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Neurodesarrollo (2ª parte).


Principios generales del sistema nervioso.
Conceptos básicos: neurona, sinapsis, SNC y áreas cerebrales.
Cerebro. Partes, funciones, áreas. Plasticidad neuronal.
Posibilidades de Intervención.

Docente: Mariana Yuvone

Neurobiología. Aspectos anatómicos y funcionales del SNC

Conceptos básicos:
- Neurona
- Neurotransmisor
- Sinapsis

Neurona

• Las neuronas son células fundamentales del sistema nervioso, representan la


unidad anatómica y funcional del cerebro humano y están especializadas en
procesar información.
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• Cuentan con una membrana externa que posibilita la conducción de los impulsos
nerviosos y se comunican entre ellas mediante conexiones llamadas sinapsis.

• En las neuronas se distinguen distintas partes: una zona central o cuerpo celular o
soma, unas ramificaciones arborescentes o dendritas, y un filamento delgado y más
largo llamado axón.

Tipos de neuronas

Clasificación. Aunque algunas neuronas tienen muchas características internas en


común, sus formas varían considerablemente y esto permite que sean clasificadas de
acuerdo a su estructura, función y tipo de neurotransmisor.

Clasificación Estrucural
• apolares o neuropolares
• seudounipolares
• bipolares
• multipolares
• piramidales
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Clasificacion Funcional

• Neuronas sensoriales. Conducen impulsos desde los receptores hasta el cerebro y


la médula espinal (generalmente este tipo de neuronas posee una estructura de tipo
seudounipolar o bipolar).

• Motoneuronas. Conducen el impulso desde el cerebro y la médula espinal hasta los


efectores (músculos y glándulas) lo que origina la contracción de las fibras
musculares o la secreción glandular. (por lo general su estructura es de tipo
multipolar).

• Interneuronas. Neuronas cuyos somas y procesos permanecen en el SNC, no tienen


contactos directos con estructuras periféricas (receptores y efectores). Las ínter
neuronas son responsables de la modificación, coordinación, integración, facilitación
e inhibición que debe ocurrir entre la entrada sensorial y la salida motora (Por lo
general su estructura es de tipo multipolar).

Clasificación por tipo de Neurotransmisor

• Neuronas colinérgicas. Utilizan el acetilcolina (Ach) como neurotransmisor químico,


la cual se encuentra en los terminales de las placas motoras, que son las uniones
entre el nervio y el músculo estriado, haciendo posible la contracción de diferentes
músculos y la estimulación de las glándulas exocrinas.

• Neuronas catecolaminérgicas. Dentro de este tipo de neuronas se identifican


principalmente dos, de acuerdo al neurotransmisor que posean: noradrenalina (NA)
o dopamina (DA). Las neuronas que utilizan como mensajero químico la
noradrenalina, actúan bajo la excitación generalizada del sistema simpático por la
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emoción y el ejercicio, produciendo efectos cardiovasculares: vasoconstricción y


estimulación cardíaca. Las neuronas que utilizan dopamina como neurotransmisor
provocan reacciones cardiovasculares similares a la de la adrenalina.

• Neuronas indolaminérgicas. Utiliza la serotonina como agente químico,


neurotransmisor que interviene en varios tipos de regulación: mantenimiento del
estado anímico, regulación de la temperatura, analgesia, conducta sexual,
agresividad, control de los reflejos monosinápticos y del tono muscular e inhibición
del tono simpático.

• Neuronas adrenérgicas. Utilizan como neurotransmisor la adrenalina, al igual que las


neuronas noradrenérgicas actúan sobre receptores adrenérgicos alfa y beta.

• Neuronas GABAérgicas. Transmiten el impulso nervioso mediante el GABA


(aminoácido inhibitorio).

Neurotransmisores

• Un neurotransmisor es una molécula liberada por las neuronas al espacio sináptico


donde ejerce su función sobre otras neuronas u otras células (células musculares o
glandulares). Son elementos clave en la transmisión de los estímulos nerviosos.

• Los neurotransmisores pueden clasificarse según su tamaño en:


- Neurotransmisores de pequeño tamaño: aminoácidos
- Neuropéptidos, compuestos por más de 3 aminoácidos

• Defectos en la síntesis, liberación, degradación o función de los neurotransmisores


están involucrados en la patogenia de una gran cantidad de enfermedades
neurológicas, musculares y psiquiátricas.

