Lectura Previa Hombro

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 10

EQUIPO EVMECV 2022

KINESIOLOGIA

Evaluación Kinesiológica cintura escapular

Extracto de Shoulder Instability and Pellizcamiento Syndrome (en Magee D.J.; Pathology and
intervention in musculoskeletal rehabilitation. Cap 5. 125-159)

Como parte de la cadena cinética, el hombro actúa como un embudo, transfiriendo las fuerzas
generadas por la extremidad inferior y el tronco hacia el brazo. El hombro humano ha evolucionado
para permitir un increíble rango de movimiento para alcanzar cosas y para colocar la mano humana
a través de un gran arco funcional, en gran medida a expensas de la estabilidad ósea.

Desafortunadamente, cada adaptación anatómica hacia la movilidad supone el potencial de


producir problemas, lo que puede ser agravado por los grandes rangos de movimiento necesarios,
repeticiones frecuentes, y altas cargas como se aprecia en deportes y ocupaciones que utilizan los
miembros superiores.

El mínimo soporte óseo de la cintura escapular debe ser suplementado por los ligamentos y una
cuidadosa distribución de los grupos musculares para asegurar la estabilidad. Con una gama tan
grande de movimiento en el hombro, la estabilidad glenohumeral proviene de la compresión y la
secuencia exacta de todos los grupos musculares involucrados, el labrum y los ligamentos.

La zona de contacto entre las superficies articulares cambia constantemente, en ese sentido el
mayor contacto se produce durante el movimiento de elevación en el rango medio, en cambio en
los extremos del movimiento glenohumeral, el potencial de inestabilidad es mayor dada la menor
relación de contacto entre ambas superficies. Como máximo, entre un 25% al 30% de la esfera de
la cabeza humeral, está en contacto con la superficie de la cavidad glenoidea en un momento dado.
La estabilidad glenohumeral se alcanza, por lo tanto, a través de varios factores:

• El labrum glenoideo
• La presión negativa la cápsula de la articulación
• El coeficiente de fricción del líquido sinovial
• El mecanismo de tornillo del ligamento glenohumeral inferior que se produce con rotación
interna y externa y elevación, aumentada por los efectos de la compresión del manguito rotador.

Cualquier lesión estructural, una disquinesia escapular (posiciones anormales o patrones de


movimiento de la escápula), displasia del húmero o la glenoides o lesión del labrum, pueden afectar
la estabilidad de la articulación glenohumeral. La translación de la cabeza humeral en la glenoides
se limita a unos pocos milímetros en cada dirección durante el movimiento. Sí las estructuras
dinámicas que controlan esta translación (primariamente el manguito rotador) o las estructuras
pasivas (ej: labrum o ligamentos) se lesionan, aumentan las translaciones. El aumento de las
translaciones se traduce a un aumento en el uso del labrum, falla de los estabilizadores estáticos, y
sobrecarga excéntrica de los de los estabilizadores dinámicos, los que trabajan al unísono para
proveer de estabilidad en las articulaciones del hombro. En las que la movilidad es fundamental. El
resultado es inestabilidad, pellizcamiento o ambos.

El tendón del manguito rotador y de la porción larga del bíceps tienen importantes roles dinámicos,
pero pueden realizar estas funciones sólo cuando actúan desde una base escapular estable. Sirven
en una función complementaria para ajustar la tensión en el sistema capsuloligamentoso. Es posible
que se activen receptores de estiramiento dentro de los ligamentos capsulares por tensión para
inducir la contracción selectiva de la musculatura vecina, para proteger estas estructuras en los
extremos del movimiento. Estudios en cadáveres han demostrado que una contracción máxima
simulada de los músculos del manguito rotador posterior reduce la tensión ligamentosa anterior y
una contracción del manguito posterior reduce la tensión ligamentosa anterior.

