Ensayo 1 MATE

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 15

INFORMÁTICA

TRAYECTO I

MATEMÁTICA I

LENGUAJE
UNIDAD 1
El lenguaje matemático
Es una forma de comunicación a través de símbolos especiales para realizar cálculosmatemáticos.

Elementos del lenguaje

* Símbolos matemáticos
* Frase matemática
* Objetos matemáticos
* Números
* Letras
* Números y Letras

Tipos de lenguaje

Para clasificar el lenguaje como capacidad innata del ser humano para comunicarse se pueden
usar diferentes criterios. Uno de los criterios más utilizados es considerar su naturaleza, es decir, si
un lenguaje es inventado o creado por los humanos o no. Así se tienen dos tipos de lenguaje:
natural o creado por la naturaleza y el artificial o creado por el ser humano.

Lenguaje natural. El lenguaje natural es todo lenguaje que los seres humanos aprendemos o
adquirimos al nacer (idioma materno: español o castellano) o aprendemos luego como una segunda
lengua (inglés, francés o italiano en algún país donde se hable esos idiomas como lenguas oficiales
maternas) o lengua extranjera (inglés, francés, italiano, etc., aprendidos aquí en Venezuela por
cualquier venezolano que tenga como lengua materna el español).

La característica principal de un lenguaje natural es su propiedad de ser utilizado (inventado) por los
primeros humanos que aparecieron sobre la Tierra y por los demás humanos que lo adquieren y/o
utilizan como lengua materna o segunda lengua para expresar sus pensamientos, sentimientos e
ideas sobre la realidad empírica externa e interna. Estos lenguajes están caracterizados por la
polisemia (palabras con varios significados), lo que les transmiten un alto nivel de ambigüedad e
imprecisión a la hora de dar cuenta de la realidad referenciada, independientemente de la función
lingüística que tenga en un contexto determinado. Entre los lenguajes naturales están el lenguaje
hablado/escrito y el lenguaje de señas.

Lenguaje artificial. Los lenguajes artificiales, por su parte, son totalmente creados por el ser
humano con la finalidad de satisfacer las necesidades de comunicación que no pueden ser
satisfechas con loa lenguajes naturales, debido a la polisemia, ambigüedades e imprecisiones que
los caracterizan. Se cree, normalmente, que los únicos lenguajes artificiales son el lenguaje
matemático, el de la lógica, los de programación informática.

Lenguaje matemático está conformado por un lenguaje simbólico formal conocido también como
notación matemática, el cual obedece a una serie de convenciones propias de ese sistema
lingüístico.

En este lenguaje los símbolos pueden representar un concepto (∞) o (▲), relación (→) o (˃),
operación (∑) o (√) , o una fórmula matemática (𝐴 = 𝜋𝑟2) o (𝑥 = −𝑏±√𝑏2−4𝑎𝑐2𝑎), de acuerdo con
ciertas reglas establecidas.
Lenguaje de la lógica es también un lenguaje formal, simbólico o de cálculos pues nos sirve para
analizar o determinar la rectitud lógica o verdad formal de los pensamientos o razonamientos
(formas) y no de la verdad real o adecuación de nuestras afirmaciones con la realidad empírica.
Tanto el lenguaje matemático como el de la lógica, por ser un lenguaje formal y simbólico requieren
de un conjunto de símbolos abstractos que se dividen en dos grandes grupos.
Los símbolos constantes que poseen un sentido fijo dentro del lenguaje en cuestión y los
símbolos variables cuyo sentido varía pues cambia de unos casos a otros de acuerdo al
contexto. Un ejemplo de esto último es el de las letras (símbolos) “x” e “y” en las expresiones
aritméticas.

Lenguaje de programación o computacional es un lenguaje artificial creado por ser humano para la
comunicación con las máquinas (computadoras) y la comunicación entre éstas. Está conformado,
como los lenguajes naturales, por un conjunto de símbolos (vocabulario) y una serie de reglas
(gramática) para su funcionamiento. La característica fundamental de este tipo de lenguaje es
su precisión y la relación unívoca (uno-a-uno) entre las palabras o símbolos (alfabeto) y su
significado.

