Casos Clínicos de Residentes de Dermatología 2014
Casos Clínicos de Residentes de Dermatología 2014
Casos Clínicos de Residentes de Dermatología 2014
Dermatología
2014
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01 | Casos Clínicos de Residentes de 1
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Título original: Casos Clínicos de Residentes de Dermatología 2014
Sección VI. Genodermatosis
Sección VII. Miscelánea
Sección VIII. Tumores
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SECCIÓN I
Dermatosis
endocrinometabólicas
01 | Dermatosis endocrinometabólicas 4
DERMATOSIS ENDOCRINOMETABÓLICAS
Índice
Caso 01. Induración en cara pretibial de ambas piernas
Caso 02. Pápulas foliculares asintomáticas generalizadas en paciente
con síndrome hemolítico urémico atípico
5
Dermatosis endocrinometabólicas
6
DERMATOSIS ENDOCRINOMETABÓLICAS
Anamnesis
Acudió a nuestro servicio una mujer de 52 años por induración de la piel de la región pretibial de ambas
piernas, de unos meses de evolución. Como antecedentes personales de interés presentaba hipertensión
arterial e hipotiroidismo desde hace años, por lo que estaba en tratamiento con Enalapril y Eutirox. La paciente
refería que estas lesiones habían aparecido progresivamente y que eran completamente asintomáticas.
Exploración física
A la exploración física se observaba unas placas induradas de color piel, poco visibles pero palpables al
tacto, que no dejaban fóvea, y que adquirían cierto aspecto de piel de naranja (figura 1). Además se
objetivaba un moderado exoftalmos con inyección conjuntival marcada (figura 2).
Figura 1 Placa indurada en cara pretibial de miembro inferior Figura 2 Exoftalmos moderado con inyección conjuntival
Reinterrogando a la paciente comentó que su médico había suspendido el tratamiento con Eutirox hacía
unas semanas, por hallarse en la analítica de control una TSH abolida con elevación de T3 y T4. Además la
paciente comentaba clínica de hipertiroidismo con aumento de calor, nerviosismo, taquicardias y lagrimeo
ocular. Estaba pendiente de valoración por Endocrinología para estudio de posible hipertiroidismo y de
Oftalmología por el exoftalmos.
Pruebas complementarias
Con la sospecha de Mixedema Pretibial se realizó una biopsia cutánea, que confirmó la presencia de
mucina en la dermis separando los haces de colágeno, sin proliferación fibrocítica acompañante. El resto
de estudios complementarios demostraron la presencia de anticuerpos antitiroideos con aumento de la
captación del tiroides en la gammagrafía.
Diagnóstico
Enfermedad de Graves.
Tratamiento
Se pautó tratamiento con corticoide potente en crema.
Evolución
Discreta mejoría de las lesiones cutáneas.
Comentario
El mixedema pretibial (MPT) es la complicación cutánea de la enfermedad de Graves-Basedow,
apareciendo entre el 5-10% de los pacientes. No es exclusiva de esta enfermedad ya que también se
puede ver en otros procesos como tiroiditis de Hasimoto e incluso en pacientes con función tiroidea
normal. La mayoría de los pacientes que presentan MPT asocian también oftalmopatía en lo que se
ha denominado Triada de Graves (Hipertiroidismo, exoftalmos y mixedema pretibial). Habitualmente
el MPT se desarrolla en el primer o segundo año tras el inicio de la enfermedad y suele ser precedido
por la oftalmopatía en torno a unos 6-12 meses antes. Las lesiones habitualmente son asintomáticas,
aunque en ocasiones pueden producir prurito o aumento de la sudoración localizada. La localización
más frecuente del MPT es la cara anterior de los MMII. De forma excepcional se han descrito casos con
afectación de otros sitios como la pared abdominal, la cara, los hombros, las extremidades superiores e
incluso en zonas de cicatrices.
La histopatología del mixedema pretibial típicamente muestra una mucinosis dérmica que separa los
haces de colágeno sobre todo en dermis media y profunda con un número de fibroblastos normal
o ligeramente elevado. El tratamiento del MPT es poco satisfactorio con una baja tasa de respuesta.
Se han observado discretos resultados con la aplicación de corticoides tópicos en curas oclusivas
o intralesionales. Es importante conocer que el tratamiento del hipertiroidismo acompañante no
suele mejorar la clínica cutánea. Aunque raros, también se han descrito casos de MPT con regresión
espontánea de las lesiones.
BIBLIOGRAFÍA
1 Callen JP, Jorizzo JL, Bolognia JL, Piette WW, Zone JJ, editores. Signos cutáneos de las enfermedades sistémicas. 4ª ed. Madrid:
Editorial Elsevier; 2011.
2 Burman KD, McKinley-Grant L. Dermatologic aspects of thyroid disease. Clin Dermatol. 2006;24:247-55.
3 Fatourechi V. Pretibial myxedema: pathophysiology and treatment options. Am J Clin Dermatol. 2005;6(5):295-309.
4 Anderson CK, Miller OF. Triad of exophthalmos, pretibial myxedema, and acropachy in a patient with Graves’ disease. J Am
Acad Dermatol. 2003 Jun;48(6):970-2.
02
Olane Guergué Díaz de Cerio,
Adrián de Quintana Sancho, Marta Rubio Lombraña,
Irati Allende Markixana
11
DERMATOSIS ENDOCRINOMETABÓLICAS
Anamnesis
Varón de 40 años de edad. No refiere alergias medicamentosas conocidas. Fumador. Hipertensión arterial
en tratamiento desde los 31 años. Antecedente de tuberculosis pulmonar tratada con éxito en 1996.
Cardiopatía hipertensiva. Insuficiencia renal crónica de etiología no filiada desde el año 1995 que inicia
tratamiento sustitutivo con hemodiálisis en enero de 1998. En marzo de ese mismo año el paciente recibe
un primer trasplante renal con pérdida del mismo a los 2 años (biopsia compatible con microangiopatía
trombótica). En julio de 2003 se realiza un segundo trasplante renal con pérdida del mismo al año por nuevo
cuadro de microangiopatía trombótica. El estudio genético muestra una mutación en el gen que codifica el
factor H del complemento lo que condiciona una disfunción del mismo, y a su vez, contraindica un nuevo
trasplante renal por SHU atípico. Consecuencia de esto el paciente retoma las sesiones de hemodiálisis
que continúan a fecha de hoy. Paratiroidectomía subtotal en septiembre de 2005 por hiperparatiroidismo
secundario a insuficiencia renal. El paciente no refiere antecedentes dermatológicos familiares ni personales
de interés. En agosto de 2013 avisan desde la Unidad de Hemodiálisis al Servicio de Dermatología por
aparición de múltiples lesiones cutáneas asintomáticas.
Exploración física
El paciente presenta múltiples lesiones papuloso-nodulares eritematosas de superficie hiperqueratósica
y distribución esporotricoide en extremidad superior izquierda y ambas extremidades inferiores. No se
objetiva exudación purulenta. Clínicamente las lesiones son altamente sugestivas de prúrigo nodular.
02 | Pápulas foliculares asintomáticas generalizadas en paciente con síndrome hemolítico urémico atípico 12
DERMATOSIS ENDOCRINOMETABÓLICAS
02 | Pápulas foliculares asintomáticas generalizadas en paciente con síndrome hemolítico urémico atípico 13
DERMATOSIS ENDOCRINOMETABÓLICAS
Exploraciones complementarias
Se toman dos muestras de piel en fresco para cultivo fúngico y de micobacterias y se recoge muestra para
cultivo microbiológico. Todas ellas resultan negativas. Además, se toma biopsia de las lesiones cutáneas
con punch de 4 mm para estudio anatomopatológico. La biopsia muestra una inflamación limitada
a los infundíbulos, con pequeños abscesos intraluminales y focos de ruptura del epitelio con paso de
detritus a la dermis. Todo ello es altamente sugestivo de foliculitis perforante a pesar de que las diferentes
tinciones (Hematoxilina/Eosina, tinción de Masson, tinción de fibras elásticas y PAS) no pueden demostrar
el diagnóstico con certeza.
02 | Pápulas foliculares asintomáticas generalizadas en paciente con síndrome hemolítico urémico atípico 14
DERMATOSIS ENDOCRINOMETABÓLICAS
Diagnóstico
Foliculitis perforante en paciente con síndrome hemolítico urémico atípico.
Tratamiento
Pautamos la aplicación diaria de Dipropionato de Betametasona en pomada durante 15 días y posteriormente
dos días a la semana de mantenimiento. Aconsejamos hidratación corporal diaria.
Evolución
A los dos meses del diagnóstico el paciente presenta un nuevo brote de lesiones eritematovioláceas con
tapón queratósico superficial en antebrazos y piernas, sin prurito ni otra clínica asociada. Se pautan de
nuevo corticoides tópicos. Se pierde la evolución posterior del paciente ya que deja de acudir a las consultas
de Dermatología.
Comentario
Presentamos el caso de un paciente en hemodiálisis por insuficiencia renal crónica secundaria a Síndrome
hemolítico urémico atípico, que presenta lesiones cutáneas asintomáticas de distribución folicular en
miembros compatible con una foliculitis perforante. La foliculitis perforante se incluye dentro de las
“Enfermedades perforantes”. Como ya señalaba Fitzpatrik, son un grupo de enfermedades en las que
se da una migración transepidérmica de material dérmico que clínicamente se expresa como pápulas
umbilicadas con tapón central adherido que ocupan el poro de salida del folículo y presentan cierto grado
de eritema.
02 | Pápulas foliculares asintomáticas generalizadas en paciente con síndrome hemolítico urémico atípico 15
DERMATOSIS ENDOCRINOMETABÓLICAS
Afecta a adultos y se relaciona con la insuficiencia renal crónica o con la diabetes mellitus. Suele afectar a
las extremidades y cursa por brotes. En la histopatología se ve destrucción folicular con detritus y queratina
junto a un infiltrado inflamatorio perifolicular mononuclear o mixto y eliminación de fibras colágenas.
El tratamiento más efectivo parece ser el PUVA. Se puede realizar una destrucción local de las lesiones,
usar corticoides locales o intralesionales, retinoides tópicos o sistémicos, antihistamínicos, alopurinol o
metotrexato, pero a día de hoy no existen ensayos clínicos que avalen un tratamiento en particular.
BIBLIOGRAFÍA
1 Campisto J, Arias M, Ariceta G, Blasco M, Espinosa M, Grinyó J, Praga M, Torra R, Vilalta R, Rodríguez de Córdoba S.
Actualización en síndrome hemolítico urémico atípico: diagnóstico y tratamiento. Documento de consenso. Nefrologia 2013;
33(1):27-45.
2 Saray Y, Seçkin D, Bilezikçi B. Acquired perforating dermatosis: clinicopathological features in twenty-two cases. J Eur Acad
Dermatol Venereol. 2006; 20(6):679-88.
3 Arredondo MI, Londoño A, Restrepo R. Enfermedades con eliminación transepidérmica. Rev Asoc Col Dermatol. 2008;
16:185-195.
4 Herrera E, Castillo R, Sanz A. Enfermedades perforantes. Dermatología: Correlación clínico-patológica. Tema 37 (157-160).
02 | Pápulas foliculares asintomáticas generalizadas en paciente con síndrome hemolítico urémico atípico 16
SECCIÓN II
Dermatosis infecciosas
01 | Dermatosis infecciosas 17
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Índice
Caso 01. Erupción generalizada en una niña tras infección respiratoria aguda
Caso 02. Erupción vesiculosa diseminada en niña de 4 años
Caso 03. Lesiones en pabellón auricular y parálisis facial
Caso 04. Úlcera genital en paciente sexualmente activo
Caso 05. Lesiones nodulares en miembros inferiores tras ingesta de corticoides orales
Caso 06. Mácula marrón en planta de pie
Caso 07. Lesiones papuloerosivas vulvares en paciente de raza negra
Caso 08. Placas alopécicas no cicatriciales
Caso 09. Lesiones ulcerosas en la boca en una paciente con mal estado general, un reto diagnóstico
Caso 10. Vesículas y ampollas diseminadas en paciente con enolismo crónico
Caso 11. Lesiones serpiginosas en pies tras viaje a Brasil
Caso 12. Lesiones pustulosas tras mordedura de tigre
Caso 13. Pápulas eritematosas con prurito insoportable en la cara de varón de mediana edad
Caso 14. Lesiones perianales “recurrentes” y de rápida evolución
Caso 15. Placa vegetante en antebrazo derecho
Caso 16. Pápulas eritematosas y pruriginosas en antebrazos
Caso 17. Prurito intenso, excoriaciones y placas descamativas
Caso 18. Lesiones hipopigmentadas ¿patología fúngica, bacteriana o autoinmune?
18
Dermatosis infecciosas
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Niña de 3 años sin antecedentes médicos de interés, nacida a término de embarazo sin complicaciones y
con un desarrollo pondero-estatural normal. Acude a nuestra consulta por presentar la aparición aguda
de una erupción cutánea pruriginosa, de comienzo en región cefálica. Las lesiones se habían extendido
progresivamente al resto de la superficie corporal afectando de forma llamativa a palmas y plantas. Referían
sus padres que la niña había presentado dos semanas antes del inicio de la clínica cutánea un episodio de
infección respiratoria aguda y sintomatología gastrointestinal que sus pediatras habían interpretado como
cuadro viral inespecífico.
Exploración física
La paciente presentaba una dermatosis generalizada. En la cara se observaba un intenso eritema con
descamación fina sutil en región periorbicular y peribucal, así como de forma simétrica en ambos pabellones
auriculares. En palmas y plantas presentaba un eritema brillante, sin descamación, de bordes muy netos
que ocupaba difusamente la totalidad de las mismas. Este mismo eritema con descamación fina estaba
presente en región del introito vaginal y pliegues interglúteos. El tronco y raíz de extremidades estaban
cubiertos por pápulas foliculares milimétricas hiperqueratósicas muy discretas y no confluentes de tacto
rugoso, dando aspecto de piel de gallina. En las rodillas se observaban dos placas eritemato edematosas
anulares simétricas.
Se instauró tratamiento únicamente con antihistamínicos y emolientes. Acudió de nuevo una semana
después y las lesiones cutáneas habían progresado de manera llamativa. En tronco y miembros superiores las
pápulas foliculares milimétricas iniciales se habían tornado más hiperqueratósicas y generalizado (figura 1).
Algunas confluían formando placas de coloración asalmonada que alternaban con áreas de piel normal.
El tronco presentaba una afectación predominante en región posterior, respetando de forma llamativa
el área dorsal medial, simulando las “alas de una mariposa”. Las lesiones faciales presentaban ahora
una descamación furfurácea intensa, acompañándose de unos labios con aspecto brillante y fisurados. El
eritema palmo-plantar progresó hasta presentar una descamación laminar muy llamativa.
Exploraciones complementarias
En la segunda visita se realizó una biopsia punch de las lesiones. En la tinción con hematoxilina-eosina
llamaba la atención una hiperplasia psoriasiforme de la epidermis con acantosis, hipergranulosis e
hiperqueratosis. La capa córnea presentaba
una alternancia de areas de paraqueratosis y
ortoqueratosis, tanto en el plano horizontal como
en el vertical (figura 2). Las papilas dérmicas, se
observan ensanchadas y presenta un infiltrado
linfocitario escaso perivascular superficial.
En la analítica sanguínea practicada, que incluía hemograma y bioquímica (incluyendo función hepatica)
eran normales. El uroanálisis no presentaba alteraciones. Se realizaron serologías víricas, que fueron
positivas para IgG de varicela y sarampión, y negativas para virus Epstein-Bar, Picornavirus, Parvovirus B19
y citomegalovirus.
Diagnóstico
Con el cuadro clínico tan característico y los hallazgos histopatológicos se estableció el diagnóstico de
pitiriasis rubra pilaris aguda postinfecciosa.
Tratamiento
Se estableció tratamiento sintomático con antihistamínicos y emolientes, y se añadió acitretino 0,6mg/kg/día.
Evolución
Se reevaluó a la paciente dos semanas tras el inicio del tratamiento para valorar evolución. Presentaba
disminución importante de las lesiones cutáneas (las pápulas foliculares hiperqueratósicas eran menos
llamativas) quedando unas placas anaranjadas que respetaban pequeñas islas de piel normal. En la cara
persistía un leve eritema con descamación furfurácea muy discreta. La descamación en palmas y plantas se
había resuelto dejando un eritema brillante muy llamativo.
Tras dos meses el cuadro había remitido por completo, sin presentar eritema ni descamación en ningún
área corporal. Como secuela presentaba ligera hipopigmentación residual.
Comentario
La pitiriasis rubra pilaris (PRP) es una dermatosis eritemato descamativa crónica. Clínicamente se caracteriza
por pápulas hiperqueratósicas foliculares de coloración rosada con tapón córneo central. Por confluencia de
estas lesiones se forman grandes placas de coloración anarajanda bien delimitadas que respetan áreas de
piel normal. La afectación palmo-plantar (también denominada queratodermia “en sandalia”) se presenta
como placas de coloración anarajanda brillante de bordes muy netos. La PRP aguda postinfecciosa es
un subtipo de PRP poco frecuente. Aparece en niños de forma aguda tras un episodio infeccioso febril
previo, en forma de erupción escarlatiniforme. Con la evolución aparecen las pápulas foliculares típicas
para dar lugar a un cuadro equivalente al de una PRP infantil clásica. Se considera que su etiopatogenia
más probable es debida a una enfermedad mediada por superantígenos. No presentan clínica sistémica
y los estudios analíticos no muestran alteraciones. Evoluciona de forma característica a la curación sin
tendencia a las recidivas. Como tratamiento sintomático se usan emolientes y antihistamínicos. Se puede
añadir tratamiento con retinoides orales a dosis bajas, también con el fin de disminuir la sintomatología.
BIBLIOGRAFÍA
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2 Ferrándiz-Pulido C, Bartralot R, Bassas P, et al. Pitiriasis rubra pilaris aguda postinfecciosa: una dermatosis mediada por
superantígenos. Actas Dermosifiliogr. 2009; 100(08): 706-9.
3 Wood G, Reizner G. Other papulosquamous disorders. Bolognia: Dermatology. 3rd ed 2012. p162-5.
Erupción vesiculosa
diseminada en niña de 4 años
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Niña de 4 años que ingresó en el Servicio de Pediatría por erupción vesiculosa diseminada de 7 días de
evolución. Antecedentes personales, nacida a las 39 semanas, parto eutócico, con adecuado peso al nacer.
En el tercer trimestre del embarazo su madre sufrió una infección por varicela no complicada, 17 días
previos al parto. Al nacer, no presentó lesiones cutáneas, pero ingresó en la unidad de neonatos para
estudio de apneas, el cual fue normal. No había tenido nuevos episodios de apneas hasta la fecha. La
vacunación era correcta, pero no había sido vacunada de varicela ya que en España esta última es optativa.
La paciente presentaba desde hacía 7 dolor localizado en la rodilla derecha, con posterior aparición de
lesiones papulosas y vesiculosas a este nivel, extendiéndose a la cara interna del muslo ipsilateral. En los
días posteriores presentó picos febriles, y diseminación de las lesiones por el tronco y las extremidades
superiores.
La niña no había pasado previamente la varicela.
Exploración física
En la exploración física presentaba vesículas agrupadas con base eritematosa, algunas de ellas con costras
superficiales en muslo derecho coincidiendo con territorio del dermatoma L5. Además presentaba 20-
30 lesiones aisladas vesiculosas en tronco y extremidades superiores. No había lesiones en mucosas. No
presentaba fiebre y tenía un buen estado general.
Figura 1 Vesículas agrupadas en mulso derecho, con base Figura 2 Vesículas diseminadas por el tronco de la
eritematosa distribuidas en el dermatoma L5 paciente
Pruebas complementarias
Hemograma y bioquímica normal.
Hemocultivos negativos.
Serologías: IgM Virus Varicela Zoster positivo (VVZ), IgG VVZ negativa.
PCR frotis de vesícula: positivo para VVZ.
Diagnóstico
Herpes zóster diseminado.
Tratamiento
Aciclovir endovenoso dosis de 10mg/kg al día, durante 15 días.
Medidas de soporte.
Aislamiento respiratorio.
Evolución
La paciente evoluciona adecuadamente con resolución completa de las lesiones y es dada de alta. No
presentó complicaciones.
Comentario
El herpes zóster es la consecuencia de la reactivación del virus la varicela en las raíces dorsales y los
nervios craneales. Generalmente se presenta en personas de edad avanzada o con alteraciones del
sistema inmune, siendo su presentación en la infancia muy poco frecuente. Se ha calculado una
incidencia aproximada de 0.2-0.74 casos por 1000 personas-año en la infancia. En población pediátrica
inmunocompetente el mayor factor de riesgo para su desarrollo es la exposición in útero o antes del
primer año de vida al virus de la varicela, aumentando su incidencia hasta 4.1 casos por 1000 personas-
año en esta población. Esto se debe a que antes del primer año de vida el sistema inmune humoral y
celular está pobremente desarrollado, y el niño aun utiliza los anticuerpos maternos para protegerse de
estas infecciones. Por tanto, el intervalo entre la varicela y el herpes zóster en esta población es de 3.8
años, mucho menor que en niños que han tenido varicela después del primer año de vida, siendo en
ellos el intervalo de 6.2 años.
Como conclusión presentamos un caso de una niña expuesta al virus de la varicela in útero, que ha
desarrollado un herpes zóster diseminado que ha respondido adecuadamente al tratamiento.
BIBLIOGRAFÍA
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Varicella-zoster Virus. Arch dermatol. Vol 140. Oct 2004.
2 Xavier Rodríguez-fanjul, Antoni Noguera, Asunción Vicente, Maria Antonia González-Enseñat, Rafael Jiménez, Claudia
Fortuny, Herpes zoster in healthy infants and Toddlers after perinatal exposure to Varicella-zoster virus: A case series and
review of the literature. The Pediatric Infectious Disease Journal · Volume 29, Number 6, June 2010
3 Feder Henry-M, Hoss Diane-M. Herpes Zoster in Otherwise Healthy Children. The Pediatric Infectious Disease Journal. Volume
23(5), May 2004, pp 451-457.
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Varón de 60 años de edad sin alergias medicamentosas conocidas, en tratamiento con quimioterapia por
neoplasia pulmonar subyacente, que acude refiriendo cuadro de 10 días de evolución con sensación de
quemazón y dolor a nivel de oreja derecha con posterior aparición de vesículas sobre esa zona. Varios
días después de la aparición de las lesiones cutáneas comienza con mareo y sensación de inestabilidad. Es
valorado de urgencia por los Servicios de Oncología, ORL y Dermatología.
Exploración física
A la exploración, se observa pabellón auricular derecho edematoso
(concha y antehelix, principalmente), con tinte eritematovioláceo, pre-
sentando en superficie múltiples vesículas, costras y máculas eritema-
tosas (figura 1).
En cuanto a los hallazgos extracutáneos, se evidencia diplopía, nistag-
mo y desviación de la comisura facial hacia el lado izquierdo. Sensibi-
lidad conservada.
Figura 1
Lesiones vesiculocostrosas sobre base
eritematosa en pabellón auricular derecho
Pruebas complementarias
Se solicita analítica con bioquímica, hemograma y estudio de la coagulación, con resultados dentro de los
límites de la normalidad.
Se realiza TAC que muestra lesiones intraparenquimatosas a nivel parietal izquierdo y cerebeloso, que ya
estaban presentes en un estudio realizado 4 meses antes.
Se toma muestra de una de las vesículas para análisis mediante PCR, que resulta positiva para virus varicela-
zoster (VVZ).
Diagnóstico
Teniendo en cuenta los hallazgos clínicos y microbiológicos, se realiza el diagnóstico de Síndrome de
Ramsay-Hunt (SRH).
Tratamiento y evolución
Se procede al ingreso hospitalario del paciente iniciándose aciclovir IV a dosis de inmunodeprimido,
corticoterapia sistémica concomitante y analgesia. Estas medidas conducen a la mejoría del cuadro aunque
limitado por la situación basal previa del paciente. Tópicamente se trata con fomentos de sulfato de zinc y
mupirocina pomada.
Comentario
El SRH se produce por la reactivación del VVZ a partir del ganglio geniculado, por un mecanismo análogo
al del herpes zóster (HZ). Su aparición es más frecuente en el contexto de la inmunodepresión provocada,
por ejemplo, por neoplasias o iatrogenia farmacológica.
El SRH consiste en una parálisis facial periférica junto con la presencia de herpes zóster ótico y, en ocasiones,
afectación de otros pares craneales. Inicialmente los síntomas pueden ser inespecíficos, pudiendo aparecer
febrícula, náuseas, otodinia, vértigo o hipoacusia, previamente a la aparición de las lesiones cutáneas. Estas
consisten en vesículas sobre base eritematosa localizadas a nivel del pabellón auricular, trago o conducto
auditivo externo. Normalmente el cuadro cutáneo precede a la parálisis.
Dado que el diagnóstico de esta entidad es clínico, en principio sólo sería necesario realizar estudios
adicionales en caso de duda diagnóstica.
El tratamiento antiviral debe iniciarse siempre, con posología ajustada según las condiciones del paciente.
Se suele recomendar asociar corticoterapia sistémica por su acción antiinflamatoria, junto con analgesia
y demás medidas generales. La instauración precoz del tratamiento mejora el pronóstico, disminuyendo
el riesgo de neuralgia postherpética y parálisis facial permanente, que por otra parte son las secuelas más
frecuentes.
BIBLIOGRAFÍA
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Semergen. 2011;37(8):436-40.
04 Caridad E. Morales-Múnera,
Martí Valls Mayans
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Se presenta a la unidad de enfermedades de trasmisión sexual un paciente de sexo masculino de 35 años
por una úlcera en el pene de 5 días de evolución, no dolorosa, no exudativa. No presentaba lesiones en el
resto de la superficie cutánea ni síntomas generales. Al indagar por posibles desencadenantes el paciente
solo refería que días previos a la aparición de la úlcera se había lavado los genitales con una toalla húmeda.
Refería pareja estable asintomática, no otros contactos en el último año. No uso de preservativo con su
pareja.
Negaba patología concomitante, ni toma de medicación habitual, ni hospitalizaciones recientes.
A la exploración física se observó una úlcera de 1 cm de diámetro, con bordes definidos, ligeramente
infiltrados, no exudativa. No adenopatías, no secreción uretral.
Por la historia clínica y los hallazgos a la exploración se consideró al paciente de bajo riesgo para una
infección de trasmisión sexual; por lo que solo se tomó cultivo bacteriológico, se dieron instrucciones de
cuidados de la herida y control en 10 días.
El paciente consultó a su medico de cabecera pasados dos días de la valoración inicial, quien consideró la
posibilidad de infección de trasmisión sexual, por lo que cursó analíticas sanguíneas para sífilis y VIH e inició
tratamiento empírico con azitromicina 1 gramo en dosis única.
El paciente reconsultó, esta vez al dermatólogo, pasados 3 días de la toma de la azitromicina. Ante la
persistencia de la lesión cutánea el dermatólogo decidió realizar una biopsia cutánea e iniciar tratamiento
con doxicilina 100 mg/12 horas por 7 días.
El paciente fue revalorado en la unidad de enfermedades de trasmisión sexual pasados 25 días del inicio
de la sintomatología. Donde objetivamos crecimiento de la lesión sin otros síntomas o hallazgos clínicos
sobre agregados.
Las analíticas sanguíneas fueron negativas, la biopsia cutánea reportó
en el centro una ulcera brusca cuya
dermis estaba ocupada por neutrófilos y en la periferia epidermis ortoqueratósica sin espongiosis, fibrosis
de la dermis media subyacente todos estos hallazgos compatibles con excoriación. El cultivo bacteriológico
informó el crecimiento de Enterobacter aerogenes sensible a ciprofloxacino.
Se inició el tratamiento con ciprofloxacino 500 mg/12 horas por 10 días. Pasados 10 días observamos
resolución completa de la lesión, con adecuada re-epitelialización.
Discusión
Enterobacter aerogenes es un bacilo gram negativo de reciente descripción. Es un microorganismo de
amplia distribución ya que se ha observado tanto en suelos, ambientes acuáticos como en la mucosa de
tracto digestivo de seres humanos. No tiene capacidad patogénica per-se, por lo que cuando es el causante
de una infección se considera ésta como oportunista.
Presenta resistencia intrínseca a penicilina, cefalosporinas e imipenem e inducida a cloranfenicol,
aminoglicosidos y fluroquinolonas. Y recientemente se ha descrito resistencia a carbapenems lo que ha
llevado a clasificarlo como una bacteria de difícil tratamiento.
Se ha descrito en numerosas ocasiones como el causante de infecciones urinarias, gastrointestinales o post
quirúrgicas en pacientes con catéteres venosos, uretrales o que hallan sido sometidos a procedimientos
quirúrgicos con exposición de cavidades. Sin embargo en la literatura existen pocos casos publicados que
lo relacionen como el agente causal de infecciones cutáneas. En lo publicado en el campo dermatológico
se ha relacionado como el agente causal de celulitis, sobreinfección de lesiones cutáneas pero ningún caso
como agente causal de ulceras cutáneas.
La peculiaridad de nuestro caso reside tanto en el microorganismo aislado como la ausencia de otras
entidades o antecedentes clínicos que explique la úlcera, por lo que consideramos éste es el causante de
la lesión cutánea; lo cual se confirma con la resolución de la misma después del tratamiento antibiótico
guiados por el antibiograma.
Es de resaltar también el papel fundamental de la historia clínica como guía diagnostica y terapéutica, que
aunque este paciente se presentó a la consulta de infecciones de trasmisión sexual sus antecedentes no lo
hacían de alto riesgo para alguna de estas.
Figura 2
Úlcera en
procesos de
Figura 1 re-epitelialización
Úlcera previo al pasados 10 días
inicio de la terapia del inicio del
antibiótica antibiótico
BIBLIOGRAFÍA
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Lesiones nodulares en
miembros inferiores tras
ingesta de corticoides orales
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Presentamos el caso de un varón de 79 años de edad, con antecedentes personales de diabetes mellitus
tipo II y dislipemia en tratamiento farmacológico, que fue valorado en Octubre de 2013 en consultas
externas de dermatología por presentar desde hacía tres meses unas lesiones nodulares asintomáticas en
ambos miembros inferiores. En la anamnesis destacaba el diagnóstico en Julio de 2013 de una polimialgia
reumática por lo que se había instaurado tratamiento con corticoides vía oral. Además refería pérdida
de peso, astenia e hiporexia de un año de evolución. Negaba dolores articulares, fiebre, disnea, tos,
expectoración ni otra sintomatología sistémica asociada al cuadro descrito. No había antecedente de viaje
reciente, traumatismo previo, contacto con acuarios ni animales.
Exploración física
A la exploración dermatológica se objetivaban dos nódulos eritematovioláceos de aproximadamente
1,5 cm de tamaño, de consistencia elástica pero no flucutante a la palpación, y sin signos inflamatorios,
localizados uno en cara anterior de muslo derecho y otro en cara anterior de muslo izquierdo (figura 1). En
ambos glúteos se palpaban varios nódulos subcutáneos no visibles.
No se palpaban adenopatías en las cadenas ganglionares laterocervicales, occipitales, supraclaviculares,
axilares ni inguinales.
La exploración cardiopulmonar y abdominal no mostraron ningún hallazgo significativo.
a b c
Figura 1 a) lesión cutánea en cara anterior de muslo izquierdo; b) lesión cutánea en cara anterior de muslo derecho; c) detalle de una de
las lesiones
Exploraciones complementarias
Se realizaron dos biopsias cutáneas, una para
examen histopatológico con tinción hema-
toxilina-eosina y otra para la realización de
técnicas microbiológicas específicas. En la pri-
mera se objetivaron granulomas epitelioides y
supurativos dermohipodérmicos, conteniendo
bacilos ácido-alcohol (BAAR) resistentes. En
las tinciones con Zhiel Neelsen y auramina se
detectaron 250 BAAR por 100 campos (figu-
ra 2). La PCR de micobacterias fue negativa.
En el cultivo se aisló una micobacteria de rápi-
do crecimiento, Mycobacterium chelonae.
La analítica general, los cultivos de micobacterias
en orina y esputo, la radiografía simple de Figura 2 a) Tinción hematoxilina-eosina; b) Detalle de la tinción
tórax y el TAC toracoabdominal, descartaron hematoxilina-eosina; c) tinción auramina con bacilos amarillo-naranjas
fluorescentes; d) tinción Zhiel-Neelsen con bacilos rojo fucsia.
infección diseminada y afectación visceral.
Diagnóstico
Micobacteriosis cutánea atípica por Micobacterium chelonae.
Tratamiento
El antibiograma demostró sensibilidad exclusiva del microorganismo a la claritromicina por lo que se
insaturó tratamiento vía oral con este antibiótico a dosis de 500 mg cada 12 horas durante 4 semanas.
Evolución
Tras un mes de tratamiento con claritromicina el cuadro clínico había resuelto completamente, desapareciendo
por completo todo tipo de lesiones cutáneas.
Comentario
Micobacterium chelonae es una micobacteria atípica de rápido crecimiento que se encuentra de manera
ubicua en el agua, el suelo, la leche y tejidos animales. Clínicamente puede dar lugar a infecciones localizadas
en piel y tejidos blandos, infecciones pulmonares o infecciones diseminadas.
La micobacteriosis cutánea generalmente se adquiere por inoculación tras un traumatismo o tras una
cirugía, aunque también se han descrito casos asociados a inmunosupresión en trasplantados y al uso de
glucocorticoides sistémicos. Se manifiesta con nódulos subcutáneos eritematosos múltiples, casi siempre
localizados en extremidades inferiores. Aunque se han descrito lesiones distribución esporotricoide, lesiones
escrofuloides, abscesos o lesiones tipo foliculitis.
El tratamiento consiste en administrar antibióticos sistémicos como amikacina, claritromicina o azitromicina,
generalmente durante varios meses. Es frecuente que se produzcan resistencias a los mismos. A veces es
necesario realizar tratamiento local con drenaje o cirugía. En pacientes inmunocompetentes se han descrito
casos de resolución espontánea.
BIBLIOGRAFÍA
1 Irene García-Río, Pablo Fernández-Peñas, Jesús Fernández-Herrera y Amaro García-Díez. Infección cutánea por Mycobacterium
chelonae. Revisión de seis casos. Actas Dermosifiliogr 2002;93(10):584-7.
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4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Mujer de 18 años que acude a consulta por lesión plantar de un mes de evolución. No refiere antecedentes
personales de interés. Refiere que la lesión es asintomática y que ha ido aumentando de tamaño con el
paso del tiempo. No otra sintomatología. No lesiones en otros familiares. La paciente no refiere viajes a
lugares de clima tropical.
Exploración física
A la exploración se observa mácula marrón claro de aproximadamente 1cm de diámetro, de bordes bien
delimitados y festoneados (figura 1).
Figura 1 Mácula color marrón claro de bordes bien definidos y festoneados en arco interno
de pie izquierdo
Exploraciones complementarias
Ante la sospecha clínica se realiza
examen con dermatoscopia digital en
la que se observa la lesión fragmentada,
con islotes de pigmento que dejan
espacios claros marcados dando una
imagen que se ha denominado “en
archipiélago” (figura 2a).
a b
Se realiza además raspado de escamas
y visualización mediante examen
directo con KOH al 10% en el que se Figura 2 a) Examen directo: hifas septadas y ramificadas. b) Dermatoscopia: islotes
de pigmento que dan imagen en archipiélago.
observan hifas septadas y ramificadas
(figura 2b).
Se recoge además muestra para cultivo micológico.
Diagnóstico
Tinea nigra plantar.
Tratamiento
Se pauta tratamiento con miconazol tópico dos veces al día durante un mes.
Evolución
Una vez instaurado el tratamiento, la lesión terminó resolviéndose de forma completa sin dejar ningún tipo
de lesión residual.
Comentario
Presentamos un caso autóctono de tinea nigra plantar, la cual es una micosis superficial que afecta al estrato
córneo. Está causada por un hifomiceto dematiaceo clasificado actualmente como Hortaea werneckii
(sinónimos: Phaeoannellomyces werneckii, Exophiala werneckii). Se trata de una micosis rara en nuestro
medio, siendo más frecuente en lugares con clima tropical. Clínicamente se caracteriza por máculas de
color marrón negruzco, asintomáticas, que se extienden lentamente, originando placas hiperpigmentadas,
ligeramente descamativas, localizadas electivamente en palma de la mano o planta del pie. El diagnóstico
micológico es fácil, ya que en el examen directo se observan abundantes hifas pigmentadas, septadas
y ramificadas. Las colonias de H. werneckii en medio de Sabouraud son negras y de aspecto céreo, y
al envejecer desarrollan una superficie vellosa característica. En cuanto al tratamiento son eficaces los
imidazoles y la terbinafina tópicos, que pueden combinarse con diversos queratolíticos.
Resaltamos la importancia del caso, ya que a pesar de ser una micosis poco frecuente, es necesario
conocerla para así poder realizar el diagnóstico diferencial con otras lesiones como nevus melanocíticos
o melanomas y evitar biopsias y exéresis innecesarias, además de poder realizar un diagnóstico rápido en
caso de sospecha mediante examen directo.
BIBLIOGRAFÍA
1 V. Crespo. Generalidades sobre los hongos. Dermatomicosis: saproficias y dermatofitosis. Piel. 2008;23(7):389-96.
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(3): 227-230.
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Mujer de 33 años, de origen dominicano, gestante en primer trimestre, sin otros antecedentes de interés.
Consulta por múltiples lesiones en vulva de diez días de evolución. Le producen importante escozor, no son
dolorosas. No asocia fiebre ni clínica sistémica. Niega relaciones sexuales de riesgo. Los primeros días se
estuvo aplicando clotrimazol en crema sin mejoría, incluso refiere aumento del número de lesiones. Niega
haber presentado episodios previos ni en mucosa oral ni genital.
Exploración física
Paciente con buen estado general, afebril.
Se observa en zona vulvar, con extensión a periné, múltiples pápulas salpicadas, redondeadas, de 0,3-0,5
cm de tamaño, eritematoblanquecinas, algunas de ellas erosionadas. La superficie es plana y a la palpación
están infiltradas, no dolorosas.
Se palpan dos adenopatías rodaderas, duras y muy dolorosas de 1-1,5 cm de diámetro, localizadas en
cadena inguinal derecha e izquierda respectivamente.
No otras lesiones extragenitales.
Pruebas complementarias
1. Analítica de sangre con serologías: VIH, VHC, VHB, y Treponema: NEGATIVO
2. Cultivo del exudado de las lesiones vulgares: positividad para Virus Herpes Simplex tipo 1 (VHS-1)
Diagnóstico
Primer episodio de herpes genital (VHS1).
Tratamiento y evolución
Se administra tratamiento con Aciclovir 400 mg cada 8 h durante 7 días.
Las lesiones mejoraron con el tratamiento llegando a desaparecer al cuarto día.
Discusión
La presentación clínica más característica del herpes genital consiste en: múltiples y agrupadas vesículas-
úlceras dolorosas, pequeñas, superficiales/no induradas, sobre una base eritematosa. En la mujer se localiza
principalmente en genitales externos con riesgo de extensión a cervix. Se suele asociar a adenopatias
dolorosas bilaterales.
En los casos de primoinfección la clínica mucocutánea es más severa y puede estar precedido por un
cuadro sistémico de fiebre y mal estado general.
En nuestra paciente, las lesiones no eran típicamente ulceras superficiales, sino pápulas sutilmente
erosionadas, infiltradas, algunas de ellas, las mas externas (labios mayores y periné), incluso nodulares:
más palpables que visibles.
La morfología al igual que las localizaciones atípicas, son más frecuentes en pacientes inmunodeprimidos.
BIBLIOGRAFÍA
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Placas alopécicas no
cicatriciales
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Varón de 45 años VIH positivo desde 2011 en tratamiento TARGA con Darunavir y Ritonavir. Es remitido
desde la Unidad de Enfermedades Infecciosas por la presencia de placas de alopecia de carácter asintomático
y de 2-3 semanas de evolución.
El paciente no refería contactos sexuales de riesgo en los últimos meses ni episodios de fiebre u otro tipo
de clínica sistémica. Además negaba la presencia de lesiones genitales, anales u orales tanto previas como
actuales.
Exploración física
En el cuero cabelludo del paciente se observaba la presencia de una alopecia androgénica así como múltiples
placas de alopecia no cicatricial en región parieto-occipital. Las lesiones adoptaban un patrón de alopecia
en parches o en trasquilones sin lesiones papuloescamosas ni eritema asociado en las mismas (figura 1).
No se hallaron lesiones en el resto del tegumento ni adenopatías palpables.
Exploraciones complementarias
Se solicita analítica general junto a serología luética y se cita al paciente para control 1 semana después
con los resultados.
La serología demuestra la presencia de una prueba treponémica (TPHA) positiva con unas pruebas reagínicas
mediante RPR de 1/32.
Diagnóstico
Alopecia sifilítica esencial (secundarismo luético).
Tratamiento y evolución
Se administró 1 dosis semanal de Penicilina G Benzatina I.M. 2.400.000 UI durante 3 semanas.
En el primer control una vez terminado el tratamiento el paciente se mantenía asintomático, sin reacciones
adversas tras las 3 dosis de Penicilina y con un RPR de 1/8, además de una notable repoblación del cuero
cabelludo (figura 2). En sucesivos controles el paciente ha permanecido sin lesiones y con RPR de 1/4.
Discusión
La alopecia sifilítica es una manifestación infrecuente descrita solo en un 4% de los casos. En ocasiones es
la única manifestación de la enfermedad, por ello debemos descartarla ante alopecias de patrón apolillado
y de patrón difuso de rápida evolución, sobre todo en pacientes de riesgo de ETS.
Aunque se trata de una manifestación típicamente asociada a un secundarismo luético, es posible encontrarla
en la sífilis primaria cuando el chancro se encuentra en el cuero cabelludo, incluso en la terciaria como
placas cicatriciales. Se describen dos formas de presentación: la alopecia sifilítica sintomática y la alopecia
sifilítica esencial. En la forma sintomática se combinan placas de alopecia y lesiones papuloescamosas en
el cuero cabelludo. Sin embargo, en la forma esencial solo se aprecian placas alopécicas. Se distinguen a
su vez tres patrones clínicos: un patrón no cicatricial apolillado o en trasquilones de predominio parieto-
occipital, un patrón difuso que corresponde a un efluvio telógeno reactivo a la infección sistémica y un
patrón mixto que combina los dos patrones anteriores.
El diagnóstico diferencial debe realizarse principalmente con alopecias no cicatriciales como son la alopecia
areata, tricotilomania, tiña capitis o causas de efluvio telógeno en el caso de la forma difusa.
El tratamiento es el mismo que cualquier secundarismo luético y corrige la alopecia tal como se evidencia
en nuestro paciente.
Figura 1 Placas de alopecia no cicatricial con patrón apolillado Figura 2 Repoblamiento de cuero cabelludo tras
tratamiento con Penicilina
BIBLIOGRAFÍA
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eaten alopecia and a review of its common mimickers. Dermatol Online J. 2009;15:6.
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revisión de la literatura. Actas Dermosifiliogr. 2013;104(6):512-7.
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Presentamos el caso de una mujer de 85 años que acude al Servicio de Urgencias por malestar general,
disminución de la diuresis con orinas hematúricas y ausencia de apetito por intenso dolor en la cavidad oral
de quince días de evolución. En las pruebas complementarias realizadas se evidenció una masa en vejiga
sugerente de origen tumoral junto con alteraciones de la función renal, por lo que, dado el mal estado
general de la paciente, se decidió su ingreso hospitalario.
Exploración física
A la exploración física, destacaba la presencia de lesiones ulcero-costrosas en cavidad oral, predominantemente
en labio inferior y mucosa yugal, muy dolorosas al tacto. En alguna de ellas se podía apreciar la presencia
de un velo blanquecino en la superficie de la úlcera (figura 1).
Exploraciones complementarias
Se realizó una biopsia tipo punch del borde de una de las úlceras donde se evidenció un intenso infiltrado
inflamatorio de componente mixto en el que, de forma salpicada, aparecían células con núcleos de
tamaño muy aumentado, citomegálicas, con presencia de inclusiones eosinófilas intranucleares (figura 2a)
sugerentes de infección por citomegalovirus, siendo el estudio mediante hibridación in situ para dicho virus
positivo en estas células (figura 2b). A pesar de ello, la IgM frente a CMV resultó negativa, con positividad
para IgG, aunque la PCR en suero confirmó el diagnóstico histológico.
Diagnóstico
Úlceras orales por infección por citomegalovirus.
09 | Lesiones ulcerosas en la boca en una paciente con mal estado general, un reto diagnóstico 63
DERMATOSIS INFECCIOSAS
09 | Lesiones ulcerosas en la boca en una paciente con mal estado general, un reto diagnóstico 64
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Tratamiento y evolución
Se inició tratamiento con ganciclovir intravenoso, consiguiéndose una mejoría progresiva de la paciente
hasta la total desaparición de las lesiones orales.
Comentario
El citomegalovirus es un agente oportunista frecuente en pacientes inmunosuprimidos, tanto en los
infectados por el VIH, como en aquellos que han recibido un trasplante de órgano sólido o hematológico o
en los que reciben terapia inmunosupresora. Se calcula que el 80% de la población adulta tiene anticuerpos
anti CMV. En los sujetos inmunocompetentes, la primoinfección suele ser asintomática o pueden presentar
un cuadro de tipo mononucleosis. La reactivación del virus latente y la proliferación viral se puede producir
ante cualquier compromiso del sistema inmune.
La afectación de la cavidad oral por este agente es infrecuente y su manifestación es muy variable,
incluyendo úlceras profundas y dolorosas, eritema o erosiones. Esta variabilidad de presentación en
pacientes inmunodeprimidos obliga a descartar otros agentes infecciosos como el virus herpes, una
toxicidad medicamentosa o, como en nuestro caso, una manifestación paraneoplásica.
El diagnóstico de las lesiones orales por CMV supone un reto y su detección temprana es importante
por la repercusión clínica sistémica y por la posibilidad de aparición de infecciones oportunistas. Tanto el
ganciclovir como el foscarnet han demostrado su eficacia para su tratamiento.
Este es, en nuestro conocimiento, el primer caso publicado recientemente no asociado a SIDA, en una
paciente que no ha recibido ningún trasplante ni ha estado sometida a terapia inmunosupresora.
09 | Lesiones ulcerosas en la boca en una paciente con mal estado general, un reto diagnóstico 65
DERMATOSIS INFECCIOSAS
BIBLIOGRAFÍA
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09 | Lesiones ulcerosas en la boca en una paciente con mal estado general, un reto diagnóstico 66
Dermatosis infecciosas
Vesículas y ampollas
diseminadas en paciente
con enolismo crónico
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Mujer de 72 años con antecedentes de enolismo crónico y síndrome ansioso-depresivo que acude
al Servicio de Urgencias, derivada de otro hospital, para valoración de lesiones cutáneas dolorosas
de cinco días de evolución asociado a sensación distérmica y malestar general. Había iniciado,
veinticuatro horas antes, antibioterapia empírica intravenosa con Ceftriaxona 2 gramos cada 24 horas
y Clindamicina 600 miligramos cada 8 horas.
Exploración física
La paciente se encontraba febril, con temperatura de 37,8 ºC y hemodinámicamente estable, con
tensión arterial de 143/63 mmHg y frecuencia cardiaca de 73 latidos por minuto. Presentaba una
placa eritematosa, ligeramente infiltrada, con vesículas y ampollas tensas de contenido seroso en
superficie, que ocupaba todo el pabellón auricular y conducto auditivo externo derechos, el arco
mandibular derecho y región cervical lateral derecha (figura 1). En el tronco, miembros superiores y
raíz de miembros inferiores presentaba pápulas eritematosas con vesícula central en número mayor a
100 (figura 2).
En la exploración neurológica, llamaba la atención la desviación de la comisura labial con la sonrisa
hacia la izquierda y una discreta incapacidad para el cierre completo del párpado superior derecho.
Figura 2
Vesículas salpicadas en tronco
Pruebas complementarias
En el hemograma destacó la ausencia de leucocitosis, una leve linfopenia y un aumento del volumen
corpuscular medio de los eritrocitos. En la bioquímica básica se objetivó un aumento leve de la creatinina
no presente en estudios previos, una discreta hipertransaminasemia, con un aumento de GOT mayor que
de GPT, y una dismininución leve de proteínas totales.
El examen microbiológico del líquido de las vesículas reveló una PCR positiva para herpes zóster. Los
hemocultivos fueron negativos.
Diagnóstico
Herpes zóster multimetamérico, con afectación de dermatomos C2 y C3 derechos, y diseminado con
parálisis facial periférica asociada (síndrome de Ramsay-Hunt) en paciente con enolismo crónico, hepatopatía
enólica y datos de desnutrición.
Tratamiento
Se administró tratamiento intravenoso con aciclovir a dosis de 10 mg/kg/8 horas que se mantuvo durante
diez días y se asoció a sueroterapia, tratamiento analgésico y corticoides sistémicos a dosis de 1 mg/kg/
día en pauta descendente. Se pautaron curas locales diarias con fomentos de sulfato de cobre al 1/1000.
Evolución
La paciente mejoró clínicamente con desaparición de la fiebre y disminución del dolor a las 24-48 horas del
inicio del tratamiento. Las lesiones mejoraron paulatinamente, quedando a los 15 días únicamente lesiones
residuales. Persistió una leve parálisis facial. En búsqueda de posibles neoplasias u otras enfermedades
inmunodepresoras que pudieran haber desencadenado el cuadro, se realizó una tomografía computerizada
de todo el cuerpo donde no se objetivaron masas ni adenopatías de tamaño significativo. Las serologías
de VIH fueron negativas.
Comentario
El herpes zóster diseminado es una forma grave y poco frecuente de presentación de la reactivación del
virus varicela zóster. Se define por la presencia de más de 20 vesículas localizadas fuera del dermatomo
afecto por las lesiones de herpes zóster típicas1. Puede acompañarse de fiebre y malestar general, afectación
visceral y puede asociarse a afectación neurológica (meningoencefalitis, mielitis, vasculopatía, o afectación
de pares craneales). Se ha descrito fundamentalmente en pacientes inmunodeprimidos, sobre todo con
antecedentes de VIH, trasplante de órgano sólido o neoplasias hematológicas. En pacientes aparentemente
inmunocompetentes es importante realizar un despistaje de enfermedades que puedan alterar el sistema
inmune. El tratamiento con aciclovir intravenoso debe establecerse lo antes posible y mantenerse durante
al menos 10 días.
El síndrome de Ramsay Hunt se caracteriza por la presencia de lesiones herpetiformes en pabellón auricular
y/o conducto auditivo externo y parálisis facial. El tratamiento de elección son los corticoides sistémicos y,
en un 40% de los casos, la parálisis facial es irreversible.
BIBLIOGRAFÍA
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4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Varón de 33 años, con antecedentes de alergia primaveral
a varios pólenes y miasis cutánea tras viaje a Senegal
en el año 2000, que consulta por lesiones cutáneas
pruriginosas en el dorso de ambos pies que comenzaron
durante viaje a Brasil, de donde había regresado hacía
tres semanas. El paciente había pasado 15 días de
vacaciones en la playa en el estado Rio Grande do Norte,
situado en la costa noreste de dicho país. Los últimos días
de estancia empezó a notar “mordiscos en los huesos
Fotografía 1
del pie”, seguidos de una erupción muy pruriginosa, que
había ido en aumento, dibujando “caminos” en el dorso
de ambos pies. Antes de la consulta, había aplicado
crema de mometasona, sin mejoría de las lesiones.
Exploración física
Lesiones elevadas eritematodescamativas en zona dorsal
distal de ambos pies incluidos los dedos, que confluyen
adoptando la forma de trayectos serpenteantes (fotogra-
fía 1); se observan pápulo-vesículas con collarete desca-
mativo y una flictena en la base del primer dedo del pie
izquierdo (fotografía 2). Fotografía 2
Diagnóstico
Dado el aspecto clínico de las lesiones y los antecedentes epidemiológicos, se realiza el diagnóstico de larva
migrans cutánea y se inicia tratamiento sin más pruebas diagnósticas.
Tratamiento
Se decide tratamiento con Albendazol 400 mg/12 h durante tres días, junto con Dexclorfeniramina 6 mg/
12 horas.
Evolución
En la revisión a los 3 días, el paciente refiere gran mejoría de las lesiones desde el primer día de tratamiento.
La infestación se resolvió completamente en 10 días, sin dejar cicatrices.
Discusión
La larva migrans cutánea consiste en una infestación de la piel por la penetración de larvas de diversos
nematodos. Son muy frecuentes en América del Sur, África e India, y están aumentando en el hemisferio norte
por los viajes a estas zonas. Las principales especies son Ancylostoma braziliense y Uncinaria stenocephala.
Los huevos son eliminados en las heces de perros y gatos portadores que las depositan en la arena donde
eclosionan y pueden ser viables varias semanas. Posteriormente la larva penetra en la piel del hombre
normalmente a través de los pies descalzos, piernas, glúteos o manos. A las pocas horas de la penetración
se produce intenso prurito, y en pocos días (1-6) las típicas lesiones cutáneas elevadas que dibujan trayectos
serpiginosos, que representan el recorrido del parásito por debajo de la piel. Pueden ser lesiones únicas
o múltiples. En ocasiones se producen ampollas, pústulas, nódulos o foliculitis. Puede haber eosinofilia y
aumento de IgE en sangre periférica. La biopsia cutánea, poco rentable, demuestra espongiosis, edema
con eosinófilos. Es posible objetivar los túneles y partes del parásito. El diagnóstico se realiza con la clínica
y los antecedentes epidemiológicos de viajes a zonas endémicas, por lo que no suelen realizarse pruebas
complementarias. Se hará diagnóstico diferencial con otras enfermedades con lesiones parecidas: larva
currens, miasis, fitofotodermatitis, eritema migratorio de la enfermedad de Lyme, picadura de medusas,
escabiosis, tinea corporis, granuloma anular, etc. El cuadro tiende a la autoresolución en unas semanas, ya
que el parásito carece de colagenasa, no puede atravesar la membrana basal epidérmica y por tanto no
puede completar su ciclo vital y muere. Pero se han descrito complicaciones como la sobreinfección por
rascado, reacciones urticariformes, o el síndrome de Loeffler que consiste en la diseminación hematógena
con aparición de infiltrados pulmonares eosinofílicos. El tratamiento de primera elección consiste en
Albendazol 10 mg/kg/día h durante 3 días, o Ivermectina 200 mg/kg dosis única, que suelen eliminar el
parásito en poco tiempo. Ante viajes a zonas tropicales, es importante la toma de medidas preventivas,
como el uso de calzado y ropa adecuados, para evitar estas infestaciones.
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4 Veraldi S y col. Follicular cutaneous larva migrans: a report of three cases and review of the literature. International Journal of
Dermatology. 2013; 52(3): 327-30.
Lesiones pustulosas
tras mordedura de tigre
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Varón de 37 años sin antecedentes personales de interés, que acude a consulta por lesiones pustulosas en
mano derecha de 4 meses de evolución. Refiere que 4 meses antes, durante una visita a un zoológico, sufrió
una mordedura por cachorro de tigre albino y no realizó curas locales ni profilaxis antibiótica. El animal
estaba sano y correctamente vacunado según el veterinario del zoológico. Tras cicatrización de la herida
comenzó con descamación progresiva de la piel a nivel local, apareciendo poco después lesiones papulosas
que evolucionaban a pústulas, aumentando progresivamente en número y tamaño. En la anamnesis por
órganos y aparatos no refiere fiebre ni otra sintomatología acompañante. Tres días antes de acudir a la
consulta había iniciado tratamiento empírico con amoxicilina-ácido clavulánico 500 mg/8 h v.o. sin mejoría.
Exploración física
En borde cubital dorsal de mano derecha presenta placa eritematosa inflamatoria con bordes bien delimitados
y abundantes pústulas amarillentas (figura 1), que se extienden a palma. En dorso de la falange proximal del
5º dedo, correspondiente a la zona de la mordedura, se observa aumento de partes blandas con intenso
eritema, aumento de temperatura local y pústulas (figura 2). No se palpan adenopatías loco regionales.
Pruebas complementarias
Se realizó biopsia cutánea de zona la zona de mayor inflamación que puso de manifiesto una inflamación
aguda abscesificante en dermis, predominantemente en zonas próximas a folículos, con presencia de
estructuras fúngicas filamentosas y acompañada de histiocitos y de células gigantes multinucleadas, así
como de un granuloma de pequeño tamaño. El cultivo bacteriano de la biopsia, Lowenstein y Zhiel-Nielsen
fueron negativos. En el cultivo de hongos de la biopsia se aisló Trichophyton mentagrophytes.
Figura 1 Figura 2
Diagnóstico
Granuloma de Majocchi localizado en la mano.
Tratamiento
Se inicia Itraconazol 100 mg/12h y Ciclopirox olamina crema cada 12 h.
Evolución
El paciente ha evolucionado satisfactoriamente, con desaparición del eritema y las pústulas a las 6 semanas
de tratamiento y persistiendo discreta inflamación violácea en dorso de 1ª falange del 5º dedo. Actualmente,
continúa en tratamiento hasta completar 3 meses.
