Codigo Civil

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En sus inicios

Para explicar la evolución del concepto de Derecho Civil debemos remontarnos a Roma. En Roma se distinguía
entre Ius Civile e Ius Gentium (o Naturale), el primero se refiere al usado por los romanos, entendido no como
una imposición, sino como un privilegio. El segundo se refiere al Derecho común a todos los hombres sin
distinción de nacionalidad. Según el profesor Arangio Ruiz el Ius Gentium se refiere a un sistema estrictamente
romano para dar tratamiento jurídico a las relaciones entre romanos y extranjeros, sistema que sería producto de
la expansión económica y militar del pueblo romano o civitas.
Además otros textos contraponen el Ius Civile al Ius Pretorium (Ius Honorarium), el cual habría sido
introducido con el propósito de suplir, ayudar y corregir el Ius Civile. Pero esta contraposición no es real, el Ius
Pretorium significa la renovación del Ius Civile provocada por las nuevas necesidades y por los nuevos hechos.
Hay que hacer una aclaración y esta es que el Pretor no creaba derecho, sólo declaraba como entendía el
derecho y los principios que seguiría en el ejercicio de sus funciones. El Ius Civile como derecho del cives, del
ciudadano romano, no se identifica con el derecho privado. Es cierto que la construcción romana construyó de
preferencia las instituciones privadas (persona, familia, propiedad,
obligaciones, herencia), pero dentro del Ius Civile hay instituciones
que son extrañas al derecho civil (a nuestra concepción de derecho civil), así las de carácter penal, procesal y las
administrativas o políticas. El Ius Civile, en su sentido propio y originario sería el ordenamiento tradicional que
habrían adoptado los grupos primitivos
romanos reunidos en una comunidad política y estaría constituido por una serie de principios fundamentales
establecidos por la jurisprudencia religiosa y luego laica de los prudentes. Este núcleo de principios
tradicionales se va ensanchando a lo largo de la historia del Derecho romano naciendo un Ius Civile Novum,
por obra de las
leyes, plebiscitos, senadoconsultos y decretos de los príncipes. Al mismo tiempo, el viejo Ius Civile, el de los
principios tradicionales experimenta la influencia del Ius Gentium y del Ius Pretorium o Honorarium, y todos
estos Derechos van a ser Ius Civile en la compilación de Justiniano, porque con aquel se entroncaron y no se
diferenciaron.

2. Concepto de Derecho
Civil en la Edad Media

En el 476 d.C. se produce la caída del Imperio Romano de Occidente en lo que se ha denominado el inicio de la
Edad Media. La invasión de los pueblos bárbaros que la provoca
definitivamente acaba también de manera oficial con el derecho de Roma. Pero el Derecho romano seguía
sobreviviendo en la práctica de los pueblos dominados y con gran influencia en las leyes de los pueblos
invasores. Durante muchos años no va a haber más Derecho que la costumbre, el fuero, los estatutos de las
ciudades e incluso el estatuto de las corporaciones y gremios. Hay pues un acusadísimo particularismo jurídico.
A finales del Siglo XI y principios del XII se produce un fenómeno importante en grado sumo: la recepción del
Derecho de Roma. Sabemos que la compilación de Justiniano se lleva a cabo entre los años 528 a 533 d.C. en el
Imperio Romano de Oriente. Es muy posterior a la caída del Imperio Romano de Occidente y, por otra parte, es
casi desconocida en
él. A partir del siglo XII los glosadores de Bolonia estudian el Derecho romano mediante glosas y exégesis,
aplicando la técnica escolástica de los silogismos, distinciones y
subdivisiones. Desde entonces se va identificando el Derecho civil con el Derecho romano, con el Derecho que
Roma ha legado tal y como lo ha dejado, hasta el punto que desde el siglo XII la obra de Justiniano recibe el
nombre de Corpus Iuris Civilis.
Ahora bien, la compilación justinianea contenía numerosos textos de tipo público que
habían perdido actualidad e interés, pues no eran aplicables a la sociedad política del tiempo de la Recepción.
De ahí que los glosadores y comentaristas mostrasen una mayor atención hacia normas e instituciones privadas
(circulación de los bienes, derechos sobre ellos, situación de las personas, etc.). Empieza, por tanto a abrirse
camino la idea de Derecho civil como Derecho privado. El Derecho civil, entendido como Derecho romano, va
a desempeñar un papel sumamente importante en la Edad Media: el de Derecho común. Hemos dicho en líneas
anteriores que hasta la recepción reinó un absoluto particularismo jurídico. El Derecho civil va a ser Derecho
común, es decir, un derecho normal frente al que los derechos particulares son anomalías. Hay que destacar que
la fuerza del Derecho Civil como Derecho común provenía también de una necesidad política: el concepto de
Imperio Sacro Romano Germánico, restaurado por Carlomagno en el año 800 como continuación del Imperio
Romano. La sociedad medieval hasta finales de la Edad Media va a vivir, no sin tensiones, la idea de que era un
todo unitario bajo el Imperio, que tenía, por tanto, un único Derecho. El Imperio postulaba un único Derecho,
que va a ser el civil-romano. Al mismo tiempo, la idea de Cristiandad, también unitaria en el plano religioso,
llevaba a que el Derecho de la Iglesia fuese igualmente un Derecho común. Este Derecho común era la ley
eclesiástica que junto a la ley civil representaban las potestades del Imperio y la Iglesia. El Derecho canónico
adquiere una importancia relevante a partir de las Decretales de Gregorio IX (1234), y se estudiará
intensivamente. Es un Derecho que no se limitaba a regular el fuero interno de los fieles sino que también se
extendía a aspectos de su vida ordinaria, y sus principios espiritualistas (buena fe, obligación de cumplir la
palabra dada, etc.) ejercerán una influencia decisiva en los textos de la compilación justinianea y en el Derecho
civil que hoy conocemos y estudiamos. Entre el Ius Civile y el Ius Canonicum va a darse una influencia
recíproca y continua. También como Derecho común se considera el Derecho feudal. El sistema de vasallaje
propio de la época obliga a utilizar normas (costumbres sobre todo) para resolver los litigios entre señores y
vasallos. El estudio de este Derecho feudal por los juristas va a constituir un tercer elemento del naciente
Derecho común, junto al romano y al canónico, aunque mucho menos importante que ellos.
Una que pierde fuerza la idea de Imperio (a mediados del siglo XIII), el Derecho romano no deja de tener valor
de Derecho común, y ahora porque se considera como ratio scripta. Ese Derecho se estudia ya (porque las
nuevas necesidades hacen inaplicables muchos de sus textos) más como sistema conceptual que como sistema
normativo, porque es un sistema racionalmente construido. El Derecho Civil.(= Derecho romano) se convierte
en un derecho de los principios tradicionales. De él van a salir ya otros Derechos que atienden a la evolución
social y económica de los siglos XIV y XV, como el Derecho mercantil. Las compañías mercantiles, la letra de
cambio, el comercio marítimo exigían regulación que no daban los textos romanos.

3. El Derecho Civil en la Edad Moderna

En la Edad Moderna, el Estado se convierte en el Estado absoluto que tiende a que su Derecho nacional sea el
exclusivo o predominante. De ahí que el Derecho civil, entendido como Derecho romano, sufra un gran eclipse,
si bien ello ya estaba preparado desde finales de la Edad Media por la crítica a que se somete: las fuentes que se
manejaban -se dice- no son genuinas; las glosas y comentarios a los textos romanos eran cada vez más
contradictorios y más abundantes; la aplicación del Derecho se había convertido en una tarea insegura ante
tantas interpretaciones dispares. Los Estados modernos, soberanos y absolutos, inician ante todo una labor de
consolidación de su Derecho nacional. En Castilla esta labor la harán las Ordenanzas de Montalvo (1484) y la
Nueva Recopilación (1567). En Francia, las antiguas costumbres son recopiladas y reducidas a textos escritos,
continuándose posteriormente esa tarea de fijación del Derecho nacional (Ordenanza de Colbert y D'Aguessau).
En Alemania, la atomización de los Estados miembros del Imperio impide esta realización, pero Prusia, al ganar
hegemonía, recopila su Derecho civil (Allgemeines Landrechí). Ahora bien, todavía en las viejas definiciones
de los siglos XVI y XVII se sigue llamando Derecho civil al Derecho romano, que se contrapone al Derecho
real, que es el Derecho nacional. Pero la fijación legislativa de este Derecho ha sido el primer paso para la
nacionalización del Derecho civil. El segundo paso se dará cuando el estudio del Derecho real se imponga. Sin
abandonar el estudio del Derecho civil, las Universidades, los teóricos y eruditos estudian y comentan el
Derecho real. La sustitución se opera insensiblemente, y el Derecho civil vuelve a ser no ya el Derecho romano,
sino el Derecho propio y exclusivo de cada Estado. Paralelamente cabe anotar que ese Derecho civil va a
identificarse con el Derecho privado. En efecto, la teoría de la organización política (el Derecho público) se
estudia con separación del Derecho civil, lo mismo que el aspecto jurídico de la actividad política. Se desligan
también, desde el siglo XVI, las materias de Derecho penal o Derecho criminal. La materia procesal se separa
igualmente del tronco del Derecho civil por la falta real de vigencia de los textos romanos en esta materia, y el
Derecho mercantil sigue con su evolución y desarrollo apartado, como desde su nacimiento en la Edad Media,
del Derecho civil.

4. Las Codificaciones

La cristalización definitiva del Derecho civil como Derecho nacional y privado se opera con la codificación. La
idea de un Código civil hay que ligarla con el pensamiento de la Ilustración y del racionalismo que dominó en
Europa a partir del siglo XVIII. Hasta ese momento se acostumbraba, como ya hemos visto, a recoger las
diversas leyes vigentes en un determinado momento en un solo texto, recopilándolas. La idea de la codificación
es, sin embargo, más amplia que la de una pura recopilación de textos. Recopilar es reunir en un texto, por
orden sistemático o por orden cronológico, las leyes que hasta un determinado momento han sido dictadas.
Codificar es una tarea más ambiciosa. Una codificación es la reunión de todas las leyes de un país o las que se
refieren a una determinada rama jurídica, en un solo cuerpo presididas en su formación por una unidad de
criterio y de tiempo. Según esto, un Código civil es un cuerpo de leyes racionalmente formado y asentado sobre
unos principios armónicos y coherentes. Un Código es siempre una obra nueva, que recoge de la tradición
jurídica aquello que debe ser conservado y que da cauce a las ideas y aspiraciones de todo signo vigente en la
época en que se realiza. Los factores que parecen determinar la idea de codificación, entendida como proceso
histórico, pueden ser esquematizados del modo siguiente:
1.° La codificación se identifica inicialmente con un intento de insuflar en los ordenamientos jurídicos unos
determinados ideales de carácter
político, económico y social. El Código es un vehículo de transmisión y de vigorización de una ideología y de
unas directrices políticas. Inicialmente, fueron las aspiraciones y los ideales del tipo de vida liberal-burgués,
aunque posteriormente hayan podido ser otros diferentes.
2.° Porque significaban la renovación de unos ideales de vida, los Códigos debían constituir obras unitarias.
Ello exigía la derogación de todo el Derecho anterior y la prohibición o interdicción de una heterointegración
del sistema (el recurso a los llamados
Derechos supletorios), sustituyéndola por una autointegración, en virtud de la cual el Código se basta a sí
mismo.
3.° En los Códigos ha existido siempre un intento de tecnificación y de racionalización de las actividades
jurídicas, que se traduce, primero, en un afán por la simplificación, que es una reducción del material
normativo, y una formulación del mismo que se quiere que sea clara e inequívoca. Los Códigos vienen a
expresarse en un lenguaje somero, lacónico y, en cierto modo, lapidario o, por lo menos muy comprimido,
como si esa reducción o comprensión ahuyentara los problemas. La tecnificación quiere decir también
instalación del material normativo en unas condiciones que lo hagan más fácilmente cognoscible y
manejable.

4.° Por último, la codificación entendida como racionalización del mundo jurídico pretende la construcción de
un sistema que se funda en la lógica jurídica y que pueda desarrollarse conforme a ella. En este sentido, en el
ideal codificador es evidente la idea progresista de suponer que el orden jurídico sigue una línea evolutiva de
mejora. Los Códigos pretenden poner la legislación al nivel «de los adelantos de la ciencia jurídica». En otro
sentido, la racionalización consiste también en la conveniencia de sustituir una práctica jurídica empírica y
casuística por un sistema que proceda con una cierta automaticidad y que proporcione una mayor dosis de
seguridad en los negocios y en las actividades jurídicas. A finales del siglo XVII Prusia tiene un Código: el
denominado «Derecho territorial general de los Estados prusianos», que acusa un enorme influjo de la escuela
protestante del Derecho natural, pero que no recoge las ideas sociales y políticas de la época y, además, deja
subsistentes los Derechos particulares de los Estados. También a finales del siglo XVIII se inicia en Austria la
labor codificadora.
En el siglo XIX florece el fenómeno codificador. Se abre con el Código civil francés, llamado Código Napoleón
en recuerdo del hombre genial que lo llevó a cabo en los días del Consulado, que tanto recordó en Santa Elena
donde esperaba la muerte. Promulgado en 21 de marzo de 1804, fue el resultado de su tenaz voluntad para verlo
hecho realidad tras los fracasos de anteriores proyectos en la época revolucionaria, y el resultado también de su
intuición certera al escoger a los juristas que podían redactarlo y defenderlo. El Código francés es una obra
capital, de enorme influencia en el mundo, sobre todo en el siglo XIX. Fue el vehículo de las ideas de la
Revolución Francesa, y responde a una ideología típica del liberalismo burgués, pues no en balde es la
burguesía la que inicia la Revolución y la que, a la postre, sale vencedora. Es un Código que afirma el primado
del individuo, de su igualdad ante la ley fuera de las circunstancias de su condición social, y de su libertad, y de
ahí que sus pilares básicos sean la libertad contractual, el carácter absoluto del derecho de propiedad y la
responsabilidad civil basada en la culpa. El matrimonio se sustrae a la Iglesia Católica, adquiriendo la
institución un carácter laico y fundada en el
contrato. Igualmente se sustrae a la Iglesia el registro de los estados civiles, organizándose y regulándose
detalladamente el Registro Civil.
Ahora bien, el Código Napoleón no rompe con la tradición jurídica francesa en la que se recogía el Derecho
romano y las antiguas costumbres, lo que hace es continuarla y
adaptarla a las nuevas ideas. Es una sabia combinación de tradición, principios racionales (es la época del
racionalismo) y revolucionarios.

En 181 1 Austria tiene su Código civil, de gran perfección técnica e influenciado por las ideas de la escuela del
Derecho natural, pero preservándose de las revolucionarias francesas. En Alemania el problema de la
Codificación se planteó desde un punto de vista completamente distinto. No debe olvidarse que en Alemania no
se logró la unidad nacional hasta el año 1870. A principio del siglo XIX se suscita en torno a la conveniencia
de la Codificación una polémica famosa entre SAVIGNY y THIBAUT. Este último publicó en el
año 1814 un trabajo, "Sobre la necesidad de un Código civil para Alemania", sosteniendo la conveniencia de
redactar un Código, sobre el modelo francés, inspirado en la razón, que pudiera constituir el vehículo para
conseguir la unidad de Alemania. SAVIGNY le replicó en su obra "De la vocación de nuestro tiempo para la
legislación y para la jurisprudencia", sosteniendo que el Derecho es sustancialmente un producto histórico y una
obra del espíritu del pueblo y no un producto de laboratorio como sería un Código civil. Retrasada la unidad
nacional alemana, se promulgan, a lo largo del siglo XIX, algunos Códigos civiles de naciones alemanas (por
ejemplo, Código de Sajonia, etc.), pero la obra de la codificación no se reanuda sino una vez instaurado el
Imperio. El Código civil, que se realiza a través
de dos proyectos, se promulga finalmente en 1896, para comenzar a regir el l.° de enero de 1900. Es con el
Código civil francés el prototipo de los Códigos civiles modernos europeos. Influye en él, de manera decisiva,
el pandectismo, con todas sus características como son la técnica más depurada y su carácter un tanto esotérico,
abstracto, positivista y logicista. El Código civil alemán ha influido en otros Códigos del centro de Europa y en
algunos Códigos americanos (Brasil).

Como paradigma de los Códigos civiles europeos ha de mencionarse también el Código civil suizo. En Suiza la
Codificación se retrasó como consecuencia de la autonomía cantonal. Algunos cantones elaboran sus propios
Códigos y la codificación general comenzó mediante la unificación del Derecho de Obligaciones (Código de
Obligaciones). Conseguido este último, la redacción de un proyecto de código civil, bajo la dirección de
HUBER, se realizó dentro del presente siglo (1908). Es un Código que ha merecido los elogios de los
profesionales del Derecho y que ha sido también adoptado como modelo por
algunos países. La codificación italiana tomó como modelo a la codificación francesa. El Código de 1865
seguía fielmente al Código de Napoleón. El régimen fascista se propuso reformarlo y sirviéndose de la gran
tradición jurídica italiana así como de los trabajos de los más notables juristas de aquel país, tras una larga
elaboración de más de quince años, dio cima a su obra en 1942. El Código es una obra de gran perfección
técnica, que permitió que, no obstante la caída del régimen fascista, siguiese en vigor con algunas muy leves
modificaciones. Ha servido también de ejemplo y de modelo a algunos Códigos civiles, como puede ser, por
ejemplo, el Código civil de
Venezuela de 1947. El ciclo de la Codificación ha continuado hasta nuestros días. Algunos países sustituyen sus
antiguos Códigos decimonónicos por otros más técnicos y perfectos, como el de Portugal de 1966, que empezó
a regir en 1967. Otros readaptan su Derecho civil a sus nuevas condiciones sociales y políticas como Polonia en
1966. No puede cerrarse este apartado sin señalar que el movimiento de la Codificación civil, originariamente
europeo, trascendió casi inmediatamente a la América Latina, continente del que sería injusto no recordar la
obra de dos grandes juristas como fueron BELLO, autor del Código chileno, y VÉLEZ SARSFIELD, autor del
Código argentino, uno y otro con clara resonancia e influencia en el Código español.

5. El Derecho Civil en la actualidad

La evolución histórica del Derecho civil nos lo presenta como el sector del ordenamiento jurídico que se ocupa
de la persona y sus diferentes estados, de su patrimonio y del tráfico de bienes. Pero más importante que
determinar de qué se ocupa el Derecho civil es analizar cómo se ocupa, pues de ahí nace la crisis por la que está
atravesando. Efectivamente, si hoy el criterio de valores está en crisis, el Derecho civil no puede por menos de
sufrir también las consecuencias de esa crisis. La del Derecho civil es, además, la del desmoronamiento de la
sociedad que contempló la obra de la codificación, y si estamos ante otra sociedad o hacia ella nos dirigimos, el
Derecho civil heredero de los Códigos decimonónicos nos va a servir de poco. La codificación se basaba en la
afirmación del individuo frente al Estado, sin cuerpos intermedios; el Código civil aseguraba el libre
desenvolvimiento del individuo, de su voluntad. De ahí que el principio de la autonomía de la voluntad, con su
reflejo en el derecho de propiedad que se concebía absoluto y con las mínimas excepciones posibles a este
absolutismo, fuese el pilar de sustentación de todo el edificio. El
sistema jurídico va a ser en realidad el sistema de los derechos subjetivos, señala ORESTANO, de poderes del
individuo. Pero la evolución social ha ido por otros caminos. Los ideales de la burguesía, que detentadora de los
bienes económicos y de producción quería un sistema que le permitiese su libre y omnímodo disfrute, no se han
aceptado por inmensas capas de la sociedad sin poder económico, para las que el juego de la autonomía de la
voluntad no significa más que la sumisión al más fuerte y para la que los derechos subjetivos que les reconoce
el ordenamiento jurídico no son más que abstracciones. Por otra parte, el rechazo de un puro sistema liberal de
economía, cuyo motor era la persecución del interés individual que redundaría en el bienestar colectivo, hace
que la propiedad de los medios de producción no se identifique con propiedad
privada. Todo ello indica que el Estado va a intervenir decisivamente en la vida económica y jurídica, y que las
normas no van a sancionar la autonomía de la voluntad individual sino que la van a dirigir o coartar en beneficio
de los intereses colectivos o para evitar que sea un instrumento de dominación de los débiles. Así, el
propietario tendrá cada vez más deberes; no se le va a prohibir ya que haga o no haga, sino que se le va a
obligar a un hacer. Así, el empresario no impondrá los contratos de trabajo que quiera a los que no pueden
discutir sus cláusulas. Es un nuevo orden jurídico distinto del cristalizado en la codificación del XIX.

