Monografia El Milenio - Adrian Plazas. Israel Sánchez

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 18

Seminario Teoló gico Adventista de Venezuela

Coordinació n de Teología

El Milenio

Monografía

Pensamiento Teoló gico Adventista

Por: Adriá n Plazas e Israel Sá nchez

Nirgua Edo. Yaracuy

Octubre 2022
Índice

Introducción ………………………………………………………………………………………………….. 3

Fundamento

Bíblico………………………………………………………………………………………………………………4

El cautiverio de Sataná s

El Juicio de los mil añ os

La ú ltima acció n de Sataná s

La sentencia y ejecució n del juicio

Fundamento

Histórico………………………………………………………………………………………………………… 14

Premilenarismo

Posmilenarismo

Amineralismo

Conclusión………………………………………………………………………………………………………18

Bibliografía……………………………………………………………………………………………………..19
Introducción

El tema del milenio es un tema con diferentes y variadas interpretaciones. A pesar de

estar en la Biblia su comprensió n dependerá del método de interpretació n que se

tenga. Muchos conceptos del milenio han surgido a lo largo de los siglos por diferentes

autores. Unos le dan un significado literal y otros espiritual unos dicen que los mil

añ os será n en el cielo, otros dicen que será aquí en la tierra. ¿Có mo saber y conocer el

verdadero significado de lo que será el milenio?

En esta oportunidad analizaremos los fundamentos bíblicos e histó ricos que del

milenio, las diferentes que han surgido y qué es exactamente lo que nos presentan. Y

ademá s veremos la importancia que tiene para nosotros hoy entender el verdadero

significado del milenio


Fundamento Bíblico

La iglesia adventista tiene muy clara su postura en cuanto a la verdad del milenio. El

libro de apocalipsis sufre de mucha malinterpretació n por el alto contenido simbó lico

que maneja en la mayoría de sus pá ginas. Pero en cuanto al milenio la escritura es

clara y a pesar de utilizar lenguaje simbó lico su significado es literal.

La verdad del milenio tiene sostén bíblico, no es una mitología o una alegoría que se

hizo conocida, no. En Apocalipsis 20: 1,2 la palabra de Dios dice “Vi un á ngel que

descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al

dragó n, la serpiente antigua, que es el diablo y Sataná s, y lo ató por mil añ os”.1

El Cautiverio de Satanás

En los acontecimientos que tienen lugar al comienzo del milenio está n los que

acompañ an la segunda venida, cuando los impíos mueren por la gloria de la presencia

de Cristo y los justos son llevados a su recompensa celestial. Tres de estos eventos

está n específicamente en Apocalipsis 20 y merecen que los volvamos a estudiar.

La primera resurrecció n. La resurrecció n de Apocalipsis 20: 4-6 debe verse como una

resurrecció n literal de los justos en conexió n con la segunda venida de Cristo. Este es

el evento del cual Pablo escribió en 1 Tesalonicenses 4: 16-18. Pablo afirmó que los

muertos en Cristo resucitará n primero, y estos incluyen todos los fieles del pueblo de

Dios desde el comienzo de la historia de la tierra. Juan el revelador los describe como

"bienaventurados y santos" porque creyeron en Cristo, y ahora participan en su reino

celestial, y nunca verá n muerte, porque la segunda muerte no tiene poder sobre ellos.

1
Apocalipsis 20: 1,2
Este pasaje tiene una "primera resurrecció n" y aquella otra en la que "el resto de los

muertos" vuelve a vivir después de mil añ os. De manera parecida, en Juan 5: 29, las

dos resurrecciones son la "resurrecció n de vida" y la "resurrecció n de condenació n".

Es evidente que la "primera resurrecció n" es la "resurrecció n de vida".