Comentario
El granuloma tricofítico de Majocchi es dermatofitosis profunda caracterizada por la respuesta
inflamatoria del huésped a la infección por dermatofitos que invaden la dermis. Suele estar de precedida
de un traumatismo que facilita la llegada del hongo a estas estructuras; la participación de los folículos
pilosos condiciona el grado de respuesta inflamatoria así como la expresión clínica en forma de foliculitis
supurativa. Histológicamente se encuentra un infiltrado folicular y perifolicular linfohistiocitario,
neutrófilos, granulomas y células gigantes multinucleadas; también es posible encontrar hifas alrededor
del folículo piloso.
El diagnóstico se realiza mediante biopsia de la lesión y cultivo de hongos. Aunque el hongo implicado con
mayor frecuencia es el T. rubrum, en nuestro caso se aisló T. mentagrophytes, dermatofito zoofílico que
puede transimitirse al hombre por contacto directo con animales infectados o con material contaminado.
La localización en dorso de mano en un sujeto inmunocompetente es excepcional aunque pensamos que
el antecedente de mordedura fue crucial en la introducción pasiva del hongo. Al tratarse de una infección
profunda es preciso realizar tratamiento sistémico prolongado con griseofulvina, derivados azólicos o
terbinafina.
BIBLIOGRAFÍA
1 Bonifaz A, Tirado-Sánchez A, Ponce RM. Majocchi’s granuloma. Gac Med Mex.2008 Sep-Oct;144(5):427-33.
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5 Gupta AK, Prussick R, Sibbald RG, Knowles SR. Terbinafine in the treatment of Majocchi’s granuloma. Int J Dermatol. 1995
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4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Figura 1 Lesiones
presentes en la primera
visita del paciente
Diagnóstico y tratamiento
Aunque la impresión diagnóstica inicial fue de una posible rosácea o de una dermatitis seborreica; en
virtud de la tendencia a la disposición anular, aunque poco perceptible, de algunas de las lesiones, lo
larvado del proceso y la ausencia de respuesta a tratamiento tópico con corticoides, se decidió tomar
muestra mediante raspado para examen directo con KOH y cultivo de hongos. Durante las dos semanas
siguientes se pautó tratamiento con primecrólimus al 1% en crema, una vez al día, observándose tan
solo mejoría parcial de la sintomatología. El cultivo de hongos evidenció entonces el crecimiento de
la especie Trichopyton Tonsurans, por lo que se estableció el diagnóstico final de tiña facial de tipo
incógnito o Tinea Faciei incógnito.
Suspendida la crema de primecrólimus y con una pauta oral de terbinafina, 250 mg al día durante 4 semanas,
se produjo la desaparición de todas las lesiones cutáneas, así como del prurito y de la fotosensibilidad
asociadas (figura 2).
Evolución y comentario
Cualquier especie de dermatofito puede provocar tiña de la cara. Es rara en adultos después de los 16 años.
El contagio puede ocurrir desde una lesión activa de animales o de sujetos enfermos, por contacto directo o
por fómites, o producirse el autocontagio desde una lesión de tiña pedis, cruris o capitis del propio paciente.
El período de incubación varía de días a semanas. La lesión se extiende de forma centrífuga como placas
eritematosas con un borde pápulo-vesiculoso y descamación fina, siendo el centro menos activo, formando
anillos concéntricos. El componente inflamatorio es más tenue en la cara que en otras localizaciones.
Las formas zoofílicas pueden ser múltiples y se muestran más inflamatorias que las antropofílicas. Estas
últimas, como es el caso de nuestro paciente, tienen además un curso más larvado y tendencia a la
cronicidad. Si bien la sintomatología de la tiña corporis suele ser escasa, o producir leve prurito; en la cara
es más frecuente que el picor sea intenso y que se acompañe de fotosensibilidad; características ambas
que describía nuestro paciente.
No es raro que esta dermatofitosis se pueda confundir con otras dermatosis, sobre todo cuando es tratada
con corticoides o inmunomoduladores tópicos. En estos casos se suprime la respuesta inmune del huésped
y se facilita el crecimiento de los hongos. Además, las lesiones pierden sus características clínicas propias,
denominándose entonces y por ello, tiña incógnito. Aparecen así, irregularidad del contorno de las placas,
color rojo e incluso violáceo de las lesiones, pápulas foliculares o pústulas, intensificación del prurito o
presencia incluso de dolor; y curso con una evolución larga y tórpida. El tratamiento inmunosupresor
tópico puede producir una mejoría inicial aparente del proceso, al eliminar el componente inflamatorio
reactivo a la infección. Pero se observa que con el tiempo las lesiones no terminan de resolverse, y que se
extienden de forma larvada y crónica.
Agradecimientos
Al Dr. Julio García Rodríguez, Jefe de sección del servicio de Microbiología del Hospital Universitario La Paz
de Madrid.
BIBLIOGRAFÍA
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7 Lin RL, Szepietowski JC, Schwartz RA. Tinea faciei, an often deceptive facial eruption. Int J Dermatol 2004;43:437-40.
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Un varón de 22 años acudió a nuestra consulta por presentar lesiones excrecentes perianales de un mes
de evolución, siendo diagnosticado clínicamente de condilomas acuminados que se confirmaron mediante
estudio histológico, y detectándose mediante PCR infección por el genotipo 11 del VPH.
En la anamnesis el paciente presentaba antecedente de contacto sexual anal sin protección. Se realizaron
serologías para VIH, VHB, VHC y sífilis, siendo todas ellas negativas. Las lesiones fueron tratadas
satisfactoriamente con imiquimod al 5% (Aldara crema®).
El paciente permaneció 3 meses libre de lesiones hasta que acudió por presentar de nuevo lesiones
perianales, de rápido crecimiento.
Exploración física
En la exploración presentaba lesiones exofíticas de diferentes tamaños. Una de ellas, situada en el margen
anal izquierdo presentaba mayor tamaño, alcanzando 2 cm de diámetro. Además en el margen anal a
nivel posterior presentaba una placa ulcerada de bordes bien definidos, levemente infiltrada, de 0.5 cm de
diámetro máximo (figura 1). No se palpaban adenopatías.
Exploraciones complementarias
Se llevó a cabo cultivo bacteriano y viral, así como PCR para Virus del Herpes Simple a nivel de la placa
ulcerada siendo ambos negativos. Por el contrario, el examen de campo oscuro resultó positivo para la
presencia de Treponemas.
Las serologías para sífilis revelaron un TPHA positivo y la detección de IgG por EIA. El test rápido de
reagininas (RPR) resultó reactivo a un título de 1/32
En el estudio histopatológico se observaba una hiperplasia pseudoepiteliomatosa y un denso infiltrado
neutrofílico (figura 2a), Mediante estudio inmunohistoquímico se detectaron abundantes espiroquetas
(figura 2b), confirmando así el diagnóstico de sífilis secundaria.
a b
Figura 2 a) Mucosa anal con hiperplasia pseudoepiteliomatosa y un gran infiltrado neutrófilo. b) La IHQ demostró la presencia de
abundantes Treponemas
Diagnóstico
Sífilis secundaria. Condilomas planos.
Tratamiento
Se pautó antibioterapia con una inyección intramuscular de 2.4 millones de unidades de Penicilina G
Benzatina.
Evolución
Las lesiones cutáneas desaparecieron en el curso de 1 semana y la RPR sérica descendió a títulos de 1/16
en 3 meses.
Comentario
Las manifestaciones de la sífilis son muchas y muy variables y no es infrecuente que imiten otras
enfermedades dermatológicas, por ello, el diagnóstico de la sífilis sigue constituyendo un reto en la
actualidad. Hemos presentado el caso de un paciente con antecedente de condilomas acuminados (CA)
cuya clínica fundamental fue la presencia de condilomas planos (CP), como manifestación de una sífilis
secundaria. Los CP son pápulas de superficie plana, eritematovioláceas, hipertróficas y de aspecto húmedo.
Son extremadamente contagiosas, al estar repletas de Treponemas. A pesar de que su diagnóstico suele ser
fácil, la presencia de otra lesión de sífilis secundaria concomitante ó el antecedente de una úlcera indolora
genital u oral, son siempre de gran ayuda para su diagnóstico1,2.
La apariencia de los CA y los CP puede ser indistinguible, por ello, en ocasiones las serologías y la biopsia
(los hallazgos histológico más específicos de cada entidad son los coilocitos en el CA y las espiroquetas
en el CP) son necesarias para diferenciarlos. También puede imitar enfermedades neoplásicas; Se han
publicado varios casos “imitando” a queratoacantomas, procesos linforeticulares o cáncer anal4,5, por lo
que deberíamos considerarla en el diagnóstico diferencial.
BIBLIOGRAFÍA
2 Mullooly C, Higgins SP. Secondary syphilis: the classical triad of skin rash, mucosal ulceration and lymphadenopathy. Int J STD
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5 Tham SN, Lee CT. Condyloma latum mimicking keratoacanthoma in patient with secondary syphilis. Genitourin Med.
1987;63:339-40.
Placa vegetante
en antebrazo derecho
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Varón de 53 años, sin alergias medicamentosas y sin antecedentes personales de interés. Consulta por
placa de rápido crecimiento en antebrazo derecho de 2 semanas de evolución. Trabaja como temporero
recolectando aceitunas. No refiere traumatismo previo de la zona, ni haberse rasurado nunca los antebrazos.
Exploración física
En la exploración física se observa placa excrecente de aspecto queloide que ocupa el tercio medio del
antebrazo derecho de gran tamaño (11 cm x 6 cm) de bordes bien definidos y superficie verrugosa.
Exploraciones complementarias
Se realiza cultivo e investigación de hongos del exudado de la placa resultando éste negativo. Así mismo, se
realiza biopsia punch y cultivo del aspirado profundo. El estudio anatomopatológico muestra una respuesta
granulomatosa en el folículo pilosebáceo y abscesos dérmicos. La tinción de Gomori de metenamina-
argéntica de la muestra evidencia artrosporas ovales dentro del tallo piloso, con patrón de invasión capilar
endótrix.
Una muestra tomada por aspiración profunda identificó el hongo Tricophyton rubrum.
Las pruebas analíticas complementarias para evaluar el estado inmunológico (serología VIH, ratio linfocitos
T-helpers/T-supresores y radiografía de tórax) son normales.
Diagnóstico
Granuloma de Majocchi.
a a
Figura 1 a) Placa vegetante en antebrazo derecho. Figura 2 a) Fragmento de tallo pilosebáceo (círculo)
b) Antebrazo derecho tras 8 semanas de tratamiento con evidencia de respuesta granulomatosa (flecha) y
absceso dérmico con neutrófilos (H-E, 100x). b) Cadenas
de artrosporas ovales en el tallo del pelo que indican
infección endotrix (Gomori metenamina-plata, 680x)
Tratamiento y evolución
El paciente es tratado con itraconazol 400 mg cada 12 horas, con excelente respuesta a las 8 semanas.
Comentario
El granuloma de Majocchi es una foliculitis supurativa persistente asociada a una reacción granulomatosa
inducida por dermatofitos.
Las manifestaciones clínicas del granuloma de Majocchi consisten en pústulas perifoliculares y aparecen
cuando el vello infectado penetra en la pared del folículo pilosebáceo y éste se rompe, lo que origina la
inflamación dérmica en forma de granulomas. En la forma profunda, las lesiones son más extensas y de
aspecto vegetante.
El dermatofito que con más frecuencia se ha aislado en esta entidad es Tricophyton rubrum aunque se
han aislado otros hongos como Trycophyton mentagrophytes, Tricophytum violaceum y Epidermophyton
flocossum. Para su identificación y aislamiento se requiere una muestra histológica o de aspiración profunda
y se utilizan tinciones específicas como Ácido Peryódico de Schiff o Plata Metenamina de Gomori para
visualizarlos.
Entre las dos formas clínicas de granuloma de Majocchi. La primera es superficial y está for-
mada por granulomas limitados al área perifolicular, aparece en individuos sanos tras un trau-
matismo localizado, uso de esteroides tópicos o por una colonización crónica por dermatofi-
tos en los pies o las uñas de los dedos de los pies. Ésta forma ocurre normalmente en mujeres
jóvenes que se afeitan repetidamente las piernas o por uso prolongado de corticoides tópicos.
BIBLIOGRAFÍA
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Pápulas eritematosas
y pruriginosas en antebrazos
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Paciente varón de 67 años sin antecedentes patológicos que consultó en el servicio de urgencias por la
presencia de unas lesiones cutáneas de distribución simétrica y muy pruriginosas en ambos antebrazos. Las
lesiones aparecieron progresivamente en el transcurso de tres meses. El paciente no reconoció ningún factor
desencadenante y se trató inicialmente en forma tópica con corticoides e inhibidores de la calcineurina
tópicos, y posteriormente con una pauta de corticoides sistémicos sin mejoría clínica.
Exploración física
a b
El paciente se encontraba en buen
estado general y se objetivó la pre-
sencia de unas pápulas eritemato-
sas de tamaño variable de predo-
mino en la cara dorsal de ambos
antebrazos, así como algunas pús-
tulas. Ambos tipos de lesiones se
asentaban sobre una base eritema-
tosa y recordaban un patrón de dis-
tribución esporotricoide (figura 1).
Figura 1
a) Pápulas eritematosas de distribución
esporotricoide afectando a ambos
antebrazos. b) Detalle de las lesiones, donde
se observa la presencia de algunas pústulas
Exploraciones complementarias
Se planteó el diagnóstico diferencial entre micosis profunda, foliculitis, lupus eritematoso y proceso
linfoproliferativo por lo que se decidió realizar una biopsia. Los hallazgos más destacables fueron la presencia
de focos de abscesificación con destrucción de estructuras pilosebáceas y la presencia de estructuras
pilosebáceas filamentosas PAS-positivas correspondientes a hongos alrededor de los folículos en la dermis
profunda. Además, se realizó una analítica en la que destacó una elevación de la glucemia (220 mg/dl).
Diagnóstico
Los hallazgos clínico-morfológicos fueron compatibles con
micosis profunda.
Tratamiento
Se pautó tratamiento sistémico con itraconazol 200 mg/día
durante 18 días.
Evolución
Al mes, se observó una notable mejoría clínica, sin embargo
dado la persistencia de algunas lesiones fue necesario realizar
dos ciclos adicionales de antifúngicos de 14 días cada uno
en los cuatro meses siguientes al diagnóstico (figura 2). El
paciente fue remitido a su médico de atención primaria con Figura 2 Importante mejoría de las lesiones tras
para estudio de la hiperglicemia. tratamiento con itraconazol 200 mg/día vo
Comentario
Las micosis subcutáneas son un grupo de infecciones localizadas de la piel y el tejido subcutáneo con
tendencia a la cronificación. Generalmente se deben a la inoculación del agente etiológico tras un
traumatismo. Suelen estar producidas por hongos saprófitos y cuya epidemiología varía según la región.
Los cuadros clínicos más característicos se detallan a continuación.
• Cromoblastomicosis: la mayoría de los casos están producidos por seis especies Fonsecaea pedrosoi,
Fonsecaea compacta, Fonsecaea monophora, Phialophora. Afecta sobretodo a trabajadores de
zonas rurales tanto en climas tropicales como en zonas más templadas. La forma clásica se presenta
como una pápula o nódulo en una extremidad inferior que progresivamente evoluciona a una masa
verrucosa de aspecto granulomatoso. El tratamiento requiere de cursos prolongados de antifúngicos
orales.
• Micetoma: Existen tres subtipos: micetoma actinomicético (Actinomadura madurae), micetoma
eumicótico (causado por hongos verdaderos) y botriomicosis (causado por bacterias). La localización
más frecuente es en el pie, seguido de la mano, tronco y cuero cabelludo. Se trata de una infección
granulomatosa que puede extenderse hasta el músculo o incluso el hueso. El compromiso es
generalmente unilateral y se inicia como una pápula indolora que se vuelve edematosa y finalmente
drena un material purulento que característicamente contiene gránulos de sulfuro. El tratamiento
consiste en la extirpación quirúrgica y antifúngicos sistémicos.
• Esporotricosis (Sporothrix schenckii). El cuadro clásico se produce por la inoculación a través de la
espina de una rosa contaminada. La presentación más característica es con un patrón linfocutáneo o
“esporotricoide”, que hace referencia a la diseminación de la infección en forma de nódulos siguiendo
el trayecto de los vasos linfáticos. El itraconazol durante tres a seis meses es el tratamiento de elección.
• Lobomicosis (Lacazia loboi) ocurre en América del Sur y Central y se ha relacionado con el contacto
con el ambiente marino y en zonas rurales. Clínicamente se presenta como nódulos queloideos
de crecimiento progresivo y asintomáticos predominantemente en las extremidades, pabellones
auriculares y rostro. El tratamiento con antifúngicos es generalmente inefectivo, por lo que se debe
realizar extirpación quirúrgica.
• Basidiobolomicosis (Basidiobolus ranarum) afecta más frecuentemente a niños en los climas tropicales.
Se presenta como un nódulo único subcutáneo indoloro en el muslo o glúteo. El tratamiento clásico
se realiza con yoduro de potasio.
A pesar de que no hemos obtenido confirmación microbiológica del agente infeccioso, el patrón más
semejante al de nuestro paciente es la esporotricosis. Presentamos este caso dado la infrecuente afectación
bilateral de una micosis subcutánea y para recalcar la necesidad de realizar tratamientos antifúngicos
sistémicos prolongados para asegurar la resolución de la infección.
BIBLIOGRAFÍA
3 Painz-Mondolfi AE, Jaimes OR, Jones LD. Lobomycosis in Venezuela. Int J Dermatol. 2007;46:180-5.
4 Bolognia JL, Jorizzo JL, Schaffer JV. Fungal Infections. In: Dermatology. 3rd edition. Elsevier Limited, 2012: 1251-84.
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
Anamnesis
Paciente mujer de 56 años, institucionalizada en residencia, remitida por presentar lesiones cutáneas de
varios meses de evolución, con intenso prurito que se intensifica por la noche e interfiere en el sueño y que
se había tratado como sarna en varias ocasiones, sin mejoría.
Como antecedentes, cabe destacar deterioro cognitivo secundario a TCE, diabetes mellitus insulinodepen-
diente y anemia multifactorial.
Sin alergias medicamentosas conocidas y sin intro-
ducción de nuevos fármacos en los últimos meses.
Exploración física
Se objetivan pápulo-placas hiperqueratósicas
descamativas en zona nucal y manos, con predo- a
Exploraciones complementarias
En la analítica sanguínea destacaba eosinofilia periférica (5.2%) y aumento de VSG (30mm/h).
La biopsia cutánea en sacabocados de 6 mm de una de las placas interdigitales, mostraba un epitelio
cubierto por una escamocostra formada por intensa hiperqueratosis, restos celulares, fibrina y hay alguna
zona erosionada probablemente por rascado. Intensa acantopapilomatosis y presencia de varios sarcoptes
subcórneos (figura 2b).En dermis papilar ligera reacción inflamatoria linfohistiocitaria perivascular.
También se realizó raspado para visión directa al microscopio, objetivándose sarcoptes, huevos y escíbalos
(figura 2a).
Serología VIH negativo.
Diagnóstico
Sarna Noruega o sarna costrosa.
Tratamiento
Se instauró tratamiento tópico con corticoides y permetrina crema al 5% repitiendo una semana después,
asociando ivermectina oral en dosis única de 200 pg/kg que se repitió a los 14 días. Dada de alta con
emolientes y antihistamínicos, se recomiendan medidas higiénicas para la eliminación del ácaro en ropa y
sábanas y tratamiento preventivo de todas las personas que han podido estar en contacto con la paciente.
Evolución
Buena evolución clínica desapareciendo la hiperqueratosis, infiltración y prurito.
Discusión
La escabiosis es una infestación producida por el ácaro Sarcoptes scabiei var. Hominis, siendo la escabiosis
costrosa (antes denominada Sarna Noruega), una manifestación extrema de la sarna, altamente contagiosa,
más frecuente en pacientes ancianos, con enfermedad neurológica, inmunosuprimidos, institucionalizados
y desnutridos. A diferencia de la sarna común el prurito puede ser mínimo o ausente y las lesiones
pueden ser atípicas, presentándose como múltiples papulas o placas hiperqueratósicas, psoriasiformes,
con distrofia y engrosamiento ungueal o asociada a intensa xerosis generalizada. El diagnóstico definitivo
es la identificación al microscopio del ácaro o de los huevos o material fecal. Pueden ser necesarios varios
ciclos de queratolíticos, permetrina e ivermectina oral en casos recidivantes o recalcitrantes. Destacar el
notable aumento del número de pacientes afectados de sarna noruega, debido en parte al incremento de
pacientes institucionalizados y la importancia de un diagnóstico precoz de cara a instaurar un tratamiento
efectivo que evite infestaciones masivas.
BIBLIOGRAFÍA
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Lesiones hipopigmentadas
¿patología fúngica, bacteriana
o autoinmune?
4
DERMATOSIS INFECCIOSAS
No tenía lesiones ni en la zona superior de la espalda ni en el escote. Se realizó además exploración clínica
con luz de Wood en un cuarto oscuro, en el que se apreció una fuorescencia roja perifolicular.
Con la sospecha clínica de Hipomelanosis macular progresiva del tronco se pautó tratamiento con Peróxido
de Benzoilo y clindamicina tópica, con lo cual después de tres meses la paciente obtuvo una respuesta
favorable.
Las lesiones hipopigmentadas son un signo cutáneo que pueden aparecer en multitud de patologías
suponiendo un reto diagnóstico por el amplio diagnóstico diferencial que plantean, entre ellas el Vitíligo,
la Pitiriasis alba, la Pitiriasis versicolor, el Nevus acrómico o Lepra.
La Hipomelanosis macular progresiva del tronco o Cutis trunci variata es una entidad frecuentemente
infradiagnosticada, descrita en 1980 por Guillet et al1, caracterizada por máculas hipopigmentadas,
confluentes, no descamativas, asintomáticas y sin historia previa de inflamación cutánea. Se localizan
predominantemente en tronco, aunque se han descrito en abdomen, raíz de miembros y nalgas.2,3 Aparece
con más frecuencia en mujeres adolescentes y adultos jóvenes y también en poblaciones con un fototipo
alto.
Aunque la etiología de esta entidad no está bien establecida, se ha relacionado con Propionibacterium
acnés.4 ya que se han obtenido cultivos positivos para ésta bacteria en las zonas afectadas y se cree que
actuaría produciendo una sustancia que alteraría la melanogénesis. El diagnóstico es clínico y con la luz de
Wood se demuestra una fluorescencia roja perifolicular en las lesiones.1-5
Al considerarse una probable patología infecciosa el tratamiento con peróxido de benzoilo y clindamicina
tópica junto con helioterapia o bien con tetraciclinas orales mejora el cuadro.5
BIBLIOGRAFÍA
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Dermatosis en relación
con la medicina interna
Índice
Caso 01. Ampollas en paciente con afectación neurológica
Caso 02. Inflamación de ambos pabellones auriculares
Caso 03. Pápulas amarillentas en cuello
Caso 04. Placas amarillentas en la espalda
Caso 05. Lesión ulcerosa en abdomen
Caso 06. Placas eritematosas en cejas tatuadas
Caso 07. Lesiones eritematopapulosas pruriginosas en piernas
Caso 08. Macroglosia como clave diagnóstica de una enfermedad sistémica
115
Dermatosis en relación con la medicina interna
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DERMATOSIS EN RELACIÓN CON LA MEDICINA INTERNA
Anamnesis
Mujer de 69 años con antecedentes personales de hipertensión arterial y meningioma en región frontal, que
fue extirpado mediante craneotomía hace cinco años. En tratamiento actualmente con anticonvulsivantes
(ácido valproico), debido a crisis convulsivas secundarias, y antihipertensivos. Fue trasladada al Servicio de
Urgencias por un cuadro de deterioro de nivel de conciencia. Sus familiares referían que habían encontrado
por la mañana a la paciente tendida en el suelo en posición genupectoral o del “mahometano”, sin
responder a estímulos. En presencia del Servicio de Emergencias, sufrió una crisis generalizada tónico-
clónica y desviación de la comisura labial hacia la derecha, con corrección posterior en segundos. A su vez,
la paciente presentaba en ambas regiones poplíteas, caras anteriores de piernas y ambas ingles, lesiones
ampollosas y zonas denudadas. No existía antecedente de introducción de fármacos nuevos recientemente.
Exploración física
Se objetivó una puntuación en la escala de Glasgow de 3 sobre 15, saturación de O2 del 80% y resto
de constantes normales. Pupila derecha midriática, lentamente reactiva e izquierda miótica. No rigidez
de nuca. A la exploración dermatológica, se aprecian ampollas de contenido serohemático, con grandes
zonas de superficie denudadas y exudación serosa, localizadas en ambos huecos poplíteos (figura 1a),
cara anterior de piernas (figura1b) e ingles (figura 2). Nikolsky negativo. No afectación de mucosas. No
afectación palmoplantar.
Figura 1a Áreas denudadas en huecos Figura 1b Áreas denudadas en caras Figura 2 Ampolla en zona de presión
poplíteos pretibiales prolongada
Exploraciones complementarias
La paciente fue intubada bajo sedación y se le realizó analítica en la que se objetivó acidosis láctica, aumento
de creatinina (Cr 1,66 mg/dl), aumento de transaminasas (GOT 400U/l y GPT 130U/l) con cifra de bilirrubina
normal, leve leucocitosis y aumento del INR de 1,5. Se obtuvieron niveles disminuidos de ácido valproico en
sangre. Se realizó Angio TAC cerebral sin observarse defectos de replección y se amplió el estudio con Angio
TAC body, descartándose patología aórtica aguda. Se obtuvo líquido cefalorraquídeo mediante punción
lumbar siendo normal. A su vez, se le realizó biopsia cutánea para estudio anatomopatológico de piel afecta
y para inmunofluorescencia directa de piel perilesional a la ampolla. La anatomía patológica objetivó piel con
erosión completa de la superficie epidérmica, sin infiltrados celulares de ningún tipo, compatible con ampolla
del coma. No se observaron sin embargo lesiones isquémicas en los anejos. El estudio de IFD fue negativo.
Diagnóstico
Ampollas del coma, en el contexto de status comicial por infradosificación de ácido valproico y fallo
multiorgánico.
Tratamiento
Se inició tratamiento de soporte con sueroterapia, cristaloides, bicarbonato, potasio, carga de levetiracetam
y fenitoína, así como cuidados de las lesiones cutáneas con mupirocina tópica, para evitar la sobreinfección.
Evolución
La paciente fue ingresada en Unidad de Vigilancia Intensiva donde remontó su estado general,
recuperando el nivel de conciencia. Los parámetros analíticos se normalizaron tras tratamiento intensivo y
anticonvulsivantes con niveles en rango terapéutico. Las lesiones cutáneas curaron en varias semanas con
el tratamiento local pautado.
Discusión
Las ampollas por coma clásicamente se han asociado a sobredosis por barbitúricos, sin embargo pueden
encontrarse por efecto de otros fármacos como benzodiacepinas, antidepresivos tricíclicos, opioides,
antipsicóticos o por alcohol, así como debidas a coma inducido por inhalación de monóxido de carbono,
traumatismo craneoencefálico, hipoglucemia, accidentes cerebrovasculares, encefalopatía hepática o
encefalitis viral. Su patogenia no está clara. Se han implicado, como factores etiológicos, la hipoxia local
secundaria a la patología de base y , como consecuencia de ello, la producción de isquemia local en zonas
sometidas a presión y fricción, provocándose la formación de una ampolla necrótica y destrucción de las
células metabólicamente más activas, como son las de las glándulas sudoríparas ecrinas.
Las lesiones cutáneas comienzan a aparecer 24 horas después del cuadro clínico, en zonas sometidas
a máxima presión, durante una inmovilización prolongada e inconsciente. Inicialmente son placas
eritematovioláceas, que blanquean con la digitopresión dando lugar, pasadas 48-72 horas, a ampollas
tensas y erosiones. Si el paciente sobrevive, las lesiones curan espontáneamente en 1-2 semanas, dejando
hiperpigmentación residual en algunas ocasiones.
Con respecto a la histología, las ampollas son subepidérmicas. Se puede observar necrosis epidérmica y de
epitelio de folículos pilosebáceos. Un hallazgo característico es la necrosis de glándulas sudoríparas ecrinas.
Existe un escaso infiltrado de células inflamatorias. La inmunofluorescencia suele ser negativa, pero en
ocasiones se ha observado un depósito de inmunoglobulinas y de complemento.
El diagnóstico fundamentalmente es clínico, y el estudio histológico nos puede corroborar la sospecha
diagnóstica. Hay que realizar un diagnóstico diferencial con otras enfermedades ampollosas como bullosis
diabeticorum, ampollas por fricción y erupción ampollosa por drogas, entre otras.
Las ampollas del coma se resuelven en una o dos semanas de forma espontánea. Son de ayuda para la
prevención de este trastorno los cambios posturales en pacientes con inmovilización prolongada.
BIBLIOGRAFÍA
2 Migliari M,Mello E, Leticia M et al. Coma blisters after poisoning caused by central nervous system depressants: case report
including histopathological findings. An Bras Dermatol. 2012;87(4):615-7.
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4 Kashiwagi M, Ishigami A, Hara K et al. Immunohistochemical investigation of the coma blister and its pathogenesis. The
Journal Medical Investigation 2013; 60: 256-261.
Inflamación de ambos
pabellones auriculares
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DERMATOSIS EN RELACIÓN CON LA MEDICINA INTERNA
Anamnesis
Mujer de 57 años que consultaba por dolor e inflamación de sendos pabellones auriculares de un mes de
evolución, que había comenzado en el izquierdo instaurándose a los 2 semanas en el derecho. Además,
presenta dolor tipo mecánico, intermitente a nivel costal bilateral desde hacía 4 meses. No había otros
signos ni síntomas acompañantes.
Antecedentes personales: Hipotiroidismo, liquen plano pilar confirmado histológicamente en el año 2000.
Madre fallecida por complicaciones de artritis reumatoide.
Exploración física
Buen estado general. Afebril. Se observaban
placas alopécicas de superficie atrófica cicatricial
en zona frontal del cuero cabelludo sin signos
de actividad que correspondían a su patología
previa de liquen plano pilar. Destacaba, a nivel
de los pabellones auriculares, un marcado
edema con eritema en superficie que clareaba
a la digitopresión y que respetaba de manera
característica los lóbulos auriculares (figuras 1
y 2).
Figuras 1 y 2
Exploraciones complementarias
Ante la sospecha clínica se realizan un conjunto de pruebas complementarias:
• Analítica diferida: VSG 22; Ferritina 206. Resto normal
• Estudio inmunológico: Negativo incluidos ANA, ANCA e inmunoglobulinas.
• HLA B27 y B 51: Negativos
• Ecocardiograma: Mínima insuficiencia tricuspídea
• TC body: No se evidenciaron hallazgos a nivel de vía aérea, parénquima pulmonar ni de otros órganos
toracoabdominales
• Interconsulta a Reumatología, ORL y OFL: No dolor ni signos inflamatorios a nivel articular;
exploración oftalmológica y estudio audimétrico sin alteraciones.
• Pruebas de función respiratoria: Normales
• Biopsia cutánea: Pericondritis compatible con policondritis recidivante.
Diagnóstico
Policondritis recidivante.
Tratamiento y evolución
Ante la sospecha clínica de dicha patología se instaura tratamiento con 30 mg al día de prednisona oral,
observándose una disminución lenta y parcial de la inflamación de ambos pabellones auriculares, por lo
que ha precisado el inicio de 10 mg semanales de metotrexato. En consultas sucesivas la paciente no ha
vuelto a presentar nuevos brotes inflamatorios a ningún otro nivel.
Comentario
La policondritis recidivante es una enfermedad autoinmune poco frecuente, crónica y progresiva de
origen desconocido. Tiene un pico en la cuarta y quinta décadas de la vida sin predilección por sexo.
La manifestación más frecuente (83% de casos) es la condritis auricular, que suele ser bilateral, y que
típicamente respeta los lóbulos auriculares. En esto se distinguiría de una condritis infecciosa que suele
ser unilateral y abarcaría todo el pabellón auricular. La siguiente manifestación más frecuente es una
artritis asimétrica, seronegativa y sin erosiones de predominio esternoclavicular y costocondral. Puede
haber afectación ocular, del cartílago nasal, de vías aéreas altas provocando disfonía, tos e incluso muerte
por insuficiencia respiratoria. Con menor frecuencia puede aparecer afectación cutánea (siendo lo más
frecuente la aftosis oral), cardiaca, renal o del SNC. Suele acompañarse de síntomas constitucionales. Ante
la sospecha clínica es obligatorio descartar enfermedades concomitantes (un tercio de casos) y realizar una
analítica completa con inmunología (50% de casos presentan Acs anticolágeno II), un ecocardiograma,
una prueba de imagen (TC, RM o gammagrafía), pruebas de función respiratoria y una biopsia cutánea.
El pronóstico varía desde leve a una enfermedad rápidamente progresiva en la que un tercio de pacientes
mueren por complicaciones (respiratorias y cardiacas). Los corticoides y los inmunosupresores reducen la
clínica inflamatoria en pocas semanas pero son frecuentes las recaídas por lo que se requiere un seguimiento
de por vida.
BIBLIOGRAFÍA
1 Lahmer T, Treiber M, von Werder A, Foerger F, Knopf A, Heemann U, Thuermel K. Relapsing polychondritis: An autoimmune
disease with many faces. Autoimmun Rev. 2010 Jun; 9(8):540-6.
2 Edrees A. Relapsing polychondritis: a description of a case and review article. Rheumatol Int. 2011 Jun; 31(6):707-13.
3 Rapini RP, Warner NB. Relapsing polychondritis. Clin Dermatol. 2006 Nov-Dec; 24 (6):482-5.
Pápulas amarillentas
en cuello
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DERMATOSIS EN RELACIÓN CON LA MEDICINA INTERNA
Anamnesis
Mujer de 20 años de origen marroquí, con antecedentes de anemia ferropénica y asma en tratamiento con
inhaladores. Como antecedentes familiares tenía un hermano con asma, y abuela materna, madre y cinco
tíos por parte de madre con cardiopatía. No disponía de informes que pudieran aportar más detalles sobre
la afectación cardiológica de los familiares. La paciente acudió a consultas de Dermatología por lesiones de
dos años de evolución en caras laterales de cuello, ligeramente pruriginosas, que habían ido aumentando
en número progresivamente.
Exploración física
A la exploración presentaba pápulas localizadas en ambas caras laterales y cara posterior de cuello, de
aproximadamente 3-4 mm cada una de ellas, con tinte amarillento y levemente infiltradas, que en ocasiones
confluían formando placas de superficie irregular y de aspecto arrugado. Además presentaba pápulas de
aproximadamente 1-2 mm cada una de ellas, agrupadas en ambas fosas antecubitales y en región lumbar
(figuras 1 y 2).
Pruebas complementarias
Se realizó una biopsia de una de las pápulas del cuello para confirmación histológica del diagnóstico
clínico. El estudio histopatológico mostraba la presencia de fibras elásticas fragmentadas y engrosadas en
la dermis reticular profunda, y presencia de calcificación distrófica.
Figura 1 Pápulas con tinte amarillento en cara lateral Figura 2 Lesiones similares en cara lateral derecha de cuello
izquierda de cuello, agrupadas formando placas de superficie
irregular
Diagnóstico
Pseudoxantoma elástico.
Tratamiento y evolución
Se cursó parte interconsulta a Oftalmología, quienes realizaron fondo de ojo, no encontrando alteraciones.
También se solicitó interconsulta a Cardiología, pendiente de valoración.
Discusión
El pseudoxantoma elástico es una enfermedad genética del tejido conectivo, en la que se afectan
predominantemente las fibras elásticas de la piel, ojos, y sistema cardiovascular1. Las lesiones cutáneas
son la manifestación más frecuente de la enfermedad. Son pápulas amarillentas que típicamente aparecen
en áreas flexurales durante la juventud, que pueden confluir dando a la piel un aspecto de “piel de
gallina”. La localización más frecuente es en las caras laterales de cuello, pudiendo afectar también otras
localizaciones2. Las manifestaciones sistémicas más frecuentes son a nivel ocular, con estrías angioides en la
retina, generalmente asintomáticas pero que pueden producir incluso ceguera. La calcificación progresiva
de los vasos sanguíneos puede conducir a ateroesclerosis. También tienen mayor riesgo de hemorragias
gastrointestinales y prolapso mitral3. En cuanto al manejo, es necesario un abordaje multidisciplinar. No
existe un tratamiento específico para las lesiones dermatológicas. Lo más importante es solicitar valoración
por Oftalmología y Cardiología para prevenir o diagnosticar precozmente las posibles afectaciones4, así
como realizar asesoramiento genético y evaluar a los integrantes de la familia para descartar la enfermedad.
BIBLIOGRAFÍA
1 Bolognia JL, Jorizzo JL, Schaffer JV. Dermatology. 3ª ed. Madrid: Mosby Elsevier; 2009; p.1612-5.
2 Trash B, Patel M, Shah KR, Boland CR, Menter A. Cutaneous manifestations of gastrointestinal disease: part II. J Am Acad
Dermatol. 2013;68:211-233.
4 Ocampo E, Verdi M, Balsells L, Zusaeta M. Discovering the elasticum pseudoxanthoma. Rev Argent Dermatol. 2006; 87:6-14.
Placas amarillentas
en la espalda
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DERMATOSIS EN RELACIÓN CON LA MEDICINA INTERNA
Anamnesis
Mujer de 52 años, sin antecedentes médico-quirúrgicos de interés, que acude a la consulta por presentar
lesiones en la espalda discretamente pruriginosas de dos años de evolución. La paciente no refería
antecedentes familiares de interés y mantenía un buen estado general, sin asociar síntomas sistémicos.
Exploración física
A nivel dorso-lumbar izquierdo destacaba una placa de 3x3 cm, bien delimitada, de coloración amarillenta,
infiltrada al tacto y con prominencia de los orificios foliculares en superficie. En la región sacra se observaba
una placa de características y tamaño similares, pero no infiltrada; así como otra en región escapular
izquierda, más palpable que visible, y de coloración más marronácea (figura 1). No se palpaban adenopatías
ni visceromegalias y el resto de la exploración fue anodina.
Figura 1
Imagen clínica: placas
amarillentas en la espalda
Exploraciones complementarias
Se realizó una biopsia de una de las lesiones para estudio histopatológico y otra para cultivo microbiológico.
El cultivo fue negativo y el estudio histopatológico con hematoxilina-eosina puso de manifiesto la presencia
de un material amorfo, hialino e eosinófilo depositado en la dermis, acompañado de un moderado
infiltrado inflamatorio plasmocitario. Dicho material resultó ser positivo con las tinciones de PAS y Rojo
Congo, presentando además una birrefringencia positiva con el microscopio de luz polarizada. Con
microscopía electrónica se puso de manifiesto que dicha sustancia depositada correspondía a un material
fibrilar, siendo todo ello característico del
amiloide (figura 2). Por otro lado, con el
fin de descartar una posible patología
hematológica o autoinmune asociada, se
solicitó una analítica completa en la que
únicamente destacó la elevación de los
autoanticuerpos anti Ro y anti La a títulos
altos.
Figura 2
Imagen histológica
A) Hematoxilina-eosina: depósito de material
amorfo eosinófilo en dermis.
B) PAS: disposición perivascular de la
sustancia PAS positiva depositada.
C) Tinción Rojo Congo con birrefringencia positiva.
D) Microscopía electrónica: material fibrilar
Diagnóstico
Amiloidosis cutánea primaria subtipo nodular.
Tratamiento
No se ha efectuado ningún tratamiento.
Evolución
La paciente sigue controles clínicos y analíticos de forma anual, con estabilidad de las lesiones cutáneas
y sin presentar datos de progresión hacia mieloma múltiple o amiloidosis sistémica tras cinco años de
seguimiento. A pesar de que mantiene la elevación de los autoanticuerpos anti Ro y anti La, no presenta
síntomas tales como xerostomía o xeroftalmia que hagan sospechar un síndrome de Sjögren, entidad con
la que en ocasiones se asocia.
Comentario
Las amiloidosis constituyen un conjunto de enfermedades que tienen como característica común el
depósito tisular anómalo de un material proteináceo fibrilar denominado amiloide. Este depósito puede
limitarse a la piel, sin evidencia de afectación sistémica (amiloidosis cutáneas primarias) o afectar a múltiples
órganos (amiloidosis sistémicas). Dentro de las amiloidosis cutáneas primarias existen tres formas clínicas:
la macular, la papular (o liquen amiloideo) y la nodular1. Las dos primeras son más frecuentes, y en estos
casos el amiloide se localiza en la dermis papilar y proviene de la degeneración de filamentos de queratina
de los queratinocitos adyacentes2. Sin embargo, en la forma nodular, el amiloide depositado es de tipo AL
y deriva de las cadenas ligeras de las inmunoglobulinas producidas por las células plasmáticas, al igual que
ocurre en las amiloidosis sistémicas (primaria y asociada a mieloma)3.
La amiloidosis cutánea nodular primaria (ACNP) es el subtipo más infrecuente y se caracteriza clínicamente
por la presencia de nódulos o placas infiltradas, únicas o múltiples, redondeadas u ovaladas, bien delimitadas,
de coloración marrón o amarillenta y superficie brillante. Afecta en mayor proporción a mujeres, siendo
la edad de inicio más habitual en torno a la sexta o séptima décadas de la vida. Las lesiones se localizan
preferentemente en los miembros inferiores, aunque en menor medida también pueden afectar a cabeza,
tronco y extremidades superiores2.
El diagnóstico se basa en el estudio histológico, en el que es característica la presencia de grandes masas
hialinas, eosinófilas, PAS positivas, que ocupan toda la dermis hasta el tejido celular subcutáneo, con
un predominio perivascular y perianexial, y que se acompañan de un infiltrado plasmocitario variable2.
La tinción con Rojo Congo es positiva y muestra una birrefringencia verde manzana característica al ser
estudiada bajo luz polarizada4. Las técnicas de inmunohistoquímica son útiles para determinar el tipo de
amiloide depositado, que en el caso de la ACNP es de tipo AL.
La mayoría de los autores consideran a esta entidad como un plasmocitoma extramedular en el que existe
un clon de células plasmáticas que produce cadenas ligeras de inmunoglobulinas que degeneran a sustancia
amiloide. Esto se ha puesto de manifiesto basándose en la demostración de la clonalidad del infiltrado de
células plasmáticas en la piel mediante técnicas de reordenamiento genético, y en la ausencia de esta clonalidad
en la médula ósea3. Sin embargo, la ACNP solo puede ser distinguida de una amiloidosis sistémica tras haber
realizado un estudio de extensión que descarte la presencia de depósitos de amiloide extracutáneos1.
En cuanto a la evolución, en general, suele tener un curso benigno, aunque existe la posibilidad de evolución
a un cuadro sistémico hasta en un 7-50% de los casos4. Además, se han descrito casos de ACNP asociados
a enfermedades sistémicas tales como síndrome de Sjögren5, diabetes mellitus o síndrome de CREST.
El manejo terapéutico es complejo ya que no existe ningún tratamiento de elección que haya demostrado
una eficacia superior al resto. Con fines cosméticos se han ensayado múltiples opciones tales como exéresis
quirúrgica, crioterapia, láser, fototerapia y corticoides tópicos entre otros, con resultados variables y en
general, altas tasas de recurrencia2.
Por último, como conclusión, destacar que es fundamental realizar un seguimiento clínico y analítico
estrecho a estos pacientes con el fin de descartar una posible progresión a amiloidosis sistémica o excluir
una discrasia de células plasmáticas3.
BIBLIOGRAFÍA
1 Woollons A, Black MM. Nodular localized primary cutaneous amyloidosis: a long-term follow-up study. Br J Dermatol.
2001;145;105-9.
2 Feito-Rodriguez M et al. Amiloidosis cutánea primaria localizada nodular con patrón diseminado. Actas Dermosifiliogr.
2008;99:648-52.
3 Villar M, Burgués M, Rodríguez-Peralto J.L, Rivera R y Vanaclocha F. Amiloidosis nodular primaria cutánea localizada en un
paciente con paraproteinemia. Actas Dermosifiliogr. 2012 Mar;103(2):161-2.
4 Rodríguez Martína M, Merino de Paz N, Contreras Ferrer P, Rodríguez Martín B, Martín-Herrera A y Noda Cabrera A. Amiloidosis
cutánea localizda primaria subtipo nodular en el cuero cabelludo. Piel. 2012;27(8):472-480.
5 Chavarría E, González-Carrascosa M, Herranz JM, Lecona M. Amiloidosis cutánea nodular primaria asociada a síndrome de
Sjögren: presentación de un caso. Actas Dermosifiliogr. 2005;96:446-9.
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DERMATOSIS EN RELACIÓN CON LA MEDICINA INTERNA
Anamnesis
Varón de 77 años sin alergias conocidas, con antecedentes de cirrosis hepática enólica con transplante
hepático, colangitis secundaria a coledocolitiasis con esfinterotomía por CPRE, DM2, HTA, hiperuricemia,
isquemia miocárdica con enfermedad severa de 3 vasos y portador stents coronarios, flutter auricular,
miocardiopatía dilatada, estenosis aórtica, insuficiencia mitral y tricuspídea ligeras, hipertensión pulmonar
y bypass femoropoplíteo izquierdo. En tratamiento habitual con: ciclosporina A, alopurinol, pantoprazol,
ácido acetilsalicílico, enalapril y ácido ursodesoxicólico. Consulta en urgencias por presentar desde hace 1
mes aparición de una lesión ulcerosa de crecimiento progresivo en zona de cicatriz de transplante hepático,
asociando aumento de perímetro abdominal, pérdida de peso y astenia.
Exploración física
Se aprecia a nivel de mesograstrio en región supraumbilical,
masa tumoral eritematoviolácea ulcerada en el centro, pétrea
a la palpación, indolora, de unos 6x4 cm, adherida a planos
profundos. En la parte superior, la lesión engloba la cicatriz de
transplante hepático. En flanco izquierdo, se aprecian 2 nódulos
aislados, indurados, del color de la piel y no ulcerados (figura 1).
Soplo sistólico de predominio aórtico, con auscultación cardio-
respiratoria y resto de la exploración física sin alteraciones.
Figura 1
Exploraciones complementarias
• Analítica sanguínea: Urea 0.98 g/L, creatinina 1.72 mg/dL, albúmina 2.3 g/dL, Colesterol total 96 mg/
dL, LDL 40 mg/dL, GGT 189 U/L, Fosfatasa alcalina 159 U/L, Calcio 8.5 mg/dL, Potasio 5.96 mEq/L.
Hb 10.2 g/dL, leucocitos 7.800/mm3 y plaquetas 215.000/mm3. VSG 3 y PCR 1,41 mg/dL. CEA 3.12,
Ca 19.9 4488 u/mL, alfafetoproteína 0.95 ng/mL. Coagulación y patrón metabolismo Fe normales.
• Biopsia cutánea: Masa tumoral compuesta por células atípicas que se organizan en ductos y glándulas,
donde en la zona luminal central se aprecia un material mucosecretor escaso. CK7 positiva, CK20,
CEA y CDX2 negativas.
• Rx tórax: Sin alteraciones pleuroparenquimatosas de evolución aguda.
TAC toraco-abdominal: Ateromatosis vascular generalizada. Calcificaciones pleurales. Derrame
•
pleural bilateral. No adenopatías mediastínicas ni retroperitoneales perivasculares significativas.
Aerobilia. Dilatación del eje esplenoportal y ramas portales. Moderada ascitis en flanco derecho y
pelvis. Adenoma adrenal izquierdo de 10 mm. Tumoración de 6 x 3 cm con densidad de tejidos
blandos en pared abdominal anterior, retro e infraumbilical, con mayor hipodensidad central y alguna
calcificación que se extiende hacia la grasa peritoneal sin infiltrar las asas intestinales. Engrosamiento
de la pared rectal derecha.
• PET-TAC: Múltiples nódulos hipermetabólicos subcutáneos localizados en la pared torácica, múltiples
lesiones nodulares hipermetabólicas hepáticas bilobares. Aumento de tamaño de cuerpo y cola de
páncreas. Nódulo hipermetabólico suprarrenal izquierdo. Numerosos nódulos en pared abdominal y
peritoneal que afectan tanto a peritoneo parietal como interasas.
Diagnóstico
Metástasis cutánea de neoplasia de páncreas estadío IV.
Tratamiento y evolución
El paciente se considera inoperable debido al alcance de las lesiones metastásicas y se encuentra en
seguimiento por el servicio de cuidados paliativos domiciliarios.
Comentario
Las metástasis cutáneas de neoplasias internas son un signo inequívoco aunque poco frecuente de
manifestación de dichas neoplasias. Tiene una incidencia del 5% y en el 7.8% de los pacientes es la primera
manifestación de la existencia de una neoplasia. Los tumores que más frecuentemente metastatizan a piel
son el de mama, colon y melanoma en las mujeres, y el de pulmón, colon y melanoma en los varones. Las
metástasis cutáneas de carcinoma de páncreas son raras en ambos sexos.
Se manifiesta como nódulos indurados, ulcerados o no, indoloros, que van creciendo de forma progresiva,
en cualquier localización cutánea.
El diagnóstico se realiza mediante biopsia cutánea, siendo muy útil la determinación de técnicas de
inmunohistoquímica para el diagnóstico, que incluye CK20, CK7 y S100, entre otros.
Las metástasis cutáneas son signo de mal pronóstico puesto que suele haber evidencia de enfermedad
diseminada. La supervivencia media de los pacientes oscila en los 7.5 meses.
BIBLIOGRAFÍA
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Rütten A, Kutzner H, Requena L. Department of Dermatology. Fundación Jiménez Díaz. Universidad Autónoma Madrid. Am
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Beppu T, Baba H. World J Gastrointest Oncol 2012 July 15; 4(7): 176-80.
Placas eritematosas
en cejas tatuadas
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DERMATOSIS EN RELACIÓN CON LA MEDICINA INTERNA
Anamnesis
Mujer de 40 años de edad, sin antecedentes personales de interés, que consultó en urgencia por cuadro
de 24 horas de evolución caracterizado por fiebre, lesiones nodulares dolorosas en ambas piernas y tos.
Ingresa a cargo de medicina interna para estudio, durante su hospitalización presenta aparición de lesiones
eritematosas en ambas cejas. Refería haberse realizado tatuajes cosméticos en las cejas hace 5 años.
Exploración física
En ambas cejas presenta placas eritema-
tosas, hipertróficas, infiltradas, delimi-
tadas a las zonas tatuadas (figura 1). En
ambas extremidades inferiores presenta
multiples lesiones nodulares, eritemato-
violaceas, de 1-3 cm de diámetro sensi-
bles a la palpación.
Exploraciones complementarias
El hemograma, bioquímica, metabolismo lipídico y metabolismo del hierro mostraron valores normales, los
niveles de enzima convertidora de angiotensina (ECA) se encontraban elevados.
Radiografía de tórax: Adenopatías hiliares bilaterales, sin afección del parénquima pulmonar.
Resto de pruebas de función pulmonar: Sin alteraciones significativas.
El estudio anatomopatológico de la biopsia de una de las lesiones mostró (figura 2): dermis superficial,
media y profunda intenso infiltrado inflamatorio granulomatoso con histiocitos epitelioides y abundantes
células gigantes multinucleadas a cuerpo extraño. Se encuentran en contacto con restos de pigmento
exógeno, parduzco así como con restos de cuerpo extraño birrefringentes. Se acompañan de una discreta
población linfocitaria.
Diagnóstico
Sarcoidosis estadio I.
Tratamiento
Se instauró tratamiento tópico con metilprednisolona en
crema una vez al día en ambas cejas. El cuadro sistémico
se manejó con AINE más reposo.
Figura 2
Infiltrado granulomatoso, con células
gigantes multinucleadas a cuerpo extraño
Evolución
La paciente se encuentra estable hasta el momento actual, con desaparición de las lesiones cutáneas. No
ha presentado nuevos brotes ni deterioro de la función pulmonar.
Comentario
La sarcoidosis en una enfermedad multisistémica, que se caracteriza por la formación de granulomas
no caseificantes, siendo los órganos más afectados los pulmones, ganglios linfáticos, piel y ojos. En
1952 Lubeck y Epstein describieron el primer caso de granulomas en tatuajes en un varón el cual tenía
diagnostico previo de sarcoidosis sistémica y concluyeron que la aparición concomitante de clínica
sistémica y afectación de tatuajes era sugerente de sarcoidosis1. Supone una entidad poco habitual2.
Pueden aparecer unas semanas después de la realización del tatuaje o incluso años después, como
sucedió en nuestra paciente3. La etiopatogenia aun no se conoce, algunos autores lo entienden como
un fenómeno de Koebner y otros como una reacción a cuerpo extraño4. Clínicamente se presentan
como pápulas o placas eritematosas, delimitadas a la zona del tatuaje. En la anatomía patológica,
destaca la presencia de granulomas compuestos por nódulos de células gigantes multinucleadas e
histiocitos, rodeados de linfocitos T. En cuanto al tratamiento, este dependerá de la sintomatología, el
daño orgánico, especialmente el pulmonar. Los corticoides, bien en forma oral, tópica o intralesional,
corresponden a la primera línea de tratamiento.
BIBLIOGRAFÍA
2 Mataix J, Silvestre JF. Reacciones cutáneas adversas por tatuajes y piercings. Actas Dermatosifiliograf. 2009;100:643–56.
3 Abdallah MA. Reacciones a cuerpo extraño. En: Bolognia JL, Jorizzo JL, Rappini RP, editores. Dermatología. 2004. Madrid:
Elsevier España; 2004. p. 1471–9.
4 Cervigón I, Pérez C, Sandin S, García C, Gargallo AB, García-Almagro D. Granulomas en tatuaje: ¿manifestación inicial de
sarcoidosis? Med Cutan Iber Lat Am. 2004;32:131-4.
Lesiones eritematopapulosas
pruriginosas en piernas
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DERMATOSIS EN RELACIÓN CON LA MEDICINA INTERNA
Anamnesis
Varón de 67 años sin alergias medicamentosas conocidas, exfumador, diabético, dislipémico y en tratamiento
con CPAP por síndrome de apnea-hipopnea, que es remitido para valoración de lesiones pruriginosas de
meses de evolución.
El paciente refería lesiones papulosas eritematosas de predominio en extremidades, acompañadas de
intenso prurito, desde hacía 5 meses. Desde el inicio del cuadro el paciente no había estado libre de lesiones
en ningún momento, aunque si contaba fluctuaciones en cuanto a la intensidad del prurito y al número
de lesiones. No presentaba clínica sistémica acompañante interrogado por aparatos. No relacionaba la
aparición de las lesiones con ningún desencadenante.
Su médico de atención primaria había pautado anitihistamínicos orales con escasa respuesta.
Exploración física
A la exploración física se apreciaban múltiples pápulas eritematosas, muchas de ellas excoriadas,
predominantemente en tercio distal de piernas (figura 1), pero con lesiones aisladas en otras localizaciones,
siempre en áreas accesibles.
No se evidenciaron lesiones ampollosas o vesiculosas en el momento de la exploración, tampoco afectación
de mucosas ni del estado general.
Figura 1
Pruebas complementarias
El estudio anatomopatológico (figura 2)
mostró un infiltrado inflamatorio en der-
mis superficial y profunda de predominio
perivascular y perianexial constituido por
linfocitos, neutrófilos y eosinófilos, así
como un edema moderado en dermis
superficial. El estudio de inmunofluores-
cencia directa no mostró depósitos.
Los parásitos en heces fueron negati-
vos.
En la analítica destacaba una leucoci-
tosis moderada (13,5 x 109/l) con unos
linfocitos absolutos de 9.84 x 109/l
(72,7%), el resto de parámetros esta-
ban dentro de la normalidad.
Figura 2
Diagnóstico
Dermatosis eosinofílica asociada a trastornos hematológicos.
Tratamiento y evolución
El paciente fue remitido al Servicio de Hematología para estudio siendo diagnosticado de una Leucemia
linfática crónica y por el momento se mantiene en observación.
En cuanto a la clínica cutánea se han mantenido los antihistamínicos orales y se han pautado además
corticoides tópicos y orales a dosis de 0,5 mg/kg/día con buena respuesta.
Discusión
Los pacientes con neoplasias hematológicas pueden presentar una gran variedad de lesiones cutáneas,
algunas específicas ocasionadas por una infiltración de la piel por células tumorales y otras inespecíficas,
más frecuentes y cuya clínica será polimorfa. En este segundo grupo se encuentra la dermatosis eosinofílica
asociada a procesos hematológicos, también denominada reacción similar a picadura de insecto. Se trata
de una dermatosis de origen reactivo, descrita en asociación con diferentes trastornos hematológicos,
siendo el más frecuente la Leucemia Linfática Crónica1.
Aparece en general años después del diagnóstico de la enfermedad hematológica, aunque hay casos
descritos en los que las lesiones cutáneas son el primer síntoma de la enfermedad, por lo que en ocasiones
serán la clave para el diagnóstico del proceso hematológico subyacente. Los pacientes presentan lesiones
intensamente pruriginosas, en forma de pápulas, placas o nódulos eritematosos, con excoriaciones y
ocasionalmente lesiones vesiculoampollosas1. Se localizan tanto en áreas expuestas como no expuestas,
predominantemente en extremidades. Aunque no se acompañan de clínica sistémica de forma característica,
hay casos descritos donde los brotes de lesiones se acompañan de febrícula y afectación del estado general.