Un segundo e igualmente importante grupo de músculos que afecta a la estabilidad glenohumeral


son los músculos de control escapular. Estos músculos controlan la escápula, que es la base de la
dinámica (es decir, el origen) de los músculos del manguito rotador, bíceps y tríceps (cabeza larga).
Por su acción sobre la escápula, estos músculos posicionan la glenoides bajo la cabeza humeral,
ajustándose de acuerdo a la posición del brazo. Durante una disquinesia escapular, se puede
producir una falla en la capacidad de mantener una plataforma glenoidea estable, lo que provocaría
una alteración en el ritmo escapulo-humeral y un alineamiento medio o severo de la escápula. Se
debe responder a cuatro componentes claves durante el proceso de rehabilitación:

1. Ritmo escapulo-humeral normal


2. Artrokinemática normal
3. Balanceo de la estructuras ligamentosas
4. Función normal de los músculos del manguito rotador.

La disfunción y el dolor en el hombro, pueden surgir de una variedad de fuentes, incluyendo el


complejo escapulo-humeral, las articulaciones acromio-clavicular o esterno-claviculares, el
manguito rotador y otros músculos del hombro, la bursa (sub-deltoidea) subacromial asociado, el
tendón del bíceps o el labrum; incluso se puede referir el dolor desde la columna dorso- cervical,
torácica y las costillas. La patología de hombro muestra un patrón común de dolor a lo largo de la
línea de articulación glenohumeral anterior y bíceps, en el origen de las escapulas, del elevador y en
los redondos, de menor importancia en la línea posterior de la articulación. El dolor también puede
estar presente en la inserción del deltoides y el trapecio superior, a lo largo de la frontera intermedia
de la escapula y, en algunos casos, sobre la escapula todo. Al evaluar el dolor, los clínicos deben
tener en cuenta la edad del paciente, ocupación, objetivos recreativos y dominancia de lado. El
examinador debe asegurarse de que el paciente no confunde dolor con debilidad, inestabilidad o
aprehensión. El modo de inicio es importante, esto puede presentar un espectro de mecanismos de
lesión, de un solo episodio traumático a micro trauma repetitivo. El examen detallado del hombro
se puede encontrar en otros lugares. Al evaluar el hombro, el examinador debe tener en cuenta
varios conceptos importantes:
1. El dolor de hombro siempre debe ser distinguido de dolor referido desde la columna dorsal-
cervical. La derivación embriológica de la cintura escapular desde los miotomas cervicales resulta
en una estrecha relación de inervación específica, así como para el dolor referido. Con cualquier
queja de malestar en la cintura escapular, se debe descartar una patología cervical. Dolor de cuello
y disestesia (es decir, entumecimiento, hormigueo, ardor) que irradia más allá del codo
normalmente implican una enfermedad discal cervical, aunque debe considerarse un atrapamiento
de nervio en el codo o muñeca o una lesión patológica local en la mano. Dolor de hombro verdadero
raramente se extiende por debajo del codo. En cualquier paciente con más de 50 años, se debe
considerar una anormalidad degenerativa cervical coexistente.

2. Generalmente una patología de hombro se caracteriza por dolor asociado al uso, debilidad,
rigidez y aprehensión. (En muchos casos el paciente informa que el hombro "simplemente no se
siente normal") Estos resultados ayudan a distinguir la patología del hombro del dolor cervical que
a menudo está presente incluso en reposo y generalmente se ve agravada por las posturas
compensatorias habituales al estar sentado, leyendo o estudiando en un escritorio. El dolor de
cuello y hombros, no se puede aislar totalmente. Los puntos clínicos más sugerentes del dolor de
origen espinal incluyen ausencia de zonas sensibles en el hombro, aprehensión durante los
movimientos de la espina dorsal cervical, disminución de la fuerza y reflejo del bíceps y una prueba
de compresión cervical positiva. El patrón más común de enfermedad del disco cervical (es decir,
espondilosis) se refiere al dermatoma C5-C6 con dolor y/o parestesia en el hombro, la cara lateral
del brazo e incluso hasta el antebrazo.

