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ALG O DE HISTORIA
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B ib u o t b c a B a sc o n g a d a
DE F e r m ín H ekrán
IISKARIANA
PARTE TERCERA
ALGO DE H ISTORIA
POTÍ
ARTURO CAMPION
E U S K A L -E R R IA R E K A L D E
i l a ia ^ Yluayi
Tomo 35
B 11 «f 9 A O
I n p , y E n c . do A n d ié * P , » C a r d « * I , P « » o o d e 9. ía t -
109«
ELEMEHTO illESíeEHi E l l i POBUCIÚK
R E I N O DE N A B A .R R A «'
r o R A. c a m v jo ít 2-3
PF.M ,\S C O R P O R A L E S
POR A . C A U í'lO y 39
PftDplotia, DicUabr« de
N O T A S I * '
B E Y DON S A N C H O , E L FU E R T E.
(PBOb¿miA BISTdEFCO).
(2 ) L s b o l » origioal e«ÍAt« en cA A r c h iv o de
Cvmpfoé de Naharrd., 1 *, w.*
segundo, aunque en la form a que v ic o e üt cita
es ì ITIposible rcRolverlo . A ju i c i o d e M oret, lo
de la so lid a de los Siarracetu>s figura á título,
com o diríam os ahora, d e cfem crídc; las efem é
rides las crean, fw)f lo regular, ias gcn cracícn cs
posteriores al suceso; so d ice *en el Ȗo que
sucL'dlóbil cosa> y m u y rara vc¿ <en este aHo
que ha sucedido tal cosa». Lft cliíiisuU del te s
tam ento d e A rg a i¿ debería de estar redactada
según Ja segunda de estas T^rmulas. A m i jui*
cío lo de «la salida d e lea Sarracenos» ae refie
r e á una expedícit^n m ilitar d e é«tos, contra la
que tom a ría puite don R odrigo en calidad de
guerrero, testarido por los riesgos d e HIa, Sea
d e ello lo que quiera, es ev id en te que AÍn <
gund relación, pr^^Kima 6 rem ota, s r descu
bre entre la d;)iisuia y lo s am ores d e don San
cho.
L a Setivencia e® docum ento bastante pos-
teriofs que se contrae á afirm ar que don & in-
cíko vÍKo de M urrutcos. l^a estancia dcl r e y en
tierra mahometana n o es dudosa; se ignoran,
en tre o tras parli cu laridades, sus causas; com o
conjetura se aduce el p ro y e cto raatrlmonií^l,
pero el que esto sea fàbula no trac aparejado
que la expedición lo sea. Tam poco por ío £an-
to, favorece la Sentencia la hipótesis del F . Mo*
ret.
L a ro2(5n natura] dicta que tratándose d e la
hija d e un m onarca musuJmán, del m ás üustre
de lo s Almohades» del fangosísimo V a cu b , d e
nom inado £ i-M a n su r fi¿ h a d h l A lla k í« el v ic
torioso por la gracia d e D ios»), d el venced or
d e A la rc o s y siendo tan extraordinaria la ín
d o le de) suceso, algú n rastro hubo d e dejar
e a los historiadores ¿rabes. Y o tengo á la roa*
oo uno de los m ás .‘acreditados y nada encuen*
tro-
R u d E i-k a r ía s ocupa un lugar em inente en*
tre ta s obras históricas debidas á escritores mu*
sulm anes. H a sido traducida en d ilcreu les o ca
siones á va rio s idiom as europeos. 'C o n d e la uti
lizó m ucho, aunque s¡o citarlo, en su Mis ton a.
m u y desacreditad» desde la severa crítica dei
sabio orientalista señor ü a y a n g o s . A b d el-H a-
lim (ú quicQ sea el autor del fiu d h , pues este es
punto m u y con trovertid o), explica en lo s s i
guientes térm inos c¿imo ha rcdétctado su libro:
«H e puesto co él todos m is cuidados, he em
pleado todos mis esfuerzos, h e consagrado ^o-
do mi tiem po,.. H e reunido esta linda colección
escogiendo las perlas d e lo s principales libros
auténticos d c historia. N o h e descrito sino los
hecltos verdaderos, lim itándom e á Ias explica-
cione* esenciales y refiriéndom e, pAra m ás de
talles. á ly s obras d e que rr.e he servid o . lie
añadido lo que aprendí por m í m ism o d e los
Jeikes d e la historia, <le mis colegas y d c los
escritores contem poráneos, honrados y dignos
d e ie todos... Q ue D ios preserve á mi obra de
errores; n o contiene sino lo que h e p e n sa d o
(I), E xtern am en te naÜA revela falta d<* sínce-
rÍ<Sad en el autor. E a m u y d e su raza y d e *u
feijgi6n y , p o r l o mlsmci, proyecta gran ío co
de Iu¿ eobre el alm a miiRuImana. SI celebra y
c n a lle c e la victo ria d e A la rco s, no deja d e con*
signar por eso la m agnitud del desastre de las
Nava«. Puram ente narrativo, com o lo s escrito
res de la época, m uestra lo s acontectmúfntos
en su d esarrollo cron o ló gico . A p e w r de que
es cronista d e un pueblo cUgtdo poca* veces
Interviene lo sobrenatural en su relato; cual
quier escrito r CTÍstlario es m ás abundante de
prod igio s apócrifos. 1.a im aginación oriental se
m uestra sobria hasta el extrem o de q u e largos
pasajes d el libro son secas enum eraciones. L o
q u e afirma d ebe se r depurado por la erftíca,
pero la ruayor parte de sus afirm aciones nin
gún rast^ d e patraña <3 invención presentan
que lu^ haga ina fimi sible á p rteri. D iré que, se
gún M r. d e T o rn b erg , autor d e una notable Ira
ducción latina publicada en U p s a le la ñ o 1846
R £ Y E S LE6ITIM 08 DE N A B A R R A
E l d ía 2 1 de Julio d e 1 5 1 2 in vad ió á N a b a
rra por c l vallft de la Boruoda cl duque d e A I >
ba, con cjrrcito castelUno de hasta diez y ocho
m ilhum brc». «
K l 24 del miarao m es capituló PampJoru;
pocos dfas después San Juan P ie d el Puerto: el
10 <ie AgT>sto Lunibicr, c l 15 V ia o a v H&lella
y c l 3 d e Septiem bre l'u d c la , íí la que siguie
ron lo s fil tim os defensores d e la Independan ría;
c l castillo de M onjardín, M iranda^Cáseda v los
v a lle s d e A ezkoa, Salarar y R oncal, aunque,
según Correa, confradicióndosc, estos valles se
som etieron aOn antea que la villa d e San Juan.
L a conquista fué com o quem ar rastrojo»; su
ceso nunca acaccido en N abarra, que tu v o áni
m o y coraje o tras veces para Umat* uñas m<is
aceradas y potentes que las del R e y (.'aiólico,
O e r lo , la ruina y enflaquecim iento d d país
por efecto <lc una ^guerra civ il que exoedí6 en
duración á m edio siglo, eran cxtrcnxados. E l
in vaso r contaba con la com plicidad d e un p a rti
do c.tslellanizado por e! don Julúln nabarro, por
e l conde d e L erin . N o obstante, ia conquista ha
bría fracasado 6 requerido ejárcito í y esfuerzo^
iniinitam ente m ayores, á no m terven ir una cau'
6a q u e en ervó y aíín paralizó la lealtad y b i
zarría d e loa nabarros; la supuesta excom unión
d e lo s r e y e s legítim os don Joan y doña C ata
lina y c l supuesto entrcdiftho del reino que don
F em an d o — aquel r e y ca p a /d e escribirle á don
H aitisdr d e /ñ ñ lga, prim er v ir r e y d e N ápolcs;
« Y digan y fagan cn R om a lo que quisieren, y
d lo 3 al Papa y v o s á la capa» -utilizó y a¡)ro-
v e ch ó y aleg ó con )a inm oralidad profurida de
lo s hom bres del Renacimiento.
K ntonccs sirvió, por> vez prim era, en N aba
rra ja religión para fines políticoa, produciendo
treoienda catástrofe: no fué, taaip o co, d esgra
ciadam ente la última.
K eficrcnos A le só n que lo que m ás atem orizó
el ánim o d e lo s v e cin o s d e Pam plona, natural-
(nente piadosos, al acam par los castellanos en
el bosque d e la T aconera, situado extra* muros,
fué lo que con grande estudio se publicaba; que
si no dejaban á su r e y estaban excom ulgad os y
eran cism áticos y herejes c o m o c l p a r una Bula
d el Papa, que lo s com prendía 1 tod o s en virtud
d e ser el re y d o n ju á n aliado de loe franceses
cism áticos. Y so b re esto divulgaban lo® caste*
llanos m u ch ^ cusas falsas, d e q u e venian im*
buidos y afin crcd u lo s los síinpJes soldados,
T e c la que, asimismo, hirió e l generalfíim o de
ellos, co m o se descubre en las prim eras lineas
d e la capitulación d e Pam plona, donde se lee
que el duque requirió á la ciudad m uchas v e
ces por cartas, r e y d e arm as y alguaciles, pára
que se le ea treg a rc y som ctíere, apercibiéndola
que, si luego n o se daba, procedería contra ella
y sus habitantes com o contra císm ítico s y re*
beldes á la Iglesia, poniéndola sin piedad í fue
g o y sangre.
A raÍ2 d e in vad ir e l reino publictií don Fer*
nandü en ISurgos el día j l d e Julio un famoso
Mantiamiénto, 6 manifiesto que ah ora diríamos.
A firm aba c l C atólico que lo s R ey es d e N’ aba*
rra, con nc^ar el paso á las tropas por é l dis •
puestas á la jorn ad a d e (îuien a contra c l r e y de
Kraficia im posibilitaron tan santa exped ición y
le coftstrifleron á ocupar por (a fuerza el Reino,
^ u e , aliándose con c l iian cés, se pusieron frente
á Ja Santa L ig a y justificaron b expedición dcl
duque d e A lb a . Y aunque á tenor d e las esti
pulaciones con la 'S a n ta Sede bien podría rete
ner para sí lo ocupado m ilitarm ente, usando de
m ansedum bre y benignidad, se reducía íÍ depo*
sltario de la coron a de K abarra y del sefiorío y
m ando de él.
P ero esto de se r depositario era una d e las
rnucbas caretas fiel R c v C atúllco, q u iC n se l.i
quitó del rostro apenas l l e ^ á s)^s m anos la
Bula Pastear tile cQiUslis. aprovech able para bus
pcrfifios designios y , co n tra lo que se ha creífio
cofounraentft, u«urp6 c l nom bre y título d c re y
d e N abarra los últim os días d c A g o s to . ^
A s i aparacc dcl E scrito rn q tu s/ muentra e l
(ierechto t¡ue e l Rey Católico y los de Castilla tie
ne y tunen a l reino de N¿w arra y titulo d el por
BuUts apostólicas^ docum ento conocido po? va*
rias copias, todas sín fecba, d c las cuales p u
blicó una don M odesto d c Lafuentff en los apén*
d ices \ su H istoria de España.
D espués d c narrar, m u y por lo m enudo y
con parcialidad notoria, lo s servicios d e doh
F em an d o á don Juan y dona Catalina, en de*
m ostración d e la tcasls que «.1 todos es notorio
que después de D ios N uestro Seilor, e l R e y Ca*
t ilic o fizii re y e s d e N avarra al r e y y á la reina
q u e hetan d e N avarra», y con igual v icio los
licchoa d e lo s m onarcas desposeídos, añade e l
documento:
(1 ) S »cc iÓ D d « C 4M iB Íe n to s, » t « ., L e e . j
oarp . U , afio 15&6. .
(2) K áricIiaU r 7 Uanriquo, <2# Nava-
rra, stc. pkg. 221.
rar al Principe D . C arlos nueatro Sc&or com o
le estal>A en o tro s R ey n o s d c Hspaña, y tam*
b ién si la M agcstaJ R eai d el R e y don Felipe
nuestro Señ o r fuese servido que desde Iwgo
Su Altesa del dicho Principe fuese coronado y
ungido per Rey porpioy naturai S e ^ r do este
Reyno, y le rigiese y adm inistrase y le go?ase
desrie agora, c recibirían los d e este Re y no
en gCQcral c particular g;ran favor, beneficio
é m erced, por el grandísim o am or é voluntad
q u e tiene á Su A lte ra , y porque tenía entendi
d o este K e y no que, víen d o é conociendo í loS'
d él S u A lteza con su prc^eficia^ mandaría m i
ra r é fa v o fcc cr lo que general é particular
m ente tocase á este R e y no y tem fa c u y d ad o
’ siem pre d e su bien.» 1 ^ proposición term inaba
pidiendo fuese el príncipe jurndo, coronado
y u ngido por R e y propio d e N abarra ( l! . A p r o
baron las C o rte s ía m oción pero por m o ti
v o s d e prudencia, sin duda no se lle v ó ade
lante, siendo m u y curioso que en el lib ro de-
actas aparezcan varias hojaa en blanco si mal
n o recuerdo, co m o 8Í hubiese habido tem or 6
reparo en consignar los razonam ientos d e la
deliberación.
E s tá visto , pues, que i raíz d e la Incorpora-
(L ) S u c c i o ¿ a n t f o d o n > j& n c b ú « I 7 t i e r t « , el
h^ofl iumort&l de 1* b N a vai.
m uerto, y nieto de D oña M arfa l'ere&a tic A us*
tria^ su herm ana, reina q u e fuá de Francia síttn'
do tan útil á X ab arra esta disposición, //w, aun
«n easíyde tem r arbitrio d f flfg;tr, no s t po
d ría hacer m 4t acertada y conteniente á la
eaus/t y quietnd universal, y consuelo He esta
mo^utrquia*, acorfió «responder ú la R eina y
Clobernadorcs explican do el d olo r y sentí mien
to que había tenid o e l R e y n o con U n gran pér*
dída, dándose juntam ente por entendida la D i
putación d e ia cristiana y católica disposicióc
d e sn testam ento y p rovid en cias q u e había de*
jado, m u y correspondientes á su paternal amor,
y que se estaban cjccutT>ido todas las que se
habían considerado por convenientes para su
m a y o r o b servan cia. (T ), E l Í2 d e Diciem bre
se levantaron pendones p o r D . F elip e V , y en
17 0 1 . el m arqués d e San V icen te ju ró en nom«
b re deJ R e y los fuerotf en las G^rtes d e Pam
piona,
i^a D iputacióo de X ab arra e stin u b a hallarse
vig en te la le y del Fuero g en era l, y en su v i r
tud reconocía la obligación de proclam ar á don
F e lip e V ; _maa d e tener a rb itrio d e eleg ir d
lo que es >gua!, d e no haber habido le y que
pcrceptuase ese acto, fuera su conducta la m is
ma que adoptó. E stas palabras requieren algu*
na explicación.
P a u p Iu B » j d * Km cro d c l 8^ .
P O S A ISA B B L n D B O À S T IL L l
q u e d ó e n c o m e n d a d o al e n t u s ia s m o y d ecisió n
d e los liberaies. D e s d e a q u e l d ü Ida católicos
m á s fervientes d e E a p a f ia , * e co n v irtie ro n en
( 1 ) « A u n ^ o e U j u s t i o i a d * l A e i c o d e K a Ím -
i r a n o p o d ia con m s y o r c l a r i d a d , n i
id 4a r o b u H e o id a , 1m n o v e d a d e s tte h s D r e p e t id o
c o n f r e c u e n c i a , y o o h & p o d id o c o n s e g a i r r e s o tu -
o ió n o i n g n D a s o b r e s u s r e ib o r u d a s in at» D cia s» n i
l a h u b i e r a « d o }>oeible o b te n A r ln . m i e n t r a s e l
^ H e r n o b a b i e r a s> ilw :slÍd o e n lo e M in is t r o » q u e
e l f i e y , n u e s t r o S e fio r , be. t e n id o á b le it e x o n e
rar de c a r s o s ; p o r q u e l a B ¡|jM tiicii 5o e s t ¿ hr’
m e m e n t« p e r& u itd id a q u e a l g u n o d e é llo ti * s e h a
b í * p r n p n e e to d e r r o c a r lo a F u e r o s d e N » b a r r a 7
A u to ir e o ( • d e s e s p e r a c ió n j a b a t i m i e n o i e » te
f i d e lí s i m o R e l o o . » ( A r o h Í T o d e la s C o r t e s v é\ i
D i p u t a c i ó n : Seició*de ¡egitlación, e t c . L e s a i o S S ,
C a r p e t a 32, a fin l>í32}.