A nivel histológico existe un infiltrado en dermis superficial y profunda, tanto perivascular, perianexial
como intersticial, formado por linfocitos, polimorfonucleares y gran cantidad de eosinófilos2-3. También
podemos ver espongiosis y diferentes grados de edema en dermis, en los casos más intensos dando lugar
a vesículas subepidérmicas. En cuanto a la inmunofluorescencia directa, esta es negativa. Con el panel
inmunohistoquímico confirmaremos que los linfocitos del infiltrado son linfocitos T (CD3+ y CD5+) y por
tanto tienen un carácter meramente reactivo.
Tabla 1 Criterios diagnósticos propuestos para la dermatosis eosinofílica asociada a procesos hematológicos
Pese a que tanto clínica como histológicamente estas lesiones recuerdan a picaduras, la mayoría de
pacientes niega ese antecedente y el contexto clínico-epidemiológico tampoco es sugestivo.
Desconocemos su etiopatogenia, pero se ha postulado que existe una respuesta inmune alterada. Algunas
hipótesis apuntan a que la enfermedad de base ocasiona una inmunodeficiencia, a la que se suma la
existencia de un estímulo inmunológico (una picadura, un fármaco o un virus) dando lugar a una capacidad
reactiva anormal y exagerada de los eosinófilos. Es posible que la producción aumentada de IL-4 e IL-5,
principales citoquinas reclutadoras de eosinófilos, estimulen de forma simultánea la proliferación de células
B neoplásicas. La mayoría de neoplasias asociadas a reacciones tipo picadura de insecto son neoplasias de
células B, lo que indica que una alteración inmunológica similar podría ser la causa tanto del aumento
de células B como de la erupción cutánea4.
Típicamente el cuadro es refractario a antihistamínicos orales y corticoides tópicos. Se ha utilizado una
amplia variedad de tratamientos, todos ellos con resultados pobres (dapsona, fototerapia, INF alfa, Ig
intravenosa, radioterapia, quimioterapia, etc). El tratamiento más efectivo y aceptado en el momento
actual, son los corticoides orales a dosis de 0.5-1 mg/kg/día. Estos ofrecen buenos resultados iniciales
aunque muchos de los pacientes recaen al reducir la dosis.
No se conoce con exactitud cual es la implicación pronóstica en la enfermedad de base. Inicialmente no se
relacionó con un peor pronóstico, pero recientemente se ha visto que los pacientes con neoplasias hematológicas
que desarrollan una dermatosis eosinofílica suelen presentar una progresión más rápida de la enfermedad5.
Debido a las posibles implicaciones pronósticas y a que en ocasiones el cuadro cutáneo va a preceder a la en-
fermedad hematológica, es muy importante que los dermatólogos estemos familiarizados con esta entidad.
Debemos sospecharla en aquellos pacientes con erupciones intensamente pruriginosas refractarias a tratamien-
tos convencionales, en las que se aprecia un infiltrado rico en eosinófilos en la biopsia, sobretodo cuando los
enfermos nieguen el antecedente de picadura y en pacientes con procesos hematológicos de base.
BIBLIOGRAFÍA
1 Farber MJ, La Forgia S, Sahu J and Lee JB. Eosinophilic dermatosis of hematologic malignancy. J Cutan Pathol 2012;39:690-5.
2 Davis MD, Perniciaro C, Dahl PR, Randle HW, McEvoy MT, Leiferman KM. Exaggerated arthropod-bite lesions in patients
with chronic lymphocytic leukemia: a clinical, histopathologic, and immunopathologic study of eight patients. J Am Acad
Dermatol. 1998;39:27.
3 Byrd JA, Scherschun L, Chaffins ML, Fivenson, DP. Eosinophilic dermatosis of myeloproliferative disease: characterization of a
unique eruption in patients with hematologic disorders. Arch Dermatol 2001;137:1378.
4 Hidalgo Parra I, Rodríguez AR, Sapia S, Moreno Giménez JC. Dermatosis eosinofílica en un paciente con leucemia linfocítica
crónica. Piel 2010;25:52-9.
5 Mangas C, Bielsa I, Mate JL, Fernández-Figueras MY, Rivera M, Ferrándiz C. Dermatosis eosinofílica asociada a leucemia
linfática crónica: estudio clínico, microscópico e inmunohistoquímico de 5 casos. Actas Dermosifiliogr 2004;95:165–70.
4
DERMATOSIS EN RELACIÓN CON LA MEDICINA INTERNA
Anamnesis
Paciente de 76 años remitida a consultas de dermatología por agrandamiento y molestias en la lengua. No
refería otra sintomatología sobreañadida. La paciente estaba en seguimiento por cardiología por fibrilación
auricular, cardiopatía hipertensiva y valvulopatía mitroaórtica degenerativa. Como antecedentes quirúrgicos
había sido operada de colecistectomía y túnel carpiano izquierdo.
Exploración física
A la exploración presentaba agrandamiento de la lengua, con forma ancha y plana, superficie lisa y
consistencia firme (figura 1). En el borde lateral izquierdo presentaba una pequeña lesión hemorrágica
(figura 2). En el resto de exploración física no se encontraron otros hallazgos patológicos.
Exploraciones complementarias
Se realizó un análisis de sangre con bioquímica normal y anemia macrocítica en el hemograma. Las
hormonas tiroideas presentaron valores en el rango de la normalidad y en el proteinograma se detectó un
pico monoclonal. Se detectó una banda monoclonal de clase IgA/Kappa en la inmunofijación, por lo que
ante la sospecha de amiloidosis sistémica primaria, se remitió a la paciente a hematología para estudio. Se
objetivó rouleax en la sangre periférica, proteinuria de Bence-Jones en orina y una infiltración por un 40%
de células plasmáticas con importante atipia en el aspirado de médula ósea concordante con diagnóstico
de mieloma múltiple. Además en la punción-aspiración con aguja fina de grasa abdominal se detectó
material amiloide.
Diagnóstico
Macroglosia por Amiloidosis sistémica primaria asociada a Mieloma Múltiple IgA/Kappa.
Tratamiento y evolución
Actualmente la paciente está en tratamiento con Melfalan y prednisona y en seguimiento por el servicio de
Hematología de nuestro Hospital.
Comentario
Presentamos un caso de amiloidosis sistémica primaria asociada a mieloma múltiple IgA/Kappa donde la
macroglosia fue la clave para el diagnóstico de una enfermedad sistémica.
Las amiloidosis son un grupo heterogéneo de enfermedades caracterizadas por el depósito extracelular de
una proteína fibrilar insoluble en los tejidos que se detecta en el estudio histológico con rojo congo, y da
una birrefringencia verdosa con luz polarizada. El aspirado de grasa subcutánea del abdomen es la técnica
preferida para su demostración.1
El depósito de amiloide puede formarse en muchos órganos (amiloidosis sistémicas), o puede afectar a un
único tejido (amiloidosis localizadas u organolimitadas).2
Las amiloidosis sistémicas se clasifican en primarias (incluye una forma asociada a discrasia de células
plasmáticas y otra asociada a mieloma múltiple, aunque realmente son parte de un mismo espectro) y
secundarias a procesos inflamatorios crónicos. En la amiloidosis sistémica primaria las proteínas precursoras
del amiloide son cadenas ligeras de inmunoglobulinas monoclonales enteras y/o sus fragmentos procedentes
de una proliferación clonal de células plasmáticas. Típicamente afecta a lengua, corazón, riñón, tracto
gastrointestinal, esqueleto, músculo liso, ligamentos del carpo, nervios y piel.
En cuanto a las alteraciones cutaneomucosas y de partes blandas, se producen en aproximadamente
del 21 al 40%de los casos, con frecuencia son el primer signo de la enfermedad, y son útiles para el
diagnóstico precoz. La púrpura, petequias y equimosis son las más habituales; aparecen sobre la piel
normal o clínicamente afectada con un tamaño variable. Se producen de forma espontánea o favorecidas
por mínimos traumatismos o maniobras de Valsalva. Las localizaciones más frecuentes son los párpados
(ojos de mapache), región periorbitaria, axilas, ombligo, área genital, ingles, región submamaria y cuello.
Se cree que son consecuencia del depósito de amiloide en la pared delos vasos, lo que produciría fragilidad.
Otra manifestación típica es la macroglosia, donde la lengua está aumentada de tamaño por el depósito
del amiloide, generalmente de forma difusa, apareciendo una superficie lisa o abollonada con pápulas,
placas o nódulos. Se suelen producir indentaciones en los bordes laterales. Suelen formarse lesiones
hemorrágicas y, en ocasiones, ampollosas. Las pápulas, placas y nódulos con aspecto céreo son las lesiones
más características. Se presentan aisladas o con tendencia a confluir formando grandes masas. Presentan
un color similar a la piel normal o algo amarillentas. Se localizan en las flexuras: párpados, retroauricular,
cuello, axilas, región inguinal y anogenital, área central de la cara y labios.2
Como conclusiones queremos destacar que la piel es uno de los órganos más accesibles, nos revela datos
importantes de la situación del paciente y posee la ventaja de que su exploración no requiere técnicas
agresivas. Por ello, los signos y síntomas cutáneos que pueden contribuir al diagnóstico precoz de una
enfermedad sistémica como en el caso presentado.
BIBLIOGRAFÍA
2 Dermatology Third Edition. Bolognia J., Jorizzo J., Schaffer J. Página 699.
3 Sara B. Álvarez-Ruiz, Irene García-Río y Esteban Daudén. Amiloidosis sistémicas. Actas Dermosifiliogr 2005;96(2):69-82.
Índice
Caso 01. Enrojecimiento palmo-plantar y parestesias asociado a nuevo quimioterápico
Caso 02. Placa eritematovesiculosa post-radioterapia
Caso 03. Eritema reticulado con hiperpigmentación en la pierna de una mujer joven
Caso 04. Pápulas y placas eritematosas pruriginosas diseminadas de aparición súbita
Caso 05. Lesiones nodulares en área de tatuaje rojo
Caso 06. Erupción lineal pruriginosa
Caso 07. Lesiones pustulosas en cara y tronco en paciente oncológico
Caso 08. Eritema generalizado en un varón de 71 años
Caso 09. Mama eritematosa e indurada en paciente con antecedente de cáncer de mama
Caso 10. Exantema maculopapular asociado a hepatitis tras tratamiento con lamotrigina
Caso 11. Erupción acneiforme en paciente oncológico
Caso 12. Eritema reticulado unilateral
Caso 13. Machas reticuladas abdominales
Caso 14. Dermatosis generalizada tras infección respiratoria
164
Dermatosis por agentes externos
Enrojecimiento palmo-plantar
y parestesias asociado a nuevo
quimioterápico
4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
Anamnesis
Mujer de 49 años sin alergias medicamentosas conocidas, ni hábitos tóxicos de interés, con antecedente
personal de diabetes mellitus inducida por glucocorticoides orales y un carcinoma de mama ductal
infiltrante moderadamente diferenciado estadio IV con metástasis hepáticas, esplénicas y óseas, así como
adenopatías retroperitoneales y axilares. Consultó por presentar enrojecimiento cutáneo y múltiples
ampollas de pequeño tamaño en las palmas y plantas, junto con una pigmentación moteada marrón
homogénea y sensación de hormigueo y discreto dolor en dicha localización. La aparición de este cuadro
coincidió con el aumento de la dosis de un nuevo tratamiento quimioterápico (capecitabina) instaurado
38 días antes.
Exploración física
A la exploración se objetivaban pequeñas ampollas tensas en la eminencia hipotenar de la mano izquierda,
base palmar del 5º dedo derecho y una pigmentación moteada café con leche en palmas, plantas (figura 1a)
y dorso de ambas manos (figura1b). Además se visualizaba el techo de una gran ampolla en la planta del
pie derecho que había perdido el contenido líquido (figura 1c), así como un eritema palmar bilateral con
blanqueamiento central.
Diagnóstico
Dados los antecedentes de la paciente y la clínica se llegó al diagnóstico de Eritrodisestesia palmo-
plantar (EPP) o Síndrome Mano-Pie asociado a Capecitabina.
1a 1b
Tratamiento
Se instauró tratamiento con fucidine en crema 2 veces al día después de vaciar el contenido de las ampollas,
se recomendó disminuir la fricción y la exposición al calor y se le pautó un complejo vitamínico (B1, B6 y
B12) cada 12 horas junto con la suspensión de la capecitabina oral.
Evolución
Transcurrido un mes las lesiones ampollosas se habían resuelto, la hiperpigmentación y el eritema eran más
discretos y había desaparecido el dolor y las parestesias acompañantes (figura 2).
Comentario
La EPP fue descrita en 1984 por Lokich y Moore. Es un efecto secundario de algunos tipos de quimioterápicos,
entre los que se encuentra la capecitabina (utilizada en el tratamiento del cáncer gástrico, de colon, y mama
metastásico). El diagnóstico es clínico con la aparición de disestesias, ausencia de afectación del tronco y
una relación causal con el fármaco quimioterápico. El estudio histológico es inespecífico. Existen 3 grados
de eritrodisestesia en función de la gravedad de las lesiones y la clínica. Se trata de un efecto secundario
dosis-dependiente limitante que aparece normalmente tras 2-3 ciclos de tratamiento, y dependiendo de la
intensidad de la reacción obliga a reducir la dosis del fármaco o bien a su interrupción1-2. Como tratamiento
existen medidas de soporte (elevación miembro, compresas frías…), tratamientos tópicos como la pomada
de uridina 10%, la mezcla de uridina-timidina3, mezcla de fitoterapia (henna)4, dimetilsulfóxido tópico
que reduce las pérdidas de los fármacos a través de los capilares, sulfadiazina argéntica y los corticoides
tópicos. Como tratamiento oral se pueden utilizar los corticoides orales, los antagonistas de la COX-2 y
la vit B6 oral (50-150mg/día) al inicio del tratamiento de forma preventiva. Capecitabina también puede
inducir crecimiento de nevus melanocíticos comunes y displásicos, e hiperplasia melanocítica lentiginosa
que suelen desaparecer al suspenderla5.
BIBLIOGRAFÍA
1 Saif MW. Capecitabine and hand-foot syndrome. Expert Opin Drug Saf. 2011; 10:159-69.
2 Goutos I, Kaniorou-Larai M, Dziewulski P. “Hand-foot” syndrome- an unusual case of plantar pathology presenting to a burns
unit. J Burn Care Res. 2009; 30: 529-32.
3 Hartinger J, Veselý P, Matoušková E, Argalacsová S, Petruželka L, Netíková I (2012). Local treatment of hand-foot syndrome
with uridine/thymidine: in vitro appraisal on a human keratinocyte cell line HaCaT. ScientificWorldJournal, 2012, 1-6. doi:
10.1100/2012/421325.
4 Kern E, Schmidinger M, Locker GJ, Kopp B.Management of capecitabine-induced hand-foot syndrome by local phytotherapy.
Wien Med Wochenschr. 2007; 157: 337-42.
5 Villalón G, Martín JM, Pinazo MI, Calduch L, Alonso V, Jordá E. Focal acral hyperpigmentation in a patient undergoing
chemotherapy with capecitabine. Am J Clin Dermatol. 2009;10: 261-3.
Placa eritematovesiculosa
post-radioterapia
4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
Anamnesis
Paciente de 62 años de edad que acudió a nuestro servicio remitida desde Urgencias por un cuadro
generalizado de lesiones polimorfas en zona mamaria y extremidades superiores e inferiores.
Como antecedentes personales destacar que la paciente fue intervenida quirúrgicamente hace 2 meses
de un carcinoma de mama, realizándose una cuadrantectomía y linfadenectomía axilar (se obtuvieron
21 ganglios libres de infiltración neoplásica). En el momento de la primera visita en nuestro servicio, la
paciente estaba recibiendo tratamiento con radioterapia (RT) y hormonoterapia.
La paciente refería eritema y prurito en la zona irradiada (tras 23 sesiones de RT y 46Gy de dosis acumulada),
por lo que pautaron una crema de corticoide y antibiótico tópico. Pocas horas después de la aplicación,
apareció una placa eritematovesiculosa en la zona donde había aplicado dicha crema. Dos días después
aparecieron nuevas lesiones cutáneas en extremidades superiores e inferiores, así como en la mama
contralateral.
Exploración física
En la exploración física se apreciaba placa eritematovesiculosa en mama izquierda (figura 1a), así como
lesiones maculo-papulosas en extremidades superiores e inferiores de morfología dianiforme (figura 1b).
Pruebas complementarias
En la analítica no se encontraron hallazgos patológicos (ANAS negativos, anticuerpos anti-membrana basal
y anti-sustancia intercelular negativos).
Figura 1 a) Placa eritematovesiculosa en mama izquierda. b) Lesiones maculopapulosas en extremidades superiores de morfología
dianiforme.
Se tomó muestra de líquido de una vesícula para PCR de virus herpes simple y varicela-zóster con resultados
negativos.
Se realizaron dos biopsias cutáneas (de las extremidades superior e inferior), en las que se observó una leve
inflamación liquenoide junto con una dermatitis perivascular e intersticial de predominio linfocitario, con
presencia de eosinófilos en dermis (figura 2a). Asimismo, también se apreció espongiosis, afectación de
capa basal y algún queratinocito apoptótico (figura 2b).
Las pruebas epicutáneas realizadas (True-Test, corticoides tópicos y sulfato de gentamicina), resultaron
negativas a las 48 y 96 horas. La paciente volvió a los 7 días para descartar una reacción tardía, con
resultados también negativos.
Figura 2
a) HE x20. Leve inflamación
liquenoide, junto con una
dermatitis perivascular e intersticial
de predominio linfocitario.
b) HE x20. En esta imagen se
aprecia mejor el edema intercelular
y la afectación de la capa basal.
Diagnóstico
Eritema exudativo multiforme (EEM), secundario a RT.
Tratamiento y evolución
La paciente presentó prurito incoercible a pesar del tratamiento, con escasa respuesta a prednisona oral y
diversos corticoides tópicos. Finalmente, instauramos tratamiento con deflazacort vía oral con excelente
respuesta. Iniciamos el tratamiento a dosis de 60 mg diarios, posteriormente fuimos disminuyendo la
dosis siguiendo una pauta descendente, para un total de 12 días de tratamiento. Una semana tras el
inicio de dicho tratamiento la paciente refirió la práctica desaparición del prurito. A la exploración física
se apreció un significativo atenuamiento del eritema en región mamaria e hiperpigmentación residual en
extremidades superiores e inferiores.
Discusión
Hay muy pocos casos descritos en la literatura de EEM secundario a RT. La mayoría de los casos publicados de
EEM secundario a RT, así como de síndrome de Stevens Johnson y necrolisis epidérmica tóxica secundarios
a RT, se produjeron en pacientes que fueron tratados simultáneamente con medicación que se conoce
como causa precipitante de EEM, como la fenitoína, el fenobarbital, o la amifostina1. Sin embargo, sí
que hay casos descritos de EEM secundario exclusivamente a RT, en pacientes que no recibieron ninguna
medicación de forma simultánea2,3.
Existe un síndrome descrito por primera vez en el año 2004 por Ahmed at al; bajo el acrónimo EMPACT4,5.
Este síndrome hace referencia a la asociación existente entre los pacientes que toman fenitoína y reciben
radioterapia craneal y el desarrollo de eritema multiforme.
Describimos un nuevo caso de una patología extremadamente infrecuente. Nuestro caso destaca además
por la ausencia de toma de medicación concomitante que pudiera ser causa conocida de EEM. Debemos
considerar esta patología en el diagnóstico diferencial de exantemas en el contexto de RT, especialmente
cuando tengamos lesiones cutáneas por fuera de los campos irradiados.
BIBLIOGRAFÍA
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Patients Undergoing Radiation Therapy: A Literature Review. Am J Clin Oncol 2012; 00:000-000.
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4 Ahmed I, Reichenberg J, Lucas A, et al. Erythema multiforme associated with phenytoin and cranial radiation therapy: a report
of three patients and review of the literature. Int J Dermatol 2004; 43:67-73.
5 Aydoğ an K, Vatansever S, Adim SB, Saricaoglu H. Empact syndrome: a case report and review of the literature. Int J Dermatol
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4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
“Eritema ab igne”, derivado del latín, significa “rojez desde el fuego”. Se trata de un eritema reticulado
con hiperpigmentación residual por exposición crónica a una fuente de calor por debajo del umbral
para producir quemadura. Tradicionalmente afectaba a trabajadores expuestos a fuentes térmicas como
panaderos o sopladores de cristal, o bien a personas que usaban estufas o braseros en casa cerca de las
piernas. En los últimos años, se han descrito casos en usuarios de ordenadores portátiles que trabajan con
el aparato apoyado sobre sus piernas, así como con mantas eléctricas y bolsas de agua caliente empleadas
para el tratamiento del dolor local. Esta dermatosis afecta por igual a ambos sexos, sin pico etario.
Los cambios histopatológicos inducidos por daño térmico incluyen atrofia dermoepidérmica, vasodilatación
y pigmentación dérmica por depósitos de melanina y hemosiderina. En casos graves aparece hiperqueratosis
focal, disqueratosis y atipia de células escamosas. La biopsia no suele ser necesaria, y se reserva sólo para
evaluar áreas sospechosas de malignidad, en el caso de lesiones asociadas a nódulos o úlceras. El principal
riesgo a largo plazo es el desarrollo de carcinoma epidermoide y menos frecuentemente carcinoma de
células de Merkel, siendo el período de latencia de 30 años o más.
El tratamiento consiste en evitar la exposición a fuentes de calor, con lo que las lesiones desaparecen en la
mayoría de los casos, aunque el eritema puede llegar a ser permanente. En casos extremos pueden quedar
cicatrices con tendencia a la ulceración, que requerirán control evolutivo por la posibilidad e aparición de
carcinomas secundarios. El diagnóstico diferencial de las lesiones incluye livedo reticularis, cutis marmorata
y poiquilodermia. El tratamiento tópico con tretinoína e hidroquinona, así como el láser, ha sido empleado
para tratar la hiperpigmentación persistente, y la atipia de células epiteliales responde al tratamiento con
5-Fluoruracilo tópico.
Anamnesis
Presentamos el caso de una mujer de 20 años de edad, sin antecedentes de interés, que acude por lesiones
cutáneas con cambio de coloración en su pierna derecha, de tres meses de evolución, sin otros síntomas
asociados. En la anamnesis dirigida, la paciente refiere que ha usado con frecuencia, prácticamente a
diario, una estufa eléctrica para calentar sus piernas durante los últimos meses.
Exploración física
Observamos áreas extensas de hiperpigmentación y eritema con patrón reticulado a lo largo de la región
tibial anterior y lateral de la pierna derecha (figuras 1 y 2). No presenta edema en miembros inferiores, ni
afectación de los pulsos distales. El resto de la exploración física no muestra alteraciones.
Diagnóstico
Ante las lesiones que presenta la paciente y el antecedente de exposición continuada a una fuente de calor
externa, realizamos el diagnóstico de eritema ab igne. No fueron necesarias exploraciones complementarias
dada la ausencia de lesiones sospechosas de malignidad, la ausencia de otros síntomas y la normalidad en
el resto de la exploración física.
Tratamiento
Indicamos como único tratamiento la el cese completo de la exposición a dicha fuente de calor.
Figura 2
Figura 1
Evolución
El eritema reticular desapareció por completo en las siguientes semanas, persistiendo una mínima
hiperpigmentación residual.
Comentario
El eritema ab igne es una dermatosis inducida por agentes térmicos. Los síntomas consisten en la aparición
de un eritema macular transitorio de patrón reticulado, asintomático, debido a la dilatación de pequeños
vasos terminales del plexo cutáneo superficial. Si persiste la exposición al calor las máculas se pigmentan
adquiriendo una coloración pardonegruzca de aspecto reticular. La clínica es muy característica, y su
aparición tras la exposición a una fuente de calor externa confirma el diagnóstico. En el caso de nuestra
paciente, con lesiones bien definidas, sin otra clínica asociada y sin signos sugestivos de malignidad (como
úlceras, cicatrices o nódulos) no es necesario realizar pruebas complementarias ni estudios invasivos. A
pesar de lo llamativo de las manifestaciones cutáneas, en casos leves como el que presentamos, las
lesiones responden al cese del uso de la fuente de calor, con una evolución favorable a lo largo de pocas
semanas.
BIBLIOGRAFÍA
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Nov-Dec; 55(6):648-50.PMID:24577987.
5 Erythema ab igne. Gregory JF, Beute TC. J Spec Oper Med. 2013 Winter; 13(4):115-9.PMID: 24227571.
4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
Anamnesis
Varón de 65 años, hipertenso y que padece temblor esencial, por lo que recibe tratamiento con propanolol,
primidona desde hace 5 meses e hidroclorotiazida desde hace 2,5 meses.
Acude a Urgencias por lesiones en tronco y extremidades de dos meses de evolución. Presenta leve prurito.
No fiebre ni otra sintomatología asociada. No ha realizado tratamiento.
Exploración física
Presenta un exantema maculopapuloso con discreta descamación, predominante en tronco, raíz de
miembros superiores y piernas. Algunas de las pápulas muestran una mínima erosión superficial. No se
observan vesículas ni pústulas.
Exploraciones complementarias
Se realiza una analítica con hemograma y bioquímica básica que no muestra alteraciones significativas.
La biopsia cutánea muestra numerosos cuerpos coloides en la dermis superficial, así como un infiltrado infla-
matorio linfocitario perivascular superficial, histológicamente inespecíficos con presencia de melanófagos. En
la epidermis se observa una hiperplasia irregular con degeneración de la basal y ocasionales queratinocitos
necróticos. No se observan infiltrados profundos ni perianexiales, imágenes de acantolisis ni presencia de dis-
queratocitos. Todo ello compatible con el diagnóstico histológico de dermatitis de patrón liquenoide superficial.
Diagnóstico
Reacción medicamentosa liquenoide. Probable relación con la hidroclorotiazida.
Tratamiento
Con el diagnóstico de sospecha de toxicodermia liquenoide en relación con la hidroclorotiazida, se procede
a su sustitución por otro antihipertensivo no farmacológicamente relacionado.
Evolución
Tras la retirada del fármaco, el paciente experimenta una mejoría progresiva del exantema. No aparecen
nuevas lesiones ni otros síntomas.
Comentario
Las reacciones medicamentosas liquenoides (RML) se muestran clínicamente como pápulas eritemato-
purpúricas similares a las del liquen plano (LP). La afectación de mucosas y uñas es poco frecuente. Son
muchos los fármacos que se ha relacionado con RML. Antihipertensivos, diuréticos, AINE y quimioterápicos
son algunos de los más frecuentes.
La histología también es similar a la del LP. Debe sospecharse una RML ante la presencia de focos de daño
vacuolar con exocitosis linfoide y queratinocitos necróticos en la epidermis. La presencia de eosinófilos
y/o células plasmáticas, la paraqueratosis y la extensión del infiltrado inflamatorio predominantemente
perivascular hacia dermis profunda también orientan hacia una causa medicamentosa.
La clínica, la histología, el inicio súbito relacionado con la introducción de un fármaco, junto con la resolución
al suspender éste, llevan al diagnóstico. El tratamiento debe fundamentarse en identificar y retirar el agente
farmacológico responsable. El tratamiento sintomático consiste en la administración de antihistamínicos y
corticoides tópicos. Los corticoides sistémicos tienen una indicación controvertida.
BIBLIOGRAFÍA
2
W introub BU, Stern R. Cutaneous drug reactions: pathogenesis and clinical classification. J Am Acad Dermatol.
1985;13:167-79.
4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
Anamnesis
Mujer de 33 años, sin antecedentes médicos de interés, que acude a consulta por lesiones nodulares en
torno a áreas de tatuaje rojo de más de un año de evolución en región de cara lateral de pierna izquierda.
La paciente refería que las lesiones aparecieron a la semana de la realización del tatuaje y se habían
mantenido estables desde entonces.
Exploración física
En cara lateral de pierna izquierda, a nivel de tercio medio-inferior, la paciente presentaba un tatuaje
compuesto por diferentes pigmentos: negro, verde, azul y rojo. Sobre cada una de las áreas de pigmento
rojo, se localizaban nódulos eritematosos de bordes definidos, algunos de ellos erosionados en su superficie
central (fotografía 1).
La paciente no presentaba lesiones a ningún otro nivel del tegumento.
Pruebas complementarias
Se realizó biopsia cutánea de 4 mm de diámetro de una de las lesiones nodulares. Histológicamente, se
observaba en dermis un depósito cristaloide pigmentado, que en dermis reticular y media estaba rodeado
por un denso infiltrado linfohistiocitario, con tendencia a la formación de granulomas, si bien focalmente se
observaba alguna célula gigante multinucleada de manera aislada (fotografía 2). La epidermis no mostraba
alteraciones en ninguna de sus capas. El cuadro anatomopatológico era compatible con una reacción
inflamatoria granulomatosa de cuerpo extraño a material de pigmento rojo de tatuaje.
El True test realizado a la paciente fue positivo sólo para níquel.
Imagen 1
Nódulos eritematosos con superficie
erosionada en regiones de tatuaje rojo
Diagnóstico
Reacción inflamatoria granulomatosa de cuerpo extraño a material de pigmento rojo de tatuaje.
Tratamiento y evolución
De mutuo acuerdo con la paciente, se optó por la infiltración intralesional de triamcinolona periódicamente.
El resultado fue una disminución del tamaño y del eritema de las lesiones, si bien éstas no desaparecieron
por completo.
Discusión
Las reacciones retardadas a tatuajes pueden ocurrir semanas, meses, o incluso años tras la realización de
los mismos1. La morfología de las lesiones observadas en nuestros casos orientó hacia una complicación
alérgica retardada de tipo granulomatoso, por lo que el estudio inicial fue la biopsia cutánea. Las pruebas
epicutáneas tienen baja rentabilidad debido a la falta de baterías estandarizadas y porque en muchas
ocasiones la composición exacta de la tinta empleada es desconocida2. Las reacciones granulomatosas
en tatuajes se han asociado al uso de sales de mercurio, cromo, cobalto y manganeso, entre otros3,4.
El pigmento rojo, que tradicionalmente lleva de sales de mercurio en su composición, ha sido el más
frecuentemente relacionado. A pesar de nuevas alternativas sin mercurio que emplean cadmio, sales
férricas o compuestos orgánicos, las reacciones granulomatosas producidas por pigmento rojo continúan
siendo las más frecuentes2,5.
Entre las opciones terapéuticas más empleadas para este tipo de lesiones destacan la infiltración de
corticoides intralesionales o diferentes técnicas de remoción de tatuajes, tales como láser o cirugía2,5.
BIBLIOGRAFÍA
1 Abdallah MA. Foreign Body Reactions. In: Bolognia JL, Jorizzo JL, Schaffer VL. Dermatology 2. New York: Elsevier; 2009. p.
1573-83
2 Polimón I , Ortiz FJ, Comunión A, Zarco C, Rodríguez JL, Iglesias L. Reacciones al color rojo de los tatuajes. Actas Dermosifiliogr.
2001;92:337-41. - Vol. 92 Núm.07-08
4 Jacob CI. Tattoo-associated dermatoses: a case report and review of the literature. Dermatol Surg 2002;28:962-5.
5 Pauluzzi P. Chronic eczematous reaction to red tattoo. J Eur Acad Dermatol Venereol 1998;11:187-8.
Erupción lineal
pruriginosa
4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
Anamnesis
Mujer de 56 años años de edad, sin antecedentes personales de interés ni alergias a medicamentos
conocidas, que acudió de urgencias a nuestro servicio para valoración de erupción pruriginosa de cuatro
días de evolución. La paciente negaba la introducción reciente medicación, así como de cosméticos. No
presentaba fiebre, artralgias ni otra sintomatología sistémica.
Como único antecedente relevante, refería que dos días antes del inicio de la clínica había ingerido setas
en un restaurante asiático.
Exploración física
A la exploración presentaba a nivel de tronco y extremidades, lesiones maculo-papulares, algunas con
cierto tinte purpúrico, todas característicamente con una distribución en líneas entrecruzadas entre sí
dando un aspecto “flagelado” (figura 1).
Además se observaban en región cervical, zona del escote y frente grandes placas eritematosas de bordes
irregulares (figura 2).
Pruebas complementarias
Se solicitó una analítica completa destacando una leve leucocitosis con neutrofilia.
El estudio histopatológico puso de manifiesto la presencia de focos de espongiosis y un linfocitario de
disposición perivascular a nivel de dermis papilar.
Diagnóstico
Dermatitis flagelada por setas shiitake.
Tratamiento
Se pautó tratamiento con corticoides tópicos y antihistamínicos orales.
Evolución
Al examinar a la paciente dos semanas después, la erupción había remitido por completo.
Comentario
La seta shiitake (Lentinus edodes) es uno de los ingredientes más utilizados en la cocina japonesa y china,
siendo cada vez es más frecuente encontrarlas en los mercados occidentales.
La dermatitis Shiitake se considera una toxicodermia que ocurre tras la ingesta de setas Shiitake crudas
o poco cocinadas1. Suele aparecer generalmente 72 horas después de su ingesta, a modo de pápulas
eritematosas que se disponen en un patrón lineal entrecruzándose entre sí, recordando a las lesiones
producidas por un látigo, de predominio en tronco y extremidades, siendo el prurito intenso el síntoma
más característico2.
La patogenia se desconoce, se piensa que podría ser un fenómeno de hipersensibilidad tipo I o IV, ya que
hay casos descritos con positividad para pruebas de scratch-test3 y prick-to-prick, o bien un fenómeno
tóxico donde se ha implicado al polisacárido lentina como posible agente causal, una sustancia termolábil,
por lo que su toxicidad queda eliminada cuando las setas están bien hervidas.
El diagnóstico de este cuadro se realiza atendiendo a los antecedentes dietéticos, la historia clínica y la
morfología de las lesiones.
BIBLIOGRAFÍA
1 Nakamura T. Toxicoderma caused by shiitake (Lentinus edodes). Jpn J Clin Dermatol. 1977;31:65-8.
2 Shiitake mushroom-induced flagellate erythema: A striking case and review of the literature. Wang AS, Barr KL, Jagdeo J.
Dermatol Online J. 2013 Apr 15;19(4):5.
3 Díaz-Corpas T, Mateu-Puchades A, Coll-Puigserver MN, Marquina-Vila A. Flagellate dermatitis after eating shiitake mushrooms.
Actas Dermosifiliogr 2011; 102: 830-2.
4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
Anamnesis
Paciente de 53 años, alérgico a pirazolonas, con antecedentes de adenocarcinoma de sigma diagnosticado
en marzo de 2012, con metástasis hepáticas múltiples en el momento del diagnóstico. Hasta la fecha, ha
sido intervenido de sigmoidectomía con anastomosis termino-terminal y hepatectomía derecha. En un
principio fue tratado con poliquimioterapia compuesta por levofolinato cálcico, aprepitant, bebacizumab,
fluoracilo y oxiplatino, hasta el 28/10/2013. A partir del 19/11/2014, comenzó una nueva pauta compuesta
por aprepitant, cetuximab e irinotecan. Su oncólogo le pautó tratamiento con minociclina 100 mg y
prednisona 10 mg diarios, desde el comienzo de la nueva pauta quimioterápica, pero tres días después del
comienzo de la misma le comenzaron a aparecer lesiones en cara y en escote.
Exploración física
El paciente con buen estado general. Normohidratado y normocoloreado. A nivel de nariz se apreciaban
numerosas pústulas, algunas de las cuales se habían roto, formando costras melicéricas y hemorrágicas
adheridas (figura 1). Las lesiones asentaban sobre una piel con eritema y leve edema. En áreas seborreicas
(cuello, escote y espalda) presentaba pústulas foliculares con eritema perilesional (figura 2).
Pruebas complementarias
No se precisaron.
Diagnóstico
Reacción acneiforme a cetuximab.
Figura 2
Pústulas centradas por folículo,
múltiples, localizadas en tórax
Tratamiento y evolución
En urgencias se le pautó tratamiento antibiótico oral con amoxicilina-ácido clavulánico y tópico con
betametasona-gentamicina, en cara. Las pústulas de tronco y cuello se trataron con clindamicina tópica.
Tras 5 días de tratamiento, las lesiones habían desaparecido por completo y hasta el momento el paciente
no ha vuelto a tener nuevos brotes.
Discusión
El cetuximab es un anticuerpo monoclonal recombinante quimérico, humano (IgG1) y de ratón (fracción
Fv). Junto con el panitumumab, constituyen los inhibidores de los receptores del factor de crecimiento
epidérmico (EGFRs). Está aprobado para el tratamiento del cáncer colorrectal metastásico y carcinoma
escamoso de cabeza y cuello.
La toxicidad cutánea más frecuente de los inhibidores de los EGFRs son las reacciones acneiformes.
Consisten en pápulas y pústulas foliculares estériles que afectan a la cara, cuero cabelludo y parte superior
del tronco. Aunque son estériles, se pueden sobreinfectar secundariamente. Hay que tener en cuenta que
esta erupción, aunque se parece al acné, no lo es, de ahí el término de erupción acneiforme.
También la patogenia de las lesiones es diferente a la del acné, y es por eso, por ejemplo, que estos
pacientes responden bien al tratamiento tópico con corticoides mientras que aplicados en el acné pueden
empeorarlo.
Los diagnósticos diferenciales principales son el acné corticoideo y la foliculitis infecciosa. La severidad
del rash se divide en 5 grados, según la gravedad del proceso. Llama la atención que hasta el 90%
de los pacientes en tratamiento con cetuximab o panitumumab desarrollan reacciones acneiformes en
las dos primeras semanas de tratamiento. Sin embargo, aunque son las más frecuentes, este tipo de
reacciones no son la única toxicidad cutánea de estos fármacos. Se han descrito casos de xerosis y fisuras
dolorosas, alteraciones ungueales, lesiones granuloma piógeno-like periungueales, hipertricosis, alopecia
o sobreinfecciones cutáneas.
En cuanto al manejo de estas erupciones, algunos estudios demostraron que el pautar tratamiento
preventivo con tetraciclinas orales durante las primeras semanas del inicio del tratamiento quimioterápico
con inhibidores del EGFR disminuía el número de casos y la severidad de las reacciones acneiformes.
En general, las guías aconsejan que se instruya a los pacientes a usar protectores solares y emolientes
regularmente. Los antibióticos orales se inician con el comienzo de la quimioterapia, antes de que aparezca
el rash, y el tratamiento más frecuente es minociclina 50 o 100 mg diarios. También se debe instruir a los
pacientes a dejar la medicación si aparece un nuevo rash u otra toxicidad.
En conclusión, presentamos un caso de reacción acneiforme a cetuximab con muy buena respuesta el
tratamiento oral y tópico. Este tipo de reacciones, al ser frecuentes y conocidas, son en general manejadas
con éxito por los oncólogos, y no por los dermatólogos. Sin embargo, es necesario conocerlas, saber
identificarlas y manejarlas adecuadamente.
BIBLIOGRAFÍA
1 Vacchelli E, Aranda F, Eggermont A, Galon J, Sautès-Fridman C, Zitvogel L, et al. Trial Watch: Tumor-targeting monoclonal
antibodies in cancer therapy. Oncoimmunology. 2014;3:e27048.
2 Urban C, Anadkat MJ. A review of cutaneous toxicities from targeted therapies in the treatment of colorectal cancers. J
Gastrointest Oncol. 2013;4:319-27.
3 Scope A, Agero AL, Dusza SW, Myskowski PL, Lieb JA, Saltz L, et al. Randomized double- blind trial of prophylactic oral
minocycline and topical tazarotene for cetuximab-associated acne-like eruption. J Clin Oncol 2007;25:5390-6.
Eritema generalizado
en un varón de 71 años
4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
Anamnesis
Varón de 71 años que consultó por prurito y eritema de 1 mes de evolución. Había comenzado por el
tronco, generalizándose posteriormente a extremidades y cara. Como antecedente destacaba un accidente
cerebro vascular hacía 3 meses, desde entonces en tratamiento con ácido acetilsalicílico, nitroglicerina
parches, bisoprolol, amlodipino, captopril, lisinopril, atorvastatina y omeprazol. Un mes más tarde le
habían añadido alopurinol para una hiperuricemia asintomática. El paciente no refería enfermedades
dermatológicas previas.
Exploración física
Presentaba eritema generalizado (figura 1) con descamación fina, leve edema facial y ectropión (figura 2).
Tenía buen estado general, sin fiebre, afectación de mucosas, adenopatías ni visceromegalias.
Pruebas complementarias
En la analítica se descartó eosinofilia, linfocitosis atípica, disfunción hepática, renal y electrolítica.
Se realizó una biopsia cutánea que mostró hiperqueratosis con paraqueratosis focal, algunos queratinocitos
necróticos en la basal epidérmica y mínimo infiltrado pericapilar linfocitario en la dermis, sin atipia.
Diagnóstico
Eritrodermia medicamentosa por alopurinol.
Figura 1 Eritema generalizado Figura 2 Eritema facial, descamación fina, leve edema palpebral y
ectropión
Tratamiento
El paciente fue ingresado en planta de medicina interna. Se suspendieron el alopurinol y los inhibidores
de la enzima convertidora de angiotensina (iECA). Se indicó prednisona oral a dosis de 0,5 mg/kg/día,
acetónido de fluocinolona crema 0,01% para cara y cuerpo, clobetasol crema 0,1% para manos y pies,
hidroxicina oral 25 mg/noche y baños de permanganato potásico en solución 1/10.000.
Evolución
Presentó una respuesta favorable, con remisión del edema facial y del ectropión, y disminución del eritema
y del prurito. Los controles analíticos fueron normales, siendo dado de alta a las 72 horas del ingreso. Se
indicó mantener el antihistamínico y un descenso progresivo de la corticoterapia oral y tópica. En una
revisión a las 3 semanas el paciente estaba asintomático y sin lesiones cutáneas, siendo dado de alta.
Comentario
En relación al alopurinol se han descrito reacciones adversas cutáneas, desde formas leves de erupción
máculo-papular hasta formas graves como eritrodermia, síndrome de reacción a drogas con eosinofilia
y síntomas sistémicos (DRESS), síndrome de Steven-Johnson y necrolisis epidérmica tóxica. Pensamos
que el alopurinol fue el causante de la eritrodermia en este caso. Los iECA fueron suspendidos debido
a que también han sido descritos como desencadenantes de reacciones cutáneas, aunque con menor
frecuencia. La eritrodermia se caracteriza por eritema generalizado y descamación, afectando a más del
80-90% de la superficie corporal. Las principales causas de eritrodermia en adultos son las enfermedades
cutáneas preexistentes –psoriasis, dermatitis atópica, pitiriasis rubra pilaris–, las enfermedades sistémicas
–síndrome de Sèzary, enfermedad de injerto contra huésped– y los medicamentos –alopurinol, pirazolonas,
carbamazepina, barbitúricos, iECA, antibióticos, sales de oro, etc. En la eritrodermia medicamentosa la
exposición al agente causal puede variar de 2 semanas a varios meses antes de la aparición de las lesiones,
con mejoría clínica en pocas semanas tras su retirada. Sin embargo, es importante un seguimiento clínico y
analítico estrecho para descartar un síndrome de DRESS o hipoalbuminemia y alteraciones hidroelectrólíticas
secundarias, que pueden tardar unos días en hacerse evidentes.
BIBLIOGRAFÍA
2 Atzori L et al. Cutaneous adverse drug reactions to allopurinol: 10 year observational survey of the dermatology department-
-Cagliari University (Italy). J Eur Acad Dermatol Venereol. 2012;26:1424-30.
4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
Anamnesis
Mujer de 52 años de edad, diabética insulinodependiente y diagnosticada en 2002 de un adenocarcinoma
de mama ductal infiltrante en la mama derecha (T1b N0 M0). Fue tratada mediante cuadrantectomía
superoexterna, quimioterapia y combinación de radioterapia externa y braquiterapia. Posteriormente
completó tratamiento con tamoxifeno durante 5 años.
En un control rutinario 11 años después, consultó por eritema e induración en la zona de la cicatriz de
la tumorectomía. Se realizó una ecografía, una resonancia magnética y una biopsia que descartaron
la presencia de recidiva siendo los hallazgos compatibles con secuelas secundarias a la radioterapia.
No obstante, en los 6 meses siguientes, la mama derecha presentó una disminución progresiva
de volumen con aumento de la induración de la piel y persistencia del eritema siendo remitida a
Dermatología.
Exploración física
La mama derecha presentaba una placa eritematosa delimitada al campo de irradiación con retracción de
ambos cuadrantes superiores ocasionando una llamativa pérdida de volumen. Al tacto, la piel suprayacente
estaba engrosada y muy indurada. La paciente refería dolor leve (figura 1a). El resto de la piel era normal y
no se palpaban adenopatías regionales.
Figura 1 a) Placa eritematosa que afecta a mama izquierda con retracción y atrofia de
la misma. b-c) RM de ambas mamas que muestra cambios postquirúrgicos con mayor
engrosamiento cutáneo y pérdida de volumen de la mama derecha (c) con respecto a RM
previa (b)
Exploraciones complementarias
Ante la sospecha clínica de recidiva cutánea por carcinoma de mama versus fibrosis inducida por la
radioterapia, se realizó una biopsia cutánea tipo punch y se solicitó una analítica y una nueva resonancia
magnética.
En la resonancia magnética se evidenció la progresión del engrosamiento cutáneo así como de la pérdida de
volumen de la mama derecha respecto a la RM previa sin apreciar hipervascularización del lecho cicatricial
ni otros signos sugestivos de malignidad (figura 1 b-c).
El estudio histopatológico de la lesión mostraba una dermis engrosada y fibrosa con gruesos haces de
colágeno hialinizado y un denso infiltrado inflamatorio linfocitario perivascular e intersticial con abundantes
células plasmáticas (figura 2).
Se solicitó una analítica que incluía hemograma, bioquímica y estudio inmunológico: ANA, anticuerpos
frente a Sm, RNP, Scl70, SSA-RO, SSB-RO y SSB A e IgG frente a Borrelia burgdorferi siendo todos negativos
así como la inmunoglobulina G subclase 4.
Diagnóstico
Morfea de la mama derecha inducida por radioterapia.
Tratamiento y evolución
Se inició tratamiento con prednisona oral 30 mg en pauta descendente durante 3 semanas y fototerapia
con UV-BE. Tras 2 meses, no se objetivó una clara mejoría por lo que se decidió cambiar a metotrexato
15 mg vo semanal. A los 2 meses, la paciente presentaba una notable disminución del eritema y de la
induración de la mama.
Comentario
La morfea inducida por radioterapia es una complicación poco conocida de la radioterapia. La mayoría
de los casos se dan en mujeres sometidas a tratamiento de cáncer de mama con cirugía conservadora y
radioterapia local con una incidencia estimada de 1 de cada 500 pacientes (a diferencia de la morfea que
se presenta en población general en 1 de cada 100.000 pacientes).1
Clínicamente se presenta como una placa indurada y bien delimitada localizada sobre el área radiada
aunque puede extenderse por fuera de la misma. El intervalo entre el inicio de la radioterapia y la
aparición de las lesiones es muy variable, habiéndose descrito un rango entre 1 mes hasta 32 años.2
No se relaciona con la gravedad de la reacción de radiodermitis aguda ni la dosis total de radiación.3
El diagnóstico puede ser complejo por las gran cantidad de entidades que se pueden asemejar clínicamente.
Hay que realizarlo entre la radiodermitis crónica, la fibrosis postirradiación, una recidiva cutánea del cáncer
de mama, la paniculitis postirradiación y la mastitis esclerosante relacionada con la IgG4 teniendo la biopsia
cutánea un papel esencial para el establecimiento del diagnóstico.2,4,5
Aunque varios tratamientos han demostrado ser beneficiosos en varias series de casos, existen pocos ensayos
clínicos. El tratamiento fundamentalmente se basa en la reducción de la actividad inflamatoria durante la
fase aguda. Los fármacos más frecuentemente empleados son los corticoides tópicos o intralesionales, los
inhibidores tópicos de la calcineurina, la fototerapia (PUVA y UVB-BE) y los antimaláricos. Los fármacos
inmunosupresores (corticoides orales, metotrexato y micofenolato de mofetil) se reservan para los casos
generalizados, refractarios o que produzcan secuelas potencialmente incapacitantes.6 En nuestro caso,
ante la ausencia de mejoría con corticoides orales y fototerapia con UVB- BE y a pesar del antecedente de
cáncer de mama, decidimos iniciar tratamiento con metrotexato a dosis bajas ya que la paciente estaba
libre de enfermedad desde hacía más de 10 años.
Por último, aunque la morfea inducida por radioterapia es una entidad relativamente infrecuente, dado el
aumento del uso de la radioterapia en el tratamiento conservador del cáncer de mama creemos que es una
entidad que se debe incluir en el diagnóstico diferencial de las lesiones que aparecen en la mama radiada.
BIBLIOGRAFÍA
1 Bleasel NR, Stapleton KM, Commens C, Ahern VA. Radiation-induced localized scleroderma in breast cancer patients. Australas
J Dermatol. 1999;40(2):99-102.
2 Schaffer JV, Carroll C, Dvoretsky I, Huether MJ, Girardi M. Postirradiation morphea of the breast presentation of two cases
and review of the literature. Dermatol Basel Switz. 2000;200(1):67-71.
3 Colver GB, Rodger A, Mortimer PS, Savin JA, Neill SM, Hunter JA. Post-irradiation morphoea. Br J Dermatol. 1989;120(6):831-5.
4 Cheuk W, Chan ACL, Lam W-L, Chow S-M, Crowley P, Lloydd R, et al. IgG4-related sclerosing mastitis: description of a new
member of the IgG4-related sclerosing diseases. Am J Surg Pathol. 2009;33(7):1058-64.
5 Laetsch B, Hofer T, Lombriser N, Lautenschlager S. Irradiation-induced morphea: x-rays as triggers of autoimmunity. Dermatol
Basel Switz. 2011;223(1):9-12.
6 Fett NM. Morphea: evidence-based recommendations for treatment. Indian J Dermatol Venereol Leprol. 2012;78(2):135-41.
Exantema maculopapular
asociado a hepatitis tras
tratamiento con lamotrigina
4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
Anamnesis
Varón de 16 años que ingresa a cargo de nuestro servicio al presentar un cuadro de erupción cutánea
generalizada y prurito ocasional que se inició a las cuatro semanas de comenzar tratamiento con lamotrigina.
Asociaba cuadro febril de hasta 39ºC y malestar general con debilidad muscular. Como antecedentes
personales solo destacaba epilepsia generalizada desde la infancia bien controlaba con levetiracetam pero
que al presentar cambios en el estado de ánimo aparentemente relacionados con dicho fármaco se había
decidido cambio de tratamiento a lamotrigina. No había presentado episodios similares con anterioridad.
Exploración física
La exploración física inicial mostró un exantema máculo-papular eritematoso incluyendo afectación facial y
sin afectación palmo-plantar, más intenso en región superior de tórax y ambos miembros inferiores (figuras
1 y 2). No había afectación mucosa. Además se detectó la presencia de adenopatías laterocervicales y
axilares bilaterales junto con hepatomegalia de dos traveses de dedos. La exploración neurológica así como
la auscultación cardiopulmonar no mostró alteraciones.
Exploraciones complementarias
En la analítica sanguínea (hemograma y bioquímica) destacaba una leucocitosis de 23.700/µl con 6,7%
de eosinófilos, eosinofilia (1590/µl), GOT 171 U/l, GPT 597 U/l, gamma GT 289 U/l, bilirrubina 0,9 mg/dl,
LDH 1401 U/l, PCR 2.6, con función renal y tiroidea sin alteraciones. El frotis de sangre periférica mostró
la presencia de linfocitos atípicos. Las pruebas de autoinmunidad fueron negativas. Se realizó además
serología incluyendo virus hepatotropos, VIH, virus de Ebstein-Barr, virus herpes simple y varicela-zóster,
citomegalovirus y mycoplasma, resultando todos ellos negativos.
Figura 1
Erupción Figura 2
maculopapular Erupción en
en cara anterior la espalda del
del tronco paciente
Respecto a las pruebas de imagen se realizó una ecografía abdominal que mostró una hepatomegalia sin
lesiones ocupantes de espacio ni dilatación de la vía biliar intrahepática. La radiografía de tórax fue normal.
La biopsia cutánea mostró una dermatitis de interfase con presencia de queratinocitos apoptoicos a
diferentes niveles de la epidermis sumado a la presencia de un infiltrado linfocitario perivascular superficial
y leve extravasación hemática, todo ello compatible con una toxicodermia.
Diagnóstico
Síndrome DRESS (Drug Rash with Eosinophilia and Systemic Symptons) inducido por lamotrigina.
Tratamiento
Se suspendió lamotrigina y se inició tratamiento con prednisona vía oral a dosis de 0,5 mg/kg peso/día y
dexclorfeniramina 6 mg cada 8 horas. Para el control de posibles crisis epilépticas se pautó levetiracetam
a dosis de 500 mg/12 horas.
Evolución
A las 48 horas del ingreso se produjo un ligero empeoramiento clínico con aumento de la fiebre, molestias
abdominales y aumento de transaminasas (hasta niveles de GOT 1082 U/l, GPT 2333 U/l, gamma GT 290 U/l),
sin presencia de patrón colestásico, por lo que se decidió nueva ecografía abdominal de urgencia que volvió a
mostrar una hepatomegalia sin otras alteraciones de interés. No obstante se decidió contactar con el servicio
de Digestivo de nuestro hospital para vigilancia estrecha ante una posible evolución a hepatitis fulminante.
La función cardiopulmonar, neurológica y renal continuó sin alteraciones. Cinco días después del ingreso el
estado clínico del paciente comenzó a mejorar considerablemente con disminución de la transaminasemia,
de la eosinofilia y mejoría de la erupción cutánea.
Comentario
El síndrome DRESS es una reacción de hipersensibilidad medicamentosa que ocurre dentro de los
dos primeros meses del inicio del tratamiento con el fármaco inductor1,2. Aunque no es un cuadro de
presentación frecuente, se asocia a una importante morbimortalidad, pudiendo esta última alcanzar el
30%3. Los fármacos más comúnmente asociados han sido las sulfonamidas, alopurinol y antiepilépticos,
y entre estos últimos, destacan la carbamazepina, fenobarbital y lamotrigina (como es el caso de nuestro
paciente). En relación a lamotrigina, ha sido descrito un mayor riesgo cuando se asocia la toma simultánea
de otros antiepilépticos como valproato o fenitoína1,3,4.
La fisiopatología del síndrome no está del todo aclarada. Se han descrito como posibles causas desencadenantes
reacciones inmunes (reacción de hipersensibilidad tipo IV), alteraciones del normal metabolismo del fármaco
debido a mutaciones de enzimas detoxificantes y reactivación del virus herpes tipo 61,2.
El diagnóstico puede ser difícil debido a la variabilidad de los síntomas y de la afectación orgánica.
Su presentación más común es la fiebre asociada a una erupción maculo-papular generalizada.
Otros síntomas presentes son linfadenopatías, afectación mucosa, linfocitos atípicos, eosinofilia
(presente sólo en el 30% de las ocasiones) y leucocitosis. El órgano más frecuentemente afectado
es el hígado, con elevación de transaminasas y hepatitis. Otros síntomas orgánicos que pueden
darse son la neumonitis, nefritis y de forma menos frecuente la miocarditis y la pancreatitis1,4.
Tal y como sucedió en nuestro caso, han sido varios los casos descritos en la literatura asociando la toma
de lamotrigina con el síndrome DRESS y afectación predominante hepática1,2,3,4 (incluidos casos de hepatitis
fulminante)2.
Respecto al tratamiento, aunque no existe un consenso, la mayoría de publicaciones aconsejan la suspensión
inmediata del fármaco, los corticoides sistémicos y el tratamiento sintomático1,2. También se ha descrito
la utilidad de los pulsos intravenosos de metilprednisolona a altas dosis, plasmaféresis e inmunoglobulina
intravenosa4. Cuando el fármaco sospechoso es lamotrigina se aconseja una estrecha vigilancia de la función
hepática2. En el caso presentado, tras la suspensión del fármaco, bastó una dosis media de corticoides vía
oral asociado a antihistamínicos para conseguir la estabilización y recuperación del paciente.
Finalmente destacar que debido al desenlace fatal que puede darse en algunos pacientes, se hace prioritaria
la rápida sospecha del cuadro ante una clínica sugestiva y el antecedente de toma de fármacos sospechosos.
BIBLIOGRAFÍA
1 Ginory A, Chaney-Catchpole M, Demetree JM, Mayol-Sabatier LM, Nguyen M. Drug reaction with eosinophilia and systemic
symptoms (DRESS) in an adolescent treated with lamotrigine. J Pediatr Pharmacol Ther 2013;18:236-40.
2 Amante MF, Filippini AV, Cejas N, Lendoire J, Imventarza O, Parisi C. Dress syndrome and fulminant hepatic failure induced by
lamotrigina. Ann Hepatol 2009;8:75-7.
3 Su-Yin AN, Tai WW, Olson KR. Lamotrigine-associated reversible severe hepatitis: A case report. J Med Toxicol 2008;4:258-60.
4 Naveen KN, Ravindra MS, Pai VV, Rai V, AthanikarSB, Girish M. Lamotrigine induced DRESS syndrome. Indian J Pharmacol
2012;44:798-800.