En este tipo de lenguaje no se admite la ambigüedad. Esta característica, junto con la


convencionalidad, es propia de los lenguajes formales como el matemático y el de la lógica.
Mención y uso de los signos o lenguaje-objeto y metalenguaje.

Para hablar de la mención y uso del signo lingüístico es necesario decir lo


siguiente. Los signos, en el caso particular de las palabras como signos, pueden
servir de medio para hablar de sí mismos o de otros signos de un mismo código
lingüístico o lenguaje. Esta capacidad de los lenguajes de poder hablar
(describirse, clasificarse, explicarse, etc.) de sí mismos es la que permite hablar de
lenguaje- objeto y de metalenguaje dentro de un mismo lenguaje, donde el
primero, el lenguaje-objeto, es el lenguaje objeto de estudio o análisis y el
metalenguaje es el lenguaje como instrumento de análisis o estudio. Esto puede
ilustrarse con el siguiente ejemplo: “El español es una lengua analítica”
En este caso se está usando el idioma (lenguaje) español para hablar /decir
algo del idioma español. De esta manera el español es el lenguaje-objeto y al
mismo tiempo es el metalenguaje a través del cual se habla o dice algo del
español. Este doble uso de un lenguaje como objeto de estudio y medio de estudio
es típico o propio de las disciplinas semióticas o disciplinas que estudian la
estructura y funcionamiento de los signos o lenguajes (naturales y artificiales) a
partir de las dimensiones pragmática (énfasis en los usuarios: emisor y receptor),
semántica (énfasis en el significado de los signos o palabras) y sintáctica (énfasis
en las relaciones de combinación entre las palabras o demás signos).
Entre las disciplinas semióticas pueden mencionarse la fonología o estudio
de los sonidos de un idioma, la lexicología o estudio de la evolución (tiempo) de
las palabras y la dialectología o estudio de las variedades de una lengua con
atención a las regiones o espacio. Estas tres disciplinas corresponden a ramas de
la lingüística como ciencia del lenguaje verbal. Sin embargo, también se
consideran disciplinas semióticas el estudio del lenguaje de los gestos, lenguaje
de señas, códigos de comunicación animal, de señas, y los códigos de los
lenguajes de programación.
Regresando al uso y mención de los signos, en particular de las palabras
como componentes básicos de los lenguajes naturales y artificiales, se puede
decir que tanto el uso como la mención de los signos, en este caso, lingüísticos
pueden conducir a confusión, ambigüedad o falta de claridad en la interpretación
del sentido
de una expresión lingüística. Ello resulta de la capacidad del lenguaje de poder
hablar o decir algo de sí mismo. Así por ejemplo en los siguientes enunciados,
1. El verbo en español puede ser regular o irregular
2. Amar es un verbo regular
3. Solar no es verbo en español
4. No todas las palabras terminadas en –ar son verbos en español,
el español es lenguaje-objeto y metalenguaje al mismo tiempo. En el primer
enunciado, se hace uso del verbo regular, mientras que en el segundo se hace
mención a un verbo regular, en este caso, “amar”. Igualmente se hace mención
del signo “solar” en el enunciado 3, mientras que en el enunciado 4 se hace uso
de “las palabras terminadas en –ar”. En estos casos parece no haber lugar a
confusión para un hablante del español con un nivel aceptable de conocimientos
