Diálogos Sobre Públicos Y Museos en Latinoamérica
Diálogos Sobre Públicos Y Museos en Latinoamérica
Diálogos Sobre Públicos Y Museos en Latinoamérica
PÚBLICOS Y MUSEOS
VOLUMEN IV
DIÁLOGOS SOBRE PÚBLICOS Y MUSEOS
EN LATINOAMÉRICA
COORDINADORAS: LETICIA PÉREZ CASTELLANOS Y ALEJANDRA PANOZZO ZENERE
Directorio
Secretaría de Cultura
Secretaria
Alejandra Frausto Guerrero
Secretario técnico
José Luis Perea González
Secretario administrativo
Pedro Velázquez Beltrán
Secretaria académica
Mitzy Quinto Cortés
Subdirectora de investigación
Yolanda Madrid Alanís
Asistente editorial
Luis Andrés Manzano Portos
Corrección de estilo
Silvia Arce Garza
Producción:
Secretaría de Cultura
Instituto Nacional de Antropología e Historia
Las características gráficas y tipográficas de esta edición son propiedad del Instituto Nacional
de Antropología e Historia de la Secretaría de Cultura.
Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta,
del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorización expresa y por escrito
de los editores, en términos de la Ley Federal del Derecho de Autor y, en su caso, de los tratados
internacionales aplicables; la persona que infrinja esta disposición se hará acreedora a las
sanciones legales correspondientes.
Hecho en México
Esta publicación académica fue dictaminada por pares en la modalidad doble ciego, bajo la
vigilancia de la Comisión de Publicaciones de la encrym; además, cuenta con el dictamen externo y
la aprobación de publicación de la Comisión Central Dictaminadora de Publicaciones del inah,
de conformidad con la normatividad institucional vigente.
En portada: Marbella Figueroa Quiterio, Diversidad en los museos. Ciudad de México, encrym,
2022. Collage técnica mixta.
Índice
Introducción
Diálogos sobre públicos y museos en Latinoamérica 9
Leticia Pérez Castellanos y Alejandra Panozzo Zenere
Semblanzas 359
Volver al índice
Introducción
Varios propósitos animaron la creación de dicha serie. Por un lado, el de contar con
bibliografía propia, escrita en español, que refleje el conocimiento generado y los
análisis llevados a cabo, principalmente en contextos mexicanos, y ahora también
latinoamericanos. Por otro, el de abrir un espacio para compartir y socializar los
avances que se dan en torno a esta temática, para poder lograr una mayor y más
integrada comunidad de práctica: la de los y las interesadas en estudiar, analizar,
documentar y comprender las diversas relaciones de los museos y otros espacios
museales con sus públicos.
9
Estudios sobre públicos y museos
En 2016, cuando vio la luz la primera publicación de Estudios sobre públicos y museos,
no imaginamos lo productivo que sería crear una serie especialmente dedicada a
esta temática, y el alto impacto que tendría entre estudiantes de diversos grados
que se aproximan a la problemática, así como entre profesionales de museos que
buscan guías para su actuación. Hoy, con este volumen, hemos divulgado un total
de 43 textos que abarcan estados de la cuestión, aportes teóricos, casos de estudio
específicos, guías para la práctica y aportes metodológicos.
Las propuestas escogidas para este cuarto volumen buscan abandonar, así,
ciertas referencias que han sabido circunscribirse a un de, en y aquí, en este tipo
de relación. Se ha intentado recuperar la complejidad de nuestras sociedades
latinoamericanas desde casos particulares que tienen lugar en instituciones
museales múltiples, así como desde diversos públicos y sus posibles articulaciones
desde un lugar de enunciación, de experiencia vivida, de agenda. Sin embargo,
en este caso, apelamos a generar una contribución de lo internacional, en que
las propuestas presentadas amplíen los discursos sobre el campo museológico
y los estudios de públicos; una forma de poder introducirnos más allá de las
limitaciones a las que se nos ha condenado para crear espacios de sociabilidad
desde América Latina. Somos conscientes con ello, de la necesidad de atender
aspectos que den cuenta del contexto global, y de abordajes que demarquen la
identidad latinoamericana ―advirtiendo sus diversidades―; pero, estos últimos,
que logren descentrar hacia el interior las escenas y capitales jerarquizadas. Es
decir, un enfoque de esta temática que no pierda un horizonte de compromiso
Dados los límites de este desafío decidimos, por tanto, centrarnos en tres ejes
que brindan nuevos enfoques para abordar esta temática. Se contemplan, en
este sentido, las constantes fluctuaciones a las que deben atender los museos
latinoamericanos producto de los cambios que ejercen, dentro de sus límites
geográficos, las políticas culturales; las especificidades propias de cada entidad
patrimonial a la hora de trabajar para y con sus públicos; y las distintas líneas
de acción y perspectivas teóricas que se alientan en el campo museístico al ser
interpelado o puesto en interacción con otras esferas. Al mismo tiempo, se ofrece
un conjunto de propuestas que provienen de distintos países latinoamericanos
en vista de multiplicar los tránsitos posibles, diversificar las lecturas y ampliar
los márgenes sobre lo que se ha hecho o se puede hacer a futuro en la relación
museos-públicos. En consecuencia, los casos latinoamericanos escogidos no solo
convocan a discutir sobre este tipo de relación, sino también sobre el ser y hacer de
este tipo de institución cultural, la diversidad y especificidades de los públicos, las
políticas en el plano cultural en que se forma y produce esta relación y, en muchos
casos, cómo estas acciones constituyen una experiencia posible de replicar. De
esta manera, el lenguaje utilizado en los artículos, por ejemplo, atiende ciertos
localismos, lo cual evidencia la diversidad y riqueza de estos contextos que no
quisimos desdibujar en pro de un estilo unificado en todo el libro.
Sin embargo, salvo casos aislados en México (Cimet, 1987; Eder, 2006; González
García, 1973; Monzón, 1953; Salgado, Sánchez, Trejo y Arana, 1962), en Chile
(Subdirección Nacional de Museos, 1997) y en Argentina (Cousillas, 1997; Cousillas,
et al., 1998; Bialogorski y Lander, 1999; Gibaja, 1964), en la región, la mayoría de los
museos no realizaban estudios como una práctica cotidiana antes del cambio de
siglo. Al mismo tiempo, fue tardía la adopción de estudios de públicos de museos
dentro de la gestión central estatal. Como lo ilustran los resultados recabados en el
volumen Estudios de público de museos en Iberoamérica, realizado por el Observatorio
Iberoamericano de Museos del programa Ibermuseos, como un mapeo de estas
prácticas, en los 12 países de la región que presentaron datos para el estudio, la
mayoría se abocan al conteo de visitantes como la práctica más cotidiana; algunos
van más allá y realizan estadísticas de visita. Solo en pocos casos se aplican
encuestas más amplias ―en varias ocasiones efectuadas por otras instancias de la
administración pública, distinta de aquella que gestionan a los museos―, y en menos
casos, existen investigaciones y evaluaciones periódicas como parte de la gestión
integral de las instituciones (Observatorio Iberoamericano de Museos, 2015).1
En este escenario, México encabezó las iniciativas con la fundación del Programa
Nacional de Estudios de Público en 1996, en el seno de la Coordinación Nacional
de Museos y Exposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (inah).
Aunque se trata de un esfuerzo de gran valía y sostenido en el tiempo, este solo ha
atendido a un reducido número de museos dentro de este instituto; actualmente, a
su red pertenece el 11% de los museos mexicanos. El artículo aquí incluido de Susana
Manjarrez brinda un balance retrospectivo de este programa, sus alcances y retos. En
este país, otro esfuerzo en las políticas públicas fue el instrumentado por el Sistema
de Información Cultural (sic) del hoy extinto Consejo Nacional para la Cultura y
las Artes (Conaculta). Dicha instancia no solo aplicó las dos primeras encuestas
nacionales sobre hábitos y consumos culturales, sino que instrumentó otras en
diversas instituciones museales principalmente en el centro del país (Conaculta,
2008, 2009).2 Finalmente, no fue sino hasta 2006 cuando, a través del instituto que
gestiona la estadística nacional en diversos rubros y que aplica el censo nacional
(Instituto Nacional de Geografía y Estadística, inegi) en colaboración con la Secretaría
de Cultura (Secult), se puso en marcha una encuesta nacional de visitantes a museos
y la aplicación de una ficha de registro que recaba información exhaustiva sobre
las instituciones (inegi, 2019). La aplicabilidad de los resultados de esta última en
1
Otros referentes sobre el desarrollo de los estudios de públicos en la región pueden consultarse en “Desa-
rrollo de los estudios de públicos de museos en México. Una visión introductoria” (Muñoz Aréyzaga, 2017),
“Venturas y desventuras de los estudios de público” (Schmilchuk, 1977) y “Públicos de museos, agentes de
consumo y sujetos de experiencia” (Schmilchuk, 2012), para el caso mexicano; el volumen Museos y visitan-
tes: ensayos sobre estudios de público en Argentina (Bialogorski y Reca, 2017) y “Cuarenta años de estudios
de audiencias en museos” (Antoine, 2012).
2
Los estudios realizados por esta instancia se pueden consultar en: https://sic.gob.mx/publicaciones_ep.php.
3
https://www.inegi.org.mx/programas/museos/.
4
Tal como existen en Estados Unidos la Visitor Studies Association (vsa) o el Committe on Audience Research
and Evaluation (care) de la Alianza Americana de Museos (aam); o el Visitor Studies Group en Reino Unido.
5
Dos recursos disponibles son el “Foro de Estudios de Públicos” creado en 2016 por Graciela Schmilchuk
y Leticia Pérez Castellanos (http://foroestudiosdepublico.org/), y el repositorio colaborativo “Panorama de
estudios sobre públicos y museos”, impulsado por esta última en asociación con NodoCultura (http://publi-
cosymuseos.nodocultura.com/estudios/).
Por otro lado, el artículo de Pironio y Torre, también aborda el uso de esta
herramienta, si bien la describen en el marco de otras que se han utilizado en
la investigación-gestión de la Secretaría de Cultura de la Nación Argentina.
Destacamos entonces, el impacto positivo de esta propuesta desde el Sistema
de recolección de datos de público de museos del Observatorio Iberoamericano
de Museos (Pérez Santos, 2015)6 en instituciones públicas de al menos tres
países de la región. Por ello, no queremos dejar de señalar cómo en este tipo
de implementación se brinda la posibilidad de generar un registro ―o base
de datos― entre los distintos países latinoamericanos para potenciar los
lazos institucionales y políticos, así como mejorar lo que ofrece y realiza esta
institución cultural para los públicos.
6
Además del Sistema de recolección de datos de público de museos, esta instancia brindó el curso: “Situación
y retos futuros para los estudios de públicos en los museos iberoamericanos, creación de redes de intercam-
bio y cooperación sobre públicos de museos, basado en el srd del oim”, impartido por Eloísa Pérez Santos
y Leticia Pérez Castellanos en Madrid (2017) a los representantes de cada uno de los países miembros con
capacidad para implementar el sistema en los museos de administración pública de su país. El sistema está
disponible para descarga en: http://www.ibermuseos.org/acciones/observatorio-iberoamericano-de-mu-
seos/sistema-de-recoleccion-de-datos-de-publico-de-museos/.
En líneas generales, todos ellos intentan articular este tipo de acciones con un
museo accesible, abierto y al servicio de otros y, al mismo tiempo, separarse de
iniciativas cuantitativas y de gran impacto para poder recuperar una relación más
profunda que la visita esporádica, y así apuntalar líneas constructivistas de lo
educativo en los museos. Sin embargo, cada uno ofrece diferencias en los abordajes
y las lecturas que se pueden hacer. El caso argentino recupera lo significativo
que ha sido para los distintos actores involucrados ―educadores del museo y
referentes del programa Arte en Barrios― formar parte de este tipo de trabajo
afectivo e intelectual, así como para los jóvenes, ser reconocidos y escuchados. La
propuesta brasileña destaca aspectos vinculados a la mirada que proyecta cada
grupo luego de participar en este las experiencias sobre la entidad patrimonial, la
acción educativa y la vivencia personal. Por último, el trabajo mexicano recupera
distinciones en relación con los participantes, sus entornos familiares y educativos
una vez que transitaron por el programa, además de aunar una mirada desde
otra disciplina pocas veces incorporada a las prácticas investigativas del museo:
el trabajo social. Como argumenta Silverman (2010), los museos realizan tareas
cada vez más apegadas a problemáticas que en un inicio se consideraban propias
de ese ámbito profesional. La evaluación de impacto de muac en tu casa muestra
que las posibilidades desde esta mirada son fructíferas. Destacamos, en los tres
trabajos, un compromiso con la evaluación sistemática de las acciones desde
enfoques cualitativos, no tan populares en las administraciones culturales, y de
De los cuatro artículos que integran esta sección, también destacamos la diversidad
de espacios museales en los que se realizaron los estudios: desde el museo
nacionalista por excelencia (el de Antropología en México), pasando por los museos
de arte en Argentina, el ejemplo de un centro interpretativo de nueva creación en
Cuba, y el caso de derechos humanos en Chile. Si algo conecta estas propuestas es,
por supuesto, el tener en el centro a los públicos como un elemento imprescindible
en la comprensión de la actuación museal; pero, cabe preguntarnos críticamente,
cómo es que los resultados obtenidos en las investigaciones académicas (Muñoz,
Panozzo y Hernández) podrían trascender e incidir en el actuar de los museos en los
cuales se aplican, además de, en efecto, hacer un aporte al campo de los estudios
de públicos y al entendimiento de la experiencia de visita. En el mismo sentido,
también nos cuestionamos la forma en la que los resultados de las investigaciones y
estudios –tanto internos como externos– pueda tener un impacto transversal y real
en la gestión cotidiana de dichas instituciones. El artículo de Águila comparte una
experiencia de gran valía a este respecto, ya que no es lo común en las prácticas de los
museos de la región (Observatorio Iberoamericano de Museos, 2015).
y las propias entidades patrimoniales. Por otro, reconocer puntos en común para
identificar posibles rasgos generales a la hora de proyectar acciones que proponen
una dinámica museológica comprometida con los públicos. Cabe señalar, además, que
se ofrece la posibilidad de trabajar con otros profesionales latinoamericanos que, desde
sus contextos, están pensado en la importancia de replantear la relación museos-
públicos. Es decir, se promueven distintas propuestas, estrategias o acciones que
apuntan a generar e implementar políticas duraderas con el giro del público. Sin
por ello dejar de atender aspectos como, por ejemplo, reconocer una diversidad de
imaginarios y pluralidades de los visitantes o no públicos; ir más allá de la fotografía
de un momento para convertirse en políticas que generen cambios en el ser y hacer
institucional; innovar y ser creativos a la hora de contar con recursos financieros y
humanos para llevar adelante estas tareas, entre otras opciones.
Tampoco podemos dejar de lado que en el largo proceso que involucra la producción
de un libro existen factores contingentes que pueden cambiar el contexto en el
que inicialmente fueron escritos los artículos de este volumen. Cuando las autoras
aquí incluidas presentaron sus propuestas, ninguna imaginábamos la crisis que se
avecinaba por una pandemia global, y cómo el virus que provoca la enfermedad
covid-19 cimbraría nuestra existencia y, por supuesto, la operación de los museos y la
relación con sus públicos. Algunos de los artículos fueron adaptados para reflejar
este cambio; en otros no fue necesario pues atendían a un contexto prepandemia.
No obstante, este nuevo escenario nos lleva a indagar otras vertientes en un
futuro incierto y, quizá, prometedor, en cuanto a las nuevas alternativas que
se abren en la relación museos-sociedad. Como aseveramos, queda mucho por
delante, pero nos entusiasma sumar nuestro pequeño aporte para comenzar a
imaginar otros diálogos sobre públicos y museos en Latinoamérica. Creemos, por
último, que no se trata de trasladar mecánicamente recetas que se dan en otros
continentes, sino en indagar en profundidad algunos aspectos de la realidad
que acontece en nuestro territorio en el campo museístico. No obstante, somos
conscientes de que este desafío recién comienza y queda pendiente a futuro, por
ejemplo, incluir a otros países del continente que no han sido trabajados; ampliar
los registros y experiencias de instituciones latinoamericanas que dan sus primeros
pasos en este tipo de estudios; o recuperar propuestas que ―a través de proyectos
particulares― intentan involucrar en la dinámica museológica a segmentos de
públicos específicos que aquí no hemos podido abordar.
Referencias
Abbey, D. S., y Cameron, D. F. (1961). The Museum Visitor III. Supplementary Studies.
Number 3 in Reports from Information Services. Toronto: Royal Ontario Museum.
Antoine, C. (2012). Cuarenta años de estudios de audiencias en museos. Revista Museos,
(31), 10-16.
Asensio, M., Asenjo, E., Castro Y., y Pol, E. (2014). Evaluación implicativa: hacia una vi-
sión generativa y participativa en la gestión de audiencias. En I. Arrieta Urtizbe-
rea (Ed.), La sociedad ante los museos (pp. 97-139). Bilbao: Argitalpen Zerbitzua.
Bialogorski, M., y Lander, E. (1999). Viejas ideas, nuevos públicos: acerca de un estudio
de público en el Museo Hernández [Comunicación en seminario]. Museos y di-
versidad cultural: Viejas culturas, nuevos mundos. VII Seminario Latinoameri-
cano sobre Patrimonio Cultural, icom-ca, Buenos Aires, Argentina.
Bialogorski, M., y Reca, M. M. (Comps.). (2017). Museos y visitantes: Ensayos sobre
estudios de público en Argentina. icom: Buenos Aires. https://www.drop-
box.com/s/drd41461cemnb2c/Museos_y_visitantes-mayo2017-1%20%20
%281%29%20%281%29%20%281%29.pdf?dl=0
Bourdieu, P., y Darbel, A. (2004 [1969]). El amor al arte. Los museos europeos y su
público. Barcelona: Paidós.
Cimet, E. (1987). El público como propuesta: Cuatro estudios sociológicos en museos
de arte. Ciudad de México: inba/Centro Nacional de Investigación, Documen-
tación e Información de Artes Plásticas/Dirección de Investigación y Docu-
mentación de las Artes.
29
Estudios sobre públicos y museos
1
La Subdirección Nacional de Museos, del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, depende del Ministerio
de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Es un organismo creado con el propósito de asegurar el desarrollo
integral de los museos regionales y especializados dependientes del Servicio. Además, busca potenciar la
identidad local de los museos, la inserción en sus comunidades y el trabajo multidisciplinario en torno a las
colecciones patrimoniales.
Por último, la medida de la gratuidad de los museos estatales fue una acción que
impactó ampliamente a establecimientos públicos y privados. En el contexto de la
implementación de una reforma educacional que buscaba pasar de la educación
como un bien de consumo a un derecho social (Mineduc, 2015), en marzo de 2015,
se instaló la política de libre acceso a los museos estatales chilenos, lo cual generó
cierta controversia en el ámbito cultural nacional (Undurraga y Milos, 2017; snm,
2015). Al liberarse el cobro de entrada en los 27 museos que dirige el hoy Servicio
2
Para mayor información sobre las ponencias del Seminario de Públicos de Museos 2018, consultar el evento
transmitido por internet en: http://video.dibam.cl/userportal/#/global_search/Seminario%20de%20P%C3%-
BAblicos%20de%20Museos. Para mayor información sobre las ponencias del Seminario de Públicos de Museos
2019, consultar el evento transmitido por internet en: https://www.facebook.com/MuseodelaMemoriaChile/vi-
deos/428261278010826/; https://www.facebook.com/MuseodelaMemoriaChile/videos/314141265949313/;
https://www.facebook.com/MuseodelaMemoriaChile/videos/1315169205298497/.
Nacional del Patrimonio Cultural (snpc),3 la snm debió generar un trabajo con los
funcionarios de museos y con las autoridades gubernamentales, para convencerles
sobre la importancia de esta medida para la democratización de los espacios mu-
seales. Algunos trabajadores no comprendían del todo por qué ahora no se cobraba
la entrada si el servicio entregado era de buena calidad, dando cuenta de que lo
que ofrecían los museos era considerado un bien a consumir y no un servicio al que
todos debían poder acceder, y que su valoración se traducía en el pago de una entra-
da. Por su parte, las autoridades esperaban que la liberación de pago se tradujera en
un aumento de visitas (Aguirre, 2015), evaluando el éxito de la medida a partir de la
cantidad de flujo en los museos.
3
El snpc depende del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Su misión es gestionar el reconoci-
miento, el resguardo y el acceso al patrimonio y la memoria, de forma participativa y en su diversidad, para
generar conocimiento y contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas. La Subdirección Nacional de
Museos depende del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural.
De forma paralela, en febrero de 2018, se creó el Ministerio de las Culturas, las Artes
y el Patrimonio (Ley 21045, 2018), situación que impactó en la función de la Subdi-
rección Nacional de Museos en el contexto museal chileno, que antes dependía del
Ministerio de Educación. Con su establecimiento, la snm comenzó un proceso de
dejar su labor de administración de museos estatales,4 teniendo que asumir la im-
plementación de otras herramientas de política pública, como fondos concursables.
Con ello se ha instaurado una visión más amplia, lo cual orienta su trabajo a todos
los museos del país y no solo a aquellos de su dependencia administrativa. De este
modo, por medio del levantamiento de información sobre públicos, de la instala-
ción de la temática entre trabajadores de museos, de la implementación de acceso
universal a los museos y la ampliación de sus labores para todos los museos del
país, la snm ha velado por desarrollar la relación entre los museos, sus trabajadores
y visitantes, sin importar si son instituciones públicas o privadas. Así, se expande
la visión de los museos, encontrando experiencias distintas y divergentes, que son
capaces de nutrir la definición del perfil de visitantes de museos chilenos.
4
Son 27 los museos públicos administrados por el Servicio Nacional de Patrimonio Cultural. La Subdirección
Nacional de Museos se encarga directamente de 24 de ellos, los regionales y especializados. Por otro lado, el
snpc administra los tres museos restantes, que poseen un carácter nacional.
la cantidad de usuarios que esperan? ¿Existen ciertos tipos de públicos que no lle-
gan a los museos? ¿Los visitantes se encuentran insatisfechos con los servicios que
entregan los museos? ¿Los visitantes no comprenden las exhibiciones? La impo-
sibilidad de responder a estas preguntas con datos concretos develó, entre otras
cosas, la falta de información sobre el perfil general de visitantes de museos y sobre
los principales desafíos y oportunidades que tienen estos espacios culturales para
abordar la temática. Esto devino en la urgencia por generar investigaciones siste-
máticas y comparables en el tiempo, que pudieran responder con fundamento y
que sirvieran como base para que los museos y las autoridades tomaran decisiones
sobre su quehacer.
5
De acuerdo con información del Registro de Museos de Chile, el 76% de los museos chilenos cuenta con un
sistema de registro de visitas y el 28% aplica encuestas a sus visitantes. Para más información ver Área de
Estudios, snm (2021: 46).
6
En octubre y noviembre de 2018, 21 de los 24 museos dependientes de la SNM, estaban abiertos al público.
No se aplicó la encuesta en el Museo Arqueológico de La Serena, el Museo O’Higginiano y de Bellas Artes de
Talca y, el Museo Regional de Aysén, ya que se encontraban cerrados por renovación museográfica y arqui-
tectónica.
7
El Estallido social de octubre de 2019 no permitió una normal aplicación de la encuesta de usuarios 2019,
y la pandemia de 2020 impidió su aplicación. Para más información sobre la Encuesta de Satisfacción de
Usuarios y sus resultados se puede consultar: https://www.museoschile.gob.cl/sitio/Contenido/Institucio-
nal/90030:Encuesta-de-satisfaccion-de-usuarios.
8
El Observatorio Iberoamericano de Museos es una instancia del Programa Ibermuseos que desarrolla in-
vestigaciones, produce herramientas y construye conocimiento sobre el sector de museos de Iberoamérica.
Mayor información en: http://www.ibermuseos.org/acciones/observatorio-iberoamericano-de-museos/.
9
Ibermuseos es un programa intergubernamental que reúne a países de Iberoamérica en torno al desarrollo
de los museos y los procesos museales de la región. Mayor información acerca del programa en: http://
www.ibermuseos.org/.
Otro de los atractivos del cuestionario, y del esfuerzo levantado por el oim, era la po-
sibilidad de generar una base de información comparable con otros países,10 que
abarcaba todos los datos recolectados por los museos y países que aplicaran el cues-
tionario. El sustento de esta comparabilidad se basa en lo estandarizado del cuestio-
nario, por medio del cual es posible medir unificadamente distintas realidades. La
expectativa de poder comparar museos de distintas características y posibilitar que
estos se reconocieran en un concierto más amplio, fue un aspecto relevante al mo-
mento de apostar por este instrumento.
A la fecha sabemos que al menos Argentina aplicó el cuestionario a visitantes de sus 17 museos nacionales;
10
Perú a visitantes de 10 museos en Lima dependientes del Ministerio de Cultura, durante el primer domingo
de cada mes (gratuidad por Ley); y Colombia generó un piloto en el Museo del Agua epm en Medellín.
Así, con miras a obtener una mayor consistencia en los resultados, se decidió rea-
lizar modificaciones en algunas preguntas y agregar otras (anexo 2: Cuestionario
para visitantes de museos).
En primer lugar, las preguntas originales que fueron adaptadas al contexto chileno,
se referían a las variables de nivel de escolaridad del visitante y pertenencia a gru-
pos culturales. La pregunta original sobre el nivel de escolaridad (Pérez Santos, 2015:
67, pregunta 10) contenía categorías de respuestas según los parámetros europeos,
por lo que la adecuación fue sencilla (tabla 1 ), manteniendo la misma cantidad de
categorías de respuestas (snm, 2020: 103, pregunta 19). Esta modificación permitió
comparar niveles educativos chilenos con los de otros países, lo que se evaluó positi-
vamente.
b) Elementales/EGB 1° etapa/Enseñanza
b) Educación Básica
Primaria
c) 4° bachillerato/EGB 2° etapa/Graduado
c) Educación Media
escolar/Enseñanza Secundaria
d) Bachiller superior/BUP/COU/FP grado
d) Educación Técnico Profesional
medio/Bachillerato
e) Diplomado, Licenciado o Graduado
e) Educación Superior
universitario/FP grado superior
f) Tiene o está estudiando un máster o
f) Posgrado
doctorado
Tabla 2. Pregunta sobre grupos culturales en el Cuestionario original oim (casillas vacías para permitir
la adaptación por país).
Fuente: oim, 2015: 67.
Con el fin de conocer la participación en los museos de grupos culturales diversos en toda
Iberoamérica, diga, por favor, si se reconoce a usted como perteneciente a alguno de estos
grupos culturales (ponga una cruz en la casilla correspondiente):
Sí Mapuche Colla
No Aymara Diaguita
En segundo lugar, en aras de construir una visión más completa de la visita a los
museos chilenos, se agregaron las siguientes tres preguntas:
El museo ofrece algunos de los siguientes servicios y espacios. Por favor marque
el o los servicios que utilizó en esta visita. Puede marcar más de una respuesta
(snm, 2020: 101, pregunta 6).
Esta pregunta fue creada sobre la base de los servicios más frecuentes que
ofrecen los museos, y permitió dilucidar tres cosas: que los visitantes van,
principalmente, a la muestra permanente; que los museos ofrecen una serie
de servicios adicionales a la exposición, lo que demuestra la complejidad de
su administración y acogida de públicos; y, por último, identificar los servicios
más utilizados por los visitantes de museos, además de las exposiciones.
Aproximadamente, ¿cuánto tiempo duró su visita? (snm, 2020: 101, pregunta 7).
Esta pregunta permitió establecer tiempos promedio de visita de los museos
participantes, así como explorar causas y efectos de visitas más cortas (quince
minutos) y visitas más largas (una hora y media o más), tanto a nivel particu-
lar como nacional. Además, se pudo asociar tiempos de visita y servicios es-
pecíficos que entregan los museos, mostrando la utilidad de algunos servicios
para el mejoramiento de la calidad de la visita.
Si usted tuviera la oportunidad, ¿volvería a visitar este museo? (snm, 2020: 105,
pregunta 27).
Esta pregunta permitió evaluar la disposición de los visitantes a regresar al
museo visitado. Y, al mismo tiempo, la posibilidad de cruzar dicha información
con características sociodemográficas, motivaciones, medios de información,
tiempos de visita y servicios utilizados, entre otras.
Sobre la muestra
Inicialmente, el cuestionario se aplicó en doce museos dependientes de la snm,
para luego incluir al Museo Histórico Nacional, a cargo del Servicio Nacional del Pa-
trimonio Cultural, pero no de la snm. Con la difusión de los resultados parciales del
estudio, surgieron más museos ―esta vez privados― interesados en participar de la
investigación, agregándose en 2019 el Museo Chileno de Arte Precolombino, el Mu-
seo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Artes Visuales y la Casa Museo Eduardo
Frei Montalva. Con la incorporación de estos establecimientos, la muestra aumentó
en cantidad y representatividad, al incluirse museos privados, lo que fue evaluado
positivamente por el equipo investigador. Por último, se trabajó con 17 museos ubi-
cados en 10 de las 16 regiones de Chile, generando información que permite crear
un panorama nacional de los públicos de museos.
Se calculó una muestra representativa para cada una de las sedes museales, basada
en el universo total de visitas anuales que consignó cada museo para el año ante-
rior ―2016 para los casos que comenzaron su aplicación el 1 de enero de 2018, y
2017 para los casos que iniciaron su aplicación el segundo semestre de 2018―. Cada
muestra fue calculada individualmente, con un 95% de nivel de confianza y un 5%
de margen de error (tabla 4). Las muestras solicitadas fueron la cantidad mínima de
cuestionarios válidos que los museos participantes debían alcanzar. Algunos museos
no alcanzaron estos números, lo cual implicó un descenso de su nivel de confianza
y margen de error. Estos museos fueron el Museo de Arte y Artesanía de Linares, el
Museo de Historia Natural de Concepción, el Museo Histórico Nacional y el Museo
de Artes Visuales, que tenían una muestra estadísticamente significativa con un
94% de nivel de confianza, y con un 6% de margen de error. El Museo de Artes De-
corativas e Histórico Dominico y Casa Museo Eduardo Frei Montalva, por su parte,
ofrecieron una muestra significativa con un 87% de nivel de confianza, y con un
13% de margen de error.
