Divorcio Voluntario

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DIVORCIO EN MEXICO.

DIVORCIO VOLUNTARIO.

1. CONDICIONES DEL DIVORCIO VOLUNTARIO.


Octava Epoca
Instancia: TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO SEGUNDO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XV-I, Febrero de 1995
Tesis: XXII.15 C
Página: 241

PENSION ALIMENTICIA. EXCEPCION A LA MODIFICACION DE LA, EN EL


DIVORCIO POR MUTUO CONSENTIMIENTO. El convenio que se anexa a la
demanda de divorcio voluntario, en el que los padres de un menor, fijan el monto
de la pensión alimenticia, la misma debe respetarse por representar la voluntad de
las partes del juicio de divorcio, el que además por regla general no puede
modificarse por la autoridad judicial; sin embargo, dicha regla general admite
excepciones, como lo son: en aquellos asuntos en que el deudor acredite que sus
posibilidades económicas han disminuido de tal manera, que ya no le sea posible
continuar entregando al acreedor alimentista la suma convenida, en tales
condiciones, si aquella pensión convenida, ya no le alcanza para cubrir las
necesidades que comprenden los alimentos, conforme lo establece el artículo 134
del Código Familiar del Estado de Hidalgo, consisten en: comida, habitación,
salud, educación, etc., ya que cuando se trata del deudor alimentista, no se le
puede obligar a lo imposible; mientras que cuando las necesidades del acreedor
se han incrementado, también puede solicitar el aumento de la pensión, a efecto
de que con el pago de la pensión le alcance cuando menos para los gastos a que
se refiere el precepto legal en cita. En tales condiciones, si se toma en cuenta que
existen factores ajenos a la voluntad de las partes, que pueden alterar no
solamente lo convenido respecto a los alimentos, sino otros aspectos de sus
vidas, de manera que no por el hecho de que se hubiere aceptado en un convenio
determinada situación, esta ya no pueda alterarse cuando materialmente sea
imposible su cumplimiento en la proporción pactada.

TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO SEGUNDO CIRCUITO.


Amparo directo 794/94, relacionado con el 793/94. María del Pilar Vázquez
Alamilla. 8 de diciembre de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Augusto Benito
Hernández Torres. Secretario: Ramiro Rodríguez Pérez.

Octava Epoca
Instancia: TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: X, Octubre de 1992
Página: 272

AMPARO. OFICIAL DEL REGISTRO CIVIL. NO ESTA LEGITIMADO PARA


ACUDIR AL, CUANDO PRETENDE DEFENDER UN ACTO DE SOBERANIA. El
artículo 9º de la Ley de Amparo, establece, en lo conducente, que "Las personas
morales oficiales podrán ocurrir en demanda de amparo, por conducto de los
funcionarios o representantes que designen las leyes, cuando el acto o la ley que
se reclamen afecten los intereses patrimoniales de aquéllas". Del texto de dicha
disposición se advierte que las personas morales oficiales pueden acudir al
amparo con la condición de que los actos impugnados afecten sus intereses
patrimoniales, es decir, que esa afectación se dirija a bienes o derechos que les
pertenezcan semejante al de los particulares sobre los suyos, lo que basta para
admitir que si bien el estado tiene una doble personalidad: La primera, cuando
actúa soberanamente imponiendo sus decisiones a la voluntad de los particulares
y ejerciendo la facultad de imperio; y la segunda, cuando se coloca en una
situación análoga a aquella en que jurídicamente se halla el particular,
convirtiéndose en una persona capaz de adquirir derechos y obligaciones, es
indudable que si bien una persona moral puede estar legitimada para promover el
juicio de amparo contra actos que afecten su patrimonio, ello no sucede así
cuando el órgano estatal actúa en función de su facultad de imperio, ya que en tal
supuesto no actúa reclamando derechos individuales, sino involucra garantías
sociales que no son tuteladas a través del procedimiento de amparo. Habida
cuenta que los artículos 103 y 107, de la Ley Suprema claramente establecen que
el juicio constitucional procede por violación de garantías individuales. Por tanto, si
la oficial del Registro Civil solicitó el amparo de la justicia federal, en virtud de que
se decretó la nulidad del acta de divorcio administrativo por mutuo consentimiento,
levantada por dicha funcionaria, con motivo de que los supuestos disolventes
manifestaron su voluntad de dar por concluido el vínculo matrimonial que los unía,
debe convenirse en que en ese evento la autoridad quejosa actuó en ejercicio de
las facultades de que estaba investida, es decir, en función de su imperio, y por
ello el juicio constitucional resulta improcedente, dado que de acuerdo con el
artículo 9º de la Ley Reglamentaria en comento, la reclamante no esta legitimada
para acudir al amparo en defensa de un acto de soberanía, puesto que sólo
procede tal petición contra aquellos actos que afecten sus intereses patrimoniales.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.


