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PRÓLOGO:
Existe una estrecha relación entre las condiciones climáticas de un lugar y la actividad
turística que pueda desarrollarse en la misma. Si bien no sólo el clima es motivador de turismo,
es un factor que puede motivar o desmotivar a la hora de decidir sobre un destino turístico.
Es importante destacar el hecho de la creciente necesidad de informaciones climáticas
demandadas por el gran público, en especial, en el momento de preparar las vacaciones. De
esta manera los folletos de propaganda difundidos por las agencias de viajes y las oficinas de
turismo desempeñan un papel esencial. Para el turista, resulta de vital importancia conocer el
tiempo que va a hacer cuando visite una región. De esta forma para ser tratados y resueltos
eficazmente, un gran número de problemas relacionados con el turismo, exigen una
documentación y un control climatológico de un gran rigor científico. Para el urbanista y el
inversor, también resulta de vital importancia disponer de un análisis preciso de los datos
climáticos, para garantizar su rentabilidad y elegir los equipamientos mejor adaptados al
mercado.
El clima constituye el principal factor de atracción o recurso fundamental en
determinados recursos turísticos, especialmente si en ellos se desarrolla el turismo de nieve
y/o el turismo litoral. El clima puede llegar a ser un factor inconveniente del desarrollo
turístico, dada la estacionalidad de algunos destinos y la variabilidad-irregularidad del clima de
los mismos. El clima se puede configurar como riesgo si las condiciones meteorológicas son
adversas en un ámbito turístico de elevada vulnerabilidad frente a las amenazas de índole
climática, puesto que tanto las infraestructuras como la población pueden verse seriamente
afectadas. Los principales riesgos son los: clima-patológicos u olas de calor, precipitaciones
torrenciales y tormentas severas que producen inundaciones, los aludes, los vientos de gran
intensidad, tormentas de arena, ciclones tropicales.
Frente a estas afirmaciones y a la realidad que actualmente vivimos en cuanto a
catástrofes naturales, que no sólo han generado serios daños a los habitantes de los destinos
con dichos problemas sino también a la actividad turística que se desarrolla en dichas zonas,
me pareció apropiado realizar un análisis de la información que se encuentra disponible para
poder realizar un “resumen” de la actualidad e intentar plantear un escenario futuro. Pero
cabe destacar que una de las finalidades del trabajó es el de intentar vislumbrar cuánto tiene
que ver el hombre en general y la actividad turística en particular sobre el cambio climático y
cuanto de este cambio puede deberse a un simple ciclo de la naturaleza. Siempre
manteniendo la línea de un turismo sustentable sin necesidad de conformarnos con
explicaciones optimistas sobre el cambio climático y tomando conciencia que todo daño, por
más mínimo que sea, a largo plazo puede generar serias repercusiones.
Por último, creo que la actividad turística siempre ha tenido que afrontar diversos
problemas y ha tenido que adaptarse a nuevas condiciones, ya sean económicas, legales o
sociales, pero cuando hablamos del clima estamos ante un fenómeno que no puede
controlarse y que sin embargo es necesario plantear estrategias que permitan desarrollar
actividades turísticas que perduren en el largo plazo.
Cambio climático y turismo
Planteo Metodológico
2
Cambio climático y turismo
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN _______________________________________________________ 6
CAPITULO I: RELACIÓN CLIMA-TURISMO ___________________________________ 7
APORTES DESDE DISTINTAS DISCIPLINAS ________________________________________ 8
DEFINICION DE TURISMO ____________________________________________________ 9
EL CLIMA Y EL ESPACIO COMO FACTORES DE LOCALIZACIÓN Y RECURSOS TURÍSTICOS _ 10
El espacio geográfico como recurso turístico __________________________________________ 11
El clima como recurso turístico _____________________________________________________ 11
3
Cambio climático y turismo
4
Cambio climático y turismo
Temperatura____________________________________________________________________ 80
Precipitación ____________________________________________________________________ 80
Observaciones __________________________________________________________________ 82
Proyecciones____________________________________________________________________ 82
5
Cambio climático y turismo
INTRODUCCIÓN
6
Cambio climático y turismo
CAPITULO I
RELACION CLIMA-TURISMO
7
Cambio climático y turismo
Las características de la relación que existe entre el clima y el turismo serán el objeto
del primer capítulo de ésta investigación.
La influencia del clima sobre el turismo se manifiesta a través de tres niveles ya que el
clima puede actuar como factor de localización turística, como recurso turístico y como
atractivo turístico2 .
1
Vera y rebollo 1991:92. Ordenación y desarrollo turístico del turismo en España y Francia
2
Gómez Martín, 2000; 2004d; 2004e.
8
Cambio climático y turismo
DEFINICION DE TURISMO
Factores naturales: referidos a los medios físicos como las costas, la montaña, los
espacios de interior o los asociados a los espacios naturales protegidos, que suponen la
composición principal de los recursos turísticos. El clima es un elemento clave del medio
ambiente natural donde se desarrolla el turismo.
Factores culturales: donde destaca la presencia del patrimonio histórico como fuente
de atracción de los turistas.
El sistema turístico está formado por cuatro elementos básicos: el espacio geográfico-
turístico, la demanda, la oferta y los agentes. Todos los factores y elementos fundamentales
interactúan en un determinado marco institucional y legal y en una misma localización: el
destino turístico, donde se comparten los recursos por un determinado periodo de tiempo,
que junto con los servicios utilizados, conforman la oferta turística. Espacio y tiempo son los
dos principales componentes sobre los que se sustenta el turismo.3
3
Agueda Esteban Talaya, Francisco López Palomeque & Eugeni, Aguiló Pérez. Turismo y cambio
climático.
9
Cambio climático y turismo
El clima es un elemento natural o geofísico que forma parte del espacio geográfico-
turístico. Su modificación puede generar alteraciones en el resto de elementos geofísicos o
geohumanos que conforman esta variable del sistema turístico, convirtiendo un espacio inicial
atrayente y eficaz en un espacio carente de recursos, atractividad y funcionalidad.
Entre las actividades humanas influidas por y sobre el clima están las económicas y
entre ellas las turísticas que se desarrollan mayoritariamente en el espacio al aire libre.
4
Gómez Martín, 2004e.
5
Sanchez, J.E. 1985 Por una geografía de turismo litoral. Una aproximación metodológica. Estudios
territoriales. N° 17. Pag 103-122.
10
Cambio climático y turismo
El clima es uno de los elementos geofísicos que componen el espacio geográfico. Este
crea unas condiciones que posibilitan, dificultan o impiden el asentamiento humano. El clima
actúa como un factor natural de localización de las actividades turísticas. Este actúa de manera
global delimitando grandes regiones climáticas donde es posible el turismo, como por ejemplo
la zona templado-cálida que se cree óptima para el desarrollo del turismo sol y playa. Pero en
la escala local y regional actúan otros factores para determinar el turismo. Aún así el
conocimiento del clima local es algo cada vez más importante en los estudios de perspectivas
turísticas. No en vano es la climatología local y la sucesión de los diferentes tipos de tiempo la
que determina el emplazamiento, el aprovechamiento, la eficacia de las infraestructuras y la
rentabilidad de las inversiones.
6
Valenzuela 1986:48.
7
Gómez Martín, 1999a; 2000; Vera Rebollo, 1985.
11
Cambio climático y turismo
Los elementos del clima son los componentes que lo definen y las variables a través de
las cuales se manifiesta su influencia sobre los demás elementos del medio natural, humano y
económico. Así dentro de los elementos que más influyen sobre las actividades turísticas
encontramos la temperatura, la insolación, las precipitaciones, el viento, la humedad y la
niebla. Cuando hablamos de clima nos referimos al conjunto interrelacionado de elementos
que influyen el medio natural, económico y humano.
12
Cambio climático y turismo
CLIMAS IDEALES
La insolación
8
Besancenot, 1991:16. Clima y turismo.
13
Cambio climático y turismo
La actividad turística podría verse perturbada por las precipitaciones. Para mucha
gente, si llueve a menudo, llueve mucho; y si llueve raramente hace buen tiempo. Solo una
lluvia rápidamente evaporada es aceptable a los ojos del turista. Algunos días de
precipitaciones repartidas de manera regular a lo largo de un mes, no dejan el mismo
recuerdo que una larga secuencia pluviotormentosa. R. Clausse y A. Guerout pudieron
establecer que una hora de precipitación borraba de la memoria del común de los mortales y
de la del turista medio unas cinco horas de sol, relación confirmada en todas las encuestas
sobre el tiempo percibido.
Confort y salud
Para el turista existe confort térmico cuando el umbral inferior no baja de los 18º, ya
que por debajo de esta temperatura la vida al aire libre y las actividades de baño se ven
fuertemente obstaculizadas. El umbral superior se establece en unos 25º pero algunos
autores lo fijan en 33º que es la temperatura de la piel desnuda.
1.Infarto de miocardio
3.Deshidratación aguda
4.Acaloramiento
El turista debe evitar tanto el frío intenso como los fuertes calores; la sequedad
extrema como la humedad opresiva, y los movimientos de aire deben revelarse provechosos
en los medios cálidos o templados. Y no existir riesgos climapatológicos mayores.
14
Cambio climático y turismo
Así pues, el clima y el tiempo meteorológico influyen en el desarrollo turístico por los motivos
que a continuación se detallan:
9
Olcina cantos, J. 1994. Riesgos climáticos en la península Ibérica.
15
Cambio climático y turismo
1. Se considera que el poder de atracción del clima o más ampliamente del medio, sea
natural o humano, es suficiente para explicar y justificar la existencia de la mayor parte de
flujos y centros turísticos.
Por lo tanto creemos que el clima influye en la decisión de elegir un destino turístico,
pero que a la vez todo lugar es potencialmente turístico siempre y cuando tenga unas
condiciones climáticas que posibiliten el desarrollo turístico, de no ser así hubiera sido
impensado desarrollar los centros de ski los cuales tienen condiciones meteorológicas más
extremas.
Los puntos que acabamos de exponer reflejan la estrecha relación existente entre los
elementos climáticos y las actividades turísticas, pero a la vez ponen en evidencia la necesidad
de conocer con el mayor detalle posible los términos de dicha relación, con el objetivo de
16
Cambio climático y turismo
Los turistas son tan diversos y sus aspiraciones a veces tan contradictorias que sería
en vano esperar llegar a una clasificación completa de los tipos de clientela y de los ideales
climáticos correspondientes. Existen dos clases de turistas climáticos especialmente
caracterizados, las personas de edad y los enfermos.
El acceso de las personas de edad al turismo es uno de los hechos más notables de
nuestra época. Ciertos centros, desde Florida a Túnez, pasando por las Canarias y la Costa
Azul, se han especializado en la acogida de jubilados. La cuestión se plantea en saber si
existen exigencias específicas de la tercera edad respecto al clima. Los sondeos de opinión
revelan que las personas de edad aspiran tanto como cualquier otro turista al buen tiempo.
Quizá no reclaman una insolación tan continua en pleno verano, pero son muy atraídas por el
sol de invierno. Mientras que la escasez de precipitaciones constituye para ellas un criterio
decisivo de elección. Siguen existiendo las exigencias de confort, sin duda todavía más
imperiosas que a cualquier otra edad, considerando la relativa fragilidad de los organismos
que envejecen. Se concibe también el interés que presenta para la tercera edad unos climas
relativamente iguales, caracterizados por la moderación de los extremos y por la ausencia de
brutalidad en los cambios de tiempo.
El aparato respiratorio soporta quizá más que cualquier otro el peso de los años.
Los estudios dedicados al problema de la influencia del tiempo y del clima en la bronquitis
crónica y en los riesgos de sobreinfección constituyen la extrema nocividad de los elementos,
17
Cambio climático y turismo
El turismo medico
La cura no especializada
Son enfermos afectados de una dolencia orgánica bien caracterizada, para la que se
requieren ciertas condiciones de ambiente estrictamente definidas. A título preventivo, para
evitar un agravamiento, se buscara un centro capaz de ahorrar a su organismo tal o cual
categoría de stress contra los cuales son incapaces de reaccionar correctamente. A titulo
curativo, la opción deberá tener en cuenta la presencia de tal o cual elemento al que la
experiencia habrá reconocido, para la enfermedad en cuestión, un valor de coadyuvante
terapéutico.
En el primer rango de las afecciones abordables por una climatoterapia se sitúan las
enfermedades en relación con perturbaciones del estado general del temperamento y la
personalidad. El objetivo es proteger al sujeto de los factores de stress cuya permanencia o
repetición alentaría su estado general como degradarían su equilibrio fisiológico y
prepararían el terreno para la enfermedad. El climatismo gana a menudo al ser emparejado
con el termalismo. El principio fundamental es el de sustraer momentáneamente de un
entorno hostil a un sujeto acechado por la enfermedad, o afectado ya por esta de un modo
sintomático.
Una insolación que no sea inferior a tres horas al día, a lo largo de todo el año, ni superior al
80% del máximo teórico entre mayo y septiembre.
18
Cambio climático y turismo
Las actividades deportivas y recreativas practicadas por los turistas tienen sus
propias necesidades climáticas, que vienen a sobre imponerse a las exigencias fundamentales
del veraneante.
El baño.
19
Cambio climático y turismo
Uno de los parámetros más importantes para el baño es sin duda la temperatura del
agua, determinada en principio a un metro de profundidad. Se estima que 15º
constituyen un mínimo absoluto, por debajo del cual la actividad de baños es nula, y que
tan solo a partir de una media de 18º puede iniciarse una verdadera “temporada de
baño” la temperatura del aire, en todos los casos, debe ser igual o superior a 18º con el
cielo cubierto o a 16º con el tiempo soleado. Cuando la diferencia térmica entre aire y
agua es casi insignificante, el baño tiene todas las posibilidades de parecer plenamente
agradable, cuando no verdaderamente tonificante.
La velocidad del viento reviste, también aquí, una gran importancia; un aire en
débil movimiento permite entrar en calor muy rápidamente desde que se sale del agua,
mientras que un viento fuerte acelera la perdida calórica en la superficie del cuerpo. El
veraneante imagina gustoso que existe una relación directa entre buen o mal tiempo y
temperatura del agua.
Una mar lisa, (viento inferior a 0,5 m/s) apenas permite actividades
interesantes y obliga a menudo al reposo. En presencia de un mayor movimiento del
aire, deben distinguirse varios pasos en función de la experiencia de los practicantes.
Una mar que supere los 5 m/s se considera mar en calma o buena mar, con pequeñas
olas cortas o todo lo más un pequeño chapoteo sin que la altura exceda 0,5 m. Los
deportistas que han adquirido un buen nivel técnico pueden adaptarse a una mar rizada
o poco agitada (viento de 5 a 7 m/s) con oleaje bastante abundante y alturas de 0,5 a
1,25 m. Los sufistas y los planchistas a vela buscan incluso las sensaciones vigorosas que
pueden procurarles una mar bastante brava o agitada, en presencia de un viento que
sople entre 7,5 y 10 m/s; las olas toman entonces una forma claramente alargada con
crestas de espuma blanca, mientras que la altura alcanza habitualmente de 1,25 a 2,50
m. Más allá de 10 m/s (mar brava, con formación de grandes olas) y más de 12,5(mar
gruesa) la seguridad se ve gravemente comprometida.
20
Cambio climático y turismo
Hay que decir, que pocas actividades turísticas son tributarias tan pesadamente
del contexto climático. Se necesitan 30 o 40 cm de espesor por lo menos para poder
esquiar, 120 días de innivación como mínimo para que las inversiones sean rentables, una
buena exposición y poco viento a fin de que la nieve no sea demasiado “trabajada”. Sol a
pesar de todo para que el esquiador se sienta bien, ausencia de riesgos para que el
invernante se sienta seguro.
Los aludes
TIPOS:
Los aludes secos de nieve polvo se producen en tiempo frío y seco, o con ocasión
de un brusco enfriamiento; ponen en movimiento a una velocidad pavorosa la nieve
fresca, no estabilizada, en los primeros días que siguen a una nevada sobreabundante.
Una simple sacudida del aire basta para provocarlos.
Los aludes de nieve muy húmeda, estropeada, tanto simples aludes en bolas de
tamaño relativamente restringido, como enormes aludes de fondo que desnudan
completamente la vertiente de su manto rival, son mucho más lentos que los aludes de
nieve en polvo (de 30 a 50 Km/h) se producen sobre todo en primavera, en el momento
de la fusión con temperaturas superiores a los 0º.
Se ha señalado ya que el esquiador del mismo modo que cualquier otro turista,
concedía una gran importancia a la búsqueda de “buen tiempo”. Por otra parte, las
jornadas caracterizadas por nevadas son, muy a menudo, jornadas perdidas para la
práctica del esquí. La clientela de los deportes de invierno aspiran al “gran sol” sea en las
21
Cambio climático y turismo
pistas o fuera de ellas; son cada vez más numerosos los adeptos de los baños de sol, que
buscan aprovechar al máximo una radiación solar incrementada por el doble hecho de la
altitud (menor espesor de la atmósfera atravesada, aire seco y limpio) y de una fuerte
reflexión sobre la nieve o el hielo.
Los climas son una riqueza permanente o renovable, que no es destruida y que no
debería ser mermada por el uso turístico. El sol, el calor, las vertientes nevadas, el aire
impetuoso de alta mar, a escala humana, son inagotables. Estos se convierten en riqueza en
el momento en que son promovidos para el consumo. Pero las acciones humanas hacen que
estos recursos naturales y renovables puedan sufrir modificaciones.
Estas modificaciones son muy a menudo involuntarias. Pero nada impide simular las
modificaciones susceptibles de ser introducidas por tal o cual acción antrópica, para integrar
de forma racional unas consideraciones climáticas en las grandes opciones de ordenación.
22
Cambio climático y turismo
Se supone del mismo modo, que los grandes inmuebles rectilíneos inducen al viento
a elevarse, para descender después más lejos con el efecto de “foehn”, caso pues con la
elevación de las temperaturas y desecamiento del aire. Ciertos incendios de la vegetación
han sido explicados así. En todo caso, el fenómeno puede acentuar la incomodidad
habitualmente experimentada detrás de la muralla litoral, donde el recalentamiento
matinal es ciertamente más lento que en otros lugares, pero donde las temperaturas del
mediodía superan normalmente a las de la orilla inmediata del agua en 2º ó 3º. El
establecimiento de un paseo marítimo destruye o, por lo menos altera profundamente el
sistema de brisas, no siendo la brisa marítima prácticamente más considerable en la playa y
en el andén de barlovento. Hay que añadir también que la multiplicación de las paredes
verticales reflectantes supone una gran reverberación de ahí resultaría una elevación
suplementaria de las temperaturas y un incremento de los contrastes térmico horizontales.
Escala media
Escala fina
23
Cambio climático y turismo
hotel en Waikiki, Palma de Mallorca y Deauville pero los resultados están lejos de ser
satisfactorios con relación a las condiciones climáticas. En un medio cálido y húmedo, las
adaptaciones arquitectónicas más útiles deberían cumplir los cuatro puntos siguientes:
Abrir cada apartamento a las dos fachadas del edificio también sería conveniente.
