DERMA
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Proceso de infestación
El ácaro que produce la sarna no puede ser visto a simple vista: es una pequeña criatura de ocho patas y
cuerpo redondo, que penetra en la piel (véase la ilustración de apertura de este artículo). Atraída por el
calor y el olor, el ácaro hembra hace un túnel en la capa de la piel, deposita sus huevos y deposiciones y
segrega sustancias que causan reacciones alérgicas. Este proceso puede durar unas semanas y como
consecuencia el paciente desarrolla una reacción alérgica que provoca un prurito intenso de predominio
nocturno que puede mantenerle despierto toda la noche.
Las larvas, o ácaros recién nacidos, salen de los huevos al cabo de unos 20 días y excavan túneles en las
capas externas de la piel, donde se van convirtiendo en ácaros adultos. Si el ácaro es expulsado de la piel
al rascarse, puede vivir en el exterior aproximadamente unas 24 horas.
Puede pasar hasta un mes antes de que el paciente empiece a notar prurito, especialmente si mantiene
una buena higiene y se baña con frecuencia.
Manifestaciones
Entre 2 y 8 semanas después de la exposición al ácaro de la sarna, empiezan a manifestarse los surcos y
aparece un picor intenso, especialmente cuando la persona entra en calor en la cama o después de
hacer ejercicio o darse una ducha o baño caliente. Los síntomas aparecen más rápido (a menudo horas
después de la exposición) en las personas que han tenido sarna anteriormente. Como consecuencia del
rascado, los surcos pueden sobreinfectarse. Puede aparecer un sarpullido eccematoso o lesiones
papulares en la piel que hay entre los dedos, en el lado interno de las muñecas, en el interior de los
codos, en los pliegues que hay debajo de las nalgas y del abdomen, y alrededor de los órganos genitales.
Las pápulas pueden inflamarse, endurecerse o desarrollar costras, y en las lesiones más inflamatorias
puede observarse un infiltrado inflamatorio mixto con abundantes eosinófilos y, ocasionalmente, una
vasculitis leucocitoclástica al examen histopatológico.
Transmisión
La sarna se transmite por contacto directo estrecho con individuos infectados (contacto sexual) y,
menos frecuentemente, por compartir ropa, sábanas o toallas. A veces se infectan familias enteras. Por
estos motivos, se contagia fácilmente en guarderías y hogares de cuidado diario, colegios, cuarteles, etc.
Por este mecanismo de transmisión, la sarna es más frecuente en personas que tienen contacto físico
directo regular con otras personas, sobre todo niños, madres con hijos pequeños, adultos sexualmente
activos y personas de edad avanzada que viven en hogares para ancianos.
Síntomas
Los síntomas principales de la sarna son el prurito, especialmente nocturno; las líneas descamativas
finas en forma de lápiz sobre la piel y las excoriaciones y/o lesiones de rascado.
El síntoma inicial y más frecuente de la sarna es el prurito, que suele ser nocturno. La erupción se
manifiesta en forma de ronchas, pápulas, vesículas, nódulos pardos y túneles o surcos finos ligeramente
descamativos diseminados. En casos más avanzados, se pueden observar excoriaciones y costras por el
rascado. Estas lesiones cutáneas no desaparecen hasta que el paciente sea tratado correctamente.
Los ácaros también tienden a refugiarse dentro de los brazaletes, los relojes de pulsera y en la piel que
se encuentra debajo de los anillos.
La sarna no causa fiebre, a menos que exista una infección bacteriana sobreañadida. En los niños, la
infestación puede afectar a todo el cuerpo entero, incluso las palmas de las manos, el cuero cabelludo y
las plantas de los pies, donde adquiere frecuentemente un aspecto vesiculoso. El niño puede sentirse
cansado y estar irritable a causa de la falta de sueño provocada por el prurito y el rascado nocturno
continuo.
