Sermón de Dedicación de Un Templo
Sermón de Dedicación de Un Templo
Sermón de Dedicación de Un Templo
Salmo 84
INTRODUCCION
Nos hemos dado cita hoy aquí para dedicar este hermoso templo a Dios,
nuestro Padre Celestial. Y para hacer reconocimiento público, en humildad y
gozo, de que es primeramente por la bondad y la ayuda eficaz de Dios que
hoy vemos coronados nuestros anhelos de tener un templo nuevo, un
edificio digno del evangelio que predicamos y de la causa que estamos
llevando adelante.
Nos detenemos, pues, en estos momentos, para cantar con regocijo las
alabanzas a nuestro Dios, para unirnos y compactarnos unos con otros en
el amor de nuestro Señor Jesucristo, y para renovar nuestros votos de
lealtad a la preciosa causa del reino de los cielos.
Todos los pueblos y todas las religiones han tenido sus templos. Las
pagodas de los budistas, las mezquitas de los mahometanos, las sinagogas
de los judíos, las catedrales de los católicorromanos, las capillas de los
evangélicos, y aun los llamados "Salones del Reino" de los Testigos de
Jehová son lugares altamente significativos para los adeptos de tales
credos religiosos.
1. El templo en la Biblia
En la Biblia, el concepto de templo está íntimamente asociado a la religión.
En los tiempos primitivos de la revelación de Dios a los patriarcas, cualquier
lugar donde ellos erigían o levantaban un altar para ofrecer sacrificios, allí
era el templo de ellos. Tiempos después, cuando el pueblo de Israel se
organiza como pueblo bajo el liderazgo de Moisés y peregrina por el
desierto, por orden de Jehová Dios se construye el tabernáculo, el cual los
levitas arman y sirven en él.
¿Cuál debe ser nuestra actitud, como cristianos, hacia el templo del Señor?
No hay dudas de que la vida de David, tan azarosa como fue, giró alrededor
de su más vivo anhelo: estar en la casa de Dios. Sería bueno que nosotros
imitásemos el bello ejemplo del rey David y que, de cierto modo, el templo
del Señor venga a ser el centro de nuestra vida.
III. PARA QUE ES ESTE TEMPLO
Ninguna cosa en la que hay organización, esfuerzo y talento se hace sin
propósito. Así, el templo que estamos inaugurando hoy se edificó con varios
fines en mente. Básicamente hablando, son tres. Veámoslos.
3. Y, en tercer lugar, este templo es para que los hermanos que se reúnen
aquí disfruten de compañerismo en amor, en trabajo y en adoración.
Los redimidos por la sangre del Cordero formamos una familia. La iglesia
local es la congregación de los santos en un determinado lugar. La vida de
los cristianos se desarrolla en comunión de unos con otros. Y este
compañerismo da gozo y es un poderoso estímulo al servicio y a la lealtad a
nuestro Señor. Jesucristo instó a sus discípulos a que se amaran entre sí.
Les dijo que por ese amor el mundo les conocería como los seguidores de
él.
El salmista David se refirió a esta preciosa convivencia de los del pueblo de
Dios cuando en el Salmo 33:1 escribió: " ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso
es habitar los hermanos juntos en armonía!" Es nuestra oración, entonces,
que este templo sirva como un punto de reunión, como un centro de
compañerismo, donde los hermanos se relacionen en armonía y sana
comprensión. Donde los niños sientan calor de hogar; donde los jóvenes si
actúen con libertad cristiana y obtengan un saludable crecimiento espiritual;
donde los adultos pasen horas de solaz y de recogimiento inspirador. Este
templo es el hogar de los que forman esta iglesia. Aquí vengamos, pues,
con nuestros dolores y pesares a buscar el consuelo del Señor; aquí
vengamos a fortalecernos en el hombre interior por el espíritu; aquí
vengamos a presentar nuestras peticiones delante del Señor; y, finalmente,
aquí vengamos a estimularnos unos a otros en nuestra peregrinación sobre
esta tierra y en nuestro viaje hacia la patria celestial.
CONCLUSION