Horacio Schick
Horacio Schick
Horacio Schick
I. Introducción
Lo más relevante del cambio legislativo instaurado por la ley 27348 -irregularmente
reglamentada por las Resoluciones SRT 298/17 y 899/17- es la reforma que, como en 1995 con la ley
24557, restablece el encierro del trabajador en el laberíntico procedimiento de las Comisiones
Médicas (CCMM) que dirigen ahora todo el proceso de conocimiento reduciendo a la Justicia del
Trabajo a una mínima expresión, confinándola a operar solo como instancia de apelación restringida
(por lo menos en la Justicia Nacional del Trabajo y en la Provincia de Buenos Aires)1, dado el efecto
suspensivo y en relación, que se le atribuye al recurso de apelación contra las decisiones de las
CCMM.
La restauración de la obligatoriedad de las CCMM contraviene la jurisprudencia de una
década de la Corte Suprema de Justicia fijada en los fallos “Castillo”, “Venialgo”, “Marchetti” y
“Obregón” que constituyeron un conjunto armónico de precedentes del Máximo Tribunal de la
Nación sobre la inconstitucionalidad de los artículos 21, 22 y 46 inc. 1, LRT, y de las normas
correspondientes del decreto PEN 717/96; que en definitiva, invalidaron el procedimiento especial
diseñado por la ley 24557, como la obligatoriedad de recurrir a esas CCMM y habilitaron a los
damnificados a ocurrir directamente ante la justicia laboral de todo el país.
Incluso las causas “Venialgo” y Marchetti”, fueron dos casos de la Justicia Nacional donde se
dirimió la competencia entre la Cámara Federal de la Seguridad Social y la Cámara Nacional de
Apelaciones del Trabajo, y la Corte Suprema, haciendo suyo el dictamen Fiscal, determinó la
competencia de la Justicia Nacional del Trabajo. Doctrina que fue respetada pacíficamente durante 10
años por las dos instancias de la Justicia Nacional del Trabajo.
El mensaje de elevación del PEN –único fundamento de esta reforma legal– es la elevada
litigiosidad, la industria del juicio y los costos del seguro (párr. 11 y 12 del Mensaje 130/16 del
PEN).
Este discurso sobre la conflictividad judicial que pondría en riesgo el sistema, es falaz y ha
sido constante desde la propia creación del sistema en 1995.
1
Las demás provincias que adhirieron siguiendo en mayor o menor medida el modelo cordobés, han modificado el artículo
2° de la ley sustituyendo el recurso de apelación en relación y con efecto suspensivo, por una acción laboral ordinaria de
acuerdo a las reglas procesales de cada jurisdicción con diferentes plazos de caducidad y requisitos para su interposición.
1
El nivel de siniestralidad existente es el principal factor de la generación de causas judiciales,
ya que detrás de cada juicio hay un accidente o una enfermedad laboral.
La responsabilidad por los cuestionamientos, los fracasos de la ley 24.557 y las declaraciones
de inconstitucionalidad que tuvo, no la tienen los damnificados, que iniciaron procesos judiciales
reclamando sus derechos, ni los abogados que hemos abierto la brecha judicial ante el silencio y la
complicidad de los actores sociales.
Se ha esgrimido hasta el hartazgo, que una elevada litigiosidad produciría pérdidas en la
actividad de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo y en la queja de los empleadores que alegan un
incremento excesivo de las alícuotas.
De lo que se guarda silencio es de la relación entre ese ‘stock’ de causas judiciales con el
nivel de siniestralidad existente.
En el sector formal, la SRT verificaba al momento de debatirse la ley 27348 en 2016,
alrededor de 660.000 accidentes y enfermedades laborales anuales, conforme lo indica el cuadro
siguiente sobre siniestralidad laboral.
Cuadro de Siniestralidad
De estos infortunios, un porcentaje incierto queda con incapacidad permanente definitiva que
da lugar a reparación en algunos casos reconocidos por el sistema (ART y CCMM) y en otros casos
negado, lo cual de por sí, origina conflictos y litigiosidad judicial.
A los componentes de siniestralidad del sector formal hay que adicionarle los casos ocurridos
en el sector informal de la economía, estimado en un 35% y no contemplado en las estadísticas. Ello
podría implicar, en definitiva, un total aproximado de 900.000 infortunios de trabajo reales al año, que
indudablemente se vuelcan a la Justicia por las condiciones de no registración.
Además, hay que contemplar que una parte de los juicios que computa el stock denunciado
por los obligados del sistema se refiere a enfermedades laborales no reconocidas por las ART ni por
las Comisiones Médicas, para quienes la mayoría son preexistentes o inculpables: casi nunca
laborales.
Las propias estadísticas de la SRT sólo confirman un promedio anual de sólo 2% de
enfermedades reconocidas, cuando para la OIT existen muchas más enfermedades laborales que
accidentes traumáticos. La OIT a nivel mundial y en promedio refiere un 38% de enfermedades
profesionales del total de la accidentología declarada (www.ilo.com) muy distante del infra-registro
nacional del 2% referido.
Obsérvese que en el año 2015 se reconocieron 663.442 eventos dañosos y tan sólo 19.628
enfermedades laborales. Esto significa que ese infrarregistro de enfermedades laborales es
forzosamente dilucidado en la Justicia, porque fueron rechazados por los órganos del sistema.
La SRT también afirmó que en 2015 se habían producido 663.442 eventos dañosos, mientras
que la UART afirma en su página web que en el mismo período se iniciaron 106.021 acciones
judiciales. O sea un 16% de juicios en relación a los siniestros. Queda desmentida por los propios
actores oficiales la afirmación de que la mayoría de los reclamos se procesaba por la vía
judicial. Era una verdadera desmesura, que no obstante se utilizó como fundamento en el
Mensaje de elevación del Proyecto, para mutilar el derecho de los trabajadores de acceso a la
Justicia.
2
Hay una práctica bastante generalizada es la de no denunciar a la ART siniestros leves (infra-
registro de siniestros no denunciados) atendiéndolos in company, por un centro médico “amigo”, para
no adquirir el mote de “empresa crítica” (Resoluciones SRT 700/00 y luego 559/2009) por elevada
siniestralidad y sufrir aumentos de alícuotas y de inspecciones.
Se ha escuchado también hablar del descenso de accidentes mortales reflejado en las
estadísticas de la SRT. Otra falacia. Sucede como vemos a menudo en los diarios, por ejemplo, que
frente a un siniestro en una obra en construcción o una explosión en un área de Metrogás, quienes
acuden en primer término, no son los prestadores de las ART, sino los bomberos, el SAME y otros
servicios públicos de emergencia. Estos accidentes fatales no son registrados en las estadísticas
oficiales.
La SRT y el PEN no se pronuncian sobre graves siniestros fatales que se repiten con
frecuencia, que han tenido trascendencia pública, demuestran un desprecio de sectores empresarios
por el deber de seguridad y graves deficiencias del control estatal sobre la prevención laboral.2
Sobre los costos del sistema también se ha construido otro falso escenario catástrofe. La SRT
informaba en sus estadísticas de junio de 2016, a la época de discutirse la ley, que el valor promedio
de la alícuota por trabajador representaba el exiguo monto del 3,41% de la masa salarial, cuando el
valor deseado por la SRT en 1996 en los inicios del sistema era del 3%.3 Estos valores de las alícuotas
no parecen exagerados, teniendo en cuenta que las ART asumen, mejor o peor, las prestaciones
médicas y dinerarias y de prevención que les impone la ley 24.557. A pesar de la deficiencia de la
actividad preventiva, ya que solo 20 ART4 deben controlar a casi 10.000.000 de trabajadores
asegurados y 800.000 establecimientos distribuidos por todo el país.
Los empleadores, con la sanción de la ley 26.773 en octubre de 2012, fueron netos ganadores,
porque la “opción civil con renuncia” ha frenado la vía civil para el reclamo de accidentes laborales y
casi no tienen demandas en su contra.
2
1) Junio 2017: Hundimiento pesquero «El Repunte» oriundo de Mar del Plata en aguas de Rawson (Chubut).
Nunca debió salir al mar, era ‘virtual chatarra’. Hace tiempo no navegaba. Fue mal remendado y “se largó al
mar”. Murieron 10 tripulantes. Incumplimientos del armador, la ART y la Prefectura. El promedio de edad
promedio flota pesquera de Mar del Plata es de 50 años.
2) Junio de 2017: Muerte de 4 trabajadores precarizados de SAMEEP ahogados en una red cloaca de Puerto
Vilelas, Provincia del Chaco tareas de mantenimiento sin ninguna protección adecuada.
3) Febrero de 2018: Seis trabajadores murieron, y otras seis resultaron heridos tras el derrumbe de una losa en la
construcción en la construcción del espacio Multicultural Santa Teresita de localidad Partido de la Costa, en la
que trabajaban, para el municipio por intermedio de una contratista.
4) Junio de 2018: Hundimiento buque Rigel también en aguas de Rawson, Chubut, muerte de sus 9 tripulantes.
Buque de 50 años, oriundo de Mar del Plata, no estaba en condiciones de navegar.
3
Existiendo obviamente actividades que por su elevada siniestralidad como en Agricultura y Pesca, alcanza un
9,7% de la masa salarial del sector o la Construcción, un 7,6%. En cambio, los Servicios Sociales (54,3% de los
empleadores asegurados), Servicios financieros (9,7% del mercado), Comercio (14,4% de los empleadores
asegurados), Electricidad (873 empleadores), Gas y Agua (1161 empleadores), todos estos son sectores, que
prácticamente representan en conjunto más del 80% del mercado asegurador, registran la cuota más baja con un
valor medio que oscila entre 1,9% y el 3,7% de la masa salarial.
4
Hay 20 ART: Asociart SA Aseguradora de Riesgos del Trabajo, Berkley International A.R.T. S.A., Caja
Popular de Ahorros de la Provincia de Tucumán, Caminos Protegidos Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A.,
Experta Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A., Federación Patronal Seguros S.A., Galeno ART SA,
Horizonte Compañía Argentina de Seguros Grales. S.A., Instituto Autárquico Provincial del Seguro de Entre
Ríos, La Holando Sudamericana Compañía de Seguros S.A., La Segunda Aseguradora de Riesgos del Trabajo
S.A., Compañía Argentina de Seguros Latitud Sur S.A.,MEOPP ART Mutual(Petroleros), Omint Aseguradora
de Riesgos del Trabajo SA, Prevención Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A., Productores de Frutas
Argentinas Cooperativa de Seguros Limitada, Provincia Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A., Reconquista
A.R.T. S.A., Swiss Medical ART S.A., Compañía Argentina de Seguros Victoria S.A., y 5 Empleadores
Autoasegurados: Cooperativa de Trabajos Portuarios Limitada de San Martin, Exxonmobil Business Support
Center Argentina SRL, Gobernación de la Provincia de Buenos Aires, Municipalidad de Rosario, Gobernación
de La Provincia de Santiago del Estero.
3
Las ART lejos están de hallarse en situación de riesgo, como lo hemos señalado en nuestro
Informe Laboral Nº 47,5 siguen teniendo importantes ganancias y sus accionistas controladores se
destacan por vertiginoso incremento patrimonial.6
Se ha construido en un estilo de propaganda ‘goebeliana’, sobre los altos costos del seguro.
Sin embargo siguen acrecentando significativas ganancias y el de Riesgos es uno de los más
rentables de la actividad aseguradora, porque va ajustando sus primas permanentemente al ritmo del
aumento de los salarios.
Se pretende solucionar esta litigiosidad empeorando el diseño originario de la norma, sin
considerar que sus artículos “base de sustentación” de todo el “sistema”, ya fueron declarados
contrarios a la Constitución Nacional por la Corte Suprema.
La imposición de una instancia administrativa previa y obligatoria coloca, al trabajador en un
‘status’ inferior al resto de los dañados del ordenamiento jurídico de nuestro país quienes pueden
acceder en forma directa e inmediata ante la justicia, sin estar obligados a recorrer ninguna instancia
administrativa previa, más que una mediación, de la cual dista cualitativamente el procedimiento de
las CCMM que es un completo proceso de conocimiento (Art. 7º y 8º Res. 298/17).La única categoría
de dañados que están obligados a acceder a una vía administrativa obligatoria para reclamar sus
indemnizaciones por daños laborales, privados ya de acceder a la reparación integral de sus daños
laborales, por el régimen ficcional de “opción con renuncia” del artículo 4° de la ley 26773, instancia
que no deben recurrir quienes reclaman accidentes viales, daños y perjuicios de todo orden, daños
ambientales, etcétera.
El principio de igualdad prescribe que en todos los aspectos relevantes los seres humanos
deben ser considerados y tratados de igual manera, de modo uniforme e idéntico, a menos que haya
una razón suficiente para no hacerlo…y no la hay.
También se quebranta el principio de igualdad respecto a otros reclamos de índole laboral o
de Seguridad Social donde superada la instancia administrativa existe una acción ordinaria ante la
Justicia como dispone el régimen del SECLO frente a un conflicto individual o en un reclamo
previsional, el beneficiario una vez agotada la vía de la ANSES tiene acceso a la acción ordinaria ante
Justicia federal de la Seguridad Social.
La instancia de CCMM del artículo 1° no es una mera instancia conciliatoria sino una
pretensión jurisdiccional plena cuyo diseño atenta la división de poderes, atribuyendo al Poder
Ejecutivo funciones jurisdiccionales en clara violación de las directivas constitucionales y contradice
una auténtica interpretación de la doctrina de la Corte Suprema del fallo “Ángel Estrada” en caso de
5
En: <http://www.estudioschick.com.ar/in_47.pdf>. De acuerdo con el informe de la SSN surge que los
ingresos por primas durante el año 2015 de las 14 principales ART fueron de $ 39.007 millones y los gastos
operativos por todo concepto fueron de $ 42.576 millones (compuestos por la suma de los Siniestros Netos
Devengados $ 35.182 millones; los Gastos Totales $ 6.663 millones; los Gastos de Prevención ART $ 806
millones; los Otros Egresos $ 37 millones; y Otras Indemnizaciones y Beneficios $ 3 millones; restados los
Otros Ingresos de $ 117 millones), lo que suministra una pérdida operativa de $ 3.568.344.320 (página 7). A su
vez, tuvieron una ganancia financiera de $ 6.615.774.136 la que absorbe la pérdida operativa, arrojando un
resultado positivo de $ 3.047.429.816 que serían unos U$S 335.250.804 al tipo de cambio Banco Nación del 30
de junio 2015 (cfr. página 8 de la circular SSN EST 1000 del 16 de septiembre 2015 elaborada con la
información al 30 de junio de 2015, cierre del último balance anual). Los balances presentados ante la
Superintendencia de Seguros de la Nación reflejan que al tercer trimestre de 2016, las ART obtuvieron una
ganancia neta de $ 1.563.093.771. (<http://www.ssn.gov.ar/Storage/files/circulares/9311.pdf>).
6
Ranking Revista Forbes: “Las riquezas de los popes”. Número 14: Claudio Fernando Belocopitt, US$ 1.000
millones (controla Swiss Medical ART). Debutó en el mundo de los negocios como productor, y tiempo
después apostó a la industria de la salud, convenciendo a un fondo de inversión suizo de montar una clínica de
avanzada sobre la avenida Pueyrredón. Hoy es dueño del 76% de Swiss Medical Group, la mayor compañía
privada de salud de Argentina, con un millón de clientes, 12.000 empleados e ingresos proyectados en torno a
los $ 50.000 millones solo para este año.Puesto 25: Julio Alfredo Fraomeni, US$ 730 millones (controla
Galeno ART).Galeno es una de las tres mayores compañías de medicina prepaga del país, y Julio Alfredo
Fraomeni es su principal accionista. La firma tiene más de 12.000 empleados y siete sanatorios, y presta sus
servicios al sistema de salud para cerca de 2 millones de personas; a su vez, ha incursionado en los negocios de
seguros y financiero.
4
conflictos entre particulares, como son las ART y los trabajadores damnificados, como veremos más
adelante.
La incorporación de este procedimiento administrativo previo y obligatorio, en caso de
discrepancia entre los trabajadores y ART, solo dilata y desalienta -cuando no impide- los reclamos
por infortunios laborales. Se trata de reclamos de créditos cuyas características no justifican un
tratamiento diferente al que se da a las obligaciones nacidas de un contrato de trabajo en
circunstancias en que hubiere que dilucidar una controversia. En este sentido y por los beneficios
económicos, prácticos y jurídicos resulta razonable considerar la eliminación de las Comisiones
Médicas o, cuando menos, la supresión de la obligatoriedad de la instancia para el otorgamiento de las
prestaciones dinerarias.7
Se trata de un procedimiento previsto para desgastar a los justiciables y a los abogados que
los patrocinan en su reclamo, demorando con todo tipo de requisitos previos, hasta la fijación de las
audiencias que demoran más allá de plazos legales previstos, consiguiendo la resignación de
damnificados y abogados frente a una compleja trama administrativa legal y muchas veces, la
pasividad judicial. En definitiva se trata de evitar por todos los medios que el trabajador acceda a la
vía judicial.
La Ley de Riesgos del Trabajo no es un régimen de seguridad social, sino que se trata de un
sistema de responsabilidad individual del empleador con seguro obligatorio en compañías
aseguradoras de objeto único: las ART, lo que hemos reiteradamente destacado.8
Por lo tanto no se justifica un procedimiento diferente para reclamar las acreencias por
infortunios laborales respecto a los demás créditos laborales.
7
Ackerman, Mario, “Y si se eliminan las Comisiones Médicas”, Revista de Derecho Laboral, 2017, 2
Actualidad, Rubinzal-Culzoni Editores, pág. 25.
8
Las siguientes notas del sistema de riesgos del trabajo en nuestro país permiten adherir a esta afirmación:
1) se admite la rescisión del contrato de seguro, afinado en el artículo 12 de la ley 27.348 en el caso de que el
asegurado no pague la póliza (alícuota) por dos periodos;
2) se aplica el artículo 208, LCT, para el ajuste de la Incapacidad Laboral Temporaria (ILT) e Incapacidad
Permanente Provisoria (cf. art. 6°, decreto 1694/09);
3)la modificación que efectúa el artículo 11, ley 27.348, al artículo 12 de la ley 24.557 para actualizar el VMIB,
se remite al Convenio 95 OIT sobre protección del salario;
4)el artículo 4º de ley 26.773, en su segundo párrafo califica al sistema de la LRT: como un régimen de
reparación y lo ubica entre los sistemas de responsabilidad;
5)la ley 27.348 remite a la Justicia del Trabajo como órgano de apelación de las decisiones de las CCMM;
6)la invocación del carácter de cosa juzgada a las decisiones y homologaciones de las CCMM, en los términos
del artículo 15, LCT;
7)la Corte Suprema en los fallos “Aquino” y “Arostegui” siempre ubicó el tema de accidentes en el ámbito de
reparación de daños y en el artículo 19 de la Constitución Nacional.
Se recurre, en consecuencia, a órganos y regulaciones todas alejadas de la Seguridad Social, interviniendo como
instancia apelatoria la Justicia del Trabajo y no el fuero de la Seguridad Social; los ajustes son remitidos a
normas de la LCT.
En los sistemas de seguridad social el asegurado es el que padece la contingencia. Éste no tiene
posibilidad de acceder a otra reparación como ocurre ante la vejez, el desempleo, la enfermedad laboral o la
invalidez.
La seguridad social llena un vacío de cobertura y amparo o mejora el disponible, pero nunca sustituye
la responsabilidad jurídica de un obligado preexistente, ni licua el mejor derecho que el necesitado tenía de
acuerdo con el derecho común. En la LRT, el asegurado, o sea, el empleador, es el que causa el infortunio y es
el que se asegura o autoasegura del riesgo y daño que ocasiona. Por su parte, el trabajador es un tercero en el
contrato de seguro, celebrado entre el empleador y la ART. Ver Schick, Horacio, Leyes 27348 y 26773.
Régimen de Infortunios Laborales, David Grinberg - Libros Jurídicos, 4º Ed., nov. de 2017, Cap. I., pag. 93-94.
5
Reinstala la imposición a los trabajadores de recurrir a las Comisiones Médicas (CCMM)
como instancia previa, excluyente y obligatoria para solicitar las prestaciones dinerarias de la LRT u
homologar acuerdos con las ART.
Esta imposición surge del artículo 1° de la ley 27348 que omite considerar que el derecho a
ser oído con justicia sólo puede ser garantizado por los jueces quienes, conforme las disposiciones
constitucionales que regulan el acceso a la magistratura y su desempeño, deben ajustar su accionar
respetando la legalidad constitucional, razón por la cual son los únicos que se encuentran en
condiciones de administrar justicia, y no pueden ser sustituidos por órganos pseudo jurisdiccionales,
carentes de un control judicial integral.
Respecto al articulo 1º cabe efectuar una observación previa: tal como surge textualmente de
la lectura de su primer párrafo, solo se menciona al “trabajador afectado”, no estando referidos los
derechohabientes de la víctima en el caso de fallecimiento, de modo tal que aquellos pueden accionar
directamente sin atravesar el procedimiento de la ley 27.348. Sin embargo el art. 1°, Res. SRT 298/17,
modificando la ley incluye a los derechohabientes La Resolución 298/17 en este punto modifica la
norma de jerarquía superior, la ley, en abierta contradicción con las pautas de razonabilidad y respeto
del espíritu de la misma, conforme lo manda el art. 28, Constitución Nacional. Por lo tanto excede lo
dispuesto en la ley y no sería operativa por ser inconstitucional, por cuanto se configura una violación
directa del segundo párrafo del art. 99 de la Constitución Nacional, que veda al PEN, bajo pena de
nulidad absoluta e insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo, dado que una norma de
inferior jerarquía, como es la Res. SRT 298/17 contradice disposiciones de la ley 27.348 de rango
superior.
También están excluidos de recurrir a las CCMM los trabajadores no registrados de
empleadores que no tienen a ningún empleado asegurado en una ART (Art. 28, apartado 1, Ley
24557).
En cambio si el empleador tiene otros trabajadores asegurados, el no registrado en principio
debe accionar a través del procedimiento de la ley 27348, conforme el articulo 28 apartado 2° de la
ley 24557, contra la ART del empleador.
9
CNAT, Sala I, votos del Dr. Miguel Maza con la adhesión de la Dra. Gloria Pasten, en autos “Cannao, Néstor
Fabián c/Congeladores Patagónicos S.A. y otro, s/Accidente”, SD 92058).
6
las CCMM, dándoles un mismo status dentro de las CCMM, asignando tareas específicas a cada
funcionario y creando nuevos cargos como el Auxiliar del STL y del Titular del SH intentando así
enmendar las críticas al comando exclusivo de los médicos de todo el proceso de conocimiento y las
funciones jurisdiccionales asignadas a los facultativos que disponen los artículos 7º y 8º de la
Resolución SRT 298/17, al incorporar con el mismo status que los médicos -como integrantes de las
CCMM- a los Secretarios Técnicos Letrados y a los titulares de los Servicios de Homologación.
Obsérvese la desprolijidad de los redactores de la resolución: un STL, creado por el decreto 1475/15
como auxiliar de los médicos titulares de las CCMM, de pronto, por un acto administrativo del ente
regulador, es ascendido y equiparados a los Médicos, a quien antes servían como auxiliares.
Se trata de un retoque cosmético al otorgarle al STL la función de Intervenir y expedirse sobre
las cuestiones jurídicas que sean sometidas a su consideración,10 que no purga los vicios de
inconstitucionalidad que posee el nuevo régimen11, cuestionado desde la misma sanción de la ley y su
reglamentación12 y que este resolución aclaratoria no altera, además de constituir un acto
administrativo viciado desde su origen, porque fue dictado en exceso de las facultades propias de la
SRT, al modificar la ley 24557, y un decreto, normas de jerarquía superior sin tener el ente regulador
aptitud para ello (Art. 31 de la Constitución Nacional).13 En efecto la Resolución SRT 899/17
modifica ilegítimamente el artículo 21 de la ley 24557 que amplía las facultades de las CCMM
creadas por la ley 24241, a su vez, ampliadas por el Decreto PEN 1475/15, por esta nueva Resolución
de la SRT, careciendo el ente de facultades para tal modificación normativa. Sin embargo cierta
jurisprudencia ha legitimado este nuevo entuerto inconstitucional y ruptura del principio de legalidad
y ruptura de la pirámide jurídica.14
Por el contrario otro fallo ha cuestionado la legitimidad de esta Resolución 899/17 de la SRT
15
10
Art. 3 inciso b Res.SRT 899/17
11
En especial, la carencia de revisión judicial amplia y suficiente de la instancia administrativa, aspecto
analizado más adelante.
12
Schick, Horacio, Leyes 27348 y 26773. Régimen de Infortunios Laborales, David Grinberg - Libros Jurídicos,
4º Ed., nov. de 2017, Cap. I.
13
El art. 36 de la LRT, que regula las funciones de la SRT autoriza a ésta sólo para la supervisión y control del
sistema, establecer estadísticas, sanciones, reglamentos internos, etc. En definitiva no autoriza a reglamentar las
leyes y menos modificarlas.
14
La CNAT SALA X, 30.08.2017, Sent. Nº 41.600, (EXPTE. Nº: 29.091/2017) “Corvalán, Héctor Eduardo C/
Swiss Medical ART S.A.”, había declarado inconstitucional el procedimiento de los artículos 7 y 8 de la Res.
SRT 298/17 por considerar irrazonable para reglamentar la ley. Luego de dictada Res. 899/17, el mismo
Tribunal modifica su posición en CNAT, Sala X”, 09/02/2018, “Medina, Mayra Alejandra C/ Swiss Medical
ART S.A. S/Accidente-Ley Especial” donde legitimando la inconstitucional resolución de la SRT que modifica
el artículo 21 de la ley 24557, el principio de división de poderes considera que: que con el dictado de la
resolución “aclaratoria” Nº 899 –E/2017 resultan subsanadas las objeciones de la recurrente a la
constitucionalidad del procedimiento administrativo obligatorio y previo de acceso al reclamo judicial pues
mantiene en sus respectivas áreas a los profesionales del derecho y a los de la medicina, subsanando de tal
manera las falencias de la anterior resolución Nº 298/2017 en lo concerniente a los derechos y garantías que
lesionaba como así lo expresó claramente esta Sala en el caso “Corvalán” puntualizando al comienzo de estos
considerandos. Nada dice el fallo sobre la falta de facultades del ente de regulación para modificar el artículo 21
de la ley 24557, al dictar un acto inconstitucional, en ruptura de la pirámide jurídica y el principio de legalidad.
15
CNAT SALA IX – EXPEDIENTE Nº 26.022/2017/CA1, : “GALLARDO GABRIELA ELIZABETH C/
PREVENCIÓN ART
S.A. S/ACCIDENTE – LEY ESPECIAL” 21/06/ 2018. Donde se señaló: no se pueden atender los
fundamentos de la Resolución 899-E/2017 de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (B.O. 10 de
noviembre de 2017), que estimo pensada para superar las críticas que recibieron la actuación de las
comisiones médicas, cuando regula que “La Comisión Médica Jurisdiccional se halla integrada, asimismo, por
el respectivo Servicio de homologación y por el personal letrado, administrativo y técnico que lo asiste”, por su
manifiesta inconstitucionalidad, en tanto un órgano como el de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo no
puede ahora modificar la composición dispuesta por ley de las comisiones médicas, por carecer de facultades
legislativas y por violentar lo normado por el artículo 28 de la Constitución Nacional.
7
2.4. ¿Celeridad del Procedimiento administrativo de las CCMM?
16
Dictamen Fiscalía General Nro. 72879, Causa “Burghi, Florencia Victoria c/ Swiss Medical ART S.A. Acc.
Ley especial”, Expte. 37907/2017, CNAT Sala II.
17
Diputado Héctor Daer, del Frente Renovador, y Secretario de la CGT expresó en el debate de la sesión de
diputados, ¿Este texto es el mejor? No, no es el mejor. ¿Soluciona todos los temas? No los soluciona, pero
genera dos cosas: que no se tenga como único criterio la realización de un juicio para que se cobren
honorarios por el total de la demanda y no por lo que percibe el compañero trabajador cuando arregla a los
tres meses porque no tiene con qué pagar la olla , y por otro lado genera certeza. Pero el Poder Ejecutivo se
tiene que comprometer –en este recinto están presentes funcionarios de la Superintendencia- a que el plazo de
60 días sea perentorio y que si hay una apelación a la comisión médica central también tenga un plazo
perentorio en la reglamentación. Versión taquigráfica, 25ª reunión – 3ª sesión extraordinaria (especial), febrero
15 de 2017, H C Diputados.
18
Así lo regula el art. 32, Resolución 298/17: A los efectos del cómputo del plazo de sesenta (60) días
establecido por el artículo 3° de la Ley Complementaria de la Ley sobre Riesgos del Trabajo, entiéndase como
“debidamente cumplimentada la presentación”…,conforme los recaudos que la reglamentación le confiere a la
SRT exigir. De modo tal que, no basta la denuncia del siniestro para que se inicie el cómputo del plazo, sino que
deben haber cumplimentado los requisitos que exige la reglamentación en las presentaciones, la presentación del
8
Pero además cabe reiterar que en caso de incumplimiento de los plazos legales, el art. 3°
párrafo quinto, dice: Todos los plazos resultarán perentorios y su vencimiento dejará expedita la vía
prevista en el artículo 2° de la presente ley.
Esto significa que vencidos los 60 días no se habilita la acción judicial plena, como afirma
categóricamente el ex Fiscal General, que sería lo lógico frente al fracaso de la Administración, sino
que sólo otorga la pobre vía recursiva del artículo 2° de la misma ley (en relación y con efecto
suspensivo).
No puede legítimamente dictarse la constitucionalidad de la ley, omitiendo mencionar la
realidad normativa absolutamente discrecional y discriminatoria, que evita por todas las vías el acceso
de los damnificados a la justicia, aun en el extremo de resultar trunca la vía administrativa por
agotamiento de los plazos legales.
Evidentemente en el supuesto de agotarse los 60 días hábiles administrativos establecidos no
quedaría, según el texto legal de la ley 27348, expedita la acción laboral ordinaria, correspondiendo,
en verdad, declarar la inconstitucionalidad del art. 2º de la ley 27348, para que ello suceda.
Pero no sólo en la norma esta la génesis de un sistema normativo lento, sino que en el orden
práctico se vive la ostensible insuficiencia de CCMM para compensar la masividad de reclamos, que
se trasladaron de Tribunales a la instancia administrativa, como al déficit de recursos y personal,
atraso en las citaciones a primeras audiencias y revisaciones, realidad, que se vive en todas las
jurisdicciones.
Los 60 días hábiles no se cumplen en la mayoría de las CCMM, en la práctica se extienden
por muchos meses más, incluso el Servicio de Homologación se demora anormalmente en expedir la
resolución final en los casos de rechazo el reclamo, impidiendo así, a los letrados agotar la vía para
interponer el recurso de apelación o la acción ordinaria en las jurisdicciones que la habilitan y los
jueces son reticentes en habilitar la vía judicial por agotamiento de los plazos administrativos, ante el
incumplimiento de los titulares de los SH, configurándose un verdadero limbo jurídico.
patrocinio letrado y todo otro recaudo que requiriera la SRT. Además es prorrogable por otros treinta días
hábiles más, por cuestiones de hecho relacionadas con la acreditación del accidente o de la enfermedad
profesional. No existe la celeridad invocada, porque a esos plazos hay que adicionarle los plazos judiciales si es
que el damnificado apela resolución. El art. 7°, Resolución SRT 298/2017, que reglamenta el art. 3°, ley 27.348,
establece que el plazo legal de 60 días hábiles administrativos solo se podrá prorrogar por única vez por otros 30
días con el objeto del producir la prueba ofrecida por las partes o dispuesta de oficio, como las diligencias
destinadas a esclarecer las cuestiones de hecho relacionadas al accidente de trabajo o enfermedad profesional.
Además estos plazos administrativos se pueden extender aún más, por cuanto el artículo 29 de la Res. 298/17
permite a la autoridad de aplicación suspender el curso del plazo máximo de sustanciación de 60 días sine die
por demoras imputables a las partes.
19
De acuerdo con un relevamiento realizado por la SRT, desde marzo se presentaron en CABA, 1915 casos de
reclamos en el nuevo Servicio de Homologación de CCMM. Del total de casos evaluados por el sistema de
homologación, 123 fueron rechazados y en otros 514 no se determinó incapacidad. De esa manera, se tramitaron
1278 presentaciones, de las cuales el 84% (1162 casos) culminaron con acuerdos y solo 116 (16%) no lograron
arribar a un entendimiento, por lo que su definición pasó al terreno de la Justicia. Así en 100 días hábiles se
firmaron un promedio de 13 acuerdos por día, con un promedio de resolución de 27 días, aunque hay casos en
los que se alcanzó un entendimiento en un período de tiempo menor. Por otra parte, respecto a los tres trámites
9
El ámbito de conocimiento de un tribunal revisor no es igual del que emitió la decisión. Aquel
no podrá expedirse sobre cuestiones que no hayan sido propuestas en la anterior instancia, e impediría
invocar hechos que no hayan sido debidamente alegados ante la Comisión Médica, ni -lógicamente-
ofrecer pruebas tendientes a acreditar los mismos. El estrecho ámbito de conocimiento de un tribunal
de alzada no garantiza el control judicial amplio y suficiente, vulnerando la garantía constitucional del
debido proceso legal. En gran parte de los conflictos no se discute sólo el porcentaje de incapacidad,
sino que debaten otros aspectos, como por ejemplo, la ocurrencia misma del evento dañoso, la índole
de las tareas desplegadas, la extensión de la jornada laboral, la remuneración que percibía el
trabajador y, en su caso, la que debía percibir, su fecha de ingreso al trabajo, etc., todas las cuales
requieren de un debate y actividad probatoria, para los cuales el procedimiento ante las CCMM y el
ámbito recursivo posterior previstos resultan acotados e insuficientes.
Asi lo advirtió el Dr. Tula en su preclaro pronunciamiento declarando la inconstitucionalidad
de la ley adhesión de la Provincia de Buenos Aires, señalando que claramente en el art. 2º de la ley
27.348, por imperio del texto de la ley 14.997, limita la participación de los Tribunales del Trabajo a
una suerte de control de legalidad del acto administrativo, al cual los trabajadores solamente pueden
acceder a través de un recurso con efecto suspensivo y concedido en relación, lo que evidencia, una
vez más, la esencia de la delegación absoluta de competencias jurisdiccionales en la Nación. En este
caso particular, resaltó, la franca violación al art. 116 de la Constitución Nacional y art. 166 de la
Constitución de la Provincia de Buenos Aires.21
habilitados para acceder a una audiencia de homologación (aquellos que se refieren a la evaluación de secuelas
incapacitantes posteriores al alta del tratamiento otorgado por la ART), el informe de la SRT determinó que en
cuanto al trámite de valoración de daño se registró un 87% de acuerdos homologados (545 casos).El resto de los
casos de divergencia en los que sí se observaron secuelas incapacitantes (425 presentaciones) tuvo un porcentaje
de homologación de 87%.
20
Balance positivo de los cambios al Sistema de Riesgos del Trabajo, GUSTAVO MORÓN, Jueves 21 de Junio
de 2018, <https://www.cronista.com/columnistas/Balance-positivo-de-los-cambios-al-Sistema-de-Riesgos-del-
Trabajo-20180621-0031.html>: Más recientemente el titular de la SRT Lic. Gustavo Morón ratifica estas cifras:
Nueve de cada 10 trabajadores que llevan su caso a una comisión médica, logran un acuerdo en un promedio
de 25 días. Esto se debió a una estrategia de descentralización de las comisiones médicas de la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Ahora, ya hay 50 comisiones médicas distribuidas en todo el país
para atender a los trabajadores. Con estas informaciones, en la que nada se comenta sobre el contenido de los
acuerdos, queda desestimada la hipótesis de muchos magistrados que convalidaron el régimen del artículo 1° de
la ley 27348 y hasta la equiparon a un mero trámite conciliatorio similar al SECLO, cuando en verdad el
damnificado en esa instancia, tal como fue diseñado el sistema, queda a merced de la iniciativa de las ART y los
cohonestados médicos de las CCMM. El resultado, como veníamos anticipando es que muy pocos casos llegan
a la restringida instancia judicial una vez que ingresan a CCMM. Poco pueden hacer para compensar este
desbalance, el patrocinio jurídico de confianza y mucho menos el gratuito provisto por la SRT, claramente
decorativo, y solo dispuesto para cumplir los actos formales de firmar actas, formularios y asistir a audiencias.
Los damnificados quedan a merced de las aseguradoras favorecidos por un sistema procesal “pro ART”,
desbalanceado en favor de estas últimas.
21
TT1, San Isidro, AVALOS DIEGO C/ OMINT ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A. S/
ACCIDENTE DE TRABAJO – ACCION ESPECIAL Exp. Nº SI-6024-2018
10
De modo que no se nos diga que existe un procedimiento administrativo con debate y prueba
y apelación, revisión judicial amplia y suficiente.
La ley 27.348 (arts. 1º a 3º) determina que toda la sustanciación del proceso de conocimiento
tramita en la instancia administrativa, sustrayendo a la justicia del trabajo de sus facultades
jurisdiccionales en la producción de todos los medios probatorios, quedando como una instancia de
apelación restringida por el carácter en relación del recurso de apelación, no pudiéndose dilucidar ni
producir ningún extremo que no hubiera sido introducido en la etapa administrativa.
22
El trabajador afectado, que recurre a la JNT, porque entiende que la ART demandada posee una agencia con
domicilio en esta jurisdicción, resulta ser un tercero ajeno respecto del vínculo contractual existente entre la
compañía aseguradora y el empleador. El trabajador desconoce los términos del contrato de seguro, entre ellos
lo referido al lugar de su celebración. El trabajador se encuentra habilitado a interponer la demanda
indistintamente ante el juez del lugar del hecho o del domicilio de cualquiera de la agencias o sucursales de la
aseguradora, y exigirle la realización de una pesquisa previa con el fin de determinar en cuál de las diferentes
sucursales se celebró el contrato de seguro con el empleador, constituiría una irrazonable limitación del derecho
de acceso a la jurisdicción. Por lo tanto, en el caso, resulta competente la Justicia Nacional del Trabajo. CNAT,
Sala VI, Expte. Nº 17.336/2015/CA1 Sent. Int. Nº 39056 del 07/10/2015, “López, Javier c/Prevención ARR SA
s/accidente-ley especial”.
11
La norma proyectada también colisiona con los arts. 20 y 21, ley 18.345, que determinan la
intervención obligada de la Justicia Nacional del Trabajo en la medida que exista un conflicto jurídico
entre trabajadores y empleadores y obviamente sus aseguradoras y que estén relacionados con la
ejecución del contrato de trabajo. Indudablemente el infortunio laboral se encuentra abarcado por
estas normas, y deberá tener preeminencia como norma más favorable por sobre lo dispuesto en el
proyecto de ley.
Muy especialmente la inédita modificación legal está dirigida a evitar que se presenten
demandas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde tienen su domicilio legal la mayoría de las
ART, porque se quiere apartar a la JNT –integrada por 80 Juzgados y 10 Salas de Cámara de
Apelaciones.
La aplicación de los principios propios que dan autonomía al derecho del trabajo, las
soluciones de la norma posterior sobre la anterior y de la especial sobre la general, aparecen
desplazadas por la aplicación de principios propios del derecho del trabajo, que consagran la solución
más favorable y la aplicación de los principios de progresividad y no regresividad tutelados por el art.
26 de la Convención Americana y 2.1 del PIDESC –entre otros–, de manera que alcanzado el
reconocimiento de un derecho, en el caso la competencia de la justicia del trabajo en caso de
domiciliarse el deudor en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, no puede haber regresividad sin
afectar esos principios liminares así como, reitero, el principio de igualdad ante la ley.
2.5.3. Efectos del carácter suspensivo: Inducción a cobrar lo ofrecido por la ART en sede
administrativa.
El régimen de apelación del artículo 2° de la ley induce a los damnificados a consentir las
resoluciones de las CCMM al conferirle también carácter suspensivo al recurso de apelación de las
mismas.
Empeorando aún más el escenario anterior donde el recurso del decreto 717/96, que
determinaba que cuando el trabajador recurría la decisión de la Comisión Médica, esta apelación del
trabajador o de la ART tenía efecto devolutivo, lo que significa que el damnificado podía percibir a
cuenta la suma determinada por la ART o la CCMM local, aunque fuera insuficiente, mientras se
debatía en instancias superiores la resolución definitiva del conflicto.
El mensaje es claro: “si usted apela, no cobra nada”, hasta que no culmine el largo proceso
judicial de apelaciones en las diferentes instancias judiciales. Un verdadero retroceso, que no se
explica sino desde el interés corporativo de las ART: “entonces, mejor no apele, cobre lo decidido por
la CCMM...”. Se induce al trabajador a conformarse con lo que determine la CCMM: es otro
desequilibrio de la ley en perjuicio de los damnificados.
Claramente no hay una respuesta racional para esta peyorativa modificación que la terca
intención del legislador de repetir y acentuar los mismos errores, pese a que han transcurrido más de
20 años e infinidades de fallos judiciales habían cuestionado la constitucionalidad del procedimiento
especial de la LRT y de las CCMM, que ahora se viene a restaurar.
Lucidamente señala Machado que con este dispositivo se retrocede respecto de lo que es valor
entendido en materia laboral desde siempre: lo reconocido o lo firme se puede ejecutar en forma
inmediata, tal como lo dispone el artículo 138 de la ley 18345, que en las provincias se llama
“incidente de pronto pago”. Se trata de una regresividad irracional respecto al decreto 717/96 sin
justificación alguna, que solo persigue frustrar, desalentar el acceso a la tutela judicial. La posibilidad
de revisión judicial, que asegurada pero solo de modo aparente23.
23
Machado, José Daniel, “Sobre las Comisiones Médicas y el (in)debido proceso” Revista de Derecho Laboral,
2017, 2, Procedimiento Laboral 2, Rubinzal-Culzoni Editores, pág. 183.
12
judicial amplio, con adecuado derecho de postulación. Admitir sólo un recurso de apelación, es decir
admitir sólo una vía recursiva contra el dictamen de la Comisión Médica importa violar la garantía del
art. 18 de la CN ya que, al resultar tan limitante la intervención judicial prácticamente se la veda. Al
establecer un mero recurso de apelación y además ni siquiera en modo libre, sino en relación, con la
limitante en la producción de las pruebas que ese modo de concesión del recurso conlleva, cercena la
garantía constitucional del debido proceso y de acceso a la justicia
Obsérvese el contraste con lo dispuesto por el inciso 3° del artículo 46 de la LRT, cuando
protege procesalmente los créditos de las ART: “El cobro de las cuotas, recargos, e intereses
adeudados a las ART así como las multas o contribuciones a cargo de los empleadores privados
autoasegurados y aportes de las ART se harán efectivos por la vía de apremio de regulado en los
códigos procesales civiles y comerciales de cada jurisdicción, sirviendo de suficiente título ejecutivo
el certificado de deuda expedido por la ART o por la SRT”.
Sin perjuicio de la opinión prevalente del autor del planteo inicial de la inconstitucionalidad
del régimen procesal completo de la ley, existe también la posibilidad de atravesar todo el proceso de
conocimiento por las CCMM y luego cuestionar en la vía judicial el restringido recurso de apelación
en relación y carácter suspensivo del artículo 2°, ley 27.348 y sustituirlo por la promoción de la
acción laboral ordinaria al estilo de las adhesiones dispuestas por las provincias.