Museo Regional de
382 394 64.976
Magallanes
Fue así que la snm compró y envió iPads a los museos participantes de su depen-
dencia. Mientras que para resolver la disponibilidad de wifi en la salida de cada
museo de la snm, se contó con la ayuda del programa BiblioRedes11 del snpc, que
garantizó la existencia de un ancho de banda mínimo en los establecimientos, en
vista de responder el cuestionario por medio de los iPad. Aquellos museos partici-
BiblioRedes es un programa de alfabetización digital del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, que en-
11
tre otras cosas, instala acceso a internet en bibliotecas y museos públicos. Más información en: https://
www.biblioredes.gob.cl/quienes-somos.
pantes que no dependían del snpc debieron garantizar por su cuenta la existencia
de dispositivos electrónicos con acceso a wifi para participar de este estudio. Si bien
la vía de aplicación del cuestionario fue un gran logro para el proyecto, resultó difícil
extender la experiencia a todos los museos del país, ya que el acceso a una red de
wifi suficiente es una excepcionalidad en el contexto museal chileno. Esta reali-
dad se convierte en un desafío en cómo operativizar y proyectar la aplicación de un
cuestionario de estas características en más museos del país.
Es de señalar que, en el trabajo con los museos, les pedimos, primeramente, que
cada museo definiera un encargado/a de aplicación del cuestionario, recayendo
esta responsabilidad en general en la persona a cargo del área de mediación junto
con la ayuda de quien recibe a los visitantes al ingreso de cada establecimiento. Su
tarea específica fue invitar al visitante encuestado a responder autónomamente el
cuestionario, haciéndose cargo de la distribución de las encuestas y la supervisión
de su completitud.
Luego, desde la snm, hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance para preparar a
los trabajadores de museos en el manejo de aparatos electrónicos y en el proceso de
aplicación de la encuesta. Primero, enviamos un protocolo a los trabajadores mu-
seales encargados del cuestionario que instruía sobre su aplicación. Sobre la base
de las indicaciones para aplicar el Cuestionario para Visitantes de Museos del oim,
este instructivo señalaba cómo debía aplicarse el cuestionario: a quiénes, cuándo
y dónde. El documento recalcaba la importancia de garantizar que todo tipo de vi-
sitantes tuviese la misma probabilidad de ser consultado; debiéndose aplicar por
igual a personas mayores y jóvenes, locales y turistas. Asimismo, se indicó que se
debía suministrar la encuesta a personas de 12 años o más, y que se solicitaba con-
siderar a visitantes extranjeros mediante la modalidad en inglés del cuestionario.
Por último, se instó a aplicar la encuesta a todo tipo de visitantes y en distintas
modalidades; es decir, independientemente de si asistían solos o acompañados de
un grupo, si su visita era en días laborales o fines de semana, o durante distintos
horarios y en lugares de mayor tránsito, como la salida del museo.
Después de compartir y comentar el protocolo con los encargados de cada sede mu-
seal, definimos un periodo de prueba de una semana, previo al inicio de la aplica-
ción. Durante esos días, se probaba la conectividad y uso del dispositivo electrónico,
Para concluir, una vez comenzada la aplicación, el equipo investigador del snm en-
viaba cada semana ―a cada encargado de encuesta― un reporte con la cantidad de
cuestionarios válidos aplicados a la fecha, y la totalidad de realizados en el plazo
de un año. Este trabajo de seguimiento semanal de la aplicación e implementa-
ción del cuestionario, durante todo el año, en que cada museo fue, sin duda, uno
de los esfuerzos más significativos y persistentes del proyecto. Todo ello implicó
un gran compromiso del equipo investigador alojado en la snm, así como del equi-
po implementador del cuestionario, ubicado en cada museo. De alguna manera
el equipo investigador se constituyó en un elemento de apoyo a los museos en su
misión por levantar información; pero también implicó, en algunos casos, cierta
presión por avanzar en la aplicación del cuestionario. En este proceso los equipos
de trabajo de los museos se configuraron como un agente clave en el proceso de
implementación del estudio, podemos afirmar que sin su trabajo y comunicación
constante no hubiese sido posible implementar este proyecto.
Como señala el informe de resultados (snm, 2020), actualmente sabemos que los
visitantes de museos tienden a ser hombres (52%) y mujeres (48%), entre los 26 y
En primer lugar, los resultados del estudio develan la oportunidad de generar un tra-
bajo de convocatoria a tres tipos de públicos que son masivos en la mayoría de los
museos: los visitantes locales (47%) ―identificados como aquellos que viven en la
misma ciudad donde está situado el establecimiento―, los visitantes nuevos (68%)
―reconocidos como aquellos que visitaron el museo por primera vez― y los grupos
no organizados (63%) ―se trata de quienes visitan el museo con otras personas, pero
sin delegación―. Estos tres grupos de visitantes son estratégicos por su abundante
presencia en todos los museos estudiados, por lo cual consideramos que capacitar a
los trabajadores sobre cómo convocar a estos públicos masivos podría cambiar el es-
cenario de visitantes de museos. Por ejemplo, sería interesante convocar a que estos
visitantes puedan volver en compañía de otras personas. Para avanzar en esta línea,
un siguiente paso sería explorar los casos de las sedes museales donde estos grupos
han sido fidelizados, identificar sus formas de visita y principales necesidades, a ma-
nera de compartir buenas prácticas de convocatoria con otros museos.
Para finalizar, nos preguntamos ¿cómo aporta este estudio a la conversación sobre
los estudios de públicos en la región latinoamericana? Consideramos que la rele-
vancia de esta investigación radica en que, por primera vez en Chile, contamos con
un estudio metodológicamente fundado que caracteriza a los visitantes de nues-
tros museos y sus modos de visita en distintas regiones y realidades museales. El
estudio ofrece un panorama nacional de visitantes, estableciéndose como prece-
dente para la forma en que los museos estatales abordan a sus públicos. Visibiliza,
además, una materia que muchas veces se encuentra poco priorizada por este tipo
de instituciones culturales, debido a que el resguardo de colecciones se considera
que requiere de un mayor trabajo. Por su parte, al utilizar un instrumento estanda-
rizado, los museos que consulten este estudio pueden reconocer sus particularida-
des y reconocerse a sí mismos en un mapa museal mayor. Esto posibilita, respecto
a otras sedes museales, la posibilidad de comparar experiencias con aquellos que
se acercan, o cumplen, los objetivos que se han propuesto o tienen propuestos. Asi-
mismo, pueden compararse a partir de datos concretos, más allá de los percibidos a
partir de la recepción de visitantes.
En este sentido, esta experiencia significa un avance hacia una metodología funda-
mentada que permite a estos espacios situarse en un contexto real. A la vez, mues-
Marzo de 2021.
12
y sus públicos en esta nueva época, evidenciando cómo se vinculaban los museos
chilenos con sus públicos antes de la pandemia. Desde esta perspectiva la investi-
gación, nuevamente, cobra relevancia, ya que sienta un punto de referencia para
comprender las dinámicas que traerá esta nueva etapa en el área política e institu-
cional del campo museístico.
Referencias
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libre acceso a la cultura. BiobioChileTV. https://www.biobiochile.cl/noticias/
bbtv/bio-bio-cultura-tv/2015/03/12/angel-cabeza-la-gratuidad-de-los-mu-
seos-levanta-una-barrera-al-libre-acceso-a-la-cultura.shtml
Área de Estudios, snm. (2020). Visitantes de museos chilenos: Oportunidades y de-
safíos para el sector de museos. Santiago de Chile:
Subdirección Nacional de Museos/Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimo-
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Área de Estudios, snm. (2021). Panorama de los museos en Chile: Reporte 2020.
Santiago de Chile: Subdirección Nacional de Museos/Ministerio de las Cul-
turas, las Artes y el Patrimonio. https://www.museoschile.gob.cl/628/arti-
cles-98571_archivo_01.pdf
Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam). (1984). Los museos de Chile
(Diagnóstico). Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos/Ministerio de Edu-
cación Pública, Santiago de Chile, Chile.
García Canclini, N. (1987). Políticas culturales y crisis de desarrollo: un balance latinoa-
mericano. En Políticas culturales en América Latina. Ciudad de México: Grijalbo.
Instituto Nacional de Estadísticas. (2017). CENSO 2017. http://www.censo2017.cl/
microdatos/descargas/microdatos/CUESTIONARIO-CENSO-2017-OF.pdf
Ley 21045. (2018). Diario Oficial de la República de Chile Santiago de Chile, Chile.
El presente artículo es un análisis de los datos del Museos, Instituto Brasileño de Museos, visita, estu-
perfil de público recolectados con la metodología dios de público.
desarrollada por el Observatorio Iberoamericano
de Museos (oim). El Instituto Brasileño de Museos
(Ibram), con base en la metodología propuesta, creó
el Laboratorio de Público Ibram (lpi), iniciativa que
compone el Programa Museos y Público.
60
Estudios sobre públicos y museos
Introducción
El Instituto Brasileño de Museos (Ibram) tiene la satisfacción de presentar un aná-
lisis de los datos del perfil de público recolectados utilizando la metodología desa-
rrollada por el Observatorio Iberoamericano de Museos (oim).
Aunque los museos han surgido en torno a las colecciones, podemos decir que, en
este momento, su existencia se debe a su interacción con la sociedad en la que se in-
sertan. Es decir, los destinatarios de este patrimonio (el público) son quienes definen
el sentido y la supervivencia de estas instituciones (Pérez Santos, 2018: 5).
Sin embargo, los museos y sus actividades necesariamente tratan con la comunica-
ción y la transferencia de información. Por medio de la organización y recuperación
de esta, los museos realizan procesos informativos que involucran una gama de con-
ceptos subyacentes los cuales marcan un quehacer histórico social y culturalmente
determinado. Por medio de esos procesos de comunicación se producen sentidos y
discursos específicos que incluyen también su recepción por los diferentes públicos.
Es por ello que el papel comunicativo de los museos toma especial relevancia en
la sociedad actual, por tener el objetivo de comunicar información a un sujeto so-
cial. Las instituciones museológicas son, por tanto, caracterizadas por una actitud
narrativa; disponen y desarrollan historias y discursos producidos por un equipo de
trabajo dentro de un contexto histórico y social; y sus actividades son resultado de un
proceso comunicativo que refleja la estrategia de acción museológica adoptada por
la institución.
Desde esta perspectiva, los museos van más allá de la función de “ser contempla-
dos”, convirtiéndose en una estrategia de comunicación, como si implicaran inter-
cambio, y no pasividad y contemplación, permitiendo la participación ciudadana en
el proceso de creación y uso del espacio (Froner, 2014).
En este sentido, Giraudy y Bouilhet (1990) aclaran que los mensajes transmitidos
por los museos surgen de las elecciones que estos ejercen, realizando sus activida-
des y colocando los objetos en un ambiente específico con una determinada forma
de presentación, soporte e iluminación.
Los discursos, por consiguiente, se establecen a través del amplio abanico de opcio-
nes que constituyen lo esencial de las prácticas museológicas. Se convierten en vec-
tores de producción de sentido en los que los individuos —profesionales, visitantes
e instituciones— producen significados en la relación sujeto-objeto.
Cada museo del Ibram tuvo la libertad de decidir si participaba o no en esta ex-
periencia inicial según su realidad en ese momento. La idea era proporcionar un
modelo de estudio del perfil del público que les permitiera comprender quiénes son
sus visitantes y cómo es su visita. Lo anterior porque el museo en su conjunto debe
apuntar a establecer estrategias y posturas que abran el espacio y brinden al públi-
co la oportunidad de dirigir la visita y tomar sus propias decisiones. Igualmente, la
institución, frente a la heterogeneidad de posibilidades del público, debe construirse
según una lógica que respete esta multiplicidad de visiones e individualidades
(Maroević, 2000).
En este sentido, la recepción del público en los museos debe llevar al museo en
cuestión a utilizar la información para su propio desarrollo (Saracevic, 1970). De
esta forma, las actividades museológicas serán realizadas como instrumentos de
socialización y concebidas a partir de la mirada y la interpretación del visitante, to-
mando en cuenta también sus propias prácticas culturales, que pueden ser conoci-
Públicos
das por medio de estudios del perfil del público, como se propone.
Se espera que este trabajo sea capaz de proveer una visión general de los museos
del Ibram, ofreciendo información sintética, inédita y relevante para interactuar con
otros trabajos en los museos participantes y en los demás museos brasileños.
1
http://www.ibermuseos.org/pt/acoes/observatorio-ibero-americano-de-museos/sistema-de-coleta-de-da-
dos-de-publico-de-museus/
Metodología
El Sistema de recolección de datos de público de museos (scd, por sus siglas en por-
tugués) fue utilizado por medio de la aplicación de un cuestionario que posee 15
preguntas agrupadas en dimensiones generales referentes a aspectos anteriores a la
visita al museo, características sociodemográficas del visitante y contexto de la visita.2
Como fase de preparación para la aplicación piloto se realizó un taller del Laboratorio
de Público Ibram (Taller lpi), con al menos un representante de cada museo del Ibram.
De este modo, los 31 museos del instituto participaron en la formación inicial.
2
Cuestionario disponible en: http://www.ibermuseos.org/pt/acoes/observatorio-ibero-americano-de-museos/
sistema-de-coleta-de-dados-de-publico-de-museos/. El Sistema de recolección de datos ofrece el cuestionario
en español, inglés y portugués.
3
El taller del grupo 1 tuvo lugar en Oro Negro, Minas Gerais, en el Museu da Inconfidência, el 3 y 4 de julio de
2017, en el cual participaron nueve integrantes. El taller del grupo 2, se realizó en Río de Janeiro, Río Janeiro,
en el Museu Histórico Nacional, el 6 y 7 de julio de 2017, y estuvo compuesto por 24 participantes.
Por último, 14 museos del Ibram realizaron la investigación enviando sus resulta-
dos y 13 tuvieron sus datos analizados para la elaboración del presente artículo.
Los demás no participaron por incompatibilidad con actividades internas o por
falta de estructura que permitiese la aplicación de acuerdo con las necesidades
derivadas de la muestra establecida.
Casa Geyer*** No No No
Museu da Abolição Sí Sí Sí
Museu da Inconfidência Sí Sí No
Museu da República Sí Sí Sí
Museu do Diamante Sí Sí Sí
Museu do Ouro Sí Sí Sí
Museu Imperial Sí Sí Sí
Museu Villa-Lobos No No No
Cabe señalar que el cálculo del promedio de visita anual se realizó sumando las
visitas de los dos años en que los museos funcionaron íntegramente, sin consi-
derar cierres prolongados mayores a tres meses. De esta manera, las muestras
individuales fueron calculadas con un nivel de confianza de 95%, con un margen
de error de 5%, y solo se consideraron válidos los cuestionarios completados total-
mente (Pérez Santos, 2018).
Sobre la aplicación
Muchos museos reportaron que la oscilación en el flujo de visitantes fue un factor
que dificultó la aplicación. Sin embargo, se aplicaron más de 4 500 cuestionarios
(número de instrumentos válidos) entre julio de 2017 y febrero de 2018, lo que
fue considerado una respuesta bastante positiva y satisfactoria para la experien-
cia piloto. Se indicó a los museos que aplicaran el cuestionario en días y horarios
de visita variados, contemplando días de semana y fines de semana, horarios ma-
tutinos y vespertinos, factor que proporcionaría un mejor retrato del perfil de sus
públicos visitantes.
En la tabla 2 se presentan los datos del promedio de visita anual, la muestra esta-
blecida, la muestra alcanzada y el porcentaje logrado. Esta última información se
presenta en colores, evidenciando que, del total de 14 museos participantes, 71%
4
Todos los datos del fvm están disponibles en el portal del Ibram: https://www.gov.br/museus/pt-br/
acesso-a-informacao/acoes-e-programas/museus-publico/formulario-de-visitacao-mensal-fvm.
Tabla 2. Museos de acuerdo con el logro de la muestra establecida para los cuestionarios a ser aplicados.
Museo Promedio de Muestra Muestra % de alcance de
visita anual proyectada alcanzada la muestra
(siguiendo la proyectada
metodología)
* El Museu da Inconfidência realizó la aplicación, pero hasta la finalización de este trabajo los resultados
del Sistema de codificación y análisis de datos del Cuestionario de público del oim no fueron enviados.
Resultados5
Estudios de público como el aplicado por los museos del Ibram pueden ayudar a
vislumbrar a quién quiere la institución como visitante y cómo atraerlo: “Para con-
vertirse en un museo orientado al visitante, es vital que primero se preste atención
a los diversos visitantes a los que brinda el servicio actualmente (visitas actuales)
y a los que desea atraer en el futuro (visitas potenciales)” (Boylan, 2004: 117).
Con la información sobre patrones de visita, junto con las necesidades y actitudes
de los visitantes, la encuesta permite una mejor planificación del futuro. Es preci-
samente eso lo que se buscó con la experiencia aquí relatada.
5
Los resultados presentados en esta sesión fueron generados con base en el Sistema de codificación y análi-
sis de datos del Cuestionario de público del oim, recibidos hasta el término de este trabajo.
Museu Solar
Museu Monjardim
Solar Monjardim 61.5% 61.5% 37.4% 37.4%
Museu Imperial
Museu Imperial 61.4% 61.4% 38.6% 38.6%
Museu do Diamante
Museu do Diamante 54.0% 54.0% 46.0% 46.0%
Museu da República
Museu da República 53.4% 53.4% 44.4% 44.4%
Museu da Abolição
Museu da Abolição 57.5% 57.5% 39.6% 39.6%
Museu Casa
MuseudaCasa
Herada Hera 60.3% 60.3% 39.7% 39.7%
Museu Histórico
Museu Histórico
Nacional
Nacional 55.0% 55.0% 45.0% 45.0%
0%
0.0% 0.0% 20% 20.0%
20.0% 40% 40.0%
40.0% 60% 60.0%
60.0% 80% 80.0% 100.0%
80.0% 100% 100.0% 120.0% 120.0%
Mujer Mujer
HombreHombre
Edad
El promedio de edad de los visitantes es de 38 años. En este escenario, el más
destacado es el Museu das Bandeiras y el Museu de Arte Religiosa e Tradicional,
con la menor y mayor edad en promedio, 27 y 44 años, respectivamente (figura 3).
Museu do Diamante 40
Museu de Arte Religiosa e Tradicional 44
Museu da Abolição 37
Estos resultados son más evidentes cuando se analizan los datos por rango de edad.
En prácticamente todos los museos participantes los visitantes tienen entre 26 y 46
años (figura 4).
Mayores de 65 años
4.5%
Entre 12 y 25 años
25.9%
Entre 46 y 65 años
25.1%
Entre 12 y 25 años
Entre 26 y 45 años
Entre 46 y 65 años
Mayores de 65 años
44.8%
Entre 26 y 45 años
Figura 4. Visitantes en porcentaje por rango de edad (promedio general en los museos).
Fuente: Ibram, Brasil, 2017.
Actividad principal
En 10 de los 13 museos participantes en la investigación, la actividad principal de
los visitantes es principalmente de asalariados o que trabajan para otros (figura
5), lo que es compatible con el promedio de rango de edad, información que se
presentó en la figura 4.
Jubilados
37.2%
Asalariados o trabajando para otros
Figura 5. Porcentaje de visitantes por actividad principal (promedio general en los museos).
Fuente: Ibram, Brasil, 2017.
El Museu Nacional de Belas Artes tiene una mayoría de visitantes estudiantes universi-
tarios (33.0%), situación semejante al Museu Histórico Nacional. A pesar de que en este
último no hay una mayoría absoluta, se presenta un porcentaje similar de visitantes
asalariados o que trabajan para otros: 25.3% y 24.8%, respectivamente (figura 6).
Museu Solar Monjardim 16.5% 15.1% 3.1% 3.6% 41.1% 9.5% 1.1% 8.1%
Museu Regional de São João del-Rei 4.0% 12.7% 2.4% 1.9% 55.0% 12.9% 1.1% 8.1%
Museu Regional Casa do Ottoni 13.3% 0.0% 3.3% 33.3% 13.3% 0.0% 10.0%
Museu Nacional de Belas Artes 9.3% 33.0% 0.3% 2.8% 15.5% 12.1% 3.4% 5.7%
Museu Imperial 1.4% 9.8% 7.0% 2.6% 48.4% 21.3% 1.0% 7.9%
Museu do Ouro 3.6% 6.1% 4.3% 3.2% 37.1% 6.8% 0.4% 10.7%
Museu do Diamante 2.9% 12.4% 2.4% 1.9% 51.1% 17.5% 0.3% 10.8%
Museu de Arte Religiosa e Tradicional 5.6% 6.7% 4.5% 3.1% 29.6% 33.5% 1.1% 12.3%
Museu da República 15.7% 20.0% 1.5% 2.2% 23.4% 14.0% 0.7% 8.7%
Museu da Abolição 7.1% 19.3% 3.6% 8.2% 35.7% 8.9% 1.8% 10.4%
Museu Casa da Hera 3.5% 8.4% 8.9% 2.2% 41.5% 20.3% 1.4% 13.0%
Museu Histórico Nacional 13.8% 25.3% 0.5% 3.5% 24.8% 14.8% 2.0% 3.0%
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
Estudiantes no universitarios Estudiantes universitarios Dedicados exclusivamente a tareas domésticas Desempleados Asalariados o trabajando para otros Autónomos, profesionistas, ejercicio libre o emprendedores Artistas, artesanos o creadores Jubilados
Nivel de escolaridad
El tiempo de estudio promedio general de los visitantes es de 4.7 años. Se conside-
ra que entre mayor sea la cantidad de años que se estudian, la escolaridad de los
visitantes aumenta. Los resultados arrojaron los siguientes niveles de formación
(figura 7), variando entre los que no tienen estudios o concluyeron la enseñanza
básica, cursaron enseñanza media, y los universitarios, incluso con maestría.
Escuela secundaria
28.6% No tiene estudios o tiene primari
completa
Escuela secundaria
Figura 7. Porcentaje de visitantes según el nivel de escolaridad (promedio general en los museos).
Fuente: Ibram, Brasil, 2017.
Procedencia
El Sistema de recolección de datos de público de museos del oim proporciona da-
tos que demuestran el predominio de visitantes nacionales a los museos partici-
pantes como se muestra en la figura 8.
Visitantes extranjeros no
residentes
Visitantes extranjeros residentes
Visitantes nacionales
Visitantes locales
95.2%
Visitantes nacionales
Figura 8. Porcentaje de visitantes de acuerdo con su procedencia (promedio general de los museos).
Fuente: Ibram, Brasil, 2017.
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
Visitantes extranjeros no residentes Visitantes extranjeros residentes Visitantes nacionales Visitantes locales
Caracterización de la visita
Frecuencia
En el tema de la frecuencia, la investigación apuntó que todos los museos par-
ticipantes obtuvieron un nivel de frecuencia encima de 15% entre los visitantes
entrevistados (figura 10), presentando un promedio general de 26.2%.
Con familia
(marido/mujer e hijos)
Con marido/mujer
15.2% Con familia (marido/mujer e hijos)
Con los padres
Figura 11. Porcentaje de visitantes según compañía (promedio general en los museos).
Fuente: Ibram, Brasil, 2017.
Este hecho queda claro con los datos por museo, en los que ocho instituciones re-
ciben más visitantes acompañados de parientes, colegas o amigos, en tanto que
otras cinco reciben más visitantes acompañados de marido/mujer (figura 12).
27.7% 27.7%
Museu Solar Monjardim 5.0% 5.0%
Museu Solar Monjardim 15.1% 15.1%
25.7% 25.7% 33.7% 33.7%
Museu Regional de São João del-Rei 6.7% 6.7%
Museu Regional de São João del-Rei 19.1% 19.1%
45.0% 45.0%
33.3% 33.3%
Museu Regional Casa doCasa
Ottoni 13.3% 13.3%
Museu Regional do Ottoni 26.7% 26.7%
33.3% 33.3%
28.6% 28.6%
Museu Nacional de Belasde
Artes 5.2% 5.2%
Museu Nacional Belas Artes 5.2% 5.2%
30.2% 30.2%
36.2% 36.2%
Museu Imperial 4.6% 4.6%
Museu Imperial 17.3% 17.3%
48.7% 48.7%
23.6% 23.6%
Museu do Ourodo Ouro 5.0% 5.0%
Museu 8.9% 8.9%
39.3% 39.3% 54.0% 54.0%
Museu do Diamante 9.3% 9.3%
Museu do Diamante 24.1% 24.1%
47.1% 47.1%
37.4% 37.4%
Museu de Arte Religiosa e Tradicional 1.4% 1.4%
Museu de Arte Religiosa e Tradicional 11.7% 11.7%
36.9% 36.9%
21.2% 21.2%
Museu das Bandeiras 4.5% 4.5%
Museu das Bandeiras 4.5% 4.5%
9.1% 9.1%
30.9% 30.9%
Museu da República 7.5% 7.5%
Museu da República 9.2% 9.2%
30.4% 30.4%
27.5% 27.5%
Museu da Abolição 2.5% 2.5%
Museu da Abolição 17.5% 17.5%
21.8% 21.8%
56.5% 56.5%
Museu Casa daCasa
Herada Hera 11.6% 11.6%
Museu 28.1% 28.1%
46.8% 46.8%
32.0% 32.0%
Museu Histórico Nacional 4.5% 4.5%
Museu Histórico Nacional 10.3% 10.3%
33.5% 33.5%
0% 0.0%
0.0% 10% 10.0%
10.0% 20% 20.0%
20.0% 30% 30.0%
30.0% 40% 40.0%
40.0% 50% 50.0%
50.0% 60% 60.0%
60.0%
Parientes, colegas colegas
Parientes, o amigos Padres Padres
o amigos Familia Familia
(marido/mujer e hijos) e hijos)
(marido/mujer Marido/mujer
Marido/mujer
Grupos organizados
De aquellos que asisten en grupos organizados (14.9%), la mayor parte la com-
ponen grupos escolares (11.6%), como se observa en la figura 14. Estos datos
apuntan a que, posiblemente, los museos del Ibram reciben un gran volumen de
grupos escolares. Para que estos datos sean certeros, es necesario que se realicen
estudios específicos, como fue indicado anteriormente.
Motivos de la visita
Nótese que la principal motivación manifestada por los visitantes para ir a los
museos fue conocer las colecciones (figura 15).
0
0.0 0.5
0.5 1
1.0 1.5
1.5 2
2.0 2.5
2.5 3
3.0 3.5
3.5 4
4.0 4.5
4.5
Promedio de niños que acompañan al visitante individual
Grupo de turistas
Grupo de adultos en visita
1.6%
educativa o cultural 2.1%
Grupo de turistas
Grupo escolar
Grupo de adultos en visita educativa o cultural
11.6%
Grupo escolar
Figura 14. Porcentaje de visitantes según grupo organizado.
Fuente: Ibram, Brasil, 2017.
45.0%
45% 42.6%
40%
40.0%
35%
35.0%
30%
30.0%
25%
25.0%
20.0%
20%
5%
5.0%
2.6%
1.7%
0%
0.0%
Pasaba por el Conocer las Visitar una Volver a ver o Llevar amigos, Por motivos Parte de una Para ver el Participar de
museo e colecciones exposición de completar una conocidos o profesioneles o visita turística edificio por una actividad
ingresé duración corta visita anterior familiares de estudiantes dentro organizada por
el museo
Figura 15. Porcentaje de visitantes según los motivos para realizar la visita.
Fuente: Ibram, Brasil, 2017.
Información previa
Los medios por los cuales los visitantes buscan información previa a la visita de-
mostraron que las personas declaran conocer, haber conocido o estar interesadas
en visitar un museo (figura 16).
Como en el caso de las motivaciones de la visita, al analizar los datos museo por
museo, parece que estos corroboran los hallazgos anteriores. Un ejemplo lo cons-
tituye el Museu de Arte Religiosa e Tradicional en el que la motivación más seña-
lada para visitarlo fue la “casualidad”; aquí, los visitantes tampoco se informaron
antes sobre la institución, sino que pasaban por ahí (43.6%).
30.0%
30%
26.5%
25.0%
25%
20.4%
20.0%
20% 17.9% 16.8%
15.0%
15%
9.4% 8.7%
10.0%
10%
5.0%
5% 3.4% 3.1%
0.0%
0%
No informado Ya conocía el Por En una agencia En un En el sitio En las redes Anuncios del
(pasó por el museo y no recomendación de turismo o periódico, web/portal del sociales museo o de sus
museo necesitaba de personas visto en una revista u otro muse o en exposiciones
casualmente) averiguarlo que conoces guía turística tipo de otros sitios de
publicación internet
Figura 16. Porcentaje de visitantes de acuerdo con los medios por los cuales se informaron sobre el museo.
Fuente: Ibram, Brasil, 2017.
Conclusiones
Después de este estudio piloto con los museos del Ibram, se inició una nueva fase
del Laboratorio de Público Ibram (lpi) en la cual se adaptaron algunos puntos del
cuestionario sin modificar su núcleo, así como un cambio en el alcance para esta-
blecer la muestra. Esto permite la corrección de algunos errores identificados du-
rante la aplicación y reportados en el Registro de control de recolección de datos
y en el Registro de negativas a participar en el estudio, dos instrumentos adicio-
nales que componen el material disponible por la metodología del Observatorio
Iberoamericano de Museos.
En cuanto al flujo, los datos recolectados pueden indicar que existe una tendencia
a un mayor flujo de visitantes durante la semana, de lunes a viernes, y en el turno
de la tarde. Para obtener resultados que puedan confirmar o anular esta hipótesis,
Como se observa en la figura 17, con los resultados generales sobre el perfil de los
visitantes, cabe destacar algunos puntos que llamaron la atención y que suelen
ser puntos críticos en los estudios de perfil del público, ya que alimentan lecturas
habituales sobre museos.