Sinapsis

• En el sistema nervioso la información se transmite de forma eléctrica y de forma


química: la información le llega a la neurona por las dendritas y se transmite como
impulsos eléctricos a lo largo de toda la célula y del axón; pero entre el axón y las
dendritas de las otras neuronas existe un pequeño espacio pues las neuronas no
están totalmente en contacto. La información recorre este pequeño espacio en la
forma de actividad química de las sustancias llamadas neurotransmisores.

• El neurotransmisor es liberado por las neuronas al espacio sináptico. A estas


neuronas se les llama pre-sinápticas y contienen gran cantidad de
neurotransmisor en vesículas sinápticas. Una vez liberado al espacio sináptico el
neurotransmisor difunde y llega a la membrana postsináptica donde ejerce su
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función al unirse a su receptor. Los receptores para neurotransmisores pueden


encontrase en otras neuronas, en células musculares o en células glandulares.
Las células que portan los receptores se llaman células post-sinápticas. Los
receptores de estas células pueden ser canales iónicos abiertos por ligando o
receptores acoplados a proteínas G.

• La función del neurotransmisor es transmitir una señal desde la célula pre-


sináptica a la célula post-sináptica. Su efecto puede ser excitatorio si tiende a
despolarizar la membrana o inhibitorio si la repolariza. Después de actuar es
degradado o recapturado por la célula pre-sináptica rápidamente.
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Cerebro

• Es el instrumento más organizado, funcional y el más complejo. Formado por


numerosas células nerviosas. El cerebro controla el comportamiento, el
pensamiento, procesos fisiológicos y lo que el cuerpo humano pueda realizar.

• El cerebro es nuestra principal diferencia con las demás especies existentes sobre
la faz de la tierra.

• La palabra cerebro (proviene del latín cerebrum) es el órgano, que por su


organización es el más completo y complejo del ser humano. Está compuesto por
aproximadamente cien mil millones de neuronas, sus funciones son especializadas,
ya que maneja los recursos energéticos que disponen los seres vivos para impulsar
comportamientos. Esta masa formada por billones de células nerviosas, tiene color
rosa-grisáceo y rellena todo el cráneo el mismo que lo protege. Esta cubierto por
una sustancia llamada materia gris, su dimensión va desde la frente hasta el
occipucio, que es la parte de la nuca.

El cerebro está constituido por aproximadamente cien millones de células nerviosas


llamadas neuronas, las que están especializadas en recepcionar y transmitir la
información, son bastante pequeñas y se comunican entre sí mediante largas fibras
protoplasmáticas denominadas axones, trasmisores de señales.
Aunque parezca increíble de todas y cada una de estas conexiones depende nuestra
memoria, el habla, el aprendizaje de habilidades, el pensamiento, los movimientos
conscientes y en fin, todo el funcionamiento de nuestra mente.

Estas conexiones se desarrollan y modifican a lo largo de la vida de acuerdo a lo


aprendido y a las experiencias de la persona. Las neuronas, además de
interrelacionarse, establecen conexiones con músculos y glándulas.

Partes del cerebro

• El tallo cerebral o tronco encefálico: Controla los reflejos y las funciones


automáticas del cuerpo como la presión sanguínea, el ritmo del corazón y la
digestión.

• El cerebelo: Ubicado en la parte inferior del cerebro, encima del tallo cerebral,
procesa información que recibe del tallo cerebral y de la corteza motora para
coordinar todos los movimientos.

• Encéfalo: Ubicado donde se ejecutan las funciones de alto nivel como el


pensamiento abstracto. Está dividido en dos hemisferios (derecho e izquierdo) los
que se subdividen en una serie de lóbulos y se conectan a través de una banda
compuesta por 200 a 250 millones de neuronas.
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La parte derecha del cerebro controla el lado izquierdo del cuerpo y la parte izquierda
controla el lado derecho del cuerpo.

Funciones del cerebro

El cerebro es el órgano mejor organizado por lo tanto tiene funciones motoras,


sensitivas y de integración:

Lóbulo occipital: Aquí se recepcionan y analizan las informaciones visuales.

Lóbulos temporales: Desde allí se gobiernan ciertas sensaciones visuales y auditivas.

Lóbulos frontales: Los movimientos voluntarios de los músculos están regidos por las
neuronas localizadas en esta parte, llamada corteza motora. Los lóbulos frontales están
relacionados, con el lenguaje, la inteligencia y la personalidad.

