El Trabajo de Profesionales de Salud
El Trabajo de Profesionales de Salud
El Trabajo de Profesionales de Salud
PROFESIONALES DE
SALUD, LOS SÁBADOS,
EN SITUACIONES DE
EMERGENCIA Y/O
CALAMIDAD PÚBLICA
El impacto que la pandiia del nuevo coronavirus (COVID-19) ha causado, requiere la intensa participación
de los profesionales adventistas de la salud. Por eso, la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Sudamérica
considera necesario reafirmar su posición con respecto al trabajo de esos profesionales en las horas del
sábado en el contexto de situaciones de iergencia y/o calamidad pública.
La Iglesia considera igualmente importante proporcionar orientaciones específicas para la crisis sin
precedentes que vivimos actualmente. Es necesario ratificar los principios bíblicos y teológicos de la
observancia del día del Señor. Estos principios están descriptos de forma extensa y profunda en el voto de
la Junta Directiva de la Asociación General de los adventistas del séptimo día (Sesión de la Asamblea
General, realizada en Indianápolis, Indiana, el 9 de julio de 1990) [1] y en la posición de la Asociación de
Médicos Adventistas (aprobada por el Consejo Directivo el 28 de junio de 2018).[2]
El origen del sábado se encuentra en la creación, cuando Dios descansó de su obra el séptimo día (Génesis
1-3). El sábado es una “señal para siipre” de alianza eterna entre Dios y su pueblo, a fin de que este sepa
quién es el Creador de “los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay” (Éxodo 20:8-11;
31:17) y quién es el que lo salva y santifica (Éxodo 31:13; Ezequiel 20:12). De modo bien claro, Ezequiel
20:20 presenta el señorío de Dios en conexión con la santidad del sábado: “santificad mis días de reposo, y
sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios” (versión Reina Valera
1960, versión adoptada en este documento).
Adiás de eso, la santidad del sábado requiere obediencia de nuestra parte, conforme a lo registrado en
Isaías 56:2: “Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día
de reposo[a] para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal”. La orientación de no realizar
“obra alguna” durante el sábado (Éxodo 20:10) indica que los observadores del día santo de Dios deben
abstenerse de todo trabajo en ese día; eso también se aplica a los profesionales de la salud, así como a las
personas de las diás profesiones, que deben respetar el sábado como un día de descanso y adoración.
La naturaleza del trabajo de los profesionales de la salud puede requerir que realicen deberes en sábado.
Esto es porque existen situaciones de iergencia en las cuales deben desipeñarse en el esfuerzo de salvar
vidas, como la actual pandiia por la cual el mundo está pasando, con base en el principio de que “es lícito
sanar en sábado” (Lucas 6:9; 14:3), lo que significa que las necesidades vitales urgentes de la humanidad
sufriente no deben ser descuidadas (Lucas 14:1-5; Mateo 12:9-13; Elena de White, Consejos sobre la salud,
p. 233).
De hecho, en medio de la presión y urgencia impuestas por el impacto de situaciones de iergencia en todo
el planeta, “se llama a los médicos [y profesionales de la salud] en sábado para ministrar a los enfermos,
[…]. El Salvador nos ha mostrado por su ejiplo que es correcto aliviar a los enfermos en este día; pero los
médicos y los enfermeros no deben realizar un trabajo innecesario. Los tratamientos ordinarios y las
operaciones que se pueden postergar, deben ser diferidos hasta el próximo día” (Elena de White, El
ministerio médico, p. 281).
Las iergencias siipre causan consternación, y permiten que los seres humanos sigan el ejiplo de Cristo y
diuestren su sensibilidad para con el prójimo, especialmente con los que más sufren. En este sentido, “El
mismo ministerio está encomendado al médico cristiano. Debe unirse con Cristo en la tarea de aliviar las
necesidades físicas y espirituales del prójimo. Debe ser mensajero de misericordia para el enfermo,
llevándole el riedio para su cuerpo desgastado y para su alma enferma de pecado” (Elena de White, El
ministerio de curación, p. 75).
Es significativo el texto de Deuteronomio 5:15: “Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que
Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha
mandado que guardes el día de reposo”.[3] El día del Señor es claramente presentado como señal de
creación y redención. Teniendo en vista que el concepto bíblico de creación y redención involucra al ser
como un todo, podios afirmar que aliviar el sufrimiento de una persona en sábado es, en cierto sentido,
una obra redentora.
