El Vals en La Musica Criolla y en El Tan
El Vals en La Musica Criolla y en El Tan
El Vals en La Musica Criolla y en El Tan
RESUMEN:
En este trabajo, me ocupo del vals criollo, género que, desde comienzos del siglo
XIX, se difundió por casi toda América y adoptó características musicales distintivas
tomadas del contacto con las músicas de las distintas regiones geográficas y culturales
en donde ingresó. En Argentina, se incorporó al repertorio de los intérpretes de tango y
de los llamados músicos criollos que, a principios del siglo XX, interpretaban zambas,
chacareras, estilos, bailecitos, tonadas y valses criollos con acompañamiento de
guitarras. Para la caracterización de los modelos de valses más recurrentes, he tomado
como marco teórico estudios sobre el género que provienen de la musicología cognitiva
(prototipos) y en función de dicha teoría he analizado tres obras que considero
prototípicas durante los primeros treinta años del siglo XX, es decir la época en la que
podríamos hablar de un protocampo musical en el que confluyen compositores e
intérpretes tanto del tango como de la música criolla. Los músicos de las siguientes
generaciones privilegiaron uno u otro modelo y fueron reforzando aquellos rasgos que
permitieron diferenciar los campos en cuestión y separar al tango del folclore.
ABSTRACT
In this paper I study the creole waltz, widely known since the beggining of the
XIXth century almost everywhere in the American continent. As a genre, it adapted and
changed by allowing the musics of the diverse geographic and cultural areas to
influence and permeate it. In Argentina, at the beggining of the XXth century, it became
part of the repertoire of tango performers and creole musicians that played zambas,
chacareras, estilos, bailecitos, tonadas and creole waltzes with guitar accompaniment.
The theoretical framework I have chosen to describe the models of the most common
waltzes come from cognitive musicology (prototypes) and within this framework I have
analyzed three works I consider prototypical during the first 30 years of the XXth
century, a period we can define by the appearance of a musical protofield where
composers and performers of both tango and creole music merge.
Musicians of the next generations chose one model over the other emphasizing features
therefore producing a clear field distinction between tango and folk musics.
2
CURRICULUM VITAE
Desde hace décadas, el tango no es tan sólo un género musical, un tipo de danza
con figuras coreográficas específicas, es además un campo de producción y consumo
musicales que responde a determinada estética y funciones, y que incluye al menos
otros dos géneros: el vals y la milonga. Esto no fue siempre así. En los albores del siglo
XX la música criolla y el tango formaban parte de un único campo de producción y
difusión musical que si bien no era homogéneo tampoco mostraba las escisiones
suficientes como para separarlos. Como es historia conocida, al comienzo de su
trayectoria artística, Gardel interpretaba canciones criollas. En 1912 grabó para el sello
Columbia siete discos dobles, es decir catorce canciones entre las cuales no hay ningún
tango. La mayoría son estilos y dos son valses: El almohadón (Letra de A. Cepeda y
Música de C. Gardel)1 y A Mitre (Letra de J. Etchepare y Música de P. Vázquez). Hasta
por lo menos 1925, continuó incluyendo composiciones criollas, además de tangos, y
entre ellas varios valses: Tu diagnóstico (letra y música de José Betinotti), 1921;
Tendrás que llorar, 1923 y Mi ambición, 1925 (ambos con letra y música de Cristino
Tapia). Además, a comienzos del siglo XX, algunos músicos participaban en
agrupaciones tanto criollas como de tango. Tal es el caso de Vicente Spina quien integró
dos dúos criollos: Spina-Araujo y Spina- Correa, además de un trío con Ciriaco Ortiz,
bandoneonista cuyo repertorio principal fue el tango. También solían compartir
1
En la página web del Museo Casa Carlos Gardel, dice que “la obra fue compuesta sobre la música de
“Qué me habrán hecho tus ojos de José Betinotti, el que a su vez recogió viejas melodías que se repetían
de canción en canción”. http://www.museocasacarlosgardel.buenosaires.gob.ar/gardelaudios2.html
Consultada 4 de julio de 2015.
