Estructura de La Constitución Nacional.
Estructura de La Constitución Nacional.
Estructura de La Constitución Nacional.
Con “estructura” se quiere señalar cómo está formada la Constitución Nacional, cuáles son sus
partes, para poder seguir un método u orden en el estudio de la misma.
Su primera parte establece: “Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos
en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen en
cumplimiento de pactos preexistentes (…)”. En primer lugar, señala que el poder de esa asamblea
proviene de la soberanía popular. En segundo lugar, afirma que el origen de las provincias es
anterior al Estado Nacional ya que son ellas las que deciden unirse y darle origen. En tercer lugar,
aclara que los pactos preexistentes son una serie de acuerdos firmados por las provincias en los
que expresaban su voluntad de organizarse constitucionalmente. Ellos son el Tratado de Pilar
(1820), el Pacto del Cuadrilátero (1822), el Pacto Federal (1831) y el Acuerdo de San Nicolás
(1852).
Luego, los constituyentes enumeran los objetivos que buscan alcanzar por medio de la
Constitución: “constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a
la defensa común, promover el bienestar general, y, asegurar los beneficios de la libertad (…)”.
Finalmente cierra: “(…) invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia,
ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina.” Con estas
palabras se expresa la aprobación definitiva del texto constitucional y, además, la invocación
religiosa anticipa la preferencia de la ley suprema por el catolicismo.
Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General
Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de
pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia,
consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y
asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los
hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de
Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución,
para la Nación Argentina.
La Primera Parte de la Constitución Nacional trata sobre las Declaraciones, Derechos y Garantías,
y sobre los Nuevos Derechos y Garantías, incorporados por la reforma de 1994. Recibe el nombre
de “dogmática” porque resume una filosofía política y de vida que se quiso y se quiere establecer
en la Argentina.
Las declaraciones son manifestaciones de carácter político que sientan las bases generales y
fundamentales de la organización del estado argentino. Mediante ellas se establecen pautas
relativas a la forma de estado, de gobierno, de vigencia de las leyes, a la distribución de los
recursos, a cuestiones económicas y aspectos religiosos. De acuerdo con la naturaleza de los
temas que regulan se pueden clasificar en:
Art.5: Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo
republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución
Nacional; y que asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación
primaria. Bajo de estas condiciones, el Gobierno federal, garante a cada provincia el goce y
ejercicio de sus instituciones.
-Religiosas: son las que hacen referencia a cuestiones confesionales. El artículo 2 es el ejemplo
específico. Esto no significa el reconocimiento de una religión oficial, pero sí una preferencia
especial por ella.
-Económico-financieras: son las que sientan normas generales relativas a la economía del estado o
disponen de qué manera y con qué recursos se financia la actividad estatal.
-Jurídicas: son las que fijan las reglas generales de validez de las leyes.
Art.8: Los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los derechos, privilegios e inmunidades
inherentes al título de ciudadano en las demás. La extradición de los criminales es de obligación
recíproca entre todas las provincias.
Los derechos son todas las facultades que tiene el hombre de hacer o no hacer algo, debido a su
condición de “ser dotado de libertad”. Los derechos no los “crea” ni “otorga” la Constitución,
porque son anteriores a toda ley e inherentes a la naturaleza humana.
Todo derecho es reconocido por el estado, y por lo tanto su ejercicio está dentro de la ley. Los
derechos constitucionales son todas aquellas facultades o atributos que el estado reconoce a
todos sus habitantes. Este reconocimiento legal permite que toda persona pueda exigir a las
autoridades su cumplimiento.
La Constitución reconoce los derechos de dos maneras. Una de ellas es de forma explícita, como
sucede con los que aparecen mencionados en el artículo 14. La otra es de forma implícita, es decir
que su reconocimiento se da por supuesto, ya que surge del espíritu de la ley suprema. Así lo
establece el artículo 33 cuando se refiere a los derechos no enumerados. Ejemplos de derechos
implícitos o no enumerados son el derecho a la dignidad, a la vida y a la salud, entre otros.
Art.14: Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes
que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y
comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio
argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su
propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.
La Segunda Parte de la Constitución Nacional trata sobre las Autoridades de la Nación. Recibe el
nombre de “orgánica” porque establece quiénes y cómo se van a ejercer las funciones del Estado.
Teniendo en cuenta el sistema federal de nuestro país, cada provincia tiene sus propias
autoridades y organiza sus instituciones por medio de su Constitución, que se ajusta a los
principios fijados por la Constitución Nacional. Las provincias, también deben organizarse bajo el
sistema republicano y democrático y asegurar la administración de justicia, la educación,
garantizar los derechos humanos y la autonomía de los municipios.
Las constituciones provinciales deben ser aprobadas por representantes del pueblo de la provincia
y sus autoridades deben resultar de la elección popular. Además, al exigir el respeto de la forma
republicana, la organización del gobierno provincial debe respetar el principio de separación y
equilibrio entre poderes.
Resulta importante destacar que las normas provinciales no pueden restringir el reconocimiento
de derechos y el establecimiento de garantías efectuado por la Constitución Nacional. Por
ejemplo: no podrían ejercer la censura previa de la prensa en su territorio porque está prohibida
por un artículo de la Constitución Nacional. Lo que sí pueden hacer y es válido, es ampliar el
ejercicio de los derechos, por ejemplo: establecer la gratuidad, dentro de la provincia, del
transporte para los estudiantes y los docentes