Es una vía perfectamente viable para aquellos que la transitaron dado su estado de necesidad
propia de su condición de damnificados, donde no es necesario dejar explícitas reservas para poder
hacer jugar derechos esenciales que hacen a la salud, a la integridad psicofísica y a aún más, a su
subsistencia.
Este conflicto fue resuelto en situación análoga por la Corte en el caso “Llosco”24, donde
desestimó la aplicación de la doctrina de los actos propios en materia de derechos de daños,
determinando que el sometimiento, aún sin reserva expresa, a ciertos aspectos de una ley no implica
cercenar la posibilidad del cuestionamiento de otros de la misma ley. No cabe interpretar de esa
circunstancia la aceptación de todo el sistema. Además debe evaluarse que el trabajador está poniendo
en juego prestaciones alimentarias en un estado de necesidad extrema como es la recuperación de un
infortunio laboral.
Que el damnificado haya transitado la primera parte del sendero de CCMM, no le impide
cuestionar constitucionalmente ante la justicia el carácter restrictivo del recurso previsto en el artículo
2º de la ley 27348, y solicitar una amplia revisión de lo decidido en la primera etapa administrativa
con un recurso amplio con efecto devolutivo o, mejor dicho, convertirlo en una acción judicial
amplia, similar a la ley de adhesión de Córdoba requiriendo en caso de reconocimiento parcial del
crédito, permitir el cobro a cuenta y el reclamo de las diferencias mediante revisión íntegra de lo
decidido en etapa administrativa.
En síntesis, para cuestionar ante la Justicia el carácter restrictivo del recurso y reconvertirlo
no sería necesaria la expresa reserva previa en las actuaciones iniciales, tanto por la doctrina
“Llosco”, como por la naturaleza muy especial de los derechos de naturaleza alimentaria en juego.
La CNAT en ejercicio de las facultades conferidas por el artículo 23 de la ley 18345 reguló el
procedimiento de los recursos establecidos por la ley 27348 ante la Justicia Nacional del Trabajo en
concordancia con lo dispuesto por su artículo 2°.
De modo tal que instruye a la SRT a elevar las causas administrativas indicando que vayan a
la Cámara si han optado por el incidente de revisión ante la Comisión Médica Central, o ante el
Juzgado de Primera Instancia del Trabajo si ocurrieron ante la Comisión Médica de la CABA. El acta
ratifica los requisitos legales y reglamentarios de presentación de agravios y contestaciones ante las
CCMM, debiendo contar en todos los casos con patrocinio jurídico obligatorio.
En caso de recurso ante la Comisión Médica Jurisdiccional serán elevados a la Secretaría
General de la Cámara, quien sorteará el juzgado interviniente, siempre que las actuaciones elevadas
cumplan con los requisitos exigidos por el procedimiento; de lo contrario se devolverán a la SRT para
24
CSJN, 12/06/07, “Llosco, Raúl c/Irmi SA”, L.334.XXXIX. Rec. de Hecho.
13
que los subsane y los devuelva con carácter urgente a la Cámara. Las decisiones de los Jueces de
primera instancia son revisables por la Cámara en los términos del artículo 105 inciso a de la ley
18345, es decir con los mismos alcances que cualquier sentencia definitiva de primera instancia.
Los casos provenientes de la Comisión Médica Central, es decir que ocurrieron no como
apelación sino como simple revisión ante dicho ente, ante la divergencia con el dictamen, serán
sorteados para que intervenga la Sala de Cámara correspondiente, pudiéndose admitir en dicha
instancia jurisdiccional -dice el Acta 2669- la producción de la prueba desestimada, denegada o
defectuosamente producida, sin perjuicio de disponer los magistrados las medidas para mejor proveer
que pudieran corresponder.
Como puede observarse se trata de un tímido ordenamiento de los magistrados de los ya
regulados recursos establecidos por la ley 27348 y la Res. 298/17, con algunas aclaraciones
ordenadoras, para los menos conocedores de la complejidad y diferencia de los recursos establecidos
por el nuevo, complejo, restrictivo régimen.
De todas formas, insistimos con la inconstitucionalidad del recurso del artículo 2° que deberá
ser sustituido por una demanda ordinaria laboral autónoma ante la Justicia del Trabajo, en este caso la
Nacional.
25
Gialdino, Rolando, Versión taquigráfica de la Cámara de Senadores de la Nación, reunión de la Comisión de
Trabajo y Previsión Social Salón de las Provin- H. Senado de la Nación, 24 de noviembre de 2016.
26
TT San Miguel, 17.5.2017, “Martínez, Gustavo Alejandro C/ Experta ART. S.A. S/ Enfermedad Profesional”,
Expte. 8957; Tribunal del Trabajo de Junín: “Guillin Williams Sebastián c/ La Segunda ART S.A. (Cita: MJ-
JU-M-109437-AR.MJJ109437). TT N° 2, Dolores, “Balbuena, Fabio Ramón c/ Provincia ART SA s/ acc de
trabajo-acción especial”. TT1Quilmes, Causa: 38.953, Sentencia 5.03.2018, “Marchetti, Jorge Gabriel c/
Fiscalía de Estado de la Pcia. de Bs.As. s/Accidente del Trabajo Ley Especial”. TT2 Olavarría, Expte 276/18,
12.04.18, “Bravo Franco Damian c/ Provincia ART S.A. s/ Accidente Acción Especial”; TT6, San Isidro,
4.07.18.” Rosso Hernan Eduardo c/ Galeno ART. S.A. S/ACC. In Itinere”; Tribunal del Trabajo Nro. 5 de
Quilmes,19/04/2018.Peralta, Nahuel Hernán c. Experta Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A. s/ accidente de
trabajo - accion especial,Cita online: AR/JUR/6694/2018.
27
Cámara Tercera Laboral Sala 2 (con competencia Civil y Comercial), Paraná, Entre Ríos Pérez Mercader,
Alfredo Gustavo s. Apelación dictamen Comisión Médica Central ///; RC J 3048/18La Ley 10532 de Entre
Ríos, al adherir a las disposiciones contenidas en el Título I, Ley 27348, no solo delega el poder jurisdiccional,
lo cual entiendo grave, sino que también somete las facultades soberanas del poder legislativo provincial, al
delegarle tales potestades a la administración nacional, al transferirle la totalidad de las competencias necesarias
14
En especial merece destacarse el fallo dictado de oficio por el Tribunal de Trabajo Nº 1 de
San Isidro. En un preciso y trascendente pronunciamiento que recorre las distintas legislaciones
provinciales dictadas con motivo de la Ley 27438 que, a diferencia de la nuestra, establecieron límites
a la injerencia federal y no restringieron –en esta materia- el acceso de los trabajadores a los estrados
jurisdiccionales. El Tribunal de Trabajo N°1 de San Isidro declaró la inconstitucionalidad de oficio de
la Ley 14.997, donde el Dr. Diego Javier Tula, Magistrado que votó en primer término, “Los jueces
deben, aún de oficio, declarar la inconstitucionalidad de las normas que en su aplicación concreta
padezcan de algún vicio, ya que el tema de la congruencia constitucional se les plantea antes y más
allá de cualquier propuesta de inconstitucionalidad formulada por las partes” (SCBA, c. 112988, S.
17-4-2013). Además señaló que siguiendo el modelo constitucional norteamericano, la República
Argentina estableció el federalismo como forma de estado (art. 1 de la C.N.). Este sistema supone la
existencia de un doble orden de poder territorial entre los que se distribuyen atribuciones La Nación
y las provincias. Tal reparto de competencias permite distinguir, entre otras: 1) Las potestades
delegadas en el Estado Federal (arts. 75, 99, 116 y 117 de la CN); 2) Las potestades conservadas o
reservadas en las provincias (arts. 5, 75 inc. 12, 121, 122, 123 y 124 de la CN); 3) Las potestades
compartidas (arts. 3, 13 y 75 inc. 2 de la CN) y 4) Las potestades concurrentes (arts. 14 bis, 41, 42,
75 incs. 2, 17, 18 y 19 y 125 de la CN). Consecuentemente el magistrado advirtió que la ley de
adhesión n° 14.997 transfirió a la Nación poderes no delegados o reservados por las provincias,
renunciando –analizando luego en qué medida- a las atribuciones reservadas en la Constitución
Nacional (arts. 5°, 121 y 124).
Consideró: que si bien es cierto que producto del federalismo coparticipado o de
concertación puede admitirse injerencias federales en materia jurisdiccional local a través de
órganos administrativos nacionales con funciones jurisdiccionales (CSJN, “Fernández Arias” – 1960
y “Ángel Estrada” – 2005), no menos lo es que la ley 14.997 -en los términos de su vigencia- obliga
a la Provincia de Buenos Aires a ceder la totalidad de sus competencias no delegadas en esta materia
en el gobierno Federal, cediendo su autonomía de manera absolutamente desproporcionada,
desequilibrada e inequitativa. Finalmente agrego que la Provincia de Buenos Aires, a la fecha, es la
única provincia que restringió -en la materia bajo tratamiento- el acceso de los trabajadores a los
estrados judiciales. Mientras todas las demás provincias que adhirieron al régimen de riesgos del
trabajo dejaron a salvo en sus respectivas leyes de adhesión la facultad de interponer una acción
ordinaria frente a lo resuelto por el órgano administrativo.2829
Como refería el Dr. Tula, la adhesión en las demás Provincias fue condicionada, y
particularmente confirma el carácter restrictivo del artículo 2º de la ley 27348 y la ausencia de
revisabilidad judicial plena que no reconoce en su mayoría la Justicia Nacional del Trabajo.
Así es ponderable la Ley Provincial de Córdoba 10456 que si bien adhirió con algunas
limitaciones a la ley 27348, lo hizo estableciendo entre otros factores morigeradores, que una vez
agotada la vía de las CCMM, el recurso de apelación del art. 2° fuera sustituido por el derecho del
damnificado de promover ante la Justicia del Trabajo una acción laboral plena, conforme el Código
Procesal Laboral vigente en dicha provincia, estableciéndose un plazo de caducidad para promover
dicha demanda de 45 días hábiles judiciales, plazo más generoso que el de los 15 días establecidos
por el art. 16, Res. SRT 298/17 y de la Ley 27348 para interponer el recurso de apelación ante el
Servicio de Homologación. Además se incorporan dos nuevos requisitos (acumulativos) en la acción
para dar cumplimiento a lo establecido en los arts. 1, 2, y 3, Ley 27348. Estas delegaciones implican una
claudicación a la declaración de principios contenidas en los arts. 1 y 4, Constitución de la Provincia de Entre
Ríos al establecerse una lisa y llana sumisión al poder central, por cuanto la legislatura entrerriana se encontraría
obligada a adecuar debidamente la normativa provincial que resulte necesaria, pero ello es aún más grave, por
cuanto esa delegación de facultades legislativas, ya ni siquiera las deposita en manos del Congreso Nacional,
sino que lo hace en las de un órgano de mucho menor jerarquía, pues conforme con el art. 3, Ley 27348, será la
"Superintendencia de Riesgos del Trabajo", la que dictará las normas del procedimiento de actuación ante las
comisiones médicas jurisdiccionales y la Comisión Médica Central.
28
TT1, San Isidro, AVALOS DIEGO C/ OMINT ASEGURADORA DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A. S/
ACCIDENTE DE TRABAJO – ACCION ESPECIAL Exp. Nº SI-6024-2018.
29
En idéntico sentido TT 2, San Isidro, 2.08.2018, “Gauto Prieto Jorge Diosnel c/ Prevención ART Accidente
Ley Especial”
15
laboral ordinaria, consistentes en la obligación de acompañar bajo sanción de inadmisibilidad: 1)
instrumentos que acrediten el agotamiento de la vía administrativa ante la CCMM correspondiente y
2) certificación médica que consigne diagnóstico, grado de incapacidad y calificación legal,
explicitando los fundamentos que sustentan un criterio divergente al sostenido por la CCMM.
Este modelo de sustituir el recurso de apelación por la acción laboral ordinaria fue seguida
por todas las provincias que se adhirieron con diferentes plazos de caducidad para promover la
demanda ordinaria laboral, a excepción de la importante y referida Provincia de Buenos Aires, que
efectuó una adhesión lisa y llana a ley nacional.
De modo tal que el modelo de la provincia mediterránea se aplica en las provincias solo que
con diferentes plazos de caducidad para promover la acción laboral ordinaria, a saber:
Entre Ríos fija 15 días;
Tierra del Fuego determina 20 días;
San Juan estipula 30 días;
Córdoba, Mendoza, Corrientes y Salta establecen 45 días;
Río Negro prevé 60 días y
Formosa dispone 90 días.
Jujuy establece como plazo para promover la acción el mismo del de la prescripción fijado en
la legislación de fondo, también contado desde la notificación de la resolución de la Comisión Médica
Jurisdiccional, dejando así de lado cualquier cuestión interpretativa respecto a la caducidad a la que
aluden las otras normativas provinciales.30
Este panorama deja más en evidencia la inconstitucionalidad del recurso de apelación previsto
en el artículo 2º que rige en su plenitud en la Justicia Nacional del Trabajo y en la Provincia de
Buenos Aires.
Lo expuesto no significa que en la Provincia de Córdoba, como en las restantes provincias, no
se presenten en la actualidad numerosos inconvenientes, demoras y arbitrariedades en las Comisiones
Médicas como falta de cumplimiento de creación de las prometidas instancias administrativas, en
correspondencia con las existentes circunscripciones judiciales. Así fue señalado por una fuerte
declaración de la Federación Argentina de Colegio de Abogados 31.
30
Guirado, Diego Rodrigo y Burgos, Humberto Pedro (h), “Las adhesiones provinciales a la Ley 27348
Complementaria de la Ley sobre Riesgos del Trabajo: el debate jurisprudencial ha comenzado”,
www.rubinzalonline.com.ar. Estos autores han efectuado un estudio comparativo muy recomendable de todas
las leyes de adhesiones provinciales a la ley 27348.