Amparo directo 263/92. Celia Ríos Aguíñiga. 4 de junio de 1992. Unanimidad de
votos. Ponente: Carlos Hidalgo Riestra. Secretario: María Elena Ruiz Martínez.

Octava Epoca
Instancia: TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: X, Octubre de 1992
Página: 272

AMPARO. OFICIAL DEL REGISTRO CIVIL. NO ESTA LEGITIMADO PARA


ACUDIR AL, CUANDO PRETENDE DEFENDER UN ACTO DE SOBERANIA. El
artículo 9º de la Ley de Amparo, establece, en lo conducente, que "Las personas
morales oficiales podrán ocurrir en demanda de amparo, por conducto de los
funcionarios o representantes que designen las leyes, cuando el acto o la ley que
se reclamen afecten los intereses patrimoniales de aquéllas". Del texto de dicha
disposición se advierte que las personas morales oficiales pueden acudir al
amparo con la condición de que los actos impugnados afecten sus intereses
patrimoniales, es decir, que esa afectación se dirija a bienes o derechos que les
pertenezcan semejante al de los particulares sobre los suyos, lo que basta para
admitir que si bien el estado tiene una doble personalidad: La primera, cuando
actúa soberanamente imponiendo sus decisiones a la voluntad de los particulares
y ejerciendo la facultad de imperio; y la segunda, cuando se coloca en una
situación análoga a aquella en que jurídicamente se halla el particular,
convirtiéndose en una persona capaz de adquirir derechos y obligaciones, es
indudable que si bien una persona moral puede estar legitimada para promover el
juicio de amparo contra actos que afecten su patrimonio, ello no sucede así
cuando el órgano estatal actúa en función de su facultad de imperio, ya que en tal
supuesto no actúa reclamando derechos individuales, sino involucra garantías
sociales que no son tuteladas a través del procedimiento de amparo. Habida
cuenta que los artículos 103 y 107, de la Ley Suprema claramente establecen que
el juicio constitucional procede por violación de garantías individuales. Por tanto, si
la oficial del Registro Civil solicitó el amparo de la justicia federal, en virtud de que
se decretó la nulidad del acta de divorcio administrativo por mutuo consentimiento,
levantada por dicha funcionaria, con motivo de que los supuestos disolventes
manifestaron su voluntad de dar por concluido el vínculo matrimonial que los unía,
debe convenirse en que en ese evento la autoridad quejosa actuó en ejercicio de
las facultades de que estaba investida, es decir, en función de su imperio, y por
ello el juicio constitucional resulta improcedente, dado que de acuerdo con el
artículo 9º de la Ley Reglamentaria en comento, la reclamante no esta legitimada
para acudir al amparo en defensa de un acto de soberanía, puesto que sólo
procede tal petición contra aquellos actos que afecten sus intereses patrimoniales.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.

Amparo directo 263/92. Celia Ríos Aguíñiga. 4 de junio de 1992. Unanimidad de


votos. Ponente: Carlos Hidalgo Riestra. Secretario: María Elena Ruiz Martínez.
Octava Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL NOVENO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: III, Segunda Parte-1, Enero a Junio de 1989
Página: 294

DIVORCIO POR MUTUO CONSENTIMIENTO. DEBE TRAMITARSE PASADO


UN AÑO DE CELEBRADO EL MATRIMONIO, SEA DE CARACTER
ADMINISTRATIVO, O POR RESOLUCION JUDICIAL. La condición que
establece el artículo 296 del Código Civil del Estado de Aguascalientes, de
promover divorcio por mutuo consentimiento, hasta pasado un año de la
celebración del matrimonio, rige tanto para el de tramitación administrativa, como
para el que se sigue ante autoridad judicial ya que, en ambos, se requiere el
mutuo consentimiento para decretarlo y la ley no hace distinción alguna.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL NOVENO CIRCUITO.

Amparo en revisión 29/89. Eva González Gutiérrez. 9 de febrero de 1989.


Unanimidad de votos Ponente: Guillermo Baltazar Alvear. Secretario: José Luis
Solórzano Zavala.