Erupción acneiforme
en paciente oncológico
4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
Anamnesis
Varón de 50 años con antecedentes familiares de padre y madre con neoplasias del sistema nervioso central
y personales de adenocarcinoma infiltrante de recto estadio IV (T4 N2b M1). Recibió radioterapia pélvica
neoadyuvante y quimioterapia con 5-fluoruracilo, por afectación linfática regional. A los pocos meses
se realizó intervención quirúrgica para exéresis del tumor, mediante amputación abdominoperineal, con
extirpación completa de mesorrecto. El PET realizado a los dos meses objetivó progresión con afectación
metastásica ganglionar retrocrural, paraaórtica, ilíaca y mediastínica, por lo que inició nueva línea de
quimioterapia paliativa con irinotecán, capecitabina y cetuximab, con respuesta parcial, por lo que se optó
por continuar únicamente con cetuximab.
A raíz de comenzar dicho tratamiento, comenzó con erupción acneiforme, que se inició en miembros
inferiores, extendiéndose progresivamente a la cara, dorso de antebrazos y manos, de dos meses de
evolución.
Exploración física
Se objetivaron múltiples papulopústulas de distribución predominante en la cara, dorso de antebrazos,
manos y miembros inferiores, así como algunas aisladas en tronco, presentando algunas de ellas costra
melicérica superficial. No se objetivaron comedones ni elementos noduloquísticos.
Diagnóstico
Erupción acneiforme secundaria a cetuximab.
a b
Figura 1 a) Lesiones papulopustulosas en ambos miembros inferiores. b) Lesiones Figura 2 Lesiones papulopustulosas en
papulopustulosas con mayor detalle tórax y abdomen
Tratamiento
Se instauró tratamiento antibiótico por vía oral con minociclina 100 mg un comprimido al día durante dos
semanas, clindamicina en solución una vez al día por la mañana y ácido fusídico al 2% en crema una vez
al día por la noche.
Evolución
Tras haber realizado el tratamiento, en la revisión a las 3 semanas, el paciente mostró resolución completa
del cuadro clínico. Se disminuyó en un 20% la dosis de cetuximab por parte de Oncología, quienes, en
función del próximo PET, valorarían la posible modificación de la estrategia terapéutica.
Comentario
El cetuximab es un anticuerpo monoclonal dirigido contra el receptor del factor de crecimiento epidérmico,
que se utiliza para el tratamiento de tumores malignos sólidos en estadios avanzados. Ejerce su actividad
antitumoral por efecto inhibidor sobre la proliferación celular, la angiogénesis y la formación de metástasis,
así como promoviendo la apoptosis celular. El tratamiento con cetuximab supone la aparición de efectos
adversos cutáneos en más del 80% de los pacientes, apareciendo la mayor parte de las reacciones cutáneas
durante las 3 primeras semanas. En las distintas series de casos publicadas, el efecto secundario cutáneo más
frecuente es el desarrollo de una erupción acneiforme folicular, más pronunciada en la cara, tronco y región
superior de la espalda, y que se manifiesta típicamente entre la primera y la cuarta semana tras el inicio
del tratamiento. La erupción responde habitualmente a tetraciclinas como la minociclina o la doxiciclina a
la dosis de 100 mg diarios, aunque actualmente no existe un consenso sobre la duración del tratamiento.
Las recurrencias con el tratamiento quimioterápico con cetuximab son relativamente frecuentes, aunque
menos intensas que el episodio inicial.
BIBLIOGRAFÍA
1 Lacouture ME, Melosky BL. Cutaneous reactions to anticancer agents targeting the epiderma growth factor receptor: a
dermatology-oncology perspective. Skin Therapy 2007: 12: 1-5.
2 Roé E, García MP, Marcuello E, Capdevila J, Pallarés C, Alomar A. Description and management of cutaneous side effects
during cetuximab or erlotinib treatments: a prospective study of 30 patients. JAAD 2006; 55:429-37.
3 Herrera Acosta E, Martín Ezquerra G, Iglesias M, Umbert P. Erupción acneiforme secundaria a cetuximab. Actas dermosifiliogr
2005; 96(4): 252-54.
4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
Anamnesis
Mujer de 49 años con antecedentes de diabetes mellitus tipo 1 y síndrome ansioso depresivo, en tratamiento
con insulina glulisina, insulina glargina, fluvoxamina y alprazolam, remitida desde urgencias a la consulta de
dermatología por presentar desde hacía 2 semanas, en la pierna derecha una lesión eritematosa reticulada,
asintomática, que la paciente no relacionaba con ningún factor
desencadenante, sin embargo tras ver las lesiones y reinterrogar
a la paciente ella nos refiere que en las últimas semanas ha
colocado una estufa eléctrica al lado de la cama que coincide
con la pierna afectada.
Exploración física
En la cara lateral externa de la pierna derecha la paciente
presenta una zona extensa de eritema con patrón reticulado, en
la zona más central estas lesiones se hacen hiperqueratósicas y
más pigmentadas. La paciente no presentaba lesiones similares
en ninguna otra parte, incluida la pierna contralateral.
Pruebas complementarias
La paciente aporta una analítica realizada en urgencias
con hemograma, bioquímica y coagulación sin hallazgos
significativos.
Diagnóstico
Eritema ab igne.
Tratamiento
Una vez reconocido el factor desencadenante se le indicó a la paciente evitar la exposición prolongada a
la fuente de calor.
Comentario
El eritema ab igne es una dermatosis ocasionada por la exposición crónica y repetitiva a una fuente de
calor, inferior a la necesaria para ocasionar una quemadura. Clínicamente se presenta como un eritema
reticulado, que posteriormente puede hacerse hiperpigmentado e hiperqueratósico, la zona afectada
coincide con el área de exposición a la fuente de calor implicada y no suele presentar síntomas asociados.
El estudio histológico en fases tempranas mostrará atrofia epidérmica y vasodilatación, las lesiones en
fases más tardías presentan depósitos de melanina y hemosiderina y pueden asociar atrofia epidérmica
o hiperqueratosis. Las lesiones pueden además presentar atipia escamosa, similar a la observada en la
queratosis actínica y se han descrito casos de desarrollo de carcinoma de células escamosas y carcinoma de
células de Merkel y linfomas sobre las lesiones de eritema ab igne.
El tratamiento del eritema ab igne consiste primordialmente en evitar la exposición a la fuente de calor
implicada, con esta medida las lesiones iniciales desaparecen a lo largo de meses, mientras que las lesiones
más avanzadas pueden persistir durante años. La atipia epidérmica puede tratarse con 5-fluoruracilo o
Imiquimod tópico.
BIBLIOGRAFÍA
1 Dermatoses Resulting from Physical Factors. In: Andrews’ Diseases of the Skin. Elsevier, 2011:18-44.
2 Erythema ab igne. Kristen Miller MD, Raegan Hunt MD PhD, Julie Chu MD, Shane Meehan MD, Jennifer Stein MD PhD
Dermatology Online Journal 17 (10): 28.
3 Bachmeyer C, et al. Laptop computer as a modern cause of erythema ab igne. J Eur Acad Dermatol Venereol 2009; 23:736.
4 Bilic M, et al. Erythema ab igne induced by a laptop computer. J Am Acad Dermatol 2004; 50:973.
4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
Anamnesis
Se trata de una mujer de 62 años, ingresada en el servicio de neurología para estudio de una sospecha de
enfermedad desmielinizante que presentaba hiperpigmentación abdominal de años de evolución. Refería
uso continuado de una manta eléctrica en la región abdominolumbar para aliviar una lumbalgia crónica.
Exploración física
En la exploración física mostraba manchas
hiperpigmentadas de distribución reticular en
la región abdominal, desde las crestas iliacas
hasta la región submamaria bilateral (figura 1).
Pruebas complementarias
Se realizó una radiografía y TAC dorsolumbar
que encontró una fractura por aplastamiento
del cuerpo vertebral de la quinta vértebra
lumbar.
Diagnóstico
Fue diagnosticada de eritema ab igne.
Tratamiento
Se realizó tratamiento conservador de la fractura, se instauró tratamiento analgésico y se recomendó evitar
el uso continuado de la fuente de calor.
Evolución
El eritema desapareció espontáneamente a las pocas semanas, mientras que la hiperpigmentación de la
piel puede persistía a los 12 meses.
Comentario
El eritema ab igne (EAI) es una dermatosis caracterizada por una hiperpigmentación reticulada de la piel
como consecuencia de la exposición crónica y repetida a bajos niveles de radiación infrarroja1. La incidencia
de EAI había disminuido con la introducción de la calefacción central en los hogares; sin embargo, en
los últimos años se ha producido un aumento de esta debido a la utilización de otras fuentes de calor
como mantas eléctricas, ordenadores portátiles y baños frecuentes con agua caliente2. Clínicamente se
caracteriza por un eritema reticular inicial que puede evolucionar a una atrofia epidérmica, descamación e
hiperpigmentación1.
BIBLIOGRAFÍA
1 Docx MK, Simons A, Ramet J, Mertens L. Erythema Ab Igne in an Adolescent with Anorexia Nervosa. Int J Eat Disord 2013;
46:381–383
2 Nayak SU, Shenoi SD, Prabhu S. Laptop induced erythema Ab Igne. Indian J Dermatol 2012;57:131-132
3 Gauglitz GG, Ruzicka T. Herzinger t. Erythema a computatro. Case Rep Dermatol 2013;5:111-113
4 Steadmon MJ, Riley KN. Erythema Ab Igne: A Comeback Story. J Pediatr 2013; 163:1789.
5 Miller K, Hunt R, Chu J, Meehan S, Stein J. Erythema ab igne. Dermatol Online J 2011;17:28.
6 Wharton J, Roffwarg D, Miller J, Sheehan DJ. Cutaneous marginal zone lymphoma arising in the setting of erythema ab igne.
J Am Acad Dermatol 2010;62:1080-1
Dermatosis generalizada
tras infección respiratoria
4
DERMATOSIS POR AGENTES EXTERNOS
Anamnesis
Presentamos a un niño de doce años, sin alergias medicamentosas conocidas ni antecedentes medico-
quirúrgicos de interés, que ingresó en pediatría por un cuadro de origen respiratorio consistente en fiebre
de hasta 38 ºC, tos, rinorrea y artromialgias.
Debido a dicho episodio, el paciente había recibido tratamiento antibiótico con amoxicilina, y paracetamol
e ibuprofeno de forma alterna como terapia antitérmica.
Aproximadamente siete días después del inicio del cuadro respiratorio, el paciente comenzó a presentar
una dermatosis extensa en forma de lesiones inflamatorias en forma de placas eritematosas numulares
centradas por ampollas.
Exploración física
Estas lesiones tenían morfología de diana y afectaban a la cara, tronco y extremidades, así como mucosas
oral, ocular y genital, donde presentaba extensas erosiones y costras hemorrágicas. No tenía afectación
palmo-plantar.
Erosiones y costras hemorrágicas en mucosa oral.
Lesiones con forma de diana: placas centradas por erosiones secundarias a la rotura de ampollas.
Erosiones y costras hemorrágicas en mucosa oral Lesiones con forma de diana: placas centradas por
erosiones secundarias a la rotura de ampollas
Pruebas complementarias
El hemograma mostró leucocitosis con desviación a la izquierda y la bioquímica, un aumento de los reactantes
de fase aguda. Se recogieron hemocultivos que resultaron negativos. La serología frente a Mycoplasma
pneumoniae (MP) fue positiva a un título de 1/1280, de manera que se consideró este microorganismo
como agente responsable del cuadro respiratorio del paciente.
Diagnóstico
Síndrome de Stevens-Johnson secundario a Mycoplasma pneumoniae.
Tratamiento
El paciente recibió tratamiento con azitromicina como antimicrobiano selectivo frente al agente responsable.
Asimismo, se pautó tratamiento con fluconazol y aciclovir intravenoso. Además, se estableció un régimen
de curas tópicas de las lesiones con sulfadiacina argéntica y ácido fusídico tres veces al día, prestando
especial atención a la región genital para evitar secuelas de retracción. Para el control del dolor, se utilizó
metamizol y cloruro mórfico de rescate.
Evolución
La evolución de las lesiones fue muy satisfactoria. Tras el ingreso no desarrolló nuevas lesiones y las
presentes en el momento del diagnóstico, mostraron una rápida reepitelización. En la actualidad, las áreas
hipopigmentadas residuales han recuperado la tonalidad normal y el paciente no presenta ninguna cicatriz
ni adherencia secundaria.
Discusión
El síndrome de Stevens-Johnson (SSJ) es una reacción mucocutánea caracterizada por necrosis
y desprendimiento de la epidermis, que afecta a menos del 10% de la superficie corporal total,
con afectación de al menos dos mucosas. La etiología del SSJ es multifactorial, estando asociado
principalmente a reacciones adversas a medicamentos, sobre todo en pacientes adultos, y a agentes
infecciosos, en niños y adultos jóvenes. Entre las causas infecciosas, destacan el herpes simple y el
Mycoplasma pneumoniae.
El MP es una causa frecuente de neumonía atípica, sobre todo en niños y adultos jóvenes. Este agente
infeccioso ha sido asociado a diversas erupciones cutáneas. Se estima que cerca del 33% de los pacientes
afectos por la infección pueden presentar compromiso dermatológico de algún tipo, y en el 7% de los casos
pueden desencadenar un SSJ/eritema multiforme mayor con un período de latencia entre 1-3 semanas.
Las manifestaciones clínicas son similares a las del SSJ inducido por fármacos. Sin embargo en los casos
secundarios a MP, se ha descrito mayor frecuencia de afectación de la mucosa ocular y mejor pronóstico,
ya que suele haber menos complicaciones sistémicas.
La histopatología se caracteriza por presentar necrosis de queratinocitos individuales y en grandes áreas,
ampollas subepidérmicas y discreto infiltrado linfohistiocitario perivascular superficial.
El manejo se basa en un diagnóstico precoz y la instauración de terapia antimicrobiana específica para
MP (macrólidos o quinolonas) así como medidas de soporte. En algunos casos, el tratamiento precoz con
gammaglobulinas puede ser eficaz. Así, ante un cuadro clínico compatible con un SSJ debemos descartar
la etiología infecciosa, recordando que MP es el principal agente etiológico en niños y adultos jóvenes.
BIBLIOGRAFÍA
1 http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-10182009000600012
Enfermedades ampollosas
Índice
Caso 01. Lesiones vesículo-ampollosas arrosariadas generalizadas
242
Enfermedades ampollosas
Lesiones vesiculoampollosas
arrosariadas generalizadas
4
ENFERMEDADES AMPOLLOSAS
Anamnesis
Mujer de 58 años sin reacciones alérgicas medicamentosas conocidas que como antecedentes personales
de interés presentaba una hipertensión arterial bien controlada con 2,5 mg de indapamida al día y una
safenectomía bilateral. Consulta por la aparición de unas lesiones pruriginosas de 2 meses de evolución,
localizadas en el cuello, antebrazos y cara anterior e interna de ambas piernas. Su MAP le pautó prednisona
oral a dosis de 20 mg al día sin mejoría. No refería síndrome constitucional, infecciones previas ni ingesta
de nuevos fármacos antes de la aparición de las lesiones.
Exploración física
A la exploración física la paciente presentaba lesiones ampollosas tensas sobre base ligeramente eritematosa
de entre 6 y 8 milímetros de diámetro, rodeadas por un collarete arrosariado de lesiones vesiculosas más
pequeñas, distribuidas en el cuello, antebrazos y cara anterior e interna de los muslos (figura 1). Algunas
lesiones presentaban alguna costra hemorrágica en la superficie. No presentaba afectación mucosa y el
signo de Nikolsky era negativo. Al desaparecer, las lesiones dejaban una ligera hiperpigmentación residual.
Exploraciones complementarias
Se solicitó una analítica con perfil hepático, renal y tiroideo, ANAs, espectro electroforético, inmunoglobulinas,
hemograma y glucosa 6-fosfato-deshidrogenasa, siendo todo normal Se realizaron 2 biopsias, una lesional y
otra perilesional para estudio histológico convencional y para inmunofluorescencia directa, respectivamente.
En la hematoxilina-eosina se apreciaban pequeñas vesículas subepidérmicas con un infiltrado dérmico
compuesto por neutrófilos, eosinófilos y fibrina (figura 2). La IFD mostraba una patrón lineal de membrana
basal positivo para IgA y C3d.
Diagnóstico
Con los datos clínicos, histológicos y la inmunofluorescencia directa se llegó al diagnóstico de dermatosis
IgA lineal del adulto.
Tratamiento y evolución
Se inició tratamiento con hidroxicina 25 mg al día para y prednisona a dosis de 1 mg/kg/día en pauta
descendente pero al no controlarse se decidió añadir dapsona a dosis de 50 mg al día, con lo que se
controlaron las lesiones en un plazo de 3 semanas y no volvieron a aparecer nuevas. En las zonas en las
que hubo lesiones quedo una ligera hiperpigmentación residual.
Comentario
La dermatosis IgA lineal es una enfermedad ampollosa autoinmune, poco frecuente, que puede ser idiopática
o inducida por fármacos. Se caracteriza por el depósito lineal de IgA en la unión dermoepidérmica1.
Su incidencia se estima entre 0,5-2,3 casos/millón de habitantes/año. No hay predilección por sexo ni raza.
Puede ocurrir tanto en adultos como en niños2. En los adultos, las formas anulares son menos frecuentes
y las caras extensoras de las extremidades, la cara y el tronco se ven a menudos afectados. También puede
haber afectación mucosa3. Ocurre de forma más frecuente a partir de los 50-60 años.
Las vesículas y las ampollas que se forman son tensas y pueden ser muy pruriginosas. Las nuevas vesículas
se van formando en la periferia adquieren un patrón anular o arciforme y dan apariencia en collar de perlas
o rosetas. Histológicamente se observan vesículas subepidérmicas que en su interior contienen neutrófilos.
BIBLIOGRAFÍA
1 Souza BC, Fregonesi NC, Tebcherani AJ, Sanchez AP, Aoki V, Fernandes JC. Linear IgA bullous dermatosis: report of an
exuberant case. An Bras Dermatol. 2013;88:67-70.
2 De las Heras MN. 26. Linear IgA bullous dermatosis of childhood: good response to antibiotic treatment. Clin Exp Dermatol.
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3 Pinto S, Gabusi A, Servidio D, Tiberio C, Gissi DB. A case of linear IgA disease limited to the oral mucosa. Ann Stomatol
(Roma). 2013;4:36-7.
4 Passos L, Rabelo RF, Matsuo C, Santos M, Talhari S, Talhari C. Linear IgA/IgG bullous dermatosis: successful treatment with
dapsone and mycophenolate mofetil.An Bras Dermatol. 2011;86:747-50.
Genodermatosis
01 | Genodermatosis 248
GENODERMATOSIS
Índice
Caso 01. Enfermedad de Dowling-Degos con afectación vulvar
Caso 02. Nódulos normocoloreados submamarios
Caso 03. Múltiples hemangiomas y tumores óseos
Caso 04. Máculas hipomelanóticas en un lactante
249
Genodermatosis
Enfermedad de Dowling-
Degos con afectación vulvar
4
GENODERMATOSIS
Anamnesis
Mujer de 43 años de edad, que acude a nuestro servicio de dermatología derivada desde el servicio de
Ginecología por lesiones pigmentadas en vulva de más de veinte años de evolución. No existían antecedentes
personales de interés, así como no refería relaciones sexuales de riesgo.
Exploración física
En la exploración física genital pudimos apreciar múltiples máculas de color marrón oscuro de 1 a 5 mm de
diámetro en labios mayores, menores y pliegues inguinales (figura 1). Las lesiones tenían una distribución
simétrica y eran asintomáticas. También presentaba estas máculas pigmentadas en los pliegues axilares,
antecubitales, e intermamario, evidenciándose en la zona superior del tronco múltiples lesiones compatibles
clínicamente con queratosis seborreicas, comentándonos
la paciente que su padre mostraba un fenotipo similar al
suyo, con múltiples lesiones pigmentadas en la piel del
tronco y los pliegues. Además la paciente presentaba una
marcada distrofia ungueal que afectaba a todas las uñas
de los pies.
Figura 1.
Múltiples máculas marronáceas
en labios mayores y menores
Exploraciones complementarias
Se realizó una biopsia punch de una de las lesiones de los
pliegues antecubitales que fue compatible histopatológi-
camente con una queratosis seborreica y otra biopsia de
una mácula genital mostrando las crestas epidérmicas una
elongación típica digitiforme con hiperpigmentación basal
(figura 2).
Diagnóstico
Enfermedad de Dowling-Degos con afectación vulvar.
Tratamiento y evolución
Figura 2. Obsérvese la elongación digitiforme de las crestas
Debido a que las lesiones genitales eran asintomáticas, no epidérmicas con hiperpigmentación basal
se realizó ningún tratamiento.
Comentario
La enfermedad de Dowling-Degos (EDD) fue descrita por Wilson-Jones y Grice en 1978 como una anomalía
reticulada pigmentada de las flexuras. Aunque algunos autores han propuesto una mutación en el gen que
codifica la queratina 5 (KRT5), la fisiopatología exacta es desconocida.
Clínicamente se caracteriza por hiperpigmentación adquirida que afecta a los pliegues. Además estos
pacientes pueden presentar otras características como son uñas distróficas, queratoacantomas múltiples,
sinus pilonidal, queratosis seborreicas e hidradenitis supurativa.
Como diagnóstico diferencial se deberá descartar la acantosis nigricans, la enfermedad de Galli-Galli, la
Acropigmentación reticulada Kitamura, y el síndrome de Haber.
La asociación de EDD y queratosis seborreicas ha sido descrita previamente1, por lo que la aparición de
múltiples queratosis seborreicas en una paciente joven nos ayudó a pensar en una EDD (Criterio menor).
Del mismo modo destacar que la afectación de los genitales es rara, y hasta la fecha solamente han sido
descritos diez casos en la literatura médica de EDD con afectación vulvar2.
Agradecimientos
Al Dr. Andrés Sanz Trelles del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Carlos Haya de Málaga por su
importante colaboración en este caso.
BIBLIOGRAFÍA
1 Guedes R, Leite L. Coexistence of vulvar dowling-degos disease and seborrhoeic keratosis. Case Rep Med. 2011; Epub 2011
Sep 14.
2 Zarzoso I, Bodet D, García-Patos V. A peculiar inheritance: the patient had a net-like pattern of pigmentation on her vulva and
perianal skin. Am J Obstet Gynecol. 2013 Jun; 208(6):506.
Nódulos normocoloreados
submamarios
4
GENODERMATOSIS
Anamnesis
Mujer de 31 años que acude a consulta por la aparición progresiva de lesiones en la zona epigástrica desde
hace un año. Las lesiones son asintomáticas y la paciente las atribuye al roce de prendas de ropa.
La paciente no refiere alergias medicamentosas. Entre sus antecedentes personales solamente destaca
la realización de tratamiento erradicador del Helicobacter pylori. No refiere intervenciones quirúrgicas ni
toma de tratamientos crónicos.
Exploración física
A la exploración se objetivan varios nódulos normocoloreados, bien delimitados, de superficie lisa y
consistencia elástica, de entre 0,4 y 0,7 cm, en región submamaria y epigastrio (figura 1).
Exploraciones complementarias
Se realiza una biopsia cutánea. En la tinción con hematoxilina eosina se observan quistes de contorno
irregular revestido por epitelio plano estratificado. Existen glándulas sebáceas maduras abocadas a la luz
de dichos quistes, donde se objetiva material laminar compatible con queratina (figura 2).
Diagnóstico
Esteatocistoma múltiple localizado.
A B
A B
Tratamiento
La paciente, informada del carácter benigno de las lesiones, no desea tratamiento de las mismas. Aunque
la paciente no refiere antecedentes familiares de lesiones similares se le explica la posibilidad de transmisión
a su descendencia.
Evolución
Las lesiones permanecen estables.
Comentario
El esteatocistoma múltiple es una rara entidad caracterizada por quistes cutáneos frecuentemente
localizados en el pecho, axilas e ingles. Conforme a su distribución se distinguen distintos subtipos de esta
entidad: localizado, generalizado, facial y acral.
Clínicamente el esteatocistoma múltiple se presenta como pequeñas lesiones cupuliformes normocoloreadas
o translúcidas, que aparecen durante la adolescencia, a veces con comedones asociados. Se considera
una malformación nevoide de carácter benigno de la unidad pilosebácea, sin manifestaciones internas
asociadas. La mayoría de los casos se transmiten con un patrón de herencia dominante, aunque existen
casos de herencia recesiva descritos.
En la patogénesis del esteatocistoma múltiple se han postulado mutaciones en el gen de la queratina 17,
una queratina básica de tipo 1 que se expresa en los apéndices epidérmicos como las glándulas sebáceas
y los folículos cutáneos.
El diagnóstico de esta entidad ha de ser confirmado histopatológicamente para excluir sus principales
diagnósticos diferenciales: quistes vellosos eruptivos, quistes triquilemales, leiomiomas, quistes de inclusión
epidérmica o lipomas.
Entre los tratamientos recogidos en la literatura se encuentran la excisión quirúrgica, aspiración, crioterapia,
corticoides intralesionales, láser de CO2 o isotretinoína.
BIBLIOGRAFÍA
1 Molinero Caturla J, Vilata Corell JJ, Grau Salvat C, Miquel Miquel FJ, Obón Losada L, Aliaga Boniche A. Esteatocistoma
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3 Mortazavi H, Taheri A, Mansoori P, Kani ZA. Localized forms of steatocystoma multiplex: case report and review of the
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4 Cho S, Chang SE, Choi JH, Sung KJ, Moon KC, Koh JK. Clinical and histologic features of 64 cases of steatocystoma multiplex.
J Dermatol 2002;29:152-6.
Múltiples hemangiomas
y tumores óseos
03
Guillermo Enrique Solano-López Morel,
María José Concha-Garzón, Andrea Montes-Torres,
Javier Sánchez-Pérez
4
GENODERMATOSIS
Anamnesis
Varón de 62 años con antecedentes personales de adenocarcinoma enteroide de bajo grado, hemocromatosis,
esteatosis hepática, policitemia vera y gammapatía monoclonal IgA, presenta desde el nacimiento lesiones
papulo-tuberosas en el dorso de los dedos de la mano izquierda que fueron aumentando en tamaño y
número. En la infancia y adolescencia las lesiones fueron extendiéndose a la zona del antebrazo y del brazo
ipsilateral. Además, en los últimos años le fueron apareciendo múltiples lesiones nodulares en tronco y
extremidades. Como antecedentes familiares destacamos la presencia de lipomatosis múltiple en varios
miembros de su familia; madre, tía materna, siete hermanos y 2 sobrinos.
Exploración física
Lesiones nódulo-tuberosas de coloración eritema-violácea en cara palmar y dorsal y dedos de la mano
y antebrazo izquierdos (figura 1). Placa eritematosa en región dorsal de 7 cm de diámetro, de bordes
irregulares bien delimitada y que se extiende hasta el hemitórax izquierdo. Múltiples lesiones nodulares en
tórax, brazos y piernas (figura 2).
Exploraciones complementarias
Una radiografía de la mano y del antebrazo izquierdos mostró múltiples imágenes sugerentes de
hemangiomas de partes blandas con alguna lesión ósea lítica sugestiva de encondroma. Una TAC mostró
múltiples imágenes sugestivas de hemangiomas intramusculares y en el tejido celular subcutáneo. Dos
biopsias del dorso de la mano izquierda confirmaron un angioma y una ectasia vascular. Otra biopsia del
antebrazo confirmó un linfangioma superficial. Se extirparon dos lesiones nodulares; una en flanco derecho
y otra en el hombro izquierdo que al examen histopatológico mostraron adipocitos maduros encapsulados
mezclados con vasos sanguíneos de pared fina confirmando que se trataban de angiolipomas.
Figura 2
Múltiples
angiolipomas
localizados en el
muslo derecho
Diagnóstico
Síndrome de Maffucci (SM) y lipomatosis familiar múltiple (LFM).
Tratamiento y evolución
En el seguimiento, una radiografía de la mano mostró una solución de continuidad en la falange distal del
segundo dedo de la mano izquierda con una lesión lítica en relación con una fractura patológica sobre
un encondroma. Las lesiones vasculares permanecen estables y no hay datos radiográficos sugestivos de
condrosarcoma. Tiene prevista la extirpación de un angiolipoma en el glúteo izquierdo que le causa dolor.
Discusión
El SM es una enfermedad genética rara no herediaria. Consiste en la presencia de encondromas múltiples
(encondromatosis), hemangiomas y raramente linfangiomas. La transformación maligna a hemangiosarcoma
o linfangiosarcoma es posible pero rara1. La transformación de encondromas a condrosarcomas ocurre en
30 a 40 % de los casos. No está indicado el tratamiento de lesiones óseas asintomáticas sin fracturas
patológicas o transformación maligna2. Los hemangiomas se presentan como nódulos subcutáneos
azulados. Histológicamente los hemangiomas son en su mayoría de tipo venosos, pero también los hay
capilares o mixtos. El diagnóstico diferencial debe hacerse principalmente con la enfermedad de Ollier que
presenta encondromas sin hemangiomas3. La LFM es una rara enfermedad autosómica dominante que
consiste en la presencia de angiolipomas encapsulados en tronco y miembros. Los angiolipomas aparecen
típicamente en la tercera década de la vida. El diagnóstico diferencial debe hacerse con neurofibromas. No
es necesario el tratamiento de los mismos aunque si ocasionan molestias o dolor se utiliza la liposucción
o la excision quirúrgica4. Presentamos el caso de un SM asociado a una LFM, asociación de dos raras
entidades genéticas que no hemos encontrado descrita en la literatura.
BIBLIOGRAFÍA
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2 Amezyane T, Bassou D, Abouzahir A, Fatihi J, Akhaddar A, Mahassin F, et al. Intern Med. 2010;49:85-6.
3 Kaplan RP, Wang JT, Amron DM, Kaplan L. Maffucci’s syndrome: two case reports with a literature review. J Am Acad
Dermatol. 1993;29:894-9.
4 Abbasi NR, Brownell I, Fangman W. Familial multiple angiolipomatosis. Dermatol Online J. 2007;13:3.
Máculas hipomelanóticas
en un lactante
4
GENODERMATOSIS
Anamnesis
Varón de 3 meses de edad alumbrado de
forma prematura por vía vaginal (32 sema-
nas), con ecografía abdominal y transfon-
tanelar al nacimiento normales. Sin otros
antecedentes médicos personales de inte- Figura 1
rés. Padre con DM tipo 1, hermanos de 5 y Lesiones en
cara anterior de
2 años sanos. tronco, abdomen
y muslo derecho
Fue remitido a nuestras consultas desde su delimitadas por la
pediatra de atención primaria por presentar línea media
manchas hipocrómicas desde el nacimiento.
Exploración física
En el examen físico se observaban lesiones
a modo de mácula, hipopigmentadas, no
descamativas y bien delimitadas. Se encon-
traban distribuidas ocupando el hemicuerpo
Figura 2
derecho, delimitadas por la línea media de Lesiones en
forma neta, observándose otras en glúteo y glúteos y cara
posterior de
muslo izquierdos (figuras 1 y 2). No asociaba
miembros
otras manifestaciones clínicas. inferiores
Exploraciones complementarias
Tras la revisión en nuestras consultas, fue remitido al servicio de neuropediatría para descartar posibles
alteraciones neuroectodérmicas asociadas. En dicho servicio se realizó una exploración clínica neurológica
minuciosa, que resultó normal.
Diagnóstico
Hipopigmentación nevoide (“hipomelanosis de Ito”), en relación con un mosaicismo cutáneo pigmentario
en dámero.
Tratamiento
No precisó tratamiento.
Evolución
Actualmente se encuentra en seguimiento por los servicios de Pediatría y Dermatología, con un aparente
crecimiento de las lesiones cutáneas, pero con desarrollo físico y psicomotor favorable.
Comentario
Un mosaicismo consiste en la coexistencia, en un solo individuo, de células genotípicamente diferentes que
provienen de un mismo zigoto.
En los mosaicismos cutáneos, existen diferentes patrones de presentación: siguiendo las líneas de Blaschko,
en dámero, filoide, gran parche que no respeta la línea media y de lateralización. El paciente de nuestro
caso presentaba máculas hipopigmentadas con un patrón en dámero, que es aquel en el que las lesiones
se disponen en forma de cuadros de piel afecta que alterna con otros de piel sana, interrumpiéndose de
forma brusca en la línea media sin atravesarla. Dentro del espectro de patologías que cursan con esta clínica
se encuentran, entre otras, el nevo despigmentoso y el vitíligo segmentario. En el nevo despigmentoso, las
lesiones pueden estar presentes desde el nacimiento o bien aparecer durante los 2 primeros años de vida
y tienden a permanecer estables con el tiempo.
En estos casos es importante descartar alteraciones neuroectodérmicas asociadas, por lo que será
imprescindible realizar revisiones periódicas para detectarlas precozmente.
El tratamiento de las lesiones cutáneas es meramente cosmético.
BIBLIOGRAFÍA
1 Eichenfield LF, Frieden IJ, Esterly NB. Neonatal dermatology. 2nd edition. Elsevier. 2008.
2 Rodríguez Bandera AI, Feito Rodríguez MF, Vorlicka K, De Lucas Laguna R. líneas de Blaschko y otros mosaicismos cutáneos.
Piel. 2013, vol28: 457-468.
3 Silva Kouzak S, Teixeira Mendes M, Carvalho Costa IM. Cutaneous mosaicisms: concepts, patterns and classifications. Annais
Brasileiros de Dermatología. 2013, vol88: 507-517.
Miscelánea
01 | Miscelánea 268
MISCELÁNEA
Índice
Caso 01. ¿Cambio alarmante en lesión melanocítica?
Caso 02. ¿Dos tipos de pelo en una niña o…?
Caso 03. Dermatosis purpúrica pigmentaria tipo Liquen Aureus Segmentario
Caso 04. Dermatitis facticia
Caso 05. Erupción facial lineal
Caso 06. Niña de 13 años con placas hiperpigmentadas asintomáticas
Caso 07. Hiperqueratosis nevoide del pezón y la areola
Caso 08. Pápulas en empedrado del cuello
Caso 09. Hipohidrosis y palidez hemifacial
Caso 10. Melanoniquia e hiperpigmentación oral
Caso 11. Múltiples pápulas asintomáticas en dorso de manos
Caso 12. Vesículas hemorrágicas eruptivas
Caso 13. Hipertricosis en un antebrazo
Caso 14. Úlceras genitales agudas en una adolescente
Caso 15. Lesiones cutáneas dolorosas múltiples
Caso 16. Erupción polimorfa involutiva en neonata prematura
Caso 17. Masa pulsátil cervical tras picadura de artrópodo
269
MISCELÁNEA
Índice 270
Miscelánea
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Mujer de 37 años de edad, con antecedes de hipotiroidismo en tratamiento con levotiroxina, que acude
a consulta de Dermatología para valoración de una lesión pigmentada en abdomen. La paciente refería
que presentaba la lesión desde hace muchos años, pero que desde hace 6 meses le había cambiado,
presentando aumentando de tamaño y cambio de color con oscurecimiento de la lesión y con aparición de
un halo pigmentado en la periferia.
La paciente no presentaba antecedentes familiares de melanoma, no refería hábitos de exposición solar ni
quemaduras solares en la infancia.
Exploración física
Fototipo III. En abdomen se objetivaba una lesión pigmentada de 6 mm, marrón oscura con un halo en
periferia de tonalidad marrón-azulada (figura 1A).
En la dermatoscopia se observaba un patrón pigmentado irregular con algunos glóbulos de pigmento
insinuándose en algunas zonas un velo azulado. En la periferia de la lesión se observaba una pigmentación
marronácea difusa con zonas azuladas (figura 1B).
Exploraciones complementarias
Se realizó extirpación completa de la lesión sin márgenes para estudio histopatológico, en el que se objetivó
una proliferación melanocítica sin atipia celular con un infiltrado linfocitario en dermis papilar, con algunas
zonas de regresión y abundante carga de melanófagos (figura 2).
Diagnóstico
Halo nevus pigmentado.
Tratamiento
La paciente no precisó tratamientos subyacentes.
Evolución
Dado el carácter benigno de estas lesiones la paciente no precisó un seguimiento posterior.
Comentario
La aparición de un halo blanquecino alrededor de lesiones melanocíticas es conocida como halo nevus o
fenómeno de Sutton. Este, puede presentarse aisladamente o aparecer en el contexto de otras patologías
como vitíligo y melanoma. La patogenia se superpone a la del vitíligo, con una respuesta inmunológica
mediada por linfocitos T. El halo nevus clásico comienza como una hipopigmentación alrededor de un
nevus melanocítico (estadio I) y sigue un curso impredecible pudiendo causar desaparición completa de la
lesión (estadio III) o repigmentación total (estadio IV).
Son excepcionales los casos de fenómeno halo nevus pigmentado. Histológicamente se observa una lesión
melanocítica, sin células atípicas con un infiltrado inflamatorio linfocítico y melanófagos1. La peculiar
coloración de estos casos parece deberse a la intensa carga de melanófagos1, como sucede en nuestro
caso. Se ha comunicado también un fenómeno clínico similar, que solo exhibía hiperpigmentación de la
basal sin infiltrado inflamatorio ni melanófagos en la histología, lo que lo hace diferente del fénomeno de
Sutton2.
La importancia de estos casos reside en su diagnóstico diferencial con el melanoma, especialmente al
tratarse de una lesión melanocítica con historia de cambios bruscos.
BIBLIOGRAFÍA
1 Phung M. Huynh, Rossitza Lazova, Jean L. Bolognia. Unusual Halo Nevi- Darkening Rather than Lightening of the Central
Nevus. Dermatolgy.2001;202:324-27.
2 Lenormand C, Cribier B, Lipsker D. Eruptive pigmentation around naevi and seborrhoeic keratoses in a patient with stage III
melanoma: hyperpigmented halo or ‘Nottus’phenomenon. Br J Dermatol. 2013 May;168: 1128-47.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Niña de 3 años de origen marroquí que acude a nuestro Servicio por presentar áreas bien delimitadas de
cabello que difieren visiblemente del resto de su pelo normal. Su madre refiere que están presentes desde
el nacimiento. No presenta otra sintomatología asociada y sus revisiones pediátricas se encuentran dentro
de la normalidad. Tiene un hermano gemelo, una hermana y dos hermanos mayores, todos sanos, con
cabellos aparentemente normales. No existe cosanguinidad entre los padres.
Exploración física
A la exploración física se objetivan en vértex y en ambas regiones temporales áreas bien delimitadas de
cabellos de color ligeramente más claro, fino, ensortijado, seco impeinable y de tacto lanoso. El resto del
pelo es normal. No se observan alteraciones cutáneas, dentarias ni ungueales asociadas (figura 1).
Figura 1
Exploraciones complementarias
Se realizó estudio del cabello anómalo mediante
microscopio electrónico de barrido, observándose pelos
de diferentes tamaños, algunos de ellos con una sección
del tallo de morfología oval y algunos también con una
acanaladura longitudinal del tallo (figura 2).
Diagnóstico
Dadas las características clínicas del cabello y las anomalías
observadas mediante microscopio electrónico de barrido
se llega al diagnóstico de nevus de pelo lanoso.
El nevus de pelo lanoso no precisa tratamiento, dado que su única repercusión es estética, pero es
importante descartar displasias ectodérmicas sistémicas asociadas por lo que se derivó a la paciente a
Neurología, Cardiología y Oftalmología, siendo todos los estudios negativos.
Comentario
El nevus de pelo lanoso o woolly hair nevus fue descrito por Wise en 1927. Es un trastorno congénito,
no hereditario e infrecuente que consiste en la presencia de una o más áreas localizadas, bien
circunscritas, de pelo intensamente rizado, más claro y de aspecto lanoso entremezclado con pelo normal.
Es la forma de pelo lanoso congénito más frecuente. Al microscopio electrónico pueden observarse diversas
alteraciones como pelos de diferentes tamaños, sección transversal del pelo ovalada y un canal longitudinal
a lo largo del tallo. Se asocia en un 50% de los casos a nevus epidérmico verrucoso. Puede asociarse
también a otras anomalías cutáneas, oftalmológicas, neurológicas y cardiológicas en el contexto de una
displasia neuroectodérmica sistémica, siendo este el motivo más importante de conocer esta entidad y
realizar un correcto diagnóstico y un despistaje adecuado de estas patologías con mayor relevancia.
BIBLIOGRAFÍA
1 Woolly hair nevus associated with an ipsilateral linear epidermal nevus. Martín-González T, del Boz-González J, Vera-Casaño
A. Actas Dermosifiliogr. 2007 Apr;98(3):198-201.
2 Woolly hair nevus: a rare entity. Venugopal V, Karthikeyan S, Gnanaraj P, Narasimhan M. Int J Trichology. 2012 Jan;4(1):42-3.
doi: 10.4103/0974-7753.96090.
3 Gaucher Disease: Review of the Literature. Mingyi Chen, Jun Wang. Archives of Pathology & Laboratory Medicine: May 2008,
Vol. 132, No. 5, pp. 851-853.
Dermatosis purpúrica
pigmentaria tipo Liquen
Aureus Segmentario
03 Thiffany Ramírez Tucas, Irene Andrés Ramos,
Conrado Jorge Finnigan, Juan Carlos Santos Durán
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Varón de 28 años acude a la consulta de Dermatología por presentar desde hace 3 años lesiones
pigmentadas asintomáticas en cara anterolateral de pierna derecha. Refiere inicio lento e insidioso
con aumento progresivo del tamaño y número. El único posible desencadenante es la asociación a
traumatismos persistentes en la zona relacionados con el deporte. No ha recibido tratamientos previos
ni uso de fármacos nuevos desde la fecha de aparición. No refiere otros antecedentes relevantes en
la anamnesis.
Exploración física
Dermatológico: En extremidad inferior derecha,
en la cara anterolateral presenta una placa
formada por elementos maculopapulosos
redondeados con descamación superficial que
se agrupan con tendencia a la distribución lineal
de unos 10 x 2 cms, de coloración eritemato
marronácea cobriza. No se aprecian otros
hallazgos patológicos (figura 1).
Exploraciones complementarias
Analíticas: hemograma, perfil bioquímico, perfil hepático, diabético y función renal normales y serologías
para VIH, sífilis, VHB y VHC negativos.
Se realiza biopsia tipo Punch de 4 mm de la lesión donde se aprecia infiltrado linfohistiocitario liquenoide
con extravasación hemática y acúmulos de hemosiderina en dermis papilar.
Diagnóstico
Dermatosis púrpurica pigmentaria tipo Liquen Aureus Segmentario.
Tratamiento
Se inicia tratamiento con metilprednisolona aceponato tópico con escasa respuesta.
Discusión
El liquen aureus es subtipo clínico infrecuente de dermatosis purpúrica pigmentaria, de etiología
actualmente desconocida; se cree que existe compromiso del sistema inmune celular con lesión
vascular y extravasación hemática. Se ha asociado a múltiples traumatismos previos de la zona, uso
de fármacos, infecciones e insuficiencia venosa crónica subyacente. Caracterizada por presentar
placas o pápulas agrupadas liquenoides marronáceas amarillentas doradas de predominio unilateral
principalmente en extremidades inferiores y en el tronco. Puede presentar, como en nuestro caso,
patrón segmentario siguiendo las líneas de Blaschko.
BIBLIOGRAFÍA
1 Zhao YK, Luo DQ, Sarkar R, Xie WL. Segmental lichen aureus in a Young woman with spontaneous improvement,JDDG, 2014.
2 Moche J, Glassman S, Modi D, Grayson W. Segmental lichen aureus: a report of two cases treated with methylprednisolone
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3 Sardana K, Sarkar R, Sehgal V. Pigmented purpuric dermatose: an overview. Int J Dermatol 2004; 43: 482-8.
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fungoides. Arch Dermatol 2008; 144: 1169-75.
5 Kim MJ, Kim BY, Park KC et al. A case of childhood lichen aureus. Ann Dermatol. 2009; 21: 393-5.
Dermatitis facticia
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Mujer de 35 años que acude a consulta por aparición brusca e inexplicada de lesiones eritematoampollosas
en ambas nalgas. A la entrevista, comenta episodio de pérdida de conciencia de varios minutos de duración.
Este se inicia súbitamente sin sintomatología previa mientras se encuentra en su casa en reposo (por
ejemplo, sentada en el sofá). Al recuperar la consciencia se encuentra en el suelo de su domicilio y al
explorarse descubre las lesiones anteriormente descritas.
No presenta antecedentes patológicos de interés, vive sola. Muestra cierto desinterés hacia la aparición
atípica de sus lesiones y cierta vaguedad y falta de concreción al describir inicialmente su forma de aparición
y evolución.
Exploración física
A la exploración se observaban tres placas eritematosas, de bordes netos, rodeadas de piel sana, con alguna
vesícula y ampolla a tensión sobre la base eritematosa en cuadrante inferoexterno de nalga izquierda y
una gran placa eritematoampollosa sobre nalga derecha, pliegue interglúteo y casi la totalidad de la nalga
izquierda. Varias de las lesiones presentaban geometría triangular de similar tamaño y distinta orientación.
No se acompañaba de prurito, sí de escozor y dolor a la palpación. Clínicamente tenían el aspecto de
quemaduras. No se apreciaron más lesiones a otros niveles.
Exploraciones complementarias
Se realizó biopsia de las lesiones que mostró infiltrado inflamatorio con ampollas subepidérmicas y necrosis
de queratinocitos. Siendo compatible la anatomía patológica con quemaduras de 1º y 2º grado.
Figura 1 Lesiones en la primera visita: placas eritematosas de Figura 2 Aspecto de las lesiones durante la revisión
morfología atípica, bordes netos, piel circundante normal y restos de
ampollas
Diagnóstico
Dermatitis facticia.
Tratamiento y evolución
Realizamos cura de las quemaduras y citamos para revisión. En la siguiente visita se constató buena
evolución de las lesiones tratadas.
Intentamos acercamiento a la paciente, buscando posibles factores estresante intercurrentes que hubieran
podido desencadenar el cuadro y sugerimos la posibilidad de haberse quemado con algún objeto de forma
inconsciente. La paciente negó esa posibilidad. En siguientes revisiones no se consiguieron más avances y la
paciente se mostró frustrada por no obtener respuesta al origen de sus lesiones. Le comentamos la opción
de ser valorada también por psiquiatría a lo que la paciente accedió.
Sin embargo, cambió de opinión, y pidió cita para una segunda opinión por parte de otro dermatólogo de
nuestro servicio, donde le dieron las mismas indicaciones.
La paciente después de esa valoración dejó de acudir a las revisiones de nuestros Servicio y tampoco acudió
a la cita en Psiquiatría.
Comentario
Por dermatitis artefacta o facticia entendemos la aparición de lesiones cutáneas autoinfligidas con el objeto
de satisfacer una necesidad psicológica o emocional inconsciente, cuya aparición se produce de un modo
inexplicable, en la que el paciente niega cualquier tipo de responsabilidad.
El perfil típico es una mujer de entre 20 y 30 años con bajo nivel cultural. Es frecuente la personalidad tipo
límite y la intercurrencia de factores de estrés psicosocial como desencadenantes.
La afectación de la cara y las lesiones tipo úlcera o escoriación son las más comunes.
En la entrevista suele objetivarse vaguedad del paciente al discurrir sobre la aparición y evolución de las
lesiones (“hollow history”) así como indiferencia emocional hacia la posible gravedad de la patología
(“belle indifference”). Su clínica es tan variada como métodos existen para dañar el tegumento cutáneo,
a pesar de ello, encontramos varios elementos comunes: bordes netos con piel circundante sana, patrones
atípicos y poco asociados a patología orgánica y aparición en áreas “al alcance de la mano”. No existe
tratamiento eficaz y es preciso un seguimiento prolongado. En la mayoría de los pacientes adopta un curso
crónico recidivante con episodios de remisión y de recaída, y los pocos que mejoran lo suelen hacer por la
desaparición de los factores de estresantes que desencadenaron el cuadro.
BIBLIOGRAFÍA
1 Rodríguez Pichardo A García Bravo B. Dermatitis artefacta: revisión. Actas Dermosifilogr. 2013;104(10):854-866.
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3 Verraes-Derancourt S Derancourt C Heenen M et ol. Dermatitis artefacta: retrospective study in 31 patients. Ann Dermatol
Venereol 2006;133:235-8
4 Surajit N Basanti A Basanti D et ol. Dermatitis artefacta. Indian J Psychiatry. 2013 Apr-Jun; 55(2): 189-1.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Varón de 45 años sin antecedentes personales de interés acudió a la consulta por presentar desde hacía
varios meses una lesión cutánea asintomática localizada en la línea media de la frente.
Exploración física
Pápulas violáceas pigmentadas que se distribuían linealmente
siguiendo las líneas de Blaschko, en la línea media frontal
(figura 1). No se visualizaron lesiones en otras localizaciones.
Exploraciones complementarias
Hemograma y bioquímica sin alteraciones. Estudio histológico
con infiltrado liquenoide de predominio perianexial que borra la
interfase, con presencia de queratinocitos apoptóticos.
Figura 1 Pápulas violáceas lineales siguiendo las
Diagnóstico líneas de Blaschko
Liquen estriado.
Tratamiento
Tacrólimus tópico 0.1%, dos veces al día.
Evolución
Desaparición de las lesiones tras seis meses de tratamiento,
dejando ligera hiperpigmentación residual (figura 2). Tras dos
años de seguimiento no ha habido recidivas.
Comentario
Aportamos un caso de liquen estriado facial en un adulto, pre-
sentación clínica muy poco frecuente. El diagnóstico diferencial
debemos realizarlo con otras dermatosis de distribución lineal;
en nuestro caso principalmente con el liquen plano lineal. El
diagnóstico diferencial entre liquen plano lineal y liquen estria-
Figura 2 Resolución de las lesiones tras 6 meses de
do comprende datos clínicos muy sutiles, por lo que se hace ne- tratamiento. Se observa ligera hiperpigmentación
cesario el estudio histológico. La ausencia de prurito, la hipopig- postinflamatoria
mentación residual, y la tendencia a la autoinvolución apoyan
el diagnóstico de liquen estriado. Los cambios histopatológicos en el liquen estriado son muy variables, y
en muchos casos inespecíficos. La presencia de un infiltrado inflamatorio en la dermis reticular alrededor
de los folículos y las gándulas sudoríparas ecrinas, cuando sucede, ayuda a diferenciarlo del liquen plano.
De etiología desconocida, se ha sugerido un mecanismo inmunológico mediado por linfocitos T
citotóxicos. De este modo, tacrólimus, un inhibidor de la producción de citoquinas inflamatorios por
parte de células T, ha demostrado su utilidad en el tratamiento de casos aislados de liquen estriado.
BIBLIOGRAFÍA
1 Pulgar F, Rivera R, Rodríguez-Peralto JL, Vanaclocha F. Liquen plano y liquen estriado ¿polos opuestos de un mismo espectro?
Actas Dermosifiliogr. 2009; 100:907-22.
2 Sorgentini C, Allevato MA, Dahbar M, Cabrera H. Lichen striatus in an adult: successful treatment with tacrolimus. Br J
Dermatol. 2004;150:776-7.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Niña de 13 años de edad, sin antecedentes médicos de interés, que es remitida a consulta de Dermatología
desde su Pediatra habitual por aparición de manchas en región abdominal desde hace algo más de un
año, asintomáticas. Las lesiones aparecieron en verano y no se han modificado desde entonces. No habían
realizado ningún tratamiento específico y las lesiones no desaparecían con el lavado enérgico con agua y
jabón.
Exploración física
A la exploración se observa una mancha café
con leche a nivel de fosa iliaca derecha (presente
desde el nacimiento) y además máculas
hiperpigmentadas de color marrón y aspecto
reticulado, que en algunas zonas tienen un
componente papilomatoso al tacto, con una
distribución bastante simétrica que afecta a
ambos laterales del abdomen, desde las fosas
ilíacas hasta ambos hipocondrios, línea alba,
región cervical y escote (figura 1).
Figura 1
Máculas hiperpigmentadas
reticulares y bilaterales en abdomen
Exploraciones complementarias
Por el aspecto y localización de las lesiones y la edad de la
paciente, se realizó solamente una maniobra diagnóstico-
terapéutica: fricción con gasa empapada en alcohol etílico.
Con esto se eliminaron las lesiones quedando piel normal en
esas zonas (figura 2).
Diagnóstico
Se estableció el diagnóstico de terra firma-forme dermatosis.
Tratamiento
Se recomendó la aplicación de una crema con ácido glicólico
y salicílico.
Evolución
Cuando acudió a revisión unos meses después, habían
desaparecido por completo las lesiones.
Figura 2 Obsérvese en la zona superior derecha una
zona eritematosa con piel normal, tras la fricción con
gasa empapada en alcohol etílico
Comentario
La terra firma-forma dermatosis es un proceso bastante frecuente en niños y adolescentes. Su causa
es desconocida; se cree que se debe a un retraso en la maduración de los queratinocitos con retención
de melanina, sin parecer que se relacione con un déficit de higiene. Aunque se puede presentar de
diferentes formas clínicas y plantear diagnóstico diferencial con otras entidades (papilomatosis reticular
y confluente, acantosis nigricans, nevus epidérmico), en general la clínica es característica y sólo suele
ser necesario para su diagnóstico realizar la prueba del alcohol. En algunos casos descritos en la
literatura se ha realizado biopsia cutánea, evidenciándose una acantosis y papilomatosis epidérmica,
junto a una hiperqueratosis lamelar prominente con cúmulos ortoqueratósicos de morfología espiral.
El tratamiento se realiza con exfoliantes a base de ácido salicílico u otros queratolíticos. Típicamente
no recurre tras el tratamiento. En resumen, la terra firma-forma dermatosis debe considerarse en todos
los casos de hiperpigmentación reticulada del cuello, brazos y tronco, puesto que es una dermatosis
frecuente y si se sospecha se pueden evitar biopsias cutáneas innecesarias, diagnosticándola de forma
rápida y sencilla con la fricción con alcohol.
BIBLIOGRAFÍA
1 Berk DR. Terra firma-forme dermatosis: a retrospective review of 31 patients. Pediatr Dermatol. 2012 May-Jun;29(3):297-300.
2 Guarneri C, Guarneri F, Cannavò SP. Terra firma-forme dermatosis. Int J Dermatol. 2008 May;47(5):482-4.
3 Martín-Gorgojo A, Alonso-Usero V, Gavrilova M, Jordá-Cuevas E. Dermatosis neglecta or terra firma-forme dermatosis. Actas
Dermosifiliogr. 2012 Dec;103(10):932-4.
4 Ratcliffe A, Williamson D, Hesseling M. Terra Firma-Forme Dermatosis: it´s easy when you know it. Arch Dis Child. 2013
Jul;98(7):520.
5 Tavli YU, Mevlitoglu I, Toy H, Unal M. Terra Firma-Forme disease. J Paediatr Child Health. 2012 Nov;48(11):1046-7.
Hiperqueratosis nevoide
del pezón y la areola
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Presentamos el caso de una niña de 10 años que acude por la aparición de una lesión hiperpigmentada
áspera al tacto, localizada en la areola izquierda de seis meses de evolución que se había acentuado
progresivamente. La paciente no refería sintomatología asociada ni reconocía haber aplicado ningún
tratamiento tópico previamente. No refería antecedentes personales ni familiares de nevo epidérmico,
ictiosis ni acantosis nigricans.
Exploración física
A la inspección se apreciaba un discreto
engrosamiento hiperpigmentado de la
areola de la mama izquierda a modo de
placa de tonalidad marronácea de aspecto
ligeramente verrucoso, áspera al tacto, que
afectaba parcialmente a la areola y pezón
izquierdo (figura1). El complejo areola-pezón
contralateral no presentaba lesiones similares.
No se objetivó secreción ni alteración de la
sensibilidad.
Pruebas complementarias
Se realizó una biopsia-punch de 4 mm de la lesión hiperpigmentada que reveló una hiperqueratosis
junto con acantosis y papilomatosis leve con aumento de pigmentación en la capa basal, sin presencia de
infiltrado en dermis papilar ni reticular (figura 2).
Diagnóstico
Hiperqueratosis nevoide del pezón y la areola.
Tratamiento
Con los hallazgos clínicos e histológicos se llegó al diagnóstico de hiperqueratosis nevoide del pezón
y la areola. Se instauró tratamiento con calcipotriol 0,1% tópico en combinación con aceponato de
metilprednisolona 0,1% crema.
Evolución
Tras tres semanas de tratamiento combinado con corticoide y queratolítico tópico de aplicación diaria la
paciente presentaba una notable mejoría clínica, persistiendo una leve hiperpigmentación con desaparición
del componente hiperqueratósico.
Comentarios
La Hiperqueratosis Nevoide del pezón y la areola (HNPA) es una entidad benigna poco frecuente
caracterizada por un engrosamiento verrugoso y pigmentación marronácea que puede afectar al pezón, la
areola o ambas.1 Se han descrito tres subtipos: a) forma de expresión de un nevo epidérmico; b) asociado
a otras dermatosis como ictiosis, eccema crónico, acantosis nigricans, linfoma T, enfermedad de Darier y
eritrodermia ictiosiforme; c) forma aislada o idiopática. Desde un punto de vista práctico se puede dividir
en dos grandes subtipos idiopático o nevoide y secundario. La HNPA presenta un predominio femenino en
la segunda y tercera década de la vida.
Su etiología se desconoce aunque dentro de sus factores etiopatogénicos destacan los endocrinos.2
Habitualmente su distribución es bilateral, pero en algunos casos, como es nuestro caso, se manifiesta de
forma unilateral.3
Es preciso plantear diagnóstico diferencial con la enfermedad de Paget, dermatofitosis, nevo epidérmico
verrugoso y acantosis nigricans.
