en que comete adulterio,


creyente. Quien roba no es, en el momento en que roba, creyente. Quien bebe
alcohol no es, en el momento en que bebe alcohol, creyente”[22].

Ambas sectas han dejado efectos negativos. La primera secta acusa a los
musulmanes de incrédulos al cometer un pecado y les hacen desesperar de la
misericordia de Allah, mientras que la segunda secta anima e invita a las
personas a cometer pecados. El camino recto es seguir el equilibrio entre
ambos extremos, considerando a quienes cometen pecados como
musulmanes, aunque su fe sea imperfecta e incompleta, mientras que su
destino se encuentra en las manos de Allah: si quiere ha de castigarlos, y si
quiere ha de perdonarlos.

[1] Narrado por Ahmad en su libro Musnad, considerado auténtico (Sahih) por Al Baihaqi. Ver Tafsir
Ibn Kazir (15:15)
[2] Narrado por At Tirmidhi en su libro Sunan, 4/49, no.3540. Dijo: “Este Hadiz es conocido sólo a
través de esta cadena de narración. Ver Sahíh Sunan At Tirmidhi por Al Albâni, 3/175, no. 2805.”
[3] Al Bujâri, 1/519, no. 425
[4] Muslim, 1/94, no. 94
[5] Al Bujâri, 13/474
[6] Al Bujâri, 1/72, no. 22

[7] Narrado por Abu ‘Ubaid Al Qasim Ibn Salâm en su libro Al îmân (La fe) editado por el Sheik
Naser Ad din Al Albâni, pág. 98. Dijo: Esta narración es autentica acorde a las condiciones de
Muslim. La persona de nombre Abu Sufiân que narró el Hadîz era Tâbi’t.
[8]
Muslim, 1/80, no. 64

[9]
Muslim, 1/76, no. 57

[10]
Muslim, 1/86

[11] Muslim, 1/74, no. 54


[12]
Muslim, 1/99, no. 101

[13]
Mishâh Al Masâbîh, 2/607, no. 4962

[14]
Muslim, 1/82, no. 65

[15] Muslim, 1/79, no. 79


[16] Muslim, 1/80, no. 64
[17] Al Bujâri, 2/277, no. 793; Muslim, 1/298, no. 397
[18] Transmitidi por Al Hâkim en su libro Al Mustadrak, y considerado auténtico por Adh Dhahabi
[19] SAhîh Al Yâmi’ As Sagîr, 1/582, no. 3039. La narración dice: “Tres acciones que corresponden a
la gente pagana de la ignorancia pre-islámica (Yâhiliah) no serán abandonadas por la gente del Islam:
atribuir la lluvia a las estrellas, insultar los antepasados y gritar por los muertos”. Este relato fue
mencionado por Al Bujâri en su libro At Târij, Ahmad en su libro Al Musnad, e Ibn Hibban.
[20] Al Bujâri, 1/89, no. 33; Muslim, 1/78, no.59
[21] Al Bujâri, 1/51, no. 9; Muslim, 1/63, no.35
[22] ; Muslim, 1/76, no.57
4. LA 'AQÎDAH (CREENCIA), LA FILOSOFÍA Y LA TEOLOGÍA ESCOLÁSTICA (‘ILM
AL KALÂM)

La diferencia entre la creencia ('aqîdah), la filosofía y la teología ('ilm al


kalâm)

La filosofía trata los mismos temas que la religión. La investigación de los


filósofos apunta a descubrir los orígenes y el propósito del universo,
descubriendo las maneras de lograr la felicidad del ser humano en el corto y
largo plazo. Éstos objetivos forman los dos componentes de la disciplina
filosófica, tanto el teórico como el práctico. Éstos temas son también los
objetivos de la religión [1]
. Pero a pesar de esta coincidencia, existe una diferencia sustancial entre la religión y la filosofía.
Ambas difieren en sus orígenes, fuentes, metodología, influencia, crítica de las evidencias, y en los
efectos finales que cada una de ellas tiene. Intentaré exponer en esta investigación las diferencias
existentes entre ambas: la religión y la filosofía.
(1) Orígenes y fuentes

La filosofía en todas sus manifestaciones es un "desarrollo" humano que se encuentra sujeto a todas
las restricciones, limitaciones y progresos paulatinos hacia un objetivo desconocido que es inherente
a la naturaleza humana. Está sujeta al potencial humano para el cambio, la alternación entre la guía y
el desvío, y la cercanía o lejanía a las metas estipuladas.

Los más prominentes filósofos no pudieron librarse de la influencia de su


ambiente, por lo que finalmente sus ideas y creencias reflejaron la realidad
de sus ambientes [2]
.

Por ejemplo, observemos el caso de Platón. Si analizamos su trabajo,


veremos que repite los mitos que prevalecían en su época, llegando él
mismo a producir mitos para transmitir sus ideas y creencias. De hecho,
muchas de sus creencias e ideas son mitos.

Dijo el sabio Al 'Aqqâd sobre Platón: “El ambiente idólatra en que Platón
vivió agobió sus pensamientos, por lo que incluyó en sus creencias la idea
de distintas divinidades y semidioses que no tienen relación alguna con las
religiones monoteístas”[3].

Luego Al 'Aqqâd discute la posición de Platón acerca del universo, para


demostrar su afirmación anterior: “Según Platón, el universo consiste en
dos niveles contrarios, el nivel de la razón absoluta, y el nivel de la materia
primordial. Todo el poder viene de la razón absoluta, y toda la incapacidad
viene de la materia primordial. Existen seres intermediarios en varios
niveles, siendo que el estado superior es determinado por el grado de razón
e intelecto, y el estado inferior por el apego a la materia primordial.
Algunos de estos seres intermediarios son dioses, otros son semidioses, y
otros simples seres humanos”[4].
La razón por la cual Platón aceptó que la idea de la existencia de estos
dioses intermediarios es, como dice Al ‘Aqqâd: “Porque quiso explicar la
existencia del mal, la imperfección y el dolor que existen en este mundo. La
razón absoluta es perfecta y no se encuentra limitada por el tiempo y el
espacio, y todo cuanto emana de él es perfecto y beneficioso. Estos dioses
intermediarios toman cuidando de la creación, intermediando entre el Dios
todo poderoso y la creación. Es decir que la imperfección, la maldad y el
dolor provienen de estos intermediarios”[5].

Es también sabido que Platón creía en la trasmigración de almas o


reencarnación.

Ésta es la filosofía descrita en sus propias fuentes.

La 'Aqîdah (creencia) islámica por el contrario es una Revelación de Allâh,


y tiene todas las cualidades Divinas de la verdad inalterable que no puede
ser alterada [6].
(2) La metodología[7]

La metodología filosófica difiere de la islámica en todos sus aspectos. Los filósofos comienzan
estudiando la psique humana, transformándola en su base y punto de partida. Cuando hablan del
conocimiento, sostienen que en ocasiones es empírico (basado en la experiencia), en ocasiones es
racional (basado en la razón), y en ocasiones es una combinación de ambos.

Hicieron la base del conocimiento a las ciencias empíricas y naturales, y


alegan que todo proviene de ellas, y sólo a través de ellas es posible
comprender las demás ciencias como la naturaleza, las matemáticas y la
ética. Luego condicionan cualquier premisa a estas tres ciencias, por
ejemplo los teólogos ('ilm Al kalâm) justifican así conceptos tan básicos
como que uno es la mitad de dos, que el cuerpo no puede estar en dos
lugares a la vez y que dos contrarios, como el negro y el blanco, no pueden
unirse.

Muchas de estas personas no consideran los valores éticos, como la justicia y la honestidad, como
parte de los principios básicos; sino que los ven como asuntos menores que requieren factores de
conveniencia que los sustenten.

Muchos filósofos comienzan sus escritos tratando la lógica, luego la ciencia


empírica y las matemáticas, y por último mencionan la posibilidad del
conocimiento Divino. Quien analice los escritos de los teólogos se
sorprenderá de encontrar el mismo orden de principios, ya que por lo
general examinan evidencias que inducen a la lógica, luego mencionan la
creación del Universo, y finalmente se esfuerzan por demostrar la existencia
del Creador (Dios). Algunos teólogos dividen el conocimiento entre lo
existente y lo inexistente designándoles diferentes sub-categorías, de la
misma manera que hacen los filósofos cuando inician sus tratados sobre el
conocimiento de lo Divino.
La mayoría de los filósofos trata en detalle los temas relativos a la naturaleza y el instinto, luego se
sumergen en contemplaciones sobre las estrellas y los planetas, recién luego aquellos que creen un
dios mencionan la necesidad de la existencia de Dios. Algunos de ellos intentan demostrar la
existencia del que debe necesariamente existir basados en que este universo debe tener un creador.

El objetivo de los teólogos escolásticos es demostrar la unicidad del


Creador, y que este no tiene compañero o socio alguno. Estos teólogos
consideran que este es el significado y objetivo del testimonio “No hay
divinidad salvo Allâh (La ilâha il la Allâh)”.

La metodología utilizada por los filósofos y los teólogos puede consumirles la vida sin que alcancen
ninguna conclusión de consideración. Todo principio presentado se encuentra siempre rodeado de
dudas, vacilaciones y confusión.

La metodología de Corán, por el contrario, utiliza como base el mensaje


transmitido por todos los Profetas: la invitación a adorar sólo a Allâh, sin
caer en idolatría o politeísmo:

( Y por cierto que a todos los Mensajeros que envié antes de ti [¡Oh,
Muhammad!] les revelé que no existe más divinidad que Yo, [y les ordené:]
¡Adoradme sólo a Mí!) (21:25)

Todo Profeta instó en principio a su pueblo que adorar sólo a Allâh:

( …¡Oh, pueblo mío! Adorad solamente a Allah, pues no existe otra


divinidad salvo Él ¿Es que no Le teméis?) (23:23). Solicitándoles que lo
adoren con sus corazones, sus lenguas y sus obras. La adoración implica
conocerle y recordarle.

Según esta metodología, la base del conocimiento es el conocimiento de


Allâh, no el conocimiento empírico. Porque Allâh es el Primero, el Creador
de todas las cosas, el Último a quien toda la creación ha de retornar.
Conocerlo es la base de todo conocimiento, recordarlo es la base de todo
recuerdo, y esforzarse en Su causa es la base de todo esfuerzo.

Dijo Ibn Abî Hâtim: “Accedimos al conocimiento con la ayuda de Allâh”.


Ibn ‘Abbâs fue preguntado: “¿Cómo has alcanzado el conocimiento de tu
Señor?”. Respondió: “Quien intente comprender su religión por analogías
permanecerá desconcertado a lo largo de toda su vida, vagando alejado del
camino correcto. Nosotros conocimos a Allâh de la manera que Él se
describió, con los atributos que Él nos informó”.

Cuando el Profeta envió a Mu'âdh al Yemen, para que invite a las


personas hacia Allâh y su religión, le dijo que iría ante un pueblo de
Cristianos y Judíos, y le aconsejó que a lo primero que debía invitarlos era a
la adoración de Allâh. Si aceptaban su invitación, entonces, y recién
entonces debería enseñarles las obligaciones y prohibiciones. Jamás le dijo
que invitara a la gente a dudar o analizar la existencia de la divinidad, como
son las prioridades de los filósofos y los teólogos.

El Imâm Al Bujârî comenzó su libro de recopilación de Ahâdîz con aquello


que es la fuente de todo conocimiento y fe, la revelación. Así que tituló el
primer capítulo: “El comienzo de la Revelación” en el que describió cómo
le fue revelado el conocimiento y la fe (Imân) al Profeta . Luego de ello
tituló el segundo capítulo “Libro de la Fe” lo que implica la aceptación de
todas las enseñanzas del Profeta . Luego tituló el siguiente capítulo
“Libro del Conocimiento” en que se citan y explican cuanto fuera revelado
al Profeta . Podemos comprender así que este gran Imâm organizó su
libro acorde a una metodología que indica su conocimiento y sabiduría
¡Que Allâh tenga misericordia de él!
Cuando Allâh resucite a la humanidad, no ha de preguntarles por su conocimiento de las ciencias
empíricas, la lógica o las ciencias naturales; sino que les preguntará si respondieron o no al llamado
de Sus Mensajeros.
( Toda vez que un grupo sea arrojado en él, sus [Ángeles] guardianes le
preguntarán: ¿Acaso no se les presentó un amonestador?
Dirán: Por cierto que sí; se nos presentó un amonestador pero le desmentimos, y le dijimos: Allah no
ha revelado nada y no estás sino en un gran error.

Y agregarán: Si hubiéramos oído o razonado, no estaríamos ahora con los condenados al Fuego.

Entonces reconocerán sus pecados. ¡Qué lejos están de la misericordia de


Allah los condenados al Fuego!) (67:8-11)

La evidencia sólo se establece para la humanidad con el envío de los Profetas:

( No hemos castigado a ningún pueblo sin antes haberles enviado un


Mensajero.) (17:15)

La invitación a adorar a Allâh es el punto de partida en la metodología


coránica, y el conocimiento de Allâh es el tronco del que han de brotar
todos los otros tipos de conocimiento. También el punto final de esta
metodología es la adoración de Allâh, ya que es la consecuencia directa de
conocerlo y afirmar Su Unicidad (Taûhîd). Afirmar la existencia y unicidad
del Creador es el objetivo final de los filósofos y teólogos, pero esto es sólo
una parte de la metodología coránica, porque a pesar de su importancia, esta
afirmación no es suficiente. Los idólatras paganos contemporáneos del
Profeta también hacían esta afirmación y sin embargo el fueron invitados
a seguir el camino del Islam.

( Si les preguntas [a los idólatras]: ¿Quién creó los cielos y la Tierra?


Responderán: ¡Allah!...) (31:25)
( Pregúntales: ¿Quién es el creador de los siete cielos, y el Señor del Trono
grandioso?
Sin duda dirán: Allah.) (23:86-87)

Los filósofos examinan la mente y el espíritu humano, adentrándose en un mundo interminable, tan
interminable que aun hoy no ha podido develar la verdadera naturaleza del ser humano. La
humanidad ha realizado un grandioso esfuerzo para descubrir su naturaleza, pero a pesar de que
poseemos una inmensidad de observaciones realizadas por filósofos, científicos, poetas y líderes
espirituales de todo las eras, sólo podemos comprender algunos aspectos del ser humano, pero aun no
conocemos al ser humano en su conjunto.

Nuestra ignorancia de la naturaleza del ser humano es casi total, las


preguntas más profundas de aquellos que estudian a la humanidad se
encuentran aun sin respuesta, porque existen áreas ilimitadas en nuestro
interior, nuestra alma, nuestro ego que permanecen aun desconocidas [8]
.

¿Si éste es el conocimiento real que se ha obtenido hasta el siglo veintiuno, ¿cómo podría la
naturaleza del alma humana ser la base otras ciencias? En cuanto al conocimiento de asuntos que se
encuentran más allá de lo visible, es evidente que la filosofía ha perdido el rumbo.
(3) La influencia

La 'Aqîdah se distingue por su enorme influencia sobre las almas de sus


seguidores. La filosofía no tiene ninguna esperanza de alcanzar tal nivel de
influencia, y por otra parte sería impropio que alcanzase tal posición debido
a sus constantes contradicciones, ya que la filosofía busca el conocimiento y
la verdad dentro del alcance humano del intelecto. El filósofo es quien
mejor conoce las limitaciones de la mente humana, y el fracaso que
significaría para el ser humano intentar alcanzar el grado de perfección.
Esta es la causa de la tolerancia académica y la modestia entre los más
prominentes filósofos. Sócrates, a pesar de su eximia posición entre los
filósofos solía decir: “Lo único que sé, es que no sé nada.”

En cambio, el creyente encuentra en la doctrina ('Aqîdah) el conocimiento


divino que sólo puede proveer aquel que es Omnisciente.

La creencia ('Aqîdah) implica compromiso, humildad y sumisión, y no


acepta argumento o contradicción en sus estamentos. Si el ser humano duda
y cuestiona algún punto de su creencia, estará, en realidad, filosofando
sobre tal asunto, y no es aún un creyente. Es entonces que dicha reflexión
deviene en creencia. Es aquí que no existe punto de comparación, porque el
creyente encuentra lo que da significado a su vida, llegando al punto de dar
su vida por defender tales ideales y creencias.

El Sheij Muhammad ‘Abdullâh Darrâz explicó el misterio detrás de este fenómeno cuando dijo: “El
misterio detrás de este fenómeno, es el alcance de la creencia en la esencia humana, lo que establece
una diferencia inexpugnable con la filosofía. La diferencia se centra en el contraste existente entre la
mera información intelectual y la fe. Una persona puede intelectualizar el significado del amor, pero
puede que no llegue a experimentarlo.

Los conocimientos filosóficos son alcanzados a través de los sentidos, o el intelecto, o la mera
intuición. El alma, por su parte, es extraña a estos procedimientos superficiales, ya que no le infunden
cambios a su estado y comportamiento. En conclusión: Los pensamientos, ideas y principios de
origen humano no pueden asemejarse a la fe y la creencia.

El îmân - la Fe – es un conocimiento que influencia y repercute


profundamente en la conciencia humana, afianzándose en el corazón,
llenándolo con la tranquilidad y la paz de la certeza, no dejando –así- el más
mínimo espacio para la duda y la vacilación. La fe esta íntimamente
relacionada con los sentimientos y la conciencia, y es la fe que lleva a una
idea del plano de la razón a las profundidades del corazón, como si la idea
fuera la comida y bebida que nutren el alma. Así, la idea se vuelve uno de
los elementos fundamentales de su vida, y la fe convierte a la idea en una
fuerza conductora, vital y creadora que no permite que nada se interponga
en su camino.

Ésta es la diferencia entre la religión y la filosofía. El objetivo de filosofía es el conocimiento, y el


objetivo de religión es la fe. La meta de la filosofía es el mero conocimiento frío e inerte que toma
una forma inanimada, mientras que la meta de religión es un alma enérgica y llena de energía vital.

Darrâz hace notar que la filosofía se concentra en solamente un aspecto del


alma, mientras que la religión toma control del alma en su integridad. La
filosofía observa, analiza y llega a sus conclusiones; busca disecar la
realidad y matar su espíritu, después intenta reunir los pedazos de una
manera artificial para que pueda ser comprendida por la razón. De esta
manera deja la impresión que el alma es una cáscara seca, vacía. La
religión, por otro lado, es una sinfonía de conceptos que nos provee con una
imagen clara y completa de la realidad, que penetra profundamente en el
corazón, por lo que el alma se le entrega sometiéndosele completamente.

Darrâz ilustra la sutil diferencia entre la filosofía y religión. Él denota que


el objetivo de la filosofía es teórico incluso en su aspecto práctico, mientras
que el objetivo de la religión es práctico incluso en su aspecto teórico. El
objetivo principal de la filosofía es mostrarnos qué es la verdad y qué es el
bien, y donde pueden ser encontrados; aparte de eso, no le preocupa
nuestra actitud para con la verdad y el bien que ha definido. La religión, por
otro lado, nos dice qué es la verdad, no sólo con el objetivo de definírnoslas
para que la conozcamos, sino para que creamos en ella, la amemos y
respetemos, y nos informa de nuestras obligaciones para que las cumplamos
y perfeccionemos nuestras almas al hacerlo.

Para hacer el tema aún más claro, él compara los efectos prácticos de la religión y la filosofía. Darrâz
explica que la religión llama la atención del hombre hacia Su Creador para que pueda conocerlo y se
vuelve a Él, amándolo y glorificándolo, mientras que el objetivo de la filosofía es meramente señalar
el conocimiento que hace la conexión entre la causa y el efecto.

Él explica que la creencia religiosa ('aqîdah) influencia positivamente en la


sociedad, ya que motiva al creyente a concretar los objetivos de la misma y
a propagar su mensaje, mientras que la filosofía no se preocupa por difundir
su mensaje; al contrario algunos filósofos hasta la esconden de otros
monopolizándola.

(4) El carácter y estilo [9]

La creencia islámica posee estilo, dinámica y ritmo distintivos, un abordamiento directo que trata
verdades universales que no pueden ser puestas en palabras, pero que las palabras y frases pueden
evocar. Se distingue por el hecho que se dirige a todos los aspectos de la condición humana,
motivando todos sus potenciales y facultades; no se dirige solamente al aspecto racional de
humanidad.

La filosofía, por otro lado, tiene un abordamiento diferente, buscando contener a la realidad universal
en frases, a pesar de que el tipo de realidad con el que busca tratar no puede definirse con meras
palabras. Es más, los aspectos esenciales de estas realidades van, por su misma naturaleza, más allá
de la arena en que el intelecto humano normalmente opera. El resultado inevitable de esto es que la
filosofía termina siendo excesivamente compleja, desconcertante y seca. Por consiguiente, la creencia
islámica no debe ser discutida y expresada de una manera filosófica, ya que esto la mataría,
extinguiendo su luz, confinándola a sólo un aspecto de la condición humana.

De aquí que podemos notar la complejidad, sequedad, limitaciones y desviación que existen en todos
los esfuerzos por discutir y presentar a la creencia de esta manera extraña a su naturaleza. La manera
en que el Corán explica la creencia islámica se caracteriza por su simplicidad y claridad las cuales
hacen posible para todas las personas el entenderla, sin importar cual es su nivel de entendimiento.
Así que cada persona la absorbe según su propia habilidad de entendimiento y convencimiento. El
estilo complejo de la filosofía –por el contrario- está lleno de terminologías entendidas por muy
pocos.

(5) El método para derivar la evidencia

La manera en que el Corán da la evidencia es diferente a la manera de la filosofía y 'ilm Al Kalâm.


Podemos aclarar esta distinción mencionando los puntos siguientes:

a) El Corán menciona la evidencia que proveen las distintas y visibles


señales en el universo que indica la Unicidad del Creador. La filosofía y 'ilm
Al Kalâm también lo hacen, pero el enfoque del Corán difiere del enfoque
filosófico. El Corán se refiere a las mismas señales que inevitablemente nos
llevan a reconocer a su Creador, así como saber acerca de los rayos del sol
inevitablemente nos lleva a saber que el sol existe, sin necesidad de plantear
analogías como los filósofos hacen para demostrar que el universo es una
entidad creada.

El saber que este universo fue creado por Allâh y que está bajo Su control es algo instintivo. No hay
necesidad de producir la evidencia y establecer la prueba. El hombre sabe instintivamente que este
universo que él ve necesita de un Creador, a Quien se somete. Este concepto no necesita de las
analogías que los filósofos producen para demostrar que el universo es una entidad creada y que hay
un Creador. Allâh, el Exaltado, dice:

[¿Acaso los incrédulos no reparan que los cielos y la Tierra formaban una
masa homogénea y la disgregamos, y que creamos del agua a todo ser vivo?
¿Es que aún después de esto no creerán?
Y por cierto que afirmamos las montañas en la Tierra para que no se sacudiera, y dispusimos caminos
para que viajéis por ellos.

E hicimos del cielo un techo, al cual contenemos para que no se desplome [sobre la Tierra], pero los
incrédulos a pesar de ello se niegan a reflexionar en Sus signos.

Y Él es Quien creó la noche y el día, y dispuso que el sol y la luna recorran


cada uno su órbita.] (Corán 21: 30-33)
b) La evidencia racional[10] que el Corán presenta va deacuerdo con la
majestad y perfección de Allâh, el Exaltado. Cuando el Corán habla de
Allâh no hace uso de analogías vagas y generales que se pueden aplicar a
absolutamente todo, pues esto puede implicar que el Creador y Su creación
son iguales. Más bien, el Corán usa la analogía de "el más sublime" cuando
habla de Allâh, el Exaltado qué significa que si existe cualquier atributo de
perfección que puede aplicarse a cualquier creación mortal, lo más correcto
y apropiado es que el Creador sea descrito de esa manera y con esos
atributos, porque Él es Quien ha concedido esa perfección a Su creación.
Allâh, el Exaltado dice:

[…y Allâh es el más sublime ejemplo…] (Corán 16: 60)

Allâh esta libre de todas las imperfecciones presentes en Sus criaturas.

c) También podemos notar que la evidencia racional presentada por el


Corán indica la verdad de la manera más elocuente y concisa, mientras que
gran parte de la evidencia racional presentada por los filósofos y estudiosos
de 'ilm Al Kalâm no es fuerte. Si la evidencia usada para demostrar la
verdad es débil, esto llevará a la duda, confusión y frustración acerca de la
verdad, e incluso puede llevar al rechazo de la verdad, porque seria fácil
para la parte opositora exponer las limitaciones de la evidencia. Si ellos
refutan la evidencia, entonces habrán refutado la verdad, aunque la verdad
sea fuerte en sí misma, y la debilidad esté en la evidencia (y no en la propia
verdad). Por esta razón nosotros vemos que los estudiosos de 'ilm Al Kalâm
son las personas que cambian con más frecuencia de una opinión a otra;
pueden afirmar una opinión en una ocasión, y la opinión contraria en otra, e
incluso acusan a algunas personas de incredulidad por sostener una opinión
que ellos mismos han afirmado en otra ocasión. Esto contrasta con la
evidencia del Corán y la Sunnah a la que sus seguidores se adhieren y
acerca de la cual no sienten la más mínima confusión [11].
d) Podemos notar que algunas de las evidencias usadas por los estudiosos
de 'ilm Al Kalâm son ineficaces y a veces incluso falsas, porque implican el
rechazar la verdad establecida por el Corán y la Sunnah.

Ellos rechazaron los textos que afirman que Allâh está en el cielo, alegando que Allâh no puede estar
en una dirección en particular, porque eso significaría ponerle limites. Pero los textos claramente
afirman que Él está en el cielo. Su error residía en que ellos pensaron que si afirmaban que Allâh
estaba en el cielo estaban afirmando que los cielos lo contenían. Ellos también erraron cuando
intentaron aplicar analogías humanas a la naturaleza Divina.

(6) Los Resultados

Otra diferencia es que el Corán nos informa detalladamente sobre la fe,


como dijera Yundub ibn 'Abdullâh: "Aprendimos sobre el îmán (la Fe),
después aprendimos el Corán, y nuestra fe aumentó."

El Corán nos describe a nuestro Señor, y nos dice que Él tiene Faz y Manos,
y que Él puede oír y puede ver. Nos enseña Sus Nombres y Atributos,
diciéndonos que Él es Ar-Rahmân (el Graciabilísimo), Ar-Rahîm (el
Misericordiosísimo), Al Mâlik (el Soberano), Al Quddûs (el Santisimo), As-
Salâm (el Pacificador), Al Mu'min (el Dispensador de seguridad), Al
Muhaîmin (el Celador), Al 'Azîz (el Poderoso), Al Yabbâr (el Compulsor)…
nos informa de Sus acciones y creaciones, y nos describe la Resurrección y
sus horrores, y al Paraíso e Infierno, y es como si los estuviéramos viendo.

Pero en el caso de 'ilm Al Kalâm, lo más que nos presenta es una fe descrita de la forma más
resumida, sin cualquier detalle en absoluto.

No existe conciliación total

No existe conciliación total entre la religión y la filosofía, porque son dos metodologías diferentes,
desde el comienzo hasta el final, en sus métodos y estilos, en la influencia que ejercen, y - sobre todo
- en sus orígenes y fuentes.
El Islam no necesita que nada ni nadie lo quiera completar o perfeccionar, porque ha sido hecho
perfecto por el Omnisapiente, el Omnisciente,:

[Hoy os he perfeccionado vuestra religión, he completado Mi gracia sobre


vosotros y he dispuesto que el Islam sea vuestra religión...] (5:3) no
necesitamos reconciliar entre el Islam y la filosofía, o entre el Islam y el
Judaísmo o el Cristianismo, o entre el Islam y el comunismo o socialismo.
El Islam es la verdad, y no hay falsedad en él.

[Es inalterable y no ha sido negado [por ningún libro] que le precediera [ni
podrá ser refutado por ningún libro] que le suceda porque ciertamente es
una revelación del Sabio, Loable.] (Corán 41:42)

Cualquier otra cosa es falsa, o es verdad mezclada con falsedad. El Islam no vino para ser gobernado
por las ideas de las personas; más bien vino para gobernar la vida de los seres vivientes y a corregir
las creencias e ideas desviadas.

Debemos preservar nuestra creencia y Sharî'ah distinta y pura, como


nuestro Señor quiere:

[…ha quedado claro cual es la buena dirección y cual el extravío…] (Corán


2: 256)

Si se mezcla con algo más, esto lleva a la confusión; confusión por la que Allâh reprochó a la Gente
del Libro cuando dijo:

[¡Oh, Gente del Libro! ¿Por qué mezcláis la verdad con lo falso y ocultáis la
verdad que conocéis? ] (Corán 3: 71)
2) La actitud de los estudiosos para con la filosofía

Los estudiosos se opusieron a las tendencias que llaman hacia mezclar los
temas de la ‘aqîdah - la creencia - con la filosofía y 'ilm Al Kalâm. Los
pioneros de esta tendencia son los llamados "filósofos del Islam," como Ibn
Sînâ (Avicenna), y fue contra las opiniones influenciadas por la filosofía de
estas personas que los sabios se opusieron.

Los más grandes estudiosos eran de dos tipos: un grupo estaba compuesto
de aquéllos que notaron el peligro de esta idea desde el primer momento y
se resistieron a esta tendencia desde su inicio, como el Imâm Ahmad y el
Imâm Ash-Shâfi'î (que la misericordia de Allâh sea con ambos). Ash-Shâfi'î
dijo que aquellos que estudian 'ilm Al Kalâm deberían ser castigados y
reprendidos fuertemente por haber abandonado al Corán y la Sunnah por
'ilm Al Kalâm.

El otro grupo está compuesto de estudiosos que siguieron los pasos de los filósofos y cuyos esfuerzos
fueron consumidos siguiendo sus métodos. Muchos de estos estudiosos no comprendieron lo que
estaba pasando hasta que alcanzaron los últimos años de sus vidas. Muchos de estos eruditos cuando
descubrieron el error que habían cometido y todo el tiempo que habían perdido con la filosofía
sintieron un gran pesar y se lamentaron mucho. Se arrepintieron pidiéndole perdón a Allâh y se
preocuparon en advertir a aquellos que vinieron después de ellos de su error, previniéndolos de seguir
el camino de la desviación.

Entre este grupo esta Muhammad ibn Omar Ar-Râzî quien dijo en su libro
Aqsâm Al Ladhdhât [12]:

"Yo estudie las varias escuelas filosóficas de pensamiento y ‘ilm Al Kalâm,


y comprendí que no tienen nada que ofrecerle al corazón enfermo, y que no
pueden saciar la sed del hombre (por el conocimiento)". Él regresó a la
metodología Coránica, y dio un ejemplo de la misma con relación a los
atributos Divinos: "Vi que la mejor manera es la manera del Corán. Leamos
(estos versículos) donde el Corán confirma los atributos de Allâh, el
Exaltado:

[ El Misericordioso se estableció en el Trono. ] (Corán 20: 5)

[ …hacia Él ascienden las buenas palabras [y las glorificaciones]... ] (Corán


35: 10)

Y leamos donde niega cualquier similitud entre los atributos humanos y Sus
atributos:

[ …No hay nada ni nadie semejante a Allâh... ] (Corán 42: 11)

[ …los hombres nunca podrán alcanzar Su conocimiento. ] (Corán 20:


110)."

Entonces él dijo: "Quienquiera que haya pasado por la misma experiencia


que yo tuve sabe de lo que estoy hablando."[13]

Ash-Shihristânî dijo la misma cosa, notando que después de haber pasado


un tiempo largo estudiando con los filósofos y estudiosos de 'ilm Al Kalâm,
no encontró sino confusión y pesar[14]:

"Pasé toda mi vida estudiando en las diferentes escuelas de filosofía, estudiando todas sus opiniones.
Y no vi en ellas sino gente confundida o sumergida en un gran pesar."

Al Yuuaini, uno de los estudiantes más prominentes de la llamada filosofía


islámica ('ilm Al Kalâm), advirtió sobre el estudio de la misma diciendo:
"!Oh amigos míos!, no estudien 'ilm Al Kalâm. Si hubiese sabido lo que el
'ilm Al Kalâm haría de mí, no lo hubiera estudiado." [15]

Durante su agonía, él dijo en pesar y dolor: "Yo me sumergí en un inmenso


océano, y olvide a la gente (los sabios) del Islam y su conocimiento. Me
complací en aquello contra lo que ellos me habían advertido, y ahora si
Allâh no me envuelve con Su misericordia, entonces pobre de Ibn Al
Yuûaînî. Heme aquí, muriendo afirmando la ‘aqîdah (creencia) de mi
madre[16]."

Abû Hâmid Al Gazâlî (que la misericordia de Allâh sea con el) fue uno de
aquéllos que se pasaron un largo tiempo examinando y estudiando 'ilm Al
Kalâm, moviéndose de un grupo a otro, hasta que al final de su vida se
encontró vacilante y desconcertado sobre los asuntos filosóficos. Él escribió
un libro que tituló Ilyâm Al 'Aûuâm 'an ‘ilm Al Kalâm (Previniendo a las
masas de estudiar 'ilm Al Kalâm. Él consideró como Harâm estudiar la
filosofía excepto en ciertas circunstancias: "La verdad es que 'ilm Al Kalâm
es Harâm salvo para dos tipos de personas."

En los últimos días de su vida, él abandono el estudio de 'ilm Al Kalâm y


volvió a los ahâdiz del Mensajero (que la Paz y las Bendiciones de Allâh
sean con él). Él Gazâlî murió con una copia de Sahîh Al Bujârî sobre su
pecho.

Abûl Hasan Al Ash'arî fue criado como un Mu'tazilî, y continuo siéndolo


por cuarenta años, para después abandonar esta escuela de 'ilm Al Kalâm. Él
declaró claramente que los Mu'tazilah estaban desviados, y los refutó en
términos inequívocos.

Después se formo un grupo que siguió la metodología correcta, y al mismo


tiempo estudiaron el trabajo de los filósofos a manera de saber sus puntos
débiles y refutarlos según la metodología del Corán. Los combatieron con
sus propias armas, señalando los errores que había en sus opiniones. El líder
y principal estandarte de este grupo fue Shaij Al Islâm Ibn Taîmîah (que la
misericordia de Allâh sea con él).

3) Comparación entre el filósofo y el creyente

Antes de concluir este tema, me gustaría decir que lo que nosotros necesitamos son creyentes, y no
filósofos. Necesitamos personas que puedan tratar con las dolencias y problemas de esta ummah, y
los filósofos no pueden hacer eso.

El Profesor Ahmad Amîn (que la misericordia de Allâh sea con él) hizo una
comparación entre el filósofo y el creyente, y el efecto que ambos tienen en
la vida.
"Hay una gran diferencia entre sostener una opinión y creer en algo. Si usted tiene una opinión, ésta
simplemente se vuelve parte de la información que usted ha retenido; pero si usted cree en ella, ésta
fluye en su sangre y se introduce profundamente en su corazón y mente."

El filósofo que tiene una opinión o idea dice: ‘Yo pienso que esto es correcto pero en realidad puede
que sea incorrecto; esto es lo que la evidencia indica hoy, pero mañana la evidencia puede indicar lo
contrario; Puedo estar equivocado sobre esto como puede que tenga razón’

En cambio el creyente esta seguro y convencido; no tiene ninguna duda y


no especula. Su 'aqîdah es verdad y no cambia, y continuara siendo verdad
mañana. Esta por encima de las dudas y conjeturas.

El que sostiene una idea u opinión es indiferente. Si lo que él piensa se demuestra correcto, él
simplemente sonríe discretamente, y si no se demuestra correcto, no le importa, porque él ya ha
tomado la precaución de mencionar que aunque él cree que su opinión es correcta, puede que este
equivocado, y que la opinión de la otra persona que él cree esta equivocada, puede que sea correcta.
En cambio el creyente es caluroso y entusiástico, y no se siente satisfecho a menos que cumpla los
postulados de su creencia.
Aquel cuya opinión es filosófica puede cambiar de opinión fácilmente y
adoptar nuevas ideas, porque él sólo sigue la evidencia, o a sus propios
intereses cuando estos vienen en forma de evidencia. En cambio la mejor
manera de describir la posición del seguidor de una creencia es la manera
en que el Mensajero (que la Paz y Bendiciones de Allâh sean con él)
describió su resolución ante la adversidad al decir: "Si colocaran el sol en
mi mano derecha y la luna en mi izquierda, para hacerme desistir de aquello
que he traído (el Islam), no lo haría."[17]

La mera opinión es como un cadáver: inanimado a menos que le sea


insuflado el espíritu de la creencia. La mera opinión es como una cueva
oscura que se mantendrá así a menos que la 'aqîdah la ilumine con sus
rayos.

La mera opinión es una nebulosa en formación, mientras que la 'Aqîdah es


una estrella brillante.

La mera opinión crea problemas y obstáculos, presta atención al deseo


físico, crea dudas y fomenta la inseguridad, mientras que la creencia no
teme, hace que las montañas tiemblen, cambia el curso de la historia,
elimina la duda y la confusión, y genera fuerza y certeza, colaborando en el
cumplimiento de las expectativas del alma[18]
.

[1] Darrâz, en su libro Ad Dîn 59, 60.


[2] Idem. 73.
[3] Al ‘Aqqâd, en su libro Allâh, 129.
[4] Al’ Aqqad, en su libro Allâh, 129.
[5] Idem.
[6] Darrâz, en su libro Ad Dîn, 73.
[7] Ver Maymû’ Al Fatâûa de Sheîj Al Islam Ibn Taîmîah 2/1, 25.
[8]
Al ’Ilm iad’û ilâ îmân
[9]
Ver Saied Qutb, Jasâs’is At Tasaûur Al Islâmi, pág. 16.

[10] Muchos estudiosos de la teología escolática (‘ilm Al Kalâm) y filósofos cometen el error de
pensar que le Corán y la Sunnah son meramente narrativos, y que no presentan evidencias racionales.
Pero la realidad es que le Corán representa toda la evidencia necesaria para enseñar el ser humano
acerca de Allah y Su Unicidad, con información que el ser humano jamás podría alcanzar por sí
mismo.
[11] Maymû Al Fatâûa de sheik Al Islam Ibn Taîmîah 4/50
[12] Ibn Al Qaîim, As Saûâ’iq Al Mursalah, pág. 7; Ar Râzî, I’tiqâdât firaq Al Muslimîn
[13] Sheîj Al Islam Ibn Taimiah, Al Fatua Al Hamauiîah Al Kubrá, pág. 7.
[14] Ash Shihristânî, Nihaiat Al Iqdam fi Ilm Al Kalâm, pág. 3.
[15] Maymû Al Fatâûa sheik Al Islam Ibn Taîmîah ver Al Fatua Al Hamauiîah, pág. 7.
[16] Es decir, la creación simple y clara, tomada del Corán y la Sunnah, pura y sin ningún tipo de
influencia.
[17] Este Hadiz es da’if, y fue narrado por At Tabaraní en su libro Târîj (2/326) y por Al Baîhaquî en
Dala’il An Nubûuah (2/187), de Ibn Isaac. En su isnad (cadena de narradores) es munqati’
(incompleto o discontinuo). Ver As Sîrah An Nabaûîiah de Ibn Hisham, 1/330
[18] Ahmad Amin, Faríd Al Játir, citado de Al Iìmân ual Haîat, pág. 22 de Al Qaradâûî
5. LA METODOLOGÍA DE LOS SABIOS PARA LA AFIRMACIÓN
DE LAS CREENCIAS

Respuesta a quienes dicen que no pueden utilizarse los ahâdîz al âhâd


como prueba con respecto a la ‘aqîdah

Los sabios refutaron desde distintos puntos de vista a aquellos que no


aceptan los ahâdîz al âhâd (Término con el que se designa todo hadîz en
general que no reúne las condiciones del hadîz mutauâtir) como prueba
sobre la ‘aqîdah:

1. Decir que no pueden usarse los ahâdîz al âhâd para confirmar la ‘aqîdah
es una opinión innovadora que carece de fundamento en la sharî'ah. Este
tipo de opinión es totalmente rechazada.

2. Opinar que los ahâdîz al âhâd no pueden usarse como prueba, es en sí


mismo una forma de ‘aqîdah (una doctrina). Según su propia metodología,
esta doctrina requiere de una prueba terminante que prohíba basarse en los
ahâdîz al âhâd, pero tal prohibición no existe.

3. Si hubiere una prueba terminante de que no pueden usarse los ahâdîz al


âhâd para demostrar temas de la ‘aqîdah, los Sahâbah habrían sabido esto y
lo habrían declarado abiertamente, igualmente hubieran hecho los salaf
virtuoso que les sucedieron.

4. Esta opinión es contraria a la metodología seguida por los Sahâbah, cada


uno de ellos aceptaba lo que otro le transmitía acerca de las palabras y
acciones del Mensajero de Allah y las consideraba totalmente ciertas.
Ellos no rechazaban lo que su hermano les había transmitido con el
argumento de que se trataba de un hadîz al âhâd.

5. Las pruebas que indican que es un deber aceptar las evidencias del Corán
y la Sunnah se refieren a la ‘aqîdah y a los preceptos legales (ahkâm).
Particularizar que estas pruebas mencionadas en los ahâdîz al âhâd se
refieren solamente a los ahkâm y no a la ‘aqîdah carece de total
fundamento.

6. Allah le ordenó a Su Mensajero que transmitiera el Mensaje


claramente. Se sabe que la transmisión clara del Mensaje es una prueba
firme que se establece para que aquellos a quienes se les está transmitiendo
el mismo puedan alcanzar el verdadero conocimiento. Si a través de una
sola transmisión no fuese suficiente para alcanzar el conocimiento, no se
habría llevado a cabo la transmisión. La prueba sólo puede establecerse
cuando alcanza el nivel de certeza.

7. La conclusión de esta opinión sería que nosotros no debemos tomar los


ahâdîz al âhâd en absoluto como fundamento para temas relacionados con
la ‘aqîdah luego de que los Sahâbah los escucharon directamente del
Profeta , porque hasta que los ahâdîz se compilaran en libros sólo se
transmitieron en forma de ahâdîz al âhâd, y los ahâdîz al mutauâtir eran
muy pocos (hadîz transmitidos por numerosos narradores en cada
generación, hecho que imposibilita su falsedad). Incluso también opinaron
que los ahâdîz al mutauâtir no servían para alcanzar el conocimiento
porque al transmitirlo un sabio pasaba a ser un hadîz al âhâd.

8. Esta opinión implicaría que debemos dejar de obrar acorde a los ahâdîz
al âhâd en temas de ‘aqîdah y obras, porque si nosotros los rechazamos
para basarnos en temas de ‘aqîdah ¿cómo podemos aceptarlos para
basarnos en los ahkâm?

9. Los sabios no estuvieron de acuerdo con esta opinión, como pensaba el


Sheij Shaltût. Dijeron textualmente el Imâm Mâlik y Al Shâfi'i, los
seguidores de Abu Hanîfah y Daûd bin ‘Ali y sus seguidores como Ibn
Hazm: que la transmisión a través de una sola persona confiable es
suficiente para alcanzar el conocimiento verdadero. Esto también lo
afirmaron Al Husain ibn ‘Ali Al Karâbîsi, Al Hâriz bin Asad Al Muhâsibi y
Al Qâdi Abu Ia'la entre otros sabios Hanbalis.

Creencias que son confirmadas por los ahâdîz al âhâd:

Antes de concluir esta discusión, nosotros enumeraremos las creencias que


ellos rechazan por que se basan en los ahâdîz al âhâd:

1. La Profecía de Adán y otros Profetas de los que sus Profecías no


están mencionadas en el Corán.

2. La supremacía de nuestro Profeta Muhammad por encima de todos los


Profetas y Mensajeros.

3. La intercesión mayor del Profeta en el mahshar (lugar de reunión en


el Día de Juicio, donde el Profeta intercederá para que comencemos a ser
juzgados).
4. La intercesión del Profeta para los miembros de su nación que hayan
cometido pecados mayores.

5. Todos los milagros del Profeta aparte del Corán, como la partición de
la luna. Aunque esto se menciona en el Corán, ellos lo interpretan de una
manera que contradice a los ahâdîz correctos (al sahîh) que claramente
mencionan que la luna se partió en dos.

6. Los ahâdîz que hacen referencia al principio de la creación; los atributos


de los ángeles y genios; el Paraíso y el Infierno, y que ambos fueron
creados; y que la piedra negra (de la Ka‘bah) proviene del Paraíso.

7. Las particularidades del Profeta , que Al Suiûti compiló en su libro Al


Jasâ'is al Kubra, como su ingreso al Paraíso, la visión de sus moradores, lo
que Allah tiene reservado para Sus siervos piadosos, el ingreso al Islam de
su qarîn (el genio que nos acompaña toda la vida y que nos susurra hacer el
mal, y que el genio del Profeta abrazó el Islam y no le susurraba sino el
bien).

8. La afirmación terminante de los diez a quienes se les albrició con el


Paraíso (al ‘asharah al mubashshira bil yannah) que indudablemente se
contarán entre los moradores del Paraíso.

9. La fe en el interrogatorio de los ángeles Munkar y Nakîr en la tumba.


10. La fe en el tormento de la tumba.

11. La fe en la estrechez (que sufrirán los incrédulos) en la tumba.

12. La fe en la balanza divina, la cual posee dos platos (donde se pesarán las
obras de las personas) en el Día de Resurrección.

13. La fe en Al Sirât (un puente que cruza el Infierno).

14. La fe en el estanque del Profeta (que será dispuesto el Día del


Juicio), y que todo aquel que beba de él nunca volverá a tener sed.

15. La fe en que setenta mil de la nación del Profeta ingresarán en el


Paraíso sin ser juzgados.

16. La fe en todo lo que se ha narrado en los ahâdîz al sahîh acerca de la


Resurrección, la Congregación y Dispersión (que tendrán lugar el Día del
Juicio) que no están mencionados en el Corán.

17. La fe en el designio y decreto divino (al qadâ' ual qadar), sea bueno o
malo, y que Allah ha predestinado para cada persona si él será feliz o infeliz
(si merecerá ir al Paraíso o al Infierno), su sustento y cuánto tiempo él
vivirá.
18. La fe en que el cálamo ha escrito todas las cosas.

19. La fe en que aquellos musulmanes que cometieron pecados mayores no


permanecerán eternamente en el Infierno.

20. La fe en que los espíritus de los mártires (shuhadâ') se encuentran en el


interior de pájaros verdes en el Paraíso.

21. La fe que Allah ha vedado a la tierra descomponer los cuerpos de los


Profetas.

22. La fe en que Allah dispuso ángeles que transitan permanentemente para


transmitir al Profeta las salutaciones (salam) de su nación.

23. La fe en todas las señales que indican la proximidad de la Hora del


Juicio, como la venida del Mahdi, el descenso de Jesús, la aparición del
Dayyâl, etc.

No todas las pruebas de estas creencias están mencionadas solamente en los


ahâdîz al âhâd; algunas de ellas también están mencionadas en los ahâdîz
al mutauâtir. Pero como estas personas no tienen conocimiento de la
sunnah no pueden distinguir entre los mutauâtir y los ahâdîz al âhâd
rechazan todos, o la mayoría de estas creencias. Por otra parte, los ahâdîz
sobre de la aparición del Dayyâl, la venida del Mahdi y el descenso de Jesús
hijo de María están mencionados en los ahâdîz al mutauâtir como los
sabios del hadîz lo explicaron claramente.
Lo que es peor aún, es que ellos niegan las creencias que se narran en los
ahâdîz al mutauâtir e incluso que se narran en el Corán, pensando que las
pruebas de estos textos no son terminantes como lo expresamos arriba.
Nosotros ya nos hemos referido a la opinión del Sheij Shaltût. Por ello
algunos no creen que las personas verán a su Señor en el Día de la
Resurrección, aunque el Corán lo expresa muy claramente: [En ese día
habrá rostros resplandecientes. Contemplando a su Señor] (75:22-23). Y los
ahâdîz que lo mencionan también tienen el grado de al mutauâtir.

Cómo se considera a aquellos que niegan lo que los ahâdîz al âhâd


afirman

Al Safârîni narró que Ishâq Râhauaih consideró que quienes rechazan los
ahâdîz al âhâd son incrédulos. La opinión más correcta es que ellos no son
incrédulos. Pareciera que los consideró incrédulos observando a los ahâdîz
que se deben aceptar unánimemente por la nación y que el consenso de los
sabios los consideró sahîh.

Nosotros decimos que ellos no son incrédulos, pero quien rechace los
ahâdîz sahîh del Mensajero y no los utiliza para fundamentar temas
relacionados con la ‘aqîdah está claramente equivocado, y se teme que se
descarríen debido a su rechazo de estos ahâdîz, y Allah pudiere enviarles
desgracias y desviarlos definitivamente, dice el Altísimo: [Y que aquellos
que desobedezcan las órdenes del Mensajero de Allah [y rechacen su
Mensaje] estén precavidos, no sea que les sobrevenga una desgracia o les
azote un severo castigo] (24:63)
Ésta es la metodología correcta

En este estudio nosotros estamos ratificando lo que se declara en el Corán y


la Sunnah. Por lo tanto debemos examinar la ‘aqîdah según la metodología
del Corán y la Sunnah, y no dejar de lado esta metodología, pues a través de
ella se vivificó los corazones de las primeras generaciones de esta nación.

Ésta es la única forma que el resto de la nación se mantenga recta. El Imâm


Mâlik, que era el Imâm y sabio de Al Madînah, dijo: “Las últimas
generaciones de esta nación no se mantendrán rectas sino a través de lo que
dio rectitud a sus primeras generaciones”.

Ya hemos observado cómo la metodología del Corán difiere de la de la


filosofía en la forma en que trata y confirma temas de la religión y de la fe.
Esta discrepancia significa que nosotros debemos seguir la metodología del
Corán y no otra.

Un tema ambiguo que debe aclararse

Algunos de quienes se autodenominan musulmanes dicen: ¿Cómo podemos


exponer el Corán a aquellos que no creen en Allah? Mejor nos dirigirnos a
las personas en la actualidad con la lógica de las ciencias moderna y a
través de evidencias racionales, entonces si les convence el Islam, les
hablamos a través de lo que dice el Corán.

Nosotros les preguntamos a estas personas: ¿Por Allah, cómo es que Él le


ordenó a Su Mensajero que advirtiera a través del Corán a los incrédulos
que desmentían a Allah, al Corán y al Mensajero? Dice: [Me ha sido
revelado este Corán para advertirles con él, a vosotros y a quienes [también]
alcance [el Mensaje]] (6:19) ¿Cómo Él le ordenó que le recitara el Corán a
ellos? ¿Acaso él no se lo recitó a esos obstinados, y ello les conmovía y
hacía temblar sus corazones?

¿Qué efecto produjeron las aleyas del Corán en Umaiiah bin Jalaf, Al
Ualîd bin ‘Utbah, y otros, a pesar de su gran incredulidad y enemistad?

La respuesta a estas personas es que los árabes escuchaban las aleyas que se
les recitaba y penetraba lo más profundo de su corazón porque eran árabes
que entendían mejor los significados de las aleyas, y no había ninguna
barrera entre ellos y el significado de las mismas.

En cambio en la actualidad existen barreras entre las personas y el Sagrado


Corán, algunos están relacionados con el idioma y otros tienen que ver con
las dudas que colman las mentes de la personas y se han vuelto virtualmente
hechos incuestionables.

Por lo tanto, los que saben el Corán deben ocuparse de explicar sus
significados en un nivel comprensible para todos. Ellos tienen que lograr
poner a las personas en contacto con el Corán y al Corán con las personas,
explicarles sus significados, y renovar los significados de este Libro en sus
corazones, para que otra vez puedan apreciarlo y sentirlo… y que sus
significados alcancen también a quienes no creen y quienes niegan esta
manera de hacerlo llegar.
Nosotros ya hemos explicado que el Corán contiene evidencias que se
dirigen a la mente y aplaca la sed del corazón; no se trata meramente de
historias.

Una prédica dudosa:

La manera correcta es explicar la metodología que Allah nos ha enviado


para establecer la fe en nuestras almas, para ponerlo en práctica, difundirlo,
educar a los demás y comprenderlo.

Los enemigos de Allah y aquellos de esta nación que han sido engañados
intentan transformar esta metodología, recurriendo a la difusión del
acercamiento con las demás religiones, realizando congresos y seminarios
con este propósito.

Esos musulmanes que asisten a estas conferencias cometen un grave error,


porque ponen al Islam como objeto de análisis al mismo nivel que el
judaísmo y cristianismo.

Nosotros podemos decir que estas personas tenían una excusa si ellos
asistieron y dijeron lo que el Corán dice: [Di: ¡Oh, Gente del Libro!
Convengamos en una creencia común a nosotros y vosotros: No
adoraremos sino a Allah, no Le asociaremos nada y no tomaremos a nadie
de entre nosotros como divinidad fuera de Allah. Y si no aceptan decid: Sed
testigos de nuestro sometimiento a Allah] (3:64)
Ellos deben explicar la falsedad de sus creencias de buena manera, y
explicarles la Verdadera religión, estableciendo así una prueba contra ellos,
y no pretender su amistad, y hacer cumplidos a sus creencias falsas y
aceptarlos con los brazos abiertos.

Aquellos que confunden al Islam con otras religiones, ideologías y


filosofías, cometen un error al pensar que están logrando un acuerdo con lo
mencionado en el Corán y las creencias de esas personas, encontrando un
camino intermedio de unión entre el Islam y las otras religiones. Su
posición es errónea y se han descarriado en su metodología. El Islam es la
religión de Allah que organiza la vida y los seres vivos. No necesita ser
confirmado por nadie más; pues otras creencias contienen parte de la verdad
y falsedad, pero Islam es completamente Verdad y beneficioso para la
humanidad, y nuestra misión es hacer prevalecer el Libro de nuestro Señor
y Su religión distinguiéndonos de las demás creencias falsas: [La guía se ha
diferenciado del desvío] (2:256) -para que las personas puedan acudir a él y
encontrarlo puro sin ningún tipo de contaminación.

Allah ha reprobado a este tipo de personas que Intentan entremezclar el


Islam con otras creencias pretendiendo acordar un camino intermedio. Él
nos explica que éste era el accionar de los hipócritas: [Cuando se les dice:
Venid a lo que Allah ha revelado, y al Mensajero, ves que los hipócritas se
apartan de ti con desdén. ¿Qué será de ellos cuando les aflija una desgracia
por lo que han cometido y vengan a ti jurando por Allah: Sólo pretendíamos
hacer el bien y llegar a un acuerdo] (4:61-62)

LA FE EN ALLAH

La importancia de este principio


El primer principio de la ‘aqîdah es creer en Allah. Éste es el principio más
importante de la fe y la obras, alrededor del cual gira todo el Islam, es el
corazón del Corán. Nosotros no estaríamos exagerando si dijésemos que
todo el Corán hace referencia a este principio, porque el Corán menciona
directamente a Allah, de Su Ser, de sus sublimes nombres y atributos y de
Sus acciones, como en âiah al kursii (la aleya del Trono) y sura Al Ijlâs.

Convoca a la humanidad a rendirle culto a Él solamente, sin asociarle


copartícipes, y a dejar de adorar falsas divinidades. Todo esto nos hace
saber acerca de Allah, evidenciándonos que Él es Quien tiene derecho a ser
adorado y que no se debe rendir culto a nadie más.

