LECCIÓN 6 - Clasificación y Biología de Los Contratos (2022-2023)

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FUNDAMENTOS DE DERECHO CIVIL PATRIMONIAL

PRIMERO DE GRADO EN ECONOMÍA


Universidad de Salamanca
Curso 2022-2023

LECCIÓN 6 Profesor Ramón García Gómez

CLASIFICACIÓN Y BIOLOGÍA DE
LOS CONTRATOS

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GUIÓN DE LA LECCIÓN 6

 1.- CLASES BÁSICAS DE CONTRATOS

 2.- LA MODIFICACIÓN DEL CONCEPTO DE CONTRATO

 3.- MASIFICACIÓN CONTRACTUAL Y PROTECCIÓN DEL


CONSUMIDOR

 4.- BIOLOGÍA DEL CONTRATO

Profesor Ramón García Gómez


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1.- CLASES BÁSICAS DE CONTRATOS

 ONEROSOS
 Cuando los sacrificios que mutuamente realizan las partes están
compensados o encuentren su equivalente en el beneficio que obtienen.
 Es decir, cada una de las partes proporciona a la otra una utilidad o ventaja
patrimonial a cambio de otra que ella obtiene o espera tener.
 Caso de los contratos de compraventa y de arrendamiento.

 GRATUITOS
 El beneficio de una de las partes no está acompañado de ningún sacrificio
que sea su contrapartida.
 Caso del contrato de donación o del préstamo sin interés.

 CONMUTATIVOS
 Aquellos en los que la relación de equivalencia entre las prestaciones a cargo
de ambas partes se encuentra fijada de antemano por ellos.
 Caso del contrato de compraventa o el de arrendamiento.

 ALEATORIOS
 Cuando la efectiva ejecución de la prestación de una de las partes queda
pendiente de un acontecimiento incierto, pues depende de la suerte o del
azar
 Caso del contrato de seguro, del contrato de juego, renta vitalicia y alimentos.

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2.- LA MODIFICACIÓN DEL
CONCEPTO DE CONTRATO
 A.- LA QUIEBRA DEL MODELO Y LA INTERVENCIÓN PÚBLICA
 Hasta la Revolución Industrial, el contrato era concebido como un acuerdo basado en la
autonomía de voluntad sustentado en los principios de libertad e igualdad de las partes.
Pero tras aquélla quiebran tales principios en aras de concebir al contrato como
herramienta adaptada a las novedades y progresos tecnológicos. Este cambio
implicó dos consecuencias:

 La aparición de un contratante fuerte frente a un contratante débil, de modo


que el segundo pierde no sólo la libertad para poder celebrar un contrato, sino
también para determinar su contenido, que es fijado exclusivamente por el
primero.

 La aparición de la “contratación en masa”. El contratante fuerte, aplicando


criterios de eficiencia económica, establece contratos uniformes y de contenido
predeterminado dirigidos a una colectividad de clientes que sólo podrán aceptarlos
sin negociar su contenido, a riesgo de quedar excluidos del bien o servicio
ofrecidos. Ello dio lugar al surgimiento de los llamados contratos de adhesión.

 El cambio del modelo provocó que las Administraciones Públicas tuvieran que
intervenir en las relaciones jurídico-privadas aplicando principios de orden
público económico a fin de proteger los intereses del contratante débil o prohibiendo o
limitando determinados tipos de conductas contractuales.

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2.- LA MODIFICACIÓN DEL
CONCEPTO DE CONTRATO
 B.- EL CONTRATO DE ADHESIÓN (I): CONCEPTO
 Es el paradigma jurídico del modelo económico liberal y de la llamada
contratación en masa.
 Es el efectos de la quiebra del principio de igualdad de las partes en el
contrato, apareciendo así un desequilibrio en las posiciones de los
contratantes.
 Sin embargo, es un instrumento necesario para el desarrollo del sistema
económico al facilitar el acceso masivo y eficiente a bienes y servicios, aun a
costa de imponer condiciones abusivas a sus clientes.

 El contrato de adhesión es aquel cuyo contenido está predispuesto


unilateralmente por uno de los contratantes, de modo que el otro no tiene más
opción que adherirse o no al mismo.
 El contratante fuerte establece, por razones exclusivamente económicas
(minimización de riesgos, optimización de beneficios y reducción de costes
marginales) contratos uniformes y de contenido predeterminado dirigidos
a una colectividad de clientes.