Octava Epoca
Instancia: TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: I, Segunda Parte-1, Enero a Junio de 1988
Página: 85

ALIMENTOS. NO PROCEDE SU PAGO CUANDO SE DECLARA EL DIVORCIO,


CON BASE EN EL ARTICULO 267 FRACCION XVIII DEL CODIGO CIVIL. La
causal prevista por la fracción XVIII del artículo 267 del Código Civil no establece
culpa de ninguno de los cónyuges cuando el divorcio versa sobre ella. Sobre estas
bases no cobra aplicación obligatoria alguna de proporcionar alimentos, ya que el
artículo 302 del citado ordenamiento se refiere a la obligación cuando existe el
matrimonio y no cuando éste ha quedado disuelto por una sentencia que
establezca el divorcio, pues en virtud de un fallo definitivo de esta naturaleza los
contendientes dejan de ser cónyuges y no quedan comprendidos dentro del primer
supuesto del mencionado precepto. Tampoco se está dentro de la subsistencia de
la obligación, porque no establece la Ley que así ocurra en los casos de divorcio
basados en la indicada causal, ya que ni hay culpable, ni se trata de un divorcio
por mutuo consentimiento que dé pauta a tal prestación. En tales condiciones, en
esta causal no hay obligación de proporcionar alimentos.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.


Amparo directo 993/88. Patricia del Socorro Quintero González. 6 de mayo de
1988. Unanimidad de votos. Ponente: Manuel Ernesto Saloma Vera. Secretario:
Guillermo Campos Osorio.

Véase: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, número 32, pág. 17, tesis
por contradicción 3a./J.17/90.

2. PENSIÓN ALIMENTARIA EN DIVORCIO VOLUNTARIO.

Novena Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Mayo de 1999
Tesis: III.1o.C.88 C
Página: 988

ALIMENTOS. AUMENTO DE LA PENSIÓN CUANDO EXISTE CONVENIO EN EL


DIVORCIO POR MUTUO CONSENTIMIENTO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
JALISCO). En el caso de que se hayan de proporcionar alimentos por los
cónyuges que disuelven su matrimonio por mutuo consentimiento, no opera la
regla general que manda proporcionarlos en relación a la posibilidad del que los
da y la necesidad de quien tiene derecho a recibirlos, conforme lo previene el
artículo 365 del Código Civil anterior a su última reforma, sino la que contiene el
artículo 342 del mismo ordenamiento, que faculta a los cónyuges a pactar
libremente la manera y los montos en que se han de suministrar los alimentos, por
lo cual no procede el aumento de la pensión alimenticia porque dicha prestación
no deviene de la ley, sino de un convenio celebrado en el juicio de divorcio por
mutuo consentimiento.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.

Amparo directo 1548/98. Jorge Gispert Lodríguez. 24 de septiembre de 1998.


Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Arturo González Zárate. Secretario: Arturo
García Aldaz.

Octava Epoca
Instancia: TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO SEGUNDO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XV-I, Febrero de 1995
Tesis: XXII.15 C
Página: 241

PENSION ALIMENTICIA. EXCEPCION A LA MODIFICACION DE LA, EN EL


DIVORCIO POR MUTUO CONSENTIMIENTO. El convenio que se anexa a la
demanda de divorcio voluntario, en el que los padres de un menor, fijan el monto
de la pensión alimenticia, la misma debe respetarse por representar la voluntad de
las partes del juicio de divorcio, el que además por regla general no puede
modificarse por la autoridad judicial; sin embargo, dicha regla general admite
excepciones, como lo son: en aquellos asuntos en que el deudor acredite que sus
posibilidades económicas han disminuido de tal manera, que ya no le sea posible
continuar entregando al acreedor alimentista la suma convenida, en tales
condiciones, si aquella pensión convenida, ya no le alcanza para cubrir las
necesidades que comprenden los alimentos, conforme lo establece el artículo 134
del Código Familiar del Estado de Hidalgo, consisten en: comida, habitación,
salud, educación, etc., ya que cuando se trata del deudor alimentista, no se le
puede obligar a lo imposible; mientras que cuando las necesidades del acreedor
se han incrementado, también puede solicitar el aumento de la pensión, a efecto
de que con el pago de la pensión le alcance cuando menos para los gastos a que
se refiere el precepto legal en cita. En tales condiciones, si se toma en cuenta que
existen factores ajenos a la voluntad de las partes, que pueden alterar no
solamente lo convenido respecto a los alimentos, sino otros aspectos de sus
vidas, de manera que no por el hecho de que se hubiere aceptado en un convenio
determinada situación, esta ya no pueda alterarse cuando materialmente sea
imposible su cumplimiento en la proporción pactada.

TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 794/94, relacionado con el 793/94. María del Pilar Vázquez
Alamilla. 8 de diciembre de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Augusto Benito
Hernández Torres. Secretario: Ramiro Rodríguez Pérez.

Octava Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XV, Enero de 1995
Tesis: VIII.1o. 47 C
Página: 261

MENORES. SI LOS ACTOS RECLAMADOS AFECTAN LOS DERECHOS DE


LOS, DEBE NOMBRARSELES UN REPRESENTANTE ESPECIAL PARA QUE
POR SU CONDUCTO INTERVENGAN EN EL JUICIO DE GARANTIAS, SI EN EL
NATURAL LITIGAN SUS PADRES, DEFENDIENDO AMBOS INTERESES
CONTRARIOS A LOS DE SUS HIJOS. Si aparece que el quejoso reclama
mediante la acción de amparo, la resolución de segundo grado, a través de la cual
se confirmó la interlocutoria que resolvió negativamente el incidente de reducción
de pensión alimenticia, tramitado por el quejoso dentro del juicio de divorcio por
mutuo consentimiento ya concluido, debe nombrarse un representante especial
dentro del juicio de garantías, a las hijas menores de edad de los contendientes
para que éstas, por conducto de aquél, intervengan en el procedimiento relativo al
juicio constitucional; puesto que dichas menores son las únicas acreedoras
alimentarias, ya que la pensión alimenticia cuya reducción pretende el peticionario,
solamente se decretó en favor de aquéllas y no del de su madre; además de que
al progenitor de las menores, debe considerársele impedido para representar en el
juicio de garantías a sus menores hijas, por perseguir un interés opuesto al de
dichas menores, y respecto de la madre, igualmente debe estimársele impedida
para representar a sus hijas durante la tramitación del juicio de garantías, toda vez
que teniendo asimismo la obligación legal de subvenir a las necesidades
alimentarias de dichas menores, con las resultas del incidente de reducción de
pensión alimenticia promovido, es evidente que se vería afectada en sus intereses
particulares, puesto que de proceder la reducción solicitada por el deudor
alimentista, tendría que cubrir de su peculio, parte de la pensión alimenticia
necesaria para satisfacer las necesidades de las acreedoras alimentistas.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.

Amparo en revisión 351/94. Alfonso Sanfeliz Ruiz. 27 de septiembre de 1994.


Unanimidad de votos. Ponente: Rogelio Sánchez Alcáuter. Secretario: Fernando
O. Villarreal Delgado.

3. CONVENIO SOBRE PENSIÓN ALIMENTARIA.

Novena Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Mayo de 1999
Tesis: III.1o.C.88 C
Página: 988

ALIMENTOS. AUMENTO DE LA PENSIÓN CUANDO EXISTE CONVENIO EN EL


DIVORCIO POR MUTUO CONSENTIMIENTO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
JALISCO). En el caso de que se hayan de proporcionar alimentos por los
cónyuges que disuelven su matrimonio por mutuo consentimiento, no opera la
regla general que manda proporcionarlos en relación a la posibilidad del que los
da y la necesidad de quien tiene derecho a recibirlos, conforme lo previene el
artículo 365 del Código Civil anterior a su última reforma, sino la que contiene el
artículo 342 del mismo ordenamiento, que faculta a los cónyuges a pactar
libremente la manera y los montos en que se han de suministrar los alimentos, por
lo cual no procede el aumento de la pensión alimenticia porque dicha prestación
no deviene de la ley, sino de un convenio celebrado en el juicio de divorcio por
mutuo consentimiento.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.


Amparo directo 1548/98. Jorge Gispert Lodríguez. 24 de septiembre de 1998.
Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Arturo González Zárate. Secretario: Arturo
García Aldaz.

Octava Epoca
Instancia: TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO SEGUNDO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XV-I, Febrero de 1995
Tesis: XXII.15 C
Página: 241

PENSION ALIMENTICIA. EXCEPCION A LA MODIFICACION DE LA, EN EL


DIVORCIO POR MUTUO CONSENTIMIENTO. El convenio que se anexa a la
demanda de divorcio voluntario, en el que los padres de un menor, fijan el monto
de la pensión alimenticia, la misma debe respetarse por representar la voluntad de
las partes del juicio de divorcio, el que además por regla general no puede
modificarse por la autoridad judicial; sin embargo, dicha regla general admite
excepciones, como lo son: en aquellos asuntos en que el deudor acredite que sus
posibilidades económicas han disminuido de tal manera, que ya no le sea posible
continuar entregando al acreedor alimentista la suma convenida, en tales
condiciones, si aquella pensión convenida, ya no le alcanza para cubrir las
necesidades que comprenden los alimentos, conforme lo establece el artículo 134
del Código Familiar del Estado de Hidalgo, consisten en: comida, habitación,
salud, educación, etc., ya que cuando se trata del deudor alimentista, no se le
puede obligar a lo imposible; mientras que cuando las necesidades del acreedor
se han incrementado, también puede solicitar el aumento de la pensión, a efecto
de que con el pago de la pensión le alcance cuando menos para los gastos a que
se refiere el precepto legal en cita. En tales condiciones, si se toma en cuenta que
existen factores ajenos a la voluntad de las partes, que pueden alterar no
solamente lo convenido respecto a los alimentos, sino otros aspectos de sus
vidas, de manera que no por el hecho de que se hubiere aceptado en un convenio
determinada situación, esta ya no pueda alterarse cuando materialmente sea
imposible su cumplimiento en la proporción pactada.

TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 794/94, relacionado con el 793/94. María del Pilar Vázquez
Alamilla. 8 de diciembre de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Augusto Benito
Hernández Torres. Secretario: Ramiro Rodríguez Pérez.
4. MODIFICACIÓN DE LA PENSIÓN ALIMENTICIA.

Octava Epoca
Instancia: TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO SEGUNDO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XV-I, Febrero de 1995
Tesis: XXII.15 C
Página: 241

PENSION ALIMENTICIA. EXCEPCION A LA MODIFICACION DE LA, EN EL


DIVORCIO POR MUTUO CONSENTIMIENTO. El convenio que se anexa a la
demanda de divorcio voluntario, en el que los padres de un menor, fijan el monto
de la pensión alimenticia, la misma debe respetarse por representar la voluntad de
las partes del juicio de divorcio, el que además por regla general no puede
modificarse por la autoridad judicial; sin embargo, dicha regla general admite
excepciones, como lo son: en aquellos asuntos en que el deudor acredite que sus
posibilidades económicas han disminuido de tal manera, que ya no le sea posible
continuar entregando al acreedor alimentista la suma convenida, en tales
condiciones, si aquella pensión convenida, ya no le alcanza para cubrir las
necesidades que comprenden los alimentos, conforme lo establece el artículo 134
del Código Familiar del Estado de Hidalgo, consisten en: comida, habitación,
salud, educación, etc., ya que cuando se trata del deudor alimentista, no se le
puede obligar a lo imposible; mientras que cuando las necesidades del acreedor
se han incrementado, también puede solicitar el aumento de la pensión, a efecto
de que con el pago de la pensión le alcance cuando menos para los gastos a que
se refiere el precepto legal en cita. En tales condiciones, si se toma en cuenta que
existen factores ajenos a la voluntad de las partes, que pueden alterar no
solamente lo convenido respecto a los alimentos, sino otros aspectos de sus
vidas, de manera que no por el hecho de que se hubiere aceptado en un convenio
determinada situación, esta ya no pueda alterarse cuando materialmente sea
imposible su cumplimiento en la proporción pactada.

TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGESIMO SEGUNDO CIRCUITO.

Amparo directo 794/94, relacionado con el 793/94. María del Pilar Vázquez
Alamilla. 8 de diciembre de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Augusto Benito
Hernández Torres. Secretario: Ramiro Rodríguez Pérez.

5. PROCEDIMIENTO EN DIVORCIO VOLUNTARIO.

Novena Epoca
Instancia: SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: II, Noviembre de 1995
Tesis: I.6o.C.25 C
Página: 519