Nos ordena que Le obedezcamos y nos prohíbe que Le desobedezcamos, y


esto es un de las obligaciones que requiere la fe.

Nos informa sobre las personas de fe y cómo los ennobleció en este mundo,
y cómo los afirma, por haber creído, en la otra vida, ésta es la recompensa
de las personas que creen en Allah.

Nos informa acerca de los incrédulos enemigos de Allah: cómo Él los


humilló en este mundo, y lo en que Él hará con ellos en la otra vida en la
morada de castigo. Éste es el castigo haber rechazado la fe.

Todo el Corán hace referencia a la fe en Allah. Esto explica por qué


nosotros encontramos que Allah está mencionado en el Corán, por uno u
otro de Sus nombres y atributos, unas diez mil sesenta y dos veces en todo
el Corán, Él es mencionado aproximadamente veinte veces en término
medio por página.

Nosotros podemos decir que la fe en Allah, respecto a todos los otros


principios y sus ramificaciones, se asemejan a la raíz de un árbol, a su
tronco y ramas. Es la base de todos los otros principios donde se
fundamenta la religión. Cuanto más compromiso tiene una persona con la fe
en Allah, más estará progresando en el Islam.

Cuestionamientos acerca de la fe en Allah

Los cuestionamientos sobre la fe en Allah hacen que el investigador deba


examinar y discutir los siguientes puntos:

Primero: Las evidencias que indican la existencia de Allah, y la refutación a


los argumentos capciosos que niegan Su existencia.

Segundo: El conocimiento sobre la existencia de Allah, y ello se expone en


el Corán de dos distintas maneras:

1. Exponiendo las maravillas de la creación, que indican la Omnipotencia


de Allah y la perfección de Su creación.

2. El estudio de las aleyas Coránicas que hablan sobre Allah, Su ser, Sus
Nombres, Sus atributos y Sus acciones.
Tercero: Afirmar que Allah es el Único que debe ser adorado, sin
copartícipe alguno, y desechar todo lo que se adora en vez de Él.

Cuarto: Observar la historia de la fe en Allah y debe examinar lo que se ha


dicho sobre este tema.
Capítulo primero

EVIDENCIAS DE LA EXISTENCIA DE UN CREADOR

1 - LA PRIMERA PRUEBA: LA EVIDENCIA DEL FITRAH (EL


INSTINTO HUMANO)

El instinto humano legítimo y puro testifica acerca de la existencia de


Allâh sin necesitar evidencia alguna

El Corán no discute en profundidad el tema de demostrar la existencia de


Allâh, el Exaltado, ya que afirma que el instinto humano puro y sano, y las
mentes que no están contaminadas con la suciedad del Shirk (politeísmo),
afirman Su existencia (sin necesidad de más evidencia). Más aun, el Taûhîd
o la afirmación de la Unidad Divina, es algo natural e instintivo.

(Conságrate [¡Oh, Muhammad!] al monoteísmo, que ello es la inclinación


natural (fitrah) con la que Allâh creó a los hombres. La religión de Allâh es
inalterable y ésta es la forma de adoración verdadera, pero la mayoría de los
hombres lo ignoran.) (Corán 30: 30)

Este instinto o inclinación natural (fitrah) es el factor que explica el


fenómeno que ha sido mencionado por aquéllos que investigan la historia
de las religiones: que todas las naciones cuya historia se ha estudiado
adoptaron dioses a los que se dirigían y veneraban.[1]
Esto suscita una interrogante: Si el reconocer y adorar a Allâh es algo
natural e instintivo en el hombre, entonces las personas no le habrían
rendido culto a los diferentes dioses a través de las diferentes épocas.

La respuesta es: que la fitrah (el instinto natural) llama al hombre a volverse
hacia su Creador, pero el hombre esta rodeado por muchas otras influencias
que lo hacen desviarse hacia el culto de otros dioses.

Los padres, escritores, maestros y otros, inculcan en las mentes de los niños
ideas que cambian y contaminan esta fitrah, colocando un velo entre éstos y
la fitrah imposibilitándolos de reconocer la verdad.

El Mensajero (que la Paz y las Bendiciones de Allâh sean con él) confirmo
con sus palabras la veracidad de esta afirmación. En Sahîh Al Bujârî y
Sahîh Muslim se informa que Abû Huraîrah (que Allâh este complacido con
él) dijo que el Mensajero de Allâh dijo: ' Cada niño nace en un estado de
fitrah, son sus padres los que después lo convierten en judío, cristiano o
zoroastriano. '"[2] El Profeta no dijo que ellos lo convierten en musulmán,
porque el Islam (la sumisión total a la voluntad divina) está en armonía con
el fitrah.

Puede que alguien argumente: ¿Quiere esto decir que si nosotros dejásemos
a un niño libre de las influencias que afectan su fitrah, éste llegaría a ser un
monoteísta, conciente de su Señor? La respuesta es que aún si los demonios
humanos lo dejan solo, y no contaminan su fitrah, los demonios entre los
Yinn (Ash-Shaiâtîn) nunca lo dejarán solo, ya que Shaîtân (Satanás)
prometió que descaminaría a los hijos de Adán:
(Dijo [Iblîs (Satanás)]: ¡Juro por Tu poder que les descarriaré a todos,

Excepto a quienes de Tus siervos hayas protegido! ) (Corán 38: 82-83)

A Shaîtân se le ha dado el poder de llegar a los corazones de las personas,


tal y como menciona el Hadîz Sahîh: "Satanás fluye en el hombre al
igual[3] que la sangre que fluye por sus venas, y temo que él pueda alcanzar
vuestros corazones con algún mal."[4]

El Corán describe a Shaîtân de quien nosotros debemos buscar refugio en


Allâh, como uno que,

(…susurra en los corazones de los humanos.) (Corán 114: 5)

Cada persona tiene un compañero (qarîn) de entre los Yinn (genios) que lo
insta y anima a hacer el mal. En el Corán dice:

(Y el demonio[5] que le susurró toda su vida dirá: ¡Oh, Señor nuestro! Yo


no le desvié, sino que él estaba en un profundo extravío.) (Corán 50: 27)

Nadie puede estar a salvo de esto a menos que se vuelva hacia Allâh
buscando refugio.

(Di [¡Oh, Muhammad!]: Me refugio en el Señor de los humanos.

El Soberano de los humanos,


La verdadera y única divinidad de los humanos.

Del mal del susurrador [Satanás] que huye [cada vez que Allâh es
invocado],

Que susurra en los corazones de los humanos,

Y existe entre los genios y los humanos.) (Corán 114: 1-6)

Los Shaiâtîn de entre los Yinn[6] juegan un papel importantísimo en


corromper y contaminar la naturaleza humana. En Sahîh Muslim se relata
de ‘Iîâd ibn Himâr que el Mensajero de Allâh (que la Paz y las Bendiciones
de Allâh sean con él) pronunció un sermón (jutbah) cierto día, y una de las
cosas que dijo en él fue: "Mi Señor me ha ordenado que os enseñe lo que
ignoráis de lo que Él me ha enseñado hoy: (Allâh dijo:) toda la riqueza que
he dado a Mis siervos es Halâl[7], y creé a todos Mis siervos Hunafâ’ [que
adoran solamente a Allâh], después los Shaiâtîn vinieron a ellos y los
desviaron en su religión. Los Shaiâtîn les prohibieron cosas que yo había
permitido para ellos, y les ordenaron que me atribuyeran copartícipes en la
adoración siendo que Yo no les había ordenado nada al respecto."[8]

Las calamidades purifican la esencia del fitrah

Muy a menudo se da el caso de que el velo que cubre al fitrah impidiéndole


al hombre ver la verdad es removido cuando éste o ésta se ven azotados por
una calamidad o se ven enfrentados con problemas en los que no puede
ayudarlos ningún ser humano, y no existe forma de que se salven a sí
mismos. ¿Cuántos ateos han reconocido a su Señor y se han vuelto a Él al
verse agobiados por la calamidad, y cuántos mushrikîn (idólatras y
politeístas) han dirigido su devoción solamente hacia Allâh cuándo los
azota un desastre?
(Él es Quien hizo posible que transitaseis por la tierra y por el mar. Y
cuando os encontráis en los barcos y navegáis con buenos vientos os
contentáis por ello. Mas si os sacude una fuerte tormenta golpeándoos las
olas por todos lados y pensáis que no tenéis salvación, entonces invocáis a
Allâh con toda sinceridad diciendo: Si nos salvas de ésta nos contaremos
entre los agradecidos.) (Corán 10: 22)

Muchos hemos oído de como los pasajeros de un avión que estaba cayendo
o que se encontraba experimentando fuertes sacudidas oscilando de un lado
a otro, y ante la incapacidad del piloto de salvarlos -o de salvarse a si
mismo- se volvieron hacia su Señor. Su ateísmo desapareció y elevaron sus
plegarias a gritos, y sus corazones se volvieron hacia su Señor en completa
sinceridad. No había espacio para el shirk (politeísmo) y el ateísmo ante
semejante prueba espantosa.

Los mushrikîn (politeístas e idolatras) a quienes fue enviado el


Mensajero de Allâh reconocían la existencia del Creador

Los árabes con los que se confrontó el Mensajero de Allâh (que la Paz y las
Bendiciones de Allâh sean con él) reconocían y afirmaban la existencia de
Allâh y que Él Solo es el Creador del universo. Ellos también creían que
solo Él era el Proveedor y que solo Él podía beneficiar o perjudicar… pero
ellos adoraban a otros junto con Él, y no le consagraban la adoración.

Cuando el Corán exhorta a los mushrikîn a que le rindan culto a Allâh


únicamente, les pregunta quién es el Creador y Soberano de los cielos y la
tierra, porque ellos sabían eso, y nunca lo negaron:
(Si les preguntas [a los idólatras]: ¿Quién creó los cielos y la Tierra?
Responderán: ¡Allâh! Di: ¡Alabado sea Allâh! Pero la mayoría de los
hombres por ignorancia caen en la idolatría…] (Corán 31: 25)

En Sûrat Al Mu'minûn dice:

(Pregúntales [¡Oh, Muhammad!]: ¿A Quien pertenece la Tierra y todo lo


que existe sobre ella, si lo sabéis?

Sin duda dirán: A Allâh. Diles: ¿Cómo entonces no recapacitáis?

Pregúntales: ¿Quién es el creador de los siete cielos, y el Señor del Trono


grandioso?

Sin duda dirán: Allâh. Diles: ¿Cómo entonces no Le teméis?

Pregúntales: ¿Quién tiene en Sus manos la soberanía de todas las cosas, y


puede amparar a quien Él quiere y nadie puede protegerse de Su castigo [si
así lo decreta], si lo sabéis?

Sin duda que dirán: Allâh. Diles: ¿Cómo entonces desvariáis [y os apartáis
de la verdad]? ) (Corán 23: 84-89)

Es bien sabido que los Árabes veneraba al Ka'bah (el primer santuario
erigido para adorar a Allâh) y peregrinaban hacia el Ka’bah durante el
Hayy, etc.

El kufr (la incredulidad) de las personas en nuestra época es mayor


No es necesario que desarrollemos el tema de demostrar la existencia de
Allâh, porque la naturaleza humana sana testifica de Su existencia. En el
pasado, pocos han sido los que negaron la existencia del Creador, y por lo
tanto no vale la pena mencionarlos.

Pero la desviación ha alcanzado sus índices más elevados en nuestros días.


Somos testigos del surgimiento de naciones que han sido establecidas
basadas en este principio desviado, naciones cuyos habitantes incluyen
millones de las personas.

Esta idea se ha extendido por todas partes, libros enteros han sido escritos
sobre élla y ésta ha dado lugar a una filosofía que es tema de estudio en los
diferentes círculos intelectuales. Sus defensores han intentado desarrollarle
una metodología científica y presentar pruebas que la soporten.

Debido a esto, no nos queda ninguna opción sino de producir nuestras


propias pruebas acerca de este tema.

[1] Incluso los comunistas, quiénes quisieron librarse del culto a los dioses – como alegaban – le
rendían culto al fundador de su partido (Lenín), así pues los veíamos visitando y agachando sus
cabezas en humildad ante su cuerpo preservado en la Plaza Roja durante el aniversario de su muerte.
Ellos lo habían hecho un dios; ¡en lugar de rendirle culto al Creador del hombre ellos le rendían culto
a un hombre muerto!

Hoy en día, los otrora defensores del Comunismo acabaron con su propio partido, destronando a sus
líderes y desligándose del cuerpo de su fundador así como lo hicieron con sus creencias e ideas.

[2] Bujârî, 3/245, no. 1385; también lo narro Muslim, 4/2047, no. 2658.

[3] Es decir que Satanás y sus huestes se encuentran acechando y susurrando al ser humano
constantemente, así como la sangre que fluye constantemente por el cuerpo.

[4] Muslim, 4/1712, no. 2175.


[5] Lit. “Su acompañante”.

[6] Los Yinn (Genios) pueden ser creyentes o incrédulos (kuffâr). Los Yinn incrédulos son demonios
(Shaiâtîn).

[7] Lit. “Licito”. El hadîz indica que todas las cosas con las que Allâh ha agraciado a sus siervos son
licitas (es decir que su utilización y el beneficiarse de ellas esta permitido) en su origen. Se exceptúa
de esta regla todo aquello que ha sido prohibido por los textos del Corán y la Sunnah.

[8] Muslim, 4/2197, no. 2865.


2 - LA SEGUNDA PRUEBA: EL UNIVERSO DEBE TENER UN
CREADOR

El Corán le ofrece a los incrédulos y a los escépticos negadores pruebas que


la mente racional no puede sino confirmar y qué el buen juicio no puede
rechazar. Allâh, el Exaltado, dice:

(¿Acaso surgieron de la nada [sin Creador] o son ellos sus propios


creadores?

¿O crearon los cielos y la tierra? Ciertamente no tienen fe [para darse


cuenta de la verdad].) (Corán 52: 35-36)

El Corán les dice: ustedes existen, y no pueden negar esto; los cielos y la
tierra también existen, no hay la más mínima duda al respecto. El más
simple sentido común nos indica que las cosas que existen deben tener una
causa para su existencia. El pastor de camellos en el desierto sabe esto. Él
sabe que: "La presencia de estiércol de camello indica la existencia de un
camello y la presencia de pasos indica que alguien caminó. Por lo tanto, los
cielos con sus estrellas y la tierra con sus montañas y valles deben indicar la
existencia del Omnisapiente, Omnisciente". Los más grandes científicos
que investigan la vida y los seres vivientes también saben esto.

Lo que se declara en esta aleya (versículo) es conocido por los científicos


como la Ley de causa y efecto. Esta ley afirma que una cosa no puede
ocurrir por si sola sin que otra cosa (la cause), porque no posee en sí misma
el poder para existir por si sola, y no puede por si sola causar la existencia
de otra cosa, pues ésta no puede dar a otros lo que ella misma no posee.
Permítanos dar un ejemplo para explicar esta ley más claramente

Hace unos años, las arenas de (cierta parte del) desierto Rub' Al Jâlî fueron
azotadas por fuertes vientos dejando al descubierto las ruinas de una ciudad
que había sido sepultada por las arenas. Los arqueólogos empezaron a
examinar las ruinas de la ciudad para intentar determinar el periodo en que
ésta había sido construida. Ni uno solo de los arqueólogos sugirió que esta
ciudad pudiera haber aparecido como resultado de las acciones naturales del
viento, lluvia, calor y frío, y no así por la acción del hombre.

Si alguien hubiese sugerido semejante cosa, las personas lo habrían


considerado loco y hasta habrían sentido pena por él. ¿Cómo seria entonces
si alguien hubiera dicho que esta ciudad se formó en el aire de la nada en el
pasado lejano, y que después apareció -ya establecida- en la tierra? Esta
sugerencia es no menos extraña que la anterior, de hecho es mucho más
extraña.

¿Por qué? Porque la nada no puede crear algo, lo cual simplemente es una
cuestión de sentido común, y una cosa no puede crearse a si misma.

La ciudad según es conocido debe haber aparecido como consecuencia de la


acción de sus constructores. Lo que vemos en la misma nos dice algo sobre
las personas que la hicieron. La ciudad tiene que haber sido hecha por
personas inteligentes que tenían experiencia en la construcción y
planificación.

Si vemos a una persona ir de la parte baja de un edificio hacia la más alta,


no encontramos nada extraño en eso, porque una persona tiene la habilidad
de hacer eso. Pero si vemos que una piedra que estaba en el patio del
edificio se ha movido al techo del edificio, estaremos seguros que no se
movió por si sola. Alguien tiene que haberla recogido y movido, porque una
piedra no tiene la habilidad para moverse o subir.

Es extraño que (todas) las personas estén seguras que la ciudad no pudo
originarse sin un creador, y que ésta no pudo construirse a si misma, así
como están seguros que alguien bebió haber llevado la piedra al techo del
edificio, pero aún así entre ellos hay quienes insisten en que este universo
vino a existir sin un creador, siendo que la estructura del universo es
infinitamente más compleja que la de la ciudad.

(Por cierto que la creación de los cielos y la Tierra es más grandiosa que la
creación de los hombres …) (Corán 40: 57)

Cuando estos negadores se ven confrontados con lógica científica que apela
a sus intelectos, no tienen sino dos opciones: aceptar la evidencia o
rechazarla obstinadamente.

Ésta es la evidencia con la que los eruditos del Islam todavía están
confrontando a los negadores. Uno de los eruditos fue abordado por algunos
de estos ateos que niegan al Creador. Él les preguntó: ¿Qué dirían ustedes
sobre un hombre que les dice: “He visto un barco sobrecargado, lleno de
mercancías, en el medio del océano, siendo azotado por las olas y vientos, y
a pesar de todo esto éste se encuentra navegando tranquilamente y
siguiendo su curso, sin marineros que lo controlen o dirijan.” ¿Les parece
esto algo racional?

Ellos dijeron: Esto es irracional.


El estudioso dijo: ¡Subhân Allâh![1] ¿Si no les parece racionalmente
posible que un barco navegue tranquilamente por el mar sin cualquier
marinero o tripulación, entonces cómo es posible que este mundo, con todas
sus diferentes fuerzas y factores, con su inmensidad y gran variedad, exista
sin un Creador o Guardián? Los escépticos lloraron y dijeron: ‘Ciertamente
has hablado con la verdad’, y se arrepintieron.

Es a esta ley, racionalmente aceptable, que se refiere la aleya:

(¿Acaso surgieron de la nada [sin Creador] o son ellos sus propios


creadores? ) (Corán 52: 35) Ésta es evidencia que obliga a las mentes
racionales a aceptar que hay un Creador y que debe ser adorado. La aleya
fue formulada de una manera tan elocuente y tocante que cualquiera que la
oiga se vera profundamente conmovido.

Al Bujârî narró en su Sahîh que Yubaîr ibn Mut'im dijo: "Oí al Mensajero de
Allâh (que la Paz y las Bendiciones de Allâh sean con él) recitando Sûrat
At-Tûr durante la oración del Magrib (el ocaso). Cuando él alcanzó el
pasaje que dice:

(¿Acaso surgieron de la nada [sin Creador] o son ellos sus propios


creadores?

¿O crearon los cielos y la tierra? Ciertamente no tienen fe [para darse


cuenta de la verdad].

¿Acaso poseen los tesoros de tu Señor o tienen autoridad absoluta [sobre la


creación]? ) (Corán 52: 35-37) - mi corazón casi empezó a volar."[2]

Al Baîhaqî dijo: Abû Sulaîmân Al Jattâbî dijo: "La razón de que él se haya
conmovido así al oír estas aleyas es su perfecto entendimiento del
significado de las mismas y la fuerte evidencia que contienen lo cual toco
su naturaleza sensible, y que su inteligencia supo reconocer…"

Con respecto al significado del verso, (¿Acaso surgieron de la nada [sin


Creador]…? ) (Corán 52: 35), Al Jattâbî dijo: "¿O es que se originaron sin
un creador? Eso no puede pasar, porque la creación se encuentra
inevitablemente conectada al Creador. Tiene que haber habido un Creador.
Si ellos niegan al Creador Divino -y no pueden haberse originado sin un
creador que los haya creado-, entonces: ¿acaso ellos se crearon? Este es un
argumento aún más engañoso; porque si algo no existe, ¿Cómo puede
describirse como teniendo el poder para crear algo? ¿Cómo podría hacer
algo? Si estos dos argumentos son refutados, entonces queda establecido
que ellos tienen un Creador, ¡que crean en Él pues!.

Después Allâh, el Exaltado, dice:

(¿O crearon los cielos y la tierra? Ciertamente no tienen fe [para darse


cuenta de la verdad]) (Corán 52: 36). Esto es algo sobre lo que no pueden
presentar ninguna demanda. Así, sus argumentos se han mostrado débiles y
la evidencia en su contra ha sido firmemente establecida."

La intención de Al Jattâbî -al decir que los kuffâr no podrían presentar


ninguna demanda sobre haber creado o poder crear los cielos y la tierra- era
acabar con este argumento, porque existe la posibilidad de que alguna
persona arrogante diga "Yo mismo me creé", al igual que alguien de su tipo
que vivió en el pasado. Este incrédulo alegó tener poder sobre la vida y la
muerte:

(¿Acaso no has reparado [¡Oh, Muhammad!] en quien discutió con


Abraham acerca de su Señor valiéndose del poder que Allâh le había
concedido? Dijo Abraham: Mi Señor es Quien da la vida y la muerte; le
replicó: Yo también doy la vida y la muerte. Dijo Abraham: Por cierto que
Allâh hace que el sol salga por el oriente, haz tú que salga por el occidente.
Entonces, el incrédulo quedó desconcertado. Y Allâh no guía a los inicuos.)
(Corán 2: 258) ¿Cuál fue la respuesta de Ibrâhîm? Él contestó con otra
pregunta desafiante que expuso la incapacidad del tirano y su falsedad:

(…Dijo Abraham: Por cierto que Allâh hace que el sol salga por el oriente,
haz tú que salga por el occidente… ) (Corán 2: 258)

El resultado de eso fue:

(…Entonces, el incrédulo quedó desconcertado. Y Allâh no guía a los


inicuos.) (Corán 2: 258)

Supongamos que alguien diga, "Yo mismo me creé". ¿Podrá alegar también
que creó los cielos y la tierra? Si la nada no creo los cielos y la tierra, y si
los cielos y la tierra no se crearon a si mismos, y si estas personas no
pueden alegar que ellas los crearon, entonces inevitablemente debe haber un
Creador que creó todo eso, y este Creador es Allâh, glorificado y exaltado
sea.

La posición de las ciencias empíricas (experimentales) con respecto a


esta ley

El esfuerzo humano y la naturaleza de los seres creados son incapaces de


definir y enlistar todas las fases de la ley de causa y efecto y de estudiarlas
de cerca, paso a paso, hasta alcanzar la fase en la que se originó el universo.
Por esto las ciencias experimentales no tienen ninguna esperanza de
averiguar el origen de las cosas. Estas ciencias han expresado claramente lo
difícil -por no decir imposible- de esta empresa. Todo lo que se ha
conseguido hacer hasta ahora es definir unas pocas fases, quedando el
conocimiento de todo lo que viene antes de estas relacionado con el reino
de lo Oculto.

Una verdad simple que la razón no tiene más opción que admitir

Esta desesperación humana –pasada y futura- de no poder descubrir en


detalle las etapas de la creación, es contrapesada por una verdad simple que
cada mente debe reconocer, de forma voluntaria o involuntaria: que no
importa que tan larga sea la lista de causas y efectos, obligatoriamente debe
haber algo que posee el poder de originar la causa. Éste es el verdadero
principio; antes del cual nada existía y sin el cual nada existiría. Este
“originador” debe ser independiente, autosuficiente.

Argumentos engañosos sobre el origen del universo

Hemos oído y leído los argumentos engañosos que fueron presentados en el


pasado, y aquéllos que están siendo propuestos hoy en día, qué intentan
explicar la existencia del universo. Citaremos algunos de estos argumentos
y trataremos de explicar sus errores.

1) El argumento de que (la vida se originó) por accidente

Después de haber examinado evidencia coránica dirigida a la mente


racional y que la urge a reconocer la existencia del Creador que debe ser
adorado, vemos que la noción de que este universo se originó por accidente
sin un creador no sólo está lejos de la verdad, sino que también es
irracional. Quienquiera que sostenga este argumento estará simplemente
rechazando obstinadamente la clara e irrefutable evidencia.

Algunos de sus defensores hasta llegaron a decir[3]: "Si seis monos se


sentaran frente a máquinas de escribir y se pusieran a golpear las teclas de
las mismas por billones de años, no sería improbable que encontremos en
las últimas páginas que ellos escribieron uno de los sonetos de Shakespeare.
Éste es el caso del universo que existente. Ocurrió como el resultado de la
acción accidental de fuerzas que se mantuvieron reaccionando con la
materia por billones de años."

Ûahîd Uddîn Jân[4] dijo, después de citar este párrafo de Huxley[5]:


"Cualquier proposición de esta naturaleza no es más que un disparate.
Ninguna de las diferentes ramas de nuestras ciencias - hasta el día de hoy –
ha descubierto qué tipo de accidente podría producir semejante grandiosa
realidad (el universo) con todas sus maravillas y belleza."

Jân cita a otro científico que denunció esta opinión diciendo: "La idea que
la vida se originó como el resultado de un accidente es como decir que una
explosión accidental en una imprenta podría originar como resultado un
diccionario."

Jân también afirma: "Las Matemáticas mismas, que nos han dado el
concepto de las probabilidades, afirman que es matemáticamente imposible
para este universo el haberse originado por accidente."

Analicemos este ejemplo que Ûahîd Uddîn Jân cita del estudioso americano
Christie Morrisson que explica la imposibilidad de que el universo se haya
originado por accidente. Él dijo: "Tome diez monedas, y escriba en ellas los
números del uno al diez, introdúzcalas en su bolsillo y mezclelas bien,
después intente sacarlas de su bolsillo (una por una) en un orden numérico
ascendente (es decir, del uno al diez). La probabilidad de que usted saque la
moneda en que esta escrito el numero uno en el primer intento es de uno en
diez. La probabilidad de que saque todas las diez monedas en el orden
numérico deseado (1, 2, 3, 4…) es de uno en diez mil millones."[6]

Basándonos en esto, ¿cuánto tiempo tomaría para que este universo tome su
forma actual si se hubiera originado por accidente? Si quisiéramos calcular
esto de la misma manera (que calculamos el orden de las monedas), no
podríamos imaginar o calcular los números, y peor aún comprenderlos.

Todo en el universo nos indica que fue originado por un Creador


omnisciente, sabio, pero el ser humano es injusto consigo mismo e
ignorante.

(Maldito sea el hombre por su ingratitud.

¿Acaso no sabe de qué ha sido creado?

De una gota de esperma, de la cual determinó su fisonomía.

Luego le allanó el camino [y lo puso a prueba].

Luego le hizo morir y lo honró prescribiendo que fuera enterrado.

Luego le resucitará cuando Él quiera.

Pero a pesar de esto no cumple con los preceptos que se le ordenan.

Que reflexione el hombre en su alimento.

Nosotros hicimos descender el agua en abundancia.

Luego hendimos la tierra [para que brotase la vegetación].


Hicimos surgir de ella granos,

Vides, hierbas,

Olivos, palmeras,

Frondosos huertos,

Frutos y forraje

Para vuestro beneficio y el de vuestros rebaños.) (Corán 80: 17-32)

¿Cómo podría el ser humano haber sido creado y formado por accidente,
siendo que su comida es creada de tal perfectamente planeada manera que
requiere la cooperación de los cielos y la tierra? Allâh el Exaltado, describió
acertadamente al hombre como:

(…en verdad que el hombre es injusto consigo mismo e ignorante.) (Corán


33: 72)[7].

2) El argumento de que la naturaleza es el creador

Ésta es una mentira que se ha extendido en nuestra época, y que ha


engañado incluso a científicos prominentes, muchos de los cuales explican
la creación de las cosas a través de la naturaleza diciendo: “Es la naturaleza
la que crea y origina”.

Nos gustaría que ellos contestaran la pregunta: ¿A que se refieren con la


naturaleza? ¿Quieren decir la esencia de las cosas? ¿O se refieren a las leyes
que gobiernan y controlan al universo? ¿O se refieren a otras fuerzas más
allá de este universo que lo crearon y originaron?
Si con naturaleza quieren decir el propio universo, entonces no necesitamos
tomarnos la molestia de refutarlos, porque la falsedad de esta opinión es
obvia en vista de lo que hemos dicho anteriormente. Esta opinión repite el
argumento anteriormente referido: que una cosa puede crearse a si misma.
En otras palabras, ellos están diciendo que el universo creó al universo, es
decir, los cielos crearon los cielos, la tierra creó a la tierra, el universo creó
al hombre y a los animales. Ya hemos explicado que la razón humana se
niega a aceptar que una cosa pueda crearse a si misma. Para ser más claros,
una cosa no puede crear algo que sea más desarrollado o avanzado que ella
misma. La naturaleza (los cielos, la tierra, las estrellas, el sol y la luna), no
posee razón o las facultades de oír y ver, entonces ¿cómo puede crear al
hombre que oye, ve y razona? Esto no puede ser.

Si dicen que todo eso se creo por accidente, nosotros les decimos que
sabemos con seguridad que no hubo accidente alguno involucrado en la
creación del universo. Ya hemos explicado esto anteriormente.

La teoría de la auto-generación (un argumento engañoso que demostró


ser falso)

Una de las cosas que ayudaron extender esta nueva idolatría (la opinión de
que la naturaleza es el creador) fue la observación de los científicos de la
aparición de gusanos en los excrementos humanos y animales, y la
formación de bacterias que se comen los alimentos y hacen que se pudran.
Los científicos dijeron que éstos son seres vivientes generados
exclusivamente por la naturaleza.

Esta idea le dio peso a la nueva idolatría de la "naturaleza" en los ojos de


aquéllos que se desviaron lejos de la verdadera religión de Allâh. Pero la
guía de Allâh expuso la falsedad de esta teoría rápidamente a manos del
famoso científico francés Pasteur quien demostró que estos gusanos y
bacterias a las que se refirieron no se generaban a si mismas de la
naturaleza, sino que sus orígenes se encontraban en algo aun más pequeño,
invisible a simple vista. Él produjo evidencia con la que convenció a otros
científicos de la veracidad de su propuesta. Él colocó alimento en un
recipiente al vacio, y mató a las bacterias hirviendo el alimento; ninguna
nueva bacteria se formó en la comida y ésta tampoco se pudrió. Es en éste
hecho científico que la industria de los alimentos enlatados esta basada[8].

La naturaleza (no) es (sino) el conjunto de leyes que gobiernan el


universo

Otro grupo sugiere que la naturaleza es el conjunto de leyes que gobiernan


el universo. Ésta es la opinión de aquéllos que alegan tener conocimiento y
que creen que la naturaleza es el creador. Ellos dicen que este universo
funciona según ciertas leyes que regulan sus asuntos hasta el último detalle.
Todos los eventos que pasan en este universo ocurren según estas leyes. Es
como un reloj que funciona con exactitud y precisión por un largo tiempo,
funcionando por si solo sin alguien lo controle.

De hecho, estas personas no están contestando la pregunta que se hizo:


¿quién creó el universo? Ellos nos dicen sobre la manera en que el universo
opera, y nos dicen cómo estas leyes afectan a las cosas, pero nosotros
queremos saber quién creó el universo y quién creó las leyes que lo
gobiernan.

Ûahîd Uddîn Jân dice: "Los hombres de la antigüedad sabían que la lluvia
venia del cielo y hoy en día nosotros sabemos todo sobre cómo el agua se
evapora del mar hasta que las gotas de lluvia caen sobre la tierra (el ciclo
del agua). Todo esto no es sino una descripción de lo que pasa, pero no es
en sí mismo una explicación. La ciencia no nos dice cómo es que estos
fenómenos se volvieron leyes, o cómo es que estos se dieron entre el cielo y
la tierra de esta forma tan beneficiosa e impresionante. Es de estos
fenómenos que los científicos derivaron estas leyes.

Cuando el hombre alega que al descubrir las leyes de la naturaleza ha


resuelto el misterio del universo, no está sino engañándose a si mismo. Al
hacer este alegato lo que él está haciendo es colocar un eslabón del medio
de la cadena en el lugar del eslabón que va al final de la misma.

La naturaleza no explica nada (acerca del origen del universo), sino que ella
misma está en necesidad de ser explicada. Analicemos este debate que
podría tener lugar entre un hombre inteligente y un doctor prominente en su
campo:

Interrogador: ¿Por qué es roja la sangre?

Doctor: Porque hay células rojas en la sangre. El tamaño de cada célula es


1/700 de una pulgada.

Interrogador: Bien, pero ¿por qué estas células son rojas?

Doctor: Porque en la sangre hay una substancia llamada

Hemoglobina que se pone roja cuando es

mezclada con el oxígeno en el corazón.

Interrogador: Perfecto, pero ¿de dónde vienen estas células que transportan
la hemoglobina?

Doctor: Estas se fabrican en el hígado.

Interrogador: ¡Maravilloso! Pero ¿cómo es que todas estas cosas - la sangre,


las células, el hígado etc. – se conectan unas a otras tan perfectamente, y
cómo es que cada parte cumple su cometido con la tal precisión?
Doctor: Esto es lo que nosotros llamamos de leyes de la naturaleza.

Interrogador: ¿Pero qué quiere decir con las leyes de la naturaleza?

Doctor: A lo que nos referimos con leyes es a las operaciones internas


ciegas de las fuerzas naturales y químicas.

Interrogador: Pero ¿por qué es que estas fuerzas siempre producen el mismo
resultado? ¿Cómo es que las cosas son reguladas para que los pájaros
vuelen en el aire, los peces vivan en el agua y los hombres vivan en este
mundo con todos sus asombrosos potenciales y capacidades?

Doctor: No me pregunte por eso. La ciencia sólo me informa acerca de que


es lo que pasa, y no responde a la interrogante de porque pasa.

Se hace evidente de estas preguntas hasta que punto la ciencia moderna


puede explicar las causas y efectos que controlan este universo. El universo
es como una máquina que opera bajo un cobertor, y no sabemos nada sobre
ella excepto el hecho que está funcionando. "Pero si retiramos el cobertor,
veremos cómo las muchas partes y engranajes de esta máquina se conectan
entre si, cómo unas hacen girar a las otras; veremos todos los movimientos
de esta máquina. Pero ¿quiere esto decir que nosotros sabemos quién creó
esta máquina, sólo con observar el funcionamiento de sus piezas? ¿Cómo
puede ser nuestra observación de cómo funciona la máquina la prueba de
que esta máquina se origino a si misma y que está funcionando por si sola?"
[9]

La naturaleza es una fuerza

Hay aquéllos que dicen que la naturaleza es una fuerza que creó el universo,
y que es una fuerza viviente, oyente, vidente, sabia y poderosa… Lo que
dicen es correcto por un lado e incorrecto por otro, el error esta en que ellos
llaman a esta fuerza de "naturaleza". Esta fuerza creativa e innovadora nos
ha enseñado el nombre por el que merece ser llamada, y ése nombre es
"Allâh" o Dios. Allâh nos ha enseñado Sus bellos nombres y sublimes
atributos, por lo tanto debemos llamarlo por los nombres con los que Él se
ha llamado, Exaltado y Elevado sea.

Sus predecesores dijeron algo similar

Aquéllos que le atribuyen la creación a la naturaleza no hacen sino repetir


las palabras de sus predecesores. Éstos eran los Dahrîah - los ateos,
materialistas - quienes atribuyeron los eventos y fenómenos a Ad-Dahr (el
tiempo). Estos observaron que los niños crecen y se hacen adultos, los
adultos crecen y se hacen viejos y los viejos mueren con el paso del tiempo
y el transcurso de los días, por esta razón le atribuyeron la vida y muerte al
tiempo.

(Y dicen [quienes no creen en la Resurrección]: No existe otra vida más que


la mundanal, viviremos y moriremos una sola vez, y sólo el transcurso del
tiempo es lo que nos hace perecer. Pero en verdad no poseen un
conocimiento certero sobre lo que dicen, y no hacen más que conjeturar.)
(Corán 45: 24) Esas personas le atribuyeron los eventos y sucesos al
tiempo, y estas personas se los atribuyen a la naturaleza de las cosas; ambos
se encuentran igualmente desviados.

(3) La teoría de Darwin[10]

Los partidarios de esta teoría intentaron usarla para explicar la existencia de


los seres vivientes. Esta teoría cuenta con una amplia difusión; muchas
personas intentan difundirla con buena intención, porque piensan que es un
hecho científico, mientras que otros intentan difundirla con mala intención,
porque satisface sus deseos de demostrar que la religión esta equivocada al
afirmar que el hombre fue creado. Los detractores de la religión buscan
evidencias científicas en que apoyar su posición y engañar a las personas.

¿Qué dice esta teoría?

Esta teoría pretende que todas las criaturas se originaron de pequeños


organismos que aparecieron y se desarrollaron en (y del) agua,
posteriormente su medio ambiente los afecto propiciando en ellos nuevas
características. Estas características, en el transcurso de millones de años,
llevaron al desarrollo de otras características más avanzadas que cambiaron
a esa criatura primitiva en una forma de vida superior. Este desarrollo de
características causado por el medio ambiente y la evolución continuó hasta
que alcanzo la apariencia actual del ser humano.

Las bases de esta teoría

(1) Esta teoría esta basada en las observaciones hechas durante


excavaciones paleontológicas llevadas a cabo en la época de Darwin. Los
investigadores descubrieron que los niveles (capas) más antiguos
presentaban restos de formas de vida primitivas, y los niveles que venían
sobre éstos presentaban formas de vida progresivamente más desarrolladas.
Darwin dijo: "Estos animales más desarrollados son el resultado de la
evolución de formas de vida más tempranas y primitivas."
(2) También estaba basada en lo que era conocido en época de Darwin
acerca del parecido entre los embriones de animales diferentes en las fases
tempranas de desarrollo lo que daba la impresión que el origen de todos los
animales era el mismo ya que sus embriones parecen iguales, y que la
evolución se dio en la tierra de manera parecida al desarrollo del embrión
en el útero de los seres vivientes.

(3) Estaba basada también en la existencia del apéndice en los seres


humanos, que es de ayuda en la digestión de la materia vegetal en otras
especies, pero que ya no tiene función alguna en el hombre. Esto dio la
impresión de que se trataba de un resto de similitud con los primates que no
evolucionaron, ya que este apéndice sí funciona en los primates.

La explicación de Darwin sobre el proceso de la evolución

(1) La selección Natural. Los diferentes factores naturales eliminan a los


especimenes más débiles y deja a los especimenes más fuertes. Esto es lo
que se conoce como el principio de "la supervivencia del más apto (o el más
fuerte)". Solo los especimenes más fuertes sobreviven y heredan sus
características fuertes a sus descendientes. Estas características fuertes se
combinan entre si con el paso del tiempo para formar un nuevo rasgo en las
especies. Ésta es la "evolución" que hace al espécimen desarrollarse en un
espécimen superior. Este desarrollo continuado es la evolución.

(2) La selección Sexual. Este postulado indica que tanto los machos como
las hembras de cada especie dan preferencia, al aparear, a los especímenes
más fuertes, para que las características de los más fuertes sobrevivan y que
las características de los más débiles sean eliminadas debido a la renuencia
de los otros a aparear con ellos.
(3) Cada vez que una nueva característica surge es heredada por la
descendencia.

Refutación de las bases en que esta teoría se funda

La Paleontología no es una ciencia precisa, y nadie puede alegar el haber


llevado a cabo un estudio completo de todos los estratos de la tierra,
incluyendo aquéllos bajo las montañas y océanos, y no haber encontrado
nada nuevo que desafíe los conceptos sostenidos con anterioridad.

Aun si supusiéramos que las afirmaciones de esta rama de la ciencia (es


decir, la Paleontología) sean correctas, el hecho de que primero hayan
habido formas de vida primitivas a las que siguieron criaturas más
avanzadas no demuestra que las formas más avanzadas se desarrollaron a
partir de sus contrapartes primitivas. Todo lo que esto demuestra es el orden
(cronológico) de su existencia, el cual puede ser simplemente una reflexión
de los cambios que se dieron en el medio ambiente en el que vivieron estas
diferentes formas de vida en épocas diferentes. La opinión de la
Paleontología en la época de Darwin era que el hombre apareció hace
600.000 años; los recientes descubrimientos en el campo de la
Paleontología han calculado la edad del hombre en 10 millones de años.

¿Acaso esto no demuestra que la Paleontología es una ciencia en constante


cambio , cuyas evidencias no son definitivas y en las cuales no podemos
basarnos? ¡Puede ser que el día de mañana los paleontólogos descubran
algo completamente contrario a lo que suponíamos!
El Dr. Mustafa Shâkir Salîm en su comentario al libro Al Insân fil Mir'âh
(El Hombre en el Espejo) del autor Clyde Colquhoun el cual habla sobre
hombre de Neanderthal que los partidarios de la teoría de Darwin dicen fue
el primer hombre en evolucionar de los monos y gorilas… dijo: "El Hombre
de Neanderthal es descrito con los siguientes rasgos naturales principales:
un cerebro más grande que el de hombre moderno, y un cráneo grande y
ancho… además de eso, la cadena evolutiva que los paleontólogos están
intentando delinear no está completa; hay algo conocido como ‘el eslabón
perdido’."

El Dr. Surial dijo en su libro Tasaddu' Madhhab Darwin (El Colapso de la


Teoría de Darwin):

(1) Los eslabones perdidos en la cadena evolutiva no sólo están faltando


entre el hombre y las formas de vida anteriores a él, sino que hay también
eslabones perdidos entre las formas de vida primitivas unicelulares y las
formas pluricelulares, entre los moluscos y los artrópodos, entre los
invertebrados y los peces y anfibios, entre los anteriores y los reptiles, entre
los reptiles y los seres humanos. Los he mencionado según el orden
cronológico de aparición de estos en las eras geológicas.

(2) Las similitudes entre los embriones de especies diferentes: éste es un


serio error que algunos científicos cometieron debido a que los
microscopios de la época no eran lo suficientemente avanzados como para
mostrar las microscópicas diferencias que existen en la formación de los
embriones de las diferentes especies. Debemos adicionar a esto, la
falsificación perpetrada por el científico evolucionista alemán Ernst
Haeckel quien yuxtapuso los dibujos de embriones similares. Al ser
criticado por algunos embriólogo, él admitió que había tenido que “retocar”
aproximadamente al ocho por ciento de los dibujos para hacerlos parece
similares entre si, ya que eran diferentes.
(3) Con respecto a que el apéndice humano es un ‘residuo’ evolutivo de la
fase del mono, esto no demuestra definitivamente que el hombre haya
evolucionado de los monos. La razón de la presencia del apéndice en el ser
humano puede ser que éste lo haya heredado del primer ser humano -quien
se alimentaba exclusivamente de las plantas- y que haya sido creado en el
para ayudarlo a digerir la materia vegetal. Es más, es muy posible que la
ciencia descubra en un futuro la función del apéndice humano. La ciencia se
encuentra en continuo avance.

Si el hermafroditismo es una característica propia de las formas de vida


inferiores, y el tener dos géneros es una característica de las formas de vida
más desarrolladas, y si el tener pezones es una señal de feminidad, entonces
¿por qué es que encontramos que el elefante macho tienen pezones como el
varón humano, mientras que los machos de animales ungulados[11] como
los caballos y asnos no? Si Darwin pretendía que el hombre evoluciono de
formas de vida inferiores, ¿por qué es que encontramos este rastro de
hermafroditismo en el hombre y no así en las formas de vida inferiores?

Refutando la explicación de Darwin de cómo trabaja la evolución

(1) Darwin dice que hay una ley cuyo objetivo es el exterminio y extinción
de los seres vivos para que sólo los más fuertes o aptos sobrevivan y
‘pasen’ sus características a sus descendientes, hasta que las características
fuertes se combinen para formar una nueva especie. Ciertamente hay una
ley cuyo objetivo es la aniquilación de todos los seres vivos, fuertes y
débiles por igual, ya que Allâh ha decretado la muerte para todos los seres
vivientes. Pero hay también una ley paralela, una simbiosis entre los seres
vivientes y su medio ambiente, porque cuando Allâh creó la vida, también
creó los medios para mantenerla. Así pues, vemos como el sol, los océanos,
el viento, la lluvia, las plantas, la gravedad y otras muchas creaciones
cooperan para mantener la vida humana y animal.

El concentrarse solamente en los factores destructivos pasando por alto los


factores de sustento motiva un desequilibrio en la manera de pensar. Si hay
una ley de muerte o destrucción, entonces también hay una ley de vida, y
cada una juega su papel en la misma. Si bien las fuerzas naturales tales
como el viento, el trueno, el calor, el agua, las tormentas, etc. pueden causar
daños en las personas o destruir sus realizaciones - dejándolos ciegos o
destruyendo sus construcciones - es imposible creer que estas irracionales,
inanimadas e involuntarias fuerzas naturales son capaces de crearle un ojo
aquel que no tiene uno, o de regenerar aquello que esta en estado de
descomposición.

Es razonable decir que las fuerzas naturales pueden ser destructivas o


fatales, pero es irrazonable decir que estas fuerzas explican esta perfecta y
maravillosa creación en la que todo se ha formado de una manera perfecta y
sistemática tal que sus partes encajan entre si con una precisión asombrosa,
trabajando en perfecta armonía. Es imposible atribuir esta perfección al
trabajo de fuerzas naturales ciegas e irracionales.

Yamâl Uddîn Al Afgânî dijo en su libro Ar-Radd 'alâ Ad-Dahriîn - La


Refutación a los ateos – al discutir esta teoría: “…Me permito preguntarles,
¿Cómo es que cada parte separada de un ser viviente sabe lo que las otras
partes están intentando lograr siendo que cada una de ellas realiza una
función diferente? ¿Por qué medios una parte hace entender a las otras lo
que piensa hacer?... ¿Cómo es que estas partes saben - cuándo se
encuentran todavía dentro del huevo del pájaro por ejemplo- que deben
formar un pájaro que come granos, que debe tener un pico y alas?
El principio de Darwin de la supervivencia del más fuerte ha destruido la
vida humana, porque ha servido de justificativo para cada opresor, ya sea
este un individuo o un gobierno. Cuando el opresor comete una injusticia,
se apropia de lo que no es suyo, desata una guerra, etc. él no cree que está
haciendo algo malo - más bien, cree que está siguiendo una ley natural,
según las pretensiones de Darwin, la ley de la supervivencia del más fuerte.
Esta pretensión llevó a los excesos más feos de colonialismo.

(2) La selección natural, la tendencia de aparear solo con los individuos más
fuertes lo que motiva la extinción de los individuos más débiles, no es
prueba de que haya ocurrido evolución en esa especie. Lo qué entendemos
de ésta situación es que individuos más fuertes de una especie dada
sobreviven mientras que los especimenes más débiles desaparecen.

Si un cambio evolutivo se produce en un espécimen tendrá como efecto una


disminución del deseo de apareamiento en el mismo, pues la atracción entre
machos y hembras de una especie disminuye según aumenta la diferencia
física y genética entre ellos. Esto es lo que sugirió el famoso científico
Duwayr Zansky en 1958, un siglo después de Darwin. Zansky dijo: "La
diferencia física debilita el instinto de reproducción del espécimen
evolucionado, pues el deseo de aparearse disminuye según aumenta la
diferencia entre los especimenes (evolucionados y los no evolucionados). Y
no es cierto que las características nuevas de un espécimen se puedan
heredar genéticamente a sus descendientes."

Por ejemplo; un herrero musculoso no transmite la fuerza de sus músculos a


sus descendientes, así como el sabio no transmite su sabiduría
genéticamente a sus hijos.
(3) La insinuación de que algunas características surgen accidentalmente y
que después son heredadas por los descendientes ha sido rechazada por la
ciencia de la genética. Toda característica que no se lleve en los genes es
una característica ganada o adquirida que no puede ser heredada por la
descendencia.

El Profesor Nabel George, un conocido científico en este campo, dice: "Por


esa razón, la selección natural no explica la teoría de evolución. Sólo
explica que los más débiles morirán, y que algunas características
predominarán entre los miembros de la especie. Aquéllos que hablan de
‘saltos evolutivos’ quieren decir que a un animal que originalmente no tenía
un ojo de repente se le formó uno debido a la acción de algunos rayos.

Algunos especialistas han demostrado que los Rayos X pueden causar


cambios en el número de genes, pero este cambio ocurre en algo que ya
existe; los rayos no crean nada. El número de genes de un mono difiere del
número de genes de un humano. Los Rayos X sólo afectan a los genes
existentes; ¿cómo pudieron estos rayos que no poseen cualquier forma de
inteligencia crear la inteligencia en hombre, la cual lo distingue de los
monos y otros animales?

Estos rayos pueden afectar a los genes, pero este efecto en realidad
distorsiona (deforma) en vez de mejorar, como pasa en el caso de los rayos
atómicos (la radiación). Esto además del hecho que la ciencia de la genética
refuta la teoría de Darwin, como nos lo demuestra la experiencia. Los
judíos, y los musulmanes, han estado circuncidando a sus hijos durante
siglos, pero esto no ha llevado a que alguno de sus niños nazca ya
circuncidado. Mientras más se adelanta la ciencia, la teoría de Darwin
demuestra estar más y más equivocada.

La realidad no apoya a esta teoría


(1) Si esta teoría fuese correcta, seriamos testigos de la aparición de muchos
animales y personas por medio de la evolución, no sólo a través de la
reproducción. Aun siendo que la evolución requiere de un tiempo largo,
esto no quiere decir que no podemos presenciar a monos evolucionar en
hombres.

(2) Aun si aceptáramos que las circunstancias naturales y la selección


natural convirtieron a un mono en hombre, por ejemplo, no podemos
aceptar que estas circunstancias también dictaron que se haya formado una
mujer que acompañe a este hombre, para que puedan reproducirse y que
exista un equilibrio entre ambos.

(3) La habilidad para adaptarse qué nosotros vemos en criaturas como el


camaleón que cambia su color según el lugar dónde se encuentra, es una
habilidad inherente a la formación de esa criatura. Esta nace con esta
habilidad la cual existe en algunos y se encuentra escasamente presente en
otros. Todas las criaturas tienen límites que no pueden pasar. La habilidad
de adaptarse es un potencial innato, no es una característica desarrollada
motivada por el medio ambiente como los defensores de esta teoría dicen.
Si fuese así, el medio ambiente habría forzado a las piedras, la tierra, y otros
objetos inanimados a adaptarse.

(4) Las ranas se distinguen del hombre por su habilidad de vivir tanto en la
tierra como en el agua. Las aves se distinguen del hombre por su habilidad
de volar y su velocidad de movimiento. El olfato de un perro es más
sensible que el de un humano - ¿es el olfato del perro más adelantado que el
del ser humano? ¿Son las ranas y aves más adelantadas que los humanos en
algunos aspectos? Los ojos del camello, el caballo y el asno ven claramente
tanto de día como de noche, mientras que los ojos humanos son incapaces
de ver en la oscuridad. La visión de un águila es más aguda que la del
humano. Entonces, ¿Son las águilas y asnos más adelantados que el
hombre? Si tomamos a la autosuficiencia como base de la superioridad,
entonces las plantas son superiores al hombre y a todos los animales,
porque ellas fabrican su propio alimento y no necesitan que las alimenten.

Si tomamos el tamaño como base de la superioridad, entonces los camellos


y elefantes o los animales prehistóricos (los dinosaurios por ejemplo) serían
superiores al hombre.

La actitud de eruditos naturalistas respecto a esta teoría

(1) Aquéllos que apoyan esta teoría. Su razón para apoyarla es


principalmente apoyar la libertad de pensamiento que la Iglesia prohibía y
perseguía. Los científicos naturalistas lanzaron una guerra contra los
sacerdotes de la Iglesia y su pensamiento después de que el conflicto entre
los dos lados tomó un giro violento.

(2) Aquéllos que la oponen. Estos exigen evidencia tangible de que la


selección natural haya cambiado a cualquier especie, en especial a la
humana. Aquéllos que la oponen porque quieren pruebas naturales no son
menos en número o en su determinación para resistirla que los teólogos en
Europa que también la oponen.

Éstas son algunas de las opiniones de los científicos que se oponen a esta
teoría citadas por el Prof. Ibrâhîm Hûrânî: "Los científicos no han podido
demostrar la teoría de Darwin; de hecho ellos la han refutado y
criticado…". Entre ellos están los científicos Nechel y Dallas cuyos
comentarios pueden resumirse como sigue: "La evolución por selección
natural no puede aplicarse en el caso del hombre; éste sólo puede haber sido
creado directamente."

Otro científico, Farkho, dijo: "Se nos hace claro de la vida real que hay una
diferencia grande entre humanos y monos. No podemos decir con seguridad
que el hombre desciende de los monos o de cualquier otro animal, por lo
que no debemos decir tal cosa."

Otro científico, Mivart, dijo, después de examinar las realidades de la vida


en detalle: "La teoría de Darwin es inaceptable y es una opinión infantil."

Von Biskoun dijo, después de que él y Farkho realizaron un estudio


comparativo de humanos y monos: "La diferencia entre los dos es básica y
muy grande…"

Agassiz dijo, en un estudio que entregó durante un seminario sobre ciencia


Victoriana, que la teoría de Darwin era falsa y que estaba de hecho
equivocada, sus métodos no tenían nada que ver con la ciencia, y su teoría
no fue de ayuda.

Huxley que era un escéptico y amigo de Darwin dijo que considerando la


evidencia que tenemos, nunca podrá demostrarse que cualquier tipo de
plantas o animales evolucionó por medio de, ya sea, la selección natural o la
selección artificial.

Tyndall, que era como Haeckel, dijo: "Indudablemente aquéllos que creen
en la evolución no están al tanto del hecho que esta está basada en
principios que no han sido demostrados (es decir, son principios
hipotéticos). Es obvio que la teoría de Darwin necesita cambios."

Una teoría y no un hecho

Por todas estas razones, lo que Darwin dijo sobre la evolución es llamado
de ‘la teoría de la evolución’. Para los científicos, hay una gran diferencia
entre una teoría y un hecho o ley. Según su terminología, una teoría es algo
que puede ser verdadero o falso, mientras que un hecho o ley es algo que no
puede ser falso.

Entonces, ¿Por qué es que se ha extendido tanto?

La razón de por qué esta teoría se ha extendido tanto es que apareció en un


momento cuando Allah decretó que los círculos científicos occidentales se
rebelaran contra la tiranía intelectual de la Iglesia y el fundamentalismo
cristiano. El adelanto de la ciencia jugó un papel importantísimo en exponer
la falsedad de ciertos argumentos del fundamentalismo cristiano; lo que
llevó a la erupción de un enfrentamiento vicioso entre la ciencia y el
cristianismo, en el que muchos científicos fueron sentenciados y
ejecutados. En esta acalorada disputa, ambos lados hicieron uso de toda
arma a su disposición, y esta teoría se extendió como un arma usada por los
científicos contra su propia religión, y posteriormente contra la religión de
cada tierra que ellos colonizaron. Ellos hicieron esto porque creían que la
teoría era correcta, y a manera de vengarse contra la religión cristiana, que
había intentado prohibir el desarrollo de la investigación científica. Luego,
esta teoría fue utilizada como un medio para destruir a las religiones de las
naciones colonizadas, facilitando así a los colonialistas el dominio sobre sus
colonias.
Consecuentemente el sistema de educación colonialista, después de destruir
la religión de las personas, impuso el estudio de esta teoría en el programa
educativo oficial, presentándolo con una apariencia científica y erudita para
que los estudiantes creyeran que es verdad, inculcando así en las mentes de
los estudiantes la equivocada noción de que la ciencia –o por lo menos su
ciencia falsificada- contradice a la religión, buscando así que las personas
rechacen su religión (y adopten la de sus opresores).

