Ensayo
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FORMACIÓN EJECUTIVA
Filosofía de la
Educación
Ensayo: “Pautas para filosofar en
Educación Básica”
IMPARTE:
ESTUDIANTE:
ESPECIALIDAD:
Formación Docente
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
4TO PERIODO, DICIEMBRE DE 2021
ENSAYO: “Pautas para filosofar en Educación Básica”
María Fernanda Mora Arévalo
Maestría en Educación
"Es verdad que si a los niños los dejasen solos con sus juegos, sin forzarlos, harían
maravillas. Usted vio como empiezan a dibujar y a pintar, después los obligan a dibujar la
manzana y el ranchito con el árbol y se acabó el pibe. Con la escritura es exactamente
igual. Las primeras cosas que cuenta un niño o que le gusta que le cuenten, son pura
poesía; el niño vive un mundo de metáforas, de aceptaciones, de permeabilidad”
-Julio Cortázar
Claro que es verdad que si los dejáramos solos, los niños construirían en su
mente cosas inimaginables, fantasías pero también verdades y conocimiento
nuevo, quizá no para la sociedad (o tal vez sí), pero si nuevo para ellos,
descubrirían el mundo por sí mismos y serían capaces de encontrar verdadero
significado a su realidad con base en la experiencia… pero entonces, ¿qué
pasaría si, en lugar de dejarlos solos, los guiáramos verdaderamente por un
camino de autodescubrimiento y de aprendizaje propio y enriquecido con los
aprendizajes de los demás? Tal es el caso de Sofía, el personaje principal de la
novela titulada “El mundo de Sofía” de Jostein Gaarder (1999) quien de repente, al
recibir cartas y materiales por correo, sin darse cuenta, se ve envuelta en un
maravilloso curso de filosofía que no pidió pero que le fascina y le atrapa desde la
primera carta. Antes de recibir la primera misiva, Sofía se encuentra desilusionada
de la escuela, aburrida, cansada de una rutina académica que no rendía frutos, sin
embargo, la filosofía llega para abrir sus ojos y en una etapa difícil de la vida, le da
un sentido nuevo, despertando en ella la capacidad de asombro y la imaginación
que se habían quedado dormidas hace años, cuando fue creciendo y dejó de
maravillarse, de hacerse preguntas, cuando se dejó absorber por la realidad.
Pero, ¿qué es en realidad eso que quitó un velo de los ojos de Sofía? El
amor por la sabiduría, es decir, la filosofía: algo que no se puede enseñar pero se
aprende, se aprende por instinto, desde la necesidad imperante del ser humano
de conocer, de explicar, de encontrar respuestas. La filosofía es una disciplina
controversial, “se la tiene por una cosa que interesa a todos y que por tanto debe
ser en el fondo simple y comprensible, o bien se la tiene por tan difícil que es una
desesperación el ocuparse con ella” (Jaspers, 2003), es sol y luna del
conocimiento, una dualidad en sí misma.
María Fernanda Mora Arévalo
Maestría en Educación
En los niños se vuelve necesario, considero que más ahora que nunca,
fomentar ese amor al conocimiento, al saber, al aprendizaje, hacer de su
conocimiento que no van a la escuela a aprender verdades prefabricadas, sino a
construir y buscar las propias verdades. Para iniciar este ensayo me remito a una
de las reflexiones que realicé al leer “El mundo de Sofía” (Gaarder, 1999),
mencionado líneas atrás: al igual que las matemáticas o la historia, la filosofía ha
sido juzgada por los estudiantes y las personas como una disciplina compleja,
difícil de estudiar, aburrida o simplemente innecesaria, “es bastante claro y
fácilmente admitido que a la filosofía se han dedicado durante muchísimos siglos
hombres que pueden catalogarse entre los más inteligentes de la humanidad”
(Ellacuria, 1976), todas estas creencias erróneas nos han llevado a asumirla
desde una perspectiva elitista, lo que ha provocado que dentro de las aulas casi
nunca se haya mediado para entenderla como un camino hacia la creatividad, la
investigación y el conocimiento. Es necesario enfatizar que “la filosofía como
erudición y cultura no es filosofía” (Ellacuria, 1976).