3. La capacidad del paciente, para mantener una base estable tanto en estática como en dinámica
es importante en la rehabilitación del hombro. Un núcleo estable (es decir, la capacidad de
mantener el control de la pelvis y la columna vertebral) es la zona de transferencia entre la
extremidad inferior y la extremidad superior, y como tal juega un papel importante en la
rehabilitación del hombro. Si el tratante intenta corregir la postura del hombro y/o cervical sin
considerar un núcleo inestable o incorrectamente ubicado, el tratamiento no será exitoso.

4. Se puede producir pellizcamiento contra el borde anterior del acromion (ligamento


coracoacromial) o la articulación acromioclavicular inferior. Del mismo modo un estrechamiento
estructural del espacio subacromial puede ser secundario a una inclinación acromial inferior (tilt
anterior) o un acromion con forma de gancho (tipo III), o un centro de osificación acromial no
fusionado o un osteofito subacromial. Además, una hipertrofia de la articulación acromioclavicular
y osteofitos marginales pueden irritar el manguito rotador. Los cambios posturales, especialmente
con los hombros caídos u hombros redondeados y una cabeza en proyección anterior, contribuyen
al pellizcamiento. Las imágenes de resonancia nuclear magnética (RNM) han demostrado un
estrechamiento del espacio subacromial al moverse la cintura escapular desde retraído a una
posición protraída.

5. La estabilidad del complejo del hombro depende de una relación íntima entre los músculos que
controlan la escápula y los que controlan el húmero. El examinador debe garantizar el correcto
funcionamiento de los estabilizadores peri-escapulares y el manguito rotador (músculos del cono
interior). Comúnmente, los músculos de fuerza (cono exterior) (es decir, el músculo pectoral mayor,
deltoides y latissimus dorsi) no son el problema, aunque pueden contribuir al problema al
desarrollar tensión o al sustituir los músculos del núcleo interno. Debilidad o lesiones en cualquiera
de los músculos del cono interior conduce a un desequilibrio del cono sinergista interior
(estabilizador) y músculos del cono exterior (agonistas) y los músculos motores primarios, lo que
conduce a un cizallamiento anormal, que a su vez puede provocar inestabilidad (subluxación
funcional), lesión labral, pellizcamiento, desequilibrio muscular, mecánica articular anormal y/o
lesiones del manguito rotador. Una evaluación minuciosa y detallada de la fuerza y flexibilidad de
cada individuales del músculo del hombro complejo son esenciales para identificar los músculos
débiles o tensos, y que a continuación se asegure un regreso apropiado a la función.

6. El examinador debe estar atento a la disquinesia escapular, especialmente si el paciente es menor


de 35 y tiene dolor en el hombro anterior. Si la escápula no puede ser controlada por sus músculos
estabilizadores, se transfiere una carga extra a los músculos de control humeral y son sobre
utilizados, lo que conduce a problemas labrales y tendinosos. La inestabilidad escapular es una causa
común de síntomas asociados al manguito rotador, tendinitis bicipital/tendinosis y pinzamiento
secundario. Una base escapular funcional es esencial para un movimiento correcto del hombro,
especialmente en deportes.

7. La hipomovilidad puede ser un tema importante en la inestabilidad y pellizcamiento del hombro.


El clínico debe determinar la movilidad de la cápsula de la articulación de la glenohumeral
(especialmente postero-inferiormente), las costillas, la escápula y las articulaciones
acromioclavicular y esternoclaviculares, así como determinar los músculos tensos ( ej.: pectoral
mayor y menor). Abordar las estructuras apretadas contribuye a garantizar la función y la
artrokinemática normal del hombro, por ejemplo, la artrokinemática glenohumeral se altera
significativamente por un déficit de rotación interna glenohumeral (GIRD)por una cápsula posterior
tensa o una reducción de la rotación interna y una rotación lateral excesiva (también llamado
aumento de rotación externa glenohumeral [GERG]).