Los principios escuetamente expuestos anteriormente producen un impacto en el Derecho civil, que se traduce
en una disgregación. Son Derechos especiales los que surgen frente al Derecho civil que queda como común, en
los que se desarrollan nuevas normas. Se habla así de un Derecho del trabajo, de un Derecho de la economía, de
un
Derecho agrario, de un Derecho bancario, de un Derecho de arrendamiento, de un Derecho urbanístico, etc. La
disgregación, como puro fenómeno externo e índice de una especialización técnica o científica, no tiene
trascendencia grave. La gravedad radica en a consolidación de los desmembramiento, porque entonces se ha
roto la unidad interna del Derecho civil. La crisis del Derecho civil codificado tiene otras causas. Básicamente
es de anotar su carácter excesivamente patrimonial, que hace que la persona se contemple y regule en función
de sujeto de una relación jurídica de aquella naturaleza y no por sí misma: sus valores, sus bienes y atributos
como tal persona pasan por completo desapercibidos y abandonados al campo de las declaraciones
constitucionales sonoras y espectaculares. Al Derecho civil se le priva así de lo más sustancial que tenía,
pues su función y su finalidad no es otra que la defensa de la persona y de sus fines. El movimiento
contemporáneo, por el contrario, está prestando una gran atención al campo de los derechos fundamentales de la
persona, al margen de las facetas políticas o penales del tema.
La codificación

 6- La codificación

Es una actividad por la cual se unen o se agrupan todas las normas jurídicas vigentes relativas a una
determinada rama del derecho o especialidad y se fundamenta en una sola ley general o código, ello obedece, a
las siguientes causas:

 A la necesidad de facilitar el conocimiento del Derecho cuando este se encuentra contenido en una
multitud de normas dispersas.
 A la conveniencia de sustituir gran cantidad de normas por un menor numero de normas que establezcan
principios generales.
 A los deseos de unificación de las varias legislaciones imperantes en un Estado, deseo que suele
responder al movimiento de unificación política; y
 Al propósito de introducir cambios radicales derivados de una revolución social.

Formas de codificación:

 A) La recopilación, que es la recolección y yuxtaposición cronológica de las normas; y


 B) La codificación propiamente dicha, que consiste en reunir todas las leyes
de un sistema jurídico o por lo menos de una rama del Derecho en una sola ley general y sistemática
donde se fusionan las anteriores.

Las Codificaciones antiguas solían


ser recolecciones de todas las leyes vigentes;
las modernas suelen ser codificaciones propiamente dichas de las
normas de una rama del Derecho.

 8- Ventajas y desventajas de la
codificación:

Ventajas Desventajas
Tiene la desventaja de no poder
Tienen la ventaja que todas o gran parte de las
aprobarse de un día para otro, sino que requiere
normas sobre determinada rama del derecho se
todo un proceso,
encuentran
que incluye en muchos supuestos el nombramiento de
agrupadas en un solo cuerpo normativo, lo que facilita
una
el
Comisión Revisora o Comisión
estudio y aplicación del derecho
Reformadora.
Otra desventaja de los Códigos es que para
modificarlos o sustituirlos es necesario vencer la
Facilitan la aplicación y el
resistencia a los grupos
conocimiento
de intelectuales y grupos de poder que se
resisten a los cambios.
Facilitan la unificación
política y social

LA CODIFICACIÓN
Es la reduccion a unidad organica de todas las normas vigentes en un determinado momento historico de un
pueblo mediante la publicacion de cuerpos de Derecho o Codigos que recojan, modificando o ninnovando
profundamente, todo el Derecho de un estado o ramas del mismo.

Siendo la codificacion la agrupacion y ordenacion de todas las normas vigentes de una de las ramas del
Derecho, igualmente se le define como la reunion sistematica de normas relativas a determinada materia. De
igual modo se la señala como la confeccion de un Codigo, es decir, de una coleccion unica no solo para todo un
pais, sino de toda una parte del Derecho. La legislacion se encuentra codificada cuando esta contenida en una
ley unica y no en leyes diversas. Entre las causas que dieron lugar a la organizacion metodica y sistematica de
los preceptos juridicos, es decir, a la codificacion figuran:

- La necesidad de simplificar y ordenar las multiples reglas juridicas esparcidas en leyes diversas.
- La necesidad de unificar las varias legislaciones imperantes en el territorio del mismo Estado, sobre todo
cuando se sigue a un movimiento de unificacion politica.
- La exigencia de introducir radicalmente reformas por el nuevo aspecto que ofrezca una sociedad a
consecuencia de una revolucion social.