* A lud e i Calemar-de,
barra el problem a sucesorio» en térm inos talca
que eran, realm ente, im prcvistos. E l afán de
cohibir» cuanto cu píese, las expansionca d e la
v id a Total, im pidióle al G obierno sacar partido
d e un incidente que aca&o habría hecho im
posible la insurrecci<^n carlista en Nabarra,
condecorando el derecho d e doi^a Isabel con
un b rih o tan v i v o que habria disipado las más
espesas tinieblas y dom eñado las tendencias de
loe naturales co o las lem piadas cadenas de su
nunca desm entida leaitad.
E n hi sesión celebrada la m añana del dia
d e K o v ie m h re d e 1832, fueron nom brados por
la D iputación los señores L c c c a y Barrera» para
que pasasen al palacio dcl V ir r e v á saber de
S- K . laa noticias que tuviera acerca d e la lle
gad a dcl nuevo M inistro d e E sta d o Á la pro
vin cia d e Gipuekoa ( i ) y á la ve^ le en trega
sen copia d e la representación dirigida á la
R eina Gobernadora. Manifestó e l V ir r e y á los
D iputados que ca red a de noticias puntuales fto>
bre la llegada d ei M inistro S E spaña, prome*
tiend o a visarles con la anticipación debida el
arrib o d e ese personaje A Irún, y aún ir en
com pañía d e lo s D iputados que pasasen á feli*
cit<irlc. Scguidamentep. lo s señores L c c e a y Ba*
rrcra pusieron cn m uoos dcl V ir r e y la repre*
sentad6n, y e l señor L lauder, sin acabar de
( 1) E l s ^ r O«« B«rmúd«s,
leerla, lanzóla sobre la m esa y con gestos enér
gicog y resueltos d eclaró que la Diputación e s
taba o bligada A felicitar á S . M . la R eina por
la fe liz curación del R e y , y recordando lo que
las le y e s fiel R ein o de X ab arra dispgnen acer
ca d e la &ucc3Í6n de las hem bras, añndíó que,
al ntismo tiem po, debía aquélla declarar que el
d erech o á suceder en el trono correspond e á
S . A . la Princesa Isabel, y que los leales naba
rro s estnbao d ecididos á sostenerlo, en todo
tranec, con sus pecbos, R l V ir r e y puso punto
á su fogosa cxbortaciún previniendo á los D i •
putudoü que transm itiesen á sus com pañeros
ias palabras que acababan d e oir, para q u e la
Diputación, sin dem ora, las cum pliese y ejecu
tase, y aiin solicitase de S. M . la reunión d e las
C ortes, si el cum plim iento y ejecuci<^n preve*
n ld a s ftfílo requerían (3).
L a sorpresa d e lo s d o s D iputados, y e l dÍ8'
gusto d e UQO d e d io s — del Sr. L ecea, cu yas
opínicmcs eran carlistas— fueron grandísim os.
Pretendíase— nada m enos que por e l represe a-
tante del G obierno Central— que Nabarra rei
vindicara su le y de sucesión propia y en efr-
cunstaocias tales que, por es tur aún en pie el co-
dicilio d ¿ 18 d e Septiem bre d e 1 832 aboliendo
la Pragm;^tica sanción d e 1 830, la antinom ia
( l) D « Q Í * el B e y ^ue «1 D ecreto de la G » n -
j a U f j ó arrftttfíftdo por sorpre9*vque U pertidis
oonsiimñ la horrible tram a que hahia principia
do la aedrtcoiÓD, quebrantaudo ale^osamoote el
ei^Uci qoe ordenó se guardase hast« dei^puéd de
8u fslleoimieuto.
