La Transición Energetica en El Perú
La Transición Energetica en El Perú
La Transición Energetica en El Perú
RESUMEN
El Perú tiene un compromiso, que tiene origen El Tratado de París del 2015 el
cual es reducir sus emisiones; por lo que debe paralizar la deforestación y
realizar un cambio gradual en la matriz energética, ir de forma eficiente hacia
las energías limpias para lograr un crecimiento sustentable y descentralizado.
Están en juego la gobernabilidad y la capacidad de enfrentar el cambio
climático: la cual es una urgencia de la nueva política energética. Las cuales
debe tener un planeamiento estratégico con metas de corto, mediano y largo
plazo.
INTRODUCCION
ANTECEDENTES
Según Latin America Energy Week 2022, se demostró que la región tiene un
gran potencial para desempeñar un papel global en la transición energética.
Aunque Latinoamérica es un contribuyente menor al cambio climático a nivel
mundial, las emisiones crecieron alrededor de un 20% entre 2005 y 2019
debido a la expansión económica y al aumento de la demanda de energía; es
probable que el descenso que se produjo durante la pandemia de COVID-19
sea sólo temporal. Los participantes esperan que los niveles de emisión se
reduzcan en un 37% para el año 2030, en comparación con su nivel de 2005.
El hecho es que las emisiones tienen que caer no sólo en el sector energético,
sino también en otros sectores, como la industria y el transporte, áreas que
dependen en gran medida del petróleo, el gas y parcialmente del carbón,
donde la electrificación será clave para alcanzar los objetivos de
descarbonización. Sin embargo, el objetivo sigue siendo importante para
restringir el cambio climático a 1,5 °C y lograr la neutralidad climática para el
2050. La ambición retadora de la región debe ser, por consiguiente, lograr una
reducción de las emisiones a mediano y largo plazo, asegurando al mismo
tiempo el crecimiento de la economía y buenos estándares de calidad vida.
DESARROLLO
GRÁFICO N° 1
DISTRIBUCIÓN POR TIPO DE RECURSO ENERGÉTICO DE LA POTENCIA EFECTIVA
- 2021
Potencia (MW)
6 000
5,228.69
5 000
4,108.41
4 000 37,58%
33,99%
3 000 2,542.31
2 000 19,47%
1 000 760.15
140.71 61.17
8,24%
1,11% 0,62%
0
AGUA GAS NATURAL DIESEL 2 RENOVABLES CARBÓN RESIDUAL
Fuente: COES
Este no es, por supuesto, el único reto que enfrentamos. El sector eléctrico
tiene, en realidad, cuatro grandes desafíos para los próximos años:
Fuente: COES
Como dicen los científicos norteamericanos y los Nobeles que firmaron una
declaración contra el discurso equivocado del señor Trump: “El cambio
climático causado por el ser humano no es una creencia, un engaño o una
conspiración. Es una realidad física. Los combustibles fósiles alimentan la
revolución industrial. Sin embargo, la combustión del petróleo, el carbón y el
gas también causó la mayor parte del aumento histórico de los niveles
atmosféricos de los gases de efecto invernadero que atrapan el calor. Este
aumento de los gases de efecto invernadero está cambiando el clima de la
Tierra. Nuestras huellas dactilares en el sistema climático son visibles en todas
partes. Se ven en el calentamiento de los océanos, la superficie terrestre y la
atmósfera inferior. Son identificables en el aumento del nivel del mar, la
alteración de los patrones de precipitaciones, la retirada del hielo del mar
Ártico, la acidificación de los océanos y muchos otros aspectos del sistema
climático. El cambio climático causado por los seres humanos no es un hecho
muy alejado de nuestra experiencia cotidiana, que afecta solo al remoto Ártico.
Está presente aquí y ahora, en nuestros propios estados y en nuestras propias
comunidades. El cambio climático causado por los seres humanos es real,
grave e inmediato y plantea riesgos importantes a nuestra capacidad de
prosperar y construir un futuro mejor, a la seguridad nacional, a la salud
humana y la producción de alimentos, y a la red interconectada de sistemas de
vida. Los dirigentes de más de 190 países reconocieron que el problema del
cambio climático causado por los seres humanos es un peligro para los
ciudadanos presentes y futuros de nuestro planeta. Hicieron compromisos
nacionales para enfrentar este problema. Fue un pequeño, histórico y vital
primer paso hacia una gestión más iluminada del sistema climático de la
Tierra.”
