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Pintar La Moto (Portalmotos-Com)

El documento proporciona instrucciones para pintar una moto. Explica que primero se debe desmontar y limpiar completamente la moto, eliminando cualquier óxido o suciedad. Luego se aplica una capa de imprimación, que sirve como base para la pintura final y ayuda a prevenir la corrosión. Finalmente, se aplican varias capas de pintura de acabado para lograr el color y brillo deseados. El documento enfatiza la importancia de seguir cada paso correctamente para obtener un buen resultado final.
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Pintar La Moto (Portalmotos-Com)

El documento proporciona instrucciones para pintar una moto. Explica que primero se debe desmontar y limpiar completamente la moto, eliminando cualquier óxido o suciedad. Luego se aplica una capa de imprimación, que sirve como base para la pintura final y ayuda a prevenir la corrosión. Finalmente, se aplican varias capas de pintura de acabado para lograr el color y brillo deseados. El documento enfatiza la importancia de seguir cada paso correctamente para obtener un buen resultado final.
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Pintar la moto

11/09/2004 2:08:14
Seguro que a muchos se os ha ocurrido alguna vez la idea de pintar la moto,
porque no os gusta el color que tiene, os habéis cansado de él o
simplemente porque de tantos golpes y caídas (O por que tiene más años
que Matusalen) la pintura, el carenado y otras piezas se encuentran en un
estado bastante lamentable.
Pero claro, no se va coger uno la brocha de pintar techos y la pintura plástica
y darle una manita...
Así que vamos a intentar contar cómo hacerlo y que no quede una chapuza.
Es más, que quede bien.

PREPARAR LA MOTO PARA PINTARLA


Lo primero que tenemos que hacer con nuestra moto para pintarla es dejarla
"en bolas". Es decir, desmontar todo lo que podamos.. Y esto quiere decir
todo lo que podamos: carenado en todas sus partes, protecciones,
guardabarros, etc....
Lo que se quede sin desmontar tendremos que taparlos cuidadosamente con
cinta adhesiva de papel (de la que usan los pintores de casas). Para irlos
pintando por partes.
Al desmontar de paso aprovechamos para darles una limpieza y engrasado
que nunca vienen mal.
Si la pintura está intacta y sólo queremos cambiar el color, podemos pasar
directamente a la limpieza.

 
En este caso, no hay que darle
imprimación, sólo pasarle una lija fina
para que agarre la pintura. Si no, lo
primero es eliminar toda la pintura que
tenga. Para ello tenemos varios
métodos. El que yo os recomiendo es
usar un producto decapante de los
que venden en cualquier droguería.
Se llevan casi cualquier tipo de
pintura. El único inconveniente es que
hay que eliminarlos luego muy bien
(con agua o disolventes, según las
instrucciones del propio producto), y
mucho cuidado al abrirlo, no te salte a
la cara, evita el contacto con la piel.
 
Raspar es otro método, imprescindible si se resiste al decapante (sería
rarísimo). Tened cuidado con qué raspáis, porque podéis hacer unos
arañazos que luego no haya manera de quitar. También podéis utilizar discos
de lija o cepillos metálicos circulares puestos en la taladradora. Finalmente,
hay pistolas de aire caliente para decapar, pero la mayoría no disponemos de
ella. Si la usáis, mucho cuidado con cualquier parte de plástico que halláis
dejado puesta o cerca, pues se os puede fundir.
 
 
DEJARLA QUE "SE PUEDA COMER EN ELLA..."

Cuando ya tenemos las piezas sin pintura, tenemos que limpiarlo


concienzudamente.

