Modulo de Botanica

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BOTÁNICA

1 INTRODUCCIÓN

Botánica, rama de la biología dedicada al estudio de las plantas (reino Plantae) y al de


algunas otras clases de organismos como los hongos (reino Fungi). En la actualidad, las
plantas se definen como organismos pluricelulares capaces de realizar la fotosíntesis. Pero
otros organismos tradicionalmente llamados plantas, como las algas y los hongos, siguen
formando parte de la botánica, por la relación histórica que mantienen con esta disciplina y
por las muchas similitudes que hay entre ellos y las plantas verdaderas.

La botánica estudia todos los aspectos de las plantas, desde las formas más pequeñas y
simples hasta las más grandes y complejas; y desde las características de los individuos
aislados hasta las complejas interacciones de los distintos miembros de una comunidad
botánica con su medio ambiente y con los animales .

2 EVOLUCIÓN HISTÓRICA

Como la civilización se apoya en parte en el conocimiento de las plantas y en su cultivo,


puede decirse que la botánica surgió junto con la agricultura, que empezó a practicarse
hacia los años 9000-7000 a.C. Pero el interés por las plantas propiamente dichas no se
manifestó hasta hace unos 2.300 años. En efecto, la botánica como ciencia pura dio sus
primeros pasos en el siglo IV a.C., de la mano del filósofo griego Teofrasto, cuyos tratados
sobre clasificación, morfología y reproducción de las plantas ejercieron sobre esta
disciplina una influencia considerable hasta el siglo XVII. En realidad, la botánica moderna
no empezó a desarrollarse hasta el siglo XVI, en parte gracias a la invención del
microscopio (1590) y de la imprenta de tipos móviles (1440).

Los griegos creían que las plantas obtenían el alimento exclusivamente del suelo. Hubo que
esperar hasta el siglo XVII para que el científico belga Jan Baptista van Helmont
demostrara que un sauce cultivado en una maceta a la que sólo se añadía agua alcanzaba un
peso de casi 75 kg, mientras que la tierra de la maceta perdía sólo unos 60 g de peso en
cinco años. Esto demostraba que el suelo contribuye muy poco al aumento de peso de las
plantas. En el siglo XVIII, el químico inglés Joseph Priestley demostró que las plantas en
crecimiento 'restauran' el aire privado de oxígeno (por la llama de las velas o la respiración
de los animales); el fisiólogo holandés JanIngenhousz (1730-1799) amplió esta observación
demostrando que hace falta luz para que las plantas restauren el aire. Estos y otros
descubrimientos constituyen la base de la moderna fisiología vegetal, la rama de la botánica
que estudia las funciones básicas de las plantas.

En las plantas, el agua se desplaza hacia arriba y los solutos hacia abajo a lo largo del tallo,
como descubrieron de forma independiente durante el siglo XVII Marcello Malpighi en
Italia y NehemiahGrew en Inglaterra. Aunque estos hechos se conocen desde hace unos 300
años, sólo recientemente, y gracias a refinadas técnicas analíticas, se ha podido elaborar una
teoría aceptable que explique el movimiento de los fluidos en las plantas.

3 ESTUDIOS CLÁSICOS

Hugo Marie de Vries


El botánico holandés De Vries realizó importantes estudios sobre la anatomía y fisiología
de los vegetales, así como de los mecanismos de la herencia.
CORBIS

Pueden hacerse observaciones macroscópicas y experimentos sobre fotosíntesis y


movimiento de agua en las plantas sin conocer su estructura; pero explicar estos fenómenos
exige conocimientos de morfología (estudio e interpretación de la forma, el desarrollo y el
ciclo vital de las plantas) y de anatomía (estudio de los tejidos vegetales, su origen y sus
interrelaciones). El primero en estudiar la naturaleza celular de las plantas fue el científico
inglés Robert Hooke en el siglo XVII, quien observó que la corteza del corcho estaba
formada por células. En 1838, el botánico alemán MatthiasSchleiden descubrió que todos
los tejidos vegetales estaban formados por células. Este descubrimiento puso de manifiesto
que existía cierta similitud entre todos los organismos vivos, y sentó las bases del desarrollo
de la citología, el estudio de la estructura y función de las células, consideradas como
unidades individuales. El patólogo alemán Rudolf Virchow demostró en 1858 que toda
célula procede de otra célula anterior y que, por tanto, el pasado y el presente de los seres
vivos están unidos por una línea continua.

CARL VON LINNEO


Aunque era un médico en ejercicio, Carl von Linneo tenía un profundo interés por la
botánica y desarrolló un sistema para clasificar las plantas en el que utilizaba un método
binomial de nomenclatura científica. Su sistema de clasificación simplificaba mucho la
manera en que se nombraban las plantas y los animales, organizándolos en grupos
significativos basados en sus similitudes físicas.
CulverPictures

Estas observaciones no fueron importantes sólo para el desarrollo de la fisiología y la


anatomía de las plantas, sino también para comprender la genética, o estudio de la herencia,
y la evolución. En el siglo XIX, el botánico austriaco Gregor Mendel descubrió los
fundamentos de la genética observando las variaciones de una serie de características
vegetativas y florales de variedades cultivadas de guisante o chícharo. Sus experimentos de
hibridación exigían conocer la función de las distintas piezas de la flor durante la
reproducción, conocimientos que procedían de los experimentos del botánico holandés
Rudolph Jacob Camerarius, quien demostró la naturaleza de la reproducción sexual de los
vegetales. Los experimentos de Mendel pasaron desapercibidos hasta los primeros años del
siglo XX. Mientras tanto, Charles Darwin había propuesto la teoría de la evolución por
selección natural (que en su formulación moderna se basa en los principios de la genética)
sin conocer el trabajo de Mendel. Darwin observó las variaciones y cambios que
experimentan los organismos a lo largo del tiempo, y Mendel definió las leyes que rigen la
combinación y recombinación de rasgos individuales. Sin embargo, el origen de las
diferencias y los cambios no se conoció hasta que el botánico holandés Hugo de Vries
observó la aparición espontánea de rasgos nuevos en cruces de ejemplares de hierba del
asno de resultados previsibles, y sugirió que eran resultado de cambios o mutaciones de los
genes.

Los conocimientos de anatomía, genética y evolución han contribuido decisivamente a la


clasificación de las plantas y han aportado fundamento racional a esta disciplina. El
naturalista del siglo XVII John Ray clasificó las plantas en formas sin flores y con flores, y
subdividió estas últimas en dicotiledóneas y monocotiledóneas. Pero fue el botánico sueco
del siglo XVII Carl von Linneo quien sentó las bases de la clasificación moderna de las
plantas y quien ideó un sistema de nomenclatura simplificado en virtud del cual cada planta
queda identificada por dos términos en latín, el primero de los cuales corresponde al género
y el segundo a la especie.

4 LA BOTÁNICA EN LA ACTUALIDAD

Helecho fosilizado del carbonífero


La paleobotánica estudia las plantas fósiles. Aunque se han descubierto menos fósiles
vegetales que animales, los que se conocen proporcionan información valiosa sobre la
evolución y las relaciones entre las plantas. Los científicos consideran que el registro fósil
representa el 10% o menos de todas las especies de animales y vegetales que han poblado la
Tierra.

La botánica no recurre al registro fósil en igual medida que la zoología para obtener datos
sobre la evolución, porque el registro vegetal es mucho más incompleto que el animal. No
obstante, la paleobotánica o estudio de las plantas fósiles ha contribuido mucho al
conocimiento general de la evolución de los grandes grupos vegetales, y en especial a la
comprensión de las relaciones existentes entre las clases de plantas con semillas. Pero aún
queda mucho por estudiar antes de poder responder a preguntas tan básicas como el origen
de las plantas con flor.

Los botánicos o especialistas en el estudio de las plantas desempeñan un abanico muy


variado de actividades. Muchos ocupan puestos académicos y realizan labores de enseñanza
e investigación, que comprenden trabajos de laboratorio y de campo. En términos estrictos,
la botánica es una ciencia pura dedicada a estudiar la naturaleza básica de las plantas. Pero
muchos aspectos de la botánica afectan directamente al bienestar y al progreso de la
humanidad, por lo que la botánica aplicada ha cobrado gran importancia. Especialidades
como la silvicultura y la horticultura están estrechamente vinculadas con la botánica básica;
otras, como la farmacología y la agronomía, aunque son más autónomas, dependen también
de los conocimientos botánicos básicos. Además, existen otras especialidades, como la
geobotánica, que estudian la relación de las plantas con el medio físico.

Vegetal o Planta, cualquier miembro del reino Vegetal o reino Plantas (Plantae) formado


por unas 260.000 especies conocidas de musgos, hepáticas, helechos, plantas herbáceas y
leñosas, arbustos, trepadoras, árboles y otras formas de vida que cubren la tierra y viven
también en el agua. Se abarcan todos los biotipos posibles: desde las plantas herbáceas
(terófitos, hemicriptófitos, geófitos) a las leñosas que pueden ser arbustos (caméfitos y
fanerófitos), trepadoras o árboles (fanerófitos). Del mismo modo son capaces de colonizar
los ambientes más extremos, desde las heladas tierras de la Antártida en las que viven
algunos líquenes hasta los desiertos más secos y cálidos en los que sobreviven ciertas
acacias, pasando por toda una gama de sustratos (suelo, rocas, otras plantas, agua). El
tamaño y la complejidad de los vegetales son muy variables; este reino engloba desde
pequeños musgos no vasculares, que necesitan estar en contacto directo con el agua, hasta
gigantescas secuoyas —los mayores organismos vivientes— capaces, con su sistema
radicular, de elevar agua y compuestos minerales hasta más de cien metros de altura.

El ser humano utiliza directamente solo un reducido porcentaje de las especies vegetales


para procurarse alimento, cobijo, fibras y medicinas. A la cabeza de la lista están el arroz, el
trigo, el maíz, las legumbres, el algodón, las coníferas y el tabaco, especies de las que
depende la economía de naciones enteras. Pero aún tienen más importancia para la
humanidad los beneficios indirectos obtenidos de todo el reino Vegetal, que lleva más de
3.000 millones de años realizando la fotosíntesis. Las plantas nos han dejado combustibles
fósiles (como el petróleo) de los que se obtiene energía y, a lo largo de su prolongada
historia, han suministrado oxígeno suficiente a la atmósfera para permitir que los seres
vivos pudieran desarrollarse, desde las primeras formas de vida terrestre a la diversidad
extraordinaria que conocemos en la actualidad. La biomasa mundial está formada en una
proporción abrumadora por plantas, que no solo constituyen la base de todas las cadenas
tróficas, sino que también modifican los climas, y crean y sujetan los suelos, transformando
así en habitables lo que de otro modo serían masas de piedras y arena.

DIFERENCIACIÓN EL VEGETAL DE OTROS REINOS


CLOROPLASTOS
La observación al microscopio de hojas, tallos y otros tejidos vegetales revela la presencia
de diminutas estructuras esféricas llamadas cloroplastos; la figura corresponde a la raíz de
la cebolla. Los cloroplastos son esenciales para la fotosíntesis, una cadena de reacciones
que utiliza la energía de la luz solar para combinar agua y dióxido de carbono en presencia
de clorofila para producir oxígeno y azúcares utilizables por los animales. Sin fotosíntesis,
la atmósfera no tendría oxígeno suficiente para mantener la vida animal.

Los vegetales son organismos verdes pluricelulares; sus células contienen un protoplasma


eucariota (con núcleo) encerrado en el interior de una pared celular más o menos rígida
compuesta en su mayoría por celulosa. La principal característica de los vegetales es su
capacidad fotosintética, que utilizan para elaborar el alimento que necesitan transformando
la energía de la luz en energía química; este proceso tiene lugar en unos plastos (orgánulos
celulares) verdes que contienen clorofila y se llaman cloroplastos. Algunas especies de
plantas han perdido la clorofila y se han transformado en saprofitas o parásitas (como los
jopos, especies del género Orobanche)que absorben los nutrientes que necesitan de materia
orgánica muerta o viva; a pesar de esto, los detalles de su estructura demuestran que se trata
de formas vegetales evolucionadas.

Los hongos, también eucariotas y considerados durante mucho tiempo miembros del reino


Vegetal, se han clasificado ahora en un reino independiente, porque carecen de clorofila y
de plastos, y porque la pared celular, rígida, contiene quitina en lugar de celulosa. Los
hongos no sintetizan el alimento que necesitan, sino que lo absorben de materia orgánica
viva o muerta.
También los diversos grupos de algas se clasificaban antes en el reino Vegetal, porque son
eucariotas y porque casi todas tienen paredes celulares rígidas y realizan la fotosíntesis. No
obstante, debido a la diversidad de tipos de pigmentos, tipos de pared celular y
manifestaciones morfológicas observadas en las algas, ahora se consideran pertenecientes
al reino Protoctistas. Se considera que una de las divisiones o filos de algas —formada por
las llamadas algas verdes— es la predecesora de las plantas verdes terrestres, porque los
tipos de clorofila, las paredes celulares y otros detalles de la estructura celular son similares
a los de las plantas.

También los miembros del reino Animal son pluricelulares y eucariotas, pero se diferencian


de las plantas en que se alimentan de materia orgánica; en que ingieren el alimento, en
lugar de absorberlo, como hacen los hongos; en que carecen de paredes celulares rígidas; y
en que, por lo general, tienen capacidad sensorial y son móviles, al menos en alguna fase de
su vida.

3 DIVISIONES VEGETALES

REINO VEGETAL
Las plantas aportan a la atmósfera el oxígeno necesario para la vida y los seres humanos
extraen de ellas alimentos, medicamentos, fibras y gran número de otros productos
valiosos. El reino Vegetal se divide en 4 grupos o divisiones principales. La división
Bryophyta engloba a hepáticas, musgos y antocerotas. Son plantas generalmente de
pequeño tamaño en las que la generación dominante corresponde al gametofito. La división
Pteridophyta engloba a helechos y grupos afines los cuales presentan, como el resto de
vegetales más evolucionados, un sistema vascular. La división Pinophyta comprende las
gimnospermas cuya característica distintiva es que poseen primordios seminales desnudos,
es decir, las semillas no están encerradas en la madurez en un fruto; incluye, entre otros, los
ginkgos, los pinos, los abetos o los tejos. La división Magnoliophyta engloba a las
angiospermas, las plantas más evolucionadas y las más numerosas. Su principal
característica es que poseen flores.

Las numerosas especies de organismos del reino Vegetal se organizan en varias divisiones


(equivalentes botánicos de los filos). Musgos, hepáticas y antocerotas se incluyen en la
división Bryophyta(briofitos), con más de 23.000 especies conocidas; los helechos y plantas
afines se engloban en la división Pteridophyta, con unas 12.000 especies; y los
espermatofitos o plantas con semillas, con unas 225.000 especies, se agrupan en 2
divisiones: la división Pinophytaque incluye las gimnospermas (plantas con semillas no
encerradas en la madurez en un fruto), con unas 850 especies; y la división
Magnoliophytaformada por las angiospermas (plantas con semillas encerradas en la
madurez en un fruto).