Todo tipo de atención prestada por los profesionales de salud adventistas es una oportunidad de
contribuir a la curación integral del que sufre; debe ser un testimonio del cuidado de Dios en medio del
sufrimiento. Y, considerando el costo físico, iocional y espiritual de sus esfuerzos, es importante que los
pastores ofrezcan apoyo espiritual a estos profesionales de la salud, con el objetivo de ampararlos y
fortalecer su fe.
Los profesionales de la salud pueden ser consolados con la verdad de que, para todos aquellos que
fielmente guarden el día sábado, la promesa divina es alentadora: “Si retrajeres del día de reposo tu pie, de
hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no
andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te
deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob
tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado” (Isaías 58:13-14).
Llamado a la fidelidad
Muchos profesionales en servicios relacionados con la preservación de la vida y de mantener el estado de
bienestar, son llamados a tratar, en sábado, iergencias excepcionales, causadas por epidiias, pandiias,
accidentes trágicos, desastres naturales o provocados, etc., recibiendo riuneración por este servicio. En
estos casos, los profesionales deben tener en mente que la riuneración de los trabajos de iergencia
realizados en sábado no debe ser tratada de la misma forma como la recibida en los otros días de la siana.
Eso está de acuerdo con la orientación del Señor registrada por Elena de White: “Puede ser necesario
dedicar hasta las horas del santo sábado al alivio de la humanidad doliente. Mas los honorarios por tal labor
deberían colocarse en la tesorería del Señor, para que se utilicen en atender los casos de pobres que lo
ameriten, que necesitan atención médica, pero carecen de recursos para costearla” (El ministerio médico, p.
284). De este modo, cabe a estos profesionales hacer la donación de acuerdo con el compromiso espiritual
de cada uno.
En la misma medida en que se reconoce la dedicación y el papel de los profesionales adventistas de salud
en casos excepcionales, Cristo los invita a descansar en él (Mateo 11:28, 29). Ellos también necesitan de
las bendiciones del reposo en el día del Creador que los “recrea” en el tiipo sagrado. Por lo tanto, es
fundamental asumir el compromiso de servir al siejante, así como reafirmar la fidelidad total y la obediencia
voluntaria a Dios, reflexionando sobre la mejor manera de equilibrar el servicio a los que sufren y la
dedicación al Señor que amamos y servimos.
[1] https://www.adventistas.org/es/institucional/organizacion/declaraciones-y-documentos-oficiales/la-
observancia-del-sabado/; versión en portugués: https://www.adventistas.org/pt/saude/observancia-
sabado-instituicoes-saude/. Acceso el 22/03/2020; otro documento importante es: “Observancia del
Sábado”, disponible aquí: https://www.adventistas.org/es/institucional/organizacion/declaraciones-y-
documentos-oficiales/observancia-del-sabado/; versión en
portugués: https://www.adventistas.org/pt/institucional/organizacao/declaracoes-e-documentos-
oficiais/observancia-sabado/
[2] https://www.medicosadventistas.org/wp-content/uploads/2018/09/Posicionamiento-2-Trabajo-del-
medico-en-las-horas-sabaticas.pdf; versión en
portugués: https://www.medicosadventistas.org/2018/08/01/posicionamento-02-trabalho-do-medico-
nas-horas-sabaticas/. Acceso el 22/03/2020.
[3] Otros textos bíblicos con respecto al sábado son los siguientes: Génesis 2:1-3; Éxodo 20:8-11; 31:12-
17; Levítico 23:3, 32; 26:2; Deuteronomio 5:12-15; Isaías 56:5 y 6; 58:13 y 14; Mateo 12:12; Marcos
2:23-28; Lucas 4:16; 13:10-17; Hebreos 4:1-11.
POSICIÓN 02
Trabajo del médico en las horas sabáticas
La Asociación de Médicos Adventistas declara su posición concerniente al trabajo del Médico en las
horas del día sábado, siguiendo los consejos de las Sagradas Escritura, Ellen G. White y del voto de la
Comisión Ejecutiva de la Asociación General en Indianápolis, Indiana, el 9 de julio de 1990.
Instituciones Médicas Adventistas
Las instituciones médicas adventistas constituyen el único contacto que muchas personas tienen con la
iglesia Adventista del Séptimo Día. Los Hospitales Adventistas deben ser más que meramente sistemas
de atendimiento médico. Ellos tienen la oportunidad única de dar un testimonio cristiano las 24 horas
cada día para las comunidades que sirven. También tienen el privilegio de presentar el mensaje del
sábado mediante el ejemplo, cada semana. En la cura de los enfermos y en la liberación de los
portadores de debilidades físicas, aún en el sábado, Cristo dejó un ejemplo que consideramos la base
para el establecimiento y funcionamiento de las instituciones médicas adventistas. Po lo tanto, una
institución que ofrezca atendimiento médico al público debe estar preparada para ministrar las
necesidades de los enfermos y los que sufren, independientemente del horario o del día.