Un ejemplo de esto es la idea de que los museos son espacios para personas letradas,
de alta escolaridad (figura 6) y con mayor edad. El presente estudio permite vislumbrar
que predominan las personas que concluyeron su vida escolar, pero esto puede ser tan
solo una consecuencia de la edad promedio de los visitantes entrevistados (figura 3).
En relación con los resultados generales sobre el perfil de la visita (figura 18), antes
de las observaciones pormenorizadas, resulta importante prestar atención a un fac-
tor muchas veces imperceptible, pero muy importante para interpretar algunos de
los datos recolectados. Se trata de la comprensión de la “frecuencia”, ya que no es
lo mismo que “visita”, por lo menos no para la lectura y el análisis aquí presentados.
La primera constata a los individuos (visitantes) considerando su número de visitas
a los museos, mientras que la segunda cuenta las entradas/idas (visitas) al museo,
independientemente de haber sido realizadas por el mismo individuo o por varias
personas diferentes. El estudio propuesto y realizado consideró el primer concepto,
el de “frecuencia”. Por su parte, el fvm, proyecto que dio base a la aplicación piloto,
considera el concepto de “visita”. De ahí también sus propósitos y objetivos distintos.
Como se mencionó anteriormente, respecto a la edad de los visitantes, los datos so-
bre los grupos organizados (figura 14) en la caracterización de la visita proporcionan
una base opuesta a la información previa al estudio, la cual señala que los museos
del Ibram reciben un gran número de grupos escolares. Por lo tanto, se enfatiza la
necesidad de realizar encuestas específicas para que esto sea una afirmación con
bases sólidas.
Los medios por los cuales los visitantes buscan información previa a su visita
apuntan a una cuestión que muchos desean responder: ¿las personas van a los
museos?, ¿se interesan por ellos? El promedio general de los museos participan-
tes tal vez tenga un dato positivo, debido a que las opciones con mayor porcentaje
de respuesta fueron precisamente las que demuestran que las personas conocen,
ya conocían o estaban interesadas en visitar un museo (figura 16).
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
45.0
40.0 40.7
36.6
35.0
32.2
25.0
23.4 22
20.0
19.4
15.0
11
10.0
8.3 8.3
5.0 6
0.0
Museu Histórico Museu Casa da Museu da Museu da Museu das Museu de Arte Museu do Museu do Ouro Museu Imperial Museu Nacional Museu Regional Museu Regional Museu Solar
Nacional Hera Abolição República Bandeiras Religiosa e Diamante de Belas Artes Casa do Ottoni de São João del- Monjardim
Tradicional Rei
Grupo de turismo Grupo escolar Grupo de adultos en visita educativa o cultural Promedio de personas en el grupo
Figura 19. Porcentaje de visitantes de acuerdo con el grupo organizado, por museo.
Fuente: Ibram, Brasil, 2017.
Estudios sobre públicos y museos
Consideraciones finales
Como se dijo anteriormente, los museos participantes del ejercicio piloto recibie-
ron una capacitación mediante un taller. Conscientes de lo que requeriría la expe-
riencia, algunos museos establecieron alianzas para hacer factible la aplicación,
otros destacaron a los empleados, y otros realizaron cambios en sus rutinas para
adecuar la nueva asignación a las tareas diarias.
Tabla 3. Museos de acuerdo con el total de personas que trabajan en él (incluyendo tercerizados, becarios y voluntarios).
Fuente: Investigación Anual de Museos (2015) y Museosbr (2019).
0 5 2 0.5% 0.4%
Otros museos indicaron el flujo de la visita como un tema complicado debido a que
la muestra fue establecida con base en el promedio de visita anual (Pérez Santos,
2018), y la aplicación aconteció en meses con baja visita. Incluso en museos con
visitas regulares o por encima de la media en los meses de aplicación, el plazo de
recolección fue insuficiente para lograr el objetivo. Los impactos directos de estos
factores en la aplicación se pueden percibir en cuatro de los museos participantes
(ver tabla 1): Museu Casa Histórica de Alcântara, Museu de Arqueologia de Itaipu,
Museus Raymundo Ottoni de Castro Maya (Museu do Açude e Chácara do Céu) y
Palácio Rio Negro, los cuales aplicaron, pero no enviaron los datos en tiempo.
Pero, en general, los museos participantes informaron que los visitantes mostra-
ron receptividad a la iniciativa, ya que sintieron que se les valoraba a ellos y a
sus opiniones, lo que a menudo se señalaba como motivador para responder a la
investigación. Los aplicadores evaluaron el estudio como una oportunidad para
acercarse a los visitantes. Así, todos los museos del Ibram participantes en el ejer-
cicio piloto fueron unánimes en su opinión con respecto a la validez y el beneficio
de la experiencia en sus realidades, y expresaron el deseo de mantener la recolec-
ción de datos y la metodología como una rutina en las instituciones.
Sin embargo, se entiende que los datos aquí presentados también validan la ne-
cesidad de adaptar en ocasiones la metodología propuesta a la realidad de cada
museo. Esto se debe quizás a que “la creación de un modelo consensuado para
estudiar los diferentes públicos de los museos de los países que forman parte de
la comunidad iberoamericana” (Pérez Santos, 2018: 7), requiere una estandari-
zación en aspectos muy particulares para cada país, e incluso para cada museo,
dificultando algunos aspectos de la aplicación. Como se informó, el parámetro
de muestra basado en visitas anuales fue complicado. Al mismo tiempo, todos
opinaron unánimemente acerca de la importancia del rigor estadístico de la me-
todología propuesta, considerado un factor que confiere legitimidad a los datos
obtenidos. En este caso, bastaría con establecer la muestra a partir de la visita
mensual (pensando en los meses de aplicación efectiva del cuestionario), tratan-
do de realizar las entrevistas en al menos un mes de baja visita y en otro de alta
visita, lo que permitiría capturar datos suficientes para establecer el perfil del pú-
blico de la institución y la aplicación del número mínimo de cuestionarios previs-
tos en la sección de la muestra.
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Museos y Público. https://www.gov.br/museus/pt-br/acesso-a-informacao/
acoes-e-programas/museus-publico
96
Estudios sobre públicos y museos
Comentario preliminar
Todo lo que a continuación podrán seguir con la mirada, debe ser leído con cuidado,
pues escribo estas palabras a la distancia, acerca de un programa cuyo inicio se
enmarca en la década de 1990 y el cual miro desde un punto ciego, presente al
escribir estas palabras, y desde el sesgo que interpone la interpretación de un
mundo de experiencias que, si bien no son propias, tampoco me resultan ajenas.
Dicho lo anterior, las principales preguntas a las que se pretende dar respuesta
son: ¿cómo surge este programa?, ¿en qué parte del entramado institucional se
sitúa?, ¿cuáles son las formas posibles que se plantean en la práctica? y ¿qué retos
se enfrentan en la búsqueda de generar un conocimiento sistemático sobre los
públicos de museos?, pues la finalidad última de este recorrido es marcar un punto
de partida de cara al futuro.
Actualmente, para llevar a cabo tal cometido, además de sus tres escuelas
dedicadas a la formación en disciplinas tales como la antropología, arqueología,
museografía, museología, restauración y conservación del patrimonio cultural, la
estructura medular del inah se constituye por una Secretaría Técnica que supervisa
la realización de sus labores sustantivas, al igual que 31 Centros inah (estatales)
dispuestos en el territorio nacional y siete Coordinaciones Nacionales para la
actuación de sus funciones esenciales.
Según refiere el inah en su página web, hoy día este instituto “tiene a su cargo una
red de 162 museos en el territorio nacional divididos en categorías, obedeciendo
a la amplitud y calidad de sus colecciones, su situación geográfica y el número de
sus visitantes”. Cabe mencionar que desde la década 1990, en la cnme se abrió
un espacio destinado al estudio de los visitantes. Conforme a DeCarli, “el interés
de las instituciones museológicas latinoamericanas […] de hacer copartícipe a
la comunidad en las políticas y decisiones del museo […] son indicadores de una
conciencia institucional sobre esta problemática” (2003: 3).
Así, “la visión antropológica de que somos y nos definimos a partir de la relación con el
otro, sugiere el camino de la construcción mutua entre museo y sociedad” (Cortés, 2002:
12). A propósito, el pnep encontró su fundamento teórico en la corriente museológica
conocida como nueva museología, cuyo escenario emblemático, según Navajas, se
ubica en 1972 en la Mesa Redonda de Santiago de Chile “El papel de los museos en
América Latina” (2013: 2), que trajo consigo la demanda de acentuar el vínculo museo-
sociedad en su necesidad de intercambio (Desvallées y Mairesse, 2010).
De igual forma, a casi diez años de la conformación del pnep, desde 2007, en sus estudios
de público y evaluaciones de exposiciones se adoptó de manera práctica la tipología
propuesta por Screven: previa, formativa, correctiva y sumativa, en función del tiempo
de realización del estudio en relación con los tiempos del proceso museal en cuestión.
Siendo esta última la más recurrente, pues los estudios sumativos apuntan al “análisis
de las consecuencias del proceso museal” (Salazar et al., 2015: 62).
100
Estudios sobre públicos y museos
Lo anterior, sin dejar de lado las diversas profesiones de colaboradores (as) que desde
la práctica también hemos transitado este programa, de manera simultánea o
subsecuente, tales como la sociología, arqueología, antropología social, pedagogía,
psicología social, entre otras. Así, la multiplicidad de disciplinas y, finalmente,
la transdisciplinariedad, han tenido un lugar importante en la realización de
los estudios de público, incluyendo los saberes que se han sumado desde las
actividades de servicio social —como una vinculación acertada y necesaria para
buscar dinamismo en el programa— y el conocimiento que se puede generar desde
el intercambio con el personal de los museos.
Instrumentos metodológicos
La pertinencia de referirnos a una investigación-intervención
Si bien, según lo que plantea Rodríguez, podemos encontrar una definición clara de los
estudios de púbico que se han realizado en el pnep entendidos como “un mecanismo
de retroalimentación con los visitantes actuales de museos y que indaga sobre los
potenciales, generando conocimiento sistemático incrementándolo y utilizándolo en
la investigación museológica y la evaluación de proyectos museales” (2007: 4), esta
definición apenas esboza su propia vertiente como proceso de investigación.
Al respecto, en los estudios de público hallamos tiempos básicos que, a su vez, se hacen
más complejos: desde la planeación, durante la aplicación y hasta la obtención de
resultados donde, además, hay que repensar los formatos en los que se presentan,
de tal forma que sea visible el valor del proceso de investigación-intervención.
Este proceso no solo se teje entre sí, sino en relación con su sustento teórico y
metodológico, visibles en sus formas de interpretar y sus ‘formas de hacer’. Lo más
importante en la planeación es tener claro el punto de partida ‘hacia dónde se quiere
llegar’ sin tratar de adivinar el resultado, definir el objetivo resulta fundamental.
1
La investigación-intervención se refiere al proceso de accionar o llevar a la práctica lo que se teoriza.
Los cuestionarios con preguntas abiertas también han sido de uso recurrente —previo
o posterior al recorrido de los visitantes— siempre con su respectivo apartado según
el perfil sociodemográfico del público, además de otros instrumentos de indagación
complementarios como la guía de observación. La primera, “ofrece la posibilidad de
saber los conocimientos previos, expectativas y valoraciones de diferentes aspectos
de la visita [la segunda, es una] herramienta que registra flujos, tiempos, conductas y
actitudes, así como rutas de visita” (Rodríguez, 2007: 12).
Por una parte, hubo una limitante generacional visible en la poca o nula
‘familiaridad’ para su uso; por otra, para algunos públicos resultó confusa en tanto
que eran percibidos como un espacio para ampliar la información de la exposición o
para realizar alguna actividad educativa. Al tiempo que, la constante ‘actualización’
tecnológica en cuanto a medios, los costos de mantenimiento y la infraestructura
Otro intento en 2017 fue la captura de información con dispositivos móviles que
también logró evitar la transcripción posterior de los datos obtenidos y el acceso al
concentrado de respuestas de una forma más ágil. Estas ‘formas de hacer’ tuvieron
sus aciertos en la ‘inmediatez’ y, por ejemplo, de acuerdo con los prestadores de
servicio social resultaron en un formato ‘cómodo’ para estudiantes de actuaría,
mientras que, para estudiantes de antropología social, mermaron en la ‘interacción’
y en el contacto directo —y visual— con los visitantes, marcando cierto ‘desinterés
en la conversación’ y haciendo de este intercambio de información un acto
potencialmente mecánico.
Por ejemplo, para la posible programación de actividades sería útil incluir algunos
datos del denominado perfil del visitante: edad o procedencia y también formular
preguntas específicas acerca de alguna exposición temporal o en relación con
temáticas de interés para el público, cuidando que este ejercicio no resulte en una
‘miniencuesta’. Cabe resaltar que el uso de instrumentos de indagación como
este, posee la cualidad de poder ‘contener’ ambos enfoques metodológicos que se
pueden poner en diálogo (enfoque mixto), todo depende de la intención y la forma
en la que se quiera mirar —interpretar— la información.
Dicho sea de paso, uno de los principios básicos del pnep ha sido buscar que los
estudios de público no adquieran una connotación imperativa, que no resulten
impositivos para el personal de la Red de museos del inah. Por una parte, se han
realizado los estudios a solicitud2 de quienes han detectado una necesidad en
relación con sus públicos.3 Por otra, se han hecho indagaciones en función del
propio sentido del programa con la integración de otras áreas de la cnme en busca
de la detección de aspectos puntuales.4 En ambos casos, el resultado ha sido
un conjunto de aproximaciones aisladas, lejos de poder responder a los museos
institucionales en su conjunto.
2
Los estudios forman parte del archivo del pnep, en la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del (inah).
Fueron realizados en colaboración con el personal de algunos de los espacios de la Red de museos del (inah).
3
Entre los más recientes, y a manera de ejemplo, se encuentra el que se realizó en la exposición temporal
“Chimalli. Tesoro de Moctezuma en Chapultepec”, que se exhibió en 2019 en el Museo Nacional de Historia
Castillo de Chapultepec (mnh). El objetivo principal de este estudio de público fue identificar qué les comuni-
có esta exposición temporal a los visitantes y conocer áreas de oportunidad para mejora de las exposiciones
temporales en el museo.
4
Como es el caso de algunas exposiciones temporales en el Museo Nacional de Antropología (mna), donde
las más recientes forman parte de un estudio comparativo que tuvo como objetivo principal identificar las
variaciones en los perfiles de visitantes que asistieron a las exposiciones temporales: “Escudo nacional. Flora,
fauna y biodiversidad”, 2017; “Mayas, el lenguaje de la belleza. Miradas cruzadas”, 2017-2018; “Las huellas
de Buda”, 2018 y “Belleza y virtud. Coleccionismo inglés de arte clásico siglo xviii”, 2018-2019.
Panorama y vicisitudes
La diversidad de los espacios museales del inah y sus públicos
En resumen, podemos ir soltando y tensando algunos hilos que nos permiten tejer
un punto de partida de cara al futuro y, a riesgo de parecer simplista, me permitiré
enlistar algunos aspectos tratando de no dar por hecho lo que puede resultar obvio:
5. Multiplicar los saberes. Los procesos colaborativos que se abren al diálogo también
se abren a las posibilidades de fortalecer la cercanía, lejos de miradas unilaterales, en
el intercambio de experiencias, por un lado, del propio quehacer museal y, por otro,
resulta necesario un acercamiento a los principios metodológicos para ‘entender su
naturaleza’, alcance y limitantes en la realización de estudios de públicos.
7. Repensar los públicos. No solo en los embates sobre su ‘lugar’ en el museo sino
en sus dimensiones; por una parte, en lo ya explorado, en función de los públicos
que visitan el museo, pero poco puesto en práctica en los que se encuentran en su
contexto inmediato —en la tensión del adentro y del afuera donde impera la división
tangible—; y por otra, en lo presencial y lo digital, entre sus salas de exposición y las
redes sociales del museo.
Dicho esto, hallamos una primera limitante en la falta del personal que realice, de
manera cotidiana y como parte de sus funciones, los estudios de públicos. No solo
el tiempo es una barrera, la falta de interés también merma en la posibilidad de
desarrollarlos de manera constante y sistemática, y el miedo a la ‘crítica’ de lo que
queda ‘expuesto’, de lo que se hace y del cómo se hace, también crea resistencias al
pensar en una intervención desde los ‘preceptos’ de este tipo de estudios.
De acuerdo con Rodríguez, “la repercusión, es decir, la utilidad que pueda tener un
estudio de público dependerá de cómo se entienda el uso de la información” (2007: 12).
Sin dejar de lado que este tipo de indagaciones abre la posibilidad de que los
museos sean cada vez más asertivos y que puedan responder a las necesidades de
sus públicos y a las demandas culturales de la sociedad, es aquí donde es posible
que la voz de un sujeto colectivo encuentre eco en la práctica del quehacer museal
y que se materialice el efecto de la conciencia institucional sobre la problemática
en torno al vínculo museos-públicos, para lo cual es imperante poner en práctica el
sentido mismo del fundamento teórico y metodológico más básico de los estudios
de públicos, la palabra y la escucha.
115
Estudios sobre públicos y museos
Referencias
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de la Federación, 3 de febrero de 1939.
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Cousillas, A. (1997). Guía sobre estudios de visitantes a museos. Curso de capacita-
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gital Nueva Museología. https://nuevamuseologia.net/una-nueva-museolo-
gia-deconstruyendo-el-museo/
Resumen
Este trabajo se propone dar cuenta del surgimiento desafíos implicados en la articulación con las dife-
del Programa Estudios de Públicos en el marco del rentes escalas de gestión, así como en la comunica-
Ministerio de Cultura de la Nación Argentina y sus ción y el uso efectivo de los datos como herramientas
investigaciones iniciales. La creación de dicho pro- para la gestión de los museos. Estos desafíos si bien
grama fue parte del desarrollo de una política para están fuera del alcance institucional y operativo del
los museos nacionales dependientes de este Minis- Programa, forman parte de los propósitos últimos a
terio que, entre otras acciones, buscó otorgar centra- los que estos estudios pretenden aportar.
lidad a los visitantes y ponderar la dimensión pública
y social de estas instituciones culturales; un proceso
donde los estudios de públicos adquieren especial
relevancia. Las acciones e investigaciones llevadas Palabras clave
adelante en la fase inicial del programa fueron de
Estudios de públicos, museos argentinos, política
distinto tipo, entre las que se destacan: un estudio
cultural, públicos de museos.
de caracterización de visitantes a los museos nacio-
nales destinado a generar datos comparables que
impacten en la planificación y gestión (2017-2018);
evaluaciones de las exhibiciones principales del Mu-
seo Casa Histórica de la Independencia (2016) y del
Museo Nacional del Cabildo y de la Revolución de
Mayo (2018); un estudio sobre el perfil del público
asistente a la Noche de los Museos (2017); y un es-
tudio cualitativo acerca de las representaciones que
los jóvenes tienen sobre los museos (2017).
118
Estudios sobre públicos y museos
Introducción
En el ámbito museístico se advierte, hace ya varios años, un interés creciente por
repensar el papel de la institución museo poniendo el foco en los públicos, y a partir
de este posicionamiento rearticular las áreas de comunicación, extensión, y media-
ción educativa y cultural. En esta línea, crece el interés por realizar investigaciones
específicas sobre públicos.
para el museo, como las ideas de “tradición” e “identidad”, y “arte y artesanía”, entre
otras (Cousillas, 1997; Bialogorski y Cousillas, 2007). El tercer caso que nos interesa
recuperar es el del Museo de las Escuelas de Buenos Aires, que partió de la conside-
ración de los visitantes como patrimonio (Alderoqui y Pedersoli, 2011), y utilizó di-
versos dispositivos e instrumentos de participación y registro para recoger relatos,
comentarios y narrativas de los visitantes; todo ello con el fin de incorporarlos al
diseño conceptual y museográfico de las exhibiciones, evaluándolas y ajustándolas
de modo permanente. En cuarto lugar, podemos mencionar el Museo de Antropo-
logía de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Cór-
doba, que desarrolló diferentes indagaciones con el objetivo de incorporar distintas
propuestas museológicas, museográficas y pedagógicas para acercar la antropo-
logía a los visitantes y a la comunidad en general. Para ello, articularon diversos
estudios cuantitativos y cualitativos, y en 2008 crearon el Laboratorio de Investiga-
ción Museística Cultural, uno de cuyos temas fue la investigación sobre públicos y
visitantes (Bonnin y Zabala, 2017; Bonnin, 2000). Además, recuperamos el trabajo
realizado en el Museo Provincial de Ciencias Naturales “Ángel Gallardo” de Rosa-
rio durante 2012-2013 en el marco del plan de reformulación de su exhibición. Se
trató de un abordaje cualitativo realizado sobre la composición y características
del público no escolar, y sus percepciones acerca de las exhibiciones y distribución
espacial del museo en términos de “accesibilidad”, “atrapabilidad” y “atractividad”
(Museo Provincial de Ciencias Naturales “Dr. Ángel Gallardo”, 2014).
al Museo de Arte Tigre, entre otros. Asimismo, existen casos específicos de estu-
dios como el llevado a cabo por María Eugenia Conforti (2012), quien trabajó con
la comunidad de la ciudad de Tres Arroyos, indagando las opiniones con respecto al
patrimonio del sitio arqueológico “Arroyo Seco 2”, y la exhibición sobre este sitio que
se presentaba en el Museo Municipal “José A. Mulazzi”. Otras investigaciones sobre
público escolar realizadas en la exhibición “Olavarría antes de Olavarría” (Chaparro,
Borgo, Degele y Vergara, 2013), así como los estudios sobre los sitios Pucará de Tilca-
ra en Jujuy, las ruinas de Quilmes y el Parque de los Menhires en Tucumán (Endere,
2007), y en el Museo del Área Fundacional de Mendoza (Puebla Antequera, 2013).
Esta tendencia que le otorga centralidad a la palabra de los visitantes, se inserta en una
mirada de la gestión y las políticas públicas como dispositivos de transformación de las
relaciones sociales. Este tipo de políticas también pone en el centro a los ciudadanos ya
que entiende que la democratización de la cultura implica habilitar espacios de partici-
pación para las diversidades (Vich, 2013). Así, surge de manera explícita por parte de los
organismos centrales de gestión de la cultura y el patrimonio, un interés por formalizar
las investigaciones sobre los públicos; interés global que también se manifiesta en el
contexto argentino.
1
Según la Decisión Administrativa 213/2016. https://www.boletinoficial.gob.ar/#!DetalleNorma/142
475/20160322
El principal desafío que presentan las políticas culturales públicas diseñadas desde
la centralidad de los organismos nacionales, como es el caso de la Dirección Na-
cional de Museos, de la cual dependen 23 museos nacionales, es lograr una buena
articulación entre las áreas de los distintos establecimientos y, sobre todo, generar
una genuina apropiación por parte de todos los actores involucrados. En este caso,
los museos y las administraciones intermedias, con sus heterogeneidades internas,
manifiestan demandas y requerimientos particulares, derivados de las especificida-
des de las propias instituciones. Por eso, se hace necesario trascender las “políticas
de escritorio”, diseñadas muchas veces de espaldas al territorio específico de ac-
ción, para anclarlas en espacios y agentes concretos que permitan un intercambio
capaz de generar las condiciones necesarias para la factibilidad de su aplicación.
Por otra parte, el interés por conocer la voz del visitante puede entenderse en línea
con un cambio de paradigma dentro del campo de la museología que señala un
viraje, de acuerdo con Pastor Homs (1992), de una política museística centrada en
el objeto a una política centrada en el público. Este viraje supone otorgarles espe-
cial interés a las diferentes estrategias de mediación o comunicación patrimonial.
Subyace aquí una concepción del patrimonio cultural como discurso, es decir, como
repertorio de signos cuyo sentido no viene dado de antemano ni se encuentra fija-
do, sino que es dinámico y está abierto a interpretaciones que son el resultado de
la interacción que se establece entre el discurso museístico, el contexto de lectura y
los diferentes públicos (Zavala, 2012).
En segundo lugar, ante la preocupación por generar datos del sector cultural y po-
ner en práctica indicadores culturales que permitan la comparabilidad en el tiempo
y entre regiones, surgen diferentes modos de abordar la medición de la cultura. El
Marco de Estadísticas Culturales de la unesco (por sus siglas en inglés) y los siste-
mas nacionales de información son un ejemplo de estos esfuerzos que, sin embar-
go, se basan en la dimensión económica de la cultura, más fácilmente cuantificable
que otros aspectos más complejos. En relación con esto último, podemos decir que,
si bien la mirada cuantitativa resulta más inmediata y más gráfica en términos de
2
Al respecto es interesante tomar el caso de la Encuesta Nacional de Consumos Culturales realizada por el sin-
ca (Sistema de Información Cultural de la Argentina) en sus dos ediciones —2013 y 2017— e identificar cómo
fue conceptualizado el ámbito patrimonial. En la primera edición la visita a museos integra el apartado “Otras
prácticas y consumos culturales”, junto con los monumentos, el carnaval, la ópera, entre otras prácticas; mien-
tras que, en el estudio de 2017, asistir a museos integra el apartado “Qué miramos”, que incluye contenidos
audiovisuales en general, cine, televisión, series y también teatro y museos. Vaivenes en las conceptualizacio-
nes que señalan el estado incipiente de la medición del ámbito museístico y patrimonial.
―Córdoba, San Juan, Tucumán, Salta, Jujuy y Entre Ríos―. Algunos de ellos son ca-
sas-museo ―como el Museo Casa de Ricardo Rojas, el Museo Mitre o la Casa Natal
de Sarmiento―, o están dedicados a la memoria de un prócer o personalidad des-
tacada de la historia y la cultura argentina ―como es el caso del Museo Histórico
Sarmiento o el Museo Roca―. La mayoría son museos de temática histórica ―como
el Museo Histórico Nacional, creado a fines del siglo xix, como parte de un esquema
de construcción de una nacionalidad argentina― y hay algunos de artes ―ya sea en-
focados en una disciplina específica, como el Museo Nacional del Grabado, o a las
artes decorativas, como el Museo Nacional de Arte Decorativo, o dedicados al arte
y las prácticas artísticas contemporáneas como la Casa Nacional del Bicentenario―.
Las colecciones y el patrimonio material que albergan son también muy diversos,
tanto en características como en número, incluso algunos de ellos no tienen co-
lecciones de objetos ni de documentos, sino que es el propio edificio y su arqui-
tectura el centro de su valor patrimonial ―como es el caso del Complejo Histórico
Cultural Manzana de las Luces―. Algunos de estos establecimientos son lugares
sumamente emblemáticos y significativos para la historia del país, como el Mu-
seo Nacional del Cabildo de Buenos Aires y la Revolución de Mayo y el Museo Casa
Histórica de la Independencia ―ambos escenarios de momentos fundacionales en
la construcción de la nación―. Otros dos casos se tratan de antiguas estancias inte-
grantes del sistema productivo jesuítico ―la Estancia de Alta Gracia y Casa del Virrey
Liniers y la Estancia de Jesús María-Museo Jesuítico Nacional, que además tiene bajo
su órbita otro edificio histórico, la Posta de Sinsacate, construida en el siglo xviii sobre
el Camino Real―. Cabe mencionar también que algunos de estos museos se encuen-
tran ubicados en pleno casco histórico o zonas céntricas urbanas, y otros se encuen-
tran en zonas rurales, incluso con escasa o nula accesibilidad a través del transporte
público, como es el caso del Palacio San José y Monumento Histórico Nacional “Justo
José de Urquiza”.3
3
El Palacio fue construido en el siglo xix en medio del monte entrerriano y hoy se encuentra a 31 km de la ciudad
más cercana, Concepción del Uruguay.
Además de este gran mapa de diversidades evidentes, los museos nacionales ma-
nifiestan grandes diferencias de escala y de organización institucional interna. Di-
ferencias de escala en términos físicos ―cantidad y tamaño de salas de exhibición
y metros de espacio expositivo―, en términos de actividades, programas públicos,
educativos y de extensión ―tanto en calidad con en cantidad―, así como de afluen-
cia de público. En términos globales, estas sedes museales reciben desde un total
anual de 6 000 visitantes ―los menos concurridos― y hasta de 550 000 ―los más
visitados―; además de presentar flujos estacionales de cantidad y tipos de públi-
cos también muy diferentes. En cuanto a su organización interna, algunos museos
cuentan con áreas profesionales muy consolidadas, que trabajan de manera inter-
disciplinaria y entablan diálogos permanentes entre sí y con otros organismos de la
gestión. Mientras que otros establecimientos cuentan con poco personal; muchos
con escasa formación o con dificultades de articulación interna, lo cual requiere de
un mayor acompañamiento e intervención para la ejecución de los proyectos.
4
Para mayor información sobre objetivos, metodología y resultados obtenidos, puede consultarse el informe
completo del estudio en: https://rma.cultura.gob.ar/publicaciones/AAVV_2018_Estudio_de_recepcion-La_
nueva_propuesta_de_la_Casa_Historica_de_la_Independencia.pdf
A partir de los resultados del estudio el equipo de la Casa Histórica evaluó la reu-
bicación de algunos de los dispositivos y ensayó reformulaciones del espacio ex-
positivo. El equipo del museo utilizó posteriormente la información obtenida en el
estudio para potenciar aquellos lugares que de acuerdo con los resultados apare-
cían como más valorados. Entre ellos podemos mencionar que, por ejemplo, de las
entrevistas en profundidad, se desprendió la preeminencia del registro emotivo y la
ponderación, por parte de los visitantes, de “estar” en la Casa, “pisar” el mismo piso
que pisaron los congresales al momento de declarar la independencia, más allá de
los contenidos propios de la exhibición. En ese sentido, el equipo del Museo impulsó
un mayor aprovechamiento del uso de los patios, ya sea sumando bancos y espacios
de descanso, como incorporando en mayor grado a los propios patios dentro del
recorrido guiado y la experiencia de visita.
