El Principito Texto

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Personajes

El Aviador: Un adulto que no se encuentra cómodo con sus contemporáneos, y


prefiere recorrer el mundo en su avión, alejándose así del contacto con las
personas mayores.

El Principito: El único morador de un pequeño asteroide, cuyo más grande


placer consiste en observar las puestas de sol, cuidar su árbol baobab y limpiar
los cráteres de dos diminutos volcanes. Su rutinaria existencia se ve interrumpida
con la llegada y florecimiento de la Flor, que llega a amarlo, pero a la que
inicialmente no comprende.

La Flor: Una rosa de gran belleza y personalidad encantadora, aunque bastante


orgullosa y algo egoísta, desea que el Principito se dedique solamente a ella.

El rey: Personaje deseoso de poder, no importa sobre qué o sobre quiénes.


Define su relación con las personas y con las cosas como relaciones de poder, en
las cuales el permanece en la cúspide, aunque el único resultado visible es la total
soledad.

El vanidoso: Personaje hambriento de reconocimiento y aclamaciones, aún


cuando estas son vacías. No le importa si la admiración que le profesen los
demás sea sincera o no, lo importante para él es oír los aplausos y las alabanzas,
vengan de donde vengan. El único resultado es que, acabado el sonido del último
aplauso, el vanidoso se queda solo y tan hambriento de admiración como al
principio.

El bebedor: Este personaje bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber.
Acaso simboliza al ser humano entregado al vicio, por haber renunciado a ser
dueño de sí mismo, acaso por temor.

El hombre de negocios: Personaje dedicado a realizar sumas, restas y cálculos


sobre las estrellas, obteniendo así un beneficio económico, aunque descuidando
su salud y su vida afectiva.

El farolero: Se dedica a encender las estrellas. Si bien cumple una función útil
para los otros, sus actos carecen de reflexión, pues los ejecuta por el puro deber
de cumplirlos. El solo cumple un deber, y aunque aparentemente es bueno o útil,
sus actos carecen de trascendencia, incluso para él mismo.

El geógrafo: Un erudito que ha dedicado su existencia al conocimiento, sin


importarle su aplicación práctica. Acaso representa al tecnólatra radical, aquel
que ha endiosado a la ciencia y a la técnica, sin reflexionar que el conocimiento
no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr otros objetivos
verdaderamente humanos.

El zorro: Animal contradictorio, es un personaje tanto o más interesante que el


Principito. Aparece como un ser despreocupado y acaso egoísta, pero consciente
de su capacidad de amar. Al conocer al Principito, decide dejar su naturaleza
primitiva o salvaje (y solitaria) para convertirse en un amigo del Principito; o por
usar sus propios términos, se deja “domesticar”. Es autor de la memorable frase
“Sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”.

La serpiente: El personaje más ambiguo de la historia. Es el único que puede


hacer que el Principito vuelva a su mundo, pero a costa de un sacrificio terrible.
Sus actos parecen estar más allá del bien y del mal, y se expresa de manera
enigmática.

El guardavía: Personaje cuyo trabajo consiste en regular el transporte de


pasajeros en los trenes.

El comerciante: Es un vendedor de píldoras para suprimir la sed, las que ofrece


como algo útil, pues supuestamente ahorran el tiempo que se desperdicia en el
acto de beber.

Resumen por capítulos


I

La historia inicia con los recuerdos del Aviador, personaje desde cuyo punto de
vista se narra la acción. Se trata de un personaje que desde niño ha sentido que no
encaja con el mundo formal y pragmático que han creado los adultos. Sus puntos
de vista son distintos: donde el veía un elefante dentro de una serpiente, los
demás veían un sombrero.

II

Ya de adulto, el Aviador prefiere dar largos vuelos en avión antes que la


compañía de sus contemporáneos. Durante uno de estos vuelos, su avión sufre un
desperfecto y se ve obligado a descender en el desierto del Sahara, en el cual se
encuentra con el Principito.

El Principito es un niño que aparenta ocho años de edad, rubio y vestido con
ropas propias de su rango. En cuanto traba amistad con el Aviador, le pide que le
pinte un cordero. Dudando de sus cualidades como dibujante, el Aviador dibuja
el elefante dentro de la serpiente de su niñez, el cual es reconocido por el
Principito, quien insiste en que le haga el dibujo de un cordero. Tras algunos
vanos intentos, el Aviador dibuja una caja con agujeros, indicándole al Principito
que el cordero se encuentra dentro. El Principito aprueba el dibujo y se queda con
él.

III

Durante el tiempo que tarda el Aviador en reparar su avión, recibe las visitas del
Principito, quien le revela que proviene de otro planeta, al que describe como
muy pequeño

IV

El planeta del Principito es identificado por el Aviador como el asteroide B 612.


Precisa que este dato está dirigido a las personas mayores, quienes entienden las
cosas a partir de las cifras. Con la mención al número del asteroide, el Aviador
considera que cumple con demostrar la verdad de su existencia.

El Principito le cuenta al Aviador que en su planeta crecen unos baobabs, árbol


que en la Tierra alcanza proporciones descomunales, pero que en el planeta del
Principito no son sino meros arbustos. El Principito revela así para qué necesita
al cordero: para que se coma las hojas de los baobabs y estos no acaben con su
planeta.

VI

El Aviador recuerda otros aspectos de la personalidad del Principito, entre ellos,


su soledad, su melancolía y su gusto por ver puestas de sol, sobre todo cuando se
siente triste.

VII

El Principito manifiesta su preocupación respecto a lo que comen los corderos.


Sobre todo, desea saber si además de arbustos, pueden comer flores. El Aviador
responde con fastidio ante estas preguntas, dado que se encuentra ocupado en la
tarea de reparar su avión. El Principito entonces le recrimina por ser como las
personas mayores, por su carencia de interés en el destino de las flores y su
relación con los corderos. La ira del Principito culmina en llanto.
VIII

El Principito le revela al Aviador que en su planeta existía una flor muy especial,
muy hermosa pero a la vez vanidosa y orgullosa. La flor despierta el ingenuo
amor del Principito, pero al mismo tiempo, lo confunde. El amor del Principito
hacia la flor se llena de dudas.

IX

El Principito decide dejar su planeta, y decide aprovechar el vuelo de una


bandada de pájaros para dejar su mundo. Antes de irse, limpia los volcanes, poda
los baobabs y se despide de la flor, la cual le dice que lo ama y le pide disculpas
por no haberse hecho entender, al tiempo que le recrimina al Principito haber
sido tan tonto como ella. La flor apura al Principito para que parta sin que la vea
llorar.

El Principito inicia un periplo por otros asteroides. El primero que visita está
habitado por un rey, quien aparenta ostentar un gran poder pero que al mismo
tiempo evidencia carecer de súbditos para ejercerlo. Le pide al Principito que se
quede con él, pero el Principito decide continuar su viaje.

XI

El segundo planeta que visita el Principito estaba habitado por un vanidoso, cuyo
único deseo es que lo aclamen y lo admiren. El Principito, antes de dejarlo, le
pregunta para qué le sirve que lo admiren, sin obtener respuesta.

XII

El siguiente planeta visitado por el Principito estaba habitado por un bebedor, un


ebrio que bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber, lo cual deja al
Principito perplejo.

XIII

El Principito visita luego un planeta habitado por un hombre de negocios, quien


trafica con las estrellas: las cuenta, las registra, en fin, las posee. El Principito le
increpa que eso no es de ninguna utilidad para las estrellas, dejando al hombre de
negocios desconcertado.

XIV
El siguiente planeta estaba habitado por un farolero y su farol, el cual encendía y
apagaba velozmente, puesto que su planeta giraba con mucha rapidez. El
Principito lo deja con cierto pesar, pues le simpatiza este hombre que cumple su
deber sin cuestionarlo, y al mismo tiempo, lamenta perderse las sucesivas puestas
de sol que se producían en aquel mundo.