 En estas situaciones, el contrato no puede garantizar ni la libertad ni la


igualdad de los partes, por lo que los clientes tan sólo pueden aceptar tales
contratos así confeccionados, sin discutir su contenido, a riesgo de quedar
excluidos del bien o del servicio ofrecidos.
 Caso de los contratos de servicios eléctricos, bancarios o de seguros.

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2.- LA MODIFICACIÓN DEL
CONCEPTO DE CONTRATO
 C.- EL CONTRATO DE ADHESIÓN (II): CARACTERES

 Está conformado por condiciones que han sido impuestas por uno solo de los
contratantes (es decir, unilateralmente).
 Tales condiciones son generales, pues crean contratos homogéneos dirigidos
hacia una pluralidad de futuros clientes. Su contenido es siempre el mismo.
 Quedan incorporadas al contrato como parte sustancial del mismo, por lo
que el cliente se limita a adherirse a ellas sin posibilidad de intervenir y a riesgo
de verse privado del bien si no lo hace.

 La base de este tipo de contratos parte de una previa desigualdad material


entre las partes.
 Por ello, existe un contratante en posición débil, llamado adherente (usuario
o consumidor) y otro en posición fuerte o predisponente (empresario o un
profesional).

 Su naturaleza favorece la imposición de condiciones limitativas de los


derechos del contratante débil, que pueden incluso suprimir derechos básicos.
 Ello explica la intervención de la Administración Pública para mantener las
exigencias de la buena fe y prevenir un desequilibrio de los derechos y
obligaciones de las partes a través de la legislación de Consumo.

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2.- LA MODIFICACIÓN DEL
CONCEPTO DE CONTRATO
 D.- LOS CONTRATOS NORMADOS, NORMATIVOS Y FORZOSOS

 CONTRATOS NORMADOS. Son aquellos cuyo contenido viene determinado,


total o parcialmente, de forma imperativa, por las Administraciones Públicas.
De forma que los celebrantes deberán, o adoptar dicho contenido, o, a lo sumo,
introducir pactos o condiciones dentro de ciertos límites marcados por el poder
público, a la vista de la función social del contrato.
 Es el caso de los contratos de arrendamiento de inmuebles o los de trabajo.

 CONTRATOS NORMATIVOS. Son aquellos que tiene como función fijar una
reglamentación uniforme, general y abstracta para que se acomoden a ella
quienes en lo sucesivo quieran contratar. Su finalidad es determinar unas reglas
para que quienes en el futuro quieran contratar se acomoden a ella.
 Es el caso de los Convenios Colectivos de Trabajo o de los contratos-tipo
(normalmente en impresos, como los seguros marítimos o los seguros de
caución).

 CONTRATOS FORZOSOS. Son aquellos que la Administración Pública obliga a


las partes a celebrarlos, incluso contra su voluntad. Se denominan, vulgarmente,
contratos impuestos. La razón de la supresión del principio de autonomía de la
voluntad se justifica en criterios de orden público o de salvaguardia de intereses
colectivos o generales.
 Es el caso del contrato de seguro obligatorio de responsabilidad civil o del
seguro de caza.

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3.- MASIFICACIÓN CONTRACTUAL Y
PROTECCIÓN DEL CONSUMIDOR
 A.- CONSIDERACIONES PREVIAS
 Los contratos de adhesión, aun siendo eficaces en el desarrollo del sistema
económico, propician desequilibrios en la posición de las partes.
 A partir de la Revolución industrial aparece la sociedad de consumo caracterizada por
los sistemas de producción en masa y la unilateralización del mercado dominado
por la ley de la oferta: el consumidor es inducido a la adquisición de bienes a través
de diversas técnicas como publicidad o el crédito al consumo.
 Es aquí donde encaja el instrumento de las condiciones generales de los
contratos, medio a través del cual es posible celebrar un gran número de
contratos cuyo contenido es predispuesto por una sola de las partes, de forma que
cabe distinguir una parte que redacta el contrato (el empresario) y otra que se
limita a firmarlo (el consumidor). Aquí tiene una especial importancia la Ley
7/1998, de 13 de abril, de Condiciones Generales.
 Respecto a la protección del contratante como consumidor, el sistema del
Código civil se muestra insuficiente. Por ello surge una normativa especial:
el Derecho de Consumo, que permite controlar el contenido de los contratos para
evitar cláusulas abusivas o contrarias a la buena fe o atribuir un derecho de
desistimiento al consumidor en ciertos casos. Su punto de partida es el art. 51 CE
y, actualmente, la norma básica vigente es el TR de la Ley General para la
Defensa de los Consumidores y usuarios de 2007, aplicable a las relaciones
entre empresarios y consumidores. Al margen del TRLCU existen otras muchas
disposiciones que, en muchos casos han sido promulgadas para cumplir la
obligación de trasponer las Directivas comunitarias.

