Republica de Los Señores Notables
Republica de Los Señores Notables
Republica de Los Señores Notables
Universitarios:
Sigla: CJS-101
Paralelo: 1- V1
Oruro – Bolivia
Contenido
1. INTRODUCCIÓN..........................................................................................................................3
2. RETORNO A LA TIERRA...............................................................................................................4
3. PRIMEROS GOBIERNOS..............................................................................................................5
3.1. HISTORIA DEL GOBIERNO DE BOLIVIA................................................................................7
4. EL PROTECCIONISMO: SANTA CRUZ.........................................................................................17
5. LA REACCION VICTORIOSA.......................................................................................................30
6. EL GOBIERNO POPULAR DE BELZU...........................................................................................33
6.1. LAS MASAS SE INCORPORAN A LA POLÍTICA:...................................................................34
6.2. LO QUE ERA EL BELCISMO................................................................................................35
Conclusiones....................................................................................................................................45
Bibliografía.......................................................................................................................................46
LA REPUBLICA DE LOS SEÑORES NOTABLES
1. INTRODUCCIÓN
Artículo 6: “para ser diputado se necesita ser notable mayor a 25 años y poseer
una renta de 800 pesos anuales, o tener empleo, o ser profesor de alguna ciencia
que se los produzca, y ser avecindado en la provincia que va a representar por
cuatro años de residencia. Cualquier dificultad sobre estas cualidades será
resuelta por la misma asamblea del partido”
Estos artículos nos muestran con meridiana claridad que la nueva república era de
los “señores notables”, el poder política paso a manos de la rica oligarquía, que no
hizo nada por la independencia. La vida colonial no fue sustituida, al frustrarse la
independencia como revolución social, la republica se acento sobre las mismas
estructuras, jerarquías y valores de la sociedad tradicional.
Una junta de 10 notables, en cada una de las capitales elaboro una lista de los
individuos que debían desempeñar los cargos públicos y por cumplir la fórmula.
Los terratenientes por orden del 6 de diciembre de 1825, que dispuso se observen
los decretos expedidos en el Bajo Perú, el 31 de mayo de 1823 y el 22 de abril de
1825, los cuales reducían los créditos de los censos impuestos a los predios
rústicos y urbanos.
2. RETORNO A LA TIERRA
La propiedad de los asentados se forjo bajo el despojo de las tierras de los ayllus y
comunidades originarias y se instituyo la servidumbre personal al modo feudal.
Otra forma del ensanchamiento y proliferación de la hacienda era la compra de
tierras baldías mediante los vales de crédito público y los billetes fiscales, emitidos
desde la administración de sucre y que fueron lanzados al mercado interno para
cubrir las deudas de la guerra de la independencia y las indemnizaciones de la
misma. Permitiendo su adquisición por un conjunto constituyen una pequeña
minoría pudiente, por cuanto el grueso de las riquezas acumuladas durante la
explotación de la plata.
La clase dominante además del despojo de la tierra y del uso de la fuerza del
trabajo del siervo en beneficio particular, obligaba a las comunidades originarias
mediante su “contribución” nutrir las rentas fiscales, para mantener la organización
estatal y así perpetuar su explotación. La tierra simplemente es un complemento
de esta política de rapiña y muestra la forma como debería perpetuar en el
desgraciado indígena, mitad hombre, mitad bestia, la explotación secular iniciada
por los conquistadores del imperio incaico.
3. PRIMEROS GOBIERNOS
1982-2005
El Congreso finalmente eligió a un líder civil en 1982, Hernán Siles Zuazo (del
partido izquierdista MIR), cuya presidencia se vio ensombrecida por las disputas
con respecto al trabajo, el gasto público y una inflación cada vez más
incontrolable. Estos problemas hicieron que fuera imposible para Siles gobernar
con eficacia, por lo que renunció en 1985. Víctor Paz Estenssoro, del MNR, fue
devuelto al poder (después de haber sido presidente antes de 1951), y estableció
un amplio programa de reformas diseñadas para relanzar la economía.
