Modulo 1 Feb y Marzo Vestidas de Espiritualidad y Estabilidad Emoc.
Modulo 1 Feb y Marzo Vestidas de Espiritualidad y Estabilidad Emoc.
Modulo 1 Feb y Marzo Vestidas de Espiritualidad y Estabilidad Emoc.
Módulo 1-Enero
Vestidas de espiritualidad (oración-tipos, estudio de la palabra, acción)
Vestidas de estabilidad emocional (regulación emocional).
Módulo 2 - Abril
Vestidas de autoestima (test de autoestima)
Vestidas de perdón (beneficios del perdón, cuando es necesario).
Módulo 3 - Julio
Vestidas para la familia (tipos de familia)
Vestidas de valores (importancia de los valores).
Módulo 4 - Octubre
Vestidas para el servicio (test de dones)
Vestidas de empatía (que es y que no es)
MÓDULO 1/SEMINARIO 1 VESTIDAS DE ESPIRITUALIDAD
(ORACIÓN-TIPOS, ESTUDIO DE LA PALABRA, ACCIÓN)
Mientras más y más personas dudan de la existencia de un Dios, sigue habiendo muchas otras
que se aferran a una fe la cual se ve demostrada en sus hábitos espirituales. La espiritualidad es
constantemente asociada con hábitos “religiosos”, y aunque estos forman una gran parte de lo
que es la espiritualidad, ésta también está asociada con beneficios para tu salud tanto física como
mental. Recuerda que eres una creación de Dios que es integral, tienes cuerpo, mente, y espíritu
y por lo tanto cada área de tu ser está conectada una con la otra, por lo que la espiritualidad como
un área de tu vida tiene repercusiones en tu ser de forma integral.
Es por eso que las personas que se consideran espirituales y creyentes de un Dios tienen los
siguientes efectos a comparación de otros:
1. Reportan ser más resilientes: la biblia constantemente habla de la resiliencia y que para
los que “aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Rom 8:28) esto significa que
alguien que mantiene y trabaja en su espiritualidad tendrá más oportunidad de hacerle
frente a las dificultades. Esto no significa que no las tendrá, o que probablemente se
desanimará, sin embargo, podrá seguir aún a pesar de ellas. La mujer espiritual desarrolla
su fe a través de la prueba desarrollando rasgos de carácter que la hacen resiliente, tales
como paciencia, esperanza y gozo (Rom 5:3-4 y Santiago 1:3)
2. Las personas espirituales tienen una vida más larga: muchos estudios han respaldado
esta creencia, haciendo alusión a que las personas que creen en Dios y tienen prácticas
espirituales tienden a tener no solo mejores hábitos de salud, sino que también viven una
vida más larga y satisfactoria. En Juan 10:10 vemos como Dios espera no solo que
“tengamos vida, pero que la tengamos en abundancia”, y aunque esto hace referencia a
nuestra vida eterna, Dios también espera que mientras vivamos en este mundo gocemos
de satisfacción en todos los sentidos. Es por eso que las mujeres que se visten de
espiritualidad pueden vivir confiadas y satisfechas en que los planes de Dios para ellas
son de bien y no de mal (Jeremías 29:11)
3. Relaciones más leales y estables: una de las mejores evidencias de la espiritualidad es el
reflejo de tipo de relaciones que tenemos. Recuerda que nuestra relación con Dios es
vertical y cuando ésta es saludable y fuerte nuestras relaciones horizontales (o con otros)
serán también estables. La Biblia dice en Romanos 12:18-20 que en la medida de lo
posible “tengamos paz con todos”, cuando una mujer tiene una relación constante y
fortalecida con Dios, Él hará que esto sea posible. Muy probablemente habrá relaciones
difíciles de estabilizar y más complicadas que otras, pero alguien que cultiva su
espiritualidad sabrá amar a Dios en primer lugar y a su prójimo como a sí mismo (Mat
22:37-40)
