Marco Legal Que Rige La Gestion Publica en La Constitucion de La Republica Bolivariana de Venezuela

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA.
UNIVERSIDAD POLITÉCNICA TERRITORIAL
JOSÉ ANTONIO ANZOÁTEGUI.
EXTENSIÓN ANACO.
ANACO ESTADO ANZOÁTEGUI.
PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN EN ADMINISTRACIÓN.
ÁREA. GESTIÓN PÚBLICA.

Marco Legal que rige la Gestión Pública


en la Constitución De La República
Bolivariana De Venezuela.

Profesora. Técnico superior universitario.


Econ. Msc. Bello Guerra Oscar Eduardo.
Rinnalisett Romero. C.I.V-26.4858.639
Maita Meneses Yessika del Valle.
C.I.V-27.032.355
Trayecto IV Sección AN01 Fase 2 Diurno.

Anaco, julio de 2022


Índice.

Pág.
Introducción. 3
Marco legal que rige la gestión pública en la constitución de la República Bolivariana 7
De Venezuela
Conclusión. 22
Referencias bibliográficas. 26
Introducción.

En vista de la problemática planteada dentro de la Administración Pública en el


ámbito de la Gerencia de los Recursos Humanos, nos hemos percatado de que dicha
problemática se debe a que son las mismas leyes, es decir el marco legal que regula los
recursos humanos en la Administración Pública, las que ocasionan estos problemas, en
parte, debido a la mala interpretación, o a la no-aplicación, pero a mi parecer se incluye
un nuevo factor a ser considerado: la multiplicidad de leyes que existen, cuando pudiera
ser una sola Ley la que regulara toda la materia. La Ley de Carrera Administrativa
(LCA), formulada hace años, es la que debiera contener toda la materia necesaria para
regular a los Recursos Humanos en la Administración Pública. Venezuela, al igual que la
mayoría de los países de estructura y corte democrático liberal, no tienen una concepción
unitaria del mundo del trabajo ni del propio trabajador. Distingue la prestación del trabajo
efectuada a los distintos órganos del Poder público de la hecha al sector denominado privado, al
igual que distingue entre los que prestan su servicio, que venden su fuerza de trabajo a patronos
particulares o a entes públicos en calidad en calidad de empleados, de la prestada en calidad de
obreros. Pero no es esto sólo, no existe un régimen general para los primeros, los conocidos en
términos generales, como funcionarios públicos. Es más, ni siquiera para los servidores de la
Administración Pública Nacional.

Es a partir del año 1958 cuando, en este país, como consecuencia de las
transformaciones político-sociales ocurridas, se inicia con un cierto criterio técnico, el
enfoque y análisis de la materia funcionarial dentro del contexto global de la necesaria
reforma institucional del Estado, que entonces se plantea. Es en el año 58 que se debe
partir para determinar las etapas que, primero con la Constitución de 1961 y después
con la promulgación de la LCA, han perfilado el régimen de Función Pública en
Venezuela. Es en ese año cuando se inicia el proceso de reforma administrativa, el cual
tienen su certificado de nacimiento en el Informe Herbert Emmerich, preparado para la
Administración de Asistencia Técnica de la ONU. Poco después, por Decreto Nº 287
del 27/06/1958, se creó la Comisión de Administración Pública (CAP), organismo sobre
el cual recayó durante cierto tiempo el proceso de reforma administrativa, cuya labor
está contenida en dos tomos de indudable interés no sólo histórico sino de vigencia
conceptual.

Por Decreto Nº 28 del 09/04/1969, la CAP fue adscrita a Cordiplan. El Decreto


Nº 103 del 23/07/1969 pone en vigencia el Reglamento de la CAP y el Decreto Nº 141
del 17/09/1969 crea los Consejos de Reforma Administrativa y las Oficinas
Coordinadoras de Reforma Administrativa. El 13/05/1970 se dicta la instrucción RA-1
del Presidente de la República, sobre los lineamientos generales de la Reforma
Administrativa en la Administración Pública Nacional.

En 1974, con el cambio del gobierno, el proceso de reforma se reestructura.


Pierde vigencia la CAP y se crea por Decreto Nº 11 del 22/03/1974 (Gaceta Oficial
(G.O.) Nº 30358 de la misma fecha) la Comisión ad-honorem para el Estudio de la
Reforma Integral de la Administración Pública, de los Institutos Autónomos y de las
Empresas del Estado (CRIAP).

Por último, en este proceso de nunca acabar, de reestructuración y renovación, se


crea la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (Copre).

En el aspecto específico, la CAP vio materializada su labor con la promulgación


el 14/11/1960 del Reglamento de Administración de Personal para los Servidores del
Gobierno Nacional (RAPSGN), según Decreto Nº 394 (G.O. Nº 26406 del 14/11/1960),
el cual constituye el antecedente inmediato de la LCA y en el que se recogen las
instituciones fundamentales de la misma. En él se expresa su carácter temporal “hasta
tanto se dicten normas sobre la Carrera Administrativa” (Primer considerando). Se
dispone que la máxima autoridad es el Presidente de la República (art. 1º). Se exceptúa
de su ámbito al personal obrero y el sometido a Leyes especiales. Rige para todas las
personas que presten servicio a las dependencias del Gobierno Nacional y de los
Institutos Autónomos a tiempo completo o parcial (art. 2º). En el art. 3º se pauta que la
función Pública será desarrollada mediante adecuada programación de las actividades
que se especifican. Establece que los Ministros y Presidentes de Institutos Autónomos
tienen la responsabilidad del desarrollo de la función Pública en sus respectivas
dependencias, de conformidad con las disposiciones de la CAP, la cual, hasta que se
apruebe la LCA, actuará como organismo central para orientar y coordinar la función de
personal de gobierno Nacional (art. 4º). Se establecen las atribuciones de los Jefes de
División de Personal (art. 5º y 6º). Define lo que se entiende por sistema de
Administración de personal (art.7º). Califica quienes son los empleados de libre
escogencia y nombramiento y pauta un sistema de selección por concurso, para la
provisión del resto de los cargos (art. 8º, 9º y 10º). Hace referencia a quien debe efectuar
los nombramientos (art. 11º). Establece el periodo de prueba (art. 12º), así como la
calificación de eficiencia mediante la evaluación periódica (art. 13º). Contempla un
sistema de adiestramiento (art. 14º).