Se han descrito múltiples opciones terapéuticas tanto tópicas4 (tretinoína, calcipotriol y esteroides) como
otras más invasivas5 (crioterapia, láser y cirugía) con respuesta clínica variable.
Presentamos un nuevo caso de HNPA en una niña de 10 años con buena respuesta al tratamiento tópico
combinado de esteroide y queratolítico.
BIBLIOGRAFÍA
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Radiofrequency Ablation. J Cutan Aesthet Surg. 2011;4:214-5.
Pápulas en empedrado
del cuello
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Mujer de 69 años con aterosclerosis de miembros inferiores en tratamiento con Clopidogrel que consultaba
por la aparición desde hacía 8-10 años de unas pápulas asintomáticas en región cervical. Las lesiones
aparecieron de forma progresiva con afectación posterior de axilas y fosas antecubitales. La paciente
negaba exposiciones prolongadas al sol o procesos inflamatorios previos en las zonas afectadas. Ningún
familiar presentaba lesiones similares.
Exploración física
A la exploración dermatológica presentaba
pápulas, no foliculares, del color de la piel
normal, algo amarillentas, a nivel de las
caras laterales y posterior del cuello, así
como en axilas y fosas antecubitales. Estas
pápulas se agrupaban formando placas
con aspecto en empedrado (figura 1).
No se observaban otras lesiones de daño
actínico en cuello, cara o escote.
Figura 1
Múltiples pápulas de color carnoso, en la cara posterior
y lateral del cuelo, agrupadas adoptando un patrón en
empedrado
Exploraciones complementarias
En la biopsia cutánea teñida con hematoxilina-eosina
no se observaban alteraciones significativas epidermis
ni dermis. La tinción con orceína demostró una pérdida
de fibras elásticas en la dermis papilar (figura 2). No se
observaron alteraciones en la cantidad o disposición de las
fibras elásticas en el resto de la dermis. No se detectaron
depósitos de calcio con la tinción de von Kossa.
La valoración oftalmológica y cardiológica de la
paciente fue normal.
Diagnóstico
Elastolisis de la dermis papilar similar a pseudoxantoma
elástico.
Figura 2 Pérdida de las fibras elásticas en la dermis papilar
(Orceína, 40x)
Tratamiento
La paciente no ha recibido ningún tratamiento para estas lesiones.
Evolución
El cuadro ha evolucionado con la aparición lenta pero progresiva de nuevas lesiones.
Comentario
La elastolisis de la dermis papilar similar a pseudoxantoma elástico es un trastorno de las fibras elásticas
que clínicamente recuerda al pseudoxantoma elástico pero con una histología diferente y sin afectación
sistémica.
Afecta a mujeres de edades comprendidas entre los 60 y 90 años. Las pápulas tienen de 2 a 4 mm
de diámetro, no son foliculares y tienen un color amarillento o carnoso. Se agrupan formando
grandes placas con aspecto de empedrado a nivel latero-cervical. Es frecuente la afectación de la
zona supraclavicular, aunque también se ha descrito la afectación de caras flexoras de antebrazos,
pecho, abdomen inferior o axilas. Las lesiones son asintomáticas, aunque en ocasiones pueden ser
escasamente pruriginosas.
El examen histológico muestra una pérdida de fibras elásticas en la dermis papilar de forma total o parcial,
con fragmentación y pérdida del patrón arboriforme. En la dermis reticular las fibras elásticas tienen
generalmente un aspecto norma. La epidermis es normal o atrófica. Con la tinción de von Kossa no se
aprecian calcificaciones, a diferencia de las lesiones de PXE.
Hasta el momento no se ha descrito ningún tratamiento efectivo para este trastorno.
BIBLIOGRAFÍA
1 Gerard Pitarch, Arantxa Torrijos, M.ª Luisa García-Melgares, Elena Roche, Amparo Calatayud y José M. Fortea. Elastolisis
dérmica papilar similar a pseudoxantoma elástico.Actas Dermosifiliogr 2006;97(2):131-3.
Hipohidrosis y palidez
hemifacial
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Mujer de 53 años, sin antecedentes personales ni familiares de
interés, que acude a la consulta de dermatología por presentar en
los últimos seis meses, eritema y sudoración netamente limitados
a hemicara derecha, con palidez e hipohidrosis de la hemicara
izquierda. Según refería la paciente, esto sólo le ocurría tras
situaciones de estrés, ambientes calurosos o ejercicio físico, y se
resolvían espontáneamente pasados unos minutos.
No existían antecedentes personales de patología cutánea,
ni alteraciones de la sudoración en otras zonas, ni refirió otra
sintomatología tras la anamnesis por aparatos.
Exploración física
Se apreciaba eritema e hiperhidrosis hemifacial derecha, y palidez
y anhidrosis en hemicara izquierda (figura 1). No se evidenció
hiperhidrosis en otras áreas.
La exploración neurológica completa fue normal, no existía ptosis
palpebral, y las pupilas fueron isocóricas y reactivas.
El estudio oftalmológico descartó la coexistencia de un síndrome
de Horner.
El resto de la exploración física no reveló ningún otro signo Figura 1 Eritema e hiperhidrosis hemifacial
destacable. derecha con palidez hemifacial izquierda
Pruebas complementarias
• Test del yodo almidón (figura 2): delimitación neta del área
hiperhidrótica e hipohidrótica a nivel de línea media facial.
• Analítica sanguínea: hemograma, bioquímica, coagulación
y estudio hormonal, sin alteraciones (incluyendo velocidad
de sedimentación globular, glucosa, ionograma, función
renal y hepática, y función tiroidea).
• Radiografía de tórax: sin alteraciones.
• Resonancia magnética nuclear (RMN) de cráneo, columna
cervical y dorsal: sin hallazgos significativos.
Diagnóstico
Síndrome Arlequín Idiopático.
Tratamiento y evolución
La paciente mantiene brotes de anhidrosis y palidez hemifacial
izquierdas, pero de forma puntual y casi exclusivamente en Figura 2 Test del yodo almidón: tras estímulo
época estival, permaneciendo en invierno asintomática. Dado de la sudoración, oscurecimiento del almidón
que la sintomatología no compromete la calidad de vida de en hemifrente, mejilla, labio superior y mentón
derechos, sin modificación de este en hemicara
la paciente, de momento se consensuó tener una actitud izquierda. La propia técnica delimitó perfectamente
expectante. la línea media
Comentario
El síndrome arlequín, que fue descrito inicialmente por Lance et al en 19881, se caracteriza por la presencia
de palidez y anhidrosis hemifacial con flushing e hiperhidrosis contralateral compensatoria1-3. Se produce
por una alteración de las fibras simpáticas contralaterales a la hemicara en la que se aprecia eritema, lo que
origina que éstas no respondan a los estímulos que habitualmente inducen vasodilatación y sudoración.
Su etiología puede estar relacionada con múltiples patologías entre las que se encuentran la siringomielia,
el tumor de Pancoast, el bocio, o algún tipo de radiculopatía, o bien ser secundarias a cirugía torácica o a
simpatectomía previa2. Sin embargo, hasta 2/3 de los casos son idiopáticos3. También se ha descrito que
puedan aparecer estas alteraciones de forma transitoria tras cirugías paravertebrales2. Ocasionalmente se
asocia a síndrome de Horner o síndrome de Ross3.
Aunque no requiere tratamiento específico, se han propuesto distintas opciones terapéuticas en el síndrome
arlequín. Una de ellas es la simpatectomía quirúrgica, cuyos resultados son variables y que incluso en
algunos casos evoluciona con hiperhidrosis compensatoria en otras áreas. Recientemente se ha descrito su
tratamiento mediante bloqueo del ganglio estrellado con anestésicos locales2.
Aunque en este caso no halló ninguna patología subyacente, ante pacientes con esta sintomatología,
es necesario realizar una adecuada exploración neurológica y oftalmológica, seguida de las pruebas de
imagen necesarias para excluir las causas potencialmente graves a las que el síndrome arlequín puede estar
asociado.
BIBLIOGRAFÍA
1 Zabalza Estévez RJ, Unanue López F. Harlequin syndrome, a rare neurological disease. Neurologia 2013. [Epub ahead of print].
2 Reddy H, Fatah S, Gulve A, Carmichael AJ. Novel management of harlequin syndrome with stellate ganglion block. Br J
Dermatol 2013;169:939-959.
Melanoniquia
e hiperpigmentación oral
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Mujer de 33 años de edad, de nacionalidad sudamericana, que acude por la aparición progresiva de
pigmentaciones lineales en uñas de ambas manos de unos 8 meses de evolución, asintomáticas. No refiere
clínica sistémica. Sin antecedentes personales ni familiares de interés. Niega la toma de ninguna medicación
y de hábitos tóxicos. Trabaja de limpiadora.
Exploración física
Normohidratada, normoperfundida, afebril.
Presenta estrías longitudinales pigmentadas, de color marrón oscuro, en uñas de primer, segundo y tercer
dedos de mano derecha y en primer dedo de mano izquierda. Se localizan en margen radial de la lámina
ungueal, con 1-2 mm de grosor; en primer dedo de mano derecha, presenta bandas pigmentadas en
ambos márgenes ungueales, radial y ulnar, de 1 mm de espesor aproximadamente (figura 1).
También, áreas pigmentadas puntiformes de papilas fungiformes linguales, de tonalidad parda oscura
a grisácea, y predominio en la región distal de la lengua (figura 2a); y mácula pigmentada en mucosa
yugal derecha, adyacente a los últimos molares de la arcada dentaria superior (figura 2b). No se aprecia
pigmentación labial, genital ni de otras localizaciones.
Exploraciones complementarias
No se precisan.
a b
Diagnóstico
Síndrome de Laugier-Hunziker.
Tratamiento y evolución
No precisa. Se le explica a la paciente la benignidad del cuadro clínico, con repercusión puramente estética.
Comentario
El Síndrome de Laugier-Hunziker es un trastorno raro, benigno, esporádico, aunque se han descrito algunos
casos familiares. Más frecuente en mujeres, caucásicas, de edad media, y tiene una evolución crónica. Se
caracteriza por hiperpigmentación macular de mucosa oral y estrías melanóticas longitudinales ungueales
generalmente de manos. Se ha descrito pigmentación en pies, genitales, conjuntiva, ano y orofaringe. Las
lesiones suelen aparecer progresivamente después de la pubertad. Sólo puede ser diagnosticado cuando
coexiste afectación oral y ungueal. La biopsia no siempre es requerida, aunque mostraría acumulación de
melanina en los queratinocitos basales, sin incremento del número de melanocitos.
El diagnóstico diferencial incluye Síndrome de Peutz-Jeghers, enfermedad de Addison, síndromes LAMB
y LEOPARD, pigmentación por fármacos, SIDA, tabaquismo; y causas de melanoniquia (melanoma
subungueal, nevus de matriz ungueal, hemorragia subungueal, fármacos, embarazo y pigmentación racial).
No precisa tratamiento, salvo por razones estéticas. Para la ablación de estas lesiones podría emplearse
criocirugía y terapia con láser (Nd:YAG, alejandrita).
BIBLIOGRAFÍA
1 Nikitakis NG, Koumaki D. Laugier-Hunziker syndrome: case report and review of the literature. Oral Surg Oral Med Oral Pathol
Oral Radiol. 2013;116(1):e52-8.
2 Wang WM, Wang X, Duan N, Jiang HL, Huang XF. Laugier-Hunziker syndrome: a report of three cases and literature review.
Int J Oral Sci. 2012;4(4):226-30.
3 Br J Oral Maxillofac Surg. 2006 Aug;44(4):320-1. Epub 2005 Jun 16. Laugier-Hunziker syndrome: a rare cause of mucocutaneous
pigmentation. Sabesan T1, Ramchandani PL, Peters WJ.
4 Moore RT1, Chae KA, Rhodes AR.Laugier and Hunziker pigmentation: a lentiginous proliferation of melanocytes. J Am Acad
Dermatol. 2004;50(5 Suppl):S70-4.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Una mujer sana de 57 años, sin antecedentes personales ni familiares de interés, consulta por lesiones
cutáneas en dorso de manos asintomáticas de tres años de evolución, de carácter persistentes pero con
aumento progresivo en número a lo largo de los últimos años.
No refería introducción de nueva medicación en este periodo de tiempo, salvo la toma de analgésicos
esporádicos
Exploración física
A la exploración destacaban múltiples pápulas firmes de entre 4-6 mm de diámetro de tono blanquecino,
céreo en dorso de manos, de forma bilateral y simétrica (figura 1). No presenta otras lesiones cutáneas en
otras localizaciones y la exploración general fue normal.
Exploraciones complementarias
Se realiza una biopsia cutánea de una de las pápulas observándose el depósito de un material azul alcián
positivo correspondiente a mucina en dermis papilar e intermedia que provocaba una llamativa separación
de los tractos conectivos dérmicos (figura 2).
El resto de exploraciones analíticas fueron normales incluyendo: hemograma, bioquímica sanguínea con
perfil general, hepático y renal, función tiroidea, inmunoglobulinas en sangre y proteinograma.
Figura 1 Múltiples pápulas firmes de entre 4-6 mm y tono blanquecino, céreo, en Figura 2 2A. Pápula con separación de las fibras
el dorso de la mano izquierda colágenas dérmicas. (Hematoxilina-eosina, x2). 2B.
Depósito de mucina positivo con tinción de azul
alcián. (Azul alcián, X20)
Diagnóstico
La biopsia fue histológicamente compatible con una mucinosis cutánea, con lo cual, sumado a los hallazgos
clínicos y a la ausencia de clínica sistémica, se llegó al diagnóstico de mucinosis papular acral persistente
(MPAP).
Tratamiento
Tras explicar a la paciente la naturaleza benignas de la lesiones ésta decidió mantener actitud expectante.
Evolución
Tras el crecimiento progresivo en número de las lesiones de los dos últimos años se detuvo la aparición de
nuevas lesiones y hasta el momento las lesiones instauradas previamente permanecen estables.
Comentario
Las mucinosis cutáneas pueden dividirse en 3 grupos: a) formas localizadas sin afectación sistémica (mucinosis
papular o liquen mixedematoso); b) formas generalizadas con afectación sistémica, fundamentalmente
asociadas a gammapatías monoclonales tipo IgG (escleromixedema) y c) formas intermedias y atípicas.
Dentro de las formas localizadas existen 5 variantes que incluyen la forma leve o discreta de mucinosis
papulosa, la MPAP, la mucinosis papulosa autorresolutiva, la mucinosis papulosa de la infancia y la forma
nodular. Nuestra paciente presentaba una forma localizada con afectación exclusiva del dorso de las manos,
manifestaciones clínicas propias de la MPAP, de la cual sólo existen hasta la fecha 20 casos publicados.
BIBLIOGRAFÍA
1 Luo D, Wu L, Liu J, Zhang H. Acral persistent papular mucinosis: a case report and literature review. J Dtsch Dermatol Ges.
2011; 9(5):354-9.
3 Rongioletti F, Rebora A. Updated classification of papular mucinosis, lichen myxedematosus, and scleromyxedema. J Am Acad
Dermatol. 2001;44:273-81.
4 Rongioletti F, Rebora A. Cutaneous mucinosis: microscopic criteria for diagnosis. Am J Dermatopathol. 2001;23:257-67.
5 Harris JE, Purcell SM, Griffin TD. Acral persistent popular mucinosis. J Am Acad Dermatol. 2004;51:982-8.
Vesículas hemorrágicas
eruptivas
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Presentamos un paciente varón de 76 años que valoramos durante un ingreso en medicina interna por
lesiones asintomáticas en extremidades de reciente aparición.
Entre sus antecedentes médicos destaca hipertensión arterial, hipercolesterolemia, anticoagulación
con acenocumarol por fibrilación auricular crónica, EPOC, by-pass íleo-femoral realizado 30 años antes
con múltiples complicaciones trombóticas. Actualmente, en tratamiento quimioterápico por carcinoma
epidermoide de pulmón estadio IB inoperable.
El motivo de ingreso era una tendinopatía de músculo gastrocnemio izquierdo de miembro inferior derecho
complicada con hematoma. Una semana antes de la aparición de las lesiones cutáneas, se había suspendido
el acenocumarol y se había iniciado tratamiento con enoxaparina 80 mg cada 12 horas.
Exploración física
A la exploración presenta vesículas de contenido hemorrágico, de 2 a 8 mm de diámetro, algunas agrupadas,
y varias erosiones cubiertas por costra sanguinolenta en miembros y tronco, predominantemente en brazos
(figura 1). Destaca la ausencia de eritema basal o signos de inflamación subyacente.
Exploraciones complementarias
El hemograma con recuento de plaquetas y el estudio de coagulación con TP, INR, actividad de protrombina,
tiempo de tromboplastina, fibrinógeno, antitrombina III, proteína C y proteína S se encuentran dentro de
los parámetros normales.
Histológicamente se observa una ampolla subcórnea con material hemático en su interior, acompañado de
focos de neutrófilos y fibrina. En la dermis subyacente se objetiva hiperplasia vascular, focos de extravasación
de hematíes y algunos elementos inflamatorios linfoides perivasculares (figura 2).
Figura 2 Ampolla subcórnea con sangre, fibrina y Figura 2 Ampolla subcórnea con sangre, fibrina y algunos neutrófilos en su
algunos neutrófilos en su interior. Ausencia de signos interior. Ausencia de signos de vasculitis (hematoxilina-eosina, x10)
de vasculitis (hematoxilina-eosina, x10)
Diagnóstico
Dermatosis ampollosa hemorrágica por heparina.
Tratamiento
Dado que en los casos descritos en la literatura la resolución de las lesiones se produce independientemente
de la retirada o mantenimiento de la heparina, se decide mantener el tratamiento.
Evolución
Las lesiones se resolvieron en las siguientes semanas, sin cicatriz residual.
Comentario
Las heparinas son fármacos anticoagulantes, por inhibición indirecta de la trombina, empleados en la
prevención y tratamiento de patologías tromboembólicas. La enoxaparina es una heparina de bajo peso
molecular (HBPM) obtenida de la despolimerización de la heparina estándar.
La hemorragia es su efecto adverso más frecuente. La dermatosis ampollosa hemorrágica es una reacción
secundaria de carácter no inmunológico poco frecuente, que se ha asociado principalmente a HBPM. Suele
aparecer entre un día y un mes después del inicio del tratamiento. Su etiopatogenia es desconocida.
Clínicamente se caracteriza por la aparición de vesiculoampollas de contenido hemorrágico y discreto halo
eritemato-violáceo, no pruriginosas, y alejadas de los puntos de inyección.
BIBLIOGRAFÍA
1 Villanueva CA, Nájera L, Espinosa P, Borbujo. Bullous hemorrhagic dermatosis at distant sites: a report of 2 new cases due to
enoxaparin injection and a review of the literature. Actas Dermosifiliogr. 2012 Nov;103(9):816-9.
2 Maldonado Cid P, Moreno Alonso de Celada R, Herranz Pinto P, Noguera Morel L, Feltes Ochoa R, Beato Merino MJ, Collantes
Bellido E, López Rodríguez M, Casado Jiménez M. Bullous hemorrhagic dermatosis at sites distant from subcutaneous
injections of heparin: a report of 5 cases. J Am Acad Dermatol. 2012 Nov;67(5):e220-2.
3 Peña ZG, Suszko JW, Morrison LH. Hemorrhagic bullae in a 73-year-old man. Bullous hemorrhagic dermatosis related to
enoxaparin use. JAMA Dermatol. 2013 Jul;149(7):871-2.
Hipertricosis en un antebrazo
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Paciente varón de 54 años, sin hábitos tóxicos, que de entre sus antecedentes patológicos destacaban
una hernia de hiato controlada con inhibidores de la bomba de protones, una anemia ferropénica en
tratamiento sustitutivo y un síndrome ansioso-depresivo en tratamiento con trazodona.
Consultó por prurito asociado a sensación urente e hiperestesias en antebrazo izquierdo de instauración
progresiva en el último año.
Negaba un traumatismo previo, así como la aplicación de ninguna substancia previamente sobre la zona.
Exploración física
En la exploración física del paciente destacaban una ligera liquenificación e hipertricosis en la cara dorsal
del antebrazo izquierdo (figura 1). La exploración física neurológica (llevada a cabo por neurólogo) objetivó
una disestesia que englobaba la zona comprendida entre la región laterocervical izquierda hasta el tercer
dedo de la mano izquierda sin déficit motor asociado.
Exploraciones complementarias
Con el objetivo de descartar una radiculopatía cervical se decidió realizar una radiografía cervical que
objetivó una anterolistesis grado II entre C5 y C6 secundaria a artropatía degenerativa asociada a la edad
(figura 2), hallazgo que se acabó confirmando mediante una TAC cervical (dado que el paciente sufría de
claustrofobia fue imposible realizársele una RMN).
Figura 1. Hipertricosis localizada en antebrazo izquierdo con sutil Figura 2 Radiografía simple lateral cervical. Se objetiva
liquienificación. El paciente negaba haberse rasurado el antebrazo leve anterolistesis del cuerpo vertebral de C5 (flecha)
contralateral
Diagnóstico
Prurito braquio-radial secundario a anterolistesis cervical (C5-C6).
Tratamiento
Dado que la anterolistesis cervical era leve el paciente fue tributario de tratamiento médico conservador
que consistió en rehabilitación de la musculatura cervical, asociado a gabapentina 300 mg/12 h.
Evolución
A los 3 meses de seguimiento el paciente refería un buen control sintomático del prurito, persistiendo sin
embargo la hipertricosis en el antebrazo izquierdo.
Comentario
Presentamos el caso de un paciente afecto de prurito braquio-radial cuyas peculiaridades son que fue
secundario a una anterolistesis cervical y que clínicamente se acompañaba de hipertricosis localizada
reactiva (debida al rascado crónico).
El prurito braquio-radial (PBR) se engloba dentro del grupo de los pruritos neuropáticos. Estos se caracterizan
por ir generalmente asociados a disestesias o dolor y son atribuidos a neuropatías1.
El PBR fue descrito por primera vez por Waisman y colaboradores en 1968 en pacientes muy fotoexpuestos
por cuestiones laborales, englobándose dentro de las fotodermatosis. No fue hasta 1983 cuando se
descubrió la asociación con radiculopatía cervical.
A día de hoy sigue el debate abierto de si realmente se trata de una fotodermatosis o bien simplemente un
proceso secundario a una neuropatía cervical o la combinación de ambos2.
Clínicamente se caracteriza por aparecer en mujeres mayores de 60 años con antecedentes de fotoexposición
prolongada en el tiempo. Cursa con un prurito localizado, generalmente unilateral, en la cara dorsolateral de
la extremidad superior, afectando ocasionalmente la región laterocervical o la espalda superior. Típicamente
empeora con el calor y mejora con el frío (signo “ice-pack”)3.
En las pruebas de imagen es típico encontrar alteraciones en la columna cervical, siendo la localización
más frecuente entre C5-C6 y debido a artropatía degenerativa. Sin embargo, la mayoría de veces dichos
hallazgos no tienen trascendencia clínica3.
En cuanto el tratamiento se han utilizado múltiples fármacos tópicos y por vía oral, pero el que por ahora
presenta mayor evidencia de resultados es la gabapentina vía oral (300-3200mg/día)1.
BIBLIOGRAFÍA
1 Stumpf A, Ständer S. Neuropathic itch: diagnosis and Management. Dermatol. Ther. 2013;26:104-9.
2 Mataix J, Silvestre JF, Climent JM, Pastor N, Lucas A. Brachioradial Pruritus as a Symptom of Cervical Radiculopathy. Actas
Dermosifiliogr. 2008;99:719-22.
3 Mirzoyev SA, Davis MDP. Brachioradial pruritos: Mayo Clinic experience over the past decade. BJD. 2013;169:1007-15.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Mujer de 15 años, sin alergias medicamentosas conocidas y sin ningún antecedente personal de interés.
Consulta por lesiones en genitales de 10 días de evolución, con importante dolor asociado. Las lesiones
se preceden por un cuadro general consistente en malestar, mialgias y febrícula. No refiere ninguna otra
sintomatología en la anamnesis dirigida por aparatos. Niega relaciones sexuales y episodios previos similares.
Exploración física
En cara interna de labios me-
nores, presenta dos lesiones
ulceradas, bilaterales y simétri-
cas, con bordes bien definidos
y material fibrinoide en super-
ficie (figura 1). No se palpan
adenopatías regionales. Des-
taca además una importante
edematización de la zona.
Figura 1
Lesiones ulceradas de 2 x 1.5 cm,
con disposición “en espejo” y material
fibrinoide en superficie
Exploraciones complementarias
Se solicita analítica general, con hemograma, perfil renal, perfil hepático, proteinograma y perfil lipídico
normales. La serología para VHB, VHC, VIH, sífilis, toxoplasma, VHS y CMV fue negativa; determinándose
anticuerpos Ig G frente al VEB, datos de infección previa. La PCR de las lesiones fue negativa para VHS y
VEB. En el cultivo bacteriano del exudado vaginal no se aislaron microorganismos.
Diagnóstico
Úlcera de Lipschütz.
Tratamiento
Se realiza tratamiento sintomático, con resolución de las lesiones en 3-4 semanas, sin secuelas.
Evolución
La paciente no ha vuelto a presentar nuevos brotes hasta la fecha.
Comentario
La denominada úlcera de Lipschütz fue descrita en 1913 como una entidad clínica caracterizada por la
presencia de úlceras vulvares en niñas y adolescentes, donde se ha descartado un origen venéreo, así como
otras etiologías habituales de úlceras genitales.
Su origen es desconocido, habiéndose relacionado con primoinfección por VEB, aunque dicha relación
etiopatogénica no explica todos los casos. La clínica consiste en varias lesiones ulceradas que aparecen de
modo súbito, afectando los genitales. Característicamente las lesiones adquieren una disposición en espejo
y asocian dolor intenso y edema. En la mayoría de los casos se acompañan de un cuadro general consistente
en fiebre, mialgias, adenopatías y astenia. El diagnóstico se fundamenta en la clínica y en la exclusión
de otras causas de úlceras vulvares, tanto infecciosas (VHS, sífilis, VIH, VEB, etc.) como no infecciosas
(enfermedad de Bechet, aftosis idiopática recidivante, pioderma gangrenoso, eritema multiforme, etcétera).
La histología de las lesiones es inespecífica. Las lesiones se resuelven espontáneamente en pocas semanas,
siendo el tratamiento sintomático. Con este caso clínico, queremos destacar una etiología poco conocida
de úlcera genital.
BIBLIOGRAFÍA
1 Brinca A. et al. Lipschütz ulcer (ulcus vulvae acutum)- a rare cause of genital lesion. An Bras Dermatolol 2012;87(4):622-4.
2 Hupper JS et al. Lipschutz ulcers: evaluation and management of acute genital ulcers in women. Dermatologic Therapy
2010;23(5):33-40.
4 Rosman IS et al. Acute genital ulcers in nonsexually active young girls: case ceries, review of the literature, and evaluation and
management recommendations. Pediatr Dermatol. 2012;29(2):147-53.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Se presenta el caso de una mujer
de 89 años con antecedente de
histerectomía por miomas uteri-
nos, que acudió a la consulta por
lesiones dolorosas generalizadas,
aparecidas desde su juventud. Su
padre, sus tres hermanos y sus dos
hermanas tenían las mismas lesio-
nes con idéntico curso clínico, sin
otra patología asociada.
Exploración física
A la exploración física destacaban
pápulas parduscas ligeramente
eritematosas, induradas y doloro-
sas a la palpación, distribuidas en
tronco, raíz de extremidades infe-
Figura 1 Detalle de las lesiones bajo mama derecha (arriba izquierda), espalda (abajo
riores y antebrazos (figura 1). El izquierda) y en brazo izquierdo (derecha). Placas eritematosas y parduscas, de superficie
signo de Darier era negativo. brillante, firmes y dolorosas a la palpación
Exploraciones complementarias
Se hizo una biopsia de una de las lesiones. En la tinción de
hematoxilina-eosina se apreciaba una ocupación dérmica que
respetaba dermis papilar, compuesta por haces de fibras de
músculo liso. Estas células mostraban un citoplasma eosinófilo
y un núcleo alargado con “forma de puro”, así como
vacuolización perinuclear (figura 2).
Se extrajo una analítica incluyendo marcadores tumorales, que
fue normal. Así mismo, se hizo una ecografía abdominal que
no mostró alteraciones.
Tratamiento
Dada la edad de la paciente, la tolerancia del dolor causado por las lesiones y tras explicar la naturaleza del
proceso a la enferma y sus familiares, se decidió de manera conjunta la abstención terapéutica.
Comentario
Los leiomiomas cutáneos son tumores de músculo liso con bajo riesgo de malignización. La leiomiomatosis
cutánea múltiple hereditaria se caracteriza por leiomiomas múltiples con agregación familiar. Dentro de
este grupo se encuentran: la leiomiomatosis cutánea benigna simple, que cursa únicamente con lesiones
cutáneas; la leiomiomatosis cutánea y uterina múltiple, que asocia miomas uterinos; y el síndrome de
leiomiomatosis y cáncer de células renales hereditario, que añade a las lesiones cutáneas la presencia
de cáncer renal. Estas enfermedades se deben a mutaciones en el gen de la fumarato hidratasa. La
histología de estas lesiones es análoga a la de nuestra paciente. Las tinciones de actina y desmina son
positivas y la inmunohistoquímica para receptores de estrógenos y progesterona es negativa en piel
y positiva en miomas uterinos. En estos pacientes se recomienda hacer estudio analítico, incluyendo
citología de orina y una tomografía computerizada anual para descartar cáncer renal y miomas uterinos
asociados. El tratamiento de los leiomiomas cutáneos aislados puede ser quirúrgico. Si éstos son múltiples
y se requiere controlar el dolor puede valorarse el uso de nifedipino o nitroglicerina oral, lidocaína o
capsaicina tópica y la inyección de toxina botulínica.
BIBLIOGRAFÍA
1 Rothman A, Glenn G, Choyke L, Srinivasan R, Linehan WM, Cowen EW. Multiple painful cutaneous nodules and renal mass.
J Am Acad Dermatol. 2006;55:683-6.
2 Linehan WM, Pinto PA, Srinivasan R, Merino M, Choyke P, Choyke L, et al. Identification of the genes for kidney cancer:
opportunity for disease-specific targeted therapeutics. Clin Cancer Res. 2007;13:671-9.
3 Henley ND1, Tokarz VA. Multiple cutaneous and uterine leiomyomatosis in a 36-year-old female, and discussion of hereditary
leiomyomatosis and renal cell carcinoma. Int J Dermatol. 2012;51:1213-6.
4 Badeloe S, Frank J. Clinical and molecular genetic aspects of hereditary multiple cutaneous leiomyomatosis. Eur J Dermatol.
2009;19:545-51.
5 Choyke PL. Imaging of hereditary renal cancer. Radiol Clin North Am. 2003;41:1037-51.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Recién nacida ingresada en la Unidad de Neonatología para estudio de exantema generalizado que no
respeta ni palmas ni plantas, sin clínica sistémica, y que ya fue observado en el momento del nacimiento.
Es prematura de 34 semanas, primera hija de padres no consanguíneos y fruto de un embarazo y parto
normales. No tenía otros antecedentes personales o familiares de interés.
Exploración física
Se observa una erupción polimorfa, com-
puesta por lesiones papulosas muy nume-
rosas, algunas vesiculosas y otras cubiertas
por escamas gruesas o costras hemorrágicas
diseminadas por toda la superficie corporal
incluida cara, palmas y plantas (figura 1).
Máculas de color purpúrico en abdomen,
pústulas en miembros inferiores de más tar-
día aparición, algunas impetiginizadas y res-
to de piel seca y descamativa. La neonata
se encuentra monitorizada en la incubadora
por prematuridad, pero presenta buen esta-
do general, está afebril, y no se palpan ade-
nopatías ni hepatoesplenomegalia. No otra Figura 1 Imagen clínica. Lesiones generalizadas papulosas, vesiculosas y
sintomatología por órganos ni aparatos. costras generalizadas)
Exploraciones complementarias
Se realizan serologías que resultan negativas para rubeola, to-
xoplasma, CMV, herpes, varicela y sífilis. Cultivo para candidia-
sis negativo. Analítica general, con hemograma, bioquímica y
coagulación sin parámetros alterados. Se realiza biopsia punch
de una lesión de cara interna de muslo izquierdo. La histo-
logía muestra un infiltrado histiocitario en dermis superior. El Figura 2 Inmunohistoquimica.
estudio inmunohistoquímico presenta positividad para CD 1a A) CD1a X 20: Positividad para CD 10.
y proteína S100 (figura 2). Con el diagnóstico completamos el B) S100 X 40: Proteína S100 positiva
Diagnóstico
Por los hallazgos histológicos y la evolución clínica, el cuadro es diagnosticado como Reticulohistiocitosis
congénita autoinvolutiva o enfermedad de Hashimoto- Pritzke.
Tratamiento
Se inicia antibioterapia intravenosa por impetiginización de las lesiones y curas locales, así como
medidas de soporte por su prematuridad y continuando su estancia en la incubadora hasta ma-
duración completa.
Evolución
La paciente evoluciona satisfactoriamente, las lesiones van desapareciendo progresivamente y en sucesivas
revisiones no se han observado recidivas de la clínica cutánea. La paciente está asintomática sin alteración
sistémica alguna en este momento.
Comentario
La reticulohistiocitosis congénita autoinvolutiva o enfermedad de Hashimoto-Pritzke es un trastorno
proliferativo de las células de Langerhans. Es una entidad poco frecuente, benigna y autolimitada. Aparece
en el nacimiento o durante los primeros días de vida como lesiones cutáneas polimorfas, más frecuente en
forma de nódulos rojo-parduscos múltiples o solitarios, con tendencia a la formación de costras. Pueden
afectar cualquier área del tegumento incluidas palmas y plantas. Los pacientes no suelen presentar clínica
sistémica. En semanas o meses las lesiones involucionan, dejando en algunos casos trastornos de la
pigmentación. Debe plantearse el diagnóstico diferencial con sífilis y candidiasis congénita, virus herpes
simple, varicela, o eritema tóxico neonatal. Histológicamente se observa la proliferación de histiocitos en la
dermis papilar. La inmunohistoquimia es positiva para CD1a y S100. Cuando la afectación es únicamente
cutánea está indicada una actitud conservadora; con frecuencia no requieren tratamiento. Es impredecible
el pronóstico, por lo que se recomienda un seguimiento a largo plazo para descartar recaídas o progresión
a afectación sistémica.
BIBLIOGRAFÍA
1 Belhadjali H, Mohamed M, Mahmoudi H, Youssef M, Moussa A, Chouchane S, Chouchane A, Zakhama A, Zili J. Self-healing
Langerhans cell histiocytosis (Hashimoto-Pritzker disease): two Tunisian cases. Acta Dermatovenerol Alp Pannonica Adriat.
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2 Elguezabal A, Turégano P, Landeyro J, Mayayo E. [Solitary congenital self-healing histiocytosis (Hashimoto-Pritzker disease)].
Actas Dermosifiliogr. 2011 May;102(4):301-3.
3 Weiss T, Weber L, Scharffetter-Kochanek K, Weiss JM. Solitary cutaneous dendritic cell tumor in a child: role of dendritic cell
markers for the diagnosis of skin Langerhans cell histiocytosis. J Am Acad Dermatol. 2005;53:838-44.
4 Orle J, Mósca AM, Sousa MA, Lima CM, Adriano AR, Rezende PM. Congenital self healing reticulohistiocytosis in a newborn
(Hashimoto Pritzker). An Bras Dermatol. 2011 Jul-Aug;86(4):785-8.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Mujer de 79 años, con antecedente personal de hipertensión arterial en tratamiento farmacológico, sin
otros antecedentes medico-quirúrgicos destacables. Fue derivada al Servicio de Urgencias por su Médico
de Atención Primaria por la sospecha de un absceso cervical tras una picadura de artrópodo, solicitando la
extracción quirúrgica del mismo. La paciente refería haber sufrido una picadura en medio urbano a nivel
cervical hacía 24 horas, habiendo observado eritema local en las horas posteriores así como prurito intenso.
No había aplicado ningún tratamiento tópico previo, ni había introducido fármacos nuevos de manera
reciente. Refería presentar un buen estado general, aunque tenía dificultad para la conciliación del sueño
debido al prurito. Ni la paciente ni su familiar habían observado alteraciones cervicales preexistentes a la
picadura. En la anamnesis, no se constató ningún otro antecedente epidemiológico destacable.
Exploración física
En la exploración física general la paciente presentaba un buen estado general, aunque era destacable
un estado de nerviosismo, que atribuía al prurito. Además, tenía una importante elevación de las cifras
tensionales (210/120 mmHg), con frecuencia cardíaca y saturación basal de oxígeno, dentro del rango
normal. No se termometró fiebre. En la auscultación cardíaca la paciente estaba rítmica, aunque era
llamativo un soplo carotídeo unilateral, en la zona laterocervical derecha (en la que la paciente refería
haber presentado la picadura). En la exploración dermatológica se observaba un área circular pulsátil
(figuras 1a 1b) a nivel de la región laterocervical derecha, en su porción proximal. De manera más distal
se observaba una placa eritematosa mal delimitada, con discreto aumento de temperatura local, con
una placa habonosa de menor tamaño en su interior, que presentaba un punto central (figura 1c). No se
observaron otros hallazgos destacables, incluyendo una exploración neurológica sistemática.
Exploraciones complementarias
Se realizó una interconsulta a Cirugía Vascular, ante la sospecha de una anomalía de los troncos supraaórticos
preexistente, que fuera clínicamente más evidente debido a la elevación de las cifras tensionales. Realizaron
una ecografía doppler que mostró un flujo turbulento a nivel de carótida común derecha, con sospecha
de un trayecto tortuoso a nivel de tronco braquiocefálico. Para un correcto estudio del caso, se recomendó
realizar un Angio-TC de troncos supraaórticos de manera programada.
El Angio-TC de troncos supraaórticos mostraba una dolicoectasia de las ramas del cayado de la aorta,
de manera predominante en la arteria carótida común derecha. Además presentaba pequeños ateromas
calcificados en ambas bifurcaciones carotídeas, sin estenosis de las mismas (figuras 2a y 2b).
Diagnóstico
Picadura de artrópodo en región cervical, coincidente con área de dolicoectasia de la arteria carótida
común derecha, en paciente con una urgencia hipertensiva.
Tratamiento
La actitud prioritaria con esta paciente en el Servicio de Urgencias fue disminuir las cifras tensionales, para
lo cual se inició un tratamiento antihipertensivo oral. Además, se proporcionó un antihistamínico oral (2 mg
de dexclorfeniramina maleato) y un corticoide tópico (Furoato de mometasona al 0,1%), encaminados al
manejo de la picadura de artrópodo referida.
Evolución
Reinterrogamos a paciente y familiar sobre la existencia previa de la masa pulsátil cervical y referían
que nunca antes la habían observado. Tras la corrección de las cifras tensionales, el área pulsátil
cervical era prácticamente imperceptible, aunque persistía el soplo carotídeo unilateral. Al alta, la
paciente fue derivada a Consultas de Cirugía Vascular y Neurología para completar el estudio e inicio
de tratamiento antiagregante profiláctico. A las dos semanas de la visita a Urgencias, se revisó a la
paciente observando una desaparición completa de la placa eritematosa cervical, con ausencia de
prurito asociado.
Con todo lo anterior, se llegó al diagnóstico de picadura de artrópodo cervical, coincidente con dolicoectasia
de carótida común derecha, manifestada como masa pulsátil cervical en el contexto de una urgencia
hipertensiva.
Comentario
Se denomina dolicoectasia a la arteriopatía dilatada que se caracteriza por un incremento en la longitud y
el diámetro arterial y que puede dar lugar a ictus isquémicos. Habitualmente afecta al eje vertebrobasilar y,
con menos frecuencia, a la carótida intracraneal y a la arteria cerebral media. De manera menos frecuente,
con dos casos publicados en la literatura, puede afectar a la arteria carótida extracraneal, como en el caso
de nuestra paciente. El flujo enlentecido a nivel de la anomalía arterial, puede dar lugar a la formación de
trombos que embolicen distalmente, condicionando eventos isquémicos en el sistema nervioso central,
que pueden ser de repetición.
En la etiopatogenia de esta entidad intervienen defectos en la capa muscular y en la lámina elástica interna
arterial. Es preciso descartar un síndrome de Marfan, un síndrome de Ehlers-Danlos, un pseudoxantoma
elástico u otras alteraciones del tejido conectivo. En muchos casos, estas anomalías son secundarias a una
degeneración ateromatosa arterial.
La experiencia en su tratamiento es muy escasa y el abordaje quirúrgico es complejo, por lo que se
recomienda iniciar antiagregación o anticoagulación, con el objetivo de evitar los eventos tromboembólicos
neurológicos.
BIBLIOGRAFÍA
1 Sadahiro H, Ishihara H, Goto H, Oka H, Shirao S, Yoneda H et al. Repeated cerebral ischemia caused by extracranial carotid
artery dolichoectasia. J Neuroimaging. 2014 Jan-Feb;24(1):83-7.
2 Mourgela S, Anagnostopoulou S, Sakellaropoulos A, Spanos A. Dolichoectatic cervical arteries (carotid and vertebral arteries)
heralded by recurrent cerebral ischemia: case illustration. Angiology. 2008 Feb-Mar;59(1):107-10.
3 Caplan LR. Dilatative arteriopathy (dolichoectasia):what is known and not known. Ann Neurol 2005;57:469-471.
4
MISCELÁNEA
Introducción y anamnesis
El envenenamiento por pez león (Pterois volitans) es un motivo excepcional de consulta en las Urgencias
de nuestro país. Sin embargo su presencia en acuarios domésticos es cada vez más habitual, ante lo cual
conviene conocer la clínica y el manejo de dicho envenenamiento para evitar complicaciones potencialmente
peligrosas.
Un varón de 34 años sin antecedentes médico-quirúrgicos de interés acudió a urgencias tras haberse
puncionado una hora antes el tercer dedo de la mano derecha con una espina de pez león. La punción
se produjo mientras limpiaba el acuario doméstico donde el pez se encontraba. Inmediatamente tras la
misma, comenzó con intenso dolor y edema a nivel de dicho dedo, que rápidamente progresaron hasta
tercio distal del brazo. No presentaba náuseas, vómitos u otra sintomatología sistémica, y se encontraba
hemodinámicamente estable y afebril.
Exploración física
A la exploración física destacaba un importante edema de la mano derecha (figura 1), así como la presencia
en pulpejo del tercer dedo de dicha mano un área cianótica mal delimitada (figura 2). No se observaron
remanentes de espinas, sangrado activo, ni otros lugares de punción. No presentaba otros datos de
infección local. Se palpaban los pulsos a todos los niveles y el paciente conservaba tanto la movilidad activa
como la pasiva de articulaciones de la mano.
Figura 1 Importante edema de la mano afecta, sin eritema Figura 2 Detalle de la zona de punción con cianosis del tercer pulpejo, sin
ni signos de sobreinfección) necrosis)
Pruebas complementarias
Se realizó una analítica urgente con hemograma, hemostasia y bioquímica básica que resultaron normales.
Diagnóstico
Envenenamiento por pez león.
Tratamiento
Se pautó analgesia con petidina 50 mg subcutánea y lavados en agua a 50ºC con povidona yodada
jabonosa. Dado que el paciente no recordaba si había completado la correcta profilaxis antitetánica, se
administró dosis de recuerdo de la misma.
Evolución
Tras la inmersión intermitente en agua caliente durante 120 minutos el paciente refirió gran mejoría del
dolor. Dado que había permanecido estable durante la observación en Urgencias, se decidió alta con
recomendaciones y tratamiento sintomático. A la semana se reevaluó al paciente, quien presentaba
únicamente una costra superficial en el pulpejo del tercer dedo de la mano, sin áreas de necrosis ni pérdida
de sustancia asociadas.
Comentarios
El pez león es un bonito pez marino presente en acuarios domésticos de todo el mundo. La punción
con sus espinas provoca la liberación de su veneno, que contiene una mezcla de toxinas termolábiles
neurotóxicas y cardiotóxicas. El primer signo clínico del envenenamiento es un dolor lacerante. Las
heridas de punción pueden presentar eritema o cianosis, vesiculación e incluso necrosis local, y es
frecuente la sobreinfección por flora cutánea o microorganismos gramnegativos. Los síntomas sistémicos
suelen ser inespecíficos, y son infrecuentes los casos graves o fatales. La principal medida terapéutica
es la inmersión del miembro afecto en agua caliente, lo que inactiva las toxinas inoculadas; además de
lavado de la herida, retirada de cuerpos extraños, y profilaxis antitetánica si se precisa. El desbridamiento
quirúrgico está indicado en el caso de infecciones necrotizantes. El manejo analgésico suele requerir el
uso de opiáceos o bloqueos nerviosos. La antibioproxilaxis se indica ante heridas contaminadas o de gran
tamaño, y en pacientes inmunodeprimidos o hepatópatas. En conclusión, aunque este envenenamiento
es un motivo de consulta raro, es conveniente tener en cuenta el manejo del mismo ya que una rápida
actuación condiciona su evolución.
BIBLIOGRAFÍA
2 Cearnal L. Red lionfish and ciguatoxin: menace spreading through western hemisphere. Ann Emerg Med. 2012 Jul;60(1):21A-
22A.
4 Aldred B, Erickson T, Lipscomb J. Lionfish envenomations in an urban wilderness. Wilderness Environ Med. 1996 Nov;7(4):291-6.
5 Church JE, Hodgson WC. Adrenergic and cholinergic activity contributes to the cardiovascular effects of lionfish (Pterois
volitans) venom. Toxicon. 2002 Jun;40(6):787-96.
6 Field-Cortazares J, Calderon-Campos R, Seijo-y Moreno JL. Envenenamiento por picadura de pez león. Bol Clin Hosp Infant
Edo Son 2008; 25(2): 85-90.
Lesiones queratósicas
palmoplantares
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Varón de 57 años trasplantado de córnea, sin otros antecedentes patológicos de interés. Remitido a la
consulta de Dermatología para valoración de lesiones queratósicas en palmas y plantas, de más de 30 años
de evolución, previamente diagnosticadas en otro centro como verrugas vulgares y tratadas con crioterapia
sin mejoría alguna. El paciente refería que las lesiones eran ocasionalmente dolorosas con la presión y
le limitaban realizar sus tareas habituales. Entre los antecedentes familiares destacaba que un hijo, un
hermano y un primo por parte paterna padecían el mismo proceso.
Exploración física
Tanto en palmas como en plantas se apreciaban múltiples pápulas queratósicas redondeadas de color
amarillento, distribuidas en elementos aislados o formando pequeñas placas, con un diámetro variable
entre 0.3 y 1.5 cm (figura 1).
Exploraciones complementarias
Se practicó biopsia de una de las lesiones cuyo estudio histológico mostró una llamativa hiperqueratosis
ortoqueratósica con acantosis, sin evidencia de coilocitosis ni laminilla cornoide.
Diagnóstico
Las características clinicopatológicas de las lesiones y los antecedentes familiares permitieron realizar el
diagnóstico de queratodermia palmoplantar punctata hereditaria o enfermedad de Buschke-Fisher-Brauer.
Tratamiento
Tras comprobar que los parámetros analíticos eran normales, se inició tratamiento con acitretino vía oral a
dosis de 0,5 mg/kg/día.
Evolución
La mejoría de las lesiones resultó evidente, con disminución del tamaño y número al poco tiempo de iniciar
el tratamiento (figura 2). Esto conllevó una mejora funcional y por tanto de la calidad de vida de nuestro
paciente. Se buscó la dosis mínima eficaz con el fin de minimizar los efectos secundarios. En nuestro caso
fueron 25 mg/día, dosis que llevamos empleando de mantenimiento desde hace varios años sin molestias
subjetivas ni alteraciones analíticas relevantes.
Discusión
La enfermedad de Buschke-Fisher-Brauer o queratodermia palmoplantar punctata autosómica dominante
es una forma poco frecuente de queratodermia causada por una mutación del gen AAGAB, localizado
en el cromosoma 15q23, que interviene en la regulación de la expresión de la queratina1. Suele debutar
entre los 16 y 30 años de edad como pápulas queratósicas punteadas traslúcidas distribuidas en palmas
y plantas, que en su evolución se hacen queratósicas y pueden confluir formando placas en las zonas de
presión2. Dentro del diagnóstico diferencial se debe considerar la poroqueratosis punctata palmoplantar,
la acroqueratoelastoidosis de Costa y las verrugas vulgares. La poroqueratosis punctata palmoplantar,
también de herencia autosómica dominante y con manifestaciones clínicas superponibles, presenta
Figura 1 Antes del tratamiento: múltiples pápulas queratósicas Figura 2 Una vez iniciado el tratamiento: disminución tanto del número
redondeadas de coloración amarillenta como del tamaño de las lesiones, algunas de las cuales han vuelto a
adquirir un aspecto traslúcido
BIBLIOGRAFÍA
1 Pohler E, Huber M, Boonen SE, Zamiri M, Gregersen PA, Sommerlund M, Ramsing M, Hohl D, McLean WH, D Smith FJ. New
and recurrent AAGAB mutations in punctate palmoplantar keratoderma. Br J Dermatol. 2014; 3. doi: 10.1111/bjd.12927.
[Epub ahead of print].
3 Kong MS, Harford R, O’Neill JT. Keratosis punctata palmoplantaris controlled with topical retinoids: a case report and review
of the literature. Cutis. 2004 Sep; 74(3):173-9.
Pelos enfundados
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Niña de 8 años de edad sin antecedentes médicos de interés remitida por su pediatra para valoración de
caspa y pediculosis capitis que no responde al tratamiento. No usaba peinados a tensión. No refería prurito
del cuero cabelludo.
Exploración física
A la exploración no presentaba ninguna dermatosis inflamatoria del cuero cabelludo, ni alopecia en placas
o difusa, ni descamación o cicatriz. Se observaron numerosas masas blanquecinas brillantes rodeando a los
pelos (figura 1).
Exploración complementaria
El examen con dermatoscopio se mostró las estructuras cilíndricas de color blanco, con bordes en forma de
huso que rodean a los tallos pilosos proximales (figura 2).
Diagnosis
Vainas peripilares.
Tratamiento
Se recomendó eliminación mecánica de las vainas.
Figura 1 Figura 2
Comentario
Las vainas peripilares son pequeñas estructuras cilíndricas que rodean al tallo piloso proximal, se deslizan
libremente por el tallo del pelo clínicamente pueden ser diagnosticadas erróneamente como liendres.
Fueran descritas por primera vez en 1957 por Kligman en 2 niños de raza negra. Las vainas peripilares son
de color blanco amarillento, tienen longitud y diámetro variables, pueden subir y bajar a lo largo del tallo
piloso y son difíciles de visualizar a simple vista.
Pueden encontrarse en cuero cabelludo normal de adultos y niños. También se observan en enfermedades
del cuero cabelludo asociados a paraqueratosis, como psoriasis, dermatitis seborreica y foliculitis decalvante.
La formación de vainas peripilares es también un efecto conocido de la tracción prolongada del cabello. No
hay ningún tratamiento eficaz. Las vainas pueden eliminarse mecánicamente. Las que surgen en trastornos
inflamatorios del cuero cabelludo mejoran con el tratamiento específico de las enfermedades asociadas.
Es importante reconocer esta modificación estructural del cabello por su fácil confusión con la pediculosis
capitis, puesto que, además de que no suele responder al tratamiento de ésta, puede tener repercusiones
psicológicas en paciente y familiares. La dermatoscopia es un método muy práctico para diferenciar los
huevos de piojos que contienen ninfas de los vacios y de las vainas peripilares. Las liendres no se deslizan
deslizan a lo largo del tallo piloso. No tienen forma cilíndrica. Se asocia a prurito. También hay que
diferenciarlas de la piedra blanca y tricorrexis nudosa. En la tricorrexis nudosa el color blanco corresponde
al área de fragilidad. La Piedra es una micosis superficial del tallo piloso, que aparece cubierto por una vaina
de color amarillo o beige. Las pruebas de micología son positivas. Los sprays y geles para el pelo pueden
penetrar o acoplarse sobre el pelo conduciendo a errores diagnósticos. Clínicamente se comprueba prurito
y estructuras tipo¨manguito¨blanco-grisáceas en el pelo. Un hecho importante para poder distinguir estos
acúmulos de cosméticos de los parásitos es que no se mueven a lo largo del pelo.
BIBLIOGRAFÍA
1 Garcia-Hernández MJ, Camacho F. Vainas peripilares artefactos. Actas Dermosifiliogr. 2000; 91:16-19.
2 Tosti A, Miteva M. Vainas peripilares. En Camacho F, Tosti A, ed. Tricología. Enfermedades del folículo pilosebáceo, 3 edición.
2013.
3 Franca K, Villa RT, Silva IR, Almeida de Carvalho C, Bedin V. Hair cast or pseudonits. Int J Trichol.2011; 3:121-1.
4 Ena P, Mazzarello V, Chiarolini F. Hair casts due to a deodorant spray. Australas J Dermatol. 2005; 46: 274-7.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Varón de 51 años, sin antecedentes personales de interés, que acude por lesiones axilares, no pruriginosas,
de 5 meses de evolución, con aumento del tamaño de forma progresiva. No refiere ninguna otra
sintomatología acompañante, ni lesiones en otras localizaciones y niega el consumo de fármacos, así como
el contacto con animales y/o plantas.
Exploración física
Lesiones lineales pardo-violáceas en ambas axilas de 0.5 cm de anchura y 4 cm de longitud aproximadamente,
con estriaciones blanquecinas al dermatoscopio. No lesiones en el resto de la superficie corporal ni en
mucosa oral o genital (figuras 1a y 1b).
Exploraciones complementarias
Biopsia tipo punch: Piel tapizada por una epidermis con acantosis, hiperqueratosis e hipergranulosis. La
dermis superficial presenta un infiltrado inflamatorio en banda, liquenoide, linfomonocitario con lesión de
la interfase dermoepidérmica e incontinencia pigmentaria (figuras 2a y 2b).
Diagnóstico
Liquen plano pigmentoso invertido (LPPI).
Tratamiento
Optamos por una actitud expectante, puesto que las lesiones son asintomáticas y así lo desea el paciente.
Figura 1
a y b: máculas lineales pardovioláceas en axilas
Figura 2
a y b: acantosis, hiperqueratosis e hipergranulosis
epidérmica. Infiltrado inflamatorio en banda, liquenoide,
linfomonocitario con lesión de la interfase dermoepidérmica
e incontinencia pigmentaria en dermis
Evolución
El paciente acude a revisión al mes siguiente, con atenuación de las lesiones, por lo que se decide abstención
terapéutica, dado el carácter transitorio de esta patología, y su escasa respuesta a los tratamientos tópicos
(corticoides e inmunomoduladores).
Comentario
El LPPI es una rara variante del liquen plano pigmentoso, que se localiza en áreas intertriginosas1. Fue
descrito por primera vez en 2001 por Pock et al2 y desde entonces solo existen unos 20 casos descritos1.
Su patogenia parece estar relacionada con una alteración de los linfocitos T citotóxicos que actúan contra
los queratinocitos basales1. Clínicamente se presenta como máculas hiperpigmentadas pardo-violáceas
asintomáticas en pliegues cutáneos no fotoexpuestos (axilas, ingles, área inframamaria y poplítea)3 que
adquieren una disposición lineal o anular siguiendo las líneas de clivaje4, pudiendo presentar estrías
blanquecinas en superficie, como en nuestro caso. En el estudio histológico destaca un infiltrado liquenoide
e incontinencia pigmentaria5, con lesión de la interfase asociado o no a acantosis, hipergranulosis o
adelgazamiento epidérmico. El diagnóstico diferencial incluye diversas patologías como erupción fija
medicamentosa, acantosis nigricans, eritema discrómico pertans3 y dermatitis de contacto pigmentada4,
entre otras. El tratamiento del LPPI es desconocido, y distintos autores coinciden en su resolución
espontánea en varios meses4, por lo tanto se reserva para aquellos casos sintomáticos o por motivos
estéticos, pudiéndose utilizar inmunomoduladores y corticoides tópicos e incluso sistémicos con resultados
diversos5-6.
BIBLIOGRAFÍA
1 Rocha Barros H, Paes de Almeida JR, Lopes Mattos e Dinato S, Sementilli A, Romiti N. Lichen planus pigmentosus inversus. An
Bras Dermatol. 2013;88(6 Suppl 1):146-9.
2 Pock L, Jelínková L, Drlík L, Abrhámová S, Vojtechovská S, Sezemská D, et al.Lichen planus Pigmentosus-inversus. J Eur Acad
Dermatol Venereol. 2001;15:452-4.
3 Kashima A, Tajiri A, Yamashita A, Asada Y, Setoyama M. Two Japanese cases of lichen planus pigmentosus-inversus. Int J
Dermatol. 2007;46:740-2.
4 Jung YJ, Lee YH, Lee SY, Lee WS. A case of lichen planus pigmentosus-inversus in a Korean patient. Ann Dermatol. 2011;23:61-3.
5 Rajiv I. Nijhawan, Michael S. Borkin, and Seth E. Wilentz. Lichen planus pigmentosus-inversus involving the post-auricular
sulci. Dermatol Online J. 2013;19(6):14.
