Tarea Grupal II Practica Procesal Penal III Parcial.

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“Universidad Tecnológica de Honduras”

Practica procesal penal


presencial

Presentado Por:

• Aylin nicol castillo


• Norma vanessa Flores
• Paola Ninoska duron
• Valeria eloisa Calix
• Evelyn Beatriz delcid
• Mirian David Vargas
• Dania Judith Hernández
• Henrry Samir Acosta
• Josué Alberto andino
• Joel alexander Arteaga
• Cristian alexander silva

Catedrático:

➢ Abog Carlos Obed urbina López

Fecha de entrega: 13 de agosto de 2021.


INTRODUCCION

El Estado es el único que puede fijar cuáles serán las conductas consideradas
antijurídicas, es decir, cuáles son las infracciones sancionadas por la ley además
es un derecho de social que busca establecer medidas para prevenir y reprimir
los delitos mediante el uso de la soberanía del Estado.
Así mismo el derecho penitenciario es la rama del Derecho encargada de la
ejecución de las penas y medidas de seguridad privativas de libertad o de
derechos. También es la disciplina jurídica dedicada a los temas relativos a la
ejecución de la pena privativa de libertad y de todas aquellas sanciones
alternativas que imponen las legislaciones como consecuencia jurídica por la
comisión u omisión de un acto tipificado como delito.
Es un verdadero placer dirigirnos a usted estimado Abogado Carlos Urbina por
medio de esta investigación, en la cual como grupo realizamos un trabajo en
conjunto esperando cumplir con todos los aspectos anteriormente solicitados.
Esta investigación consiste en conocer a fondo los órganos internos que se
encargan de administrar y hacer que se cumpla la justicia en nuestro país, los
cuales son los siguientes: El Juzgado de Ejecución, La Corte de Apelaciones y
La Corte Suprema de Justicia, todo esto conforme al nuevo Código Penal.
OBJETIVOS

• En el siguiente trabajo tenemos como objetivo conocer las diferentes


instancias que se puede llevar en un caso penal al igual que el
procedimiento a seguir en cada corte y contra que acciones se pueden
interponer dichos recursos para no tener problemas con la competencia
del ente que le dará solución.

• Conocer un poco de historia de cada uno de los recursos al igual que el


concepto jurídico y para analizar contra que tipo de acciones se
interponen y el debido tiempo que se tiene para realizarlo.
JUZGADO DE EJECUCIÓN

REMPLAZO DE LA PENA
Aunque en el nuevo código penal ya no existe la conmuta por los delitos, esta
estipulada la figura del reemplazo por penas de prisión que no superen los cinco
años.
El remplazo de la pena se asemeja a una medida sustitutiva de la cárcel que se
concederá por un órgano jurisdiccional competente por las circunstancias
personales del reo, su conducta, la naturaleza del hecho y en particular la
reparación del daño causado siempre que no se trate de reclusos habituales.
De acuerdo con el articulo 75 de la normativa, cada semana de prisión debe ser
sustituida por detención de dos fines de semana. Mientras que cada día de
prisión se reemplazara por dos cuotas de multa o por un día de arresto
domiciliario. Cuando la pena de prisión no supere los seis meses, el órgano
jurisdiccional, además, puede sustituirla por localización permanente
En ningún caso se pueden sustituir penas que sean sustitutivas de otras. El
Órgano Jurisdiccional competente acordará la ejecución de la pena sustituida,
descontando, en su caso, la parte del tiempo que se haya cumplido de acuerdo
con las reglas de conversión respectivamente establecidas en los artículos
anteriores, cuando se dé alguna de las condiciones siguientes:
1) Comisión de un nuevo hecho delictivo doloso;
2) Incumplimiento, en todo o en parte, de la pena de reemplazo; o,
3) Incumplimiento reiterado de la medida o medidas reguladoras de la libertad
que se le hubieran impuesto. El Órgano Jurisdiccional competente puede
modificar, a petición del penado y oído el Ministerio Público (MP), las medidas
reguladoras impuestas al penado, cuando así lo aconsejen la variación de las
circunstancias personales
EFECTOS DE LA SUSPENSIÓN DE LA EJECUCIÓN DE LA PENA O DE SU
REVOCACIÓN.
Revocada la suspensión, se debe ordenar por el Órgano Jurisdiccional
competente la ejecución de la pena, sin que puedan aplicarse las reglas de
reemplazo de la pena previstas en el presente Código. Transcurrido el plazo de
suspensión, sin que el sujeto haya vuelto a delinquir y cumplidas, en su caso las
medidas reguladoras de la conducta fijadas por el Órgano Jurisdiccional
competente, éste acordará la remisión definitiva de la pena.

LA RESPONSABILIDAD CIVIL
Cuando ocurre la comisión de un hecho ilícito en contra de bienes jurídicos
protegidos, ya sean colectivos o particulares se producen consecuencias
adicionales que derivan del hecho principal, los cuales no son menos
perjudiciales que el mismo hecho ilícito y, por lo tanto, esas consecuencias le
generan al individuo trasgresor, lo que la legislación penal sustantiva cataloga o
define como responsabilidades civiles y que supletoriamente el Código Civil
regula. La doctrina ha definido dos corrientes para determinar la responsabilidad
civil:
a) La que proviene del daño ocasionado; y b) La que proviene del delito.
La primera radica en lograr una indemnización basada en probar que se produjo
un perjuicio o menoscabo al solicitante de la pretensión como consecuencia de
una conducta impropia del señalado agresor, independientemente que haya sido
declarado culpable o inocente en un proceso penal. La segunda corriente es la
que necesita la declaración de una sentencia condenatoria con las excepciones
de los supuestos de exención de responsabilidad para la procedencia de la
demanda de responsabilidad civil.
En el proceso penal, la responsabilidad civil puede definirse como la obligación
que tiene el autor de un delito o falta de reparar económicamente los daños y
perjuicios causados o derivados de su infracción.
El objetivo de la responsabilidad civil es compensar a la víctima por los daños
causados por lo que persigue un interés privado.
El particular, víctima del delito y beneficiario de la indemnización en la que se
valora la responsabilidad civil derivada del mismo, puede renunciar a la misma
siempre que esta renuncia no atente contra el interés u orden público, ni
perjudique a terceros.
La reparación del daño ocasionado podrá consistir en obligaciones de dar, de
hacer o de no hacer algo, y se determinará por el Juez atendiendo a la naturaleza
de la infracción y a las condiciones personales y económicas del culpable.
La indemnización de perjuicios comprenderá no solo los ocasionados al
agraviado, sino también a sus familiares o a terceros.
Si la víctima, por medio de su conducta, hubiera contribuido a la producción del
daño o perjuicio sufrido, podrá disminuirse el importe de su indemnización.
El perjudicado por el delito podrá optar por exigir la responsabilidad derivada del
mismo en la vía penal, pudiendo ser cuantificada en la sentencia que ponga fin
al procedimiento, o por la vía civil, en cuyo caso será necesario ejercer nuevas
acciones ante los tribunales civiles.
La acción de responsabilidad civil puede transmitirse a terceros, por ejemplo, a
los herederos.
Por su parte, son responsables civiles:
• Los que hubiesen cometido el delito o falta (autores) y sus cómplices.

• Los aseguradores si el riesgo estuviese asegurado.

• Los padres o tutores, por los daños y perjuicios causados por los delitos
o faltas cometidos por los menores de edad y por los mayores sujetos a
su patria potestad o tutela que vivan en su compañía, siempre que exista
culpa o negligencia.

• Las personas naturales o jurídicas que se dediquen a la industria o el


comercio, por los delitos o faltas que hayan cometido sus empleados o
dependientes, representantes o gestores en el desempeño de sus
obligaciones o la prestación de sus servicios.

Como regla general el plazo para reclamar la responsabilidad civil derivada de la