En el mismo año de 1960, la CAP introduce ante las cámaras legislativas un


proyecto de LCA, aprobado en primera discusión en la cámara de Diputados y pasa a
ser discutido en la Comisión de Asuntos Sociales. En 1967 se reinicia la discusión con
las modificaciones planteadas por la comisión, pero se suspende al ser introducido un
nuevo proyecto, el cual se empieza a discutir el 08/06/1970, sancionado por el Senado el
29/06/1970. El 25/08/1970 las cámaras sancionan el proyecto, que es promulgado el
03/09/1970 y publicado en la G.O. Nº 1428 del viernes 04/09/1970.

De manera pues, que hasta la puesta en vigencia de la LCA, hay un largo camino
recorrido, pero como dice un autor: “La Ley de Carrera Administrativa no es sin
embargo una norma completamente innovadora en el sistema venezolano, en el sentido
que carezca de precedentes históricos, sino que podríamos considerar constituye la
culminación de un largo proceso institucional. Por una parte, existían con anterioridad a
este texto legal, una serie de normas reguladoras, esparcidas en una serie de normas
jurídicas y, por otra, estatutos de algunas categorías de funcionarios”.

La constitución vigente (1961), en el Título IV del Poder Público, capítulo


Primero, Disposiciones Generales, trata de los funcionarios públicos en los arts. 119,
121, 122, 123, 124 y 125, los que, respectivamente, se refieren a la ineficacia de la
autoridad usurpada y nulidad de sus actos, a que el ejercicio del Poder público acarrea
responsabilidad individual por abuso de Poder o por violación de la Ley, a la carrera
administrativa, la prohibición de desempeñar más de un cargo público remunerado a
menos que se trate de los que expresamente se exceptúan, así como que la aceptación de
un segundo destino que no sea de los exceptuados implica la renuncia del primero, salvo
lo dispuesto para los Senadores y los Diputados (art. 141) o cuando se trate de
suplencias mientras no se reemplace definitivamente al titular, a la prohibición de
contratar por sí o por interpuesta una persona o en representación de otro de la
República, Estados o Municipios, salvo las excepciones que establezcan las Leyes, a la
prohibición de aceptar cargos, honores o recompensas de gobiernos extranjeros sin la
autorización del Senado.
De todos ellos, merece particular atención el contenido del art. 122: “La Ley
establecerá la carrera administrativa mediante las normas de ingreso, ascenso, traslado,
suspensión, retiro de los empleados de la Administración Pública Nacional, y proveerá
su incorporación al sistema de seguridad social. Los empleados públicos están al
servicio del Estado y no de parcialidad política alguna. Todo funcionario o empleado
público está obligado a cumplir los requisitos establecidos por la Ley para el ejercicio
de su cargo”.

Existe una pluralidad de regímenes de funcionarios del Poder público Nacional,


que es el de mayor relevancia y que de cierta manera es quien dicta pauta a los otros.
Dentro del mismo hay que distinguir el correspondiente a sus distintas funciones o
Poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). De manera que existe un régimen
funcionarial del Poder Ejecutivo en su acepción de Administración Pública Nacional, un
régimen para el Poder Legislativo, y otro para el Judicial. Dentro del régimen de la
Administración Pública Nacional es preciso distinguir el que corresponde a los distintos
sectores de la misma (es el motivo de este trabajo) (Administración Pública Central,
Administración Pública Descentralizada y Administración Pública con autonomía
funcional).

La Ley Orgánica del Trabajo.

Artículo 8. “Los funcionarios o empleados públicos Nacionales, Estadales o


Municipales se regirán por las normas sobre Carrera Administrativa Nacionales,
Estadales o Municipales según el caso, en todo lo relativo a su ingreso, ascenso,
traslado, suspensión, retiro, sistema de remuneración, estabilidad y régimen
jurisdiccional; y gozarán de los beneficios acordados por esta Ley en todo lo no previsto
en aquellos ordenamientos.

Los funcionarios o empleados públicos que desempeñan cargos de carrera,


tendrán derecho a la negociación colectiva, a la solución pacífica de los conflictos y a la
huelga, de conformidad con el Título VII de esta Ley, en cuanto sea compatible con la
índole de los servicios que prestan y con las exigencias de la Administración Pública.

Los obreros al servicio de los entes públicos estarán amparados con las
disposiciones de esta Ley”.
Marco Legal que rige la Gestión Pública en la Constitución De La República
Bolivariana De Venezuela.

CONSTITUCION DE LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


Gaceta Oficial Extraordinaria N° 36.860 de fecha 30 de diciembre de 1.999
Asamblea Nacional Constituyente.