Sin duda alguna los efectos de la espiritualidad en nuestra vida son trascendentes y hacen de ella
una vida de luz y tranquilidad, es por eso la importancia de vestirnos de espiritualidad todos los
días, pero ¿cómo podemos hacer esto? ¿Cómo podemos cultivar la espiritualidad en un mundo
rodado de ambigüedad y superficialidad? Hay al menos tres elementos que te ayudarán a
revestirte de espiritualidad diariamente, pensémoslo de este modo tu espiritualidad se cultiva
teniendo 1) conocimiento – estudio de la biblia, 2) relación con tu Creador – oración, y 3)
aplicación y testimonio – servicio a otros
1. Estudio de la Biblia – Conocimiento: No podemos amar y creer en alguien sin
conocerlo, amor sin conocimiento es solo idealización, y la idealización puede ser tan
cambiante y ambigua que será difícil permanecer firmes. La Biblia es el centro del
conocimiento hacía Dios, Jesús mismo expresa en Juan 5:39 “Escudriñad las escrituras…
porque ellas dan testimonio de mi”. Es en la Biblia no solo donde conocemos a Dios y su
plan de salvación, sino que nos acerca más a entender lo que Dios espera de nosotros, 2
Tim 3:16-17 expresa que “toda escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar,
reprender, corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté
enteramente capacitado para toda buena obra”. En otras palabras, el estudio de la Biblia
no solo aclara tu conocimiento de Dios sino enriquece tu conocimiento como hija de Él.
2. Oración – Relación con tu creador: El conocimiento lleva al acercamiento, cuando
conoces a Dios es imposible no amarle, la naturaleza de Dios mismo es amor y es por eso
que la Biblia dice que el que “no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor” (1 Juan
4:8). Sin embargo, la mejor forma de mantener un amor constante es manteniendo una
relación persistente, no por nada la Biblia expresa con urgencia que debemos “orad sin
cesar” (1 tes. 5:17-18) la oración es un beneficio y privilegio que tenemos a nuestro
alcance, no solo fortalece nuestra espiritualidad, sino que nos ayuda a identificar nuestra
condición humana y necesidad de nuestro Dios para avanzar, perdonar, crecer y soportar.
Es por eso que la oración no debería ser una actividad monótona, hay al menos siete tipos
de oraciones las cuales podemos practicar cada día: oración de adoración y
reconocimiento de Dios como nuestro creador, oración de gratitud por las bendiciones
pasadas, presentes y futuras, oración de fe y perseverancia, oración de intercesión por
otros, oración en grupo, oración de consagración, y oración por petición. Sin lugar duda,
el hacer uso de la oración fortalecerá nuestra espiritualidad, y expandirá nuestra relación
con Dios.
3. Finalmente, Servicio a otros – testimonio: toda teoría debe ser llevada a la acción,
piensa en tu espiritualidad como un músculo, si tu músculo no se ejercita será atrofiado y
por lo tanto inservible. Mientras estamos en este mundo Dios nos pide ser luz (Mat 5:14-
16), enfatizando que una luz que no ejerce su brillo es básicamente una luz inservible. Es
por lo que nuestro testimonio siempre se verá reflejado en el servicio a los demás.
Cuando Jesús estuvo en esta tierra nos dejó ejemplo expresando que Él había venido a
servir no a que le sirvieran, por lo que nuestra misión mientras estemos aquí será dar
testimonio de lo que Dios hace en nuestras vidas por medio del servicio a los demás.
Afortunadamente nuestro servicio puede ser en muchas formas, mientras pongas tu vida
en las manos de Dios el podrá utilizarte en todo momento, bajo toda circunstancia y con
los dones y talentos que Él te ha dado.