Las aberturas de aire no deben en ningún caso apartarse en más de 50º de una y otra parte
de la dirección de la que sopla el viento dominante. Un urbanismo aireado y amplio, que
reserve amplios espacios libres entre los inmuebles participa igualmente de una buena
ventilación. Si se quiere acoger a turistas de las latitudes medias en regiones tropicales el
aire acondicionado se hace imprescindible.
Italia conoció la primera oleada del turismo aristocrático estival, reservado a una elite
afortunada que disponía de largos periodos de ocio. En EE.UU. se había iniciado un turismo
de estación cálida desde 1870, con destino a California, Florida, Cuba y México. Son los
norteamericanos los que en los años 20 procuraron trasladar a Europa la tradición de
frecuentar las playas calurosas en la época estival.
24
Cambio climático y turismo
Los factores cósmicos y planetarios del clima, imponen un desglose del globo en tres
grandes zonas, que corresponden a las latitudes polares y latitudes tropicales donde se
encuadran las latitudes medias. Se sabe que diversos factores geográficos, tales como la
distribución de tierras y mares o la presencia de macizos montañosos inducen a un cierto
número de alteraciones.
25
Cambio climático y turismo
Aunque cubriendo casi una quinta parte de la superficie del globo, el mundo polar y
sus márgenes tan solo atraen en la actualidad a una clientela internacional
extremadamente restringida, que se concentra sobre todo en Laponia, Groenlandia y el
Gran Norte canadiense.
A primera vista, es lícito dudar de que los climas de las altas latitudes puedan
responder a las expectativas de cualquier turista, sin embargo los adeptos a los raids
polares no tienen las mismas exigencias que los turistas de la costa del sol en el mes de
agosto. Se trata de una clientela más resistente, con gustos más deportivos, a las que la
rudeza del clima no asusta y de la que una de las principales motivaciones es la búsqueda de
las sensaciones fuertes.
Con el alrededor del 95% de turistas franqueando una frontera y las nueve décimas
partes de los movimientos turísticos de nacionales en el interior de su país, son las latitudes
medias las que registrarán sin duda durante largo tiempo todavía los flujos de veraneantes
más densos de todo el planeta. Nada hay de sorprendente en ello, ya que el espacio
comprendido entre el mundo polar y los trópicos concentra los países mas urbanizados y
más industrializados del globo, los únicos en consecuencia que pueden acceder
masivamente al mercado de viajes y de las estancias de recreo. La pertenencia a una misma
zona climática de los principales focos emisores y de los principales centros receptores de
turistas podría constituir un inconveniente si obligase a la población a pasar sus vacaciones
en un clima muy semejante al de su domicilio habitual. Afortunadamente, no siempre es así:
las latitudes medias están lejos de verse sometidas a condiciones uniformes, tanto en su
potencial climático turístico de conjunto como a la evolución estacional de su aptitud de
acogida de extranjeros. La más importante de estas características internas reside en la
oposición entre los climas templados frescos o medios por un lado, y los climas templados
cálidos, por otro.
26
Cambio climático y turismo
Las latitudes medias se extienden, a grandes rasgos, entre los 30-35º y los 60-65 de
cada hemisferio. Corresponden a las regiones barridas por la circulación zonal del oeste y se
definen comúnmente como el área de extensión de los climas templados.
Las latitudes medias, en efecto, no escapan a los fenómenos excesivos que reinan
tanto en el medio polar como bajo los trópicos; no disfrutan tampoco de tipos de tiempo
perfectamente fisónomos, es decir de un equilibrio real de las estaciones.
En el caso de Europa occidental en las cercanías del paralelo 45°, los climas de las
latitudes medias tienen en común una fuerte alternancia térmica estacional. Estos vigorosos
contrastes estacionales no hacen más que reflejar el continuo enfrentamiento de las
influencias polares y las tropicales. De ello resultan las mayores amplitudes térmicas del
planeta; dicho de otro modo, las diferencias más acusadas entre las temperaturas de los
meses extremos. Ello está de acuerdo, por otra parte, con el sentido etimológico de la
palabra templado, que implica la idea de mezcla y no la de moderación. La doble presencia
de un invierno y un verano (mientras que las zonas frías y la zona intertropical no coinciden
más que una u otra de estas dos estaciones térmicas) constituye el más seguro unificador
de las latitudes medias.
27
Cambio climático y turismo
CAPITULO II
CAMBIO CLIMATICO
28
Cambio climático y turismo
En primer lugar es importante distinguir las siguientes definiciones, para luego poder
analizar los cambios del sistema climático.
Clima = es la sucesión habitual sobre un lugar determinado de los estados de la atmósfera. Son
elementos duraderos, estables sobre un territorio determinado.
29
Cambio climático y turismo
las actividades humanas, principalmente por la quema de combustibles fósiles. Por ello es
importante distinguir el efecto invernadero natural y el efecto invernadero intensificado. El
segundo concepto suele denominarse calentamiento global para distinguirlo del primero que
es natural.
El proceso físico mediante el que los gases de invernadero pueden elevar las
temperaturas del aire se conoce desde finales del siglo pasado. No obstante hasta hace poco,
muchos científicos se preocuparon poco por las cantidades de gases invernaderos emitidas por
los humanos. Esto se debe en parte a la conocida variabilidad natural del clima en el transcurso
de los últimos millones de años. Análisis recientes de la parte central de sedimento inalterado
del fondo del mar y del hielo de la Antártida han reforzado ideas anteriores de que el mundo
alternaba entre épocas glaciares y periodos interglaciares, con un ritmo controlado por el
modo en el que la tierra da vueltas alrededor del sol.
Como los interglaciares (periodos entre eras glaciares) del pasado parece que duraron
aproximadamente 10.000 años y como ya hemos pasado unos 10.000 años en la era
interglaciar actual, muchos científicos supusieron que a la Tierra ya le tocaba otra era glacial y
que las emisiones de gases invernadero no iban a alterar este curso natural, incluso lo
retardarían.
Pero en los años ochenta los científicos que modelan el cambio climático futuro,
basándose en las tasas de emisión de gases de invernadero en la actualidad y en el pasado
reciente, coincidieron en que de no haber un esfuerzo por reducir las emisiones de gases de
efecto invernadero, la Tierra está abocada a un aumento de las temperaturas promedio
globales sin precedentes en la historia humana. Este consenso se cristalizó en estudios que se
realizaron a nivel mundial en los años 90 por más de 300 expertos y que alertaron a gran parte
de la población.
Algunos estudios estiman que el aumento será entre 1.5 y 4.5 °C para una duplicación
real del dióxido de carbono (CO2). Esto para el año 2030 si seguimos emitiendo a la tasa
actual. En la actualidad las temperaturas promedio globales son de alrededor de 0.3 -0.6 ° C
más calurosas que las de las épocas pre industriales. Dada la gama de cálculos actuales, se
calcula que la tasa de ascenso global promedio será de alrededor de 10 a 100 veces más rápida
que la que ocurrió en la transición glacial-interglaciar hace aproximadamente 10.000 años.10
El registro geológico nos advierte a gritos cuán sin precedentes es este calentamiento y
cuán presionado llegará a estar el medio natural si ello sucede. Y esta conclusión sólo
10
Informe Greenpeace, 1990. El calentamiento del planeta. F.C.E. Mexico.
30
Cambio climático y turismo
Dada la conocida variabilidad natural del clima, los científicos del IPCC llegan a la
conclusión de que la dimensión del calentamiento en el siglo XX y XXI es ampliamente
congruente con las predicciones de los modelos de clima, pero también es de la misma
magnitud que la variabilidad natural del clima. A pesar de esto, las emisiones de gases
invernaderos han aumentado muchísimo y es extremadamente peligroso seguir emitiendo a la
misma tasa desconociendo aun las retroalimentaciones positivas y negativas del sistema
climático.
Cuando la radiación solar llega a la Tierra, parte de ella se transforma en calor. Los GEI
(principalmente el dióxido de carbono) se encargan de absorberlo y de retener la radiación. La
cantidad de calor que se retiene determina la temperatura global del planeta y este
mecanismo impide que los días sean demasiado calurosos o las noches demasiado frías. Pero,
además, las actividades humanas generan emisiones de cuatro GEI de larga permanencia, es
decir aquellos que siguen activos en la atmósfera durante mucho tiempo: dióxido de carbono,
metano, óxido nitroso y CFC.
31
Cambio climático y turismo
subiría entre 1,4 hasta 5,8ºC para finales de este siglo. El incremento de la temperatura global
tendrá consecuencias muy serias para la humanidad y para toda criatura viva, incluyendo una
subida del nivel de los mares que será una amenaza para las costas e islas pequeñas, así como
el incremento y empeoramiento de los fenómenos meteorológicos.
Dentro de las posturas más extremas los pronósticos ya se están cumpliendo. El clima
está cambiando; empeora. Los huracanes son más intensos, las lluvias torrenciales, las
sequías, las olas de calor, las nevadas son más intensas. Para algunos científicos el cambio
climático no es una película de ciencia ficción, ya es una realidad. Hace una década, tan sólo
era una conjetura, una posibilidad. Ahora el futuro puede ser devastador. Canadá cambia, el
hielo del Ártico se derrite, Asia y Sudamérica sufren tormentas e inundaciones históricas. Los
glaciares desaparecen, se multiplican los incendios forestales y se suceden olas de calor
insoportables. Los científicos lo han comprobado y alertan sobre ello.
Según la NASA, al interrumpir una enorme corriente marina, la fusión del hielo del Mar
Ártico puede desencadenar un grave descenso de las temperaturas de Europa y Norteamérica.
Una teoría que va ganando credibilidad entre muchos científicos que estudian el clima ya que
la descongelación del hielo marino que cubre el Ártico podría alterar e incluso detener las
grandes corrientes del Océano Atlántico. Sin el calor que proporcionan estas corrientes
marinas, la temperatura media europea podría descender de 5 a 10 grados centígrados.
32
Cambio climático y turismo
Si siguen subiendo las temperaturas globales y continúa el deshielo, las islas del
Pacífico podrían desaparecer para siempre. De hecho, ya hay islas que han sufrido las
consecuencias del incremento actual del nivel del mar. Las pequeñas islas de Kiribati y Tuvalu,
incluida la isla de Tenua Tarawa se encuentran bajo una constante amenaza. Las carreteras de
la costa en estas islas ya se las ha tragado el mar y los isleños han tenido que ir construyendo
nuevas carreteras más al interior.
Algunos subsuelos de las islas que se encuentran en un nivel bajo con respecto al mar
ya no admiten la agricultura porque la tierra está salada y los residentes han tenido que
cambiar su huerta por contenedores que rellenan con tierra.
El IPCC (compuesto por más de 2.000 científicos) advierte que las islas pequeñas
situadas en un nivel bajo con respecto al nivel del mar y los países costeros con vastas
cantidades de población, como por ejemplo las Islas Marshall y Bangladesh, podrían sufrir
daños catastróficos por la subida del nivel del mar.
En todas las latitudes habrá impactos, por lo que se tendrán que desarrollar medidas de
adaptación adecuadas, de tal modo que los efectos del calentamiento global no resulten en
una multiplicación de catástrofes en muchas regiones del planeta.
33
Cambio climático y turismo
PRINCIPALES CAUSAS
Durante los últimos diez mil años y hasta antes de la Revolución Industrial, las
concentraciones de GEI en la atmósfera permanecieron relativamente constantes. Pero a
partir del arranque de la industrialización, las concentraciones se incrementaron debido sobre
todo a la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural), a la quema de
biomasa y a la deforestación.
Por entonces fueron los grandes cataclismos los que arrasaron con dinosaurios,
reptiles, peces, anfibios. Hoy es el ser humano el que atenta contra su propia supervivencia.
Las actividades humanas contribuyeron a acelerar los ciclos normales del clima en el planeta y
el calentamiento global derivado de las emisiones de gases nocivos a la atmósfera muestra que
la especie humana alcanzó una capacidad sin igual de alterar el ambiente.
De acuerdo con datos de la FAO, 40 por ciento de las emisiones mundiales de gas
metano producidas por el ser humano provienen de las actividades agrícolas y entre 22 y 27
por ciento directamente del ganado. Un aumento desmedido de estos gases genera un
11
UNEP: Global Environment Outlook 2000, Earthscan, Londres, 1999. Capítulo 4: Future Perspectives,
pp. 333 y siguientes.
34
Cambio climático y turismo
incremento de calor en la atmósfera que, con el transcurso del tiempo, ha provocado cambios
notorios en el clima mundial.
CONSECUENCIAS
35
Cambio climático y turismo
una porción mayor de la población del mundo, aumentando el número de muertes a causa de
estas enfermedades.
36
Cambio climático y turismo
La flora y la fauna - Debido a los cambios climáticos y a los cambios en los ecosistemas
terrestres, la vegetación característica de cada región se verá afectada. Los bosques de pinos
se desplazarán hacia latitudes más altas, la vegetación tropical se extenderá sobre una franja
más ancha de la superficie terrestre, y la flora típica de la tundra y la taiga ocuparán un área
más reducida. Como consecuencia, al alterarse la vegetación característica de muchas reservas
naturales, así designadas para proteger el hábitat de especies amenazadas, estas reservas
podrían dejar de ser el hábitat ideal para las mismas, ocasionando su extinción. De igual
manera, al ocurrir el proceso de desertificación en algunas áreas también se destruirá el
hábitat de muchas especies, causando su extinción.En cuanto a los hábitats acuáticos, al
aumentar la temperatura de los cuerpos de agua superficiales la concentración de oxígeno
disuelto presente en los mismos se reducirá. Esto hará que algunas de las especies acuáticas
no puedan sobrevivir bajo estas condiciones, causando su eliminación en dichos cuerpos de
agua. De afectarse los estuarios y manglares por el exceso de salinización y el oleaje, muchas
especies de animales que inician su vida allí tampoco subsistirán.
· Rápido aumento de las temperaturas: se baten cifras históricas de temperatura más alta.
· Aumento de los niveles del mar: algo que ya está afectando a pequeñas islas y que puede
ser catastrófico para las ciudades costeras y ubicadas junto a los ríos.
37
Cambio climático y turismo
La región de América Latina es una de las más ricas y variadas del planeta en muchos
aspectos, siendo une región mega-biodiversa, se encuentra entre dos grandes océanos, el
Atlántico y el Pacífico, cuenta con la mayor reserva hidrológica del planeta y posee un inmenso
mosaico cultural. Reúne 8 de las 25 eco-regiones terrestres biológicamente más ricas del
mundo. Tomadas en su conjunto, estas incluyen más de 46.000 especies de plantas vasculares,
1.597 especies de anfibios, 1.208 de reptiles, 1.267 de aves y 575 de mamíferos. Estudios
realizados por el PNUMA y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL,
2001), nos indican que todos los biomas del planeta están representados en la región. Pero
también enfrenta problemas sociales muy serios en relación con la desigualdad y la pobreza y
son muchas las dificultades para encontrar, en esta época de rápida globalización, pautas de
desarrollo que conduzcan a una sustentabilidad capaz de responder a los retos sociales y
ambientales del presente, y para las generaciones futuras.
No será fácil cumplir el objetivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el
Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés), en el sentido de estabilizar las
concentraciones de GEI en la atmósfera, pues ello implica imponer condiciones al crecimiento
económico. Los países en desarrollo y los menos desarrollados, en primera instancia, tienen
que satisfacer los requerimientos de desarrollo social y bienestar de sus ciudadanos, para lo
cual es indispensable un crecimiento económico que, por lo general, conlleva un incremento
de emisiones de GEI.
En este marco, América Latina y el Caribe —cuya población rondará los 600 millones
de habitantes en 2010— es, efectivamente, una de las regiones más vulnerables y en ella los
fenómenos pronosticados a partir de variables climáticas calculadas por modelos
computacionales superan las expectativas más cautas.
12
El Cambio Climático en América Latina y el Caribe. PNUMA. Semarnat 2004.
13
América Latina ante los efectos irreversibles de un planeta más caliente
38
Cambio climático y turismo
Un claro ejemplo fue el ciclón Catarina, que impactó el sur de Brasil en 2004. En 1998,
el huracán Mitch, por ejemplo, mató entre 10.000 y 19.000 personas en varios países
centroamericanos y causó daños estimados en 2/3 del producto interno bruto (PIB) sólo en
Honduras.
Por ejemplo, en Bolivia se han realizado estudios en el Altiplano, Valles y los Llanos,
donde se verifica en algunas zonas aumentos tanto de las temperaturas mínimas como de las
máximas; en otras muy próximas a la cordillera el comportamiento es de suba de las
temperaturas máximas y descenso de las mínimas.
Primer Informe Regional sobre Cambio Climático. Tierra América , medio ambiente y desarrollo.
(Tierramérica es un servicio semanal de noticias de ambiente y desarrollo sustentable que se publica en
20 diarios de 13 países de América Latina. Es producido por la agencia de noticias IPS, con auspicio del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente (PNUMA) y el Banco Mundial.)
14
Alicia Villamizar. Primer Informe Regional sobre Cambio Climático. Tierra América , medio ambiente y
desarrollo.
39
Cambio climático y turismo
“El efecto más evidente y negativo del cambio climático en Uruguay y la región (Pampa
argentina y sur de Brasil) es el incremento de la variabilidad climática y mayor ocurrencia de
eventos extremos”. 15
Los expertos consultados concuerdan en que el sector agrícola es de los más afectados
por el cambio climático en los diferentes países de América Latina y el Caribe. A largo plazo, el
promedio de pérdida de ingresos en América Latina en su conjunto (a partir de simulaciones
del cambio climático para 2100) se estima que oscilará entre 12 por ciento, en un escenario de
cambio climático leve, a 50 por ciento, en un escenario más grave.
La región tropical del planeta "que está en la franja central del globo terráqueo y es
donde se experimentan las temperaturas más calientes del orbe" se amplía en forma
acelerada debido al calentamiento global.
Esto significa que sitios tradicionalmente más frescos, como México, ahora son parte
del trópico y experimentan las mismas temperaturas altas, tormentas tropicales y sequías que
son propias de las zonas tropicales, como Centroamérica.
Este cambio podría significar una variante en la dirección y el desarrollo que hoy
toman los huracanes y afectar la reserva de aguas en esta zona, perjudicando la agricultura y la
provisión del líquido en la región. Así lo advirtió un estudio de la Administración Nacional
Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), el cual fue publicado en la revista Nature
Geoscience.
15
Agustín Giménez. Primer Informe Regional sobre Cambio Climático. Tierra América , medio ambiente
y desarrollo.
16
Jose Marengo. Primer Informe Regional sobre Cambio Climático. Tierra América , medio ambiente y
desarrollo.
40
Cambio climático y turismo
Según la publicación, durante el último cuarto de siglo el cinturón tropical del planeta
se extendió entre 300 y 500 kilómetros hacia ambos cascos polares. Eso representó un
crecimiento de los trópicos hacia el norte y el sur de entre unos 2,5 y 4,8 grados de latitud.
