Manual Amianto

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SEMINARIO SOBRE LA

DIRECCIÓN TÉCNICA DE
PROYECTOS DE RETIRADA DE
AMIANTO EN EDIFICIOS E
INSTALACIONES
REAL DECRETO 396/2006, de 31 de marzo, por el que se
establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud
aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al
amianto. BOE núm. 86 de 11 de abril.

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El alcance del Curso incluye todos los
conocimientos técnicos necesarios para asumir la
Dirección de un Proyecto de retirada de amianto,
diferenciados en módulos teóricos y prácticos, así
como la elaboración del Plan de Trabajo. Dirigido a
todos aquellos profesionales, técnicos superiores
en Prevención de Riesgos Laborales, arquitectos,
aparejadores, ingenieros, etc., así como aquellos
sectores implicados: Servicios de prevención,
Mutuas, Despachos de arquitectura, Empresas de
mantenimiento, rehabilitación, derribos,
ESTE MANUAL HA SIDO DESARROLLADO CON construcción, Gestión de residuos, etc.
LA COLABORACIÓN DE EQUIPO TÉCNICO EN
PREVENCIÓN PROCARION SL
MALAGA 2007

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DOCUMENTO TECNICO.
SEMINARIO SOBRE LA
DIRECCIÓN TÉCNICA DE PROYECTOS DE
RETIRADA DE AMIANTO EN EDIFICIOS E
INSTALACIONES
REAL DECRETO 396/2006, de 31 de marzo, por el que se establecen las disposiciones
mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al
amianto. BOE núm. 86 de 11 de abril.

1. INTRODUCCION Y GENERALIDADES. TIPOS DE AMIANTO.


COMPOSICION Y CARACTERISTICAS GENERALES. PAG 4

2. OPERACIONES DE DEMOLICIÓN, RETIRADA O MANTENIMIENTO DE


MATERIALES CON AMIANTO. EJEMPLOS PRÁCTICOS PAG 12

3. PLANES DE TRABAJO PARA OPERACIONES DE RETIRADA O


MANTENIMIENTO DE MATERIALES CON AMIANTO PAG 22

4. DETECCIÓN DE AMIANTO EN EDIFICIOS. ASPECTOS BÁSICOS PAG 38

5. REGISTROS DOCUMENTALES. RERA (REGISTRO OFICIAL DE EMPRESAS


CON RIESGO DE AMIANTO) PAG 57

6. EVALUACION Y CONTROL DEL MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO


MTA/MA-051/A04 PAG 60

7. LAS FIBRAS ALTERNATIVAS AL AMIANTO: CONSIDERACIONES


GENERALES PAG 100

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1.- INTRODUCCION Y GENERALIDADES. TIPOS DE
AMIANTO. COMPOSICION Y CARACTERISTICAS
GENERALES.

El asbesto, también llamado amianto, es un grupo de minerales metamórficos


fibrosos. Están compuestos de silicatos de cadena doble.

Asbesto es el nombre asignado a un grupo de seis materiales fibrosos diferentes


(amosita, crisotilo, crocidolita y
las formas fibrosas de tremolita,
actinolita, y antofilita) que
ocurren en forma natural en el
ambiente.

Los minerales de asbesto tienen


fibras largas y resistentes que se
pueden separar y son
suficientemente flexibles como
para ser entrelazadas y también
resisten altas temperaturas.
Debido a estas características, el
asbesto se ha usado para una
gran variedad de productos
manufacturados, principalmente en materiales de construcción (tejas para
techado, baldosas y azulejos, productos de papel y productos de cemento con
asbesto), productos de fricción (embrague de automóviles, frenos, componentes
de la transmisión), materias textiles termoresistentes, envases, empaquetaduras y
revestimientos. Algunos productos de vermiculita o de talco pueden contener
asbesto.

Las fibras de asbesto pueden pasar al aire o al agua a causa de la degradación


de depósitos naturales o de productos de asbesto manufacturados.

No se evaporan al aire ni se disuelven en agua. Las fibras de diámetro pequeño


y las partículas pequeñas pueden permanecer suspendidas en el aire por largo
tiempo y ser transportadas largas distancias por el viento y el agua antes de
depositarse. Las fibras y partículas de mayor tamaño tienden a depositarse más
rápido.

Las fibras de asbesto no pueden movilizarse a través del suelo. Generalmente no


son degradadas a otros compuestos y permanecerán virtualmente inalteradas por
largo tiempo.

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Toxicidad
Todos estamos expuestos a pequeñas cantidades de asbesto en el aire que
respiramos. Estos niveles varían entre 0.00001 y 0.0001 fibras por mililitro de aire; los
niveles más altos se encuentran generalmente en ciudades y en áreas industriales.

Gente que trabaja en industrias que fabrican o usan productos de asbesto o que
trabajan en la minería de asbesto puede estar expuesta a altos niveles de asbesto.
Gente que vive cerca de estas industrias también puede estar expuesta a altos
niveles de asbesto en el
aire.

Las fibras de asbesto


pueden liberarse al aire
al perturbar materiales
que contienen asbesto
durante el uso del
producto, demoliciones,
mantenimiento,
reparación y
renovación de edificios
o viviendas. En general,
la exposición puede ocurrir solamente cuando el material que contiene asbesto es
perturbado de manera tal que libera partículas o fibras al aire.

El agua potable puede contener asbesto de fuentes naturales o de cañerías de


cemento que contienen asbesto

Enfermedades provocadas por el asbesto

El asbesto afecta principalmente a los


pulmones y a la membrana que
envuelve a los pulmones, la pleura.
Respirar altos niveles de fibras de asbesto
por largo tiempo o tener exposición
corta a altos niveles de asbesto, pueden
producir lesiones que parecen cicatrices
en el pulmón y en la pleura. Esta
enfermedad se llama asbestosis y ocurre
comúnmente en trabajadores expuestos
al asbesto, pero no en el público en
general. La gente con asbestosis tiene

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dificultad para respirar, a menudo tiene tos, y en casos graves sufre dilatación del
corazón. La asbestosis es una enfermedad grave que eventualmente puede
producir incapacidad y la muerte.

Respirar niveles de asbesto más bajos puede producir alteraciones en la pleura,


llamadas placas. Las placas pleurales pueden ocurrir en trabajadores y
ocasionalmente en gente que vive en áreas con altos niveles ambientales de
asbesto. Los efectos de las placas pleurales sobre la respiración generalmente no
son serios, pero la exposición a niveles más altos puede producir un engrosamiento
de la pleura que puede restringir la
respiración.

El Departamento de Salud y Servicios


Humanos (DHHS), la Organización
Mundial de la Salud (WHO) y la EPA han
determinado que el asbesto es
carcinógeno para seres humanos.

Se sabe que respirar asbesto puede


aumentar el riesgo de cáncer en seres
humanos. Hay dos tipos de cáncer
producidos por exposición al asbesto:
cáncer de pulmón y mesotelioma. El
mesotelioma es un cáncer de la pleura
o del tejido que envuelve la cavidad
abdominal (el peritoneo). El cáncer
producido por el asbesto no aparece
inmediatamente, sino que se manifiesta
después de varios años. Los estudios en
trabajadores sugieren también que
respirar asbesto puede aumentar las posibilidades de contraer cáncer en otras
partes del cuerpo (estómago, intestino, esófago, páncreas y los riñones), aunque
esto es más incierto. La identificación y el tratamiento tempranos de todo cáncer
pueden aumentar la calidad de vida y la sobrevivencia de la persona.

La combinación de exposición al asbesto y al humo de cigarrillo aumenta


considerablemente las posibilidades de contraer cáncer del pulmón. Por lo tanto,
si usted ha estado expuesto al asbesto, debería dejar de fumar. Esta puede ser la
acción más importante que usted puede tomar para mejorar su salud y disminuir el
riesgo de contraer cáncer.

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Identificación y Precauciones

En un corte transversal o en lugares


dañados, se puede observar si se trata
de un material sospechoso de contener
asbesto, fijándonos en si dicho material
está compuesto por fibras.

Si se encuentra algún material


sospechoso de contener asbesto, debe
ponerse en contacto con una empresa
especializada que le informará sobre
como actuar con las medidas de
seguridad adecuadas. También conociendo los productosen los que se ha usado
amianto puede ayudar a identificarlo. La única forma de asegurar que un
determinado material contiene amianto es mediante un análisis en un laboratorio
especializado.

Diagnóstico

Los niveles bajos de asbesto pueden medirse en la orina, las heces, líquidos
mucosos o en lavados pulmonares de la población general. Los niveles mayores
que el promedio de fibras de asbesto en tejidos pueden confirmar la exposición,
pero no pueden predecir si le afectará la salud.

Para evaluar enfermedades relacionadas a la exposición al asbesto se necesitan


una historia completa, examen físico y pruebas de diagnóstico. La radiografía del
pecho es la mejor herramienta para detectar cambios en los pulmones que
resultan de la exposición al asbesto. Pruebas de función pulmonar y sondeos
computarizados en tres dimensiones del pulmón también ayudan en el
diagnóstico de enfermedades relacionadas al asbesto.

Prohibición en España y Europa


En España comienza a utilizarse a partir de los años cuarenta, con el nivel de uso
más alto en la década de los setenta, continuando su uso hasta el año 2002, en
que se prohíbe totalmente su uso en España.

En virtud de una Directiva de la UE, todos los Estados Miembros han debido prohibir
la comercialización y el uso de cualquier tipo de asbesto. En diciembre de 2001
España se adelantaba al plazo máximo previsto por la UE y prohibía la
comercialización y la utilización de crisotilo (amianto blanco), el único tipo que
todavía seguía siendo utilizado en España, mediante la Orden Ministerial de 7 de
diciembre de 2001. Las variedades más perjudiciales para la salud -el amianto azul

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y el amianto marrón- fueron prohibidas en España en 1984 y 1993,
respectivamente.

El 15 de junio de 2002 entró en vigor en España la prohibición de fabricar


productos que contengan asbesto. Hasta el 15 de diciembre de 2002 se podían
comercializar e instalar productos con amianto fabricados antes del 15 de junio de
2002.

Minería de asbesto
Muchos de los trabajadores de
asbestos en los Estados Unidos de
America son de origen
latinoamericano, algunos lo hacen
por el salario relativamente altos
que ganan, otros porque la mayoría
de los ciudadanos no lo quieren
hacer (conociendo el riesgo y las
consecuencias del mismo), aunque
a los hispanos se les informa acerca
de los riesgos, la mayoría lo hace
porque no tienen otras opciones de
trabajos (la mayoría son
indocumentados).

La Agencia de Protección Ambiental o EPA (Environmental Protection Agency)


establece que la eliminación de cualquier residuo de asbestos debe hacerse
mediante métodos totalmente cuidadosos, cosa que en el 80% de los casos no se
hace. Esto se debe a que las compañías de medio ambiente anteponen las
ganancias que puedan obtener por la rápida realización de sus trabajos a la
seguridad de sus trabajadores.

CLASIFICACION Y CARACTERISTICAS QUIMICAS


El asbesto es un mineral conocido desde la antigüedad. Múltiples referencias
históricas así lo demuestran. Fue encontrado en cerámica finlandesa de hace
cuatro mil quinientos años; también se dice que era de amianto la mecha de la
lámpara de oro de la diosa Atenea en el siglo V a. de C.
Dadas las propiedades del asbesto, fue utilizado en gran variedad de industrias,
alcanzando su consumo en las últimas décadas cotas muy elevadas,
conociéndose actualmente más de tres mil aplicaciones; sin embargo, a su gran
utilidad hay que añadir su importante peligrosidad al producir enfermedades de

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forma directa o indirecta, sobretodo a largo plazo, pues tiene una latencia
superior a veinte años.

CLASIFICACIÓN DE LOS ASBESTOS

Con el término asbesto (inagotable, indestructible) se determina a un grupo de


minerales fibrosos con distinta composición química y configuración. Sin embargo,
y pese a su calificativo de inagotables e indestructibles todos los asbestos se
descomponen con temperaturas superiores a 800-1.000 grados de temperatura.
Aunque su utilización data de antiguo, es a partir del siglo XIX, cuando de forma
creciente comienza a utilizarse en la industria, hasta las últimas décadas en que
tras determinarse su gran poder patogénico, decrece su uso.
Se clasifican atendiendo a su configuración (Fig. 1) en:

• Grupo serpentinas (fibras curvadas): el principal, crisotilo o amianto blanco. Se


encuentran en: Canadá, Rusia, Rep. Antigua URRS, Zimbawe e Italia.

• Grupo anfiboles (fibras rectas): amosita o asbesto marrón, crocidolita o


asbesto azul, antofilita o asbesto amarillo, tremolita y actinolita. Se encuentran en
Sudáfrica y Australia.

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Su composición química se describe en la tabla 11.

• Formas amiantiformes: sepiolita, attapulgita, palygorskita, erionita (Turquía) y


talco contaminado por amianto en la roca madre.
El asbesto más utilizado en la industria es el crisotilo (95% de la producción),
seguido de crocidolita y amosita.

PROPIEDADES DE LOS ASBESTOS


Los asbestos son silicatos de hierro, sodio, magnesio y calcio, con estructura
cristalina y que se disponen en finísimas fibras, que se agrupan formando las fibras
como tales (fibra: longitud superior a 5 micras, diámetro inferior a 3 micras y
relación longitud/diámetro mayor que 3)2.
Presentan una densidad relativa de aproximadamente 2,5 y un punto de fusión
superior a 1.000 ºC. Debido a su composición química, son minerales resistentes al
calor (se destruyen a temperaturas superiores a 800 ºC).
Son resistentes a los álcalis (crisotilo) y a los ácidos (sobretodo amosita y
crocidolita), por lo que se utilizan estos últimos en la industria como aislantes.
Las fibras de crisotilo son flexibles (utilizadas en la industria textil); las fibras de los
anfiboles son más quebradizas.
Son incombustibles e insolubles; presentan importante resistencia eléctrica y al
desgaste, por lo que se consideran indestructibles.
Por todo ello, las fibras de asbesto se consideran biopersistentes, es decir,
permanecen mucho tiempo en el tejido pulmonar, con el riesgo de
patogenicidad que ello conlleva.

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Referencias
 ATSDR en Español - Resúmenes de Salud Pública: Asbesto Departamento de
Salud y Sevicios Humanos de EE.UU. (dominio público)
 ATSDR en Español - ToxFAQs™: Asbesto Departamento de Salud y Sevicios
Humanos de EE.UU. (dominio público)
 El amianto en el mundo en francès y en inglés
 www.amianto.net todo sobre amianto, yacimientos, variedades,
propriedades, identificación, legislación, aplicaciones, riesgos
 Amianto en la construcción Agencia Europea de Seguridad y Salud en el
Trabajo (OSHA)
 Asociación de Víctimas del Amianto Información de utilidad para las
víctimas del amianto y sus familias. (dominio público)

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Asbesto"

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2.- OPERACIONES DE DEMOLICIÓN, RETIRADA O
MANTENIMIENTO DE MATERIALES CON AMIANTO.
EJEMPLOS PRÁCTICOS

Introducción
Se describen tres operaciones de trabajos con amianto, las dos primeras de
eliminación de material friable (desamiantado de estructura metálica de un
edificio de oficinas) y no friable (retirada de placas de fibrocemento), y de
reparación sobre material friable (tubería calorifugada). Se denominará
como MCA el material con amianto en todo el capitulo.

Retirada de cubiertas exteriores de fibrocemento


(material no friable)

Es el caso más frecuente de


presencia de materiales con
amianto en la construcción. Se
trata, normalmente de placas
onduladas con amianto, entre el
10 y 30 % en peso según su
antigüedad. Sí bien su instalación
admite diferentes posibilidades,
la mayoría está en cubiertas de
naves industriales y paredes
fluviales. Se encuentran
colocadas superpuestas unas a
otras mediante un pasante o
fijador metálico.

El amianto está mezclado con cemento, lo que hace a éste material poco friable.
La posible liberación de fibras de amianto al ambiente se puede producir por el
envejecimiento de la placa por los agentes atmosféricos, o por la acción
mecánica sobre las mismas.

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Por la característica señalada, baja friabilidad, la retirada de estas placas es
una de las operaciones menos complicadas sobre los materiales con amianto. Hay
que considerar, no obstante, que su manipulación implica la posibilidad de
emisión de fibras, para lo que es necesario la adopción de medidas de protección
colectivas y individuales.

Equipos de protección individual

Deben proporcionarse a los trabajadores


mascarillas autofiltrantes FFP3 o mascarillas
dotada con filtros contra partículas tipo P3 y
monos de trabajo desechables con
capucha. El trabajador debe llevar,
además, los EPI adecuados a otros posibles
riesgos presentes en la zona de trabajo.

Tabla 1. Respiradores sin mantenimiento de 3M, modelos UK y EEUU.


Todos conforme al standard EN 149 , LOEL = Límite de exposición ocupacional
local.
UK 3M Forma de Límite
Eficiencia Válvula Información
Producto No. mascara ocupacional
8011 Taza firme FFP1 4 x LOEL No Máscara básica
Taza Buena en
8822 FFP2 10 x LOEL Si
blanda humedad
Taza Buena en
8825 FFP2D 10 x LOEL Si
blanda humedad
Taza Buena en
8835 FFP3D 20 x LOEL Si
blanda humedad
Buena en
9332 Plegada FFP3 20 x LOEL Si
humedad

Relación de normas. Equipos de protección respiratoria

Relación de normas editadas necesarias para el cumplimiento de requisitos esenciales de


seguridad de la directiva 89/686/CEE sobre equipos de protección individual de ámbito laboral no
eléctrico.

(Secretaria AEN/CTN81/SC1 a 23 de septiembre de 2005)

NIPO 211-05-033-6

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Norma Título Origen

UNE EN 132:99 Equipos de protección respiratoria. Definiciones de términos y EN 132:99


pictogramas.

UNE EN 133:02 Equipos de protección respiratoria. Clasificación. EN 133:01

UNE EN 134:98 Equipos de protección respiratoria. Nomenclatura de los componentes. EN 134:98

UNE EN 135:99 Equipos de protección respiratoria. Lista de términos equivalentes EN 135:98

UNE EN 136:98 Equipos de protección respiratoria. Máscaras para utilizaciones


+AC:04 particulares. Requisitos, ensayo y marcado.

Relación de normas. Ropas de protección

Relación de normas editadas necesarias para el cumplimiento de requisitos esenciales de


seguridad de la directiva 89/686/CEE sobre equipos de protección individual de ámbito laboral no
eléctrico.

(Secretaria AEN/CTN81/SC1 a 23 de septiembre de 2005)

NIPO 211-05-033-6

Norma Título Origen

UNE EN 340:04 Ropas de protección. Requisitos generales. EN 340:93

Método de trabajo

Se impregnan las superficies de


fibrocemento con una solución acuosa
con líquido encapsulante para evitar la
emisión de fibras de amianto por el
movimiento o rotura accidental de las
placas envejecidas. La aplicación se
lleva a cabo mediante equipos de
pulverización a baja presión, para
evitar que la acción mecánica del
agua sobre las placas disperse las
fibras de amianto al ambiente.

Los trabajos empiezan por la


zona más elevada. Se desmontan
los ganchos de anclaje de las

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placas con mucho cuidado, destornillando la sujeción o cortándolos con las
herramientas adecuadas, evitando máquinas rotativas por la elevada emisión de
polvo que pueden generar.

Se quitan la placas con precaución y se depositan en la plataforma de trabajo


sobre un palet. Se embalan las placas con plástico de suficiente resistencia
mecánica para evitar su rotura y se señalizan con el símbolo del amianto.

Las placas rotas existentes o las que se rompan durante el desmontaje se


humedecen con la impregnación
encapsulante, retirándolas
manualmente con precaución y
depositándolas en un saco de
residuos, tipo big-bag, debidamente
etiquetado. Es necesario limpiar, con
aspirador dotado de filtro absoluto, la
zona afectada por la rotura de la
placa.

Una vez desmontadas las placas se


procederá a la limpieza de toda la
estructura de apoyo de la cubierta,
por aspiración con filtros absolutos Los
trabajadores deben disponer de
vestuarios y duchas en cantidad
suficiente a su número.

Desamiantado del ignifugante de la estructura


metálica de un edificio (material friable)

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Es uno de los casos de Desamiantado más complejo, debido a la friabilidad del
material usado y a su disposición.
Se trata de una mezcla de
diferentes productos, entre los que
pueden encontrarse tierras de
diatomeas, material de fraguado,
fibras de celulosa y fibras de
amianto, entre otros.

Es necesario estudiar, programar y


controlar de forma esmerada y
con la antelación suficiente, el
desamiantado de este tipo de
instalaciones al objeto de asegurar
su correcta realización.

Hay que considerar que un


desamiantado mal realizado provoca una contaminación ambiental por fibras de
amianto mucho más elevada que la debida meramente a la presencia del
material de amianto. Por esta razón es imprescindible la adopción de un protocolo
de trabajo adecuado que garantice una mínima emisión de fibras a la zona de
trabajo y evite su salida al exterior.

Los trabajadores que realizan estos trabajos deben estar informados y formados
sobre el protocolo de trabajo y la importancia de seguirlo correctamente.

Equipos de protección individual

Debe disponerse de dispositivos filtrantes, contra partículas, de ventilación asistida


con máscara, TMP3, o capuchas THP3 y mono de trabajo desechable con
capucha, polainas o botas y guantes.

Para la realización de trabajos previos y preparatorios se pueden utilizar mascarillas


autofiltrantes FFP3 o mascarillas dotadas con filtros contra partículas tipo P3 y
monos de trabajo desechables con capucha. El trabajador debe llevar, además,
los EPI adecuados a otros posibles riesgos presentes en la zona de trabajo según
las operaciones y el entorno donde se desarrollen.

El mono de trabajo debe estar perfectamente ajustado, mediante cinta adhesiva,


a las polainas, los guantes y la mascarilla.

Trabajos preliminares

Los trabajos preliminares son básicamente:

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 Retirada del mobiliario, luminarias, etc.
 Aislamiento de la zona de trabajo
 Cierre de las entradas de aire.
 Instalación de los túneles de acceso a la zona de trabajo
 Confinamiento y puesta a depresión de la zona de trabajo.

Las operaciones de retirada del mobiliario, de las mamparas de separación,


luminarias, etc, deben realizarse con mucha precaución al objeto de evitar el
contacto con los MCA, para lo cual sólo pueden retirarse aquellos elementos que
no impliquen la posibilidad de desprender fibras de amianto.

En la zona de trabajo diáfana deben recubrirse, con película plástica, las


superficies no afectadas por los trabajos, como las paredes y suelos. Las uniones
deben sellarse con cinta plástica adhesiva. Todos los elementos que puedan
representar un riesgo para la integridad del confinamiento o ser origen de difusión
de fibras deben estar confinados, como, por ejemplo, las conducciones eléctricas
y de climatización o ventilación. Se pueden emplear espumas expandibles,
bandas plásticas u otras para el sellado de agujeros.

Operaciones de preparación de la zona de trabajo

Si es necesario hacer separaciones


para reducir la zona de trabajo se
puede utilizar bastidores metálicos o
de madera para fijar en ellos el film
plástico.

Se debe trabajar en depresión,


entre 10 y 20 Pa, utilizando un sistema
de filtración de aire con filtro absoluto
de 99, 97 % de retención. La
extracción debe funcionar de
manera permanente, durante las 24
horas, y 48 horas con posterioridad a
la finalización de los trabajos, para asegurar la limpieza de la zona de trabajo.
Deben colocarse controladores de depresión, con registro, y visibles desde el
exterior; es recomendable que estén dotados de sistemas de alarma para casos
de mal funcionamiento.

La zona de trabajo debe disponer de un túnel de acceso para el personal y otro


para el material. El túnel de acceso del personal debe ser exclusivo para este fin y
disponer, como mínimo, de 3 compartimentos que permitan realizar los
procedimientos de equipamiento y descontaminación a las entradas y salidas de

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esta zona. Los 3 compartimentos, en el sentido de afuera hacia adentro, deben
estar destinados a las siguientes funciones:

 El primer compartimento o zona limpia es la zona de acceso al túnel desde


el exterior de la zona de trabajo, y da acceso al 2º compartimento.
 El segundo compartimento es la zona de duchas, que conecta con el 3er
compartimento.
 El tercer compartimento, o zona sucia, es el que linda con la zona de trabajo
y tiene que hallarse, al igual que la zona de trabajo, en depresión.

Por lo que se refiera al túnel del material y herramientas, debe disponer de duchas
y sistema de aspiración o doble ensacado, que permitan la limpieza de forma
rápida de los materiales, herramientas y bolsas de residuos que sea necesario
extraer de la zona de trabajo.

El agua procedente de las duchas de los túneles de acceso del personal y del
material debe filtrarse, antes de su vertido, mediante filtros de 5 pm.

Procedimientos de entrada y salida a la zona de trabajo

Entrada

En el primer compartimento, el trabajador se coloca el mono de trabajo


desechable, el EPI respiratorio, los guantes, polainas, etc.; comprueba el buen
estado y funcionamiento de estos equipos y refuerza la estanqueidad de los
guantes, mascara, polainas con el mono de trabajo mediante una cinta adhesiva.
Una vez equipado pasa por el compartimento segundo y tercero hasta llegar a la
zona de trabajo.

Salida

En el compartimento 3, que se encuentra conectado a la zona de trabajo, se


aspira la ropa de trabajo y después se la quita. El equipo de protección
respiratoria no se quita en este compartimento. En el compartimento 2, y con la
protección respiratoria colocada el operario se ducha, lavando bien la máscara.
Una vez limpia pasa al compartimento 1 donde se guardará la máscara y se
vestirá con ropa de calle.

Método de trabajo

El método de trabajo debe decidirse de forma que:

 Limite de la exposición de los trabajadores a las fibras de amianto durante


las operaciones de retirada, rascado y limpieza.

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 Reduzca a un nivel aceptable la carga física de los trabajadores teniendo
en cuenta la dificultad y penosidad de este tipo de trabajo.
 Facilite la retirada de los residuos o materiales con amianto
 Reduzca al máximo posible la emisión de fibras de amianto de los
alrededores de la zona de trabajo.

Se pueden aplicar distintas técnicas:

 Aspiración directa del amianto proyectado y después rascado por vía


húmeda de las zonas restantes.
 Humidificación y rascado manual acompañado de recogida de los residuos
y aspiración.
 Rascado mecánico con captador del material en la fuente, mediante
aspiración.
 En casos de superficies de difícil acceso o formas muy irregulares se puede
utilizar lanzamiento de agua a presión, gránulos sintéticos o arena para
eliminar el amianto, pero esta opción sólo debe emplearse cuando las otras
opciones no aseguren la eliminación del amianto proyectado.

En todos los casos es deseable utilizar un agente impregnante que baje de forma
significativa la generación de polvo y que, preferentemente, sea coloreado para
permitir controlar que ha penetrado bien en el corazón de los materiales con
amianto. Una vez secado no tiene que endurecer ni polimerizarse para no queden
atrapados materiales con amianto.

Una vez eliminado el amianto, se inspeccionará para comprobar si quedan MCA,


se aspirará y limpiará paredes, techos y suelo y se dejará en funcionamiento la
depresión 48 horas más para asegurar la limpieza. Antes de la retirada de los
plásticos que aíslan la zona de trabajo es aconsejable la aplicación de un fijador
sobre la superficie de estos.

Conviene recordar que siempre que se habla de aspiración en presencia de fibras


de amianto, el aspirador usado estará dotado de filtros absolutos.

Fuera de la zona de trabajo

Fuera de la zona de trabajo debe haber al menos una persona de forma


permanente cuya misión es:

 Controlar las entradas y salidas del túnel de acceso.


 Verificar que sólo entren las personas autorizadas.
 Asegurar el funcionamiento del material exterior (sistemas de depresión,
filtraciones, alimentación eléctrica, etc.).

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 Proveer de EPI a la zona 1 del túnel de acceso.
 Dar soporte a los operarios de la zona de trabajo.
 Evacuar los residuos y señalizar.
 Controlar todos los registros (depresión, sistema eléctrico, depuración de
agua, etc.).
 Verificar los EPI y recarga de baterías.

Trabajos de reparación de mca mediante bolsas


con guantes (material friable)

Este procedimiento debe emplearse


sólo para intervenciones puntuales,
principalmente pequeñas actuaciones en
el calorifugado de tubería. Las bolsas con
guantes se presentan de diversas formas y
se conocen también con el nombre en
inglés "glove bag". Ver la figura 1

Equipo de protección individual

Debe dotarse a los trabajadores de


mascarillas autofiltrantes FFP3 o mascarilla
dotada con filtros contra partículas tipo P3
y mono de trabajo desechable, con
capucha. El trabajador debe llevar,
además, los EPI adecuados a otros
posibles riesgos presentes en la zona de
trabajo según las operaciones y el entorno donde se desarrollen.

Método de trabajo

Las herramientas y material a utilizar en la reparación deben introducirse en la


bolsa con guantes y acoplarla a la zona donde se quiere hacer la reparación, con
la precaución de sellarla bien.

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Las operaciones sobre el MCA deben llevarse a cabo con la ayuda de los
guantes. En primer lugar se aplica, sobre el material con amianto, una solución
impregnante que penetre en todo el grosor del material. Con la ayuda de
herramientas manuales se extrae el MCA y se rasca la superficie para asegurar
que se elimina totalmente. Para extraer el material y herramientas de las bolsas, se
cogen con los guantes, se hace un nudo para aislar la bolsa donde se encuentran
los restos de MCA, se corta el guante y se recuperan las herramientas y los
materiales introducidos al principio, una vez limpias con agua. La bolsa con todo el
MCA en su interior debe tratarse como residuo con amianto.

Debe tenerse en cuenta que este método puede ser poco seguro ya que las
bolsas, de material plástico, se pueden romper dando lugar a la emisión de fibras.
También el momento de retirada de las herramientas y de la bolsa al final de los
trabajos puede originar emisión de fibras, sobretodo si no se ha tomado la
precaución de impregnar bien los MCA. Por todos estos motivos es importante que
el trabajador esté muy bien informado y formado, y utilizar esta técnica sólo en
casos puntuales.

- 21 -
3.- PLANES DE TRABAJO PARA OPERACIONES
DE RETIRADA O MANTENIMIENTO DE MATERIALES
CON AMIANTO

Introducción
La primera directiva sobre el amianto en la Unión Europea fue publicada en 1983.
En España, hasta 1961 no se había regulado la exposición a fibras de amianto
desde el punto de vista de la protección de la salud de los trabajadores
expuestos. A finales de este año se publicó el Reglamento de Actividades
Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas (RD 2414/1961, BOE 292) que en su anexo
2 establecía por primera vez en España una concentración máxima permitida en
el ambiente interior de las explotaciones industriales. En el apartado de polvo
industrial en suspensión, la primera sustancia era el amianto o asbesto, para el que
fijaba un valor de 175 mg/m3. Se trataba pues de una relación ponderal, que
implicaba una determinación mediante procedimientos gravimétricos.

En Julio de 1982 mediante OM de 21-7-82 del Ministerio de Trabajo, BOE 191 se


establecen unos criterios para exposiciones de 8 horas día y 40 horas semanales de
2 fibras/cm3 y un valor máximo límite de 10 fibras/cm3, que no podía superarse en
ningún momento de la exposición. Posteriormente España ha ido transponiendo a
su legislación toda la normativa que la Unión Europea ha publicado referente al
amianto. En Octubre de 1984 se aprobó el Reglamento sobre Trabajos con Riesgo
de Amianto, transponiendo la Directiva 83/477/CEE, mediante OM de 31-10-84,
BOE 267, vigente en la actualidad, con las actualizaciones siguientes:

 OM 7-1-87, Normas Complementarias del Reglamento sobre Trabajos con


Riesgo de Amianto, BOE 13.
 OM 26-7-93, por la que se modifican los artículos 2,3 y 13 de la OM 31-10-87 y
el artículo 2 de la OM 7-1-87, BOE 186.

Las resoluciones complementarias a la normativa mencionada a resaltar son:

 Resolución de 8-9-87 sobre tramitación de solicitudes de homologación de


laboratorios especializados en la determinación de fibras de amianto, BOE
246.
 OM 22-12-87, se aprueba el modelo de Libro de Registro de Datos relativos al
Reglamento de amianto, BOE 311.
 RD 1406/1989 limitaciones a la comercialización y uso de ciertas sustancias y
preparados peligrosos, BOE 278 y modificaciones posteriores.

- 22 -
Asimismo debe señalarse que España ratificó en 1990 el Convenio 162 de la
Organización Internacional del Trabajo, en relación a los trabajos con riesgo de
amianto, BOE 281.

Por lo que hace referencia a las enfermedades profesionales, en España se


reconocen como derivadas de los trabajos expuestos a la inhalación de polvos de
amianto las siguientes:

 Asbestosis. Decreto 762/1961


 Carcinoma primitivo de bronquio o pulmón. Decreto 1995/1978
 Mesotelioma pleural y mesotelioma peritoneal. Decreto 1995/1978.

La Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) determina el cuerpo básico


preciso para establecer un adecuado nivel de protección de la salud de los
trabajadores frente a los riesgos derivados de las condiciones de trabajo. Como
desarrollo de esta Ley (art. 6), cabe mencionar aquellas normas reglamentarias
que están relacionadas con la posible exposición de amianto en el ámbito laboral
que se trata aquí y que son:

 RD 665/1997 de protección de la salud de los trabajadores frente a la


exposición a agentes cancerígenos en el trabajo, BOE 124.
 RD 1627/1997 sobre disposiciones mínimas de seguridad y de salud en las
obras de construcción, BOE 256.

Visto lo anterior, se puede afirmar que el


marco legal existente en la actualidad,
aunque cubre todos los aspectos de
protección de la salud laboral, de
protección de los consumidores y del
medio ambiente, se centra
principalmente en la salud laboral y
concretamente en la protección de la
salud de los trabajadores de empresas
que manipulan amianto o productos que
contienen amianto.

A pesar de lo expuesto hasta aquí, en la


figura 1 se observa que el amianto es
utilizado en nueva construcción. La
fotografía fue realizada en junio de 1999.

Figura 1. Material de fibrocemento en un edificio en construcción

- 23 -
Con la aprobación de la Directiva 1999/77/CE del 26 de julio (DOCE L 207)
queda prohibida la comercialización y utilización de todas las variedades de
amianto, con la excepción de la variedad crisotilo en su utilización en diafragmas
de instalaciones de electrólisis ya existentes. La mencionada directiva establece
hasta el 1 de enero de 2005 para su entrada en vigor en los estados miembros.

Plan de trabajo
Los planes de trabajo se regulan en la Orden de 7 de enero de 1987 (BOE número
13) modificada por la Orden de 26 de julio de 1993 (BOE número 186), siempre
dentro del marco establecido por la Orden de 31 de octubre de 1984 (BOE
número 267) que aprueba el Reglamento de trabajos con riesgo de amianto.

POSTERIORMENTE TENEMOS QUE en el art. 11 del REAL DECRETO 396/2006, de 31 de


marzo, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud
aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto. BOE núm. 86 de 11
de abril.

Artículo 11. Planes de trabajo.

1. Antes del comienzo de cada trabajo con riesgo de exposición al amianto


incluido en el ámbito de aplicación de este real decreto, el empresario
deberá elaborar un plan de trabajo.

Dicho plan deberá prever, en particular, lo siguiente:

a. que el amianto o los materiales que lo contengan sean eliminados


antes de aplicar las técnicas de demolición, salvo en el caso de que
dicha eliminación cause un riesgo aún mayor a los trabajadores que si
el amianto o los materiales que contengan amianto se dejaran in situ;
b. que, una vez que se hayan terminado las obras de demolición o de
retirada del amianto, será necesario asegurarse de que no existen
riesgos debidos a la exposición al amianto en el lugar de trabajo.
2. El plan de trabajo deberá prever las medidas que, de acuerdo con lo
previsto en este real decreto, sean necesarias para garantizar la seguridad y
salud de los trabajadores que vayan a llevar a cabo estas operaciones.

El plan deberá especificar:

a. Descripción del trabajo a realizar con especificación del tipo de


actividad que corresponda: demolición, retirada, mantenimiento o
reparación, trabajos con residuos, etc.
b. Tipo de material a intervenir indicando si es friable (amianto
proyectado, calorifugados, paneles aislantes, etc.) o no friable

- 24 -
(fibrocemento, amianto-vinilo, etc.), y en su caso la forma de
presentación del mismo en la obra, indicando las cantidades que se
manipularán de amianto o de materiales que lo contengan.
c. Ubicación del lugar en el que se habrán de efectuar los trabajos.
d. La fecha de inicio y la duración prevista del trabajo.
e. Relación nominal de los trabajadores implicados directamente en el
trabajo o en contacto con el material conteniendo amianto, así como
categorías profesionales, oficios, formación y experiencia de dichos
trabajadores en los trabajos especificados.
f. Procedimientos que se aplicarán y las particularidades que se
requieran para la adecuación de dichos procedimientos al trabajo
concreto a realizar.
g. Las medidas preventivas contempladas para limitar la generación y
dispersión de fibras de amianto en el ambiente y las medidas
adoptadas para limitar la exposición de los trabajadores al amianto.
h. Los equipos utilizados para la protección de los trabajadores,
especificando las características y el número de las unidades de
descontaminación y el tipo y modo de uso de los equipos de
protección individual.
i. Medidas adoptadas para evitar la exposición de otras personas que
se encuentren en el lugar donde se efectúe el trabajo y en su
proximidad.
j. Las medidas destinadas a informar a los trabajadores sobre los riesgos
a los que están expuestos y las precauciones que deban tomar.
k. Las medidas para la eliminación de los residuos de acuerdo con la
legislación vigente indicando empresa gestora y vertedero.
l. Recursos preventivos de la empresa indicando, en caso de que éstos
sean ajenos, las actividades concertadas.
m. Procedimiento establecido para la evaluación y control del ambiente
de trabajo de acuerdo con lo previsto en este real decreto.

3. No obstante lo previsto en los apartados anteriores, los planes de trabajo


sucesivos podrán remitirse a lo señalado en los planes anteriormente
presentados ante la misma autoridad laboral, respecto de aquellos datos
que se mantengan inalterados.
4. Cuando se trate de operaciones de corta duración con presentación
irregular o no programables con antelación, especialmente en los casos de
mantenimiento y reparación, el empresario podrá sustituir la presentación de
un plan por cada trabajo por un plan único, de carácter general, referido al
conjunto de estas actividades, en el que se contengan las especificaciones
a tener en cuenta en el desarrollo de las mismas. No obstante, dicho plan
deberá ser actualizado si cambian significativamente las condiciones de
ejecución.

- 25 -
5. Los empresarios que contraten o subcontraten con otros la realización de los
trabajos comprendidos en el ámbito de este real decreto deberán
comprobar que dichos contratistas o subcontratistas cuentan con el
correspondiente plan de trabajo. A tales efectos, la empresa contratista o
subcontratista deberá remitir a la empresa principal del plan de trabajo, una
vez aprobado por la autoridad laboral.
6. Para la elaboración del plan de trabajo deberán ser consultados los
representantes de los trabajadores.

Artículo 12. Tramitación de planes de trabajo.

1. El plan de trabajo se presentará para su aprobación ante la autoridad


laboral correspondiente al lugar de trabajo en el que vayan a realizarse
tales actividades. Cuando este lugar de trabajo pertenezca a una
comunidad autónoma diferente a aquella en que se haya realizado la
inscripción en el Registro de empresas con riesgo por amianto, el empresario
deberá presentar, junto con el plan de trabajo, una copia de la ficha de
inscripción en dicho Registro.

El plan de trabajo a que se refiere el apartado 4 del artículo anterior se


someterá a la aprobación de la autoridad laboral correspondiente al
territorio de la comunidad autónoma donde radiquen las instalaciones
principales de la empresa que lo ejecute.

2. El plazo para resolver y notificar la resolución será de cuarenta y cinco días,


a contar desde la fecha en que la solicitud haya tenido entrada en el
registro de la autoridad laboral competente; si, transcurrido dicho plazo, no
se hubiera notificado pronunciamiento expreso, el plan de trabajo se
entenderá aprobado.

En la tramitación del expediente deberá recabarse el informe de la


Inspección de Trabajo y Seguridad Social y de los órganos técnicos en
materia preventiva de las correspondientes comunidades autónomas.

3. Cuando la autoridad laboral que apruebe un plan de trabajo sea diferente


de la del territorio donde la empresa se encuentra registrada, remitirá copia
de la resolución aprobatoria del plan a la autoridad laboral del lugar donde
figure registrada.
4. En lo no previsto en este real decreto será de aplicación lo establecido en la
Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común.

- 26 -
Ámbito de aplicación

Comprende todas aquellas operaciones y actividades en las que los trabajadores


están expuestos o sean susceptibles de estarlo al polvo que contenga fibras de
amianto, y que haya sido generado a partir de la manipulación de materiales de
edificios, estructuras, aparatos e instalaciones, de cuya composición forma parte
el amianto, especialmente:

 Trabajos de demolición de construcciones, si existe presencia de amianto.


 Trabajos y operaciones destinadas a la retirada de amianto o de materiales
que lo contengan, de edificios, estructuras, aparatos e instalaciones.
 Desguace de navíos o unidades de cuyos materiales forma parte en su
composición el amianto.
 Trabajos de mantenimiento y reparación en edificios, instalaciones o
unidades en las que exista riesgo de desprendimiento de fibras de amianto.

Puntos que ha de prever un plan de trabajo para actividades con


riesgo de exposición amianto

 Naturaleza del trabajo y lugar en el que se efectúan los trabajos.


 Duración del trabajo y número de trabajadores implicados.
 Métodos empleados cuando los trabajos impliquen la manipulación de
amianto o de materiales que lo contengan.
 Medidas preventivas contempladas para limitar la generación y dispersión
de fibras de amianto en el ambiente.
 Procedimiento a establecer para la evaluación y control del ambiente de
trabajo, de acuerdo con lo previsto en el articulo 4º del Reglamento sobre
Trabajos con Riesgo de Amianto.
 Tipo y modo de uso de los equipos de protección individual.
 Características de los equipos utilizados para la protección y la
descontaminación de los trabajadores encargados de los trabajos y la
protección de las demás personas que se encuentran en el lugar donde se
efectúen los trabajos o en sus proximidades.
 Medidas destinadas a informar a los trabajadores sobre los riesgos a los que
están expuestos y las precauciones que deben tomar.
 Medidas para la eliminación de los residuos, de acuerdo con la legislación
vigente.
 Eliminación de todo el amianto de los materiales que lo contengan antes de
empezar cualquier operación de demolición, siempre que sea
técnicamente posible.

- 27 -
En la figura 3 se observa un
posible trabajo de
reparación, que por lo
reducido del espacio,
presentaría unas
características específicas
que deben constar en el
plan de trabajo.

Figura 3. Calorifugado de una


tubería con material con
crisotilo, que requiere
reparación.

¿Quién, dónde y cuándo se ha de presentar el


plan de trabajo?
¿Quién?: La empresa que realiza los trabajos con amianto.

¿Donde?: Si sólo afectan a una comunidad autónoma el plan de trabajo se ha de


presentar a la Autoridad Laboral de la comunidad autónoma correspondiente. Si
los trabajos afectan a más de una comunidad autónoma se habrán de presentar
en la Dirección General de Trabajo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

¿Cuando?: El plan ha de estar aprobado antes del inicio de los trabajos con
amianto.

En la figura 4 se presenta un ejemplo de


una estructura metálica ignifugada, de la
que se va a proceder al desamiantado. La
empresa que realiza los trabajos de
desamiantación es la que tiene que
presentar el plan de trabajo
correspondiente.

Figura 4. Ignifugación de la estructura metálica en


un edificio de oficinas, con material de crisotilo y amosita

Los empresarios que contraten o subcontraten a otros estos tipos de trabajo


comprobarán que los contratistas disponen del correspondiente plan de trabajo
aprobado por la Autoridad Laboral competente. Por otro lado, cabe recordar

- 28 -
aquí que la reglamentación sobre trabajos en actividades de especial
peligrosidad para los que las ETT no podrán celebrar contratos de puesta a
disposición cita expresamente los agentes cancerígenos, entre los que se halla el
amianto. Ver el RD 216/1999, de 5 de febrero, sobre disposiciones mínimas de
seguridad y salud en el trabajo en el ámbito de empresas de trabajo temporal,
BOE 47.

Residuos
Los residuos con amianto se clasifican según el Catálogo Europeo de Residuos
(Resolución de 17-11-98, BOE número 7 del 8-1-99) como:

 Materiales de aislamiento que contienen amianto (Cod. 170601).


 Materiales de construcción derivados del amianto (Cod. 170105).

a los que les será de aplicación la Ley 10/98 de Residuos, BOE 96.

Conclusiones
A modo de conclusiones de lo expuesto hasta aquí, pueden establecerse los
siguientes puntos:

A. Es obligatoria la aprobación por la Autoridad Laboral del plan de trabajo


previo al inicio de las actividades con amianto preceptivas.
B. El plan de trabajo lo presentará la empresa que realice los trabajos
contemplados en el mismo.
C. La empresa que realice los trabajos deberá inscribirse en el Registro de
Empresas con Riesgo de Amianto, RERA, y disponer de los correspondientes
libros de Registro oficiales.

Tipología de planes de trabajo


Según la duración y la previsión de programación de los trabajos

 Plan de trabajo por operación

Para trabajos programables y de duración variable especialmente en


demoliciones, retirada de amianto o de materiales que lo contengan en
edificios, estructuras, aparatos e instalaciones y desguace de navíos.

 Plan de trabajo de carácter general

- 29 -
Se podrá substituir la presentación de un plan de trabajo por cada
operación por un plan de trabajo de carácter general, para operaciones de
corta duración con presentación irregular o no programables con
antelación, particularmente en los casos de mantenimiento i reparación.

Según el objetivo de los trabajos

 Fibrocemento. Por ejemplo: reparaciones puntuales de tuberías, retirada de


placas de fibrocemento de cubiertas exteriores o cortes de material de
fibrocemento.
 Calorifugados. Por ejemplo: reparación de tuberías de agua caliente o
retirada del material con amianto.
 Aislantes. Por ejemplo: trabajos de mantenimiento en turbinas de central
eléctricas o desmantelamiento de las instalaciones.
 Ignifugaciones. Por ejemplo: operaciones de reparación en estructuras
metálicas ignifugadas o en su entorno, rehabilitación de edificios
ignifugados.
 Otros. Por ejemplo: manipulación de placas de falso techo o suelos de PVC
reforzados con amianto, retirada de materiales de amianto obsoletos.

Según el ámbito geográfico de aplicación del plan

 Autonómico. Cuando las actividades u operaciones solo afecta a una


comunidad autónoma.
 Nacional. Cuando se trate de actividades u operaciones a realizar de
manera uniforme en centros de trabajo ubicados en el territorio de más de
una comunidad autónoma.

Orientaciones prácticas para la realización de un


plan de trabajo
Los aspectos que ha de contemplar un plan de trabajo para actividades con
riesgo de exposición a amianto son los que se exponen a continuación.

