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Acidos Grasos

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE DURANGO

Ácidos grasos esenciales y no esenciales

Castelo Ayón David Ernesto


21/09/2017
ÁCIDOS GRASOS

Los ácidos grasos son los componentes característicos de muchos lípidos y rara vez se
encuentran libres en las células. Son moléculas formadas por una larga cadena hidrocarbonada de
tipo lineal, y con un número par de átomos de carbono. Tienen en un extremo de la cadena un grupo
carboxilo (-COOH). Los ácidos grasos son componentes naturales de las grasas y los aceites. Tomando
como referencia su estructura química, se pueden clasificar en tres grupos: saturados,
monoinsaturados y poliinsaturados. Los ácidos grasos saturados están presentes principalmente en
alimentos de origen animal, como la carne, la manteca, los embutidos, la mantequilla y el queso, pero
también en el aceite de palma y en el de coco que se utilizan para freír. La mayoría de los ácidos
grasos insaturados provienen de las plantas y los pescados grasos.

Ácidos grasos esenciales

Los ácidos grasos esenciales (AGE) son un tipo de grasas que nuestro organismo no puede
sintetizar por sí solo, de manera que es necesario ingerirlos a través de la alimentación. Los distintos
tipos de lípidos que necesita el ser humano se clasifican en saturados, monoinstaurados y
poliinsaturados. Los ácidos grasos esenciales se engloban dentro del último grupo, el de los
poliinsaturados, y se conocen dos clases: el omega 3 (o ácido linolénico) y el omega 6 (ácido
linoileico). Gracias a estos componentes, el organismo humano puede sintetizar sustancias, como por
ejemplo, células nuevas, el colesterol 'bueno' o HDL, neurotransmisores cerebrales, antiinflamatorios
naturales, etc. Con ello, los ácidos grasos esenciales forman una parte importante de las células y
hacen posible la conexión entre neuronas y entre todo el sistema nervioso.

Las funciones de los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 son múltiples. Por un lado, juegan un
papel importante en la formación de las membranas celulares, la conexión neuronal y las
transmisiones químicas del cerebro y de la vista. Por otro lado, permiten producir hormonas y
aportan propiedades antiinflamatorias. Por último, y no por ello menos importante, el omega 3 y el
omega 6 ayudan a garantizar el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, reducen el riesgo
de padecer problemas cardíacos y disminuyen los triglicéridos y el colesterol.

Omega 3

Esta familia de ácidos grasos esenciales es una de las más beneficiosas para el organismo, se
encuentran en abundancia en las grasas de procedencia vegetal y de forma más importante en el uy
pescado azul. Estas grasas tienen propiedades antinflamatorias para situaciones como la artritis o el
síndrome premenstrual, así como funciones en el sistema nervioso y rendimiento cerebral. El omega
3 tiene que pasar por una serie de transformaciones hasta convertirse en sustancias activas en el
cuerpo. Esto quiere decir que una serie de enzimas trabajan sobre ellas para poder ser utilizadas por
el cuerpo.
Los alimentos más ricos en Omega 3 son los pescados grasos de aguas frías como el salmón, el
atún, las sardinas y la caballa. También contienen Omega 3 algunos vegetales de hoja verde, frutos
secos y semillas oleaginosas. Muy especialmente las semillas de lino.

Omega 6

Los ácidos grasos Omega 6 contienen o son precursores de ácido linoléico (LA) y ácido
araquidónico (AA). El ácido LA es precursor de las prostaglandinas PGE 1, que realizan importantes
funciones en el organismo en relación a la salud cardiovascular, hormonal y en el metabolismo de la
glucosa con efectos antinflamatorios. Sin embargo, el ácido AA (presente también en la carne animal
y grasas saturadas) es precursor de las prostaglandinas PGE 2, que trabajan como mecanismo de
defensa realizando una acción pro-inflamatoria (es decir, son necesarias en pequeñas cantidades,
pero negativas si se hayan en exceso).
Los alimentos más ricos en Omega 6 son aceites vegetales como el de girasol, borraja, onagra,
carnes magras y vísceras, cereales integrales, y semillas y frutos secos oleaginosos como las nueces o
las semillas de sésamo. Estos ácidos grasos esenciales, sobre todo cuando provienen de fuentes
vegetales ricas en ácido linoléico, tienen efectos antinflamatorios y equilibradores de la grasa en el
organismo (colesterol), lo que conlleva a una buena salud cardiovascular. En cambio, los productos
animales ricos en ácido araquidónico, tienen propiedades proinflamatorias y están relacionados con
afecciones de la piel.

