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Alexander Rondón
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William Gutiérrez
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1.-Trabajo, ciencia y tecnología en el capitalismo
Toda esta problemática surge de ese instinto humano de acumular, que es la base
del capitalismo. Esta necesidad aparece ante el miedo de algún día no poder
satisfacer las necesidades básicas. Es por esto que aquél que tiene más,
inevitablemente se aprovecha de aquél que tiene menos para así lograr una
sostenibilidad, esa es la piedra angular de la empresa. Como lo menciona Sibilia
(2009):
Pareciera ser que la necesidad de vender lleva a las empresas a sacar productos
al mercado sin tener suficientes datos para determinar los efectos a largo plazo.
Esto sucede claramente en el ámbito de la biotecnología, en donde se manipulan
genéticamente las semillas de ciertos alimentos con el fin de mejorar ciertas
características. Obviamente, los biotecnólogos realizan pruebas para evaluar la
seguridad de la nueva especie, sin embargo algunos pocos meses no se
comparan con los millones de años que le lleva a la naturaleza producir un
ecosistema balanceado, ni tampoco es suficiente tiempo para que el ser humano
se adapte a ingerirlos.
2.- Ciencia y tecnología como medio para la liberación y desarrollo pleno del ser
Humano.
Sin ciencia pura no hay ciencia aplicada, sin ciencia aplicada no hay tecnología. Y
sin ciencias aplicadas y tecnologías seguiríamos atascados en el pasado. La
tecnología y la ciencia han tenido desde siempre una relación difícil con el hombre,
que es su creador. Por un lado, el hombre se sirve de ella y la utiliza masivamente,
depende de ella de forma casi absoluta y basa su supervivencia y la de sus
sociedades avanzadas en su existencia y evolución continuada. Por otro, la
tecnología demuestra una y otra vez su peligrosidad, le causa graves daños,
incluida la muerte y la discapacidad, y produce importantes externalidades
negativas a su entorno.
Es por ello que el trabajo no es parte del ser humano en el capitalismo, es algo
externo (enajenado) que no le pertenece, y por lo tanto lo degrada en lugar de
complementarlo, como debería ocurrir. Es así que la plenitud no la logra
trabajando, sino cuando no lo está haciendo, por lo tanto, el trabajo rutinario, solo
alcanza sentido a través de la paga, que no debería ser el fin, sino que debería
serlo, el trabajo en sí mismo. Sin embargo él sabe que la ganancia no es para él,
que haga lo que haga solo cobrará un salario que le permitirá subsistir, mientras
que la plusvalía, fruto de su esfuerzo, será cobrada por su patrón.
Como consecuencia el obrero se siente insatisfecho y angustiado, su libertad está
cercenada cuando trabaja, porque no lo hace porque quiere sino porque necesita
ganar su sustento, o sea, que mientras trabaja no se siente él mimo, su propia
vida le resulta ajena (enajenada). De este trabajo enajenado surge la propiedad
privada y la división en clases sociales.
En este sentido, cada vez es más frecuente que los nuevos productos
tecnológicos estén al alcance de todos, por eso es importante estar atentos a las
innovaciones y evaluar cuáles podemos sumar a nuestro día a día. Algunos de
ellos ya los tenemos incorporados a nuestra rutina. Ejemplos de productos
tecnológicos son: el celular, la computadora, smartwatch, tablets, televisores,
parlantes, consolas de videojuegos, por nombrar algunos.
Comunicación
Trabajo
Más del 80% de las personas considera al entretenimiento una necesidad vital
para su día a día, ya que le permite “desconectar” de sus obligaciones y tomarse
un tiempo para ellos mismos. Si hablamos de ocio, la tecnología nos viene
perfecto: las plataformas para ver películas y series, con un enorme catálogo, las
aplicaciones de streaming y las consolas de videojuegos son algunos ejemplos de
productos tecnológicos que, paradójicamente, nos permiten desconectarnos de las
obligaciones y el trabajo.
Alimento
Seguridad
Tras la fabricación del primer modelo (el Ford T) que fue un gran éxito de ventas
por parte de la Ford Company, el empresario estadounidense decidió implementar
en todas sus fábricas este sistema de producción. Aunque el fordismo se
comienza a implementar a principios del siglo XX, no sería hasta la década de
1930 cuando comenzaría a instaurarse como un sistema de producción
generalizado. Desde 1930 hasta la década de 1970 fue el sistema imperante en el
sistema productivo
En los últimos años del siglo XVIII y al comienzo del siglo XIX, las cosas
cambiaron mucho en Europa Occidental. A través de una serie de rupturas, una
Europa moderna se fue desprendiendo de un orden antiguo. Semejantes
alteraciones, que sin duda merecen el calificativo de revolucionarias, resultan
difícilmente de fechar, porque su génesis y su desarrollo no obedecen a reglas de
simultaneidad ni de uniformidad.
R: El producto del trabajo en cuanto proceso material es un valor de uso. El carácter del
producto de trabajo en cuanto proceso social varía con la forma social. En el capitalismo
es un valor de cambio. El valor de cambio expresa la forma social del valor; el valor de
uso no expresa ninguna forma económica del mismo sino tan solo el ser del producto para
el hombre en general: es de interés puramente material y solo expresa una relación del
individuo, en su condición natural, con un objeto de su necesidad singular. El trabajo que
produce valor de cambio es abstracto, una porción sin rasgos distintivos del trabajo total
de la sociedad. Los medios de producción se transforman en capital, pero el proceso
material de trabajo permanece todavía intacto: el modo de trabajo del individuo es dejado
inalterado.