Naturaleza del trabajo y lugar en el que se efectúan los trabajos

 Descripción del tipo de amianto (crisotilo, amosita, crocidolita, mezclas u


otras).
 Forma de presentación (fibrocemento, textiles, en fibra u otras).
 Lugar (paredes, cubiertas, máquinas, vehículos u otras).
 Extensión en que se encuentra ( unidades de superficie, longitud, volumen o
peso, contemplando todas las instalaciones objeto del plan).
 Dirección del lugar donde se realizaran los trabajos.

- 30 -
Duración de los trabajos y número de trabajadores implicados

Se especificará el número de horas o días de trabajo previstos, indicando la


jornada de trabajo diaria y los períodos de descanso y aseo.

El número de trabajadores implicados será el mínimo imprescindible.

Los trabajadores potencialmente expuestos no han de hacer horas extraordinarias


ni trabajar por sistemas de incentivos en el supuesto de que su actividad laboral
exija sobreesfuerzos físicos, posturas forzadas o se realice en ambientes calurosos
determinantes de una variación de volumen de aire inspirado.

La reglamentación sobre trabajos en actividades de especial peligrosidad para los


que las ETT no podrán celebrar contratos de puesta a disposición, cita
expresamente los agentes cancerígenos, entre los que obviamente se halla el
amianto. Véase el RD 216/99, de 5 de febrero, sobre disposiciones mínimas de
seguridad y salud en el trabajo en el ámbito de empresas de trabajo temporal,
BOE Nº 47. En consecuencia, no puede contemplarse la participación de
trabajadores de ETT en este tipo de actividades.

Se realizarán reconocimientos médicos iniciales y periódicos, a los trabajadores, en


los términos establecidos en el Reglamento de Amianto y sus normas
complementarias.

Métodos empleados

Se establecerán los procedimientos de trabajo, atendiendo al principio preventivo


de minimizar al máximo la emisión al ambiente de fibras de amianto o polvo que lo
contenga o lo pueda contener. Se indicará la secuencia de operaciones a
realizar, así como la forma en que se desarrollarán.

Medidas preventivas contempladas para limitar la generación y


dispersión de fibras de amianto en el ambiente

Se adoptarán aquellas medidas precisas al objeto de eliminar o reducir la emisión


de polvo, dando prioridad a las que se apliquen en el origen de la emisión y las de
tipo colectivo. Se trabajará mediante:

 Aislamiento de la zona de trabajo. Se puede hacer mediante recubrimiento


con plástico y, si es necesario para el buen aislamiento de la zona de
trabajo, se usará estructura desmontable recubierta de plástico.
 Herramientas que generen la mínima cantidad de polvo, preferibles las
manuales o las de baja velocidad de giro.

- 31 -
 Procedimientos húmedos, evitando la utilización de presión en la aplicación
de agua.
 Sistemas en depresión respecto del exterior de la zona de trabajo, con el
objeto de impedir la salida de polvo con fibras de amianto fuera de la
misma.
 Sistemas de confinamiento, del tipo glove-bag.
 Desconectar el sistema de aire acondicionado y cerrar las entradas y salidas
del aire.
 El agua utilizada ha de ser filtrada antes de su vertido en la red general. Se
recomienda filtros de 0,35 micras para la filtración del agua.
 Se documentarán adecuadamente las características de los equipos y
materiales propuestos.

Procedimiento para la evaluación y control del ambiente de trabajo

La evaluación del riesgo de inhalación de fibras de amianto de los trabajadores


que intervengan en las operaciones, se realizará mediante la toma de muestras y
el recuento de fibras para determinar la concentración de fibras de amianto en el
ambiente de trabajo. El procedimiento que se utilice será técnicamente fiable,
recomendándose el método establecido por el Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo de referencia MTA/MA-051/04.

Durante la realización de los trabajos se recomienda realizar muestreo personal y


ambiental. Una vez finalizado el trabajo se recomienda un muestreo ambiental.
También es conveniente tomar muestras ambientales del aire exterior, como
referencia.

El tipo y modo de uso de los equipos de protección individual

Los equipos de protección respiratoria recomendados, para operaciones en


interiores son aquellos que trabajan a presión positiva con aporte de aire,
previamente filtrado con filtros tipo P3.

Para operaciones fuera de la zona de trabajo o en exteriores, por ejemplo


transporte de materiales o plastificado (protección mediante telas de plástico
estancas) de zonas de trabajo, es suficiente el uso de mascarillas autofiltrantes
certificadas según norma europea EN -149.

Respecto del resto de EPI, es recomendable el uso de trajes con capucha y sin
bolsillos ni costuras, de material fácilmente lavable o de un solo uso y polainas. Las
botas y los guantes se elegirán en función de otros posibles riesgos, como caída de
objetos o pinchazos.

Se adoptarán, así mismo, todas aquellas medidas de seguridad requeridas, según


las necesidades de cada caso.

- 32 -
Se documentará adecuadamente las características de los equipos de protección
individual.

Características de los equipos de protección y descontaminación de


los trabajadores

Se especificarán las características


de los equipos de protección y
descontaminación a utilizar, tales
como: aspiradores portátiles, ropa
de trabajo, sistema de extracción
de aire y de filtración de los
vestuarios y duchas, sistema de
filtración del agua contaminada
en la zona de trabajo y de la
procedente de las duchas.

Se indicarán también las


características de aquellos
materiales que se utilicen para
este fin, por ejemplo resinas
adherentes vinílicas o acrílicas
para evitar liberación de fibras.

Los sistemas de aspiración


portátiles y fijos usados, deberán
estar dotados de filtro absoluto, de
alta eficacia con poder de retención mecánica no inferior al 99,97 %. Se aconseja
trabajar en húmedo para evitar la dispersión de fibras al ambiente.

Los trabajadores dispondrán de dos vestuarios, separados por duchas. En el


primero de ellos (vestuario limpio") se dejará la ropa de calle y en el segundo
(vestuario "sucio", ver figura), la ropa de trabajo, para lo que en ambos se
dispondrá de taquillas. Los EPI respiratorios se quitarán en la ducha, una vez se
haya procedido a su limpieza. El vestuario "sucio" dispondrá de recipientes
adecuados para recoger la ropa y los EPI que hayan de ser considerados como
residuos (mascarillas autofiltrantes, filtros, trajes de un solo uso y polainas).

Las características de los equipos y materiales, deberán quedar adecuadamente


documentadas.

- 33 -
FIGURA
Vestuario sucio

Protección de las demás personas que estén en los lugares próximos a


la zona de trabajo

La principal medida de protección es el trabajo en depresión, que evita la emisión


de fibras fuera de las zonas de trabajo. Se especificarán, por tanto, las
características del sistema de extracción de aire para lograrla. Así mismo se
indicarán las características de los materiales plásticos para aislar la zona de
trabajo.

Se señalizará la zona de trabajo con las inscripciones:

 "Peligro de inhalación de amianto".


 "No permanecer en esta zona si no lo requiere el trabajo".
 "Prohibido fumar".

También se señalizarán los recipientes, residuos, ropa o materiales con amianto


con la inscripción:

 "Contiene amianto".

Se restringirá el acceso a las personas no autorizadas expresamente.

- 34 -
Medidas destinadas a informar a los trabajadores de los riesgos a los
que están expuestos y de las medidas de precaución a adoptar

Especificar cómo se informa a los trabajadores de los riesgos del amianto y de las
medidas adoptadas en el plan de trabajo para controlar los riesgos mencionados.
El proceso de información seguido debe contemplar, básicamente, los siguientes
puntos:

 Que es el amianto y tipo de amianto que hay en el edificio.


 Riesgos para la salud y medidas preventivas.
 Donde se encuentra el amianto en el edificio.
 Procedimiento de trabajo.
 Equipos de protección individual que son de uso obligatorio.
 Requisitos en materia de vigilancia médica.
 Normas en materia de señalización y etiquetado.
 Medidas y controles ambientales que exige la normativa para estos casos.
 Eliminación de residuos.

Dada la relación sinérgica entre exposición a amianto y hábito tabáquico para el


cáncer de pulmón, se informará específicamente sobre la prohibición de fumar.

Las medidas para la eliminación de los residuos

Los residuos de amianto se embalarán en material plástico de suficiente resistencia


mecánica, y se identificarán tal y como se especifica en el RD 1406/89 (BOE 278).
Los residuos de amianto se recogerán separados del resto de residuos que se
puedan generar.

Todo el material desechable, tal como filtros, monos y mascarillas, se considerará


residuos con amianto. Se recogerán y transportarán los residuos en recipientes
cerrados. Tanto el transporte como el tratamiento de los mismos se realizará de
acuerdo con la normativa vigente (Ley 10/98 de Residuos, BOE 96).

Los residuos de materiales friables se clasifican como residuos peligrosos (en


Cataluña como especiales) según la lista de residuos peligrosos publicada en el
anexo 2 del Real Decreto 952/1997 de 20-6-97. Se destinan a vertederos de tales
residuos.

Los residuos poco friables, por ejemplo de fibrocemento no se encuentran en la


lista de residuos peligrosos pero sí en la lista del catalogo europeo de residuos
(CER) (Resolución de 17-11-98) y por tanto tendrán que tratarse como tales en
vertederos de residuos no peligrosos (Directiva 199/31/CEE), si bien es
recomendable evitar que se trituren, para lo que se deberán depositar en celdas o
huecos específicos, evitando el triturado. Suele ser habitual en otros países

- 35 -
el,depósito en vertederos de residuos urbanos pero en celdas independientes
preparadas específicamente para depósito de residuos de amianto.

Resumen final
En la gestión de trabajos con materiales que contienen amianto, deben tenerse en
cuenta tres aspectos básicos:

 El amianto o material que lo contengan, ha de ser retirado antes de


cualquier operación de derribo.
 El método de trabajo a aplicar tendrá como principal objetivo el de evitar la
liberación de polvo con fibras de amianto al ambiente, al objeto de
proteger la salud de los propios trabajadores y de la población en general.
 La empresa responsable del plan de trabajo y la administración laboral
competente realizaran un riguroso seguimiento en la aplicación de las
especificaciones contenidas en el plan de trabajo aprobado.

Legislación relacionada
(1) BOE
O.M. de 31 de octubre de 1984. Reglamento sobre trabajos con riesgo de
amianto. (BOE 7-11-84). Rectificada por la O.M. de 7 de noviembre de 1984 (BOE
22-11-84). Aplica la Directiva 83/477/CEE.
Orden de 31 de marzo de 1986. Modifica el articulo 13, control médico preventivo
de los trabajadores del Reglamento sobre trabajos con riesgo de amianto (BOE 22-
4-86).

(2) BOE
O.M. de 7 de enero de 1987. Normas complementarias al Reglamento de 31 de
octubre del 1984 (BOE 15187).
O.M. de 26 de julio de 1993. Modifica las dos anteriores (BOE 5-8-93). Aplica la
Directiva 91/382/CEE que modifica la 83/477/CEE.

(3) BOE
Resolución de 11 de febrero de 1985. Constituye la Comisión de seguimiento para
la aplicación del Reglamento sobre trabajos con riesgo de amianto (BOE 23-2-85).
RD 1879/1996, de 2 de agosto, regula la Comisión Nacional de Seguridad y Salud y
disuelve la Comisión de seguimiento para la aplicación del Reglamento sobre
trabajos con riesgo de amianto (BOE 9-8-96).

(4) BOE
Resolución de 8 de septiembre de 1987. Tramitación de solicitudes de

- 36 -
homologación de laboratorios especializados en la determinación de fibras de
amianto (BOE 14-9-87).

(5) BOE
O.M. de 22 de diciembre de 1987. Aprueba el modelo de Libro Registro de Datos
previsto en el Reglamento sobre trabajos con riesgo de amianto (BOE 29-12-87).

(6) BOE
Resolución de 20 de febrero de 1989. Regula la remisión de fichas de seguimiento
ambiental y médico para el control de la exposición al amianto (BOE 3-3-89).

(7) BOE
Instrumento 17 de Julio de 1990. Ratificación del Convenio de la OIT de 24 de Junio
de 1986, núm. 162 sobre Seguridad e Higiene en el Trabajo Asbesto. Utilización del
asbesto en condiciones de seguridad (BOE 23-11-90).

(8) BOE
RD 108/1991 de 1 de febrero, sobre la prevención y reducción de la
contaminación del medio ambiente producida por el amianto (BOE 6-2-91). Aplica
la Directiva 87/217/CEE.

(9) BOE
RD 665/1997 de 12 de mayo sobre protección de los trabajadores frente los riesgos
relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo (BOE
24-5-97). Adopta la Directiva 90/394/CEE.

(10) BOE
RD 216/1999, de 5 de febrero, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud en
el trabajo en el ámbito de empresas de trabajo temporal (BOE 24-2-99)

- 37 -
4.- Detección de amianto en edificios (I):
aspectos básicos

Introducción
Amianto o asbesto es un término utilizado para denominar una serie de meta-
silicatos de hierro y magnesio, entre otros, que presentan formas fibrosas. Existe una
amplia gama de variedades de amianto, siendo las más empleadas en
aplicaciones de construcción el crisotilo o amianto blanco, la amosita o amianto
marrón y la crocidolita o amianto azul. Todas las variedades de amianto se
caracterizan por su incombustibilidad, un buen aislamiento térmico y acústico, y su
resistencia a altas temperaturas, al paso de la electricidad, a la abrasión y a los
microorganismos. Estas propiedades han hecho del amianto un elemento muy útil
en la industria de la construcción. Se remonta a 1880 la primera explotación
moderna de amianto y, de una forma más o menos intensa, se ha utilizado
durante todo el siglo XX. En España, el periodo de máxima utilización es el
comprendido entre los años 1960 y 1984. Ver figura 1. A medida que el amianto se
utilizaba, fueron conociéndose los riesgos que representaba para la salud la
inhalación de sus fibras y, lentamente, se ha ido procediendo a la prohibición de
sus distintos usos. En España, la prohibición de fabricación y comercialización de la
última variedad de amianto, el crisotilo, fue fijada para el 14 de junio de 2002.

Aplicaciones del amianto


Durante estos 100 años, sus aplicaciones han sido muy variadas en la construcción
de edificios. A continuación se presentan las diferentes formas de introducción del
amianto en un edificio y sus aplicaciones más conocidas.

Productos aislantes

Por su carácter ignífugo y prácticamente nula conductividad térmica, el amianto


se ha utilizado para la fabricación de numerosos productos aislantes térmicos,
acústicos y de protección al fuego. Al edificio, estos productos llegaban de
diferentes formas.

- 38 -
Fibras sueltas

Suministradas para el relleno de cámaras de aire en cubiertas, fachadas o falsos


techos, así como para la realización de distintos revestimientos aislantes térmicos,
correcciones acústicas, protección contra el fuego (ver figura 2) y control de
condensaciones actuando como material higroscópico. Mezcladas con adhesivos
y aglutinantes que, aplicados al soporte, fijaban las fibras proyectadas o aplicadas
con la llana mezclándolas al mortero de protección, ya sea en estructuras para su
protección al fuego, o en revestimientos de mortero en fachadas aisladas por el
exterior.

Figura 2

Fibras puras manufacturadas y tejidas

En la confección de mantas aislantes, cordones para el aislamiento en juntas de


calderas y tuberías, apagachispas en cuadros eléctricos o en las calorifugaciones
para el aislamiento de turbinas, hornos, calderas y canalizaciones de agua o gas a
temperaturas extremas. Ver Figura 3.

Figura 3

- 39 -
Productos prefabricados

Mezclándose las fibras de amianto con otros materiales se proveían las


construcciones de placas conformadas de diferentes fibras mezcladas con yeso,
celulosa, viruta de madera, etc., para su colocación en falsos techos (ver figura 4),
divisiones y tabiquerías ligeras, placas absorbentes acústicas, protecciones a focos
de calor como radiadores colocando las placas como repisa sobre éstos o
separándolos de la pared, o suministradas como placas ignífugas para la
protección de estructuras o la confección de conductos de impulsión de aire,
desenfumaje, etc. También mezcladas las fibras con celulosa se fabricaban
papeles y cartones aislantes utilizados para el relleno en juntas y huecos. Otros
productos con fibras de amianto que llegaban a la obra eran los elementos
cortafuego como puertas, telones, compuertas para sectorización de incendios,
etc., realizados normalmente en chapa de acero con una cámara interior de
fibras puras de amianto, y las protecciones aislantes de cables eléctricos donde se
mezclaban las fibras de amianto con diferentes polímeros. Por último cabe
considerar también como material aislante y prefabricado al fibrocemento que se
utilizaba en ocasiones para la protección de estructuras metálicas al fuego.

Figura 4

- 40 -
Productos de alta resistencia mecánica

Por su gran resistencia a la fricción, elevada flexibilidad y por ser resistente al


ataque de productos químicos, las fibras de amianto han tenido gran difusión en
la industria y también en la construcción con productos prefabrica

dos mezclados con diferentes materiales como el PVC, realizando pavimentos


vinílicos con fibras de amianto que les aportaban gran resistencia al desgaste (ver
figura 5), o mezclados con celulosas, cauchos, etc. para la confección de
empaquetaduras o juntas de conducciones de fluidos y gases, y para el refuerzo
de masillas y sellantes. Otros usos de estas fibras eran como endurecedoras de las
capas superficiales en revestimientos sometidos a roce como pinturas o revocos, o
mezclados con betunes para el endurecimiento superficial en zonas de rodadura
e impermeabilizaciones.

Figura 5

Productos de fibrocemento

Aquí se agrupan todos las manufacturas realizadas de fibrocemento, ya que este


producto revelación, aunó todas las propiedades y características del mineral de
amianto para la realización de numerosas y variadas aplicaciones. Ya se ha
comentado su característica aislante como protección al fuego. Otros usos han
sido en tuberías para el desagüe, la conducción de agua a presión en grandes
diámetros, la evacuación de humos, o la protección al impacto de cableados
eléctricos, depósitos de contención de aguas, persianas, rejillas de ventilación,
tejas de cubrición, jardineras y elementos de jardín como bancos o mesas, piezas
de decoración, frisos, molduras y zócalos, y su más extenso uso en placas lisas u
onduladas para la confección de cubiertas (ver figura 6), forrado de medianeras o
realización de fachadas.

- 41 -
Figura 6

Friabilidad y riesgo del material

El riesgo que tienen para la salud los materiales con contenido de fibras de
amianto, radica en tres características:

 La cantidad y la composición del tipo de fibra, siendo más peligrosas para la


salud las anfíboles (crocidolita, amosita, tremolita y antofilita) que las
serpentínicas (crisotilo), debido a la forma de la fibra en sí.
 La friabilidad del material, que se define como la capacidad que tiene de
desprender fibras como respuesta a la simple presión que podemos ejercer
con la mano. Esta friabilidad variará dependiendo de la cantidad de fibras
en el material manufacturado, el tipo de mezcla con otros compuestos, y el
estado de conservación del material.
 El riesgo potencial de inhalación de fibras depende del estado de
conservación del material, las características de la protección física, el
grado de exposición a la circulación del aire y el grado de exposición a
choques y a vibraciones. Esta accesibilidad a las fibras es determinante ya
que un material de alto contenido en anfíboles y muy friable puede no tener
ningún riesgo para la salud por estar confinado y ser inaccesible.

En la tabla 1 se indican los principales materiales con amianto que se pueden


encontrar en el edificio y sus composiciones aproximadas, así como la friabilidad y
riesgo que para la salud conllevan.

- 42 -
Tabla 1
Principales materiales con amianto que se pueden encontrar en el edificio y sus
características principales

TIPO DE MATERIAL COMPOSICIÓN FRIABILIDAD RIESGO

Riesgo medio en caso de estar confinado


100% amianto en cualquiera de tras paredes, planchas metálicas, etc., y no
las variedades de crocidolita, tener ninguna manipulación. Riesgo alto en
Fibras sueltas Friable
amosita o crisotilo pudiendo cualquier tipo de intervención de
encontrar mezclas de varias fibras manipulación, actuación de inspección,
mantenimiento, desamiantado o derribo

Riesgo medio en caso de morteros con alta


proporción de cemento o yeso si no tiene
manipulación Riesgo alto en caso de
Se puede encontrar hasta un 85%
Proyecciones y rociados de baja densidad (flocage) y en
de fibra que suele ser amosita y Friable
morteros cualquier tipo de intervención de
crisotilo
manipulación, actuación de inspección,
mantenimiento, desamiantado o derribo,
tanto en morteros como en proyectados

Paneles y falsos Composiciones variadas pudiendo


Riesgo alto por la asiduidad en su
techos acústicos, encontrarse fibras de diferentes
Friable manipulación para el mantenimiento de
térmicos y tabiques amiantos mezcladas, en
instalaciones
ligeros proporción de hasta un 85

Fibras de crocidolita y crisotilo en Posibilidad de desprender alguna fibra en


Losetas vinílicas No Friable
proporciones del 10 al 25% caso de manipulación

Posibilidad de desprender alguna fibra en


Adhesivos, sellantes, Fibras de cualquier tipo en
No Friable caso de manipulación Riesgo alto en
pinturas y barnices proporción del 0,5 al 2 %
actuaciones por abrasión o cepillado

Se puede encontrar mezclado Riesgo medio en caso de estar confinado


con silicatos o carbonatos con ven das, mallas, o equivalentes,
cálcicos en proporción del 6 al conservarse en buen estado y no tener
Calorifugaciones Friable
10% de estos compuestos, si bien ninguna manipulación Riesgo alto en
podemos encontrar hasta un 100% actuaciones de inspección, mantenimiento,
de amianto. desamiantado o derribo

No Friable cuando
el material está en
Contenidos del 12 al 15% de
óptimas Riesgo medio en actuaciones de
crisotilo en general, habiéndose
condiciones y no desmontaje Riesgo alto en manipulaciones
utilizado la variedad de crocidolita
Fibrocemento se manipula por abrasión, corte o perforación, y con la
en placas y en tuberías de alta
Friable cuando degradación del producto por
presión y en cantidades de hasta
está degradado envejecimiento, abrasión o ataque químico
un 25% .
y/o tiene
manipulación

Composiciones variadas pudiendo


Riesgo alto por la posibilidad de repartir las
encontrarse fibras de diferentes
Conductos de aire Friable fibras por las canalizaciones a través de las
amiantos mezcladas, en
impulsiones de aire
proporciones de hasta un 100

Posibilidad de desprender alguna fibra en


Fibras de cualquier tipo en
Mezclas con betún No Friable caso de manipulación Riesgo alto en
proporciones del 10 al 25%
actuaciones por abrasión o cepillado

Fibras variadas en proporciones


Protección de Posibilidad de desprender alguna fibra en
del 10 al 25% mezcladas con No Friable
cables eléctricos caso de manipulación
materiales plásticos

Se suele encontrar usualmente


Cordones, Riesgo alto con manipulación, con gran
fibra de crisotilo al 100%, aunque
empaquetaduras y Friable desprendimiento de fibras con el uso y
al inicio se utilizaban todas las
tejidos desgaste del material
variedades

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Riesgo alto con manipulación, con
Cartones, papeles, Se suele encontrar usualmente
Friable desprendimiento de fibras con el uso y
etc.. fibra de crisotilo al 100%
desgaste del material

Definición tipológica de los edificios de riesgo


Los edificios de riesgo se clasifican en dos grupos, según que el riesgo pueda
considerarse alto o medio.

Edificios con aplicaciones de amianto de riesgo alto

Los edificios que potencialmente pueden contener aplicaciones de amianto de


riesgo alto vienen definidos tipológicamente por una serie de características que
nos permitirán identificarlos. En la tabla 2 se muestran los parámetros en que se
encuentra englobado el prototipo de edificio en el que existe gran posibilidad de
contener las fibras.