En la vida nos vestiremos de muchas cosas, tendremos atuendos para hacerle frente a diferentes
circunstancias, unas a veces más gozosas que otras, pero mientras nos revistamos del espíritu de
Dios en primer lugar podemos estar confiadas que tenemos asegurada la victoria y la vida eterna,
la Biblia nos insta a dejar nuestras vestiduras “viejas” y “nos revistamos de nuevo conforme a la
imagen del que nos creó”, este es nuestro desafío y también nuestro privilegio, ¿estás lista?
MÓDULO 1/SEMINARIO2 VESTIDAS DE ESTABILIDAD EMOCIONAL
(REGULACIÓN EMOCIONAL)
Las emociones siempre han formado parte de lo que somos, las tenemos desde que nacemos
hasta el día que dejamos de vivir, y son en algún sentido una característica básica del ser
humano; el sentir y experimentar sentimientos y emociones nos diferencia muchas veces de otros
seres vivos. Imagina tu vida si no sintieras nada, seguramente tendría algunas “ventajas” como el
no experimentar emociones incómodas, tales como miedo, tristeza o enojo, sin embargo, también
nos restringiríamos de sentir amor, gozo, gratitud, sería como una vida sin sabor. Sin duda alguna
el aceptar y experimentar nuestras emociones será algo básico y es también algo bueno, Dios nos
creó con emociones, sin embargo, junto con la entrada del pecado se adjuntaron algunas
emociones incómodas, y aun así en el maravilloso plan de Dios hizo que incluso esas emociones
“incómodas o negativas” tuvieran una funcionalidad.
El ser humano experimenta al menos cuatro emociones: miedo, tristeza, enojo y alegría, y
experimenta un sinnúmero de sentimientos.
Entonces ¿Cuál es la diferencia entre sentimientos y emociones? Veámoslo de esta forma, las
emociones son una reacción física, es decir las sientes en el cuerpo y duran poco tiempo, por
ejemplo, sentir “mariposas en el estómago” cuando está nervioso, o incrementar tu ritmo
cardíaco cuando tienes miedo. Por otro lado, las emociones tienen una función adaptativa, es
decir, cada emoción que experimentas ayuda o bloquea la adaptación a una nueva circunstancia.
Pero ¿cuándo deja de ser una emoción funcional y se convierte en disfuncional? Debe tener al
menos estos tres elementos: frecuencia, la emoción se experimenta más seguido y con más
regularidad; intensidad, cada vez que la emoción se experimenta se siente más intensa e
incontrolable; y deterioro, la emoción va causando impedimentos y afectando el desempeño
diario de tu vida. Y es así como la tristeza funcional se puede convertir en depresión, o el miedo
funcional en ansiedad.
Los sentimientos, por otro lado, son un estado afectivo que dura mucho más que las emociones y
son una mezcla entre las emociones primarias, por ej. El sentimiento de ‘traición’ es una mezcla
de enojo y tristeza, mientras que la ‘melancolía’ es una mezcla de tristeza y alegría. Los
sentimientos también dan lugar a la retirada o el acercamiento, es decir, son ellos los que muchas
veces ya sea nos acercan a una persona y/o situación o nos alejan de ella.
Ahora, si ya dijimos que las emociones tienen una función y que hay cuatro básicas que
experimentaremos toda la vida, ¿cuál es la función de ellas? y ¿qué podemos hacer para
regularlas? Veamos ahora cuales son las funciones de nuestras emociones
1. Miedo: La función principal del miedo es la supervivencia, el miedo te permite estar
alerta y reconocer lo que sucede a tu alrededor e identificarlo como ‘peligroso o seguro’.
Imagina tu vida si no experimentaras miedo, podrías exponerte a situaciones peligrosas
sin medir sus consecuencias, de hecho, un estudio sostiene que, si el ser humano no
sintiera miedo, viviría mucho menos tiempo. Sin embargo, cuando el miedo funcional se
torna disfuncional, puede ser incapacitante. De hecho, el miedo es una de las emociones
más utilizadas por el enemigo para bloquear tu avance, ya que te incapacita y te estanca,
no por nada en la Biblia hay al menos 365 versículos dedicados al miedo, uno por cada
día del año, porque Dios nos quiere recordar constantemente, que aunque el miedo será
parte de nuestra vida y parte de este mundo, no hay nada que temer porque Él ya ha
vencido al mundo (Juan 16:33) y que está con nosotros, nos fortalece y nos ayuda (Isaías
41:10).