CUSTODIA DE MENORES. QUIEN POR MUTUO CONSENTIMIENTO DE LAS


PARTES, ELEVADO A LA CATEGORIA DE COSA JUZGADA TENGA LA, PARA
CAMBIAR DEL DOMICILIO PREVIAMENTE ESTABLECIDO A OTRO DISTINTO,
YA SEA DENTRO DEL PAIS O FUERA DE ESTE, DEBE SOLICITARLO A
TRAVES DE UN JUICIO AUTONOMO Y NO POR LA VIA INCIDENTAL. Si en un
divorcio voluntario, las partes celebran un convenio en el que establecen que la
custodia de sus menores hijos, la tendrá la madre, señalándose el domicilio en
que deberán vivir y este convenio se eleva a la categoría de cosa juzgada, no
puede revocarse ninguna de sus cláusulas a través de una interlocutoria que
recaiga al incidente por el que aquélla solicita autorización para salir con sus hijos
del domicilio establecido, a otro distinto, ya sea dentro del territorio nacional o del
extranjero, toda vez que tal petición debe abordarse a través de un juicio
autónomo en el que por fuerza, recaiga una sentencia constitutiva que
normalmente debe producir efectos hacia el futuro, es decir, que el nuevo estado
jurídico que sobrevenga, sólo empiece cuando el fallo pase a la categoría de cosa
juzgada, ya que el derecho potestativo para obtener el cambio del estado jurídico
mediante la sentencia, sólo se da si el titular de este derecho, acude ante el juez y
demanda el pronunciamiento de esa resolución, en virtud de existir un aspecto
familiar importante en el que está implícito, ante todo, el bienestar de menores
procreados por los padres contendientes, siendo sólo por medio de un
procedimiento formal, que verdaderamente se traduzca en un juicio que facilite
ponderar una serie de cuestiones que se tengan presentes para llegar a la
conclusión final de, si es o no, en beneficio de los menores, que se pueda revocar
alguna cláusula del referido convenio, a efecto de conceder la autorización para
que aquéllos vayan a residir a otro domicilio, ya sea dentro del país o fuera de
éste, bajo la misma custodia de la progenitora señalada con anterioridad.

SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo en revisión 1906/95. Ana Sara Cárdenas Flores. 3 de noviembre de 1995.


Unanimidad de votos. Ponente: Víctor Hugo Díaz Arellano. Secretaria: María
Teresa Covarrubias Ramos.

Octava Epoca
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: XV, Enero de 1995
Tesis: VIII.1o. 47 C
Página: 261

MENORES. SI LOS ACTOS RECLAMADOS AFECTAN LOS DERECHOS DE


LOS, DEBE NOMBRARSELES UN REPRESENTANTE ESPECIAL PARA QUE
POR SU CONDUCTO INTERVENGAN EN EL JUICIO DE GARANTIAS, SI EN EL
NATURAL LITIGAN SUS PADRES, DEFENDIENDO AMBOS INTERESES
CONTRARIOS A LOS DE SUS HIJOS. Si aparece que el quejoso reclama
mediante la acción de amparo, la resolución de segundo grado, a través de la cual
se confirmó la interlocutoria que resolvió negativamente el incidente de reducción
de pensión alimenticia, tramitado por el quejoso dentro del juicio de divorcio por
mutuo consentimiento ya concluido, debe nombrarse un representante especial
dentro del juicio de garantías, a las hijas menores de edad de los contendientes
para que éstas, por conducto de aquél, intervengan en el procedimiento relativo al
juicio constitucional; puesto que dichas menores son las únicas acreedoras
alimentarias, ya que la pensión alimenticia cuya reducción pretende el peticionario,
solamente se decretó en favor de aquéllas y no del de su madre; además de que
al progenitor de las menores, debe considerársele impedido para representar en el
juicio de garantías a sus menores hijas, por perseguir un interés opuesto al de
dichas menores, y respecto de la madre, igualmente debe estimársele impedida
para representar a sus hijas durante la tramitación del juicio de garantías, toda vez
que teniendo asimismo la obligación legal de subvenir a las necesidades
alimentarias de dichas menores, con las resultas del incidente de reducción de
pensión alimenticia promovido, es evidente que se vería afectada en sus intereses
particulares, puesto que de proceder la reducción solicitada por el deudor
alimentista, tendría que cubrir de su peculio, parte de la pensión alimenticia
necesaria para satisfacer las necesidades de las acreedoras alimentistas.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.

Amparo en revisión 351/94. Alfonso Sanfeliz Ruiz. 27 de septiembre de 1994.


Unanimidad de votos. Ponente: Rogelio Sánchez Alcáuter. Secretario: Fernando
O. Villarreal Delgado.