31
[…]Que en el caso puntual de la Provincia de Córdoba, se informa que desde la Federación de Colegios de
Abogados se reclamó a la Honorable Legislatura Provincial que la vigencia de la ley fuera recién a partir de la
efectiva puesta en funcionamiento de una comisión médica en cada circunscripción judicial y, a pesar de ello,
la norma aprobada la hace vigente con la sola creación de dos (2) Comisiones Médicas que se agregan a las 3
existentes, constituyendo las "creadas", meras Bocas de Recepción de reclamos en las ciudades de Laboulaye y
San Francisco, en las que cuentan con la presencia de un solo Médico itinerante, una vez por semana,
tratándose de la original profesional de la Comisión Médica N° 6 de la ciudad de Villa María. VII.- Que en las
demás provincias en que se ha producido la adhesión se registran las similares dificultades a las mencionadas
supra. VIII.- Que la falta de creación y puesta en funcionamiento de las Comisiones Médicas necesarias obliga
a los justiciables y a sus abogados a trasladarse en muchos casos cientos de kilómetros para poder asistir a las
audiencias que se les fijen, con los trastornos que ello implica. IX.- Que a pesar de ello, se encuentra en ciernes
la adhesión a éste sistema en otras provincias del país.- Por todo ello, la Federación Argentina de Colegios de
Abogados: RESUELVE:1) Ratificar la postura de los Colegios de Abogados y la Federación Argentina de
Colegios de Abogados en cuanto a la inconstitucionalidad de la ley 27348. 2) EXHORTAR a la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo y a los Gobiernos Provinciales en los que se haya producido la
adhesión y puesta en vigencia de éste sistema, a que arbitren los medios económicos y normativos necesarios a
los fines de dar respuesta oportuna a los trámites que se ingresan en sus respectiva Comisiones Médicas- 3)
Hacer conocer a las provincias en los que esté en trámite legislativo la adhesión a la ley 27348, lo aquí
resuelto y las experiencias recogidas de los Colegios de Abogados de las Circunscripciones en las que la ley se
ha puesto en vigencia y que sintéticamente se mencionan en los Vistos precedentes. San Fernando del Valle de
Catamarca, 8 de Junio de 2018.
16
2.7. Nuevo obstáculo para iniciar la acción fundada en la acción civil o el artículo 75 LCT
Se establece también de forma obligatoria el agotamiento previo de la vía administrativa en
los de recurrencia de los otros sistemas de responsabilidad, modificando el artículo 4°, ley 26.773;
absurdo que contradice el último párrafo de dicho artículo, y solo se justifica como un dogmático
impedimento del acceso a la jurisdicción.
La ley, con la avidez de sus inspiradores de encorsetar al damnificado en las CCMM, llega al
extremo de imponerle en su art. 15 que ha optado por la vía civil, a ese “héroe” que ha renunciado a la
indemnización de la ley especial, a que también deba agotar la vía administrativa previa de las
CCMM, constituyendo un absurdo y otra restricción irrazonable, por cuanto el art. 4°, ley 26.773,
prescribe que quien eligió la vía civil debe regirse por toda la normativa procesal y de fondo del
régimen de derecho común. No puede legítimamente, entonces, imponerse al trabajador el requisito
de agotar la vía administrativa previa, propia de la ley especial a quien optó por la vía civil. Se trata
de otra absurda limitación de acceso a la jurisdicción que solo puede interpretarse como un adicional
obstáculo instalado para dificultar el acceso del trabajador a la reparación civil del daño ya retaceada
por el régimen de opción del art. 4° y la disposición de remitir las causas a la Justicia Civil (rige en
CABA y en San Juan, por ley provincial 8452).
La irrazonabilidad de esta disposición modificatoria del art. 4°, ley 26.773, demuestra que la
verdadera intención de esta reforma es crear impedimentos para al acceso de los damnificados a los
tribunales competentes, obligando a quien no tiene deseos de aceptar las indemnizaciones sistémicas a
transitar el mismo camino del trabajador que va a conformarse con dicho resarcimiento sistémico, sin
que se advierta motivación jurídica que lo justifique, configurando una mera demora para acceder a
los estrados judiciales.
Para promover la acción civil o la acción autónoma del art. 75 de la LCT, no queda otro
camino para evitar este nuevo obstáculo, que el de plantear su inconstitucionalidad, conjuntamente
con la promoción de la respectiva demanda.
17
Se establece el patrocinio jurídico obligatorio remunerado y el gratuito provisto por la SRT,
con prohibición del “pacto de cuota litis” en ambos casos.
La incorporación de un patrocinio letrado obligatorio al damnificado, en los arts. 1º y 2°
último párrafo de la ley, con prohibición del pacto de cuota litis, conspira contra su transparencia, ya
que pareciera que en vez de protegerlo está destinado a consolidar la pérdida de sus derechos, porque
ahora los acuerdos celebrados con respecto a las incapacidades permanentes definitivas homologados
administrativamente ante las CCMM, adquieren carácter de cosa juzgada, con los alcances del art. 15.
LCT; irrevisables en instancias judiciales ulteriores. Incluso el propio decreto 1475/15 crea un
servicio jurídico gratuito a cargo de la SRT, para “defender a los trabajadores en CCMM”, lo que
evidentemente pone en duda la idoneidad y la tutela de sus representados, por parte de estos
profesionales.
Si bien prima facie podría considerarse una medida positiva para el resguardo de los intereses
del trabajador, tal como ha sido formulado plantea serios interrogantes. Se trata más que nada de un
maquillaje cosmético del sistema, intentando una complicidad de los operadores jurídicos ante un
procedimiento lleno de los vicios de constitucionalidad que se vienen señalando. Si el abogado del
damnificado en la instancia administrativa legitima y consiente liquidaciones o incapacidades
insuficientes, desajustadas y desvalorizadas, puede configurarse un perjuicio definitivo a su
patrocinado, porque esas actuaciones administrativas, son en principio irrevisables en instancia
judiciales ulteriores, por el carácter de cosa juzgada que adquiere la decisión de la CCMM.
Estamos frente a un camuflaje de mayor tutela que busca legitimar las actuaciones de las
CCMM, pretendiéndoles dar un viso de legalidad.
No podemos menos que coincidir con Machado que lo concebido como regla –el defensor de
confianza– ha de ser la excepción y que en cambio, el asesoramiento oficioso se ha de imponer como
modalidad usual. Recordando este prestigioso autor que la Corte Suprema en la causa “Gordillo”
(29.09.1987) señaló: “No basta para cumplir las exigencias básicas del debido proceso que el acusado
haya tenido patrocinio letrado de manera formal, sino que es menester que aquel haya recibido una
efectiva y sustancial asistencia de parte de su defensor”. Claro está, si pudiera deducirse que el
abogado provisto por “el Servicio” se ha limitado a cumplimentar formalidades, firmar
presentaciones, actas de audiencias, etcétera, pero sin cumplir con la dedicación y eficiencia que el
trance requiere, es posible plantear la nulidad del trámite y sus consecuencias.33
Parece difícil encontrar en este contexto de gratuidad solventada por la SRT letrados con
idoneidad y profesionalismo, que con seriedad defiendan al trabajador en la inmensa maraña
legislativa del sistema de daños laborales.
Indudablemente, también aquí se ejerce cierta restricción perjudicial, que impide al trabajador
o cuando menos condiciona la libre elección de su representación profesional. Esta normativa, en
última instancia, atenta contra una auténtica, genuina y plena defensa jurídica que necesariamente
involucra la libre elección de un abogado especializado con preparación suficiente para la defensa de
sus derechos.
El alcance y realización del derecho de defensa no puede estar subordinado o depender del
carácter obligatorio de una postulación oficial con arreglo a la legislación de un procedimiento
administrativo. Hay en juego no solo ciencia y saber sino también valores como la confianza e,
indudablemente, la experiencia y la autonomía de criterio. Otro de los interrogantes, ya anticipado, es
sobre la contraprestación de los servicios profesionales. La regulación de honorarios de los letrados de
los damnificados surge confusa.
Si lo designa el trabajador, la resolución reglamentaria se refiere a la regulación de los
honorarios a cargo de la ART (art. 37, Res. SRT 298/2017) de la siguiente manera: “Respecto de los
honorarios profesionales de los abogados latrocinantes de los trabajadores o sus derechohabientes que
se encuentran a cargo de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo o Empleadores Autoasegurados,
por su labor profesional conforme lo descripto en el párrafo anterior, resultarán de aplicación los
porcentajes previstos en las disposiciones de las leyes de aranceles de cada jurisdicción, de
corresponder”. Ello, únicamente en el caso de que su actuación profesional resultare oficiosa y se
33
Machado, José D., “Sobre las Comisiones Médicas y el (in)debido proceso”
(http://www.rubinzal.com.ar/doctrina-online/sobre-las-comisiones-medicas-y-el-indebido-proceso/910307).
18
hubiera reconocido total o parcialmente la pretensión reclamada por el damnificado en el
procedimiento ante las Comisiones Médicas. Lo expuesto, deberá notificarse a las partes y a los
letrados intervinientes que tramiten los procedimientos regulados en la presente.
La prohibición del Pacto de Cuota Litis resulta claramente arbitraria y violatoria de los
derechos consagrados en la Constitución a una retribución justa y a la igualdad ante la ley, ya que en
los restantes reclamos laborales y en los accidentes civiles no laborales se permite la celebración de
pactos de cuota litis, teniendo en cuenta además el carácter alimentario de los honorarios de los
abogados, los mismos no deben ser disminuidos afectando la libertad de contratación del abogado y
su cliente, al no permitir el Pacto de Cuota Litis, desalentando el acceso a la justicia, impidiendo que
los abogados defendamos el derecho de los trabajadores accidentados, fomentando la intervención de
los abogados gratuitos de la SRT.
2.11. Desaliento a la actuación de los peritos médicos en las causas judiciales anteriores
Se incide en los procesos anteriores a la nueva ley, es decir, los que se tramitan bajo el
amparo de la jurisprudencia de la Corte (“Venialgo”, “Marchetti” y “Obregón”) a través de la
modificación del régimen pericial de los juicios ordenando la intervención del Cuerpo Médico
Forense y, en todos los casos, modificando la regulación de honorarios de los peritos médicos y las
leyes de aranceles vigentes. (Art. 2°).
34
CSJN, 05/04/2005, “Ángel Estrada y Cía. SA c/Sec. de Energía y Puertos”.
35
Dictamen Nº 72879, “Burghi, Florencia Victoria c/Swiss Medical ART SA Acc. Ley Especial”, Expte.
37907/2017, CNAT, Sala II.
36
Ver Informe Laboral Nro. 59 (http://www.estudioschick.com.ar/in_59.pdf) y Schick, Horacio, Leyes 27348 y
26773. Régimen de Infortunios Laborales, David Grinberg - Libros Jurídicos, 4º Ed., nov. de 2017, Cap. I, Pto.
1.23, pág. 223 y ss.
19
previa y obligatoria del ente”. (El subrayado es nuestro, y muestra una primera diferencia sustancial,
con el régimen de la ley 27348: la ausencia de obligatoriedad).
No se cumplen los demás requisitos exigidos en el fallo “Ángel Estrada” para la intervención
excepcional de órganos jurisdiccionales en ámbitos del PEN.
3.2 Requisitos exigidos por “Ángel Estrada” que no se cumplen en la ley 27348
En resumen, en el citado fallo “Ángel Estrada”, estableció la Corte los límites
constitucionales de la validez del otorgamiento de facultades jurisdiccionales a órganos
administrativos, recaudos que se pueden sintetizar en:
1) que el objetivo económico y político tenido en cuenta por el legislador para crearlos (y
restringir así la jurisdicción que la Constitución Nacional atribuye a la Justicia Ordinaria) haya sido
razonable.
2) No cualquier controversia puede ser válidamente diferida al conocimiento de órganos
administrativos.
3) Su independencia, imparcialidad y razonabilidad deben estar aseguradas.
4) Sus decisiones estén sujetas a “control judicial amplio y suficiente” (considerando 12).
Este control debe ser entendido como un concepto dinámico, no es igual para todos los casos,
ya que depende de factores como la complejidad técnica de la materia litigiosa, la índole y la
magnitud de los intereses públicos comprometidos y el régimen de la organización administrativa de
que se trate y que evite que aquellos ejerzan un poder discrecional sustraído de toda revisión
ulterior37.
De estas cuatro líneas rectoras de la doctrina del fallo “Ángel Estrada” se puede observar que
las mismas han sido conculcadas por la ley 27348 y no se advierten los presupuestos que autorizan
razonable y legítimamente su funcionamiento.
37
Favier Daniela, “Las Comisiones Medicas Jurisdiccionales, Reflexiones sobre su marco regulatorio.Ley
27348, Revista de Derecho Laboral, 2017, 2 Actualidad, Rubinzal-Culzoni Editores, pág. 33.
38
En 2017, el índice de siniestralidad vial en la Argentina aumentó 21,5% respecto de 2016, lo que dejó un
9,2% más de muertos en accidentes y subió en 16,6% los heridos graves. El 40,9% de las víctimas mortales
20
daños conservan el derecho a la reparación plena y el libre acceso a la jurisdicción. El enfoque
clasista y el lobby poderoso de las ART determinó que el gobierno adoptara como propio esos
intereses corporativos e impidiera el acceso de los trabajadores a la Justicia y al resarcimiento
integral de los daños laborales.
Sobre todo, luego de que la Corte Suprema se ha pronunciado en el fallo “Obregón”. No se
comprende las razones por las cuales se admite que las CCMM recaben pruebas testimoniales,
desestimen pruebas por considerarlas insuficientes, interpreten pericias mecánicas, la existencia o no
de un accidente, la prescripción de una acción, y otras cuestiones de neta inferencia jurisdiccional.
Todas estas asunciones de facultades jurisdiccionales lucen también irrazonables para ser ejercidas
por médicos y funcionarios ad hoc electos por autoridades del PEN. (Arts. 7 y 8 Res. SRT.298/17)
Tienen que existir motivos razonablemente justificados para sustraer una determinada materia
de la jurisdicción de los jueces ordinarios; de lo contrario, “la jurisdicción administrativa así creada
carecería de sustento constitucional, e importaría un avance indebido sobre las atribuciones que el art.
116 de la Constitución Nacional define como propias y exclusivas del Poder Judicial de la Nación” –
como se señala en “Ángel Estrada”.
Las cuestiones que se ventilan en los accidentes de trabajo no constituyen una materia de
“especificidad” tal que requiera la conformación de un órgano administrativo que cuente con
profesionales de una especial idoneidad en la materia para poder ejercer el poder de policía; como
ocurre (por ejemplo) con el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) que dirime conflictos
entre usuarios y prestadoras, emergentes de un servicio esencial (energía) y por tal de interés público,
pero por sobre todo examina cuestiones intrínsecamente técnicas del servicio de energía (nivel de
tensión y perturbación; frecuencias de la interrupciones, duración de ellas; etc.), cuya especialidad
exige profesionales técnicos en la materia. En síntesis, las comisiones médicas no deciden conflictos
donde esté en juego el “interés púbico”, por lo que no se justifica la creación de un organismo
administrativo que aparte al juez natural de la materia (derecho común).39
Las razones esgrimidas en la exposición de motivos por el Poder Ejecutivo Nacional para
reducir costos, una infraestructura ya creada para este fin específico-, mejorar la calidad técnica de los
dictámenes, estandarizar criterios, agilizar la gestión –cuestión clave a los efectos de la
automaticidad- y liberar a la justicia de una tarea burocrática que obstaculiza su función y
desjerarquiza su rol, no parecen ser lo suficientemente sólidas ni serias como para justificar el
apartamiento del principio general que reserva el ejercicio de la función jurisdiccional por parte de la
administración sólo para resolver controversias entre la administración y los administrados40.
fueron jóvenes de 16 a 30 años, según el Observatorio del Instituto de Educación y Seguridad Vial (ISEV).