Entre 1989 y 2005 la presidencia cambió de manos siete veces. Las elecciones de
1989 fueron las primeras que estuvieron completamente libres de intervención
militar. Ningún candidato presidencial obtuvo la mayoría, dejando al Congreso la
elección del izquierdista Jaime Paz Zamora, dirigente del MIR. La elección de
1993 fue para Sánchez de Lozada, del MNR, alineado al centro, después le
sucedieron Banzer Suarez, del ADN de centro-derecha, en 1997, y Jorge Quiroga
Ramírez, también del ADN, en 2001. Todos estos presidentes tuvieron que
depender de la ayuda del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.
Sánchez de Lozada ganó la presidencia por segunda vez en 2002, superando a su
rival, Evo Morales. Lozada se vio obligado a dimitir en 2003 después de
controvertidas propuestas para exportar gas natural a través de Chile. Le sucedió
Carlos Mesa, cuyo mandato fue igualmente controvertido, por lo que renunció en
2005. Evo Morales se convirtió en el primer presidente indígena de Bolivia en el
mismo año, poniendo inmediatamente toda la energía del país bajo el control
estatal. Morales también se convirtió en el primer líder izquierdista de Bolivia
desde el fin de la presidencia de Jaime Paz Zamora en 1993.
2005-presente
La bandera nacional de Bolivia, que entró en vigor en 1951, está formada por
tres franjas horizontales. De arriba a abajo son: rojo - que destaca por su valentía
y la sangre de los héroes nacionales, amarillo - que representa los recursos
minerales de Bolivia, y verde - es decir, la fertilidad de la tierra. Hay un escudo de
armas en el centro de la bandera.
2do.3 años
III.Hilarion Daza
15 de agosto de 1917.
LA POST GUERRA
Origen de su investidura :
Origen de su investidura :
Termino de Mandato :
Sin lugar a dudas el más importante de estos jefes primitivos fue Andrés de Santa
Cruz: originario de La Paz, de padre español y madre aymara, Santa Cruz había
ingresado al servicio militar al comienzo de las guerras de independencia y
después de una prolongada y distinta carrera, acabó pasándose al bando
republicano en 1821, convirtiéndose en un oficial destacado en las filas del ejercito
expedicionario chileno de San Martin. En 1822 San Martin lo envió a prestar ayuda
a Sucre en las campañas Quito desde entonces fundó su causa con la Bolívar,
Sucre y las tropas colombianas. En 1822 fue elevado al grado de general por
Bolívar y a mediados de 1823 obtuvo una importante victoria en la batalla de
Zepita, el más famoso de sus muchos combates.
También decidió que trataría de canalizar todas las importaciones por el puerto de
Cobija, el único puerto que le quedaba a Bolivia después de los diferentes tratados
de reorganización territorial con Chile. Las importaciones procedentes de los
puertos mas cómodos de Arica y Tacna, que ahora se encontraban sólidamente
en manos peruanas, sufrieron grades impuestos mientras que se ofrecían
incentivos de menores impuestos, puerto libre y subvenciones al comercio dirigido
a Cobija. Se ha calculado que en su periodo de mayor actividad alrededor de un
tercio de comercio internacional de Bolivia pasaba por aquella ciudad; Cobija se
El estancamiento a largo plazo del sector minero resultaría ser fatal para el
crecimiento sostenido de la economía nacional, para la disponibilidad de cualquier
financiamiento solvente gubernamental para su inversión en la infraestructura
básica. No obstante sus mejores esfuerzos, santa Cruz como todos los
presidentes republicano que le habían precedido, se encontró que los gastos
superaban permanentemente a los ingresos. Si bien en sus primeros años redujo
algo el gasto militar, el ejército seguía siendo el monstruo que consumía la mayor
cuota de la renta pública. En un año normal los costos militares representaban
entre el 40 y 50% del gasto total, siguiéndole en el presupuesto el mantenimiento
del Cleto. Si añadimos el costo de la burocracia veremos que apenas quedaba
nada para la inversión.
Supuesto el hecho de que el régimen trato de recoger los antiguos pesos y pagar
con los nuevos, se produjo una incertidumbre general dentro de la economía
nacional que solo había de aumentar con los años. Asi, el estancamiento a largo
plazo de la economía condijo a una crisis a largo plazo de la economía condujo a
una crisis a largo plazo en el financiamiento gubernamental, que a su vez condujo
a la manipulación monetaria, contribuyó a acentuar todavía mas la incertidumbre
económica. Incluso el crecimiento tan impresionante de Cobija y de su comercio
bajo. Santa Cruz disminuyó rápidamente después de 1836, cuando la creación de
la Confederación Peruano-Bolivia volvió a convertir el puerto de Arica en el puerto
legitimo de Bolivia. La reducción de los impuestos discriminatorios contra Arica le
permitió alcanzar su dominio natural, liquidando prácticamente a Cobija como
alternativa viable.