8. La hipomovilidad de la columna torácica y costillas puedan afectar significativamente a los


patrones de movimiento del complejo del hombro y puede afectar al tamaño del espacio
subacromial. Una evaluación cuidadosa de la columna dorsal cervical y torácica y costillas es una
parte importante de cualquier evaluación del hombro.

9. Dolor de hombro izquierdo relacionado a esfuerzos, en individuos con más de 45 años con
factores de riesgo coronario puede considerarse dolor cardiaco hasta que se demuestre lo contrario.
Factores de riesgo coronario incluyen fumar, obesidad, hipertensión y antecedentes familiares de
enfermedad cardiaca.

10. Dolor originado en los pulmones y órganos abdominales, puede referir hacia el hombro y una
lesión de estas estructuras se debe considerar en condiciones relacionadas con traumatismos.

11. La observación inicial debe incluir la columna dorsal y la cintura escapular y requiere una
exposición adecuada del paciente. Viendo al paciente desvestido por detrás permite observar
cualquier atrofia de los músculos de la cintura escapular, sobre todo el supraspinatus, infraspinatus,
serrato anterior y deltoides posterior; dichas alteraciones pueden indicar una lesión de nervio (p.
ej., nervio supraescapular, torácico largo o auxiliar) o una hipertrofia aparente del trapecio superior
como resultado de la migración superior de la escápula (es decir disquinesia, tipo III). La presencia y
tamaño de las estrías o cicatrices a menudo reflejan colágeno de mala calidad y pueden ser una
pista a la posibilidad de la laxitud ligamentosa generalizada o abuso de los esteroides en los atletas.
Debe señalarse una curvatura lordótica excesiva, una espina dorsal torácica cifótica y/o
anteposición de cabeza asociado a hombros redondeados. El clínico debe evaluar por falta de
control pélvico relacionado a estos problemas posturales, que a menudo contribuye a los problemas
del hombro. Además estos problemas posturales pueden relacionarse a unos músculos pectorales
(mayor y menor ) tensos , lo que produce un aumento del stress sobre la cápsula anterior, tensión
en la cápsula posterior y sobre utilización de los músculos de control escapular.

12. El examinador siempre debe estar atento a la posibilidad de un dolor referido. La respuesta a la
palpación debe ser puesta en el contexto de la presentación del paciente y las implicaciones de esta
presentación (por ejemplo ganancia secundaria, umbral del dolor) deben ser juzgadas
correctamente.

Síndromes dolorosos del hombro: Síndromes por compresión, inestabilidad del hombro y lesiones
del manguito rotador

Texto confeccionado en base a Kisner C., Colby L.A.: Ejercicio Terapéutico: Fundamentos y Técnicas
2006. Cap. 17: El hombro y la cintura escapular.

1. Diagnósticos relacionados:

 Tendinopatía del supraspinoso: La lesión suele localizarse cerca de la unión músculo tendinosa
y provoca un arco doloroso en los movimientos de flexión y abducción por encima de la cabeza;
el dolor se produce por la prueba de compresión (elevación forzada del húmero en el plano de
la escápula mientras ésta se estabiliza pasivamente para que la tuberosidad mayor del húmero
choque contra el acromion; también puede practicarse con el brazo en rotación neutra
mientras se flexiona el húmero y con la palpación del tendón justo inferior a la cara anterior
del acromion cuando la mano del paciente permanece detrás de la espalda). Es difícil
diferenciarla de los desgarros parciales o de la bursitis sub deltoidea por la proximidad
anatómica.

 Tendinopatía del infraspinoso: La lesión suele localizarse cerca de la unión músculo tendinosa
y provoca un arco doloroso en los movimientos por encima de la cabeza y hacia anterior. El
dolor aparece durante la palpación del tendón justo inferior a la esquina posterior del acromion
cuando el paciente mueve en aducción horizontal y gira lateralmente el húmero.

