Articulo. Nivel de Conocimiento de Los Padres Sobre La Importancia de La Dentición Temporal
Articulo. Nivel de Conocimiento de Los Padres Sobre La Importancia de La Dentición Temporal
Articulo. Nivel de Conocimiento de Los Padres Sobre La Importancia de La Dentición Temporal
Resumen.
Los dientes temporales, hasta aproximadamente los 12 años, cumplen importantes funciones en el
organismo la adquisición progresiva de habilidades masticatorias, son referentes espaciales para la
lengua en la masticación, la deglución y la fonoarticulación, son apoyo para los labios y las mejillas en
el cierre bucal y la expresión facial y mantienen el espacio y la estimulación del desarrollo maxilar para
contener la fórmula dentaria, por lo que la dentadura primaria debe mantenerse sana y funcional hasta
el momento de su cambio.1 En ocasiones, estas funciones pueden verse afectadas por la pérdida
temprana de algún diente temporal. Las caries pueden contribuir a la pérdida prematura de los dientes
temporales, con la consecuente migración de los dientes contiguos a la brecha, lo que ocasiona la
pérdida de la longitud del arco, la discrepancia hueso diente negativa y el apiñamiento de los dientes
permanentes; esto puede suceder, pero en menor magnitud, cuando existen obturaciones
defectuosas en las superficies proximales.2 Otros autores plantean que las causas más frecuentes que
dan lugar a las pérdidas prematuras son los traumatismos, la reabsorción prematura de las raíces de
los temporales y las extracciones por procesos odontodestructivos.3 Una dentición temporal sana y
cuidada permitirá tener un correcto cambio dentario pues la pérdida de un diente temporal antes de
tiempo hace que el permanente pierda su guía eruptiva y presente problemas de malposiciones o de
retenciones dentarias. No darle la importancia, el respeto, el cuidado y la prevención necesaria a esta
dentición significa un riesgo importante de sufrir problemas tales como infecciones, dolor, pérdidas
prematuras y complicaciones dentarias crónicas que posteriormente se reflejarán en la dentición
adulta.4 En la revisión bibliográfica realizada los escasos estudios sobre la prevalencia de la pérdida
temprana de dientes temporales arrojan resultados desalentadores.5-7 En la unidad médica de la
Universidad Privada de la Península, en el período de septiembre de 2022 a enero 2023, se realizó un
trabajo investigativo con el propósito de describir el comportamiento de la pérdida prematura de
dientes temporales y se constató una prevalencia de dientes perdidos de un 12.1%.8 La escasez de
trabajos que aborden la temática de la presente investigación en Cuba sobre la importancia y el
cuidado de la dentición temporal, de manera específica desde el punto de vista educativo y de la
necesidad de modificar el cuadro epidemiológico en esa área de salud, lleva a la siguiente interrogante:
¿Qué información tienen las madres sobre la importancia y el cuidado de la dentición temporal? Es
este el problema científico de la presente investigación, que tiene el objetivo de explorar el nivel de
conocimientos que poseen las madres sobre la importancia y el cuidado de la dentición temporal por
el rol que desempeña en el crecimiento, el desarrollo y la salud general de las niñas y los niños al tener
en cuenta que el comportamiento de numerosos problemas de salud está determinado, en gran
medida, por los conocimientos, las conductas y las actitudes hacia el autocuidado de la salud y, al
mismo tiempo, estas conductas están reguladas por patrones culturales que son adquiridos en el seno
de la familia; la mayoría de los factores de riesgo que atentan contra la salud dependen de los
conocimientos, las actitudes y las prácticas aprendidos en edades tempranas. Son muchas las
definiciones que sobre conocimiento existen; a pesar de que es una operación del día a día no existe
acuerdo en lo que respecta a lo que realmente sucede cuando se conoce algo. La Real Academia de la
Lengua Española define conocer como el proceso de averiguar por el ejercicio de las facultades
intelectuales la naturaleza, las cualidades y las relaciones de las cosas. Se puede decir que el conocer
es un proceso a través del que un individuo se hace conciente de su realidad y en el que se presenta
un conjunto de representaciones sobre las que no existe duda de su veracidad; además, el
conocimiento puede ser entendido de diversas formas: como una contemplación porque conocer es
ver, como una asimilación porque es nutrirse y como una creación porque conocer es engendrar. 9
Material y métodos.
La importancia de este estudio es identificar el nivel de conocimiento de los padres y tutores de los
pacientes pediátricos para la prevención de las enfermedades bucodentalees que afectan desde la
infancia y de tal manera evitar pérdidas prematuras de dientes temporales lo que conlleva un sinfín de
complicaciones en el desarrollo craneofacial e integral del paciente.
Resultados.
La muestra se caracterizó por tener un predominio de edad entre los 24-30 años (41.6%); en relación
al nivel de escolaridad tuvo mayor por ciento el preuniversitario terminado (37.7%), seguido de la
universidad terminada (26.6%). En la tabla 1 se describe la distribución de la muestra según la edad y
los conocimientos del período de brote de los dientes temporales: se observó un predominio del
conocimiento parcial (40.3%), seguido de los que no conocen (37.7%). En los estadísticos descriptivos
para la edad se apreció que la media para la categoría conoce fue de 28 años y para la que no conoce
fue de 24; son las más jóvenes las que tienen menos conocimientos sobre el período de brote.
Conocimiento
Edad Conoce Conoce No conoce Total
parcialmente
17-23 20% 25% 52.6% 37.7%
24-30 53.3% 41.7% 36.8% 41.6%
31-37 13.3% 25% 7.9 % 14.3%
38 y + 13.3% 25% 8.3 % 6.5%
Total 19.5 31.2 49.4 100
Tabla 1.