Los briofitos carecen de sistema vascular desarrollado para el transporte interno de agua y


nutrientes, y se han descrito como plantas no vasculares. Las otras 3 divisiones restantes
reciben la denominación común de plantas vasculares o cormofitos. El tejido vascular es un
tejido conductor interno que se encarga de transportar agua, minerales y nutrientes. Hay dos
tipos de tejido vascular: xilema, que conduce agua y minerales desde el suelo hacia los
tallos y hojas, y floema, que conduce los alimentos sintetizados en las hojas hacia los tallos,
las raíces y los órganos de almacenamiento y reproducción. Además de la presencia de
tejido vascular, los cormofitos se diferencian de los briofitos en que las plantas con hojas
son la generación asexual o productora de esporas del ciclo vital. En la evolución de los
cormofitos, la generación esporofítica creció en tamaño y complejidad, al tiempo que la
gametofítica se reducía hasta quedar encerrada en el tejido esporofítico. La capacidad para
evolucionar hacia esporofitos mayores y más diversificados, junto con la propiedad de
elevar agua que tiene el tejido vascular, liberó a los cormofitos de la dependencia directa de
las aguas de superficie. De este modo colonizaron todas las regiones continentales de la
Tierra, salvo las zonas árticas más altas, y se convirtieron en fuente de alimento y refugio
para los animales que las habitan.

3.1 DIVISIÓN BRYOPHYTA

Los briofitos constituyen un conjunto polifilético diverso (como el reino Hongos) de


plantas no vasculares. Abundan en lugares húmedos y sombríos, pero hay especies xerófilas
que pueden vivir en medios estacionalmente secos (como una pared o una roca). En
cualquier caso, su ciclo reproductor implica necesariamente una fase acuosa. La mayor
diversidad se alcanza en los trópicos, pudiendo dominar en regiones boreales y australes y
en algunas comunidades de zonas templadas como las turberas. Los ejemplares de briofitos
con hojas que se conocen corresponden a la generación sexual o productora de gametos del
ciclo vital de estos organismos. Por la falta de sistema vascular y porque los gametos
necesitan una película de agua para dispersarse, los briofitos son, por lo general, plantas
pequeñas que tienden a vivir en condiciones húmedas, aunque algunos ejemplares alcanzan
gran tamaño en condiciones favorables y otros (casi siempre muy pequeños) están
adaptados a la vida en el desierto, asociados a periodos estacionales húmedos o a
humedades atmosféricas altas.

Los briofitos comprenden 3 clases: Hepatopsida o Marchantiopsida, que incluye las


hepáticas; Bryopsida, formada por los musgos; yAnthocerotopsida, que engloba las
antocerotas.

3.2 DIVISIÓN PTERIDOPHYTA

La división Pteridophyta engloba las criptógamas vasculares, es decir, los helechos y


plantas afines (licopodios, selaginelas y equisetos). De las aproximadamente 12.000
especies que componen la división, cerca del 80% se distribuyen en las regiones
intertropicales. Presentan un ciclo biológico con alternancia de generaciones en el que la
generación asexuada o esporofito domina sobre la generación sexuada o gametofito. La
fecundación debe realizarse en presencia de agua.
Se diferencian 4 subdivisiones de pteridofitos vivientes: Lycophytina (las licofitinas o
licopodios), Equisetophytina(equisetos), Psilophytina(psilofitinas, con solo dos géneros
vivientes) y Filicophytina (helechos verdaderos).

3.3 DIVISIÓN PINOPHYTA

La división Pinophyta incluye a las gimnospermas, es decir, a aquellas plantas vasculares


cuyas semillas no están encerradas en la madurez en un fruto. La fecundación no depende
de la presencia de agua pues el grano de polen es transportado por el viento hasta el
gemetofito femenino produciéndose la fecundación.

Esta división incluye 4 clases con representantes vivos: Cycadopsida (cícadas),


Ginkgopsida (Ginkgo biloba), Coniferopsida (coníferas y Taxáceas) y Gnetopsida.

3.4 DIVISIÓN MAGNOLIOPHYTA

Este grupo está integrado por las angiospermas o plantas con flor, que constituyen la forma
de vida vegetal dominante. Se subdividen en dos clases: Magnoliopsida (dicotiledóneas) y
Liliopsida (monocotiledóneas). Las dicotiledóneas, que pueden ser plantas herbáceas,
arbustivas o arbóreas, se caracterizan por presentar un embrión con 2 cotiledones (hojas
primordiales que proporcionan alimento a la nueva plántula). Las monocotiledóneas, cuyo
embrión solo presenta 1 cotiledón, suelen ser herbáceas.

4 ESTRUCTURA Y FUNCIÓN CELULAR

CÉLULA VEGETAL
Las células vegetales contienen varias estructuras internas rodeadas de membrana que
reciben el nombre de orgánulos. Incluyen un núcleo que contiene el material genético,
ribosomas que fabrican proteínas, retículo endoplasmático liso que interviene en la síntesis
de los lípidos que forman la membrana celular y una membrana lipídica que rodea la célula.
Las células vegetales también contienen cloroplastos, unos orgánulos capaces de sintetizar
azúcares a partir de dióxido de carbono, agua y energía solar, y una vacuola grande que
almacena sustancias que la célula necesita. Las células vegetales están rodeadas por una
pared celular rígida que protege la célula y da forma a la misma.

La enorme variedad de especies vegetales refleja, en parte, la diversidad de tipos de células


que constituyen las diferentes plantas. Pero entre todas estas células hay similitudes básicas
que descubren el origen común y las relaciones entre las especies botánicas. Cada una de
las células vegetales es, al menos en parte, autosuficiente, y está aislada de sus vecinas por
una membrana celular o plasmática y por una pared celular. Membrana y pared garantizan a
las células la realización de sus funciones; al mismo tiempo, unas conexiones citoplásmicas
llamadas plasmodesmos mantienen la comunicación con las células contiguas.

4.1 PARED CELULAR

La principal diferencia entre las células vegetales y animales es que las primeras tienen
pared celular. Esta protege el contenido de la célula y limita su tamaño; también desempeña
importantes funciones estructurales y fisiológicas en la vida de la planta, pues interviene en
el transporte, la absorción y la secreción.

La pared celular vegetal es una estructura formada por varios compuestos químicos; el más


importante de ellos es la celulosa (un polímero formado por moléculas del azúcar glucosa).
Las moléculas de celulosa se unen en fibrillas, que constituyen el bastidor estructural de la
pared. Otros componentes importantes de muchas paredes celulares son las ligninas, que
aumentan la rigidez, y las ceras —como cutina y suberina— que reducen la pérdida de agua
por parte de las células. Muchas células vegetales producen una pared celular primaria
mientras crece la célula, y otra secundaria que se forma dentro de la primaria cuando la
célula ha terminado de crecer. Los plasmodesmos atraviesan las dos y establecen vías de
transporte de sustancias.

4.2 PROTOPLASTO

La pared celular encierra el contenido vivo de la célula, llamado protoplasto. Este


contenido está envuelto en una membrana celular única de tres capas. El protoplasto está
formado por citoplasma, que a su vez contiene orgánulos y vacuolas envueltos en
membrana y núcleo, la unidad hereditaria de la célula.

4.2.1 VACUOLAS
Las vacuolas son cavidades limitadas por una membrana, llenas de savia celular, formada
en su mayor parte por agua con azúcares, sales y otros compuestos en solución.

4.2.2 PLASTOS

Los plastos son orgánulos —estructuras celulares especializadas semejantes a los órganos


— limitados por dos membranas. Hay tres tipos importantes de plastos: los cloroplastos
contienen clorofila y pigmentos carotenoides; en ellos se lleva a cabo la fotosíntesis, el
proceso de captación y fijación de la energía solar en forma de energía química acumulada
en los enlaces de diversos compuestos de carbono. Los leucoplastos carecen de pigmentos e
intervienen en la síntesis de almidones, aceites y proteínas. Los cromoplastos sintetizan
carotenoides.