Según datos de la asociación Luchemos por la Vida, en la última década, el promedio anual de víctimas
mortales rondó las 7000, con variaciones en torno del 10%, cuando se dieron los picos más altos. Esto significa
unos 20 decesos por día y más de 100 por semana. Las estadísticas oficiales, en cambio, hablan de 5000 al año.
Estas cifras no son solo números, sino que, detrás de ellas, hay miles de familias destrozadas por el dolor que
causan estas tragedias en sus vidas. Además de ocasionar muchas muertes, los accidentes viales son una de las
principales causas de discapacidad. El grado de morbilidad (lesiones graves) es el doble del de mortalidad, y
solo en la Asociación Lucha contra la Parálisis Infantil (ALPI), según sus registros del último año, la cifra de
pacientes para rehabilitación por siniestros viales duplicó la del año anterior.
(<https://www.lanacion.com.ar/2123824-accidentes-de-transito-mas-muertes-y-miles-de-familias-destruidas>).
39
JTNº73 Sent. Interl. nº . Expte. nº 25.900/2017. 06 .10.17 "RIVAS, NICOLAS EDUARDO c/ SWISS
MEDICAL ART SA s/ ACCIDENTE – LEY ESPECIAL"
40
Sentencia del Dr. Hierrezuelo -JNT Nro. 42 .24.08.2017-, en la Causa N°: 40157/2017 – “López, Miguel
Armando c/ Galeno ART S.A. s/Accidente - Ley Especial”.
21
enfermedad y la relación causal con el factor laboral, constituyen materias que exceden notoriamente
la competencia brindada por los conocimientos médicos y de secretarios letrados ad hoc y requieren
indudablemente un conocimiento técnico-jurídico propio de los magistrados. En el marco de la
garantía constitucional del debido proceso adjetivo está incluida, innegablemente, la exigencia de
idoneidad técnico-jurídica de los jueces o tribunales, condición que no reúnen los integrantes de las
comisiones médicas. Por su parte, el ejercicio de valoración de la prueba y el juzgamiento son
funciones propias de los jueces que escapan a la materia específica de la administración.
En el Dictamen “Burghi”, llamativamente reiterado en los fundamentos de la Resolución SRT
899/17, se pretende legitimar el artículo 1º de la ley 27348 dando ejemplos que se refieren a conflictos
entre la Administración y los administrados en el marco del ejercicio de facultades y actos
administrativos en las distintas áreas del Estado. Ningún caso de la magnitud de protección
constitucional y área subjetiva, como son los conflictos entre particulares por infortunios laborales,
impuestos de modo obligatorio, como ocurre entre los damnificados y las aseguradoras de riesgos del
trabajo.
Se citan en “Burghi” por ejemplo: la potestad otorgada a las antiguas Cajas Jubilatorias para
reconocer o denegar un derecho; del mismo modo que el Ministerio de Trabajo cuando interviene en
los conflictos de los Sindicatos electorales o por las personerías gremiales conferidas por el Estado y
los conflictos de los particulares con las empresas distribuidoras de energía ante los entes reguladores
de la energía. En todos estos supuestos se trata del ejercicio de facultades administrativas en las
distintas ramas de la administración. A estos ejemplos se puede sumar el Tribunal Fiscal de la Nación
(que actúa como alzada de resoluciones de AFIP), los Jueces de Faltas Municipales en las Provincias.
Todos estos órganos administrativos resuelven conflictos entre la Administración y el administrado,
como también en los casos de la Comisión Nacional de Valores o el Banco Central. En materia de
derecho del consumidor el artículo 52 de la ley 24240 habilita al consumidor y usuario a eludir el
procedimiento administrativo promoviendo directamente acciones Judiciales, cuando sus intereses
resulten afectados o amenazados. De tal modo que la protección del consumidor tiene una
voluntariedad que carece la ley 27348.
Otro grupo de conflictos que podría delegarse a los Tribunales Administrativos es entre
particulares. En este caso la Administración no es parte del conflicto sino un tercero imparcial que
resuelve la controversia entre dos sujetos de derecho privado. En estos supuestos parecería que no está
facultada la Administración pública para resolver conflictos entre privados en relación a daños y
perjuicios y menos aún con carácter obligatorio, como bien lo señala el artículo 72 de la ley 24065.
En otros términos, si se admite que un órgano administrativo puede resolver conflictos
patrimoniales entre particulares sobre normas del derecho común, se podría llegar a la peligrosa
conclusión que también estaría facultado para decidir controversias de todo tipo, desde litigios sobre
incumplimiento contractual, pasando por la partición de herencia, despido o derecho societario, hasta
la declaración de una quiebra. Esto significaría lisa y llanamente subsumir todo el universo del
derecho privado a la decisión de órganos administrativos y la justicia ordinaria quedaría escuetamente
reducida a una suerte de tribunal de alzada de aquellas contiendas.41
En materia de infortunios laborales, efectivamente, se trata de un particular que no se
encuentra vinculado con la Administración por ninguna relación particular (no es empleado público,
no es concesionario de servicios públicos, etc.). Se trata de un trabajador, sujeto de preferente tutela
constitucional, que acciona para que se reconozca su derecho a percibir una indemnización, que
compensa un daño sufrido en su salud en ocasión del trabajo.
De modo que no puede la Administración imponer obligatoriamente la resolución por un
Tribunal Administrativo de estos conflictos como prevé la ley 27348. Solo podría ofrecer un espacio
de concertación voluntario entre las partes, pero no imponerlo en forma excluyente y otorgarle
carácter de cosa juzgada a sus decisiones, con el agravante de privarle de una revisión judicial amplia
y suficiente.
41
JTNº73 Sent. Interl. nº . Expte. nº 25.900/2017. 06 .10.17 "RIVAS, NICOLAS EDUARDO c/ SWISS
MEDICAL ART SA s/ ACCIDENTE – LEY ESPECIAL"
22
Incluso cierta corriente del derecho administrativo niega en forma absoluta la posibilidad de
que órganos jurisdiccionales en el ámbito del PEN diriman conflictos entre particulares, como son los
de ART y damnificados.
Así Roberto Luqui señala: “Una cosa es que la Administración Pública controle la legalidad
de los actos dictados por los órganos inferiores al Poder Ejecutivo y trate al mismo tiempo de
“juridizar” el procedimiento, y otra muy distinta que resuelva conflictos intersubjetivos sobre materias
del derecho común, por más que contra sus decisiones se pueda recurrir ante los tribunales judiciales.
Lo primero puede ser constitucional, lo segundo nunca” De tal modo, es central, el enfoque sobre la
importancia de la materia de que se trate, y la jerarquía que esta ocupa en el paradigma. Justamente,
no todo es igual, no todo derecho puede ser debatido en el ámbito administrativo reemplazando sin
más la justicia ordinaria, puesto que es una vulneración a los cimientos institucionales de nuestro país,
fundados en la división de poderes -o de funciones-, con celosos mecanismos de control cruzado entre
ellos”.42
De este modo el diseño de la ley 27348 resulta violatoria del debido proceso, como del
impedimento de crear comisiones especiales para juzgar a las personas (art. 18 CN) y de la veda que
tiene el Poder Ejecutivo Nacional de discernir causas judiciales (art. 109 CN).
42
Luqui, Roberto Enrique, Revisión judicial de la actividad administrativa, tomo I, Ed. Astrea, 2005, p. 70 y ss.
43
Artículo 1º.- Créase el Fondo de Reserva para financiar el funcionamiento de las Comisiones Médicas
(CC.MM.) y Oficinas de Homologación y Visado (O.H. y V.). Art. 4º.- Establéese la cantidad a aportar por la
Administración Nacional de la Seguridad Social (A.N.S.E.S.), en la suma de pesos treinta millones ochocientos
setenta y siete mil ($ 30.877.000) (art. sustituido por art. 2º, Resolución 214/2017 de la Superintendencia de
Riesgos del Trabajo, B.O. 01/02/2017). Art. 5º.- Establéese la cantidad a aportar por las Aseguradoras de
Riesgos del Trabajo (A.R.T.) y los Empleadores Autoasegurados (E.A.), en la suma de pesos ciento cuatro
millones ochocientos sesenta y cinco mil ($ 104.865.000) que será distribuida a prorrata de la cantidad de
trabajadores asegurados declarada por cada uno y publicada por la S.R.T. al momento de la entrada en vigencia
de la presente (art. sustituido por art. 3º, Resolución 214/2017 de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo,
B.O. 01/02/2017). Art. 37 LRT.- Financiamiento. Los gastos de los entes de supervisión y control serán
financiados por las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, los empleadores auto asegurados públicos
provinciales y los empleadores auto asegurados, conforme aquellos entes lo determinen). En dicha Resolución
se establece: En ningún supuesto dicha contribución podrá superar: a) En el caso de las Aseguradoras de
Riesgos del Trabajo, el uno coma cuatro por ciento (1,4 %) del total de los importes percibidos por cuotas de
contratos de afiliación. b) En el caso de los empleadores públicos auto asegurados y los empleadores auto-
asegurados, el cero coma cinco por mil (0,5‰) de su masa salarial promedio de los últimos seis (6) meses.
23
Según la aguda visión de José Daniel Machado, este financiamiento del sistema a cargo de las
ART, significa que la subsistencia del empleo de los médicos, asesores letrados y todos los
funcionarios de la SRT, dependen de manera prácticamente directa de la buena evolución del negocio
de quien –al mismo tiempo– resulta ser el sujeto que debe controlar y una de las partes sometidas a su
consideración en el conflicto. Agrega Machado: “Algún defensor de la reforma podrá decir que
exagero pero me gustaría ver qué expresión de perplejidad si por su caso mi sueldo de Juez fuera
pagado por la CGT, o peor, con un porcentaje de la recaudación de los estudios jurídicos que asisten
sindicatos”44.
La SRT designa a los médicos, a los STL y a los demás funcionarios y supervisa el
funcionamiento de todo el sistema. La SRT ha dejado de ser el ente de regulador objetivo de la
actividad, para pasar a ser un vocero más de las Aseguradoras. Ha sido un impulsor abierto de la ley y
un crítico despiadado de la labor de los abogados, que supimos defender desde 1995 los derechos de
los damnificados. El titular de la SRT, contador Gustavo Morón concurrió junto al Ministro de
Trabajo a la Comisión de Legislación de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Senadores a
defender el Proyecto del PEN.
En este sentido también son elocuentes las palabras de la Senadora Rodríguez Machado, Jefa
del bloque Cambiemos en el Senado, en la apertura de la sesión del debate de la Cámara de Senadores
de la ley, cuando señaló que va a poner a consideración “de este cuerpo los motivos por los cuales el
PEN envía el proyecto de ART, elaborado por la SRT (sic). Este proyecto viene trabajado durante
bastante tiempo en coordinación con las empresas y gremios... y la Unión de Aseguradoras de
Riesgos del Trabajo que se enmarca en reducir la litigiosidad del sistema de riesgos de trabajo en la
Argentina [...]”.
A confesión de parte relevo de prueba. Es evidente, quien viene a comandar todo el proceso
contencioso administrativo, designa a los integrantes de las CCMM, a los Secretarios Técnicos y a los
titulares de los Servicios de Homologación es la SRT, está consustanciada con los intereses de los
obligados del sistema.
Por si faltaba algún elemento para demostrar la falta de objetividad de la SRT, cabe destacar
el dictado de la Resolución SRT 760/2017 que crea el “REGISTRO PARA EL ESTUDIO DE LA
LITIGIOSIDAD (SIREL)” que se encargará de recabar la información de las ART de todos los
juicios que se inicien “en virtud de los cuales se interpongan planteos de inconstitucionalidad a los
preceptos de la Ley 27348 o en su defecto al Decreto 54 de fecha 20 de enero de 2017”. No se
pretende llevar un registro de cada trabajador que demanda y de sus abogados, que ya de por sí es
grave. Sino lisa y llanamente confeccionar una “lista negra” que puede tener cualquier uso desviado
(ver Anexo, punto 2.1. de la Resolución). La información requerida no es necesaria a los fines
estadísticos, o de una hipotética mejora del sistema. Es simplemente una impúdica, ‘a-jurídica’ e
inconstitucional resolución, destinada a amedrentar a los abogados que osamos cuestionar ante la
Justicia, el engendro Ley 27348. Es un inédito camino de tinte dictatorial destinado a inhibir el
ejercicio de abogar para hacer cumplir el principio de legalidad y el respeto de las garantías
constitucionales avasalladas por el PEN y el PL, impidiendo que el Poder Judicial ejerza el control de
constitucionalidad sobre una ley desviada de la Carta Magna.
¿Qué objetividad puede esperarse de los integrantes de estas CCMM, si la SRT que los
nombra no es imparcial? Y aún más llega al extremo de perseguir a los abogados que cuestionamos la
constitucionalidad del sistema, hecho inédito en la historia del país.
Con razón la Justicia ha suspendido la vigencia de esta resolución por el plazo de 6 meses.
Decisión que fue confirmada por la Alzada.45
No se trata de reconocer jurisdicción a la administración activa, sino a tribunales
administrativos imparciales e independientes, separados de la administración activa, en tanto tengan
control judicial pleno.
44
Machado, José D., “Sobre las Comisiones Médicas y el (in)debido proceso”
(<http://www.rubinzal.com.ar/doctrina-online/sobre-las-comisiones-medicas-y-el-indebido-proceso/910307>).
45
“Corriente de Abogados Laboralistas 7 de Julio c/ Superintendencia de Riesgos del Trabajo s/Medida
Cautelar”, Expte. Nº 51793/2017, confirmada por CNAT, Sala VIII, Sentencia Interlocutoria del 16/03/2018.
24
Como señala Cassagne los entes reguladores deben ser imparciales e independientes, y hasta
pueden parecer, un pequeño Estado, pero no pueden ser un Estado absolutista, sin división de poderes,
frenos ni contrapesos. Sus órganos directivos no deben concentrar al mismo tiempo las tres funciones
del Estado; se requieren tribunales administrativos que sean independientes e imparciales también en
relación a ellos. Los organismos internacionales podrían ser, en tamaño grande, una buena imagen en
la cual inspirarse al efecto.46
Coincidentemente el tratadista de Derecho Administrativo Agustín Gordillo ha señalado: “No
se trata de reconocer jurisdicción a la administración activa, sino a tribunales administrativos
imparciales e independientes, separados de la administración activa, en tanto tengan control judicial
pleno. Sin duda los entes reguladores deben ser imparciales e independientes, y hasta pueden
parecer—como advirtió Bianchi— un pequeño Estado, pero no pueden ser un Estado absolutista, sin
división de poderes, frenos ni contrapesos. Sus órganos directivos no deben concentrar al mismo
tiempo las tres funciones del Estado; se requieren tribunales administrativos que sean independientes
e imparciales también en relación a ellos.