Omega 9

Aunque no están considerados ácidos grasos esenciales (puesto que el organismo puede
sintetizarlos), estos ácidos grasos monisaturados que conforman los Omega 9 merecen una mención
especial, sobre todo por sus propiedades beneficiosas para la salud y porque, a diferencia de los
Omega 6, su ingesta no interfiere con la asimilación de los Omega 3, lo cual es un factor a tener en
cuenta. Los ácidos grasos Omega 9 contienen ácido oléico, un tipo de grasa

Los alimentos más ricos en Omega son los aceites vegetales de oliva, almendra, canola y nuez.
Por supuesto, te recomendamos que utilices, siempre que puedas en la cocina, el aceite de oliva
virgen extra por sus cualidades extremadamente beneficiosas para el corazón y la salud en general.
Los ácidos de la familia Omega 9 están relacionados con la buena salud cardiovascular sobre todo.
Además, aumentan los niveles de colesterol HDL (el bueno), lo cual es esencial para mantener el
equilibrio lípídico en el organismo.
Ácido Graso Trans

A diferencia de otras grasas, la mayoría de los ácidos grasos trans se forman cuando aceites
líquidos se convierten en grasas sólidas como en la elaboración de frituras y margarina sólida. Sin
embargo, hay pequeñas cantidades de ácidos grasos trans de manera natural en algunos alimentos,
especialmente de origen animal. Esencialmente, los ácidos grasos trans aparecen cuando se agrega
hidrógeno a los aceites vegetales, proceso llamado hidrogenación. La hidrogenación retarda la
caducidad y mantiene estable el sabor de los alimentos que contienen estas grasas.

Los ácidos grasos trans, como las grasas saturadas y el colesterol dietético elevan el colesterol
LDL (colesterol "malo") que incrementa el riesgo de CHD. Pese a que las grasas saturadas son el
principal responsable de elevar el LDL dentro de la dieta, los ácidos grasos trans y el colesterol
dietético contribuyen significativamente por su cuenta. Los ácidos grasos trans se encuentran
normalmente en alimentos procesados con aceites vegetales parcialmente hidrogenados, como
manteca vegetal, algunas margarinas, (especialmente las de consistencia más sólida), galletas saladas,
caramelos, tentempiés alimentos fritos horneados, algunas margarinas, tostadas, galletas,
tentempiés, y algunos otros alimentos fritos o elaborados con aceites parcialmente hidrogenados.

Ácidos grasos saturados

Se trata de ácidos grasos "saturados" de hidrógeno, sin dobles enlaces entre carbonos.
Principalmente provienen del reino animal -salvo el aceite de coco y el de cacao- y se suelen
encontrar en estado sólido a temperatura ambiente, fundamentalmente en carnes y lácteos. El
consumo de ácidos grasos saturados está relacionado con el aumento del colesterol en la sangre y el
abuso conlleva la aparición de enfermedades cardiovasculares. Al igual que el resto de ácidos grasos,
constituye una fuente de energía, es regulador de la temperatura corporal y contribuye a la
protección de determinados órganos vitales como el corazón y el riñón al envolverlos.
Como hemos visto, los ácidos grasos esenciales cumplen importantes funciones dentro del
organismo, en unos casos directamente y, en otros, de manera indirecta en forma de precursores que
favorecen la síntesis de otras sustancias. Para que nuestro organismo pueda llevar a cabo estas
funciones de metabolismo, asimilación y síntesis de los ácidos grasos esenciales, es necesario tener
en cuenta algunos factores.

- Factores que favorecen su actividad: inerales como el zinc y el magnesio y vitaminas como la
B6, la B3, la B8 o la vitamina C
- Factores que dificultan su actividad: las grasas saturadas, los productos procesados ricos en
aditivos, el exceso de colesterol LDL, la diabetes y los trastornos relacionados con la glucosa,
el ćancer y la debilidad del sistema inmunológico.

No cabe duda de que, para mantener la salud, no solo es esencial proporcionarnos cada día buenos
niveles de ácidos grasos esenciales (sobre todo Omega 3 y Omega 9), sino incluir alimentos de forma
variada en una dieta equilibrada hacer ejercicio moderado.

Fuentes.

http://www.botanical-online.com/medicinalesacidosgrasosesenciales.htm#

http://www.botanical-online.com/acidos_grasos_saturados.htm

http://www.geosalud.com/nutricion/acidosgrasostrans.htm

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