Le basta al lector saber que debido a esta teoría muchos musulmanes se


desviaron de su religión. Por esta razón los colonialistas insistían en enseñar
esta teoría a los niños musulmanes en sus escuelas siendo que la ley
americana prohibía la enseñanza de esta teoría a en sus escuelas desde
1935.

Pero en Europa, y después de acertarle el tiro de gracia a su desviada


religión, los científicos anunciaron que la teoría de Darwin –la cual
constantemente utilizaban en su lucha contra la religión- no era un hecho
científico; no era más que una teoría, y mientras más se adelantaba la
ciencia, más clara se hacia la falsedad de la teoría.

El Corán y la teoría de Darwin

Cuando el Corán habla sobre el pasado, las personas deben escuchar y


prestar atención.

(Y cuando el Corán sea leído escuchadlo con atención y guardad


silencio…) (Corán 7: 204) - porque procede del Omnisapiente, el
Omnisciente, Aquél cuyo conocimiento abarca todas las cosas. ¿Qué es lo
que sabe el hombre? Comparado con el conocimiento de Allâh, éste no sabe
nada.

(… Allâh sabe y vosotros no sabéis.) (Corán 2: 216) ¿Y cómo no va a saber


sobre los asuntos de Sus criaturas siendo que Él las creo?

(¿Acaso no lo va a saber Quien creó todo? Él es Sutil, y está bien informado


de cuanto hacéis.) (Corán 67: 14)

¿Cómo es que las personas son tan audaces e insolentes al hablar sobre sus
orígenes siendo que no fueron testigos del momento de la creación?

(Sabed que no les hice testigos [ni a Iblîs ni a su descendencia] de la


creación de los cielos y de la tierra ni tampoco de su propia creación …)
(Corán 18: 51).

Es debido a que no fueron testigos de la creación de sus personas que sus


aciertos sobre el tema son pocos y sus errores muchos.

La verdad es contraria a esta teoría

Lo que el Omnisapiente Omnisciente, Creador del hombre, dice es


diametralmente opuesto a lo que estas personas ignorantes dijeron. Allâh, el
Exaltado, nos dice que Él creó al hombre como una criatura completa e
independiente. Él les informo a Sus ángeles sobre su creación aun antes de
crearlo.
(Y cuando tu Señor le dijo a los Ángeles: He de establecer una generación
tras otra [de hombres] en la tierra…) (Corán 2: 30)[12]

Allâh, elevado y glorificado sea, nos ha informado sobre la substancia de la


que creó al hombre. Él lo creó a partir de tierra:

(…sabed que Nosotros hemos creado [a Adán a partir] de tierra…) (Corán


22: 5)

Abû Mûsâ Al Ash'arî dijo: "Oí al Mensajero de Allâh (que la Paz y las
Bendiciones de Allâh sean con él) dijo: ' Allâh creó a Adán de un puñado de
tierra que Él recogió de toda la Tierra, es por eso que los hijos de Adán
varían como la tierra varía; algunos son rojos, algunos son blancos, algunos
son negros, y algunos son de colores intermedios[13], algunos son afables,
otros son difíciles, algunos son malos y otros son buenos."[14]

El agua es (también) uno de los elementos de la creación de hombre:

(Y Allâh creó todo ser vivo a partir de agua…) (Corán 24: 45)

El hombre fue creado de agua y tierra (es decir; de barro):

(Él es Quien os creó de barro…) (Corán 6: 2)

Este barro se convirtió en arcilla, como la arcilla de alfarería,

(Creó al hombre de arcilla como la cerámica…) (Corán 55: 14)


Allâh, elevado y glorificado sea, creó al hombre con Sus manos:

(Dijo Allâh: ¡Oh, Iblîs! ¿Qué te impide hacer la reverencia ante lo que creé
con Mis manos?… ) (Corán 38: 75)

Allâh, el Exaltado, creo a Adán hueco al principio. Según el Hadîz narrado


por Anas (que Allâh este complacido con él), el Mensajero de Allâh (que la
Paz y las Bendiciones de Allâh sean con él) dijo: "Cuando Allâh formó a
Adán en el Paraíso, Él lo dejó dijo allí el tiempo que quiso, e Iblîs empezó a
dar vueltas a su alrededor, observándolo. Cuando Iblîs vio que Adán era
hueco, supo que éste era una criatura que no era sólida (o sea: fuerte)."
[15]

Allâh, el Exaltado, insufló en esta arcilla de Su Espíritu, y la vida entró en


él, y Adán empezó a oír, ver, hablar, pensar y a ser consciente. Allâh ordenó
a los ángeles que se postren ante Adán cuando insufló en él de Su Espíritu y
la vida entro en él.

(Y cuando lo haya plasmado y haya soplado en él su espíritu, haced una


reverencia ante él.) (Corán 38: 72)

Allâh, el Elevado, nos informa acerca del lugar dónde lo hizo morar
después de haberlo creado:

(Dijimos: ¡Oh, Adán! Habita con tu esposa en el Paraíso …) (Corán 2: 35)


Tan pronto fue completada su creación, Adán empezó a hablar y entendía lo
que se decía:

(Y enseñó a Adán los nombres de todas las cosas, luego se las expuso a los
Ángeles y dijo: Decidme sus nombres, si es que decís la verdad.

Dijeron: ¡Glorificado seas! No tenemos más conocimiento que el que Tú


nos has concedido, Tú eres Omnisciente, Sabio.

Dijo: ¡Oh Adán! Infórmales sus nombres..) (Corán 2: 31-33) Abû Huraîrah
(que Allâh este complacido con él) dijo: El Mensajero de Allâh (que la Paz
y las bendiciones de Allâh sean con él) dijo: "Cuando Allâh creó a Adán e
insufló en él Su Espíritu, Adán estornudó y dijo, 'Al Hamdu lillâh (alabado
sea Allâh), ' alabando a Allâh por Su permiso. Su Señor le dijo, ' Que Allâh
tenga misericordia de ti, Oh Adán. Ve hacia esos ángeles – un grupo de
ángeles que estaban sentados- 'y diles, As-Salâmu 'alaîkum. ' Ellos dijeron,
"Wa 'alaîk As-Salâm ûa rahmatullâh."[16]

Este primer hombre era Adán que es el padre de todas las personas. De
Adán, Allâh, el Omnipotente, creó a su esposa Hauâ' (Eva),

(¡Oh, humanos! Temed a vuestro Señor Quien os ha creado a partir de un


solo ser, del que creó a su esposa e hizo descender de ambos muchos
hombres y mujeres…) (Corán 4: 1)

El hombre no fue creado imperfecto, para posteriormente ser completado


como pretenden los defensores de la teoría de la evolución. Por el contrario,
él estaba completo, después su constitución empezó a disminuir en tamaño
y fuerza. Según un Hadîz narrado por Al Bujârî y Muslim en sus Sahîh de
Abû Huraîrah, el Profeta (que la Paz y las bendiciones de Allâh sean con él)
dijo: "Allâh creó a Adán y su altura era sesenta codos"[17]. Por eso los
creyentes entrarán en el Paraíso físicamente perfectos, con la forma de
Adán. El resto del Hadîz citado dice: "Todos los que entren en el Paraíso
entraran con la forma de Adán cuya altura era sesenta codos". Entonces él
(Profeta) dijo: "La forma de hombre ha estado disminuyendo (en la altura)
desde ese tiempo hasta ahora."[18]

Éste es un breve resumen de lo que el Corán y los Ahâdîz dicen sobre la


creación del hombre. No hemos citado todos los textos del Corán y la
Sunnah relacionados con este tema, pero lo que hemos expuesto provee una
imagen clara no dejando lugar para la confusión e imaginación. Esto es lo
que Islam dice sobre los nobles orígenes del hombre y de los que debe
sentirse orgulloso.

Esta idea acerca del hombre de la antigüedad que fuera y es enseñada por
los estudiosos y profesores de historia, que lo presentan como un salvaje
que no puede hablar y no puede hacer nada bien, que aprende de los
animales, ha desacreditado el noble origen del hombre.

Conclusión

Ha llegado la hora de que despertemos y volvamos a nuestra religión


basándonos en el Libro de nuestro Señor, que esta lleno de bondad. Este
libro nos informa de lo que pasó antes de nosotros y de lo que pasará en el
futuro. Es una cuestión seria, y no es un juego, y quien sigua la guía de
cualquier otra fuente se habrá perdido…
Es hora que nos mantengamos alejados de los postulados de las mentes
corruptas en tales áreas, es decir, en asuntos sobre los que Allâh ha hablado
claramente y sin dejar lugar para las opiniones de las personas.

Debemos poner fin a esta derrota intelectual que ha hecho que nos
apresuremos en aceptar cada cosa nueva sin detenernos a pensar. Sólo nos
damos cuenta de nuestros errores cuando aquéllos que los originaron y
difundieron perecen.

[1] Alabado sea Allâh.

[2] Bujârî, 8/603, no. 4854.

[3] Estas palabras son de Huxley.

[4] Al Islâm Iatahadda, Pág. 66

[5] Huxley es un pensador y escritor ateo autor del famoso libro Man Stands Alone. Allâh hizo que
uno de sus propios compatriotas, A. Christie Morrisson, el director de la New York Academy of
Science y miembro anterior del Comite Ejecutivo del US National Research Council, escribiera el
valioso libro Man Does Not Stand Alone para refutar a Huxley. Este libro ha sido traducido al árabe
bajo el titulo Al-‘Ilm iad’u ilâ Iîmân (La Ciencia llama hacia la fe).

[6] Ver Al ‘Ilm iad’u ilâ Iîmân, pág. 51.

[7] Este tema será tocado cuando analicemos los signos de Allâh en el universo, in shâ Allâh (si Dios
quiere).

[8] Az-Zindânî, Kitâb At-Taûhîd, 2/74.


[9] Ûahîd Uddîn Jân, Al Islâm iatahaddâ (El Islam desafia), 29-31; él también cita a varios otros
científicos occidentales.

[10] Az-Zindânî, Kitâb At-Taûhîd, 3/81.

[11] Animales con pezuñas.


[12] [So when your Lord told the angels: “I am placing an overlord on earth.”] - T.B. Irving.
[Behold, thy Lord said to the angels: “I will create a vicegerent on earth.”] - A. Yusuf Ali.

[13] Es decir, entre el blanco y el negro, el rojo y el blanco, etc.

[14] Ahmad, At-Tirmidhî y Abû Daûud (Mishkât Al Masâbîh, 1/36, no. 100).

[15] Muslim, 4/2016, no. 2611.

[16] At-Tirmidhî, Mishkât Al Masâbîh, 2/542, no. 4662. El editor de Al Mishkât dijo: Fue clasificado
como Sahîh por Al Hâkim y Adh-Dhahabî lo secundó. Y lo que ambos dijeron es correcto.

[17] Bujârî, 6/362, no. 3326; Muslim, 4/2183, no. 2841. esta redacción es del Bujârî.

[18] Ídem. Aquí la redacción citada es la narrada por Muslim.


CAPÍTULO 2

DEFINICIÓN DE ALLAH Y LA RELACIÓN DE LOS CORAZONES CON ÉL

INTRODUCCIÓN

No hubiera habido necesidad de discutir el tema anterior en profundidad si


no fuera por el hecho que son muchas las dudas y argumentos engañosos
que lo rodean, por lo que el investigador se ve obligado a exponer sus
falacias.

Es momento que discutamos en detalle el segundo tema que es el más


importante de este libro, el corazón del asunto.

Ya hemos afirmado que el Corán trata este asunto de dos maneras para
confirmar esta gran realidad:

(a) Habla de la perfección de la creación de Allâh y describe las maravillas


del universo las cuales indican la grandeza del Creador.

(b) Habla directamente sobre Allâh, el Exaltado, - Su ser, nombres,


atributos, bendiciones y creaciones. Trataremos de discutir esto en detalle -
in shâ Allâh (si Dios quiere) y es en Allâh, el Omnipotente, que buscamos
ayuda.
(1) La Metodología del Corán al usar los milagros naturales como
evidencia

Explorando el universo mediante de la descripción coránica

El Corán nos lleva en un viaje a través de los confines del universo y las
diferentes partes de la tierra, haciendo una pausa para que reflexionemos
sobre las flores de los prados, elevándonos hasta las estrellas y sus órbitas.
Abriendo de esta manera nuestros ojos y corazones, mientras nos muestra
cómo el poder y decreto de Allâh operan en Su creación, descubriendo para
nosotros los misterios de la creación, guiándonos hacia la sabiduría por
detrás de la creación, y explicando las inmensas bendiciones con las que Él
nos ha agraciado y al universo alrededor nuestro.

El Libro de Allâh discute largamente acerca de este tema tanto en sus


capítulos largos como cortos. Es una discusión muy interesante que cautiva
el alma, es un placer de escuchar. Estimula las emociones y sentidos.

He estudiado mucho acerca de lo que la ciencia y los científicos han descubierto sobre todos los
aspectos de la vida, explicando los misterios de la creación y cómo la creación indica la existencia
del Creador, pero nunca he encontrado algo como las bellas descripciones que da el Corán, con tanto
detalle que estimula las emociones y que guían al corazón, alcanzando conclusiones precisas. ¿Y
cómo podría ser de otra manera, siendo que es la revelación del Omnisapiente, el Más digno de
Alabanza?

Las Acciones de Allâh en el Universo

Acompáñenme en una jornada a través de las aleyas (versos) del Corán,


dónde exploraremos este universo para ver cómo el poder de Allâh opera en
las diferentes áreas: en una semilla colocada en el interior de la tierra que se
divide en dos y cuyas raíces se hunden en la tierra, para que de una semilla
inanimada surja la vida representada en su tallo, hojas, fragantes flores y
frutas que nutren a los hombres y bestias … en el alba cuando despunta…
en la quietud de la noche… en los movimientos del sol y luna…
(Por cierto que Allâh hace que germinen el grano y el hueso del dátil, y
hace surgir lo vivo de lo muerto y lo muerto de lo vivo. ¡Ése es Allâh!
¡Cómo podéis desviaros!

Hace que el alba despunte, dispuso que la noche sea para descansar, e hizo
que el sol y la luna os sirvan para computar [el tiempo]. Esto es el decreto
del Poderoso, Omnisciente.) (Corán 6: 95-96)

Miren las nubes y cómo son formadas por Allâh:

(¿Acaso no observas que Allâh impulsa las nubes lentamente, luego las
agrupa hasta formar cúmulos, y después ves caer la lluvia de entre ellas?
¿Acaso no reparas que Allâh hace caer del cielo granizo con el que azota a
quien quiere y protege de él a quien Le place, cuando sólo el resplandor del
relámpago podría enceguecerles?.) (Corán 24: 43)

Allâh, el Altísimo, nos dice sobre la sombra:

(¿No ves [¡Oh, Muhammad!] cómo tu Señor extiende la sombra? Si Él


quisiera, podría dejarla fija, pero pusimos al sol como guía de ella.

Luego hacemos que ésta vaya desapareciendo gradualmente.) (Corán 25:


45-46)

Analicemos cómo Él, el Omnipotente, dispone los asuntos de la vida y los


seres vivientes, y la noche y el día:

(Di: ¡Oh, Allâh, Soberano del Reino! Tú concedes el poder a quien quieres
y se lo quitas a quien quieres, dignificas a quien quieres y humillas a quien
quieres. En Tus manos está el bien. Allâh tiene poder sobre todas las cosas.

Tú insertas la noche en el día y el día en la noche. Tú haces surgir a lo vivo


de lo muerto y a lo muerto de lo vivo. Tú sustentas sin medida a quien Te
place.) (Corán 3: 26-27)
El Corán no sólo nos informa sobre el poder de Allâh y de cómo opera en el
universo, cómo Su conocimiento abarca a todas Sus criaturas y cómo Él es
quien dispone de todos los asuntos - también nos dice el propósito con el
que Él creó al universo.

Allâh, el Exaltado, creó esta tierra para el ser humano:

(Él es Quien creó para vosotros todo cuanto hay en la tierra…) (Corán 2:
29)

Él la creó para nosotros de una manera que satisface nuestra naturaleza y


que nos beneficia. Esto es lo que el Corán llama ‘sometimiento’ (tasjîr).

Y él no nos dice esto sólo a manera de información; sino que nos explica el
sometimiento que Allâh ha creado en el universo:

(¿Acaso no veis que Allâh os sometió todo cuanto hay en los cielos y en la
Tierra…) (Corán 31: 20)

La creación de las estrellas nos ayuda a guiarnos por la noche, ya sea que
viajemos por tierra o por mar:

(Y Él es Quien ha creado las estrellas para que vosotros podáis guiaros por
ellas (cuando os encontráis viajando] en las tinieblas de la tierra y del mar.
Por cierto que hemos evidenciado los signos para quienes reflexionan.)
(Corán 6: 97)

La tierra y el cielo, la caída de lluvia del cielo, las naves que navegan en el
mar, los ríos que fluyen a lo largo de la tierra, el sol y la luna, la sucesión de
la noche y el día… todo esto ha sido creado para nuestro beneficio:
(Allâh es Quien creó los cielos y la Tierra e hizo descender la lluvia del
cielo con la que hace brotar los frutos para vuestro sustento. Él os sometió
las naves para que con ellas surquéis el mar por Su designio, y os sometió
los ríos [para que os beneficiéis de ellos].
También sometió el sol y la luna, que siguen su curso incesantemente, y dispuso que la noche suceda
al día.

Él os ha dado todo cuanto Le pedisteis. Sabed que si intentarais contar las


gracias de Allâh no podríais enumerarlas; ciertamente el hombre es injusto,
desagradecido.… ) (Corán 14: 32-34)
(2) Las bendiciones de Allâh en el universo

El Corán nos dice que Allâh, el Altísimo, ha creado este universo y lo ha


sometido a nosotros. Lo ha hecho compatible con nuestra naturaleza, y lo ha
ordenado de la tal manera que sea apropiado para la vida humana. El Corán
usa esta explicación a manera de exhortar al hombre para que agradezca a
su Señor, ya que el hombre tiene la inclinación natural de amar a quien es
bueno con él:

(¿Acaso la recompensa del bien no es el bien mismo? ) (Corán 55: 60)

El Corán habla en detalle sobre las bendiciones con las que Allâh, el
Omnipotente, ha agraciado a Sus siervos:

(Diles [¡Oh, Muhammad!]: Él es Quien os creó, y Quien os agració con el


oído, la vista y los corazones. ¡Qué poco agradecéis!) (Corán 67: 23) - y la
creación alrededor de ellos:

(Él creó a la Tierra como un lecho [propicio para que la habitaseis], y puso
en ella caminos, para que pudierais orientaros y transitarla.
Él hace descender agua del cielo en la justa medida, y así vuelve a dar vida a un territorio árido; de la
misma manera seréis resucitados.

Él creó todas las especies [de a pares], y os sometió las embarcaciones y los
animales que montáis.… ) (Corán 43: 10-13)

Él, el Omnipotente, ha creado el sol y la luna para nosotros de una manera que sirve nuestros
intereses y nos beneficia:

(Él es Quien hizo que el sol tuviese luz propia y determinó que la luna
reflejase su luz en distintas fases para que podáis computar el número de
años y los meses…) (Corán 10: 5)

Al An'âm - los camellos, el ganado y ovejas - y los caballos, las mulas y


asnos, todos han sido creados para que nos beneficiemos de ellos, y todos
han sido creado de una manera que satisface nuestra naturaleza:

(Y creó a los ganados, de los cuales obtenéis vuestros abrigos y otros


beneficios y también de ellos os alimentáis.
Vosotros os regocijáis cuando los arreáis por la tarde y cuando los lleváis a pastar por la mañana.

Llevan vuestras cargas a lugares que vosotros no podríais llegar sino con mucha dificultad. Por cierto
que vuestro Señor es Compasivo, Misericordioso.

Y [creó] los corceles, las mulas, los asnos como montura y para que os
luzcáis con ellos. Y creó muchas otras cosas que no conocéis.) (Corán 16:
5-8)

El mar también ha sido creado para nosotros; en su creación y en los barcos


que navegan en él hay muchas cosas que nos benefician:

(Él es Quien ha sometido el mar para que podáis comer de él carne fresca y
extraer adornos para engalanaros. Las naves pueden surcarlo, y vosotros
podéis beneficiaros con esto para procurar la gracia de Allâh [vuestro
sustento]. ¿Por qué no sois agradecidos?) (Corán 16: 14)

Allâh, elevado sea, creó a las abejas, las cuales producen para nosotros
deliciosa miel, que nos alimenta y es una fuente de curación para el
hombre,:
(Tu Señor les inspiró a las abejas: Habitad en las moradas que hayáis
construido en las montañas, en los árboles y en las que el hombre os
construya.

Luego comed de todos los frutos y transitad por donde os ha facilitado


vuestro Señor. De su abdomen sale un jarabe de diferentes colores que es
medicina para los hombres. En esto hay un signo para quienes reflexionan.)
(Corán 16: 68-69)

El Corán nos insta a buscar y conocer a Allâh a través de Sus Señales


Universales

El Corán insta a los siervos de Allâh a que observen y reflexionen acerca de


las señales (que indican la existencia de Allâh) en el universo - la tierra, los
cielos, todo lo que hay en y entre ellos - y ha hecho de esta observación y
reflexión acerca de las mismas un tipo de recordatorio que beneficia a los
creyentes.

Me gusta la manera en que algunas personas contemporáneas llamaron a


este método: "La ley de caminar y observar", ya que el Corán
frecuentemente le dice al hombre que viaje por la tierra y observe y que
aprenda de eso. Esto puede entenderse en un sentido literal, físico o puede
significar el pensamiento y reflexión.

La orden de hacer esto es dada en términos generales:

(Di: Observad lo que hay en los cielos y la tierra.) (Corán 10: 101) - y en
términos específicos:

(Que el hombre observe de qué fue creado…) (Corán 86: 5)


(Que reflexione el hombre en su alimento.) (Corán 80: 24)
(3) Cómo el Corán usa sus aleyas (versos) para demostrar que el
Creador es quien merece el Señorío y la Divinidad y la falsedad de todo
lo que es adorado en lugar de Allâh

El Corán usa los fenómenos del universo material como argumentos para
debatir con los mushrikin (los politeístas) y establece la prueba contra ellos:

(¿Acaso los incrédulos no reparan que los cielos y la Tierra formaban una
masa homogénea y la disgregamos, y que creamos del agua a todo ser vivo?
¿Es que aún después de esto no creerán?
Y por cierto que afirmamos las montañas en la Tierra para que no se sacudiera, y dispusimos caminos
para que viajéis por ellos.

E hicimos del cielo un techo, al cual contenemos para que no se desplome [sobre la Tierra], pero los
incrédulos a pesar de ello se niegan a reflexionar en Sus signos.

Y Él es Quien creó la noche y el día, y dispuso que el sol y la luna recorran


cada uno su órbita.) (Corán 21: 30-33)

Él les muestra la naturaleza corrupta de sus creencias en sus dioses los


cuales no poseen los atributos de la Soberanía o Dominio (Rubûbîah) y la
Divinidad (Ulûhîah) qué los calificarían como merecedores del culto y de
ser tomados como los dioses en lugar de Allâh, el Altísimo:

(Di [¡Oh, Muhammad!]: ¡Alabado sea Allâh! La paz sea sobre Sus siervos
elegidos. ¿Quién es mejor: Allâh o lo que Le asocian?

¿Acaso Quién creó los cielos y la tierra e hizo descender para vosotros agua
del cielo, con lo cual hizo surgir jardines espléndidos cuyos árboles no
hubierais podido hacer brotar vosotros [puede compararse a quien no es
capaz de crear nada de eso]? ¿Acaso puede haber otra divinidad junto con
Allâh? Realmente son desviados.
¿Acaso Quién hizo de la tierra un lugar firme, dispuso en ella los ríos, fijó
las montañas y puso entre los dos mares una barrera [puede equipararse a
quien no es capaz de crear nada de eso]? ¿Acaso puede haber otra divinidad
junto con Allâh? Realmente que la mayoría no saben lo que hacen.

¿Acaso Quién responde al afligido cuando le invoca, alivia los pesares y


hace que vosotros os sucedáis unos a otros en la tierra [puede equipararse a
quien no es capaz de hacer nada de eso]? ¿Acaso puede haber otra divinidad
junto con Allâh? Realmente son pocos los que reflexionan.

¿Acaso Quién os guía en la oscuridad [de la noche] por la tierra y el mar, y


envía los vientos que traen las lluvias como una misericordia [puede
compararse a quien no es capaz de hacer nada de eso]? ¿Acaso puede haber
otra divinidad junto con Allâh? Allâh está por encima de lo que Le asocian.

¿Quién origina la creación y luego la reproduce, y Quién os sustenta [con


las gracias] del cielo y de la tierra [puede compararse a quien no es capaz de
hacer nada de eso]? ¿Acaso puede haber otra divinidad junto con Allâh? Di:
Presentad vuestra prueba, si es verdad lo que decís.) (Corán 27: 59-64) estas
aleyas (versos) nos explican como sus supuestos dioses no merecen ser
adorados, ya que Allâh solo es el Creador de los cielos y la tierra, sólo El es
Quien hace descender la lluvia del cielo y hace brotar los jardines que
refrescan el alma y son un deleite para la vista. Él es Quien ha hecho de la
Tierra una morada estable, ha puesto ríos en su medio, y ha colocado
montañas firmes en ella… Él es quien merece verdaderamente la
adoración.

Debemos usar este tipo de evidencia al confrontar a los incrédulos y ateos,


porque los Mensajeros han usado mucho esta evidencia. Ibrâhîm (Abraham)
(que la Paz de Allâh sea con él), el amigo íntimo del Más Misericordioso,
debatió con aquél ateo y estableció la prueba contra él usando este tipo de
evidencia, dejándolo perplejo y sin palabras con que refutar:

(¿Acaso no has reparado [¡Oh, Muhammad!] en quien discutió con


Abraham acerca de su Señor valiéndose del poder que Allâh le había
concedido? Dijo Abraham: Mi Señor es Quien da la vida y la muerte; le
replicó: Yo también doy la vida y la muerte. Dijo Abraham: Por cierto que
Allâh hace que el sol salga por el oriente, haz tú que salga por el occidente.
Entonces, el incrédulo quedó desconcertado. Y Allâh no guía a los inicuos.)
(Corán 2: 258)

Mûsâ [Moisés (que la Paz de Allâh sea con él)], el hombre que habló con
Allâh, usó el mismo argumento cuando confrontó al tirano de su época,
Fir’aûn (Faraón). Musa se mantuvo produciendo evidencia tras evidencia
hasta que Faraón se quedo sin argumentos, y finalmente recurrió al uso de
amenazas:

(Preguntó el Faraón: ¿Qué es el Señor del universo?


Dijo [Moisés]: Es el Señor de los cielos, la Tierra y todo lo que hay entre ellos. ¿Es que no os
convencéis de ello?

Dijo [el Faraón] a quienes estaban en torno a él: ¿Habéis oído?

Agregó [Moisés]: Él es vuestro Señor, y también el Señor de vuestros ancestros.

Dijo [el Faraón a su pueblo]: En verdad, el Mensajero que os ha sido enviado es un demente [y no
responde lo que le pregunto].

[Moisés] Prosiguió: Él es el Señor del oriente y del occidente, y de lo que


hay entre ambos. ¿Es que no razonáis?

Dijo [el Faraón]: Si adoptas otra divinidad que no sea yo te encarcelaré)


(Corán 26: 23-29)

Esta metodología es la que siguieron todos los Mensajeros al presentar las


evidencias. Veamos Sûrat Ibrâhîm [versos 9 y 10] y leamos acerca de lo que
las naciones que desmintieron a sus mensajeros; el pueblo de Nûh (Noe) y
'Ad y Zamûd, y aquéllos que vinieron después de ellos, dijeron, y
reflexionemos sobre cómo los Mensajeros les contestaron diciendo:
(Sus Mensajeros les respondieron: ¿Acaso tenéis duda acerca de Allâh,
creador de los cielos y la Tierra?… ) (Corán 14: 10)

Ellos probaron la veracidad de su llamada refiriéndose al hecho que Allâh,


el Altísimo, es el Creador de los cielos y la tierra.

El Kufr (el escepticismo, la incredulidad) es reprensible y extraño ante


tan claras pruebas

De aquí que el Corán haga una pregunta que indica cuan extraña es la
actitud escéptica de los incrédulos siendo que las pruebas y evidencias son
tan claras:

(¿Cómo osáis no creer en Allâh siendo que no existíais y os dio la vida,


luego os hará morir y finalmente os resucitará y a Él seréis retornados? )
(Corán 2: 28) y en otra aleya, pregunta:

(¡Oh, hombres! ¿Qué os sedujo para que os apartaseis de vuestro Señor


Generoso?
Quien os creó y os dio una bella conformación

Y dispuso para vosotros la figura que quiso.) (Corán 82: 6-8)

El resultado de la observación y meditación del hombre sobre si mismo y el


universo que lo rodea es que éste se vuelve a su Creador y lo Glorifica. Por
esto, es extraña la actitud de los incrédulos quienes a pesar de las pruebas
descreen y niegan eso.

(¿Qué os sucede que no teméis la grandeza de Allâh?

É
Él os creó en etapas sucesivas.

¿Acaso no habéis visto cómo Allâh ha creado siete cielos superpuestos?


Puso en ellos la luna para que reflejase la luz y el sol como lámpara [para que la generase].

Allâh os creó de la tierra.

Después os hará volver a ella [al morir], y os hará surgir nuevamente de ella
[el Día del Juicio]) (Corán 71: 13-18)
(4) Aquellos que se benefician de las señales del universo son los
dotados de intelecto

Las señales de Allâh en el universo sólo se les hacen manifiestas en toda su


realidad inspiradora a los corazones que recuerdan y le rinden culto a Allâh,
porque todos los velos han sido retirados de estos corazones y los mismos
están abiertos a las maravillas del universo. El Corán establece esta
conexión entre los corazones humanos y el ritmo de este inmenso y
hermoso universo. Esta conexión crea la percepción que descubre el
universo nuevamente. Esta percepción y descubrimiento tiene un gran
impacto en los corazones humanos y se vuelve algo precioso en las vidas
humanas. Esta conexión es establecida por el Corán entre el entendimiento,
el aprendizaje y el hombre que aprende y entiende. Es por esto que el Corán
afirma que ésos que son guiados por las señales del universo son un cierto
tipo de personas:

(En la creación de los cielos y la tierra y en la sucesión de la noche y el día


hay signos para los dotados de intelecto.

Aquellos que invocan a Allâh estando de pie, sentados o recostados, y


meditan en la creación de los cielos y la tierra, y dicen: ¡Señor nuestro! No
has creado todo esto en vano ¡Glorificado seas! Presérvanos del castigo del
Fuego.) (Corán 3: 190-191)

Éstas son las personas que se benefician de las señales del universo, porque
ellos no se detienen en el límite de las cosas físicas que pueden ver; sino
que ven más allá, ven la Mano que está haciendo funcionar al universo y el
Poder que lo creó. Ellos usan sus ojos, oídos y mentes de la mejor manera
posible en este asunto, y siguen la guía de las aleyas del Corán las cuales
ayudan a que los ojos, oídos y mente comprendan de la mejor manera que
un hombre puede comprender:
(Y entre Sus signos está haberos creado esposas de entre vosotros para que
encontréis en ellas sosiego, y puso entre vosotros amor y misericordia. Por
cierto que en esto hay signos para quienes reflexionan.
Y entre Sus signos está la creación de los cielos y de la Tierra, la diversidad de vuestras lenguas y de
vuestras razas. Por cierto que en esto hay signos para quienes lo comprenden.

Y entre Sus signos está [haberos creado] la noche para que descanséis en ella, y el día para que
procuréis Su gracia [el sustento]. Por cierto que en esto hay signos para quienes escuchan.

Y entre Sus signos está hacer que el relámpago sea para vosotros motivo de
temor y anhelo [de las lluvias] y hace descender agua del cielo para
vivificar con ella la tierra árida. Por cierto que en esto hay signos para
quienes razonan) (Corán 30: 21-24)

Así, las señales se hacen claras para aquéllos que reflexionan, escuchan y
cuyo entendimiento sigue la dirección correcta que los lleva hacia su
objetivo.

Los kuffâr (los incrédulos), por otro lado, observan (sólo) el fenómeno, y
sus pensamientos no van más allá de él, hacia el Creador. Ellos no
entienden la sabiduría detrás de la creación.

(Sólo conocen [lo aparente] de la vida mundanal, y descuidan la otra vida.)


(Corán 30: 7)

Es por esto que no se benefician de las señales universales, pues no las ven
a través del lente del Corán:

(Diles: Reflexionad en todo cuanto hay en los cielos y en la tierra; pero


[sabe ¡Oh, Muhammad!] que para quienes Allâh decretó la incredulidad no
se beneficiarán de los signos ni de los Mensajeros.) (Corán 10: 101)
De aquí que el Corán denuncia a los incrédulos y negadores por no ver y
aprender:

(Acaso no reflexionaron en el reino de los cielos y de la tierra y lo que


Allâh creó en él, ni tampoco en que el final de sus vidas pudiere estar
próximo; y si no creían en este Mensaje en qué otro iban a creer? ) (Corán
7: 185)
(5) Las ciencias modernas han cortado la conexión entre el ser humano
y el resto de la creación

Saied Qutb (que Allâh tenga misericordia de él) dijo:

"La metodología de los llamados estudios ‘cientificos’ modernos han


cortado la conexión que Allâh, el Exaltado, había establecido entre la
humanidad y el universo en que ellos viven.

La humanidad es parte de este universo, y su vida no puede ser correcta o


sana a menos que sus corazones estén conectados y latiendo al ritmo de este
grandioso universo. ¡Tiene que haber una conexión entre sus corazones y
todo lo que ellos aprenden acerca de una de las estrellas o planetas, o sobre
las características de las plantas y animales, o las características del
universo entero de forma general, y los mundos animados e inanimados que
contiene - si es que hay mundos inanimados - este universo!

Todo el ‘conocimiento científico’ debe armonizarse inmediatamente al


ritmo del corazón humano y mantener una relación amigable con este
universo, de tal manera que se fortalezcan las lazos entre los humanos, los
objetos inanimados y los seres vivientes. Todo conocimiento, ciencia e
investigación que no tenga este objetivo vital e inspirador es un
conocimiento imperfecto, falsa información o una investigación
infructuosa.

Este universo es un libro abierto de verdades que puede leerse en cualquier


idioma y puede ser entendido por todos los medios. Puede ser entendido por
las personas comunes que viven en tiendas y chozas, y por los habitantes de
las ciudades que viven en apartamentos y mansiones. Cada persona puede
entenderlo según su propio nivel y potencial, y encontrar en él alguna
prueba de la verdad cuando ésta investiga con el propósito de encontrarla.
Este libro se encuentra abierto en todo momento, constituyéndose siempre
en:

(…una evidencia y un recuerdo para todo siervo piadoso.) (Corán 50: 8)

Pero la ciencia moderna prefiere ignorar este entendimiento y corta los


lazos entre los corazones humanos y este universo que habla con la verdad,
porque es el trabajo de las personas que no tienen ninguna visión y se
encuentran dominadas por el mito del ‘método científico’, método que corta
los lazos entre el universo y las criaturas que viven en él.

La metodología de la fe no disminuye el valor e importancia de los


resultados de los ‘métodos científicos’ que nos ayudan a comprender los
fenómenos, sino que añade la idea de conectar estos hechos o fenómenos
entre si y referirlos a realidades mayores, conectando al corazón humano
con ellos, es decir, con las leyes y realidades del universo, convirtiéndolas
en factores que estimulen las emociones de las personas, no en datos fríos y
sin vida que residen en sus mentes que no revelan nada de sus maravillosos
misterios. La metodología de la fe debe ser tomada en cuenta en el campo
del estudio e investigación de manera que los hechos que se descubren
posean esta fuerte conexión …"[1]

[1]
Fî Dhilâl Al Qur’an, Tafsîr Sûrah Qâf, aleya (versículo) 8.
(6) Evidencias en la creación de los atributos del Creador

Si observamos una máquina bellamente diseñada con gran precisión, fuerte y sólidamente construida,
que hace su trabajo de la mejor manera posible, descubriremos, con el mínimo esfuerzo mental, que
su fabricante está vivo y es sapiente, y que tiene poder y voluntad… y otros atributos de los que la
máquina nos informa.

Este universo nos informa acerca de muchos de los atributos de su Creador, tales como:

Su poder y conocimiento: Este inmenso y grandioso universo que funciona


de acuerdo a un sistema preciso debe de haber sido creado por Aquél que es
Omnipotente y Omnisapiente. Allâh, el Exaltado, creó al universo con esta
forma inmensa y creó este sistema perfecto para informarnos de Su poder y
conocimiento.

(Allâh es Quien creó siete cielos y otras tantas tierras. Su designio


desciende paulatinamente a través de ellos para que sepáis que Allâh tiene
poder sobre todas las cosas y que Allâh todo lo abarca con Su
conocimiento.) (Corán 65: 12)

El conocimiento que controla este universo debe ser perfecto y abarcarlo


todo:

(…Sabe lo que hay en la tierra y en el mar. No hay hoja que caiga que Él no
lo sepa, ni grano en el seno de la tierra, o algo que esté verde o seco sin que
se encuentre registrado en un libro evidente.) (Corán 6: 59)

Él es Sabio: Observando este universo encontramos que esta perfectamente


construido, y que todas sus partes se encuentran en el lugar correcto, en las
proporciones correctas, de la manera más perfecta y precisa.
(Y veréis las montañas, las cuales creíais firmes, pasar como lo hacen las
nubes. Esto es obra de Allâh, Quien ha hecho todo a la perfección.
Ciertamente Él está informado de lo que hacéis.) (Corán 27: 88)

(Quien perfeccionó todo lo que ha creado, y comenzó la creación del


hombre [Adán] a partir de barro.) (Corán 32: 7)

Quien observe detalladamente la creación de Allâh no encontrará sino


perfección y precisión, y quien busque cualquier falta en ella no la
encontrará.

(Es Quien creó siete cielos superpuestos. No verás ninguna discordancia en


la creación del Misericordioso. Vuelve la vista y observa ¿Acaso ves alguna
falla?

Luego vuelve la vista [y observa] por segunda vez [y todas las veces que
quieras] que tu mirada volverá a ti cansada y derrotada [pues no encontrarás
falla alguna por mucho que observes]) (Corán 67: 3-4)

Otros atributos: Los atributos que hemos mencionado a manera de


ejemplo no son sino algunos de los muchos atributos que nos indica el
universo. El universo se encuentra lleno de señales que indican la grandeza,
poderío y bondad de Allâh. Prestemos atención a los atributos Divinos que
Allâh, el Altísimo, menciona al final de cada una de las siguientes aleyas:

(¿No reparas [¡Oh, Muhammad!] que Allâh envía agua del cielo y con ella
la tierra se reverdece? Allâh es Sutil, Informado.

A Él pertenece cuanto hay en los cielos y en la tierra, y ciertamente, Allâh


es Opulento, Loable.
¿No sabes que Allâh os sometió cuanto hay en la Tierra, y que las naves
surcan el mar por Su designio, y contiene al cielo para que no caiga sobre la
Tierra sino por Su Voluntad? Ciertamente Allâh es Compasivo y
Misericordioso con los hombres.) (Corán 22: 63-65)
(7) Allâh es el único que merece ser adorado

El observar y contemplar las señales del universo nos conduce a la


adoración exclusiva de Allâh, pues solo Él es el Creador, el Director, el
Sustentador de los cielos y la tierra, el Proveedor, el Dador de la vida y la
muerte. Por eso Él, y nadie más, merece la adoración.

(¡Oh, humanos! Adorad a vuestro Señor Quien os creó a vosotros y a


quienes os precedieron, para que así seáis piadosos.

Él hizo de la tierra un lugar habitable para vosotros y del cielo un techo, e


hizo descender la lluvia del cielo con la que hace brotar frutos para vuestro
sustento. No asociéis, pues, copartícipes a Allâh, siendo que sabéis [que Él
es el único Creador]) (Corán 2: 21-22)

(¡Oh, hombres! Recordad las mercedes de Allâh sobre vosotros. ¿Acaso hay
otro Creador fuera de Allâh que os sustente del cielo [con las lluvias] y de
la Tierra [con los cultivos]? No hay nada ni nadie con derecho a ser adorado
salvo Allâh ¿Por qué entonces os apartáis? ) (Corán 35: 3)

De esta manera el Corán demuestra la falsedad de los supuestos dioses y


que los mismos no merecen ningún tipo de adoración.

(Creó los cielos sin columnas, afirmó la Tierra con montañas para que no se
sacuda, diseminó en ella toda clase de animales e hizo descender del cielo la
lluvia para que brote generosamente toda clase de vegetación.

Ésta es la creación de Allâh, mostradme pues, qué han creado otros fuera de
Allâh. Ciertamente los inicuos están en un evidente extravío.) (Corán 31:
10-11)
De esta manera Allâh, el Altísimo, hace que Su creación le recuerde, a
través de las señales universales y la manera en que Él controla todos sus
asuntos. En muchas aleyas del Corán, Dios agrega después del recordatorio:
(Ese es Allâh, vuestro Señor) (Corán 39: 6), es decir, éste es el Dios, el
Único que merece la adoración.

Leamos estas aleyas y después reflexionemos sobre el final de cada aleya:

(Creó los cielos y la Tierra con un fin justo y verdadero, hizo que la noche y
el día se suceden ininterrumpidamente, y sometió el sol y la luna haciendo
que cada uno recorra [su orbita] por un plazo prefijado [hasta que llegue el
Día del Juicio] ¿Acaso Él no es Poderoso, Absolvedor?

Él os creó a partir de un solo ser [Adán], luego de él a su esposa [Eva], y os


agració con cuatro parejas de reses [que conforman el ganado]: del ovino
dos [oveja y carnero], del cabrío dos [cabra y macho cabrío], de los
camélidos dos [macho y hembra] y del bovino dos [vaca y toro]. Os creó en
los vientres de vuestras madres en sucesivos períodos y en tres tinieblas [el
vientre, el útero y la placenta]. Aquel [que os sometió todas las cosas para
vuestro beneficio] es Allâh, vuestro Señor; Él posee la soberanía [real, en
esta vida y en la otra]. No hay nada ni nadie con derecho a ser adorado
salvo Él ¿Cómo entonces os desviáis? ) (Corán 39: 5-6)
(8) Los estudiosos explican las maravillas que Allâh ha hecho en Su
creación

Los estudiosos - del pasado y presente - han explicado las maravillas de


Allâh en Su creación. Al hacer esto ellos se están exhortando a si mismos y
a los demás. Nosotros citaremos más abajo algunas de las conclusiones
alcanzadas por los estudiosos del pasado y el presente.

Mientras que lee estas citas, el lector debe tener en mente las palabras de
Mûsâ (Moisés) a Fir’aûn (Faraón):

(…Nuestro Señor es Quien creó cada cosa con una naturaleza y una forma
particular, y luego dispuso un orden entre ellas.) (Corán 20: 50).

Allâh, el Omnipotente, ha dotado a cada cosa que creó con lo que necesita,
y la ha guiado hacia lo que le conviene. A continuación veremos ejemplos
de esta dotación y guía.

Los cuerpos están conformados por células que se dividen

(a) ¿De qué y cómo están conformados los cuerpos de los seres vivos?

Un investigador moderno, el Dr. Iûsuf 'Izz Uddîn dice, mientras explica


este asunto:

"Los animales y plantas están formados por un número grande de estas


unidades diminutas que nosotros llamamos células, así como un edificio
está formado por ladrillos colocados uno al lado del otro."

(b) ¿Por qué es que las células se están dividiendo continuamente?


El Dr. Iûsuf 'Izz Uddîn explica el secreto detrás de la división de las
células:

"Las células de nuestros cuerpos y los cuerpos de otros animales siempre se


están dividiendo. Esta división hace que el cuerpo crezca, o reemplaza a
células perdidas o que han muerto por diferentes razones. Cada una de estas
células está formada básicamente por una substancia maravillosa llamada
protoplasma.

Los componentes de cada célula realizan funciones específicas; entre estos


componentes se encuentran diminutos "cuerpos" qué llevan los factores
genéticos. Éstos “cuerpos” son llamados cromosomas.

El número de cromosomas en las células de cada especie animal y vegetal


es fijo. El número de cromosomas en los gatos, por ejemplo, es diferente a
su número en los perros o elefantes o zanahorias o frijoles.

En cada célula del cuerpo humano, el número de cromosomas es cuarenta y


seis.

Cuando una célula se divide en dos en nuestros cuerpos, cada célula debe
contener el mismo número de cromosomas, es decir, cuarenta y seis. Si este
número es cambiado, el hombre ya no sería hombre. Como hemos
mencionado, esta división de las células esta ocurriendo continuamente,
todas las horas del día, incluso cuando estamos durmiendo. Hasta ahora,
aún no sabemos la naturaleza real de las fuerzas que controlan esta acción
asombrosa de división celular. La ciencia simplemente se limita a describir
las diferentes etapas que se han observado a través de microscopios
regulares o microscopios electrónicos los cuales pueden magnificar el
tamaño de las cosas mucho más que los microscopios regulares."

(c) ¿Por qué las células reproductivas son diferentes a las otras células?
El Dr. Iûsuf dice: "Todas las células que se producen por la división celular
en nuestros cuerpos deben contener cuarenta y seis cromosomas, salvo dos
tipos de células que son las células reproductivas es decir, el esperma
masculino y el óvulo femenino. Cuando las células del tejido se dividen
para producir estas células reproductivas, producen células que no
contienen cuarenta y seis cromosomas; en cambio, estas contienen la mitad
del número, así cada célula reproductiva, ya sea masculina o femenina,
contiene veintitrés cromosomas."

Entonces él explica por qué pasa esto, y dice:

"Esto pasa por una gran razón: la célula masculina (el espermatozoide) debe
unirse con la célula femenina (el óvulo) para formar la primera célula del
cuerpo del embrión, que nosotros llamamos de célula fertilizada, dónde los
veintitrés cromosomas en la célula masculina se unen a los veintitrés
cromosomas en la célula femenina, para que el número de cromosomas en
la nueva célula sea restablecido al número original de cuarenta y seis
cromosomas.

Esta célula fertilizada que ahora contiene cuarenta y seis cromosomas


continúa dividiéndose, en dos células, después en cuatro, después en ocho,
y así sucesivamente, hasta que el feto se forme totalmente y salga del útero
de su madre. (El niño) continúa creciendo debido a la división celular hasta
que se convierte en un humano totalmente crecido, con cuarenta y seis
cromosomas en cada una de sus células, como en las células de los cuerpos
de su madre, padre, abuelos y todos los otros miembros de la raza
humana."

"Esta división por la mitad del número de cromosomas en las células


reproductivas para que estas puedan reunirse y restaurar el número original
nunca podría pasar como el resultado de fuerzas ciegas. Tiene que ser el
resultado de cálculos precisos por parte de una fuerza sublime que sabe lo
que está haciendo.
Al mismo tiempo, este mecanismo no puede ser el resultado de ensayos y
errores. Si sólo un error hubiera pasado al principio de la creación, (esto) le
habría asestado el golpe de gracia a la forma de vida antes de que la
segunda generación hubiese sido creada. Este orden tiene que haber sido
completado antes de que el primer feto en aparecer se haya formado. ¿Ésta
no es evidencia suficiente de la existencia de una sabia, capaz y planeadora
fuerza superior?"

(d) ¿Por qué es que las células del cerebro no se dividen?

El otro tipo de células, que es diferente a los demás, es la neurona cerebral


que, al contrario de todas las otras células en el cuerpo, no se divide. Acerca
del por qué de este fenómeno, el Dr. Iûsuf dice:

"No podría haber ocurrido por medio del método de prueba y error (que
alega el evolucionismo) que las únicas células que no se dividen son las
células nerviosas que forman el cerebro y el resto del sistema nervioso. Si
estas células se dividieran al igual que otras células, los resultados serían
desastrosos. En este caso las células del cerebro no podrían conservar la
personalidad de una persona y todos los rasgos de su memoria
desaparecerían dentro de unas horas.

El número de células existentes en el cerebro de los humanos o animales es


fijo, y nunca aumenta, mientras que los glóbulos rojos (que son células)
mueren y son reemplazados por células nuevas cada cien días más o menos.
Los glóbulos rojos son fabricados en la médula del hueso, después son
enviados a que se unan al flujo sanguíneo para que tomen el lugar de las
células muertas."

(e) La razón de por qué varia la fuerza de los músculos del cuerpo.

El Dr. Iûsuf también dice acerca de este tema:


"Los músculos más fuertes en el cuerpo de ambos humanos y mamíferos
son los músculos del útero en las hembras, los músculos que empujan al
feto fuera del útero de su madre. Si estos músculos no hubieran sido tan
fuertes desde el principio de la creación, el primer recién nacido nunca
habría salido del útero de su madre.

Los siguientes músculos más fuertes después de aquéllos del útero son los
músculos de la mandíbula, y el corazón. Los músculos del corazón deben
trabajar continuamente, noche y día, para bombear la sangre alrededor del
sistema circulatorio por un periodo que puede durar más de cien años.
Semejantemente, los músculos de la mandíbula deben permanecer capaces
de juntar los dientes para que mastiquen toneladas de comida durante toda
una vida."
2. CONOCIENDO A ALLAH A TRAVÉS DE LOS TEXTOS DEL
CORÁN Y LA SUNNAH

Investigación sobre los atributos y los nombres divinos

Hemos expuesto con anterioridad que la segunda manera de conocer a


Allah es a través de los textos del Corán y la Sunnah, pues éstos
describen Sus atributos, nombres y acciones .

Éste camino es seguro, porque describe a Allah a través de Sus propias


palabras y las palabras de Su Mensajero, y no deja lugar a ambigüedades ni
confusión.

He citado los textos en la mayoría de los temas, pues son más precisos y
sólidos que los argumentos de quienes simplemente utilizan su limitado
razonamiento humano para intentar comprender la naturaleza de Allah, y
por lo tanto tergiversan los significados claros y evidentes por meras
conjeturas.
Hasta dónde puede la mente humana comprender los atributos de Allah

Los atributos divinos que son mencionados en el Corán y la Sunnah


profética pueden ser divididos en dos tipos:

(a) Atributos que la mente humana jamás podría deducir y comprender por
sí sola, es decir sin ser informado por los textos sagrados, como el caso del
generoso rostro de Allah .

(b) Atributos divinos que la mente humana puede deducir, como los
atributos de Omnipotencia y Sabiduría.

No discutiremos aquí todos los atributos de Allah, sino que mencionaremos


algunos de ellos con el fin de explicar el objetivo de este capítulo, in shâ'
Allah.
Resumen de los atributos divinos que son mencionados en los textos
sagrados del Corán y la Sunnah

El Ser o Esencia de Allah (dhât)

Allah, glorificado sea, tiene un ser o una esencia que se caracteriza por la
perfección y no es limitado. Dice Allah en el Corán describiéndose a sí
mismo:

(¡Allah! No existe divinidad alguna excepto Él, Viviente, Inmanente, no lo


toma somnolencia ni sueño.) (2:255)

(Di [¡Oh, Muhammad!]: Él es Allah, la única divinidad. Allah es el


Absoluto [de Quien todos necesitan, y Él no necesita de nadie]. No
engendró, ni fue engendrado. No hay nada ni nadie que se asemeje a Él.)
(112:1-4)

Cuando los incrédulos intentaron matar a Jubaib, éste compuso los


siguientes versos poéticos:

No me preocupa si soy asesinado por ser musulmán.

Ni me importa cómo he de morir.

Porque puede que la esencia de Allah, si así lo quiere,

bendiga mi cuerpo esparcido .[1]

El ser de Allah no tiene la misma naturaleza que la esencia de Sus


criaturas, de la misma manera que Sus atributos divinos difieren de los
atributos de cualquier ser creado. Allah es Perfecto como nadie puede
serlo, mientras que todo ser creado es imperfecto de una manera u otra,
siendo el menor grado de imperfección la necesidad de otros seres para la
subsistencia.
Dice Allah en el Corán negando toda similitud entre Él y Su creación:

(No hay nada ni nadie semejante a Allah, y Él es Omnioyente,


Omnividente.) (42:11)

Su "Yo" (nafs)

Allah tiene un "Yo" acorde a Su Perfección y Majestad, un "Yo" que no


es comparable al “yo” de los seres creados.

Dice Allah en Su Libro:

(Cuando se presenten ante ti aquellos que creen en Nuestros signos diles:


¡Que la paz sea con vosotros! Vuestro Señor a decretado a sí mismo
(nafsihi) que Su misericordia esté por encima de Su ira. Quien de vosotros
cometa una falta por ignorancia, y luego se arrepienta y enmiende, [sepa]
que ciertamente Él es Absolvedor, Misericordioso.) (6:54)

Allah en este versículo nos informa que tiene un “yo” y que ha prescrito
para sí mismo la misericordia.

Esto también se menciona en otra Aleya:

(Pregúntales [a los idólatras]: ¿A quién pertenece cuanto hay en los cielos y


en la tierra? Di: Pertenece a Allah. El ha decretado a sí mismo (nafsihi) que
Su misericordia esté por encima de Su ira.) (6:12)

El Mensajero de Allah explicó esta prescripción. En un Hadîz narrado


por Abû Hurairah , el Profeta dijo: "Cuando Allah decretó Su
creación, escribió junto a su Trono: “Mi Misericordia es mayor que Mi ira."
[2]
Todos los profetas afirmaron la existencia del “yo” o “alma” de Allah .
Jesús dijo a Allah:

(Tú conoces lo que encierra mi alma, mientras que yo ignoro lo que encierra
la tuya. Tú eres Quien conoce lo oculto.) (5:116)

Allah dijo a Su Profeta Moisés :

(Y luego de permanecer unos años en Madian regresaste por decreto


Nuestro ¡Oh, Moisés! Y ciertamente te he elegido para Mí.) (20:40-41)

Allah se acuerda de aquellos que Lo recuerdan siempre. Al Bujâri y


Muslim narraron de Abû Hurairah que el Mensajero de Allah dijo:

"Dice Allah: Yo soy con Mi siervo como él cree que soy. Estoy con él
cuando me recuerda. Si Me recuerda a solas lo recuerdo a solas. Si Me
recuerda en una reunión, lo recuerdo en una reunión mejor." [3]

Recordar a Allah complace a la “alma” de nuestro Señor. Según un Hadîz


narrado por Muslim, de Ibn ‘Abbâs de Yuairiiah que el Profeta salió
de su morada temprano por la mañana luego de la oración del amanecer
(Fayr), y ella se encontraba en el lugar de oración que había destinado en su
casa. A media mañana el Profeta regresó, y ella todavía se encontraba
sentada allí. Él le preguntó: "¿Continúas en la misma posición desde que te
dejé?" Ella respondió: “Si.” El Profeta le dijo: "He repetido tres veces
luego de irme de aquí cuatro frases que si fueran puestas en un plato de la
balanza y en el otro plato todas las invocaciones que has hecho desde esta
mañana, las primeras pesarían más. Éstas son: “Glorificado y alabado sea
Allah como Le complace a sí mismo, tanta veces como el número de cosas
que ha creado, tanto como el peso de Su Trono y la cantidad de Sus
palabras” (subhânallahi ua bi Hamdihi ‘adada jalqihi ua rida nafsihi ua
zinata ‘arshihi ua midâda kalimâtih)[4]
[1] Sahîh Al Bujâri bi Sharh Fath al Bâri', 13/381
[2] Mishkâh al Masâbîh, 1/726, no. 2364
[3] Mishkâh al Masâbîh, 1/693, no. 2264
[4] Narrado por Muslim, 4/2090, no. 2726
El generoso rostro de nuestro Señor

Allah tiene un rostro que es diferente a los rostros de Su creación.


