Contratos - Contrato de Consumo

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Jurisprudencia

Jurisprudencia de la Nación
Civil

CONTRATOS. Medicina prepaga. Aumento unilateral de la


cuota. Afiliado de más de setenta años. Estado de
necesidad. Lesión (art. 954 del Código Civil). Relación de
consumo. Deber de información. Reintegro de los aumentos
en proporción al incremento del haber jubilatorio.

1- La incorporación al sistema prepago significa para el


usuario que la obligación que asume la empresa no puede
ser variada unilateralmente -menos aun en forma abusiva-
de allí que debe mantener los servicios comprometidos
conforme a los principios de identidad e integridad de las
obligaciones (arts. 740 y 742 del Código Civil)y esta
misma línea de pensamiento debe aplicarse al valor
económico de la cuota prepaga. 2- Si las partes celebran
un vinculo equitativo, pero una de ellas se reserva la
facultada de modificarlo con el transcurso del tiempo, en
aspectos como la calidad de los servicios que presta o el
precio, se reconoce un poder negocial abrumador, que
amplía excesivamente los derechos de uno de los
contratantes. De tal modo la cláusula puede ser
descalificada por abusiva, al producirse un ilícito
contractual previsto en el art.37 de la ley 24.240 dando
lugar a la recomposición del contrato. 3- Cuando los
aumentos de cuota se determinan por la sola voluntad
unilateral de la empresa sin que se haya demostrado que
las causas previstas hayan incidido en los incrementos y
se llevó al afiliado a cambiar de plan con disminución de
prestaciones para pagar una cuota más reducida, no cabe
duda que se configura una hipótesis de lesión (art. 954
del Código Civil)frente al estado de necesidad de no
quedar excluido de las prestaciones médicas. 4- La empresa
de medicina prepaga tiene el deber de mantener las
prestaciones pactadas conforme lo convenido inicialmente
(art. 19 ley 24.240)y además su deber de información
(art.4 de la ley)ante cualquier variación de las
condiciones contractuales establecidas (vg. Aumento de
costos)a fin de que el afiliado preste conformidad con su
modificación. Se aplican los principios favorables al
consumidor por lo que se debe restituir al afiliado el
aumento de las cuotas en el porcentaje del incremento del
haber jubilatorio, atendiendo el principio de solidaridad
que prevalece en el actual derecho civil y la necesidad de
incrementar las cuotas dada la prolongación temporal del
contrato. (Sumario N°19800 de la Base de Datos de la
Secretaría de Jurisprudencia de la Cámara Civil).

Autos: VARISE Aldo Horacio c/ S.P.M. SISTEMA DE PROTECCIÓN


MÉDICA S.A. s/ CUMPLIMIENTO DE CONTRATO - ORDINARIO.-
Magistrados:HERNANDEZ, DÍAZ, AMEAL. - Sala K. - Fecha:
11/02/2010 - Nro. Exp.: K063136

Jurisprudencia
Jurisprudencia de la Nación
Civil

DAÑOS Y PERJUICIOS. Relación de consumo. Derecho del


consumidor. Contratos. Equidad y prudencia para morigerar
sus efectos.

1- La relación de consumo se concreta en una relación


bipolar, que antepone al consumidor final, frente a quien
desarrolla una actividad de manera profesional en el
proceso productivo o comercial. Ese consumidor final se
define por el destino que da a la adquisición, computando
ese destino final del bien o servicio con su campo de
actividad propia. Es decir que el acto que realiza el
consumidor no es de su especialidad, es un acto de
consumo. 2- Desde ese enfoque si bien las convenciones
hechas en los contratos forman para las partes una regla
cuya obligatoriedad no puede alterarse y deben presumirse
justas, cuando lo convenido se aparta de la equidad, es
necesario dejar de lado la solución acordada y el juez
puede morigerar con suma prudencia sus efectos, para no
convertirse en una fuente de revisión indiscriminada de
los contratos. (Sumario N°20311 de la Base de Datos de la
Secretaría de Jurisprudencia de la Cámara Civil).

Autos: BARRIENTOS Marcelo Rafael c/ BANCO HIPOTECARIO S.A.


s/ DAÑOS Y PERJUICIOS.- Magistrados:WILDE, VERÓN. - Sala
J. - Fecha: 20/04/2010 - Nro. Exp.: J074570

Jurisprudencia
Jurisprudencia de la Nación
Civil

DAÑOS Y PERJUICIOS. Accidente en juego mecánico.


Responsabilidad. Relación de consumo.

1- Los daños sufridos dentro de un juego mecánico, en el


caso se trata del denominado "Samba", rige la ley 24.240
que regula la defensa del consumidor, pues la víctima se
constituyó en usuaria del juego o entretenimiento prestado
por la explotadora de este. De tal forma se genera entre
las partes un contrato de consumo que torna aplicable la
obligación de seguridad que surge de esa relación
contractual y se funda en la buena fe con que deben ser
cumplidos los contratos. 2- No puede achacársele
responsabilidad a la víctima argumentando que conocía los
riesgos que implicaba el juego, ya que la peligrosidad o
riesgo que demuestra un juego mecánico debe ser aparente y
no debe esperarse conductas avezadas o expertas en los
usuarios. Y en esa inteligencia, si el usuario se puso de
pie o se soltó de los barrales, la explotadora debió haber
adoptado los recaudos necesarios a fin de que esto no
ocurriera, es decir, no permitir que ninguna persona
pudiera adoptar este tipo de conductas riesgosas. (Sumario
N°21098 de la Base de Datos de la Secretaría de
Jurisprudencia de la Cámara Civil).

Autos: BRAVO PINO DEL CARMEN GLORIA c/ PARQUE DE LA COSTA


S.A. y otro s/ DAÑOS Y PERJUICIOS.- Magistrados:GALMARINI,
PEREZ PARDO, LIBERMAN. - Sala L. - Fecha: 15/07/2011 -
Nro. Exp.: L570399

Jurisprudencia
Jurisprudencia de la Nación
Comercial

CONTRATO DE TURISMO

Si bien se tuvo por probado que la frustración del viaje


no obedeció a causa imputable a la agencia accionada, lo
que lleva a encuadrar el caso como "desistimiento
voluntario", no resulta aplicable la cláusula contractual
por la que se dispuso que "...Si el viajero no se
presentase en la salida no tendrá derecho a reembolso
alguno, salvo acuerdo de partes..."; Toda vez que cabe
tenerla por "no convenida"; ello así pues, teniendo en
cuenta que el contrato de viaje está regido por lo
dispuesto por la ley de defensa del consumidor (cfr.
Lorenzetti, r., "Tratado de los contratos", santa fe,
2000, t. Iii, p. 199, N° 4; borda, a., "El contrato
celebrado con organizadores de viajes turísticos es un
contrato de consumo", ll 2003-b, p. 213), Dicha cláusula
es constitutiva de una renuncia o restricción a los
derechos del consumidor que, en la especie, y de
conformidad con la ley 24240: 37, no puede ser admitida
pues desequilibra la justicia conmutativa del contrato
(cfr. Lorenzetti, r., Ob. Cit, t. Iii, ps. 206/207; Del
mismo autor, "tratamiento de las cláusulas abusivas en la
ley de defensa del consumidor", rdpc, nº 5, ps. 175/176; Y
"principios generales de calificación de la cláusula
abusiva en la ley 24240", ll 1994-c-920/921), ya que ella
conduciría a establecer a favor del operador turístico un
valladar apto para impedir la restitución de las sumas que
hubiera recibido de parte de un pasajero, aun en el caso
de que, en los hechos, no las hubiera aplicado
efectivamente para el pago de los servicios de turismo
contratados ni los tuviera que aplicar en el futuro por
causa, precisamente, de la suspensión, modificación o
interrupción del viaje decidida por aquél por motivos
personales, lo cual constituiría un inaceptable
enriquecimiento sin causa (esta sala, 6.2.08, "Pla
cárdenas, ramón c/ all seasons s.R.L. Y otro s/
ordinario").

Autos: ERNESTO HECTOR DOMINGO C/ FIRENZE VIAJES SRL S/


SUMARISIMO. - Ref. Norm.: Ley 24240: 37. - Nº Sent.: Causa
nº: 65510/05. - Cámara Comercial: D. - Mag.: Dieuzeide -
Heredia - Vassallo. - Fecha: 04/02/2010

Jurisprudencia
Jurisprudencia de la Nación
Comercial

CONTRATOS INTERPRETACION

En la contratación tradicional, el deber de información


que se atribuía a las partes -informar por una parte, e
informarse, por otra-, estaba constituido por una
distribución equitativa de cargas informativas
(inicialmente precontractuales) que se hallaban conformes
con los deberes de cooperación y lealtad debidos y
exigibles. Sin embargo, esta concepción del equilibrio en
la distribución de las cargas informativas, no resulta
compatible hoy con la contratación predispuesta -cual es
la del caso-, caracterizada, entre otras circunstancias
por: i) la ausencia de negociaciones individuales entre
las partes (principio de unilateralidad), ii) por la
imposibilidad de alterar el contenido negocial (principio
de rigidez) y iii) por una acumulación de conocimientos
por parte del proveedor que es quien concreta múltiples
contratos del mismo tipo en oposición a un consumidor que,
ocasionalmente, formaliza alguno (cfr. Stiglitz, rubén,
"deber de información precontractual y contractual. Deber
de consejo. La cuestión en los contratos paritarios y de
consumo", ll, 2009-b, 1085 - obligaciones y doctrinas
esenciales, tomo iv, 543). De allí que pueda afirmarse que
existe una genuina asimetría informativa entre proveedores
y consumidores o usuarios. Estos últimos necesitan
información (la esencial), pues, en caso contrario, no se
hallan posibilitados para consentir libremente: obvio es
presumir esta diferencia frente a las diversas magnitudes
económicas y al poder de negociación habido entre los
sujetos involucrados (cfr. Boggiano, antonio, "derecho
aplicable a los contratos de consumo y entre empresas. A
propósito del contratante débil y el derecho internacional
privado", ll, diario del 18/10/2010).

Autos: EMAGNY SA C/ GOT SRL Y OTRO S/ ORDINARIO. - Nº


Sent.: Causa nº: 41118/07. - Cámara Comercial: A. - Mag.:
Míguez - Uzal - Kölliker Frers. - Fecha: 09/11/2010

Jurisprudencia
Jurisprudencia de la Nación
Comercial

SEGUROS DEFENSA DEL CONSUMIDOR LEY 24240

La jurisprudencia y la doctrina no son pacíficas en


cuanto a la aplicación de la ley de defensa del consumidor
(ldc) a los contratos de seguro, dado que un sector niega
a aquéllos el carácter de contratos de consumo:. A)
quienes adhieren a esta postura afirman que la figura del
contrato de seguro es absolutamente ajena a los supuestos
previstos en el artículo 1 de la 24240 (ldc), norma que
tampoco resultaría aplicable a entidades aseguradoras y
reaseguradoras (ver halperín, david andrés - lópez
saavedra, domingo, "el contrato de seguro y la ley de
defensa del consumidor 24240", ll 2003-e, 1320 - derecho
comercial, doctrinas esenciales, t° v, 709; en idéntico
sentido, bulló, emilio, "el derecho de seguro y de otros
negocios vinculados", citado por lópez saavedra, domingo,
"el plazo de prescripción en el contrato de seguro y la
preeminencia de la ley de seguros sobre la ley de defensa
del consumidor", rcys, 2010-iv, 95). B) en sentido
contrario a dicha corriente se encuentran quienes postulan
que el contrato de seguro configura una relación de
consumo, criterio que ha seguido esta sala en algunas
cuestiones en las que ha considerado aplicables al
contrato de seguro las disposiciones de la ley 24240 de
defensa del consumidor (ldc) y su decreto reglamentario
1798/94 (conf. V.Gr. En este sentido: esta cncom., Esta
sala a, 20/07/2006, in re: "barreiro, jorge andrés c/
transportes metropolitanos belgrano sur sa s/ ordinario",
ja, 2006-iii-689). Sin embargo, ello no autoriza -sin más-
la aplicación de la ley 24240 en la órbita de la ley
17418, sino que resulta necesaria una previa y adecuada
interpretación normativa.

Autos: TIL EDUARDO GABRIEL C/ HSBC LA BUENOS AIRES SEGUROS


SA S/ ORDINARIO (ED 15.7.11 F. 102). - Ref. Norm.: Ley
24240: 1. Decreto 1798/94. Ley 17418. - Nº Sent.: Causa
nº: 40797/03. - Cámara Comercial: A. - Mag.: Kölliker
Frers - Míguez - Uzal. - Fecha: 24/05/2011

Jurisprudencia
Jurisprudencia de la Provincia de Buenos Aires
Civil y Comercial

COMPETENCIA - CONTRATOS.

La relación instrumentada a través de un contrato de


prestación de un servicio entre el actor y una empresa
privada, de telefonía celular y de internet móvil, es de
consumo, típico contrato entre particulares y la
jurisdicción competente para el caso es la ordinaria
común, debiendo sustanciarse la causa en el ámbito local
del fuero civil y comerial y no en el fuero federal, dado
que la ley 25.891 regula cuestiones diferentes a la
relación de consumo.-

Referencia Normativa: Ley 24240 Art. 3


Cc0000 Zc 5716 Rsi-25-10 I
Fecha: 25/02/2010
Caratula: Matzkin Marcelo C/ Amx Argentina Sa (claro) S/
Reclamo Contra Actos De Particulares
Mag. Votantes: Balmaceda-henricot

Jurisprudencia
Jurisprudencia de la Provincia de Buenos Aires
Civil y Comercial

DERECHOS DEL CONSUMIDOR - OBJETO.

Los contratos bancarios pueden originar una relación


de consumo sujeta a las reglas impuestas por la ley 24240.
Mas ello es así en aquellos supuestos en que se dan los
requisitos de calificación previstos en la ley. En el
tráfico de una entidad financiera, son consumidores
quienes destinan el producto bancario para su consumo
final. A este segmento dirige su tutela la ley 24.240 cuyo
art. 1º dispone que "La presente ley tiene por objeto la
defensa de los consumidores o usuarios. Se consideran
consumidores o usuarios, las personas físicas o jurídicas
que contratan a título oneroso para su consumo final o
beneficio propio de su grupo familiar o social ..". A su
turno, el art. 2, en su segundo párrafo -en su versión
anterior a la ley 26.361-, preveía que "No tendrán el
carácter de consumidores o usuarios, quienes adquieran,
almacenen, utilicen o consuman bienes o servicios para
integrarlos en procesos de producción, transformación,
comercialización o prestación a terceros ". La exigencia
del destino de consumo final es mantenida en la nueva
redacción dada al art. 1 por la ley 26.361.

Referencia Normativa: Ley 26361 Art. 1 ; Ley 26361 Art.


2 ; Ley 24240
Scba, C 95758 S
Fecha: 09/12/2010
Juez: Soria (op)
Caratula: Volpe, José C/ Banco De Buenos Aires S/ Nulidad,
Repetición Y Compensación
Mag. Votantes: Soria-de LáZzari-kogan-hitters

Jurisprudencia
Jurisprudencia de la Provincia de Mendoza
Corte

DERECHO ADMINISTRATIVO - DEFENSA DEL CONSUMIDOR


CONTRATOS-INTERPRETACION

Las leyes deben interpretarse evaluando la totalidad de


sus preceptos y los propósitos finales que las informan,
de manera que armonicen con el ordenamiento jurídico
restante y con los principios y garantías de la
Constitución Nacional. La Ley de Defensa del Consumidor
establece distintas pautas en relación a la interpretación
de los contratos de consumo a considerar, así se ha
dispuesto: a) es una ley de orden público; b) las
disposiciones de la ley se integran con las normas
generales y especiales aplicables a las relaciones de
consumo, siendo la interpretación siempre más favorable al
consumidor; c) se tienen por no convenidas: 1) Las
cláusulas que desnaturalicen las obligaciones o limiten la
responsabilidad por daños; 2) las cláusulas que importen
renuncia o restricción de los derechos del consumidor o
amplíen los derechos de la otra parte; 3) las cláusulas
que contengan cualquier precepto que imponga la inversión
de la carga de la prueba en perjuicio del consumidor
(art.37 24.240).

Autos: Boston Cia. Arg. De Seguros S.a. C/ Provincia De


Mendoza S/ A.p.a. S/ - Nº Fallo: 10000000546 - Ubicación:
S417-012 - Nº Expediente: 97129
Mag. : NANCLARES-ROMANO - - Circ. : 1 SALA: 1 - Fecha:
31/08/2010

Jurisprudencia
Jurisprudencia de la Provincia de Tucumán
Corte

CONTRATOS BANCARIOS: RELACION DE CONSUMO. DEBER DE


INFORMACION DEL PROVEEDOR DE SERVICIOS. CARGA DE LA
PRUEBA.

La relación jurídica entre el actor y la entidad accionada


reúne los elementos que definen la llamada relación de
consumo y que, por tanto, queda aprehendida por el régimen
de tutela consagrado por la Ley de Defensa del Consumidor
(LDC). La doctrina ha expresado en forma categórica que
los contratos bancarios están comprendidos entre los
servicios mencionados en el art. 1 de la ley 24.240 y que
el banco es uno de los proveedores de servicios
mencionados en el art. 2 de la misma ley (Cfr., por todos
Lorenzetti, Ricardo, Consumidores, p. 341 y ss). Asimismo,
debe tenerse en cuenta que pesa sobre el proveedor de
servicios (en el caso la entidad financiera) un deber de
información (cfr. art. 4 de la ley 24.240) que debe
cumplirse en la etapa previa a la contratación y
mantenerse durante todo el íter contractual; como también,
la carga de acreditar el cumplimiento de la obligación de
informar, toda vez que el proveedor es quien se encuentra
en mejores condiciones para probar el hecho que revela el
cumplimiento del deber de información legalmente impuesto.

DRES.: ESTOFAN (CON SU VOTO) – GANDUR – POSSE.


MATIAS ADOLFO DE JESUS C/HSBC BANK ARGENTINA S.A.
s/CUMPLIMIENTO DE CONTRATO, Fecha: 10/06/2011{F},
Sentencia Nº: 377, Corte Suprema de Justicia Sala Civil y
Penal
Jurisprudencia
Jurisprudencia de la Provincia de Tucumán
Civil y Comercial común

CONTRATOS: CONTRATOS CONEXOS. COMPRAVENTA FINANCIADA.


PARTES INTERVINIENTES. INTERPRETACION. UNIDAD ECONOMICA.
PROTECCION AL CONSUMIDOR.

En el caso nos encontramos ante lo que la doctrina ha


denominado contratos conexos : .En efecto , por un lado se
encuentra reconocida la existencia de la compraventa a la
demandada de la casa pre-fabricada y por otro , la
financiación de dicha operación.Una de las modalidades de
la concesión de crédito al consumo lo constituye la
compraventa financiada, desde ab initio, por un tercero.
En esta situación, mientras que en la ya remanida venta a
plazos primer escalón en una sociedad de consumo, que fue
difundiéndose irregularmente en los diferentes países al
compás del desarrollo económico e industrial de cada uno-
es el propio comprador quien otorga el crédito, mediante
la modalidad de un plazo, en la compraventa financiada
inicialmente por un tercero, se interpone entre comprador
y vendedor un tercer sujeto, el prestamista, que asume
específicamente la función de financiar al comprador la
adquisición del bien (Marín López, Manuel J., "La
compraventa financiada de bienes de consumo", Ed. Aranzadi
SA, Navarra, España, p. 34). Esta nueva forma de crédito
al consumo, surge con motivo de la aparición del
automóvil, su irrupción en el mercado, su producción en
masa y la necesidad de comercializarlo facilitando su
adquisición, no obstante su elevado precio.De manera que,
se pasa de una relación bilateral entre comprador y
vendedor, propia de la compraventa a plazos, a una más
compleja en la que intervienen tres personas: comprador,
vendedor y prestamista. La función de financiación recae,
en un primer momento, dentro de la esfera de control de
las propias empresas productoras, que crean sus propias
sociedades financieras encargadas de la concesión de los
créditos. Pero en un momento posterior se deciden las
entidades bancarias a entrar en el mercado de la
financiación al consumo, lo que supone un aumento, no sólo
cuantitativo, sino también cualitativo, de ese destino
crediticio (Marín López, Manuel J., op. cit. p. 40).En
estos casos, dos son los contratos que se perfeccionan:
por una parte el contrato de compraventa estipulado entre
vendedor y consumidor, y por el otro el mutuo con o sin
garantía real-, que tiene como partes a la entidad
prestamista y al mismo consumidor, disociándose de ese
modo en la apariencia- la operación de crédito, de la
operación de cambio.Ahora bien, no obstante que la
compraventa es al contado su importe se satisface
íntegramente desde el principio a través del préstamo-,
las obligaciones que asume el consumidor son, en
principio, similares a las derivadas de la venta a plazos.
En ocasiones la celebración de los dos contratos se
produce sin que exista ninguna relación entre vendedor y
prestamista. Pero en otras situaciones, el procedimiento
que conduce a la obtención del crédito pone de manifiesto
la unidad económica que ambos contratos conforman, tras la
figuración de negocios autónomos: aquí la convención de
crédito, exteriormente independiente, es parte integrante
de una operación trilateral compleja cuya condición ha de
traer consigo algún tipo de consecuencia jurídica frente
al financista de la relación de consumo, cuando media
incumplimiento del proveedor del bien adquirido. Es decir,
cuando el contrato de compraventa no causa los efectos que
normalmente debe producir (Bergel, Salvador D. y
Paolantonio, Martín E., op. cit. ps. 25, 27 y 34).En ese
contexto, una adecuada protección del consumidor conlleva
la necesidad de dotarlo de una protección no inferior, al
menos, de la que ampara al adquirente en una bilateral
venta a plazos (arg. arts. 510 Ver Texto , 1201 Ver Texto
y concs. del CCiv.; Marín López, Manuel J., op. cit., ps.
44, 45, y 51). Recomendaron al respecto las XVI Jornadas
Nacionales celebradas en Buenos Aires en 1997: "...En las
uniones de contratos puede admitirse la noción de
conexidad, en tanto fundamento para imputar obligaciones
de los miembros entre sí y respecto de terceros..."
(Mosset Iturraspe, J. op. cit. p. 19, 2c).De otro modo,
avalar la independencia jurídica de estos dos contratos al
abrigo de los denominados "efectos relativos de los
contratos", no sólo implicaría aislarlos en su
interpretación y ejecución de la realidad económico-social
que fue su base existencial, sino colocar al consumidor en
una situación de indefensión, por demás irritante desde el
punto de mira de la justicia, peor de la que se hubiera
hallado de haber concertado una compraventa a plazos, con
financiamiento del propio vendedor.

DRES.: GONZALEZ DE PONSSA ROBINSON.-


MERCADO ANICETO ANTONIO C/GASCRIGON MUEBLES Y OTRA s/DAÑOS
Y PERJUICIOS, Fecha: 13/03/2008{F}, Sentencia Nº: 71,
Cámara civil y Comercial Común Sala 2
Sumarios relacionados: Sentencia nº.: 26 " Gutierrez Juan
Siviardo Vs. Jerez Daniel Fernando S/ Cumplimiento de
Contrato " del 25/02/2010.

Jurisprudencia
Jurisprudencia de la Provincia de Tucumán
Civil y Comercial común

CONTRATOS: MEDICINA PREPAGA. NATURALEZA JURIDICA. ES DE


CONSUMO. DEBER DE INFORMAR.

La prestación de servicios médicos prepagos constituye una


modalidad de prestación de medicina privada instalada en
el mercado. Importa, por ende, un relación contractual de
carácter predispuesto y celebrada por adhesión a
condiciones generales. En este tipo de contratos las
empresas asumen un rol protagónico en la regulación de los
negocios al establecer normas con eficacia general
respecto de terceros integrantes del grupo social. La
jurisprudencia ha destacado en numerosas ocasiones que el
contrato de medicina prepaga es un contrato de consumo que
involucra, de modo directo, derechos de rango
constitucional al comprometer las prestaciones asumidas
por las empresas proveedoras de forma directa el derecho a
la salud del destinatario. Lo expuesto genera a su cargo
la obligación de informar impuesta por el art.4 de la ley
24.240, deber que constriñe a la empresa prestataria del
servicio de salud a trasmitir a la otra parte de la
relación la información respecto de aquello que resulte
necesario y útil para la toma de decisión respecto del
acto de consumo, para evaluar los riesgos propios de la
contratación, para optimizar el aprovechamiento de los
intereses en juego, y para evitar los daños que,
eventualmente, deriven del intercambio de bienes y
servicios. Obligación que se extiende durante todo el
ítercontractual pues, sólo de ese modo, habrán de
cumplirse las finalidades particulares de este deber
jurídico.

DRES.: IBAÑEZ - AVILA.


PADILLA MAXIMO C/GALENO ARGENTINA S.A. s/AMPARO
INFORMATIVO, Fecha: 10/11/2011{F}, Sentencia Nº: 284,
Cámara civil y Comercial Común Sala 3

Jurisprudencia
Jurisprudencia de la Provincia de Tucumán
Civil y Comercial común
CONTRATOS: MEDICINA PREPAGA. DEBER DE INFORMACION.

Uno de los principales deberes que le incumben a la


empresa de medicina prepaga, en tanto su carácter de
proveedor en un contrato de consumo, es la de brindar
información al consumidor adherente en los términos del
art. 42 de la Constitución Nacional y art. 4 de la LDC.
Conforme se ha expresado, “el deber de información
constituye una obligación que no sólo se impone al
proveedor en la etapa precontractual y al momento de
concretar la celebración del acto de consumo sino que debe
ser cumplida asimismo durante todo el íter contractual”
(Japaze, Belén, Contrato de medicina prepaga y protección
del consumidor, en Ley de Defensa del Consumidor,
PicassoVázquez Ferreira, Directores, pág.146). También se
ha expresado que “el art. 42 de la Constitución Nacional
señala que los consumidores y usuarios tienen, en la
relación de consumo, derecho a una información adecuada y
veraz... De tal modo, debe darse la suficiente cantidad de
información como para que el sujeto tenga capacidad de
discernimiento libremente intencionado hacia la finalidad
perseguida en el contrato. También puede encontrarse un
fundamento dogmático en la exigencia de buena fe, y en los
deberes secundarios de conducta que son un precipitado de
la misma, entre los que se encuentra el deber de informar.
Desde el punto de vista legal, a ley 24240 consagra el
deber de información...” (Lorenzetti, Consumidores, pág.
207).

DRES.: IBAÑEZ - AVILA.


PADILLA MAXIMO C/GALENO ARGENTINA S.A. s/AMPARO
INFORMATIVO, Fecha: 10/11/2011{F}, Sentencia Nº: 284,
Cámara civil y Comercial Común Sala 3

Jurisprudencia
Jurisprudencia de la Provincia de Tucumán
Civil y Comercial común

CONTRATOS: DE CAPITALIZACION Y AHORRO CON SISTEMA DE


SORTEOS DE PREMIOS. CARACTERES. ES DE CONSUMO.

El contrato – de capitalización y ahorro es bilateral,


oneroso, con cláusulas predispuestas, que se celebró por
adhesión mediante formularios de la demandada. Resulta
pertinente destacar que la característica sobresaliente
del contrato de adhesión es "la falta de libre debate
entre las partes para la celebración del contrato, por
cuanto, por razones socioeconómicas o de necesidad de
celeridad en la concreción de la relación contractual, la
oferta efectuada por una de las partes simplemente debe
ser aceptada o no por la otra, sin proceso de deliberación
para la formación del consentimiento" (conf. Garrido-Zago,
"Contratos civiles y comerciales", t. 1, p. 80, Ed.
Universidad, Año 1985). Puede ser calificado como un
contrato de consumo pues el adquirente lo celebra para su
consumo final, de conformidad con la ley 24.240, cuestión
ésta sobre la cual no hay controversia. En relación al
objeto principal del contrato consistente en el ahorro y
la capitalización, el contrato es conmutativo, pero en
cuanto al sistema de sorteo de premios, existe álea en las
prestaciones, pues las obligaciones y derechos de las
partes dependen en este caso de un hecho incierto, que es
la circunstancia de salir favorecido en un sorteo.DRAS.:
IBAÑEZ DE CORDOBA BRAVO.

JALUF NORA ANA LIA C/CLUB SAN JORGE S.A. DE CAPITALIZACION


Y AHORRO s/CUMPLIMIENTO DE OBLIGACION, Fecha: 17/11/2011,
Sentencia Nº: 235, Cámara Sala Unica

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