^'angua5 y M iranda Inform aba acerca d e esl«
negocio al Sr- D . Jo st Ba*sfit, Secretario d e las
C ortes y su D iputación, Io siguiente: «Ensegui
da h j pasado á tratar (cl M inistro de G racia y
Justicia S f. FernA ndei d cl Tino) sobre m¡ ma-
oife&taoún dcl d ía $; para o b v ia r esta dlñcul*
tad b a dicbo S . H. que se lu b ía tom ado el
dio termino de que c l n egocio SH>brc la sucesión
á la corona, e« iu gar de d irigirlo al Sr, V ir r e y
se h aga directam ente á la lim a. Diputación para
q u e le d c curso. A esto h e querido responder
á S . E . que tod avía n o se salvaban asi las fbr-
m alldades legales; pero m e ha contestado que
& M. quería entenderse directam ente con
S S . I. para d arle una prueba m ás d e su Real
aprecio, entretanto que el n egocio principal
(el d e Ia bobre carta) no 6C dceidc definitiva^
mf*nte; añadiendo q u e y« estaba c l pliego c e
rrado y que nobotros m ism os podíam os diri
g irlo á la lim a . D iputación, com o lo hace*
m oa*. (1)
E l S r. Fcrnánde? del Pino, en su oficio de
rem isión fecha 21 d e Knero de 1833, d ice á la
D iputación que se la rem ite para su co n o ci
m iento, previniéndole disponga se publique y
circule. L a D iputación en 25 dc E n ero acusó
recibo de ella y m anifestó haber d¿apuesto, en
S *n«.
(3 ) I d s i c . id , id .
(eie), en solicitud rie que 6t reuniesen en C o r
tes los T re s E aU d os d e aquel Reino, para que
p or d ich o M íniaterín se le pueda contealar
q u e S . M . la autoriza á proporcionarse tondos
p o r m edios extra ordinarios, relet'ándoía dg *»-
<¿* responsabdídad en q tu pudiera in a ir r ir
hacia ¿as expresadas Cortes, y hahiendo m ere
cid o este dicU raen ia aprobncíón rie S . M . lo
com unico i V. F.., etc.» ( I )
¡lié aquí el respeto q u e A esto s mandarines
im ponía U augustísim a Constitución cu y o s c i
m ientos bahía abierto la m ano d e lo s siglos,
allá cuando la m ay o r parte d e España, y j*or
d e contado Castilla, era botín d c moros, en
una sola batalla conquistado! Y riel insolente
entrom etim icoto riel Consejo rie M inistros, re«
leva n d o d e responsabilidades que p a r a con él
no se cori traían, ¿qué diremos? ;P ?ften ece á la
categoria d e cosas de las que, según Beaii -
m.irchaís, conviene reírse.... j>or no llorar!
Y a para enCoocfts la Diputación de) Reino
había sido objeto d e ex p u rgo s ilegales. A Sars*
fieid sustituyó en el m ando d el ejército del
N o rie, c l general D . Jerónim o V’ aMés. E ste po*
co afortunado caudillo tu v o la peregrinai o c u
rrencia d e q u e le acom pañasen d o s diputados,
( 1) Ü&oordeiac« l * s s« 7« r a s )>4 l s b r s 4 de T o »
qaerille: «.Tonto i itn príaoipe qus viola l a s 1^
ysd, pocftd V0O69 d«ja d « vdrse u o leffiüt« <iiid
«firm» i* legitiffiidsd de la medida j demuetiCrs
sabiacQAOt« cuán ju sta era la vio lsu cia 7 ouáa
Oiil|iabl0 el Oprimido.» (Ko&a 1 .^ de L ' aneiéi* lU -
g im e e t la B iv o ln H ó n ) .
