Literatura Contemporánea en Colombia

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LITERATURA CONTEMPORÁNEA EN COLOMBIA

Contexto: La literatura contemporánea surge en el siglo XXI como respuesta a la aguda crisis socioeconómica
actual del país, al narcotráfico, a la violencia del campo trasladada a las ciudades, entre otros problemas. En
este sentido, se trata de una literatura nueva que ha dejado atrás el auge del realismo mágico de Gabriel
García Márquez, y que en su propuesta condensa nuevos escritores comprometidos con la realidad, con la
historia política, social y cultural de Colombia.
Definición: Esta nueva literatura en Colombia va a formar parte de un movimiento crítico que asume un
compromiso social y cultural respecto a los problemas políticos que presenta el país. De este modo, surgen
nuevas propuestas narrativas que se ocupan de temas como la violencia urbana en las principales ciudades
del país, ocupando ello un lugar central en las novelas nacionales. Actos simbólicos de una época en plena
modernización, una época, que, al hablar del contexto histórico, propugna por la modernidad que en la
situación histórico-política colombiana es casi sinónima de liberalidad. Tal liberalidad no es otra que la
expresión de un naciente capitalismo burgués. Y dicho capitalismo, a pesar de la apariencia social
comprometida con las clases menos favorecidas, saldrá a relucir en todos nuestros relatos.

Principales Características
• Se buscan formas de expresión y nuevas técnicas narrativas.
• Se alteran las secuencias temporales.
• Se profundiza en la subjetividad de los personajes mediante monólogos interiores.
• Se incorporan en el texto diferentes voces y formas de discurso entre los que se mezclan los géneros.
• Se produce una fusión de elementos realistas y fantásticos.
• Se expresa una aguda autoconciencia social y cultural intentando exponer las problemáticas del país.
• Se tiene en cuenta a la ciudad como otro personaje de la obra.

Principales temas

• La ciudad: el espacio urbano toma vida a través de las relaciones de personajes con la ciudad y llega,
incluso, a convertirse en un personaje más.

• La historia: muchos autores buscan en la memoria histórica de nuestro país para recrear en su obra diversos
personajes o incidentes.

• Memoria generacional: algunos autores revocan la infancia y la juventud de un personaje, haciendo visibles
los lazos familiares y los conflictos que surgen de ellos.

• El arte: la pintura, la escultura, la música y la literatura misma se toman como objetos para desarrollar
tramas narrativas. Algunas obras abordan las relaciones entre la escritura y la lectura y el propio trabajo de
composición de una novela. Por lo general, estas obras son protagonizadas por escritores involucrados
en la creación de un libro

Autores, obras y géneros

• Germán Espinosa Nació en 1938 en Cartagena de Indias y murió en Bogotá el 17 de octubre de 2007.Desde
muy joven manifestó inclinaciones literarias, amor y devoción por la lectura, la escritura, la fantasía, la historia,
la astronomía, entre otras áreas que posteriormente alimentaron sus obras. Es autor de cuarenta libros, en los
géneros de poesía, novela, cuento, ensayo y biografía.

Obras:
Novela
• Los cortejos del diablo:
balada de tiempos de
brujas
• El magnicidio
• La tejedora de coronas

• Cuento
• La noche de la
trapa: cuentos
1961-1964Los
doce infiernos
• Noticias de un convento frente al mar

• Poesía
• Letanías del crepúsculo
• Reinversión del amor
• Libro de conjuros

Héctor Abad Faciolince Escritor, traductor y periodista. Nació en Medellín en 1958. En 1977 realizó estudios
de filosofía en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, y de Medicina en la Universidad Javeriana de
Bogotá. Géneros: novela, ensayo y cuento.
Obras:
Fragmentos de amor
Basura
Palabras sueltas
Oriente empieza en el Cairo
Angosta.
William Ospina: Nació el 2 de marzo de 1954 en Padua, Herveo-Tolima, (Colombia). Su padre era el
cantante de folclore colombiano Luis Ospina. Estudió derecho y ciencias políticas en la Universidad
Santiago de Cali. Desde su juventud se dedicó a la escritura a través del periodismo y la literatura. Vivió en
Europa de 1979 a 1981, y viajó por Alemania, Bélgica, Italia, Grecia y España. Géneros: novela, ensayo
y poesía

Obras:Poesía
Hilo de arena.
La luna del dragón.
El país del viento.
¿Con quién habla Virginia caminando hacia el agua?