comisión de un delito prescribe en el plazo de un año.
La responsabilidad civil derivada de la infracción penal consiste en la obligación
de restituir el bien o reparar o indemnizar por los daños o perjuicios que los
hechos hayan podido provocar. Así pues, las normas que regulan la
responsabilidad civil se orientan, a la satisfacción de un interés privado del que
es titular la persona física o jurídica que haya resultado perjudicada por la
comisión de los delitos, pudiendo ser el perjudicado, persona distinta a la víctima
de la infracción penal. La ley permite al perjudicado por un delito:
• OPTAR por exigir la responsabilidad civil ante la jurisdicción civil o la penal.
• RENUNCIAR a exigir la responsabilidad civil.
• RESERVARSE expresamente la posibilidad de ejercitar la acción por daños en
un proceso posterior, ante la jurisdicción civil. Si esto no sucede, en principio la
sentencia PENAL debe pronunciarse acerca de la responsabilidad civil.
La obligación de restituir el bien, reparar o indemnizar por los daños y perjuicios
causados, tiene naturaleza civil y no penal, aunque se regule en el CP. Los daños
o perjuicios causados deben ser probados en el proceso y reflejados en la
sentencia. Ello significa que solo las infracciones penales que causen daños o
perjuicios, generan la obligación civil de reparar o indemnizar por los mismos. En
conclusión, la infracción penal conlleva la imposición de pena, en todo caso, pero
no genera necesariamente responsabilidad civil. Por otro lado, la
responsabilidad civil surge sin necesidad de que, la persona que haya cometido
el delito, resulte penalmente responsable. Por estos motivos, se dice que la
responsabilidad civil no encuentra su verdadero origen en el delito, sino en el
hecho objetivo que les da contenido siempre que el mismo haya provocado un
daño o perjuicio mesurable por el que se deba resarcir a quien lo sufre. El
principio de personalidad rige en la aplicación de la pena, pero no en el régimen
de cumplimiento de la responsabilidad civil. Es decir, la pena solo puede
imponerse a la persona que resulte penalmente responsable de la infracción
penal, mientras que la responsabilidad civil puede cumplirla un tercero que no
haya intervenido en la misma. En consecuencia, las causas de extinción de la
responsabilidad penal y de la responsabilidad civil difieren. Asimismo, la pena y
la responsabilidad civil tienen distinto fundamento.
La pena encuentra su fundamento en la retribución y se orienta a la prevención
general y especial, mientras que la responsabilidad civil se orienta a satisfacer
el interés privado de la persona física o jurídica perjudicada por el delito, y se
establece en atención a la gravedad del daño o perjuicio causado que no tiene
por qué estar en consonancia con la gravedad de la infracción penal.
Como se ha indicado, el código penal obliga a reparar los daños y perjuicios
causados por el delito. Derivada de infracción penal comprende:
1. La restitución
2. La reparación del daño
3. La indemnización de perjuicios materiales o morales
1.- LA RESTITUCION: Es la forma por la que se debe optar siempre que sea
posible, y consiste en la obligación de devolver el bien a quien lo tuviera antes
de que la infracción se cometiera. Ello supone que se ha desposeído a un sujeto
de un bien material, y si ese bien sigue existiendo tras el ilícito penal, es
imperativa su devolución al sujeto que resulto desposeído del mismo. Abarca
también el abono de los deterioros que el mismo hubiese podido sufrir Debe
tener lugar en los términos descritos, incluso aunque el bien objeto de la misma
hubiere sido adquirido legalmente por un tercero de buena fe quien podrá, en tal
caso, ejercer su derecho de repetición contra quien corresponda y ser
indemnizado por el responsable civil del delito. No obstante, la restitución no
podrá llevarse a cabo si el tercero ha adquirido el bien con los requisitos y en la
forma que lo hagan irreivindicable.
2.- LA REPARACIÓN DEL DAÑO: Dentro de las varias acepciones de la palabra
daño, a los fines que nos interesa y en su más concreta acepción, lo podemos
considerar como el detrimento causado exclusiva dicho delito. Es decir, que lo
podemos referir a lo que la técnica jurídica en la teoría general de daños y
perjuicios denomina daño emergente. La reparación del daño se orienta a
restaurar la situación jurídica anterior a la infracción penal cuando ya no sea
posible hacerlo mediante la restitución. Se considera que el daño susceptible de
reparación es material e inanimado. Puede consistir en obligaciones de dar, de
hacer o de no hacer y el Juez puede determinar que la obligación sea cumplida
por el culpable o ser ejecutada a su costa
3.- LA INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS MATERIALES O MORALES:
Siempre se ha discutido sobre la equiparación de los conceptos daños y
perjuicios o de su diferenciación, pues el Código Penal no nos lo explica
categóricamente y el Código Civil, en distintos preceptos habla de daños o de
perjuicios como si fueran cosas distintas, y así en los artículos emplea la palabra
daño y la palabra perjuicio separadamente y en idéntica acepción. Según algún
sector doctrinal, la reparación del daño se refiere a los delitos contra las cosas y
la indemnización de perjuicio a las personas.
La responsabilidad civil puede surgir, tanto del incumplimiento de obligaciones,
que dan lugar a la responsabilidad contractual, como así también de ciertos
hechos o actos que entrañan a la vez ambas responsabilidades para su autor,
dando lugar a la responsabilidad extracontractual derivada de los delitos o cuasi
delitos. Con la responsabilidad civil derivada del hecho o acto delictivo, se
produce la obligación que compete al delincuente, o a determinada persona
relacionada con el mismo, de indemnizar a la víctima del delito de los daños y
perjuicios sufridos con ocasión del hecho punible, pues el delito produce
efectivamente dos males: un mal social, la perturbación, el temor y alarma que
ocasiona; y un mal individual, el daño que la víctima puede sufrir en su persona,
honor, libertad o patrimonio. El daño social se intenta reparar mediante la
imposición de la pena, el daño individual mediante la indemnización de carácter
civil. Por tanto, la responsabilidad civil debe entenderse como un resarcimiento
a la víctima del mal causado.
EJERCICIO DE LA ACCION CIVIL
La acción para deducir la responsabilidad civil proveniente de un hecho punible,
solo podrá ser ejercitada por el perjudicado o sus herederos. La acción se
ejercitará contra los partícipes en la comisión del delito o contra sus herederos
y, en su caso, contra los terceros que resulten civilmente responsable.
Será de la competencia de los Jueces de Ejecución conocer de las demandas
en que se exija la responsabilidad civil proveniente de los delitos.
PROCEDIMIENTO PARA DEDUCIR LA RESPONSABILIDAD CIVIL
1.Procedencia. Firme que sea la sentencia condenatoria o excluida la
responsabilidad penal en los casos de inimputabilidad, fuerza irresistible, miedo
insuperable y estado de necesidad, a que se refiere el Código Penal, la víctima
o sus herederos o la Procuraduría General de la República, en su caso, podrá
solicitar al Juez de Ejecución por la vía de apremio ordene la restitución, la
reparación de los daños materiales o morales y la indemnización de perjuicios,
en los casos en que proceda. La víctima que no haya intervenido en el
procedimiento, podrá optar por esta vía dentro de los tres (3) meses de
informada de la sentencia firme.
2.Demanda. La demanda deberá ser dirigida contra los condenados, contra los
responsables civilmente según lo dispuesto en el Código Penal o contra los
terceros que, por previsión legal o relación contractual, son responsables
civilmente como consecuencia de la conducta de que se conoció en el respectivo
proceso.
3. Contenido de la demanda. La demanda deberá contener:
1) Los datos de identidad de la persona demandante, y en su caso, de su
apoderado legal, y su domicilio;
2) La identidad de la persona o personas a quienes se demande, y el respectivo
domicilio donde deban ser citadas;
3) El fundamento de derecho que invoca;
4) La expresión concreta de la restitución, reparación o indemnización que
pretende, determinando individualizada mente la cuantía correspondiente a las
distintas partidas resarcitorias; y,
5) Las pruebas que hayan de practicarse para acreditar los daños y perjuicios
alegados y su relación de causalidad con el hecho ilícito. La demanda estará
acompañada de una copia autenticada de la sentencia condenatoria. Por
desconocimiento de los datos de identificación del demandado o si se ignora el
contenido del contrato por el cual debe responder un tercero, el demandante
podrá solicitar al juez diligencias previas, a fin de preparar la demanda.
4. Admisibilidad. El juez examinará la demanda y si falta alguno de los
requisitos formales establecidos en el artículo anterior, intimará al demandante
para que los corrija dentro del plazo de cinco (5) días. Vencido el plazo sin que
el requerido proceda a la corrección, se rechazará la demanda. El rechazo de la
demanda por motivos formales será apelable ante la Corte de Apelaciones
respectiva. Si el recurso fuere desestimado, la parte demandante sólo podrá
reproducir su reclamación por la vía ordinaria. Si el juez considera formalmente
admisible la demanda, ordenará practicar las pruebas propuestas por la parte
demandante dentro del plazo de quince (15) días hábiles, prorrogable
motivadamente a veinte (20) días igualmente hábiles. Practicada, en su caso, la
prueba propuesta, el juez dictará auto motivado, apelable ante la Corte de
Apelaciones respectiva.
5. Orden Provisional de Restitución, Reparación o Indemnización. Admitida
la demanda, el juez dictará resolución motivada ordenando provisionalmente la
restitución, reparación o indemnización conforme a lo solicitado. La resolución
contendrá:
1) La identidad y domicilio del demandante, y en su caso, de su apoderado;
2) La identidad y domicilio de demandado.
3) La orden de restituir, reparar los daños materiales o morales o indemnizar los
perjuicios, con su descripción concreta y detallada, y su importe exacto; y,
4) La orden de embargar bienes suficientes para responder de la restitución,
reparación o indemnización y las costas, o cualquier otra medida cautelar de
carácter real. Si las medidas adoptadas implicaren desplazamiento de bienes de
la persona ejecutada, el ejecutante prestará caución en garantía del resultado
definitivo de la ejecución en trámite.
6. Objeción. El demandado sólo podrá objetar la legitimación del demandante y
la cuantía de la reclamación. El tercero civilmente responsable podrá objetar,
además, la existencia o legitimidad de su propia responsabilidad. El escrito de
objeción deberá ser fundado y acompañado de toda la prueba que respalde la
objeción. Si no se objeta la resolución en el plazo establecido, quedará firme la
orden de restitución, reparación o indemnización y el juez ejecutará la decisión.
Regirán en lo pertinente, las normas del Código Procesal Civil. Presentada la
objeción, el juez convocará a las partes a una audiencia de conciliación y prueba
dentro de los diez (10) días hábiles siguientes.
7. Audiencia. El día y horas señalados, el juez realizará la audiencia, procurará
la conciliación de las partes, se producirá la prueba ofrecida y oirá el fundamento
de las pretensiones. La incomparecencia del demandante implicará el abandono
de la demanda y su archivo. Si el demandado no comparece, quedará firme la
resolución a que se refiere el artículo 436 y se procederá a su ejecución. En caso
de que sean varios los demandados y alguno de ellos no comparece, el
demandado que no compareció quedará vinculado a las resultas del
procedimiento sin necesidad de impugnarlo. Por último, el juez dictará la
resolución definitiva de restitución, reparación o indemnización, o rechazará la
demanda.
8. Prescripción. La acción para deducir la responsabilidad civil por medio de
éste procedimiento especial, prescribirá a los cinco años de haber adquirido el
carácter de firme la respectiva sentencia condenatoria.
9. Repetición. Los terceros demandados deberán cumplir la resolución sin
perjuicio del derecho de repetición contra los directamente obligados, en juicio
ordinario civil posterior. También podrán ejercer acción por la misma vía contra
el propio demandante, fundándose en que no hubo causa suficiente para la
obligación que se les hizo cumplir.
LIBERTAD CONDICIONAL
La idea fundamental es la de reeducación del delincuente: un plan de conducta
en libertad adaptando la respuesta del derecho penal a las circunstancias que
rodean al hecho, las condiciones personales del imputado y a la posibilidad que
brinde la comunidad o el sistema social. Ha llegado el momento de responder a
uno de los problemas cruciales que enfrenta la sociedad: la inseguridad en
materia de política criminal y judicial, la de dar protección a la sociedad que tanto
la reclama, como también a las personas que si han entrado en los caminos de
desviación de su conducta, necesitan encontrar las respuestas a tal
equivocación, para luego reparar y comenzar a reconstruir un nuevo proyecto
que lo lleve a reinsertarse con una identidad en sus grupos de pertenencia,
familia, trabajo, comunidad y sociedad. La finalidad es disuadir al imputado de la
comisión de nuevos delitos y facilitar su resocialización, muestra su naturaleza
protectora, de ayuda y no punitiva, tendiente a fortalecer el propósito del autor
de no recaer en el delito y de evitar así que su futuro sea la cárcel como destino
cierto. La idea fundamental de esta institución es la humanización del proceso
penal, es un método de tratamiento que la justicia impone a quienes han
cometido infracciones con penas leves. En el curso de su aplicación la persona
que ha sido sometida a él continúa viviendo en el seno de su familia y comunidad
organizando su vida conforme a las condiciones prescritas por el juez. El
tratamiento de reeducación es uno de los elementos fundamentales que
caracteriza a esta institución, implica un estudio profundo e integral de la persona
que ha cometido un delito a la vez que la supervisión y el seguimiento por parte
de profesionales preparados en las condiciones de prueba muy bien analizadas
por el juez, con el propósito de su rehabilitación impidiendo y garantizando
futuras reincidencias, teniendo en cuenta la reconocida capacidad criminógena
de la propia cárcel y a su vez reduciendo la población carcelaria.
Que el condenado ya haya sufrido la mitad de la pena en los delitos cuya pena
no exceda de 15 años; y si pasa de 15 años que ya haya purgado 3/4 partes de
la pena
Requisitos; constancia de buena conducta, psicológico, y socioeconómico
realizados por los licenciados que laboran en el centro penal, además mencionar
donde será su domicilio que debe ser a un diámetro no menor de 3 km con el de
las víctimas... donde va ser su nuevo domicilio mencionar con quien va vivir y
proporcionar un número telefónico; ah además estar firmando todos los meses
n el juzgado de su nuevo domicilio por el tiempo que falte para cumplir la pena
ya le mandaré los artículos
se presenta la solicitud ante el juzgado de ejecución, junto con otra copia para el
MP
COMPUTO DE LA PENA
COMPUTO DE LA PENA; empieza a computarse desde el momento de su
aprehensión, en el juzgado lo desglosan así;
1. Fecha de aprehensión
2. Fecha de audiencia declaración de imputado
3. Fecha de audiencia inicial
4. Fecha de sentencia