Distribución de la muestra según la edad y los conocimientos del período de exfoliación de los dientes
temporales.
Conocimiento
Edad Conoce parcialmente No conoce Total
Discusión.
Con relación a la edad los datos obtenidos coinciden con los de otros autores como Pablo Noda 12
pues predominaron los grupos etarios de 20 a 24 años, que se relacionan con la etapa más fértil de la
mujer que se extiende, generalmente, desde los 15 hasta los 49 años.13 Al valorar las respuestas a las
preguntas del cuestionario se pudo observar que la representatividad del conocimiento parcial
relacionado con el período de brote estuvo dada porque las madres conocían más el comienzo de la
edad de brote que el final de la dentición. Se consideró que el no conocer sobre el período de brote
en las más jóvenes guarda relación con su corta edad y la poca o ninguna experiencia de parto y crianza
de otros niños que le haya permitido recibir la información, lo que se traduce como una necesidad
manifiesta de aprendizaje. El brote del primer diente del bebé es algo muy esperado por los padres y
el resto de la familia, es para todos una forma de evaluar el buen desarrollo del niño o la niña, por
tanto, puede ser una experiencia inolvidable, algo que no ocurre con el final del brote, pues para esta
época hay cierta confianza en que todo marcha bien y se desconoce su fin. Es muy importante que los
padres estén informados al respecto con el fin de detectar cualquier trastorno en el proceso de
erupción y de poder consultar inmediatamente al Especialista en Ortodoncia, que podrá tomar las
medidas necesarias e impedir la aparición o el agravamiento de anomalías de la oclusión con las
consecuentes alteraciones de la función de la dentición, además le servirá para predecir la evolución
de la erupción de los dientes permanentes.
El no conocimiento sobre el período de exfoliación de los dientes temporales reflejó una mayor
representatividad, y en especial en las más jóvenes; es lógico que el mayor por ciento de conocimiento
se encuentre en las madres de 24 a 30 años, lo que puede estar relacionado con sus experiencias
vividas en la crianza de otros hijos. Es importante que las madres conozcan que la caída fisiológica del
primer diente no es signo de que la dentición temporal en general ha llegado a su fin, quedan
aproximadamente alrededor de cinco o seis años por cumplir sus funciones pero, además, que
conozcan cuándo termina la etapa de exfoliación y el tiempo que deben permanecer los molares en
su lugar para saber hasta dónde extender el cuidado de esta dentición y así favorecer su conservación.
Las féminas le confieren importancia a la dentición temporal solo para la masticación y algunas
consideraron su valor como mantenedor de espacio del diente que lo va a sustituir. Se considera que
el desconocimiento acerca de la función de esta dentición no les permite darle el valor que tiene para
el crecimiento y el desarrollo del niño o de la niña al no prestarle los cuidados necesarios. Las madres
consideraron como factores perjudiciales en la dieta la ingestión de alimentos azucarados fuera del
horario de comida, ejemplos los refrescos y otros líquidos endulzados; no ocurrió así con la
permanencia de restos de alimentos en contacto con los dientes o alimentos pegajosos ingeridos fuera
del horario de comida. No existe dominio en las madres de ciertos aspectos importantes relacionados
con la dieta que les ayude al logro y al mantenimiento de una buena salud bucal en el bebé; resultados
similares son presentados en los estudios realizados por Alfonso y Lozano14 sobre conocimientos de
salud bucal en gestantes en los que determinaron que las embarazadas conocen solo el 66.6% de los
alimentos que propician el desarrollo de la caries. Es necesario señalar la escasez de bibliografía
actualizada que permita un análisis comparativo de las variables estudiadas relacionadas con el
indicador sobre conocimientos y comportamiento para la prevención de la pérdida temprana de la
dentición temporal; no obstante, en un estudio realizado, la Dra. Cabrera Escobar y colaboradores 15
estimaron que aquellos niños de atención en el hogar con categoría de alto riesgo de padecer de caries
dental estaban asociados a las madres del grupo de riesgo por presentar pobre educación en salud
bucal y aseguraron que este bajo nivel de cultura sanitaria provoca que ellas adopten conductas
desfavorables con relación a la salud del niño a la hora de alimentarlos y realizar procedimientos
higiénicos, entre otros aspectos; estas reflexiones ayudan a confirmar la influencia negativa que puede
tener el desconocimiento de las madres acerca de las medidas necesarias para preservar la salud bucal.
El tener mayor nivel de escolaridad no determinó altos niveles de conocimientos con respecto a la
salud bucal, este osciló en medio y bajo aún en las personas de mayores niveles de escolaridad. Todo
parece indicar que no se ha hecho un uso adecuado de los diferentes programas que proponen
canalizar, por las vías curricular, extra curricular, familiar y comunitaria, los temas de salud en general
en los diferentes niveles de educación, lo que permitiría garantizar, paulatinamente, la formación
integral desde las primeras etapas de la vida hasta la adultez; tal es el Programa Director de Promoción
y Educación para la Salud en el Sistema Nacional de Educación. Estos resultados muestran la necesidad
urgente de aprendizaje en cuestiones de salud bucal, no se puede aceptar que los padres mantengan
su visión de educar en salud solo como resultado de la experiencia acumulada o con principios
meramente intuitivos, se requiere una labor sistemática para que se logren éxitos en su labor de
educar a sus hijos y el equipo de salud es el encargado de ello. Se recomienda diseñar estrategias y
acciones que contribuyan a mejorar el nivel de conocimiento de las madres, así como materiales que
lo apoyen.
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