Contenido Resumen Semana 10

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PROTOCOLO:

Antecedentes:
El Protocolo surge de la necesidad de los hombres de materializar en un
escrito la voluntad creadora de sus derechos, de materializar la prueba,
de recurrir a la grabación gráfica sobre un elemento físico que hiciera
visible y perpetúa su consideración, de esa manera los hombres idearon
que al emitirse la voluntad se hiciera entre solemnidades y quedará
grabada gráficamente sobre un objeto material impregnado de la
voluntad creadora, guardador de una primera decisión del espíritu,
conservador de una creación del hombre; a esa primera fuente de la
génesis del acto jurídico llamaron Protocolo.

Etimología:
Existen varias acepciones de la palabra Protocolo. Su etimología poco
ayuda para esclarecer cuál es su sentido propio, pues hay diversidad de
opiniones acerca de su origen. Puede resultar de la palabra compuesta
del prefijo PROTO, procedente de la voz griega PROTOS, y el sufijo COLO
o COLON, sobre cuya significación no se ha puesto de acuerdo los
autores. Según Scriche proviene de la voz latina COLLIUM o COLLATIO,
que significa comparación o cotejo; pero existen otras series de
significaciones asignadas por otros autores.

Definición:
En Guatemala, se conoce como Protocolo, al tomo empastado de los
instrumentos autorizados durante un periodo de tiempo; también al
papel sellado especial que se vende exclusivamente a los notarios para
faccionar escrituras; y al conjunto de escritura que se llevan faccionadas
en el año que transcurre. La definición legal de Protocolo se encuentra
comprendida en el artículo 8 del Código de Notariado, que reza: “el
Protocolo es la colección ordenada de las escrituras matrices, de las
Actas de protocolación, razones de legalización de firmas y documentos
que el Notario registra de conformidad con esta Ley”

Requisitos y Formalidades del Protocolo:


A) Los instrumentos deben de redactarse en español, escribirse a
máquina o a mano de manera legible y sin abreviaturas;
B) Los instrumentos deben llevar numeración cardinal,
escribiéndose uno a continuación del otro, en orden riguroso
de fechas, y entre cada instrumento sólo debe quedar espacio
para las firmas;
C) El Protocolo debe llevar foliación cardinal escrita en cifras;
D) En el cuerpo del Instrumento las fechas, números o cantidades
se expresarán con letras. En caso de discrepancia entre lo
escrito en letras y cifras, prevalece lo escrito en letras;
E) Los documentos que deban insertarse o las partes
conducentes que se transcriban se copian de manera textual;
F) La numeración fiscal del Papel Sellado no podrá interrumpirse,
salvo los casos de protocolaciones, o que se hubiere terminado
la serie y se inicie una nueva;
G) Los espacios en blanco que permitan intercalaciones se
llenaran con una línea antes de que sea firmado el
instrumento;
H) Debe de tomarse en cuenta que son nulas las adiciones,
entrerrenglonaduras y testados, sino se salvan al final, antes
que el documento sea firmado. Las enmendaduras son
prohibidas.

Apertura y Contenido:
A) Apertura: El Protocolo se abre cada año con la primera
escritura que se facciona, la cual llevará siempre el número
Uno y principiará en la primera línea del folio inicial. No se
necesita ninguna razón de apertura, pero es obligatorio el pago
de Q.55.00 en la Tesorería del Organismo Judicial por derecho
de apertura;
B) Contenido: El Protocolo del Notario contendrá: Las Escrituras
Publicas o Matrices, Las Actas de Protocolación, Las Razones de
Legalización o cualquier documento que la Ley señale, la Razón
de Cierre, el Indice y los Atestados.

Cierre, Índice y Atestados:


A) CIERRE: El protocolo debe cerrarse cada año, el último día del
año natural, pero también puede cerrarse en cualquier
momento que el notario dejare de cartular. El cierre es
mediante una razón notarial, la cual debe contener: la fecha, el
número total de instrumentos autorizados, indicando cuántos
de ellos son escrituras públicas, el número de actas de
protocolización, de razones de legalización, el número de
escrituras cancelas, si lo hubieren; así como el total de folios
utilizados; observaciones si fueren necesarias y la firme del
notario;
B) INDICE: Posteriormente a la razón de cierre, debe redactarse el
índice, según la Ley guatemalteca, este que antes de la reforma
a la Ley del Timbre y Papel Sellado debía hacerse
necesariamente en papel sellado; pero que ahora se hace en
una hoja de papel bond a la que se deben adherir los timbres
de ley (Q.0.50); y contendrá en columnas separadas :

b.1. El número de orden del instrumento (escritura, acta


de protocolación, o razón de legalización);
b.2. El lugar y fecha de su otorgamiento;
b.3. Los nombres de los otorgantes, si fuere el notario,
debe anotar su nombre;
b.4. El objeto del instrumento;
b.5. El folio en que se inicia.
En el índice es permitido utilizar cifras y abreviaturas, al final la
fecha y la firma del notario, antes de suscribirlo podrá hacer las
observaciones si las hubiere.

C) ATESTADOS: Los atestados son los documentos que el notario


agrega al final de su protocolo y tienen relación con los
instrumentos autorizados y deben constar principalmente el
recibo del pago de apertura, comprobantes de entrega de
testimonios especiales, copias de avisos, recibos, solvencias,
etc.