Los acuerdos sociales no pueden alterar las necesidades físicas pero sí pueden
ser alterados. La distinción sofista entre naturaleza y convención es el fundamento
de toda crítica social, y la distinción de Marx no es sino una forma desarrollada de
dicha distinción. La revolución se produce cuando el conjunto material, creado por
las formas sociales y dentro de ellas, se le queda pequeña a la sociedad que lo
contiene. La materia se abre paso a través de la forma. Cada forma histórica
determinada de este proceso desarrolla ulteriormente las bases materiales y las
formas sociales de aquel. Una vez que ha llegado a cierto grado de madurez, se
remueve la forma histórica determinada, la cual deja su lugar a una superior. En
este conflicto prevalece el desarrollo material y la forma social es removida.
Lo que cambia las fuerzas productivas cambia por consiguiente las relaciones de
producción: esto sugiere la dominación de estas por aquellas. Las relaciones
sociales en las que los individuos producen, las relaciones sociales de producción
cambian, por tanto, se transforman al cambiar y desarrollarse los medios
materiales de producción, las fuerzas productivas. A partir de cierto momento, el
desenvolvimiento de las fuerzas productivas se vuelve un obstáculo para el
capital; por tanto, la relación del capital se torna una barrera para el desarrollo de
las fuerzas productivas del trabajo. Llegado a este punto, al capital, en su calidad
de traba, se le elimina necesariamente.
Las fuerzas solo se desarrollan dentro de las relaciones adecuadas, pero es falso
que el hecho de que se desarrollen sea determinado independientemente de las
fuerzas productivas por el carácter de las relaciones de producción, dado que las
fuerzas determinan el carácter de las relaciones. Las explicaciones de las
relaciones de producción por las fuerzas productivas serán más o menos
satisfactorias según cuál sea el rasgo de las relaciones que expliquen dichas
fuerzas. Las nuevas fuerzas productivas pueden exigir nuevas relaciones
materiales de producción que a su ve exigen nuevas relaciones sociales de
producción, nuevas formas de autoridad y una nueva distribución de los derechos.
Un cambio específicamente social consiste en un cambio de las relaciones
sociales de producción.
De modo que ya sabemos la vieja conseja que sirve de poco como dogma y que
sólo nos conduce al análisis concreto de la situación concreta, allí donde los
errores y los aciertos tienen lugar: tanto mercado como sea posible, tanto Estado
como sea necesario. Tanto mercado como sea posible porque de él depende el
desarrollo de las fuerzas productivas y la creación incesante de nueva riqueza.
Tanto Estado como sea necesario porque, aún cuando añoraríamos una sociedad
sin Estado (como aquélla que soñaron los viejos marxistas y anarquistas de todo
pelaje), está claro que se trata de un mal necesario para evitar los excesos de
aquél.
R: En la Naturaleza cuando una semilla llega a ser árbol y luego da frutos, es una
forma de progreso
Para que el Socialismo del Siglo XXI no incurra en la deficiencia del capitalismo,
debe reconocer que el ámbito de la Conciencia NO ES MATERIAL. Ni tampoco
depende de la mente.
La Conciencia pertenece al espíritu del ser humano. La Conciencia es la mente del
Espíritu. Así como dentro del átomo material hay energía. Los científico saben del
átomo, pero muy poco o casi nada de su energía. Si en el Socialismo la Dialéctica
Materialista contribuye al análisis y estudio de los hechos materiales, ella no sirve
para la comprensión y progreso de la Conciencia humana.
Al contrario del discurso oficial sustentado por el sistema científico, no existe una
correlación positiva entre los importantes avances en las investigaciones
científicas y tecnológicas y la posición de un determinado país en términos de
indicadores sociales. A pesar de la razonable infraestructura científica
(universidades e institutos de investigación), en términos de indicadores de
desarrollo humano, el Brasil permanece bien atrás de varios países con inferior
desarrollo en ciencia y tecnología.
Hasta ahora, las negociaciones sobre cambio climático han producido pocos
resultados, por estar siendo realizadas entre contrapartes desiguales. Los
representantes de los países pobres son inferiores en número y generalmente les
falta acceso a informaciones relevantes y habilidades de negociación. Por eso, es
difícil alcanzar acuerdos sobre la concentración de los niveles de dióxido de
carbono (CO2), que representan riesgos para la salud de las poblaciones. Los
modelos actuales enfatizan la minimización de los costos para loso ricos pero no
la minimización de los costos para los pobres. ¿Si los países pobres vendieran sus
“derechos” de poluir, cuánto estará disponible para emitir en el futuro, para
sustentar sus políticas de industrialización? Las casi interminables negociaciones
de una conferencia para otra representan objetivamente un serio atraso en la
adopción de medidas adecuadas, empeorando con eso la situación de inequidad,
hasta un punto sin vuelta. Al incluir depósitos (sinks) en los MDL (mecanismos de
desarrollo limpio), los países ricos están probablemente imponiendo la peor
manera posible de negociar responsablemente con sus obligaciones de reducir las
emisiones. Hay varias razones para no incluir los depósitos en los MDL, una vez
que es adoptado un abordaje sistémico. Persisten todavía controversiales
cuestiones de preservación de la diversidad relacionada con los organismos
genéticamente modificados, los derechos de tierras de los pueblos indígenas en
los países pobres. Viviendo en áreas apetecidas por pretensiosos proyectos de
desarrollo (por ejemplo, la hidrovía Paraná-Paraguay que atraviesa la región de
Pantanal). Así, las incertidumbres sobre las estimaciones de capacidad de
almacenaje de carbono por cuencas biológicas y, más que nada, el rápido
secuestro del carbono a la luz de los imprevisibles e incontrolables factores del
comportamiento humano y natural induciendo a los cambios climáticos, continúan
presentes en el escenario actual.