El rascado puede producir una infección bacteriana cutánea. Por esta razón es frecuente encontrar
niños que están recibiendo tratamiento para curar lesiones cutáneas infectadas en lugar de para la
sarna, que pasa inadvertida. A pesar de que el tratamiento de las infecciones bacterianas puede
producir alivio sintomático del prurito, la recidiva es casi segura si no se trata específicamente la
infección provocada por la sarna
Sarna costrosa
La sarna costrosa es una forma de la enfermedad que presenta unos síntomas mucho más graves. Las
lesiones cutáneas son más de tipo psoriasiforme. Suelen estar afectadas grandes áreas del cuerpo, como
las extremidades y el tronco, y se producen costras de gran tamaño. Estas costras ocultan miles de
ácaros vivos y sus huevos, lo que dificulta el tratamiento porque los medicamentos no pueden penetrar
en esta piel engrosada. Este tipo de sarna suele manifestarse en las personas ancianas, en los pacientes
con sida y en aquellas personas cuyos sistemas inmunológicos se encuentran disminuidos, estando por
tanto más expuestas a las infecciones.
El tratamiento de la sarna noruega es difícil y se suelen producir recaídas que requieren de aplicaciones
repetitivas de medicamentos escabicidas.
Sarna incógnita
Variante de sarna en que el tratamiento empírico con cremas de esteroides modifica las lesiones y han
producido que gran parte de la inflamación haya desaparecido pero sin lograr la curación.
Diagnóstico
Se debe examinar toda la superficie cutánea de pies a cabeza, usando una buena iluminación y
prestando especial atención a las grietas de la piel. De esta forma puede ser diagnosticada la mayoría de
los casos de sarna sin tener que utilizar pruebas especiales.
Si existe alguna duda, se puede realizar una prueba indolora que implica aplicar una gota de aceite sobre
la lesión sospechosa. Posteriormente se raspa la lesión con un bisturí y se transfiere la muestra de la piel
a un portaobjetos de vidrio para observarla al microscopio. Esta prueba es el denominado test de Muller
y si se encuentran ácaros de sarna o sus huevos, entonces el diagnóstico es definitivo.
Tratamiento
La sarna es una enfermedad que se puede tratar de forma rápida y fácil con fármacos tópicos,
obteniendo curación en la gran mayoría de los casos. El objetivo del tratamiento es eliminar la infección
y se basa en la aplicación de cremas y lociones por toda la superficie cutánea.
Permetrina
Lindano
Otro tratamiento efectivo es el lindano al 1%. Es un fármaco parasiticida, cuyo nombre genérico es
hexacloruro de gammabenceno, que elimina el ácaro y también sus huevos. Se aplica por la noche
durante 8 a 12 horas y se lava por la mañana, repitiéndose el proceso a la semana. El lindano no debe
usarse en los bebés, los niños pequeños, las mujeres embarazadas o en período de lactancia, y en
personas con epilepsia u otras enfermedades neurológicas. En los niños muy pequeños puede usarse un
ungüento de azufre al 10% y crema de crotamitón. La ivermectina es un medicamento vía oral que
puede prescribirse para ciertos casos de sarna con difícil tratamiento, como los de la variante costrosa.
No debe usarse en los niños pequeños ni en las mujeres embarazadas.
Antihistamínico
Por otro lado, como tratamiento coadyuvante podrán prescribirse antihistamínicos para aliviar el
prurito, que puede durar semanas, aún después de que la sarna haya desaparecido. El prurito puede
persistir después de la finalización del tratamiento tópico. Esto es debido a que la reacción alérgica tarda
en mejorar pese a que los insectos están ya muertos. El prurito también se puede aliviar con paños
frescos y lociones de calamina o similares.
Bibliografía
Dalmau Arias, J., Vila, A. T., Peramiquel, L., & Puig Sanz, L. (2004). Escabiosis. Farmacia profesional
(Internet), 18(11), 48–51. Recuperado de https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-
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