132
Figura 2. Visita escolar al Museo Casa Histórica de la Independencia (Tucumán, Argentina, 2016). El público escolar es muy
importante para este museo: recibe grupos de estudiantes de todos los niveles, y entre un 10% y un 15% de su público
total corresponde a visitas escolares.
Fotografía: Ana Pironio, 2016.
133
Estudios sobre públicos y museos
tuales de los visitantes, y detectar los objetos, textos y salas que despertaran mayor
interés. Aquí, desde la dirección y la gestión del museo se buscó generar informa-
ción concreta que sirviera como insumo para el proyecto de cambio de la propuesta
expositiva permanente. Es decir, el estudio fue previo a la reformulación y se ocupó
de testear con los visitantes algunas presunciones específicas sobre determinados
objetos de la exhibición. Puntualmente, el equipo del Museo tenía la hipótesis de
que había determinados objetos que, por su ubicación dentro de las salas, pasaban
desapercibidos, a pesar de tener un alto valor patrimonial y de ser muy importan-
tes para la narrativa del guion museológico. A fin de obtener información acerca de
los modos y circuitos del recorrido y de los focos de interés de cada sala, se trabajó
a partir de la observación sistemática de los trayectos realizados por los visitantes
desde que ingresaban hasta que se retiraban del museo, categorizados según edad
y compañía para la visita.5 El estudio se realizó en forma conjunta con el equipo del
Museo, tanto en su diseño como en su ejecución, trabajando desde la observación
directa de los visitantes hasta las apreciaciones y percepciones que tenían tanto
los encargados de llevar a cabo las visitas guiadas y el personal del área educativa,
como los trabajadores del área de bienvenida e informes, los guardias de sala y el
personal de seguridad. La información producida y los resultados obtenidos se en-
tregaron al Museo que los utilizó en su proceso de discusión y elaboración de una
nueva propuesta museológica y museográfica.
5
Para mayor información sobre objetivos, metodología y resultados obtenidos, puede consultarse el informe
completo del estudio en: https://rma.cultura.gob.ar/publicaciones/AAVV_2019_Recorridos_Circulacion_y_
focos_de_interes-Museos_Nacional_del_Cabildo_de_Buenos_Aires_y_de_la_Revolucion_de_Mayo.pdf
135
Estudios sobre públicos y museos
El objetivo general del estudio fue conocer tanto las características sociodemográfi-
cas ―edad, género, procedencia, etcétera― como las modalidades de visita ―compa-
ñía, motivaciones, modos de información acerca de las propuestas del museo, entre
otras― del público asistente a los museos nacionales y conocer algunas concepcio-
nes acerca de la institución museo en sí ―como espacio de recreación, de apren-
dizaje o de preservación patrimonial―, y expectativas y evaluación de diferentes
aspectos del museo. Para ello, se diseñó un cuestionario de preguntas de respuesta
cerrada, y se incluyó una pregunta específica que elaboró cada sede museal en fun-
ción de una inquietud propia para, de esta forma, promover una mayor implicación
por parte de las instituciones participantes y generar datos de utilidad específica y
directa. Al ser un estudio cuantitativo, y partir de una muestra representativa que
permite generalizar resultados, se hizo necesaria la contextualización permanente
de los datos para permitir la lectura de los mismos.
6
Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo; Museo Nacional de la Historia del Traje; Museo
Histórico Nacional; Museo Mitre; Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces; Casa Nacional del Bicen-
tenario; Museo Casa de Ricardo Rojas; Museo Nacional de Arte Decorativo; Museo Histórico Sarmiento; Museo
Malvinas e Islas del Atlántico Sur; Museo Evita; Museo y Biblioteca de la Casa del Acuerdo de San Nicolás; Palacio
San José; Museo y Monumento Nacional “Justo José de Urquiza”; Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta
Gracia y Casa del Virrey Liniers; Estancia de Jesús María; Museo Jesuítico Nacional; Museo Casa Histórica de
la Independencia; Museo Histórico del Norte; Museo y Biblioteca Casa Natal de Domingo Faustino Sarmiento;
Museo Regional de Pintura “José Antonio Terry”.
Para promover el uso de los resultados obtenidos ―uno de los desafíos más impor-
tantes que suelen tener los estudios de públicos―, el Programa buscó trabajar en
forma articulada tanto con el personal de los museos ―implicándolo en las diferen-
7
Para mayor información sobre objetivos, metodología y resultados obtenidos, puede consultarse el informe
completo del estudio en: https://rma.cultura.gob.ar/publicaciones/AAVV_2019_Quienes_nos_visitan-Es-
tudio_de_caracterizacion_de_visitantes_a_museos_nacionales_2017-2018_Secretaria_de_Patrimonio_
Cultural_Ministerio_de_Educacion_Cultura_Ciencia_y_Tecnologia.pdf
tes etapas de la tarea― como con el área de Programas Públicos y Comunitarios que
funciona dentro de la Dirección Nacional de Museos. Dicho programa se ocupa de
brindar asistencia tanto en la elaboración de contenidos como en la producción y
gestión de proyectos y actividades orientadas a los diferentes públicos.
Figura 5. Reunión de trabajo con los equipos del Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey
Liniers (Alta Gracia, Córdoba) y el Programa Estudios de Públicos (2019).
Fotografía: Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta Gracia/Casa del Virrey Liniers, 2019.
139
Estudios sobre públicos y museos
Una inquietud particular de la Dirección Nacional de Museos fue conocer las pre-
nociones y representaciones de los jóvenes de la Ciudad de Buenos Aires y sus alre-
dedores respecto de la oferta museística en general; identificar barreras de acceso;
explorar sus expectativas y experiencias; e indagar particularmente sobre las visitas
escolares y el vínculo museo-escuela (Campassi et al., 2019c). Para ello se realizaron
ocho grupos focales moderados por una consultora especializada. Cada grupo con-
tó con un promedio de seis participantes, reclutados a partir de una base de datos,
y estaban conformados por hombres y mujeres de 15 a 18 años (adolescentes) y de
20 a 27 años (jóvenes), de nivel socioeconómico medio-medio y medio-bajo (C2 y
C3), asistentes y no asistentes a museos. Los participantes provenían de diferen-
tes tipos de escuelas ―de orden público y privado―, de distintos barrios de la Ciudad de
Buenos Aires y distintos distritos del Gran Buenos Aires. Para aportar a la validez de los
resultados, las personas seleccionadas no fueron informadas previamente acerca
de las características por las cuales se las convocaba ―relacionadas con su edad y
De los resultados obtenidos, podemos destacar que, confrontados con la idea de vi-
sitar un museo, los participantes de los grupos manifestaron expresiones asociadas
al “desgano” y el “aburrimiento”. Sin embargo, al hablar de sus experiencias concre-
tas de visitas a museos, las referencias fueron en general positivas. Se observó que,
una vez vencidos los prejuicios, las experiencias reales en las sedes museales fueron
valiosas para los participantes, llegando en algunos casos a mencionar que les gus-
taría repetirlas.8 Uno de los factores clave de esta valoración fueron las mediacio-
nes, las cuales ayudan a generar experiencias significativas, se distingue y pondera
el papel de los educadores de los museos quienes mediante diferentes estrategias
puedan involucrar a los jóvenes y adolescentes y sus saberes previos a través de pre-
guntas que despierten interés y curiosidad. Los resultados de este estudio sirvieron
como complemento de un trabajo más amplio ―Museos Circulares9― que publicó la
Dirección Nacional de Museos y que involucró a docentes y educadores de museos
para reflexionar acerca del vínculo museo-escuela, haciendo foco en la circulación
de experiencias, la planificación y proyección conjunta entre profesionales de es-
cuelas y museos. Esta línea de trabajo se orientó a la formación de públicos donde
las escuelas y las familias son agentes clave; pero donde además el museo se pro-
yecta como proveedor de experiencias que inviten a los jóvenes a querer regresar.
8
Para mayor información sobre objetivos, metodología y resultados obtenidos, puede consultarse el informe
completo del estudio en: https://rma.cultura.gob.ar/publicaciones/AAVV_2018_Los_jovenes_y_los_mu-
seos-Estudio_cualitativo_sobre_publicos_juveniles.pdf
9
El detalle de los objetivos y las acciones del proyecto Museos Circulares, además de las reflexiones y conclu-
siones resultantes pueden consultarse en: https://rma.cultura.gob.ar/publicaciones/AAVV_2018_Museos-
Circulares.pdf
142
Estudios sobre públicos y museos
Para conocer el perfil de los asistentes a la Noche de los Museos de la Ciudad de Bue-
nos Aires, entonces, se confeccionó un cuestionario breve organizado en tres ejes:
perfil sociodemográfico, perfil de visita durante la Noche de los Museos, y hábito de
visita a museos y espacios culturales en general. Este cuestionario fue aplicado a los
asistentes a las 22 instituciones dependientes de la Secretaría de Patrimonio Cultu-
ral que participaron del evento, por parte del personal de estos espacios y del Pro-
grama de Estudios de Públicos, a lo largo de toda la noche y respetando tres franjas
horarias diferenciadas. Con los datos obtenidos se pudieron confirmar en parte las
hipótesis iniciales, pero también surgieron resultados interesantes para ser profun-
dizados y estudiados con más detalle en otras ediciones del evento. De las intuicio-
nes preliminares, se confirmó un perfil preeminentemente joven y adulto-joven de
la concurrencia, y el carácter de la visita como actividad eminentemente social, que
se realiza en compañía. El carácter social de la actividad se asocia, a su vez, a cierta
improvisación de los circuitos donde priman la espontaneidad y la no planificación.
Se observó, asimismo, un número relativamente alto de visitantes procedentes de
distintas localidades del Gran Buenos Aires, lo cual pone de manifiesto el atractivo
que despierta el evento. Por otra parte, la mayoría de los entrevistados no conocía
la institución en la que fue encuestado, y un gran porcentaje manifestó como prin-
cipal motivo de visita el deseo de conocerla, lo cual nos habla del potencial de esta
fecha para convocar a nuevos públicos.10
Figura 7. Patio del Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces durante la Noche de los Museos (Buenos Aires, 2017).
Esta imagen resume visualmente las características principales de este evento, que se destaca por una concurrencia ma-
siva a los museos, y por la disposición de espacios abiertos para la realización de diversas actividades, propiciando el
encuentro y la socialización en un clima distendido.
Fotografía: Ministerio de Cultura, 2017.
Para mayor información sobre objetivos, metodología y resultados obtenidos, puede consultarse el informe
10
Instrumento: cuestionario de
respuesta cerrada.
Conclusiones y desafíos
Luego de haber realizado un repaso por algunas de las experiencias del campo de
estudios de públicos en el contexto argentino, y de mencionar ciertos factores que
permiten comprender la creación del Programa Estudios de Públicos en la adminis-
tración central de los museos estatales, nos interesa retomar algunas cuestiones.
Por un lado, nos parece relevante remarcar la importancia de contar con un área
específica capaz de construir información válida, sistemática y permanente sobre
los visitantes a los museos. La existencia de dicha área busca trascender las contin-
gencias para convertirse en una política cultural pública genuina a fin de aportar
de manera continua y estable a la gestión de los museos, y de la cultura en general.
Pero, a su vez, en el caso específico que nos convoca, también es necesario destacar
que para dar continuidad y profundizar estas prácticas de investigación dentro de
los espacios de gestión pública es necesario promover un tipo de trabajo flexible, in-
terdisciplinario y colaborativo que promueva la apropiación y el interés por parte de
todas las áreas involucradas. Y, luego, una vez construido el dato, es indispensable
generar espacios de debate que permitan contextualizar e interpretar ese conoci-
miento para que pueda ser real insumo en la gestión de las instituciones.
Tal como vienen señalando muchos especialistas del ámbito (Pérez Santos, 2018),
uno de los desafíos más importantes que suelen implicar a los estudios de públicos
es el grado de utilización concreta de los resultados obtenidos. Es esa utilización de
los resultados por parte de las áreas centrales de gestión, y la utilización y apropia-
ción tanto de los resultados como de las herramientas metodológicas por parte de los
museos lo que constituiría a los estudios de visitantes como una real política pública.
Para alcanzar ese objetivo clave, se vuelve fundamental que en cada museo se ge-
neren tareas ―o idealmente áreas específicas― que realicen periódicamente investi-
gaciones y evaluaciones sobre sus visitantes. El trabajo interdisciplinario dentro de
las sedes museales y su diálogo con áreas y programas específicos de la administra-
ción central permite a las instituciones pensarse y repensarse hacia sus visitantes.
En este sentido, contar con información cuantitativa y cualitativa confiable acerca
de la relación del museo con sus públicos posibilita, en palabras de Cousillas (1997),
las políticas culturales participativas y democráticas que involucren a diversos sec-
tores sociales, formular políticas educativas y de vinculación con la comunidad que
se adecuen a la dinámica de los procesos socioculturales actuales y, finalmente, a
partir de las voces de los visitantes, reflexionar, cuestionar o potenciar la identidad
y la misión de cada institución en particular.
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Alejandra Moreno
Resumen
El Museo Universitario Arte Contemporáneo (muac) contemporáneo. En el entorno sociofamiliar, los estu-
de la Universidad Nacional Autónoma de México diantes experimentaron mejora en la comunicación,
(unam), desarrolla el proyecto muac en tu casa, con la reafirmación de apoyo parental, el reconocimiento
el objetivo de propiciar la inclusión y acercamiento de y la comprensión de sus intereses, aspectos esencia-
públicos jóvenes al arte contemporáneo y a la institu- les en la convivencia, en algunos casos, para la toma
ción-museo a través de la vivencia de procesos mu- de decisiones vocacionales.
seales fundamentales. Se dirige a estudiantes de nivel
medio superior de la unam para que experimenten,
en siete semanas, procesos de exhibición, conserva-
ción, resguardo y socialización comunitaria de obras
Palabras clave
contemporáneas en el espacio privado, en casa de un Impacto social, evaluación, cohesión social.
integrante de los equipos participantes.
155
Estudios sobre públicos y museos
Introducción
El objetivo de este texto es compartir la experiencia metodológica y hallazgos
de la evaluación cualitativa de impacto social del proyecto muac en tu casa, cuya
metodología se diseñó y desplegó expresamente para el Museo Universitario Arte
Contemporáneo (muac), con el objetivo de conocer los cambios experimentados
por los estudiantes en los entornos socioescolares-formativos, familiares y comu-
nitarios, generados con base en su participación.
El proyecto como parte del programa pedagógico del muac, tiene el objetivo de pro-
piciar la inclusión y el acercamiento de públicos jóvenes ―estudiantes de educación
media superior de bajos recursos― al arte contemporáneo y a la institución-museo
mediante la vivencia de procesos museales fundamentales: acopio y dispersión;
preservación (registro y conservación preventiva); estudio y comunicación (exhibi-
ción, mediación y divulgación) de piezas de arte contemporáneo. Asimismo, con-
tribuir a la regeneración del tejido social y a la mejora de la calidad de vida de las
personas involucradas, creando acceso personalizado al arte, exhibiéndolo en el
espacio privado y propiciando la socialización de estrategias para comunicarlo, di-
vulgarlo y conservarlo. Es un proyecto dirigido a estudiantes de educación media
superior de la unam, los cuales concursan y son seleccionados para experimentar,
durante siete semanas, un proceso de exhibición, conservación, resguardo y sociali-
zación de obras de la colección del muac o de artistas contemporáneos en el espacio
privado, es decir, en la casa de uno de los integrantes de los equipos participantes.
La evidencia demuestra que la cohesión social es necesaria para que las socie-
dades prosperen económicamente y para que el desarrollo sea sostenible, “no
es solamente la suma de las personas e instituciones que forman parte de una
sociedad, sino también las interrelaciones e interacciones entre ellas” (Putnam,
2000, citado en preval-fida, 2005: s/p).
Lo primero fue determinar qué se entendería como impacto. La definición del diccio-
nario de uso del español, dice que la palabra proviene de la voz impactus, del latín tar-
dío y significa, en su tercera acepción, “impresión o efecto muy intensos dejados en
alguien o en algo por cualquier acción o suceso” (Libera, 2007: 1); considera las conse-
cuencias no deseadas, no planeadas o no previstas, colaterales, de una determinada
acción o intervención, y excluye el impacto relacionado con los objetivos iniciales de
la acción. Acorde con un esquema abierto, lo adecuado fue considerar “los efectos
previstos o no, negativos o positivos, así como el factor tiempo en la duración de los
efectos de una acción" (Libera, 2007: 3).
La concepción técnica de impacto social considera “los efectos previstos o no, negati-
vos o positivos, así como el factor tiempo en la duración de los efectos de una acción”
(Cohen, 2002, citado en Libera, 2007: 3).
Evaluación de
impacto social cualitativa
Proceso de cambio
Estado anterior a la
participación Tiempo Estado posterior a su
MUAC en tu casa
participación
Ediciones Año
Primera 2013
Segunda 2014
Cambios en la vida del
alumnado, atribuidos al
Tercera 2015 proyecto, sostenidos en el
tiempo
Cuarta 2016
Resultados
También se integraron los cambios observados por el equipo muac, y algunos artistas
y madres y padres de familia, participantes en las técnicas de investigación desplega-
das, entrevistas y un grupo focal.
La significación de los
cambios en sus vidas:
Narración de la
entornos • Cohesión social
experiencia y sus
socioescolares, • Emergentes
resultados
familiares y
comunitarios
Hallazgos
A continuación, se presentan los hallazgos que son aspectos que conservan signifi-
cación como cambio en la vida de los estudiantes que atribuyeron a su experiencia
de participación.
Los hallazgos en este entorno, aun con el tiempo, están relacionados con uno
de los objetivos del proyecto que propone el desarrollo de la creatividad y el
En este contexto, los resultados indicaron que durante el proceso se crea un entrama-
do relacional que implicó la construcción de nuevos lazos de los cuales mencionaron
experimentar reconocimiento y que incidieron en su vida.
167
Estudios sobre públicos y museos
valoraron que tenían mayor apoyo y que mejoró su convivencia; se acercaron más
y disfrutan de la cultura juntos, se organizan y frecuentan museos y otros lugares.
Durante las siete semanas que tuvieron la obra en una casa, las familias se involucra-
ron y apoyaron, incluso, se observó mayor apoyo en algunos equipos con deserción
de algún integrante. Según los estudiantes, este involucramiento ha permanecido,
así como el interés por las actividades que desarrollan actualmente.
Para ellos, los estudiantes, lo más significativo en sus entornos sociofamiliares fue
el apoyo parental recibido, se dieron cuenta del respaldo incondicional, reafirmaron
que cuentan con este. Las formas de apoyo por parte de las familias fueron diversas,
con recursos materiales y económicos, en la planeación, difusión e implementación
de las activaciones. También en lo moral y emocional, que en lo cotidiano se expre-
só, dando permisos para asistir y participar en las actividades.
Los estudiantes afirman que mejoró la comunicación familiar, que incluyeron nue-
vos temas de conversación, rompieron paradigmas e incorporaron al arte y otras
expresiones artísticas. Asimismo, experimentaron reconocimiento por parte de sus
familias, y se sienten respaldados para tomar decisiones de vida.
El entorno comunitario es, además de la zona geográfica donde se ubican las casas
anfitrionas de la obra, la comunidad de personas que viven en la zona y el círculo de
relaciones e invitados de las familias receptoras.
Conclusiones
Para finalizar, durante la evaluación cualitativa de impacto social, las personas
aportaron información de su experiencia en el proyecto muac en tu casa; esto apo-
yó para referenciar los procesos, sin embargo, el propósito fue conocer el impacto
generado. Es decir, los cambios que han permanecido después de su participación:
el “saber si el programa ha tenido algún efecto en las vidas de las personas y si este
ha sido positivo o negativo” (Sarasa, 2017: 23).
identidad estable a partir de la cual puedan construir sus vidas y sus vínculos con
los demás” (2014: 16).
Este resultado de cohesión social se relaciona con un objetivo del proyecto, el cual
plantea que contribuirá a la regeneración del tejido social y a la mejora de la calidad
de vida de las personas involucradas, creando acceso personalizado al arte, exhi-
biéndolo en el espacio privado y propiciando la socialización de estrategias para
comunicarlo, divulgarlo y conservarlo. Asimismo, los cambios en la vida de los estu-
diantes en el entorno socioformativo, se relacionan con el propósito del proyecto de
desarrollar la creatividad e impactar la esfera perceptual, emocional y social del
estudiante de educación media superior y de su comunidad inmediata, a través
del conocimiento, la apreciación y el disfrute del arte contemporáneo.
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Resumen
El siguiente texto es un análisis de caso que se pro- propiciar estas reflexiones, se realizó un estudio
pone estudiar el vínculo de un grupo específico de cualitativo cuyos insumos fueron las observaciones
adolescentes con el Museo de Arte Latinoamerica- actitudinales del grupo a lo largo del programa y
no de Buenos Aires (Malba) donde se llevó a cabo la las devoluciones de lxs adolescentes en una entre-
experiencia a describir. vista grupal que tuvo lugar al finalizar el proyecto.
El estudio de públicos es la herramienta mediante
Se trata de un proyecto realizado en 2019 en arti- la cual se evalúa la experiencia y brinda pautas de
culación con el equipo de Educación del museo y reflexión sobre accesibilidad en el museo.
el taller de Fotoperiodismo dictado en el marco de
los talleres del programa Arte en Barrios del Gobier-
no de la Ciudad de Buenos Aires. Responsables del
programa y educadoras del museo planificaron el Palabras clave
proyecto y pautaron objetivos, y luego se invitó al Estudio de públicos adolescentes, accesibilidad, de-
grupo de 12 adolescentes que viven en un barrio mocratización, estudio de caso, evaluación de pro-
periférico de la ciudad, el barrio Ramón Carrillo de gramas educativos.
Villa Soldati, y asisten semanalmente al taller en
su colegio. Se realizaron cuatro encuentros de fre-
cuencia semanal y una actividad abierta de cierre,
también en Malba. A lo largo de los encuentros se-
manales de dos horas de duración se conformó un
grupo que transitó distintas actividades relaciona-
das con la exhibición temporaria “Mundo propio.
Fotografía moderna argentina 1927-1962”, para
apelar a las subjetividades e incentivar la expresión
personal, dándole real valor a su mirada.
174
Estudios sobre públicos y museos
Introducción
El siguiente texto es un análisis de la experiencia educativa llevada a cabo en el Mu-
seo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) en los meses de mayo y junio
de 2019. En articulación con el equipo de Educación del museo y el programa Arte
en Barrios1 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se generó una experiencia
inédita de trabajo conjunto. Para esto, se convocó a lxs2 estudiantes del taller de
Fotoperiodismo dictado semanalmente por el profesor Diego Spiteri en el Colegio
Virgen Inmaculada, ubicado en el barrio Ramón Carrillo de Villa Soldati,3 un asenta-
miento de emergencia social ubicado en la zona sur de la ciudad.
Objetivos
¿Cuál es el propósito de este proyecto y a qué modelo de museo responde? Las
primeras experiencias para estudiar las percepciones de los públicos en Malba co-
menzaron en 2015, cuando se realizó desde el equipo de Educación un estudio de
públicos adolescentes que visitaban el museo con sus escuelas. Esta y otras inicia-
tivas impulsadas desde el área, sentaron algunas bases metodológicas de trabajo
y demostraron al equipo del museo la importancia de darle espacio a la voz de lxs
visitantes. Cabe destacar que, si bien el museo abrió sus puertas en 2001, las eva-
luaciones de visitantes y las acciones orientadas a sus públicos no contaban con
otros antecedentes en esta institución antes de 2015.
1
El programa Arte en Barrios ofrece a la comunidad varias actividades gratuitas como talleres artísticos, sali-
das a espacios culturales, talleres de oficios, capacitaciones, eventos y festivales. https://www.buenosaires.
gob.ar/arteenbarrios/arteenbarrios
2
En este artículo se utilizará lenguaje inclusivo a la hora de designar al grupo de adolescentes, dado que
unx de sus integrantes no se reconoce en la lógica binaria de género femenino-masculino y se autopercibe
transgénero.
3
http://sobrelatierra.agro.uba.ar/ramon-carrillo-un-barrio-decidido-a-cambiar-una-historia-de-abando-
no-y-degradacion-ambiental/
El estudio de públicos en este caso se puso al servicio del cambio de concepción mu-
seológica respecto al tipo de experiencias que se buscan fomentar desde el museo.
En este sentido, el estudio de los públicos sirve como modo de concebir la evalua-
ción de un programa educativo con el propósito de visibilizar las voces de lxs jóvenes
para lograr que estas resuenen dentro del museo y puedan ser motor del cambio:
de un museo basado en los objetos a una institución porosa y abierta, realmente al
servicio de sus visitantes y su comunidad. Por otro lado, se busca reflexionar sobre
el porqué de trabajar con jóvenes, cuáles son sus implicaciones y dificultades y, so-
bre todo, qué está dispuesto a aprender el museo de este grupo.
El objetivo del programa estaba marcado por la intención de generar lazos de con-
fianza entre lxs educadores y lxs adolescentes para abrir el museo como un lugar
posible en sus imaginarios culturales, y desarmar los sentidos asociados con fre-
cuencia al espacio museístico con las elites culturales. En ese sentido, es dable
aclarar que tanto la iniciativa del programa como su evaluación surgieron de las
educadoras del museo, a contrapelo de las demandas institucionales que apuntan
a la creación de programas de gran impacto cuantitativo bien delimitado. El equipo
de Educación es consciente del carácter cuestionador de su trabajo, y necesaria-
mente se mueve dentro de la contradicción institucional para desarmar los senti-
dos estáticos de lo que debería ser y hacer un museo.
Por parte de las educadoras del museo, la experiencia tenía la intención de inda-
gar en proyectos de corte más experimental, apuntando a una relación profunda
con los públicos en oposición al vínculo efímero de una visita esporádica. Por este
motivo se planificaron cinco encuentros con el mismo grupo, donde se propusie-
ron diversas actividades de acercamiento al patrimonio de Malba, a una exposición
temporal, a la Colección Permanente de Arte Latinoamericano y a lxs trabajadores
del museo.
Malba es un museo de gestión privada que abrió sus puertas en 2001 gracias a la
iniciativa de su fundador, Eduardo Costantini, quien donó a la institución naciente
parte de su patrimonio: su importante colección de arte latinoamericano. Se cons-
truyó un lujoso edificio especialmente diseñado para albergar la colección en uno
de los barrios residenciales más exclusivos de Capital Federal, y con el correr de los
años Malba fue configurándose como un espacio de proyección internacional, que
produce exposiciones de calidad de artistas emblemáticos acompañadas de un
abanico de programas públicos. Sin embargo, en paralelo con el crecimiento profe-
sional del museo y su inserción en la escena artística latinoamericana, comenzó a
proyectarse en el imaginario popular como un espacio elitista y reservado para las
clases burguesas. Estos prejuicios pueden haber sido alimentados por la construc-
ción de la marca museo, los eventos privados que allí se realizan con frecuencia, la
tienda que vende productos de diseño con elevados precios, las figuras públicas
(políticos, famosos, influencers) que asisten y se asocian al museo, su edificio ampu-
loso o el precio de la entrada, entre otros, que se suman a los habituales prejuicios
con relación a quiénes acceden a consumir arte.
Sin perder de vista que el propósito es tener en cuenta las necesidades de los públi-
cos en función de continuar aportando para crear un museo accesible, el objetivo
del presente documento es tomar la experiencia con este grupo de adolescentes,
realizar un análisis de sus percepciones del museo, previas y posteriores a su parti-
cipación en el proyecto, y reflexionar en torno a las mismas para evaluar el impacto
de esta acción educativa.
Metodología
Este texto toma la experiencia del proyecto mencionado para indagar cuál es la
función del museo en la construcción de hábitos de consumo cultural en un gru-
po de jóvenes, qué acciones concretas puede generar esta institución para ser un
La elección del grupo con el cual se trabajó fue consecuencia de conversaciones con
el equipo de Arte en Barrios, que consideró que el grupo presentaba las caracterís-
ticas e intereses adecuados para transitar la experiencia, por su curiosidad y sus
conocimientos en fotografía. Por otra parte, fue fundamental la presencia de Die-
go, por tratarse de un referente de confianza para todxs lxs integrantes del grupo,
que conocía sus historias personales y su realidad cotidiana. Fruto del trabajo en
el barrio Ramón Carrillo en años anteriores, el vínculo afectivo de lxs adolescentes
con Diego lo convirtió en una figura de relevancia para relacionarse con el museo.
Desde un principio, cada decisión que se tomó en la práctica intentó dejar de ma-
nifiesto que el espíritu del programa estaba marcado por el deseo de no obligar a
lxs adolescentes a adaptarse a las normas del museo, como sí sucede por ejemplo
en una visita escolar, sino al revés: la escucha respetuosa y el reconocimiento de las
diferencias fueron parte de la dimensión ética que atravesó al programa.
Para darle voz a lxs adolescentes, se reforzó la evaluación sumando una conver-
sación horizontal con el grupo junto con las educadoras del museo, la autora del
Figura 1. El grupo de adolescentes junto a las educadoras de Malba y Diego, su profesor de taller, en la actividad de cierre
del proyecto.
Fotografía: Prensa gcba.
libre y dejaron el abrigo de sus hogares, venciendo la poderosa atracción que ejerce la oferta
mediática y que alimenta la tendencia internacional hacia la disminución de la asistencia a
espectáculos localizados, en tanto crece el consumo a través de aparatos de comunicación
masiva en el ámbito privado (2017: 27).
El programa
El proyecto surge de la inquietud de tres integrantes del equipo de Educación de
Malba: Mora De Vincentis, Daniela Seco y Gabriela Santagostino; y del acercamien-
to institucional de los referentes del programa Arte en Barrios. Luego de algunas
reuniones de planificación de contenidos, se decidió trabajar con el grupo de ado-
4
El boleto de ingreso a Malba tiene un valor de 200 pesos argentinos (5 dólares) para público general y 100
pesos argentinos (2.5 dólares) para estudiantes, siendo uno de los museos con el valor de entrada más ele-
vado de la Ciudad de Buenos Aires.