Este hecho coloca una gran responsabilidad sobre las instituciones médicas, en el sentiddo de elaborar y
ejecutar reglamentos que reflejen el ejemplo de Cristo y apliquen los principios de la observancia del
sábado encontrados en las Escrituras y que son enseñados por la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Los
administradores, tienen la responsabilidad especial de cuidar para que todos los departamentos
mantengan el verdadero espíritu de guardar el sábado, colocando procedimientos apropiados y
evitando disminuir la santidad del día sábado.
Se recomendó las siguientes aplicaciones en los principios de la observancia del sábado:
a. Ofrecer atención médica de emergencia, siempre que fuera necesario, con buena disposición, ánimo y
con elevado nivel de profesionalismo. Entretanto, ni las instituciones, ni los médicos y dentistas
adventistas, deben ofrecer los mismos servicios de clínica o consultorio que ofrecen en los demás días
de la semana.
b. Suspender todas las actividades rutinarias que puedan ser programadas para otro día de la semana.
Generalmente esto significa cerrar completamente los departamentos e instalaciones que no tengan
relación directa con la atención de los pacientes y mantener un mínimo del personal calificado en los
departamentos para tratar las emergencias.
c. Postergar servicios electivos de diagnósticos y terapias. El médico de guardia debe decidir lo que es
necesario en los casos de emergencia. Si el médico abusa de ese derecho, los casos deben ser
tratados por la administración del hospital. Los funcionarios de la institución que no trabajen en la
administración no deben estar en las decisiones, ni ser obligados a enfrentar al (a los) médico (s) de
guardia. Se pueden evitar los malos entendidos aclarando en los estatutos que para el equipo médico,
solamente serán realizados procedimientos quirúrgicos, terapéuticos o de diagnóstico que no puedan
ser realizados posteriormente debido a la condición del paciente. Un entendimiento claro con todos los
que son designados para el equipo, en el momento de la admisión, ayudará mucho para evitar malos
entendidos y abusos. Las cirugías simples y opcionales deben ser postergadas o limitadas en los días
viernes. Procedimientos así planeados permiten que el paciente permanezca en el hospital durante el fin
de semana y de esta manera, perder menos días de trabajo. Entretanto, eso coloca el primer día pos
operatorio, normalmente el que necesita cuidado hospitalario más intenso, en el sábado.
d. Cerrar las oficinas administrativas para atención de rutina. Aunque pueda ser necesario admitir y dar
alta a pacientes el sábado, se recomienda que sea evitado la presentación de cuentas y el recibimiento
de dinero. Jamás debe la guarda del sábado ser motivo de irritación para aquellos que procuran servir y
salvar, (Efesios 5:8), Hechos de los Apóstoles p. 260).
e. Hacer del sábado un día de deleite para los pacientes, proveyendo un recuerdo del testimonio
cristiano que jamás será olvidado. La guarda significativa del sábado será conseguida más fácilmente en
una institución que emplee un equipo predominantemente adventista. La presentación del sábado
sobre un prisma favorable puede ser conseguida por los obreros encargados de la atención a los
pacientes y puede constituir una influencia convincente en la vida de los que no pertenecen a nuestra
fe.
f. La atención de los enfermos es una actividad de los siete días de la semana. La enfermedad no sabe de
calendario. Entretanto, al programar a los funcionarios, las instituciones médicas deben tomar en
consideración las creencias, observancias y prácticas sinceras de los empleados o futuros empleados. La
institución debe dar margen razonable a esas creencias religiosas, a menos que se demuestre que esa
acomodación dificultará el funcionamiento de la institución. También se reconoce que la conciencia de
la persona varia en relación con la conveniencia del trabajo en los sábados. Ni la Iglesia ni sus
instituciones pueden actuar como conciencia para sus empleados. En vez de eso, se debe dar margen
razonable para la conciencia individual.