PREÁMBULO

El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la


protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el
heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y
forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República
para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y
pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los
valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la
integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras
generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la
justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la
cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración
latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de
los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la
democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio
ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de
la humanidad; en ejercicio de su poder originario representado por la Asamblea
Nacional Constituyente mediante el voto libre y en referendo democrático, decreta la
siguiente

CONSTITUCIÓN
TÍTULO I
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

Artículo 1. La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e


independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad,
justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador. Son derechos
irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la
integridad territorial y la autodeterminación nacional.
Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de
Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento
jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la
democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos
humanos, la ética y el pluralismo político.

Artículo 3. El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la


persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la
construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y
bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y
deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución.

La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos


fines.

Artículo 4. La República Bolivariana de Venezuela es un Estado Federal


descentralizado en los términos consagrados en esta Constitución, y se rige por los
principios de integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y
corresponsabilidad.

Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce


directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente,
mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del
Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.

Artículo 6. El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las


entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo,
electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables.

Artículo 7. La Constitución es la norma suprema y el fundamento del


ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público
están sujetos a esta Constitución.

Artículo 8. La bandera nacional con los colores amarillo, azul y rojo; el himno
nacional Gloria al bravo pueblo y el escudo de armas de la República son los símbolos
de la patria. La ley regulará sus características, significados y usos. Artículo 9. El
idioma oficial es el castellano. Los idiomas indígenas también son de uso oficial para
los pueblos indígenas y deben ser respetados en todo el territorio de la República, por
constituir patrimonio cultural de la Nación y de la humanidad.

TÍTULO II
DEL ESPACIO GEOGRÁFICO Y LA DIVISIÓN POLÍTICA
Capítulo I
Del Territorio y demás Espacios Geográficos

Artículo 10. El territorio y demás espacios geográficos de la República son los


que correspondían a la Capitanía General de Venezuela antes de la transformación
política iniciada el 19 de abril de 1810, con las modificaciones resultantes de los
tratados y laudos arbitrales no viciados de nulidad.

Artículo 11. La soberanía plena de la República se ejerce en los espacios


continental e insular, lacustre y fluvial, mar territorial, áreas marinas interiores,
históricas y vitales y las comprendidas dentro de las líneas de base recta que ha
adoptado o adopte la República; el suelo y subsuelo de éstos; el espacio aéreo
continental, insular y marítimo y los recursos que en ellos se encuentran, incluidos los
genéticos, los de las especies migratorias, sus productos derivados y los componentes
intangibles que por causas naturales allí se hallen.

El espacio insular de la República comprende el archipiélago de Los Monjes,


archipiélago de Las Aves, archipiélago de Los Roques, archipiélago de La Orchila, isla
La Tortuga, isla La Blanquilla, archipiélago Los Hermanos, islas de Margarita, Cubagua
y Coche, archipiélago de Los Frailes, isla La Sola, archipiélago de Los Testigos, isla de
Patos e isla de Aves; y, además, las islas, islotes, cayos y bancos situados o que emerjan
dentro del mar territorial, en el que cubre la plataforma continental o dentro de los
límites de la zona económica exclusiva.

Sobre los espacios acuáticos constituidos por la zona marítima contigua, la


plataforma continental y la zona económica exclusiva, la República ejerce derechos
exclusivos de soberanía y jurisdicción en los términos, extensión y condiciones que
determinen el derecho internacional público y la ley.

Corresponden a la República derechos en el espacio ultraterrestre supra yacente


y en las áreas que son o puedan ser patrimonio común de la humanidad, en los términos,
extensión y condiciones que determinen los acuerdos internacionales y la legislación
nacional.
Artículo 12. Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su
naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la
zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la República, son
bienes del dominio público y, por tanto, inalienables e imprescriptibles. Las costas
marinas son bienes del dominio público.

Artículo 13. El territorio no podrá ser jamás cedido, traspasado, arrendado, ni en


forma alguna enajenado, ni aun temporal o parcialmente, a Estados extranjeros u otros
sujetos de derecho internacional.

El espacio geográfico venezolano es una zona de paz. No se podrán establecer en


él bases militares extranjeras o instalaciones que tengan de alguna manera propósitos
militares, por parte de ninguna potencia o coalición de potencias.

Los Estados extranjeros u otros sujetos de derecho internacional sólo podrán


adquirir inmuebles para sedes de sus representaciones diplomáticas o consulares dentro
del área que se determine y mediante garantías de reciprocidad, con las limitaciones que
establezca la ley. En dicho caso quedará siempre a salvo la soberanía nacional.

Las tierras baldías existentes en las dependencias federales y en las islas


fluviales o lacustres no podrán enajenarse, y su aprovechamiento sólo podrá concederse
en forma que no implique, directa ni indirectamente, la transferencia de la propiedad de
la tierra.

TÍTULO III
DE LOS DERECHOS HUMANOS Y GARANTÍAS, Y DE LOS DEBERES
Capítulo I
Disposiciones Generales

Artículo 19. El Estado garantizará a toda persona, conforme al principio de


progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible
e interdependiente de los derechos humanos. Su respeto y garantía son obligatorios para
los órganos del Poder Público de conformidad con esta Constitución, con los tratados
sobre derechos humanos suscritos y ratificados por la República y con las leyes que los
desarrollen.
Artículo 20. Toda persona tiene derecho al libre desenvolvimiento de su
personalidad, sin más limitaciones que las que derivan del derecho de las demás y del
orden público y social.