Ensayo
Aurelio Arturo.
Los dones y los méritos.
Un álgebra embrujada

Piedad Bonnett: (Amalfi, Antioquia, 1951) es licenciada en Filosofía y Letras de la Universidad de los
Andes y profesora de esta Universidad desde 1981. Tiene una maestría en Teoría del Arte, la Arquitectura
y el Diseño en la Universidad Nacional de Colombia. Géneros: poesía y novela.
Obras
Explicaciones no pedidas
Las herencias
Los privilegios del olvido.
Novela
El prestigio de la belleza
Siempre fue invierno

Laura Restrepo González Nació en Bogotá en 1950. Se graduó en Filosofía y Letras en la Universidad
de los Andes y posteriormente hizo un postgrado en Ciencias Políticas.
Fue profesora de Literatura en la Universidad Nacional y del Rosario. Se
dedicó a la política y al periodismo. Géneros: novela y ensayo.
Obras:
Dulce compañía
La isla de Pasión

Jorge Franco: Nació en Medellín, Colombia, en 1972. Estudió Literatura en la Pontificia Universidad
Javeriana y realización de cine en la London International Film School. Fue miembro del Taller Literario
de la Biblioteca Pública de Medellín que dirigió Manuel Mejía Vallejo. Género: novela y cuento.
Obras:
Mala noche
Rosario Tijeras
Paraíso Travel
Santa Suerte

ACTIVIDAD
1.Relaciona con una línea el nombre del autor con la obra que le corresponde.

a. Jorge Franco El olvido que serem


b. Laura Restrepo Paraíso Travel
c. Germán Espinosa Las herencias
d. Piedad Bonnett El país de la canela
e. William Ospina Delirio
f. Héctor Abad Faciolince La tejedora de
coronas

2.Lee atentamente el siguiente fragmento de Medellín, a solas contigo del autor


Gonzalo Arango. Luego responde las preguntas.

Medellín, a solas contigo Por:


Gonzalo Arango (Fragmento)
Un bus me deja a mitad de camino. Por 30 centavos compro 15 minutos de paisaje. A la montaña subo a
pie, jadeando de calor hasta coronar la cumbre. A la casa donde voy se entra por una avenida de rosas
cuyos botones estallaron esta tarde al sol. Todavía, en el perfume del aire, mi carne percibe la cópula
de la naturaleza. La visión de la ciudad es espléndida desde esta altura. Puede pensarse en un paisaje
ideal para místicos, pero aquí viven los industriales antioqueños.Todavía no me tomé una copa, y ya estoy
ebrio. La voluptuosidad del aire emborracha mis sentidos. Me niego a beber para conservarme lúcido, y gozar
este paisaje fascinante tan parecido a la gloria. Para empezar, un jugo de moras. Marina me enseña el
nombre de las matas que crecen en su jardín: gardenias, alelíes, crisantemos y girasoles. ¡Qué derroche de
belleza! No falta un color, y todos los aromas están presentes. Escandalosa lujuria de esta tierra donde brota
el milagro por el amor de un corazón y unas manos de mujer.Quisiera vivir en medio de este esplendor de
fuerza, sol y poesía. Pero tal vez no. Esta violencia desencadenada terminaría por matarme, es demasiado
inhumana. Mi alma también ama la pobreza, la aridez y las piedras. Mi dicha muere en el exceso. Y esta
belleza es perfecta. La felicidad tendría aquí su reino, pero también una muerte melancólica. El corazón
necesita ausencias para alimentar el deseo. Nos instalamos en la biblioteca. Tomamos un licor seco,
excitante, y estamos felices. Tras los vidrios una terracita sembrada de pinos semeja un balcón sobre un
abismo que titila: ¡La ciudad! Anclada en la oscuridad, chisporrotea con sus neones brillantes. El viento mece
los árboles. El cielo centellea apacible. Me siento despojado de espíritu, vacío de ideas, sólo abierto a las
embriagueces del cuerpo. Lenta y cálida invasión de felicidad que nace al mismo tiempo que la noche.
Reconciliación de mi ser con el mundo. Esta noche sólo existo para afirmar, para consentir. No tengo dudas
sobre nada. Ni siquiera los asesinos pensamientos de muerte. Perfecta plenitud en el mundo y en mi
alma: una paz de piedra, dicha sin fondo.Olor de eucaliptus y rosas en la biblioteca. Me digo: es el buen
olor de la sabiduría, esta inocencia que no está escrita más que en el aire, y más alto aún, en las estrellas.
Cuando a media noche salgo en la terracita veo la ciudad iluminada, feliz bajo la fresca noche de verano.
¡Oh, mi amada Medellín, ciudad que amo, en la que he sufrido, en la que tanto muero! Mi pensamiento
se hizo trágico entre tus altas montañas, en la penumbra casta de tus parques, en tu loco afán de dinero.
Pero amo tus cielos claros y azules, como ojos de gringa.
Ahora responde:
a. ¿Cómo percibe la ciudad el autor?
b. ¿Está el narrador teniendo un monólogo? ¿Por qué?
c. ¿En el fragmento se evidencia a la ciudad como parte de la obra? ¿Por qué?
d. ¿Qué tipo de crítica se hace de la sociedad?
e. ¿Cuáles son los temas de la literatura contemporánea que aborda?
f. ¿Qué aspectos importantes de la definición y del contexto de la
literatura contemporánea se pueden aplicar al texto? Justifique su
respuesta.