Estos cambios son algo que se creía que ocurriría en el siglo XXII, pero no todavía, de allí la
enorme preocupación de los expertos estadounidenses, recalcó el reporte. Desde la óptica
climatológica se entiende por trópico las zonas que comparten patrones de precipitaciones y
altas temperaturas en la superficie.
Por su parte, desde la cartografía y la astronomía, la zona tropical del planeta equivale
a una cuarta parte del orbe. La zona tropical se ubica cerca de la línea imaginaria del ecuador.
Hasta ahora se consideraba que se extendía únicamente desde el trópico de Cáncer, justo al
sur de Florida, hasta el trópico de Capricornio, que corta Australia casi por la mitad.
Dian Seidel, líder de estas investigaciones, indicó que el ensanchamiento del cinturón
tropical trae consigo un incremento en las temperaturas atmosféricas, un cambio en la
dirección de los vientos y un descenso en los niveles de ozono en la atmósfera -característica
particular de los trópicos-.
"La expansión de los trópicos hacia los polos crea condiciones aún más secas en las
regiones densamente pobladas de la Tierra, pero al mismo tiempo aumenta la humedad en
otras zonas", dijo la experta de NOAA.
Sobre los vientos, Seidel detectó en zonas que no eran parte de los trópicos la
prevalencia de la llamada circulación Hardley, propia de los trópicos. Esa circulación está
formada por corrientes de viento que se mueven verticalmente y horizontalmente y
transportan grandes cantidades de humedad a zonas lluviosas, a la vez que secan regiones
áridas ubicadas en los límites de los trópicos. "Ese viento circula en un área mayor que hace un
par de décadas", dijo la experta.
A mediano plazo, la expansión de los trópicos redundará también en que las zonas
subtropicales -que se caracterizan por tener climas muy secos- también se ampliarán,
abarcando entre ellos la región del mar Mediterráneo, el suroeste de Estados Unidos, el norte
de México, el sur de Australia, Sudáfrica y algunas partes de Suramérica.
41
Cambio climático y turismo
En 2004, la desaparición del nevado Chacaltaya, una montaña de 5.300 metros cercana
a La Paz, acabó con una de las pistas de hielo más altas del planeta, y trabajos modélicos y
proyecciones hechas por expertos en clima anunciaban que este glaciar se derretiría
completamente en 2013, si bien la realidad se adelantó y este año ya casi no queda hielo en su
cumbre.
En México, los glaciares de las zonas altas del Iztaccíhuatl, Popocatépetl y Pico de
Orizaba también han sido afectados por el cambio climático. Según los datos disponibles, los
glaciares del Iztaccíhuatl ya han sufrido reducciones tanto en su superficie (de hasta 40 por
ciento en un periodo de 20 años) como en su profundidad (en 1999 era de 70 metros y para
2004 se había reducido a 40 metros). En el Pico de Orizaba y el Popocatépetl, los volcanes más
altos del país, la tendencia es similar, pero en este último la reducción ha sido posiblemente
acelerada aún más por la actividad volcánica de los últimos años.
Los seis actuales nevados o glaciares colombianos pierden cada año entre tres y cinco
por ciento de área, por lo que se estima que, de acuerdo con la tendencia de ascenso térmico,
los 47 kilómetros cuadrados de masa glaciar de hoy, tienden a disminuir considerablemente en
el transcurso de las próximas tres a cuatro décadas.
42
Cambio climático y turismo
Esta es una teoría que va ganando credibilidad entre muchos científicos que estudian
el clima. La descongelación del hielo marino que cubre el Ártico podría alterar o incluso
detener las grandes corrientes del Océano Atlántico. Sin el inmenso calor que proporcionan
estas corrientes marinas — comparables a la producción de energía de un millón de centrales
nucleares — la temperatura media europea podría descender de 5 a 10 grados centígrados (9
a 18 grados Fahrenheit), y algunas zonas de Norteamérica se enfriarían sólo un poco menos.
Este cambio en la temperatura sería similar a las temperaturas medias del planeta hacia el
final de la última era glacial, hace aproximadamente 20.000 años.
Algunos científicos creen que este cambio en las corrientes marinas puede surgir
pronto, de un modo inesperado — en un período de tiempo tan corto como de 20 años —
según Robert Gagosian, presidente y director de la Institución Oceanográfica Woods Hole.
Otros dudan que esto pueda a ocurrir. Aun así, el Pentágono ha tomado nota. Andrew
Marshall, un planificador veterano del Ministerio de Defensa, presentó recientemente un
informe no confidencial que describía cómo un cambio en las corrientes marinas en el futuro
próximo podría comprometer la seguridad nacional.
“Es difícil predecir qué pasará realmente”, advierte Donald Cavalieri, científico
principal en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de NASA, “puesto que el Ártico y el
Atlántico Norte son sistemas muy complejos, con muchas interacciones entre la tierra, el mar y
la atmósfera”. Los resultados de investigaciones recientes, sin embargo, sugieren que los
cambios que estamos viendo en el Ártico podrían afectar potencialmente a las corrientes que
calientan Europa del Este, y este hecho mantiene a mucha gente preocupada.
El hielo es la clave
Existen varios satélites que día y noche vigilan la capa de hielo del Ártico. El satélite
Aqua de NASA, por ejemplo, transporta un sensor construido por los japoneses llamado
Radiómetro avanzado de barrido en microondas-EOS (Advanced Microwave Scanning
Radiometer-EOS, AMSR-E). “Utilizando microondas en vez de luz visible, el AMSR-E puede
penetrar las nubes y ofrecer vigilancia ininterrumpida del hielo, incluso de noche”, explica Roy
Spencer, el investigador jefe del instrumento en el Centro de Hidrología y Clima Mundial en
Huntsville, Alabama. Otros satélites que vigilan el hielo, dirigidos por NASA, NOAA (National
Oceanic and Atmospheric Administration) y el Ministerio de Defensa, usan una tecnología
similar.
La vista desde la órbita muestra claramente un descenso a largo plazo del hielo
“eterno” del Océano Ártico (la parte que permanece congelada durante los meses cálidos de
verano). Según un informe de 1992, de Josefino Comiso, científico del Clima en el Centro
Goddard de Vuelos Espaciales de NASA, ese hielo ha estado disminuyendo desde el comienzo
de las observaciones satelitales en 1978, a un promedio de un 9% por década. Los estudios con
base en datos más recientes sitúan el índice en un 14% por década, sugiriendo que la
desaparición del hielo del Océano Ártico se está acelerando.
43
Cambio climático y turismo
Arriba: La circulación global oceánica entre aguas frías y profundas y aguas cálidas y
superficiales influye enormemente en los climas regionales de todo el mundo. Imagen
cortesía del Laboratorio Nacional de Argonne.
Algunos científicos temen que el hielo que se funde en el Océano Ártico pueda verter
una cantidad de agua dulce al Atlántico Norte suficiente como para interferir con las corrientes
marinas. Parte de esta agua dulce procedería de la propia masa de hielo que se derrite, pero el
principal contribuyente sería el aumento creciente de lluvia y nieve en la región. La capa de
hielo que se contrae deja al descubierto una cantidad mayor de superficie oceánica,
permitiendo que una mayor cantidad de humedad se evapore en la atmósfera y dé lugar a un
mayor número de precipitaciones.
Debido a que el agua salada es más densa y pesada que la dulce, este “endulzamiento”
del Atlántico Norte haría las capas superficiales más livianas o boyantes. Y esto es un
problema, ya que el agua de la superficie necesita hundirse para impulsar un modelo primario
de circulación oceánica conocido como el “Gran cinturón transportador”. El agua que está a un
nivel bajo con respecto a la superficie fluye a través del suelo oceánico hacia el ecuador,
mientras que las aguas superficiales cálidas de las latitudes tropicales fluyen hacia arriba para
reemplazar al agua que se hunde. De esta manera el transportador se mantiene activo. Un
aumento en la cantidad de agua dulce podría evitar el hundimiento de las aguas superficiales
del Atlántico Norte, disminuyendo o deteniendo esta circulación.
Aunque una vez fue impensable, hoy en día la noción de que el clima puede cambiar
rápidamente se está convirtiendo en una teoría respetable. En un informe, de 2003, Robert
Gagosian cita una “evidencia que avanza rápidamente (desde, por ejemplo, los anillos de los
árboles y los núcleos del hielo) de que el clima de la Tierra cambió abrupta y enormemente en
el pasado”. Por ejemplo, mientras que el mundo se calentó al final de la última era glacial hace
aproximadamente 13.000 años, las capas de hielo derretido parecían haber provocado un alto
repentino en el transportador, devolviendo el mundo a un período de 1.300 años de
condiciones tipo era glacial llamado “Younger Dryas”.
44
Cambio climático y turismo
¿Ocurrirá de nuevo? Los investigadores están intentando averiguarlo por todos los medios
El 13 de febrero partió una expedición desde Gran Bretaña con el objetivo de colocar
sensores de control en el Océano Atlántico que observarán la corriente del Golfo en busca de
signos de que su velocidad ha disminuido. El viaje es el último paso de un proyecto de
investigación conjunto entre Gran Bretaña y Estados Unidos llamado Cambio Climático Rápido,
que comenzó en 2001. Otro proyecto internacional, llamado SEARCH (Estudio del cambio
medioambiental en el Ártico), se inició en 2001 con el objetivo de evaluar con más detalle los
cambios en el espesor del hielo marino del Ártico.
Según las simulaciones por computador realizadas por Thomas F. Stocker y Andreas
Schmittner de la Universidad de Berna, mucho depende de la rapidez del calentamiento del
Ártico. En sus modelos, un calentamiento más rápido podría cerrar por completo la principal
corriente del Atlántico, mientras que un calentamiento más lento sólo provocaría una
disminución de la velocidad de la corriente durante unos cuantos siglos.
“El derretimiento del hielo marino es consecuente con el calentamiento que hemos
presenciado en el último siglo”, nota Spencer, pero “no sabemos qué porción de ese
calentamiento se debe a las fluctuaciones naturales del clima y cuál a la emisión de gases de
efecto invernadero”.
45
Cambio climático y turismo
A medida que suban las temperaturas -de dos a tres grados hacia 2050- en las
próximas décadas irán aumentando los incendios forestales en Canadá, y el derretimiento del
denominado permafrost (congelación perpetua) en el Ártico hará ganar terreno a la tundra. Al
derretirse el permafrost se liberará el gas metano acumulado en esa capa de tierra congelada
desde hace miles de años, lo que agravará el calentamiento global, porque este es el peor de
los gases de efecto invernadero (GEI).
Las sequías y modificaciones del régimen de lluvias harán descender los ya bajos
niveles de agua en los Grandes Lagos, las regiones árticas perderán sus capas de hielo, y otras
partes del país estarán a merced de sequías, fuertes tormentas o huracanes.
El IPCC está compuesto por una red de dos mil científicos que colaboran en la
investigación coordinada por Naciones Unidas. El Sumario Técnico de 80 páginas está dedicado
al impacto del cambio climático y la vulnerabilidad en Norteamérica y las regiones polares.
El Diario Star de Toronto mencionó que a partir de los datos manejados por los
científicos, y con una certidumbre de 80 a 90 por ciento, se puede anticipar una “fuerte
presión” sobre los recursos acuáticos en América del Norte. En el caso del sistema de los
Grandes Lagos, cuya reserva acumulada de “agua fósil” de la última glaciación hace más de 10
mil años, es alimentada por un sistema de ríos, se prevé una baja de los niveles que exacerbará
la calidad del agua, la navegación y la generación hidroeléctrica.
Esto afectará con particular intensidad los sectores más débiles de la sociedad, como
los pobres y los indígenas, de acuerdo con el extracto del informe publicado por el diario
canadiense.
46
Cambio climático y turismo
El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente denuncia los efectos del
cambio climático en el este de África.
"Los árboles, en realidad, cumplen con dos funciones. Sus raíces excavan la tierra en
busca de agua, e inyectan agua en depósitos subterráneos, que terminan llegando a los
afluentes en época de sequía", según comenta el portavoz del Programa de Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA), Nick Nuttal.
PRECIPITACIONES
47
Cambio climático y turismo
vidas humanas que se pierden cada año por los corrimientos de tierra y las fuertes lluvias.
Los árboles no sólo moderan el clima; también actúan como embalses de agua, fuente
de medicina, y hábitats para la vida salvaje, que han proporcionado al Gobierno keniata
millones de dólares a través del turismo. Un país que, precisamente, es uno de los más
afectados por la deforestación en el este de África, y que ha sido asolado por algunas de las
sequías más graves en todo el continente.
KENIA
El experto en medio ambiente y premio Nobel Wangari Maathai, estima que el país
necesita conservar al menos el 10 por ciento de la "cubierta" que le proporcionan sus
bosques. Pero es muy posible que el paso del tiempo impida cumplir esta condición. Los
últimos estudios desarrollados por el UNEP (United Nations Environment Programme),
después de las sequías de 1999 y 2000 estiman que entre 2000 y 2003, las principales reservas
de agua, en los bosques del Monte Kenya, el bosque de Mau, el del monte Elgon y la selva de
Cherangani tenían un índice de deforestación de entre el 0,2 y el 2 por ciento anual.
"Es crucial que Kenia invierta en vegetación, como una forma de almacenar y devolver
la humedad al aire, para incrementar así las posibilidades de tener unas precipitaciones,
digamos regulares, a lo largo del año", según Nuttal.
48
Cambio climático y turismo
las cosechas caerán aproximadamente hasta un 10% en Europa. Existirán algunas zonas más
desfavorecidas, tales como por ejemplo las situadas al sur del continente europeo. Mientras
que otras regiones, ubicadas al norte de dicho territorio, contarán con mejor suerte.
Los países situados más al norte experimentaran ganancias derivadas del aumento de
temperatura y un clima más amigable y duradero para el desarrollo de cultivos. Pero para Juan
Carlos Ciscar, investigador del Instituto Español de Prospectiva Tecnológica, situado en Sevilla,
a pesar de ello las ganancias de algunos no alcanzaran para compensar las pérdidas de otros.
Juan Carlos Ciscar, investigador del Instituto Español de Prospectiva Tecnológica aboga
por la puesta en marcha de estrategias de adaptación que permitan morigerar el
futuro impacto climático. Cree que nuevos estudios facilitarán el análisis de este problema -así
como el lanzamiento de acciones coordinadas y multisectoriales- en los países involucrados en
lo que ha sido ya considerado como la mayor amenaza global del siglo XXI.
49
Cambio climático y turismo
Si no se toma en consideración el mes de junio, que fue más fresco de lo normal, julio,
agosto y septiembre se ha convertido en el periodo más cálido desde 1970, según la Agencia
Estatal de Meteorología (Aemet). “Las temperaturas registradas vienen a confirmar el
calentamiento progresivo” relacionado con el cambio climático, ha precisado el portavoz de la
Agencia, Ángel Rivera.
¿Qué legado dejaremos a los hijos de nuestros hijos? Calentamiento global, efecto
invernadero, contaminación global, abuso de la energía fósil y demasiada tecnología. Todo
lleva cada vez más al hombre a ser un depredador de un paraíso natural llamado Tierra. Dos
estudios publicados en la revista Science aseguran que las capas de hielo de Groenlandia y de
50
Cambio climático y turismo
la Antártida se habrán fundido casi totalmente dentro de 100 años. La Universidad de Arizona
en Tucson y el Centro Nacional de Investigación Atmosférica en Boulder, Estados Unidos,
afirman que la Tierra podría ser lo suficientemente cálida dentro de 1 siglo para que
Groenlandia y la Antártida se descongelen por completo.
Pero eso no es todo. Según sus previsiones, en los próximos 130 años las temperaturas
de la superficie terrestre serán tan elevadas como las de hace 130.000 años. Además subirá el
nivel del mar unos siete metros. Adiós a Venecia y adiós a Ámsterdam. El planeta no se
autorregula, sino que oscila bruscamente de unos estados a otros muy distintos. Si no se
toman medidas a tiempo este podría ser el futuro de los hijos de nuestros hijos.
TRATADOS Y ACUERDOS:
51
Cambio climático y turismo
"Durante las últimas décadas, se han hecho muy aparente dos importantes factores en la
relación entre humanos y el clima mundial. Primero, las actividades humanas, que incluyen la
quema de combustibles fósiles, cambios en uso de tierras y agricultura, están aumentando las
concentraciones de gases invernadero (que tienden a aumentar la temperatura atmosférica) y
en algunas regiones, aerosoles (que tienden a enfriar la atmósfera). Estos cambios, juntos, se
proyectan que cambiarán el clima regional y global junto con parámetros relacionados con el
clima, tales como la temperatura, precipitación, humedad de suelos y el nivel del mar.
Segundo, algunas comunidades humanas se han hecho más vulnerables a riesgos tales como
tormentas, inundaciones y sequías como el resultado de un aumento de densidad de población
en áreas riesgosas tales como cuencas de ríos y planicies costeras. Cambios serios se han
identificado, como el aumento, en algunas áreas, de la incidencia de eventos de alta
temperatura, inundaciones, etc., aumento de pestes, cambios en la composición, estructura y
funcionamiento ecológico, incluyendo la productividad primaria". 17
El IPCC está compuesto por tres grupos de trabajo. El primero evalúa los aspectos
científicos del cambio climático. El segundo se encarga del análisis de los aspectos ambientales
de la vulnerabilidad (sensibilidad y adaptabilidad) al cambio climático, los sectores
socioeconómicos y la salud humana, así como las consecuencias negativas y positivas
(impactos) en los sistemas ecológicos. Por último, el tercer grupo evalúa las cuestiones
científicas, técnicas, ambientales, económicas y sociales de la mitigación del cambio climático
En sus principales conclusiones, difundidas por el IV Informe en febrero de 2007, el IPCC
vaticinó un alza de entre 1,1 y 6,4 grados centígrados de la temperatura media del planeta
antes del año 2100. El IV informe del IPCC adelanta que el calentamiento global producirá
probablemente algunos impactos irreversibles. Entre ellos, la extinción de entre 20 y 30 por
ciento de las especies animales y vegetales que se han evaluado en cientos de estudios.
Desde el punto de vista político resulta significativo que muchos gobiernos hayan
aceptado las conclusiones de los científicos, generándose así una base sólida para
intervenciones adecuadas que, bajo el marco de un acuerdo internacional, impongan topes a
las emisiones de los países industrializados, incentivos para la limitación en los países en
desarrollo y apoyo generalizado a medidas enérgicas de adaptación.
17
IPCC, 1995. Second Assessment Synthesis of Scientific-Technical Information Relevant to
Interpreting. Article 2 of the UNFCCC.
52
Cambio climático y turismo
Protocolo de Montreal
En un planeta donde cuesta ponerse de acuerdo para actuar en favor del ambiente, el
Protocolo de Montreal podría convertirse en un convenio emblemático cuyo cumplimiento
ayudaría a resolver un problema de los tiempos modernos: el deterioro de la capa de ozono.
Declaración de Río
53
Cambio climático y turismo
Hoy abundan evidencias de que los recursos naturales no son infinitos y de que la
naturaleza ya no es capaz por sí misma de depurar los subproductos de ese desarrollo.
