Tema 3-Epica
Tema 3-Epica
Tema 3-Epica
1 Épica
La épica latina es uno de los primeros géneros literarios que se cultivaron en Roma. La palabra épica procede
del término griego epos, palabra narrada, narración, en oposición a logos, palabra razonada, o mithos, palabra
fabulada. La poesía épica es, pues, la narración de las hazañas de héroes legendarios o históricos que encarnan los
valores y las virtudes de un pueblo y reflejan su pensamiento y costumbres.
La literatura occidental nace en Grecia en el siglo VIII a.C. con los poemas épicos la Ilíada y la Odisea. Pertenecen
a la llamada épica primitiva o heroica, con un fondo histórico real, dirigidos a una audiencia popular y con rasgos
de una larga tradición oral –poesía cantada y posteriormente recitada antes de que se fijara por escrito–.
En Roma, las primeras obras pertenecientes a este género literario datan del siglo III a.C. A diferencia de la
épica griega, la latina no muestra los rasgos de una tradición oral. Es el producto meditado y muy elaborado de un
autor individual, dirigido a un público más refinado. La épica latina es una épica culta. El origen y desarrollo de la
poesía épica en Roma viene determinado por elementos propiamente latinos y por la influencia griega que poco a
poco impregnó la vida y las costumbres del pueblo romano.
• Las manifestaciones preliterarias de carácter oral que presidían los acontecimientos más importantes de la
vida social: fiestas, banquetes (los carmina convivalia), funerales (las neniae) y victorias militares (los carmina
triumphalia).
• Las inscripciones epigráficas, los elogia, que ensalzaban las empresas bélicas y las virtudes del difunto.
• Los acontecimientos históricos recogidos por los primeros escritores en prosa, los analistas, que glorificaban
el pasado del pueblo romano.
Influencia griega. Primero a través de los etruscos, después por el contacto directo que se produjo después
de la conquista de la Magna Grecia:
• La Ilíada y la Odisea. Sus huellas son patentes en la épica latina: el empleo de epítetos y fórmulas, el uso de
símiles y la utilización del hexámetro dactílico.
• La poesía alejandrina propia de la Grecia helenística (siglo III a.C) de lenguaje erudito y estilo muy elaborado,
y el extenso poema épico de Apolonio de Rodas las Argonáuticas.
• Poesía culta y elevada en la que todos los elementos compositivos y de técnica literaria están al servicio de
un discurso solemne. Pensada para un público refinado.
• Empleo del hexámetro dactílico como metro único. Será considerado en toda la historia de la literatura latina
el verso heroico por excelencia.
• Los hechos narrados pueden ser reales o ficticios, referidos a un pasado legendario o a un presente histórico.
• Los temas tratados son la exaltación de la historia romana y de los héroes nacionales.
• Invocación a las musas al comienzo del poema e intervención de los dioses que alteran el desarrollo de los
acontecimientos.
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Poetas épicos
Livio Andrónico (segunda mitad del siglo III a.C.). Es posible que este autor fuera un griego hecho prisionero
en la toma de Tarento. Según parece, se dedicó a la enseñanza. Después de alcanzar la libertad, su actividad
literaria fue intensa y cultivó diversos géneros literarios. Posiblemente su labor docente le llevó a crear una
versión, en lengua latina, de la Odisea escrita en saturnios, el verso romano por excelencia. Esta obra ejerció
tal influencia que fue utilizada en las escuelas. Así se dieron a conocer los poemas de Homero en Roma.
Nevio (finales del siglo III a.C.) fue el primer poeta que escribió una auténtica epopeya nacional: Bellum puni-
cum. Narra en versos saturnios parte de los acontecimientos de la primera Guerra Púnica (264-241 a.C.), en
la que él mismo había participado. Pero vuelve a un pasado remoto y legendario al relatar el período desde la
huída de Eneas de Troya hasta la fundación de Roma.
Ennio (siglo II a.C.). Su poema Annales es considerado como la epopeya nacional romana hasta la aparición
de la Eneida. Su obra abarca desde el saqueo de Troya hasta la primera mitad del siglo II a.C. Sólo se
conservan algunos fragmentos de los dieciocho libros de que constaba. Con Ennio la épica latina se consolida
definitivamente. Fue el primero en utilizar el hexámetro griego; así estableció las normas rítmicas que imponía
el uso de este verso en la lengua latina. Los dioses intervienen directamente en los acontecimientos, igual
que en sus antecesores y en los poetas épicos posteriores a excepción de Lucano.
