VIA LUCIS - Teyocoyani
VIA LUCIS - Teyocoyani
VIA LUCIS - Teyocoyani
Estaciones de la
Resurrección
Equipo Teyocoyani
Presentación
Con frecuencia los cristianos nos quedamos
únicamente en el dolor y el sufrimiento de Cristo:
el Viernes Santo lo dedicamos a acompañarlo en
su pasión y su muerte; meditamos su dolor y su
sufrimietno, la tristeza de María y de sus discípulos
y discípulas y, por la noche, participamos en la
Procesión del Santo Entierro, regeando a nuestras
casas con la sensación de que todo terminó… Así
hasta el año siguiente.
En comparación con las multitudes que participan
en el Vía Crucis muy pocos participamos
celebrando el gran día de la Resurrección. Damos
así la impresión de ser “cristianos y cristianas del
Viernes Santo” que dejan sepultada su esperanza
y no son iluminados por la Resurrrección.
Somos invitados a acompañar a Cristo en su
pasión y su Cruz pero también en la victoria de su
Resurrección por la que nos dio el poder para
vencer el mal de este mundo (Jn 16,33).
En este sencillo folleto queremos ofrecerles un
material que nos ayude a celebrar el gozo y la
alegría de Cristo vivo y resucitado entre nosotros.
El Vía Lucis tiene, como el Vía Crucis, 14
estaciones para encontrarnos, esta vez, con Cristo
Resucitado y unirnos a los primeros creyetnes
que, junto a María, se alegraron al ver de nuevo a
Jesús a quien habían visto padecer y morir en la
Cruz. Con estos pasos compartimos la alegría que
~1~
llenó sus corazones al ver que Él ahora está vivo y
nos ofrece la vida en abundancia (Jn 10,10).
Sugerimos realizar esta experiencia del Vía Lucis
preferentemente en comunidad y que, como el Vía
Crucis, se haga en forma de procesión, ya sea
dentro o fuera del templo. Es importante preparar
las 14 estaciones y escoger, de antemano, los
lectores que proclamarán los textos bíblicos y las
reflexiones que se meditan en cada estación. La
celebración debe ir animada por cantos alegres de
vida y esperanza.
Se pueden incluir signos que hablen de alegría,
como por ejemplo, flores y palmas o lanzar lemas
a los que la comunidad responda; si la celebración
se hace noche, se pueden utilizar candelas
encendidas que nos descrubran que Cristo es la
luz del mundo.
Confiamos en que este material ─que inicialmente
tomamos de algún lugar del mundo y luego
supimos era obra de José Luis Martín Descalzo─
será de gran beneficio para vivir el sentido de la
vida nueva que Cristo nos trajo y para mantener la
esperanza en ese Dios que es un Dios de vivos y
no de muertos (Mt 22,32). Él nos envía como
testigos de una vida nueva en Cristo Jesús que ha
resucitado y sigue vivo en nuestras comunidades.
Equipo Teyocoyani
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I
JESUS, RESUCITANDO,
CONQUISTA LA VIDA ETERNA
Reflexión
~3~
inmortales, gracias porque al resucitar inauguraste
la nueva humanidad y nos pusiste en las manos
esta vida multiplicada, este milagro de ser
humanos y más, esta alegría de sabernos
partícipes de tu triunfo, este sentirnos y ser hijos y
miembros de tu Cuerpo glorioso.
~4~
II
EL SEPULCRO VACÍO MUESTRA QUE
JESÚS
HA VENCIDO A LA MUERTE
Reflexión
~5~
Como se alza una llama y como se levanta el sol,
resurgiste de la muerte y se quedó la muerte
muerta, amordazada la invencible, destruido por
siempre su terrible dominio. El sepulcro es la
prueba: nadie ni nada encadena tu alma
desbordante de vida y esta tumba vacía muestra
ahora que tú eres un Dios de vivos y no de
muertos.
~6~
III
JESUS, BAJANDO A LOS INFIERNOS,
MUESTRA EL TRIUNFO DE SU
RESURRECCIÓN
Reflexión
~7~
que te esperaban desde siglos y siglos se pusieron
en pie y te aclamaron, diciendo: «Santo, Santo,
Santo. Digno es el Cordero que con su muerte
nos infunde vida, que con su vida nueva nos salva
de la muerte. Y cien mil veces santo es ese
salvador que se salva y nos salva.» Y tendieron
sus manos hacia ti. Y el viejo Adán, tendió hacia ti
la misma mano con la que había tomado el fruto
prohibido; y así como en un árbol pecó, ahora, de
un nuevo árbol ―el árbol de la cruz―, toma el
fruto bendito que le devuelve la Vida que había
perdido en el paraíso y que ahora le regalas Tú.
~8~
IV
JESÚS RESUCITA POR LA FE,
EN EL ALMA DE MARÍA
a los humildes.
53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió a
acordándose de la misericordia
55 ―como había anunciado a nuestros padres―
~9~
Reflexión
No sabemos si aquella mañana del domingo,
Señor, visitaste a tu madre, pero estamos seguros
de que resucitaste en ella, y para ella; que ella
bebió a grandes sorbos el agua de tu resurrección,
que nadie como ella se alegró con tu gozo y que tu
dulce presencia quitó la espada que atravesó su
alma de mujer. No dice el Evangelio que te vio
pero sabemos que ya desde antes de tu
nacimiento y para siempre, te vio con los cinco
sentidos de su fe. Te pedimos que por intercesión
de tu Madre, gustemos aunque sea un poquito, de
su inmenso gozo, que aprendamos a resucitar en
ti como ella, que nuestro corazón esté abierto
como estuvo el de ella aquella mañana de
domingo y que tengamos la certeza de que tú
sigues resucitando en cada pequeño que espera
en ti.
~ 10 ~
V
JESUS ELIGE A UNA MUJER
COMO APOSTOL DE SUS APOSTÓLES
~ 11 ~
Reflexión
~ 12 ~
VI
JESÚS DEVUELVE LA ESPERANZA A
DOS DISCÍPULOS DESANIMADOS
~ 13 ~
vivía. 24 Fueron también algunos de los nuestros
al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres
habían dicho, pero a él no le vieron.»
25 Él les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón
Reflexión
~ 14 ~
que están en contra nuestra, examinamos el futuro
y solo vemos desgracias. Hemos llegado a
pensar que la fe es un fracaso, que hemos perdido
nuestro tiempo siguiéndote y buscándote y hasta
nos parece que triunfan y viven más alegres los
que adoran el atractivo becerro del dinero y del
vicio. Nos habíamos incluso alejado de tu cruz,
buscando el descanso en la casa, en la televisión,
en las diversiones, en la mediocridad. En
definitiva, habíamos perdido la esperanza, el
coraje de seguir apostando por ti. Gracias porque
ahora sales a nuestro encuentro y te pones a
caminar a nuestro lado en nuestro mismo camino.
Gracias porque hoy nos descubres el secreto de la
Palabra que vuelve a calentar nuestras entrañas.
Gracias porque te quedas con nosotros, ahora que
el mundo está encerrado en la noche de la
confusión, y nos permites descubrirte en el pan
que partimos en cada Eucaristía.
~ 15 ~
VII
JESUS MUESTRA A LOS SUYOS
SU CARNE HERIDA Y VENCEDORA
Reflexión
~ 16 ~
nunca puede amordazar el alma y que cuando
sufrimos estamos también resucitando. Gracias
por ser un Dios que ha convivido con el dolor,
gracias por no avergonzarte de tus manos heridas,
gracias por ser un hombre entero y verdadero.
Ahora sabemos que eres uno de nosotros sin dejar
de ser Dios, ahora entendemos que el dolor no es
un fallo de tus manos creadoras, ahora que tú lo
has hecho tuyo comprendemos que el llanto y las
heridas son el camino para la resurrección.
Déjame que te diga que me siento orgulloso de tus
manos heridas de Dios y de tenerte como
hermano nuestro. Deja que entre tus manos
crucificadas ponga estas manos maltrechas por mi
trabajo de cada día.
~ 17 ~
VIII
CON SU CUERPO GLORIOSO JESÚS
EXPLICA QUE TAMBIÉN LOS
NUESTROS RESUCITARÁN
Reflexión
~ 18 ~
no de alegrías. El ser humano, ya lo sabes, es
incapaz de muchas esperanzas. Como él tiene el
corazón pequeño cree que el tuyo es tacaño.
Como te ama tan poco no puede sospechar que tú
puedas amarle tanto. Como vive amasando
pedacitos de tiempo siente vértigo ante la
eternidad. Y así, va por el mundo arrastrando su
carne sin sospechar que pueda ser una carne
eterna. Conoce el pudridero donde mueren los
muertos; no logra imaginarse el día en que esos
muertos volverán a ser niños, con una infancia
eterna. ¡Muéstranos bien tu cuerpo, Cristo vivo,
enséñanos ahora la verdadera infancia, la que tú
nos preparas más allá de la muerte y que
empezamos a vivir desde hoy!
~ 19 ~
IX
JESÚS BAUTIZA A SUS APÓSTOLES
CONTRA EL MIEDO
Reflexión
~ 20 ~
corazón de cristianos. Y hemos mirado a todos
lados menos hacia el cielo; y hemos llegado
incluso a creer que el mal es más fuerte que tu
propia Palabra. Termina de convencernos, Jesús,
que tú ya has vencido el dolor y la muerte. Que no
vacilemos, ni dudemos amasando angustias y
tristezas. Repítenos de nuevo que tú dejaste paz
suficiente para todos. Pon tu mano en mi hombro
y grítame: «No temas». Infúndenos a todos tu luz
y tu certeza; danos el gozo de vivir como
discípulos tuyos e hijos amados de tu Padre a
quien has hecho Padre nuestro; inúndanos de la
alegría de tu corazón. ¡Haznos, Señor, testigos de
tu gozo y que, por nuestro medio, la demás gente
descubra lo que es creer en ti!