También hay pruebas de que los compromisos para reducir las emisiones suelen ser
demasiado frágiles. Ejemplo de ello es el Protocolo de Kyoto, el cual estableció un régimen de
consenso para reducir las emisiones de los principales gases responsables del recalentamiento
del orbe. El Protocolo, subsidiario de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático suscrita en 1992 durante la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro,
compromete a los países industriales que lo ratificaron a reducir sus emisiones combinadas de
esos gases a volúmenes 5,2 por ciento inferiores a los de 1990, en el período 2008-2012, fecha
en que expirará el primer período de compromisos.
• Implementación Conjunta (IC) “... toda Parte incluida en el anexo I podrá transferir a
cualquiera otra de esas Partes, o adquirir de ella, las unidades de reducción de emisiones
resultantes de proyectos encaminados a reducir las emisiones antropógenas por las fuentes o
incrementar la absorción antropógena por los sumideros de los gases de efecto invernadero en
cualquier sector de la economía...” 18
• Comercio de Emisiones (CE) “... La Conferencia de las Partes determinará los principios,
modalidades, normas y directrices pertinentes, en particular para la verificación, la
presentación de informes y la rendición de cuentas en relación con el comercio de los
derechos de emisión. Las Partes incluidas en el anexo B podrán participar en operaciones de
comercio de los derechos de emisión a los efectos de cumplir sus compromisos del artículo 3.
Toda operación de este tipo será suplementaria a las medidas nacionales que se adopten para
cumplir los compromisos cuantificados de limitación y reducción de las emisiones dimanantes
de ese artículo...”19
18
Protocolo de Kioto. Articulo 10
19
Portocolo de Kioto. Articulo 11
54
Cambio climático y turismo
• Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) “... El propósito del mecanismo para un desarrollo
limpio es ayudar a las Partes no incluidas en el anexo I a lograr un desarrollo sostenible y
contribuir al objetivo último de la Convención, así como ayudar a las Partes incluidas en el
anexo I a dar cumplimiento a sus compromisos cuantificados de limitación y reducción de las
emisiones contraídos en virtud del artículo 3. En el marco del mecanismo para un desarrollo
limpio: a) Las Partes no incluidas en el anexo I se beneficiarán de las actividades de proyectos
que tengan por resultado reducciones certificadas de las emisiones; y b) Las Partes incluidas en
el anexo I podrán utilizar las reducciones certificadas de emisiones resultantes de esas
actividades de proyectos para contribuir al cumplimiento de una parte de sus compromisos
cuantificados de limitación y reducción de las emisiones contraídos en virtud del artículo 3,
conforme lo determine la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el
presente Protocolo” 20
Entre las medidas de mitigación citadas por los expertos consultados se destacan la
reducción de las emisiones mediante una mejor gestión de los flujos de dióxido de carbono,
metano, dióxido de nitrógeno y otras emisiones de gases de efecto invernadero .La eliminación
de emisiones puede realizarse elevando el almacenamiento de carbono en los suelos o la
cubierta vegetal con medidas como la labranza de conservación y la restauración de tierras
degradadas, siembra directa de pasturas y, finalmente, el desplazamiento de emisiones
contaminantes, dando prioridad a fuentes de bioenergía.
Las naciones en desarrollo que son parte del Protocolo, si bien no están obligadas a
reducir sus emisiones, deben demostrar que sus actividades económicas adoptan tecnologías
menos contaminantes. No obstante, tras años de negociaciones, el avance de Kyoto fue lento.
Sucesivas reuniones fueron ajustando los términos del acuerdo original que sólo entró en vigor
el 16 de febrero de 2005, al ratificarlo Rusia en los últimos meses de 2004, lo que permitió
completar el número de naciones responsables de 55 por ciento de las emisiones globales,
requisito para que el acuerdo se transformara en ley internacional.
20
Protocolo de Kioto. Articulo 12
55
Cambio climático y turismo
Las emisiones de los 40 países más industrializados crecieron tres por ciento entre
2000 y 2007. Aunque las emisiones de las 37 naciones obligadas por el Protocolo de Kyoto han
caído en 16 por ciento desde 1990, esto se debe al decline de las economías del antiguo
bloque socialista, y no a políticas ambientales y energéticas adecuadas.
Estados Unidos, si bien firmó el Protocolo de Kyoto, no sólo nunca lo ratificó sino que
en 2001, bajo el gobierno de George W. Bush (1993-2001), se retiró de ese pacto. Siempre se
negó a aceptar límites obligatorios de reducción de emisiones y defendió la postura de
establecer topes voluntarios ajustados para cada nación. Criticó también que China e India,
otros dos grandes contaminantes, no integraran el bloque de países obligados a controlar los
gases invernadero. La elección en 2008 del demócrata Barack Obama como presidente de
Estados Unidos hizo pensar en un cambio en la postura de esa nación que con menos de cinco
por ciento de la población mundial, consume alrededor de 25 por ciento de la energía fósil, es
la segunda mayor emisora de gases invernadero y la primera en emisiones GEI por habitante.
Por su parte, España -que, como vemos, se comprometió a aumentar sus emisiones un
máximo del 15% en relación al año base- se ha convertido en el país miembro que menos
posibilidades tiene de cumplir lo pactado. En concreto, el incremento de sus emisiones en
relación a 1990 durante los últimos años ha sido como sigue Ministerio de Medio Ambiente de
España: 1996: 7%; 1997: 15%; 1998: 18%; 1999: 28%; 2000: 33%; 2001: 33%; 2002: 39%; 2003:
41%; 2004: 47%; 2005: 52%; 2006: 52%; 2007: 48%.
56
Cambio climático y turismo
El investigador brasileño Carlos Nobre, redactor del IV Informe del IPCC, coincide en
que Kyoto, aun con serios defectos, dejó enseñanzas importantes sobre cómo alcanzar un
acuerdo global. A su entender, el Protocolo también sirvió para alentar el deseo de los países
en desarrollo de sentirse partícipes de la búsqueda de soluciones a través del MDL, y para
poner la discusión del cambio climático en el debate público en estas naciones.
La ingeniera química Virginia Sena, del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), considera que las decisiones políticas y los modelos económicos deben
orientarse hacia un uso responsable de los recursos naturales. “Estos cambios requieren de un
proceso, que implica sensibilización, aprendizaje, asumir riesgos y aceptar la pérdida de
beneficios a corto plazo, para asegurarlos en el futuro"
57
Cambio climático y turismo
Para tener algún efecto sobre el clima, las tecnologías de geoingeniería deberían
desarrollarse a escala masiva, lo cual también implica el riesgo de enormes impactos
negativos. Sin embargo algunos gobiernos, empresas y asociaciones científicas (sobre todo
Estados Unidos y el Reino Unido) siguen promoviendo la geoingenieria, a la que llaman plan B,
en caso de emergencia, son justamente gobiernos de los mismos países que nunca firmaron o
no quieren continuar con ningún compromiso vinculante para reducir sus emisiones de CO2.
El debate internacional gira en torno a las opciones que existen para países ricos y
países en desarrollo frente a la reducción de gases contaminantes. Hasta ahora Estados Unidos
ha ocupado el primer lugar en estas categorías, pero algunos estudios preliminares indican que
China habría tomado esta posición.
Estados Unidos, el país más rico del mundo, es también el que más emite gases que
contribuyen al efecto invernadero (22% del total).
China, es el segundo más grande emisor de gases con efecto invernadero, pero por ser
un país en desarrollo, todavía no se le ha exigido que reduzca sus emisiones.
58
Cambio climático y turismo
estadounidense, pero con una economía que crece a toda velocidad, varios analistas esperan
que para mediados de este siglo estas cifras se equiparen.
Pero debido a que su actividad industrial ha caído drásticamente desde 1990, las
emisiones de gas han bajado. A mediados del 2005 se estimaba que las emisiones se habían
reducido en un 35 por ciento con relación a 1990. Es por eso que Moscú se vería beneficiado al
vender su cupo de emisiones "no usadas" a los países en desarrollo que necesitan emitir más
gases de lo que se está permitido bajo Kioto.
India, los países en desarrollo como India no están obligados a reducir sus emisiones.
Aún cuando este país sólo ha publicado sus datos en 1994, se estima que las emisiones
aumentaron más de un 50% en los años 90. Con una economía que está creciendo a un ritmo
anual de 9 por ciento, India está hoy en día en la lista de los mayores emisores.
Las autoridades reconocen que la mayoría de la población del país se verá afectada por
los efectos del cambio climático y ratificó el protocolo en agosto de 2002.
Japón, es una de las más grandes potencias mundiales, Japón se considera uno de los
principales promotores de Kioto.
No obstante, datos de la ONU, dados a conocer a fines de 2006, señalan que Japón ha
aumentado en un 6% las emisiones de gas que causan el efecto invernadero con respecto a
1990.
Debido a los recientes desastres naturales y a una rápida difusión de las consecuencias
de los mismos, el tema de los cambios climáticos globales se ha tornado un tema de moda en
los distintos medios de prensa. Por este motivo se escriben y dicen cosas que a veces son
confusas, no tienen sustento científico o simplemente están erradas.
59
Cambio climático y turismo
Si bien hay algunas medidas de varios de estos parámetros de forma continua desde
hace más de dos siglos, las mismas fueron tomadas en lugares puntuales, con preferencia en el
hemisferio Norte y sobre la superficie terrestre. Por tanto, la densidad y calidad de datos
globales variaron mucho en los últimos dos siglos. Medidas realmente globales recién
pudieron ser realizadas con el advenimiento de satélites desde mediados de la década de los
70. Tres décadas de datos globales no son suficientes para entender a cabalidad variaciones
más lentas en el clima de la Tierra, sin que esto signifique que como humanidad no
conozcamos lo suficiente para establecer ciertas conclusiones. De hecho, a la fecha existen
indicios muy fuertes que muestran que están ocurriendo cambios en el clima mundial.
Basados en mediciones de muchos años se sabe que, al menos en los últimos 100
años, y especialmente en los últimos 20-30 años, se ha observado un incremento de la
temperatura media del planeta. Esto ha sido interpretado como un cambio climático global.
Pero, ¿cuál es la causa de este hecho? ¿Serán estos cambios producto de variaciones naturales
del clima? O, por el contrario, ¿serán producto de modificaciones a nuestro planeta debido a la
actividad humana? ¿Es ésta una tendencia irreversible? El consenso actual en la comunidad
científica es que los cambios que se observan y proyectan hacia futuro están ligados a la
actividad humana, tal como es la liberación de carbono a la atmósfera. De hecho, en el último
reporte del Panel Internacional en Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) se dice de
manera clara que “el calentamiento es inequívoco y la mayor parte de él es muy
probablemente (90 %) debido al incremento de gases de efecto invernadero”.
Así, en el mundo científico existe una alta certeza que este cambio es real y que es
producto de actividades antropogénicas. La discusión está centrada ahora en los posibles
efectos que el clima del planeta pueda sufrir a cercano y mediano plazo, la posibilidad de que
dichos cambios sean irreversibles, y qué se puede hacer para aminorar los posibles efectos
negativos de dicho cambio. Muchos de los “mitos” surgen de la complejidad del tema y a la
falta de entendimiento que dichas proyecciones hacia futuro llevan asociadas una
incertidumbre relacionada con el conocimiento del presente (de ninguna manera perfecto) y
del modelo escogido para describir el sistema. Esto no quiere decir que los estudios que se
hacen sean inservibles, solamente significa que debemos tener cuidado al “acusar” de todo lo
que sucede al calentamiento global.
60
Cambio climático y turismo
Es común que ante cualquier evento extremo tal como una inundación, sequía, etc. se
atribuya el mismo al calentamiento global (claro que cuando ocurre algo como El Niño o La
Niña, estos últimos son los “únicos culpables” de todo lo observado).
Un evento que es utilizado como ejemplo de las consecuencias del cambio climático
en América Latina, hasta por algunas reparticiones gubernamentales, es la granizada que
ocurrió en la ciudad de La Paz (Bolivia)el 19 de febrero del 2002, que desafortunadamente se
cobró la vida de mucha gente. Ese día se dieron condiciones meteorológicas especiales para
que en poco tiempo hubiera una intensa lluvia sobre la ciudad de La Paz, la cual provocó que
muchas calles se convirtieran, literalmente, en ríos. Pero, ¿puede afirmarse, sin lugar a duda,
que dicha lluvia se debió al calentamiento global? No existe un estudio que muestre que
fenómenos similares (lluvias intensas) no hayan ocurrido antes o que la frecuencia de los
mismos hubiera aumentado. Por la naturaleza espacial muy localizada de las lluvias es difícil de
realizar tal estudio, sea con instrumentos de tierra o a bordo de satélites. De hecho, la lluvia de
marras, aunque fue la más intensa que se haya registrado en la ciudad de La Paz, no fue
necesariamente la más dañina en términos económicos aunque si en vidas humanas.
A pesar de esta discusión, Katrina es un buen ejemplo de lo que podrían ser las
consecuencias del calentamiento global. Inclusive el ex-vicepresidente norteamericano Al Gore
presenta a este huracán como ejemplo de lo que pasaría en el planeta producto del
calentamiento global en su película “An inconvenient truth”. Y aunque hay todavía discusión
entre los científicos acerca de si se puede atribuir de forma tan clara y directa este fenómeno y
la destrucción asociada al mismo— al cambio climático que se vive, está claro que este caso es
una buena ilustración de los posibles efectos que el cambio climático podría causar en el
planeta. Al respecto, el IPCC señala: “Mientras un huracán individual no puede ser atribuido al
cambio climático, este puede servir para ilustrar las consecuencias para los servicios
ecosistémicos si la intensidad y/o frecuencia de tales eventos se incrementa en el futuro”.
61
Cambio climático y turismo
global que muestra que “algo” está pasando y que probablemente varios de los eventos
extremos que se observan están relacionados con el calentamiento de la superficie terrestre.
Un solo evento no prueba que el calentamiento global esté sucediendo. Sin embargo,
la gran cantidad de cambios, más allá de la variabilidad observada en el pasado, sugieren de
manera muy fuerte que el calentamiento global es real y que las consecuencias pueden ser
muy duras.
Una idea equivocada pero relativamente común expresa que el calentamiento global
debe manifestarse necesariamente de igual forma (similar incremento de la temperatura) en
todas partes. Algunas personas se muestran a veces sorprendidas cuando el análisis de los
datos muestra regiones en las cuales la temperatura podría decrecer. Como se mencionó
anteriormente, el sistema que gobierna el clima es un sistema altamente no-lineal. Esto
implica que mientras en algunos lugares la temperatura podría elevarse en otros podría
reducirse (debido a mayor nubosidad, por ejemplo, o al uso de suelo en la región. Esto puede
producirse, naturalmente, aun cuando la temperatura promedio en la región o país se
incremente.
De acuerdo con esto, los datos tanto de tierra como de satélite, muestran que en
latitudes de los 20°, el ozono prácticamente no ha sufrido cambio, y si existió una disminución
de la capa de ozono ésta no pasó del orden del 1 % por década. Existe evidencia sin embargo,
que muestra una tendencia negativa en las llamadas medias latitudes (región comprendida
entre 25◦ y 60◦ tanto en el hemisferio norte como en el sur). En estas regiones, durante la
62
Cambio climático y turismo
década de los 80 y 90, se reportó una declinación de la columna de ozono del orden de 3-4%
por década (es decir, 0.3-0.4% anuales en promedio).
Si bien existieron eventos aislados en los cuales masas de aire pobre en ozono
penetraron a regiones que se encuentran en las medias latitudes, estos eventos nunca fueron
de larga duración y menos comparables al “agujero de ozono” de la Antártida. En todo caso, lo
que debería quedar muy claro es que los actores principales del problema del adelgazamiento
de la capa de ozono juegan un papel directo mínimo en el “otro” problema, el del
calentamiento global. A pesar de esto, inclusive películas “holliwoodenses” caen en la
confusión de relacionar el agujero de ozono con el calentamiento global.
63
Cambio climático y turismo
Ahora bien, aparte del CO2, los gases relacionados con la polución urbana más
importantes son el ozono superficial, los óxidos de nitrógeno y el monóxido de carbono. De
todos estos elementos, el único relacionado de manera directa con el efecto invernadero es el
ozono superficial. La contribución del monóxido de carbono está relacionada principalmente a
su capacidad de producir metano y radicales oxhidrilos, elementos importantes en el efecto
invernadero y en la química atmosférica respectivamente.
Podemos predecir los efectos del cambio climático de una manera muy precisa en
cualquier región del mundo (mito). Es relativamente común el escuchar proyecciones acerca
los efectos del calentamiento global en el planeta como si estas fueran verdades casi
incontrastables. En particular no se hace mención de las incertidumbres asociadas a estas
predicciones. Si bien es cierto que los modelos que se usan para estudiar el clima del futuro
sugieren claramente la probabilidad de incremento de eventos extremos (sequías e
inundaciones por ejemplo) es todavía muy difícil el poder saber de manera precisa los efectos
locales, debido a la topografía y falta de un registro preciso de información climática.
Debido a la complejidad antes mencionada, cualquier predicción acerca del futuro del
clima del planeta debe hacerse utilizando modelos matemáticos de los procesos físicos,
químicos y biológicos involucrados. Dado que es imposible conocer con absoluta precisión
todas las variables que influyen el comportamiento del sistema y que no todos los procesos
son entendidos a cabalidad, los datos proporcionados al modelo a “tiempo cero” (al inicio del
análisis) tienen cierto grado de incertidumbre.
El Prof. John Mitchell OBE FRS, Jefe científico del Met Office, explora algunos de los
mitos comunes sobre el cambio climático.
64
Cambio climático y turismo
The Met Office reconoce que el cambio climático es un asunto complejo. Existen
áreas de incertidumbre real y de controversia científica. También hay un número de
malinterpretaciones y mitos que reaparecen, a menudo por parte de científicos no
relacionados con el clima y presentados como hechos científicos.
Mito 1 – Los datos de de los testigos de hielo muestran que los cambios en la
temperatura producen cambios de dióxido de carbono, y no es el dióxido de
carbono el que produce el actual calentamiento.
Solo la primera parte de esta afirmación es cierta. Durante las decenas de miles de
años cubiertas por los registros de los testigos de hielo, los cambios de temperatura
fueron principalmente producidos por cambios en la órbita terrestre alrededor del Sol.
Durante este periodo, los cambios de temperatura provocaron cambios en el dióxido de
carbono (CO2). La concentración de CO2 actual es mucho más alta y crece más
rápidamente que durante cualquier periodo en los últimos 600,000 años. Esto sería un
aviso de que lo que está pasando ahora es muy diferente de lo ocurrido en el pasado.
Hay muchos factores que pueden contribuir al cambio climático. Por ejemplo,
durante el último millón de año la mayoría de los cambios a largo plazo en el clima fueron
probablemente debidos a pequeños pero bien conocidos cambios en la órbita terrestre
alrededor del Sol. Durante mucha parte de los últimos 1.000 años la mayoría de la
65
Cambio climático y turismo
La pieza final del puzzle es que a la vez que produce CO2, la quema de combustibles
fósiles también produce pequeñas partículas llamadas aerosoles que enfrían el clima
reflejando la luz solar hacia el espacio. Este ha incrementado su concentración
constantemente durante el siglo XX, lo que probablemente ha compensado parte del
calentamiento que hemos tenido. Solo cuando todos esos factores son incluidos
podemos tener una explicación satisfactoria de la magnitud y las pauta del cambio
climático durante el pasado siglo.