4.2.3 MITOCONDRIAS

Mientras que los plastos intervienen de distintas formas en el almacenamiento de energía,


las mitocondrias (otros orgánulos celulares) son las sedes de la respiración celular. Este
proceso consiste en la transferencia de energía química desde los compuestos que contienen
carbono al trifosfato de adenosina o ATP, la principal fuente de energía para las células. La
transferencia tiene lugar en tres etapas: glicolisis (producción de ácidos a partir de los
hidratos de carbono), ciclo de Krebs y transferencia de electrones. Como los plastos, las
mitocondrias están envueltas en dos membranas, la interna muy plegada; estos pliegues
internos o crestas mitocondriales constituyen las superficies en las cuales se producen las
reacciones respiratorias.

4.2.4 RIBOSOMAS, APARATO DE GOLGI Y RETÍCULO ENDOPLASMÁTICO

Hay otros dos elementos celulares importantes: los ribosomas (donde se enlazan los


aminoácidos para formar proteínas), y el aparato de Golgi, que interviene en la secreción de
material celular. Además, recorre gran parte del citoplasma un complejo sistema de
membranas llamado retículo endoplasmático, que parece actuar como sistema de
comunicación a través del cual circulan varios tipos de sustancias de unos puntos de la
célula a otros. Los ribosomas suelen estar conectados con el retículo endoplasmático, que
se prolonga en la doble membrana que envuelve el núcleo celular.

4.2.5 NÚCLEO

El núcleo determina las proteínas que deben producirse, y controla así las funciones


celulares. También mantiene y transmite información genética a las nuevas generaciones
celulares mediante la división celular.
5 –TEJIDO VEGETAL

Meristemo apical de una raíz


El corte longitudinal del ápice de una raíz revela el meristemo apical, una zona formada por
células en fase de división rápida responsable del crecimiento de la raíz. Hay meristemos
similares en los ápices de los tallos.

La estructura básica de la célula vegetal y sus elementos presenta muchas variantes. Los


tipos de células similares se organizan en unidades estructurales y funcionales llamadas
tejidos que constituyen el conjunto de la planta; estos tienen puntos de crecimiento
formados por células en división activa en los cuales se forman células y tejidos nuevos.
Los puntos de crecimiento, llamados meristemos, se encuentran en los extremos apicales de
los tallos y las raíces (meristemos apicales), donde causan el crecimiento primario de los
vegetales, y en las paredes de tallos y raíces (meristemos laterales), donde inducen el
crecimiento secundario. En las plantas vasculares se reconocen tres grandes sistemas
tisulares: dérmico, vascular y fundamental.

5.1 TEJIDO DÉRMICO


ANATOMÍA DE LA HOJA
La hoja proporciona alimento al resto de la planta, gracias a un proceso que recibe el
nombre de fotosíntesis. La capa más externa de la hoja es la epidermis, que a su vez está
protegida por la capa cérea de la cutícula. Las células oclusivas presentes en la epidermis
forman unas aberturas, llamadas estomas, a través de las cuales pasan el agua, el oxígeno y
el dióxido de carbono. El tejido fotosintético de la hoja está formado por dos tipos de
células de pared delgada: parénquima en empalizada, con células largas dispuestas en
columnas (aquí tienen lugar casi todas las reacciones químicas), y parénquima esponjoso,
de estructura más irregular. Ambos tipos de células tienen cloroplastos, orgánulos
fotosintéticos que ajustan su posición en el citoplasma para recibir la mayor cantidad de
luz. El haz vascular está formado por dos tejidos especializados: el xilema, que transporta el
agua desde la planta hasta las hojas, y el floema que lleva el alimento desde la hoja hasta el
resto de la planta. En conjunto, parénquima y haz vascular forman el mesofilo.

El tejido dérmico está formado por la epidermis o capa externa del cuerpo de la planta.


Constituye la piel que cubre hojas, flores, raíces, frutos y semillas. Las células epidérmicas
varían mucho en cuanto a estructura y función.

En la epidermis puede haber estomas, unas aberturas a través de las cuales la planta


intercambia gases con la atmósfera. Estas aberturas están rodeadas por células
especializadas llamadas oclusivas que al cambiar de tamaño y forma, modifican el diámetro
de la abertura estomática y de este modo regulan el intercambio gaseoso. La epidermis está
revestida por una película de cera llamada cutícula; es impermeable, y su función es reducir
la pérdida de agua por evaporación a través de la superficie de la planta. Si esta
experimenta crecimiento secundario —es decir, aumento de diámetro de raíces y tallos por
actividad de los meristemos laterales— en lugar de epidermis tendrá peridermis, tejido
formado por células impermeabilizadas casi por completo (sobre todo tejido suberoso o de
corcho) que mueren al madurar.

5.2 TEJIDO VASCULAR


Hay dos clases de tejido vascular: xilema, encargado de conducir agua, nutrientes y
minerales disueltos, y floema, que transporta alimentos. El xilema también almacena
nutrientes y contribuye a sujetar la planta.

5.2.1 XILEMA

El xilema está formado por dos clases de tejido conductor: traqueidas y vasos. Las células
que los forman son en los dos tipos alargadas, afiladas por los extremos, con paredes
secundarias y sin citoplasma, y mueren al madurar. La pared celular tiene unas punteaduras
(adelgazamientos) en las cuales no se produce engrosamiento secundario y a través de las
que el agua pasa de unas células a otras. Los vasos suelen ser más cortos y anchos que las
traqueidas y, además de punteaduras, tienen perforaciones carentes de engrosamiento
primario y secundario a través de las que circulan libremente el agua y los nutrientes
disueltos.

FLOEM
5.2.2 A

El floema o tejido conductor de nutrientes está formado por células que se mantienen vivas


al madurar. Las células principales del floema son los elementos cribosos —llamados así
por los grupos de poros que tienen en las paredes— a través de los que se conectan los
protoplastos de las células contiguas. Hay dos tipos de estos elementos: células cribosas,
con poros estrechos dispuestos en grupos bastante uniformes en las paredes celulares, y
tubos cribosos, con poros mayores en unas paredes celulares que en otras. Aunque los
elementos cribosos contienen citoplasma también en la madurez, carecen de núcleo y otros
orgánulos. Los elementos cribosos llevan asociadas unas células anexas que tienen núcleo y
se encargan de fabricar y segregar sustancias que entregan a los elementos cribosos, así
como de extraer de éstos los productos de desecho que forman.

TEJIDO
5.3 FUNDAMENTAL

Las plantas tienen tres tipos de tejido fundamental.

El primero, llamado parénquima, está distribuido por toda la planta, está vivo y mantiene la
capacidad de división celular durante la madurez. En general, las células tienen solo
paredes primarias de grosor uniforme. Estas células del parénquima se encargan de
numerosas funciones fisiológicas especializadas: fotosíntesis, almacenamiento, secreción y
cicatrización de heridas. También hay células de este tipo en los tejidos xilemático y
floemático.

El colénquima es el segundo tipo de tejido fundamental; también se mantiene vivo en la


madurez, y está formado por células provistas de paredes de grosor desigual. El colénquima
puede plegarse, y actúa como tejido de sostén en las partes jóvenes de las plantas que se
encuentran en fase de crecimiento activo.

El esclerénquima, el tercer tipo de tejido, está formado por células que pierden el


protoplasto al madurar y tienen paredes secundarias gruesas, por lo general con lignina. El
esclerénquima se encarga de sujetar y reforzar las partes de la planta que han terminado de
crecer.