Capítulo II
De la nacionalidad y de la ciudadanía
Sección Segunda: De la Ciudadanía

Artículo 41. Sólo los venezolanos y venezolanas por nacimiento y sin otra
nacionalidad, podrán ejercer los cargos de Presidente o Presidenta de la República,
Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, Presidente o Presidenta y
Vicepresidentes o Vicepresidentas de la Asamblea Nacional, magistrados o magistradas
del Tribunal Supremo de Justicia, Presidente o Presidenta del Consejo Nacional
Electoral, Procurador o Procuradora General de la República, Contralor o Contralora
General de la República, Fiscal General de la República, Defensor o Defensora del
Pueblo, Ministros o Ministras de los despachos relacionados con la seguridad de la
Nación, finanzas, energía y minas, educación; Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes
o Alcaldesas de los Estados y Municipios fronterizos y aquellos contemplados en la ley
orgánica de la Fuerza Armada Nacional.

Para ejercer los cargos de diputados o diputadas a la Asamblea Nacional,


Ministros o Ministras, Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de
Estados y Municipios no fronterizos, los venezolanos y venezolanas por naturalización
deben tener domicilio con residencia ininterrumpida en Venezuela no menor de quince
años y cumplir los requisitos de aptitud previstos en la ley.

Capítulo III
De los Derechos Civiles

Artículo 45. Se prohíbe a la autoridad pública, sea civil o militar, aun en estado
de emergencia, excepción o restricción de garantías, practicar, permitir o tolerar la
desaparición forzada de personas. El funcionario o funcionaria que reciba orden o
instrucción para practicarla, tiene la obligación de no obedecerla y denunciarla a las
autoridades competentes. Los autores o autoras intelectuales y materiales, cómplices y
encubridores o encubridoras del delito de desaparición forzada de personas, así como la
tentativa de comisión del mismo, serán sancionados o sancionadas de conformidad con
la ley.

Capítulo V
De los Derechos Sociales y de las Familias

Artículo 85. El financiamiento del sistema público nacional de salud es


obligación del Estado, que integrará los recursos fiscales, las cotizaciones obligatorias
de la seguridad social y cualquier otra fuente de financiamiento que determine la ley. El
Estado garantizará un presupuesto para la salud que permita cumplir con los objetivos
de la política sanitaria. En coordinación con las universidades y los centros de
investigación, se promoverá y desarrollará una política nacional de formación de
profesionales, técnicos y técnicas y una industria nacional de producción de insumos
para la salud. El Estado regulará las instituciones públicas y privadas de salud.

Artículo 86. Toda persona tiene derecho a la seguridad social como servicio
público de carácter no lucrativo, que garantice la salud y asegure protección en
contingencias de maternidad, paternidad, enfermedad, invalidez, enfermedades
catastróficas, discapacidad, necesidades especiales, riesgos laborales, pérdida de
empleo, desempleo, vejez, viudedad, orfandad, vivienda, cargas derivadas de la vida
familiar y cualquier otra circunstancia de previsión social. El Estado tiene la obligación
de asegurar la efectividad de este derecho, creando un sistema de seguridad social
universal, integral, de financiamiento solidario, unitario, eficiente y participativo, de
contribuciones directas o indirectas. La ausencia de capacidad contributiva no será
motivo para excluir a las personas de su protección. Los recursos financieros de la
seguridad social no podrán ser destinados a otros fines. Las cotizaciones obligatorias
que realicen los trabajadores y las trabajadoras para cubrir los servicios médicos y
asistenciales y demás beneficios de la seguridad social podrán ser administrados sólo
con fines sociales bajo la rectoría del Estado. Los remanentes netos del capital destinado
a la salud, la educación y la seguridad social se acumularán a los fines de su distribución
y contribución en esos servicios. El sistema de seguridad social será regulado por una
ley orgánica especial.
Capítulo VI
De los Derechos Culturales y Educativos

Artículo 110. El Estado reconocerá el interés público de la ciencia, la


tecnología, el conocimiento, la innovación y sus aplicaciones y los servicios de
información necesarios por ser instrumentos fundamentales para el desarrollo
económico, social y político del país, así como para la seguridad y soberanía nacional.
Para el fomento y desarrollo de esas actividades, el Estado destinará recursos suficientes
y creará el sistema nacional de ciencia y tecnología de acuerdo con la ley. El sector
privado deberá aportar recursos para los mismos. El Estado garantizará el cumplimiento
de los principios éticos y legales que deben regir las actividades de investigación
científica, humanística y tecnológica. La ley determinará los modos y medios para dar
cumplimiento a esta garantía.

Capítulo X
De los Deberes

Artículo 130. Los venezolanos y venezolanas tienen el deber de honrar y


defender a la patria, sus símbolos y, valores culturales, resguardar y proteger la
soberanía, la nacionalidad, la integridad territorial, la autodeterminación y los intereses
de la Nación.

Artículo 131. Toda persona tiene el deber de cumplir y acatar esta Constitución,
las leyes y los demás actos que en ejercicio de sus funciones dicten los órganos del
Poder Público.

TÍTULO IV
DEL PODER PÚBLICO
Capítulo I
De las Disposiciones Fundamentales Sección Primera: Disposiciones Generales

Artículo 136. El Poder Público se distribuye entre el Poder Municipal, el Poder


Estadal y el Poder Nacional. El Poder Público Nacional se divide en Legislativo,
Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral.

Cada una de las ramas del Poder Público tiene sus funciones propias, pero los
órganos a los que incumbe su ejercicio colaborarán entre sí en la realización de los fines
del Estado.
Artículo 137. La Constitución y la ley definen las atribuciones de los órganos
que ejercen el Poder Público, a las cuales deben sujetarse las actividades que realicen.

Artículo 138. Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos.
Artículo 139. El ejercicio del Poder Público acarrea responsabilidad individual por
abuso o desviación de poder o por violación de esta Constitución o de la ley.

Artículo 140. El Estado responderá patrimonialmente por los daños que sufran
los o las particulares en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la lesión sea
imputable al funcionamiento de la administración pública.

Sección Segunda:
De la administración pública

Artículo 141. La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y


ciudadanas y se fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad,
eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio
de la función pública, con sometimiento pleno a la ley y al derecho.

Artículo 142. Los institutos autónomos sólo podrán crearse por ley. Tales
instituciones, así como los intereses públicos en corporaciones o entidades de cualquier
naturaleza, estarán sujetos al control del Estado, en la forma que la ley establezca.

Artículo 143. Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a ser informados e


informadas oportuna y verazmente por la Administración Pública, sobre el estado de las
actuaciones en que estén directamente interesados e interesadas, y a conocer las
resoluciones definitivas que se adopten sobre el particular. Asimismo, tienen acceso a
los archivos y registros administrativos, sin perjuicio de los límites aceptables dentro de
una sociedad democrática en materias relativas a seguridad interior y exterior, a
investigación criminal y a la intimidad de la vida privada, de conformidad con la ley que
regule la materia de clasificación de documentos de contenido confidencial o secreto.
No se permitirá censura alguna a los funcionarios públicos o funcionarias públicas que
informen sobre asuntos bajo su responsabilidad.
Sección Tercera: De la Función Pública

Artículo 144. La ley establecerá el Estatuto de la función pública mediante


normas sobre el ingreso, ascenso, traslado, suspensión y retiro de los funcionarios o
funcionarias de la Administración Pública, y proveerán su incorporación a la seguridad
social.

La ley determinará las funciones y requisitos que deben cumplir los funcionarios
públicos y funcionarias públicas para ejercer sus cargos.

Artículo 145. Los funcionarios públicos y funcionarias públicas están al servicio


del Estado y no de parcialidad alguna. Su nombramiento o remoción no podrán estar
determinados por la afiliación u orientación política. Quien esté al servicio de los
Municipios, de los Estados, de la República y demás personas jurídicas de derecho
público o de derecho privado estatales, no podrá celebrar contrato alguno con ellas, ni
por sí ni por interpósita persona, ni en representación de otro u otra, salvo las
excepciones que establezca la ley.

Artículo 146. Los cargos de los órganos de la Administración Pública son de


carrera. Se exceptúan los de elección popular, los de libre nombramiento y remoción,
los contratados y contratadas, los obreros y obreras al servicio de la Administración
Pública y los demás que determine la Ley.

El ingreso de los funcionarios públicos y las funcionarias públicas a los cargos


de carrera será por concurso público, fundamentado en principios de honestidad,
idoneidad y eficiencia. El ascenso estará sometido a métodos científicos basados en el
sistema de méritos, y el traslado, suspensión o retiro será de acuerdo con su desempeño.

Artículo 147. Para la ocupación de cargos públicos de carácter remunerado es


necesario que sus respectivos emolumentos estén previstos en el presupuesto
correspondiente.

Las escalas de salarios en la Administración Pública se establecerán


reglamentariamente conforme a la ley.
La ley orgánica podrá establecer límites razonables a los emolumentos que
devenguen los funcionarios públicos y funcionarias públicas municipales, estatales y
nacionales.

La ley nacional establecerá el régimen de las jubilaciones y pensiones de los


funcionarios públicos y funcionarias públicas nacionales, estatales y municipales.

Artículo 148. Nadie podrá desempeñar a la vez más de un destino público


remunerado, a menos que se trate de cargos académicos, accidentales, asistenciales o
docentes que determine la ley. La aceptación de un segundo destino que no sea de los
exceptuados en este artículo, implica la renuncia del primero, salvo cuando se trate de
suplentes, mientras no reemplacen definitivamente al principal.

Nadie podrá disfrutar más de una jubilación o pensión, salvo los casos
expresamente determinados en la ley.

Artículo 149. Los funcionarios públicos y funcionarias públicas no podrán


aceptar cargos, honores o recompensas de gobiernos extranjeros sin la autorización de la
Asamblea Nacional

Sección Cuarta: De los Contratos de Interés Público

Artículo 150. La celebración de los contratos de interés público nacional


requerirá la aprobación de la Asamblea Nacional en los casos que determine la ley.

No podrá celebrarse contrato alguno de interés público municipal, estadal o


nacional con Estados o entidades oficiales extranjeras o con sociedades no domiciliadas
en Venezuela, ni traspasarse a ellos sin la aprobación de la Asamblea Nacional.

La ley podrá exigir en los contratos de interés público determinadas condiciones


de nacionalidad, domicilio o de otro orden, o requerir especiales garantías.

Artículo 151. En los contratos de interés público, si no fuere improcedente de


acuerdo con la naturaleza de los mismos, se considerará incorporada, aun cuando no
estuviere expresa, una cláusula según la cual las dudas y controversias que puedan
suscitarse sobre dichos contratos y que no llegaren a ser resueltas amigablemente por las
partes contratantes, serán decididas por los tribunales competentes de la República, de
conformidad con sus leyes, sin que por ningún motivo ni causa puedan dar origen a
reclamaciones extranjeras.