66
Cambio climático y turismo
tanto formar nubes. Sin embargo, el mecanismo por el que los rayos cósmicos podrían
afectar al clima está aún sin cuantificar y es puramente especulativo. Mientras se conoce
hace tiempo que las radiaciones crean iones y, en teoría, finalmente provocan la
formación de nubes, la importancia de este proceso con el resto de las otras principales
fuentes de partículas y NC no ha sido probada. Efectivamente, no hay evidencia de que el
flujo de los rayos cósmicos haya disminuido durante los últimos 30 años.
La conclusión es que los modelos actuales nos permiten atribuir las causas de
pasados cambios del clima y predecir las principales características del clima futuro con
un alto grado de confianza. Ahora necesitamos proporcionar más detalles regionales y un
análisis más completo de los fenómenos extremos.
El estudio del clima terrestre ha demostrado ser un problema formidable que requiere
información temporal y espacial lo más completa posible y un enfoque multidisciplinario y
riguroso desde el punto de vista científico. A pesar de eso, la comunidad científica ha
avanzando estableciendo de manera clara que “las observaciones muestran que la superficie
de la Tierra se está calentando” y que “gran parte del calentamiento observado durante los
últimos 50 años se ha producido probablemente por un aumento de concentraciones de gases
de efecto invernadero debido a actividades humanas.
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Cambio climático y turismo
CAPITULO III
TURISMO Y CAMBIO CLIMATICO
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Cambio climático y turismo
Tal como hemos visto en el capitulo anterior, se puede decir que el calentamiento
global está modificando el clima en todos los continentes. Grandes masas de hielo se están
derritiendo y aumentando el nivel medio del mar, amenazando las islas y las zonas costeras. Se
están produciendo con frecuencia huracanes y ciclones intensos; las temperaturas mínimas
han aumentado, así como las sequías e inundaciones en diversos destinos turísticos. En este
contexto, se pretende analizar los principales pronósticos de cambio climático y sus
consecuencias para los destinos turísticos.
Desafortunadamente, hoy en día las acciones del hombre se dan a una escala que
interfiere de manera directa e indirecta con la naturaleza y el clima de todo el mundo. Los
estudios realizados confirman que en los últimos 20 años la temperatura media global subió
más de 0,70° C y alcanzará los 6° C en los próximos 80 años.
Debido a que las predicciones del cambio climático anuncian serios impactos para los
destinos turísticos, la OMT (Organización Mundial del Turismo) destacó en su último resumen
anual la necesidad de adoptar con urgencia una serie de medidas políticas que fomenten un
turismo verdaderamente sustentable, considerando tópicos ambientales, sociales,
económicos y climáticos (OMT, 2007).
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Cambio climático y turismo
El turismo se vincula de dos maneras diferentes con el cambio climático. Por un lado,
por ser una actividad responsable del 5% de la emisión de CO2 proveniente principalmente de
los transportes aéreos y el equipamiento turístico. Por otro lado, por sufrir impactos
socioculturales y ambientales en todos los destinos turísticos, más allá de su ubicación
geográfica o su poder económico (OMT, 2007).
Durante las últimas décadas se han registrado fuertes cambios climáticos en la tierra,
que provocaron serias alteraciones en el medio ambiente. En base a estos indicadores se
puede comprender la repercusión actual y los posibles impactos futuros del cambio climático
en todos los destinos turísticos.
Según el informe de las Naciones Unidas (2006), durante el último siglo la cobertura de
hielo del Monte Kenya perdió 92% de su masa, el nivel del mar subió de 10 a 25 centímetros, y
el volumen del hielo marítimo en el ártico diminuyó un 40%.
El último informe del IPCC (2007) pronostica una reducción aún mayor de la cobertura
de nieve en diversas localidades de la tierra. Se prevén aumentos generalizados del
derretimiento en la mayor parte de las regiones permafrost (cuyo subsuelo está
permanentemente congelado). Por su parte las reducciones generalizadas de las capas de
hielo contribuirán a elevar el nivel del mar, que probablemente subirá 20 centímetros en los
próximos 50 años. Es importante destacar que la media global del nivel del mar subió 1,80mm
por año en el período comprendido entre 1961 y 2003. Se prevé que el litoral esté expuesto a
mayores riesgos, inclusive la erosión como consecuencia del cambio climático y de la elevación
del nivel del mar (IPCC, 2001).
70
Cambio climático y turismo
Europa y el norte de Asia. Se observó un clima más seco en el Mediterráneo, el sur de África y
en parte de Asia. La frecuencia de las precipitaciones extremas aumentó en gran parte de las
áreas terrestres (IPCC, 1990).
Para el IPCC (2001) el calentamiento global está afectando fuertemente los sistemas
biológicos terrestres, inclusive con una anticipación de la primavera (aparición del follaje,
migración de las aves y postura de huevos) y un desplazamiento desde los polos hacia otras
regiones, de diversas especies vegetales y animales.
Es altamente probable que varios millones de personas sean afectados cada año hasta
el 2080 por las inundaciones debido a la elevación del nivel del mar. Esto afectará
mayormente a las áreas densamente pobladas, de baja altitud, con escasa capacidad de
adaptación y que ya enfrentan otros desafíos como las tempestades tropicales (IPCC, 2001).
Las regiones densamente pobladas y de mayor fragilidad económica son probablemente
aquellas cuyas economías están íntimamente relacionadas con los recursos sensibles al clima y
propensas a los efectos del cambio climático. Los suelos más secos cambiarán el tipo y los
niveles de producción de las cosechas aumentando el riesgo de la falta de alimentos. El cambio
en los patrones de las lluvias podrá aumentar la erosión del suelo afectando la disponibilidad y
calidad del agua (IPCC, 2001).
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Cambio climático y turismo
Sobre la base de algunos Informes de la Agencia europea del Medio Ambiente, del
Informe Especial sobre Sostenibilidad de la Industria turística de la Organización Mundial de
Turismo y de una selección de los artículos y documentos considerados como claves para
entender los impactos potenciales del cambio climático sobre el sector de turismo, es posible
establecer las siguientes conclusiones:
En general los tres sectores turísticos que se verán más afectados por el cambio
climático son el “turismo de playa”, el “turismo de deportes de nieve” y el “turismo
ecológico”.
72
Cambio climático y turismo
perceptible a partir del año 2030, lo que tendrá repercusiones favorables sobre la demanda de
punta de infraestructuras tales como agua o electricidad.
Los incrementos en el precio del petróleo y la necesidad de reducir las emisiones del
transporte aéreo pueden tener un impacto importante en los costes y la disponibilidad del
transporte aéreo, el cual representa en la actualidad a nivel mundial el medio de transporte
del 42% de todos los turistas. Ello puede inducir cambios en la demanda tales como la
sustitución de destinos de larga distancia por destinos más cercanos o incluso destinos locales.
El sector del turismo no puede hacer frente al problema del cambio climático por
cuenta propia, por lo que debe actuar en el marco del programa general de desarrollo
sostenible a escala internacional. Ello requiere la elaboración de una estrategia normativa
coherente que desvincule el enorme crecimiento turístico previsto para los próximos
decenios del aumento del consumo de energía y de las emisiones de gases de efecto
invernadero, a fin de que el crecimiento del turismo contribuya a la reducción de la pobreza
sin dejar de ser determinante para la consecución de los objetivos de desarrollo del Milenio de
las Naciones Unidas.
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Cambio climático y turismo
De acuerdo con el mismo Informe, en caso de que todo siguiese como hasta ahora y
considerando la previsión de la OMT de un crecimiento anual promedio de las llegadas de
turistas internacionales del 4% hasta el año 2020, se estima que las emisiones de CO2
generadas por el sector turístico a escala mundial podrían crecer un 152% en el año 2035.
Como conclusiones finales de este análisis de impactos del cambio climático a nivel
mundial podrían hacerse las siguientes valoraciones:
Los impactos del cambio climático sobre el sector de turismo pueden catalogarse en
impactos directos e indirectos.
Entre los impactos directos debe citarse en primer lugar la inexorable subida de las
temperaturas (irreversible en cualquier caso y escenario de mitigación hasta el año 2030),
cambios en los regímenes de insolación y precipitación, elevación también inexorable del nivel
del mar con importantes afecciones sobre la línea de costa, un muy posible aumento de los
conocidos como “eventos extremos” (lluvias torrenciales, tormentas tropicales y huracanes),
una eventual pérdida de biodiversidad (especialmente sensible para regiones basadas en el
turismo ecológico) y, por último, un potencial desplazamiento de las enfermedades tropicales
en conjunción con el aumento de las temperaturas en una zona dada.
Entre los impactos indirectos habría de citarse una posible ralentización del
crecimiento mundial (muy diferente por países y regiones), un aumento inducido de las
demandas de potabilización de agua (por una eventual disminución de las precipitaciones) y de
electricidad (asociadas a las mayores necesidades de climatización) y también, en las zonas de
74
Cambio climático y turismo
montaña una reducción de la disponibilidad de nieve. Por último, es muy posible que los
desafíos del cambio climático supongan también un cambio en los hábitos de vida e incluso en
las preferencias culturales y sociales del turismo.
Dentro de ese escenario de crecimiento más moderado del turismo habrá, a nivel
mundial, regiones “ganadoras” y “perdedoras”. Este posicionamiento responderá la
combinación de varios factores entre los que destaca la madurez de los mercados emisores, las
nuevas condiciones climáticas relativas en una región dada y la capacidad de adaptación de las
mismas ante el cambio climático.
Algunos datos:
Las estaciones de esquí han tenido que hacer frente a la falta de nieve y a una
temporada más corta.
La OMT señala que los efectos del cambio climático son muy negativos para el
turismo, aunque irónicamente también pueden tener algunos aspectos
beneficiosos.
Entre las repercusiones inmediatas del calentamiento global figura la subida de las
temperaturas máximas y el aumento de los días de calor en todo el mundo.
75
Cambio climático y turismo
Por destinos, se podrán ver especialmente afectadas las pequeñas islas y las
zonas costeras, lo que en el futuro puede dar lugar a que ciertos lugares como el
archipiélago de las Maldivas, el centro histórico de Venecia o la parte baja de
Manhattan desaparezcan del mapa, junto con la mayoría de las playas que existen
en la actualidad.
Incluso los glaciares del Tibet en las cumbres del Himalaya podrían correr la misma
suerte en el año 2100.
En Europa, donde existen más de 600 estaciones de esquí que generan más de
50.000 millones de euros al año, Austria, cuyo turismo de montaña representa el
4,5% del PIB, sufre una disminución de las precipitaciones de nieve.
Por ello, recurre cada vez más a los cañones de nieve artificial que son
perjudiciales para el medio ambiente.
Según los científicos, con una subida de temperaturas de 2 grados, el norte de los
Alpes afrontaría una pérdida de 40 días de nieve de los cinco meses actuales.
En Tanzania, las nieves del Kilimanjaro habrán desaparecido por completo para el
año 2020.
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Cambio climático y turismo
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Cambio climático y turismo
Argentina:
Los eventos extremos, como tormentas, sequías, olas de frío o calor, serán más
comunes. Vastos centros urbanos -el primero y más evidente, Buenos Aires, y luego tenemos
lugares como Rosario, donde también influye la depresión económica y otros que sufren por
falta de planificación, como le ocurrió a Carhué con las inundaciones- ya soportan las
condiciones locales graves debido al desordenado crecimiento que afecta la circulación y la
calidad de aire y causa dificultades en situaciones extremas.
Otro aspecto importante será el agua. La región de Cuyo podría sufrir sequías
importantes al disminuir la cantidad de nieves en las altas cumbres. A su vez, la Capital Federal
podría también tener problemas de abastecimiento de agua potable por el aumento del nivel
del mar previsto entre 9 y 88 centímetros, que afectará al Río de la Plata. Los vectores de
enfermedades, como el dengue y el paludismo, ya han iniciado su migración hacia latitudes
templadas.
En el sur de nuestro país tenemos ya hanta virus. Disminuirán las enfermedades del
frío pero se incrementarán las del estrés físico por calor. La identificación, adaptación y la
mitigación de los cambios es posible, pero requiere la urgente integración para la búsqueda de
soluciones entre los políticos, la producción, los científicos y la sociedad.
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Cambio climático y turismo
Hoy por hoy, las obras hechas para un cierto nivel de pluviosidad están quedando
chicas y nadie está seguro de que las obras en marcha contemplen que mañana va a llover
todavía más que hoy.
Tenemos que revisar de qué manera toda la infraestructura urbana existente está en
condiciones de funcionar con un clima diferente de aquel para el que fue proyectada. También
hay que revisar el diseño arquitectónico, pensando en una arquitectura en armonía con el
clima, con la topografía y con los ciclos de la naturaleza y los movimientos del sol.
Hay que atreverse a cambiar los Códigos de Planeamiento Urbano para delimitar las
áreas inundables, las que (a pesar de las obras proyectadas) seguirán expandiéndose e
inundándose con mayor frecuencia. Lo mismo con los códigos de edificación: ¿vamos a seguir
autorizando garajes subterráneos donde los autos flotan una vez cada dos meses? ¿No es hora
de empezar a construir sistemas de retención en edificios privados, además de las que
construya el Gobierno en sitios públicos?
Las napas subterráneas siguen subiendo mientras todos los responsables se hacen los
distraídos. ¿Habrá alguien dispuesto a aceptar que las napas suben porque se hicieron (y se
siguen haciendo) obras que facilitaron su recarga de un modo irresponsable?
El propio mar Mediterráneo adquiere durante el verano unas temperaturas altas, con
algunas excepciones muy localizadas. Todas estas características han convertido las zonas
costeras del Mediterráneo en polos turísticos, algunos con un desarrollo espectacular.
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Cambio climático y turismo
Temperatura
El calentamiento será más notable durante el verano, puede exceder los 6 ºC en el sur
de Francia y este de España.
La zona mediterránea como polo turístico puede verse especialmente afectada con un
cambio estacional en la demanda vacacional. Las zonas costeras probablemente tendrán la
máxima afluencia en primavera y otoño, con una disminución en verano. Algunos impactos
pueden ser beneficiosos en ciertos aspectos. La disminución de días fríos puede resultar
positiva para la salud. Ciertamente el aumento de días calurosos tendrá un impacto negativo,
de tal manera que en conjunto este impacto térmico no puede considerarse positivo.
Precipitación
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Cambio climático y turismo
1 mm/año, las dos estaciones en las que se registra la mayor precipitación. Se ha observado
igualmente una variación en el régimen de lluvias de tal manera que han aumentado los días
con precipitaciones débiles y han disminuido los días con precipitaciones moderadas. No
puede asegurarse con fiabilidad suficiente que el número de días con precipitaciones intensas
ha aumentado debido al reducido número de días en que se dan estas precipitaciones. Estas
variaciones en el régimen de precipitaciones no se ha observado en el Mediterráneo oriental.
Las regiones más vulnerables al impacto causado por un aumento de las sequías se
sitúan en el Mediterráneo occidental, con la consiguiente demanda de agua para el riego para
la producción de alimentos.
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Cambio climático y turismo
Observaciones
Aunque entre 1960 y 1990 el nivel del Mediterráneo sufrió un ligero descenso,
principalmente debido a un aumento de la presión atmosférica durante el invierno y a una
disminución de la temperatura, después se ha producido un rápido aumento relacionado con
cambios en la temperatura, especialmente en el Mediterráneo este. Se ha determinado que el
ritmo de aumento de nivel está entre los 2.5 mm/año y 10 mm/año. Parte del aumento de
este nivel se atribuye a un aumento de la cantidad de agua. Al mismo tiempo se ha observado
un aumento de la salinidad.
Proyecciones
El aumento del nivel del mar puede tener una amplia variedad de impactos en las
zonas costeras, causando inundaciones, pérdidas de tierras de labor, salinización de aguas
subterráneas y la destrucción de infraestructuras. Sin embargo los resultados de diferentes
modelos difieren fuertemente en la estimación del aumento del nivel del mar. Un impacto será
la migración hacia el interior de playas, especialmente importante en la segunda mitad del
siglo. Algunas zonas húmedas costeras pueden desaparecer con el consiguiente efecto sobre
las aves migratorias.
Uno de los efectos más importantes del fenómeno del cambio climático es el
incremento en temperaturas. Según el IPCC (2007a), América Latina ya ha experimentado un
aumento de 1°C en la temperatura a lo largo de las últimas décadas, y probablemente sufrirá
un incremento de 1° a 4°C en el resto del siglo XXI, y hasta 6°C en determinadas circunstancias.
82
Cambio climático y turismo
experimentado un cambio de las temperaturas. Este fenómeno ocurre con mayor intensidad
en el verano boreal y el otoño (que a grandes rasgos coincide con la temporada de lluvias). En
el pasado, la temperatura no ha sido una variable que haya influido en forma importante en el
turismo en Centroamérica, pero puede llegar a ser un elemento crucial en el futuro.
Lamentablemente, falta información para algunas zonas turísticas relevantes de Guatemala. Se
puede observar que un gran número de estos destinos turísticos están localizados en la costa
del Pacífico, un menor número en la del Mar Caribe (sobre todo centros turísticos de Belice, así
como algunos de Honduras y Panamá) y otros pocos en tierra adentro. La mayoría de los
lugares turísticos de ocio son particularmente vulnerables a los fenómenos meteorológicos
extremos, aunque su exposición a ellos sería mayor si todos ellos estuvieran ubicados en la
costa Caribe, donde hay más huracanes que en el Pacífico, aunque empiezan a surgir allí
también.
Si se tiene en cuenta que diciembre es una época mucho más seca que julio, el clima
aún podría ser confortable para los turistas, incluso en lugares donde la temperatura se eleve
comparativamente más. Esto no significa que podría haber otros factores derivados de las
temperaturas más altas, como las sequías, que podrían dificultar las actividades turísticas, aun
en las temporadas más agradables, por ejemplo por la escasez de agua.
El país que más sufriría por sequías en la subregión sería El Salvador (Alvarado y otros,
2006), mientras que entre los sitios turísticos, Guanacaste en Costa Rica sería uno de los más
afectados. La subregión ha enfrentado cierta escasez de agua desde hace algún tiempo, ya que
las precipitaciones han disminuido en 20% en la última década, en comparación con el período
1961-1990 (IPCC, 2007a). La mayoría de los efectos negativos inciden y lo harán aún más en la
parte norte del Istmo, mientras que la parte sur no sufrirá mucha variación en este sentido
(IPCC, 2007;CEPAL y DFID, 2009).