Establecer una oposición cerrada entre una filosofía de los niños y una
filosofía de los adultos (…) La filosofía es una actividad viva que no se
deja apresar y que no pertenece como propiedad a nadie: ni a un grupo
social ni a un género particular de hombres (Pineda, 1992, pág. 107)
Pero ahora pasemos al otro caso, cuando los niños en algún momento
creyeron hacer una “pregunta estúpida” y adquirieron esa idea, se apropiaron de
ella y la asumieron como parte de una realidad que les provoca miedo y tensión,
arrastrándola hasta su juventud, incluso a su vida adulta. Entonces, ¿qué tenemos
que hacer cuándo sucede lo siguiente?:
de que las niñas y los niños puedan transformar en preguntas las cuestiones que
les son relevantes en su vida cotidiana y que al escuchar diferentes puntos de
vista puedan asumir una postura propia” (Artidiello, 2018) y como los mismos
estudiantes solicitan en la novela “El descubrimiento de Harry”, los profesores
debemos procurar hacer interesante todo, aunque no lo sea. Una vía para hacer
las cosas interesantes es la capacidad de filosofar; esta sería una tercera pauta
para fomentar las habilidades de pensamiento crítico y reflexivo. Debemos (o
deberíamos) filosofar respecto a todas las temáticas que se trabajan en clase:
podríamos preguntarnos cómo se originaron los números (matemáticas), de dónde
provienen las formas de las letras (español), por qué moriríamos sin oxígeno
(química y biología), o para qué existen las Constituciones (historia y formación
cívica y ética).
Al seguir estas cinco pautas, lograremos lo que Alberto Knox logra con
Sofía. A lo largo de la novela se van produciendo en la actitud de la protagonista,
pues con base en las preguntas que se va haciendo y en su experiencia, va
evolucionando. Eso podremos hacer con nuestros niños y al lograrlo también
haremos que se transformen para bien, que tengan un cambio que además de
hacerlos evolucionar a ellos como seres humanos, nos hagan evolucionar a todos
como sociedad y nos permitan tener un mundo mejor y ojalá algún día alcancemos
el sueño difícil pero no imposible de que “la enseñanza de filosofía desde los
primeros años de la infancia (forme) un pensador, un investigador y un
transformador creativo de la realidad en que vive” (Artidiello, 2018).
Bibliografía
Artidiello, M. (2018). Filosofía para Niños y Niñas (FPNN): una oportunidad
diferente para pensar en la escuela. Ciencia y Sociedad, 25-38.
Colli, G. (2009). El nacimiento de la filosofía. España: Tusquets Editores.
Ellacuria, I. (1976). Filosofía, ¿para qué? Abra II, 42-48.
Gaarder, J. (1999). El mundo de Sofía. La Habana: Instituto Cubano del Libro.
Jaspers, K. (2003). ¿Qué es la filosofía? En K. Jaspers, La filosofía (págs. 7-16).
México: Trillas.
Kohan, W. (2000). Filosofía para niños. Discusiones y Propuestas. Buenos Aires:
Ediciones Novedades Educativas.
Lipman, M. (1987). Filosofía para niños. Madrid: De la Torre.
Lipman, M. (1989). El descubrimiento de Harry. Madrid: Ediciones de la Torre.
Pineda, D. (1992). Filosofía para niños. Un acercamiento. Universitas
Philosophica, 104-121.
Sagan, C. (1997). No hay preguntas estúpidas. En C. Sagan, A Demon Haunted
World; Science as a Candle in the Dark. Bogotá: Planeta.
Tébar, L. (2003). Filosofía para niños de Mathew Lipman. Un análisis crítico y
aportaciones metodológicas, a partir del Programa de Enriquecimiento
Instrumental del profesor Reuven Feuerstein. Indivisa, 103-116.