Se decidió que el traslado desde su barrio hasta Malba (una distancia de 13 kilómetros)
sería cubierto por el programa Arte en Barrios, y que se les ofrecería una merienda, a
modo de recepción en cada encuentro, proporcionada por el museo. Este fue un detalle
originalmente pensado para favorecer la predisposición de lxs chicxs y hacerlxs sentir
bienvenidxs, según la experiencia de las educadoras en programas anteriores con otros
grupos de adolescentes.
5
https://malba.org.ar/evento/mundo-propio/
6
Lxs integrantes del grupo fueron: Arami Fleytas, Benjamín Aranibal, Celeste Figueroa, Farid Estigarribia Ar-
nez, Iván Silvero, Lihuén Sosa, Matías Sánchez, Matías Soraire, Naiara Rodríguez, Natalia Mega, Sergio Teje-
rina y Piter Encinas.
Teniendo presente que se trató de un conjunto de jóvenes que nunca habían visita-
do el Malba, las decisiones tendientes a convertir el museo en un espacio amigable
fueron especialmente analizadas entre las educadoras y el profesor; y luego confir-
madas con el grupo a la hora de repasar la experiencia.
El primer encuentro continuó con una actividad en las salas de la exposición tem-
poraria de fotografía, donde se le proporcionó a cada chicx una hoja con consignas.
La propuesta era la invitación a seleccionar fotos desde criterios meramente perso-
nales y emocionales, propiciando una primera aproximación a la muestra que no
requiriera de información previa (por ejemplo: “Elegí una foto que podrías haber
sacado vos”, “Elegí una foto que por algún motivo te haya sorprendido”, “¿Cuál es
la foto que quitarías de la muestra?”, “Elegí una foto que hable de tu mundo pro-
pio”, “¿A quién le regalarías una obra y cuál?”, entre otras). Finalmente, se pusieron
en común las elecciones de cada integrante en la sala pedagógica, mostrando las
fotografías, repasando artistas e intercambiando percepciones personales sobre la
muestra. Es importante destacar que la temática que atravesó varios de los ejer-
cicios fue la de la indagación del mundo propio, que también daba nombre a la
exposición temporaria y a una fotografía de Horacio Coppola central en el recorrido.
Al finalizar este encuentro, se le propuso a cada adolescente que realizara el ejercicio
184
Estudios sobre públicos y museos
El segundo encuentro contó con la visita del fotógrafo argentino y curador de la expo-
sición, Facundo de Zuviría, quien acompañó al grupo en un recorrido personal donde
compartió sus ejes curatoriales, la investigación previa para el armado de la exposición
y, en tono intimista, conversó con lxs chicxs sobre su formación como fotógrafo. El gru-
po había preparado algunas preguntas en su mayoría acerca de sus inquietudes artísti-
cas y profesionales, y respondió positivamente al encuentro con Facundo. Al finalizar la
visita, los jóvenes compartieron con las educadoras los prejuicios que tenían respecto
de la figura del curador, y cómo la experiencia de conocerlo había desarmado sus pre-
conceptos y lxs había acercado a su persona de algún modo. Teniendo en cuenta que
varixs de lxs adolescentes se encuentran finalizando sus estudios secundarios, en la
etapa de decisión de su futuro profesional, las palabras del curador tuvieron un impac-
to positivo en quienes deseaban apostar por una carrera artística, ya que él compartió
las dificultades y desafíos de sus primeros pasos como fotógrafo profesional.
186
Estudios sobre públicos y museos
Figura 5. Facundo de Zuviría, curador de la exposición “Mundo propio. Fotografía moderna argentina 1927-1962”, en Malba
conversando con Matías Soraire en la actividad.
Fotografía: Farid Estigarribia Arnez, integrante del grupo.
7
https://malba.org.ar/evento/arte-latinoamericano-1900-1970/
Figura 7. Diana, trabajadora del área de Seguridad del museo, retratada frente a una obra del pintor Antonio Berni.
Fotografía: Celeste Figueroa, integrante del grupo.
188
Estudios sobre públicos y museos
teniendo en cuenta que un retrato fotográfico bien logrado habla de la figura retra-
tada, y para esto resultaba fundamental que cada adolescente pudiera generar un
vínculo con cada trabajador/a del museo, venciendo la timidez inicial.
Este encuentro resultó sumamente enriquecedor tanto para el grupo que pudo
aplicar sus conocimientos técnicos sobre retratos, como para lxs trabajadores del
museo que se sintieron valoradxs al expresar sus percepciones personales y ser re-
tratadxs en sus espacios cotidianos de trabajo diario. Además, este ejercicio posi-
bilitó que lxs jóvenes circularan por espacios privados del museo que desconocían,
lo que les generó un gran entusiasmo y una relación de confianza con el/la traba-
jador con quien conversaron. Iván S. fue uno de los que más contentos se mostró:
“Yo conocí a dos maravillosas personas, se portaron muy bien conmigo. Ellos me
mostraron sus lugares de trabajo sin que yo se los haya pedido y me pareció muy
bueno mostrar en una foto qué es lo que hacían diariamente en el museo”. Matías
S. recuerda que antes de este encuentro pensaba que lxs trabajadores del museo
“eran gente aburrida, poco interesante, muy formales”. Y, sobre todo, “que estaban
todo el tiempo ocupados”, sostiene Iván S.
La muestra contó con un clima festivo, de confianza por parte del grupo que funcio-
nó como anfitrión de la muestra de su mundo propio en el museo que, hasta hacía
un mes atrás, nunca habían visitado.
cuando se los interpeló al respecto respondieron que aprovechaban el uso del wifi
gratis que ofrece el museo. Con el pasar de los encuentros, la llegada del grupo se
veía marcada por la bienvenida de las educadoras en el vestíbulo del museo, lo que
fue visibilizando cómo el lazo humano lograba afianzar también la relación del gru-
po con el museo.
En este sentido, una faceta poco teorizada tiene que ver con la dimensión afectiva
de esta experiencia. Para esto, resulta fundamental tener en consideración que se
trata de jóvenes de contextos socioeconómicos vulnerables, con situaciones fami-
liares complejas y que en su mayoría se sienten excluidos de determinadas ofertas
culturales. Al indagar sobre los preconceptos que el grupo tenía antes de visitar
Malba, Farid E. expresa:
Pensamos que nos iban a mirar mal. Porque generalmente nos miran mal. Por los pre-
juicios que tiene la gente, por cómo vamos vestidos, porque la gente nos estereotipa. La
gente adulta piensa que los jóvenes no saben nada, pero tampoco nos da un pie para
aportar nada [...]. Después los adultos dicen que somos cerrados en la tecnología, pero
en realidad tienen miedo a lo nuevo. No les importa lo que piensa la gente joven.
193
Estudios sobre públicos y museos
Diego, el profesor del taller que acompañó al grupo y planificó cada encuentro junto
con las educadoras del museo, valora que
Se le dio mucha importancia a la opinión de cada unx, y eso es algo que falta en los es-
pacios educativos. Muchas veces estos espacios [el taller de fotografía] sirven para so-
cializar, para no estar en sus casas. Son espacios donde van a mirar fotos, y a veces van
y a veces no. Y acá estuvieron, eso me habla de algo. Es tentador para ellos encontrarse
con todo este mundo de color que es muy distinto a sus realidades y muy deslumbran-
te, el piso o cualquier otro detalle [arquitectónico] es algo que no ven todos los días.
Lo que destaca Diego es la asistencia que mantuvo el grupo en todos los encuentros,
situación poco común en otras actividades, y algo que sorprendió a lxs autoridades
del colegio: que las educadoras supieran el nombre de cada chicx y mantuvieran un
intercambio fluido.
8
Comunicación personal, en el marco de las discusiones del Laboratorio TyPA de Gestión en Museos, 2018.
¿De qué noción de museos está hablando este grupo de jóvenes que, sin embargo,
ya había visitado las instituciones culturales paradigmáticas de la Ciudad de Buenos
Aires en el marco del programa Arte en Barrios? ¿Qué nos dicen sus percepciones
sobre el modo en que se está gestionando el patrimonio? ¿De qué patrimonio se está
hablando? Tal como expresó Benjamín A., “¿qué voy a ir a hacer a un museo, a ver
cosas antiguas?” No solamente se trata del distanciamiento que puede producir un
objeto descontextualizado en una persona de 14 años cuyos intereses se encuentran
en cualquier otro lado excepto en un museo de ese tipo. También se trata de no sen-
tirse invitadx en un espacio ajeno y pretendidamente neutro. Como definió Iván S.:
“Es todo demasiado blanco”.
Aquí Néstor García Canclini resulta una referencia fundamental para pensar:
9
Al finalizar la experiencia, se trabajó en una conversación moderada por la investigadora con todo el grupo.
Contó con preguntas cerradas (por ejemplo, “¿qué palabras asociaban al museo antes de venir?”) y también
con preguntas abiertas para indagar las subjetividades del grupo estudiado.
Comentarios finales
En este caso, el estudio de públicos es utilizado como un medio para leer crítica-
mente un programa educativo, centrado en un acercamiento cualitativo a la expe-
riencia de adolescentes de este sector sociocultural que no es un público habitual
autónomo del museo. Por tal motivo, desde la instancia de planificación del pro-
grama quedó de manifiesto el interés del equipo educativo en observar el compor-
tamiento del grupo de adolescentes en cada instancia, actividad y momento del
proyecto con un doble objetivo: evaluar un proyecto nuevo y, por otro lado, conocer
el impacto de esta experiencia en su público. La evaluación atravesó la estrategia
educativa al tomar las respuestas del grupo (en un sentido amplio: respuestas acti-
tudinales, emocionales, motivacionales, intelectuales) en diversas situaciones para
comprender sus percepciones previas y el impacto del proyecto en sus vidas.
En este contexto cabe preguntarse por las implicancias de trabajar a mediano plazo
con un pequeño grupo de 12 jóvenes, en lugar de priorizar los alcances de visitas es-
colares únicas con múltiples grupos de estudiantes. Desde el equipo de educación
se sostiene que no se trata de la presentación de estadísticas cuantitativas vacías,
sino del acercamiento a la complejidad de los “mundos propios” de las personas,
de las experiencias y emociones que puede despertar un trabajo de corte afectivo,
Nassim y Mairesse abordan la mediación cultural como una relación que puede
optar por inclinarse más hacia la relación con los objetos o entre los individuos:
económica para administrar los recursos del museo proyectados en el tiempo, por
un lado, y por parte de la dirección artística se apunta a la calidad expositiva, la ex-
celencia curatorial, la investigación historiográfica y la difusión de conocimientos
académicos, entre otros.
Así como la inquietud por la accesibilidad surge desde el equipo de Educación, las
consecuencias de estos programas también suelen ser más significativas para lxs
educadores, cuyo interés versa sobre los públicos poco frecuentes y la comprensión
integral de sus dificultades. Por lo tanto, la continuidad de este tipo de actividades
y su impacto en las comunidades dependerá de las acciones que las educadoras
realicen de modo sostenido.
Figura 10. Carla, trabajadora del área de Literatura del museo, retratada en la biblioteca del museo por Lihuén Sosa,
integrante del grupo.
El presente análisis de las percepciones del grupo de Arte en Barrios es una herra-
mienta para comprender qué concepto de educación subyace en el proyecto, y a su
vez, qué nociones de museo y de patrimonio son las que sostiene este tipo de tra-
bajo: se apunta a la construcción de un patrimonio dinámico y significativo, y a un
museo poroso, participativo, polifónico y dispuesto a revisarse ante el contacto con
otras personas. Ese es el museo del futuro.
Figura 11. Maximiliano, trabajador del área de Limpieza del museo, retratado en su espacio cotidiano de trabajo por Iván
Silvero, integrante del grupo.
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inah.gob.mx/islandora_74/islandora/object/libro%3A830
1
El texto fue traducido del portugués al español por
Leticia Pérez Castellanos y la traducción fue revisada
por Carmen Plascencia.
202
Figura 2. Detalle de los xilograbados en gran formato realizados en 2010 por los participantes del proyecto de Acción
Educativa Extramuros.
Fotografía: Núcleo de Ação Educativa de la Pinacoteca de São Paulo.
203
Estudios sobre públicos y museos
Otro punto de apoyo básico de esta visión de los museos escolares es un malentendido
del hecho de que la propuesta educativa de los museos es diferente de la propuesta de la
escuela. Basándose en la observación de los objetos y centrándose en ellos, utilizando un
En el contexto museológico brasileño actual, la relación entre los museos y las es-
cuelas sigue siendo intensa, pero se busca construirla sobre bases más críticas, en-
tendiendo que las acciones resultantes de ella deben ser de diálogo. Autores como
Martins (2013: 484-486) y Almeida (1997: 51) problematizan la vocación unívoca
de las áreas educativas de los museos de colocarse “al servicio” de las escuelas y de
sus necesidades o lagunas. De acuerdo con Martins, “no se trata de subordinarse
entre sí, sino de la posibilidad de una interacción pedagógica entre ambas institu-
ciones que respete las misiones y requisitos particulares de cada una” (2013: 486).
Por lo tanto, idealmente, el museo no debe “ilustrar” los contenidos abordados por la
escuela, mientras que la escuela no debe ser vista únicamente como “proveedora” de
visitantes al museo.
Lo que nos interesa discutir en este artículo, sin embargo, es hasta qué punto deter-
minada concepción de la educación en los museos actuales influirá en las propues-
tas evaluativas de sus acciones. Como afirma Almeida, “la evaluación no se lleva a
cabo de forma aislada, sino como parte de todo el proceso educativo propuesto,
dentro de los parámetros definidos a partir de lo que se entiende por educación en
museos” (2010: 153).
Otra teoría influyente que nos hizo revisar los procesos de aprendizaje dentro de las
instituciones culturales es la de las inteligencias múltiples, según la cual la inteli-
gencia humana puede manifestarse en diferentes esferas en cada individuo, desde
las más tradicionales que implican racionalidad, como inteligencias verbales y ló-
gico-matemáticas (altamente valoradas por la educación formal), hasta otras más
sensoriales y físicas, como musicales, espaciales, corporales y naturalistas, o aun más
subjetivas, como las inteligencias interpersonales e intrapersonales (Gardner, 1994).
La Educación Museal implica una serie de aspectos únicos que incluyen los contenidos
y metodologías propios; aprendizaje; experimentación; la promoción de estímulos y
motivación intrínseca desde el contacto directo con el patrimonio musealizado, el re-
conocimiento y aceptación de los diferentes significados producidos por los distintos
públicos visitantes y las formas de ser y estar en el museo; la producción, difusión e
intercambio de conocimientos específicos relacionados con las diferentes colecciones
Existen varios autores que relacionan el proceso de aprendizaje en museos con as-
pectos afectivos, cognitivos, motores, lúdicos y sociales, siendo mediado e influido por
la emoción, percepción, conciencia y memoria de los educandos/visitantes (Bizerra,
2009: 39).
Para hacer frente a este desafío, a principios de la década de 2000 en el Reino Unido se
desarrolló una propuesta evaluativa de impactos de aprendizaje en museos, archivos
y bibliotecas, llamada Generic Learning Outcomes (glo), la cual fue probada, aplicada
y analizada nacionalmente en aquel país a lo largo de los años subsecuentes y adap-
tada a contextos internacionales.2
[…] un proceso de compromiso activo con la experiencia. Es lo que la gente hace cuando
quiere dar sentido al mundo. Puede implicar un aumento o profundización de las habi-
lidades, del conocimiento, de la comprensión, de los valores, de los sentimientos, de las
actitudes y de la capacidad de reflexionar. El aprendizaje eficaz conduce al cambio, al
desarrollo y al deseo de aprender más (Hooper-Greenhill, 2002: 5).
2
Para conocer una investigación sobre impactos de aplicación de los Generic Learning Outcomes entre 2008
y 2013, consulte: https://le.ac.uk/rcmg/research-archive/impact-of-generic-learning-outcomes
3
https://www.artscouncil.org.uk/measuring-outcomes/generic-learning-outcomes
Los descriptores anteriores sirven como ejemplo, y hay varios otros enumerados
para cada categoría de aprendizaje (Almeida, 2010: 157-159).4 No existe una forma
predeterminada de aplicar las cinco categorías de aprendizaje a los instrumentos
de evaluación, como en la creación de cuestionarios, por ejemplo, pero diferentes
instituciones a lo largo de los años han desarrollado experiencias con esta propues-
ta y diferentes modelos de evaluación, como el que presentaremos a continuación.5
4
https://www.artscouncil.org.uk/measuring-outcomes/generic-learning-outcomes#section-1
5
En el sitio de Arts Council England sobre los Generic Learning Outcomes, se pueden encontrar formatos,
modelos y ejemplos de investigación que utilizan la propuesta: https://www.artscouncil.org.uk/resour-
ces#section-5
Se localiza en la región central de la ciudad de São Paulo, un lugar con buena infraes-
tructura y varios equipamientos públicos y privados. Está enclavada en un parque
público, el Parque da Luz; es vecina de poblaciones de bajos ingresos y condiciones
precarias de subsistencia y también de áreas comerciales importantes, así como de
una serie de servicios de asistencia social. Forma parte de un centro cultural com-
puesto por cinco museos y una sala de conciertos.
El Programa Educativo para Públicos Especiales trabaja con personas con discapa-
cidades físicas, sensoriales o intelectuales, así como también con personas que tie-
El Programa Meu Museu (Mi museo) trabaja con grupos de adultos mayores, es
decir, personas de 60 años o más, utilizando visitas educativas con enfoques espe-
cíficos para satisfacer las necesidades de este grupo de edad. También desarrolla
desde 2013 un curso de formación para educadores y otros profesionales que tra-
bajan con personas mayores.
Por último, contamos con el Programa de Sensibilización Funcional, que lleva a cabo
acciones de formación continua de los propios empleados de la Pinacoteca; en par-
ticular los de las áreas de recepción y servicio al público, así como los prestadores
de servicios, como equipos de seguridad y limpieza; es decir, profesionales sin for-
mación técnica en las áreas específicas del museo, como el patrimonio, el arte y la
cultura. El programa organiza módulos formativos que discuten temas específicos
del museo y sus actividades, y otros elaborados de acuerdo con la demanda de los
propios equipos, como el más reciente sobre conciencia corporal, realizados a peti-
ción de los equipos de servicio que trabajan varias horas al día de pie en las salas de
exposiciones. Todas las actividades son en el horario de trabajo de los empleados.
También se desarrollan algunas actividades de participación voluntaria como talle-
res de experimentación plástica y actividades anuales para los hijos de los emplea-
dos, con la idea de que puedan acercarse al entorno laboral de sus padres y madres.
Si bien los programas anteriores cuentan con equipos y algunos enfoques educati-
vos particulares, me gustaría señalar varios de sus supuestos metodológicos comu-
nes, ya que individualizan las acciones desarrolladas y en algunos puntos difieren de
los enfoques más tradicionales de la educación museal. El primero es el desarrollo
de acciones a partir de los perfiles, repertorios, experiencias, intereses y demandas de
los grupos; es decir, de la elaboración de recorridos únicos para cada grupo, en opo-
sición a la idea de recorridos educativos predeterminados, bastante comunes en la
educación en museos en las visitas a grupos escolares, por ejemplo. El contacto con
los públicos meta se produce estableciendo alianzas con organizaciones, proyectos
y colectivos con los cuales estén vinculados. Entre las organizaciones asociadas se
encuentran desde aquellas de carácter más institucionalizado, como las de educa-
ción no formal, de asistencia social o de salud, hasta de movimientos sociales. Son
esas alianzas las que asegurarán la continuidad de los procesos educativos desarro-
llados. Los programas actúan principalmente de manera continua con los partici-
pantes, lo que ayuda a profundizar en las estrategias, relaciones y vínculos con los
grupos y entre ellos. Esto permite a los propios participantes definir lo que les inte-
resa del contacto con el museo, dada su madurez y familiaridad con la Pinacoteca y
las exigencias provenientes de esto. Otra acción común son los cursos de formación
para profesionales que actúan con los públicos meta, en su mayoría profesionales de
trabajo social, salud o educación inclusiva.
Son estas especificidades —en particular el trabajo continuo con los grupos parti-
cipantes— que en algunos casos se extienden a reuniones mensuales, a lo largo de
varios meses o incluso años, y el hecho de que trabajamos con públicos tradicional-
mente no visitantes, lo que nos impuso algunas preguntas iniciales cuando pensa-
mos en nuestros procesos de evaluación de acciones educativas.
Desde muy temprano, en los años de creación de esos programas, entre 2002 y
2003, teníamos la certeza de que las acciones educativas excedían por mucho la
adquisición de contenidos sobre temas específicos del museo. Como por ejemplo, la
historia del arte o las técnicas artísticas se aproximaban más a aspectos subjetivos,
como mejorar la sociabilidad de los participantes; sus habilidades de comunicación
y expresión; el desarrollo de una actitud más especulativa y reflexiva hacia las obras
de arte e imágenes en general; el fortalecimiento de sus identidades personales
y colectivas; la creación y la consolidación de los lazos; la mejora de su autoper-
cepción, autoafirmación y confianza en sí mismos; así como la visibilidad de sus
identidades culturales en el reconocido espacio de la Pinacoteca y en las obras de
su colección.
Así, a partir de 2004, teniendo como referencia conceptual este modelo, comenzamos
a crear instrumentos de evaluación para este programa, como un sistema de triple
evaluación que buscaba dar voz a todos los implicados en las acciones: los participan-
tes, los profesionales responsables de llevar a los grupos al museo y los educadores
de la Pinacoteca. Para los dos primeros, se crearon diferentes cuestionarios autoadmi-
nistrados con preguntas abiertas y cerradas, mientras que los educadores del museo
prepararon informes descriptivos y analíticos para cada visita educativa. La idea era
que, al final, los datos generados por estas tres fuentes de información pudieran cru-
zarse, ofreciendo una percepción general de las visitas y colaboraciones.
Esta diversidad de respuestas implicó uno de los mayores desafíos de este proceso
de evaluación, ya que su sistematización terminó siendo un ejercicio de análisis
también subjetivo por parte de quienes leyeron y categorizaron las respuestas. Ade-
más, se impusieron otras dificultades, como el hecho de que se trataba de un ins-
trumento de autollenado escrito y no todos los participantes estaban plenamente
alfabetizados (lo que resolvimos ayudando a aquellos que necesitaban al transcri-
bir sus respuestas orales), o incluso el tiempo que exigía la tabulación y el análisis
posteriores de los datos, pues cada evaluación generaba una dosis considerable de
información. Como los procesos educativos son continuos, nuestra opción fue rea-
lizar la evaluación tras finalizar un periodo de visitas educativas mensuales, al final
de semestre o al año de actividades.
Entre 2005 y 2016, utilizamos este modelo de cuestionarios con siete preguntas
diferentes para los participantes y para los responsables de los grupos. A título de
ejemplo de algunos resultados, presento un conjunto sistematizado de respues-
tas a una pregunta específica del cuestionario a los participantes, recolectadas de
2005 a 2008. Este conjunto sumó 453 cuestionarios respondidos por los partici-
pantes, en 29 grupos distintos durante los cuatro años mencionados.6
Así, para la pregunta ¿Qué es lo que más le gustó de sus visitas a la Pinacoteca?, ob-
tuvimos las siguientes respuestas en orden decreciente:
6
Para el análisis de los datos tabulados, su clasificación e identificación con las categorías de aprendizaje
propuestas por los Generic Learning Outcomes, contamos con la colaboración de dos becarias internaciona-
les que estuvieron con nosotros entre 2009 y 2010: Linda Rodríguez, de la Universidad de Harvard, Estados
Unidos, y Lieke Ketelaars, de la Reinwardt Academy, en Ámsterdam, Holanda.
Es interesante notar que algunas respuestas a una pregunta para la que inicialmen-
te esperábamos réplicas de un orden más subjetivo terminan apuntando a aspec-
tos de aprendizaje muy concretos relacionados con la adquisición de conocimiento
y comprensión. Esto solo refuerza cuán inseparable es el desarrollo de aspectos
subjetivos de la adquisición de conocimientos objetivos en experiencias educati-
vas dentro del museo. Entre las categorías de aprendizaje propuestas por glo, las
respuestas más comunes a las preguntas fueron precisamente Conocimento y com-
prensión, así como Creatividad, inspiración y placer. La relación entre estos ámbitos
también se justifica toda vez que el bienestar (o malestar) emocional impacta di-
rectamente a la calidad de los procesos de aprendizaje.
A partir de 2017, los equipos de los cuatro Programas Educativos Inclusivos comen-
zaron a revisar sus procesos de evaluación con el fin de adaptarlos a las condiciones
de trabajo actuales, haciéndolos más sucintos, ágiles y con puntos en común, per-
mitiendo que sus resultados fueran comparables entre los diferentes programas. La
experiencia de evaluación consolidada a lo largo de más de diez años por el Progra-
ma de Inclusión Sociocultural, utilizando el modelo antes mencionado, nos ayudó a
repensar las versiones e instrumentos actuales que utilizamos.
De esta manera, para visitas educativas continuas con grupos de personas con disca-
pacidad o con un padecimiento psíquico, así como para personas mayores de 60 años,
elaboramos el mismo cuestionario con únicamente cuatro preguntas: 1. ¿Qué fue lo
que le gustó más de su visita a la Pinacoteca?; 2. ¿Lo que le gustó menos?; 3. ¿Descubrió
algo nuevo en el museo?, ¿qué fue?; 4. ¿Quisiera comentar o sugerir algo más?
Las preguntas sobre lo que más les gustó y lo que descubrieron de nuevo en el mu-
seo fueron seleccionadas porque nos dieron las respuestas más interesantes so-
bre los aspectos del aprendizaje cognitivo y emocional que, como hemos visto, son
nuestras principales áreas de actividad.
Los cuestionarios pueden ser completados por escrito por los participantes en con-
diciones de hacerlo, o bien, las preguntas se pueden utilizar como detonantes en un
círculo de conversación colectiva en el que los educadores del museo median las dis-
cusiones y escriben las ideas principales planteadas por las personas consultadas.
Lógicamente, las respuestas a la dinámica colectiva tienden a ser diferentes de las
respuestas individuales, ya que la dirección de la conversación puede ser acaparada
por algunos miembros del grupo, lo que, sin embargo, no desmerece sus resultados.
Otro desafío y aprendizaje de nuestra parte fue con un grupo de niños sordos, que
tienen como primera lengua la Libras (Lengua Brasileña de Señas) y están apren-
diendo portugués. En este caso, ellos respondieron espontáneamente utilizando
Cada categoría posee tres subcategorías, para ser votadas en orden de preferencia y
comentadas colectivamente por el grupo de participantes, al final de un proceso de
trabajo continuo (semestral o anual). Estas son:
Después del proceso de votación de cada categoría, el equipo promueve una discu-
sión sobre los resultados con el grupo (de los más a los menos votados), buscando
conocer la razón de las selecciones y cualificando las mismas. Las declaraciones más
significativas de los participantes se transcriben para ejemplificar las selecciones de
cada subcategoría.
Acción educativa
120
100
80
60
110
40
58
50
20
0
Educadores Visita educativa Obras
Pinacoteca
90
80
70
60
50
40 82
78
30
49
20
10
0
Infraestructura Empleados de museos (excepto Refrigerio
educadores)
Experiencias personales
100
90
80
70
60
50
88
40
66
30
51
20
10
0
Promovió el bienestar Promovió intercambio entre el Promovió transformación personal
grupo
En este caso, más que una evaluación del aprendizaje en sí, el modelo propone una
investigación de la experiencia de la visita (que contiene aspectos relacionados con
el aprendizaje), teniendo en cuenta lo que más afecta a la calidad de esta experien-
cia y sus consecuencias.
Como ejemplo, los datos recopilados en 2018, con seis organizaciones sociales
atendidas por el Programa, con un total de 117 participantes/encuestados (figuras
4, 5 y 6).7
Solo para comentar brevemente los datos compartidos y el proceso para llegar a
ellos, es interesante tener en cuenta en la primera categoría (Pinacoteca), la buena
evaluación dada a la infraestructura del edificio y a los demás empleados de la ins-
titución, percibidos como hospitalarios y atentos, lo que impacta positivamente en
la experiencia de la visita en su conjunto, como podemos ver en uno de los comen-
tarios de una participante: “Nadie te ve con una cara fea, todo el mundo siempre
está con una sonrisa en el rostro”.
Con respecto al refrigerio proporcionado a los grupos al final de las visitas, es po-
sitivo considerar que no es tan importante como parecía al principio; es decir, los
grupos lo ven como un apoyo al asistir al museo y no como un estímulo, como dijo
una persona: “Me gusta el lunch, pero no vengo por eso”.
7
Participaron de esta muestra organizaciones sociales que actúan con adultos en situación de calle, adultos
mayores y adolescentes en situación de vulnerabilidad social y con mujeres transgénero.
El tema de la promoción del bienestar por medio de las visitas y del contacto edu-
cativo con el museo es algo que pretendemos explorar más, pues es muy percibido
en los procesos de evaluación y también porque reconocemos su importancia para
la calidad de los procesos educativos, así como para la promoción de impactos posi-
tivos en la calidad de vida y salud mental de los participantes.
del estímulo al diálogo y del pensamento crítico y creativo, siendo posible percibir
cuánto bienestar psicológico generan este tipo de experiencias.
Para dar cuenta de este enfoque, existen investigaciones que evalúan los niveles de
bienestar generados por la participación en actividades en museos, como el Mu-
seum Wellbeing Measures, conducido por un grupo de investigadores del Univer-
sity College London, junto con diversos museos en el Reino Unido. La investigación
propone un modelo para medir el impacto de estas actividades en el bienestar psi-
cológico de los participantes, como indicadores de su estado mental. Por lo tanto,
la participación en actividades dentro de un museo (ya sean educativas o no), entre
otros aspectos, puede hacer sentir a los visitantes: entusiastas, alegres, inspirados,
alentados, interesados, amistosos, motivados, positivos y comunicativos (Thomson
y Chatterjee, 2013).