Después de unos dos años gobernando, una revuelta crucista derroco a Velasco
en junio de 1841.
Con todo, la era de Ballivian desde 1840 hasta fines de 1847 fue un periodo
tranquilo de gobierno en Bolivia, pasando por último régimen estable del primer
periodo de caudillos. Bajo Ballivian el Congresos se dedicó a organizar la sociedad
y muchos civiles capaces formaron parte del gobierno central. Lenta pero
incesantemente, comenzaron a aumentar la población y las rentas públicas; el
país trato de reorganizar su espacio interior de acuerdo con las nuevas
circunstancias internacionales.
Por fin en 1846 se llevó a cabo el primer censo nacional de Bolivia, a cargo del
estadista Jose Maria Dalence. Así se descubrió que la población había
aumentado constantemente hasta unos 1.4 millones de personas, fuera de unos
700.000 indios dispersos independientes de los llanos de Oriente. Pero a pesar del
crecimiento de la población a lo largo del casi cuarto de siglo de vida republicana,
había habido poco transformación en la organización social y económica del pais.
La Paz seguía siendo la ciudad mayor (ahora contaba con 43.000 habitantes),
mientras que Cochabamba, la segunda, solo tenía 30000. Sumando la población
de las 11 ciudades y 35 villas de la republica (es decir, la población concentrada
en poblaciones de aproximadamente 500 o más habitantes), daba un total que no
pasaba del 11% de la población nacional, cifra que no se apartaba demasiado de
los cálculos de Pentland inmediatamente después de la independencia.
Así pues, Bolivia seguía siendo una sociedad predominantemente rural. El 89%de
la población vivía fuera de las ciudades y aldeas, produciendo más de los dos
tercios del producto nacional (calculado en mercancías por valor de 13.5 millones
de pesos, frente a los 2.3 millones de la minería y los 3.9 millones de pesos, frente
a os 2.3 millones de la minería y los 3.9 millones de la manifactura, en 1846),
permaneciendo no solo totalmente analfabeta sino incluso mayoritariamente ajena
a la lengua nacional. Aunque no contamos con estadísticas sobre la situación
sociolingüística, no puede considerarse una exageración calcular que no llegaba al
20% la parte dela población que era monolingüe o bilingüe castellana. El quechua
seguía siendo la lengua dominante de la república, siguiéndole a poca distancia el
aymara. El castellano era, pues, una lengua minoritaria en la república, aunque la
única en la vida política y económica nacional.
Con el lento desarrollo minero en el altiplano las décadas de los años sesenta y
setenta presenciaría el tan rápido crecimiento de las modernas compañías
mineras. A su vez, el crecimiento de las modernas compañías mineras atrajo
capital internacional, el que por su parte proporción los recursos para ampliar
todavía más nuevas operaciones mineras.
Por fin, la baja de los precios internacionales del mercurio redujo un costo
tradicional importante de la extracción de la plata.
Por fin, en 1855 el comerciante Gregio Pachaco incauto a uno de sus deudores
las minas de Guadalupe, en la provincia de Chichas (Potosi). Vemos pues, que en
unos pocos años aparecieron las tres principales dinastías mineral de la región
potosina. Con las nuevas aportaciones de capital y de dirección las compañías,
reorganizadas, comenzaron a prosperar. En los años sesenta los tres empresarios
se dedicaron a racionalizar sus operaciones y a introducir cambios estructurales a
largo plazo en la industria con la maquias moderna, instalaciones de bombeo
empezó a hacerse presente el capital extranjero en cantidades cada vez mas
importantes y en la segunda mitad de aquella década la industria minera de la
plata de Bolivia se podía decir que había alcanzado unos niveles internacionales
de capitalización, de desarrollo tecnológico y de eficiencia. A fines de los años
setenta Bolivia volvía a ser uno de los principales productores del mundo de plata
refinada; una industria exportadora pujante y vital había dado nueva vida tanto a la
economía como al comercia internacional de Bolivia
Este ritmo económico creciente delos años cincuenta explica de muchas formas a
configuraciones más bien raras de los gobiernos que aparecen en el escenario
político. Con la caída de Ballivian surgió otro pase de generación (nacido en La
Paz 1811); el general Manuel Isidoro Belzu, como e nuevo activista político. De
orígenes humildes, aunque aparentemente de extracción española y como
Ballivian, militar por encima de todo desde su adolescencia, Belzu había figurado
como oficial de distinción en los ejércitos crucitas y después de que Ballivian
hubiera subido al poder, jugo un papel militar decisivo en el nuevo régimen.