IMPORTANTÍSIMO eliminar cualquier resto de oxido que haya, lijando o con


un cepillo metálico. Ojo especialmente a las soldaduras, que son
"escondites" perfectos para el oxido y la suciedad. Recomiendo que frotéis
las piezas metálicas con una lija fina o con lana de acero. Así eliminamos
cualquier capa fina de oxido y dejamos una superficie algo rugosa donde
agarra mejor la pintura.
Ahora se trata de dejar perfectamente limpio el metal para aplicar la pintura.
Lo mejor es quitarle el polvo con un trapo, y desengrasar bien todo con un
trapo empapado en acetona. Dadle varias pasadas con acetona cambiando
siempre la acetona y el trapo, para no dejar ningún resto.
Desde este momento, estas pìezas no se pueden tocar, pues dejaríamos la
grasa de los dedos. Para manejarlo, hacedlo con guantes o agarrando con
un trapo. Aprovechad antes de la última limpieza para tapar con cinta o
papeles todo lo que no queráis pintar.
Tampoco conviene que pase demasiado tiempo desde que lo limpiáis hasta
que pintáis, para que no se forme nada de óxido. Si tenéis que hacerlo, dejar
todo en el sitio más seco posible
Si la moto tuviera grietas o golpes, hay que masillar, lijar, masillar, hasta que
quede liso..
 
IMPRIMACIÓN
La imprimación es una primera capa de pintura que se agarra bien al material
a pintar y nos sirve de base para la pintura de acabado. Esta primera capa (o
capas) es fundamental y de ella depende en gran medida el "éxito" de
nuestra operación. Esta capa cumple varias funciones: es una capa que se
adhiere bien a la base, y a la que se adhiere bien la pintura de acabado.
Con ello aseguramos que la pintura no se levante, salte, ampolle, etc. Esto
es especialmente importante si estamos pintando un plástico (no olvidemos
que los cuadros de fibra de vidrio son, al fin y al cabo, de plástico) o metal,
que crea una capa de óxido que impide (además de que se oxide) que la
pintura se agarre bien.

 
Otra función que cumple es
proporcionar una superficie más
lisa y regular, tapando algunos
arañazos o irregularidades del
metal. Con ello el aspecto final
de la pintura de acabado es
mucho mejor. Finalmente,
proporciona una base de color
opaco y uniforme, para que la
capa de acabado sea a su vez
uniforme en color y brillo.
Cuando se trata de piezas de
acero, cumple además una
función primordial: es
antioxidante. El famoso "minio"
naranja que todos hemos usado
alguna vez para pintar la
barandilla de la terraza no es
más que un tipo de
imprimación.
Estas capas antioxidantes
impiden la formación de
herrumbre en el hierro, que sólo
con una pintura de acabado no
podríamos impedir.

Bueno, pues ya que sabemos para que sirve, llega la hora de utilizarla. Lo
primero, es elegir el tipo, especial para cada material que queramos pintar.
Para el acero se suele utilizar una pintura antioxidante de oxido de hierro,
que tiene un color rojo granate. La podemos encontrar fácilmente, incluso en
centros comerciales, pues se usa para todo. En tiendas de repuestos de
coches también la tenemos, pues es la misma que se usa para los coches.
En cualquier caso, si conocéis una buena tienda de pinturas será donde
mejores cosas encontréis y más fácilmente, además del asesoramiento. Para
los que viváis en Madrid, hay una muy buena que se llama Mavi, en la calle
Luis Cabrera, esquina a Eugenio Salazar (no es por hacer publicidad, sino
por facilitar el trabajo). Para el aluminio existen unas imprimaciones
especiales. Lo mejor es seguir las instrucciones del fabricante, ya que
pueden variar de unos a otros.
Para el plástico también hay imprimaciones para que agarre la pintura, como
las que se usan antes de pintar los parachoques de los coches. Si no dais
imprimación en un plástico, en cuanto se seque la pintura empezará a saltar.
Os recomiendo que compréis la imprimación en spray, pues a no ser que
tengáis pistola de pintar es la única forma decente de aplicar la pintura de
manera uniforme.
Aplicad varias capas finas. Para evitar que chorree os recomiendo que
empecéis por las partes más recónditas, con capitas muy ligeras. Después
de varias capas (con 3-5 suele quedar bien) tiene que quedar con una capa
uniforme y sin chorretones, que se notarían luego.
Si no habéis podido evitar gotas, lijadlas (cuando estén bien secas) con una
lija de agua del 600, y volved a dar un poco de imprimación encima.
 