Nosotros afirmamos su existencia y creemos en él, porque Allah nos ha
informado sobre ello en Su Libro y Su Mensajero lo ha declarado en sus
dichos.

Dice Allah :

(Y sólo el majestuoso y noble rostro de tu Señor ha de perdurar por


siempre.) (55:27). El exegeta coránico Ibn Yarîr dijo sobre esta Aleya: “El
rostro es descrito como Majestuoso y Noble”.[1]

Algunos escritores antiguos negaron que Allah tuviese rostro, y alegaron


que las palabras "Majestuoso y Noble" aluden directamente a Allah y no a
Su generoso Rostro.

Esta posición fue refutada por Ibn Juzaimah, quien dijo: “Ésta afirmación
sólo puede ser hecha por un ignorante en el idioma árabe, porque Allah
dice: (Y sólo el majestuoso y noble rostro de tu Señor ha de perdurar por
siempre) (55:27) y la palabra “rostro” es nominativa (marfû’), mientras que
la palabra “Señor” se encuentra en genitivo (mayrûr)...” [2]

Otro de los textos que afirman el Rostro de Allah es la Aleya:

(Todo ha de perecer excepto su rostro.) (28:88)

[1] Tafsîr at Tabari. Ver Tafsîr Sûra ar Rahmân 55:27


[2] At Tauhîd por Ibn Juzaimah, pág. 21
Los efectos de la creencia en el Rostro de Allah

Buscar el encuentro con el Rostro de Allah a través de las obras virtuosas

Allah nos ha llamado a obrar buscando encontrar Su Rostro generoso,


así como nos advierte que toda obra que no es hecha buscando encontrar Su
Rostro es falsa:

(Todo ha de perecer excepto su rostro.) (28:88)

Entre estas obras se encuentra gastar dinero en obras de bien buscando encontrar Su generoso Rostro:

(Aquellos que den en caridad anhelando el rostro de Allah serán quienes


obtengan una doble recompensa.) (30:39)

Allah ha descrito a Sus siervos como aquellos que obran buscando encontrar Su generoso Rostro, y
nada más que Su Rostro:

(Dijeron: Os damos de comer sólo por el rostro de Allah [para


complacerle].) (76:9)

(Y que cuando hace una obra de bien, no la hace esperando la retribución de


los hombres, sino anhelando la recompensa de su Señor, el Altísimo.)
(92:19-20)

(Reúnete con quienes invocan a su Señor por la mañana y la tarde


anhelando complacerle.) (18:28)
En Al Bujâri y Muslim se ha registrado de ‘Utbân Ibn Mâlik que el
Mensajero de Allah dijo: "Allah ha prohibido al Fuego tocar a aquellos
que afirmen que nada ni nadie tiene derecho a ser adorado salvo Allah, si
buscan con ello encontrar el Rostro de Allah (complacerle sinceramente)."
[1]

Buscar refugio en el Rostro de Allah

Se ha registrado de Yâbir Ibn ‘Abdullâh que cuando la Aleya (Diles: Él


tiene poder para enviaros un castigo [que os llegue] del cielo...) (6:65) fue
revelada el Profeta dijo: "busco refugio en Tu Rostro." Allah dijo: (...o
de la tierra...) (6:65). El Profeta dijo: "busco refugio en Tu rostro." Allah
dijo: (... o dividiros en sectas y hacer que padezcáis vuestra mutua
violencia [enfrentándoos unos a otros].) (6:65). Entonces el Profeta dijo:
"Eso es más sencillo." [2]

Narró ‘Alî Ibn Abî Tâlib que el Mensajero de Allah solía decir
cuando iniciaba su postración: “¡Oh, Allah! Busco refugio en tu generoso
rostro y en tus perfectas palabras del mal de todo ser que Tú conoces.”
(Allahumma inni a‘ûdhu bi uayhik al karîm, ua bi kalimâtik at tâmmât min
sharri kulli dâbbah anta âjidh bi nâsiatihâ). [3]

Atender a quien pide por el Rostro de Allah

Fue transmitido de Ibn ‘Abbâs que el Mensajero de Allah dijo:


"Quien pida refugio por Allah, protegedlo, y quien os pida por el Rostro de
Allah, concededle." [4]
La esperanza de poder contemplar en el más allá el generoso Rostro de Allah

Se transmitió de ‘Ammâr Ibn Iâsir que el Mensajero de Allah decía


en sus súplicas:

¡Oh, Allah! Con Tu conocimiento de lo oculto y Tu poder sobre la creación


manténme con vida mientras ésta sea beneficiosa para mi, y toma mi alma
cuando la muerte sea lo mejor para mí. ¡Oh, Allah! Te pido ser temeroso de
Ti tanto en público como en privado, consecuente tanto en los momentos de
complacencia como en los de cólera, moderado tanto en tiempos de
prosperidad como en los de pobreza. Te pido gracias que nunca cesen y
alegrías que no terminen. Te pido estar complacido con lo que has
predestinado. Te suplico una vida fresca después de la muerte, y el deleite
de contemplar Tu rostro. Te pido hagas que mi corazón anhele el encuentro
contigo, y que éste no sea en momentos de desgracias ni tribulaciones y
sediciones que me desvíen. ¡Oh, Allah! Engalánanos con la fe y haznos de
aquellos que son bien guiados y guían a los demás.

(allahumma bi ‘ilmikal gaîbi ua qudratika ‘alal jalqi ahiini ma ‘alimtal


haiâta jairan li ua tauaffani idha ‘alimtal uafâta jairan li. allahumma inni
as'aluka jashiataka fil gaibi uash shahâdati ua as'aluka kalimatal haqqi fir
rida ual gadabi ua as'alukal qasda fil gina ual faqri ua as'aluka na‘îman la
ianfadu ua as'aluka qurrata ‘ainin la tanqati‘u ua as'alukar rida ba‘dal
qadâ'i ua as'aluka bardal ‘aishi ba‘dal mauti ua as'aluka ladhdhatan
nadhari ila uayhika uash shauqa ila liqâ'ika fi gairi darrâ'a mudirratin ua
la fitnatin mudil latin allahumma zaiinnâ bi zînatil îmâni uay‘alna hudâtan
muhtadîn) [5]

El Profeta mencionó que las palabras “una gracia aún mayor” en la


siguiente Aleya (Quienes obren el bien obtendrán la mejor recompensa [el
Paraíso] y una gracia aún mayor.) (10:26) significan contemplar el rostro de
Allah . Así mismo se narra que Abû Bakr, Hudhaifah y muchos otros
Sahâbah interpretaron la Aleya de igual forma. [6]

Transmitió Muslim de Suhaib que el Profeta dijo: "Cuando los


moradores del Paraíso ingresen a él, Allah les dirá: '¿Deseáis algo más?'
Ellos dirán: '¿Acaso no nos has purificado, nos has introducido en el
Paraíso, y nos has salvado del Fuego del Infierno?' Entonces el velo será
alzado y jamás disfrutarán de algo más sublime que la contemplación de su
Señor, exaltado sea." Entonces el Profeta recitó la siguiente Aleya:

(Quienes obren el bien obtendrán la mejor recompensa [el Paraíso] y una


gracia aún mayor.) (10:26) [7]

Se narró en los libros de Al Bujâri y Muslim que el Mensajero de Allah


dijo: "Dos jardines de plata, sus copas y todo cuanto se encuentra en ellos, y
dos jardines de oro, sus copas y todo cuanto contienen. Lo único que impide
a los habitantes del Paraíso contemplar a su Señor es el velo." [8]
El velo que cubre su Rostro

Fue narrado de Abû Mûsâ que el Mensajero de Allah dijo: “Allah no


duerme, y no sería propio que lo hiciese. Él sube y baja la balanza. Las
obras realizadas durante la noche Le son elevadas antes de que comience el
día, y las realizadas durante el día Le son elevadas antes de que comience la
noche. Su velo es luz; si fuera corrido, el esplendor de Su Semblante
consumiría Su creación hasta donde Su vista alcanzase.” [9]

[1]
Sahîh al Bujâri bi Sharh Fath al Bâri, 1/519, no. 425; Muslim 1/455

[2]
Sahîh al Bujâri, 13/388, no. 7406

[3]
Yâmi’ al Usûl, 4/271, no. 2263.

[4]
Narrado por Abû Dâûd 3/961, no. 4260. Al Albâni dijo: es una narración Hasan Sahîh. También Ver
al Asmâ' ua as Sifât por Al Baihaqi, 1/306

[5]
Narrado por Ibn Juzaimah en At Tauhîd, pág. 12

[6]
Al Asmâ' ua as Sifât por Al Baihaqi, pág. 308

[7]
Narrado por Muslim, 1/163, no. 180

[8]
Narrado por al Bujâri, 13/423, no. 7444. También narrado en 8/623, no. 4878, con una redacción
similar. Narrado por Muslim, 1/163, no. 180. Narrado por Ibn Juzaimah, también en al Asmâ' ua as
Sifât por Al Baihaqi pág. 222.

[9] Narrado por Muslim, 1/161, no. 179


Las Manos de Allah

Allah nos ha informado que posee dos manos acordes a Su divina


majestad y perfección, y por ello no asemejan las manos de ningún ser
creado.

Dijo Allah en el Corán:

(Sus manos están abiertas y sustentan como Él quiere.) (5:64)

Cuando Iblîs se negó a postrarse ante Adán, Allah le inquirió diciendo:


(¿Qué te impide hacer la reverencia ante lo que creé con mis dos manos?)
(38:75)

Glorificar a Allah mencionando Sus Manos

Se han narrado numerosos Ahâdîz donde se glorifica a Allah mencionando


Sus Manos y que toda la bondad se encuentra en ellas:

“¡El Señor llamará a los habitantes del Paraíso, diciéndoles: "¡Oh,


habitantes del Paraíso!" Ellos responderán: "¡A Tu disposición, Oh Señor,
toda la bondad descansa en Tus Manos!"[1]

Nuestro Señor llamará a Adán en el Día de Resurrección, y Adán


responderá con las palabras: "A Tu disposición, Oh Señor, toda la bondad
descansa en Tus Manos!" [2]

Cuando el Profeta oraba durante las noches, decía en sus súplicas: "¡A
Tu disposición, Oh Señor, toda la bondad descansa en Tus manos!"[3]
Allah tiene Sus Manos extendidas

Allah es Generoso y extiende Sus Manos para agraciar y conceder.

Dijo en Su Libro:

(Sus manos están abiertas y sustentan como Él quiere.) (5:64)

Allah extiende Sus Manos de noche y de día para aceptar el


arrepentimiento de Sus siervos. Se registra de Abû Mûsâ Al Ash'arî que
el Mensajero de Allah dijo: "Allah extiende Sus Manos de noche para
aceptar el arrepentimiento de aquellos que pecaron durante el día, y
extiende Sus Manos de día para aceptar el arrepentimiento de aquellos que
pecaron durante la noche, y así ha de ser hasta que el sol salga por el
poniente."[4]
Lo que el Misericordioso ha creado con Sus Manos

Nada es imposible para Allah , cuando Él designa algo simplemente dice


la palabra "¡Sé!" (kun) y es. Pero Él ha creado algunas cosas con Sus
propias Manos, como señal de honor y elevada posición. Estas cosas han
sido mencionadas en el Corán y la Sunnah de Su Mensajero.

1. Adán

Dijo Allah a Iblîs:

(¿Qué te impide hacer la reverencia ante lo que creé con mis dos manos?)
(38:75)

En el Hadîz sobre la intercesión en el Día de la Resurrección dice: "La


gente se presentará ante Adán y le dirán: 'Tú eres Adán, el padre de
humanidad. Allah te creó con Sus Manos y te hizo morar en Su Paraíso."
[5]

Según el Hadîz que describe el debate entre Adán y Moisés, este último
dijo: "Tú eres quien Allah creó con Sus Manos insufló en ti Su Espíritu."
[6]

Allah nos informa que creó a Adán con sus Manos, y el Mensajero
Muhammad nos dice que las personas se dirigirán a Adán para que
interceda por ellos, y éstos mencionarán la bendición que Allah le concedió
al crearlo con Sus Manos. El Profeta Moisés también mencionó la
mayor bendición que Allah concedió a Adán. La mención de esta única
característica indica el grado de distinción de Adán sobre el resto de los
seres humanos. Por otra parte, si como alegan aquellos que niegan los
atributos de Allah, el significado de las manos es meramente una metáfora
que alude al poder de Allah, ¿Por qué sería entonces Adán superior al resto
de la humanidad si todos hemos sido creados por el poder de Allah?

2. Allah escribió la Torá con Su Mano

Se narra en algunos Ahâdîz que durante la disputa entre Adán y Moisés,


Adán dice: "Tú eres Moisés, a quienes Allah escogió para hablarle. Además
escribió para ti la Torá con Su Mano." [7]

3. Allah escribió un libro que guarda junto a Él

Se narró de Abû Hurairah que el Profeta dijo: "Cuando Allah culminó


Su Creación, escribió en un libro: 'Mi Misericordia es mayor que Mi ira.'
Este escrito se encuentra junto a Él, sobre el Trono." [8]

4. Allah sembró el Paraíso del Edén con Sus Manos

Se narra en Sahîh Muslim que el Mensajero de Allah dijo:

Moisés le preguntó a su Señor: ‘¿Quién de la gente del Paraíso será la más


baja en rango?’ Dijo: Un hombre que será admitido luego de que el último
de los moradores del Paraíso ingrese a él. Entonces se le dirá: ‘Entra al
Paraíso.’ Y él dirá: ‘¡Mi Señor! ¿Cómo, si las personas ya han ocupado sus
lugares?’ Se le dirá: ‘¿Te gustaría tener un reino similar al de un rey en la
tierra?’ El dirá: ‘Si mi Señor.’ Se le dirá: ‘Entonces eso es para ti, y (otro
tanto) como eso, y como eso, y como eso, y como eso y a la quinta vez dirá
(el hombre): ‘¡Estoy complacido mi Señor!’ Se le dirá: ‘Todo eso es para ti,
y diez veces eso, y todo lo que tu ser quiera, y lo que tu vista anhele’.
Entonces él dirá: ‘Estoy complacido mi Señor.’ Dijo (Moisés): ‘¡Mi Señor!
¿Quién será la gente de más alto rango?’ Él (Allah) dijo: ‘Aquellos con los
que estoy complacido, y para quienes sembré su recompensa con mi propia
mano y puse un sello sobre ella que ningún ojo ha visto, ningún oído ha
escuchado y ninguna mente humana ha percibido’. Y esto está confirmado
por el Libro de Allah, Poderoso y Majestuoso: (Nadie sabe la frescura de
los ojos que les espera como recompensa por lo que hicieron.) (32:17) [9]
5. La magnitud de las Manos del Señor, glorificado sea

Dice en el Corán:

(No han apreciado a Allah en su verdadera magnitud. El día de la


Resurrección, contendrá la tierra entera en Su puño y los cielos estarán
plegados en Su diestra. ¡Glorificado sea! ¡Está por encima de lo que Le
asocian!) (39:68)

En los libros de Al Bujâri y Muslim se narra de Abû Hurairah que el


Profeta dijo: "Allah asirá la tierra en el Día de Resurrección, y enrollará
los cielos en Su Diestra, y dirá: ¡Yo soy el Rey! ¿dónde están hoy los reyes
de la tierra?" [10]

También se narra en Muslim de 'Abdullah Ibn 'Omar que el Profeta


dijo: "Allah enrollará los cielos en el Día de Resurrección; los sostendrá en
Su Mano derecha, y dirá: ¡Yo soy el Rey! ¿dónde están hoy los tiranos?
¿dónde están los arrogantes? Luego enrollará las tierras en Su Mano
izquierda, y dirá: ¡Yo soy el Rey! ¿dónde están hoy los tiranos? ¿dónde
están los arrogantes?" [11]
6. Ambas Manos son diestras

Fue registrado en el siguiente Hadîz: “Enrollará la tierra en Su Mano


izquierda”. Pero el sabio Al Baihaqi consideró esta narración débil (da’îf)
debido a su cadena de narradores, ya que la mano izquierda en este informe
sólo fue narrada por ‘Omar Ibn Hamzah, sin embargo en las narraciones del
mismo Hadîz que hicieron Nâfi’ y ‘Ubaidullah Ibn Muqsim de Ibn ‘Omar
no mencionaron la mano izquierda. [12]

En cuanto al texto mismo del Hadîz, Al Baihaqi también lo consideró débil


(da'îf) ya que el Profeta dijo en otros Ahâdîz auténticos: "Sus ambas
manos son diestras”.[13]

Fue narrado de 'Abdullah Ibn 'Amr que el Mensajero de Allah dijo:


"La persona justa que trate con respeto a sus familiares y cumpla con sus
obligaciones respecto a aquellos que están bajo su responsabilidad estará
junto a Allah en tronos de luz, a la derecha del Misericordioso; y por cierto
que Sus dos Manos son diestras.[14]

[1]
Narrado por al Bujâri, 13/487, no. 7518

[2]
Narrado por al Bujâri, 11/388. Muslim, 1/201, no. 201

[3]
Narrado por Muslim, 1/534, no. 771

[4]
Narrado por Muslim, 4/2113, no. 5572

[5]
Mishkâh al Masâbîh, 3/69, no. 5572
[6]
Narrado por Muslim, 4/2043, no. 2652

[7]
Sahîh Sunan Abû Daud, 3/891, no. 3934; Sahîh Sunan Ibn Mâyah, 1/20, no. 65

[8] Sahîh al Bujârî, 11, no. 6614; Muslim, 4/2042, no. 2652

[9]
Narrado por Muslim, 1/176, no. 189

[10]
Narrado por Al Bujâri, 8/551, no. 4812; Muslim, 4/2148, no. 2787

[11]
Narrado por Muslim, 4/2148, no. 2788

[12]
Al Asmâ' ua as Sifât por Al Baihaqi, 1/324

[13]
Al Asmâ' ua as Sifât por Al Baihaqi, 1/324

[14] Narrado por Muslim, 3/1458, no. 1827


Los dedos del Misericordioso

Allah ha mencionado tener dedos, los cuales no se asemejan a los dedos


de ninguno de los seres creados, ya que concuerdan con Su divinidad y
perfección.

En Sahîh Al Bujârî y Sahîh Muslim se registra de 'Abdullah Ibn Mas'ûd :


“Un rabino se presentó ante el Mensajero de Allah y le dijo:
“¡Muhammad! Encontramos en nuestros libros que Allah dispondrá los
cielos sobre un dedo, las tierras sobre otro dedo, los árboles sobre otro dedo,
el agua sobre otro dedo, la superficie de la tierra sobre otro dedo y el resto
de las criaturas sobre otro dedo, y dirá: “Yo soy el Rey”. Entonces el Profeta
rió de tal manera que se vieron sus dientes, en confirmación de las
palabras del rabino, y luego recitó: (Y no han apreciado a Allah en Su
verdadera magnitud, y la tierra entera estará en Su puño el Día del
Levantamiento y los cielos plegados en Su mano derecha.)”[1]

En el libro Sahîh Muslim se registra que 'Abdullah Ibn 'Amr Ibn al 'Âs
oyó al Profeta decir: "Los corazones de los seres humanos se encuentran
entre dos dedos del Misericordioso, y Él los cambia de estado según desea."
Solía el Profeta decir: "¡Oh, Allah! Tú que modificas los corazones,
dirige nuestros corazones hacia Tu obediencia." [2]

[1]
Narrado al Bujâri, 13/393, no. 7414; Muslim, 4/2147, no. 2786

[2] Narrado por Muslim, 4/2045, no. 2655


La mención de Su Pie

El erudito Al Baihaqi utilizó en su libro al Asmâ' ua as Sifât el mismo


título[1], y mencionó varios Ahâdîz sobre el tema:

1. Fue narrado por Al Bujâri y Muslim de Anas Ibn Mâlik que el


Profeta dijo: “Cuando las personas sean arrojadas al Infierno, éste
continuará diciendo: ‘¿Hay más?’ hasta que el Señor, glorificado sea, ponga
Su pie en él, y entonces sus partes se contraigan, y diga: ‘¡Suficiente,
suficiente, por Tu gloria y honor!’”.[2]

2. Narró Abû Hurairah que el Mensajero de Allah dijo:


"Discutieron el Paraíso y el Infierno. El infierno dijo: 'Fui creado para
hacerme cargo de los arrogantes y los tiranos.' El Paraíso dijo: 'Sólo entrará
en mí el débil y el humilde'. Allah dijo al Paraíso: "Tú eres Mi Misericordia,
a través de ti se la concedo a quien quiero entre Mis siervos". Y dijo Allah
al Infierno: "Tú eres Mi castigo; castigaré contigo a quien quiera. Y ambos
tendréis con qué llenaros"; pero el Infierno recién lo hará cuando Allah
ponga en él Su pie, y éste diga: “¡Suficiente, suficiente!”. Entonces se
llenará, y sus partes se colmarán. Allah no será injusto con nadie de Su
creación." [3]

3. Fue narrado que Ibn ‘Abbas dijo acerca del Escabel del Trono (Al
Kursi): “(Su Trono se extiende en los cielos y en la tierra.) (2:255) es el
escabel de los pies”.[4]

[1]
pág. 348

[2]
Sahîh al Bujâri, 8/594, no. 4848, 4849; Muslim, 4/2187, 2188, no. 2848.

[3]
Sahîh al Bujâri, 8/595, no. 4850; Muslim, 4/2186, no. 2846.

[4] Ver Mujtasar al 'Ulu por Adh Dhahabi, pág. 102.


La mención de la pierna

Es obligatorio para el musulmán creer en todo cuanto Allah haya mencionado en el Corán.

Dice Allah :

(El día que sea expuesta la pierna y sean invitados a prosternarse, no


podrán.) (68:42)

Fue registrado en los libros de Al Bujârî y Muslim un Hadîz que explica esta
Aleya, evidenciando su significado. Narró Abû Sa‘îd Al Judri haber oído
al Mensajero de Allah decir: "Nuestro Señor expondrá Su pierna, y caerá
postrado todo creyente, excepto los hipócritas que sólo se postraban para
presumir y obtener reputación, y que al intentar postrarse sentirán sus
espaldas como una tabla rígida." [1]

Debemos notar que esta afirmación es idéntica a la afirmación de que Allah


ve y oye, o cualquier otro atributo divino. Se ha registrado que Ibn ‘Abbas
interpretó que la palabra “pierna” alude a la gravedad de la situación del
Día de la Resurrección y el Juicio, pero esto no contradice lo anteriormente
expuesto.

El Erudito Yemení Ash Shaukâni dijo al respecto: “Allah nos ha informado


sobre la verdadera interpretación de la Aleya a través de las palabras del
Mensajero de Allah ; pero debemos entender que dicha afirmación no
encierra una idea antropomórfica ni compara a Allah con los seres creados,
ya que nada puede asemejársele.”[2]
El exegeta Ibn Yarîr At Tabari Ibn Kazîr registraron en sus exégesis
coránicas las palabras de Ibn ‘Abbas, así como el Hadîz explicativo de la
Aleya, y no interpretaron que las palabras de Ibn ‘Abbas contradijeran el
Hadîz.

[1]
Narrado por al Bujâri, 8/664, no. 4419; Muslim, 1/167, no. 183.

[2] Fath al Qadîr por Ash Shaukâni, 5/319-320


Allah se ha establecido sobre Su Trono

El Trono es la creación más grande y colosal. Allah ha mencionado en


siete oportunidades en el Corán Su establecimiento sobre el Trono.

(El Misericordioso se ha establecido sobre el Trono.) (20:5)

Dice Allah evidenciando la grandiosidad de Su Trono:

(Los Ángeles estarán en sus confines, y ocho serán los [Ángeles] que
portarán el Trono de tu Señor ese día.) (69:17). En el Día de la
Resurrección.

(Los [Ángeles] que portan el trono, y los que están a su alrededor, glorifican
con alabanzas a su Señor, creen en Él, y piden el perdón por los creyentes.)
(40:7)

Allah nos informa que el Trono tiene portadores, y que éstos piden
perdón por los creyentes. Esto refuta la opinión de quienes afirmaron que el
Trono representa la Soberanía o el dominio de Allah .

Acorde a un Hadîz registrado en Al Bujâri, el Profeta dijo: "Cuando


roguéis a Allah, pedid el Firdaus, porque es el centro del Paraíso y el rango
más sublime. Le sigue el Trono del Misericordioso, y de él brotan los ríos
del Paraíso." [1]
Al Bujâri registró de Abû Hurairah que el Mensajero de Allah dijo:
“No me pongáis en una posición superior a Moisés . Ciertamente los
hombres serán fulminados, y yo seré el primero al que se le entregará su
espíritu, y veré a Moisés sujetándose al Trono, y no sabré: ¿Será de
aquellos que fueron fulminados y luego resucitados, o será de aquellos a
quienes Allah ha exceptuado”.[2]

Según una narración de Abû Sa'îd al Judri: "Moisés estará allí, aferrándose
a uno de los pilares del Trono." [3]

¿Cómo puede considerarse que el Trono no es una creación de Allah, cuando es el techo del Paraíso?
¿Cómo podría Moisés estar aferrándose de uno de los pilares del Trono si éste fuera tan sólo una
metáfora que alude a la Soberanía de Allah?
El Mensajero de Allah dijo: "Cuando Allah completó Su creación,
escribió en Su Trono: Mi misericordia es mayor que Mi ira."[4]

El descomunal tamaño del Trono

Allah ha descrito Su Trono en el Corán con la palabra “grandioso”


(‘adhîm):

(Pregúntales: ¿Quién es el creador de los siete cielos, y el Señor del Trono


grandioso?) (23:86)

El Mensajero de Allah describió la grandeza del Trono de dos maneras:

(1) Informándonos sobre el enorme tamaño de los ángeles portadores del


Trono. En el libro Sunan Abû Dâûd se registra con una cadena de
narradores auténtica (isnâd sahîh) que el Mensajero de Allah dijo: "Me
ha sido concedido el permiso para describiros uno de los ángeles de Allah,
un portador del Trono. El espacio entre el lóbulo de su oreja y su hombro
representa la distancia de setecientos años de viaje."[5]

(2) Describiéndonos el tamaño del Trono al compararlo con el tamaño de


los cielos y el escabel del Trono. Dijo : "Los siete cielos comparado con
el escabel son como un anillo arrojado en el desierto, y el tamaño del Trono
respecto al escabel es como el desierto comparado a ese pequeño anillo.”
[6]
Allah se describe a sí mismo en dos instancias: Establecido sobre el
Trono, y como “El Señor del Trono”

(Ta. Ha. No te hemos revelado el Corán para que te agobies [y sufras por la
incredulidad de tu pueblo ¡Oh, Muhammad!], Sino para que reflexionen con
él aquellos que temen a Allah. Esta revelación procede de Quien creó la
Tierra y los altos cielos, el Misericordioso que se ha establecido sobre el
Trono.) (20:1-5)

(Él es Quien creó los cielos y la tierra en seis días. Luego, se estableció en
el Trono.) (57:4)

(Señor del Trono Majestuoso. Él hace lo que Le place.) (85:15-16)

(Diles: Si Allah tuviera copartícipes [que intercedieran por vosotros] como


creéis, estos ídolos intentarían estar más próximos al Señor del Trono
[mediante Su adoración] para así poder interceder por quienes les adoran
[¿Por qué no os acercáis vosotros a Allah sin intermediarios?].) (17:42)

(Si rechazan [los incrédulos el Mensaje] diles: Me es suficiente con Allah,


no hay otra divinidad salvo Él, a Él me encomiendo y Él es el Señor del
Trono grandioso.) (9:129)

(¡Glorificado sea Allah, Señor del Trono! Él está por encima de lo que Le
atribuyen.) (21:22)

(Pregúntales: ¿Quién es el creador de los siete cielos, y el Señor del Trono


grandioso?) (23:86)
El compañero del Profeta 'Abdullah Ibn Rauuâhah alabó a su Señor con
los siguientes versos poéticos:

Soy testigo de que Allah ha cumplido Su promesa


y que el Fuego es la morada de los incrédulos

Y que el Trono se encuentra sobre el agua,

y sobre el Trono el Señor del Universo

llevado por nobles ángeles, ángeles del Señor.

El significado de “Establecido sobre del Trono (istiuâ')”

Nosotros ignoramos cómo Allah se ha establecido sobre Su Trono,


porque ignoramos cómo es la esencia misma de nuestro Señor, pero
sabemos el significado lingüístico de la palabra “establecerse (istaua)” en el
idioma árabe. Cuando los árabes utilizan el vocablo istaua seguido de la
preposición 'ala expresan cuatro posibles significados: establecerse, subirse,
elevarse y ascender, tal como lo afirmó Ibn al Qaiim.[7]

Abû Al Hasan al Ash‘ari narró que fue la secta Mu'tazilah la primera en


interpretar la frase (El Misericordioso se ha establecido sobre el Trono.)
(57:4) como “tomó mando del Trono”. Quien interprete esta frase coránica
de esta manera debe saber que sus predecesores son precisamente la secta
Mu'tazilah. [8]
Ahl As Sunnah y los sabios del Hadîz afirman que Allah se ha elevado sobre
Su Trono, no niegan el suceso, pero no mencionan el “cómo” o de “qué
forma” sucedió. Así fue transmitido por Abû Al Hasan al Ash'ari. [9]

Los eruditos del idioma árabe nos han narrado que aquellos que no se han
dejado influenciar por la filosofía se niegan a interpretar la elevación
(istaua) como toma de dominio (istaula).

Dijo Dâûd Ibn 'Ali al Asbahâni: “Me encontraba con Ibn al ‘Arabi, y un
hombre vino y preguntó el significado de la Aleya:

(El Misericordioso se ha elevado (istaua) sobre el Trono.) (20:5)

Ibn al ‘Arabi le dijo: Él se encuentra sobre Su Trono, tal como nos ha


informado. Éste le dijo: “¡Ibn al ‘Arabi! Significa que ha tomado el
dominio del Trono (istaula)”. Pero Ibn al ‘Arabi le respondió: “¿Cómo
puedes decir eso? Los árabes no dicen que alguien ha tomado el dominio de
algo (istaula) a menos que se lo haya arrebatado a un adversario, y sólo
quien vence es aquel que toma dominio de aquello por lo que luchaba”.

El Imâm Mâlik fue preguntado en cierta ocasión: “Dijo Allah (El


Misericordioso se ha elevado sobre el Trono.) (20:5) ¿Cómo es que se ha
elevado?”. El Imâm hizo una pausa y comenzó a transpirar. Luego levantó
su cabeza y dijo: “El Misericordioso se ha elevado sobre Su Trono tal cual
nos ha informado, y no debemos preguntarnos: ¿Cómo? Porque el cómo es
para nosotros incomprensible, sin embargo no desconocemos el significado
lingüístico de esa palabra, creer en ello es obligación y preguntar cómo es
una innovación herética”. [10]
El exegeta Al Qurtubi dijo: "Las primeras generaciones (As Salaf) no
negaban la dirección (elevada en que se encuentra Allah), pero tampoco
utilizaban esa palabra. Sino que afirmaban todo esto de la misma forma que
Allah o Su Profeta lo habían descrito. Ninguno de ellos negó que Allah
se hubiese elevado sobre Su Trono en realidad (y no metafóricamente), y
solamente ignoraban cómo se elevó, porque sabían que ello es inalcanzable
para la mente humana. Dijo el Imâm Mâlik: “La palabra elevación (istiuâ')
es conocida (en su significado lingüístico), el cómo (su interpretación
exacta) es desconocido, y preguntar sobre ello es una innovación herética”.
Esta misma frase fue pronunciada por Umm Salamah (esposa del Profeta
), y eso es para nosotros suficiente”.[11]

[1]
Sahîh al Bujâri, 13/404, no. 7423

[2]
Sahîh al Bujâri, 11/367, no. 6517, 6518; Muslim, 4/1834, no. 2373

[3]
Sahîh al Bujâri, 13/405, no. 7427

[4]
Sahîh al Bujâri, 13/405, no. 7422

[5]
Sahîh Sunan Abû Dâûd, 3/895, no. 3953

[6]
Narrado por Muhammad Ibn Abî Shaibah en el libro Kitâb Al 'Arsh, y al Asmâ' ua as Sifât por Al
Baihaqi.

[7]
Ver Sharh al Uâsitiiah por Al Harrâs, pág. 80

[8]
Maqâlât al Islâmiîn, pág. 157, 211

[9]
Maqâlât al Islâmiîn, pág. 211, 290,

[10]
Narrado por al Baihaqi y clasificado como Sahîh por Adh Dhahabi. Ver Mujtasar al ‘Ulu, pág. 141,
Hadîz no. 131.
[11] Tafsîr al Qurtubi, 2/219
¿Dónde se encuentra Allah ?

Allah nos ha informado en el Corán que se encuentra en los cielos, sobre


Su Trono:

(¿Acaso os sentís a salvo de que Quien está en el cielo no os haga tragar por
la tierra cuando ésta tiemble? ¿o estáis seguros de que Quien está en el cielo
no os enviará un fuerte viento? Y si esto ocurre veréis cómo se cumple lo
que os advertí.) (67:16-17)

El Mensajero de Allah afirmó el mismo concepto en sus dichos. En los


libros de Al Bujâri y Muslim se encuentra registrado de Abû Sa'îd al Judri
que el Mensajero de Allah dijo: "¿Acaso no confiáis en mí? Siendo
que confía en mí quien se encuentra en los cielos, y Su revelación me llega
por la mañana y por la tarde." [1]

El Profeta testificó que la esclava era creyente cuando ella afirmó que
Allah se encontraba en el cielo. En Sahîh Muslim y Sunan Abû Dâûd se
registra que Mu'âuiah Ibn al Hakam as Sulami golpeó a su esclava por
haber descuidado sus ovejas. Se arrepintió de su comportamiento y fue
donde el Mensajero de Allah para expresar su pesar y consultarlo para
dejar en libertad a la esclava. El Mensajero de Allah preguntó a la
muchacha: "¿Dónde se encuentra Allah?" Ella respondió: “En el cielo”. Él
preguntó: “¿Quién soy?” Ella dijo: “Tú eres el Mensajero de Allah.”
Entonces el Profeta dijo: "Dejadla en libertad, porque es creyente."[2]
El Mensajero de Allah enseñó al enfermo a orar para su beneficio
personal y para beneficiar a su hermano en la fe con la siguiente súplica:

¡Nuestro Señor es Allah, que se encuentra en los cielos. Exaltado sea Tu


Nombre. Tu Orden prevalece en los cielos y en la tierra. Así como Tu
Misericordia está en el cielo, haz que descienda sobre la tierra. Perdónanos
nuestros errores y pecados. Tú eres el Señor de los bondadosos. Desciende
Tu Misericordia y curación sobre este dolor, y sánalo." [3]

Rabbuna Allah alladhi fis samâ'i. Taqaddasa ismuka, Amruka fis samâ'i ual
ard. Kama rahmatuka fis samâ'i fay’al rahmatuka fil ard. igfir lanâ
haubana ua jataiâna. anta Rabb at taiibîn, anzil rahmatan min rahmatika
ua shifâ'an min shifâ'ika ‘ala hâdha al uay' fa iabra'

Según un Hadîz narrado por 'Abdullah Ibn 'Amr , el Mensajero de Allah


dijo: "Sed misericordiosos con quienes se encuentran en la tierra, que así
será misericordioso con vosotros quien se encuentra en los cielos." [4]

El significado de la frase “Allah se encuentra en el cielo”

La frase "Allah se encuentra en el cielo" no significa que se encuentra


dentro de las dimensiones físicas del universo, glorificado sea, sino que la
palabra “cielo” alude a todo aquello que es sublime y elevado. Allah se
ha descrito a sí mismo en el Corán como el Altísimo:

(Glorifica a tu Señor, el Altísimo.) (87:1)


y como el Sublime:

(Él es Sublime, Grandioso.) (2:255)

Allah nos informa que se encuentra por encima de Sus siervos:

([Los Ángeles] temen a su Señor que está por encima de ellos, y ejecutan
todo cuanto se les ordena.) (16:50)

(Él tiene total dominio, está sobre Sus siervos, y Él es Sabio y está
informado de lo que hacéis.) (6:18)

Cuando el Mensajero de Allah alababa a su Señor en las súplicas decía:


"No hay nada más alto que Tú." [5]

El musulmán no debe entender en su doctrina cuando dice que “Allah se


encuentra en los cielos” que se encuentra dentro de los cielos, es decir que
éstos Lo contienen y Lo limitan físicamente. Glorificado sea, lejos está de
tal cosa. ¿Cómo podría alguien comprender de esa manera siendo que los
cielos son insignificantes ante Allah?

(No han apreciado a Allah en su verdadera magnitud. El día de la


Resurrección, contendrá la tierra entera en Su puño y los cielos estarán
plegados en Su diestra. ¡Glorificado sea! ¡Está por encima de lo que Le
asocian!) (39:67)

(Ese día será enrollado el cielo como un pergamino, y así como os creamos
la vez primera vez [de la nada], os resucitaremos.) (21:104)

Numerosas evidencias

Las evidencias en el Corán y la Sunnah que demuestran que Allah se


encuentra en los cielos son numerosísimas, citarlas en su totalidad sería
demasiado extenso, pero podríamos calificar las evidencias en las siguientes
categorías:

1. Evidencias que muestran claramente que Allah se encuentra en


cielo. Ya hemos mencionado estas evidencias con anterioridad.

2. Evidencia que establecen que Allah se ha elevado sobre el Trono.


También hemos citado esto anteriormente.

3. Evidencias que enuncian que Allah es Altísimo y Sublime. También


hemos citado algunos de los textos que aluden a este significado con
anterioridad.

4. Evidencias que indican que algunas de las cosas que Él ha creado se


encuentran junto a Él.

(Ciertamente, quienes están junto a tu Señor [los Ángeles] no se


ensoberbecen de su adoración, Le glorifican y se prosternan ante Él.)
(7:206)

Allah dice acerca de los mártires (shuhadâ'):

(Y no creáis que quienes han caído por la causa de Allah están muertos. Al
contrario, están vivos y reciben su sustento junto a su Señor.) (3:169)

Existen numerosos textos similares.

5. Los textos que enuncian que algunas cosas son elevadas hacia Él, como la
Aleya que informa sobre la elevación de Jesús :

(Sino que Allah lo ascendió al cielo [en cuerpo y alma]. Allah es Poderoso,
Sabio.) (4:158)

Las buenas obras ascienden a Él:

(...hacia Él ascienden las buenas palabras [y las glorificaciones], y exalta las


obras piadosas.) (35:10)

Las almas de los creyentes ascienden a Él:


(A quienes hayan desmentido Nuestros signos y se hayan ensoberbecido no
se les abrirán las puertas del cielo ni entrarán en el Paraíso hasta que un
camello pase por el ojo de la aguja.) (7:40) es decir que si serán abiertas a
los creyentes.

Los ángeles ascienden a Él:

(Ascenderán hacia Él los Ángeles y las almas en un día que durará


cincuenta mil años ) (70:4)

6. Los textos que enuncian que los ángeles descienden:

(Hace descender a los Ángeles con la revelación.) (16:2)

Los libros revelados son descendidos:

(Es un libro bendito que descendimos...) (6:92)

7. Como prueba es posible mencionar que los seres humanos al dirigirse a


Su Señor levantan las miradas y las manos al cielo. Existen numerosos
Ahâdîz que mencionan que el Profeta elevaba sus manos al cielo durante
las súplicas. Otros Ahâdîz mencionan que elevaba su vista al cielo luego de
realizar la ablución (Udû’).
8. Otra evidencia es la manera en que el Profeta apuntó con su dedo
hacia el cielo, durante la Peregrinación de despedida, cuando la gente
respondió: "Somos testigos de que has transmitido el mensaje, has
cumplido tu misión y nos has aconsejado el bien." Entonces el Profeta
apuntó con su dedo índice hacia el cielo y dijo: "¡Oh, Allah, sé testigo! ¡Oh,
Allah, sé testigo!" [6]

Que Allah se encuentre en los cielos no contradice que se encuentre


cerca de Sus siervos

Allah se encuentra cerca de quien le llama. Conoce las ideas y


sentimientos de las personas. Se encuentra más cercano al hombre que su
propia vena yugular. Sabe lo que contienen los corazones. Conoce cuanto se
esconde bajo la tierra, cuanto sale de ella y lo que desciende de los cielos.
Allah está junto a Su creación con Su conocimiento y poder. Nada en
absoluto Le es oculto; ni un simple átomo ya sea se encuentre en el cielo o
en la tierra. Él se encuentra cerca aunque es el Altísimo; Él es Sublime
aunque es íntimo. Él es el Primero y el Último, el Altísimo y el más
Cercano.

[1]
Sahîh al Bujâri, 8/66, no. 4351; Sahîh Muslim, 2/742, no. 1064 1/382, no.537.

[2]
Narrado por Muslim, 1/382, no. 537

[3]
Sunan Abû Dâûd, 4/16, no. 3892

[4]
Narrado por at Tirmidhi. Ver Sahîh Sunan at Tirmidhi, 2/180, no. 1569.

[5]
Narrado por Muslim, 4/2084, no. 2713

[6] Narrado por Abû Dâûd, 1/358, no. 1905.


La sonrisa de nuestro Señor

Allah sonríe cuando y como Él quiere. Nosotros creemos y afirmamos


que nuestro Señor sonríe, pero no sabemos cómo sucede, ni se nos exige
que lo sepamos o intentemos averiguarlo.

Se han registrado numerosas narraciones al respecto:

1- Narró Abû Hurairah que el Mensajero de Allah dijo:

"Allah ha de sonreír a dos hombres: Uno de ellos mató al otro, pero ambos
ingresarán al Paraíso. El primero luchó por la causa de Allah y fue muerto.
Luego Allah acepta el arrepentimiento de quien lo había matado, y éste
muere mártir por la causa de Allah." [1]

2- Narró Abû Hurairah que un hombre vino al Profeta y dijo:


"¡Mensajero de Allah! Estoy cansado y hambriento." Entonces el Profeta
envió a que buscaran algo de comida en su casa, pero no encontraron nada
para ofrecerle. El Mensajero de Allah dijo entonces: "¿Quién puede
albergarlo esta noche? ¡Qué Allah lo bendiga!" Un hombre de entre los
Ansâr se puso de pie y dijo: "¡Yo lo haré Mensajero de Allah!" Fue donde
su familia y dijo a su esposa: "Éste es un invitado del Mensajero de Allah,
pon todo sobre la mesa y no guardes nada." Pero ella le respondió: "¡Por
Allah que no poseemos excepto la comida para los niños!" El hombre dijo:
"Cuando los niños pidan su cena, hazlos dormir, entonces extingue la
lámpara[2], y nosotros tampoco comeremos nada esta noche." Así lo
hicieron.
Al día siguiente, fueron donde el Mensajero de Allah , quién les dijo:
"Allah sonrió debido al comportamiento de tal y tal persona [la pareja que
alimentó al huésped] y fue revelada la Aleya (Quienes estaban establecidos
en Medina y aceptaron la fe antes de su llegada, aman a los que emigraron a
ellos, no sienten envidia alguna en sus corazones por lo que se les ha dado
[del botín] y les prefieren a sí mismos aunque estén en extrema necesidad.
Quienes hayan sido preservados de la avaricia serán los triunfadores.)
(59:9)".[3]

3- Narró ‘Abdullah Ibn Mas‘ûd que el Mensajero de Allah


dijo: “El último en entrar al Paraíso será un hombre. Caminará una vez y
tropezará otra, y será alcanzado por el Fuego. Luego, cuando se aleje, se
volverá hacia el Fuego y dirá: ‘¡Bendito sea Aquel que me ha salvado de ti!
Allah me ha dado algo que no le ha dado a nadie de los primeros ni de los
últimos.’ Entonces un árbol se levantará, y él dirá: ‘¡Mi Señor! Acércame a
este árbol para refugiarme bajo su sombra y déjame beber de su agua.’ Y
Allah, Poderoso y Majestuoso, dirá: ‘¡Hijo de Adán! ¿Si te concedo esto me
pedirás algo más?’ Dirá: ‘No, mi Señor.’ Y prometerá que no Le pedirá
nada más. Su Señor lo perdonará porque verá que no puede dejar de desear,
y lo llevará cerca del árbol bajo el cual se refugiará y beberá de su agua.
Luego se levantará un árbol más hermoso que el anterior, y dirá: ‘¡Mi
Señor! Acércame a este árbol para beber de su agua y refugiarme bajo su
sombra.’ Y Allah, Poderoso y Majestuoso, dirá: ‘¡Hijo de Adán! ¿Si te
concedo esto me pedirás algo más?’ Dirá: ‘No, mi Señor.’ Y prometerá que
no Le pedirá nada más. Su Señor lo perdonará porque verá que no puede
dejar de desear, y lo llevará cerca del árbol donde se refugiará bajo su
sombra y beberá de su agua. Luego se levantará cerca de la Puerta del
Paraíso un árbol más hermoso que los dos anteriores y él dirá: ‘¡Mi Señor!
Acércame a este árbol para refugiarme bajo su sombra y beber de su agua.’
Y Allah, Poderoso y Majestuoso, dirá: ‘¡Hijo de Adán! ¿No me habías
prometido que no me pedirías nada más?’ Dirá: ‘Si, mi Señor, pero ya no te
pediré nada más.’ Y prometerá que no Le pedirá nada más. Su Señor lo
perdonará porque verá que no puede dejar de desear, y lo llevará cerca del
árbol, entonces escuchará las voces de la gente del Paraíso y dirá: ‘¡Mi
Señor! ¡Permíteme entrar!’ Y Él dirá: ‘¡Hijo de Adán! ¿Qué es lo que te
dejará satisfecho finalmente? ¿Estarás satisfecho si te doy todo el mundo y
otro como él?’ Dirá: ‘¡Mi Señor! Te burlas de mí siendo el Señor de todos
los mundos’”. Y se rió Ibn Mas‘ûd y preguntó: “¿Por qué no me preguntáis
de qué me río?” Preguntaron: “¿De qué te ríes?” Dijo: “Así se rió el
Mensajero de Allah . Y le preguntaron: ‘¿Por qué te ríes, Mensajero de
Allah?’ Dijo: ‘De la risa del Señor de todos los mundos cuando el hombre
dijo: ‘¿Te burlas de mí siendo el Señor de todos los mundos?’ Y Él dirá:
‘No me estoy burlando de ti, sino que tengo el poder de hacer lo que
quiero.’” [4]

[1]
Narrado por al Bujâri, 6/39, no. 2826; Muslim, 3/1504, no. 1890.

[2]
Para que el invitado no repare en que sus anfitriones no comían junto a él.

[3]
Narrado por al Bujâri, 8/631, no. 4889; Muslim, 3/1625, no. 2054.

[4] Narrado por al Bujâri, 13/420, no. 7437; Muslim, 1/175, no.187
Su descenso y venida

En Sahîh Al Bujâri y Sahîh Muslim consta de Abû Huraîrah que el


Profeta dijo:

“Allah - Majestuoso y Glorificado- desciende cada noche al cielo inferior


cuando comienza el último tercio de la noche, y dice: ¿Quién me ruega,
para concederle lo solicitado? ¿Quién me solicita para otorgárselo? ¿Quién
me pide perdón, para perdonarlo?”.[1]

El Corán menciona que Allah vendrá en el Día de Resurrección para


juzgar a la gente:

(¿Acaso esperan que Allah se les presente en la sombra de una nube y


vengan a ellos los Ángeles? Entonces, su situación quedaría decidida [y
serían aniquilados]. Todos los asuntos retornan a Allah.) (2:210)

(Amáis la riqueza insaciablemente. Pero ella no durará para siempre. [Y


deberéis rendir cuenta el Día del Juicio,] cuando la Tierra sea reducida a
polvo. Y llegue tu Señor, y se presenten los Ángeles en filas.) (89:21-22)

Narró Ibn Mas'ûd que el Mensajero de Allah dijo: "Allah reunirá al


primero y al último en el día designado, que durará cuarenta años. Todos
estarán observando los cielos, a la espera de que comience el juicio, y Allah
descenderá del Trono al escabel." [2]

[1]
Narrado por al Bujâri, 3/29, no. 1145; Muslim, 1/521, no. 758.

[2] Narrado por Ibn Mandah. Dijo Adh Dhahabi: “Su cadena de narradores es aceptable (isnâd
hasan).”
El habla de Allah

Allah habla cuando desea y como desea. Su habla no se asemeja al habla


de Sus criaturas.

Allah habló a algunos de Su creación, y éstos hablaron con Él, como el


Profeta Moisés :

(Te mencionamos [¡Oh, Muhammad!] algunos de los Mensajeros que


enviamos y otros no. Y sabe que ciertamente Allah habló con Moisés
directamente.) (4:164)

(Y cuando Moisés acudió al encuentro y su Señor le habló.) (7:143)

Allah nos ha informado del dialogo que mantuvo con Moisés:

(Y cuando Moisés acudió al encuentro y su Señor le habló, [Moisés] le


pidió: Muéstrate para que pueda verte. Dijo [Allah]: No lo resistirías.
Observa la montaña, si permanece firme en su lugar [después de mostrarme
a ella], pues entonces tú también podrás verme. Pero cuando su Señor se
mostró a la montaña, ésta se convirtió en polvo, y Moisés cayó
inconsciente. Cuando volvió en sí exclamó: ¡Glorificado seas! Me
arrepiento y soy el primero en creer en Ti. Dijo: ¡Oh, Moisés! Ciertamente
te he distinguido entre los hombres con la Profecía y por haberte hablado
directamente. Aférrate a lo que te he revelado y sé de los agradecidos.)
(7:143-144)
Allah también habló a Adán y Eva:

(Cuando ambos comieron del árbol quedaron desnudos, y comenzaron a


cubrirse con hojas del Paraíso, entonces su Señor les llamó: ¿No os había
prohibido comer de este árbol y advertido que Satanás era vuestro enemigo
declarado?) (7:22)

Allah habla al ángel Gabriel.

Se registra de Abû Hurairah que el Mensajero de Allah dijo:


"Cuando Allah ama a un siervo, convoca a Yibrîl y dice: 'Allah ama a
fulano, ámalo.' Entonces Yibrîl lo ama, y convoca a los habitantes del cielo
y dice: ' Allah ama a fulano, amadlo.' Entonces los habitantes del cielo lo
aman, y Allah dispone que las personas en la tierra lo acepten." [1]

Los ángeles oyen a su Señor cuando Él habla.

Narró Abû Huraîrah que el Profeta dijo: “Cuando Allah decide un


asunto en los cielos, los Ángeles golpean con sus alas indicando su completa
sumisión, produciendo un sonido como si fuese una cadena arrastrada sobre
una roca. (Hasta que, cuando el terror haya desaparecido de sus corazones,
digan: ¿Qué ha dicho vuestro Señor? Dirán: La verdad, Él es el Altísimo, el
Grande)”. [2]
Al Bujâri registró un Hadîz transmitido por Yâbir Ibn ‘Abdullah Ibn Unaîs
donde se menciona que el Mensajero de Allah dijo: "Allah ha de
resucitar a Sus siervos y los convocará con una voz que será oída por
quienes se encuentran lejos y quienes se encuentran cerca: 'Yo soy el
Soberano, yo soy el Juez." [3]

Al Bujâri dijo en su libro, Jalq af'âl al ‘ibâd (la creación de las obras de los
siervos de Allah), haciendo un comentario sobre este Hadîz: “Esto
demuestra que la voz de Allah no se asemeja a las voces de Su creación,
porque la voz de Allah puede oírse lejos tan claramente como puede oírse
de cerca, y los ángeles se desmayan ante Su voz.” [4]

En el Día de Resurrección, Allah hablará a Sus ángeles:

(Y el día en que congregue a todos [los hombres para juzgarlos], preguntará


a los Ángeles: ¿Éstos [idólatras] eran quienes os adoraban a vosotros?
Responderán [los Ángeles]: ¡Alabado seas! Tú eres nuestro Protector y no
les dijimos que nos tomasen como protectores; pero [los idólatras, en
realidad] adoraban [y obedecían] a los genios, y la mayoría de los hombres
creían en ellos.) (34:40-41)

Allah ha de dirigirse a los incrédulos y los desmentidores


reprendiéndolos:

(Y el día que reunamos de cada nación a un grupo de quienes desmentían


Nuestros signos, marcharán uno detrás del otro, y al llegar [al lugar del
juicio, Allah] les dirá: Desmentisteis Mis signos sin reflexionar sobre
ellos...) (27:83-84)
Allah saludará con la paz a los habitantes del Paraíso:

(¡La paz sea con vosotros! Serán las palabras del Señor Misericordioso.)
(36:58)
Allah hablará a los habitantes del Paraíso.

Abû Sa'îd Al Judri narró que el Mensajero de Allah dijo:


“Ciertamente Allah dirá a los habitantes del Paraíso: ‘¡Oh habitantes del
Paraíso!’ Ellos dirán: ‘Aquí estamos ¡oh, Señor! respondiendo a Tu
llamada, inmersos en Tu generosidad, y en la bondad que descansa en Tu
Mano’. Él les preguntará: ‘¿Acaso estáis satisfechos?’. Dirán: ‘¡Cómo no
habríamos de estarlo, Oh Señor! Siendo que nos has concedido lo que a
nadie anteriormente’. Entonces Él dirá: ‘¿Queréis que os conceda algo
mejor que eso?’ Responderán: ‘¡Oh, Señor! ¿Qué podría ser mejor que
esto?’ Dirá: ‘Os concedo mi complacencia (beneplácito), y nunca jamás he
de enojarme’”. [5]

Las palabras de Allah no pueden ser limitadas o restringidas

Dice Allah :

(Diles: Si el mar fuese tinta para escribir las palabras de mi Señor se


agotaría antes de que se agotaran las palabras de mi Señor, aunque se trajese
otro mar de tinta.) (18:109)
El Corán es la Palabra de Allah

El Corán es indudablemente la Palabra de Allah.

