Aislante
Aislante
Aislante
Un aislante eléctrico es un material con baja o nula conductividad eléctrica. Esto significa
que las cargas eléctricas de sus átomos (electrones) no pueden desplazarse libremente, de
modo que estos materiales ejercen una determinada resistencia al paso de la corriente a
través de ellos. Un aislante es exactamente lo opuesto a un material conductor.
El vidrio.
El papel.
El teflón.
La madera.
La cerámica.
La goma (caucho).
Los plásticos y polímeros orgánicos.
2- Conductores.
Conductor eléctrico es un material que ofrece poca resistencia al movimiento de la carga
eléctrica. Sus átomos se caracterizan por tener pocos electrones en su capa de valencia, por lo que
no se necesita mucha energía para que estos salten de un átomo a otro.
Son materiales cuya resistencia al paso de la electricidad es muy baja. Los mejores conductores
eléctricos son metales, como el cobre, el oro, el hierro, la plata y el aluminio, y sus aleaciones,
aunque existen otros materiales no metálicos que también poseen la propiedad de conducir la
electricidad, como el grafito o las disoluciones y soluciones salinas (por ejemplo, el agua del mar).
Para el transporte de energía eléctrica, se puede usar el aluminio, metal que, si bien tiene una
conductividad eléctrica del orden del 60 % de la del cobre, es sin embargo un material tres veces
más ligero, por lo que su empleo está más indicado en líneas aéreas que en la transmisión de energía
eléctrica en las redes de alta tensión.1 A diferencia de lo que mucha gente cree, el oro es levemente
peor conductor que el cobre; sin embargo, se utiliza en bornes de baterías y conectores eléctricos
debido a su durabilidad y “resistencia” a la corrosión.
3- Conductividad.
La conductividad eléctrica es la capacidad de la materia para permitir el flujo de la corriente
eléctrica a través de sus partículas. Dicha capacidad depende directamente de la estructura atómica
y molecular del material, así como de otros factores físicos como la temperatura a la que se
encuentre o el estado en el que esté (líquido, sólido, gaseoso).
La conductividad eléctrica es lo contrario a la resistividad, es decir, la resistencia al paso de la
electricidad de los materiales. Hay entonces materiales buenos y materiales malos conductores
eléctricos, en la medida en que sean más o menos resistentes.
Los mejores conductores se encuentran los metales como el cobre, el oro y la plata. Estos tienen una
estructura interna tal que permite un flujo fácil de la corriente eléctrica a través de ellos. El cobre,
sobre todos los demás, es utilizado para fabricar los cables que forman los aparatos eléctricos y las
instalaciones del alumbrado público.
Conductividad intermedia, la cual permite un flujo de la electricidad controlado. Estos se llaman
semiconductores eléctricos, de los cuales los más populares son el silicio y el germanio, y que se
utilizan para crear componentes electrónicos para dispositivos como computadoras y
electrodomésticos avanzados.
Las soluciones electrolíticas. Estas son mezclas de agua con una sustancia iónica, como las sales
binarias, y las oxisales. Dichas sustancias al disolverse se disocian, es decir, se separan en sus iones
positivo y negativo. Por ejemplo, el cloruro de sodio (NaCl) se separa en el catión sodio (Na+) y el
anión cloruro (Cl–). Esto le da conductividad a la solución.
Las sales, que estando fundidas son capaces de conducir la corriente eléctrica. Su conductividad
depende del requisito de la fusión; tiene que calentarse suficiente para que toda su masa se
encuentre en estado líquido. En estado sólido no podrán conducir la electricidad.
4- Resistividad.
la resistividad es la resistencia eléctrica específica de un determinado material y es el recíproco
(inverso) de la conductividad. Se mide en ohmios por metro (Ω•m) y se define a partir de la
densidad de corriente en el material resistivo causado por el campo eléctrico en un punto en
particular.
Cada uno de los materiales cuenta con una resistividad específica a temperatura ambiente, la que se
representa mediante la siguiente fórmula:
ρ=E/J
donde «Rho» (ρ) corresponde a la resistividad, «E» al campo eléctrico y «J» a la densidad de
corriente .
La resistividad es una propiedad básica de todos los materiales, de manera que mide la oposición
(resistencia) que ejerce el material (conductor) al flujo de corriente. Está estrechamente vinculada al
comportamiento de las partículas internas, su vibración, composición atómica y otras variables
microscópicas.
Ahora bien, dado que la resistividad corresponde a la reacción de un determinado material al paso
de corriente eléctrica, resulta un índice fiable de la calidad de ese material en cuanto a sus
propiedades como conductor. En otras palabras, alta resistividad implica baja conducción y
viceversa.