3. Lee el siguiente texto y luego resuelve las preguntas


El hombre y un perro Por:
Luis Fayad (Adaptación)
Leoncio camina por una tumultuosa calle de la ciudad. Lleva en la mano un periódico y una carpeta, y de la
gabardina colgada del brazo puede deducirse que el atardecer está fresco, pues Leoncio no soporta el frío por
leve que sea. Hace un minuto salió de la oficina, sonlas seis y un minuto, y se dirige al paradero del bus.
Como toda la gente, camina en forma precipitada en un eterno y a veces vano intento para lograr sentarse. A
pesar de ir pensando sólo en esto, advierte a su lado la presencia de un perro. Pero no lo tiene en cuenta
y continúa dando grandes zancadas, acelerando cada vez más. Más adelante siente que el perro lo sigue y él
lo espanta con la gabardina. El perro se detiene agachando la cabeza en un acto de sumisión. Leoncio no ha
aflojado el paso y ni siquiera se acuerda del perro cuando llega al paradero. Se coloca en la fila y entonces
siente que algo le roza el pantalón. El perro lo mira como si lo escrutara. Esta vez Leoncio lo examina: pequeño,
magro, amarillento, el pelo se le ha caído casi en su totalidad y su cuerpo está cubierto de llagas. Leoncio
reflexiona en que ahora se irá en el bus y el perro desaparecerá, y se pone a leer el periódico. La tranquilidad
le dura apenas unos segundos. Las personas que esperan en la fila lo miran ahora con el mismo desprecio con
que él mira al perro. A los pocos minutos llega el bus. Leoncio sube y busca en vano un asiento desocupado.
Aun cuando no se explica qué quiere el perro, que lo observa desde abajo, no se preocupa más y asido
con una mano a la varilla de arriba pone los ojos en el periódico. La calle congestionada obliga al bus a
avanzar lentamente, lo que no inquieta a Leoncio pues es soltero y con limitadas actividades. Levanta la cabeza
para averiguar si han desocupado un asiento, pero, al contrario, el bus se ha llenado más. Tan distraído va que
ni de esos detalles se da cuenta. Al volver al periódico su cara se llena de asombro acompañado de una leve
exclamación: a la par del bus, mirando de vez en cuando para comprobar que Leoncio continúa en su sitio,
corre el perro. Leoncio sólo logra tranquilizarse después de un rato. Entonces piensa que es algo sin
importancia, cuando baje entrará veloz a su apartamento y terminará la persecución. Hasta el apartamento lo
sigue el perro sin descuidarlo un momento y, lo que no puede explicarse Leoncio, logra colarse antes de cerrar
la puerta. Leoncio vuelve a abrirla y trata de ahuyentarlo con la gabardina. En ese momento baja una señora
de otro piso y le pregunta por lo que sucede, y él cierra sin dar respuesta. Se vuelve para ocuparse
nuevamente del perro. Es el colmo, está acostado sobre la alfombra mirándolo con desparpajo. Leoncio lanza
iracundo el periódico, la carpeta y la gabardina sobre una silla, va a la cocina, trae una escoba y se alista delante
del perro. Éste continúa con los ojos despreocupados y elude los golpes con increíble maestría. Extenuado,
Leoncio deja a un lado la escoba y se sienta. Por un momento piensa en llamar a la policía, pero considera
absurdo no poder deshacerse solo de su adversario. Resuelve abrir la puerta, agarrarlo y botarlo con sus propias
manos. Es inútil. Apenas va a cogerlo siente un asco profundo. Se pasea por la sala mientras el perro no cesa
de mirarlo, inclusive divertido, y decide dejarlo ahí. Por la mañana lo perderá de alguna forma pues tendrá más
ánimos. Sosegado se dirige a la despensa, saca dos huevos, pan, chocolate, de la nevera un pedazo de carne,
y golpea fuerte contra la mesa: imposible comer con la presencia del monstruo. Con la carne en la mano cree
tener la solución. La coloca afuera, a unos dos metros de la puerta, e invita al perro a comer. Apenas salga
cerrará como un rayo. Pero su contrincante es precavido y no va más allá del marco de la puerta. Siente
ganas de llorar, pero no llora. Ahí podría quedarse hasta que amaneciera, dormir plácidamente, y seguro
que lo haría sin interrupciones y soñaría historias agradables, pero eso sería perder la batalla, rendirse ante un
enemigo tan despreciable. De un salto se levanta y queda rígido, enhiesto, con los ojos brillantes y la cara
agresiva. Comienza a impacientarse de nuevo, tras una hora en que no se le ocurre nada, cuando le viene a
la mente, dibujado con notable nitidez, el veneno para las ratas. Lo busca ansioso y al encontrarlo lo mira
como a un tesoro, sale y trae la carne, la riega escondido en su cuarto con sigilo porque puede darse cuenta
el maldito, la coloca en un plato y vuelve a la sala. No ve al perro. Busca debajo de las sillas, hasta levantándolas
varias veces, pero no está. Debajo de la mesa del comedor, inútil. Entre la cómoda, vacía. En el baño, desierto.
No deja sin recorrer y examinar minucioso hasta el último rincón gritando no huyas, no huyas. Se recrimina, se
ofende varias veces, y toma nuevamente la carne. Entonces, con el pedazo de carne en la mano, sale a la
calle a buscar al perro por todas partes (Fayad, 2010).
Resuelve las preguntas:
a. ¿Hay elementos en el cuento que identifiquen al autor como escritor colombiano? Explica.
b. ¿Quién es Leoncio?
c. ¿Por qué sigue el perro a Leoncio?
d. ¿Qué sucede al final del relato?
e. ¿Qué elementos permiten identificar que la historia transcurre en la ciudad?
4. Consulta en internet sobre los siguientes aspectos
a. Biografía de Andrés Caicedo
b. b. Importancia de la obra de Andrés Caicedo a nivel mundial.
c. c. Copiar un fragmento de una de las obras de Andrés Caicedo donde se destaquen por lo
menos dos características de la literatura contemporánea.

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