Dice Allah :

(Si alguno de los idólatras te pidiera protección, ampárale para que así
recapacite y escuche la palabra de Allah.) (9:6)

(Si todos los árboles que hay sobre la Tierra se convirtieran en cálamos, y el
mar junto con otros siete mares en tinta no bastarían para escribir las
palabras de Allah. Ciertamente Allah es Poderoso, Sabio.) (31:27)

Dijo el exegeta Ibn Kazîr comentando esta Aleya:

“Aquí Allah hace referencia a Su Poderío, Su Orgullo, Su Majestad, Su


bellos Nombres, Sus sublimes Atributos y Sus Palabras Perfectas que nadie
puede abarcar, y cuya naturaleza nadie puede alcanzar. Tal como dijo el
Profeta : "No puedo alabarte como mereces; Tú eres tal como te has
alabado a Ti mismo." [6]

Dice Allah :
(Si todos los árboles que hay sobre la Tierra se convirtieran en cálamos, y el
mar junto con otros siete mares en tinta no bastarían para escribir las
palabras de Allah.) (31:27) es decir que aun cuando todos los árboles de la
tierra fueran transformados en cálamos, y los mares fueran transformados
en tinta, y se agregasen otros siete mares, y se escribieran todos las
descripciones de Allah referentes a Su Poderío, Atributos y Majestad, los
cálamos se romperían y los mares se secarían, imposibilitados de concluir
su tarea”. [7]

[1]
Narrado por al Bujâri, 13/461, no. 7485; Muslim, 4/2030, no. 2637.

[2]
Narrado por al Bujâri, 13/453, no. 7481

[3]
Narrado por al Bujâri, 13/452

[4]
Extraído del libro Jalq Af'âl al 'Ibâd, pág. 149

[5]
Narrado por al Bujâri, 13/487, no. 7518; Muslim, 4/2176, no. 2829.

[6]
Narrado por Muslim, 1/353, no. 486

[7]
Ver Tafsîr Ibn Kazîr, 5/394.
El amor de Allah

Se afirma en el Corán y la Sunnah que Allah ama ciertas obras y


palabras, y algunos seres de Su creación que tienen las características que
Él ha mencionado amar.

Allah nos ha informado esto con el fin de que nos esforcemos en


alcanzar las características que Él ama, y realizar aquellas obras que Le
complacen.

Allah ama a los piadosos que son temerosos de Él:

(Respetad pues, el pacto convenido con ellos hasta su plazo acordado.


Ciertamente Allah ama a los piadosos.) (9:4)

Allah ama a aquellos que hacen el bien:

(Quienes hacen caridad, tanto en los momentos de holgura como en la


estrechez, controlan su cólera y perdonan a los hombres, sepan que Allah
ama a los benefactores.) (3:134)

Allah ama a aquellos que se arrepienten y purifican:


(Ciertamente Allah ama a los que se arrepienten y purifican.) (2:222)

Allah ama a aquellos que son perseverantes y pacientes:

(Allah ama a los perseverantes.) (3:146)

Allah ama a aquellos que son justos:

(Si juzgas entre ellos, hazlo con equidad. Allah ama a los justos.) (5:42)

Allah ama a aquellos que depositan en Él su confianza:

(Allah ama a quienes se encomiendan a Él.) (3:159)

Allah ama a aquellos que se esfuerzan por Su causa:

(Ciertamente Allah ama a quienes combaten en filas por Su causa, como si


fueran una edificación sólida.) (61:4)

Se registra en Al Bujâri y Muslim de Abû Hurairah que el Mensajero de


Allah dijo: "Dos palabras que son ligeras a la lengua pero pesadas en la
balanza son amadas por el Misericordioso: “Glorificado y alabado sea
Allah, Glorificado sea Allah el Grandioso (Subhân Allah ua bi hamdihi,
Subhân Allah al 'Adhîm).” [1]

Narró Samurah Ibn Yundub que el Mensajero de Allah dijo: "Las


palabras más amadas para Allah son cuatro: Glorificado sea Allah, Alabado
sea Allah, Nada ni nadie merece ser adorado sino Allah, y Allah es más
Grande (Subhân Allah ua Al hamdulillah ua la ilâha illa Allah ua Allahu
akbar), no importa por cual de ellas se comience." [2]

Dijo el Profeta sobre Ashayy ‘Abd Al Qais: "Posee dos características


que Allah ama: paciencia indulgencia." [3]

Narró ‘Ubâdah Ibn As Sâmit que el Profeta dijo: "Quien ama


encontrarse con Allah, Allah ama encontrarse con él; y quien detesta
encontrarse con Allah, Allah detesta encontrarse con él." [4]

Todas las acciones, actitudes y palabras que Allah ama son las que el
Profeta nos enseñó. Allah evidenció en una Aleya coránica que la
manera de alcanzar su amor es seguir al Profeta en todas sus enseñanzas
y características:

(Di: Si verdaderamente amáis a Allah ¡Seguidme! Y Allah os amará y os


perdonará los pecados. Allah es Absolvedor, Misericordioso.) (3:31)

[1] Narrado por al Bujâri, 11/206, no. 1406; Muslim, 4/2072, no. 2694
[2] Narrado por Muslim, 3/1685, no. 2137
[3] Narrado por Muslim, 1/48, no. 17
[4] Narrado por Muslim, 4/2065, no. 2684
La ira de Allah

Existen acciones que Allah no ama, de hecho Él las detesta y se enoja con
quienes las llevan a cabo. Su ira y enojo tienen una realidad acorde a Su
naturaleza divina.

Entre las acciones y obras que Allah detesta se encuentra la corrupción:

(Allah no ama la corrupción.) (2:205)

(Allah no ama a los corruptores.) (5:64)

Se menciona también en diferentes textos del Corán y la Sunnah que Allah


detesta la incredulidad, la opresión, la agresión, el derroche, la traición,
la vanidad, la desobediencia y el crimen. Dice el Corán:

(…pero a Allah detestó que salieran [con vosotros], y les infundió


desgano…) (9:46)

Hemos citado anteriormente el Hadîz que enuncia: "Quien detesta


encontrarse con Allah, Allah detesta encontrarse con él." [1]

Narró 'A'ishah que el Profeta dijo: "La persona más detestada por
Allah es el discutidor empedernido." [2]

[1] Narrado por Muslim, 4/2065, no. 2684


[2] Narrado por al Bujâri, 13/180, no. 7188; Muslim, 4/2054, no. 2668
Contemplar a Allah

Nadie puede ver a Allah en este mundo. El Profeta Moisés pidió a


Allah verle, pero su Señor le dijo que él no podría verlo en este mundo:

(Y cuando Moisés acudió al encuentro y su Señor le habló, [Moisés] le


pidió: Muéstrate para que pueda verte. Dijo [Allah]: No lo resistirías.
Observa la montaña, si permanece firme en su lugar [después de mostrarme
a ella], pues entonces tú también podrás verme. Pero cuando su Señor se
mostró a la montaña, ésta se convirtió en polvo, y Moisés cayó
inconsciente.) (7:143)

Los sabios y eruditos debaten acerca de si el Mensajero Muhammad vio


a su Señor cuando ascendió a los cielos (al Mi'rây). La verdad es que el
Profeta no vio a su Señor, y entre otras pruebas podemos presentar las
palabras de 'A'ishah : "Quien afirme que Muhammad vio a su Señor
ha inventado una terrible mentira." [1]

Éste es el caso en este mundo, pero en el más allá, en la otra vida, será diferente. Las personas serán
resucitadas y creadas nuevamente con una nueva contextura. En el más allá el sol se aproximará a las
cabezas de las personas en el Día de Resurrección, no existiendo entre él y ellos ni una milla de
distancia, y a pesar de ello, las personas no se quemarán ni fundirán. El ser humano, luego de la
resurrección ya no ha de morir.

En el Día de Resurrección, los creyentes podrán ver a su Señor. El mayor


deleite en el Paraíso será contemplar el rostro generoso de Allah .

Esta bendición le será negada a los incrédulos:


(Por cierto que ese día se les impedirá ver a su Señor.) (83:15)

Pero aquellos a quienes Allah ha escogido y purificado no serán


privados del placer de contemplarle:

(Ese día, habrá rostros resplandecientes contemplando a su Señor,) (75:22-


23)

Los virtuosos alcanzarán esta delicia:

(Por cierto que los justos gozarán de las delicias del Paraíso, recostados
sobre lechos, contemplando...) (83:22-23)

La contemplación de su generoso rostro es la "gracia aun mayor" que Allah


promete a los creyentes:

(Quienes obren el bien obtendrán la mejor recompensa [el Paraíso] y una


gracia aún mayor...) (10:26)

Es la “recompensa aun mayor” al que Allah alude en la Aleya:

(Tendréis en él cuanto anheléis, y os tenemos reservado una recompensa


aún mayor.) (50:35)

Narró Abû Hurairah que los Compañeros del Profeta le preguntaron:


“¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Podremos nosotros ver a nuestro Señor en el
Día de Resurrección?” A lo que respondió el Mensajero de Allah :
“¿Acaso experimentáis alguna dificultad para ver la luna en una noche de
luna llena cuando no hay ninguna nube tapándola?” Dijeron: “No,
Mensajero de Allah”. Dijo: “¿Acaso experimentáis alguna dificultad para
ver el sol al mediodía cuando no hay nubes tapándolo?” Respondieron:
“No, Mensajero de Allah”. Dijo: “Ciertamente así lo veréis”.[2]

Se registra en Al Bujâri y Muslim que Yâbir Ibn 'Abdullah dijo:


"Estábamos sentados junto al Profeta cuando al mirar la luna llena dijo:
"Veréis a vuestro Señor tal como estáis viendo esta luna. Si podéis evitar
perder la oración antes del amanecer (fayr) y antes del ocaso (‘Asr)
hacedlo.”[3]

Suhaib relató que el Profeta dijo: “Cuando la gente del Paraíso


ingrese en él, Allah, Bendito y Exaltado, les dirá: ‘¿Queréis que os dé algo
más?’ Y ellos dirán: ‘¿Acaso no has iluminado con brillante albor nuestros
rostros? ¿Acaso no nos has hecho entrar al Paraíso y nos has salvado del
Fuego?’ Entonces Él levantará el velo y no se les habrá dado ninguna cosa
más amada para ellos que la visión del rostro de su Señor, Poderoso y
Majestuoso. Entonces recitó esta Aleya:

(Quienes obren el bien obtendrán la mejor recompensa [el Paraíso] y una


gracia aún mayor.) (10:26)”. [4]

Abû Mûsâ Al Ash‘ari narró que el Mensajero de Allah dijo: “Habrá


dos jardines de plata, y de plata serán sus recipientes y lo que haya en ellos;
y dos jardines de oro, y de oro serán sus recipientes y lo que haya en ellos.
Y la única cosa que impedirá a la gente ver a su Señor será el Manto de
Grandeza sobre Su rostro en el Jardín del Edén.” [5]

[1] Narrado por Muslim, 1/159, no. 177


[2] Narrado por al Bujâri, 13/419, no. 7437; Muslim, 1/163, no. 183.
[3]
Narrado por al Bujâri, 13/419, no. 7434

[4]
Narrado por Muslim, 1/163, no. 181

[5] Narrado por al Bujâri, 13/423, no.7444; Muslim, 1/163, no. 180
El Conocimiento de Allah

Sabemos que Allah tiene el atributo divino del conocimiento total, y que
se ha llamado a sí mismo con varios Nombres que reflejan este atributo,
como al 'Alîm (el Omnisciente):

(Ciertamente Él es Omnioyente, Omnisciente.) (26:220)

Otro de estos Nombres es Al Jabîr (el informado) que evidencia que Él sabe
lo que sucederá antes de que ocurra; al Hakîm (el Sabio) porque conoce los
secretos de las cosas; ash Shahîd (el Testigo) porque conoce lo oculto y lo
evidente, es decir que nada Le es desconocido; al Hâfidh (el Protector),
porque no olvida lo que sabe; al Muhsi (el evaluador) porque el hecho que
sepa tanto no le impide conocer los detalles más diminutos.
Su Conocimiento abarca generalidades y detalles

Los filósofos afirman que Allah sólo tiene un conocimiento general de


los asuntos, pero que ignora los detalles menores. Esta afirmación es
errónea, ya que el conocimiento divino encierra y comprende el todo
absoluto de cuanto existe y sucede en el universo. Él sabe de cada
movimiento, ya sea realizado en la tierra o en las profundidades del mar.

(Sabe lo que hay en la tierra y en el mar. No hay hoja que caiga que Él no lo
sepa, ni grano en el seno de la tierra, o algo que esté verde o seco sin que se
encuentre registrado en un libro evidente.) (6:59)

Ninguna de las innumerables criaturas existentes en este insondable


universo está oculta a la omnisciencia de Allah :

(No existe criatura en la Tierra sin que sea Allah Quien la sustenta; Él
conoce su morada y por donde transita, todo está registrado en un Libro
evidente [la Tabla Protegida].) (11:6)

Nada que desciende a la tierra o asciende a los cielos escapa a la


omnisciencia de Allah :

(Sabe lo que ingresa en la tierra, lo que surge de ella, y lo que desciende del
cielo y lo que sube hacia él.) (34:2)
El ser humano y los profundos secretos de su alma no son ajenos a la
Omnisciencia de Allah :

(Di: Tanto si ocultáis cuanto hay en vuestros corazones como si lo


manifestáis, Allah lo sabe. Él conoce todo lo que hay en los cielos y en la
tierra. Allah tiene poder sobre todas las cosas.) (3:29)

(Él es adorado en los cielos y en la tierra. Sabe lo que ocultáis y lo que


manifestáis, y sabe lo que hacéis.) (6:3)

Éste conocimiento abarca los más recónditos e insignificantes detalles de la vida del ser humano:

(No hay situación en la que os encontréis, ya sea que recitéis el Corán u otra
obra que realicéis, sin que Nosotros seamos testigos de lo que hacéis. A tu
Señor no se Le escapa nada en la tierra ni en el cielo, ni siquiera algo del
tamaño de un átomo. Y no existe nada menor o mayor aún que no esté
registrado en un libro claro.) (10:61)

Ni siquiera la existencia de un átomo escapa a Su Omnisciencia:

(¡Oh, hijito! Sabe que aunque una mala acción fuere del peso de un grano
de mostaza, y estuviese escondido en una roca o en [algún otro lugar de] los
cielos o la Tierra, Allah la sacará a luz [y os preguntará por ella].
Ciertamente Allah es Sutil, y está bien informado de lo que hacéis.) (31:16)

Ante el conocimiento total de Allah todo es igual, secreto y evidente,


pequeño y grande, inadvertido y manifiesto:
(Allah bien sabe qué se está gestando en el vientre de todas las hembras, y
si completará el ciclo de gestación o no, y Él asignó a todas las cosas su
justa medida. Él conoce lo oculto y manifiesto, es Grande y Sublime. Por lo
tanto es igual que digáis algo en secreto o en público, y que os ocultéis de
noche o os mostréis de día.) (13:8-10)

Allah ha sido veraz cuando dijo:

(A tu Señor no se Le escapa nada en la tierra ni en el cielo, ni siquiera algo


del tamaño de un átomo.) (10:61)
La vida y autosuficiencia de Allah

Allah está vivo y Su vida es eterna:

(Él es el Viviente, no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Él.)
(40:65)

Su vida es diferente a la de los seres creados. Todo ha de morir y abandonar


la existencia, excepto Allah :

(Todo cuanto existe en la Tierra perecerá, y sólo el majestuoso y noble


rostro de tu Señor perdurará por siempre.) (55:26-27)

En Sahîh Al Bujâri se registra de Ibn ‘Abbâs que el Profeta solía


decir: "Me refugio en Tu Gloria, no hay divinidad excepto Tú, que no
mueres, siendo que los seres humanos y los genios mueren. (A'ûdhu bi
‘izzatika alladhi la ilâha illa anta, alladhi la iamût ua al yinn ua al ins
iamûtûn)." [1]

Es por ello que se debe encomendar y depositar la confianza sólo en Él:

(Encomiéndate al Viviente Inmortal, y glorifícale. Él está bien informado.)


(25:58)

Él es Autosuficiente, y sustenta a toda la existencia. Todo ser creado se


encuentra en necesidad de Él:

(Y entre sus Signos está que el cielo y la Tierra se sostengan por Su


voluntad.) (30:25)

La perfección de Su Vida y Su autosuficiencia


Uno de los aspectos de la perfección de Su Vida y autosuficiencia es que no
duerme:

(¡Allah! No existe divinidad alguna excepto Él, Viviente, Autosuficiente, no


lo toma somnolencia ni sueño. Suyo es cuanto hay en los cielos y la tierra.)
(2:255)

La somnolencia es producto del cansancio, y antecede al sueño. La


somnolencia y el sueño son limitaciones, y el Creador está libre de toda
limitación. En Sahîh Muslim se registra de Abû Mûsâ que el Mensajero
de Allah en cierta ocasión dijo cinco cosas: “Allah no duerme y no
corresponde que lo hiciere. Él sube y baja la balanza. Las obras realizadas
durante la noche le son elevadas antes de que comience el día, y las obras
realizadas durante el día le son elevadas antes de que comience la noche."
[2]

Glorificar a Allah mencionando Su Vida y Autosuficiencia

El Mensajero de Allah alababa a su Señor mencionando estos dos


atributos. Fue narrado que Ibn ‘Abbâs dijo: “cuando el Profeta se
levantaba para orar durante la noche solía decir: “¡Oh Allah! Para Ti es la
alabanza, Tú eres la luz de los cielos y la tierra y lo que en ellos existe. Para
Ti es la alabanza, Tú eres el Sustentador de los cielos y la tierra y lo que en
ellos existe. Para Ti es la alabanza, Tú eres el Señor de los cielos y la tierra
y lo que en ellos existe. Para Ti es la alabanza, Tuya es la soberanía de los
cielos y la tierra y lo que en ellos existe. (allahumma lakal hamdu anta
nûrus samâuâti ual ardi ua man fîhinna ua lakal hamdu anta qaiimus
samâuâti ual ardi ua man fîhinna ua lakal hamdu anta rabbus samâuâti ual
ardi ua man fîhinna ua lakal hamdu laka mulkus samâuâti ual ardi ua man
fîhinna)." [3]

[1]
Narrado por al Bujâri, 13/368, no. 7383
[2]
Narrado por Muslim, 1/162, no. 179

[3] Narrado por al Bujâri, 3/3, no. 1120; Muslim, 1/532, no. 799.
Allah oye y ve

Estos dos atributos de Allah son mencionados en el Corán:

(No hay nada ni nadie semejante a Allah, y Él es Omnioyente,


Omnividente.) (42:11)

(En verdad, Allah es Omnioyente, Omnividente.) (22:61)

Allah dijo a Moisés y Aarón :

(Dijo [Allah]: No temáis, pues Yo estoy con vosotros escuchando y


observando todo.) (20:46)
La majestad de estos atributos

Dice Allah :

(Diles: Allah es Quien realmente sabe cuánto permanecieron. Él conoce los


secretos de los cielos y de la tierra; Él es Omnividente, Omnioyente.)
(18:26)

Dijo el exegeta Ibn Yarîr : “El significado lingüístico de esta Aleya es


muy enfático. Es como si estuviese diciendo: Allah ve todo cuanto
puede ser visto, y oye todo cuanto puede ser oído; nada en absoluto le es
desconocido u oculto.” [1]

Allah oye y ve al virtuoso, y lo premia por sus buenas obras:

( Él te ve cuando oras solo, y cuando lo haces en comunidad. Ciertamente


Él es Omnioyente, Omnisciente.) (26:218-220)

Allah ve a los desviados y los castiga:

(Allah ha oído las palabras de quienes dijeron: Allah es pobre y nosotros


somos ricos. Registraremos lo que dijeron y también que hayan matado a
los Profetas injustamente. Y les diremos: Sufrid el castigo del fuego del
Infierno.) (3:181)
En Sahîh al Bujâri fue registrado que Abû Mûsâ Al Ash'arî dijo: “Nos
encontrábamos viajando junto al Profetae, y siempre que subíamos una
colina exclamábamos: Allahu akbar (Allah es Grande). Él nos dijo:
"¡Calma! no os estáis dirigiendo a un sordo o ausente; os estáis dirigiendo a
quien todo lo oye, todo lo ve, y está cercano a vosotros." [2]

La ignorancia de los idólatras sobre los atributos de Allah

Registró Al Bujâri de 'Abdullah que dos personas pertenecientes a la


tribu de Zaqîf y otra perteneciente a la tribu de Quraish se reunieron frente a
la Ka’bah. Mucha la grasa de sus barrigas, pero escasa la comprensión de
sus corazones. Uno de ellos dijo: “¿Acaso creéis que Allah puede oír lo que
nosotros decimos?” uno respondió: “Él puede oír si nosotros levantamos
nuestras voces, pero no si hablamos en secreto”. El otro dijo: “Si Él puede
oírnos cuando levantamos nuestras voces, entonces también puede oírnos
cuando hablamos en secreto”. Entonces Allah reveló las palabras: (No
os precavisteis [cuando cometías pecados] de que atestiguarían en contra
vuestro los oídos, ojos y pieles; y pensabais que Allah ignoraba gran parte
de lo que hacíais.) (41:22)”. [3]

[1] Ver Tafsîr Ibn Yarîr, 15/232

[2] Narrado por al Bujâri, 13/372.

[3] Narrado por al Bujâri, 8/562, no. 4817


LOS BELLOS NOMBRES DE ALLAH

Todos los Nombres de Allah son bellos:

[A Allah pertenecen los nombres y atributos más sublimes] (7: 180).

Entre estos nombres aquellos que Él ha mencionado en sura Al-Hashr :

[Él es Allah, no hay otra divinidad salvo Él, Soberano, Santísimo,


Pacificador, Dispensador de seguridad, Celador, Poderoso, Compulsor y
Soberbio. ¡Glorificado sea Allah! Él está por encima de lo que le atribuyen.
Él es Allah, Creador, Iniciador y Formador. Suyos son los nombres y
atributos más sublimes] (59:22-24)

El número de Sus Nombres

Está registrado en los dos Sahîh: de Al Bujâri y Muslim que Abu Hurairah
narró que el Profeta dijo: “Allah tiene noventa y nueve nombres.
Quien los memorice y cuente entrará en el Paraíso. Allah es impar (Uno) y
ama lo impar”.

Este hadîz indica que Allah tiene un número limitado de nombres, y que
ellos son noventa y nueve.

Pero esto difiere con lo narrado por Ibn Mas'ûd que el Profeta dijo: “No
hay ninguna desgracia, ante la que el siervo diga : Allahumma inni ‘abduka
ibna abdika ibna amatika, nasiati bi iadika, mâdin fi hukmika, ‘adlun fîia
qadâ'uka, as'aluka bi kullismin hûa laka, sammaita bihi nafsaka au
‘allamtahu ahadan min jalqika, au anzaltahu fi kitâbika, auista'zarta bihi fi
‘ilmil gaibi ‘indaka, an tay'alal Qur'ana rabî'a qalbi ua nûra sadri, ua yala'
huzni ua dhahâba hammi (¡Oh, Allah! Soy tu siervo, hijo de otro siervo y
sierva Tuyos. Mi destino está en Tu mano, Tu designio está siempre sobre
mí, y lo que decretes para mí siempre será justo. Te imploro a través de los
nombres con los que Te has denominado, o que hayas enseñado a alguno de
Tu creación, o revelado en Tu Libro, o que has conservado en el
conocimiento de lo oculto para Ti mismo, que hagas que el Sagrado Qur'an
sea vida para mi corazón y luz para mi pecho, y que haga culminar mi
tristeza y mis preocupaciones) sin que Allah haga que se termine su tristeza
y preocupación, y ponga alegría en su lugar” Registrado por Ahmad y otros.

Y fue narrado que el Mensajero alabó a su Señor diciendo: “Yo no puedo


elogiarte verdaderamente como te mereces; Tú eres como Te has elogiado a
Ti mismo”.

La discrepancia que proviene de este hadîz es que indica la existencia de


nombres de Allah que no han sido revelados en Su Libro, y que Él sólo ha
transmitido en particular a algunos de Su creación, o que Él los ha
reservado para Sí mismo y no se los ha revelado a nadie. En tanto el hadîz
de Abu Hurairah indica que los nombres de Allah son noventa y nueve, los
cuales han sido revelados y conocidos, como está indicado al decir: “quien
los memorice y cuente” y esto es imposible si no son revelados y
conocidos. Esto implica que los nombres que Allah ha reservado para Sí
mismo o ha particularizado a algunos de Su creación al revelárselos, son
otros fuera de estos noventa y nueve.

La verdad que debe notarse es que el número de nombres que Allah nos ha
enseñado en Su Libro, o a través de Su Mensajero , es noventa y nueve y
ninguno más, porque el Mensajero especificó este número, y porque él
dijo “quien los memorice y cuente”.

Cualquier nombre adicional es algo que desconocemos, porque ellos son


parte del conocimiento de lo oculto de Allah o que han sido revelados
exclusivamente a algunos de Su creación; Sino qué sentido tendría limitar el
número de los nombres de Allah a noventa y nueve.
Discrepancia entre los sabios acerca de algunos nombres de Allah:

El Mensajero nos informó que los nombres de Allah que han sido
revelados y que nosotros podemos saber, contar y memorizar son noventa y
nueve nombres.

No ha sido registrado ningún hadîz sahîh, aparte, que los enumere de tal
manera que no deje lugar a discrepancias sobre cuáles son estos nombres;
sino por el contrario, han sido revelados en forma separada en el Libro de
Allah y en la sunnah del Mensajero de Allah . Es mencionado en una
aleya uno o dos nombres, o a veces más, o puede culminar una aleya con
uno o más nombres, o a veces las aleyas enumeran varios de estos nombres.

Los sabios se ocuparon de compilar los nombres de Allah mencionados en


Su Libro y en la sunnah de Su Mensajero , y ellos también se ocuparon
de su interpretación y explicación.

Al Qurtubi escribió un libro llamado Ma'âni Asmâ' Allah al Husna (Los


Significados de los bellos nombres de Allah). También los enumeraron Ibn
Yarîr al Tabari, Abu Bakr bin Al ‘Arabi, Ibn Hayar Al ‘Asqalâni y otros.
Los sabios estuvieron de acuerdo en la mayoría de los nombres de Allah, y
discreparon acerca de determinados nombres, algunos consideraron que
pertenecían a los nombres de Allah y otros no[4].

La razón para estas diferencias es que algunos sabios pensaron que todo lo
que el Qur'an menciona sobre Allah podría contarse como uno de Sus
sublimes nombres y podría usarse solo como uno de los nombres de Allah.
Abu Bakr ibn Al ‘Arabi consideró como uno de Sus nombres: Râbí‘uz
zalâzh (el Cuarto de tres) y sâdisu jamsah (el Sexto de cinco), basándose en
la aleya: [¿Acaso no ves [¡Oh, Muhammad!] que Allah bien conoce cuanto
hay en los cielos y en la tierra? No hay confidencia entre tres personas sin
que Él sea el cuarto, ni entre cinco sin que Él sea el sexto ] (58:7)

Él también consideró a Al Fâ'il (el Hacedor) y Al Zâri' (el Cultivador) como


los nombres de Allah, basándose en la aleya: [Así como os creamos la vez
primera vez [de la nada], os resucitaremos. Ésta es una promesa que
Habremos de cumplir ] (21:104)

y [¿Habéis reparado en vuestros sembradíos? ¿Sois vosotros quienes los


hacéis brotar o somos Nosotros los germinadores?] (56:53-64).

La verdad es que éstos no son nombres de Allah, es decir que no se puede


decir que Allah se llama el Cuarto de tres o el Sexto de cinco o el Hacedor o
el Cultivador.

En el Sagrado Qur'an se mencionan acciones que Allah se atribuye a Sí


mismo para demostrar que Él es Quien castiga y hace justicia, que en el
contexto mencionados implican elogio y perfección. Pero no es permisible
derivar nombres de Allah de ellos, o para usarlos en cualquier contexto de
otra forma como han sido mencionados en las aleyas, como:

[Los hipócritas pretenden engañar a Allah, pero es Él Quien les engaña]


(4:142) y [Se confabularon [los incrédulos contra Jesús], pero Allah
desbarató sus planes] (3:54) y [Se olvidaron de Allah y por ello Él les
olvidó [dejándolos fuera de Su misericordia]] (9:67) y [Cuando están a
solas con sus demonios [líderes de la hipocresía e incredulidad] les afirman:
¡Estamos con vosotros, sólo nos burlábamos! Allah se burlará de ellos]
(2:14-15)

Allah no puede llamarse el Engañador, Conspirador, el que se olvida, el que


se burla, u otras cualidades de las que Él está muy por encima. No puede
decirse que Allah se burla, que engaña, o se confabula, o que se olvida fuera
del contexto de estas aleyas. Aquellos que los contaron como Sus nombres
más bellos cometieron un grave error, porque el engaño o la confabulación
pueden implicar un elogio y también algo reprobable; por lo tanto no es
permisible usarlos al hacer referencia a Allah excepto en un contexto dónde
no quepa ninguna posibilidad de reprobación, como sucede claramente en el
contexto de estas aleyas.

Por la misma razón, no hay ninguna mención de que entre Sus nombres se
cuente: Al Mutakallim (el portavoz), Al Murîd (el Que lega), Al Fâ'il (el
Hacedor), Al Sâni' (el Fabricante), porque estas palabras también pueden
implicar elogio y algo reprobable. Si fuera permisible derivar los nombres
de las acciones de Allah, como el Engañador, el Conspirador, basándose en
que estas acciones se mencionan en el Qur'an, entonces sería permisible
decir también que se consideran como nombres: El Invitador, el Visitante, el
que viene, el que se olvida, el Divisor, el Enfadado, el Encolerizado, el
Maldecidor, y otras derivaciones de las acciones que se mencionan en el
Qur'an acerca de Allah.

Allah no Se definió a sí mismo como alguien que trama y engaña excepto


para explicar cómo Él castiga a aquellos que hacen las tales cosas (engañar
y tramar) sin motivo. Castigar a este tipo de personas es considerado algo
bueno por las personas ¿Y Cómo más puede ser, si es el Creador Quien
castiga a quien engaña o trama?

Entre los nombres de Allah existen algunos que no pueden ser atribuidos a
Él excepto junto con sus opuestos, porque si dichos nombre se usan solos,
pueden implicar imperfección. El ejemplos de los nombres que incluyen
esto son: Al Mâni‘ (el Preventor del mal), Al Darr (el Perjudicador), Al
Qâbid (el Retenedor), Al Mudhill (el Humillador), Al Jâfid (el
Empequeñecedor). Estos nombres no pueden aplicarse individualmente a
Allah; ellos deben acompañarse por sus opuestos, y decir: Al Mu'ti Al Mâni'
(el Dador el Preventor del mal), Al Darr Al Nâfi' (el Perjudicador el
Benefactor), Al Qâbid Al-Bâsit (el Retenedor el Abastecedor), Al Mu'izz Al
Mudhill (el Honrador el Humillador) Al Jâfid Al Râfi' (el Empequeñecedor
el Exaltador).

Otro ejemplo es Al Muntaqim (el Vengador) que se refiere en el Qur'an a


Quien posee el atributo de vengarse porque lo precede (en árabe) la palabra
dhu (el dueño de): [Allah es Poderoso, Vengador] (5:95)

O en el contexto del trato con los pecadores: [Ciertamente Nos vengaremos


de los pecadores] (32:22)

El Nombre más grandioso de Allah

El Mensajero de Allah nos informó a través de varios ahâdîz que Allah


posee un nombre que es el más grandioso de todos Sus nombres. Entre
estos ahâdîz[5]:

1. Buraidah al Aslami narró que el Mensajero de Allah oyó las súplicas


de un hombre que decía: “¡Oh, Allah! Te pido por el hecho que atestiguo
que Tú eres Allah, no hay otra divinidad excepto Tú, el Único, el Absoluto,
que no engendra ni fue engendrado, y no hay nada comparable a Él” Él
Profeta dijo: “Por Quien tiene mi alma en Sus manos que él ha invocado
a Allah por Su nombre más grandioso, que si se invoca a través de él, Allah
responde, y si se Le ruega a través de él, Allah concede lo que Le piden”.
Registrado Al Tirmidhi, Abu Daûd, Ibn Hibbân y Al Hâkim.

2. Anas narró que en una oportunidad estaba sentado con el Profeta en la


mezquita, y un hombre que estaba orando dijo: “ ¡Oh, Allah! Te suplico
porque todas las alabanzas Te corresponden, no hay otra divinidad excepto
Tú, Al Mannân (el Favorecedor), Creador de los cielos y la tierra, Poseedor
de la majestuosidad y generosidad ¡Oh, Viviente! ¡Oh, Inmanente! El
Profeta dijo: “Él ha invocado a Allah por Su nombre más grandioso, por
el que si se Le invoca, Él responde, y si se Le pide a través de él, Allah le
concede lo que Le piden” Registrado por Al Tirmidhi, Abu Daûd, Ibn
Hibbân y Al Hâkim.

3. En el Sunan de Ibn Mâyah, el Mustadrak de Al Hâkim, y el Mu‘yam de


Al Tabarani al Kabîr se registró que Abu Umâmah narró que el Mensajero
de Allah dijo: “El nombre más grandioso de Allah está en tres suras del
Qur'an, en Al Baqarah, Âli ‘Imrân y TaHa”.

4. Sobre las dos aleyas de Al Baqarah y Âli ‘Imrân en que se encuentra el


nombre más grandioso de Allah, registraron Al Tirmidhi, Abu Daûd, Ibn
Mâyah, Al Dârimi, que Asmâ' bint Iazîd (que Allah se complazca de ella)
que el Profeta dijo: “El nombre más grandioso de Allah está en estas dos
aleyas: [Vuestra divinidad es Única, no hay otra salvo Él, Clemente,
Misericordioso] (2:163), y al principio del Âli ‘Imrân: [Alif. Lam. Mim.
Allah, no hay otra divinidad salvo Él, Viviente, Inmanente] (3:1-2)”.

Comparando estos textos en los que se menciona que el más nombre más
grandioso de Allah sería : Allah, pues este nombre es el único que se
encuentra en todos estos textos en que el Mensajero de Allah dijo que
estaba mencionado.

Lo hace más firme que Allah sea el nombre más grandioso, es que se repite
en el Qur'an mil seiscientas noventa y siete veces (según el diccionario
alfabético del Qur'an) y otro nombre que es particular de Allah; Al Rahmân
se repite sólo cincuenta y siete veces. Esta idea que “Allah” es el nombre
más grandioso, también se apoya por el hecho que incluye muchos grandes
significados.

La obligación de creer en Sus Nombres :


Los predecesores virtuosos (salaf) acordaron que es obligatorio creer en
todos los bellos nombres de Allah, en los sublimes atributos que ellos
indican, y en las acciones que provienen de dichos atributos. Por ejemplo, el
poderío divino implica que nosotros debemos creer que Él tiene poder sobre
todas las cosas, y creer en la perfección de Su poderío, y que debido a Su
poderío fueron creadas todas las cosas que existen.

Qué significa contar los nombres de Allah[6]:

Los ahâdîz nos exhortan a que contemos los nombres de Allah, y por ello
fue prometido que quien los cuente ingresará al Paraíso.

Los sabios difirieron acerca del significado de las palabras del Profeta
“quien los cuente”

Al Jattâbi dijo: puede significar varias cosas:

Primero: Que una persona los repite hasta que mencionarlos a todos, y no se
limita a alguno de ellos, entonces invoca a Allah a través de todos ellos, y
Lo alaba por todos ellos, para así alcanzar la recompensa prometida.

Ésta es la opinión que eligió Al Bujâri, quién interpretó que contarlos


significar su memorización, debido a la existencia de otra narración que
dice: “quien los memorice”.

Segundo: Que contarlos significa soportar, es decir quien soporta ser


aplicado con los deberes y obras que implican Sus nombres y considera
correctamente sus significados. Así si se dice “Al Razzâq (el Sustentador)”,
se debe tener la certeza que la provisión llegará por Su gracia, y así
sucesivamente con los demás nombres.
Tercero: Que contarlos significa la comprensión de todos sus significados.

Y se dice que contarlos quiere decir actuar acorde a sus significados, si


alguien dice “Al Hakîm (el Sabio) se somete a todas Sus órdenes y decretos,
y cree que ellos suceden por la sabiduría divina.

Ibn Battâl dijo que la manera de actuar de acuerdo a ellos es la siguiente:

Lo que es apropiado seguir de los nombres, como Al Rahîm (el


Misericordioso) y Al Karîm (el Generoso), pretendiendo el siervo
desarrollar estos atributos en él y aplicarlos en su vida cotidiana.

Aquellos atributos que pertenecen exclusivamente a Allah, como Al Yabbâr


(el Compulsor) y Al ‘Adhîm (el Grandioso), el siervo debe creer firmemente
que Él tiene estos atributos divinos y debe someterse a ellos, y no pretender
desarrollar estos atributos en él.

Aquellos atributos que implican promesa, el siervo debe tener anhelo y


esperanza de que se cumpla esa promesa.

Aquellos atributos que implican una amenaza, el siervo debe sentir temor y
procurar evitar ser merecedor de que le alcance aquello con que se lo
amenaza.

Externamente el significado sería: “memorizarlos y contarlos”, realizando


todo acto de adoración que ello pueda requerir, del mismo modo que no hay
beneficio en memorizar el Qur'an simplemente si no se actúa acorde a él.

Enumeración de los nombres de Allah:


Es posible que Ibn Hâyar Al ‘Asqalâni sea quien esté más próximo a lo
correcto cuando enumeró los noventa y nueve nombres tomados del
Sagrado Qur'an, y con ello está acorde al hadîz de Abu Huraira en el
número. Nosotros los citamos como él los enumeró:

1. Allah Allah

2. Al Rabb El Señor

3. Al Ilâh La divinidad
4. Al Uâhid
El Uno

5. Al Rahmân
El Clemente

6. Al Rahîm El
Misericordioso
7. Al Malik El Soberano
8. Al Quddûs El Santísimo

9. Al Salâm
El Pacificador

10. Al Mu'min El Dispensador


de seguridad
El Celador
11. Al Muhaimin
12.
El Poderoso
Al‘Azîz
13. Al Yabbâr El Compulsor
14. Al Mutakabbir El Soberbio
15. Al Jâliq El Iniciador
16. Al Bâri' El Inventor de
todas las cosas
17. Al Musauuir El Formador
18. Al Auual El Primero
19. Al Âjir El Último
20. Al Dhâhir El Manifiesto
21. Al Bâtin El Oculto
22. Al Haii El Viviente
El
Autosuficiente,
23. Al Qaiiûm
el Que sostiene
y protege todos
24. Al ‘Alii El Sublime
25. Al ‘Adhîm El Grandioso
26. Al Tauuâb El Indulgente
27. Al Halîm El Tolerante
28. Al Uâsi' El Vasto
29. Al Hakîm El Omnisciente
30. Al Shâkir El Apreciador
31. Al ‘Alîm El Omnisciente
32. Al Ganii El Opulento
33. Al Karîm El Generoso
34. Al ‘Afuu El Remisorio
El
35. Al Qadîr
Todopoderoso
36. Al Latîf El Sutil
37. Al Jabîr El Informado
38. Al Samî' El Omnioyente
El
39. Al Basîr
Omnividente
40. Al Maula El Protector
41. Al Nasîr El Auxiliador
El Cercano (a
42. Al Qarîb todos, por Su
Conocimiento)
El
43. Al Muyîb
Respondedor
44. Al Raqîb El Veedor
45. Al Hasîb El Computador
46. Al Qauii El Fortísimo
47. Al Shahîd El Testigo

48. Al Hamîd El Loable


49. Al Mayîd El Glorioso
El Que abarca
con Su
50. Al Muhît
conocimiento
todas las cosas
51. Al Hafîz El Custodio
52. Al Haqq El Real
53. Al Mubîn El Evidente
54. Al Gaffâr El Remisorio
55. Al Qahhâr El Victorioso
56. Al Jallâq El Creador
El
57. Al Fattâh
Conquistador
58. Al Uadûd El Afectuoso
59. Al Gafûr El Absolvedor
60. Al Ra'ûf El Compasivo
61. Al Shakûr El Agraciador
62. Al Kabîr El Grande
63. Al Muta'âli El Sublime
64. Al Muqît El
Preponderante
A Quien se le
65. Al Musta'ân
pide ayuda
66. Al Uahhâb El Donador
67. Al Jafii El Oculto
68. Al Uâriz El Heredero
69. Al Ualii El Próximo
El Que se
ocupa de todos
70. Al Qâ'im
los asuntos de
Su creación
El
71. Al Qâdir
Omnipotente
El Que tiene el
poder lleno y
72. Al Gâlib
controla, el
Predominante
73. Al Qâhir El Victorioso
74. Al Barr El Bondadoso
75. Al
El Protector
Hâfidh
76. Al Ahad El Uno
El Absoluto,
77. Al Samad
Autosuficiente
78. Al Malîk El Soberano
El
79. Al Muqtadir
Todopoderoso
80. Al Uakîl El Amparador
81. Al Hâdi El Guía
El que brinda
82. Al Kafîl
la Seguridad
83. Al Kâfi El Suficiente
84. Al Akram El más
Generoso
85. Al A'la El Altísimo
86. Al Razzâq El Sustentador
El poseedor del
87. Dhul Quuuatil
poder
Matîn
grandioso
El Perdonador
88. Gâfir al Dhanb
de los pecados
El Aceptador
89. Qâbil al Taub de
arrepentimiento
El Severo en el
90. Shadîd al ‘Iqâb
castigo
Generoso en
91. Dhul Taul conceder Sus
gracias
El Exaltador de
92. Rafî' al Darayât
grados
El Rápido en
93. Sarî' al Hisâb realizar el
cómputo
El Creador de
94. Fâtir al Samauâti
los cielos y de
ual Ard
la Tierra
El Originador
95.Badî' al Samauâti
de los cielos y
ual Ard
la Tierra
La Luz de los
96. Nûr al Samauâti
cielos y la
ual Ard
Tierra
El Soberano
97. Mâlik al Mulk
del Reino
98 y 99. Dhul Yalâli El poseedor de
ual Ikrâm la
majestuosidad
y generosidad

Particularidades de los bellos nombres de Allah:

El Sheij Hasan al Banna mencionó en su libro Al ‘Aqâ'id que algunas


personas opinan que cada nombre de Allah tiene una particularidad y
encierra un secreto relacionado con el mismo. Algunas personas se han
extralimitado diciendo que cada nombre tiene un sirviente espiritual que
sirve a quien repite ese nombre.

Menciona también en su libro que algunas personas dicen que el nombre


más grandioso de Allah es un secreto que sólo se le concede saberlo a
algunos individuos, y que por medio de ellos superan grandes obstáculos,
pueden realizar proezas, y que poseen particularidades que otros no tienen.

Estas personas a quien el Sheij Al Banna se refirió hablaron sin


conocimiento, hicieron referencia de cosas de las que no hay ninguna
mención en el Libro de nuestro Señor o en la Sunnah de Su Mensajero .
Por lo tanto no se debe tener en cuenta pues no tienen ningún fundamente
en qué basarse, y debemos recordar las palabras del Mensajero de Allah :
“Toda obra que no forma parte de mis enseñanzas (es decir, el Islam) será
rechazada”.

Estas peligrosas palabras (que habían pronunciado) abrieron la puerta de los


mitos y supersticiones, esforzándose, malgastando el tiempo y energía en
algo equivocado que los llevó a grandes desvíos.
La virtud de que el Mensajero mencionó respecto al nombre más
grandioso de Allah es que si se Le invoca a través de este nombre, Él
responderá la súplica, y si se Le pide, Él dará satisfacción a las necesidades.

El beneficio de saber estos nombres:

Pueden resumirse los beneficios reales que se logran al saber los sublimes
nombres y atributos de Allah bajo los siguientes puntos:

1. Conseguir conocer Allah, glorificado y exaltado sea, pues los nombres y


atributos de Allah son el único medio para que nosotros podamos conocer a
nuestro Señor. Sin ellos, la fe en Allah seguirá siendo una idea ambigua que
no daría buenos frutos. Nosotros hemos hecho referencia a los atributos y
nombres anteriormente, la alabanza sea para Allah.

2. Se consigue Alabarlo y elogiarlo por Sus nombres y atributos. Alabar a


Allah por Sus nombres y atributos es la forma más grande de alabarlo. Ésta
es la mejor forma de recordarlo como nos ha ordenado al decir: [¡Oh,
creyentes! Recordad constantemente a Allah] (33:41).

3. Invocarle a Él, glorificado sea, por Sus nombres y atributos, como dice:
[A Allah pertenecen los nombres y atributos más sublimes, invocadle pues
con ellos] (7:180).

El Mensajero de Allah nos informó en más de una oportunidad que uno


de los Sahâbah rogó a Allah por Su nombre más grandioso, con el que si se
Le invoca, Él responde a la súplica.

[5] Observar[5] Mishkâh al Masâbîh 1/407, Sahîh a


l Yâmi' 1/329

Ver Ma‘âriy alQabûl[6]


Ejemplos de cómo el Mensajero de Allah glorificó, alabó y rogó a su
Señor

Quiero citar algunas de las palabras, además de las anteriormente citadas,


conque el Profeta glorificó y alabó Allah por Sus sublimes nombres y
atributos, y Le rogó:

1. En Sunan de Al Tirmidhi se menciona que Abu Hurairah narró que Abu


Bakr Al Siddîq dijo al Mensajero de Allah : “Ordéname algo que yo
puedo decir por la mañana y por la tarde.” Él le dijo: “Di: Allahumma
‘Âlimil gaibi uash shahâdah, Fâtiris samauâti ual ard, Rabba kulli shai'in
ua malîkahu, ashhadu an la ilâha illa anta, a‘ûdhu bika min sharri nafsi ua
min sharrish shaitâni ua sharakihi (¡Oh, Allah! Conocedor de lo manifiesto
y lo oculto, Creador de los cielos y la Tierra, Señor y Soberano de todas las
cosas, atestiguo que no hay otra divinidad excepto Tú. Me refugio en Ti del
mal de mi propia alma y del mal y de las trampas de Satanás).” Registrado
por Al Tirmidhi.

2. En Sahîh Muslim está el relato de Abu Sa'îd al Judri


), quién dijo: cuando el Mensajero de Allah levantaba su cabeza del
rukû', decía: “Allahumma rabbana lakal hamd, mil'as samauâti ual ard, ua
mil'a ma bainahuma ua mil'a ma shi'ta min shai'in ba‘d, ahluz zanâ'i ual
mayd, ahaqqu ma qâla al ‘abd, ua kulluna laka ‘abd, Allahumma la mâni'a
lima a'taita ua la mu'tia lima mana'ta, ua la ianfa'u dhal yaddi minka al
yadd (Para Ti son las alabanzas que llenan los cielos y la Tierra y lo que
existe entre ellos, y colman todo lo que Tú quieras. Tú eres digno de
alabanza y glorificación, mucho más de lo que un siervo pueda decir de Ti;
y todos somos Tus siervos. ¡Oh Allah! Nadie puede retener lo que Tú
concedes ni dar lo que Tu has retenido; y no se beneficia el opulento de sus
riquezas ante Ti).”
3. En el Sahîh Muslim también vemos que Zaubân dijo: cuando el
Mensajero de Allah completó su oración, pedía perdón tres veces y
decía:: “Allahumma anta as salâm ua minkas salâm, tabârakta ua ta‘âlaita
ia dhal yalâli ual ikrâm (¡Oh Allah! Tú eres la paz y de Ti proviene la paz.
¡Bendito seas Poseedor de la majestuosidad y generosidad!).

4. En los dos Sahîh (Al Bujâri y Muslim) se menciona que Ibn ‘Abbâs narró
que el Mensajero de Allah decía ante un sufrimiento: “La ilâha illa
Allahul ‘Adhîmul Halîm, la ilâha illa Allah rabbul ‘Arshil ‘Adhîm, la ilâha
illa Allahu Rabbus samauâti ual ard, Rabbul ‘Arshil karîm (no hay otra
divinidad excepto Allah, el Grandioso, el Tolerante, no hay otra divinidad
excepto Allah, el Señor del Trono grandioso, no hay divinidad excepto
Allah, el Señor de los cielos y el Señor de la Tierra, El Señor del Trono
generoso)”.

5. En el Sahîh Muslim está registrado que Samurah Ibn Yundub narró que el
Mensajero de Allah dijo: “Las palabras más amadas por Allah son cuatro
frases, no perjudica comenzar por cualquiera de ellas: Subhânallah, ual
hamdu lillah, la ilâha illa Allah, ua Allahu akbar (Glorificado sea Allah, la
alabanza es para Allah, no hay otra divinidad excepto Allaah, y Allah es el
más grande)” Según otra forma de que se registró: “Las mejores palabras,
luego del Qur'an, son cuatro frases: Subhânallah, ual hamdu lillah, la ilâha
illa Allah, ua Allah akbar”.

6. Los dos Sahîh (Al Bujâri y Muslim) mencionan que Abu Hurairah narró
que el Mensajero de Allah dijo: “Dos palabras que son livianas para la
lengua pero pesadas en la balanza divina, y amadas por el Clemente:
Subhânallah ua bi hamdihi, subhânallahil ‘Adhîm (Glorificado y alabado
sea Allah, glorificado sea Allah el Grandioso)”.
7. En Sahîh Muslim está registrado que Ibn ´Umar narró que el Profeta le
ordenó a un hombre que cuando se fuese a dormir dijese: “Allahumma anta
jalaqta nafsi, anta tatauaffâha, laka mamâtuha ua mahiâha, in ahiiataha
fahfadh ha, ua in amattaha fagfirlaha, Allahumma as alukal ´âfiah” (Señor
mío, Tú me has creado, Tú me darás la muerte, a Ti te pertenece mi vida y
mi muerte, si me dejas vivir protégeme, y si me das la muerte perdona mis
faltas, Señor mío te pido salud y bienestar”.

8. En el Sahîh Muslim se menciona que Abu Hurairah narró que el Profeta


al acostarse decía: “Allahumma rabbas samauâti ua rabbal ard, ua
rabbal ´arshil ´adhîm, rabbana ua rabba kulla shai', fâliqal habbi uan
naua, munazzilat Taurâti ual Inyîli ual Qur'an, a´ûdhu bika min kulli dhi
sharr, anta âjidhun binâsiatihi, antal auualu fa laisa qablaqa shai', ua
antal âjiru fa laisa ba´daka shai', ua antadh dhâhiru fa laisa fauqaka shai',
ua antal bâtinu fa laisa dûnaka shai', iqdi ´annad dain, ua agnina minal
faqr” (Señor mío, Señor de los cielos y Señor de la Tierra, Señor del Trono
grandioso, Señor nuestro y Señor de todas las cosas, Tú que haces germinar
a los granos y las semillas de dátiles, Revelador de la Torá, el Evangelio y
el Qur'an, me refugio en Ti de todo portador del mal, Tú lo tomarás por su
copete. Tú eres el Primero, pues no hay nada antes que Tu, eres el Último
pues no hay nada después de Ti, Tú eres el Manifiesto y no hay nada por
encima de ti, eres el Oculto nada existe sin Ti. Salda nuestras deudas y
protégenos de la pobreza”

9. Se menciona en los dos Sahîh (Al Bujâri y Muslim) que Ibn ‘Abbâs narró
que el Mensajero de Allah solía decir, cuando se levantaba a orar
avanzada la noche: “Allahumma lakal hamd, anta nûrs samauâti ual ard, ua
man fîhinna, ua lakal hamd, anta rabbus samauâti ul ard ua man fîhinna,
ua lakal hamd, ua antal Haqq, ua ua‘dukal haqq, ua qaulukal haqq, ua
liqâ'ukal haqq, ual yannatu haqq, uan nâru haqq, uan nabiiûna haqq, ua
muhammadun haqq, uas sâ‘atu haqq. Allahumma laka aslamtu, ua bika
âmantu, ua ‘alaika tauakkaltu, ua ilaika anabtu, ua bika jâsamtu, ua ilaika
hâkamtu, fagfir li ma qaddamtu ua ma ajjartu, ua ma asrartu ua ma
a‘lantu, anta ilâhi, la ilâha illa anta” (Señor mío, para Ti son las alabanzas,
Tú eres la luz de los cielos, la Tierra y de cuantos hay en ellos, Tú eres el
Señor de los cielos, de la Tierra y cuantos habitan en ellos, contigo sean las
alanazas, Tú eres el Real, Tú promesa es verdadera, Tu palabra es la verdad,
el encuentro contigo es verdadero, el Paraíso es real, el Infierno es real, los
Profetas fueron verdaderos, Muhammad es real, la Hora es real. Señor
mío a Ti me entrego, por Ti discuto, y según Tu ley juzgo, perdóname lo
que haya realizado, malo o bueno, y lo que haya dejado de hacer, lo que
haya ocultado o manifestado, Tú eres mi divinidad, no hay otra divinidad
excepto Tú)
BAJO LA LUZ DE LA METODOLOGÍA POR LA QUE LOS
ATRIBUTOS DE ALLAH PUEDEN SER ENTENDIDOS

El Sheij Muhammad Al Amîn Al Shanqîti (que Allah lo guarde en Su


misericordia) menciona que el Sagrado Qur'an indica que la investigación
sobre Atributos Divinos se centraliza en tres principios. Quien los reúna a
todos ellos habrá alcanzado lo correcto al respecto y tendrá la convicción
que tenía el Profeta y sus Compañeros y los Salaf virtuosos. Quien no
reúne estos tres principios se habrá descarriado.

Él mencionó que estos tres principios están indicados en el Qur'an:

El primer principio: Declara que Allah y cualquiera de Sus Atributos no


se semejan a ninguno de los atributos de Sus criaturas. Este principio está
indicado por Sus palabras:

[No hay nada ni nadie semejante a Allah, y Él es Omnioyente,


Omnividente] (42:11)

[No hay nada ni nadie que se asemeje a Él] (112:4)

[No equiparéis a Allah con nada] (16:74)


El segundo principio: Es la fe en cómo Allah se ha descrito, porque nadie
puede describir a Allah mejor que Él mismo:

[¿Acaso vosotros sabéis más que Allah? (2:140)

Y este principio incluye creer la descripción que realizó el Mensajero


acerca de Allah, porque nadie conoce mejor a Allah, después que el propio
Allah, que Su Mensajero , de quien Allah dijo:

[No habla de acuerdo a sus pasiones. Él sólo transmite lo que ha sido


revelado] (53:3-4)

El desvío de quienes siguen sólo uno de estos dos principios sin el otro:

El Sheij Al Shanqîti(que Allah lo guarde en Su misericordia) condenó a


aquellos que siguen sólo uno de estos principios. Él calificó como una
osadía negar un Atributo que Allah haya afirmado de Sí mismo, Allah
afirmó tener atributos de perfección y majestuosidad, por lo tanto no
corresponde que un pobre ignorante se propase y diga: Así como Te has
descripto no es correcto, pues indica determinada imperfección, por lo tanto
yo lo debo interpretar y cambiarlo de acuerdo a mi opinión sin basarme en
el Libro y la sunnah.

Glorificado sea, esto es una calumnia muy grande.


Quien crea que los atributos del Creador se semejan a los atributos de Sus
criaturas es un desviado ignorante.

El que obtendrá el éxito y sigue el camino recto, es el que cree en los dos
principios mencionados, y no distingue entre ellos. Cree en los atributos que
Allah ha afirmado de Sí mismo, y declara que ninguna de las criaturas de
Allah se asemeja a Él en ninguno de Sus Atributos. Entonces es un creyente
a salvo del abismo de considerar que Allah tiene semejantes o que tiene
alguna característica de imperfección.

Estos dos principios están indicados en una sola aleya del Libro de Allah:

[No hay nada ni nadie semejante a Allah, y Él es Omnioyente,


Omnividente] (42:11).