TABLA 2
Parámetros del edificio piloto

Año de construcción: 1965-1985


Tipo de estructura: pilares, jácenas y techos de estructura de acero
Uso del edificio: oficinas, espectáculos, equipamientos, aparcamientos
Instalaciones que calefacción central, producción centralizada de agua caliente sanitaria,
contiene: talleres, hornos

Edificios con aplicaciones de amianto de riesgo medio

El extenso uso de derivados del fibrocemento en forma de tubos de bajantes, en


depósitos de agua, en jardineras, en placas de cubierta y en revestimientos
decorativos entre otros, permite considerar que la práctica totalidad de los
edificios construidos en nuestro país hasta finales de los años 90 contienen amianto
de riesgo medio, si bien se ha de considerar que la exposición a los agentes
climatológicos y/o degradantes atmosféricos confieren al fibrocemento la
capacidad de desprender fibras, considerándose entonces de riesgo alto.

Conclusiones
A partir del año 1965 hasta finales del año 1990, una mayoría de los edificios
construidos en España contienen amianto en alguno de los materiales empleados.
El riesgo potencial de exposición que se deriva de la manipulación de estos

- 44 -
materiales puede ser de distintos niveles, dependiendo básicamente de tres
factores:

1. La friabilidad del material.


2. Su envejecimiento y grado de conservación.
3. De que se hallen a la intemperie.

Metodología para la inspección y detección de


amianto
Para realizar una visita de inspección en un edificio que sea susceptible de
contener amianto en la composición de sus materiales, hay que seguir una
metodología de trabajo que permita reconocer todas y cada una de las
ubicaciones con riesgo de contener amianto y, a la vez una serie de pautas con
las que poder descartar o no la existencia de este material en los diferentes
elementos constructivos. Para ello es preciso tener el máximo conocimiento
posible del edificio, así como de la tradición de colocación de los materiales en las
diferentes épocas y sus localizaciones posibles.

A continuación se enumeran los puntos que, previos a la inspección, se han de


conocer para facilitar la visita.

 Cronología del edificio: no basta con tener la fecha de construcción, sino


que es igualmente importante tener la de las diferentes intervenciones y
rehabilitaciones realizadas ya que se puede dar el caso de encontrar las
fibras en aplicaciones de fecha posterior.
 Uso y características del edificio: según sea el uso para el que fue
concebido el edificio, o el que tiene en la actualidad, podrá indicar la
necesidad de inspeccionar algunos puntos en concreto. Salas de
espectáculos públicos, industrias con maquinaria ruidosa, o habitaciones en
las que se requiera una insonorización especial, zonas de mucho paso con
gran desgaste en paredes o pavimentos, instalaciones de producción de
calor o frío, distribución de aire de impulsión y retorno, uso de sótanos,
aparcamientos, o existencia de una estructura metálica.
 Análisis de la ubicación del edificio: el entorno donde se encuentra,
ambientes húmedos, próximos a industrias contaminantes, o con la agresión
permanente de contaminación urbana pueden causar deterioro de
materiales como revestimientos de morteros aislantes en fachadas, o placas
o conductos de fibrocemento, que pierdan sus cualidades de compacidad
y permitan el desprendimiento de fibras de amianto al ambiente.
 Conocimiento del buen uso y la conservación del edificio: si se trata de un
edificio en el que existe un equipo de mantenimiento periódico y una
voluntad clara de conservación es muy posible que se hayan ido

- 45 -
sustituyendo algunos de los materiales antiguos por otros sin riesgo de
contener amianto, o aún existiendo, se encuentren en buen estado o
confinados, sin riesgo para la salud. También es posible que, por
desconocimiento, estos equipos estén especialmente expuestos.

La visita de inspección se realizará con el apoyo de una ficha de inspección que


permita seguir un orden, evitando así el posible descuido de algún elemento. Es
muy útil hacerse acompañar por una persona que conozca bien el edificio, como
el responsable de mantenimiento que, además de conocer cada uno de los
rincones, pueda a través de su memoria recordar intervenciones, materiales
usados, etc., que será de gran ayuda.

El maletín del inspector

Al realizar la inspección son necesarias una serie de herramientas que ayuden a


localizar los elementos, a grafiar su ubicación, a extraer muestras, etc. A
continuación se enumeran las diferentes situaciones y las herramientas que
pueden ser de ayuda.

Para la inspección en general

 Material para poder croquizar o realizar anotaciones: papel para dibujar,


lápices, rotuladores, etc.
 Planos del edificio para poder situar los diferentes materiales y la ubicación
de la extracción de muestras
 Una ficha, guión o checklist
 Una escalera que permita la aproximación a todos los elementos
constructivos
 Un flexímetro
 Un portalámparas con pinza de sujeción para poder iluminar zonas oscuras
 Cámara fotográfica para poder realizar un reportaje
 Equipo de protección individual, que se explica en el siguiente apartado

Para la extracción de muestras

Lámina de plástico para evitar la contaminación del suelo, muebles, etc., con los
posibles fragmentos que se puedan desprender durante la extracción

 Rociador con agua jabonosa para evitar la dispersión de polvo,


empapando el material antes de extraer la muestra
 Escarpa y martillo
 Navaja de corte o cuchillas tipo cutter
 Pinzas, tijeras, destornillador, alicates
 Bolsas herméticas para guardar las muestras, con etiquetas adhesivas para
rotular

- 46 -
 Bolsas de desechos, para depositar los guantes, la máscara y otros residuos
generados
 Rociador con fijador de fibras y polvo, para fijar la superficie de donde se ha
extraído la muestra
 Cinta adhesiva aislante térmica
 Toallitas húmedas para limpieza de los utensilios

Equipo de protección individual

Las personas que realicen la inspección, deberán llevar ropa y calzado


adecuados, que no permita la fijación de polvo en su superficie, y el equipo de
protección individual (EPI) que les asegure en cada momento la protección de los
riesgos que para su salud puede tener la inspección. El riesgo viene determinado
por la exposición a las fibras de amianto por lo que dependiendo del tipo de
inspección que se lleve a cabo, se deberá disponer de las protecciones
personales adecuadas.

La inspección puede ser un trabajo de riesgo para la salud, ya que en principio se


desconoce la existencia o no de amianto, su estado de conservación, así como la
posible contaminación ambiental que pueda existir en la zona a inspeccionar. Por
este motivo hay que ser muy prudentes y tomar las precauciones necesarias para
evitar riesgos.

Estas medidas se han de tomar en las tres fases que tiene el desarrollo de la
inspección: antes, durante y después de la extracción de muestras. En función del
riesgo, en general, pueden encontrarse ante dos tipos de situaciones:

a. Cuando se sepa que la extracción de las muestras no provocará una


dispersión de fibras en el ambiente (por la poca manipulación que se realice
o por el tipo de material del que se trate) se necesitará del equipo mínimo
de protección personal necesario, y regulado por la legislación vigente:
o Protectores de los ojos: gafas protectoras del polvo
o Protección de las vías respiratorias: equipos filtrantes de partículas
mascarillas autofiltrantes desechables FFP3
o Protectores de manos: guantes finos de vinilo, caucho o similares
b. Cuando hay sospechas fundadas de presencia de amianto en la zona a
inspeccionar, sobre todo al acceder a cámaras de aire o espacios de poco
uso en los que la entrada o acceso pueda suponer un movimiento del aire
que remueva las fibras, no debe de dudarse en usar la protección:
o Todo el cuerpo con ropa antipolvo como monos de un solo uso con
capucha y polainas en los pies o botas
o Protectores de los ojos: gafas protectoras del polvo
o Protección de las vías respiratorias: mascarillas con filtros contra
partículas tipo P3
o Protectores de manos: guantes

- 47 -
El equipo de protección que se haya adoptado se ha de mantener durante toda
la inspección tratándose como material de un solo uso, por lo que se evitará quitar
y volver a colocar guantes o mascarillas, ya que se podría contaminar la piel o
ropa y llegar a inhalar fibras de amianto.

Extracción de muestras

La muestra se extraerá con


herramientas de corte o golpeado
manual que desprendan las mínimas
fibras al ambiente, evitando en lo
posible cualquier herramienta de
fricción o abrasión. En caso de
necesitar este tipo de herramientas, se
utilizarán de baja velocidad de giro y
se acoplarán aspiradores de polvo y
partículas con filtros absolutos.

Cada muestra se colocará en una


bolsa o recipiente herméticos, siendo
del todo imprescindible la colocación
de un doble envase, por si el exterior
del envase se ha contaminado durante el proceso de muestreo, garantizando así
la estanqueidad de la muestra. El envase de cada muestra debe llevar una
etiqueta donde se indicará el número de la muestra y el lugar de dónde se ha
extraído. Ver figura 5.

Después de la toma de muestras es necesario evaluar la cantidad de polvo que se


ha generado y decidir las precauciones que se deberán tomar. La zona de donde
se ha extraído la muestra se deberá de fijar con productos encapsulantes que

- 48 -
eviten la dispersión de fibras. Existen compuestos preparados en el mercado a
base de resinas que fijan las fibras evitando su desprendimiento, pero bastará una
disolución de agua y látex vinílico al 50%.

Todo el instrumental que se utilice en la extracción deberá ser cuidadosamente


limpiado en cada muestreo de material para evitar la acumulación de fibras y la
contaminación de otras muestras.

De igual forma se debe dejar la zona limpia retirando, si es el caso, los plásticos o
protecciones que previamente se aspirarán con dispositivos de captación de filtros
absolutos.

Todos los residuos así como la ropa desechable y las mascarillas de un solo uso,
deben tratarse como residuos contaminados con amianto, por lo que deberán
gestionarse como residuos peligrosos y depositarse en un recipiente doble.

En la Tabla 1 se propone un cuadro guía con la cantidad de muestras a extraer,


con unas recomendaciones y unos mínimos requeridos según la superficie del área
de muestreo. Se ha de considerar como área de muestreo la zona donde se ha
detectado un material susceptible de contener amianto, y ha de ser homogénea;
es decir, que su apariencia sea uniforme en textura y color, y a simple vista
parezca idéntica. Se considerarán tantas

Tabla 1
Numero de muestras a extraer según la superficie de material homogéneo

MÍNIMO NÚMERO DE MUESTRAS A


SUPERFICIE MUESTRAS RECOMENDADAS
EXTRAER
Inferior a 100 m2 2 1
Entre 100 y 500
3 2
m2
2 por cada 500 m2 o fracción,
1 por cada 500 m2 o fracción,
Mayor a 500 m2 hasta llegar a un máximo de 9
hasta llegar a un máximo de 9 muestras
muestras

áreas de muestreo como materiales se puedan diferenciar, incluyendo los que


siendo de iguales características, pudiesen ser de diferente época de colocación.
Estas recomendaciones se han realizado después del análisis sobre las
recomendaciones de extracción de muestras en otros países.

Hay dos factores que han de condicionar la extracción de muestras por área: la
superficie que tenga el área de muestreo y el tipo de material que se va a
muestrear. Los tipos de muestras en materiales de construcción se diferencian por
su manufactura, agrupándolos en materiales prefabricados o mezclados in situ.

- 49 -
Por tanto y a criterio del inspector, se cuantificará el número de muestras a extraer,
siempre teniendo la consideración de que los materiales prefabricados suelen ser
homogéneos en su fabricación, no siendo así los mezclados y materiales
manufacturados in situ, que requerirán un mayor número de extracciones para
confirmar la ausencia de las fibras. Siempre y en cualquier tipo de material
analizado, la confirmación de la existencia de fibras de amianto en una sola
muestra será suficiente para considerar toda la superficie analizada como
contaminada con amianto.

Métodos analíticos de ensayo de materiales

Las muestras extraídas serán enviadas para su análisis a un laboratorio que


disponga de las técnicas analíticas adecuadas y esté familiarizado con este tipo
de muestras, debiendo tener experiencia en el análisis de amianto en materiales.

El análisis de fibras de amianto en materiales de construcción se puede realizar por


diferentes técnicas analíticas:

 Microscopía óptica con luz polarizada


 Microscopía electrónica
 Difracción de Rayos-X

Determinar la existencia o no de
fibras de amianto en un material
de construcción no resulta sencillo.
Todos los métodos tienen alguna
interferencia que impide en
algunos casos la identificación
clara del tipo de amianto siendo
necesario realizar otro análisis
apoyándose en otra técnica para
ratificar o contrastar el resultado
analítico.

El método analítico de microscopía óptica con luz polarizada, tiene la limitación


de no poder determinar fibras de amianto en materiales cuando la muestra es
coloreada. El método de microscopía electrónica tiene la limitación de poder
encontrar materiales mezclados con las fibras que tengan la misma composición
química, e induzca a error. Es apropiado recomendar al analista la observación de
la morfología característica de las fibras de amianto.

La difracción de rayos X, uno de los métodos más objetivos, necesita que la


muestra extraída contenga más de 4% de fibras de amianto en su composición
para que sea efectivo, lo cual necesita que la muestra sea totalmente
representativa del total, dificultándose el hecho en materiales de aplicación in situ

- 50 -
por su falta de homogeneidad. También debe valorarse la presencia de otros
minerales que pueden interferir en su identificación.

Se recomienda que para cada muestra se elija el método analítico en función del
tipo de material y de las características de la misma.

En la Tabla 2 se indican algunas recomendaciones orientativas para la elección


del método analítico a escoger. Esta tabla es fruto de un estudio exhaustivo
realizado con diferentes materiales de construcción empleando las diferentes
técnicas analíticas recomendadas para la determinación de fibras de amianto en
materiales.

Tabla 2
Elección del método analítico en función del tipo de material y de las
características de la muestra

DIFRACCIÓN MICROSCOPÍA MICROSCOPÍA


TIPO DE MATERIAL
RAYOS-X ÓPTICA ELECTRÓNICA
Fibras coloreadas + NO +
Fibras sueltas
Fibras no coloreadas + + +
Flocage X + +
Mortero NO + +
Manta o fieltro + + +
Trenzado + + +
Fibras coloreadas + NO +
Cartón
Fibras no coloreadas + + +
Placa de falso techo X + X
Masilla, sellante NO X +
Pavimento vinílico X X NO
Fibrocemento + + +

NO: Método analítico no recomendado X: Posible método analítico +: Método analítico


recomendado

Interpretación de los resultados


Una vez obtenidos los resultados del análisis de las muestras en laboratorio, se
procederá a su clasificación, separando las que contienen amianto de las que no.

Clasificación de muestras

Muestras de materiales analizadas que no contienen amianto

- 51 -
Al no contener amianto, no se debe realizar ningún tipo de intervención salvo las
necesarias para su correcto mantenimiento.

Muestras de materiales analizadas que contienen amianto

La presencia de un material que contenga amianto en un edificio no comporta


por sí mismo un peligro para la salud de los ocupantes. En función de la friabilidad
del material, se procederá de diferente manera:

 Materiales no friables: No será necesario realizar ninguna intervención


aunque se deberá redactar un Plan de control periódico que establezca
inspecciones para evaluar su estado de conservación,
 Materiales friables: Se deberá evaluar el riesgo potencial de exposición a
fibras de cada uno de los materiales que contienen amianto y actuar en
consecuencia con el tipo de tratamiento más adecuado o con la
extracción del material.

Evaluación del riesgo potencial

Se plantea a continuación la evaluación del riesgo potencial siguiendo las pautas


de Francia (disposición de 7 febrero de 1996, relativa a las modalidades de
evaluación del estado de conservación de los flocages y calorifugaciones, y
disposición de 12 de septiembre de 1997, relativa a las modalidades de
evaluación del estado de conservación de falsos techos) y de los Estados Unidos
(Agencia de Protección Ambiental americana [Environmental Protection Agency -
EPA], en "Inspecting for Friable and Non-Friable Asbestos-Containing Building
Materials (ACBM) and Assessing the Condition of Friable ACBM").

A partir de los resultados del laboratorio, aquellas muestras que contengan


amianto y sean friables deberán ser analizadas por el técnico con detalle para
poder realizar el diagnóstico final.

Dicho análisis consistirá en evaluar, para cada tipo de material, la posibilidad de


que sus fibras de amianto sean liberadas al aire y la posibilidad de exposición a
estas fibras. Estas premisas quedan englobadas en el concepto de Evaluación del
Riesgo Potencial, cuyo resultado (N) viene condicionado por los factores
siguientes:

 Estado de conservación del material


 Características de la protección física
 Grado de exposición a la circulación de aire
 Grado de exposición a choques y vibraciones

Por lo tanto, a partir de estos parámetros, el técnico deberá realizar la evaluación


del riesgo potencial de cada una de las muestras que contienen amianto y son

- 52 -
friables. Tomará como referencia los datos que previamente se habrán recogido
en la inspección.

Para valorar cada uno de los factores, se definen a continuación los criterios a
tener en cuenta.

Inspección visual del estado de conservación del material

 Mal estado; cumple una o más de las siguientes características: la superficie


desconchada o con falta de adherencia cubre al menos el 10% de la
superficie si el deterioro está distribuido uniformemente o el 25% si el
deterioro es local; presenta manchas de agua, grietas, o perforaciones
sobre al menos el 10% de la superficie si el deterioro está distribuido
uniformemente o el 25% si el deterioro es local.
 Estado moderado; cumple una o más de las siguientes características: la
superficie desconchada, perforada, manchada de agua, agrietada,
estropeada o desgastada cubre menos el 10% de la superficie si el deterioro
está distribuido uniformemente o el 25% si el deterioro es local.
 Buen estado; material sin deterioro o daños visibles.

Características de la protección física

Evaluar la existencia de algún tipo de protección o cerramiento y, en caso de


tenerla, si ésta le proporciona la posibilidad de acceder al material mediante una
parte registrable o bien crea una pantalla completamente estanca al aire.

Una pantalla será considerada estanca si separa de manera absoluta el material


que contiene fibras de amianto de la pieza o estancia en la que se encuentra; o
sea, no existe circulación de aire entre el material y la estancia y no es registrable.

En el caso de calorifugaciones no protegidas con vendas, estas se consideraran


sistemáticamente "no estancas".

Clasificación de los diferentes grados de exposición del material a la circulación


de aire

 Fuerte:
o No existe un sistema específico de ventilación, la zona homogénea
evaluada se ventila a través de las ventanas.
o Existe un sistema de ventilación por impulsión de aire dentro de la
estancia o la zona evaluada y la orientación de las rejillas de aire es
tal que este afecta directamente al material que contiene amianto.
o El local presenta una o varias fachadas abiertas al exterior susceptibles
de crear situaciones con fuertes corrientes de aire.
 Medio:

- 53 -
o Existe un sistema de ventilación por impulsión de aire dentro de la
zona evaluada pero la orientación de las rejillas de aire es tal que no
afecta directamente al material que contiene amianto.
 Débil:
o No existen ni aberturas ni sistema de ventilación específico dentro de
la zona evaluada.

Clasificación de los diferentes grados de exposición del material a choques y


vibraciones

 Fuerte:
o Las actividades dentro del local o en el exterior pueden generar
vibraciones o choques directos en el material que contiene amianto al
hallarse este en una zona pública y ser accesible a los ocupantes del
edificio.
o El servicio de mantenimiento trabaja más de una vez por semana
cerca de la ubicación del material que contiene amianto.
 Medio:
o El material que contiene amianto no está expuesto a daños
mecánicos pero está ubicado en un lugar muy frecuentado (Ej.:
supermercado, teatro, etc.).
o El servicio de mantenimiento trabaja una vez al mes o una vez por
semana cerca de la ubicación del material que contiene amianto.
 Débil:
o El material que contiene amianto no está expuesto a daños
mecánicos y no es susceptible de ser degradado directamente por los
ocupantes.
o El servicio de mantenimiento trabaja menos de una vez al mes cerca
de la ubicación del material que contiene amianto.

Una vez valorado cada uno de los factores, la Tabla 3 permite llegar a una
puntuación final, la cual será decisiva en la definición del diagnóstico final.

A partir de los resultados obtenidos en la Tabla 3 se realizará la evaluación del


riesgo potencial de cada material:

 N = 1: El nivel no indica intervenir directamente ya que el material puede no


haber desprendido fibras al ambiente, por lo que un laboratorio
homologado deberá realizar un control del nivel ambiental (E) del entorno
en el que está ubicado el material. Según el número de fibras por
centímetro cúbico de aire se procederá de distinta manera:

Si E es menor o igual que 0,02 f/cc, no será necesario realizar ninguna


intervención aunque se deberá redactar un Plan de Control Periódico que

- 54 -
establezca un calendario de inspecciones para evaluar el estado de
conservación y su evolución.

Si E es mayor que 0,02 f/cc, será necesario intervenir en el material, ya sea


aplicándole un tratamiento o procediendo a su retirada.

Debido a la limitación del método establecido para la determinación de


fibras de amianto en el aire (MTA/MA-051/04 INSHT), no se pueden
determinar valores inferiores a los recomendados. En otros países de la Unión
Europea, estos valores son sensiblemente inferiores.

 N = 2: No es necesario realizar más ensayos dado el elevado riesgo


potencial que presenta el material. Será necesario intervenir en el material,
ya sea aplicándole un tratamiento para fijar las fibras o estancarlas, o
procediendo a su retirada.

Tabla 3
Evaluación del riesgo potencial del material que contiene amianto

Grado de
Grado de
Características de exposición a
Estado de la conservación exposición a la Resultado
la protección física choques y
(a) circulación de aire (N)
(b) vibraciones
(c)
(d)
Material en mal estado o
- - - 2
con desprendimientos
Material en estado Débil 1
moderado con Débil Medio 1
degradación/es local/es
Fuerte 1
Si existe y es Débil 1
Medio Medio 1
estanca Fuerte 1
Débil 1
Fuerte Medio 1
Fuerte 1
Débil 1/2 (*)
Débil Medio 1/2 (*)
Fuerte 1/2 (*)
Débil 1/2 (*)
Si existe pero es
Medio Medio 1/2 (*)
registrable
Fuerte 1/2 (*)
Débil 2
Fuerte Medio 2
Fuerte 2

- 55 -
Débil 2
Débil Medio 2
Fuerte 2
Débil 2
No existe Medio Medio 2
Fuerte 2
Débil 2
Fuerte Medio 2
Fuerte 2
Débil 1
Débil Medio 1
Fuerte 1
Débil 1
Si existe y es
Medio Medio 1
estanca
Fuerte 1
Débil 1
Fuerte Medio 1
Fuerte 1
Débil 1
Débil Medio 1
Fuerte 1
Débil 1/2 (*)
Si existe pero es
Material en buen estado Medio Medio 1/2 (*)
registrable
Fuerte 1/2 (*)
Débil 2
Fuerte Medio 2
Fuerte 2
Débil 2
Débil Medio 2
Fuerte 2
Débil 2
No existe Medio Medio 2
Fuerte 2
Débil 2
Fuerte Medio 2
Fuerte 2
(*) El técnico deberá decidir, a partir de su experiencia, cual es la valoración más adecuada

- 56 -
5.- REGISTROS DOCUMENTALES. RERA

Artículo 17. Obligación de inscripción en el Registro de empresas con


riesgo por amianto.

1. Todas las empresas que vayan a realizar actividades u operaciones incluidas


en el ámbito de aplicación de este real decreto deberán inscribirse en el
Registro de empresas con riesgo por amianto existente en los órganos
correspondientes de la autoridad laboral del territorio donde radiquen sus
instalaciones principales, mediante la cumplimentación de la ficha recogida
en el anexo III.

Los órganos a los que se refiere el párrafo anterior enviarán copia de todo
asiento practicado en sus respectivos registros al Instituto Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo, donde existirá un Censo de empresas con

- 57 -
riesgo por amianto.

Los registros de las Administraciones competentes en la materia estarán


intercomunicados para poder disponer de toda la información que
contienen.

2. Las empresas inscritas en el Registro de empresas con riesgo por amianto


deberán comunicar a la autoridad laboral a la que se refiere el párrafo
primero del apartado anterior toda variación de los datos anteriormente
declarados, en el
plazo de quince
días desde aquél
en que tales
cambios se
produzcan.
3.