Lóbulos parietales: Se asocian con los sentidos del tacto y el equilibrio.

Hemisferio cerebral izquierdo: Produce y comprende los sonidos del lenguaje, el


control de los movimientos y los gestos con la mano derecha.

Hemisferio derecho: Se ocupa de la percepción de los sonidos no relacionados con el


lenguaje (música, llanto, etc.), en la percepción táctil y en la localización espacial de los
objetos.
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Las áreas cerebrales que gobiernan las funciones como la memoria, el


pensamiento, las emociones, la conciencia y la personalidad son muy difíciles de
localizar.

Sistema límbico: Vinculado a la memoria, situado en el centro del encéfalo.

Hipocampo: Controla la sed, el hambre, la agresividad y las emociones en general.

Hipotálamo: Se relaciona con los impulsos provenientes de los lóbulos frontales se


integran con el sistema límbico, aquí se regula el funcionamiento de la glándula
hipofisaria, que produce hormonas.

Sustancia gris: Es una pequeña capa que recubre el resto del cerebro.
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Áreas del cerebro

Plasticidad neuronal

Conceptos:

• Plasticidad neuronal es la capacidad de las áreas cerebrales o de grupos


neuronales de responder funcional y neurológicamente en el sentido de suplir las
deficiencias funcionales correspondientes a la lesión.

• Reorganización sináptica y la posibilidad de crecimiento de nuevas sinapsis a partir


de una neurona o varias neuronas dañadas.

• El término plasticidad cerebral expresa la capacidad adaptativa del sistema


nervioso para minimizar los efectos de las lesiones a través de modificar su propia
organización estructural y funcional.

• La Organización Mundial de la Salud (1982) define el término neuroplasticidad


como la capacidad de las células del sistema nervioso para regenerarse anatómica
y funcionalmente, después de estar sujetas a influencias patológicas ambientales o
del desarrollo, incluyendo traumatismos y enfermedades.
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La plasticidad cerebral es la adaptación funcional del sistema nervioso central para


minimizar los efectos de las alteraciones estructurales o fisiológicas, sin importar la
causa originaria. Ello es posible gracias a la capacidad que tiene el sistema nervioso
para experimentar cambios estructurales – funcionales detonados por influencias
endógenas o exógenas, las cuales pueden ocurrir en cualquier momento de la vida.

La capacidad del cerebro para adaptarse y compensar los efectos de la lesión, aunque
sólo sea de forma parcial. Los mecanismos por los que se llevan a cabo los fenómenos
de plasticidad son histológicos, bioquímicos y fisiológicos, tras los cuales el sujeto va
experimentando una mejoría funcional- clínica, observándose una recuperación
paulatina de las funciones perdidas.

La neuroplasticidad como propiedad universal del sistema nervioso (SN), se basa en


mecanismos comunes en especies tan diferentes como insectos y seres humanos, y
tienen en general carácter adaptativo, conservándose tanto ontogenética como
filogenéticamente. Se expresan en cada etapa del desarrollo de un individuo, a partir de
fenómenos genéticamente programados, como el crecimiento y la migración neuronal;
y también asociados a las experiencias individuales como el aprendizaje o posterior a
la ocurrencia de lesiones en el SN.

Estudios clínicos y experimentales permiten localizar las estructuras cerebrales que


asumen la función que se realizaba antes de la lesión. La voluntad del paciente por
recuperarse y el buen criterio y conocimiento del neurólogo y del equipo de
rehabilitación pueden conseguir resultados espectaculares ante lesiones cerebrales no
masivas y que no tengan carácter degenerativo. Pese a la mayor capacidad de
plasticidad en el tejido cerebral joven, es necesario reconocer que en todas las edades
hay probabilidades de recuperación.

El cerebro humano cuenta con billones de neuronas interconectadas por medio de


múltiples sinapsis (capacidad instalada), muchas de ellas multiplicadas o repetidas
(redundancia). Las neuronas son células postmitóticas, lo cual significa que no se
reproducen a partir de sí mismas; pero es posible observar cierta regeneración
dendrítica y/o axonal después de lesiones, aunque su significado funcional puede ser
controvertido. Existen conexiones neuronales que incrementan su nivel de actividad
cuando ocurre la muerte de un grupo de neuronas que lidereaban una determinada
función originalmente (desenmascaramiento compensatorio). A los elementos
anteriores siempre se asocian cambios en el balance excitatorio -inhibitorio de un grupo
de sinapsis, por pérdida de la influencia de los grupos que pudieran estar afectados;
con consecuencias locales y a distancia. La eficiencia de la transmisión sináptica puede
también modificarse incrementando las funciones excitatorias de forma estable (LTP) o
las inhibitorias (LTD).

