Tesis de Licenciatura LOS OFICIOS EN SAN
Tesis de Licenciatura LOS OFICIOS EN SAN
Tesis de Licenciatura LOS OFICIOS EN SAN
T E S I S
QUE PARA OPTAR POR EL TÍTULO
DE LICENCIADA EN HISTORIA
CON LÍNEA DE FORMACIÓN EN GESTIÓN DEL PATRIMONIO
CULTURAL
P R E S E N T A :
GABRIELA LEONOR TORRES FREYERMUTH
ii
“Emprendo una tarea que comprende la difusión del estado de Chiapas. Una
actividad como una expresión del compromiso contraído con mi pueblo y
estado natal, tiende a la difusión de los valores y atractivos turísticos, tanto de
paisajes naturales como la creación del hombre y habitantes (antiguos) y sus
descendientes, para trasmitirle a los demás nativos y extranjeros que están
ávidos de conocer”.
Vicente Kramsky
iii
AGRADECIMIENTOS
A mis lectores, Dra. Graciela de Garay y Dr. Alberto del Castillo, por haber
revisado este texto en incontables ocasiones y por sus acertadas
observaciones.
A la Mtra. Alicia Salmerón por ser una guía en estos cuatro años y medio, y
quien además de acompañarnos a lo largo de la licenciatura siempre tuvo el
entusiasmo para ayudarme en la investigación. También a la Dra. Lourdes
Roca, por asesorarme durante mi proyecto de tesis.
iv
Mejía y Fernando Alvarado por su extraordinaria disposición y amabilidad al
facilitarme la búsqueda de materiales y libros necesarios para la elaboración de
la tesis.
v
Las dos partes de la tesis para optar por el título, de acuerdo con el programa
de Licenciatura en Historia del Instituto Mora son las siguientes:
vi
ÍNDICE
vii
Lista de ilustraciones
viii
Presentación
El presente trabajo surge como respuesta al primer acercamiento que tuve con
el Archivo Kramsky en el año 2011. Cuando conocí este acervo fotográfico me
encontré con una infinidad de negativos que me asombraron a primera vista:
desvelaban la arquitectura de la ciudad en los años sesenta, la sociedad, los
pueblos indígenas, las fiestas y los paisajes de Chiapas; fotografías que
recreaban un espacio y tiempo determinado.
Entre toda esa gama de imágenes descubrí material fotográfico que daba
cuenta de actividades sobre las que personalmente nunca había reflexionado:
eran las fotografías de hombres y mujeres que hace cinco décadas realizaban
oficios en cada barrio de la ciudad.
¿Por qué Vicente Kramsky, y por qué específicamente esta serie fotográfica?
1
vida social y religiosa de San Cristóbal, hasta imágenes de las zonas naturales
y sitios arqueológicos del estado de Chiapas.
La obra de este fotógrafo nos permite también entender de qué forma él mismo
observaba los lugares y a la gente que retrataba, los momentos vividos. De
esta forma, a través de su trabajo fotográfico podemos obtener la visión del
mundo del artista. Las imágenes de Kramsky constituyen un testimonio
invaluable de cómo un hombre de su época veía la riqueza histórica y social de
Chiapas.
Sin embargo, entre todas las fotografías, la serie de los oficios sobresale y
adquiere importancia debido a que la práctica de la mayoría de estas
actividades ha desaparecido, y actualmente se sabe de ellas a través de pocos
testimonios de aquellos que las llevaban a cabo y desde luego, a partir de la
serie fotográfica que Kramsky realizó. Los oficios conformaron el quehacer
diario de una parte de la población y caracterizaban a cada barrio; es por ello
que a través de la historia oral y la historia visual se intentó rescatar este
pasado en gran parte desconocido hoy para la población local, especialmente
la historia del oficio de los coheteros del barrio de San Antonio.
2
Por otra parte, se exponen las fuentes que se utilizaron para la elaboración de
la investigación: relato e imagen, así como el marco metodológico que se
empleó para abordarlas (historia oral e historia visual).
3
artesanos en San Cristóbal de Las Casas, y la figura de uno de los personajes
más reconocidos en el ámbito cultural de la ciudad, permitiéndoles entrar al
mundo de lo escrito de la historia.1
1
Burke, Historia, 2006, p. V.
2
Debroise, Olivier, Fuga mexicana un recorrido por la fotografía en México, Barcelona, Gustavo Gili,
4
Introducción
2
Debroise, Olivier, Fuga mexicana un recorrido por la fotografía en México, Barcelona, Gustavo Gili,
2005.
3
Mraz, John, Nacho López y el fotoperiodismo mexicano en los años cincuenta, México, Océano,1999.
4
Del Castillo, Alberto, Rodrigo Moya, México, Círculo de Arte, 2006.
5
Del Castillo, Rodrigo, 2006, p. 10
6
Arnal, Ariel, Atila de tinta y plata, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2010.
7
José Ángel Rodríguez Vidas ceremoniales, México, Casa de las Imágenes, 1991.
5
Rodríguez relacionadas con lo ceremonial: se hizo entonces una selección de
tomas de este fotógrafo y se presentó un libro puramente iconográfico, donde
la vida del artista, así como el análisis de las fotografías no figuran. De igual
forma, el libro de Gertrude Duby titulado Imágenes Lacandonas es uno de los
libros importantes sobre fotografía chiapaneca.8 En esta obra se menciona la
biografía de esta fotógrafa suiza y se exponen algunas de sus fotografías más
relevantes, mostrándonos los rostros de la población que habita la selva
lacandona.
