Este documento es una oración al Espíritu Santo compuesta de dos himnos. El primer himno invoca al Espíritu Santo como fuente de luz, consuelo y guía. El segundo himno pide al Espíritu Santo que derrame sus siete dones sobre los fieles, que encienda sus sentidos con su luz, y que los fortalezca y guíe lejos del mal. Ambos himnos concluyen alabando a la Santísima Trinidad.
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¡Ven, Espíritu Divino!
VEN, ESPÍRITU CREADOR
(Secuencia de Pentecostés) El himno mas antiguo al ES Rezada a diario por el Papa JPII *
Ven Espíritu Divino,
manda tu luz desde el cielo. Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fíeles Padre amoroso del pobre; y llena de la divina gracia los corazones, don, en tus dones espléndido; que Tú mismo creaste. luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Tú eres nuestro Consolador, don de Dios Altísimo, Ven dulce huesped del alma, fuente viva, fuego, caridad descanso de nuestro esfuerzo, y espiritual unción. tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, Tú derramas sobre nosotros los siete gozo que enjuga las lágrimas dones; y reconforta en los duelos. Tú, el dedo de la mano de Dios; Tú, el prometido del Padre; Entra hasta el fondo del alma, Tú, que pones en nuestros labios los divina luz, y enriquécenos. tesoros de tu palabra. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; Enciende con tu luz nuestros sentidos; mira el poder del pecado, infunde tu amor en nuestros corazones; cuando no envías tu aliento. y, con tu perpetuo auxilio, Riega la tierra en sequía, fortalece nuestra débil carne, sana el corazón enfermo, lava las manchas, Aleja de nosotros al enemigo, infunde calor de vida en el hielo, danos pronto la paz, doma el espíritu indómito, sé Tú mismo nuestro guía, guía al que tuerce el sendero. y puestos bajo tu dirección, evitaremos todo lo nocivo. Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; Por Ti conozcamos al Padre, por tu bondad y tu gracia, y también al Hijo; dale al esfuerzo su mérito; y que en Ti, Espíritu de entrambos, salva al que busca salvarse creamos en todo tiempo.,
y danos tu gozo eterno. Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó, Amén y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos. Amén.