Empastado:

Dentro de los treinta días posteriores al cierre del protocolo el


Notario debe mandar a empastar su protocolo (Art. 18). El
empastado puede hacerse en uno o más tomos, dependiendo de
su volumen, lo que no es permitido es empastar en un solo tomo
dos o más años.

Depósito y Guarda:

El Notario no es propietario del protocolo, ya que únicamente es


depositario del mismo y responsable de su conservación.

Casos en que se deposita el Protocolo:

La ley menciona los casos de depósito del protocolo, algunos en


forma temporal y otros en forma definitiva, siendo los siguientes:
1) Por ausencia del país por tiempo menor de un año; 2) Por
ausencia del país por más de un año; 3) Por inhabilitación; 4) Por
entrega voluntaria; y, 5) Por fallecimiento del notario. (Artículos:
23, 26, 27 y 28 del Código de Notariado).

Protocolo del Notario Fallecido:

En este caso los albaceas, herederos, parientes, o cualquier


persona que tuviera protocolos de un Notario fallecido, deben
depositarlos dentro de los 30 días siguientes al fallecimiento, al
Archivo General de Protocolos, si fuera en la capital; al Juez de
Primera Instancia, si estuviera en una cabecera departamental; o
al Alcalde, se estuviesen en un Municipio; en esos casos, éstos
funcionarios deben remitirlo dentro de los ocho días siguientes del
depósito al Archivo General de Protocolos.

Garantía y Principios que Fundamental al Protocolo:

Las garantías o principios que fundamentan el Protocolo, son las de


durabilidad y seguridad. Dado que nuestro sistema notarial se
concentra en el principio de que los originales o matrices deben de
quedar en poder del notario, es necesario rodear y dotar, a tales
documentos de una serie numerosa de seguridades. Ello permite la
expedición de testimonios, los mismos que la comprobación de la
autenticidad de los mismos, en todos aquellos casos en que los
documentos notariales sean redargüidos de falsedad.

En síntesis la existencia y fundamentación del protocolo radica en los


siguientes aspectos:

a) Permanencia Documental en las Relaciones Jurídicas: El Protocolo


Notarial constituye una garantía que presta el Estado para la
efectiva perdurabilidad de los actos jurídicos que requieren la
intervención notarial, para su completa validez y eficacia legal;
b) Garantía de ejecutoriedad de los derechos: La existencia del
protocolo y por el ende de los instrumentos o actos jurídicos en él
consignados pueden llegar a ser una prueba fehaciente sobre los
derechos y sus relaciones jurídicas incorporadas, principalmente
en aquellos casos en que la posesión de un título es esencial para
ejercitar o ejecutar un derecho, de tal forma que dicho derecho se
haya incorporado en cierta manera al documento;
c) Autenticidad de los derechos: El protocolo desempeña, una
función autenticadora en el sentido de que las reglas legislativas
atinentes a la formación y conservación del mismo dificultan
enormemente la posible y eventual suplantación de documentos
autorizados, lo mismo que la interrelación de otros entre los que
ya constan debidamente ordenados y fechados;
d) Publicidad de los Derechos: Por último, los protocolos cumplen
una labor de publicidad, porque los actos o negocios jurídicos que
autoriza un notario suelen afectar intereses de terceras personas
que no han intervenido en su otorgamiento. Constituye, en
consecuencia, el protocolo el mejor procedimiento para que un
documento esté al alcance de quien tenga interés en examinarlo y
hasta sacar copia del mismo, lo cual sucede frecuentemente en
materia de derechos reales.

Pérdida, destrucción y reposición del Protocolo:

El protocolo puede perderse, destruirse o deteriorarse, casos en que es


necesario reponerlo. Ante esta circunstancia el notario debe dar aviso al
Juez de Primera Instancia, el cual deberá instruir averiguación y
terminada la misma resolverá declarando procedente la reposición del
protocolo y en caso de que exista delito mandará a que se inicie el
respectivo procedimiento penal incluso en contra del propio notario. Al
declarar procedente la reposición el juez pedirá a la Corte Suprema de
Justicia copias de los testimonios especiales enviados por el notario al
archivo general de protocolos. Si no existieran testimonios en el archivo
se pedirán las copias o duplicados que hubieren en los registros y se
citará a los otorgantes y a interesados previniéndoles la presentación de
los testimonios o copias que tengan en su poder. Esta citación se hará
por avisos en el Diario Oficial y otro de los de mayor circulación.
Si no fuere posible reponer todas las escrituras el Juez tendrá que citar
de nuevo a los interesados para consignar en actas los puntos que las
escrituras contenían y en caso de desacuerdo o incomparecencia, los
interesados tendrán que recurrir a un juicio en la vía ordinaria.

Revisión Ordinaria y Especial del Protocolo:

La inspección y revisión del protocolo tiene por objeto comprobar si en


el mismo se han llenado los requisitos formales establecidos en la ley. La
revisión puede ser de tres clases: a) Ordinaria; b) Extraordinaria; y, c)
Especial. La Inspección y Revisión Ordinaria se debe de hacer cada año,
para el efecto, el Notario está obligado a presentar el protocolo y sus
comprobantes, debiéndose practicar la inspección y revisión en su
presencia. La Inspección y Revisión Extraordinaria podrá hacerse en
cualquier tiempo, cuando lo ordene la Corte Suprema de Justicia. Es
importante mencionar, que en casos de averiguación sumaria por delito,
también se puede hacer la revisión de un protocolo notarial, este es el
caso especial.

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