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3.- MASIFICACIÓN CONTRACTUAL Y
PROTECCIÓN DEL CONSUMIDOR
 B.- EL CONCEPTO DE CONSUMIDOR
 Se consideran consumidores o usuarios (art. 3 TRLCU):
 Las personas físicas que actúen con un propósito ajeno a su actividad
comercial, empresarial, oficio o profesión.
 Las personas jurídicas y entidades sin personalidad jurídica que actúen sin
ánimo de lucro en un ámbito ajeno a una actividad comercial o empresarial.
 Tienen la consideración de personas consumidoras vulnerables aquellas
personas físicas que, de forma individual o colectiva se encuentran en una
especial situación de subordinación, indefensión o desprotección que les impide el
ejercicio de sus derechos en condiciones de igualdad.
 Por su parte, se considera empresario (art. 4 TRLCU):
 Toda persona física o jurídica, privada o pública, que actúe directamente o a
través de otra persona en su nombre o siguiendo sus instrucciones, con un
propósito relacionado con su actividad comercial, empresarial o profesional.
 El TRLCU contempla los derechos básicos de los consumidores su
irrenunciabilidad, los deberes de información del empresario y la influencia de la
publicidad, los remedios frente a la falta de conformidad en las ventas de bienes
muebles, la garantía comercial adicional y los servicios posventa (art. 127 TRLCU).
 Además establece el régimen del derecho de desistimiento (arts. 68-79 TRLCU) y de los
contratos celebrados a distancia y fuera de establecimiento mercantil (arts. 92-113 TRLCU), así
como los viajes combinados (arts. 150-165 TRLCU)
 Incorpora el régimen de las cláusulas abusivas (arts. 80-91 TRLCU) y la responsabilidad por
los daños causados por los productos y servicios defectuosos (arts. 128-149 TRLCU).

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3.- MASIFICACIÓN CONTRACTUAL Y
PROTECCIÓN DEL CONSUMIDOR
 C.- LAS CONDICIONES GENERALES DE LOS CONTRATOS
 La Ley 7/1998 es de aplicación a todo contrato que contenga condiciones
generales celebrados entre un profesional, llamado predisponente, y cualquier
persona física o jurídica, llamado adherente (artículo 2. 1º).
 El adherente podrá ser también un profesional, sin necesidad de que actúe en el
marco de su actividad (artículo 2. 3º ).
 Las condiciones generales pasarán a formar parte del contrato cuando se acepte
por el adherente su incorporación al mismo y sea firmado por todos los
contratantes.
 Por ello, todo contrato deberá hacer referencia a las condiciones generales
incorporadas (artículo 5. 1º), pero no quedarán incorporadas al contrato
cuando el adherente no haya tenido oportunidad real de conocerlas al tiempo de
la celebración del contrato o cuando no hayan sido firmadas, cuando sea
necesario, así como las que sean ilegibles, ambiguas, oscuras e incomprensibles.
 Serán nulas de pleno derecho las condiciones generales que contradigan en
perjuicio del adherente lo dispuesto en la Ley, con la excepción de que en ellas
se establezca un efecto distinto para el caso de contravención.
 En este sentido, en los contratos con consumidores y usuarios que utilicen
cláusulas no negociadas individualmente, deberán cumplirse los requisitos de
concreción, claridad y sencillez en la redacción, accesibilidad y legibilidad, buena
fe y justo equilibrio entre los derechos y obligaciones de las partes.
 En particular, serán nulas las condiciones generales que sean abusivas,
cuando el contrato se haya celebrado con un consumidor (artículo 8. 2º).