Renovándose sin cesar las alianzas, surgió – como lo había hecho Ballivian antes
que el – como el más poderoso general de la oposición, exigiendo un lugar en el
gobierno. .
5. LA REACCION VICTORIOSA
Luego lanzo dos proclamas inflamadas de odio y pasión una para el país y otra el
ejercito en las que se abominaba el traidor “y del insolente soldado” cuya espada
humeaba aun la sangre con que salpico la primera silla de la república.
Esta asamblea partiendo del principio como entonces en todos los estados de
América de que las reformas fundamentales han de realizarse en un país por
medio de leyes dictadas al calor del discurso de menos persuasivos y
parlamentarios y que los pueblos no han de practicar porque su analfabetismo
impedirá conocerlas o porque no estarán todavía educados, se dio a la tarea de
reformar la constitución por 4ta. vez en 14 años dictando otra opuesta en sus
principales disposiciones a la de Santa Cruz pues restringió consideradamente las
facultades del ejecutivo, yo por abolido la pena de muerte reconoció el derecho de
petición, creo las municipalidades, etc. Y todo en medio de dilatados y candentes
debates al mismo tiempo y siempre obedeciendo a la sorda voz de sus oídos
levanto juicio publico contra el Mariscal Santa Cruz al que por ley el 2 de
noviembre se le declaro traidor de la patria indigno del nombre boliviano. Y
naturalmente se le puso fuera de la ley
En el curso de este lamentable procesos pudo verse el odio plebeyo con que obrar
los congresales porque entre todos los oradores que se dieron a la tarea de
anatematizar la administración del protector, no hubo uno solo de elevándose a
contemplar los proyectos del gran caudillo supiese examinar ni siquiera para dar
apariencias de justificación a su actitud con análisis de severa critica, los alcances
del plan crucista y los errores que lo hubieran hecho fracasar sus mismos amigos
y confidentes pertenecieron muchos en este punto y su silencio delataba, o bien
su miopía para comprender sus alcance perseguidos por el estadista, o el
intereses puramente circunstancial con que le habían secundado en su acción de
participar de su entusiasmo ni sentir la fe su misma de los convencidos.
Asi las cosas, no del todo seguras, el gobierno resolvió hacer un viaje por el
interior de la república para amparar la propaganda crucita y devalar cualesquiera
conatos de rebelión, pero en Cochabamba fue preso el presidente por los
partidarios de Santa Cruz y se consumo el 10 de junio de 1841 la revolución
llamada de la regeneración, siendo proclamado presidente provisional el general
Sebastián Agreda mientras regresase a Bolivia el prescrito de Guayaquil. Velasco
fue desterrado a la Argentina, pero su caída no favoreció en nada al régimen
anterior, porque Gamarra, al tener conocimiento de estos hechos y pretextando
entrañar un peligro para su país la vuelta a Santa Cruz al poder se puso al frente
de su ejercito e invadió la frontera boliviana no obstante de que Calvo, en su
calidad de encargado del poder ejecutivo en reemplazo de Agreda que se
ocupaba de proseguir la campaña contra los partidarios de Velasco, le asegurara
formalmente, que ya no se trataría de restablecer la confederación porque el
ambiente no era favorable en Bolivia.
Gamarra sin tomar en cuenta la seriedad de las promesas de Calvo y decidió esta
vez a dar feliz remate a su obsesión de destruir la nacionalidad en provecho de su
patria, ocupo el departamento de La Paz al frente de su ejercito de 6000 hombres
perfectamente bien disciplinado, con equipo suficiente y animado del mismo
espíritu de su jefe.