Virgilio s. I a.C. Nació en Andes, aldea próxima a Mantua. Pronto se transladó a Roma para perfeccionar sus
estudios de retórica y ejercer la abogacía, pero tras fracasar decidió dedicarse a la filosofía y poesía.
En el 44 a. C. perdió sus posesiones, confiscadas para pagar a soldados veteranos y no consiguió que se le
devolvieran, pero conoció a Octavio (el futuro Augusto) y a Mecenas de los que consiguió reparaciones y
entró a formar parte del círculo de Mecenas.
A instancia de Mecenas y Augusto escribió las Geórgicas y la Eneida, donde se deja ver el propaganda de
Augusto.
En el año 19 a. C. hace un viaje a Atenas y a la vuelta murio en el puerto de Bríndisi. Fue enterrado en
Nápoles en una tumba con el siguiente epitafio:
La Eneida La Eneida es la obra cumbre de la épica romana. Narra la huida de Eneas de Troya y sus
aventuras hasta llegar al Lacio, donde funda la nueva troya, según el mandato de los dioses y así prepara la
fundación de Roma. Con la elección de esta leyenda se relaciona a Roma con la cultura griega, se justifica
el origen divino de la ciudad y de la gens Julia, a la que pertenece Augusto, al considerarla descendiente de
Julo, hijo de Eneas, hijo a su vez de Venus.
El poema tiene 12 libros, de los cuales los 6 primeros son un paralelo de la Odisea, donde cuentan el viaje
desde Troya al Lacio, y los 6 últimos un paralelo de la Iliada, donde cuentan las batallas que se producen en
el Lacio.
Virgilio se inspiró en Homero claramente, pero al no ser una épica oral sino un poema directamente escrito,
echamos en falta la dicción formular, tan característica de éste último. Por otro lado los personajes tienen
un desarrollo psicológico mucho más profundo.
Ovidio 43 a. C.- 17 d. C.: Este prolijo autor de la época de Augusto escribe una obra épica, las Metamorfosis, que
también puede considerarse perteneciente al género de la poesía didáctica. Es un extenso poema mitológico
escrito en hexámetros y secuenciado en quince libros, en los que narra los cambios de forma, o metamorfosis,
de dioses, personajes mitológicos y héroes en vegetales, animales o constelaciones. Pretende seguir un orden
cronológico desde las cuatro edades del mundo, los orígenes de la humanidad, hasta el asesinato de César,
divinizado y convertido en constelación. Faetón, Apolo y Dafne, Narciso, Píramo y Tisbe, Jasón y Medea,
Teseo y el Minotauro, Orfeo, Dédalo e Ícaro, Polifemo y Galatea son algunos ejemplos de los 250 mitos y
leyendas narrados en la obra, de enorme transcendencia en el arte y la literatura posteriores.
Lucano s. I d.C. Sobrino del filósofo Séneca, era cordobés como él y fue también víctima de Nerón. Acusado de
participar en una conjura para asesinar a este emperador, el poeta fue obligado a cortarse las venas después
de un banquete. Tenía veintiséis años. De su obra sólo se ha conservado un poema épico, la Farsalia, en el
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que se relata la guerra civil entre César y Pompeyo, causante según el autor de la situación insostenible de la
Roma de Nerón. Esta obra supuso un importante cambio en la evolución de la poesía épica latina; introduce
importantes innovaciones que influirán decisivamente en autores posteriores: no comienza con la invocación a
la musa, los dioses no intervienen en el desarrollo de los acontecimientos ni se ensalza la grandeza de Roma,
falta la figura del héroe como tal, exalta la libertad y la austeridad republicanas y desmitifica a César.
A finales del siglo I d.C., la llegada de los Antoninos después de la dinastía Flavia supuso un resurgir de la
libertad de expresión y del espíritu de la Roma clásica. En esta época, en la que se pretende volver a los
clásicos, especialmente a Virgilio, destacan tres autores: Silio Itálico, que escribe el poema épico Punica, en
el que relata la segunda Guerra Púnica; Valerio Flaco, con su obra de tema mitológico Argonáutica; y Papinio
Estacio, que compone los poemas épicos Tebaida y Aquileida. En el Bajo Imperio, siglo IV d.C., volvemos a
encontrar poemas épicos de tema histórico y de tema legendario: Claudiano escribió De raptu Proserpinae
(El rapto de Proserpina) y De Bello Gothico (La guerra de los godos).