( 9 ) K l seSor Abad Totó en pro del dictamen
do ^ g a v e ta ; el seilor A risa la se conformó eoa al
úa loi seUorcs A rb isu 7 E c h u r í, tanto por las ra>
I.ftc e a y O ilo qu í volviesen A ocupar sus pues
tos. p«ro q u e con vencifio d e U necesidad de
que cn las actuales circunstaacias se halle com
p leto c l nfjtnero d e diputados d el R eino, había
resuelto que inm ediatam ente procediese ru 5ie-
ñoría Ilustrísim a i la convocatoria deJ suplen*
te de don M iguel de O lloqui y oñ ciase al A y un*
tam icoto d e Pam plona para que, con toda ur-
geociu, procediera á elegir e l recmpla:?ante de
don Joaquín de L cce a , recom endando á la C or
poración m unicipal m u y estrecham ente que la
persona elegid a, adom;ís d e «las Círcuostancias
d e probidad y opinión pública> reuniera «la
particular necesaria d e notoria adhesi<^n al legi
tim o G obierno d e S . M. la Reina».
S u stitu yó á O lloq u i don José M.» R ecart ^e
Land^bar, con arreglo al nom bram iento hecho
á su tiem po por lai; C o rtes d e i S s S y 39 y
para suplir á I.ecea nom bró el A yu n tam ien to
d e P am plona al señor Harrtn d eB igú e¿aI. Q ue
dó com pleta la D iputación y dom inante el par*
fid o iaabelino, pero este expu rgo fué, acaso,
v ir tu d e s .
III
( J ) O o a i o o « i v » d 6 Ift p r o c l u a » c i¿ a , la c A d Is *
tosa reuuíéil d e P a m p l o n a » cantó U S b i m n o d e
círcun»tan(riM, r^cord aad o ciertas tradiciónss
m ia i^ r o u ic M e o o «b 6ra (is las qp9
p it r o o ia a b a n
l<is earlLst4S.
a q u í & l ^ u a s estrc^af, q u » rsprodusco i ti>
Wlo dsMfioB*^ad!
« D I taxabiéo, |oU P a m p l o n a ! la gloria
Q u s e a Vüs R m o s b logran*« a lasn sa r;
D i la iittraa« y «tam a m eoioria
Q h s o c a J ú a n » t« s ii))0 dejar.
« e g a o d a , á F e lip e , « o la s a d a
¿ (J ú iu t M a£o9 t u c ^ t r o rigió?
T V
(*) A l u d e á l a íotentona d e M a n i
d e N’ abiiffd, atend í* al roantcnlm iento y abon<>
d e jo r iu lc a de las brigadas dc roo2os, acetníle
ros y peones em pleados en el servicio d e las
tropas, Sum inistrar m ensualm snte 4.000 pare*
d c zapatos y pagar el so b re-p est de los cum •
piídos á q u e lo s Capitanes generales U corri
treñíao. Insistió, de nuevo, cerca del Cabildo, y
en 3 0 d e A b r il tu v o conocim iento át la im p o
sibilidad en q u e éste deciVi bailarse d e adelantar
lo s 500.000 reales no dudando,— decía el oficio
negatorio— q u e lu discreción d e S . S, 1. i c ha
dc penetrar d e lo que rcficsre (el oficio) y dcl
sentim iento que le cal>e (al C abild o), d e ía im
posibilidad d e co ep erar con S . S , I. á que no
ge efectúen loa m aies que tem e b ayan d e sobre
ven ir en el caso tristísim o d e faltar los auxilios
a l ejército,• I ^ D iputación, contem plando del
todo exhaustas sus arcas con la libranza de
36.4*4 reales 33 m aravedís, expedida en 17 dc
M ayo, qued (5 reducida al poco eficas arbitrio dc
rem itir al V ir r e y en c a ic o s la lífta d e lo s pue
b loe m orosos cn e l pago del donativo, para que
e l general Quesada, s i lo estim aba oportuno,
efectuase el cobro por m edio d e las colum nas
d el ejercito ( r ) ,
A lo s apuros económ icos servían d e luctuo
so fondo lo s acontecim ientos m ilitares y poH '
P a r s v l o o « , i o <i« E n e r e 4 e 1^ 92.
k- -
I
ORDEN DE M A T E R IA S
A .
O B R A S O E A R T U R O C AM PION
0 . D E L A & • A« ^ U S ld T O & Ii