ORGANOGRAFIA VEGETAL

El cuerpo de toda planta vascular está organizado en dos tipos generales de órganos, de


nutrición como: raíces, tallos y hojas y de reproducción como: flor,y fruto. Estos contienen
a su vez los tres tipos de tejidos que acaban de describirse, pero se diferencian por la forma
en que se especializan las células para desempeñar distintas funciones.

ORGANOS DE NUTRICION DE LAS PLANTAS

1 -RAÍCES

La función de las raíces es sujetar la planta al sustrato y absorber agua y elementos


minerales. Por tanto, las raíces suelen ser subterráneas y crecer hacia abajo, en el sentido de
la fuerza gravitatoria, es decir, tienen un geotropismo positivo. Sin embargo, en algunos
casos pueden estar expuestas al Sol y, debido a la acción de la luz, adquieren un color
verdoso. A diferencia de los tallos, carecen de hojas y nudos y están incapacitadas para
formar hojas o flores. La epidermis se encuentra justo por detrás del ápice de crecimiento
de la raíz y está cubierta de pelos radicales, que son proyecciones de las células epidérmicas
que aumentan la superficie de la raíz y se encargan de absorber agua y nutrientes.
CARACTERISTICAS DE LAS RAÍCES

En su interior, las raíces están formadas en su mayor parte por xilema y floema, aunque en


muchos casos están muy modificadas para desempeñar funciones especiales. Así, algunas
son importantes órganos de almacenamiento, como sucede en la remolacha, la zanahoria o
el rábano; estas raíces son ricas en tejido parenquimatoso. Muchos árboles tropicales tienen
raíces aéreas de apuntalamiento, denominadas contrafuertes, que mantienen el tronco
vertical y que son típicas de las áreas pantanosas y de manglar. Los epifitos tienen raíces
modificadas para absorber con rapidez el agua de lluvia que escurre sobre la corteza de la
planta hospedante.

La raíz aumenta de longitud con la actividad de los meristemos apicales, y de diámetro


mediante la de los meristemos laterales. Las ramas de la raíz surgen en su interior, a alguna
distancia por detrás del ápice de crecimiento, cuando ciertas células se transforman en
meristemáticas.

2- TALLOS

En botánica, el tallo es el eje de la parte aérea de las cormófitas y es el órgano


que sostiene a las hojas, flores y frutos. Sus funciones principales son las de
sostén y de transporte de fotosintatos (carbohidratos y otros compuestos que se
producen durante la fotosíntesis) entre las raíces y las hojas.
Se diferencia de la raíz por la presencia de nudos en los que se insertan las
yemas axilares y las hojas y por su geotropismo negativo, es decir, que crecen en
contra de la fuerza de gravedad. Entre los cormófitos existen especies con un solo
tallo cuyo vástago no se ramifica y plantas con muchos tallos (pluricaules) cuyo
vástago se ramifica de diversos modos de acuerdo a la actividad de los
meristemas.
Desde el punto de vista de la Anatomía, el tallo está constituido por tres sistemas
de tejidos: el dérmico, el fundamental y el vascular o fascicular. Las variaciones en
la estructura de los tallos de diferentes especies y de los taxones mayores se
basan principalmente en las diferencias en la distribución relativa de los tejidos
fundamental y vascular. El crecimiento en longitud del tallo se debe a la actividad
de losmeristemas apicales y al alargamiento subsecuente de los entrenudos y se
denomina crecimiento primario. El crecimiento secundario se caracteriza por el
aumento del grosor del tallo y es el resultado de la actividad de los denominados
meristemas secundarios (cámbium yfelógeno). Este tipo de crecimiento es
característico de las gimnospermas y la mayoría de
las eudicotiledóneas arbóreas y arbustivas y da como resultado la producción
de madera.

PARTES DEL TALLO


TIPOS DE TALLOS
En las plantas, el tallo alberga las estructuras encargadas de distribuir agua y nutrientes
entre las raíces, las hojas y otros órganos. El tallo herbáceo del diente de león carece de
lignina, el material rígido que confiere resistencia a los tallos leñosos. Por ello las plantas
herbáceas no suelen ser muy grandes. En los cactus y algunas euforbias las hojas se han
reducido a espinas para limitar la evaporación, y el tallo es la parte más importante de la
planta. Las patatas o papas y otros tubérculos son tallos subterráneos hipertrofiados que
almacenan nutrientes para alimentar las yemas de crecimiento. En algunas plantas, como el
espino, los tallos desempeñan una función protectora. Otros compiten por la luz de forma
activa mediante estructuras sensibles y zarcillos trepadores.
Los tallos suelen encontrarse por encima del suelo, crecen hacia arriba y llevan hojas
dispuestas de manera regular en nudos formados a lo largo del propio tallo. La porción
comprendida entre dos nudos se llama entrenudo. Los tallos aumentan de longitud gracias a
la actividad del meristemo apical situado en el extremo. Este punto de crecimiento (yema
apical) es también el origen de las hojas nuevas, que lo rodean y protegen antes de abrirse.
Las yemas apicales de los árboles caducifolios, que pierden las hojas durante parte del año,
suelen estar protegidas por unas hojas modificadas llamadas escamas.

Los tallos son más variables en aspecto externo y estructura interna que las raíces, pero


también están formados por los tres tipos de tejidos conocidos y tienen varias
características comunes. El tejido vascular se agrupa en haces que recorren el tallo
longitudinalmente, y forma una red continua con el tejido vascular de hojas y raíces. En las
plantas herbáceas, el tejido vascular está envuelto en tejido parenquimático, mientras que
los tallos de las leñosas están formados por tejido xilemático endurecido. Los tallos
aumentan de diámetro mediante la actividad de los meristemos laterales, que producen, en
las especies leñosas, la corteza y la madera. La corteza —que comprende también el floema
— actúa como cubierta externa protectora, que evita lesiones y pérdida de agua.

Dentro del reino Vegetal se dan numerosas modificaciones del tallo básico, como las


espinas de las zarzas. Ciertos tallos, como los zarcillos de las parras, están modificados para
crecer hacia arriba y sujetarse al sustrato. Muchas plantas tienen hojas reducidas o carecen
de ellas; en tal caso, es el tallo el que actúa como superficie fotosintética (véase Cactáceas).
En otras ocasiones el tallo, que recibe el nombre de filóclado o filocladio, se transforma
para adquirir el aspecto de una hoja, como ocurre en el rusco (Ruscusaculeatus). Algunos
reptan sobre la superficie del suelo y reproducen la planta de la que proceden por medios
vegetativos; es un fenómeno común entre las gramíneas (véase Reproducción vegetativa).
Otros tallos son subterráneos y actúan como órganos de almacenamiento de nutrientes que,
en muchos casos, aseguran la supervivencia de la planta durante el invierno; son ejemplos
los bulbos de tulipanes, azafranes o narcisos.

3- HOJAS

Las hojas son los principales órganos fotosintéticos de casi todas las plantas. Suelen ser


láminas planas con un tejido interior llamado mesofilo que en su mayor parte es de
naturaleza parenquimática; está formado por células poco apretadas entre las que quedan
espacios vacíos que están llenos de aire, del cual absorben las células dióxido de carbono y
al cual expulsan oxígeno. El mesofilo está limitado por las caras superior e inferior del
limbo foliar, revestido de tejido epidérmico. Recorre el mesofilo una red vascular que
proporciona agua a las células y conduce los productos nutritivos de la fotosíntesis a otras
partes de la planta.