La codificacion presenta varias ventajas, por una parte, se logra mayor fijeza del Derecho, porque las exigencias
de la seguridad juridica hacen necesaria la existencia de leyes que no cambien con facilidad y mediante ella se
permite el conocimiento de todas las normas que rigen una determinada materia, sin necesidad de estar
buscando por distintos textos los preceptos que estan diseminados; por la otra, hace mas facil el conocimiento y
aplicacion del derecho.

El Derecho Civil Venezolano se caracteriza por la codificacion de las normas de esta rama del derecho; se hace
necesario aclarar que no todo el Derecho Civil esta contenido en el codigo, en efecto, existen otras leyes de
caracter civil que suplen los vacios que estan en el Codigo.

El articulo 202 de la Constitucion de la Republica Bolivariana de Venezuela establece el concepto y


procedencia de la codificacion "La ley es el acto sancionado por la Asamblea Nacional como Legislador. Las
leyes que reunan sistematicamente las normas relativas o determinadas materias se podran denominar codigos"

El titulo Preliminar del Codigo Civil


Vigencia de la Ley
Articulo 1° La Ley es obligatoria desde su publicacion en GACETA OFICIAL o desde la fecha posterior que
ella misma indique"

Este articulo nos indica en que momento entra en vigencia una ley, es decir, a partir de que momento se
convierte en obligatoria. La publicacion consiste en dar a conocer el contenido de la ley a los que deben
prestarle obediencia, como se expuso, y, se realiza mediante la insercion de las leyes en la Gaceta Oficial de la
Republica"

Publicada la ley en Gaceta Oficial o transcurrido el termino para su entrada en vigor, la ley es obligatoria para
todos, no solamente para los nacionales, sino tambien para los extranjeros, por tanto, la ley puede tener vigencia
inmediata, es decir, que es obligatoria a partir de su publicacion en la Gaceta Oficial de la Republica de
Venezuela.

Asimismo puede la ley tener vigencia diferida o Vacatio Legis. Si tomamos en consideracion que el fin de la
publicacion es dar a conocer el contenido del texto legal, y si para conseguirlo se considera necesario dejar un
lapso de tiempo entre la publicacion y la vigencia de la ley, esta es la vigencia diferida, ya que al expirar el
termino la ley adquiere obligatoriedad. De modo que la Vacatio legis es el lapso entre la fecha de la publicacion
de la ley y la fecha posterior en que comenta a regir o desde la fecha posterior que indique.

Estructura del
Código Civil Venezolano Vigente. El Código Civil actual Venezolano es el código civil del 42 con reforma del
82, es un todo orgánico, es decir que las disposiciones contenidas en este código son de sentido orgánico
coherentes y correlativos como todo documento codificado está dividido en secciones y libros.

La estructura material del Código Civil: Un titulo preliminar que contiene disposiciones básicas y
fundamentales lo que se inicia como es natural con el artículo 4 y concluye con el
artículo 14.

Desde el artículo 15 se inicia el titulo I del Libro Primero del código Civil. Se refiere a la jurisdicción especial,
ese primer libro es fundamental dentro de la organización de la sociedad Venezolana en materia de personas.

A partir del artículo 525 se inicia el libro segundo que se denomina de los bienes de la propiedad y sus
modificaciones, la doctrina lo llama de los bienes y de las cosas, inicia en el artículo 525 y concluye en el 795.

Luego en el artículo 796 se inicia el tercer libro, el titular se denomina de las materias de adquirir y trasmitir la
propiedad y demás derechos, allí están constituidas las disposiciones relativas a los principales Derecho Reales
fundamentalmente el Derecho de Propiedad. Este es el libro final y concluye en el artículo 1.987.

A partir del artículo 1988 hasta el artículo 1993 encontramos las disposiciones transitorias
que fueron previstas por el legislador Venezolano en el orden del modos operandi.

Luego encontramos dos disposiciones finales en los artículos 1994 y 1945; las disposiciones finales se refiere a
la oportunidad que empieza a seguir el código actual.

Este todo orgánico que nos rige y que es de capital importancia para vigencia del Derecho Venezolano,
promulgado por el Congreso de la República en la oportunidad correspondiente que es indicada, se inicia con el
titulo preliminar y siguen sucesivamente tres libros con el orden de materia que se ha señalado libro primero,
libro segundo y
libro tercero.

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