Las lesiones cerebrales provocan déficit motores, sensoriales, o cognitivos; éstos


últimos constituyen la causa número uno de discapacidad y motivo de consulta en
servicios de Neurología, Traumatología y Rehabilitación.
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Por eso muchas investigaciones en este campo se centran en la exploración de la


función motora y los métodos para lograr una rehabilitación lo más completa posible.
Las medidas terapéuticas que se toman desde el principio y una vez iniciada la
rehabilitación en los pacientes persiguen el objetivo de estimular el establecimiento de
cambios reorganizativos favorables (adaptativos) e inhibir aquellos que se consideren
perjudiciales para la recuperación de los pacientes (mal-adaptativos) que involucran
también cambios plásticos.

Plasticidad simpática

El concepto de plasticidad sináptica se ha desarrollado principalmente en estudios


relacionados con la memoria y el aprendizaje. Los cambios de duración variable en la
función sináptica y con origen en estímulos externos que condicionan aprendizaje, son
denominados plasticidad sináptica.

• Lugaro y Ramón y Cajal. Con diversas variaciones, ambos expusieron que el


aprendizaje involucra cambios plásticos funcionales en las propiedades de las
neuronas o en sus interconexiones. Así, el aprendizaje podría ser el resultado de
una modificación morfológica entre las interconexiones de las neuronas, similar a los
fenómenos que ocurren durante la formación de sinapsis en la vida embrionaria.

• J. Kornoski (1948) y D. Hebb (1949) postularon que aun cuando los circuitos
interneuronales se establecen genéticamente, la fuerza o la eficiencia de ciertas
conexiones no están determinada totalmente; de ello infirieron que dichos circuitos
son capaces de modificar sus propiedades como resultado de cambios en su
actividad.

• La hipótesis de los cambios dinámicos fue propuesta desde 1922 por Forbes,
refiriéndose a que el aprendizaje implica una persistencia de actividad en cadena de
neuronas interconectadas.

Todas las regiones sensoriales y motoras primarias del cerebro relacionadas desde un
punto de vista funcional, se encuentran conectadas por fibras de asociación y
comisurales. Las áreas de asociación cortical están directamente conectadas entre sí,
mientras que las áreas corticales primarias se hallan conectadas entre sí
indirectamente a través de las áreas de asociación. Las áreas homólogas de ambos
hemisferios se conectan a través de fibras interhemisféricas. Esta interconectividad
cerebral permite una interacción constante dentro de cada hemisferio y entre ambos
hemisferios, y adecuar las respuestas de forma global y dinámica.

La capacidad para analizar y sintetizar múltiples fuentes de información y generar


respuestas diferentes ilustra la organización centralizada y la función del cerebro.
Existe una jerarquía en la organización neuroaxial de forma que los segmentos
inferiores llevan a cabo funciones específicas sometidas al control y modulación de
estamentos superiores, de modo que la complejidad del procesamiento de la
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información aumenta progresivamente a medida que el nivel llega a ser más cefálico.
Desde la periferia pueden provocarse, con determinados estímulos, respuestas en
niveles superiores que fuercen la organización o la adquisición de determinadas
funciones.

La lateralidad cerebral se expresa en tres aspectos: simetría anatómica, diferencias


funcionales unilaterales (como la localización del lenguaje, el habla y el procesamiento
analítico en el hemisferio izquierdo, y las habilidades temporoespaciales, musicales y el
repertorio emocional y humorístico, en el derecho) y control sensoriomotor
contralateral. Comprender la funcionalidad del cerebro en estos tres aspectos es básico
para entender los procesos que tienen lugar en la reorganización del cerebro tras una
lesión.

La especialización estructural y funcional es una característica destacada de la


organización cortical. Los sistemas sensitivos y motores poseen células
especializadas y distinguibles desde un punto de vista funcional, y ello permite
una mayor velocidad de procesamiento de información y adecuación de
respuestas. Funcionalmente el SNC está compuesto por neuronas sensoriales,
motoras y de asociación. La información proveniente de los receptores sensoriales
llegan al SNC donde son integradas (codificación, comparación, almacenamiento
decisión) por neuronas de asociación o interneuronas, enviando una respuesta que
llega a algún órgano efector. Kandel sugiere que los movimientos voluntarios son
controlados un complejo circuito neuronal en el cerebro, interconectando los sistemas
sensorial y motor, creando un sistema motivacional.