Vale la pena mencionar que —en contextos políticos y sociales como el que vivi-
mos en Brasil desde 2019, en el que se cuestiona el pensamiento crítico, autónomo
y fundamentado, la libertad creativa y las experiencias de sociabilidad y solidari-
dad— resulta relevante entender el papel de las prácticas educativas en las insti-
tuciones culturales, también como promotoras del bienestar y la salud mental, a
través de sus impactos en las subjetividades personales y colectivas, así como el
carácter político de la articulación entre la educación, la cultura y la salud mental,
especialmente en momentos en que las condiciones objetivas de vida interfieren
negativamente en situaciones subjetivas (Brum, 2019).
Para que la evaluación de las acciones museológicas sea reconocida como una posi-
bilidad de análisis sobre la práctica institucional es importante invertir en procesos
cualitativos. Los datos diagnósticos, del perfil sociodemográfico, e incluso de la sa-
tisfacción de los visitantes, son instrumentos importantes de conocimiento sobre el
público y sus percepciones, pero sin una investigación cualitativa y reflexiva que los
acompañe, solo pueden decirnos lo que ya sabemos o percibimos, pero no revelar
información nueva.
Como vimos, los aspectos que hacen que la visita a un museo sea considerada “ex-
celente” o “buena” son múltiples y muy variados: desde encontrar un baño limpio,
hasta ser recibido con una sonrisa por un guardia de seguridad o ver una exposición
interesante. Saber qué elementos contribuyen a una experiencia positiva dentro de
las instituciones museales requiere más investigación de lo que las respuestas sin
argumentos pueden proporcionarnos, en especial si buscamos evaluar críticamente
nuestras acciones y procesos educativos.
Por último, también cabe mencionar el carácter pedagógico que el proceso de eva-
luación reflexiva y cualitativa origina. Como se mencionó anteriormente, el apren-
dizaje puede entenderse como el acto de interpretar para dar sentido a las cosas
(Hooper-Greenhill, 2002: 5). Responder un cuestionario o participar en una dis-
cusión grupal con preguntas orientadoras sobre la visita al museo permite a los
visitantes reelaborar su experiencia personal y social por medio del lenguaje, enun-
ciándola y volviéndose así conscientes de ella.
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229
Estudios sobre públicos y museos
Introducción
Este estudio de públicos1 surgió de un interés inicial por comprender la construc-
ción del nacionalismo en la contemporaneidad y la forma en que se expresa en los
museos del país, porque existen condiciones que impactaron en su transforma-
ción: la crisis del nacionalismo moderno y la nueva museología.
1
Este trabajo se desprende de una investigación doctoral realizada con una beca del Conacyt entre 2007 y
2012; el estudio de públicos se llevó a cabo entre 2008 y 2011.
A partir de lo anterior, el mna es el espacio indicado para explorar el interés del es-
tudio y comprender las estrategias discursivas mediante las cuales se construyen
y comunican las expresiones hegemónicas del nacionalismo y se resignifican por
los públicos. Sin embargo, como cualquier otro museo, es una práctica semiótica
discursiva estructurada por múltiples discursos que se entretejen para comuni-
carse y ser recibidos y resignificados por el público (Haidar, 1994; González, 2002;
Zavala, 1993). De forma que se hizo necesario descubrir qué otras dimensiones,
más allá de los discursos nacionalistas, estructuran a este museo, y cuáles son los
significados que construyen los públicos a partir de su experiencia.
La dimensión lógica-racional implica una ética que dirige las acciones museológicas
y museográficas, para explicar los significados de los objetos y su contexto original y
aportar elementos para criticar la realidad de la que fueron extraídos. Y considero está
asociada a la nueva museología porque apela al pensamiento de los visitantes. De
esta forma, contribuiría a cumplir la función educativa del museo, pero también
podría implicar la representación realista de quienes componen a la nación, y esta-
blece un vínculo reflexivo entre ella y el individuo, porque conoce su papel dentro de
este colectivo y la posibilidad de transformar su realidad.
Para cumplir con el interés inicial propuesto, además del estudio de públicos, se
desarrolló un análisis de la producción museográfica en el que se observa que
no existe una total correspondencia entre las ideas de los investigadores y la
propuesta museológica, y entre los objetivos museológicos y su representación
museográfica, por lo que los discursos a comunicar se construyen con base en
una triple interpretación. También se identificó y caracterizó la forma en la que
se expresan museográficamente las dimensiones emotiva-sensorial y lógica-ra-
cional, y se les relacionó con elementos museográficos específicos, denominados
tipos expositivos. Otras consideraciones implican que el objetivo del análisis es
identificar y caracterizar la forma en la que se expresan museográficamente la
dimensión emotiva-sensorial y la lógica-racional para poder relacionarlas con ele-
mentos museográficos específicos, que denomino tipos expositivos. Estos hipoté-
ticamente condicionarían el tipo de experiencia del público que impactaría en el
cumplimiento ya sea de su función nacionalista o educativa.
Se identifican tres tipos determinados por la forma en la que se exhiben los ob-
jetos y los elementos de apoyo para guiar la lectura del visitante incluyendo el
cedulario. El primer tipo es el protagónico, cuando el objeto se exhibe en solitario
y su significación está construida por él mismo, representado, por ejemplo, por es-
culturas monumentales en piedra, como el Calendario Azteca, la diosa Coatlicue,
o en la sección etnográfica, un árbol de la vida.
El tipo normal es la puesta en común de los objetos en vitrinas por relaciones sig-
nificantes. El tercer tipo, el contextual, representa visualmente la fabricación de un
contexto en los dioramas que hacen explícitas las relaciones significantes entre los
objetos y las figuras humanas en escenas congeladas, que muestran las actividades
de un grupo de familias o una familia. Así también la fabricación de los contextos
arqueológicos, como las tumbas y las reproducciones de edificios arquitectónicos.
Horizonte de los objetos Jerarquías: preferencias por objetos, tipos expositivos e información
y suscontextos visuales y
Contenidos temáticos: grado de compenetración con los discursos
verbales del museo
Autoevaluación de la visita y reconocimiento de compenetración
Horizonte reflexivo
con los discursos del museo
Sobre las predisposiciones afectivas que sirven para explicar la dimensión afectiva de
este horizonte, la mayoría de los visitantes son poco asiduos a visitar museos. El 52%
afirma que visita uno al año, el 26% casi nunca, y solo 8% visita uno al mes, mientras
que para el 12% fue su primera visita a un museo. Respecto a las predisposiciones
afectivas relacionadas con las temáticas del mna, se pidió que evaluaran su interés
del 1 al 10, dando por resultado: la arqueología 8.5 de promedio y la etnografía un 7.9.
a partir de todos los recorridos, el promedio por sala era de 35 minutos, podemos
clasificarlos en exhaustivos cuando el visitante dedicó más de una hora a una sala
—el tiempo mayor fue de 1.5 horas—; y superficial cuando dedicaron menos de 15
minutos por sala —un grupo de estudiantes recorrieron 5 salas en 20 minutos—.
Con el ritmo superficial, el mna se recorrería en 1 h 30 minutos, con el recorrido pro-
medio en 12 h 25 minutos y, con el recorrido exhaustivo en 23 h.
La mayoría de los públicos recorrió de 1 a 3 salas (26%) del mna, seguidos por quie-
nes visitan de 4 a 6 salas (19%), y al final los que recorren más de 16 salas (2%). Y si
bien el 12% afirma recorrerlo todo, en los seguimientos se reconoció que de los 40
grupos observados ninguno lo hizo en su totalidad. La distribución de visitantes en
las salas etnográficas de mayor afluencia indica que la más visitada es la de Pueblos
Indios (43%), y el 45% no recorrió esta sección. De estas, la más gustada es Oaxaca,
con siete menciones, seguida por Pueblos Mayas con tres menciones y el resto con
dos menciones, a excepción de la Sierra de Puebla y Otopames que no fueron refe-
ridas. Los datos contrastan con las salas arqueológicas de mayor afluencia, la más
visitada es la Mexica (74%), seguida por la Maya (73%) y Teotihuacan (50%). Las más
gustadas son la Mexica con 66 menciones, y la Maya con 54.
En cuanto a los objetos más gustados, las salas arqueológicas presentan un mayor
número de elementos. Recuperamos, en este sentido, que la escultura monumental
fue mencionada por 124 personas, y de las salas etnográficas los contextos habita-
cionales recreados con maniquíes fueron referidos por 15 visitantes, y los textiles
por 10 individuos.
Preclásico en el Altiplano
3 Puréecherio 4 1:46 a 1:58
Central
Preclásico en el Altiplano
3 Puréecherio 4
Central
4 Otopame 5 Teotihuacan
La experiencia más simple denominada la mirada inerte involucra sobre todo a los
sentidos. Se trata de una exploración sensorial del objeto en el que se examina
el tamaño, los materiales, los colores y las texturas (Pastor, 2004), pero pareciera
que, al mismo tiempo, los objetos pierden su cualidad de símbolo, se miran como
lo que es en un ejercicio de inmediatez y las emociones en su calidad de disposi-
ciones a la actuación funcionan como un sustrato negativo que impide una inte-
racción mayor (Elster, 1999; Turner y Stets, 2005).
Así, podemos reconocer esta experiencia con el Calendario Azteca, el cual es mira-
do por los públicos como lo que es: “una roca”, “una piedra tallada”, “una roca de
forma circular con un símbolo grande en la parte central”. Otro caso es una vitrina
de la Sala Pueblos mayas de Tierras Altas que representa las funciones y tareas de
los niños a partir de su vestido, sus juguetes y fotografías, y a pesar de la coherencia
de los elementos, se interpreta como “ropa”. Esta experiencia también ocurrió
con una tumba de las salas arqueológicas en las que un visitante observa “hue-
sos con collares y piedras” y con un diorama de la Sala Poblamiento de América,
que se mira como lo que es “una maqueta”. Las experiencias de este tipo son las
La experiencia estética simple o interpretación ocurre con frecuencia con las vitrinas
y los objetos en solitario característicos de la sección arqueológica, en las que el visi-
tante es motivado a explicarse la función ya sea utilitaria o simbólica de los objetos,
sumándose a la interpretación los imaginarios de cómo son concebidos los anti-
guos habitantes del territorio mexicano, especialmente como sabios y artistas con
una religión compleja. Y, son del tipo “imagino y tengo entendido que este tipo de
esculturas de piedra (Cabeza olmeca) y de esas magnitudes deben de estar dedica-
das a algún dios olmeca, para conmemorarlos”. El Calendario Azteca es interpreta-
do como “una muestra de cómo se medía el tiempo, pero tiene importancia porque
seguro tiene cálculos matemáticos valiosos”, o la Sala Tolteca como una prueba de
que “esa cultura siempre se caracterizó por su sabiduría y sus conocimientos, eran
astrónomos, matemáticos destacados”. Mientras, las reproducciones arquitectóni-
cas se asociaron al sacrificio humano como muestran los comentarios de dos vi-
sitantes refiriéndose a un templo en la Sala Mexica: “Allí se hacían los sacrificios.
Arriba tenían cráneos y los calderos de fuego, que los utilizaban en el momento de
los sacrificios humanos [...]. Según tengo entendido allí se realizaban los sacrificios
humanos. La cultura azteca lo hacía para provocar terror, ya que decían que era una
forma para que entendieran que hay reglas escritas por su dios, y si no las cumplían
los sacrificaban”.
En otros casos, hay quien va más allá y se coloca en el lugar del otro, pero piensa que
es igual a él. El siguiente comentario refiere a la Sala del Preclásico: “Las personas
del pasado creaban sus vasijas con una importancia mayor a la que nosotros, tal vez
representaban al animal que predominaba en la naturaleza [...], pero creo que más
bien las realizaban con un motivo de cariño o amor a los animales, así como noso-
tros, cuando los dibujamos”. Acerca de la representación de un entierro neandertal
una visitante comenta: “Es la muestra de que no eran totalmente unos animales.
Pienso en el compañerismo, porque ellos vivían haciendo todo juntos, cazando o re-
colectando semillas, o el amor de una pareja sentimental al colocar las flores [...], tal
vez es como ahora”. Sobre la Sala Puréecherio una visitante comenta: “Había muchos
maniquíes representando diferentes formas de vida. En una casa estaban un par de
niños jugando con las canicas. Recuerdo que cuando era niña mis primos jugaban
mucho con ellas. Jamás aprendí. Esa representación me trajo recuerdos y llegaron a
mí sentimientos, no sé, como de nostalgia. Así que ahí me quedé a observar, además
tenía sonido de alguien hablando en náhuatl, otomí o mazahua y me gustó”.
Horizonte reflexivo
Por último, se analizó la autoevaluación de la visita. La mayoría (74%) consideró
aprender algo nuevo, lo que implicaría que desde la perspectiva del visitante se
cumple la función educativa del museo. Se trata de conocimientos específicos y
provienen de casi todas las salas y son del tipo: “Lucy es el australopiteco más viejo
encontrado en Etiopía”; “las figurillas de mujeres en cuclillas las representan en
posición de parto”; “en la cédula de la boda comunitaria, decía que las personas
mayores esperaban con café y nixtamal, o algo así, a que los esposos consumaran
el matrimonio”.
Otros visitantes ahondan sus respuestas y cuestionan al mna por su falta de actuali-
zación científica. Específicamente, por ejemplo, esto se da en la Sala Introducción a la
Antropología, una visitante, que no se consideró especialista, comenta: “Me pareció
rezagada, se han descubierto nuevos especímenes de homínidos [...] más antiguos
a Lucy. La sala la encontraría más entretenida si mostrara los avances tan importan-
tes de los últimos años”. También el museo es cuestionado porque no fue capaz de
responder las preguntas de los visitantes, como muestran los siguientes casos: “No
alcancé a comprender ¿por qué hacían sacrificios humanos? o ¿por qué esclavizaban
a pueblos menores?, ¿por qué no lo explica?”; “parece que las sociedades solo aca-
baran, pero ¿qué pasó con ellas?, ¿será posible que ellos mismos llevaran a su propia
destrucción?, ¿por qué no lo dicen?”. Para otra visitante que se consideró especialista
comentó que el museo no hace su labor porque muestra “arte y no explica la realidad
de los objetos, si esto se hiciera explícito podríamos ver que no hay razón para la into-
lerancia que vemos cotidianamente hacia los pueblos indios, como aquí los llaman”.
Notas finales
A partir del análisis de las experiencias del público se concluye que las dimensiones
lógica-racional y emotiva-sensorial y su representación museográfica mediante los
elementos reconocidos en los tipos expositivos no inciden de forma específica en el
cumplimiento de la función educativa o nacionalista del museo, sino en la comple-
jidad de las experiencias, porque parecen determinar el grado de interacción entre
el público y el museo, por lo que estas dimensiones son complementarias.
Considerando el objetivo inicial del estudio, los tipos de experiencias presentadas apun-
tan al cumplimiento de la función nacionalista del mna y se transforma, en palabras de
Victor Turner (1974; 2008), en una experiencia ritual que tiene el efecto de hacer sentir
un sentimiento de solidaridad entre participantes que normalmente se encuentran se-
parados por su posición social. Es en virtud de esta experiencia, supeditada al espacio
y tiempo del museo, en la que cobra sentido el nacionalismo y es posible mirarse como
parte de un colectivo y reforzar el vínculo con la nación, mediante el reconocimiento de
los elementos culturales que se asumen representan la identidad nacional, y es posible
sentir orgullo por pertenecer a ella. Sin dejar de señalar que también implica asimilar
dentro de ese colectivo a los otros, a los indios, como un nosotros.
Esta ritualidad constituye la especificidad del mna, y se funda con base en las di-
mensiones lógica-racional y emotiva-sensorial y su representación museográfica y,
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257
Estudios sobre públicos y museos
Este tipo de exploración supo ser trabajada, principalmente, desde dos enfoques que
no están exentos de desprendimientos de otras subáreas.1 Por un lado, encontra-
mos indagaciones que ofrecen datos con un perfil sociológico ―también nombrado
como enfoque cultural―, que se basa en mostrar cómo los entornos sociales, cultura-
les, económicos y políticos de las personas moldean sus identidades y percepciones
y delimitan sus acciones. En particular, se valora el examen de factores sociocultura-
les, como la educación, la clase social, la ocupación o los ingresos (Bourdieu y Darbel
1
En esta categoría posicionamos los análisis que se establecen de acuerdo con los lineamientos de la econo-
mía, del marketing y la publicidad, que fueron cobrando en las últimas décadas importantes desarrollos.
[1969] 2004; DiMaggio 1996). Por otro lado, distinguimos un conjunto de referencias
constituidas a partir de lo psicológico, que abordan atributos vinculados con la indi-
vidualidad de las personas para construir sus identidades, moldear sus percepciones
y escoger sus acciones; se centran en factores como las motivaciones, los intereses,
los valores, las actitudes, las creencias o los gustos (Hood, 1983; Davies, 1994; Falk y
Dierking, 2000). No obstante, ambos enfoques no son mutuamente excluyentes u
opuestos. De hecho, desde hace algunas décadas, estas indagaciones ofrecen investi-
gaciones integradas, pues se ocupan tanto de los factores socioculturales como de los
psicológicos, que influyen en la forma en que percibimos o realizamos nuestra visita
(Falk y Dierking, 2000; Goulding, 2000; Merriman, 1989; Worts, 1996).
Más allá de los enfoques mencionados para su posible análisis, nos aventuramos a
trazar algunas especificidades en cuanto a lo experiencial a partir de poner el foco
en una tipología puntual de museo; es decir, ¿qué ocurre cuando la experiencia de la
visita tiene lugar en un museo de arte? Podemos rastrear cierta condición particular
en este tipo de establecimiento debida a su estructura, sus agentes, su objeto patri-
monial y su discurso; todos esos elementos, de un modo u otro, determinan las for-
mas de vincularse con lo artístico y la propia entidad (Bal, 1996; Guasch, 2008; Fleck,
2014). Estas condiciones no solo actúan como índices para marcar un contraste que
lo diferencia del resto de las instituciones culturales del campo museístico y del sis-
tema artístico, sino que también permiten detectar diversas experiencias que están
íntimamente ligadas a la vivencia particular que acontece allí.
de la filosofía.2 Estos análisis exploran el placer que provocan ciertos aspectos del
objeto artístico, vinculado a lo bello o lo sublime, pero también contemplan la posi-
bilidad del displacer o de la frustración (Grois, 2016). Es decir, la experiencia estética
en el museo de arte estaría estrechamente ligada a las obras que se dan a ver en
la exposición; pero cabe observar que la forma de concebir la exposición también
ha sufrido cambios, especialmente desde fines del siglo xx, como resultado de las
modificaciones en los lenguajes y las técnicas de las producciones artísticas, la incor-
poración de las tecnologías digitales y los cambios en la concepción de los recorridos
o dispositivos museográficos, que alientan propuestas corporales y sensoriales (Wa-
gensberg, 2001). A su vez, esta práctica introduce otro tipo de experiencia, asociada
con una dimensión educativa que constituye un rasgo específico de esta institución
cultural y de la propia visita, el cual pone en juego un proceso educativo no formal
(Falk y Dierking, 2000; Packer y Ballantyne, 2002; Kelly, 2007).
No obstante, delimitar la experiencia de los museos de arte con estas opciones cree-
mos que no alcanza para dar cuenta de todas las acciones que, en la actualidad, allí
acontecen. En cierta manera, las retóricas posmodernas que le atribuyeron a este
establecimiento características vinculadas a los medios de masas y que, como se-
ñalamos, se profundizaron con la globalización, permiten asociarlo con “un espacio
hibrido, mitad feria de atracciones, mitad grandes almacenes” (Huyssen, 2001: 44).
El museo de arte ha ilustrado esta manera de ajustarse a las exigencias del sistema
a través de, entre otras acciones, una creciente oferta de aspectos periféricos (Checa,
2004) que señalan, entre otros aspectos, la aplicación de discursos económicos sobre
lo cultural y la mercantilización de lo artístico. La visita se transforma, por tanto, en
una gran experiencia que abarca, en palabras de la conservadora del moma, Terence
Riley, un espacio libre donde la gente puede dormir, comer, encontrarse con otras per-
sonas o ver las propuestas plásticas (Riley en Foster, 1998).
2
Inicialmente se siguieron las teorías tradicionales de Edmundo Burke e Immanuel Kant, hasta llegar a nues-
tros días con aspectos trabajados, por ejemplo, Giorgio Agamben o Gianni Vattimo (Ravera, 1979; Matra-
vers, 2003; Dewey, 2008).
Estamos ante una nueva dimensión de la sede museal dedicada al arte; allí los vi-
sitantes no solo buscan realizar un aprendizaje o vincularse estéticamente con las
obras, sino, además, aventurarse a otro tipo de percepciones. Se brindan ofertas que
estimulan a recorrer las exposiciones o a participar de las actividades concretas, pero,
también, a pasar tiempo con amigos y familiares en un espacio-servicio; sacarse una
selfi y subirla a una red social; descansar en el espacio verde; o adquirir, en las atraccio-
nes comerciales, souvenirs para atesorar en su hogar. Estos aconteceres nos permiten
detectar sensaciones que se asocian con la recreación, el entretenimiento o el ocio. Se
trata de un espacio que retoma un sentido autotélico, es decir, que implica un fin en sí
mismo, como parte de un estilo de vida contemporáneo ligado a un comportamiento
hedonista y turístico. Esta experiencia, no obstante, presenta un desdoblamiento al
poder convertirse en un simple pasatiempo y, por tanto, albergar solo la idea de des-
canso o evasión; o transformarse en la posibilidad de adquirir otras vivencias —por su
capacidad de sentido— y de crear encuentros creativos y satisfactorios que estimulan
el desarrollo personal o social (Mendoza, 2011).
requiere investigar los atributos que estos distinguen o enfatizan, a la vez de tener
presentes los factores socioculturales, psicológicos y, por qué no, artísticos. Nos aven-
turamos en esta búsqueda a preguntar a los visitantes de dos museos argentinos,
nacidos de acuerdo con las lógicas actuales y con ciertas especificidades contextua-
les, qué aspectos subrayan luego de recorrerlos para poder detectar algunos indicios
sobre la experiencia que se propicia en este tipo de entidad patrimonial.3
Los dos casos que se refieren aquí pertenecen a este último grupo. En primer lugar,
se aborda el Museo de Arte Tigre (mat). Este se integra al conjunto de estrategias re-
creativas y de esparcimiento articuladas por el Municipio con participación del sec-
3
Este trabajo se desprende de la investigación posdoctoral titulada “La visita al museo de arte como expe-
riencia. Estudio de público en el Museo de Arte Contemporáneo de Bahía Blanca y en el Museo de Arte Con-
temporáneo de Rosario (2017-2018)”, llevada adelante con beca del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (conicet).
4
Este registro no es el único que ofrece información sobre este aspecto, podemos ubicar otros: el generado
por la Fundación Internacional Ilam, que señala un total 282 museos de arte, y el Registro Nacional de Mu-
seos generado en 2018, que atribuye 50 establecimientos con estas características. Sin embargo, optamos
por la referencia de la Guía Nacional de Museos (2013), a pesar de reconocer su desactualización, por tratar-
se de un trabajo sistemático realizado como parte de una política pública del Estado Argentino.
tor público y privado; dichas estrategias, implementadas desde los años noventa, se
orientaron a reactivar la ciudad de Tigre —ubicada a 30 km de la capital del país—
para ampliar su oferta con el fin de atraer al turismo local y extranjero. En ese marco,
se decidió restaurar y destinar al mat el edificio del Tigre Club (1912), el cual consti-
tuía un punto de atracción local por su arquitectura neoclásica rodeada de un am-
plio espacio verde5 a orillas del río Luján. Sin embargo, la entidad abrió sus puertas
recién en 2006, debido, en parte, a la crisis económica que asoló al país a principios
del siglo xxi. Otro rasgo destacable deviene del carácter de su colección, ya que posee
aproximadamente 200 obras que recorren el arte argentino de los siglos xix y xx, y
cuenta con piezas de artistas nacionales de la talla de Antonio Berni, Fernando Fader,
Raúl Soldi, María Obligado, Santiago Cogorno y Norah Borges. Desde 2014, su acervo
configura una parte central de su programación anual, en la que es exhibido a través
de muestras temporarias que se articulan con otras de temáticas o artistas convo-
cantes o contemporáneos, y que promueven la difusión del arte argentino de manera
accesible y didáctica para públicos diversos. Asimismo, brinda —tanto en su interior
como en su exterior— talleres y cursos, actividades lúdicas y educativas; organiza en-
cuentros, conciertos y eventos masivos; y presenta una importante oferta de visitas
guiadas durante toda la semana.
5
Cuenta con un importante número de salas de exhibición de distinto tamaño, una pasarela con doble co-
lumnata y terraza que dan al río. Además, en la parte inferior funciona una pequeña tienda, y contó en su
inicio con un pequeño bar.
6
El edificio está organizado alrededor de un gran vestíbulo, en donde se ubican varias salas expositivas, y
desde el cual se levanta una escalera imperial que conduce al nivel superior que despliega otras salas, así
como un mirador realizado en vidrio y con forma de cubo —único elemento contemporáneo—, que permite
distintas vistas del parque que lo rodea.
264
Figura 2. Vista interior del mat.
Fotografía: Municipio de Tigre/Graciela Arbolave (directora)/Julieta Sosa (prensa), 2019.
265
Estudios sobre públicos y museos
de contacto con el mat—, posee más de 200 piezas que recorren el arte argentino a
lo largo de los siglos xix y xx, con obras de artistas destacados, como Emilio Caraffa,
Fernando Fader, Francisco Pedone, José Malanca, Joaquín Sorolla, Benito Quinquela
Martín, Antonio Seguí, Aquiles Badi, Ezequiel Linares y Raúl Pecker. Su programación
se enfoca, por un lado, en exhibir piezas del acervo en la zona superior, organizadas
en torno a núcleos temáticos construidos dentro de una linealidad histórica, lo cual
se complementa, por otro lado, con exposiciones temporales de temáticas y autores
convocantes y contemporáneos presentadas en los otros espacios del museo. Asi-
mismo, ofrece diversas actividades culturales y educativas dirigidas, principalmen-
te, a adultos mayores y niños, y realiza eventos sobre problemáticas específicas y
masivas; unas y otros tienen lugar tanto en los espacios interiores como exteriores.
La breve descripción que se brinda aquí sobre los casos elegidos intenta dar cuenta
de las similitudes y diferencias que ofrecen entre sí estos dos museos de arte crea-
dos en los últimos años en el territorio argentino. A pesar de la distancia entre ellos
y los fines específicos que alentaron sus creaciones, poseen aspectos en común
que, a nuestro juicio, permiten ejemplificar algunos rasgos y lógicas que dan lugar
a distintas experiencias en los últimos años en este tipo de establecimiento. Apos-
tamos, en este sentido, a reconocer algunos aspectos sobre cómo esas experiencias
son percibidas y valoradas por sus visitantes. Con este fin, durante 2017 y 2018, se
realizaron dos estudios de público —uno en el mat, durante agosto y septiembre de
2017; y otro en el Museo Ferreyra, durante marzo y abril de 2018— que buscaron
detectar quiénes los visitaban, los motivos por los que eran elegidos, pero también,
cuáles eran las experiencias rescatadas por los visitantes tras sus recorridos.
267
Estudios sobre públicos y museos
Figura 5. Vista interior del Museo Superior de Bellas Artes Evita-Palacio Ferreyra.
Fotografía: Museo Palacio Ferreyra/Esteban Luis Rizzi, 2019.
En este apartado, nos detendremos a analizar algunos datos obtenidos en los re-
feridos estudios de público. Aunque se señalan, en relación con ellos, ciertos por-
centajes establecidos mediante la contabilización de las opciones escogidas por las
personas entrevistadas, estos no pretenden presentarse como referencia estadís-
tica: tanto el instrumento —que se describe como entrevista con preguntas con
Las opciones entre las que se proponía escoger en la primera instancia de la pre-
gunta ceñían la elección a las experiencias planteadas al comienzo de este recorri-
do, es decir, buscaban relevar las opiniones vinculadas a lo estético, lo educativo,
la recreación y el consumo. Asimismo, contemplaban la posibilidad de optar por
sentidos tanto positivos como negativos, a saber: se divirtió o se aburrió; aprendió
algo o no contribuyó a su educación; se sintió impactado con alguna propuesta
estética en particular o le fueron indiferentes las propuestas ofrecidas; realizó al-
gún tipo de compra o gasto o ninguno; utilizó algún espacio-servicio o actividad en
particular o ninguno.
En cuanto a los resultados, interesa señalar una primera observación general: las
tres opciones más escogidas por los visitantes, tanto en el mat como en el Museo
Ferreyra, se manifestaron en sentido positivo respecto de las siguientes cuestio-
nes, recreación, aprendizaje e impacto estético. No obstante, entre ambos estable-
7
La recolección de los datos de los estudios de público se realizó en las puertas de los museos de arte de Tigre
y de Córdoba, durante un día del fin de semana, en los horarios de apertura y cierre del establecimiento.
Se instrumentó mediante entrevistas compuestas por preguntas con opciones múltiples, dos de las cuales
permitían una repregunta abierta. Cinco de las preguntas eran de carácter sociodemográfico, y el resto se
orientaba a relevar factores psicológicos que contemplaron la previsión, la organización y la experiencia de
la visita al museo. El resultado de visitantes entrevistados contempló diversos rangos etarios y nacionalida-
des, llegando a un resultado en el mat de 383 personas entrevistadas ―un 10% de los visitantes de los fines
de semana de agosto y septiembre― y de 211 en el Museo Ferreyra ―un 20% del total de visitantes de los
fines de semana de marzo y abril―.
Tabla 1. Resultados desagregados del mat y del Museo Superior de Bellas Artes Evita-Palacio Ferreyra.
Elaboración propia.
Se divirtió 127 66
No contribuyó a su educación 0 0
Se aburrió 0 3
Otro (especifique)
cio Ferreyra, el impacto estético también se vinculaba con sus edificaciones; “venía-
mos caminando y nos impresionó la arquitectura, y quisimos conocerlo” o “estamos
maravillados con el edificio, ya nos lo habían dicho”. Estas respuestas señalan cierto
orden de experiencia estética que no puede desconocerse, tal como se pudo apre-
ciar en los estudios de público realizados; es decir, hay una notable frecuencia de
testimonios, luego de la visita, referidos a la experiencia que suscitan algunas obras
plásticas o arquitectónicas.
Argentina a principios del siglo xxi, que oscilan entre propuestas de lo que se espera
de este tipo de institución cultural y su adecuación en relación con las dinámicas
actuales. En cuanto a las diferencias en los porcentajes de las opciones —valién-
donos de un cruce de información obtenido de otras respuestas—, consideramos
que las variaciones registradas pueden relacionarse con que los entrevistados, en
el caso del mat eran, en su mayoría, visitantes que lo recorrían por primera vez, y
su decisión estaba fuertemente condicionada por sentirse interpelados y curiosos
de su arquitectura luego de haber recorrido la zona del Delta. Esto se detecta en
respuestas como: “vinimos a pasar nuestro aniversario y estábamos paseando por
la costa y vimos el museo”; “estamos recorriendo los espacios donde se pueden ver
las obras de la Bienal de Arte”. En cambio, en el museo cordobés, aunque también
presenta un alto nivel de visitantes ocasionales, muchos de ellos proyectaban una
visita específica a esa sede museal, ya que tenían referencias de ella por otros mu-
seos, agencias turísticas o recomendaciones. Asimismo, sobre este último caso res-
catamos que las tres opciones presentan cierta paridad de número, a diferencia del
caso de Tigre, en donde el impacto estético sobresale respecto de las otras opciones.
8
En el caso del mat se registró un 12% de visitantes asiduos y un 88% ocasionales; en cambio, en el Museo
Palacio Ferreyra se detectó que el 34% eran visitantes asiduos y el 66% ocasionales.
Comentarios finales
Este recorrido se ofrece solo como un posible inicio, aún queda mucho camino por
explorar sobre la manera de trabajar la experiencia en los museos de arte a partir
de los estudios de público. El presente trabajo busca sugerir que estas indagaciones
pueden convertirse en una herramienta válida para abrir diálogos horizontales e in-
cluyentes que generen otro tipo de dinámica institucional en estas sedes museales.
En cuanto a los análisis presentados, que aquí solo abordan la experiencia, inten-
taron ser un puntapié para abrir el juego de un camino prometedor, sin descono-
cer sus límites y la necesidad de ampliar sus articulaciones. Se buscó mostrar una
posibilidad de indagación sostenida por ciertos paradigmas y estrategias, y brin-
dar algunas precisiones metodológicas, con el propósito de alentar investigaciones
impulsadas tanto por la propia entidad como por externos —tal como aconteció
aquí—, más allá del interés por fotografiar un caso o un momento específico de
cierta institución.
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278
Estudios sobre públicos y museos
1
El Día de Europa es 9 de mayo de cada año para celebrar la paz y la unidad de este continente. La fecha
marca el aniversario de la histórica declaración del ministro francés de Asuntos Exteriores, Robert Schuman,
en 1950, en París, en la que expuso nuevas estrategias de cooperación política que permitieran establecer
treguas y aminoraran los conflictos bélicos entre las naciones europeas. Los países fundadores fueron cono-
cidos como “los seis”: Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo. Luego, en una cumbre
de la Unión Europea celebrada en 1985 en Milán, se decidió que el 9 de mayo se celebrase el Día de Europa.
A propósito de esta fecha, se realizan actividades y actos festivos en cada región con el fin de acercar más
las instituciones europeas a la sociedad y estrechar los lazos entre los pueblos de la Unión Europea (ue). En
Cuba se celebra cada año este acontecimiento y, en consonancia con el perfil de la institución, se escogió
dicha fecha, del año 2017, para inaugurar oficialmente la apertura de las salas de exposición permanente
que conforman el Centro de Interpretación del Palacio del Segundo Cabo. La institución realiza múltiples
actividades socioculturales para diferentes sectores de público, además de acoger eventos de primer nivel
de los estados miembros de la ue, con embajadas en la capital, para celebrar el 9 de mayo.
del Segundo Cabo (piic). Este constituye un espacio pionero en el país, en tanto asume
los postulados de la museología crítica (Flórez Crespo, 2006; Navarro Rojas y Tsagara-
ki, 2009; Shelton, 2011; Lorente Lorente, 2015) y de la interpretación del patrimonio
(Ham, 1992; Tilden, 2006) para proyectar la memoria colectiva que enlaza, desde la
cultura, las latitudes cubana y europea. Se vuelve sobre la historia, las tradiciones y
costumbres, el lenguaje, la cultura, los pueblos, las herencias, las personalidades, para
proponer un espacio diferente, con una estrategia museal basada en la interpreta-
ción y centrada en el visitante.
El piic se inserta en esa mirada que los espacios museales potencian por convertir al
sujeto en el protagonista del recorrido. El punto clave para ello fue el de concebir “un
espacio ‘diferente’, atractivo, reflexivo, tan serio como veraz en el manejo de la comu-
nicación como amena en su forma de presentación” (Rodríguez Rodríguez, 2018: 76).
A esto se ha sumado también la importancia de potenciar el diálogo entre los visi-
tantes y el patrimonio, de provocar en ellos la condición de espectador y partícipe, de
receptor y emisor, lo cual asegura la multiplicidad de significaciones tanto del objeto
como del fenómeno cultural a interpretar.
Ver con ojos de mundo. Isla en lo geográfico, jamás en la cultura (…). Nosotros somos
cubanos, somos el fruto del encuentro y contribuiremos a la paz futura, y a la cultura
futura en la medida en que veamos al cubano como una síntesis de culturas y civiliza-
ciones que una vez en este mar Caribe se convirtió en el Mediterráneo americano (…).
2
Evento científico anual que realiza el piic con investigadores y especialistas de todas partes del país, con el
interés de actualizar estudios, de ofrecer un escenario de intercambio para el saber y la investigación, y de
tributar al relato de interpretación que propone el discurso museológico del Centro.
282
Estudios sobre públicos y museos
Los visitantes de hoy demandan un espacio museal que los invite a aprender,
que les permita personalizar sus experiencias y hallar en él un sitio de múltiples
puntos de vistas. En especial, las generaciones más jóvenes reclaman contenidos
cada vez más hiperactualizados, resueltos de manera atractiva y dinámica, que
espabile los sentidos y provoque en ellos la sazón del conocimiento. Los espacios
museales necesitan conocer las reacciones y opiniones que los públicos tienen,
de acuerdo con las coyunturas específicas de cada institución, contexto y comu-
nidad. Por tanto, es necesario replantearse el concepto del visitante no como un
ente pasivo, sino como un agente social y cultural imprescindible para la gestión,
interpretación y comunicación del museo.
Los públicos que visitan el piic son parte de una experiencia más vivencial que con-
templativa. El componente interactivo de este tipo de equipamiento museal que
es el Centro de Interpretación concibe al visitante como sujeto partícipe dentro
del entorno. El discurso museográfico se ha articulado de forma atractiva y afín a
3
Entiéndase por contenido patrimonial la representación en el espacio museal de contenidos interpretativos
que abordan la cultura, la historia y el patrimonio, desde diferentes soportes comunicativos que emplean
las nuevas tecnologías. El piic propone una exposición interpretativa que prescinde del objeto físico para
ofrecer un discurso museológico de contenidos patrimoniales sobre los encuentros, influencias y tensiones
histórico-culturales entre Cuba y Europa.
Figura 2. Público general en la sala Línea del Tiempo, un túnel histórico que el visitante atraviesa para descubrir ese
intercambio cultural que por más de cinco siglos ha existido entre la Isla y el Viejo Continente.
Fotografía: Yenny Hernández Valdés, 2018.
Al respecto, se hace necesario aclarar que este estudio es deudor de una experien-
cia investigativa basada en la prueba y el error de sus gestores. Lo que comenzó
como una necesidad de la institución por conocer sus públicos y el alcance de su
propuesta museal, se ha convertido en una oportunidad de conocimiento y espe-
cialización en un área poco explorada en el contexto museológico cubano. El equipo
de trabajo estuvo conformado por Onedys Calvo, directora del piic y las especialistas
del mismo, todas egresadas de la carrera de Historia del Arte, en la Universidad de
La Habana y, por ende, con una formación académica en museología y prácticas cu-
Conociendo que el piic constituye un formato de espacio museal novedoso para los
cubanos, es necesario entonces comprender cómo ha sido asumido por los dife-
rentes visitantes. El interés mayor de este centro es el de lograr que los visitantes,
A raíz de ello, identificamos que los visitantes del piic presentan una diversidad so-
ciodemográfica en lo que se refiere a edad, sexo, nacionalidad, procedencia y educa-
ción. Predominan los visitantes femeninos (67%) respecto a los masculinos (33%); y
las personas que oscilan entre 19 y 30 años constituyen el grupo etario que mayor
porcentaje representa en las visitas al Centro (28%).
El nivel de escolaridad de los que han accedido al piic es alto, y más de la mitad
consta de estudios superiores (58.5%). De los datos recopilados pudo constatar-
se que la mayoría procede de los diferentes municipios de la capital ―60% de La
Habana―, en menor medida de otras provincias del país (24%) y un 16% repre-
senta al público extranjero.
El criterio generalizado del visitante tipo del Palacio está vinculado con la experien-
cia, el aprendizaje y el ocio. Relacionamos las motivaciones por visitar el Centro con
el nivel de escolaridad de los públicos: los visitantes universitarios o egresados de
la enseñanza media superior manifestaron haber entrado por la motivación de in-
crementar el aprendizaje sobre las relaciones culturales entre Cuba y Europa, prin-
cipalmente recomendado ―en un 47.5%― por algún amigo o familiar como lugar
oportuno para visitar. También, hubo quienes manifestaron haber llegado al PIIC
motivados por la curiosidad de visitar un lugar diferente en la ciudad, lo cual pudi-
mos corroborar luego mediante los cuestionarios que estaban en el grupo de per-
sonas que no poseen estudios superiores.
Los visitantes, una vez dentro del museo, inician el recorrido según las orienta-
ciones de la veladora que los recibe, ya sea por los espacios de la planta baja o
de la planta superior, dado sobre todo por la posibilidad que ofrecen las salas
temáticas de comenzar el recorrido sin necesidad de un guion estructurado con
principio y final. No obstante, la veladora guía propone generalmente comenzar
la visita por dos salas de matiz introductorio: Monografía del Edificio y Visión del
Mundo. La primera de estas recibe al visitante con un audiovisual en el que, en
Por otro lado, se pudieron identificar los espacios en los que la permanencia del
público es breve y la participación de este con lo que se muestra es exigua. Ejemplo
de ello es la sala Libro, uno de los espacios más pasivos del discurso museológico del
Centro, en el que su consumo requiere de un detenimiento consciente y pausado
por toda la información que presenta. El visitante que permanece mayor tiempo
en esta sala generalmente es por un interés muy particular o por una identifica-
ción profesional con la temática. Profesores o académicos, integrantes de círculos
de interés de literatura, estudiantes de la carrera de Bibliotecología —licenciatura
que se imparte en la Facultad de Comunicación, de la Universidad de La Habana—,
constituyen ejemplos de visitantes que permanecen un mayor tiempo en la sala
Libro. De lo contrario, el tiempo promedio en ella del público general es de apenas
unos minutos.
Figura 3. Profesores de diferentes centros educativos de La Habana durante un recorrido guiado por el piic. Sala Libro.
Fotografía: Yenny Hernández Valdés, 2017.
pacio expositivo. Todas las salas del piic presentan diferentes equipamientos mu-
seográficos y dispositivos tecnológicos, lo cual influyó en mantener activo el interés
exploratorio del visitante dentro de cada sala, en las cuales hay un trasfondo educa-
tivo y profesional en la manera de comunicar los contenidos a través de los medios
tecnológicos que despliega.
294
Estudios sobre públicos y museos
Es importante aclarar que, como estos comportamientos de los públicos varían según
el sector etario y profesional, se advierte que las generaciones más jóvenes ―sobre
todo, niños y adolescentes― son consumidoras de una cultura visual fundamental-
mente, y las imágenes y sensaciones ocupan un lugar primordial en sus experiencias.
Su memoria colectiva se compone de una diversidad visual con la que asocian su co-
tidianidad. De ahí que estén más ávidos de comportamientos dinámicos y partici-
pativos, de experiencias diferentes y provocadoras. Son generaciones vinculadas a la
cultura de la tecnología y la digitalización, a un universo virtual y efectista en el cual
encuentran puntos en común para el intercambio, el conocimiento y el ocio.
Los más jóvenes que han acudido con fines educativos al Palacio han desarrolla-
do un aprendizaje de la historia de la nación en un contexto lúdico y agradable,
lo cual ha generado una asimilación oportuna y una mejor comprensión de los
saberes adquiridos. Esto se ha comprobado, principalmente, mediante las visitas
guiadas, las observaciones en sala y las encuestas, en las que hemos identificado
una postura de aprendizaje fomentada a partir del recurso tecnológico y los jue-
gos disponibles en las salas. Estos recursos permiten que el visitante se adentre
- “Me gustó mucho la sala de los cubos [El Gabinete] porque me encantó navegar en
las pantallas por muchísimas cosas que hay allí y me divertí porque pude hacerlo con
mi mamá que me acompañó [...]. Además, no sabía que los grandes barcos de Colón se
llamaban carabelas y en la mesa te enseñan muchas imágenes para que veas diferen-
tes tipos. En esa sala me pasaría el día”. (Dinámica grupal con niños y padres. Interven-
ción de Mario Rafael Pérez Rodríguez, 12 años. Fecha de aplicación: 6 de abril de 2019).
- "Es un museo diferente a los que he visitado ya que no solo te permite aprender sobre
la cultura, historia y costumbres de Cuba, principalmente, sino que, también puedes
interactuar con cada uno de los elementos tecnológicos que hay. Buena atención”. (En-
cuesta. Visitante de 24 años, estudiante de Historia de la Universidad de La Habana,
municipio La Lisa. Fecha de aplicación: 12 de febrero de 2019).
- “Es una experiencia diferente a través de la cual conocí más sobre la música cubana
e internacional y pude poner en práctica mis habilidades como bailarina y me encantó
por la interacción con la tecnología”. (Encuesta. Visitante de 28 años, licenciada en Eco-
nomía, municipio Centro Habana. Fecha de aplicación: 3 de agosto de 2019).
En este punto, vale señalar que la mayor afluencia de público juvenil al piic se ha dado
en el marco de las visitas escolares (56%); mientras que son menos los adolescentes
y jóvenes que visitan libremente el Palacio (44%). Esto responde a la idea que aún
permanece en ellos de la visita al museo como una opción “aburrida”, que termina
Encuestas4
Otra de las técnicas implementadas fue la aplicación de un cuestionario de sali-
da, que nos permitiera determinar el perfil de los visitantes que acceden al piic. Se
aplicaron 200 encuestas, en diferentes horarios y días de la semana, entre mayo de
2018 y febrero de 2019. En ellas se han recogido datos demográficos y opiniones
sobre diversos aspectos de la visita que son importantes para el análisis como: los
medios de comunicación mediante las cuales el visitante se informó sobre el piic,
los aspectos que, según los públicos, consideran deben mejorarse en el Centro, las
salas de mayor interés, entre otros.
4
En la transcripción de los testimonios aquí referidos, se ha mantenido exactamente igual la redacción de las
opiniones de los encuestados.
Los encuestados señalaron, como aspecto recurrente, haber sabido del piic por la
recomendación a través del “boca a boca”, principal medio de comunicación que
propicia efecto en el país. Mientras, otros expresaron haberlo conocido previamen-
te a partir de una visita escolar al museo. El interés esencial por visitar el Centro, de-
velado en los cuestionarios, era conocer la historia de Cuba y su relación con Europa.
Las encuestas rellenadas por los más jóvenes manifiestan el gusto por los equi-
pamientos tecnológicos como parte de la museografía, y expresaron sugerencias
sobre la posibilidad de que la institución pueda incrementar más dispositivos para
satisfacer la demanda de los públicos en las diferentes salas.
Rango de edades
Menores de 18 años
41 a 60 años 14% 19-30 años
31-40 años
41-60 años
Mayores de 60 años
28% 19 a 30 años
31 a 40 años 21%
Nivel de escolaridad
70%
60%
50%
40%
30% 59%
20%
10% 22%
6% 8% 5%
0%
Sexto grado Noveno grado Técnico medio Duodécimo Universitario
grado
Figura 6a. Gráficos de estadísticas resultantes del procesamiento de las encuestas.
Elaboración propia, 2019.
Arquitectura y 17%
Urbanismo
41% Línea del Tiempo
Medios de comunicación
50.0%
50% 47.5%
45.0%
45%
40.0%
40%
35.0%
35%
30.0%
30%
25.0%
25%
20.0%
20%
15.0%
15%
11.5%
10.0%
10% 7% 8%
5%
5.0%
5% 3.5%
1.5% 0.5%
0.0%
0%
n
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sa
In
m
Te
en
/fa
PR
Pr
os
ig
Am
Entre los adjetivos señalados por los visitantes en los cuestionarios, valga seña-
lar uno de ellos: divertido. Al respecto, ¿qué significado puede tener la diversión
para el público cubano al recorrer el piic? ¿Influye en el aprendizaje y la experiencia
museal? ¿Lo divertido está relacionado con la espectacularización de la tecnología
como parte de la museografía en este espacio museal en Cuba?
Un aspecto interesante detectado fue que para el público nacional los dispositivos
digitales, así como los recursos museográficos envolventes —por ejemplo, la recreación
de una bodega de un barco en alta mar en la sala Llegadas y Migraciones— derivan
en una experiencia emotiva, traducida muchas veces en diversión, acentuada aún más
cuando la visita es en familia o colectiva.
Figura 7. Opiniones ofrecidas por visitantes en los cuestionarios sobre su experiencia en el piic.
Fotografía: Yenny Hernández Valdés.
Desde la etapa de conceptualización del Palacio del Segundo Cabo se definió enfocar
una propuesta atractiva, que interesara a una diversidad de públicos, con la cual vivie-
ran una experiencia diferente, gratificante y divertida. Esto último no debe confundirse
con una percepción análoga al entretenimiento en tanto acciones impactantes sin un
objetivo claro que promueva el aprendizaje o invite a profundizar en los espacios mu-
seales. Los visitantes refirieron sentirse satisfechos con la manera en la que accedieron a
los contenidos, los dispositivos y los demás recursos museográficos, debido a que todos
estos constituyen vías diferentes para presentar el patrimonio, lo cual incide en la expe-
riencia. Por tanto, lo divertido aquí se convierte en una herramienta de mediación de con-
tenidos, en una ruta para cautivar el interés de los visitantes por el patrimonio expuesto.
Libro de visitantes
El libro de visitantes del piic se encuentra en una de las salas del nivel superior, con
el objetivo de que el visitante acceda a él una vez que ha avanzado en su recorrido y
así pueda describir su experiencia. Esta técnica ha permitido documentar los varia-
dísimos criterios de los públicos sobre su visita al Centro.
El libro acopia criterios desde el 3 de febrero de 2018 hasta agosto de 2019, con un
aproximado hasta esa fecha de más de 600 comentarios, en los cuales la mayoría
refiere datos de contactos, profesión y nacionalidades. Estos datos resultan intere-
santes porque en un proceso de trabajo cruzado pudo identificarse el rango etario
de los visitantes con los contenidos de sus opiniones y los intereses despertados a
raíz del recorrido.
304
Figura 9. Testimonio en el libro de visitantes, luego del recorrido por el Centro.
Fotografía: Yenny Hernández Valdés, 2019.
305
Estudios sobre públicos y museos
Dinámicas grupales
Otra de las técnicas implementadas fue la dinámica grupal, con la cual se logró
un entorno de compromiso y diálogo en los grupos implicados. La realización de
las dinámicas grupales requiere de una coordinación previa, tanto de cuestiones
logísticas ―lugar, horarios, limpieza del espacio, materiales a utilizar, dispositivo de
grabación―, como en la preparación del guion a seguir durante la actividad, las po-
sibles preguntas y los ayudantes de la sesión. Para su desarrollo, la colaboración del
equipo del piic fue indispensable para cada una de las fases de esta técnica.
Al momento de este estudio, se habían realizado solo dos dinámicas grupales con sec-
tores etarios diferentes: una intergeneracional con niños y padres, y otra con adultos
mayores. En ambos casos, la selección respondió a que son tanto visitantes como partici-
pantes sistemáticos de las actividades culturales que el Palacio proyecta como parte de su
programa social. Para ello se tomó una muestra de 10 personas para cada uno de los ran-
gos de edad. Sin lugar a dudas, en un periodo a mediano plazo, será necesaria la realiza-
ción de otras dinámicas grupales con públicos etarios y de niveles educativos diferentes.
En esta primera dinámica grupal con adultos de la tercera edad se acopiaron opinio-
nes sobre la experiencia como visitantes y participantes de la propuesta museológica
y las actividades culturales. Entre las opiniones registradas, que responden a un sentir
grupal, están las de satisfacción y enriquecimiento intelectual que han experimen-
tado. En palabras de los participantes, se refieren al respecto de la siguiente manera:
Llegué con la idea de conocer más, de enriquecer mis conocimientos, y estoy satisfe-
cha porque lo he alcanzado, y aún lo sigo sintiendo [...]. Este lugar y sus trabajadores
nos dan a nosotros una “fe de vida”. No nos tratan como “abuelos” cansados y pa-
sivos. Ustedes nos hacen pensar, nos incitan a investigar y nos mantienen activos.
(Hernández, 26 de marzo de 2019).5
5
Las opiniones ofrecidas en este texto forman parte de las memorias auditivas recogidas durante las sesio-
nes grupales comentadas y se encuentran en los registros de gestión museal que el Centro atesora.
Para mí particularmente, creo que esta experiencia ha tenido frutos amplios. No hay
nada como aprender la historia “tocándola”. Eso es algo que se les impregna a los
niños. Es por eso que cada vez que puedo les digo a las maestras que conozco que
traigan los niños a este museo. (Hernández, 6 de abril de 2019).
Para mí la sala Línea del Tiempo me ha servido mucho, para la escuela y para aprender
más, porque para participar en concursos de conocimientos te piden valorar y conocer
fechas, y la Línea me ayudó, porque por un lado tienes la historia de Cuba y por el otro
también la de Europa, y me sirvió mucho. También en la sala de los Viajeros y Viajeras
te explican los héroes que nos dan en clases y que me salieron en pruebas y en el con-
curso que participé. (Hernández, 6 de abril de 2019).
Ham (2011: 19) comenta que una interpretación debidamente proyectada logra ser
decisiva para los visitantes, en la medida en que ofrece posibles análisis que generen
nuevas ideas o hagan cambiar aquellas que tienen incorporado en su horizonte de ex-
pectativas: “El refuerzo de un tema convincente ocurre dentro de un periodo de tiempo
bastante corto, su impacto en la psiquis del visitante puede ser perdurable, incluso
permanente”. Gracias a las dinámicas grupales pudimos conocer el alcance de la ex-
posición permanente en los participantes de las sesiones, quienes evidenciaron no
solo el gusto por una experiencia diferente y divertida en este museo, sino también
la utilización de ese aprendizaje museal para otros fines, principalmente educativo.
De este modo, se potenció una identificación compatible con el piic y generó un
tipo de experiencia agradable, lo cual influye en la posibilidad de una nueva visita
al Centro.
Figura 11. Respuestas cruzadas para definir debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades del piic respecto a sus
públicos y su gestión museal. En la imagen se muestran algunas de las ideas mencionadas en las dinámicas grupales.
Fotografía: Yenny Hernández Valdés, 2019.
Arribando a conclusiones
El impacto que este centro tiene en la comunidad de visitantes que lo han recorrido
radica en cómo estos han encontrado una nueva forma de acercarse al museo, de
recorrer la historia, de interpretar temas seductores, de tocar con las manos dentro
de un espacio museológico, algo que por siglos ha sido concebido una violación. Y
este tipo de experiencia ha llevado a los visitantes nacionales a asimilar de un modo
diferente el nuevo entorno museal a como se enfrentaban ante un espacio de corte
tradicional, así como a buscar con ansiedad en el contexto museológico cubano
otros referentes similares.
La incidencia de las tic como herramienta para comunicar los contenidos patrimoniales
que el piic expone, influye en que la experiencia museal de los públicos más jóvenes, en
particular, se torne más atractiva. Pero, ¿en qué medida el despliegue tecnológico del
Centro favorece el aprendizaje y una postura participativa del visitante o contribuye a la
falta de atención de este por la espectacularización y dimensión lúdica?
Es necesario aclarar que la concepción del tipo de formato museal del piic no respondió
a la presentación de un espacio dependiente de la tecnología, sino en saber aprove-
char sus potencialidades para convertirla en mediadora y facilitadora de los contenidos
patrimoniales. Esta no constituye el fin mismo de la institución, por el contrario, es un
medio efectivo y contemporáneo para la presentación y comunicación patrimonial.
Las técnicas implementadas para conocer a nuestros visitantes, nos permitieron co-
rroborar ese encanto que la tecnología ha causado sobre todo en los públicos más
jóvenes, quienes asumen de manera natural una postura de apropiación e identi-
ficación con cada dispositivo, y han derivado en un criterio popular muy recurrente
que remite al Palacio como un “museo tecnológico”. En la mayoría de las respuestas
y opiniones reunidas, se refieren a las tecnologías como un elemento que añade
matices de modernidad al museo, algo que les permite acceder a determinados
contenidos mediante una participación lúdica y entretenida.
En contraste, hemos podido verificar mediante las observaciones en sala y las opiniones
declaradas durante las dinámicas grupales que, para aquellos mayores de 50 años, la
Por otro lado, es necesario señalar cuestiones que han sido detectadas a lo largo
del estudio como debilidades que atentan contra la calidad de la experiencia en la
diversidad de visitantes.
ellos al piic se ha visto restringida. Entre esos aspectos están las barreras arquitectó-
nicas en determinados espacios a lo largo del recorrido que dificultan el acceso a per-
sonas en sillas de ruedas, con bastones, con deficiencia motora para moverse y ciegos.
Este estudio ha permitido detectar también que los contenidos museológicos que
se exponen no tienen un alcance general, en cuanto al consumo de ellos por perso-
nas invidentes o sordas. En un espacio como el del piic, cuya dinámica museográfica
es atractiva visualmente y se vale de efectos estimulantes, las personas ciegas o
sordas no encuentran una zona de confort en la que puedan consumir el producto
cultural en su totalidad. Los materiales audiovisuales y los archivos audibles no es-
tán traducidos al lenguaje de señas; así como las infografías y el resto de los mate-
riales visuales de las salas tampoco presentan sus homólogos en braille.
cuenta que el piic recibe una estimable afluencia de público internacional ―16%
extranjeros y 84% nacionales―, y que trabaja las relaciones culturales entre Cuba y
una variedad de territorios europeos que hablan diferentes lenguas, lo anterior se
torna una debilidad que atenta contra la experiencia del visitante.
En salas como Monografía del Edificio, Línea del Tiempo y Llegadas y Migraciones
los contenidos se encuentran solo en español, a excepción de una multimedia y una
apk disponibles en la Línea del Tiempo, que sí presentan información bilingüe. Si
bien en las salas Visión del Mundo, Viajeros y Viajeras, El Gabinete, Libro, Cartogra-
fía y Arquitectura y Urbanismo, se presentan contenidos en español e inglés, ello no
es generalizado puesto que los materiales audiovisuales, los paneles infográficos y
los juegos virtuales están solo en español.
Respecto a los servicios ―atención del personal de sala y de los especialistas al pú-
blico, plegables informativos, disponibilidad de ascensores, horarios, climatización―
los criterios son bastante satisfactorios. El horario del piic es de martes a sábados,
De acuerdo con los criterios que comparte Pérez Castellanos (2016), el estudio lle-
vado a cabo en el piic responde al de una evaluación final, o sumativa, en tanto la
investigación se desarrolló durante el tiempo en que la exposición permanente del
Centro ha estado abierta al público para así evaluar aspectos como “el comporta-
miento de los visitantes en sala, su circulación, su comprensión de los contenidos,
los tiempos de estancia en sala y el tiempo dedicado a determinados componentes
de la exposición [...], las percepciones y el grado de satisfacción previstos” (2016:
28). En ese sentido, puede decirse que se han cumplido, en principio, algunos de
los objetivos propuestos por el piic en cuanto a proyectar y comunicar un discurso
museológico y museográfico sobre las relaciones culturales entre Cuba y Europa
Referencias
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tion/43119553_Interactividad_didactica_y_museus
Hernández Valdés, Y. (2019, 26 de marzo). Re: Dinámica grupal con adultos mayores
en el Palacio del Segundo Cabo [Comentarios en un grupo de discusión].
Hernández Valdés, Y. (2019, 6 de abril). Re: Dinámica grupal con niños y padres en el
Palacio del Segundo Cabo [Comentarios en un grupo de discusión].
1. ¿Por cuál (es) de estos medios de comunicación supo sobre el Palacio del Segundo Cabo?
___ Televisión ___ Prensa plana ___ Radio ___ Programa cultural de la ohc
____Vía email ___ Internet ___ Amigos o familiares ___ Otro (¿cuál?)
3. Jerarquice numéricamente las salas de mayor interés para usted (el #1 indicará la de mayor interés):
___ Monografía del Edificio ___ Llegadas y Migraciones ___ Música y Danza
Guiones a partir de los cuales se encauzaron las dos dinámicas grupales realizadas durante el estudio de
públicos
Primera parte
Guion para el desarrollo de la dinámica grupal con niños y padres.
Fecha de realización: 6 de abril de 2019
Lugar: Palacio del Segundo Cabo
Hora: 10:00 a. m.
Cantidad de participantes: 10 niños y 10 padres
Moderadora: Yenny Hernández Valdés. Especialista del piic y gestora del estudio de público en el Centro.
Cuestionario:
1. Quisiera que los niños que están aquí me dijeran si han visitado el museo y si les gusta venir a este
museo. ¿Porqué?
2. ¿Cuál es el recuerdo más bonito que tienen de cuando han visitado el Palacio?
3. Ahora quiero que todos juntos repasemos cada una de las salas de este centro para ver si las
recuerdan bien.
3.1. Una vez identificadas todas las salas de exposición permanente del piic, quiero que cada niño me
diga cuál es la sala que más le gusta y cuál es la que menos le gusta, pero mediante una escenifica-
ción con su cuerpo.
Cada niño, a partir de gestos solamente, expresará cuál es la sala que más le gusta y la que menos
le llama la atención. El resto de los participantes, de manera organizada, levantará la mano para res-
ponder con palabras lo que su compañero está escenificando.
4. Qué otros elementos, informaciones, objetos, imágenes, etc., les gustaría encontrarse en el museo
cuando lo vuelvan a visitar o cuando regresen con un amigo o un familiar que nunca haya venido.
(Aquí me pueden responder tanto niños como padres).
5. Quisiera saber si todos los que están aquí hoy han participado de las diferentes actividades culturales
que el Palacio ha convocado desde su apertura en 2017. Con esto me refiero a los talleres de verano,
los concursos infantiles, los talleres intergeneracionales, los ciclos de cine y demás actividades que
hemos realizado para los niños. De ser así, en cuáles han participado ¿Qué han aprendido en esas
actividades?
6. ¿Qué opinan del recurso de la tecnología como parte de la propuesta museográfica del Centro?
7. Quisiera que cada uno expresara con una palabra su impresión y/o experiencia en el Palacio.
Segunda parte
Guion para el desarrollo de la dinámica grupal con adultos mayores
Fecha de realización: 26 de marzo de 2019
Lugar: Palacio del Segundo Cabo
Hora: 10:00 a. m.
Cantidad de participantes: 10 adultos mayores
Moderadora: Yenny Hernández Valdés. Especialista del piic y gestora del estudio de público en el Centro.
Cuestionario:
1. ¿Con qué perspectivas llegaron al piic? ¿Se cumplieron?
2. ¿Cuáles consideran ustedes que pudieran ser los beneficios de participar de la propuesta cultural del
Centro?
3. ¿Qué opinan del recurso de la tecnología como parte de la propuesta museológica y museográfica del
Centro?
4. Quisiera que me señalaran algunos contenidos (máximo 3) que más les hayan llamado la atención
durante las visitas que han realizado y me comentaran por qué les ha interesado.
5. ¿Cuáles estrategias consideran que el Palacio desarrolla para el trabajo con los públicos? ¿Tienen
alguna sugerencia al respecto de alguna otra estrategia que consideren oportuna usar?
6. Después de lo conversado hasta este momento, quisiera que pensáramos cada uno en una Debilidad,
una Amenaza, una Fortaleza y una Oportunidad del Palacio que nos permita construir una matriz
dafo muy elemental desde sus experiencias en la institución. (Explicar a los participantes, de manera
general, para los que no lo conozcan, en qué consiste el análisis dafo y los beneficios de ello para las
instituciones).
a. Anotar en un tablero aquellos elementos que respondan a cada una de estas siglas para discutir
las que son de mayor frecuencia.
Pregunta de cierre:
7. Quisiera que expresaran con una palabra su impresión y/o experiencia en el Centro.
325
Estudios sobre públicos y museos
Respecto a los museos chilenos anterior a la creación del Ministerio, estos depen-
dían directamente de la Dibam a través de la Subdirección Nacional de Museos
(snm) que empezó a funcionar en 1982. Siguiendo los lineamientos de este ente
rector, los espacios museales adoptaron un fuerte matiz en tareas propias de las
áreas de colecciones, y en menor medida, de sus visitantes. A diferencia de las insti-
tuciones dependientes del cnca, estos últimos tuvieron, durante la primera década
de 2000, el objetivo de crear programas para el desarrollo de públicos y audiencias
con un foco participativo. Se abrieron teatros regionales y centros culturales ―mu-
chos con una figura mixta público-privada―; sin embargo, ningún museo estatal
nuevo en ese periodo (Antoine, 2013). Cabe mencionar sobre los primeros que estos
fueron espacios y políticas públicas que se diseñaron sin mecanismos de evalua-
ción, y pocos contaron con consultas previas a la ciudadanía (Antoine, 2015).
Museos con mayores recursos pudieron seguir esta senda, como fue el caso del Mu-
seo Interactivo Mirador (mim), que desde 2006 a 2013 implementó encuestas a sus
visitantes para conocer el perfil (Troncoso, 2013). En 2008, el Museo Nacional de
Historia Natural (mnhnc) realizó su primer estudio de públicos (Gómez, Hernández
y Poblete, 2008), instalándose en la institución la necesidad de aplicar instrumen-
tos de medición y evaluación de forma periódica.
Así, en 2010 comienzan con un interés por parte de los y las trabajadores de mu-
seos sobre los estudios de públicos y sus posibilidades, realizándose congresos y
simposios al respecto con el apoyo del snm. Ejemplo de ello fueron el “Simposio
Internacional de Museología. Nuevas prácticas, nuevas audiencias. A 40 años de
la Mesa de Santiago”, llevado a cabo en el Centro Cultural gam en 2012, y luego en
2013 el encuentro “3E, Encuentro de Estadísticas, Evaluación y Estudios de Público
de Museos”, con sede en el mim y en el Centro Patrimonial Recoleta Domínica (icom
Chile; 2013a, 2013b).
El sector museal chileno no tuvo una política pública específica relativa a sus fun-
ciones y quehaceres, hasta 2014 cuando empezó a gestarse su creación. Entre las
etapas de este proceso, destaca la creación de un diagnóstico construido y socializa-
do con los y las trabajadoras de museos, encuentros participativos con alta concu-
rrencia del sector ―algo sin precedentes en la historia de los museos chilenos―, que
dan a conocer el interés de los y las profesionales de verse envueltos en la creación
de prácticas y actividades relacionadas a la educación no formal de diversos públi-
cos y comunidades territoriales, y de orientar el trabajo con un enfoque de derechos
y acceso a la cultura ―siendo una de las máximas expresiones de ese sentir, en ese
momento, el decretar la gratuidad de todos los museos dependientes del snm en
2015― entre otras cosas (snm, 2015), y contrastando con los lineamientos de la Di-
bam. También, otro hito de este proceso fue la creación de la plataforma web, Regis-
tro de Museos de Chile (rmc), que permitió levantar datos del sector para obtener
una panorámica de la realidad de estos espacios; información que no se obtenía
con tal profundidad desde 1984 y 1997 (snm, 2019).
Con todas las dificultades, un 76.9% son clasificados como espacios con alta vin-
culación con sus públicos y comunidades; es decir, cuentan con servicios variados,
e intentan mantenerse en constante comunicación con ellos, por ejemplo, a través
del uso de redes sociales (rr. ss.). Un 50.2% declara aplicar encuestas a sus visitan-
tes, incluso el 40.4% segmenta o genera tipologías de visitantes (snm, 2019). No
obstante, la consulta que generó esta caracterización de los museos chilenos no
permite determinar si la información levantada por los museos es sistematizada al
punto de ser empleada para generar su gama de servicios y programación, ya que
esta no pregunta directamente qué hacen con los datos recolectados.
1
https://www.registromuseoschile.cl/
2
Equivalentes a cuatro dólares estadounidenses aproximadamente
efectos que la mediación genera a corto y largo plazo, y cómo la experiencia museo
se ramifica desde el sujeto visitante a toda su red social (Contreras Munizaga, 2016;
Güell, Godoy y Frei, 2005; Güell, Morales y Peters, 2012); cuestiones que podrían es-
tudiarse mediante técnicas más cualitativas. Más aún, es difícil dilucidar cuáles son
los objetivos de los instrumentos que usualmente generan los museos chilenos, por
ejemplo, si buscan responder formas de ampliar sus públicos y audiencias, fidelizar
o ir más allá, y profundizar sobre sus contenidos y significación con el público, como
ya se ha mencionado. En la segunda mitad de la década de 2010 se crean instancias
de socialización de algunos de estos instrumentos, en las que incluso participó el
Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (mmdh), cuestión que se profundiza
en el siguiente apartado.
Los esfuerzos del Ministerio y los del snm han sido cruciales para elevar la discusión
acerca de los estudios de públicos en los museos chilenos, y la perseverancia de
algunos espacios ha sido ejemplar para el sector, motivando a quienes trabajan en
museos a explorar este ámbito del rubro para mejorar la gestión de los espacios de
forma incipiente (Antoine y Carmona, 2014). Aun así, los proyectos tipo laboratorio
de experimentación artística, las evaluaciones cualitativas, y los estudios más fo-
calizados tienden a ser externalizados, principalmente, por las brechas materiales
indicadas con anterioridad. Sin embargo, señalamos que estos formatos y herra-
mientas son cruciales para poder programar ‘para’ y ‘con’ la ciudadanía, apuntando
tanto a la lógica de la democratización como a la participación cultural activa (Si-
mon, 2010, 2016; Vich, 2014).
El mmdh busca ser “un espacio que contribuya a que la cultura de los derechos hu-
manos y de los valores democráticos se conviertan en el fundamento ético compar-
tido”, según se aprecia en su portal institucional (mmdh, s. f.). La misión se despliega,
entonces, en tres ejes de acción: I. Dar visibilidad a las violaciones a los Derechos
Humanos (dd. hh.) cometidas por el Estado de Chile entre 1973 y 1990; II. Dignificar
a las víctimas y a sus familias y; III. Estimular la reflexión y el debate sobre la impor-
tancia del respeto y la tolerancia, para que estos hechos nunca más se repitan. Los
ejes del museo son “Memoria”, “dd. hh.” y “Nunca Más”.
En 2018 se posicionó dentro de los 10 museos más visitados del país. Desde 2016 se
encuentra en un proceso que ha denominado de ‘ciudadanización de la memoria’.
Esta concepción implica valorizar el contenido del Museo ―las memorias y los dd.
hh.― como una construcción social entre sujetos que manifiestan sus identidades
en un plano de intercambio de vivencias y perspectivas, procesos permanentes y
dinámicos. Es decir, el contenido del Museo no es estático, sino más bien dinámico
y en un constante proceso de elaboración.
¿De qué forma el mmdh está habilitando este diálogo participativo?; ¿desde sus
actividades y exposiciones más elaboradas, o desde sus discursos más básicos?; ¿en
este diálogo, qué dice el público y qué dice el mmdh? El Museo se ha abierto desde
2016 a tratar tópicos y problemáticas de dd. hh. recientes, en sus exposiciones y ac-
tividades de forma anual, incluyendo en estos proyectos a algunos actores relevan-
tes dentro de la sociedad civil, introduciendo así diversas perspectivas y relecturas
más contemporáneas de las memorias que contiene para actualizar el debate en
dd. hh. Sin embargo, pareciera estar fallando en uno de los canales más elemen-
tales para entablar un intercambio con sus públicos: consultar y escuchar a los y
las visitantes. Desde la teoría política de la participación social se enmarca el acto
consultivo como primordial en una “escalera de participación ciudadana” (Arnstein,
1969: 217), en la cual los escalafones superiores implican directo relacionamiento
de ambas partes ―en este caso, visitantes y museo―, alineándose con la visión de la
museología crítica, generando apropiación de los públicos de los espacios cultura-
les (Padró, 2011).
Diferenciándose del 48.9% de los museos chilenos que no declaran aplicar encuestas
u otros instrumentos a sus públicos (snm, 2019), el mmdh planifica constantemente
el levantamiento de información sobre los y las visitante. En otras palabras, con-
sultar a través de estudios de públicos, tarea a cargo del Área de Educación. Desde
2013, el Área ―e influenciada por el contexto de interés en los estudios y evaluacio-
nes mencionado anteriormente, como también en la necesidad de enfocarse en
tareas de mediación respondiendo a lo manifestado por los y las trabajadoras en el
proceso de creación de la Política Nacional― empezó a generar las primeras tipologías
3
En este seminario realizado en 2019, fue posible invitar a Silvia Alderoqui, quien dio una charla magistral
sobre el tema, e impartió un taller práctico de identificación de públicos, organizado por la Unidad de Pro-
gramación y Públicos del Ministerio.
4
Contextualización y críticas en observaciones. La fecha indicada para las publicaciones corresponde al año
de lanzamiento, pero los estudios fueron ejecutados el año anterior. Se profundiza en las actividades de
2019 y 2020 en los apartados siguientes.
5
El diseño y recogida de información fue durante 2014. La sistematización, análisis, redacción de resultados
y publicación fue en 2015.
6
El diseño y recogida de información fue durante 2015. La sistematización, análisis, redacción de resultados
y publicación fue en 2016.
7
El diseño y recogida de información fue durante 2016. La sistematización, análisis, redacción de resultados
y publicación fue en 2017.
8
El diseño y recogida de información fue durante 2017. La sistematización, análisis, redacción de resultados
y publicación fue en 2018.
9
El diseño y recogida de información fue durante 2018. La sistematización, análisis, redacción de resultados
y publicación fue en 2019.
Análisis cualitativo de
los comentarios de la
Análisis de comentarios e interacción de usuarios en
transmisión virtual
rr. ss. Aún en proceso de redacción de resultados para
#SintonizaConLaMe-
envío a todo el equipo.
moria conmemoración
del 11 de septiembre
No obstante, la relación con los públicos se ha mantenido, pero solo relegándolos a obje-
tos de observación, pues los instrumentos de recolección de información no implican una
participación horizontal con los públicos, desatendiendo la visión de ciudadanización que
el Museo desea poner en marcha; finalmente se empezó a levantar información ‘de’ los
visitantes, pero no ‘para’ y ‘con’ los visitantes. Los estudios de públicos no habían tenido
impacto directo en la planificación de las actividades de la institución. Esto se evidencia en
el constante perfil de visitantes que han llegado al museo en los últimos tres años (mmdh,
El diseño y recogida de información fue durante 2019. Algunos datos de las audiencias digitales fueron
10
Figura 2. Fotografía de los asistentes al taller de identificación de públicos organizado por la Unidad de Programación
y Públicos del mincap, para el evento de lanzamiento del Estudio de Públicos 2018 y Seminario de Públicos de Museos,
realizado el 10 de mayo de 2019 en el mmdh.
Fotografía: Archivo Museo de la Memoria.
341
Estudios sobre públicos y museos
2019); a pesar de contar con información relevante, no se han tomado las medidas sufi-
cientes para diversificar, democratizar y crear espacios de participación efectiva en el mu-
seo. El mmdh se plantea como un espacio para la participación, pero en el acto más básico
pareciera no estar lográndolo, ¿qué estaba sucediendo?
Como se mencionó, pocos son los espacios que llevan a la práctica los resultados de los es-
tudios en Chile, e igualmente alrededor del mundo (Macdonald, 2006). Además, es poca la
bibliografía hispana acerca de casos reales sobre cómo los museos realizan el salto sustan-
tivo de tomar decisiones con base en resultados tangibles (Pérez Castellanos, 2017), más
bien es posible encontrar varios estudios y sus resultados, y no qué dictámenes se tomaron
a partir de ellos. Esto no deja de ser útil, y haciendo una revisión de estos, generalmente,
plantean dos dimensiones importantes a considerar: una relacionada a definiciones y con-
ceptualizaciones sobre qué son los estudios y para qué sirven según la realidad de cada
institución (Pérez Castellanos, 2017; Samis y Michaelson, 2016); y otra vinculada a cómo
los museos llevan estas conceptualizaciones a la operación activa de sus planes de gestión
(Octobre, 2013). Finalmente, ambas cuestiones responden a cómo los museos conciben
su relación con sus visitantes, siendo esto clave para su funcionamiento general (Henry y
McLean, 2010; Simon, 2010, 2016).
Sobre la primera, como plantean Peter Samis y Mimi Michaelson (2016), la confusión en
terminología genera en los espacios museales resquemor y desconfianza sobre el para qué
destinar recursos a estudios y no a otras actividades y programas, como también un mal
planteamiento en la unidad de observación y análisis. O, en otras palabras, a cómo se está
entendiendo a los y las visitantes en el complejo completo del museo y sus interacciones
y relaciones. La tónica ha sido convertir al visitante en un indicador numérico de éxito o
La actual definición de museos proviene de la 22ª Asamblea General en Viena, llevada a cabo el 24 de
11
titucionales se han apropiado de los resultados (los responsables de los estudios, los res-
ponsables de los públicos y los directores, entre otros). 2. Precisar el target al cual se quiere
llegar: públicos, públicos potenciales, no públicos, la población. Preguntarse: ¿Qué informa-
ción necesito levantar para llegar a qué públicos? 3. Determinar con antelación para qué área
se aplicarán los estudios, pues ayuda aún más a fijar los objetivos prácticos del levantamiento
de datos. 4. Considerar que la cultura del número en los entornos culturales no es sino una
herramienta al servicio de una lectura, por eso es importante completar las metodologías.
5. Tener previsto el uso de los resultados y los plazos: para qué quiero saber esto, cuándo voy
a necesitar esto y cómo los resultados van a modificar entonces mi oferta cultural.
También, el tema organizacional se plantea incluso desde la visión y misión del museo:
cómo estas buscan poner la experiencia del visitante en el centro del quehacer de la ins-
titución, como esbozan Samis y Michaelson (2016). Esto no quiere decir que ellos y ellas
definan el mensaje o las colecciones a exhibir, sino que conocer a los y las visitantes ayuda
al museo a entender cómo involucrarlos con estos mensajes y colecciones. Atender sus ne-
cesidades no es un trade-off con la colección, es una oportunidad. Es un ‘y’, no un ‘o’, cues-
tión que también quieren los públicos. ¿Qué tienen en común las instituciones que ponen
la experiencia del visitante en el centro, obteniendo éxito en el cumplimiento de su misión?
1. Una misión que tiene como núcleo la experiencia del visitante; 2. Liderazgos fuertes en
función a la misión; 3. Estudios compenetrados en el funcionamiento del museo; 4. Nuevas
formas de trabajo en equipos que impliquen el trabajo de profesionales de diversas áreas
dentro de la institución; 5. Conexiones cercanas con sus comunidades directas o evidentes
(simbólicas o espaciales); 6. Variadas formas de generar involucramiento (engagement) en
sus galerías ―técnica museográfica conocida como layering―.
Tener una visión y misión centrada en los y las visitantes implica reconocer los diversos
motivos por los cuales las personas visitan el museo. En general, las personas no van para
recibir una lección, van a tener una experiencia, a sentirse interpelados o, a veces, a reen-
contrarse con ellos mismos. Cabe preguntarse ¿cómo contribuimos a esta experiencia?,
¿cómo ayudamos al visitante a hacer sentido? Para que esto funcione tienen que com-
Además de esta revisión bibliográfica, para entender qué estaba ocurriendo en el mmdh y
buscar soluciones, se mantuvo contacto con cuatro instituciones que han resuelto distin-
tos modos de trabajo sobre los estudios de públicos: se contactaron a trabajadores y tra-
bajadoras del mnhn (Santiago de Chile), Parque Explora (en Medellín, Colombia), Oakland
Museum of California (omca, en Oakland, Estados Unidos) y United States Holocaust Me-
morial Museum (ushmm, en Washington D. C., Estados Unidos). La tabla 2 resume las prác-
ticas que realiza cada espacio y las que comparten: tanto omca y ushmm explicaron que
los estudios de públicos han sido claves para orientar la misión del museo hacia sus visitan-
tes, sus resultados han promovido cambios en la programación, teniendo grandes impac-
tos no solamente en la cantidad y diversidad de públicos que han llegado, sino también en
los efectos de las experiencias educativas y formativas que han podido desarrollar gracias
a ellos (Henry y McLean, 2010; Lennon y Foley, 1999; Werner, Hayward y Larouche, 2014). El
mnhn y Parque Explora han sido enfáticos en que es necesario definir planes estratégicos
participativos, y estar constantemente buscando experiencias de otros espacios culturales
y educativos para innovar en sus propias actividades.
Tres de las instituciones consideran importante utilizar maquetas livianas de prueba ya sea
en el montaje de exposiciones, pruebas de impresión de recursos educativos e incluso se-
siones pilotos para programas de mediación. Trabajan con prototipos antes de la construc-
ción o puesta en marcha final de los proyectos. Es así como se involucra a los públicos en el
diseño, y puede, incluso, ahorrar presupuesto a futuro. Por último, y como se ha descrito a
lo largo de este apartado, todas las instituciones señalan que es importante el trabajo de
alineación del equipo.
Alineación de equipo en pos de la experiencia del visitante. Equipos interáreas. Uso de Business
Model Canvas para la planificacion. ¿Cómo aporta cada uno a la experiencia del visitante?
Conocer bien a los visitantes. Generar estadísticas confiables y auditables. Generar una visión de
evaluación y reflexión. Destinar recursos a estudios.
Entender bien qué se ofrece y podría
Prototipar con el público. Involucrar al público en el diseño
ofrecerse en el museo, y qué cosa
de los proyectos.
nunca podrían pasar.
Definición de plan estratégico participativo
Fin práctico de los estudios ha de ser definido
a mediano y largo plazo a través de metodos
desde el principio.
ágiles.
Consultar más allá de lo sociodemografico:
Monitorear el entorno y benchmarking.
gustos, identidad, vinculación.
Generar estudios mul-
timétodos y con
distintas
temporalidades.
Comunicar constentmente al público lo que Layering de
el museo hace por ellos. exposiciones. Considerar cuán sig-
nificativa es tu defi-
nición de público ob-
jetivo, para el público
objetivo y otros.
Varios de los elementos señalados en la bibliografía y en los casos estudiados dejaron entrever
la necesidad de remodelar el puesto de Encargado de Audiencias. Esto desencadenó una re-
flexión en el Área de Educación del mmdh sobre cómo se auxilia a los y las visitantes a construir
sentido en torno a la museografía y las actividades. Es decir, cómo conectan con la misión y los
tres ejes del Museo. La reformulación llevó a la creación de la Unidad de Estudios de Públicos del
mmdh, responsabilidad del Encargado, con la finalidad de atender un doble desafío. En primer
lugar, cambiar la visión que tiene la institución sobre los estudios de públicos desde el enfoque
de la gestión: levantar una nueva conceptualización; cambiar el proceso de elaboración, difu-
sión y uso de la información, convirtiéndolos en herramientas útiles para la gestión; y transpa-
rentar a las personas cómo sus opiniones y percepciones inciden en esto. Y, en segundo lugar,
modificar las apreciaciones que en la institución se tiene sobre los públicos; esto es, que los
profesionales del museo sepan efectivamente ‘para quién’ están trabajando y vean al visitante
como actor esencial en el cumplimiento de la misión ―alguien ‘con quien’ trabajar―.
Para comenzar, se llevó la misión del museo a dos ámbitos operativos: de gestión y desa-
rrollo de actividades como organismo cultural y social; y simbólico en la construcción de
sentido, reflexión y ciudadanía, en relación con las memorias o impresiones que los y las
visitantes tienen de la dictadura cívico-militar y atropello de dd. hh. en general. A partir de
esto se empezó a trabajar en qué tipos de preguntas tiene la institución internamente y
en torno a los públicos y, por lo tanto, qué tipos de estudios y en qué áreas se aplicarán los
conocimientos recabados. La tabla 3 exhibe a grandes rasgos los tipos de estudios, a qué
responden y dónde son pertinentes.
La segunda, tiene como tareas la definición de los estudios más focalizados y modi-
ficar o crear instrumentos metodológicos de monitoreo, así como también formular
sugerencias y recomendaciones prácticas a partir de la información recabada, ase-
gurando la implementación de dichas sugerencias y recomendaciones. Igualmente
coordinada por el Encargado, esta subunidad se establece como el Comité de Es-
tudios de Públicos, en el cual participa un representante, no jefatura, de cada área
del Museo, incluyendo a aquellas que históricamente pareciesen no tener contacto
directo con el público ―como Administración y Finanzas, e Informática―. El Comité
es un modo de trabajo interáreas, que congrega a los y las trabajadoras en una ins-
tancia de colaboración participativa y horizontal, en la cual se toman decisiones en
todos los ámbitos de los estudios. Si bien los integrantes del Comité no tienen que
generar los resultados de los estudios, pues eso es tarea del Encargado ―y la idea es
El 2020 comenzó con esta crisis. Las reuniones en las que se conversó sobre los
estudios a realizarse en dicho año fueron fructíferas: el Comité decidió que era im-
perioso hacer tres estudios. Dicha situación es inédita, ya que anteriormente estos
eran solicitados por las jefaturas al Encargado y, por lo tanto, no perseguían fines
comunes. Se determinó, entonces, rediseñar los cuestionarios que se aplicaban a
los usuarios de los centros de documentación, desarrollar una evaluación incrusta-
da en la exposición anual sobre los 10 años del Museo ―mejorando los prototipos
implementados en 2019, y trabajando mancomunadamente entre los equipos, en
especial educación, museografía y colecciones― y levantar la percepción del público
hacia el Museo en sus 10 años. Todo ello sirvió de insumo para encaminar el trabajo
hacia definiciones estratégicas para el mmdh en materia de públicos.
No obstante, como es del conocimiento general, la crisis sanitaria por covid-19 gol-
peó duramente al sector. El Museo cerró sus puertas, haciendo imposible la ejecu-
ción de dos de los estudios dictaminados por el Comité y la necesidad de adaptar
uno a un cuestionario en línea. Al igual que la estadística de afluencia, se empezó a
hacer seguimiento de las cifras de audiencias digitales ya que, habiendo cerrado, el
mmhu volcó sus esfuerzos en iniciativas virtuales. Dado que era la única vía de inte-
racción, se decidió también conducir análisis de los comentarios de los usuarios en
las rr. ss. para entender la interacción de los usuarios, conocer cualitativamente las
implicancias de la estrategia virtual y buscar luces para la mejora y reformulación
de algunos contenidos. En consecuencia, en los nuevos informes de circulación, la
información para todo el equipo del Museo se centraría en ello.
Las crisis han significado un gran impacto para la institución a 10 años de su aper-
tura. En este contexto, el Comité en su última reunión de 2020, decidió que la reali-
zación de un diagnóstico para fijar lineamientos estratégicos resultaba apremiante.
El diagnóstico no puede ser ejecutado únicamente por el Comité, sino que debe in-
cluir la participación de todos y todas, además del levantamiento de datos de otras
fuentes más allá de los públicos, como diversos grupos de interés del mmhd. Es por
esto que, desde la Dirección Ejecutiva, se han asignado los recursos para efectuar este
proceso durante 2021, siendo una responsabilidad central de la Unidad. Proceso en
el cual cada miembro del Comité tendrá un papel central en el planteamiento meto-
dológico como también en la producción. La Unidad y el Comité llevan dos años de
funcionamiento, y como queda plasmado a lo largo de este recorrido, se han visto
en cierta medida interrumpidos por las transformaciones sociales y organizacionales
en curso. La creación de lineamientos estratégicos se muestra como un desafío para
2021, y seguramente pondrá a prueba la estructura y capacidad de cooperación de la
instancia, cuestiones que podrán evaluarse una vez terminado el proceso y ejecutan-
do sus resultados.
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Semblanzas
359
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disciplinares entre museología, comunica- (2020), Museos en cuarentena: Prácticas de
ción y artes visuales. Ha trabajado como conexión con los públicos (2020), Panorama
docente en distintos establecimientos, de los museos en Chile (2021 y 2022) y el ar-
de grado y posgrado. Actualmente ejerce tículo “Visitantes de museos chilenos: Hacia
como docente titular de la cátedra Merca- un primer diagnóstico nacional de públicos
do. Industrias culturales y creativas de la de museos” (2020), escrito con María Paz
carrera de Gestión Cultural de la Facultad Undurraga, presente en icom Education 29,
de Humanidades y Artes en la unr. Es au- y merecedor de una mención honorífica
tora del libro Se contempla, se experimenta. del premio Colette Dufresne-Tassé. Inter-
Modos de comunicar del museo de arte con- namente, en la snm, ha colaborado en el
temporáneo (unr Editora, 2018), editado levantamiento de encuestas de satisfacción
por haber obtenido el premio Publica tu te- de usuarios de museos estatales, de evalua-
sis, del Ministerio de Cultura de la Nación ción de exhibiciones, y de museos beneficia-
Argentina. Cuenta con numerosas publi- rios de fondos entregados por el Gobierno.
caciones en revistas científicas y capítulos Además, durante 2021 coordinó la segunda
de libros, y ha participado, además, en dis- convocatoria del Fondo para el Mejoramien-
tintas jornadas, simposios y congresos de to Integral de Museos, con 39 museos be-
orden nacional e internacional, vinculando neficiados para la realización de mejoras en
análisis teórico-críticos y ejercicios, accio- sus dependencias.
nes y casos del campo de los museos y sus
públicos.
María Paz Undurraga
Candela Arellano [email protected]
[email protected]
cativos Inclusivos de esa institución, res- que otorga el inah, por un estudio de pro-
ponsable del desarrollo de proyectos junto ducción y consumo del Museo Nacional de
con grupos de personas con discapacidad, Antropología, en México, publicado como
en situación de sufrimiento psíquico, en Nacionalismo de Museo. El Museo Nacio-
situación de vulnerabilidad social, adultos nal de Antropología 1960-2010 (Primer
mayores de edad y empleados del museo. Círculo, 2015). Actualmente colabora en la
Sus áreas de actuación e investigación están creación del Museo Paleontológico de San-
relacionadas con la educación museal, museos ta Lucía Quinametzin, que albergará la co-
e inclusión social, accesibilidad en museos, mu- lección paleontológica más numerosa de
seos y públicos no frecuentadores y el papel so- Latinoamérica, y es catedrática del Consejo
cial de los museos. Nacional de Ciencia y Tecnología adscrita
a la Universidad Autónoma del Estado de
México como profesora de la licenciatura
Eréndira Muñoz Aréyzaga en Arqueología.
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