83
Cambio climático y turismo
Se puede concluir que aun con los aumentos atmosféricos de temperatura que
resultarían del cambio climático en Centroamérica, la subregión todavía ofrecería condiciones
aceptables para el turismo de ocio en diciembre (y probablemente también enero), pero el
turismo de verano sería mucho menos atractivo debido al aumento significativo de las
temperaturas, y también a otras alteraciones derivadas del cambio climático. Es significativo
que algunos de los sitios culturales que se encuentran en zonas no costeras tendrán que
soportar un aumento drástico de las temperaturas, situación que pondrá en peligro gran parte
de los bosques de los alrededores (con posibilidades de incendios forestales) y colocará estos
lugares bajo estrés.
Además del aumento de las temperaturas, habrá muchos otros impactos del cambio
climático en el turismo. Los impactos que el cambio climático puede tener sobre el mar y las
costas de Centroamérica son muy relevantes para la actividad turística, ya que dichas costas
son muy extensas y gran parte de su actual y potencial turismo de esparcimiento se concentra
precisamente en ellas.
Actualmente, las mayores temperaturas de los océanos ponen en riesgo no sólo varios
recursos en la tierra, sino también la misma biodiversidad marina que, entre otras cosas, es un
84
Cambio climático y turismo
importante atractivo para el turismo. Este es el caso del Arrecife Mesoamericano, el segundo
arrecife de coral del mundo (cubre más de 700 kilómetros desde el norte de la península de
Yucatán en México y abarca la barrera de arrecife de Belice, la costa de Guatemala y termina
en las Islas de la Bahía en el norte de Honduras), que en 1998 experimentó un episodio de
blanqueamiento coral que afectó a grandes extensiones.
Es importante considerar que los huracanes del mar Caribe también llegan a tener
efectos sobre la costa del Pacífico centro americano y que más recientemente también se han
llegado a formar huracanes en el Pacífico, de forma que una proporción cada vez mayor de
Centroamérica está siendo perjudicada por estos fenómenos meteorológicos extremos. Desde
mediados de los setenta el poder de destrucción de los huracanes y los ciclones ha aumentado
progresivamente, debido a su mayor intensidad y duración (CEPAL y el DFID, 2009).
Los desastres naturales pueden dar lugar a cambios en el ambiente físico, el entorno
biótico y perceptivo. Estos cambios pueden manifestarse de muchas maneras y tener
resultados negativos en el sector turístico, entre otros. Algunos incluyen la pérdida de zonas
boscosas, que pueden causar una pérdida de los servicios ambientales (por consiguiente, las
atracciones de ecoturismo), la acumulación de residuos en las playas, que pueden dar lugar a
una interrupción de actividades turísticas y daños a la infraestructura en áreas protegidas, que
pueden causar una pérdida de servicios de recreación (CEPAL, 2003).
La mayor frecuencia e intensidad con las que ocurrirán las tormentas tropicales
también incrementarán los riesgos de inundación y erosión de zonas costeras. En la CEPAL se
ha usado una metodología para evaluar los efectos socioeconómicos y ambientales de los
desastres naturales que varios países de America Latina, el Caribe y otras partes del mundo
han aplicado. Se ha evaluado los efectos de eventos climáticos extremos con dicha
85
Cambio climático y turismo
metodología en varios sectores incluyendo la industria del turismo. Esta metodología distingue
entre los impactos directos e indirectos.
En el caso del turismo, los daños directos se refieren a activos específicos del turismo.
Esta categoría incluye los costos relacionados con los recursos naturales que son parte del
atractivo del lugar. Por lo general, las tormentas tropicales y huracanes causan erosión de las
playas y la reposición de la arena puede ser costosa además de causar otros daños a los
ecosistemas de donde es extraída.
Por otra parte, las pérdidas indirectas se refieren a los ingresos que se dejan de
percibir como consecuencia de la cancelación de reservas, el menor número de turistas que
visitan el lugar debido a la imagen negativa que proyecta un desastre natural, los costos de las
campañas de promoción de la imagen del destino turístico para recuperarse después de un
desastre, entre otros. Al igual que las pérdidas directas, los daños económicos indirectos
pueden ser bastante grandes. Por ejemplo, el huracán Mitch causó pérdidas indirectas por
15.5 millones de dólares para el turismo en Guatemala (CEPAL, 2004) y en El Salvador por 8.9
millones de dólares (CEPAL, 2004).
Los daños directos e indirectos sumados, con frecuencia causan grandes pérdidas para
los países y sus industrias turísticas. Los daños totales varían considerablemente y pueden ser
bastante grandes, como el impacto del huracán Stan y la tormenta tropical Wilma que
coincidieron en la misma temporada (2005) y que causaron pérdidas demás de 1.6 millones de
dólares en Quintana Roo, México.
Entre los países centroamericanos, Guatemala fue el que sufrió más daños, con una
pérdida total de 118.8 millones de dólares en 1998 a consecuencia del huracán Mitch. Esto
plantea un gran riesgo para el desarrollo de los países y para la industria turística que
representa una fuente importante de ingresos para la región de Centroamérica, México y las
naciones del Caribe. Los daños a los sistemas naturales que dejan fuertes tormentas o
huracanes pueden ser considerables y tardar mucho tiempo en recuperarse. Por ejemplo, a
raíz del huracán Mitch se estima que hay áreas naturales en Centroamérica que necesitarán de
15 a 20 años para rehabilitarse (CEPAL, 2004g).
Otro problema importante producido por los huracanes y las tormentas son las
inundaciones, que también afectan a los centros turísticos. De acuerdo con el estudio de la
CEPAL, existen patrones de riesgo de inundación claramente definidos. Los territorios
naturalmente inundados, como orillas de los ríos y zonas bajas, así como las zonas costeras son
las que muestran una mayor recurrencia e intensidad. Para Belice, en toda la costa y el norte
del país se ha registrado el mayor número de inundaciones entre 1975 y 2008. Guatemala
también ha experimentado problemas similares en costas, riberas y orillas de los lagos,
especialmente en los departamentos de Alta Verapaz, Izabal, Zacapa, El Petén y los de la costa
del Pacífico.
86
Cambio climático y turismo
Aunque enfrentan fenómenos similares derivados del cambio climático, las diferencias
entre los sectores turísticos de cada país centroamericano dependen del grado en que han
sido capaces de preservar su naturaleza, el tipo de turismo que normalmente atrae, su
ubicación geográfica y la de sus centros turísticos, entre otros factores. Las políticas que los
países han tomado para proteger el medio ambiente y así adaptarse al cambio climático son
muy importantes también, como una manera de guiar a la sociedad en sus esfuerzos de
adaptación.
Costa Rica
Una característica importante para analizar Costa Rica es que, además de Belice, es el
país con mayor proporción de turismo de ocio en la subregión. Dentro de esta actividad, el
país ha desarrollado considerablemente el turismo ecológico y se ha convertido en uno de los
grandes destinos del mundo para este tipo de visitas. Por lo tanto, su éxito depende de la
preservación del paisaje y de su entorno natural, que puede estar en peligro por el cambio
climático.
87
Cambio climático y turismo
Las sinergias entre el turismo ecológico y los recursos naturales en Costa Rica ofrecen
una de las mejores plataformas para formular políticas que ayuden a mitigar las emisiones
causadas por las actividades turísticas, así como para adaptar estas últimas al cambio climático
en la subregión.
Los desafíos que tiene por delante Costa Rica, derivados del cambio climático, son
bastante preocupantes, como se expresa en la Primera Comunicación Nacional sobre Cambio
Climático de 2000 (Primera Comunicación Nacional), en la que se desarrolló un análisis
específico sobre la vulnerabilidad de la agricultura, los bosques, los recursos hídricos y los
recursos costeros, algunos de los cuales inciden en el turismo.
En primer lugar, las costas de Costa Rica en general, están cerca de una cordillera que,
junto con el clima y sus características morfológicas han producido llanuras aluviales, donde
casi no hay acantilados en costas. Aunque esto contribuye a que el paisaje en las playas sea
muy atractivo, debido a las costas anchas y rica vegetación (de manglares), es muy vulnerable
al cambio climático. El aumento del nivel del mar provocará retrocesos en la línea de la costa y
ampliará las áreas sujetas a inundaciones por las mareas en casi toda la línea costera (Primera
Comunicación Nacional).
En Costa Rica las zonas geográficas más vulnerables al cambio climático son
Guanacaste y la costa sur del Pacífico. Las altas temperaturas y las sequías afectarán
particularmente a la parte norte de la costa del Pacífico. Como las zonas más atractivas para el
turismo se encuentran precisamente en el Pacífico Norte y la Península de Nicoya en
Guanacaste, debido a sus excelentes playas (llamada La Costa de Oro de Costa Rica), es
necesario atender esta zona. Para 2100 Guanacaste se enfrentará a aumentos de temperatura
de hasta 3.8C° y una reducción en las precipitaciones de hasta 63%. En la actualidad, las lluvias
ya han disminuido y el agua dulce para los asentamientos en la costa proviene crecientemente
desde el interior (Primera Comunicación Nacional).
Más al sur, por la costa del Pacífico se encuentra la ciudad de Puntarenas. Bajo el
escenario optimista de los estudios del IPCC, para 2100 el nivel del mar se elevaría 0.3m, lo
que inundaría 60% de presente zona residencial de esta área, y si se considera el escenario
pesimista del IPCC, dicha elevación alcanzaría 1m, y las aguas penetrarían hasta en 90% la
ciudad. Asimismo, los pueblos de Quepos y Golfito en la costa del Pacífico se volverían
inhabitables (Primera Comunicación Nacional).Olas de calor y menos lluvias tendrán un
impacto altamente negativo sobre la biodiversidad, que ha sido una atracción turística muy
88
Cambio climático y turismo
importante. Esta última se verá amenazada especialmente en las zonas tropicales húmedas y
en las secas, incluso es un escenario optimista. Pero también los huracanes y tormentas que
no han sido muy perjudiciales hasta ahora en Costa Rica (en la costa del Caribe) se producirán
con mayor frecuencia en la costa del Pacífico, lo que desalentaría el turismo en esta área.
Los puertos también sufrirían graves daños y habría conflictos sobre la tenencia de la
tierra cerca de la costa, lo que también perjudicaría el desarrollo turístico en dicha zona
(Primera Comunicación Nacional).
Guatemala
El turismo de naturaleza, así como el turismo de sol y mar han sido menos
importantes, aunque tienen la posibilidad de un desarrollo futuro. El turismo rural o agrícola
ha comenzado a desarrollarse, en particular las visitas a las fincas cafetaleras, al igual que el
ecoturismo (existe un Plan Nacional de Ecoturismo desde 2002).
Los recursos naturales están bajo amenaza. Los bosques de Guatemala cubren 36,3%
del territorio con una tasa de deforestación de 1,3% anual entre 2000 y 2007. Según varios
estudios, la principal causa de deforestación es el uso de la madera como fuente de energía,
responsable de alrededor de 63% de la pérdida de los bosques.
Por ejemplo, al lago de Atitlán, uno de los lugares más bellos y atractivos para el
turismo del país, está muy contaminado, por lo que en 2005 se le proporcionó una planta de
reciclaje de aguas residuales. Hay un programa para crear una certificación de “Bandera Azul”,
similar a la de Costa Rica, pero que a fines de 2009 aún no se había lanzado. Si bien estas
medidas son muy importantes, por sí solas no garantizan la protección de las actividades
turísticas existentes frente al cambio climático. Por ejemplo, uno de los principales lugares de
interés cultural, Tikal, se encuentra en la zona del Petén, que es parte de la biósfera maya,
cuyos suelos frágiles son objeto cada vez mayor de incendios forestales y de tala ilegal. Como
el cambio climático elevará considerablemente la temperatura y volverá más seca esa
región, este patrimonio cultural prehispánico y los recursos naturales muy ricos que lo
rodean serán mucho más vulnerables.
89
Cambio climático y turismo
Tikal no sólo es un sitio cultural, también representa un refugio para una gran parte de
los mamíferos de Guatemala, así como un lugar privilegiado para observar aves, muchas de las
cuales viven en bosques maduros con árboles que se encuentran en peligro.
Entre los fenómenos extremos que ya se han producido y que fueron consideraron en
dicha comunicación se encuentran: el huracán Mitch (1998), las sequías de 2001 que
produjeron escasez extrema de alimentos, y la tormenta tropical Stan (2005) que causó
pérdidas humanas y de infraestructura, así como una crisis agrícola.
Dos de los temas estudiados por la Primera Comunicación Nacional pueden tener un
efecto directo en el turismo. El primero es el agua: para 2030, en un escenario intermedio (ni
optimista ni pesimista), se prevé una disminución de 10% en su disponibilidad en todas las
cuencas hidrográficas. El segundo corresponde a las superficies forestales, que, según el
mismo escenario intermedio, se reducirían en 1,6% como consecuencia del cambio climático.
Las zonas más vulnerables a estos efectos negativos serían Huehuetenango, Quiché,
Totonicapán, Sololá, Alta Verapaz, Zacapa y Chiquimula. Según el Ministerio de Agricultura y
Recursos Naturales (MARN), 12% del territorio de Guatemala está en peligro de desertificación
y 18 departamentos ya han sufrido sequías, de los que seis son los más vulnerables: Jalapa,
Jutiapa, Chiquimula, Zacapa, El Progreso y Baja Verapaz. A mediados de 2009 el hambre golpeó
a la población que vive en el "corredor seco": El Progreso, Zacapa, Chiquimula, Jalapa, Jutiapa,
Santa Rosa y Baja Verapaz.
En cuanto a las zonas costeras de Guatemala, la elevación del nivel del mar puede
llegar a situarse entre 0.33 m a 1.21 m para 2100. Pero, la manera en que las zonas
potencialmente turísticas se verán afectadas, no fue considerada en la Primera Comunicación
Nacional. En comparación con otros países de Centroamérica, como ya hemos mencionado,
Guatemala no cuenta con grandes complejos turísticos en costas y playas. Sólo alrededor de
4% del turismo total declaraba que su destino final en el país era la costa Caribe y 2% señalaba
a la costa sur (en el Pacífico).
Los arrecifes de coral, la pesca deportiva, entre otros, son un interés turístico
potencialmente alto para Guatemala. Lugares como Puerto Barrios y la Isla de Livingston, en el
Caribe y Puerto San José y Retalhuleu en el Pacífico, se han convertido en zonas turísticas
interesantes, y otros sitios turísticos costeros lo podrían ser también. Lamentablemente, los
arrecifes están en mal estado debido a la sedimentación causada por la erosión de la tierra,
consecuencia de la deforestación. Los recursos de la costa están bajo gran amenaza también a
causa de la pérdida de 70% de sus manglares desde 1950,como resultado de la agricultura y la
actividad pecuaria, el desarrollo urbano en la costa, los puertos y el turismo, así como la
expansión de la acuicultura, especialmente de camarón.
90
Cambio climático y turismo
naturales del mar. En 2006, 63,000 personas visitaron el país por este medio, 100% más que el
año anterior.
El Salvador
La expansión de los cultivos de algodón, coco y caña de azúcar cerca de la costa fueron
en gran medida responsables de la deforestación en las tierras bajas a lo largo de la costa. Esto
erosionó los suelos debido a las escorrentías de las tierras altas y bajas de las cuencas que
desembocan en las costas. Además, la mala gestión de las laderas probablemente empeoró
estas tendencias.
Las actividades de producción que tienen lugar en la costa, como la producción de sal,
así como mariscos y criaderos de peces, entre otros, han significado la destrucción de
manglares y la vida marina que normalmente vive allí. El suelo de la costa también sufre de
salinización debido a las inundaciones y a la mala gestión de las aguas de riego, así como la ya
mencionada desaparición de los manglares que naturalmente filtrarían la sal marina. Todos
estos fenómenos han causado una de las peores erosiones del suelo (Banco Mundial, 2008) y
por lo tanto, reduce los recursos naturales que podrían proteger en cierta medida el país
contra los daños de huracanes y tormentas.
El aumento del nivel del mar es otra amenaza para la actividad turística salvadoreña.
Las estimaciones indican que El Salvador podría perder 10% de la superficie costera total
(149,1 km2), bajo la hipótesis optimista de una elevación de 0.13 m del nivel del mar. Sin
embargo, bajo un escenario pesimista que indica que esa elevación alcanzaría 1.1 m, podría
significar la pérdida de hasta 27,6%(400,7 km2) de estas tierras en los próximos 100 años
(Primera Comunicación Nacional). Los costos para el turismo serían enormes, no sólo por la
pérdida de playas, sino por la de infraestructura (hoteles, puentes, carreteras, puertos y
posiblemente aeropuertos), aunado al detrimento de los empleos en esta actividad.
En cuanto a las precipitaciones, los modelos que simulan los efectos del cambio
climático son más inciertos que los que estiman el cambio en las temperaturas y la elevación
en el nivel del mar. Dichas estimaciones consideran variaciones de las precipitaciones que van
desde -11,3% a 3,5% en2020 y de -36,6% a 11,1% en 2100, lo que representa un rango muy
amplio de posibilidades y, por ende, poco conclusivo.
Por otro lado, hay una mayor certeza frente al fenómeno ENOS, que seguirá
produciendo sequías en el futuro con efectos negativos sobre la vegetación en la costa y la
91
Cambio climático y turismo
En los últimos años en El Salvador se ha realizado una promoción muy activa del
turismo. El Plan Nacional de Turismo 2014 y el Plan Nacional de Turismo 2020 (en que se revisa
y actualiza el anterior) contienen varios incentivos para promover esta actividad. El objetivo
principal de este último Plan es que para el año 2020 este sector contribuya con el 10% del PIB
de esa nación. En este Plan, se menciona en forma más explícita que en el anterior, la
necesidad de que esta actividad sea sustentable y que el flujo de turistas a ese país sea
concordante con su capacidad de recibirlo. Aunque cabe destacar que en dicho Plan, no se
menciona la adaptación al cambio climático.
Panamá
Panamá ha sido capaz de conservar una gran parte de su cobertura forestal (57,7% en
2007, y 70% de su bosque primario, que es la forma más biodiversa de bosque. Panamá cuenta
con muchos ecosistemas diferentes y grandes áreas protegidas que, a su vez, son muy
atractivas para la actividad turística, además de otros rasgos llamativos, como la mezcla de
culturas (indígenas, urbanas y rurales). Aunque las extensas costas en ambos océanos también
atraen a los visitantes, el Canal de Panamá sigue siendo el destino turístico más importante,
63% del turismo total en 2007.
92
Cambio climático y turismo
En cuanto a las áreas litorales, en diversos estudios se predice un aumento del nivel del
mar que podría provocar inundaciones y el desplazamiento de los humedales y zonas costeras
bajas, así como la erosión de las costas. El aumento del nivel del mar también aumentará la
salinidad del agua hacia el interior de los estuarios.
En conclusión, aunque no está libre de los impactos del cambio climático, Panamá
probablemente sufrirá menos aumentos de temperatura y menos eventos meteorológicos
extremos en comparación con el resto de los países de Centroamérica, debido a su ubicación
geográfica y a sus bosques aún abundantes.