Artículo 18. Registros


de datos y archivo de
documentación.

1. Sin perjuicio de lo
establecido en el
artículo 23 de la Ley
31/1995, de 8 de
noviembre, las
empresas
comprendidas en
el ámbito de
aplicación del
presente real
decreto están
obligadas a
establecer y
mantener
actualizados los
archivos de
documentación
relativos a:
a. Ficha de
inscripción presentada en el Registro de empresas con riesgo por
amianto (RERA).
b. Planes de trabajo aprobados.

- 58 -
c. Fichas para el registro de datos de la evaluación de la exposición en
los trabajos con amianto, de conformidad con lo dispuesto en el
anexo IV.
d. Fichas para el registro de datos sobre la vigilancia sanitaria específica
de los trabajadores, de conformidad con lo dispuesto en el anexo V.
2. Las fichas para el registro de los datos de evaluación de la exposición en los
trabajos con amianto deberán remitirse, una vez ejecutados los trabajos
afectados por el plan, a la autoridad laboral que lo haya aprobado. Dicha
autoridad laboral, a su vez, remitirá copia de esta información a la
autoridad laboral del lugar donde la empresa esté registrada.

En el caso de los planes de trabajo únicos a que se refiere el artículo 11.4, las
fichas para el registro de los datos de evaluación de la exposición deberán
remitirse, antes del final de cada año, a la autoridad laboral del lugar donde
la empresa esté registrada.

3. Las fichas para el registro de datos sobre la vigilancia sanitaria específica de


los trabajadores deberán ser remitidas por el médico responsable de la
vigilancia sanitaria, antes del final de cada año, a la autoridad sanitaria del
lugar donde la empresa esté registrada.
4. Los datos relativos a la evaluación y control ambiental, los datos de
exposición de los trabajadores y los datos referidos a la vigilancia sanitaria
específica de los trabajadores se conservarán durante un mínimo de
cuarenta años después de finalizada la exposición, remitiéndose a la
autoridad laboral en caso de que la empresa cese en su actividad antes de
dicho plazo.

Los historiales médicos serán remitidos por la autoridad laboral a la sanitaria,


quien los conservará, garantizándose en todo caso la confidencialidad de
la información en ellos contenida. En ningún caso la autoridad laboral
conservará copia de los citados historiales.

Artículo 19. Tratamiento de datos.

El tratamiento automatizado de los datos registrados o almacenados en virtud


de lo previsto en este real decreto sólo podrá realizarse en los términos
contemplados en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de
Datos de Carácter Personal.

- 59 -
6.- EVALUACION Y CONTROL DEL MEDIO AMBIENTE
DE TRABAJO. MTA/MA-051/A04

OBLIGACIONES DEL EMPRESARIO

Artículo 4. Límite de exposición y prohibiciones.

1. Los empresarios deberán asegurarse de que ningún trabajador está


expuesto a una concentración de amianto en el aire superior al valor límite
ambiental de exposición diaria (VLA-ED) de 0,1 fibras por centímetro
cúbico medidas como una media ponderada en el tiempo para un
período de ocho horas.
2. Sin perjuicio de la aplicación de otras disposiciones normativas relativas a la
comercialización y a la utilización del amianto, se prohíben las actividades
que exponen a los trabajadores a las fibras de amianto en la extracción del
amianto, la fabricación y la transformación de productos de amianto o la
fabricación y transformación de productos que contienen amianto añadido
deliberadamente.

Se exceptúan de esta prohibición el tratamiento y desecho de los productos


resultantes de la demolición y de la retirada del amianto.

5. Evaluación y control del ambiente de trabajo.

1. Para todo tipo de actividad determinado que pueda presentar un riesgo de


exposición al amianto o a materiales que lo contengan, la evaluación de
riesgos a que hace referencia el artículo 16 de la Ley 31/1995, de 8 de
noviembre, debe incluir la
medición de la concentración
de fibras de amianto en el aire
del lugar de trabajo y su
comparación con el valor
límite establecido en el
artículo 4.1, de manera que se
determine la naturaleza y el
grado de exposición de los
trabajadores.

Si el resultado de la
evaluación pone de
manifiesto la necesidad de
modificar el procedimiento

- 60 -
empleado para la realización de ese tipo de actividad, ya cambiando la
forma de desarrollar el trabajo o ya adoptando medidas preventivas
adicionales, deberá realizarse una nueva evaluación una vez que se haya
implantado el nuevo procedimiento.

Cuando el resultado de la evaluación de riesgos a que se refiere este


apartado lo hiciera necesario, y con vistas a garantizar que no se sobrepasa
el valor límite establecido en el artículo 4, el empresario realizará controles
periódicos de las condiciones de trabajo.

2. Las evaluaciones se repetirán periódicamente. En cualquier caso, siempre


que se produzca un cambio de procedimiento, de las características de la
actividad o, en general, una modificación sustancial de las condiciones de
trabajo que pueda hacer variar la exposición de los trabajadores, será
preceptiva la inmediata evaluación de los puestos de trabajo afectados.
3. La periodicidad de las evaluaciones de riesgos y controles de las
condiciones de trabajo se determinará teniendo en cuenta, al menos, la
información recibida de los trabajadores, y atendiendo especialmente a los
factores que puedan originar un incremento de las exposiciones respecto a
las inicialmente evaluadas.
4. Las evaluaciones de riesgos deberán efectuarse por personal cualificado
para el desempeño de funciones de nivel superior y especialización en
Higiene Industrial, conforme a lo establecido en el capítulo VI del Real
Decreto 39/1997, de 17 de enero.

El procedimiento para la toma de muestras y el análisis (recuento de fibras)


se ajustará a los requisitos establecidos en el anexo I.

A efectos de este real decreto, se entenderá por fibras de amianto o


asbestos: aquellas partículas de esta materia en cualquiera de sus
variedades,
cuya
longitud
sea superior
a5
micrómetro
s, su
diámetro
inferior a 3
micrómetro
s y la
relación
longitud-
diámetro

- 61 -
superior a 3.

5. El análisis (recuento de fibras) de amianto sólo podrá realizarse por


laboratorios especializados cuya idoneidad a tal fin sea reconocida
formalmente por la autoridad laboral que corresponda al territorio de la
comunidad autónoma donde se encuentre ubicado el laboratorio, con
arreglo al procedimiento establecido en el anexo II.

Determinación de fibras de amianto y otras fibras en


aire. método del filtro de membrana / Microscopía
óptica de contraste de fases. (Método multifibra)

MTA/MA-051/A04
Nota: recomendamos consultar el criterio/recomendación CR-02/2005. Medida fiable de las
concentraciones de fibras de amianto en aire. Aplicación del método de toma de muestras y
análisis MTA/MA-051/A04.

Este método remplaza al MTA/MA-010/A87: Determinación de fibras de amianto


en aire - Método del filtro de membrana / Microscopía óptica, y al MTA/MA-
033/A94: Determinación de fibras minerales artificiales en aire - Método del filtro de
membrana / Microscopía óptica.

(Ver Anexos 1 y 2 del Real Decreto 396/2006)

Índice

0. INTRODUCCIÓN

1. OBJETO Y CAMPO DE APLICACIÓN

2. DEFINICIONES

3. FUNDAMENTO DEL MÉTODO

4. REACTIVOS Y PRODUCTOS

4.1. Acetona

4.2. Triacetato de glicerina (triacetina)

- 62 -
4.3. Etanol

4.4. Agua desionizada

5. APARATOS Y MATERIAL

5.1. Equipo y material para la toma de muestra

5.2. Equipo y material para la preparación de la muestra

5.3. Equipo y material para el análisis (recuento de fibras)

6. TOMA DE MUESTRAS

6.1. Procedimiento de muestreo

6.2. Caudal de muestreo y duración de una muestra

6.3. Almacenamiento y transporte

7. ANÁLISIS

7.1. Preparación de la muestra

7.2. Calibrado y ajuste del microscopio

7.3. Procedimiento para el recuento y medida de las fibras

8. BLANCOS

8.1. Blancos de lote

8.2. Blancos de campo

8.3. Blancos de laboratorio

9. CÁLCULOS

9.1. Determinación del número total de fibras en la muestra

9.2. Determinación de la concentración de fibras en aire

10. PRECISIÓN, EXACTITUD Y LÍMITE DE DETECCIÓN

10.1. Precisión

- 63 -
10.2. Exactitud

10.3. Límite de detección

11. ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD

12. BIBLIOGRAFÍA

ANEXO A: Procedimientos para la obtención de vapor de acetona

A.1 Método del bloque caliente

A.2 Método de la caldera

A.3 Método de evaporación por reflujo o del refrigerante de reflujo

ANEXO B: Índices de refracción de algunas fibras empleadas industrialmente

ANEXO C: Especificaciones para la adquisición y calibrado de la retícula de ocular

C.1 Especificaciones de la retícula

C.2 Calibración de la retícula

ANEXO D: Medida del caudal de la bomba de muestreo y calibración de los


medidores de caudal

D.1 Medida del caudal (calibración de la bomba)

D.2 Calibración de los medidores de caudal (caudalímetros)

ANEXO E: Muestreo en un punto fijo

E.1 Objetivo de los muestreos en un punto fijo

E.2 Toma de muestra

E.3 Criterios de recuento

ANEXO F: Determinación de la superficie efectiva del filtro

- 64 -
0. INTRODUCCIÓN

Este método está elaborado de acuerdo con el método "Determinación de la


concentración de fibras suspendidas en el aire. Método basado en la microscopía
óptica de contraste de fase" de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1997)
(12.1.), que es aplicable a cualquier tipo de fibra (método multifibra). El método de
la OMS es un procedimiento fiable para obtener los datos necesarios para
determinar las concentraciones de fibras en el aire y se ha promovido su uso
internacional para obtener resultados comparables cuando se utilice en distintos
laboratorios y por diferentes analistas. El método de la OMS está recomendado
para el recuento de fibras de amianto en la Directiva 2003/18/CE que modifica la
Directiva 83/477/CEE sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos
relacionados con la exposición al amianto durante el trabajo (12.2.).

1. OBJETO Y CAMPO DE APLICACIÓN

Este método describe el procedimiento a seguir y el equipo necesario para


determinar la concentración de fibras en aire expresada en número de fibras por
centíme tro cúbico, mediante la captación en filtro de membrana y recuento por
microscopía óptica de contraste de fases. Este método puede utilizarse para
evaluar la exposición personal a las distintas variedades de amianto y a cualquier
otro tipo de fibras naturales, artificiales y/o sintéticas. También se puede aplicar
para medir la concentración de fibras en el ambiente laboral con el fin de evaluar
la eficacia de las medidas de control de procesos y protección colectiva, para la
vigilancia de los efectos obtenidos con la modificación de los procedimientos de
trabajo y para la detección de fuentes de contaminación. También se puede
utilizar en epidemiología.

Este método no permite diferenciar los tipos de fibras por lo que, si se requiere esta
identificación, es necesario utilizar otros procedimientos y técnicas analíticas como
son la microscopía de luz polarizada y dispersión, la microscopía electrónica de
transmisión y de barrido, la difracción de rayos X, el análisis químico, la
espectrofotometría infrarroja, etc. Otro inconveniente asociado a este método es
el límite de visibilidad que se puede obtener con un microscopio óptico. Así,
aunque para un microscopio correctamente ajustado el límite de visibilidad está
en torno a 0,13 µm - 0,15 µm, en la práctica, las fibras visibles más pequeñas son de
alrededor de 0,20 µm - 0,25 µm de diámetro. Por lo tanto, los resultados obtenidos
por este procedimiento representan un índice de la concentración numérica de
fibras y no una medida absoluta del número de fibras presentes.

El intervalo de aplicación de este método depende de los requisitos de densidad


o concentración aceptable de fibras en la muestra y de los volúmenes de
muestreo (véase 6.2. y 10.1.). Exceptuando las situaciones en las que el tiempo de
muestreo esté forzosamente limitado, el límite inferior del intervalo de aplicación

- 65 -
puede situarse en valores muy bajos. Así por ejemplo, con un muestreo de 1200
litros de aire se puede establecer un límite inferior de medida de 0,02 fibras/cm3.
Por otra parte, la reducción del volumen de muestreo permite llevar el límite
superior de dicho intervalo hasta concentraciones muy altas, como por ejemplo 25
fibras/cm3 con un muestreo de 15 minutos a un caudal de 1 litro/minuto,
manteniéndose siempre los citados requisitos de densidad de fibras en la muestra.

El límite de detección de la concentración de fibras en aire depende del límite


inferior de recuento de fibras en una muestra y del volumen de aire muestreado,
de forma que, si se fija un volumen mínimo de 480 litros, se puede establecer un
límite de detección de 0,01 fibras/cm3. Pueden alcanzarse límites de detección
aún más bajos, incrementando proporcionalmente el volumen de muestreo. Por el
contrario, es importante resaltar que una reducción del volumen de muestreo da
lugar a que el límite de detección se incremente en la misma proporción (véase
10.3.).

2. DEFINICIONES

Para los fines de este método, se aplicarán las siguientes definiciones:

Fibra: Partícula con una longitud >5 µm, diámetro o anchura <3 µm y una relación
longitud/diámetro >3.

Campo de recuento: Zona de la superficie del filtro delimitada por la retícula de


ocular donde se realiza el recuento de las fibras.

Valores de referencia o de consenso: Valor "verdadero" que caracteriza una


cantidad perfectamente definida, en las condiciones existentes cuando se
considera esa cantidad (12.3.).

NOTA: El valor verdadero de una cantidad es un concepto teórico y, en general, no se puede


conocer exactamente.

Valor límite: Cifra de referencia para la concentración de un agente químico en


aire (12.3.).

NOTA: Los valores límite están en su mayor parte establecidos para periodos de referencia de 8
horas.

3. FUNDAMENTO DEL MÉTODO

La muestra se recoge haciendo pasar un volumen conocido de aire a través


de un filtro de membrana mediante una bomba de muestreo. El filtro se
transparenta con vapor de acetona y se prepara con un líquido de contraste
sobre un portaobjetos de microscopía. Utilizando un microscopio de contraste de

- 66 -
fases que suministre alrededor de 500 aumentos y, siguiendo unos criterios
preestablecidos, se procede a contar las fibras que se encuentran en un cierto
número de campos o áreas determinadas del filtro, elegidos de forma aleatoria.

A partir de las fibras contadas, el número de campos observados y la superficie


efectiva del filtro se calcula el número de fibras en la muestra. Del número de
fibras en la muestra y del volumen de aire recogido se obtiene la concentración
ambiental, expresando el resultado final en fibras por centímetro cúbico de aire.

4. REACTIVOS Y PRODUCTOS

4.1. Acetona de calidad para análisis

PRECAUCIÓN: SUSTANCIA INFLAMABLE: Frases (R):11. Frases (S): 9-16-23-33 (Real


Decreto 363/1995) (12.4.).

4.2. Triacetato de glicerina (triacetina) con un índice de refracción ≥ 1,51.

NOTA: Puede ser suficiente utilizar triacetina de grado laboratorio.

4.3. Etanol para limpieza de portaobjetos y cubreobjetos

PRECAUCIÓN: SUSTANCIA INFLAMABLE. Frases (R):11. Frases (S): 7-16 (Real Decreto
363/1995) (12.4.).

Agua desionizada libre de fibras (12.5.).

5. APARATOS Y MATERIAL

5.1. Equipo y material para la toma de muestra

5.1.1. Muestreador. Está constituido por (véase figura 1):

5.1.1.1. Portafiltro para filtro de 25 mm de diámetro. El portafiltro tiene una base y


una tapa o cubierta, ambos con tapón de cierre.

- 67 -
5.1.1.2. Protector o cuerpo extensor. Elemento conductor de la electricidad de una
longitud entre 1,5 y 3,0 veces el diámetro efectivo del filtro, que se une a la base
del portafiltro y que sirve para mejorar la distribución del depósito de polvo y evitar
la contaminación accidental. Debe ser metálico o de un material que evite el
riesgo de pérdida de fibras por los efectos producidos por cargas electrostáticas.

5.1.1.3. Soporte del filtro. Uno o dos discos


de celulosa (dependiendo del modelo
de portafiltro) de 25 mm de diámetro
para garantizar la distribución uniforme
del paso de aire durante la toma de
muestra.

5.1.1.4. Filtro de membrana de ésteres de


celulosa o nitrato de celulosa de 25 mm
de diámetro y un tamaño de poro de 0,8
- 1,2 µm. Es recomendable que presente
cuadrícula impresa para la localización
de los planos focales en los que se
encuentran las fibras. La calidad de los
filtros a utilizar se comprobará mediante
los blancos de lote como se especifica
en el capítulo 8.

FIGURA 1
Vista de los componentes de un muestreador para la captación de fibras en aire

NOTA: Con el fin de reducir al mínimo la contaminación de las muestras, los portafiltros y los
protectores estarán perfectamente limpios y libres de fibras por lo que se limpiarán minuciosamente
en el caso de que sean reutilizados. Los filtros se manipularán únicamente con pinzas de puntas
planas y sólo se sacarán de sus cajas cuando vayan a necesitarse.

5.1.2. Tubo flexible. Tubo de plástico o goma para conectar la bomba de


muestreo al muestreador. Debe ser de longitud y diámetro adecuado a fin de
evitar estrangulamientos y fugas en las conexiones.

5.1.3. Bomba de muestreo. Bomba capaz de mantener un funcionamiento


continuo durante todo el tiempo de muestreo y adecuada al procedimiento
establecido. La fluctuación del caudal no debe ser superior a ±10% del valor
requerido para caudales <2 I/min y a ±5% para caudales ≥2 I/min.

Para muestreos con caudal volumétrico nominal ≤5 I/min se recomiendan bombas


para el muestreo personal del tipo P que cumplan los requisitos de la norma UNE
EN 1232 (12.6.). Para muestreos con caudales superiores a 5 litros por minuto se

- 68 -
recomiendan bombas que cumplan los requisitos de la norma UNE EN 12919
(12.7.).

5.1.4. Medidor de caudal (caudalímetro). Instrumento o sistema que permita medir


el caudal de la bomba con una sensibilidad mínima de ±10 % para caudales ≤2
I/min y de ±5% para caudales >2 I/min. El medidor de caudal puede ser de burbuja
de jabón, de superficie variable, de flotación con apoyo (rotámetro), etc. y debe
estar calibrado y ser trazable a patrones nacionales o internacionales.

5.2. Equipo y material para la preparación de la muestra

5.2.1. Portaobjetos de vidrio adecuados al tamaño del filtro (por ejemplo, de 76x25
mm y de 0,8-1,0 mm de espesor).

5.2.2. Cubreobjetos de vidrio adecuados al tamaño del portaobjetos y del filtro


con grosor compatible con el diseño del objetivo utilizado (normalmente entre 0,16
y 0,19 mm de espesor).

NOTA: Un grosor incorrecto iría en detrimento de la calidad de la imagen final.

5.2.3. Pinzas para la manipulación del filtro. Deben ser de alta calidad y sin ranuras
en la punta. Pueden ser tanto de tipo punta ancha como punta fina.

5.2.4. Dispensador de gotas o micropipeta

5.2.5. Papel especial para limpieza de lentes que no desprenda fibras.

5.2.6. Generador de vapor de acetona para transparentar el filtro. Existen de


diferentes tipos siendo los más empleados el evaporador de reflujo, el sistema de
caldera y el dispositivo de bloque caliente, también llamado evaporador
automático (véase Anexo A).

5.2.7. Horno de plasma que permite emplear un plasma de oxígeno generado


mediante radiofrecuencias. Se utiliza para atacar la superficie de los filtros después
del transparentado con acetona.

NOTA: Este equipo sólo es necesario en el caso de que las fibras a analizar tengan un índice de
refracción (nr) menor o igual a 1,51 (véase Anexo B).

5.3. Equipo y material para el análisis (recuento de fibras)

5.3.1. Microscopio que cumpla las siguientes especificaciones:

5.3.1.1. Iluminación mediante una fuente de luz Kohler o similar, que ilumine la
muestra de manera uniforme.

- 69 -
NOTA: Se recomienda un filtro óptico verde para garantizar las mejores condiciones de contraste
de fases, ya que la óptica está diseñada para esta longitud de onda (λ = 500 nm - 570 nm).

5.3.1.2. Oculares. Deberán elegirse entre los que dan un aumento total de 400X a
600X, preferiblemente de 500X, que corresponde, por ejemplo, a un objetivo de
40X y ocular de 12,5X. Al menos un ocular debe permitir la inserción de una
retícula; es preferible que el ocular sea del tipo enfocable.

5.3.1.3. Telescopio centrador o lente Bertrand para comprobar que los anillos de
fase del condensador están centrados con respecto al objetivo.

5.3.1.4. Retícula del ocular para delimitar la superficie de recuento en el filtro. La


retícula recomendada es la retícula circular de Walton-Beckett del tipo G-22,
concebida expresamente para el recuento de fibras con las dimensiones
especificadas en este método. Esta retícula proyecta un círculo de 100 µm de
diámetro en el plano del objeto, que corresponde a lo que se denomina campo
de recuento. Véase Anexo C para especificación de la retícula.

5.3.1.5. Objetivos. Se dispondrá de objetivos de contraste de fases positivo de 10 y


40 aumentos. El objetivo de 10X se utiliza para el control preliminar de la
uniformidad del depósito de polvo en el filtro y la localización de la cuadrícula
impresa en el filtro. El objetivo de 40X se emplea para el recuento de fibras,
recomendándose que su apertura numérica esté comprendida entre 0,65 y 0,75 (a
ser posible de 0,65 a 0,70), y que tenga una absorción del anillo de fases entre el
65 % y el 85 % (preferiblemente 65 % y 75 %).

5.3.1.6. Condensador de contraste de fases Abbe o acromático, en un soporte


enfocable y centrable. El ajuste del centrado del anillo de fases tiene que ser
independiente del mecanismo de centrado del condensador.

5.3.1.7. Platina con dispositivo mecánico ajustable para desplazamiento X-Y y


pinzas de sujeción para el portaobjetos.

5.3.2. Accesorios del microscopio

5.3.2.1. Micrómetro de objeto para calibrar la retícula del ocular. Debe tener una
escala de 1 milímetro de longitud con divisiones en intervalos de 10 µm, siendo
preferible que estas divisiones fueran de 2 µm. Debe estar calibrado y ser trazable
a patrones nacionales e internacionales.

NOTA: Se recomienda disponer de dos micrómetros de objeto; uno se puede utilizar como
micrómetro patrón y otro como micrómetro de trabajo. El micrómetro de trabajo se calibrará por
comparación con el micrómetro patrón.

5.3.2.2. Portaobjetos de verificación del límite de visibilidad para evaluar la


resolución del microscopio. El único comercializado hasta la fecha es el

- 70 -
portaobjetos para contraste de fases "Mark II" HSE/NPL (véase figura 2). Consiste en
un portaobjetos convencional que tiene grabadas una serie de líneas paralelas de
anchura decreciente agrupadas en siete bloques, separados por espacios
intermedios de 20 µm.

FIGURA 2
Representación de un portaobjetos de verificación del límite de visibilidad Mark II
(HSE/NPL)

6. TOMA DE MUESTRAS

6.1. Procedimiento de muestreo

6.1.1. Se prepara la bomba de muestreo (5.1.3.) y se ajusta al caudal de trabajo


según se indica en el apartado 6.2. y Anexo D.

6.1.2. Se dispone un nuevo muestreador, se retira la tapa, se comprueba que el


filtro no está dañado y se conecta a la bomba mediante el tubo flexible
asegurándose de que no existen fugas.