En esta aleya, Allah afirma que Él tiene los Atributos de oír y ver, aunque
negando al mismo tiempo la existencia de algo semejante a Él. Esto indica
claramente que no es permisible para alguien creado negar que Allah pueda
oír y ver, basándose en que las criaturas poseen oído y vista y que indicaría
semejanza con Allah. Todo lo contrario, deben afirmar que Allah tiene los
atributos de oír y ver bajo el principio de que no hay nada semejante a Él..

El significado a que la aleya apunta es que Allah tiene los atributos de oír y
ver, pero Su oído y vista de ninguna manera se parecen al sentido del oído y
vista de Sus criaturas. Su oído y vista van acordes a Su Majestad y
Perfección, en cambio el sentido del oído y vista de Sus criaturas son
acorde a sus necesidades. No hay lugar a comparación alguna entre los
atributos de Allah y los atributos de Sus criaturas.
El tercer principio: Dejar de pretender comprender la verdadera naturaleza
de los Atributos divinos, puesto que dicha comprensión es imposible. Allah
afirma esto claramente en sura Ta ,Ha dónde Él dice:

[Allah bien conoce el pasado y el futuro, y los hombres nunca podrán


alcanzar este conocimiento] (20:110)

Esto significa que es imposible para la mente humana alcanzar la


comprensión de los atributos del Señor de los cielos y la Tierra.

Lo que el Sheij dijo sobre la imposibilidad de saber la verdadera naturaleza


de Allah o Sus Atributos en esta vida es muy lógico, porque la mente
humana, no importa cuan inteligente sea o cuan grande sea el poder de
comprensión que tenga, es totalmente incapaz de saber la verdadera
naturaleza de las cosas.

El hombre es incapaz de saber la verdadera naturaleza del espíritu que


reside en su cuerpo; él es incapaz de saber la verdadera naturaleza de la luz,
que es lo más claro de cosas; él es incapaz de comprender la verdadera
naturaleza de la materia, o de los átomos que componen la materia, ¿cómo
podría pretender comprender la verdadera naturaleza del Ser Divino y Sus
Atributos?
Motivos del desvío de la metodología correcta para entender los
nombres y atributos

La desviación de la metodología correcta con respecto a los Nombres y Atributos de Allah son el
resultado de no reunir uno de los tres principios arriba expresados. Nosotros podemos dividir la
desviación de las personas desde el pasado al presente, acerca de los Nombres y Atributos de Allah,
en tres categorías:

Primero: La desviación de los idólatras

La desviación en la que cayeron los idólatras fue mencionada por Ibn ‘Abbâs, Ibn Yuraiy y Muyâhid.
Los idólatras interpretaron mal los Nombres de Allah y les cambiaron su verdadero significado. Ellos
los usaron para nombrar sus ídolos, mermando o aumentando el significado. Así derivaron “Al Lât”
de “Allah”, “Al ‘Uzza” de “Al ‘Azîz” y “Manât” de “Al Mannân.”.

Otro aspecto de su herejía era que ellos negaron algunos de los nombres de Allah, como Al Rahmân:

[Y ellos no creyeron en el Clemente] (13:30)

[Cuando se les dice [a los idólatras]: Prosternaos ante el Clemente,


exclaman: ¿Quién es el Clemente] (25:60)

Segundo: La desviación de quienes consideran que Allah tiene semejantes

Estas personas atribuyen a Allah lo que Él se atribuyó a Sí mismo, pero no


declaran que Allah no se asemeja a Sus criaturas. Ellos sólo enfocan el final
de la aleya [No hay nada ni nadie semejante a Allah, y Él es Omnioyente,
Omnividente] (42:11), y ellos pasan por alto el principio mencionado en la
aleya. Si ellos hubieran prestado atención al principio, habrían comprendido
que no hay nada que se asemeje a Allah, y no se habrían atrevido a decir lo
que hace erizar la piel y temblar el corazón, puesto que sugieren que Allah
tiene mano, vista y oído como nuestras manos, sentido del oído y de la
vista. Pero Él, exaltado sea, está muy por encima de lo que ellos dicen.

Ellos están adorando a un ídolo. Los sabios entre los salaf dijeron: “Quienes consideran que Allah
tiene semejantes, en verdad le están rindiendo culto a un ídolo”. Ellos han cometido un acto de
incredulidad por estas palabras y han quedado fuera del Islam. Entre estas personas Daûd al Yauâribi
e Hishâm bin Al Hakam al Râfidi. Estos dos grupos cayeron en formas de herejías opuestas: Los
idólatras pensaron que algo creado tenía del mismo rango que el Creador y lo consideraron igual a Él,
y el segundo grupo pensaba que Allah tiene semejantes, consideraron que Allah tiene cuerpo, similar
a los de Su creación.

Exaltado sea Allah Quien está muy por encima de sus calumnias y desvíos.

Tercero: La desviación de los que niegan los atributos divinos se divide en tres categorías:

1. Un grupo que negó los Nombres y los significados de los mismos; dijeron que Allah no existe.
Este grupo se denomina Al Yahmiiah. La forma de desvío de este grupo es igual que la de los
idólatras.

2. Otro grupo afirmó los nombres de Allah en su forma expresiva, sin aceptar los atributos de
perfección que ellos implican. Ellos dijeron, Al Rahmân (el Clemente), Al Rahîm (el Misericordioso),
sin misericordia. Al Hakîm (el Sabio) sin sabiduría, Qadîr (Todopoderoso) sin poder, Samî'
(Omnioyente) sin oír, etc. Este grupo se denomina Al Mu'tazilah.

3. Un tercer grupo afirmó sólo siete de los Atributos divinos: la vida, el conocimiento, el poder, la
voluntad, el oído, la vista y la palabra, pero negaron todos los otros atributos. Éstos se denominan
Ash'aríes.

En el caso de aquellos que desmintieron los Nombres y Atributos de Allah, de quienes asemejaron
Sus Atributos a los atributos de Sus criaturas y de aquellos que negaron Sus Nombres y Atributos, el
desvío de todos éstos es bastante claro, porque se oponen a Allah y Su Mensajero, desmienten el
Qur'an y la Sunnah. Su posición está bastante clara y no requiere de una explicación extensa.
Los que necesitan que se exponga acerca de sus creencias equivocadas son los escolásticos islámicos,
puesto que suponen declarar que Allah no tiene semejanza alguna con Sus criaturas, y niegan los
atributos de Allah que se han mencionado en el Qur'an y la Sunnah, se basan en que esto puede
llevar a asemejarlo a Su creación. Así que recurren a la interpretación de estos atributos de una
manera que los aparta de su verdadero significado.

El Sheij Muhammad Al Amîn Al Shanqîti (que Allah lo guarde en Su


misericordia) explicó que los sabios escolásticos dividieron su programa de
análisis de los atributos divinos, explicó qué afirmaron de ellos y qué
negaron, cayendo así en graves errores y confusión. Luego explica lo que el
Qur'an indica acerca de los atributos que Allah mencionó de Sí mismo y
que no es permisible negarlos con el argumento de que Sus criaturas
también tienen dichas cualidades, porque los atributos de Allah son acordes
a Su majestuosidad y los de Sus criaturas acordes a su condición de seres
imperfectos.
LAS CATEGORÍAS DE ATRIBUTOS SEGÚN LOS FILOSOFOS

El Sheij explicó estas categorías diciendo:

Sabed que los filósofos, aquellos que juegan con las palabras, produjeron lo que ellos llamaron
evidencia racional y las ordenaron acordes a las analogías racionales, dividieron así los atributos de
Allah en seis categorías:

1. Atributos nafsiiah (que se refieren a “las emociones”, por ejemplo, amar, odiar, etc.)

2. Atributos ma'na (que son parte del ser de Allah e indican su existencia)

3. Atributos ma'nauiiah (simbólicos)

4. Atributos fi'liiah (que describen Sus acciones)

5. Atributos salbiiah (negativos)

6. Atributos yâmi'ah (generales)

Con respecto a los demás atributos, éstos los consideraron como atributos
aparentes que no existen en realidad, y ello motivó grandes confusiones y
desvíos.
La metodología del Corán:

El Sagrado Corán describe al Creador con Sus atributos, y describe a Sus


criaturas con los suyos. El Corán declara que los atributos del Creador de
los cielos y la Tierra son verdaderos, y que los atributos de seres creados
también son verdaderos, y que no se pueden comparar entre los atributos
del Creador y los atributos de Sus seres creados. Los atributos del Creador
son acordes a Su Naturaleza Divina, y los atributos de Sus seres creados son
apropiados a su estado de imperfección y a la necesidad que tienen de Él.
La diferencia entre los atributos divinos y los atributos de los seres creados
es como la diferencia que hay entre un ser Divino y los seres creados.
Atributos de al ma'âni según los filósofos
(Su número, definición, y la posición de Al Mu'tazilah al respecto):

Según ellos, los atributos al ma'âni son los que indican un significado de
existencia e independencia; sostienen que son solamente siete. Los siete
atributos que ellos aceptan son: el poder, la voluntad, el conocimiento, la
vida, el oído, la vista y la palabra; y negaron todo otro atributo. Los
Mu'tazilah niegan estos siete atributos pero aceptan sus implicaciones, ellos
dicen: Él es Omnipotente, Omnioyente, Sapientísimo, Viviente; y no
afirman que Allah tiene poder, conocimiento, vida, oído o vista, porque
ellos pretenden enumerar al Eterno, pero toda persona racional sabe que ello
es un desvío y una contradicción. Porque si Allah no tuviera
conocimiento sería imposible decir que Él sea es Sapientísimo, lo cual es
claramente contradictorio.

Entonces si comprendemos esto, citaremos las pruebas de los atributos al


ma'âni,:

1. Ellos describieron que Allah tiene poder y lo afirmaron. Allah


dice en Su Libro: [Ciertamente Allah tiene poder sobre todas las cosas]
(2:20). Nosotros estamos seguros que Él tiene el poder acorde a Su
Perfección y Majestuosidad. También describe que algunos de Sus seres
creados tienen un determinado poder diciendo: [Pero quienes se arrepientan
y no sean apresados sepan que Allah es Absolvedor, Misericordioso]
(5:34).Nosotros sabemos que todo lo mencionado en el Qur'an es verdad,
que Allah tiene el poder real acorde a Su Perfección y Majestuosidad, y
que algunos seres creados tienen un poder real acorde a su naturaleza
imperfecta, temporal, y que no pueden prescindir de Allah .

2, 3. Allah se describió que oye y ve en más de una aleya de Su Libro,


Él dice: [Ciertamente Allah es Omnioyente, Omnividente] (58:1) y [No hay
nada ni nadie semejante a Allah, y Él es Omnioyente, Omnividente]
(42:11).
Allah también describió que algunos de Sus seres creados oyen y ven:
[Por cierto que creamos al hombre de una gota de esperma capaz de
reproducirle, y lo pusimos a prueba [para distinguir al creyente del
incrédulo]. Y le agraciamos con el oído y la vista] (76:2) y: [Oirán y verán
muy bien el día que comparezcan ante Nosotros] (19:38).

Nosotros no dudamos que lo que está mencionado en el Qur'an es verdad.


Allah puede oír y ver en el verdadero sentido, de una manera acorde a
Su Majestuosidad y Perfección, como también los seres creados pueden oír
y pueden realmente, pero de una forma acorde a su condición de seres
imperfectos. La diferencia entre el atributo del Divino y el atributo de los
seres creados es justamente la diferencia entre el Creador y el ser creado.

4. Allah se describió como un ser vivo en toda la amplitud de la


palabra. Él dice: [¡Allah! No existe divinidad alguna excepto Él, Viviente,
Inmanente] (2:255) y [Él es el Viviente, no hay nada ni nadie con derecho a
ser adorado salvo Él] (40:65) y [Encomiéndate al Viviente, Inmortal]
(25:58).

Él también describió a parte de Su creación como seres vivos: [Creamos del


agua todo ser vivo] (21:30) y [La paz fue con él el día que nació, el día que
falleció y será con él el día que sea resucitado] (19:15) y [Hace surgir lo
vivo de lo muerto y lo muerto de lo vivo] (30:19).

Nosotros estamos seguros de que Allah tiene el atributo de la vida en un


sentido real y acorde a Su Perfección y Majestuosidad, así como también
concedió la vida a los seres creados en una forma acorde a su estado de
imperfección, temporales y que necesitan siempre de Allah . La
diferencia entre el atributo del Divino y el atributo de los seres creados está
como la diferencia entre el ser Divino y el ser creado; hay una diferencia
muy evidente entre el Creador y Su creación.

5. Allah se ha descrito que posee voluntad: [Él hace lo que Le place]


(85:16) y [Ciertamente cuando decreta algo di: ¡Sé! Y es] (36:82).
Y Él también mencionó que algunas de Sus criaturas poseen voluntad:
[Pretendéis así [cobrando su rescate] obtener un beneficio mundanal] (8:67)
y [Sólo querían huir del enfrentamiento] (33:13) y [Pretenden extinguir la
luz de Allah [el Mensaje]] (61:8).

No cabe dudas que Allah posee una voluntad real acorde a Su


Perfección, y que Sus seres creados tienen voluntad conforme a su estado
de imperfección, naturaleza temporal y a su necesidad permanente de Allah
. La diferencia entre el atributo del Divino y el atributo de los seres
creados es como la diferencia entre el ser Divino y el ser creado.

6. Allah se describió como poseedor del conocimiento. Él dice: [Él es


Omnisciente] (24:35) y [Allah atestigua que lo que te reveló [¡Oh,
Muhammad!] comprende parte de Su sabiduría] (4:166) y [Y les
informaremos acerca de todos sus actos con pleno conocimiento, pues
nunca estuvimos ausentes] (7:7) y [Y le albriciaron que tendría un hijo
sabio [Isaac]] (51:28) y [Él tenía sabiduría por todo el conocimiento que le
habíamos concedido] (12:68).

No hay lugar a dudas de que el Creador tiene el conocimiento real acorde a


Su Perfección y Majestuosidad, que y Su conocimiento abarca todas las
cosas, y Sus seres creados tienen un conocimiento relativo acorde a su
condición de seres imperfectos que necesitan siempre de Allah . La
diferencia entre el conocimiento del Creador y el conocimiento de Sus seres
creados es como la diferencia entre el Creador y los seres creados.

7. Allah afirmó de Sí mismo que habla. Él dice: [Y habló Allah con


Moisés directamente] (4:164) y [Ampárale para que así recapacite y
escuche el Mensaje de Allah] (9:6)

Y Él ha describió que algunos de Sus seres creados poseen el don de hablar:


[Y cuando hubo hablado con él [acerca del sueño] le dijo: Por cierto que
desde hoy gozas de jerarquía y confiabilidad] (12:54) y [Nos hablarán sus
manos] (36:65)
No hay dudas de que el Creador habla de una manera real acorde a Su
Perfección y Majestuosidad, y Sus criaturas hablan conforme a su estado
temporal, naturaleza imperfecta que necesita siempre de Allah . La
diferencia entre la palabra del Creador y el don de hablar de Sus criaturas es
como la diferencia entre el ser del Creador y Sus seres creados.
La discusión acerca de los atributos negativos según los filósofos

(definición y enumeración)

Para los filósofos musulmanes los atributos negativos son aquellos que
indican una ausencia absoluta de los mismos, es decir, ellos indicarían que
Allah no tiene atributos que no sean acordes a Allah . Ellos dicen
que son cinco los atributos negativos y sin la posibilidad de un sexto. Según
ellos, estos atributos son: la anterioridad (sin principio), perdurabilidad (sin
fin), ser diferente a Sus seres creados, la unicidad, y la independencia
absoluta (prescinde de todo lo creado), ellos lo llaman autosuficiencia que
significa que Él no está sujeto ninguna limitación de espacio y situación.

1, 2 Para ellos la anterioridad y perdurabilidad significa que Él es el


Primero y el Último

Al conocer esto sabemos que la antigüedad y perdurabilidad con la que


calificaron los filósofos a Allah , Todopoderoso, se debió a que creyeron
que Él se auto calificó así cuando dice: [Él es el Primero y el Último]
(57:3).

Definición de anterioridad:

Según ellos, la antigüedad (al qidam) es una expresión que significa la


negación de una existencia anterior, según su punto de vista esto sería más
específico que la palabra al azl (eternidad), porque al azl se refiere a algo
que no tiene ningún principio, ya sea algo que exista, como el ser Allah
y sus atributos, o que no exista. En su punto de vista, al qidam se refiere a
algo que no tiene ningún principio, con la condición de que exista, como
Allah que se caracteriza por Sus atributos de Perfección y
Majestuosidad.

Nosotros ahora nos referiremos sobre cómo calificaron a Allah ,


Todopoderoso, respecto a la eternidad y la perdurabilidad, aunque algunos
sabios rechazaron el atributo de al qidam como veremos más adelante.
Allah mencionó que Sus seres creados que poseen atributos de
antigüedad: [Ciertamente sigues en un viejo error] (12:95) y [Parece una
rama vieja [seca] de palmera] (36:39) y [Tanto vosotros como vuestros
antiguos ancestros] (26:76).

Allah mencionó también que algunos de Sus seres creados tienen el


atributo de perdurar: [Hicimos que su decencia fueran quienes perduraran
[sobrevivieran]] (37:77) y [[Sabed que] lo que vosotros tenéis es temporario
y lo que Allah tiene es perdurable] (16:96)

Indudablemente, los atributos de Allah difieren de la naturaleza de los


atributos de los seres creados.

Los atributos de anterioridad (al qidam) y perdurabilidad (al baqâ') no


están mencionados en el Qur'an ni en la Sunnah

En cuanto a Allah , Él no ha dicho, en el Qur'an, que es "antiguo-


anterior", en referencia a al qidam. Algunos del Salaf consideraron makrûh
(desaconsejable) describirlo con tales atributos, porque pueden implicar la
no-existencia anterior, como por ejemplo: [Parece una rama vieja [seca] de
palmera] (36:39) y [Ciertamente sigues en un viejo error] (12:95) y [Tanto
vosotros como vuestros antiguos ancestros] (26:76).

Algunos de ellos alegaron que al qidam estaba mencionado en los ahâdîz, y


algunos sabios opinaron que indican que Allah puede describirse de
esta manera, aunque otros dicen que esto no ha sido probado.

Con respecto al atributo que dice que Allah es el Primero y el Último,


textualmente está mencionado: [Él es el Primero y el Último] (57:3)

Y Allah menciona también que algunos de Sus seres creados son


primeros y últimos: [¿Acaso no destruimos a los incrédulos que os
precedieron? Luego les siguieron otros pueblos [de desmentidores, a
quienes también destruimos]] (77:16-17).

Indudablemente, la manera de ser Primero y Último que Allah se


atribuye a Sí mismo es acorde a Su Majestuosidad y Perfección, así como la
manera en que Sus seres creados pueden ser primeros o últimos son acordes
a su estado temporal, a su naturaleza imperfecta y a la necesidad que tienen
siempre de Allah .

3. Allah mencionó acerca de Sí mismo que es Uno, dice: [Vuestra


divinidad es Única] (2:163).

Y Él también mencionó que algunas de Sus creaciones creadas tienen la


misma condición: [Todo es regado por una misma agua] (13:4)
4. Allah se describió como Autosuficiente: [Si vosotros y todos los que
habitan en la Tierra no creéis, sabed que Allah es Opulento [y prescinde
de todas las criaturas], Loable] (14:8) y [Y así se negaron a creer, y se
apartaron [de la Verdad]. Pero Allah no necesita de ellos, ciertamente Él es
Opulento, Loable] (64:6).

Y Él menciona que algunos de Sus seres creados son autosuficientes (en


cuanto a la riqueza se refiere): [El rico que se abstenga] (4:6) y [Si son
pobres, pues Allah les sustentará con Su gracia] (24:32).

Éstos son los atributos negativos que se mencionan en el Qur'an para


describir al Creador y Sus seres creados. Indudablemente la naturaleza de
estos atributos del Creador son acordes a Su Perfección y Majestuosidad, y
cuando ellos se usan para describir a Sus seres creados, se limitan a su
naturaleza imperfecta, su condición temporaria y a la necesidad que siempre
tienen de Allah .

La conclusión acerca de los atributos simbólicos (al ma'nauiiah)

Pasemos ahora a lo que los filósofos llamaron los siete atributos simbólicos
(al ma'nauiiah), que se refieren a que Allah es: Omnipotente, posee
voluntad, Omnisciente, Viviente, Omnioyente, Omnividente, y pose el
atributo de Hablar.

Los filósofos que los enumeraron se basaron en afirmar un estado simbólico


que suponen que es un intermedio inmutable, que no es inexistente y
tampoco es existencial; y en realidad esto es sólo algo imaginario y
desviado, y una mente sana no puede considerar que haya entre dos cosas
contradictorias un intermedio inmutable, pues toda cosa que no existe
indudablemente no está, y toda cosa que existe está, sin posibilidad de algo
intermedio entre estas dos posibilidades antagónicas.

Atributos al Af'âl (que describen algunas de las acciones de Allah )

Estos atributos están frecuentemente mencionados en el Sagrado Qur'an


dónde ellos describen al Creador y a Sus seres creados. Indudablemente la
diferencia entre estos atributos son como la diferencia que hay entre el
Creador y Sus seres creados.

Estos atributos incluye el que Él es Quien sustenta a Su creación, dice: [No


pretendo de ellos ningún sustento, ni quiero que Me alimenten. Allah es el
Sustentador, y Él posee un poder grandioso] (51:57-58) y [Todo lo que
gastéis en caridades Él os lo compensará. Y Él es el mejor de los
sustentadores] (34:39) y [Diles [¡Oh, Muhammad!]: La recompensa que
Allah tiene reservada [para los piadosos] es mejor que cualquier distracción
o negocio, y Allah es el mejor de los sustentadores] (62:11).

Y Allah mencionó que algunos de Sus seres creados también


aprovisionan: [Si asisten al reparto de la herencia parientes, huérfanos o
pobres, dadles algo] (4:8) y [No confiéis a los incapaces [de manejar] los
bienes cuya administración Allah os ha confiado. Alimentadlos y vestidles
con ellos] (4:5) y [El padre tiene la obligación de proveer a la madre de su
hijo el sustento diario] (2:233).

Indudablemente que las acciones que Allah se atribuyó difieren de las de


los seres creados.
Entre los atributos que implican acciones Allah se describe que tiene el
atributo de hacer, Él dice: [¿Acaso no recapacitan en que hemos creamos
para ellos [los hombres] los ganados que poseen?] (36:71).

Y Allah describió que Sus criaturas también pueden hacer: [Ciertamente


se os castiga por vuestras obras que realizáis] (52:16).

Indudablemente que las acciones de un ser creado difieren de la Suyas, pues


la esencia divina difiere de la esencia de la creación.

Allah se describe que entre Sus acciones está enseñar a Su creación:


[[Allah es] El Clemente. Quien enseñó el Corán. Creó al ser humano. Y le
enseñó la elocuencia] (55:1-4) y [¡Lee! Que tu Señor es el más Generoso.
Enseñó [la escritura] con el cálamo. Y le enseñó al hombre lo que no sabía]
(96:3-5) y [Te ha enseñado lo que no sabías. El favor de Allah sobre ti es
grandioso] (4:113).

Allah también describió que algunos de Su creación tienen el atributo de


enseñar. Él dice: [Él es Quien eligió de entre los iletrados [los árabes] un
Mensajero para que les recite Sus preceptos, les purifique y les enseñe el
Libro y la sabiduría] (62:2).

Y se mencionan ambos ejemplos de enseñar (de Allah y de las personas)


juntos: [Los animales de presa que habéis adiestrado para la caza, tal como
Allah os ha enseñado] (5:4)
Allah se describe a Si mismo como que informa y menciona que Sus
criaturas también informan. Las dos situaciones se mencionan juntas en la
siguiente aleya: [Cuando el Profeta confió un secreto a una de sus esposas
[Hafsa] y ella lo contó [a ‘Âisha, por lo que ambas se confabularon por
celos contra el Profeta], Allah le reveló [al Profeta] lo ocurrido, y él le
refirió [a Hafsa] una parte de lo que ella había hecho. Entonces, ésta le
preguntó: ¿Quién te comunicó esto? Y Él respondió: Me lo ha revelado el
Omnisciente, Él está bien informado de cuanto hacen Sus siervos] (66:3).

Indudablemente, lo que se describe de esta acción acerca de Allah es


muy diferente de lo que se menciona de Su siervo, como la diferencia que
existe entre el Creador y un ser creado.

Allah se describe a Si mismo que tiene el poder de conceder. Él dice:


[Sabe que Allah es Poderoso, Omnisciente] (2:269) y [Y recompensará a
todo aquel que obre el bien] (11:3).

Él describe que Sus siervos también pueden dar: [Habiéndole dado una dote
cuantiosa] (4:20) y [Dad a vuestras mujeres su dote con buena
predisposición] (4:4).

Indudablemente, esta acción atribuida a Allah es diferente de la que es


atribuida a Sus siervos, así como Su esencia divina difiere de Sus criaturas.

Atributos al yâmi'ah (generales):


Luego nos referimos a los atributos generales al yâmi'ah, como al ‘ulûu (la
elevación), al ‘idham (Su grandiosidad), al kibar (la grandeza), al mulk (Su
soberanía), al yabarût (la soberbia), al ‘izzah (Su poder), al quuah (la
fortaleza) y otros atributos generales.

Encontramos que Allah se describió con los atributos de al ‘ulûu (la


elevación), al kibar (la grandeza) y al ‘idham (la grandiosidad), con
respecto a la elevación y grandiosidad dice: [La custodia de ambos no Le
agobia. Y Él es Sublime, Grandioso] (2:255).

Y cuando Él se describe con los atributos de al ‘ulûu (la elvación) y al kibar


(la grandeza): [Allah es Sublime, Grande] (4:34) y [’El conoce lo oculto y
manifiesto, es Grande y Sublime] (13:9).

Él describió que algunas de las cosas que Él ha creado son grandiosas: [El
mar se dividió en dos, y cada parte del mar semejaba a una enorme
montaña] (26:63) y [Decís, en verdad, algo muy grave] (17:40) y [Posee un
trono majestuoso] (27:23).

Allah describió que algunas de las cosas que Él ha creado como


elevadas: [Lo elevamos a un lugar digno] (19:57)

Y [Les hicimos que fueran recordados siempre con gran respeto] 19:50).

Y Él describió que algunas de las cosas que Él ha creado son grandes:


[Éstos obtendrán el perdón y una gran recompensa] (11:11) y [¡No, fue el
mayor de ellos!] (21:63).

Indudablemente, la naturaleza de estos atributos generales, como la


elevación y la grandiosidad de Allah difieren de la naturaleza de los
atributos de los seres creados, así como el Creador difiere de los seres
creados.

Allah se describe a Sí mismo con el atributo de soberanía. Él dice: [Todo


cuanto existe en los cielos y en la Tierra glorifica a Allah, Soberano,
Santísimo] (62:1) y [En un lugar honorable [el Paraíso], junto al Soberano
Todopoderoso] (54:55)

Allah también describió que algunos de Sus seres creados poseen


soberanía: [Y dijo el rey: En verdad he visto siete vacas gordas] (12:43) y
[Dijo el rey [al escuchar la interpretación]: ¡Traedlo ante mí!] (12:50) y
[Detrás de ellos venía un rey que se apoderaba por la fuerza de todas las
naves que estuvieran en perfectas condiciones] (18:79) y [Tú concedes el
poder a quien quieres y se lo quitas a quien quieres] (3:26)

Indudablemente Allah posee la verdadera Soberanía la cual es acorde a


Su Perfección y Majestuosidad, y Sus seres creados poseen una soberanía
relativa conforme a su naturaleza temporal, imperfecta y a la necesidad que
siempre tienen de Allah .

Allah se describe como el Compulsor (Al Yabbâr) y el Soberbio (Al


Mutakabbir): [Poderoso, Compulsor y Soberbio] (59:23).
Y Él ha descrito que algunas de Sus criaturas como compulsoras y
soberbias: [Allah sella el corazón de todo arrogante, opresor] (40:35) y [Y
cuando arremetéis [para apoderaros de los bienes ajenos] lo hacéis con
soberbia y despiadadamente] (26:130) y [¿Acaso no es el Infierno la
morada para los soberbios?] (39:60) y [Pidieron el socorro de Allah, y todo
prepotente y rebelde fue destruido] (14:15).

Indudablemente que la naturaleza de estos atributos en el caso del Creador


es muy diferente de la naturaleza de los atributos de Sus seres creados, así
como el ser del Creador es diferente de Sus criaturas.

Allah se describe como poseedor del poder (al ‘izzah): [Ciertamente


Allah es Poderoso, Sabio] (2:220) y [¿Acaso [los incrédulos] poseen las
llaves de la misericordia de tu Señor, Poderoso, Dadivoso?] (38:9).

Y Allah también describió que algunos de Sus seres creados poseen el


atributo de poderío: [Entonces la mujer del administrador exclamó] (12:51)
y [Y me convenció con sus argumentos autoritarios] (38:23)

Y los dos casos se mencionan juntos en la aleya: [El verdadero poder


pertenece a Allah, a Su Mensajero y a los creyentes] (63:8)

Indudablemente, estos atributos del Creador son diferentes de los atributos


de Sus seres creados, así como el Creador es diferentes de Sus criaturas.

Allah se describe como poseedor del atributo de la fuerza: [No pretendo


de ellos ningún sustento, ni quiero que Me alimenten. Allah es el
Sustentador, y Él posee un poder grandioso] (51:57-58) y [ Ciertamente
Allah socorre a quien lucha por Su religión, y Allah es Fuerte, Poderoso ]
(22:40)

Y Allah describe que algunas de Sus criaturas como poseedoras de


fortaleza: [Os aumentará vuestro poderío] (11:52) y [Allah es Quien os crea
débiles, luego os fortalece] (30:54)

Y se mencionan ambos casos en una sola aleya: [En cuanto a ‘Âd, se


ensoberbecieron injustamente en la Tierra, y dijeron: ¿Acaso existe alguien
más fuerte que nosotros? ¿Es que no sabían que Allah es Quien los creó y
que Él es más fuerte que ellos? Pero rechazaron Nuestros signos
[evidentes]] (41:15)

Los atributos en los que los filósofos difirieron:

Nos referiremos a lo que los filósofos difirieron con respecto a los atributos:
Acaso son atributos de af'âl (que implican acciones) o atributos de ma'na
(que son parte del ser de Allah e indican su existencia). Y en realidad son
atributos ma'âni (la parte del ser de Allah). Como los atributos de
compasión (al ra'fah), misericordia (al rahmah) y tolerancia (al hilm).
Allah se ha descrito como Compasivo y Misericordioso: [Por cierto que
vuestro Señor es Compasivo, Misericordioso] (16:7)

Y Él también describió que algunos de Sus seres creados tienen esas


cualidades, dice al describir a nuestro Profeta : [Ciertamente se os ha
presentado un Mensajero de entre vosotros que se apena por vuestras
adversidades, se preocupa y desea alcancéis el bien [e ingreséis al Paraíso];
es compasivo y misericordioso con los creyentes] (9:128)

Allah se atribuyó a Sí mismo la tolerancia, Él dice: [Les introducirá en


el Paraíso y ello les complacerá, y en verdad, Allah es Omnisciente,
Tolerante] (22:59) y [Sabed que Allah conoce lo que hay en vuestros
corazones, cuidaos, pues. Y sabed que Allah es Absolvedor, Tolerante]
(2:235) y [Hablar correctamente y perdonar es mejor que una caridad
seguida de un agravio. Allah es Opulento, Tolerante] (2:263)

Y Él ha descrito a algunos de Sus seres creados como tolerantes: [Y le


albriciamos con un niño que sería paciente y tolerante] (37:101) y [Por
cierto que Abraham era piadoso, tolerante] (9:114)

Allah se ha descrito a Sí mismo con el atributo de perdonar:


[Ciertamente Allah es Perdonador, Indulgente] (2:173) y [Perdona a quien
Él quiere y castiga a quien Él quiere] (2:284)

Y Él describe que algunos de Sus seres creados saben perdonar: [Sabed que
[Allah recompensará a] quien es paciente y sabe perdonar porque tiene
entereza y resolución] (42:43) y [Hablar correctamente y perdonar] (2:263)
y [Diles [¡Oh, Muhammad!] a los creyentes que [tengan paciencia a las
agresiones y] perdonen a quienes no creen en la comparecencia ante Allah]
(45:14)

Indudablemente, estos atributos del Creador de los cielos y la Tierra son


reales y acordes a Su Perfección y Majestuosidad, y no es permisible negar
alguno de ellos por temor de implicar semejanza entre Allah y Su
creación. Los atributos de Su creación son reales, pero acordes a su
naturaleza temporal, imperfecta y de permanente necesidad de Allah .

De todas formas no se debe inquirir demasiado de los atributos que Allah


ha afirmado de Sí mismo. Negar uno de Sus atributos es una injuria
hacia el Señor de los cielos y la Tierra, que implica que el atributo con que
Allah se ha descrito no es acorde a Él, por ello lo niega y pretende decir
otros atributos para describir la perfección de Allah . Esto es un acto de
locura absoluta y un engaño que nadie sugeriría excepto aquellos a quienes
Allah ha enceguecido.

Expondremos un ejemplo que evidenciará a todos que cualquiera de Sus


atributos implican todos los demás, puesto que no hay diferencia entre un
atributo y otro ya que son propios de la esencia divina de Allah es una
sola, no hay nada ni nadie que se Le asemeje en sus atributos
terminantemente.

Al istiuâ' (el establecimiento) de Allah en el Trono

Respecto al atributo de establecerse en el Trono han proliferado las


opiniones y el juego de palabras racionalista, Muchos lo han negado
basándose en la filosofía y la lógica humana, y argucias dialécticas que
intentan demostrar que la verdad es falsa y a la inversa. Miles de quienes se
dicen musulmanes han cometido tal osadía de negar al Señor de los cielos y
la Tierra con argumentos basados en la lógica humana.
Por ejemplo, ellos dicen: si Él hubiera establecido en el Trono, entonces se
asemejaría a Su creación de alguna manera, pero Él no se asemeja a Su
creación, como resultado de esto dicen: Allah no se ha establecido en Su
Trono. Ésta es una conclusión falsa, porque es claramente contradice al
Qur'an.

Debemos saber que el atributo de establecerse en el Trono (al istiuâ') es un


atributo de Perfección y Majestuosidad, con el que el Señor del cielo y la
Tierra se alaba. La prueba de que éste es un atributo de Perfección y
Majestuosidad es que siempre que se lo menciona en el Qur'an va
acompañado de otros atributos deslumbrantes que indican la Majestuosidad
y Perfección de Allah . Expondremos algunos ejemplos en los que este
atributo se menciona:

1- En la primera sura donde Allah menciona el atributo del istiuâ', según


el orden de las suras, es en Al A'râf, dónde dice: [Ciertamente vuestro Señor
es Allah Quien creó los cielos y la Tierra en seis días, luego se estableció en
el Trono. Hace que la noche y el día se sucedan ininterrumpidamente. Y
creó el sol, la luna y las estrellas sometiéndolos a Su voluntad. ¿Acaso no
Le pertenece la creación y Él es Quien dictamina las órdenes según Le
place? ¡Bendito sea Allah, Señor del Universo!] (7:54)

Así pues, ¿Cómo es que alguien puede negar uno de estos atributos que
indican Su Majestuosidad y Perfección?

2- El segundo lugar donde se menciona es en sura Iûnus donde Allah


dice: [Ciertamente vuestro Señor es Allah. Creó los cielos y la Tierra en
seis días, y luego se estableció en el Trono. Él es Quien decide todos los
asuntos; nadie podrá interceder ante Él sin su permiso. Éste es Allah vuestro
Señor, adoradle pues. ¿Es que no reflexionáis? Ante Él deberán comparecer
todos, pues la promesa de Allah es verdadera. Él es Quien origina la
creación y luego la reproduce [el Día de la Resurrección] para retribuir con
equidad a los creyentes que obraron rectamente. En cambio los incrédulos
beberán agua hirviendo y recibirán un castigo doloroso por su incredulidad.
Él es Quien hizo que el sol tuviese luz propia y determinó que la luna
reflejase su luz en distintas fases para que podáis computar el número de
años y los meses. Allah no creó esto sino con un fin justo y verdadero; y
aclara los signos para quienes los comprenden. En la sucesión de la noche y
el día y en lo que Allah ha creado en los cielos y en la Tierra hay signos
para los piadosos] (10:3-6)

¿Acaso alguien puede negar alguno de estos atributos que indican Su


Majestuosidad y Perfección?

3- El tercer lugar es en la sura Al Ra‘ad, dónde Allah dice: [Allah es


Quien elevó los cielos sin columnas, luego se estableció en el Trono;
sometió al sol y a la luna haciendo que cada uno recorra [su orbita] por un
plazo prefijado; Él decreta todos los asuntos y explica detalladamente Sus
preceptos para que tengáis certeza de que ante Él compareceréis. Él fue
quien extendió la tierra, dispuso en ella firmes montañas y ríos, a cada
variedad de frutos los creó de a pares, y hace que la noche suceda al día.
Ciertamente en esto hay señales para quienes recapacitan] (13:2-4)

¿Cómo es posible que alguien pueda negar uno de estos atributos que
indican Su Majestuosidad y Perfección?

4- El cuarto lugar es en sura Ta, Ha: [Ta. Ha. No te hemos revelado el


Corán para que te agobies [y sufras por la incredulidad de tu pueblo ¡Oh,
Muhammad!], Sino para que reflexionen con él aquellos que temen a Allah.
Esta revelación procede de Quien creó la Tierra y los altos cielos. El
Misericordioso que se estableció en el Trono. A Él pertenece cuanto hay en
los cielos y en la Tierra, lo que existe entre ellos y lo que hay bajo la tierra.
[Sabe ¡Oh, Muhammad! que] No es necesario que levantes la voz cuando le
invocas, pues Él conoce los secretos y las intenciones más ocultas. ¡Allah!
No hay más divinidad que Él. A Él pertenecen los nombres y los atributos
más sublimes] (20:1-8)

¿Acaso alguien puede negar alguno de estos atributos que indican Su


Majestuosidad y Perfección?

5- El quinto lugar en donde se lo menciona es en sura Al Furqân, dónde


Allah dice: [Encomiéndate al Viviente Inmortal, y glorifícale. Él está
bien informado de los pecados de Sus siervos. Él es Quien creó los cielos, la
Tierra y todo lo que hay entre ellos en seis días, luego se estableció en el
Trono. Él es misericordioso, pregúntale [¡Oh, Muhammad! acerca de Sus
atributos] pues Él es Quien realmente los conoce] (25:58-59)

¿Cómo es posible negar alguno de estos atributos que indican Su


Majestuosidad y Perfección?

6- El sexto lugar en donde se lo menciona es sura Al Saydah, Allah dice:


[Sin embargo dicen: Él [Muhammad] lo ha inventado. Pero éste [el Corán]
es la verdad que procede de tu Señor, para que adviertas a un pueblo al que
no se le ha presentado amonestador alguno antes de ti, y así se encaminen.
Allah es Quien creó los cielos, la Tierra y todo lo que existe entre ellos en
seis días, luego se estableció en el Trono. No tenéis fuera de Él protector
alguno, y nadie podrá interceder por vosotros [el Día del juicio]. ¿Es que no
recapacitáis? Él es Quien decreta todos los asuntos y hace descender a [los
Ángeles con] ellos de los cielos a la tierra, y luego ascienden a Él en un
mismo día recorriendo una distancia equivalente a transitar mil años de los
vuestros. Él es Quien conoce lo oculto y lo manifiesto. Él es Poderoso,
Misericordioso. Quien perfeccionó todo lo que ha creado, y comenzó la
creación del hombre [Adán] a partir de barro. Luego hizo que su
descendencia surja de una gota de esperma insignificante. Le dio forma y
sopló en él [Adán] el espíritu. Él os ha dotado de oído, vista e intelecto,
pero poco es lo que le agradecéis] (32:3-9)

¿Cómo es posible que alguien niegue alguno de estos atributos que indican
Su Majestuosidad y Perfección?

7- El séptimo lugar es sura Al Hadîd, donde Allah dice: [Él es el


Primero y el Último, el Manifiesto y el Oculto. Y conoce bien todas las
cosas. Él es Quien creó los cielos y la tierra en seis días. Luego, se
estableció en el Trono. Sabe lo que ingresa en la tierra y cuanto surge de
ella, lo que desciende del cielo y cuanto a él asciende. Está con vosotros
doquiera os encontréis. Allah ve bien cuanto hacéis] (57:3-4)

Estos atributos, que el ignorante piensa que son atributos de imperfección y


tienen la osadía de decir que el Señor de los cielos y la Tierra se atribuyó a
Sí mismo atributos de imperfección, y como resultado de ello los niegan o
los malinterpretan. Allah , Todopoderoso, se elogia a Sí mismo con Sus
sublimes atributos y los cuenta entre sus cualidades de Majestuosidad y
Perfección. Esto indica la ignorancia y confusión de aquellos que intentan
negar algunos atributos de Allah a través de la interpretación.
IMPORTANTES PRINCIPIOS RELACIONADOS CON LOS
NOMBRES Y ATRIBUTOS DE ALLAH

Existen numerosos principios importantes que los sabios han mencionado


para comprender correctamente los nombres y atributos de Allah . A
continuación los cito de manera resumida:

Primer principio: La aceptación de un atributo implica la aceptación


del resto de los atributos [1]

A través de este principio pueden refutarse numerosas desviaciones de


diferentes sectas:

1. Aquellos que afirman algunos atributos y niegan otros. Como aquellos


que afirman que Allah tiene vida, conocimiento, poder, oído, vista, habla
y voluntad, porque consideran éstos como verdaderos atributos divinos,
pero disputan acerca de otros atributos como el amor, la complacencia, la
ira y el enojo, alegando que estos atributos son sólo metáforas que aluden a
la voluntad de bendecir o castigar.

A estas personas respondemos que no existe diferencia alguna entre los


atributos que han afirmado y los que han negado, porque afirmar uno
implica afirmar los otros. Si sostienen que la vida y el conocimiento de
Allah tienen carácter divino y no pueden ser comparados con la vida y el
conocimiento de los seres creados, pues de la misma manera, el amor, la
complacencia, la ira y el enojo de Allah también tiene carácter divino y no
se asemejan al amor o la ira de los seres creados.

Estas personas alegan que el enojo implica cambio de ánimo, indignación y deseo de venganza, pero
podríamos responderles que la voluntad es el deseo del corazón de conseguir algo beneficioso o
prevenir un perjuicio. Ante esto, estas personas argumentarían que esa es la descripción de la
voluntad de un ser creado, y nosotros podríamos responderles que la descripción de la ira y el enojo
que han realizado corresponde, de igual modo, a los seres creados y no a la divinidad.

2. Aquellos que afirman los nombres de Allah pero niegan los


atributos divinos, porque argumentan que Allah es Vivo sin vida, es
Omnisciente sin conocimiento, y así sucesivamente.

A estas personas les debemos decir que no existe diferencia alguna entre
afirmar los nombres de Allah y afirmar la existencia de los atributos
divinos. Porque cuando argumentan que afirmar que Allah tiene vida,
conocimiento y poder implica asemejarlo a los seres creados (tashbîh) o
caer en el antropomorfismo (taysîm), ya que sólo los cuerpos tienen
atributos, de igual manera nosotros podríamos argumentar que sólo los
cuerpos tienen nombres que los describen. Y si dicen que estos nombres
deben ser comprendidos acorde a Su divinidad y majestad, les
responderemos que de igual modo deben ser comprendidos Sus atributos.

3. Aquellos que niegan los Nombres y los Atributos de Allah porque


argumentan que atribuir nombres y atributos a Allah necesariamente
implica asemejarlo a los seres creados. Nuestra respuesta es que si por
negar toda semejanza entre Allah y Su creación llegaron al punto de
negar que Él tenga vida, conocimiento y poder, entonces han caído en algo
aun peor: asemejarlo y compararlo con la inexistencia.

[1] Maymû’ Fatâua Shaij al Islâm Ibn Taimiiah, 3/17


Segundo principio: La afirmación de los Atributos de Allah es idéntica
a la afirmación de la esencia divina (dhât) [1]

Allah tiene una esencia divina que no se asemeja a la esencia de los


seres creados, de la misma manera los atributos y acciones de Allah .

Por consiguiente, si alguien afirma la existencia de Allah y Sus atributos


perfectos e incomparables, debe afirmar que los atributos divinos de
audición, visión y palabra no son comparables a los mismos atributos de los
seres creados.

Si alguien dijera: “niego que Allah se haya elevado sobre Su trono, por
temor a asemejarlo a los seres creados” le exigimos que niegue la existencia
y esencia de Allah para no asemejarlo a los seres creados. Pero si
responde que Allah tiene una existencia y esencia que no puede ser
asemejada a la existencia y esencia de los seres creados, pues le decimos
que asimismo la elevación de Allah sobre Su trono y Su descenso al último
cielo tampoco asemejan la elevación o descenso de los seres creados.

[1] Maymû’ Fatâua Shaîj al Islâm Ibn Taimiiah, 3/25


Tercer principio: El hecho que los nombres sean los mismos, no implica
que lo denominado sea igual o idéntico.

Sabemos que la promesa de Allah sobre la leche, la miel y el vino del


Paraíso es verdad, y si bien estas sustancias son denominadas del mismo
modo en este mundo, su esencia no es igual o siquiera semejante a la de las
existentes en el Más Allá. La similitud entre lo mundano y lo perteneciente
al Más Allá radica específicamente en el nombre, pues su naturaleza es
completamente distinta. De igual manera, la naturaleza de aquellos términos
que se utilizan para describir al Creador no se asemejan a la naturaleza de
los mismos términos utilizados para describir a los seres creados.
Cuarto principio: Allah no puede ser descrito con negaciones
absolutas

Allah ha afirmado ciertos nombres y atributos para describirse a sí


mismo, y ha negado que ciertos nombres y atributos le puedan pertenecer.

Esta afirmación y negación de nombres y atributos puede ser general o


específica. La afirmación general ocurre en un contexto de alabanza a Allah
, y como ejemplo podemos citar las Aleyas:

(Alabado sea Allah, Señor del universo.) (1:2)

(Allah es el más sublime ejemplo.) (16:60)

En cuanto a la afirmación específica, se encuentra relacionada con cada


nombre o atributo mencionado en el Corán y la Sunnah.

La negación general tiene lugar con todo aquello que implica limitación o
imperfección, y como ejemplo encontramos las Aleyas:

(No hay nada ni nadie semejante a Allah.) (42:11)

(¿Conoces a alguien similar a Él?) (19:65)

En cuanto a la negación específica, tiene como objetivo mostrar a Allah


libre de toda limitación e imperfección. Por ello encontramos que el Corán
niega que Allah tuviera padre, hijo, socio, esposa, o rival, o que pudiese
ignorar algo, dormitar, dormir, designar asuntos sin ningún propósito, y
demás.

Pero la metodología del Corán en la negación de toda imperfección de


Allah implica no realizar una negación absoluta, a menos que esta
negación este contenida en una alabanza o glorificación. No se niega nada
de manera absoluta, como hace la secta Yahmiiah[1]
.

Dice Allah :

(¡Allah! No existe divinidad alguna excepto Él, Viviente, Autosuficiente, no


lo toma somnolencia ni sueño. Suyo es cuanto hay en los cielos y la tierra.
¿Quién podrá interceder ante Él sino con Su anuencia? Conoce el pasado y
el futuro; y no abarcan nada de Su conocimiento, salvo lo que Él quiere. Su
Trono se extiende en los cielos y en la tierra, y la custodia de ambos no Le
agobia. Y Él es Sublime, Grandioso.) (2:255)

En esta Aleya Allah niega que dormite o duerma, pero la negación de


estas dos características implica la afirmación de Su Vida y Autosuficiencia.
Un aspecto de la naturaleza perfecta de Su vida es que no le alcanza letargo
o somnolencia, ni tampoco el sueño.

Las palabras (Su Trono se extiende en los cielos y en la tierra, y la custodia


de ambos no Le agobia.) implican la perfección de Su poder, porque alude a
que nada le cansa o agota.

Un ejemplo similar es la Aleya:


(...no se le escapa el conocimiento de [la existencia de] una pequeña
partícula en los cielos o en la Tierra..) (34:3). Porque el rechazo que algo
pueda escapar a Su conocimiento, implica Su Omnisciencia de cuanto
contiene los cielos y la tierra.

Dice Allah :

(Creamos los cielos y la tierra y todo cuanto existe entre ellos en seis días, y
no Nos agotamos en absoluto.) (50:38). El agotamiento negado, que es
cansancio y fatiga, implica la integridad de Su Omnipotencia.

Dice Allah :

(No pueden alcanzarlo las miradas.) (6:103) Es decir que ninguna visión
puede abarcarlo. Y aunque Él será visto en el Más Allá, debido a Su
grandeza y Majestad ninguna visión lo abarcará.

Esta es la metodología del Corán, cuando niega que Allah tenga un


atributo de imperfección, implica al mismo tiempo un atributo de
Glorificación.

Allah no se describe a sí mismo con negaciones absolutas, a menos que


estas negaciones impliquen un atributo de perfección y glorificación. Esto
evidencia que aquellos que utilizan sólo negaciones absolutas para describir
a Allah han caido en un error, porque la negación no implica alabanza o
glorificación a menos que implique un atributo de perfección. La negación
absoluta implica inexistencia absoluta.
La mayoría de las sectas innovadoras utilizan frecuentemente negaciones
absolutas, por ejemplo dicen: ‘Allah no habla, no ve, no se encuentra en los
cielos’. Algunos de ellos van al extremo de decir: ‘Allah no está dentro del
universo ni fuera de él; No se encuentra separado ni unido a él’, y otros sin
sentidos que describen a Allah como inexistente. Glorificado y exaltado
sea de cuanto Le atribuyen.

[1] Ver Maymû’ Fatâua Shaîj al Islâm Ibn Taimiiah, 3/39


Quinto principio: Las palabras ambiguas que pueden implicar
verdades y falsedades [1]

Los atributos divinos mencionados en el Corán y la Sunnah son verdades en


las que debemos creer, aun cuando no comprendamos su significado.

Pero las descripciones que las personas utilizan que no se encuentran


mencionadas en el Corán o la Sunnah, y que no tienen una definición
consensuada, nosotros ni las afirmamos ni las negamos hasta que sepamos
exactamente el significado al que aluden.

Por ejemplo, a quienes niegan que Allah se encuentra en una dirección


determinada, le preguntamos: ¿Qué es lo que queréis decir con esa palabra?
¿Acaso estáis negando que Allah se encuentra dentro del cielo físico?
Entonces sus palabras son ciertas, porque no es permisible afirmar que
Allah se encuentre delimitado por Su creación. Pero si con esa palabra
intenta decir que Allah no se ha elevado sobre los cielos, entonces su
concepto es equivocado, porque esto es verdad.

[1] Ver Maymû’ Fatâua Shaîj al Islâm Ibn Taimiiah, 3/41


Sexto principio: El rechazo de los atributos divinos (ta’tîl) es debido a la
creencia antropomórfica (tashbîh) en primera instancia

Este principio fue explicado por el Shaij Muhammad al Amîn Ash Shanqîti,
que Allah tenga misericordia de él, quien señaló que el origen de este
problema era la contaminación de los corazones con conceptos
antropomórficos (tashbîh). Por ello es que cuando una persona con su
corazón contaminado por los conceptos antropomórficos (tashbîh) oye
hablar de uno de los atributos de Allah , como Su descenso al primer
cielo durante el último tercio de la noche, o Su elevación sobre Su trono, o
Su venida en el Día de Resurrección, y otros atributos de majestad y
perfección, la primera cosa que cruza por su mente es que este atributo se
asemeja a los atributos de los seres creados. Así es que su corazón se
contamina con la suciedad de las ideas antropomórficas, y no aprecian a
Allah en su verdadera magnitud. Así es como en primer lugar su
corazón sólo comprende estas ideas y por ello niega los sublimes atributos
de Allah , pues supone que implican semejanza con los seres creados. Es
decir, que estas personas comienzan cometiendo antropomorfismo (tashbîh)
y finalizan negando los atributos divinos (ta'tîl); no hacen sino ofender la
divinidad de Allah negando Sus atributos, y argumentando que esos
éstos no concuerdan con la naturaleza divina de Allah .

El Shaij, que Allah sea misericordioso con él, mencionó luego un principio
que los sabios y eruditos aceptan de manera unánime. Éste es que no era
permisible para el Profeta posponer la enseñanza de algo cuando era
necesario, más aun en los asuntos referidos a la creencia ('aqîdah). Si
concordásemos, por un instante, con el falso argumento de que el
significado literal de las Aleyas que describen a Allah implican
incredulidad (Kufr), deberíamos notar que el Profeta no interpretó
atributos como la elevación (istiuâ') como dominación (istîlâ') o cualquier
otra interpretación. Si estas Aleyas significasen lo que estas personas
alegan, el Profeta se habría apresurado en explicar su significado, ya que
no es lícito para él posponer la explicación de un asunto tan importante.
El Shaîj, que Allah tenga misericordia de él, explicó que el musulmán, al oír
un atributo que el Creador de los cielos y la tierra se atribuye a sí mismo, o
que el Profeta menciona sobre él, debe llenar su corazón de glorificación
a Allah y tener certeza de que este atributo ha alcanzado el sumo de la
perfección, majestad, honor y alteza, siendo de esta manera imposible
considerar cualquier pensamiento antropomórfico (tashbîh). Es de esta
manera que el corazón del creyente glorifica a Allah y Lo declara lejos de
toda semejanza con los seres creados (tanzîh). Así el corazón será receptivo
a la fe y creencia en los atributos de Allah con los que Él se ha alabado y
con los cuales Su Profeta Lo glorificó. Dice Allah :
(No hay nada ni nadie semejante a Allah.) (42:11). El peor estado es no
glorificar ni venerar a Allah por pensar que los atributos del Creador son
semejantes a los atributos del ser creado, y luego, en consecuencia, negar
los atributos del Creador a causa de este falso argumento.
Séptimo principio: Las Aleyas que mencionan los atributos divinos no
pertenecen al grupo de las Aleyas de significado ambiguo
(mutashâbihât)

El Shaîj Ash Shanqîti, que Allah sea misericordioso con él, mencionó que
algunas personas consideran las Aleyas que nombran los atributos divinos
como las Aleyas de significado ambiguo (mutashâbih). Pero esta
concepción es un error desde un ángulo, pero desde otro ángulo podría ser
aceptable, acorde a las palabras del Imâm Mâlik Ibn Anas: "La elevación
divina (istiuâ') no es desconocida, el cómo no es comprensible, preguntar
sobre ello es innovación, pero creer en ello es obligatorio."

De igual manera puede decirse sobre el descenso de Allah al primer


cielo durante el último tercio de la noche: El descenso divino no es
desconocido, el cómo no es comprensible, preguntar sobre ello es una
innovación, pero creer en ello es obligatorio.