6 Kim BS, Aum JA, Kim HS, Kim SJ, Kim MB, Oh CK, Kwon YW, Kwon KS. Coexistence of classic lichen planus and lichen
planus pigmentosusinversus: resistant to both tacrolimus and clobetasol propionate ointments. J Eur Acad Dermatol Venereol.
2008;22:106-7.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Varón de 60 años, con antecedentes personales de cirrosis etílica y hepatocarcinoma moderadamente
diferenciado intervenido quirúrgicamente 6 meses antes, que consultó porque desde hacía 3 meses presentaba
en hemicara derecha una placa eritematosa, hiperqueratósica y supurativa que había ido creciendo lenta pero
progresivamente. Había sido tratado con antibióticos y antifúngicos sistémicos sin mejoría.
Exploración física
A la exploración se apreciaba una placa eritematosa, hiperqueratósica y supurativa en hemicara derecha de
15 x 5 cm (figura 1). No se palpaban adenopatías. En todo momento afebril y sin sintomatología sistémica
acompañante. Posteriormente, aparecieron pústulas con eritema circundante y necrosis central en ambos
miembros inferiores.
Exploraciones complementarias
Hemograma, bioquímica y alfafetoproteína dentro de la normalidad. Colesterol total 256 mg/dl con LDL de
192 mg/dl y HDL de 35 mg/dl. El cultivo del exudado fue positivo para Enterococcus faecalis. Se biopsiaron
tanto la lesión facial como una de las lesiones de las piernas, y en ambas se objetivó la presencia de
marcada inflamación aguda y crónica, sin infiltración tumoral, compatible con pioderma gangrenoso.
Diagnóstico
Pioderma gangrenoso vegetante.
Tratamiento
Inicialmente se instauró tratamiento con prednisona oral a dosis de 50 mg/día. Ante la ausencia de respuesta
tras 2 meses, se inició tratamiento con ciclosporina a dosis de 4 mg/kg/día.
Evolución
El paciente evolucionó favorablemente, con desaparición completa de las lesiones en miembros inferiores
y ausencia de inflamación y supuración, pero con cicatrización hipertrófica en hemicara derecha (figura 2).
Discusión
El pioderma gangrenoso vegetante es una variante poco frecuente de pioderma gangrenoso, que suele
localizarse habitualmente en tronco y, a diferencia de la forma clásica, no se asocia a enfermedades
sistémicas, siendo casi siempre de buen pronóstico1. Que sepamos nosotros sólo se han descrito 60 casos
de pioderma gangrenoso vegetante en la literatura, y únicamente 6 de ellos se localizaban a nivel facial2,3.
Figura 1 Placa eritematosa, hiperqueratósica y supurativa en Figura 2 Tras tratamiento con ciclosporina: ausencia de supuración.
hemicara derecha de 15 x 5 cm Cicatrización hipertrófica
BIBLIOGRAFÍA
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2 Persing SM, Laub D Jr. Superficial granulomatous pyoderma of the face: a case report and review of the literature. Eplasty
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ciclosporine: a long term follow- up. Dermatology 2001; 202: 155-7.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Paciente mujer de 38 años sin antecedentes médico-quirúrgicos de interés ni toma de medicación habitual.
No presenta alergias medicamentosas conocidas. Es remitida a la consulta de Dermatología por su médico
de atención primaria por presentar lesiones axilares de 7 años de evolución. La paciente refiere el inicio
del cuadro coincidiendo con la realización de depilación láser en las zonas donde presenta las lesiones,
recibiendo en total 4 sesiones. Inicialmente describe una sensación de tacto rugoso axilar, tras la finalización
del tratamiento con láser, pero es en el último verano cuando presenta empeoramiento y exacerbación
importante en el número y tamaño de las lesiones axilares, además de referir prurito intenso.
Exploración física
A la exploración se objetivaron en ambas axilas lesiones papulosas, de distribución folicular, suaves al tacto
y de tonalidad amarillenta, algunas con base eritematosa, más pronunciadas en axila derecha (figura 1).
Pruebas complementarias
El estudio histológico de una de las pápulas axilares reveló la presencia de dilatación del infundíbulo
piloso con taponamiento hiperqueratósico, encontrándose rodeado de abundantes histiocitos espumosos
(macrófagos xantomatizados) (figura 2).
En el resto de pruebas complementarias no se identificaron alteraciones hormonales o metabólicas
reseñables.
Diagnóstico
Enfermedad de Fox Fordyce o Miliaria apocrina axilar.
Tratamiento y evolución
Se inició tratamiento con ácido retinoico al 0.05% crema (aplicación nocturna) y fluticasona crema
(aplicación diurna). Tras un mes de tratamiento la paciente acudió a la revisión refiriendo disminución del
prurito y mejoría de las lesiones, evidenciándose disminución de éstas en tamaño y número.
Discusión
La enfermedad de Fox Fordyce es una enfermedad inflamatoria poco común que afecta a las glándulas
apocrinas. Aunque la etiología es desconocida, se sugiere una asociación hormonal, ocurriendo un 90%
de los casos en mujeres entre los 13 y 35 años.
Su localización más frecuente es axilar, seguida de las regiones anogenital y periareolar.
Clínicamente se manifiesta como pápulas foliculares monomórficas y suaves al tacto, que varían en color
y suelen acompañarse de hipohidrosis y disminución o ausencia del vello. Estas lesiones pueden ser muy
pruriginosas y suelen exacerbarse con situaciones de estrés, sudoración, climas calientes, medicamentos, y
otros estímulos físicos.
Recientemente han sido reportados casos asociados a la depilación con láser, sin embargo no ha sido
establecido un patrón constante de presentación, tanto en cuanto a la distribución como al tiempo de
aparición de las lesiones.
BIBLIOGRAFÍA
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4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Mujer de 73 años con antecedentes de hipertensión arterial, hipercolesterolemia e hipotiroidismo en
tratamiento con losartan, levotiroxina y simvastatina. Acude a revisión de liquen plano de mucosa oral
de años de evolución. Refiere presentar desde hace 2 meses lesiones muy pruriginosas en hemicuerpo
izquierdo que no han mejorado a pesar de tratamiento con aciclovir oral y fomentos de sulfato de cobre
pautados por su médico de atención primaria ante la sospecha clínica de herpes zóster.
Exploración física
A la exploración física observamos múltiples maculopápulas eritematovioláceas, brillantes y de superficie
aplanada, agrupadas siguiendo los trayectos de las líneas de Blaschko. Curiosamente las lesiones se
limitan a hemicuerpo izquierdo, sin sobrepasar la línea media, afectando el hemitronco y las extremidades
homolaterales. No presenta afectación facial, palmar ni plantar.
Exploraciones complementarias
El estudio histológico de una lesión representativa localizada en región lumbar muestra hiperqueratosis
ortoqueratósica, acantosis irregular y elongación en “dientes de sierra” de las crestas interpapilares, así
como un extenso cambio vacuolar de la capa basal con necrosis aislada de queratinocitos y formación
de “cuerpos de Civatte”. En la dermis superficial se observa un infiltrado inflamatorio linfocitario de
distribución en banda que afecta focalmente a la capa basal epidérmica.
1 2
Fotos 1-2 Maculopápulas eritematovioláceas agrupadas siguiendo las líneas de Blaschko en hemicuerpo izquierdo
Diagnóstico
La clínica y la confirmación histológica establecen el diagnóstico de liquen plano blaschkoide lineal y
unilateral.
Tratamiento
Se inicia tratamiento con metilprednisolona aceponato tópico sin lograr controlar el prurito ni desaparecer
las lesiones, por lo que posteriormente se indica prednisona oral en dosis descendente y clobetasol tópico
en las lesiones más activas
Evolución
El paciente responde de manera satisfactoria al tratamiento, logrando estar completamente asintomático.
Durante el seguimiento realizado el último año, el paciente ha sufrido un nuevo brote de lesiones similares
en muslo y pierna izquierdas, que nuevamente ha respondido de manera satisfactoria a corticoterapia
sistémica. Las lesiones desaparecen dejando una hiperpigmentación postinflamatoria.
Comentario
El liquen plano lineal unilateral es una variante de liquen plano muy poco frecuente, descrita sobre todo en
pacientes pediátricos, pero que puede aparecer a cualquier edad. Se caracteriza por lesiones de distribución
lineal siguiendo las líneas de Blaschko. Presumiblemente, este patrón refleja un mosaicismo somático, pero
se desconoce en qué difieren la piel afectada de la sana.
Con frecuencia se presenta como zonas de hiperpigmentación postinflamatoria lineal en pacientes con
o sin antecedentes de liquen plano conocido, por lo que su sospecha clínica es fundamental para la
orientación diagnóstica. El tratamiento es superponible al del liquenplano, consistiendo en corticoterapia
tópica y antihistamínico oral para las lesiones localizadas, y corticoterapia sistémica cuando la afectación
es extensa. Presentamos este caso por ser una forma de presentación del liquen plano poco frecuente y
para recordar el concepto de líneas Blaschkoides, que son líneas de origen embrionario únicamente visibles
cuando una enfermedad cutánea asienta sobre ellas.
BIBLIOGRAFÍA
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4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Mujer de 31 años sin antecedentes de interés, es remitida desde atención primaria por presentar una lesión
pigmentada atípica en la cara anterior del muslo derecho. La paciente refería presentar dicha lesión desde
el nacimiento con progresi-
vo crecimiento y aparición
de zonas sobre-elevadas de
color azulado.
En la exploración física, se
objetivaba una placa de 4 x
2,4 centímetros compues-
ta por máculas de pequeño
tamaño en distintas tonali-
dades de marrón sobre las
cuales presentaba máculas
y pápulas de coloración azu-
lada de forma parcheada (fi-
gura 1).
Figura 1
Foto clínica de la lesión, placa con
distintos tonos de marrón, en cuya
superficie se observan pápulas y
máculas de color azulado
El estudio histopatológico demostró la presencia de células fusocelulares intensamente pigmentadas y sin atipia
ni mitosis en dermis reticular y alrededor de las estructuras anexiales además de acúmulos de melanocitos con
patrón lentiginoso y sin atipia de forma focal en la unión dermoepidérmica (figuras 2 y 3).
La paciente fue diagnosticada de nevus azul combinado con nevus spilus.
Se realizó extirpación completa de la lesión.
Discusión
La combinación de nevus azul con nevus spilus es una entidad infrecuente con pocos casos descritos
hasta la fecha. El primer caso fue descrito por Kawamura en 1950 y lo denominó “nevus azul atípico”1.
Propuso 3 variantes histológicas para esta entidad: el tipo I, que consiste en una combinación nevus
azul y nevus celular, el tipo II, una combinación de nevus azul y nevus spilus y el tipo III, descrito como
la asociación de nevus azul y una formación nevoide fibromatosa o miomatosa. La mayoría de los casos
publicados se presentan como formas de nevus azul agminado y corresponden al tipo II de Kawamura2,3.
Se desconoce el significado biológico de esta asociación. Otras lesiones como el nevus de Spitz, el nevus
organoide y el nevus melanocítico compuesto también se han descrito asociadas al nevus spilus3. A pesar
de que no se consideran lesiones con potencial maligno, parece conveniente realizar seguimiento clínico y
dermatoscópico de las mismas ya que se han descrito un caso de carcinoma basocelular4 y más de 30 casos
de melanoma asentando en nevus spilus5-7, uno de los cuales asociaba melanocitosis dérmica8.
BIBLIOGRAFÍA
2 Marchesi L, Naldi L, Parme A et al. Agminate blue nevus combined with lentigo. A variant of speckled lentiginous nevus? Am
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8 Yoneyama K, Kamada N, Mizoguchi M, Utani A, Kobayashi T, Shinkai H.Malignant melanoma and acquired dermal
melanocytosis on congenital nevus spilus. J Dermatol. 2005;32:454-8. Review.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Se trata de un varón de 21 años de edad nacido en Colombia que consulta por hiperpigmentación en
islotes de carácter generalizado que se inició en el tronco hace 4 meses y ahora afecta a casi la totalidad
del tegumento. No refiere exposición solar desde hace más de 6 meses. No presenta prurito ni otra
sintomatología. No existen antecedentes personales ni familiares de interés ni ingesta de fármacos.
Exploración física
En la exploración destaca una
pigmentación macular lineal ge-
neralizada que respeta peque-
ñas áreas de piel, de un color
gris ceniza. No existe afectación
de mucosas ni otras lesiones cu-
táneas elementales. Las faneras
se encuentran sin alteraciones
significativas (figura 1).
Figura 1
Hiperpigmentación macular generalizada
color gris-ceniza, de predominio en tronco
Pruebas complementarias
Se realiza biopsia cutánea que muestra hiperpigmentación entorno al plexo vascular superior y presencia
de melanófagos sin aumento de melanocitos (figura 2).
Diagnóstico
Según los hallazgos clínicos e
histológicos descritos llegamos
al diagnóstico de Dermatosis Ce-
nicienta.
Tratamiento
En nuestro caso y dada la poca
evidencia clínica de la eficacia de
los tratamientos médicos en esta
patología, se decidió abstención
terapéutica y vigilancia bianual.
Figura 2
Aumento de pigmento melánico entorno
plexo vascular superficial de la dermis y
melanófagos
Comentario
La dermatosis cenicienta es una hipermelanosis idiopática, adquirida, generalizada, macular, azul grisáceo
ceniciento que aparece en individuos sanos. Descrito por primera vez por Oswaldo Ramírez en El Salvador
en 1957. La etiología es desconocida; es más común en América Latina y Asia, aunque se han descrito
casos en diferentes partes del mundo. Afecta principalmente a individuos de piel oscura, de ambos sexos,
con un predominio por la segunda década de la vida. La dermatosis cenicienta se presenta como una
enfermedad crónica y asintomática, de larga evolución, de importancia cosmética principalmente. Afecta
comúnmente el tronco, brazos, cuello y cara, sin preferencia por áreas expuestas. El diagnóstico diferencial
debe hacerse con el liquen plano pigmentado y pigmentación macular eruptiva idiopática, principalmente.
Las opciones terapéuticas son muchas, pero pocas han resultado efectivas, el único tratamiento que al
parecer tiene más eficacia es la clofazimina a una dosis promedio de 100 mg tres veces por semana
durante tres a cinco meses.
BIBLIOGRAFÍA
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Exantema maculoso
en inmunocomprometido
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Se trata de un varón de 36 años, que ocho años antes había sido diagnosticado de un linfoma de Hodgkin
estadio IVB. Había recibido siete líneas de quimioterapia y dos ciclos de radioterapia en dos localizaciones
diferentes. En marzo de 2013, se le realizó un trasplante de precursores hematopoyéticos haploidéntico (madre).
El día +1 postrasplante tuvo un pico febril aislado (38.4ºC) y vómitos. El día +18 se cursó una interconsulta a
Dermatología por lesiones cutáneas de cuatro días de evolución. Habían comenzado en miembros inferiores y
se acompañaban de diarrea y vómitos, con sensación distérmica pero sin objetivarse fiebre.
Exploración física
Se trataba de numerosas máculas eritematosas de entre 3 y 10 mm,
no confluyentes, distribuidas en cuero cabelludo, cara, tronco brazos y
muslos (figura 1). En antebrazos y piernas eran menos numerosas y no
afectaba a palmas, plantas ni a mucosas, si bien el paciente presentaba
mucositis en cavidad oral explicable por el acondicionamiento
pretrasplante.
Figura 1 Máculas eritematosas de entre 3 y
Exploraciones complementarias 10 mm, no confluyentes en tronco y brazos
En la analítica sanguínea del día + 18 destacaban: Hb 8.8 g/dL, 15000 plaquetas (tras trasfusiones de
hematíes y plaquetas), 100/μL (0 neutrófilos), GGT 269 UI/L (N 36), FA 319 UI/L (N 105), PCR 11. En la
del + 23 se objetivó: creatinina 1 g/dL, GGT 425 UI/L, FA 342 UI/L y bilirrubina 1.2 mg/dL. El día + 24 se
alcanzaron los 700/ μL neutrófilos y la bilirrubina fue de 3.4 mg/dL.
Se realizaron hemocultivos, urocultivo y coprocultivo, que fueron negativos. Las pruebas de imagen
realizadas (ecografía abdominal y TC toracoabdominopélvico), también fueron normales.
El peso corporal del paciente había aumentado un 6% y sufrió un fracaso renal oligoanúrico.
Diagnóstico
Se realizó una biopsia cutánea en la que se observaron queratinocitos necróticos en el estrato basal de la
epidermis y el folículo piloso, asociados a linfocitos maduros (satelitosis). En la dermis se apreciaba un leve
infiltrado inflamatorio perivascular de linfocitos típicos. Considerando la clínica y la histología compatible,
se llegó al diagnóstico de enfermedad injerto contra huésped aguda (EICH a).
El diagnóstico clínico de la enfermedad injerto contra huésped aguda se basa en los siguientes puntos:
1. Clínica cutánea: exantema morbiliforme con afectación inicial de partes acras (dorso de manos y pies,
palmas y plantas, orejas). Estadios:
1. <25% superficie corporal total
2. 25-50% superficie corporal total
3. >50% superficie corporal total
4. Eritrodermia con formación de ampollas
2. Síntomas digestivos. Diarrea secretora
1. Náuseas o diarrea 500-1000 mL
2. 1000-1500 mL
3. >1500 mL
4. Dolor abdominal severo con o sin íleo
Tratamiento
Se inició tratamiento con prednisona oral a dosis de 1mg/kg/día y emolientes.
Evolución
Las lesiones cutáneas se extendieron y confluyeron, afectando también a palmas y plantas, con resolución
completa a las dos semanas. La función hepática y la diarrea se normalizaron en pocas semanas.
Comentario
Un exantema en un paciente que ha recibido un trasplante de precursores hematopoyéticos (inmunosu-
primido y plurimedicado) conlleva una estrecha vigilancia y estudios complementarios puesto que la clínica
cutánea generalmente es poco específica, sobre todo al inicio del cuadro. La anatomía patológica no debe
retrasar el inicio del tratamiento.
BIBLIOGRAFÍA
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Nódulos umbilicales
en una mujer joven
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Mujer de 38 años, portadora de un dispositivo intrauterino y sin antecedentes personales de interés,
que acudió a nuestra consulta por lesiones localizadas en el ombligo de 16 meses de evolución. Refería
crecimiento progresivo durante los últimos meses y dolor en relación con el ciclo menstrual. No refería
sangrado ni tampoco intervenciones quirúrgicas abdominales previas. Había sido diagnosticada de
molluscum contagiosum en otro centro realizándole curetaje de dichas lesiones en dos ocasiones.
Exploración física
En la exploración física se observaban tres nódulos
rosados y brillantes localizados a nivel umbilical
(figura 1a), los cuales eran indoloros a la palpación.
Dermatoscópicamente se observaban proyecciones
polipoideas con áreas violáceas y azuladas. En la zona
superior del ombligo presentaba una cicatriz de un
piercing que había llevado años antes.
Exploraciones complementarias
Se realizó una biopsia cutánea que mostró a nivel de la dermis glándulas endometriales constituidas por
una hilera de células columnares con citoplasma basófilo y núcleos basales de morfología regular, sin
atipia. Estas estructuras glandulares se encontraban rodeadas por un estroma endometrial típico, con
extravasación hemática y ocasionales siderófagos (figura 2). La epidermis no presentaba alteraciones
destacables salvo una hiperplasia epidérmica. Las técnicas inmunohistoquímicas presentaron positividad
glandular y estromal para receptores de estrógenos y progesterona, con positividad estromal para CD10.
a b
Figura 2 a) Biopsia cutánea que muestra una glándula endometrial a nivel de la dermis rodeada de estroma
endometrial (HyE, x2). b) A mayor detalle, se observa la glándula endometrial con metaplasia tubárica y células
ciliadas. (HyE,x40)
Diagnóstico
Endometriosis umbilical primaria
Tratamiento y evolución
La paciente fue derivada al Servicio de Ginecología
para estudio completo, descartando la presencia de
otros focos de endometriosis. Para el tratamiento y
reconstrucción quirúrgica de la región umbilical se
derivó al servicio de Cirugía Plástica, realizándose
una escisión radical en bloque con márgenes de la
lesión y neoumbilicoplastia con colgajo cutáneo de
transposición abdominal. El diseño elegido del colgajo
fue un cuadrilátero con el ancho de 3 cm y largo de
5 cm, que tras su despegamiento se tubulizó para
formar un cono invertido. En el diseño del colgajo
se aprovechó la cicatriz vertical de piercing que la
paciente deseaba extirpar (figura 3).
La paciente permanece asintómatica y sin signos
de recidiva tras 9 meses desde la intervención Figura 3 Ombligo tras reconstrucción quirúrgica con
neoumbilicoplastia y colgajo cutáneo de trasposición abdominal.
quirúrgica.
Comentario
La endometriosis cutánea (EC) se caracteriza por la presencia de tejido endometrial en la piel, representado
menos del 1% de la endometriosis extragenital. Fue descrita por Von Recklingausen en 1885, y su
localización a nivel umbilical (la forma más frecuente en la piel) fue descrita por Villar un año más tarde. La
EC puede dividirse en primaria o espontánea y en secundaria, asociándose esta última a cirugía abdominal
o pélvica previa.
Clínicamente puede presentarse de distintas formas, siendo la más frecuente un nódulo rosado, marrón o
purpúrico que puede aumentar de volumen, doler y/o sangrar coincidiendo con la menstruación.
El estudio histológico muestra a nivel de la dermis glándulas endometriales, las cuales son positivas para
receptores de estrógenos y progesterona con estroma positivo para CD10.
El diagnóstico diferencial incluye entidades malignas como el nódulo de la hermana María José y procesos
benignos como granuloma piogénico, hernia umbilical, hemangioma, restos embrionarios o melanoma.
La extirpación quirúrgica es el tratamiento de elección y se recomienda realizar un estudio ginecológico
completo para descartar otros focos de endometriosis.
Como conclusión, aunque la endometriosis umbilical es una entidad rara, debe tenerse en cuenta en el
diagnóstico diferencial de los nódulos umbilicales.
BIBLIOGRAFÍA
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Gynecol Obstet. 2011;283:1041-4.
Nódulos indurados
en glúteos
Anamnesis
Mujer de 82 años que ingresa en nuestro servicio para ser
intervenida de melanoma localizado a nivel lumbosacro.
Como antecedentes personales destaca que durante varios
años, sin saber precisar exactamente cuántos, se administraba
de forma repetida y por vía intramuscular un fármaco cuya
naturaleza desconocemos pues la paciente no lo recordaba.
Además padecía hipertensión arterial, fibrilación auricular,
insuficiencia cardiaca, dislipemia, poliartrosis y síndrome de
1
apnea obstructiva del sueño.
Exploración física
Durante el acto quirúrgico, mientras la paciente permanece en
decúbito prono para extirparle la lesión pigmentada maligna
de zona lumbar, se observan numerosos nódulos indurados
y no dolorosos al tacto, color piel, de diferentes tamaños, no
ulcerados y localizados en ambos glúteos.
Figuras 1 y 2
Nódulos indurados en cuadrante
superoexterno de ambos glúteos. La zona 2
Exploraciones complementarias
• Analítica sanguínea donde no se detectaron alteraciones del metabolismo fosfo-cálcico con un fósforo
de 3.46 mg/dl y un calcio de 10 mg/dl.
• Rx dorsolumbar: Múltiples granulomas calcificados a nivel glúteo.
• Gammagrafía con citrato de Galio: Las calcificaciones glúteas no presentan fijador del trazador.
• Biopsia cutánea que debido a la dureza de la muestra remitida fue imposible tallarla.
Diagnóstico
Calcificación distrófica localizada.
Tratamiento y evolución
No se planteó ningún tratamiento puesto que la paciente llevaba años de evolución con sus lesiones sin
que le ocasionaran molestias.
Comentarios
La calcinosis cutis es el depósito de sales de calcio insolubles en los tejidos cutáneos. Etiológicamente se divide en:
calcificación distrófica, metastásica (alteración del metabolismo fosfocálcico sin alteración del tejido), idiopática
(sin anormalidad en los tejidos ni en el metabolismo fosfocálcico) o iatrogénica (complicación del tratamiento
intravenoso con cloruro o gluconato cálcico). La más común es la distrófica que ocurre en un tejido previamente
dañado, sin que se detecten alteraciones en el metabolismo fosfocálcico y sin que se produzca afectación de
órganos internos.
Cuando tiene lugar en forma de pequeños depósitos localizados se denomina calcinosis distrófica circunscrita
o localizada. Si los depósitos son extensos y existe afectación de forma diseminada recibe el nombre
de calcinosis distrófica universal o diseminada. Este tipo de calcificación puede ocurrir en enfermedades
del tejido conjuntivo, paniculitis, afecciones hereditarias, neoplasias cutáneas, infecciones, cicatrices por
quemaduras, queloides, inyecciones de diversos fármacos.
Ningún tratamiento ha sido aceptado como terapia estándar, aunque se han descrito casos que han
respondido a diferentes terapias como a ceftriaxona, láser de CO2, hidróxido de aluminio, diltiazem, etc.
BIBLIOGRAFÍA
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Máculas pigmentadas
en axilas
4
MISCELÁNEA
Descripción
Varón de 53 años sin antecedentes médico quirúrgicos
de interés que consulta por la presencia de lesiones hi-
perpigmentadas en axilas y cuello de aproximadamente
un año de evolución.
Anteriormente se había realizado cultivo de hongos,
siendo éste negativo.
Exploración física
Paciente de fototipo III que en el momento de la
consulta presentaba varias máculas hiperpigmentadas
levemente pruriginosas de forma ovalada y color
marronáceo con el borde más marcado en ambas axilas,
así como otra mácula única de similares características
en la zona cervical posterior. Ninguna de las lesiones
presentaba descamación superficial. No presentaba
lesiones en mucosas ni a nivel ungueal. El resto de la
exploración por órganos y aparatos no reveló otros
signos patológicos.
A nivel dermatoscópico se apreciaba una zona reticulada
central blanquecina en la lesión. Lesiones maculares
Pruebas complementarias
Se realizó biopsia de una de las
lesiones, mostrando una epidermis
ortoqueratósica con acantosis focal,
vacuolización de la membrana basal y
presencia de queratinocitos necróticos.
A nivel de dermis papilar y reticular
superficial, se observaba un infiltrado
inflamatorio linfohistocitario en banda
con acúmulo de pigmento melánico y
melanófagos en los estratos superiores
de papilas dérmicas.
Además se realizó analítica sanguínea
sin encontrarse alteraciones de interés,
así como serologías para VHB y VHC
negativas.
Con los datos clínicos e histopatológicos,
se llegó al diagnóstico de liquen plano
pigmentado inverso.
Tratamiento
Se comenzó tratamiento con crema de fluticasona propionato, dos aplicaciones diarias durante dos semanas
y posteriormente una dosis de mantenimiento de tres veces cada semana.
Tras dos meses de tratamiento, las lesiones presentaron mejoría con aclaramiento de la hiperpigmentación
y no aparecieron nuevas lesiones.
Comentario
El liquen plano es una enfermedad inflamatoria idiopática que puede afectar a piel y mucosas. Afecta
hasta el 1% de la población, apareciendo generalmente en adultos de 40-60 años, con leve predominio
en mujeres.
Su etiología aún no es clara, aunque se cree que es debida a un daño inmunomediado por linfocitos T que
atacan a queratinocitos basales con expresión alterada de antígenos de membrana. Entre los numerosos
agentes exógenos implicados en la enfermedad, destaca la infección por el virus VHC, que está especialmente
relacionada con la afectación oral de la enfermedad.
Dentro del liquen plano, existen numerosas variantes clínicas aunque todas presentan una histopatología
similar. Con relación a nuestro caso, encontramos la sobreposición de dos variantes: el liquen plano inverso
y el pigmentado.
El liquen plano inverso es una forma poco habitual con lesiones en zonas de pliegues, sobre todo axilas y en
menor medida en pliegues inguinales y submamarios. En muchas ocasiones son lesiones hiperpigmentadas,
por lo que estas dos variantes se superponen frecuentemente.
El liquen plano pigmentado, más frecuente en pacientes con fototipos III-IV, suele presentar lesiones en
zonas fotoexpuestas. Puede presentar lesiones típicas añadidas de liquen plano hasta en el 20% de las
ocasiones.
El tratamiento del liquen plano consiste en una escalera terapéutica, comenzando con corticoides tópicos,
inhibidores de la calcineurina tópicos o corticoides intralesionales. Si no son efectivos,está descrita la
mejoría de la enfermedad con diversos agentes: corticoides orales como primera elección en brotes graves,
pero también UVB-Be, retinoides sistémicos y diversos inmunosupresores sistémicos.
BIBLIOGRAFÍA
1 Gaertner E, Elstein W. Lichen planus pigmentosus-inversus: case report and review of an unusual entity. Dermatol Online J.
2012 Feb;18(2):11.
2 Hiroaki Yagi, Yuta Majima. Lichen planus pigmentosus-inversus: Two case reports and clinical review Journal of the American
Academy of Dermatology, Volume 68, Issue 4, Supplement 1, April 2013.
3 Sharma A, Białynicki-Birula R, Schwartz RA, Janniger CK. Lichen planus: an update and review. Cutis. 2012 Jul;90(1):17-23.
4 Sehgal VN, Verma P, Bhattacharya SN, Sharma S, Rasool F. Lichen planus pigmentosus. Skinmed. 2013 Mar-Apr;11(2):96-103.
Lesiones autoprovocadas
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Niña de 11 años de edad sin alergias medicamentosas conocidas ni antecedentes personales médicos ni
quirúrgicos de interés, que acude en septiembre de 2013 a consulta por aparición progresiva de lesiones
en dorso de ambas manos de 6 meses de evolución, que no desaparecían. Las lesiones no eran dolorosas
ni pruriginosas aunque en ocasiones eran “molestas”. Su pediatra le había pautado tratamiento con Ácido
fusídico en pomada durante 3 días sin mejoría y con antibióticos orales. No contacto con animales. No
tiene pecera, no ha estado en ríos. Paciente diestra.
Exploración física
En ambos dorsos de manos y antebrazo
izquierdo pápulas de 0,7-1 cm de diámetro,
superficie de aspecto liquenificado e
hipopigmentado con erosión en superficie.
Lesiones sobre todo en mano izquierda
y en mano derecha una única lesión de
las mismas características aunque menos
sobreelevada. No induradas a la palpación.
No otras lesiones asociadas (figura 1).
Exploraciones complementarias
Cultivo de bacterias: positivo para Staphylococcus epidermidis, Haemophilus parainfluenzae,
•
Streptococcus mitis.
• Cultivo de hongos: negativo.
• Cultivo de micobacterias: negativo.
• Biopsia: Hiperqueratosis ortoqueratósica, acantosis y ulceración superficial, en dermis papilar proliferación
vascular con capilares dilatados. No se observó material extraño. Las tinciones de PAS y Ziehl-Nielsen no
mostraron hongos ni bacilos ácido alcohol resistentes.
Diagnóstico
Dermatitis artefacta.
Evolución y tratamiento
La primera impresión diagnostica tras valorar a la paciente fue de lesiones autoprovocadas por excoriación
con sus propias uñas u otro objeto. En la primera consulta se realizó cultivo para bacterias, hongos y
micobacterias.
Se pautó Mupirocina en pomada 1 aplicación/12 horas durante 15 días y se valoró nuevamente. Tras
ver que no había mejoría, y sus familiares demandaban un diagnóstico tratamos con Betametasona
y Gentamicina en crema mas vendaje 1 aplicación/12 horas 15 días y antibioticoterapia oral.
Se preguntó a la paciente y a sus familiares en entrevistas separadas si las lesiones podrían ser autoprovocadas
y la situación escolar, familiar, psíquica y social de la paciente negando en todo momento la autoprovocación
de las lesiones y reseñando la normalidad de la paciente en todos los aspectos de su vida. La paciente vino a
consulta sin el vendaje y con las lesiones en igual estado, se propuso biopsia de una de las lesiones.
Definitivamente se optó por un vendaje oclusivo de ambas manos y antebrazos sin incluir dedos y se ad-
virtió a la paciente que sólo se le retiraría el vendaje en el servicio en 10 días. Obtuvo mejoría y se propuso
seguir 7 días más. La rápida mejoría de las lesiones que antes habían sido rebeldes a las otras terapéuticas
junto a la aparición de una nueva lesión en un lugar que previamente no se había visto afectado (dorso del
tercer dedo de mano izquierda) apoyó el diagnóstico.
Se ha consultado con psiquiatría para abordaje terapéutico interdisciplinar.
Comentario
Se define como dermatitis artefacta o dermatitis facticia a todo cuadro dermatológico con lesiones que el
paciente causa en su piel, negando su participación en ello. Supone un diagnóstico difícil y problemático en
el que el paciente si se siente confrontado al plantearle el diagnóstico cambiará de especialista con facilidad
y dificultará su tratamiento y resolución del mismo.
Existe un claro predominio femenino frente a los hombres de hasta 7,5 mujeres por varón. La mayoría entre
los 15 y 25 años, es raro en niños y por encima de los 55 años.
La presentación clínica es muy variada y va a depender del método empleado para realizar la autolesión.
Las más frecuentes son ulceras, ampollas, excoriaciones, induraciones, costras, lesiones eccematosas y
edemas.
En el caso de los niños el ambiente puede ser característico, el niño puede aparece tembloroso y lloroso,
aunque es más común que aparezca indiferente o despreocupado respecto a las lesiones, por el contrario
sus padres se muestran preocupados y ansiosos.
El diagnóstico se establece por exclusión y requiere la realización de un diagnóstico diferencial con múltiples
afectaciones. La biopsia no es resolutiva aunque puede ayudar. Tenemos que evitar incriminar al paciente
y mantener una buena relación con él basada en la confianza, intentando ser comprensivo.
El tratamiento de los pacientes es difícil y la evolución es recurrente y crónica en numerosos casos. La
valoración y el tratamiento psiquiátrico es importante para tratar la patología psiquiátrica subyacente,
aunque muchos pacientes suelen rechazarla.
BIBLIOGRAFÍA
1 A. Rodriguez Pichardo, B. García Bravo. Dermatitis artefacta: revisión. Actas Dermosifilogr. 2013;104(10):854.866.
2 Cristina Serrano Falcón, María del Mar Serrano Falcón. Dermatitis artefacto. Piel. 2009;24(9):478-9.
3 A.B. Martínez López, M. Peinador García, P. Borregón Nofuentes, C. Ciudad Blanco, C. Molins Garrido. Dermatitis artefacta.
Acta Pediatr Esp. 2011; 69(11): 517-519.
4 Cecilia Laguna Argente, María Luisa García-Melgares Linares. Dermatitis artefacta. Piel. 2007;22(1):49-50.
Siringomas múltiples
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Varón de 27 años, sin alergias medicamentosas conocidas, con antecedentes personales de síndrome de
Down, y sacroileítis izquierda en el contexto de una artritis reactiva secundaria a una infección de vías
respiratorias altas. Había sido intervenido quirúrgicamente por una comunicación interventricular. Tras la
intervención precisó de la colocación de un marcapasos, debido a la aparición de un bloqueo auriculo-
ventricular de segundo grado. Dicho marcapasos se recambió 9 años después, persistiendo cable epicárdico
e intracavitario, por lo que se inicia tratamiento anticoagulante con acenocumarol. Epifisiolisis de ambas
caderas fijadas con tornillos.
Acude a la consulta de Dermatología por la aparición
progresiva de lesiones ocasionalmente pruriginosas de años
de evolución, a nivel de brazos, antebrazos y muslos.
Exploración física
En la exploración física se observaban pápulas, de aproxima-
damente 2 mm de diámetro, eritematomarronáceas, bien
delimitadas, de superficie lisa, no descamativa y consistencia
firme, localizadas fundamentalmente, en las superficies de ex-
tensión de las extremidades superiores e inferiores (figura 1).
Figura 1
Detalle de la extremidad superior del paciente,
donde se observan múltiples pápulas eritemato-marronáceas
Exploraciones complementarias
Ante esta clínica, realizamos una biopsia incisional de una de las lesiones. En la tinción de Hematoxilina-
Eosina se observa que la epidermis no presentaba cambios significativos. A nivel de la dermis se observan
dos componentes. Uno epitelial en el que, se observa una pequeña proliferación de estructuras ductales
de pequeño tamaño, que están delimitadas por dos capas de epitelio cuboideo, que se disponen en
nidos y estructuras tubulares de apariencia ecrina, que delimitan un espacio luminal, que en ocasiones
contiene material granular basófilo. En algunas zonas, estos ductos muestran una prolongación epitelial
en cola de renacuajo característica. Y un componente mesenquimal, formado por colágeno esclerosado y
homogéneo (figura. 2).
Figura 2
Tinción de Hematoxilina-Eosina: A nivel de la dermis,
una proliferación ductal y tubular de apariencia ecrina.
En el mesénquima se observa colágeno esclerosado y
homogéneo
Diagnóstico
Siringomas múltiples.
Tratamiento
No precisó tratamiento.
Evolución
Las lesiones permanecieron estables y asintomáticas.
Comentario
El siringoma es una neoplasia anexial benigna, derivada de los ductos ecrinos. Son más frecuentes en
mujeres, apareciendo durante la pubertad1. Desde el punto de vista clínico, se clasifican en cuatro grupos,
según Friedman y Butler2: localizados, la forma asociada a trisomía 21, la forma familiar y los generalizados,
que a su vez se dividen en múltiples y eruptivos. La asociación con la trisomía del cromosoma 21 y
siringomas, es 31 veces más frecuente que en la población general. La localización periorbitaria es la más
frecuente, aunque de forma ocasional también se han descrito casos respetando esta localización, con
afectación múltiple en tronco y extremidades, como en nuestro caso3. Habitualmente no se asocian a otras
manifestaciones cutáneas, excepto en el síndrome de Nicolau-Balus, caracterizado por la aparición de
siringomas, milium y atrofodermia vermiculata4. El objetivo final del tratamiento es el cosmético. No hay
estudios comparativos, que sugieran cuál es el tratamiento definitivo, ya que ninguno de los estudiados
es satisfactorio 2. Recientemente, Horie et al comunicaron 2 casos de siringomas eruptivos tratados con
tranilast, que actúa disminuyendo la síntesis de colágeno, produciendo una mejoría de los siringomas5.
BIBLIOGRAFÍA
1 Ong CGW, Lim KS, Chian LYT. Eruptive syringoma in a patient with trisomy 21. Singapore Med J. 2010; 51(2): 46-7.
2 Yuichiro T, Hironobu I, Hidehisa S and Kunihiko T. Generalized eruptive syringoma. Pediatric Dermatol. 2005; 22: 492.
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4 Dupré A, Carrere S, Bonafé JL. Syringomes éruptifs generalizes, grains de milium et atrophodermie vermiculeé. Syndrome
Nicolau et Balus. Dermatologica 1981; 162:281-286.
5 Horie K, Sinkuma S, Fujita Y, Ujiie H, Aoyagi S, Shimizu H. Efficacy of N-(3,4-dimethoxycinnamoyl)-anthranilic acid (tranilast)
against eruptive syringoma: report of two cases and review of published work. J Dermatol. 2012 Dec; 39(12): 1044-6.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Niña de nueve años de edad, con desarrollo normal y sin antecedentes médicos ni dermatológicos
relevantes, que consultó por aparición ocho meses antes de pequeñas pápulas puntiformes en ambos
codos, ligeramente pruriginosas, que posteriormente se habían generalizado a los cuatro miembros, tronco
y cara.
Exploración física
Destacaban unas pápulas puntifor-
mes, brillantes, del color normal de
la piel, de distribución generalizada
y con una llamativa afectación de
cara y párpados. Además, se ob-
servaron lesiones de rascado, con
fenómeno isomórfico de Koebner.
Figura 1
Fotografías clínicas
Exploraciones complementarias
Se realizó una biopsia punch, en la que se observó unos infiltrados linfohistiocitarios localizados a nivel
de algunas papilas dérmicas, rodeados característicamente por unas crestas epidérmicas hiperplásicas (en
forma de “bola y garfio”). Además, se observó paraqueratosis y adelgazamiento de la capa granular
localizada a nivel de dichos infiltrados.
Diagnóstico
Liquen nitidus.
Figura 2
Biopsia punch.
Tinción con hematoxilina-eosina
Tratamiento y evolución
Dada la extensión de las lesiones y que resultaban sintomáticas, se pautó tratamiento con crema de
pimecrolimus al 1% en la cara y en los antebrazos.
En un control realizado un mes más tarde se comprobó una evolución fue muy favorable, con resolución
rápida de las lesiones en las zonas tratadas y una mejoría espontánea de las zonas no tratadas.
Comentario
El Liquen nitidus es una dermatosis crónica poco frecuente descrita por Pinkus en 1901. Su causa es
desconocida y su origen inflamatorio. Es característica de niños o adolescentes y consiste en numerosas
pápulas diminutas, uniformes, bien delimitadas, del color normal de la piel y que suelen disponerse en
grandes grupos en regiones localizadas en zonas flexoras de miembros superiores, genitales, tórax, abdomen
y el dorso de las manos. En algunos casos pueden estar afectados el cuello, la cara, las palmas, plantas y
mucosas. Se han descrito variantes menos frecuentes: generalizadas, como es el caso que presentamos, y
también queratósicas, petequiales, vesículo-hemorrágicas y perforantes.
Su diagnóstico diferencial incluye fundamentalmente el liquen plano, pero también otras entidades como
el liquen escleroso en gotas, el liquen espinuloso, el liquen escrofuloso, la verruga plana, la sarcoidosis
papular y la sífilis liquenoide secundaria, entre otros.
Su tratamiento suele ser innecesario en la mayoría de los casos, ya que con frecuencia es asintomática y
suele mejorar espontáneamente.
Se ha descrito la utilidad de los tratamientos tópicos como primera opción como los corticoides o los
inhibidores de la calcineurina (tacrolimus y pimecrolimus). El liquen nitidus generalizado que no responde a
tratamientos tópicos se ha tratado con éxito con fotoquimioterapia (PUVA). Otros tratamientos propuestos
son etretinato oral, itrakonazol y astemizol.
Los inhibidores de la calcineurina han demostrado su utilidad tanto en dermatitis atópica como en otras
dermatosis inflamatorias. A diferencia de los corticoides tópicos, no producen atrofia cutánea, absorción
sistémica ni supresión del eje hipofisario-adrenal en casos de uso prolongado. El tacrolimus ha mostrado
mayor efectividad y mayor rapidez de respuesta en dermatitis atópica, pero mayor frecuencia de reacciones
locales que el pimecrolimus, por lo que este último se plantea como una mejor opción en localizaciones
como la cara o genitales.
BIBLIOGRAFÍA
1 Frankel HC, Qureshi AA. Comparative Effectiveness of topical calcineurin inhibitors in adult patients with atopic dermatitis.
Am J Clin Dermatol 2012; 13:113–123.
2 Tilly JJ, Drolet BA, Esterly NB. Lichenoid eruptions in children. J Am Acad Dermatol. 2004 Oct;51(4):606-24.
3 Celasco A, Lequio M, Santamarina M, Hernández M et al. Lichen nitidus. Report of two cases, one of them with a generalized
distribution. Arch Argent Pediatr 2012;110(1):e13-e16.
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Mujer de 54 años sana, trabajadora en una oficina, aficionada al deporte y correr, sin antecedentes de
interés.
Acude a consulta por un cuadro de 11 meses de evolución que consistía en la aparición progresiva de
eritema, descamación y fisuras en plantas de ambos pies. Asimismo refería que había comenzado a notar
hace 8 meses, la aparición de lesiones abultadas también localizadas en los pies, principalmente en talones,
que conferían un aspecto abollonado a la superficie de los mismos. Refería asimismo prurito en la zona y
dolor asociado a las grietas que interfería en el desarrollo de sus tareas diarias. Debido a esta sintomatología
se le había tratado previamente con antifúngicos orales y tópicos sin mejoría alguna.
Exploración física
La paciente presentaba en ambos talones áreas de eritema
y descamación junto con hiperqueratosis y fisuras en
las áreas de mayor apoyo. Además localizadas en caras
laterales de talones y también en el arco plantar presentaba
lesiones papulosas de consistencia blanda de entré 0,5-
1 cm de diámetro que se hacían más evidentes con el
apoyo. Estas lesiones pudieron ser mejor observadas tras
tratar la patología acompañante y desaparecer las áreas
de hiperqueratosis y fisuración apreciándose una superficie Figura 1 Lesiones papulosas de coloración piel en ambos
sin afectación epidérmica de coloración piel (figura 1). talones
Exploraciones complementarias
No fue necesario realizar estudios complementarios.
Diagnóstico
A la paciente se le diagnosticó de psoriasis plantar que fue tratada y al mejorar esta patología se pudo
observar claramente que las lesiones papulosas correspondían a pápulas piezogénicas pedales Al no haber
signos de otra enfermedad subyacente que se pudiera relacionar con esta segunda patología se diagnosticó
de pápulas piezogénicas podálicas asintomáticas aisladas.
Tratamiento
Se realizó tratamiento con corticoides tópicos en las áreas afectas de psoriasis.
Se le explicó a la paciente las características benignas de las pápulas piezogénicas que salvo que produzcan
dolor no suelen recibir tratamiento y se adoptó una postura conservadora indicando que disminuyera la
carga de la zona y recomendando limitar las actividades deportivas que implicasen trauma en la zona como
correr.
Evolución
La evolución de la paciente fue buena la psoriasis se controló completamente con tratamiento tópico,
despareciendo también la clínica pruriginosa y el dolor al eliminarse las grietas.
Las lesiones papulosas por otro lado persistieron sin cambios.
La paciente no ha referido en este tiempo dolor ni cambios en número o tamaño de las lesiones por lo que
se mantiene seguimiento sin plantear otros tratamientos por ahora.
Comentario
La dificultad inicial de este caso reside en la superposición de dos patologías, una muy frecuente y fácilmente
reconocible como es la psoriasis que enmascaraba a las pápulas piezogénicas. Éstas son herniaciones del
tejido graso a través de defectos del tejido conectivo producidos por una presión continua aplicada en los
talones.1 Se hacen mas evidentes con el apoyo. En un 60% de los casos se asocian con soporte de carga,
en saltadores, corredores de maratón o trabajos que requieren estar levantado, por lo que se considera una
dermatosis friccional. Se ha detectado hasta en un 34,5% de los pacientes con Ehlers-Danlos2, en estos
casos las pápulas suelen ser de mayor tamaño y número.3
El tratamiento es conservador, siendo importante tranquilizar y explicar al paciente que es una patología
benigna. En los casos en los que se asocia dolor se toman inicialmente medidas conservadoras como evitar
traumatismos repetidos o permanecer de pie durante largo tiempo, perder peso, evitar cargas, medias de
compresión, inyecciones de corticoides o anestésicos y en última instancia se puede indicar extirpación
quirúrgica.3
Esta patología a veces infradiagnosticada por el desconocimiento de la misma no debe ser subestimada,
por su asociación con enfermedades del tejido conectivo, porque cuando es sintomática requerirá de
nuestra actuación y porque evitaremos tratamientos y ansiedad innecesaria en nuestros pacientes.1
BIBLIOGRAFÍA
1 Karadag AS, Bilgili SG, Guner S, Yilmaz D. A case series of piezogenic pedal papules. Indian dermatology online journal.
2013;4(4):369-71.
Lesiones blanquecinas
en la mucosa lingual
35
Rocío Maseda Pedrero, Raquel Paz Pérez,
Ana Isabel Rodríguez Bandera,
Carmen Vidaurrázaga Díaz de Arcaya
MISCELÁNEA
Anamnesis
Mujer de 64 años, fumadora habitual de 15 cigarrillos diarios, sin antecedentes familiares ni personales de
interés. Fue remitida a la consulta de Dermatología por presentar lesiones blanquecinas asintomáticas en
la lengua de cuatro años de evolución. Las lesiones habían permanecido estables durante todo ese tiempo.
Exploración física
En la exploración física se observaban unas placas blanquecinas, de aspecto en empedrado, que recubrían
el dorso de la mucosa lingual, no dolorosas a la palpación. Las lesiones no se desprendían ni se modificaban
tras el raspado de las mismas (figuras 1 y 2).
Figura 1
Placas blanquecinas
en empedrado en
mucosa lingual
Figura 2
Detalle de placas
blanquecinas en
dorso de mucosa
lingual
Exploraciones complementarias
El cultivo de hongos realizado fue negativo. Se realizó biopsia de la mucosa lingual, en la que se observaba
una hiperplasia epitelial con paraqueratosis, y células con citoplasma grande y claro en la parte superior de
la dermis.
Diagnóstico
Leucoedema.
Tratamiento
Se inició tratamiento con urea al 20% en solución acuosa, alternando con retinoides tópicos.
Evolución
Tras dos meses de tratamiento, se consiguió una mejoría del cuadro con desaparición de las lesio-
nes. Sin embargo, éstas reaparecieron al poco tiempo de suspender el tratamiento, por lo que se
mantuvo a la paciente con una pauta intermitente de retinoides tópicos, consiguiendo así controlar
el cuadro.
Comentario
El leucoedema es un trastorno adquirido de la mucosa oral que suele aparecer en la edad adulta en forma
de placas asintomáticas de coloración blanquecina en la mucosa yugal bilateral, aunque se han descrito
casos en otras localizaciones como mucosa labial o lingual. En los casos severos se observa una mucosa
engrosada de coloración blanco-grisácea con pliegues en superficie, de aspecto aterciopelado o esponjoso.
Se ha relacionado con una mala higiene bucal y con un hábito tabáquico intenso. El principal diagnóstico
diferencial en nuestro caso fue con un nevo blanco esponjoso (NBE). Es una rara genodermatosis de
transmisión autosómica dominante que se manifiesta en la infancia en forma de placas blanquecinas con
apariencia arrugada en la mucosa oral y, menos frecuentemente, en las mucosas genital y esofágica. Muchos
autores concluyen que, aunque se describen diversos grados de afectación clínica en el leucoedema, es
imposible distinguir tanto clínica como histopatológicamente a éste del NBE, sobre todo en los casos
intensos. Por lo tanto, debido a que tienen más similitudes que diferencias, se deberían considerar como
entidades relacionadas.
BIBLIOGRAFÍA
1 Piqué E, Palacios S, Jordán D. Leucoedema frente a nevo blanco esponjoso. A propósito de un caso. Actas Dermosifiliogr
2000;91:408-11.
2 Sánchez P, Manchado P, Rodríguez MA, Ruiz I, Martínez M. Lesiones blanquecinas en la mucosa oral. An Esp Pediatr
2001;55:159-60.
3 Patil K, Mahima VG, Srikanth HS. White spongy nevus: A nonhereditary presentation. J Indian Soc Pedod Prev Dent
2008;26:125-7.
Onicopatía generalizada
en una niña
4
MISCELÁNEA
Anamnesis
Niña de cuatro años que acude por presentar lesiones ungueales de 1 año de evolución. Previamente
no refería patología ungueal ni otra enfermedad dermatológica. Como antecedente refería un episodio
de bronquiolitis que requirió ingreso hospitalario en los primeros meses de vida, asimismo había sido
intervenida de una dacrioestenosis a la edad de un año, sin secuelas actuales. Acudió acompañada de su
madre y su abuela, que no describían antecedentes familiares de lesiones similares, incluyendo su hermana
de dos años de edad.
La afectación se había iniciado hacía 1 año aproximadamente, empezando por las manos con
generalización progresiva a todas las láminas ungueales. No lo relacionaba con ningún agente
desencadenante, incluidos fármacos. No refería otra sintomatología sistémica asociada. Se había
aplicado aceite de oliva diariamente sin encontrar mejoría.
Exploración física
A la exploración destacaba la distrofia de todas las uñas de manos y pies, presentando superficie áspera, sin
brillo, con acentuación de las estriaciones longitudinales en algunas de ellas y con marcado pitting en otras.
Todas las láminas ungueales se encontraban rugosas y quebradizas, adoptando en conjunto un aspecto
“en papel de lija”. La afectación era mayor en las primeras uñas de los dedos de los pies, asociando
onicólisis distal con despegamiento de la lámina ungueal.
La exploración del resto del tegumento cutáneo y mucoso no revelaba otra patología asociada.
Exploraciones complementarias
Los estudios complementarios que se realizaron incluyeron un hemograma y bioquímica que fueron
rigurosamente normales, y un cultivo de lámina ungueal para hongos, que resultó negativo. Se decidió no
realizar biopsia por el riesgo de secuelas tipo onicodistrofia permanente que conlleva.
Diagnóstico
Traquioniquia de las 20 uñas o Síndrome de las 20 uñas.
Tratamiento
Se tranquilizó a los familiares, informando de la benignidad habitual del curso de la enfermedad sospechada.
Se mantuvo una actitud expectante, pautando crema de urea al 20 % y biotina 5 mg, 1 comprimido al día.
Evolución
Se revisó a la paciente a los 3 meses, presentando ligera mejoría.
Comentario
La traquioniquia es un trastorno de la lámina ungueal que se caracteriza por una superficie un-
gueal áspera, rugosa, con pitting y marcada acentuación de las estriaciones longitudinales. En el
síndrome de las 20 uñas presenta esta afectación en todas o casi todas las uñas de pies y manos.
BIBLIOGRAFÍA
1 Campisto J, Arias M, Ariceta G, Blasco M, Espinosa M, Grinyó J, Praga M, Torra R, Vilalta R, Rodríguez de Córdoba S.
Actualización en síndrome hemolítico urémico atípico: diagnóstico y tratamiento. Documento de consenso. Nefrologia 2013;
33(1):27-45.
2 Saray Y, Seçkin D, Bilezikçi B. Acquired perforating dermatosis: clinicopathological features in twenty-two cases. J Eur Acad
Dermatol Venereol. 2006; 20(6):679-88.
3 Arredondo MI, Londoño A, Restrepo R. Enfermedades con eliminación transepidérmica. Rev Asoc Col Dermatol. 2008;
16:185-195.
4 Herrera E, Castillo R, Sanz A. Enfermedades perforantes. Dermatología: Correlación clínico-patológica. Tema 37 (157-160).
Tumores
01 | Tumores 450
TUMORES
Índice
Caso 01. Carcinoma en coraza o carcinoma escirro
Caso 02. Facies leonina de rápida instauración
Caso 03. Hallazgo incidental durante revisión de paciente con acusado daño cutáneo actínico crónico
Caso 04. Lesión contusiforme en cuero cabelludo
Caso 05. Placas eritematovioláceas infiltradas en el tórax de un anciano
Caso 06. Nódulo-tumor subungueal de crecimiento progresivo
Caso 07. Verruga plantar recalcitrante en varón de edad media
Caso 08. Placas eritematosas en extremidad inferior en mujer de edad avanzada
Caso 09. Lesiones cutáneas de evolución fatal tras tratamiento con anti-TNF
Caso 10. Tumoración vulvar liquenificada en mujer postmenopáusica
Caso 11. Lesión hiperqueratósica en mujer con prurito vulvar
Caso 12. Lesión tumoral localizada en región supraescapular
Caso 13. Lesión retroauricular de rápido crecimiento
Caso 14. Placa deprimida en región lumbar
Caso 15. Presentación inusual de tumor benigno en niño
451
TUMORES
Índice 452
Tumores
Carcinoma en coraza
o carcinoma escirro
4
TUMORES
Anamnesis
Mujer de 63 años, con antecedentes de histerectomía con doble anexectomía por miomas a los 48 años
de edad, desde entonces, con tratamiento hormonal sustitutivo. Antecedente de mastopatía fibroquística
y diagnosticada en 2011 de carcinoma ductal infiltrante de mama izquierda. Se realizó cuadrantectomía
más vaciamiento ganglionar axilar ipsilateral junto con radioterapia y quimioterapia adyuvante. Tras 1 año
de tratamiento se re-intervino a la paciente, realizando mastectomía simple por recidiva tumoral local.
Acude a consulta de dermatología por aparición de lesiones que se iniciaron alrededor de la zona cicatricial
de mastectomía y progresivamente en pocos meses fueron extendiéndose centrífugamente hacia la
extremidad superior ipsilateral, hasta atravesar la línea media envolviendo la mama contralateral. Estas
lesiones producían en la paciente sensación de opresión y prurito asociado.
Exploración física
Se observaba una placa eritemato-violácea que ocupaba la mayor parte del tronco con extensión hacia la
mama derecha y zona púbica, respetaba la zona de mastectomía, sin embargo, estaba completamente
afectada la extremidad superior ipsilateral a la cirugía.
La lesión era de consistencia dura, con pequeñas depresiones en la superficie que le daban un aspecto de
“piel de naranja”. Además también presentaba nódulos subcutáneos aislados e indurados a la palpación
y áreas exudativas que daban lugar a una costra de superficie amarillenta y aspecto melicérico (figura 1).
No se palpaban adenopatías loco-regionales y el resto de la exploración física no mostró otros hallazgos
de interés.
Figura 1 Placa que afectaba a tronco con respeto de la cicatriz de mastectomía previa, de consistencia
dura, con aspecto de “piel de naranja”. Además presentaba nódulos subcutáneos aislados e indurados
a la palpación y áreas exudativas con costra melicérica
Exploraciones complementarias
Los estudios analíticos presentaban parámetros dentro de la normalidad.
Se realizó una biopsia cutánea que mostró vasos linfáticos dilatados, en la dermis superficial y profunda
ocupados por nidos de células metastásicas de aspecto adenocarcinomatoso (figuras 2a y b). El estudio
inmunohistoquímico, mostró hallazgos compatibles con metástasis cutáneas de carcinoma de mama.
El estudio de extensión con tomografía axial computarizada (body TAC), no evidenció metástasis internas.