Sataná s atado. En lenguaje simbó lico, Apocalipsis 20:1-3 describe el encadenamiento

de Sataná s. Se le dan cuatro nombres a este ser: el dragó n, la serpiente antigua, el

diablo y Sataná s. Este es, sin duda alguna el mismo ser mencionado en Apocalipsis 12:

7-9 por los mismos nombres, el archienemigo del pueblo de Dios a través de las

edades. “Después de haber descrito las escenas de la segunda venida de Cristo, para

dar secuencia a los acontecimientos, la profecía dice que un á ngel viene del cielo con la

llave del abismo. El control de la situació n está bajo el poder de Dios, que envía al

á ngel. Sataná s no tiene ya ninguna posibilidad de manejar la situació n a su estilo. Su

poder ha terminado.”2

Como Sataná s y sus á ngeles son seres espirituales (como lo dice Pablo en Efesios 6:

11, 12), la "llave" y la "cadena" que los atan, también deben ser consideradas

simbó licas. Representan las circunstancias que inmovilizan a estos poderes al

comienzo de los mil añ os, haciendo imposible que engañ en a las naciones.

El diablo es arrojado "al abismo". La palabra griega “á byssos” aparece en otros pasajes

del NT como un lugar para los espíritus malignos (Luc. 8: 31) o el lugar donde moran

los muertos (Rom. 10: 7); también se usa en la literatura intertestamentaria judía para

indicar un lugar de castigo (1 Enoc 10: 4-6; Jubileos 5: 6-10) “El abismo referido aquí

2
Mario Veloso, Apocalipsis y el fin del Mundo (Florida
Buenos Aires, Argentina, 1998) 92.
no es ningú n lugar específico en alguna caverna subterrá nea y misteriosa. Es

simplemente una referencia a la condició n en que quedó la tierra como resultado de

los cataclismos ocurridos en ella, en la segunda venida de Cristo. Destruida y caó tica,

la tierra está bajo el control de Dios.”3 En Apocalipsis 11: 7 y 17: 8, á byssos es el lugar

del cual sube la bestia. La palabra que se usa aquí es la misma que se emplea en los

LXX en Génesis 1: 2 para describir la situació n caó tica de la tierra en la creació n,

cuando las tinieblas estaban "sobre la faz del abismo". La tierra vuelve al caos en la

segunda venida de Cristo y el comienzo de los mil añ os.

La tierra desolada. En el segundo advenimiento, convulsiones de la naturaleza

acompañ an la destrucció n de los impíos, llevando la tierra a un estado de caos.

Cuando el á ngel derrama la séptima plaga, hay un "un terremoto tan grande, cual no lo

hubo jamá s desde que los hombres han estado sobre la tierra" (Apoc. 16: 18) y "toda

isla huyó , y los montes no fueron hallados" (vers. 20). El apocalipsis de Isaías describe

una condició n similar: "Será quebrantada del todo la tierra, enteramente

desmenuzada será la tierra, en gran manera será la tierra conmovida. Temblará la

tierra como un ebrio, y será removida como una choza" (Isa. 24: 19, 20). Otros

aspectos de esta profecía tienen un paralelismo con Apocalipsis: "Acontecerá en aquel

día, que Jehová castigará al ejército de los cielos en lo alto, y a los reyes de la tierra

sobre la tierra. Y será n amontonados como se amontona a los encarcelados en

mazmorra, y en prisió n quedará n encerrados, y será n castigados después de muchos

días (vers. 21, 22; cf. Apoc. 19: 19-21). El mundo llega a ser el "abismo" al cual quedan

confinados Sataná s y sus á ngeles. Sataná s no puede ejercer ningú n poder creativo o de
3
Mario Veloso, Apocalipsis y el Fin del Mundo (Florida
Buenos Aires, Argentina, 1998) 93.
organizació n sobre la tierra, pues esta permanece en un estado caó tico durante todo

el milenio.

Seguidamente la tierra queda completamente despoblada de habitantes humanos. El

Señ or Jesú s afirmó para dejar en claro que los que no se hubiesen preparados para

estar listo al momento de su regreso en gloria serian destruidos (Lucas 17: 26-30).

Proféticamente, Jeremías la había descrito en los siguientes términos: "Miré la tierra, y

he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz. Miré a los

montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Miré, y no

había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido. Miré, y he aquí el campo fértil

era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante de Jehová , delante del

ardor de su ira. Porque así dijo Jehová : Toda la tierra será asolada; pero no la

destruiré del todo".3 Una tierra sin gente, murieron. Una tierra sin aves, se fueron.