~ 21 ~
X
JESUS ANUNCIA QUE SEGUIRA
SIEMPRE CON NOSOTROS
Reflexión
~ 22 ~
comprometerte con nosotros? ¿Dejarnos solos,
limitándote a ser un inspector de nuestras culpas?
Tú juegas limpio, Señor. Tú bajas a ser hombre
para serlo del todo, para serlo con todos,
dispuesto a dar al ser humano no sólo una limosna
de amor, sino el amor entero. Desde entonces no
estamos solos, tú estás en cada esquina de las
horas esperándonos, más cercano a nosotros que
cualquiera de nuestros otros amigos, más dentro
de mí mismo que yo mismo. «No les dejaré
huérfanos», dijiste. Y desde entonces ha estado
lleno nuestro corazón.
~ 23 ~
XI
JESÚS DEVUELVE A LOS APÓSTOLES
LA ALEGRÍA PERDIDA
~ 24 ~
9 Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas
brasas y un pez sobre ellas y pan. 10 Jesús les
dice: «Traigan algunos de los peces que acaban
de pescar.» 11 Subió Simón Pedro y sacó la red a
tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y
tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. 12
Jesús les dice: «Vengan y coman.» Ninguno de
los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién
eres tú?», sabiendo que era el Señor. 13 Viene
entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual
modo el pez. 14 Esta fue ya la tercera vez que
Jesús se manifestó a los discípulos después de
resucitar de entre los muertos.
Reflexión
~ 25 ~
a nuestra orilla, caminaste sobre el agua de
nuestra indiferencia y nos has devuelto, Señor, la
alegría!
~ 26 ~
XII
JESUS ENTREGA A PEDRO
EL PASTOREO DE SUS OVEJAS
Reflexión
~ 27 ~
para preguntarme «¿Me amas aún?» ¡Cómo iba
yo a imaginar que hasta ya me tenías preparada la
túnica del gozo y el abrazo del amigo fiel! ¿Cómo
es posible que nos perdones tan de a de veras?
¿Es que no tienes ni una palabra de reproche?
¿No temes que nos vayamos de tu lado al ver que
la pones tan fácil? ¿No ves, Señor, que casi nos
empujas a alejarnos de ti sólo para encontrarnos
de nuevo entre tus brazos?
~ 28 ~
XIII
JESUS ENCARGA A LOS DOCE LA
TAREA
DE EVANGELIZAR
Reflexión
~ 29 ~
reservarte ese oficio; hablar directamente al
corazón de la gente porque Tú eres la Palabra, el
único jardinero del alma, el dador de toda gracia,
el creador y Señor de todo lo invisible y lo visible.
Y sin embargo nos pides tu ayuda; nos haces
intermediarios, colaboradores que llevamos un
tesoro en una vasija de barro. Tú, como un Padre
que sienta su hijo al timón de su carro me dices:
«Ahora conduce tú». Has querido dejar en
nuestras manos la tarea de hacer lo que sólo tú
haces: llevar gozosa y orgullosamente, de mano
en mano, la antorcha que tú enciendes y
comunicarle al mundo, desde nuestra debilidad, la
Vida y la fuerza que sólo están en ti.
~ 30 ~
XIV
JESUS SUBE A LOS CIELOS PARA
ABRIRNOS EL CAMINO
Reflexión
~ 31 ~
pérdida; fue meterte en nuestro camino. Al
perderte en las nubes te vas sin alejarte,
asciendes y te quedas, subes para llevarnos,
señalas un camino, abres una brecha. Tu
ascensión a los cielos es la última prueba de que
estamos salvados, de que estás con nosotros por
siempre y para siempre. Desde aquel día la tierra
no es un sepulcro triste, sino un lugar lleno de
posibilidades; no una casa vacía, sino un montón
de manos disponibles; no una larga nostalgia,
sino un amor creciente. Te quedaste en el pan, en
los hermanos, en las alegrías y esperanzas de la
gente, en la risa, en todo corazón que se solidariza
y que espera, en estas vidas nuestras que cada
día ascienden a tu lado y que sueñan con el día
feliz de tu retorno.
~ 32 ~
El “Vía Crucis” nos ha ayudado siempre a vivir el
misterio de la pasión de Cristo y su entrega por
nosotros en la cruz. Ahora, el “Vía Lucis” que
presentamos en este folleto, en continuidad con
aquélla devoción, nos muestra una ruta para vivir un
encuentro con Jesús Resucitado. De este modo
aprendemos a caminar en el mundo como “hijos de la
luz”, reconociendo la presencia permanente de Jesús
entre nosotros y dando testimonio de su fuerza
transformadora.
~ 33 ~