 Tendinopatía bicipital: La lesión afecta al tendón largo del surco bicipital debajo o justo distal
al ligamento transverso del húmero. La hinchazón dentro del surco óseo es restrictiva y
complica y perpetúa el problema. El dolor aparece durante la ejercitación del antebrazo en una
posición de supinación mientras se flexiona el hombro (signo de Speed) y durante la palpación
del surco bicipital. La rotura o luxación de este depresor del húmero puede incrementar la
compresión de los tejidos del espacio suprahumeral.
 Otros problemas músculotendinosos: Puede haber lesiones, síndromes por uso excesivo y
traumatismos repetitivos en cualquier músculo sometido a tensión. El dolor aparece cuando el
músculo implicado se estira o cuando se contrae ante una resistencia. La palpación del lugar de
la lesión evoca el dolor familiar.

 Bursitis (subdeltoidea o subacromial): Cuando es aguda, los síntomas son los mismos que los
de la tendinitis del supraspinoso. Una vez bajo control la inflamación, no hay síntomas al ejercer
resistencia.

 Desequilibrio postural/desequilibrio entre fuerza y longitud musculares: Esto describe la


etiología propuesta que lleva al fallo de la mecánica de la región y al desarrollo del síndrome
doloroso, donde los componentes posturales muestran tirantez anterior y las estructuras
posteriores del complejo de la cintura escapular presentan debilidad y estiramiento. Tal vez
comprenda también una postura alterada de la columna vertebral.

 Inestabilidad/subluxación del hombro La inestabilidad está empezando a reconocerse como


una entidad clínica que tal vez sea el resultado de la laxitud articular, pero suele relacionarse
con cansancio del manguito de los rotadores y una dinámica inadecuada de los mecanismos
estabilizadores del manguito de los rotadores y de la cabeza larga del bíceps. Los tejidos del
espacio subacromial pueden resultar comprimidos o tal vez aparezca una tendinopatía. La
inestabilidad del hombro puede diagnosticarse por su frecuencia (aguda/recidivante), el grado
de traumatismo presente (macro, micro, involuntario, voluntario), la dirección (anterior,
posterior, inferior, multidireccional) y el grado de inestabilidad (luxación, subluxación).

 Desgarros del manguito de los rotadores Los desgarros del manguito de los rotadores se
clasifican como agudos, crónicos, degenerativos, parciales o completos. Neer ha identificado
los desgarros del manguito como un síndrome por compresión de grado III, afección que suele
darse pasados los 40 años después de microtraumatismos repetitivos en el manguito de los
rotadores o en la cabeza larga del bíceps. Con la edad, la porción distal del tendón del
supraspinoso se vuelve especialmente vulnerable a la compresión o la tensión debido a una
distensión por uso excesivo. Con los cambios degenerativos, puede producirse la calcificación
y rotura final del tendón. La isquemia crónica causada por la tensión sobre el tendón y el grado
menor de curación en los ancianos son posibles explicaciones, aunque Neer afirma que, según
su experiencia, el 95 por ciento de los desgarros se inician más por desgaste y compresión que
por el deterioro de la circulación o por un traumatismo. Los desgarros parciales pueden darse
en los ancianos como resultado de una caída sobre el brazo extendido. En los pacientes jóvenes,
los desgarros suelen estar causados por lesiones violentas. Los desgarros pueden ser parciales
o completos y sobrevenir con o sin luxación o una fractura desplazada de la tuberosidad del
húmero. Los desgarros se asocian con dolor y sobre todo con debilidad durante la abducción y
rotación externa del hombro.
2. Etiología de los síntomas

El empleo repetitivo y continuado de la extremidad superior, sobre todo en actividades de


balanceo o por encima de la cabeza y hacia anterior, puede provocar la destrucción por tensión
de los tejidos. Los síntomas aparecen por dos posibles mecanismos interrelacionados:

1. La distensión excéntrica y repetitiva de una unidad músculotendinosa que se contrae


provocará un microtraumatismo e inflamación si la distensión supera la fuerza del tejido. El daño
progresivo continúa si la tensión repetitiva supera la capacidad de reparación del tejido. La
debilidad muscular y la fatiga vuelven el tejido vulnerable a este tipo de lesión.

a. Con frecuencia, las estructuras del manguito de los rotadores y la cabeza larga del bíceps
están implicadas por la naturaleza de su función estabilizadora en las actividades por encima
de la cabeza y hacia delante.

b. Otras unidades musculotendinosas como el pectoral menor, la cabeza corta del bíceps y
el coracobraquial sufren microtraumatismos, sobre todo en los deportes de raqueta que
exigen una oscilación controlada hacia posterior y luego hacia anterior del brazo, así como
los músculos estabilizadores de la escápula cuya función es controlar el movimiento hacia
anterior de la escápula.

c. La cabeza larga del tríceps y los músculos estabilizadores de la escápula suelen lesionarse
en los accidentes en vehículo de motor cuando el conductor sujeta con firmeza el volante
durante el impacto. Las caídas sobre la mano extendida o contra el hombro también pueden
causar traumatismos en los estabilizadores escapulares, que, si no se curan bien, seguirán
mostrando síntomas siempre que se emplee el brazo o cuando se mantenga una postura
con el hombro.

2. La compresión del manguito de los rotadores y la bolsa subacromial entre la cabeza del
húmero y el arco coracoacromial se produce por cargas repetitivas de compresión.

a. Mecanismos como un deslizamiento caudal inadecuado de la cabeza del húmero cuando


se eleva el húmero por encima de la horizontal, o la rotación lateral inadecuada durante la
elevación del húmero causan que el tubérculo mayor del húmero se comprima contra el
acromion, lo cual ejerce compresión sobre el tejido intermedio.

b. Una postura alterada de la escápula durante los movimientos del húmero modifica la
mecánica del manguito de los rotadores y reduce su eficacia en las acciones de
estabilización, lo cual provoca compresión mecánica.

c. Las variaciones estructurales del acromion, los cambios degenerativos hipertróficos de la


articulación AC y otros cambios tróficos del arco pueden aumentar el espacio suprahumeral
provocando traumatismos repetitivos cuando se eleva el brazo.

d. Muchas personas, sobre todo las que practican lanzamientos por encima de la cabeza o
actividades de levantamiento, tienen cierta laxitud inherente en la escápula e inestabilidad
por someter continuamente la articulación a fuerza de estiramiento. Cuando los músculos
del manguito de los rotadores son fuertes, la articulación hipermóvil recibe una sujeción
satisfactoria, pero, una vez que se fatigan, la escasa estabilización de la cabeza del húmero
genera fallos en la mecánica del húmero, traumatismos e inflamación de los tejidos
suprahumerales. Este traumatismo se incrementa con la rapidez de control que exigen las
acciones de lanzamiento por encima de la cabeza. De forma parecida, en las personas con
poca fuerza y escasa capacidad funcional en los músculos del manguito de los rotadores, los
ligamentos soportan un exceso de tensión con el uso repetitivo, y aparece hipermovilidad y
compresión. Con la inestabilidad, la compresión del tejido en el espacio suprahumeral es el
efecto secundario.

e. Neer identificó las lesiones por compresión del manguito de los rotadores y la cabeza larga
del bíceps y las clasificó en tres estadios progresivos:

Estadio I: edema y hemorragia, por lo general antes de los 25 años de edad.

Estadio II: fibrosis y tendinitis (la bolsa puede hacerse fibrótica y engrosarse), entre los 25 y los
40 años.