• Cualquier vocal seguida por dos conconantes (o por una consonante doble como x) excepto si son muta cum
liquida, oclusiva (p,t,c,b,d,g)+líquida (l,r) en cuyo caso se puede medir como breve.
• Las vocales (no los diptongos) seguidas de vocal, excepto si va precedida de otra vocal. Así por ejemplo
tenemos dĭes
La u y i cuando actuan como consonantes no se miden como vocales (no forma sílaba). Tampoco la u que hay en
el grupo qu-.
Además podemos encontrarnos los siguientes fenómenos cuando se encuentran dos vocales:
Elisión: cuando la primera vocal desaparece. Esto pasa también en las palabras terminadas en -m ante palabras
que empiecen por vocal.
Así, el verso litora, multum ille et terris iactatus et alto ha de medirse:
El hexámetro dactílico
El hexámetro está formado por 6 pies dactílicos (- ˘˘) en los que todos menos el 5o pueden ser sustituidos por
un espóndeo (- -).
El 6o pie es siempre un catalético, formado por una larga y una indiferente (- -̆)
Cesuras y diéresis
Son finales de palabras colocados después de la 1a larga del metro (cesuras) o entre un metro y otro (diéresis).
Las cesuras pueden ser trihemímera, pentemímera o heptemímera según esté en el 2o , 3o o 4o metro. Hay también
una cesura trocaica tras la primera breve del 3er pie.
Hay diéresis bucólica entre el 4o y el 5o metro. Las cesuras se marcan con × en el metro y las diéresis con ||.
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Eneida I,1-14 Eneida II,203-219
Arma virumque cano, Troiae qui primus ab oris Ecce autem gemini a Tenedo tranquilla per alta—
Italiam, fato profugus, Laviniaque venit horresco referens—immensis orbibus angues
litora, multum ille et terris iactatus et alto incumbunt pelago, pariterque ad litora tendunt;
vi superum saevae memorem Iunonis ob iram; pectora quorum inter fluctus arrecta iubaeque
multa quoque et bello passus, dum conderet urbem, sanguineae superant undas; pars cetera pontum
inferretque deos Latio, genus unde Latinum, pone legit, sinuatque immensa volumine terga.
Albanique patres, atque altae moenia Romae. Fit sonitus spumante salo; iamque arva tenebant,
Musa, mihi causas memora, quo numine laeso, ardentisque oculos suffecti sanguine et igni,
quidve dolens, regina deum tot volvere casus sibila lambebant linguis vibrantibus ora.
insignem pietate virum, tot adire labores Diffugimus visu exsangues: illi agmine certo
impulerit. Tantaene animis caelestibus irae? Laocoönta petunt; et primum parva duorum
Urbs antiqua fuit, Tyrii tenuere coloni, corpora natorum serpens amplexus uterque
Karthago, Italiam contra Tiberinaque longe implicat, et miseros morsu depascitur artus;
ostia, dives opum studiisque asperrima belli; post ipsum auxilio subeuntem ac tela ferentem
corripiunt, spirisque ligant ingentibus; et iam
Eneida II,40-56 bis medium amplexi, bis collo squamea circum
Primus ibi ante omnis, magna comitante caterva,
Laocoön ardens summa decurrit ab arce, terga dati, superant capite et cervicibus altis.
Eneida VI,268-271
et procul: “O miseri, quae tanta insania, cives? Ibant obscuri sola sub nocte per umbram
Creditis avectos hostis? Aut ulla putatis perque domos Ditis uacuas et inania regna:
dona carere dolis Danaum? Sic notus Ulixes? quale per incertam lunam sub luce maligna
aut hoc inclusi ligno occultantur Achivi, est iter in siluis, ubi caelum condidit umbra
aut haec in nostros fabricata est machina muros Iuppiter, et rebus nox abstulit atra colorem.
inspectura domos venturaque desuper urbi,
aut aliquis latet error; equo ne credite, Teucri.
Quicquid id est, timeo Danaos et dona ferentis.”
Sic fatus, validis ingentem viribus hastam
in latus inque feri curvam compagibus alvum
contorsit: stetit illa tremens, uteroque recusso
insonuere cavae gemitumque dedere cavernae.
Et, si fata deum, si mens non laeva fuisset,
impulerat ferro Argolicas foedare latebras,
Troiaque, nunc stares, Priamique arx alta, maneres.
declinación mixta, tomando unos casos del griego y otros del latín.
2 Ac. sg. de la grecolatina.