Escenas Finales Donalvaro para Grabar

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DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO

Ángel de Saavedra, duque de Rivas

ACTORES: EFECTOS:

DON ÁLVARO LUCHA ESPADAS

DON ALFONSO PASOS A LA ERMITA+GOLPES PUERTA

DOÑA LEONOR CAMPANILLA

VOZ DENTRO + PADRE GUARDIÁN CAMPANAS CONVENTO

FRAILES TORMENTA

MISERERE
ESCENA IX
El teatro representa un valle rodeado de riscos inaccesibles y de malezas, atravesado por un arroyuelo.
Sobre un peñasco accesible con dificultad, y colocado al fondo, habrá una medio gruta, medio ermita con
puerta practicable, y una campana que pueda sonar y tocarse desde dentro; el cielo representará el ponerse
el sol de un día borrascoso, se irá oscureciendo lentamente la escena y aumentándose los truenos y
relámpagos, DON ÁLVARO y DON ALFONSO salen por un lado.
[…]

D. ÁLVARO. (En el extremo de la desesperación.)


Baste. ¡Muerte y exterminio! DON ALFONSO.
¡Muerte para los dos! Yo matarme ¡Ah! por caridad, por caridad...
sabré, en teniendo el consuelo
de beber tu inicua sangre. DON ÁLVARO.
(Toma la espada, combaten y cae herido DON Sí; voy a llamarlo... al punto...
ALFONSO.)
DON ALFONSO.
DON ALFONSO. Apresuraos, Padre... ¡Dios mío!
Ya lo conseguiste... ¡Dios mío! (DON ÁLVARO corre a la ermita y golpea la puerta).
¡Confesión! Soy cristiano...
Perdonadme... Salva mi alma... DOÑA LEONOR. (Dentro.)
¿Quién se atreve a llamar a esta puerta?
DON ÁLVARO. (Suelta la espada y queda como Respetad este asilo.
petrificado.)
¡Cielos!... ¡Dios mío!... DON ÁLVARO.
¡Santa Madre de los Ángeles!... Hermano, es necesario salvar un alma,
¡Mis manos tintas en sangre... socorrer a un moribundo:
en sangre de Vargas!... venid a darle el auxilio espiritual.

DON ALFONSO. DOÑA LEONOR. (Dentro.)


¡Confesión! ¡Confesión!... Imposible, no puedo, retiraos.
Conozco mi crimen y me arrepiento...
Salvad mi alma, vos que sois ministro del Señor... DON ÁLVARO.
Hermano, por el amor de Dios.
DON ÁLVARO. (Aterrado.)
¡No, yo no soy más que un réprobo, DOÑA LEONOR. (Dentro.)
presa infeliz del demonio! No, no, retiraos.
Mis palabras sacrílegas
aumentarían vuestra condenación. DON ÁLVARO.
Estoy manchado de sangre, Es indispensable, vamos.
estoy irregular... (Golpea fuertemente la puerta)
Pedid a Dios misericordia... Y...esperad...
cerca vive un santo penitente... DOÑA LEONOR. (Dentro, tocando la campanilla).
podrá absolveros... Pero está ¡Socorro! ¡Socorro!
prohibido acercarse a su mansión...
¿Qué importa?: yo que he roto todos los vínculos,
que he hollado todas las obligaciones...
ESCENA X
Los MISMOS y DOÑA LEONOR, vestida con un saco, y esparcidos los cabellos, pálida y desfigurada,
aparece a la puerta de la gruta, y se oye repicar a lo lejos las campanas del convento.

DOÑA LEONOR. ¡Cielos!... ¡Otra voz conocida!...


Huid, temerario; ¿Mas qué veo?...
temed la ira del cielo. (Se precipita hacia donde ve a DON ALFONSO.)

DON ÁLVARO. (Retrocediendo horrorizado por la DON ALFONSO.


montaña abajo.) ¡Ves al último de tu infeliz familia!
¡Una mujer!...
¡Cielos!... ¡Qué acento!... DOÑA LEONOR. (Precipitándose en los brazos de su
¡Es un espectro!... hermano.)
Imagen adorada... ¡Hermano mío!... ¡Alfonso!
¡Leonor ¡Leonor!
DON ALFONSO. (Hace un esfuerzo, saca un puñal, y
DON ALFONSO. (Como queriéndose incorporar.) hiere de muerte a Leonor.)
¡Leonor!... Toma, causa de tantos desastres,
¿Qué escucho? ¡Mi hermana! recibe el premio de tu deshonra...
Muero vengado. (Muere.)
DOÑA LEONOR. (Corriendo detrás de don Álvaro.)
¡Dios mío! ¿Es DON ÁLVARO.
don Álvaro?... ¡Desdichado!... ¿Qué hiciste?...
Conozco su voz... ¡Leonor! ¿Eras tú?...
Él es... ¡Don Álvaro! ¿Tan cerca de mí estabas?... ¡Ay!
(Sin osar acercarse a los cadáveres.)
DON ALFONSO. Aún respira... aún palpita aquel corazón
¡O furia! Ella es... todo mío... Ángel de mi vida...
¡Estaba aquí con su seductor!... vive, vive... yo te adoro...
¡Hipócritas!... ¡Leonor!!! ¡Te hallé, por fin... sí,
te hallé... muerta!
DOÑA LEONOR. (Queda inmóvil.)
ESCENA ÚLTIMA
Hay un rato de silencio; los truenos resuenan más fuertes que nunca, crecen los relámpagos, y se oye cantar
a lo lejos el Miserere a la comunidad, que se acerca lentamente.

VOZ DENTRO. Busca, imbécil, al Padre Rafael...


Aquí, aquí; ¡qué horror! Yo soy un enviado del infierno,
soy el demonio exterminador...
(DON ÁLVARO vuelve en sí, y luego huye hacia la Huid, miserables.
montaña. -Sale el P. GUARDIÁN con la comunidad,
que queda asombrada.) TODOS.
¡Jesús, Jesús!
P. GUARDIÁN.
¡Dios mío!... ¡Sangre derramada! ¡Cadáveres!... DON ÁLVARO.
¡La mujer penitente! Infierno, abre tu boca y trágame.
Húndase el cielo, perezca la raza humana;
TODOS LOS FRAILES exterminio, destrucción...
Una mujer!... ¡Cielos! (Sube a lo más alto del monte y se precipita.)

P. GUARDIÁN. P. GUARDIÁN Y LOS FRAILES


¡Padre Rafael! (Aterrados y en actitudes diversas.)
¡Misericordia, Señor!
DON ÁLVARO. (Desde un risco, con sonrisa ¡Misericordia!
diabólica, todo convulso, dice:)

Don Álvaro o la fuerza del sino


Ángel de Saavedra, Duque de RIvas
Madrid, año de 1835
FIN DEL DRAMA

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