de la lengua española. Sin embargo, en los siguientes enunciados la situación
puede parecer diferente:
1. Esto no es una frase nominal
2. Una frase nominal es una frase nominal
3. Un enunciado no es un enunciado
4. Todos los enunciados anteriores, incluso éste, son enunciados
5. ¿Cuándo se usa o se menciona una expresión?
6. A cuándo se le coloca tilde cuando es un pronombre interrogativo
7. En el idioma español, los adjetivos demostrativos se anteponen al
sustantivo, mientras que los pronombres demostrativos lo sustituyen y
para diferenciarlos de los primeros, se les coloca la tilde diacrítica.
8. En el idioma español, este, ese y aquel se anteponen al sustantivo y no
se tildan cuando tienen la función de adjetivos demostrativos, mientras
que cuando cumplen las veces de pronombres demostrativos sustituyen
al sustantivo y se les coloca tilde (éste, ése, aquél)
En los cuatro primeros enunciados las expresiones “Esto”, “Una frase
nominal”, “Un enunciado” y “Todos los enunciados anteriores, incluso éste” están
mencionados. En el enunciado 5, la palabra “Cuándo” está usada normalmente,
mientras que en el enunciado 6, “cuándo” está mencionada o usada de manera
autónima.
Para evitar esa ambigüedad o falta de claridad en el significado se
recomienda utilizar el símbolo “ ” o utilizar un tipo de letra diferente (por ejemplo,
itálica o cursiva) al del resto del texto para indicar que lo que está entre paréntesis
forma parte del lenguaje-objeto y de esta manera diferenciarlo del metalenguaje.
Así tenemos que en los siguientes enunciados:
1. “Esdrújula” es esdrújula
2. “Aguda” no es aguda
3. “Grave” es grave
las palabras entre comillas corresponden a formas del lenguaje-objeto
(español) mientras que el resto de las expresiones forman parte del metalenguaje
(español).
En este caso, las palabras “esdrújula”, “aguda” y “grave” están
mencionadas, mientras que las palabras esdrújula, aguda y grave (sin comillas)
están usadas normalmente.
Otra forma de entender y/o explicar la diferencia que hay entre los tipos de
referencia que realiza un signo, en este caso, el signo lingüístico, es mediante
lo siguiente. Unas veces, las palabras hacen referencia a cosas o clases de
cosas, o sea, signos referidos a objetos diferentes a los signos. En el
enunciado u oración “En mi casa hay un solo garaje”, la palabra “garaje” tiene por
designado un tipo de espacio con determinadas características. En este caso,
la palabra “garaje” es usada para hacer referencia a dicha clase de objetos
(espacios).
Otras veces, las palabras se refieren a otras palabras, es decir, signos
referidos a signos. En la oración “Garaje es una palabra de origen francés
(garaje)”, la palabra (signo) Garaje en cursiva, aunque se usa entrecomillada para
diferenciar, no hace referencia a ningún espacio, sino a la palabra con que se
hace referencia al espacio llamado “Garaje”, y enuncia que la palabra en cuestión
es de origen francés. En este caso, la palabra (signo) no es usada, sino
mencionada. Se dice que tiene un uso autónimo, es decir, se usa para referirse a
sí misma. Para hacer esa diferencia de referenciación se usan, entre otros
recursos, el entrecomillado y un tipo de letra diferente a la normal (puede ser
cursiva/itálica o el subrayado).
Cuando se hace mención de la palabra o signo estamos utilizando de un
metalenguaje, como ya se explicó anteriormente.