Octava Epoca
Instancia: TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER
CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: X, Octubre de 1992
Página: 272

AMPARO. OFICIAL DEL REGISTRO CIVIL. NO ESTA LEGITIMADO PARA


ACUDIR AL, CUANDO PRETENDE DEFENDER UN ACTO DE SOBERANIA. El
artículo 9º de la Ley de Amparo, establece, en lo conducente, que "Las personas
morales oficiales podrán ocurrir en demanda de amparo, por conducto de los
funcionarios o representantes que designen las leyes, cuando el acto o la ley que
se reclamen afecten los intereses patrimoniales de aquéllas". Del texto de dicha
disposición se advierte que las personas morales oficiales pueden acudir al
amparo con la condición de que los actos impugnados afecten sus intereses
patrimoniales, es decir, que esa afectación se dirija a bienes o derechos que les
pertenezcan semejante al de los particulares sobre los suyos, lo que basta para
admitir que si bien el estado tiene una doble personalidad: La primera, cuando
actúa soberanamente imponiendo sus decisiones a la voluntad de los particulares
y ejerciendo la facultad de imperio; y la segunda, cuando se coloca en una
situación análoga a aquella en que jurídicamente se halla el particular,
convirtiéndose en una persona capaz de adquirir derechos y obligaciones, es
indudable que si bien una persona moral puede estar legitimada para promover el
juicio de amparo contra actos que afecten su patrimonio, ello no sucede así
cuando el órgano estatal actúa en función de su facultad de imperio, ya que en tal
supuesto no actúa reclamando derechos individuales, sino involucra garantías
sociales que no son tuteladas a través del procedimiento de amparo. Habida
cuenta que los artículos 103 y 107, de la Ley Suprema claramente establecen que
el juicio constitucional procede por violación de garantías individuales. Por tanto, si
la oficial del Registro Civil solicitó el amparo de la justicia federal, en virtud de que
se decretó la nulidad del acta de divorcio administrativo por mutuo consentimiento,
levantada por dicha funcionaria, con motivo de que los supuestos disolventes
manifestaron su voluntad de dar por concluido el vínculo matrimonial que los unía,
debe convenirse en que en ese evento la autoridad quejosa actuó en ejercicio de
las facultades de que estaba investida, es decir, en función de su imperio, y por
ello el juicio constitucional resulta improcedente, dado que de acuerdo con el
artículo 9º de la Ley Reglamentaria en comento, la reclamante no esta legitimada
para acudir al amparo en defensa de un acto de soberanía, puesto que sólo
procede tal petición contra aquellos actos que afecten sus intereses patrimoniales.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.

Amparo directo 263/92. Celia Ríos Aguíñiga. 4 de junio de 1992. Unanimidad de


votos. Ponente: Carlos Hidalgo Riestra. Secretario: María Elena Ruiz Martínez.

Séptima Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Apéndice de 1995
Tomo: Tomo I, Parte SCJN
Tesis: 107
Página: 116

DIVORCIO. CODIGO DEL MENOR DEL ESTADO DE GUERRERO.


CONSTITUCIONALIDAD DE SU TITULO TERCERO, CAPITULO VII. El Código
del Menor del Estado de Guerrero en su Título Tercero, Capítulo VII, que se refiere
al juicio de divorcio, al decretar la suspensión del procedimiento por un plazo de
seis meses en el juicio de divorcio no es contrario al artículo 17 constitucional.
Dicho precepto establece que los tribunales estarán expeditos para administrar
justicia en los términos y plazos que fije la ley. Es indudable que el precepto
constitucional al establecer que la justicia se impartirá dentro de los términos y
plazos que fije la ley, está concediendo al legislador ordinario la libertad necesaria
para determinarlos de acuerdo con las exigencias y necesidades del
procedimiento de la materia a la cual esté referido. Por lo tanto, dentro de esa
libertad y sin contravenir el mandato constitucional, el legislador ordinario puede y
debe señalar no sólo los términos sino el procedimiento en la función
encomendada a los tribunales. En tal punto de vista, el Congreso local del Estado
de Guerrero pudo sin violar la norma constitucional, establecer en el artículo 69 del
Código del Menor, que en el juicio de divorcio necesario o por mutuo
consentimiento, dictadas las medidas provisionales y una vez que se haya
celebrado la primera junta de avenencia o se haya fijado la litis, según el caso, el
juez decretará de oficio la suspensión del procedimiento por seis meses; plazo
éste que de ninguna manera debe estimarse como una negación de impartir
justicia, tanto más si se atiende a las finalidades de protección y seguridad de los
hijos menores a que está referido el código que se impugna en su parte relativa, y
cuya consideración llevó el legislador a determinar y señalar dentro de sus
facultades derivadas del precepto constitucional, ese término de seis meses,
pasado el cual, las partes pueden continuar el procedimiento, en los términos
establecidos por los artículos siguientes al 69 mencionado.