Figura 2a y b
Vasos linfáticos dilatados, en la
dermis superficial y profunda
ocupados por nidos de células a b
tumorales adenocarcinomatosas
Diagnóstico
Carcinoma en coraza o carcinoma escirro.
Tratamiento y evolución
La paciente fue remitida al servicio de oncología, para iniciar tratamiento, con una nueva línea de
quimioterapia paliativa.
Tras tres ciclos de tratamiento, la paciente mejoró desde el punto de vista clínico, con disminución del
prurito y sensación de opresión. En los controles sucesivos, no se ha observado progresión tumoral cutánea,
ni signos de recidiva local en la cicatriz de mastectomía.
Los estudios de imagen (Tomografía Axial Computariazada), no han mostrado cambios respecto a los
previos.
Comentario
La incidencia de metástasis cutáneas de tumores malignos tiene una prevalencia estimada entre 0.5 y
10%, siendo el carcinoma de pulmón el más frecuente en el varón y el carcinoma de mama en la mujer.
Su reconocimiento clínico precoz, es imprescindible, pues permite el diagnóstico de un tumor primario
maligno no previamente conocido o más frecuentemente pueden aparecer durante la evolución de la
enfermedad, como signo de diseminación o recurrencia tumoral.
Clínicamente las metástasis cutáneas se manifiestan como lesiones tumorales de superficie eritemato-
violácea, firmes, induradas y no dolorosas, localizadas sobre piel normal, en áreas de piel próximas al tumor
primario, a través de diseminación hematógena o linfática. Sin embargo existen otras variedades clínicas
como el carcinoma inflamatorio o erisipeloide y el carcinoma en coraza.
El carcinoma en coraza, en cuirasse o carcinoma escirro, es una forma rara de metástasis cutánea, descrita
inicialmente por Velpeau en 1838. Clásicamente se asocia a carcinoma de mama, aunque también se ha
descrito en otros tumores.
A través de los vasos linfáticos el tumor se disemina, afectando frecuentemente la pared anterior del tórax,
formando una placa de aspecto inflamatorio que simula una celulitis inicialmente. Posteriormente debido
al bloqueo linfático por el infiltrado tumoral, se origina un linfedema con textura fibrosa y formación de
placas induradas no inflamatorias, que infiltran la pared torácica, dando un aspecto morfeiforme.
El diagnóstico de sospecha, lo confirma la histopatología y el estudio inmunohistoquímico, en el que se
observa una invasión de los vasos linfáticos por células tumorales, asociado a un gran componente de
fibrosis.
La aparición de este tipo de metástasis indica un fallo en el tratamiento o recurrencia de la neoplasia por
lo que se asocia a un pronóstico desfavorable.
El tratamiento en esos casos, va dirigido al tumor de origen, ya que ningún quimioterápico específico ha
demostrado mayor eficacia en el tratamiento sistémico de este tipo de metástasis cutáneas. La radioterapia
y quimioterapia paliativa controlan la sintomatología asociada: prurito, dolor y sobreinfección bacteriana.
BIBLIOGRAFÍA
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4
TUMORES
Anamnesis
Varón de 62 años de edad, alérgico a penicilina, con antecedentes médicos de hipertensión arterial, dislipemia
y trombopenia crónica en tratamiento habitual con enalapril y atorvastatina. El paciente es remitido a
consultas externas de Dermatología para valorar edema facial y lesiones nodulares, asintomáticas, de un
mes de evolución localizadas en cara, principalmente en región frontal. El paciente no refería ninguna otra
sintomatología acompañante.
Exploración física
A la exploración física se apreciaba edema
a b
facial indurado, con acentuación de las
líneas de expresión, asociado a nódulos
eritematosos, hemiesféricos, de límites no
definidos, infiltrados y no desplazables,
de 0.5 a 1.5 cm de diámetro, distribuidas
en cara, con aspecto de facies leonina
(figura 1a y b). No asociaba afectación
Figura 1 a) Nódulos eritematosos en frente y en región malar con induración
de mucosas, hepatoesplenomegalia ni
del resto de la piel. b) Nódulos en región frontal y edema con marcada
adenopatías pal-pables. expresión de las líneas de Langer
Exploraciones complementarias
En la analítica sanguínea destacaba una leucopenia de 3.100 leucocitos/mm3, con 15.8% de monocitos,
además se apreciaba una plaquetopenia con 75.000 plaquetas/mm3. La velocidad de sedimentación globu-
lar (VSG) y la β2 microglobulina estaban discretamente elevadas a 16 mm y 2.89 mcg/ml respectivamente.
El estudio histopatológico, se tomó de una lesión papulosa
a
así como de piel infiltrada, mostraba una infiltración dérmi-
ca difusa por células neoplásicas con núcleos ovoides lige-
ramente lobulados, con cromatina fina, núcleo poco visible
y citoplasma escaso, de aspecto monocítico, que respetaba
la dermis papilar superficial, sin apreciarse epidermotropismo
(figura 2a). El estudio inmunohistoquímico fue positivo para
CD56, CD68 (figura 2b), CD34, CD45 lisozima y mielope-
roxidasa, por el contrario fue negativo para CD117, CD20,
CD3, CD30 y CD10. La actividad proliferativa Ki67 era eleva-
da aproximadamente de un 80%.
Por parte del servicio de Hematología se realizó biopsia de médula ósea que en el estudio por citometría
de flujo destacaba una población mayoritariamente leucocitaria (81% de la población) localizada en el Plot
SSC en región precursor granulocítico inmaduro y parte en zona de monocito. El fenotipo era compatible
con línea monocítica precoz, siendo positivos a CD 64, CD13, CD11b, CD56, CD14, CD4, CD15 Y CD 65.
No se encontraron alteraciones citogenéticas numéricas ni estructurales.
Diagnóstico
Facies leonina secundaria a Leucemia cutis por Leucemia monoblástica aguda (M5).
Tratamiento
Se introdujo tratamiento poliquimioterápico con Citarabina (ara-C) más daunorrubicina.
Evolución
El paciente tuvo una resistencia al tratamiento y falleció a los cuatro meses del diagnóstico de leucemia M5,
por progresión de su enfermedad a leucemia hiperleucocitósica con 107.000 leucocitos/mm3.
Comentario
La leucemia está asociada a una gran variedad de manifestaciones cutáneas que han sido divididas
en lesiones inespecíficas, también denominadas leucemides y lesiones específicas o leucemia cutis.1
Los cuadros de lesiones inespecíficas pueden aparecer hasta en un 40% de los pacientes a diferencia de la
leucemia cutis que es un cuadro clínico infrecuente (2-10%). La leucemia mieloide aguda es la que con mas
frecuencia produce afectación cutánea, en concreto la leucemia monocítica (M5) y mielomonocítica (M4),
esto es debido a la gran afinidad del monocito por la piel.1 La leucemia cutis se produce por una infiltración
de células leucémicas a nivel de la piel; generalmente estas lesiones aparecen en las fases finales de la
enfermedad, aunque en ocasiones son el síntoma inicial que permite el diagnóstico del proceso sistémico.
La forma clínica mas frecuente es la presencia de pápulas o nódulos, aunque se han descrito variantes
menos frecuentes como lesiones ampollosas, infiltración de cicatrices previas, dermatosis acantolítica
transitoria y facies leonina por infiltración difusa.2
La facies leonina clásicamente se ha descrito en pacientes con lepra lepromatosa y en linfomas cutáneos T
generalmente en micosis fungoide, y en pocas ocasiones como variante de la leucemia cutis. Clínicamente
se manifiesta como pápulas coalescentes provocando una exageración de las líneas de Langer o de tensión.
En la bibliografía se ha reportado en dos casos de leucemia aguda mielomonocítica3-4, leucemia de células
T del adulto5, leucemia linfocítica crónica tipo B6.
BIBLIOGRAFÍA
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4
TUMORES
Anamnesis
Paciente varón de 89 años de ámbito rural, jubilado de su actividad profesional como agricultor;
en seguimiento semestral por el Servicio de Dermatología desde el año 1988 para control de sus
múltiples queratosis actínicas y tumoraciones asociadas a daño solar. Entre sus antecedentes
personales destacan deterioro leve de función cognitiva, HTA, carcinoma de próstata extendido en
tratamiento con bicalutamida y triptorelina; e importante hipoacusia de larga evolución. Operado de
quistes hidatídicos pulmonares y tres carcinomas espinocelulares en mejilla izquierda, sien derecha y
brazo izquierdo, así como carcinoma basocelular en punta de nariz. Durante la consulta no refiere
sintomatología oftalmológica.
Exploración física
Paciente de fototipo II. Presenta múltiples lesiones eritemato-queratósicas rasposas al tacto repartidas
por áreas fotoexpuestas de cara y dorso de manos además de otras lesiones de origen actínico como
léntigos solares y telangiectasias.
Llama la atención la nueva aparición, con respecto a la última consulta, de una lesión en placa
blanquecina bien delimitada, de bordes cortados a pico, de 5 mm de tamaño, rodeada de vasos
neoformados. Asienta sobre conjuntiva bulbar, sobre una zona de aspecto carnoso-gelatinoso, cercano
al limbo corneal, en lado temporal de ojo derecho. Sin adenopatías preauriculares o submandibulares
(figura 1).
03 | Hallazgo incidental durante revisión de paciente con acusado daño cutáneo actínico crónico 467
TUMORES
Pruebas complementarias
Con la sospecha de leucoplasia vs carcinoma epidermoide, se realiza interconsulta a oftalmología
decidiéndose la extirpación quirúrgica de la lesión.
Diagnóstico
En el estudio anatomopatológico convencional se objetiva hiperqueratosis superficial, proliferación de
queratinocitos atípicos en forma de nidos que infiltran la lámina propia subyacente al epitelio estratificado
conjuntival y neovascularización en profundidad. Estos datos confirman el diagnóstico de carcinoma
epidermoide invasor moderadamente diferenciado, con focos de carcinoma “in situ” de la conjuntiva
bulbar (figura 2).
Tratamiento
Se realizó extirpación de la lesión conjuntival con bordes libres y crioterapia sobre sus múltiples queratosis
actínicas en cara.
Evolución
El paciente tras la operación siguió en revisión por los servicios de oftalmología y dermatología. Sin recidiva
tumoral conjuntival hasta la fecha.
03 | Hallazgo incidental durante revisión de paciente con acusado daño cutáneo actínico crónico 468
TUMORES
Comentario
El carcinoma escamoso de conjuntiva posee una incidencia anual entorno a 0.5 por 100.000 habitantes,
muy por delante del melanoma conjuntival.1 Como factores de riesgo se encuentran la edad avanzada, el
sexo masculino, la radiación ultravioleta, la infección de VPH y VIH, siendo la afectación de estos últimos a
edades más tempranas.2
Debe hacerse diagnóstico diferencial con pterigion, pinguécula y papiloma escamoso.3 Clínicamente cursa
como una lesión leucoplásica, gelatinosa o exofítica de crecimiento lento, aunque puede invadir la órbita
y dar metástasis a distancia en un 1%.4
En general, para los tumores circunscritos como en este caso, se prefiere la extirpación completa y así
realizar un diagnóstico histopatológico. Para tumores más amplios además de la cirugía se puede tratar el
tumor residual o las recidivas mediante terapias adyuvantes como quimioterápicos tópicos (Mitomicina C,
5-Fluorouracilo, interferón a2b) crio o radioterapia.5,6
Como conclusión, pese a ser un tumor relativamente infrecuente, en pacientes con intenso daño actínico
crónico se debe explorar no sólo la mucosa labial sino también la conjuntival. El dermatólogo puede jugar
un papel fundamental tanto en el diagnóstico precoz del carcinoma conjuntival como en la prevención
fomentando la protección ocular solar.
03 | Hallazgo incidental durante revisión de paciente con acusado daño cutáneo actínico crónico 469
TUMORES
Figura 1 Lesión leucoplásica en conjuntiva bulbar de ojo derecho, Figura 2 A) Pieza de extirpación tumoral. Se observa proliferación
asentando sobre una zona de aspecto carnoso-gelatinoso. En lateral celular de queratinocitos indiferenciados que invaden lámina propia
derecho nasal se observan queratosis actínicas* y otros signos de subyacente con abundantes vasos en el fondo de la lesión.
daño solar (léntigos solares y telangiectasias B) A mayor aumento, hiperqueratosis, nidos de queratinocitos
atípicos y pérdida de la arquitectura epitelial conjuntival normal.
C)Queratinocitos atípicos en mitosis
03 | Hallazgo incidental durante revisión de paciente con acusado daño cutáneo actínico crónico 470
TUMORES
BIBLIOGRAFÍA
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03 | Hallazgo incidental durante revisión de paciente con acusado daño cutáneo actínico crónico 471
Tumores
4
TUMORES
Anamnesis
Varón de 80 años de edad ingresado por deterioro del estado general y astenia marcada desde hace
6 semanas, que se ha acentuado mucho en la última semana.
Exploración física
A la exploración física destaca la presencia de una placa de coloración rojo violácea, con diascopia negativa
y con costra negra central infiltrada en región frontal (figura 1). El paciente lo atribuye a una caída hace
3 semanas.
Exploraciones complementarias
El hemograma muestra 8630x103 μl leucocitos, 52.000x103 μl plaquetas, hemoglobina 12,5 g/dl y un 45%
de blastos. La ecografía abdominal muestra esplenomegalia de aspecto infiltrativo. Con el diagnóstico de
leucemia aguda, se realiza punción aspiración de médula ósea que muestra una infiltración celular muy
indiferenciada de un 40% de médula ósea, PAS y peroxidasa negativa.
El inmunofenotipo de la punción de médula ósea y el resultado de la biopsia muestra un infiltrado dérmico
monomorfo positivo para CD4, CD56, y CD123 (figura 2).
Diagnóstico
Con estos datos se realizó el diagnóstico de leucemia de células dendríticas plasmocitoide.
Evolución
Dada la afectación sistémica extensa y la edad del paciente se opto por una actitud conservadora
trasfundiéndose un concentrado de hematíes, iniciado darbopoetina alfa subcutánea 300 mg semanal,
vitamina B12, ácido fólico 5 mg/24h. A las 24 horas del alta el paciente reingresa por neutropenia febril Tª
39ºC (1600x103 μl leucocitos y 600x103 μl neutrofilos, 30000x103 μl plaquetas, 9,3 gr/Hb) y deterioro del
estado general. Se inicia terapiea de soporto y antibioterapia empírica, con evolución desfavorable y exitus
del paciente a los 10 días.
Comentario
La NCDP comprende menos del 1% de todas leucemias agudas, siendo más frecuente en hombres de
edad avanzada1. Su origen se encuentra en las células dendríticas DC2 productoras de interferón no
presentadoras de antígeno, que se diferenciarán en los precursores plasmocitoides2. Las lesiones cutáneas
pueden ser solitarias o diseminadas y presentarse desde en forma de pequeñas lesiones contusiformes
hasta placas violáceas, nódulos y masas ulceradas. La afectación de la médula ósea o la presencia de
células en sangre periférica es frecuente, sin embargo la presencia de un leucemia manifiesta es típica de
casos avanzados o recidivas tras el tratamiento. Los lugares más frecuentes de afectación extracutánea
y extramedular son los ganglios linfáticos, bazo, hígado y amígdalas1. Las citopenias particularmente, la
trombopenia son frecuentes al diagnóstico mientras que la presencia de síntomas B no es común. La clave
diagnóstica se basa en la inmunohistoquímia. Los marcadores típicamente positivos son CD4 y CD56,
aunque son marcadores más específicos de célula dendrítica plasmocitoide el CD123 Por definición los
marcadores de línea B, T y granulocíticos deben ser negativos. La media de supervivencia es de 14 meses.
BIBLIOGRAFÍA
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Placas eritematovioláceas
infiltradas en el tórax de un
anciano
4
TUMORES
Anamnesis
Varón de 80 años sin alergias medicamentosas conocidas, con antecedentes personales de diabetes mellitus
tipo II y dislipidemia, en tratamiento habitual con metformina y atorvastatina. Consulta por un cuadro de
un año de evolución de aparición de lesiones asintomáticas localizadas en el tórax. No asociaba fiebre ni
otros síntomas sistémicos.
Exploración física
A la exploración se observaron múltiples
placas eritematovioláceas que oscilaban
entre 1 y 5 cm de diámetro, de superficie
lisa, bordes irregulares, infiltradas al
tacto, localizadas en el hemitórax
derecho y en el tercio superior de la
cara anterior del brazo ipsilateral. Las
lesiones no eran dolorosas a la palpación
y tampoco presentaban ulceración. No
se observaron lesiones en mucosas ni
en otras localizaciones. No se palpaban
adenopatías ni visceromegalias (figura 1).
Exploraciones complementarias
• Biopsia cutánea: la tinción con
hematoxilina-eosina (figuras 2A
y 2B), muestra una proliferación
neoplásica difusa de estirpe lin-
foide, densamente celular, locali-
zada en la dermis. Este infiltrado
atípico estaba constituido por cé-
lulas grandes semejantes a cen-
troblastos/inmunoblastos, siendo
Figura 2 A) Infiltrado linfoide atípico difuso que afecta a la dermis. B. Detalle de las
las figuras mitóticas frecuentes. El células neoplásicas de gran tamaño que corresponden a centroblastos e inmunoblastos
estudio inmunohistoquímico evi-
denció una intensa positividad para CD20, CD79a, Bcl-2 y MUM-1/IRF4, siendo discretamente positivo para
Bcl-6, y negativo para CD10, CD30 y para antígeno del VEB.
• Analítica sanguínea: Hb 12.6; Hcto 39%; VCM 82; Leuc 8430 (fórmula normal), plaquetas 358.000/ml,
reticulocitos 2%; glucemia 153mg/dl.
• Metabolismo del hierro: Fe 38, IST 10%, transferrina 359 mg/dl, Ferritina 17,50ng/ml .
• Eritropoyetina: 21,3 U/ml.
• Frotis de sangre periférica: ausencia de alteraciones morfológicas.
• Serologías víricas (VHB, VHC, VIH, CMV, VEB): Infección pasada/residual por VEB.
• Vitamina B12 y Ácido fólico: normales.
• B2 microglobulina: 2770 ug/l.
Diagnóstico
Linfoma cutáneo primario difuso de células grandes tipo piernas de localización atípica.
Tratamiento
Luego de ser evaluado el caso en el comité de linfomas, se decide iniciar tratamiento con quimioterapia
R-CHOP (rituximab, ciclofosfamida, doxorrubicina liposomal, vincristina y prednisona).
Evolución
Luego de 3 ciclos de quimioterapia (administrados cada 21 días), se evidencia respuesta parcial de las
lesiones en cuanto a términos de evaluación de respuesta al tratamiento con adecuada tolerancia por parte
del paciente.
Comentario
Los linfomas cutáneos primarios de células B (LCPCB) son neoplasias originadas en la piel sin evidencia
de compromiso extracutáneo en el momento del diagnóstico. Dentro de los LCPCB distinguimos como
entidades clínico-patológicas independientes: el linfoma de células B de la zona marginal, el linfoma de
células B centrofolicular, el linfoma B difuso de células grandes tipo piernas, otros linfomas B difusos de
células grandes (plasmablásticos, ricos en células T) y el linfoma B de células grandes intravascular.
Los linfomas primarios cutáneos difusos de células grandes tipo piernas representan 2% de todos los
linfomas cutáneos y aproximadamente entre el 5 y el 10% de los linfomas B cutáneos. Suelen afectar
a pacientes ancianos, mayores de 70 años y usualmente de sexo femenino. Se presenta en la mayoría
de los casos en las piernas, pero lesiones con morfología y fenotipo similar han sido descritas en otras
localizaciones en el 10% de los casos como ocurrió en nuestro paciente.
La sobrevida a 5 años es de aproximadamente el 50% ya que este tipo de linfoma se considera agresivo
debido a su frecuente diseminación extracutánea. Los factores de peor pronóstico descritos son: la
localización en piernas comparada con otras localizaciones y la presencia de lesiones múltiples comparada
con lesiones únicas.
La quimioterapia R-CHOP sola o en combinación con radioterapia, constituyen la primera línea de
tratamiento para lesiones solitarias, localizadas o generalizadas.
BIBLIOGRAFÍA
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Nódulo-tumor subungueal
de crecimiento progresivo
4
TUMORES
Anamnesis
Paciente varón de 37 años de edad que acudió a nuestro Servicio por presentar lesión subungueal en el
primer dedo de la mano izquierda, asintomática, de crecimiento progresivo a lo largo de los últimos 5 años.
Exploración física
A la exploración, se observaba una formación nodular subungueal que condicionaba una onicodistrofia
evidente. La lesión sobresalía por el borde lateral externo de la uña, dejando ver una tumoración de
superficie eritematosa, de consistencia firme al tacto, recubierta de piel de apariencia normal (figura 1).
Exploraciones complementarias
Una radiografía simple de la mano realizada previamente no mostró alteraciones óseas.
Se tomó una biopsia, que mostró una proliferación de células fusiformes sin atipia que, desordenadamente,
se disponían en un patrón mixoide, alternando con abundantes estructuras vasculares (figura 2).
Diagnóstico
Angiomixoma superficial.
Tratamiento
Habiéndose informado extensamente del diagnóstico y sus implicaciones, se llevó a cabo la exéresis
completa del tumor.
Evolución
Se realizó una exploración clínica sistemática, en la que no se observaron otras lesiones cutáneas de tipo
mixomatoso, ni otros hallazgos significativos.
Una eco-cardiografía transtorácica no mostró alteraciones.
El resultado estético y funcional de la intervención quirúrgica fue satisfactorio, y hasta el momento actual
no ha presentado asomo de recidiva de la lesión.
Comentario
Considerado una entidad infrecuente, el angiomixoma superficial es un tumor benigno, de origen
mesenquimal, con localización en dermis o tejido subcutáneo, que aparece con mayor frecuencia en la
edad adulta, sin predilección por ninguno de los dos sexos, a modo de lesión única papular o nodular,
asintomática, de un tamaño por lo general menor a 3 cm de diámetro y localización variable, siendo rara
la localización subungueal. Conviene descartar (dado que puede ser la primera manifestación evidente)
su asociación con los síndromes de mixomas cardíacos, representados en el denominado complejo de
Carney (tabla 1), con lesiones clínica e histológicamente indistinguibles de los angiomixomas que aparecen
de forma esporádica. La sospecha de un síndrome familiar aumenta en aquellos pacientes con lesiones
múltiples, o en los que los presenten localizados en el oído externo. El diagnóstico clínico diferencial de
los angiomixomas superficiales podría contemplar, entre otros: quiste epidermoide, lipoma, neurofibroma,
absceso, linfangioma, dermatofibrosarcoma, y fibroma. El diagnóstico diferencial histológico incluiría de
forma fundamental otros tumores mixoides. El tratamiento del angiomixoma superficial es quirúrgico, con
índices de recurrencia de hasta un 30%.
Sdr. Carney • Múltiples angiomixomas superficiales cutáneos (y, de forma poco frecuente, mucosos, situados en paladar o lengua).
• Lentigos y nevus azules.
• Hiperpigmentaciones: Bermellón de los labios (más frecuente), mucosa oral –menos frecuente que en Sdr. Peutz-
Jeghers–, conjuntiva –más frecuente que en sdr. Peutz-Jeghers (lo cual contribuye al diagnóstico diferencial)
• Mixomas cardíacos.
• Hiperactividad endocrina:
• Sdr. Cushing: de forma característica ACTH-independiente, secundario a hiperplasia suprarrenal bilateral, micronodular
y pigmentada.
• Pubertad precoz.
• Acromegalia.
• Tumores testiculares de células de Sertoli, tumores ováricos.
• Tumores endocrinos múltiples: adenomas hipofisarios, cáncer de tiroides (más frecuente de tipo folicular).
• Tumores mamarios benignos: fibroadenomas mixoides, adenomas ductales.
• Leiomiomas mixoides y otros tumores uterinos.
• Schwannomas característicamente psamomatosos, melanóticos, localizados en la parte superior del tracto gastrointes-
tinal o en los nervios simpáticos paravertebrales.
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(Baltimore) 1985;64:270–83.
4
TUMORES
Anamnesis
Varón de 54 años de edad, fumador de un
paquete al día, sin otros antecedentes de interés.
Desde hacía cinco años presentaba una lesión
hiperqueratósica en la planta del pie derecho
para la que había realizado múltiples tratamientos
mediante crioterapia, queratolíticos y curetaje físico,
con mala respuesta clínica. Finalmente es remitido
desde Cirugía Plástica para nuestra valoración.
Exploración física
A la exploración el paciente presentaba una lesión
tumoral excrecente e infiltrada de 5 x 6 cm. Se
encontraba localizada en la zona distal de la planta
del pie derecho, en la base del tercer y cuarto
metatarsiano. La superficie de la lesión era rugosa
y presentaba tractos sinuosos, que drenaban un
material maloliente (figura 1). Se planteó una
extirpación amplia de la lesión, realizando la
cobertura del defecto con un colgajo de avance- Figura 1 Lesión tumoral excrecente e infiltrada, localizada
en la zona metatarsiana, que presenta una superficie rugosa
rotación.
y tractos sinuosos
Exploraciones complementarias
El estudio histopatológico de la pieza de exé-
resis evidenció la existencia de una prolifera-
ción tumoral con un doble componente en-
doexofítico. El componente exofitico estaba
formado por una acantosis epidérmica con
hiperqueratosis, y el endofítico estaba com-
puesto por un epitelio escamoso bien dife-
renciado, que mostraba un crecimiento hacia
la dermis, formando un proceso a modo de
bulbo que empujaba las estructuras adyacen-
tes, sin mostrar infiltración (figura 2). El pleo-
morfismo celular era mínimo, y el número de
mitosis escaso y muy próximas a la membra-
Figura 2 Hematoxilina/eosina (2.5 x): proliferación tumoral con doble
na basal. No se objetivó infiltración a nivel de componente endo-exofítico. El componente exofitico está constituido por
tejidos blandos, y tampoco existía afectación una acantosis y una hiperqueratosis en zig-zag, y el endofítico por una
vascular ni perineural. proliferación de epitelio escamoso que avanza hacia la dermis reticular a
modo de bulbos, empujando estructuras, sin producir infiltración
Diagnóstico
Con los datos clínicos e histológicos se estableció el diagnóstico de carcinoma cuniculatum.
Tratamiento
El tratamiento que se llevó a cabo fue una extirpación amplia de la lesión con márgenes de seguridad. La
reconstrucción que se planteó fue la realización de un colgajo de avance-rotación, ya que un injerto en la
planta del pie estaba abocado al fracaso por el alto riesgo de necrosis. Esto es debido a que la planta tiene
una función imprescindible de carga y deambulación, y para ello consta de una importante almohadilla
grasa que debe aportarse con el colgajo. Los cuidados postoperatorios que se llevaron a cabo fueron evitar
la carga, deambulando con muletas, una restricción absoluta del hábito tabáquico, y cobertura antibiótica
y analgésica. Se completó el tratamiento con pentoxifilina y heparina.
Evolución
Hasta la fecha, pasados 9 meses, el paciente no presenta signos de recidiva tumoral y tiene un buen
resultado funcional.
Comentario
El carcinoma cuniculatum es una forma infrecuente de carcinoma epidermoide de bajo grado. La primera
descripción fue realizada en 1954 por Ian Aird, quien acuñó el término cuniculatum, por el parecido que
tiene el tumor con sus senos y criptas a una “madriguera de conejos”. Se localiza con mayor frecuencia en
la planta del pie, y tiene un comportamiento local agresivo, aunque con escasa capacidad metastatizante.
Es un tumor muy infrecuente, que afecta principalmente a varones de edad media.
Su presentación clínica es muy característica, como lesión tumoral de gran tamaño con múltiples orificios
llenos de queratina que producen mal olor. El diagnóstico suele ser tardío, ya que casi siempre se confunde
con una verruga plantar (que no responde a los tratamientos habituales).
El tratamiento de elección es la extirpación quirúrgica, que debe ser lo más conservadora posible, debido
a su carácter no metastatizante y a su localización en una zona con compromiso funcional. La terapia
fotodinámica puede utilizarse para reducir la masa tumoral. Destacar que la radioterapia no se recomienda,
pues existe el riesgo de transformación a una variante más anaplásica con peor pronóstico.
BIBLIOGRAFÍA
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Placas eritematosas en
extremidad inferior en mujer
de edad avanzada
4
TUMORES
Anamnesis
Paciente de 91 años que consultaba por lesiones en pierna derecha de 4 meses de evolución, asintomáticas,
que habían presentado un crecimiento progresivo desde su aparición.
Como antecedentes patológicos destacaba una fibrilación auricular, cardiopatía hipertensiva,
neumonitis y artrosis, en tratamiento con digoxina, candesartán, adiro, aceclofenaco y glucosamina
sulfato.
La paciente presentaba un buen estado general sin clínica sistémica acompañante. No había realizado
cambios en la medicación ni refería contacto con ningún producto sospechoso en esa localización.
Exploración física
En tercio inferior de pierna derecha, en cara interna y posterior, se apreciaban varias placas ovaladas,
duras e infiltradas, de coloración rojiza, bien delimitadas, con superficie discretamente descamativa. No se
palpaban adenopatías.
Pruebas complementarias
Se realizó una biopsia cutánea, tipo punch de 4mm de diámetro, de la lesión de maléolo interno derecho. La
histopatología fue informada de infiltración por linfoma no Hodgkin B de alto grado con inmunofenotipo
CD20+ MUM1+ (figura 1).
Diagnóstico
Linfoma B primario cutáneo difuso de células grandes de tipo pierna.
Tratamiento
Se realizó tratamiento con radioterapia (RDT) recibiendo 16 ciclos (dosis total 30Gy) con buena respuesta
inicial pero con recidiva en los 3 meses posteriores, por lo que se derivó al servicio de hematología para
valoración de tratamiento sistémico. Se inició tratamiento con ciclofosmamida-prednisona con mala
respuesta, cambiando posteriormente a rituximab a pesar de lo cual la enfermedad continuó progresando.
Dada la falta de respuesta al tratamiento, la edad de la paciente y el empeoramiento progresivo del estado
general, se decidió no añadir CHOP (ciclofosfamida, doxorrubicina, vincristina, prednisona) y se iniciaron
cuidados paliativos.
Evolución
Tras el tratamiento con radioterapia presentó una evolución favorable con desaparición de las lesiones
cutáneas que dejaron hiperpigmentación residual. Tan sólo tres meses después recidivaron las lesiones
en cara interna de pierna derecha con crecimiento rápido y evolución a nódulos eritematosos indurados,
con ulceración y necrosis central y empastamiento periférico. Continuó progresando, apareciendo nuevas
tumoraciones en pierna ipsilateral, placa eritematosa indurada de superficie lisa en cara anterior de pierna
izquierda (figura 2) y deterioro del estado general, a pesar de tratamientos sistémicos con ciclofosfamida-
prednisona y rituximab.
b
a
Figura 2 a) Lesiones nodulares con superficie ulcerada. Recidiva a los 3 meses tras radioterapia. b) Progresión de las
lesiones a pesar del tratamiento sistémico meses después
Precisó tratamiento antibiótico en varias ocasiones por sobreinfección de las lesiones ulceradas.
Un año después del diagnóstico de la enfermedad la paciente falleció a consecuencia de una infección
respiratoria.
Comentario
Presentamos un caso representativo de linfoma B primario cutáneo difuso de células grandes tipo pierna.
Es un subtipo agresivo, infrecuente, que clásicamente se presenta en mujeres de edad avanzada, con
nódulos, placas o tumores entre rojizos y azulados en piernas. A menudo se disemina a otros órganos
presentando un mal pronóstico y una supervivencia a 5 años del 50%1. La localización de las lesiones en
piernas y la presencia de múltiples lesiones cutáneas se relacionan con peor pronóstico1,2.
Histopatológicamente se observa un infiltrado difuso de centroblastos y linfoblastos de gran tamaño con
núcleo grande y nucléolo prominente, con elevado índice mitótico. Es CD20+ y característicamente Bcl2+,
MUM-1+ y FOX-P1+1. La hibridación in situ con fluorescencia (FISH) demuestra traslocaciones en los genes
Bcl-6, myc e Ig H1. La delección 9p21 conlleva un peor pronóstico3.
El tratamiento de elección es la RDT asociada a rituximab-CHOP4,5. A pesar de ello, presenta bajas tasas
de remisión completa, numerosas recidivas, rápida progresión y diseminación a otros órganos. A menudo
se optan por terapias paliativas como la RDT sola o asociada rituximab en pacientes pluripatológicos o de
edad avanzada4.
BIBLIOGRAFÍA
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Lesiones cutáneas de
evolución fatal tras
tratamiento con anti-TNF
4
TUMORES
Anamnesis
Acude a consulta un varón de 52 años de edad con antecedentes personales de Diabetes Mellitus tipo II,
hipertensión arterial y hepatitis C. El paciente había estado en seguimiento en nuestro servicio hacía 4 años
por dermatitis atópica del adulto. Los primeros 2 años recibió tratamiento con terapia tópica (corticoterapia
y tacrólimos) con respuesta parcial, con brotes frecuentes. Dada la respuesta insatisfactoria se decide
realizar biopsia de las lesiones con diagnóstico histopatológico de espongiosis con datos de sobreinfección.
Se inicia en ese momento tratamiento con fototerapia y antibioterapia sistémica con buena respuesta
durante el siguiente año.
Por motivos laborales el paciente abandona el seguimiento en nuestro servicio y viaja a Estados Unidos.
A lo largo de los meses el paciente refiere empeoramiento progresivo de las lesiones, por lo que acude
a diversas clínicas donde realizan un nuevo diagnóstico de psoriasis en placas iniciando tratamiento con
metotrexate. El paciente realiza dicho tratamiento durante 6 meses con empeoramiento progresivo de
sus lesiones. Tras el fracaso terapéutico deciden iniciar tratamiento con etanercept. Tras dos dosis de
tratamiento el paciente sufre un empeoramiento brusco de las lesiones por lo que suspende el tratamiento
y retorna a nuestro país.
Cuando acude a urgencias dermatológicas de nuestro hospital el paciente refiere malestar general con
distermia aunque sin fiebre termometrada y progresión de sus lesiones cutáneas.
Exploración física
En el momento de la exploración cutánea se aprecian
en tronco múltiples placas eritematosas, descamativas,
ligeramente infiltradas, la mayoría cubierta por esca-
mas blanquecinas y otras intensamente exudativas. En
mama derecha llamaba la atención una lesión tumoral
de 2 cm de diámetro con borde elevado y centro de-
primido, cubierto por escara necrótica. El resto de la
exploración física no muestra otras alteraciones
(figura 1).
Exploraciones complementarias
En la analítica realizada en urgencias destacaba una
eosinofilia del 14% sin otras alteraciones.
Dado el estado general del paciente se decide ingreso
en el servicio de dermatología para completar estudios
y realizar tratamiento. Se realiza biopsia de las lesiones
cutáneas en la que se observa un infiltrado linfocitario
con atipia celular y epidermotropismo. En ese
Figura 1 Placas eritematodescamativas de bordes mal definidos en
momento se realizan pruebas de imagen y biopsia de tronco. En mama y hombro se aprecian dos lesiones tumorales de
médula ósea descartando enfermedad extracutánea. menos de 2 cm con superficie ulcerada
Diagnóstico
Tras el análisis de la historia clínica y las pruebas complementarias se realiza el diagnóstico de linfoma
cutáneo T de alto grado (estadío IIIA).
Tratamiento
Dado el empeoramiento rápido de las lesiones durante la estancia en la planta de Dermatología se decide
traslado del paciente a la planta de Hematología para realizar tratamiento conjunto por ambos servicios.
Tras analizar el caso se decide iniciar tratamiento con quimioterapia, planteándose en un segundo tiempo
el trasplante de médula ósea.
Evolución
Originalmente se inicia tratamiento con CHOP (ciclofosfamida, vincristina, adriamicina, prednisona)
cambiando posteriormente a GenCisDXM (gemcitabina, cisplatino, dexametasona) y después a Promace-
cytabom (ara-C, bleomicina, vincristina, metotrexate) obteniéndose en todos los casos una mejoría inicial
de las lesiones que duraba 5-6 días tras los cuales se producía un rápido deterioro del paciente con aparición
de nuevos tumores, progresión de los previos y placas eritematoexudativas cubriendo prácticamente la
totalidad de la superficie cutánea. En dos ocasiones el paciente es intervenido quirúrgicamente para reducir
masa tumoral debido a impotencia funcional que le producían las lesiones en axila y el ojo (Figura 2).
Finalmente se decide iniciar tratamiento con bortezomib, recibiendo una única dosis debido al fallecimiento
por sepsis en contexto de neutropenia.
Comentarios
Etanercept es un antagonista para el receptor soluble del
factor de necrosis tumoral (anti-TNF) que inactiva y disminuye
la inflamación y la respuesta inmune inducida por TNF en
enfermedades inflamatorias como psoriasis, artritis reumatoide
o enfermedad de Crohn.
Según los últimos estudios, no hay evidencia concluyente que
demuestre que los pacientes tratados con anti-TNF presenten más
riesgo de linfoma que la población general. Sin embargo, en contexto
de inmunosupresión derivada del tratamiento farmacológico, es
posible que un linfoma previo no diagnosticado pueda progresar
a estadios más avanzados. El rápido empeoramiento en nuestro
paciente tras iniciar el tratamiento con anti-TNF sugiere que el
cuadro cutáneo diagnosticado previamente como dermatitis
atópica pudiese ser en realidad una micosis fungoides (MF) en
estadio inicial. Asociaciones similares con agentes biológicos y
progresión de MF han sido descritas con alefacept, adalimumab,
etanercept e infiliximab.
Presentamos el caso de un paciente con linfoma cutáneo de
Figura 2 Múltiples lesiones tumorales de gran tamaño
que ocasionaban impotencia funcional. El paciente había células T de alto grado tras tratamiento con entanercept con
recibido varios ciclos de tratamiento con quimioterapia evolución fatal.
BIBLIOGRAFÍA
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4
TUMORES
Anamnesis
Mujer de 54 años de edad, postmenopáusica, con
antecedentes personales de rinitis alérgica, hepatitis
autoinmune, dermatitis de contacto a diversas sustancias
y osteoporosis, en tratamiento con teriparatida.
Nos consultó por la presencia de una tumoración en
vulva de crecimiento lentamente progresivo, de meses
de evolución. No presentaba síntomas, salvo prurito
local. No refería exudación ni sangrado.
Exploración física
A la exploración, observamos una tumoración de color
rosado, mal delimitada y liquenificada, que ocupaba
la región baja del pubis y parte de los labios mayores
(figura 1). A la palpación era de consistencia blanda, no
infiltrada. No existían adenopatías palpables ni lesiones
cutáneas en otras localizaciones.
Exploraciones complementarias
Realizamos una biopsia cutánea para estudio histológico que reveló vasos linfáticos dilatados ocupando
dermis papilar y reticular. Asimismo, se realizó una tinción inmunohistoquímica con D2-40, que resaltó los
espacios linfáticos (figura 2).
A B
Le solicitamos una resonancia magnética genital y abdominal, que mostró una alteración de la señal focal
a nivel vulvar y descartó extensión a planos más profundos, así como afectación de órganos internos.
Diagnóstico
Linfangioma circunscrito vulvar.
Tratamiento y evolución
Se le explicó a la paciente la benignidad del proceso y las distintas opciones de tratamiento. Sin embargo,
la paciente decidió la abstención terapéutica por la escasa sintomatología subjetiva. En la revisión 4 meses
después, la lesión se había mantenido estable.
Comentario
El linfangioma circunscrito es una malformación linfática benigna que cursa clínicamente como un área
bien circunscrita de vesículas agrupadas, con un contenido claro o serohemorrágico, que son exudativas
con frecuencia. Han sido descritas dos formas de esta entidad: una clásica, más frecuente, presente en el
nacimiento y de mayor tamaño; y una localizada, que puede aparecer a cualquier edad, suele ser más limitada
y aparece tras otros procesos locales. La localización vulvar es poco frecuente y la mayoría de casos han sido
descritos tras intervenciones quirúrgicas, radioterapia, tuberculosis urogenital e infecciones recurrentes. En
el caso de nuestra paciente, no encontramos ningún factor predisponente. Las complicaciones son raras,
siendo las principales el sangrado, el dolor y la infección por Staphylococcus aureus. Histológicamente
se observan cisternas dilatadas en la dermis profunda y en el tejido subcutáneo comunicadas con los
vasos linfáticos superficiales. En su manejo es muy importante determinar la extensión y profundidad,
para lo cual resulta muy útil la resonancia magnética. El principal tratamiento es quirúrgico, aunque se
han utilizado alternativas terapéuticas como la escleroterapia, la crioterapia, la radioterapia y distintas
modalidades de láser, siendo la observación una buena opción. El linfangioma circunscrito tiene un buen
pronóstico, aunque la recidiva es frecuente.
BIBLIOGRAFÍA
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Lesión hiperqueratósica
en mujer con prurito vulvar
4
TUMORES
Anamnesis
Mujer de 82 años de edad con antecedentes de insuficiencia renal crónica e hipertensión arterial en
tratamiento que es remitida a la consulta de Dermatología por cuadro de dolor y prurito vulvar de 5
meses de evolución. No había realizado ningún tratamiento tópico ni sistémico. No tenía antecedentes de
enfermedades cutáneas.
Exploración física
Placas blanquecino-nacaradas en ambos labios mayores. En labio menor izquierdo se objetiva nódulo
de 1,5 cm infiltrado a la palpación con hiperqueratosis superficial (figura 1). No se palpan adenopatías
inguinales.
Pruebas complementarias
Se realizó biopsia cutánea del nódulo hiperqueratósico vulvar. En el estudio histológico se observa una
neoplasia de estirpe epitelial que crece formando nidos sólidos cuyas células muestran imágenes de
queratinización individual así como la formación de globos córneos (figura 2).
Diagnóstico
Carcinoma epidermoide vulvar sobre liquen escleroso.
Figura 1
Nódulo hiperqueratósico vulvar sobre placas blanquecinas
de liquen escleroso
Figura 2
Estudio histológico de nódulo vulvar
Tratamiento
Se remitió a la paciente a la consulta de Ginecología-Oncológica en la cual se planteó la intervención
quirúrgica de la lesión (vulvectomía simple) y biopsia selectiva de ganglio centinela (intervención de la cual
está pendiente en el momento actual).
Comentario
El liquen escleroso (LE) es una enfermedad cutánea inflamatoria crónica con tendencia a afectar la zona
genital. Aunque puede afectar a cualquier grupo de edad es más frecuente en mujeres posmenopáusicas
de raza blanca. Su etiología exacta se desconoce aunque se cree que en su patogénesis están involucrados
factores genéticos, autoinmunes, hormonales e infecciosos. Clínicamente se manifiesta como placas de
aspecto nacarado que en ocasiones asocian telangiectasias, fisuras, ulceraciones y erosiones en su interior.
Puede ser asintomático o causar prurito y sensación de escozor local que altera la calidad de vida del paciente.
El tratamiento de elección ante un LE activo son los corticoides tópicos de muy alta potencia (propionato
de clobetasol 0,05%). La asociación entre LE anogenital y carcinoma epidermoide (CE) está ampliamente
documentada en la literatura, obliga a realizar un seguimiento a largo plazo de estos pacientes y realizar
biopsias de las zonas sospechosas de malignidad puesto que es primordial descartar la coexistencia de CE.
Se estima que el 3-7% de los CE de vulvar asientan sobre LE pero cuando se realiza un estudio histológico
completo de los CE vulgares hasta en el 60% de los casos se encuentran signos de LE.
BIBLIOGRAFÍA
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4
TUMORES
Anamnesis
Presentamos el caso de un varón de 65 años, hipertenso en tratamiento farmacológico, que acude a
consulta de Dermatología por una lesión exofítica localizada en la región supraescapular derecha de más de
20 años de evolución. Refiere un crecimiento lento y progresivo junto a la aparición de 3 lesiones nodulares
en la superficie de la misma desde hace 3 meses. El paciente niega dolor o cualquier otra sintomatología
asociada.
Exploración física
A la exploración física se observa una tumoración parduzco-violácea con morfología cupuliforme y con
3 lesiones nodulares de aspecto quístico con coloración marrón-anaranjada, localizadas en el centro de la
neoformación, con consistencia firme y de 1,5 cm de diámetro situada en la región supraescapular derecha
(figura 1).
Exploraciones complementarias
En el estudio dermatoscópico se aprecia un patrón gris pálido-azulado con estructuras blanquecinas
algodonosas y zonas marrón-anaranjadas con vasos lineales, que se corresponden con las lesiones quísticas.
El análisis histológico revela un tumor de morfología nodular con áreas quísticas que contienen un material
eosinofílico, compuesto por células poligonales uniformes sin atipia citológica con zonas tubulares y
glandulares sobre una colágena densa (figura 2).
Figura 1 Tumoración cupuliforme con 3 lesiones quísticas Figura 2 Tumor de morfología nodular con áreas quísticas que
localizada en región supraescapular derecha contienen un material eosinofílico
Diagnóstico
Hidradenoma sólido-quístico.
Tratamiento y evolución
Tras la exéresis completa, la lesión no ha recidivado tras un periodo de seguimiento de 11 meses.
Comentario
El hidradenoma nodular es una neoplasia anexial benigna y poco frecuente que deriva de la porción
secretora dérmica de las glándulas sudoríparas1, cuya histogénesis es incierta2. Tradicionalmente se le ha
atribuido una diferenciación ecrina3-5 siendo pocos los autores que abogaban por un origen apocrino6, 7.
Recientemente se ha publicado que la mayoría exhiben diferenciación apocrina8, 9
Clínicamente carecen de un patrón específico. Suelen ser lesiones nodulares, solitarias, de 1-2 cm,
generalmente cubiertas por piel normal que protruyen sin cambios en la superficie; a diferencia de lo
encontrado en nuestro caso, donde lo más llamativo era la presencia de 3 lesiones quísticas en el centro
de la neoformación.
En cuanto a la histología es un tumor dérmico bien delimitado con diferentes patrones morfológicos10. El
hidradenoma sólido-quístico se caracteriza por la presencia de grandes quistes ocupados por un material
eosinofílico junto a grandes masas celulares agrupadas en nidos, compuestas fundamentalmente por
células poligonales.
Aunque se considera benigno hay algún caso publicado de transformación a hidradenocarcinoma11, 12 por
lo que la exéresis quirúrgica es el tratamiento de elección.
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12 Oviedo Ramírez I, Ferri-Ñíguez B, Martínez Barba E. Hidradenocarcinoma originado en hidradenoma nodular: descripción de
un caso. Rev Esp Patol. 2010; 43: 47-51.
Lesión retroauricular
de rápido crecimiento
4
TUMORES
Anamnesis
Varón de 44 años, alérgico al ácido acetilsalicílico y diagnosticado de psoriasis, que acudió a Urgencias de
Dermatología por presentar, de 3 semanas de evolución, una lesión en región retroauricular derecha que
fue creciendo progresivamente y que sangró tras manipulación de la misma. El paciente refería picor y dolor
en la zona, que no mejoraban tras la aplicación local de povidona yodada, agua oxigenada y emolientes.
No presentaba sintomatología general de ningún tipo. No refería traumatismo previo en la zona. Negaba
viajes al extranjero así como contacto con pacientes con sospecha de infección tuberculosa.
Exploración física
En región retroauricular derecha presentaba una lesión tumoral eritematoviolácea, infiltrada, de
aproximadamente 4 cm de tamaño y de consistencia firme, en cuya superficie se observaban múltiples áreas
erosivohemorrágicas (figura 1). Con la presión digital se apreciaba emisión de un líquido serohemático.
No se palpaban adenopatías cervicales ni submandibulares ni supraclaviculares. No presentaba lesiones
cutáneas similares en otras localizaciones.
Exploraciones complementarias
En el estudio analítico realizado únicamente destacaban cifras discretamente elevadas de ácido úrico así
como de las enzimas hepáticas. El frotis de sangre periférico solicitado no mostró alteración en ninguna de
las líneas celulares. Se tomó muestra de exudado serosanguinolento para estudio, siendo negativo tanto
el cultivo micológico como el estudio para micobacterias. El estudio mediante TC craneal y TC cervico-
toraco-abdomino-pélvico no mostró hallazgos significativos. Se realizó una biopsia de la lesión, en la que
se apreció un denso infiltrado linfoide dérmico con predominio de células intermedias o grandes, sobre un
fondo polimorfo, que incluía linfocitos, células plasmáticas y eosinófilos. Las células grandes mostraban
núcleos indentados o irregulares, con nucleolos evidentes y citoplasmas relativamente amplios (figura 2A).
El estudio inmunohistoquímico demostró positividad en dichas células para LCA (antígeno leucocitario
común), CD3, CD30 (figura 2B). Eran negativas para CD20, CD1a, S-100, EMA (antígeno de membrana
epitelial) y ALK (kinasa del linfoma anaplásico) (figura 2C). La epidermis estaba ulcerada pero no se apreció
epidermotropismo por parte de las células tumorales. Se demostró reordenamiento monoclonal de TCR
(protocolo BIOMED-2).
El estudio de extensión se completó mediante una biopsia de médula ósea, que descartó infiltración
neoplásica.
Diagnóstico
Linfoma cutáneo primario anaplásico de células grandes CD30+.
Tratamiento
Tras descartarse afectación extracutánea, el paciente realizó tratamiento con radioterapia local durante un
mes (dosis total: 4000 cGy).
Figura 1
Lesión tumoral
eritematoviolácea,
infiltrada, de consistencia
firme con áreas
erosivohemorrágicas en
su superficie
Figura 2
A) Linfocitos de
diferentes tamaños con
núcleos indentados o
irregulares, nucleolos
evidentes y citoplasmas
relativamente amplios. Se
observan también células
plasmáticas y eosinófilos.
B) Tinción CD30 positiva.
C) Tinción con ALK
(kinasa del linfoma
anaplásico) negativa
Evolución
El paciente presentó buena tolerancia al tratamiento radioterápico, evidenciándose radiodermitis grado I
y parotiditis aguda que se resolvió satisfactoriamente con antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Tras la
finalización del tratamiento y hasta el momento actual, el paciente no ha presentado recidiva de la lesión
ni ningún otro tipo de sintomatología sistémica.
Comentario
El linfoma cutáneo primario anaplásico de células grandes CD30+ (LCPCG) forma parte de los síndromes
linfoproliferativos CD30+, junto con la papulosis linfomatoide. Afecta a pacientes a partir de la sexta
década de la vida y se caracteriza por la aparición de nódulos o tumores únicos o agrupados, localizados
en la cabeza o las extremidades. Puede existir afectación cutánea multicéntrica, así como diseminación
extracutánea, generalmente a ganglios linfáticos regionales. El estudio histopatológico muestra un
infiltrado difuso compuesto principalmente por células linfoides de gran tamaño, con abundante citoplasma
basofílico, núcleo pleomórfico y nucléolo eosinófilo prominente. La clave diagnóstica es la expresión en
más del 75% de las células neoplásicas del antígeno CD30+. El diagnóstico diferencial debe hacerse con
el linfoma anaplásico de células grandes sistémico, para lo cual es útil la tinción inmunohistoquímica con
ALK, negativa en los casos cutáneos y positiva en las formas sistémicas. El tratamiento quirúrgico y la
radioterapia local son los tratamientos de elección en caso de lesiones únicas o agrupadas, reservándose el
metotrexato o la quimioterapia para casos multifocales o con afectación extracutánea.
BIBLIOGRAFÍA
1 Kempf W, Pfaltz K, Vermeer MH et al. EORTC, ISCL, and USCLC consensus recommendations for the treatment of primary
cutaneous CD30-positive lymphoproliferative disorders: lymphomatoid papulosis and primary cutaneous anaplastic large-cell
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relevantes. Rev Esp Patol. 2004; 37: 181-94.
4 Perry E, Karaigikar J, Tabbara IA. Primary cutaneous anaplastic large-cell lymphoma. Am J Clin Oncol. 2013; 36: 526-9.
4
TUMORES
Anamnesis
Varón de 16 años de edad sin alergias medicamentosas conocidas, ni antecedentes médicos y quirúrgicos
de interés, que refiere tener desde que era pequeño una lesión cutánea en el tronco que ha ido aumentando
de tamaño acorde con su crecimiento. El paciente no refiere ninguna otra sintomatología asociada, ni
traumatismo, ni manipulación, ni inyección local en la zona. La madre lo relaciona con una cicatriz de la
varicela.
Exploración física
En la región lumbar izquierda, se observa, una placa deprimida, bien delimitada de dos centímetros de
diámetro recubierta de piel atrófica. La piel de circundante a la lesión es de aspecto normal. No indurada
a la palpación (figura 1).
Pruebas complementarias
Clínicamente, nos hacía pensar en una atrofodermia de
Pasini y Pierini o una placa de morfea, entre otros diag-
nósticos diferenciales que suponen una anetodermia.
Decidimos realizar ecografía y biopsia para confirmar el
diagnóstico.
• Ecografía: pequeña lesión hipodensa, homogénea
e hipoecoica de 1,5x0,5x1,9 compatible con
probable proliferación fibroblastica.
• Histopatología de biopsia, resultado anatomopa-
tológico no concluyente por lo que se decide rea-
lizar extirpación completa de la lesión.
• Histopatología de pieza completa: en dermis e
hipodermis, proliferación mal delimitada de cé-
lulas fusiformes con moderada atipia, presencia
ocasional de mitosis, con patrón estoriforme
en un estroma fibrovascular con extravasación
hemática (figura 2a). Inmuhistoquímica: Vicentina +,
CD34+, Actina -, CD68- (figura 2b). Figura 2 a) Células fusiformes con gran densidad celular
que infiltra el adipocito en forma de panal de abeja y
patrón estoriforme. b) CD34+
Diagnóstico
Dermatofibrosarcoma protuberans atrófico (DFSA).
Tratamiento y evolución
Reintervención de la lesión con ampliación de márgenes que fueron negativos y seguimiento en consulta
con pruebas de imagen negativas, sin recidivas tras dos años de seguimiento.
Comentario
El dermatofibrosarcoma protuberans (DFSP) es el sarcoma de piel más frecuente. Existen múltiples
variedades, algunos con poca frecuencia, como el DFSP atrófico, que fue descrito por primera vez por
Lambert et al en 1985.
Se manifiesta como una placa de aspecto esclerótico, deprimido, de color eritematoso, parduzco o
piel normal, que se localiza preferentemente en el tronco, sobre todo en región clavicular y hombro.
Histológicamente, es similar al DFSP clásico, con la proliferación de células fusiformes con patrón
estoriforme que infiltra a dermis y tejido celular subcutáneo, pero se diferencia de los demás por una
reducción de más del 50% del espesor de la dermis en relación con la dermis sana.
El diagnóstico diferencial de ésta entidad puede llegar a ser un reto, ya que suele simular lesiones cutáneas
benignas como una morfea, anetodermia idiopática, dermatofibroma atrófico entre otros. Otra dificultad
en el diagnóstico, es la baja incidencia del DFS en la infancia, su lento crecimiento y su aspecto clínico inicial
casi imperceptible, que hace que no se piense en esta entidad en el momento del diagnóstico. Para algunos
autores ésta forma clínica puede ser una forma precoz de DFSP en la infancia, por lo que su diagnóstico
precoz permite un mejor manejo del paciente.
BIBLIOGRAFÍA
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Pediatr Dermatol. 2012 Nov-Dec;29(6):707-13.
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atrophic variant of dermatofibrosarcoma protuberans in childhood: a report of six cases. Br J Dermatol. 1998 Oct;139(4):719-
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3 Barreiros HM1, Serrano PN, Parreira JC, Bártolo E. Photoletter to the editor: Atrophic dermatofibrosarcoma protuberans with
minimal clinical manifestation. J Dermatol Case Rep. 2013 Mar 30;7(1):27-8.
4 Wen P, Yu R, Wang L.Atrophic dermatofibrosarcoma protuberans: a case report. Int J Dermatol. 2013 Apr;52(4):463-5.
Presentación inusual
de tumor benigno en niño
4
TUMORES
Anamnesis
Niño de 2 años de edad, sin antecedentes personales de interés que consultó (19/05/2005) por una lesión
localizada en región escapular derecha, discretamente pruriginosa, de 5-6 meses de evolución. Negaban
traumatismos previos en la zona. A la exploración presentaba una lesión pápulo-nodular, bilobulada,
eritematosa de 2,5 cm x 1,5 cm de consistencia dura. Se realizó extirpación y cierre directo del defecto.
A los 6 meses postintervención quirúrgica notó aparición de 3 lesiones similares a la extirpada localizadas
alrededor de dicha cicatriz.
Exploración física
Se observaba en región escapular derecha una cicatriz hipertrófica de 5 cm de longitud y 0,6 cm grosor
y 3 lesiones nodulares eritematosas de 1 cm-1,5 cm de diámetro, de consistencia firme. No se palpaban
adenopatías regionales.
Pruebas complementarias
Analítica básica: hemograma, bioquímica general y estudio de coagulación normales
Biopsia de una de las lesiones (23/05/2008): Dermatofibroma.
En el estudio histopatológico se observa a nivel de dermis reticular una proliferación de células fusiformes
organizadas en remolinos, entremezclados con haces de colágeno engrosado en ausencia de atipia celular.
El estudio inmunohistoquímico se caracteriza por positividad para el factor XIIIa y negatividad para CD34.
