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Los Padres Apostólicos

Los Padres Apostólicos son los primeros escritores cristianos, que vivieron entre los años 90 y 160 d.C. y conocieron personalmente a los Apóstoles. Sus escritos son importantes porque transmiten la tradición oral primitiva de la Iglesia y son el eslabón entre los Apóstoles y las generaciones posteriores. Algunos de los más importantes Padres Apostólicos incluyen a Clemente de Roma, cuyas cartas exhortan a la humildad y unidad; Ignacio de Antioquía, cuyas cartas describen la
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Los Padres Apostólicos son los primeros escritores cristianos, que vivieron entre los años 90 y 160 d.C. y conocieron personalmente a los Apóstoles. Sus escritos son importantes porque transmiten la tradición oral primitiva de la Iglesia y son el eslabón entre los Apóstoles y las generaciones posteriores. Algunos de los más importantes Padres Apostólicos incluyen a Clemente de Roma, cuyas cartas exhortan a la humildad y unidad; Ignacio de Antioquía, cuyas cartas describen la
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Dentro de la Patrología se encuentran los Padres apostólicos, no disímiles al común de los Padres

de la Iglesia, más, se distancian en sus apuestas en favor de la fe y sus apologías realizadas por
medio escrito. Estos hombres –los padres apostólicos- datan del siglo primero, entre los años 90 y
160. Sus escritos son de vital importancia porque han sido construidos a partir de la experiencia
personal adquirida por medio del conocimiento obtenido a partir del compartir con los Apóstoles.
Este hecho es de vital importancia, porque la tradición oral que viene a ser una de las fuentes de la
Iglesia, cobra vida precisamente por esta consolidación de experiencias que han sido plasmadas y
se han comunicado a lo largo de la historia.
Ahora bien, los padres apostólicos son una fuente de primera mano, de la primera hora, ya que
como lo mencioné párrafo anterior compartieron con los Apóstoles, ellos son los eslabones,
comunicadores, o si se quiere, intermediarios entre los Apóstoles que son la fuente de la Tradición
y la tradición posterior. Sus escritos hunden sus raíces en los temas que le atañen y corresponden
al tiempo en el que vivieron, tales como, la Santísima Trinidad, la moral, la Encarnación, la
humanidad de Cristo, la Divinidad de Cristo, etc. Escritos que a su vez tomaron forma por medio
de catequesis, sermones u otros medios más asequibles al pueblo.
Tal es el ejemplo de la Didaché, escrito conocido como la “enseñanza de los apóstoles”. En él se
describe de forma sucinta la doctrina de la Iglesia, además, la vida cristiana del siglo II, muy
seguramente una descripción que fija su mirada en la Comunidad Cristiana Primitiva que servía y
sirve de instrucción para la introducción a la vida de la Iglesia, bien por vía de los sacramentos de
inición o, como es el caso del presente capítulo, para catecúmenos. En ella –La Didaché- se propone
la imagen de la vía de los dos caminos: el del bien y el del mal, o como se dirá en la obra misma: el
de la vida y el de la muerte. Imagen y propuesta que servía para instruir en el recto camino del
cristiano una vez bautizado o una vez había decidido seguir el camino de la Iglesia.
Del talante de la Didaché se encuentran los escritos de los padres apostólicos san Clemente de
Roma, san Ignacio de Antioquía, san Policarpo de Esmirna, Papías de Hierápolis y Hermas. Del
primero: -Clemente Romano- se resalta, no porque sus demás obras sean de menos mérito, la Carta
a los corintios. Escrito dividido en cuatro partes en las cuales se exhorta a la humildad y a huir de
la envidia, como también, a conservar la unidad. Del segundo, -Ignacio de Antioquía- sobresalen
sus 7 cartas, en las cuales, por medio de la doctrina teológica describe la constitución jerárquica de
la Iglesia: obispos, presbíteros y diáconos. El tercero: -Policarpo de Esmirna- aboga, por medio de
sus escritos por la doctrina de la Encarnación y muerte del Señor. El cuarto: Papías de Hierápolis
fue un apologeta frente al Milenarismo. Finalmente: Hermas, dentro de sus grandes obras
sobresale por el Pastor, más conocida como el Pastor de Hermas, una Revelación puesta en texto
donde exhorta a la penitencia y expone la necesidad del sacramento del bautismo para la salvación.
Por: Farud Ignacio Bríñez Villanueva

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