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Asignación: N° 5
Cuenta: 110140187
Son las disciplinas y áreas que se ocupan del Estado como objeto de estudio, que nos permiten
conocer diferentes definiciones de Estado, quizás por ello, debido a la diversidad generada resulta
más difícil su correcta clarificación. En el terreno de la Ciencia política y de la teoría del Estado no
resulta sencillo encontrar definiciones precisas pues el interés puede dirigirse tanto hacia
los prin- cipios institucionales, normativos, como a las funciones, a las estructuras, etc. Ahora
bien, la radical innovación de la noción de Estado moderno consiste en que supone un ámbito
diferenciado de la política con circuitos propios de decisión que tiende a la máxima
institucionalización de la relación política. El Estado es incompatible con la idea de un poder
político disperso o fragmentado depositado en otras instancias como ocurría en la etapa feudal.
Ya no cuenta la tradición, ni las características personales del que manda, sino las leyes, la
despersonalización y profesionalización del poder.
Entre los atributos fundamentales del Estado, de los que daremos cuenta en los próximos
apartados, se encuentran el monopolio exclusivo en el uso de la violencia, la soberanía en el interior
de un territorio limitado por fronteras es- pecíficas así como la legitimidad basada en el triunfo de
unos determinados valores capaces de justificar la obediencia política.
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Monopolio de la violencia
El Estado posee el monopolio exclusivo de la coacción, dotándose para ello, por una parte, de la
producción de derecho donde se encuentran contenidas todas las normas obligatorias y por otra,
de la administración de la violencia a través de los ejércitos, la policía, las instituciones
penitenciarias, las sanciones físicas, económicas, etc. Dentro de su territorio, el Estado organiza
el monopo- lio de la violencia con el fin de proveer los bienes públicos básicos de defensa
y seguridad, lo cual implica, como mencionamos anteriormente, elementos de vigilancia, sanción o
protección.
Soberanía
Junto al monopolio de la violencia, otro elemento constitutivo que caracte- riza al Estado es
la soberanía. Si nos acercamos a la definición clásica del con- cepto, la soberanía implica capacidad
exclusiva de gobierno, esto es, capacidad exclusiva en la toma de decisiones vinculantes en el
marco de un territorio. Un Estado deviene soberano en la medida en que es capaz de ejercer la
autoridad gubernamental imponiendo sus propias leyes sobre la comunidad sin que otros Estados
u actores externos impongan las suyas, por lo tanto, implica tanto el monopolio interno del poder
como la no injerencia en los asuntos de otros Esta- dos.
Legitimidad
La legitimidad constituye otro elemento fundamental del Estado, no solo para los sistemas
democráticos sino incluso sistemas de carácter autoritario han reclamado siempre alguna suerte
de legitimidad para sus acciones. Este término trae consigo un doble sentido, desde el punto
de vista de las personas gobernantes significa derecho a mandar y ejercer la autoridad y en
consecuencia, la obligación por parte de los gobernados a obedecer. Por su parte, desde la
perspectiva de los gobernados, la legitimidad significa fundamentalmente una creencia, relacionada
con los valores de la equidad, la justicia o la bondad de las acciones y leyes que emanan de la
autoridad gobernante.
Territorialidad
La diferente conexión entre poder político organizado y territorio ha dado lugar a la configuración
de diferentes modelos de Estado, atendiendo al grado de dispersión o concentración en el ejercicio
del poder político. Sin embargo, no existe una única clasificación que podamos utilizar a la
hora de estudiar la organización territorial del Estado debido a la proliferación de variadas
tipologías y denominaciones relacionadas con distintas tradiciones en la Ciencia política. En la
tradición anglosajona, por ejemplo, no se emplea la referencia a Estado compuesto, sino que
generalmente se usa Estado federal así como variantes en su lugar. Por otra parte, en el marco de
la tradición italiana o española, son comunes las referencias al Estado compuesto (Fernando
Badía 1986; Vallés, 2000).
El tema del Estado ha sido, sin duda, el tema medular de la ciencia política de
todos los tiempos. Las reflexiones y estudios sobre el Estado van desde su
magnificación hegeliana, al plantear que todo lo que el hombre es y se lo debe
al Estado, hasta la consideración marxista como un mero y simple instrumento
de dominio de una clase sobre otra, pasando por la concepción liberal de la
consagración de derechos individuales frente al Estado, a quien se consideraba
un ente separado de la sociedad".
Bibliografía
capítulo II: