Historia de La Ética
Historia de La Ética
Historia de La Ética
La ética, como ciencia o como disciplina filosófica fue iniciada por Sócrates, quien fue
el primero que teorizó sobre los conceptos morales básicos: lo bueno y la virtud,
Sócrates estaba rodeado de los sofistas cuya doctrina tenía como características el
escepticismo, el relativismo y subjetivismo.
La historia de la Ética es tan antigua como la historia del hombre; el más primitivo
de los Homos tenía idea de lo bueno, lo justo, el deber y la virtud, buscando la
manera de determinar y justificar sus acciones.
En el mundo antiguo 4.500 años a.C. los primitivos tenían la preocupación por
determinar lo que está bien o está mal aplicando un conjunto de valores, principios y
normas concretas que en caso de infringirlos suponía un castigo.
La explicación de lo que está bien o mal basadas en las leyes inmutables (que no
puede ser cambiado) de la naturaleza creando normas o códigos morales marcadas
por la tradición.
Desde el antiguo EGIPTO casi cuatro mil años antes de Cristo, la sabiduría de
Amenope (escribano del antiguo Egipto que determina las ofrendas a todos los
dioses) y las normas morales son recogidas en los papiros, como en El Libro de los
Muertos.
Otro grupo liderado por Zenón de Citio (siglo III a.C.) en ATENAS, crea Los Estoicos,
defiende el “Orden Cósmico” organizado por leyes naturales inmutables y un hombre
virtuoso es aquel que respeta las leyes y se muestra imperturbable ante los
acontecimientos.
Los Estoicos (escuela filosófica fundada por Zenón de Citio ATENAS GRECIA)
participan en política pero permanecen indiferentes ante el éxito o el fracaso;
promueven y plantean que el hombre debe esforzarse por ser virtuoso, pues la virtud
es actuar conforme el orden cósmico sin temer la muerte.
SÓCRATES (siglo V a.C.) en sus diálogos “usa la reflexión como una actitud de
búsqueda del verdadero bien, el conocimiento y la sabiduría son imprescindibles
para una conducta y actitudes virtuosas; el autoconocimiento es la base de la moral,
ya que la verdad habita en cada uno, y podemos y debemos imitar y practicar la
lección del Templo de Apolo en Delfos: “CONOCETE A TI MISMO”
ARISTÓTELES (384-322 a.C. médico, biólogo, filosofo), su ética tiene como fin
alcanzar la felicidad buscando la sabiduría y usando la razón ya que en el hombre
encontramos una parte apetitiva (deseos–pasiones) y la parte racional, el hombre
deberá ejercitar las virtudes para dominar la parte apetitiva. Las virtudes se
adquieren mediante el hábito, tanto las intelectuales como las éticas ya que el
hombre es un ser social “animal político” capaz de vivir y organizar una sociedad.
Para Aristóteles el bien último del hombre es la Felicidad, el dinero, la fama, y los
honores, es decir el BIEN PERFECTO, buscando siempre la autosuficiencia, adquirir
virtudes propias, cumplir y desarrollar las funciones propias del ser humano hasta la
excelencia ya que la felicidad es el ejercicio de la inteligencia.
Karl Marx (1818-1883) afirma que la Moral cumple una función social, que tiene un
carácter de clase por lo tanto a cada clase social corresponde una moral peculiar que
es relativa mientras se busca una sociedad justa e igualitaria que surgirá de los
cambios de una nueva moral para transformar las relaciones sociales que mantiene a
la mayoría de los hombres humillados, explorados y abandonados.
Kant critica la razón pura, la razón práctica del juicio. En su Ética formula: lo Formal
que postula el deber para todos los hombres y la Autonomía, el ser humano
autónomo como ser activo, productor y libre en sus actos.