Toda la corteza cerebral está organizada en áreas funcionales que asumen tareas
receptivas, integrativas y motoras del comportamiento. Es responsable de actos
conscientes, pensamiento y la capacidad de respuesta a la estimulación
ambiental de forma voluntaria.

Por último, el principio de organización que fundamenta la aplicación de programas de


intervención terapéutica para la recuperación funcional es la plasticidad cerebral. Es la
capacidad de reorganizar y modificar funciones, adaptándose a los cambios externos e
internos. La plasticidad inherente a las células cerebrales permite la reparación de
circuitos corticales, integra otras áreas corticales para realizar funciones
modificadas y responde a diversas afecciones. La capacidad del cerebro de
adaptarse a los cambios tiene, además, importantes implicaciones en el
aprendizaje.

Las respuestas desencadenadas por el SNC son más complejas, cuanto más exigente
sean los estímulos ambientales. El cerebro necesita una intrincada red de circuitos
neuronales conectando sus principales áreas sensoriales y motoras, es decir, grandes
concentraciones de neuronas capaces de almacenar, interpretar y emitir respuestas
eficientes a cualquier estímulo teniendo también la capacidad en todo momento, en
correspondencia con nuevas informaciones, de reajustar sus conexiones sinápticas y
nuevos aprendizajes.
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El sistema nervioso central se encuentra protegido de golpes, compresiones y otras


agresiones físicas por un estuche óseo constituido por los huesos del cráneo y de la
columna vertebral. Tiene una protección química que evita que partículas y sustancias
extrañas, que alcancen el torrente circulatorio puedan tener una influencia anormal
sobre las neuronas.

Tiene una reserva numérica de magnitud considerable, es decir, que el número de


neuronas con que contamos es muy superior a la que necesitaríamos para una función
normal, la capacidad instalada en nuestro SN está muy por encima del que utilizaremos
en la vida. Un ejemplo fácil de comprender; cuando comparamos las habilidades de un
gimnasta con las de un hombre común, parecerá que el primero tiene un SN diferente,
sin embargo, cuando se estudian los caracteres estructurales de ambos no se
encontrará ninguna diferencia en la composición anatómica; la diferencia está en el
establecimiento de nuevas relaciones funcionales de una ampliación en el uso de esa
capacidad de reserva. Este es un ejemplo claro de la plasticidad del SN y es el
fundamento del proceso del aprendizaje y la rehabilitación de funciones pérdidas por
lesiones del SN.

Factores de la neuroplasticidad en la restauración de funciones en el SN

1. Regeneración Axónica dendrítica


2. Supervivencia
3. Desenmascaramiento.
4. Reorganización de funciones (ordenamiento de la excitación inhibición).
5. Capacidad disponible.
6. Patrones de activación, colateralización.

Regeneración

Todas las neuronas son capaces de regenerar su axón y sus dendritas cuando estas
son lesionadas o destruidas. En el sistema nervioso periférico se logra una restitución
anatómica completa cuando la lesión afecta al axón distalmente a una división colateral
(Los axones amputados del cabo proximal dentro de una extensión nerviosa periférica,
cuando se ponen en contacto con su lado distal, reinervan el órgano periférico
denervado por la lesión, ya bien sea motor o sensitivo el nervio dañado).

Supervivencia

Las lesiones que ocurren en el sistema nervioso (agudo, crónico, traumático, vascular,
infeccioso) pueden ser destructivas en mayor o menor medida, permitiendo que una
población neuronal sobreviva. Cuando una neurona queda aislada funcionalmente, sin
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conexión sináptica, se atrofia y muere. Ocurren intercambios metabólicos en las


terminales sinápticas de los axones y en la producción de factores de protección y
crecimiento en las regiones sinápticas afectadas, actuando estos en una interacción
constante entre las neuronas sinápticamente relacionadas y entre las neuronas y sus
efectores o receptores y dicha interacción se realiza mediante elementos químicos que
viajan en el flujo axonal, en ambos sentidos.

De aquí que cuando una neurona queda aislada o se interrumpe su conexión sináptica
degenera y muere. Esta interacción protectora disminuye con el tiempo y debe
representar un factor importante en el envejecimiento y en algunas enfermedades
degenerativas en las cuales la enfermedad neuronal tiene una marcada
sistematización.