Figura 1 Lesiones papulonodulares eritematosas agrupadas en Figura 2. Hematoxilina-eosina. A) Proliferación celular que afecta
región escapular derecha alrededor de cicatriz hipertrófica la dermis con discreta hiperplasia epidérmica. B) Se aprecian células
fusiforme entremezcladas con haces de colágeno, sin atipias celulares
Diagnóstico
Dermatofibromas agminado.
Tratamiento y evolución
Tras la extirpación de la primera lesión con la consecuente formación de cicatriz hipertrófica, se decidió
abstención terapéutica en el resto de las lesiones. Estas han permanecido estables durante el seguimiento
del paciente hasta la fecha.
Discusión
El dermatofibroma (DF) es un tumor fibrohistiocítico beningo de presentación común en la práctica clínica
dermatológica. Suele ser una lesión solitaria con predilección por los miembros inferiores reconocibles
clínicamente. Sin embargo, existen variantes clínicas como el dermatofibroma agminado (DFA) de
presentación poco frecuente. DFA puede ser congénito o adquirido y usualmente se desarrolla en
pacientes entre los 10-30 años. Clínicamente, se caracteriza por el desarrollo de múltiples dermatofibromas
agrupados generalmente en el hemicuerpo inferior. Lo característico es su curso indolente y asintomático.
El diagnóstico diferencial habitualmente se plantea con dermatofibrosarcoma protuberans (CD34+, XIIIa-),
con el leiomioma y el tumor miofibroblástico en placa de la infancia (actina +). El pronóstico es bueno.
No hay registros de transformación maligna ni de seguimiento a largo plazo debido a la escasez de casos
publicados, esto nos obliga a mantener una conducta expectante. El manejo habitual es la abstención
terapéutica y seguimiento por su carácter indolente y asintomático. Existen pocos casos de DFA descritos
en la literatura médica, por lo cual es importante reconocer esta variante clínica y descartar procesos
malignos que necesiten otros estudios y abordajes terapéuticos.
BIBLIOGRAFÍA
1 Pinto-Almeida T, Caetano M, Alves R, Selores M. Congenital multiple clustered dermatofibroma and multiple eruptive
dermatofibromas - unusual presentations. Anais Brasileiros de Dermatologia. 2013;88(6 Suppl 1):S63-6.
2 Gershtenson PC, Krunic AL, Chen HM. Multiple clustered dermatofibroma: case report and review of the literature.
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3 Justin Finch,
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12-Year-Old Girl. Pediatric Dermatology Vol. 31 No. 1 January ⁄ February 2014.
4 B. Shaheen, G. Saldanha, E. Calonje, and G. A. Johnston. Multiple clustered dermatofibromas (fibrous histiocytomas): an
atypical clinical variant of dermatofibroma. Clinical and Experimental Dermatology (2014) 39, pp58–93.
6 María José Moreno de Vega Haro, Susana Córdoba Guijarro, Javier Sánchez Pérez, Javier Fraga Fernández, Amaro García
Díez. Dermatofibromas múltiples agrupados en región interescapular. Actas Dermosifiliogr. 1999;90:318-22. - Vol. 90 Núm.6.
4
TUMORES
Anamnesis
Varón de 72 años, jubilado, sin hábitos tóxicos ni alergias conocidas. Cómo único antecedente médico
relevante refería Diabetes Mellitus tipo II.
Acudió a nuestras consultas remitido por su Médico de Atención Primaria por presentar una lesión
periungueal indolora en primer dedo de mano derecha de aproximadamente un año de evolución. La
lesión de aspecto verrucoso había destruido el borde lateral de la lámina ungueal durante su crecimiento.
Exploración
Se apreciaba una lesión en forma de placa ve-
rrucosa, eritematosa, no pigmentada, de unos
2 cm de diámetro máximo que se extendía
desde la región distal de primer dedo de mano
derecha, proximal a la matriz ungueal, a lo lar-
go del lecho ungueal con onicolisis de la mitad
externa de la uña. La lesión no era dolorosa a
la palpación. La mitad conservada tenía color
amarillento y aspecto rugoso, con ligera hiper-
queratosis y surcos longitudinales.
Pruebas complementarias
Con el diagnóstico de posible enfermedad
de Bowen ungueal o verruga vírica se
realizó una biopsia cutánea y una PCR para
papilomavirus.
En el estudio histopatológico se observa-
ba un epitelio con intensa paraqueratosis,
acantopapilomatosis, desorden estructural
y pleomorfismo celular con frecuentes fe-
nómenos de disqueratosis e índice mitótico
elevado con tendencia a la invasión de la
dermis por las células pleomórficas. La der-
mis presentaba un aspecto muy laxo con
capilares abundantes y linfocitos. La lesión
alcanzaba los límites de la biopsia. La PCR
para VPH fue negativa. Figura 2 Aspecto histológico. Se aprecia intensa paraqueratosis,
acantopapilomatosis, desorden estructural y pleomorfismo celular con
Con el resultado de carcinoma espinocelular
frecuentes fenómenos de disqueratosis e índice mitótico elevado
bowenoide se decide realizar radiografía del
dedo para descartar afectación ósea, con
resultado normal.
Diagnóstico
Carcinoma Espinocelular Bowenoide periungueal.
Tratamiento y evolución
Dada la naturaleza de la lesión y el tamaño se remite al paciente a Cirugía Plástica para extirpación,
donde se realizó amputación de la falange distal de primer dedo de mano derecha y ganglio centinela.
Al momento de escribir este caso el paciente está a la espera del resultado del ganglio centinela y de la
anatomía patológica de la totalidad de la pieza extirpada.
Comentario
El carcinoma espinocelular periungueal es una entidad rara. Su diagnóstico es difícil debido a que la
presentación clínica a menudo es atípica y puede simular otras lesiones como verrugas vulgares, onicomicosis,
distrofia ungueal por traumatismos o exostosis.
En esta localización EL CEC o la enfermedad de Bowen se presentan clínicamente como placas eritematosas
hiperqueratósicas, verrucosas, costrosas o incluso ulceradas en la zona periungueal. Aunque habitualmente
comienzan como una neoplasia in situ, pueden hacerse infiltrantes como es el caso de nuestro paciente en
un bajo porcentaje de ocasiones y raramente dar metástasis ganglionares o a distancia.
Etiologías propuestas son el VPH de alto riesgo en aproximadamente el 90%, la radiación ultravioleta
solar, radioterapia la inmunodepresión o carcinógenos como el arsénico entre otros. En este caso la
imunodepresión propia de los pacientes diabéticos podría haberlo favorecido.
El tratamiento de elección es la extirpación quirúrgica aunque el CEC del aparato ungueal es difícil de tratar
e incluso con resecciones amplias o cirugía micrográfica de Mohs las recurrencias son frecuentes. Otras
terapias que se han utilizado cuando la cirugía está desestimada son tratamientos tópicos con imiquimod
5%, 5 Fluorouracilo (5FU), crioterapia, curetaje, terapia fotodinámica, radioterapia y láser.
BIBLIOGRAFÍA
1 Quinn A, Perkins W. Non-Melanoma Skin Cancer and Other epidermal Skin Tumours. Burns T, Breathnach S, Cox N, Griffiths
C(eds). Rook´s Textbook of Dermatology, 7th edition. New York, 2010, pp 52.32.
2 Grossman D, Leffell D. Squamous Cell Carcinoma. Wolff K, Goldsmith L, Katz S, Gilchrest B, Paller A, Leffell D. (eds) Fitzpatrick´s
Dermatology in General Medicine, 7th edition, (Oxford, Blackwell Sience Ed, 2004. P. 1304-1308.
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4 Attiyeh FF, Shah J, Booher RJ, Knapper WH. Subungual squamous cell carcinoma. JAMA. 1979;241:262-3.
4
TUMORES
Anamnesis
Varón de 69 años que acude a consulta de Dermatología por referir lesión eritematosa en tórax de
aproximadamente 2 meses de evolución. La lesión era asintomática y no la relacionaba con ningún
desencadenante concreto. No había realizado ningún tratamiento por este motivo. Entre sus antecedentes
dermatológicos destacaba únicamente la exéresis de un carcinoma basocelular preauricular derecho en el
año 2008, con bordes libres en el estudio anatomopatológico. Diagnosticado previamente de cardiopatía
isquémica crónica y dislipemia, seguía tratamiento habitualmente por este motivo con atorvastatina 20 mg
1 comprimido diario, ácido acetilsalicílico 100 mg 1 comprimido diario, y bisoprolol 2.5 mg un comprimido
diario. No tenía alergias conocidas.
Exploración física
Nódulo eritematoso de 10 mm de diámetro situada en tórax anterior derecho. (Figura 1). No presentaba
otras lesiones en piel ni en mucosas. No adenopatías locorregionales.
Exploraciones complementarias
Se realizó biopsia-punch de 4 mm de la lesión. En el estudio anatomopatológico se apreciaba un denso
infiltrado linfoide que mostraba epidermotropismo focal con una epidermis parcialmente atrófica. El
infiltrado mostraba un predominio de linfocitos de pequeño y mediano tamaño frente a otras células
grandes, se extendía alrededor de los vasos de plexo medio y se acompañaba de algunas células plasmáticas.
No se apreciaba hipergranulosis ni paraqueratosis y sí ligera espongiosis.
Figura 1 a) Lesión nodular eritematosa de 10mm de diámetro situada en tórax anterior derecho. b) Detalle de la lesión nodular
Se realizó también estudio inmunohistoquímico, donde se apreció que las células que constituían la lesión
eran en su mayor parte linfocitos T, CD-3 positivo con un claro predominio de los linfocitos CD-4 y escasos
linfocitos CD-8. Se apreciaba también una población de linfocitos B que se localizaban en la periferia y una
población de células plasmáticas que no mostraban restricción de cadenas ligeras. Se apreciaban escasas
células CD-30 positivas y ligero foliculotropismo.
Se envió muestra a Biología Molecular para realizar estudio de reordenamiento T Gamma, con resultado
positivo biclonal TCRgamma (VJ-A).
Finalmente se solicitó estudio inmunohistoquímico para PD-1, donde se apreció positividad focal para
dicho marcador formando pequeños acúmulos que correspondían a las células pleomórficas (figura 2).
Diagnóstico
Linfoma cutáneo T-CD4 de células pequeñas y medianas pleomórficas.
Tratamiento
No fue preciso realizar tratamientos complementarios.
Evolución
Tras realizar la biopsia-punch de la lesión, se produjo la resolución espontánea del resto de la lesión
nodular. Tras seguimiento en consulta durante año y medio tras la resolución del linfoma cutáneo en tórax,
la evolución ha sido muy buena, presentando la cicatriz buen aspecto, sin datos de recidiva clínica, ni
adenopatías en las principales cadenas locorregionales.
Figura 2 a) H-Ex200. Infiltrado linfocitario con predominio de células de pequeño y mediano tamaño y epidermotropismo focal.
b) H-Ex400. Detalle del infiltrado, con linfocitos cerebriformes de mediano tamaño. c) Tinción CD4. Claro predominio de linfocitos CD-4 en
el infiltrado linfocitario. d) Tinción CD8. Escasos linfocitos CD-8 en el infiltrado. e) Tinción PD-1, con positividad focal formando pequeños
acúmulos que corresponden a las células pleomórficas
Comentario
El linfoma primario cutáneo T-CD4 de células pequeñas y medianas pleomórficas fue incluido como entidad
provisional en el año 2005 en la clasificación WHO-EORTC para linfomas cutáneos. Constituye un tipo
infrecuente de linfoma cutáneo y suele aparecer como una lesión solitaria en la cara o zona superior de
tronco. Histológicamente suele caracterizarse por un infiltrado nodular o difuso, en el que predominan
las células pequeñas y medianas pleomórficas T, CD3+, CD4+, CD8-, y CD30-, y una pequeña proporción
(<30%) de células grandes pleomórficas T-CD4+. Puede verse además un infiltrado consistente en células
B, plasmáticas e histiocitos.
El diagnóstico diferencial incluye hiperplasia linfoide reactiva, otros linfomas cutáneos T, y linfomas cutáneos
de células B. Realizar un correcto diagnóstico es muy importante, ya que el pronóstico y tratamiento es
distinto entre las diferentes entidades, teniendo un pronóstico excelente el linfoma primario cutáneo T-CD4
de células pequeñas y medianas pleomórficas, habiéndose descrito casos de resolución espontánea. La
tinción PD-1 es un marcador útil que puede ayudar para diferenciar el LCT de células pequeñas y medianas
pleomórficas de otros tipos de linfomas cutáneos T.
BIBLIOGRAFÍA
1 Cetinözman F, Jansen PM, Willemze R. Expression of programmed death-1 in primary cutaneous CD4-positive small/medium-
sized pleomorphic T-cell lymphoma, cutaneous pseudo-T-cell lymphoma, and other types of cutaneous T-cell lymphoma. Am
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4 Willemze R, Jaffe E, Burg G, et al. WHO-EORTC classification for cutaneous lymphomas. Blood 2005; 105:3768-3785.
4
TUMORES
Anamnesis
Varón de 60 años que acude a consultas por presentar, desde hace un mes, una lesión en el pabellón
auricular derecho, asintomática y de crecimiento progresivo. Como antecedentes de interés destaca un
episodio de sífilis secundaria hace 2 años, tratada con penicilina G benzatina intramuscular. Unas serologías
recientes, eran negativas para VIH, VHC y VHB. No se encuentra bajo terapia inmunosupresora. Presenta
un fototipo II, refiriendo quemaduras solares en la infancia. Niega relaciones sexuales de riesgo.
Exploración física
A la exploración destaca una pápula milimétrica, situada en el antitrago del pabellón auricular derecho,
de superficie lisa, consistencia firme y de coloración blanquecina; en la que no se halla presente ninguna
erosión o costra (figura 1A). La lesión era asintomática al tacto y no mostraba ningún patrón característico
en la dermatoscopia.
Exploraciones complementarias
Se procedió a realizar una biopsia-extirpación de la lesión. En el estudio histopatológico, la dermis
muestra un moderado aumento del número de vasos, algunos dilatados e irregulares, y que se agrupan
formando fascículos (figura 1B). Una buena parte del endotelio es fusiforme. Además se halla la presencia
de hematíes extravasados y algunas células plasmáticas. La técnica de inmunohistoquímica detectó la
expresión intranuclear del virus Herpes 8 (figura 1C).
Diagnóstico
Sarcoma de Kaposi.
Tratamiento
La extirpación se realizó con fines diagnósticos y terapéuticos, dado el pequeño tamaño de la lesión.
Evolución
A pesar de la extirpación inicial, el paciente acudió a los tres meses con el desarrollo de dos pequeñas
tumoraciones, de menos de 5mm de diámetro cada una, de coloración violácea y de aspecto vascular,
situadas en el antehélix del pabellón auricular derecho (figura 2A). Se procedió a la extirpación quirúrgica
de las lesiones. El estudio histopatológico confirmó de nuevo la naturaleza de estas lesiones, mostrando
un nódulo compuesto por una proliferación más llamativa e irregular de los vasos, con mayor cantidad
de hematíes extravasados, y de células fusiformes dispuestas en haces y fascículos entrelazados (figura 2B
y C). La inmunohistoquímica fue positiva nuevamente para el virus Herpes 8. Durante el seguimiento el
paciente no ha presentado nuevas lesiones sugestivas de sarcoma de Kaposi.
Comentario
Descrito inicialmente en 1872 por el dermatólogo austrohúngaro Moriz Kaposi, el sarcoma de Kaposi
se considera actualmente un trastorno angioproliferativo originado en las células endoteliales, que
requiere de la infección por el virus Herpes 8 para su desarrollo. Se clasifica en 4 subgrupos: el clásico,
el endémico (formas descritas en la zona subsahariana de África), el asociado a infección a SIDA, y
el iatrogénico (debido a terapias inmunosupresoras, típica en pacientes trasplantados). El sarcoma de
Kaposi clásico, se presenta entre la quinta y séptima década de la vida, más frecuentemente en hombres
con ascendencia judía o mediterránea. Suele comenzar en forma de máculas violáceas en segmentos
distales de miembros inferiores, progresando a placas más infiltradas y nódulos. Por lo general cuenta
con una evolución benigna y lenta, aunque se puede observar la progresión a nivel linfático, de mucosas
y gastrointestinal. La resolución completa de la enfermedad se ve dificultada por el alto riesgo de recidiva.
La elección terapéutica depende de factores como el número y localización de las lesiones, afectación
extracutánea y estado inmunológico del paciente. Para la enfermedad localizada, se puede optar por
el uso de crioterapia, ácido 9-cis-retinoico tópico y radioterapia; reservando la escisión quirúrgica para
lesiones únicas o accesibles como nuestro caso. Recientemente se ensaya el uso de imiquimod tópico.
Presentamos un caso de sarcoma de Kaposi clásico, con una manifestación clínica inicial peculiar y de
localización atípica para dicho subtipo de enfermedad.
BIBLIOGRAFÍA
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5 Bernardini B, Faggion D, Calabró L et al. Imiquimod for the treatment of classical Kaposi’s sarcoma. Acta Derm Venereol 2010;
90:417-8.
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TUMORES
Anamnesis
Mujer de 61 años de edad con antecedentes dermatológicos de melanoma en escápula izquierda en 1985
(Nivel II de Clark), carcinoma basocelular en ala nasal izquierda en 1993 y neurofibroma en región lateral
de mama derecha en 2007. No otros antecedentes personales de interés. Como antecedentes familiares,
destaca que el padre tuvo varios carcinomas basocelulares. El motivo de consulta es la aparición de dos
lesiones, en ápex nasal y ala nasal derecha, de varios meses de evolución y asintomáticas.
Exploración física
La paciente presenta varias lesiones previas en región centrofacial similares a las que motivan la consulta.
Refiere que estas lesiones tienen más de 20 años de evolución, y que apenas han cambiado.
Las lesiones tienen una zona central deprimida con bordes sobreelevados de color piel y aspecto cicatricial
localizadas en dorso de nariz, alas nasales, surcos nasogenianos y región supralabial. Además, presenta
pápulas de color piel en dorso de nariz y región infrapalpebral derecha (figuras 1 y 2).
El resto de la exploración física es normal.
Exploraciones complementarias
Con la sospecha de tricoepiteliomas, se realiza extirpación de las dos lesiones deprimidas más grandes,
situadas en dorso nasal derecho y surco nasogeniano derecho y biopsia punch de 3 lesiones más. En la
anatomía patológica de todas ellas, se aprecian cordones de células basaloides y escamosas, y pequeñas
estructuras infundibulares y quísticas rellenas de corneocitos. Estos hallazgos son compatibles con
carcinomas basocelulares infundíbulo-quísticos múltiples.
Figura 1 Lesiones deprimidas de aspecto cicatricial en región Figura 2 Lesiones de aspecto cicatricial, con área central más
centrofacial. A nivel infrapalpebral y periocular derecho se deprimida y bordes sobreelevados, de color piel, situadas en dorso de
aprecian pápulas de color piel nariz, surcos nasogenianos y región supralabial
Diagnóstico
Síndrome de carcinomas basocelulares infundíbulo-quísticos hereditarios múltiples.
Tratamiento
Dado el amplio número de lesiones, se decide un tratamiento conservador con imiquimod al 5%, una
aplicación al día, 3 días en semana durante 8 semanas sobre algunas de las lesiones junto con acitretino
20mg al día.
Evolución
En la última revisión, apenas se observa mejoría de las lesiones con el tratamiento instaurado. La paciente
interrumpe varias veces el tratamiento tópico debido a los efectos secundarios. Se está valorando la
posibilidad de realizar terapia fotodinámica, dado que al haber tantas lesiones, la realización de exéresis
quirúrgica, electrocoagulación o criocirugía puede dejar zonas cicatriciales deformantes.
Comentario
El síndrome de carcinomas basocelulares infundíbulo-quísticos hereditarios múltiples es una genodermatosis,
descrita por Requena, distinta al Síndrome de Gorlin, que se caracteriza por múltiples carcinomas
basocelulares, con unas peculiaridades histológicas que los diferencian de los tricoepiteliomas y del
hamartoma folicular basaloide. Clínicamente se puede presentar como múltiples pápulas de superficie lisa
y de color piel o simulando un comedón gigante. No asocian pits palmo-plantares, ni quistes mandibulares
y los estudios genéticos del síndrome de Gorlin están ausentes en los casos descritos.
No está claro aún el comportamiento biológico de estos tumores. Parece que se trata de lesiones menos
agresivas que otras formas de carcinomas basocelulares y se han visto lesiones que permanecen estables,
durante más de 20 años como ocurre en nuestro caso.
Sin embargo, hay formas que pueden ulcerar la epidermis o que infiltran dermis profunda, extendiéndose
al tejido celular subcutáneo o músculo esquelético.
En la mayoría de los casos el tratamiento es quirúrgico, pero se puede recurrir al imiquimod junto con
tazaroteno o retinoides por vía oral. Los retinoides orales se utilizan para conseguir una regresión parcial y
evitar el desarrollo de nuevos tumores.
Como conclusión, presentamos el caso de una paciente con este raro síndrome hereditario, que se caracteriza
por múltiples carcinomas basocelulares con una histología característica y sin otros trastornos asociados.
Clínicamente, se suelen confundir con lesiones benignas como los tricoepiteliomas o hiperplasias sebáceas.
BIBLIOGRAFÍA
1 Requena L, Farina M, Robledo M, Sangueza O, Yus E, Villanueva A, et al. Multiple hereditary infundibulocystic basal cell
carcinomas: A genodermatosis different from nevoid basal cell carcinoma syndrome. Arch Dermatol 1999;135:1227-35.
2 Kagen MH, Hirsch RJ, Chu P, McCormack PC, Weinberg JM. Multiple infundibulocystic basal cell carcinomas in association
with human immunodeficiency virus. J Cutan Pathol 2000; 27: 316.
3 Herman AR, Busam KJ, Greenberg RA, Nehal KS. Multiple infundibulocystic basal cell carcinomas: case report of unique
unilateral presentation. Dermatol Surg 2003; 29:436.
4 Choonhakarn C, Meesingha A. Multiple hereditary infundibulocystic basal cell carcinomas: a distinctive genodermatosis. Br J
Dermatol 2006; 154: 1007.
4
TUMORES
Anamnesis
Varón de 59 años de edad, diagnosticado de leucemia linfática crónica B (LLC-B) hace 3 años, sometido a
diferentes esquemas de tratamiento con respuesta parcial de la enfermedad, que ingresa en el servicio de
Hematología por progresión de la enfermedad. Como otros antecedentes presenta hepatopatía por virus B
en tratamiento con lamivudina, gammapatía monoclonal de significado incierto Ig G y un tromboembolismo
pulmonar hace un año.
Exploración física
A la exploración, se observaba, una placa eritemato-violácea, de bordes bien definidos e indurada al
tacto, que presentaba en superficie lesiones papulosas y nodulares, así como descamación abundante. La
placa afectaba a la hemicara derecha, respetando, de manera característica, la línea media (figura 1). No
presentaba otras lesiones cutáneas ni adenopatías palpables.
Exploraciones complementarias
Por nuestra parte se realizó una biopsia cutánea que mostró un infiltrado parcheado denso de linfocitos
pequeños en dermis superficial y profunda. Dicho infiltrado presentaba un inmunomarcaje compatible con
LLC-B. En epidermis se observó una leve espongiosis sin inclusiones virales e inmunomarcaje negativo para
herpes virus.
La analítica mostraba una linfopenia, junto con anemia y trombopenia. La biopsia de médula ósea evidenció
una infiltración intersticial difusa por células de LLC-B y en el TAC de cuerpo entero se observaron múltiples
adenopatías cervicales, axilares, mediastínicas, mesentéricas y en retroperitoneo.
Diagnóstico
Infiltración cutánea por LLC-B sobre cicatriz de herpes zóster.
Tratamiento
Tras objetivarse la progresión de la enfermedad con infiltración cutánea se inició tratamiento sistémico con
Campath (alemtuzumab anti-CD53) junto con metilprednisolona.
Evolución
Con el tratamiento, las lesiones cutáneas regresaron parcialmente de manera paulatina. Tras 8 semanas
de tratamiento, ante la progresión de la enfermedad hematológica, requirió un trasplante de progenitores
hematopoyéticos alogénico de sangre periférica de donante familiar. En el momento actual, el paciente
presenta una enfermedad hematológica con respuesta parcial, sin aparición de nuevas lesiones cutáneas.
Comentario
Existen varias lesiones cutáneas que aparecen sobre las cicatrices de un herpes zóster, la más frecuente
son las reacciones granulomatosas, concretamente el granuloma anular. Pero también han aparecido otros
procesos como infiltración por células tumorales, incluyendo el linfoma, la leucemia, angioma de Kaposi,
angiosarcoma, carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y metástasis. Las lesiones cutáneas que se
desarrollan sobre cicatrices de un herpes zóster presentan una gran variabilidad en cuanto al momento de
aparición, pudiendo presentarse inmediatamente después de resolverse el episodio agudo o tras varios años.
La presencia o ausencia de DNA del VVZ en estas reacciones cutáneas, depende del tiempo de evolución
de las mismas. La patogenia de estas reacciones cutáneas se desconoce, siendo posible la participación de
factores inmunológicos, neurológicos o vasculares, así como un fenómeno isomórfico de Koebner.
BIBLIOGRAFÍA
1 Hapgood G, Mooney E, Dinh HV, Gin D, McLean C, Ting SB. Leukaemia cutis in chronic lymphocytic leukaemia following
varicella zoster virus reactivation. Int Med J 2012; 42: 1355-1358.
2 Ruocco V, Ruocco E, Ghersetich I, Bianchi B, Lotti T. Isotopic response after herpes virus infecton: an update. J Am Acad
Dermatol 2002; 46: 90-94.
3 Requena L, Kutzner H, Escalonilla P, Ortiz S, Schaller J, Rohwedder A. Cutaneous reactions at sites of herpes zoster scars: an
expanded spectrum. Br J Dermatol 1998; 138: 161-168.
4 Turner RJ, Sviland L, Lawrence CM. Acute infiltration by non-Hodking B-cell lymphoma of lesions of disseminated herpes
zoster. Brit J Derm 1998; 139; 295-298.
21 | Tumores 567
4
TUMORES
Anamnesis
Mujer de 82 años con antecedentes personales de hipertensión arterial, cardiopatía isquémica y enfermedad
pulmonar obstructiva crónica, sin antecedentes familiares reseñables, que acude a consulta, remitida desde
Atención Primaria, por lesión facial rosada asintomática de 3 años de evolución, localizada en mejilla
derecha. La lesión ha crecido de forma progresiva en los últimos meses, sin asociar sangrado ni ulceración.
La paciente niega haber presentado sintomatología general ni otras lesiones cutáneas acompañantes.
No ha realizado tratamientos previos, ni refiere asociación con ningún desencadenante concreto. Niega
antecedentes dermatológicos conocidos.
Exploración física
A la exploración dermatológica, observamos un nódulo eritematorosado de un centímetro de diámetro,
de superficie lisa y brillante, no ulcerado, localizado en mejilla derecha. A la palpación, la lesión presenta
infiltración cutánea y consistencia firme.
Asimismo, se palpa una adenopatía occipital derecha (ipsilateral a la lesión) de 1,5 cm de diámetro, indolora,
elástica, rodadera y no adherida a planos profundos. En el resto de la exploración general no se objetivan
otros hallazgos patológicos.
Nódulo
eritematorosado en Visión más cercana
mejilla derecha del nódulo
Exploraciones complementarias
Dadas las características de la lesión, previamente descritas, y el tiempo de evolución que presenta, se decide
realizar una biopsia excisional de la lesión, donde se observa una proliferación de células fusiformes que
ocupa la práctica totalidad de la dermis, alcanzando la hipodermis. El estudio inmunohistoquímico realizado
muestra positividad para S-100 y negatividad para HMB45, MelanA, actina, CK AE1-AE, neurofilamentos,
EMA y CD10.
Además, se realiza una PAAF de la adenopatía occipital derecha que únicamente muestra cambios
inespecíficos inflamatorios crónicos, sin observarse infiltración tumoral.
Diagnóstico
Melanoma desmoplásico fusiforme de 8 mm de Breslow, que infiltra hipodermis, con 1-2 mitosis por mm2,
no pigmentado, no ulcerado, sin signos de regresión.
Tratamiento
Se realiza cirugía de ampliación de bordes de 2 cm.
Evolución
La muestra extirpada en la ampliación presenta bordes libres de tumor. El análisis anatomopatológico de
esta pieza muestra una proliferación melanocítica epidérmica adyacente compatible con melanoma in situ.
El estudio de extensión se completa con un PET-TAC, que no muestra hallazgos patológicos significativos.
Seis meses después de la intervención la paciente no presenta indicios de recidiva locorregional ni metástasis.
Comentario
El melanoma desmoplásico es un subtipo de melanoma, cuyas características más típicas se ven en
parte reflejadas en nuestro caso. Se desarrolla más frecuentemente en la 6ª o 7ª década de vida,
principalmente en áreas fotoexpuestas. La mitad son amelanóticos. Puede aparecer de novo, pero la
mayoría de las veces aparece junto con un lentigo maligno (como el nuestro), melanoma lentiginoso
acral u otros subtipos.
Este subtipo de melanoma se caracteriza por su neurotropismo, infiltrando las vainas perineurales e
invadiendo porciones profundas de la piel. Debido a esto, las recidivas locales son bastante frecuentes
–según algunos estudios de hasta el 50%– principalmente en los 3 primeros años. A pesar de su
agresividad local, la tasa de metástasis ganglionares es más baja, situándose según algunos estudios en
torno al 20%.
Por su presentación clínica es frecuente confundirlo con carcinomas basocelulares, carcinomas de células
de Merkel, dermatofibromas, nevus o tumores anexiales, por lo que, en el diagnóstico diferencial de
los nódulos rosados en áreas fotoexpuestas debemos incluir el melanoma y realizar un biopsia cutánea
siempre que exista duda diagnóstica. En conclusión, “if pink, stop and think”.
BIBLIOGRAFÍA
1 Chen LL1, Jaimes N, Barker CA, Busam KJ, Marghoob AA. Desmoplastic melanoma: a review. J Am Acad Dermatol. 2013
May;68(5):825-33.
2 Bastos Junior C de S1, Piñeiro-Maceira JM, de Moraes FM. Desmoplastic melanoma associated with an intraepidermal
lentiginous lesion: case report and literature review. An Bras Dermatol. 2013 May-Jun;88(3):408-12.
3 Busam KJ. Desmoplastic melanoma. Clin Lab Med. 2011 Jun; 31(2):321-30.
4
TUMORES
Anamnesis
Varón de 66 años de edad que consulta por presentar lesión cutánea en la región posterior del brazo
izquierdo, que ha aumentado de tamaño lentamente durante los últimos cuatro años. Ocasionalmente, ha
notado prurito y dolor, así como sangrados después del rascado.
Exploración física
A la exploración presenta una lesión cutánea, infiltrada y ulcerada, de 3,5 cm de diámetro, en la región
posterior del brazo izquierdo y se palpan varias adenopatías en axila izquierda.
Exploraciones complementarias
En el mismo acto quirúrgico se extirpa la lesión cutánea y un bloque adenopático constituido por varias
formaciones nodulares, la mayor de 4,5 cm de diámetro.
En el estudio microscópico, en la lesión cutánea se advierte una proliferación dérmica difusa, con afectación
del panículo adiposo y diseminación pagetoide en la epidermis adyacente a la ulceración, de elementos
neoplásicos grandes, con abundante citoplasma, y núcleo pleomórfico. Entre la celularidad acompañante
se advierten eosinófilos, linfocitos de pequeño tamaño y células plasmáticas (figura 1).
La arquitectura ganglionar está parcialmente borrada por una neoplasia maligna constituída por elementos
de similar morfología a los descritos en la lesión cutánea. Es de destacar que en los ganglios linfáticos existe
menor cantidad de eosinófilos en relación a la piel (figura 2).
Figura 1 Neoplasia dérmica con infiltración en hipodermis Figura 2 Neoplasia localizada en ganglio
El estudio inmunohistoquímico en ambas localizaciones demostró intensa positividad para CD1a y proteína
S-100 en las células neoplásicas, y positividad más débil y focal para lisozima y CD68. El resto de los
marcadores utilizados (citoqueratinas, HMB-45, melan A, de estirpe B, de estirpe T, CD21, CD35, CD30 y
ALK1) dieron resultado negativo.
Diagnóstico
Sarcoma de células de Langerhans con afectación cutánea y ganglionar ¿desarrollado a partir de una
histiocitosis de células de Langerhans cutánea?
Tratamiento y evolución
El paciente recibió radioterapia postquirúrgica (50Gy en la región supraaxilar y 60 Gy sobre la zona de la
cicatriz del brazo) con buena tolerancia. Pero a los 10 meses desarrolló metástasis pulmonares que a pesar
de que fueron intervenidas quirúrgicamente llevaron al fallecimiento del paciente.
Comentario
El sarcoma de células de Langerhans (SCL) es una neoplasia agresiva muy poco frecuente, que puede
presentarse “de novo” o a partir de una histiocitosis de células de Langerhans (HCL). En nuestro caso, la
larga evolución de la lesión cutánea sugiere este segunda posibilidad. La HCL limitada a la piel, aunque
infrecuente, está descrita en sujetos adultos.
El SCL suele presentarse clínicamente con afectación multiorgánica (ganglios, hígado, bazo, pulmones y
hueso) bien desde el inicio o en el curso inmediato de la enfermedad. El número de casos publicados de
SCL cutáneos primarios, desarrollados o no a partir de una HCL, es muy reducido. Itoh, et al comunicaron
un nuevo caso y aceptaban en su discusión de la literatura once descripciones precedentes. Cuatro de
estos 12 casos (33%) se presentaron como una lesión cutánea solitaria, y en dos de ellos había además
afectación de los ganglios linfáticos regionales. En la mayor parte de los casos la enfermedad se hizo
sistémica, a pesar del tratamiento quimio y/o radioterápico.
El SCL forma parte el grupo de las neoplasias de histiocitos y de células dendríticas en el que se incluyen:
el sarcoma histiocítico (histiocitosis maligna si la presentación es sistémica), las histiocitosis de células de
Langerhans, el sarcoma de células de Langerhans, el tumor/sarcoma de células dendríticas foliculares y el
tumor/sarcoma de células dendríticas interdigitantes. El diagnóstico diferencial inmunohistoquímico de
estas entidades es posible en casi todos los casos empleando tan sólo 6 marcadores: CD68, lisozima, CD1a,
S-100, CD21 y CD35.
BIBLIOGRAFÍA
1 Singh A, Prieto VG, Czelusta A, McClain KL, Duvic M. Adult Langerhans cell histiocytosis limited to the skin, Dermatology
2003; 207: 157-161.
2 Itoh H, Miyaguni H, Kataoka H et al. Primary cutaneous Langerhans cell histiocitosis showing malignant phenotype in an
elderly woman: report of a fatal case. J Cutan Pathol 2001; 28: 371-378.
3 Pileri Sa, Grogan TM, Harris NL, et al. Tumours of histiocytes and accesory dendritic cells: an immunohistochemical approach
to classification from the International Lymphoma Study Group base don 61 cases. Histopathology 2002; 41: 1-29.
4
TUMORES
Anamnesis
Varón de 85 años de edad, con antecedente de hipertensión arterial crónica en tratamiento sin otros
antecedentes personales ni familiares de interés, que acude a la consulta de dermatología por presentar
desde hace aproximadamente 3 años lesión en cuero cabelludo, con crecimiento progresivo en los dos
últimos 2 meses asociado a drenaje persistente de material cremoso.
Exploración física
Se observa en la región parietal
izquierda del cuero cabelludo, una
tumoración delimitada de superficie
eritematosa, no adherida a planos
profundos y aspecto quístico que
mide de 2 x 1,2 cm, con salida
de material de aspecto cremoso
de color amarillo, por el orificio
central de la lesión (figura 1). No se
objetivaron adenopatías regionales
a la palpación.
Figura 1
Imagen clínica de la lesión
Exploraciones complementarias:
El estudio histopatológico de la exéresis completa de la lesión, evidenció una neoplasia quística, con
contenido de material eosinófilo de tipo queratina y revestida por epitelio escamoso, de la cual surgen
sábanas y trabéculas de células atípicas que infiltran la dermis reticular y tejido subcutáneo adyacente
(figura 2), sin continuidad con la epidermis en los múltiples cortes realizados.
a b
Figura 2
Estudio histológico (Hematoxilina-eosina).
a) Lesión quística dérmica sin conexión con
la epidermis. b) A mayor aumento área de
transformación en la pared del quiste, con
trabéculas de células tumorales escamosas
atípicas, con mitosis frecuentes, infiltrantes
en la dermis adyacente y rodeadas por
células inflamatorias
Diagnóstico
Carcinoma Espinocelular Originado a partir de Quiste de Inclusión Epidérmica.
Tratamiento y evolución
La lesión fue completamente extirpada, sin recidivas posteriores ni evidencia de metástasis durante el
seguimiento correspondiente.
Comentario
Los quistes de inclusión epidérmica son lesiones benignas muy frecuentes, pero su transformación maligna
a carcinoma espinocelular es una condición excepcional, la cual se puede sospechar ante un crecimiento
rápido, ulceración o fistulización con drenaje persistente como en el caso descrito. En el estudio microscópico
de la pieza, es importante realizar múltiples cortes, tanto para identificar las áreas de transformación
maligna, como para ver que no haya una conexión entre el carcinoma y la epidermis, ya que se trataría
de carcinoma epidermoide con cambio quístico. En relación a su origen, se han planteado diferentes
hipótesis que puedan explicar su transformación, como la irritación crónica, el daño actínico por el hecho
de localizarse la mayoría de los tumores en cabeza y cuello, así como otras que sugieren un probable papel
en relación a infección por virus del papiloma humano descrito en algunos casos. Es importante destacar
que hasta en un 12% de los pacientes se han reportado tumores de comportamientos agresivos con
metástasis y desenlace fatales en pocos meses, por lo que se aconseja ante la sospecha, una extirpación
temprana con seguimiento posterior.
BIBLIOGRAFÍA
1 Antón-Badiola I, San Miguel-Fraile P, Peteiro-Cancelo A, Ortiz-Rey JA. Carcinoma epidermoide desarrollado sobre quiste de
inclusión epidérmica cutáneo. Presentación de un nuevo caso y revisión de la literatura. Actas Dermosifiliogr. 2010. May; 101
(4): 349-53.
2 Terada T. Squamous cell carcinoma originated from an epidermal cyst. Int J. Clin Exp Pathol. 2012; 5(5): 479-81.
3 Morgan MB, Stevens GL, Somach S, Tannenbaum M. Carcinoma arising in epidermoid cyst: a case series and aetiological
investigation of human papillomavirus. Br J Dermatol. 2001 Sep; 145 (3): 505-6.
Vasculitis y paniculitis
Índice
Caso 01. Úlceras escrotales de inicio abrupto
Caso 02. Púrpura y úlceras de etiología atípica
Caso 03. Placa violácea dolorosa en rodilla en mujer de 35 años
Caso 04. Lesiones purpúricas en miembros inferiores post-infección faringoamigdalar
583
Vasculitis y paniculitis
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VASCULITIS Y PANICULITIS
Anamnesis
Varón de 32 años, sin antecedentes personales de interés, que comienza con sensación de ardor y
enrojecimiento a nivel del escroto tras un cuadro de faringoamigdalitis, evolucionando en 24 horas a
lesiones ulceradas dolorosas. No refería aplicación tópica de ningún producto, ni contacto sexual de riesgo
o contacto con animales o picadura de insecto
Exploración física
A la exploración física se apreciaban 2 lesiones ulceronecróticas con exudado seroso y halo eritematoso
engrosado. Palpación testicular normal sin adenopatías inguinales
Exploraciones complementarias
En las pruebas complementarias destaca marcada leucocitosis (24.000) con neutrofilia, con elevación
importante de la VSG y PCR. En la ecografía testicular ausencia de colecciones ni afectación testicular.
Resto de parámetros normales, incluidos serologías para sífilis, virus herpes, ANA, ANCA, sedimento de
orina, cultivos de la úlcera y faringoamigdalar. El estudio anatomopatológico del borde de la úlcera muestra
un denso infiltrado neutrofílico con cariorrexis
Comentario
Ante un cuadro de aparición súbita en un adulto joven, generalmente tras un episodio infeccioso de vías
respiratorias altas, de úlceras escrotales necróticas, únicas o en escaso número, dolorosas y con tendencia
a la resolución espontánea en 3 semanas, se debe pensar en una VGJE. Los parámetros bioquímicos
muestran elevación de los reactantes de fase aguda, y los estudios microbiológicos son negativos. En la
histología se describe infiltrado neutrofílico en la dermis y necrosis fibrinoide de pequeño vaso, debiéndose
realizar el diagnóstico diferencial con otras enfermedades:
• localizadas: gangrenas infecciosas (Fournier, Meleny), gangrenas iatrogénicas (anticoagulantes, antisép-
ticos tópicos), pioderma gangrenoso, enfermedades de transmisión sexual, otras infecciosas (rickettsias,
amebiasis...)
• sistémicas: enfermedad de Beçhet, panarteritis nodosa, púrpura de Schönlein-Henoch, etc.
El tratamiento con un ciclo corto de corticoides orales resuelve el proceso en un par de semanas, no
existiendo recidivas documentada. En definitiva, aunque se trate de una entidad poco frecuente, sus
criterios bien definidos y su diagnósticos diferenciales con otras lesiones potencialmente más graves, nos
hacen recordar su existencia y aportar un nuevo caso a la literatura.
Figura 1 Úlcera escrotal con fondo fibrinoso y bordes socavados Figura 2 Infiltrado neutrofílico intenso (izquierda) acompañado
con halo eritemato-necrótico en periferia de signos de vasculitis leucocitoclástica de pequeño
vaso con necrosis fibrinoide (derecha)
BIBLIOGRAFÍA
1 Pinto-Almeida T, Rosmaninho A, Lobo I, Alves R, Selores M. Juvenile gangrenous vasculitis of the scrotum: an exceptional
cause of scrotal ulcers. Eur J Dermatol. 2012 Sep-Oct;22(5):689-90.
2 González González S, Pernas Gómez P, Quintas Martínez R, Fuentes Ceballos EJ, Martinón Sánchez F. [Juvenile gangrenous
vasculitis of the scrotum: an unusual diagnosis of genital ulcers]. An Pediatr (Barc). 2012 Apr;76(4):239-40.
3 Arce Gil J, Acaso Til H, Angerri Feu O, Caffaratti Sfulcini J, Garat Barredo JM, Villavicencio Mavrich H. [Juvenile gangrenous
vasculitis in the adult]. Actas Urol Esp. 2008 May;32(5):574.
4 Caputo R, Marzano AV, Di Benedetto A, Ramoni S, Cambiaghi S. Juvenile gangrenous vasculitis of the scrotum: Is it a variant
of pyoderma gangrenosum? J Am Acad Dermatol. 2006 Aug;55(2 Suppl):S50-3.
Púrpura y úlceras
de etiología atípica
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VASCULITIS Y PANICULITIS
Anamnesis
Mujer de 37 años, fumadora y consumidora de cocaína, sin otros antecedentes de interés. Se presentó en
el servicio de urgencias con lesiones cutáneas dolorosas en ambos miembros inferiores, de dos semanas
de evolución, que se acompañaban de dolor articular, febrícula, astenia y pérdida de peso no cuantificada.
Exploración física
Acudió con regular estado general, obesidad y nariz en silla de montar con perforación de septum. En
las articulaciones no presentaba signos flogóticos. En miembros inferiores presentaba, inicialmente,
una púrpura hemorrágica con
formación de flictenas que en
poco tiempo evolucionaron hacia
la formación de úlceras necróticas
de grandes dimensiones y de
fondo sucio (figura 1). El resto de
la exploración fue normal.
Figura 1
Úlceras iniciales, algunas
reepitelizando,
en miembro inferior derecho
Exploraciones complementarias
Se realizó un hemograma y bioquímica cuyo resultado fue normal salvo por una VSG de 70 y una PCR de
11,14 mg/dl. Se tomó además cultivo de las lesiones con crecimiento de Pseudomonas areuginosa.
Se solicitó estudio inmunológico, las inmunoglobulinas fueron normales y los ANA negativos, presentando
positividad frente a pANCA de patrón MPO y PR3, con crioglobulinas también positivas. La serología fue
negativa, incluyendo VHC, VHB y VIH.
Se enviaron muestras para estudio histopatológico y cultivo sobre tejido fresco. El estudio histólogico mostró
una inflamación aguda abscesificante dérmica sobre vasos con vasculitis leucocitoclástica y trombosis de
las luces capilares. En el cultivo sobre tejido se aisló un S. aureus.
La radiografía de tórax no presentó alteraciones significativas.
Diagnóstico
Inicialmente fue valorada como vasculitis tipo PAN/crioglobulinemia, pero durante la evolución se pudo
observar una clara relación entre los brotes de la enfermedad y el consumo de cocaína, que se confirmó con
análisis toxicológicos, por lo que se diagnosticó de vasculitis secundaria al consumo de cocaína adulterada
con levamisol.
Tratamiento
Dado que la sospecha inicial fue de vasculitis tipo PAN se administró prednisona vía oral a dosis altas y en
pauta descendente además de varios ciclos de antibioterapia oral acordes a antibiograma. Ante la falta de
respuesta se le añadió metotrexate, manteniendo bajas dosis de prednisona.
Evolución
Al comenzar con la prednisona se
produjo una mejoría aunque persistían
varias lesiones ulceradas, algunas de
ellas sobreinfectadas. Tras la adición de
metotrexate continuó con mejor control
clínico intercalando algunos periodos
de empeoramiento coincidentes con
el consumo de cocaína (demostrado
mediante análisis de tóxicos en orina) y
desaparición de las poliartralgias. Pasados
6 meses del diagnóstico y tras abandono
de consumo de cocaína todas las úlceras,
salvo una, se encontraban reepitelizadas,
motivo por el que se decide la retirada
completa de metotrexate, manteniéndose
clínicamente estable hasta la fecha, dos
años después del inicio del cuadro, con
unos niveles de mediadores inflamatorios
casi indetectables. Aun así presenta
secuelas cicatriciales residuales en las zonas
Figura 2 Lesiones residuales en cara posteromedial de miembro inferior
donde surgieron las úlceras (figura 2). derecho
Comentarios
La vasculitis necrotizante asociada al consumo de cocaína es una entidad poco frecuente y que siempre
ha de tenerse en cuenta en el diagnóstico diferencial de las vasculitis necrotizantes en personas jóvenes
y sin patología de base. Clínicamente se manifiesta por lesiones ulceradas muy dolorosas mostrando una
histología de vasculitis necrotizante con frecuente positividad frente a pANCA del tipo MPO, PR3, catepsina
G, lactoferrina, azuricidina, proteína BPI y HNE.
No existe consenso en cuanto a su manejo terapéutico aunque hay datos que apoyan el uso de
antiinflamatorios no esteroideos, corticoides sistémicos, antihistamínicos, dapsona, pentoxifilina e
inmunoglobulina. Lo que sí parece evidente es la mejoría con el abandono del consumo de cocaína.
Nuestra paciente ha conseguido un buen control del cuadro, aunque con grandes secuelas cicatriciales.
BIBLIOGRAFÍA
2 Rietkerk W, Pereira F, Poste J. Small Wessel vasculitis associated with cocaine use. Cutis. 2013; 91:21-4.
4
VASCULITIS Y PANICULITIS
Anamnesis
Mujer de 35 años, con antecedente de hipotiroidismo en tratamiento sustitutivo, condromalacia rotuliana
bilateral en seguimiento por Traumatología y en estudio por Reumatología por artralgias y monoartritis de
rodilla derecha recidivante.
Como antecedentes familiares destaca que su padre padeció tuberculosis pulmonar hacía 30 años, motivo
por el cual nuestra paciente recibió profilaxis en ese momento y desde entonces presenta Mantoux positivo.
La paciente es derivada a nuestro Servicio desde Reumatología por presentar una lesión dolorosa en cara
interna de rodilla derecha de un mes de evolución. Inicialmente fue interpretado en Urgencias como
un quiste de Baker roto y posteriormente fue tratada con amoxicilina-clavulánico 2 g/12 h durante
15 días ante la sospecha de celulitis, sin experimentar ninguna mejoría. Cabe reseñar que como parte del
tratamiento de la condromalacia, a la paciente le habían realizado una infiltración de ácido hialurónico en
el compartimento externo de dicha rodilla una semana antes de comenzar con la clínica actual.
Exploración física
En cara interna de rodilla derecha se observaba una placa de coloración
eritemato-violácea, con zonas livedoides y áreas de necrosis, formada
por confluencia de nódulos indurados y dolorosos, de 15 x 4,5 cm de
diámetro, sin aumento de temperatura local a ese nivel (figura 1). La
movilidad articular estaba conservada.
Figura 1
Placa en región medial de rodilla,
eritemato-violácea, con zonas necróticas y livedoides
Exploraciones complementarias
Se realizó una ecografía de partes blandas que demostró una marcada alteración del tejido celular subcutáneo
de bordes imprecisos, en cara medial de rodilla derecha, sin objetivar colecciones ni alteraciones en planos
profundos. Había presencia de derrame articular y no existían datos de trombosis venosa superficial ni profunda.
El estudio se amplió con una RNM de rodilla que mostró cambios inflamatorios y edema en el tejido celular
subcutáneo de la región anteromedial, sin presencia de colecciones, en
probable relación con celulitis o necrosis grasa.
Se realizó una biopsia cutánea profunda cuyo estudio anatomo-patológi-
co mostró la presencia de un marcado infiltrado inflamatorio crónico en
dermis de predominio perivascular. En tejido celular subcutáneo se obser-
vaba un infiltrado inflamatorio crónico difuso tanto lobulillar como septal
con presencia de abundantes agregados de material mixoide, azul alcián a
positivos, de localización perivascular e intravascular (figura 2).
Se completó el estudio con una radiografía de tórax y analítica que
incluía bioquímica con perfil renal, hepático y enzimas pancreáticas,
hemograma, VSG y coagulación básica, sin mostrar alteraciones
relevantes.
Figura 2
a) Tinción HE. Infiltrado inflamatorio crónico alrededor de agregados
de material basófilo (marcado con flecha). Presencia de necrosis grasa. b
b) Tinción Azul alcián. Abundante material azul alcián positivo intra y perivascular
Diagnóstico
Paniculitis facticia y necrosis grasa secundaria a la inyección intravascular de ácido hialurónico.
Tratamiento
Inicialmente se trató con 6 gotas/8 h de ioduro potásico en solución acuosa que combinó con metamizol,
sin mejoría. Posteriormente inició tratamiento con pauta descendente de deflazacort durante un mes.
Evolución
Con el tratamiento esteroideo la lesión experimentó mejoría progresiva del eritema y la induración,
persistiendo cierta coloración violácea y dolor a la presión.
Comentario
Las infiltraciones de ácido hialurónico se emplean como tratamiento de patología traumatológica
degenerativa de tipo artrosis y condromalacia. También son muy utilizadas como material de relleno en
dermatología estética. Se trata de un material reabsorbible de longevidad en torno a 6 meses. El efecto
adverso más frecuente consiste en una reacción granulomatosa a cuerpo extraño, con abundantes células
gigantes multinucleadas rodeando un material amorfo extracelular basófilo, azul alcián positivo1. Otros
efectos adversos son: reacción inflamatoria local transitoria, celulitis a partir del punto de inyección,
trombosis, vasculitis y reacción de hipersensibilidad aguda2,3. Una complicación rara es el desarrollo de
necrosis grasa secundaria a la interrupción del flujo sanguíneo por compresión, obstrucción de los vasos
por el material de relleno o por daño directo del vaso2. Se han descrito varios casos de necrosis grasa
causada por inyección intravascular de ácido hialurónico, fundamentalmente tras procedimientos con fines
estéticos4,5. Algunos tratamientos empleados consisten en la aplicación precoz de nitroglicerina tópica,
inyección subcutánea de hialuronidasa o de heparina de bajo peso molecular2.
En nuestro caso, teniendo en cuenta el antecedente de la infiltración y los hallazgos de la biopsia, llegamos
al diagnóstico de paniculitis facticia y necrosis grasa secundaria a la inyección intravascular de ácido
hialurónico.
BIBLIOGRAFÍA
1 Ana M. Molina-Ruiz, Lorenzo Cerroni, Heinz Kutzner y col. Cutaneous Deposits. Am J Dermatopathol. 2014;36(1):1-48.
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to soft tissue dermal fillers. Seminars in Arthritis and Rheumatism 2013;43:241–258.
3 Leonhardt JM, Lawrence N, Narins RS. Angioedema acute hypersensitivity reaction to injectable hyaluronic acid. Dermatol
Surg 2005;31:577–9.
4 Ranella J. Hirsch, Joel L. Cohen, Jean DA Carruthers. Successful Management of an Unusual Presentation of Impending
Necrosis Following a Hyaluronic Acid Injection Embolus and a Proposed Algorithm for Management with Hyaluronidase.
Dermatol Surg 2007;33:357–360.
5 Schanz S, Schippert W, Ulmer A y col. Arterial embolization caused by injection of hyaluronic acid (Restylane). Br J Dermatol
2002;146:928–9.
Lesiones purpúricas
en miembros inferiores
post-infección faringoamigdalar
4
VASCULITIS Y PANICULITIS
Anamnesis
Varón de 9 años que acude a Dermatología de Urgencias por presentar lesiones eritematosas de predominio
en extremidades inferiores de 48 h de evolución, discretamente pruriginosas, que la madre relacionaba con
la ingesta de eritromicina en el contexto de un cuadro febril infeccioso faringoamigdalar los días previos.
Entre sus antecedentes personales destacaba una alergia a penicilina con shock anafiláctico a los 2 años de
edad en seguimiento por Alergología.
Exploración física
En el momento de la exploración el paciente se encontraba afebril, sin odinofagia ni hiperemia amigdalar,
siendo la auscultación cardiopulmonar y el resto de la exploración normal. En las extremidades superiores e
inferiores y de forma dispersa en tronco presentaba pápulas y placas eritematoedematosas, urticariformes,
algunas de ellas confluentes, no descamativas, que no palidecían a la digitopresión. Bajo la sospecha
diagnóstica se decidió ingreso hospitalario para observación y tratamiento.
Exploraciones complementarias
Analíticamente se objetivó leucocitosis con neutrofilia, elevación de PCR, ASLO (327 U/mL) y de la IgA
(583U/mL). En la biopsia cutánea de una de las lesiones se puso de manifiesto un infiltrado inflamatorio
con predominio de neutrófilos y linfocitos, leucocitoclastia y necrosis fibrinoide de pequeños vasos.
Diagnóstico
Vasculitis leucocitoclástica. Púrpura de Schönlein-Henoch.
Tratamiento
Se instauró tratamiento con corticosteroides orales administrados en bolos intravenosos los 2 primeros días,
siendo posteriormente suspendidos por la ausencia de sintomatología sistémica. Únicamente se mantuvo
un tratamiento sintomático para el dolor.
Evolución
Tras la suspensión del tratamiento corticoideo parenteral el paciente comenzó con malestar general,
artromialgias, dolor abdominal difuso, diarrea y vómitos. Asimismo presentó un episodio de orquitis con
intenso dolor e inflamación del teste derecho, que obligó a realizar una ecografía testicular para descartar
una torsión testicular.
La desaparición de las lesiones cutáneas fue progresiva, con aparición de nuevos elementos coincidiendo
con los episodios de vómitos y dolor abdominal.
La función renal se mantuvo dentro de la normalidad durante todo el proceso, pero pese a ello fue dado
de alta con una revisión en la unidad de nefrología pediátrica.
Comentario
La púrpura de Schönlein-Henoch es la vasculitis leucocitoclástica más frecuente en la infancia y afecta
fundamentalmente a varones. Su causa es desconocida pero se ha visto asociada a infecciones respiratorias
(estreptococo betahemolítico del grupo A, Mycoplasma, VEB, varicela), fármacos (penicilina, eritromicina),
alimentos o picaduras de insectos. La púrpura palpable, el dolor abdominal y la artritis constituyen la “tríada
clásica” aunque también se pueden encontrar manifestaciones neurológicas, hematológicas y testiculares.
La afectación de la función renal con síndrome nefrítico o nefrótico determinan el pronóstico. El curso es
autolimitado aunque aproximadamente el 50% puede padecer nuevos brote. El diagnóstico es clínico y
las pruebas complementarias mostrarán leucocitosis y elevación de IgA. Se pueden encontrar depósitos de
IgA en la biopsia cutánea. El tratamiento es sintomático, se aconseja reposo en cama, y AINE para alivio del
dolor, el empleo de glucocorticoides es controvertido.
BIBLIOGRAFÍA
1 Kraft DM, Mckee D, Scott C (1998). «Henoch-Schönlein purpura: a review». Am Fam Physician 58 (2): pp. 405–8, 411. PMID
9713395.
2 ↑ Saltar a:
a b Saulsbury FT (1999). «Henoch-Schönlein purpura in children. Report of 100 patients and review of the
literature». Medicine (Baltimore) 78 (6): pp. 395–409. doi:10.1097/00005792-199911000-00005. PMID 10575422.
3 Fauci AS (1987). «269:The Vasculitis Syndromes». En Braunwald E, Isselbacher KJ, Petersdorf RG, Wilson JD, Martin JB, Fauci
AS. Harrison’s Book of Internal Medicine. 2 (11th edición). McGraw Hill. pp. 1441. ISBN 0-07-079454-5.