3
escenarios cantores criollos y de tangos en una misma presentación, tal como se lee en
la nota del diario La voz del interior del domingo 22 de enero de 1928 titulada “LOS
DE S.M. EL TANGO”, y que lleva el subtítulo: “El dúo Tapia-Orellana se destaca entre
ellos como neta expresión de criollismo”. Sin embargo, el panorama no es tan sencillo,
ya que ese mismo documento periodístico muestra cierta oposición entre músicas,
públicos y significaciones simbólicas de lo criollo y del tango. El artículo difunde la
presentación de estos intérpretes y realiza el siguiente comentario:
Estas incipientes tensiones dentro del campo probablemente son las que
contribuyeron a separar la música de las orquestas típicas de la música de conjuntos
folklóricos. Insisto, no obstante, en el hecho de que el vals siguió presente en ambos
repertorios aunque paulatinamente fue adquiriendo elementos de legitimación dentro de
cada campo y se fueron fijando los prototipos de cada tipo de música.
En este trabajo, me ocupo del vals criollo, género al que llamo migratorio y
mimético. Migratorio en tanto desde Europa de difundió, desde comienzos del siglo
XIX, por casi toda América; y mimético porque adoptó características musicales
distintivas tomadas del contacto con las músicas de las distintas regiones geográficas y
culturales en donde ingresó. Es precisamente esa capacidad mimética la que hizo
posible que además de haber entrado a formar parte del repertorio de los intérpretes de
tangos fuera tomado también por los llamados músicos criollos que, a principios del
siglo XX, con acompañamiento de guitarras interpretaban zambas, chacareras, estilos,
bailecitos, tonadas y valses criollos.
Con el fin de caracterizar los modelos de valses más recurrentes, he tomado como
marco teórico estudios sobre el género que provienen de la musicología cognitiva
(prototipos) y en función de dicha teoría he analizado tres obras que considero
prototípicas durante los primeros treinta años del siglo XX, es decir la época en la que
podríamos hablar de un protocampo musical en el que confluyen compositores e
intérpretes tanto del tango como de la música criolla. Los músicos de las siguientes
generaciones privilegiaron uno u otro modelo y fueron reforzando aquellos rasgos que
permitieron diferenciar los campos en cuestión. Me ocuparé de los valses Desde el alma
4
(Letra: Víctor Piuma Velez; Música: Rosita Melo), Tu olvido (Letra y música de
Vicente Spina) y Tendrás que llorar (Letra y música de Cristino Tapia). Los
compositores de estas piezas, nacidos hacia fines del siglo XIX, pertenecen a la
generación de músicos que solían desenvolverse con igual habilidad en la creación y/o
interpretación tanto de música criolla como de tangos. Más arriba me referí a Vicente
Spina como integrante de dúos criollos y agrupaciones más específicamente dedicadas
al tango. Rosita Melo compuso tangos, valses, pasodobles, polcas, estilos, baladas y
marchas2, pero la popularidad que alcanzó Desde el alma eclipsó al resto de sus
creaciones. Cristino Tapia, es de los tres, el más vinculado a la música criolla. No he
encontrado que sea autor de tango alguno aunque sí habría interpretado al menos uno
Criolla Linda (Música de Vicente Gorrese y Bernardo germino; Letra de Luis
Rubistein.3
Si bien excede los alcances de este trabajo, no puedo dejar de mencionar que,
entre otras razones, el tango no fue incluido en el campo de la música criolla porque su
fuerte impronta urbana y portuaria, la aceptación que tuvo por parte de los inmigrantes
europeos, el contenido de las letras, el vocabulario y estilo literarios no se correspondían
con las características de la música rural que el movimiento tradicionalista y
nacionalista de principios del siglo XX había comenzado a recopilar e instalar como el
folclore argentino.
2
Datos tomados de la página web http://www.rositamelo.com/biog.htm Consultada el 5 de julio de 2015.
En SADAIC figura un extenso listado de obras compuestas por la Melo pero no indica el género de las
piezas.
3
Del Greco, Orlando. “Cristino Tapia”. Todo Tango. Sitio web:
http://www.todotango.com/creadores/biografia/588/Cristino-Tapia/ Consultada 6 de Julio de 2015.