Por otra parte, los estudios historiográficos sobre San Cristóbal han sido
escasos. La mayoría de las obras históricas acerca de la ciudad corresponden
a la época colonial, y se puede afirmar que para el periodo a estudiar existen
pocos trabajos que realmente contribuyan a recuperar la memoria histórica;
entre ellos es necesario mencionar el libro de Andrés Aubry: San Cristóbal de
las Casas, su historia urbana, demográfica y monumental 1528-1990,11 el cual
8
Duby, Gertrude, Imágenes lacandonas, México, Chiapas, Consejo Estatal para la Cultura y las Artes,
1999.
9
Fenner, Justus, “Bosquejo de la historia de la fotografía en San Cristóbal de las Casas, Chiapas” en La
ciudad de San Cristóbal de las Casas: a sus 476 años, Tuxtla Gutiérrez, CONECULTA, 2007.
10
Fenner, “Bosquejo” , 2007, p. 95.
11
Aubry, Andrés, San Cristóbal de las Casas, su historia urbana, demográfica y monumental 1528-1990,
Chiapas, Fray Bartolomé de las Casas, 2008,
6
logra reconstruir la historia urbana de la ciudad a través de tres grandes
temas: la ciudad misma, su gente y el arte de sus monumentos. De igual forma,
el libro La ciudad de San Cristóbal de las Casas: a sus 476 años, reúne una
serie de artículos de varios especialistas que pretenden analizar la ciudad
desde las ciencias sociales a través de distintos enfoques.12
Puede decirse que todos los textos que se han escrito sobre los barrios de San
Cristóbal vinculan a éstos con el desarrollo de los oficios y sus artesanías:
desde su creación y su apogeo hasta su paulatina desaparición.
7
tuvo para la sociedad de San Cristóbal, “por haber contribuido, a través de su
profesión de fotógrafo social, a documentar la vida cotidiana de la ciudad”.15
En cuanto a los libros que dotan de marco teórico a esta investigación, no hay
que olvidar que la fotografía es una de las fuentes que en los últimos años ha
ganado espacio en el estudio histórico. En cuanto a metodología, existen
diferentes autores que tratan de mostrar de qué manera la fotografía puede
utilizarse como documento, ejemplo de ello es el libro Imágenes e investigación
social, coordinado por Fernando Aguayo y Lourdes Roca.16 En esta obra se
muestra una serie de trabajos sobre la utilización de la imagen como fuente de
investigación desde diferentes disciplinas, así como la metodología. Visto y no
Visto,17 de Peter Burke resulta una herramienta necesaria para elaborar este
tipo de investigaciones ya que, a través de un análisis elaborado de grabados,
pinturas, dibujos y fotografías de todas las épocas, el autor demuestra que las
imágenes no fungen directamente como testimonios objetivos de su tiempo,
sino del contexto social que las produjo, por ello es necesario contextualizar las
imágenes y tratar de comprender lo que el fotógrafo trataba de reflejar en cada
una de ellas.
8
tema en particular, y prácticamente ninguno dedicado a Vicente Kramsky; de
igual manera, notamos que hay escasos trabajos que aborden la historia de los
oficios -específicamente la pirotecnia-. Se requiere de una mayor cantidad de
investigaciones que recuperen el quehacer de fotógrafos locales, no solamente
por su carácter estético sino por el valor histórico que brindan al contribuir con
la historia fotográfica local o regional.
Fuentes
9
fotografías. Estas imágenes fueron utilizadas para realizar un análisis general
de los oficios y la manera en la que Kramsky retrató a los artesanos locales.
Todas las fotografías utilizadas forman parte del archivo particular de la familia
Kramsky, ubicado en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. El
Archivo Kramsky contiene alrededor de 50 000 fotografías, sin contar las que
pertenecen al álbum familiar. El material está constituido por placas de 4x5
pulgadas, negativos en blanco y negro de 6x7 y 6x9, transparencias y muy
poco material impreso. Actualmente solamente 10% de estas imágenes ha sido
digitalizado, y muchas imágenes presentan un estado delicado ya que las
condiciones ambientales y las de su actual resguardo han contribuido a su
deterioro.
Metodología
Pese a que durante un largo periodo lo que hoy conocemos como historia
cultural estuvo a cargo de antropólogos y follkloristas, se puede afirmar que es
10
hasta la década de los sesenta que el estudio de la “cultura popular”19 entró en
el ámbito de la Historia.
La historia cultural surge entonces, como bien afirma Peter Burke, en respuesta
a la exclusión que se había hecho de la gente corriente.20 La historia que
previamente se había centrado en los aspectos políticos y económicos, la
historia de los grandes acontecimientos y los grandes hombres, decidió voltear
su mirada hacia la “cultura”, hacia los de abajo. Se sumaron entonces los
estudios de las mentalidades, el imaginario, la familia, el cuerpo, las mujeres.21
Esta situación obligó a los historiadores a ampliar el universo de sus fuentes; y
de esta forma es que nace, como señala Ivett García, el concepto de “vestigio”
que correspondía al uso del relato y a las representaciones visuales, que no
solamente contenían valiosa información sino que a veces eran las únicas
fuentes existente.22
19
Concepto que surge con el Folklorismo creado por la burguesía para rescatar tradiciones que
comienzan a perderse con la Revolución Industrial. Se reinventan símbolos a través de los cuales la
mayoría de la población se puede identificar. Es necesario tener en cuenta que la cultura popular es
tradicional y estática, cambiante y adaptable.
20
El inicio de esta corriente historiográfica se da con la “Nouvelle Histoire” en Francia, a través de la cual,
estudiosos como Jacques Le Goff pretendían realizar una “historia total”. La historia cultural puede
estudiar todos los aspectos de la vida cotidiana, es decir, todo lo historiable fuera de los ámbitos
económicos y políticos.
21
Novelo, Estudiando, 2011, p. 69.
22
Novelo, Estudiando, 2011, p. 69.
23
Burke, Historia, 2006, p. 100.
24
Burke, Historia, 2006, p. 153.