Estudios han demostrado que existen factores capaces de proteger o dejar sin
protección a las neuronas expuestas a la acción favorable o desfavorable de otras
sustancias endógenas o exógenas al SNC.

Desenmascaramiento

Se define como el uso de sinapsis existentes pero poco o nada funcionales hasta ese
momento.

Cada neurona establece en su campo dendrítico un número elevado de conexiones


sinápticas que la relacionan, en variadas escalas de intensidad con un número elevado
de otras neuronas, en ocasiones procedentes de distantes y diferentes niveles del SN.

El desenmascaramiento puede entenderse en el proceso de rehabilitación por el efecto


del "entrenamiento repetitivo", cuando tras una lesión se procura restablecerla
organizando nuevas vías en la recuperación del movimiento normal. Al principio en un
paciente hemipléjico por ej. se nota la dificultad para realizar movimientos con el lado
lesionado y como con los ejercicios mejoran.

Reorganización de funciones

En el proceso de rehabilitación de un paciente con lesión neurológica existe un


reordenamiento de las funciones pérdidas.

Un ejemplo sucede en pacientes con lesiones en el área de Broca que presenta una
afasia motriz. Estos pacientes se recuperan al término de un período de rehabilitación
activa, esta reorganización se realiza en zonas contiguas al área de Broca lesionada.
Intervienen los factores de regeneración-colateralización y desenmascaramiento en el
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reordenamiento de la función pérdida en áreas aledañas en las aferencias excitatorias


e inhibitorias de las neuronas lesionadas y otras no lesionadas.

Capacidad disponible

Se refiere a que la capacidad anatomo funcional en el SN del hombre es tan superior a


sus propias necesidades que garantiza un funcionamiento adecuado en situaciones de
pérdida de funciones o lesiones al sistema nervioso.
El sistema nervioso está organizado anatómica y funcionalmente por determinadas
unidades integradas en niveles progresivos de complejidad, creando nuevas relaciones
en virtud del aprendizaje, la memoria y la experiencia.

Patrones de activación

Está demostrado que las propiedades funcionales de las unidades motoras (UM) están
en dependencia de los patrones de activación de las motoneuronas. Esto quiere decir
que las fibras musculares a pesar de su alto grado de especialización tienen la
capacidad de cambiar sus propiedades bioquímicas, fisiológicas y estructurales en
respuesta a los cambios en los patrones de activación de sus neuronas. Estos cambios
consisten en aumento de la densidad capilar, de las enzimas oxidativas y de la
resistencia a la fatiga.

Se señalan ocho factores relacionados con la reorganización de las funciones después


de lesiones cerebrales.
a. El sustrato neural.
b. Una terapia adecuada.
c. La edad.
d. El tiempo.
e. La motivación.
f. El ambiente (entorno).
g. La familia.
h. El médico.

Tipos de plasticidad neuronal

Se admite la posibilidad de que existen varios tipos de plasticidad neuronal, en los que
se consideran fundamentalmente factores tales como edad de los pacientes, naturaleza
de la enfermedad y sistemas afectados.

Por edades
a) Plasticidad del cerebro en desarrollo.
b) Plasticidad del cerebro en periodo de aprendizaje.
c) Plasticidad del cerebro adulto.
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Por patologías
a) Plasticidad del cerebro malformado.
b) Plasticidad del cerebro con enfermedad adquirida.
c) Plasticidad neuronal en las enfermedades metabólicas.

Por sistemas afectados


a) Plasticidad en las lesiones motrices.
b) Plasticidad en las lesiones que afectan cualquiera de los sistemas sensitivos.
c) Plasticidad en la afectación del lenguaje.
d) Plasticidad en las lesiones que alteran la inteligencia.

La explicación anatómica debe buscarse en lo que se conoce como sistemas


secundarios paralelos del cerebro. Estos son principalmente las vías
subcorticoespinales, las cuales son probablemente las más importantes en el humano
durante la época neonatal. Suplen la función de las vías corticoespinales más largas,
que también tienen una importante función en el neonato a término, pero muestran
diferente expresión en el cerebro con mayor grado de madurez. Estas vías
suplementarias, generalmente polisinápticas, son utilizadas en muchos casos en los
que las vías fundamentales han sufrido perturbación de cualquier tipo. Estos sistemas
paralelos pueden ponerse en marcha por efecto de mecanismos intrínsecos o
extrínsecos.