Nicaragua
93
Cambio climático y turismo
Por otro lado, se espera que se reduzcan considerablemente las precipitaciones como
resultado del cambio climático tanto en el Pacífico como en el Atlántico. De acuerdo con el
escenario intermedio del estudio de la SI-92 de la IPCC (2007a), para 2050 disminuirán las
lluvias 16,9% y 16,5% en el Pacífico y las zonas del Caribe, respectivamente, y en 25,3% y el
24,7%, respectivamente, para 2100 (Primera Comunicación Nacional). Al igual que en otros
países de la subregión, el cambio climático probablemente provocará mayor sequía en las
áreas actualmente más secas. Los distritos del norte—Chinandega y León— que son áreas
turísticas muy conocidas estarían entre las más afectadas.
Uno de los lugares con mayor potencial turístico es el golfo de Fonseca (en la costa del
Pacífico Norte). No obstante, es necesario un esfuerzo subregional para su desarrollo, ya que El
Salvador, Honduras y Nicaragua, comparten el territorio del golfo. De hecho, ya existen dos
iniciativas que pueden ayudar a detener las condiciones de deterioro de esta zona, el proyecto
Trinacional sobre la Gestión Integrada del Golfo de Fonseca y el Corredor de los Manglares del
Golfo. Para tal propósito, de acuerdo con las autoridades gubernamentales, sería conveniente
construir estaciones biológicas en cada área protegida para recabar mayor información sobre
la manera de funcionar de los diferentes ecosistemas.
Por último, vale la pena señalar que en la Primera Comunicación se hace un análisis
especial de los efectos del cambio climático sobre la malaria. Este tema se incluyó por la alta
incidencia de esta enfermedad sobre la población nicaragüense y los altos costos que tiene en
la salud pública. En la comunicación se afirma que los casos de malaria aumentan
exponencialmente respecto del aumento de las temperaturas. Según la zona geográfica y el
escenario de aumento de la temperatura, el índice de malaria subiría entre 38% y 150% como
resultado del cambio climático. De acuerdo con los tres escenarios de cambio climático
(optimista, intermedio y pesimista), la proporción de la población infectada con malaria podría
alcanzar del 3% al 9% en 2030, del 3% al 10% en 2050, y del 5% al 15%en 2100. Este fenómeno
podría desalentar a los visitantes para viajar a Nicaragua.
Honduras
94
Cambio climático y turismo
2007, quedando sólo 38,7% del territorio cubierto por bosques en este último año. La
incertidumbre en cuanto a la tenencia de la tierra y la falta de técnicas de conservación y
reforestación son algunos de los obstáculos para preservar las zonas boscosas. Honduras tiene
una gran variedad de recursos naturales y biodiversidad que sigue siendo la base del sustento
de sus habitantes.
Existen 107 áreas protegidas (algunas de ellas aún en una fase de planificación), que
constituyen el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAPH) y abarcan cerca de20% del
territorio nacional. También tiene grandes recursos en las zonas marítimas y costeras con
playas de arena blanca a lo largo del Caribe.
Los ecosistemas costeros incluyen cinco tipos de recursos naturales: los arrecifes de
coral, manglares, playas, lagunas costeras, y las plataformas continentales. Por ahora se han
desarrollado las Islas de la Bahía y La Ceiba como zonas turísticas, mientras que gran parte de
sus costas son potenciales destinos turísticos.
Como resultado del cambio climático, Honduras, como varios otros países de
Centroamérica, ya ha empezado a experimentar la vulnerabilidad a fenómenos
meteorológicos extremos, que probablemente se harán más frecuentes y más fuertes en el
tiempo. El fenómeno de El Niño en 1995-1996 y el huracán Mitch en 1998 afectaron
seriamente al país. Los impactos de estos sucesos extremos han sido exacerbados por la falta
de preparación para enfrentarlos, en parte debido a una economía precaria. De esta manera,
las altas temperaturas y las sequías han causado hambre, mortalidad, varios problemas de
salud, así como crisis en la agricultura e incendios forestales. La interacción de los fenómenos
extremos y la acción humana, como la deforestación, han acelerado la erosión del suelo y
aumentado la sedimentación de los ríos, lo que ha limitado la capacidad de éstos para llevar
95
Cambio climático y turismo
agua hacia las represas. Otro efecto secundario de esta sedimentación son las frecuentes
inundaciones de los ríos, especialmente los de Chamelecón, Ulúa y Aguán.
Belice
El turismo es una de las actividades económicas más importantes del país (20,3% del
PIB en el 2008) y esta actividad está muy orientada a sus riquezas naturales, particularmente
en sus costas. Belice es el país de la subregión que conserva la mayor proporción de
vegetación natural respecto del total de su superficie, 72,5% en 2007, y, a la vez, el 42% de
dicha nación está bajo algún tipo de estatuto jurídico de protección.
Al mismo tiempo, Belice es uno de los países más amenazados por el cambio climático,
sobre todo debido a las tierras bajas que prevalecen a lo largo de sus costas e islas (que
representan 5% del territorio), además de caracterizar a la mitad norte de la nación y a la
tercera parte del sur del país. Algunas zonas del interior se encuentran por debajo del nivel del
mar y en algunas partes las costas son muy bajas, al grado de estar sólo un metro arriba del
litoral, extendiéndose esta característica varios kilómetros tierra adentro. La parte central del
país es la más elevada porque allí se ubican las montañas Pine Ridge Mayas que alcanzan 1,124
metros (Primera Comunicación Nacional).
Otra razón de la gran vulnerabilidad del sector turístico de Belice frente al cambio
climático es que su costa se encuentra en el Caribe. En el último siglo la Ciudad de Belice, la
antigua capital, fue destruida dos veces por los huracanes y se debió crear una nueva capital,
Belmopan. El hecho de que 45% de la población vive en la zona costera, la hace
particularmente vulnerable a los impactos del cambio climático.
96
Cambio climático y turismo
Hay siete áreas protegidas dentro del Sistema de Reserva de la Barrera de Coral de
Belice: el Parque Nacional y Reserva Marina Bacalar Chico, Reserva Marina del Arrecife
Glovers; Agua del Sur de laReserva Marina de Cayo; Reserva Marina Cayos Sapodillas;
Monumento Natural Half Moon Caye, Monumento Natural Blue Hole y Parque Nacional
Laughing Bird Caye. Los esfuerzos para preservar los recursos naturales fueron reconocidos
mediante varios premios (Premio de Conservación del Medio Ambiente de la Junta de Turismo
de Belice en 2001 y el Premio James Waight en 2002).También se ha hecho un esfuerzo por
parte de la industria de cruceros de turismo de Belice para proteger los arrecifes de coral en
esta parte del Caribe. En 2008 el gobierno, el sector privado, la sociedad civil (ONG) y las líneas
de cruceros firmaron una Declaración de Compromiso, con este fin. El objetivo era asegurar la
participación de los cruceros en prácticas sostenibles de turismo, como la protección de los
arrecifes de coral. Esto se hizo en el marco de Conservación Internacional de la Iniciativa de
Turismo de los Arrecifes de Mesoamérica.
Según la OMT el cambio climático plantea un riesgo creciente para el sector turístico,
para los propios turistas y para las economías que se apoyan en el gasto derivado. El
organismo asegura que este cambio constituirá un riesgo creciente para la actividad turística
en muchos destinos, en vista de que el turismo depende en gran medida del clima, además de
que las políticas de las aseguradoras se ven cada vez más afectadas por el riesgo de catástrofes
naturales.
Para combatir esta amenaza, hay que investigar más e incrementar la coordinación
entre las administraciones públicas y el sector privado de modo que se garantice que las
políticas de turismo y los planes de desarrollo y gestión tengan presentes los posibles efectos.
Los destinos de playa, las estaciones de deportes de invierno y todas las actividades
turísticas al aire libre dependen en gran medida de unas condiciones climáticas favorables. Sin
embargo, fenómenos meteorológicos extremos como los huracanes o las inundaciones ponen
en peligro la salud y la seguridad de los turistas y de las poblaciones locales por igual y pueden
destruir la infraestructura básica de un destino. Cuando esto ocurre, bastan las imágenes para
97
Cambio climático y turismo
disuadir a los posibles turistas de emprender su viaje, con la consiguiente caída del número de
visitantes y su incidencia en la economía local.
El cambio climático puede transformar también el entorno natural que atrae a los
turistas en primer lugar, al erosionar el litoral, deteriorar los arrecifes de coral y otros
ecosistemas sensibles o reducir las nevadas en las regiones montañosas, además de afectar a
servicios básicos como el suministro de agua, especialmente durante períodos de máxima
demanda. Por otra parte, la alteración de los patrones meteorológicos podría brindar nuevas
oportunidades al sector turístico, en particular al incrementarse el número de visitas en meses
que antes eran de temporada baja.
El África subsahariana.
Pese a que los movimientos turísticos son también responsables, en parte, del
calentamiento global, la preocupación por su futuro se agrava. Desafortunadamente, el
turismo es uno de los vectores de los cambios actuales y contribuye, excesivamente, al
proceso de calentamiento. Entre los factores que influyen se destacan a dos de los más
perjudiciales:
Aunque se reconoce que por ahora el transporte aéreo sólo representa el 2 por ciento
de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), se advierte que ese porcentaje sigue creciendo
año tras año y que las proyecciones hablan de 1.100 millones de viajes al extranjero en 2010 y
en 2020, de alrededor de 1.600 millones.
98
Cambio climático y turismo
considerado como un factor fundamental para la competitividad de los destinos turísticos pues
influye en la estacionalidad y en la continuidad y la propia regularidad del flujo turístico.
Hay dos categorías de impactos del cambio climático que afectarán la competitividad y
sustentabilidad de los destinos turísticos: los impactos directos, que alterarán la estacionalidad
y la geografía mediante la redistribución de los flujos turísticos modificando los costos de
operatividad de las empresas y los impactos indirectos que generarán cambios en el medio
ambiente y en los aspectos culturales.
Las zonas de montaña de Europa ya parecen sufrir una subida de la temperatura media
de invierno. Junto a estos cambios en las temperaturas, las disponibilidades de recursos
hídricos están a su vez experimentando una evolución significativa. En el Pirineo, las
99
Cambio climático y turismo
precipitaciones conocen una gran variabilidad espacial debida a los importantes gradientes
altitudinales y a la influencia de diferentes masas atmosféricas. No obstante, un análisis de las
tendencias pluviométricas durante el periodo 1950-2002, permite resaltar un descenso
significativo del volumen de las precipitaciones en primavera y verano y una evolución
contrastada del número de días de precipitaciones (aumento en las regiones más orientales y
descenso en las regiones centrales).
Si bien es cierto que los modelos de cambio climático predicen, en el Pirineo español,
un descenso de las precipitaciones no homogéneo espacialmente ni tampoco estacionalmente
(el descenso se produciría principalmente en primavera y en verano), el descenso
pluviométrico generalizado en la Cordillera y la menor frecuencia de las precipitaciones no
dejaran de tener “importantes consecuencias sobre la disponibilidad y la gestión de los
recursos hídricos en el futuro”.
Más allá de 2 500 m, los efectos de la subida de las temperaturas serían menos
notables: ligero retraso de las nevadas, deshielo más precoz, ligera disminución del espesor del
manto de nieve. Para muchos centros de turismo de invierno las expectativas sobre la
evolución de las condiciones climáticas en zonas de montaña son muy preocupantes. En los
Alpes, el número de áreas de esquí “consolidadas” o sea cubiertas por la nieve de forma
natural bajaría de 609 (el 91% de las áreas) a 404 (el 61% de las áreas).
El futuro es muy incierto pues para las estaciones de esquí situadas en zonas de
mediana montaña (menos de 2000 m). Podrían desaparecer o reconvertirse hacia otras
modalidades turísticas los complejos que se encuentran situados por debajo de los 2.000
metros (aunque este límite varía latitudinalmente), por falta o escasez del recurso nieve. Según
los expertos del IPCC, las recientes temporadas sin nieve en las montañas de Europa anuncian
lo que pasará en un futuro no muy lejano. El invierno 2006-2007 fue particularmente cálido, en
muchos lugares de los Alpes y de los Pirineos lo que repercutió en la temporada de esquí.
Según Raúl D. Mercado existen tres modelos de desarrollo turístico con base territorial
en los que considera el nivel de competencia y los hábitos del consumidor y cómo influye el
incremento del nivel de exigencia. Los tres modelos coexisten en la actualidad y responden a
un contexto de relaciones asimétricas.
100
Cambio climático y turismo
En el tercer modelo (futuro) para seguir siendo competitivos, hay que ofrecer un
producto más acorde con las exigencias de la demanda. Por lo que no sólo se deben conseguir
mejoras del producto, del servicio y la gestión, sino que hay que recuperar espacios y entornos
previamente degradados.
En el primer modelo se plantea una lógica explotacionista, que respeta los tiempos
sociales en desmedro de los tiempos naturales. La actitud toponegligente de los inversores,
que consideran al recurso turístico como un fin y no como un medio, explica este rol de
victimario. En este modelo, el cambio climático impactaría de lleno y se agravarían los
procesos de deterioro y degradación ambiental. Agotado el destino, lo más probable es que
sobrevenga el abandono del mismo.
El cuarto modelo que podríamos llamar "de respuesta" estaría expuesto a nuevas
lógicas atmosféricas, tendría que demostrar flexibilidad, tendría que compartir espacios con
otros sectores económicos, debería resignar la "especialización" por la "polivalencia". En otras
palabras el turismo no se consagraría como la actividad excluyente y exclusiva de un sitio, sería
una actividad más. Destinos que antes no eran viables, emergerían como nuevas alternativas y
permitirían el despliegue de nuevas percepciones y nuevas relaciones. Y no estamos tan lejos.
101
Cambio climático y turismo
En 1999 más de 657 millones de personas viajaron fuera de las fronteras de sus países
en viajes de turismo, según la Organización Mundial del Turismo (OMT). Los ingresos del
turismo internacional en 1999 ascendieron a 449 mil millones de dólares, cifra en la que no se
incluyen los pasajes aéreos. El turismo emplea a 255 millones de trabajadores en todo el
mundo, es decir, a uno de cada nueve trabajadores y genera cerca del 10,7% del PNB mundial.
El turismo supone un 13% de los gastos de consumo, la mayor cantidad después de la dedicada
a la alimentación.
Para el año 2010 la OMT estima que se llegará a mil millones de turistas
internacionales y unos ingresos de 1.550 mil millones de dólares, cuatro veces superiores a los
de 1996. El crecimiento del turismo internacional ha sido espectacular: se ha pasado de 25
millones en 1950 a 657 millones en 1999. El aumento del nivel de renta y del tiempo libre,
unido a la reducción del precio real de las tarifas aéreas, crean las condiciones para que el
turismo siga creciendo.
El turismo tiene efectos positivos, pero también negativos. Entre los positivos está la
creación de empleo, el incremento de los ingresos económicos, el permitir mayores
inversiones en la conservación de espacios naturales, el evitar la emigración de la población
local, la mejora del nivel económico y sociocultural de la población local, la comercialización de
productos locales, el intercambio de ideas, costumbres y estilos de vida y la sensibilización de
los turistas y de la población local para proteger el medio ambiente. Los posibles ingresos
futuros por turismo son una poderosa razón para conservar importantes ecosistemas y algunas
especies emblemáticas.
102
Cambio climático y turismo
Las ideas esenciales que definen la sostenibilidad son la preocupación por las
generaciones futuras y el mantenimiento de un nivel de satisfacción de las necesidades
sociales. El concepto de sostenibilidad se traduce en un problema de equidad intertemporal,
que implica limitar las acciones del presente que puedan detraer la capacidad de supervivencia
de los individuos del sistema global en el futuro. La supervivencia conlleva el alcance de un
nivel de satisfacción de las necesidades futuras igual o superior al nivel alcanzado en el
presente. En consecuencia, el objetivo de la equidad intertemporal equivale al objetivo de
mantener indefinidamente el bienestar o el nivel de desarrollo alcanzado por el sistema global,
entendido como la suma del sistema humano y los sistemas no humanos.
103
Cambio climático y turismo
Unos turistas cada vez más exigentes: se podrá discutir sobre el valor y profundidad de
la sensibilización de los turistas con relación a la sostenibilidad ambiental y
sociocultural, pero existen pocas dudas de que esa preocupación existe y constituye ya
una de las dinámicas transformadoras de la demanda turística y de sus segmentos más
interesantes. Tanto es así, que el factor sostenible está obligado a rediseñar el
concepto de calidad de los servicios en el conjunto de la cadena de valor turística y que
los sistemas de indicadores y de certificación vigentes en el sector se están viendo
obligados a avanzar hacia un concepto de calidad integral que incorpora no sólo la
consideración del producto turístico, sino también sus relacionadas con el
medioambiente y las temáticas sociales y culturales propias de cada lugar.
104
Cambio climático y turismo
La calidad de vida de las poblaciones locales: finalmente, pero no en último lugar, hay
que tener muy presente que el objetivo-país de cualquier desarrollo económico debe
relacionarse con el bienestar social y la calidad de vida de sus poblaciones. Y hoy, el
turismo constituye un factor de desarrollo deseado por todos los países, desarrollados
y emergentes, que, sin embargo, cuando desborda la capacidad de carga de los
sistemas locales, puede inducir a pérdidas importantes en los entornos vitales,
patrimoniales y en la calidad de vida de las poblaciones afectadas.
Con relación a la cuestión del cambio climático y el turismo, más allá de la posición de
principios adoptados en la “Declaración de Djerba (2003)”, hay que reconocer que todavía no
se ha avanzado demasiado en el conocimiento sobre las repercusiones que este reto supone
para el turismo y para las grandes regiones del mundo.
Turismo 2020:
Efectivamente, las pautas del crecimiento urbanístico ilimitado deben de dar paso a un
nuevo ciclo turístico que apueste por la calidad, la eficacia y la eficiencia de la cadena de valor
en el marco de una capacidad de carga ambiental, global y local, limitada.
105
Cambio climático y turismo
Se trata de cambiar las prioridades y sumar fuerzas y recursos para alcanzar los
objetivos propuestos dentro del amplio espectro del turismo de masas que constituye nuestro
mercado principal. Ello requiere concentrar los principales esfuerzos en una progresiva y
razonable mejora de ciertos factores que son la llave que permitirá contener el crecimiento
urbanístico y reducir la carga ambiental optimizando los resultados económicos.
La apuesta por esa nueva relación calidad-precio del turismo, pasa por la
recualificación integral y a medio plazo de la cadena de valor del turismo y, muy
especialmente, de sus destinos más maduros y masificados, incluida la generación de
subsistemas turísticos sostenibles y de gran valor natural y cultural.
5) Adaptar el desarrollo turístico a los límites de carga ambiental, tanto locales como
globales, tomando en consideración los límites críticos y el cambio climático.
106
Cambio climático y turismo
sin embargo contribuir a orientar las decisiones políticas en este sentido. El problema de la
información contable inadecuada es que puede inducir decisiones de política económica que
no se hubiesen producido si se tuviese una información veraz del bienestar económico
generado.