EL ACABADO
Esta es la parte que se va a ver, pero os aseguro que por muy bien que
hagáis el acabado, no hay manera de dejarlo bien si no habéis seguido los
pasos anteriores. El tipo de pintura es bastante libre, asegurándose siempre
de la compatibilidad con la imprimación, pero los esmaltes acrílicos, como los
que se usan para los coches quedan muy bien, con un buen brillo y resisten
bastante.
En esta parte es donde entra más la subjetividad. Podéis elegir pinturas
brillantes o mates, o incluso con efectos extraños (dorados, metálicos, con
reflejos...). La imprimación tiene que estar bien seca (depende del tipo, pero
por lo general unas 24 horas).
Aplicar el acabado es lo más difícil, porque aquí si que no podemos lijar, y
cualquier mota de suciedad o chorretón se notará. Pero como ya tenéis
experiencia de la imprimación, seguro que esto os sale mucho mejor.
El polvo es un gran enemigo; si hay polvo se os pegará a la pintura mientras
se seca. Aunque aparentemente no se vea, quita brillo y si es entre capa y
capa puede producir sombras y "aguas" en la pintura, que no hay forma de
quitar. Si en la imprimación era muy recomendable, aquí es imprescindible
aplicar la pintura con pistola o con spray (que será lo que usemos la
mayoría). Podemos comprar la pintura en spray directamente, pero hay
sitios, como en la tienda que antes os dije, donde te fabrican el color exacto
que tu quieras (puedes elegir en catálogos) y te lo meten luego en el bote de
spray. Es muy cómodo y no sale demasiado caro.
Agenciaros unas cuantas boquillas porque siempre se acaban obstruyendo.
Además, dependiendo del tipo las hay que pulverizan más o menos, más
abierto o más cerrado... O sea, haced pruebas y elegid. Y ahora viene lo más
difícil: pintar. Como antes, el muy importante dar varias capas finas,
empezando por las zonas más complicadas. Quedan mejor y no chorrean.
Hay que agitar muy bien el bote, durante varios minutos. Si, si, es un rollo y
se te cansa el brazo, pero nos estamos jugando el aspecto de nuestra
máquina. Y antes de darle a la moto, pulverizamos un poco en un cartón o
papel, para que luego el chorro sea uniforme. No paréis el chorro en la mitad.
Si ha quedado con poco, dar más pasadas, pero siempre moviendo el spray.
Puede ser necesario dar incluso 5 o más capas, para dejarlo uniforme. No lo
intentéis hacer en una o dos sólo, porque chorreará la pintura.
Esperad entre capa y capa a que se seque la anterior. Y un último consejo:
pintad sin miedo. Si vais "acojonaos" os quedará peor. Los habilidosos
pueden incluso hacer degradados, o dibujos en distintos colores,
enmascarando las zonas que no queremos pintar con cinta adhesiva. Esto ya
queda al gusto y la habilidad del consumidor. Como toque final, si queremos
que nos quede con mas brillo, existen productos especiales para pulir
pinturas. Algunos incluso incorporan siliconas que aumentan la resistencia al
agua y la intemperie. Si no queréis pulir, pero queréis proteger algo más,
podéis darle un barniz de acabado como los que se dan en las pinturas
metalizadas de los coches (por supuesto, también en spray). Ya solo queda
poner pegatinas, quitar la cinta, montar la moto y a correr. Bueno, pues si
habéis llegado hasta aquí siguiendo todo bien, y con un mínimo de maña, os
habrá quedado la moto como nueva (o mejor, a vuestro gusto). Sólo una
advertencia IMPORTANTE: las pinturas llevan disolventes, en su mayoría
muy tóxicos y muy inflamables. Cuando además, las estamos pulverizando,
los riesgos se multiplican. Así que tened cuidado con chispas, llamas, etc.,
pintad en un lugar ventilado y poneros mascarilla, mejor de gases (de las de
filtros) que de las de polvo (las de papel) que para disolventes poco hacen,
aunque siempre es mejor que nada. Y luego, avisarme para darnos una
vuelta...
 
 
LA PISTOLA DE AIRE COMPRIMIDO
Es una pistola de pintura que se adapta a un compresor de aire. El aire
comprimido llega del compresor a la pistola a través de una manguera. Este
sistema no requiere una fuerte presión (de 0 a 10 bar).
Precisas aparte el compresor.
 
LA PISTOLA ELÉCTRICA
Es un aparato autónomo, manejable y ligero. Su presión varía en función de
la potencia del aparato: Potencia: 40 ó 120 vatios Presión: 100 ó 180 bar
Caudal: 270 ó 350 gramos/min.
No os la recomiendo, la mayoría son una porquería.

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