La plasticidad anatómica de las neuronas en el sistema nervioso central es un


fenómeno común en la sinapsis; tanto la estimulación fisiológica como las condiciones
del entorno pueden dar origen a cambios numéricos y morfológicos. La plasticidad del
axón, sin embargo, difiere de la sinapsis, ya que se considera como un fenómeno
específico apreciado después de una lesión parcial, ya sea que esta haya tenido lugar
en el sistema nervioso central o en el periférico y la cual, como es obvio, es más
pronunciada durante la primera infancia.

La plasticidad axonal y sináptica no tendría utilidad práctica si el ciclo funcional no se


completara por la acción de los neurotransmisores específicos.

Se considera que los cambios en la eficacia y liberación de los mismos representan un


papel fundamental en la plasticidad sináptica.

Posibilidades de intervención

A pesar de que los avances en las neurociencias nos ofrecen cada vez un
conocimiento mayor acerca de la maduración cerebral y los principios que rigen su
funcionamiento y adaptación a las lesiones, queda mucho por entender y comprender.
Se abren cada día nuevas líneas de investigación intentando describir y descifrar las
respuestas que el cerebro va dando a lo largo de la vida a los diferentes
acontecimientos vitales. Sólo conocemos y aprovechamos un leve porcentaje del
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potencial del cerebro que hoy no alcanzamos a comprender. Conforme avancemos en


el conocimiento de los mecanismos neuroquímicos y neuro anatómicos que dirigen la
plasticidad cerebral y la capacidad de recuperación funcional, podremos diseñar
estrategias específicas de actuación temprana cada vez más adecuadas y adaptarlas a
la población infantil con alto riesgo de sufrir secuelas derivadas de patologías
neurológicas.

A la luz de los últimos estudios, surge la posibilidad de intervenir y modular la


plasticidad cerebral con distintas estrategias:

Desde el punto de vista físico.


Adecuando los programas de intervención, estimulación y rehabilitación a los
conocimientos sobre los diferentes mecanismos con los que el córtex es capaz de
adaptarse, la capacidad de plasticidad interhemisférica del córtex motor, la plasticidad
cruzada para el córtex visual y auditivo, la reorganización o la transferencia
contralateral en el córtex relacionado con el lenguaje, etc.

Desde el punto de vista farmacológico.


Se puede apoyar o combinar la terapia física con la administración de fármacos que
prolonguen o abran el período crítico para fomentar cambios neuroplásticos.

Desde el abordaje cognitivo y conductual.


Trabajando la atención durante la ejecución de las tareas, se aprende y se recuperan
funciones más rápidamente. En cuanto a la recuperación de déficit cognitivo y
funciones mentales superiores, incluyendo el lenguaje, antes de diseñar las estrategias
de rehabilitación es imprescindible realizar una valoración neuropsicológica completa
para determinar los componentes afectados del sistema, y cuáles son los conservados
que pueden servir como apoyo y punto de partida a la terapia.

Además, si conductualmente conseguimos un tono más adecuado, los estudios


sugieren que este tono conductual actuaría facilitando la plasticidad neuronal a través
de la estimulación noradrenérgica y serotoninérgica, fundamentalmente.
La utilización de técnicas físicas abre la posibilidad de aumentar la excitabilidad de la
corteza que interese, facilitando su entrenamiento y posibilitando un incremento de la
capacidad de aprender aquello que se entrene en las horas subsiguientes.

¿Cuál es el más efectivo?


Quizá logremos demostrar que las armas que la neurociencia ofrece hoy para fomentar
la recuperación funcional del córtex motor o somatosensorial pueden aplicarse a los
mecanismos que rigen la cognición y la patología neuropsicológica. Esto nos abriría las
puertas al conocimiento de patologías complejas del neurodesarrollo que tienen su
origen en etapas precoces, como las derivadas de la privación de estímulo en algunos
grupos de niños: déficit neurosensoriales, privación de experiencias en niños
adoptados, niños afectos de parálisis cerebral que no han tenido la experiencia de un
18

esquema motor normal. Recordemos que tanto la falta de estimulación como la


intervención temprana son capaces de modular la actividad básica para iniciar los
cambios neuroplásticos implicados en la recuperación funcional, lo cual permite nuevas
posibilidades de estudio y acercamiento a diversas patologías y su recuperación.
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