La aventura del general peruano no estaba guidad únicamente por esta ambición
objetante de su vida pública, son que con tabla con el apoyo interesado del joven
caudillo Ballivian, quien, al saber el estallido de la revolución regeneradora que
nenia sin duda a destruir sus planes secretos, se dirigió a las fronteras de patria
decidido a realizar lo que no había podido conseguir en su anterior empresa, y
desde donde se puso en relación con si parciales y especialmente con los
militares que guarnecían la frontera y entre los que era grande ascendiente.
Ballivian se interno a Bolivia, pero fue derrotado por Belzu. Y como hallase
suficiente el apoyo de una parte de la opinión y el ejercito, no tuvo reparos en
entrar de acuerdo con Gamarra para conseguir que este invadiera el territorio de
su país acaso sin sospechar de pronto que la intención de Gamarra no se limitaba
solamente a la fácil empresa de hacer fracasar los planes de un grupo político,
como de ve siempre sometido el país a la perpetua dominación del suyo y menos
desaber que le general peruano no tomaba absolutamente en serio la joven
caudillo con cabeza de chorlito, según su propia opinión
Manuel Isidoro Belzu al poder importó nada menos que la iniciación de una nueva
era en la vida nacional. “Sin embargo dice, este acto de guerra (la batalla de
Yamparaez, el 6 de diciembre de 1848) puso término a una era histórica para abrir
otra nueva en la existencia nacional”. Esa actitud constituye una verdadera
contribución al conocimiento de las luchas sociales en Bolivia, porque para
muchos ciegos, se trataba de un otro cuartelazo más: “siendo así y como hemos
visto que no es más que una repetición de otros actos semejantes”, cuyo resultado
fue quitar a un presidente para poner a otro en su lugar, utilizando como método
las defecciones militares, los tumultos de pueblos. Esta nueva era de la política
boliviana está marcada por la autoritaria y violenta irrupción de las masas
(formadas por artesanos y campesinos) en el escenario político, de manera que
imprime algunas de sus características al gobierno popular. La actitud plebeya
tuvo, como consecuencia inmediata, la virtud de concentrar en un solo polo a los
elementos aristocratizantés. Con la llegada de Belzu a la Presidencia, y con el
concurso que éste solicitó a las masas populares para convertirlas en factor
político, que consolidara los elementos militares que tenía a su servicio, hubo de
producirse la reorganización de un partido opuesto. “formado con los elementos
más educados y conscientes de la sociedad que sostuviera con la propaganda y
con la fuerza la causa del legalismo constitucional”. Como sus antecesores en la
Presidencia, Belzu se vio obligado a combatir a sus enemigos que diariamente se
alzaban en armas y a recurrir a métodos dictatoriales de Gobierno. Sin embargo,
es diferente a los regímenes anteriores porque ejerce el poder directamente
apoyado por las masas y porque las medidas encaminadas a la cancelación de las
garantías democráticas (constitucionales) perjudican exclusivamente a los
sectores aristocratizantes y a los dueños de latifundios. Los artesanos y
campesinos conocen, por primera vez, los beneficios de la democracia, son
halagados y se sienten capaces de definir el curso de los acontecimientos. Se
trata de una verdadera insurgencia plebeya. En esto radica la novedad y la
importancia del belcismo como fenómeno político. Belzu, al finalizar su mandato,
tiene plena conciencia de lo que ha ocurrido en el país. Su mensaje leído ante el
Congreso de 1855 tiene alrededor de cinco mil palabras y más de seiscientas
están dedicadas a señalar la nueva fuerza social a la que él ha ayudado a ponerse
en pie. Consciente de la importancia histórica de su conducta, se abandona al
juicio de la posteridad y confía que, siendo más justa que sus adversarios, sabrá
apreciar en la Historia del Movimiento Obrero Boliviano y combatido por el
Gobierno constitucional”. Propios y extraños estaban seguros de la aparición de
un poder político formidable y cuya trascendencia social no podía ponerse en
duda. El gobernante estaba convencido de haber contribuido decisivamente al
desencadenamiento de una revolución profunda, que “se ha consumado entre
nosotros bajo la influencia de la civilización”. La profunda movilización política de
las masas despertó como acertadamente apunta Belzu “el terror y prevención de
ciertas clases, que todavía pretenden arrogarse el título de privilegiadas”. Añade
que los humildes se sentían profundamente satisfechos. El oficialismo reconocía
que la aparición de esa nueva potencia fue señalada por algunas catástrofes;
hecho natural si se tiene en cuenta que ninguna revolución se completa sin ellas.