- 71 -
6.1.3. Se sujeta la bomba de muestreo en el cinturón del trabajador o en su bolsillo.
Se coloca el muestreador en la zona de respiración del trabajador (por ejemplo:
sujeto a la parte superior de la solapa o al hombro), orientado hacia abajo y
procurando evitar estrangulamientos del tubo flexible. En el caso de muestreos en
lugares fijos, véanse las indicaciones del Anexo E.

6.1.4. Se pone en marcha la bomba y se anota la hora, la temperatura, la presión


atmosférica y el caudal que corresponden al inicio del muestreo. Se controla la
duración de la muestra de acuerdo con lo indicado en el apartado 6.2.

6.1.5. Transcurrido el tiempo de muestreo se desconecta la bomba y se vuelve a


colocar la tapa del muestreador, cerrándolo debidamente para su
almacenamiento y transporte (véase 6.3.). Se vuelve a anotar la hora, la
temperatura, la presión atmosférica y el caudal que corresponden al final del
muestreo.

NOTA 1: Si se observase que el filtro está dañado, debe rechazarse la muestra correspondiente.

NOTA 2: Si la diferencia medida en las lecturas del caudal antes y después de la toma de muestra
es superior al 10%, debe rechazarse la muestra.

6.1.6. Se identifican las muestras de forma clara poniendo una etiqueta en el


exterior del portafiltro. Se disponen las muestras en lotes para su traslado al
laboratorio. Con cada lote de muestras debe incluirse un blanco de campo
(véase 6.3. y 8.2.).

NOTA: El filtro no debe extraerse hasta su análisis.

6.2. Caudal de muestreo y duración de una muestra

El caudal de muestreo y la duración de la muestra deben ser adecuados para


que el filtro presente una densidad de fibras óptima o al menos aceptable para el
recuento, según se indica en el apartado 10.1. Esto requiere hacer una estimación
previa de la posible concentración de fibras existente en el aire, para lo que
pueden ser útiles los datos de mediciones anteriores u otras de similares
características. Si no se dispone de ninguna otra información al respecto, se
recomienda tomar el valor límite como punto de partida.

Se recomienda que el caudal de la bomba esté comprendido entre 0,5 y 2,0 I/min,
aunque para muestras de corta duración o cuando se esperen concentraciones
muy bajas de fibras, el caudal puede aumentarse hasta un máximo de 16 I/min
(véase 5.1.3.). Para la medida del caudal se tendrán en cuenta las indicaciones
del Anexo D.

NOTA: La eficacia del muestreo de las fibras es prácticamente independiente del caudal de
muestreo. El caudal de muestreo se puede variar siempre que se obtenga la densidad de fibras

- 72 -
apropiada en la muestra y que sea compatible con la capacidad de funcionamiento eficaz de la
bomba ylo del muestreador. Los caudales recomendados tienen en cuenta esta circunstancia.

La duración apropiada de una muestra, para un determinado caudal de


muestreo, teniendo en cuenta la concentración esperada en aire, se puede
calcular mediante la expresión:

A L 1 Axf
=
t x x
(1)
=
Cm x Q x
a Cm 1.000 Q
1.000

donde:

t es la duración de la muestra, en minutos;


A es el área efectiva del filtro, en mm2 (véase Anexo F);
a es el área de la retícula, en mm2;
L es el depósito de fibras requerido en la superficie de la retícula, en
fibras/campo;
f es la densidad de fibras requerida en la muestra en fibras/mm2;
Cm es la concentración media de fibras esperada durante el muestreo, en
fibras/cm3;
Q es el caudal de muestreo, en litros por minuto. Ejemplo: Para la medida de
concentraciones de 0,1 fibras/cm3, y considerando el valor mínimo aceptable
de densidad de fibras en filtro de 64 fibras/mm2, resulta necesario un tiempo
de muestreo no inferior a 120 minutos a un caudal de 2 litros por minuto (área
efectiva de filtro estimada: 385 mm2; área de retícula: 0,00785 mm2).

NOTA 1: Para medir el tiempo de muestreo se recomienda usar cronómetros calibrados que sean
trazables a patrones nacionales.

NOTA 2: Cuando se tomen muestras en ambientes muy contaminados con otras partículas no
fibrosas (polvo), será necesario reducir el tiempo de duración de la muestra para evitar las
interferencias en el recuento de las fibras por un exceso de partículas.

6.3. Almacenamiento y transporte

Para prevenir contaminaciones lo mejor es almacenar y transportar los filtros en los


propios muestreadores herméticamente cerrados. El transporte se llevará a cabo
en un contenedor rígido, con material amortiguador suficiente y de forma que los
filtros queden orientados hacia arriba. No se debe utilizar cajas con poliestireno
expandido.

- 73 -
NOTA: No se empleará ningún fijador con el propósito de adherir las fibras a la superficie del filtro ya
que esta operación está desaconsejada.

7. ANÁLISIS

7.1. Preparación de la muestra

NOTA: CONDICIONES DE LIMPIEZA: En todo momento se deben mantener unas condiciones de


limpieza adecuadas del material y la zona de trabajo para evitar la contaminación de la muestra.
En el proceso de preparación de la muestra se debe trabajar sobre superficies limpias y los
portaobjetos, cubreobjetos, pinzas, etc. se revisarán y se limpiarán antes de su uso con papel de
lentes o de seda industrial.

7.1.1. Se abre con cuidado el muestreador y con ayuda de las pinzas se retira el
filtro, asiéndolo por el borde en la zona no expuesta. Se monta el filtro sobre un
portaobjetos (5.2.1.) colocándolo hacia arriba, donde quedará sujeto por efecto
de las fuerzas electrostáticas.

NOTA: Se montará preferiblemente el filtro entero. Si por alguna circunstancia especial fuera
necesario dividir el filtro, el corte se realizará con un escalpelo o bisturí (nunca con tijeras),
presionando verticalmente y pasando siempre por el centro del filtro. Los segmentos así obtenidos,
en forma de cuña, deben tener al menos un 25 % de la superficie total. La operación de corte del
filtro puede producir pérdidas importantes de fibras que afecten a los resultados de los recuentos.

7.1.2. Se transparenta el filtro haciendo incidir vapor de acetona sobre él,


utilizando alguno de los métodos o sistemas que se describen en el Anexo A. Una
vez transparentado, se dejan pasar unos minutos para permitir que la acetona se
evapore totalmente del filtro.

NOTA: MEDIDAS DE SEGURIDAD: El vapor de acetona es muy inflamable y ligeramente tóxico. En


ningún caso debe utilizarse en las proximidades de una llama. El transparentado de la muestra se
hará en una zona aislada y ventilada o en campana de humos.

7.1.3. Se procederá a completar el montaje de la muestra con la aplicación del


líquido de contraste y la colocación del cubreobjetos (5.2.2.). Para ello,
dependiendo del índice de refracción de las fibras (nr) (véase Anexo B), se utilizará
el método de la triacetina o el tratamiento plasma de oxígeno/agua, según se
describe a continuación.

7.1.3.1. Montaje con triacetina para fibras de amianto y otras fibras con nr > 1,51.

Se añade una gota (alrededor de 10 µl) de triacetina con una micropipeta sobre
el filtro transparentado y se coloca un cubreobjetos, depositándolo en posición
inclinada suavemente y sin presionar, para que no queden burbujas de aire
atrapadas. La triacetina debe cubrir todo el filtro evitando que sobrepase los
bordes.

- 74 -
Se deja pasar unas 24 horas para dar tiempo a que el filtro sea embebido
completamente por la triacetina. Transcurrido ese tiempo la muestra está lista para
el análisis. Se puede acelerar este proceso calentando la preparación durante 15
minutos a unos 50 °C aproximadamente.

NOTA: Una vez preparada, la muestra será estable y podrá ser conservada durante más de un año
sin deterioro apreciable, siendo conveniente guardarla en posición horizontal. La aplicación de
una capa de barniz sobre los bordes del cubreobjetos sella la muestra y mejora su conservación.

7.1.3.2. Tratamiento plasma de oxígeno/agua, aplicable a las fibras con nr < 1,51.

El filtro transparentado con la acetona se coloca en el recinto del portamuestras


del horno de plasma (5.2.6.). Durante unos 7 minutos, se somete a la muestra a un
caudal de oxígeno de 8 ml/min y a una radiación por radiofrecuencias con una
potencia directa y reflejada de 100 y 2 W, respectivamente (12.8.). La muestra así
tratada se deja enfriar, se saca y se le añaden una o dos gotas de agua destilada,
cantidad que, al igual que en el caso de la triacetina, debe ser capaz de cubrir
todos los espacios entre la muestra y el cubreobjetos sin que llegue a rebosar.

NOTA: Hay que asegurarse de que el agua utilizada esté libre de fibras contaminantes. En caso
necesario, se deberá proceder a su filtrado. Las muestras preparadas con este procedimiento no se
pueden considerar permanentes ya que se deterioran con el tiempo.

7.1.4. Por cada grupo de muestras preparadas simultáneamente se prepara un


blanco de laboratorio (véase 8.3.).

7.2. Calibrado y ajuste del microscopio

7.2.1. Ajuste del microscopio. Se seguirán cuidadosamente las instrucciones del


fabricante para el ajuste del microscopio, incluyendo el centrado de los anillos de
fase. La verificación de este ajuste se realizará en cada jornada de trabajo, antes
de comenzar la sesión de recuentos, y siempre que se cambie cualquier lente o se
realice una operación que pueda afectar al mismo.

7.2.2. Calibrado de la retícula del ocular. Una vez instalada la retícula Walton-
Beckett (5.3.1.4.) se procederá a su calibración. Este proceso consiste en medir,
con ayuda del micrómetro de objeto, el tamaño de las divisiones y el diámetro del
círculo que corresponde al área del campo de recuento, como se especifica en
el Anexo C. Se recomienda verificar la calibración de la retícula antes de
comenzar cada sesión de recuento.

7.2.3. Verificación del límite de visibilidad. La verificación del límite de visibilidad o


resolución del microscopio se llevará a cabo con ayuda del portaobjetos de
verificación Mark II HSE/NPL (5.3.2.2.). Para considerar una combinación
microscopio/observador satisfactoria, las líneas del bloque 5 tienen que ser visibles,
las del bloque 6 pueden serlo parcialmente y las de 7 no deben verse en absoluto.

- 75 -
Se recomienda realizar esta verificación antes de comenzar cada sesión de
recuento.

7.3. Procedimiento para el recuento y medida de las fibras

7.3.1. Exploración previa. Se coloca la muestra preparada en el microscopio y se


enfocan las fibras. Con un objetivo de bajos aumentos (10X) se hace un barrido
visual de la superficie completa del filtro a fin de verificar la uniformidad del
depósito de las fibras.

La distribución de las fibras debe verse uniforme, salvo en la zona correspondiente


al borde del filtro que, al estar protegida por el cuerpo intermedio del portafiltros,
debe quedar libre de polvo y fibras. Si se pone de manifiesto que hay marcadas
diferencias de densidad de fibras en los distintos campos o agregación masiva de
fibras o de polvo, el filtro debe ser rechazado.

7.3.2. Recuento de fibras. Una vez realizada satisfactoriamente la exploración, se


cambia al objetivo de 40X y se enfoca el plano de la muestra, fácilmente
localizable al coincidir con el de la retícula impresa de los filtros. Se procede al
recuento de las fibras y a la selección de los campos de recuento aplicando los
criterios que se indican en 7.3.2.1. y 7.3.2.2.

El recuento finalizará al alcanzar un número de 100 fibras contadas; si ese número


de fibras no se alcanzase, se seguirá hasta examinar 100 campos. Sin embargo, se
contarán las fibras de 20 campos como mínimo, aunque haya en ellos más de 100
fibras.

7.3.2.1. Criterios de recuento.

NOTA: Las fibras suspendidas en aire y recogidas en filtros de membrana presentan gran variedad
de formas, desde fibras aisladas de formas sencillas hasta configuraciones y aglomerados
complejos, que pueden dificultar la caracterización y discriminación de las fibras para realizar su
recuento.

Los recuentos se llevaran a cabo aplicando los siguientes criterios:

1. Se considerará fibra toda partícula con longitud mayor de 5 µm, diámetro


menor de 3 µm y relación longitud/diámetro superior a 3.
2. Si el diámetro de la fibra no es uniforme, se estimará un diámetro medio para
comparar con su longitud a efectos del criterio anterior. Las protuberancias
que aparecen en las fibras, muchas veces debido a la presencia de
sustancias como la resina, no serán consideradas en la estimación diámetro
(figura 3 (a)). En caso de duda, se considerará que el diámetro es inferior a
3 µm.
3. Cuando la fibra tiene ambos extremos dentro del campo de recuento, se
cuenta como una unidad, y, si sólo tiene un extremo dentro del campo, se

- 76 -
contará como media fibra. No se contarán las fibras que, aún estando
parcialmente dentro del campo de recuento, tienen ambos extremos fuera
de él (figura 3 (a) y figura 3 (b)).
4. Una fibra hendida o dividida es aquella que en alguna de sus partes
aparece como única y sólida, y en otras, presenta un aspecto enramado
(figura 3 (b)). Las fibras hendidas se considerarán como fibras individuales y
su diámetro debe medirse en la parte entera y no en la ramificada.
5. Cuando varias fibras están agrupadas, pero es posible distinguir cada una
de ellas, se contarán por separado (figura 3 (c)). Si no es posible distinguir las
fibras fácilmente, no se considerarán a menos que el aglomerado se ajuste
a las dimensiones de una fibra individual, en cuyo caso se contará como
una unidad.
6. Las fibras que aparezcan unidas a partículas no fibrosas se considerarán, a
efectos del recuento, como si la partícula no existiera. La longitud de la fibra
se considerará únicamente en su parte visible salvo en el caso de que, se
observe claramente que la fibra continúa al otro lado de la partícula (figura
3 (d)).

7.3.2.2. Selección de los campos de recuento

Se realizará aplicando los siguientes criterios:

1. Los campos en los que se realizarán los recuentos se elegirán al azar en todo
el área del filtro y deberán ser representativos de la superficie del mismo.
2. Se evitaran aquellos campos situados a menos de 4 mm del borde del filtro
(zona donde la acumulación de carga electrostática hace más probable
que se produzca la pérdida de fibras) o a 2 mm de una línea de corte (en
las excepciones en las que el filtro no se hubiera montado completo).
3. Para elegir estos campos puede hacerse una división hipotética del filtro en
partes iguales (por ejemplo, cuadrantes), seleccionando en cada una de
ellas un número aproximadamente igual de campos.
4. Los campos se situarán por desplazamientos aleatorios y alternativos X-Y de
la platina. El enfoque del microscopio se debe ajustar en cada campo y,
posiblemente, con cada una de las fibras contadas.
5. Se deben rechazar aquellos campos en los que:
a. Una de las líneas de la retícula impresa en el filtro obstruye total o
parcialmente el campo.
b. Un aglomerado de fibras y/o partículas, partículas aisladas o burbujas
de aire ocupan una superficie superior a un octavo del campo de
recuento.
c. El microscopista estima que la imagen de las fibras no está
suficientemente clara para que puedan ser contadas de manera
fiable.
6. Si el número de campos rechazados fuera superior al 10% del número de
campos aceptados, o el microscopista considerase que la muestra fuera

- 77 -
inadecuada para el recuento o sesgada, se debe rechazar la muestra e
indicar la razón del rechazo en el informe de resultados.

NOTA: CONDICIONES DE TRABAJO DURANTE EL RECUENTO: Las condiciones de trabajo durante el


recuento, es decir, prácticas de trabajo y condiciones de laboratorio fundamentalmente, pueden
afectara la calidad de los resultados. Así, factores como la anotación de los recuentos, el entorno
que rodea al microscopista, la carga de trabajo o la fatiga ocular, pueden dar lugar a importantes
discrepancias en los resultados de los recuentos. A ser posible, se debe reducir al mínimo la fatiga
ocular mediante un entorno sin vibraciones, con una iluminación suave que evite la luz natural
fuerte, con un asiento cómodo y estableciendo periodos de descanso entre recuentos.

8. BLANCOS

Se utilizan tres tipos de filtros blancos:

8.1. Blancos de lote.

Filtros extraídos directamente de las cajas adquiridas al suministrador, que se


montan y recuentan para verificar que los filtros son aptos para su uso. Se
recomienda analizar 1 filtro por cada 25 de la misma caja o lote.

8.2. Blancos de campo.

Filtros que se someten a las mismas operaciones que los de muestreo, pero sin
quitar la tapa protectora ni pasar aire a su través y sin colocárselos al trabajador.
Posteriormente se preparan y recuentan como el resto de las muestras. Se
recomienda que el número de blancos sea como mínimo el 2% del número total
de muestras tomadas.

8.3. Blancos de laboratorio.

Filtros que se utilizan para descartar posibles contaminaciones en el laboratorio y


que se toman de las cajas o lotes verificados satisfactoriamente. Estos filtros se
preparan y recuentan a la vez que las muestras a analizar, tomándose un blanco
de laboratorio por cada grupo de muestras preparadas simultáneamente.

La concentración máxima admisible de fibras en los filtros blancos es la que


corresponde a un recuento de 5 fibras en 100 campos reticulares, que equivale a
aproximadamente 6,4 fibras/mm2.

Si en el recuento de un blanco se obtienen valores excesivamente altos de fibras,


se investigarán primero posibles causas achacables al proceso analítico (error del
microscopista, contaminación del cubreobjetos). Si se concluye que el problema
tiene su origen en el filtro, se rechazará el lote completo. Si se deduce que ha
habido una contaminación, los resultados obtenidos en el lote de muestras al que
corresponde el blanco deberían rechazarse, aunque siempre pueden tomarse

- 78 -
como orientativos y considerarlos sólo una estimación aproximada de la
concentración de fibras en el punto de muestreo.

9. CÁLCULOS

9.1. Determinación del número total de fibras en la muestra

La cantidad de fibras en la muestra se obtendrá a partir de la siguiente expresión:

N A
F x
= (2)
a n

donde:

F es el número total de fibras en el filtro;


N es el número de fibras contadas;
A es la superficie efectiva del filtro, en mm2 (Véase Anexo F);
n es el número de campos contados;
a es el área correspondiente a un campo de recuento, en mm2.

También puede utilizarse la expresión siguiente:

D2 N
F = 106 x x
(3)
d2 n

donde:

F es el número total de fibras en el filtro;


D es el diámetro efectivo del filtro, en mm;
N es el número de fibras contadas;
d es el diámetro de la retícula de recuento, en µm;
n es el número de campos contados.

9.2. Determinación de la concentración de fibras en aire

La determinación de la concentración de fibras en el aire, C, expresadas en fibras


por centímetro cúbico de aire Se lleva a cabo dividiendo el número de fibras en el

- 79 -
filtro, F, obtenido a partir de las expresiones (2) o (3) entre el volumen de aire
muestreado.

F F
C =
= (4)
1000 x V 1000 x Q x t

donde:

C es la concentración, en fibras/cm3;
F es el número total de fibras en el filtro;
V es el volumen de aire muestreado, en litros;
Q es el caudal de aire a través del filtro, en I/min;
t es la duración de la toma de muestra, en min.

10. PRECISIÓN, EXACTITUD Y LÍMITE DE DETECCIÓN

10.1. Precisión

La precisión de este método depende principalmente del número total de fibras


contadas en la muestra y de la uniformidad de Su distribución en la Superficie del
filtro. El depósito aleatorio de fibras en el filtro Se ajusta con bastante fidelidad a
una distribución de Poisson, y por tanto Su desviación estándar Se calculará
mediante la expresión N½, Siendo N el número de fibras contadas. Esto Supone una
desviación estándar relativa (srP) o coeficiente de variación del 10% para un
recuento de 100 fibras y del 32% para un recuento de 10 fibras. En la tabla 1
figuran los valores de srP calculados para distintos valores de N.

Tabla 1
Coeficientes de variación para distintas cantidades de fibras contadas según una
distribución de Poisson

Límites de confianza del 90% para la media de determinaciones


N srP(%) srP(%)
repetidas
n° de Poisson Real
(Número de fibras)
fibras (teórica) (experimental)
inferior superior
5 45 49 2,0 11,0
7 38 43 3,2 14,0
10 32 37 5,1 18,5
20 22 30 11,7 33,2
50 14 25 33 76
80 11 23 53 118
100 10 22 68 149

- 80 -
200 7 21 139 291

A partir de recuentos de 50 fibras, el coeficiente de variación de Poisson Se


reduce considerablemente y Se hace prácticamente constante, llegando a
valores óptimos para recuentos entre 80 fibras y 100 fibras. Los recuentos superiores
a 100 fibras no presentan una mejora apreciable de la precisión.

En la práctica, la desviación estándar real es mayor, porque a la variación de


Poisson hay que añadir los componentes de variación subjetivos inter e
intralaboratorio. En la tabla 1 se indican los valores de la desviación estándar
relativa real (SrR), que se proporcionan en el método de la OMS como valores
medios de un laboratorio tipo que tiene implantado un sistema de calidad con un
funcionamiento satisfactorio. Estos valores pueden oscilar ligeramente
dependiendo de la fuente de los datos. El coeficiente de variación intralaboratorio
medio para muestras de densidades >64 fibras/mm2 obtenido en los 10 últimos
años de ejecución del Programa Interlaboratorios de Control de Calidad de Fibras
de Amianto (PICC-FA) es del 21%. Para muestras de densidad >90 fibras/mm2 el
coeficiente de variación global de los resultados obtenido en el PICC-FA es del
20%. Estos valores que corresponden a los laboratorios españoles, son algo
inferiores a los encontrados en otros programas similares de otros países (12.9. y
12.10.).

Tanto si se considera la precisión de Poisson como la experimental, la densidad


óptima de fibras en la muestra, teniendo en cuenta el número de campos de
recuento posibles (7.3.2.), se sitúa en el intervalo 100 fibras/mm2 - 650 fibras/mm2
aproximadamente, que es el que permite obtener recuentos entre 80 fibras y 100
fibras. Este intervalo de densidad óptima puede ser ampliado sin una reducción
importante de la precisión, hasta un intervalo aceptable de 64 fibras/mm2 a 1000
fibras/mm2. Por debajo de 64 fibras/mm2, equivalente aproximadamente a 50
fibras en 100 campos, los recuentos tienen menor precisión y en consecuencia los
resultados tendrán mayor incertidumbre, por lo que esta circunstancia deberá
indicarse en el informe de resultados (12.11.). En la tabla 1 se indican los límites de
confianza para distintos valores de fibras contadas basados en la desviación
estándar experimental.

En el caso de los recuentos de otras fibras diferentes del amianto es esperable


una variabilidad similar a la encontrada para las fibras de amianto. En una prueba
de intercomparación para la determinación de fibras minerales artificiales (FMA)
desarrollada en el año 2000 entre laboratorios españoles, se encontró que se
podrían aplicar los mismos parámetros y criterios de control que en las
determinaciones de fibras de amianto (12.12.).

10.2. Exactitud

- 81 -
La exactitud de este método no se puede evaluar al no ser posible conocer el
valor verdadero de la concentración de fibras en una determinada nube de
polvo. Por otra parte, no tiene sentido considerar el sesgo del método por tratarse
de un método de referencia. Sin embargo, sí hay que tener en cuenta la
desviación o sesgo de los resultados de los recuentos respecto de los valores de
referencia o de consenso asignados a las muestras, a través de los controles de
calidad internos y externos. A este respecto, los datos extraídos del Programa
Interlaboratorios de Control de Calidad de Fibras de Amianto (PICC-FA), indican
una desviación media de los resultados de los laboratorios españoles respecto a
los valores de consenso del conjunto de participantes próxima a ±12% (12.9.).