Una tierra sin luz, en penumbras. Una tierra cansada y sin vida. Un abismo. Pablo

también comparte en su primera epístola a los tesalonicenses que los impíos será n

destruidos mientras que los justos son trasladados al cielo para morar con Jesú s. Así

se cumple la promesa de Cristo hecha en Juan 14: 2-3 “En la casa de mi Padre muchas

moradas hay”.4

De manera clara la Biblia presenta que habrá un milenio justo después del segundo

advenimiento de Cristo, en donde los ú nicos que permanecerá n aquí en la tierra será n

Sataná s y sus á ngeles caídos durante dicho periodo, estará atado, encerrado en este

Mario Veloso, Apocalipsis y el Fin del Mundo (Florida


4

Buenos Aires, Argentina, 1998) 93.


mundo sin la posibilidad de tentar o engañ ar a alguien. Pero, ¿qué pasará con los

redimidos que se fueron con Cristo al cielo?

El Juicio de los mil años.

“Las propias víctimas del demonio, sentadas en tronos celestiales, lo juzgan en el cielo.

Allí está n los que fueron decapitados por sus persecuciones, los que resistieron a la

bestia y a su imagen, los que no recibieron su marca del domingo, pero que ahora

reciben el poder para juzgar y reinan, con Cristo, por mil añ os. Está n todos vivos.

Resucitaron de todos los tiempos, desde el justo Abel hasta el ú ltimo creyente que fue

víctima de la muerte. Porque a la segunda venida de Cristo, ademá s de ocurrir la

muerte de todos los impíos, los justos muertos resucitan. Y los vivos, creyentes y

fieles, son transformados.”5

Mientras que Apocalipsis 20:1-3 describe lo que sucede al comienzo del milenio, los

versículos 4-6 hablan de lo que ocurre durante los mil añ os. En el versículo 4 el

revelador describe una escena de juicio en la que los justos reinan con Cristo por mil

añ os. Corresponde considerar con mayor grado de detalle el lugar donde se lleva a

cabo este juicio y el juicio mismo. Es durante el milenio cuando Cristo cumple su

promesa de dar a los vencedores “autoridad sobre las naciones” (Apoc. 2:26). Daniel

vio eso después de la destrucció n de los enemigos de Cristo “y que el reino, y el

dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los

santos del Altísimo” (Dan. 7:27). Los que Cristo despierte en la primera resurrecció n

reinará n con él durante mil añ os (Apoc. 20:4).

Mario Veloso, Apocalipsis y el Fin del Mundo (Florida


5

Buenos Aires, Argentina, 1998) 193.


“Las víctimas se han transformado en jueces. Con los papeles invertidos, se hace

justicia. La Escritura contiene indicaciones claras de que al menos habrá dos partes

que será n juzgadas. Es evidente que los á ngeles caídos aparecerá n delante del tribunal

de Dios, Mat. 8: 29; 1 Coro 6: 3; II Pedo 2: 4; Judas 6. Sataná s y sus demonios

encontrará n su condenació n final en el día del juicio. También es perfectamente claro

que cada individuo de la raza humana tendrá que aparecer delante del trono del juicio,

Ecl. 12:14; Sal. 50:4-6; Mat. 12:36, 37; 25: 32; Rom. 14:10; II Cor. 5:10; Apoc. 20:12.

Estos pasajes ciertamente no dejan lugar para el concepto de los pelagianos ni de los

que van en pos de ellos, de que el juicio final estará limitado a aquellos que han

gozado de los privilegios del evangelio.”6

“Sin embargo, Dios quiere justificase a sí mismo delante de su pueblo. Presenta los

registros y los abre (Apoc. 20:12) ante los redimidos, dá ndoles igual poder de juzgar

mientras que reinan con él (vers. 4,6). El Señ or quiere que ellos estén informados, que

entiendan por qué razó n tomó esas decisiones.”7

Durante los mil añ os, los redimidos estará n con Cristo conociendo todas aquellas

maravillas que desde la creació n se le había preparado, conociendo los otros mundos

que nunca cayeron en el pecado. Pero la principal tarea que tendrá n allá será el de

juzgar los casos de todos aquellos que despreciaron la gracia de Dios, desde los

á ngeles caídos hasta los seres humanos. Ahí se estudiará a profundidad el por qué no

está n en el cielo, no para dar a conocer que actuaron mal como si fuese algo

6
Luis Berkhof, Teología Escatología (2006) 75.
7
Jacques Doukhan, Secretos del Apocalipsis
(Bogotá , Colombia, 2008) 186
desconocido para los á ngeles o los seres de todo el universo, no, si no para vindicar y

dejar en alto el justo, perfecto y misericordioso cará cter de Dios.