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3.- MASIFICACIÓN CONTRACTUAL Y
PROTECCIÓN DEL CONSUMIDOR
 D.- LAS CLÁUSULAS ABUSIVAS EN LOS CONTRATOS
CELEBRADOS CON CONSUMIDORES
 Se considerarán cláusulas abusivas (art. 82 .1º TRLCU):
 Todas aquellas estipulaciones no negociadas individualmente.
 Todas aquéllas prácticas no consentidas expresamente, que, en contra de las
exigencias de la buena fe, causen, en perjuicio del consumidor y usuario, un
desequilibrio importante de los derechos y obligaciones de las partes que se deriven
del contrato.
 No obstante son, en todo caso, abusivas las cláusulas que, conforme a lo dispuesto
en los artículos 85 a 90 TRLCU (artículo 82. 4 RDLeg. 1/2007):
 Vinculen el contrato a la voluntad del empresario o limiten los derechos del
consumidor y usuario.
 Determinen la falta de reciprocidad en el contrato.
 Impongan garantías desproporcionadas o indebidamente la carga de la prueba.
 Resulten desproporcionadas en relación con el perfeccionamiento y ejecución del
contrato.
 Contravengan las reglas sobre competencia y derecho aplicable.

 Las cláusulas abusivas serán nulas de pleno derecho y se tendrán por no puestas.
A estos efectos, el Juez, previa audiencia de las partes, declarará la nulidad de las
incluidas en el contrato, el cual, no obstante, seguirá siendo obligatorio para las partes en
los mismos términos, siempre que pueda subsistir sin dichas cláusulas (art. 83 TRLCU).
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3.- MASIFICACIÓN CONTRACTUAL Y
PROTECCIÓN DEL CONSUMIDOR
 E.- INCIDENCIA DE LAS NORMAS DE PROTECCIÓN DE
CONSUMIDORES EN EL DERECHO DE CONTRATOS
 FASE PRECONTRACTUAL: El contenido de la oferta, promoción o publicidad, aun
cuando no figuren expresamente en el contrato es exigible por el consumidor y debe
tenerse en cuenta en la determinación del principio de conformidad (art. 61 TRLCU).

 PROCESO DE FORMACIÓN DEL CONTRATO: Se ha generalizado un derecho de


desistimiento, sin necesidad de justificación alguna, que no implica gastos para el
consumidor cuyo plazo es de 14 días contados desde la entrega del bien o desde la
celebración del contrato si consiste en la prestación de un servicio (art. 71.1 y 2 TRLCU),
prorrogable hasta 12 meses más si el empresario no cumple con su deber de información
y documentación (art. 71.3 TRLCU).
 Para esta misma fase se establece el deber de información a cargo del contratante
profesional respecto del consumidor y la prohibición de envíos y suministros no
solicitados por el consumidor con la pretensión de obtener un pago de cualquier
naturaleza.

 EJECUCIÓN DEL CONTRATO. Se regula la entrega de los bienes comprados sin


demora indebida y en un plazo máximo de 30 días (art. 66 bis TRLCU), de modo que si
el empresario continúa sin cumplir con la entrega o suministro en plazo, el consumidor
tendrá derecho a resolver el contrato.
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3.- MASIFICACIÓN CONTRACTUAL Y
PROTECCIÓN DEL CONSUMIDOR
 F.- CONTRATOS A DISTANCIA Y CONTRATOS CELEBRADOS
FUERA DE ESTABLECIMIENTO MERCANTIL
 CONTRATOS A DISTANCIA. Son los celebrados en el marco de un sistema organizado
de venta o prestación de servicios sin presencia física simultánea del empresario y del
consumidor y en el que se hayan utilizado, exclusivamente, una o más técnicas de
comunicación a distancia.
 Caso del correo postal, Internet, el teléfono o el fax (art. 92.1 TRLCU)

 CONTRATOS CELEBRADOS FUERA DE ESTABLECIMIENTO MERCANTIL


 Los celebrados con la presencia física simultánea de empresario y consumidor en
un lugar distinto al establecimiento del empresario y aquellos en que el
consumidor ha realizado una oferta en las mismas circunstancias.
 Los celebrados en el establecimiento del empresario mediante un medio de
comunicación a distancia después de que haya existido contacto personal con el
consumidor en lugar que no sea el establecimiento mercantil, con la presencia
simultánea de empresario y consumidor
 Los celebrados durante una excursión organizada por el empresario para
promocionar y vender productos o servicios.
 Para ambas modalidades se regula la información precontractual, el derecho de
desistimiento distancia imponiendo diversos requisitos y límites.