Todos los países tienen que hacer realidad nuestra hoja de ruta hacia la
transición energética. De no ser así, el cambio climático puede traer
consecuencias severas en la economía y la población. En el caso peruano, el
país es dependiente en un 72% de los hidrocarburos, lo que no guarda relación
con el gran potencial de energías renovables. Por lo que existe una gran
vulnerabilidad por la excesiva dependencia de los hidrocarburos y de un solo
gasoducto. Como también la creciente importación de petróleo y derivados
incrementa la contaminación ambiental, en un país donde no existe orden.
Añadiendo la concentración de la infraestructura energética, el cual favorece la
centralización de la economía, donde la mayoría de la población ha
abandonado el campo y se concentra en las grandes ciudades, principalmente
de la costa, donde los servicios se saturan. Además de ello, el controvertido
privilegio de la calidad de los servicios energéticos se lo lleva la capital, que
tiene estándares de rendimiento mucho mejores.
En el Perú no solo se trata de debatir qué tipo de energía se usa o cuál es más
eco- nómica y eficiente; también hay grandes carencias: casi tres millones de
personas no tienen acceso moderno a la energía. Esto agudiza la condición de
pobreza y riesgo de enfermedad, sobre todo, de las poblaciones aisladas
rurales, puesto que viven grandes carencias en cuanto a la calidad del agua, la
forma de cocción de alimentos, la falta de energía, la creciente contaminación,
degradación o desertificación de los suelos.
Qué diferente es saber de las mínimas condiciones de calidad de vida, el poder
enfrentar el frío o el calor; o saber del desarrollo sustentable de cualquier
actividad productiva, el poder leer de noche, tener cadena de frío para
preservar alimentos, vacunas o medicamentos o una bomba de agua para un
mejor aprovechamiento del vital recurso. Con el acceso sostenible a la energía
se logra obtener oportunidades que no se tenían antes y un gradual proceso de
construcción de capacidades y conocimientos que permitan al ciudadano o
ciudadana, a la familia rural, entre otros, crecer, desarrollarse y ganar calidad
de vida, dignidad y libertad. La falta de energía ahonda más la pobreza y cierra
la posibilidad de mejora para cualquier población. Esto favorece la migración
campo - ciudad. La energía es como cualquier otro bien económico. Necesita
de una administración decente, instituciones que funcionen y mercados
eficientes, para que los electrones puedan ser llevados del productor al
consumidor en bases sostenibles. Sin una fuente de energía confiable,
prácticamente cualquier aspecto de la vida es afectado de forma negativa. A fin
de cuentas, la energía es, en lo mínimo, la capacidad para realizar trabajos.
Si hoy existe un concepto de democracia, este tiene que ver con poder ejercer
derechos básicos, como el derecho a la salud, la alimentación, a la energía
limpia y el derecho a un ambiente sano, lo que permite superar una economía
precaria y de subsistencia; es decir, lograr la infraestructura mínima para lograr
desarrollo humano y producir excedentes. Como en Alemania, el rol del Estado
es crucial para elaborar una estrategia (Estrategia que puede concertarse con
la sociedad civil, la academia y la empresa privada, para involucrar a todos en
la retadora tarea) que permita cambiar la matriz energética y generar
oportunidades con una política energética que garantice los servicios básicos
de acceso y adecuado uso de la energía, en todos los usos, tanto para los
hogares como para fines productivos.
El Perú enfrenta un gran desafío. Una sociedad que busca su desarrollo debe
manejar con sumo cuidado y prudencia los recursos naturales renovables y no
renovables a su alcance, así como el factor humano y los aspectos culturales y
sociales vinculados con el manejo de los recursos. Es necesario la
alfabetización ambiental y el planeamiento estratégico en la formulación de
políticas públicas para promover el crecimiento sustentable de las actividades
económicas. En el Perú falta articular políticas públicas sociales y económicas
a favor de un ambiente sano y un desarrollo sustentable. Dentro de esta
evaluación, los temas de educación, energía y el uso de tecnologías
renovables resultan esenciales por su importancia en la gestión del desarrollo.
A los aspectos ambientales netamente locales, se les suman los efectos del
cambio climático, los cuales se proyectan en 4% de pérdida del PBI a 2025.9
De allí la vulnerabilidad de nuestro país frente al cambio climático, que lo
coloca entre los países más expuestos en el mundo. Es un aspecto relevante
que no se puede ignorar. Los glaciares han retrocedido un 50%, afectando
nuestra disponibilidad de agua, sobre todo en la costa, donde vive casi el 70%
de peruanos. Asimismo, los modelos de escenarios climáticos indican que el
Fenómeno del Niño, que se presentaba en promedio cada cincuenta años,
ahora es más intenso y más frecuente. De otro lado, se ha percibido un
aumento en la recurrencia de sequías y heladas en cuencas de gran
importancia por ser proveedoras de alimentos del país.