2. Tristeza: La tristeza es una de las emociones más incómodas que el ser humano
experimenta, se ha dicho que es más fácil incluso sentir miedo a tristeza. Sin embargo, la
funcionalidad de la tristeza va más allá de sentirnos incómodos, es la tristeza una de las
emociones más poderosas que pueden llevar al cambio y a la transformación. Cuando uno
experimenta tristeza puede caer en dos direcciones, una un impedimento para seguir (a
veces depresión) que puede llevarnos a pensar en dejar de vivir, o la segunda, un crisol
para reconocer nuestra dependencia de Dios, acércanos a Él y fortalecer nuestro carácter.
La Biblia interesantemente respalda esto, 2 de Corintios 7:10 dice que “la tristeza que es
según Dios (o que la identificamos proveniente de Él), produce arrepentimiento para
salvación, pero la tristeza del mundo produce muerte”. Es decir, aunque es inevitable
sentir tristeza, cuando nuestra base es Dios, incluso ésta se experimenta diferente y puede
llevarnos a transformación y acercamiento a Dios, hay una ‘ventaja’ en sentirnos tristes,
que sabemos que son “dichosos los que lloran, porque serán consolados por Dios mismo”
(Mat. 5:4).
3. Enojo: Podríamos preguntarnos cuál es la funcionalidad del enojo, y es que realmente el
enojo es una de las emociones más ‘reactivas’ es decir que nos hacer reaccionar más
impulsivamente debido a su impacto biológico, entonces, ¿qué de funcional podría tener
el enojo? Una de las funciones más identificadas del enojo es que provee la capacidad de
discernir lo que rechazamos y lo que consideramos injusto, de hecho, muchos autores han
determinado que la ‘injusticia’ es el origen del enojo, es decir, cada vez que sentimos una
injustica (hacía nuestros hijos, nuestra pareja, nuestro prójimo) sentimos enojo. Sentir
necesidad de justicia no es malo, todo lo contrario, sin embargo, puede convertirse en
riesgoso cuando somos nosotras quienes queremos hacer y actuar en base a nuestra
percepción de justicia, ya que ésta a veces no es tan objetiva. Sin embargo, Dios sabía
que pasaríamos por momentos de injusticias y enojo y el mismo dice que son “dichosos
los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mat. 5: 6-8), no
solo eso, sino que también tenemos a un Dios que ama la justicia, no abandona a quienes
la buscan (Salmo 37:28) y promete vengar a los que nos agreden (Romanos 12:19). Es
por eso, que el enojo debe ser una de las emociones que debe procesarse lo más pronto
posible, ya que un enojo ‘crónico’ puede llevarnos a la amargura y pesimismo, la Biblia
misma aconseja, “no se ponga el sol sobre nuestro enojo” (Efesios 4:26), en otras
palabras, procura que no dure mucho tiempo, para así descartar la parte disfuncional del
mismo.
4. Alegría: Finalmente alegría, es la emoción que más nos gusta experimentar, y tiene
sentido, fuimos creados para ser felices y tener alegría. La funcionalidad de la alegría va
más allá de ‘sentirnos bien’, es la alegría o el gozo lo que promueve rasgos de carácter
que son saludables para nuestro ser, tales como, gratitud, vinculación emocional con otros
y bondad. No por nada, la Biblia nos exhorta “estar siempre gozosos” (1 Tes. 5:16),
interesantemente Pablo asocia el gozo con la oración, la gratitud y la vinculación
emocional (1 Tes. 5:14-19). Tener un espíritu gozoso y/o alegre mantiene nuestro espíritu
ferviente y nos permite ser medios para animar a otros.