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3.- MASIFICACIÓN CONTRACTUAL Y
PROTECCIÓN DEL CONSUMIDOR
 G.- CONTRATOS DE CRÉDITO AL CONSUMO

 Es aplicable la Ley 16/2011, de 24 de junio, de contratos de crédito al consumo que


los define como aquellos en los que un prestamista concede o se compromete a
conceder al consumidor un crédito bajo la forma de pago aplazado, préstamo,
apertura de crédito o cualquier medio equivalente de financiación.
 Concede al consumidor un derecho de desistimiento que puede ejercitar en el
plazo de 14 días naturales y un derecho a reembolso anticipado. Además, todo
cobro indebido devengará el interés legal, o el contractual si éste fuera
superior. Si el cobro indebido se produce por dolo o negligencia del prestamista el
consumidor tiene derecho a indemnización, que en ningún caso, será inferior al
interés legal incrementado en cinco puntos, o al del contrato (si es superior al interés
legal) incrementado en cinco puntos.
 La ley contiene una regulación específica aplicable a los contratos de financiación
que están especialmente vinculados a una adquisición de bienes o servicios

 Importantes son las normas dirigidas a regular los descubiertos. Así, el art. 20. 4º dice
que, en ningún caso, podrá aplicarse a los créditos que se concedan en forma de
descubiertos a los que se refiere el precepto un tipo de interés que dé lugar a un TAE
superior a 2,5 veces el interés legal del dinero.

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3.- MASIFICACIÓN CONTRACTUAL Y
PROTECCIÓN DEL CONSUMIDOR
 H.- CONTRATOS DE CRÉDITO INMOBILIARIO
 Son regulados por la Ley 5/2019, de 15 de marzo, aplicable a los préstamos o
créditos concluido por una persona física garantizado mediante hipoteca sobre
bienes inmuebles para uso residencial. Dicha norma modificó la Ley Hipotecaria.
 En estos casos, el interés de demora aplicable será el interés remuneratorio (es
decir, el establecido en la escritura) más tres puntos porcentuales, considerando
que sólo podrá devengarse sobre el principal vencido y pendiente de pago y no podrá
ser capitalizado en ningún caso, salvo en el supuesto del art. 579. 2a) LEC.
 Se producirá el vencimiento anticipado del contrato, si concurren conjuntamente:
 Que el prestatario se encuentre en mora en el pago de una parte del capital del
préstamo o de los intereses.
 Que la cuantía de las cuotas vencidas y no satisfechas equivalgan:
 Al 3% de la cuantía del capital concedido, si la mora se produjera dentro de
la 1ª mitad de la duración del préstamo. Se considerará cuando las cuotas
equivalgan al impago de 12 plazos mensuales o un número de cuotas tal que
suponga que el deudor ha incumplido su obligación por un plazo equivalente a
12 meses.
 Al 7% de la cuantía del capital concedido, si la mora se produjera dentro de
la 2ª mitad de la duración del préstamo. Se considerará cumplido cuando las
cuotas equivalgan al impago de 15 plazos mensuales o un número de cuotas
tal que suponga que el deudor ha incumplido su obligación por un plazo de 15
meses.
 Que el prestamista haya requerido el pago concediéndole un plazo de al menos
un mes advirtiéndole de que, de no ser atendido, reclamará el reembolso total.
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4.- BIOLOGÍA DE LOS CONTRATOS