4
López Cano, Rubén. 2004. “Favor de no tocar el género: géneros, estilo y competencia en la semiótica
musical cognitivo actual”; en Marti, Josep y Martínez Silvia (eds). Voces e imágenes en la
etnomusicología actual. Actas del VII Congreso de la SibE. Madrid: Ministerio de Cultura. pp. 325-337.
versión on line www.lopezcano.net. p.4. Consultada 30 de mayo de 2015.
5
género que ha alcanzado gran difusión y mimetización con distintos estilos musicales,
pero al cual los oyentes siguen etiquetando como vals.
En tanto categoría cognitiva, el concepto de género es una categorización, es decir
“el proceso cognitivo por medio del cual abstraemos la experiencia individual para
subsumirla en conceptos generales”5. Si trasladamos esta idea al caso del vals, nos
preguntamos cuáles son las abstracciones que hace un oyente para concluir que tal o
cual pieza musical es un vals; dicho de otro modo, cuáles son los rasgos necesarios y
suficientes de una composición para que un oyente la incluya en el dominio del género
vals.Pensar en hacer un listado de las características que deben estar presentes en una
obra para que ésta pueda ser incluida en determinada categoría responde a una “postura
racionalista propia del taxonomismo dieciochesco” que resulta “simplemente
6
insostenible” .
Otra manera más satisfactoria de resolver la cuestión es recurrir a la noción de
“prototipos; es decir buscar una composición que funcione como “vara de medida para
las demás”7. El siguiente problema es cómo elegir el prototipo y quién realiza esa
elección. Esta cuestión nos ubica en la conocida dicotomía emic-etic. Mi selección de
los prototipos (punto de vista etic) se basó en los datos obtenidos de las opiniones de
críticos; de las ediciones de partituras, de las grabaciones que incluyen valses, y de
otras fuentes periodísticas, fílmicas, entre otras (punto de vista emic). Los valses Desde
el alma y Tu olvido han sido grabados principalmente por músicos más vinculados al
tango; en cambio. Tendrás que llorar ha sido preferido por los intérpretes de la música
criolla.
El análisis tiene en cuenta rasgos estructurales y formales, tanto del texto literario
como del musical; performativos; y estilísticos. Las partituras que considero son
ediciones para canto y piano; y, aunque las versiones de que dispongo están
interpretadas por otros instrumentos, parecen basarse en ellas. Para elegir las versiones
grabadas de los valses analizados tuve en cuenta los siguientes criterios: buscar
intérpretes contemporáneos a la composición de las obras y representativos de cada
repertorio.
5
López Cano, Rubén. 2004. “Favor…” p. 3.
6
López Cano, Rubén. 2004. “Favor…” p. 5.
7
López Cano, Rubén. 2004. “Favor…” p. 5.
6
Estructura poético-musical:
2 Segunda Parte
8
Para el análisis musical tomo la distinción que hace Federico Monjeau entra estructura y forma: “La
estructura es lo que gobierna la trama de los hechos temporales; lo que está fijo, fuera del tiempo, en un
plano vertical o sincrónico. Es todo aquello de lo que un compositor parte…La forma, por el contrario, es
lo que ocurre en el tiempo; es el modo en que esa estructura vertical se proyecta en una dimensión
temporal, horizontal….ella determina que una misma estructura se realice de una u otra manera…”
Monjeau, Federico 2004. La invención musical. Ideas de historia, forma y representación. Editorial
Paidós. Buenos Aires. Argentina. p 74.
7
3
Perdona madre mía A en si m
si me olvidé un instante
de tus caricias
de tus tiernos besos
de todos tus ruegos
Ay! Perdóname.
4
Pero si supieras A’ en si m
la buena virgencita
que hoy me consuela
que me da alegrías
en las horas tristes
cuando pienso en ti.
5 Tercera Parte (trío)
Forma musical:
La primera parte tiene dos secciones: A1 y A2, cada una de las cuales consta de
dos frases musicales de 7 y 8 compases respectivamente.9
Cada una de esas frases se articula en motivos que coinciden con los versos de la
poesía y que responden básicamente a dos modelos:
9
La blanca con punto del compás n° ocho de la frase A2, está ligada a la blanca con punto del siguiente
compás,
8
- el primero consta de 4 compases de 3/4, sin embargo por los acentos, los cambios
armónicos y el acompañamiento puede entenderse como un motivo de dos compases de
6/4. Los compases centrales constituyen una célula melorrítmica que impregna toda la
sección.