Función del lenguaje


Para comenzar podría argumentarse que la única función del lenguaje es la
de comunicar (hacer común) un pensamiento, sentimiento o idea en general. Sin
embargo, es corriente decir que el lenguaje como propiedad humana tiene varias
funciones (intenciones de comunicación), usos o propósitos que hace el usuario
(hablante o escribiente) manifiesta al usarlo.
Una de las clasificaciones más utilizadas es la que dice que el lenguaje
tiene tres funciones básicas: Expresiva o para comunicar sentimientos, emociones
o actitudes afectivas; Directiva, cuando se usa para originar, impedir o modificar
un comportamiento o actitud en el destinatario. Informativa, cuando se desea
comunicar una información (afirmación, narración, descripción, clasificación,
explicación) de una realidad determinada.
Estas tres funciones son llamadas por Karl Buhler como Emotiva, Conativa
o Apelativa y Representativa o Referencial, respectivamente.

Proposiciones
Cuando la función del lenguaje es la informativa, referencial, locutiva o
ideativa, según las clasificaciones presentadas anteriormente, es decir, cuando la
intención del usuario al usarlo es la comunicar una información, éste utiliza una
serie de expresiones que se denominan enunciados o proposiciones. Un
enunciado o proposición es toda expresión lingüística de la cual tenga sentido
preguntarse si es verdadera o falsa (asignarle un valor veritativo) con relación a la
realidad empírica conocida. Podría servir de ayuda, tal vez, decir que una
proposición o enunciado es toda afirmación o expresión lingüística a través de la
cual se afirma algo de la realidad según el contexto dado.
Ejemplo de proposiciones o enunciados son:
1. Estamos estudiando Informática.
2. El lenguaje de la Lógica es un lenguaje formal
3. En China el mandarín es el idioma oficial.
4. Mi nombre es Nicolás Alejandro.
5. Todo número primo es impar
6. Todo metalenguaje tiene su lenguaje-objeto
7. Esto está escrito en ruso
8. Esta es una proposición simple
Las proposiciones pueden ser verdaderos o falsos sin dejar de ser
proposiciones. Por otro lado, las proposiciones, llamadas también formas
proposicionales (Saenz, Gil, López, Romero y Bethelmy, 2001, p. 29), pueden ser,
dependiendo del número de componentes, atómicas o moleculares. Una
proposición es atómica o simple cuando está compuesta por dos términos: sujeto
y predicado (Garrido, 1983, pp.30- 32).
Ejemplos de proposiciones atómicas son:
1. La luna es el único satélite natural de la Tierra
2. El Bolívar es una moneda devaluada
3. La UPTT tiene cinco núcleos
4. Venezuela está a norte de América del Sur
Las proposiciones atómicas pueden combinarse para formar proposiciones
compuestas o moleculares. En otras palabras, una proposición es molecular o
compuestas si está formada por dos o más proposiciones simples o atómicas.
Para combinarse, las proposiciones simples necesitan de juntores o conectivos
lógicos. Entre los conectivos lógicos elementales están:
NOMBRE SÍMBOLO TRADUCCIÓN
Negación ~ No, no es el caos
que
Conjunción ˄ Y
Disyunción Inclusiva ˅ O
Disyunción Exclusiva ˅ o…o
Condicional → Si…entonces
Bicondicional ↔ Si y solo si

La negación. Para ilustrar este tipo de operación lógica se puede partir de


una proposición simple o atómica como:
1. “Chávez fue presidente de Venezuela”
Donde la proposición compuesta formada por la atómica y el conectivo
negador sería

1.1 “Chávez no fue presidente de


Venezuela” o
1.2 “ No es cierto que Chávez fue presidente de Venezuela”
El efecto de este juntor negador en la proposición en cuestión es el
siguiente: si la proposición inicial 1. Es verdadera, entonces, 1.1 o 1.2 es falsa y
viceversa.
Así como el juntor o conectivo NEGACIÓN puede incidir en una proposición
atómica, ocurre lo mismo con una proposición molecular. En ambos casos, el valor
lógico o veritativo de la proposición final depende del valor lógico o veritativo de la
proposición inicial. Esto se muestra en la tabla siguiente:
p ~p
V F
F V

La conjunción
El conectivo lógico “˄” corresponde a la conjunción “y” en el lenguaje
ordinario o natural. Según Garrido, (1983, p.40), “Una conjunción afirma la verdad
de sus componentes”. Es verdadera solo cuando las proposiciones componentes
son verdaderas.
Como ejemplo se puede decir:
p: “Chávez fue presidente de Venezuela y está muerto”
Esta proposición compuesta es verdadera si y solo si “Chávez fue
presidente de Venezuela” es verdadera y “Chávez está muerto” es verdadera.
Como sabemos que ambas proposiciones simples son verdaderas, entonces
podemos decir que la proposición resultante compuesta p es verdadera. Esta
información está ilustrada en la siguiente tabla de verdad
p q p˄q
V V V
V F F
F V F
F F F

La disyunción inclusiva
El juntor lógico “ V ” se refiere a la disyunción “O” del lenguaje ordinario
o natural y sirve para representar una proposición molecular compuesta por
dos o más proposiciones. Su significado lógico es el siguiente: “la disyunción
de dos proposiciones es falsa cuando todas las proposiciones componentes
son falsas”, (Ramis, 2005, p. 109). Esta idea está representada en la tabla
siguiente:
p q p˅q
V V V
V F V
F V V
F F F
La disyunción exclusiva
El conectivo lógico “V” está referido a la expresión “o…o” del lenguaje
natural (español) u “or…or” en el idioma inglés. Su significado lógico en las
proposiciones compuestas es como sigue: el valor de verdad de la disyunción
exclusiva es verdadero si una de las proposiciones es verdadera y la otra falsa.
Por tanto, es el valor veritativo es falso, si ambas proposiciones son
verdaderas, o ambas son falsas.
p q p˅q
V V F
V F V
F V V
F F F