g. Resistencia a las presiones para aflojar las normas adventistas. Algunas instituciones han sido
presionadas por comunidades, equipos médicos y/o empleados (cuando la mayoría se compone de no-
adventistas) en el sentido de abandonar o debilitar los principios en lo que se refiere a la observancia del
sábado y sus prácticas, de modo que el sábado sea tratado como cualquier otro día. En algunos casos, se
ha hecho presión para mantener los servicios en el sábado, reduciéndolos el domingo. Esa actitud debe
ser vigorosamente combatida. El consentimiento, llevaría a un serio re-examen del relacionamiento de
esa institución con la Iglesia.
h. Estimular una actitud de continuo testimonio cristiano entre los empleados adventistas. El único
contacto que muchos funcionarios no-adventistas podrán tener con los adventistas del séptimo día, será
en la institución que los emplea. Todos los relacionamientos deben ser cordiales,
bondadosos y representativos del amor ejemplificado en la vida y obra del Gran Médico. La compasión
para con los enfermos, la abnegada consideración para con los semejantes, la solicita disposición para
servir y una irrestricta lealtad para con Dios y la Iglesia pueden constituir un perfume de vida para la
vida. Guardar el sábado es privilegio y honra, un deber. Jamás debe volverse pesada o tediosa para los
que lo observan o para los que nos rodean.
El trabajo en los Sábados en Hospitales No Adventistas
Aunque sea esencial las instituciones médicas que se realice constantemente un mínimo de trabajo para
mantener el bienestar y comodidad de los pacientes, los empleados adventistas en instituciones no
adventistas en donde en las horas del sábado no hay disminución de los deberes rutinarios, se
encuentran obligados de recordar los principios que rigen las actividades sabáticas. Para evitar
situaciones en que los miembros de iglesia enfrenten problemas con guardar el sábado en instituciones
no adventistas, se recomienda que:
a. Cuando los adventistas aceptan un empleo en un hospital no adventista, hagan de conocimiento a su
administración, sus principios sobre la observancia del sábado y soliciten un horario de trabajo que los
exima de los deberes comunes, en el día sábado.
b. En los lugares donde los horarios de trabajo u otros factores no permitan ese arreglo, los adventistas
deben identificar claramente las tareas, si hubiera alguna, que podrían realizar concienzudamente el
sábado, así como su frecuencia.
c. En los casos en que no fuera posible acomodarse a los arreglos anteriores, los miembros deben volver
supremas las exigencias de la lealtad a Dios y abstenerse de tareas rutinarias.
Trabajo esencial y de emergencia
Con el fin de resaltar la santidad del sábado, los adventistas del séptimo día deben hacer elecciones
sabias en lo que se refiere a empleo, guiados por una conciencia iluminada por el Espíritu Santo. La
experiencia ha demostrado que hay riesgos al escoger vocaciones que no permitan la adoración al
Creador en el sábado, libre de compromisos con el trabajo secular. Esto significa que evitarán empleos
que, aunque esenciales para el funcionamiento de una sociedad tecnológicamente avanzada, puedan
ofrecer problemas en cuanto a la observancia del sábado.
Las Sagradas Escrituras y el Espíritu de Profecía son explícitos en cuanto a nuestros deberes como
cristianos para con nuestros semejantes, aun en el día de sábado. En el contexto moderno, muchos
empleados en ocupaciones relacionadas con la salvación de vidas y propiedades son llamados a tratar
casos de emergencias. Aceptar trabajar el fin de semana que requiera el uso de las horas del sábado, en
un empleo lucrativo de atención de emergencia o aceptar trabajar los fines de semana en ocupaciones
de emergencia con la finalidad de incrementar la renta familiar,
no armoniza con los principios de la observancia del sábado presentadas por Cristo en su Palabra.
Atender las situaciones de emergencia que impliquen riesgo de vida y seguridad es diferente de ganar el
sustento por comprometerse rutinariamente en estas ocupaciones durante el sábado, ya que
frecuentemente son acompañadas por actividades comerciales, seculares o de rutina. (Ver los
comentarios de Cristo sobre el recate de bueyes u ovejas caídas en un hoyo y sobre la ayuda de una
persona en necesidad Mat. 12:11, Luc. 13:16). Ausentarse de la casa de Dios y negarse a la comunión
con otros miembros en los sábados, puede ejercer un efecto de desánimo sobre la vida espiritual.
Muchos empleadores de esas así llamadas áreas de servicios esenciales están dispuestas a hacer
concesiones a los guardadores del sábado. Cuando no fueren hechas, los miembros deben revisar
cuidadosamente los principios bíblicos sobre la observancia del sábado y, sobre esa luz, examinar el tipo
de actividades, ambientes, exigencias de trabajo y motivos personales antes de comprometerse con el
trabajo de los sábados. Deben preguntar al Señor como lo hizo Paulo en el camino a Damasco: "Señor
¿qué quieres que yo haga?" Cuando prevalece esta actitud de fe, somos persuadidos de que el Señor
llevará al creyente a discernir su voluntad y suplirá la fuerza y sabiduría para seguirla.