11
Teniendo como marco metodológico la historia cultural, para realizar esta
investigación me apoyé en la historia oral y la historia visual. Abordándolas en
un inicio de forma separada y al final conjuntamente.
Sin embargo, esta reconstrucción del pasado no pudo haber sido lograda
solamente a partir de la voz de los actores (o de las personas cercanas a
ellos), sino que se recurrió también al uso de la fotografía como fuente principal
para la investigación y como detonante de la memoria.
12
como una fuente de significados no solamente históricos sino también
simbólicos y culturales.27
27
Novelo, Estudiando, 2011, p. 31.
28
Novelo, Estudiando, 2011, p. 19.
29
Chartier, Mundo, 1992, p. 57.
13
1.- Introducción a la fotografía
30
Rivas, Manuel, “Somos lo que soñamos ser”, en “la literatura como vicio. La magia de la palabra.
Cuentos, microrrelatos y fragmentos [en línea], 3 de febrero de 2010,
http://buenfindesemana.wordpress.com/2011/05/13/somos-lo-que-sonamos-ser-manuel-rivas/>.
[Consulta: 14 de marzo de 2012]
31
Inventado en 1839-1850 por Jacques Mande Daguerre, era una forma de registro fotográfico cuyo
sensibilizador era el yoduro de plata sobre una placa de cobre plateada. Se revelaba con vapores de
mercurio, agua con sal y se fijaba la imagen con hiposulfito de sodio
32
Frizot, Imaginario, 2009, p. 20.
33
Lemagny, Historia, 1986, p. 15.
34
Frizot, Imaginario, 2009, p. 9.
35
Frizot, Imaginario, 2009, p. 9.
36
Frizot, Imaginario, 2009, p. 72.
37
Frizot, Imaginario, 2009, p. 36.
38
Barthes, Chambre, 1980, p. 119.
14
acerca de aquél preciso fragmento de espacio/tiempo retratado”,39 capaz no
sólo de arrojar información valiosa permeada dentro de sí misma, sino
mostrando el reflejo de una sociedad, extraviada en el tiempo, en que aquellas
imágenes tuvieron su origen.40
39
Koosoy, Fotografía, 2001, p. 32.
40
Koosoy, Fotografía, 2001, p. 22.
41
Koosoy, Fotografía, 2001, p. 22.
42
Mauad, “Fotografía”, 2005, p. 50.
43
Koosoy, Fotografía, 2001, p. 40.
44
Dubois, 1986, p. 49.
15
manera en la que una sociedad plasmó en una imagen su presente para ser
conocida en un futuro.45
45
Mauad, “Fotografía”, 2005, p. 465.
46
Frizot, Imaginario, 2009, p. 73.
47
Frizot, Michel, Imaginario, 2009, p. 37.
16
1.1.- Un vistazo a la fotografía nacional y regional
48
Billeter, Erika, Canto, 1995, p. 15.
49
Billeter, Erika, Canto, 1995, p. 15.
50
Billeter, Erika, Canto, 1995, p. 15.
17
En cuanto a los fotógrafos, es necesario mencionar a Manuel Álvarez
Bravo, quien al ser influenciado por Hugo Brehme y la italiana Tina Modotti se
puso a la altura de los fotógrafos internacionales. En 1930 inicia con la
fotografía documental cuando Modotti le deja su trabajo en la revista Mexican
Folkways. En el cine tuvo participaciones importantes realizando fotografías
fijas, tal es el caso del célebre film de Einsenstein “¡Que viva México!”. A través
de sus imágenes pretendió ir más allá de lo que la simple vista revela, por tal
razón grandes autores como Octavio Paz y Xavier Villaurutia entienden que su
trabajo fotográfico merece la consideración de verdadera obra poética.51
Ignacio López Bocanegra, fue junto con Héctor García uno de los
fotógrafos más reconocidos durante el siglo XX. Nacho López, como es mejor
conocido, deambulaba por las calles de la ciudad retratando a su gente y los
acontecimientos cotidianos. Además de habernos legado “Foto ensayos”, sus
imágenes enriquecieron enormemente la historia visual urbana ya que
muestran a la ciudad de México y las personas que entonces la habitaban.52
51
Billeter, Erika, Canto, 1995, p. 37.
52
Billeter, Erika, Canto, 1995, p. 45.
18
valiosas ya que dejaron testimonio visual de la represión que el régimen ejerció
contra los maestros que se manifestaban repudiando la corrupción sindical.53
En cuanto a su participación en las revistas Sucesos y Siempre!, Moya dio
cubertura a varios acontecimientos latinoamericanos, dejando entrever a partir
de sus imágenes otra historia, diferente a la que se contaba.54
53
Del Castillo, Rodrigo, 2006, p. 14.
54
Del Castillo, Rodrigo, 2006, p. 26.
55
Villela, “La fotografía”, 2009, p. 81.
56
Billeter, Erika, Canto, 1995, p. 26.
19
costumbres, tipos y clases sociales de Guanajuato, testimonio de una
formación social y una época.57
57
Canales, Claudia, Romualdo, 1998, p.27.
58
Villela, Samuel, Salmerón, p. 14.
59
Duby, Gertrude, Imágenes, p. 19.
20
A través de la fotografía se introdujo en el mundo lacandón, llegando a
conocer de esta forma sus problemas, inquietudes y las condiciones de vida de
estos grupos. Muestra de ello son las 55 mil imágenes de los paisajes de
Chiapas y de sus pueblos originarios. De igual forma, su marido, el arqueólogo
Franz Blöm compartió con ella la inquietud por las comunidades indígenas y la
biodiversidad de Chiapas. Blöm tomó de igual forma numerosas fotografías
aunque las suyas eran principalmente de los sitios arqueológicos que
estudiaba, pudiéndose definir como fotografía de registro.