La tercera parte C, indicada como trío, contrasta en carácter con las anteriores ya
que sus 2 frases de 8 y 16 compases respectivamente, constan básicamente de motivos
téticos de dos compases en 6/4 construidos en base a negras y blancas. Ej:
La primera frase C1 se corresponde con los dos primeros versos y se conforma de 2
motivos
La segunda frase C2 abarca los restantes tres versos y consta de un motivo de dos
compases en 6/4 que se va transportando de manera descendente casi idéntico y cuyas
notas estructurales construyen una escala que desciende por grado conjunto una octava.
La frase cierra con un último motivo de carácter conclusivo también de dos compases
en 6/4 que va a si m por medio de una cadencia V-I.
Tu olvido
11
I (Bis)
Cuando vuelvan las noches de invierno A
y se cubra de nieve el jardín,
si estás triste sabrás acordarte
de aquel que al amarte
no supo mentir.
No es mi canto un reproche a tu olvido, A’
ni un consuelo te vengo a pedir,
sólo al ver el rosal florecido:
el sueño perdido lo vuelvo a vivir.
B
B’
Forma musical:
12
10
Nota: no he analizado la sección instrumental; solo las partes con texto.
13
Estructura poético-musical:
Interludio
Segunda parte
14
Forma musical:
Comienza con una introducción instrumental de 16 compases.
La sección A consta de una frase A1 de 4 motivos muy parecidos de dos
compases en 6/4 c/u que se corresponden con los versos de las estrofa. El primero se
mueve en el ámbito de la tónica, el segundo va a la dominante, el tercero se mantiene en
la dominante y el cuarto vuelve a tónica.
11
En la partitura aparece el verbo tengás pero E Cartos lo interpreta como palabra grave.
15
Le sigue una frase A3 formada por dos motivos iguales de dos compases en
compás de 3/4, pero en distintas alturas. Esto responde al hecho de que el último verso
funciona como estribillo al final de las segundas estrofas de cada parte y está dividido
en hemistiquios que plantean una contraposición: “y en vez de reír, tendrás que llorar”.
Ejemplo
16
Desde el alma
Lamentablemente no pude encontrar aún una interpretación en la que se cante la 1ª
letra que tuvo este vals. 12 Todas las grabaciones con texto de que dispongo son
posteriores a 1947 y llevan la poesía de H. Manzi. En función de los criterios antes
expuestos, opté por una versión instrumental del bandoneonista Ciriaco Ortiz junto a
dos guitarristas13 .
12
Esto mismo fue corroborado por Omar García Brunelli en una comunicación personal: “…antes de
1947 cuando Manzi le pone la letra que trascendió, lo único que encontré fueron grabaciones
instrumentales. Esto en los papeles, porque los fonogramas no los tengo.
“…lo grabó Firpo instrumental y lo grabó Canaro cuatro veces, también Fresedo y D'Arienzo, pero
cantado siempre aparece a partir de 1947 (las versiones cantadas de Canaro son del 47). No lo grabaron
Gardel, ni Corsini, ni Charlo. Parece evidente que hasta que le puso letra Homero Manzi, se lo
consideraba un vals instrumental. Tampoco lo grabaron Rosita Quiroga, Azucena Maizani, Mercedes
Simone o Ada Falcón.”
13
Grabación facilitada por Pablo Jaurena. Es probable que los guitarristas sean Edmundo Zaldívar y
Vicente Spina.
17
C Idem 1ª parte.
A’ El cierre más conclusivo ocurre en los últimos 4compases: sobre
A’
V grado y I en ; V en ,I
Tu olvido
Considero una grabación del dúo vocal formado por Alberto Gómez y Augusto
Vila14, con acompañamiento de tres guitarras.
Estructura Textura: melodía acompañada.
Tempo:
63 aprox.
Función de voces y guitarras
Introducción 2 Guitarras casi siempre por terceras paralelas. Punteos en las
bordonas. Cierre: arpegio ascendente.
3ª guitarra, acompañamiento rítmico (rasguido de vals)
A Dúo vocal casi siempre por 3as paralelas.
A’ 2 guitarras realizan el acompañamiento armónico-melódico con
B ritmo de vals poco marcado; mientras la 3ra realiza en ciertos
B’ pasajes una especie de contramelodía o conecta frases con
arpegios.
14
Grabación bajada de Youtube en la que se ve foto del dúo firmada y que consigna año 1934.
19
A’ Idem Cierre de A’
-2da casilla arpegio ascendente
Último verso de c/ mantiene
sección: rall. y algún
calderón .
Alargan Rasguido del vals Trémolos sobre la
B considerablemente la 1ª sin chasquidos; más
1ra sucesión de
nota de B o B’ para ir a suave.
de la melodía.
la sucesión de
bastante medidas.
B’ Cierre de B’
Cierre de B’ silencio
silencio de las
en últimas 3
guitarras en últimas
palabras.
3 palabras.
63 aprox.
Función de los instrumentos:
Introducción 2 Guitarras casi siempre por terceras paralelas. Respecto de la
(sólo los últimos 8 partitura, introducen una bordadura descendente antes de la
compases de la última nota de c/ motivo. Cierre: arpegio ascendente.
introd. de la Los punteos se realizan sobre las bordonas del instrumento
partitura)
A Dúo vocal en 3as paralelas
A’ Guitarras: Acompañamiento rítmico-armónico
Interludio Guitarras por terceras interpretan toda la introducción (16
compases)
Siguientes Idem
secciones cantadas
20
e interludios
Último verso de A’ abandonan el pulso y Antes del último verso de A’ las guitarras
rallentan considerablemente las 4 corcheas realizan 1 rasguido, un bajo y otro
rasguido; luego duplican la melodía y
hacen un acorde por sílaba; esto se repite
para la 2da mitad del verso:
La anacrusa inicial prácticamente duplica El acompañamiento mantiene bastante
las duraciones, en algunas frases. El ritmo
firme el pulso a pesar de los rubatos de las
característico de cada motivo voces.
se modifica de distintas maneras: ;
;
Conclusiones
La vinculación del tango con la música criolla – especialmente el vals- hacia fines
siglo XIX y primeras décadas del XX es un tema que no ha sido abordado en
profundidad. La abundante bibliografía sobre el tango se ocupa de ese género en
particular y prácticamente no se menciona al vals y a la milonga que, aunque en menor
medida, estaban presentes en las grabaciones y las presentaciones en vivo de las
21
A A’ Interludio A A’ Interludio A A’
15
Dentro del estilo incluyo los modos de arreglar, de instrumentar (timbres) e interpretar las obras.
22
Si m Si m Si m
Desde el punto de vista de la sintaxis, los prototipos comparten rasgos de género
tales como:
- La textura es básicamente la misma ya que la melodía es acompañada con uno o dos
esquemas rítmicos bastante marcados y constantes que, si bien destacan el compás de
3/4, al asociarse con los motivos de la melodía, los cambios armónicos de ésta y los
bajos del acompañamiento, se percibe un compás real de 6/4.
- Las melodías de cada uno de estos valses están diseñadas en función de unos pocos
motivos sometidos a progresiones o leves modificaciones. La presencia de hemiolas es
frecuente: algunos motivos se configuran en compases de 6/4 y otros en compases de
3/4. Es frecuente que los motivos en 3/4 se introduzcan en el tiempo débil de un compás
de 6/4.
- Los grados tonales que se emplean con mayor insistencia son básicamente el I, el IV y
el V. Es frecuente que haya un cambio de modo entre una sección y otra.
- En los modelos de valses a y b es frecuente que en la segunda sección la melodía se
despliegue en una más o menos extensa sucesión de corcheas sobre las cuales se
acomoda el texto de manera silábica.
Finalmente, el aspecto interpretativo no presenta grandes diferencias entre los
prototipos seleccionados, precisamente por tratarse de versiones que pertenecen a un
momento en el que tango y música criolla compartían músicos, géneros, escenarios y
público.
BIBLIOGRAFÍA
- ARGÜELLO, Silvina. 2013. “El Vals criollo en relación al Tango y al Folklore
argentino” en. Federico Sammartino y Rubio, Héctor (editores). Músicas Populares.
Aproximaciones teóricas, Metodológicas y Analíticas en la Musicología Argentina. Vol.
II. Córdoba: Buena Vista. Colección Flauta de pan. (pp. 37-53).
23