Trabajo en Turno
Cuando un adventista del séptimo día trabaja en una institución donde existe un sistema de turnos, el
empleador podrá solicitarle que trabaje el sábado en forma total o parcial. En esas circunstancias, se
anima el miembro a considerar lo siguiente:
a. Esforzarse por ser el mejor funcionario, un empleado de valor a quien el empleador no se dé el lujo de
perder.
b. Si surge un problema, el miembro debe buscar resolverlo a través de un entendimiento directo con el
empleador, solicitándole un arreglo basado en la buena voluntad y justicia.
c. El miembro debe ayudar el empleador sugiriendo arreglos como:
1. Trabajar con horario flexible.
2. Aceptar un turno indeseable.
3. Cambiar el turno con otro empleado.
4. Trabajar los días feriados.
d. Si el empleador se resiste a la idea de un arreglo, el miembro debe inmediatamente buscar la ayuda
del pastor y del Departamento de Deberes Cívicos y Libertad Religiosa en los países donde hubiere
problemas en la solución del trabajo en estas actividades.
Centro White
CONSEJOS DE ELENA G. de WHITE SOBRE EL TRABAJO EN LOS SÁBADOS EN INSTITUICIONES MÉDICAS
ADVENTISTAS Y NO ADVENTISTAS
"Las Instituciones de salud adventistas proveen el único contacto que muchas personas tienen con la
Iglesia Adventista del Séptimo día. La Asociación General, en el Concilio Anual, declaró lo que estas
instituciones son para la Iglesia, con las siguientes palabras: 'En resumen, la institución de salud
adventista es una extensión unida a la vida en la misión de Cristo y el cumplimiento del ministerio de
salud y cura de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Es, por lo tanto, inseparable del ministerio total de
la Iglesia, en la predicación del evangelio a todo el mundo'" (Concilio Anual de la Asociación General, 13-
21 d octubre de 1976, p.87).
En los primeros años de funcionamiento, en el siglo XIX, los funcionarios de las instituciones médicas
adventistas del séptimo día realizaban en el sábado los deberes necesarios sin remuneración especial
por el trabajo. La mayoría de los empleados eran pagados con un salario semanal sin incluir las horas del
sábado. Algunos eran llamados para trabajar largas horas del sábado; otros se ocultaban
completamente para aceptar tales llamados.
El trabajo era visto claramente como una parte del programa misionero de la iglesia y había poco interés
para los adventistas del séptimo día en buscar empleo en instituciones no adventistas. Las instituciones
de la iglesia absorbían la mayor parte del personal entrenado - médicos, enfermeros, etc. Los médicos
adventistas, la mayoría de los cuales al principio no cobraban por servicios profesionales realizados en el
sábado, descubrieron que deberían cobrar a los que necesitaban ser atendidos en el sábado, con el fin
de protegerse de aquellos que buscaban auxilio médico en el sábado, con el fin de no tener que pagar.
Ellen White dio consejos concernientes al uso de tasas recibidas por tales servicios realizados "en el
tiempo de Dios".
Algunos médicos particularmente el Dr. J.H. Kellogg, una vez que era permisible aliviar el sufrimiento del
día sábado, entró en una especie de programas de fin de semana en las instituciones médicas de la IASD
fuera de Battle Creek, viajando frecuentemente el viernes en la noche para pasar el sábado realizando
cirugías, regresando para Battle Creek para una semana de trabajo normal. Ellen White enfatizó
claramente que el médico y la enfermera, así como todas las otras personas, necesitan del sábado como
un día de descanso y adoración, pero reconocía que la naturaleza del trabajo de ellos siempre requería
la realización de deberes en el día sábado. Ella dio consejos sobre este punto.
En la el máximo de horas de trabajo y el mínimo pago por hora para mujeres, especificaban los días
década de 1920, con el surgimiento del trabajo estatal las leyes sobre horarios que establecían libres
requeridos, y exigían informes sobre el número exacto de horas trabajadas, etc., se complicó
grandemente la situación para los adventistas del séptimo día. Los líderes luchaban y, en algunos casos,
lucharon desesperadamente para encontrar el camino en la
conducta que debía ser seguida sobre la remuneración para el trabajo en el sábado dentro de la
adecuada observancia del sábado y de las leyes del Estado.