El mismo concepto se aplica a todos los atributos divinos, porque las


palabras utilizadas para describir estos atributos tienen un significado
lingüístico conocido, pero en el caso del Creador de los cielos y la tierra son
atributos de perfección, majestad y divinidad, incomparables a los atributos
de los seres creados.
Octavo principio: El significado literal de los atributos no implica
antropomorfismo (tashbîh) por lo que no existe la necesidad de buscar
significados metafóricos

Según las reglas de la lingüística, si una palabra tiene sólo un posible


significado se denomina ‘texto esclarecido’ (nass), como es el caso de la
Aleya:

(...y si no encuentra qué sacrificar o no dispone de medios deberá ayunar


tres días durante la peregrinación y siete a su regreso: diez días completos.)
(2:196)

Si existen para una palabra dos o más posibles significados, nos


encontramos ante dos posibilidades: que ambas posibilidades sean factibles,
o que una de ellas sea más clara y evidente que la restante.

Si ambas posibilidades son igualmente posibles, esto se denomina


generalidad (muymal). Un ejemplo de esto podría ser la frase: ‘ayer los
ladrones tomaron el agua de Zaid’. La palabra ‘tomaron’ podría significar
que la bebieron o que la arrebataron. Éste es un ejemplo de generalidad
(muymal). La posición que se debe tomar ante una frase de esta naturaleza
es abstenerse de su interpretación hasta que una evidencia circunstancial
nos permita especificar el significado real.

Pero si el texto es claro e inequívoco, entonces debemos aceptar su


significado literal y evidente, y no buscar interpretaciones rebuscadas, a
menos que haya prueba de que ha sido abrogado.

Si uno de los dos posibles significados es más claro, esto se llama


‘significado aparente (adh dhâhir)’, mientras que la segunda opción se
denomina ‘posibilidad improbable (muhtamal maryûh)’. El significado
aparente es el que debe tomarse a menos que exista una evidencia para
abandonarlo. Por ejemplo, ante la frase: ‘He visto un león’ el significado
aparente es que se refiere a un animal salvaje, pero cabe la posibilidad
aunque improbable de que se refiera a un hombre valiente.

Acorde a estas conclusiones, ¿cuando leemos las aleyas que mencionan los
atributos de Allah, como (La mano de Allah está sobre sus manos...) (48:10)
u otra aleya similar, es acaso lo primero que cruza por nuestra mente
comparar los atributos divinos a los atributos de los seres creados con claros
conceptos antropomórficos, para que nos veamos obligados a reinterpretarlo
dándole un significado metafórico? o ¿el significado evidente que invade
nuestras mentes es glorificar y venerar a Allah y comprender dichos
textos acorde a Su divinidad, sin considerar siquiera la posibilidad de
semejanza entre Allah y Su creación? La respuesta obvia es que lo
primero que irrumpe en la mente del musulmán cuando oye cualquiera de
los atributos del Señor del cielo y la tierra es que Allah no es semejante
a nada ni nadie de su creación.

La comprensión correcta es aceptar los significados claros y evidentes de


estas aleyas, acorde a la divinidad del Señor de los cielos y la tierra. ¿Qué
persona racional puede negar que lo primero que irrumpe en la mente cabal
del ser humano es que el Creador difiere de Su creación en Su ser y en
todos Sus atributos?
Noveno principio: La realidad de la interpretación metafórica (ta'uîl)

La palabra ‘interpretación (ta'uîl)’ tiene tres acepciones:

1- Puede significar la manera en que las cosas se desarrollan y terminan.


Como lo expone la siguiente Aleya Coránica:

(¡Oh, creyentes! Obedeced a Allah, obedeced al Mensajero y a aquellos de


vosotros que tengan autoridad y conocimiento. Y si discrepáis acerca de un
asunto remitidlo al juicio de Allah y del Mensajero, si es que creéis en
Allah y en el Día del Juicio, porque es lo preferible y el camino correcto
(ta'uîl).) (4:59)

(Desmienten lo que no conocen y no pueden comprender, y ya les azotará el


castigo con el que se les amenaza en él [el Corán]. Observa cómo fue el
final (ta'uîluhu) de los inicuos.) (10:39) Es decir, como finalmente
concluyen sus asuntos.

2- Con el término ‘interpretación (ta'uîl)’ puede aludirse a la ‘exégesis


(tafsîr)’. Éste es un uso conocido de la palabra, tal como lo utilizaba el
exegeta Ibn Yarîr cuando dice: ‘Esta es la interpretación (ta'uîl) de esta
aleya’.

3- En la terminología jurisprudencial (Usûl), la palabra ‘interpretación


(ta'uîl) significa: ‘conceder una acepción distinta al significado evidente
(dhâhir) de la palabra, basado en una evidencia circunstancial.’

Según los sabios y eruditos de la jurisprudencia, conceder a una palabra una


acepción distinta al significado evidente puede ser hecho de tres maneras
distintas:
a) Puede interpretarse una palabra concediéndole una acepción distinta al
significado evidente basado en una prueba del Corán o la Sunnah. Este tipo
de reinterpretación es correcta y aceptable; y nadie niega su legalidad.
Como ejemplo de esto podemos citar el Hadîz del Profeta : "El vecino
tiene prioridad de compra."[1] El significado literal de este Hadîz indicaría
que cualquier vecino tiene prioridad de compra absoluta si su vecino decide
vender su propiedad.

Pero este Hadîz ha sido reinterpretado por los sabios y eruditos de la


jurisprudencia islámica, afirmando que se trata sólo del vecino colindante,
es decir aquel cuya propiedad es inmediata, y por lo tanto se abandona el
significado literal del Hadîz para concederle otra interpretación, que en un
principio no parece evidente, pero se narra en un Hadîz auténtico que el
Profeta dijo: "Cuando los límites son trazados y los caminos establecidos
no hay prioridad de compra." [2] Esto demuestra que el vecino con derecho
de compra es sólo el vecino colindante. Este tipo de reinterpretación es
aceptable.

b) Una palabra puede ser interpretada por el jurista de manera tal que no
coincida con el significado literal u evidente de la palabra basado en una
prueba circunstancial, pero que en realidad no sea una prueba aceptable,
sino un error del jurista. Esto se denomina ‘interpretación improbable (ta'uîl
ba‘îd)’ o interpretación errónea (ta'uîl fâsid).

Como ejemplo podemos citar la interpretación que el sabio Abû Hanîfah


hizo de la palabra 'mujer' en el Hadîz del Profeta : "Toda mujer que se
case sin el permiso de su tutor, su matrimonio no es válido."[3] Abû
Hanîfah interpretó que la palabra ‘mujer’ alude específicamente a la esclava
que tiene un contrato escrito de emancipación, siendo esto una
interpretación improbable sin duda alguna, porque la palabra ‘toda’
mencionada en el Hadîz tiene un significando general, incluyendo a todas
las mujeres.
c) Mientras que conceder a palabras o expresiones otro significado que el
literal sin prueba circunstancial alguna no puede siquiera ser denominado
‘interpretación’ sino que es un atrevimiento disparatado.

Este tipo de (mal) interpretación también incluye la reinterpretación de la


aleyas que mencionan los atributos de Allah , alejándolas de su
significado claro y evidente a significados improbables que Allah no ha
revelado, como cuando algunos interpretan la elevación sobre el Trono
(istaua) como toma de dominio (istaula). Esto no puede ser considerado
una interpretación porque carece de toda evidencia. Este tipo de (mal)
interpretación de los textos sagrados no es permisible, porque representa un
ataque contra las palabras del Señor del Universo. El principio básico que
siempre esgrimieron los sabios y eruditos de las primeras generación (Salaf)
es que no es permitido cambiar el significado literal y evidente de ninguna
palabra del Libro de Allah o la Sunnah de Su Mensajero a menos que exista
una evidencia circunstancial válida que lo justifique.

[1]
Narrado por Ahmad, An Nasâ'i e Ibn Mâyah. (Muntaqa al Ajbâr, pág. 492, no. 3177)

[2]
Narrado por Al Bujâri, Abû Dâûd, At Tirmîdhi y Ahmad. (Muntaqa al Ajbâr, pág. 492)

[3] Narrado por Abû Dâûd, At Tirmîdhi, Ibn Mâyah y Ahmad (Muntaqa al Ajbâr, 539, no. 3452)
LA POSICIÓN DE AHL AS SUNNAH UA AL YAMÂ'AH ACERCA DE
LOS ATRIBUTOS DE ALLAH

El Shaij Ibn Taimiiah resumió de esta manera la posición de Ahl As Sunnah


ua Al Yamâ’ah y los Salaf sobre los atributos divinos:

"El principio básico con respecto a esta materia es que Allah debe ser
descrito con todo aquel atributo que haya mencionado sobre sí mismo o
haya sido mencionado por Su Mensajero , ya sea negando o afirmando.
Nosotros afirmamos de Allah lo que Él ha afirmado de sí mismo, y
negamos de Él todo lo que haya negado de sí mismo.

Es conocido que la metodología de los Salaf y los sabios de esta nación es


afirmar los atributos que Allah ha afirmado sobre sí mismo, sin atribuirles
una forma, ni asemejarlos a los atributos de los seres creados, y sin
concederles meros significados metafóricos, ni tampoco negarlos."[1]

Allah nos ha advertido en Su libro para no desviarnos en la metodología


empleada para comprender los bellos nombres y sublimes atributos divinos:

(A Allah pertenecen los nombres y atributos más sublimes, invocadle pues


con ellos. Y apartaos de quienes blasfeman con ellos y los niegan; éstos
serán castigados por lo que hicieron.) (7:180)

La raíz de la palabra ‘negación (ilhâd)’ en el idioma árabe alude a


significados como desmentir, rechazar, tergiversar y adulterar.[2]
Dice Allah declarándose inocente y libre de cuanto Le atribuyen los
desviados y los idólatras:

(¡Glorificado sea Allah! Él está por encima de lo que le atribuyen.) (37:159)

(¡Glorificado sea tu Señor, Señor del poder! Él está por encima de los que
Le atribuyen.) (37:180)

La creencia del Imâm Abû Al Hasan Al Ash'arî acerca de los atributos


de Allah

Algunos de los que no aceptan la posición de Ahl As Sunnah intentan avivar


los sentimientos contra éstos, argumentando que la posición de la corriente
Ash'ari contradice todas estas afirmaciones. Alegan que la posición de la
corriente Ash’ari es en realidad la verdadera posición de Ahl As Sunnah.
Para desmentir tales alegaciones hemos de citar aquí la posición de Ahl As
Sunnah y los seguidores del Hadîz (Ahl Al Hadîz) tal como la mencionara el
mismo Abû Al Hasan Al Ash'ari, quien declaró tener y afirmar dichas
creencias.

“Este es un informe sobre la posición de Ahl As Sunnah y los sabios del


Hadîz: “En resumen, la doctrina de Ahl Al Hadîz y Ahl As Sunnah consite
en creen en Allah, Sus ángeles, Sus Libros y Sus Mensajeros, en lo que
Allah reveló, y en lo que se narró por medio de fuentes fidedignas del
Mensajero de Allah . No se rechaza nada de ello[3]. Creen que Allah
es Un Dios Único, Eterno, Autosuficiente. No hay más divinidad excepto
Él. No tiene esposa ni hijo. Creen que Muhammad es Su Siervo y
Mensajero, que el paraíso es real, que el Infierno es real, y que la Hora
vendrá indudablemente y Allah resucitará a aquellos que están en las
tumbas. Allah, glorificado sea, se encuentra sobre Su Trono, tal como ha
dicho: (El Misericordioso que se ha establecido sobre el Trono.) (20:5).
Tiene dos Manos, pero no preguntamos cómo son, tal como Él ha dicho:
(¿Qué te impide hacer la reverencia ante lo que creé con Mis dos manos?)
(38:75) (Por el contrario, Sus dos manos están abiertas y sustentan como Él
quiere.) (5:64). Tiene dos ojos, pero no preguntamos cómo son, tal como
dijo: (Que navegó bajo Nuestros ojos.) (54:14). Y tiene un rostro, tal como
ha enunciado: (Sólo el majestuoso y noble rostro de tu Señor ha de perdurar
por siempre.) (55:27)

Creemos en los nombres de Allah , pero no opinamos como las sectas


Mu’tazilah y Jauâriy que los nombres son independientes de Él. Ahl Al
Hadîz y Ahl As Sunnah afirman que Allah, glorificado sea, es Omnisciente
y tiene conocimiento de todo cuanto sucede, como dijo en Su libro: (Allah
atestigua que lo que te reveló ha sido con Su conocimiento.) (4:166) (no
concibe mujer alguna ni da a luz, sino con Su conocimiento...) (35:11).

Ahl As Sunnah afirma que Allah oye y ve; y no lo niegan como la secta
Mu'tazilah. Afirma que Allah es Omnipotente, tal como dice: (¿Es que no
sabían que Allah es Quien los creó y que Él es más fuerte que ellos?)
(41:15)

Ahl As Sunnah afirma que el Corán es la palabra de Allah y que no es


creado. Las discusiones sobre no emitir juicio al respecto, o que la
recitación (pero no el propio Corán) es creado, todo ello es una innovación
(bid'ah). No debe decirse que la pronunciación del Corán es creada, pero
tampoco puede decirse que no es creada.
Ahl As Sunnah cree que las personas han de ver a Allah el Día de la
Resurrección, de la misma manera en que ven la luna cuando se encuentra
en plenilunio. Los creyentes Lo verán, pero los incrédulos serán impedidos
de hacerlo, tal como enuncia el Corán: (Por cierto que ese día se les
impedirá ver a su Señor.) (83:15).

Ahl As Sunnah cree que Moisés le solicitó a Allah que le permitiera


verlo en este mundo, y entonces Allah se manifestó a una montaña y
ésta se convirtió en polvo al no poder resistirlo. Así Allah mostró a
Moisés que él no podría verlo en este mundo, pero que lo vería en el Más
Allá.

Ahl As Sunnah cree en los Ahâdîz en los que se narra del Mensajero de
Allah que Allah desciende al cielo más cercano a la tierra y dice:
"¿Quién busca mi perdón?". Afirma que Allah ha de venir en el Día de
la Resurrección, tal como enuncia en Su libro: (Y llegue tu Señor, y se
presenten los ángeles en filas.) (89:22). Afirma que Allah está cercano a
Su creación de la manera que Él quiere, como dice: (Por cierto que creamos
al ser humano y sabemos cuáles son sus debilidades. Nosotros estamos más
cerca de él que su propia vena yugular.) (50:16).

Esto es en resumen lo que Ahl As Sunnah cree y transmite. Todo esto que he
mencionado es lo que también yo creo y opino. Nuestro éxito depende de
Allah. Él nos es suficiente, y ¡que excelente Protector! Sólo en Él nos
refugiamos y en Él hemos depositado nuestra confianza. A Él será nuestro
retorno."[4]

Esta cita aclara que la posición y creencia de Abû Al Hasan Al Ash'ari


coincide con las creencias de Ahl As Sunnah ua Al Yamâ'ah sobre los bellos
nombres y sublimes atributos de Allah .

[1]
Maymû’ Fatâua Shaîj al Islâm Ibn Taimiiah, 3/3.

[2]
Ma'âriy al Qabûl, 1/88

[3]
Nótese que considera una prueba aceptable la utilización de Ahâdîz Sahîhah en el campo de la
creencia (‘aqîdah), ya que se encuentra exponiendo sobre asuntos de la creencia y la doctrina, y no
asuntos de la jurisprudencia (Fiqh). Nótese que no hace ninguna diferencia entre los Ahâdîz
mutauâtirah y los Âhâd.

[4]
Ver libro Maqâlât al Islâmiîn, pág. 290-297. Sólo hemos citado lo relacionado a los atributos de
Allah .
CAPÍTULO 3

La unicidad de Allah (Tauhîd)[1]

1 - Su significado y clasificación

Allah es un solo ser, y no hay nada que pueda asemejarse a Él. ¡Exaltado
sea Allah! Él está por encima de tener esposa e hijos.

(Di [¡Oh, Muhammad!]: Él es Allah, la única divinidad. Allah es el


Absoluto [de Quien todos necesitan, y Él no necesita de nadie]. No
engendró, ni fue engendrado. No hay nada ni nadie que se asemeje a Él.)
(112:1-4)

Allah posee todos los atributos de la perfección, y ninguna de Sus


criaturas puede parecerse a Él en alguna de Sus cualidades:

(No hay nada ni nadie semejante a Allah, y Él es Omnioyente,


Omnividente.) (42:11)

Sólo Él es el Creador, Quien da la vida y la muerte, y Quien sostiene los cielos y la Tierra. Aquella
persona que no está convencida de que sólo Allah posee estas cualidades no es considerada creyente.

No basta estar convencido de la unicidad de Allah, es necesario que esta creencia se refleje en
nuestras acciones

Creer en la unicidad de Allah sólo en la teoría no basta para que una persona sea considerada
creyente. Es necesario escoger a Allah como única divinidad y rendirle culto sincero sólo a Él.
Quien es el Creador, el Sustentador, el Dispensador de todas las gracias y bendiciones, Quien da la
vida y la muerte, Quien posee todos los atributos de la perfección y está exento de cualquier
deficiencia es Quien únicamente merece ser adorado. Todo cuanto existe fuera de Él está sujeto a Su
Soberanía y Designio, y no tiene poder para perjudicarse ni beneficiarse a sí mismo. ¿Cómo entonces
aquello que ha sido creado puede ser adorado en lugar de Allah?

Las contradicciones de quienes no rinden culto únicamente a Allah

Los idólatras árabes y otros incrédulos creían en Allah como único Creador y Soberano, y aseveraban
que sólo Él podía proveer el sustento y dar la vida y la muerte, pero al mismo tiempo rehusaban
adorarle e invocarle sólo a Él. Esto es una gran contradicción, pues Quien tiene poder para crear
todas las cosas es Quien únicamente merece ser adorado, enaltecido y obedecido. El Corán empleó
muchas de sus aleyas para argumentar en contra de los idólatras y aclarar su contradicción,
precisando que por haber reconocido que Allah era el único Creador, esto les obliga a adorarle y
rendirle culto sincero sólo a Él.

[1] Creer en el verdadero monoteísmo implica primeramente tener certeza de que Dios es un solo ser
y que posee todos los atributos de perfección, y, en consecuencia, adorarle sólo a Él. Este concepto
ha sido desvirtuado por algunas personas que sostienen que la unicidad de Allah implica la negación
de todos Sus atributos, porque la afirmación de estos atributos, según su opinión, determinan la
pluralidad de Allah. Algunos sufíes afirman que este monoteísmo, el que indicamos al comienzo, es
solamente para el común de la gente, y que existe otro tipo de monoteísmo que corresponde sólo a un
determinado grupo de personas que lo descubre a través de las realidades. También dicen que existe
un tercer monoteísmo, al que sólo acceden unos pocos elegidos, todo esto es falso..
2 - La oración con la que se expresa la unicidad de Allah, su
significado, su virtud y sus condiciones

La oración con la que se expresa la unicidad de Allah es Lâ ilâha illa Allah


(No existe más divinidad que Allah). Esta oración comprende y abarca
todos los aspectos de la fe, y es la insignia y base de Islam.

El significado de esta oración es que no existe nada ni nadie con derecho a


ser adorado excepto Allah. Quienes interpretan su significado como que
nada existe excepto Allah están equivocados, porque conociendo que el
significado de la palabra Ilâh es divinidad o aquello que es objeto de culto
su interpretación sería que no existe más divinidad que Allah, y esto es
incorrecto, pues implicaría que todo lo que es adorado, ya sea con un
fundamento válido o sin él, es Allah. Entonces, podría deducirse que todo
aquello que los idólatras adoran, como el sol, la luna y las estrellas, es
Allah. Es como si ellos dijeran que todo lo que es objeto de adoración es
llamado Allah, y esto es una gran falsedad.

El significado correcto de esta oración es el que mencionamos


primeramente: No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto
Allah.

Existen textos que indican la virtud y los grandes beneficios que tiene la
oración Lâ ilâha illa Allah. Anteriormente han sido citados algunos textos
que señalan que quien diga Lâ ilâha illa Allah con sinceridad entrará al
Paraíso. Con esta oración el siervo de Allah protege su vida y sus bienes, y
una persona se vuelve musulmana.

Pronunciar y repetir esta oración no es suficiente para que quien la


proclame se beneficie de ella ante su Señor. Para ello es necesario reunir las
siguientes siete condiciones:
1. Conocer profundamente su significado. Allah dice:

(Sabe [¡Oh, Muhammad!] que no hay nada ni nadie con derecho a ser
adorado salvo Allah...) (47:19)

([¡Oh, incrédulos] Aquellos que invocáis en vez de Allah no poseen la


posibilidad de interceder por nadie; sólo la tendrán [aquellos a quienes
Allah se lo permita, pues son quienes] atestiguan la verdad [que no hay
nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Allah]; y ellos bien los
saben.) (43:86)

Fue registrado en Sahîh Muslim de ‘Uzmân Ibn ‘Affân que el Mensajero de


Allah dijo: “Quien muera sabiendo que no hay nada ni nadie con derecho a
ser adorado excepto Allah entrará al Paraíso”.[1]

2. Estar completamente convencido de lo que encierra esta oración. La fe


sólo es válida cuando existe la certeza no la duda. Allah dice:

(Por cierto que los verdaderos creyentes son quienes creen en Allah y en Su
Mensajero, y no dudan...) (49:15)

Allah estableció como condición para tener una fe sincera no dudar.

Fue registrado en Sahîh Muslim de Abû Hurairah que el Mensajero de


Allah dijo: “Yo atestiguo que no hay nada ni nadie con derecho a ser
adorado excepto Allah y que yo soy el Mensajero de Allah. Quien se
encuentre con Allah habiendo dudado de esta proclamación será impedido
de ingresar al Paraíso."[2]
También fue registrado en Sahîh Muslim que el Mensajero de Allah le dijo
a Abû Hurairah: “A quien encuentres detrás de esta pared [es decir fuera
del jardín en donde se encontraban] proclamando que no hay nada ni nadie
con derecho a ser adorado excepto Allah con sinceridad y convicción
anúnciale que ha de ingresar al Paraíso”.[3]

El Profeta precisó que la condición fundamental para que quien


proclame Lâ ilâha illa Allah ingrese al Paraíso es la sinceridad y la certeza.

3. Aceptar todo lo que incluye esta oración con el corazón y la palabra. El


Corán nos relata que Allah castigó a los incrédulos de las naciones
anteriores que rechazaron esta proclamación y se ensoberbecieron:

(Por cierto que éstos cuando se les decía: No hay nada ni nadie con derecho
a ser adorado salvo Allah, se ensoberbecían, y decían: ¿Acaso vamos a
dejar a nuestros ídolos por las palabras de un poeta loco?) (37:35-36)

Allah expresó que la razón por la cual los castigó fue porque se
ensoberbecieron negándose a aceptar esta proclamación y desmintieron a
quien se presentó con este mensaje.

4. Someterse a lo que esta oración implica. Allah dice:

(Arrepentios ante vuestro Señor y someteos a Él...) (39:54)

(A Quien se someta a Allah y haga el bien se habrá aferrado al asidero más


firme...) (31:22)

Hacer el bien aquí significa ser monoteísta, y el asidero más firme ha sido
interpretado como la oración Lâ ilâha illa Allah.

5. Proclamar esta oración con total sinceridad. Allah dice:

(Entre los hombres hay [hipócritas] quienes dicen: Creemos en Allah y en el


Último Día, pero no creen. Pretenden engañar a Allah y también a los
creyentes pero, sin advertirlo, sólo se engañan a sí mismos.) (2:8-9)
Éstos son los que mienten; lo que ocultan en sus corazones es muy diferente
a lo que manifiestan.

Fue registrado en Sahîh Muslim y en Sahîh Al Bujâri de Mu‘âdh Ibn Yabal


que el Mensajero de Allah dijo: “A quien atestigüe que no hay nada ni
nadie con derecho a ser adorado excepto Allah y que Muhammad es el
Mensajero de Allah con sinceridad, Allah lo salvará del Fuego”.[4]

El Profeta aclaró que la condición para salvarse del Fuego es proclamar


la unicidad de Allah con sinceridad.

6. Purificar las obras de cualquier idolatría con una intención sincera. Allah
dice:

(¿Acaso no se le debe rendir a Allah el culto sincero?...) (39:3)

(Y se les había ordenado [en sus legislaciones] que adoraran a Allah con
sinceridad, fuesen monoteístas...) (98:5)

Fue registrado en Sahîh Al Bujâri de Abû Hurairah que el Mensajero de


Allah dijo: “Los más dichosos por mi intercesión serán quienes proclamen
con sinceridad que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto
Allah”.[5]

Fue registrado en Sahîh Al Bujâri de ‘Utbân Ibn Mâlik que el Mensajero


de Allah dijo: “Ciertamente Allah salvará del Fuego a quien proclame con
sinceridad que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto
Allah”.[6]

7. Tener amor por esta declaración, por todo lo que esta proclamación
implica, y por quienes actúan acorde a ella y respetan sus condiciones, y
renegar de todo lo que es contrario a ésta. Allah dice:

(Hay hombres que toman en lugar de Allah a otras divinidades, y las aman
igual que Allah; pero los creyente aman más a Allah de lo que ellos aman a
sus divinidades....) (2:165)
Allah nos informa que el amor que Sus siervos creyentes sienten por Él
es mayor que cualquier otro amor, pues ellos no toman como aliados a
nadie fuera de Allah. Cuando un siervo ama sinceramente a Allah da
prioridad a lo que su Señor ama, aun cuando vaya contra sus propios
deseos, y aborrece lo que su Señor condena, aun cuando sus deseos se
inclinan hacia ello. Él toma como aliados a aquellos a los que Allah y Su
Mensajero tomaron como aliados, considera enemigos a aquellos a los que
Allah y Su Mensajero consideraron sus enemigos, y sigue al Mensajero de
Allah imitando sus pasos y aceptando su guía.

La indicación de los Salaf acerca de la importancia de estas condiciones

Al Hasan Al Basri le preguntó a Al Firazdaq, el famoso poeta, cuando éste


se encontraba enterrando a su esposa: ‘¿De qué manera te has preparado
para un día como éste?’ Él respondió: ‘Desde hace setenta años proclamo
que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Allah’. Al
Hasan dijo: ‘Ésa es una buena preparación. Pero no te olvides que esta
proclamación tiene sus condiciones, por eso ten cuidado de difamar a las
mujeres [en tus poesías]’.

Le fue dicho a Al Hasan Al Basri que algunas personas estaban diciendo


que quien proclamase que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado
excepto Allah ingresaría al Paraíso. Entonces él agregó: ‘Quien proclame
que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Allah y cumpla
con todo lo que esta proclamación implica entrará al Paraíso’.

Una persona le preguntó a Uahb Ibn Munabbih si la llave del Paraíso era La
ilâha illa Allah, y él respondió: ‘Sí, pero no olvides que toda llave tiene una
serie de dientes. Si intentas con una llave con todos sus dientes la puerta se
abrirá, de lo contrario no podrás ingresar’.

[1]
1/55, no. 26

[2]
1/57, no. 27

[3]
1/60, no. 31

[4]
Narrado por Al Bujârî 1/226, no. 128

[5]
1/193, no. 99

[6]
1/519, no. 425
3 - La adoración

La definición de adoración

La proclamación de la unicidad de Allah sólo se da verdaderamente cuando


se cumplen los dos siguientes requisitos:

1. Atestiguar que Allah es un sólo ser, y que posee todos los atributos
más nobles.

2. Buscar la complacencia de Allah con intención sincera en todos los


actos de adoración.

El término adoración (‘Ibâdah) abarca todas las palabras y acciones, ocultas


y manifiestas, que Allah ama. Las acciones manifiestas son, por
ejemplo, el testimonio de fe (Ash Shahâdatân), la oración y el ayuno, y las
ocultas son la fe en Allah, Su Ángeles, Sus Libros y Sus Mensajeros, el
temor y la confianza en Él.

El verdadero creyente es el que siente temor de Allah pero al mismo tiempo


anhela Su misericordia

La verdadera adoración se da cuando los sentimientos del creyente hacia


Allah van alternándose entre el amor, el temor, la sumisión, la humildad, la
esperanza y el anhelo.
La persona cuyos actos de adoración no contengan amor, temor y
esperanza, y sólo sean una práctica sin sentido, en nada se beneficiará de
ellos.

Quien adora a Allah con amor únicamente, sin un sentimiento de temor,


sumisión o esperanza, a menudo cae en el pecado y la desobediencia. Ello
ocurre cuando piensan que es suficiente con amar a Allah y empiezan a
abandonar los actos de adoración, y lo que es más grave aun, cometen
pecados. Anteriormente hubo personas que pretendieron amar a Allah sin
realizar ninguna obra, y entonces Allah los puso en evidencia
diciéndoles: (Diles [¡Oh, Muhammad!]: Si verdaderamente amáis a Allah
¡Seguidme! Y Allah os amará...) (3:31)

Por ello, quien pretenda amar a Allah sin seguir a Su Mensajero es un


mentiroso.

El sabio Ash Shâfi‘ , que Allah tenga misericordia de él, dijo: ‘Si veis a un
hombre caminar sobre el agua o levitar en el aire no le creáis, a menos que
sepáis que sigue la guía del Mensajero de Allah.’

Así también, quien adora a Allah solamente porque anhela Su misericordia, y


no Le teme, está propenso a caer en el pecado, pues cree estar a salvo del
castigo de Allah.

Dice Allah : (Sólo se sienten a salvo del designio de Allah los perdedores
que no creen.) (7:99)
Y lo mismo ocurre con quien sólo siente temor de Allah y no anhela Su
misericordia, pues cree que Allah no lo perdonará, y es entonces cuando
pierde todas sus esperanzas y desconfía que Allah se apiade de él.

Allah dice: (No desesperéis de la misericordia de Allah, pues no


desesperan de la misericordia de Allah sino los incrédulos.) (12:87)

La verdadera adoración únicamente se da cuando los sentimientos de temor


a Allah y esperanza en Su misericordia se funden entre sí. Allah dice:

(...anhelan Su misericordia y temen Su castigo...) (17:57)

(¿Acaso [tal incrédulo] es como quien se prosterna e inclina [en la oración]


consagrándose [a ella] en la noche, está precavido de [lo que le aguarda en]
la otra vida y anhela la misericordia de su Señor?...) (39:9)

(Les agraciamos porque siempre se apresuraban a realizar obras buenas,


Nos invocaban con temor y esperanza, y eran sumisos.) (21:90)

El creyente virtuoso a veces se llena de tantas esperanzas y deseo que


anhela volar rápidamente al encuentro con Allah, y a veces el miedo lo
rodea a tal punto que parece derretirse por el inmenso temor a Allah.
Siempre busca complacer a Allah y teme Su castigo en todo lo que hace.
Por eso busca refugio en Allah de Su designio y anhela Su recompensa.
Los pilares de la adoración

La adoración tiene tres pilares:

1. Tener la intención sincera de buscar la complacencia de Allah y alcanzar


la bienaventuranza en la otra vida. El Profeta dijo: “Las obras valen por
la intención, y toda persona será retribuida de acuerdo a la intención con la
que haya realizado sus obras. Por ello, a quien verdaderamente haya
emigrado por la causa de Allah y Su Mensajero le será registrado que
emigró por la causa de Allah y Su Mensajero. En cambio, a quien haya
emigrado con el fin de obtener algún beneficio material o casarse con
alguna mujer le será registrado que emigró por ello”.[1] La falta de esta
intención sincera invalida los actos de adoración.

2. Tener una resolución sincera y esforzarse en obedecer las órdenes de


Allah, apartarse de lo que Él ha prohibido, aprovisionarse para su
encuentro, y cumplir con los actos de obediencia a Allah dejando de lado la
holgazanería y superando cualquier incapacidad.

3. Seguir la guía del Mensajero , pues sólo se puede adorar a Allah


con aquellos actos que Él a prescrito y que Su Mensajero nos ha enseñado.
Rendir culto a Allah sin conocer cómo hacerlo es innovar en la adoración, y
éste es un acto del cual el Mensajero nos advirtió, condenando a quien lo
haga e informándonos que es un extravío. Dijo : “Todo aquello que
inventéis para adorar a Allah será una innovación. Sabed que toda
innovación es una perdición y que toda perdición conduce al Infierno”. A
quien innove en sus actos de adoración sus obras le serán rechazadas, y
jamás serán aceptadas.
Fue registrado en Sahîh Muslim y en Sahîh Al Bujâri de ‘Â'ishah que el
Mensajero de Allah dijo: “Todo acto de culto que se innove en nuestra
religión será rechazado”. Y según otra versión registrada sólo por Muslim:
“Toda obra que se incluya sin estar prescrita en nuestra religión será
rechazada”.[2]

La adoración sólo es válida si reúne estos tres pilares

Cuando la persona no tiene una resolución sincera no realiza ningún acto de


adoración, pues la adoración se torna para ella en un deseo y un sueño.
Siempre que comienza a realizar una acción su voluntad se debilita y se
desvanece. Cuando no hay intención y no se sigue la guía del Mensajero
la adoración no es aceptada por Allah.

Los diferentes tipos de adoración

La adoración se clasifica en:

1. La adoración basada en la fe

Ésta es la base para todos los actos de adoración, y consiste en creer con
convicción y certeza que Allah es la única divinidad, que sólo Él tiene
poder para crear todas las cosas, decidir su destino, y beneficiarlas o
perjudicarlas, que Él no tiene copartícipe alguno, que sólo se podrá
interceder ante Él con Su permiso, y que no existe nada ni nadie con
derecho a ser adorado excepto Él.
2. La adoración con el corazón

Este tipo de adoración abarca muchos sentimientos, como por ejemplo el


temor de Allah, la esperanza y el anhelo de obtener Su recompensa, el amor
por Él, el arrepentimiento sincero, la sumisión y la confianza en Él.

3. La adoración con la palabra

Es decir proclamar la unicidad de Allah, pues no basta con creer en ella sino
que es necesario expresarlo. Este tipo de adoración también comprende las
súplicas, el pedido de auxilio y protección de Allah, las alabanzas y
glorificaciones, y la lectura de Corán.

4. La adoración con la acción física

Es decir orar, ayunar, hacer la peregrinación, cumplir con las promesas, y


demás actos físicos.

5. La adoración con los bienes

Es decir: pagar el Zakâh, hacer caridades, pagar las expiaciones por los
pecados, comprar animales para ofrendarlos a Allah, y sostener
económicamente a quienes corresponda.
[1]
Registrado por Al Bujâri y Muslim. Este es un Hadîz muy conocido, por ello no hay necesidad de
mencionar su cadena de trasmisores. Ver el análisis de su cadena de transmisión en el libro Maqâsid
Al Mukallafîn, pág. 519

[2]
Ibn Al Azîr en su libro Yâmi‘ Al Usûl, 1/289, no. 75 atribuyó este Hadîz a Al Bujâri, Muslim y Abû
Dâûd.
4 - Lo opuesto a la unicidad de Allah, y lo que anula el monoteísmo

Lo opuesto a la unicidad de Allah (At Tauhîd) es la idolatría (Ash Shirk). En


árabe, el término Shirk significa asociar. Allah emplea la raíz de la palabra
Shirk cuando narra el pedido de Moisés para que su hermano Aarón sea
designado como Profeta y le acompañe en su misión. Allah dice:

(Y asóciale en mi misión [y desígnalo Mensajero igual que a mí].) (20:32)

Existen dos tipos de idolatría:

1. La idolatría mayor

El idólatra mayor es quien asocia otras divinidades a Allah, como la


idolatría de los cristianos que incluyeron a Allah en una trinidad, la de los
zoroastrianos que atribuyen los acontecimientos buenos a la luz y los malos
a la oscuridad, y la de los sabeos que creían que los astros controlaban el
universo. Quienes adoran las tumbas también se asemejan a éstos, pues
creen que las almas de los hombres piadosos se trasladan libremente de un
lugar a otro después de la muerte, solucionan los problemas de la gente,
alivian sus aflicciones, socorren a quienes las invocan y protegen a quienes
se refugian en ellas. La idolatría mayor consiste en atribuirle cualquier
copartícipe a Allah, sea un ángel, un profeta, un hombre piadoso, el sol, la
luna, una piedra o un ser humano cualquiera, y adorarlo como sólo se debe
adorar a Allah, es decir implorándole, pidiendo su auxilio, haciéndole
ofrendas, y demás actos de adoración.
No es condición que aquello que es asociado con Allah tenga atributos
semejantes a los que Allah posee para que esta asociación sea llamada
idolatría.

No está estipulado que para que una persona sea llamada idólatra deba
asociar a Allah lo que considera semejante a Él en todos Sus atributos. Al
contrario, la legislación islámica denomina idólatra a quien atribuye el más
mínimo copartícipe a Allah .

Con respecto al relato que Allah hace acerca de lo que decían los
idólatras: ([Juramos] Por Allah que ciertamente estábamos en un evidente
error. Pues equiparábamos a los ídolos con el Señor del universo [y los
adorábamos]) (26:97-98), la aleya se refiere a que ellos equiparaban sus
ídolos con Allah en el amor, el temor, la confianza, la obediencia y la
sumisión no en la facultad para crear, pues ellos afirmaban que sólo Allah
tenía el poder para crear todas las cosas.

El peligro de la idolatría

La idolatría mayor es muy peligrosa, pues ella invalida todas las obras.
Allah dice:

(Pero si hubieran sido de los que le asocian copartícipes a Allah, todas sus
obras habrían sido en vano.) (6:88)

Allah dice a Su Mensajero:


(Por cierto que se te ha revelado [¡Oh, Muhammad!], y también a los
[Profetas] que te precedieron, que si atribuyes copartícipes a Allah tus obras
se malograrán y te contarás entre los perdedores.) (39:65)

El idólatra será condenado a morar en el Infierno eternamente, y Allah no lo


perdonará ni lo admitirá en el Paraíso jamás. Allah dice:

(Allah no perdona que se Le asocie nada a Él; pero fuera de ello perdona a
quien Le place...) (4:48)

(Son incrédulos quienes dicen: Allah es el Mesías hijo de María. El mismo


Mesías dijo: ¡Oh, Hijos de Israel! Adorad a Allah, pues Él es mi Señor y el
vuestro. A quien atribuya copartícipes a Allah, Él le vedará el Paraíso y su
morada será el Infierno. Los inicuos jamás tendrán auxiliadores.) (5:72)

El más terrible crimen y la peor injusticia

Fue registrado en Sahîh Al Bujâri y en Sahîh Muslim que ‘Abdullah Ibn


Mas‘ûd dijo: Le pregunté al Mensajero de Allah cuál era el pecado
más grande para Allah, y él me respondió: “Que proclames que Allah tiene
copartícipes siendo que sólo Él te ha creado”.[1]

Allah dice:
(La idolatría es una enorme injusticia..) (31:13)

(Quien asocie algo a Allah comete un pecado grave.) (4:48)

2. La idolatría menor

La idolatría menor comprende las acciones que sólo se realizan para ser
visto, o presumir delante de las personas. También incluye la adoración a
Allah sin una intención sincera. Esto significa que la persona a veces puede
hacer alguna obra motivado sólo por su ego, o con el fin de obtener algún
beneficio mundanal o alcanzar algún rango distinguido. Esta clase de
persona dedica una parte de sus obras para Allah y otra para los demás. A
esta clase de idolatría en las obras le sigue la idolatría en las expresiones,
como por ejemplo jurar por otro que no sea Allah, o decir: ¡esto es lo que
Allah y tú quisieron!, o ¡sólo tengo a Allah y a ti! y según la intención de
quien diga estas expresiones pueden convertirse en idolatría mayor.

Quien cae en este tipo de idolatría, si bien no queda fuera del Islam, se
encuentra en una situación bastante peligrosa, pues la recompensa de sus
obras se ven disminuidas enormemente, y hasta corren el riesgo de ser
invalidadas por completo.

Fue registrado en Sahîh Al Bujâri y en Sahîh Muslim que Abû Mûsa


dijo: Un hombre se presentó ante el Profeta y le preguntó: ¿Entre un
hombre que combate para conseguir el botín, otro que lo hace para ser
reconocido como un héroe, y otro para alcanzar un rango más elevado,
quién de éstos se considera que está combatiendo por la causa de Allah? El
Mensajero de Allah respondió: “Quien combata para que la palabra de
Allah sea establecida en la Tierra estará combatiendo por la causa de Allah”
[2]

Fue registrado en Sahîh Muslim que el Mensajero narró que su Señor


dijo: “Yo no necesito de ningún copartícipe. A quien realice una acción sin
la intención de complacerme solamente a Mí sino que también pretenda con
ella complacer a quien considera copartícipe Mío lo abandonaré con su
idolatría”.[3]

Fue registrado en Al Musnad que el Mensajero dijo: “Lo que yo más


temo de vosotros es que incurráis en la idolatría menor”. Ellos dijeron: ¡Oh,
Mensajero de Allah! ¿Qué es la idolatría menor? Él respondió: “Obrar sólo
para ser visto por la gente”. En otra versión registrada por Al Baihaqî en su
libro Shu‘ab Al Îmân se agrega: “Allah les dirá a quienes obren de esta
manera el día que juzgue a los hombres por sus obras: ‘Dirigios a aquellas
personas por las cuales obrabais y comprobad si ellos os recompensarán por
vuestras obras’.”[4]

Allah prohibió este tipo de idolatría en el siguiente versículo:

(Quien anhele la comparecencia ante su Señor que realice obras piadosas y


que no adore a nadie más que a su Señor.) (18:110)

[1]
Mishkâh Al Masâbîh, 1/21, no. 49

[2]
Al Bujâri, 6/28, no. 281; Muslim, 3/1512, no. 1904
[3]
Ver Yâmi‘ Al Usûl, 4/545, no. 2651

[4]
Mishkâh Al Masâbîh, 2/687, no. 5334
CAPÍTULO 4

Una breve reseña sobre la historia de la creencia en Allah

1 - ¿Acaso la creencia en Allah ha ido desarrollándose y progresando


con el transcurso del tiempo?

Muchos investigadores occidentales sostienen que lo que los hombres


conocen como doctrina en la actualidad es el resultado de la evolución y el
desarrollo de la creencia religiosa a través de los siglos.

No es sorprendente que aquellos que no creen en el Libro de Allah, el cual


relata la historia de la creencia en Allah con claridad y sin ambigüedades,
sostengan esa opinión, pero sí es insólito que quienes se consideran
estudiosos musulmanes sigan esta corriente.

‘Abbâs Mahmûd Al ‘Aqqâd sostiene en su libro titulado “Allah”[1], libro en


el que investiga el desarrollo de la creencia en Allah y la teología, que el ser
humano evoluciona en la creencia, y considera que esta evolución es muy
similar a la evolución de la ciencia.

Dice: “Las primeras creencias del ser humano eran propias de su vida
primitiva, al igual que sus conocimientos y habilidades. Estos
conocimientos primitivos no estaban más desarrollados que las creencias
religiosas y los actos de adoración, y los elementos de la verdad que
componían cualquiera de estas creencias no eran superiores a los que
componían las demás.”

De hecho, este escritor considera que la evolución de la creencia religiosa


del hombre fue aun más compleja que el desarrollo de su conocimiento y
habilidades. Dice: “Los esfuerzos del hombre por desarrollar el
conocimiento religioso deben haber sido más complejos y deben haber
tomado mucho más tiempo que los esfuerzos por desarrollar el
conocimiento científico y la producción, pues comprender la realidad entera
del universo es más difícil y requiere más investigación que el estudio de
distintas cosas, algunas de las cuales son materia de ciencia y otras de
tecnología.”

Además cree que la realidad divina no se manifestó de una sola vez a la


humanidad. Dice: “La investigación de las bases de las diferentes creencias
en los primeros tiempos de la ignorancia (Yâhiliiah) nos deja como
conclusión que no eran creencias falsas basadas en algo irreal e imposible.
Todos lo contrario, esta investigación trae a la luz que la verdad es
demasiado grande para manifestarse por completo en una sola época.”

Luego cita las diferentes opiniones de quienes investigan la evolución de la


creencia. Algunos sostienen que la creencia evolucionó por la debilidad del
hombre ante los fenómenos naturales y la hostilidad de sus enemigos. Otros
piensan que la creencia religiosa es un estado de enfermedad en los
individuos y en las sociedades. Y otros creen que el origen de la creencia
religiosa es el culto a los tótems, basados en la existencia de algunas tribus
que adoptaban a un animal, una planta o una piedra como tótem, y lo
ponderaban creyendo que era su antepasado.

Lamentablemente, estas teorías agradaron a muchos escritores[2] y


estudiosos que terminaron adoptándolas. Las razones por las cuales estas
peligrosas teorías fueron sostenidas son las siguientes:

1. Estos estudiosos sostenían que el primer hombre fue creado con una
insuficiencia, por lo cual no podía comprender en su totalidad y de una sola
vez la esencia de la verdad. Para ellos el hombre primitivo estaba más cerca
de ser un animal que un ser humano.

2. Creían que el hombre se encaminaba y adoptaba una doctrina


determinada por sí solo, sin ningún maestro o guía que le transmitiera esa
creencia. Por esta razón, así como el hombre evolucionaba en la ciencia y la
tecnología también lo hacía con el conocimiento de la teología.

3. Cuando investigaron las diferentes creencias para conocer su evolución,


sólo encontraron religiones desviadas y extraviadas, y esas fueron su objeto
de estudio e investigación. ¿Cómo entonces es que esperan conocer la
verdadera esencia a través de aquellas creencias que sólo representaban la
desviación humana en la creencia religiosa?
Sólo el Corán explica la verdadera historia de la creencia en Allah

No hay ningún otro libro en la Tierra que explique la verdadera historia de


la creencia religiosa que el Libro de Allah , el cual contiene completa
información sobre esta historia. El ser humano no puede con su
conocimiento comprender a fondo este tema por varias razones:

1. Si lo que nosotros conocemos de la historia hace cinco mil años es


ínfimo, entonces mucho menos podemos conocer lo que ocurrió hace diez
mil años. Por ello la ciencia que estudia la historia no comprende lo
ocurrido hace más de diez mil años; estos sucesos se consideran
desconocidos. Esta es la razón por la cual muchas verdades se perdieron.

2. Muchas de las verdades que la humanidad heredó se mezclaron con


información falsa. De hecho muchas de ellas se perdieron entre las olas del
inmenso océano de la falsedad, el engaño y la distorsión. Además, si es
sumamente difícil escribir la historia verdadera de una persona o una
comunidad en la actualidad, ¿cómo sería posible acceder a la verdadera
historia del comienzo de la humanidad?

3. Una parte de la historia que tiene ver con la creencia en Allah no pasó en
la Tierra sino en el cielo. De allí que el único que puede relatarnos ésta
historia con la verdad y sin ambigüedades sea únicamente Allah .

(No hay nada en la Tierra ni en el cielo que pueda esconderse de Allah.)


(3:5)
[1]
Publicado por Dâr Al Hilâl, El Cairo. Ver pág. 10.

[2]
Quien mostró inclinación por estas teorías es Mustafa Mahmûd en su libro titulado “Allah”.
2 - La historia de la creencia en Allah como la narra el Sagrado Corán

Allah nos relató que Él creó a Adán dotándolo de una constitución


íntegra y completa, y una fisonomía bella. Luego sopló en él su espíritu
dándole vida, y dispuso que morara en el Paraíso. Allí les permitió a Adán y
a su esposa comer cualquier fruta que desearan menos la de un árbol, pero
Satanás los sedujo y comieron de la fruta prohibida, aceptando lo que el
enemigo de Allah les sugería y desobedeciendo a su Señor. Por ese motivo
Allah les ordenó descender a la Tierra, comunicándoles que les enviaría
Su guía, a ellos y a sus descendientes, para que todos los hombres pudieran
conocer a su Señor, Su guía y Su legislación. Prometió que aquellos que
respondieran a Su llamado Él les guiaría en este mundo y les recompensaría
con la bienaventuranza en el más allá, y advirtió que aquellos que se
ensoberbezcan y no acepten Su guía tendrán una vida mísera en este
mundo, y se contarían entre los desdichados en la vida después de la
muerte:

(Dijimos: ¡Descended de él [y habitad vosotros y toda vuestra descendencia


en la Tierra]! Cuando sea que os llegue de Mí una guía, quienes sigan Mi
guía no temerán ni se entristecerán. Y quienes no crean y desmientan Mis
signos serán los condenados al fuego, donde morarán eternamente.) (2:38-
39)

Allah dice en Sûrah Tâ Hâ:

(Dijo [Allah]: ¡Descended del Paraíso [y habitad vosotros y toda vuestra


descendencia en la Tierra]! Seréis enemigos unos de otros. Cuando sea que
os llegue de Mí una guía, quienes sigan Mi guía no se extraviarán ni serán
desdichados. Mas quien se aleje de Mi Mensaje llevará una vida mísera, y
el Día del Juicio le resucitaremos ciego. Y entonces dirá: ¡Oh, Señor mío!
¿Por qué me has resucitado ciego, si antes veía? Dirá [Allah]: Así como
cuando te llegaron Nuestros signos los ignoraste, hoy tú serás ignorado.)
(20:123-126)
La primera generación humana creyó en la unicidad de Allah y fue
monoteísta

Luego de que Adán descendiera a la Tierra, Allah constituyó con


sus descendientes una nación que creyó en la más pura unicidad de Allah.
Dice Allah :

(Era la humanidad una sola comunidad...) (2:213) Todos creían en la


unicidad de Allah y Le rendían culto sincero. Luego discreparon (...y envió
Allah a los Profetas albriciadores y amonestadores, y les reveló los Libros
Sagrados con la verdad para que juzgaran a los hombres acerca de lo que
discrepaban...) (2:213)

Abû Umâmah narró que un hombre le preguntó al Profeta : ¡Oh,


Mensajero de Allah! ¿Adán era un Profeta? Y él respondió: “Sí, y él habló
con Allah”. El hombre preguntó: ¿Cuánto tiempo transcurrió entre Adán y
Noe? Y él respondió: “Diez siglos”.[1]

Fue registrado en Sahîh Al Bujâri que Ibn ‘Abbâs dijo: “Entre Adán y Noe
transcurrieron diez siglos, y durante todo este tiempo los hombres tuvieron
una vida de sumisión a Allah”.[2]

Si un siglo son cien años, entonces el tiempo transcurrido entre Adán y Noe
es de mil años. Pero este período entre un Profeta y otro puede haber sido
mayor que mil años, pues Ibn ‘Abbâs precisó que hubo diez siglos de Islam
y ello no niega la posibilidad de que haya habido entre ambos otros siglos
durante los cuales no se practicó el Islam.

También cabe la posibilidad de que estos diez siglos signifiquen diez


generaciones. Allah dice:
(Así es como hemos destruido a muchas generaciones luego de Noé...)
(17:17)

(Luego [de la destrucción del pueblo de Noé], hicimos surgir nuevas


generaciones.) (23:31)[3]
La primera desviación de la creencia correcta en Allah y el primer
Mensajero

Luego de haber sido la humanidad una sola comunidad, y haber creído


todos en la unicidad de Allah, surgió la desviación y el extravío. La primera
desviación que ocurrió fue el resultado de la veneración exagerada de las
personas virtuosas, a quienes elevaron al rango de divinidades.

Fue registrado en Sahîh Al Bujâri que Ibn Yuraiy transmitió de ‘Atâ' que Ibn
‘Abbâs, en su interpretación del siguiente versículo (Y [sus líderes] dijeron:
No abandonéis a nuestros ídolos. No abandonéis a Uadd, a Suuâ‘, a Iagûz, a
Ia‘ûq y a Nasr.) (71:23),

dijo: ‘Éstos eran nombres de personas virtuosas que pertenecían al pueblo


de Noe. Cuando estas personas murieron, Satanás susurró a la gente del
pueblo induciéndoles a construir altares de piedra en los lugares donde estos
virtuosos solían sentarse y a llamar a estos altares por sus respectivos
nombres. La gente así lo hizo, pero no los adoraron. Recién después de que
aquellos que habían construido estos altares perecieron, y el conocimiento
comenzó a perderse, comenzaron a ser estas piedras objetos de adoración’.
[4]

Ésta fue la primera desviación del monoteísmo y la unicidad de Allah en la


historia de la humanidad. Allah envió a este pueblo al Profeta y Mensajero
Noe , el primero de Sus Mensajeros, en cumplimiento de la promesa
que Él le había hecho al padre de humanidad: Adán, de enviar Mensajeros y
revelaciones para guiar a la humanidad.

La evidencia más clara de que Noe fue el primer Mensajero enviado por
Allah es el Hadîz sobre la intercesión que se encuentra registrado en
Sahîh Muslim, y en el que se narra: “Los hombres después de recurrir a
Adán se dirigirán a Noe, y entre las palabras que le dirán se encuentran las
siguientes: ¡Oh, Noe! Tú eres el primero de los Mensajeros enviados a la
Tierra, y Allah te llamó «siervo agradecido»...”[5]

Los siguientes versículos del Libro de Allah nos evidencian claramente que
Noe divulgó la unicidad de Allah y el culto sincero. Él dijo a pueblo:

(¡Oh, pueblo mío! Adorad solamente a Allah, pues no existe otra divinidad
salvo Él. Por cierto que temo que [si no creéis en Él] os azote un castigo
terrible.) (7:59)

(No adoréis sino a Allah, pues temo que os azote el castigo de un día
doloroso [el Día del Juicio].) (11:26)

(¡Oh, pueblo mío! Adorad solamente a Allah, pues no existe otra divinidad
salvo Él ¿Es que no Le teméis?) (23:23)

Los más débiles y pobres respondieron a su llamado. En cambio, los líderes


y los poderosos, quienes se creían inteligentes y listos, se ensoberbecieron
negándose a seguir la verdad:

(Los nobles de su pueblo dijeron [con total soberbia]: Nosotros


consideramos que estás en un evidente error.) (7:60)

Los nobles referidos en el versículo anterior son los líderes y poderosos.


Éstos dijeron:

(No eres más que un mortal como nosotros, y sólo te siguen los pobres y
débiles de nuestro pueblo que no piensan...) (11:27) Es decir: te siguen sin
recapacitar, analizar ni entender profundamente lo que les dices. Aquello
por lo que éstos los descalificaban en realidad era motivo para honrarlos,
porque cuando la verdad se manifiesta no necesita ser comprendida sino
seguida.