Será n mil añ os de juicio, Cristo compartirá su trono con sus redimidos, tal y como lo

prometió “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he

vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” 8

La última acción de Satanás

Después que esos mil añ os hayan terminado, la sentencia del juicio que los redimidos

hicieron mientras estuvieron en el cielo debe llevarse a cabo. Es precisamente por eso

que Cristo regresará al terminar los mil añ os con los justos y la Santa Ciudad a la

tierra, para ejecutar y llevar a cabo dicha sentencia. Los impíos tendrá n parte en la en

lo que se conoce como la “segunda resurrecció n” para recibir el fruto de sus obras.

“Con la resurrecció n de los impíos, una vez má s Sataná s se siente suelto de su prisió n.

Y vuelve a hacer 10 que él sabe hacer mejor. Vuelve a engañ ar a las naciones. Y los

reú ne para su ú ltima y má s desastrosa batalla. Cristo ha descendido de nuevo a la

tierra con todos los redimidos, y una enorme comitiva de á ngeles. Y la nueva Jerusalén

con ellos.”9

“Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a

las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de

reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar” 10

8
Apocalipsis 3:21
Mario Veloso, Apocalipsis y el Fin del Mundo (Florida
9

Buenos Aires, Argentina, 1998) 194.


10
Apocalipsis 20:7,8
“Al fin de los mil añ os, Cristo regresa otra vez a la tierra. Le acompañ a la hueste de los

redimidos, y le sigue una comitiva de á ngeles. Al descender en majestad aterradora,

manda a los muertos impíos que resuciten para recibir su condenació n. Se levanta su

gran ejército, innumerable como la arena del mar. ¡Qué contraste entre ellos y los que

resucitaron en la primera resurrecció n! Los justos estaban revestidos de juventud y

belleza inmortales. Los impíos llevan las huellas de la enfermedad y de la muerte.”11

Ya en esta circunstancia, después del largo periodo que el enemigo pasó aquí en la

tierra con sus á ngeles contemplando el resultado de su rebelió n contra Dios y los

redimidos en el cielo, llega el juicio de Dios sobre todas las naciones y las razas de la

humanidad y con ello el ú ltimo esfuerzo e intento de Sataná s por derrocar a Dios de su

trono valiéndose esta vez de la fuerza y los poderes mundanales. Sataná s es muy

consciente de su derrota, sin embargo, persiste en su afá n por asirse del trono de Dios,

su filosofía, su pensar, su orgullo y necedad no le permite darse por vencido. Es por

eso que cuando Cristo regrese a la tierra al terminar el milenio y todos los impíos que

resuciten, él se levantará nuevamente y engañ ará a todos los habitantes para que

marchen contra Cristo y los redimidos (Apocalipsis 20:8).

La sentencia y ejecución del juicio

“El profeta Juan concluye su profecía del milenio con una recapitulació n del juicio y la

ejecució n final de los impíos (20:11-15). Dios está sentado en su trono blanco. El trono

dice que tiene poder para realizar el juicio y el color blanco, que sus juicios son justos.

Y los libros fueron abiertos. Por lo que está escrito en ellos fueron juzgados los impíos

11
Elena G. White, El Conflicto de los Siglos
(Idaho, EEUU, 1954) 531
muertos, "segú n sus obras". Aquí no hay salvació n por obras. Los justos está n en la

ciudad santa por la fe que depositaron en el Salvador. Pero la perdició n sí es por las

obras. Y los impíos hicieron las malas obras porque no creyeron. Los muertos impíos

resucitan: "Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades

entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno segú n sus

obras"12 Todos terminan en el lago de fuego: el diablo, la bestia, el falso profeta, la

muerte, el sepulcro, y todos los que no estaban inscritos en el libro de la vida. Fin del

milenio y del engañ o. Fin del demonio y de la muerte. Fin de todo lo que es mal, y para

siempre. Porque la tribulació n no se levantará dos veces.”13

La Biblia es clara en cuanto a la manera en la que va a comenzar y terminar el milenio,

las diferentes creencias que hay referente a este tema es debido a una mala

interpretació n del Apocalipsis. Ha habido diversas creencias en cuanto a cuando va a

comenzar a lo largo de la historia.