Se sentó que la sabiduría de los gobiernos podría evitarlas, si ellos mismos
lograban ponerse a la cabeza de dichos movimientos; en caso contrario, el
torrente rompe diques, se abre paso e inunda sin remedio la sociedad. “Hacen los
señores, las reformas necesarias por vosotros mismos, si no quiere que el pueblo
haga las revoluciones a su modo”. Según Belzu, los gobiernos debían actuar como
freno de las masas que amenazan desbocarse; no era su misión actuar como
instrumento de la plebe, sino como su guía, como el puño fuerte que encauza el
imponente torrente. El caudillo se levanta airado ante la idea “anti-social” de que el
bajo pueblo (llama así a las masas artesanas y campesinas) no es susceptible de
educarse, de civilizarse y de tomar parte activa en los negocios públicos e
instruirlo; mejoran su condición; dale lugar en la participación de nuestros
derechos. Acaso sin darse cuenta, Belzu pone de relieve que la clase dominante
fue incapaz de cumplir con la ideología de la Independencia, es decir, con la
ideología burguesa. Dirigiéndose a sus enemigos y a sus partidarios dice que no
será con la violencia “ni con un cetro de hierro que se llegará a contener a las
masas, sino ganándolas políticamente, haciéndolas participan en el gobierno.
“Protegerlas para que nos respeten”. Aconseja que debe procurarse que la justicia
alcance a todos, a lo que llama “establecer el comunismo de la justicia”, todo con
la finalidad de “prevenir el comunismo político”, vale decir, la revolución hecha por
las masas con sus propios métodos. Es fácil comprender que constituye un
despropósito llamar a Belzu comunista o marxista. Luego vienen los argumentos
destinados a justificarla política popular del Gobierno nacido en la victoria de
Yamparaez: los artesanos e indígenas son aptos, “dóciles, sumisos y laboriosos”;
no hay razón para que no recorran los diversos grados de la escala social (a esto
llamaba civilizar); la riqueza del país promete un porvenir dichoso a las masas, y
“sin duda dentro de poco tiempo vendrán a ser propietarios y ciudadanos muy
útiles en las masas de nuestra población”. Los aspectos más ambiciosos del
programa del belcismo no iban más allá de las aspiraciones de la democracia
burguesa, que ha principiado a ser égida de nuestras instituciones republicanas,
levantando del abatimiento estas razas limpíamente degradadas; creo, señores,
haber obedecido no sólo a una exigencia social, sino también a un precepto
sublime del evangelio”.
Lo anterior resume todo un programa y nos permite tener una idea exacta de lo
que era el Gobierno Belzu. Nuestro héroe se inclinó hacia las masas por
necesidad; las políticas le obligaron a abrazar “el partido democrático”, como
gustan decir nuestros historiadores. No va deliberadamente al lado de los
artesanos y de los campesinos, como consecuencia de una lenta y orgánica
evolución ideológica; son aquellos los que le salen al paso, como la única
posibilidad de estabilización de su gobierno,
Santa Cruz creía que solo la unidad Peru-Bolivia salvaría a las naciones de todos
los peligros. Por eso cooperado por logias secretas y apoyados por una
expedición armadas consigue unir a Bolivia y Peru
El capitalismo ingles que había unido sus interés al de los terratenientes colonistas
de Peru, Argentina y Chile instigaba a mentalidad regionalista, que coloco estos
pueblos en beligerancia contra la obra nacional de Santa Cruz.
Ballivian en gobierno realizo una política de libre cambio contra las clases
populares sin interesarle el destino de los sectores artesanales de la ciudad. La
política gubernamental solo tenia oídos por la necesidades de sus clase
Bibliografía
MESA, J., GISBERT, T., & MESA GISBERT, C. (2008). HISTORIA DE BOLIVIA.
LA PAZ: GISBERT.