La presencia en una muestra de diferentes tipos de fibras o partículas puede


afectar negativamente a la exactitud del resultado. La superposición casual de
par tículas no fibrosas puede dar lugar a un recuento incompleto del número de
fibras, dependiendo del tamaño y la concentración de las partículas que
interfieren. En la práctica, los efectos de la superposición casual sobre el recuento
son pequeños, por lo que no van a afectar de manera importante a los resultados
obtenidos con la aplicación de este método.

Por otra parte hay que tener en cuenta que los microscopistas tienden a contar
por defecto cuando la densidad de fibras es alta y por exceso cuando la
densidad es baja, lo que puede conducir a una subestimación o sobrestimación
de la exposición respectivamente. Nunca debe realizarse ningún tipo de
corrección por este motivo.

Las particularidades de la muestra que pueden afectar a la disminución de la


exactitud del recuento de las fibras deben ser indicadas en el informé de
resultados.

10.3. Límite de detección

El límite de detección de este método se puede estimar en 0,01 fibras/cm3,


siempre que el volumen de aire muestreado sea como mínimo de 480 litros. Este
valor se deduce a partir del límite inferior de recuento de fibras en el filtro y se
puede modificar dependiendo del volumen de muestreo (véase tabla 2).

El límite inferior de recuento de fibras en un filtro está estimado en 10 fibras en


100 campos. Este es un valor acordado que se ha deducido teniendo en cuenta
que su límite inferior de confianza para el 90%, coincide con el número máximo
aceptable de fibras en un filtro blanco (véase tabla 1). Dado que los intervalos de
confianza para los resultados de los recuentos están calculados sobre la precisión
intralaboratorio, no puede descartarse que en la práctica, tanto el límite inferior de
recuento como el límite de detección, puedan tener valores más altos.

- 82 -
Los resultados por debajo del límite inferior de recuento no son cuantificables,
por lo que en estos casos la concentración en aire se expresará como inferior al
límite de detección que corresponda, de acuerdo con el volumen de aire
muestreado.

Tabla 2
Valores del límite de detección para la concentración de fibras en aire en función
del volumen de muestreo

Volumen de aire Límite de


Límite inferior de recuento muestreado detección en aire
litros fibras/cm3
10 0,50
25 0,20
50 0,10
12,7 4.900 fibras
10 fibras / 100 fibras/mm2 en filtro 90 0,05
campos 120 0,04
(*) (**)
240 0,02
480 0,01
960 0,005

(*) Aretícula = 0,00785 mm2 ;


(**) Aútil = 385 mm2.

11. ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD

Este método está basado en el recuento óptico de las fibras y, por tanto, existirán
variaciones subjetivas sistemáticas entre diferentes laboratorios o incluso dentro de
un mismo laboratorio que pueden dar lugar a discrepancias significativas en los
resultados. Por esta razón, se requiere que el personal que aplique este método
reciba previamente la formación y entrenamiento adecuado y que el laboratorio
implante un sistema de calidad en el que se establezca un control de calidad
interno y se participe de forma continua en programas de intercomparación de
resultados o control de calidad externo (12.9.).

12. BIBLIOGRAFÍA

- 83 -
12.1. Organización Mundial de la Salud. Determinación de la concentración de
fibras suspendidas en aire. Método basado en la microscopía óptica de contraste
de fase. Ginebra (1997).

12.2. Directiva 2003/18/CE. Protección de los trabajadores contra los riesgos


relacionados con la exposición al amianto durante el trabajo. DOCE n° L097 de 15
de Abril de 2003, pgs 48-52. Modifica las Directivas 83/477/CEE del 19 de Octubre
de 1983 y 91/382/CEE de 25 de Junio de 1991.

12.3. UNE EN 1540. Atmósferas en el lugar de trabajo. Terminología (1999).

12.4. Real Decreto 363/1995 de 10 de marzo (BOE de 5.6.95). Reglamento sobre


notificación de sustancias nuevas y clasificación, envasado y etiquetado de
sustancias peligrosas. Modificado el Anexo I por la Orden de 13.9.95 (BOE de
19.9.95).

12.5. UNE EN ISO 3696. Agua para uso en análisis de laboratorio. Especificación y
métodos de ensayo (1996).

12.6. UNE EN 1232. Atmósferas en el lugar de trabajo. Bombas para muestreos


personales de agentes químicos. Requisitos y métodos de ensayo (1997).

12.7. UNE EN 12919. Atmósferas en el lugar de trabajo. Bombas para el muestreo de


los agentes químicos con un caudal volumétrico superior a 5 I/min. Requisitos y
métodos de ensayo (2000).

12.8. Le Guen J.M.M., Rooker S.J. y Vaghan N.P. A new technic for the scanning
electron microscopy of particules collected on membrane filters. Environmental
Science and Technology, vol. 14, pág. 1008-1011 (1980).

12.9. INSHT. http://www.mtas.es/insht/acreditacion/picc_fa.htm

12.10. Arroyo M.C. y Rojo J.M. A proposal for harmonising laboratory performance
assessment criteria in national asbestos fibre counting schemes. Annals of
Occupational Hygiene, vol. 45, N°6, pág. 447-455 (2001).

12.11. Arroyo M.C. y Rojo J.M. Ampliación del programa interlaboratorios de


control de calidad de fibras de amianto (PICC-FA). Protocolo estadístico para el
recuento de fibras de amianto en bajas concentraciones. "Prevención, Trabajo y
Salud", vol. 27, pág. 35-40 (2003).

12.12. Prueba de Intercomparación para Determinaciones de Fibras Minerales


Artificiales (FMA). Informe de resultados. Informe interno del Centro Nacional de
Verificación de Maquinaria, Ref: ACT/547/71/01. CNVM-INSHT (2001).

- 84 -
12.13. UNE EN 689. Atmósferas en el lugar de trabajo. Directrices para la evaluación
de la exposición por inhalación de agentes químicos para la comparación con los
valores límite y estrategia de la medición (1997).

12.14. Methods for the determination of hazardous substances. MDHS 39/4 Asbestos
fibres in air. Health and Safety Laboratory HSE (1995).

ANEXO A

Procedimientos para la obtención de vapor de acetona

A.1 Método del bloque caliente

Es el método más recomendado. Consiste en un dispositivo dotado de un


calentador integral, en el que se inyecta la cantidad mínima de acetona
necesaria para transparentar un filtro (véase figura A1). La acetona se evapora y
sale por un orificio en forma de chorro, directamente sobre el portaobjetos en el
que se ha colocado el filtro con la cara muestreada hacia arriba y las líneas del
retículo impreso paralelas a los bordes del portaobjetos. Es necesario inyectar unos
0,25 ml de acetona para que el dispositivo la haga llegar en forma de pequeño
chorro de vapor sobre la muestra y la transparente. Las versiones comerciales de
este dispositivo se utilizarán siguiendo las instrucciones del fabricante.

FIGURA A1
Esquema que representa el método del bloque caliente

- 85 -
Nota 1: MEDIDAS DE SEGURIDAD: Las pequeñas cantidades de acetona utilizada en la preparación
de cada muestra hacen que el riesgo de explosión o incendio sea mínimo, pero aún así se deben
mantener las adecuadas medidas de seguridad. Estos equipos generalmente no requieren un
sistema de extracción localizada, siendo suficiente su ubicación en una zona bien ventilada
manteniendo el recipiente de acetona cerrado cuando no se use.

A.2 Método de la caldera

En el método de la "caldera" la acetona se evapora en un recipiente alto y


estrecho de fondo plano, dotado de un serpentín refrigerante situado cerca del
extremo superior (véase figura A2). Para el transparentado, el portaobjetos con el
filtro se coloca en el soporte rígido que dispone la tapa del recipiente. El equipo
emplea unos 30 ml de acetona para el proceso de transparentado y la fuente de
calor, para evaporar la acetona sin llegar a inflamar, la produce un baño de
aceite recirculante. Los vapores generados por baños de agua caliente no suelen
ser suficientes para una transparentación adecuada del filtro. El agua fría que
circula por el serpentín hace condensar los vapores de acetona en la parte alta
del equipo de forma que éstos quedan confinados en la parte inferior del
recipiente.

El procedimiento a seguir es el siguiente:

- 86 -
a. Se introducen en el fondo del recipiente unos 30 ml de acetona y se abre el
agua de refrigeración para que circule por el serpentín.
b. Se tapa el recipiente y se calienta por medio del baño de aceite hasta
producir la ebullición de la acetona.
c. Se retira la tapa y en el soporte de alambre se coloca el portaobjetos en
cuyo centro se ha situado el
filtro con la superficie
muestreada hacia arriba y con
las líneas del retículo paralelas a
los bordes del portaobjetos.
d. Se vuelve a colocar la tapa
para que el portaobjetos
quede sumergido en vapores
de acetona.
e. Se deja tapado los segundos
necesarios para la
transparentación del filtro al
cabo de los cuales se puede
sacar.

FIGURA A2
Esquema que representa el método de la caldera

Nota 2: Aunque la refrigeración con agua del serpentín confina los vapores de acetona en una
región y reduce tanto el riesgo de incendio como de inhalación de los vapores, la cantidad de
acetona que se introduce en el dispositivo debe ser mínima y se retirará del mismo cuando no se
vaya a usar. Es decir, la producción de vapores debe reducirse únicamente al tiempo del proceso
de transparentado. El transparentado debe realizarse en una campana extractora, y siempre que
sea posible el recipiente permanecerá cerrado y con la prohibición de fumar en sus proximidades.

A.3 Método de evaporación por reflujo o del refrigerante de reflujo

El equipo consta de un matraz de tres bocas: la central está equipada con una
columna de condensación; una de las laterales va provista de un tapón y se utiliza
para introducir la acetona líquida; la tercera boca va equipada con una llave de
apertura y cierre y es la que se utiliza para la salida del vapor de acetona (véase
figura A3). Utilizando un sistema de calentamiento se lleva la acetona a ebullición
hasta conseguir un chorro de vapor uniforme. El filtro, montado en un portaobjetos
que se sujeta con pinzas, se coloca a una distancia de 15 a 25 mm de la boca de
salida del vapor de acetona durante unos tres y cinco segundos. Para conseguir
un efecto uniforme se mueve el filtro lentamente delante del chorro de vapor
hasta que quede transparente.

- 87 -
FIGURA A3
Esquema que representa el método de evaporación por reflujo

Nota 3: Si el vapor es escaso, no se conseguirá transparentar el filtro. Si es excesivo, especialmente si


aparecen gotas de acetona, se destruirá el filtro debido a que lo disuelve o lo encoge hasta un
tamaño que lo deja inservible. El portaobjetos no debe estar precalentado, ya que el vapor de
acetona debe condensarse sobre el portaobjetos para obtener una correcta transparencia del
filtro. El transparentado se debe realizar en campana extractora.

ANEXO B
Índices de refracción de algunas fibras empleadas industrialmente

En este Anexo se recoge una lista, no exhaustiva, de materiales fibrosos que se


pueden encontrar con mayor frecuencia en la industria cuyo índice de refracción
es mayor de 1,51.

TIPO DE FIBRA DENOMINACIÓN


AMIANTO Crisotilo
Amosita
Crocidolita

- 88 -
Actinolita
Antofilita
Tremolita
Wollastonita
Otros silicatos naturales fibrosos
Vermiculita
Fibra de vidrio
Lana mineral (escoria o roca)
Fibras minerales artificiales
Lana de vidrio
Fibras cerámicas refractarias

ANEXO C
Especificaciones para la adquisición y calibrado de la retícula de
ocular

La utilización de una retícula de ocular nos permite delimitar y calcular el área del
campo de visión utilizado para el recuento de las fibras y proporciona imágenes
de referencia y escalas de tamaños para medirlas. Se recomienda la retícula de
Walton-Beckett del tipo G-22 ya que su diseño se adapta expresamente al
recuento de fibras de las dimensiones especificadas en este método. La retícula
(véase figura C1) es circular y está dividida en cuatro cuadrantes por dos ejes,
horizontal y vertical, en los que se han insertado dos escalas de 5 µm y 3 µm,
respectivamente. Alrededor del círculo se sitúan una serie de figuras con la
longitud, diámetro y relación longitud-diámetro que corresponden a la definición
de fibra respirable utilizada para el recuento. La retícula debe tener un diámetro
de 100 µm en el plano del objeto.

FIGURA C1
Retícula de Walton-Beckett del tipo G22

- 89 -
C.1 Especificaciones de la retícula

Para adquirir la retícula deben especificarse el tipo de microscopio, el diámetro


del disco de vidrio en el que va impresa, el diámetro real y el diámetro aparente
de la misma. Estos datos se pueden determinar de la siguiente forma:

a. Se ajusta el microscopio como para proceder a un recuento de fibras y se


inserta en el ocular cualquier retícula disponible.
b. Se coloca un micrómetro de objeto (5.3.2.1.) en la platina del microscopio y
se enfoca hasta que las líneas graduadas se vean con nitidez. Se mide la
longitud aparente de la retícula (L) en micras.
c. Se retira la retícula del ocular y se mide su longitud real (Y) en milímetros. Esto
se puede hacer utilizando el calibre que generalmente viene dispuesto en la
platina del microscopio. Para ello se coloca la retícula sobre un portaobjetos
y, con una observación a bajos aumentos, se mide el desplazamiento de la
platina necesario para ir de un extremo a otro de la misma. La medida de Y
debe realizarse con una precisión del ±2 %.
d. La longitud real (x) en mm, que corresponde a una longitud aparente de 100
micras, se calcula mediante la expresión:

x = 100 Y/L (6)

x será, por tanto, el diámetro real a especificar en la adquisición de la


retícula.

Ejemplo: Se dispone de un disco de vidrio de 17 mm con una retícula Porton


impresa que presenta una longitud aparente (L) de 108 µm y una longitud real (Y)
de 4,50 mm. Por tanto, el diámetro real (x) para el diámetro aparente de 100
micras, que resulta de la expresión (6), es 4,17 mm. Se debe especificar al
suministrador una retícula Walton-Beckett tipo G22 de 100 µm de diámetro
aparente con un diámetro real de 4,17 mm en un disco de vidrio de 17 mm de
diámetro.

C.2 Calibración de la retícula

La retícula debe ser calibrada a su recepción mediante el siguiente


procedimiento:

1. Ajustar el microscopio en las condiciones habituales de uso.


2. Colocar un micrómetro de objeto sobre la platina del microscopio (véase
figura C2).
3. Asegurarse de que la distancia interpupilar de los oculares está
correctamente ajustada.

- 90 -
4. Enfocar el microscopio sobre las divisiones de la escala del micrómetro de
objeto.
5. Situar la retícula del ocular sobre las divisiones graduadas del micrómetro, de
forma que pueda contarse el número de divisiones enteras abarcadas por
la misma.
6. Si en un extremo quedara menos de una división de la escala, estimar esta
fracción y sumarla al número de divisiones enteras medidas, expresando el
resultado en micrómetros.

Este resultado es el diámetro aparente de la retícula del ocular (d) o diámetro de


la retícula de recuento en micrómetros que se emplea para el cálculo de la
cantidad de fibras en el filtro según la ecuación (3). Este diámetro debe estar
comprendido entre 98 µm y 102 µm, y en caso contrario debe rechazarse la
retícula por estar fuera de especificaciones.

FIGURA C2
Retícula circular superpuesta en la escala del micrómetro de objeto

ANEXO D
Medida del caudal de la bomba de muestreo y calibración de los
medidores de caudal

D.1 Medida del caudal (calibración de la bomba)

El caudal de la bomba empleada en los muestreos, tanto personales como en


puntos fijos, debe ser medido antes y después de realizado el muestreo. Esta
operación, también conocida como calibración de la bomba, se llevará a cabo
utilizando un medidor de caudal (caudalímetro) adecuado (5.1.4.).

La medida del caudal o calibración de la bomba se debe realizar en condiciones


representativas de la toma de muestra, con la bomba conectada a un
muestreador al que se ha retirado la tapa y colocado hacia abajo. La longitud y
diámetro de los tubos de conexión serán similares a los empleados en la toma de
muestra.

Es recomendable que la medida del caudal se haga en el mismo lugar de


muestreo. Cuando esto no sea posible y se den diferencias superiores al 5% en la
presión o la temperatura entre un lugar y otro, puede ser necesario hacer una

- 91 -
corrección de caudal. Deben consultarse las especificaciones de la bomba para
conocer en qué medida el caudal puede verse afectado por diferencias en las
condiciones atmosféricas.

Cuando sea necesario hacer esta corrección, el caudal real de muestreo se


determinará mediante la siguiente expresión:

Qr = Qc (Pe x Ta / Pa x Tc)½ (5)

donde:

Qr es el caudal real de muestreo, en litros por minuto;


es el caudal correspondiente a la calibración de la bomba, en litros por
Qc
minuto;
es la presión atmosférica en el lugar de calibración de la bomba, en
Pc
kilopascales;
Pa es la presión atmosférica en el lugar del muestreo, en kilopascales;
Tc es la temperatura en el lugar de la calibración de la bomba, en grados Kelvin;
Ta es la temperatura media durante la toma de muestra, en grados Kelvin;

D.2 Calibración de los medidores de caudal (caudalímetros)

Los medidores de caudal deben calibrarse periódicamente y ser trazables a


patrones nacionales o internacionales. Cuando se utilice el sistema de la bureta
invertida como caudalímetro de burbuja de jabón, la calibración incluye la bureta
empleada para medir el volumen y el cronómetro utilizado para medir el tiempo.

Nota: Cuando se disponga de un cierto número de medidores de caudal, puede resultar de interés
disponer de un medidor patrón con el que se puedan calibrar los medidores de trabajo. El medidor
patrón debe ser en este caso calibrado periódicamente y trazable a patrones nacionales o
internacionales, y se utilizará solo para el control de los medidores de trabajo y no con otro fin,
prestando atención a las indicaciones del certificado de calibración. El medidor patrón deberá
tener una amplitud de escala igual o superior a la de los medidores de rutina.

La calibración de los medidores de rutina con el medidor patrón se hará de


acuerdo con un procedimiento establecido y documentado para el que se
tendrán en cuenta, entre otras, las siguientes indicaciones:

 Los dos medidores de caudal (el de trabajo y el patrón) se deben colocar


en serie conectados con un tubo de goma de longitud mínima, cuyo
diámetro no sea inferior al de la entrada de los medidores.

- 92 -
 Todas las conexiones tienen que ser herméticas y no deben existir
estrechamientos o válvulas entre los dos medidores.
 La calibración debe incluir todos los posibles caudales de trabajo previstos.

Se recomienda una frecuencia anual para la calibración de los caudalímetros


patrón y mensual para los de trabajo, aunque esta última dependerá de la
frecuencia de los muestreos. Se pueden establecer intervalos más largos si se
puede justificar documentalmente que esto es posible.

ANEXO E
Muestreo en un punto fijo

E.1 Objetivo de los muestreos en un punto fijo

Los muestreos en un punto fijo o muestreos estáticos ambientales se utilizan para


medir la concentración de fibras en el aire de los locales de trabajo u otros
recintos con fines diversos como la detección de fuentes de contaminación, la
evaluación de la eficacia de las técnicas de control y protección colectiva, la
determinación de las concentraciones de fibras de fondo, etc. Los muestreos en
punto fijo no sustituyen a los muestreos personales, ya que normalmente no se
plantean con una estrategia que permita una medida representativa de la
exposición personal (12.13.).

Cuando se trata de determinaciones de fibras de


amianto, la mayor parte de las mediciones
ambientales tienen como objetivo confirmar la
ausencia de contaminación en el aire. Esto puede
ser necesario en diferentes circunstancias entre las
que se relacionan las siguientes:

a. Después de la retirada de materiales de


amianto en el interior de edificios, para
asegurarse de que no existen riesgos por la
presencia de amianto en el aire (índice de
descontaminación).
b. En el exterior de los encerramientos o zonas
confinadas durante las intervenciones sobre
materiales de amianto friables, para
verificar que el sistema funciona
adecuadamente y no existen fugas de aire contaminado que afecten a las
áreas adyacentes.
c. En la zona limpia del interior de las unidades de descontaminación para
confirmar la ausencia de contaminación.

- 93 -
d. En el aire de los locales donde existan materiales con amianto para verificar
su buen mantenimiento y estado.

E.2 Toma de muestra

Los parámetros y la metodología empleada en los muestreos fijos son, en su


mayoría, los mismos que se utilizan en los muestreos personales, pero, además, es
necesario tener en cuenta las indicaciones particulares que se dan a
continuación.

E.2.1 Localización de los puntos de muestreo

Los muestreadores se sujetarán sobre un soporte fijo, situado normalmente entre 1


y 2 m por encima del nivel del suelo, orientados hacia abajo dejando la libre
circulación de aire alrededor. Deben situarse teniendo en cuenta las posibles
fuentes de polvo o aire limpio y evitando las corrientes de aire cruzadas de más de
1 m/s, ya que éstas pueden reducir el número de fibras recogidas.

Los puntos de muestreo se localizarán teniendo en cuenta las características del


recinto y el objetivo del muestreo. Por ejemplo, en las mediciones para la
detección de posibles fugas en los encerramientos o áreas confinadas, los puntos
de muestreo deben situarse en los lugares críticos como son la proximidad de las
juntas y uniones de las láminas de plástico, cerca de los extractores o unidades de
presión negativa, etc.

E.2.2 Caudal de la bomba y volumen de muestreo

En los muestreos fijos el caudal puede ser superior al empleado en los muestreos
personales, pudiendo llegar hasta 16 litros por minuto si la bomba y el muestreador
lo permiten. De esta forma será posible muestrear los volúmenes elevados de aire
que son necesarios para medir concentraciones bajas en condiciones adecuadas
de precisión y exactitud (véase 10.1. y 10.2.). Se calculará el volumen mínimo de
muestreo de forma que el límite de detección resultante sea adecuado para el
objetivo de la medición (véase 10.3.).

E.2.3 Procedimiento de muestreo para la medida del índice de descontaminación

La toma de muestra se realizará teniendo en cuenta los siguientes puntos (12.14.):

1. Las muestras se tomarán antes de retirar los encerramientos o barreras de


contención del aire, después que el recinto haya sido completamente
limpiado y esté seco, y después de una detallada inspección visual en la
que no se detecte ninguna traza de escombro o polvo residual.

- 94 -
2. Se debe provocar la suspensión en el aire de las posibles fibras
sedimentadas y ocultas en zonas poco visibles. La perturbación del polvo
sedimentado se puede hacer utilizando cepillos o escobas, golpeando las
superficies accesibles, o
provocando una corriente de
aire dirigida hacia paredes,
techos, suelos, columnas, etc.
3. Las acciones de perturbación
de las fibras sedimentadas se
harán durante al menos 5
minutos antes del comienzo
del muestreo y se repetirán
aproximadamente cada hora
mientras dure el muestreo o
cuando se tome una nueva
muestra.
4. Mientras dura el muestreo se
pueden disponer ventiladores
de aire orientados hacia el
techo funcionando a baja
velocidad. Si existe alguna instalación de aspiración de aire, ésta deberá
estar desconectada.
5. El volumen de muestreo debe ser de al menos 480 litros y es recomendable
una duración mínima de cuatro horas. Es posible alcanzar estas condiciones
con dos o más muestras consecutivas que supongan como mínimo este
volumen de aire y estén tomadas a distancias menores de un metro de una
a otra.

Nota: Todos los instrumentos empleados para remover el polvo deben considerarse como
elementos contaminados, y por tanto, deben ser limpiados o eliminados como residuos de
amianto.