El Juez de Ejecución y el cómputo de la pena.


El Juez de Ejecución practicará el cómputo de las penas. Cuando se trate de
penas privativas de la libertad, dentro del cómputo deberá quedar comprendido
el tiempo en que el condenado haya permanecido tanto en detención, como en
prisión preventiva. Señalará, asimismo, la fecha en que terminará la condena y,
en su caso, la fecha a partir de la cual el condenado podrá solicitar la libertad
condicional.
Practicado el cómputo, el Juez de Ejecución lo pondrá en conocimiento del
condenado y de la correspondiente autoridad penitenciaria, la que dejará
constancia del hecho en el libro respectivo.
De la misma manera notificará al condenado a penas no privativas de libertad,
la forma y modalidades de su cumplimiento. El cómputo podrá reformarse solo
en casos de error, de revisión de la sentencia o cuando nuevas circunstancias lo
tornen necesario, en cuyo caso, también se hará del conocimiento del
condenado.

INCIDENTES EN LA EJECUCION DE LA PENA


Incidentes que se pueden plantear al Juez de Ejecución. El Ministerio Público, el
condenado o la víctima en el caso previsto en el artículo 384, podrán plantearle
al Juez de Ejecución, cuestiones relativas al cumplimiento y extinción de la pena,
así como, a la libertad condicional.
Tales cuestiones serán resueltas en audiencia oral, en la cual se propondrá y
evacuará la prueba que se presente. El juez decidirá por auto motivado, contra
el cual procederán los recursos de reposición y apelación subsidiaria, para ante
la respectiva Corte de Apelaciones. El ejercicio de tales recursos no suspenderá
la ejecución de la pena.
Entonces en esa instancia en la ejecución de la pena... los incidentes serían esas
figuras que habla el artículo 387 del código procesal penal; que serían beneficios
a los que tienen derecho los reos, una vez transcurrido cierto tiempo de la pena
Uno de ellos sería la libertad condicional; que ayer más o menos la despejamos

FUNCIONES DEL JUZGADO DE EJECUCION


Los Juzgados de Ejecución tendrán a su cargo el control de la ejecución de las
sentencias, de la suspensión condicional del procedimiento, el trato del
prevenido y el cumplimiento de los fines de la prisión preventiva, y la
sustanciación y resolución de todos los incidentes que se produzcan durante la
etapa de ejecución.

Asimismo, tendrán a su cargo el control del cumplimiento de las finalidades


constitucionales de las sanciones penales, y la defensa de los derechos de los
condenados.

LA COMPETENCIA Y FUNCION DE LOS JUECES DE EJECUCION PENAL

Los Juzgados de Ejecución tendrán a su cargo el control de la ejecución de las


sentencias, de la suspensión condicional del procedimiento, el trato del
prevenido y el cumplimiento de los fines de la prisión preventiva, y la
sustanciación y resolución de todos los incidentes que se produzcan durante la
etapa de ejecución. Asimismo, tendrán a su cargo el control del cumplimiento de
las finalidades constitucionales de las sanciones penales, y la defensa de los
derechos de los condenados Como se ha visto anteriormente la jurisdicción se
considera como el poder genérico de administrar justicia, dentro de los poderes
y atribuciones de la soberanía del Estado; competencia es precisamente el modo
o manera como se ejerce esa jurisdicción por circunstancia concretas de materia,
cuantía, grado, turno, territorio imponiéndose por tanto una competencia, por
necesidades de orden práctico.
Se considera, entonces, tanto como facultad del juez para conocer en un asunto
dado, como también el conflicto que puede existir por razón de competencia,
como es el caso de conflicto o cuestiones que pueden darse al respecto. La
jurisdicción es el género, mientras que la competencia viene a ser la especie
todos los jueces tienen jurisdicción, pues tienen el poder de administrar justicia,
pero cada juez tiene competencia para determinados asuntos. El Juez de la
Ejecución de la Pena Esta figura jurídica también llamada juez de vigilancia
penitenciaria o juez del control de la ejecución de la pena es el funcionario judicial
que estará encargado de asegurar los derechos del condenado en caso de
abuso de los empleados de sus custodia, así mismo, dicho funcionario tendrá la
jurisdicción de controlar la legalidad de las decisiones que las demás autoridades
penitenciaria tomen cuando las mismas no estén contenida en la sentencia,
también verán la aplicación de las sanciones de carácter disciplinarias en el
recinto carcelario.