Capítulo II
De la Competencia del Poder Público Nacional

Artículo 156. Es de la competencia del Poder Público Nacional:

1. La política y la actuación internacional de la República.


2. La defensa y suprema vigilancia de los intereses generales de la República, la
conservación de la paz pública y la recta aplicación de la ley en todo el territorio
nacional.
3. La bandera, escudo de armas, himno, fiestas, condecoraciones y honores de
carácter nacional.
4. La naturalización, la admisión, la extradición y expulsión de extranjeros o
extranjeras.
5. Los servicios de identificación.
6. La policía nacional.
7. La seguridad, la defensa y el desarrollo nacional.
8. La organización y régimen de la Fuerza Armada Nacional.
9. El régimen de la administración de riesgos y emergencias.
10. La organización y régimen del Distrito Capital y de las dependencias federales.
11. La regulación de la banca central, del sistema monetario, del régimen cambiario,
del sistema financiero y del mercado de capitales; la emisión y acuñación de moneda.
12. La creación, organización, recaudación, administración y control de los
impuestos sobre la renta, sobre sucesiones, donaciones y demás ramos conexos, el
capital, la producción, el valor agregado, los hidrocarburos y minas, de los gravámenes
a la importación y exportación de bienes y servicios, los impuestos que recaigan sobre
el consumo de licores, alcoholes y demás especies alcohólicas, cigarrillos y demás
manufacturas del tabaco, y de los demás impuestos, tasas y rentas no atribuidas a los
Estados y Municipios por esta Constitución o por la ley.
13. La legislación para garantizar la coordinación y armonización de las distintas
potestades tributarias, definir principios, parámetros y limitaciones, especialmente para
la determinación de los tipos impositivos o alícuotas de los tributos estadales y
municipales, así como para crear fondos específicos que aseguren la solidaridad
interterritorial.
14. La creación y organización de impuestos territoriales o sobre predios rurales y
sobre transacciones inmobiliarias, cuya recaudación y control corresponda a los
Municipios, de conformidad con esta Constitución.
15. El régimen del comercio exterior y la organización y régimen de las aduanas.
16. El régimen y administración de las minas e hidrocarburos, el régimen de las
tierras baldías, y la conservación, fomento y aprovechamiento de los bosques, suelos,
aguas y otras riquezas naturales del país. El Ejecutivo Nacional no podrá otorgar
concesiones mineras por tiempo indefinido. La Ley establecerá un sistema de
asignaciones económicas especiales en beneficio de los Estados en cuyo territorio se
encuentren situados los bienes que se mencionan en este numeral, sin perjuicio de que
también puedan establecerse asignaciones especiales en beneficio de otros Estados.
17. El Régimen de metrología legal y control de calidad.
18. Los censos y estadísticas nacionales.
19. El establecimiento, coordinación y unificación de normas y procedimientos
técnicos para obras de ingeniería, de arquitectura y de urbanismo, y la legislación sobre
ordenación urbanística.
20. Las obras públicas de interés nacional.
21. Las políticas macroeconómicas, financieras y fiscales de la República.
22. El régimen y organización del sistema de seguridad social.
23. Las políticas nacionales y la legislación en materia naviera, de sanidad, vivienda,
seguridad alimentaria, ambiente, aguas, turismo, ordenación del territorio.
24. Las políticas y los servicios nacionales de educación y salud.
25. Las políticas nacionales para la producción agrícola, ganadera, pesquera y
forestal.
26. El régimen de la navegación y del transporte aéreo terrestre, marítimo, fluvial y
lacustre, de carácter nacional; de los puertos, aeropuertos y su infraestructura.
27. El sistema de vialidad y de ferrocarriles nacionales.
28. El régimen del servicio de correo y de las telecomunicaciones, así como el
régimen y la administración del espectro electromagnético.
29. El régimen general de los servicios públicos domiciliarios y, en especial,
electricidad, agua potable y gas.
30. El manejo de la política de fronteras con una visión integral del país, que permita
la presencia de la venezolanidad y el mantenimiento territorial y la soberanía en esos
espacios.
31. La organización y administración nacional de la justicia, del Ministerio Público
y de la Defensoría del Pueblo.
32. La legislación en materia de derechos, deberes y garantías constitucionales; la
civil, mercantil, penal, penitenciaria, de procedimientos y de derecho internacional
privado; la de elecciones; la de expropiación por causa de utilidad pública o social; la de
crédito público; la de propiedad intelectual, artística e industrial; la del patrimonio
cultural y arqueológico; la agraria; la de inmigración y poblamiento; la de pueblos
indígenas y territorios ocupados por ellos; la del trabajo, previsión y seguridad sociales;
la de sanidad animal y vegetal; la de notarías y registro público; la de bancos y la de
seguros; la de loterías, hipódromos y apuestas en general; la de organización y
funcionamiento de los órganos del Poder Público Nacional y demás órganos e
instituciones nacionales del Estado; y la relativa a todas las materias de la competencia
nacional.
33. Toda otra materia que la presente Constitución atribuya al Poder Público
Nacional, o que le corresponda por su índole o naturaleza.

Capítulo III
Del Poder Público Estadal

Artículo 159. Los Estados son entidades autónomas e iguales en lo político, con
personalidad jurídica plena, y quedan obligados a mantener la independencia, soberanía
e integridad nacional, y a cumplir y hacer cumplir esta Constitución y las leyes de la
República.

Artículo 160. El gobierno y administración de cada Estado corresponde a un


Gobernador o Gobernadora. Para ser Gobernador o Gobernadora se requiere ser
venezolano o venezolana, mayor de veinticinco años y de estado seglar.

El Gobernador o Gobernadora será elegido o elegida por un período de cuatro


años por mayoría de las personas que voten. El Gobernador o Gobernadora podrá ser
reelegido o reelegida, de inmediato y por una sola vez, para un nuevo período.