21
Revolución Mexicana, y otros por congelar en el celuloide a personalidades
como artistas, escritores e intelectuales reconocidos de la época. Varios de
estos fotógrafos proyectaron sus imágenes al público a través de publicaciones
y revistas. Otros más trataban de transmitir su mensaje propiamente a través
de sus fotografías.
22
2.- Vicente Kramsky: Un fotógrafo local
Imagen 1 Autor desconocido, Familia Kramsky en “El Tívoli”, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, ca 1900, AVK
23
destacada posición social. Muestra de la bonanza familiar de entonces fue la
adquisición de la casa de campo conocida con el nombre de “El Tívoli”.63
La pareja Kramsky Ramos tuvo seis hijos, recibiendo cada uno desde
pequeños lecciones de piano, canto y pintura, no habiendo necesidad de que
asistieran a la escuela, ya que todo lo aprendieron en casa. Sin embargo, a la
muerte de Emilia y posteriormente de Vicente, la fábrica no fue bien
administrada por sus hijos y el negoció se vino abajo. La casa fue vendida y la
fortuna que los Kramsky Ramos habían acumulado pasó a formar parte del
pasado.64
63
La imagen 1 muestra el retrato familiar de la familia Kramsky Bourdois, a principios del siglo XX, en la
casa de campo antes mencionada. Llama la atención que dentro de la fotografía se incluyera a personas
indígenas a lado de la familia, ya que durante este periodo la población indígena representaba la clase
más subordinada de la sociedad, existiendo incluso una prohibición municipal que les impedía transitar
por el parque central. Es probable que la familia Kramsky decidiera que sus trabajadores fueran
retratados junto a ellos ya que, como señala Emilia Kramsky, tenían otra percepción de esta población.
Siendo ajenos al racismo de la cultura coleta, los trataban con respeto y los consideraban parte de la
familia, de tal manera que eran invitados a aparecer en las fotografías familiares.
64
Entrevista a Francisca Espinosa realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 10 de
enero de 2012.
65
Entrevista a Francisca Espinosa realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 10 de
enero de 2012.
24
A principios de los años cincuenta, la enfermedad de uno de sus
hermanos obligó a que él y toda la familia se trasladaran a la capital del país.
Después de residir un año en la ciudad de México, Vicente Kramsky decidió
volver a San Cristóbal, donde en 1951 contrajo matrimonio con Francisca
Espinosa, con la que tuvo nueve hijos. A su retorno recuperó su trabajo en el
cine con la ayuda de su esposa, quien expendía los boletos en taquilla
mientras él iluminaba los carteles.
25
vender. Así se convirtió con el paso del tiempo en el fotógrafo social de la
ciudad, con lo cual acumuló el capital necesario para adquirir sustancias
reveladoras y el equipo fotográfico que le permitió montar su primer estudio,
localizado a pocas cuadras del centro de la ciudad.67
67
Entrevista a Francisca Espinosa, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 10 de
enero de 2012.
68
Entrevista a Justus Fenner, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 10 de abril de
2012.
26
de alguna u otra manera descubrió una capacidad que no sabía que tenía y la
desarrolló magníficamente”.69
69
Entrevista a Justus Fenner, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 10 de abril de
2012.
70
Entrevista a Víctor Esponda, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 25 de julio de
2012.
71
Entrevista a Justus Fenner, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 10 de abril de
2012.
27
Imagen 3 Kramsky, V., Día de feria en el parque central, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, ca 1960, AVK
28
podías encontrar aquí eran hechos por él y estaban en venta sólo en su
tienda”.72
29
con sombras. Si bien la fotografía le servía como medio de
sobrevivencia siempre la practicaba como una diversión, era algo que
realmente le fascinaba. Esto es algo muy notorio en él, en su
personalidad y obra. Que aparte de lo que servía de venta siempre
estaba dispuesto en hacer cualquier cosa con la fotografía que a él le
divirtiera. Eso lo llevó a experimentar posteriormente con el video,
abriéndose siempre al mundo, jugando siempre con la imagen sin darle
la seriedad que otros le daban a su trabajo.76
Su obra es definida por Francisca Espinosa como “única, algo suyo que
realizó a pulso […] por el bienestar de Chiapas, principalmente por San
Cristóbal”.77
76
Entrevista a Justus Fenner, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 10 de abril de
2012.
77
Entrevista a Francisca Espinosa, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 10 de
enero de 2012.
78
Entrevista a Jorge Paniagua, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 15 de julio
2012.
79
Entrevista a Francisca Espinosa, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 10 de
enero de 2012.
80
Alejandro Díaz López, “Vicente Kramsky: un hombre único, un cronista gráfico de Chiapas. Un coleto
distinguido”, Aspectos, no. 6, octubre 2011.
30
Imagen 4, Vicente Kramsky sobre la iglesia de Santa Lucía San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, ca 1960, AVK
31
3.- Una ciudad con olor a tierra
Imagen 5 Kramsky, V., Calle Real de Guadalupe, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, ca 1960, AVK
81
Fábregas, “Mendicidad”, 1960, p. 438.
32
Al voltear la mirada al pasado vemos que San Cristóbal se caracterizó
durante la primera mitad del siglo XX por ser una ciudad tranquila y austera;
como se muestra en la fotografía superior, las viviendas estaban construidas
de tejamanil y adobe, la mayoría de las calles aún conservaban el olor a tierra,
y transitaban sobre ellas arrieros y animales de carga.82
82
Ballinas Cruz, “Patrimonio”, 2007, p. 53.
83
Jiménez, José, Cristóbal, 1970, p. 17.
84
Rus, Diana, Mujeres, 1997, p. 21.
33
riqueza” poco a poco la localidad comenzó a contar con servicios como
drenaje, correos, telefonía y energía eléctrica.85
Durante los años sesenta, los indígenas llegaban desde sus pueblos a
vender sus productos a la ciudad, en ocasiones iban de casa en casa
ofreciendo sus hortalizas, legumbres o inclusive leña y tejamanil.
Posteriormente se ubicaron en el mercado municipal ubicado en el barrio de
85
Aubry, Andrés, Cristóbal, 1991, p. 88.
86
Puig, Fábregas, “Mendicidad”, 2000 p. 143.
87
Entrevista a Víctor Esponda, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 25 de julio de
2012
88
Entrevista a Víctor Esponda, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 25 de julio de
2012
34
La Merced, donde diariamente se daban cita pobladores de comunidades
circunvecinas que traían productos específicos, como la sal de Ixtapa.89
89
Jiménez, José, Cristóbal, p. 25.
90
Jiménez, José, Guía, 1994, p. 19.
91
Aubry, Andrés, Cristóbal, 1991, p. 84
92
Ballinas Cruz, “Patrimonio”, 2007, p. 60.
35
Sin embargo, entre todos los literatos de la época es necesario hacer
referencia a una de las escritoras más reconocidas en la literatura
latinoamericana: Rosario Castellanos.
Además del contacto diario que tenía con las comunidades originarias,
Rosario contó desde pequeña con una compañera de juegos indígena llamada
María Escandón, su cargadora.
Sus obras literarias más reconocidas son Balún Canán, Ciudad Real,
Los convidados de agosto, Oficio de tinieblas, Álbum de familias, Juicios
sumarios, El mar y sus pescaditos, entre otros. En la mayoría de los cuentos y
en sus poemas, Rosario dialoga con los oficios aldeanos, las lavanderas del
Girjalva, las escogedoras de café en el Soconusco, las tejedoras de
Zinacantán.
Con esta mirada panorámica a “una ciudad con olor a tierra”, podemos
percatarnos de que es poco lo que se sabe de San Cristóbal durante los años
sesenta, sin embargo algunos relatos de extranjeros, la literatura del periodo,
las pláticas con los pobladores y las fotografías que aún se conservan nos
dejan entrever cómo fue esta ciudad en el pasado.
93
Poniatowska, “Rostro”, 1990, p.4.
36
3.1.- Los oficios, los barrios y la lente de Kramsky
Los oficios en San Cristóbal forman parte de una tradición casi tan antigua
como la creación de los barrios de la ciudad; resulta casi imposible comprender
los oficios separados de la historia de sus barrios, que trazados desde la
Colonia pretendieron establecer una separación espacial entre españoles,
localizados en el centro de la ciudad, y los indios, instalados en la periferia.94
94
Camacho, Dolores, Cristóbal, 2007, p. 44.
95
Camacho, Dolores, Cristóbal, 2007, p. 40.
96
Entrevista a Jorge Paniagua, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 15 de julio
2012.
37
y comerciantes, en particular de carne de cerdo y sus derivados,97 el barrio de
San Felipe se caracterizó por proporcionar mulas, arrieros y tamemes a los
viajeros y a los mercaderes, y el de San Ramón por la habilidad de sus
pobladores para la alfarería, el curtido de pieles y la cerámica.98 Estos oficios,
que se comenzaron a desarrollar en cada barrio dependían de la procedencia
de sus pobladores, era parte de su cultura y una vez asentados comenzaron a
practicarlos por la necesidad de trabajo.99 De esta forma, cada actividad
caracterizó a cada espacio y permeó a cada barrio, generando una identidad
cultural en cada uno de los pobladores.100
Los oficios forman parte de una tradición que sobrevivió por siglos y que
se practicaron hasta la segunda mitad del siglo XX; sin embargo, los cambios
que trajo consigo la apertura de las vías de comunicación en los años sesenta
97
Camacho, Dolores, Cristóbal, 2007, p. 41.
98
Camacho, Dolores, Cristóbal, 2007, p. 42
99
Entrevista a Víctor Esponda, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 25 de julio de
2012
100
Ballinas Cruz, “Patrimonio”, 2007, p. 68.
101
Echeverri, Darío, “Memoria individual, memoria colectiva y memoria histórica. Lo secreto y lo
escondido en la narración y el recuerdo, 15 de enero de 2004,
<http://www.encolombia.com/educacion/unicentral4799tem-memoria.htm>. [Consulta: 4 de abril de 2012].
38
hizo que cada uno de los oficios fuera modificándose. Algunos se mantuvieron,
otros sufrieron innovaciones, y otros más se extinguieron por completo. En la
actualidad, muchos de los practicados desde la colonia han desaparecido y
queda de ellos solamente el recuerdo en los descendientes de quienes los
realizaban.
102
Entrevista a Justus Fenner, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 10 de abril de
2012.
39
1956.
40
Esto nos da una visión diferente de Kramsky como fotógrafo, no sólo
interesado en registrar a los pueblos originarios, sino como un hombre con
sensibilidad social, capaz de capturar a los marginados urbanos, más mestizos
que indígenas.
Él decía que algún día se iban a acabar, que tenía que tomar fotografías
de los herreros del Cerrillo, de los que hacían juguetes de madera en
Guadalupe, de los alfareros de San Ramón, y de los que
confeccionaban enaguas para las indígenas en Mexicanos. Kramsky
decía: tomaremos fotografías hasta del relampagueo de los fuegos
artificiales, es decir, de los pirotécnicos en cada fiesta.107
La opinión que tenía este fotógrafo acerca de los artesanos puede ser
rescatada a partir de uno de sus diarios, donde escribe:
El arte es, por sobre todas las cosas, la expresión más real y auténtica
del ser humano. La artesanía, en consecuencia, no puede ser sino la
expresión más profunda de un pueblo. Y el artesano cada vez que une
su habilidad manual, las tradiciones de sus antepasados y su innata
creatividad, está mostrando el alma de su propia cultura.108
Los artesanos fueron para Kramsky personas a las que respetó durante
toda su vida. Es posible que tal admiración se debiera a que él mismo se
consideraba un artesano: alguien que experimentaba y creaba arte a partir de
la fotografía.
106
Entrevista a Justus Fenner, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 10 de abril de
2012.
107
Entrevista a Jorge Paniagua, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, julio 2012.
108
Kramsky, Vicente, Apuntes, ca 1960.
41
Durante el periodo en que Kramsky capturó la serie de los artesanos
locales, la fotografía servía como medio de subsistencia para él y su familia.
Las imágenes que vendía eran aquellas plasmadas en postales que mostraban
las riquezas naturales, artísticas e históricas del estado de Chiapas: los
paisajes, los pueblos indígenas, las ciudades o las ruinas arqueológicas. La
serie de los oficios jamás fue considerada para su comercialización ya que no
formaban parte del referente estético de la población sancristobalense o
foránea. Aunado a ello, existía entonces una fuerte discriminación hacía
algunos de estos artesanos, como los pirotécnicos.
Aunque no haya sido con una intencionalidad racional, como bien afirma
Justus Fenner, lo cierto es que la serie fotográfica de Kramsky sobre los
oficios; así como miles de fotografías que se encuentran en el Archivo Kramsky
forman parte del patrimonio cultural de San Cristóbal y representan una fuente
invaluable de conocimiento histórico que vale la pena rescatar.
109
Entrevista a Jorge Paniagua, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, julio, 2012.
42
Jorge Molina aún
recuerda a Kramsky como “un
hombre muy famoso”, que
fotografió a la familia Martínez
porque su casa se encontraba
a “ras de la calle”: “La casa no
estaba bardeada, por lo que
desde afuera se podía mirar
qué estaba ocurriendo
adentro”.110
Kramsky llegaba al
taller preguntando si podía
Imagen 8 Kramsky, V., Hombre tallando cajitas de madera, San Cristóbal observar cómo se elaboraban
de Las Casas, Chiapas, ca 1960, AVK
las artesanías y comenzaba a
fotografiar. Una vez con la cámara en mano los artesanos continuaban su
trabajo, como si Kramksy fuera una extensión del espacio donde se
encontraban.
43
segunda parte se elabora un análisis más profundo solamente del oficio de la
pirotecnia, complementando la historia visual con la historia oral, cual
testimonio laboral.
44
4.- La serie de los artesanos locales
La iglesia funciona
como “portada” de su ensayo
fotográfico. De esta manera
Kramsky nos remite a un
punto identitario, capaz de
indicar la pertenencia de la
serie fotográfica.
La fotografía núm. 9 fue tomada en plano general, siendo ésta una toma de
la plaza del barrio. Al centro de la imagen aparece la iglesia, y el kiosco, a la
izquierda. Vicente Kramksy tenía toda la intención de que a partir de estos dos
elementos se ubicara el espacio en el que fue realizada la fotografía; de esta
manera inmediatamente se relaciona la serie del oficio con la iglesia y por
ende, con el barrio en el que se practicaba.
45
La siguiente toma que Kramsky realizaba era del taller: tomado en plano
general, ubica quiénes eran los que participaban en el oficio y en dónde
se llevaba a cabo el trabajo en cuestión.
Imagen 10 Kramsky, V., Mujer decorando cajas de madera, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, ca 1960, AVK
46
a primera vista pareciera que el taller era un espacio que se encontraba
desordenado lo cierto es que existía un orden que los artesanos seguían para
realizar la actividad artesanal.
A partir de la imagen podemos identificar que eran las mujeres las que
se encargaba de la decoración, mientras que en otras fotografías de la misma
serie se observan hombres que se dedicaban a cortar la madera y unir las
piezas para construir las cajas (ver imagen núm. 8).
Imagen 11 Kramsky, V., Mujer Martínez envarillando cohetes, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, ca 1960, AVK
47
En la imagen núm. 11 se observa parte del taller de los pirotécnicos. En
primer plano de lado derecho de la imagen se observa una mujer sentada de
perfil a la cámara, que envarilla los cohetes, y en segundo plano de lado
izquierdo de la fotografía a un niño que observa a la cámara sonriendo.
48
toma, Kramsky hace uso del flash que se centra principalmente en la caja de
madera. Podemos decir que la mujer está posando por la posición en la que
sujeta el pincel, así como por la manera en la que sostiene la caja.
A partir de este breve análisis, podemos decir que este estilo tan particular
de Kramsky habla de la necesidad que tenía de explicar el contexto espacial
donde ocurría la creación artística. A partir del tipo de toma y el encuadre que
daba a las fotografías, Kramsky muestra su estructura mental, la manera en la
que veía la realidad. Sus fotos nos remiten a las secuencias cinematográficas
en las que el espectador es introducido al relato mediante tomas generales,
llegando luego a las particulares.
El capturar
imágenes desde el
exterior hacia el
interior es otro
recurso frecuente
en el estilo de este
fotógrafo, a partir
del cual, Kramsky
da la sensación de
haberse introducido
al interior del taller
desde el patio. De
esta forma muestra
de modo específico
Imagen 13 Kramsky, V., Pirotécnicos, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, ca 1960, AVK lo que a partir del
plano general no se podía visualizar, construyendo (o reconstruyendo) una
narración de algún modo “cubista”, en el que se hacen visibles las diferentes
caras del quehacer artesanal.
49
mayoría de los artesanos se muestra de manera natural: no miran hacia la
cámara y parecen estar realizando su labor como en un día cualquiera, actitud
que revela la familiaridad que llegó a tener Kramsky con los artesanos. De
cualquier modo, la aparente naturalidad, no implica que la escena no haya sido
preparada.
El espacio de trabajo se
conforma por el exterior y el
interior del taller,
generalmente construido de
madera. La casa, localizada
a un lado del taller nos
remite a viviendas humildes,
Imagen 14 Kramsky, V., Niño alfarero, San Cristóbal de Las Casas,
Chiapas, ca 1960, AVK
de adobe y tejamanil con
patios de tierra.
50
Los materiales empleados para realizar el oficio eran generalmente de
origen vegetal, y otros instrumentos eran objetos que la mayoría de las veces
las familias tenían a la mano, como piedras que eran aprovechadas por los
pirotécnicos para moler la pólvora. Así mismo, encontramos que las fotografías
nos reflejan la pertenencia a una clase social económicamente baja: la
vestimenta, el lugar donde se desarrolla el oficio y la falta de calzado de la
mayoría de los niños de las imágenes son reflejo de tal circunstancia.
En toda imagen existe una intención detrás. Sin embargo una vez disparado
el obturador se crean aspectos que escapan a la intención del propio fotógrafo.
En este sentido Kramsky, aunque estaba interesado en capturar el oficio
mismo, muestra elementos en sus fotografías que fueron retratados sin
proponérselo; aún así conforman una fuente importante de información.
Ejemplo de ello es el perro (de la serie de pirotecnia) que nos remiten a un
ámbito familiar; las lámparas con la imagen de la virgen de Guadalupe que en
ocasiones se encuentra en los talleres nos hablan de una clara religiosidad
popular; los calendarios o almanaques pegados nos remiten al estilo en que se
adornaban los talleres, y la presencia de aparatos como la radio, nos trasladan
al lugar de trabajo y a los “programas” que la familia escuchaba al practicar el
oficio.
51
5.- Un caso específico: La pirotecnia en el San Cristóbal de los años
sesenta
Paul Ricoeur.
112
Real Academia Española [en línea], España, 2012,
<http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=memoria> [Consulta: 1 de mayo de
2012].
113
Arnal, Ariel, “Apología”, 1998, p. 5.
52
Jorge Molina, descendiente de una familia de una tradición artesanal
desde hace 150 años, aprendió el oficio de la pirotecnia desde pequeño.
Actualmente es el único cohetero tradicional en San Cristóbal de Las Casas.
Ha participado en innumerables concursos nacionales e internacionales,
conservando la original elaboración de los fuegos pirotécnicos.
Por otro lado, Carlos Martínez Zea también aprendió el oficio desde
pequeño, sin embargo a los 12 años, al hacer conciencia de todos los peligros
que conllevaba la pirotecnia, decidió alejarse de su familia para “dejar de ser
cohetero”. El mismo año conoció a un dentista de la ciudad con el que
comenzó a trabajar en las labores de limpieza y quien posteriormente se
convirtió en su tutor; éste hombre tendrá un papel clave en su vida ya que será
quién le enseñe la profesión de mecánico dental que actualmente practica.
114
Florescano, Enrique, Patrimonio, 1993, p. 50.
53
¡ayúdame a hacer esto!- y otras cosas muy fáciles. Ahí va uno metiéndose
poco a poco”115
54
presenciaban incendios, quemaduras, lesiones de las manos y caídas que
generaban en ellos un sentimiento de inseguridad: “Un día me salí cuando
empezó a rayar la primera luz del día. Le dije: -mamá ya me voy antes de que
se levante mi papá-. Pero -¿por qué te vas hijo?-. - ¡Ya no quiero estar aquí!,
yo me voy madre, y cuando consiga dinero, yo te voy a ayudar-”.119
5.2.- La “galera”
Imagen 15 Kramsky, V., Carlos Martínez Zea recogiendo carrizos, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, ca 1960, AVK
119
Entrevista a Carlos Martínez Zea, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 16 de
abril de 2012.
120
Entrevista a Jorge Molina, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 13 de abril de
2012.
55
La galera, lugar de trabajo del “cohetero”, se encontraba a un costado
de la casa donde habitaba la familia. Las viviendas, al igual que los talleres
eran lugares rústicos. Generalmente estaban construidas de tejamanil y adobe,
materiales muy utilizados en San Cristóbal. Contaban con dos cuartos: cocina,
y habitación para albergar a familias de cuatro a seis personas, que dormían
sobre camas de madera en el mejor de los casos.
56
no está completo”.124 Sin embargo, entre los miembros de la familia había
especialistas en una actividad dependiendo de su género y su edad. La
especialización ayudaba a generar una mayor productividad y a reducir los
tiempos en la elaboración de los fuegos.
Aún así, el trabajo pirotécnico era pesado y las jornadas eran largas:
“trabajábamos desde que Dios nos daba la luz del día (5 de la mañana), sin
probar café o un bocado, y ya se venía a almorzar por ahí las diez u once de la
mañana y después seguía uno trabajando”.125
124
Entrevista a Jorge Molina, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 13 de abril de
2012.
125
Entrevista a Carlos Martínez Zea, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 16 de
abril de 2012.
126
Entrevista a Carlos Martínez Zea, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 16 de
abril de 2012.
57
costaban, a veces la vida, o los dejaba sin un techo para dormir y por
consiguiente donde trabajar.
“Me acuerdo
del nombre de
esta perra que
trajeron de
Salto de Agua
en avioneta.
Por eso se le
puso el
nombre de
“salteña”, era
la mascota de
la casa”127
Imagen 16 Kramsky, V., Francisco Martínez López "haciendo ixtle" cargando el carrizo, San Cristóbal
de Las Casas, Chiapas, ca 1960, AVK
127
Entrevista a Carlos Martínez Zea, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 16 de
abril de 2012.
128
Los pirotécnicos tradicionales denominaba “ixtle” al cordón de henequén y no al de maguey (que
corresponde a la definición correcta)
129
Planta amarilidácea, especie de pita, ver en Real Academia Española [en línea], España, 2012,
<http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=henequ∞E9n> [Consulta: 1 de mayo de
2012.]
130
Entendido como desenredar, ver en Real Academia Española [en línea], España, 2012,
<http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=carmenar> [Consulta: 1 de mayo de
2012.]
58
la imagen núm. 16: el hombre sostenía el henequén carmenado, mientras el
niño lo iba enrollando en un instrumento conocido como taravía.
Imagen 17 Kramsky, V., Niño desconocido y Carlos Martínez Zea liando, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, ca 1960,
AVK
Una vez convertido el henequén en ixtle, se enceraba con una pasta elaborada
con petróleo y trementina131 que permitía que la fibra se endureciera.
131
Jugo casi líquido, pegajoso, odorífero y de sabor picante, que fluye de los pinos, abetos, alerces y
terebintos. Se emplea principalmente como disolvente en la industria de pinturas y barnices., ver en Real
Academia Española [en línea], España, 2012,
<http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=trementina> [Consulta: 1 de mayo de
2012.]
59
El siguiente paso consistía en preparar el carrizo, el cual tenía que ser
cortado a la medida exacta para poderle introducir la pólvora. Debido a que la
planta aún no estaba madura era necesario ponerla a secar al sol durante
algunas horas (imagen núm. 15).
Una vez encerado el ixtle con trementina, era enrollado en una banca
especial conocida como escaño (imagen núm. 17). Posteriormente se
comenzaban a liar132 los mejores carrizos y la bomba, que será la que dote de
sonido al cohete.
“Todavía
conservo
las piedras
donde se
molía la
pólvora”133
Imagen 18 Kramsky, V., Francisco Martínez López cargando el carrizo, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas,
ca 1960, AVK
132
Envolver algo, sujetándolo, por lo común, con papeles, cuerda, cinta, ver en Real Academia Española
[en línea], España, 2012, <http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=liar> [Consulta:
1 de mayo de 2012.]
133
Entrevista a Carlos Martínez Zea, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 16 de
abril de 2012.
60
pólvora, para la cual se necesitaba el madrón: “Nosotros teníamos que ir al
monte a conseguir la leña de madrón para hacer la fogata, y sacar el carbón
que nos iba a servir”,134 una vez listo el carbón se le añadía azufre y salitre, y
se molían todos los minerales sobre una piedra.135
En cuanto a “la
bomba”, que será la que
dotará de sonido y
propulsión al cohete, se
preparaba con los mismos
elementos minerales que la
pólvora, más clorato de
potasio. Cebar136 la bomba
era el paso previo al fin de
la elaboración del cohete.
134
Entrevista a Carlos Martínez Zea, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 16 de
abril de 2012.
135
Entrevista a Carlos Martínez Zea, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 16 de
abril de 2012.
136
Poner el cebo o materia explosiva en armas de fuego o artefactos destinados a explosionar, ver en
Real Academia Española [en línea], España, 2012,
<http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=cebar> [Consulta: 1 de mayo de 2012.]
61
Esta tarea era muy peligrosa y por lo tanto la tenía que realizar alguien
con mucha experiencia, ya que en caso de no tenerla “al dar un golpe por
alguna desesperación, tronaba, con lo cual se provocaba los incendios, o sea
las quemazones.”139
Imagen 20 Kramsky, V., Familia Martínez Zea envarillando, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, ca 1960, AVK
137
Porción de materia explosiva que se coloca en determinados puntos de las armas de fuego, los
proyectiles huecos, los torpedos y los barrenos, para producir, al inflamarse, la explosión de la carga, ver
en Real Academia Española [en línea], España, 2012,
<http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=cebo> [Consulta: 1 de mayo de 2012.]
138
Instrumento que se compone de un hierro con punta muy fina y un mango de madera, que usan los
zapateros y otros artesanos para agujerear, coser y pespuntar, ver en Real Academia Española [en línea],
España, 2012, <http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=lezna> [Consulta: 1 de
mayo de 2012.]
139
Entrevista a Carlos Martínez Zea, realizada por Gabriela Torres, San Cristóbal de Las Casas, 16 de
abril de 2012.
62
La parte final se conocía como “amarrar el cohete” o envarillar, que
consistía en unir la bomba y el carrizo a la varilla de madera (imagen núm. 20).
63
secarse al igual que el carrizo, así que en caso de que el clima no fuera el
propicio todo el proceso de elaboración se veía retrasado.
Una vez terminados, los cohetes eran vendidos a los indígenas o a los
caseros140 para sus fiestas religiosas que se realizaban para cada santo en
San Cristóbal, y en los pueblos indígenas de la región. Por tal razón, las
familias de pirotécnicos tenían trabajo durante todo el año, aunque las
ganancias eran exiguas.
140
El casero es el jefe de la familia del barrio que, de acuerdo a la “promesa” que haya realizado,
albergará en su casa al santo del barrio entre cada celebración (periodo que puede ser de un año a varios
años) y organizará el festejo como “jefe de la fiesta”. De la casa del casero se inicia la quema de la
“cuerda” de cohetes contratada para la fiesta.
64
Conclusiones
141
Aguayo, Fernando y Lourdes Roca (coord.), “Imágenes”, pp. 267
65
detonador de la memoria, tanto de los protagonistas como de la nuestra en
calidad de testigos.
142
De Garay, Historia, 1994, p. 11
143
De Garay, Historia, 1994, p. 11
66
Aunque el uso de la imagen sirvió para la elaboración de una
investigación histórica, es necesario enfatizar que esta fuente abre la
posibilidad al trabajo interdisciplinario pues su análisis permite interpretar
procesos desde diferentes perspectivas.
67
Referencias y bibliografía
-Archivos
-Bibliografía
68
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72