Apocalipsis 20:13
12

Mario Veloso, Apocalipsis y el Fin del Mundo (Florida


13

Buenos Aires, Argentina, 1998) 194.


DESARROLLO HISTÓRICO

Tipos fundamentales de Milenarismos

Quiliasmo: Tal como se emplea generalmente, quiliasmo es la enseñ anza de que los

santos reinará n con Cristo en la tierra durante el milenio. La identificació n de los mil

añ os de Apocalipsis 20 con diversas profecías veterotestamentarias de un reino literal

en la tierra (lo que no es una estipulació n expresa de las Sagradas Escrituras)

perió dicamente ha traído mala fama a los partidarios de la misma a causa de las

expectativas y excesos materialistas que a veces acompañ an este concepto.

Premilenarismo

Arguye que el milenio es un periodo iniciado por la parusía, en el que Cristo establece

un reino de justicia en la tierra. Bá sicamente significa que Cristo vendrá antes del

milenio. Para los dispensacionalistas, la meta de la historia es un reino milenario con

Cristo en la Tierra. Indispensable para este esquema es el cumplimiento literal de las

profecías acerca de Israel como nació n que aparecen en el AT. Después de la venida

de Cristo, el milenio será un periodo de evangelizació n y prueba bajo el reinado

personal de Cristo en la Tierra.

De acuerdo con los premilenaristas ciertos acontecimientos ocurrirá n al milenio.

Algunos se aferran a la idea del regreso inminente de Cristo para arrebatar a la iglesia.

Tras la tribulació n es que Cristo vendrá arrebatar es que Cristo vendrá arrebatar su
iglesia, transformando a los creyentes y juzgando a los incrédulos, y de esta forma

establecerá su reino milenar.

Posmilenarismo

Esta posició n dice que la venida de Cristo no antecederá , sino que seguirá al milenio,

el cual por su vez es definido como una especie de conversió n de la humanidad, por

medio de los esfuerzos de la iglesia y San Agustín parece haber sido el creador de esta

idea en su libro “Ciudad de Dios”. Suponía él que la iglesia no solamente convertirla al

mundo, sino que también lo gobernaría de manera bien real, produciendo una era

aurea espiritual. La venida de Cristo ocurriría en respuesta a eso, no siendo la parusía

el agente de introducció n del milenio14

La doctrina referente al milenio ha estado presente en las creencias de la misma

iglesia primitiva. La verdad del milenio siempre fue aceptada por los creyentes de la

iglesia, solo que, como todo, la verdad siempre ha sido progresiva, las creencias que

hoy tenemos como adventistas del séptimo día referente al milenio no son las mismas

que ellos manejaban en aquellos días. La iglesia primitiva manejaba lo que se le

conoce como Premilenarismo. Ellos esperaban la ruptura del imperio romano y la

venida de un anticristo maligno que perseguiría a los santos por tres añ os y medio lo

cual sería seguido por el regreso personal de Cristo.

Los presmilenarios basaban su creencia referente al milenio en las profecías del

Nuevo Testamento junto con las profecías histó ricas del libro de Daniel en las que se

veían ellos mismos como los protagonistas en la historia del cuarto reino.

14
W. W. Rand, “Milenio” en Diccionario de la Santa Biblia (Nashville, Tennessee:
Editorial Caribe, 2006), 412
Amilenarismo

El amilenarismo, no cree que Apocalipsis 20 hable de un periodo futuro, sino de toda

la historia de la iglesia, pues Sataná s ha sido ya atado por la muerte de Cristo en la

cruz.15

En gran parte, los amilenarios ven Apocalipsis 20 como describiendo una revelació n

de la realidad de la salvació n en Cristo como un trasfondo de la realidad del

sufrimiento y martirio en esta Tierra.16

Los amilenaristas afirman que Apocalipsis 20 sencillamente enseñ a verdades

espirituales con lenguaje simbó lico. Este concepto elimina un reino milenario real, o lo

considera como la era cristiana en su conjunto. Las dos resurrecciones se funden en

una, y los diferentes aspectos del juicio se convierten en un tribunal ú nico y grandioso.