Analizado lo anterior, se puede establecer, ahora, que el juez de ejecución es


aquél con funciones de vigilancia, decisorias, y consultivas, encargado de la
ejecución de las penas y medidas de seguridad de acuerdo al principio de
legalidad y del control de la actividad penitenciaria, garantizando los derechos
de los internos y corrigiendo los abusos y desviaciones que puedan producirse
por parte de la Administración Penitenciaria.
Asimismo, se puede establecer que el juez de ejecución es el encargado de
fiscalizar el cumplimiento de la sentencia que conlleva una pena dirigida a un
ciudadano que ha transgredido la ley e, igualmente, emite decisiones acerca de
las peticiones de suspensión condicional de la pena, libertad preparatoria y otras
figuras jurídicas. Asimismo, cabe destacar que el Juez de Ejecución Penal
obedece al principio de Judicialización o jurisdiccionalidad de la Ejecución Penal,
es decir que todas aquellas decisiones de la etapa de ejecución penal que
impliquen una modificación de las condiciones cualitativas o cuantitativas de
cumplimiento de la pena impuesta conforme a las prescripciones de la ley penal,
deben ser tomadas o controladas por un Juez, dentro de un proceso en el que
se respeten las garantías propias del proceso penal.
El código procesal penal recoge esta institución en su artículo 60 y numera
cuales son las funciones, al respeto dice “ Los Jueces de Ejecución de las penas
y medidas de seguridad, tendrán a su cargo la verificación de que la prisión
preventiva, la ejecución de las sentencias y la suspensión condicional del
proceso, se realicen de conformidad con la ley y las resoluciones judiciales, así
como, la sustanciación, decisión y seguimiento de la libertad condicional y de
todos los incidentes que se produzcan durante la etapa de ejecución de las
penas y medidas de seguridad. Será competencia de los jueces de ejecución
determinar la procedencia de las medidas de seguridad, que puedan imponerse
legalmente después de cumplida la pena privativa de libertad o después de
excarcelado.
Tendrán a su cargo, igualmente, velar por el cumplimiento de las finalidades de
la pena y de las medidas de seguridad, lo mismo que la defensa de los derechos
de los condenados.

También será de la competencia de los Jueces de Ejecución conocer de las


demandas en que se exija la responsabilidad civil proveniente de los delitos.
“Este articulo traza lo que de manera general aplicara el juez de la ejecución de
la pena y de manera particular las funciones específicas que abarcara este
funcionario las encontramos en el artículo 381 al 401 del citado código. El
detenido por el sólo hecho de estar sometido a proceso, cumpliendo un arresto
o condena, o sujeto a una medida de seguridad, no pierde la calidad de ser
humano y, como tal, sigue conservando casi todos sus derechos. con el trato
que los reclamantes reciban, en cuanto resulten afectados sus derechos
fundamentales o sus derechos y beneficios penitenciarios. Principios Rectores
de la Ejecución Penal Principio de Legalidad: este se encuentra como
característica fundamental de un Estado Democrático de Derecho y tiene doble
fundamento uno político propio del Estado Liberal de derecho caracterizado por
el imperio de la ley y otro jurídico que se resume en la máxima Nullum crimen
nulla poena sine lege.

Principio de Humanización de la Pena: esto significa la promoción de una política


penitenciaria humanista, la desaparición de los castigos corporales y no hacer
de la ejecución de la pena algo más penoso que la condición de condenado o
condenada. Principio de la Judicialización de la Ejecución Penal: este consiste
en el sometimiento al permanente control judicial de la ejecución de la sanción
definiendo al Juez de la Ejecución como un órgano personal judicial
especializado con funciones de vigilancia decisorias y consultivas encargado de
la ejecución de las penas y medidas de seguridad de acuerdo al principio de
Legalidad, garantizando los derechos de los internos y corrigiendo los abusos y
desviaciones que puedan producirse por parte de la Administración
Penitenciaria. Principio de Resocialización: este consiste en que la penalidad de
la ejecución penal será lograr que el condenado o condenada adquiera la
capacidad para comprender y respetar la ley procurando su adecuada
reinserción social. Competencia del Juez de Ejecución respecto de las medidas
de seguridad. El Juez de Ejecución impondrá, sustituirá, modificará o hará cesar
las medidas de seguridad a que se refiere el Código Penal en audiencia oral, en
la que deberán participar el Ministerio Público, el condenado o su representante
legal, en su caso, y el defensor.
La víctima o su apoderado participarán en esa audiencia, en el caso previsto en
el artículo 384 cpp. En los casos previstos en el Código Penal, el Juez de
Ejecución podrá decretar al delincuente habitual, cualquiera de las medidas de
seguridad previstas en dicho Código, siempre que ello sea necesario de acuerdo
con los estudios psicológicos y socio-económicos que de aquel se hayan hecho.
El Juez de Ejecución, excepcionalmente de oficio o a petición del Ministerio
Público o de la víctima, previa comprobación de las razones y cuando las
circunstancias sobrevenidas así lo exijan, podrán imponer al condenado que
haya cumplido una pena o una medida de seguridad, la prohibición de residir en
determinada localidad de la República o de concurrir a determinados lugares,
hasta por cinco (5) años.

El Juez de Ejecución comprobará la veracidad de los informes que le


proporcionen personas sometidas a medidas de seguridad, en relación a lo
prescrito en el párrafo anterior. En los casos en que el Juez de Ejecución decrete
como medida de seguridad la libertad vigilada de enfermos mentales,
toxicómanos o ebrios habituales, indicará si su cuidado estará a cargo de algún
miembro de su familia o de otra persona o institución adecuada. En la
correspondiente resolución, establecerá las normas de comportamiento que
deberá observar la persona objeto de la medida, así como, los cuidados que
deberán tener para con la misma, los familiares, la persona o institución, en su
caso. Al Juez de Ejecución corresponde fijar la cuantía de la caución impuesta
en sentencia, como medida de seguridad, con arreglo a lo establecido en el
Código Penal. Para fijar la cuantía de la caución, el Juez de Ejecución tendrá en
cuenta la capacidad económica del penado y el grado de riesgo de comisión de
nuevo delito. La caución será rendida por cualquier interesado mediante
escritura apud- acta, autorizada por el mismo Juez de Ejecución en su condición
de Notario por Ministerio de la Ley. El Juez de Ejecución, en su caso, adoptará
las medidas necesarias para hacer efectiva la caución. Una vez cumplida la
condena principal, el Juez de Ejecución podrá decretar la expulsión del territorio
nacional, del extranjero que fuese condenado a más de tres (3) años de
reclusión, fuese reincidente o se le hubiese aplicado medida de seguridad, en
virtud de la Ley Sobre Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas y Sustancias
Psicotrópicas. Para el cumplimiento de la medida, librará comunicación a la
Secretaría de Estado en los Despachos de Derechos Humanos, Justicia,
Gobernación y Descentralización, a fin de que la haga cumplir por medio de la
Dirección General de Migración y Extranjería en el plazo prudencial que
determine.

EL PERDÓN EXPRESO DEL OFENDIDO

En el derecho penal se distingue entre los delitos que deben ser perseguidos de
oficio, es decir, mediante denuncias de aquellos que deben ser perseguidos por
querella.
La denuncia es el acto por medio del que cualquier persona haya o no resentido
los efectos del delito, hace del conocimiento del ministerio público, la comisión
de hechos a tipificar o configurar un delito.
La Querella al igual que la denuncia también consiste en hacer del conocimiento
del ministerio público la comisión de hechos que pueden llegar a constituir algún
delito; pero, a diferencia de la denuncia, la querella solo puede ser presentada
por la persona afectada por el delito, es decir, por el ofendido (o por su
representante), y debe contener la expresión de voluntad de aquel, para que se
sancione a él o a los representantes. En estos delitos se considera que debe
prevalecer el interés del ofendido, por lo que solo se debe proceder el contra el
probable responsable cuando lo solicite el propio ofendido.

En este apartado vamos a realizar una comparación entre nuestra legislación y


el código español.

El perdón del ofendido como institución, evita que después de otorgado el


perdón, se continúe el proceso penal o la ejecución de la condena en los delitos
de acción privada o los delitos de acción pública y acción pública dependiente
de instancia particular, de conformidad al procedimiento de conversión de las
acciones públicas a privadas regulado en el artículo 41 del Código Procesal
Penal. Si bien es cierto que al Ministerio Público compete de modo exclusivo el
ejercicio de la acción penal y es el único que puede desistirse de ella; por otro
lado, cuando se trata de los delitos perseguibles sólo por acción privada como
tal o por el procedimiento de conversión, ese ejercicio está subordinado a la
existencia de la querella del ofendido y su perdón como causa extintiva de la
acción, da lugar a que se extinga la acción penal de conformidad al artículo 42
numeral 4 del Código Procesal Penal, por tanto, una vez comprobado el perdón,
ya no hay motivo alguno para que se siga el proceso hasta pronunciar sentencia.
Por otro lado, los ordenamientos sustantivos siempre establecen los
presupuestos de extinción de la responsabilidad penal y sus efectos, es decir la
posible pena y su ejecución, siendo uno de sus presupuestos el perdón del
ofendido.

Por lo que sus efectos comprenden tanto dentro del proceso como en la etapa
de ejecución de pena, respetando la voluntad del ofendido y la aceptación o no
del procesado o condenado.