La condicional

La conexión lógica condicional (→) equivale a la expresión “Si…


entonces…” del lenguaje ordinario. Este enlace condicional relaciona dos
proposiciones que se identifican con el nombre de antecedente, la primera, y
consecuente, la segunda.
Supongamos la proposición siguiente:
“Si entrego este trabajo de matemática, entonces tengo nota en el 15%
asignado.”
Si designamos como “p” a “Si entrego este trabajo de matemática” y
como “q” a “tengo nota en el 15% asignado”, entonces podemos sustituir a
ambas proposiciones por las letras respectivas y así tenemos que esto podría
expresarse así:
Si p, entonces, q
Y sustituyendo Si…, entonces,… por el símbolo lógico , tendremos
pq, que es como se expresa simbólicamente esta relación proposicional.
El valor lógico de esta operación proposicional es como sigue: pq es falso
si el antecedente es verdadero, en este caso p, y el consecuente, en este caso
q, es falso. En el resto de las posibles combinaciones es valor veritativo de
pq es verdadero.
El conector lógico  también es llamado “implicador” o “condicionador”,
(Garrido, 1983, p.42).
p q p→ q
V V V
V F V
F V F
F F V

La Bicondicional

La conexión Bicondicional “↔” equivale a la expresión “Si y sólo si”,


“Equivale” o “Cuando y solamente cuando” del lenguaje ordinario o natural. Las
cuales “suelen emplearse en el establecimiento de definiciones y equivalencias y
en la expresión de condiciones necesarias y suficientes”, (Garrido, 1983, p.44).
Este juntor lógico también es llamado coimplicador, bicondicionador o
equivaledor.
Si utilizamos las letras “p” y “q” para representar dos proposiciones que
intervienen en una relación de bicondicionalidad, entonces podemos decir que el
sentido o valor lógico del bicondicionador es el siguiente: una bicondicionalidad o
coimplicación es verdadera cuando sus dos componentes tienen el mismo valor de
verdad, o sea, cuando ambos son verdaderos o ambos son falsos. En caso
contrario, el valor veritativo de la operación bicondicional es falso.
Como ejemplo podemos usar dos proposiciones:
p: el número dos es el menor de todos los números pares y
q: el número dos es el único número par que es primo.
Como ambas proposiciones son verdaderas en el campo de la aritmética,
entonces la operación Bicondicional p↔q es verdadera.