 A.- FORMACIÓN Y PERFECCIÓN DEL CONTRATO


 FORMACIÓN. La formación del contrato comprende todos los actos que preceden
a la celebración del mismo. Dicha formación puede ser:
 Instantánea, en donde una parte acepta sin más la oferta del otro contratante.
 Progresiva, de modo que entre oferta y aceptación transcurra un espacio de
tiempo, en cuyo caso se producen una serie de negociaciones donde las partes
ponderan sus posiciones.
 Tales negociaciones se denominan tratos previos o preliminares que
permiten discutir y elaborar un eventual contrato. No vinculan a las partes a
concluir el contrato, pero sirven para interpretar el contrato y, por ello, quien
vulnere el deber de buena fe asume una responsabilidad precontractual que
da lugar a la indemnización de daños y perjuicios.
 PERFECCIÓN. El Código Civil contempla como proceso normal de la formación
del contrato la concurrencia de la oferta y la aceptación (art. 1262. 1º CC).
 El consentimiento se manifiesta por el concurso de la oferta y de la aceptación
sobre la cosa y la causa que han de constituir el contrato. Es decir, se produce
por el concurso de dos declaraciones de voluntad: la del oferente (oferta) y la
del aceptante (aceptación).
 Dicho concurso genera el contrato y, desde ese momento, crea vínculos
obligatorios. Sin embargo, esta afirmación es aplicable cuando ambas
declaraciones se realizan entre personas presentes y son simultáneas. No
sucede lo mismo cuando los contratantes están distanciados en el tiempo y en el
espacio. En este caso, la perfección se somete a reglas especiales: párrafos 2º y 3º
del artículo 1262 CC.
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4.- BIOLOGÍA DE LOS CONTRATOS

 B.- CONTRATACIÓN ENTRE PRESENTES

 Dispone el párrafo primero del art. 1262 CC que el consentimiento se manifiesta por
el concurso de la oferta y de la aceptación sobre la cosa y la causa que han de
constituir el contrato.
 Los consumidores tienen el derecho de desistimiento derivado de un contrato
perfecto, sin necesidad de justificación ni de generar derecho de indemnización.

 Una de las especialidades más significativas en la práctica moderna se produce


por la integración de la oferta mediante la publicidad comercial.

 A veces la oferta se integra en la publicidad que ha hecho el oferente. Pero tal


publicidad no es una oferta, sino una invitación a contratar, por la cual se invita a
los potenciales clientes a que realicen una oferta al empresario, el cual aceptará o
no.

 En el ámbito del consumo se entiende que el empresario queda obligado por las
capacidades y características y garantías que haya prometido en su anuncio. Se
tienen en cuenta los términos de la publicidad.

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4.- BIOLOGÍA DE LOS CONTRATOS

 B.- CONTRATACIÓN ENTRE AUSENTES


 La regla general es la establecida por el art. 1262. 2 CC cuando el que hizo la oferta
y el que la aceptó se encuentran en lugares distintos. En ese caso, existe
consentimiento y el contrato se perfecciona:
 Desde que el oferente conoce la aceptación.
 O desde que, habiéndosela remitido el aceptante, no pueda ignorarla sin faltar
a la buena fe. El contrato, en tales casos, se presume celebrado en el lugar en que
se hizo la oferta.
 Es decir, el contrato se perfecciona cuando el que formula la oferta tiene
conocimiento de la aceptación o cuando no pueda ignorarla sin faltar a la buena fe.
En este ámbito tiene una especial incidencia la contratación por medios
electrónicos:
 Mail to mail: El contrato se perfecciona cuando el oferente conoce la aceptación (cuando abre el
correo) o cuando puede tener ese conocimiento sin perjudicar la buena fe (es decir, si el oferente
no abre el correo). Lo mismo sucede con los burofax.
 Web to mail: cuando un empresario presta un servicio e indica desde su web que los interesados
se pongan en contacto con él a través de un mail. El oferente será el que lo envíe (es decir, el
comprador) ya que el vendedor tan sólo hace una invitación, de modo que cuando el empresario
acepte, el contrato se perfecciona.
 Web to web: Es una perfección automática, como sucede en los contratos celebrados
mediante dispositivos automáticos: hay consentimiento desde que se manifiesta la aceptación.
Pulsando el botón de aceptación queda celebrado el contrato (art. 1262. 3º CC).
 A través de intermediarios electrónicos: En caso de agregadores de información comercial,
caso de EBAY u otros corredores online. La aceptación no se hace con el oferente sino en el
sistema del corredor. Entonces quedaría perfeccionado el contrato.

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