Por otra parte, la presencia diaria de los médicos de las ART en las CCMM crea un evidente
clima de confianza entre los médicos oficiales de las CCMM y los de aquellas.47
Como señala Jorge Elías, la “escasa confiabilidad de las CCMM no asegura las víctimas de la
mezquindad o malicia de las ART. La experiencia indica que con excesiva frecuencia las CCMM,
cohonestan las decisiones con los médicos de las ART”…”48
25
absolutamente discrecional, sustraído a toda especie de revisión ulterior. De lo contrario no obstante
hallarse protegido por la garantía del art. 18 CN, queda sin juez a quien reclamar la tutela de su
derecho, se ve privado de una tutela judicial efectiva, porque la tornan ilusoria.
La creación de órganos administrativos con facultades jurisdiccionales no supone la
posibilidad de un otorgamiento incondicional de tales atribuciones. Ello, porque la actividad de estos
órganos se encuentra sometida a limitaciones de jerarquía constitucional que no es lícito transgredir,
entre las que figura, ante todo, la que obliga a que el pronunciamiento jurisdiccional emanado de
órganos administrativos quede sujeto a control judicial suficiente.
El control judicial de la decisión de los órganos administrativos para su legitimidad requiere
ser amplio y profundo admitiendo un extenso debate causal con amplitud de prueba. El sistema
recursivo establecido –en relación y con efecto suspensivo– no supera un mínimo test de
constitucionalidad. Se veda el acceso a la justicia y la incorporación de un patrocinio letrado, en
absoluto está garantizando la bilateralidad. La jurisdicción administrativa sólo es válida si luego se
permite un amplio control judicial, con debate causal amplio con libertad probatoria.
Aun para autores que son de alguna manera condescendientes con la intervención de las
CCMM, para dirimir los conflictos derivados de infortunios laborales, son igualmente exigentes en
cuanto a los límites de esa intervención y a la siempre necesaria revisión judicial amplia de la decisión
administrativa, lo que se encuentra ciertamente vedado en la ley 27.348.
La regulación de la ley en este aspecto adolece de una inconstitucionalidad total, en virtud de
que las leyes de ningún modo pueden disminuir las atribuciones constitucionales de los poderes,
especialmente del Poder Judicial, que representa la principal garantía de los derechos individuales
(arts. 17, 18, 28, 75, inc. 12, 109 y 116, CN).
Por eso no se comparte el Dictamen “Burghi” cuando se afirma que existe en la ley 27348 la
posibilidad de un procedimiento administrativo con debate, prueba y apelación y con revisión judicial
amplia y suficiente. La ley y su decreto reglamentario dicen todo lo contrario. También se afirma en
dicho dictamen, que: “se ha elegido la terminología ‘recurso’ y nada indica que éste no deba ser
pleno, con la posibilidad de un proceso de cognición intenso y la producción de prueba, tal como se
interpretó que debían ser las vías de revisión similares, como la del ya evocado artículo 14 de la ley
14236. La posible laguna actual acerca del proceso judicial concreto ulterior deberá ser conjurada por
los magistrados y en esa inteligencia se parte de la premisa del ejercicio de potestades instructorias, de
ser necesarias, y de celo en la bilateralidad y el derecho de defensa”.
Pero lo cierto es que no existe tal laguna normativa, el texto legal es categórico y preciso. El
carácter del recurso de apelación está definido por la ley 27348 en su artículo 2º, cuya
inconstitucionalidad no se propuso declarar en el dictamen.
En verdad según el texto legal en caso de disenso con la decisión de la CCMM el trabajador
solo tiene derecho al ya comentado recurso de apelación en relación y con efecto suspensivo (en
CABA y PBA) ante la Justicia del Trabajo de la jurisdicción que intervino la CCMM, empeorando el
escenario anterior del decreto 717/96, que lo concedía con carácter devolutivo, es decir podía cobrar a
cuenta y seguir discutiendo las diferencias en las instancias administrativas o judiciales. Es decir la
ley no dice lo que se afirma en el Dictamen “Burghi”.
Sin embargo el Dictamen fue acompañado por numerosas Salas de la CNAT49.
49
Sentencia Interlocutoria 74095 del 3 de agosto de 2017 in re “Burghi, Florencia Victoria c/ Swiss Medical
ART S.A. s/ Accidente -Ley especial” (Expte. Nº 37907/2017) de la Sala II de la CNAT (voto preopinante de la
Dra. Graciela A. González al que adhiere el Dr. Miguel Á. Pirolo); CNAT, Sala IV, Constitucionalidad,
Sentencia Interlocutoria N° 56.453 Causa N°, 48652/2017 Sala IV “Chiavassa Alejandro Rafael c/ Provincia
ART S.A. S/ Accidente – Ley Especial” 2 de noviembre de 2017, simple adhesión al dictamen “Burghi”;
CNAT, Sala I, 31.10.2017, “Cortes, Iván Marcelo c/Prevención Art S.A.; S/Accidente-Ley Especial”, voto por
mayoría de las Dras. Hockl y González por la constitucionalidad de la Ley 27348, con disidencia de la Dra.
Pasten. CNAT, Sala VIII, 26.06,18 ,Bardul, Flavia Noel C/Swift Medical ART SA; CNAT, Sala III, Causa nº
60860/2017/ “Laureira Anabella Rocio c/ Provincia ART S.A: s/Accidente, Voto Dr. A. Perugini, Adhesion
M.A. Perez, disidencia, Diana Cañal, CNAT, Sala VII, CNAT, Sala VII, Expte. 59.760, “Perez Da Silva, Martin
Gonzalo c/ Prevencion c/Prevencion ART” Voto de la Dra. Carambia, adhesión del Subrogante Dr. Catardo,
disidencia en minoría del Dr. R. Brunengo.
26
Causa perplejidad como una mayoría de magistrados repiten dogmáticamente argumentos
muy alejados de la realidad y de la ciencia jurídica, para justificar una ley en extremo restrictiva para
el derecho de los damnificados para acceder a los tribunales, luego de 10 años de admitir su
competencia habiendo decretado la inconstitucionalidad del procedimiento especial de CCMM del
mismo régimen legal, que incluso era un tanto más benevolente, porque admitía que el recurso de
apelación tenía carácter devolutivo. Es decir, el trabajador podía cobrar a cuenta el crédito parcial
reconocido por la ART o la CCMM, lo que le está vedado actualmente.
Difícil de comprender esta claudicación desde la ciencia jurídica.
En otros casos la CNAT falló, aunque a esta altura en forma minoritaria, en forma divergente
cuestionando la constitucionalidad del régimen del artículo de la Ley 27348, declarando la aptitud
jurisdiccional de la Justicia Nacional del Trabajo.50
También hay voces relevantes del mundo académico como Mario Ackerman que en su obra
pone seriamente en duda la constitucionalidad de la reforma de la ley 27348 cuando expresa
textualmente: “Bien entendido, que tal como quedó diseñado el procedimiento así como el patrocinio
letrado no alcanza para cumplir con la garantía constitucional del debido proceso, la eventual
adhesión de las Provincias no va a corregir las limitaciones para el acceso a la justicia ni atenúa los
reproches que merece el otorgamiento de desmesuradas facultades de carácter jurisdiccional a las
comisiones médicas. En estos términos, es difícil imaginar los argumentos que puedan salvar a las
reglas de la ley 27.348 y de su reglamentación aprobada por la resolución SRT 298/2017 del reproche
de inconstitucionalidad”51.Afirmaciones que fueron luego ampliadas en declaraciones periodísticas.52
50
CNAT Sala VI, Sentencia Interlocutoria N° 42273, Expediente Nro.: CNT 44357/201712 de diciembre de
2017 “Freytes, Lucas Gabriel C/ Experta ART S.A. S/ Accidente-Ley Especial” con voto del Dr. Luis A.
Raffaghelli, adhesión de la Dra. Graciela Craig y disidencia del Dr. Carlos Pose; CNAT Sala IX, 21.06.18–
Expte. Nº 26.022/2017/CA1,AUTOS: “Gallardo, Gabriela Elizabeth c/ Prevención ART”; CNAT, Sala V,
31/07/17, “Quispe, Román G. c/ Provincia ART s/ Acc.”;
51
Ackerman, Mario, Ley de Riesgos del Trabajo, comentada y concordada. Actualizada con ley 27.348 y
Resolución SRT 298/2017, Rubinzal-Culzoni, p. 496.
52
Cfr. <http://www.puntal.com.ar/v2/article.php?id=214268>; Declaración a El Puntal de Río Cuarto donde
Mario Ackerman directamente cuestionó la constitucionalidad de la ley 27.348 y refirió a la adhesión de
Córdoba a través de la ley provincial 10.546. Afirmó: “Si hay alta litigiosidad, no es porque los abogados están
enfermos de pleitomanía”. “El sistema diseñado por la ley nacional es malo y merece todo tipo de críticas. Pero
lo que hizo la provincia de Córdoba es atenuar los aspectos negativos, pero apenas atenuarlos. No es que los
corrigió definitivamente porque hablamos de una normativa federal que le da un marco poco modificable.
Cuando se ponga en marcha plenamente y comiencen a funcionar todas las comisiones que dicen que se van a
crear, y si funciona ese procedimiento, será menos malo que lo nacional”, y entró en vigencia un año más tarde,
se insiste en la idea de evitar la Justicia del Trabajo o, ahora, anteponer un procedimiento administrativo ante un
organismo de la Nación integrado por médicos. “Como si acceder a la Justicia fuera una mala palabra o algo
negativo”, criticó Ackerman, en diálogo con este diario. Y agregó: “Creo que nace de un capricho, un absurdo
capricho de la ley de 1996, pero sostenido por todas las reformas posteriores, de vincular esto o asociarlo a la
seguridad social, y entonces se diseña un trámite administrativo. Pero esto no es seguridad social; es un sistema
de responsabilidad del empleador con un seguro obligatorio. No hay diferencia fundamental como concepto con
el seguro de responsabilidad civil del auto. Es un tema laboral, y el matiz es que está en juego la salud de las
personas o la reparación del daño a las personas. Llegado a este punto, ¿qué camino habría que tomar?–Lo más
inteligente y lo más razonable sería eliminar las comisiones médicas; que se dejen de embromar con esta
historia. Esto es un sistema de responsabilidad individual del empleador con un seguro obligatorio. La
aseguradora reemplaza al empleador, pero esto no hace que deje de ser un crédito laboral que tiene la
particularidad de estar condicionado en su monto por la incapacidad del trabajador o la muerte.–¿Y entonces?–
Para ponerle un poco de racionalidad a esto, le daría el mismo tratamiento que todos los créditos laborales. Esto
significa que si el trabajador tiene un accidente va a la aseguradora y allí le definen el porcentaje de
incapacidad, que va a implicar el pago de equis suma de dinero. El trabajador lo acepta y cobra. Y alguno puede
pensar pero fue sin su abogado y cobró, qué riesgo. Pero no, porque la Ley de Contrato de Trabajo dice
claramente que cualquier suma que cobre el trabajador, aunque lo haga sin reserva, es un pago a cuenta.
Siempre podría revisar lo que se le pagó. ¿Y cómo podría hacer la ART para cubrirse, porque paga, para que
después no le venga el reclamo? Lo mismo que hace cualquier empleador cuando paga una indemnización; va al
Ministerio de Trabajo y homologa el acuerdo, o va a la Justicia y lo homologa; algo que también prevé la Ley
de Contrato de Trabajo en su artículo”.
27
IV. Actos procesales en curso de ejecución bajo la tutela de la jurisprudencia de
la Corte
53
En esta línea de pensamiento se pronunció el ex Fiscal General Eduardo O. Álvarez en el Dictamen 71.869, 5
de mayo de 2017 (Expte. 16.947/17, causa “Albornoz, Renee Armando c/ Provincia ART S.A. s/ Accidente-Ley
Especial”). Este dictamen fue confirmado por el fallo de Cámara en CNAT, Sala II, 16/05/17, Sent. Inter.73500,
Expte. 16947/2017. En idéntico sentido: CNAT Sala II, Expte. Nº 37.918/2017 Sent. Int. Nº 75851, 27/03/2018
“Soria Pablo Alejandro c/La Holando Sudamericana Cia. de Seguros SA s/accidente-ley especial”:
Corresponde revocar la sentencia de primera instancia mediante la cual el sentenciante, tras desestimar el
planteo de inconstitucionalidad deducido contra la ley 27.348, declaró la falta de aptitud jurisdiccional de la
J.N.T. para entender en el caso, y declarar la aptitud jurisdiccional de este fuero para entender en las
actuaciones. De las constancias que emanan de la prueba instrumental surge que el actor ya habría transitado
por la Comisión Médica jurisdiccional Nº 10 de la Ciudad de Buenos Aires. Corresponde hacer lugar a la
queja por cuanto sería inadmisible obligar al apelante a cumplir nuevamente con el trámite al que alude el art.
1 de la ley 27.348, sin perjuicio de lo que podría llegar a decidirse en caso de materializarse una oposición por
parte de la demandada.
54
Fiscal General, Dictamen N° 71.920,Expte. N° 18961/17, VERON JOSÉ ANTONIO C/ OMINT ART S.A. S/
ACCIDENTE-LEY ESPECIAL” EXPTE. NRO. CNT 18.961/2017/CA1-SALA IV, confirmada por la Sala
Interviniente.
28
4.3. Inaplicabilidad de la ley 27348 a eventos dañosos ocurridos con anterioridad a la
vigencia de la ley pero iniciados con posterioridad. Doctrina “Espósito”
No podría desconocerse que la jurisprudencia laboral ha determinado que no puede aplicarse
retroactivamente en perjuicio de los infortunios ocurridos con anterioridad a la vigencia de una
norma, en este caso la ley 27348, cuyas acciones y procedimientos se hallaban pacíficamente
amparados por el régimen más protectorio de la jurisprudencia del Supremo Tribunal de la Nación de
los precedentes “Castillo”, “Venialgo”, Marchetti” y “Obregón”.
En consecuencia, no podría sometérselos retroactivamente al régimen procesal compulsivo,
restrictivo, que impone la nueva ley inexistente al ocurrir los infortunios anteriores a la vigencia de la
norma.