E.2.4 Número de muestras

El número de muestras a tomar dependerá del objetivo de la medición. Por


ejemplo, en la medida de la concentración de fibras de fondo o en las
evaluaciones ambientales de seguimiento periódico, el número de muestras
necesario será menor que cuando se mide el índice de descontaminación. En la
medida del índice de descontaminación se recomienda calcular el número de
muestras mínimo a tomar cómo el número entero próximo que resulte de aplicar la
siguiente expresión (12.14.):

Número de muestras = A1/3-1

donde A se determina de la siguiente forma:

- 95 -
1. Si la altura del encerramiento es inferior o igual a 3 metros o si es superior a 3
metros pero es presumible que en la posterior ocupación de la zona de
trabajo sólo habrá personas a nivel del suelo, el valor de A corresponderá a
la superficie del encerramiento en metros cuadrados.
2. En los demás casos, A es 1/3 del volumen del encerramiento en metros
cúbicos. Si hubiera objetos voluminosos en el interior como por ejemplo una
caldera, su volumen se restará del volumen total del recinto para calcular A.

En la tabla E1 se indica el número mínimo de muestras que resulta de aplicar estos


cálculos a recintos de diferentes superficies y volúmenes.

Tabla E1
Número de muestras recomendadas según el tamaño del recinto

Superficie Volumen del recinto Número mínimo de


(m2) (m3) muestras

<10 1

<50 150 2

200 600 4

500 1500 6

1000 3000 9

5000 15000 16

10000 30000 20

En general, son necesarias dos muestras como mínimo, a no ser que el volumen del
recinto sea menor de 10 m3 o la superficie de la zona de trabajo, inferior a 50 m2.
En cualquier caso, esta estimación del número de muestras es sólo aproximada y
no tiene significación teórica, por lo que el responsable del muestreo puede juzgar
en cada caso si fueran necesarias más muestras.

E.3 Criterios de recuento

Los criterios de recuento para las muestras tomadas en un punto fijo son las mismas
que para las muestras personales aunque se recomienda contar hasta 200
campos ya que es muy probable que el número de fibras contadas en 100
campos sea muy pequeño.

En la mayor parte de las muestras es poco probable que se alcancen los valores
de densidad mínima adecuada para el recuento de fibras, por lo que se deberán

- 96 -
tener en cuenta las indicaciones del capítulo 10 para la expresión e interpretación
adecuada de los resultados.

Nota: Es importante considerar que en el ambiente, y por tanto en las muestras, puede haber otras
fibras además de las fibras de interés. Esto puede significar una interferencia importante en el caso
de las mediciones de amianto, dando lugar a que muestras de ambientes no contaminados den
resultados por encima del límite inferior de recuento. Este problema no se puede resolver por este
método, ya que no está permitido ningún tipo de diferenciación entre las fibras que no sea el
estrictamente dimensional por lo que, si se presenta, es necesario recurrir a otros procedimientos
basados en técnicas analíticas que permitan identificar cualitativamente las fibras como la
microscopía electrónica.

ANEXO F
Determinación de la superficie efectiva del filtro

El área útil o superficie efectiva del filtro se calcula midiendo el diámetro de la


superficie expuesta del filtro en la toma de muestra. Esta medida puede obtenerse
aplicando el siguiente procedimiento:

a. Se coloca una pequeña cantidad de polvo coloreado oscuro (por ejemplo,


de carbón, cemento o arena) en un recipiente de 2 a 5 litros y se tapa.
b. Se sacude el recipiente para provocar una nube de polvo, se quita la tapa y
se introduce un muestreador conectado a una bomba de muestreo. Se
muestrea aire del interior de recipiente hasta que se forme un depósito
visible sobre el filtro.
c. Se quita el filtro del soporte y se monta en un portaobjetos preparándolo
como se describe en 7.1.3.
d. Se coloca la preparación en la platina del microscopio. Mediante una
observación a bajos aumentos se localiza el centro geométrico del círculo
creado por el polvo en la superficie del filtro. A partir de dicho centro se
localizan los extremos de un hipotético diámetro y se recorre de un punto a
otro mediante el desplazamiento de la platina. La longitud del
desplazamiento de la platina, calculada por diferencia de la posición del
nonius entre ambos extremos, se tomará como una medida del diámetro de
interés. Este diámetro no debe ser inferior a 20 mm.
e. Se repite la medida para dos diámetros en cada filtro y tres filtros distintos en
muestreadores separados. Cuando las medidas de los diámetros entre filtros
no difieran en más de 1 mm se calcula su media aritmética y el resultado se
utiliza como diámetro efectivo del filtro. En caso contrario, se deberá
investigar el proceso de muestreo y de preparación de la muestra para
descubrir las causas de esta anomalía.
f. Si se utilizasen distintos tipos de muestreadores, el proceso de cálculo se
debería repetir con cada uno de ellos.

- 97 -
Nota: Es aconsejable repetir todo el procedimiento de medida periódicamente (cada 12 meses
aproximadamente) para asegurarse de que se conoce el área útil del filtro. También se ha de
volver a medir si cambia alguno de los componentes del soporte que le puedan afectar.

Laboratorios especializados para la de la Seguridad Social nº 61


Dirección General de Cataluña
determinación de fibras de amianto Laboratorio de Higiene Industrial
Dirección: Balmes 89
Actualización 5 de mayo de 2006 08008 BARCELONA
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Dirección: Portuetxe, 14 (Bº Igara) Edificio contacto:
Ibaeta
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de la Seguridad Social nº 61 contacto:
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Dirección: Carretera de Pozuelo nº 61 homologación:
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Teléfono: 916 265 518 GOBIERNO DE CANTABRIA
Fax: 915 812 142 Centro de Seguridad y Salud en el Trabajo
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Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades
IBERMUTUAMUR
Profesionales
Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades

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Fax: 932 154 838 Contraseña de MT-HLA nº 1
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MAZ
Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades
Profesionales
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Laboratorio de Higiene Industrial
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Militar, 74
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Laboratorio de Medio Ambiente
Dirección: Trespaderne, 29 Edificio Barajas 1
28042 MADRID

- 99 -
7.- FIBRAS ALTERNATIVAS AL AMIANTO.
CONSIDERACIONES GENERALES

Como sustitutos del amianto se han desarrollado productos alternativos, pero no


siempre se ha tenido en cuenta el riesgo que puede producir su utilización. La idea
de que cualquier material alternativo ha de considerarse más seguro que el
amianto, que había sido ampliamente aceptada, se halla hoy en día en plena
revisión.

Problemática de la sustitución del amianto por


materiales alternativos
Las informaciones cada vez más consistentes sobre los efectos nocivos del
amianto sobre la salud,
divulgados ampliamente por los
organismos internacionales que
actúan en el campo de la
salud y las condiciones de
trabajo, han generado una
potenciación de todos aquellos
productos de características
morfológicas y fisicoquímicas
parecidas al amianto, sin tener
en cuenta en muchos casos
que sus efectos sobre el
organismo, en exposiciones
prolongadas, son muy poco
conocidos o, sencillamente, se
ignoran por completo.

La sustitución del amianto por otro material debe valorarse a dos niveles. En primer
lugar, debe considerarse siempre la problemática que genera la sustitución
directa del mismo cuando ha sido profusamente empleado y se decide eliminarlo.
Los trabajos de demolición y reemplazamiento de cantidades grandes de amianto
implican obviamente una exposición al mismo que hay que valorar en toda su
magnitud para considerar si las "mejoras" en cuanto a protección de la salud que
se logren, están suficientemente justificadas por el riesgo que necesariamente
implicará la manipulación del material ya instalado. Ello pone en cuestión la
oportunidad, desde el punto de vista de protección de la salud, de muchas

- 100 -
campañas emprendidas en diversos países para la sustitución del amianto por
otros materiales.

En segundo lugar, el material alternativo al amianto debe cumplir una serie de


condiciones respecto a éste:

 Su producción debe ser más "segura", tanto si tiene su origen en una


extracción minera, como si procede de una producción sintética.
 La fabricación de los productos de los que forma parte debe ser más
"segura".
 Los productos obtenidos deben ser más "seguros" en su uso ordinario.
 Los productos deben ser más "seguros" tanto a nivel de demolición, fuego o
destrucción accidental, como cuando sean vertidos como desechos.

Ningún material puede considerarse como completamente sin riesgo, pero el


material alternativo al amianto debe significar una mejora importante respecto a
éste en el conjunto de estos aspectos.

No hay que olvidar que aún quedan países que ignoran o subestiman los riesgos
producidos por la utilización de amianto. Estos países son posibles futuros usuarios
de estos materiales alternativos, cuyos efectos sobre la salud no han sido
suficientemente estudiados.

Materiales sustitutivos del amianto


Los materiales alternativos del amianto se suelen dividir en tres clases:

Fibras minerales artificiales (FMA).

Lanas minerales, incluyendo lana de escoria y lana de roca.

Lana de vidrio, incluyendo la lana de vidrio que contiene resinas. Fibras


refractarias:

Sílice SiO2
Aluminosilicato de circonio Al2O3SiO2ZrO2
Silicato de aluminio Al2O3SiO2
Aluminosilicato de boro Al2O3SiO2B2O3
Aluminosilicato de cromo Al2O3SiO2Cr2O3
Alúmina Al2O3
Circonia ZrO2
Boro B
Nitruro de boro BN
Carburo de silicio SiC

- 101 -
Nitruro de silicio Si3N4

Materiales sintéticos: fibras orgánicas sintéticas, de carbón y fibras de


acero

Fibras orgánicas sintéticas

1. Fibras para reforzar el cemento:


o Fibras de polipropileno (PP) [-CH2-CH(CH3)-] n
o Fibras de alcohol polivinilo (PVA) [-CH2- CHOH-] n
o Fibras de polietileno (PE) [-CH2-CH2-] n
o Fibras acrílicas (PAN) [-CH2-CHCN-] n
2. Textiles con propiedades especiales (elevadas prestaciones):
o Fibras de aramida:
Poliamidas aromáticas (Kevlar) (PAM)
[-CO-C6H4-CO-NH-C6H4-NH-] n
Poliamidas alifáticas (Nylon) (PAM)
[-CO-(CH2)4-CO-NH-(CH2)6-NH-] n
o Otras fibras sintéticas:
Fibras de poliéster (PET)
H[-(CH2)2-O-CO-C6H4-CO-] nOH
Fibras de politetrafluoroetileno (PTFE)
[-CF2-CF2-] n

Fibras orgánicas de carbón

 Fibras de carbón basadas en rayón.


 Fibras de carbón basadas en PAN.
 Fibras de carbón.

Fibras de acero

Fibras orgánicas naturales

 Abacá.  Pita.
 Bambú.  Bagazo.
 Esparto.  Seda natural.
 Yute.  Lana.
 Cáñamo  Plumas.

Aparte de lo comentado anteriormente sobre el hecho de disponer de la máxima


información posible del riesgo que puede representar el uso de estas fibras, es
también necesario estudiar con profundidad las propiedades físicoquímicas, el

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precio y la disponibilidad de estas sustancias para aconsejar una alternativa
válida.

Disponibilidad de las fibras alternativas respecto


al amianto
Las numerosas aplicaciones del amianto son
la consecuencia de una favorable
combinación de propiedades fisicoquímicas
obtenida a un bajo costo. Actualmente existe
una oferta importante de amianto, con
producción en varios lugares del mundo. Es
previsible, por un lado, un importante
aumento de su precio, por ser un recurso
natural limitado y, sobre todo, como
consecuencia de las medidas estrictas
impuestas para su utilización, que afectan,
obviamente al proceso de extracción y
manipulado inicial. Por otro lado, las
importantes restricciones a su uso, pueden
afectar al mercado en sentido contrario. Por consiguiente, al plantear un producto
sustitutivo, es necesario tener en cuenta las ventajas y desventajas técnicas de su
uso respecto al amianto, pero también su disponibilidad y su precio.

Las fibras de lana mineral y de lana de vidrio tienen, en aplicaciones de


aislamiento a temperaturas no muy elevadas, un comportamiento parecido al
amianto, por lo que son muy utilizadas. Su precio es también muy parecido al del
amianto siendo más caras en Reino Unido y Japón que en EEUU.

Por lo que se refiere a las fibras refractarias, hay poca información sobre su
disponibilidad actual, aunque es constatable la existencia de un elevado número
de fabricantes en EEUU, Reino Unido y Japón. La mayor producción se centra en
las fibras de silicatos de aluminio, mientras que la de los silicatos de óxidos de
cromo, boro y circonio, es menor. En tercer lugar se encuentran las fibras de
carburo de silicio, mientras que las fibras cerámicas como carburo de boro, nitruro
de boro y nitruro de silicio se producen en una escala relativamente reducida. Su
coste varía entre límites muy amplios dependiendo del tipo de fibra. Los silicatos de
aluminio son los más baratos (del mismo orden que el amianto), seguidos de la
alúmina y circonia, mientras que el carburo y el nitruro de silicio son los más caros.

Respecto a las fibras orgánicas sintéticas, las que se fabrican en mayor proporción
son las de polipropileno (PP). Su precio, así como el de las de alcohol polivinílico
(PVA), las de polietileno (PE) y las acrílicas (PAN) tienen un precio parecido al de

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las fibras de amianto. Las que tienen un coste más elevado son las fibras de
aramida (PAM) y las de politetrafluoroetileno (PTFE).

El coste de las fibras de carbón es mucho más elevado que el de las fibras de
amianto. Se fabrican en una cantidad moderada en EEUU y Japón, pero en la
actualidad no se hallan en situación de competir con el amianto en términos de
coste y disponibilidad.

Las fibras de acero tienen actualmente un coste de unas seis veces más que las
equivalentes de amianto, siendo empleadas en fibrocemento y productos de
fricción.

Finalmente, por lo que se refiere a las fibras orgánicas naturales, su precio es igual
o inferior al del amianto. Su principal aplicación es reforzar el fibrocemento, y los
principales consumidores son Australia y Japón, siendo poco usadas en Europa.

Ventajas e inconvenientes del amianto y las


fibras alternativas
En la tabla siguiente se presentan las principales ventjas e inconvenientes técnicos
del amianto y de las fibras alternativas, excepto las de materiales naturales que
tienen una resistencia al calor mínima y son muy poco utilizadas en Europa, como
ya se ha comentado.

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Factores que afectan el potencial cancerígeno
de las fibras en general
Está generalmente admitido que la respuesta citogenética de las fibras no está
ligada a su composición química, sino a su morfología.

La durabilidad de las fibras y su persistencia en el hombre son también factores


significativos para la determinación de la respuesta carcinogénica. Una cuestión
importante a resaltar es la longitud de las fibras que se depositan en las paredes
bronquiales o tejidos serosos, causando tumores. Por otro lado, para persistir, las
fibras tienen que ser químicamente durables, aunque una fibra durable no siempre
es persistente. La durabilidad de las fibras depende de su composición química y
su estructura cristalina. Aunque la composición química no sea considerada un

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factor directamente relacionado con la respuesta carcinogénica, lo es
indirectamente por ser un factor determinante de su durabilidad.

La morfología (incluyendo el tamaño) y la durabilidad son, juntamente con la


dosis, los factores que definen la respuesta carcinogánica de las fibras.

Por lo que hace referencia a las posibilidades de eliminación, la de las partículas


depositadas sobre la mucosa de las vías respiratorias superiores es rápida,
variando de varios minutos a algunas horas. Las partículas depositadas en las
regiones no ciliadas del pulmón pueden también ser eliminadas con una relativa
rapidez si permanecen en la superficie alveolar, pero si penetran en el tejido
pulmonar su eliminación puede tardar muchos días e incluso años.

Patologías producidas por las fibras alternativas


Aunque su tamaño medio se halla por encima de la fracción respirable, las FMA
pueden provocar irritación en la piel y el tracto respiratorio superior. No se ha
demostrado efecto fibrógeno o cancerígeno por parte de la fracción respirable,
pero quedan aún por investigar aspectos ligados a la durabilidad y dosis efectiva
que potencialmente puede
ser inhalada por un trabajador
durante la jornada laboral.

Es necesario continuar los


estudios epidemiológicos de
este tipo de fibras para
determinar con más fiabilidad
su posible carcinogenicidad.
Hasta el momento, la
International Agency for
Research on Cancer (IARC)
ha clasificado a todas las
fibras fabricadas por el
hombre como "posiblemente
cancerígenas para los humanos".

Por lo que se refiere a las fibras cerámicas y su posibilidad de riesgo para el


hombre, se están llevando a cabo estudios adicionales. Es conocido que el
contacto de la fibra cerámica con la piel puede provocar, en personas muy
sensibles, irritaciones transitorias leves. La ECFIA (European Ceramic Fibres Industry
Association) recomienda, como medida precautoria para los operarios que
manipulen la fibra de cerámica, el uso de guantes y ropa de trabajo adecuada.

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La utilización de las fibras de para-aramida (kevlar) presenta un ligero riesgo de
irritación cutánea, pero ningún riesgo de sensibilización de la piel. Estas fibras son
demasiado grandes para que puedan inhalarse (12-15 µm de diámetro) por lo que
no plantean riesgos directos por esta vía, aunque su abrasión, trituración o corte
puede generar fibrillas lo suficientemente pequeñas para ser inhaladas.

Factores que influyen en la respuesta carcinogénica de las fibras


alternativas

Los factores que afectan a la respuesta carcinogénica de las fibras, ya citados


anteriormente, se comentan brevemente a continuación:

Dimensión

Se define como fibra en valoraciones ambientales, a toda partícula con una


relación longitud/grosor de, al menos 3:1. Como fibra respirable se considera a
toda partícula con un diámetro inferior 3 µm y una relación longitud/ diámetro de
3:1 o mayor.

Para la fibra de vidrio, por ejemplo, NIOSH recomienda límites de exposición para
fibras de más de 10 µm de longitud y de menos de 3,5 µm de diámetro (fibras más
cortas y del mismo diámetro no cumplirían la condición de "fibra").

Las fibras de materiales alternativos (FMA) son de diferentes medidas según origen,
características y uso, pero siempre de diámetro mucho mayor que las de amianto.
En consecuencia, se admite que las FMA, al ser más grandes, se depositan en el
tracto respiratorio y no alcanzan el tejido pulmonar en las mismas cantidades que
las finas fibras de amianto.

Durabilidad y persistencia

Actualmente se admite que, para que las fibras puedan inducir un tumor, deben
ser durables y persistentes durante un cierto tiempo, desconociéndose, sin
embargo, datos concretos sobre la duración necesaria de esta permanencia. La
persistencia de una fibra viene afectada por su disolución, desintegración,
eliminación o simple migración en el cuerpo.

La durabilidad, en este caso, es la resistencia relativa de una fibra a disolverse


en los fluidos biológicos. Se ha determinado la durabilidad de varios tipos de fibras,
expresada por el número de años que tarda en disolverse una fibra de 1 µm de
diámetro en un fluido simulado extracelular (pH 7,6±0,2) derivado de la solución de
Gambie. Estos datos muestran unas grandes diferencias entre la durabilidad de
algunas fibras naturales (crisotilo, crocidolita) y las FMA; se estima que las FMA se
disolverían en menos de 10 años, mientras que aquellas requieren 100 o más años;

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las fibras de vidrio y lana natural son menos durables que, por ejemplo, las fibras
cerámicas y el amianto.

Las fibras orgánicas, las fibras de para-aramida y las fibras de carbón han
resultado más resistentes que las fibras de amianto y que las fibras minerales
artificiales, en un estudio comparativo de solubilidad en solución de Gambie.

Una manera de determinar la durabilidad de las fibras consiste en la


determinación in vivo (en pulmón de rata) de los tiempos de clarificación (t50) para
las fibras mayores de 5 µm de longitud, ya que se parte de la base de que las
fibras finas largas y durables son las de mayor potencial cancerígeno. Los tiempos
de clarificación para fibras de vidrio y cerámica con bajo contenido en elementos
alcalinotérreos fueron similares a los de la crocidolita, mientras que otras fibras con
alto contenido en alcalinotórreos y diámetro medio de 0,1 µm presentaron un
tiempo mucho menor. Las fibras de mayor solubilidad (menor tiempo de
clarificación) son las de más alto contenido en calcio.

Dosis

Las diferencias observadas en la capacidad cancerígena del amianto en


relación con las FMA, comprobada en trabajadores expuestos durante procesos
de fabricación equivalentes, se basaría también en las diferentes dosis efectivas.
En principio, la exposición a fibras por vía inhalatoria por parte de trabajadores de
industrias que emplean FMA es generalmente mucho menor a la exposición en
procesos similares donde se emplea amianto. Esto sería debido al mayor diámetro
de las FMA comparado con el de las de amianto. No hay que olvidar tampoco
que las fibras de FMA no se parten longitudinalmente originando fibras de menor
diámetro como ocurre con el amianto, sino que tienen tendencia a partirse
transversalmente. Por todo ello, la cantidad de fibras de materiales alternativos
presente en el aire es mucho menor (a igual peso) que la que se encontraría en el
caso del amianto, por lo que la dosis inhalada también lo será.

Conclusiones
Los estudios epidemiológicos más consistentes disponibles hasta el momento
muestran un ligero incremento en la mortalidad de los trabajadores expuestos a
FMA. Estos estudios no pueden considerarse concluyentes, no sólo porque el
incremento de los índices de mortalidad es moderado, sino también porque no
existen suficientes garantías sobre la fiabilidad en el recuento de fibras ni sobre la
ausencia de otros compuestos tóxicos y cancerígenos en el ambiente. Algunas
conclusiones generalmente admitidas sobre la cuestión son las siguientes:

 Se admite riesgo de cáncer de pulmón en los trabajadores que utilizan FMA.


El riesgo es aproximadamente del 25% por encima de lo normal durante los

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30 años después de la primera utilización. Numéricamente es importante
debido a que el cáncer de pulmón es muy frecuente. No se han
cuantificado otros tipos de cáncer.
 Este riesgo es mayor en el sector de la lana mineral que en el de la lana de
vidrio. En cambio, no se ha detectado riesgo en el sector de los filamentos
continuos de vidrio.
 Se admite una ausencia de carcinogenicidad en las fibras cortas, gruesas y
solubles y un máximo potencial cancerígeno para las fibras largas, finas y
durables.
 Las partículas más peligrosas son las fibras con un diámetro inferior o igual a
0,5 µm y 5-15 µm o más de longitud. En el caso del amianto, el mesotelioma
está asociado a una exposición de fibras más largas de 5 µm mientras que el
cáncer de pulmón lo está a la exposición a fibras más largas de 10 µm.
 Las fibras permanentes son las más peligrosas. Las industrias deberían
eliminar cualquier proceso que implique el uso o generación de este tipo de
fibras.
 Las fibras minerales que no son totalmente permanentes pueden ser usadas
con precaución. El crisotilo sería un ejemplo de fibra a emplear según este
criterio, siempre que se cumpla la normativa establecida para su control
ambiental. También muchos de los tipos de fibra de vidrio pueden ser
tratados de la misma manera.
 La consideración expuesta en el apartado anterior no puede extenderse
indiscriminadamente a las demás fibras naturales y minerales sintéticas que
están en el intervalo peligroso de dimensiones mientras no se disponga de
más información sobre su permanencia.
 La mayor parte de las fibras orgánicas sintéticas no son peligrosas porque no
producen fibrículas de las dimensiones que se ha determinado que
producen riesgo. No obstante, en su preparación y elaboración, generan,
por lo general, polvo que puede producir enfermedades respiratorias. La
cuestión de la peligrosidad de este tipo de fibras está todavía
investigándose y los resultados no son del todo fiables.
 La sustitución del amianto por materiales no fibrosos podría ser una solución.
Sin embargo, estos minerales naturales pueden estar contaminados de fibras
minerales permanentes con el consiguiente riesgo para la salud. Para
prevenir esta contaminación y evitar que se produzca fibrosis pulmonar o
mesotelioma, es esencial un buen control de calidad en la selección de las
materias primas, lo cual no siempre es realizable con suficientes garantías.
 Dada la importancia comercial de estos productos alternativos es necesario
considerar el uso de estos materiales con especial precaución como se ha
hecho para el amianto.
 Deben llevarse a cabo controles ambientales para conocer y minimizar la
exposición.

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