Para medir la renta sostenible se han propuesto una serie de metodologías que se
pueden concretar en las siguientes:
a) Cuentas satélites
b) Gastos defensivos
Por otro lado, una dificultad añadida está en que el paquete turístico integra servicios
como la publicidad, la organización, y el transporte, cuya producción suele realizarse
principalmente en origen. Por lo tanto, una simplificación conveniente es excluir del análisis los
servicios producidos fuera del territorio objeto de estudio, o territorio de destino, esto es,
considerar sólo la renta interior ligada al turismo. A su vez, la estimación de la renta turística
sostenible requiere como primer paso la identificación de los efectos medioambientales de la
producción y consumo de servicios turísticos. En esta identificación habría que considerar
también los impactos ambientales de la producción de bienes intermedios y de capital con
destino a la producción de los servicios turísticos. Esta tarea requiere el análisis de las
relaciones intersectoriales, de los efectos hacia atrás de la producción de servicios turísticos
para determinar el vector de participación del turismo en la producción intermedia y asignar la
cuota parte de responsabilidad en los efectos ambientales generados por ésta.
107
Cambio climático y turismo
Por lo tanto, la estimación empírica de la renta turística sostenible debe combinar, sin
incurrir en doble contabilización, la información obtenida desde distintas fuentes. En cada caso
concreto la disponibilidad de datos y las características del activo valorado condicionarán la
elección del sistema de registro contable del stock y de los flujos de los servicios
medioambientales.
De otro lado, el medio y los recursos naturales constituyen un factor valorizador del
producto turístico. El paquete de servicios que constituye el consumo de los turistas es
inseparable de la calidad ambiental de los ecosistemas en que los servicios son prestados. De
este modo, mientras que para una industria convencional es inapreciable el efecto de la
degradación ambiental que provoca sobre las cualidades del bien que produce, para el
turismo, el deterioro medioambiental es un factor de desvalorización de los servicios
producidos. Así, la calidad del paisaje urbano y natural influye en el precio del alojamiento o la
limpieza del litoral en la valoración de las actividades recreativas que en él se desarrollen.
108
Cambio climático y turismo
- son objeto de atención tanto los efectos producidos en los ecosistemas locales como aquellos
que contribuyen a la degradación de los ecosistemas globales que son soporte de la vida en el
planeta.
De acuerdo con estos supuestos, es posible realizar una clasificación de las actividades
características de los espacios receptores de turismo masivo y significativa dotación de
recursos naturales, que posean relevancia desde el punto de vista de su impacto ambiental
109
Cambio climático y turismo
- identificar los agentes de deterioro ambiental y los problemas ecológicos que generan,
cuantificando en lo posible la relación existente.
- estimar la probable distribución de los costes y su efecto sobre la industria turística (cambios
en el producto, en la entrada de turistas, en el valor añadido sectorial y regional, en el
empleo).
110
Cambio climático y turismo
- la relación entre volumen de los agentes y el daño ambiental producido (p.e., concentración
de contaminantes por hectómetro cúbico vertido).
El cambio climático se puede transformar en una seria amenaza para los principales
destinos turísticos del planeta si se desarrolla tal y como se plantean las diferentes
investigaciones que se están llevando a cabo en esta materia, aunque es necesario abogar por
la realización de estudios rigurosos que determinen en que medida el cambio climático está
siendo efectivo y cuales serán sus efectos a corto, medio y largo plazo.
En un mundo cada día más condicionado por la velocidad de los cambios y el aumento
de las incertidumbres, reflexionar en torno al turismo y su futuro requiere considerar no sólo
sus propias transformaciones internas sino, también, su relación con la evolución de los
sistemas vitales de la biosfera y, muy especialmente, con el cambio climático global,
reconocido en la actualidad como uno de los mayores retos de futuro.
Para entender las múltiples relaciones entre turismo y cambio climático, conviene
recordar que en el fondo del panorama general subyacen, entre otros, procesos de tanta
importancia, como el alza estructural del precio de la energía o los compromisos europeos
relacionados con el proceso abierto en Kioto que ya están teniendo efectos importantes sobre
la aviación (reducciones significativas de impacto climático al 2011) y que apuntan a
decrecimientos en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para el año 2020 en
torno al 20% con relación al año 1990.
Varias son las aportaciones de los últimos estudios de NNUU-OMT sobre la relación
entre turismo y cambio climático en el mundo:
111
Cambio climático y turismo
Una serie de escenarios 2005 – 2035 sobre la emisión de GEI, en función de distintas
estrategias energético/climáticas, que van desde un crecimiento del 152% s/2005, en el caso
de mantenerse las tendencias actuales, hasta una reducción del - 16% s/2005 si se adoptaran
medidas significativas de ahorro, eficiencia, etc.
Reducción del consumo energético: especialmente fomentar los viajes con menor
carga energética/climática por modo de desplazamiento y distancia.
21
Bolaños Gomez, jose Ivan .Papeles de geografía, seminario de clima y turismo. (2004)Universidad de
murcia España. N° 40. Pag 187.
112
Cambio climático y turismo
1. Ante todo, afrontar el reto del cambio climático. Y ello significa invertir en conocimiento
sobre el tema; asumir las responsabilidades correspondientes sobre la mitigación de las
emisiones que lo generan; y sopesar y planificar, con la debida anticipación, la adaptación a los
cambios.
2. Pensar en clave de sistema turístico y ciclo de vida de los procesos. Esto es, trabajar con una
visión integral de la cadena del valor del sector – transporte, destinos y servicios – y hacerlo
con una consideración de los impactos climáticos incluidos en el conjunto del ciclo de vida de
los procesos, desde la “cuna a la tumba”.
3. Trabajar con escenarios de referencia al año 2020 con el objetivo de alinear la huella
energética/climática del turismo con los compromisos climáticos europeos e internacionales. Y
contrastar como se comportan los factores clave de un escenario integral: ingresos, pro-
ductividad, impactos ambientales y climáticos, etc. Y, a partir de ahí, tomar decisiones que
conduzcan a una deseable confluencia con los compromisos europeos para el año 2020.
5. Una nueva lógica: sustituir el “crecimiento ilimitado” por el “incremento del valor integral”
del sistema turístico. Esa nueva lógica debería permitir articular la recuperación de valor y, a la
vez, evitar seguir alterando los ciclos vitales de la biosfera, ya que sólo desde esa perspectiva
será posible crear una nueva relación sostenible entre el turismo y el cambio climático en
España.
8. La importancia de los destinos y servicios. Sin duda, uno de los eslabones clave: más valor
para una mejor economía, mayor aprovechamiento de los recursos existentes y menor
impacto ambiental y climático. Tales cuestiones debieran estar incluidas en las agendas de
trabajo de los destinos turísticos del país para, plantearse hacia el futuro, calificaciones
excelentes con relación a su comportamiento climático.
22
Fernando Prats: Turismo y Cambio Climático en España.
113
Cambio climático y turismo
10. Aprovechar y concretar las oportunidades abiertas por el Plan Horizonte 2020. El Plan
plantea una serie de oportunidades que es muy importante que se lleguen a concretar desde
el primer momento:
Más innovación, más conocimiento, más talento y más redes de cooperación en torno a las
relaciones turismo – sostenibilidad – cambio climático, así como la creación de un
Observatorio sobre la Sostenibilidad del Turismo (OST) que incluya los factores climáticos.
Impulso a la rehabilitación integral de los destinos turísticos maduros del litoral y de proyectos
integrales en el interior del país, en clave sostenible y con planteamientos de “excelencia” con
relación a sus comportamientos energético/climáticos.
114
Cambio climático y turismo
CONCLUSIONES
115
Cambio climático y turismo
Por todo lo expuesto creo que el clima influye en la decisión de elegir un destino
turístico, pero a la vez todo lugar potencialmente lo es siempre y cuando tenga unas
condiciones climáticas que posibiliten su desarrollo.
Existe una estrecha relación entre los elementos climáticos y las actividades turísticas,
pero a la vez ponen en evidencia la necesidad de conocer con el mayor detalle posible los
términos de dicha relación, con el objetivo de poder intervenir de una forma adecuada sobre
la ordenación y la planificación turística. No podemos hablar de unas condiciones climáticas
óptimas para el desarrollo turístico, ya que éstas dependerán de la actividad turística que se
trate. Por ello, es importante conocer las características del clima de cada lugar para
determinar con un máximo de precisión qué tipo de actividades se pueden desarrollar y a qué
tipo de clientela puede satisfacer, a fin de extraer el mejor provecho de sus ventajas y
minimizar sus posibles inconvenientes.
Desde la perspectiva del turismo, el clima posee un valor económico, aunque se trata
de un recurso intangible y libre (no tiene mercado, vendedor ni comprador y carece de precio).
Aunque el clima es una ventaja comparativa debe tener relación con una ventaja competitiva,
puesto que deben existir empresas turísticas que sepan aprovechar y gestionar ese producto
natural.
116
Cambio climático y turismo
índole climática, puesto que tanto las infraestructuras como la población pueden verse
seriamente afectadas. Los principales riesgos son los: clima-patológicos u olas de calor,
precipitaciones torrenciales y tormentas severas que producen inundaciones, los aludes, los
vientos de gran intensidad, tormentas de arena, ciclones tropicales.
Pero la velocidad de ascenso global de la temperatura prevista por científicos del IPCC
(Panel Intergubernamental por el Cambio Climático), si continúan las actuales emisiones de
gases invernadero, es muy alta y alerta sobre cambios que pueden darse en todos los
ecosistemas y afectar las distintas actividades económicas entre ellas el turismo, que es
nuestro tema de investigación.
Dada la conocida variabilidad natural del clima, los científicos del IPCC llegan a la
conclusión de que la dimensión del calentamiento en el siglo XX y XXI es ampliamente
congruente con las predicciones de los modelos de clima, pero también es de la misma
magnitud que la variabilidad natural del clima. A pesar de esto, las emisiones de gases
invernaderos han aumentado muchísimo y es extremadamente peligroso seguir emitiendo a la
misma tasa desconociendo aun las retroalimentaciones positivas y negativas del sistema
climático
El estudio del clima terrestre ha demostrado ser un problema formidable que requiere
información temporal y espacial lo más completa posible y un enfoque multidisciplinario y
riguroso desde el punto de vista científico. A pesar de eso, la comunidad científica ha
avanzando estableciendo de manera clara que “las observaciones muestran que la superficie
de la Tierra se está calentando” y que “gran parte del calentamiento observado durante los
últimos 50 años se ha producido probablemente por un aumento de concentraciones de gases
de efecto invernadero debido a actividades humanas.
117
Cambio climático y turismo
pueden afrontarse. En este trabajo se analizaron la relación entre cambio climático y turismo y
los posibles efectos del calentamiento global sobre el turismo, la contribución del sector a la
emisión de gases de efecto invernadero y la repercusión de las distintas medidas mitigadoras
de dichas emisiones en la industria turística. Los resultados sugieren la necesidad de ampliar
las técnicas de análisis económico, las variables consideradas, y la regionalización del ámbito
de estudio para poder profundizar el análisis del cambio climático y el turismo.
Las condiciones climáticas favorables han jugado desde siempre un papel clave para
explicar la mayoría de los destinos turísticos, especialmente para los destinos de sol y playa,
segmento que sigue dominando el panorama internacional. En este contexto es lógico que
ante una perspectiva de calentamiento global los diferentes agentes económicos implicados
en el sector turístico estén mostrando un creciente interés para entender los posibles efectos
que en el sector turístico pueden tener un incremento gradual de las temperaturas y un
cambio general en las condicione climáticas.
La redistribución de los flujos a la largo del tiempo será un tema de especial interés
para los destinos turísticos que debería poder contrastarse mediante la estimación de modelos
en serie temporales. De esta forma los aportes de diversos autores sobre una posible
suavización de los patrones estacionales podría tratar de relacionarse con la redistribución de
la demanda turística entre temporadas evidenciados en algunos de los destinos tradicionales
de sol y playa en cualquier caso estos estudios deberían tomar en consideración el resto de los
factores que pueden también influir en dichos patrones estacionales.
Por otra parte existe consenso en prever una suavización del patrón estacional en los
destinos tradicionales de sol y playa. Esos resultados deberían empezar a tenerse en cuenta en
la definición de planes estratégicos de estos destinos con el fin de potenciar políticas
desestacionalizadoras ante un previsible incremento de la llegada de turistas en meses de
temporada baja y el incremento de competencia que esta nueva tendencia pueda generar.
Ante un calentamiento global los efectos negativos previstos sobre el turismo internacional
podrían compensarse al menos en parte por un incremento del turismo interno.
Respecto a los impactos que el turismo ocasiona sobre el cambio climático, los
esfuerzos deberán dirigirse hacia los puntos remarcados por la OMT, para responder a los
retos derivados del cambio climático y para guiar las actuaciones, no sólo de gobiernos,
organizaciones internacionales, industria turística destinos y consumidores sino también de la
comunidad científica.
118
Cambio climático y turismo
El turismo requiere una atención especial por parte del análisis económico debido a
que presenta un conjunto de características que lo diferencian marcadamente de otros
sectores productivos por la consideración del medio ambiente como parte del producto
turístico.
Sea cambio climático por ciclos de la naturaleza o planeta, o por acción del hombre o por
ambos en conjunto, es necesario afrontar la realidad, no sea que por salvar el negocio
matemos al planeta que es nuestra casa, el desafío es hacer aquello que salvaguarde nuestro
planeta para las generaciones futuras, ya que nosotros ahora solo somos inquilinos y no
dueños. Plantear la realidad y abogar por medidas de salvaguarda de los ecosistemas es el fin
de este trabajo y también debería serlo para cada uno de los habitantes del planeta y en
primer lugar para los que tienen el poder de llevar adelante las medidas correctivas
adecuadas.
119
Cambio climático y turismo
ANEXO
120
Cambio climático y turismo
Nieve, hielo, ventiscas, lluvia helada y, como consecuencia, caos aéreo, terrestre,
cancelaciones y alerta máxima. Ésa es la situación y la previsión para los próximos días en el
medio oeste, centro (que se lleva la peor parte este martes) y nordeste de EEUU, que el
miércoles notará la presencia de la borrasca.
La supertormenta que azota a un tercio de EEUU ha obligado a cancelar más de 12.000 vuelos,
un 20% del tráfico aéreo nacional en EEUU, informó el sitio web FlightAware.com. Tras
paralizar Chicago, continúa este miércoles su recorrido hacia el nordeste del país, donde se
esperan más nevadas y numerosas capas de hielo, según fuentes oficiales.
Más de 100 millones de estadounidenses se han visto afectados por la tormenta, "una de las
peores" de la temporada invernal, según los meteorólogos que prevén que se prolongue hasta
finales de semana. Más de 250.000 personas han sufrido en sus hogares cortes de electricidad
en los estados de Illinois y Ohio, informó la Agencia Federal de Gestión de Emergencias
(FEMA).
Ascienden a 12.000 los vuelos suspendidos y son varios los aeropuertos cerrados por la fuerte
tormenta, informa FlightAware, un sitio web especializado en tráfico aéreo. Alrededor de
6.500 vuelos fueron cancelados el martes, lo que supone el 20% del tráfico aéreo de EEUU, y
las compañías aéreas desprogramaron otros 3.600.
121
Cambio climático y turismo
Mapa interactivo de los daños causados por el tsunami en los países afectados, asi como los
esfuerzos que se hacen para a reconstrucción.
A las 0059 GMT del 26 de diciembre del 2004, un terremoto de magnitud 9.3 agrietó el suelo
del fondo del mar de la costa del noroeste de Sumatra, Indonesia.
Más de 100 años de estrés acumulado fue liberado de repente provocando el segundo mayor
terremoto que se ha registrado en la historia.
Esto provocó un tsunami que viajó miles de kilómetros a través del Océano Índico, cobrándose
la vida de más de 200.000 personas de países como Indonesia, las Maldivas, Sri Lanka y
Somalia. Miles más permanecen desaparecidas. Probablemente, el número exacto de víctimas
nunca se sabrá.
122
Cambio climático y turismo
Las consecuencias ambientales de los recientes episodios sucedidos en Japón son diversas y
necesitan ser catalogadas atendiendo a cada uno de los sucesos que han tenido lugar en el
país. A través de este artículo haremos una primera aproximación del potencial impacto
ambiental del terremoto ocurrido el pasado 11 de marzo en Japón, así como del posterior
tsunami y accidente nuclear en la central de Fukushima.
Cabe decir que existe una leyenda urbana que vincula los terremotos con el cambio climático.
Es falsa. Nada tiene que ver un movimiento sísmico con el fenómeno atmosférico del cambio
climático. Básicamente porque un terremoto es consecuencia del movimiento tectónico de
placas de la corteza terrestre –resultado de episodios vinculados a la estructura interna de la
Tierra-, mientras que el cambio climático afecta a la parte atmosférica de la Tierra, en su
exterior. Por tanto un suceso tiene que ver con la parte interna y el otro con la parte externa
de nuestro planeta.
Efectos del terremoto. Si nos centramos en el terremoto podemos observar, por un lado,
consecuencias inmediatas durante el episodio mismo del seísmo. Accidentes causados por
desprendimientos, material deslizado procedente de laderas de montañas que erosione el
terreno o afectaciones, en mayor o menor grado a los cursos fluviales, y que a su vez haya
repercutido a los individuos de ciertas especies. Evidentemente las especies que se desplazan
por el suelo son las potencialmente más perjudicadas. Por otro lado existen impactos
derivados de la situación post terremoto, como la alteración del paisaje, la fragmentación de
vías de desplazamiento o del propio hábitat de las especies, así como de sus guaridas, nidos,
etc. En último lugar cabe destacar la afectación al medio urbano que puede tener
implicaciones ambientales locales. Liberación de sustancias tóxicas, gases contaminantes u
otros componentes que, tras el seísmo, hayan sido volcados al medio natural afectando a éste,
sobretodo materiales y sustancias procedentes de zonas industriales donde las sustancias
pueden ser tóxicas. Todo ello podría contaminar las aguas freáticas y la propia atmósfera
provocando que la afectación no sea sólo local.
123
Cambio climático y turismo
El clima en Europa está experimentando los mayores cambios que ha sufrido en los últimos
5.000 años, según el informe anual de la Agencia Europea de Medio Ambiente, publicado el
martes.
El documento analiza la situación ambiental en una treintena de países, que incluyen los de la
Unión Europea, los candidatos y los asociados y evalúa la eficacia de las políticas que han
aplicado en ese ámbito en los últimos cinco años.
Como principal conclusión destaca que "el cambio climático ya está en marcha", como
demuestra la cada vez mayor presencia de fenómenos meteorológicos extremos, la escasez
de agua en algunas regiones y el retroceso del hielo en los polos.
Según la responsable de esa Agencia, hace falta una mayor reducción de las emisiones de
gases de efecto invernadero, dado que aunque la UE lograra limitar la subida de las
temperaturas a un máximo de dos grados "viviremos en unas condiciones atmosféricas jamás
experimentadas por seres humanos".
Aunque el cambio climático es el reto más inmediato, existen otras prioridades ambientales,
como la lucha contra la contaminación atmosférica, la regulación de los productos químicos
para reducir sus efectos sobre la salud o la conservación del suelo como recurso productivo y
reserva de la biodiversidad.
124
Cambio climático y turismo
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