Nuevo Código Penal


RÉGIMEN DEL PERDÓN. El perdón debe ser otorgado de forma expresa antes
de que se haya dictado sentencia. En los delitos o faltas de acción pública
dependientes de instancia particular, el perdón tendrá los efectos legales que en
cada caso se prevean.
Cuando la víctima o el ofendido sea una persona menor de edad o con
discapacidad intelectual o sensorial, el Órgano Jurisdiccional competente puede
rechazar la eficacia del perdón otorgado por sus representantes, ordenando en
tal caso la continuación del procedimiento, con intervención del Ministerio
Público (MP) o el cumplimiento de la condena.
El perdón del ofendido o de su representante legal, otorgado en los términos del
Artículo 108 del presente Código Penal de Honduras, extingue la acción penal.
En tal sentido, el perdón del ofendido, solo extingue la acción penal, y puede
presentarse antes o después e interponer la querella, equivale a una renuncia
del derecho y se denomina desistimiento, este es irrevocable, y debe ser por
regla general expresa.
Código Penal Español
Artículo 130. 1. La responsabilidad criminal se extingue: 1.º; 2.º; 3.º; 4.º, 5.º Por
el perdón del ofendido, cuando se trate de delitos leves perseguibles a instancias
del agraviado o la ley así lo prevea. El perdón habrá de ser otorgado de forma
expresa antes de que se haya dictado sentencia, a cuyo efecto el juez o tribunal
sentenciador deberá oír al ofendido por el delito antes de dictarla. En los delitos
contra menores o personas con discapacidad necesitadas de especial
protección, los jueces o tribunales, oído el Ministerio Fiscal, podrán rechazar la
eficacia del perdón otorgado por los representantes de aquéllos, ordenando la
continuación del procedimiento, con intervención del Ministerio Fiscal, o el
cumplimiento de la condena. Para rechazar el perdón a que se refiere el párrafo
anterior, el juez o tribunal deberá oír nuevamente al representante del menor o
persona con discapacidad necesitada de especial protección. 6.º; 7.º; y, 2. La
transformación, fusión, absorción o escisión de una persona jurídica…”
ANÁLISIS
En el nuevo código penal se establece que el perdón debe ser otorgado de forma
expresa únicamente antes de que se haya dictado sentencia. Esta norma es una
copia fiel de lo que establece el código penal español, cambiando con ello lo
establecido en el Código Penal 144/83, donde prevalece el perdón del ofendido
en cualquier momento del proceso y de la condena. Ya que el artículo 395 del
Código Procesal Penal establece que el Juez de Ejecución ordenará la inmediata
libertad del condenado si el ofendido otorga perdón al condenado y éste
manifiesta su conformidad, que es en la etapa de ejecución de pena. Con ello
estas disposiciones no van a favor del condenado sino en contra de él, sobre
todo en los delitos de orden privado, en donde lo que prevalece previo a cualquier
criterio, es la voluntad del ofendido y la aceptación del condenado, por tanto, la
voluntad de las partes y la administración de justicia no puede volverse ladrón
de conflictos, sino facilitador de acuerdos. Tal como está la reforma existe una
contradicción porque si es posible otorgarse en cualquier momento del proceso
y de la condena de conformidad al Código Procesal Penal. Este artículo del
nuevo código penal hondureño es una copia fiel de lo regulado en el Código
Penal Español.
CORTE DE APELACION

Recurso de Apelación

El recurso de Apelación es el que se entabla a fin de que una resolución sea


revocada, total o parcialmente, por tribunal o autoridad superior al que la dictó.
El sistema procesal adoptado en nuestra Constitución es el basado en el
principio de doble grado de jurisdicción, la apelación se convierte en una
importantísima herramienta a disposición de las partes para posibilitar la revisión
de las resoluciones que causan agravio, en la vía inmediata superior y por un
tribunal colegiado. En el sistema que abandonamos, la apelación era más
consustancial porque procedía contra casi todos los autos, resoluciones
interlocutorias y sentencias definitivas dictadas en el proceso, y además, se
exige su utilización como cuestión previa para estimar agotada la instancia y
poder recurrir en amparo o casación según el caso. Es un recurso necesario para
la correcta administración de justicia.
Entre las características que más resalta la apelación, es que es un recurso
ordinario, es decir sin exigencias de motivos puntuales para su utilización, es un
recurso devolutivo y extensivo en cuanto sus efectos, ya que su conocimiento
corresponde a un tribunal de alzada y los efectos de la sentencia dictada con
motivo del recurso, beneficia a los otros procesados que estén en idénticas
situación del recurrente; sólo procede contra resoluciones declaradas
expresamente apelables y tiene como finalidad la enmienda de la resolución
criticada, ya sea reformándola o revocándola.

2.- Impugnabilidad objetiva en la apelación.


Como lo señalamos al hablar del derecho recursivo, el objeto impugnable en la
apelación, abandonando la tradicional regulación del Código de Procedimientos
Penales de 1984, está definido conforme al principio de taxatividad, es decir que
sólo son apelables aquellas resoluciones que figuran en el catálogo que nos
ofrece el artículo 354 del Código Procesal Penal como ser, el sobreseimiento
definitivo o provisional, las que dictan un incidente o una excepción, el auto de
prisión o declaratoria de reo , la que ordene la prisión preventiva o la interposición
de medidas sustitutivas y las modificativas de la primera o de las segundas, la
sentencia dictada en el procedimiento abreviado y el antejuicio, en su caso, la
resolución que declare la extinción de la acción penal o que suspenda
condicionalmente el proceso, la que deniegue la conmutación en el caso de falta
o la suspensión condicional de la ejecución de la pena, vale aclarar que el
numeral 8 de este mismo artículo que indica que igualmente son apelables las
demás resoluciones expresamente autorizadas por este código, refiriéndose por
supuesto, a aquellas otras resoluciones que aparecen en el cuerpo normativo
del código con autorización de ser recurribles en apelación, como por ejemplo la
decisión mediante la cual se accede o de oficio se aclara una resolución según
el art. 355; la que resuelve cuestiones relativas al cumplimiento y extinción de la
pena conforme al art.387; las que declaren sin lugar el antejuicio según el
art.423; las sentencias dictadas en juicio por faltas según el art. 431 y las
decisiones que adopte el juez de ejecución en relación al pago de la pena de
multa a que se refiere segundo párrafo del art.390 siempre del Código Procesal
Penal, resoluciones éstas que no obstante de estar dispersas, igualmente se
entienden comprendidas en el catálogo por la vía del numeral 8 siempre del
art.354.
Queda claro entonces, que no es permitido recurrir en apelación de otras
resoluciones que no sean las enumeradas en el art.354 del CPP, bajo las
aclaraciones efectuadas en relación al numeral 8 de esa misma norma.

3.- Procedimiento de la Apelación.


El trámite procesal a que está sometida la apelación se encuentra regulado en
los arts. 356 y 358 del Código Procesal Penal, que con propósitos meramente
didáctico lo trataremos en dos apartados, el primero se refiere al acto de
interposición y trámite ante el tribunal A-quo y el segundo al procedimiento ante
el tribunal Ad-quem.
4.- Interposición y trámite ante el tribunal A-quo
Como aclaración previa, es conveniente recordar que para hacer uso de la
apelación, no es necesario intentar previamente el recurso de reposición contra
la resolución a impugnar, pero manda la Ley, que para el caso de que se haga
uso de ambos recursos, la apelación se interpondrá en forma subsidiaria al de
reposición.
Obsérvese que no es contra todas las resoluciones apelables que procede la
reposición, así p. ej., no procede contra las sentencias dictadas en el
procedimiento abreviado, pero si contra la resolución en la cual se adopta el auto
de prisión o declaratoria de reo, siendo por ello de singular importancia la
distinción, al momento de pretender hacer uso de ambos recursos, pero siendo
el caso de hacerlo, siempre tendrá que interponerse la apelación en el mismo
acto de la reposición en forma subsidiaria de éste.
El recurso se interpone ante el Juez que dictó la resolución impugnada dentro de
los tres días hábiles siguientes a la notificación, cualquiera que sea la etapa del
procedimiento.
Tenemos entonces, que es el tribunal A-qúo quién controla los requisitos
formales de admisibilidad dispuestos para la apelación, como ser las condiciones
de tiempo, impugnabilidad objetiva y subjetiva, sin que le sea permitido, como ya
apuntamos, extender el examen a los agravios (al fondo) del recurso.
No obstante la acentuada forma oral de los actos en el presente modelo procesal,
el legislador decidió conservar la escritura para el trámite de la apelación, pues
la interposición del recurso se efectúa mediante escrito en el cual se expresan
los agravios que causa la resolución impugnada, que en resumen equivale a un
escrito de interposición y exposición de agravios a la vez, no basta entonces
únicamente la expresión de la voluntad de recurrir por parte del sujeto procesal
ofendido con la resolución, sino que es preciso expresar con precisión y claridad
en el escrito cada uno de los agravios que a criterio del recurrente le causa la
resolución, exponiendo los puntos de hecho y de derecho en que funda su
planteamiento.
No hay que olvidar que el fin de las impugnaciones es la corrección de las
resoluciones judiciales que se consideran ilegales o injustas, que sólo se puede
lograr cuando se le demuestra con exposiciones fundadas al tribunal de alzada,
el vicio o defecto de que adolecen, por eso insistimos que la expresión de
agravios ha de ser motivada y fundada.
Admitido que sea el recurso, el tribunal A-quo concederá a la parte apelada el
término de tres días para que conteste los agravios, escrito que igualmente
deberá ser fundado, y contestados que sean después de la última notificación,
remitirá los antecedentes a la Corte de Apelaciones respectiva y se emplazará a
las partes para que se personen a ese Tribunal en el término de tres días hábiles
después de la notificación, si el Juzgado tiene su asiento en el mismo lugar de
la Corte de Apelaciones y si por el contrario el tribunal A-quo tiene su asiento en
lugar distinto, el término será de tres días hábiles contados después de la
notificación más un día por cada cincuenta kilómetros de distancia según el Art.
443 del Código de Procedimientos Penales.
En cuanto a la prueba en la segunda instancia, el Código deja claro que sólo en
los escritos de expresión y contestación de agravios puede proponerse, y que
únicamente proceden en los supuestos comprendidos en el art. 357 del Código
de Procedimientos Penales.