HOJAS VARIEGADAS

El color verde de la hoja normal del acebo se debe a la distribución uniforme de la clorofila,
el pigmento fotosintético dominante. En las hojas variegadas, este pigmento falta en
algunas partes de la hoja o en toda ella. Aunque las espinas de las hojas defienden al acebo
de los ramoneadores, esta deficiencia pigmentaria hace que las plantas variegadas casi
nunca sobrevivan en el medio natural.
NERVIACIÓN DE LA HOJA

La disposición de los nervios de una hoja puede ser palmeada o palmada como en el falso
plátano (Acer pseudoplatanus), paralela como en la mayoría de las monocotiledóneas o
pinnada como en el castaño (Castanea sativa).

El limbo foliar está unido al tallo por medio de un delgado rabillo o peciolo formado en su


mayor parte por tejido vascular. En muchas especies brotan de la base del peciolo unos
apéndices llamados estípulas.

Hay muchas clases de hojas especializadas. Algunas se modifican y adoptan la forma de


espinas que protegen a la planta de los depredadores. Ciertos grupos de plantas tienen hojas
muy especializadas que capturan y digieren insectos de los que extraen nutrientes que no
pueden sintetizar (véase Plantas insectívoras). A veces las hojas adoptan colores luminosos
y forma petaloidea para atraer a los insectos polinizadores hacia las flores, pequeñas y poco
atractivas. Las hojas más modificadas son las flores; en efecto, todas las piezas florales —
carpelos, estambres, pétalos y sépalos— son hojas modificadas que se encargan de la
reproducción.

ÓRGANOS DE REPRODUCCION DE LAS PLANTAS


1- LA FLOR

La flor es la estructura reproductiva característica de


las plantas llamadas espermatofitas o fanerógamas. La función de una flor es
producir semillas a través de la reproducción sexual. Para las plantas, las semillas
son la próxima generación, y sirven como el principal medio a través del cual las
especies se perpetúan y se propagan.
Todas las espermatofitas poseen flores que producirán semillas, pero la
organización interna de la flor es muy diferente en los dos principales grupos de
espermatofitas: gimnospermas vivientes y angiospermas.

PARTES DE LA FLOR
1 CALIZ:

Está formado por el conjunto de sépalos que suelen ser de color verde
y se encuentran situados típicamente en la parte más externa de la flor.
Su función biológica principal es proteger a la flor durante su desarrollo.

Ciertas plantas presentan un perianto (caliz y carola) formado


exclusivamente a base de sépalos, es decir, que el perianto en vez de
estar constituido por dos verticilos, únicamente esta constituido por uno.
Estas plantas reciben el nombre de monoclaminedas.

2 COROLA:
Formada por el conjunto de pétalos. Piezas coloreadas que cumplen de
atraer a los polinizadores. La forma y el tamaño de estos varia según la
planta ante la que nos hallemos, y esto condiciona la labor de los
polinizadores que deberán ser mas o menos especializados en cada uno
de los casos.

3 ANDROCEO:
Es el conjunto de estambres de una flor y lejos de que la evolución haya
ido reduciendo su numero como en otras especies, aquí generalmente
se a tendido al aumento.

Es la parte masculina y esta formada por dos partes:

 FILAMENTO:
Estructura larga y fina en el extremo de la cuál se encuentran las
anteras.

 ANTERAS:
Lleva cuatro esporangios responsables de la producción de polen
que reciben el nombre de sacos polinicos.
4 GINECEO:
Forma la parte femenina de la flor. Tiene tres partes.

 ESTIGMA:
Superficie sobre la cual “aterrizan” los granos de polen y en la cual
tiene lugar la germinación.

 ESTILO:
Tubo que conecta los estigmas con el ovario y por el cual pasa el
tubo germinativo del grano de polen.

 OVARIO:
Base ensanchada del pistilo dentro de la cual encontramos el
primordio seminal que da lugar al saco embrionario donde se haya el
embrión.

CLASES DE INFLORESCENCIAS
DE ACUERDO A SUS ÓRGANOS REPRODUCTIVOS

LAS FLORES PUEDEN SER:

Monoica - que posee unidades reproductivas monosexuales (flores, conos de


conífera, o estructuras funcionales equivalentes) de ambos sexos en una
misma planta; del griego "una casa". Los individuos que producen flores de
ambos sexos a la vez se llaman monoicos simultaneos o sincrónicos.
Individuos que sólo poseen flores de un único sexo a la vez son llamados
monoicos consecutivos; "protoándricos" son los individuos que funcionan
primero como masculinos y luego cambian a femeninas; "protóginos" son los
individuos que funcionan primero como femeninos y luego cambian a
masculinos.

Dioica - posee unidades reproductivas monosexuales (flores, conos de


conífera, o estructuras funcionales equivalentes) que se manifiestan en
diferentes individuos; del griego "dos casas".

2-FRUTO

El fruto (carpo) es el ovario desarrollado y maduro. Paralelamente a la


fecundación de la ovocélula y a la transformación de los primordios seminales en
semillas, se producen profundos cambios en el ovario hasta su madurez. Este
hecho reduce el concepto de fruto al ámbito de las plantas con flores
(angiospermas). Su principal misión es la protección y dispersión de estas
semillas. 

Partes del fruto

Partes del fruto en una drupa como el melocotón.


En Botánica, el fruto es el órgano procedente de la flor, o de partes de ella, que
contiene a las semillas hasta que estas maduran y luego contribuye a diseminarlas.
Desde un punto de vista ontogenético, el fruto es el ovario desarrollado y maduro
de las plantas con flor. La pared del ovario se engrosa al transformarse en la pared
del fruto y se denomina pericarpio, cuya función es proteger a las semillas. Con
frecuencia participan también en la formación del fruto otras partes de la flor
además del ovario, como por ejemplo el cáliz o el receptáculo.

El fruto es otra de las adaptaciones, conjuntamente con las flores, que ha


contribuido al éxito evolutivo de las angiospermas. Así como las flores atraen
insectos para que transporten polen, también muchos frutos tratan de atraer
animales para que dispersen sus semillas. Si un animal come un fruto, muchas de
las semillas que éste contiene recorren el tracto digestivo del animal sin sufrir
daño, para después caer en un lugar idóneo para su germinación. Sin embargo, no
todos los frutos dependen de ser comestibles para dispersarse. Otros, como los
abrojos, se dispersan aferrándose al pelaje de los animales. Algunos forman
estructuras aladas para poder dispersarse con el viento, como los arces. La
variedad de tipos de frutos que han desarrollado las angiospermas a través de su
evolución les ha permitido invadir y conquistar todos los hábitats terrestres
posibles.

En las plantas gimnospermas y plantas sin flores no hay verdaderos frutos, aunque
a ciertas estructuras reproductivas como los conos de los pinos, comúnmente se
les tome por frutos. Muchas plantas se cultivan porque dan ciertos frutos
comestibles y a menudo fragantes, sabrosos y jugosos llamados frutas.

PARED DEL FRUTO

Una naranja en corte transversal (arriba) y longitudinal (abajo). En la imagen de


arriba se aprecia el exocarpo (de color anaranjado), por debajo de éste, el
mesocarpo (de color blanco) que rodea al endocarpo formado por pelos jugosos.

En sentido estricto, el pericarpo es la pared del ovario que queda tras la fecundación; en
sentido amplio puede abarcar también los tejidos extracarpelares asociados. Para salvar esa
diferencia Katherine Esau acuñó la expresión «pared del fruto». Con sentido descriptivo, y
sin relación con la ontogenia, la pared del fruto comprende tres capas: exocarpo, mesocarpo
y endocarpo.

