Código de Viento para Costa Rica
Código de Viento para Costa Rica
Código de Viento para Costa Rica
El autor John Holmes (2001) menciona en su libro Wind Loading Structures que las
fuerzas de sismo y de viento generadas durante eventos extremos generalmente
compiten entre sí como las fuerzas más importantes a considerar en el diseño de
estructuras, debido al daño que éstas han provocado a lo largo de la historia en diferentes
partes del mundo.
En el caso de Costa Rica, las fuerzas inducidas por sismos son las que, en la mayoría de
los casos, rigen el diseño estructural. Esto se debe a que los terremotos son los eventos
que históricamente han provocado mayores perjuicios en cuanto a daños materiales y
pérdidas humanas. En contraste, los daños materiales generados por fuertes vientos han
sido leves y localizados, y las pérdidas humanas asociadas son prácticamente nulas.
Esta situación ha provocado que exista una falta de conocimiento sobre cómo estimar las
fuerzas de viento que pueden afectar una estructura, cómo éstas deben aplicarse sobre
los distintos tipos de estructuras, y cuál es el comportamiento general de estructuras
sujetas a vientos fuertes. Esta realidad también se manifiesta en el hecho de que la
normativa disponible en Costa Rica para la estimación y aplicación de las fuerzas de
viento se encuentra desactualizada e incompleta.
Costa Rica, sin embargo, no es inmune a las fuerzas generadas por el viento. Los vientos
en ciertas zonas del país son capaces de desarrollar la fuerza suficiente para generar
daños a estructuras, por lo que la estimación y el análisis del efecto de dichas fuerzas no
se deben despreciar.
Ya se han dado casos en nuestro país en los que los fuertes vientos han derribado postes
y rótulos, y han provocado el desprendimiento de techos de viviendas cuando éstos no
son diseñados con la resistencia suficiente.
Fuente: www.teluguaspirant.com
hacia las zonas de baja presión, lo cual, junto con los efectos de rotación de la tierra,
genera los sistemas de circulación de viento en la atmósfera (ver ilustración 1). Los
vientos generados pueden presentar velocidades variadas con orientaciones tanto
horizontales como verticales.
El mapa de NOAA (2014) muestra que Costa Rica no se encuentra dentro de las zonas
propensas a huracanes. Luis Alvarado y Erick Alfaro (2003), indican que la probabilidad
de incidencia directa de un huracán en Costa Rica es muy baja, menor al 5%. Esto se
debe a que los huracanes formados en la zona Atlántica por lo general se desplazan del
sureste al noroeste, es decir, en dirección paralela a la costa Caribe del país. La
Comisión Nacional de Emergencias (2013) afirma que el territorio costarricense nunca ha
recibido el impacto directo de un huracán.
El poco daño y la pérdida de vidas humanas prácticamente inexistente que han producido
los fuertes vientos, así como el hecho de que las fuerzas inducidas por sismo rigen, en la
mayoría de los casos, el diseño estructural, son las principales razones que explican por
qué en Costa Rica el efecto del viento sobre estructuras no recibe la importancia que
realmente merece. Esta situación ha generado un desconocimiento sobre el
comportamiento de estructuras sujetas a fuertes vientos y una falta de comprensión de
los conceptos detrás del cálculo de las fuerzas de viento y su aplicación a distintas
estructuras. Evidencia de esta situación es el hecho de que la última normativa de viento
costarricense, además de incompleta, fue publicada en 1983.
Contar con un código de diseño propio, completo y actualizado puede evitar futuros
incidentes producto de vientos fuertes en un país donde los centros urbanos crecen
aceleradamente.
Bibliografía
Brenes, A., Saborío, V. (1995). Vientos que afectan a Costa Rica. Elementos de
climatología: su aplicación didáctica a Costa Rica. Editorial Universidad Estatal a
Distancia, p. 77-80.