p q p↔q
V V V
V F F
F V F
F F V
Objeto de la lógica
La lógica como disciplina científica tiene según varios autores los siguientes
objetos de estudio. Para la UNA (1992, p.25), la lógica se encarga de “formular
sistemas teóricos (teorías) de los razonamientos deductivos que permitan
distinguir aquellos razonamientos válidos de los que lo son”. Ramis (2005, p.159),
por su parte, considera que la lógica es “la ciencia que estudia la razón en los
actos de dirigirse hacia el conocimiento de la verdad”. Este mismo autor señala
(p.17) que la lógica posee dos tipos de objeto o contenido. El material y el formal,
los cuales constituyen el doble objeto de la lógica. El componente material está
representado por los actos del pensamiento (concepto, juicio y raciocinio). Pero
ellos son estudiados por la lógica sólo desde el punto de vista de su rectitud con la
intención de “captar nociones, enunciar juicios y establecer conclusiones”, pues la
naturaleza, estructura y funcionamiento de estos actos son objeto de estudio de la
Psicología. Por ello, el objeto formal de la lógica es la “rectitud del pensamiento”.
De manera parecida, concibe Rodríguez Lozano (2007) el objeto formal de la
lógica, al decir que ésta se “ocupa del orden y de la rectitud estructural del
pensamiento pensado, inclusive con la independencia de la verdad real de su
mismo contenido”, (p.20)
Finalmente, es importante incluir aquí la definición que tiene de De Gortari
de la lógica. Según este doctor en filosofía y autor de uno de los diccionarios
(2000,
p. 287) de lógica más referenciado en habla hispana, la lógica es “la ciencia que
estudia los procesos del pensamiento y los procedimientos que se utilizan en la
adquisición del conocimiento científico, tanto teórico como experimental”
Designado y denotado de un signo
Para hablar de lo designado y de lo denotado de un signo es necesario
hablar del concepto de signo. Para De Gortari (Op. cit., p. 470) un signo es
“cualquier objeto o acontecimiento usado como evocación de otro objeto o
acontecimiento”. Para Pierce, uno de los padres fundadores de la semiótica, un
signo es “algo que está por alguna otra cosa o que representa a otra cosa y es
comprendido o interpretado por alguien, esto es, que tiene un significado para
alguien”, es decir, es algo que hace referencia (refiere) a otra cosa. Para él todo
signo está compuesto por tres elementos: un componente físico o perceptible,
llamado por él, representamen, en el casos de los lenguajes verbales, las
palabras. Un componente mental, llamado interpretante, que corresponde al
concepto que se tiene de algo, y un componente extralingüístico, perteneciente al
mundo empírico o teórico, llamado objeto.
La semiótica como estudio de los signos parte de tres dimensiones. La
dimensión pragmática hace referencia a la relación que se da entre un signo
o
sistema de signos (sígnico) y sus usuarios o intérpretes. Luego está la
dimensión semántica, que es aquella referida a la relación entre el signo y a lo
que éste hace referencia, es decir, su designado o concepto. Finalmente está
la dimensión sintáctica que estudia la relación que se da entre los signos entre sí
o la de un signo consigo mismo. La dimensión semántica, por su parte, distingue
dos aspectos del significado o concepto mental. El aspecto designado, el cual
consiste en el conjunto de características a que hace referencia el signo. Por
ejemplo, la palabra “libro” tiene como designado las características propias de
ser un objeto de lectura, con hojas impresas o digitales, palabras, imágenes,
páginas numeradas, entre otros rasgos. El denotado de un signo, es en cambio,
el conjunto de objeto que poseen las características designadas. En el
presente caso, todos los libros habidos y por haber, impresos o digitales, o
sea, la clase o grupo de libros.
Entre los sinónimos que existen, según Gianella de Salama, al par
correlativo de designado y denotado se tiene lo siguiente:

Designado Denotado
Sentido Denotado
Connotación Denotado
Intensión Extensión

A manera de cierre y considerando las características de los lenguajes


naturales y los fines con los que se crearon los lenguajes artificiales se podría
concluir que los lenguajes naturales por su naturaleza no son los más
adecuados para alcanzar la verdad ni como códigos de lenguaje ordinario, ni
como sistemas lingüísticos de las ciencias empíricas (física, biología, química)
o formales (matemáticas, lógica y computación), muchos menos para las
reflexiones filosóficas de mayor abstracción. Esta fue una de las razones que
movieron a los miembros del Círculo de Viena y otros como Neurath, Frege,
Wittgenstein, Russel y Whitehead, quienes pensaban que uno de los mayores
obstáculos del ser humano para llegar a la verdad era la imperfección del
lenguaje. Sin embargo, con el tiempo se dieron cuenta, unos más que otros, que
el problema no sólo estaba en ese ámbito, sino que había que búscalo en la
dinamicidad y complejidad de la realidad, así como también en la incapacidad
humana de alcanzarla.
Sin embargo, ese intento de depurar el lenguaje natural y hacerlo más
preciso, menos ambiguo, o mejor, la creación de lenguajes artificiales altamente
formales si ha tenido y seguirá tendiendo sus frutos en las ciencias empíricas
naturales (física, química, biología) y en mayor grado, las ciencias formales
(matemáticas y lógica) y las computacionales. De ahí la necesidad de incluir en
el
PNF de Informática los componentes curriculares vinculados a la lógica
proposicional, a los lenguajes artificiales y altamente formales, como base para la
preparación en el campo de la programación computacional o informática.

También podría gustarte