Luego, inicialmente con las conciencias aprensivas por parte de algunos, nuestras instituciones médicas
comenzaron a pagar por el trabajo en el sábado como cualquier otro día. Esto fue aceptado como
apropiado, no pocas enfermeras adventistas, con mucha rapidez, no han encontrado ningún conflicto
con los principios religiosos en llenar posiciones de enfermería, frecuentemente con trabajo en el
sábado, en instituciones no adventistas.
Las siguientes declaraciones, algunas de manera directa y otras indirectamente, tienen relación con el
asunto.
La Actividad para Ganar el Sustento Debe Cesar
" La obra en el cielo no cesa nunca, y el hombre no debe descansar de hacer el bien. El sábado no se
destina a ser un periodo de inútil inactividad. La ley prohíbe el trabajo secular en el día del Señor; el
labor que constituye el ganar el pan debe cesar ; nada que constituya placer o provecho mundanos es
lícito realizar en este día; pero como Dios cesó su labor de crear, y reposó el sábado, y lo bendijo; de
esta manera el hombre debe dejar las ocupaciones de su vida diaria, y dedicar las horas sagradas a un
reposo saludable, al culto y a las buenas obras. El hecho de Cristo en curar al enfermo estaba en
perfecto acuerdo con la ley. Era una obra que honraba el sábado". (Deseado de Todas las Gentes, p.
186)
"Si violamos la letra del cuarto mandamiento para nuestra propia ventaja desde el punto de vista
remunerativa, nos volvemos transgresores del sábado, somos culpables de transgredir los
mandamientos; pues si tropezamos en un punto somos culpables de todos". (Testimonio, vol. 1, p. 532).
Remuneración para el trabajo en el Sábado
"Los médicos necesitan cultivar un espíritu de abnegación y sacrificio. Puede ser necesario dedicar las
horas del santo sábado a la humanidad sufriente. Pero los honorarios por este trabajo deben ser
entregados a la tesorería del Señor, con el fin de ser usado en favor de los pobres merecedores, que
necesiten del tratamiento médico y no puedan pagar". (Medicina y Salvación, p.216).
Reforzando el consejo Sabático
"Los médicos no deben suponer que es correcto de parte de ellos hacer compromisos o viajar en
sábado. No solamente por precepto sino por ejemplo deben ellos honrar el verdadero sábado, que debe
ser inmortalizado como evidencia de que Dios creó el mundo en seis días, y descansó el séptimo. Dios
bendijo el séptimo día y lo santificó, colocando la orden concerniente a este mandamiento en el centro
del decálogo. Esto debe ser sagradamente observado. El tratamiento común, cotidiano, no debe ser
suministrado en el sábado. Los pacientes deben saber que los médicos necesitan tener un día en el cual
reposar. Frecuentemente es imposible para los
médicos tomar el tiempo del sábado para el reposo y devoción. Ellos pueden ser llamados para librar el
sufrimiento. Nuestro Salvador nos mostró por su ejemplo, que es correcto aliviar el sufrimiento en el día
de sábado. Pero, los médicos y enfermeros no deben hacer trabajo innecesario en este día. Los
tratamientos comunes y operaciones que pueden esperar, deben ser transferidos hasta el día
siguiente", (THE kRESS COLLECTION, p. 43)
El sábado debe ser conservado siempre como Santo
"En nuestros sanatorios el sábado como séptimo día de la semana, debe ser siempre guardado como
santo". (Carta 213, 1902).
"El Dr. ________ tiene el deseo de realizar grandes cosas. Está en peligro de gastar sus energías fuera
del sanatorio, en lugar de emplear todas sus fuerzas para tornar a la institución un poder, en unirlo con
el mensaje del evangelio y la reforma del sábado. El Dr. _______ necesita colocarse donde comprenda
que la verdad es para este tiempo. Esa es su única salvaguardia como médico. Necesita tener los pies
calzados con la predicación del evangelio.
Él está en peligro de confundirse y dejar de ser la elevada y santa influencia que el sábado debe ejercer
sobre la obra, para este tiempo. Considerará necesario hacer en el sábado muchas cosas que no deben
ser realizadas en ese día. En el caso de buscar asumir tantas responsabilidades, él dispensará poca
consideración al sábado. Tal influencia será una maldición para la institución. Los que están ligados a los
sanatorios deben ser enseñados a considerar la cuestión, como un gran test para este tiempo. Dios
desea que su pueblo mantenga la obra médico-misionera ligada con la obra del mensaje del tercer
ángel. Esta es la obra que restaurará la imagen moral de Dios en el hombre", Medicina y Salvación, pp.