XV

El sexto planeta estaba habitado por un geógrafo, rodeado de mapas y libros.


Confunde al Principito con un explorador, y le pide noticias y detalles de su
mundo. Al hablarle de la flor, el geógrafo le informa que las flores son efímeras,
es decir, están destinadas a desaparecer, lo cual despierta remordimientos en el
Principito, por haberla dejado sola.

XVI

El Principito llega por fin a la Tierra, planeta del cual se destacan su gran
cantidad de habitantes y el actuar sincronizado de los faroleros de todo el mundo,
ocupados en encender y apagar los faroles de todos los continentes.

XVII

Se hacen algunas precisiones sobre la cantidad de habitantes de la Tierra, que en


realidad pueden caber todos en una isla. El Principito se pregunta por la gente,
dado que ha caído en África, donde se encuentra con una serpiente que habla en
enigmas, aclarándole al Principito que a pesar de su apariencia, es más poderosa
que el dedo de un rey y que puede ayudarlo a volver a su planeta.

XVIII

El Principito encuentra una flor solitaria, a la que pregunta por los hombres. La
flor, en toda su vida, no ha visto más que seis o siete, y considera que los
hombres viven molestos por no tener raíces.

XIX

El Principito escala una gran montaña, y descubre el eco, que lo lleva a


reflexionar acerca de la falta de originalidad de los hombres.

XX
El Principito llega al fin a un camino, junto a un jardín lleno de rosas. Descubre
entonces que la flor que dejó en su planeta no era una flor única, sino una más de
las tantas rosas que existen. Esto lo entristece mucho.

XXI

Al fin, conoce a un zorro, quien también está en búsqueda de un amigo, un ser al


cual “domesticar”, es decir, alguien con quien formar un vínculo de amistad.
Ambos llegan a ser amigos, y en este proceso, el Principito descubrirá lo que
realmente hacía especial a su flor. El zorro y el Principito se separan, luego de
que el zorro le revela su secreto: sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es
invisible a los ojos.

XXII

Siguiendo su camino, el Principito se encuentra con un guardavía, quien le


explica su trabajo, consistente en agrupar pasajeros y embarcarlos en trenes. El
guardavía ignora los motivos que llevan a la gente a movilizarse de un lugar a
otro tan rápidamente.

XXIII

El Principito conoce a un comerciante, un vendedor de píldoras que evitan la sed.


Esto proporciona tiempo extra que, desde el punto de vista del Principito, bien
podría emplearse en dirigirse a una fuente para beber.

XXIV

El Aviador, quien no ha podido reparar su avión, dice al Principito que si no


consiguen agua, morirán de sed. El Principito replica que es bueno haber tenido
un amigo, aún si se va a morir. Ambos empiezan a buscar un pozo. El Principito
se queda dormido pensando en su flor, mientras el Aviador decide llevarlo en sus
brazos, hasta que logran encontrar un pozo.

XXV

El Principito y el Aviador satisfacen su sed, al tiempo que conversan sobre lo


extraños que son los hombres. El Principito ríe al ver los dibujos que ha hecho el
Aviador, y recuerda que está por cumplirse un año desde su llegada a la Tierra. El
Aviador deja al Principito, pues debe reparar su avión.

XXVI
Al día siguiente, el Aviador regresa con el Principito, quien se encuentra muy
triste debido al paso que va a dar. Le recuerda al Aviador que debe mirar las
estrellas, porque el vivirá en una de ellas, con su flor. Le dice además que el
podrá oír su risa en todas las estrellas. El Aviador deja al Principito en el suelo,
para ser mordido por la serpiente y morir instantáneamente.

XXVII

Pasados los años, el Aviador descubre que el Principito ha olvidado un bozal


dibujado para el cordero, de modo que es posible que en algún descuido, el
cordero se pueda soltar y comerse la flor. El Aviador mantiene la esperanza de
volver a ver al Principito, pidiendo al lector que le avise si alguna vez vuelve a la
Tierra.

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