EL EXOCARPO O EPICARPOes la parte externa del fruto; corresponde a la cara abaxial


del carpelo y comprende la epidermis solamente, o la epidermis y los tejidos subyacentes.
La superficie del exocarpo puede tener aspectos muy distintos. Puede ser lisa como en el
morrón o pimiento (Capsicumannuum) o la cereza (Prunusavium); pruinosa (con ceras)
como en la uva (Vitisvinifera) y la ciruela (Prunus domestica) o pubescente como en el
durazno (Prunuspersica). En los frutos con dispersión zoocora se pueden desarrollar pelos
ganchudos o una cubierta pegajosa, como los pelos o espinas con forma de gancho de
Desmodium y Melilotus y las espinas del «chamico» (Datura ferox). [10][7]

EL MESOCARPOes la parte media y corresponde al parénquima del mesófilo del carpelo.


Puede ser delgado y seco como en el caso del maíz (Zea mays), o abundante y carnoso
como en el durazno o la berenjena (Solanummelongena). En este último caso, el gran
desarrollo que alcanza el mesocarpo se debe a la multiplicación de las células
parenquimáticas del mesófilo del carpelo. La clorofila, los ácidos orgánicos (ácido málico,
oxálico, cítrico) y otras sustancias —como los taninos— que son abundantes al inicio del
desarrollo del fruto, van siendo paulatinamente reemplazadas por azúcares (glucosa,
levulosa), antocianinas, vitaminas, esencias y, en ciertos casos, almidón. Tales cambios
originan frutos de colores vistosos y de sabores generalmente gratos.

EL ENDOCARPOes la capa interna y corresponde a la superficie adaxial del carpelo.


Rodea directamente a las semillas, sirve a menudo para la protección de éstas, y en algunos
casos puede ser muy dura y de consistencia pétrea formando el llamado hueso (pireno) en
los frutos de tipo drupa. También puede ser carnoso como en la uva, apergaminado como
en las vainas de las arvejas (Pisum), pétreo como en la aceituna (Olea europaea) o con
pelos jugosos como en los frutos cítricos. En algunas especies, tales como los algarrobos
(Prosopis), las células del endocarpo producen una pulpa suculenta que rodea las semillas.

La consistencia de la pared del fruto permite categorizar a los frutos en dos grupos básicos:
los frutos secos y los carnosos. Los frutos secos son aquellos cuyo pericarpo está formado a
la madurez por células muertas y tiene un aspecto mas o menos seco. Pueden ser
indehiscentes o dehiscentes, con una sola semilla (unispermados) o con varias semillas. En
el caso de los frutos indehiscentes los tegumentos del óvulo en su mayor parte desaparecen
o se funden con el pericarpo. Los frutos carnosos, en cambio, se conservan suculentos hasta
la madurez debido al desarrollo de una o más capas del pericarpo o de estructuras
extracarpelares, y presentan células que se mantienen vivas. Son filogenéticamente más
nuevos. Pueden tener una cáscara (histológicamente diferenciada) como es el caso de la
naranja, o no tenerla, como en el tomate.
FORMAS DE DISPERSIÓN DEL FRUTO
Tres modos diferentes de dispersión de los frutos. Anemócora en una cipsela de
Taraxacum y en sámaras de Acer . Los frutos del cocotero (Cocos nucifera) son un
ejemplo de hidrocoria: se dispersan flotando sobre el agua, arribando a nuevas
playas donde la semilla germina . La dispersión por animales o zoocoria es
auxiliada por la presencia de ganchos, como los que se observan en la cipsela de
Xanthiumspinosum o en la cápsula de Datura stramonium .

Cualquiera que sea su origen y aspecto, el fruto cumple tres funciones principales:
contener y proteger a las semillas durante su desarrollo, contribuir a la dispersión
de las mismas una vez que maduran y atraer animales que favorezcan su ulterior
dispersión. El fruto, además de proteger a las semillas durante su desarrollo,
deben contribuir a su diseminación, ya sea porque las dispersan o porque se
desprenden junto con ellas de la planta madre. En los espermatófitos primitivos la semilla
aislada actúa como unidad funcional de diseminación. En las angiospermas, en cambio, está
función resulta impedida en principio ya que las semillas quedan encerradas dentro de los
carpelos maduros. La diseminación de las semillas por otro lado, es de particular
importancia en las plantas para evitar que los descendientes de cada individuo permanezcan
cercanos entre sí y de la planta madre, lo que incrementaría fuertemente la competencia
entre ellos por recursos. La dispersión, lejos de la planta madre, no solo disminuye la
posibilidad de competencia entre individuos cercanamente emparentados sino que también
favorece la exploración y conquista de nuevos hábitats.

Los frutos presentan diferentes estrategias de dispersión. Una de ellas, en el caso de los
frutos anemocoros, es aprovechar al viento. Estos frutos suelen ser ligeros y tener
estructuras como alas o pelos que les faciliten poder ser llevados por el viento (ejemplo, el
fruto del arce). Otra estrategia, utilizada por los frutos zoocoros, es aprovechar a los
animales. Estos pueden dispersar a los frutos de dos modos diferentes. El primero de ellos
es sujetándose o enganchándose a las plumas o a los pelos (son los denominados frutos
epizoocoros) mediante ganchos o pelos que les facilitan la adherencia al animal; por
ejemplo, los arrancamoños (Xanthium). En el segundo modo, los animales comen los frutos
(frutos endozoocoros) y con los jugos del aparato digestivo deshacen las cubiertas y
expulsan junto con las heces a las semillas listas para germinar. Para atraer a los animales,
estos frutos suelen tener colores llamativos, ser carnosos y jugosos. Algunos frutos de
plantas ligadas a hábitats acuáticos se dispersan gracias al agua, como el coco. Son los
denominados frutos hidrocoros. Finalmente, otros frutos, denominados frutos autocoros,
tienen mecanismos para abrirse y expulsar las semillas, por ejemplo las legumbres. Existen
especies, denominadas «policoras», cuyos frutos son dispersados por más de un agente o
vector. También se han descrito algunos casos en los que la planta presenta diversos tipos
de frutos (condición denominada «heterocarpia»), como ocurre en los capítulos de algunas
compuestas donde se presentan cipselas con distinta morfología, o con presencia o ausencia
de vilano, permitiendo de ese modo una dispersión más flexible y eficiente.[11]

8 CRECIMIENTO Y DIFERENCIACIÓN

El crecimiento y la diferenciación de los tejidos y órganos vegetales están controlados por


varios factores internos y externos.

8.1 HORMONAS

Las hormonas vegetales, compuestos químicos especializados producidos por las plantas,


son los principales factores internos que controlan el crecimiento y el desarrollo. Las
hormonas se producen en cantidades muy pequeñas en unas partes de las plantas y son
transportadas a otras, donde ejercen su acción. Una misma hormona puede desplegar
efectos distintos en diferentes tejidos de destino. Así, la auxina, una de las más importantes
hormonas vegetales, se sintetiza en las yemas apicales de los tallos y pasa desde allí a otras
partes de la planta, donde puede tanto estimular el crecimiento como inhibirlo. En los
tallos, por ejemplo, la auxina favorece el alargamiento de las células y la diferenciación del
tejido vascular, mientras que en las raíces inhibe el crecimiento en la parte central y
favorece la formación de raíces adventicias. También retrasa la abscisión o caída de flores,
frutos y hojas.
Las giberelinas son otras importantes hormonas controladoras del crecimiento vegetal; se
conocen más de cincuenta tipos. Determinan el alargamiento de los tallos e inducen la
germinación de la semilla de algunas gramíneas al desencadenar la producción de las
enzimas que descomponen el almidón en azúcares para alimentar al embrión. Las
citoquininas fomentan el crecimiento de las yemas laterales y se oponen así a la auxina;
también favorecen la formación de yemas. Además, las plantas producen, por
descomposición parcial de ciertos hidrocarburos, el gas etileno, que a su vez regula la
maduración y abscisión de los frutos.

