La II República Constitución de 1931 y Reformas (1931-1936)
La II República Constitución de 1931 y Reformas (1931-1936)
La II República Constitución de 1931 y Reformas (1931-1936)
Tras el fracaso de la Dictadura, primero, y la caída de la monarquía, pocos meses después, el 14 de abril de 1931 se implantaba en
España la II República, la cual, hasta el levantamiento del 18 de julio de 1936, vivirá varias etapas: Gobierno provisional, Bienio
social-azañista, Gobierno radical-cedista y Frente Popular.
d) La reforma agraria era fundamental para llevar a cabo las transformaciones sociales que habrían de justificar la revolución
política realizada por la República. Con esta reforma se pretendía suprimir los latifundios, limitando su extensión y
distribuyendo las tierras sobrantes a los obreros y colonos, previa indemnización a sus dueños. En 1932 se aprobaba la Ley de
Bases de la Reforma Agraria. La reforma agraria no se emprendió de una manera radical (pocos campesinos accedieron a la
propiedad) y, por otra parte, fue la causa del enfrentamiento de los terratenientes y de la aristocracia contra la República.
e) Las reformas laborales (aplicables a la agricultura) fueron promovidas por Largo Caballero (PSOE) desde el Ministerio de
Trabajo, con leyes como con la Ley de Términos Municipales, la Ley de Jurados Mixtos y la Ley de Contratos de Trabajo. Se
buscaba acabar con la conflictividad social, con medidas como la jornada de 8 horas, la prolongación de arrendamiento, el
laboreo forzoso donde existiesen braceros o la creación de jurados mixtos patronos-obreros (para llegar a acuerdos como la
subida de salarios).
f) En cuanto a la situación estatutaria, al Estatuto de Autonomía de Cataluña quedó definitivamente aprobado en septiembre
de 1932. Cataluña se convertía en región autónoma, con gobierno, Parlamento y administración propios (Generalitat de
Catalunya). El catalán se convertía en idioma oficial en Cataluña junto con el castellano.
Estos cambios provocaron en amplios sectores del país una fuerte reacción en contra. Por otra parte, existía un gran malestar social
a causa de la crisis económica, de las huelgas promovidas por la CNT y de la constante alteración del orden. Tal situación derivó
en el pronunciamiento militar antirrepublicano del 10 de agosto de 1932, dirigido por el general Sanjurjo, sublevación que
fracasaría, siendo sancionados los responsables por el Gobierno
La organización de las derechas no se hizo esperar, sobre todo tras el frustrado golpe militar del general Sanjurjo. En 1933 nacían
la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) de Gil-Robles. La ultramonárquica Renovación Española de
Calvo Sotelo y la Falange Española de José Antonio Primo de Rivera, partido que acabaría fusionándose con las Juntas de
Ofensiva Nacional Sindicalista, (JONS), de Ramiro Ledesma y Onésimo Redondo, para formar la Falange Española de las
JONS en 1934. Por último, los carlistas se reorganizaron en la Comunión Tradicionalista.
La crisis final del gobierno del bienio social azañista iba a estar en estrecha relación con los hechos ocurridos en Casas Viejas
(Cádiz). En enero de 1933 los anarcosindicalistas del pueblo de casas viejas pretendieron hacer la revolución proclamando el
comunismo libertario. El gobierno Azaña reprimió violentamente está rebelión por medio de las fuerzas del orden. Esto y nuevas
crisis del gobierno Azaña provocaron finalmente su caída, dando paso a los brevísimos gobiernos de los radicales Lerroux y de
Martínez Barrio, tras de lo cual fueron disueltas las Cortes y se convocaron elecciones generales.