Estadio III: espolones óseos, desgarros del manguito de los rotadores y rotura del bíceps, típico
en personas de más de 40 años.

f. La clasificación de Jobe se basa en el microtrauma progresivo y lo agrupa en 4 grupos:

Grupo 1. Pellizcamiento puro (usualmente en un deportista recreacional mayor con lesión


parcial en la superficie inferior del manguito rotador y bursitis subacromial

Grupo 2. Pellizcamiento asociado a lesión labral y/o capsular, inestabilidad, y pellizcamiento


secundario.

Grupo 3. Tejidos blandos hiper-elásticos que producen una inestabilidad anterior o


multidireccional y pellizcamiento (usualmente labrum debilitado pero intacto, lesión de la
superficie inferior del manguito rotador)

Grupo 4. Inestabilidad anterior sin pellizcamiento asociado (resulta de trauma; resulta en una
luxación parcial o completa)

e. Existe además la clasificación topográfica de Patté, la que determina 6 segmentos, de acuerdo


a la ubicación de la lesión.

Segmento 1: Lesión aislada del subscapular. Usualmente traumática asociada a luxación del
tendón de la porción larga del bíceps

Segmento 2: Lesión aislada del ligamento Coraco-humeral.

Segmento 3: Lesión aislada del supraspinoso. Combinación de Seg 3 + Seg 1 = defecto


anterosuperior

Segmento 4: Lesión completa supra y una mitad del infraespinoso

Segmento 5: Lesión completa supra e infrasespinoso

Segmento 6: Lesión completa subscapular, supra e infraespinoso


3. Deficiencias/resumen de los problemas

1. Dolor en la unión musculo-tendinosa del músculo afectado durante la palpación, durante una
contracción muscular resistida y cuando se estira.

2. Tejido cicatrizal irritado, contraído o con adherencias.

3. Posturas alteradas del hombro y la escápula con inclinación anterior o protracción de la


escápula y rotación interna del hombro, que tal vez se asocien también con posturas erróneas
hacia delante de la cabeza y en torno a la columna dorsal.

4. Tirantez de los pectorales mayor y menor, tirantez de la porción anterior del tórax, tirantez
de los rotadores internos del hombro.

5. Debilidad de los músculos aductores de la escápula y los rotadores laterales del húmero.

6. Debilidad o escasa resistencia de los músculos estabilizadores de la escápula y del manguito


de los rotadores.

7. Descoordinación del ritmo escapulohumeral.

8. Arco doloroso durante la elevación del húmero.

9. Con rotura completa del manguito de los rotadores, incapacidad para mover el húmero en
abducción contra la fuerza de gravedad.

10. Cuando el dolor es agudo, sinalgia (dolor referido) en las zonas de referencia C5 y C6.

D. Limitaciones funcionales/discapacidades corrientes

1. Cuando el dolor sea agudo, puede interferir en el sueño, sobre todo cuando se gira sobre el
hombro afectado.

2. Dolor con los movimientos de extensión por encima de la cabeza, empuje o tracción.
3. Dolor al levantar cargas.

4. Incapacidad para soportar actividades repetitivas con el hombro (como alcanzar, levantar,
lanzar un objeto o empujar o balancear el brazo).

5. Dolor al vestirse, sobre todo al ponerse una camisa por encima de la cabeza.

E. Dolor referido: fuentes comunes de dolor referido en la región del hombro

1. Columna cervical

a. Articulaciones vertebrales entre C3 y C4 o entre C4 y C5.

b. Raíces nerviosas de C4 o C5.

2. Referencias de los dermatomas sobre los tejidos relacionados

a. El dermatoma C4 se halla por encima del trapecio y va hasta el extremo del hombro.

b. El dermatoma C5 se halla por encima de la región del deltoides y la cara lateral del brazo.

3. Diafragma: región superior del trapecio

4. Corazón: axila y región pectoral izquierda

5. Irritación de la vesícula biliar: extremo del hombro y región posterior de la escápula

6. Patrones del dolor miofascial: en el supraspinoso, infraspinoso y trapecio.

También podría gustarte