Artículo 161. Los Gobernadores o Gobernadoras rendirán anual y públicamente,


cuenta de su gestión ante el Contralor o Contralora del Estado y presentarán un informe
de la misma ante el Consejo Legislativo y el Consejo de Planificación y Coordinación
de Políticas Públicas.

Artículo 162. El Poder Legislativo se ejercerá en cada Estado por un Consejo


Legislativo conformado por un número no mayor de quince ni menor de siete
integrantes, quienes proporcionalmente representarán a la población del Estado y a los
Municipios. El Consejo Legislativo tendrá las atribuciones siguientes:

1. Legislar sobre las materias de la competencia estadal.

2. Sancionar la Ley de Presupuesto del Estado.

3. Las demás que establezcan esta Constitución y la ley

Los requisitos para ser integrante del Consejo Legislativo, la obligación de


rendición anual de cuentas y la inmunidad en su jurisdicción territorial, se regirán por
las normas que esta Constitución establece para los diputados y diputadas a la Asamblea
Nacional, en cuanto les sean aplicables. Los legisladores o legisladoras estadales serán
elegidos o elegidas por un período de cuatro años pudiendo ser reelegidos o reelegidas
por dos períodos consecutivos como máximo. La ley nacional regulará el régimen de la
organización y el funcionamiento del Consejo Legislativo.

Capítulo IV
Del Poder Público Municipal

Artículo 168. Los Municipios constituyen la unidad política primaria de la


organización nacional, gozan de personalidad jurídica y autonomía dentro de los límites
de esta Constitución y de la ley. La autonomía municipal comprende:

1. La elección de sus autoridades.

2. La gestión de las materias de su competencia. 3. La creación, recaudación e inversión


de sus ingresos.

Las actuaciones del Municipio en el ámbito de sus competencias se cumplirán


incorporando la participación ciudadana al proceso de definición y ejecución de la
gestión pública y al control y evaluación de sus resultados, en forma efectiva, suficiente
y oportuna, conforme a la ley.
Los actos de los Municipios no podrán ser impugnados sino ante los tribunales
competentes, de conformidad con esta Constitución y con la ley.
Conclusión.

Desde finales de los ochenta en Venezuela se vienen generando procesos de


reforma del Estado, específicamente en 1989, con la descentralización político-
administrativa, que promovía entre otros aspectos, la redefinición y distribución de las
diferentes competencias que debían asumirse no sólo a nivel nacional, sino también su
nacional; especialmente en el estadal, dejando sólo abierta una posibilidad en el
municipal. En éste último ámbito, se avanzó en lo político, más que en lo
administrativo.

En la construcción de una nueva dinámica de la gestión pública, producto de los


preceptos constitucionales de 1999, la información, la capacitación y la participación
ciudadana, constituyen tres ejes impulsores de los procesos de transformación política,
económica y social del país. Los primeros, sirven de base para activar el tercero, en
tanto facilitan la intervención del ciudadano en la formulación, control y evaluación de
políticas públicas, y así poder crear las condiciones necesarias para un verdadero
ejercicio democrático.

El municipio es el espacio territorial, con mayor posibilidad para promover la


participación, a fin de convertir a los ciudadanos en sujetos clave en las decisiones
locales. Borja citado por Dilla, González y Vicentelli (1994, p. 16), expresa que:

Se deben reforzar a los poderes locales mediante la aproximación de la


administración a la ciudadanía, el mayor conocimiento de sus necesidades y actitudes, la
mejora de la eficiencia de la información y de los servicios personales y, la
instrumentación de la participación ciudadana en la gestión de aquellos.

Sin embargo, no sólo se trata de transformar las estructuras del Estado sino
también las de la sociedad, a través de un cambio de actitud y aptitud ante las acciones
públicas. Esta concepción, es compartida por Dilla et als. (1994, p.12), quienes señalan
que aunado a los aspectos institucionales y normativos, se requiere la inclusión de otros
más complejos, tales como:

La transformación de las conductas de los sujetos (funcionarios, líderes


políticos, ciudadanos) y de la cultura política en general (...) se habla inevitablemente de
una nueva forma de hacer política y, en consecuencia, de un proceso de socialización de
nuevos valores y pedagogía social.

Desde esta perspectiva, la información al ciudadano y su capacitación son


procesos continuos y dinámicos de aprendizaje y vivencias de la colectividad, que
pueden ser promovidos por el Estado o la comunidad, para transformar los esquemas
centralistas de gestión pública, por una cultura de participación activa, en función del
bienestar de la sociedad.

Una de las primordiales objetividades es analizar la información capacitándole al


ciudadano en el marco institucional venezolano. La metodología utilizada, consistió en
el análisis de deberes derechos en documentos normativos vinculados al objeto de
estudio, en el ámbito local: la Carta Magna de 1961, la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (CRBV) de 1999; las leyes que rigen la materia municipal:
Ley Orgánica del Régimen Municipal (LORM) de 1989 y su reforma en el 2005 y 2006,
denominada Ley Orgánica del Poder Público Municipal (LOPPM) y, otras vinculadas
con la participación ciudadana: Ley de los Consejos Locales de Planificación Pública
(LCLPP) de 2006, Ley del Consejo de Coordinación y Políticas Públicas (LCCPP) de
2002, Ley del Consejo Federal de Gobierno (LCFG) de 2005 y la Ley de los Consejos
Comunales (LCC) de 2006, las cuales se ubican en dos contextos: 1) Democracia
Representativa y, 2) Democracia Participativa.