8.2 TROPISMOS

FOTOTROPISMO DE UN TALLO JOVEN

Como las plantas verdes son autótrofas (es decir, elaboran sus nutrientes a partir de agua,
dióxido de carbono, luz solar y moléculas inorgánicas), necesitan luz solar para su
crecimiento. Por ello son fototrópicas, es decir, capaces de orientarse hacia las fuentes de
luz.

En el desarrollo y crecimiento de las plantas intervienen también varios factores externos,


que con frecuencia actúan junto con las hormonas. Un tipo importante de respuesta a
estímulos externos son los llamados tropismos, que determinan el cambio de la dirección de
crecimiento de la planta. Son ejemplos el fototropismo, o inclinación del tallo hacia la luz;
y el geotropismo, o respuesta del tallo y la raíz a la gravedad. Los tallos presentan
geotropismo negativo, pues crecen hacia arriba, mientras que las raíces lo presentan
positivo, y crecen hacia abajo. La fotoperiodicidad, o respuesta a los ciclos de luz y
oscuridad, tiene especial importancia en la determinación del inicio de la floración, de la
foliación y de la caída de las hojas; así, ciertas plantas son propias de días cortos, y solo
florecen cuando el periodo de luz es inferior a cierto valor (véase Relojes biológicos). En el
complejo inicio de la floración intervienen también otras variables, tanto internas (la edad
de la planta, por ejemplo), como externas (la temperatura o la cobertura de otras plantas que
impiden el paso del Sol). Así, muchas plantas del estrato herbáceo de los bosques
caducifolios suelen florecer antes de que las especies arbóreas echen sus hojas planas y
grandes impidiendo el paso de la luz.
9- ECOLOGÍA

Como las plantas más comunes arraigan en el suelo, suelen considerarse formas de vida


pasivas. Pero un examen de las elaboradas interacciones que mantienen con su medio
biológico desmiente esta idea.

COOPERACIÓN Y
9.1 COMPETENCIA

Muchas especies vegetales tienen pies masculinos y femeninos distintos; en tal caso, el


polen de las flores masculinas debe llegar hasta las femeninas para que tengan lugar los
fenómenos de polinización y desarrollo de la semilla. El agente polinizador es a veces el
viento (elemento del medio físico), pero en muchos casos es un insecto, un murciélago o un
pájaro (elementos del medio biológico). Las plantas pueden también confiar a estos agentes
la dispersión de las semillas; así, después de la polinización, el cerezo forma cerezas que
atraen a los pájaros; estos comen los frutos y excretan los huesos a cierta distancia del
árbol. Otras plantas desarrollan frutos espinosos que se enganchan en el pelaje de los
animales, desprendiéndose de estos en otros lugares.

Las plantas han desarrollado muchas otras relaciones beneficiosas con otros organismos,


como las bacterias fijadoras de nitrógeno que viven en los nódulos radiculares de las
Fabáceas (véase Leguminosas) y de otras familias como las Betuláceas (como en el aliso) o
las Eleagnáceas (como en el árbol del paraíso). Muchas gramíneas de pradera y otras
plantas que medran en terrenos abiertos dependen de distintos herbívoros, que evitan que el
bosque se cierre y les prive de luz.

Como parte de la competencia entre las plantas por la luz, muchas especies han aumentado
de altura y han formado hojas y copas de formas especiales para captar los rayos del Sol.
Otras producen sustancias químicas que inhiben la germinación o el arraigamiento de
semillas de especies distintas en sus cercanías; de este modo evitan la competencia por los
nutrientes minerales y la luz. Los nogales, por ejemplo, utilizan esta forma de alelopatía o
inhibición química.

9.2 LA RED TRÓFICA

Como las plantas son organismos autótrofos —es decir, capaces de sintetizar el alimento


que necesitan— se sitúan en la misma base de la red trófica. Los organismos heterótrofos
(incapaces de sintetizar el alimento que necesitan) son por lo general menos sedentarios que
los vegetales, pero en última instancia su alimentación depende de los autótrofos. Las
plantas sirven de alimento a los consumidores primarios, que son los herbívoros, que a su
vez dan de comer a los consumidores secundarios o carnívoros. Los descomponedores
actúan en todos los niveles de la red trófica. Cada salto de esta red supone una considerable
pérdida de energía; en efecto, un nivel cualquiera acumula solo el 10% de la energía
contenida en el anterior. Por tanto, la mayor parte de las redes tróficas están formadas por
pocos niveles.

9.3 LAS PLANTAS Y EL SER HUMANO

EVOLUCIÓN DEL TRIGO CULTIVADO

Cultivado como alimento desde hace más de 9.000 años, el trigo ha sufrido muchos
cambios. Un antepasado probable de todos los trigos cultivados es el carraón silvestre, de
grano pequeño y tallo largo y quebradizo. Tipifica las especies más antiguas, como el
carraón cultivado, que aún se usa como forraje, o los tipos escaña o escanda silvestres y
cultivados, de grano más grueso; éstos se cultivaron mucho en las antiguas civilizaciones
griega y romana, y son muy parecidos a los trigos modernos de la derecha de la imagen. La
resistencia y el grano más grueso de las variedades espelta, todavía muy cultivadas en
Europa, aumentaron mucho el rendimiento. Nuevas mejoras dieron lugar al trigo duro,
utilizado para fabricar pasta alimenticia, y al trigo de panificación, rico en gluten, que da
lugar a una masa elástica y ligera.

Desde el inicio de la agricultura en el neolítico hasta nuestros días, la humanidad ha tomado


de la naturaleza y ha refinado solo una pequeña proporción de especies vegetales, que ha
convertido en fuentes primordiales de alimentos, fibras, cobijo y medicinas. Este proceso
de cultivo y selección vegetal comenzó, se supone, por casualidad, probablemente cuando
las semillas de frutos y hortalizas silvestres amontonadas cerca de los asentamientos
humanos germinaron y empezaron a cultivarse de forma muy primaria. Algunas plantas,
como el trigo (que posiblemente surgió en el Mediterráneo oriental hace más de 9.000
años) empezaron a seleccionarse y replantarse año tras año por su considerable valor
alimenticio. En muchos casos, es casi imposible determinar los ancestros silvestres o las
comunidades vegetales primitivas de las que surgieron las actuales plantas cultivadas. Este
proceso de selección se hacía al principio sin saber nada sobre mejora vegetal, con la sola
guía de la familiaridad constante y estrecha que la humanidad mantenía con las plantas
antes de la era industrial.

Pero ahora, la relación del ser humano con las plantas es casi la contraria: este tiene cada
vez menos contacto con sus cultivos, y los agricultores que sí mantienen ese contacto se
especializan cada vez más en ciertos productos. Por otra parte, el proceso de selección se ha
acelerado mucho, impulsado sobre todo por el avance de la genética; la genética vegetal
puede desarrollar ahora, en solo unos años, razas de maíz resistentes al viento o con otras
propiedades semejantes que multiplican el rendimiento de los cultivos.

Al mismo tiempo, la humanidad ha aumentado la demanda de alimentos y energía hasta el


extremo de que se están destruyendo especies y ecosistemas vegetales completos, sin dar
tiempo a los científicos para inventariar y conocer las poblaciones y especies de plantas que
podrían ser útiles. La mayor parte de las especies se conocen poco; las más prometedoras
son propias de regiones tropicales, donde el rápido crecimiento demográfico puede reducir
a gran velocidad los suelos a extensiones arenosas áridas. El conocimiento básico de las
plantas es importante en sí mismo, pero además resulta útil en el marco de la solución de
las dificultades que ahora afronta la humanidad.

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