5.- Trámite en el tribunal Ad-quem


Alejándose aún más del anterior sistema procesal tradicional, donde existían
procedimientos diferentes según se trate de apelación de autos o de sentencias
interlocutorias y sentencias definitivas que sin lugar a duda alargan el trámite,
este Código Procesal Penal lo simplifica, estableciendo un procedimiento único
para la apelación, ordenando que la resolución del asunto por parte de Ad-quem
se produzca dentro de los primeros cinco días siguientes a la recepción de los
antecedentes, bajo el entendido que si procediere el recibimiento a prueba, ésta
se propondrá y ejecutará en la audiencia que para ese propósito se fije dentro
de los cinco días hábiles al último personamiento y evacuada la prueba, una vez
terminada la deliberación que corresponda, la Corte estará en la obligación de
dictar y notificar la decisión que corresponda a más tardar al día siguiente a la
audiencia.
La naturaleza de la resolución del tribunal de alzada, será de auto o de sentencia,
según la apelación se haya impetrado contra un auto o una sentencia, pues como
indicamos el trámite de la apelación en materia penal se ha unificado, y la
resolución del tribunal de alzada (Corte de Apelaciones) entendemos, no podrá
ser otra que la confirmación, revocación o reforma de la resolución impugnada.
Nótese que con esta prescripción, y la del art.350, se busca la desaparición total
de las antiguas prácticas irregulares de las Cortes de Apelaciones, que en
innumerable cantidad de casos para evitar pronunciarse sobre el fondo del
asunto planteado, aparecían sorpresivamente declarando por ej. nulidades de
actuación sin que las partes lo alegaran, situación que obligó al Tribunal
Supremo a pronunciarse en los términos siguientes: “Que según los criterios
antes expuestos, la Corte de apelaciones... lo que debió hacer era resolución en
el fondo, confirmando, revocando, reformando el fallo apelado, y de ninguna
manera en abierto menosprecio no sólo de la economía procesal sino que a la
seriedad con que los tribunales deben manejar los casos de que conozcan,
anular las actuaciones indicadas, con lo cual violó además del derecho de
defensa consagrado en el art. 82 de la Constitución de la República, el debido
proceso a que se contrae el art. 90 párrafo primero siempre de la carta magna...
En conclusión se trata de un trámite breve y simplificador, que una vez elevado
el expediente al Tribunal de Alzada, éste lo falla dentro de los cinco días hábiles
siguientes, con una sola audiencia para el caso de que se declare admisible la
apertura a prueba solicitada oportunamente, y reduciéndose aún más los plazos
cuando se trata de apelación de medidas cautelares de conformidad al art. 190
del Código de Procedimientos Penales.

6.- Efectos de la apelación


Sobre las consecuencias jurídicas que genera la interposición del recurso
devolutivo de apelación, existen tres reglas fundamentales en el Código de
Procedimientos Penales las primeras dos son aplicables a todos los recursos,
pues están reguladas en las disposiciones comunes a los recursos y la tercera
que es especial para el recurso de apelación, veamos:
l.-La primera es la que se refiere al denominado efecto extensivo regulada en el
primer párrafo del art. 349 que ya abordamos al hablar de los recursos en
general.
2.-La contenida en el segundo párrafo del art. 349, mediante la cual se deja claro
que “la interposición de un recurso (en este caso la apelación), no impedirá la
ejecución de la resolución impugnada, salvo si la Ley dispone otra cosa”. P. ej.
En el caso del numeral 7 del art. 354.
3.- La tercera es la establecida especialmente para la apelación, en el párrafo
final del art. 354 que dice: “La interposición del recurso no impedirá la
continuación del procedimiento, salvo en los casos en que por su propia
naturaleza no pueda o no deba proseguirse”.
De éstas tres disposiciones citadas se desprende que la apelación aparte del
efecto extensivo, producirá como regla general el efecto devolutivo, ya que de
manera alguna impedirá la ejecución de la resolución impugnada, ni tampoco,
salvo excepciones calificadas, paralizará el procedimiento, de la manera en que
se ha dejado expresado.

7.- Apelación de Hecho


En realidad no se trata de un medio de impugnación distinto al de apelación y
casación, sino que es una posibilidad más que el legislador concede a las partes,
para que una vez denegada injustificadamente la interposición de un recurso,
puedan acudir directamente de hecho ante el Tribunal de Alzada para que
revoque la resolución infundada o arbitraria y declare admisible el recurso, en
caso que sea procedente. Dice el art. 351 “Si un órgano jurisdiccional inferior,
denegare el recurso de casación o de apelación que ha debido concederse, la
parte agraviada podrá recurrir al tribunal superior respectivo, dentro de los plazos
señalados en los arts. 356 numerales 1) y 2) y 364, contando desde la
notificación de la negativa, para que se declare admisible dicho recurso”
Como el debido proceso impone un juzgamiento limpio, legal, respetuoso de las
garantías y formalidades establecidas en el orden jurídico procesal, para que
éste (el debido proceso) en materia de acceso a los recursos legalmente
concedidos (apelación y casación) se estime violado, es preciso agotar, previo a
la acción de amparo, el recurso de hecho ante el tribunal de alzada, mismo que
además de ser familiar a nuestra tradición recursiva, es un eficaz medio para
librarse de la arbitrariedad de los tribunales de primera instancia.
Desde el punto de vista técnico, el planteamiento en el recurso de hecho debe ir
orientado a demostrarle al Tribunal de Alzada, que el recurso rechazado
arbitrariamente, es procedente conforme a Ley, y que además se ha ejercido la
voluntad recursiva, cumpliendo los requisitos de forma exigidos para el acto, a
efecto que el Tribunal superior examine el asunto y pueda amparar revocando
la resolución y declarando la admisibilidad del recurso. La exposición en esta
dirección ha de ser importante, porque recuérdese que en este instante procesal,
no se discute el fondo del recurso, sino más bien las cuestiones relacionadas
con la admisibilidad o inadmisibilidad el recurso, por ello la atención ha de
centrarse en este aspecto y no en otro, ya que si el recurso se declara admisible,
se estará al escrito inicial de interposición y a la vez de formalización.
Queda claro entonces, que la finalidad de este instrumento jurídico procesal, es
la de permitirle a la parte recurrente en caso de rechazo infundado, la admisión
de su recurso, sin mayores dilaciones y formalismos, para asegurar el debido
proceso legal.

El Recurso de Casación

En un proceso penal es un tipo de recurso extraordinario que se debe presentar


ante el Tribunal Supremo para solicitar la impugnación contra una sentencia
judicial.
El Recurso de Casación procede contra las resoluciones definitivas
pronunciadas por los Tribunales de Sentencia. Art 359 C.P.P.
Antecedentes históricos
Los orígenes de este recurso judicial pueden encontrarse en los
Estados italianos, que utilizaron este mecanismo para imponer
sus estatutos locales por sobre el ius commune. El apogeo de este medio se dio
en Francia, donde se utilizó como un mecanismo para uniformar el Derecho a
partir de la ley territorial, llegando a ser característico de su ordenamiento
jurídico.
La palabra "casar" proviene del latín cassare, que significa abrogar o derogar.
Por su parte, "casación" proviene del término francés cassation, derivado a su
vez de casser, que se traduce como anular, romper o quebrantar.

El recurso de casación en materia penal, presenta a grandes rasgos, las


siguientes características:

a.- Sigue siendo un recurso extraordinario, impugnación autorizada contra los


Tribunales de Sentencia, en virtud de que no constituye una instancia más del
juicio.

b.- Como recurso extraordinario, sólo procede por los motivos taxativamente
previstos en la normativa procesal, opera entonces, la regla números clausus.
Así los arts.360, 361 y 362 del Código procesal penal contienen las causales
taxativas únicas que viabilizan la casación tanto de forma como de fondo.

c.- Sólo se pueden recurrir en casación las sentencias definitivas dictadas por
los tribunales de sentencia.

d.- Se distinguen tres tipos de recursos de casación, el primero por infracción del
precepto constitucional, el segundo por infracción de ley y doctrina legal y el
tercero por quebrantamiento de forma.

e.- El recurso es conocido y resuelto por el más alto tribunal de justicia del país
la Corte Suprema de Justicia.

f.- El recurso tiene como objeto casar la sentencia impugnada es decir su


anulación y puede o no según el caso generar el reenvío.

g.- El recurso exige una técnica, muy especial e implica la demostración de vicios
en la sentencia cuestionada.