159-160).
Realizar los deberes necesarios con el mínimo trabajo
"En nuestros sanatorios, el grupo de pacientes, junto con los médicos, enfermeros y funcionarios, debe
ser alimentados espiritualmente en el sábado, como cualquier familia y realizar el mínimo trabajo
posible. Nuestro restaurante, no deberá funcionar el día de sábado. Sea ese día concedido a los obreros
para el culto a Dios. Las puertas cerradas el sábado, afirman que el restaurante es como un memorial de
Dios, memorial que declara que el séptimo día es sábado y que en él no debe ser hecho trabajo alguno
que no sea imprescindible". (Testimonios Selectos, vol. 3, p. 90).
"No todos los que pertenecen a nuestro pueblo son tan escrupulosos, en lo tocante a la observancia del
sábado, como deberían serlo. Ayúdelos Dios a reformarse. Conviene al jefe de la familia sentar los pies
firmemente en la plataforma de la obediencia". (Testimonios Selectos, vol. 3. p. 91).
La vida de adoración del Obrero médico
"Ninguna alma puede prosperar sin tomar tiempo para orar, para escudriñar las Escrituras; y, en la
medida de lo posible, deben tener el privilegio de asistir al culto público. Necesitan todos
preservar el aceite de la gracia en sus vasijas, con sus lámparas encendidas. Más de lo que todos los
otros, los obreros que son colocados en convivió con los mundanos necesitan tener delante de ellas a
Jesús, para que puedan contemplar al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. El elemento
impío al cual están expuestos se vuelve necesario que les sea impuesto trabajo personal. ¿Quién puede
relacionarse íntimamente con estos pacientes, oírlos hablar, respirar la atmósfera que rodea a sus
almas, sin correr algún riesgo?. Se deben ejercer siempre influencias neutralizadoras para que, por las
seducciones de Satanás, el elemento mundano no aleje los corazones de Dios. Jamás permitáis que las
clases mundanas sean honradas, y que les sea tributada mayor deferencia de lo que a los que aman y
alaban a Dios y se están esforzando para hacer su voluntad. Los que, por cualquier motivo, son obligados
a trabajar en el sábado, están siempre en peligro, sienten la pérdida y, de tanto hacer trabajos
necesario, acaban cayendo en el habito de realizar en el sábado cosas que no son necesarias. Se pierde
el sentido de su santidad, y el santo mandamiento se vuelve sin ningún efecto. Se debe hacer un
esfuerzo especial en el sentido de efectuar una reforma con respecto a la observancia del sábado. Los
obreros en el sanatorio no siempre hacen por si mismo lo que es su privilegio y deber. Muchas veces se
sienten tan cansados que se sienten desanimados. Esto no debería ocurrir. El alma solo puede ser rica
en gracia cuando habita la presencia de Dios. Dios es el gran propietario del sanatorio, de la oficina de la
Review and Herald, de la Pacific Press, de nuestros colegios. En todas estas instituciones los gerentes
deben recibir orientación de lo alto. Y por más fuertes que sean las tentaciones que sobrevengan por la
asociación con los infieles, se debe ejercer el mayor cuidado en el sentido de colocar los obreros en
intima unión con Cristo y las influencias de que provienen de Él. Su palabra debe ser nuestro guía en
todo; y si viene la pobreza por el hecho de que nos apegamos a un claro "Así dice el Señor", debemos
aferrarnos a ella, aun con la pérdida de todas las otras cosas. Es mejor ser pobre en las cosas temporales
y continuar con Cristo, y ser alimentados por su palabra, que es espíritu y vida. "No solo de pan vivirá el
hombre, más de toda la palabra que sale de la boca de Dios". (Mateo 4:4). El mundo se puede sonreír al
oír esto, pero es la palabra del Hijo de Dios. El dice: "El que come mi carne (la palabra que Cristo nos
dice)...tiene la vida eterna y Yo lo resucitaré en el último día". (Job 6:54). No siempre podemos estar
arrodillados en oración, pero el camino para el trono de la gracia esta siempre abierto. Mientras
estemos empeñados en el trabajo activo, podemos suplicar auxilio; y Aquel que no nos decepciona nos
promete: "Y recebareis". El cristiano puede encontrar tiempo para orar y lo encontrará. Si permitimos
que el cúmulo de trabajo nos devore de nuestro propósito, de buscar al Señor diariamente, cometernos
los mayores errores, sufriremos pérdidas, pues el Señor no está con nosotros; cerramos la puerta de tal
manera que él no puede encontrar acceso a nuestras almas. Si, sin embargo, oramos aun cuando
nuestras manos están ocupadas, los oídos del Salvador están abiertos para oír nuestras peticiones. Si
estamos determinados a no separarnos de la Fuente de nuestra fuerza. Jesús estará igualmente
determinado a permanecer a nuestra derecha para auxiliarnos, para que no seamos puestos en oprobio
delante de nuestro enemigos. La gracia de Cristo puede realizar en nuestro favor aquello que todos
nuestros esfuerzos sean incapaces de hacer. Los que aman y temen a Dios pueden estar rodeados de
muchos cuidados, y aún así no tropezar ni hacer veredas tortuosas para sus pies. Dios tiene cuidado de
vosotros en el lugar en que es vuestro deber está. Solamente la vida de constante dependencia del
Salvador es vida santa". (Consejos sobre Salud, pp. 422-424).