Cristo simplemente viene al final de la historia para juzgar al mundo. Así, el

amilenarismo procura evitar las dificultades que se cree que acosan tanto al

premilenarismo como al posmilenarismo.17

Relevancia del Milenio en la actualidad

La correcta comprensió n sobre el asunto del milenio en nuestros días tiene una

enorme relevancia para nosotros hoy. Nos ayuda a estar claros referente a lo que

viene, nos hace ver en donde estamos parados y nos da una clara visió n de como
15
Alfonso Lockward, “Milenio” en Nuevo diccionario de la Biblia (Miami: Editorial
Unilit, 1999), 355
16
George Eldon Ladd, The Meaning of the Millenium: Four Views (Downers Grove:
InterVarsity Press, 1977), 114
17
Edició n Anotada, Preguntas sobre doctrinas (Bogotá , Colombia, 2008), 388
terminará la historia del pecado. Manejar una mala interpretació n pone en riesgo

hasta la doctrina del segundo advenimiento, son muchos hoy los que manejan ideas en

cuanto a que el milenio y el regreso de Cristo son espirituales, nublando así la

seriedad de lo que es el tiempo de gracia que estamos viviendo.

Una clara comprensió n del milenio nos ayuda estar preparados y atentos a las señ ales,

nos reconforta y fortalece al saber que má s temprano que tarde el sufrimiento, la

muerte y el pecado acabará n y desaparecerá n para siempre para poder morar

eternamente con nuestro Dios. Nos anima e inspira para esforzarnos porque al final

del tiempo, cuando el milenio allá terminado nosotros nos encontremos en el bando

vencedor.

Conclusión

El milenio es una de las creencias claves en la compresió n de la escatología

bíblica. Es el intermedio entre el regreso de Cristo y la Nueva Jerusalén. Es aquí donde

los justos será n recompensados y pasará n mil añ os disfrutando de las bendiciones con

Cristo.

Sin embargo, es importante tener en mente que el milenio es solo el comienzo de las

bendiciones que recibirá n aquellos que fueron fieles a la palabra de Dios, que fueron

leales como la brú jula al polo, que lavaron sus vestiduras en la sangre del Cordero”.

Dios muestra su infinito amor y misericordia a sus hijos por medio de la revelació n de

su Palabra, y el pronto regreso es inminente.


Bibliografía

Mario Veloso, Apocalipsis y el fin del Mundo (Florida Buenos Aires, Argentina, 1998)
92.
2
Mario Veloso, Apocalipsis y el Fin del Mundo (Florida Buenos Aires, Argentina, 1998)
93.
3
Mario Veloso, Apocalipsis y el Fin del Mundo (Florida Buenos Aires, Argentina, 1998)
93.
4
Mario Veloso, Apocalipsis y el Fin del Mundo (Florida Buenos Aires, Argentina, 1998)
193
5
Luis Berkhof, Teología Escatología (2006) 75.
6
Jacques Doukhan, Secretos del Apocalipsis (Bogotá , Colombia, 2008) 186
7
Mario Veloso, Apocalipsis y el Fin del Mundo (Florida Buenos Aires, Argentina, 1998)
194.

Elena G. White, El Conflicto de los Siglos (Idaho, EEUU, 1954) 531


8

9
Mario Veloso, Apocalipsis y el Fin del Mundo (Florida Buenos Aires, Argentina, 1998)
194.
1
0 W. W. Rand, “Milenio” en Diccionario de la Santa Biblia (Nashville, Tennessee:
Editorial Caribe, 2006), 412
1
1Alfonso Lockward, “Milenio” en Nuevo diccionario de la Biblia (Miami: Editorial
Unilit, 1999), 355
1
2George Eldon Ladd, The Meaning of the Millenium: Four Views (Downers Grove:
InterVarsity Press, 1977), 114

También podría gustarte