La impugnabilidad objetiva

La potestad subjetiva de recurrir es la delimitación de actos o resoluciones que


admiten el ejercicio concreto de aquella facultad, es decir, la impugnabilidad
objetiva.

El objeto de los recursos sólo pueden ser resoluciones judiciales. Por ello, el
Código Procesal Penal comprende a los Decretos, autos o sentencias, que serán
recurribles cuando la ley así lo admita expresamente. Aquí también rige,
entonces, el criterio de taxatividad.

Las consecuencias de esta regulación son, por lo pronto, que sólo resultan
recurribles decisiones emanadas del juez y, al mismo tiempo, aquellas
decisiones que no constituyen resolución quedan excluidas de toda impugnación
posible. Queda por dilucidar qué se debe entender por resolución judicial. Se ha
propugnado la adopción de un criterio material para la identificación de la
decisión: se sostiene que lo determinante para que una resolución constituya
sentencia, auto o Decreto no es la forma con la que haya sido dictada, sino la
sustancia de la cuestión que esa decisión ha resuelto.

Junto a ello, el principio de taxatividad limita la procedencia del recurso mediante


tres vías: La primera, delimitando un círculo de decisiones expresamente
recurribles, con o sin determinación del medio adecuado para impugnarla.
Ejemplos: auto de falta de mérito, sobreseimiento, concesión o denegación de la
exención de prisión o excarcelación, todas decisiones recurribles por vía de
apelación. La segunda, estableciendo al regular cada recurso en particular, las
resoluciones contra las que procede. Ejemplos: la apelación procede contra
autos interlocutorios y resoluciones que causen gravámenes irreparables
emanadas de los jueces, además del auto de sobreseimiento; la casación e
inconstitucionalidad contra sentencias definitivas y autos que pongan fin a la
acción, a la pena, o hagan imposible que continúen las actuaciones o denieguen
la extinción, conmutación o suspensión de la pena; la revisión, contra la
sentencia condenatoria firme. La tercera, determinando expresamente la
irrecurribilidad de la resolución. Ejemplos: la resolución que rechaza las
diligencias propuestas por las partes, la que no hace lugar a la solicitud de las
partes a asistir a actos de la instrucción que no tengan el carácter de definitivos
e irreproducibles.

La impugnabilidad subjetiva

El principio general supedita la posibilidad de promover la revisión de una


resolución judicial a la concurrencia de dos requisitos:

a) la autorización expresa de la ley para hacerlo, excepto en el caso de que, por


no existir distinción entre ellas, todas las partes pueden recurrir; y

b) la existencia de un interés directo o agravio.

La ley procesal delimita al establecer determinados presupuestos necesarios un


ámbito de personas, los autorizados, que en determinadas circunstancias como
en una resolución adversa a sus intereses se encuentran facultadas para
impugnar una
decisión judicial. Es lo que se conoce como impugnabilidad subjetiva.

¿Por qué razones se puede interponer un recurso de casación?

1. Por infracción de Ley o doctrina legal. Art 360

Establece el Art 360. “Habrá lugar al recurso de casación por infracción de Ley
o de doctrina legal, cuando dados los hechos que se declaren en la sentencia,
se haya infringido precepto penal u otra norma jurídica, de carácter sustantivo,
que deba ser observada para la aplicación de la Ley penal o un principio de
doctrina legal también de carácter sustantivo...”

Si la sentencia penal responde a la construcción de un silogismo, es necesario


señalar que la casación por Infracción de Ley, se concede en el código procesal
penal para que partiendo sobre la base de la premisa menor (hechos probados)
se pueda objetar la premisa mayor, es decir, el derecho aplicado en la sentencia
impugnada.

Lo anterior es importante porque la causa está concebida políticamente para


discutir sobre la infracción de normas penales sustantivas o de otras normas que
igualmente gocen de esa misma condición e incluso de doctrina legal siempre
de naturaleza sustantiva.

Partiendo de esta óptica, se hace necesario para un planteamiento más didáctico


y claro, abordar por separado los diferentes elementos inmanentes al presente
motivo de casación, como son las cuestiones relacionadas con el respeto a los
hechos probados de la sentencia impugnada, la naturaleza de las leyes tanto
penales como extra penales que se pueden invocar, y las diferentes formas de
infracción de Ley que la jurisprudencia ha definido.

2. Por infracción de precepto constitucional. Art 361

El artículo 361 del Código establece: “En todos los casos en que, con
arreglo a este Código pueda interponerse recurso de casación contra una
resolución judicial, será suficiente para fundamentarlo, la infracción del
precepto constitucional.” En realidad el motivo surge por la necesidad de
darle vigencia a uno de los postulados básicos del Estado
Constitucional del derecho, cual es el de mantener la supremacía de la
Constitución sobre todo el orden jurídico nacional, especialmente en
materia penal, donde la fuerza estatal normalmente restringe los derechos
y libertades fundamentales del individuo.

El legislador entiende que este principio (el de la jerarquía constitucional)


consagrado en el art. 315 de la Constitución de la República debe ser
respetado en el espacio jurídico nacional sin mayores discusiones, por
ello ha posibilitado un para lograr aún después del juicio, el necesario
encause constitucional.

3. Por quebrantamiento de forma. Art 362

Habíamos señalado con anterioridad que las máximas del juicio previo y debido
proceso legal, como garantías procésales contenidas en la Constitución,
descienden en forma vertical a todo el ordenamiento jurídico, alcanzada su
máxima representación en las normas de orden procedimental autorizadas por
el Estado para llevar a cabo el juzgamiento de los infractores del ordenamiento
penal establecido.

Pero este juzgamiento, tanto en el iter procesal como el acto de sentenciar debe
ser respetuoso de ese orden procedimental establecido conforme a las
exigencias de los postulados constitucionales indicados bajo la advertencia que
su vulneración ocasionara la aplicación de sanciones procésales como la
nulidad, o la impugnación de la sentencia, por los vicios improcedendo en el
artículo 362 del Código de Procedimientos Penales.

Es así que en los motivos de casación por quebrantamiento de forma, ya no se


discute sobre la infracción del derecho sustantivo o doctrina legal del mismo
carácter, sino, sobre la vulneración de los trámites y formas sustanciales del
juicio, incluyendo desde luego el acto de sentenciar.
Bajo este contenido, el legislador conforme a principio de trascendencia dejó
definido en el art 362 del Código de Procedimientos Penales los defectos
formales que dan lugar a la casación por quebrantamiento de forma, con lo que
se debe entender que de acuerdo al criterio del creador de la Ley, estas son las
normas esenciales de procedimiento, hablando en sentido positivo, que no
deben dejarse de cumplir en el trámite del juicio, al dictar la sentencia.

De los siete numerales que comprende el art. 362, podemos afirmar que salvo
el numeral 5 que afecta los trámites y formas sustanciales del juicio, los demás
se refieren a vicios que afectan exclusivamente la forma y contenido de la
sentencia, que es donde al parecer ha puesto énfasis el legislador al conceder
los motivos de esta naturaleza.

Debe dejarse claro que la casación en la forma implica necesariamente la


existencia de un vicio que ponga de manifiesto la infracción de una norma
concreta de procedimiento, pues cada una de las causales comprendidas en el
art.362, responden a regulaciones o exigencias, especificas, para el acto de que
se trata, en el cuerpo del Código de Procedimientos Penales así p. ej., el art 338
establece los requisitos de la sentencia, entre ellos la declaración de hechos
probados, que al no consignarse, da vida a los supuestos de la causa primera
del indicado art. 362, y como la mayoría de las causales de casación en la forma
que entraremos a examinar se refiere a la forma y contenido de la sentencia, el
vicio resultara en su generalidad por no dar cumplimiento a lo preceptuado en el
artículo 338, excepcionalmente relacionado con otras disposiciones como por
ejemplo, el artículo 141, cuando se aleje la causal tercera del citado artículo 362,
pues el vicio siempre resultara como ya se dijo de la infracción de normas
procedimentales, que es necesario singularizar para la viabilidad del
recurso. Pero para comentar con mayor propiedad los supuestos
comprendidos en cada causal, es de riguroso interés, entrarle aunque de manera
no profunda al tema de la “fundamentación” de la sentencia penal.

¿Cuáles son los motivos que se puede interponer en el Recurso de


Casación?
Los motivos por los que se puede solicitar la impugnación de una sentencia a
través de un recurso de casación son los siguientes:

El fundamento técnico de las impugnaciones consiste en demostrar un vicio o


error en la resolución objetada, que podía ser in iudicando o in procedendo,
aspecto que en la casación alcanza su más clara y profunda manifestación, ya
que el ataque al objeto impugnable, puede efectuarse desde el ángulo de la
infracción de normas de orden sustantivo o por la vulneración de normas de
naturaleza procesal, de allí que hablemos de dos clases de recursos de
casación, el primero que se le conoce como casación en el fondo, que
comprende los motivos por infracción de la Ley propiamente dicho, de precepto
constitucional y doctrina legal, y el segundo por quebrantamiento de forma, que
da contenido a todas las causales (motivos)

Finalidad del Recurso.