Séptima Epoca:

Amparo en revisión 7884/64. Ma. de Jesús Blanco Trejo y coag. 7 de marzo de


1967. Unanimidad de veinte votos.

Amparo en revisión 4603/65. Genoveva Hernández de Hernández y coags. 7 de


mayo de 1968. Unanimidad de dieciséis votos.

Amparo en revisión 4526/65. José Gómez Merkley. 15 de abril de 1969.


Unanimidad de veinte votos.

Amparo en revisión 9122/64. Josefina Covarrubias Ramírez. 12 de mayo de 1970.


Unanimidad de dieciséis votos.

Amparo en revisión 6681/59. Antonio Mastache Muñoz. 17 de noviembre de 1970.


Unanimidad de dieciséis votos.

6. DOMICILIO COMÚN.

Octava Epoca
Instancia: TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: VI, Segunda Parte-2, Julio a Diciembre de 1990
Página: 520

DIVORCIO VOLUNTARIO, NOTIFICACIONES EN EL DOMICILIO COMUN


SEÑALADO, DESPUES DE DECRETADO AQUEL. Como el divorcio voluntario
es un procedimiento especial que requiere de la celebración de un convenio entre
los promoventes y que, por su propia naturaleza, excluye la controversia entre los
que lo promueven, es indudable que si éstos señalaron en su demanda un
domicilio común para recibir sus notificaciones personales, una vez que causa
ejecutoria la sentencia que declara disuelto el vínculo matrimonial, dicho domicilio
común deja de tener efectos para cualquier procedimiento contencioso posterior
que tenga por finalidad la afectación de lo resuelto en dicho juicio o para la
ejecución de la propia sentencia, tan sólo porque en virtud del divorcio es evidente
que los excónyuges tienen domicilios separados, sin que se sepa si el común que
inicialmente señalaron continúa siendo siquiera domicilio de alguno de ellos. En
consecuencia, la notificación hecha en este último es ilegal.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.

Amparo en revisión 361/88. José Francisco Guadalupe Tello Rovira. 23 de


noviembre de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Manuel Brito Velázquez.
Secretario: José Manuel Torres Pérez.

Nota: El anterior criterio es una reiteración del sustentado por el Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, publicado en el Informe
correspondiente al año de 1983 en las páginas 154 y 155 de la Tercera Parte, bajo
el RUBRO: "Domicilio común señalado en el Juicio de Divorcio Voluntario,
improcedente tomarlo en consideración posteriormente en Procedimiento
Contencioso".

7. NOTIFICACIONES.

Octava Epoca
Instancia: TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo: VI, Segunda Parte-2, Julio a Diciembre de 1990
Página: 520

DIVORCIO VOLUNTARIO, NOTIFICACIONES EN EL DOMICILIO COMUN


SEÑALADO, DESPUES DE DECRETADO AQUEL. Como el divorcio voluntario
es un procedimiento especial que requiere de la celebración de un convenio entre
los promoventes y que, por su propia naturaleza, excluye la controversia entre los
que lo promueven, es indudable que si éstos señalaron en su demanda un
domicilio común para recibir sus notificaciones personales, una vez que causa
ejecutoria la sentencia que declara disuelto el vínculo matrimonial, dicho domicilio
común deja de tener efectos para cualquier procedimiento contencioso posterior
que tenga por finalidad la afectación de lo resuelto en dicho juicio o para la
ejecución de la propia sentencia, tan sólo porque en virtud del divorcio es evidente
que los excónyuges tienen domicilios separados, sin que se sepa si el común que
inicialmente señalaron continúa siendo siquiera domicilio de alguno de ellos. En
consecuencia, la notificación hecha en este último es ilegal.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.


Amparo en revisión 361/88. José Francisco Guadalupe Tello Rovira. 23 de
noviembre de 1988. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Manuel Brito Velázquez.
Secretario: José Manuel Torres Pérez.

Nota: El anterior criterio es una reiteración del sustentado por el Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, publicado en el Informe
correspondiente al año de 1983 en las páginas 154 y 155 de la Tercera Parte, bajo
el RUBRO: "Domicilio común señalado en el Juicio de Divorcio Voluntario,
improcedente tomarlo en consideración posteriormente en Procedimiento
Contencioso".

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