También se sorprendieron que Allah enviara a un hombre como


Mensajero, y dijeron:

(No eres mas que un mortal como nosotros...) (11:27)

(Y los nobles que no creyeron de su pueblo dijeron [a los más débiles]: Éste
es un mortal como vosotros que sólo pretende poder. Si Allah hubiera
querido [que sólo Le adorásemos a Él] habría enviado Ángeles [en lugar de
hombres]...) (23:24)

Y le pidieron que rechazara a los pobres y a los débiles que creyeron en él,
pero Noe ignoró su demanda:

(No voy a rechazar a los creyentes [como me pedís], ciertamente ellos se


encontrarán con su Señor [Quien los recompensará por su fe]; y veo que
sois un pueblo de ignorantes.) (11:29)

Y con el transcurso del tiempo la disputa entre Noe y su pueblo se


intensificó. Allah dice:

(Por cierto que enviamos a Noé a su pueblo y permaneció entre ellos


novecientos cincuenta años...) (29:14)

Entonces Noe imprecó contra su pueblo:


(Noé dijo: ¡Oh, Señor mío! No dejes en la Tierra a ningún incrédulo con
vida. Si les dejas, extraviarán a Tus siervos y no engendrarán sino a
pecadores e incrédulos.) (71:26-27)

Y Allah los destruyó con el diluvio:

(Y al pueblo de Noé, cuando desmintieron a los Profetas, les ahogamos


[aniquilándolos completamente]...) (25:37)

Y salvó a Noe junto con los creyentes por Su misericordia, y la Tierra


quedó libre de opresores y sólo la habitaron hombres creyentes en la
unicidad de Allah. Cuando éstos se desviaron, Allah nuevamente envió
un Mensajero:

(Luego [de la destrucción del pueblo de Noé], hicimos surgir nuevas


generaciones y les enviamos un Mensajero de entre ellos...) (23:31-32)

Y les exhortó a creer en la unicidad de Allah:

(Adorad solamente a Allah, pues no existe otra divinidad salvo Él.) (23:32)

Así continuó la misericordia de Allah y Su celo por los descendientes de


Adán. Cada vez que ellos se desviaban, Él les enviaba Su guía para
sacarlos de las tinieblas a la luz:

(Enviamos sucesivamente Nuestros Mensajeros y todos, al presentarse ante


sus pueblos, fueron desmentidos. Por ello les destruimos unos tras otros e
hicimos que se convirtieran en historia [para la posteridad]. ¡Qué los
incrédulos sean destruidos!) (23:44)
Ésta es la verdadera historia de la humanidad: un largo conflicto entre la
verdad y la falsedad, y entre los Mensajeros que trajeron la guía y la verdad
y los extraviados que se oponían a la unicidad de Allah, seguían la religión
de sus antepasados, y sólo se sometían a sus pasiones y creencias
infundadas:

(¿Acaso no os fue relatado lo que les aconteció a vuestros predecesores, al


pueblo de Noé, 'Âd, Zamûd, y a todos aquellos que les sucedieron, y que
sólo Allah conoce? Cuando sus Mensajeros se presentaron ante ellos, se
mordieron los dedos del odio (que sentía por ellos] y les dijeron: Nosotros
no creemos en el Mensaje que habéis traído, y por cierto que tenemos una
profunda duda sobre aquello a lo que nos convocáis. Sus Mensajeros les
respondieron: ¿Acaso tenéis duda acerca de Allah, creador de los cielos y la
Tierra? Ciertamente Él os convoca [a Su adoración] para que así os sean
perdonados vuestros pecados y se os permita vivir hasta el plazo que se os
ha prefijado. Dijeron: Por cierto que sois seres humanos igual que nosotros
y sólo queréis apartarnos de lo que adoraron nuestros padres; presentad
pues una evidencia [que corrobore lo que decís, si sois veraces]) (14:9-10)

Si reflexionamos sobre la exhortación que los Mensajeros hacían, y que el


Sagrado Corán relata, salen a la luz las siguientes verdades:

1. Allah creó al hombre desde un comienzo dotándolo de una


constitución íntegra y completa para un propósito determinado que es
adorarle, y dispuso en él una naturaleza especial para que pudiera cumplir
con ese fin.

2. Le hizo saber al hombre, desde un principio, de la existencia de su


Creador, y no dejó que accediera al conocimiento de la existencia de su
Señor por medio de la reflexión, la investigación y el razonamiento. Por
este motivo envió a numerosos Mensajeros para que transmitieran Su
Mensaje a toda la humanidad:
(No hubo ninguna nación a la que no se le haya enviado un amonestador.)
(35:24)

Y debido a que los Mensajeros enviados fueron numerosos no conocemos


todos sus nombres:

(Por cierto que enviamos otros Mensajeros antes de ti; de algunos de ellos
te hemos relatado [su historia], y de otros no...) (40:78)

Una prueba de ello es que el Día del Juicio todos los pueblos que se
negaron a creer afirmarán y reconocerán que los Mensajeros que les fueron
enviados transmitieron el Mensaje. Allah dice:

(Toda vez que un grupo sea arrojado en él [Infierno], sus [Ángeles]


guardianes le preguntarán: ¿Acaso no se les presentó un amonestador?
Dirán: Por cierto que sí; se nos presentó un amonestador pero le
desmentimos, y le dijimos: Allah no ha revelado nada y no estás sino en un
gran error.) (67:8-9)

Esta sucesión de Mensajeros, enviados a lo largo de la historia, es parte de


la misericordia de Allah para con Sus siervos. También es el
cumplimiento de la promesa que Él hizo a Adán, padre de humanidad, y
para que los hombres no puedan presentar ningún argumento en contra de
Allah el Día del Juicio Final:

(A éstos Mensajeros les enviamos como albriciadores y amonestadores,


para que los hombres no tuvieran argumento alguno ante Allah luego de que
se les presentasen...) (4:165)

(No hemos castigado a ningún pueblo sin antes haberles enviado un


Mensajero.) (17:15)
3. La misión de todos los Mensajeros es una: transmitir a los hombres la
existencia de su Creador y Su unicidad, y enseñarles la manera de rendirle
adoración.

4. La religión de todos los Mensajeros es el Islam, y ninguno de ellos trajo


otra religión:

(Quien siga una religión diferente al Islam [el sometimiento a Allah] no se


le aceptará, y en la otra vida se contará entre los perdedores.) (3:85)

Noe dijo:

(Me ha sido ordenado que me cuente entre quienes se someten a Él.)


(10:72)

Allah dice acerca de la Torá:

(De acuerdo a ella, los Profetas que se sometieron a Allah emitían los
juicios entre los judíos...) (5:44)

Moisés dijo a su pueblo:

(¡Oh, pueblo mío! Si verdaderamente creéis y os sometéis a Allah


encomendaos a Él.) (10:84)

Dijo Abraham cuando Allah le reveló el Islam:

(Me entrego al Señor del universo.) (2:131)


(Y recomendó Abraham lo mismo a sus hijos y Jacob a los suyos diciendo:
¡Oh, hijos míos! Allah os ha elegido esta religión y no muráis sino
sometidos a Él.) (2:132)

Y cuando Jacob les preguntó a sus descendientes a quién adorarían tras


su muerte, ellos respondieron:

(Adoraremos lo que tú y tus padres: Abraham, Ismael e Isaac adoraban, la


Única divinidad y a Él nos someteremos.) (2:133)

La reina de Saba dijo:

(¡Señor mío! He sido injusta conmigo misma, me someto junto con


Salomón a Allah Señor del universo.) (27:44)

José solía decir en sus ruegos:

(Hazme morir sometido a Ti, y reúneme [en la otra vida] con los justos.)
(12:101)

El Mensajero de Allah dijo: “Los Profetas son hermanos; sus madres son
diferentes pero su religión es una”.[6]

Las variaciones que encontramos en las legislaciones de los diferentes


Mensajeros no significan que cada uno de ellos tuviera una religión
diferente. Allah puede prescribir un precepto determinado por alguna
razón, y en otro momento puede prescribir otro diferente por algún otro
motivo. Incluso, esto puede ocurrir dentro de una misma legislación. De
hecho ocurrió, pues Allah en un principio decretó que los musulmanes
para orar se orientaran a Jerusalén, pero luego esto fue abrogado por otro
precepto que ordenaba a los musulmanes a orientarse a la Ka‘bah. Es decir,
que al principio del Islam los musulmanes se orientaban hacia Jerusalén y
luego comenzaron a orientarse hacia Makkah. Lo mismo ocurre con las
legislaciones de los Profetas: la última legislación abroga a la anterior. Por
este motivo, la legislación que trajo el Profeta Muhammad abroga a
todas las anteriores.

5. La evolución de la creencia religiosa a través de los siglos no es la


causante de la idolatría, como sostiene Al ‘Aqqâd y algunos occidentales. El
motivo que condujo a la idolatría fue la desviación de quienes seguían a los
Mensajeros, la mala interpretación de sus Mensajes, y el abandono de la
guía traída por ellos.

(Mas quien se aleje de Mi Mensaje llevará una vida mísera...) (20:124)

Además, ellos siguieron sus propias conjeturas y deseos, e ignoraron la


verdadera guía:

(Ciertamente [estos idólatras] siguen sólo suposiciones impulsados por sus


propias pasiones, a pesar de haberles llegado la guía de su Señor.) (53:23)

(No sigáis las pasiones de quienes se extraviaron anteriormente e hicieron


que muchos [también] se extraviaran, y se desviaron del camino recto.)
(5:77)

Allah dice acerca de los judíos:

(Y por haber violado su pacto les maldijimos y endurecimos sus corazones.


Ellos tergiversan las palabras [de la Torá] y olvidan parte de lo que les fue
mencionado [en ella]...) (5:13)

Y dice acerca de los cristianos:


(Y con quienes decían: Somos cristianos, [también] concertamos el pacto,
pero olvidaron parte de lo que les fue mencionado [en el Evangelio]. Y [por
tal motivo] sembramos entre ellos la enemistad y el odio hasta el Día de la
Resurrección...) (5:14)

Explica como éstos se desviaron de la unicidad de Allah y el monoteísmo


diciendo:

(Tomaron a sus rabinos y a sus monjes por protectores en lugar de Allah [y


llegaron a idolatrarlos], y al Mesías hijo de María [los cristianos le adoraron
también]. Y sólo se les había ordenado [en la Torá y el Evangelio] adorar a
Allah, la única divinidad. No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado
salvo Él ¡Glorificado sea! ¡Cómo pueden atribuirle copartícipes!) (9:31)

Por este motivo los Mensajeros se desentienden de quienes se desviaron del


Mensaje:

(Y cuando dijo Allah: ¡Oh, Jesús hijo de María! ¿Eres tú quien ha dicho a
los hombres: Tomadnos a mí y a mi madre como divinidades en vez de
Allah? Dijo: ¡Glorificado seas! No me corresponde decir algo sobre lo que
no tengo derecho. Si lo hubiera dicho Tú lo sabrías. Tú conoces lo que
encierra mi alma, mientras que yo ignoro lo que encierra la tuya. Tú eres
Quien conoce lo oculto. No les he dicho sino lo que Tú me has ordenado:
Adorad a Allah, mi Señor y el vuestro...) (5:116-117)

[1]
Este Hadîz fue registrado por Abû Hâtim Ibn Hibbân. Ibn Kazîr dijo: Este Hadîz cumple con las
condiciones del Imâm Muslim, aunque él no lo registró. Al Bidâiah Ua An Nihâiah, 1/101.

[2]
Ídem.

[3]
Í
Ídem.

[4]
8/667, no. 4920.

[5]
1/185, no. 194.

[6]
Sahîh Al Bujâri 6/478, no. 3443.
CAPÍTULO 5

La concepción que las naciones extraviadas tienen de la divinidad

No es la intención de este análisis escribir la historia completa de la desviación en la creencia


religiosa. Esto es imposible, debido que existe una inmensa variedad de desviaciones. Además, ¿qué
beneficio tendría esta historia cuando la iniquidad y la incredulidad son una misma corriente?
Nuestro propósito aquí es conocer algunos de los errores en los que han caído otras naciones, y así
darnos cuenta de cuán valiosa es la creencia islámica.

Quienes entienden qué es lo falso y lo reconocen pueden comprender más cabalmente la verdad,
siempre que se aferren a ella estrictamente. Aquellos que siguen el Islam y no conocen la corriente
opuesta, es decir la falsedad, es posible que tengan algunos deslices. Las palabras de ‘Omar Ibn Al
Jattâb fueron certeras cuando dijo: “Pronto, cuando haya personas que habiendo crecido en el Islam
no sepan reconocer la ignorancia (Yâhiliiah) la cadena del Islam se romperá eslabón por eslabón”.
Indudablemente, quien conoce la oscuridad de noche sabe apreciar la luz de día.

Saiid Qutb que comprendió esta realidad dijo: “El hombre no podrá
entender la necesidad de este mensaje (el Islam), la necesidad de librarse
del desvío en el que la humanidad se encuentra sumergida, y la necesidad
de tener una creencia clara y estar totalmente convencido de ella hasta no
haber conocido la inmensa magnitud de la desviación y haber indagado
acerca de esa confusión de creencias y conceptos, de filosofías y fábulas, de
pensamientos e ilusiones, de rituales y tradiciones, de situaciones y
circunstancias que controlaban la conciencia del hombre en todo momento
antes de que el Islam llegara, y hasta no haber comprendido la verdadera
confusión, ambigüedad y complejidad que embebían las creencias religiosas
que fueron desvirtuadas y adulteradas, además de los extensos añadidos
colmados de filosofía, idolatría y mitos que los hombres insertaron en los
libros revelados.

A continuación expondré tres modelos: El primero representa las creencias


de una de las naciones que los hombres consideran como ejemplo de
civilización en el mundo antiguo; el segundo representa la desviación de los
seguidores de una religión revelada; y el último representa la idolatría de los
árabes antes de la llegada del Profeta Muhammad .
1 - La divinidad según los griegos[1]

Los investigadores consideran a los griegos como una de las naciones más civilizadas del pasado.
Veamos cuáles eran, entonces, las creencias de este pueblo. Ellos creían que Zeus era el señor de los
dioses. Su imagen era más parecida a la de Satanás que a la de un dios; estaba lleno de odio y
enemistad, y no hacía más que preocuparse por saciar su hambre y sus deseos. No le importaba la
situación de los dioses ni la de los hombres, y sólo se interesaba por aquellos asuntos que podían
ayudarle a mantener su dominio y tiranía. Solía enfadarse con Esculapio, dios de la medicina, porque
curaba a los enfermos, y ello lo privaba de recolectar el impuesto que las almas de los muertos debían
pagar para ser transportadas de la faz de la tierra a la otra vida.

También creían que Zeus se había enfadado con Prometeo, dios del conocimiento y la industria,
porque había enseñado al hombre cómo usar el fuego para la industria, y cómo del conocimiento se
podía obtener un poder similar al de los dioses. Entonces Zeus lo condenó al castigo eterno, pues no
se conformaba con su muerte o con quitarle su rango entre los dioses, y por eso inventó diferentes
maneras para torturarlo. Así fue que Zeus lo encadenó en la cima de una montaña y le envió águilas
que comían su hígado a lo largo del día. Durante la noche su hígado se reconstituía para que las
águilas pudieran, al día siguiente, seguir comiéndolo. Y todavía continúa siendo castigado, sin
posibilidad alguna de que alguien interceda por él, o de que sus súplicas sean escuchadas.

El filósofo y poeta griego Hesiodo dijo que Zeus se enfadó con Prometeo debido a que en uno de los
banquetes de los dioses, Prometeo sirvió a Zeus un plato de comida, el cual estaba lleno de huesos, y
tenía poca carne y grasa. Entonces Zeus pensó que Prometeo había hecho eso en una actitud de
altanería hacia él, debido a su gran conocimiento, sabiduría e inteligencia, pues era famoso por ello
entre los dioses.

Hesiodo, luego que el concepto de culto en la religión de los antiguos griegos evolucionara un poco,
se esforzó por exaltar a Zeus y dar una imagen sagrada y poderosa de él a los hombres, una imagen
propia de una divinidad.

No obstante, los estudiosos de la mitología griega narran que Zeus traicionaba su esposa Hera, y
enviaba al dios de las nubes a que estas cubrieran al sol durante su salida, para que no comenzara el
día y su esposa no regresara y lo descubriera con sus amantes sobre el trono del Olimpo.

En una ocasión su esposa lo descubrió besando al copero de los dioses, Ganimedes, el pastor esbelto
que Zeus encontró en un campo y lo secuestró llevándolo al cielo. Zeus no hizo ningún intentó para
ocultar su amor por el copero, y justificó el asombro de su esposa diciendo que ella no conocía el
placer de mezclar el néctar de una copa con el jugo de los labios.

É
Éste es un ejemplo representativo de las creencias idólatras que son producto de las ilusiones y los
mitos. Los dioses de los griegos eran muchos, y luchaban entre ellos, torturándose y matándose. Al
igual que el ser humano, estos dioses comían, bebían, contraían matrimonio, cometían adulterio,
practicaban la homosexualidad, y como si fuera poco, justificaban su mal comportamiento. ¿Qué
efecto puede tener esta doctrina en los corazones de quienes creen en ella? ¿Qué resultados pueden
causar estas creencias en el comportamiento de los hombres, individual y colectivamente? ¿Cuáles
son los valores que esta creencia idólatra, desviada, y falsa establece?

[1] Haqâ'iq Al Islâm Ua Abâtîl Jusûmihi


2 - La divinidad según los judíos[1]

La religión del pueblo de Israel, el judaísmo, está llena de actitudes


idólatras y discriminación étnica. Muchos Mensajeros fueron enviados al
pueblo de Israel - el profeta Israel es Ia‘qûb Ibn Ishâq Ibn Ibrâhîm -, y
precisamente el primero fue Israel. Todos ellos predicaron la creencia en la
unicidad de Allah, como anteriormente lo había hecho Abraham. Luego se
presentó ante ellos Moisés , su más importante Profeta, con el mismo
mensaje de monoteísmo y una legislación propia, pero con el transcurso del
tiempo se desviaron e incurrieron en la idolatría. Ellos registraron en sus
libros sagrados, inclusive la Torá, fábulas e historias referidas a Allah
que no son superiores a los principios idólatras de los griegos y de otras
naciones idólatras que no recibieron la guía divina ni tampoco tenía ningún
libro revelado por Allah .

La doctrina que Allah reveló a Abraham era la doctrina de la unicidad


de Allah, una creencia completa, monoteísmo íntegro, claro y puro, con la
que él confrontó a los idólatras, como narra el Sagrado Corán. Abraham
recomendó a sus hijos seguir esta creencia, y así también lo hizo Jacob con
los suyos antes de morir. Allah dice:

(Relátales [¡Oh, Muhammad!] la historia de Abraham, cuando dijo a su


padre y a su pueblo: ¿Qué es lo que adoráis? Dijeron: Adoramos a ídolos, y
estamos consagrados a ellos. Dijo [Abraham]: ¿Acaso pueden oír vuestras
súplicas? ¿O pueden beneficiaros o dañaros en algo? Dijeron: No, pero esto
es lo que adoraban nuestros padres [y nosotros les imitamos]. Dijo
[Abraham]: ¿Acaso no habéis reflexionado en lo que adoráis, tanto vosotros
como vuestros ancestros? Ellos [los ídolos] son mis enemigos, pero no así
quien adore al Señor del universo, pues él es Quien me ha creado y me guía,
me da de comer y de beber, cuando me enfermo Él es Quien me cura, y Él
es Quien me hará morir y luego me resucitará [el Día de la Resurrección], y
es de Quien anhelo que perdone mis pecados el Día del Juicio. ¡Oh, Señor
mío! Concédeme sabiduría, y úneme a los justos [en el Paraíso]. Agráciame
con el respeto y el buen recuerdo de las generaciones venideras.) (26:69-84)

(¿Y quién reniega de la religión de Abraham sino el de espíritu necio? Le


elegimos en este mundo, y en el otro se contará entre los justos. Y cuando le
dijo su Señor: Entrégate [a Mí con total sinceridad], dijo: Me entrego al
Señor del universo. Y recomendó Abraham lo mismo a sus hijos y Jacobo a
los suyos diciendo: ¡Oh, hijos míos! Allah os ha elegido esta religión y no
muráis sino sometidos a Él. ¿Es que fuisteis testigos de cuando le llegó a
Jacobo la muerte y dijo a sus hijos: ¿Qué adoraréis después de mí? Dijeron:
Adoraremos lo que tú y tus padres: Abraham, Ismael e Isaac adoraban, la
Única divinidad y a Él nos someteremos.) (2:130-133)

Luego de que esta doctrina pura, que establecía la fe sincera en la unicidad


de Allah y en el Día del Juicio, se instaurara por muchos años los hombres
volvieron a desviarse, y permanecieron en esa desviación hasta que Moisés
se presentó ante ellos con el mensaje monoteísta, pero aún así no le
obedecieron y continuaron extraviados.

Encontrándose Moisés entre ellos, adoraron al becerro que un samario


hizo para ellos fundiendo el oro robado de las mujeres egipcias. Allah
dice:

(Dijeron: No quebrantamos la promesa que te hicimos intencionadamente,


sino que cuando arrojamos al fuego las joyas del pueblo del Faraón que
teníamos en nuestro poder, el samaritano, luego de arrojar el polvo [de las
huellas del corcel del Ángel Gabriel enviado por Allah para ejecutar Su
orden de ahogar al Faraón y su ejército, cuando se partieron las aguas del
mar] sobre ellas, fundió las joyas dándoles la forma de un becerro que
emitía un sonido como un mugido, y entonces exclamamos: Ésta es nuestra
divinidad y la de Moisés, pero él olvidó que está aquí.) (20:87-88)

Anteriormente, le habían pedido a Moisés que les permitiera adorar a un


ídolo. Allah dice:

(Hicimos que los Hijos de Israel cruzaran el mar, y cuando llegaron a un


pueblo que se prosternaba ante los ídolos dijeron: ¡Oh, Moisés! Permítenos
adorar ídolos como lo hacen ellos. Dijo: Vosotros en verdad, sois un pueblo
de ignorantes.) (7:138)

El Sagrado Corán narra el extravío de los Hijos de Israel, las mentiras que
decían acerca de Allah, y su idolatría. Ellos atribuyeron un hijo a Allah:
(Algunos judíos dicen: Esdras es el hijo de Allah...) (9:30) Además dijeron
que Allah era avaro y pobre: (Los judíos dicen: La mano de Allah está
cerrada [y no concede Sus gracias]. Sus propias manos quedaron cerradas y
fueron maldecidos por lo que dijeron. Por el contrario, Sus manos están
abiertas y sustentan como Él quiere...) (5:64)

(Allah ha oído las palabras de quienes dijeron: Allah es pobre y nosotros


somos ricos. Registraremos lo que dijeron y también que hayan matado a
los Profetas injustamente...) (3:181)

Un ejemplo de la discriminación e intolerancia étnica que componen su


doctrina es la creencia de que su divinidad es sólo para ellos, por ese motivo
sostienen que únicamente serán juzgados de acuerdo a las leyes éticas en el
trato que los judíos tengan entre ellos. Es decir que los judíos no tendrán
que rendir cuenta por el mal trato que tengan con un no judío. Allah dice
en el Sagrado Corán:
(Entre la Gente del Libro hay quienes, si les confías una gran cantidad de
dinero te lo devuelven, y quienes si les confías un solo dinar sólo te lo
devuelven después de pedírselo con insistencia. Eso es porque ellos dicen:
No seremos recriminados por no cumplir con quienes no han recibido
ninguna revelación. Ellos inventan mentiras acerca de Allah a sabiendas.)
(3:75)

Sus libros tergiversados contienen descripciones de la divinidad que no son


mejores que las descripciones idólatras de los griegos.

En el tercer capítulo del Génesis, luego de que Adán cometiera el pecado de


comer del árbol prohibido, y que según el Génesis era árbol del
conocimiento del bien y del mal, se lee lo siguiente:

“Oyeron a Yahvé Dios, que se paseaba por el jardín al fresco del día, y se
escondieron de Yahvé Dios el hombre y su mujer, en medio de la arboleda
del jardín. Pero llamó Yahvé Dios al hombre, diciendo: «¿Dónde estás?» Y
éste contestó: «Te he oído en el jardín, y temeroso, porque estaba desnudo,
me escondí». «¿Y quién, le dijo, te ha hecho saber que estabas desnudo?
¿Es que has comido del árbol que te prohibí comer?»... Díjose Yahvé Dios:
«He aquí el hombre hecho como uno de nosotros, conocedor del bien y del
mal; que no vaya ahora a tender su mano al árbol de la vida, y comiendo de
él, viva para siempre». Y le arrojó Yahvé Dios del jardín de Edén, a labrar
la tierra de que había sido tomado. Expulsó al hombre y puso delante del
jardín del Edén un querubín, que blandía flameante espada para guardar el
camino del árbol de la vida.”[2]
En este pasaje se describe claramente a Allah como ignorante, pues sólo
pudo saber donde se encontraba Adán recién cuando el mismo Adán se lo
dijo. También se Lo iguala al ser humano, pues menciona que camina al
igual que el hombre. Según este pasaje, la razón por la cual Allah expulsó a
Adán del Paraíso no es su desobediencia al Señor como el Corán declara,
sino que es porque Allah temía que Adán pudiera comer del árbol de la vida
y convertirse en un inmortal. También puede deducirse que Allah no le
enseñó al hombre el bien y el mal, y que éste recién lo aprendió cuando
comió del árbol. Pero todo esto acerca de Allah es una gran mentira.

Otra conclusión extraída del texto citado anteriormente es que la eternidad


de Allah es por haber comido del árbol de la vida. ¡Glorificado sea Allah!
Él está por encima de lo que le atribuyen.

Así como ellos consideran que Allah es ignorante, también consideran que
Él se entristece y se arrepiente de sus obras. Ellos mencionan que Allah se
entristeció por haber creado al hombre cuando vio cómo se incrementaba su
maldad y su corrupción durante la época de Noe:

“Viendo Yahvé cuánto había crecido la maldad del hombre sobre la tierra y
que su corazón no tramaba sino aviesos designios todo el día, se arrepintió
de haber hecho al hombre en la tierra, doliéndose grandemente en su
corazón, y dijo: «Voy a exterminar al hombre que creé de sobre la faz de la
tierra; y con el hombre, a los ganados, reptiles y hasta las aves del cielo,
pues me pesa haberlos hecho». Pero Noé halló gracia a los ojos de
Yahvé.”[3]

En el undécimo capítulo del Génesis se narra lo siguiente:


“Era la tierra toda de una sola lengua y de unas mismas palabras. En su
marcha desde oriente hallaron una llanura en la tierra de Senaar, y se
establecieron allí. Dijéronse unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos y a
cocerlos al fuego». Y se sirvieron de los ladrillos como de piedras, y el
betún les sirvió de cemento; y dijeron: «Vamos a edificarnos una ciudad y
una torre, cuya cúspide toque a los cielos y nos haga famosos, por si
tenemos que dividirnos por la faz de la tierra». Bajó Yahvé a ver la ciudad y
la torre que estaban haciendo los hijos de los hombres, y se dijo: «Veo aquí
un solo pueblo, pues tienen todos una lengua única. Se han propuesto esto,
y nada les impedirá llevarlo a cabo. Bajemos, pues, y confundamos su
lengua, de modo que no se entiendan unos a otros». Y los dispersó de allí
Yahvé por toda la faz de la tierra, y así cesaron de edificar la ciudad. Por
eso se llamó Babel, porque allí confundió Yahvé la lengua de la tierra toda,
y de allí los dispersó por la faz de toda la tierra.”[4]

¡Qué clase de narración es ésta que falsifica completamente la verdad! ¡Qué


clase de divinidad relata esta narración! ¡Una que teme a los humanos y se
inquieta por su unión, y para evitar que se unan lucha contra ellos y los
esparce a lo largo del mundo confundiendo sus idiomas!

Los judíos también atribuyen a Allah malas acciones. En el capítulo


vigésimo cuarto del segundo libro de Samuel se lee lo siguiente:

“Así, pues, Yahvé envió la peste a Israel desde la mañana hasta el tiempo
fijado. Desde Dan hasta Berseba murieron setenta mil hombres del pueblo.
El ángel de Yahvé tendía ya su mano sobre Jerusalén para destruirla; pero se
arrepintió Yahvé del mal y dijo al ángel que hacía perecer al pueblo: «Basta;
retira ya tu mano».”[5]
Luego de analizar resumidamente lo que el Corán dice sobre el extravío de
los judíos y el concepto desviado que tienen de Allah , y citar algunas de
las mentiras y falsedades que se encuentran en la Torá tergiversada, nos
detendremos ahora a indagar sobre algunos puntos del Talmud. Éste libro
fue escrito por sabios judíos y rabinos, y es para ellos aún más importante
que la Torá. En el Talmud encontramos que la gran desviación de los judíos
no sólo corresponde a su doctrina sino también a su legislación.

Citaré a continuación algunos párrafos del libro Al Kanz Al Marsûd Fi


Qauâ‘id At Talmûd referidos a lo que el Talmud dice sobre el poder divino.

Para los judíos, Allah necesita leer y aprender, y también bromea y


juega. En el Talmud se lee: “El día tiene doce horas. Durante las primeras
tres, (Allah) se sienta y estudia la ley. Durante las segundas tres horas, Él
dicta sentencias. Y durante las últimas tres Él alimenta (a Sus criaturas). Y
durante las tres últimas, Él se sienta y juega con una ballena, que es el rey
de los peces.”

También se lee lo siguiente: “Dios no tiene otro trabajo que aprender el


Talmud con los ángeles.” ¡Y no sólo con los ángeles sino que también con
Asmodeo, jefe de los demonios en la escuela de cielo!

¿Y cuál es la ballena con la que Allah juega? Según los judíos, es una
ballena inmensa, tan grande que puede entrar en su garganta un pez cuyo
largo es de mil cuatrocientos cincuenta kilómetro aproximadamente.
Debido al enorme tamaño de esta ballena, Allah temió que si se reprodujese
podría destruir el mundo. Por ese motivo decidió mantenerlo alejado de su
compañera, para que el mundo no se llenara de estas bestias que terminarían
acabando con quienes lo habitan. Así fue como Allah retuvo al macho, y
a la hembra la mató y luego la condimentó y preparó con ella el alimento de
los creyentes en el Paraíso.

Sumados a estos mitos que se convirtieron en parte de su doctrina, se


encuentra la siguiente narración: “Después de la destrucción del templo
Dios no volvió a jugar con la ballena, ni tampoco quiso volver a bailar con
Eva, a quien Él había adornado su vestimenta y recogido su cabello.”

Tienen las mismas creencias de los incrédulos que les precedieron, y


corroboran las mismas mentiras de los pueblos idólatras y extraviados. Para
ellos Allah no es diferente al ser humano, piensa como ellos, actúa como
ellos, juega, baila, se entristece, y llora. ¿y por qué llora? Llora, según ellos,
por la destrucción del templo judío que Salomón construyó para ellos.

Ese templo era el símbolo de la gloria de los judíos, y por ello dicen que
desde que fue destruido Allah llora tres cuartas partes de la noche y ruge
como un león, diciendo: “Me maldigo a mí mismo. ¿Cómo pude permitir
que mi templo fuera destruido e incendiado, y mis hijos esparcidos?”

Afirman que Allah se empequeñeció debido al gran dolor que sintió por
la destrucción del templo: “Dios llenó (sólo) el espacio de cuatro cielos
después de haber llenado, en todo momento, todos los cielos y la tierra.”
¡Glorificado sea Allah! Él esta por encima de lo que Le atribuyen.

Ellos consideran que Allah, el Glorioso y el Sublime, se menosprecia


cuando Sus siervos, y obviamente se refieren a los judíos, lo glorifican:
“Cuando el Creador oye a las personas glorificándole, inclina su cabeza
exclamando: «¡Qué feliz es el rey cuando es ennoblecido y alabado, y él
realmente lo merece! Pero el padre que abandonó a sus propios hijos en la
miseria no merece ser glorificado».”

(¡Que Allah los maldiga! ¡Cómo se desvían!) (9:30)

Otras de sus mentiras es decir que Allah se golpea las mejillas, llora, y
las lágrimas caen por su rostro, debido a la desdicha y miseria que azota los
judíos: “Dios se lamenta por haber dejado a los judíos abandonados en la
miseria. Él todos los días golpea sus mejillas y llora, y dos lágrimas caen de
sus ojos al océano. El sonido de su caída puede oírse desde un extremo del
universo al otro, las aguas del océano se agitan, la tierra se sacude, y ocurre
un terremoto.”

Ellos afirman que Allah se equivoca, reconoce sus faltas, y expía sus
pecados. Además consideran que la luna es un error en la creación de Allah.
En una de sus narraciones, cuentan que la luna le dijo a Allah :
“Cometiste un error al crearme más pequeña que el sol, entonces Dios
reconoció su error, y dijo: Sacrificad para mí un animal, que expiaré con él
mi falta, pues creé a la luna más pequeña que el sol.”

¡Cómo pueden proferir tales mentiras! ¡Cómo pueden decir que Allah expía
sus faltas! ¡Cómo pueden decir que Allah se equivocó en su creación!

Por cierto que quienes inventan estas mentiras y quienes creen en ellas
tienen una mente muy necia. ¡Alabado sea Allah que nos guía por el
sendero de la verdad!
Otras de sus mentiras dice: “A veces Dios se enceguece de cólera, como le
ocurrió el día que se enfadó con los Hijos de Israel y juró privarlos de la
vida eterna. Pero luego que reaccionó se arrepintió de lo que dijo y no
cumplió con su juramento, porque había prometido algo injusto.”

No se conforman con mentir diciendo que Allah juró cometer una


injusticia enceguecido por la ira, sino que además dicen que debió expiar el
incumplimiento de su juramento. En el Talmud se lee lo siguiente: “Cuando
Dios jura en vano necesita que alguien le ayude a expiar su falta para
librarse de su voto. Una vez, un sabio de entre los israelíes oyó a Dios decir:
¿Quién me ayuda a librarme del juramente que hice? Al enterarse el resto
de los rabinos que éste no libró a Dios de su juramento lo consideraron un
asno, pues no lo había ayudado a expiar su falta. Por este motivo inventaron
un ángel entre los cielos y la tierra para ayudar a librar a Dios de los
juramentos que hace en vano cuando lo necesita, y lo llamaron Mai.”[6]

Éstos son algunos ejemplos de las creencias falsas y desviadas que


componen la doctrina de los judíos. Y por cierto que éstas no son menos
decadentes que los mitos que los griegos y los idólatras tenían de sus
deidades.

[1]
Adaptación de Jasâ'is At Tasauur Al Islâmi por Saiid Qutb, pág. 11.

[2]
Génesis 3:8-11, 22-24 (Versión directa de las lenguas originales) [Traductor]

[3]
Génesis 6:5-8 (Versión directa de las lenguas originales) [Traductor]

[4]
Génesis 11:1-9 (Versión directa de las lenguas originales) [Traductor]

[5]
2 Samuel 24: 15-16 (Versión directa de las lenguas originales) [Traductor]
[6]
Esto simplemente es un resumen muy pequeño de lo que los judíos han escrito en su Talmud.
3 - La desviación de los árabes del monoteísmo

Los árabes creían en la unicidad de Allah, pues seguían la religión de su


padre Abraham . Cuatrocientos años antes de que se presentara el
Profeta Muhammad surgió entre los árabes un líder muy escuchado y
respetado que cambió la religión de su pueblo. Su nombre era ‘Amr Ibn
‘Âmir Al Juzâ‘ .

Fue registrado en Sahîh Al Bujâri, de Abû Hurairah , que el Profeta


dijo: “Vi a ‘Amr Ibn ‘Âmir Al Juzâ‘ arrastrando sus entrañas en el
Infierno. Él fue el primero en consagrar una camella a los ídolos dejándola
pastar libremente”.[1]

También fue registrado en Sahîh Al Bujâri de ‘Â'ishah que el Profeta


dijo: “Vi todo lo que hay en el Infierno consumirse en llamas, y allí observe
a ‘Amr Ibn ‘Âmir Al Juzâ‘ arrastrando sus entrañas. Él fue el primero en
consagrar una camella a los ídolos dejándola pastar libremente”.[2]

‘Amr Ibn ‘Âmir Al Juzâ‘ instó a los árabes a adorar a los ídolos
introduciendo numerosas innovaciones en la religión de Allah, y
prohibiendo y permitiendo las cosas según su antojo, así fue como logró
cambiar la religión. Allah dice en Su Libro:

(Allah no prescribió ni bahîrah [nombre dado a la camella que se


consagraba a los ídolos por lo que no debía ser ordeñada] ni sâ'ibah
[nombre dado a la camella que se consagraba a los ídolos por lo que se la
dejaba pastar libremente] ni uasîlah [nombre dado a la oveja o cabra que en
su séptimo parto paría un macho y una hembra por lo que se la consagraba a
los ídolos y no se la sacrificaba] ni hâm [nombre dado al camello semental
que luego de servir diez veces se consagraba a los ídolos por lo que no se lo
podía utilizar para montura]. Son los incrédulos quienes han inventado estos
ritos, mintiendo acerca de Allah. La mayoría de ellos no razonan.) (5:103)

Existen diferentes registros acerca de cómo ‘Amr Ibn ‘Âmir Al Juzâ‘


esparció los ídolos a lo largo de toda la península árabe. Algunos dicen que
él tenía un genio (Yinn) que le mostraba donde estaban enterrados los ídolos
que fueron adorados en la época de Noe. Entonces los desenterraba y los
distribuía entre los árabes. Otro registro dice que trajo los ídolos de Siria, y
cuando vieron que él los adoraba le pidieron uno y lo llevaron a Makkah.[3]

La razón por la cual los árabes siguieron a ‘Amr Ibn Luhai era que éste tenía
una posición muy alta entre ellos. Él era el líder de la tribu de Juzâ‘ah
cuando éstos tomaron Makkah y la Ka‘bah, después de expulsar a la tribu
de Yurhum. Los árabes lo consideraban su señor, y por eso siempre que él
introducía una innovación ellos la adoptaban como una ley. ‘Amr
alimentaba y vestía a la gente durante la peregrinación, y a veces sacrificaba
diez mil camellos para esa época y distribuía diez mil vestimentas entre los
peregrinos.[4]

Se dice que él fue quien llamó a las personas a adorar a Lât. Según una narración, había un hombre
en la ciudad de At Tâ'if que molía el trigo en una gran piedra para preparar el pan a los peregrinos.
Cuando éste murió, ‘Amr Ibn Luhai creyó que en realidad no había muerto sino que había entrado en
la piedra en la que solía moler el trigo, y entonces ordenó a la gente que la adoraran.

También se dice que fue él quien cambió la declaración de la unicidad de


Allah que se dice durante la peregrinación (Talbiah). En la época de
Abraham ésta era: “Heme aquí ¡Oh, Allah! Heme aquí. Heme aquí, y
Tú no tienes ningún copartícipe. Heme aquí”. Esta proclama continuó así
hasta que llegó ‘Amr Ibn ‘Âmir. Según se narra, éste se encontraba
circunvalando la Ka‘bah y proclamando la declaración de la unicidad de
Allah, cuando Satanás se le apareció en la figura de un anciano. Cuando
‘Amr dijo: “Heme aquí, y Tú no tienes ningún copartícipe”, el anciano
replicó: “Tú no tienes más que un solo copartícipe”. Entonces ‘Amr lo
increpó, y le dijo: ¿Cómo te atreves a decir eso? Y el anciano le respondió:
Agrega al final: “Tú eres dueño de él y de todo lo que él posea”, pues no
hay nada de malo en estas palabras. Así fue como ‘Amr modificó esta
declaración de unicidad, y luego su pueblo lo siguió.
El principio de la desviación

El historiador Ibn Ishâq nos narra cuál fue el principio de la desviación


entre los árabes descendientes de Ismael , y cómo comenzaron a adorar
ídolos de piedra: “Debido a que los árabes veneraban la ciudad de Makkah,
todos querían vivir cerca de ella. Esta situación trajo como consecuencia
una superpoblación en la ciudad, y muchos se vieron obligados a emigrar a
otras tierras menos pobladas en busca de mayor espacio y progreso. Todos
los que se marchaban llevaban una piedra de Makkah y la colocaban en el
lugar donde se asentaban, con el fin de circunvalar alrededor de ella como
lo hacían con la Ka‘bah y así seguir venerando Makkah. Este acto los
condujo a adorar esas piedras, y finalmente terminaron rindiéndole culto a
cualquier piedra que encontraban atractiva”.[5]

Abû Rayâ' Al ‘Utâridi dijo: “En la época de la ignorancia (Yâhiliiah)


adorábamos piedras. Cada vez que encontrábamos una piedra más bella
arrojábamos la anterior. Cuando no encontrábamos ninguna, recogíamos
tierra y ordeñábamos una oveja encima de ella, luego circunvalábamos a su
alrededor”. Otra actitud sorprendente durante la época de la ignorancia era
que cuando un hombre viajaba llevaba cuatro piedras, tres para sostener su
olla y una para rendirle culto.
Los ídolos de los árabes

Los árabes adoraban ídolos. Hishâm Ibn Muhammad Ibn As Sâ'ib Al Kalbi dijo: Uno de los ídolos
más antiguos de los árabes era llamado Manâh, y se encontraba erigido a la orilla del Mar Rojo, cerca
de Al Mushallal, en un lugar llamado Qadîd, entre Makkah y Al Madînah. Todos los árabes lo
veneraban. Las tribus Al Aus y Al Jazray, y aquellos que se establecieron en las ciudades de Al
Madînah y Makkah y en las regiones aledañas a éstas, veneraban este ídolo y le ofrecían diferentes
oblaciones. Pero nadie honró más a este ídolo que las tribus de Al Aus y Al Jazray. Tanto lo amaba la
tribu de Al Aus y quienes vivían cerca de ellos que peregrinaban en su nombre, y cumplían con todos
los ritos de la peregrinación. Cuando dejaban Makkah, se dirigían hacia donde se encontraba Manâh
y recién allí afeitaban sus cabezas y permanecían un tiempo junto a él. Ésta era la condición para que
su peregrinación tuviera validez.

El ídolo Manâh pertenecía a las tribus de Hudhail y Juzâ‘ah. El año de la


conquista de Makkah, el Mensajero de Allah ordenó a ‘Ali destruirlo.

Luego comenzaron a venerar a otro ídolo llamado Lât que se encontraba en


la ciudad de At Tâ'if. Este ídolo era de piedra y tenía forma cuadrada. Sus
guardianes eran de la tribu de Zaqîf, y habían construido una lápida sobre
él. Tanto Quraish como el resto de las tribus árabes lo veneraban, y solían
llamar a sus hijos con su nombre, como por ejemplo Zaid Al Lât y Taim Al
Lât. Este ídolo estaba erigido donde hoy se encuentra el minarete izquierdo
de la mezquita de At Tâ'if. Allí fue donde permaneció hasta que el
Mensajero de Allah ordenó a Al Mughîrah Ibn Shu‘bah y a Abû Sufiân
Ibn Harb destruirlo y quemarlo, luego que toda la tribu de Zaqîf abrazó el
Islam.

Ibn Yarîr en su exégesis del siguiente versículo: (¡Cómo es que adoráis a


Lât, a ‘Uzza...) (53:19) cita a Muyâhid, quien dice al respecto: Lât era el
nombre de una persona que preparaba el pan para los peregrinos, y, cuando
éste murió, los hombres se aferraron a su tumba. Abû Al Yauzâ' transmitió lo
mismo de Ibn ‘Abbâs. También fue registrado por Al Bujâri un Hadîz
similar.
Luego comenzaron a venerar a un nuevo ídolo llamado ‘Uzza. Este ídolo
fue adoptado por Dhâlim Ibn Sa‘d en el valle Najlah situado sobre Dhât
‘Irq. Fue erigida una construcción en su nombre, de la cual provenía un
sonido que los hombres podían escuchar. Al Kalbi registró que Ibn ‘Abbâs
dijo: “Había un demonio que frecuentaba a ‘Uzza y solía aparecerse en tres
palmeras ubicadas en el centro del valle Najlah”.

Cuando el Mensajero de Allah conquistó Makkah, le dijo a Jâlid Ibn Al


Ualîd: “Dirígete al centro del valle Najlah, y allí encontrarás tres palmeras.
¡Tala la primera!” Entonces fue hasta el centro del valle y la taló. Cuando
regresó, el Profeta le preguntó: “¿Acaso viste algo?” Y él respondió: No.
El Profeta le dijo: ¡Ve, y tala la segunda! Entonces fue hasta el centro del
valle y la taló. Cuando regresó, el Profeta le preguntó: “¿Acaso viste
algo?” Y él respondió: No. El Profeta le dijo: ¡Ve, y tala la tercera!
Entonces fue hasta el centro del valle, y encontró junto a la palmera una
mujer etíope con el pelo desaliñado, las manos sobre sus hombros, y
rechinando sus dientes. Detrás de ella, estaba de pie el guardián del ídolo.
Al ver esto Jâlid exclamó: Yo no creo en ti, ni te venero, y estoy
convencido que Allah te ha envilecido. Inmediatamente cortó su cabeza, y
la mujer se convirtió en cenizas. Luego taló la palmera y mató al guardián.
Cuando regresó, le contó al Profeta lo sucedido, y éste: “Ella era ‘Uzza,
y a partir de ahora los árabes no tendrán otra ‘Uzzah”. Éste ídolo pertenecía
a los habitantes de Makkah, y se encontraba en un lugar cerca de ‘Arafât.
‘Uzzah era un árbol bajo el cual los idólatras ofrecían sus sacrificios y sus
imploraciones.

Al Kalbi dijo en su libro titulado Al Asnâm: “Quraish tenía varios ídolos,


dentro y fuera de la Ka‘bah. El más grande de ellos y más venerado era
llamado Hubal. Según los datos que pude recoger, estaba tallado en una
piedra preciosa de color rojo y tenía figura humana. Cuando la gente
disputaba por alguna cuestión o querían viajar, se presentaban ante él y
decidían de acuerdo a lo que el lanzamiento de sus flechas, hecho frente al
ídolo, les decía.
También entre sus ídolos se encontraban Isâf y Nâ'ilah. Algunos narradores transmitieron la historia
de un hombre y una mujer que cometieron adulterio dentro de la Casa Sagrada, y Allah los convirtió
en dos piedras. Entonces los líderes de Quraish las pusieron dentro de la Ka‘bah con la intención de
que la gente escarmentara, pero cuando pasó el tiempo y las personas empezaron a rendirle culto a
los ídolos, adoraron a estas dos piedras también.

Cuando el Mensajero conquistó Makkah, encontró trescientos sesenta


ídolos alrededor de la Ka‘bah. Entonces empezó a golpear sus rostros y sus
ojos con su arco mientras recitaba: (Ha triunfado la verdad y se ha disipado
lo falso, pues lo falso siempre se desvanece.) (17:81) y (Se os ha presentado
la Verdad y se ha desvanecido lo falso, y no retornará.) (34:49). Los ídolos
cayeron al suelo junto con sus cabezas, y el Profeta ordenó sacarlos de la
mezquita y quemarlos. Fue registrado en Sahîh Al Bujâri y en Sahîh Muslim
un Hadîz similar transmitido por Ibn Mas‘ûd, pero no mencionaron que los
ídolos cayeron al suelo junto con sus cabezas, y registraron que lo que
utilizó el Profeta para romper los ídolos fue una vara que llevaba en la
mano.”

Tanto se propagó la idolatría que en todas las casas de Makkah había un ídolo, al que sus habitantes
adoraban. Cada vez que una persona se disponía a viajar, antes de emprender la partida tocaba el
ídolo y se frotaba las manos por su cuerpo pidiendo su bendición. Lo mismo hacía cuando regresaba
de su viaje.

Ibn Ishâq Al Kalbi dijo: Dhû Al Jalasah era un ídolo que pertenecía a Daus,
Jaz‘am, Bayîlah, y quienes vivían en sus tierras. Era una piedra blanca
tallada con la imagen de una corona, y se encontraba dentro de una
construcción erigida especialmente para él. El Mensajero de Allah le dijo
a Yarîr Ibn ‘Abdullah Al Bayali: “¿Puedes destruir a Dhû Al Jalasah por
mí?” Entonces se dirigió junto con los hombres de la tribu de Ahmas hacia
la casa donde se encontraba el ídolo, y en el camino se enfrentaron con
Jaz‘am y Bâhilah, pero los derrotaron. Finalmente pudo destruir la casa de
Dhû Al Jalasah, y prenderle fuego.
Fue registrado en Sahîh Al Bujâri y en Sahîh Muslim que Yarîr Ibn
‘Abdullah dijo: El Mensajero de Allah me dijo: “¿Podrías ayudarme a
descansar de Dhû Al Jalasah?” Había una casa en tierras de Jaz‘am llamada
la Ka‘bah del Yemen, así que me dirigí hacia allá con ciento cincuenta
jinetes de la tribu de Ahmas. Le dije al Profeta : ¡Oh, Mensajero de Allah!
No puedo montar bien un caballo. Entonces él golpeó tan fuertemente mi
pecho con su mano que pude ver las marcas de sus dedos en mi cuerpo, y
dijo: “¡Oh, Allah! Concédele firmeza, guíalo, y haz que sea motivo de guía
para muchas personas”. Luego de este suceso se dirigió a donde se
encontraba Dhû Al Jalasah y lo destruyó.

El número de ídolos que había en la época de la ignorancia (Yâhiliiah) es mayor que el mencionado
en este capítulo.

La profunda oscuridad que existía cuando el Profeta fue enviado

Cuando el Mensajero fue enviado, no quedaba de la guía divina que


trajeron los Profetas precedentes sino una luz muy débil que no alcanzaba
para guiar a las personas y mostrarle el sendero recto de Allah , pues ese
camino se había perdido rodeado de tanta falsedad.

Los textos que han conservado la historia nos relatan que cuatro hombres sabios de Quraish se
apartaron de su pueblo durante una fiesta celebrada en nombre de uno de sus ídolos. Ellos eran
Uaraqah Ibn Naufal, ‘Ubaidullah Ibn Yahsh, ‘Uzmân Ibn Al Huairiz Ibn Asad Ibn ‘Abd ‘Uzza y Zaid
Ibn ‘Amr Ibn Nufail.

Éstos se dijeron unos a otros: “Sabemos, por Allah, que nuestro pueblo no está aferrado a ninguna
verdad. Ellos se han desviado de la religión de su padre Abraham. ¡Cómo pueden adorar a piedras
que no oyen ni ven, y tampoco pueden perjudicar ni beneficiar a nadie! Sigamos nosotros una
religión, pues nuestra gente no quiere seguir ninguna”. Entonces cada uno de ellos viajó a una tierra
diferente en busca de la religión de Abraham.
Uaraqah Ibn Naufal se aferró firmemente al cristianismo, y luego de
estudiar profundamente sus libros se convirtió en una de las personas de
más conocimiento entre la Gente del Libro.

‘Ubaidullah Ibn Yahsh permaneció en su estado de confusión hasta que


abrazó el Islam. Entonces emigró con los musulmanes a Abisinia junto con
su esposa, también musulmana, Umm Habîbah Bint Abû Sufiân. Luego de
habitar en Abisinia, él se convirtió al cristianismo y renegó del Islam. Murió
siendo cristiano.

‘Uzmân Ibn Al Huairiz se presentó ante César, gobernante de los romanos,


y se convirtió al cristianismo. Llegó a ser muy estimado por el gobernante.

Zaid no se convirtió ni al cristianismo ni al judaísmo. Pero se alejó por un


tiempo de su pueblo y de sus ídolos, dejó de comer la carne del animal
muerto naturalmente, la sangre y la carne de los animales sacrificados a los
ídolos, y se opuso a que los hombres de su pueblo siguieran con la
costumbre de enterrar vivas a las niñas. Decidió adorar al Señor de
Abraham, y criticó fuertemente las acciones de su pueblo.

Fue registrado en Sahîh Al Bujâri que ‘Abdullah Ibn ‘Omar dijo: “El
Profeta se encontró con Zaid Ibn ‘Amr Ibn Nufail en el valle de Baldah,
al oeste de Makkah, antes de recibir la revelación. Allí le fue ofrecida una
comida al Profeta pero se negó a comerla. Entonces Zaid dijo: ¿Acaso no
sabéis que yo no como la carne del animal que sacrificáis a los ídolos? Yo
sólo como la carne del animal sacrificado en nombre de Allah. ¿Acaso no
recordáis que yo, Zaid Ibn ‘Amr, rechazaba los animales sacrificados por
Quraish? Y agregó, en repudio a lo que su pueblo hacía: Allah es Quien
crea la oveja, y hace descender agua del cielo para que con ella brote de la
tierra su alimento, y luego vosotros, al momento de sacrificarla, mencionáis
otro nombre diferente a Allah”.[6]
Mûsa Ibn ‘Uqbah dijo: Sâlim Ibn ‘Abdullah – que siempre narra lo que le
transmitió Ibn ‘Omar – me relató lo siguiente: “Cuando Zaid Ibn ‘Amr Ibn
Nufail viajó a Siria en busca de una religión a la cual seguir encontró a un
sabio judío y le preguntó acerca de su religión, diciéndole: Quizás yo sigua
vuestra religión. ¡Infórmame sobre ella! El sabio respondió: No podrás
seguir nuestra religión a menos que aceptes cargar con una parte de la ira de
Allah. Zaid dijo: Estoy buscando escapar de la ira de Allah y no quiero
cargar con ella. ¡Cómo podría aceptar lo que me propones! ¿Acaso conoces
otra religión? El judío dijo: Sólo conozco la religión de Abraham. Zaid
preguntó: ¿Cuál es la religión de Abraham? Y el sabio respondió: Abraham
no era ni judío ni cristiano, él sólo adoraba a Allah.

Entonces Zaid se marchó, y en su camino encontró a un sabio cristiano y le preguntó lo mismo que
anteriormente le había preguntado al judío, y éste respondió: No podrás seguir nuestra religión a
menos que aceptes cargar con una parte de la maldición de Allah. Zaid dijo: Estoy buscando escapar
de la maldición de Allah y no quiero cargar con ella. ¡Cómo podría aceptar lo que me propones!
¿Acaso conoces otra religión? El cristiano dijo: Sólo conozco la religión de Abraham. Zaid preguntó:
¿Cuál es la religión de Abraham? Y el sabio respondió: Abraham no era ni judío ni cristiano.

Luego de oír lo que el judío y el cristiano le dijeron acerca de Abraham ,


Zaid se marchó, y en su camino de regreso levantó sus manos al cielo y
exclamó: ¡Oh, Allah! Atestiguo que sólo sigo la religión de Abraham”.[7]

Al Laiz dijo: Hishâm Ibn ‘Uruah me escribió para contarme que su padre le
había transmitido que Asmâ' Bint Abû Bakr dijo: “Vi a Zaid Ibn ‘Amr
Ibn Nufail de pie, con su espalda apoyada sobre la Ka‘bah, diciendo: ¡Oh,
Quraish! Por Allah, no hay entre vosotros nadie que, al igual que yo, siga la
religión de Abraham. Él no permitía que las niñas fueran enterradas vivas.
Cuando un hombre quería matar a su hija él le decía: ¡No la mates! Yo me
haré cargo de ella. Entonces la llevaba con él, y cuando la niña crecía le
decía a su padre: Si quieres te la devuelvo, de lo contrario yo cuidaré de
ella.[8]
Le fue preguntado al Mensajero de Allah acerca de Zaid, y dijo: “Él será
resucitado como un sola nación, entre ‘Îsa Ibn Mariam y yo”. [9]

Fue registrado que ‘Â'ishah narró que el Mensajero dijo: “Cuando


entré al Paraíso vi dos inmensos árboles reservados para Zaid Ibn ‘Amr Ibn
Nufail”. [10]

Luego de que la humanidad se encontrara inmersa en esta profunda


oscuridad, Allah envió al Islam para guiar a los hombres con su luz.
¡Alabado sea Allah! Suyas son todas las gracias

[1]
8/283, no. 4623

[2]
8/283, no. 4624

[3]
Ver As Sîrah An Nabauiiah de Ibn Hishâm, 1/121.

[4]
Al Bidâiah Ua An Nihâiah, 2/187.

[5]
Ver As Sîrah An Nabauiiah de Ibn Hishâm, 1/122.

[6]
7/142, no. 3826

[7]
Sahîh Al Bujâri, 7/142, no. 3827

[8]
Sahîh Al Bujâri, 7/143, no. 3828

[9]
Ibn Kazîr clasificó su cadena de narradores Yaiid Hasan.

[10] Ibn Kazîr clasificó su cadena de narradores como Isnâd Yaiid.

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