Sin perder de vista que el recurso de casación únicamente concedido como la


generalidad de los recursos, para las partes debidamente legitimadas que
resulten lesionadas por las decisiones definitivas que adoptan los tribunales de
sentencia sus postulados políticos concedidos a diseñar su encause procesal,
están condicionados a la voluntad de impugnar del sujeto procesal ofendido con
el acto recurrible, esto es, que las decisiones del tribunal de casación único que
crea jurisprudencia se producen cuando su jurisdicción es provocada por el
sujeto titular del derecho recursivo.

De lo expresado resulta que la casación no solo busca la defensa del orden


jurídico, sino también remediar el agravio ocasionado con la decisión ilegal. Bajo
este panorama y recordando que el medio de impugnación tiene por objeto
discutir, lejos de los hechos, únicamente el derecho aplicado en la sentencia,
aproximémonos a una sistematización coherente con las remembranzas
doctrinarias sobre las finalidades del recurso de casación, así:

a.-La defensa del derecho objetivo, es el cumplimiento del orden jurídico vigente
creado por el Estado, materializado en las sentencias de los tribunales en la
resolución de los casos concretos.

b.-La creación de la jurisprudencia que se logra a través de la correcta, general


y uniforme aplicación de ese orden jurídico, expresado en otros términos,
equivale a la unificación de los criterios basados en las decisiones que
conforman la jurisprudencia.

c.-La realización de la justicia se produce cuando se satisface el interés particular


de la parte que ha sido vulnerada en su derecho.

d.- Servir de eficaz control para el cumplimiento de los derechos y libertades


fundamentales tutelados por la Constitución, en el enjuiciamiento penal,
lógicamente como consecuencia del nuevo motivo por infracción de precepto
constitucional autorizado.

Recurso de Inconstitucionalidad

La Constitución es la norma primaria de la nación y prevalece por sobre toda


norma legal ordinaria, así lo estipula el Artículo 320 constitucional, que dispone
que en casos de incompatibilidad entre una norma constitucional y una legal
ordinaria, se aplicará la primera.: Artículo 64. No se aplicarán leyes y
disposiciones gubernativas o de cualquier otro orden, que regulen el ejercicio de
las declaraciones, derechos y garantías establecidas en la Constitución, si los
disminuyen, restringen o tergiversen.

Potestad exclusiva de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de


Justicia, estableciendo la norma constitucional que las leyes podrán ser
declaradas inconstitucionales por razón de forma o de contenido. En la forma,
cuando no se ha observado el proceso legislativo establecido en la Constitución
de la República, o cuando a una disposición se le atribuya el carácter de ley sin
haber sido creada por el órgano legislativo. En el contenido, cuando una ley es
contraria a la Constitución de la República.

IMPUGNABILIDAD OBJETIVA
La Ley Sobre Justicia Constitucional dispone en su Artículo 76 que procede la
acción de inconstitucionalidad:

1) Contra las leyes y otras normas de carácter y aplicación general no


sometidos al control de la jurisdicción contencioso administrativa, que infrinjan
preceptos constitucionales;

2) Cuando se ponga en vigencia una reforma constitucional con inobservancia


de los requisitos establecidos en la Constitución de la República;

3) Cuando al aprobarse un tratado internacional que afecte una disposición


constitucional, no se siga el procedimiento establecido en el artículo diecisiete
de la Constitución de la República; y,

4) Cuando la ley ordinaria contraríe lo dispuesto en un Tratado o convención


internacional del que Honduras forma parte.

Nuestra Constitución cuenta con una amplitud de mecanismos que persiguen


investir de un verdadero carácter normativo a los derechos fundamentales y
libertades que contiene, así resulta evidente que gran parte de los derechos
fundamentales que contiene son en sí mismos, garantías de su realización y de
la de otros derechos, que constituyen el Derecho a la Vida, a la Libertad
Individual, a la integridad Física, a la Presunción de Inocencia, a la Reserva de
Ley, el Derecho a la Defensa, función de la protección individual de los diferentes
derechos y libertades

IMPUGNABILIDAD SUBJETIVA

Sobre el Recurso de Inconstitucionalidad, la Constitución establece que las leyes


podrán ser declaradas inconstitucionales por razón de forma o de contenido. La
declaración de inconstitucionalidad de una ley y su inaplicabilidad, podrá
solicitarse, por quien se considere lesionado en su interés directo, personal y
legítimo:
Por vía de acción que deberá entablar ante la Corte Suprema de Justicia;

Por vía de excepción, que podrá oponer en cualquier procedimiento judicial; y,

También el Juez o Tribunal que conozca en cualquier procedimiento judicial,


podrá solicitar de oficio la declaración de inconstitucionalidad de una ley y su
inaplicabilidad antes de dictar resolución. La Constitución reconoce que las
causas juzgadas en materia penal y civil pueden ser revisadas en toda época en
favor de los condenados, a pedimentos de éstos, de cualquier persona, del
ministerio público o de oficio, en los casos determinados por la ley.

Según estipula el Artículo 77 de la Ley Sobre Justicia Constitucional, la


declaración de inconstitucionalidad de una ley y su derogación, podrá solicitarse
por quien se considere lesionado en su interés directo, personal y legítimo:

1. Por vía de acción que deberán entablar ante la Corte Suprema de Justicia;

2. Por vía de excepción, que podrá oponer en cualquier procedimiento judicial,


y,
3. También el órgano jurisdiccional que conozca en cualquier procedimiento
judicial, podrá solicitar de oficio la declaración de inconstitucionalidad de una ley
y su derogación, antes de dictar resolución.

.
TRÁMITE, RESOLUCIÓN

RESOLUCIONES Y EFECTOS: La decisión definitiva se resuelve mediante


sentencia, en la cual en el preámbulo se señala la resolución, acto o
disposición recurrida, el nombre del recurrente y a favor de quien se interpone
el recurso o demanda, la

Autoridad recurrida, en los resultas se transcribe la formalización de la petición


y el dictamen del Ministerio Público, así como los antecedentes del caso, en los

Considerandos se establece la motivación del fallo y finalmente en la parte


dispositiva, las normas aplicables y la resolución que proceda. Las sentencias
en los recursos de amparo no producen efecto de cosa juzgada, limitándose a
proteger o a amparar a las personas en el caso sobre que versa el recurso, sin
hacer declaratoria respecto al acto que lo motivare, así lo indican los artículos 41
y 47 de la Ley de Amparo. Esto quiere decir que la sentencia de amparo persigue
evitar arbitrariedades contrarias a las garantías y derechos que la Constitución
establece, manteniendo o restituyendo el goce de los mismos, pero sin decidir la
cuestión principal debatida. En cambio, el recurso de inconstitucionalidad si,
resuelve el asusto principal enunciado, en el sentido de, la ley que se considera
contraria al precepto constitucional, pero circunscrito únicamente al caso
concreto planteado y a la parte a quien afecte directamente y que haya
intervenido en el juicio, sin que tales efectos sean generales, es decir que
ninguna otra persona, salvo quien lo haya solicitado, podrá acogerse a la
sentencia. Pronunciada. No existe obligación de publicar las sentencias que se
dicten en estos asuntos, sin embargo, la Corte Suprema de Justicia tiene la
facultad para publicar en La Gaceta Judicial los fallos de los casos que resulten
de mayor interés para los operadores de la justicia, los Profesionales del Derecho
y público en general.
CONCLUSIONES

• Con el presente trabajo realizado hemos reforzando y ampliando nuestros


conocimientos en materia penal, ya que son conocimientos aprendidos en
el aula de clase, y como parte de nuestra formación profesional y para
aprobar nuestra clase es requisito realizar este trabajo investigativo sobre
el derecho del procedimiento del Recurso de Casación en materia Penal
es un tema interesante, ya que garantizan el derecho de Defensa de todo
ciudadano hondureño que enfrente un proceso ante los Juzgados y
Tribunales de la República.

• El derecho de los “Recursos” en el Proceso Penal tiene su fundamento en


el artículo 82 de la Constitución de la República, que garantiza el Derecho
de Defensa, derecho que no corresponde únicamente al procesado, sino
a cualquier persona que por medio del Derecho de Acción pida al órgano
jurisdiccional la aplicación de las normas jurídicas al caso concreto,
dándole plena vigencia al derecho fundamental del debido proceso. Como
grupo hemos adquirido nuevos conocimientos y experiencias en nuestra
formación estudiantil que luego en un futuro no muy lejano nos servirá de
mucho como profesionales.
BIBLIOGRAFÍA

• Codigo Procesal Penal

• Los recursos en el nuevo proceso penal, Por Abog. Jesús Antonio


Fuentes. Ex-Profesor Investigador, Instituto de Investigación Jurídica,
Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

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