El nivel municipal o gobierno local, se define como “una entidad de carácter


público, compuesto por territorio, población y gobierno; por lo cual cuenta con
personalidad jurídica propia, manifiesta en su capacidad política, administrativa,
patrimonial y reglamentaria” (Instituto de Administración Pública del Estado de México
[IAPEM], 1997, p. 2).

El municipio es el ámbito público, que en las últimas décadas ha sido objeto de


diferentes estudios y discusión, tanto de América Latina como de Europa; dada la
conciencia que, es el espacio territorial con mayor posibilidad para promover el
desarrollo político, económico y social de los países, transformación que es posible, en
la medida que, siguiendo a Dilla et als. (1994), se le proporcione a los ciudadanos los
conocimientos necesarios para abordar su realidad, y con ello, intervenir en la
concertación con los diferentes actores de la sociedad; especialmente, con las
comunidades organizadas.

Desde la Constitución de 1961, se establece la responsabilidad del Estado


venezolano, sobre la organización y división político territorial de los municipios y
demás entidades locales, bajo la concepción de un Estado Federal, y un gobierno
democrático, representativo, responsable y alternativo. La referida Carta Magna en sus
artículos 2, 3, 17, 25, 29, define al municipio como la unidad política primaria de la
organización nacional, con personalidad jurídica y la potestad de elección de sus
autoridades, la libre gestión de las materias de su competencia y, la creación, inversión
y recaudación de sus ingresos (Congreso de la República de Venezuela [CRV], 1961).

Actualmente, La Constitución de 1999, contempla directamente 16 artículos que


comprenden el quehacer de las entidades locales en su jurisdicción, además del resto de
artículos que regulan la dinámica de la gestión pública e involucran al municipio. El
artículo 168 expresa que: “Los municipios constituyen la unidad política primaria de la
organización nacional, gozan de personalidad jurídica y de autonomía dentro de los
límites de la Constitución y de la ley” (Asamblea Nacional Constituyente [ANC], 1999).
De este modo, el municipio forma parte del Estado venezolano, de su organización y
funcionamiento, para lo cual se pretende que su gestión responda de forma efectiva a las
comunidades, a través del cumplimiento de sus competencias, con la participación de
los ciudadanos; en función del desarrollo económico y social, de su jurisdicción y del
país. Cabe destacar, se promueve y afianza el rol preponderante de los espacios locales,
a través de mecanismos institucionales que permiten la construcción de la democracia
participativa, en la cual se legítima la descentralización como política de Estado. El
Estado promueve la creación de diferentes mecanismos y espacios de encuentro entre
las autoridades públicas y la sociedad organizada, para la toma de decisión, ejecución y
evaluación. En el ámbito municipal, se ubican a los Consejos Locales Planificación
Pública (CLPP), como mecanismo innovador de interacción de los gobernantes y de los
ciudadanos organizados para la definición del sistema de planificación nacional, que
parte de la base -las comunidades-, siendo su intervención esencial en la formulación de
las políticas municipales, de esta manera, se concreta una gestión municipal
participativa, en función de la equidad y justicia social. Los CLPP, están integrados por
el Alcalde (quien lo preside), los Concejales, presidentes de las Juntas Parroquiales y
representantes de organizaciones vecinales, entre otras (ANC, 1999; Asamblea Nacional
[AN], 2006a).

Valga la redundancia, recientemente (2006), se dio la aprobación de otro espacio


de participación ciudadana, que acerca aún más el gobierno a las realidades de la
sociedad, con la posibilidad de incidir en las políticas públicas: los Consejos
Comunales, (CC) definidos como:

Instancias de participación, articulación e integración entre las diversas


organizaciones comunitarias, grupos sociales y los ciudadanos y ciudadanas, que
permiten al pueblo organizado ejercer directamente la gestión de las políticas públicas y
proyectos orientados a responder a las necesidades y aspiraciones de las comunidades
en la construcción de una sociedad de equidad y justicia social (AN, 2006b).

Lo antes planteado, evidencia que el municipio asume un rol significativo en el


desarrollo de la localidad, en tal sentido, la comunidad, conformada por los ciudadanos
organizados, autoridades y funcionarios, debe ser partícipe en la gestión de sus
competencias, a fin de involucrarse y comprometerse con los asuntos de su jurisdicción.
En este nuevo desafío para el municipio y la sociedad, juega un papel relevante la
necesidad que, siguiendo a algunos autores (Borjas, 2003; López y Añez, 2005; Pontual,
2003), tienen las comunidades de ser informadas y capacitadas, en el entendido que se
debe brindar a las personas información acerca de los asuntos públicos, así como de los
conocimientos necesarios, a fin de transformar los viejos esquemas de gestión propios
de los gobiernos representativos, por una cultura de participación popular activa en todo
el proceso de formulación, control y evaluación de las políticas públicas en función de
su bienestar y el del colectivo.

Esta nueva concepción del municipio venezolano, es un elemento clave para la


consolidación de la democracia participativa, en base a principios de equidad y justicia
social. Coincidimos con Borja (2003, p. 51), quien expresa que “la descentralización, la
comunicación permanente, las políticas públicas integradas, la participación ciudadana
en todas sus formas, tienen que caracterizar la gestión local, independientemente del
tamaño y población, el color político y de las urgencias urbanas”.
Referencias bibliográficas.

https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:h3Pg3ytWW-gJ:https://
www.gestiopolis.com/marco-legal-de-la-administracion-publica-en-venezuela/
&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=ve

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