Esta afirmación es coherente con lo dispuesto por la inveterada y reiterada jurisprudencia del
Superior en el Fallo Plenario 277 de la CNAT en “Villamayor, José Domingo c/La Franco Argentina
S.A.”, del 28 de febrero de 1991, donde se expresó: la reforma dispuesta por la ley 23.643 al art. 8 de
la ley 9688, no es aplicable a los infortunios laborales ocurridos con anterioridad a la fecha de su
vigencia.
También en la causa plenaria “Prestigiacomo, Luis c/Haroldo Pinelli S.A.” (19/05/1981) se
dispuso: La ley 21.034 no es aplicable a los accidentes anteriores a su vigencia, aun cuando la
incapacidad de ellos derivada se haya consolidado con posterioridad.
En ambos Acuerdos Plenarios la CNAT sostuvo el criterio pacífico de que la ley vigente al
momento de ocurrir el evento dañoso, es la que fijaba los alcances de la responsabilidad del dañante y
su aseguradora de indemnizar a la víctima, diferenciando claramente el hecho generador de las
consecuencias ulteriores que consolidan el daño.
Concordantemente, en el fallo “Espósito, Dardo L. c. Provincia ART SA s/ Accidente”, la
Corte Suprema revocó el pronunciamiento de la Sala VI de la CNAT en relación a un accidente “in
itinere” ocurrido el 26 de marzo de 2009, determinando que las mejoras establecidas por el decreto
1694/09 y por ley 26.773 no eran aplicables a los siniestros ocurridos con anterioridad a su vigencia.
En definitiva, frente al nuevo régimen instituido por ley 27348, que no es meramente una
reforma procesal, no sería admisible aplicarla a los infortunios ocurridos con anterioridad a su
vigencia aun cuando fueran iniciados con posterior a la vigencia de la ley.
El principio de irretroactividad es una regla general que el legislador puede modificar en
algunas circunstancias, dictando normas retroactivas a condición de que no se afecten derechos
protegidos por garantías constitucionales.
La ley 27348 en ninguna parte de su articulado prevé una retroactividad expresa del Título I,
artículos 1º a 3º.
Cuando quiso hacer referencia expresa a la vigencia lo hizo en el artículo 4° y en el artículo
20 referente a la vigencia de la modificación del artículo 12, ley 24.557, sólo para eventos dañosos
ocurridos después de la entrada en vigor de la ley.
No se trata, pues, de transgredir el principio de aplicación inmediata de las disposiciones
procesales, sino de efectuar un análisis que contemple la no afectación de los derechos adquiridos por
las víctimas cuando, respecto a infortunios laborales anteriores a la vigencia del nuevo régimen
normativo, comenzaron a ejercitar actos procesales bajo el régimen tutelar que con anterioridad los
amparaba.
Una interpretación contraria significaría la retroactividad de la norma e implicaría afectar
derechos adquiridos por los damnificados afectando, en especial, la vulneración del consagrado
principio constitucional de progresividad (arts. 26 CADH y 2.1 PIDESC) y de aplicación de la norma
más favorable (arts. 5.2 PIDCP y 9°, LCT), por todas las razones expuestas a lo largo de este
comentario.
Así fue resuelto por la jurisprudencia que determinó no aplicar la ley 27348 a un infortunio
ocurrido con anterioridad a su vigencia pero iniciado con posterioridad, por resultar aplicable el
criterio sostenido por la Corte Suprema en el fallo “Espósito, Darío Luis c/ Provincia ART”, en el
29
sentido que los beneficios previstos en la ley resultan aplicables a los accidentes que ocurrieran y las
enfermedades que se manifestaran con posterioridad al nuevo régimen legal.55
En sentido coincidente se pronunció la Sala VIII de la CNAT determinando también la no
aplicación del art. 1 y concordantes de la ley 27.348 si el hecho dañoso fue anterior a su entrada en
vigencia aunque la acción fuera promovida con posterioridad. 56
55
CNAT, Sala II, 18.06.2018, Sentencia Nro. 76.533, “Cachilobo, Diego Adrián c/ Galeno ART S.A.
S/Accidente Ley Especial”.
56
CNAT, Sala VIII, 09/10/2017, “López, Alejandro Luis c/Galeno ART SA s/accidente – ley especial”, Expte
Nº 26.023/2017.
30
De no ser así, probablemente quedará marcada en sus conciencias la grave circunstancia de no
haber revertido la mala praxis y la perversidad del Poder Ejecutivo y Legislativo de dos
Administraciones que se han allanado a los intereses de los obligados del sistema desequilibrándolo
en un sentido altamente desfavorable a los trabajadores, sin fundamentos jurídicos, con dogmatismo y
contradiciendo larga y copiosa jurisprudencia de la Corte Suprema.
Frente a los avances del PEN y el PL constituyen la última garantía que queda, porque esos
otros poderes del Estado ya se han pronunciado – “inclinando la balanza” en perjuicio de los más
débiles.
Teníamos la esperanza que los pronunciamientos de los Jueces evitarían resucitar el
régimen ignominioso de 1995, que la brega de los abogados y la jurisprudencia, en especial de la
Corte Suprema lo habían superado.
Sin embargo, al momento de escribir este documento en los primeros días del mes de Agosto
de 2018, la mayoría de las Salas de la CNAT (algunas con disidencias de sus integrantes), se han
pronunciado por la legitimidad del Artículo 1° de la ley 27348, declinando la competencia de la
Justicia Nacional del Trabajo en materia de infortunios laborales luego de 10 años de admitirla, frente
a un procedimiento especial, aún más benigno que el actual, que admitía el efecto devolutivo del
recurso hoy negado 57.
Contrasta esta tendencia jurisprudencial con los primeros fallos de los Tribunales de Trabajo
de la Provincia de Buenos Aires, que han declarado la inconstitucionalidad de la ley de adhesión
provincial 14997, declarando inaplicable en esa jurisdicción la ley 27348, admitiendo en
consecuencia la competencia de la justicia del trabajo bonaerense para discernir conflictos por
infortunios laborales.
El Acta N° 2669 de la CNAT regulatoria o aclaratoria de los recursos de la ley y su
reglamentación ante la JTN, no subsana ninguno de los vicios de constitucionalidad del régimen, y
por sobre sobre todo, como indican las estadísticas referidas, la inmensa mayoría de los casos quedan
resueltos en la instancia de CCMM, muy pocos llegan a la justicia vía recursos por divergencias con
las decisiones de las CCMM. Hay estadísticas de cantidades de acuerdos en instancia administrativa,
no de calidad y montos de esos acuerdos y, desde ya, en todos los casos los trabajadores renuncian
para percibir las indemnizaciones tarifadas a una mayor reparación, proveniente del derecho común
o del artículo 75 de la LCT, por el régimen de opción del artículo 4° de la ley 26773.
57
El ambiente del más alto Tribunal tampoco augura un destino muy diferente, luego de algunos precedentes
jurisprudenciales como “Pastore”; “Cairoli, “Ricca” y “Espósito”, y el exclusivo almuerzo celebrado en el
Jockey Club organizado por el vicepresidente de la UIA Dr. Funes de Rioja, inédita en los anales de la historia
del más alto Tribunal, que el Presidente de la Corte Suprema, mantuvo con los principales 30 empresarios del
país: Según la reseña periodística en la reunión se dijo: Les dejó en claro que en la justicia “se trabaja para
proteger el derecho de la propiedad”. Y citó el artículo 19 de la Constitución que protege los derechos de los
ciudadanos, “al punto que nadie puede entrometerse con ellos. Esto ayuda a la previsibilidad de negocios, lo
que se conoce como seguridad jurídica”, (https://www.clarin.com/economia/crisis-dolar-menu-selecto-
encuentro-empresario_0_H1yjpzZAf.html)
31
se lo coloca, torna más penosa la vivencia del trabajador discapacitado, acentuada por la
incertidumbre de reinsertarse e inhibido de percibir una adecuada indemnización que repare el
daño laboral sufrido, en un contexto procesal tan desprotectorio.
c) Los artículos 1°, 2° y 3° de la Ley 27348 no cumplen con los requisitos previstos en
el fallo de la Corte “Ángel Estrada”: pues el régimen obligatorio de CCMM carece de
razonabilidad para justificar el apartamiento de la jurisdicción natural (Justicia Laboral); también
de imparcialidad y sus decisiones no tienen posibilidad de revisión judicial amplia y suficiente, lo
que lo torna de por sí inconstitucional por violación de los artículos 18, 109 y 116 de la
Constitución Nacional.
d) La delegación de la función jurisdiccional efectuada por el Congreso a través de la
Ley 24557 y sus sucesivas reformas (incluyendo la ley 27348) a un Tribunal Administrativo, con
el objeto de resolver controversias entre dos sujetos de derecho privado, relativo a la
determinación y cuantificación de una indemnización de daños y perjuicios, no resulta razonable
ya que la Administración no debe decidir en una controversia entre particulares y menos aún
imponerla con carácter obligatorio;
e) Al impedirse el acceso a la Justicia (Arts, 1, 2, 3 14 y 15 Ley 27348) se violenta la
doble tutela que posee el damnificado: en cuanto a trabajador y en cuanto incapacitado (Arts. 14
bis, 19, 16 y 43 CN y Art. 1.2 de la Convención Interamericana para la Eliminación de todas las
formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad-Ley 26378-).
f) Lejos de obedecer al principio protectorio del trabajador, se establece un fuero de
privilegio en favor de las ART, para que las víctimas sean juzgadas por “comisiones especiales”
en perjuicio de las atribuciones conferidas a los jueces ordinarios, quebrantando la prohibición
expresa del art. 18 de la CN y el art 14 bis al establecer una preferencia legal inválida; en
definitiva se crea un “Fuero Pro ART” dirigida por una SRT que ha perdido toda neutralidad, para
convertirse en gestora de las ART;
g) La indelegabilidad de las funciones judiciales de ese tipo no puede ser desconocida y
violada mediante adhesiones provinciales a un régimen legal que burla los arts. 1º, 5º y 109 de la
Constitución Nacional.
h) En el precedente “Obregón, Francisco V. c/ Lyberty ART” la Corte fue explícita en
que la habilitación de los estrados provinciales no podía quedar condicionada al previo
cumplimiento de una vía administrativa previa de carácter federal como son las CCMM, pues los
conflictos por infortunios laborales eran cuestiones de derecho común entre particulares.
Respecto a la Justicia Nacional del Trabajo a idénticas conclusiones que en el precedente
“Castillo” se arribó en las causas “Venialgo” y “Marchetti”. Estos precedentes son aplicables al
cuestionamiento constitucional de los artículos 1° y 2° de la ley 27348;
i) En todos los casos deberán tener preeminencia las normas procesales locales más
favorables (v. gr. artículos 20, 21 y 24 de la Ley 18345) y concordantes de las Provincias, de
conformidad con el art. 9 LCT, expresión del principio protectorio, por sobre las arbitrarias reglas
de los artículos 1°, 2° y 3° de la 27348 y la Res.SRT. 298/17;
j) Se viola el principio de igualdad ante la ley (Art. 16 CN) pues los trabajadores son la
única categoría de dañados que debe acceder a una vía administrativa obligatoria previa, la cual
no se les impone a quienes reclaman accidentes viales, daños y perjuicios de todo orden. También
son discriminadas las víctimas de infortunios laborales respecto de los reclamantes de otras
acreencias laborales o previsionales (como el SECLO o previsionales);
k) El principio de revisibilidad judicial plena determina la inconstitucionalidad del
artículo 2° de la Ley 27348, al otorgar un injustificado recurso en relación y con efecto
suspensivo en caso de divergencia con la decisión de la CCMM, por cuanto cercena el derecho
constitucional de acceso a la justicia y debido proceso, existiendo la posibilidad de convertirlo en
una acción laboral ordinaria y plena ante la Justicia laboral, correspondiendo también eliminarse
el carácter suspensivo del recurso y permitiendo al damnificado cobrar a cuenta sus acreencias, en
caso de que el obligado haya reconocido parcialmente su obligación. Es aplicable como norma
más favorable el artículo 138 de la ley 18345, y su símil en las provincias: “incidente de pronto
pago”, de forma que el damnificado pueda cobrar las incapacidades parciales reconocidas por las
ART;
32
l) La aplicación de la doctrina emanada del fallo “Llosco” de la Corte federal habilita
esta vía, incluso luego de haber atravesado la instancia de CCMM impuesta por el artículo 1° de
la ley 27348.
m) El plazo de sesenta días hábiles establecido por el artículo 3° para que se expida la
CCMM deberá ser interpretado en forma restrictiva y el hecho de que a su vencimiento dejara
expedita la vía recursiva del artículo 2° de la Ley 27348 constituye una hipocresía legislativa, de
modo que al vencimiento de esos 60 días, sin considerar las laxas y discrecionales extensiones
dispuestas por los artículos 7º, 29 y 32 de la Res. 298/17, deberá quedar habilitada la acción
ordinaria ante la Justicia laboral, de acuerdo al procedimiento laboral vigente en cada
jurisdicción;
n) La Res. 899/17 es inconstitucional en cuanto modifica normas de jerarquía superior,
que solo corresponde al Poder Legislativo modificar, como el artículo 21 de la ley 24557. Siendo
dictada por la SRT, carece de legitimidad ya que el Ente Regulador no dispone de facultades para
dictar tal acto (Art. 36 LRT y Art. 31 de la Constitución Nacional);
o) El patrocinio jurídico gratuito provisto por la SRT -financiada por las ART-, carece
de imparcialidad, no asegura una defensa auténtica a los trabajadores y conspira contra el libre
ejercicio de la profesión de abogado, induciendo a los damnificados a que elijan a estos letrados a
sueldo, que no cobran pacto de cuota litis ni honorarios de las ART, de modo que su accionar está
bajo la fuerte presunción de desinterés y mero cumplimiento de las formalidades del proceso,
permeables a la suscripción de acuerdos lesivos, con altas posibilidades de ser revisables
judicialmente;
p) Al no existir diferencias sustanciales con otros créditos laborales, los reclamos por las
prestaciones dinerarias de la LRT deberían tramitarse ante la Justicia del Trabajo, del mismo
modo que tramitan los demás disensos existentes entre empleadores y trabajadores, por lo que
cabría postular la eliminación de las Comisiones Médicas o quedando solo como una instancia
voluntaria.
q) El Artículo 4° de la Ley 27348 configura una invitación constitucionalmente
inadmisible pues induce a que los Estados provinciales realicen actos claramente repudiados por
los artículos 5, 75 inc. 12, 121 y 122 de la Constitución Nacional ya que los poderes no delegados
o reservados por las provincias no pueden ser transferidos a la Nación, en tanto no lo sean por la
voluntad de las provincias expresada en Congreso General Constituyente. De lo contrario, esta
inválida y grave delegación menoscabará también el derecho constitucional de toda persona a su
juez natural.
33