Errores que son fácilmente cometidos
Algunos han cometido un serio error y negligencia en no asistir a los cultos públicos de Dios. Los
privilegios del culto divino serán tan benéficos y tan esenciales para ellos, como lo son para otros. Ellos
son incapaces de beneficiarse de estos privilegios tan frecuentemente como lo hacen muchos otros. Los
médicos serán muchas veces llamados en el sábado para visitar a los enfermos y pueden ser obligados a
hacer del sábado un día de exhaustiva labor. Tal trabajo para aliviar el sufrimiento fue dicho por nuestro
Salvador que es una obra de misericordia y no de violación del sábado. Mas aquellos que regularmente
utilizan el sábado para escribir o trabajar, no haciendo ningún cambio especial, perjudican sus propias
almas, dan a otros un ejemplo que no es digno de imitación y no honran a Dios” (Testimonies, Vol 4 p.
539).
"Muchos se hallan en riesgo de pensar que, en los cuidados del servicio, escribiendo y trabajando como
médicos, o cumpliendo sus deberes en distintos departamentos, son disculpados si dejan de orar, si
transgreden el sábado y los servicios religiosos. Las cosas son así rebajadas con el fin de favorecer sus
conveniencias, al paso que los deberes, las renuncias y las cargas son dejados de lado. Ni los médicos ni
los auxiliares deben tentar hacer su trabajo sin consagrar tiempo a la oración. Dios será el ayudador de
todos los que lo profesan amarlo, que acudan a él con fe y, sintiendo su propia debilidad, deseen su
poder. Cuando ellos se separan del brazo de su poder, y los esfuerzos que hicieron, Dios en su sabiduría
demuestra su insensatez. Cuando se sienten pequeños, a sus propios ojos y se apoyan con todo el peso
en su Dios, entonces él es el brazo de su poder, y los esfuerzos que hicieron serán seguidos con éxito; al
permitir, sin embargo, que la mente se desvíe del Señor, Satanás penetra en ella, controla los
pensamientos y pervierte el juicio.
Ninguna persona está en mayor peligro que aquella que se cree segura en su montaña. En entonces es
donde el pie comienza a deslizarse. Sobrevendrán tentaciones, una después de otra, y serán tan
imperceptibles a la influencia de las mismas sobre la vida y el carácter que, a menos que sea guardado
por el poder divino, él será corrompido por el espíritu del mundo, y dejará de realizar el designio de
Dios. Todo cuanto el hombre posee, le fue dado por el Señor, y aquel que desarrolla sus propias
aptitudes para gloria de Dios, será un instrumento para el bien; pero, de la misma manera que no nos es
posible ser físicamente fuertes sin tomar el alimento temporal, no podemos vivir la vida religiosa sin
constante oración y el cumplimiento de los deberes espirituales. Necesitamos sentamos diariamente a la
mesa de Dios. Lo que importa es que recibamos fuerzas de la Vida Viva, con el cual nos debemos nutrir".
(Testimonios Selectos, vol. 1, pp. 579-580).
"Hay mayor santidad en el sábado de lo que muchos que profesan observarlo, le atribuyen. El Señor ha
sido grandemente deshonrado por parte de los que no han observado el sábado conforme el
mandamiento, sea en la letra o sea en el espíritu. Él sugiere una reforma en la observancia del sábado".
(Testimonios Selectos, vol. 3, p. 20).